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BIBLIOTECA CENTRALIZZATA"R. RUFFILU"

POLO SCIENTIFICO DIDATTICODI FORLI'

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TEORÌA DEL DICCIONARIO MONOLINGUE

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CENTRO DE ESTUDIOS LINGUiSTICOS YLITERARIOS

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TEORiA DEL DICCIONARIOMONOLINGUE

Luis Fernando Lara

SERIEESTUDIOS DE LINGuiSTICA YLITERATURA

XXXIIIEL COLEGIO DE MÉXICO

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Lara Ramos, Luis FernandoTeoria del diccionario monolingiie / Luis Fernando Lara. ~ México : El

Colegio de Méx.ico, Centro de Estudios LingUlsticos y Literarios, 1996.274 p.; 22 cm.

ISBN 968-12-07D5-X

1. Lexicografia. 2. Lexicografia·Historia. 3. Encidopedias y diccionarios­Historia y critica.

Portada de Monica Diez~Martinez

Tirando cl verbo. 6leo sobre telade Gilberto Aceves Navarro, 1996.Fotografia de Agustin Estrada

Primera edici6n, 1997

D.R. © El Colegio de MéxicoCamino al Ajusco 20Pedregal de Santa Teresa1074D México, D. F.

ISBN 968-12-0705-X

Impresa en México/Printed in Mexico

INDICE

Prologo

I. La construcci6n simbolica del diccionarioO. Las origenes1. La lexieografia y el nacimiento de la idea de la lengua

en Occidente1.1. Las Estados nacionales1.2. El descubrimiento de la lengua materna1.3. La busqueda de legitimidad1.4. La filosofia de! lenguaje

2. La cultura de la lengua2.1. La lengua y la memoria heroica2.2. La legitimidad y la pureza de la lengua2.3. Fijaci6n y primera normatividad2.4. La lengua literaria

'3. Las inicios de la lexicografia monolingiie3.1. La aparici6n de la lexicografia monolingiie3.2. Las primeros diccionarios

3.2.1. Etimologia y antologia: CobarnlVias3.2.2. El Vocabulario de la Crusca: la pureza de la lengua

literaria3.2.3. El diccionario de la Academia Francesa: purismo

y autoritarismo3.2.4. Las autoridades y el principio filologico

de la Academia Espaii.ola3.2.5. Autoridades y autorldad3.2.6. El valar simbolico de la autoridad3.2.7. El pape! socia! de la lexicografia

3.3. La lexicografia inglesa y el desarrollo de la burguesia3.3.1. La imposibilidad de una academia3.3.2. El papel de la burguesia3.3.3. SamuelJohnson y la autoridad burguesa

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8 TEORiA,. DEL DICCrON:\RIQ i\IQNOLINGÙE

3.3.4. Un nuevo sentido de la autoridad3.4. La versi6n estadounidense de la lexicografia inglesa

304.1. La lengua nacional como esliindar3.4.2. Una idea "cientifica" de la lengua

3.5. La "verdadera" lengua: un sImbolo largamente elaborarlo4. La lexicograffa del ciudadano burgués

4.1. La lexicografia infonnativa, empresa privada4.2. El interés por la técnica y la ciencia4.3. El acenro tradicionai4.4. L05 regionalismos

5. La irrupci6n de la ciencia5.1. La evoluci6n fIlologica

5.1.1. El Deulsches VoIar/abueh de Jacob y Wì1helm Grimm5.1.2. El dìccìonario de Oxford

5.2. El radicalismo lingiHstico5.2.1. La aparicion de la lingùistica5.2.2. El 'YVì:bster's ThiTd New Intematìonal Dictionary5.2.3. Descripci6n, uso y norma

5.3. El "hecho diccionario" y las relaciones entte la linguisticay la lexicografia

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INDICE

3.1.2. La acci6n comunicativa3.1.3. Las acciones verbales acerea de 105 signos

3.2. El acta verbal3.2.1. El acto verbal como forma y como instituci6n sodal3.2.2. El acta verbal en el entendimiento sodal3.2.3. El valor de la teoria del acro para la lexicografia3.2.4. El fundamento pragmatico del diccionario

3.3. El diccionario como producto lingtiistico4. TeorIa del acro de respuesta acerca del signo

4. L La validez del acta de respuesta4.2. La impark'lncia de la teoria habermasiana

4.2.1. Condiciones de validez4.2.1.1. Condiciones esenciales4.2.1.2. Presupasiciones de existencia4.2.1.3. Condiciones normativas

4.2.2. Pretensiones de validez4.3. La impartancia de hacer explicitas las pretensiones

de validez5. El acta verbal fundador del diccianaria

5.1. El caracter ilocutivo del acta

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II. Pragmitica de la infonnad6n lexicogrificaO. La naturaleza informativa del diccionariol. El origen informativo de la lengua

1.1. La naturaleza dial6gica de la lengua1.2. La lengua, fundamento de la sociedad

2. De la teoria dellenguaje a la teoria del diccionario2.1. Postulados de la teoria dellenguaje

2.1.1. La lengua como identidad2.1.2. La lengua como hecho sodal2.1.3. La lengua como consenso sodal2.1.4. El consenso y el compromiso de entendimiento

2.2. El papel del1érico2.2.1. El caricter abierto delléxico2.2.2. El caracter ilimik'ldo delléxico y la limitaci6n

de la memoria2.2.3. Elléxico, hecho sodal

3. La manifestacion de la necesidad de infonnaci6n3.1. Acciones y actos verbales

3.1.1. Acciones con finalidad

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III. El contenido proposicional del acta: la entradaO. Introdllcci6nL El arriculo lexicogrifico

1.1. La unidad léxica1.2. La en trada

1.2.1. El vocablo1.2.2. Palabra y vocablo1.2.3. Ellema

2. La naturaleza ordinaria de la entrada2.1. La refiexi6n como hecha pragmatico2.2. La reflexi6n como hecho metalingtìistieo

2.2.1. El origen 16gico del metalengtlaje2.2.2. (Es la entrada parte de un metalenguaje?

3. Una necesaria elecci6n teorica3.1 El aut6nimo3.2. La duplicacio-':l delléxìco3.3. El efecto teorico3.4. Una asunci6n pragmitica de la menci6n3.5. La menci6n y el acto verbal

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lO TEORiA DEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11

IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131O. lntroducci6n 1311. El origen pragmatico de la ecuaci6n sémica 133

1.1. Dos clases de predicaci6n 1331.2. La predicacion de la ecuaci6n sémica ì34

2. La exploraci6n de la ecuaci6n sémica 1342.1. La ecuaci6n sémica con ser, to be y étl'e 135

2.1.1. To be como identificaci6n del objeto 1382.1.2. Etrecomo identificacion del signa 139

2.2. Sinonimia 1402.2.1. SimetIia y capacidad de sustituci6n 1422.2.2. Las sustituciones 143

2.2.2.1. Equivalencia cntre signos 1442.2.2.2. Equivalencia entre significados 145

2.3. Las dificultades de la ecuaci6n con ser 1462.4. La ecuaci6n sémica con llamarse 1472.5. La ecuaci6n sémica con designar 1532.6. La ecuaci6n sémica con siftTlificar 155

2.6.1. Efectos de la ecuaci6n con significar 1582.6.2. La ecuaci6n con significar y las teorias del signa 160

3. La eomplejidad de la ecuaci6n sémica 1624. La naturaleza ordinaria dellenguaje del articulo

lexicogr:lfico 163

V. El contenido proposiciona! del acto: la definici6n lexicogrifica 167O.Introducci6n 1671. El origen pragrnatico de la definici6n 168

1.1. El signi6cado del vocablo 1691.2. La naturaleza sernantica del vocablo 1701.3. La ensenanza de 105 estudios de adquisici6n de la lengua

materna 1701.4. La estabilidad del vocablo 172

2. El signi6cado "principal" 1742.1. El caracter semantìco del significado principal 177

2.1.1. El prototipo 1792.1.2. Prototipo y signi6cado 1822.1.3. El estereotipo 183

2.1.3.1. La naturaleza del estereotipo 1852.1.3.2. Pertinencia soda! 1852.1.3.3. Correcci6n (o verdad) situada 186

2.1.3.4. Valor nonnativo2.2. El estereotipa en la definici6n lexicogrifica

2.2.1. No estereotipicidad2.2.1.1. Insuficiencia en relaci6n con el prototipo2.2.1.2. Creaciones intelectuales

2.2.2. El de prototipo, un concepto limitado2.2.2.1. Los "objetos naturales"2.2.2.2. Las creaciones intelectuales

2.3. Del prototipo y el estereotipo al signa2.3.1. La constituci6n del signo2.3.2. Interés y conocimiento cientifico2.3.3. Enciclopedia y diccionario

·3. La definici6n lexicogrifica corno constrllcci6n cultural3.1. La definici6n aristotélica

3.1.1. De la esencia a! nombre3.1.2. El analisis del signo3.1.3. Signo y verdad

3.1.3.1. Intensi6n yextensi6n3.1.3.2. Estereotipo y extensi6n

3.2. La definici6n lexicogrifica moderna3.2.1. El compromiso de Putnam3.2.2. Ciencia e inteligibilidad

3.3. Mis alla de los objetos naturales3.3.1. Seres que no existen3.3.2. La existencia de 105 conceptos3.3.3. Acciones y verbos3.3.4. Palabras relacionales

4. La definici6n lexicogrifica como reconstrucci6n delsignificado4.1. Del método a la teoria

4.1.1. Los procedimientos de observaci6n y recolecci6ndelléxico

4.1.2. Los procedimientos de obtenci6n del significado4.2. El método lexicografico

4.2.1. La elaboraci6n lexicogrifica4.2.1.1. Documentaci6n4.2.1.2. Anilisis

4.2.2. La reconstrlicci6n del significado4.3. La definici6n lexicogr:ifica

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12 TEoRiA DEL DlCCIQNARIQ MONOUNCUE

VI. La eomplejidad normativa del diccionario monolingùeO. Introducci6n1. Condiciones de validez y normatividad

1.1. Hecho léxico y selecci6n normativa1.2. Dos concepciones normativas

2. De la lengua a sus nonnas2.1. Fonologia, fonética y normatividad

2.1.1. Transcripci6n fonologica2.1.2. La pronunciaci6n en 105 primeros diccionarios

2.2. Escritura y ortografia2.2.1. Escrintra2.2.2. Ortografia2.2.3. Escritura y ortografia en 105 primeros diccionarios2.2.4. La ostensi6n de la escritura en la entrarla

3. La normatividad en la nomenclatura y en 105 usos3.1. Nomenclatura3.2. Las marcas

3.2.1. Marcas dialectales3.2.2. Marcas de usos sociales

3.2.2.1. Dificultad teorica3.2.2.2. Dificultad metòdica

3.2.3. Marcas tenninol6gicas3.3. Cultura de la lengua y marcas de uso

4. Los ejemplos5. El acta ilocutivo del articulo lexicografico

VII. Del acta verbal al articulo lexicogrifico: conclusi6nO.Introducci6n1. El acta ilocutivo2. La reconstrllcci6n del significado y la cultura de la lengua3. La teoria del diccionario monolingiie

Bibliografia

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A Kurt Baldinger

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PROLOGO

Hay libros que parecen formar parte sobrentendida del mobiliario de unacasa. Las libros en su conjunto, por si mismos, bien dispuestos en Ios libre­ras de una biblioteca, eomponen también cse mobiliario. Pero ni un Qui­jote, ni 105 sonetos de S?akespeare; ni Jìladame Bovary, ni cl DoctorFausto sesobrentìenden como parte del mobiliario. No sorprende encontrarlos cnuna biblioteca doméstica, pero no-se considerarla que forman-parte obli­galoria de sus existencias. Si aca50, se dirla que habla bien de-Ics habitan­tes de una casa, tener esas cuatro obras en su biblioteca, junto con varioscientos de obras mas. Las diccionarios, cn cambio, san libros tan obvios,tan esperados en la biblioteca doméstica, gue parecen muebles: tomo clteléfono o como un aparalo de radio. Se utilizan por cortos instantes. R.:1.ravez se ve a una persona absorbida en una larga lecrura de sus textos. Masbien se les acerca con premura, para consultar una duda y seguir leyendootro libro, o seguir escribiendo otro texto. Pero estan alli. Tan necesarios ytan d,isponibles como el teléfono o el radio.

Las companfas editoras de libros, que bien conocen su negocio, sabenque un diccionario les asegura_buenas ventas y casi durante todo el- ano.Cuando san compaiiias serias y de larga vida, incluso han financiado 1m

diccionario o han compradosus derechos, para poderlo reproducir cuan­tas veces haga falta, o para refundir sus materiales en versiones mas peque­iias, mas atractivas, dirigidas a grupos de lectores particulares, a escuelas, aestudiantes de lenguas, a gremios profesionales.

iQué es un diccionario? Eu especial, (qué es un diccionario de la len­gua materna?, son preguntas que no suelen hacerse. La obviedad del uso de105 diccionarios por la gente las hace superlIuas. No 5610 por eso. Cualquierpersona que haya utilizado uno, sabe qué es: un catilogo de palabras, se­guido de indicaciones acerca de su escritura, su pronunciaci6n, su catego­ria gramatical, su uso sodal, regional o especializado, su significado, y unapequena colecci6n de ejemplos, que enseiian a manejarlas en cliferentescontextos sintacticos.

Sin embargo 105 diccionarios monolingùes son objetos verbales par­ticulares: se arrogan, aparentemente, la facuItad de informar acerca de lalengua en su totalidad, como verdaderos y legitimos representantes de ella;

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16 TEORiA DEL DICCIONARIO ]'v[ONOUNGUE PROLOGO 17

se 105 coucibe como cat5logos verdaderos de la lengua de la comunidad lin­giiistica, no como obras de autores particulares, sujetas a gust.os. modas ybiografias, sino como lengua en si, como la lengua de la sOClcciad eil sueonjunto. Por eso se eree en ellos, o se [es cree. iNotables objetos verbales! Las(micos que, sin provenir de una revelaci6n religiosa, o de la pIuma de un

profeta, constituyen una verclad para l~ ~omu?idadesli~gii~sticas.En euanto objetos verbales, 105 dlcclOnanos monolmgues deben ser

objeto de estudio de la lingiiistica, pues su -naturaleza semintica): semi6ti­ca no se agata eil su caracterizaci6n como catalogos del voca~ula.node unalengua, ni en 105 métodos con que se 105 elabora. Nada ~ll.ste.nosos estosliltimos, pues al fin y al cabo son 105 que constituyen la dIsclplma y ~l a:tede la lexicografia, nO sonlos métodos 105 que definen la naturalez~sIgnifi­cativa de 105 diccionarios monolingiies. Pues una vez hechos, el metodo espoco importante y lo que destaca, en cambi~, es su papel soci.al, su funcio­namiento semintico y su dimensi6n nonnatlva, que 105 conVIerten en ob­jetos verbales tan notables, tan dignos de reflexi6n y de anilisis como lasobras literarias, como 105 textos periodisticos, o como 105 relatos orales tra­

dicionales.La lingiiistica contemporanea ya no gusta de pensar en la especifici~ad

de 105 textos. Desentendida desde hace mas de cincuenta aiios de sus onge­nes filo16gico y etnologico, todo texto espedIico, caracteristico de la cultura,se concibe comO un hecho artificial, en relaci6n con la lengua natural. Puesel esfuerzo realizado para ingresar al cenaculo de 105 cientificos, ~ue .siguensiendo, por antonomasia, 105 que se_ocup.an ~~ l.a naturale~a, h.a significadoel desdén por la cWtura. Hoy se suena la ImgUIStICa como ClenCIa de la fac~l­tad de hablar, comociencia del fenomeno biol6gico universal dellenguaJe.O se suena también coma ciencia descriptiva de 105 hablares concretos, perovistos comO expresiones de una naturalidad "nativa", anterior a l~ cultura:anterior al artificio. Para Esa clase de lingiiistica, que es la que pnva en lasuniversidadcs y en las revistas mas respetadas, objetos verbales como 105 dic­cionarios "no san objetos de la lingiiistica". En cl mejor de 105 casos lo sonde la lingiiistica aplicada; en el peor, se ac~rcan_~ ~isciplinas tan "sospc­chosas" como el anilisis del discurso o el pSicoanilisls.

Por lo contrario, yo creo que la lingiiistica es una ciencia, pero una ~ien­

cia de fen6menos concretos, entte 105 cuales esci, sin duda, el hecho umver­sal de la facultad de hablar, solo que esa facultad se plasma en una realidadverbal que es la CInica veniaderamente conocible: en discursos, en textos,en 105 que se completa el fenomeno mas espedficamente humano: el paso

de la naturaleza a la cultura.El diceionario, libro, es un objeto nùtural. No eS"ni ha sido nunca, una

descripci6n dcI significado de los vocablos para eierta comunidad, en CÌer-

to momento de su historia. Es, como se vera en este trabajo, una construc­ci6n hist6rica, mIto de la reflexi6n sobre la lengua y orientada a la conser­vaci6n de la memoria de experiencias de scnticio valiosas para la comunidadlingiiistica entera. Por eso me ha parecido importante tratar de cxplicarloen su naturaleza semiintica y semi6tica, visto como objeto verbal; es decir,visto como fenomeno del lenguaje, que una ciencia, la lingiUstica, clebeconsiderar entre sus objetos legitimos de estudio.

Es por esa por lo que el objetivo de este libro es explicar a la lingiiisti­ca, con sus propios instrumentas de teoria y de método, qué es un diccio­nario monalingfle y por qué es un fenomeno verbal digno de atenci6ncientifica. Igualmente, este libro tiene por abjetivo aclarar a la lexicograffaen qué consisten 105 fundamentos reales de su practica y como la compro­meten, tanto con el saber contemporaneo acerca de la lengua y ellengua­je, como con cl pùblico para el que escribe.

El tratamiento lingfllstico de la lexicografia es relativamente nuevo.Adquiri6 interés y se expandi6 a partir del ano de 1971, cuando coincidiola publicaci6n de tres importantes obras: el Élude linguislique et sémiotique desdictionnaiTes français contempomins, de Josette Rey-Debove (redactora de lacasa Robert) , la Introduction à la lexicographie, deJean y Claudc Dubois (deLaro'Usse) y el1Ì1anual ofLexicography, que Ladislav Zgusta, indoeuropefsta ylexicografo, escribi6 para la UNE5CO. Esos tres libros seminales sc unieron a105 trabajos de Bemard Quemada y 105 Cahiers de Lexicologie, a 105 de AJainReydcsde cl diccionario Robert, y a 105 de varios otros lexic6grafos, paraconsolidar un interés serio, documentado y riguroso por la lexicografia, queha venido a coronarse con la monumentaI TVorlerbilclle1~Dictionaries, Diction­naires (Enciclopedia intemacional de la lexicografia, 1982), dirigida por elpropio Zgusta, 105 gerrnanistas Oslcar Reichmann y Berbert Ernst Wiegand,y el romanista FranzJosefHausmann.

La investigaci6n y la teorizaci6n acerca de la lexicografia ha dado 1u­gar, desde entonces, a una disciplina que tienden muchos autores a l1amar"1IIetaIexicografia". A partir de la generalizaci6n del pref~o mcta- en la lin­gùistica con temporanea y en las humanidades, se piensa que todo estu­dio de una disciplina es su propia "meta-disciplina". De rnanera que unestudio como el de Este libro es "metalexicogrilico". Por el contrario, y demanera consecuente con la concepci6n te6rica que fundamenta esta inves­tigaci6n, en Este libro sostengo que la lexicografia es una disciplina que tie­ne por objeto definir y enseIÌar los métodos y 105 procedimientos que sesiguen para escribir diccionarios. Es decir, que la lexicografia no es unaciencia, sino una metodologia. El diccionario, especialmente el diccionariomonolingiie, encambio, es un fenomeno verbal que antecedi6 hist6rica­mente a la constitucion de su propia metodologia, porque fue un resuIta-

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18 TEOR14.. DEL DICCIONARIO MONOLINGUE PROLOGO 19

do de la evolucion de la cultura en varias civilizaciones, particularmente enla europea, y de la manera en que se dio la refiexion sobre las lenguasmatemas dentro de ellas.

En cuanto el diccionario monolingiie se analiza como un fenomenoverbal-que es como hay que verlo-, se revelan varios hechos sorprenden­tes: en primer lugar. el diccionario materializa una parte muy importantede la memoria soda! de la lenguaj es deeir, deja ver como, cuando una co­munidad lingiiIstica comienza a reconocerse a SI misma en su historia y ensu pluralidad, procede a construir una memoria de sus experiencias signi­ficativas, que ciertamente se guarda en textos y en relatos de la mas diversaindole, pero que tiene como una de sus bases mas importantes la propie­dad, que tiene toda lengua, de construir unidades léxicas; unidades cortas,en térrninos fonologicos y morfol6gicos, de faei! recuerdo, que se asocian enla actividad significativa a la experiencia del mundo, la que segmentan, orde­nan y clasifican. Eu segundo lugar, que esa memoria se convierte en uno de105 medios principales para que haya condiciones de entendirniento entretodos 105 miembros de la comunidad lingiiIstica, lo que da cohesi6n a lassodedades y proyecci6n a su cultura. En tercer lugar, que en virtud delhecho de que el diccionario es un deposito de memoria sodal manifiesta enpalabras, es un texto en cuya veracidad cree la comunidad lingiiistica~ unapoderosa creencia, de la que derivan, no solamente condidones de validezde muchos actos verbaies, sino también un sentimiento sodal de identidad,una creatividad semi6tica socialmente controlada, y desgraciadamente tam­bién una posibilidad de autoritarismo y de represi6n socia! de la libertad depensarniento y de expresi6n.

Si el diccionario monolingiie revela todos esos fen6menos, entonces SIes un objeto que requiere de una exploraci6n cientifica, que permita diluci­dar las complejidades semanticas, semi6ticas y normativas que lo constitu­yen. Es, entonces, un objeto verbal que interesa a la lingiHstiea en cuantociencia que se oeupa, precisamente, de objetos verbales. Por lo que una expli­cacion coherente, ex.haustiva en relacion con 105 componentes fundamenta­les del diccionario (no en re1aci6n con el nUmero yvariedad de diccionariosmonolingiies existentes en el mundo) y lo mas sencilla posible, que puedasometerse a verificaci6n ampliando el estudio a otros diccionarios, de otrasculturas, puede ser, legitimamente, una teoria del diccionario monolingz-ie.

Esta teoria no es una metalexicografia, en consecuencia con lo gue seafirm6 antes. Tampoco tiene por objetivo ofrecer y hacer e:;cpllcitos mejo­res métodos de elaboracì6n de diccionarios monolingiies. Esa es la tarea,precisamente, de la lexicografia. Quiza, si es convincente, pueda contribuira gue 105 métodos lexicogr.ificos mejoren, o a gue 105 lexic6grafos tenganmayor conciencia de su trabajo.

La teoria del diccionario monolingùe forma parte. en consecuencia,del conjunto de teorias que hay que elaborar para explicar diversos feno­menos verbales, presididas por la teoria de la lengua en generaI, o teoria dellenguaje, que es como tradicionalmente se la designa. Como teoria de estaclase, es una teoria empIrica, basada en hechos concretos. Procede inducti­vamente, buscando el sentido de 105 fenomenos que estudia, no imponién­doles una especulaci6n disfrazada de axiomatica, y sometiendo a crItica y averificaci6n cada uno de 105 elementos que la constituyen.

Al fin y al cabo una teoria de un objeto tan complejo como lo es el dic­donaria monolingiie, no puede reducirse. so pena de eITar totalmente suobjetivo, a una especie de lingiiistica descriptiva del diccionario, sino quetiene que entrelazarse con conocimientos gue proceden de otras regiones:de la filosofia, en cuanto toca a 105 fundamentos de la creencia en 105 diccio­narios, a Sll relacion con la fonnaci6n del consenso social, gue interesa hoyen dia a buena parte de la filosofia heredera de Wittgenstein y de la tradi­cion ilustrada -Habermas, especialmente-, y al sentido de la definicionde 105 vocablos, que también interesa a la moderna 16gica formai y a la he­rencia fisicalista de Rudolf Carnap. De la psicologIa y et estudio empirico(insisto en elIo; cuarenta aiios de especulaci6n formalista nos estin llevan­do a la ignorancia y la frivolidad) de la adguisici6n de la lengua materna, porcuanto es ahi en donde hay que buscar 105 fundamentos de la acei6n signi­ficativa individuaI y de la manera en que se gesta el significado de las pala­braso Del amilisis del discurso y la "lingiiistica sodal", porgue el diccionarioes un texto complejo, cuya significacion trasciende las unidades oracionalesy se corona en un simbolismo socia1. Yfinalmente de la filologia, que siguesiendo nuestra unica manera de adentrarnos en el pasado de las lenguas ylas comunidades lingùisticas, y de interpretarlo sin apelmazar la historia enuna caricatura de nuestro presente, ni atribuirle a 105 seres humanos guenos antecedieron hace siglos pensamientos y percepciones gue, para bien ypara mal, solo a nuestros contemporaneos pertenecen.

El libro es relativamente complicado: tomo argumentos y ejemplos demuy diversas procedencias, y su tejido se vuelve difici1. Por eso he ido ponien­do a 105 paragrafos que eomponen cada capftulo niimeros en estruetura arbo­rescente ysubtitulos, con el animo de ayudar allectar a orientarse en él. Hetornado muchas citas de diversas fuentes yen varias lenguas. Salvo en 105 casosen que hay versiones de ellas publicadas en espaÌ101, que senalo en la biblio­grafia, en todos 105 demas las traducciones san rnias. Pero como la inter­pretacion de esas citas es muy importante para la argumentacion te6ricaincluyo, generalmente en natas, las citas en su lengua originaI. Reconozcoque eso vuelve las notas un tanto farragosas, pero no hay remedio.

Hay ohras mencionadas en el texto, que no incIu! en la bibliografia

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20 TEORIA DEL OICCIONARID MONOUNGÙE

fina1. Lo hice porque nO dieron lugar a citas especificas, ni conuibuyeronde mancra concreta en la elaboraci6n de la teoria, sino glie s610 ofrecenreferencias generales o sugerencias gue ayuden allectar a situar un pensa­miento eo su contexto.

La investigaciém gue conc1uye en este libro camenza en 1983, nutridapor la perplejidad gue me causaba la pràctica de la lexicografia, sus resul­tados y sus efectos sociales. Ese ano disfruté de un ano sabirico, gue pudepasar a la vera del gran romanista, fil6logo y lexic6grafo que es Kurt Bal­dinger, en cl Romanisches Seminar de la Universiciad de Heidelberg, gra­cias a la generosidad de una beca de la Alexander von Humboldt Stiftung.Pero cl regreso a mis obligaciones lexicograficas y académicas en El Colegiode lvléxico, me impidi6 tenninarla en un plazo mas corto. S6lo un nUevoano sabatico, la decisi6n de no buscar otros compromisos universitariospara mejorar mis ingresos, y el apoyo ~e la Fundaci6n Humboldt para pa­sar un mes en bibliotecas alemanas, me permitieron reanudarla en 1993~

1994, hasta llevarla a su fin ahora.Re de agradecer, cn consecuencia, cl apoyo y la ayuda de varias perso­

nas: ante todo, 105 de mi maestro Kurt Baldinger, que me ayud6 a aclararmis plallteamientos iniciales, y me ofreci6 ese remanso de paz y de activi~

dad intelectual gue es el Romanisches Seminar de Heidelberg, Los de misamigos Klaus Zimmermann, del Instituto Iberoamericano de Berlin y FranzJosef Hausmann, de la Universidad de Erlangen-Nùrnberg, quienes mcabderon Ias puertas de sus institutas para mejorar mi documentaciGn de105 diccionarios del siglo XVII y se tomaron la molestia de comentar 105 pri­meros esbozos de este libro. En n'léxico, Carlos Pereda, Fernando Castanosy Thomas Smith me hicieron valiosas sugerencias en diferentes momentaselcI elcsarrollo dc esta teoria. :NIis compaiieros lexic6grafos, del Dicrionanodel espaiiol de lHéxico, leyeron una yotra vez, atenta y solidariamente, las ver­siones que les iba presentando. Josefina Camacho, nuesU-a imprescindiblesecretaria, me ayudò tado cl tiempo con 105 ires y venires de las versiones ylas copias gue no se dejan ver en el libro terminado. La Alexander vonHumboldt Stifumg y El Colegio de rvléxico me apoyaron tado el tiempocon generosidad y confianza. Elizabeth, mi esposa, y mis hijos, soponaroncon paciencia las largas temporadas gue Ies robé de la atenci6n, el cuidadoyel esparcimiento gue merecen. Van al ultimo, pero son todo el sentido demi vida.

Tepoztlàu, octubre de 1995

L LA CONSTRUCCION SIMBOLICA DEL DICCIONARIO

o. Los ORÌGENES

Los mas antiguos diccionarios conocidas san bilingiies o multilingùes. Enrealidad, anteceden por cientos de anos a los diccionarios monolingiies. Estehecho tiene su origen en una necesidad objetiva de Ios pueblos de distintaslenguas gue entran en contacto: necesitan una clave gue les permita com­prender el discurso comercial, guerrero, diplomatico o religioso del otropueblo. Cuando no hay 5uficientes traductores gue conozcan ambas Ien­guas, hay gue pasar a un documento en que se asienten las "equivalencias"de 105 vocabios de una lengua en la otra. De ahi nacieron, por ejempl0, Iasglosas gue, como las Silenses y Ias Emilianenses, para hacer comprensible ellatin eclesiastico a Ios monjes de esos monasterios, apuntan equivalenciasen la lengua vernacuia y, para la historia lingùistica, documentan por pri­mera vez la existencia de un romance castellano diferente dellatin;1 tam­bién nacieron de alli los primeros vocabulario5 bilingi.'Ies de muchas maslenguas europeas, americanas, africanas o asiaticas enfrentadas entre 51. Lanecesidad de infonnaci6n es lo que da origen a la Iexicografia bilingue omultilingiie: "Las lenguas extranjeras y lo extraiio en la lengua (asi comotoda elase de extraileza concreta) despiertan inmediatarnente en cada quienuna necesidad de informaci6n [... ]. La histOIia universal de 105 dicciona­rios muestra el caracter primario de tal lexicografia infonnativa".:! Infor~

maci6n restringida, si se quiere, a un pequeno vocabulario de reiacionescomerciales o de mercancias; o a un esfuerzo de delimitaci6n hermenéu­tica de los sentidos del vocabulario de una lengua extrana, como las ame­ricanas para 105 misioneros gue en el siglo 1.\11 se propusieron expandir la

I Cf. Bray, 1989, y Pfister, 1989, acerca de la riqueza dc mles glosarios en la Francia y laItalia medieval y renacemista (la colccci6n de glosarios que hoy se catalogan como Abav!ls YAaIJll(/ -por su primera entrada- en Francia, y los numerosos glosarios l;nin-dia1ectos italìa­nos de la misma época). De igual manera la "prehistoria" de la lcxicografia alemana, tan se­mejame co su riqueza dialeetal a la italiana, en Crubmùller, 1989.

"Fl"elllde Sj)/"acl:en 11l1dFrellldheii in dcrSjJrac!le (wic aurhjedl' A.rl V011 Jach/icl/I'I" Frl'lIldlu:it) liÙCll

tlllmittelbal"m JlIjoDllalionsbedmfJìirdf'l1l!Ìll=.dlll!ll alts (...) Dii' H.'(irterfmc!lgrsdlirltll! ::.elbit wellwl'ill'inesolchi! AlIsk1l1!ftslcxikagmlJhie a/s primar (Hausmann, 1989a:8).

21

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22 TEORiA DEL OICCIONARlO l'I-lONOUNCUE LA CONSTRUCCION SIMBDUCA DEL DICCIONAlUO 23

fe cat61ica entte 105 "indi05 paganos". O en otro ambito de la historia hu­mana, informaci6n orientada a la comprensi6n de una antigua lengua decultura, como ellatin o el griego, desde el espiritu renacentista de un Ne­brija en su Lexicon hoc est dictionarium ex sermone latino in hispaniensem de 1492,de un Robert Estienne en su Dictionarium latino-gallicum de 1531, o de unJosua Maaler en su Dictionanum germanicolalinum nOVUln de 1561.

Esta necesidad de informaci6n, como se desarrollara sistematicameJ:lteen el capitulo II de Este libro, se sitUa eD la base de toda teoria que preten­da reconocer y cxplicar lo que son 105 diccionarios en cuanto fen6menoslingùistieos. Pero si es una necesidad universal, en mucho cumplida por lafunci6n de 105 traduetores en 105 contactos entte pueblos -105 llamados"lenguas" en la historla del contacto entte espIDoles y mesoamericanos­y en esa medida una nccesidad cubierta por el conocimiento individuaI de105 léxicos de dos lenguas en contacto, su manifestaci6n en un libro, en undiccionario, le superpone de inmediato un caracter de civilizadon que clgénero humano debc al papel, a la escritura y a la imprenta. Pues solomediante esas tres invenciones de la hum;midad -que no son "naturales"en el sentido en que si lo son la capacidad de hablar, cl conocimiento deotras lenguas y la necesidad de infonnaci6n- fue posible hist6ricamentela aparici6n de 105 diccionarios y es posible ontogenéticamente su eom­prensi6n como fen6meno lingiiistico complejo.

De esas tres invenciones de la humanidad hay que destacar las dos lilti­rnas para comprender lo que significa cl diccionario como fen6meno com­plejo: primero la escritura, desarrollada desde la remota antigtiedad, querlja la expresi6n de las lenguas en una sustancia consen'able, como el papely la tinta (la tablilla y el estilo) y de Esa manera permite la comunicacionentre individuos que no estan uno frente al otro, sino ausentes y a distan­eia, ya sea la distancia fisica entre localidades lcjanas, ya sea la distanciasodal entre individuos an6nimos unos de atros, ya sea la distancia tempo­ral entre las generaciones.

Si la fijaci6n de una lcngua en una escritura es importante, es todaviamas importante el fenomeno de reflexi6n que promueve en 105 seres hu­manos: por primera vez, desde siempre, ostenta las lenguas en su sustanciasonora o en su forma significativa -en el caso de la escritura ideogriifica­como materialidad separable del habla y separable del individuo, ponién­dolas bajo una consideraci6n que, semejante a la de la ret6rica o la de lapoesia, acelera la ref1exi6n humana sobre ellas y lleva a su objetivacion su­praindividual, social y estatal.

Después la imprenta, que al facilitar la reproducci6n de textos extien­de la p05ibilidad de que muchos mas individuos de una sociedad compar­tan el conocimiento plasmado en un libro y, consecuenternente, comiencen

a intervenir en un proceso autoraI en el que anterionnente se puede ima­ginar la soledad del escritor y su obra, pero que a partir de la reproducci6neditorial comienza a convertir, al eseritor, en personaje publico; la obra, enobjeto y rapidamente en mercanda, responsables de lo impresa ante suslectores, cada cual a su manera, y requeridos por éstos como parte de unmercado de conocimiento que abandona los cIaustros monacales o las bi­bliotecas principescas para volverse piiblico.

Si todo lo anterior tiene caracter universal, en la medida en que casino quedan ya sociedarles totalmente aisladas de la civilizaci6n del libro y dela escritura o, mejor dicho, en la medida co que es ya imposible imaginaruna 50ciedad humana en cuyo horizonte no se encuentre la posibilidad dela escritura y ellibra (a pesar del hecho de que cientos de millones de babi­tantes de la Tierra no saben leer y escribir, y ni Ics importe, posiblemente,a muchos de ellos), para la teoria del diccionario monolingiie constituyeademas su punto de partida, tanto bistarico -105 diccionarios han sidosiempre libros, es decir, productos de la escritura y de la imprenta- comoempirico, pues define la especificidad de su objeto, su valor ref1exivo parala cancepci6n social de la lengua en una comunidad dada, y su car<kterpiiblico. Ello no obstante, como se mostrara en el siguiente capitulo, es po­sible y necesario, por cuanto la teoria del diccionario tiene una pretensionde universalidad que va mas alla de 105 diccionarios existentes, elaboraruna teoria que se abstraiga de la historia de 105 diccionarios monolinglies,en su gran mayoria de lenguas europeas, y valga corno elucidaci6n generaIdel "hecho diccionario" -como lo calificaba Marcel Cohen- y como con­dici6n de posibilidad de 105 diccionarios rnonolingiies de lenguas que has­ta ahora no dispongan de ellos, como las amerindias.

Por todo lo anterior, en seguida se procedera a considerar la historiade 105 diccionarios monolingùes del espanoI, cl inglés, cl francés, el italianoy cl aleman -no todos, ni sistematicamente- para buscar en ella las cla­ves que permitan identificar camo se constituya el objeto diccionario, talcomo se lo conace boy en dia, y en qué forma adquiri6 sus caracteristicasy su valar en sus sociedades correspondientes, con el objetivo posterior depoder explicar en qué consiste la complejidad lingUistica del diccionariomonolingiie.

l. LA LEXICOGR-\FÌA YEL NACIMIENTO DE LA IDEA

DE L>\ LENGUA EN OCCIbENTE

La lexicografia monolingiie aparecio en Occidente en el siglo XVII, comoefecto de un largo proceso de maduraci6n de las fonnas poIfticas y las for­maciones sociales en 105 territorios civilizados por el Imperio romano y 105

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1.1. Los Estados nacionales

3 Ya bajo cl predominio del castellano, debido a una compleja interacci6n de poderiopolitico y prestigio dialectal. gue se puede vislumbrar, aungue no adarar del LOdo, en Lapesa1981,§§ 66-72.

~ En su excelentc libro La invéncion de América, Fondo de Cultura Economica, México,

1955.

25Li\. CONSTRUCCrON SrMBDUCA DEL orccrONARIQ

al recanocimiento de una lengua culta italiana ya prefigurado por Dantedoscientos anos antes; Alernania, igualmente, por el protestantismo y elpapel que jug6 en la lengua alemana la traducci6n de la Biblia por Lutero,iniciaba una concepci6n nacional de ella rnisma basada en cl alto aleman.

1.2. El descubrimiento de la lengua materna

Todos esos acontecimientos, siguiendo la linea de interpretaci6n que ofre­een Werner Bahner (1956) y Karl Otto Apel (1980), tuvieron por efeetouna determinante reflexi6n sobre las lenguas maternas de las nuevas nacio­nes, que vino a evolucionar la que habia teniclo lugar dos siglos antes y queApelllamajusta y sugerentemente "descubrimiento de la lengua materna".En efecto, la decisi6n, tamada por Alfonso X el Sabio en el siglo XlII, de es­cribir la historia de Espaiia en una lengua vulgar castellana que superara lafragmentaci6n dialectal de la Peninsula Ibériea, y de unificar en castellanosu derecho, dividido en mUltiples fueros gue quedaron aislados por la do­

.minaci6n arabe de buena parte de la Peninsula (Nieclerehe, 1975) significònada menos que el primer reconocimiento reflexivo, o "descubrimiento"-como lo llama Apel- de una lengua europea moderna, distinguida demanera definitiva de la latina; igualmente la defensa que hizo Dante, en su"De vulgari eloquentia", de la necesidad de gue la poesia del dolce sti[ nuovose hiciera en lengua vulgar, atendiendo a la tradicion trovadoresca del surde Europa, se convirti6 en un impulso definitivo para el reconocimiento delfiorentino como lengua digna para la poesia y para la apertura de un hori­zonte de legitimidad linguistica que hubo de encauzar 105 esfuerzos de rnu­chas cuituras europeas por reconocer sus propias lenguas y, en esa fonna,reconocerse a SI mismas como clistintas de la cultura latina. Pero a diferenciade lo que ocurri6 durante el siglo XVI, la reflexi6n del siglo XlII sobre la len­gna materna no creo realmente dos lenguas nacionales castellana e italiana.Pues tanto para Alfonso el Sabio como para Dante, relativamente contem­poraneos, su interés consistia solamente en delimitar un estiIo discursivoque conviviera con 105 dem:is estilos de su époea y, por supuesto, con ellatin:castellano para la historia y la unificaci6n de 105 fueros, galaico~portugués

para la poesia alfonsina, italiano~florentinopara el dolce stil nuovo que coro­naba la tradici6n poética trovadoresca gue lleg6 a Italia. La lengua vulgarno se enfrentaba allann para disputarle todas sus funciones, sino que oeu­paba pragmaticamente aquellas gue precisamente ellann ya no podia lle­nar. Tenian gue pasar doscientos aiios para gue la innovaci6n de Alfonsoel Sabio y la propuesta de Dante se cristalizaran en el reconocimiento ver­dadero del castellano y el italiano como lenguas nacionales.

TEORLA,. DEL DICCIONAIUD ~mNOLINGÙE

La necesidad de 105 diccionarios monolingiies se vino preparando desdemucho tiempo antcs, pero recibi6 su impulso definitivo a partir del si­glo XVI. Eu este siglo, la forrnaci6n de las grandes patrias y de 105 imperiosmodemos sirvi6 para definir un nuevo tipo de diccionario, ya no cu térmi­oos de la utilidad informativa que habia dado origen a 105 diccionariosmultilingiies, sino en un sentido ante todo simb6lico que habra que preci­sar en las paginas que siguen.

En la dificultad practica de no poder seguir y tornar en cuenta la histo­ria particular de todos 105 Estados modernos europeos, habra. que resuin­girse a unos cuantos ejemplos, pero siempre bajo la suposici6n de que 105

elementos centrales para interpretar e1 valor simb6lico de los diccionariosrnonolingues fueron 105 mismos en cualquier eomunidad lingitistica del oc­cidente de Europa. Asi por ejemplo la de Espaiia,3 recién unificada por Isa­bel de Castilla y Fernando de Arag6n, inauguraba a principios de ese siglouna comprensi6n nacional de ella misma tras la torna de Granada y la desa­parici6n del dominio arabe en la Peninsula Ibérica, a la vez que ini~iabasuimperio sobre la América recién descubierta, en realidad, "recién mventa­da" por los imperios mismos, seglin afortunada concepci6n de EdrnundoO'Gorman.4 Inglaterra, unida con Escocia por 105 reyes Tudor, establecfatambién entonces las bases de su posterior expansi6n colonial a Arnérica ya la India. Francia, con Enrique IV lograba su unidad nacional y se situabaen relaci6n con Espaiia e Inglaterra en las principales eontroversias impe­riales, tanto en Europa como en América. Italia, en cambio, si bien no seunificaba todavia en la Italia que ahora conocemos, desarrollaba un senti­miento de nacionalidad ligado a las pequeiias ciudades-estado y, sobre todo,

gue recibieron su influencia, asi como por tres fen6menos culturales deter­minantes (al meoos): cl desarrol1o de las lenguas modemas como requeri­miento de varios tipas de discurso Ercote al dominio medieval dellatin; labusqueda de una legitimidad cultura! equivalente a la que impania el mo­cielo romano antiguo; y la reflexi6n, de ordco filosofico, sobre cl origen de

las lenguas y su relaci6n con la realidad.

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26 TEORi>\ DEL DICCIONAR.lD MONOLINGÙE LA CONSmUCcrON SI1vlBOUCA DEL DICCIONARlO 27

Tal reconocimiento, como se dice antes, provino de la formacién de105 Estados nacionales. En el caso de Espaii.a, la presentaci6n de la Gramiiti­ca de la tengua castellana de Elio Antonio de Nebrija a 105 reyes Isabei de Cas­tilla y Fernando de Arag6n en 1492 corono el largo proceso de reflexiénsobre la lengua materna iniciado por Alfonso el Sabio, y fij6 por primeravez una fonna gramatical sobre la base de una norma ortografica ya ade­lantada desde el siglo XIII. Pero si la obra de Nebrija parece ser resultarlode una evoluci6n cultural independiente del Estado, lo eierto es que tal evo­luci6n esm profundamente imbricada con la historia polltica del Estadoespailol y que su coincidencia con la torna de Granada, ultimo reducto mu­sulman en Espaiia, y el "descubrimiento" de A..rnérica marcan con clandadla relacì6n entre la lengua y el Estado. En el de Italia, no una unificacì6nde la<; ciudades-estado en una gran entidad politica, sino la autoafinnacì6n decada una de ellas en 105 inicios de una especie de nacionalismo, gracias alos cambios sociales que trajo consigo el mercantilismo y la paulatina susti­tuci6n del feudalismo por la burguesia, asi como el camino adelantado porel florentino desde la época de Dante contribuyeron a facilitar un triunforelativo de la lengua culta de Florencia sobre 105 demas dialectos competi­dores, como se ve durante la larga "questione della lingua".5 En el caso deFrancia la Ordonnance de Vìllers-Cotterets, del rey Francisco 1(1539), mar­c6 el a<;censo definitivo del francés de la Ile de France a lengua del Estado.En 105 tres casos la lengua vulgar dej6 de ser un estilo dependiente de lafunci6n comunicativa a la que habia quedado asignado para pasar a iden~

tificarse como ella misma y comenzar a cubrir todas las necesidades dis­cursivas de sus sociedades (con las excepciones importantes del discursoteol6gico-religioso y del cientifico).

Es decir, la reflexi6n sobre la lengua que OCUITe en el siglo XVI es, cla­ramente, una reflexion orientada y aprovechada por la politica, ligada a lasnecesidades de 105 Estados nacionales nacientes .6

5 Cf. B. Migliorini, "La questione della lingua" (]949) apud Bahner, ]956:113, n.2: "Alafirmarse la dvilidad de las comlmas, el italiano vulgar surge como lengua de la nad6n fren·te a la universalidad dellatin, la lengua de toda la cristiandad y de 105 dos poderes universa­les: la iglesia y cl imperio" (con l'afftrmarsi della civillà dei C071l11luni, il volgare italiano SOrgi! cammelingua della nazione di contro all'mlÌversalità del latino, la linglla di tutta la cristianilà, e dei d1le pofe­ri universali, la chiesa e l'impero).

li La necesaria generalidad de esta car,lcterizaei6n no debe ocultar importantes diferen­eias particulares, como es el caso de Inglaterra, en donde, siguiendo a Robertson y Cassidy(1954:328) ,la superimposici6n nonnanda del francés al inglés durante buena parte de la EdadMedia retras6 la manifestaei6n de una coneieneia de la lenbrua materna; y la p05tcrior influen­eia del humanismo latinizante del siglo XV!, al revés de lo ocurrido en 105 pai:ses romanicos,implic6 la excesiva valoraei6n dellatin a pesar de la lengua vernacula, con el consiguiente re­traso del interés por el inglés hasta el siglo XVlll (como se vera mas adelante): "El cfecto generai

1.3. La bilsqueda de legitimidad

Esos nuevos Estados necesitaban legitimarse simb61icamente frente a si ~is­mos y frente a 105 demis, que competian con ellos, sobre la ba'3e del modelode legitimidad que les impania la Antigùedad grecoITomana. Antigùedadque todavia definia su horizonte- politico -el imperio, el cesarismo o la re­pùblica- y su hanzonte cultura!: las artes, la nueva lectura de la sabidmiagriega transmi,tida por 105 arabes, la poesia y la ret6rica latinas. De ahi que105 esfuerzos de sus sabios yeruditos se dirigieran, de un lado, a demostrarel valar de la lengua materna frente allatin principalmente, con el objetode pedir para ella el mismo grado de calidad y de capacidad que tenia lalengua del vieja Imperio romano; del otro, a argumentar un origen equi­valente al dellatin, el griego y el hebreo para sus lenguas matemas, paraconciliar la visi6n teol6gico-hist6rica imperante con las necesidades de le­gitimaci6n de sus propias lenguas. El proceso fue harto complejo como paradesarrollarlo en este libro, en particular cuando la historiografia del pen­samiento linguistico de esa época dista mucho todavia de poder ofrecernosun cuadro de conjunto y una elaboracion interpretativa suficientes. Pero105 principales elementos de esa historia han sido suficientemente seiiala­dos por Apel (1980:104-123) y Bahner (1956). Todos los pensadores de laépoca, desde Dante, tenfan que seguir la unica ruta posible: partir de la Bi­blia como inicio de la historia, y del magisterio de la Iglesia para su interpre­tacion, para "reconstruir" (en realidad inventar) 105 puentes interrumpidosdurante mas de mi! anos entre la Antigiiedad hebrea y el presente, asi co­mo para elaborar una "antropologia" que diera cuenta de la continuidadentre las lenguas maternas contemporaneas y la lengua adamica. SegùnApeI debemos a Dante antes gue a nadie esa argumentaci6n. Su razona­miento antropologico partia de la distinci6n entre el animai, ei ser humanoy el angel. De 105 tres, solo 105 humanos necesitan hablar, puesto que parael animaI su voz corresponde siempre a lo que comunica y no tiene unarazon que manifestar; en tanto que el ingel, como espiritu perfeeto, vive en

del Renacimiento en el desarrollo de la lengua inglcsa tuvo dos caras: un rechazo temporal dela lengua vernacula por aqucllos cuyos estudios cliisicosl05 hacian casi despreciar las lenguasmodernas, yun reconocimiento posterior de la posibilidad de dar a las lenguas modernas algade la grada y la calidad sonora que los eruditos encontraban cn 105 chisicos. Ademas, el desa­ITolJo de un sentimiento nacionalista bajo el reinado de Jos liltimos Tudor le dio un nuevoincentivo al uso litcrario de la lengua vemacula. M (The generai tffèct of the Rrnaìss(wre in t!w pro­gress oJ fhe English language 1IlllS twoJold: a lemporary neg/I'ct of Ihe vernaculaT by tlwse w/wre classicalstlldies made them almust cuntemptuous oJ modero longI/es, but a later recognitioTl oJ fhe possibility oJgiuing to modero languages s011lething of the grace and SlmOTOilS quality Ihal scllOlars fO'J,nd in l!le clas­sirs. In addilion, tlte developing aJ nalionalisticfeeling ll1lder the (ate TlldoTS gave a ne'//) irlClmlive to lheliterary lise oftlle vernaculllr.)

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28 TEoRiA DEL DICCrQNA..RIQ MONOLINGÙE L-\ CONSTRUCCION SIr-,mOUCA DEL nrCCIONARIO 29

la armonia divina y no requiere de la intervencién de una lengua. A 105

humanos, en cambio, "105 mueve su raz6n" y su carne acuIta su espiri tu, porlo que la lengua es la ùnica que pennite su comunicaci6n con 10s demas.De ahi la naturalidad de la lengua de 105 humanos y, en esa medida, la legi­timidad de la lengua materna para cada uno de sus hablantes, mas ad. desu grado de civilizaci6n o de su prestigio.

Pero tal "historia natural de la lengua" tenia que conciliarse con laensenanza biblica sobre la primera lengua de 105 seres humanos, supuesta­mente dada por Dies y confundida tras la maldici6n de Babel.7 Para expli­car la existencia de las demas lenguas, no s610 de las vulgares, sino del mismolatin, Dante y 105 gue siguieron después de él tenian gue proponer que,debido al cad.eter humano de las lenguas, ya transido por el pecado, todaseran eorruptibles, incluso el hebreo, por lo que se daba un proceso perma­nente de cOITupci6n, que habia llevado desde las lenguas de Babel hastalas lenguas de su época. Las lenguas vulgares eran entonces evoluciones ocOITupciones de alguna de las lenguas gue surgieron después de Babel (lalengua de Tubai, para Espana. Cf. Lazaro Carreter, 1949 y Bahner, 1956).

El efecto mas notable de esa concepci6n generaI de las lenguas vulga­res, independientemente de la larga busqueda gue tuvo lugar, por ejemplo,en Espaiia, para identificar la primera lengua de 105 espaiioles (efecto gueduro hasta el siglo XIX, en las pintorescas reivindicaciones del vasco comoprimera lengua de la Peninsula), era gue daba al latin el mismo caractergue al italiano, al espanol o al francés. Ellatin tenia que resultar, por lo tan­to, tan cOITuptible como 105 demas. Pero la conservaci6n del larin ~e 105

cHisicos, no solamente innegable, sino ejemplar para toda lengua, obhgabaa Dante a atribuirsela no a la natural cornlpd6n. sino a la acci6n del arte,es decir, al cuidado consciente de la calidad de la lengua que emprendieronprecisamente los c1asicos. Por eso tenia gue concebir Dante ellarin cultocomo artificio puro, como "gramitica",810 que lo conciliaba, distinguiéndo-

7 KIaus Zimmerm'ann (1991) afinna gue el mito de Babel se origina en una interprcLa­cion erronea de la Biblia. Aceptada Esa posibiliclad, sigue siendo un hecho quc el mito de laconfusi6n de las lenguas como castigo de Dios a la soberbia de 105 humallos ha operado siem­

pre en nllestra civilizaci6n.il Para Bahner (1956: Il) esa distind6n glie hada Dante elltre el blin como brramatica y las

lengllas vulgares es "desconcertante": "Lo desconcertante en elio es que, como se sabe, cl b­tin, considerado como 'grammatica', se aponia a las lenguas vulgares como si fU:fa una ~~ngua

inrnutable, regulada por unimime acuerdo y caracterizada como obra de erudltos, 105 mven­tores grammaticae facultati5'.~ (Da.! FenllirreJlde dabei i.t!, dajJ a; wie be!wnllt, dm Lalri.lI, wc!dll'ser als 'grammatica' be:ri.chnet, dm Folllsspradu!n als lInvmirlderliche, durch ge/lleillsame Ueb,erdnstim­JnUllg b,rr'regelle Sprache grb,rr'niiberstellt Ilnri es als Werll der Gelehrlm, dCII 'invelltorcs grammatlcaeJacul­latis' IleIm:.eidlllel.) Ape1 (1980:115) considera gue esa distind6n "delat:l su sometimiento a laconcepd6n escolistico-medieval del mundo, para la cualla iengua latina... se presentaba como

lo, con su defensa de la lengua vulgar. Tortuoso como fue este argumento,su efecto fne la reivinc1icaci6n de la lengua vulgar, aprovechada precisa­mente durante el siglo xì!I para instaurarla como lengua nacional.

lA. La filosofia dellenguaje

La enseiianza biblica es inextricable de la filosofia dellenguaje que profe­saba Dante y gue habrfa de definir el pensamiento del siglo XVI sobre laslenguas. En Dante se encuentran con esa ensenanza el neoplatonismo y claristotelismo: puesto gue el hebreo anterior al pecado y a la confusi6n deBabel fue una lengua dada por Dios directamente al ser humano. habia enella correspondencia con 105 sentimientos y el conocimicnto de la natura­leza; es decir, habia una relaci6n' de naturalidad cOITespondiente a la ideaplatonica de la jJllysei; pero tras del pecado, el mismo hebreo se volvi6corruptible, junto con las demas lenguas que surgieron de él, por lo queperdi6 su caricter natural y dio lugar al arbitrio de 105 seres humanos, auna thesei, con lo gue se convirti6 solamente en la mas antigua lengua cono­cida. Es ficil ver corno de la primera interpretaci6n pudo derivar una mis­tica de la lengua, como se encontraria mas tarde entre pensadores comoSwedenborg y Lavater, dice Apel (Ioe. cit.), en tanto que de la segunda sepudo desarrollar un interés etimologico que ha dado lugar a uno de 105 valo­res simb61icos del diccionario monolingue, como se vera en el § 3.2.1.

2. L>\ CULWRA DE L>\ liNGUA

Por otro lado, la distinci6n de Dante entre la lengua vulgar y la lengua sl~e­

ta al arte se convirti6, para el humanismo elel siglo XVI, en lo que hoy se ve­na como todo un "programa., de ctùtura de la lengua: se trataba de lograrconferir a la lengua vulgar 105 caracteres de universalidad y de estabilidadgue tuvo ellatin gracias a la intervenci6n de la gramitica.

'herencia autoriL1.ria' (dc la iglesia cristiana y a la vez de la antigua cultura madre). como unorden inamovible ideal para rletenninar ante todo la forma (logica) y cl contenido (antolo­gia) del pensamiento". (Vemit eiumal seine Bifangenheit in )enem scholastisch-mittelalterlù:hcn Welt­gefiihl, fiir das die lateinische Sprache... 'auloritiim VoJt,'11t' [da christlichen Kirche und !'ugleich dcrantilren MI/Un!mltur] darstdl1e, eine ullvemicltbarc Ordllltllg, dicFonn [Logil,] und Inhalt [Ontologie]des Den!u:ns ilbrrhallpt :u bestimmell greigllet war.)

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30 TEORiA DEL DICCIONARIO MONOLINGÙE LA CONSTRUCCrON SIMBOLICA DEL DICCIONARIO 31

2.1. La lengu..'1. y la memoria heroica

Es notable como la primera cristalizaci6n de Ias ideas de Dante eo una Ien­gua concreta no parece haberse dado eo Italia sino eo Espaiia. Elio Antoniode Nebrija, uno de Ios primeros introductores del humanismo eo Espana(Guerrero, 1990:133), lo manifiesta en el famoso prologo a su Gramaticacle1492: tras la conocida afinnaci6n de que "siempre la lengua fue compane­fa del imperio", eo la cuarta lfnea,9 desarrolla la idea de la eorruptibilidadde las lenguas con la historia de 105 hebreos, 105 griegos y 105 romanos, si­tuando a Espaiia eo el mismo nivei de prestigio que los imperios de laAnti­giiedad; en la linea 30 propone como primera tarea del imperio, una vezlograda la unifIcaci6n de Espaiia, la primera "arte de la paz": "aquélla quenQS enseiia la lengua, la cual nos aparta de todos los otros animales y espropia del hombre", es decir, la gramatica. Y la gramatica tiene como pri­mer objetivo fijar la lengua para el ponrenir, para asegurar que quedememoria de la grandeza del imperio.

2.2. La legitimidad y la pureza de la lengua

En Italia el humanismo de Bembo, ya a prineipios del siglo XVI, asume parael italiano la herencia latina como una manera de legitimar la lengua na­cional, segiln seiiala Bahner (1956:6): "'En esta batalla internacional por laprimada de cada naci6n se lleg6 a luchar sobre todo para ver cuaI de ellasse habia hecho mejor cargo de la herencia antigua y, por ende, debia serla sucesora legitima de ese saber universal. "lO Asi que sobre la reivindicaci6nde su herencia clasica, elllamado "humanismo vulgar" emprendi6 una defi­nici6n de sus propios chisicos, a partir de la obra de 105 tres grandes: Dante,Petrarca y Bocaccio,l1 y con ella una concepci6n aristoccitico-eonservadorade la lengua, que revive e1 valor de la imitatio ciceroniana (es decir, de 105

modelos ejemplares de uso de la lengua, o en un sentido que se precisa enel § 3.2.5, de las "autoridades" literarias). La lengua italiana se concibe, porlo tanto, como una nueva lengua clasica que hay que fzjar y a partir de lacual se desarrolla una cultura purista: "El cuidado latino de la lengua y su

9 Cito las Uneas de la edici6n de Quilis.lO In diesem intemationalen Sireit um dm Vorrang der ei1lZelnen Nationen ruurde v017lehmlirh

danlm gt:ntngen, wer das antike Erbe am besten iwemommr:Tl /tube und so der berechtigte Nadifolger die­ses 11lliversalm Wissens sei.

11 Cf. Pfi5ter, 1989:185(}'IS52, acerca de 105 numerOS05 diccionari05 del vocabulario de105 ciasicos italianos, que establecen la continuidad entre la lexicogratìa bilingue anterior y elinicio de la lexicografia monolingile del siglo :X'VII.

pureza produjo inrnediatamente una versi60 italiana. Fueron 105 mismos105 que se prestaron a poner eo pracùça ambos purismos: Petrarca, Alberti,Poliziano. Bembo, etcétera."'12

2.3. Fijaci6n y primera normatividad

La cultura de la lengua que iniciaron los humanistas espanoles e italianosno es sino una parte ilustrativa del esfuerzo que, con sus peculiaridades, co­menzaron los Estados nacionales en Occidente con sus propias lenguasYJLa fijaci6n de las lenguas se dio con las gramaticas ycon las ortografias pri­mero; es decir, con el establecimiento de canones de representaci6n for­mal. El cultivo, con las actitudes del "hwnanismo vulgar" italiano: aprecio delos clasicos de la lengua vulgar mediante la imitatio, y la discusi6n, viva des­de el siglo XVI, de las normas que habrian de aplicarse para el correctohablar y escribir de las lenguas. 14

2.4. La lengua literaria

Pero precisamente porque para el humanismo del siglo XVI ellatin no per­dia su caracter de Iengua perfecta sino, todo lo contrario, se lo tomaba comoparadigma al que debfan ajustarse las lenguas vulgares mediante su somc­timiento a las reglas de la gramatica, por eso mismo el ideaI de lengua eraun ideal unilateral, orientado a la unica variedad de la lengua vulgar queinteresaba someter al arte de la gramatica: la Iengua literaria. 15 No intere­saba, pues, la lengua comun y corriente, la que se hablaba por las calles delas poblaciones o entre 105 habitantes del campo; tampoco interesaba ladiversidad dialectal, que para esa época debe haber sido extremadamentevariada y contrastante. Todo lo contrario, interesaba hacer de las lenguasvulgares instrumentos del arte, que sirvieran a la creaci6n de obras clasicas,a la comunicaci6n erudita y a la celebraci6n de la gloria de las nuevas nacio-

l~ Die lateinische Sprachpjlege und Reinit:ung hai unmiUelbar eine italienisc/ze a-..eugt. Es WUTi!1l

die gleidum J\1iinner, die sich fir bride Punsmen eillsetzten: Petrarca, Alberti, Polizian, Bembo 1lSW~ Se­gUn Karl Vossler, Geisl und Kultllr in derSprache. Heidelberg, 1925, p. 138. Apud Bahner, 1956:113, n.2.

13 Acerca del aleman véase. por ejemplo, Henne, 1975.14 Sobre la fijaci6n de noITlliL'i en francés, cf. Glatigny, 1989.15 Henne (1975) agrega un elemento mas a la comprensi6n de esa excIusividad liLeraria

con que se manifestaba et tratamiento de las lenguas vulgares: el interés del estamento de losletrados en las cortes por conservar sus relativos privilegios.

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32 TEORIA DEL DlCCIONARIO r-.roNDUNCùE u. CONSffiUCCION SIMBOLICA DEL DICCIONAIUO 33

nes. La diversidad dejo incluso de concebirse como pluralidad de estilos-como sucedia en la época de Alfonso el Sabio y Dante- para convertir­se paulatinamente en un obstiiculo, en una desviaci6n, para cuyo combatehabria de semr precisamente la gramatica de la lengua literaria; es decir, dela lengua sin mas: de esa entidad Unica y abstracta que hoy define la ideade la lengua e incluso dirige buena parte de la investigacion lingiiistica.

La idea de la lengua que se expandi6 a lo largo del siglo XVI era, por lotanto, una idea fundamentalmente normativa, orientada por el esfuerzoenldito de llegar a equiparar 5US lenguas maternas con ellatin, para crearcon ellas una literatura de dimensiones épicas, capaz de conferir a suspatrias la deseada legitimidad. La lengua literaria se convirti6 por elIo ensimbolo de toda la lengua: en base y objeto de la reflexi6n; en canon gra­

mancaI y de correcci6n.

3. Las INICIOS DE LA LEXICOGRAFL~ ~IONOLINGÙE

La idea de la lengua que se formo en el siglo XVI es la que dio lugar a la apa­ridon del diccionario monolingùe en el ~XVlI, de donde las caracteristicasque éste tuvo desde un principio no corresponden a lo que un plantea­miento linguistico descriptivo ingenuo podria suponer: no aparecieron 105diccionarios monolingiies como resultados "naturales" del interés por lainforrnaci6n sobre las lenguas maternas, ni como efectos de una necesidadsentida por la comunidad lingùfstica en su conjunto. 16 Por el contrario,aparederon como elaboraciones de un interés por las lenguas fundado ensus valores simb6licos -especialmente politicos, heroicos y literarios- y,como creaciones simb6licas, a partir de argumentaciones eruditas y filosO­ficas cortespondientes, en ultima instancia, a 105 intereses de 105 Estados

nacionales.La idea de la lengua que se creo en el siglo XVI en 105 paises de Occi­

dente iba acompanada, como se dijo antes, por un "programa" de culturade la lengua. No se pensaba en las lenguas matemas en cuanto a ellas mis­mas, sino en cuanto a su utilidad para Ios fines de legitimacion estatal y cul­turaI de sus Estados correspondientes: la extensi6n del conocimiento de lalengua iba ordenada al engrandecimiento de 105 imperios o de los Est,;1.dosy a la conservaci6n de su memoria heroica; la ortografia, como !a grarnatica,

Jfj Incluso los primeros dicdonarios ingleses, dcdicados a explicar palabras dificiles -Ias"hard words" y Ios "inkhorn terms" (cf. infra n. 35)-, puestas en circulaci6n por el selectogrupo de humanisLaS isabelinos reflejan, por emergencia, esa concepci6n literana y normati­va que define el primer momento dela lel'-icografia monolingùe occidental.

erarr instrurnentos para alcanzar esos objetivos superiores; la literatura de105 c1<isicos valfa como celebracion del Estado en cuya lengua habian escritoy se impania como medio para repetir, mediante una respetuosa y esforzadaimitaci6n, una calidad lingiiistica definida de una vez para siempre; eI dic­cionarlo, en consecuencia, se encargaria de catalogar ortografia, significadosy citas clasicas dignos de imitaci6n a partir de una nomenc1atura obtenidaprecisamente del vocabu1arlo utilizado por 105 mejores autores de la lenguanacional. El diccionario monolingiie comenzo por ser una institucion sim­bolica, un catalogo de voces de la lengua Iiteraria documentadas eo un con­junto de obras declararlas "clilsicas", orientado al esplendor de la lenguadel Estado; no fue simplemente un instrumento de infonnaci6n.

3.1. La aparicion de la lexicografia monoIingiie

Se puede discutir si es justo considerar gue la lexicografIa monolingiie na­ci6 en el siglo XVl1 y como producto de ese programa de cultura de la len­gua que se propusieron 105 Estados nacionales modemos durante el XVI, Pueses cierto que ya el Diccionario latino eS/Janol (1492), su inversi6n en el Vocablt­lmio espailol~latino(1495) de Nebrija, y el Diclionnairefrançois~latin (1539) deRobert Estienne introducen el interés por bs 1enguas nacionales caracte­ristico del siglo ,,"\~ (Cf. también Grubrniiller, 1989: 2043 sobre Maaler) yque la segunda edicion del diccionario de Estienne (1549) "se proponehacer redescubrir la riqueza de la lengua francesa",17 como correspondia aese prograrna de cultura de la lengua. IB Pero en estos diccionarios su carac-

li Se propose de faire rcliicollvrlr la n'dlesse de la langue française (Bra)', 1989:1 i93).18 Para Rey-Debove (1982:138) aparentemente el paso de la lexicografia bilingùe a la

monolingue reveIa mas un rechazo de la historia gue un ajuste a Ios imereses nacionaies >' alpapel paradigmatico del latin para esos intereses: "Es claro gue en el siglo XVII, como en eI xx,lo gue se rechaza es la historia. Pero es la ambiguedad de este término lo gue permite t.'"Ù afir­maci6n, en la medida en gue designa al mismo tiempo un pasado oput:sto al presente, y unproceso, una evolucion, opuestos a un estado (evoluci6n muy mal conocida en el siglo X\11).

En materia de lexicografia, la emancipaei6n en relacion con la historia se 10caIiza en el rechazodel biIingùismo en el eje temporal: en el siglo XVII rechazo del diccionario bilingi:ie francés­iatrn, ya que ellatin representaba el pasado." (Il esi cfair qJl 'al! .\17f sièc!e, commI? (Hl :"'X', ci!sll'his­loire qui {!SI njetle..Mais c'est 1'a1llbigiiite de ce tenlle qui pennelu7lC telle affinnation, dans la mérllre Oli

il designI! à la fais un passe oppose all préseJlt, et 11n proceslls, ll1le évollllio1/, opposi lÌ 1m etal (hJOlutiOfltrès mal mllnu ali .\17f siècfe). En matière de k'Xicagraphie, le /ieu de l'ellltIncijmlion /JGr Tappor! lÌ l'hislairnesi le rifus du biling1dsme da71S l'a:o:e du temps: ali .\l'lf siéde, njlls dII didiollllaire bilingue francais­lalill, le latin represenla71t le passel. Interesante como es este comentario. que habria que desa­rrollar poniéndolo en relaci6n con el pensamiento del barroco fr.1ncés, no parece ajustarse ala evidencia de que durante ese siglo se siguieron reimprimiendo los diccionarios bi- y multi­linl:,riies glie comprendfan ellatin -lo que seria llna senaI de su utilidad permanen[~- ni il

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34 TEORiA DEL DICCIONARIO MONOLlNGÙE L\ CONSTRUCCION SIMBOLICA DEL DICCIONARIO 35

ter bilingùe sigue siendo determinante y el recurso a la lengua. maten1aaparece 5610 en el establecimiento de la nomenc1at~a,y e~ la m.tr?~uc­ci6n de una definici6n en lengua materna como remedlO a la lmposlbllidadde ofrecer una equivalencia al latino En el caso de Italia, 105 diccionarioselaborados durante el siglo XVI, dedicados al vocabulario de sus c1asicos,

Hpor regIa generaI concebidos como modelo .lingiHstico: com~"i~stru~en­to de la confrontaci6n lingiiistica, de la 'quesnone della lmgua ,El se onen­tan solamente a la explicaci6n de palabras de dificil comprensi6n en 105

chisicos y, tarnbién en el1os, la definici6n en italiano (o en 105 muchos dia­lcctos italianos que se disputaban la primada en la f~aci6n del italiano) es

secundaria.Como suele suceder, la historia no se dcja segmentar claramente. Ni se

rompi6 la continuidad metodica de la lexicografi,a del siglo XVI al, in.iciar:secl XVII, ni la lexicografia del siglo XVII se propoma como una practlca lIn­giiistica totalmente novedosa. Sin embargo, ~esde el. momento en que lanomenc1atura de 105 diccionarios del X"VII se f'!.la a parnr de la lengua mater­na; en que la equivalencia o la definicion se hace met6dicame~teen len­gua materna; en que se introduce la cita de textos ~o~o a~tondad:s quedemuestran 105 usos del vocabulario; y en que 105 dICclonanos comlenzana evaluar sistematicamente 105 vocablos y 105 usos que recogen, parece masconveniente fijar en ese siglo 105 principios de la lexicografl~m.onolinglleque detenninan el caracter simb6lico y las caracteristicas teclllcas de 105

diccionarios modemos.

3.2. Los primeros diccionarios

En ei siglo XVII comienzan a sucederse unos a otros 105.diccion~osmonoli~­gùes por todos 105 pafses de Europa; todos con el mlsmo ongen humams­ta de aprecio por las lenguas maternas, pero cada uno ~e el1~s a:~n~iendoa la evoluci6n de las ideas de la lengua en cada comullidad lmgmsuca.

la imcrprctaci6n agui desarrollacla, de gue el objeùvo de la lexicografia monolin~1C no eratanto oponerse al pasado como fundamentar y Iegi.timar cl presente y el futuro herOlco de 10s

Esrados nacionales.19 In der fugol ab; sprachliche Richlscll1lUT /;OIlzijliat, ab; Instmmmt im RnkllWIl dcr s/JrachlicllC71

Auseinandmel:ung, de,. 'Questionc della lingua' (Pfister, 1989:1850).

3.2.1. Etimologia)l ontologia: CobmTltvias

Asi, cl primero de eIlos, el Tesoro de la lengua castellana o e!!.j)Q'JÌola (1611) deSebastLin de CObaITUVias (o Covarrubias), que antecede por un ano a laap~ci6n del Vocabolmio degli A.ccade11lici della Crusca, elcI italiano, aungueIUVlera su fundamento en la necesidad "nacional", es clecir, del Estacio, de"dar noticia a 105 estrangeros dellengu<lje espanol, y de su propiedad y ele­gancia, que es mu)' grande honor de la Nacion Espai1ola" (faI. D v.), teniapor objetivo centrai la etimologia, "encaminada a descubrir la causa delnombre y, con ella, dar a conocer la realidad de la cosa designada" (Seco,1987:114), como correspondia al planteamiento medieval manifestado, el1­tre otros, por San Isidoro de Sevilla. "En la etimologIa de cada vocablo -diceCovarrubias- 'esta encerrado cl ser de la cosa, sus cualidades, su uso, sumateria, su fonna, y de alguna dellas torna nombre'" (Seca, loc. ciL). Estaconcepci6n etimologica, tan elaborada por el pensamiento medieval y por105 inicios del humanismo en relaci6n con la cuesti6n del Oligen de las len­guas y de la corrupeion sufrida por ellas después de la malclici6n de Babel(cf. supra § lA.), aungue parece ser una peculiaridad del Tesoro de Coba­ITuvias, gue no se manifiesta con tanta nitidez en el resto de Ics dicciona­rios del siglo X\tll,:?O obedece claramente a la concepci6n renaeentista de lalengua y, en esa medic1a, sitùa al Tesoro como resultado de las elaboraci0­

nes gue, desde Dante, se habian venido haciendo a proposito de las len­guas modernas de Occidente.

La etimologia torna desde ese momento un lugar en el diccionario 1110­

nolingite gue rebasa su interés objetivo -el interés del moderno estuelioetimol6gico- para convertirse en uno cle 105 valores simb6licos de la lexi­cografia monolingiie. Pues en la medida en gue devela "el ser de la cosa"anuda la reflexiòn sobre la lengua a la antologia y propone la necesidad degue todo discurso sobre las cosas se sitùe En relaciòn con un significaclo"vercladero" -por originario- de 105 vocablos gue, por un lado, refuerzala distinci6n retorica (y logica) entre significado reeto o literal y senticlo

~(I Alga semejante se padria decir del Th/ì.'sOrM la langlll:fi'all(O)'si!, tallt onorI/ile qw' nwrler~ilI! de jean Nicot (1606), gue se a.:;emeja al Tesoro de Cobarruvias en el interés eti.mologico,aunque segun Bernard Quemada no puecla considerarse HI1 vcrdadero dicciollario monolin­glie. sino "scmi-bilinglle" (Quemada. 1968:52), porgue es una obra francés/latfn en la eual elfran~és gana terreno en la dcfiniei6n, pero no cumple con bs caracLerfsricas alltes fUadas paraconsiderarlo realmente monolingùe. Igualmente semejante parece seI' la Table a!jJ!lnbeticall(1604) de Robert Cawdrey, reputada por muchos como primer diccionario monolingue delinglEs, gue indicaba Ia~ lengua~ de las gue provenfan las palabras inglesas y gue, segùn Ger­trude E. Noyes (1943:G02), era un buen precedente de la Iexicografia inglesa "no seguido porlos dos diccionarios sucesivos: ni el deJohn Bullokar, n[ el de Cockeram". (NotJollmved ili t/Ie11ll0.mcccdillgdictiolla1ù;s, llI:itlu.·rJolm BIIlIoIillr fior Codwltlm.) C[ mas adelanLe § 3.4.1.

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36 TEORiA DEL DICCIONARIO ~mNOLlNGDE L\ CONSTRUCCIÒN SI1.mÒuc\ DEL DICCrONARIO 37

cl' "tr afirma la eontiullidad "historica" de las lenguas moder-figura o, p~I~ o o'] cl antiguo tanto cl del pasado cHisico, como cl

as en relaClO11 con e finn o, . . _

~el p]ad~ad.o bib~iCO;nPunerod~~~:::on:~~:~~~d:~~~:::~~ ~:s:ed~~~~~~te a lCClOnano e . t d e

l . l ~ tiencie a conferirle consecuentemente un carae er e v -po~ a eUrno ~~a, 'o'n y a susJ'uieios; el diccionario se vuelve verdaderoracldad a su 11l.lormaCI , •• ] b

" ['00 § 3 -) y a su primitivo valar mformatIvo se e so re­SlnusmO (c· l a .:J, . d 'por . b l"~ de verdad social cuyas consecuenClas san eternu-Pone un 5lTIl o lsmo . 1'-

fi . . simb6lica de 105 diccionanos mono mgues cnnantes para la con 19uraclOll. . cl cl s accidentales. 21

• • .las SQçIC a e h d- la etimologia tiene una funcion lImnada en 105

. ~ues ~unque o~Jn:~e:a enerales y ha pa.,ado a ser un conocimientodlcclOnanos mon o g. la totalidad de 105 miembros de una

'al' do que va nO conClcme a . ]'esp:ch Iza. I . te a fi16logos lingiiistas e historiadores, su slmbo 15-

socled.a~, SI~O SO a;~~Y6 a definir ei valor del diccionario monolingùe par­mo ongmano con " ondiciones de verclad", como se vera en elticularmente en cuanto a sus ccapitulo siguiente.22

3.2.2. El Vocabulario de la Cntsca: la pureza de la lengua litermia

- a SecO (1987:109) "el Tesoro se adclant6 a su tiempo. Se adelan­Como senal cl cesl'dad nadie sentia en aquel momento en, n pro ucto cuya ne '- ]'te en_ ser u .' . del es aliol en espanDI". Un ano después de pub 1­

Espana: un dICClOna~_o ItalG. el primer cliccionario monolingiie que real­cado el Tesoro ,apareclO en ama de cultura de la lengua que estableci6 clmente cumpha con el progr _ _ oncl'la a una necesidad: el 1focabola~

. or lo tanto, SI I esp <

h.umdanl·ls,~odY ~u,ed'ePll(l Cmsca. Sostiene Hausmann (1989a:10) que: "para lano eg,l ftCa. e17IlC

. . - ' . er al urismo lino de sus argllmenlos: la oposìci6n a (Odo11 Y tamblen terrl11na pOi ofreC p d I i6n de éstos que se separe de su sen­

desarrollo del significado de los vocablos y a lO a ,~vo uc . .. ~. . . \' nsecuentemente, una corrnpclOn ' ,

tido ongmal e Imp Ique, co ' , l o ' en dia, buena parte del pùblko se remne~~ Aunquc no hay gue dCJar de :lOtar ql\IC, l cl}' \ va q'le al fin v al cabo, la rdlexion

, • " d semeJante a a mC lcva, " " , , _ ,a la etunologta en una acttt~ , \ \ ';"ndc 'I plantearselo en tertnmos magtcos Y

cl l ongen de as enguas u-. ' clpoco cclllcada acerca c . . . caba de definir el valor dc verdad e

mlcnlO relIgIOSO glie no a ,miticos, ayudada por un pensa. \ cl temporanco la cibala y otrOS resurgl-

, . d·f ,. ue tlcnen en c mun o con "la BdJ\ta y por la 1 uSlon g \ "x;'lcncia dc una P"ysci en la relaClOll entrc- ' Iigiosos gue suponen a ..... '" , •mìcnws manllcos y para-re cl \. .", ,,\ ""curso moderno a la etimologia como

\ d . t mpoco es e 50S ,tyars........ ..... cllas palabras ye mtln o, a. \ se haccn por ejemplo, en tratados e

.. cl I I boraclones conceptua es que , , ,.funcbmenmclon e as c a . •.... concepmal no se contenta con l'CIe-

l d de su necesana preclslOnfilosofia y de derec 10, cn on " d di' n05 sino que se remite a los significa-rirsc al consenso sodal acerca del 51gmfica o e os 51g "

. \" cl \00 palabras para fundamcntarlos,dos eurno oglcos c ,... '

Crusca no se trataba en primer lugar de una obra de consulta, sino de laexhibici6n lexicografica de la perfecci6n del imHano. [, .. ] Orgullo cultural,cuidado de un monumento, politica lingilfstica (en la questione della lin­gua) y de ninguna manera reales necesidades de sus usuarios [ueron 10s quemotivaron el diccionario de la Cnlsca, la mas famosa y temprana realiza­cion de un nucvo paradigma social de la Iexicografia."2;J Su nomendatura,siguiendo la idea del humanismo, se componia con vocabulario sacado dcIos escritores clisicos de los siglos XIV y XV Yse documentaba con ejemplosde ellos, como testimonios que autorizaban esos usos Y105 convertian, porlo tanto, en autoridades dignas de imitacion. El Focabolan'o no se interes6por la etimologia; como reliquia de la tradici6n bilingùe, c1espués de su de­fillici6n en italiano, apuntaba solamente las equivalencias latinas o griegas.Su definici6n, amplia y documentada, se basaba, segun PIister (1989:1853)en una tradici6n lexicogrifica anterior, elaborada en los mùltiples diccio­narios multilingiies y multidialectales que lo precedieron, gue le da rigor yprecisi6n. Inclui"a "voci di bassa lega" para prevenir al Iector en contra desu lISO y para resaltar en esa fonna la calidad del vocabulario culto reunido.Introdujo, por lo tanto, a la lexicografia monoIingtie la discusi6n normati­va, gue tanto habia ocupado a 105 gramaticos del siglo anterior. Desde esemomento, tanto por cl cadcter valorativo generaI del programa humanis­ta de cultura de la lengua, como por la preocupaci6n normativa acerca dela autoridad de los escritores y del uso, el diccionario monolingùe se con­virti6 ante todo en un diccionario de la lengua literaria y en un ejemplarmotor de la actividad purista sobre la lengua.

El Vocabolan"o della Cntsca fue el ejemplo gue habrian de seguir dos Es­tados cOlltemporaneos, que compartian con Italia las mismas reflexionesaccrca de su lengua: en Francia, tras fundar el rey la Academia Francesa en1635, desde 1636 se inici6 el Dictionnai-re de 1~4cadémieFrançoise, finalmentepublicaelo cn 1694. En Espana, la Academia Espanola, fundada en 1713, pu­blic6 el Diccionan'o de la lengua castellana en 1726 (hoy conocido como "Dic­cionario de autoridades").~'t

~I Da C'lUsca ging es nichl iTlI:I".'iII~rLinie um 1.711 Nachschlagewerk, SOlldem 1lI1l die lexi}wb'7ujJhisdwHerausstdl1lng der Vol!JuJIllmcllhdl des Italienischen. f., ,} Kullllrsto/::;, Dt'Illrmalpjl('~, SpmdljJolitili (indcr Questioni! dfl/a lingua) und keincswegs reale Benuherbediirfnisse 1Il/llivierlen dns Cmscawòrlcrbuch,diI' beriihmteste fiiihe Umset::.llng ciI/es neul'n gpselL~clUlJllidU'll ll'iirlabllchjJaradigmas,

24 No se sabc a ciencia dena cmindo comenzo a llamarse "Diccionario dc aUloridades",Helgunde Henschel (1969;40) supone gue despucs dc la pllblicadon del dkdonario acadé­mico en Lln solo tomo, en 1780, Curiosamente, la prìmera documentaci6n de eslc nombre esde "\'illìam 1. Knapp, cn "A Condse Bibliography ofSpanish Grammars and Dictionaries, [romthe Earliesl Period to the Definitive Edition or me Academy's DiClionarj', 1490-1780", publi­cada por d Bulletin oJlhc Boston Fublic Libra))', 6, cnero 1884~mayo 1885.

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38 TEORi-\ DEL DlCcrONARIO ",mNOLlNGÙE L\ CQNSfRUCCrON SIMnOLICA DEL DlCCrONARIO 39

3.2.3. El dicclonario de la Academia Fmncesa: pUl1smo y autoritarismo

La Acadcmia Francesa acudi6 a 105 mismos razonamientos de legitimidadque se hahian vcnicIo elaborando desde cl siglo X"VI }' que parti:u]arrnent~

pania eD juego cl humanismo itaUano. Asi, argumentab~ el Sen~r .de Sen­zay al carclenal Richelieu en la carta en que le presento 105 obJet~~'~S y elproyecto de esL:'1tuto de la Academia (22 de marzo de 1634) que VIene aencontrarse, felizmente para Francia, que no solamente pennanecemos enposesi6n del valor de nuestros ancestros, sino que ademas estamos en posi­cion de hacer re\~vir la elocuencia [... ]; la proteeci6n cle las bellas letras,tan necesarias para el bien y para la gloria de Ios Estados [... ]; que fiuestralengua ya mas perfectil qu: cualquiera otra de las vivientes, puede final­

mente sucecler a la latina".:!:JLa Academia Francesa se propuso también seguir el ejemplo del dic­

donario cle la Academia de la Crusca. Jean Chapelain, autor del primer

pro)'ecto del diccionario, se planteaba seleccionar pasajes de grand~s ~scri­

tores franceses ya muertos, que sirvieran como ejemplos en el dlcclOna­riO.:!6 Aparentemente la tarea de encontrar autoridades l'esulto ~emasiado

dificil para 105 primeros acadérnicos franceses (gue, ha)' que senalarlo, s~

habian convertido en "responsables" de la lengua francesa un poco por obb­gacion, debido a la creacion autoritaria de la Academia por el cardenal Ri#­chelieu). Tras ai10s de trab~o infructuoso, la Academia francesa "comenzoa darse cuenta del trabajo y la longitud de las citas" (Pellison/d'Olivet,lS58:102-103), por lo que, siglle A.M. Finali, "decidio eliminar las cÌtas ~e aut~­

l'es v confiar a una sola persona la elaboraci6n del texto, que despues debIaso~eterse al juicio de la compaiti"a. Se propuso al Cardenal y se acepte, nosin aIguna resistenda, a Vaugelas ['O']' Yaunqu~n? lo diga Pellis?I1, no setrataba solamente de lIna cuesti6n de orden practlco. Al l'enunCIar al tra­b~o de equipo y al esqllema de Chapelain para volverse hacia Vallgelas, laAcademia rehusaba un métocIo, una concepci6n de la lengua, para aceptar

otra, totalmente distinta".:!i l\tIllY pronto, por lo tanto, el diccionario fran-

~;, Il se rcnrrmlroil hl'uTeuSf!ment /Jfmr la France, qUI! non s/!lLleJlli'nt 110115 étiolls dl!1llcur;~~ /!lI /Josses­siol1 dc {(1 valellr de nos Ulldll1!S, /llIliJ l'1lcore 1m aat defai1"/! revivre l'Eloquence {. ..}; la prolCction dcs be­lIes let/res, si lléressllin's POllI' le bielll!t PbUT la gl.oire des Etats [. ..}; que '!lOtTI! lllngue jJlus parfaite dijà qucpas linI! des (///ITr-s vivnntl's. pOlllToit hien L'Ilfin sU(CI'{ierà [a Latine. (Pelli50n/D'Olive.t, 1858:22-23.)

% Pero ademas proponia que, para vocablos para 105 que no fUera poslbIe enconU-ar

ejemplos de esa clase, habria qlle f.lbricarselo5, seg~ìdos de una mar~a que ~l.ostrara qu: S~l

aprobad611 proccdia del uso comun. lo cuaI habna resuhado una mnm:ac~on eo los IOCI-pientes metodos de la le:dcografia mono1ingiie, sì se hubiera puesto eH ~ract~lCa: . .

~7 Commmça d'apprihender le trar.mil et la 10ngllc/lT des citatiOf1S, {. ..} dense dI ~llllllllQre le CIta­zioni di ilutore l' di aJJidnH! ad ll1ta sola jJl!rsona l'elabom::.ione del testo, cl!/' mrrbbe POI st~to sottopostoal gilldhio ddla Compagnia. FII /JmjJosto al Cardinale, c accel/ato, nOli smza qualche resIstenza, Vall-

c~s s.e aparte del método preconizado por la Acactemia de la Crusca.28 AIehmmar la cita de autores ya muertos eliminaba la c1ase de ejemplaridadgue er~ tan cara.para la acactemia italiana y para toda la concepcion delhumamsmo del SIglo :\'VI, La Academia Francesa se daba cuenta de ello, porlo. qu: afinnaba. en su prefacio que si 105 diccionarios de voces usadas porClceron o Demostenes se hubieran hecho cuando ellos vivian ';serfan con­siderados como originales, y 105 que hubieran compuesio esos diccionariosno habrian te~id~ necesidad de citar 105 pasajes de otros autores en prue­ba de sus exphcaclOnes, ya gue solamente el testimonio de aquél10s habriahecho autoridad. El diccionano de la Academia es de esa elase. Fue comen­zado y tenninado e~ el siglo mas floreciente de la lengua francesa; y es poreso por lo que no cHa, porque muchos de nuestros mas célebres oradoresy de nuestros mas grandes poetas lo elaboraron, y se ha creido necesarioatenerse a sus sentimientos".2!J Cierto, eliminaba la ejemplaridad de 105a~to:es muertos, pero no eliminaba la autoridad que daba lugar a la imita­ilO, solo que dec1arando que 105 propios autol'es del diccionario, muchos deellos grandes escritores de su época y hoy c1asicos franceses - 'adelanto suclasicismo el propio diccionario?- eran sus autoridades. La a'utoridad deIos textos, centrai para la concepci6n humanista, se convertia en autoridadde 105 autores mismos, y la autoridad asi lograda por la pura agnlpacien enuna academia con sancien esratal se venia a coronar con la autoridad queel Estado le habta conferirlo gracias a Richelieu.30

w.las {. ..}. Checche Ile dica il Pellùon, lIon si trntava sDlo di lilla questione d'ordine pratico. Rinun­CIando al lavoro d'equipe e allo schema di Clwpdain p~'T rivolgr:rsi a Vaugelus, l'Aceademiariflutava un1I1etod~~ IIna co~.cez.iOl1e della fingila j)er a~ce~ame :nl 'altr~, neltalllt'lZte diversa (Viscardi, 1959: 106).

La aCClOH de Vaugelas eo cI dJCC10nano duro desde 1639 nasta su muertc, en 1650.Descle ese momento, la redacci6n fUe colectiva.

, ~~. Ils serc:ienl cOllJi~iér6:. C~lIIllle alltant d'Origill(llIX, et l'el/X qui awvient comJJosi ces DiC/iOll7laim,11 altrlJlent JlOl~lt CI{ besom de Clter les pa.rsages des autre.; AutheuT.f en prelwe de lel/n explicaliolls, /mis­qlle le!lr teslIlOlgnagl'seul auroitJait autJwnte. LeDictiOlmaire de l:'lcadémic /~st dc ce b,'I?nre. 11 a esti COIll­lIll'llCC et achevé dans le siecle le plm florissanl de la Languc Françoise; Et c'esl pour cela qll 'il ne citI'/minl, paree que pllL~h'Urs rit' rlOs plas celebm Orateurs et de nos p!J1S grands PoBes )' ont travail!é, etqu '01/ a ~L'1~ sen ~l!IJo~rteni.r a lellr sentimerz.f. El abate D'Olivet, treinla anos mas tarde, tenia guedar I:t slglllcnte Jusuficaclt)n: ~~Yquién querria que la Academia cirara? Desde hace ochentaa~os nllestros mejores escritores han formado pane de su compania: cconvendria citarlo.~? EsCleno glie la Academia de la Crusca cita siempre. Pero antes de que ella comenzara su voca­bulario Italia}'a tenia autores reconocidos como cli.~icos, rnientras gue nosotros todavia no."

(~équi :lOlldr~it .011 1J1l 'ell~ cittit? DepuiJ quatre vingt ans, nos écrivains les meilleltrs ont iti dc san corjJs:Iw convzendrOl+ll de les ater? Il est vmi qUI! l'Académie de la Cmsca dle toujours. jHaiJ avant qu'cllecOlllmençat son Vocabulaire. l'ftafie avait d/!S al/tears reconnlts pOllr c1assilJlles, et nOlls n im avol1s pointeJ~care de te/s. (D'Olivet, }Jistoire de l'tlcadémie Francaise depuù 1652 jusqu 'a 1700, Amsterdam,1/30, p. 30 apudVìscardi, 1959:108.)

~o Que la relad6n de la Academia con Richelieu era cercana y temida por otros grupos

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TEORiA DEL DlCCrONAIUO MONOLINGÙE LA CONSTRUCCrÒN Sr~m6LICADEL OICCJQNAlUO 41

La fusiòn de esas tres clases de autoridad sirvi6 también para abrir elcamino al purismo en la sodedad francesa. Desde principios del siglo XVII

se habia venido extendiendo una ideologia purista en la corte francesa, ela­borada principalmente por François de Malherbe,31 y seguida, por ejemplo,por L'Académie de l'art poétique (1610) de Pierre de Deimier y 1as Remarquessur la languefrancaise utiles à ceux qui veule-nt bien parler et bien écrire (1647) deClaude Favre de Vaugelas entre otros (Gemmingeo, 1982). A esa ideologiahay que agregar la moral cortesana de los "honnete geqs" (Popelar, 1976)y la responsabilidad de Vaugelas mismo en la elaboracion del diccionariopara poder comprender mejor como busc6 y logr6 el purismo, en eiertamedida, imponer su concepcion de la lengua sobre el diccionario francésy, desde ese momento, contribuir a uno mis de 105 valores simbolicos guehan dado su caracter a la lexicografia de las lenguas de Occidente.!!:!

El objetivo del diccionario de la Academia Francesa era el uso de lalengua de 105 "honl1étes gens, tal como la emplean 105 oradores y 105 poetas,lo que comprende todo aquello que puede servir a la nobleza y la eleganciadel discursO".33 Los "honnetes gens" eran, seglin definici6n de la propiaAcademia, todas aquellas personas dotadas "de todas las cualidades agrada­bles que un hombre puede tener en la vida civil";!H Faret, en su "L'HonneteHomme ou l'Art de plaire à la Cour" (1630), dice Alaio Rey (DHLF, S.V. hon­nete) , lo definia como "un gentilhombre que unfa a su 'nacimiento' 105 do­nes del Cuerpo, la cultura del espiri tu, el gusto de la poesfa, el valor, laprobidad, las virtudes cristianas",35 es decir, era un noble ilustrado.36

co Francia lo prueba la dilaei6n por parte del uparlamento" para aprobar los estatulo.~ de laAcademia, precisamente porque ésle temia gue laAcademia invadicra otros campos de la vidapolitica y no se restringiera a la lengua, lo gue no habria podido suceder si las facultade5 delparlamcnto estuvierao bien delimitadas en relaei6n con cl poder del cardenaI. (Cf. Pelli­son/D'Olivet, 1858.)

31 La doctrina de Malherbe, segUo scii ala Wìnkelmano (1990:339), "no csm expresadaen ningun trat.ado, sino gue se manillesta como una colecci6n de obsen'aeiones aisladas; cndonde se expresa de la manera mas evidente es en su comentario a Desportes". (1st in !leilUTeigenen Abha7Ulhmg Jliedergelegt, sondem mallifestiert sich a!s Sam11llung VOli Ein:.elbcmerlmngen; amgreijbaTsten iiufiert :iie sich in seinem KOI1l11len/aT:w Desportes.)

j~ Aunque Popelar (1976:203 55.) asegura gue el hiperpurismo de la época, gUe, porejemplo, no aceptaba eluso de una palabra como poilrille, pues estaba "contaminada" por suuso en la expre5i6n poitriue de veau, ni tampoco fare a causa de su uso en la expresi6n face dugraud llln:, no lo tom6 en cuenta la Aeademia, gue a5i mostro prudencia y mayor liberalidad.

jj Hormestcs gt!1lS, et felle que [es Dra/e1l1"S et {es Poites l'employent; Ce qui coJtlprend toul ce qui pezztseroiT(i la Nablt',sse et li l'Elegance du discoltTS (DAl': Preface).

34 Toutes les qualile=. agreables gu 'un IlOTI/me pelli aVOiT dans la vie dvile (DM, s.v.).35 Un gnztilhomme qui joignait à la 'nai.r:mnce' les dons du COIPS, la culture dI! l'esprit, le grmt de

la poésie, le courage, la prabité, les vertJts chrétiemws.35 La cita de Sarcey, ,Mot et chose, 1862, p. 147 gue ofrece el TI.F lo confirma: "La primera

I

lf!ll

Esta definicion del uso de la len~a y de los lectores ideales del diccio­nario revela la idea de la lengua que dirigia al diccionario de la AcademiaFrancesa y el modo en que correspondia a la gue habia elaborado el huma­nismo del siglo },'Vl. Pero ademas permite ver el contexto sodal en gue serefleja la lengua: no solamente la nobleza cercana a la cabeza del Estado,sino el "honnète homme", ese estamento iIustrado, generalmente cortesano,es verdad, pero gue ya incluia a algunos miembros de la burguesfa: aquellague, por su relativa independencia economica frente a la nobleza, conquis~taba un lugar en el pequeiio circulo de allegados del Estado. ~i

El DictionnaireJrançois contenant le<,' mots et les choses (1680) de César-PierreRichelet ofrece atra imagen de la sociedad francesa contemporanea a la ela­boracion del diccionario de la Academia: cl estamento del ;'honnéte homme"ya habia profundizado su relaci6n con la naciente burguesfa, interesadamas por la informaci6n gue por el "bon usagc", y mas por el vocabulariotécnico de albaiiiles, cordeleros, "artes mecanicas", etc. (Bray, 1989:1796),asi como por vocablos de usos sociales cspedficos, préstamos, arcaismos yneologismos, regionales, hablados, etc., con lo que, a decir de Laurent Bra}',sc inicia la lexicografia enciclopédica que habria de dar lugar al posteriorDictionnaire Universel de Antoine Furetière (1690) y el Dictionnaire 'Universelfrançois et latin de 10sjesuitas de Trévoux (1704).

Contrasta, por lo tanto, con el caracter absoluto gue el Estado habia de­cidido otorgarle a la Academia Francesa eo materia de lexicografia; gue irn­plicaba un solo valor del diccionario: como se ha insistido, el de la celebraci6nde-la gloria del Estado. Eu efccto, Colbert habia otorgado a la Academia clprivilegio de prohibir cualquier otro trabajo lexicogr5fico monolingiie enFrancia entre 1674 y 1714. Riche1et tuvo que publicar su diccionario, poreso, en Ginebra, financiado por von Fiirstenberg. Este hecho, gue lo sepa­ra del patrocinio del Estado y lo acerca a las agrupaciones burguesas dedi-

condici6n para ser reputado como /lOTlnitl! /zoml1Zeen cl siglo :\'111 era tener un buen nacimientoo, al menos, vjvir eH pie de igualdad con aqucllos gue lo tenian [... ] y en esa época no habiaotros gue los cortesanos para gue fueran buena compaiiia o se los creyera asi. M (La premièrccOlulition, POllT itre répllté /lOnllete /wmme an .\171' siede, c'était li 'avoir dt' la naisslmce, Oli, dll moim,

·de vi"'1"/! sur un pied d'égaliti! aVl!c ceu.\" qui eli avaienl [... ] e/ il li yavaz't qlle les hOlllllles de COUT, en CI!tr.mps·lti, qlli filSsent OIl qui mzssent etre de bonne comjlUb'7lie.) Habennas (1962:63) ofrece impor­tantes obscn'aciones para poder comprender cn qué forma el humanismo elaborò esa mez­da de noblcza cortesana y valores ilustrados a partir de 105 inicios de la cultura burguesa enItalia, y luego en el resto de Europa.

S7 Cf. Habermas (1962:48) aeerca del "honnète homme" y la evoluci6n que se da en elsiglo XViI del cortesano educado por cl humanismo al hombre ilustrado de los inicios de laburguesia. Como se notara co la~ p5ginas siguientes, las ideas de Habennas acerca de la for­rnaci6n de la burguesia en Europa son ccntrales para comprender la funeion sodal de la lexi­eagrafia a partir del siglo XVIII.

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42 TEoRiA DEL DICCIONAlUO MONOUNGÙE L-\ CONSTRUCCION SrMBOUCA DEL DICC\ONAIUO 43

cadas a la cbarla y a la formaci6n de lo que mas tarde habria de convertirseen "la opini6n publica", revela cl principio de un cambio eo cl caracter siro·b6lico del diccionario monolingùe que quedara mejor ilustrado mediantela consideraci6n de la lexicografia inglesa eo 105 §§ 3.4 posteriores.38

3.2.4. Las autoridades y et principio filologico de la Academia Espaiiola

La Academia Espaiiola sigui6 cl ejempio de la italiana y la francesa. Bieninformacia del trabajo de ambas, y al dia eo su conocirniento de la lexico­grafia francesa, cuyo dcsarrollo ya estaba co marcha por la publicaci6n delDictionnaire françois de Richelet (1680), el Diclionnaire universel de Furetière(1690) y el Dictionnaire universel françois et latin de 105 jesuitas de Trevoux(1704), la Acadernia Espanola se proponia dedicar un diccionario semejan­te al espanol "porgue hallandose el orbe literario enriquecido con el copio­so nùmero de diccionarios, gue en 105 idiomas o lenguas extranjeras se hanpublicado de un siglo a esta parte, la lengua espaiiola, siendo tan rica y po­derosa de palabras y locuciones, guedaba en la mayor obscmidad, pobrezae ignorancia [ ... ] sin tener otro recurso gue ellibro del Tesoro de la lenguacastellana o espaiiola, gue saco a luz el ano de 1611 don Sebastian de Cova­rrubias" (Autoridades, Prol., I). Es decir, la Academia Espanola ofreda lamismajustificaci6n gue habian dado sus dos antecesoras para hacer el dic­cionario y gue marca cl origen de la lexicografia monolinglie europea: elmarqués de Villena manifestaba al re)' en cl prologo del Diccionario de la len­gita castellana "el deseo gue tenian [105 académicos] de trabajar en comuna cultivar y fIjar en el modo posible la pureza y elegancia de la lengua cas­tellana dominante eu la Monarquia Espaiiola" (Aut07idades, XIII).

Pero, a diferencia de los otros dos diccionarios académicos, el de Auto­ridades tomaba "como basa y fundamento de este diccionario [ ... ] 105 au­tores gue ha parecido a la Academia han tratado la Lengua Espanola conla mayor propiedad y elegancia" (Autoridodes, II) desde el Fuero luzgo y elpoema de Alexandre, del siglo XII, hasta sus contemporaneos del XVII, rom­piendo, por un lado, con la concepcion cronologica exclusiva del clasicismoitaliano y, por el otro, con la exclusion de citas del diccionario de la Aca-

38 Richelet conserv6 el principio lexicogriifico de las "autoridades", también a diferenciade la Academia Francesa: ~Cassandrey Richelet [ ... ] desean hacer un diccionario que se com­ponga de citas extraidas de nuestros buenos autores [... ). Esta idea Ics viene del hecho de guela Academìa, en contra de mi consejo [._.] persiste en su resolucion de no citar" decia Pauu,miembro de la Academìa en una carta de 1677 (Cassandre et Richelet {. .. l ont Envie de Jaire undictiomw;re qlli soil cmnposé de dtations eximites de 11O,r bolli autellfS {. ..l. Gel idie lel.lfS est Vffllle sur ceqlW l'Académie, colIire mOll avis ( ... l persiste dans sa resOllltiolL de Ile/mint dhr. APlld Bray, 1989:1797).

demia Francesa. Esta apertura hacia la historia de la lengua espanola y estaflexibilidad relativa en la seleccion de autores se eompletaba con la inclusiande palabras regionales "que se usan frecuentemente en algtmas provinciasy reinos de Espaiia, como en Aragon, Andaluda, Asturias, Murcia, etc.,aunque no son comunes en Castilla", junto con "voces de la gerigonza ogennanfa [ ... ] asf por ser casi todas las dichas palabras en su fonnaci6n cas­tel1anas, aunque tomadas en diverso significado, como por encontrarsemuchas veces en algunas obrasjocosas de prosa yverso de autores clasicos,a fin de que se entienda y perciba el sentido en que las usaron" (Autorida­cles, V). El diccionario, en consecuencia, comenzaba a operar un cambio enlas concepciones lexicograficas de caraeter académico: en primer lugar, envez de restringirse a un nùmei-O de autores limitado por la idea de la pure­za de la lengua heredada del "humanismo vulgar" del siglo :X'VI, o de optarpor una concepci6n del purismo y de la legitimidad del cliccionario como lasde la Academia Francesa,3:J se abria a la documentacian hist6rica de la len­gua, en lo qlle se padria considerar e1 inicio del "principio fllol6gico" (Rey,1987:9) que hoy caracteliza a muchos diccionarios contemporaneos,4U conel Oxford English Diclionary a la cabeza; en segundo lugar, en vez de adjudi­carse la autoridad total para definir la seleccion, el uso y la ejcmplaridadde las palabras, se concretaba a apoyar el valor normativo del diccionarioen la documentacion anlplia y generosa de la literatura espaiiola casi desde

sus origenes.

3.2.5. Autoridades y autolidad

El pivote gue uso la Academia Espaiiola para poder pasar de la concepcionrestringida y pl1rista de los diccionarios académìcos gue la antecedieron alinicio del principio filologico fue su desarrollo del concepto lexicogr3.fico

3U Su interes por voces provineiales y por las de gennania y gerigonza, no s610 porqueaparecian en obras de autorcs chisìcos, sino por tener todas ellas un origen castellano, es loque abre la puert,1 a la utiI distinci6n espaii.ola entre ~purismo"y ~casticismo", como la desa­

ITalia Lazaro CaITeter (1949).·10 Se puede considerar que el embrion del ~principio filologico" se extiende en el Din:j(f+

naTio de aulorùlades también a la~ voces provinciales y a los vocablos de la germanfa. N6tese lacondencia con gue Ios académicos espaiioles adopmron esa responsabilidad tilo16gica: en SLI

prologo (XV1II) ..lfmnan gue, aun ctIando se esforzaron por encontrar allton.dades para todoslos vocablos incluidos "obliga la necesidad a qlle una u arra vez falten alltondades para algu­nas voces: singularmente para aguellas cuya vulgaridad las excluye de escritos serios, y no halogrado el cuidado encontrarlas cn los de asunto jocoso, sin gue por esto sea culpable la Aca­demia, gue se reconoce obligada a todo lo gue es estudio, pero no a lo que en tanta parte

pende de la contingellcia".

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44 TEORiA DEL DICCIONll1UO 1'I'IONOUNGÙE LA CONSTRUCCrON SI",mOUCA DEL DICCIONARIO

de las autoridades. Ya la antigua retorica romana habia establecido comobase de la correccion en el uso de la lengua cl "consensum enlrutonlm" (Po­zuelo, 1986:79; cf. también Glatigny, 1989); a lo largo del siglo };VI la norma­tividad, tanto ortografica, como gramatical y léxica, proponia tornar comopunto de parrida el uso de 105 buenos escritores, como correspondia a laidea generaI de la lengua en el humanismo. Tal idea deluso no padia serdogmatica y unilateral sino flexible, eo la medida eo gue la determinaci6nde 105 "buenos escritores" era materia de opini6n. El "uso de 105 buenosescritores" debia ser también objeto de imitaci6n, como lo proponia Cice­ron. De manera gue la cita de textos de buenos escritores en 105 dicciona­rios correspondfa a esos clos principios de la nonnatividad heredada de laAntigùedad romana y del humanismo: a partir de la opini6n académicaacerca de quiénes eraTI "buenos escriwres", mostraba ei uso, documenL.m­dolo, confinnandplo, y lo ofreda como ejemplo para la imitaci6n:1l Ambosprincipios se encuentran en .el concepto académico espanoi de la autori­dado Bajo esa entrada, el Diccionario de al.ltoridades define: "Se torna por eltexto, o palabras que se citan de algw10S libros o sujetos que hacen y debenhacer opini6n". Bajo autorizar define: 'También significa confinnar, apo­yar, comprobar lo que se dice con autoridades, sentencias y textos de otrosautores, para mayor calificaci6n o adorno de su opini6n o escrito. " De don­de la Academia Espaiiola no se erigia, eo. principio, como autoridad por simisma, sino gue se presentaba como una documentadora acuCÌosa del usoque, ajuicio de 105 eruditos gue la formaban, "hacia y debia hacer opini6n".

Pero al fin y al cabo participante en la idea de la lengua del "hllmanis­ma vulgar" del siglo XVI, en donde la normatividad de la lengua literariadesempenaba un papel central, y buena alumna de 105 planteamientos dela Academia de la Crusca y de la Academia Francesa, el purismo y la sfnte­sis que se habia operado en la noci6n de "autoridad" arrojan sobre su acti­tuci y sobre su tTabajo una ambigiiedad irrecusable, que impide consideraral Diccionario de Autoridades como el inicio de una nueva fase, menos nor­mativa, que quiza padria l1amarse "moderna" en la lexicograffa de Occi­dente. Pues aunque no haya documentos de la época que expliciten losprobables motivos autoritarios por los que la Academia Espanola solicit6 la

41 Henschel (1969:52): ~L1.S cìta.s sirven en primer lugar para comprobar el uso COITectode las paIabras y sus significados. La umcion de su registro es generalmente pasiva, ya que nodcterminan el significado de las palabras, sino que se subordinan a Ias definiciones, ya seacomo modelo, es decir, como norma, o ya sea como simplemente ejemplos dc uso.~ (Die Zila­lI! dier/ai in er.~ter Linie der Besliiligu71g [comprobadon) der lVarler IJnd Bt:delllulIgen in illT(!1II richtigi?TIGebrauch. Die FUJllIlion dtT Bdege isl weilgelumd passiv, da SÙ! nicht dir Wortbedt'Ulltngm bestimmcn,sondem dm vorliegenden Definitionen :::'11geord1lel IIIerdm, enlweder als VOTbild d.h. Nomi odtT lediglirhals Beis/Jiel fiir dm Wortg-~braurl/.)

proteccion del rey Felipe V, continuaba teniendo vigencia la idea de queera la corte realla que debia establecer las normas de uso de la lengua, comohabia vcnido sucedienclo desdc varios siglos antes en Espana-!-2 y como loafirmaba particularmente la Academia Francesa. De esa forma, la protec­ci6n :real a la Academia serna para mas que para facilitarle el trabajo y do­tarla de fondos para la elaboracion del diccionario: serna para sancionarsu propia autoridad en la eleccion de autores y en la eleccion de vocablospara el diccionario. La normatividad académica trascendia, en consecuen­eia, 105 limites de su propia definici6n de autoridad para instituirse comoverdadera autoridad de la Iengua:13

3.2.6. El valar simbolico de la auton:dad

Se puec1e ver, entonces, como a lo largo del siglo X."VII y principios del À"VIII

la lexicografla monolingiie se desarrollo sobre la base de una necesidadestatal por legitimarse en relaCÌ6n con el paradigma de la antigiiedad cHi­sica y qué papel jugaron en ese proceso 105 enlditos y letrados que, desde

~~ Por ejcmplo, desde que el uso de la corte de Toledo, ya en la epoca de Alfonso eISabio. era cl que determinaba la l10nnatividad espanola. Pozudo (1986:81) resalla L"lmbiénla preocupaci6n de Nebrija por la normatividad y como "acaba reIiriendo ésta incluso a unaautoridad exu<l.lingùlstica, la del Rey~. Pero ademas, hay que considerar la posibilidad de quela Academia Francesa tarnbién hllbiera influido a la Espanola con la idea del bOli llsagl! de Vau­gelas: "la manera de hablar dc la pane mas sana de la corte". (EH el prologo a su RetlwrqupsSUT la lang'ue franroi.'ic, Parfs, 1647, apud Henschel, 1969:45.) (La fa[OlI dl~ pader de la plllS snillr

JlIITlie dc la rUIII'.)n Tampoco hay que olvidar que la capa social a la quc penenecian Ios miembros de la

Ac-ademia, los letrados (aunque vanos de e1los hayan sido tambien nobles, como el mismo m<lr­qllés de Villena), podria habcr vcnido desarrol1ancio una coneieocia particular dc si misma ydc su papcl dentro del orden de la 50dedad, por la cual, como seiiala Hennc (1975:] 1-12) aproposito de la lexicografia alemana, buscaba tener un p<lpe1 delerminante en relacion conla aULoridad del Estado y con los objetivos finales del programa de cultura dc la lengua guese habia ve nido perfilando cada vez miis claramenre a lo largo de los 5iglos "'·VI YXVIt. Desde laEdad Media el letrado ocupaba una posici6n dependieme en las cones europeas. Educado,a diferencia del resto del pueblo y a diferencia incluso dc los propi05 nobles que \e dabantrabajo, debia sentir que su capaddad para determinar las vias de \a cultura y del comporta­miento reaI estaba sllbrogada a la volllntad dc una nobleza generalmente frivola y capricho­sa, por lo gue necesitaba convertirse en miembro de una ~nobilitas literaria" equiparable a la~nobilitas generi". Dc ahi la busqueda, la.nto de privilegios concretos -exenciones, ayudasecon6micas, etc., como los que dio Felipe V a los académicos espaiioles para il.'iistir a cierta~

funciones p(lblicas (Lizaro CaITeter. 1972)- como de posiciones politicas gue le permitieranponer cn practica sus ideas ~para el bien de la monarquia". Que la solidtud del marqucs deVillcna al rey fuera considerar a 105 académicos ~criados de su rvlajeslad" muestra un deseo de

esa c\ase.

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46 TEORIA DEL OICCIONAlUO MONOLlNGÙE L\ CONSTRUCCION Sll'lmOUCA DEL DfCCIONAlUO 47

Dante, reflexionaron sobre sus lenguas matemas. Esa reflexi6n no padiaconsiderar las lenguas en si, por ellas mismas, corno lo hace la lingiiisticamoderna. Por cl contrario, la reflexi6n se efeemaba usando ellatin comoespejo, y 105 medios intelectuales disponibles para elaborar su sentido cransolamente, por un lado, el reconocimiento de la literatura c1isica latina;por el otro, la gramatìca, una rigida norma capaz de salvar a las lenguas dela corrupci6n a gue estaban condenadas por 105 pecados de la humanidad.De ahi que el unico objeto de reflexi6n posible para el pensamiento delsiglo XVII fuera la lengua literaria, sobre la eual también la retorica y la poé­tiea latinas habian ya adelantado un conocimiento formal. La lengua ca­mlin, diversa y mal conocida, quedaba fuera de sus preocupaciones.+!

Las diccionarios del siglo XVII, hasta el Diccionario de Autoridades de laAcademia Espanola eran, por elio, mis catalogos simb6licos, representati­vos, de la calidad del vocabulario literario, restringido por la idea de la len­gua imperante, que verdaderas obras de consulta generales. Su simbolismose dirigia a la legitimacion de las lenguas literarias europeas; representabala lengua como celebraci6n del Estado ante 105 miembros de la sociedadque participaban en éI: la nobIeza, los letrados. 105 "honnète gens", esta­mentos de una sociedad ordenada que todavia era capaz de conciliar Iosintereses de la nobleza con 105 de la naciente burguesia; la imponia auto­ritariamente a el10s precisamente para preservar la gloria del Estado. siem­pre visto como obra de la providencia divina y como forma natural de lasociedad. El resto de la comunidad lingùistica quedaba fuera del circulosimbolico en que se elaboraban 105 diccionarios y tenian sentido: eo clmejor de Ios casos, era un espectador.

],2.7. El jJapel social de la lexicografia

Fernando Lazaro Carreter (1972:148, n,58) ofrece cl interesante dato deque la primera edici6n del Dicrionano de itIlt01idades consto de l 500 ejern­plares, de los cuales mas de 200 se regalaron a di"ersos personajes de la Cor­te espailola; la edici6n tardò en venderse mas de 27 allOS, pues para el allode 1753 quedaban todavia 50 juegos de sus cinco tomos; cl librero madri­leiio encargado de su venta s6lo habia vendido 147 ejemplares elcI primertomo a 105 ocho meses de aparecido. Se deduce, pues, gue ese diccionariotuvo poca difusion. Se hizo pùblico, por supuesto, pero 5115 lectores segu­ramente no provenian de todos 105 grupos sociales de Madrid y de las otras

44 Vease por ejemplo la opinion de Vaugelas al respecto cn el prefacio de .'ilLS &IIJIITtZUfS:

"cl pueblo es solo maesLro del mal uso w• (Le jwujJle n t'Sile mais/re fjW! dII maztTIllis US(Jgf.)

ciudades en gue haya podido venderse, sino que eran, ante todo, miembrosde la corte y eruditos. Aunque no haya datos comparables acerca de la veu­ta de 105 otros diccionarios citados, es probable que haya sucedido lo mis~

mo con ellos. 45 No podria ser de atra manera si, como se ha afirmado, losprimeros diccionarios monolingùes, especialmente 105 de Italia, Francia yEspaiia. estaban destinados a representar simbolicamente la legitimidad dela lengua materna y su valor literario para la celebraci6n de los Estados na­cionales. Para el resto de 105 miembros de la sociedad, segurarnente anal­fabetas en su mayoria, pero ante todo "inexistentes" para el circulo cerradode la nobleza, los letrados y los "honnètes gens", 105 diccionarios no teniantodavia ningun sentido.

3.3. La lexicografia inglesa y el desarrollo de la burguesia

En Inglaterra, en donde el descubrimiento de la lengua materna se habiadado también durante el Renacimiento. pero de manera relativamente di­ferente, pues cl apredo de la literatura latina provoco a la vez el desinteréspor el inglés y la latinizacien exagerada de la literatura, como seiialan Ro­bertEon y Cassidy (1954:328, cf. supra n. 6), la lexicograffa tomo otro cami­no: no se emprendieron obras como las de las academias italiana, francesay espaiiola, cuyo objetivo [uera la celebraci6n del inglés como lengua delEstado (cf. sin embargo, infra § 3,3.1), Por el contrario, a pesar de que tam­bién en tonces se comenze a formar un Estado nacional, el inglés se man­tuvo en un segundo puesto, debido a la acci6n latinizante de 105 eruditosde la corte isabelina. Asi que el origen del diccionario monolingùe inglésfue relativamente distinto y de poca importancia estatal: A Table Alphabetìeall(1604) de Robert Cawdrey46 se ocupaba exclusivarnente de 105 préstamos

45 No ha sido posible encontrar datos accrca de la venL.. de los diccionarios de la Cruscay de la Academia Francesa co el siglo ;"\'11. En elianto al de esm ultima, Bray (1989:1801) anOlaque durante el siglo XVIII se reedito cuatro veces. El de RicheleL, también eo este sentido ta.ndiscrepanLe de la tendencia gue domino el siglo >''\11, a1canzo 65 reediciones y reimpresionesa lo largo del siglo XVJII (Bray, 19S9:1i9S).

w Noyes (1943:601) senala una corrienLe poslergada en los inicios de la lexicografia mo­nolingllc ing1esa: la de los maestros de eSGuela como Richard Mu1caster, quien eo 158:! veia"la nccesidad urgenLc de un dicciooario del inglés gue edificara el prestigio y faci1itara cl usocorrecLo de la Jeogua materna" (tlle uTgmi needforllllEnglish diciionm)' lo build 11/) t/le /m'..slige IlndfacilitatI:' t/li! COlT/!et lIse oJ thl:' mother tOllgl/e) , por lo que agrega que ~flle desaforLunado para cldesarrollo del dicciollario inglés que Ios 1exicogmfos posteriores despreciaran la tradicionpr.:ictica de los maestros de escuela y se orienLaran hacia los elemenLos de la lengua mas ex­céntricos y menos permanentes. Esa actitud Elle, de hecho, la responsable del relraso por misde un siglo en la aparicion del dicciOllario del inglés". (II mas ltllfortllll(l(C for t/II: dL'Ve/ojnnt'Tlt of

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48 TEoR1A DEL DICCIONAIUD MONOLlNGÙE LA CONSTRUCCION SU....mOLICA DEL DICCIQNARlO 49

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del hebreo, el griego, ellatin y el francés (RobertsonjCassidy, 1954:335); lomismo hacia cl An English E'>.jJositour: Teaching the Interpretation aJ the HardestWOTds used in OUT Languagede]ohn Bullokar (1616). El UniversalErymologicalEnglish Dictionary (1721), de Nathaniel Bailey, considerarlo el primer dic­cionario monolingùe completo del inglés, se interesaba por la etimologiaprecisamente como una manera de explicar las palabras dificiles o inhho17ztenns47 que se llsaban cn la literatura de la época.

Pero mientras se multiplicaban los diccionarios de palabras dificiles-mas cn la tradici6n de la lexicografia ffiultilingl1e-, durante la segundamitad del siglo XVII fue creciendo cn la socieciad inglesa la necesidad de es­tablecer una norma de correecion de la lengua, que fijara 105 cauces de larapida expansi6n de su vocabulario y que la conservara, en 105 mismos tér­rninos de prestigio internacional y de celebraci6n del Estado nacional enque se habia presentado en los paises continentales, aunque con una varia­ci6n importante: su difusi6n en un ambito social mas amplio: "la necesidadde una lista de palabras y significados ingleses se prodl~o debido a la com­binaci6n de dos factores principales: la secularizaci6n del conocimiento, elcrecimiento de las escuelas publicas y la invenci6n de la irnprenta resulta­ron, por un lado, en un publico lector grandemente incrementado. Ademas,la muy rapida expansi6n del vocabulario inglés [debido precisamente a laspalabras eruditas y a las aportaciones coloniales] presentaba a ese pùblicolector nuevos térrninos poco familiaI'es".48 Comienzan ajugar un papel enel desarroll0 de la lexicografia monolingiie otr05 intereses, diferentes de105 que habian definido su caracter en la Europa latina, y que correspon-

tlw EuglL'ih dictionary Illat sl!creeding ln.;icographr:rs sconuil tlle jJTactical schou!masters' tradilioTl andfocused 0/1 tlLe more eccenlnc and less pemlllllellt e!ements in the langllagr. 17IU altitude WIlS, in fact, Tes­POllsible for sidetracldllg t/w English dictional)' Jor a ceni!!!)")

4; Cf. Robenson/Cassidy (1954:153): ~Eo el siglo XVI llamaban a los neologis1l1os 'ink­hom Lenns' o 'inkhornisms' para aludir a su origen co la piuma de los pedanLes y para impli­car el hecho de gue no tenian mis exiSLencia fuera de sus textos." (In aie sixleenlh cm/w)' t/wnew wordr were d1tbber/ 'in/dwm lmns' aT 'inllhomisms' alluding lo llleir on'gin Jrom Oli! pens oJpl!dnnt~~am! imjJlying lhat Ihey llad no renll'xislence apart Jrolll this.) Osselton (1989:1944) afinna gue "escorrecto dccir gue, con la excepciòn de Welsey. todos los diccionarios monolingiJes inglesesperteneeicron eo buena medida a la Lradici6n de las 'palabras dificiles': reflejaban la gran ne­cesidad lexicografica de su época". (Il isJair lo say tlwl U/ith Oli! exceliliull oJWesley all HlOJwlingualEnglish dic/ionanes belong lo tlte hard word tradiliDn in some measure: il Trflected tlll! grfUllexicograplli~

calI/l'ed oflhe ag!!.) No encuenLro una Lraducci6n dc inh!zom lerms mas adeeuada gue "palabrasde LinLero" (?).

-18 TlIe /lccd far a lisi oJEnglisll words ami meanings was gUlerated b)' Iwo main factors wurlling incOlllbinatioll. TllI! secu!arization of leaming, (!le grow/h oJpublic sc1wol'i, and Ilze invention oJpl1Jlllnghad, Jar une thing, remlted in a grentl)' illcrl'ased readi'l1g public. 111 addi/ion, tlle Wl)' rapid exjmnsianof Ille E1Jglish voralmlm)' {. ..J presf'Ilted that reading pllblic willl Tle-<1J anil Ilnfamiliar tmlls (Wells,1973:16).

den ~recisame.nteal momento en que la burguesia funda un nuevo tipo derelaclOnes soclales: ya no solamente la corte y 105 eruditos, sino ahora la"public schooI" y la secularizaci6n del conocimiento. La idea de la lenguatiende a salirse del ambito cerrado del gobiemo y la representaci6n verbalde la grandeza del Estado ya tornar un caracter mas instrumental, definidopor la necesidad de conocimiento de una parte mayor de los rniembros dela sociedad.

3.3.1. La imposibilidad de una academia

Sin embargo, la necesidad normativa de la sociedad inglesa no encontr6mejor manera de manifestarse que siguiendo el ejemplo de las nacionescontinentales; es decir, proponiendo la nece5idad de una academia de lalengua gue impusiera una fijaci6n y una validez generales. Para la nacien­te burguesia inglesa, como también para la francesa del siglo XVIII -que esa la gue se refiere la siguiente cita-, "105 cambios sociales del siglo XVIII,

particularmente la consolidaci6n de la burguesIa y las nuevas corrientesintelectuales gue se abrieron paso en el marco de la Ilustraci6n hacia el finaldel Antigua Régimen, casi no afectaron el concepto de nonna lingùisticafonnulado en el siglo XVII. El public cultivé, formado por nobles, eruditos)' ciudaclanos ilustrados, que en el siglo XVIII habia ya disuelto, de hecho, laidea de gue la sociedad cortesana era la instancia de determinaci6n del bo'nusage, adopt6 el concepto de norma lingUIstica de palacio junto con 5USjerarquias y escalas de valores".'19 Por lo que, por ejemplo,]onathan Swift,]ohn Dryden,]oseph Addison y Daniel Defoe se dieron a la tarea de com'en­cer a la Dobleza -pero también a su publico: los lectores de peri6clicos cornoThe Spectator, The TatlL'1', The World- de la necesidad de una academia de lalengua inglesa: Defoe, por ejemplo, urgia al re)' en 1697 a crear la acaclemiacon los mismos argumentos con 105 gue se habiajustificaelo la cI'eaci6n delas academias continentales (vVel1s, 1973:34): "La tarea de esa sociedad de­bena de ser la de impulsar el conocimiento pulido, la de limpiar y refinarla lengua inglesa y dar a conocer la tan negada facuItad de un lenguajecorrecto, la de establecer la pureza y la propiedad del estilo, y la de purgarla lengua de todas las adiciones irregulares gue han introducido en ella la

.(9 Die gesellschafllichC1J Yeriindenmgm des 18.jaltr/llwdL'Tls, insbesondere dm ErslaTke1l des Biir.llud die llt:Iten gcisligen Strrfmungcn, dii! sicll im Rahmen der AuJkliillmg gegcn End,! des

Ribrime Balm &rachen, wirl1ten sich allJ das im 17. jahrll1lnclcrt all.sJoTmulierte SprachnonllkOIl_kaum alIS. Der alts Adeligen, Gdstlichen 1L1u[ gcbildelen Biirge1'l1 :llsammenbreset:le public cullive,

18. jahr/J1llldert die HoJgeJellscltafl ali Bestimmungsimlan: des ban usagejahlisch abgr.l8sl haI/e,iibmwllm dm SjlTacJmormbegrijJ des Hofes nebst seinen so:ialen Hicrarchien und Hhtvorstelbmgrn,

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50 TEORIA DEL OICCIONARIO MONOLINGÙE U. CONSTRUCCION SIMBOLICA DEL DICCIONAIUO 51

ignorancia y la afeetaci6n [ ... ] Gracias a tal socieciad me atrevo a decir queaparecerfa la verdadera gloria de fiuestra estilo inglés y que por todas par­tes del mundo ilustrado se lo llegaria a considerar, como lo es, la mas nobley completa de todas las lenguas vulgares de la Tierra."50 Swift también, en suProposal for COlTecting, bnprovingJ and Ascertaining tlw English Tongllc de 1712l'epeda 105 mismos razonamientos del "humanismo vulgar" para convencerallord tesorero, Robert Harley, de seguir el ejemplo de la Academia Fran­

cesa (idem, pp. 35-36).Por el contrario, paraJoseph Addison, un personaje importante preci­

samente en la cl'eaci6n de las nuevas instituciones de la burguesia,:l1 lanecesidad de una academia ya no se manifestaba como peticion a la reale­za, sino como propuesta en la prensa a sus lectores, y tampoco la concebfacomo una instituci6n real, sino como burocratica: argiifa en T/w Spectator(1711) "que ya que en nuestra constirucion hay varias personas cuya ocu­paci6n es velar por nuestras leyes, nuestras libertades y comercio, algunosde esos hombres se podrian poner aparte, como superintendentes de nues­tra lengua".52

Nunca se estableci6 tal academia: ninguno de 105 que la proponfan seconsidero apto para fundarla, como si fueron los casos de 105 fundadoresde la Academia de la Crusca y de la Espaiiola, asi como tampoco hubo inte­rés por parte del soberano por instituirla, como fue el caso de la Francesa.Los eruditos ingleses, se puede suponer, ya no actuaban desde el interiordel Estado, sino que lo hacian como ciudadanos frente al rey y ante elpublico lector de peri6dicos. Haria falta un estudio hist6rico detallaclo,que considerara el contexto social en que se dio la discusi6n en torno a Esapropuesta y que documentara qué fue lo que detennin6 la imposibilidad

50 T/li! worh oj this socìety s/wuld be fo eIlcourage JJOlite leaming, lo polish and refine ali! Englishtanglle, amI arivance the so mueh Ilegieeted jarnl!)' Dj cOlTect lal/guage, ta establish Pllrity aTlll propriet)'aJsl)'le, and to purge it jrolll alllhe irreglllar addilions alai ignoranee and affectalion have introduced.r. .. ] By sudI a soriety I dare sa)' Ihe tTUe giOI}' Djorlr Ellglish style WOllid appear anri amongall fili! ll'am­ed part DJ the wodd, be esleemed, as il really is, tllI! nob/est and 1II0si comprehensilll! Dj al! tllI! vlligar lan­

guages in the world.51 Habennas (1962:70 y 79..J30) destaca e! papel de Addison como cabeza de un ~little

senate" en e! cafE Button's de Londres, en donde la nobleza y la "inteligcnda~ se encontra­ban -en pic dc igualdad, como "simplemente humanos"-para ejercitar eI "razonamiento"en disputas Iiterarias y arristicas, ql1e mis tarde devendrran economicas}' poHticas, y en la fun­dacion de! periodico The Tatleren 1709, dirigido a 105 ~dudadanosacomodados que: viven miis·en e! carE que eo sus tieodas" (ll/orth)' cìli:ens w/w /ive lIlare in a COffe/wlIse tluw in their slloJ)5) , yque: lIego a tencr gran imponancia en los ioicios de la vida pubnca inglesa.

52 T/wl as in ou1' constitulian. there are several persans wltose Business il is lo walch over ollr La1lls,Ollr Liberties (~nd Cammerce, cerlain mCII might be .Iel apart, as SlljJcr-inlendan[s aJOUT Lan!:,ruage (\Vells,

1973,3'l).

de que se fundara una academia inglesa,53 pero puede suponerse que lascondiciones sociales de la Inglaterra de inicios del siglo X\1Il estaban ya de­masiado alejadas de las que habfan prevalecido en las naciones con tinen­tales, y gue tal cambio correspondio precisamente a la consolidaci6n de laburguesfa y de sus instituciones. Es decir: aunque 105 intelecmales ilustra­dos ingleses justificaran la necesidad de una autoridad normativa para sulengua materna, el esquema institucional en que padria haber cabiclo yano tenia posibilidades de existencia. Ni el gobierno podia asumir autorita­riamente la fundaci6n de la academia, ni la opini6n publica inglesa podIacrear una institucionalidad burguesa que combinara su necesidad de unaautoridad normativa sobre la lengua, como la que ejerdan las academiascontinentales, con una argumentaci6n valida que lajustificara.

3.3. 2. El papel de la bWl5'tesia

De ser asi, el pape! de la burguesia inglesa, como después el de la del restode Europa, se rcvela determinante, al grado de llegar a producir un cam­bio importante en la idea de la lengua que se habIa venido formandodesde el siglo XlI!. Ese cambio tomo tiempo, tanto como el que necesit6 esanueva capa social para llegar a tener conciencia de sf misma. La burguesIahabia ido evolucionando desde las primeras relaciones mercantiles entrenobles, artesanos y comerciantes -como sucedia desde el siglo xv en Ita­lia, o entre las ciudacles pertenecientes a la Liga Hanseatìca, por ejemplo­hacia la relativa fusion, con la nobleza, de 105 grandes comerciantes, due­IÌ.os de un capitaI que Ics conferia ciert.:'1 indepenclencia ante cl Estado, queera lo que se mostraba particularmente en la Francia de los "honnetesgens". Pero desde que se estabiliz6 el trifico cle mercandas y dio lugar a lademanda credente de productos, el trabajo para producirlos tuvo que aban­donar las relaciones de producci6n del mundo feudal y convertìrse en untrabajo soda! extenso, que destruy6 la primitiva alianza de los nobles conlos comerciantes para consolidar el nuevo estamento burgués, productor ycomerciante. A elIo hay gue agregar que las nuevas relaciones comercialc's

,n No ha sido posible consultar el articulo gue cita WelIs (1973:37·38, 0.30) al respecto:el de Charles C. Fries, "The Rules al' COITlmon School GramITlars~,PMI.i142 (1927). Alleo Wal·ker Read, en "Suggeslions l'or an Academy in England in lhe Lalter Hall' or the EighteenthCenmr,,", i\.Iodern Philolog:v, 3G (1938), documenta aùn mas el interés de la Epoca por esL.1.ble­cer una academia, pero no orrece datos gue: pcrmit:m reìacionar la discusi6n con su momen­to social. Segim Wells cita a Fries, la esperanza de imitar a la Acadcmia Francesa desapareci6con la lIegada de la casa de Hannover al reinado co 1714, aunque para Read de be haberscITlantenido por mucho m(Js tiempo,

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52 TEORi-\. DEL DICCIONARlO l\IONOLINGÙE L\. CONSTRUCCION SI!lmOUCA DEL DICCIONARIO 53

III),

III

lIIi

requerian informaci6n sobre mercados e importaciones, y esa informaci6npasaba por el texto eserito de 105 peri6dieos, 105 cuales, a su vez, prontodejaron de ser colecciones de noticias de casas mercantiles y de boletinesdel gobierno, para convertirse en una de las instituciones centrales de laburguesia: la prema, en donde el conocimiento y el debate ilustrados aban­donaron las cortes y salieron, literalmente, a la plaza pùblica. Los enlditosilusrrados, por lo tanto, que dos siglos antes habian elaborado la idea de lalengua como celebraci6n de la gloria de sus Estados nacionales, encontra­ron en la prensa su nueva posici6n y se convirtieron en creadores y porta­voces de la nueva capa sociaI y de su conciencia de si misma.

Habermas (1962:86*88) muestra el papel que tuvo la literatura en eseproceso. Como arte, cuyo valor estaba establecido desde la mas remota an­tigiiedad, y por lo tanto, serna como correa de transmisi6n de la culturasin rompimientos ni contraclicciones, si habia contribuido a encauzar laidea de la lengna del humanismo del siglo XVI y, con ella, a definir el pri­mer valor simb6lico del diccionario monolingiie: la lengua literaria, ahorallegaba a la nueva capa social, y le serna como medio de manifestaci6n desu subjetividad ysu intimiclad -clos climensiones nuevas de la personalidadburguesa- mediante novelas como la Pa'mela de Richardson y la extensaliteratura epistolar que caracteriz6 al siglo XVIII europeo, en las que "las re­laciones entre autor, obra y publico cambian: llegan a convertirse en inte­rrelaciones intimas de las personas privadas, psicol6gicamente interesadasen lo 'humano', en el autoconocimienw, asi como en la compenetraci6n.Richardson 110ra con los personajes de sus novelas exactamente igual quesus lectores; autar y lector mismas se convierten en protagonistas que 'seexpresan"'. Asl que por medio de la literatllra ellector de novelas comienzaa reconocerse a si mismo, "entrando él mismo como objeto" de ella -diceHaberrnas (1962:80)-, pues "aun no es capaz de entenderse a través delrodeo cle una reflexi6n sobre obras filosoficas y literarias, artisticas y cien­tificas". Ysi la literamrajuega ese papel de "interiorizacion" de la persona­lidad burguesa, su vehiculo, la lengua literaria nuevamente, adquiere otrovalor, diferente del que habia privado antes: comienza a manifestarse comofuncional mas alla de 105 intereses del Estado y de su memoria heroica, ycomo insttumento del conocimiento, la razon y la intimidad de una socie­dad que comienza a clescubrirse a SI misma. La lengua deja de ser un sim­bolo exclusivo del Estado nacional para comenzar a convertirse en una ideade "la propia lengua", es decir, de la lengua de cada persona privada y dela del pùblico en cuanto espacio del consenso de 105 ciudadanos.

3.3.3. SamuelJohnson y la alllaridali burguesa

El paso de la idea humanista de la lengua a la burguesa no se complet6 to­davia en el siglo XVIII inglés, sino que qued6 suspendido por la incorpora­ci6n acritica que hizo la burguesia de 105 valores simb6licos renacentistas asus propios valores, mas abstractos l', consecuentemente, mas dificiles deidentificar. Sin embargo, cl Dictionary aj tlte English Langl.lage (l755) de Sa­muel Johnson revela clararnentc cl conflicto nOnltativo de su época y lamanera en que fue la lexicografìa la quc vino a definir sus nuevas dimen­siones burguesas y la nueva concepci6n de la lengua. Participante acrivo enla vida social de su época, bien infOImac1o de la tradici6n lexicograticaeuropea,54 SamuelJohnson tomo parte en la discusi6n acerca de la necesi­dad de una autoridad nonnativa para la lengua inglesa. Pero al contrario deSwift, seiiala iNells (1973:37), cludaba de la bondad de una academia, a laque consideraba "opresiva": "como no deseaba ver 'multiplicada la depen­dencia', consideraba la idca de una academia contraria al 'espiritu inglésde la libertad'''.55 Incluso concediendo la posibilidad de una instituci6n tal,se preguntabaJohnson en qué podria basar su autoridad: "En 105 gobier­nos absolutistas se reverenda muchas veces a todo lo que tiene la sanci6ndel poder y la aprobaci6n de la majestad. Cuan poco tiene eso que ver conla situaci6n de nuestro pais, no requiere subrayarse. Vivimos en una épocaen la que es una especie de pasatiempo publico rehusar todo aquello queno se puedajustificar. Las edictos de una academia inglesa probablerncnte

5-1 Cf. Paul J. Korshin. 'Johll.'ioll amI the Renaissance Dictionary~ en Jot1n1lll of 1111' HisIUI}'aJ Idms, 35 (1974) a/Jlui Congleton (198-1-:87): "No solo posefa Uohn50n] la gran milyoria de105 mas imporlilmes diccionarios rcnacenustas [, .. ]. La cvidcllcia sugiere que Johnson cano­eia directamenle la tradid6n del Renacimiemo y que la sigui6 de varias maneras y de modosuslantivo. Su mezcla de copiosas ilustraciollcs y de ler5as explicaciones, su cOllcepci6n deldicciOllario como lista de palabras y a la vez como historia intelecttlal de una cultura nadonalcomplem [... ] lo ligan con la metodologia del Rcnadmicnta mLlcho mas cercanamente quecon la inglesa." (NOI uul)' dir! he ljalmsllIl] Ollm a grcal 1/((/1/)' of tlw llWJt ill.flrll'lllial &llalsSancl! dif­liollmil,\' [ .. j TI//! nJidcJ1(c SlIggcsls IlIaljolmsoll IlUnu t/re RJ!llaisSllIlfc tradilioll directZ,; IlIId Ihat IIc

follarveli ti in scvr:ml SIIbstrllltial ways. His lIIixlure oJruj)iolls illistraliollS amflerse l'xj)lanaliolls, !lis COI1­

cepltoll oJ t/II; diclionmy as botll word-lisi allI! illtclll'cillal hislm)' DJ ali clltirc ll11tùlr/al wl/I!re [... ] al[alr'se qualitics DJ Ihl! Dicliol/m)' felflfe lo tlle lIll'thor/ology oiRauti.ullIlti! (i!:deo!Jfap!ly Iar /Ilore closet)' t/larllo t111' ElIglish). con lo que resulta erronea la frivola afirmacion de Hulbert (19G8:12~13) de que~el origcn y cl de~arrollo dc la lcxicografia inglesa fne muy poco afcctado por la lcxicografiade orro~ paises; los atltores procedicron como si no cxisticra la compilacion de talcs libros enninguna aLra parte~. (Yhe Ori!:,rill (l}U! dL7JdojJmmt of English diclioJl(11)'-malring has bem bui lil/lcafJectl'd by tlw {1~xiCOb'T(/jJhy DJ ot!ler (oUTlldl'S; aulllOrs flave j)J"ocmlrr! 11.1' thollgh 11Ii'n' WI'l"I' no w//lpilillgDI slIc1I boohs eluwlu:re.)

;,,, Noi wishing lo sa 'dejwndaJlce lIIultiplia[', hl~ SIlW 1111' lIolùm oIII1I aradmll)' rolwtCf lo t/lI! 'sfii­ril oJEnglish (iberi)' '.

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54 TEORLA. DEL DICCIDNARlO !VIONOLINGÙE L\ CONSTRUCCION Srr-.mOLICA DEL DIccrONARIO 55

serian leidos por muchos, s6lo que podrian esta.r seguros de desohedecer­10s. Las modos actuales de nuestra naci6n se burlarian de su autoridaci."5ij

A pesar de su eluda, Johnson perseguia 105 mismos ideales de fijaci6nnormativa y de pureza de la lengua que se habian elaborado en Europadurante 105 siglos anteriores y que se habian carporizarlo en las academias:euando dio a conocer su "PIan of a Dictionary of me English Language"(1747) consideraba su "objetivo principal presenrar la pureza y fijar el sig­nifìcado de nnestra idioma inglés",57 aunque, como la Academia Espaiio­la,5fl consideraba que la autoridaci de su cliccionario clebia de provenir enù1tima instancia de las autoriclacles que citara: de "writers of the first repu­tariaTI" y no de una sanei6n autoritaria externa.

Que e1 problema de la autoridad le resultaba, a pesar de lo dicho, inso­luble e incomodo lo prueba llna breve consideraci6n de tres textos al res­pecto: en el "PIan", que dirigiaJohnson a Lord Chesterfield con la idea degue éste se converrnia en su mecenas,59 confesaba gue "una vez tuve la dudade si no me estaba atribuyendo a mi mismo demasiado al intentar decidir­las Das cuestiones de pureza y de propiedad], y si era mi tarea extendennernas alla de proponer el problema y exponer los sufragios de cada lado.Pero de entonces para aca la opinion de Su Senoria me detennino a inter­poner mi propiojuicio y, por lo tanto, me dedico a sostener lo que parecernas acordado con la grarTI<ltica y la raz6n ... puedo esperar, Su Seiioria, queya que usted, cuya autoridad en nuestra lengua es tan ampliamente reco­nocida, me ha comisionado para declarar mi propia opini6n, se me consi­dere en ejercicio de una especie de jurisdiccion vicaria; y gue el poder quehabria podido negarse a mi propio reclamo me sera concedido por ser cle-

51; III absolute govL71wmenfs, llu:re ìs, samellmcs a geTll:ral rrot'reTlCC paid to alt tlmt has Ihe sallctlalloJpawer, and ali! COllntmance oJgrtatlll'SS, How Zittle this IS tlli' state oJOl/r COllntry mcds rlOl to be told.H'i' live in 071 alfe in which il is a liind oIpublidl sjJOrt lo refiue all respl'ct lhat C(J7l1/ot be enJoTerd. Theediets oJ ali English awdl'my w(mld, jJmbabl)', be mul b)' man.v, DIIi)' tlml Ihe}' might bi' sure lo disobl'Ythelll. Tlw pres.eul manl1eTS DJ our nation UJottld deride alltlwTiI)'. De su obra Livcs oJ the Por'ls, lII,16;

1,164-165, apuriWells, 1973:37..57 Chiejilltenl to jJreslrJc the puTit}' aJ1(I a.m:rtain Ihe meanillg oJ Ol!r English idiolll (ajmd Wells,

1973:'11).SH No puede uno dejar de notar que la Academia Espalìola y su diccionario son los uni­

cos gue no parece citar Johnson -y'si a la Cmsea y la Francesa- ni [os autores del siglo :exgue lo estudiao. QueJohnson no conociera ei Dicdonorio de alttoririadl's es probable, pues ape·nas habia aparecido veintiun alìos antes de su Pian. Pero gue lo.'> esLUdiosos eomemporaneosno vean mayor ccrcania entreJohnson y la Academia Espanola gue entre él y las OIraS dos aca­demias es, por decirlo suavemcnte, ma... gue extra1Ì.o.

5!1 Philip Dormer Stanhope, Lord Chesterfield, ademas del prestigio intelectual de guedisfnll.aba cn Londres, era Secretario de Estado, por lo que reuniria en si mismo la autoridaddel Estado conIa del erudito, en cl aotigllo esquema del "humanismo VlIlgar~.

legado de Su Seiiona".iiO Pero Chesterfield no acepto esa propuesta de "re­presentacion" de su propia autoridad proponiendo, en parte por galante­ria, en parte quiza por convencimiento, que Johnson asumiera del todo laautoridacl en su famosa cleclaraci6n a Tlze Warld (28.11.1754), por la eualafinnaba que "debe acept..ì.rse gue nuestra lengua esci actualmente en Unestado de anarquia que quiza todavia no ha a1canzado su peor situacion.[ ... ] El buen orden y la autoridad san necesarios ahora.. (Pero en d6ndehabremos de encontrarlos y, a la vez, a quién hemos de obedecer? Debe­mos recurrir al viejo expediente romano en tiempos de confusi6n, de esco­ger un dictador. Por ese principio, day mi voto al senorJohnson para queDcupe ese grande y dificil puesto. Yaqui mismo declaro que cedo todos misderechos y privilegios en la lengua inglesa, como libre subdito inglés, alsusodicho senor Johnson por e1 tiempo que dure su dictadura".61 Con unlenguaje legaI, propio de las nuevas instituciones de la burguesia, Chester­field logro en eierta rnedida atribuir aJohnson esa autorìdad, y este ùltimono la nego, sino que intento suavizarla en el prefacio del diccionario: "to­dos aquellos que estaban persuadidos de mi objetivo requieren que fijenuestra lengua y ponga un alto a esas alteraciones que, por el tiempo y elazar, ha "enido sufriendo sin resistencia alguna. En consecuencia he deconfesar gue me senti halagado por alglill tiempo con ello, pero que ahoracomienzo a temer que di lugar a lIDas esperanzas gue ni la razon ni la expe­riencia puedenjustificar".62

Pero la asunci6n de autoridad por parte de Johnson, incluso con el es­paldarazo de Lord Chesterfield, podria haber resultaclo nula si la socieclad

"Il l TIIas once in daubl whelher lshollld no! attributi, lo m),sdJtoo 1/tllch in attempting lo decide Ihe1ll(que.sfians oJpurit)' and pmpL'fiy), and whether J1ly.pmvince was to e.'CtemI be)'owl the proposition oJthequeslion, auri lhe displa.v oJ lhe SIIffrage.~ on eaeh sìde; bllt l have si7lce bem detennined by .vour lorrlship 'sopinioll, lo interpose m)' own jlldgemml, and shall thereJore endeavor lo SHPport whal ajJpears to be 1II0S/consonant to grammar and Ti!IlSon .. , I/lla)' lwpe, m)' Loro, that since you, wllOse atttllOrity in al/T lan­guage i.r so generalZv aclmowledged, have commissionol me to declare 111)' oIlln opinioll, l shall be colIsider­ed as exerdsing a hind oJvicanolLs jU'risdiction; and thal tlli! POWL'T whieh might havc bem denied lo III)'own claim, wiil be readil)' alloTm:d me as the delegatc OJYOllT Lordship (aplldWells, 1973:42).

fil Il must be al/mcd that (IlIr langllagl~ is, at jJl"CSCIlI, in a stale DJ anarehy, alld hitlu:rto, perlwps,it may not have been Ihe IlIorse oJ il. (. .. ) Good ordl.'T aruI authori('1 are now Iwce.ssary. Bui w/u'Te shailwc filld them, amI al Ihe sallle lime, the obedimcc due to Ihc1II? }Ve musl haTle recOllrse lo lhe oid Romalle-t"pediellt in limes oJ eonfilsiou, and dwose a dictalar. UpOli this principle, I gìve my vole far !vIr. Julm­san to fil! that great mld ardUOllS posto .tlnd I hereby declur!!, that I malte a folal.mTTE1ld~'T oJ all m)' n'ghtsand pnlJileges in the EngIish language, as a frl.'e-bom Brilish subjret lo Ihe said Mr.Jolmson eluring Ihl'temI aJ !tis dictatarship (apud Wells, 1973:39-40).

6~ TJlOse wllO havl! been persllaell'li lo t!tinl: well oJ n/)' design, relJuirr that it sl/Ouldjix al/T lunguage,and pl/t a slop to alOse alterations whieh fime alld chance have hilherta been suffITed lo malte in it IVith­aut opposiliOll. H'7th tltis c01lSl'lJtlence I will conJw that I flattered myself a tIIhile bllt nOlll begìn lo Jl'urtlw! I have inriulgcd expectation whidl neilha reas011 nor e"periellcc caTi justifJ' (Wells, 1973:4~).

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56 TEORiA DEL DICCIONAIUD MONOUNGÙE lA CONSTRUCCION 51l\.mOLICA DEL DIccrONAIUD 57

inglesa no hubiera acogido al diccionario de la manera en gue lo hizo. Elpublico lectar, cuya cantidad habia crecido gracias a 105 valores ilustraciosque se manifestaban en la nueva legalidad inglesa, en la actirud combativay libertaria de la burgucsia, en la prcnsa, eu la difusi6n de la literatura y enla escuela publica, comenzé por comprar el diccionario. 63 Las reserlas Yco­mentarios periodisticos gue aparecieron inmediatamente después (cf. unabuena colecci6n de ellos en Congleton, 1984) coinciciieron en considerarque cl diccionario de Johnson "suple la necesidad de una academia de be­llas letras"ti4 y, en consecuencia, lo afinnaron como autoridaci incliscutiblede la lengua inglesa.65 La necesidad normativa de la socieciad inglesa elu­di6 de esa manera la formaci6n de una academia autoritaria; y mediante elrazonamiento publico que se daba en la prensa, mediante la recomendaci6nque recibi6 el diccionario por parte de personajes distinguidos precisa­mente en la arena publica, lo convirti6 en una nueva instituci6n normativa,desligada de la sanci6n estatal y, por el contrario, aceptada por la sociedadburguesa ilustrada. Con ella, el diccionario monolingiie -representadopor el de Johnson- adquiri6, por primera vez en la historia de la lexico~

grafia monolingiie europea, un valor independiente del Estado, fundado ala vez en 105 valores simb61icos heredados del humanismo literario y en sufuncionalidad social burguesa. Como se decia antes, la burguesia no rom­pio con aquellos valores, sino que 105 reintrodujo como elementos de sunueva institucion: el diccionario de la sociedad burguesa no negaba suorientaci6n tradicional hacia la lengua literaria y tampoco su importanciapara la celebracion del Estado, pero ahora las asumia como valores ptibli­cos, como valores de una sociedad mas amplia, guiada por la razon y porel igualitarismo.

63 Aungue no ha)' dalos de la venta del Dictionary aJlheEllglish Lallguageel aiio dc su apa­rid6n y los inmediatamente posteriores, se sabe gue fUe un éxito de libreria: en 1788 se impri­mieron seis mi! ejemplares de su edid6n en folio; y la primera ediciòn en OClaVO lleg6 a 10540 000 en 1786 (Sledd/Colb, 1955:113-11'.1" aplld Osselton, 1989:1950).

fi, !-Ialh mpplied III/! Wanl oJ ali Acadnny afBelles Lelfres (apud vVells. 1973:44-).

m; CC por ejemplo cl comentaIio de Robert Nares, en 1784, (apud Wells, 1973:46): "Eldiccionario inglés apareciò. Y como el peso de la verdad y de la razon es irresistible, su auto­ridad casi ha ftiado por completo la forma exterior de nuestra lengua. Y como se han hechopocas reclamaciones a sus decisiones... es de esperarse seriamente gue ningùn autor illtenta­r;i hacer innovaciones ligeras en el futuro." (The Ellglish DictiO/lmy ajJJJI!ared; and as the weight oJImili and rcason is imsi.rlible. ils autllOrit)' has neariy fixcd lhe exlemalJonll oJ al/T langl/age; aud frolliils decisian5 Jew appeals halle yel beCll made, .. il is eanzestly la be IwJI/!d tllal 1Ia allllwr willlteuceJortll 0/1slight graltnds, be lempled lo imllJvale.)

3.3.4. Un nuBVO sentido de la autoridad

Robertson y Cassidy (1954:338) confirrnan esta conclusi6n cuando senalanque: "la autoridad de 105 diccionarios surgio de dos fuerzas al menos, pre­sentes en 105 siglos XVII YXVIII, una artistica [la literaria] y otra socia1.[ ... ]La seguncla fuerza que condujo a la autoridad de 105 diccionarios -la so­cial- llego con el arribo de la c1ase media a la prominencia sodal, y conel desarrollo de su ansiedad por la 'correcci6n' en el habla",65 y al hacerlo,destacan un elemento Duevo en el papel que comenzo a tener la lexicogra­fia en la sociedad inglesa del siglo XVIII: la "ansiedad" burguesapor la CD1Tec­don en el uso de la lengua. Cìerto, uno de 105 elementos importantes paracomprender el nuevo valor del dicdonario es esa necesìdad de con"ecci6npor parte de la sociedad, una preocupaci6n que antes no tenia el mismosentido, pues la biisqueda de 105 enlditos y 105 nobles de 105 siglos pasadosera sobre todo una bùsqueda de pureza literaria, correspondiente a su con­cepci6n aristocratica, mas orientada a la ce1ebraci6n de la lengua gue a suensefianza, mas a la constatacion de su calidad que a la infonnaci6n de unhablante desconocedor. Para el publico burgués, en cambio, e1 diccionariose convertia en una obra verdaderamente pedag6gica, que ponia a su dispo­sicion una lengua "correcta" a la que llegaba como reswtado de la conquistade su espacio pùblico, y de la que tenia que apoderarse con la ayuda, prime­ro, de la escuela, después, del diccionario. Yakov Malkiel (1989: 63), aunquehabla de la lexicografia en generaI y no de su historia, confirrna este nuevomomento del clesarrollo de la lexicografia monolingiie: "El lego [... ] se sÌr­

ve del diccionario principalmente para l1enar con rapidez y sin esfuerzo suspequeiias lagunas en su conocimiento de la lengua y del mundo que lo ro­dea. 5610 secundariamente se desarrolla una variante del diccionario, queal igual que la gramatica elemental, persigue el objetivo de enseIÌ.ar allec­tor, en tono didactico, las fonnas del 'liSO de la lengua acefJladas social (o escolar­mcn.te)"57 (las cursivas son mias).

El diccionario se convirtio en autoridad, pero precisamente por esanueva funci6n que comenzo a tener en la sociedad burguesa -por su ca-

fir, The alllhorily oJ dictiollaries arose alLt aJ alleasi two forces jJn!smt in /Ili! sevenleenlh anrl eigll­teenlh Cflltunes, alle mtislic, the ather sodal. [...} TlIe sec()nd Jarce which led lo Ihe aut/lOril)' aJ diclio­nanes -/Ile sodal one-- callI/? wilh Ihe rise aJthe middle class la sodaljJrQmillence, allllllll! d~'VI'I()j)lllent

oJ mid[lli' class am:iety abollt 'ro1Tl~clness' in spacll.lli Der Laie [...} bedie/ll sich indessen des VWirlerbrlclles hauptsrichlicll, 11m allo'rlei Ideine LjiclwYl in

seinem lVissen 1I0n Sprache lInd Umwelt se/melilmd olme Miille:u Jiilien. Erri selmlldiir enlwiclwlt sicheine Fananle des Warterbuchs, diI' gC1lau wie diI' Elemenlnrgrammatih das Ziel vnfolgl, dm Leser ilb!!rdie gesellschaftlich (oder schulmassig) zulassige Form des Sprachgebrauchs il! didahlisc111!1I!Tan :m unlenichtell.

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58 TE.ORiA DEL OlCCIONARID MONOLINCUE u. CONSTRUCCION SIr.lBOUCA DEL DICCIONARIO 59

facter didactico- SU nueva autoridaci -lograda, notablemente, citando "au­toridades"_68 revitalizo el doble sentida que tenia el vocablo en el siglo },.'VU:a la vez gue mostraba Ios usos ejemplares del vocabulario, autorizaba suimitaci6n como eorrespondiente alma lengua compartida por el publico yaceptada por él como verdaderamente su propia lengua. La autoridaci, enconsecuencia, no le venia al diccionario de una sancion extema, como ha­bia sucedido en Europa continental con las academias, e incluso no le veniadel valar personal de Samuel Johnson con todo y el apoyo de lord Ches­terfield, sino gue se generaba en el solo hecho de gue cantenia el vocabu­lano eompartido por la sociedad burguesa, el vocabulario aceptado comopropio por ella misma. De ahf gue, también por primera vez en la historiade la lexicografia monolinglle, se hiciera expl:fcito un nuevo valor del dic­cionario: el de referencia para cuesùones de jurisprudencia, como lo mues­tra un cornentarlo al respecto en 1806: el diccionario de Johnson "inclusoha sido reconocido por nuestros tribunales judiciales como la norma [el es­ciudar] de la lengua inglesa".69 Un reconocimiento de ese orden implicaque en el diccionario ya no se veia unicamente el monumento a la glorianacional de la lengua inglesa, sino el catalogo de palabras que determina­ban el sentido del discurso en una sociedad regida por leyes abstractas yuniversales, cuyos miembros reivindicaban su igualdad de derechos y la exi­gencia de razones para poder aceptar un acta de autoridad. En un derechoconsuetudinario como el inglés, esa normatividad fijada por el diccionariodefinia un escindar, un marco de referencia para la validaci6n del discur­so legaI y procesal. No de otra rnanera se prodl~o en la sociec1ad inglesa "laidea de que el cliccionario es el estindar de la lengua, la idea del diccionariocomo suprema autoridad lingiiistica",io que tanto parece asombrar a varioslingùistas contemporaneos.il El diccionario se convirti6 en instituci6n nor-

fili La selecci6n de autoridades provenientes de b literatura inglesa eo cl diccionario deJohoson es comparable, eo amplitud, con la de la Academia Espaiiola; y el mismo principiono dejar:i de aplicarse en obras posteriores.

1i9 Has eVeIi been Tl!cognized in OUT CDlITls ujjudicaturl! as lhe standani oJtll1! English language. Eouna cana al editor del AJonlh~l' .iHaga::ine; or, British Register, X-'{J, 1806, p. 22,1, apud Congleton(1984,38).

j{) T/w idea oJ tll/! dicliollal)' a.r tlw slandardJorlile language, Ihe idea oJlite dictionary as .'ilI/Jrcmelingl.listie al/lllOnly (vVells, 1973:23).

71 Siempre se ha tratado de comprender la autoridad de los diccionarios modernos, esdedr, desde el dicdonario dc ]ohnson en adelante, como erecto unico del purismo y de laconcepd6n lexkogrfifica del siglo XVI. Asi, Al1en Walker Read afirmaba cn 1937 gue el perio­do de la lexicografia inglesa entre 1755 y 1828 era importante ~porque cO esa época flored6por completo la actitud purisL1. }' la autoridad del dicdonario qued6 bien establecida en lasactitudes de 10s anglohablantes K (berallsl! in il the p1l7istic allilude rallle lo Jijll flower and diction.myaut/lOnt\' becallw wdl establisiled in Ifle allilude.; uJEnglish speallers. i~pud Wells, 1973:25, n. 70), sinconsid~rar los cambios fundamentales gue se dieron en las sociedades del siglo xvm, en com-

mativa por ese fenomeno de la constituci6n de la racionalidad burguesa.No por ignorancia, en la época, de los actuales criterios anti-nonnativos dela lingiiistica, sino por evoluci6n en la idea de la lengua, determinada por laIlustracion y por la conciencia social de la burguesia.

3.4. La versi6n estadounidense de la lexicografia inglesa

Del nuevo papel del diccionario en la sociedad burguesa ilustrada pareciadarse mejor cuentaJohn Adarns, quien seria posteriormente segundo pre­sidente de Estados Unidos de América. \Vells (1973:49) asienta que, a dire­rencia de Swift, Adarns, en 1780, estaba "mas interesado por el efecto sodalunificador de una lengua nacional estandarizada,junto con su utiiidad comocriterio de mérito individuaI en una sociedad democra.tica".i2 Una repùbli­ca naciente, cuya cuna lingiiistica estaba no solamente en un pais extranje­ro, sino ademas en aquel del que se independiz6, con el consiguiente juegode pasiones, recIamaciones y acusaciones que se dio entre Estados Unidos eInglaterra dnrante los primeros anos de la independencia, encontr6 rapida­mente una manera de reivindicar la lengua inglesa para ella misma: func1aren la democracia -la igualdad de derechos- y la unidad nacional su pro­pia idea del inglés. Por la democracia, Adams se aponia a la concepci6nestatal monarquica de la lengua y rechazaba la posibie imposici6n de unaautoridad inglesa, asegurando que "hasta la fecha no existe gramatica o dic­cionarlo alguno de la lengua inglesa que tenga la menar autoridacl publi­ca; y solo muy recientemente se public6 un diccionario tolerable, aunquepor una persona privada Uohnson] ".i3 Pero al mismo tiempo, Adarns el ilus­trado deseaba llegar a constituir tal autoridad siguiendo el ejemplo de lasacademias europeas, como lo proponia en una carta al presidente del con-

paraciOl1 con lo que eran las de los siglos XVI YXVll. Wells (1973:38) no logra desembarazarsedc las tar,l.S gue impone una estrecha concepci6n descriptivista de lo gue ~deben ser~ los dic­cionarios y, por ello, se ve obligado a afinnar gue ~el origen de la idea del diccionario comoauroridad suprema de la lengua es, sin embargo, oscuro" (Il/(! oril,'ill oJthe 1I0tion oJt/1e dictiunmy(JS JlIjJreme arllhnrity in fnnglUlge, however, i.r obsCllre). Algeo (1989:31-32) tiene una idea pareti­da a la de Wells y sostiene que ~tal dependcncia de los diccionarios para ucases linguisticos escl resultarlo de haberles asignado eI papel de academias y de mirarlos como autoridades de lalengua~ (s/Jch dejJlmdence on riictiOJwril!sJor ling1.lÌslic u/msrs io lile remlt oJ assigning thcm t/Ie role oJarademies and oJ looking lo tilem as mlt!lOrilics 011 langltagr).

72 Alare intereslnl in lhe sorially IIniffingeffect oJa standard nalionallanguag-r!, alrmgwith il.5 uli­lity IlS a criterioll oJ illdividualmcrit in a demorralic socicty.

73 To Ihù day tllI're is no grammarnardictùlllaty exlanl oJthe Englisil [angllage wllich has t/I{! lcastpublic Ill/tilmit),; and il is Oll~i' VCI)' latc~v, lIwt a tulembll! dicliOJwT)' has ban published, /.'V1'1l !J)' a pri­vale pl.'rsoti {jo/mson] (Wells, 1973;49-50),

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60 TEORÌA DEL DIccrONAlUO MONOLINGùE L\ CONSTRUCCrON Sr~m6LICA DEL DICCIONARID 61

greso de su pais, y acudiencio, por lo tanto, a una sancian externa: ahora ladel congreso mismo: "El honor de formar la primera instituci6n publica pararefinar, eorrcgir, mejorary fijar la lengua inglesa, espero que esté reservadopara e1 Congreso; tienen todos Ios motivos necesarios para influir a unaasamblea pùblica para que lo emprenda. Tendra un efecto feliz sobre launi6n de 105 Esrados cl que haya un estandar pliblico al que se puedan reJerirtodas las prrsonas de todas partes en cl continente. "74

De nuevo, por lo tanto, aparece cl interés estatal por la lengua, aunqueya no como rei\~ndicaci6nde un prestigio eomparable con cl de la Antigiie­dad c1asica, sino como erigencia de la uni6n que dio lugar a Estados Unicios,y que requeria la comunicaei6n publica.i5 El inglés se legitima ahora no porsu pasado chisico, sino por su futuro prornisorio, acorde con e1 milenarismoilustrado que dio origen a ese pais: "La lengua inglesa fne grandementepcrfeceionada en Bretaiia durante un siglo, pero su mayor perfeccion,junto con la de todas las demas ramas del conoeimiento humano, quiza estareservada para este pafs de luces y de libenad"i6 decia Adams77 en un perio~

dico bostoniano de 1744 (apud Wel1s, 1973:48).

],4.1. La lengua nadonal camo estandar

La idea de la lengua habia cambiado para 105 angloamericanos: se buscabasu f~acionya no tanto para preservar la literatura c1asica -ni mucho menos

74 The l10110rnffol"lIling Ihe firsl public inslitltliOllfor rejinillg, romcling, improving and ascerlaùl­ing Ihe English langllage, Ilwj)E! is reserocfi fOl" Congress; tlury haVl! t'Ve')' moiive thal can/JOssibfl' influt:llCr:'a public asselllbl'lIO ullllertalw il. l! will have a IWjl/J)' eJftcluJJ(JlI Ihe ll11ion oflhe Siales lo flaVI! a pllblicsfandardJor ali per501IS iII every part al thl! crmtimmt io appeal to (apl/d Wells, 19i3:S0, las negri­tas san mias).

75 No deja de sorprender el recurso tradicional a la gloria de la Antigiiedad en la propues­L'l de Adams: ~Las republicas [ ... ] alcanzaron cn e1 pasado la mayor 'pureza, riqueza y perfec~

ci6n de la lengua' que hayan podido a\canzar otras formas de gobierno. Las historias de GredayRoma 5ugieren, arguye, que gobierno ylengua pueden influir5e reciprocamente, t,mto como00"05 aspecto!-i de la cultura, y que una lengua nacional pura es fundamental para la 'libertad,la prosperidad y la gloria' .n (RL1Jllblics (. . .] havl! in illl: IlaS! altailll!d greater 'plllily, I:Opiollsnrss a7ld/Jf'Ifection DJ lanf,,11UJge' Ihan ol!u:rJonns DJguvemlllt:lli. The histO/ies oJ CITea and PUJllle suggrsl, he ar­gl/es, 110m guvenlment and ltmguage ma)' illjlucllce mch olher recijJlucally, as wi!l! as otlwr asjleelS ofIhc m!­lure, ami Ihal a pure /laliOlW! languag-.. isJundamenta!lo 'lilimt)', pros/JI.'1ily alld glo!)", Wells, 1973:49).

7u T/w English lanf:,11WfJI! fuu been greatly imjJ(ullcd in Erilain lUilhill a a-1l11l1)', bui iis high!'st jll.'rJec...liOlI, lvilh L'lIery otlll:r braneh oJ hU11ltln lmowledge, is /Icrlmps reserved far this Lami DJ lighl andJrel!dmn.

77 Y agregaba en su carta al congreso que el inglés -americano, por supuesto- estaba"destinado a 5er en los siglos siguientes la lengua mas generaI del mundo, mis generai de logue lo fne ellatin y de lo gue es hoy el francés". (Destilled lo b/! in Ihe lleXllllld succl'edillg fE!111u­

ries /Ilore g,mcrally lhe ltlngllllge oJ tlli! wor!d than LatiTI was in lhe iast or Fmneh is in the J!rr.selll agl!,Wells, 1973:50.)

para reivindicar su legitimidad nacional segùn el patr6n de la Antigtiedad­como para afianzar su nacionalidad. Por eso, a 105 intentos conservaduristasque se inc1inaban parla nonnatividad britanica, para preservar la capacidadde eomprensi6n de sus autores cliisicos en Estados Unidos, Noah Websterre~pondfaque, si acaso la reivindicacion angloamericana del inglés para simlsmos produda una fragmentaei6n semejante a la que sufri6 ellatin enEuropa, "seguramente seria un gran infortunio. [... ] Si tal acontecimientotuvi~ra lugar, el pueblo de este pais debera. aprendcr inglés y leer a 105 auto­res mgleses como lo hacemos con Livio y con César. Una cosa es eierta: lasobras de Milton, de Pope y de Addison senin leidas por los americanos hastague sus descendientes se libercn de sus lazos conductores, crezcan a la edadadulta en vigor intelectual y escriban libros gue les gusten mas",iB

Pero ~en qué sentido la lengua podia afianzar la nacionalidad de 105 es­tadounidenses? Precisamente en euanto era la que garantizaba sus posibi~lidades de comlmicaci6n l', por ellas, el adecuado funeionamiento de lasinstituciones publicas. La sociedad republicana y democratica intuia en lalengua la base de su constituci6n pùblica: la condici6n de posibilidad detodo discurso que tuvicra valor generaI para 105 ciudadanos de ese paiS.79Afinnaba por eso Horace E. ScudderBO que, para vVebster, "la lengua es elinstrumento no tanto de la literatura como de la diaria asociaci6n, [vVebs~

ter] concebia el diccionario camo una obra de referencia para el lectorcomùn, y como una gufa para su correcto uso de la lengua vermicula. Veiael tema desde ellado de la nacionalidad, Oohnson] desde el de la Iiteratn­ra"BI (las cursivas san mias). En cuanto estandar comlm a 105 Estados reeiénfederaclos, el inglés fllndaba las posibiliclades de comunicacion de toda lasociedad, sobre todo tornando en cuenta gue ésta requeria una concienciapropia diferente de la colonial y gue, adernas, debi"a de crearse con el apor­te de la inrnigraci6n europea, para la cual debfa convertirse, primero, enlengua naeional, que sustituyera la pluralidad de sus lenguas maternas,

7a !'hat l ...} i/loufd ccrtai7liy be a b'Tl'at misJortane. l ... } IJSllch an rom/ shoald lalw jJlaee, the pco­~le oJt/w; co~nl1y must leam Englùh and read tll/! English aut!JOTJ flJ Wl: do Livy ami Caesar. One Ihingil VLry ccrlalll: the worlti DJ Millon, PapI!, and A.rldison will be read bv :lmCT'Ìcans tilI OI/T desceudanlsdivesl thelllselves oJ lheir leading sllings, graw up lo lIlanhood in inteU;dllal vigor, and unite boalti tfwtlhey lilw belier (en StL~ cartas, ajmd Wells, 1973:55).

79 En una carta a su amigo Timothy Pickering. sostenfa Webster qt1e ~una lengua nacio­nal e~ un IalO nacional, ~y qué paislo precisa mas que América?" (A lIationallml!,111age is a natio-­nal tle, and mllat country wa7lLs it more than America? Apud Wells, 1973:56.)

8U En Noall lvebsler. American Mm of Lellers, Boslon, 1881, pp. 242·243, apud Congleton,1984:50.

. 111 Langl/age is Ihe inslTUl1lmlnot so much al literaturi! as ofdai1y association. He thillk.s oJ a dic­tlon(1)' as a booh ofreJL7"t:IlCe Jar Ihe /Jlain readl'r, and a f5làde to him in Ihe correcl use ofhis l/cmacular.rWelislL7"} sees the subjecllrvm Ihe side oJnali07wlil)', (Jo/l1lson) from l!tai of fitcrature.

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62 TEORiA DE.L DICCIDNARID MONOLINGÙE L'\ CONSTRUCCrON SIMBOUCA DEL DICCIDNAlUO 63

A pesar de esa intuici6n, la c1aridad de Ios simbolos tradicionales, comola preservaci6n de 105 C1<15ic05, la busqueda de una lengua pura, la legitimi­dad de 105 Estados, y la pertinencia de la autoridaci lingUistica continuaronjugando su papeI simbolico también para Estados Uuidos de América -co­mo lo siguen haciendo aùn ahora en muchas partes del mundo-, por loque el debate acerca de la conveniencia de crear una academia de la Ien­gua inglesa cn Estades Unidos continuo por algun tiempo y cl purismo sesiguio manifestando hasta el mas redente pasado. Sin embargo, como enInglaterra, 105 intentos de fundar una academia o, en general, una insti­tuci6n cstata! que vigilara la pureza y propiedad de la lengua inglesa cuEstades Unidos no prosperarono Como en Inglaterra, o quiz5. con mayorclaridadque en ella, 105 valores democr5.ticos e ilustrados de la burgucsiaangloamericana no dejaron lugar para una instituci6n de esa clase. Por clcontrario, nuevamente hubo dc ser un diccionario, el American Dictiona1)1 oJlite English Langllage (1828) de Noah vVebster, cl que se constituyera cnautoridad.

3.4.2. Una idea "cientifica" de la lengua

Noah vVebster, ademas de un patriota combativo, era maestro dc escuela,por lo que su interés por elaborar un diccionario parece haber comenzadoen el reconocimiento de las dificultades gue tenia el escolar para aprendera leer y escribir su lengua materna. Su objetivo inicial era, por ella, una rc­ronna del sistema de escritura, orientado, naturalmente, por el hoy llama­do "principio fonol6gico" de que a cada fonema clebe corresponder siempreuna Vla misma letra, con la idea de que tal refomla facilitarla el aprcndi­zaje de la lectura y la escrinrra del inglés. Asi que se dio a la tarea de revisarla ortografia inglesa, tratando de discemir, primero, una "causa interna" quepennitiera descubrir una regularidad de la propia lengua sobre la cual mon­tar lilla ortografia razonacla. Después, tratando de encontrar una explicaci6no, mas bien, una raz6n, a la persistencia de la cosrumbre ortografica queterminaba por derrotar la racionalidad del "principio fonologico". Como"causa interna" de la escritura se intereso por la analogia -en un sentidotodavia bOlTOSO, como sucedia también en bl1ena parte de la lingiiistica delos comienzos del siglo X1X_82 y en ella cifro su intuicion de la existencia

8~ Wells (1973:59, n. 46) observa quI:': Webster no esmba realmente al tanto del desarro­llo contemporaneo dc la fìlologia europea, tanto la alemana de llopp, 10s hennanos Grimmy Humboldt, como la inglesa (Sir Williamjones); BUS investigaciones etimol6gicas y compara­tiSL"1s no eorrespondian, por ella, al eswdo de los eonocimientos de la primitiva lingUistica.Pero ella no qui m la necesidad de considerar que ,"Vebster creia que lo que hada em '"cientl-

de reglas internas de la lengua, con las cuales creia poder derrotar todaapelaci6n al autoritarismo: "No hay y no puede haber un tribunal o unajurisdicci6n competente para este proposito. Tampoco es necesario ni utilque 105 haya. La analogia, la costumbre y el h5.bito dan una regIa mejorpara guiar a 105 hombres en el uso de las palabras que cualquier otro tri­bunal dc hombres voluntaria o arbitrariamente instituido. La fuerza de laanalogia la conoce cada quien y la sicnte....Es con la fuerza de esos prin­cipios con la que estamos comprometidos para alcanzar toda la regularidady la permanencia de que disfnlta una lengua. "83 La aceptacion del uso acos­tumbrado, que tenia que significar una derrota a su primer intento, lo lle­vaba, sin embargo, a enunciarlo también como fenomeno cientifico: "Lapractica generaI de una naci6n es la regIa de propiedad [ ... ] y esta practi­ca se debe consultar al menos en una materia tan importante como lo sanlas leyes del hablar."8·1 Con esos dos argumentos, no es tanto, como senalaWells (1973:55), que "las teorias de vVebster anticiparan en parte la moder­na doctrina del uso que sostienen los lingùistas hoy en dia",!l5 sino que tra­taba de ofrecer una respuesta al inacabable debate acerea dc quién y comose padria fijar una lengua y su ortografia en un diccionario. Esa respuestatenia que ser razonada, como lo requeria la ilustracion burguesa y tenia, enconsecuencia, que orientarse a la busqueda de leyes generales en el objetoconsiderado, con las cuales convencer a la opini6n publica. La razon comel1­zaba a convertirse en ciencia: se comenzaba a objetivar la lengua en su es­tructura interna, para fllildamentar en ella la acci6n normativa.

Desde ese momento la idea de la lengua tenia que cambiar nuevamen­te. La reflexi6n sobre la lengua habia pasado de su caracter de simboloexterno de la gloria del Estado a una "internalizacion" social de la lengua,como constituyente de la comunicaci6n que hace posible la vida en una 50­

òedad democratica e ilustrada, y que no dejaba de tOcar al individuo mismo, a"su lengua". La reflexion que opero ese cambio buscaba, ante todo, racio­nalidad. Una racionalidacl que pudiera manifestarse en argumentos, conIos que la opini6n publica pudiera sentirse satisfecha. De alguna manera

fico" y mas bien se siente lino invitado a revisar sus textos para encontrar su idea de la cicn­eia dellenguaje y de qué modo relacionaba la ciencia con la argumelltad6n democratica.

8:1 TlIere is anti l!Im! cnn be 110 lribunal of comprtml jurisdiction far this purpOSI!. Nor i-I" it Ileces­sary or useJul tltal ti/ere s/wl1ld bI!. A.nalog)', Cltstom, and lIabitfrmll a bl'ftl'r mie lo g,lidi! 111m in IIlI! liSI!orword.~, than an)' lJibllllal of meno volunlmily or arbitrarily institutl'il. The Jorce ofanalogy CVI!T)' /Ila/lmusi hnow und JeeI. . ..Il is lo Ille farce oJ Ihese pliJlciplcs Wl! are illdcbted far aUllIe regularit)' ami pa­mammcy which Il languab'l! enjo),s (apud Wells, 1973:54).

84 T/II! gent!ml praetice ofa Ilalion is II/(' TUle oJpropriet)' [. ..} anti this praclice s/lollid al/cast beconsulted in so importanl a malter. 11.5 that of laws ofspeaking (apud Wells, 1973:58).

1i5 lVebster's l!Jemies anticipate in pari the IIwdenl doetline ofusage lIeUl b)' lillguists loda)'.

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64 TEORiA. DEL DICCIONAlUO MONOUNGUE LI.,. CONSTRUCCION Sl1l-mOUCA DEL DICCIONARIO 65

gue debe investigarse -pues es imposible hacerlo aqui- la argumenta­cion burguesa y democratica se oriento hacia la busqueda de explicacioneseo el propio objeto considerarlo: eo la lengua como tal; eo su constituei6ninterna. La critica del autoritarismo habria podido llevar.a Webster a la

cicocia del lenguaje.

3.5. La "verdadera" lengua: un simbolo largamente elaborarlo

Descle sus origenes, Ics diccionarios monolinglies se propaniao catalogar ymostrar la "Iengua verdadera", fundamentalmente como una manera demanifestar su valor de lengua materna y su caracter confinnatorio para lagloria del Estado. Asi por ejemplo. el Diccionario de Autoridades tenia por titu­lo "Diccionario de la lengua castellana cn que se explica el verdadero sentidode las voces, su naturaleza y calidad ... " (las cursivas son rnias). Un diccio­nano tan antiguo como jl Table Alphabeticall de Robert Cawdrey (1604) de­da contener y enseiiar "la verdadera escritura y la comprension de palabrasusuales del inglés gue son dificiles".86 El A New English Dictionary de JohnKersey (1702) ofreda también "explicar tales palabras inglesas como lo sangenuinamente y las usan personas de clara juicio y buen estilo".87 Afirrnacio­nes semejantes se pueden encontrar en casi tados 105 diccionarios mono­lingiies de la época. El modo en que 105 diccionarios monolingiies reflejabanla idea de la lengua en 105 siglos XVII YXVIII hada que, en efecto, el vocabula­no por ellos recogido se expusiera como verdadero, tanto en su escrituracomo en su significado, y las autoridades gue lo documentaban confirma­ban ese caracter. La etimologia, con su valar simbolico genético y antologi­co (cf. supra § 3.2.1), también contribuia a reforzarlo. Es clara la importanciaque debta tener esa veracidad del diccionario para 105 Estados nacionales,pues a la vez gue documentaba su legitimidad nacional, exponia su autori­dad sobre la lengua. Para Johnson -ese gozne entre la lexicografia delEstado autoritario y la de la soeiedad burguesa-, la fijadon del inglés ensu cliccionario no solamente debta contribuIT a conservar su pureza, sinoque debla corroborar ("ascertain") su significado (ap"dWells, 1973:40). El di~­cionario monolingiie tuvo por eso siempre la verdad como su valor sImbo­lico mas importante, gue restùtaba tanto de su exc1usividad para definir "lalengua" frente al totaI de 105 hablares de sus sociedades, como del modoen gue manifestaba la autoridad del Estado nacional sobre ella. Este valor

8ft The true uniting, and understandil1g DJ hard usuall English wrmies...87 To explain SUcll English words as are genuine. and used by Persons DJ clear}lIdgemmt and good

Sl)'le. (AfnuIWells, 1973:17-19; las negritas son mias.)

tenia gue aumentar desde el momento en que la soeiedad burguesa co­menza a concebir el diceionario monolingiie como estandar de su lengua,pues precisamente todo estandar, si ha de servir como marco de referenciapara la vida piiblica de una sociedad democratica -lo gue es bien claradesde el momento en gue adquiere autoridad juridica- debe tener algùngrado de verdad, reconocido por todos y exigible a cada uno de sus miem­braso De donde lo que hizo la lexicografia burguesa, particularmente desdeJohnson y Webster, fue aprovechar el simbolismo heredado y redefinirlode una manera mas abstracta, pero mas poderosa. Al extenderse cl valor deverdad del diccionario mas alla de 105 circulos de letrados del Estado ysituarse como garantia de la comunicacion soeial y como marco de referen­eia para tado discurso publico en una nacion, es clara gue el diccionarioadquiere un caracter de suprema autoridad, como reconocen -general­mente con desdén- muchos lexicografos contemporaneos de la lenguainglesa, que es en donde mas claramente se ha manifestado este fenome­no. Asi, Jahll Algeo (1989:28) afirma gue "sobre 105 diccionarios hay unadoble exigencia debido a la hiperdulfa gue se les rinde en el mundo de len­gua inglesa. Ante todo, san 'dep6sitos de informaci6n y de verclad' y, des­pués, san 'museos de especimenes raros y curiosos de la lengua"'.88 Eucambio, VVìlson Follet, detractor de la tercera edici6n del diccionario Mer­riam-WebsterB9 -de la gue se hablara mas adelantc- deda, con la raz6nque le da esta historla sinlb6Iica del diceionario monolingiie, que "el lexi­cografo puede considerarse a si mismo como un cientifico neutral, quedeseribe hechos de la lengua... pero lasmiriadas de lectores de su obra nolo veran de esa manera... la obra misma, en virtud dc sus inclusiones yexclusiones, su mera existencia, es un universo completo de juicios, recibi­dos por millones como la Pabbra desde lo Alto".!JD

Ese simbolismo de la verdad del diccionario no es, sin embargo, resul­tado de una simple manipulaci6n estatal y sodal de la idea de la lengua, deacuerdo con finalidades autoritarias, impositivas y de control sobre todos ycada uno de los ciudadanos, sino un valor historico elabaraclo por cl com­plcjo trabajo de reflexi6n sobre la lengua que se inici6 en el siglo XlII y que

BB Dirtianaries have a [wo--Jold c!aim on lIle h)'fJcrdlllia llccorded 1/11'11I in [hl' English speahingwarld.First, tllL')' are 'repositaries DJ inJonnatioll amI tntth' alld, smmd, lIury an' 'mllSeumsfor rare al/(i CllriOllS

specillle1ls DJ langllage: 5us citasson de Randolph Quirk, "The Sodal lmpan or Diclionaries inthe Unitcd Kingdom~ en Lexirogmphy in English. Raven l. MeDavidJr. y A.R.DuckerL (eds.).Nueva York, 1973.

89 En "Sabotage in Springfield". fU/antic MOJlth~y, 209, enero. 1962. aplld Wells, (1973:81.)91) T!1e le:dcograJlllCr ma)' thinh oJhill1sl'ljas a detaclwd .ln"entist n1JOrting tlteJarts aJI/lI' fanguage..

bui thl! myriad cOIls!Jftallts oJ his war/: arI! not going to sa hlm so... lhe !l'orh it.\elj; bf virllIe aJ its inrlu­sioll.l ami exrlusiolls, its I/lere eXÙ!e/lCl', is a w/wle 11lliver:>e ofjlldgements, rm:ivl'd by milliolls as t/Ii! lVordJrolll on high.

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66 TEORIA DEL OlCCIONARIO t'.IONOUNCÙE U. CONSTRuccrDN snvmDUCA DEL DIccrONARIO 67

eorresponde al fenomeno centraI de la existencia de las lenguas: su prece­dencia comunicativa a la conformaci6n de la sociedad.

4. L\ LEXICOGRAFIA DEL CHJDADANO BURGUÉS

La consolidaci6n de las instituciones burguesas y cl papel que tacaba a lalengua en ellas dieron como resultarlo la apancion de lma lexicografia mo­nolingùe diferente de la que habia privado enlTe 105 enlditos ligados alEstado y SU5 concepciones elel "humanismo vulgar", No aSI cl simbolismocrearlo por eHos. La idea de la lengua, nunca convertirla en objeto de refle­xi6n por si mismo -esta tarea sera caracterfstica de la lingUistica modernaa partir de Ferclinand de Saussure- DO perdi6 5115 caractetisticas mas reCQ­

nocidas, como su relaci6n con el prestigio del Estado, la importancia de fi­jarla y conservarla, su orientacion exclusiva hacia el uso literario y su relacionantologica con 105 objetos designados -el papeI de la etimologia-; la lexi­cografia correspondiente a Esa idea tampoco vario sus eonceptos centrales:cl caracter sclcctivo del voeablliario que recogia, el apoyo en autOlidadesliterarias para mostrar y corroborar el significado y el uso de 105 vocablos,y el valor de verdad de 105 diccionarios.

Pero desde el momento en que 105 diccionarios monolingùes, debidoa la ampliacion del pùblico lector interesado en ellos y debido a la asUll­

cion de la lengua como "propia" de la sociedad y no solamente del Estado,comenzaron a circular cada vez con mayor éxitb comercial, se convirtieronen mercancias, como lo habian sido siempre 105 diccionarios multilingiles.Por esa nlleva caracterfstica de 105 diccionarios, desde entonces sometidosa la demanda de un pùblico avido de infonnaci6n y capaz de juzgar cl pro­ducto que aclquiria, la lexicografia monolingilc salio del patronato del Es­tado -algo que ni lorcl Chestcrneld ni]ohn Adarns habian concebido comoconveniente- y paso a 105 particulares: a las casas editoriales y a 105 lexi­c6grafos que Ics vendian su trabajo. Los efectos de ese nuevo caracter co­mercial del diccionario monolingilc aparecieron, cn generaI, durante lasegunda mitad elcI siglo x'VUl -en Francia mas temprano; en Espaiia, en 1n­glaterra y en 105 paises arnericanos mas tarele- y consistieron en el resur­gimiento del interés por la informaci6n mas que por la selecci6n literariaen la elaboraci6n de las nomenclaturas y en la flU1ci6n de la clefinici6n (latendencia al enciclopedismo); en eI correspondiente crccimiento cuanti­tativo de las nomenclaturas, para atender tanto a la necesidad informativacomo a la competencia comercial; en la liberalidad normativa, que prefe­ria una inclusion mayor de vocablos de procedencia no literaria ---eientifica,técnica, regional y sociolectal-, y en el abandono de 105 grandes trabajos

originales, en fuvor de copias, compendios y refundiciones de las obras ca­pitales de 105 siglos XVII YXVIII.

4.1. La lexicografia informativa, empresa privada

La le:dcografia multilingùe habia continuado prestando sus servicios infor­mativos sin internlpci6n durante 105 dos siglos en gue sc constituy6 la lexi­cografia monolingiie.91 Con la consolidaci6n de la burguesia, experimentoun c~ecimiento,originado por el mayor y mas generalizado tri.fico de mer­canelas, por las guerras europeas y las expansiones colonialcs que empren­dieron los imperios en toda la redondez del globo, y por la aceleraci6n delas invenciones técnicas orientadas a la navegaci6n, la minerfa y la meta­lurgia, la medicina, etc. De modo que varios editores vieron cl buen negocioque consistia en continuar republicando 105 viejos diccionarios multilin­giies y hasta en financiar otros nucvos, para respander a la demanda publi­ca. Los diccionarios monolingiies se agregaron al negocio. Y como circulabanentre 105 libreros y 105 compradores, an6nim05 unos y otros, se objetivaroncomo bienes abstractos, cuya adquisicion era libre, arbitraria y voluntaria.De alli gue surgiera, por un lado, el interés de 105 editores por vender cadavez mis diccionarios monolingiies a mas publico y, por el otro, la posibili­dad para 105 compradores de elegir un diccionario de acuerdo con sus ne­cesidades y sus gustos, sin tener que regirse por 105 intereses del Estado oincluso por su coerci6n -como podria imaginarse que sucederia en Fran­cia, debido a la prohibici6n de editar diccionaIios monolingùes entTe 1674y 1714, para proreger el monopolio de la Academia France,a (Beay, 1989:1796) .

El Diciionnaire françois contenani les mais et (es choscs de Richelet, como sedijo antes, se public6 en 1680 en Ginebra por un impresor privado, debidoprecisamente a Esa prohibicion de publicar diccionarios monolingiles enFrancia. OIientado también a la lengua literaria, su éxito parece deberseno solo a la acogida de Ios "honnétes gens" y de la burgucSla, impacientespor la tardanza de la Academia para pub1icar cl suyo, sino también a su in­c1usi6n de autoIidadcs -en contra de la practica académica-, a su libera­lidad para recoger vocablos en uso y a su interés por el caracter informativode la lexicografia, por el cual introduda Voces de Ias "artes mecinicas", lasartes y las ciencias, al punto de que Bray (1989:1797) considere que con él,se "sienta[n] las bases lexicogrificas del discurso enciclopédico moderno" .92

!lI Cf. Quemada (1968:47) a ese respeclo.!l~ Pose lcs bascs lexicographiques du discourJ eneyclopédique mode17le.

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68 TEORiA DEL DICCtONARlO l\IONOUNGUE LA CDNSTRUCCIDN SIMBDUG.-\ DEL DICCIDNARID 69

En la misma direcci6n hay gue situar el Dictionnaire universel (1690) deAntoine Furetière, quien a causa de su deslealtad con la Academia Francesa(a la que perteneci6 hasta que ésta se dio cuenta de gue habra aprovecha­do su trabajo en ella para elaborar su propia obra) y de la prohibicion rei­nante en Francia, [uva que publicarl0 en La Haya. Para Bray (1989:1800) setrata de una "enciclopedia de la lengua francesa", orlentado a 105 objetosdesignados y no a las palabras, y especialmente al vocabulario de las artes, lasciencias y las profesioncs. Ambos diccionarios, cl de Richelet y cl de Fu­retière, rompieron la tcndencia dominante de la lexicografia monolingiieen favor de 105 intcreses que, andando cl tiempo, habrian de resultar masacordes con la nueva socicdad burguesa que se estaba gestando: se desli­garon del "honnete homme", incluyeron observaciones de uso sobre voca­blos sin sancion de autoridades literarias, sc interesaron por cl vocabulariotécnico contemporaneo y cubricron de ese modo una necesìdad priorita­

riamcnte informativa.93

4.2. El interés por la técnica y la ciencia

El interés infonnativo de la lexicografia monolingùe a partir de ese mo­mento se vuelca hacia las voccs técnicas. Bray (1989:1801) opina quc cl si­glo XVIII francés fue cl siglo de 105 grandes inventarios de tecnolectos. De laagricultura, de geografia, de la industria, del comercio, de la nave.ga~i6n,~e

cuanta ocupaci6n humana resultara conveniente redactaT un dICclOnano.El diccionario de lengua, como el de las academias, ceeli6 su lugar al dic­cionano enciclopédico. El mismo fenomeno apareci6 en Espana, aunquecasi cien anos mas tarde y bajo influjo francés. En cfecto, las casas editorialesfrancesas se dieron cuent.a del mercado de diccionarios que las esperaba,tanto en la Peninsula, como en la Arnérica recién independizada de Espa-

U~ Habria gue explorar la manera en gue ambos diccionarios respondieron a la opini6npublica burguesa. Bray (1989:1797) anota gue Richelet ya introd.~ce en su te.xt~ el vo~abul~­rio de la burguesia cultivada de su epoca, gue adopta una redaccJOn caractenstlca del mtcrespor la conversad6n -uno de 105 elementos centrales de la opinian publica burguesa- y gueincluso critica polemicamente al "honncte homme". El diccionario de Furetièrc parece co­n'esponder deltado a la idea de la lengua de la burguesia, tal como se ha tratado de exponeragui: "A la descripci6n del saber companido, cargado de simpliddad, .como aparece en la len­gua del 'comercio ordinario', en sus formas de habla~, cn su~ pr~verblOs,~Uf: es como a vecesnos lo presenL.a RicheleL., Furetièrc prefiere las nOCIOnes Clenuficas y tecnlcas de un saberradonal." (A la description du savoir paTtagi chargii de naivetii, Id qu 'o» le voit paraitre dans la lnn­gue dII 'COT/imerce ordinaire: dam ses jaçons de jmTleT, dmts ses prDv~lJ/'s) le!le que Ri:chele: 1l0lU la pri­sente IJaifois, Furelière préjère celle dl~s notiolls sdentifitjues cl techmqllcs d un savOlr rallOnneL Bray,

1989:1800).

IÌ.a. Asi que, con el trabajo de refugiados politicos espaiioles, rompieron lac~i exclusividad de facto de la Academia Espanola (no conté con una protec­~1~r: estatal que s.e la asegurara, como sucedi6 en Francia un siglo antes) elmClaron una leXIcografia encidopedista,9'1 en la que cada diccionario eom­petia por superar a 105 demas en nUmero de entradas en su nomencIamray en la consideraci6n de 105 tecnicismos de la época (cf. Seco, 1987:130).

4.3. El acervo tradicional

La profusion de diccionarios que trajeron eonsigo la segunda mitad del si­glo XVIII y el siglo XlX, con su interés por las nomencIamras abultadas,!J5requerfa contar con un acervo léxico que diera la base necesaria para dic­cionarios de tan grandes proporciones. Como no se elaboraron dicciona­rios realmente originales, en euanto a que se basaran en levantamientos demateriales nuevos, extensos y comprobados, 105 diccionarios anteriores,particulannente 105 de las academias se convirtieron en acervos socialesvueltos publicos en la medida en que precisamente durante dos siglos s~habian presentado como la verdadera lengua, como simbolos legitimos dela lengua nacional. De ahi que no resulte extrano el permanente procesode copia y refundicion de 105 diccionarios académicos que se inici6 en lalexicografia privada. Las editores no estaban dispuestos a gastar en diccio­narios cuya elaboracion l1evara tantos aiios como 105 que costo a las acade­mias y, ademas, el vocabulario que encontraban en las obras académicasconstituia un acervo de la sociedad, vuelto anonimo en la medida en queera verdadero de la nacion en su conjunto y, por ello, vuelto del dominio

94 Entre los dicdonarios espanoles del siglo XIX llama la atenci6n el prefucio al DiccioTlan"onacional de Ram6n]oaquin Dominguez (gue seguia y copiaba a L.N. Bcscherelle, DictiOllTlaircnalional Oll grand dictionnairc critique de la lanf:,l1lc jrançaise, 1843) donde, en expresiòn clara delnuevo valor del diccionario para la sodedad burgue.sa, dice gue "trabajando para la Nad6n, elli.bro, gue guerfamos con5agrarle debia contener todas las palabras gue estan para su uso, esdcclr, que todas las clases de la sodedad debian estar en él representadas, y cada una de ellasencontrar su vocabulario espedal. [... ) el Diccionario de una lengua, ese primer libro de lOdanaciòn civilizada, es ellibro de todo el mundo, Expresi6n completa del rnundo sodal". Inclu­so la Academia Espanola asumia como tarea de su edician de 1843 gue "un Dicdonario deun idioma destinado al uso del publico debe abrazar todas las voces dellengu<tie comun de lasociedad" (apudSeco, 1985:136).

95 Habria gue deddir, eSLUdiando los vocablos gue comienen esas nomenclaturas enreladòn con su difusiòn sodaI, si esos dicdonarios "inflaron" Jas nomenc1aturas, con el (mico

de superar a sus competidores cuantitativamente -lo qtle parece ser la apioian de Brav(1989;1802)- o las "abulraron" t.'1.IltO por ese aran comercial como por un genuino interé~

en un momento de la hislOria europea en gue la ciencia y el progreso simboli­zaban la esperanza de un futuro mejor y la superaci6n del oscurantismo.

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70 TEoRiA DEL OICCIDNARID MONOUNGÙE LA. CONSillUCCIÒN S!r.mOLICA DEL DICCIONARIO 7l

publico y no abra de autores particulares.96 Por ese motivo, no es de extra­iiar que la lexicografia privada de 105 siglos XVIII YXIX -y del actual- se apo~

yara en 105 diccionarios académicos para obtener de ellos el nucleo de sunomenc1atura97 y. hay que resaltarlo, para acogerse a su autoridad,98 aunquedesmarcandose de su exclusivismo mediante la constante indicaci6n de lacantidad de voces inc1uidas que las academias no habian to~ado eo cuen­ta, y criticandoles a éstas su falta de consicieraci6n de amplios sectores delvocabulario.

Es decir, la lexieografia infonnativa y comercial, eorrespondiente a laidea de la lengua de la burguesfa. encontraba su pertinencia eo 105 simbo­105 creados desde el origen de la lexicografia monolingiie. La veraddad deesos diccionanos dependia, simbélicamente, de la autoridad con que losacervos académkos copiados o refundidos sancionaban el consenso socialde la lengua. El diccionario ya era, por lo tanto, una construccién simbéli­ca, cuya complejidad la nueva lexicografia podia alterar, pero no negar.

9li Por supuesto, para 105 autores de 105 diccionanos sagueados la situaci6n debe habersido mu}' enojosa. La Academia Espanola, al fin y al cabo una corporaci6n cuyos miembros yano eran 105 autores de su diccionario -refundido tambien a partir del Di,donario de llutorida­dcsdesde 1781- manifest6 su molestia, segUn cuenta Seco (1987:133), en un articulo deJuanNicasio Gallego, firmarlo con seudonimo, en contra del famoso Panléxico (también copiadodel Panlexique francés de Nodier y Boiste) de Peiialver. A 105 sucesores legales de Wcbster, elsaqueo gue sufri6 su dicdonario a manos dcJoseph E. Worcester en la versiéin britiil1ica de suUniversol mld Crilicai Didianmy (1853) 105 llevo a 105 tribunales y alimentO la llamada "guerrade 105 diccionarios" en 105 Estados Unidos a mediados del siglo XlX.

97 Lo eual, por supuesto, no libra deeulpabilidad a las editoriales que se limitan a copiar105 diccionarios originales, gencralmente sin criterio y movidas par las mas obtusas ansias deganar dinero a pesar de sus lectores. San esos trab~as, hoy en dia, 10s que, como dice Algeo(1989:32) "consideran 105 prejuicios irracionales como astucias mercantiles y prefieren igno­rarlos porque san demasiado complejos para lidiar con ellos" (To pander to irralirJTlal preJudiresas a mL'rdul1ldiz.ing /J/.o)1 and la ignare tllOse prl!judices because they are messy ta deal wilh).

9~ Cf. Bray (1989:1803): ~Se comprueba que cl diccionario de la Academia [francesa],después de las nllmerosas criticas que tllvo que enfrentar hasta la primera mitad del siglo "X'V1Il,

logr6 asegurarse, principalmente con sus tercera y cuarta ediciones (1740, 1762) la imagm deun rcpatoria 'repreJenlaliva del jondo eslable de la lenglla' (QlIemada)." Las cursivas san mlas. (" Onconstale que le dictiannaire de l:4.cadémie, a/}rès les nambTelLSe.J mliques auxquelles il avail dii. jaiTi! farejllsque dans la /JTemièri! maitié du dix-huitième siede, s'assurait, principalement avec SeJ traisième el qua­trième édilions [1740 y 1762J, l'image d'Un réjJerloire 'rrJpTi!senlalijdu jonds stable de la frl1lgue' j; masabajo insiste Bray en glie "otra serie de obras anunciaba eo sus titulos su referencia a la Aca­demia, glie se convertia asi en garantia de la calidad de sus materiales" (une autre sene d'auI!­rages amlOnçail dans ses litrcs scs ré,Fwnres à l'i\cadémie, qui devenait alors garante de la qualité desrccueils); Seco (1987:130): "La confecciéin de compendios o de revisiones del Dicdonario dela Academia, en los gue por razones de prestigio no se ocultaba el nombre de ésta" y mas

datos eo Haensch, 1989:1745.

4.4. Los regionalismos

Mientras la idea de la lengua correspondia a la lengua literaria de 105 cli­sicas de 105 Estados nacionales, como se dijo en el § 2.4., habfa una identi­dad nunca puesta en duda entre la lengua materna y la lengua literaria. Lasformas dialectales o, en generaI, la variacién lingiiistica, que siempre hansido la realidad concreta de las lenguas, se ocultaron, se negaron o se lasvencié con la imposicion de una variante sobre las demas.99 Las diccionariosmonolinglies, por ella, las tomaron muy poco en cuenta y generalmentepara calificar su barbarismo o su groseria. En tre 105 primeros diccionarios,solo el Dicciona1io de aut01idades de la Acadernia Espanola consideré vocesregionales, en la medida en gue se documentaban en obras de buenos escri­tores y eran castizamente castellanas. IOO El Dictionary oJtlw English Languagede Johnson, por el contrario, recibi6 las primeras crfticas en ese sentido:"~l Dr. Johnson no tenia conciencia de la autenticidad de las expresionesdlalectales y, por lo tanto, rara vez las tomo en ·cuenta; o las considero aborige­nesJ pero bastaTdas; cuando gue contienen mas originalidad que la mayoriade la') palabras, etc., en cl uso comun", deda Samuel Pegge en un comen­tano de 1803.101 Pero su ausencia comenza a hacerse mas evidente cuandoEstados Unidos inici6 su competencia con Inglaterra y, consecuentemen­te, desperté, por ellado britinico,juicios normativos en contra suya y, por elangloamericano,juicios reivindicatorios en su favor. Seglill Wells (1973:52),la primera aparicién de la palabra americanism ocurri6 en un texto de]ohn

99 Probablemente el caso mas violento de impasicion de la lengua nacional sobre lasvariedades dialecmles)' de persecuci6n de ellas se haya dado durante la Revoluci6n francesa,pam la gue el francés nacional era la "Iangue de la liberte" y el uso de forma.~ dialectales sevolvi6 reaccianario.

!Oo .Hae.nsch (1989:1751) observa gue el Dicciallaria de Iluloridades illcluy6 algunos hispa­noamencal11smos pero como resultado de aparecer éstos eo obras de autores consideradaspor la Academia. Cf. Salvador, ] 985 YWemer, 1983.

101 Dr. Jahllsan was not al ali awarc of /Ile altthenlicit)' aj dialcctical expressians, and lherflare sel­

dOIll allelUh to tlWlII, or consider them as nativcs, but as oulcasts; whm:as t/u'Y conlain more originalitl'than mast words, &r. in commrJ1! use. En ~CursoryRemarks on]ohnson's Dictianary", en .f1nc~­

dotes ojthe EngliJ'h Langllagr;. Londres, tercera edicioll, pp. 249-250 apud Congleton, 1984:37. Lasnegritas san mia5. Auogue, como suele suceder, pan~ce glie ]ohosan ~mismo mucstm unainesperada temura por la'i palabras dialectales, especialmente por aquella'i que se usaban ensu nativo Staffordshire. [...] Salva magna parens" (johnsan himselfslwws an unexperted lendernessJordia!ectal words, esperia/~l'jar Ihase i71use in his native StajJardshire. [' ..JSalva magnll parens. ErnstWeekley, "On Dictionaries", en Siedd/Ebbit, ]962:19.) En otro comentario critico aJohnson,de 1812, se proponia que "recolectar gradualmente todo dialecto provincial en Inglaterra [ ... ]seria tanto como poncr 105 fundamentos de ague! diccionario generai del inglés que se deseadesde hace t.anto tiempo" (graduaI!.,; ta caUert t1Jery provincial dialect in Engla1Jd [ ... ] would be tolay ti//! joundalion afthat emaal English DictiaTlary so much wantctL .AjJUd Congletoo, 1984:41).

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72 TEORiA DEL DICCIDNARlO MONOUNGÙE l.A CONSfRUCCION SIMBOLICA DEL DICCIONARIO 73

Witherspoon en 1781102 y desde cse momento quedé asociada no solamentecon voccs o giros de uso nortearnericano, sino con "dubious expressions",es dccir, con signos normativamente censurables. La rivalidad entte cl inglésbritinico Ycl estadounidense permeo cl desarrollo de la lexicografia, peromllY pronto -a diferencia de lo gue acurrlo con la lexicografia espaiiolacuando se camenzo a manifestar cl mismo fenomeno enrre Espafia yAmé­rica-, gracias al rrab~o de Noah Webster, que no se confonno a la idea desuplementar solamente con angloamericanismos 105 diccionarios ingleses,se tradl~O eu un saludable registro de las elCE grandes variantes nacionalesde la lengua inglesa. De ahi cl titulo del diccionario de Webster: An A.men­can Dictionary' aJ aw English Langllage. Webster asumia para Estados Unidosun derecho a la lengua inglesa en tado equivalente al de Inglaterra, y lojustificaba diciendo que "no solo es importante, sino en cierto grado nece­sano, que el pueblo de este pais tenga un diccionario americano de la lenguainglesa; pues aunque el cuerpo cle la lengua es cl mismo que en Inglaterra,y es deseable perpetuar Esa igualdad, existiran algunas diferencias... Ungran nùmero de palabras en nuestra lengua requiere redefinirse eu una fra­seologia acorde con las condiciones y las instimciones del pueblo de estosEstados, y el pueblo de Inglaterra clebe consultar el diccionario americanopara entender correctamente esos términos".I03

vVebster, no obstante lo antenor, no se intereso en la variedad regionalangloamericana. Para él su objetivo centraI era ofrecer un "estandar paraprevenir la formacion de dialectos en este inrnenso pais".IO'! El regionalisrnoestadounidense llegaba solamente hasta donde sen'la para caracterizar suinglés frente al britinico; para crear una lengua nacional, no para elaborarun diccionario del inglés utilizado en los primitivo5 Estados de la Uni6n.

Opina Wells (1973:67) qne "ellagro de Webster residi6 en afreeer a Es­tados Unidos la primera recopilaci6n de su lengua materna, en el momentoen que mas lo necesitaba. Aunque su cliccionario no establecio una unifor­midad de la lengua, quiza si proveyo 'la autoridad del maestro de escuelaque necesitibamos para tener confianza en nuestra propia lengua' ".105

1lI~ 'The Dmid", 11um. 5, TJwPenfls)'lvaniajaumal, 9 de mayo, 1781.103 Il is flat anly imjJOrtant, Imt in a degree necessary, tlwl lhe peajJll~ afthis COlini')' sJwuld have an

Amcrican Dictionary or the English Languagc;foT, allllough tfJe bad)' oflhe langtlag<~ is tlJe same asin Englaud, aud it is dl'simble to jmpell/ate tJUlI :;ameness, yet some diflerenees will e;tist... A great UU1IJ­

ber afword:; in al/T languub,T/! re'l"ire lo be defined in a jJhmsealogy accamodaled lo tllI! candilion and iTlS­litutiallS Dj Ille peoj/le in tlleSe states, and the peaple ajEngland must laak lo an Ameriean Diclionary fara comet under:rtandillg ofmcII lenns. Del prefado del Americall Dictiona7)' of the English Langullge,Nueva York, 1828 (ajmtlWells, 1973:64).

lUci A slallllard lo pWl1ent tlle jomwliDlI ojdia/ects in this exlellsive country (aj}/ulWells, 19i3:66).Hl} Websler's aehievem/:ntla)' in givillg ti//! [Jnited States ils flrst wmjJilation aJtlle native tanglte,

En la lexicografia hispanica, como se dijo antes, cl americanismo comen­zo a tener un papel-marginal- como resultado del interés de 105 edito­res franceses por vender diccionarios en Hispanoamérica. Segun Haensch(1989:1746) fue Vicente Salva quien llamo la atenci6n sobre los america­nismos a la lexicografia espanola: "Es casi totalla omision de las voces guedesignan 105 productos de las Indias orientales y occidentales, y mas abso­Iuta la de 105 provincialismos de sus habitantes; y ninguna razon hay paraque nuestros hermanos de lùtrarnar, 105 gue san hijos de espaiioles y hablany cultivan la lengua inmortalizadapor tantos poetas e historiadores, no seanllamados a la comuni6n, digamoslo asi, del habla castellana con la mismaigualdad gue 105 peninsulares" (apud Seco, 1987:145; las cursivas san illias).

Hispanoamérica, por su parte, no elabor6 una idea del espanol corres­pondiente a la que se forjo Estados Unidos del inglés con la intervencionde Webster. Aunque desde cl siglo },.'"\'1 hubo registro de voces americanas-especialmente de origen amerindio- yAntonio de Alcedo publico ya en1786 su Yocalmlano de las voces provinciales de Amén:ca, su lexicografia acept6la iclea de la lengua unica de la metropoli espanola y se contento con regis­trar americanismos para perseguirlos por b<.'irbaros e incorrectos, de acuer­do con el simbolismo de la lengua literaria del imperio. 105

Pese a todo ella, la consideraci6n de las variantes dialectales y de lasvariantes americanas del inglés y del espanol contribuyo a poner en duda laidea de la lengua literaria unica, formada por los humanistas del siglo XVl.

Unido el reconocimiento de las cliferencias de uso entre diversos grupossociales con el de la variacion regional, cl terreno estaba preparandose paraun nuevo cambio en la idea y en 105 métodos de la lexicografia illonolingùe.

5. LA IRRUPCléN DE Lo\. CIENCIA

Para los Ìnicios del siglo XLX la lexicografia ffionolingiie tenia ya poco ffias dedos siglos de experiencia y habia logrado elaborar un conjunto de métodosque, con sus necesarias variantes, compartia en todo el ambito cultural deEuropa occiclentaL La normatividad de 105 diccionarios se habia arraigadoen la idea publica de la lengua. como efecto simb6lico de su origen y de sufunci6n social. Yjunto con la necesidad informativa, despertada por la con­solidacion del publico burgués y sus necesidades didicticas, la lengua lite­raria -emblema principal de aquella normatividad- también seguia siendo

al a lime when il tuas mosl lleeded. AltlwlIgh hi::; Dictionary did not establis!l unif017llit), in t!le langlla­gl!, it did provide. perhaps, 'the sehllo{master's aut/wnl)' wllieh we needed far linguislic selfcanfldence'.

lOfi Una concepci6n que, con excepciones, se mantiene ha~ta ahora. Cf. b:ra, 1990:167-174.

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74 TEORi<\. DEL DICCIDNARlO tl-IONOLlNGÙE LA CONSffiuCCrON SIMBOUCA DEL DICCIONARIO 75

el marco de referencia de toda la lengua. El Diclionnaire de la lanbJ1te Jran­çaise de Emile Littré (1863) se puede considerar la mejor sintesis de esa

lexicografia europea. IOi\ •

No obstante, aun antes de la aparidon del diccionario de Littré la lexl­cografia estaba ya cambiando, impulsada por una corriente intelectual~queno renia con la Ilustraci6n burguesa, pero que si aportaba un valar mas: lahistoria, tan querida para el romanticismo. Sin duda la historia habia esta­do presente en la lexicografia monolingiie desde el primitivo Focabolmiodella Acade11lia della Crusca. El solo hecho de que ese diccionario y 105 quelo sucedieron -a excepci6n del de la Academia Francesa-108 se hubieranpropuesto lucìr su vocabulario clasico mediante citas de buenos autores, l~autoridades, daba a los. diccionarios un caracter hist6rico innegable. Smembargo, su comprensi6n de las autoridades como testimonios de una épo­ca "c1iisica" no era propiarnente hist6rica sino tado lo contrario, pues su[unci6n era documentar un c1asicismo de la lengua que, por eso mismo, sevolvia atemporal y, en consecuencia, anti-hist6rico. Tendria que ser el ro­manticismo, en una de sus creaciones mas importantes, la filologia, el quedefiniera el nuevo rombo de la lexicografia monolingùe.

5.1. La evolucion filologica

5.1.1. El Deulsches W6rterbuch deJacob y Wllhelm Crimm

Para la filologia, que nacia del movimiento romantico aleman en 105 pri­meros aiLos del siglo XIX, las autoridades podian verse, también, comO re­gistros hist6ricos de la evolucion de una lengua. Al cambiar el punto devista, el valor ejemplar de las autoridades palidecia frente a su valor de tes­timonio h1storico. No obstanre, la filologia no se aponia al cariicter norma-

1Il7 cr. Rey (1989:1819): "Ciertamente, el Littréno es un diccionario historico en el pIenosentido de la palabra [ ... ] y su docrrina filologica, fundada eo conocimientos imperfeetos,todavia estii. impregnada de port-royalismo ~ (Cerll's, le Littré n 'est Jms,l'n dicti~ll11airr,historique mL

SCllS Jllein du terme f. .. ) l'I sa doctrine philologique, fandé/' sur des connmssal1ces 11llJH:ifmtes, est ellcoretaute illljm'gnée de part-m)'alis7nl'. Las negritas san mfa~); Seeo (1987:52-53) apunta a su vez, conrazon, que un diccionario comO el Liuré ~presenta la historia de la palabra documentadadesde su aparici6n en la lengua [ ... ), pero con una discrimi~aci~~entre la épo,ca ~rec!is!c~y las épocas clisica y posteriores, oberledendo a una contammacton enlfe el cnteno hlston-

co y el criterio nonnativo~. .. _.IIJIl Bay que recordar que, tanto Richelet como Furetlere, ofreclan etLas de autores, eo

clara oposicion con la Academia. Se~n s~iia1a Bray (1~~9:180.3),_ el Dic:~oJUzaire c:t.liqlfl!_~e l~langlIe Jrançaise (1787) de Jean Françots Feraud antecedlO al LIl/n' eo la explotaclOn cnUca

de las autoridades.

tivo de la tradici6n lexicogriifica monolingiie. No fue nunca iconoclasta, nisu creaci6n ohedecia a una critica cientifica radical de la idea imperante dela lengua. Pero sf le interesaha recuperar el sentido del pasado y documen­tar una evoluci6n de las lenguas que le permitieran una lectura pIena delos textos antiguos y una reconstruccion de los origenes de laslenguas que,por primera vez, abandonaba el magisterio bfblico para apoyarse en datosempfricos.

De ahi que no resulte extrano que el primer diccionario europeo quese propuso como hist6rico109 haya sido el Deutsches vVorterbuch de Jacob y vVil­helm Grimm, cuya publicaci6n se inici6 en 1852, Las herrnanos Grimm,fundadores de la filologfajunto con vVilhelm von Humboldt,Johann Gott­fried Herder, 105 hermanos Schlegel y varios mis, gracias al interés de KarlReimer y Salomon Hirzel, propietarios de la editorial Weidmann de Leipzig-juna empresa privada financiaba un trabajo original!- se propusierondocumentar y estudiar el nuevo alto aleman desde mediados del siglo XVhasta su época en sus fuentes literarias ---el simbolismo de la lengua literariano se alteraba-llU junto con voces dialectales y aUTI "indecorosas" ('\mmch­tig") , asi como términos de los oficios. El estudio procedia de manera rigu­rosarnente hist6rica, desde el origen del vocablo, con base en testimoniosdocumentales y no se guiaba por criterios explicitamente nonnativos. Para105 herrnanos Grimm, como para 10s romanticos de su gnlpO, tan impor­tantes en la consolidacion de un sentimiento aleman de nacionalidad, eldiccionario, sin embargo, acudfa a un resorte antiguo de la lexicografiamonolingùe: "Debe fundar una venerabilidad de la lengua, cuidar su acer­vo total, mantener abierta su entrada para todos ... y se convierte en un glo­rioso monumento del pueblo, cuyo pasado y presente se unen en él. "111

Ahora la legitimidad simbolica buscada por el diccionario ya no es la delEstado, sino la del Pueblo, quiza mejor dicho, la de la Naci6n, en ese sentidocaractenstico del romanticismo aleman, que lo diferencia en eierta medi­da del que vVebster le daba en Estados Unidos. El diccionario monolingiieno renunciaba, con toda su eiencia, al simbolismo.u~

l!l'l Hay gue desL.ì.ear, con Kiihn y Pùsche1 (1989:2079), gue fue en realidad cl Ha'lldwor­terbuch der deuLschen SjJrache (1833-1849) de Johann Christoph Allgust I-Ieyse el verdadero ini­ciador, ~al menos en su programa" de la lexìcografia historica alemana.

llll No hay glle confllndir "lengua esenta ~, cuyo esmdio es el unico posible si se trata de es­tados de la.s lenguas aoteriores a la inveocion del fonografo y la grabadora, coo "lengua literaria ~.

Il t Es soll !!in fwiligtlm7n der spmche gnìnden, ihren ganzen sclza/z. btwalm7l, allen::11 ihm den L'in­flUI/l'n. Dar niedergelegte gul wiichsl wie diI' wabe und wird ein ehm dcn!tma/ des vollts, deSSL'1!

.~~::~~;~~:tlmd gegmwart in ihm sieh verlmiipJen (Vorrede Sp, XII, Bd. I, apud Kiihn/Pusche1,

tl~ Desgraciadamente los hennanos Grimm no tuvieron tiempo para tenninar su obra.paso a otros autores y. convenida desde entonces en monumento nacional, abandon61a

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'76 TEORiA DEL DIccrONARIQ MONOLINCUE LA CONSTRUCCION SIMBOliCA DEL OICCIDNlIlUO 77

5.1.2. El diccionario de OxJord

Una idea semejante del diccionario hist6rico, aunque no con cl grave pesosimbolico que Jacob Grimm queria dar a su diccionario, se gesto eo Ingla­terra. Ante la Philological Society de Londres, que se habfa fundado paraestudiar la historia de la lengua inglesa, Richard Chenevix Trench, dean deWestminster, sostuvo cn su memorable "00 Some Deficiencies in OUTEnglish Dictionaries" de 1857, la necesidad de elaborar un diccionario his­t6rico del inglés gue superara a todos 105 existentes co exhaustividad y cométodo. Para Trench "un diccionario, de acuerclo con la idea gue me pare­ce la unica capaz de sostenerse logicamente, es un inventario de la lengua:es mucho mas, claro, pero es eso primeramente, y s610 trataremos de ellaahora. No es objetiva de su autor seleccionar las buenas palabras de una len­guao Si se imagina que se trata de eso, y empieza a escoger y seleccionar, adejar esto y tornar lo otro, ira por mal camino. El trabajo que ha empren­dido es el de recolectar y ordenar todas las palabras, buenas o malas, seajusten o no a sujuicio que, con algunas excepciones que después se aclara­cin, hayan empleado los gue escriben la lengua. Ellexic6grafo es lm histo­riador, no un critico. La deledus verbontm, de la cual tanto, de la cual casi tododepende en el estilo, es un asunto que no le concierne. Hay una constanteconfusi6n ,-ù respecto en la mente de los hombres. Hay muchos gue conci­ben el diccionario como si tuviera esa funci6n, de ser nonna de la lengua, yla pretensi6n de serlo, gue propone cl Diccionario de la Academia francesa,puede haber ayudado en esa confusi6n. No se trata de eso".1l3 Por prime­ra vez en la historia de la lexicografia monolingiie, Trench destaca la fun­ci6n de inventario del diccionario. Quiza por tratarse de un hecho evidentepara todo autor de diccionario y para sus lectores, propio del caracter de re­colecciòn de todo diccionario, el inventario no se concebia como funci6n

editorial Weidmann para sostenerse con financiamiento estatal y, finalmente, universiiario. Ajuicìo de sus criticas, tada ella cantribuy6 a hacerla demasiado heterogénea. Para el momen­to de su terminaciòn, eo 1971, vino a resulw.r relativamente anacronica.

113 .11 Diclionarv, then, according lo that idea oJit which seems to me alone ca/mbfe oJbeing logicallymaintnined, is an irl~enlory ofthe fangllagv: much more indeed, bullhis primarify, and with lliis only alpTesenl we will deaf. Il Lr IlO tas!1 of t/w maller of it lo select Ihe good worris of (J lanbruage. If!w fandesthat it is so, and begins to pick and chome, lo !eave tltis and to ta/w Ihal, he will ai once go astroy. Thebusiness which he Iws lmderta/um is to collect and alTUlIgr- allthe words, whether good or bad, whetherthey do or do 1101 commL71d themsclves lo his judgr-ment; which, wilh certain exceptioTlS hereafler lo be sJ)~"

cified, Ihose uniting in ihe 'langllage have employcd. He is an historian of il, noi a critico T/w delectllsverborum, on whiclt so much, Dn which nearIy everything in style depends, is a matta wi/h which he hasno C01lcem. There is a constanl confusioll here in m~'1l 's minds. There aTe many W!1O conceive of a Dic­tionary as though il Ilad this fllnctùm, to be a slandaTd oJ the language; and tlw prelensions lo be Iltiswilh tlwFnmchDictionary aflhe Academy sets 11P, may habe helJled on Ihis confusion. (Trench, 1857:37.)

suya; no era, ni mucho menos, su funci6n primaria, como dice Trench; a lomas, era resultado concreto yobvio de la recolecci6n. Por el contrario, al des­tacar Trench esa funci6n, y oponerla a los valores simb6licos que habiandado su identidad a la lexicografia monolingùe europea, el diccionario, co­mo objeto simb6lico, cambia radicalmente, en la direcci6n de herramienh'lque corresponde a los diccionarios contemporaneos. Piercle simbolismo,en principio. La propuesta de Trench clistaliz6 71 anos miis tarde en cl NewEnglish Dictionill}', gue con el paso del tiempo vendrfa a llamarse Oxford En­glishDictionary. Sus autores, particularmente SirJames MUITaY, que fue quienlo consolid6 en sus métodos y lo dirigi6 hasta su muerte en 1915, se ahl­vieron rigurosamente al principio filol6gico y a la bùsqueda de exhaustivi­dad que animaron el proyecto de Trench. Su enonne colecci6n de citas deautores de lengua inglesa documenta la evoluci6n hist6rica del vocabula­rio inglés; y el aparato etimol6gico, de registro de variantes de pronuncia~

ci6n y de ortografia, }' de marcas de uso ofrecen una visi6n completa, ajenaal autoritarismo, de la lengua inglesa y su cultura.

Por eso mismo, como es de suponerse, el diccionario de Oxford no selibr6 del simbolismo. Como catalogo exhaustivo del vocabulario de la lenguainglesa desde sus origenes, se convirti6 en un gran monumento hist6rico,primeramente; después, en la mejor celebraci6n de la lengua inglesa y, engeneraI, de cualquier lengua europea; por ùltimo, en verdadera autoridadpara definir significados, etimologia, pronunciaci6n, ortografia y usos. Perosu autoridad, lejos de verse como establecimiento de un estandar, provie~

ne de su calidad: de su valor filologico. Es probable que cl hecho de gue setrata de un diccionario muy voluminoso -diez tomos en su primera edi­cion como New English Dictionary on Histoncal Principles, doce en la edici6nde 1933 como T!w Oxford English Dictionar)'-, dirigido a lectores educadose interesados en cuestiones de filologia, haya contribuido a que la mayoriadel pùblico de lengua inglesa no acuda a él para resolver dudas habiutalesy, gracias a eso, su caracter de autoridad se destaque menos.

5.2. El radicalismo lingUistico

El interés por la historia delléxico de la lengua inglesa priv6 sobre el sim­bolismo del diccionario monolingiie en el caso del diccionario de Ox.ford.Trench, al proponer gue no es objeto del diccionario seleccionar palabrasy sancionarlas con su autoridad, estaba introduciendo a la lexicografia uninterés cientifico mas amplio, correspondiente a la necesidad de observary documentar una lengua sin intenrenci6n de 105 juicios normativos dellexic6grafo. La descripci6n dcI vocabulario mediante citas texulales -a don-

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78 TEORiA DEL mCCIONARIO MONOLINGÙE LA CONSmUCcrON Slfl.mOLlCA DEL mCCIONARIO 79

de tenninan por recalar las autoridades- era la unica garantia de validez de105 datos gue interesaban al filologo, por lo gue se puede considerar guecl objetivo de Trench no era oponerse frontalmente a la idea de la lenguaimperante eu la socieciad de su época, sino gue lo movfa cl afin positivo depromover una gran investigaci6n filologica, y dentro de 105 margenes de ac­cion gue habia establecido la sociedad burguesa eo su capa mas ilustrada,para la cnal probablemente la autoridaci del diccionario monolinglic, ohabia pasado a segundo plano, o correspondia a otras obras lexicogrilicasya otr05 agentes normativos, difusores del "inglés del rey". Sea como sca,no parece haber habiclo ninguna oposici6n pùblica al registro exhaustivoy nonnativamente neutral de palabras en el diccionario de Oxford.

5.2.1. La aparici6n de la lingiiistica

La filologia dio paso, hacia finales del siglo XIX, al desarrol1o de la IingLiis­tica, primero como resultado nalural de un interés cientifico por las lenguasque iba mas alla de 105 intereses hist6rico-eomparatistas de 105 herrnanosGrimm, de Franz Bopp o de August Schleicher, y gue, imbuido de la actitudnaturalista de la ciencia de su época, tan deslumbrada por Danvin y otrosinvestigadores de las leyes de la naturaleza, se propuso penetrar las leyes in­ternas de la constituci6n de las lenguas (especialmente en la fonética); perodespués también, como reacci6n en contra del normativismo gramatical,gue impedia toda consideraci6n objetiva de la gramirica de las lenguas,debido a su tradici6n simbolica heredada del humanismo del siglo XVI. Laobra de Ferdinand de Saussure, en su conjunto, rnuestra claraTIlente la reu­nian de esoso clos motivos para que la linguistica cornenzara a definirsecomo ciencia aut6noma.II-! Para esta lingUistica era determinante alejarsedel nonnativismo manifiesto en las gramaticas -escolares, en 105 dicciona­rios, en las academias yen 105 demas agentes lingiiisticos que eonformabanla idea de la lengua imperante, porlo que su oposici6n a él se volvi6 raclical.Si Saussure laenunci6 en las primeras lineas de su CoItrs, el estadounidenseLeonard Bloornfield, en su "A Set of Postulates far Linguistic Analysis",115la convirti6 en origen del dogma cleseriptivista. Desde ese momento el clic­cionario monolingiie tradicional qued6 marginado del interés de la lingUis­tica y se convirti6 en objeto de burla para muchos lingiiistas.

ll~ Cf. especialmente 10s dos primeros capitulos del CauTs de lingllistiquc générale (1915)de Ferdinand de Saussure.

115 Publicado en Language, 2 (1926): 153-164 y posteriormente en varias antologias.

5.2.2. ElWebster's Third New International Dictionary

El caso crucial del enfrentamient? entre la tradicion lexicogr<'i.fica monolin­glie y el radicalismo de la lingùistica descriptiva se dio en Estaclos Unidosde América. En el pais fundado, se padria decir, por la burguesia ilustrada,republicana, democratica y progresista, en donde Webster se habia opuestoa la constituci6n de una academia autoritaria y, a cambio, le habia ofrecidoun gran diccionario como legitimo representante de un estandar nacional,se habria de dar una batalla simb6lica encarnizada entre 105 nuevos valoresde la ciencia del lenguaje y el simbolismo tradicional de la lexicografiamonolingùe, y precisamente con un diccionario de la sucesi6n legitima deNoah vVebster: la tercera edici6n del lVebster's Ne'W Intemational Dictionary.

La inclusi6n en ese diccionario de voces poco aceptadas por 105 sectoresconservadores y puristas de la sociedad angloamericana, como la forma ain 't,formaciones como finalize o la posibilidad de posponer preposiciones en laoraciDn inglesa, aUTI cuando estaban cuidadosamente bien descritas y sima­das en su contexto social, despert6 una cadena impresionante de cnticasadversas al diccionario, de las que James Sledd y "VUma R. Ebbitt ofrecenuna valiosa selecci6n en su libro Dictionarics and thatDiclionary (1962). Des­graciadamente ni ellos ni Ronald A. vVells (1973), que rratan el tema, inves­tigaron la manera en gue se prodt~o la reaccion, ni buscaron sus causassociales, que san las gue podrian allimbrar unacuestion que sigue viva enla practica cle la lexicografia monolinglie.

Lo gue parece clara es gue, en primer lugar, la mayor parte cle 105 rese­iiistas adversos al liVebster's Third-en adelante w3- eran periodistas, que sebasaron en lilla selecci6n previa de ejemplos del diccionario, bien elaboradacon afiTI sensacionalism, pues todos se refenan a 105 mismos ejemplos con lillaunanimidad sospechosa115 y no tomaban en cuen ta el texto mismo del dic­cionario. El sensacionalismo periodistico mostraba la nueva edici6n del w3como propulsora del "speak as you go" ("habla como quieras"), contrario a10s valores educativos, culturales e incluso legaleslli de la socieclacl estado-

!lo O bien se basaban en una pequciia lista dc casos conflictivos, como las que suelenmanejar los puristas de todos los paises, o bien alguien se la prepar6 y reparti6, como hacena veces las agencias de propaganda para claiiar personas o productos comerciales. No haydatos al respecto.

117 En ~Logomachy-DebasedVerbal Currency", editorial de The American Bar AssocialioJlJOllrn(l~ enero 1962 (Sledd/Ebbit, 1962:105~108),nada menos que la barra de abogados de Es­tados Unidos, basada en la idea de que"ha sido cosrumbre en el pasado creer que es funci6nde un buen diccionario proveer estiindares por los cuales se verifican los valores de nuestramoneda verbal [y de quel muchos litigios acerca del uso adecuado y del significado de las pa­labras, tanto en los tribunales como afuera de eHos, se solucionan acudiendo a un buen clic­donario" (It has been custolllary in tl/{' jHlst /0 believe tllal it is tlle iunctiDII aJ a goad dictioTlar)' lo

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80 TEORi>\. DEL DICCIONAIUO ~IONOUNGÙE L\ CONSTRucCrON SIMBOUCA DEL DICCIONAlUO 81

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unidense. Eu segundo lugar, 105 impugnadores del \v3 manipulaban, tam­bién con notable unanimiclad, cl cat5.1ogo de palabras que es el diccionariocomo si se tratara de un curso de rec1acci6n o de estil0 (de deledus verbonwl,que era precisamente lo gue rechazaba Trench un siglo an(cs) , que condu­jera a sus lectores a escribir parrafos inconcebibles con palabras que no acu­ITen juntas;1l8 y en tercero, le achacaban como errar el haber eliminacioapéndices de etimologia de algunos nombres propios, de biografias y depersonajes de obras literarias, es decir, le reclamaban haber eliminado unaheterogeneidad practica de épocas pasadas, co favor de una concepciémarmonica de la lengua en cuanto Iengua. Pues co efecto, lo que hacia el w3era recuperar el interés por la lengua en ella misma, eliminando del libroun conjunto de agregados que 5610 105 intereses comerciales justificaban.Quiza un poco mas de cien auos transcurridos cntre el pruner v1!ebster y éstehabian convertido la lexicografia angloamericana en una inercia técnica yen campo exc1usivo de la explotaci6n comercial.

Aunque también habria que investigar la historia de la manera en quese introdujo la concepci6n lingiiistica descriptivista en la elaboraci6n delw3, para comprender adecuadamente la fiereza de la oposici6n. Phillip B.Gove, director de Esa versi6n del diccionario, parecia estar convencido delvalor del punto de vista lingùistico para la lexicografia y por eso lo defen­dia en un articulo contemporaneo a la publicaci6n de esa lercera edi­ci6n ll!ì -lo cual dificilmente era una coincidencia-, en donde se apoyabaexplicitamente en el dogma descriptivista enunciado por Bloomfield: "Elpaso fllndamental en el establecimiento de postuladas para la lingUisticadescriptiva es el de obsen'ar precisamente lo que pasa cuando habla unapersona su lengua materna. Este es el primer paso esencial requerido porel método cientifico." !20 A Este argumento agregaba, en su apoyo, la acep­tadon, por parte del Narional Council ofTeachers ofEnglish, de cinco cri-

provide s/muiarr1s l:ry which lo lesl/he vaiues jn our vabal cummcy. J.Hany an argument boOI ili cauriand 0111 concmling llle propcr use mld mealling oJ words lms been settlcd by res0l1 lo a gtJod dictiollary),juzgaba gue el w3 "abdico completamente de cualguier pape! como juez en todo lo gue seabuen uso del inglés. [Por lo gue conc1l1ia glie] nos unÌmos il lo gue parece ser llIl senlimien­to generai de glie tal abdicacion de responsabilidad sobre 105 cslandares de la lengua es de­plorable~ (lt has uller('1 abdica/al an.\' mIe as judge oJ what is good Ellglishusagr. We join in w/wl

Seri!!" to be a fli'II/!Tal fi!t:liTlg Iha! thi.f abdicatioll oJ rl!sponsibility Jor thl! s/andards oJ langllagi! is def)[a­rabII!) y se sumaba al rcchazo generaI del nuevo Webslcr.

lW Asi, reescriben un pegueiio parrafo del discurso de Lincoln en Gettysburg con pala­bras entresacadas del diccionario gue a nadie se le ocurrÌrfa utilizar juntas.

Il!l ~Lìnguistic Advances and Lexìcography", Word Stltd)', octubre 1961. A.pud Siedd/Ebbitt, 1962:65-74.

l~{) Tlw Junrfamen/al s/cj' iiI setting dormI jmstulll/I's far desCliptive li1/g1dstics is obsenJillg prl'ciscl)'wtrat ha/JjJens w/um native sjJea/:t'rs sjJcal:. Tiri.> is the t'ssenlial first Jtl'P rl'f[llimlll)' scicntijic nU'tlzod.

terios antinormativos, entre los cuales destacaban el de que "la correcci6ndepende del uso" y el de gue "todo uso es relativo",l2l dando a entenderque los postulados descriptivistas de la lingUistica eran ya ideas aceptadaspor todos. Probablernente no era el caso y en elIo resida el origen de la ba­talla contra el w3. El diccionario no era, como el de Oxford, una obra dereferencia para fù61ogos, eruditos y personas bien educadas; era un diccio­nario de uso generai, concebido tradicionalmente como verdadera autori.,.dad. La sociedad estadounidense tampoco era como la inglesa. Sobre losvalores ilustrados de su fundaci6n, Estados Unidos habia aceptado un auto­ritarismo de viejo cuna.

5.2.3. Descripci6n, uso y nonna

Aunque Mario Pei, el conocido divulgador de la lingùistica moderna enEstados Unidos, no fonnaba parte del bata1l6n de pwistas que se lanzaronen contra del w3, también particip6 en las criticas gue se hicieron de él.En una resena ponderada, mucho mejor infOlmada que las demas, critica­ba la idea que ofrecian 10s autores del w3 de sus aUloridades. dar al generaIMacArthur como autoridad para el aspecto determinativo de shall en sufamosa frase "I shall return" ("Regresaré", dicha contra los japoneses en lasegunda guerra rnundial), o citar como taIes a 105 presidentes Eisenhowery Kennedy, pania en tela de juicio la idea misma de autoridad: "Los re­copiladores dirian sin duda gue la autoridad del c1iccionario se basa en cluso, pero se plantea la cuesti6n insistentemente: '~El uso de quién?' ~EI deJ.F. Kennedy - o cl de Perico el de 105 Palotes?",122 19ualmente, el registrocuantitativamente mayoritario de forrnas historicamente consideradas in­correctas (laid en vez de lay en "I laid on the bed far an hour", la confusi6nde principley plincipal en la pronunciaci6n),123le proponia a Pei el conflictoentre el uso cuantitativamente mayorilario y el uso educado al que debianatender los diccionarios. Gove mismo no las tenia todas consigo paradefender al w3 de una critica como la de Pei, pues contradeda su propiodogma descriptivista al aceptar que la pronunciaci6n registrada en el w3

121 Comctness TcstS upon UJlJ&i?Y Ali usa&i? is relative, apud Siedd/Ebbitt, 1962:6i.122 The compilers would undoubtedl)' say thal /Ile dictionary saulhority is bastd on USlIgt!, but the

question insistenlly cames tl/): 'VWlOse usage?' That oJJ.F. Kermed)' -or that oJfaI' Da/ICS? en: "'Ain't'Is In, 'Rmiolis' Ain't", en: Sledd/Ebbitt, 1962:83. Hay que hacer notar que tampoeo eonven­ce mucho que John F. Kennedy tuviera cacicter de autoridad idiomatica. Pei cOllfundia untipo de autoridad con otto. La del antiguo aUloril.'1rismo del Estado sigue presente,

123 Como podrian ser en espanoI haiga por Izaya, o abuJa y agllja.

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debia representar "el habla es~indar de 105 estadounidenses educados",12'1y al afirmar en otro lugar de su articulo que "un requerimiento esencialpara determinar el mejor uso es que sea un uso realmente genuino de tal fre­cuencia, que prevalezca sin disputa" ,125 Estrictamente bablando, no hay "me­jor uso" posible para un punto de vista descriptivo y, por cl contrario, sugerirque el mejor uso es el mis frecuente es confundir por completo 105 ambi­tDS de la nonnatividad y de la cuantificaci6n: del "deber ser" y del "ser".

Tarlo parece indicar, eo conclusi6n, que aunque injusta y eil buenamedida calumniosa la rcaccion contra el w3, su verdadera causa estuvo euun enfrentamiento poco o nada reflexionado y, consecuentemente, irnpre­vist~, de un valer cientifico de la lingUistica cuyas pretensiones de validezpara la sociec1ad nunca se exploraron criticamente, con una tradici6n auto­ritaria heredada del desarrollo de la lexicografia europea desde el siglo XVI.

Visto de otra manera: los valores de la ciencia dejaron de argmnentarsepublicamente, como sucedia en el nacimiento de la burguesia ilustrada, ycomenzaron a imponerse desde 105 drculos cientificos al margen de la 50­

ciedad e incluso, eD el caso de la lingUistica, con desdén por ella.

5.3. El "hecho diccionario" y las relaciones entre la Iingiiisticay la lexicografia

. Al llegar a este punto. que puede considerarse como~caracteristico de laépoca contemporanea, aunque desde entonces hayan pasado treinta y tresanos y hayan aparecido docenas de buenos diccionarios de las lenguas euro­peas ocddentales, que no han dado lugar a conflictos como el del w3, debequedar bien claro que la lexicografia ha venido construyendo sus objetivosy sus métoc1os en relaci6n con la evoluci6n hist6rica de 105 paises y las len­guas considerados, sin tornar en cuenta un "punto de vista lingUistico" quele es muy posterior historieamente y que por eso mismo no se le puede impo­ner ni para. pensar su historla, ni para comprender en su verdadera mag­nitud el "hecho diccionario". Esas comunidades lingiiisticas construyeronsu idea de la lengua como resultarlo de una reflexi6n aeerca de ella que seimponia por su [uncion en la comunicaci6n humana y las caracteristicas desu materialidad, y por 105 medi05 intelectuales de que disponian para pen­sar las lenguas. S610 que la funcion de la lengua en la comunicacion hu-

12·1 "El nuevo alfabeto de pronunciad6n esta disenado para represelllar claramente elhabla estandar de los arncricanos educados" (Tlte new pronunciaiioTl alplwbet is designed lo rejlrc­sent cleaTi)' tlw st(l11darrl spcech oJeducaled.ti mericans) , aplJd Sledd/Ebbiu, (1962:71).

15 il Il I~ssential requimnent for detenllilling best TtJage is that ii be ac/llal gr.'1I11ine llsage oJmcii Jre­quenl)' as to be indìsjJUtably prroailillg, a/md Sledd/Ebbit (1962:73).

mana no era evidente a la reflexi6n de los siglos pasados, ni tampoco lo es auna primera reflexi6n espontanea. La lengua se presenta a todo sel' huma­no como parte de su actividad practica, tan inmediata como sus funcionesvitales. y vale no por ella misma, sino por la manera eo gue pennite conce­bir el mundo, actuar sobre él }' comunicarse con 105 demas acerca de él. Lalengua resulta transparente para todo ser humano que reflexiona sobreella en primera instancia; no se puede ver por ella misma; 5610 transluce elmundo en sus experiencias, en sus emociones, en sus realidades. De ahique, aunque ontogenéticamente primmia su funci6n comunicativa, la {mi­ca manera de reflexionar acerca de ella fuera su observaci6n en algunas dcsus manifesraciones. Entre ellas, ante todo sus usos poético y retorico, quedespués seran, eo generaI, uso literano. No debe resultar extrallo -y es algoque la lingUistica contemporanea debiera terminar por entender- que laidea gue se podia consuuir socialmente acerca de la lengua dependiera,por eso, de ciertos conceptos ajenos a ella, pero que perrnitian articulal'lacon valores sociales gestados historicamente. Coneeptos generadores comocl de la legitimadoo elel Estado ante cl te16n de fondo de la Antigllcdadclisica, cl de la celebracion de sus autores y la lengua literaria, cl del bueouso de la lengua por la corte, 10s eruditos y, fmalmente, la burguesia, fueronlos instrumentos que, desdc tan antiguo como cl siglo XIII, dicron realidada la idea de la lengua; fueron 10s que pennitieron mirarla. No es raro poreso, tampoco, que la reflexi6n filosofica sobre la lengua, clesde sus inicios enla Antiguedad griega hasta hoy en dia, se ocupe de ella precisamente en closfunbitos en 105 que es solamente intermediaria: la ontologia y la logica. Laverdadera novedad de ]a lingiHstica de Saussure -que no la cle NoamChornsky, que en ese sentido ha resultado regresiva-, consisti6 en consi­derar, por primera vez, la lengua en cuanto signo. por ella misrna, desligadade todas las visiones trascendentes con que se la habfa considerado ante­rionnente. La lingUistica moderna viene por eso' a ser resultante de una cri­tica de la idea de la lengua, cuyo horizonte intelectual no 5610 no debenegarse o soslayarse, sino que debe recuperarse si quiere uno explicar mu­chos de sus criterios yvolverla a situar en su contexto sodal. Se podria decirque la lingfùstica moderna es la vanguardia de la elaboracion de una nuevaidea de la lengua, correspondiente a la compleja, por diversa, sociedac1 elcIsiglo xx. Pero esa vanguardia, de caracter cìentifico, tendrla gue decidir sidesdeiia para siempre la necesidad social de contar con una idea de la len­gua y consecuentemente se abstiene de inten"enir en la relaci6n entre la 50­ciedad y su lengua, u opta por utilizar sus propias capacid-ades de an5.1isi5para comprender como se gesta y como evoluciona en la sociedad la ideade la lengua; si se decide por la primera posibilidad, la lingiHstica estari clau­suranclo toda relaci6n con las sociedades que la solvcntan, en direcd6n a

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84 TEORiA DEL DICCrONARlO r-.IONOUNGUE U. CONSTRUCCION SIMBOUCA DEL OICCrONARJO 85

convertirse en "ciencia pura" cuyo unico objetivo sea la investigaci6n de la"capacidad de hablar" del organismo humano, en relaci6n fundamental conla neurologia y la genética (que es la tendencia de la lingUistica chornskya­na) y tencici que perrnanecer perpleja ante el hecho de que, pese a todo, lalengua tiene una dimensi6n sacial, dimensi6n que ya no podra comprenderyque, en el pecr de 105 casas, tendra que considerar como circunstancial.126

Eu ese caso, la lexieografia y el "hecho diccionario" no podran ser objetosuya, ni siquiera para criticarlos. Si, en cambio, la lingùistica se propone con­siderar con objetividad la riqueza de las manifestaciones verbales entre 105seres humanos e investigar las formas en que se expresan y eu que se rela­cionan con la totalidad de la vida humana, la realidad de la idea de la len­gua y sus productos sociales, como el diccionario monolingiie, seran unaparte importante de sus cometidos cientfficos. Si es asi, la invesrigaci6n lin­giiistica sera importante en dos direcciones: por un lado, contribuira a ela­borar una idea de la lengua que reconcilie a las complejas sociedades definales del siglo x.x con "sus propias lenguas", en térrninos diferentes a comolo ha hecho el simbolismo heredado del humanismo del siglo XVI ycon el ab­jetivo de que esa idea eorresponda al conocimiento cientHico logrado y a 105

valores culturales, democraticos y comunicativos de la civilizaci6n contem­poranea. Por el otro, podri eolaborar con la lexicografia en la elaboracionde una comprensi6n mas clara de lo que es el diccionario monolinglie, y enel establecimiento de mejores métodos y téenieas lexicograficos.

El diccionario monolingiie ha sido historicamente uno de 105 agenteslingiiisticos mas importantes en la difusi6n de las ideas sobre la lengua y ensu conocimiento social, pues aunque trata solamente elléxico, la manera enque en el vocablo se manifiestan la fonériea, la morfologia, la reeei6n ver­baI, la multiplicidad de significados con que se bace referencia al mundosensible, la diversidad y la riqueza dialectal, y las valoraciones sociales deluso de la lengua lo han convertirlo en simbolo, como se ha visto en estecapitulo, y en agente principa! en cl conocimiento socia! de la lengua. El"hecho diccionario" es por eso un fenomeno lingiiistico de primera impor­tancia, que interesa a la lingùistica por euanto representa la lengua en surealidad concreta y en eUanto fenomeno colectivo, de un orden completa­mente distinto a la eoleccion euantitativa, incluso "representativa" de datoslingùistieos individuales, que es como, en 105 mejores casos, la puede inves~

1~6 Ya se ve a qué conduce esa lingUistica: ni logra ofrecer una teoria empirica, verifica­ble}' gue establezeadazos firmes con la neurologia, pues la publicaci6n gremial-que no dis­eusiéin cientifica- de reglas fonnales para casos seleccionados de la gmmdtica tradidDnal noofrece resultados de eonjumo}' cientificamente sistematizables; ni se aparla de una especula­cion en la que es cada dia mas evidente su dependencia de coneeptos filos6ficos mal inter­pretados y peor establecidos"

ti~ar la ~ialectologiay la sociolingliistica. Para poderlo analizar hay que ex­phear como llega el diccionario monolingtie a representar el caracter socia1de la lengua concreta y c6mo ha logrado que la sociedad en su conjunto loconciba de esa manera. En Este capitulo se ha querido demostrar como segesto su valor simbolico y c6mo no ha sido éste un accesorio espurio a laneeesidad primigenia de infonnaci6n. Lo que sigue es intentar ofrecer unaexplicaci6n racional de ese valor, que manifiesta un fenomeno profundode la existencia sodal de las lenguas. Una teoria del diccionario monolin­giie debe ser una dilucidacion de caracter empirico, de su constituci6ns~cial, de su fundamento comunicativo y de su concepci6n del signo lingùis­oca -el vocablo- gue tiene por objeto. S610 asi sera posible devolver a lalexicografla y a sus productos la importancia que merecen en la conside­racion generaI de la cultura y del prineipal de sus instrumentos: la lengua.

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II. PRAGMÀTlCA DE LA INFORMACION LEXICOGRÀFICA

O. LA NATURALEZA INFORMATIVA DEL OICCIDNARID

En cl capitulo anterior se ha mostrado lo definitorio que es el canicter sim­b6lico de 105 diccionarios monolingiies para una eomprensi6n adccuada ycompleta de sus caracteristicas. Inherente a 105 diccionarios consicieracios,ese caracter simb6lico no debe oscurecer 105 fundamentos del diccionariomonolingiie cn la naturaleza humana y cn la naturaleza de 105 fenomenoslingiiisticos que torna por objeto, puesto que es desde alli desde donde setiene que explicar su génesis, sus caracteristicas mas profundas y la c1ase defenomeno lingUistico complejo en que, a su vez, se convierte el dicciona­rio; asi como es desde alli desde donde se puede fundar la posibilidad deque se elaboren diccionarios monolingiies de lenguas que no comparten lahistoria simbolica de Occidente, sino que, al contrario, se justifican por simismos o se integran a otras concepciones simb6licas diferentes.

1. EL ORIGEN TI\'fORMATlVO DE LA LENGUA

La realidad simbolica de los diccionarios se monta en una neeesidad huma­na que la antecede y que eorresponde al origen mismo de los signos: lanecesidad de informacion. Pues eualquier signa, desde la mas elementalsenal, tiene como proposito ampliar cl campo de la experiencia sensible deun ser humano, o de su conocimiento, transmitiéndole lo que previarnentedesconoce o no ha percibido todavfa. Como lo expone Biihler (1934:82):"el origen biologico de la produccion de signos ha de hallarse siempre, en lavida comun superior de los animales. 5610 alli donde una situacion socialreclama la ampliacion del horizonte de las percepciones comunes".

La lengua es, ante todo, medio de infonnacion. El mis neo, complejoe importante de los medios de infonnacion gue se conocen. Si, siguiendo aBiihler, se considera gue cIllanto y la sonrisa san 105 medios de infonna­cion de que dispone cl nino pequeno, desde poco después de su nacimien­to, para atraer hacia élla atencion de quienes lo rodeen y darles a conocer

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88 TEORiA DEL DIccroNARIO MONQUNGÙE PRAGlvL4TlCA DE U. INFORMACION LEXICOGRAFICA 89

sus necesidades -siempre con un caracter de emergencia-, la senaI conel ciecia indice de la mano, que se desarrolla poco tiempo después, ya lepermite aludir a su exterioridad, es decir, a su primera pereepci6n delmundo ajeno a él, e indicar a 105 que lo fadean sus percepciones o 5US ex­periencias. El ruido primero y 105 gestos después son, entonces, senales ele­mentales, instrumentos primitivos de informaci6n, que se producenexactamente por losmotivos de 105 que habla Biihler.

El mundo que fadea aI nino es inicialmente ininteligible. Seguramen­te tan ininteligible como lo es para 105 demas animales superiores, paraquienes las senales que emiten o gue captan sirven solamente para ayu­darles a conservar la vida. Pero el fenomeno espedficamente humano dela informacion consiste en que el niiio muy pronto comienza a construir,por encima de las senales elementales que comparte con otros animales,de una parte, codigos informativos complejos que no solamente le sirvenpara consenrar la vida, sino que también le penniten aludir a cada vez mascosas del fiundo que experimenta (la capacidad estructural de la lengua y,en generai, la capaddad estructural semiotica) y, de la otra, un espada abs­tracto en donde la distincion basica entre él mismo, el uno, el ego y lo que lorodea, lo otro, se convierte en un "espacio de infonnaci6n": un espacio endonde se localiza, se especifica y adquiere valar la relaci6n entre el ego y lootro, y en donde se comprende, se apropia l' se figura lo otto para un yo quecada vez mas se reconace en el espeja de 105 humanas que lo rodean.

S610 que ese espacio no se llena con un lenguaje privado, producido ex­elusivamente por la capacidad individuaI de construir c6digos informativos,sino que, desde un principio, va siendo cubierto por la lengua que le ense­nan al nino su madre, su padre y la sociedad en la que vive; mediante esalengua adquiere las interpretaciones basicas por las cuales hahra de construirsu comprensi6n del mundo y habra de guiarse durante su vida. A partir deese momento, durante el resto de su vida como adulto, todo el sentido queorganice l' con el que interprete su existencia habra de ser significado conla lengua. La lengua. por lo tanto, no 5610 transmite informaci6n sino quetambién, en un sentido etimol6gico, Ìn-fonna al individuo.

1.1. La naturaleza dialogica de la lengua

Vista la constituci6n del espada de informad6n desde el individuo en ais­lamiento, coma lo hacen la mayor parte de las teonas linglilsticas actuales,su mera existencia tiene que concebirse como acddental, pues parten de laidea de que nada hay en la capaddad individuai de elaborar c6digos -quees un hecho biol6gico de la especie humana-, que presuponga su contac-

to con otros individuos y la necesidad de que lUlOS l' otros c6digos individua­Ies sean mutuamente inteligibles. Por lo que la ocupad6n de ese espadapor la lengua de la sociedad en la que nace el individuo, ademas de resul­tar teoricamente molesta, teodra que concebirse como una invasi6n de lasociedad y una imposici6n sobre el individuo.

Pero ese punto de vista te6rico, tan extendido hoyen dIa, no deja de serproducto de una simple especulad6n, motivado por la inf1uencia que tienesobre la lingiiistica teorica el solipsismo con que las ciencias de la natura­leza tienden a entender al ser humano, cuya realidad biologica es la (micaque pueden concebir desde su estrecho monismo positivista. l Por lo con­trario, la realidad complet.:l., ricamente experimentada por todos 105 sereshumanos, que es la que debe interesar allingliista, es que el espada de 1n­formaci6n se crea necesariamente por la simple distinci6n entre el ego y lootro: por la diferencia que hay entte la limitaci6n del cuerpo de cada quieny la experiencia de lo existente mas alla de 51 mismo, que comprende, tantoa las cosas y las acciones que se realizan, como a 105 demas seres humanosque lo rodean. Pues es la experiencia de las cosas l' de las acciones comoajenas l' externas a cada quien la que, eD cualquier momento, requiere unasenal que amplfe el campo perceptual l' de conocimiento de 105 demas. Yes la necesidad de 105 demas, que tiene el ser humano desde su nacimien­to, la que incita a la senaI, a la informaci6n, a la ampliad6n del campo deexperienda de 105 que rodean al individuo.

Asi es que e1 espada de informaci6n no es un accidente con que alea­toriamente se encuentra la capacidad humana de hablar, sino que es parteconstitutiva de esa capacidad. Se habla para trascender al propio cuerpo yencontrarse con la realidad externa y 105 demas scres humanos, en el espa­do que crean 105 dos polos expcrimentadas por el individuo: cl del yo l' elde 105 otTos. La lengua, por lo tanto, no tiene una naturaleza individual, sinosocial, l' cl individuo -incluso desde el pWltO de vista biol6gico- s610 serealiza como ser humano gracias a esa misma naruraleza sodal (l' ésa es laensenanza de 105 estudios, largamente debatidos, de los "ninos-lobo", es de­dr, de ninos privados de contacto social). En ese caso, la lengua de la socie~

dad en la que nace cada ser humano es la que lo "redbe"y no le "impone"un c6digo y una significaci6n al espada de infonnaci6n, sino que situa alindividuo en él l' lo dota de 105 signos que habran de permitirle comprendery apropiarse de sus experiendas y aprender de la experiencia de 105 demas.

l Es una especulaci6n porquc ni la invcstigaci6n de las bases biologicas dellenguaje, nila de su organizaci6n neurologica ofrecen datos empfricos acerca de la manera cn gue se ereancn el ser humano las condiciones para construir e6digos lingùfstieos o, si se quiere, acerca dela manera en que el ser humano tiene esas condicion~s en su impronta genética.

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90 TEORiA DEL OICCIQNARIO /l.IONOLINGÙE PRAG),L-\TICA DE LA INFORl'vIACION LEXrCOGRA.FICA. 91

La lengua interviene, entonces. como pauta de la producci6n de signos ycomo medio infonnativo ya constituido, que permitira al ser humano ma­nifestar su experiencia individual y hacerla eomprensible a 105 demas. i\51que la capacidad de hablar y de valerse de la lengua para ampliar el hori­zonte pereeptual de 10s demas y e1 propio, y para allegarse el sentido de loque lo radea, ademas de resolver la necesidad primaria de inforrnaci6n,tiene desde su arigen un cuno sodal.

1.2. La lengua, fundamento de la sociedad

Incluso se puede afinnar, a partir de lo antenaT, que es la lengua, en su na­turaleza dialogica, la que organiza la sociedad y, consecuentemente, ]a fun·da. Pues es la que permite a cada individuo compartir la infonnaci6n acercadel mundo que lo fadea y apropiarse de las experiencias de 10s demis; lague lo lleva a reconocerse como humano frente a 105 otros humanos; la guedefine la medida en gue grupos, estamentos, gremios comparten la unidadsocial y acuerdan sus contribuciones a 105 intereses generales de la sociedad.

Esta concepei6n de la lengua, heredada hasta eierto punto de Saussure,se ha postergado eu la teoria moderna dellenguaje a causa del sesgo de lalingUistica haeia el formalismo y hacia el solipsismo. S610 una sociolinguis­tica, que superara su "interdiseiplinariedad" originaria y se asumiera comouna verdadera "lingUistica social", seria capaz hoy en dia de desarrollarlaadecuadamente. Entre tanto, ha sido el contemporaneo "giro lingiiistico"de la filosofia y el acmal desarrollo de la pragrnatica fùos6fica 105 que ofre­cen una concepci6n de la socialidad de la lengua mas cercana a la que seposrula, mas adecuada a la comprensi6n de fen6menos linguisticos que,como 105 diccionarios, ponen de manifiesto su naturaleza social eu el sen­tido mas estricto y mas rico de la palabra.

2. DE LA TEORiA DEL LENGUAJE A LA TEORiA DEL DICCIONAlUO

La teoria del diccionario monolinglie es una teoria acerca de un objeto lin­gùistico especffico que, como tal, requiere una fundamentaci6n previa eu dosteorias que la anteceden: la teorla del lenguaje, entendida como aquellaque explica lo que es la lengua natura! en sus dimensiones cognoscitiva, es­tructural y social, y la teoria del significado, que es a su vez un de5arrollo espe­dfico de la teoria dellenguaje. En un libro como este, que se ocupa de lateoria del diccionario monolingùe, ambas teorias previas han de presupo­nerse, pues de otta manera seria necesario desarrollarlas por completo antes

de pasar a la teoria del diccionario. Desarrollar las dos teorias en la mismaserie con la teoria del diccionario seria una tarea que requeriria varios aiiosy que posiblemente no sea necesaria, gracias al nUmero de teorias de estaelase que se han elaborado ya en lingiiistica moderna}' a que, aun cuandoninguna en particular corresponde del todo a las necesidades de la teoriadel diccionario, logran en su conjunto crear un lecho teorico suficiente comopara que esta ultima pueda limitarse a aludir a él para afianzar sus postula­dos de partida.

2.1. Postulados de la teoria dellenguaje

Sobre esa base, 105 postulados de teoria dellenguaje necesarios para la teo­ria del diccionario monolingiie que aqui habra de desarrollarse son 105 si­guientes:

2.1.1. La lengua como idenlidad

Se afrrma que la identidad de la lengua no es equivalente a las ilimitadasdiferencias y variaciones de conocirniento y de manejo que muestran deella cada uno de 105 miembros de la sociedad (sus idio1ectos), o a las ilimi­tadas variaciones fonnales que podria producir por si misma la facuItaciestructural del hablar (Ios monoides generativos), sino a la estabilidad conque la cohesi6n colectiva corrige la inestabilidad estructural del idiolecto odel monoide.2 Esta afirmaci6n es importante en dos sentidos: por un lado,porque permite establecer la discusi6n entre esta concepci6n social de lalengua y las teorias mas formalistas, para las cuales la facuItad estructuralelei hablar -la competencia chomskyana- y la realidad del idiolecto sonsus puntos centrales. Por cl otro, porque la estabilidad estructural que pro­vee la colectividad a los sistemas lingiiisticos es la contraparte formai delpostulado de la lengua como hecho soda! que, en la teoria del diccionario,tiene el papel centralo

2.1.2. La lengua como hecho social

Se afirma que la lengua no proviene del individuo en aislamiento, como siéste fuera una monada sin contacto con otros seres humanos, sino que exis-

~ Sobre este concepto, véase vVildgen, 1989.

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92 TEORiA DEL DlCCIONAIUO MONOLlNCÙE PRAGlvrATlCA DE LA INFOR,\LA.CION LEXICOGRAFICA 93

te para todos y cada uno de ellos, y por todos ellos, como una tradici6n re­cibida de sus padres (cf. Lara, 1990:133-156) y como un medio de comuni­caci6n proveniente del exterior, gue han de adquirir necesariamente.

2.1.3. La lengua como consenso sodal

Se afirma gue toda emision verbal, para tener senticio, necesita ajustarse aun consenso sodai sobre cl significado de Ios signos de la lengua, gue es dgue delimita su significaci6n y su pertinencia. Ese consenso se produce coel "espacia de informacion" gue se crea cotre 105 individuos, y la sodedady el mundo gue 105 rodea. Es ese consenso cl gue instaura la significaci6nco su medio sodai y establece comO todo mensaje comunicativo o informa­tivo, para gue tenga éxito, requiere tornar co cuenta un accl'lo comun deconocimientos y experiencias compartidas, que no es otra cosa que el hori­zonte de interpretaci6n que se ofrece a cada miembro de la sociedad paracomprender y hacer comprender su discurso._ Como se via en el capirnlo anterior (I, § 3.3) varios pensadores burgtteses,eu panicular Addison y Adarns, notaron que la lengu~, como hecho generaIde la sociedad, por su cad.cter colectivo y publico, sema como medio de en­tendimiento por excelencia entre 105 miembros de la sociedad, al grado demodificar la idea humanista-aristocratica anterior con ésta, mas acorde conel reconocimiento de la igualdad fundamental efitre 105 seres hurnanos, con lanecesidad de abrir el espacio pùblico al resto de 105 rniembros de la comuni­dad y con la necesidad de asegurar una comprensi6n general, razonada. deldiscurso publico. que era tan determinante para la implantad6n de 105 valo­l'es libertarios de la burguesia. La idea, como se ha venido demostrando,aunque parece cirClmstancial y motivada por esos valores de la democraciaburguesa, y l'esulta incidental eu la mayor parte de 105 lexic6grafos quehicieron alusi6n a ella (hasta cl Salva de la "comuni6n eotre espaiioles e his­panoarnericanos"). corresponde a un hecho mucho mas profundo de lascomunidades lingùisticas que, por profundo. no 10gr6 destacarse entre lospensadores del siglo x-VIli, ni, menos, ha logrado materializarse en la teoriade1lenguaje. S6lo contemporaneamente se ha desarrollado la idea del con­senso socia! como base de la comunicaci6n, como parte del famoso "girolingiiistico" que ha tornado la filosofia, en especial en la obra de Habermas,y entre 105 fil6sofos pragmaticos contemporaneos, deudores de LudwigWittgenstein, como el grupo constructivista de Konstanz (Friedrich Kam­barte!, Kuno Lorenz, Hans-Julius Schneider) y Karl Otto Ape!.' De acuerdo

3 Cf. Ape1, 1976; I-Iabermas, 1990; l\ambartel, 1981; Lorenz, 1971 y Schneider, 1975.

con ellos, y sobre todo como resultado de la investigaci6n hist6rica que sepresento ~n cl capitulo antenor. se pl!ede decir-como se hace en el § 1.2­que, en realidad, la lengua precede a la conformaci6n de cada sociedad c0l?-­creta, y que una sociedad sin lengua comun es apenas un conglomerado deindividuos.

2.1.4. El consenso )' et comjJromiso del entenliimiento

o sea que lo que se postula es que una lengua es un medio de entendirnientoque lleva en su constituci6n una relaci6n dual: quien habla y quien escucha,quien dice y quien comprende lo dicho. La necesidad de lograr el enten­dimiento implica que. quien habla, se haga cargo de la necesidad de quequien lo escucha, lo entienda; y que quien escucha, suponga que quien ha­bla se ha hecho cargo de ello, lo que da lugar inevitablemente a una espe­cie de "obligaci6n de entendimiento": quien habla no puede modificar sulengua al punto de que su dialogante no lo entienda; quien escucha, supo­ne que su dialogante se atendra a esa obligaci6n. Es decir, tado miembro dela sociedad debe hablar la lengua de manera que 105 demas lo entiendan.Basta considerar que las sociedades constan de mas de dos miembros, paracomprender hasta qué punto Esa "obligaci6n de entendimiento" es la quedetermina las posibilidades de hablar entre todoslos miembros de la socie­dado El entendimiento es, entonces, un valor constitutivo de la lengua real.euando deja de valer, la lengua se vue1ve ininteligible y la sociedad se des­truye, o se segmenta para fundar otras comunidades lingùisticas.

De ahi que la mu)' acUlal teoria de la acci6n comunicativa de JiirgenHabermas, basada ,en la idea de que "el medio que es ellenguaje namralyel telos del entendimiento se interpretan mutuarnente -cl uno no pue­de explicarse sin recurrir al otro" (1988:73), corresponda a la idea de lasocialidad de la lengua que se viene exponiendo aqui, a partir de la cualse puede comprender en toda su arnpliUld cl ongen de 105 diccionariosmonolingiies.

2.2. El papel del léxico

Establecido el caracter soda! de la informaci6n que se transrnite mediantela 1engua, conviene ahora definir el papel especifico del léxico, gue es clobjeto del diccionario, para poder posteriormente caracterizar cl diccio­nario monolingt'l.e en relaci6n con la transmisi6n de informaci6n y con lasocialidad del medio verbal.

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TEORiA DEL OlCCIONARIO MONOUNGÙE PRAGl\Ii\TICA DE L-\ INFORMACION LEXICOGRAFICA 95

2.2.1. El eanieter ahierto delléxico

En tanto que la fonética, la fonologia, la morfologia, las reglas de forma­cion de palabras y la sinta.xis las llega a dominar cada persona en cortotiempo (al menos en un niveI basico suficiente), elléxico, por su relacioncon la comprensi6n del munclo experimentado, se continua aprendiendoa lo largo de toda la vida, en la medida en que la realidad que ayuda a sig­nificar se vuelve cada vez mas compleja y detallada, y la capacidad de refle­xion, anilisis e invencion del ser humano Cfece y se diversifica. Esa relacioncon el mundo experimentado es lo que da alléxico un caraeter abierto quelo especifica en relacion con 105 demas niveles estructurales de las lenguas.

2.2.2. El canicla ilimitado dellé.-deo y la limitaci6n de la menioria

A la vez, por su mismo caracter, que aisla entidades del mundo experimen­tado y las identifica de una manera pertinente y significativa, ajustimdose asu ilimitada variedad, elléxico llega a tener una dimension, en términoscuantitativos, que sobrepasa el conocimiento y la capaeidad de memoria decada ser humano aislado, lo cual da lugar a un fenomeno determinante: laaparici6n de una memoria compartida, de una verdadera memoria socialgue solo existe en la sociedad en su conjunto y que no es equivalente a laagregacion de-' todos..los conocimient05 léxicos parciales de los miembrosde la sociedacl.'l "-

2.2.3. ElléxicoJ hecho social

Elléxico de una lengua, por lo tanto, solo se puede abarear en ténninos 50­

ciales. El conocimiento y la memoria individuales de sus elementos sonmanifestadones fragmentarias, siempre, de un conoeirniento sodal del voca­bulario, elaborado a lo largo del tiempo y recordado intersubjetivamente.Ello significa que, aunque en principio 105 medios concretos de conseJV'acionde la memoria social sean las memorias indhiduales de Ios miembros de lacomunidacllingiiistica, se produzca pronto una necesidad coleetiva por su­perar las capacidades indÌ\~dualesde memoria y crear agentes sociales en­cargados de reeolectarla y transmitirla.]llnto a los miembros de la sociedadgue, en muchas comunidades lingùfsticas, transmiten por diversos mediosorales y mnemotécnicos esa memoria, en las comunidades gue tienen dic-

·1 Cf. infra capitulo V, § 3,3.1.1.

cionarios monolingiies el diccionario es el deposito de memoria social porexcelencia, al eual se transfiere precisamente 105 conoeimientos fragmen­tarios delléxico gue tienen y han tenido, en el tiempo, 105 miembros de lasoeiedad en cuanto conjunto. De ahi también gue, en relacion con el en­tendimiento gue originan la eOIIlunidad de comunicacion y la racionalidadsocial, el diccionario sea uno de sus principales instrumentos.

3. L'\ tvIAt.\'IFESTACION DE L'\ NECESIOAD DE INFOR,\i-\CION

En la actividad sodal en gue se localiza cl discurso de cada persona, la trans­mision de inforrnacion léxica es uno de 105 momentos gue reiteradamentese produce. Esta transmision nega a delinear, generalmente, situaciones yprocesos sociales bien establecidos. Asi por ejemplo, es fidI recordar cadaquien dentos de escenas en Ias gue interviene o que incluso desencadenapara allegarse informacion. Eu esas escenas el diilogo que se produce en­tre 105 interlocutares explica, muestra o ejemplifica una experiencia; unacontecimiento presenciada en conjunto, cuyo sentido se escapa a uno de10s dos; una percepcion que quiere transmitir el uno al otro. Es ficil tam­bién recordar como cada quien ha preguntaclo en ciertos momentos quées cierto objeto, como OCUITe eierto acontecimiento, como se debe com­prender cierta expresion. Como cuando un nino pregunta a su padre: "~Quésignifica cometa?" o "èQué es un cometa?", después de haber presenciado suaparicion en el cielo nocturno, por primera vez para su propia vida, a sim­plemente después de haber escuchado una eonversacion acerca de esoscuerpos celestes y por una necesiclacl determinada por su curiosidad. Pue­de también alguien preguntar: "~Qué guiere decir parsec?", movido por unanecesidad de conocimiento o para precisar un concerto que le resulta.oscuro durante la exposidon de un maestro en la escue1a; puede pregun­tar el sentido preciso de una oracion, aun cuando le sea conocido el signi­ficado de todos 105 signos que la companen, como cuando alguien lee enla prensa mexicana: ''Nuevamente, 105 garilas tomaron el poder en Haiti";so también puede pregtmtar el significado de alguna palabra, pero con el finde destacarla y dar un valer retorico a su discurso, como cuando alguien co­menta: '\:Qué significa lealtad para un politico?". Los motivos para pregun­tar significados de las palabras, o de Ios signos en generaI, e para preguntarqué son las cosas, pueden ser muches. Lo que importa destacar aqui es que

5 En Ios ùltimos treinla aiios "gorila" se ha venido usando para llamar asi, peyorativamen~te, il. los militilres gue en distintos paises del mundo y en diferentes momentos derrocan losgobiernos constiluicios e imponen su mandato, generalmente mediante fUerte represi6n.

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96 TEORi-\. DEL DICCIONAlUO l'.IONOLlNGÙE PRAG;-...t.ATICA DE. L\ INFOR.lviACIÒN LEXICOGR,\FlCA 97

esas preguntas y SUS eorrespondientes reSpUeSh'1S obedecen siempre a unanecesidad de inforrnaci6n.

Para una comunidad lingUIstica tarnbién puede resultar necesario hacerpreguntas, ya no a proposito del signific~dode una palabra o ~cerca del obje­to del mundo sensible a que se refiere, smo acerca de la propIa lengua, paraadecuar su conocirniento ysu practica al uso sodaI. Eu tal caso aparece una ne­eesidad de earacter claramente normativa: "~c6mo se pronuncia la palabracuya escritura es halar, o thought?", "~c6mo se eseribe la palabra /~kam~ya/ola palabra /doitshe/?". Por mas que, co esos casos, prevalezca cl mteres porsuperar un hecho de ignorancia, cada vez que algu~en. respande ~on unaescritura o con una pronunciacién. norma el conOCIIDlento de qUlen pre­gunta. En cualquier caso, por cuanto las preguntas se hacen a un miembro dela comunidad como representante de la sociedad en su eonjunto, las respues­tas corresponden a lo que ha quedado registrado en la memoria soda!.

Se puede entonces eoncluir que la necesidad de infonnaci6n, natural alser humano, se manifiesta, entre varias otras maneras que se dan en el me­dio verbal de la sociedad, mediante acciones especificas de pregunta y res­puesta. Como no bay evidencia de que tal tipo de acciones sea ~existente

en ninguna comunidad bumana, se puede proponer que ambos tlpOS de ac­dones, el de preguntar y cl de responder son universales; es decir, no depen­dientes de cada comunidad lingUistica especifica, ni de una tradici6n decultura de la lengua como la que se ha expuesto en el capitulo anterior.

3.1. Acciones y actos verbales

Las preguntas y respucstas acerca del significa?o de los si~os, cn parti~ula:acerca de las palabras,fJ fonnan parte del conJunto de aCClOnes de un mdi­viduo en cl seno de su sodedad. Esas preguntas san, de aeuerdo con la Teo­ria dellenguaje, de Karl Bùhler (1934:100-101), acciones verbales: "Pues lodohablar concreto esli en asociaci6n vitaI con el resto de la conducta con sen­ti9-0 de un hombre; estti entre acciones y él mismo es una accinn. En una si-

ij Se ulilizar<i. palabra como término provisional para designar al signo aislado, socialmen·le idcntificable y de caracteristicas estrllcturales bien definidas, con gue 105 hablantes de unalengua formulan sus preguntas acerca de objetos de la realidad sensible o ?e su ~~iverso cOl~'

cepma!. En el capitulo siguiente se tratara este si~o .desd~ el punt~ d: Vlsta te~n~o y meto­dico lexicogr:ifico. Como el objetivo pondpal del dlCClOnano mon~llUgue es el Slgn~C~~O delas palabras, aunque también se hagan pregunta5 acerca de la escntura, la pronunC1~C1.on, ~luso sodal o espedalizado, etc., la clil5e de preguntas y respuestas gue se acaban de dlsnngurrse llamaran preguntas y respuestas acerca del significado de Ios signos, sin soslayar con elIo

las otras preguntas que se pueden hacer sobre la lengua.

tuaci6n dada vemos que un hombre, una vez ase con las manos y manejalo tangible, las cosas corp6reas, acma con ellas. Otra vez vernos que abre labaca y habla. En ambos casos el acontecimiento que podemos obscDiaraparece dirigido hacia un fin quc debe "alcanzarse. Yesto es precisamentelo que el psicologo llama una acdon."

Para deslindar cl caracter de estas acciones y la manera cn que clefinenla naturaleza del diccionario, lo gue sigue se orientara por las tcorias de laaccion y el acta verbalcs de Rarl Bùhler (1934), del acto verbal de JohnSearle (1969) i Ypor el pensarniento sobre la acci6n comunicativa deJiirgenHabennas (Habermas, 1981 y 1988).

3.1.1. Acciones confinalidad

Bùhler distingue en tre acciones y actos verbales. Las aeciones verbales pue­den obedecer a necesidades expresivas espontaneas, como en 105 gritos dedolor, de entusiasmo o de sorpresa; o pueclen también darse para decir alga,con un objetivo preciso. Las primeras las llama Bùhler "decires empracticos",en doncle priva la expresion espontanea, mas como manifestacion inmediatay no pensada del individuo que como emisi6n de una informaci6n calcula­da a quienes lo rodean. En las segundas, en cambio, el es[uerzo por deciralgo de acuerdo con ciertos fines especificos de la comunicacion hace in­ten'enir un proposito y una seleccion de medios para expresarse; a esto lollama Biihler una poiesis. La pregunta por cl significado de una palabra esclaramente una pregunta con esa clase de finalidad: busca una respuestacierta y eomprensible. La acci6n cle respuesta tiene cl objetivo complemen­tario: hacer comprender, a quien prcgunta, el significado de una palabrao cl sentido de una expresi6n. En la medida en que la respuesta busca laeomprensi6n, la selecci6n de medios para darla manifiesta con mayor clu­ridad la intenrenci6n de la poiesis.

ì La teoria de Scarle, en euanto a su dimension filosofica, no pudo resistir cl embate dellogicismo qlle caracteriza en buena medida a la filosofia eontempor:inea y se ha desarrol1adoen relacion con cuestiones formales guc interesan a la moderna ontologla. En cuanto a su di­mension lingiHstica, aunqlle Searle mismo busco oponerla frontalmente con la teoria choms­kyana, pareee haberse convertido eo un método dc descripci6n de actos Iimilados, como laspromesas o las ordcncs, }' ha dado lugar <l un forcejeo descript.ivism, categorizador y t.axollo­mica que u'aiciona sus objetivos origin<lles.

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98 TEORiA DEL DICCIONARID r-.WNQUNGÙE PRAC>'vIATICA DE LA INFOR!vL-\CION LEXICOCRA..FICA 99

3.1.2. La acci6n comunicativa

Hahermas. al elaborar una teona de la acci60 social, propone una distinci6nentre tipos de acci6n basada en clos clases de finaliclades y sin considerar clconcepto bùhleriano de la poiesis:8 la de entenderse corre si: 105 miembros dela socieclad o 105 participantes en un dialogo, y la que busca producir cuuno de ellos o co varios un eomportamiento especifico en re1aci6n con elmundo objetivo. Al primer tipo de acci60 la llama Habennas acci6n comu~

nieativa; al segundo, acci6n estratégica. La acci60 cOffilmicativa se orientasolamente al entcndimiento: "hablante y ayente adoptao [ ... ] una actitudrealizativa en que se salen al encuentro como miembros del mundo de lavida intersubjetivamente eompartido de su comunidad de lenguaje" (Haber­mas, 1988:70-71), por lo que el resultado de esta accion es una ampliaciono una precision del entendimiento, una colaboraci6n y un acuerdo enrreambos. Para Habermas esa clase de acciones san las que constituyen lo quese podria llarnar el consenso, el "lecho de entenclimiento" en que se asien­ta toda posible comunicacion entre 105 miembros de una sociedad.

3.1.3. Las acciones verbales acerea de los signos

Las acciones de pregunta y respuesta acerca elel significado de los signos seorientan claramente hacia ese entendimiento intersubjerivamente compar­rielo. No pretenelen nunca inducir al oyente a actuar de eierta manera enel mundo, ni a convencerlo de que abrace una causa determinada, sino sim­plemente informarlo acerca de alguno de 105 elementos léxicos gue estanen la base del entendimiento social, precisamente para gue pueda basar supropio comportamiento verbal eo un entendimiento intersubjetivamenteaceptado.9 Las acciones verbales, comunicativas, como las de pregtlllta y res-

8 La poiesis dc Bithler m;i~ bien se reficre al calculo que hace el hablante sobre el mejoruso de sus medios linguisticos para transmitir un mens~c, lo gue corresponde al campo de lalingiHst..ica. la poetic;J y la ret6rica. La finalidad del entendimiento. propLlesta por Habermas,no se interesa por ese concepto, sino por c1arificar las finalidades de hls acciones mismas, enrelacion con cl mllndo de la vida j' con et mundo objetivo.

9 No se exc1u)'c la pasibilidad de gue pregunta y respuesta dejen de orienL.'1.rse hacia clentendimìento como forma de manipulaci6n de esta c1ase de acciones. En el ejemplo del § 3,~..:.qué significa lt'oltad para un politico?~, la pregunta no va anentacla al entendimiento, sinoa destacar precisamente la deslealtad de 105 politiC05. Habermas se refiere a elIo cuando sefia­la quI" "la utilizaci6n laLentemellle estratégica dellenguaje vive parasitariamente del uso nor­mal de él, porque 5610 puede funcionar si. a lo menos, una de las partes supone falsamentequI" ellenguaje esta siendo empleado con vistas a entendersc~ (1988:75). Lo mismo sucede conlas diccionarios qUI", ya sea premedìtadamente -como 105 qlle eJaboran algunas dìctaduras-

puesta sobre el significado de un signa, por lo tanto, corresponden a eseambito tan importante para la moderna teoria de la acdon sodal y, poste­riormente, para la érica, gue es el del telos fundador del entendirniento.

3.2. El acto verbal

Bùhler da un paso mas en su teoria del acto verbal, gue no sigue Habermasy que es muy importante para poder comprender mejor el tipo de acci6nverbal gue es la informaci6n acerca del significado de un signa lingllistico:distingue las acciones verbaIes de los actos verbales. Segiin él, las accionesverbales estan siempre déicticarnente ligadas a su emisor o enunciador. tO Sinembargo, de ellas se puede discemir una fonna, de modo semejante a comolo propuso Saussure mediante su distincion entre habla y lengua. En efecto,toda accion verbal, ligada al sl"Ueto que la ejecuta, es la realizacion agui yahora de un esguema, una fonna que se puede abstraer en la teoria dellen­guaje. Toda accion verbaI es habla. En tanto gue la forma absrracta de la ac­cion es del mismo orden que la lengua. La forma de la accion verbal es, paraBùhler, un acto verbal. En el acta verbal "no se trata del sujeto o yo vivido encada caso particular, psicologico y s610 accesible déicticamente, ... sino deun sujeto del segundo grado de fonnalizaci6n (el yo logico o trascenden­tal)" (Bùhler, 1934:121). La diferencia entre la acci6n y el acta verbale..~ con­siste pues, para Biihler, en la distincion fundamental enrre el fenomeno encuanto tal y el grado de formalizaci6n en gue debe operar el intelecto.

Pero si la semejanza entre 105 conceptos saussureanos de leng1.la y hablay 105 de Biihler de acci6n y acta es i1uminadora para la tradiei6n lingiiisticacontemporanea, una teoria pragmatica del acta verbal regtùere poner encuesti6n el planteamiento cuasi saussureano, gue da lugar a la idealizaci6nde la lengua, primero, y después a su hipostasis formalista. Para hacerlo, esnecesario plantearse si es posible discemÌr empiricamente, entre la multi­tud de acciones verbales en que participan 105 hablantes de una lengua enuna cOffilUlidad linguistica espedfica, ciertos tipos de aceiones verbales

o inadvertidamente -corno sucede en algunos casos, por ejemplo, con eI DRAE- falsifican SllS

definìciones al ideologizarlas. Cf. Lara, 1992b.IO El caracter déìctico dc la acci6n verbal es un fenomeno que precisamente interesa a

Habenna~, por cuanto garantiza la illtersubjetividad compartida por 105 hablantes y oyentes ysu orielltaci6n al entendimiento,}' no a la acci6n estratégica (1988:70-71). La fonnalizaci6npropuest.'l. por Biihlcr de la acei6n al acto, un paso necesario para poderlo teorizar como genussignificalldi, no parece habcr sido tomada en cuenta por Habermas. ni es ciara que esté eotre105 elementos de su teoria, a pesar de su participaci6n en los esfuerzos por construir una prag­matica trascendental, basada en tipos de acta universales.

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100 TEORiA DEL DICCIONARIO i'oIONOLINGUE PRAGr.-IÀncA DE L\ INFOID.1ACrDN LEXICOCRÀFICA 101

que, por verse distinguidas por elics, perrnitan suponer eo ellas un carac­tef de acta que las subyazga, como lo propone Biihler, pero cuya fonnali­zaci60 provenga de la sociedad y no solamente de la idealizaci6n teorica.

3.2.1. El acta verbal corno forma y como instituci6n social

Ese discernimiento se puede hacer si uno sigue la sugerente manera euqueJohn Searte (1969:51) plantea su teoria del acto verbal: Searle propo­ne que 105 actos verbales son instituciones sociales, lo eual implica que tie­neo un cara.cter relativamente fIjo, claramente reconocido y aceptado por105 lTIiembros de la socieciad, gue 105 distingue de Dtras acciones que no se­ran sino "brute facts". Asi por ejemplo, un matrimonio, unjuego de beisboleotre 105 equipos de 105 Yanquis y 105 Dodgers, o un billete de cinco d61a­res se identifican como tales gracias a la existencia previa de unas institu­ciones del matrimonio, del juego de beisbol y del sistema monetario -todasellas socialmente reconocidas y reguladas-, pues de otra manera se per­derian en la multitud de acciones y hechos que se ejecutan o acontecen diatras dia: el compromiso entre dos personas de manifcstarse amor, respetar­se, cuidarse y, eventualmente, tener hijos no padria tener el papel que tieneen una sociedad si ésta no le hubiera asignado un sentido y una pertinen­cia en su organizaci6n social; del mismo modo, cl juego entre 105 Dodgcrsy 105 Yanquis no seria un juego de beisbol si no se hubiera instituido pre­viamente el juego, con sus regias y su valor para la sociedad, y el bil1ete decinco d61ares 5610 seria un pedazo de papel verde y mas o menos sucio, si noexisticra la instituci6n del dinero. Estas instituciones, que se realizan (comose suele expresar en la lingUistica saussureana) en hechos y acontecimien­tos concretos, san esquemas o farmas queguian la realizaciòn. El esquemacn que tiene valor un pedazo de papel verde, impresa con una 1eyenda quedice "cinco d61ares" esta determinado por el sistema monetario estadouni­dense y es de alli de donde proviene su valor. El esquema en quc se realizaunjuego de beisbol csta determinado por sus reglas, independientementede la manera en que ocurra efectivamente el juego de 105 Yanquis contra105 Dodgcrs. Yel matrimonio esta definido por el derecho civil, indepen­dientemente de las personas que se casen. El mismo seria el caso de 105 actosverbales: entre la multitud de acciones verbales que se producen dia trasdia en una comunidad lingUistica, muchas de ellas obedecen a una funci6nbien determinada por la comunidad, que consiste en prestarle sentido acada acci6n en relaci6n con ciertos marcos de validez y de pertinencia. Lapromesa, por ejemplo, que por eso es tan socorrida en 105 trabajos sobre ac­tos verbales, s610 tiene sentido si la sociedad ha establecido ciertas reglas de

compromiso entre quien emite una promesa y quien la recibe. Son accio­nes reales, que ocurren en un momento determinado y entre personas de­terminadas, pero su sentido para la sociedad, para no pasar inadvertidascomo acontecimientos que simplemente se dan, depende de que la sociedadlas haya instituido en ciertas condiciones y bajo ciertas reglas. A diferenciadel modo en que algunos epigonos de Searle tienden a plantearse los actosverbales, y también a diferencia del caracter lmiversal que la filosofia tien­de a asignarles a aIgunos de ellos (generalmente como parte debanalisis delIenguaje ordinario), la existencia de 105 actos verbales requiere de investi­gaci6n empirica que 105 reconozca en cada comunidad lingiiistica, puestoque su pertinencia esta ligada, en primera instancia, a cada comunidad es­pedfica; se podria decir: a cada "comunidad de sentido" o "comunidad deentendimiento". Es la "etnografia del habla" contemporanea la que regis­tra muchos de estos actos verbales en comunidades lingiifsticas muy dife­rentes entre si, por lo que es en esa disciplina sociolingtiistica en do~de sepuede encontrar las pruebas de la existencia de actos verbales, tal como 105propone Searle, y en la direcciòn del grado de formalizaci6n que requeriaHf1hler.11

3.2.2. El acto verbal en et entendimiento social

Un acta verbal, por lo tanto, es una instituci6n de la sociedad que se da enellecho del entendimiento habennasiano. Resulta de la experiencia y la me­moria de acciones verbales registrada por la socieciad, que les asigna unapertinencia esped:fica para contribuir a la fonnaci6n y a la conservaci6n delentendimiento, y que reconoce como una manera especifica de significar. 12

Asi que entre 105 actos verbales de comando, saludo, promesa, bautizo, peti-

11 En el libro de Cuentos completos dci etnologo mexicano Francisco Rojas Gonzalez(1971) hay, por ejemplo, un delicioso caso de un acta verbal de "peùcion de mano" en gue105 padres de los novios compiten en desprestigiar a sus hijos como condicion previa para con­ceder la mano de la novia en matrimonio. Un acto asi, en la comunidad tzeltal de Bachqj6n(Chi?-pas), manifiesta una clara elaboracion de sus condiciones de vaIidez y del tipo de mani·festaciones verbales que dan senùdo al acta, lo cual no puede sino ser resultado de una asig­naci6n de perùnencia por parte de esa sociedad. En la sociedad mexicana, por cl contrario,durante el acto de la peùcion de mano -al menos hasta hace un cuarto dc sig10-1os padresde 105 novios se esforzaban por exponer a sus respecùvos hij05 como virtuosos, trabajadores ydiscretos. Puede haber sociedades en 1as gue no exista un acta de peticion de mano.

1~ Biih1er refiere explicitamente a la idea de !legar a una teoria de 105 genera sig71iflcandi,como ultimo desarrollo de la leoria del acto que, de Brentano a Busserl, se habia venido eIa·barando. En ese sentido, la pregunta y la respuesta por cl significado de una palabra es un gé­nero de la significaciòn, gue habr.i de explorarse en este libro.

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102 TEORi<\. DEL DICCIONARIQ MONOLINGÙE PRAG1I-IÀTICA DE L'\ INFORlVIACION LEXICOGRÀFICA 103

cion de mano, exigencia, etc., y entte muchos DtrQS actos de pregunta y res­puesta, se puede proponer la existencia de actos verbales de pregunta y derespuesta acerca del significado de una palabra. Con la particularidad de que,como se dijo antes, en vista de gue no parece encontrarse demostraci6nalguna de gue tal tipo de actos no exista en alguna comunidad lingùistica,estos ultimos san actos de caracter universal. Actos que cleben poderse COffi­

probar en todas las eomunidades lingiifsticas del pIaneta.Asl qUel cl acto verbal, todo acto verbal, pero especifiearnente el acto

de pregunta y cl de respuesta acerca del significado de un signa revela sucanicter social, como un fenomeno distinguido por la sociedad entre lamultitud de acciones gue se orientan al entendimiento intersubjetivo; comoun verdadero género de la significaci6n.

3.2.3. El valor de la teana del acto para la le:'Cicografia

Llegar a definir 10s actos verbales de esta manera implica diferir relativamen­te tanto de la concepci6n del acto que interesa a la pragmitica trascendental(Apel, 1976 y Habermas, 1976), como de la manera en que la lingiiistica hainterpretado la teona de Searie, a la que ha reducido o tratado de reducira un catilogo ta"\:onomico de situaciones verbales tipificadas por verbos (pnrmeter, ordenar, bautizar, etc.). En este libro no se trata de eso. Se trata derecuperar la teoria del acta verbal en el sentido radical que proponen la teo­na dellenguaje de Blihler y 105 inicios de la teona de SearIe, interpretadapor la pragmitica que crea la teoria de la accion comunicativa de Habermas,para discernir la naturaleza del diccionario monolinglie y porque la consi­deracion de la historia de la lexicografia monolinglie, asi como de la pricticalexicogrfrfica contemporanea indican que éste es un camino fructifero paracomprender adecuadamente el fenomeno lingù:istico que es el diccionariomonolingùe.

3.2.4. El fundamento pragmdtico del diccionario

Con esto, sobre la base de la socialidad de la lengua y de la orientacionhacia el entendimiento social que san caracteristicas de la acci6n comuni­cativa, el acta verbal de respuesta acerca del significado de un signa se pre­senta como un modo de significaci6n socialmente pertinente, instituido porla sociedad para informar a sus miembros acerca delléxico de su lengua,con el abjetivo de ampliar o difundir el consenso que constituye la base detoda comunicacion posible.

Igualmente, es el acto verbal de respuesta acel'ca del significado de unsigna el fundamento pragmàtico de la existeneia del diccionario mono­lingiie.

La importancia que tiene esra fundamentacion pragmatica del diede­nario monolingiie para la teoria reside en que el diccionario deja de ser unarbitrio historico, creado por la prictica comerdal para difundir infonna­cion o por los intereses de un Estado para legitimarse, y por el contrario en­cuentra sus fundamentos en la necesidad de entendimiento de la sociedady en una institucionalidad de la pregunta y la respuesta acerca delléxico deuna lengua, que tiene sus raices en lo mis profìmdo de la vida verbal de lasociedad.

3.3. El diccionario como producto lingilistieo

Bùhler distingue posterionnente los eampos de la acci6n y del acto verbales,referidos a un sl~eto, ya sea déicticamente, ya sea logica o trascenc1ental­mente, del campo en que la expresion lingiiistica se desliga de su emisor oenunciador. Tal OCUITe cuando se borran 105 st~etos participantes en la ac­ci6n, ya sea porque su expresi6n verbal adquiere valor por si misma -comocuando se cita et discurso de una persona por lo que dice en si- o ya sea por­que su propio emisor se plantea desligar su discurso de si mismo para ofre­cerio a la sociedad como la pura deseripcion de un hecho, como la lecci6nque saca a proposito de alguna experiencia, como la obra de arte verbal queplasma en un cantar o en un libro. "El creador ele un producto lingiiisticono habla como el gue actlia priclicamente; hay para todos nosotros situa­ciones en las que el problema del momento, la tarea de la circunstanciavitaI, se resuelve hablando: acciones verbales. Yhay otras acasiones en que u-a­bajamos creadoramente en la formtùacion lingùistica adecuada de una ma­teria dada y engendramos un producto lingiiistico. [ ... ] El produclo lingiiisticocomo tal requiere poder considerarse y ser considerado elesligado de supuesto en la vida individuaI y eu las vivencias de su productor. El productocomo obra del hombre requiere siempre estar separado de su crecimientoe independizado" (Buhler, 1934:102-103). Esas acciones verbales desligadasde su emisor se convierten entonces en produetos lingiiistieos.

Guando un acto verbal de respuesta acerca del significado de una pala­brase desliga de su situaci6n practica para adquirir ese caricter de prodw:toes precisamente cuando aparecen los cliccionarios. El diccionario monolin­glie, que se elabora a partir de Ias necesidades de informacion de una comu­nidad lingiiistica, para contener su memoria soda! delléxico, transmitidamediante actos verbales de respuesta acerca elel significado de las palabras,

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104 TEORIA DEL OlCCIONARIO 1\IONOLINGÙE PRAGl'l'l.\TICA DE L-\ INFQR!vlACION LEXICOCRÀFICA 105

es c1aramente un producto lingiiistico. En cl diccionario ya no se trata deun interlocutor, de un emisor particular de actDs verbales, de un miembrode la socieclacl conocido por ella y, sobre todo, identificarlo por su interlo­cutor, quien afrece la respllesta; se trala de un producto lingiiistico desli­gado de su autor, gue se presenta como vacero de la sociec1ad misma, comola manifestaei6n lingUIstica de la memoria sociaI del léxico, orientada alentendimiento y por cl entendimiento. 13

4. TEORiA DEL ACTO DE RESPUESTA ACERO.. DEL SIGNO

Tado acto verbal, precisamente porquc ha sida configurado como insti­tuci6n soda!, se ajusta a ciertas reglas para poder ser v.ilielo, pertinente ysignifICativo. Scarle ha propuesto varias caracteristicas formales de esas re­glas, orientaclas a consolidar el valor de verclad de las proposiciones que semanifiestan con su realizaci6n. Como la teoria del diccionario no ha sidoprecedida por una larga experiencia con actos verbales de respuesta acer­ca del signiflcado de una palabra, sino que, por el contrario, ha habiclo ne­cesidad de discemir esa elase de actos como parte de la construccién de lateoria del diccionario, resulta excesivo tratar de some terse al catiIlogo dereglas que aparecen en la obra de Searle y mucho menos a 105 intentos gueha habido de crear una taxonomfa de actos verbales sobre la base de sus"rasgos distintivos". Es preferible seguir investigando esa elase de actos so­bre la base de los fen6menos mismos, solamente guiados por las teorias delacto verbal que se han venido manejando aqui.

4.1. La validez del acto de respuesta

El acto verbaI de respnesta acerca del significado de una pabbra se orientahacia la finalidad ilocucionaria de contribuir al entendimiento de los miem­bros de la sociedad. Es decir, se orienta a la ampliacién del conocimientoindividuaI dc cada persona, en térrninos de lo que el resto de la sociedad en­tiende de una palabra. Toda finalidad ilocucionaria orientada al entendi­miento, seglm Habermas (1988:72) "se rrùde por el plexo que forman las con-

13 Es esm caracteristica del diccionario monolingiie como producto lo gue permite -yahora c:'\:plica- cl "plagio" y la refundiciòn de diccionanos, gue forma parte de la historia dela lexicografia, como se via en cl capitulo I, § 4.3. Aungue tampoco debe ser considerada. porellexicografo contemporaneo, una especie de "patente de corso" para plagiar dictionarios.Ma... alla de la realidad empirica dc los diccionarios y de la teoria que la explica, esta la ética

dc guienes los trabajan.

diciones de validez de los actos de habla, las pretensiones de validez que seentablan con los actos de habla y las razoneS con que pueden desempenarsediscursivamente tales pretensiones". Las condiciones de vaIidez del acta estindefinidas por la propia instituci6n sodaI del acto verbaI, y obedecen a la per­tinencia gue debe tener para todos los miembros de la sociedad. Pero esascondiciones se pueden cumplir de varias maneras, al fin y al cabo son sola­mente parte del esquema del acto; y cada manera de cumplirIas depende delas pretensiones de validez con que el actuante lo realice en relacién con suinterlocutor,junto con los argumentos gue le ofrezca para sostenerlas.

Pues 105 actos verbales no san "habbr por hablar"; no son manifestacio­nes de un habla sin sentido o que no esté interesada en comunicar precisa­mente un sentido, sino actos orientados a cumplir una funci6n que tiene valarpara la sociedad. Los actos verbales que encadena lill cientifico al informar elresultado de su investigacién estin orientados a exponer su conocimiento ysometerIo a escTIltinio, para poder después afirmar que se ha alcanzado unmejor o nuevo conocimiento. Los de un arnigo que aconseja a otro, si no sonacciones estratégicas, orientadas a hacerIo actuar de una rnanera determina­da por cl consejero, 5610 buscan hacerlo comprender mejor su situacién yquiza ayudarlo a tornar una decisién. Los de quien responde a una preguntaacerca del significado de una palabra, pretenden informar acerca del usosodal de ella; del significado que tiene para la sociedad en su conjunto. Cadatipo de actos tiene sus propias condiciones de validez, pero también hay unaspretensiones de su actuante en cUanto a la manera de cumplirlas, que tienenque manifestarse mediante una argumentacién adecuada.

4.2. La importancia de la teoria habermasiana

Este triingulo de la teoria de Habennas parece ser mas fltil para compren­der la manera en que se dan en un diccionario 105 actos verbales de respues­ta acerca del significado de una palabra, que 105 conceptos propuestos porSearle en sus obras, en la medida en que Habermas, siguiendo explicitamen­te a Biihler, trata las condiciones de validez en relaci6n con las tres funcionesdel modelo de organon dellenguaje (Biihler, 193'!:62-74, Habermas, 1988:80,108-116) -la funci6n simb6lica, ordenada a objetos y relaciones; la fun­ci6n sintomatica, referida al hablante; y la funci6n apelativa, referida aloyente-Io que constituye un tratamiento pragmatìco integraI del signo lin­giiistico, a diferencia del sesgo unilateral hacia la referencia de la 16gica ve­ritativa a la que se liga Searle,14 y en consecuencia recupera la totalidad del

H Cf. Habermas 0988:82): "La cuestion de si una emisi6n cumple su funcion cxpositiva

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106 TEORiA DEL DICCIONARIO l'IWNOLlNCUE PRACrvrATIC.A,. DE L\ rNFOfUl.!AClON LEXICOGRAFIG.>\ 107

signa e incluye a su emisor y a su receptor como temas de las condicionesde validez de 105 actDs; pero ademas porque, al tornar en consideracion lasfunciones sintomatica y apelativa del signa lingiifstico, perrnite ampliar clhorizonte en que aCUITe el acto verbaI hacia las "pretensiones de validez"que se entablan entre 105 participante~en cl acto verbaI y de esa manera seamplia la capacidad de comprender el funcionamiento sodal del acta ver­ba!. Referida este triàngula al tipo de acta verbal que fundamenta al dic­cionario monolingiie, la combinaci6n de condiciones y de pretensiones devalidez, y de argumentos gue sustentan a estas ultimas, perrnite dilucidarde mejor manera, la realidad del fenomeno complejo que es el diccionario

monolingiic.

4.2.1. Condiciones de valide:.

Se pueden considerar como condiciones de validez del acta verbal de res­puesta acerca del significado de una palabra:

4.2.1.1. Condiciones esenciales

Las que correspondcn a las intenciones de veraddad del hablante: la "con­didan de sinceridad" y la "condidan esencial" de Scarle, por las cllales elrccejJtor erce que la intend6n del emisor es comunicarle et signijicado de la palabra

de actterdo al uso sodal, lo que se juzga como veraddad del acto.15

La "condidan de sinceridad", por la cnal emisor y receptor creen quelo expresado en el acta verbal de respuesta acerca del significado de unapalabra es cierto, y la "condici6n esencial", por la cuaI ambos creen que elconodmiento que tiene el emisor de la palabra en cuestion corresponde asu significado y uso sociales, son dos elementos de primera importanciacuando se trata del diccionario monolingiie, pues precisamente en virtudde su caracter de producto lingiilstico, desligado de su autor -o ,sus auto-

se mide ciertamente por sus condiciones de verdad; pero el cumplimiento de la funci6n inte­raetiva [ape!ativa] y de la fund6n expresiva [sintomatica] se mide por eondidones analogasa la de verdad, cuales son las dc autoridad (para hacer un mandato) y la de veracldad."

15 Quizi antes de las condiciones de validez ''aldria la pena agregar las ~eondidones pre­paratorias del acto" que propone Seade y que, en el caso de! aeto "erbai de respuesta aeercadel significado de una palabra serian: a) que el emisor supone o sabe que el receptor no cono­ce el signifieado de la paIabra en cuesti6n (que es lo mismo que deeir que no conoce la palabr-ten si:, o alguna de sus acepciones); y b) que cl receptor cree que el emisor si conoce el sig­nificaclo dc la palabr-t eo cuesti6n.

res-, y en virtud de su representatividad del conocimiento intersubjetivodelléxico, que es propio de la sociedad en su conjunto, como se dijo antes,tales condidones, que definen la veraddad de la infonnaci6n del dicdo­nario, son las que lo instituyen socialmente, aunque hoy en dia se dan porsobrentendidas, en espedal cuando se trata de diccionarios gue se insertanen largas tIadidones lexicogr:ificas, como las que se han explorado en elprimer capitulo de este libro.

De ese sobrentendido se sigue la atribucian de \'alar simbalico al diccio­nario, por la cual se convierte en el verdadero depasito delléxico de la len­gua en cuesti6n (cf. capitulo I, §§ 3.3.4 Y3.5), tan verdadero como se consi­dera la Biblia un documento emanado de la revelacian divina (un fenamenoparticularrnente natarlo en la comunidad lingUistica de Estados Unidos deArnérica,16 pero manifiesto también en la negacian de existencia para todapalabra que no esté registrada por el diccionaria, como aCUITe en la comu­nidad hispanohablante).17 De esa fOffila, lo que es solo una eondidan de vali­dez del conjunto de actos verbales que registra el diccionario, se convierte enparte fundamental de su prapia naturaleza, cuyas efectas te6rieas y nonnatiw

vas habran de estudiarse con detalle mas adelante.

4.2.1.2. Presuposiciones de existencia

Las que forman las presuposiciones de existencia del contenido proposicio w

nal del acta, como: 1) que la palabra en cuestian sea una palabra social­mente aeuiiada y no una creaci6n Unica e individual, gue no haya pasadoal conocimiento intersubjetivo; 2) gue su significado o sus significados, cuan­do se trata de polisemia, correspondan también al conocimiento intersub­jetivo de la sociedad y no se tIate de metiforas de autores particulares, nide juegos metafaricas sin un uso social camprobado, y 3) que su referenteen cl mundo fenoménico, euando ha pasado a formar parte del significa-

15 Cf. Algeo (1989:28): ~Los hablantes de inglés han adoptado dos grandes fconos cultu­rales: la Biblia y el diccionario. Como la Biblia es cl Libro sagrado, el diccionario se ha vueltoel Libro secular, la fuente de autoridad, cl modelo de comportamiento y e! simbolo de la uni­dad de la leogua" (Englir!l s/JfalllX5 Itave adopted two greal iCUlU oJculture: tlte Bible and lite dictionary.As lite Bible is t!le sacred Buoli, so tlte dictio71aJY !las becoml! tlw serulaT Book, t!le sOlITee DJ authority, themodcl oJ behavior, and t/Ie symbol DJ unit)' in lallguaf5!!).

17 Cuando no aparece registrado un vocablo en un diccionario, sobre todo en un dic~

cionario al que se le atribuye la autoridad que emana de su represenL'ltividad sociaI, como elMerriam·Webster o e! diccionario de la Academia Espaiiola, cl piiblico lo interpreta como"inexistencia" del vocablo, y ta.1 "inexistencia" suele esgrimirse como un arma para descalifi·car a la persona que lo utilice; en muchos casos llega a tener repercusioncs graves en los tri­bunales o en decisiones politicas.

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108 TEORiA DEL DICCrDN.<\RlD IvIONOLINCUE PRAG~1ATICADE L\ INFDRMAcION LEXICOGRAFICA 109

da,18 sea un objeto o una entidad verificada de acuerdo con el estado actualdel conocimiento soda! de ese fiuncia (en muchos casos, una verificaci6n decara.cter cientifico). Estas condiciones se juzgan en térrninos de verdad ofalsedad, como lo acostumbra la logica veritativa.

<1.2.1.3. Condicioncs nonnativas

Las gue provienen del contexto normativa vigente o de la legitimidad delas normas presupuestas por la sociedad. Tratindose de palabras. es dea e1conjunto de condiciones nonnativas de validez, que se refieren a la escri­tura, a la pronunciaciòn o a la ortografia de la palabra cn cuesti6n;19 a laformacion de la palabra, a la conjugaci6n de verbos o a la apreciaci6n deun vocablo como ClÙto, mra!, coloquial, etc. Estas condiciones se juzgan cnténninos de correccion o incorrecci6n, y habran de estudiarse en el capi­tulo VI.~o

4.2.2. Pretensiones de valide::.

Segiin Haberrnas (1988:74), adernas de las condiciones de validez del acta,gue san las que emanan de su instituci6n social, "con 105 actos de habla seentablan pretensiones de validez susceptibles de critica, gue tienen por metaun reconocimiento intersubjetivo". Estas pretensiones se pueden entendercomo el conjunto de razones con gue el emisor sostiene la pertinencia y elvalor de su acta ante su interlocutor y, en consecuencia, dependen de las

lB Véase al respecta cl capitulo V, § 3 Yss. Ytambién Lara, 1989b.lU Por t:;jempla, aungue el espanol de Hispanaamérica no tenga en su fonolobria et fone­

ma interdental, fricativo sordo /8/, escrito <Z, 0, cn oposici6n con el predorsoalveolar con~

vexo, fricativo sordo /s/. escrilo <5>, e1 contexto ortogr.ilìco nonnativo de toda la comunidadlingUistica hispanica no admite gue voces como az.adon, cacena o t.llpato se escriban como asa·don, rasma o sapato; en cambio, una sodcdad como la mexicana considera legitima su nonnafonologizante de los préstamos del mihuatl al espanDI, por lo gue prefiere, por cjcmplo, escri­turas como J.Hb.ico y no klijico, cenumlle y no sinsonle, cacahuate y no cacahllete, etc. y se oponeconscientemente a la norma ortografica espanola, una oposici6n aceptada por buena partede la comunidad hispanohablante. Cf. sobre conflictos de nonnas en el espanDI mexicanoLara,1990:157-193.

~G La apreciaci6n de un vacablo como culto, rural a coloquial implica una valoraci6nsocial, pues corresponden al grado de aceptaci6n gue puedeo recibir esos vocablos eo unacapa social determinada. Las 10cali7.aciones regionales de 10s vocablos, cn cambio, pueden serestrictamente descriptivas cn su origen, aunque su mismo regionalismo da pie a la valorad6nsocial, en la medida en gue los lectores del diccionario deciden si les conviene usarlas cn uncon texto suprarregional.

condiciones sociales e hist6ricas, o del contexto cultura! en gue se situenemisor y receptor.

Las pretensiones de validez de un acto de respuesta acerca del signifi­cado de una palabra varian segiin se trate de un acto individuaI, como enel caso de la explicacion de tm padre a su hijo o de un maestro a su alumno,o de un acta desligado de su emisor, como es el caso de un diccionario. Puescuando se trata del acto de una persona en reiacion con otra, la pretensi6ndel emisor para validar el acto es su mayor conocimiento delléxico, prove­niente de su mayor edad, mayor experiencia, o incluso de la autoridacl guetiene frente a su hijo o su alumno; y las condiciones historicas o del cono~

cimiento en general, en gue se da el acta, san secundarias en relaci6n conla validez gue establece la relaci6n padre/hija a maestro/alumno. Otro se­ria el caso si una persona cuya lengua materna es diferente de la gue tornapor objeto pretende dar esta clase de respuesta, pues tendrà gue dar raza­nes suficientes gue aseguren a su interlocutor gue realmente conoce el usosocia! de la lengua en esa camunidad y maneja con suficiencia la lengua encuesti6n. Aquilos diplamas o certificadas de maestros de idiomas, de tra­ductores, de peritos traductores, etc. desempenan ei papel de argumentosvilidos para aceptar esta dase de actos verbales.

Tratindose de un diccionario, sus pretensiones de validez d-eben SU5­

tentarse con un conjunto mas grande de razones. Si es posible suponer gue,en 105 diccionarios monolingues del siglo XVII, sus pretensiones de validezse slistentaban en buena medida en la autoridad estatal (de ahi ellargo es­fuerzo, por ejemplo, de la Academia Espanola para conseguir el apoyo delrey, o el valor del decreto del cardenal Richelieu para la Academia Francesa,y los intentos de gue el Estado creara academias de. la lengua en 105 paisesanglohablantes) y en el peso gue daba el humanismo a la cita de 105 escri­tores cHisicos, es decir, a la inclusi6n de autmidades en el diccionario, es cla­ro gue tales pretensiones han venido evolucionando desde entonces, y guela historia de 105 prop6sitos de 105 diccionarios y Ias justificaciones gue handado sus autores muestra la manera en gue las pretensiones de validez de­penden del contexto hist6rico y soda! eo gue se han dado.

Hoy en dia, en gue 105 valores de las sociedades se han orientado haciala racionalidad democratica, el respeto de la libertad individuaI, ei recono­cimiento de la pluralidad y e1 primado de la verdad cientifica se compnlebague, por ejemplo, las pretensiones de validez gue sustentaban al dicciona­no de la Academia Espanola han perdido evidencia para buena parte delmundo hispanico, por lo gue se ha dado una fosilizacion simbolica de laautoridad del DAAE, manifiesta en 105 constantes atagues gue recibe (cf.Lara, 1990). En cambio, la sustitucion de la idea tradicional de autoridad porel valor contemporaneo de la descripcion linguistica, con el gue renovo la

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ilO TEORIA. DEL OICCrONARIO 11ONOLlNGÙE PRAGI.I.ATlCA DE L-\ INFORI\lACrDN LEXICOGR.wrCA III

casa Ivlerriam-Webster la tcrcera edici6n de su diccionario, produjo un en­frentamiento normativa grave en 1961, que no parece haberse resuelto enla sociedad estadounidense (cf. capitulo I, § 5.2.2.).

De ahi que ahora 105 diccionarios monolingiies originales, es decir, 105

que no se limitan a copiar y modificar superficialmente 10s accrvos de Otr05

diccionarios anteriores. estén obligados a definirse cuidadosamente eo re~

laci6n con cl contexto nonnativo y cultural en cl que aparezcan y a susten­tarse, por ejemplo, co la eantidad yla calidad de la infonnaci6n que ofrecen-de donde resulta la importancia actual de 105 corpus liuglilsticos, la esta­distica y las fuentes de consulta cientifica-; eo la imparcialidad descriptiva-efecto a la vcz del predominio del acercamiento cientifico de la lingUisti­ca a la lengua y de la cultura democratica-; en la profesionalidad y cienti­fieidad dellexic6grafo que 105 elabora; en el uso de instrumentos modernoscomo la informatica para el contraI y la preparacion de la obra, etc. Es de­cir, aun cuando el diccionario no sea un discurso estratégieo, que busquellevar a sus interlocutores a actuar de eierta manera en el mundo objetivo,sino un discurso comunicativo, orientado exclusivamente al entendimiento,la'i eondiciones de validez de sus actos dependen de las buenas razones quepueda argumentar para sustentar sus pretensiones de validez y esas preten­siones de validez requieren, hoy en dia, de 1Ul conjunto grande de arguwmentos te6ricos, metodol6gicos y politicos (en el sentido aristotélieo de lapalabra) .

4.3. La importancia de hacer expIicitas las pretensiones de validez

Una vez explicado el acto verbal de reSpUeSh'1. acerca del significado de unapalabra como base sodal de la existencia de 105 diccionarios, que en cuantobase puede considerarse universal e independiente de las caracteristicas decada comunidad linguistica espedfica, se ha mostrado que las condidonesde validez cle este tipo de actos son complejas y que, para cumplirlas, es ne­cesario gue ellexic6grafo sustente sus pretensiones de validez con argumen­tos, que dependen del contexto hist6rico y sodal en que habnl de aparecerel diccionario. Una teoria del dicdonario, tal como aqui se construye, nopuede redudrse a una simple asunci6n del fundamento social del acto ver­baI de respuesta acerca del significado de una palabra, es decir, a un simplesobrentendido de sus condiciones y sus pretensiones de validez, pensandoque resultan obvias, para después, o bien reforzar la ilusi6n de gue se pue- .den eliminar las pretensiones de validez de los diccionarios, siguiendo lainercia, por ejemplo, de la lexicografia hispanica comercial, o bien dejarseconciucir por la "objetividad cientifica" con que la linguistica puede definir

elléxico, el significado, 105 fenomenos de la significaci6n (la referencia es­pecialmente), las constantes de distribuci6n delléxico en cl sintagma, lasmarcas de uso en cuanto comprobaciones sociolingiiisticas, etc., desdenan­do los fen6menos profundamente sociales que se suscitan en el diccionarioo atribuyendo la exigenda pùblica de sustento de la lexicografia contempo­n'inea a interferencias injustificadas de la sodedad en una tarea cientifica otécnica hermética. Todo lo contrario: el diccionario monolingue deriva sueomplejidad precisamente de la manera en que las condiciones de validezdel acto se cumplan en esos 6rdenes, cuya objetividad esta determinada tan­to por la eiencia como, definitoriamente, por la sociedad a la que se dirigeel diccionario. Esa objetividad depende de Ias pretensiones de validez congue se maneje el diccionario y de las posibilidades que tengan de gue lasociedad acepte su argumentad6n.

5. EL ACTO VERBAL FUNDADOR DEL OICCIONARIO

Asentado lo anterior, ahora se puede pasar a definir con mayor detalle elacto mismo de respuesta acerca de un signo en su caracter ilocutivo y muyparticularmente en su aspecto proposicional, en relaci6n con sus condi­ciones de validez.

5.1. El caracter ilocutivo del acto

El acta verbal de respuesta acerca del signifii::ado de una palabra, tal comose ha instituido en la practica lexicogrifica (que es lo mismo que decir, quetal como se ha instituido socialmente) es un acto estativo, cuya fuerza ilo­cucionaria se manifiesta en su f01ma y en el caracter global del diccionariocomo cat5Jogo de actos verbales y como producto editoria!.

Segùn Scarlc, la fuerza ilocueionaria del acta es la que indica cm'il essu proposito. En cl caso del diccionario, la instimci6n del acta de respues­ta acerca del significado de una palabra ha adquirido hist6ricamcn te laforma de un articulo lexicografico y es esa misma fonna la qlle sirve comoindicador de fl.lerza ilocucionaria, plles:

5.1.1. Al no rnanifestarse cl sujeto concreto de la enunciaci6n del acta en elarriculo, sino gue queda como marca morfologica desligada de él, el articu­lo se vuelve an6nimo, es decir, enunciado por nadie en especial, pero, talcomo lo establecen las condiciones de sinceridad y esencial, tratadas antes,ese "nadie en especial" de su enlmciaci6n se convierte en la eomunidad mis-

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112 TEORi.-\. DE.L DICCIONARID J\.IONOLINGÙE

ma, gracias a lo ellaI el articulo lexicogrifico asume una legitimidad propiade la comunidad lingUistica, y se reconoce como manifestaci6n de un actacuyo proposito es establecer el significado que tiene la palabra en el con­senSO de la sociedad.

5.1.2. Al forrnularse la ecuaci6n sémica del arricuia mediante las indica­ciones inclirectas del verbo de lengua que introduce la definici6n (como severi en el capitulo IV), se presenta el acro como realizaci6n del género so­dal de significaci6n que consiste en definir el significado de un signa comoelemento fundador del entendimiento sodal y, por elIo mismo, como unacta cuya orientaci6n hacia el entendimiento se cumple con su propia rea­lizaciém (lo que, en términos de Searle lo hace también un admirable "actoperfonnativo").

5.1.3. Al agregarse la.s marcas correspondientes a categoria gramatical,conjugaci6n, género, numero, niveles de estilo, etc., el erecto semi6tico deéstos sobre ei acta consiste en desIigario de cualquier posible actualizaci6nen discurso del vccablo que explica, para mostrarlo en un niveI de abstrac­ci6n gue s6Io puede corrcsponder a la instituci6n sociai del significado delléxico y no a ninguna acci6n verbai orientada a la argumentaci6n novedo­sa ni al discurso estratégico.

III. EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO:LAENTRADA

O. INTRODUCCION

De acuerdo con la teoria del acto verbai considerada, una vez explicado elcaracter de acta gue subyace al artfculo lexicogrifico, y gue es el gue per­mite situarlo adecuadarnente en el medio social en gue funciona, asi comoaclarar por gué funciona como instrumento de la construcci6n del enten­dimiento, hay gue pasar en seguida a explorar e identificar teoricamentela otra parte del acta verbal, gue es su contenido proposicional.

l. EL ARTicULO LE..'{JCOCRÀFICO

La unidad lingiiistica gue manifiesta esc acta verbai en cl diccionario es elarncmo lexicogr3.fico, compuesto centralmente por: un lema -como sedefinici en este capitulo- que contiene el vocablo que sirve de entrarla alarticulo Iexicogrilico; una ecuaci6n sémica (Rey~Debove,1971:152) que re­laciana el vocablo-entrada con la predicaci6n gue se hacc acerca de él en ladefinici6n, y ésta, la definici6n, gue consiste en explicar el significado delvacablo-entrada en cuesti6n. Fonnan parte del articulo también, con varian­tes detenninadas por el tipo de diccionario monolingue de que se trate, 105marcas gue identificaTI cl vocablo como unidad grarnatical, las explicacio­nes etimo16gicas, 105 marcas normativas de usos socialmente sancionados,las marcas sociolingtiisticas gue senalan usos del vocablo en diversos mediossociales, 105 colocaciones del vocablo en sus entomos sintagmaticos mas ca­racteristicos, 105 ejemplos, y las observaciones reflexivas1 tanto gramaticalescomo normativas, con gue el diccionario pretende guiar a sus lectores ensu comprensi6n del entendimiento sociaJ.1

I Es clara gue la gran mayoria de 105 diccionarios monolingiies son diccionarios semasio­16gicos, es decir, orientados a la comprensi6n del significado de palabras a partir de las pala­hras mismas. Hay diccionarios onomasiol6gicos como el Dicdonario ideolDgico de la lenguaespanola, de]ulio Casares, o el Roget's Thesaurus, orientados a la btisgllcda de palabI<lS con lasgue se plleda significar o designar alga. De caractensticas cstructura!es distintas y todavia de

113

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114 TEORIA. DEL DICCrDNARID MONOLINGÙE EL CONTENInO PROPOSrCIONAL DEL AcrO; U. ENTRADA 115

LI. La unidad léxica

El acto verba! de pregunta acerca de una palabra generalmente tiene dosobjetivos principales: dado un objeto, un fenomeno, un hecho, una perso­na lo senala, ya sea con el decia, ya sea con preguntas como (qué cosa esEsa? ~c6mo se llama eso?, ~c6mo le dicen a eso?, etc., o también puede pre­guntaf ~qué quiere decìr Esa palabra?, 2.qué significa Esa palabra?, etc. Euel primer caso, lo que pide es una designaciém; en el segundo es un signi­ficado. Pero también lo que pide en el primer caso es un nombre o unadescripci6n verbal de lo que seiiala, en tanto que en el segundo da por co­nocida la palabra o la expresi6n, al menos su significante, y pide una acla­raci6n o una explicaci6n suficiente de su signiflcado.

euando se realiza un acto verbal de pregunta como el del primer tipose busca establecer una relaci6n entre el mundo experimentado y el enten­dimiento a base de la lengua, y es la situaci6n tipica del nino con su padreo con su maestro de escuela cuando esta aprendiendo. Esta clase de conte­nido proposicional del acto verbal de pregunta, cuando se trata de la con­sulta a un producto lingiiistico como el diccionario, da lugar al interésenciclopédico, en donde importa mis la cosa, el fenomeno en cuanto tal,que el significado que haya construido la sociedad a proposito de ellos; y dealli provienen catiilogos de objetos con sus nombres, como 105 cata.logosde pajaros y de peces, de plantas medicinales, de partes del autom6vil, etc.,que también suelen llamarse "diccionarios". En la realidad, dificilmente uncat.:Uogo de éstos basta para contestar satisfactoriamente esa clase de pre­guntas y hace falta la colaboracion concreta y practica del conocedor y elaprendiente.

El segundo tipo de pregunta que se manifiesta en un acta verbal es decaracter mas estrictamente linguistico: se establece la relaci6n entre unapalabra y su significado; ya sea porque se la ha oido por primera vez -sepercibe casi solamente el significante-, o ya sea porque no se tiene unacomprensi6n clara de su significado. La respuesta a esta elase de preguntases la que offece institucionalmente un diccionario monolingiie.

Pero en uno II otro caso, para aprender a designar un objeto del mun­do sensibie o para comprender mejor el significado de una expresion. quienpregunta aisla o delimita perceptual o intelectualmente eI objeto o la expre­si6n que le interesan. Si esta delante de una flor, la resaltara por ellugarque ocupe en una pIanta. en relaci6n con otras fiores, o por su color o suforma, pero siempre esperara como respuesta una expresi6n verbal que co-

diRcil elaboracion teorica y metodica lingUistica, san elaboracianes posteriores a los semasio­

logicos y dcpendientes de ellos.

rresponda al nombre de laflor delimitarla. Si le interesa una expresi6n ver­baI, dificilmente repetici un texto completo, que no pueda fragmentarpara singularizar uno de los elementos que lo componen, y a cuyo desco­nocimiento le atribuye su incomprensi6n sino que, al contralio, buscar.iaislar cada llilO de 105 elementos del texto en entidades perceptualmenteidentificables y morfol6gicamente separables.

Quien responde, por su parte, cuando se trata del nombre de la fIor o dealguna de sus caracteristicas, tampoco contestarit con un largo discurso o conun texto relativamente largo, sino con una expresi6n aislada. Guando ofre­ce una explicaci6n del significado de una expresi6n, por el contrario, utilizatantas expresiones verbales de diversas longitudes y caractelisticas como lesean necesarias para lograr la comprensi6n de su interlocutor.

El léxico de una Iengua se forma con el conjunto de las expresionesque puedan corresponder a objetos del mundo experimentado perceptuale intelectualmente aislables. construidas con el acervo morfol6gico propiode cada lengua. La expresi6n vel'bal con que l'esponde una persona a cuaI­quiera de Ios dos tipos de pregunta es una unidad fonol6gica y morfol6gicaque, en lenguas como el espanol, el inglés, el francés o el aleman se llamageneralmente palabra (mol, word, Worl, etc.). San estas unidades las quedan entrarla a Ias respuestas gue ofrece un diccionario.

1.2. La entrada

Resulta entonces que la en/rada del diccionario encuentra su origen ymoti­vaci6n en el propio acta verbal de pregunta y de respuesta acerca del sig­nificado, por lo cuallas caracteristicas morfol6gicas estructurales que tengala palabra que cumpla esa [unci6n, definidas por la lengua de que se tI-atc,habran de entenderse, por principio, no como construcciones eficaces dela teoria lingùistica o gramatical que eIabore un lingùista, sino como he­chos reales provenientes de la percepci6n de 105 hablantes, ajustados a laspropiedades estructurales de su lengua y delimitados en la reflexion socialacerca de ella.

Para probar esta idea har que considerar la experiencia de 105 lingùis­tas del Instituto Linguistico de Verano con lenguas de tipos estructuralesmuy diferentes y sin tradici6n de escritura, pues es solamente observandoesa elase de comunidades lingiiisticas como se puede confirmal' el efectodel acto verbaI de respuesta acerca del significado de una palabra sobre ladetenninacion del signo que eonstituya su enlrada o la entrada del corres­pondiente arricuio lexicogrifico. Dons Bartholomew y Louise Schoenhals.basadas en la experiencia de su instituto, exponen la necesidad de descu-

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116 TEORiA DEL D1CCIONARIQ I\IONOLINGÙE EL CONIENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO~U. ENTllADA 117

brir una "natural citation form" para la elaboraci6n de Ios vocablos queconstituyan las entradas de 105 diccionarios bilingiies que preparan: "Masque listar una ralz abstracta, es imperativo que se cile como forma de entra­da en la nomenclatura del diccionario una forma psicologicamente natu­rai de una unidad léxica. Se debe escoger una forma que sea la mas aptapara venir a la mente del usuario indigena euancio desca encontTar alga enel diccionario. "2

La existencia de Esa clase de unidades la eomprueban mediante dife­rentes métodos de encuesta lingiiistica entre sus informantes; asi, por ejem­pIo, sostienen que el mixe de Totontepee (una lengua de la farnilia mayaen el 5ur de México) tiene unidades de cit..'1 que se manÌfestaron "en 1m tex­to folkl6rico, cuando el relator hada pausas en su narraci6n para explicarel significado de la palabra que acababa de utilizar. Usaba una fonna rela­tivamente no flexionada y que le pemlitia re/cnr al verbo en abstmctoJ parapoderdisculir sus significados"3 (1oc. cit.; cursivas mias). Naturalmente, la exis­tencia de esas unidades no disuelve el problema lingiiistico de definir conprecisi6n, para cada lengua, una unidad palabra o vocablo, ya que sus estruc­turas morfol6gicas presentan diversas irregulalidades que 105 mismos ha­blantes generalmente no pueden resolver.

Casos como ésos se encuentran por todas partes. Siguiendo a Bartho­lame".. y Schoenhals (1983:33), ciertos grupos de hablantes de nahuatl y deatomi (lenguas de 10s troncos yuta-azteca y otomangue eu el centro de Mé­xico) seleccionan "la tercera persona del singular, del tiempo presente de105 verbos [... ] como forma bisica de cita. [También] la tercera persona delsingular, del tiempo pretérito, ha probado ser la fonna de cita mas satisfac­toria para 10s verbos del zoque de Copainala. -lo Algunas lenguas favorecenla primera persona del piurai inclusivo, marcada morfologicamente, como laforma de cita de una unidad léxica. Esto es especialmente derto en el casode sustantivos obligatoriamente posefdos, por lo que 'nuestra mano' se in­terpreta como 'la mano de la gente' y, eonseeuentemente, como 'mano' en

general".5

~ Rllther than listing an abstract stem, it is impnative thal a JJsyrhologically natllmlJOI7I1 oJ a lcci·cal item be ated as the entry Jann in t/lI! diclionary listing. il Jonn ShOltld be dlOsen tha! is most apt locomi! to the mind oJ ali! indigeTlOllS llsn w/um he wishes lo locate smnething in the dictiollmy (Bartho­

lamew/Schoenhals, 1983:33).3 In a faUdore text w/un the stary leller paused in liis narralian IO explain the meaning DJ l/II! word

he /md jmt used. He l.lsed a Jann whicli was Telatively uninj1ected and whicll allawed /dm co refer tothe verb in the abstract in order to discuss its meanings.

~ El zoque es atra lengua maya, del esLldo de Oa.xaca, Mé.x:ico.5 Tlle third pmon si1lgular, presmt tense oJ the verbs {. ..} as basic citationJonn. [ALm} Ihe third

person sing7.Llar past lense llas proved to be tlle most satisJacto1)1 dtatian Jaml Jor Capainala ZoqlLe vnbs.Some langllages favar tllI? morphologically marlled first persOTI plural inclusive as the citation Jonll Jar a

La eapacidad de 105 hablante5 de una lengua, de discernir unidades ais­lables para poderse referir a ellas al responder una pregunta acerca de susignificado no es una eapacidad innata ni de earacter exclusivamente es­truetural. Bartholomew y Schoenhais prueban la existencia de esas unida­des en comunidades Iingùfsticas sin tradici6n eserita, lo cual demuestra quela reflexi6n acerca de la prapia lengua no depende exclusivamente de suescritura. Pero también prueban que el niveI de eonciencia que tienen sushablantes de esas unidades no alcanza a resolver la cuesti6n linlJ'uistiea deola definici6n de unidades palabra o vocablo de manera satisfactoria para elconocimiento linguistico. Notan que hablantes de lenguas de estrucUlras di­ferentes, flexionales, aglutinantes o polisintéticas tienen mayor cancienciade palabras independientes que de palabras dependientes; asi por ejem­pIo, reconocen con facilidad un sustantivo pero no un clitico. Notan tam­bién que reconoeen mejor las formas flexionales eorrespondientes a unmismo paradigma, que las que se derivan de la misma raiz o que las com­puestas. Finalmente, notan que tienen mayor concieneia de la existenciade homofonos y pares minimos que de la polisemia de una sola palabra(Bartholomew/ Schoenhals, 1983:263-269). Pero no dejan cle senalar queEsa conciencia no es indi\,idual, sino que "descansa en la totalidad de la eo­munidad lingiiistica y no en el individuo; es decir, en la lengua y no en elhablante",6 lo cuaI es Wl argumento en [avor de la idea de que la reflexi6nsobre la lengua es una construccion de la sociedad, mas que un fenomenonatural que se complete en el individuo eu euanto hablante aislado.

La historia de la lexicografia, de nuevo, ofrece suficientes pruebas dela manera en que se han eonstituido unidades palabra o vocablo en diversaslenguas. Bien afirma Zgusta (1971:120) que "las formas canonicas de dife­rentes paradigmas se establecen generalmente por tradicion, al menos enaquellas lenguas que las disfrutan".7 Esas tradiciones tienen una dimensionhistorica que revela su origen sociai. Si se pieosa, por ejemplo, en la tradi­cion de la Iexicografia de la.li lenguas europeas, se vera que se inicia con lalexieografia latina y se va ajustando, a lo largo de 105 siglos, a las earacteristi­cas estructurales de cada lengua. Quemada (1968:275) afirma, por ejemplo,que "105 procedimientos hoy eo dia traclicionales aparecen ya claramenteen 105 repertorios inspirados por la tradicion lexicogrifica latina, como elNicolo El rnaseulino singular para 105 sustantivos y 105 adjetivos, el infiniti-

lexical item. This is I~spedall)' ime iiI the case oJ abligatol)' passessed notl1l~. T/ms 'OUT hand' comes to bI!illtel/m:ted as 'pl!aplc's /tand', and thereJore, 'hand' in genera!.

r, &.sfs with tllI! tatalit.v aJt/1I! linguistic w1JI1J11mil)' and nat with tllI! individuaI; Ihat is to SI1';', inthe lang7.Lage ami noi in IhespMJrer (Bartholomew/Schoenhals, 1983:269). .

7 Tlw canonimlJonns oJ difJerent pamdigms are I1suall)' established by tradition, al fcast in tllOselallg1!ages tlwi enjay it.

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1.2.1. El vacablo

.' afos coinciden en proponer gue la palabra o el vocablo gueLas lexlcogr ..' .. la entrada de un dlCclOnano se construya tornando en cuenta.consuluya . 'd d. prcidad de la forma propuesta, considerada como una um a cona) la 51111 l

'd; màollrd'/llti Iraditionllei.<; apparaissent déjà llellement dans les répmoìns irtspirés de~ Le5 I}mcc 15 :J ." • .'.. I "Phù/III? latiw~, comme le Nlcol. Le mascubn smgllllerpOltT les 5ub5tanlifs et les argcc-

la trotilfWl! e.'çI(OfII • ,r. . . Id". ' ifP [es vlrrbes assumelll une fonclion représentativi' qUi resle louI001$, avanl a euxlI:metzr5 l'mflllltl aur . . _'1' '..• 1 'I( siecfe s!6elte à de nom/Jrl!lIses mco!lerenccs,

mOlllCI1J.\1l. ':J •• - b I fi p'I I ,', l J lamd, a blanh unllllhe eJghternl/l cenlury, /(ersC',' .seems lo e I le l'rst com t-

9 Mor/JIOO!!J "." .(;> - ,- - ..'. pi li.<; Ilnd vcrbfionns such ili mice and rango This 5pT1!ad5 lo !atiT dtcllOnal1es mcIIfu lo tllll!r nollli 1m .

'I h 5 worneo in its J)roper alplwhetlwl sequence.as Bm f'J lUO a

Ierhos asumen una funcion representativa que, de todas rnane-

vopara OSV . b' ., .. de la segunda mitad del sIglo ~lIIII, est..1. a sUJeta a numerosas lll-ras, anl

es. "s Osselton (1989:1948) sostiene, a proposito del desarrollo de

herencIaS .co" afia inglesa, que "la morfoiogia es [... ] considerablemente unala leXICOgr K [D" . A l B 't .. hasta e1 siglo dieciocho. ersey ~ctlOnam.tm ~ ng cr n anmcwn,ausenCla '1 cl . d' . I al

J, e ser el primer compI a or que mtro uJo sustantlvos p ur es y

1708 parec . , ," E di' d' .bales como mlce 'rarooes y rang sono. sto se exten o a lCClO-

fo~asverteriores como el de Bailey [Dictionariu11l Britannicwn, 1730], quiennanospos , I 'Cb" "9D d d

d. 'Inen 'muieres en su correeto ugar alla etIco. e on e se

'ntrO uJo wo :J -l l laboracién del vocablo de entrarla, si bien basarla en el caracterve gue , ~ e del acto verbal de respuesta acerca del significado de una pa-

raçrffiaUCo " 'P tJ 'nmediata -como deblera serIo SI se tratara de una umdad·labra nO eS l , - , l d' ral a innata- ni indi\'idual, sino fruto de una elaboraclOn soeIa ede natu ez 'd d ', h' tarieo que torna el acto verbal como punto de partI a y espuescaracter IS ., 'd d. enir la reflexi6n sobre la lengua para dIscernlr 5US um a eshace mtervrxicas. .. 'e l boraei6n hist6rica del vocablo para la entrada del chCClonano

Lal. e ~ ha dependido de la capacidad perceptual y lingUistica de los

mano mgue cl l' ilianifiesta en 5US actos verbales de respuesta acerca e SIgn -hahlanteS, m . . ,. dI]'

cla palabra, y de las dlferentes propuestas sIstemalJcas e 05 eXl-

cado eun .~'raf le eD cuanto lingiiistas, han buscado fonnas de representaCloncogos qt, diii"']" d las unidades léxicas. Hoy en dia, cuan o a ngmslJca la avan-canomca e ~ . Ionocimiento de las caraetensUcas estructurales de las enguas,zaclo eD su c ]" I li -'.' ~ d. . grafiIa ha recooocido su re aClOn con a ngulsuca, esas lormas e)' la leXICO , . al fl'" provienen habida cuenta del fenomeno SOCI y re eXlVo

resentaclOn 'rep ras de citar palabras en 105 actos verbales de respuesta, de lasde 105 mane ] l' -,., . cl I ouctura de cada lengua gue se produzcan en a mgwsnea,teonas e a es

119EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO; LA El'lIRADA

lO La definiciòn del vocabloes una paraErasis simplificada de la que ofrece Heger (1976:86)en ténninos de su propia teoria y su propia terminologia: l'erbindlt71{I aus.ll ulosemer iHinimalein­heilund dm Pamdi!:fTTwn der in moglichm Vorkommen an sie gebllndm aujìrelenden Grammeme (eillSch­liejJlich evenwell an siI;' gebundener Aloneme mi! ausschliejJlich Tl!JIe.'riv-metaspraddiclten Sememen),

El vocablo, por lo tanto, es una forma léxica abstracta, de naturaleza sodaly elaborarla a lo largo de la historia de la comunidad lingùfstica. Su abstrac­cian consiste en el hecho de gue se ha coostruirlo como esguema o comorepresentaci6n de un conjunto de fonnas léxicas gue OCUITen en el hablacomo palabras. Asi por ejemplo, en espaiiol formas como correr, amaro subirsan vocablos gue representan rmis de un ciento de palabras. cOITespondien­tes a todas sus conjugaciones; Zgusta (1971:119) afrrma gue cl paradigmatotaI de un verbo sinscrito esm compuesto por cerca de l 350 palabras, Es

1,2.2. Palabra y vocablo

poca afIjaci6n y de signifIcado amplio y sencillo; b) la wevedad de la forma,eo ténninos del numero de letras gue la constituyen; c) la frecuencia con queocurra esa forma en el habla, y d) su prod'Ucti7Jidad para la construcci6n defonnas en su paradigma o de derivados (Bartholomew/Schoenhals, 1983:35-37, Wahrig, 1973:41, Zgusta, 1971:120-127). El resultado de esa construc­cion es la unidad de entrada del diccionario, que es la unidad de cita delacto verbal. Como tal es una elaboraci6n de una fonna canonica que con­tiene todos 105 elementos necesarios para gue cl hablante la reconozca apartir de las manifestaciones gue tenga en el habla real, es decir, a partir defonnas flexionadas, conjugadas o derivadas. Siguiendo a Klaus Heger (1974:188) se utiliza.ri en adelante palabra como térrnino técnico referido al hablasaussureana (y, por lo tanto, a la forma de cita eu el acta verbal de res­puesta acerca del significado), mientras gue la forma canonica gue se cons­truye en la ref1exi6n sodal sobre la lengua y se delimita con ayuda de lateoria de la lengua cOITespondiente se llamara. vocablo,lO el eual esci for­mado por 1m lexema y el conjunto de paradigmas de morfemas ligados congue se manifiesta en el uso; incluso en algunos casos, por un segundo lexe­ma gue gueda en relaci6n de dependencia semantica con cl primero (enla eomposici6n de palabras), Los casos estudiados de reconocimiento deesas unidades entre hablantes de lenguas sin tradici6n escrita demuestransiempre la existencia de una capaddad para reconocer ellexema y algunosde 105 paradigmas de morfemas gue se le ligan. El resto de la e1aboraciòn deIvocablo en términos sistematicos y rigurosos proviene de la lexicografia y dela teoria de la lengua en cuesu6n que provea la linguistica.

TEoRiA DEL DICCIONAIUO MONOUNGUE]18

Page 62: BIBLIOTECA CENTRALIZZATAR. RUFFILU · lO TEORiADEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11 IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131 O. lntroducci6n 131 1. El origen

120 TEORiA DEL OlCCIONARIO lvlONOLINGUE EL CONTENIDO PROPQSICIONAL DEL ACTO: L>\ ENTRADA 121

un hecho hist6rico que cl conocimiento actuaI de 105 vocablos de las len­guas que cicncn tradici6n lexicogrifica ha sirlo resultarlo, precisamente, dela elaboraci6n de formas abstraetas que ha producido la lexicografia mis­ma, lo cual es una demostraci6n mas de su papel en la construcci6n delentendimiento soda! mediante la lengua.

1.2.3. Ellema

Pero, el vocablo, a su vez, muchas veces no basta para indicar en un diccio­nano su funcionamiento paradigmatìco. Zgusta resalta que 105 sustantivoslarinos cuya terminaci6n cu nominativo singular es -us pueden perteneeera diferentes paradigmas: dominus tiene como genitivo domini, y dominocomo dativo, mientras que cl genitivo de manus es manus también, pero sudativo manui (1971:121). Lo mismo sucede con 105 verbos irregulares, comoen espanol ir, cuyas formas conjugadas san voy, vas, va, vamos, etc., en pre­sente, iba, ibas, ibamos, etc., en copretérito, fui, fuiste, fue, fuimos, etc., enpretérito, e iré, iras, ira, etc., en futuro de indicativo. De esta clase de difi­cultades, impuesta por el proceso de abstraccion que condujo al vocablocomo forma canonica, se deriva la necesidad del método lexicografico dedistinguir el vocablo en si del conjunto de datos que definen su funcio­namiento paradigmitico (morfoI6gico, sintictico e incluso fonético), y quesan 105 que constituyen el primer elemento del articulo lexicogcifico.Zgusta propone -y es una practica terminol6gica de gran aceptaci6n-1

t

que ese conjunto de datos, conccbido como una unidad para la conve­niencia de la cstructura del arriculo lexicogrifico, se designe como lema,por lo cual un lema estara compuesto por el vocablo que sirve de enlrada alarticulo y las indicaciones morfol6gicas, sintacticas y fonéticas 12 que expli­can su uso en el habla: abreviaturas de categoria o funci6n gramatical, degénero y numero, de paradigma conjugacional y de transitividad, segmen­tacion de prefùos, transcripcion fonética, silabeo, etcétera.

Ademas del interés que tiene el uso preciso de estos términos técnicos

11 Cf. en Wolski, 1989 una critica de la concepci6n de Zgusta en relad6n con el métodolexicagrafico que preconiza "\N'iegand, 1982. Sin duda, desde et punto de vista de las importan­tes diferencias de tratamienta gue debe hacer un lexic6grafo de acuerda con las caracteristi*cas de la lengua gue esté tratando, las precisiones de Wiegand }' Wolski san imprescindibles yrepresentan el mayor grado de precisi6n con gue cueman 10s métodos lexicagriificos con­

temporaneos.12 Eu realidad, Zgusta (1971:249)induye tambìén datos etimo16gicos o cualesquiera

atras que "atanan primordialmeme a la forma de la unidad léxica" (concem.r primarily tile fanll

DJ tlte (exicaI uniI).

eo 105 métodos lexicogrilicos -que no san, sin embargo, el objetivo de estelibro-la distinci6n entre m/rada, vocabloy lema es también importante paradefinir mejor la teona del diccionario en cuanto fenomeno lingiiistico com­plejo: en cfecto, hay que distinguir ante todo la entrada porque es ésta, comounidad de cita del acto verbal de respucsta acerca del significado, la quepermite e1 funcionamiento del diccionario como registro de informaci6n.Josette Rey-Debove, al hablar de la nomenc1atura del diccionario -la listade entradas- sostiene que "generalmente no es un objero de Iectura, sino derecuperacion";13 es decir, que cl diccionario se concibe siempre como unrepertorio de respuestas a preguntas sobre el significado de 105 signos l', encuanto tal, debe pennitir una "entrarla" puntual y aleatoria eo cualquierade sus articulos, que conduzca a la respuesta buscarla, como ocurre en to­dos 105 sistemas de recuperaci6n de informaci6n. De donde no solamentese justifica el uso como término téenico de entrarla, sino que ante todo seindica, mediante este término, cl origen pragmarico de la busqueda y, enconsecuencia, de la composici6n del diccionario.

A la vez, l'a se ha visto que la propia reflexion sociai sobre la lengua l'la manera en que 105 seres humanos perciben los limites cstIucturales delas palabras han conducido a la construccion de fonnas canonicas léxicas,que sirven como representaciones abstractas de series de palabras en rela­cian paradigrmitica flexional, conjugacional, derivativa, etc., con lo eual elvocablo se justifica como unidad de lengua, que concreta la fonna canoni­ca l' determina las caracteristicas del articulo lexicogr:ifico como acta derespuesta acerca del significado.

Pero, por ultimo, la neccsidad de indicar al lector del diccionario lamanera eo que se puede pasar del vocablo en el diccionario a su uso eu pala­bras ligadas a un aqui l' un ahora de la conversacion o del texto, ha forza­do a la lexicografia a agregar al vocablo un eonjunto de datos pertinentesa su identidad gramatical y a su uso que completaTI la aparicion del voca­bIo en el diccionario, formando con él un lema. Se pasa, consecuenternen­te, de la cita o menci6n de la palabra requerida por la pregunta acerca delsignificado -de naturaleza pragmatica l' correspondiente a la lengua or­dinaria, al discurso ordinario- a una entidad reflexiva lingiiistica también17lencionada, pero que correspande al discursa lexicogr:ifico descriptivo onormativa. La entrarla es, entonces, una unidad de recuperaci6n de infor­maci6n, lexicogr:i.fica, determinada por la teoria del acta verbaI que generaal diccionario; el vocablo, una unidad abstracta de la teona de la lengua, queproviene de la lingUistica l' de la reflexion sociaI acerca de la lengua; ellema, una tmidad abstraeta de la lexicografia, coostruida sobre la base de las

13 N'est generalmnerlt pas un ob}et de {ectuTe, mais de repiraf:,'"e (1989:30G).

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122 TEORiA DEL OICCIONAIUD MONOLlNGÙE EL CONTENIDD PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA ENTRWA 123

caracterfsticas del vocablo eo euanto forma canonica y las necesidades delmétodo lexicogrifico eo relaci6n con su representaci6n de las unidadesléxicas para e1 tipo de lector a que dirige su diccionario.

2. LA NATURALEZA ORDINARIA DE LA ENTRADA

Se ha dicho que la enlrada csm determinarla por cl acro verbal de respues­ta acerca del significado de una palabra. Eu ese acto, quicn respande torna~ma pal~bra, precisamente aquella que eorresponde a lo preguntado, y lamuestra a su ayeote: la pone de manifiesto para que su ayeote la singulari­ce pereeptualmente y atienda a la respuesta que se le ofrecera acerca de susignificado. La ostenta, la cita o la menciona, como ha obscIV'ado la logica des­de la Edaci Media. Eu ese momento, como eo aquél eo que el informante delInstituto Linguistico de Verano hacia pausas en su relato para explicar pa­labras utilizadas en él, la palabra sale del hilo del discurso, se extrae de él,para convertirse en objeto de consideraci6n reflexiva por parte de quienresponde y quien pregunta.

2.1. La reflexion como hecho pragmàtico

Esa reflexi6n puede considerarse de dos maneras: pragmiitica, como se hahecho hasta ahora, o inmanentista, como se explicara después. Cuando setorna la teoria pragmatica del acta verbaI como punto de partida para el de~sarrollo de la teoria del diccionario, la reflexi6n que opera el hablante al sa­car una palabra del discurso del que forma parte y ostentarla, eorrespondeal proceso normal de objetivacion de entidades del mundo sensible querealiza el ser humano para elaborar su conocimiento y su apropiaciémintelectual de la realidad. Como enseiiaba Arist6teles, en eso consiste laformaci6n de objetos del conocimiento humano. Las palabras, como las plan­tas, 105 anirnales, las nubes o las sensaciones corporales, se ponen bajo con­sideraci6n intelectual con ei objeto de aprehenderlas y someterlas a 105intereses de 10s seres humanos. Es la materialidad sonora (y posteriormentegrifica) de Ias lenguas la que perrnite esa objetivaci6n; es decir, por su pro­pia materialidad, las lenguas se prestan a la reflexi6n. Pero ademas, comola funcion inherente a las lenguas es objetivar el mundo sensible y la expe­riencia que se tiene de él para comunicar su conocirniento al resto de 105miembros de la sociedad y para operar sobre él con la inteligencia, las len­guas tienen lilla estructlrra unica, sui generis, que las hace iitiles precisamentepara elaborar cualquier interés de conocimiento, "para elaborar lo inex-

presable hasta que se expresa", como dccia Louis Hjelmslev. De donde secomprende por qué y como es posible que, en la reflexù5n, lingùistica a queda lugar un acta verbal de pregunta o de respuesta acerca de las palabras,la misma lengua sea objeto de la reflexi6n y vehiCltlo de su conocimiento.Como se suele decir, se usa la lengua también para hablar de la lenguamisma; la lengna se convierte en objeto acerca del cnal se habla con ellamisma. Asi es que la reflexividad de la lengua, en una consideracion prag­matica, se produce gracias a la estructura particular de las lenguas natura­les y a su funci6n como medios de comunicaci6n y conocimiento, y nohace falta distinguirla cualitativamente del uso de la lengua en el discurso

'norma! de conocimiento.

2.2. La reflexion como hecho metalingilistico

En la lingiiistica y la lexicografia contemporancas priva, por e1 contrario,una concepcion imnanentista de la reflexividad de las lenguas, que tiene suorigen en la contribuci6n de la logica moderna a la teoria de los lenguajesformales, especialmente a partir de Ias obras de RudolfCarnap (193'!) y deAlfred Tarski (1944), y en cl pensamiento estructuralista...formalista que,basandose en la obra de Louis Hjelmslev (1943), ha venido desarrollandoJosette Rey-Debove (1978, 1979, 1985 Y1989; al respecto véase una criticaen Lara, l 9S9a). Esa concepcion es inmanentista porque entiende la reflexi­vidad como un fenomeno inmanente a la estructura de la lengua y no tornaen cuenta la actividad del sujeto que maneja la lengua y las condiciones enque se da cl acta verbal; es decir, opta por teorizar cl sistema de la lenguanatural en dos niveles -al men05- separados (lengua-objeto y metalen­gua) y busca por ese medio explicar su propiedad reflexiva, con exclusi6ntotal de la actividad verba! en que se origina.

2.2.1. El origen logico del metalengnaje

En esta concepci6n, el uso de la lengua natural para hablar de ella"mismase considera "metalingiiistico", sobre la base de las propuestas de Carnap yTarski orientadas a fundamentar y definir formalmente los lenguajes me­diante 105 cuales la logica contrala 105 valores de verdad de sus expresiones.

La distinci6n entre lenguaje-objeto y metalengttaje se ofrece, en logica, comouna soIuci6n a las antinomias que pueden producirse con la lengua naUI­ral, como la famosa "paradoja del mentiroso", en donde la expresi6n "todolo que afinno es falso" lleva a conclusiones contradictorias, pues si "todo lo

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124 TEORiA DEL OlCcrDNARIO ~mNOLINGLTE EL COl\'TENlDD PROPOSICIONAL DEL AcrO: LA ENTRADA

que afirmo es falso" es cierto, entonces esta afinnaci6n también es falsa yes cierta.

Scg(m Tarski la paradoja se produce porque la lengua naturai es un "sis­tema semanticamente cerrarlo", caracterizado por el hecho de que a SUE

palabras y expresiones referibles a objetos del mundo agrega ténninos "se­manticos" como vcrdad,/alsedad, cùnto, etc. yexpresiones que determinan eluso de estos térrninos, lo que le permite "mezclar" expresiones descriptivasy objetivas acerca del mundo sensible con expresiones referidas al valar deverdad de esas expresiones. Para impedirlo, Tarski propone que en "todo loque afirmo es falso", "falso" debe considerarse un término "semantico" deun lenguaje superior, que califica a la primera oraci6n eu su conjunto, queforma parte dellenguaje-objeto ("todo lo que afirmo" = X en LI; por lo tan­to, "X(Ll) es falso" en L2) y conseeuentemente no debe considerarse en elmismo nivellingUistico eo que se expresan "todo" y "afirmar", si no se quiereinvalidar toda la expresi6n, que es lo que produce la paradoja. Los términos"semanticos" debian formar parte, para los 16gicos, de otro lenguaje dife­rente de aquel eo que se formulan expresiones referidas al mundo sensible,que sirviera de fundamento a sus valores de verdad: del metalenguaje.

Las lenguas naturales producen, en efecto, antinomias; y lo hacen por­que sus signos valen a la vez para expresar alga referido al mundo sensibley para expresar algo acerca de ellas mismas, vueltas objeto. Esta propiedadde las lenguas naturales es, como se ha visto, la reflexividad. Asi que la idea dela existencia de metalenguajes diferentes de 105 lenguajes con que se haceoproposiciones acerca del mundo se convirti6 en una idea que casaba muybien con la necesidad de distinguir, en lingùistica, esos dos aspectos de lareflexividad de las lenguas naturales: el de la referencia a objetos del mun­do sensible y el de la referencia a las lenguas mismas; con lo que se vio teo­rizada en una distinci6n entre lengua-objeto y metalengua.H

2.2.2.~Es la entrada parte de un mctalcnguaje?

Por metalcnglla o metalenguajese ha venido entendiendo, desde entonces, eluso de una lengua natural para describir una lengua natural (otra o la mis­ma); no para fundamentarla, como· sucederia en 16gica -una empresa im­posible, por absurda- sino solamente para observarla o describirla, comolenguaje de descripci6n.

H Rey.Debove (1978) conùniia teorizando esa metalengua para proponer la existenciade un "metalenguaje natural", que es esa metalengua tal como efectivamente se manifiestacada vez que se usa rdlexivamente la lengua natural.

De ahI que e1 discurso lexicogrifico, e1 diccionano en su conjunto, sevea como un verdadero "discurso metalingùistìco" y su lenguaje, aquél conel que manifiesta 105 elementos que constituyen el lema, 105 de la defini­cion, 105 de !as marcas, etc. se considere un metalenguaje.

3. UNA NECESARlA ELEccrON TEORICA

Si la cuestì6n de como clasificar el lenguaje de la lexicografia fuera sola­mente de elecci6n termino16gica, senan indiferentes a esta discusion 105términos que se seleccionaran; pero tal seleccion ataÌle de manera defini­toria a la teoria del diccionario, en euanto que, de lo que se trata en ella, esde dilucidar de la manera mas adecuada posible el modo en gue e1 diccio­nario elabora elléxico en rclaci6n con la sociedad a la que se dirige.

Es neeesario, por ello, contrastar la concepci6n inmanentista del dic­cionano con la concepci6n pragmatìca gue se ha vcnido manejando hastaahora, para mostrar 105 efectos gue tienen una y otTa sobre la teoria del dic­cionario.

3.1. El antonimo

Josette Rey-Debove (1978:122) propone que el vocablo que constituye la en­trada, por el solo hecho de que proviene de un uso reflexivo de la lengua,es un "signa de signa", pues, exrraIdo del uso por su mencion, 5610 representaa un signa de la lengua natural, y lo considera aut6nimo,15 es decir, como un

15 El tennina lo toma de Carnap, para quien es "el nombre de si mismo" de un signo: "Elprocedimiento autonimico, que consiste en emplear una palabra delléxico 'como nombrc desu propia forma'" (LI' J1roddé aUlon)'tIlique, qui collSiste ti 1'1111110)'1:/' un mat dII le:dque 'comme 1/01/1 desa proprI' famtc'). Tambien: "Para Carnap, Tarski y Quine 10s aut6nimos san nambres obteni­dos de palabras ordinarias, a las gue se agregan comillas; la expresi6n que aparece entre comi~

llas es el designatuJII delnombre en cuesti6n" (POUT Camap, TaTShi et Qltine les auton)'lIlcs soni desnOI1/S obtmus à pmtir rles mots ordillaires par l'ajout de {,ruillemets; l'exjJrrssion qui est dans ll's gllilfernl!tses/le desiglla/lIm du 110m en questiorz) (R.cy-Debovc, 1978:61 y102-103). En Rey-Debove (1979:17)el aut6ni~o es "el Icono de su significado" (l'icone de SOli signifié), de manera semejante a laconccpci6n de Quine (19'10:26): "Una cita no es una descripcirin sino un jmJglijico; designa suobjeto sin describirlo en ténninos de otros objetos, sino ilustr.i.ndolo" (A quotation is not a des­criptioo bIlt a hieroglyph; it designafes its objl'ct llOt by describing it in tmns oJatlla objects, bul by pic­tunng il.) Aunque, cn una valiosa colecd6n de cuestiones de debate al respecto, como lo essu articulo de 1979;18, Rey-Debove sostiene gue "si el aut6nimo designa o significa algunacosa, ésm solamente puede ser parte del aut6nimo, ya gue el significado es parte del signa"(si l'a1!lon)'me désigrll' Oli signifie q11e/qUI' chose, ce ne prot efTe ljU 'une partie de cel autonyme, le signifiéétanl patiie du signe).

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126 TEORiA DEL DlCCrDNARIO MONOUNGÙE EL CONTENIDO PROPOSIClONAL DEL ACTO: Lo\. ENTRADA 127

"icono de signa", de caracter metalingiiistico. Eu euanto "signa de signo"comparte con el signo-objetosll significante: tiene un plano de la expresi6nque es idéntico al plano de la expresi6n del signa representado (El), Ysuplano del contenido es el signa representado en sn totalidad (E]/C]):

Por lo que:

Por ejemplo. el vocablo tigre como aut6nimo eo la entrarla del diccio­nario tiene como plano de su expresi6n la cadena de letras <tigre> l', comoplano de su contenido, el signa que es el vocablo de la lengua natural, tigre,cuyo plano de la expresi6n es /tigre/, consustanciaplì a su plano del COllM

tenicio 'tigre', cuyo significado explicara posteriormente la definici6n lexi­cogrilica.

O sea:tigre (tigre /' tigre')

3.2. La duplicaci6n delléxico

Como, consecuentemente con esta concepdén del signo que ronna la enlm­da del diccionario, toda la nomenclatura queda fonnada por aut6nimos, quesan signos de los vocablos de la lengua considerada y, por lo tanto, estric­tarnente hablando, otros signos, el resultado de este punto de vista conducea la duplicacién te6rica delléxico elaborado por cl diccionario, en donde105 auténimos de la nomenclatura y 105 vocablos de la lengua -usados a suvez en otros lugares de la macroestructura del dicdonario- se vuelven ho­mònimos entre s'i:

tigre", tigT"

Y, en consecuencia, toda lengua natural, por el solo hecho de conver­tirse en objeto de si misma, quedara eompuesra por un sistema de signosnaturales, mas su dupliead6n homonimiea a base de aut6nimos y 105 sig­nos estrictamente metalingàisticos, como vocablo, palabm, oracion, 11l01fema,fonema, etc., que no tienen duplicado en la Iengua namraJl7 y que forman

el "metalenguaje",

16 Sobre la formulacion de "consustancialidad~del significante y el significado en la teo­

ria saussureana, Cf. Heger, 197-1:4.17 Como lo hace notar vVìegand 0982:422).

3.3. El efecto teorico

Como se dice antes, el problema no estriba en una selecd6n de térrninospara considerar el caracter del discurso lexicogrifico euando se habla deeno-adas, vocablos y lemas, sino en el efeeto que tiene, sobre la teoria dellenguaje, la eoneepcion de donde proviene el ténnino que se seleccione. Yen este caso, como se puede ver, el efecto teorico complica innecesariamen­te la teoria dellenguaje, pues implica la existeneia de dos conjuntos de vo­cablos, el natural y el metalingiiistico, que no solamente no tienen algunaevidencia empirica, sino que tampoco parecen producir alguna ganancia ala propia teoria del lenguaje, como no sea segmentar los usos naturales y105 U50S reflexivo5 de la lengua en dos supuestos lenguaje5 (lengua-objetoy metalenguaje) para no tener que reconocer el caracter pragmatico de lamencion de un signa cuando interesa la reflexién sobre la lengua,18

3.4. Una asuncion pragrmitica de la mencion

En efecto, la tradicion légica anterior a la invenci6n del metalenguaje con­sideraba que el vocablo o la expresiòn que se muestra reflexivamente es unapalabra de la lengua natural en suppositio materialis, como propuso el16gicomedieval William de Shyreswood (cf. Rey-Debove, 1978:5), o mencionada, ci­

tada (cf. Searle, 1969:73-76, Quine, 1940, Garver, 1965). En esta tradici6n,o se propone la expresi6n reflexivamente mencionada como suPJJOsilio mate­rialis-que destaca precisamente el caracter "ic6nico" de la expresi6n queinteresa a Rey-Debove-, la culli no parece negar que se conserve el signo

III La verdadera ganancia, interpretando cl sentido m5.s profundo de Le métalangage deRe)'-Debove (1978), estribaria cn la posihilìdad de e~plicar10s fenomenos morfologicos y 5in­tacticos que se producen cn el discurso cuando ha)' cxpresiones mellciolladas. Por ejemplo, unapreposici6n adquiere funciOll de sustantivo cuando se la menciona:.en ~de es una prepo­sicion~, de deja de tener su papel prepositivo)' se vuelve sustantivo. Ha)' una gran cantidad defen6menos de esta clase en la mendon discursiva, y el valor real de la obra de Rey-Dcbovc estien el estudio ponnenorizaclo que hace de eUos. Pero puede sostenersc del todo el valor de suesmdio si, como ella misma sugiere en varios lugares, "el metalenguaje no es otra cosa qucuna funcion de la lengua natural [ ... ], es un uso metalingilistico"(1978:7), "el procedimien­to autonimico, que consiste en cmplear una paIabra delléxico 'como nombre de su propiaforma' (1978:61), "fenomeno amonimico, que corresponde a una situaci6n de reflexividad"0978:3-4) es decir, si se consìdera el ~uso metalingùistico" como funcino o fenomeno propiode la lengua natural, debido a las caracleristicas antes mencionadas y no como naturaleza do­ble de la lengua natural (le métnlangage ,,'est ,ien d'aulre qu'unejonction de'une langue lIaturelle{. ..}, c'est lW1Wlb'l! métalinguistique, le proeMé rluton.wnìque, qui consiste à emplo}'/:r un mal du lexiqlle'comme nom de sa proprr- forme', jJhàwmène aulollymique qui com!.I/Jond ti une situatioll de riJlexivité.)

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128 TEORiA. DEL DIccrQNARIO MONOLINGÙE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: lA ENTRA.DA 129

en su integridad de significante y significado, o se propone que la reflexi6nsobre el signa no es manifestaci6n de un doble sistema lingiiistico (objeto ymetalingiiistica). sino efecto de un acto verbal en el cual el emisor ostentael signo para atraer la atenci6n sobre él y no para referir al mundo sensi­ble; es decir, el fenomeno, reconocido necesariamente por ambas concep­ciones, se explica desde e1 interior de la lengua (por su doble sistema) odesde el exterior de ella, en las caracteristicas del acto verbal.

Lo que parece molestar a Rey-Debove de la concepci6n tradicional ~es

que "las palabras mencionadas estabar: forzosa~enteen us0.y que, ademas,el monismo del uso difundido por Wlttgenstem era lan peligroso como elmonismo de la significaci6n, punto acerca del c~allos lingiiistas estin deacuerdo hoy en dia. ASi que abandoné esa terminologia imposible de inte­grarse a la lingiiistica".19 Puede uno preguntarse si la duplicidad ~e 105 sig­nos en uso y a la vez en menci6n es mas complicada para la teona que ~aexistencia de la duplicidad de léxicos entre la lengua y el "metalenguaJenatural".20

3.5. La menci6n y el acto verbal

Pero ademas del problema teorico lingiiistico que produce la doble estruc­tura de la lengua natural, lo que se ha perdido del todo es el hecho de ~ueel hablante refiere en su acta verbal a un signa lingUistico, al cual consIde­ra objeto de atenci6n o de predicaci6n -como en el.caso del diccionario~de la misma manera en que, cuando habla de 105 obJetos del fiundo s:nsl­ble (de sus sensaciones corporales, por ejemplo) refiere a ellos. Es declr, sepierde el sentido mismo del acta verbal, que comie~zaP?r ser un ~cto dereferencia. La menci6n gue hace el hablante por su mteres de refenr a unsigna se disuelve en una manifestaci6n propia de la lengua, como si real­mente "la lengua hablara de si misma",

19 Les mols mentionnes étaient forcémenl en usagr et que, de jllus, le JIlonisml! dc l'usage répandllpar Wittgenstein élait alusi dangrrellx que le monmnl! de la signification, poi1l1 S11r lequel l~ lill~lt~SleSs'accordenl alljourd'hui. J'ai danc abandonné cette tennillo!ogie imjlOssible à intégrer en Imgwsilqlll!

(1985:22) ,~o Cf. Rey~Debove (1978:102): ULa solucion de la bomonimia parece ser ,la.me~os mala.

Es poco economica en la medida en que du~lica elléx~c~ de. cada len~~, blpoteSls que be­mos seguido basta ahora (... ] pero la bomommia es la umca lUterpretaclon que?il a la au~o­nimia su dimensi6n interlingiiistica." (La soIl1tian de ['/w7Ilonimie semble élre la mal7lS mauvmse.Elle est pel1 éconamiqlle dans la mesttre al! elle dOllble le lexique de chaqlle langue, hypoth~e qUI! .nousavam stIivi jusqll 'id r.,.) maisl'1wmani7llie est la seule intl.'rjJretatian qui rende à l'autonymw sa dl1nen­

sion intrrlin/:,'1àstique.)

Por eso es preferible considerar gue la entrada, el vocablo y el lem.a no sanaut6nimos, ni jeroglificos de si mismos, sino signos mencionados y no porun "metalenguaje" sino por cl Ienguaje de descripci6n de gue hace uso lalexicografia, gue solamente se diferencia de la lengua ordinaria por los ar­tificios con que abstrae las palabras en vocablos y las condiciones morfo16­gicas y sint.'icticas del vocablo en lemas, En conclusi6n, ellenguaje en guese presenta la entrada, el vocablo y cIlerna es la propia lengua que tornapor objeto el diccionario monolingiie. El acta proposicional comienza, ensu entrada, por ser un acto referendal de canicter ostensivo. 21

~I Si no, su referencialidad tendri qlle ser una nutorreferencia ciel signa: un autonimo,como lo proponia Carnap. Rcy-Debovc afirma: "la autorreferencia no existe ellla lengua natu­ral~ (1985:23 l'allloriférence n 'exule pa:; dans le langage na/lIrd). Sobre las cOlldiciones del actoreferencial, cf. Searle (1969:72-96), aunque requeriria una elaboraci6n bastante larga rebasarla caracteristica esu'echez del planteamiento filosofico acerca de la referencia cuando de loque se trata es de concebir la lengua.

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IV. EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO:LA ECUACION SÉMlCA

O.1NTRODUCCION

El acto de respuesta acerca del significado de una palabra comienza por in­troducir la palabra requerida mediante una ostension. Esa ostensi6n -comose via en cl capitulo antenor- tanto cn las acciones verbales concretas,como cn el arricuia lexicograt:ìco -dadas las caractensticas fonnales del dic­cionario-, transforma de inrnediato la palabra cn su eorrespondiente voca­

blo. La ostensi6n del vocablo para atraer la atenci6n del hablante lo convierteen objeto del articulo lexicogrifico y revela cl caraeter originariamente refe­rendal de csta clase de actos verbales. Con lo que, ademas de estativo, cl actoverbal de respuesta acerca de una paIabra es también referencia1.

Toca al tema reunir con la entrada toda la informaci6n necesaria paracaracterizar la fonna de la expresi6n y la fonna del contenido del" vacablo:escritura, fonétiea, silabeo, eomposici6n morfol6gica, paradigmas de afijos,marcas de categoria o funci6n gramatical, etc. Toca a la dejinici6n lexicograficareferir al significado del vocablo, a su sustancia del contenido.

En este capitulo se estudiara la manera en que se relacionan el vocabloy la explicaci6n que ofrece la definici6n aeerea de su significado. Tal rela­cion suele no tener manifestaci6n grfrfica alguna en los diccionarios mo­dernos; es apenas un espada en bIanco eDtre el lema y la definici6n:1

l Antiguamentc si se rnanifesL,ba explicitamente la relacion entre ellcma y la dcfinicion,como en cl vocabolario della Cn/Sc~ uAccoccare. Accoccarla a uno, vale fùrgli qualche danno,dispiacere, o beff-a ... " (Apud Pfister, 1989:1853); a cn cl Thresor de la languefranf.O)'se de JeanNicot: "Drfaurerie, J penac. EJt proprement la facture eH or ou argent massif. .. "; o en cl Dic­citmano de autoridades, cn donde generalmente el articulo principal (ya gue asigna un articuloa cada acepcion) no eAplicita la relaci6n, per'o 105 secundarios casi siempre lo hacen: "anti­gua, gua, adj. Lo gue viene de largo tiempo ... " frente a antiguos s.m. Sig1lifica, y da a entender105 Escritores yAutores gue antiguamente florecieron ..."(las cursivas son mias) Cf. tambienRey-Debove (1982:140) donde asienta gue "la lcxicograffa modemajuega,justificadamentesegUn nosotros, con esta ambigiiedad [producida por e1 hecho de no expIicitar la ecuaci6nsemica] entre significado del signa y concepto de la cosa, mientras gue el siglo ;""11, que acaba­ba de adquirir conciencia de esa oposici6n, prerendia respetarla... " (La lexicogmphie rnDdmJejDl/e, àjl/Ste titre selrm nous, sur cette ambigiiiié mtre signifii de signe ei concept de dwse, alors que le ,\1'I!siècle qui viene de prendre conscience de celte oppDsition, pritend la respeder... .)

131

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132 TEORiA DEL OICCIONARIO MONOLINCOE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA ECUACION SÉI\UCA 133

Conjunlo de ejemplos num. 1

tigre 5 ID 1 (Felis tigris) Mamffero carnivoro dela familia de los félidos, parecido al gato perode gran tamaiio jllega il medir mas de tres me­Ir05 de largo I. de pelaje amarillento atravesa·do por rayas negras. con excepcién del vieo­tre, gue es bianco. Habita eo Asia y es muytemido por 5U gran ferocidad 2 (Felis ancal Fe­lino americano de gran tamatio y pelaje ami!­rmento con manchas negras, como el leopar­do y el jaguar.

DBEM

TIGRE [tit~(~)] n. m., TIGRE$SE [tit~"), 11 •.1. (1165:rém. 1546 [avanl, unr lig,d: lat. /ill'i:r. mal sr.. o. Iramen'.'''l• l" V •. Nam de, fé!ins.i rolle l~chetét: (lé."pard. ,:,nn~l'ete,ele.l <JU faVO" IV. Ti~ro!l .• 2" ,H",/. Mamm,f"re IFelldnJ. degrande laiile. ilU pelase jalHle 'OllX m}'é de banl1~~ nOlre,t"'n,ver;~les, f/:lin d'A,ie el d'lnd"n,",,;e. e~rn,,:"'er crucl.qui cn~.'_'e In nU;I. Tl~," ",y,,1 "u d" n,·n/!nlr, TII::rs"r ,,'"reu~ prlits. Le "1(" it'ult'. rMr. r"uqllr, Chn~'r. "" /llIrr. Pt'a"de lilire ulili,ee e"mme I~pis, desee.nle de ht.• J" V.r lJuIiI/h. (~Vl')' l'enonne cruclle, impnoyab1e. " Tigre ,,/tu~de .anl/ qui me d_iena. Irs In"~" " (COIIN.}. Unr 1/1/"'''<',,une remme Ire.. "Ilre•• ive, IreSIUlolI.e.• 4" (Dansel. "[I1i"r,danselI.e dlI cnrp. de bullel, lJ.lI·de"u. du r~l.• 5" {I6~O:pur anal. d'a.peel du ,hl'"' 1"1. Puna/H lillre, ou I/g-t' d~poirier, imetle nèmiplere, ,,:u.x élylre. lueh~ de brun, qUI"~llaque uux reu,lIcs du po,nero

PR

tigre. (Del lat. ligris, y e.ste del gr. 'tiYPJç.) m.Mamifero carnicero muy feroz y de grantamafio, parecido al gato en la figura, depdaje bianco en ~l vientn:, amarillento y conrayas negras en eI lama y la cola, donde lastiene cn forma dc anillos. Habita principal­mente en la India. Se ha usado t. c. s. f. Il 2.fig. Persona miei y sanguinaria. Il 3. Amér.jaguar. Il 4. Ecuad. P<ijaro de mayor tamatioque una gallina; tiene pico largo y plumajepardo con manchas negras, cl cualle asemejaa la pie! del tigre.

DRAE

tt'i:0~I~;~~nb~;~ì~'LI,}~~~~S a/sa t1l:er [ME liire. re. OE Iliet &.

lr. oli. 01 Iran;~n origin:akin lo Av tlllhrl. orrnw,

M~~'f.:j~~~irtt~i~:,h~:~~mor~ ot 5TlCIO) 1. J1 : olors~ A,ialic cor,,;"o,o,,'m,mmal (F,III li~rb)

havinn ' "wny coot

i:i~~k:e~e]ro~~ip~~tUf:;~tuil Ihat il rtnged wunbiode. underportl Ihol ri~.rore monlr witlle, and n~ ,

k~~fl' ~~~~~oF~il~ollìl ì~~~h~~ll~:;''';li;;:;~ ~r~~~enIh~~ 12 Ir~;~~Iivin~ u'''. on lhe !(foun<!. r.e[h"g moltly 00 lunet m,mmah(al c,ule), in ,ome c,.c. induding, man, onti ran~'nll lromPer,i' ,erOI. A,ia lo Ihe M,lar pen,"",la. Suma.tra. ,nd h.'aand nOrlhward lo 1Ourhe,n Sil'erla and Manohu"a -:- ""mpoteun","'1. Tlarn. S... D[n·TflnTltEn Tmm b: ooy or 1~.~r"l)nr~erelid mamm,h: o, (Il .4frlcq: I.EOPA':D (2): lAOU"'1I ()) : COl!·O"'" c: , dome'lic col wllh a 'lrlped pnllem : TIO[n CHti AuurIll : T"'~MA~;l"'lI W"I.P Il: TIG[R .~"""'[ r: 'ny 01leverai urong vignroul ~ggf.lSive r"hc",. (1): Tn,m 'Il ...,nt.(2) Africa: n 1m". grunt tP"madll.f.l" "l'erCUliltel ol.lhe Indl"n

f;~l;at~;~f:~'~~'g~i~h~:~e.~~~l~~~fk:ll;;~~li~dd;ik~, &)~; ~repre'~ol~lio_n ~l n rigor U'U. '" n symllo] or Il,ad!:,c (" nl,.uno,g"nt::lllOnl b l'1,,n cap: "ny "I ,e"ern] <ors"n""l'!>ns)"","!:a tiger a, reeogniu:d emblem; .Iw :. ~ membet 01 'Ili;h Ono,g~"it~t,on J n : a l'e,,on or lom•.rlm~' a" o",m,1 01 Iletc.and bloodlhl"ly W~~, Il: f'~ree tlr,etlsh qual,!l, or a'p"ct(orou.od lhe _ in h" n~r"r'" C: a pc"nn \'1~oro",ly ac,Ilre'live and U'U. high]r ,\;Hled ìn ",!"e acth';ly io< o ,po,t ormililaryeombotl 4 Bri' n: a g'(lOm ltl li.err; "P : a young M

~j:~e~i!~?e('~~~~~~~'~I'd;.;,.::~~~'~h~~:rr~~I~~r~h~r,,:lh~ r:i~attendanoe b: n d'l,oIUle or vulgar I.llow : ""·""Kif~m.lIUl.l.y.nAKE -&a{11:mGCAT (21:I.ITTUCAT blll:rA~"('l) : H~O CA"'_ 6: ~ 10u<l. c'Y often.ol tI,e word tl~~' InnII~rrninales" mund nl eolh""aslle eheetln!: (a> al a polmeal orspnrl' roll}') 7 II~llg : nlINO TlGEn

W3

]osette Rey-Debove (1971:152) propuso llamar esa relacion ecuacion sé­mica, pues a la vez que establece una especie de equivalencia o de igualdad en­tre los dos miembros principales del artlClùo lcxicogra±ìco, on'enta el caractersignificativo de la definicù5n. En seguida se exploraran sus caracteristicas y sedefinirasu valor teorico en cl diccionario monolingiic.

L EL ORlGEN PRAGi\lATICO DE LA ECUAClON SENlICA.

El acto verbal de pregunta, como se ha visto, se formula habitualmente conexpresiones como: "~qué eseso?", "~gué quiere decireso?", "~gllé significaeso?","~como se lla11la eso?" y también "~c6mo se escribe esto?", "~como se pronunciaesto?", "~c6mo se conj1.lga o se flexiona esta palabra?", etc. Estas expresioneshan sido aprendidas 'por cada persona al mismo tiempo que aprendio arealizar actos verbales de pregunta sobre una palabra y manifiestan la ne·cesidad de establecer una predicaci6n acerca del objeto seilalado o acerca dela palabra preguntada. Es decir, piden una comprensi6n del objeto o la pala­bra y una diferenciaci6n entre objetos o palabras semejantes, gue es el sen­rido mas antiguo de la palabra predicaci6n.2 Las palabras gue usa el hablantepara hacer sus preguntas, gue son verbos de lengua como significar, qttererdecir, llamaTse, etc., el verbo sery los que provienen de la refiexion lingiiisti­ca y la educaci6n de la lengua, como escribir, pronunciar, conj1.lgar, etc. san lasmismas gue utiliza quien le responde (cuando no se exprcsan, se conside­ran elididas),

1.1. Dos clases de predicacion

Cuando la pregunta se refiere a las formas de la expresion y del contenidodel vocablo, lo gue hace ellema que la responde es ostentar la escritura co­rreeta, transcribir en algiin alfabeto fonético su pronunciaciòn, y organizar105 datos gramaticales necesarios de acuerdo con una gramatica previa.Mientras gue la ostensi6n de la escritura no introduce ningtma simboliza­cion de caracter técnico, la transcripci6n fonética y la informaci6n grama­tical presuponen una convencion tenninologica y simbolica previa, propiadel lenguaje descriptivo de la teoria lingiiistica (fonética y gramatica) enque se apoya el diccionario. Se podria hablar en este caso de predicaci6n,

2 Cf, Lorenz (1971:165) en donde seiiala que este primer sentido de predicaci6n apareceen el Cratilo dc Plat6n: "la comprensi6n reciproca, la BLi5acr,(Elv TI aMTjÀoç,junto a la dife­rendaci6n de las cosa~, BlaxplvElV 'ta 1tpaJ1.la"tu" (die gegmscitige Verstiindigung, dasbloacrxElVTI a.À.À.TjÀoç, nebrn der UlItcrschcidung der Dinge, dem BtaXPIVElV 'tU 7lpa)'llo:m.)

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134 TEORiA DEL DICCIDNARIO MONOUNGÙE EL CONTENIDQ PROPOSICIONAL DEL AcrO: LA. ECUACION SÉ'}..UCA 135

eo el sentido de que ellerna identifica al vocablo: establece qué entidad gra­maticaI o, eo generaI, lingiiistica es. Esta clase de predicaci6n establece unarelaci6n eotre el signa como objeto de reflexi6n y su idenrificaci6n lingUis­tica. Eu cambio, euancio la pregunta se refiere a la sustancia del contenidodel vocablo. la definici6n lexicografica que constituye su respuesta realizauna verdadera predicaci6n eo el sentido antes seiialado: predica alga acer­ca del significado del vocablo y lo hace determinada por alglin tipo de equi­valencia con él, establecido precisamente por la ecuaci6n sémica. Las verbosutilizados eo espanoi y eo las otras lenguas consideradas para introduciresa predicaci6n san las manifestaciones reales de la ecuaci6n sémica. Demanera que el origen de la ecuaci6n sémica se encuentra eo el acto verbalde pregunta acerca del significado de la palabra, aprendido desde muy tem­prano en e1 crecimiento de cada ser humano y posterionnente educado enla escuela.

1.2. La predicaciòn de la ecuaciòn sémica

Cuando se trata de la pregunta acerca del significado de una palabra y node su identificaci6n como signo, su fannulacion se hace con signos de lapropia lengua natural: ser, èlre, lo be, sein, llamarse, s'appeler, lo calI, designar,désigner, lo designate, bez.eichnen, significar, signifier, lo signify, lo mean, bedeulen3

-y en el siglo XVIll valer por, lomane por)' expresione5 semejantes en las de­mas lenguas-, san los predicadores mis usuales. Estas signos san verbos ytienen una susrancia del contenido que no es gratuita, sino producto de lasculturas a cuyas lenguas pertenecen; en trat3ndose de lenguas diferentesde las europeas aqui consideradas, las expresianes que SITvan a la formula­cion de la ecuacion sémica requieren una investigaci6n particular, tantocomo la existencia misma de 105 actos verbales de pregunta y de respuestaacerca del significado de una palabra, de cuyos corre5pondientes actos pro­posicionales forman parte.

2. LA. E...XPLORACtÒN DE LA ECUAcròN SE~nCA

Eu un planteamiento pragmatico como el de esta teoria, la unica manera deexplorar la sustancia del contenido de un vocablo es acudiendo a sus usossociales y, como se ha venido insi5tiendo, para las lenguas aqui consideradasse cuenta con la ventaja de que sus propios diccionarios son, por excelencia,

SEsta parte de la teoria se basa en el trabajo pionero de ]osette Rey-Debove (1969).

catalogos de usos sociales de sus léxicos, gue tienen validez generaI. Demodo gue agui se puede investigar la ecuacion sémica de un diccionariocon la definici6n lexicogr:ifica de los verbos gue la manifiestan en ese mis­mo o en otro bueo diccionario de la misma lengua. En el caso presente,ademas, la camunidad conceptual gue caracteriza a las lenguas europeaspermite estudiar en conjunto 105 vocablos antes cirados, e incluso intercam­biar interpretaciones de 105 vocablos de una lengua con 105 de la otra sinalterar gravemente 105 resultados obtenidos y sin violentarlos para gue seajusten a alguna idea preconcebida_ Pero estrictamente hablando, hay queconsiderar la especificidad significativa de esos verbos eo sus correspon­dientes lenguas, tal como la elaboran precisamente sus diccionarios.

Se diTa gue este procedimiento crea un circulo vicioso y se aii.adira gueprecisamente para superarlo es para lo gue hace falta un metalenguaje.Tado lo contrario: se ha demostrado agui y en Lara (1989a) la imposibilidadde crear un metalenguaje de la lengua natura! y, en cambio, la necesidad deasumir, con todas sus consecuencias, gue es la propiedad reflexiva de la len­gua naturalla gue permite estudiarla con ella misma como instrumento deesnldio. Lo gue se crea es un circula hermenéutico. La significacion de lalengua natural se comprende con iluminacianes parciales de ella misma,logradas con ella misma (o con otra lengua natural).

2.1. La ecuacion sémica con ser, fo bey eb-e

"~Qué es un tigre?", es la pregunta por excelencia de la ignorancia de algo.Cuando uno no conoce algllna cosa y apenas si ha oido o lerdo su nombre, loprimero gue se le aCUITe es hacer esa pregunta. En ella, 105 signos intere­san menos gue aguello a lo gue refieren; la lengua es vehiculo del conoci­miento en primera instancia y no objeto de reflexi6n:' Con la pregunta con

·1 Hay gue distinguir emIe las necesidades te6ricas de la linguistica -quc san necesida­des del conocimiento-), la manera en gue se condben los signos en una sociedad como laseuropeas occidentalesy las gue provienen de ellas, como la mexicana. Teoricamente es nece­sario disociar al signa de su referente, como se ha demoslrado desde Plat6n para ad.; peropara un individuo comun, no solamente las imerrogantes, las indecisiones )' los titubeos deHerm6genes y Cratilo siguen siendo pienamente viilidos, sino gue allO cuando tiene con­ciencia de la multiplicidad de signo5 para 105 mismos referentes, de la polisemia y del cambiosemantico, el signo vale por su referente, por lo gue la pregunta acerca del referente es tam­bién una pregunta acerca del signo. La disociaci6n co tre signo y referente, que debemos aSaussure, se ha visto exagerada por el estructuralismo gUe, al pretender objetivar el signo, loha convertido en ohjeto per se; lo ha cosificado, como dice Coseriu (1958) y, en esa forma,nega a vadarlo de sentido para e1 ser humano. Pero rcflexionar sobre la lengua no es crearleun mundo propio, aislarlo del mundo rea!.

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136 TEoRiA DEL mCC10NARID l\WNOLINGUE EL CONTENIOO PROPOSICIONAL DEL ACTO; LA. ECUACION SÉMIC:\ 137

Conjunlo de ejemplos num. 2,

105 verbos ser, élre, to be, etc., lo gue se busca es una respuesta acerca de laidentidad o la naturaleza de lo preguntado, de d6nde procede o a qué per­tcncce, cuiles son sus caracteristicas o sus propiedades, etc. El verbo sery5U5 equivalentes en las otras lenguas predican la existencia, la identidad olas caracteristicas de lo gue constituye el objeto de su predicaci6n. Pero haygue senalar que, en euanto lo gue uno desea callocer esta representado porun signa (si no, la lengua no interviene, sino cl ciecia indice gue senala unobjeto presente), el signa y no cl objeto es lo gue uno inquiere y, en esamedida, el caraeter verbal (significativo) de pregnnta y respuesta es inelu­dible. La pregunta y la respuesta con ser, por lo tanto, san caracteristicasdel tipo de actos verbales que aqui se estudian y, en consecuencia, formas ca­racteristicas de la ecuaci6n sémica.

Como se ve en el conjunto de ejemplos nùm. 1, es el diccionario w3 elque mejor parece construir su ecuaci6n sémica con lo be:

tiger [is] a large ... carnivorolls mammal (Felis ligris) having a tawny coattransversely striped with black, a long untufted tail ringed \vith black, under­parts mostly white, no mane, typically sIightly larger than the lion: [lengihX], living usually on the ground, feeding mostly on Iarger rnamrnals, Asia­tic, ranging from Persia, ...5

2.1.1. To be como identificaci6n del objeto

Lo que ofrece esta respuesta es, en efecto, una identificaci6n del animai,que permite reconocerlo por lo que es: un mamifero carnivoro, que tieneciertas caracteristicas fisicas y ciertas costumbres y que habita en ciertasregiones del mundo. Tan se trata de una identificacion, que la definici6nse apoya de inrnediato en la taxonomia zoologica (Felis tigris) , y en su repre­sentaci6n grafica, a la que ei w3 considera una representaci6n obvia paratodo hablante de inglés.6

;; ~Tigre [es] un mamifero carnivoro dc gran tamano (Felis tilJ'ù) , gue tiene piel amari­Ilo oscura y rayas transversales negras, un largo rabo sin mechas con anillos negros, de vien­tre generalmente bIanco, sin melena, ligeramente mis grande que elleon [tamaiio X], quevive generalmente en cl suelo, se alimenta principalmente de grandes mamiferos; es asiiitico,y se le encuentra desde Persia... ~

fi La capacidad para interpretar un dibujo como el del tigre en w3 no es natural, comose pretende; requiere tanto del desarrollo de habilidades perceptivas fma.s, como de unasocializacion que confiera sentido al dibujo y ensene a mirarlo. Cf, al respecto el sorprendenteaniculo de Hancher, 1988.

ser' v copulativo o predicativo IModelo de con.jugaci6n IB) l Afirmar la existencia de algo ode alguien, de su naturaleza o de una parte deella, de su identidad: "Sov el unico habitantede esta casa", "Somos mujeres", "Es una pie.dra", "Son coyotes, no lobos", "Son mis dedos","Las nifios san inteligentes", .. Esta sei'lora esmentirosa", "Mi papa es campesino", "Eseseiior era el mejor medico del pueblo", "Lacasa es de adobe", "Matar es delito", "Ellu­nes es el primer dia de la scmana" 2 Formarparte de alga, tener Su origen en ello o perte·necer a algo o a alguien: "El joven es de la cla­se vecina", .. Mi familia es de Cordoba", "Elcaballo va a ser de su hijo", "El libro era mio"3 Considerar o juzgar alga o a alguien de unamanera determinada: "Es necesario que traba·jes", "Fue fucil convencerlo", "Serfa justo quelo premiaras" (En todas las acepciones anterio.res, este verbo introduce el predicado nomina!,cuya funcion es relacionar al sujeto de la ora·cion con su atributo; el predicado nominai pue·de formarse con un sustantivo, un adjetivo unpronombre o una COlIslrucciòn nominai) 4 intrExistir alga o alguien en si o por si mismo: "Sero 110 ser", "Dios es", "El universo es" 5 intrTener alga o alguien derta caracteristica, eiertamanera de presentarse o cierto objetivo: "Estacamisa es para tu hermano", "La fiesta es denifios", "Las pagos son a plazos", "La discu·sian era en serio", "Tomas no es para estosasuntos" 6 intr Suceder alga o efectuilrse: "Lascarreras seran el domingo eo el rancho", "Lapelea (ue en ese lugar", "l.Dònde son las ins­cripciones?" 7 intr Valer alga cierta cantidad:"lA como san los jilomates?", "lCuiinto es?","San diez pesos por las espinacas" 8 inlr Ser·vir alga o alguien para alguna cosa, resultar liti!para algo: "Esta agua es para beber", "El libroes p3ra leer" 9 aU:tiliar Forma oraciones pasi·vas con el participio de 105 verbos transitivos:"Ese maestro es querida por lodos sus alum­nos", "Las calificaciones seran entregados porel director" lO Destaca cualquier funciòn dela oracion a la que se anteponga: "Fue el climalo que danola cosecha", "Asi es como se haceel male" Il Ser de ISolo se usa en tercera per·sona y seguido de infinitivol Tener alga o al·guien alguna caraclerislÌca o valar particular:"Es de ver como se prepara el atleta", "Tantariqueza no es de creerse", "Las progresos SOli

de verse" 12 A no ser qUI! A menos que: "Llega­re a tiempo, a no ser que pierda el camion"

DBENI

ser:l. (De .rm.) Verbo substantivo que afirmadel sujeto lo que significa el atributo. !J 2.Verbo au.xiliar que sirve para la conjugaci6nde todos 105 verbos en la voz pasiva. 113. intr.Haber o ex.istir. Il 4. Servir, aprovechar oconducir para una cosa.. Pedro no ES para esto,Il 5. Estar eD lugar o situaci6n. Il 6. Suceder oacontecer. lComo FUE tU caso? Il 7. Valer,costar. iA cOmo ES la malw:.a? 118. Pertenecera la posesi6n o dominio de uno. Este jardin ESdel rry. Il 9. COITesponder, toear. Este procederno ES de hombre de bim.. no ES m(o el sr:nlencioreslos discordias. Il lO. Fonnar parte de unacorporaci6n o comunidad. ES del Corugo.. ESde lo Acadtm.io. ))11. Tener principio, origen onaturalcza, hablando de los lugares o paises.Antonio ES de Madrid. li 12. Sirve para afinnaro negar eo lo que se dice o pretende. Esto ES.Il 13. Junto con substantivos, adjetivos oparticipios, tener los emplcos, cargos, profe.siones, propiedades, condidones, etc., queaquellas palabr.J.S significano Il como clos yclos $On cuatro. loe. con que se asegura queha de ·cumplirse lo que se dice. Il jcomo eseso! expr. fam. que se emplea para reprendera uno, motejandole de atrevido. Il jc6mo hade serI exclam. con que se manifiesta resig­naci6n o conformidad. Il érase que se em.expr. fam. con que tradicionalmente se sueledar principio a 105 euentos. Il es a saber, oesto es. exprs. usadas para dar a entenderque se va a e:xpUcar mejor Ode OtTo modo loque ya se ha e<presado. Il lo que fuere,sonari. expr. fum. con que se da a entenderque a su tiempo se haci patente una cosa, ose conocerin sus conseeuencias. !I 2. Tambiéndenota que se arrostran las consecuendas deuna decision, por peiigrosas que sean. 1/ maseres tU. fr. fam. que se usa para disculpar clyerro o vicio propio, imputandolo en mayorgrado a quien lo critica. Il no ser paramenos. expr. con que se asevera -que esfundada la vehemencia con que se admira, secelebra o se siente una cosa. Il o somos, O nosomos. expr. fam. que se emplea, general­mente en esti10 festivo, para dar a entenderque por ser quien somos podem05 o debe­mos hacer una cosa o portarnos de tal o cuaimanera. Il Sel!. lo que fuere, o sea. lo quesea. e.xprs. con que se prescinde de lo que se

DRAE

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138 TEORiA DEL DICCIONARID MONOLINGUEEL CON'fENIDO PROPOSIQONAL DEL AcrO: Li\. ECUAQON sEr....nCi\. 139

I. ~TRE [UK{.)j. v. iml'.: je .uis. /1' rs, il fSl, ""~s SDmm~s."DII' "I.... il, 10m: Fil,,;.: je fUJ, r",U.f~mrJ; jr sua,; le .rr",,:que k ;ah. 'I"" Iu JOh, '111'1/ su;/, qllr nall. JOYOlU, qur. "011'mvr:, '1"'11. ,01",,.. 'I"" jl' (uu,,; loi:, Joyoll~. ",yr:; et""::il... _ Aux !emp5 campo.es. se conJ"gu" a'ec .Avollt {IX.inr.. 1100; lat. POI'. ornar. cla••. rsu: a:rtame, forme,

emtlt\~"S~~~~~1.~~~e}~lilé. V. Exi.l"r. O (Personn",]Etre DII tU l'as ilr" (Cf. Tu be ~r noi lo be, SIIAlCE!PEAIlEI.Je prnu done le rui, (Cf. Coglto ergo. 'l'm, DESc"nTEs)." Dar.. 10llJ Ir. "tu puu/blt'., è/re, '011' ['ovDurre:. drm,,"r.."ITa"gr Eire d'une ur/llinr far'm, c'esI "flmrr l''u. "Irunge »(VAl.ERY). Je /roaiforme" et" le pen~r don~ le su;," qui /Il'?Io.nl foit lOl/ffrir _ COl' plu. le pe'!.a", ma,n; 1/ me umblaHèrre _ el le dl• .- on me volt, done Je ,1.11." (S"nTRE). - Rore.Vivn:: " Qui .alr .1 nou. uranI ùm"inl .. (RAC.). Caur.li n'e~r 1'11.1,: il esi mori. " Depul. qu'dle n'nl plus, le n'ai/all que umblanr de vlvre " (GlPE}. O (Clt~"es) Que lolumiere soil. Ne rhanll,on. pa. ce ql.ll nl. " Rlm ne uri drrùrimlner, nl de r,grnur mème. Cc qui n'.:r pas, ,'CIi ~e quine pouvall pa. è/rc " (GIOE). " Seuln les ,ho.,. soni. dlnn'ani lluC des dehorI.l.u corudcneu ne sani pas ...lle. u/onl"(S"nTRE). Ce lemp. n'esi plu•. C,la. n'e., pu• •1. nc Ura pa•..Cda l'cuI ilrC. V. Pellt-~tre,. poss.lble. Cda 'Iatl/... ,lInii.ail-iI V. Almi. - Se. (au subJ.) SOri un /rrangle A H C, wlemImlr 'pain" ,n 1Irn. droite: si l'on pa.e, ean.id~no.• 2"lmp'/J. (surtOUI' /II/h.). IL EST, EsT-IL, IL N'~ P"••..•il y o, y a_I_il, ele. V. AYoie. Il eSI des lIens que (a vemi eifrale.EsI.iI qqn l'armi vou. qui "euille rèpandre? 11 n e.1 nen d aus~1

heau (V. Renconlrcr, Irou••e, .uie}. " lf e.1 de. pf,,/um. lralIcamme dCI chalr. d"lIian" " (U"UOU-). _ Taulours e'l-iIqu• .- de lImle façon, co loul caSo " T"ujaur. ~rall-I/ .<1U'"''n'èloll p<u d'accord cl draile :tul lu concrs~lon. o falr.•.a ,,:au.,he" (ARAGON). -IL N'EsT QUE DE : le mlcu~ C!;l de, Il n y ':qu'i, il suffit" dc. " li n'esi que de s'ent.nd,e; c" hom,m.-I"cl mai .ommes q"",,1 d'accani" (P.•L ~un.l. - IL N r..n:...oUE DE, .• " li n'e" ba" ber qu. d. Pa,u» (VILLON). _ S.ILEN EST. Un c"quIn s'il en esI, .'11 .n fur: un parfalt ~oqum•• J" (Mamcnt dan. le lemp~). Quell, h~ure ~'I-il, 11 e.rmldl. Il eJI remI': de parrir. - PO~I. li e.l)rlur, II eJl nuir. V.Fui,••

Il. Vnrbe copulatif, rcliant l'attribuI au .ujel. l.a 'erre'JfrnOlie. Jc :!ui. ).un•. " Camm"'l p.u'-<Jn èue Per:!an?" (M?,":­-reo.). Sa)',,:: poli. Vau. eres cont.nt, cl prhenr I V. Volla.Le 001 e.1 un d'IiI. V. Con.tiluer. Leur lagemenl est une oaJfepi.ce. V. Con.ister (cn). Eue COmme on e.l. " Je prendI !oul<fallumenl I.. hamme: Canlme Il. IOnf » (MOL.). " (C,:rn.llle)pdnl le. homm" camm. 1/. ù"oralenl è/r•... lilacln.c) le.pelnl Id:t q,,'ih .anr " (L... Bnu-,..). _ Elt••ol-mème: cIno telqu'on u louiours étè, ou tel qu'on c!;t natunollement. " Je.uI. wujpUrI mal.mème, et ma [01 /aujours pure" (COIIN.)." J. ne oou. connoI. (ec!:onnais) plfU: l'OU:! "'èles pllu "au,­mame" {R"c.). I) bTIIE (qqeh., Tien) poun ('l'In). " ~orlo~fO

.,ail laul pour Edmond, .ralmenl ': (A~QON>; Il n CJl, ~"npaur mal, ni par lo. parcol", ni par I alfecllOn. I ou' n. 1M .re.1'11.1, rien.

III. Suivi d'une prèposilion au d'un a.d"erbe, d'un.elocution ad,-erbiule.• l" (Elat). Erre blen, .rre mo/, n:lau.vemenl au confon, i lo. .unté. Commenl èU"~ou, Cc mall~:Mlcux qu'h/er. V. AlIer, portnr (.c). Eire cf aw,:qu.". ,•. ~(Licul. V. Trnu ..r 'sel. J'y .ul., j'y reIl•. .J" ,UII ': / hordde la gare. V. Oemeurer, lucee. tlre ,he: SOl. La oa'lure esrou garage. l.es clef• •onl .ur /0 porre. " Rom. ':l'CII. p/fU. dO,n.Ro",e, d/e ••t loute aù j. '1.11. ,,(C<lItH.l. O FIg. Elrr ,a co!ed. la virile. trre au.des.u. drs calomnl... EIre o Ce ,qu ,''''d'!,li c. qu'on falr.- uooir l'esprit i . .EIre aillcurI'- ava" ! e!lP:I~ailleurs. ab~nl. _ Y tTIlE,fi'" V. Comllrendre. Ah I l y ::"UVo,,:t n')' ates pa. d" rtlur, mon pauv"" ami. V. Dc"mer.Cenr kilomerre.? Vcu. n'y elCl p<u! t 3" (Au passé, aveeun campi. dc linu, un inf.). Aller. l'ai ,;li ti Rnme ('an dornier ..j'v .ui. allé. Nou. avon. èr. l'occomparfnor. _ Llllér. "Lors_q~e j'apprl. que ma "olslne ""ail un. compo!;ne,je fu. la valr "(n~nNAf\D. de ST.P.). "li .'.n[ui dauument cipl.d au ard."{AnAGONl.• 4" (Temps). Nou. wmmes au mal. de mors,'n mars l. ' ma... On e.1 au dèbul du prinrcmp•. • S" Avee..,rl~ine~ ;r~posiliom, O l::Tn.E À. - (Pa'5ession) V.App~rtnnir. Ccd elI cl mai. _ Fig. le sul•. cl '01.1' da,!:! UnIn'lonr .. il VOI.... di5Posilion. _ (O~""p~n"nl Et" a ,"n

PR

Conjunto de ejemplos mimo 2 (conclusi6n).

vV3

A pesar de esa sencilla comprobaci6n, que corresponde a la mas comunde las preguntas y las respuestas acerca del significado de una palabra, no es laprimera acepci6n de be en 'w3 la que interpreta esta ecuaci6n sémica, sinola segunda (lb): "to constitute the same idea or object as: have individuaIidentity with ... ",710 que confirrna la idea inicial de que ser (lo be) predica laidentidad del objeto en cuesti6n y, a la vez, propone ese tipo de predicaci6ncomo perteneciente al terreno de la igualdad o la equivalencia, precisa­mente como supone la noci6n de ecuaci6n sémica de Rey-Debove,8

2.1.2. Erre como identificaci6n del signo

El verbo sertambién puede manifestar en segunda instancia una reflexi6n 50­

bre la lengua, es decir, también puede ser vehfculo para una pregunta queverse sobre lo que son las palabras o 105 signos en generaI, como se via en elparagrafo anteriar, por lo quela pregunta inicial puede variar a una segun­da forma: "~qué es tigre?", forma que suele uno escuchar cuando el hablanteno solamente no conoce el objeto representado, sino ni siquiera tiene un mini­mo conocimiento de las caracteristicas de la palabra tigre: como si la escucharapor primera vez, fuera de contexto o en un contexto demasiado complejo, yapenas acertara a repetirla, con una calca cuidadosa de la serie de sus soni­doso En tal caso, la respuesta no es como la del w3, sino como la del PR:

"tigre [c'est un} nom cles félins ... ,"9

(Hay que notar que, tanto en la primera respucsta, sobre lo que es unobjeto, como en la segunda, sobre lo que es una palabra, las clos requierenun inicio con articulo, para hacerlas gramaticales):

7"Constituir la misma iclea o el mismo objeto gue; tener iclentidad individuaI con .....8 La primera acepd6n (la) del w3 condbe el significado de lo be como tipicamente sino­

nimico: lo equal in meaning: have the some comwtatiOTl... ("igualarse en significado: tener la mis­ma connotacion ... "). Se puede pensar, por lo tanto, gue sus autores oplaron por un arreglosistematico del conju11to de subacepcioncs en uno (I) a partir de la idea de sinooimia, co rela­cion conia cllaila de idcnudad [uera posterior. N6tese gue cn este articulo su ecuaci6n sémi­ca (por lo menos hasta la acepci6n Id) también es lo be, pues se puede cxpliciLar la como "be[isJ lo equal in 11Icaning... , y asi las demas.

9 ÉSLa, gue es la primera acepci6n del PIl., lleva la marca ~~'t", gue seiiala gue es de uso anti­guo. El uso moderno aparece eo la segunda acepcion, y ahi, como se resalta mas adelante, co§ 2.3.1, cambia su ecuaci6n sémica.. Es claro gue la selccci6n de etre como eCllaci6n en ese ar­neulo del PR esm detenninada por el uso antiguo de la palabra, y 00 se puede extrapolar a latotalidad de las ecuacioncs sémicas uulizadas en esc diccionario. Pero agui tampoco se tratade eso, sino solamente de explorar a base de cjemplos los efectos de la eeuaci6n sémica.

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140 TEORiA DEL DICCIONAIUO ro.mNOUNCtJ-r EL CONTENIDO PROPOSrCIONAL DEL ACTO: fA ECUACIÒN SÉ~Uc.-\ 141

"a tiger is a large Asiatic carnivorous mammaI. .. ""tigre c'est unnom des félins ... "

El w3 es coherente con este requisito, por lo que se padria considerargue la presencia de articulo indefinido -o de any cn cl inicio de su acepci6nlb de tiger- es un dato que refuerza la interpretaci6n de que este diccio­nario se propone respander a la pregunta "What is a tiger?". El PR, por clcontrario, parece q1.,lerer respander a la segunda: "Qu'est que c'est tigre?" ysu respuesta debiera comenzar por: "c'est un nom". Que no lo haga., sino queempiece por "nom des félins ... " es, al parecer, s6lo cuesti6n de espada: delmismo modo en que se elide la expresi6n de la ecuaci6n sémica, se elideahora el articulo que inicia cl predicado definitorio. lO

2.2. Sinonimia

La ccreania entte las acepciones la y lb de be en w3, o el segundo ordenen que aparece el significado "to constitute the same idea or object as: haveindividuaI identity with... ", respecto de "to equal in meaning: have the sameconnotation... ", apunta en la direccion de gue la identificaci6n verbal de unobjeto debe considerarse, ante lOdo, como cl establecimiento de una rela­cion sinonimica.

Conviene por ella, en este punto, dilucidar qué es lo gue se puedeentender por esa palabra: sinonimia, y las otras des gue se han venido utili­zando desde el inicio del plantearniento de la nocion de "ecuaci6n sémi­ca": igualdad, eqllivalencia, para aclarar mejor el sentide de la ecuaci6nsémica y cl funcionamiente de lo bey sus equivalentes.

La sinonimia ha sido objeto de multiples estudios particulares, tantoen lingiiistica como en logica, al grado de gue es ya imposible utilizar la pa­labra sin especificar el senndo en gue se la torna. Para no aswnir una tareaexcesiva y gue no corresponderla a los objetivos especificos de esta teoria,se tomaran en cuenta los significados de sinonimia mas generalizados eotre105 lingiiistas y una especificacion unIvoca de eqllivalenciall entre 105 16gicos.

Para el Diccionano de lingrtistica deJean Dubois et al., "la sinonimia pue w

lO 0, como sugiere Rey-Debove (suIna, n.l), un aprovechamiento calculado de la ambi·gùedad del espado en bIanco, de lo Cllal se hablar.i mas adelamc.

Il La disLinci6n gue se hace en matematicas entte igualdad (marcada con el simbolo <""»}' equivalenda (marcada con cl simbolo 0:» no viene al caso trat.andose de las Ienguas natu­rales y, por eso, no se tratariin por scparado; en cambio, como el simbolo <a> tiene conse­cuencias forrnales importantes en logica, sera prcferible utilizar agui el rnas comun simbolode la igualdad <"">.

de tener dos acepciones diferentes: dos términos san llamados sinonirnoscuando presentan Id posibilidad de sustituir cl uno al otro en un unicoenunciado aislado (entonces, para una palabra dada, la lista de [sus] sin6­nimos es numerosa); o bien dos térmìnos son llamados sinoni17los (sinoni­mia absoluta) cuando son intercambiables en todos 105 contextos y, en talcaso, no existen practicamente verdaderos sin6nimos ... ".

A la concepcion de la sinonimia absoluta corresponde clararnente ladefinici6n logica de la eqllivalencia (Capì, 1967:159):

(x) (y) (z) {[(x=y).(y=z)])::J (x~z)

(x,y) [(x=y) ::J (y=x)](x) (x~x)

La primera representaci6n simbolica define la transitividad de la rela­cion de equivalencia: si x es igual a y y y es igual a Z, entonces x es igual a z;la segunda define la simctria de la relacion; la tercera, su reflexividad, quepuede considerarsc consecuencia de las des anteriores; dos signos gue CUID­

pIan con esas caracteristicas y se relacionen uno con otro seran equivalen­tes, para la logica, y sinonimos absolutos, para la lingiiistica.

Pero como seiialan Dubois et al., en 105 léxicos de las lenguas natura­les no suele darse el segundo tipo de sinonimia (absoluta), es decir, la equi­valencia perfecta. Dicho con la experiencia del lexicografo, si entre dosvocablos hubiera esa clase de equivalencia, alguno de los dos resultarlasuperfluo y la sociedad ya habrfa tendido a olvidarlo. Asi gue la definicionlogica de la equivalencia no corresponde a la clase de fenomeno verbal guees la sinonimia léxica miis comun, miis gue cuando se usa la lengua natu­ral en el discurso cientifico y éste se rige por proeedimientos controladospor la 16gica.12

Si se comprueba, en cambio, entre las lenguas naturales, la existenciade una sinonimia parcial entre vocablos cuando se enfoca la funci6n refe­rencial del signa lingiU,tico (Biihler 1934:69-75) y, de,de ella, e1 uso deno­t~tivo del signa, que es como la definia, por ejemplo, K1aus Heger: "Haysmonimia cuando clos o mas signemas clesicrnan uno y el mismo noema yo .entre ellos aparecen en distribuci6n librc desde cl punto de vista de la [un­cion referencial, pero en oposicion en cuanto a las funciones sintomatica

l'o! La imposibilidad de la sinonimia léxica absollua en las lcnguas naturales es lo gucarroja una sombra de sospecha sobre los diccionarios monolingiies que, en vez de una peri­rrasis defll1itoria, optan por dar un "sinonimo" léxico aislado cn sus anfculos. Pero no se tra Laagui de hacer la critica de esos diccionarios. Véa.se el amplio estudio de la sinonimia que hizoCarmen CasLillo Pena (1992~1993) sobre materiales del DIl.\E.

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142 TEORIA DEL DICCIONARIO MONOUNGÙEEL CONTENInO PRQPQSICfONAL DEL AGIO: L\ ECUACION SÉfl.UCA 143

y apelativa."13 Es el caso, tantas veces citado por él, de la sinonimia de 50i­

xante-dix y septante para 'setenta', gue desde un punto de vista referencial(denotativo) es evidente, pero se diferencia por la pertenencia a 105 sistemasfrancés, el primer término, y belga, el segundo. Esta sinonimia se encuen­tra también en 105 diccionarios entre el vocablo de entrada y la designaci6nbiol6gica de ciertos seres naturales, como eu tigre = Felis tigris, que corres­ponden a la lengua ordinaria y a la ta.xonomfa zoologica.

2.2.1. Simetria y capacidad de S1.tstiluci6n

La dase de sinonimia gue puede establecer una ecuaci6n sémica no es, sinembargo, entre ténninos aislados, sino entre e1 vocablo y la perifrasis gueconstituye su· definici6n, por lo gue la concepci6n logica de equivalenciaarriba definida puede ayudar a entender mejor la ecuaci6n sémica.

Pucs la propiedad de simetria de la definicion de la equivalencia se ex­plica generalmentecomo la capacidad quc tiene un término de la relacionpara sustituir aI olIo: cuando lo sustituye en todos 105 contextos posibles,hay equivaIencia, lo que, llevado alas relaciones linglilsticas, quiere decirque hay sinonimia absolutajl4 cn cambio, para la lingUistica solamente, cuan­do la sustitucion OCUITe solamente en ciertos enunciados, hay sinonimia par­ciaI. Esta propiedad de la relacion de equivalencia es· tan importante, qucconstituye uno de los elementos centrales de lasteorias de la definicion.Sobre la base de tales tcarias, pero ademas a partir de la practica lexicogra:­fica, que utiliza la propiedad de simetria como procedimiento para probarla calidad de la definici6n, se ha venido establcciendo en el método lexicoH

gri.fico cl criterio de la capacidad de sustituci6n del vocablo por la perifrasisdefinitoria -o "criterio de sustitutibilidad", si se busca lill solo térrnino,aunque de dificil facrura-, todo lo cual en conjunto quiere decir que, enefecto; la ecuaci6n sémica se entiende, ante todo, como una relaci6n sino­nimica entre el vocablo y la perifrasis que es su definici6n.

Siendo asi, tigre y sus equivalentes en las lenguas consideradas pueden

13 S)'IlOnymie liegt vor, wenn zweì oder mehr Signeme eìn llnd dasselbe NOl:ln bezeiclmfm und unle­reiJwnrier symbDlfunhtional in freier DistributiDn und somit symptD1TI- llnd/oder signalfullhtional ilI

Opposition slehen (Heger, 1976:93).H Richard Robinson (1954:132) define asi la equivalenda: "Por 'equh-alencia' entiencio

aqui lo siguientc: dos palabras o e:-..-presiones son equivalentes si una puede ser sustituida porla otra en cualquier enunciado, ya sea sin alterar el valor de verdad del enunciado o sin alte­rar su significado" (DJ' 'equivaù7Ice' here I u71derstalld lil(! JDllowing: lwo warris Dr expressions are equi­valml ifDne cali be substitutedJor llie Dlha in allY statemmt eìther witlwltt altering the tmth valli/! DJ thestalemmt or witliaut altering tllI! mealling oJ the slatement).

sustituirse siempre por una perifrasis sinonimica y esta perifrasis, ademas,tiene como requisito de método el ser capaz de sustituirlos en toclos loscontextos, introduciendo la sinonimia absoluta aunque no entre un voca­bIo y otro -que, como se dijo antes, es imposible en las lenguas natura­les- sino entre el vocablo y su definici6n, como en el·siguiente ejemplo:

"tigre = mamifero, carnivoro, de la familia de Ios félidos, ... ",

de manera gue una oraci6n gue dijera:

l) El cazado~ se top6 con un tigre en la jungla

se podria sustituir por:

l ') El cazador se topo con un mamifero, carnivoro, de la [amilia de losfélidos, ... en la jungla.

Yel vocablo tigre en (1) resulta sinonimo con la perifrasis en (l ').Alga semejante se puede hacer con varias categorias gramaticales,l';

COIDO en espanol:

2) Acaso el recuerdo la entristecia.2') Tal vez el recuerdo la entristecia.

En donde "Tal vez, quizi, ,gué no?" es la definicion lexicogrifica deacaso en DBEM; o en francés: malgré = non obstant. 16

2.2.2. Las sustituciones

Establecidos los conceptos de sinonimia y equivaIencia, se comprende loadecuado de la idea de Rey-Debove, de que la relacion entre el vocablo dela entrada y su definici6n es una ecuacion sinonimica, por lo gue ahora seusaran esos conceptos para continuar explorando la ecuaci6n sémica engeneraI, y en particular la gue se establece con ser, Eire y lo be, gue san 105verbos que primero se introducen en el acto verbal de pregtmta acerca deuna palabra:

15 Cuando se trata de palabras funcionales, como las conjunciones o Ias preposiciones,generalmente no es [acil seguir el criterio de capacidad de sustiruci6n en el método lexico­gr5iì.co, como se vera en el capftulo siguiente.

Ili Cf. Rey-Debove, 1971:190.

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144 TEoRiA DEL DICCIDNARID MONOLINGÙE EL CONTENIDO PRQPOSICIQNAL DEL ACTO: LA ECUACr6N SE.J\.fICA 145

tiger = a large Asiatic carnivorous mammal .... (w3)tigre = nom des Ielins .... (PR)tigre = marnffero carnIvoro de la faroilia de 105 félidos, .,." (DBEI'vI)tigre = mamifero camicero muy feroz .... (DRAE)

Una relacion de equivalencia debe establecerse siempre cntre elemen­tos de la misma c1ase, pero como eil 105 casos que se analizan no es evidentede qué clase de elementos se trata, pues es posible distinguir: a) signos, b) sig­nificacios de esos signos y c) objetos del mundo sensible representados poresos signos,17 habra gue aclarar cui! de esas tres posibilidades es la utiliza­da en cada uno de 105 diccionarios citaclos.

2.2.2.1. Equivalencia eutre signos

Solo el PR padria mostrar una relaci6n de equivalencia cntre signos, eotretigrey nom des félins o •• , si se considerara la palabra "tigre" como equivalentedel sintagma "nom des félins ... "; pero como 105 signos puestos en relaciònpor el PRno san intercambiables en un enunciado, pues una proposici6n co­mo (1) no puede sustituirse por (1"):

l") El cazador se topÒ con un nombre de un felino ... en la jungla,el criterio de capacidad de sustituci6n no se puede poner en practica y, enconsecuencia, no hay una manera directa de verificar la existencia de unaequivalencia entre el vocablo y su definici6n. Sorprendente como resultaeste hecho, pues muchos hablantes de francés yde espanoi saben gue ambosSigllOS son equivalentes en algun sentido, no es sino efecto de una puestaen relaci6n entre signos completos, que opaca la relaci6n a causa del ele­vamiento del plano de la lengua ordinaria, en gue se da una proposici6ncomo (1), al de la consideraci6n lingUistica (gramatical y lexicol6gica) delsistema de la lengua, gue es a donde conduce la segunda instancia eD quese utiliza el verbo ser, como un predicador refleXÌvo. De donde una ecuaci6nsémica con seren segunda instancia (cf. supra § 2.1.2) es mas compleja delo gue pennite explicar la simple aplicaci6n mecanica de la relaci6n de equi­valencia, En realidad, si cl PR utilizara sistematicamente este tipo de predi­cador, seria un "diccionario del sistema linguistico del francés", de caricterreflexivo, eguiparable a un esmdio gramatical y Iexicol6gico de la lenguafrancesa. La definicién lexicogrilica se convertilia en una parte de la des-

li Ann considerando gue 105 signijicarzlesvalen por 5\ mismos, es clara gue 105 5ignifican4

tes de los vocablos mencionados no san, de ninguna manera. idénticos con 105 de las defini­

dones citadas.

cripci6n lingUistica del signa mostrado en la entrada, sucesiva pero de idén­tico caracter con la funci6n identificadora dellema correspondiente. Nfu­chos diccionarios monolingues adoptan esta clase de ecuaci6n sémica conseren segunda instancia, aunque generalmente lo hacen con algunas acep­cianes solamente. No hace falta extenderse sobre la factibilidad y el interésde un diccionario elaborado sistematicamente de esa manera, que corre5­ponderia a una concepci6n especifica del signa, desde cl punto de vista dela teoria lingUistica.

2.2.2.2. Eguivalencia entre significados

En cambio, como se indic6 antes, el w3, el DBE~I y el OME parecen estableceruna relaci6n de identidad entre 105 signos gue son nombres y 105 seres o laclase de esos seres del mundo natural que 105 portano Tan es asi en el casodel w3, que, como se dijo antes. acompaiia su articulo con un dibujo de untigre, con lo cual ostenta al animal cuyo nombre define. Sin embargo, la rela­cian gue se crea entre ei nombre del animaI y el animal mismo, que es sureferente, no se establece solamente por la ostensién del tigre en la ilustra­ci6n del diccionario, sino sobre todo por el sintagma gue lo identifica en ladefinici6n Iexicogrifica, de donde resulta gue, en realidad, la l'elaci6n deeguivalencia no se da entre 105 signos y sus referentes, pues evidentementesan entidades de naturaleza completamente distinta, sino entre 105 signifi­cados del vocablo y de la definici6n, puestos en l'elacién por su comun refe­rencia: ambos ap1.l11tan al tigre y, aunque formalmente distintos sus signosportadores -el caso tratado en el paragrafo anterior- ambos tienen la mis­ma sustancia del contenido, que es la gue permite que, al sustituir el vocaRbIo por la definici6n, el valor de verdad de una proposici6n como (l ') nose altere, pues la veracidad de la proposici6n (l ') se cooservara si, y 5610 si:

a tiger is a large Asiatic caIUivorous mammal ...

Es decir gue la equivalencia no se da entre 10s objetos representadospor 105 signos, sino entre 105 significados de esos signos, que san capacesde sustituirse rnutuamente en cualquier enunciado gue 105 contenga. Demodo gue la relaci6n de sinonirnia es una relaci6n de equivalencia 5610cuando se establece entre significados de signos.

La identificaci6n que predican sery sus equivalentes tiene, eo conclu­si6n, una base en la referencia cornùn de 105 significados del vocablo y dela definici6n, gue es lo que reve1a la puesta en relaci6n mediante la pro­piedad de simetria del concepto de equivalencia. Se entiencle, entonces, por

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146 TEORiA DEL DICClONARIO MONOUNGÙE EL CONTENIOD PROPOSrCIQNAL DEL AcrO: LA ECUAcrON SE!l.HCA 147

qué el w3 propone sus dos primeras acepciones de be cn el orden cn quelo hace. Las primeras acepciones de ser en cl DRAE y en cl DBEM parecencorresponder al mismo planteamiento.

2.3. Las dificuitades de la ecuaci6n con ser

Si uno pasa al resto de las acepciones del articulo tiger y sus equivalentesen las otras lenguas, descubre que, aunque se postule cl predicador to be ysus equivalentes como una clara realizaci6n de la ecuaci6n sémica, el w3 y 105

diccionarios citados no lo aplican sistematicamente eo todos sus articulos yen todas sus acepciones. Seria tacil crccr que eso se debe a la simple inad­vertencia de sus autores porque. como la ecuaci6n sémica se sustituye porun espada en bIanco en cl artfculo lexicografico, cse hecho no permitemucha reflexi6n al respeeto. También padria tratarse de una ambigiiedadaprovechada por sus autores, como sugiere Rey-Debove -pero 2.con quéobjetivo?-, o de una complejidad real de la ecuaci6n sémica, que requie­ra, por ella, una exploraci6n ffias detallada.

Ser y sus equivalentes como ecuaci6n sémica proponen aI menos las

siguientes cuatro dificultades:

2.3.1. El PR abandona la concepci6n de etre como predicador reflexivo, queestablece la ecuaci6n entre el signa del vocablo y el signo de la definici6n,en su segunda acepci6n de tigre "mammifère de grande taille ... n, pues hadejado de decir: *"nom d'un mammifère de grande taille", como corres­ponderia al valor de élre como identificador del signo, y se incorpora a lainterpretaci6n de 1b del \V3, Y de las primeras acepciones del DRAE y delDBEM (se acerca mas a estos dos ultimos que al primero), que lo entiendencomo identificador del objeto.

2.3.2. La acepci6n lb de tiger en w3 pide una interpretaci6n de be a basede su acepci6n le: "to constitute the same c1ass as... " ("constituir la mismaclase con ... ") y se tenciria que interpretar como:

tiger [constitutes the same class as] any of severallarge felid mammals .. '

pero en tal caso, resulta imposible aplicar el criterio de capacidad de susti­tuci6n, como la de (l) por (l'), pues:

(l "') "El cazador se topo con cualquiera de varios félidos ... en la jun­

gla", es falsa.

2.3.3 Tanto mas dudosa se vuelve la interpretaci6n de la ecuaci6n con to been la acepci6n segunda de tiger del w3, para la que si:

tiger [is] a representation of a tiger

se produce una curiosa tautologfa, que llevana a un rizo infmito, digno delcuento deJorge Luis Borges, "La eseritura del dios".IB

2.3.4 Alga igualmente extraiio pasana si se aplicara eire y ser a las acepcio-nes 3 del PR y 2 del DRAE: -.

tigre [c'est une] personne crueHe, impitoyabletigre [es una] persona crue! y sanguinaria

pues resultarla que toda persona eruel, sanguinaria y despiadada seria si­métricamente idéntiea a un tigre, o que toda tigre seria equivalente a unapersona crueI, sanguinaria y despiadada en taclos los casos. ~En qué sentidouna persona eruel, sanguinaria, despiadada y fiera es un tigre? Ciertamen­te no como miembro de esa especie de animales. Una persona es un tigreen otro sentido, y es ese sentido el que el DRAE trata de diferenciar con sumarca "fig.", que quiere decir "sentido figurado". Una persona es un tigre"en sentido figurado", bajo la especie de la metafora. El PR, sin embargo,no distingue aqui un sentido figurarlo, con lo que la difielÙtad para inter­pretar la eeuaci6n sémica con elre se vuelve mas evidente.

El problema es, por lo tanto, averiguar si estas dificultades son simplesinconsistencias praeticas de esos diccionarios o si, por el contrario, revelanfen6menos de significaci6n de los gue la teoria del diccionario debe darcuenta.

2.4. La ecuaci6n sémica con llamarse

Eu el § 2.3.2 se via que la acepcion le de be del w3 ya no permite la susti­tuci6n del vocablo por su definicién, pues "any of severallarge felid-mam­maIs ... ", como losjaguares, 105 leopardos, las panteras, etc., vuelve falsa laexpresion (l '). 19ualmente, eo el § 2.3.4 se muestra gue una persona eruel,sanguinaria y despiadada no es un tigre, salvo en un eontexto metaf6rico,que implica una concepci6n lexicografica de la teoria del signo, en la quese defina la cuesti6n de la metafora; Para tratar de comprender por qué, sin

lfl En El ah'pll, Emecé, Buenos Aires, 195i.

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148 TEORIA DEL DICCIONARID MONOLlNGÙE EL CONTENIDO rROrOSlClONAL DEL ACTO: U. ECUACION SÉMICA 149

Conjunto de ejemplos num. 3.

embargo, 105 lectores de eSDS diccionarios no rechazan esas acepcionescomo falsas, sino, por el contrario, las tornan verdaderamente como otrasacepciones del vocablo tigre, se puede proponer la hipotesis de que, lo quesucede con ellas, es que no son predicaciones del mislla tipo que las ante­rioTes y que por elio revelan la probable existencia de atra clase de predi­cadar en la ecuaci6n sémica que las relaciona con el vocablo tìgre.

Cualquier lecrar de esas definiciones concluira que lo que le respon­den en ellas 105 diccionarios es que la palabra tigre "se apliea" a atros obje­tos mas. El reconocimiento de esta capacidad de las palabras de la lenguanatural se verbaliza con atra [amilia de verbos: llmnarse, s'appeler, to call. l

!!

llamar v tr ISe conjuga como omorl 1 Decir envaz alta el nombre de una persona a de un ani­mai, hacer algun ruido, alguna sefta o algun ges·to para que alguien se acerque o ponga atenci6nen uno: /lomar al nirìo, /lama,. al rerro 2 Pediru ordenar a alguien que asista il cicrto lugar:/lamor a consejo, /lamar o filas 3 Dar nOl}1brea algo o a alguien: "Lo I/amamos 0jo de Agui­la", "Aqui lo llCllllan dotc, en Argentina, chc·do". "Me llamo Luis", "El gato se !lama Ma­merto" 4 Tocar °golpear algo, como la puer·ta. un li mb re, una campana, etc para que al­guien escuche, ponga utenci6n o abra la puerta5 ,'vlan:ar un numero de teléfono para hablarcon alguien: lIamara la caso, /lamar a un amigoG Despertnr algo o alguìen la atracci6n o cl de·sco de otra persona: "El dinero lo !lama mll­cho" 7 Uomor {a atencian de alglli!:n Hacer quealguicn ponga atenci6n en uno: "Se viste asipara Uomor lo ot"ncian de los demus" 8 Llamarlo alencìon o alguien Hacerle ver, con fuerza odureza, su errar °su responsabilidad en algo:"El profesor Uamo lo ateneion a los alumnosindisdplinados" "

DBEM

llam.ar. (De damar.) tr. Dar voces a uno ohacer ademanes para que venga o para ad­ve.rtirle alguna cosa. Il 2. Invocar, pedirau.xilio ora! o mentalmente. Il 3. Convocar,citar. lLAMAR a Corta. 114. Nombrar, apelli M

dar. li 5. Designar con una palabra; aplicaruna denominaci6n, titulo o calìficativo. AguillAMMlOS falda a lo que en ..lrgallina LLA·MAN pollera. Desde aquei dia LLAMARON donLuis a Luisiw. Todas in LLAMABAN orgullosa. Il6. Traer, inclinar hacia un lado una cosa. 117. fig. Atraer una cosa hacia una parte.LLAMAR la causa de fa enftrmedad a atra parte. 118. Der. Hacer llamamiento, o designaci6n depersonas o estirpe para una sucesi6n, cargo,etcetcra. 11 9. intr. E.xcitar la sed. Se usa mascomunmente hablando de las comidas picanM

tes y saladas. 11 lO. Hacer sonar la aldaba,una ca.mpanilla, un timbre, etc., para quealguien abra la puerta de una casa o acuda ala habitaci6n donde se ha dado el aviso. Il Il.Esgr. V. treta delllamar.1l12. pm1. Tenertal o cual nombre o apellido. 11 13. Mar.Tracindose del viento, cambiar de direcci6nhacia parte detcrminada.

DRAE

APPELER I.pl~l.... n. : p'~nd d~u~ I devanl un ~ mu~l

J'oppel"'; nou. appr/pn,r (9alJ: lal. aprdlo,r).• I" InviI-e;(qqnl a veni, ~n p,ononçanl ,on nom, par un mol. un Cti.un bruil. V.lnl~'ll~lln:apnllrllpher. App,'lad,' I"in. V. Hé!Cf.App~lcr"n chien. "" d,na/. Apprlrr"n rl"mr;liq"~. V. Snnne•.Appelrr '1qn ci m" aidr. à mn urO"rJ. v, Implo'N. Ab",lt.Appe1u ci l'oltl~. au "~"''''J, e.;er pour ,vo;r d~ I·aitle. du,eeours.• l" lnviler (qqnl ;i venir. v. Con"ior, con.oquer.demantlce, in.il"r. mantice Iv.rl. Apl'r1~r qqn pri'. d,· Jai..-lpprl~r I~ "''''ed''_ - Fig. lA lIépubllol"r, Di,'", le ,,~.'''i,

naU~ af1prllr. _ Appl'iO'r '1,/n ,'" i"JUee; raPI"''''' ci """'1'0·r(Jlle~ d"v"m I~ )"g,.. V, A..i~ae'. dI.'. _ .4pl',·I..r Jall' f"Jri'lJP,!I1".r, 011 absoll. Appelrt. V. C'm,oQu.,. inco.po.er (leeonl",~enl. V. Appc!). Apprl" Ir~ ri",,·rI. V. Mohili.~r...)Apprl.. qqn d "n~ ~ha,ge. une fanetioo. un p"JIe. V. Choi.ir,dé"lgnef. clire. n"mmor. l'ar c.t. Sr; qlll1lit'" ('appdlrm à ap,!.r~. v. Dé,igne, (pout)... )" Demander. eSla"~r d'obl~'

n" (une cho..). V. A,pirer (al, dé.l.er. ",uhail", L~... r~nrle:­

"""J dam iar!if "//r apprlair ""~e 10m ri'nrrimr l'''cm~ "./1­dm,,: " (FIt":,"CE).• 4" (Chu.~~I. Demantl~r, ~.iBer.

enlra",~r. V. Roclamor. C~ l1,a\'~ ",jN app"'''' IOIU~ '·olr~

aIUntlo". Crtlr eand"it~ appdlr l'm,,' J/;""IIo'. L~ m~n,,,ngr

aPJ!~l/r I~ m~nJanll'~: V, Entraln",." Unc ,/~ rc,l .uilc_' d'ini"r~~qu, app..tl~nl la r~pliqu~ imm~"lIJr,· " {LOTI).• S' v. Ir.ind._ D,. (:>:lv'). App~ler d'un ju~,·It,,'m: en réciam~r la ,Hor­mallon d~vanl une ju'idielion lUI',;ticu.e. V. Appe! (fai,e),~.c?u.'i~. - E". A.~r~Lf" ; alJpel~t d'un jUBem~nl d~vanl unc{U"dreIlOn 'up~rl~urc. _ FIB. F." nf1P"'~' li. v. Rer••o, (s.I.remell'O (l'cn), ,oumollre (l~ ca, il). " J'~n ppp"'lr li "orr~

~",u~: Int~rrPIt~:·/~ " ID'of_n.). • 6" Donnor un nom ;i 'l'InOU a qqeh. tlJ ppp<'!l~nml h',or ",p"iw;,," fili,' H;"'n~. V. Nnm­mo,: b~pli,... pr..nnmmer. quali fio •. App<'!,·, IIn mo'd~,'in

" dorl~"r ". C~JI ,'~ <lII'''1t ''{'l',./I,' "n" illi"'i," ~ Dé5i~ne'qqn ou qqeh. pat ,on noti" 0" rnppdl,' J,·un. V. No~'mo'.

l'r~nomme'. _ dpprlN h'J clwJ"J par l,,,, """': nc pas a/ful_bllr par de. maIs cc que eenain~s verile, p~U'Wl ""ai, dedur ou dc ehoquanl {Cf. N~ pas avoir p~ur d~s ma!!).. )'"pp"'h' nn ..!tal "" ,"!1m N lIo/~1 .,n frlpon " (Boll_.l. ÒFal'~ un appol nominaI. v" Appe!. 1/ il"il abunt qu"nd nn p

""pelè l"n npm. _ Dr. Appda pne euu,.: annonccr Ic nOmdcs parlie, donI la eaus~ va clre pla;dée.• 7" S· ... rrElEn.v. p'on. Avoir pou. nom. C"mm~,,1 \'G"J oppdn."'''I? k",·"ppr//.· Po"l. C""''''''m J'(Jpprll~ crll~ fie",? fam. C<'!as',rppdlo' plJrI~r. "ailo n' q"l j'upprl/r pnr/or: voilil uo lanBag~

f~'m. cl_r,anc. _ Avo;, ou S~ donn~' pou, lil'~ : L'F.",p~.

r~ur d'EI!tlOp;" J'opprl/" le rol drJ rai•. 0 ... ,.... CI,a"cr,,ongod,.,••.<palI... r~"'''f.'.

PR

'~~l~ \~ob'e "tij~:~li~G~-;I1\~l ~.~~{~~ncketk~Ù'~ ~~pk~~j~loudly, ~!lr.ll,rlll\van. OSiav ~IOHi ypico] "I l n: lO sp.,k ina joud dllllnel va'cc lO as lo b~ hoard al a dis'anee CIp. inord.r la aUrael th. allenrlan o" lumman, ar mak~ a reque'l01 ,nOlhe,: ,..nY. 'HOUT (_ [or help) b: la ,nake a '~quc;r

~r,~::I;,tro~~:','ì~~ei;i;;a~;~~nOfl~h~al~~i.'; I~ ~j~~, :,~,'i",rnl'\O;~Ull~r. a char~elen'"C "o'~ or ory (Ihe Ihr,,,,h-.) Il: ta com·mumca,o ",ah or l'y ta c~l "'lo.commun,caUOn ",iII! a l'~r;onby lelephane - ol'on ulel! ",,,h "l', e card RalM~,r (lI • \Om"ke, den;o,nd (a. by rcque'linl1 nr !lCn,linc (Ot a pal1ic~l"rea.u or ,un lo b. l'I,ycd) (.2\ hdr!Re: 'o male, d<ciarOli"n(len'~ 41 {J\ po~rr: lO mak~ o"e'" 'olal hd equal lO Iha' orlh~ lall pr~c.llinl1 bellor 1: IO 11,,,e Ibe cali; l", a squaredanee - ohen med "'llllaf! 2 S~m : '0 bt:eome dr;ven' Il''\\'1'- ,,!u. ",ol! ,n l!le torm ''"'; oompare ç~' C~',,,y 3: lO mak~a btre[ ,.tap or VI,.r al a pbc~ (_ lo pay _vour ,~,pee") 10"lyone SblP a yea. _< 'l lile "land) - oh." u.el! ",ilh Otl (,

laltt'm~".-"''''' on hi> e"'lOmen) - "t l n (l l : la une, in olaud d.lmlel VOlee : 5I!nUT. C'lI' - nl,en "Ied ",i,h a,,1 (_ oala nnmbe,) (.21 : In o"no"n"e Ot te.ld oUlloudly or aUlhotil"

~~~IYolfi~~~e~)H)b«("1 ~ :hl~I~';;~~~d ':;':ll",~~~.ff{a;-b~t~~unetlln001 lo come o, bt: p,c<on' (l ean - .pitilS Irom 'hova,ry deep -Shak.) : "U'''''''' (_eli lo le<lify in eou.l) (_ otrlh. doC') {.lI : '" eau,e lo Come l nnl1'm (_ anelO' principleioto ope,allOn) (_ lo ,nind lh. "'~,l!. al hi, bro'he,) Il (I): '0 ,umn,o" lO. a partlelll" ""jVllY, cmploymenl, Ot al/ice(-rol 'o rll~ p.~"dentty of Iheunl"erll!y) (_eol la a"l;v~ dutyin Ih~ _ormy) (l) : ,,, mov~ or ,mpel {a. by d,vine ",Il".nce] loa p,rUttular oo",lillon or aellvity (America" _ed 'o srealne",-A.E.Sleve,,~a')h.l'!O(j) DJ: Hl 'Um"lOn la kwi,h mal.) taroad a b"nedlOllon o, a leI poruo') ur Ihe Totah hdore ,he~O'~\:feyalio" ~l rrublie wo"hip lO lhe 'ynayaYll~ d: lamVll~ Ot command (a ~rour>1 In me~1 : c!",vnl:~ (_ ame~\ln~ì C: lo rou,e from slo~p_ or ,ummn'1 la ~~I UII by aeaU l: '" ~ivo .tb~ order lor : b,my 'n lo ~ellon (- , c"" ineourl) (_ ~ Slrlk~) g (1\ brld~e: lo make a demanI! [nr (,rrarlieula, card o, luillO be pbyed) Cl p"l;er: la make one',

\~~~l :,~~~:ti~~l ~~ll~~~ ,fJ';,~el~i"e~a'li~~~""t(aq~~~l'~n;h:o~'nk:cood on a ~Ialem~tll (,f he " no! leUmc lile l'U1h ,,,,neone,bould _ h,m) l~) : lO dm'y~ wnb ur Ce",ute fo. an orion'e_ "h.n ,,<cd "'Hb "" (Ibey ,_od him 00 ili, ,1_opoY drc")h: lo Jo"oy icam~l by lmllaunu lhe cimracleri'llc ery l'Inhall la bJ<cb!,H ~Jme o' olhor publio evenrl beca"'~ of ~n·<uilable candu",,,' in< tain or darkn~") l: 'c ruh; o" Ihe

~'~Irn::! ;'~:,~I:';~~e~a'~l~)a kl~~~rile~I;I:~~;~ f~~(~;:~~~~~d,nee o, a ,cuare·Il,,,o,, fjyut~l - nllen u,ed "';Ih "l! l (Il: lO cnmmll",ea,e ",Ì!h O'·lry IO cer in oumm,,"icnlion ",ilh(a pe"o"\ hy ,c:lephon~ - ,omerimo. u'od ",id. "P (_ mc "pmm""o",) (.2) : lo dell"er (a mc"'~cl by .lolepl1nll~ (]j : lOmake a "Yl",110 (~" addte"e~ ~l by I"mmllli"c hil col! ,icnlIO md.cale: \he do,ore lo Iran'''lll' me''',ye - otl~n u,ed ",;,h"" (_ n,Il ,ho Uac,I1;II): mmpa,e CQ m: lo 'u'pend (playin~lim<1 (I,,,,c wa, _ed ",1,,1e lhc iiohl wa, cieared) n ctic/;,ii(I): IO i"ro,m (O",,', rdlu," bal,,,,,nl Il,,, Il " ,aIe la run(!1: "',i"t"rm (n b"wlorl Ihal a dellv~ry ,s unrair- "'od of"n."",p"e O (Il : li> Ilema"d poymenl u{ ~'p. by farm,1 "OIi"o(lloroclO" -rd an "'''"'''''0111 01 lO pe,cenl) (l] : lO demandPfO"""""" "f (n" i""" ur bnnli.\ fa, rodom",ion a"d pay­mcnl (Ibe bond, cauld bo _~,! IO rea" nflo, i"u~ì 2 a: lospeak or nr addres< hy a ,peciried n,mc (Ihey ~ he, Kiny): Y"'e " name 'o : """I: (rnrcc•... ",h,eh Empellode. -JI~"e ~nd bole -Arn"ltl Tuy_nhoe) b {lI: lo cive a de,crio·lov. n"mo lO (I~'e oelll~l P"O~ al w.hich a"y commoUilY ;,eo",mm,ly ,old IS _r,' ,n markol ,r"c~ -,\!Iam Smilh) : to_

~~~~U'(y~:uo~~~~f~\f~:k;;rl,~J'-';'~,'~\,~\~~~:~~r;l~"u~ L;Wi~:;~W.'R7~\:~) (i~t;df.;~:~,:~"n:";~~k~neul~hb~ (hgwl/'ì~~o;g~l:iyou _ ,Ilo lO"''') : mn"uer lor pnrpme. al an e"ima'e or rOtCCnl'~llfe"CO (<l'! ce"", _ il an el'en doUari C dial F.ne: 5t."LlJ. nn-'lE. Il. dlul : la annou"co or p"bli,h .1, an olfiei~1nc"cc 01 "'lon"on (wllo" our name, hO'·o he<n -rd in ohmohwo Oli" be ma",ed) e Sll~llt '" ,IIMlllntl l ~'''''7''1''. ,p[,,,(_,01 lho lnHd ,,"m", (carduUy .dr.i"ed rro", -ille !li,n,me -t'llon Glo<~."vi I: IO de':nh. onrr.e,ly in auv,noe

f~,~J '~\II'S~1 ~,~~~'d~<if: f!e~~'~n~~)n; ~~~;~~Ild~'e~rh:ai~ad"unee: ~"[I"C7. nl'~'" (_ Ih. lO" al a coln "'rongly):J cI'idl,. S .."I. '''''' ca' \'kO\ li: llnlVE (- an ammalIO mllr­ke'l b: 'o dr,,-. imo pl,"o: ~'I<lCI;, "~""m Il: pn,wrl,IW"(- ,nme m!,duncry) : VSE (_'Il "'lltllmenl) '!: la p"ya btr~1 ""l' '" ,['l! _ you al yo". hm"e -Shak.) - cnll a5J'ade n spade: l!1 ~i'·e a Ihiny il< plain name even il onn­lidereli orlen,,,,e.:,peak ploinly cr hhllllly ",i,holll elal",,,­r,on ur eupioe,,",m - cnU eousln: ,,, claim "'Iolion'hil'(callr,,,,,,,, w'lh 'Ile mayu,) - cnlllcr l: lu "aU (", al one·,heme' la gcl ,l'il "n/lfllt yo~ "1 8 o'dock) 2: lo 'ellujr~ e,ne"e"~'y o, aPP'Op,ble ,lIfling Ih~ bo, ml/rd /", oli he,l,,",,~,h) : ",;oh ncoe"ary (mo,e hu,i"o" ,""II.; l"e more

ì-V3

l!\ Las acepcioncs de estos verbos glie sirven a la interpretacion dc la ccuacion sémìca sonmuy secundarias: la 6 en cIPR. la ,1 en cl DRAE, la ;} cn cl DlIEM. Conjunto de ejemplos num, 3 (conclusi6n),

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150 TEORiA DEL DICCIONARlO MONOLINGÙE EL CONTENIDD PROPOSICIONAL DEL ACTO; lA ECUACION SE~nCA 151

Quien sabe esto, quien ha reflexionacio sobre su propia lengua, es porello capaz de deducir gue 105 diccionarios eSt1n respondiendo ahora a la pre­gunta: "ta qué se llama tigre?", que implica también ignorar del todo la pa­labra y s610 ser capaz de repetirla, o manejar la palabra pero descanacer sureferente en un contexto verbal especifieo. Si un lector se acerca al diccio­nario con esa pregunta, la respuesta eorrespondiente sera:

"se !lama tigre a un marnifero carnivoro, ... "

y las respuestas gue se plantean como dificultades en 105 §§ 2.3.2 y 4 pue­den reinterpretarse como:

"se llama tigre a la clase de 105 jaguares, las panteras, etc.", y"se !lama tigre a una persona emei y sanguinaria, etcétera".En estos Ca5GS, la definici6n no solamente asienta las caracteristicas o

las propiedades de lo que define, sino que ademas coostituye una especiede conjunto de propiedades con las que debe cumplir alga o alguìen parapoder llamarse tigTe; ya sea enumerando las prapiedades con que debecumplir un·objeto para formar parte de ese conjunto (marnifero, felino, depiel a rayas, etc.); ya sea enumerando lo que se puede llamar aSI (jaguares,panteras, leopardos), o ya sea describiendo lo que puede dar lugar al nom­bre de tigre en una metafora: la crueldad, la sanguinariedad, etcétera.

La capacidad del diccionario para ayudar a comprender a qué se llamatigre depende, en este caso, de la riqueza con que defina las propiedades delobjeto cu cada acepci6n. Por cjemplo el PR, después de describir las carac­teristicas zoologicas y fisicas del tigre en su segunda acepci6n -que, comose dijo antes (n.9) marca como "moderna"-, agrega "carnassier cmei. quichasse la nuit", lo que no solamente es un breve apunte etologico del tigre,sino que abre la puerta a la interpretacion de que, todo aque1 o todo aquelloque sea "carnicero, cruel, cazador nocturno", puede ser llamado tigre. Eocambio, la definicion del w3 de liger en su primera acepcion, tan restringi­da a la identificaci6n zoologica y encic10pédica de su referente, no perrnitecomprender por qué a ciertos tiburones se les lIarna tiger ("tigershark"), nipor qué se les llama asI a ciertas viboras ("tiger snake"). Para ambas espe­cies animales, su ferocidad, su sanguinariedad o el color de sus pieles sondeterrninantes para poderse comparar con 105 tigres.::!() De donde se puedeconcluir que, si lo be es la ecuacion sémica que opera en la primera acep­ci6n de tiger, es también la que fuerza al w3 a ampliar el numero de sus

~o En cambio. entre las caracteristicas del tigrrque define el w3 si esci la piel a rayas, guepermite comprender a qué se !lama tiger cat, "a domestic cm with a strippcd pattern" (un gatodoméstico, de piel a rayas).

acepciones para poder enumerar todo aquello que es llamado tigre (masque lo que puede ser llamado), puesto que su prirnera definicion se encie­rra en la rigurosa identificaci6n zoologica del animaI.:!! Por eso, hay queinsistir, el w3 tiene que listar en acepciones del vocablo tiger desde una per­sona o un animaI "of fierce and bloodthirsty ways" ("de feroces y sangui­narios moclos" 3c), hasta un "dissolute or vulgar fellow" ("individuo vulgaro disoluto" 4b) y la tautologica "a representation afa tiger" (2a). En cam­bio, como 105 otros diccionarios reiinen propiedades zoo16gicas con pro­piedades imputadas por la cultura al objeto (ya que la sanguinariedad y lodespiadado son evaluaciones culturales del comportamiento natura! deltigre), no se atienen al rigar de la identificacion que promueve la ecuacioncon SIT, y eso les permite abrir la puerta a la comprension de esas "otras apli­caciones" del vocablo tigre y a su uso metaforico en un menar numero deacepciones.

Se pueden sacar. en consecuencia, dos conclusiones hasta este momen­to: la primera es que la ecuaci6n sémica con lo beno alcanza a significar unaparte importante del uso de la lengua y gue fuerza a introducir en el arucu­lo lexicografico al menos un predicador mas: llamarse, s'appeter, to calI, paradar cuenta, por un lado, de objetos a 10s que se aptica el nombre de tigre,pero que no se pueden identificarcon ese animaI; y, por el otro lado, para darcuenta de signifieados que proceden de procesos metaforicos, alos que tam­poco se Ics puede interpretar con ese mismo predicador corno ecuacion sé­mica. La segunda es que, si la ecuaci6n sémica se construye con llamarse ysus equivalentes en las otras lenguas, el campo de significados que tiene elvocablo se tiene que segmentar tanto, euanto haya las mas pequeiias dife­rencias entre 105 objetos a los que se aplica. Pues lo que sucede es que laecuacion sémica con llamarsey sus equivalentes, a diferencia de la que se cons­truye con ser, ya no orienta la definicion lexicogràfica hacia la icientificacionde 105 objetos nombrados con 105 vocablos en la entrarla del diccionario,sino que introduce una relacion de caracter aparentemente convencionalentre el vocablo y 105 objetos a 105 que se aplica, como si le propusiera a sulector que, socialmente, se ha convenido en llamartigre al "marnifero carnI­voro... ", a·losjaguares, las panteras y 105 leopardos, y a las personas cruelesy sanguinarias. La definicion se convierte, entonces, en una descripcion delobjeto aI que se adjudica el nombre de tigre. Dificultada la identificaci6n, laadjudicacion del nombre puede repetirse ilimitadamente, pero en todos105 casos hay que describir 105 objetos asillamados, dado que toda conven-

21 Es claro que lambién puede operar lo wll o to be called como ccuaci6n sémica desde laprimcra acepci6n de tiger en cl wB. En ese caso. cl arLiculo resulL."1 sistematico co su ecuaci6nsémica, aunque los efectos de esa elecci6n sean 10s mismos gue se senalan.

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152 TEORiA DEL DICCrDNARIO MONOLINGÙE. EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AGrO: LA ECUACION SÉMlCA 153

cion presupone SU arbitrariedad y, en consecuencia, no puede ser clara nipredictible ninguna de las re1aciones entre nombre y objeto representado.La relaci6n entre cl vocablo y la descripci6n ya no es sinonimica y el criteriode capacidad de sustituci6n, como se ha visto, ya no se aplica, sino a poste­riori; es decir, después de haber sido estipulada la convenci6n. El acto derespuesta acerca de la palabra conlIeva, en Este caso, Esa estipulaci6n. Nodifunde el consenso social acerca del significado de la palabra, sino quefunda la convencion social acerca de él. Tarlo discurso en el gue aparezcacl mismo significante. pero con un significado gue varie en relaci6n con elo 105 significados estipulados, estara siempre mas alla del diccionario y ésteno padra ofrecer un apoyo a su interpretaci6n, sino después de haber rehe­cho la convenci6n. Un diccionario elaborado con llamarse como ecuaci6nsémica propone, en consecuencia, una concepci6n de la lengua en la quelos vocablos de ésta vienen a ser una especie de "etiquetas" extemas, mate­riales, aplicables a los objetos del mundo sensible. Elléxico se concibe comoun catalogo de nombres a disposici6n de un denominador, que establecelas convenciones con las cuales se asocian a los objetos; el diccionario resul­ta, por lo tanto, una fuente de consulta de esas convenciones, corno suce­de con buena parte de 105 diccionarios de términos técnicos. El diccionariomonolingiie rigurosamente determinado por llamarse como ecuaci6n sémi­ca, por cuanto propone a sus lectores la convencionalidad extrema de unalengua que solo ofrece etiquetas para objetos, si no esili condenado a ir siem­pre atras de "lo ya dicho", buscando cada vez 105 fundamentos de nuevasconvenciones, puede necesitar arrogarse una autoridad que le dé derechoa establecerlas y converùrse, mas que en un deposito del consenso socialacerca del significado de las palabras, en un medio para controlarlo.22

'1'1 La tentacion de gue sea éste e! pape! de los diccionanos puede simbolizarse con clmulticitado pasaje de Humpty Dumpty y Alida en el capitulo seis de A lravés del espejo (Throught/w loolling glass) , de Lewis Garroll: "... 'no sé gué quieres decir por gloria', dijo Alicia. HumptyDumply sonrio despeetivamente. 'iGlaro qlle no lo sabes-hasta gue yo te lo diga!' Quiero de­dr 'ihe ahi un bello argumento demolcdor para til'. 'Pero 'gloria' no quiere decir 'bello argu­menLo demoledor', objeto Alicia. 'Guanda yo uso una palabra', dijo Humpty Dumpty con untono bastante despectivo, 'significa exaetamenLe 5610 lo glie yo escogi gue significara-ni mas,ni mcnos'. 'La cuestion es', dijo Alicia, 'si tu puedes hacer glie 1as palabras gllieran decir cosastan diferentes'. 'La cuesti6n es', dijo Humpty Dumpty, 'quién va a ser el amo-eso es todo"'.(... 'I don 'l/mal/} mllal )'OU meall by 'glOlY: Alice said. Humpty Dumpty smiled contemptuollsly. 'OjCOlme)'011 don '1- lillI teli )'Ull. [meant 'tlwres a nire kIwrh-down u7gUmenljor)'ou!'. Bui 'glory' doesn 'l mean'a niee Imoch-down argllment: Alice objeeted. 'lV/wn l use a word: HUlIlply Dllmpty said in rather aswm[ul tone, 'il means iusl 1J!hat I choose il lo mean-neither more nor less'. The question is', suid Alice,'whetlIL'i )'0/1 cnn mulle worili /Uean so many difJerenl things '. 'The fJl-lestion iI', said Humpty Dllmpty,'whirh is to be mastl~r·thats all'.)

2.5. La ecuaci6n sémica Con designar

La rclaci6n entre cl vocablo y la definici6n también se da con otro verboen 10s actos verbales de pregunta y de respuesta acerca de una palabra:designar, désigner, to designate:

Al uso de estos verbos como ecuaci6n sémica corresponde una pregun­ta menos comun, por precisa y por cuanto suele provenir de una actitudbien definida ante la lengua, muy cercana a la descrita en el paragrafo an­terior: la que reconoce su polisemia y su capacidad para la metafora, perobusca obtener lilla respuesta solamente en el orden denotaùvo: "cQué de­signa la palabra tigre?". Con esta pregunta se presupone una relaci6n preci­samente orientada, que va del signa al objeto representado: se enfoca lapalabra)' se busca su referente exacto; si la ecuacion sémica con llamarsepar­da de la pregunta acerca del objeto (~A qué se llama... ) para mencionar susigno (... tigre?), sin prejuzgar la posibilidad de que varios objetos fueran lla­mados con ese nombre, la ecuaci6n con designar ostenta ante todo el signa,cuyo referente preciso se busca,23 y despeja el campo de la significacion im­poniendo, para cada acepci6n, una relacion explicitamente convencionaly biunIvoca: en cada uso de la palabra en cuestiém ha de haber un sentidopreciso y bien delimitado, que elimine cualqllier posible "ambigùedad". Ladefmici6n que se elabora a partir de la ecuaci6n sémica con designar estambién una descripci6n de una c1ase de objetos o de miembros de esa ela­se; es una lista de las caracteristicas con gue debe cumplir alguna cosa parapoder ser designada por el vocablo de la entrarla. Pero a diferencia del casocon llamarse, la definicion implica o la existencia de una convenci6n explf­cita que relacione el signa tigre con la~ propiedades de la elase de objetosa los que representa -intervienen, en consecuencia, todos 105 problemas16gicos de la definici6n (de lo que se hablaci en el pr6ximo capitulo)- oque las acepciones de origen metaf6rico 5610 puedan comprenderse comornanifestaciones de discursos unicos y monosémicos, en 105 cuales cada vezque alguien dice tigre esra designando o a un tigre real, o a una persona cmely sanguinaria especilica, pero no a 105 tigres en generaI, ni a la clase de laspersonas crue1es y sanguinarias. Es decir, la relaci6n con designar opera con

2!l J. Rey·Debove (1969), a partir de la proposicion, y no de la pregunta, con s'appelerydésigner, propone justamente gue s'apJlelerreiaciona la cosa con el signo, en tanto que dési.&,.,Jerrelaeiona e1 signa con el objeto representado; es decir, 10s diccionarios cuya ecuacion sémicase hace con s'appelerparten del objeto y ofrecen como respuesta el signo gue lo rcprcscnta;los que tiellell disignercoma ecuadon sémica, parten del signo e identifican e! objeto repre­sentado. Hay, naturalmente, Otros tipos de discurso en 105 que se utilizan estos verbos, ademisdel discurso del arricula lexicogrilico; en aguéllos, ha)' diferendas como las gue asienta Rey­Dcbove gue, para el discurso del articulo lexicografico, se pueden soslayar.

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154 TEORIA DEL OlCCIONARlO MONDLlNCOE EL CONTEN1DO PRopoSrCIONAL DELACTO: LA ECUACION SEMICA 155

Conjunto de ejemplos nùm. 4.

designar v tr (Se conjuga como amar) 1 Lia­mar alguna cosa, referirsc a ella o represcntarlacon un nombre determinado, un .simbolo ounarc.nnul .. , .. 'La. boia", c::<pn::>icn ,.on lu "luc cl

pueblo designa cl estado de anarquia" 2 Esco­ger il una persona para gue ocupe eierto cargo,rcalice un trabajo geterminado o tenga der.tareprcscntaci6n: designar a un colaborador, desIg­nar al nuevo gerente, designar un embajador 3 Se­nalar un lugar o un momento preciso para guese efechie eierta acci6n o tenga \ugar eiertoacontecimiento: designor una sede para el com­pennato, designar una fecha para el juicio.

DBEl'vI

DESIGNER [devpe] .•. /r. (D~.lnn", XIV', "ue avo XVI",

hl1. designa'•• de sigl'l1m " ~;gn. "l·I•• l'' Indiquer de maniere n faite ~jslinGuer de IOUS

le. nulre. (par un SC'I", une marque, un l,s"ej. V. l'rb."lu~r,

mantTn, lignnler. Dblgn~run ab} ... un "nd'.DlI en le rnomram.Il Du pelil daigl, ell~ dùi!{lInu un en~rml Ju' I.a. cnrle "(RaMA1l'lS). Celle a/lu,io1l le d~J'"lJne d"'re~enl.. DCJI!:n", qqnpur ,on num, pur un diminuII!. V. Appeler, do~om~er. nOmm"r•• 2" DtslGN~R QQN À (l'allenlion, l'~dmlnlllon. etc.). V.

~~~:lep~r;o~~;II':;~:n;;;t.7r~~,J":, 1{é'~~~;~~:N~/" /,,;:ui:~le .Iigne linguislique de. V. Reprkemor•.signifier. c;eMe:r:preuion d"ilin" le. gellJ q.IlI.•. V. ~Pllhqu.r, qunllfi"r." Uno ;'Wilullon e.l quelqu'fo" e;r;pllqu<e par le mal qui lad~.igne n (FUsTa}. . . .

Il.• 1" Ch"i.il (qqn). POUT un" ncl1vll~•. un. ~ol~. Unedigoili:. V. Appel.r. choiuT, nomm.r. li " ete de"gno p,?uremrrpundre le. Tuherchc•. D'Jlgner pur un '·ole. V. Ehr••Dh/!:nrr pOllr reprbenteT. V. D';I';guoT. -:- (Au p. p.) LepriJld<nl diJlgn' " .1. In"";' • 2" (SUjel de chosel..V.De'llner (il). qunlificT. Se' qualilù ), di,'.gnem pDl..r, ce ,olI'._ /I e.1 10m dhign~ pou, "mplir ce '01.: nul n ,,'1 plu.quaHfic quc lui.

PR

designar. (Del lat. drJigniirr.) tr. Fonnar dc­signio o propésito. Il 2. Senalar o destinar unapersona o COla para determinado fin. Il 3.Dt:1l0mjIltl.r, indicar.

DRAE

W3

cada una de las acepciones del articulo lexicogr:ifico pero bajo la condici6nde que su microestructura se vea disgregada necesariamente eD acepcionesinconexas eDtre si, ybajo la condici6n también de que, o las palabras.dcsig­nan alga solamente en discursos efectivos, o que lo hacen con una conven­don previa explicita, de la euaI se dispone para comprender la informaci6nque afrece el diccionario. Una ecuaci6n sémica con designar da lugar, porlo tanto, a un diccionario homonimico y no a uno polisémico, de caraeter16gico y cientifico, mas que de lengua ordinaria.

Dicho de otra manera: enlre llamarse y designar hay una diferencia im­portante: sobre hi base de que ambos establecen una relaci6n entre el sig­no y el objeto gue representan y de gue ambos implican una reflexi6nsobre el vocablo de la entrada, [[amarse presupone la mulùplicidad de 105

significados o 105 referentes de una palabra, en tanto que designar implicauna relaci6n biunIvoca de un signa y un referente, por lo gue la multiplici­dad se ve eliminada de la cIase de relacion gue se establece entre el vocablode la entrada y la definicion, e imputada a las diferencias entre discursosnecesariarnente monosémicos (gue es en donde puede haber una reIaci6nunivoca) .

Llamarse y designar tienen ademas caracteristicas sintacticas en comun:en espanol, a la pregunta "ta qué se l1ama tigrer", se responde con una f6nnu­la como "Tigre se l1ama a un felino ....", o "se 11ama tigre un felino .... "; enfrancés, "On appelle tigre un... ", o "Tigre s'appelle un félin ... "; en inglés"Tigeris called ajaguar ... ", o 'We caH tiger a jaguar ... ". Lo mismo sucedecon designar: "iQué designa tigre?", "Tigre designa a un animal ... ", "Tigredé­signe un animaI... ", "Tigcr designates an animal ... ". En las tres lenguas, laoradon gue utiJiza estos verbos en la respuesta lexicogcifica requiere dela presenda de un articulo indefinido después del verbo y antes del sustan­tivo siguiente; en algunos casos, el espanol requiere, ademas, la preposici6na después del verbo. Por tal motivo, las respuestas con llamarse y designarpresentan la misma necesidad que las que se hacen con ser: requieren deun articulo indefinido -o un cuantificador como anyen l b del w3- paraser gramaticales, S610 el w3 es consecuente con Este requisito; ninguno de105 otros diccionarios se ajusta a éL

2.6. La ecuaci6n sémica con significar

Aun cuando, como se seiial6 al principio de Este capftulo, hay varias mane­ras mas de preguntar el significado de una palabra en las comunidades lin­gtiisticas consideradas, la ultima que se tomara en cuenta en este anilisis esprobablemente la mas usual: "Qué significa tigre?". En esta pregunta la pala-

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156 TEORlA DEL OICCrONARlO MONOLlNGÙE EL CONfENIDO PROPosIcrONAL DEL ACTO: L\ ECUAcrON SEMlCA 157

Conjunto de ejemplos num. 5.

significar v lr (Se conjuga como amarl 1 Indi­car alguna cosa, represenlar eieTta reladon o'manifestar eierta idea o emacion por medio dealguna sena!, algun srmbolo o a1gun signa: "Esi!fecha significa gue debe recordarse la expropia­cion petrolera", "lQué significa la palabra'gramema?", "El aguila significa poder, alturay fuerza para nlgunas culturas" 2 Equivaleralguna aecion a otra o tener alguna cusa eiertaimportancia para alguien: "Un errar significa­no la muerte", "Gastar diez mi! pesos no sig­nifica oada pari! un banquero".

DBEM

5lGNIFlER [.jl'iljeJ. l'. /"', (lin Xll"~ ~""'fi'·r. J(J~O; lat.Ji~";fi"Qrd. • l'' (CllQJr~, f"'HJ. Avo", 'iii 'e~s •. et~e ,le'igne do. V. Dire (volll",r). " AI'N' ,," Il'''' qUI JI!l"~fian:.( j" l'hraJna;I d'1m, (hil/a,Muur " [FlAun.), Qu rSf-aq,,,' I"<'la ti~'I;ft,' -' le dit pour e,pr;mer SO" meeonl,enlemenl.,-, Avoir pour eonlenu, ou pou, correlalif. V. Eqn;"1I1oir,i;"l'liqucr.., Ubl'r" ne sÌ/mifi" ra.5 n"~rH,:;rr"',·", dhordn "(SI,r"",ml. • 2" ISi~n'", nWIJI. Avolr pour sen•. V.De,igner. Hl'rimer., Oltr I;gnifir Cr symbo-'r. Cr signal, alrmtrl"""'? • 3" falre tonn3hte par de. llgnes, <les l~nne'e,p,.s; dédater aVec ullIo,ile. S'gnifier,srs In",:""tlf <I ql/n.o< Sa" ci",/... lui .<igmfia 'IlI'IÌ l'a,'r,,,r II/ul d;J"rd,," de s'a~un.

Irr '. (ZOLA). (> Dr. fai,e ,a"oir legalement. V. Nol,fier.H";,,,irr .-/""g,1 ,k ,iqnifir' un r,,'ploU.

PR

significar. (Dd lat, ngnific'iirt; de Jignum, 5eIial,

y facirt, haccc,) tT. Ser una casa, por naturale­za, imilaci6n o convenio, reprcsentaci6n, in­dicio o signa de otra cosa distinta. Il 2. Seruna palabra o frase o:presi6n o signa de unaidea o de un pensamiento, o de una cosamaterial. 113. Hacer saber, deciarar o mani·festar una cosa. 11 4. intr. Representar, valer,tener importancia. Il 5. prn!. Hacerse notar odistinguine por alguna cualidad o circuns­tancia.

DR>\E

lmenn \ '" ,'h mcnnt \ 'men!\ M ardale mcnncd: menn! IJr,,,,,lrak meaned; mennlnll: menns JME menen, t,.. OEmiCna'" aklO lO OHG ",einell lo nave m mind. OSluv m"nilllo me,illon, eornlder] vi 1 : lo hn,'e in Ihe mind e.p. a, nparpo,e or imenlion : Punl'<lSE. OElIG". "'''T~''O (hna,e, nreme"nl for u,e) (_s lo make il difficul: fo, }'oa) (mCanl tncome home early) 2 l lO ,en'e or inlend lo OOnVey, ,how, nr

~~~iJ~~~)l <W~~'J"(.;,.;','d~O:::'n~Xt'ì,j~I~W~~~d<hY~~o-h~~:~i~:nilkanoe or importunce lO lh. exlenl or degree or : coanl lor

~~e~;il~' ::~ lrl~rrtl~~ng~e\a ~l.a.f.:~~,~o~i~h:~lm,~~~g"~iiio~hi~~110thinll' lo him) (her happine.. n,.anl Ihe ~,,~I~ to him)4 : lO inlend fo, <Jt direel lo a parltoular .lndlvldual (hl'erilid'm iI mcan! lot al! of <I,) (do yo~ - lhl' for me) - "I1 : lo have an (nlended purpme - u.cd ehidb wilh "'eli or iii(m<anr well buI ,e1dom ca,ried anylh!ng lO a condu'ion)2 "bs: l'ALti:, SPUti:, nJ.L 3 abl: lo hnld an Opillioll l TI"""syn M~A", DE"on, SION1'''', and 1~IPOI1T .oan ha.e,.m oom­

mon lhe ,enSe 01 lo eonvey (an ,dea. an mlerprel.W"" andso o;,~ l o dle m;nd or. unde"'lan~;ng. "UN" lbe m,?,1 common.nd Eeneral in .arrylng the bo"e ,en,e, althnu~h Il can Ollen

~6r.ne~l~heev~~~':,;!~nl.:J1 ~~~~:~'lnl~l~n;.rJ'~~';~agn~O;h~['ì'o~~i;~word' m"'n) (whal a pe ...on', aClion. m."on) Idi,union, In­ooherenee and in.on,i'lency mr'n failu,e In deSIgn -C.W,H.John.on) (lO undenlond WhOl an obliuolion m~ans> (lhelerm "beoulY·· COn ",can ntony lhin~) Dwon can eonlro"w;lh "ONIfV in having, a, il' suhj""l ,omelhinu lhul ,e,v"" "'Oli OUlwo,d ,i~n Or vi'lble jndkal;on~ in aprlicauon lo o ~ermil implies Ihe limited nnd defined de"unOilOn of • term d"en-

i~\';I~d~~o'i~nee"a~nl'ì,~o~~~ro,:o~~~i;e~~~:ll~~'d~:~~;f,~~~":~r~l~exhoUSlion _L.C.Pougla') (Ihal curiom 10,'e of green,which , •. in notlnm i, ",id lO dCIICle , Iaxily. jf n'Ilo deco­dence 01 mornls -O'cnr \Yilde) ilhe belI way lo ,how whOI alerm denll/"J i, IO poinl al lite <Ìbjecl il "and, [or) 51Or<lf'"can eonlfosl wilh oEl'DTE in hovinu"" il! ",bjeollOmellUIIU 01o ,ymholie or repr"enllllive chornelcr; il ean also carry a'I"",-ue' imlllicalioll ollhe imporlOn.e of lhe COn,'~yed n'p"­(ng; m opplicolio" te a le,m II SI'e'l'''' Ihe ,ymbolic telannn·,hip belween lerm "nd Ideo (hc hod hop" lhill he' demute andreucenr deporlmenl .i~ll!J;r" lhol lhe erre",.."en.c of roulhhod evaponlled -Robe" Grani t(940) \lhe Ihird Hgu,e, wllh, background o/ plow hand!...nd mminu 1001., ';,in!!I"

~f'~i~I~;f~~~g~,m~di':i1o~..llh~~' {!.;r~~cuf{{~i;:; ~~f7ni~I~~~'J~~Ilhe letm "b'eJd and bUllor" .iulliliN Ihe "'olonol n"Ce'llllle,<ir lile! l''POnT con corry Ihe idea or olferinl: for;com",ehen.,i",n or lnleileclual gralp, ohen, howevor, bemg vlnuallyinlerchangeahle wilh IIGNIF"'; in oppliCalio" lo , lerm !l eon"re" Ihe Implicntion, involved in lhe lern", inlerp,etatl"lt "'diSlincl lrom il! denOlOlioll (Ihe rodicol idea, Impor/rd liltlelo comervolive reade" e,oepl lile id.' of omrageoul. Ihillk­lng) (Ih",ugh • letm', denolalion m.y b. ma.net 01 facl, in l~'connololion. lhe le"" mny import revolunnn) sYII ,ee tnaddition INTEND

'iV3

bra tigre y no el animal es lo que se destaca como su objeto, pero lo gueinteresa de ella al hablante es solamente su significado: no espera infor­maci6n acerca de su significante; tampoco espera explicaciones gramatica·les acerca de ella, por lo gue se distingue claramente del uso de seT comopredicador ref1exivo, en donde interesa cl signa completo, M;is bien parecepreguntar qué es lo que se entiende por tigre, en relacion con su referente,por supuesto, pero no tanto por identificarlo en cuanto objeto preciso,sino por saber como se lo concibe; gué idea tiene cl interlocutor o la sociedadacerca de ese objeto.

Significar, signifier, ta mean'N se distinguen de todos los demas verbostratados, entonces, porgue soslayan el signo completo y no orientan direc­tarnente al referente, sino s610 a través de su significado, gue es lo gue pri­vilegian. Asi, cl verbo ser, aunque él mismo sea un signo, cuando predicaen la clefinici6n lexicografica, como se vio en cl § 2.1.1., pone entre parén­tesis el caracter de signa del vocablo de la entrada y refiere al mundo; 10sverbos llmnarsc y designaT manifiestan 105 vocablos de la entrada como sig­nos, pero 10s relacionan con el muudo como simples soportes materialesde la referencia, es decir, mas como diacriticos gue como signos. 25 Significary sus equivalentes, en cambio, no solamente enfocan con clariclad el carac­ter de signo del vocablo de la entrada, sino gue implican la existencia, paralas camunidades lingiilsticas consideradas, de una entidad diferente delsoporte material del signa -et significada, le signifiéJ tlIe meaning, die Bedeu­fung--, que constituye una elaboraci6n y una abstracci6n de un objeto delmundo sensible, de su experiencia o de la reflexion acerca de él, que es di­ferente de él en naturaleza y en cualidades, pero gue se relaciona con élmediante un acta complejo de significaci6n; es decir, mediante un actapor el eual, al ponerse en relaci6n un segmento fonico o grafico con una

~l Aqui hay que distinguir cntre cl francés y cl espaiiol. por un lado, )' cl inglés, puesmientras gue los primeros uLilh.an un solo verbo: siglliflmr/sig'llificr, el scgllndo ofrecc dos vcr­bos: lo IIlI'an y lo sign~t)', Como sciiaia cl \V3. ~l/leal1 es el m:1s comùn y generai para transmitirel sentido bà<;ico, aunque a menudo puedc connotar evaluaciéin o ponderaci6n; al aplicarioa un término, il1\'olucra su contenido completo" (1Iwan is the most common IlJld gml'rai in cal7)'­ing Ihe basic Jen.w~, altllOllgh it CIIn 'OftL'1I [0/11/011' cvaluation or aJlpraisal; in applying lo il tenll il invol­ves tlw lenn 'sfnll content) , en tanto que lo signif)' tiene "como su materia alguna cosa de caractersimbolico o represcntativo; también pucdc tral1smitir una mas poderosa implicaci6n de la im­ponancia del significado guc comunica; al aplicarlo a un término subraya la reiaci6n simb&­lica cntre cl témlino y la idea" (a.s its subjeei Jomething oJ a s)'lIlbolic or rl'jlresentativl' charader; itean aLlO ca11)' n strongl.'r iJllp/ication oJ the imJlortan[e oJ tlll! conw)'ed meimillg; in apjl/icatioll to Il temIil stressl!.r the symbolic rdation.rhip between lenII and idea). De acuerdo con elIo. lo que agui se ana­Iiza se gufa mas por to mwn que por to signifJ,

2~ Esto dicho a sabicnda.s de que, como se senalaba en cl segundo capitulo (§ 1.1), clsigna eSI en su origen, un diacritico,

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158 TEORiA DEL DICCIONARID MONQUNGÙE EL CONTENIDO PROPOSIC[ONAL DEL ACTO~ lA ECUACION SÉ'.1llCA 159

experiencia del referente, se crea una concepci6n mas riea del signa comounidad compleja, de car:icter mental, gue abstrae tanto su forma fOnicapuntual, como la forma pereeptual y reflexiva del referente. Tal idea elelsigna, gue puede concluirse a partir de la existencia y del uso sodal de pa­labras como sìgnificary sìgnificado, antecede por varios siglos a su fonnula­cian lingiiistica que, COillO bien se sahe, proviene de Ferclinancl de Saussure.Se puede afinnar por lo tanto, eD este sentic1o, que la teoria saussureanadel signa puede no haber sirlo otra cosa gue la concreci6n cientifica de unaeoneeptualizaci6n sociallargamente elaborarla por las culturas de Occiden­te, gue s6lo vino a manifestar para la lingUistica un fenomeno notable dela reflexi6n humana sobre su propio lenguaje,26

2.6.1. Efectos de la ecuaci6n con significar

Si se someten las definiciones lexicogrilicas de tigre y sus equivalentes a unainterpretacion orientada por signiflcary sus equivalentes, resulta que la ade­cuaci6n que se manifiesta en el texto del articulo lexicogrifico es mayorque en los otros casos considerados:

% Al parecer, nunca se ha interpretado de esta manera la existencia de la Falabra signi­flcada y sus equivalentes, y mucho menos se las ha tornado como fenomeno lingUistico reai.Muy por eI contrario, buena parte de la lingUistica las considera maneras de hablar corres­lJondientes a una falsa concepci6n del lenguaje, mcntalista y anticienlffica. por lo gue Icsniega cualguier posible realidad objetiva. De ahi gue no todas las escuclas modernas de la Iin­giiistica tengan una teoria del signo, como si la tienen las saussureanas. Las tcorias del len­guaje gue no elaboran teorias del signo, sino gue prefieren asociar directamente scgrnentosf6nicos o gr5ficos con referentes, lo hacen con lajllstificaci6n de gue cl significado no tieneexistenda material, directamente vcrificable. La verificaci6n indirecta de eSla entidad. comolo es la existencia y la funci6n dc 105 diccionarios. mas la manera en gue habla la gente de ellay la manera en gue organiza su discurso refiexivo, suele no aceptarse en una actitud dentifi­ca dominarla todavia por un materialismo burdo y un fisicalismo cuyo fracaso teorico no sequiere reconoce!". Lo gue habria gue hacer, cntonces, cs superar una y otra insuficiencia: porun lado, aceptar que cI signifìcado debe tener alguna existencia neurologica gue hasta ahonno se ha podido investigar {en parte debido precisamente a la insuficieneia del plnnleamien­to materialista y fisicalista);}' por el otro, aceptar como dato vùlido cl hecho de gue al menoslas lenguas gue se ha venido tratando postulan su existencia, es decir, han objetivado cl sig­nificado a partir de su propia cxperieneia y organizan su discurso consecuenlemente con él.La consecuencia cientlfica de esto debiera consistir cn considerar que el significado formaparte del conjunto de fenomenos lingiiisticos reales gue efecuvamcnte organizan la relaci60enrre el conocimiento y el mundo sobre el cuaI operan, }' buscar nuevas formas de investigarsu probable naturaleza neurologica.

2.6.1.1. Ante todo, como se cancluyo en el § 2.2.2.2, la relacion que creasig;nificarse da solamente entre 105 significados del vocablo de entrada}' dela definicion lexicogrilica, por lo que el criterio de capacidad de sustitu­cion se puede aplicar y la ecuaci6n es realmente sinonfmica:

tigre [significa] Mamifero camicero muy feroz ...tiger [means] a large carnivorous mammal.,.tigre [signifie] Mammifère de grande taille...

por lo que tigreen la oraci6n (1) puede sustituirse por una oraci60 como (1 '):

"El cazador se top6 con un mamffero carnicero...en lajungla".

2.6.1.2. La oraci6o gue se fonna con el vocablo de la entrada,la ecuacion sé­mica y ladefinici6n lexicogr.ifica resulta perfectamente gramatical: en espanoly en francés, como la definici6n no se inicia con articulo, no rompe con laestructura gramatical ni la deja hueca, como se vefa en cl § 2.1.2; eo inglés,lo meanadmite, de todas maneras, el inicio de la definicion con articulo, porlo gue este verbo puede considerarse también como ecuacion sémica del W3.27

Sobre esta base, se puede concluir que las definiciones lexicogr:ificasde tigre en DIli\E, PR (2a. acepci6n) y oBEro'! estan orientadas realmente porsignijicar/signijier y no por ningtin otro verbo como ecuaci6n sémica. Encambio, la de tiger en w3 sigue eorrespondiendo mejor a lo be, aunque ad­mitiria una interpretacion con lo mean.

2.6,1.3. Si uno aptica la relacion con significar al resto de las acepciones de105 articulos lexicogriificos estudiados, cl resultado sera una adecuacionextensa de ella, salvo en 2a y 6a (por lo menos) del W3. 2B

27 Aungue, estrictamente hablando, si cl w3 se interpreta como: tiger [means] a largeAsiatic carnivomus... , una orad6n semejante a (l') quedaria: ~The humer shot a a large Asia­tic camivorous.. .in thejungle".

211 Hay gue reconocer cufin penurbadoras son estas acepciones. Se diria que son innece­saria~ por cuanto una representacì6n de un tigre es precisamente eso y no de un le6a o unelefante; solo si se d.iera cl hecho de que, a partir de una representaci6n ic6nica de un tigreel simbolo o el parche se estilizann al punto de gue el tigre fuera irreconocible, valdria lapena asentarlo en llna obra como el w3. Lo mismo en su acepci6n 6 un grito de "Jtigre!" noes un grito de "jle6nl" que se !lame tigre. Acerca de csta ultima, lo gue sucede es gue cl pro­cedimiento para describir lo que parece ser una costumbre al terminar una retUli6n polfticao un juego, ha sido equivocado. En esos casos, el método lexicogr.ifico pide una descripci6ndel acto gue induye la palabra y no se puede someter a ninguna de las cuatro ecuacionessémicas estudiadas.

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160 TEORiA DEL DICCIDNARlO il-IONOLINGÙE EL CONTENrno PROPOSICIONAL DEL AGrO: LA ECUACrON SEMlCA 161

2.6.2. La ecuaci6n con significar y Las te01ias del signa

Si por significado se entiencle l'a no cl objeto en si, sino la versi6n que haeonstruido la sociedad acerca de él, sobre la base de su experiencia COffi­

partida y valoracla, orientada a "ampliar el horizonte de sus percepcionescomunes", como se clecia citando a Biihler en el capftulo segundo (§ 1.1),o a construir un consenso sodal. que ofrece 13s condiciones de posibilidadde todo discurso significativo eD la comunidad lingiiistica consideracia, loque pone en juego el diccionario monolingiie que construye su ecuaci6n sé­mica con significar es una concepci6n de la lengua en la que, al revés de loque han propuesto las teorias del signa a lo largo de la historia, no ha)' unaprimada de la "denotaci6n" sobre la "connotaci6n" y la "metafora", o del"sentido recto o literal" sobre el "figurado", sino una actividad significativapermanente que crea un inventario primario de significados de vocablos abase de la memoria de experiencias de sentido compartidas y difundidasen la sociedad, cuyo valor referencial depende, a la vez, de estereotipos de Iosobjetos perceptual y reflexivamente establecidos, y de procesos perceptua­les y cognoscitivos de derivaci6n a partir de ellos:!9 que, en cl diccionario, semanificstan como conjuntos ordenados de acepciones pero, cn la actividadverbal, obedecen a distintos modos de signijìcar mediante la lengua natura!.La teona del signo que se desprende del uso sodal de significar, en cuantono propone una relaci6n directa y unidireccional del signa como soponematerial con su referente, ni con el tipo de conceptos como "imagen men­taI" o "Ienguaje objet.:'Ù" que provienen del pensamiento filos6fico, no secompromete con la denotaci6n y, por lo t,lnto, no ve la metafora como unadesviaci6n o un uso parasitario elel sentido litera1.30 Por el contrario, es ca-

~~ Lo gue, en otro trabajo, se Barnaba "esquema ta.xon6mico" (Lara, 1979:§ 3.5.G).~Il Roland Barthes, en S/2 (pp. 15-16) llegaba a la misma conc1usi6n por el camino del

estudio de la significaei6n en los texto5 literario5 c1asic05: "Estructuralmentc, la existeneia dedos sistemas reputados como diferentes, la denotaci6n y la connotaci6n, permite al texto fun­donar como un juego, en el gue cada sislema remite al otro segùn las necesidades de eiertailusian. Pero ideo16gicamente, esle juego asegura venlajosamente al lexto c!fu;ico eicrta ino­cencìa: de 105 dos sistemas, denotativo yconnotativo, uno se revuelve y se marca; cl de la deno­taciDn; la denotaci6n no es el primer significado, pero aparenta serio; bajo esta ilusi6n, no esfinalmenle mas gue la liltim(l de las connotacioncs (la gue parece, a la vez, fundar y clausurarla lectura), et mito superior gracias al cual el texto aparenta regresar a la natura1eza de1len­guaje, al 1enguaje como natura1cza: una frase, sea eual sea el sentido gue libere, posterior­mente, al parecer, a su enunciado, ~no tiene el aire de decimos no sé gué cosa de simple, deliteral, de primitivo: de verdadao, en relaci6n con lo cua1 todo el resto (gue viene dtsPllés, porencima) es literatura? (Slnlc/umlement, ['existence dc detlX systèmes réplltés differenls, la dmotation etla connotatioll, pennet au tc...te dc jonctionna coTtlme 1111 jml, chaque S)'steme renvoyant à ['autre sefan lesbesoills d'une cerlaine illusion. Idéologiquement enfil1, ce jeu a.rsllIT avantageusement an te...te classilJucune certaÌ1u innocence: dcs deux systèmcs, dinotatif et connotatif, l'UI! se n:tOlI77It! et se marquc: celui dc

paz de subsumir la clase de 105 leopardos bajo la clase de Ios tigres, o a la "per­sona cruel y sanguinaria" entre los tigres, de una manera que ninguno de105 otros verbos considerados puede lograr.

Ser, llamary designar, por su parte, llevan, en cuanto vocablos de la lenguanatural, a otros modos de significar, diferentes de Ios de significar. Cuandose usan en el discurso ordinario, o como ecuaciones sémicas, lo que interesaes solo la relaci6n del signo, "isto como nombre, al objeto del mundo sen­sible; se dirla que son verbos aptos para la denotacion: el uso de SeT corres­ponde, cuando aparece en primera instancia, a una actitud ante el signa en

, donde éste se vuelve transparente en relaci6n con su referente. El vocablodefinido no tiene importancia ni como vocablo ni como elemento de unalengua particular, puesto que lo que interesa es aguello a lo que refiere. Serpredica la identificaci6n de los objetos, y forma parte de la totalidad de lalengua, vista s610 como lenguaje del conocimiento, en donde su composi­ci6n -palabras, esquemas sintacticos- no tiene importancia, puesto quelo gue vale san solamente Ias proposiciones o 105 discursos gue se puedanhacer con ella acerca de una reaIidad o acerca del tema que se desea cono­cer. Se puede afirmar gue la ecuaci6n sémica con scres una ecuaci6n carac­teristica de la enciclopedia, es decir, del catalogo de objetos del mundo, queinteresan al conocimiento. M<is gue de "teoria del signa", cuando la ecua­ci6n sémica se hace con seren un diccionario hay gue hablar de "teoria dela referencia", en alguno de 105 muchos sentidos que ésta tiene en filosofia.

Ser en segunda instancia, por el contrario, corresponde a una actitucllingiiistica ante el signa, por la cua! se lo concibe como objeto propio deconocimiento, tanto en su significante como en su significado, y particu­larmente en cUanto a sus caracterfsticas formales, fonético-fonoI6gicas,morfologicas y sinticticas. Aunque una concepci6n lingùfstica del signa noequivale, de todas maneras, a una teorIa del signo como tal, como se puedecomprobar si se considera la tradici6n cientifica de la lingufstica anglo­anlericana, para la cual elsigno es un soporte material de la referencia sola­mente, sin valor teorico, sino solamente heuristico.

Si serpredica la existencia y la identifìcaci6n entre nombre y objeto, yllamat establece la relacion de nombre a objeto que lo porta, designar eles­taca la biunivocidad de la relaci6n entre nombre y objeto para desbaratarcualquier posible imprecisi6n o confusion en el uso del signa. Eu todos los

la dEnotation; la dénotaliOfl n 'csl!ms le pITlIlier sens, mais elle ftinl de l'étre; SOllS celle illusioll, elle n'esifinalelllent que la dcmière dcs connatalians (celle qui semble ci la faisfonder et don la Icctun), le 'mlhesupéricllT grace aUlJuefle texte ftint de retOllnlIT à la nature du langagl', au langagl' comme natllre: ;maphrase, quclqtlc sens lJu idle libèrr., postèriellremt!lil, semble-l-il, ti son énonce, n 'a-l--ellc pas l'air de lW/Hdire qllelqlle c/wse de simple, de lilleral, dc pn·milif.- devrai, par mpport à quoi tout le reste (qui vientaprès, au-dessus) est lilleratw'f!?)

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162 TEORiA.. DEL DICCIONARID r-.IONDUNGÙE. EL CONTENIDO PROPQSICIONAL DEL ACTO: LA ECUAClON SEMlCA 163

casos, ésros san verbos gue in teresan a la antologIa y a la logica; llamaT Ydesignar parecen siempre dec1arar su base arbitraria y convendonal, poreso se usan diciendo gue "se !lama tigre a cualquier tipo de felino gue ... ",como si tigre fuera un puro saparte sonoro o grifico de la referencia alobjeto y, en su enunciaci6n, fuera implicita la imposici6n y la aceptaci6nde una convenci6n; "tigre designa al mamiIero caTIllvoro ... gue... ", a su vez,vtlelve al mensaje gue porte el signa tigre un rnensaje univoco y particular­mente denotativo, también de carfreter convencional. De ahi gue llmnarydesignar sean verbos queridos a Ias terminologias cientificas: "cZlasaT designaa 105 objetos gue parecen estrellas y emiten radiaciones" y no a atra cosa;"iirea de Braca se llama a la porci6n del hemisferio izquierdo del cerebro guese caracteriza por... ". En cambio, significar conlleva, como seùala el 1v3,"the tenn's full content", supone una teona del signo en la gue éste tienerealidad para 105 hablantes, independientemente de su probable existenciamaterial como tren de impulsos eléctricos en la corteza cerebra!.

Los cuatro verbos analizados, como orientadores de modos de signifi­cacion, se relacionan entre sI. Llamary designarimplican la predicaci6n deidentidad gue hace ser, pero presuponen una idea precisa de la relaci6ngue se crea entre un signo (o, al menos, un saparte material de la refe­rencia) y el objeto referido. Significar, en cambio, presupane la predicaci6ncaracteristica de serri l y pennite también comprender o, mejor, dar lugar,al modo en gue llamary designar orientan la signifIcaci6n del vocablo.

3. LA corvlPLEJIDAD DE LA ECUACION $Éi\UCA

Resulta entonces gue el espacio en blancoque queda entre el vacablo o ellema y la definici6n es un espacio ricamente signifIcativo. Quiza, como afir­ma Rey-Debove, la lexicografia modernajuega con él conscientemente. Perorevìsando 10s artfculos lexicogcificos de los diccionarios considerados, o decualguier otro buen diccionario monolingue, mas parece gue es la propiacomplejidad significativadehlpredicaci6n con gue se responde la pregun­ta acerca del significàdo de-unà'palabra, la gue lleva la mano del redattordel diccionario cuando escnbe cl texto de la defrnici6n.

Quizi el método Iexicogci.fico adopte en el futuro la necesidad sistemiu-

:11 Yde ahi: gue, como observa vViegand (1983), sib'7lificary serparezcan indistintos, pues"si se 105 torna como una explii::;icion de sìgnificado, dc todos rnodos caracterizan la cosa- almisrno tiernpo; si se 105 torna como descripci6n de llna cosa, de todos modos explican el sìg­nificado al rnìsmo tiernpo" (Iflhey aTl! talum as an explanatiml ofmlmning, /lIL'Y stiil characlerize lhething al the same time; if lhey are talwn as (l descriplion oJ a lhing, the)' stili e:x:plain /Ile mcaning at/Ili! same lime).

ca de gue el verbo que se utilice como ecuaci6n sémica eo el articulo lexico­grifico esté detenninado por la teoria del signo a gue se acoja e1 diccionariomonolingiie. S610 después de la aparici6n del trabajo de Rey-Debove (1969),algunos lexic6grafos han podido darse cuenta de elio. La selecci6n que hagaun autor de diccionario repercute inmediatamente sobre el sentido de suacto proposicional de respuesta acerca del significado de las palabras.

Pero lo que hay que destacar en la teoria del diccionario es gue, tam­bién por su ecuaci6n sémica, el diccionario monolingiie manifiesta unanunca bien apreciada complejidad semaouca, correspondiente a la rique­za significativa de las leoguas naturales eo su realidad hist6rica.

4. L\ NATURALEZA ORDINARIA DEL LENGU.'\JE DEL l\RTicULO LEXICOCRÀFICO

Este capitulo se ha construido a partir de la idea de que eD e1 articulo lexi­cogrfLfico se establece una predicaci6n de caricter sinonimico entre el vo­cablo de la entrada y la definici6n lexicografica, gue produce un textolegible en lengua naturaI, en el cual el vocablo es el Sl~eto de una predica­cian que realiza la definici6n. Tan es asi, gue la presencia de un articulodefinido o indefinido en la definici6n se ha venido considerando sistema­ticamente como prueba para explicar las diversas ecuacioncs sémicas guepueden aparecer eo los diccianarias monolingiies.

De 105 cuatro verbos predicadores estudiados, el (mica que no requie­re del artkulo indefinido -como se vio antes, eo el § 2.6.1.2- para gue laoracian defmitoria sea gramatical es significar.

"tigre [significa] mamifero carnivoro ... ","acaso [significa] tal vez ... ".

Pero, como hace notar]osetteRey-Debove, al constnlirse el articulo le­xicogrilico se produce un notable fenomeno grarnaticaI: cl vocablo queconstituye la entrada y el complemento que constituye la definici6n se no­minalizan; es decir, pierden la funci6n grarnatical gue tienen en un discursocomun. Asi se ve en los ejemplos LIIltèriores, en particular eo cl de acaso, yeo el siguiente:

"correr [significa] moverse con rapidez... " (DBEM, 2),

en donde correry su defuìici6~no tienen cariicter de verbo y perffrasis ver­baI respectivamente, sino de sustantivo (el caricter no verbaI del infinitivoen espanoI) y de nominalizacian del complemento.

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164 TEORiA DEL DICCrONARlD r-mNOLINGÙE EL COl\'TENIDO PROPQSICIONAL DEL AGrO: LA ECUACION SÉMlCA 165

Para Rey-Debove tal fenomeno es caracteristico de la "metalen~~"enque se convierte tarlo discurso acerca de la lengua, co~o.lo es el dlcclo~a­

rio. El verbo significar, por euanto es un vocablo caractenstlco de la reflexlOllacerca de la lengua, es también, para ella, un signa metalingiiistico: formaparte de lo que l1ama "la metalengua de contenido", puesto que se Deupas610 del significado y no del signa eo su totalidad. De manera que, eo sucongruencia teorica, la ecuaci6n sémìca con significar convierte tanto al VOM

cablo de la entrarla como a su definici6n lexicografica eo aut6nimos, queno pueden referir mas que a si mÌsmos. La consec~enciade el:o e.s que elaut6nimo tiene la propiedad. entonces, de que, SI refiere a 51 ffilsmo, senominaliza, pues se convierte en "nombre de si mismo": "/POlTO significa'hijo del caballo' / es imposible, ya que POtTO autonimo significajustamentesu propio signo, con el significado patTO. La oraci6n en ~la q~e / hijo del :~­ballo / es autonima es asemantica. Por lo que uno esta obhgado a admltIrel estatuto ambiguo del complemento de / significar/: autonimo sintactica­mente y no autonimo seminticamente".32 Es decir, se crea la extraiia para­doja de que: si tigre y "marnifero carnivoro... ". patTO e "hijo del caballo" sonautorlimos. ligre y patTO solo pociran significar tigre y potra, y "mamifero car­nivoro ... " e "hijo del caballo" 5610 "mamifero carnivoro ... " e "hijo del caballo",pues. como buenos aut6nirnos. 5610 se pueden significar a si mismos, porlo que e1 arriculo lexicogcifico "tigre significa mamifero carniv~ro ... ", aun­que sea un texto grarnaticalmente bien fo:mad~. debe cons1derar:e ase­mantico y. consecuentemente. un texto unposlble. Se opera asI unacontradìcci6n interna en el articulo, pues para ser gramatical tiene que vol­verse asemantico y para ser semantico tiene que volverse agramaticaP3

Cualquier lector de diccionario, sin embargo, no tiene ninguna dificul­tad para comprender un articulo como el anterior, e incluso no podra seguir

32 Cf. Rey-Debove, 1969:124: /Poulain signifie 'Pelil du c!leva/'( e!il imjlOssible, pllis~lle pou­lain atllanyme signifiejltstement S01l tJro/rre signe, avee le significant paulam. La phras/! Olt /Pel/: du chE"vali est altlanyme est asimantique. On est dane ablilfi d'admellre le slatus ambigtL du r:omplement de/sìgnifier/: autonyme syntactiquement, et non {lutanyme séman/iquemenl.

33 Véase la nota antenor. Por ese motivo, en sus articulos de 1989b y 1991, Rey-Debove

opta por considerar quc la ecuadòn sémica mas ~?ecuada para cl .dicdo~a~o monolin~e esser (elre): "El diccionario de lengua esm en relaclOn con ~na .teon; rseman~cade l~ de"s~~a­ci6n Vno de la significaciòn: un X es un Yque ... , y no: x slgmfica 'r: qlle... (metahngUlsOcoy no ~'enficablc)~ (1991:1). Como se via antes, cuando la definiciòn se introduce ~on sercomoecuaciòn sémica, la lengua vale por su transparencia para referir al mundo -aun para refe­rir ~al referencial", con que Rey-Debove elude el problema de la ~cosa en si", si~ aceptar lasignilicad6n-y la relaci6n caracteristica de sercomo identitaria se considera propta de la len­gua-objeto y no de la "metalengua"; el pr-oblema de la autonimia no se manifiesta. Pero eoton­ces, el texto del arriculo lexicografico no-e5 "metalingiiistico", como hace pensar Rey-Debove

de acuerdo con su visi6n teorica.

con facilidad el razonamiento que lo considera "asemantico", por lo gue esnecesario buscar una mejor explicaci6n al hecho de la nominalizaci6n, quesea adecuada a la lectura norma! de un articulo lexicogrilico o a la compren­si6n habitual de un acto de respuesta acerea del significado de una pala­bra. Para elio habra que considerar, de nuevo, como se hizo en el capituloanterior, el efecto de la menci6n de la entrada en el acta verbaI de respues­ta acerca del significado de las pa1abras y en el articulo lexicogrifico.

Como se decia en el capitulo III (§ 3.4), la menci6n puede comprender­se como resultado de un acta particular: el gue pone o dirige la atenci6ndel oyente al signa mismo como hecho de reflexi6n lingll1stica.

Siendo asi, el acto reflexivo por el cua! se responde una pregunta acer­ca del significado de una palabra tiene la peculiaridad de entresacar a! sig­na de un contexto ordinario y someterlo a un estatulo particular: el de lamostracì6n de sus caracteristicas lingiiisticas. Como se vio en el capitulo III,

aun entre comunidades lingiilstieas sin escritura, el acto verbal de la pre­gunta acerca de la palabra forrnaliza la palabra gue se busca en una "unidadde cita", como la Bama Doris Bartholomew, que crea la abstracci6n llama­da vocablo por la lexicografia. El signo, por lo tanto, pierde su funcì6n gra­matical ordinaria, la cua1 gueda ~uspendida.La suspensi6n de su funci6ngramatical no es efecto de la ecuaci6n. Es efecto cle la ostensi6n gue realizael acta y, eonsecuentemente, OCUITe también cuando se hace la ecuaci6nsémica con seT. Mis tarde, al convertirse el vocablo de la entrada en sujetode la respuesta, el signo tiene gue aparecer, necesariamente, como sustanti­va o en funci6n nominaI, 5610 que sin et articulo gue generalmente requie­re un signo en tal posici6n en una lengua como la espaiiola, la francesa ola inglesa. La ausencìa de ardeulo antes del vocablo de la entrada seraentonces efecto también de la mostracion producìda por el acto verbal derespuesta: se produce un tipo particular de texto.

Es la propiedad de simetria de la equiva1encia -manifiesta en lexico­grafia por el criterio de capacìdad de sustituci6n de la entrada por su defi­nici6n- la que contiere al complemento de la ecuacion sémica la mismafunci6n gramatical que la del vocablo de la entrada: en ese texto, la entra­da es nominal y, consecuentemente, el complemento es nominal, pero sucapacidad de sustituci6n se conserva, precisamente para que, al regresar elvocablo preguntado a su contexto de uso, reeupere su funcì6n gramaticaloriginaria. Esto quiere decir, en pocas palabras. que no se niega la pecu­liaridad sintactica del arriculo lexicogrifico con significar, sino solamentesu pretendida autonimia. Habria autonimia si el arriculo lexicogrfrfico seleyera sin referencia a la pregunta y a la respuesta aeerca del vocablo, queclan su raz6n de ser al articulo, y si la capacidad de sustitucion gue resultade la ecuaci6n sémica se ignorara. Pero entonces el texto del articulo lexi-

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166 TEORiA DEL OJCCIDNARIO MoNOUNGUE

cogrifico, el texto del diccionario cn su total~da~ result~an incompre~si­bles un fenomeno que s610 aCUITe por el artificIO de metodo que consIstecn desarraigar un texto de su rcalidad pragmatica. Las diccionarios, por clcontrario, comO se ha venido insistiendo cn este libro, s610 se eomprendencn su especificidad soda! e hist6rica, cn su origen instituido por 105 actQsverbales con que se crea el consenso soda!.

V. EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO:LA DEFINICION LEXICOCRÀFlCA

O. 1NTRODUCCIÒN

El acto de reSpUeSh'1 acerca del significado de una palabra continua, tras lamanifestaci6n o la elisi6n de su ecuacion sémica, con el resto de la predi­cacion que constituye su contenido proposicional. Tradicionalmente se hallamado definici6n l esa parte del acto, y definidòn lexicogrirfica su elabo­raci6n en el articulo lexicogrifico, aun cuando, como seiiala Wiegand (1992:220), el texto gue se encuentra a la derecha de la ecuaci6n sémica es, "en

l \,Itiegand (1992:225) juzga que no es adecuado Ilamar difinir.ioll lexicogrdfica a la "par.i­frasis" que ofrece una explicacion del significado de un vocablo, a la que él enfoca como "unelemento lematicamente dirigido, gue ofrece la pariifrasis de significado de un signo lema­tico designativo" (an elemenlary lemmatically addresscd ilem giving t/w mcaning parajJ!nase Jar adesignative lemma sigli), porque no concuerda con ninguna concepci6n cientifica de la defi­nici6n. Aungue reconoce que se podria accptar eI término "5610 si el analisis empirico dellenguaje ordinario de comunicaci6n puede demostrar que los hablanles, por ejemplo, de5ig­nan generalmente como definici6n explicaciones de palabras en dialogos que no contienenel vocablo que se ha de explicar" (only if em/Jirical anal)'sis DJ 1!7.1N)'day languagr. COII/1/l111limtioncan sh01ll that s/Jeakt'Ts, Jar inslance, llWall)' dl'signate as definitiDll word eijJlmwliofls in rlialags whichdo no! (ontain the wurd to be e.\jJlained). Wiegand elabora importantes distinciones de métodoen todo lo que cabe bajo la designaci6n de detinici6n lexicogr5.Bca. Sin embargo, como la

pnictica si demuestra que el hablanle comun habla de definici6n cuando pregunta ° res­ponde acerca del significado de una palabra, y como no se ve raz6n alguna eo imponer a llnapractica tal1 generalizada de dcfinici6n la rigidez de las concepciones cientificas (l6gicas,filos6ficas) acerca de la definici6n, en estc libro se seguira hablando de definici6n lexico­grafica. Interesa comprender el fenomeno, no legislarlo. N6tese también que esta teoria seadhiere a la propucsta de Rey-Debove, dt: hablar de "perifrasis" definitoria y no a la de "Vìe­gand de considerarla "padfrasis", porque "la parifra5is se aplica a un enunciado, mienl.nlsque la perlfrasis se aplica a un vocablo, en este caso, el vocablo-entrada. El1 scguida porguela parifrasis se loma Iibertades con cl contenido, mientras gue la perffrasis cOllstituye siro­plemente otra denominaci6n ,. (Rey~Debove, 1971:192: la pnraPkmsc s'ajJpliqlle à tln bIOtici, awrsqlle la pèrìphrasc s'applique à un mal, cn l'accuJTcnce, le mot-mtree. Ensllile para que la paraphrasejJrend des librnis avec le contenu, alors tjlle la pbiphrase cousti/Ile si11lplemenle une autre déllomilla­tian). Es decir. se habla de pariifrasis en relaci6n con textos y no con palabras aisladas, y tie­ne por objetivo ac1ararlos, en tanto que la definici6n lexicografica reconstruye el significadodel vocablo, no mas y tampoco menos, por lo gue es mas adecuado hablar cn este caso deperifrasis.

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168 TEoRiA DEL DICCIONARlD MONOUNGÙE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: L'\ DEFINIOON LEXICOGRAFICA 169

cl mejor de 105 casos, un definiens, es decir, la expresi6n definitoria que essolamente una parte de la definicion",2

En este capftulo se explorara el caracter semintico de la. definici6n dediccionario, como parte del fenomeno eomplejo de significaci6n que es el dic­cionario monolingiie.

1. EL ORIGEN PRAC}v!ATICO DE LA DEFINICION

Aunque no hay suficientes investigaciones de la rnanera en que 105 hablan­tes comunes de una lengua elaboran sus propias definiciones,3 es claro que105 actos de pregunta acerca del significado de las palabras desencadenan,al responderse, perifrasis definitorias. Casagrande y Hale (1967:167), porejemplo, en uno de 105 raros estudios sobre cl tema, ofrecen una lista largade "definiciones folk"'! de un hablante de pipago, una lengua amerindia deSonora (México) y Arizona (Estados Unidos), en la que demuestran c6mosu informante elabora sus definiciones con métodos en gran medida seme­jantes a 105 establecldos por Robinson (1950). 19ualmente Martin Riegel(1990) basa su explicaci6n de 105 actos verbales definitorios en la experien­cia corriente de la definici6n hecha por hablantes comunes. No padria serde otro modo: la ignorancia del significado de un vocablo, o el sentido queadopta en eierto contexto, desencadenan el proceso reflexivo que da suorigen al acta verbal de respuesta acerca del significado de una palabra. Ladefinici6n, en consecuencia, se origina en la practica verbal de los habIan­tes de una lengua. Sobre esa base se han venido elaborando las concepcio­nes filos6ficas y cientificas de la definicion, que san las que han terminado

~ Al m!st slLch an l!.'Cpression is a definiens, Le. Ihe defining expressìon which is (m!:y part oJthe dtfi­niliun. Es deci" la definicion, estrictlmente hablando, como quiere vViegand, es la constrllc­cion completa "A significa/es B".

3 El trabajo mas interesante al respecto es el de Martin Riegel (990), con cuyo plantca­miento generJ.1 coincide el de esm teoria. Véase también Martin (990), en donde exploracuatro procesos de definici6n por hablantes, de las palabras francesas abeille, appa7tement,!laFallgllc e idéolagù!.

~ Tal parece que siempre hay que calificar el uso ordinario de una lengua. En este caso,el adjetivo "folk" (como en otras el preftio "etna-I') destaca la diferencia entre la idea cienti~

fica de la definici6n y la practica de la definici6n entre 105 seres humanos. En realidad, lo qucha)' gue calificar es la definici6n cientifica o Jexicogcifica, gue consisten cn elaboradones re~

flexionadas a partir de puntos de vista espedales acerca de esa acti,,;dad ordinaria de los sereshUmanos. Menos molesto es el calificativo de definici6n "natural", aunque ya se ha podidover, a lo largo de este trabajo. gue no tiene nada de "naturalI'. Robert Martin (1990:86-87)vuelve confuso este ultimo ténnino, al proponer que la "definici6n naturalI' es Ula definici6nde objetos naturales" a la vez que la gue fODOula cualquier hablante. Resulta a todas luces pre­ferible hablar de "definicion espontanea".

por distanciarse de la definici6n gue se produce en el medio sociai de loshablantes de una lengua.

Agui no se trataci de imponer un tipo de definicion al otro. Los concep­tos de definicion elaborados por la filosofia en generaI tienen su papeI, y lacalidad de la definici6n que se construye con su guia es, consecuentemen­te, mejor gue la de la definici6n espontineamente surgida de un hablante.Lo gue si interesa aquf es recuperar la TaiZ pragmatica de la definiciòn, comobase para comprender, por un lado, por qué la definici6n lexicografica tie­ne validez para la comunidad lingUistica y, por el ocra, sobre qué realidadde la significaci6n se formaliza.

1.1. El significado del vocablo

Hay que distinguir al menos clos tipos de acta de respuesta acerca del signi­ficado de una palabra: por un lado, aquel que se produce cuando una per­sona esm relatando o exponiendo alga, yalguno de sus interlocutores lo in­tenumpe para pedirle una explicaci6n del significado de un vocablo en eldiscurso que acaba de air. Una pregunta semejante se habria podido produ­cir en ellector de este libro alleer por primera vez en este capitulo la pala­bra perifrasis. Aun cuando supiera su significado ret6rico y su significado enla gramatica, padria preguntar qué quiere cleeir especfficamente en una teo­ria de la definici6n lexicogriifica. El significado de la palabra esta determi­nado claramente por el contexto en que aparece y, en consecuencia, habrauna cantidad ilimitada de significados especificos de cada palabra, segUn lacantidad ilimitada de discursos que se produzcan con ella. Este hecho es loque Beva a muchos lingUistas a sostener que es imposible dar la definici6nde un vocablo enun diccionario, porque es imposible listar las variaciones designificado gue se dan en el habla real (cf. Gross, 1990:193).

Pero por cl otro lado, tamqién es un hecho que siempre es posible, encualquier comunidad lingUIstica, preguntar por et significado de una pala­bra en aislamiento, como es el caso del estudio de Casagrande y Hale (1967)antes mencionado. Ambos hechos plantean dos dificultades, cuya soludéncorresponderia a una teoria de la semantica léxica y que aqui habra gueresolver, aunque sea de manera reducida: la primera consiste en pregun­tarSe qué es lo que posibilita la existencia de vocablos con un significadoautOnomo y relativamente fijo en relaci6n con la variaei6n que produce eluso de la lengua (gue es el hecho gue se revela c1ararnente en la existenciade los diceionarios). La segunda consiste eo preguntarse como es posiblegue un hablante sea capaz de comprender cada significado especifico de unvocablo eo un contexto determinado, auo cuando ese significado no coin-

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170 TEORiA DEL OlCCIDNARIO MONOLINGUE EL CONTINInO PROPOSICIONAL DEL AcrO: Lo\. DEFINICrÒN LEXICOGRAFlCA 171

cida O se separe del significado que tiene cl vocablo en aislamiento (que eslo que·se plantea a partir de la definici6n lexicogrilica en 105 diccionarios),

1.2. La naturaleza semantica del vocablo

En el capitulo ll1 (§ 1.2.1.) se sostuvo que el vocablo, desde el punto de vis­ta de su forma del contenido, es la forma canonica del conjunto de pala­bras que cicnco un mismo lexema y se formaTI a partir del mismo c~njunto

de paradigmas de morfemas ligados allexema, que es lo gue pernl1t~, pc:ejemplo, subsumir todas las fonnas conjugaclas de un ver?o eo su mfim­tivo, o todas las formas flexivas o derivadas de un sustantlvo eo su formamasculina y singular (eo espanDI y eo francés, por ejemplo). Se sostuvotambién, y se dieron algunos ejemplos al respecto, que la facuItaci de abs­rracr"vocablos es una facultad universal, incluso entre hablantes de lenguasque no tienen escritura (en el caso de que se suponga que es la escriturala que permite una abstracci6n de esa elase).

Si esa capaeidad de abstracci6n es la que determina la forma del con­tenido del vocablo, lo mismo puede proponerse a prop6sito de su sustan­eia del contenido. Yen ese caso, ellugar eo donde deben poderse obtenerpruebas y demostraeiones empiricas de la capacidad de abstracci6n que daarigen al significado del vocablo, tendr<'!. que ser el estudio de la manera enque 105 seres humanos adquieren su lengua mat:n:a, puesto que esa cap~­

cidad es un fenomeno del desarrollo del conOClIDlento, estrechamente 11­gado a las facultades perceptuales y cognoscitivas del ser humano.

1.3. La enseiianza de 105 e5tudios de adquisiciòn de la lengua materna

A pesar de ella y aun cuando la investigaei6n contemparane~sobre la ,a~~uisi~cion de la lengua materna se encuentra en pIena efervescencIa, su P,oslclOn eola encrucijada eotre la lingiiistica y la psicologia, y su doble tendencIa a operarcon métodos experimentales ajenos al planteamiento lingiiistico y con pre~

concepciones provenientes delcientificismo positivista, no_facìlitan su enten­dimiento con una concepci60 de1lenguaje que, tras la ensenanza saussureanayla aportaci6n de las teorias pra~ar.icas~el acto verb~, sup,era la:,viejas con~cepciones nomenclaturistas del Signo, la mfuo.dada pnmaCla,d~l con~epto

sobre la palabra y el solipsismo del hablante aIslado de. la. pr:acn~a SOelal. E,nesas condieiones, la ensenanza que puede ofrecer esa dIscIplina nene todavIaque entresacarse de diversos trabajos y no parece dar lugar aun a una teoriacoherente del modo en que el ser humano se apropia de su lengua materna.

Sin embargo, se puede postular como altamente comprobable que:1) la expresi6n verbaI fonna parte de actos, en los cuales el nmo pequenono estabiece, inicialmente, ninguna diferenciaei6n entre el acto mismo ysu contenido proposicional;5 es decir, que la sustancia del contenido de laexpresi6n verbai a una edaci temprana no se puede disociar de las accionesverbales de las que forma parte, y su forma del contenido no permite ase­gurar la existencia de unidades lingliisticas como las de 10s adultos;6 2) launidad palabra, como entidad funcional, se construye como resultado deun proceso de abstracci6n por el cual se pasa, primeramente, de la memo­ria de las acciones verbales en las que se apreodio la expresion verbal, a laformacion de un esquema de acto verbal-como se propuso en el capitu­lo II, § 3.2- que lo abstrae de su historia particular concreta; después, sedisocia el acto verbal instituido de su contenido proposicional, lo que equi­vale a notar reflexivamente, por primera vez, la existencia dellenguaje y la

5 Segun se puede concluir del esfuerzo de integraci6n te6rica de SeiIer/vVannenmacher(1983) y de algunos trabajos que se han orientado por la teoria pragmatica del acta verbai,como Bruner (1975). En una rlireccì6n semejante, véase Rojas (1994).

li De alli la discusi6n entte 10s especialisms" aeerea de si las primcras expresiones verbalesde un niiio son palabras aisladas o san oraciones sintetizadas bajo cl aspeeto dc una, dos y ttespalabras, etc. La discusion solo podri zanjarsc si se considera que el sentido de cada ~palabra"

del niiio es diferenle del significado gue tiene en el habla adulta, pues, como seiiala Ma..'CMiller (1976:138): "cn los signifieados de iasoracìones de niiios que se encuentran cn unafuse posterior de las expresiones de una sola palabra, y en los nivclcs de dos y tres palabras, semanifiestan representacìones cognoscìtivas de relaciones entre e1ementos de situaciones deacei6n" (sieli in den Sat:bedeutunfF11 des Kindes in ei1ll:r sPii/CIl Phase dvr EiTlwortiiltj1Crztgrn 111ld a1!J

der Stufe der Zwn.'- und DreiworliiujJ/!mgm etc, lwgnitive Repriisenlationm von Relationen :wischen El~

menten von Handlllngssiluatiollen manifcstù:rm). Es claro gue 10s estudiosos de la adquisici6n dela lengua materna estiin entendiendo por "palabra" cualquier segmento verbal emicido entredos pausas del habla, pero también que esas "palabrns" no son, corno agrega Miller, sino cl d"....sarrollo de una ~esquematizaci6ncognoscitiva de los aspectos fisicos y sociaies del rnundo delniiio [, quel presuponc la adquisid6n de la inteligencia practica de la fase sensbrnotora" (lwg­nitiven Schematisierztllg der ph)'si/wlischen und so:ialen I1sjJchie der Well dcs Kindcs [,dajJJ del! E1Wahder jJrahlisr:1IL'Tl Intelligew. der sensomolorischen Phase vomusset:t). Cuyo objetivo, agrcga mas tarde--citando a Roger Brown-, es "el éxito pcictico [,' ,]; la inteligencia sensomotora es aceion, nopensamiento" (praktischer Eifolg { ..}; scnsolll%risehe Intelligrw. ist Handdn, niehtDenlwn. Ibidem.271). Asl por ejemplo, en el estudio de Margit Frenk (1967:159) sobre polisemia y hominimiainfantil, se demuestra que cl niiio estudiado aprendi6 la expresi6n pIan cuando su madre losento en sus rodillas y le expuso lo quc iban a hacer ese dia. El nino le dio el signitieado de~toda cosa que [se le] contara de una manera intima"; s610 mas tarde a1canzo el significadoadulto del vocablo. Lo mismo, por aqui vive entendla: 1) ellugar en donde estaba nonnaimen­te una cosa: "agui vive la Eruta", decia al pasar por un mercado y 2) un lugar transitoriamenteasociado con algo o con alguien: su hennana "vivia" eo su dase de gimnasia. Asi que la hipO­tesis de que la expresion infantil de una especie de "palabra" corrcsponde a una forma rela­donai compleja, determinada por la totalidad del acto verbal, parece miis probable gue la dela existencia inicial de palabras aisladas.

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172 TEORiA DEL DICCrONARIQ I\IQNOUNGUE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA OEFlNICION LEXICOGRAFICA 173

realidad de la propia lengua; por ultimo, e1 anilisis de la fonna del conteni­do contribuye a identificar una sustancia del contenido eo relaci6n con elcampo referencial que crea la experiencia pra.ctica del mundo del niiio (loque es un proceso dialéctico: forma y sustancia del eontenido contribuyenmutuamente a identificarse eonsigo mismas);7 3) se forma un verdaderoléxico mediante sucesivos procesos de generalizaci6n y especializaci6n delsignificado de las palabras; 4) se aprende el mecanismo de abstracci6n dela diversidad de las palabras eo sus formas can6nicas vocablos (un procesoeo el que la educaci6n tiene el pape! definitivo), y 5) continua el procesoilimitado de aprendizaje de vocablos a partir de la experiencia social glo­baI del niiio.8

Con la precauci6n debida, por lo tanto, se puede postular que los pasosarriba descritos deben fundamentar empiricamente la existenda semanti­ca del vocablo a partir de la pragmitica del acto verbaI.

1.4. La estabilidad del vocablo

El mecanismo de abstracci6n que permite pasar de la memoria de accionesverbales concretas a esquemas de acto especificos, definidos dial6gicamen-

7 Cf. Frenk (1967:159): la expresion pan "parece aplicarse en un principio al pan. tIes ymedio despues de su aparicion constatamos que [pa] designa adcmtls 'sal'. 'queso', 'ate'. 'pla­tano'. En ese momento el modelo -Ias palabras adultas Jal, queso, etc., cl sentido !imitado depan- parecen [sic] no existir para el nino. Un mes después se abren nuevamente sus oidos,yencontramos [pa] !imitado a 'pan· ... ".

E En este sentido considérese dos importantes suposiciones de Seilcr}' Wannenmacher0983:321): "Es importante notar que el proceso continuo por el cual se construyen 105 con·ceplos se pucde rastrear hasta los esquemas sen50motores: 105 conceptos se desarrollanmcdiante las actividades reeonstructivas del sujeto. (... ] Nos gU5taria considerar dos suposi­ciones acerca del proce5o de desarroilo. SegUn la primera, J05 sujetos humanos representaninicialmeme 105 objetos y Jas condidones del entorno mediante sus acdones, y posteriormen­te los interiorizan y)os reconstruyen, creando asi las primeras e~lIUcturas eognoscitivas y lasii.ltimas del pensamiento operadonaL La segunda suposidon se refierc a la aeulturaci6n sodaide 105 conceptos. Sostiene que el sujeto ajusta 5US eslIUclliras y operaciones lenl<unente a lascompartida.s socialmente, por medio de la asimilaci6n y el acomodamiento al flujo de interac­ciones conunuas. Ésta es una condici6n esencial de su comunieabilidad". (II ii imporlant to no/ethat the continuous process by whieh coneepts are eonstruded can be traced baci, to sensorimotor schemes:concepts are dcvdopcd through the reconstructing activities oJ t/lI! subjed. [...) 'Wc wouId Uhe to considertwo asSltmptions regarding t!w dcveiopmentaiprocesso Accordingto thefirst, 111lman subjects initiaIly repre­smt tllt: objects and conditions oJ the environment through their a.ctions, and thereafter interiorize andreconstruct them, thus creating the early cognitive siructures and t/lI! Iater Jtrnctures oJ0pf!Tationai thought.TllI! Jecond msumptioTIS concems tlie sociai acrulturation oJcorw:pls. It maintains that the subjeet adjuslshis structureJ and operatio11J siowly to sociaIZv shared mleJ by means oJassimi/ation and accomodation in

a flow oJcontinuous in/erodiom. This is an essendal condition Jar their eommunicability.)

te por la practica de la significaciém entre el niiio y los mayores que lo ro­dean, y de alli a la disociaci6n de sus contenidos proposicionales, continuaactuando al contrastar las expresiones verbales que los manifiestan con elcampo. refe~encial q~~ se establece en el dialogo: si el niiio llama "pan" acualqmer alunento solIdo, un mes después, durante el cual su madre, al dar­le ~ueso le ,habla siempre del queso. y al darle phitano le habla siempre delplatano, yasI lo hace con el resto de 105 alimentos que le proporciona, el niiiologra distinguir verbalmente el pan del queso, del platano, y de los demisallmentos. Las palabras pan, 'Iueso, platano, etc., vienen a nombrar ciertos ali­mentos en el campo espedfico de referencia en que se sitùa la interacci6nentte el niIÌo y su madre. Es claro que ese campo referencial da lugar antetodo a un modo designativo de significaci6n: el niiio aprende a nombrarsus alimentos. El primer significado que construye para una palabra es, enconsecuencia, un significado designativo de una reaIidad experimentada.Pero sup6ngase -como fue el caso real experimentado por este autor­que el niiio, un poco mayor, pregunta a su padre por qué una nube tiene,en un momento de la tarde, una orla dorada, y éste le responde que se debea .Ios rayos del sol que la iluminan desde atris. El niiio busca palabras yadIsaciadas en su experiencia y concluye que, entonces, se trata de "una nubeacalorada". Ha vuelta a significar un fenomeno de su experiencia de ma­nera designativa; lo ha vuelto a nombrar; pero el padre sonne con la meta­fora. Parece ser, en consecuencia, la experiencia verbal del adulto educadola que distingue un nuevo modo de significaci6n: la significaci6n metaf6­rica o "figurada". Quiza la fugaz sonrisa del padre, gue deje una huella casiimperceptible en la memoria de acciones verbales del nino, mis la falta denuevas repeticiones de la expresion "nube acalorada", lIeven al niiio alabandona de esa metafora como designaci6n y, en consecuencia, a su olvi­do. El nino se aproxima a la Iengua del adulto y s610 conserva, en primerainstancia, significados designativos de Ias palabras socialmente establecidos,con los cuales puede comunicarse pIenamente con los demas. Su capaci­dad metaf6rica queda intacta, pues al fin y al cabo no es atta cosa gue lac.apacidad para formular sus experiencias mediante su conocimiento prac­tIco de la lengua, pero se vera cada vez mas delimitada por su integraci6nal habla adulta: es elléxico como memoria de acciones verbales socializadaslo que le pennite participar del consenso significativo de su comunidad; esel origen pragmatico de la significacion del vocablo lo que le permite inde­pendizarse relativamente de ese consenso en otro momento y modificar lossignificados de sus vocablos cada vez que necesite nombrar una experien­eia inédita. De ahi lo atinado de la obsenraci6n de Seilery vVannenmacher,de gue ese origen particular de la palabra en cada hablante no pierde nun­ca su caracter individuaI, Iigado a acciones-concretas, por lo gue la paIabra

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174 TEoRiA DEL DICCIONARIO MONOUNGUE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTa: L\. DEFINICION LEXICOGRAFICA 175

conserva siempre un cariz propio del individuo, gue hay que tornar en cuen­ta en la teoria de la semantica.9

De manera que la estabilidad, la relativa fijeza de la sustancia del con­tenicio del vocablo, hay que atribuirla a su proveniencia social: es la dialéc­tica entrc las necesidades de significaci6n del seT humano individuaI y SUS

necesidades de comunicaci6n con 105 miembros de su comunidad la quef~a el significado del vocablo, con una estabilidad que, p~r naturaleza, nose rigidiza sino al contrario, esta siempre dispuesta a modificarse de acuer­do con las necesidades de significaciòn de cada hablante.1O

De esta manera; aunque 105 estudios de adquisici6n de la lengua ma­terna no permitan todavia llegar a una teoria unitaria del mo~o en qu~ seconstruyen las palabras y 105 vocablos, se puede pos~lar,con .V1S~S suficlen­tes de verificaci6n, que la estabilidad o la relativa fiJeza del slgmficado delvocablo en aislamiento es producto de la facultad humana de absttacci6n,de la memoria de acciones verbales y su identificaci6n en esquemas deacta, de la preeminencia del modo designativo de la significaci6n en I~ ~a­yor parte de 105 campos referenciales que se arganizan en el ~abla ?lana:y de la delimitaci6n del sentido que ejerce el conse~:o soc1aI. Sol~ .~lpuede explicarse que, como lo demuestran la observaclOn de la defimclOnespontanea de 105 hablantes, 105 pocos estudios asequi~les.al respecto y laexistencia de 105 diccionarios, 105 vocablos tengan un slgnificado -al me­nos- relativamente estable e independiente delsigniflcado especifico queadquieran en cada discurso reaI.

2. EL SIGNIFICADO "PRINCIPAL"

Se ha venido hablando de "campo referencial" y de "modo designativo designificaci6n". Ambas expresiones significan lo que se entiende por ellas,

n "Aungue 105 conceptos se aculturan y se vuelven, comunicables mediante ~a~rtb.ras, ~?debemas perder de visLì el hecho de gue san constnleClOneS Eundamenta,lmente ld1D~m:rau­cas, y se eonservan a~i aun euando ~u eontenida y su estnlctura se aproXlman a, 105 slgmfi~a.das socialmente aceptados" (AltIlOllgh canceptr became acm!turaied and ca~llT:mnlcab~e !J)' bel1lgmapjJed inlo words, Wl! must noi (ose sighi oJ Ihe facl Ihat they aTeJundamentally ld~asyncmtlc canslmc­tions, and remain sa rom w/um Iheconlent and strur.ture aJ concepts approach saClally accepied mean·

ings. Seiler/Wannenmacher, }983:322).. . .. , ' 'lO Por eso resulta artificial y contrana a la reahdad la VISIOO IOglClsta de la lengua natura!,

que esperaria que el significado, del vocablo refiriera sie',ll~:e a uno y el mism,o .objeto, parapoder establecer las condiciones de verdad de una proposlC1on. No en bald: l,a IOglca ~oden:ase guiere un len!,ruaje cerrado ybi~n fundamentado. El eITor de al?"unos logJ.ctst.."lS consIste, masbien, en quererle imputar a la lengua natural una manera contrana a su ser, a en querer que ellenguaje 16gico dirija la investigaci6n de 105 fen6menos sem<imicos de la lengua natura!.

sin acudir a precisiones te6ricas que, hasta el momento, no tienen. Pero hallegado el momento en que se vtlelve necesario detenerse en ellas, pues de­terminan la concepci6n generaI del significado del vocabla y, en canse­cuencia, la de la definici6n lexicogritìca.

Cuanda uno habla para comunicar algo a atta persona, es decir, conintervenci6n de la poiesis destacada por Biihler (cf. capitulo n, § 2.1.1), lohace siempre en sitllaci6n: torna en cuenta de qué persona se trata, lo guesabe o supone de ella, el ambito en donde se dara su comunicaci6n, las exi­gencias del tema, el objetivo que persigue, etc. Esa situaci6n acata un campode significaci6n, es decir, un campo en donde lo que uno diga habra detener sentido, y ofrece una primera determinaci6n del objeto, del aconteci­miento, de las relaciones complejas que se establecen entre unos y otros. Esoquiere decir la expresi6n "campo referencial", pues el objetivo es siemprealga a lo gue se refiere, y ese algo adguiere una singularidad detenninadapor la situaci6n en gue se crea el campo. De esta forma, la referencia a alga'que habra de significarse mediante la lengua no es una relaci6n fua y esta­blecida de una vez para siempre, ni mucho menos proveniente de los obje­tos mismos, sino una relaci6n pragmatica, detenninacla por la situaci6nespecifica qu~ crea cl campo.

La significaci6n, es decir, el acto de dar sentido a una referencia me­diante la lengua narnral, varia también segiin el objetivo gue se persiga. Esclara que, por ejemplo, en un trabajo como éste, la significaci6n busca trans­mitir una concepci6n precisa de lo que es el diccionario monolingile comoobjeto lingiiIstico y, en consecuencia, el modo en que se manifiesta se rigepor un conjunto de requisitos provenientes de criterios cientificos, entte105 cuales cl empirismo, la argumentaci6n mediante datos y pruebas, y ladiscusi6n racional dan lugar a un modo cientifico de significaci6n, diferen­te de otros a disposici6n del mismo individuo, pero en campos referencialesdiferentes.

Se puede proponer que cada individuo de una sociedad determinarlatiene a su disposici6n varios modos de significaci6n, definidos por la perti­nencia gue tengan para cada acci6n comunicativa o estratégica en las queparticipe.

Pero, al camenzar a apropiarse de su lengua materna, el individuo notiene esa pluralidad de modos a su disposici6n. Ymas bien, el objetivo centralde Ias acciones verbales en las que participa, o las que crean sus padres, esante todo designativo: la lengua comienza a servir para nombrar algo. Comosi se puede ver en todos 105 estudios de adquisici6n de la lengua materna,105 padres tienden siempre a interpretar las emisiones verbales de sus niiioscomo designaciones de alga: pan para su alimento o para designar su nece-

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176 TEORiA. DE.L DIcCtONARIQ MONOLINGÙE EL CONTENlDO PROPOSICIONAL DELACTO: LA DEF1NlCION LE..\lCOGRAF:rCA 177

sidad de él; mama para su madre; pajla para su padre. l1 De ahf que cl modode significaci6n privilegiado por la pra.etica social sca el designativo.

S610 mas tarde, como resultarlo del largo proceso de socializacion del in­dividuo, que lo educa y lo hace participar de la cultura de la comunidad, lagarna de modos de signilicacion disponibles se amplia: se rcconace, por ejem­pIo, el modo poético; se rrabaja el modo 16gico, orientado al conocimien­to verificable; se despliegan otros mocioE sociales, como 105 "populares", queorientaTI la significaci6n de acuerdo con concepciones yvalores tradicionales,eompartidos por toda la sociedad eu eUanto "pueblo" y enfrentados con 105

cultivados, que van al dia con la evoluci6n de la cultura de la lengua y conlas modas que imponen, a 105 demas, 105 grupos sociales roas educados.

Pero no cabe duda de que, por su origen y su relaci6n con la necesi­dad primaria de nombrar e identificar cosas y acciones, el modo designati­vo de la signifieaci6n oeupa el primer lugar en la actividad verbal de 105scres humanos. De donde el signifieado mas estable de un vocablo, el quesc fija mas tempranamente en la memoria léxica, es el designativo. Se lopuede llarnar, por eso, signifieado prineipal, desiaeando cl sentido del tér­mino que utiliza la tradici6n lexieogrifiea de Occidente.

Ray que considerarlo 5610 "significado principal" porque no solamen­te otIos modos de signifieaci6n llegan a estabilizar otros signifieados para elmismo vocablo, sino porque, como se dijo antes, el mismo individuo o la co­munidad pueden variar 10s significados de los vocablos seglin lo requieranlos campos referenciales establecidas por sus accianes verbales. A la polisemiaque se eomprueba en la lengua --en el sentido saussureano- y se registraen el diccionario, se agrega la polisemia creacla por el habla. El signifieadoprinci.pal, en consecuencia, es un fenomeno de la lengua, radicalmenteproveniente del consenso soci.al. Si la tradici.òn lexicogrifica lo ha llama­do también "signifieado reeto", lo que destaca es cl efecto designativo delmodo de significaci6n que predomina en la adquisiciòn de la lengua.12

11 La interpretaci6n psicoanalitica del signa mama en el inido de la adquisid6n de la len­gua sostiene que la dcsignaci6n no es de-la madre como persona, sino de toda la relaci6n afec­tiva con ella. que incluye muchos objetos:y muchas acciones·mas. Lo mismo sucede con palui,un signo que comienza a intervenir cuando cl niiio se da cuenla de que, mis alla de su rela·ci6n materna, hay un mundo exterior a ella, dci eual el padre es su primer r.epresentante.pero junto con él cualquier persona ajena a la relaci6n matema. ~éase ejemplos. ~e~ ,signifi­cado de JnGma y paj)(l para niiios mexicanos peguenos en "Una medlda de la adgmslcIOn nor~

mal del léxico cn 10s niiios", de Elizabeth Heyns, Simposio de la Asociaci611 Mexicana dcLingUistica Aplicada sobre adquiski6n dellenguaje, 1983 (inédito).

12 Eu cambio, su designadoll rradicioHal también como "literal" supone una teoria delsigna en que el modo designativo se considera como "verdadero" en relaci6n con 10s objetoso las acciones a los que refiere, \0 gue a la vez manifiesta la dicotomia aristotélica enrre gra­matica y retorica: tado significado no litemb-esulta "figurado". Cf. supra, capftulo IV, § 2.6.2.

D~ donde, a diferenci.a de la idea que tradici.onalmente se repite desdehace slglos, de que el significado principal es el unico significado "verdade­ro" -en sentido ontol6gico- del vocablo y todos 105 demas -"secunda­rios"-, que forman la polisemia de la mayor parte de los vocablos, Son"figurados" o "connotativos", el acercamiento pragrnitico a la definici6nesp~ntiineade 105 vocablos revela que aquél es "principal" porque el mododeslgnativo de significaci6n se establece filogenéticamente antes que 105otros modos,. pero que tal establecimiento en el aprendizaje de la lenguamaterna?o ~ene nada que ver con la "verdad" ontol6gica de 105 objetos a105 que SIgnifica, de donde el fen6meno global de la significaciòn ha deverse mejor como efecto de diversos modos de significaci6n, determinadospor 105 campos referenciales que cree la situaci6n praetica en la que sehabla la lengua en cada momento detenninado.

Se puede concluir, entonees, gue cl significado que se construye social­mente, sobre la base del modo designativo de significaci6n, es el "signifi­cado principal" del vocablo, y es este significado el que se manifiesta en ladefinici6n espontinea de 105 hablantes.

Prueba de ella es que, euando uno pide a una persona una explieaciònsobre alguna palabra eo aislamiento, sin considerar un contexto especificoe~ q~e haya apareddo, lo que obtiene es precisamente ese "significado prin­eIpal del vaeablo, como lo demuestra la lista de "definiciones folk" de Ca­sagrande y Rale (1967). (I?esgraciadamente esa lista presenta definici.onesentresaeadas por 105 investigadores del discurso definitorio de su informan­te, por lo que no es posible saber si éste inc1uia casos de polisemia y c6moordenaba las acepciones a que deberfan dar lugar.)

2.1. El earacter semantico delsignifieado principal

Se ha venido insistiendo en el caricter dial6gico de la determinaci6n delsigni'ficado que elabora el nino cuando aprende su lengua materna Fren­te a un objeto del mundo circundante o en la neeesidadde dar a entenderuna obse.rvaci6n sobre alguna acei6n experimentada, el nino --el ser huma­no- dispone de sus 6rganos de la percepci6n y de 105 medios inherentesa la especie para conocer lo que le interese. Descle sus primeros dias de "idaextrauterina no 5610 aprende a reconocer el calar, ei olar o la piel de sumadre, sino también configuradones y sonidos que le resultan diacriticosen cl proeesamiento y la apropiaci6n de la infonnaci6n que necesita. Cuan­do se tIata de cosas, como seres vivos, piedras y artefaetos, de dimensionesy orientaciones, de fenòmenos atmosférieos, etc., 10s objetos mismos o 105

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13 Lo gue Rosch (1977:6) llama salienc)'.14 Se sabe de ca.~os en que et nino usa pa o papa, en espanoi, para nombrar un perro, con

la consiguiente ofensa del padre. San prueba de gue esta "cxtensi6n" o "sobregeneralizaciòn"---como la llaman los especialistas cn adguisici6n de la lellgua matema- es miis bien una sig­nificaci6n en un campo referenciai muy reducido, en donde al principio basta con distinguira la madre de todos 105 demas seres vivientes que lo rodean.

fenomenos experimentados tienen para él un relieve13 que guia su per­cepci6n: la calidad acustica de 105 sonidos de la lengua, como se ha venidodemostrando desde el trabajo pionero de Roman Jakobson, Kindersprache,Aphasie uad allgemeine Lautgesetu (1941); el tintineo de una botella o el M­do difuso ygrave delladrido de un perro se unen a la experiencia de la vozhumana y del sorrido mismo; la suavidad o la aspereza de un materiaI, lodulce o lo amargo de un alimento, el esquema del cuerpo, la disposici6n de105 ojos eu relaci6n con la baca y la nariz en la cara de 105 seres vivos -em­pezando por su madre-, son todos rasgos sobresalientes para la percep­cion del ser humano. Eu todos esos casos, el individuo percibe caractensticasrelevantes de 105 objetos o 105 fenomenos que le interesan y esa percep­cion, individuai, gura la manera en que define el significado de 105 vocabloscon que, mas tarde, aprendeci a nombrarlos. Lo mismo puede decirse cuan­do se trata de acciones, cuyo relieve es menos evidente, pero acerca de lascuales hay que suponer que su percepci6n se elabora de manera semejan­te. A eso apuntan las sugerendas del bi61ogo-matematico francés RenéThom (1975:309-313) y del lingiiista Wolfgang Wildgen (1989:62-74) ensus trabajos basados en la "teoria de las catastrofes", asi como el estudio deR. Brown en su libro A FiTst Language: The EaTly Stages (1973) ,obre la for­macion del significado del pretérito en verbos como fall 'caer', drop 'tirar'o. breah 'romper', que caracteristicamente aprende un niiio en sus primerosaiios de vida, y que tienen como relieve en comun el cambio de estadoabrupto de alguna cosa (apudTaylor, 1989:243).

Pero a la vez, la delimitaci6n de esos objetos y esas acciones, su reco­nocimiento y diferenciacion frente a otros, y su pertinencia para la comu­nidad estan orientados por el habla de los mayores que dialogan con elniiio, de quienes recibe el sentido sodal de sus acciones y el significadorelativamente definitivo que tienen sus palabras.

Eu efecto, para el niiio que aprende la palabra perro (o la forma que lestransmite, en su primer ano de vida, el habla materna: guagua en espanol,wauwau en aleman) en el campo referencial que establece su encuentroreiterado con 10s perros -distinguidos, en una sociedad urbana contem­poranea y occidental, como primeros seres vivientes ajenos a su familia mascercana y a los hurnanos que lo rodean-,14 cualquier ser viviente y anima­do sera un perro, mientras 105 miembros de su comunidad no lo induzcan

EL CONTENInO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA DEFINICIDN LEXICOGRÀFICA 179

La dimension perceptual-eognoscitiva del significado del vocablo ha sido,desde hace poco mas de una década, el tema de las investigaciones sobrela existencia del prototipo; aunque no se la ha concebido como investiga­cion semantica en sentido estricto, sino ante todo como psicologica. El pro­totipo se puede entender de clos maneras: ya sea como un objeto singularde la realidad, que el individuo aprehende primero y después lo configuracomo nucleo de una categorizaci6n que organiza cl reconocimiento de to-

2.1.1. El prototipo

a distinguir, por ejempIo, a 10s gatos o a los insectos. Probablemente unode 105 elementos que mas destacan 105 miembros adultos de la comunidadpara proteger a 105 niiios de ciertos animales es "que comen" o "muerden".Asf, para Ios papagos, la serpiente de cascabel (ko?owi) es un animado peli­groso, que muerde a la gente;15 el alacriin o escorpi6n (niksal) es tambiénun animacio con cuernos y cola larga, que tiene un aguij6n en su extremoy muerde o pica a la gente.16 El relieve perceptible, en estos casos -la figu­ra serpenteante de la VlDora, el gancho amenazador del alacran-, deja sulugar a la pertinencia que les asigna la sociedad en la protecci6n y la con­scrvacion de la vida. De esa forma se crean 105 significados mediante 105cuales la comunidad lingUistica se entiende. La cultura es, a fin de cuentas,la que acaba de conferirles su sentido estable.

El significado principal de un vocablo tiene, en consecuencia, dos di­mensiones igualmente importantes: la que crean las facultades de conoci­miento del ser humano y la que proviene de su aprendizaje en accionescomunicativas concretas, definidas por su comunidad lingiiistica. Han sido,por un lado, la psicologa Eleanor Rosch y una pequeiia lista de lingiiistasiniciada por Wìlliam Labov, y, por cl otro, el filosofo Hilary Putnam, quie­nes contemporaneamente orientan la investigaci6n de estos fen6menos delconocimiento y de la significacion, con la propuesta de que el conocimien­to humano elabora prototipos17 o estereotiposlB de 10s objetos de la reali­dad, tanto en relaci6n con sus facultades cognoscitivas como con la acci6nde la comunidad lingUistica.

\5 "That also goes around which is dangerous; which bites people" (Casagrande/Hale,1967:170).

w Ibidem. Casagrande y Hale no parecen notar gue "goes around" (hig ?an ?ip ?oimid?)es una ex:presi6n muy cercana a "animado (ingl. animafed) "", dotado de movimiento.

li Vease Mervis/Rosch, 1981 yTaylor, 1989, gue ofrece un panordIIla generaI de estas in­vestigaciones y sus diferencias con los pbnteamientos estructura1istas (incluido Chomsky).

lB Cf. Putnam, 1975 y Lara, 1990 y 1992a.

TEORIA DEL OICCrDNARIO MONOUNGÙE178

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180 TEORiA DEL DICCrONARIO MONOLINGÙE EL CONTENrnO PROPOSICIONAL DELACTO: LA. DEFINlCION LEXICOGRAFICA 181

dos 105 objetos singulares semejantes, O ya sea como "una representaci6nesquematica del nucleo conceptual de una categoria" (Taylar, 1989:59), d~origen no explicado, gue se manifiesta en cada caso particular de reconOCl­miento de 105 objetos. Es decir, el prototipo de una taza (ingl. eup) para 105

anglohablantes es una taza de café y ninguna atta, por lo que es la taza decafé el nucleo mismo de la categoria, ilirecieclor del cuaI habran de situarseel resto de 105 objetos taza (eup); 0, por ei contrario, como seii.ala Taylor, lataza de café es solamente e1 mejor ejemplo de la configuraci6n abstracta dela categoria taza. 19 Si el prototipo es un objeto singular, como dice Rey-De­bove,20 la dificultad de su teorizaci6n consiste en gue no se puede explicarcl paso de la singularidad a la generalidad, especilicamente a lo genérico,que es la manera en que se manifiesta el significado de un vocablo. Por elcontrario, si el prototipo es un esquema cognoscitivo, su generalidad es parteinherente del esquema y la singularidad de 105 ejemplos que se ofrezcan deél deja de ser un problema centraI de su teorizaci6n.

La principal dificultad para detenninar qué clase de esquema o confi­guracion es el prototiporeside en su caracter mental o, si se la plantea radi­calmente, neurofisiologico. Y como la investigacion realizada hasta ahorano puede penetrar hasta ese niveI-no se sabe como existen 105 esquemascognoscitivos en la mente y, por el contrario, se sigue dependiendo de me­tiforas visuales y de expresiones como "concepto", "configuraci6n", "irna­gen mental", etc.-, no queda otro camino que defender su valor empi~icosolamente a base de 105 argumentos que, desde hace mas de sesenta anos,ha venido ofreciendo la psicologia de la gestalt, mediante 105 cuales afirmala existencia de configuraciones abstractas de diversas aprehensiones del

19 ~EI prototipo se puede entender como una representaci6n esguematic~ del nù~leo

conceptual de una categoria. Desde este punto de vìsm, diriamos, no gue una enudad parucu­lar sea el prototipo, sino gue lo ejemplifica. De las dos posibilidades, creo gue hay buenas razc:nes para adopmr el punto de vista mas abstracto." (The prolol)'pe cali be undl'rsluud IlS Il selle.Ulatlenpresl!lIl11tiOll DJ Ihe collceplual core oJa categoJ)'. DI! Ihis approach, wc wOllld sa)', noi that a paTtlCl~laT

mtity is tllI: prolol),/Je, bui thal il instantiates aw jJrotuI)pe. DJ t/w two possibililies, 11JeTt' aTe, J tllt.J~k,

f:,TOod rcasO/ll Jor adopting tlze more abslmct approaeh.) (Taylor, 1989:59.) Ìl'lervis y Rosch tamblense inclinan por considerarlo una abstracci6n (1981:102~104),

20 Eu Rey Debove (1989:146-49) y cn (1991:sin pagina): "La teoria de 105 prototipos pro~

pone entonces. para las categorias, un modelo centrai gue es un objeto singular (un /Hijaro) ycuvos otros objetos estan mas o menos alejados de él, considerados periféricos. Como cl pro­totipo es sillgular, la teoria es entonces una teoria de la ejemplificaci6n y la categoria se asi·mila eo consecuencìa a un conjl111to difuso que pierde mucha cle su importanda" (La tMoriedes prototypes propose dane, /)our les catiguries, un 1Ilodèle cmlral quì est un objet .nng1/[jer (tm ui~el1u)

et dont li!s autTi'.J objl'!.r soni plus ou mains iloignés, et dits piJip1Jén·qlles. Puisque le prototyjJe est Szngll~

liLT, la l!tiorie est dane une theorie de l'exemplificatian, et la caligorie est alors assìmilie à tm ensembfefloll qui j)erd beaucoup de san importflJJee). Esa posibilidad la reconoce también Taylor (1989:59).Véase también Stechow/Schepping (1988:12).

mundo sensible, sobre las gue descansa en buena parte el conocimientohumano. Asi gue mas que una "teoria", la del prototipo es una buena hip6­tesis que.tendr.i gue seguirse comproballdo mecliante mejores experimentosy una mejor comprension de 105 procesos mentales del ser humano. Ellono obsta para creer, con Ivlenis, Rosch y Taylor, que san mejores las razo­nes que se pueden aducir para considerarlo un esquema cognoscitivo abs­tracto, gue las que se tendna que elaborar para solucionar los problemasgue le plantea la singularidad de sus ejemplos, como 105 seiiala Rey-Debove.

Un papel determinante en las investigaciones del prototipo lo tienenprecisamente 105 signos (visuales y lingiiisticos) con gue se reconocen y senombran sus ejemplos. Pues como la investigacion del prototipo es indi­recta, se basa forzosamente en la aplicaci6n de cuestionarios y pruebas en 105que, a la vez, se ofrecen dibujos y o tra clase de configuraciones visuales paraprovocar respuestas de sus informantes (el caso de la taza de Labov), y se re~

CUITe a la lengua misma para explicar el objetivo de la prueba y cl prototi­po que se busca (por ejemplo, la investigacion de Rosch sobre el prototipode 105 "muebles" o el "mobiliario", en que se pedfa a doscientos estudiantesuniversitarios que escogieran entre 105 nombres de sesenta objetos domésti­CDS cuaI. de ellos representaba mejor la categoria "fumiture"). En cualql1ierade 105 dos casos, 105 dibl1jos esguematicos que se muestren o la lengua conque se pregunta y ell la que se obtiene respuesta se vuelven representantesdel prototipo.

Como tal representaci6n es inevitable, pl1es se reguiere un vehlculo quesin'a como seiiaI de la existencia del prototipo, varios estudiosos confundenla configuraci6n abstracta postulada con su designacion o su representaci6ngr:ifi.ca. De ahi que, en el experirnento de Labov, el dibujo esquematico dela taza de café incluyera el platito en que se deposita y se interpretara comoparte del prototipo. Asi como también que robin (moineau para los franceses,segiin Rey Debove, (.goni6n para 105 mexicanos?) sea el nombre que prime­ro acuda a la mente de 105 angloamericanos al pensar en pajaros o, incluso,se distinga como mejor ejemplo de pajaros en un cuestionario visual, endonde aparezcan también, por ejemplo, avestruces y pingiiinos. Entonces,la dificultad que plantea la singularidad de 105 ejemplos del prototipo no esatra cosa que el eEecto de la manera en que se 105 investiga. Si el prototipoes un esguema abstracto, tiene una existencia independiente de la vista o dela lengua en que se nombra (aunque haya sido adquirido por la vista o con laayuda de la lengua), y tiene 1m caracter genérico gue le permite al indivi­duo identificar a todos 105 pajaros, a todos 105 recipientes, a todos los mue­bles, en independencia del pajara, el recipiente o el mueble a partir de 105cuales el individuo haya adquirido Ios elementos para formar su propioesquema. Que esos objetos singulares tengan cierto privilegio en la memoria,

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se puede entender de la misma manera en que la adquisici6n de las palabrasen situaciones concretas de habla dejan su huella particular en la memoriasemantica de cada individuo. Por lo que no se tratarla forzosamente, con lahip6tesis del prototipo, de privilegiar o de imponer 105 objetos singularessobre las categorias genéricas. Las objetos singulares serian 5610 105 signosde 105 lenguajes de descripci6n que utilizan 105 experimentadores para cole­gir la existencia de Esa clase de fen6menos cognoscitivos. El prototipo p~ede

ser, por elIo, un fenomeno cognoscitivo de naturaleza mental (neurofisio­logica) que, para todo efecto practico, se debe considerar como un esquemaa,bstracto, diferente de la representaci6n que se le dé eo un cuestionario odel nombre que reciba en cada lengua particular; la singularidad de sus re­presentaciones esquematicas en un cuestionario o de 105 signos con que res­ponde un infonnante es una cuesti6n de lenguaje.

182 TEORiA DEL DICCIONARlO ~mNOUNGÙE EL CONTENIDO PROPOSICIONALDELACfO: U. DEFIN1CION LEXICOGRAFICA 183

Ies; 5610 que sus designaciones no son correspondientes con las de las len­guas occidentales rnencionadas.:n La explicaci6n que parece mas adecuadaa estas diferencias es gue ha sirlo la comunidad lingUistica la gue, con suspalabras, tennina por definir 105 prototipos de 105 colores. Se puede enton­ces imaginar gue, ante el relieve del "verde", la comuniclad eduque a sushablantes ya sea haciéndolo focal y sometiendo la pereepcian del "azul" aese foco, o ya sea separando longitudes de onda en clos focos "verde" y"azul".

Eso implica que, como reconocen 105 investigadores del prototipo, hayauna intervencion de la comunidad lingUistica en la designaci6n de 105 pro­totipos y, consecuentemente, en su conformaci6n final. El prototipo se in­vo1ucra con el significado, gue es precisamente la sustancia del contenidodel signa.

2.1.2. Prototipo Y sìgnificado

La hip6tesis de la existencia del prototipo se refiere a la capacidad de cono­cimiento del ser hurnano como especie y, ademas, supone que el prototi­po es un fenomeno autonomo de 105 fen6menos lingiiisticos que, como seacaba de explicar, lo significano Los experimentos que se realizan sin inter­venci6n de la lengua, como el reconocirniento de colores prototipicos o deesquemas geornétricos indican, en efecto, que el prototipo existe mas allide la lengua. SegUn Rosch, son las facultades cognoscitivas inherentes a laespecie,junto con el 'relievede 105 objetos mismos de conocimiento, 10s gueproducen 105 prototipos.

Pero tocana de nuevo a 105 estudios de la manera en que los seres hu­manos aprenden su lengua materna investigar, en uni6n con la psicologiadel eonocimiento, c6mo es el proceso de fonnaci6n de 105 prototipos. Enlas situaciones pra.cticas que post1.Ùa el pensamiento pragmatico, en el quese basa este trabajo, hay que suponer gue la 1engua materna internene de­finiendo -es decir, comprendiendo y distinguiendo-los prototipos que, ademasde que resaltan 105 objetos al individuo por sus caractensticas propias, ad­quieren pertinencia para su eomunidad lingiiistica. ~onsidérese el caso dela aprehensi6n y la designaci6n de 105 colores: en muchas lenguas delrnundo no hay palabras distintas para designar 105 gue en espanol, francés,inglés, aleman, etc., se l1aman azul y verde, bleu y veri, blue y green, o blau ygriin. En comunidades lingiiisticas que no nombran esas distinciones, pare­ce haber un color prototipico ''verde'', del cuaI su tono uazul" solo se puecledistinguir mediante perifrasis. Es un hecho que esas comunidades distin­guen perceptualmente el azul del cielo, del verde de las copas de los iirbo-

2.1.3. El estereotipo

La hipotesis del prototipo explica la dimensi6n cognoscitiva del significadoen cada ser humano, en cuanto especie. Ya pesar de que sus investigado­res afinnan gue el prototipo también "contiene una riqueza de detalles aveces ligados a la eultura",:!2 esa otra climension, la gue proviene de la socie­dad y termina por estabilizar el significado del vocablo, no ha sido suficien­temente explorada por ellos. Ése es el punto de partida, eo cambio, de l~nocian de estereotipo:!3 de Hilary Putnam (1975).

A diferencia de la hip6tesis del prototipo, la ooci6n de estereotipo noproviene de la experimentaci6n, sino de la reflexi6n filos6fica. La pregun­ta que se plantea Hilary Putnam, para decirlo de manera sencilla es ~qué esel significado de las palabras para una persona, que le perrnite entendersecon los demas aunque no tenga conocimientos precisos yverificables de losobjetos gue designa mediante ellas? Su pregunta se orienta a la discusi6nlogica acerca de la intensi6n y la extensi6n de 105 signos verbales y trata de

~1 Incluso hay diferencias dialectales en las lenguas occidentale5, que reveian definicio­ncs ligeramente diferentcs dc ciertos prototipos dc 105 colores: lo que el espanol mexicanoIIama color café--eomo el de muchos zapatos, cl de 10s troncos de los arboles--. cl pcninsu­lar lo Ilama mamJn. Para cl espanol mcxicano el marron es un tono particular del cafl, que seacerca al dominio del mja. La diferencia 5610 se puede cxpIicar como el corrimiento del colorfoeal hacia un lado U OtTO del espeetro.

~~ Prototypes cantain a richncss afsametimcs eulturally baund deiail. .. (Taylor, 1989:42).23 Aunque Putnam la plante6 como resuitado de una discusi6n de 105 conceptos de inten­

si6n y extensi6n de la 16gica moderna, especialmente a partir de Carnap (1956). Vease mas ade­lante, §§ 3.1.3.1 Yss.

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184 TEORiA. DEL DlCCIONARlD MQNOUNGÙE EL CONTENIDO PROPQSICIONAL DELACTo: L\ DEFINICION LEXICOGRAFrCA 185

defender la idea de que cl significado, tal como se usa y como aparece defi­nido cn 105 diccionarios, tiene un valor detenninante para la teoria de lasemantica. SCglill Putnam, lo que compone cl significado de una palabraes cl conjunto de caracteristicas de 105 objetos que designa, que resultan "ti­picas" para 105 miembros de una comunidad lingiifstica. Asl, e1 oro es "tipica­mente" amaril1o, cl agua es "tipicamente" transparente, inodora y sirve parabeber, etc. Estas caracteristicas no solamente provienen de la pereepci6nfenomenologica de 105 seres humanos, sino de su experiencia con 105 obje­tos, una experiencia que forma parte del conocimiento soda! de esos objetos.

Esta caracterizaci6n del significado como estereotipo es tan cereana a latradici6n de la semantica lingUistica desde 105 primeros aiios de la enseiian­za del estructuralisrno, que explica la resonaneia que tuvo entre 105 lingl1is­tas. No hay que olvidar que lingtiistas camo Walther von Wartburg, KurtBaldinger, Eugenio Coseriu y muchos m:is junto con ellos se veian precisa­dos a distinguir lo que llarnaban "conocimiento predentifico" de 105 obje­tos como aspeeto centra! del significado, para reconocerlo en su realidadcomunicativa y distingIDr sus caractensticas de las que posteriormenteimputa el conocimiento endclopédico (= denntico) a 105 signos lingilisti­COS.2·1 Una necesidad de la misrna clase que la de Putnam. Pero la relativasimultaneidad de la noci6n de Putnam con las investigaciones del prototi­po, y su objetivo preciso de discusi6n de 105 coneeptos de intensù5n y exten­si6n en 16gica (que engloba una discusi6n con la semintica chornskyana eola versi6n que hace de ellaJerrold Katz) le dieron a la noci6n del estereo­tipo una relevanda que las ideas anteriores de la lingiiistica no pudieronalcanzar. El estereotipo de Putnam termina por actualizar la idea de signifi­cada de la semantica moderna.

Asi es que el mérito de la noci6n de Putnam reside en la aproximaci6nde una vieja idea de la semantica linguistica a la discusi6n filos6fica con­temporanea y de ahi a la semantica angloamericana, tan refractaria a ideasque no provengan de sus estrechos circuitos de comunicaci6n. Pero al des­tacar el caracter "tipico" de las propiedades de los objetos signifieados paracada miembro de la sociedad, Pumam destac6 también su valor soeial: sanesas caractensticas del significado las que penniten la inteligibilidad en elseno de la comunidad lingùfstica; san ellas las que preceden a post:erioresdefiniciones cientificas de 105 objetos significados.

Para un planteamiento pragmatieo como el que se sigue en esta tcona,ese ultimo cankter del significado resulta importante. pues coincide con laidea motora de que la inteligibilidad social que crea el consenso se basa ensignificados de 105 signos compartidos por todos 105 miembros de la sociedad.

~4 Cf. Hallig/Wanburg, 1952: Coseriu, 1966 y Baldìnger, 1977.

2.1.3.1. La naturaleza del estereotipo

Para Putnam un estereotipo es una "teoria" del objeto: "En alguna formacon la palabra 'tigre' esta asociada una tearia; no la teoria actual de 105 11­gres, que es muy compleja, sino una teoria sobresimplificada que describe.por asi decirlo, el estereotipo del tigre. [ ... ] Hay unos cuantos hechos acerca(... ] del 'tigre' ( ... ] tales que se puede comunicar el uso de [ ... ] 'tigre' sim­plemente comunicando esos hechos [... ] y esto tiene el estado de una hi­p6tesis empirica. [ ... ] Si tal hip6tesis es correcta, creo que entonces quedaclaro cual es el problema de la teoria del significado, independientementede si uno escoge llamarla o no 'teoria del significado'. La cuesti6n es explo­rar y explicar este fenomeno empirico."2S Es decir, la "teoria'! de un objetocomo el tigre es la comprension que se transmite de él mediante cl voca­bIo tigre; es el significado ordinario del \locablo. Esa comprensi6n tiene lassiguientes caractensticas:

2.1.3.2. Pertinencia social

Un estereotipo no es un conjunto de propiedades facticas del objeto, obte­nidas en alguna forma direetamente de él mismo, sino una construcci6nelaborada por la sociedad en su memoria de experienciascompartidas enrelaci6n con cl objeto. Se puede decir que es una especie de abstraccion,en la eual ciertas caractensticas perceptibles del objeto no se toman encuenta y otras se destacan. Por ejemplo, hace aiios, la Aeademia Espanola(1956) defmfa pen-o como "mamffero dornéstico de la familia de 105 cini­dos, de tamaiio, forma y pelaje muy diversos. segUn las razas, pero siemprecon la cola de menor longitud que las patas posteriores... "; dada la difi­cultad dc definir al perro, que experimenta cualquier lexic6grafo, debidoa gue su caracterizacion fisica no es suficiente para distinguirlo de otrosmarnfferos domésticos, de cuatro patas, y al inconveniente de utilizar cl ras­go "que ladra" para distinguirlo de ellos, pues entonces sera imposiblc defi­nir ladrar sin crear un drculo vicioso, se puede suponer que la AcademiaEspaiiola busco alguna caraeteristica que sirviera para diferenciarlo de otros

2.'i T/n:re is some/lUW a.'iSodated with /Ile word 'tigr:,.' a theory; /lot the actualtheory wc belicve abollttigvrs, wltich is voy comjJlex, but an ov~'T"simplifil'd 1/11'0/)' which describes a, so to speah, tiger stereotype{. ..] There aTe aJew Jacts abollt {. ..} 'ligIT·{. .. } mch that alle mn conve.y tlll' usc DJ [. ..} 'tiger' by simplycOllveying tltOSI' Jacts [...} thù !las t!le status oJ an empirical ltypollJesi.~ {. ..}. IJ t!Jis hypolhesìs ìs righi,t!len I t!tin/: it is deaT what tlw problem DJ tlw tllfory oJ meaning is, regardifoss DJ w!lcther or IlOt ani! clwosesto call it 't1leory oJmeaning·. T/w question is lo exjJ[on; and explain this empiricaljJ/lenomenoli (Pulllam,1975:148).

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2.1.3.3. Correcci6n (o verdad) situada

~5 Any particular stcreol),/u! should be correct, or t/wt the majority 01 DUr slereotypes remain carnetjOTl!V/!T_ Lin/:,ruistic obligatoriness is not supposed to be an inr1ex oj unrcvisability or e<leTi oj tmth (Put­nam,1975:256).

Incluso puede suceder que un estereotipo ni siquiera esté formado porcaracteristicas correspondientes a algun rasgo "real" del objeto, como es elcaso de las anotaciones de 105 diccionarios acerca de la "crueldad sangui­naria" del tigre, que se discutieron en el capitulo antenor. Como se cieciaalli, ni fisica ni etol6gicarnente puede considerarse cTIlel y sanguinario a untigre; solamente puede mirarselo asi desde una valoraci6n estrictamentehumana, que le imputa comportamientos morales como parte de su natu­raleza; pero estas imputaciones, por detenninar el estereotipo, tienen valornormativa (Putnam, 1975:251): al organizar la comprensi6n social del obje­to, se imponen normativamentea cada hablante, si quiere darse a entendera los dem:is)' si quiere entender por qué, por ejemplo, a un generaI mexi­cano de la guerra de reEonna, en el siglo XIX, se le pudo motejar como "eltigre de SantaJulia".

EL CDNTh'\iIDO PROPOSICIONAL DEL ACTQ; U. DEFINICrDN LEXICOGR.\FICA 187

en que la sociedad modifica sus estereotipos, la correcci6n anterior pierdesu vigencia. 27

~7 No solo sllcede de rnanera natural gu~ se modifiguen los estereotipos de los objetosconfanne cambie la comprensi6n socia! de ellos, sino gue se puede actuar en una sociedadpara cambiarlos. Es el caso de la oposici6n sodal contemporanea en 10s Estldos Unidos dcAmérica -y seguramente en otras partes del mundo- en contra del vocablo 1Il0ngolismo paradesignar personas afectadas del sindrome.de Down. Se trata de romper la asociaci6n entre claspecco fisico de esos dcsvalidos y cl de los mongoles. Cf. Rufus H. Gouws, "Thc Handling ofDown Syndromc and Relatcd Terms in Modero Dictionaries", Dictionaries.]oumal vJtheDictia­nm)' Svciety ojNorth Anwn-ca, 9 (1987), pp. 97-109_

~8 El ejemplo del gato proviene del trabajo de Alain Rey (965), en donde cita las dcfi­niciones agui eopiadas. En espanol: ~Pequeiio animai domestico gue maulla, que es enemigode Ios ratones. El gato tiene las patas, los dientes, los ojos y la lengua como 105 del Icon" (Fure-

Considérese las definiciones de chat en el Dictionnaire Universel de Furetiè­re (16?0); "Petit animal domestique qui miaule, qui est ennemi cles souris.Le chat a les pattes, Ies dents, les yelLx et la languc sembIables au lion"; enel Diction-T),aire françois de Richelet (1680): "Animal très connu, qui est ordi­nairement gris ou noir, gris et blanc, ou noir et blanc, qui a Ies yeux étin­celants, qui est fm, qui vit d.e sauris et de toute sorte de chair; qui hait Iesrats, les souris, Ies chiens, Ies aigles, les serpents et l'herbe qu'on appelle larue";28 y de gato en el Diccionario de Autoridades (1739):

2.2. El estereotipo en la definici6n lexicognifica

2.1.3.4. Valor normativo

TEORiA DEL DICCIONARIO MONOLINGlJE

marnfferos domésticos y aparentemente no pudo encontrar atta gue la re­laci6n del taroma de su cola con el de sus patas posteriores. La definici6ndio lugar a un sinnumero de censuras y burlas por parte de las sociedadeshispiinicas. Es probable que tal caracteristica sea eierta, pero cl error de laAcademia consisti6 en no haber tornado en cuenta cl estereotipo del perropara la comunidad hispanica, en cl eual cl tamailo de su cola, ni es pertinen­te, ni sirve para considerar perros, por ejemplo, a 105 boxers y 105 bulldogs.Esa definici6n eontradecia cl estereotipo eompartido del perro y sorprendiaa la comunidad lingiiistica con una caracteristica que no era pertinentepara ella.

De ahi gue un estereotipo sea, ante todo, 1m conjunto de caracteris­ticas de 105 objetos, las acciones o las relaciones significadas con él que re­sultan pertinentes para una eomunidad lingiiistiea. El estereotipo no esresultado de una imputaci6n arbitraria de caracteristicas a un objeto, sinode una selecci6n significativa de sus caracteristicas, definida por la inteligi­bilidad sociai.

Tan es asi que se pueden encontrar en todas las lenguas estereotipos quesan contradictorios con las caracterfsticas "reales" -es decir, definidas porel conocimiento cientifico- de 105 objetos. Por ejemplo, todavfa hoy, el PR

y el DRAE definen la palabra estrella en su primera acepci6n como "cada unode 105 innumerables euerpos que brillan en la b6veda celeste, a excepcion delSol y la Luna". Para un miembro de las comunidades lingiiisticas hispanicay francofona, la distinci6n entre el Sol, la Luna y las estrellas es clara, comolo expresan sus diccionarios, a pesar de que la ciencia contemporanea sos~

tiene, no solamente que el Sol es una estrella, sino ademas que es la estrellaque mejor se conoce; de ahi la observaci6n de Putnam, de que no se puedepresuponer que "cualquier estereotipo particular sea cOITe~to,o que la m~­yona de nuestros estereotipos sigan siendo correctos para slempre. La obh­gatoriedad lingUistica no se supone que sea un indicio de irrevisabilidad oaun de verdad" .26 En el ejemplo dado, los estereotipos de Sol y Luna Se opo­nen al de estrella: son ciertos para estas comunidades lingiiisticas y median­te eUos se comunicano Pero su correcci6n o su veracidad estan atenidos aun estadio especifico del desarrollo social del significado. En el momento

186

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188 TEORiA DEL DICCIONARIQ I\{QNOLINCÙE EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: Lo\. DEFINIcrON LE]UCOGRÀFlCA 189

Conjlinlo de ejemplos nùm. 1.

GATU.Cm. Anini-J.ldomé11ico, y mui con~cido, quc Ce cna cn 1.15 cu:~as , pa.r:J.limpiarl~s

dc [atones y alIas fabJ.nùljJ.s. TIC;lC la cabe~

:z.a redonda • 1.15 orejJ.s requefia5 I la bocagrande y ra(gada, d hocica adornado p01"unlaJo y atta de unos bigotes à modo de ccr~.

das: las mana5 armadJs de corvas yagudasufia5 ,cl cuerpo igual, y l~ cola larga. Relu4

ecnle \05 ajos en la oblcundad , como ii fue­tan de fuego; y tiene la léngua [ao afpera,que lamicndo mucho co una parte, la defue­Ha y faea fangrc. Hàilm de varias ~olores~Es romado dei Latino C:Jrtu, que figmfica Ar­tuto y r..ga'l. Lat.FdiJ. FlI..L.OE GUN.Symb.part.l.cJ.p.14.§.1. Las alhiciasy a[fechan­zas que cl S'~tutiene para CJ:Lil[ y para hUr~

tar, cada dia Ias vemos. HUEnT. Plil1. l~b. s.CI.P.57' Pues hemos rrarado de 105 ratollcs.y dt= todas las efpecicsde cllos, jufto es ~~­TJr ah6ra de la narUI>llez.a del gllll}, fu çapltaiencmigo. . .• '

GA1'O. Se:ltamammbicnlapletde eRe ammai...;J,derezada y compUl:fi:a cn forma dc ra.le~o ,0:zurron ,para cchary' ~ardar cn ella,c1 dme_ro : y re euicnde à hgmficar qua.1qul.l:r balr",ò talcgo de diniro. Lat. Burf!J '1:. p.th (att.CERV.Nov'J.pl.II" Ennn grandl.(slm~ ga..II} dc realcs que Ikvaba. ALFAR. p?rt.,..lib.1.cap'5" Con ena ;unr;unentc l?c ~L't? co~o rellamaba, donde: vi.,.ia, cl ~(cnt?no a que m;i.­no eltabaJ y cl g,itl} C:Ll qUI gavctol.. GA"

Autoridades

GATA y GA!O. Lati,lC fdis! 1ruius [c!is11ll1scitiilli gellerls. El gato es ammal domes­tico, que limpia la casa de ratones. Dixo~e

de la palabra catus, quc vale astuto, sagaz;dedonde se llamaron Catones aquellos roma­nos, dichos assi por la prudenda y sagaddaddel primcro que tuvo este nombre, del qualno dee;'eneraron sus decendientes. HablanduPlinio, lib. IO, cap. 73, dc la sagaddad. delgato, dize: Feles, quo -tilelllio, quu.m levlbusvestigiis, quam multa speculalu. In museu­10s e:riliullt1' AI ~to llamamos .rmz, de,I nom­bre antiguo suyo mllsia. San .Isldo.ro, llb. !~:

lrfllSio appellatlls, quod lIumb11s mfestll~. Sl~,lume vlIlglIS cat1ml a toptllra vocat, alll- dI·clmt qllad eaptat, id est videt. Ultra de .Iadicha etimologia, puede scr nombre gne­go, de x:r.;7,ç,eattes fdis, felis, como lmelve ~I

Lcxicon Grieg-o. También puede ser de on­'gen hebrea, del verbo :J n n, c!l~!aph, id esirapere feiti1WlItcr et C1lm eclcn/a~c, G~abaslinguae Salletae, lib. I, cap. IO, CIrca [lll.I:1I:.El gato es anima! ligerissimo y rapaclSSI­mo, quc cn nn momento pone en .cobro loque halla a mal recaudo; y con ser tun ca­sera jamas s'c domestica, porque no se de",allevar de un lugar a otro si no es metiénrlolepor engano cn un costaI, ~ aunque le l1~ven

a c.tro lugar se but;lve, 510 entcnder. comopudo saber ~I camino. ÉI es de cahdad yhechura del tigre. y 105 gatos montcses sanfieros y muy dafiinos; de un arufio o mor­dedura de un gato han muerto algunos, comolo testifica e1 epitafiio de un romano en SantaMaria del papulo. que dize assi:

Rospes, discc 1I0Z'II1n mortis gr!1llls,ImpToba [elis dum t~ahifllrDigitum mordet et m/eTea.

Gatos l1aman a 105 ladroncs rateros. Gatos105 bolsones de dinero, porql1e se 1.1azen :lesus pel1ejos desollados ente*ros 510 abIlr.AI rico avaricnto y misero suelen lIamarata el gato. Gatos de agua, unas ratonerasque se ponen sobre librillos de agua, adon­de caen 105 ratones v se ahogan. Echar elgato a las barbas, sacudir de si cl peligroy echarlo a otro. Estar como gatos y pe­rros no tener paz. No hazer mal a UI1

gato', ser pacifico y benigno. Vender elgato por liebre, enganar en la mercade­da' tomado de 105 venteros, de 105 qualesse 'sospecha que lo hazen a necessidad yechan un asno en adobo y la venden pOl'

ternera. Deve ser grada y para encarecerquan tiranos y de poca conciencia son al­g-unos.

Para los dos primeros diccionarios, el gato como objeto en si mismo noes materia de definici6n. Para los dos es un "animal doméstico muy cono­cido". En cambio, cada uno de eUos ofrece caracteristicas del gato gue re­saltan a la comunidad: que maulla, gue es enemigo de los ratones - "y otrassabandijas", dice la Academia Espanola-, que se parece al le6n por sucuerpo y sus ojos bril1antes. La definici6n lexicogratica del gato es, enton­ces, ante tado, el estereotipo del animaI, que tiene la sociedad francesa delsiglo XVl1. Lo mismo sucede con la definici6n del Diccionario de autoridades.S6lo gue éste, obra del siglo XVIII, imbuido del espfritu cientifico de la Ilus­traci6n, amplia la descripcion del animal, a pesar de ser tan "conocido". Loque ofrecen 105 tres diccionarios san, entonces, las caracteristicas tipicas delanimal, es decir, aqueUas gue organizaban la comprensi6n soda! del gato.Rablar del gato era hablar de su funcian doméstica, como cazador de rata­nes y otras alimaiias; era reconocer su voz caracteristica y asomhrarse por105 colores de su piel, sus ojos brillantes y su lengua ispera. Nada se cieciade su tamano, de la fonna detallada de su cuerpo, o de una c1asificad6nzoologica -que seni posterior- como felino o como carnivoro. Es decir,ninguno de 105 elementos con que definian al gato podria cansiderarse unaprapiedad median'te la cual se lo padria identificar inequivocamente. Encambio, cl gato formaba parte de la experiencia sodal, y 105 vocablos gato ychai tenian significados que pennitian la comunicaci6n de 105 hablantes dela cornunidad.29 Las definiciones eran genéricas, no descripciones de gatossingulares, pero tampoco' eran definiciones del objeto gato en si, sino cle laconcepci6n social del gato.30

La misma estereotipiddad puede interpretarse en cl ejemplo que se havenido siguiendo corno hilo conductoI" de este libro:

tière); "AnimaI muy conocido, quc es ordinariamente gris o negro, gris y bIanco, o negro yblanco, glie nene 105 ojos chispeante5, qlle es fino, que vive de ralOnes y de tado tipo de carne;glie odia a las rat."1S, a 105 ratonc~, a 105 perr05, a 1as figuilas, a las serpiemes y a la hierba 11a­mada mda"(Richelet).

~9 Una pnleba del valor social del estereotipo pueden constiruirla 1as locllciones, los di­chos o 105 refranes que solo pueden explicarse a partir de él, como en francés: Quand le eha!11 'est pas là, les sauris dansellt, lÌ han chal, han rat o jauer ava sa victime comme un ehat avee une sau­riS; que en espaii.ol san semejantes: jugar al gato y al ratOn", "l1emrse como perr05 y gatos","cuando el gato no esta, 105 ratones se poneo a b11.i1ar".

30 Véa~e también 105 comentarios paralelos de Anna Wierzbicka (1988) acerca de cat,!lane, dog, etc., en diccionarios ingle5es.

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Coniun!o de ejemplos nOm. 2.

TEORiA DEL OICCIONARID MONOLINGÙE190

TIGRE. r. m. Fiera \'e1ocif!ima de [.1 figuradd gato) aunquc mutilo mJ.Yoc: las galrasde Leoo, 105 ojos :Iluarillos J Ycent~1!~ntC:5Jcola larga: las. uiias J y dientl:! agudllslmos,y la piel con manchas de: varios colores. Estornado del Larino Tigrir. iI, vc1 idil. ~n..;L.Dii GRAN. 5ymb. part.I, cap.u. §+.Et tIgrI:es vc:hemcnrc, y corrc- con grande Impetu.TORR. PhHor.lib.6. cap.;. En aquclla con~didon un dc tigre meUo cl amor de 10s [<1-­bios, y Iettarlos.

Autoridades

fTIGRE. AnimaI bastantemente conocide,pues le hemos visto eD el Buen Retiro deesta Corte cutre otras muchas diferenciasde fieras. Nace en las Indias y Africa. Es<reroglifico de la voracidad porque come la~aça o robo palpitante a enteros troço:. y pe­daços, y tiene tanto aliento en .su na~ural

calar que digiere en breve espaoo .de tlem­po el huesso mas s6lido y basto y la ~spesad:ll presa, de donde 105 ~naderos p.ler~

den lo mejor de sus rebaiios si 105 apaclen~

tilIl a donde estas fieras' viven. Dize Salinoque ay algunos tan ~randes como cavallosv suelen rendir a un elefante, porque saltaniigeros sobre sus lomos, le abren y despe­daçan con sus azeradas unas u garras y lequitan la vicin. Temen el san de el parchey de las campanas, tanto, que si oyen enaprieto de no poder buir el cuerpo a 105 ecos,se buelven furioso!!" y se bazen pedaços consus mismas garras. Es también enemigomortai de In consonanda y de la musica,pues sucede desesperarse oyendo alg1in ins­trumento como aduie o fia<n>[ulta. Tym~pani SOJllml e.l·!JOrrcscit 111 l'O alldilo lIlim­bililcr iJlsalliat visccraqll/: ipsa Slll! jacde 1i­lacere/, Pierio Valeriano, lib. IL Porqlle tIe­ne csta fiera alterarlo cl animo}' et coraç6ninquieto, de donde ovendo los ecos dél. elparche o adufe, que le c1espierta la alte:a­don y cornge, le obligan a desatar~e en lu~rias Y il darse mucrte sang-rìenta y .dese~pe'rada. Siendu credtlo y grande es ddkultosoel eac;arle a los cachorrillos tiernos. Los ca­çan desta ma nera : Previéncse cl <;açaçor decava110 ligero y de nn globo cnstaltno y,avi endo ojeac1o la tigre quando sale a lapresa, cntra entonee;,; en la gr-uta y con todaligereza le roha 10s hijos y monta a cavallo.Bolviendo la fiera con cl robo y hallando

"meno" a sus hijos, buelve a salir desalac1a,sig-uc al caç:lllor y éste, viéndQla, dcxa cacI'cf cristalino globo, prosiguiendo en su ca­rrera mìentras la tigre carìiiosa le rla buel­tas v acaricia su misma imagen que repre­senta en pequcna forma el espei?, y. eltiempo qtlc pierde cnganosamente dlvcrtlda,gana en la huyda el caçador.]

Cobarrllvias

EL CDNTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: LA DEFINIcrON LEXICOGRAFrCA 191

Los superlativos ("veloclsimo, agudfsimo") san apreciaciones sociales deltigre. :Muy probablemente el tigre era un animaI poco conocido para la sociedadespanola de la época, que lo relacionarfa con tratados antiguos de zoologiay con relatos de vi.ges por Asia o por América (como parece indicarlo el ar­ticulo correspondiente del Cobarruvias). De ahi que la definici6n académì­ca le atribuyera "manchas de varios colores" en la piel y que Cobanuvias seextendiera eo las creencias eontemporaneas acerca de él. Pero ya habia unestereotipo del tigre, lo suficientemente establecido como paraque diera lu­gar a metiforas, como la de la cita de Diego de Torres y Villarroel,31 inde­pendientemente de las caracteristicas que hoy, educadas por la biologia, lassociedades contemporineas consideraran como propias del tigre en 51.

2.2.1. lVO estereotipiddad

Pese a lo anterior, es frecuente encontrar definiciones de muchos diccio­narios monolingiies que no parecen guiarse por e1 reconocimiento del este­reotipo (o del prototipo que, como se dijo antes, queda incluido en él).32

2.2.1.1. Insuficiencia cn relaci6n con el prototipo

Es el caso de la definici6n de cam en varios diccionarios, de la que no esseguro que sus redactores se hayan guiado por el prototipo si se torna encuenta cl relieve perecptual que la psicologia asegura encontrar en la dis­posici6n de 105 ojos y la baca para identificar la cara, a lo eual esos diccio­narios no hacen ninguna referencia:33

gl No es seguro gue la cita provenga de una obra suya. Elindke de amores del Dicciona­no de autondades no es lo sllficientemente preciso.

g~ Cf. Geeraerts (1985:31) quien también piensa gue plleden incarporarsc ambos conceptos.33 Se padria pensar gue el relieve de 105 ojos, la nariz y la boca en re1aci6n con cl proto­

tipo de la cara gucdarla reconocido, mejor, en rostro o eo visage. Pero tampoco sucede asi enesos aniculos lexicogriIicos del DME y del PR.

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Conjunto de ejemplos num. 3.

TEORIA DEL DICCIDNARlO MONOLlNGÙ[

2.2.1.2. Creaciones intelectuales

193

W3

llaco \'ra-,\ n ·5 olret. atlrib [ME. fr. OF, /r. (n.,umod) VLlacin. fr. L laclo' lurm, .hape. face. lr. tac"e lO m'\;~~ll - .mo•• at p~l l a : tho f.om port of Ihn hum,n hnnrlmdudlng the dlln. muuth. no.e. choek.. oro.. nnd UlU.foreh""d : V!S~GE. COUNTE,Mm;E b; thc cOlre,pondlnsl'ari or Iho hoad _of a lnwe. animai c: the P'r! of thovertebrnte lkull In /ronl o/ aod belpw the cr;nium aodindudin~ the na.al roginn, jnw•. and ..."oi'leù .,tUctur""Il : the pari 01 the in,ect head !ying amoriot lo the Vnr_le•• above lhe mou'h. and betwecn tho eompound eyc.2 a,chalc : PRE.I1:"CE. SlOflT. VIEW (thou n.ddo.t lrom tho _ of

~"o~i;';Go"~ ct~:~~:~;)/ ~~I'~n;'i~~t~/ :~~I~c~a~~"X&"'~:~~~lt.rn -, (turned "" nnue)' - On hi. errin~ .un) b: beauly OrSlory o/ countenance (in - far eXCeedlllU her 5iste") IlheLord mal:e hi. - .hiM upon the<: -Num 6:15 lAV); 4 il: èUI'"'nrd appeoranoo 0' 'l$pect : 'EMOLANCE (the whole "il1u~cp,,,,,ente<! ~ - of plac,d conteolment) : vlIible a, ~pp ..entSIate o. condition (hi, coport pUI a nn", - Ol~ Ih~ mnlter)'

f:~fi~~n~ui~·ì'.ilico~;~h~r~ig.ii~}a~~~~~".....o~I'~o~~·~~~~~\I'ihave no valid objoctio~ 1<> rn,.~) b: nn outwar<t 'ppe'ra1\C~01 algnity or pre.lige Ot of f"edom from aba.hmem con·

h~·~:llh~gb~;l°:"d~~t~~~lat~~uirl~~ca;';::)~Z~~~dny:~;i~e~::~rnE']'Ef'.E C: "SSUn"NCE, CONFlOENCE (mnimnilling a ri,m ­in 'Pilo 01 ad"e""Y); oJtm: bralh Ot bold condllct o,aullook: EFrnO'''TEny (how ~nyone could hnve the _ to a,l: .ueh aq"e'tion) - compore CHEEI<. m:nVE d: OlGNm', rlll'STlOE (llman of conliderable -In dle local community) (trYing tO ,ave-l; 111m: concem lor or pr....vatiun 01 ono'o pre.ti~e (- il."melime•• malO' comidemtion in diplomalic nosoti,tion.)5 il ; GIl'M"CE. 'loue; r,1' .: an e"p,e,,"on 01 di.ta'te (m,dc a_ at tho ta'l~ or the mOdlr:lne) b: MASl:: ([he ehildren bou~ht

lome funoy _Ilor the parlY) c: l~dal mal:eu" (,hc'll be bereas IOon •••he geCl her _ on) 6 l!. : Iho .urfnce of som~thi':lg

e.p. whore onlr one ,urlace i. commonly con,ideted (mt"muving over the - 01 lhe w~ter) (driven f,am the _ 01 Ihee"-tth) b (Il : the phy,icalfeatur.. (al 01 a coumry) (2) abl

~~:ec;"~i~~~~e~/<~:f~~~'~~n~~·tr"~~·ic~~,~e~t~~:~~J;;'; ~',O~~I:s.rded as princip.i;~. il; Ihe lront oronythin~ h.vlnl; Iwo tJrlnur .id.. - o"pmcd 'o bllCk; u.u. di"insu"hod Iram ,1,1.b : the l~<:nde e.p. or a. buildins c: an expo,ed .utlaco 01rock (a< in a ",ali Or a chm d: one 01 the bro.d .urlac... 01 aeoin l ~n oboerse Or ,ovene (leltering an Ihe edge", well •• onlho - of a coin); ol,a ; the obv""e af a currency note e: Ih~

d,al of " watch Or elock (a wateh with n blodc enamei - ond,ahod gold figutes> l: any 01 Ihe piane surfac... thal hounda ~olyhedron ia, a cryst.11 or otho' g~om~trieal ,olid Il:: thognll" of a hot·,ir or cold·air regilter a: a .ide or .urlaeodreslod, fini.h"d. or IpetÌ.lly propared: il: the Ilrincip~ld,...,e:l .urlnce (a. of a plate. di.l:. '" l'u!ley! b: the dte"od.ido of a board fini.h.d only on one surlaee; ,amclimes : the

~i~e~'~dvi~U: tttl~ ~f~~~r,ign~~~fed~~hq~~I\~nth~r)7 ~~'~ ~j~ftont ,ide al • f.bnc in whlch thal ,rde i. di.tin~lI"hed fromthe baci; br dmeren""" 01 fini,h. we~ve. or allPearnnced : the in,crlbed or printe<! ,ide of lnmethins (a. a docllm~nt

or a leaf bearins ~ map ur illultr;>tion) th~t h.~ one blanl:.utf.c~: bramii)': the .ide of oomethinH in,~ribd o, prlnted unbOlh .,,-1.. that con b~ eon.!ùeted tho lrom (., by te"'on ofeom.imng m"ior m~lterJ (lhe - 01 a ltuck certifiente)

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: L-\ DEFINICION LEXICOGRt\fo'IC-\

Conjunlo de ejemplos num. 3 (conclusi6n).

Cuanda se inspeccionan definiciones lexicogrifieas de voeablos gue nodesignan objetos del mundo sensible, sino eoneeptos elaborados por lapropia reflexi6n humana, no es posible afinnar que también en esas easoshaya estereotipos previos, en los que se base la definici6n lexicogriliea. Unvoeablo como conciencia no deja de depender de su etimologia latina y elelpensamiento moraI elaborado en torno a la palabra:

PR

FACE [fa'l. n. f (XII'; lat. pop. ·[acia. cJas•. [acirs),• \0 Partie antérieur<: dc In lete dc l·hommc. V. Fì~urr. 1';1••,ioage. " Lo [ace esI /r may", "'rcrp'rs.iO/J du unrimrnl "(M ...LIUIUX). Rcillli( ci /a[are. V. FatÌ:ll. Une [are lanrr. p/'ine,.a/M,,"." Dans ,a[are ,mù, rande. mult'. plaquù de r/,"orucrsal..... ,,(TOUl.ET). - D"taumu Ill[llrr. Tambrr 111 [au ranlro/trrr. - Pllp. (inj.) Facc dc rlll! fnrt d'n:uf/_ r.... .quC!rllr./elu. de la [au: malaire. maxillaire. palatin. préfromal. ungui ••vomer. Mmdej poaucler. do la [au. qui donn~nt il. 13 phy..ionomi~ ~on expres<ion. Lrs blenés de lo [au. O Relig.(f. bibliqlle) Que l'Eu,nd 10U",,, ,a- [are ocrs mi. Fui,loinde la [are de Dj,u. O Loc. fig. Cmchr' ci ill [ace dc qqn ; luimanif~ter son m/:pri~. " Une iplg'amme que plus d'une [emmr1'/011 ,j lo [au de san mod " (B"'LZ.). " Tu me Idrhera;' li /0[ac, Ics .alel preu... que IU n'e, qu'unr baurrlqur " (M"cORLM<). - Se r:"cher. u mi/or I" [are. ~tre horriné. d.~mile(.ouvenllron.). - (l850; trad. du chinoi.) PEnaRE L" f"'CE :perdr<: 'on pre.tise en tol.mnl une attelnle il. 10n honnellr,iI..a dillnìtl:. il. Sa n!pulalion. Saurrr /a[oce: .auvellarder sanpre.tise, .a dignitç. " Naul m'uns m""qui no/re cuup maiInUUj paurraMI pem'''I'' snu"o, lo [art" (S"nrnEl.• 2" Vx(ChtJ.eJ). Partie antl!rieure. 't S'II rencanl" un polals. il m'.ndipelnl lo [art" (DOIL.). O Mod. (1832) CdII: qui porle Unefigure (médal1le. monnale; tJppOJi ti pile). La [or. d'''Mmidal/lr. d'une monnale. V. An.... obve,"". Jaurr ti pl/r a"[are. - Appo•. Coli [ocr: l·~ndroil.• )0 Relll:. ou /illà.Surfa"". " li apparoll d, /emPI en temPI .u, la [au do lo I"rod.. hammes ,n"s " (L... BIlIJY.). " Dr lég,;rrs dd., 'u, la [a"de /,Ocian " (CIl"n"lJn.).• 4" (xlV'l. Chacun de$ còt",d'une cho.e. Canoldh" Un ubir/ .uus lu,,'rs ses [a"l. V.Angl., min, efil6, eouture (fam./. Fare Interne, e~Urne "'un"mpurl." Une pelile gia" d. ba:",. cl tmiI[ares" (ROM"'IN')'O Geam. Chacun de~ plao. qui limilent un .olide. tos [~"I

d'un Il'i,mr. O AnnI. [.n["u Inlern~{d'un organel.,!ui rog~rdel'a.e du corp. (apptJJi ti rae:: e.leme). La [arr l'''em~ dncuino•. - Bot. Fa" i,,{ùl,urr. ~crtrrn~ ou darsnie dn[euille.;la [ace lupirieu,e, inume au "Miro/e.• 5" Fig. Asprel .ou.loquel uno cbose.c pr~ente. V. AJ!lcct. pby~ionomie." Qua."ra"nù' rJ.ai~"1 su[ii paur r/w.ngrr la[tJro de ro baurI:" (BM,X.)._ {Ab.trnitl C.tlC que'tlan a plulieurs [rJces. Lrs rha"s aniblrn .han/li dc [n.u. V. Tournule." Il ne [aut plJS s'eM lenir cl

cara. (Del lat. cara, y wc del gr. tcilU-, cabeza.) f.Parte antenor dc la cabeza humana dcsdc clprincipio de la frente basta la punta ~c labarbilla. Se dice, por ext., de algunos amma­les; como la lechuza, el mano, el toro y elperro. Il 2. sembIante, expresi6n del rostro.]oJé me recibid con buena CARA. Il 3. V. encajede la cara. Il 4. Parle inferior o base dei polOde azucar. Il 5. V. mieI de caras. Il 6.Fachada o frente de alguna cosa. 117, Superfi­cie de alguna cosa. \I 8. anverso dc lasmonedas. Il 9. fig. Presencia de alguno. Il lO,fig. y fam. En ciertas e....presiones, desfachatcz,descaro. Fulana liene mucha CARA. Si! nmJilamuchn CARA para /wcer e.iO. Il 11. fig. V.hombre de dos caras. Il 12. Agr. Conjuntode entalladuras contiguas hecbas en un arbol.Il 13. Geam. Cada plano de un angulo diedroo poliedro. Il 14. GeDm. Cada una de lassuperfides que forman o limitan un poliedro.Il 15. adv. 1. hacia, en direccinn a. CARA.adelante; CARA al Ja/. Il apedreada. fig. yfam. cara de rallo. II con dos haces. fig. yfam, Persona que habla U obm de mododiveno en prescnda o en ausencia de alguno.Il de acelga. fig. y fam. Persona de colorpàlido o verdinegro. li de aleluya. fig. y L'1m.cara de pascua. li dc gualda. fig. Y fam.Persona muy pilida. Il de hercje. fig. y fam.Catadura fea, borrible. \I de juez, o de justojucz. fig. y fam. Sembiante severo y adusto. Il

cara 5 f l Parte de1antera de la cabeza humana,desde la frente hasta la barba, y parte equiva..lente a ésla eD la cabeza de los animales 2 Ex­presi6n o aspecto que tiene o adquiere esta par..te: tener buena Q ma/a cara, cara de sUefio, carade enojo, cara de pocos amigos 3 Aspecto o apa ..riencia de alga: "Las uvas tienen buena cara","Un asunto con mala cara" 4 Parte delanterade alga, fachada 5 Superficie plana de alga:cara de un poliedro, cara de una moneda 6 Dar/a cara Responsabilizarse uno de alga, enfren­tarse con alga o alguien que lo exija.

DRAE

DBEM

CARA.. r. f. El rafrIo, la parte amerioI de la. ca...béza del hombre J quccomprchcnrlc dc:fde-la.frente Ì1' t3punra de la b:l.rba. Aldrete en'~11origende la Lengua Ca(\:eHaml,y Co:}rr. dl­ccn viene dd Griego I{lll"n j quefignmca et·b~zaò venice. Lat. F4duA1ultlll. Fn. L DE

GRAN. Trar. de la Crac:. part.l. ]uev. poda.rnanana. Veo 105 hilos de f.'tngre que gotéande la cabéza l y defcienrlcn. pOI' cl roltro I Ybomm la hermofUra dc dr;), Divina W','J. RI'"I1I\D. FI. Sanél;Yid. de ChImO. Mete fu Idra

cotte las eCpinas de I:l Sagrad~.cabt:.::.a J jUnta.fu tomo con et Iolho del HIlo, Ulle la (;17';:'

con la fangre del Hijo, y riega ladel Hijo '?n.fus1igrym::ts,GIlAC. Mor. fuI. 89. En la ril",eafean mas lasmanchas ò vcrnigas, quc eo ottaparte del c:ucrpob.s grandes (en:ilcs,BocANG.')..yra, [01'''7·

Calor ti rofiro,Jin ro/&r, ofrm,No bai alli ,.m:Jidh:,' allIlqllr bai bl,mçurtl,;T m la cara la cara no padre.

C... ltA. Algunas \'CCCS fignific:l.! y fe torna pOF lapref~ncia.,y cl rodo corporaI de IIn::l perfon:.:::.Lat. Vllltur. Spui(J. P"'LM. HHI:. R. Sagr.ld..li\). l. 0\ and~mos ,Sellar, como quien :l.nd~delante devueftra rara.

C...:it.~. Por femejanza es la fuperfide de la c:or;tql1e fe pone ~ la. vif1:a, que en l~s t~las ~. otrasobras fe llama Haz. Lat. CU]ujvll Nlfadn,;IrcTl1,tir. .,

C... R.... Por analogia la parte ;mtetlor que hacofrente, y firvede frontifpicio ò ~.tch.ida il al­guna obra., edificio, :I.1dr , Y;l[St ottas cofas,Lat. Tttnpli (.'~1 dificii frOnt. Vr}1iblllimT.PTopy",

l~um. PAL",F. Hift. R. S:gr:Jd.lib•.!. Pues n?fola no enn l.'!tilc:s:l.l p_ueblo 10s !lIJOS de Heh;;,fino il Dios embilrazol05 y ofenÌlvo$ J y en 1;rs;nHiasde fus ojos, denrJo de ftl miflno Tem..pio' ila rari! de fu altat. COI.I.lrt'!. Hlff. Segob.cap. I. §.13. No feria dificil contar quantaspicdras rien.:: m~china ran gr.mde, porquc ta.­das bacen r~r.Jlò muefi:ran frenrc.

CAR .... Se torna al~unas veces po~ \0 mi[mo.q~l?Sembiante; y alsi fe dice, Fulano me.rcclblocon bucna cara, me moftro bUl:na cara. lat.Vultll1. A/préluI. EsCOll. Provl:rb·9z•

AlfirvidJ1' '1/U drfiJJJ](Jò dr caTifti/ofi p,mlmojrr~motl( miJ/J cara,parqur nOI do.."!: ,)1ft. tI.Jyl1. . .

c... n. .... ndv. de lugJt. Signifia lo rnl~mo que Ha­eia alguna parte: como Car.1 atf:lS, Citra adc­lame d'to 1:5 hicia.atris l hicia addanr!::. Nodti yi co ufo,fllTO entri: lo~ rUJlicos. LarYrl'­fUI. Ad. Adv:rfm. MING.itE.vutG. cop};:.

TTlo or~JI,fitrv;I

Autoridades

192

Page 99: BIBLIOTECA CENTRALIZZATAR. RUFFILU · lO TEORiADEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11 IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131 O. lntroducci6n 131 1. El origen

2.2.2. El de prototipo, un concepto limitado

Esta ùltima afirmaci6n obliga a ahondar eu la discusi6n entre la hip6tesisdel prototipo y la noci6n del estereotipo, pero ~h~ra d~sde el he~ho_ se­fianticO que constituyen Ias definiciones de 105 dlcclOnanos monolmgues.

EL CONTENIDO PROPOSICIDNAL DEL ACTa: LA DEFINlCION LEXICOCRA.FIC:\ 195

2.2.2,1. Los "objetos naturales"

34 The masl cagnilive~y efficienl, amI llterifare tlte most basic leve! oJ cate/:,rvn·:.atinn, is I/lat at wlticltthe inJonnalìan va!lu oJ attributI' clusters it maximi:cd. This is lhe leve! at which categaries ma.-..:imi:ewithin-catcgary similarily relalive to betwfen-cutebrvry similarity.

:l5 Las cursivas son mias. The basie (rocl is tlle mast grmerallmcI al which a) a penon lL'ier simi­lar molor aelfons for interucling with eulegary members, b) calegary membro flave similar overall shapes,und c) a mentaI image call Tejlecl Ihe e1llire calegal). [. .-l The basic level is lite only leve! al which cate­gm)' membership can be detmnined by an overall Gestalt pereeption WithOllt an attribute aoalysis.

35 In langllage, lhe basic froci is the anI' at wMch adults sponlaneously name objects. [... l n'ordsal lhis level are 1L5ed in nanTlal everyday convenatian.

Se ha visto que las definiciones que tornan por objeto vocablos cuyo signi­ficado principal refiere a anirnales, san las que mejor fiuestran la validezde las nociones tanto del prototipo como del estereotipa. Eleanor Roschsostiene que 105 animales,junta con muchos otros objetos del mundo sen­sible, forman una clase de 'Iobjetos naturales", que van mas alla de Ios seresde la naturaleza o los artefactos -como 105 muebles a las tazas- y corres­ponden, en realidad, a un niveI basico de la categorizaci6n de objetos delrnundo que elabora el ser humano, y gue, .en consecuencia, comprendecualquier cosa, cllalquier accion, cllalquier vivencia, cualquier relacion quepueda objetivar cl conocimiento humano, Segun ella y Carolyn :Marvis(1981:92), "el nivel de categorizacion rnas eficiente, desde el punto de vistacognoscitivo, y, por lo tanto, el mas basico, es aquel en el cual el valar infor­mativo de conglomerados de atributos se maximiza. Es el niveI en el cuallas categorias maximizan la similaridad interna de la categoria en relaci6ncon la similaridad que hay entre categorias".34 Yagregan que "ei nivei basicoes el niveI mas generaI en el que: a) una persona usa acciones motoras simi­Iares para interactuar con miembros cle la categoria, b) los miembros de lacategoria tienen figuras generales similares y c) lilla imagen mental puedereflejar lOda la categoria [ ... ]. El niveI basico es el unico en el cuallos miem­bros de la categoria se pueden detenninar mediante una percepcù5n gestal­tista generai sin un analisis de atributas",35 Una "percepci6n gesta,Itista", bienentendida, no tiene por qué restringirse a la percepci6n de cosas como losanimales; cualquier experiencia del mundo sensible pl1ede ser objeto de esaelase de percepcion. De donde la ilnica limiraci6n a la hipotesis del proto­tipo seria su restriccion al niveI basico: toda experiencia compleja, que nopudiera sintetizarse en una percepcion gestaltista lo superaria.

Nlarvis y Rosch obsenran también que el niveI basico tiene una tnanifes­tacion particular en la lengua: "En la lengua, el niveI basico es aquel en eIcuallos adultos espontaneamente nombran objetos. [... ) Las palabras eneste niveI son las que se usan en la conversaci6n cotidiana normal. "!JJl Por

DRAE

conciencia. (Della!. CGnJci~.1Ija.) f. Pmpicdaddci e~piritu humaoo c1~ recon::ct:rse co 5US

atributos esenciales y co toda3 bs lUodific;l·ciones gue cn si mismo c:.pcrìmcntrt. Il 2.Conocimieoto imerior del bicn quedrbemoshacer y del mnl gue dcbemos evitar. il 3.COl"locimiento [",actCl y refle..xivo dc 1:-:5 C05<15.

114. (;,lrgo, caso, e:Io:amen, libertad, matri·monlo, 5P-renidad de condendo.. Il S. V.fuero, tribunal de lo. condencia. Il 6. fig.V. gusano dc la canciencin. Il enone2..TcoL. La gue con ignorancb juzg;1 lo verda·dero por falso, tcnicndo lo bumn por malo olo malo por bucn.l. Il <lo c:mcient::in. b,:. ;ldv.

Conjunlo de ejemplos num. 4.

TEORiA DEL DICCIONARIO 1\.1ONOLINCOE

PR

No se diga lo que OClllTe modernamente, con la creaci6n de voca.blos enlas ciencias para designar objetos fabricados por el ser hllmano -por eJemplo,laser- o conceptos te6ricos correspondiemes afen6menos que el seI' humanono puedc peI'cibii' con sus sentidos, como el de 111m-h o cl ~e ~ositr6n. . .

De ahi que, en principio, se pueda proponer que el sl~I11ficado pn~cl­

pal de un diccianario es la manifestaci6n verbal del prolOupo/esteI'eoupo-tal como sucede en la definici6n espontanea en el acto verbal de respues­ta acerca del significado de una palabra-, pero que la definicion lexico­gnifica del significado principal no se limita a 10s estereotipos o los puede

contradecir.

CONSCIENCE [k3,je..J. n, f. (fin 1<U': lat. ~Ollsdmlia

" connai"ance ". V. Cnn.ci"m). Facu!!" qu'a l'ho'"!'me deconnaltre.a propre ,,,alil,, et dela jUBer; C"l(~ conmu...sanc~.

I. Consd.na ps)'cholog;q"•. " }" ConnalS.ance '';Im.e­diale de sa propre aCI,vité p.ych,que. " La .."I.f"'?" ~ '.tlI_ter, PlJUr la ro",.d.nrr, -.1 d'lJ",,;r rlJ",.c1l'.nre li , .. uler :'(S"ItTR(). C,msri.nu cloire, ab""". Cotuell'ncr marglnol,.t/lJl d. cnnJd.nrc. FlJil dc cansci.nt•. " Al'olr ralUclcner.,,'est senllr qll'lJn unt " (GonlOT). ç ClJnSC.If!tlU dc !'!'~du mai " Une wnsdenu Intime d. "olrr '.Twmcr: w/ilJle pl"isìr" (BALZ.). () Por ext. facult" d'avo;r uno conna;~­.aneo dI! Ini. La canse;~ncr .1 les se"s. O Psyd'a. La part.!ede la vie. de l'aclivit/: PWchiC;ue dont le .ujet a un~ c,nnna'.~saneo intu;tivo. V. Cnn.cienl (30). Sentimenr InconSClen' qUI""h-c a I" consdence. p"n,;tre dans I. cf,amp nr lo cnn,TI:iente

CONCIENCIA. r. f. Cienci:a de: si mifmo l Òcienciaccrti[sim:l. de aquello que efu en nuet:'tra animo bueno ò mala. Es voz puramenteLatina ConfiimtitJ. PART. I, th. 5, l. S3. Effomifmo dice Sant AUqun~n:S~rpcd~a ~uantote quifieres, [alo que a mi la mi (ont/(rl.l.J nonme acufe ante Dios. Fil,. L. DE GRAN. Guia,part.:t. cap. 17, A[~i como ninguna cofa haique mas avive la cCperallza, que la bUl::na ton._titn';;) j arsi una de las cofas que mas la deru­ba y deCmaya es la molla. MANtR. Apolog.cap. 3i. Porque 105 profeffòrc.s de Rcligionverdadera celebran fus fie1l:as, no con 131cl­"ias toepes r uno con ,o/ldbuia pura. SIIlIV.

Empr. 33' Una [{md~nda fegura y armarla dela verdad, uiumpha de fus emu\os.

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2.2.2.2. Las creaciones intelectuales

·10 Paul Kay ha sido un personajc determinante en la hipatesis del prototipo, desde su prì­mer trabajo con Brent Berlin a proposito de 105 Basic Color Tenlls. Their Universality and Evolu­iioll, Uuiversity ofCalifomia Press, Berkeley, 1969.

~1 No deja de resulmr ir6nico el hecho de que Goleman y Kay hayan tenido que partirde su propia imrospecci6n para definir lo que es una mentira, cuando el w3 ofrece una pre­cisa definici6n: to malte an untme statcTlleni wil!J intertl io deceive, para el verbo (hacer una afir­maci6n falsa con la intenci6n de enganar), y an assertian ofsamethingll1lown orbelieved by /hcspeal{/:r to be lmtrue: a deliberate lIIisrryn!SeTlting DJfaci with inteTlt to deceive, para el sustuntivo (unaafirmaci6n de algo conocido o considerado por el hab1ante como falso: una falsa represema­cian de un hccho, con la intenci6n deliberada de engaiiar).

'l~ Tan se involucran conceptos éticos de sus informantes que, a proposito del caso deuna enferrnera quc se equivoca al informar a un medico qué padente dcbe sorneterse a cier­ta operaci6n, sus informantes médicos tienden a enjuiciar a la enfennera por mentirosa,mientras gue 10s infonnantes gue no son médicos, tienden a considerar el caso una simple

Pero queda la pregunta acerca de la creaci6n puramente intelectual de sig­nificados, es decir, de aquellos significados eil donde el aspecto pereeptualde un relieve de 105 objetos mismos se puede poner eu clurla y, por cl con­trario, parecen provenir exclusivarnente de la elaboraci6n reflexiva, comoes cl caso del significado del vocablo conaencia.

A este respecto, resulta por demis interesante cl estudio de LindaColeman y Paul Kay (1981) sobre la menlira:1O En él, parten de la suposi­cion de gue también existe un prototipo de la mentira, incluso de la pala­bra Zie (mentira), como reza el titnlo de su trabajo. Para probarlo, disenaronun conjunto de textos eil 105 cuales se re1atan situaciones de posibles rnell­tiras; es decir, situaciones en las cuales un personaje dice alga falso a atro,con el proposito de engaitarloY Sometido el cuestionario a un conjuntode infonnantes, llegan a defmir como "mentira prototipica" una afirma­don falsa, deliberada y con la intencion de engaiiar a otra persona (Cole­man/Kay, 1981:28), y proponen un conjunto de "mentiras" periféricas alprototipo, definidas por el cumplimiento o no de 105 tres rasgos definito­rios del prototipo.

Convincente como lo parece, el trabajo de Coleman y Kay no distingue,sin embargo, el significado del vocablo lie del acto de mentir. Lo que susinformantes juzgan san actos en que alguien miente, no el significado delvocablo. De hecho, el trabajo no es una investigaci6n del significado de lie,sino de la capacidad de sus informantes para juzgar si alguien miente o noen detenninadas situaciones. Yen la medida en que se trata de una inves­tigacion de los conceptos éticos de sus infonnantes, resulta imposible con­c1uir, como el10s crecn, que se puede verificar la existencia de un prototipodel vocablo tie. 4'2

equivocaci6n, no una mentira (Coleman/Kay, 1981:39). Basta record'lr el terror de los médi­cos estadounidenses ante acusaciones de trammiento equivocado a los pacientes, para com­prender gue eI supuesto prototipo dej6 su 1ugar a una conveniencia penal: acusar a laenfermera. no al médico.

EL CONTfu~IDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: L\ DEFINICION LEX1COGRAFICA 199

Ha)' gue destacar que el valor de la hip6tesis del prototipo radica en la ma­nera en que concibe el fenomeno perceptual que lo origina: precisamenteen la capacidad humana de elaborar Ios datos de los sentidos en un esque­ma global que no procede de un "anaIisis de atributos", como lo seiialaRosch. ~l prototipo, en consecuencia, es una estructura sintética, una "im­presi6n" inmediata para cl conocimiento. Su analisis, el establecimiento deatributos o rasgos definiwrios, incluso su representaci6n grafica. es un he­cho posterior a su constituci6n y, como tal, mediado por la reJlexi6n. De ahigue, por una parte, en la medida en gue la reflexion se produce sobre la basede una comparaci6n de experiencias en la memoria, y Esa memoria tienenecesariamente una dimension temporal reaI, su analisis o, lo que es lo rrllS-

2.3. Del prototipo y el estereotipo al signo

No se ve como el concepto de engaiio deliberado, en particular, podrfacrearse naturalmente, Como para que correspondiera a una percepcionprototipica. La aprehension de la mentira y eljuicio correspondiente 5610se logran a partir de experiep.cias sociales cuidadosamente enseiiadas (porla religi6n, por la educacion civica, por la ética). Es deciI': se puede tratarde verdaderos estereotipos, creados por el valor que cada sociedad asigna a lamentira, no de prototipos. El significado de Ne o de mentiTa 5610 puede ob­tenerse de un an51isis de ejemplos en los que se usen esos vocablos y escomo lo expone el w3. Parece dificil que, para mentiTa, pueda aplicarse unesquema de "mejor ejemplo" y de "periferia" del prototipo, como cuandose trata de tigres blancos, sUlas reclinables o mecedoras. Todo lo que se sig­nifica como mentiTa tiene 105 rasgos que define el diccionario. Para 105 casosdudosos no hay, realmente, un mayor o menor grado de 'mentira' a partirdel estereotipo. Es la ética y, en ciertos casos extremos, la jurispnldencia,la que 10s define.

Esto conduce a dos conclusiones: por un lacio, desde cl punto de vistacognoscitivo, se puede sostener la hip6tesis del prototipo como explicaci6ngeneral de la base del significado de una importante cantidad de vocablos;pero por el otro lado, la noci6n del estereotipo l'esulta mas adecuada paracomprender la elaboraci6n del significado de una cantidad todavia mayarde ellos.

TEORiA DEL DICCIDNARlD MONOUNGUE198

Page 101: BIBLIOTECA CENTRALIZZATAR. RUFFILU · lO TEORiADEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11 IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131 O. lntroducci6n 131 1. El origen

2.3.1. La constiluci6n del signo

4j Si se re\'ìsa la polémica gue ha causado la hip6tesis del prototipo entre los lìngUist..'1s(Schwarze, 1982; Laca, 198'!; Geeraerts, 1985; Melka-Teìchroew, Stechow/Scheppìng, 1988;Coserìu, 1990; Taylor, 1989 y Rey-Debove, 1989b y 1991) se veri gue ésta prO\'Ìcne, en buenamedìda, de la ìnsuficìencìa con gue sus cultores la exponen: la confusi6n entre objelos sin­gulares y objetos ejemplares, cntre el esguema perceptual y su manifestacì6n verbal, entre lapercepd6n del objeto y su representad6n gnlfica, y, sobre todo, la ìnexistenda de una teonadel signo freole a la creenda naif gue ve en los signos meros soportes materìales de la refe­rencìa a las cosas. La hìp6lcsis del prototipo s610 seri valida sì se rcconoce el ambito en queopera; el resto es sigllificado.

Una vez establecido el hecho de que toda manifestaci6n del prototipo/este­reotipo es un fenomeno linguistico, se puede pasar a inspeccionar como seconstituyen 10s signos a partir de sus prototipos o estereotipos y como apa­Tecen esos elementos de la definici6n lexicogriifica que, como se senalabaantes (§ 2.2), parecen superar a la manifestaci6n espontanea del estereoti­po por parte del hablante o negar su existencia.

Considérese el prototipo de un pez, que probablemente consista en lapercepci6n de que habita en el agua, tiene aletas y un cuerpo fusiforme.Un niii.o que vea por primera vez en su vida un animaI con esas caracteris­ticas -una trucha en un rio, un awn en el mar, o una merluza en la pes­cadena (en donde habni de mediar la explicaci6n sobre su procedencia)­creara un esquema inmediato del pez, que aplicara a todos 10s animales

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: LA DEFINICION LEXlCOCRA.FICA 201

H El vocablo marisca lo registra Corominas en espanol hacia 1326, en la expresi6n "anademarìsca", lo gue corresponde al sìgnificado que da Nebrìja del vocablo como ~cosa de mar; ma­rinus", de donde se puede suponer que, en erecto, no habia un prototipo del marìsco, sinoun sìgnificado muy generaI, de carieter adjetivo. Para 1399, dice Corominas, marisco ya gue­ria decir "animaI marino invertcbrado".

45 El vocablo o1l.stacea es un cultismo registrado por la Academia Espanola, segun senalaCorominas, hacia 1843. Molusca también: proviene de un latinismo cientifico mallusms rcgis­trado apenas por la Academia en 1884.

que se le parezcan: un tiburon, un delfin y hasta una ballena. Tendra difi­cultades, sin embargo, para aprehender con el mismo prototipo cualquiercrostaceo o algun molusco, porque aunque vivan en el agua, ni tienen ale­tas, ni cuerpo' fusiforme. El niiIo preguntara asombrado, no "~qué c1ase depez es ese?", sino "~qué es eso?". En muchas lenguas no habra nombre encomun para peces, crusraceos y moluscos que vivan en el agua; es decir, nohabra manera de designarlos con una palabra, que manifieste la probableexistencia de un prototipo comun para todos. Pero si para la comunidadlingiiistica lo que tienen en comun esos animales es gue son comestibles, ypor lo tanto interesa pescarlos, quiza le baste con llamarlos con un vocablosemejante al del espanol pescado o, como sucede en algunas regiones his­panohablantes, mansco. La comunidad construye categorias superiores a 105prototipos, de cariicter estereotipico, en las que hay generalizaciones queno proceden de la impresi6n inmediata de una gestalt, sino de un analisisguiado por 105 intereses de la sociedad.44 En otra comunidad se podra dis­tinguir pescado s6lo para hablar de los peces y mansco para hablar de 10scrustaceos y los moluscos (como sucede en la mayor parte de México). Enel primer caso, aunque haya un prototipo del pez, la comunidad lingiiisti­ca necesita 105 estereotipos, o bien del pescado, o bien del marisco. Eu elsegundo también, pero los especializa. Asi que en ambos casos hay estereo­tipos, pero no prototipos; y 105 estereotipos son c1asificaciones impuestaspor la sociedad a 10s objetos naturales a partir de su interés alimenticio.S6lo mas tarde, cuando el interés por el conocimiento del fiundo fisico seoeupa de estudiar peces, crusticeos y moluscos, es cuando aparecen las cla­sificaciones zool6gicas y los propios nombres para esas clasilicaciones.45

Considérese que es también la zoologia la que enseiia modernamenteque los delfines y las ballenas no son peces. Para la comunidad lingiiisticaalemana, el prototipo del pez (fisch) puede haber inducido la denominaci6nvValflSch para la ballena~omo Haifisch para el tibur6n-. En este caso, mo­tivado por la lengua, probablemente un informante aleman tendera a c1asi­ficar las ballenas entre los peces con mayor facilidad que como lo haria unhispanohablante o un anglohablante. Si no lo hace es porque l'a formaparte del consenso social el saber gue las ballenas san mamiferos }' no

TEORiA. DEL DICCIONARID MONOLINGUE

mo, la busqueda reflexiva de 105 e1ementos en comun que ofrecen diversosejemplares de objetos naturales, l'a no pueda considerarse en cl mismonivel de inrnediatez que el prototipo mismo. Por la atra parte, que la refle­xi6n dificilmente puede darse sin la intervenci6n de un lenguaje que la sitG.ey la ac1are. Como cl unico lenguaje real de que dispone todo ser humanoes su lengua materna -toda afirmaci6n de la existencia de un "lenguajemental" es una mala metafisica- y ésta se constituye con la experienciasodal, resulta que cl anaIisis de un prototipo en atributos o en rasgos defi­nitorios es ya un fenomeno lingUistico; de donde la manifestaci6n del pro­totipo, ya sea por la propia definici6n espontiinea de un hablante, o l'a seaen cl discurso supuestamenie "objetivo" del psicologo es un fenomeno designificacion en el seno de una sociedad.43

Y siendo asi, lo que se destaca ahora con cIaridad es el caracter verbaldel prototipo, precisamente en la direcci6n en que Putnam propuso sunoci6n de estereotipo. Con la diferencia de que tal estereotipo es, en rea­liclad, un signo lingùistico, no una "teoria sobresimplificada de un objeto".

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Wahrig

Ejemplo nùm. 6.

~n El Wahrig refi ere, bajo W(J?fi-~r11 a n'al, corrigiendo la denominaci6n.

~7Depni.s l'Enc)'cl0pédie, et surtout an .w," si/Me, notre 'elwt' idéeJ mbil Ime métmnorpllOse eomplète.D'abord et S1trtout, il resse bi::.aITe1llenl d'èt,l! lui-mème. Foici la phra.re iniliale de l'artide chat dalls1'EIlC)'dopédie: 'animaI quadmpèdedomestique, dOllt 01/ a donné le nom à un wmTe de quadmpèdes f... }qui compn7td avec le cita! des animallx t1iJ sallvages et tm jeroces (Rey, 1965:77).

·18 Ibidem: La sn"ence naùsante et la S}'stéJllatique y trOlwaient pellt-are lL'llr compte, la lingllisti­qUI! certes pas. En rjJèt, ce "r.hat-gellre" n 'a jamais eu, à ma connaissance, d'e:cisfCllU aelive dmL~ la. lall!Jlle,Nuore moillS dalls !es stn/etures idéelles dlt 10czlfl'llT 1f1O)'t71. f... } Pt'T.wnne /l'a jamais dit, qUi! je sa.che,qu 'un animaI apjJartenait au chal Oll que le chat comjJT/!1lait les jagllars.

EL CONTENIDO PROP05ICION.;\L DEL ACTO: LA DEFINICION LEXICOGRAFlCA 203

te de Ios pueblos del mundo c1asifican las plantas medicinales, las veneno­sas y las tòxicas por sus propiedades curativas, daiiinas e incluso magicas.no tanto en ténninos fisicos, como lo hace la botanica moderna. Sobre losanimales, el interés social impone c1asifieaciones relacionadas con su valoralimenticio, con su comportamiento Erente al cazador, con el valor de suspieles, etc. La c1asificaci6n mineral6gica puede haberse formacio a partirdel valor sunruario de metales como el oro, o de las propiedades de los me­tales en instrumentos agricolas o en armas. Pero a partir del momento enque el conocimiento cientifico se destacò por SI mismo como interés de lasociedad occidentat, la ciencia adquiri6 autonomia y su esfuerzo de objeti­vidad la llevò a separarse paulatinamente del conocimiento soda! tradicionaldel millldo fisico. Ya para el siglo xì!lIJ, segùn Alain Rey, Esa ciencia objetiva,onentarla por criterios y valores que pudo desarrollar autonomamente, co­menzò a dejar su huella sobre el conocimiento soeiaI: "Desde la Enciclope­dia, y sobre todo en el siglo XL'X, nuestro 'gato' idea! sufri6 una metamorfosiscompleta. Ante todo y sobre todo, dej6 extranamente de ser él mismo. Reaqui la frase inicial del articulo gato en la Enciclopedia: 'animaI cuadrùpe­do doméstico, cuyo nombre se ha dado a un género de cuadriipedos [... ),que comprende con el gato -a otros animales muy salvajes y muy feroces"47y agrega Rey: "La ciencia naciente y la sistematica encontraban quizas ahisu interés, la lingiiistica ciertamente que no. En efecto, Este "gato~género"

jamis ha tenicio, gue yo sepa, existencia activa en la Iengua, y todavia me­nos en las estructuras ideales del hablante medio. [ .. ,] Nadie ha dicho jamasque un animaI pertenezca a! gato o guc cl gato comprendiera a los jagua­rcs [... ]."'18 Desde entonces el conocimiento cientifico entra en tensi6n conel conocimiento compartido por la sociedad, gue es el que fija sus condi­ciones de intcligibilidad. La tensiòn se complica por el hecho de que, a la vezque la ciencia se ocupa del mismo mundo experimentado por la soeiedady maniflesto en su significado, lo hace con 105 mismos signos gue le depa­ra la sociedad. El gato de la socierlad es "el mismo" que interesa a la zoolo­gia; pero la zoologia agrega al conocimiento social un nuevo conocimiento"de las cosas en si", gue se manifiesta mediante los mismos signos lingiiis­ticos tradicionales,

TEORiA DEL DlCCIONAIUO MONOLlNGÙE

Pues el conocimiento cientifico, como conocimiento analitico del mundofisico, se origina en el interés soda!. La comparaci6n de espe~ies animadaso de ejemplares minerales, la busqueda de element~~:ncomu.n entre ellos,y la c1asificaci6n que se pro.d~ce a pa:tir de e.s: anil1S1: se :nuenden c.om~parte del interés por la mediana, la allmentaclOn y la mmena. La mayOl pal-

Wal (m. l) Angehoriger einer OrdnungvoI1ig an das Wasserleben angepaBterSiiugeliere: Celacea; SY Zelazee [<ahd.wal < germ. -hwala. eigtl .....Wels.. (we­gen der GdiBe auf den Wal ubertragen)J

en donde explica, desde la zoologia, que se trata de un mamifero aclimata­

do totalmente a la vida en el agua.La actividad clasificadora, basada en un constante amilisis de 105 obje­

tos considerados, no se detiene en un momento determinado, como lo de­fiuestran las ta.xonomias biol6gicas contemporineas. Cada vez que hagafalta reagrupar objetos de acuerdo con nuevos criterios de categorizaci~n,la sodedad o su comunidad cientifica elaboraran 105 conceptos necesanosy muehos de éstos pasaran a enriqueeer o a modificar el signi~eado ante­lior de 105 vocablos que los designen. Alli dificilmente podran aparecernuevas percepciones de ellos, que den lugar a ~~ototipos. ~ncluso se supe­rariTI los estereotipos en favor de una consU-UCClOn compl:Ja ~e 105 nuevossiQTIificados pertinentes para la sodedad. Pero dado el aleJamlento moder­n~ de la ciencia en relaciòn con la vida sodaI, y la autonomia que ha alean­zado aquella en relaci6n con 105 intereses de la sociedad, no toda. ?uevaclasificaci6n de objetos del mundo fisico se traduce en una correCCIOn del

significado de 105 vocablos.

2.3.2. Interés y conocimiento cientifico

peces. Para manifestarlo un diccionario tendra que abandonar la simpleexpresi6n del prototipo, comO lo haria la ~efinici~n espontanea, Xha:erintenrenir criterios de amilisis que no proVlenen m de la percepclOn SlID­pIe, ni de un supuesto estereotipo de "animales malinos", como se ve en el

ejemplo 6:'"

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3. LA DEFlNICIÒN LE.XICOGRÀFlCA COMO CONSTRuccrON CULTURAL

2.3.3. Enciclopedia y diccionario

49 La competencia es tanto mas desigual, euanto no medie una teoria del signa: las pala·bras, como se ha explicado antes, se vuelven meros sopones materiales de la referencia; sussignificados son, en el mejor de los casos, "imagenes mentales" de la cosa cn si. S610 sobre esabase se puede sostener gue los dkcionarios no son sino enciclopedias abreviadas o malas end­clopedias, como lo hace, por ejemplo, Haiman (1980).

c~~iento, guiados, por la reflexi~n y el amilisis, y no sea la simple manifesta­ClO11 de una espeClc de automaasmo cognoscitivo del ser humano eu estadopuro, anterior o indepe.n~iza~o de la socieciad -como parece que lo desean105 prOffi_ot?res de l.~ hlpotesls del prototipo- en el euai el prototipo esta­blece l~ unIca relaC.lOll d~ veracidad posible entre cl signa y la percepci6n.Pues, SI. como se :Jcmphficaba arriba, sobre e1 prototipo del pez se hizon~cesan.o constrmf Ios estereotipos del pescado y del marisco en la comu­~ld~d hIspc;uo.hablantc.' y ~esde tan temprano como el siglo XIV mansco yaslgmficaba ~_lmalmanna mvertebrado' sin que ese significado dependiera~e la form~clOn d.e un nuevo prototipo, se puede postl.llar que algo seme­J~1te habra suce~Ido con muchos ma,;; vocablos del espanol y el mismo fe­non:eno ~~cedera~n todas las lenguas. Eso quiere decir gue 105 procesos declaslfic~c~onde obJctos naturales -en cl sentido en gue 105 define Rosch­no se 11ffiltan a 105 prototipos perccptualmcrite elaborados, sino que desdeel momento en que se asocian a designacioncs verbales continuan Constru­y~ndo y reconstruyendo categorias, de acucrdo con 105 intereses dc la 50­cIcdad y con la memoria de experiencias valiosas para su cultura. La apaIici6nde la ciencia como se la conoce en el mundo moderno ha de interpretar­se como un efecto del inte.rés social por el mundo fisico, y las categoriasque elabo.ra~-cooconcepclOoes y procedimientos tao antiguos como paraque ya Aristotelcs 105 haya enunciado claramente en su Organon (cf. GardaMaynez, l g~8)-, han .de verse como manifestadooes 16gicas de ese interés.. En OccIdente ha sido precisamente ese interés de conocimiento ei prin-

C1~aI motor de la evoluci6n del significado de 105 vocablos quc designanobJetos naturales. Y ha sido la evoluci6n de las coocepciones de la relacinoe~~: cl signo y su referente, la gue ha dado lugar a las teorias de la defi­mClOn gue, de Arist6teles eo adelante, pasando por Kant, Rickert, White­head o Russellllegan hasta la actualidad con Carnap y Hempel (por 5610nombrar unas cuantas).

.p~~ ambas c~usas, la definici6n lexicogrifica ha sido siempre, dcsdesus 11l1CIOS en el sIglo XVII, no una simple descripci6n del significado de 105vocablos, tal como lo entiende cualguier agregado de 105 miembros dc cadacomu~idad lingiiistic~,50 sino una verdadera reconstrncci6n del significa­do, one,ntada por 105 ~.t~reses de la sociedad en su conjunto ydirigida porlas t~o~as d~ la defimclon. Es decir, la definicion lexicogra±ìca, y COn ellacl dIcclOnano en su conjunto, revelan su naturaleza cultural: ambos sonproductos de la reflexi6n sobre la lengua, que se gesta en la sociedad, y queobedece a una lenta y larga selecci6n de e.xperiencias del mundo mani­fiestas Con palabras.

5ll Que es el alcance de todadeseripci6n. Véase infm, § 4.1.1.

EL GONTENmo PROPOSICIONAL DEL ACTO; Lo\. DEFINICION LEXICOGRAFICA 205TEORiA DEL DICCIONARlO MONOUNGUE

El conocimiento social del significado dclléxico cambia, en consecuencia,ligado a la evolucion de la reflexi6n sobre la lengua y sobre el conocimien­to humano, tal como se va dando en cada estadio particular de la historia delas comunidades lingiiisticas. De ahf gue el significado de 105 vocablos con­sista principalmente en una elaboraci6n de 105 datos de la percepcion a basede experiencia, de memoria compartida y de intereses especlfìcos de cono-

El conocimiento sodal del mundo experimentado, tal como se manifesta­ba en el significado de un vocablo como gato (o tigre, o ZDTTO, o estrella, o con­dencia) en 105 primeros diccionarios monolingiics, va viéndose cada vez masasediado por el conocimiento cientifieo de las cosas que, a la vez que corres­ponde a un interés generaI de la sociedad -y que, por lo tanto, no puedesoslayar-, lo enfrenta blandiendo siempre ante él su objetividady la seguri­dad de que llega al conocimiento verdadero de la COSa en si. La enciclopediaes cl resultado concreto del interés dentifico de la sociedad en Occidente:avanza sobre la significaci6n sodal euando la ciencia se vuelve pertinente ysustituye el signo por la cosa en si. No es que la inteligibilidad social varieen su constituci6n publica ni en 105 resortes que la crean, sino que en laeomplejidad estructural de la sociedad burguesa, ya no basta el conoci­miento tradicional compartido por todos y, en cambio, el conocimiento "ob­jetivo" del mundo en sf mismo se convierte en el unico conocimientovalido. La enciclopedia, como catilogo de definiciones de 105 objetos deconocimiento, compite con cl diccionario sobre la base de los signos lin­giiisticos que comparten ambos, solo que, si para el diccionario son siem­pre palabras y modos de decir con un sentido, para la enciclopedia sonsolamente etiquetas adheridas a las cosas;19 de valor secundario. La socie­dad burguesa, a partir de la sociedad ilustrada, exigiri desde entonces unadefinici6n lexicografica nutrida por el conocimiento que da la ciencia. Deahi el predominio del diccionario enciclopédico desde el siglo XVIII, y sobretodo en el siglo XIX (como se seiial6 en el primer capitulo de este libro) ylas caracteristicas que ha adoptado la definici6n lexicogrifica moderna.

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3.1. La definici6n aristotélica

Eu seguida se considerara la influencia determinante de las teorias dela definici6n, proeedentes de la filosofia, sobTe las concepciones actualesdel significado, en particular en la lingUistica y en la logica, para poder ca­racterizar después, con mas precisi6n, el tipo de reconstrucci6n del sig­nificacio de 105 vocablos que ponen en practica 105 diccionarios mono­lingiies.

207

PR

W3

oro. (Dellal. ali11lm.) m. Q.Uill1. Metal amarilloel ?"las dllcti! y maleable de todos y uno de lo~mas pesados, solo acacable por 'd cloro elbro~o y cl agua regia; se encuentra siem'prenatl~o en la naturaleza. Es uno de los metalespreC10S05. ~um. atomico 79. Simb.; Ali. Il 2.Color amanllo como cl de este metal O t C

ad}. 113. Moneda o monedas de oro.'NG·le~g~mas.que DRO; pagar en ORO. Il 4. V. ascua,batJ.dor, baca., bodas, bot6n, buIa, carrocastell~ ~era1, dob16n, ducado:edad, hbrdlo, ltbro, litargirio, maruvedionza, pe:mnte, pic.o, pino, platero, siglC':sueldo, brador, tOlson de oro. Il 5. jovas votras adornos, mL0l'riles de t'Sia especie,' il 6.fig: Caudal, nquezas, Il 7. Cualquieru de 1mnalpes del palo de cros. Jueglle ru/ed un ORO;he r(l6ado 1m OROS. Ii 8. Bios. Uno de los dosmelnles heraldiros. En pintura se expresa poret co~or dorado o cl, amarillo, Y l'n cl grabadocomun por un punullado menudo !iobre bian­co o sobre d fondo del diblUO.1I9. pl. Un" de1m cuatr~ palo$ de la baraja esp<llÌola. l'ncuyos nalpes se reprcsentan una ° variasmOl1(,'das d,e oro. !I batido. El addgaza­do y reduCldo a hOJas sLltilisimas. quI" sin'epara .dorar. il coronario. El quI' es muv linoy SUbldo dc quilatcs. il de capela. El obl~nidl)por ropelaciòn. Il de cibar. El muy acell­drado. Il en polvo. El qlll' se halla natural­mente cn arenillas, Il 2. fig. oro molido, cosacxcelente cn su linea. Ii fulminante. El

Conjunlo de ejempJos num. 7,

EL CONTENIDO PROrOSICIONAL DEL ACTO: lA DEFlNICIDN LEXICOGR-\FICA

DRAE

TEORiA DE.L DlCCIONARID MONDUNGÙE

Es bien sabido que para Aristoteles y sus seguidores (Porfirio y Boecio, so­bre todo) la definici6n tenia por objetivo determinar la'esenda de las cosas,El género pn5ximo, la especiey las difere'1icias espedficas eran tres elementos defi­nitorios de esa esencia, en tanto que las propiedadesy 105 accidentes de las co­sas solamente redondeaban su "peculiaridad" (Garda IvIaynez, 1958:46).Como busqueda de la esencia de las cosas, evidentemente, el esfuerzo deconodmiento tendria que probar de varias maneras cuaIes senan sus ver­daderos género, especie y diferencia espedfica. La mera aprehension in­mediata de las CQsas en el acro cognoscitivo no bastarla para asegurar esaveracidad metafisica, sino que ésta tendria que provenir del anaIisis y delrazonamiento,. No hay que olvidar que las dimensiones de la concienda ydel acto cognoscitivo, tal como se condben ahora, son producto casi exclu­sivo de este ultimo siglo y que, en consecuencia, la percepci6n como feno­meno bio16gico y psico16gico seguramente no jugaba en el pensamientoaristotélico un papel semejante al que juega en la moderna investigaci6npsicologica. De ahi la dificultad de comparar hoy en dIa las concepcionesaristotélicas con las que suelen ofrecerse en las teoria modemas de la defi­nici6n,

El pensarniento aIÌstorélico forma parte importante de la herencia cul­tural occiclental y desde muy temprano quedo integrado a la concepci6nde las cosas yde los signos que las significan, por lo que no es extrailo quela teoria aristotélica de la definid6n haya permeado muy pronto la defini­ci6n lexicogrilica. Precisamente en la definici6n de animales y plantas,aUTI cuando haya variado por la sistematica de Linneo, puede percibirsetodavia hoy su influencia. Se puede incluso afirmar que la mayor parte dela definici6n lexicogrilica y enciclopédica contemporanea de objetos natu­rales se rige en mayor o menor grado por la teoria aristotélica, como lofinestran las definiciones antes citadas de tigre, tiger, de gato, cat, chal y deoro, or, gold. El aristotelismo, integrado a la cultura, paso, en consecuencia,a guiar la comprensi6n sodal del significado y, concomitantemente, lareconstrucci6n que hace de élla definici6n lexicogrilica.

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3.1.1. De la esencia al nombre

" p . p"Ou·nente la cir...1. que hace Garda Marnez de L.S. Sr.ebbing, A, Modem filtra-. or eso es .... . _ cl \.d , L·' (193")· '·De acu"rdo con \a ensenanza clasica, la ddinicion lo es e o)Jetos,llctlOn lo ogl/. J • ... • d .no dc eoneeptos D palabras. 'Se presupone -como escribe Susan Stebbl.llg- quc to o tIeneuna escl1cia detenninada, y que hay una sola definicion para cada obJe.to, a saber, la gueex resa su escncia. Desde este punto de vista, la definici6n puede muy bl~n a~arecer.co~o

p . to de la p,"quisa cientifica. Las definiciones no deben ser arbltranas en mnguncoronamlen , ..sentido, y han de hallarse determinadas por \a naruraleza de las COSa5 •

La definici6n aristotélica tiene como consecuencia una c1asificaci6n ~e 105objetos y una categorizaci6n en relacién co~ otros, pero ?ad~~ su onent~­

cién exc1usiva hacia la busqueda de las esencms, tal categonzaclOn no p~dl_a

ser su objetivo, sino solamente un eftcto del r~c~~nocir.nien~t~de la esencIa.:J1

No haria falta sena1ar tampoco que la definlclon anstotehca n~ se conce­bia como un conjunto de reglas para reconocer objetos de la mlsma :lase,puesto gue se trataba de una llegad~: cl reconocimiento de la esenCla deun objeto, y no de un punto de paruda. . ~ . ~ .

Pero tambifn es un hecho que, aun cuando la concepclOn ansto:ehcade la definici6n corresponde al reconocimiento exclusivo de la. e.s:ncla delas cosas, una vez manifiesta, la definicién se convierte en definlclOn ~e to­das las cosas pertenecientes a la misma c1ase. ~ues c~ando se h~ defim?o laesencia de un objeto, su definicién no sélo lo especifica en su smgul.andad,es decir, no tiene por Unico objetivo identificarlo punn;alment~ (~or eJemplo,cuando define al ser humano como 'animaI racion~ .' ~no se IIml.ta a ~ar

l . de tal ser humano de donde paroo el cuesUonalmentoque a esencIa '...-este hombre, esta mujer-, es la de ser un anlTIlaI raclOnal) SlI~O que loha reconocido en el reino de las esencias que interesa a la met~slCay, p.oreso mismo, lo reconoce como clase: tarlo ser humano es un ammal raClO­nal: la clase de 105 seres humanos esta formada por todos 105 seres que.seananimales racionales. Asi es gue por esa misma definici6n se h~ categ~nzado

al ser humano, y las notas 'animal' y 'racio.naI' -gén~ro y .diferenCla~ seconvierten en condiciones necesarias r suficlentes para mc1urr en la clase del'ser hurnano' a todo individuo que Clunpla con ellas. De esta ~an::a la de­finici6n aristotélica deja de ser el resultado fi-nal de la ~nv~St1gaclOn de l~

esencia de 105 seres human05, para convertirse en un enteno de reconOCI­miento de todo objeto que pueda llegar a reconocerse ~omo ser humano.

D· h de otro modo: a partir de ese momento, e1 SIgna set Immano selC o .. ~afrece como un nombre a disposici6n de un designador, y la proposlcl~n

definitoria se convierte en ellistado de criterios mediante 105 cuaIes cl deslg­nador somete a prueba el objeto que quiere conocer, para e1 cual se provee,como hip6tesis, ese signo. 'Animai' y 'racional' san condiciones necesarias

y suficientes para reconocer a un ser humano, o para nombrar ser Immanoa cierto individuo (cf. Supra, capitulo N, § 2.4).

Esta iiltima interpretaci6n de la concepci6n aris,totélica de la defini­c~6n ~es la que predomina hoy en dIa en el pensamiento de orientaci6nClen tifica. Y llega a la teoria generaI de la definici6n por dos caminos: deUn lacio, por cl de la filosofia de la ciencia y particularmente por la logicamoder~a; del otro por el de la lingUistica estructural que, en este sentido,no ha sldo superada todavia por las principales conientes contempora.neasde la linguistica.

Pues ya desde Kant el sentido de la definici6n se habfa desplazado dela esencia d~ las cosas hacia su "concepto", es decir, hacia la idea que seforma en el mtelecto acerca dc alguna cosa, por lo que, como seiiala Gar­eia Maynez (1958:48), para Kant "la finalidad del procedimiento definitoriono esuiba en dar cuenta de la esencia de una cosa, sino en senalar de ma­nera adecuada y completa el contenido dc un concepto". La explicitaciéndel contenido del concepto sélo se lagra mediante un lenguaje y, desde elmomento en que es el lenguaje el que queda en el centro de la cuesti6ndefinitoria, el interésde la definicién vuelve a desplazarse, ahora del con­cepto aI signa: aI nombre y a las proposiciones que se elaboren para darCUenta de 105 conceptos. Se ha pasado, en consecuencia,de la definici6nde esencias a la definici6n, o bien de 105 "conceptos" o bien de la "referen­cia" misma, bajo la suposici6n crucial dc que todo signo corresponde odebe corresponder biunivocamente, en ultima instancia, a un objeto (cfsupra capitulo N, § 2.5).

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: L'\ DEFINICION LEXICOGRAFICA 209

3.1.2. El analisis del signo

El enfoque lingùrstico proviene de Saussure y de Trubetzkoy, por CUantoprocede de ellos dos la idea precursora de que un signa sélo puede reco­nOcerse c~mo parte de Una estructl1ra. Es decir, desde el momento en gueun lenguaJe -una lengua-:. comenz6 a concebirse como un todo estructu­rado, del euaI se deriva la singu1aridad de cada uno de sus signos, desde esemomento el estructuralismo "descubrié", por asi decirlo, que las notas defi­nitorias de la teoria aristotélica correspondfan a sus "rasgos significativosminimos y pertinentes" o semas, y adopt6 la definici6n aristotéIica modifi­eand~ sus términos: la f6rmula del significado o semema iba encabezada porun pnmer rasgo, el clasema o marcador semantico -segiin la coneepci6n: eu­ropea o angloamericana_ correspondiente al género prt5ximo, y la seguia unaserie de semas equiparables a la diferencia esjJedfica, las propiedades y 105 acci­de-ntes de la teoria aristotélica. La lingiiistica venia asi a "develar" la natura-

TEORiA DEL DICCIONARIO t.IONOUNGÙE208

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. l ' . .on ofa predicale 'Q' for a spcnlter X is t/w:.:! l'day be characleri:.ed rrJughly lLSJol~~~.: .. II; l1I:,en~ lo be willing to ascribe the predicale 'Q' IO

general eDlldìtion wMcll an obje~t Y 1//'IISI jitbl III on erJor.,Y. Cf. también Kubczak. 1970:17·18.

. . " 'tu aristotélico. La herencia de Arist6teles1 cl l Slgnificado en un espln b'eza e b l teoria de la definici6n de la esencia de 105 o ~etos;nO se concreta a a a . cl" daba a

'fi sta en 105 signos que la explicaban, sIno que, a ~mas, ayu lmanI le l' ili cl en realidad de las en-"descubrir" que la naturaleza de . Slgn ca o -y, 1

as-- se odia describir de la mlsma manera. .gn AB' P ue tanto por la evolucion de la fIlosofia como por la de l~ lin-

_" . l es q, aristotélico de la definid6n ha conservarlo su VIgen-~lstlCa, el cOdllceptho deslizado desde la investigaci6n de las esencias a laela aun cuan o se ayama'nifestaci6n verbal del concepto del objeto.

3.1.3. Signo y verdad

8610 cuando la definici6n se mira como proPI~si~i6ne1abloO~~~:~;~~~~~" l' do de manera onto ogIca con e J

guaje especifico, re aClOna l difi ultades filoso­es cuando suS caracteristicas plantean agudame.nte as le a ro a-

l l' " del signo con el objeto deflmdo: una vez que l p Pficas de a re aCl.on concebida como expresi6n en un lengua­sici6n definitona se expone - d lementos

je-, tendrda quelasjUSpUr'fio'pC~~:;:;ayC~~:~a:~t~~~::~a"~:~es~ ~~~ :bjeto de-correspon e aflnido.

3.1.3.2. Estereotipo yextensi6n

De acuerdo con elio, la extensi6n de un ténnino -y con ella su vera­cidad en relacién con el objeto- es dependiente de la calidad de la defi­nicion intensional que, como en el caso de la definici6n aristotélica, tendraque esforzarse por encontrar cuaIes san las propiedades o las caracteristi­cas reales del objeto que se ha de definir; para Carnap, esas propiedades"no se conciben como alga mental, digamos imagenes o datos de Ios senti­dos, sino como algo fisico que tienen las casas, un lado o un aspecto o com­ponente o caracter de las cosas" (1956:20).53

Ya se vio antes (cf. supra § 2.1.1), a proposito de la hip6tesis del pro­totipo, como ésta linea de investigaci6n propone, con buenos resultadosexperimentales, que realmente hay un relieve fisico de las cosas mismas, apartir del cual se forma el esquema gestaltista del objeto de conocimiento-lo cualla acerca a 105 planteamientos de Carnap- pero, a diferencia deél, no solamente no soslaya el papel de 105 sentidos o de la mente en el reco­nocimiento de ese relieve, sino que lo destaca como la cuestion principaldel conocimiento humano de las cosas. De todas maneras, tanto la pro­puesta de Carnap como la hip6tesis del prototipo suponen como una ne­cesidad fundamentaI un conocimiento del objeto en si que no dependa dela refiexi6n, del razonamiento o de la interpretacion que hagan de éllosseres humanos. Suponen que la definici6n de un objeto debe consistirunica y exclusivamente de la manifestaci6n de las propiedades facticas delobjeto en si.

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: L\ DEFINlCIDN LE..XJCOGRAFrcA 211

53 Are not meant as somethillg mental, sa)' imagr's or sense-data, bui as something ph)'sical tlwl lhl!things have, a side ur aspecl or component or character oJ the things. Hay glle nOt'-lr gue no es clarala posicion de Camap en relacion con el papel guejuegan los sentidos en el conocimiento delas cosas, pues allnque niegue, como se via ames, que la imensi6n provenga de los datos de Iosscntidos, propone de todas maneras gue la il1vestigaci6n de la intension de un témlino con­siste bilsicamente de dos procedimiemos: el del estudio de la conducta de un hablante fren­te "il ciertos objetos. gue tcndriI como resultado una lista de propiedades ~reconocidas"por e!hablante en el objelO, y lo gue IIama "método del amilisis de la estructura" del organismo delhablante, mediante el cual. en conocimiento profundo de su estructura fisiologica, se puedecalcular a gué c1ase de estfmulos reacaona)' como. El pape! de los sentidos y del conocimientogue producen cabria c1aramente en este segundo metodo y, cn consecuencia, su afinnaci6nanterior se invalidarfa,

Actitudes cientificas como las de Carnap y otros fil6sofos, psic610gos y lin­gilistas que se adhieren al pensamiento neopositivista, implican, a la vez,un menosprecio y una desconfianza de fondo del papel que tiene la lenguaen el conocimiento. Se la ve como la simple manifestaci6n superficial de un

TEORiA DEL DICCIONARlO MONOLINGÙE

3.1.3.1. Intensi6n y extensi6n

. concibe como el establecimiento expli-La defi.nici6n, edn conseceudi~~~~~6~everdadera a prop6sito del objeto definido,C'to y nguroSo e una pr . . ~ l en-

l "tul IV § 9 6 2) Esa predlcacIOn no so amno de su signo (d. supra capI ~ , -' de~a.s debe ser v51ida para todate debe explicar su naturaleza, smo que ala clase de la cual sea miembro. R d lf Carnap

Para Cumplir con esoS dos requisitos fue para lo que u o ral d .

" ... " l oncepto gene e m-. tr duio la distinci6n entre intenslOn y extenszon. e c ;. ~ dIn ~ ~ ;) racterizar burdamente como sigue ... : la mtenSlOn etenslOn .se pu~d~ c:m un hablante X es la eondici6n generai que debe cum­un predlcado Q p X d d 'b,'rle el predicado 'Q'" (1956:. b' t Ypara que pue a a senplir eualqUler o ~e o . di d 'Q' por su parte esti forma-242) .52 La extensi6n de ese mlsmo pre ca o '. 'da por todos 105 objetos a 105 que puede ser adscnto.

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54 Y cabe durlar gue tal analisìs bastam, si en él no se inc1uye precisamente la dimensi6nespecifica de la lengua, gue hasta ahora s6lo se concibe como un misterioso fll~O eléctrico enla corteza cerebral y otras capas y zonas mas profundas del cerebro.

conocimiento que se gesta exclusivamente en la relaci6n entre el cuerpohumano, visto como estructura fisiologica, y las cosas en 51, por lo que nic­gan la eomplcjidad de la significaci6n y de 105 actDs cn que se produce. Euesas condicioncs, la dcterrninaci6n de las propiedades intensionales de unobjeto enfrenta obstaculos insuperables, que ellos mismos no han podidoresolver. Pues una verdadera defmici6n intensional de un objeto necesitaasegurar gue cada uno de sus elementos corresponda biunivocamente acada una de las propiedades del objcto en 51. Las métodos propuestos porCarnap para lograrlo (cf. supra, n. 51), tampoeo garantizarian es~ biuni­vaddad: cl estudio de la conducta de un hablante frente al obJeto nopuede soslayar e1 hecho de que Esa conducta no se da en independer:~ia

de la raiz social del individuo, que es la que define el marco de la relacIOllentre él mismo y el objeto y,en consecuencia, el complejo de variables queintervienen en ~u conducta no pennitiria identificar cuaIes se relacionancon cl objeto "cu pureza" y cmiles intervienen "interpretindolo'" social­mente. No puede soslayar, tampoco, que generalmente interviene la len­gua materna del sujeto en su comprensi6n del objeto -como se ha vcnidoargumentando a lo largo de Este capitulo- y que, por ella mismo, sudimension significativa transforma la manifestacion de su conducta. El"analisis de la estructura fisiologica" del individuo, en el estado actual delconocimiento cientifico del cuerpo humano, tampoco ofrece datos pred­50S acerca de la manera en que se procesa la infarmacion procedente delobjcto,5.' por lo quc cl resultado finaI seria una acumulacion de variablescomplejas, tanto dellado del objeto como dellado del Sl~eto, que impedi­rian determinar las necesarias parejas biunivocas.

Ante Esa especie de callej6n sin salida empirico y practico a que con­duce la concepci6n ncopositivista de la rclaci6n entre la lengua y cl mundosensible, y las exigencias que tal relaci6n impone a la definici6n (aunqueno se trate, necesariamente, de la definici6n lexicogrifica), la propuesta deHilary Putnam de la noci6n de estereotipo. que se expuso en el § 2.1.3,viene a ofrecer una salida, valiosa tanto para la filosofla, como para la lin­giiistica y la lexicografia. Pues para él, el primer conodmiento que adquie­re un ser humano a prop6sito de un objeto esci constituido por unconjunto de "propiedades fenomenolégicas" del objeto correspondientes,como se explic6 antes, al prototipo y a la comprensi6n del objeto que se hafonnado en la sociedad: al estereotipo. En tal caso, la definici6n de prow

piedades del objeto es una definici6n estereotipica, de validez limitada,

212 TEORIA DEL DICCIONARIO MONOLINGÙE EL CONTENtDO PROPOSICrONAL DELACfO: L\DEFINICION LEXICOGR.A.FrCA 213

que o~e"':ta la investigaciém del objeto pero no determina totalmente ni suconOClmlento "verdadero", ni la clase extensional a la que pertenece.55

Es por eso por lo que Putnam propone, en relaci6n con la pareja C011­cep~~ de Carnap (que f~e el ~:rdaderoobjetivo de la noci6n de esllm?otipo) ,SUS?tUlr el co.~cepto ~de l.ntenslOn por el de estcreotipo, y no hacer dependerde ~lla cxtenslOn del tennmo. La Unica delimitaci6n posible de su extensi6nsera asunto exclusivo de la ciencia (cf. Lara, 1992a:220-221).

L~~ propuesta de Pumam no ha sido generalmente aceptada. En com­paracl~on con la mayoria de los fil6sofos de la ciencia, e incluso con variosconsplcuOS fil6sofos. contemporaneos dedkados a la antologia, parece seru~a propuesta margmal. ~ara la teoria del diccionario monolingiie, en cam­bIO, se ofrece como una Importante aportaci6n al estudio de su compleji­dad semantica reai.

3.2. La definici6n lexicografica moderna

La ~~efinici~n lexicografica no ha podido mantenerse al margen de la dis­cus~o~ filosofica. ~u fundamento eu la inteligibilidad social que se gesta enellexlco comparado y, c011secuentemente, su compromiso con 105 intere­ses de~conocimientode la sociedad, la ha hecho integrar a sus objetivos y asus metodos, a lo largo de los siglos, tanto las propuestas de las teorfas dela defmici6n como, sobre todo, la manera en que esas teorias conciben lascosa~ que han de definirse. Tal hecho ha tenido dos cfectos: desde cl puntode VI.Sta de 105 ~étodos lexicogratìcos, el esfuerzo por fundamentarlos enla: diversas teonas de la definici6n; desde cl punto de vista de la definici6n~Isma, la adopci6n de la definici6n aristoté1ica como marco general de sudi~curso, como principio de clasificaci6n de 105 rasgos del significado eu tér­ffil11?S de "propiedades", y como fundamento de su objetividad en relaci6n,partI.ctùa~ente,con los objetos naturales que define. De Esa integraciénpr,oVIene la ~ezc.la impura del estudio de la lengua y de la descripci6n del~ cos~s, o mas blen de 105 conceptos" que ha venicio dindose en 105 dic­CIOnarIQS monolingiies desde la segunda mitad del siglo XVIII, como lo sena­la Alain Rey (1965:70)."

55 L~ I~ngua matcrna es, en este sentido, uno de 105 mejorc5 medios para profundizar enel COI.lOclll:l1en~O,d~ ,Ias cosas: el 5ign~cado de un vocablo gufa la comprensi6n del objeto aldefimr su IlllehgIbilldad. En este sentldo, la afirmaci6n de Bachelard (1948:87-98) de que ll " b • 1 ' acngua es un o stacu o verba}" del conocimiento, merece una correcci6n,

56 "F 1 I .. ue a, o ar.go del Siglo X\111, a través de las edicioncs sucesivas de Josjesuitas de Tre-

v~ux, gue en~I~~:cler~nel lexto d,e .Fur::tière, y sobre todo en la enciclopedia de Diderot yD Alembert, dlcclOnano razonado ,lllspirado tanto en Bayle (enciclopedista puro) como en

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3.2.1. El comprorniso de Putnam

Chamber5, cuando 5e hizo la mezc1a impura del e5tudio de la lengua y de la descripd6n dcJas COS:1.S, o mas bien de 105 conceptos" (C'esi mt COltTS dII }"1'IIf siede, à tmvers le:; iditions succesi­ve:; des jésuites rle Trevoux, qui emichissent le lexte de Furetière, et SlIrtout darls l'éncydopédie de Diderotet D'Alembert, "dictionnaire raisonne", inspiri ci lo. fois de Ba)'le (enC)'clopédisle pur) el de Chambers, quesefera le mclangr: impur de l'ilude de lalangue et de lo. de:;criplion des c!lose:;, ou jJlllt61 des crmcepts}.

57 Particularmente Urie1 Wcinreich (1960).

A eso hay que agreWdT la influencia de la linguistica moderna sobre la lexi­cografia. Convencida de que 105 rasgos significativos con 105 que elaborasus amilisis semanticos no son efectos de método, sino propiedades realesde la "composici6n del significado" (cf. Lara, 1993, § 1.4y n. lO), proponea 105 lexic6grafos que ajusten sus métodos de definicion a esa idea centraidel estructuralismoY

Pero la infiuencia de la lingUistica no solo alcanza a la lexicografia. Elmismo pensamiento filosofico acerca dellenguaje parece haber dado porbuenas esas concepciones estructuralistas, en particular las provenientes de

56 Es la inclusion de estas categorizaciones, de origen cientifico, cl punto central del ata­que de 105 investigadores del prototipo en contra de la definici6n aristotélica. Las niegan, sindarse cuenta de que su exi5tencia no cuestiona la probable validez empirica del prototipo, nique la negaci6n que ellos haccn de la claswq.cion arislolélica no la invalida, puesto que setrata de clos planos totalmente diferentes: el de la percepci6n y cl de la categorizacion refle­xiva (cf. Taylor, 1989:22 y 55.).

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: LA DEFINICION LEXICOGRÀFICA 215

la ~ingiifsticaangloamericana. Por lo que Putnam, por ejemplo, no pudodeJar de reconocer que, por un lado, la c1asificacion de 105 objetos natura­l~s ~n términos aristotélicos es insoslayable y ha venido a formar parte delslgnificado contemporaneo de las palabras: lo mamifero, felino y carnivorode 105 gatos y 105 tigres es un conoàmiento socialmente compartido que noproviene ni del prototipo ni del estereotipo.58 Por el otro, que la linguisticachornskyana (pero a través de Katz), que es su interlocutora IDas cercanaincorpora esa c1asificacion como parte de 105 rasgos del significado, aun~que sea solamente para poder insertar la palabra en la cadena sintictica, deacuerdo con 105 postulados iniciales de la gramatìca generativo-transfor­macional. De manera que Putnam tennina por restringir el valar de la nocionde estereotipo para poder camponer el significado de un vocablo medianteuna ordenacion de marcadores sintdcticos, marcadores semanticos y estereotipo(Putnam, 1975:269), que resulta mas acorde Con las concepciones lingl1isti­cas dominantes. Asi por ejemplo, water, agua, tiene como marcadores 5intic­ticos 'mass noun' (sustantivo no-eontable), y 'concrete' ('concreto'); comomarcadores semanticos, 'natural kind' ('clase natural') y'liquid' ('liquido');Y105 rasgos 'colourless', 'transparenf, 'tasteless' y 'thirst-quenching' ('inco­lora', 'transparente', 'insipida' y 'capaz de quitar la sed') como elementosdel estereotipo. Su extensi6n, que proviene del conocimiento especializa­do de la ciencia, es la que queda sìmbolizada mediante la formula quimicaH 20 (Véase la valiosa discusion al respecto de Schwarze 1982). Si en esteejemplo no es dificil aceptar que la f6nnula atomica del agua provieneUnica y exclusivamente del conocimiento especializado y define llnfvoca­mente su extension, cuando se trata de gato, tigre, y muchos otros nombresde objetos naturales es dificil, si no imposible, separar 105 marcadoressemanticos del conocimiento de la extension, pues la realidad es que aqué­1105 provienen de ésta Es decir, mas que a causa de la lingUistica estructu­rali5ta, ei motivo por el que hoy forman parte del significado de 105 vocablos105 llamados "marcadores semauticos" es que el conocirniento especializa­do de la ciencia se ha 50cializado en eierta medida: ha pasado a formarparte de la cultura. De donde el compromiso de Putnam viene a revelar laverdadera complejidad del significado en las lenguas consideradas.

TEORiA DEL DICCrONAIUO MONOLINGÙE214

Eso resulta bien clara euando se comparan las definiciones de vocablosque ofrecian 105 primeros diccionarios monolingiies de Occidente con las quese puede encontrar en 105 diccionarios modernos: las definiciones de tigre,liger, gato, cal, chal, etc., constan mora de una nota taxon6mica cientifica (je­lix tigris, jelix catus), tamarla de la zoologia, de una categorizacién orientadapor 105 criterios de la definici6n aristotélica (mamifero, felino, carnivoro),de una descripci6n detallada de su cuerpo, de una breve caracterizaci6netol6gica e incluso de una pequena nota geneal6gica sobre su procedenciageogrifica (cf. capitulo IV, eonjunto de ejemplos l y en este capitulo, coo­juntos de ejemplos l y 2). Concomitantemente, se han venido perdiendoconcepciones sociales de esos animales, de gran importancia para la com­prension de metiforas y locuciones, pero que no tienen fundamento en elconocimiento de la cosa en si (cf. supra n. 29): asi, que 105 gatos sean ene­migos de 105 perros y de 105 ratones, que las zorras sean astutas y 105 burrostontos, que las salamandras vivan en el fuego, que 105 tigres sean sanguina­rios, que el sol salga por el e5te y se ponga por el oeste, que el negro sea uncolor, etc., todo ello sentido social de las correspondientes palabras, forja­do en la tradici6n sin distinguir hechos de creencias, o mitos de realidades,tiende a desaparecer de la definicion lexicogrflfica moderna. Dicho de otramanera: el diccionario monolingUe moderno tiende hacia la enciclopediay ha puesto en lugar secundario el sentido de la lengua.

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3.2.2. Ciencia e inteligibilidad

Tal conformaci6n caracteriza la definici6n lexicogr.ifica actual, indepen­dientementc de la manera co que cada diccionario se oriente hacia una li

otra ecuaci6n sémìca. euando la cWtura ha preferido no darle importaneiaa una teoria del signa. sino que solamente lo cancibe como saporte materialde la referencia, cl diccionario hace su ecuaci6n sémica con ser (cf. capi­tuio IV § 2.1) Ytiende a elaborar su definicion de acuerdo con 105 critcriosde la filosofia de la ciencia, y a imponer el conocimiento de la extensi6ndel ténnino sobre su significado socialmente compartido: el diccionario seconvierte co enciclopedia o se inclina por ella. euando la cultura asumeuna teoria del signa y desarrolla una reflexiém acerca del significado, susdiccionarios prefieren sustanciar su ecuaci6n sémica con significar (capitu­lo IV, § 2.6) Y tienden a preferir el conocimiento sodal compartido sobrela descripci6n de la extensi6n del vocablo: el dicdonario es un diccionariode lengua.

Una actitud endclopédica radical, que tomara en serio 105 postuladosde las teorias neopositivistas de la definici6n, pondna en peli~o ~a int~li­

gibilidad social, que es el principal motivo de existencia.de 105 diCClO~~OS

monolingiies. Pues un diccionario que solamente atendlera al conOClffilen­to objetivo cientifico de 105 objetos, a la extensi6n de 105 vocablos -con­cebidos como ténninos- que 105 vehiculan, y no a los estereotipos y a loscriterios socializados de clasificaci6n que organizan la comunicaci6n, deja­rfa de tornar en cuenta la naturaleza de la lengua y la empobreceria a talpunto, que su propia organizaci6n caeria pulverizada en un conjunto inco­nexo de términos, unos distintos, otros semejantes, cuyo poder evocador y.por lo tanto, significativo, desapareceria. Cada vocablo seria ~n :érn:inocuyo significado (extensi6n) estma detenninado po~ un~ teona cle?tlficay. por lo tanto. la comunicaci6n humana y ~un l~ ~len:m-ca, se vena seg­mentada en un cumulo de pequenos lenguaJes teoncos lnconmensurablesentre si.

En ese sentido se puede interpretar la afirmacion de Putnarn de que, siun hablante aprende la palabra electricidad, por ejemplo. y con ella su signi­ficado estereotipico (que la define por sus manifestaciones natur~es,

como el rayo, y sus efectos, como las chispas, la luz artificial, etc.), esta euposesi6n de su significado, independientemente de la extension qu~ ~en­

ga el término: "Si cierto numero de hablantes usa la palabra electnczdadpara referirse a la electricidad y, ademas, dispone del ti~o estindar de aso­ciaciones con la palabra -que se refieTe a una magnltud que se puedemover o fluir- entonces sugiero que la cuestion de si !iene 'el mismo sig­nificado' en sus varios idiolectos sirnplemente no se plantea" (Putnam,

216 TEORiA DEL DICCIONAIUQ MONOUNGÙEEL CONTENIDD PROPOSICIONAL DEL ACTO: L'\. DEFINICION LEXICOGRAFICA 217

1975:201).59 Como ése es el caso, y para hablar de electricidad no hace faltaconocer precisamente las explicaciones cientificas sobre la naturaleza dela electricidad, la inteligibilidad social queda garantizada. El vocablo elec­tn'c::'dad es un "término trans·te6rico", dice Putnam (1975:202), que va miisalla de las determinaciones particulares a una teoria de la extension de unténnino y se convierte eo una de las ventajas constitutivas de la lenguanatural.

Es bien claro que el papel de 105 diccionarios monolingiies consiste en~ro~eer a su comunidad lingUistica de ese conocimiento cornpartido delslgnificado de sus palabras, por lo que las teorias cientificas de la defini­cion, a la manera de Camap, no solamente no pueden aplicarse en lexico­grafi~, sino que sobre todo fallan porque no pueden dar cuenta de lo queefectIvamente SOn 105 significados de las palabras; dicho de otra manera:Como teonas del significado de la lengua natural, san teonas falsas.

3.3. Mas allii de 105 objetos naturales

Como se ha visto, las teonas de la definicion se interesan unicamente pornombres de cosas, pues s610 acerca de ellas pueden hacerse planteamien­tos ~ntol6gicos o ~etafisicos. La reaUdad de las lenguas consiste. por el con­traTI.o, en la capa~ldad~ue ofrecen a sus hablantes de significar objetos queno tIenen una eXJstenCla real verificable, pero que forman parte de su con­cepei.oo de la vida y del mundo, asi como de simbolizar ideas, acciones yrelaclOnes cuya realidad no esti previamente dada en la naturaleza, sinoque 501.0 se ~anifiestaComo significacion. Ejemplos de objetos que no tie­ne? eXlsten~Iareal san 105 fantasmas, 10s dragones y las hadas; ejemplos deobJ~~tos, aCClOnes y relaciones cuya existencia depende de su propia signifi­caClOn son'los conceptos, la inflacion o la democracia; acciones como dar,otorgar, donar, conceder y conferir; relaciones camo las que determinanlas preposiciones y las conjunciones, etc. Todas estas entidades existen por­gue 500. palabras,} su sign~cado no es, de ninguna rnanera, la etiquetas~perfi.c~lal de feoomenos fiSICOS que ocurren eo independencia de la sig­nificaclOn hUmana. A proposito de ellas las comunidades lingiiisticas ela­boran conocimiento; las delimitan; las matizan e incluso las toman comoobjetivos generales de su conducta o Como metas a las que dirigen susesfuerzos historicos.

5D fJa nllmber ofspeahers lLfe tlle word 'elettricit)" lo r<fer lo e1ectrici~", and, in addilion, l/u;y lIave t!leslandarti sori oJassocialions willl t/Ie word -thal il r<fers lo a magllitude which can mave orflow- t/WfI­I suggrst, tlte qlleslioll oJw/let/WI" il Itas 'lite same nwaning' in Iheir van'olls idiolects simpZ)' does noI mise.

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Conjunto de ejemplos num. 8.

3.3.1. Seres que no existen

219E.L CONTINlDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA DEFlNlCION LEX1COCRÀFIC.t\

Se dice que vocablos como democracia e inflaci6n san conceptos. Ylo gue sequiere decir con elio es que no hay unas entidades fisicas, verificables en lanaturaleza, gue constituyan 105 objetos nombrados por esas palabras. Porlo contrario, la democracia es una concepcion del gobiemo de una socie­dad elaborada a base de experiencias comunicadas por la cultura durantemas de dos mi! anos. Cuando se logran poner en practica los requisitos gueclan lugar a esta forma de gobiemo -la elecci6n de gobemantes median­te el voto de 10s ciudadanos, su renovaci6n periodica y la vigilancia de susacciones por parte de la ciudadania- se dice que "hay democracia", peroésta no se compnleba como una situaci6n natura! a la que solamente haya

Si para Autoridades drag6n significaba "serpiente· de muchos allOS, quecon el tiempo crece, y tiene un cuerpo grande y grueso", sin calificar suexistencia real o fantastica (que es lo que se hace todavi"a en 105 relatos in­fantiles acerca de dragones), aunque con la salvedad de que solo los cono­cen por 105 libros ("de ordinario le figuran con pies yalas para distinguirlede la serpiente y aIgunos autores dicen gue con la edaci las eria") , el w3 y laultima edici6n del DRAE califican su existencia: "a fabulous animaI ... ", "ani­mal fabuloso a gue se atribuye... ". Esta calificacion no obedece a otra cosaque a la imposicion de 105 criterios de verificacion fisica que proceden dela cultura cientifica contemporanea. Sin embargo, en el habla real, cuandose habla de dragones -como cuando se habla de fantasmas y de hadas- elcaracter "fabuloso" no fonna parte del significado del vocablo drag6n; dra­gon solo guiere decir "serpiente alada de grandes fauces, gue arroja fuegopor ellas". S6lo a base de una definici6n como la anterior -que no afirmaexplfcitamente su existencia, pero tampoco la niega- un relato infantiltiene sentido: "Mientras tanto el dragon ]0 incendiaba todo. Sus enormesalas correosas aleteaban vigorosamente, extendiendo las llamas. "60 Porqueel significado de la palabra dragrin clasifica a este monstruo como ciertotipo de serpiente, lo convierte en un animaI extrano y aterrador, pero ani­maI al fin, y eso lo vuelve inteligible para la comunidad lingiiistica. La socie­dad ha creado hist6ricamente un significado de drag6n, gue tiene caracterestereotipico. El estereotipo incluso parece haber cambiado a lo largo deltiempo, pues en la actualidad todo ser gue pueda nombrarse dragon debetener alas y echar fuego por la baca, pero drag6n, como gato o como agua,existe en la lengua y es objeto del diccionario.

3.3.2. La existencia de los conceptos

60 De D. Rirschner}' E. Contreras, Tlw Pagemaster, Ediciones B:S:A, Barcelona, 1993.

DRAE

dragano (Del lat. drrlco, ,oni$, y eslC del. gr.OpctKùJV.) m. Animal fabuloso a que se ambu­ye figura de serpicntc muy corpulenta, conpies y alas, y de extn.\na fiereza y voracida~. Il2. Zaol. Reptil del orden .de [os sauTI.os,caracterizatIo por las expanslOnes dc su plel,gue forma a los lados. del abdo.mcn unacspccic de alas, o mCJOf paracaidas, gueayudan a los saltos del animaI. Vive ordina­riamente subido a 105 arboles de Filipinas yde la zona lrapieal del continente asiatico, yno pasa de 20 centimctros dc longitud total,dc 105 gue 12 corresponden a la cola, relativa~

mente larga y delgada. Il 3. Plama perennede la familia de las escrofulariaceas, con talloserguidos de seis a ocho decimelros de altura,lampii'Jos en la parte inferior y vellosos cn lasupcrior; hojas carnosas, lanceoladas, algoobtusa5 las infcriorcs; nores de hermosos colo­res encarnados o amarillos, co espigas termi­naies, de carola formada por un tubo dividi­do cn cinco lacinias irregulares y cerrarlo conuna especie de tapadera dc di~tinta color quecl tubo; fruto capsular y semillas netIJ:uzeas,elipso:dales y algo· arrugadas. Se culliva co

TEORiA DEL DlCCIONARID MONOLINCÙE

W3

DRAGON. f: m. Serpiente de muchos ano"que con cl tiempo crece. y tiene un· cuerpClgrande y gruelTo. Dc .o~dil\~rio le figùrancon piC5 y ala5 pJ.ra.9.iU::n~lrle de,la Cer­picntc, y al9Unos Autorcs atCCll 'lue con l~ed;id las Ct'-i1.. Es tornado delL'Irma Dr:Jca,11;1. MAR.M. Delcripc.lib•.l: cap. :3. El Dl'a­gun eS un animaI venel1o(o I quc Uaman IosAb.ril~e5 Taibin. ALO\l.ET. Antig.lib'4-c:!.P·9'Havia co Africa mudl0s dr~6n:sy fetpien­tes con ab.S.

Ducol'l ~lAlI.r:-m. Pez de bafrante cuerpo ~tilmano, no mui ancho, y que igualrnente vaen dimlotlcian dcCdc la cabéza ha.na la. cola..y por cncima del lama tiene una. hilera decfp}:uas que Con, mui .vcneul:!fa.s. Lat. DI'IleO·

Autaridades

Porque el desarrollo de las culturas de Occidente ha dado un valor centraIa la verificaà6n fisica de los objetos que nombran, los fantasmas, los dra­gones y las hadas son seres inexistente,s. Hoy en ~i~ la di~tincion es t.ajante.Comparense las definiciones de dragon en el dicclonano de Autondades,

en el ORAE y en el w3:

218

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3.3.3. Acciones y verbos

gue nombrar. Lo mismo sucede con inflaci6n: no hay un fe.n6men.o nat~:alde la economia de una sociedad del cua! se pueda predIcar la milaclOn.sino gue ésta aparece como resultado historico -y manipulado- .de undesbalance entre la producci6n social de riqueza y el gasto de esa nquezapor parte de un gobiemo. El modo de "existenciatl de la democracia y dela inflaci6n no es el mismo que el de 105 gatos, 105 tigres o 105 seres huma­nas; "existen" y se verifican 5610 a partir de la elaboraci6n de significado

que ha hecho la sociedad.Son "conceptos", pero éstos a su vez tampoco son "imigenes mentales"

o urepresentaciones" de hechos aje(.los a la lengua, existentes como cosasen 51. No son, por lo tanto, entidades neurofisio16gicas construidas a partirde un relieve de esas cosas, sino construcciones verbales, cuyo significadose precisa en 105 tratados existentes sobre la democracia o en 105 libros.~etexto de economia (el significado de concepto, a su vez, es la construCClOl1verbal que lo define en un tratado de filosofia o en un diccionario). Por­que tienen significado, son objeto de definici6n lexicogrilica, y esta defi­nici6n solo se puede dar en relaci6n con la culnrra y en el estado en quese encuentre en una época dada.

Suele uno encontrar algunos estudios semanticos de verbos, en los cualessus autorcs parten de la suposici6n acritica de gue existen ciertas acciones enindependencia de los signos que las significano AB! por ejemplo, suponen quela acci6n de dar algo a alguien, tan cxistc independientemente, que se c~m­

prueba con la simple observacion del comportamiento de clos seres h~~anos,uno de los cuales pone a disposici6n del otto alguna cosa gue prevIamentetenia en sus dominios. Ligada a esa rransferencia de dominio de alguna cosa,explican, por ejemplo, el caso genitivo o la funci6n de la prepo.si~~6n de delespanol en ténninos de 'propiedad' o 'posesi6n' , bajo la SUpos1Clon de quela propiedad y la posesi6n san hechos de la n~turaleza humana. ~uandoalguna ciencia, como la psicologia o la economia, asume como obJeto realde estudio la propiedad o la posesi6n, y éstas se presentan como hechosnaturales, el efecto inrnediato es su imposici6n ideo16gica como fen6meno

natural irrecusable.Por el contrario, lo que han venido mostrando desde hace mis de

treinta aIÌos 105 estudios de "campo semintico" del estructuralismo es como105 significados de los vocablos son 105 que crean las diferencias cn las ac­ciones observadas y, en realidad, estas acciones se identifican por su signi­ficado. Asi, en la comunidad lingiiistica hispanica, el verbo dar significa

"poner una persona a disposici6n de otra alguna cosaque previamentetenia en sus dominios, en sus manos o bajo su cuidado", y es la m~eramasneutral-que no "natural"- de significar esa acci6n. En cambio, otorgaresuna manera de significar la misma elase de acci6n, pero destacando la librevoluntad de quien da -porque esta entre sus privilegios-, mientras queconceder no considera dar como privilegio, sino como la respuesta a una so­licitud por parte de quien recibe. El DRAE (1984) hace una curiosa escara­muza para definir dar, que ilustra hasta qué punto no hay, en el caso de 105verbos, un fenomeno natural independiente de su signo: primero, no ofreceuna definicion de él en la primera acepcion del arriculo correspondiente,sino que ofrece una equivalencia con donar (lo que contraviene un princi­pio de la buena practica lexicogrifica: nunca definir un vocablo con ottoque sea de uso y significado menos generales); después, define donar como"traspasar uno graciosamente a otro alguna cosa o el derecho que sobreella tiene". Se puede pensar que, al hacer esta desviaci6n, lo que buscabael redactoracadémico era significar de la manera mas libre posible ese tra5­paso de dominio -"graciosamente"- sin comprometerlo precisamente conla "propiedad", que ya implica una relaci6njuridica. Pero, aparte de la malatécnica de redacci6n en este caso, donarno significa tanto lo "gracioso" dela acci6n realizada por el donador -es mas "gracioso" el otorgar- corno eldar sin gue medie petici6n y sin que el que recibe contraiga responsabilidadalguna, ni de agradecer lo recibido al donador, ni de darle cuent.:'l de sumanejo de lo donado. Conferir, por Ultimo -aunque el campo semintico tie­ne mas miembros-, se distingue del dar y cl otorgar por la elase particu­lar de objetos que se dan: honores, dignidades, reconacimicntos. ABi gueun somero anilisis del significado de 105 vcrbos. como el aqu! realizada,demuestra que talcs acciones no san naturales: se distinguen una de atrasolamente por la experienda sodal, gue a lo largo de la historia ha idoresaltando matices importantes ya de la acci6n misma, ya de las condicio­nes de qtùen da, ya de quien redbe, ya de lo gue recibe. Ha sido la cornu­nidad hispanohablante la que concibe e1 proceso, sus actantes y Ios modosen que se realiza, no e1 fenomeno en si mismo.

Las acciones y los verbos que las significan no san objetos naturales,aunque algunos de sus elementos permitan la formaci6n de prototipos (d.supra § 2.1). Por eso las encicIopedias no 105 inc1uyen. Su objetividad pro­cede de la precision con gue la comunidad lingUistica ha elaborado suscomponentes y sus distinciones.

EL CONTENlDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA DillNICION LEXICOGRAnCA 221TEoRiA DEL DICCIONAIUO MONOLlNGÙE220

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3.3.4. PalalJras relacionales

4. LA DEFINlCrON LEXICOGRAFrCA COMO RECONSTRUCcrON

DEL SIGNIFICADO

Las relaciones entre objetos o entre aeciones tampoeo existen como feno­menos naturales y ui siquiera como noemas (eu el sentido trascendentalde la palabra). La posibilidad de calcularlas en un estudio onomasiol6gicoo tipol6gico no implica su existencia previa, sino s610 eso: la eapacidadque tienen los seres humanos de elaborar d.lculos. Por el contrario, la his­toria de las lenguas fiuestra en todos 105 easos cuan largos han sido 105

proeesos de desarrollo sintactico o de gramaticalizaci6n que han sufridoesta clase de elementos, y como han contado Con elaboraciones conscien­tes por parte de grupos de hablantes mas educados que 105 demas. Hoyen dia, como resultado de un anaIisis, un lingUista puede proponer que,por ejemplo, la preposici6n de del espanoi significa, en ultima instancia, unarelacinn entre dominios de dos actantes, que sirve a significar posesi6n opertenencia, procedencia o causa, materia de que esm hecho alga, condi­ci6n o cualidad de alga, etc. La manera en que una preposicion como éstaha venido a significar tantos matices de la relaci6n es resultado de la re­flexi6n sobre la lengua, caracteristica de la cultura.

61 En esc sentido, la lingUistica moderna exige que la lexicogratra sea una verdadera "Ie­xicagrafia descriptiva", lal como lo requieren 105 programas linguisticos de dcscripci6n de laslenguas. Aqui se veri gue la lexicografia monolingue, siempre que tame por interlocutores alos miembras de la comunidad lingiiistica y no solamente a los lingiiistas, no puede limitarsea la descripci6n del léxico.

fj~ Este procedimiento es usual en la lingUistica descriptiva de lenguas no europeas, comolas amerindi;]s. Si bien se justifica cuando de lo unico que se tram es de conocer la fonologIa. lamorfologl<l y Ios esquemas sinmcticos mas elementales de esas lenguas -gue es a lo que ge-

4.1.1. Los pTOcedimientos de obseroaci6n y recolecci6n delléx1co

4.1. Del método a la teoria

Se sabe que mas alla del vocabulario fundamental de una lengua, que cons­ta generalmente de dos mil vocablos, mas o menos, elléxico alcanza dece­nas de miles o hasta cientos de miles de vocablos, particularmente cuandose trata de lenguàs cuya histarla se ha podido documentar durante siglos,como es el caso del espanol, el francés, el inglés y el resto de las lenguasque tienen escritura desde la antigiiedad. Sin embargo, también se sabe queningUn hablante conoce por si solo la totalidad del léxico y posiblementeni siquiera llegue a conocer en toda su vida mas de diez mi! vocablos de supropia lengua. Resulta entonces que elléxico de la lengua no puede obser­varse por simple introspeeci6n del hablante, ni que baste con unos cuantoshablantes para acumular el vocabulario sobre el que descansa la inteligibi­lidad de la comunidad lingiiistica entera.62 Las ciencias sociales contempo-

EL CONTENIDO PROPOSrCIONAL DELACTO: LA DEFINICION LEXICOGRAFICA 223

En euanto problema de método, dejando de lado la cuestion antes mencio­~adade 105 criterios que rigen la practica de la definici6n, el problema pre­VIO que plantea la definicion lexicogrilica es como reconocer el caractersodal del significado y la manera en que se compone; es decir, de qué mé­t~dos puede disponer para allegarse precisamente el caracter social delsig­mficado. Esta pregunta es tanto mas importante, por cuanto es la lingiiisticamoderna la disciplina que ofrece el marco de referencia en que se sitUa elreeonocimiento del léx.ico y la manera en que esra constituido. Y la lin­gUistica, de Saussure en adelante, preconiza, primero, la obselV'acion de 105

fenomenos lingiiisticos como punto de partida obligatorio para poder des­cribirlos y entenderlos y, segundo, la obligaci6n del cientifico de limitarsea describirlos, sin inten'enir de otra manera en eIlos.6l La cuesti6n es, en­tonces, primero, qué métodos de obseIV'aci6n permiten reconocer el signi­ficado social de 105 vocablos y recogerlo, y segundo, qué debe hacer ellexicografo para describirlo adecuadamente.

TEORiA DEL DICCIONARIO MONOUNGÙE

Si el significado de cada vocablo tiene el espesor sodal e historico que seha venido senalando, resulta que la definicinn lexicogrifica, encargada deofrecer a la sociedad el aeen'o semantico del que depende, en buena me­dida, la inteligibilidad que requieren sus acciones verbales, tiene que sercapaz de ofrecer una perifrasis detallada, clara y objetiva del significado de105 vocablos, de acuerdo con el sentido de su ecuaci6n sémica y con los crl­terios de elaboraci6n de las definiciones lexicograficas que ofrezca la teonade la definici6n por la que se rija cada diccionario. Tal capacidad se puedeconcebir inicialmente como un problema de método, y es en este punto endonde obras como Definilion, de Richard Robinson (1950) o las contribu­ciones de Herbert Ernst Wiegand (1989 Y1992) cumplen con su papel pero,dadas las caracteristicas semi6ticas y semanticas del diccionario monolin­glie que se han venido explicando en este libro, la definici6n lexicogr:ificatiene un aspecto semintico que va mas alla del método, que consiste en clfenomeno mas importante del diccionario: COmo llega a reconsnuir el sig­nificado de las palabras y como logra constituir, para la sociedad, el signifi­cado verdadero.

222

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224 TEORiA DEL DICCIONARIO r..IONOLINGÙE EL CONTENIDD PROPQSICIONAL DEL ActO: L\ DEFINICION LEXICOGRÀFrc.A. 225

raneas sugieren, para resolver esta dificultad. utilizar la técnica que consis­te en eomponer una "muestra representativa" de la comunidad lingUistica,que permita asegurar estadfsticarnente -es decir, con un margen acepta­ble de error- que el vocabulario obtenido de 105 hablantes que la formencorresponda al vocabulario de toda la comunidad. Lograrlo para el voca­bulario fundarnental no es una tarea muy difici1.63 Pero en cambio no se pue­de lograr para "todo"el léxico de la comunidad lingUistica. La dificultadradica enla clase de fenomeno que es el hecho lingUIstico: por una parte,no es un "comportamiento" en el mismo sentido en que lo son, por ejem­pIo, las preferencias e1ectorales, 105 juicios sobre el aborto, o 105 gustoS porciertas marcas de cerveza. Esos "comportamientos" se dan en un estrechomargen de elecci6n yse encuentrande la misma manera en una gran partede la poblaci6n. Tampoco san "comportamientos" con el mismo grado delibertad que el que tiene el uso de una lengua. Eu cambio, el conocimien­to delléxico es ilimitadamente variable en sentido individuaI; es por natu­raleza indetenninable y no esta uniformemente repartido entre todos 105hablantes, y no precisamente a causa de las obvias diferencias entre niÌl05 yviejos, sino porque en é1 intervienen la experiencia del mundo, la educa­ci6n y la cultura. De donde el vocabulario que pudiera enumerar cada unode 105 hablantes que fonnaran parte de la muestra, y la suma de todos 105vocablos obtenidos de todos 105 hablantes de la muestra no indicarian nadaacerca delléxico de toda la comunidad. Asique la condici6n de represen­tatividad estadistica de la muestra se anularia. Por otra parte, porque, a di­ferencia de lo que acuITe con las muestras representativas de individuos,en las que se conoce previamente la poblaci6n totat de la que se segrega lamuestra (para seleccionar, por ejemplo, una muestra representativa de elec­tores en un pais, se sabe previamente cumtos tienen derecho a votar), enel caso de la lengua no se conoce la dimensi6n de SU 1éxico total y, por lo tan­to, la relaci6n entre ese léxico y el que se puede obtener acumulando res­puestas de 105 hab1antes es incalculable (cf. Ram, 1979:48-49)."

neralmcnLe llegan los lingùisLas occidentales ajenos a ellas- es un verdadero frac;lSO cuandose traLa de descdbir, siquiera. et significado del vocabulario fundamental de cada una de ellas.

fi3 No es Lanto dificil como laborioso, pues si el vocabulario fundamental se define con­vencionalmente como cl conjunto dc vocablos de una lengua que aparecen en 75% de lascxpresioncs de sus hablantcs -lo quc parece ser una buena definidon- éste se obtiene real·mente a partir de muy pocos hablantes si se toman muestras de su discurso suficientemcntelargas. Por lo que una muestra de treinta hablantes comunes. por dar un ejemplo, ya resultamuy repetitiva y, consecuentemenLe, mas laboriosa qile infonnativa.

64 Se ha venido entrecomillando "todo" y "total" al hablar delléxico precisamente por­que no se puede saber su magnitud. El tnmaiio de 105 grandes diccionarios, medido en nume­ro de articulos que forman su macroestrUctura no indica nada a proposito del tamario delléxico de la Icngua. Solo indica cl esfuerzo que se ha hecho para elaborarlos y da idea de que,

Si la "muestra representativa" de hablantes no puede oErecer ni la ma­yor parte delléxico de la comunidad lingiiistica, ni resulta representativade la totalidad de 105 hablantes, la dificultad empeora si se introduce la dis­tinci6n eotre léxico activo y léxico pasivo, que consiste en la necesaria distin­ci6n entre usar un vocablo y 5610 entenderlo. Elléxico activo de un habIantees siempre mucho menor que el pasivo. Sin embargo, eI léxico activo fonnaparte del léxico que constituye la memoria social de la comunidad de lamisma manera en que e1léxico pasivo forma parte de él. Desde el puntode vista de la sociedad, de su memoria social, la distinci6n entre ambos ti­pos de léxico no tiene justificaci6n.

De todo lo anterior resulta que, aunque fuera concebible preparar unaencuesta delléxico activo de 105 hablantes de la muestra, en térrninos pric­ticos seria agotadora para 105 informantes, larga y laboriosa para 105 encues­tadores, y poco digna de confianza, en cuanto que no habria garantia degue, en efecto, se hubiera agotado el conocimiento activo delléxico de cadainformante. Por otro lado, es imposible una encuesta de su léxico pasivo.Su extensi6n y su variedad san tan grandes, que no terminaria nunca. Asies gue el caricter social del léxico no puede derivarse de un agregado demiembros de esa sociedad, ni de la aplicaci6n de métodos estadisticoscomo los de las ciencias sociales.

4.1.2. Los procedimientos de obtenci6n del significado

Si, ademis, de lo que se trata es de describir cl significado de 105 vocablosque forman ese léxico, el problema descriptivo es todavfa peor: ~qué se con­sulta a un hablante: su definici6n espontanea? 2.Se le aplica un cuestiona­no como 105 de la técnica llamada "diferencial semantico" para sacar de susrespuestas 105 significados? ~O se toman muestras de su discurso y se haceun anaIisis semantico, que implica necesariamente la interpretad6n de quienlo realiza? Si se hiciera lo primero, 105 resultados senan tan insuficientes, par­ciales y defectuosos, gue la comunidad lingiiistica 105 rechazaria, a pesardel haIo de cientificidad con que se los presentara. Una cosa es cl estudiolingiifstico de la definici6n esponrnnea, gue debe oErecer datos muy inte­resantes acerca de la existencia de prototipos, estereotipos y procesos declasificaci6n, y atra limitarse a transcribirla para elaborar el diccionario.Pues lo que ofreceria esa transcripci6n seria un estarlo del significado de

en efecto, elléxico "total" de una lengua debe ser mayor que el mas grande de ellos (cuandola opini6n popular sostiene, por ejemplo, que la lengua inglesa es "la ma..'> rica que existc", loque afinna en realidad es quc la lengua inglesa tiene los diccionarios mas grandcs).

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226 TEORiA DEL DTCCIONARlO MONOLlNGÙE EL CONTENlDO PROPOSICIONAL DEL ACTO; LA DEFINICIDN LEXICOGRÀFICA 227

un conjunto limitado de vocablos, en cl habla de un conjunto de per.s01~asgue, en primer lugar, no cumpliria con la necesidad de exponer cl slg~ifi­cado socia! valido para toda la comunidad; en segundo lugar, no se podrianprecisar, a partir de tal estudio, ni la com.posi~i6ndetalla~a'yd~erenciadadel significado, ni los fen6menos de pohsemIa y hOmO~Imla: ~1 la exten­si6n de la polisemia en cada vocablo, ni el grado en gue mtemmera la edu­caci6n del informante en su refiexi6n introspectiva. Si se hiciera lo segundo-como se ha hecho en algunos casos- 105 resultados de las pruebas dediferencial semantico senan muy semejantes a 105 del estudio de la defini­cion espontanea, con la diferencia de que no se ~?drian transcribir co.m?definiciones, sino gue requeririan una elaboraclOn profunda del lexICo­grafo. En realidad esas pruebas tienen un objetivo diferente: el amilisis deeontenido de ciertos vocablos, considerados como concepros, gue lleva a lasociologia o a la psicologia socia1 a conclusiones. acer~a.del f~ci~namientode sistemas ideol6gicos o de valores morales. SI se hlClera lo ul1:lm~ -quees lo gue realmente se hace-, la interpretaci6n se opone a la ~~~cta oh­servaci6n gue preconiza la lingUistica descriptiva (y el ne.opOSItlVlSmO deCarnap, lo que no es una coincidencia) y, en consecuenCla, se la declara-

ria anticientifica.

4.2. El método lexicografico

Los procedimientos de observacion y de obtenci6n delléxico que ha se~i­do la tradici6n lexicogrifica son de indole diferente a 105 gue se han vemdoresenando. Han variado de acuerdo con las condiciones de validez que hantenido los diccionarios a lo largo de la historia, y en relaci6n con las preten­siones de validez de sus autores (cf. capitulo II, §§ 4.2.1 Y4.2.2). Pero en to~dos 105 casos, su objetivo ha sido recopilar la memoria social delléxico,yafuera como memoria de su nobleza geneal6gica, como en los primeros dic­cionarios del siglo XVII, ya fuera corno memoria de 105 u~os de los grand.esescritores, gue se imponia al resto de la sociedad como eJemplo, en 105 dlC­cionarios académicos, o ya fuera como registro hist6rico de la evolucion deuna lengua, en los grandes diccionarios filo16gicos. Lo gue busca siemprela lexicografia es documentar el uso de 105 vocablos en c:lanto .n:anifestaci6nde toda la comunidad lingUistica (y no tanto como manifestaclOn de uno uotro grupo socia!); es decir, no corno expresi6n ~e. ~n hablan~eo de un gru­po de ellos, sino como manifestaci6n de la preclslOn y la vanedad con qu~se pueden dar a entender experiencias a cualquier miemb.ro ~~ la comun~­dad, en cuanto miembro de la comunidad y no en cuanto mdiVlduo espeCl­fico. Como lengua en el sentido saussureano Yno como colecci6n de hablas.

Co~o acervo so~ial, a disposici6n de toda la comunidad lingiiistica y no comoregIstro de.lodl~ho por ciertos hablantes (o si como registro de lo dichopor eualqmer ffilembro de la comunidad, en cuanto parte de ella). De ahigue 105 ac~rvos documentales de 105 diccionarios monolingiies no seanrepresentauvos en el sentido de las ciencias sociales, basados en individuossino re~resentativos~e la memoria social, basados en documentos, ya se~de una epoca deterrnrnada de su historia -los diccionarios "sincr6nicos"­ya sea d~ to.da su historia, vista como acumulaci6n y selecci6n, sin soluci6nde conunmdad, de las experiencias valiosas de la comunidad lingiiisticaverbalmente manifestadas, que interesa conservar en la memoria colectiva(l?s dicci?narios filol6gicos, hist6ricos o culturales, o los que Ram6n· TvIe­nendez PIdalllamaba "diccionarios tesoro").

La "representatividad" que busca la lexicografia, por lo tanto, no se re­fie~~ a agreg~dos de individuos y no puede depender de ellos. Su represen­~t1:rd~? dex;va de la c.apacidad gue tenga un diccionario para reunir elleX1co total de la sOCledad, independientemente del numero de indivi­duos gue lo utilicen, de las caractensticas de 105 vocablos ffias utilizados odel vocabulario mas frecuente en un momento hist6rico c1e[erminado.1ì5 'Elproceso de acumulaci6n de vocablos gue sigue, tiene por objetivo la totali­dado Y en c~anto acu~ulaci6n que tiende a la totalidad, lo gue vale paraella es la calldad que Uenen los vocablos, de pertenecer a la comunidad lin­giiistica hist6rica.

Es claro, p.or lo tanto, que 105 criterios estrechos de descripci6n, gue aveces trata .de lmponer la lingiiistica a la lexicografia, no pueden aplicarsea las necesldades de ésta ultima, y no porque sea "anti-cientifica" o "acien­tifica", sino porque su concepci6n de la lengua no es una concepci6n des-

... li" Aqul se 'impone una nota particular, de caracter biogr5.fico, motivada por la re.!lponsa­blhdad d~l autor en~ la elaboraci6~del Dicrionano del espanai de Aléxica, porque las afirmacio­nes antenores podnan verse como una contradicci6n personal: este diccionano se ha venidoformando ~ partir de una muestra estadistica de textos, correspondientes al uso mexicanoconte~poran:ode la lengua espaiiola, por lo que es un Ydiccionario sincr6nico" encuya ela­boraclOo hanJugado un papel fundamentallos datos cuantitativo5 de frecuencia de uso de 105vocablos. Por eso es necesano explicar eual ha sido ei sentido de esa muestra, llamada "Cor­pus del esp~iiol mexicano.contempor.i.neo, 1921-1974": como se trata del primer diccionarioque se escnbe de una van~dad nacional del espanol, era necesario identificar qué vocablosfonn~ban par~e.de es~ vanedad, para poder construir una nomenclatura representntiva dele~panol de Mexlt~:asi como también para poder identificar variantcs onogcificas, morfoI&­gtcas y de c~locaclOn que fuerao caracterisricas del espaiio1 me.'<icano. El corpus airece, coco.osecuenc~a,el punto de p~tida de una acumulaci6n que tiende, con el tiempo, a seguir elmlsmo cammo que han segUldo, por ejemplo, la Academia Espaiiola desde hace 280 aiios ola ~asa Me~a~ W~bster desde hace cerca de 190 aiios. Por eso el método seguido para con&­trtll~ este dicC1ona~o.ha de verse como resultado de una circunstancia espedfica, gue no con­tradlce 1as caractensucas gencrales de la lexicografia mooolingfre aqui explicadas.

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4.2.1.1. Documentaci6n

4.2.1. La elaborad6n lexicografica

Esta elaboraci6n tiene las siguientes caracteristicas:

De 105 datos contextuales que obtiene la lexicografia, ei analisis semanticobusca reconocer 105 matices o 105 rasgos significativos importantes gue dis­tinguen el o los signiiicados de cada vocablo eu cada contexto analizado.Si bien ellexic6grafo dispone, para ello, de 105 métodos gue le ofrece la lin­gù:istica descriptiva (en particular la enseIÌ.anza de 105 métodos de "camposemantico" y de "analisis componencial"), es claro gue su anilisis procedecon la ayuda de su propia experiencia de la Iengua, de su propia capacidadreflexiva, en un proceso claramente hermenéutico de extraiiamiento/re­cuperaci6n del sentido, y no a partir del desconocimiento totai de la Ienguague trabaja, ni de una actitud de estricto desligamiento de sus datos. Por logeneraI, el autor de diccionarios, después de hacer su analisis, lo comparacon otros realizados previamente en estudios semilllticos especializados oen otros diccionarios, y muchas veces se vale también de amilisis contrasti­vos con Ienguas de la misma familia o de la misma area cultural, con lo cualla profundidad que alcanza en el estudio del significado de un vocablo su­pera tanto el conocimiento del hablante comun, como 105 significados decada uno de 105 contextos analizados, tomados aisladamente.

4.2.1.2. Analisis

EL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL ACTO: LA DEFINIC!6N LE-XICOGRAFICA 229

El resultado del anaIisis someramente descrito tiene clos caracteristicas im~

portantes: la abstracci6n del significado en relaci6n con 105 documentosutilizados, y su reconstrucci6n como significado de lengua: la abstracci6nconsiste en que 105 significados obtenidos del an:ilisis de cada dato especificose sintetizan en una o varias fonnas lingiiisticas -llamadas, por la sernflll­tica, se11lemas y, por la lexicografia, acepcione.r- mediante el "principio de lareleVatIcia abstractiva" que descnbe Biihler (19;\4, I, §§ ;\04, ;\.6 Y4.3), Yca­racterizadas por la independencia que adquieren en relaci6n con los tex"

4.2.2. La reconstntcci6n del significado

diccionario originaI, buscan documentar la mayor cantidad posible de \,0­

cablos y la mayor variedad posible de significados, precisamente porque esen ellos en donde se manifiesta la comprensi6n del mundo experimenta­da y su comunicaci6n a la totalidad de la comunidad lingUistica. Se puedeposrnlar que todos Ios diccionarios monolingiies originales rigen su acopioy su selecci6n de materiales con criterios que derivan de presuposicionesde existencia del acto verbal de respuesta acerca del significado de Ios sig­nos, iguales o semejantes a las que se expone en el capitlÙo II (§ 4.2.1.2).

TEORiA DEL DICCIONARIO MONOLINGÙE

S basa en una extensa documentacion de usos de vocablos en sus contex-e l . ada en dilatados aceIVOS de materiales escritos y hablados, en 105

tos co eCClOn . . d P, . l . dad tanto de palabras comO de sIgnifica 05. orquc busca rCgISrrar a vane .

e'em lo: Ios grandes diccionarios monolingiics, como el de ?xfor~, ei lvle1­~. _~{f bster. cl Robert o el Diccionano histOrico de la lengua espanola, siguen un

'nam Vl'e, , . 66 d d . 1 biisque·rnétodo filologico de recolecci6n de matenales, en on:~pnva ada de datos importantcS para ei conocimiento de l~ ev.olucI~nde las l.enguaso ara la detecci6n de nuevOS significados. Otros diCClOnan?S, esp.ec:almen-

p l T' de la LangueFrançaise (1971) Yel American HmtageDtClwnary aJtee resor· ~ filI" dt rotheEnglish Language (1969) suman a la documentacion o ogica aos p -venientes de grandes muestras de texto.67 Unos y ottos, como cualqUler otro

Gr, El mejor ejemplo del proceso de acumulacìon de la lexicografia filologica ~o.oErece el

d,' . d Oxford. Véase al respecto Murray (1979). Es diffcil enconlrar exposlclOues arn­tcClOnano e . . . .. forman parte de 1015lias de 105 métodos seguidos por estos diccionanos qUlza porque, como bi

p .. d 1 leX1'-ogrnfia que se aprenden con el oficio lexicogcifico, sus responsa es nopracticas e a .... ,juzgan necesario darlos a conocer. . . cerca del eua! se

&7 El Trisor creo un corpus excesivameme grande de textos hteranos: ~ ". . . Cf L /Ham 1979. Ell\merican Heritagerecumo ailiamado Cor-

han hecho vanas CrIocas. . ara , . C d

d B" de'" N F.....,mcis}' H. Kucera (1961) para renovar sus regIstrOs. on to a pr~

pus crown, n.~·" . d I 63.. "'ada el Dicdonario del espaJ'iol dc México fonno el corpus menclOna o en a n.

porclOn gualU , ..como base inidal de su acumulaclOn.

. t" mo la que postula la lingilistica positivista. Al contrariO. 105 pro-~~ro .. lcedimientos gue siguc la lexicografia obedecen a 1.05 obJetJ.vo~ que e n;arcacl valar social de 105 diccionarios que, CO~O se VI? en cl ~r:mer capltulo,estan ligados a la formaei6n de la .memona colecllva delleXlco y a 105 fun-

damentos de la inteligibilidad socml. . ' ."También por esa mismo, la lexicografia nO se crrcunscnbe a la refleX10n

que haga el hablante particular a proposito del significado de los vocablos quemaneja (aunque la torna en cuenta), ni semete a 105 hablantes, vueltos l,n­

formantes, ajuegos de conrnutaci6n estru::u~alpara ~et~ctar rasgos de 51g-

ili do como lo acostumbra hacer la lingmsllca descnptlva en sus procesos

hu

c~ u.' s Recoge eil cambio el uso reaI de 105 vocablos en su contextoeunSCQ. " '"d

Ylo samete a una elaboraci6n, que en seguida se pasara a canSI erar.

228

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230 TEoRiA DEL DICCIONARIO MONDUNG'OEEL CONTENIDO PROPOSICIONAL DEL AcrO: u\ DEFINICrON LEXICOGRAFlCA 231

--tos espedficos en que hayan aparecido, y por la seguridad de intersubjeti­vidad que Ies ciepara su comprobaci6n en 105 mismos contextos analizados(mediante la aplicaci6n del principio de capacidad de sustituci6n, explica­do en el capitulo IV § 2.2.1).

La reconstrucci6n del significado cu un significado de lengua. a su vez,consiste eu feunir, eu un solo esquema, todos 105 datos obtenidos del ana­lisis de 105 ejemplos particulares estudiados: precisiones del estereotipo,c1asificaciones culturales y cientificas del objeto significado, caracteristicasdetalladas de 105 procesos verbales y SUS modos de accion, valencias actan­ciales sistematicas, matices del funcionamiento semintico de 105 aetantes,etc. El significado asi obtenido resulta ser una elaboraci6n de 105 datos de105 que parti6, de la misma c1ase que la que efecriia cl hablante cuando abs­trae fonnas invariantes de la rnultitud de signos variados que se le presen­tan en la realidad del habla (cf. supra § 1.4 Ycapitulo II § 2.1.1). Pero es unareconstrucci6n porque, a diferencia del hablante individual, lo que ellexi­c6grafo recoge y anna san rasgos dc significado que pueden no hacerseprese'n tes en ciertos eontextos, criterios de c1asifieaci6n que rnuchos hablan­tes pueden ignorar, ligas eulturales inadvertidas por ciertos grupos, etc., enuna elaboraci6n eonstrlletiva que pretende aleanzar cl nivel de generali­dad y de precisi6n en que el significado del vocablo garantiza la inteligibi­lidad sodal. Las sigoifieados documentados pierden sus determinacionespuntuales (hablante, texto, género, grupo sodal, regi6n), y se conviertenco rneros registros de un significado que funda cl consenso soeial y, conse­cuentemente, 105 anteeede.

4.3. La definici6n lexicogr3fica

La definici6n lexicogrifica supera el conocimiento particular delléxico quetiene cada hablantc en dos sentidos: por un lado porque, como se ha visto,al reconstruir cl signifieado torna en cuenta toda la infonnaci6n significa­tiva quc le depura la sociedad, que va mas alla del prototipo y el estereotipo, yagrega c1asmcaciones provenientes de la valoraci6n que asigna la sociedada las experiencias que atesora a lo largo de su historia, asi como las que pro­duce la socializaci6n del conocimiento especializado. Esto la vuelve un fe­nomeno profundamente eultural. Por eso 105 diccionarios monolingiics sontan poderosos vehiculos de la transmision de la cultura. Por el otro lado, por­que supera la capacidad formai del hablante aislado para responder a la pre­gunta por el significado de 105 signos en una definici6n espontinea. Ladefinici6n lexicogr.ifica se ha nutrido, a lo largo de la historla, de la rica re­flexi6n producida por la ontologia, la l6gica y la lingUistica aeerca de la rela-

c~6n de 105 signos con 105 objetos de eonocimiento, y deriva de ahi su capa­cIdaci para transmitir el significado de acuerdo con cl estado contempora­neo de la cultura y de la ciencia.

. ~a definici6n lexicogrillca no es, por eso, una simple descripci6n delsIgmficado. Es su mas precisa, rica e informada reeonstrucci6n, de acuer­do. con 1,05 elementos que constituyen la memoria socia! delléxieo y con laseXIgenClas sociales de inteligibilidad. .

~a definici6n le.xicogrifica tiene, sin embargo, valor dcscriptivo, en lan::d1.da en que provIene de usos rcalcs del vocabulario cn la comunidad lin­gUls~ca, cuya veracidad garantiza cl método de trabajo (criterios adeeuadosy verificable~ ~~ recolecci6n, criterios de anaIisis semantico verificables, pau­tas de defimclO.~ c1aramente establecidas); s610 que ese valor descriptivo,por su absu:~eelOn r.esp.eeto de 105 datos puntuales de los que partio y sureconstruCClOn del slgnificado como hecho social, se conviene en valor so­cial, pues lle,ga a repres~~~r, para ea?a uno de sus miembros, el significadoque determma sus posIbihdades de lllteligibilidad en cl seno de su comu­nidad lingUIstica. De esos dos valores primarios, deriva su valor cultura!por euanto cl si~ific~d~ ~ue define, corresponde a una vision de la lengu~como a~umulaclOnhlstonca de matices y actos significativos que han resul­tado VallOSOS para la comunidad entera, en su relaci6n con la experienciacompartida de la vida y del mundo.

. C,orno cl diecionario monolingùe es un deposito de la memoria socialslllteuz~daen v~cablosy en signiflcados, 105 tres valores anteriores explicanp~r .que 1.05 sOCledades l1egan a concebir 105 significados que ofrecen 105d~cclOnanos monolingiies en sus definiciones lexicogrilicas como 105 sig­n~c~dos verdaderos de sus vocablos, v8.1idos para toda la comunidad lin­gwsUca en un momento hist6rico determinado.

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VI. LA COMPLE]IDAD NORMATIVADEL DICCrONARIO MONOLINGUE

O. INTRODUCCION

De lo mostrado en 105 capftulos I yV se desprende que la idea generalizadaen muchas sociedades, como las aqui consideradas, de que 105 diccionariosconticncn elléxico de la lengua comùn y el significado verdadero de 105 vo­cablos, no ha sido l'esultarlo de sus historias particulares, en las cuales hu­biera podido darse como rnanifesraci6n de un autoritarismo lingiiistico desus gobemantes, por completo ajeno a las lenguas. Es, por lo contrario, unfenomeno natural de las sociedades, que deriva de la forrnaci6n de una me­moria social delléxico, a partir de la euaI se crean las posibilidades de en­tendimiento mutuo de sus miembros.

Pero evidentemente esta comprobaci6n hace surgir como problema gra­ve la cuesti6n del papel normativa de 105 diccionarios. Pues si el "hecho dic­cionario" se [1.mda en la creencia de que su informacion es verdadera, y lateoria que lo explica 5610 se contenta con demostrar 105 resortes sociales ysemanticos que la sostienen, 1m corolarlo inmediato de ella padria ser lajus­tificaci6n del autoritarismo de 105 diccionarios y, lo que es peor, del uso de105 diccionarios como vehiculos de imposici6n ideologica sobre la sociedadpor parte de cualquier gobierno autoritario.1 Por eso es por lo que eu estecapitulo se abordari ahora la cuesti6n de la complejidad normativa del clic­cionario monolingiie, para analizarla con cuidado, comprenderla mejor ysituar sus alcances sociales.

1. CONDICIONES DE VALIDEZ YNOlUI'L-\TMDAD

Las condiciones de validez del acta de respuesta acerca del significado delas palabras se establecen entre 105 participantes en el acta: actor y recep-

I Una notable comprcnsi6n de esa posibilidad, ligada a la concepci6n de la lengua comosimple e6digo, semejante a los quc utiliza la computadora eleetr6nica, [ue la pelicula del ci­neasta franeés jean-Luc Godard, titu1ada Afphaville. Con la misma intenci6n critica y de ma­nera mas desaITollada. el "Newspeak" de 1984, de George Omell.

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2 Fernando Castanos Cespecialmente 1984:20 y tambiéo 1988) piensa gue este act,o no esilocutivo sino "de disertaci6n" porgue "una ascveraci6n, o si queremos ser un poco.~as espc­dficos una definicion una c1asificaci6n, uoa generalizaci6n, no inauguran una aeelOn eoose~

euent:". No hay discr~pancia alguna eo euanto a la dase de acta prop?sicional que COITe5­ponde a la respuesta acerca dci significado de un signa. Se pu:de co?slde~, en efecto, un"acta de disertaci6n". Pero como el punto de partida de la teona aqlll exphcada es uoa co~­

cepci6n diferente de la acciDn, guiada por Biihler y no directamente 'por Austi~, ~o hay ~otl.

vo para distinguir las acciones i10cutivas y las de disertad6n como aCClOoes de dlsuola cahdad.

tor, pero sobre la base del esquerna de acto, gue es una instituci6n sodal.Es decir las condiciones de validez del acto no dependen solamente de 105particip~tes concretos en él, sino de su previa sancion social COIllO condi-ciones que lo hacen inteligible. . ....

Como se asento eu el capitulo II (§ 4.2.1.1), esa mtehgIblhclad del actadepende de sus condicibnes esenciales: actor y recepto.f c~een que la inf~r­

maci6n transmitida en el acto de respuesta acerca del slgnificado de 105 Slg­nos es verdadera. Yesa creencia se sustenta en la existencia de una memoriasocial delléxico, que se torna como piedra de togue para hacer la preguntapor el significado a una persona, asi como para dar la ~espuesta correspon­diente, no en términos individuales, sino en euanto mlembros de la comu­nidad lingiiistica. Es decir: no mediante un ".cre? que Y significa X", o un"para mi Yquiere decir X", sino con un 'Yslgnifica o es un Xen esta co­munidad". En ambos actos, en el de pregunta y en el de respuesta, la creen­cia en la validez del acto supone un hecho: "X es el significado de Y." Demanera gue la respuesta acerca del significado de los signos es el estable­cimiento de un hecho. De ahi el cara.cter estativo del acta verbal, como sedijo en el capftulo II, § 5.2 A partir de ese carac~er estativo.d~ cada. acta ver­baI de respuesta acerca del significado de los slgnos, el.dlcclOnano r:rono­lingue, gue es un gran catilogo de estos actos, forrnallZados en artlculoslexicogrificos, establece hechos: 105 vocablos gue forman su nomencla~~

y 105 articulos correspondientes que crean su macroestructura son ma~ifes­

taciones escritas y ordenadas delléxico' de la lengua de toda la comumdadlingUistica, y de los significados gue garantizan la inteligibilidad entre to-dos sus miembros. .

Pero como el diccionario monolingiie es siempre una obra, realIzadapor un grupo de personas en cierto plazo de tiempo, eu. c.ierta época de. lahistoria de la comunidad lingUistica y bajo ciertas condiclOnes d~ tr~a~c.uo,

es clara que reune una gran cantidad de vocabl~s ~e la lengua h~stoncayque da cuenta precisa de la mayor parte ~e .Ios sl~ificadas gue ~enen enla comunicaci6n sodal, pero no agata ellexICo, ilI define exhausuvamentesus significados, por lo gue su veracida~se limita, por una parte, a las c.on­diciones en que fue elabor~doy a la cahdad de 105 argumentos gue susten-

1.1. Hecho léxico y selecci6n normativa

235LA COMPLEjIDAD NOR1fATIVA DEL DICCIONAJUO MONOLINGÙE

ten sus pretensiones de validez y, por la otra, a lo gue asienta y a la maneraen que lo hace, no a lo gue ha dejado de asentar como eEecto de las circuns-­tancias de recoleccion de datos, ni a cualquier manera en gue lo haga. Di­cho en otra fonna: el diccionario es un deposito de la memoria social, perono es la memoria, ni la debe suplantar.

La historia de la lexicografia en Occidente se inici6, como se dijo en el ca­pitulo I, con selecciones del vocabulario de la comunidad lingUistica, deter­minadas por las necesidades de legitimacion de 105 Estados nacionales: elvocabulario de 105 escritores gue habian hecho de su lengua una nueva"lengua clasica"; es decir, vocabulario de la lengua literaria, gue es 5610 unaparte delléxico total de la comunidad. Ya la vez que sus diccionarios catalo­gaban vocablos, lo hacian con un punto de vista claramente normativo, guia­do por las concepciones del "humanismo vulgar" del siglo XVI (cf. capitulo1, § 2.4). El efecto inmediato de esa selecci6n fue una distinci6n normativaentre "buenas"y "malas" palabras: aquellas que catalogaban los diccionarioseran Ias gue se ofredan como ejemplares para toda la comunidad. Las queno catalogaban, pero que usaba la comunidad, eran "voci di bassa lega", eranpalabras del vulgo gue no merecfan atesorarse eu el dicciollmio. O, tam­bién, sobre algunas de las catalogadas, se introducian comentarios, que luegose convirtieron en marcas, acerca de la propiedad o la impropiedad de uti­lizarlas en la conversaci6n o el escnto de la buena sociedad.

Este origen selectivo de la lexicografia occidental dio lugar a la idea dela aceptaci6n de palabras, de significados o de usos. Aquellos que no se ajus­taban a los criterios de calidad de cada academia o de cada diccionario, no"se aceptaban". El fenomeno, como se via en el capitulo I, derivo en unaconcepci6n del vocabulario ydel diccionario muy generalizada entre variassociedades, particularmente en la comunidad hispanohablante: tod~ voca­bIo o todo si~ificado que no esté incluido en el diccionario -o sea, gueno "esté aceptado"- es de mala calidad, es un barbarismo o, en ultimo caso"no existe".3 En cambio, los que si aparezcan en el diccionario san los uni­cos existentes para la comunidad. Asi fue como, sobre el hecho de la me­moria social, que es lo gue en principio catalogan 105 diccionarios, se impusouna concepci6n normativa del léxico, que termin6 por dar como todo el

3 Correlativamente, todo voeablo, significado o uso gue para algiin sector sociaI sea demala calidad o sea un barbarismo pero esté registrado por el diccionario, provoca un recha­zo del diccionario, como lo muestra la batalla eo contra del w3 eo 105 Estados Unidos de Amé­riea (cf. I, § 5.2.2),

TEORi.'\ DEL DICCIONARlO MONOUNGÙE234

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1.2. Dos concepciones nonnativas

léxico solo lll1a parte suya; la fuerza del hecho léxico, gue proviene de larelaci6n genuina entre la memoria social y el diccionario, se sustituyo poruna fuerza nonnativa, gue vino a suplantarla con un punto de vista ideo­16gico (el purismo, cl casticismo, el aristocratismo) ya imponer sus seleccio­nes sobre la totalidad de la comunidad lingiiistica. El desarrollo posteriorde la lexicografia de las lenguas consic1erac1as, desde la reivindicaci6n parasi misma de la infonnaci6n Iéxica por parte de la burguesia del siglo XVIII,

hasta el triunfo elei espiritu de catalogo detal1ada y exhaustivo de la filolo­gia cn el siglo XIX, padria interpretarse, en cse sentido, como la lenta con­quista de su memoria léxica por parte de esas sociec1ac1es en su conjunto,ya no dominadas por la aristocracia y el Estado.

Aungue cl hecho léxico que manifiesta cl diccionario monolingùc, y guesirve como fundamento de la inteligibilidad sodaI, es, en un sentido, un feR

n6meno nonnativo: puesto que es asi como se garantiza el entendimientoeiltre los miembros de la sociedad, cada uno dc ellos busca ajustarse a lainfonnaci6n que ofrece el diccionario, si quiere ser comprendido. De serasi se trataria, como senala Wiegand (1975:82), de "la fuerza normativa delo faetico" ("clie norrnative Kraft cles Faktischen"); es decir, el solo hechode gue el diccionario asiente elléxico y sus significados, ya le confiere unafuerza normativa ante 105 miembros de la eomunidad lingiiistica. Pero elestablecimiento de hechos a proposito delléxico, sus significados y su usoen el diccionario es, en realidad, cl establecimiento de las condiciones deposibilidad del entenclimiento entre 105 miembros de la comunidad lingufs­tica. No es que la memoria sodai manifiesta en el diccionario se impongacon algun caracter de obligaci6n a 105 hablantes, sino que, como toda me­moria, les ofreee experiencias anteriores de significaci6n, sobre las cualespuedan basar sus propias necesidades expresivas. Les ofrece, por elIo, con­diciones de posibilidad, no "le pone condiciones" a su expresi6n. Eu cuantocondiciones de posibilidad, la memoria sociai ofrece un horizonte de en­tendimiento a toda significacion verba!. Pero es un horizonte, no un limite.Y cuando esa significacion se ha convertido en una nueva experiencia desentido para la comunidad, la memoria social se renueva. De ahi el carac­ter duetil e indelimitable tanto de la memoria como del propio léxico. Sino hay restricciones para la memoria, tampoco las hay para la renovaci6nléxica y la fonnaci6n de nuevos significados. La normatividad que derivadel consenso social acerca del léxico se puede considerar una nonnativi­dad "débil", caracterfstiea de la clase de fuerzas gue permiten a una socie-

237IA CmrlPLEJlDAD NORMATIVA DEL DICCIONARlD MONOLINGÙE

2. DE LA LENGUA A SUS NOfuvIAB

dad conservar su unidad, 5610 discernible con cl analisis profundo deltramado de cada comunidad lingùistica. cn-

Por lo contrario, el catiilogo selecto de vocablos gue esta- en l .d l d" ~ l . ,e onD"en

e .a .u:a IClOn eXlcogdiica occidental, lo que ofrece es una seleccionodehos~bilidadespara manifestar la significaci6n, definirla por una actitud re­h~xlva an~e ~a le~gua, gue da lugar a una normatividad espedfica. Asi gue

.y que dIsongmr claramente las condiciones de posibilidad del entendi­mlento entre los miembros de la comunidad lingàistica, que son las ueco~esponde~a !a me~oriasoda! delléxico y estin en e1 fundamento p~ _matICO del dicclOnano, de la selecci6n de posibilidades de significa . ~gque ofrezc~ cualguier diccionario declarada o inadvertidamente no~l::va. ED el pnm~r caso, co~ VYie~and ~e puede afirmar gue, lo que hay, es "lafuerz~ normatIva de l~ facoco ; el dlccionario es descriptivo, en el sentido~speCl.ficadoen e.I capltulo anterior; su normatividad proviene de la fuerza

el.consenso soclal. En el segundo, hay una voluntad de norma: el diccio­narIO es c1ararnente normativo.

Aunque .la distinci6n es clara, la estructura del arti'cLÙo lexicognifico esmuy compleJa en re1adon con ambos aspectos deb,·do a la m

cl' '~ernen~ese enca en~n sus dl:ersos componentes. Basta allora, en 105 capitulos III alV se ha vemdo ~~hzando y diluddando esa estructura en lo gue se refie­r~ al acto proposiclOn~que fonnaliza y, Como se ha visto, ese acto proposi­ClOna! ~s un ac~o.cstauvo,correspondiente al establecimiento de hechos apropOSIto del lexlco y sus significados En adelante se aJ· -. an lzaran sus otroscompan.en tes,. en 105 gue tennina por manifestarse en plenitud a ué ti °de acto tlocuuvo eorresponde el arriculo lexicogratico, gue es el ~e d:fi­ne la naturaleza del diccionario monolingàe.

Volvienclo a 105 elementos que componen el arriculo lexicogratico se pue­de ~~toncesco~enzar, de nuevo, por considerar la entrada. En ella, comose duo en el capItulo III, se ostenta, por escrito, el vocablo; y junto con él seagrega, en muchos diccionarios, una transcripci6n de su pronunciaci6ncomo parte dellema. '

2.1. Fonologia, fonética y normatividad

N.?~ s~ra uecesario demostrar que 105 fonemas que eomponen un signo lin­gUIStICO son parte de la naturaleza de la lengua. San hechos de la Iengua,

TEORIA DEL DICCIONARIO MONOLINGÙE236

Page 120: BIBLIOTECA CENTRALIZZATAR. RUFFILU · lO TEORiADEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11 IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131 O. lntroducci6n 131 1. El origen

_ I como len a històrica de una gran comllnidad en.1 Estrictamente hablando, el espano . gu. fonolòmcos, por lo que no se

'. .!" esto por vanos slstem'a5 o· . _.Eu"opa América y Afnca esta com pu . .. do a Rau'l '\.vila ya otrOS hngutsms--• , I - l'' sino .......S!gUlen •puede hablar del "fonema /5/ de espano , licar ìnnecesariamente este argumento,de un "diafonema /s/". Sin embargo, para no comp

se obviaro la distinei6n. . . / en es anol no se considera importante .en5 La variedad de las pronunClaclOnes de /5 . P nan sus diferendas foncticas. Solo

. . . r lo gue realmente no tmpola comunidad htsp"iUUca, po " " dada dialecto.cuenL..n como ~acentoS caractenstlCOS e c

2.1.1. Transcripci6n fonowgica

. exion fonologica de cada vocablo, mmque es unPor ese moUVO, la compI . . ~ , ~s"a. concreta forma parte ne-, pronunclaclon,) e u, ,hecho, se sustanCla en una . . ~ ~ o' de un dialecto o de un 50-

d l nClaClOn caractens ca .cesariamente e a pronu 1 d' ' an'o se plantea introducIT una

t en que e ICClOnciolecto. En el momen o l h h fooo16mco que es abstracto, se

" f" d l voeablo e ee o O"transcripclOn olllca e ' .' l' aci6n gra~fica de 105 fonemasb' n en una matena IZ . .tiene que concretar. o le . d diente de sUS pronunCIaClO-

a totalmente lO epenque lo expresan, que se . lectos de la lengua, o bien en unanes efectivas en todos 105 dialectDs

dy sou

elOronunciaciones reales. En cl pri-

" " ~~eadealguna es sp bi'matenalizaclOn gr~l ~ cl 'p i6n fonol6gica del voca o,el diccionario ofrecera una esm c

mer caso,

. . ~ il voluntaria de 105 miembros de la comu-inalterables por cualqmer acclO b' l hacen de una manera que la

. _~. que cuando cam lall, onidad lmgUIStICa, Y • 'd d hist6rica no puede con-

'd d' l eil euanto comunI a ' . .Propia comunI a ,mc uso d mprender He ahi el resarte llll-

'l ,"quiera la pile eco· .trolar. (No so o eso.m SI • d l b' l',ngu-istico). Las foneroas, SIn. . .. 'ennfica e cam lO .•eial de la lllvest1gaclOO Cl. t a la percepci6n ni a la refleX10n

.fiestan dlrectamen e . iliembargo, no se manI . onunciaciones lo cual SIgO cade 105 hablant~s. Se 105 perClb:~~~~~rexpresi6ncara~teristicade la co­que se 105 perClbe con una 5USta . A _l' por eiempl0 el fonema!si del

, 'ul ue 105 pronunCle.~ 'J 'mumdad partIC ar q un,'dad hispanica andaluza. eo

. di tinto eo una com .espanol,-l se pronunCIa ,5 _ d l s altiplanos andinos o meXlcaM

11 canbena, o en lma e o .~" ral"una caste ana, en una . oner una pronunciaoon .genenos. y no es posib~e. ni encont:rar. m p~opcomunidades hispanohablantes seo "adialectal" de el,5 aunque e? to~as. as oderna gracias a Trubetzkoy. la

! ! Fue la lmgulstleaID' 'dreconozca como 5 . elfi 'dad de fonna invanante eal f ema en su espe Cl

que pudo reconocer on l cl abstracci6n que corresponde, to-la lengua. pero solamente en un. ~ ano~ .eea de la lingUistica, y quizas a 105

, d~ l elaboraclOn teon ~ . ~da,,~a hoy. en la, a a . ~ i la investigaci6n fonologIca emplMesquemas gestaltistas de la percepclOn , srica actual asi lo llega a demostrar.

239L\. COfl.IPLEjID,.'\D NORJ\.IAm'A DEI.. DICCIDNAlUD MONOLtNGOE

en el segundo, impulsara una "pronunciaci6n estitndar" de él, definida poralguno de 10s dialectos de la lengua, generalmente el que corresponda a lacomunidad o al sector sociai que domine cultural, politica o econ6micamen­te a los demas.!ì La n-anscripci6n es fonética, entonces, y se vuelve nonnati­va: la pronunciaci6n de un dialecto o de un sociolecto determinado seofrece como selecci6n de posibilidades de expresi6n.

Sup6ngase que se opta por ofrecer una rranscripci6n estrictamentefonol6gica del vocablo, para impedir que el diccionario se vuelva normati­VQ. Eu el caso de la lengua espafiola, 105 cliccionarios que se hicieran enuna comunidad hispanica cuyo sistema fonologico contiene la oposici6nentre /s/ y 16/ -como la castellana de la Peninsula ibérica- transcribirianfonol6gicamente ei vocablo zapato como /Bapato/. y santo como /santo/.Esos diccionarios transcribirian un hecho de su sistema lingUistico. Su trans­cripci6n fonol6gica no teuciria, en consecuencia, caracter normativa. Peroese sistema fonol6gico no es el de toda la lengua espailOla. En Hispano­américa, en donde cl fonema /9/ no existe, si 105 diccionarios quisieranttanscribir su fonologia, el vocablo zapato se tendna que representar con/sap:ito/.7 No se suele hacer ninguna de las clos cosas en 105 diccionariosmonolingiles, clebido a la sencillez con que se relaciona la escritura del es­panoi con su·fonologfa (salvo el caso de /s/ y IBI, Yotros de menor alcan"ce. la mayor parte de las diferencias dialectales hispanicas en el plano de laexpresi6n es fonética }' no fono16gica). Pero cuando un diccionario bilin­gile. que si torna en cuenta la fonologia, se hace desde Espaii.a (o tornandoel espanoi castellano como punto de referencia), como diccionario de todala lengua espaiiola, su transcripcion fonologica castenana se convierte auto­maticamente en una selecciòn: entre 105 dos sistemas fono16gicos masgenerales de la lengua espaiiola, el castellano y cl andaluz/hispanoame­ricano, se impone cl hecho del castenano. pero se convierte en un sesgo nor­mativa porque ya no clescribe la realidad fonologica de toda la comunidadhispanohablante, sino la de un solo dialecto, que semiòticamente se ofre­ce como si fuera la de toda la lengua historica.

Hay comunidades lingiifsticas en las cuales la varieclad dialectal es muypronunciada, y la dificultad de sus sistemas de escritura en relaci6n con sus

ij Es pensable una selecciòn acordada por las diversas comunidades dialectales de unalengua hist6rica. Si se Ilega a dar una situaciòn de reconocimiento muLUO de esas comunida­des, sus pronunciaciones particularcs no estilll ligadas a valores historico-simbòlicos muyacendrados, y se orientan a una finalidad de homogeneizaei6n diaIectal dirigida por objetivossodopoliticos propios, cOIlsiderados como valiosos por tod,1S 1<15 comunidades, la seleceiònpuede aceplarse, pero no deja de ser normativa.

7No es que "se neutralice la oposiciòn entre 105 fonema.~ /5/ y /B/", como suelen deciralgunos lingùistas. La neutralizaei6n implica la existcneia, eo el mismo sistema, de 105 dosfonemas, lo gue no es cl caso en el espmol americano.

noRi-\. DEL DICCrONARID MONOUNCUE238

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2.1.2. La pronunciaci6n en los primeros diccionarios

8 Cf, al respccto la edid6n de Quilis de la Gramiitica de Nebrija (Nebrija, 1492) asi comola introducd6n de Miguel Angel Esparza y Ram6n Sarmiento a su redente edici6n de lamisma obra (Madrid, 1992, Fundaci6n Antonio de Nebrija), pp. 68-74.

fonologias es muy grande. En eSDS casas, el asentamiento de hechos de lalengua crea dificultades de método y de presentaci6n a 105 diccionarios, siquieren atenerse a la descripci6n rigurosa de la fonologia de 105 vocablos.Por lo que suele suceder que termine por imponerse la descripci6n de he­chos de lill solo dialeeto o de un solo sociolecto como si correspondiera atoda la lengua, con lo que el diccionario asume una posici6n normativa. Euel \v3, un diccionario que argument6 sus pretensiones de validez sobre labase de la descripci6n real de hechos, destaca precisamente un sesgo deesa elase cuando el diccionario sostiene que sus transeripciones se basaronen "cl habla estandar de 105 americanos educados" (I, § 5.2.3; cosa que, porcierto, no le recriminaron sus criticos puristas y c1asistas).

241L\ Cm,'IPLEjIDAD NORt\.IATNA DEL DfCCIONARIO lI.IONOUNGÙE

do a la dificultad te6rica y técnica de elabo . .no al del moderno "fonema" d rar un concepto slqUlera cerca-

y e encontrar man dvez asumida la distinci6n entrO . . eras e representarlo Una. e escntura ypronunc' . ~ 9 El °

nano inglés gue intent6 re re . 1~:lOn. pnrner diccio-Ivlartin, Lingua britannica re ~rn se~tar la pronu~crac~o~fue el de Bel"ljaminintroducci6n sosten'la que~'e zat~, or a NewEnghshDlctzonary (1749), en cuya

nsenar una p '. ~ .principal de un diccionanoo d 'd ronUnCIaCIOO aceptada es el uso

, espues e la expli . - dOsselton 1989°19'18) lO Al ° "caClon e palabras" (apaci,. go semeJante . ~

Debove (1989°149) eOl pn° dO ° ocumo con el francés; seglin Rey--. -, rner lCClOnano fr ~ ~ '-pronunciaci6n fue el Dictionnai ~ _ ance~ gue tomo en cuenta laLandais en 18"'4 L ~ re general gram11latlcal des dictionnaires de N

.' :J. o comun en 105 diccionarios de estasdI'do pudleron ofrecen transeripciones f6nie . os enguas, ellao­ran una nonna de ronuncia' ~ . a.: del vocabl0, fue gue propusie­"de la reina" o "de PIo ' ClOno del frances de la Ile de France, del inglés

s amencanos educado " .alen la Nueva Inglaterra. s ,espeel mente de 105 nacidos

ASI es que, tratese de lenguas internacio almuchas comunidades nacionales Como el n _es, qu.e SO? maternas paraaleman; o tratese de lenguas .' l d' ~s~anol, el mgles, el francés o elmente distintos, como el rzotz~e~l~ln~e~:~~V1dld~s en v~o~ dialectos social­

mo~erno, la transcripci6n f6nica del vocab~:~~a~~(Me~~co)d' o el mihuatlcaracter normativo. ema len e a tener un

Es el contexto nonnativo general de la . . ~ ~ .ciencia gue tenga de sus diferen' f; ~. comumdad l~ngulsoca: la con­fono16gicos que compongan l l Clas °l~e~c~s o de Ios dlferentes sistemas

a engua l1stonca' la .' t . dciaIes como la inteligibilidad eneralizad . ,~XIS enCIa e valores 50­cionaI co ~ . l' .. ~ g a, la necesldad de una lengua na-

mun, a lmposlClOn relativamente a t d d lde una capa social sobre las d l cep a a e a pronunciaci6nmativo de cada diccionario p e as otras, etc., lo gue define el caracter nor-

. or eso corresponde a la a . ~pretensiones de validez pond ° 0fi rgumentaclOll de sus

. ~ ,erar YJUsu lcar la maner . ~relaoon Con ese contexto Il La no . 'd d a en gue se Sltue en

'. fIDatiVI a expresa o inadvertida da al acto

9 La dificultad se resolvi6 antes en la . , .co intcrnaciona1~,creado a instancias cl O pracUca gue cn la teona, pues cl "Alfabeto fonéti.te impulsado en Inglaterra anl ,...d; _ e

lnoJes~c~scny Paul Pas.';y en 1888, y entusiastamen_

" ,o a reconoclmlento l .. l I ccn el primer cuano de este sigl conco (C lOncma por Trubetzkoy,

lO o.To lcach an acccplcd /nvnunciatioTi is the princilml . .

words, JoseHe Re\' Debove (1989 '149 ), 'b use oJa DlctlOll(1)1 lW.:t lo [he cxplicatioll oJregisu-ar la pron~nciaci6n ingle~~ e-n uantnd' u~e aJ~hn Walker (1755) la primera iniciativa de

11 \CClOl1ano.El problema es muy difidl cuanclo se tram de co' . _~.

que, o no han teniclo cl valor social de la inteli 'biliclad mum.dades hngUlSf..lCas ~merindias,de la fragmentaci6n geografica y social u l g:t l ., ~encr:al:zada.o lo han perdldo a causadiccionarios monoliogùes l"nd • q e e co oOlaJe Impulso COll'e ellas, En esos casos SI1S

... ran que arrosll'ar la no . 'd d' 'comunidades, y con bucnos 'lrgumenlo l' _.,' rmatlvl a con cUldado y tacto hacia las

, 5 mgUlsUcos.

TEORiA DEL OICCIONARID !\,[ONOLlNGÙE

Desde finales del siglo :h"V,la cuesti6n de la pronunciaci6n estaba ligada a lade laescritura: se vela c1ararnente que el alfabeto tenia alguna relaci6n conla pronunciaci6n de las lenguas, y se buscaba ajustarlo a ellas, puesto que,como herencia dellarln, se presentaba, a la vez, como la unica escritura posi­ble, y como una escritura que no respondia del todo a las prontmciaciones delas lenguas vernaculas del oeste de Europa. Para Nebrija, por ejemplo, un des­tacado promotor de un sistema estable de escriLUra para e1 castellano, tan­to en su Gmmalica de la lengua castellana de 1492, como en sus posteriores Ee­glm de orthographia en la lengua castellana (1517), la fundamentaci6n de susreglas "ortogriificas" se basaba en el reconocimiento de la peculiaridad dela pronunciaci6n castellana, en comparaci6n con 105 sonidos que se mani­festaban supuestamente en laescritura latinay gue, inevitablemente, Nebrijatenia que suponer reales.8 LaAcademia Espaii.ola se plante6la cuesti6n, apa­rentemente, de la misma manera que Nebrija, aun cuando prefiriera muchasveces la ortografia etimologizante -y por tanto contraria al principio fono­16gico- a la representaci6n mas cercana de la pronunciaci6n castellana. Sinembargo, la lexicografia hispanica, a diferencia de la de otras lenguas europeas,no se via nunca tan impelida a buscar soluciones a sus problemas de pro­nunciaci6n y escritura, como otras lexicografias de Occidente.

Ése fue'el caso, en cambio, de la lexicografia inglesa, para la que la bus­queda de una pronunciaci6n fija para 105 vocablos se manifestaba como unade sus tareas principales, tarea gue, sin embargo, tard6 en realizarse, debi-

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2.2.1. Escrit-um

2.2. Escritura y ortografia

El vocablo se presenta por esento eo la entrarla. De ahi que sea ahora el sis­tema de escritura e1 que haya que considerar desde cl punto de vista de suear.lcter normativa.

243lA COMPLEJIDAD NORMATIVA DEL DICCION\RJ

t O ilWNOLINGÙE

mas .~e escritura. En ese sentido, el Sistem cl .'tenslOn del vocablo en la entrada d l ~ a l e es~rrtura gue permite la 05­va, sino un hecho de la Iengua. e arncu o lexlcogriifico no es nOrmati_

2.2.2. Ortografia

2.2.3. Escritu1i. I

a) ortografia en [os primeros dicciona:rios

~a nonnatividad ortografica no fue realmenos de la lexicografia monolin - dI' I nteuno de los objetivos prima­la escriUlra de Ias lenguas de guaede Slg o Àì1Ir. La necesidad de sistematizar

CCI ente se h b~ .po antes y habia dado lugar a un roc ~ l~~Vlsto desde mucho tiem-tencia de 105 diccionarios ma I.P _ eso de fuacIDn gue precedio a la exis-l ~ . no mgues. Para eI espafi l . ,as grarnaticas, ante todo El prr' d" . o, era un obJenvo deI T. . mer ICClOnano m l' -e esoro de [a [enO'lla castel[ .. _ ono mgue del espanol

ò' alla o espanola de Cobarruvias (1611) ,, no se pro-

13p 'l, arcia ~~nte fue el caso de la escritura del n .

lar Chma: tradlclonalmente en es a ~ l P _ om~re de la capnal de la Repliblica Popu~

de.~sa repltblica decidieron ~ual se~i;l~';:~sli~~un;.~n mglés Peking. Cuando las amoridades~e~mg. Nadie dirla que. en relaci6n con la escri~clOn co:r,ecta del chino, lo sustituyeron pormlta de ortografia. La sustituci6n de la conve .. ~~~dlclOnal del nombre, se cometi6 unaen la prensa, de dar a conocer a sus lectores :C100... aslca fUe tan total, que hubo necesidadc~s.desconocida.sino que era la \,j~a Pe!"' 1-1 e BeUln.g no era una ciudad china hasta enton~dlra que quien escribe Pekill comete un:nE:', Od}' en dia, reconodda la nueva escritura nadic

, <Il a e ortografia. '

La ortografia por I '., o Contrano tlene b'la relaci6n entre el fonema l' I por o ~eto normar la escritura cuancloI y a etra se vuelve probl •.a correspondencia no es biunivoca (el uso d ematIca, ya sea porquem~yor parte de las dificuItades en in lés e <C>, <Z> y <S> en espanoI; lagulendo criterios aienos a 105 de I cg j)' ~ ya sea porque se estableci6 si-

tI· l'" a ,ono oma (com I .e ma ogIa en la escritura cl I fr ~ b· _ o a mterferencia de lagrafi e ances, el espanol t) D •

a sea esencialmente normati. ' e c.. e ahI que la orto-de escritura, es decir, sobre la inte;~ I~p~~esta cI~r~mente sobre el sistemaletras que lo componen Esta d:.c r~ aClOn rradicional y sistematica de lasd . UerenCIa se prueb d

e ortografia, pues Con ellas I . . a CUan o se cometen faItas. . e sistema de escntu I .

ve mmteligible. Producen molesti I ra no se e51Ona, no se vuel-sas de la ortografia; pueden incIu:Ce;ifi~:ersonas bien educadas y cuidado­por completo. En cambio no e 'bl ltar la lectura, pero no la impiden. , s pOSI e alterar al .

ClOnes gue dieron origen al '. cu qUlera de las conven_. SIstema de e5crit . dtuIflo por otra.13 ura, sm estruirlo o sin SllSti-

TEORiA DEL OlCCIONARIO MONOLINGUE

le Aunque, segiin la tesis de Boris Fridman (1983), el tipo dc lcngua de gue se tratara cnla antigiiedad remota propici6 unos u otros sistemas de escritura. Hoy en dia, quizi desgra­ciadamente, el sistema alfabético se considera el6nico posible para cualquier lengua que pre­tenda llegar a tener escritura.

Es bien clara que la escritura es un artificio inventado por las civilizacionespara registrar su habla y conservar memoria de ella. Las sistemas de escri­tura, scan cuales scan, alfabéticos, sihibicos o ideograrnaticos, no provienendirectamente de la naturaleza dellenguaje humano. No hay nada co ellen­guaje humano que detennine univocamente la aparicion de uno li otro sis­tema de escritura.12 En cambio, la fonologia y la fonética de cada lenguaforman parte de sus propias naturalezas. Fonologia y fonética no requierende convenciones para estabilizarse yensenarse, pues forman parte de la len­guao La escritura tiene, por lo contrario, una naturaleza convencional, esta­blecida precisamente para fijar y conservar la relaci6n entre la lengua y 105

trazos graficos arbitrarios que la representan (entre el fonema y la letra; lasilaba o el significado y su representacion grilica). Considerada esa relacionen su origen, hay gue concebirla como normativa, pues tiene gue imponer­se sobre 105 escribientes y fijarse, en razon de su extrema arbitrariedad conrelacion a la lengua de que se trate. Sin embargo, se puede pensar que,salvo muy temprano en la historia de la escritura -cuando egipcios, babi­lonios, fenicios, chinos, mayas o toltecas ensayaban representaciones parasignos de sus lenguas-, para la historia posterior del mundo 105 sistemasde escritura se reciben como una tradicion hecha, cuya convencionalidad seha convertido en necesidad grafica. Por lo gue nadie se pregunta hoy endfa por qué la letra <P> corresponde a fonemas bilabiales mas o menos oclu­sivos, o la -cA> a voeales centrales de abertùra media. Para las lenguas quese escriben con un alfabeto, las Ietras gue lo eomponen san hechos, no nor-

242

verbal estativo que fundamenta el articulo lexicogci.fico una dimensi6n nor­mativa, semi6ticamente manifiesta eo la ostensi6n de la fonologia seleccio­nada o de la pronunciaci6n ofrecida como "esuindar".

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2,2.4. La ostensi6n de la escnIum en la entmda

Esta somera consideracion de la escritura l .monolingiies, gue ilustra las afi . y a ort~graffa en 105 dlCcionarios

IrmaClOnes antenores alque el hecho de la escritura no puede deslind f.' respeeto, muestraortografica en el diccionario monolin (ie P ars: aClImente de la selecci6ngado a registrar los vocablos en el sist:m; d

ueses~e no solamente esta obli-

-d d l' - ~ . ' e escntura que utiliza IilI a mgUlsaca, como hechos de lal' a comu-h engua SlIlO gue ademas lo ti

acer con una ortografia gue es la e ti 1 cl ' ene gueuna fase historica previa ~ la de la le:ic~~a~~ la com~ni.~ad, y surgida dede escritura. Solo cuando no existe 'tal esti ~' ~ ~e la fiJa.clO.n de ~u sistemahecho de gue san obras escritas iU aClOIl, .los dicclOnanos, por elden convertirse, por si mismos, e:'ac~:~s~~s, ne,cesltan una escritura, pue­sucedi6 Con el diccionario D d gd nnatlvos de la ortografia (como

Il en uran te mucho tiem AlPero hay gue resaltar que en tal po en emania).l . ~ ,caso, su capacidad para ieCCIOn Ortogr<ifica sobre otra d" mponer una se-

mativas vigentes en la eomu '_dednva

precdlsamente de las condiciones nor-III a ,y no e un arb- , l' ~

bienjustificado lingùisticamente gue se lo 'd Itnpo eXlcogra±ìco, porvalidez sodal del diccionario la d c~nsl ere. ues la medida de laguao Pero una vez que la orto afia su .fiu?ego ~ co.nsenso vigente sobre la len-

gr a se:ua YseJustifica pasa . tI- -verdadera. De ahi que di" ' a ms tUlrse comoun CCIOnano monolingu-e e1abo d

diciones no requiera la sancio d . ra o en estas Con-I n e una autondad extema a la 1o san las academias 105 decretos de li . E d engua, como

ca de sus autores pa.:-a alcanzar I r dn JC e e E~tado, o la fama lingùisti­(hecho gue la lexico!ZTafia del .alva 1 ez nec:sana frente a su comunidad

~ o Slg o XVIII, parncuIarmente la inglesa lgro comprender como lo de I . , no a-I, §§ 3.3_1 a 33 n' d ;nuestra e tItubeo deJohnson al respeeto_ Cf_

Se puede' c'~~~l~~re~~ ta~a hoy caus~ perplejidad entre las sociedades).del vocablo en la entra'da tIDe o lo antenojr,. gue la ostension de la escritura

ne un corop eJo c . .to manifestaci6n de la memoria social d I l ~ . aracter normativo: en cuan-no revela su Oligen normativo mie tr ,e eX1co, es un hec,ho grafico, guetabilidad ortogr<ifica.16 pero b t Il as no se presente algun caso de ines-

, as a con gue aparezca un caso de éstos para'" r ', ncluso en lenguas camo el es anol I fi -

tabilidad ortografica. Por un I d cl~ ,e rances o el ingles, ha)' un remanente de ines-. a o, Iversos agentes normaLiv . _

VaI10S pcquenos casos dc variac' - l' os contmuan actuando sobreb · ' lOn, como o san los acemos dia -ti .

IOS homografos en espanol el "trait d' '~ ." cn cos entre adJctivos y adver-Y h ' 'UnIon en frances eI uso de I l II "

etc. av que ver 1as violentas reacc,- . l ' a e a <I-'> en aleman,. ' • ... ... oncs SOCIa es que susc't . ._radica! sobre la convencion art ~F.' I a una mtenrenClOIl demasiaclo

00, .....Ica prcvJa aun cuando sca d'fi'l' bigue para las comuniclades linguisticas I . ' , ! CI e mesta e, prueba de- I a escntura se conVIene en un hech d l l

cJemp 05 mas recientes san la 0p05icion cl l _ cl cl'" _ o e a engua. Lasd' - , e a SOCIC a francofona a la LilO sancIOnar eI primer ministro cl F . h. 's re onnas gue preten~

e ranCla ace trcs o CUatra ano 'I . - 1-en contra de las pretensiones de r' ,_ d ~ S,} a reaCCIOn mpanica

e lmll1aClOn e la letra <n>, asi como el desconcierto gue

TEORiA DEL DICCIONAIUO MONOLINCUE

puso fijar una ortografia, sino que conservo la inestabilidad de la escriturade su tiempo (atendiendo, en consecuencia, a 105 hechos), y no seria sinoel DiccioJlmio de a'l.ltoridac1es, ya en el siglo XVIII (1713-1726), el gue habria deconsiderar impanante una norrnatividad ortografica, "porque sin ella nose puede comprender bien lo gue se escribe" (Autoridades, LXI) y porquehasta ese momento varias representaciones grificas competian entre si, pro­cluciendo una variedad que 10s académicos consicleraban confusa. En elDicrionario de auloridades, por lo tanto, la Academia Espafiola se propuso unanormalizaci6n ortografica "con la autoridad necesaria" que, sin embargo, nofue completa y se convirti6 en una tarea aparte, gue vino a terminarse en1741, con la publicaci6n, por separado, de su OrlograjJhia.

Algo semejante sucedi6 con Ios cliccionarios franceses: su escritllra habiaquedado suficientemente fijada mucho tiempo antes de la aparicion de 105diccionarios monolinglies, en cl Diclionanu'Y1l lalino-gallicl.l1n de Estienne(1531), Ni cl ThTesorde la languefrançaisedeJ. Nicot, que fue el primero delos monolingiies, ni los siguientes, incluso cl Diclionnaire de l'itcadémieFran­çaise (1694) se ocuparon de modificarla. I4

En Inglaterra, seglm indican Robertson y Cassidy (1954:334-335) lafija­cion ortogrifica fue mas trabajo de impresores que de gramaticos y lexic6~

grafos: "El propio sistema [,.,] fue creaci6n rnas de impresores que deautores, Pero e1 sello de aprobacion impuesto sobre él por 105 diccionariosde mediados y fines del siglo XVIII tuvo grandes alcances, ciertamente. Fueesto lo que volvi6 casi absoluta la unifonnidad aproximada que batian lo~

grado los impresores basta el siglo dieciocho."15 Sin embargo, la necesidadde una ortografia "verdadera" (vVells, 1973:17), que facilitara su aprendiza­je y resolviera las dificultades gue creaba la distancia entre la fonologia delinglés y su escritura, se manifestaba c1aramente en A Table Alphabeticall(1604) de Robert Cawdrey, reladonada con la necesidad de ofrecer Ìnfor­maci6n sobre palabras de dificil comprensi6n ("hard words"), y formabaparte de 105 esfuerzos posteriores, tanto de SamuelJohnson, como de NoahWebster.

J.I La Academia Francesa se conformaba con atenerse "a la ortografia recibida, para nodificultar la lectura comun}' no impedir gue 10s tibros ya impresos se leyeran con facilidad"(Prologo, pp_ 102-103: à l'ort/wgraphe Teçue, pau, ne pas l1"01lbler la lectw'i! commlnle et Il'em/Jeche,jms qlle le.s /ivres d4jà impn'més Iii!JUHmt llls aveeJacilité).

15 Tlll! s)'stcm itselJ [.. ,J was mllc/t more tlw crea/ioll DJ prin/ers thall oJ allt/tors. Bul fhe sfam/) oJlJjJ/JrO"lml set llpon il by the dictionaries DJ Ihe middle aml lale eightcenlh Ci~ntu7)' was very far rcachingimleed, It was this that marie tlll! ap/JTQxùllale unifom/ity that had been tlc!Jiroed by /Jlinters up to lhe cigli·fcenlh CCIlf!lJ)' Vlry nearly absolute.

L~ Cm,[PLEJIDAD NOR..~IATIVA DEL OICCIONARlO 1\'IONOLIN _- l l eUE 245

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3. LA NOft\1ATMDAD EN LA, NOMENClATVRA YEN LOS USOS

3.1. Nomenclatura

que el diccionario tenga que tornar una decisi6n selec~va, n~ces~=i~mente

basarla en el contexto normativa generaI de la comumdad lmgmsuca (cf.5upra capitulo I § 4.2.1.3), Yeso lo fuerza a asumir su propio c~mpromiso

normativa. Cuando se trata de diccionarios de lenguas que preVlarnente nohan tenido escritura, su cuno normativa es inevitable.17

247LA COMPLEJ1DAD NOR:.\l>\m'A DEL DICCIONAlUO MONOLINGUE

lB Hay que resaltar la aetitud del Diccionario de autoddades al respec[o. En la cita incluidaen el capitulo I, § 3.2.4, asume la indusi6n de palabras regionales, yde "genn?nia o gerigon­za" por "encontrarse muchas veces en algunas obras jocosas de prosa yverso de autores dasi­cos

n, ignorando los embates del purismo.

19 En euanto a Alemania, véase el interesante trri.bajo de Peter von Polenz (1967), en guefiuestra como, paradòjicamente, los altos mandos nacionalsocialista.5 preferian utilizar voces"ex~njerasn cultas en su discurso, mientras que desoian las propuestas de 1m; agrupacionespunstas a1emanas. que trataron de aprovechar la situaciòn para extender a la lengua su fobiaa lo extranjero.

3.2. Las marcas

Inglaterra en Estados Unidos de Arnérica); la segunda fue la de una selec­cion social,.dirigida por la idea de la lengua que tenia la aristocracia (o elsectar dommante de la burguesfa), manifiesta sobre todo en su rechazo avoces populares y a palabras cuyo significado lesionara su sentida del pudoro de ~a moraI (daramente notable cuando se trata de voces o de significadosrelaclOnados con el cuerpo, eI sexo, el excremento y el insulto. Cf. PopeIar,1976 y ?~~!?e~, 1982);18 la tercera, la de una seleccion genealogica ymorfologIca, d1ngtda por el conocimiento etimol6gico y gramatical de laépoca, que promovia, ante todo, un casticismo (cf. capitulo I, § 3.2.4, n. 39)desd~~el pu~to de vista de la formaci6n y la derivaci6n de las palabras, perotamblen mas tarde un chauvinismo lingiiistico, en contra de la entrada devoces de otras lenguas a la lengua materna, como el galicismo y el anglicis­mo en espanol a partir del siglo XVIII, o también, durante el fascismo, encontra de voces no genminicas en aleman,19 o francesas en italiano.

De ahi que las nomenclaturas de los diccionarios monolingiies y ciertosusos de vocablos "aceptados" tengan tradicionalmente un cuno normativo,que transfonna el diccionario en su conjunto en un catalogo de actos verba­les nonnativos, que se superponen sobre su caracter estativo originario. S610a partir de la influencia del pensamiento filol6gico sobre la lexicografia enel siglo XIX, y de la de la lingUistica en el xx, se ha venido poniendo en cues­ti6~ esa norm.atividad de la tradici6n lexicognifica occidental, tanto por lassocledades m1smas, como por los lexic6grafos.

Los criterios de selecci6n de las nomenclaturas y de algunos usos, explica­clos en eI paragrafo anterior, conducen también a la aparicion de marcasde uso en el diccionario monolingiie. Pues cada vez que se incluya un voca­bIo de uso dialectal, de uso social restringido o mal visto, de construcci6nconsiderarla anomala o de procedencia extrarljera, eI diccionario 10s marca.Si en el primer caso, de marcas de uso diaIectal, su interpretaci6n es ambi-

TEORiA DEL DICCIONARIO MONOUNGÙE

rovocò la deeisiòn de la Academia Espaiiola y sus correspondientes americanas de eliminar

dp

l -Jen alfabético 105 di..........os <dI> y<ll>. Por otro lado, la misma arbitrariedad de la ortogra-e OIU 5'~' . .Ba sigue despertando la apariciòn de paladines del "principio fonologico", gue eXlgen aJllstarla escriturn al rigar de la biunivocidad letr.l.-fonema. Intentos glie, generalmente, ~hoca? con latradieion comunicativa de la~ sodedades y con la eficaeia alcanzada cn los medios ~:os.

17 La escritura es el primero de los conflictos gue enfrenta la lexieografia monohngue.d~lenguas amerindias. 5us comunidades lingiiisticas aceptan sin d~cusi6n el. "prilll~ipio fonol~gt~co", pero generalmente el sistema de e~critt1ra del espanol: en H.~panoame~ca,aene va.lor sim­bolico para la creaeion de sus propios slstema~, como mamfesffiaon de la calidad de la lengua, ychoca con la imposidòn dc algunos lingUistas descriptìvos, qu~ tratan de dar a esas l:nguasescrituras "fonoI6gieas" plagadas de diacriticos. gue las comumdadcs rechazan. De ahi. ~a ne­cesidad de que esos diccionarios desarrollen previament~ .una cuidado~a argumentaclOn d~sus pretensiones de validez, gue tome en cuenta las condtclOnes nonnatrvas de cada comunt­

dad lingùistica implicada eH cl trabajo.

La selecci6n normativa originaria de la lexicograffa monolingiie en Ocdden­te se orienté en tres direcciones principales, que variaban en importanciasegiill la época en que se hiciera cada diccionario, seglill el p~pel destinadoal diccionario en el Estado nacional de que se rratafa y segun 1as elabor~­

ciones ideol6gicas o intelecruales con que se lo pretendiera validar:.la pn­mera fue la de una seleccién dialectal, dirigida a la imposici6!1 de un d1alectosobre los demas de la nacién o del Estado nacional, como base de una estan­darizaci6n lingUIstica que sirviera a sus prop6sitos de legitimaci6n simb?li­ca y de expansi6n politica (Ios casos del castellano en Espana, del florentmoen Italia, del dialecto de la Ile de France en Francia, y del inglés de Nueva

Si ahora se pasa a considerar el establecimient~de las nomenc:aturas.de 105diccionarios monoIingiies de las lenguas conslderadas, se vera que est~ al­canza también a los usos de 10s vocablos, cuando se trata de voces que d1ver­gen, en alguno de sus elementos, de los usos considerados "correctos" porla nonnatividad vigente.

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3.2.2.1. Dificultad te6rica

3.2.2. 111arcas de usos sodales

249L-\ COMPLE;nDAD NOR.\JATIVA DEL DrCCIQNARIO MONOLINGÙE

o el. italiano; en cambio, cuando se trata de variedades de la lengua nacionalre~Istradas en una zona geogrifico~hist6ricadel Estado nacionaI, la marcase~aJ.a una va:ie~ad regionaJ, un dialectalismo en el sentido lingUistico des­~npuyo del te~mo, de la misma lengua nacional. La ponderacion nOrma­~va ~~ ~mbos upos de marcas depende del valor que conceda la comunidadh~guIStI~a.a la len~a nacional y a sus pr~pios dialec~os regionales. En His­~ ~oamenca. p~r eJemplo, las rnarcas reglOnales del tIpo mexicanismo, a1gen­tmlS'T1l0, ~onorenslSJno, bogotanis17lo, etc., se han interpretado hist6ricamentecomo s~nalesde desvio regional en relaci6n con el espanol peninsular -su­puesto Ideai de lengua-y se han visto 105 vocablos o las acepciones asi mar­cados como "barbarismos" (cf Haensch, 1989 y Lara, 1990:133-156).

En. la actualidad, las marcas dialectales o regionales en 105 diccionariosn:onolmglies tienden a perder valor nonnativo ya ganar valor descriptivo.Sm embarg?, Ios argum:ntos gue esgrima cada diccionario para sustentarsus pre.tenslOnes ~e vahdez en. Cuanto a marcas regionales san 105 quedeternunan su caracter nonnatIvo o descriptivo.

Las marcas d~ ~sos sociales son las mas controvertidas, debido, por un lado,al ~1echo tradlclonal de que todo vocablo seiialado como, por ejemplo, colo­qwa~ familiar. popular, vldgar, slang, etc., se pondera desde una nonnatividadim~Hcita, no sufiden temeo te reconocida ni por 105 diccionarios ni por bssocIedades y, consecuentemente, tiende a reprobarse. Por el otro lado de­bido a la dificultad actual de la lingUistica para reconocer variacione~ deuso social de Ios vocablos, de una manera sistematica, aceptablemente ex­haustiva y verificable.

A diferencia de la investigaci6n dialectal, que ha avanzarlo lo suficienteco~opara delimitar 105 dialectos de una lengua detenninada, la investigaci6ns~cI?le~talno ha!o.grado cl mismo aVance. Se pueden proponer las siguienteshIpot:S~s a pr~pOSlto de 105 motivos para ella: en primer lugar, una dificuI­tad teonca, denvada de la concepci6n de sistemaheredada del estructuralismo,que presupone una concepci6n igualmente estructuralista de Ias sociedades' ensegundo lugar, una dificultad del método de obtenci6n de datos. '

La ~ificultad teorica consiste en lo siguiente: para el estructuralismo, todofenomeno verbaI debe fonnar parte de un sistema, que es cerrarlo por rlefi-

3.2.1. lVlarcas dialectales

TEoRiA DEL DICCrONARIO l>mNOLINGUE

gua, pues la localizacion geografica no implica necesariamcnte u.na sa~­

cion nonnativa, en 105 otros tres casos las marcas han sido nonnatlvas hIS­t6ricamente; su objetivo era advertir allectar del diccionario que debia tenercuidado al usar 105 vocablos o 105 usos marcados (es decir, han sido marcasprescriptivas, que pretenden nonnar 105 usos del habl~te y no informarlosobre la procedencia o la estructura de un vocablo), y solo n:odernarne~te

tienden a despojarse de su normatividad en [avor de una sImple ~ocahza­

cion socia1, morfologica o genealogica de 105 vocablos o 105 liSOS regIstra~os.

Es ese cariz normativa del diccionario cl que pennite que, cuando se senalaen un diccionario moderno, por ejemplo, la procedencia regiona1 de unavoz, una parte de su pùblico la interprete como sancì6n norm:tiva: "el v?­cablo X o el uso Yson rualectales y por lo tanto no deben usarse . Por el mI5­ma motivo, la elìmìnaci6n de marcas prescriptivas de usos sociales en el Iv3condujo, como se via en el capftulo primero (§ 5.2.2), a una cerrad~coOOon­taciDn entre cse diccionario }' una parte de la sociedad estadoumdense.

Las diccionarios qUè se han venido analizando son "diccionarios naciona­les" es dedr, diccionarios cuyo primer objetivo fue instimcionalizar una len­gua'del Estado naciona1. En Europa se logr6 esa finalidad imp?nienrlo undialecto del mismo tronco a otros dialectos hist6ricamente sem~Jantes (salvoen 105 casos del castellano sobre cl vasco, el francés sobre cl breton, etc.), quequedaron englobados en el Estado naci01:al }' rnuchas veces en conflictocon ellos:w Todavia ahora hay lenguas naclOnales que dependen de SlI en­seiianza escolar para que las dominen sus hablantes, pues las comunidadeslingùisticas locales consenran sus propios dialectos hist6ricos (como s.ucede,por ejemplo, con cl suebo, el bavaro o e~ "plattdeutsch" :~ Aleman1a~.EnAmérica, por lo contrario, Ias lenguas naClonale.s no compltIeron con cl~alec­

tos histéricos emparentados con ellas. Se extendIeron como lenguas naClOna­Ies desde cl principio de la colonizaci6n europea, imponiéndose a.Ias.len~asamerindias aborigenes. De donde las marcas regionales en 105 dicclOnanostienen dos significados: cuando se trata, por ejemplo, de voces gallegas encl espanol de la Peninsula (galleguismos). o_de vocabl~s provenzales en el fran­cés europeo (provenzalismos), la marca senala un prest~oo una leng~a ~e

origen, tal como sucede con préstamos de lenguas ex~eras,como el rngles

~o No haria falta seiialar gue las acmales condidones de Europa han perrr:itido gue anti­guos dialectos hist6ricos, como lo fueron :n Sll o~ge~ e~ castellano y el frances, r:cobren ~estatllto de lenguas en sus propias comullldades ImgUlstlcas, como lo san cl caLalan, el gallego, cl ocdtano, etcétera.

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250 TEORiA DEL DICCIONARIO MONOLINGÙEL4. CO/l.JPLE]IDAD NORMATIVA DEL DICCIONARIO l\'1ONOLINGUE

251

nici6n. La probable existcncia de vocablos, o de usos de vocablos, caracte­Iisticos de grupos socialcs o de estilos de habla especfficos, debe confinnar­se identificando 105 sistemas a 105 gue pertenezcan. Una manera de lograrloes utilizando las famosas cuatro dirncnsioncs que definen la "lengua fun­cionaI" como sistema homogéneo, propuestas por Eugenio Coseriu:::!l sin­Granfa, sintopia, sinstratia y sinfasia, gue son, en realidad, condiciones técnicasprevias para poder reconocer un sistema y, consecuentemente, identificar­lo. La primera, la dimensi6n sincr6nica, se eubre con relativa facilidad enuna investigaci6n lingiiistica de campo;22la segunda también, gracias al co­nocimiento que afrece la dialeetologia. En cambio las dimensiones sins­tratica y sinfisica plantean dificultades graves, en euanto las sociedades noestin constituidas por grupos sociales homogéneos y de estructura ftia, conIos euales se puedan relacionar formas de hablar especfficas. Campo de in­vestigaci6n de la sociolingiiistica, no hay -al menos todavia- descripcio­nes compietas de sociolectos (concebidos como sistemas homogéneos enla dimensi6n sinstratica) y de estilos de habla (sistemas en la dimensi6n sin­fisica) eo que se identifiquen capas, grupos sociales y relaciones entre elIos,con sus vocablos o con sus usos; y no las hay, probablemente, porque elplanteamiento te6rico es inadecuado. Las variables sociales como el sexo,la edaci, el niveI de ingresos, la educaci6n, etc., no revelan la existencia degrupos estancos o castas en las sociedades occidentales, que se caractericenunivocamente en su léxico. El acceso a la memoria léxica es igual paratodos los miembros de la comunidad, en particular gracias a la educaci6n,que es un hecho generaI en Occidente, y no hay restricciones verbales im­puestas por una capa socia! sobre las otras. Otras sociedades, en las gue laestratificaci6n es relativamente fija, como la de las castas en la India o Iaja­ponesa, podran quiza pennitir la identificaci6n de usos y de vocablos enténninos de verdaderos sociolectos, pero no es el caso de las comunidadeslingliisticas agui consideradas.

De donde, met6dica y estructuralmente habiando, es imposible dis­cemir la existencia de vocablos o usos exclusivos de giupos sociales. Lo misgue puede comprobarse es la preferencia de ciertos grupos sociales porciertos vocablos o ciertos usos, pero esa preferencia es cuantitativa yno cua­litativa, como lo regueriria el estrucnlralismo. La imagen del uso rea! gue

~l Cf. Coseriu, 1965:14S.150.22 Llevada la e.xigencia de sincronia al extremo, que consistiria en reunir datos de una

lengua en un instante determinado, se lIegaria a la fumosa paradoja de Aquiles y la tortugaLa versi6n real de la sincronia la da el concepto de "estaclo de lengua" y ese estaclo puede defl­nirse acudiendo al litil concepto deJosene Rey-Debove de "sincronia pcictica", que se definemediante vanablcs no lingùislicas, como la esperanza de "ida de una comunidad y la comu­nidad de comunicaci6n. Cf. Rey-Debove, 1971:95 y Lara/Ham, 1979:10.

nos ofrece el estructuralismo es la d d"tos), entre 105 cuales las conexloone e ,UIO e lficlO

lcon varios pisos (105 es tra-

• • 5 so o se estab eceode 105 slgnificados del "code shiftin ") p , con ascensores (unobla de cada individuo es un .r

eno' g Oh ero al reves de esa imagen, el ha~

11 meno eterogéneo l I I o,de vocablos y de usos depende d Id' ,en e gue a se eCClOn

. e 05 ma os de slgnifi . ~perUnentes para cada hablant d o o, .lcaclOn gue resulten

e en ca a SltuaclOn de h bI d dtant~, no co~espo?dena la concepciém de niveles del :s:Uc:-U:~l;~~rlo

a consecuenCla gue esto tiene sobre I . 'te empirico y quedan reducidas a l' .a: marcas, es gue plerden Susten_del uso social por parte del l . ~ a l:pr~lOn,~o a una evaluaci6n embozadatringir lo mis posible eI n6:m:x~c~gr o. edalh la ten?encia moderna a res-

Lo mismo sucede con 105 :stil~s~:~:lae~so. SOCI~ en 10s diccionarios.dada, solemne, coloqllia~ etc., no identifican estù ~~caclOnescomo habla cui­repertorio a Ios miembros de la comunidad r o~s~ ~os, gue se ofrezcan Comosistematicamente. También a ui h m~l1stIca yse puedan reconocernidas por la relaci6n diaJ6gi g ay pre:erencIas de vocablos yde usos, defi­

idea gue éste tenga de su in~:r~~c~~~/~~:olucreei hablante, pero segiin lausos seleccionados por el hahl t . l odos l?s casos, 105 vocablos o 105ficativa, de su posici6n social :eesS;:~~~c~;i~tesmto~as de su actitud signi~su interlocutor, para decido co l d 1 Pd n del dIalog~,o apelaciones a

ne mo eo e mganon de Buhler (l934: §2)o

3.2.2.2. Dificultad metodica

~::~~~~:~~::~~~C:;:~~o~l::,s~i~~le~eÒIestilos de habla :ocialmente es-ner esa elase de cl ' 05 metodos segmdos para obte-

de 105 vocablos. Pt~:~~s~~~d~~~sl~e~~aOe~~:~ia de evalu~cionessocialesvocablo o su uso en ténninos o' e es capaz e ponderar unsuperarse si se contara Con I n nn

d.atlvos, po~ lo que la dificultad podda

05 me IOS necesanos para o 1raciones normativas de 105 habl t C _ ~ regIstrar as ponde-

~"§al:~P6sitodelos métodos~ee~i,te~:~~~~e:;.,~~s~:~I~af:'~~~cr~:

~~~~~:~~:~;y~~~i~~;~:~~~;ooc~~o~e;:~uC:r~Ot::~~I~~i~~~~~d~~~, por ese cannno lIegar a det' .

gué estratificaciones sociales o ~Ué estilos d:r~a~::~n :C1eu1te ce~teza

bros de una comunidad lin H ~ • • l en cm 05 mlem­lIés (1994) e . gu.lsnca. Estudios Como el dirigido por Lirca Va-

il Cuba san dificllmente generalizables a todo el Iéxico.2i1

• 2!l Algo semejante parece ser la investi cion •nario del cspaiiol dc Puerto Rico" ga. para el eqUlvocamente nombrado "Diecio-

, que es en reahdad una encuesta sociolingiiistica sobre un

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252 TEORiA DEL DICCIONARIO !\IONOUNCÙE L4. COMI'LEJTDAD NOIU;lATrVA DEL DICCIQNARlO MONOUNGÙE 253

3.2.3. Nlarcas tenninol6gicas

En cambio, las marcas de usos especializados del léxico o de al.guna acep­.- ru·cular de un vocablo no plantean dificuItade.s normatIvas para clClOn pa .. ~ . As-,­

diccionarlo. Siempre se entienden como locahzaclones tematIcas. l qUl-mica, medicina, equitaci6n, etc., 5610 senalan el uso del vocablo o de la acep­

cion en esos campos técnicos.

3.3. Cwtura de la lengua y marcas de uso

Pero como es un hecho gue 105 hablantes de un.a lengua .1~O solament~soncapaces de distinguir usos sociales de vocablos, smo tamblen de selecclOnarSUS propios usos segim las situaciones de habla en gue se encuentren, haygue investigar de atra manera el fenomeno gue da lugar a las marcas d~uso sacandolo de la concepcién tradicianal con gue se lo plantea en lexl­co~afia, y buscando sus caracteristicas pragmaticas profundas.. .

De acuerdo con la idea centrai de la teoria elaborada en esre lIbro, deque 105 cliccionarios monolingùes manifiestan la memoria léxica de l~ co~~­nidad lingùistica, gue se presenta a cada hablante como lecho de mtelIgt­bilidad para su propia actividad verba! significativa, hay ~ue ~dar.por sentadogue el vocabulario manifiesto por el diccionario monolmgue tiene et nec~­sario cuno sociai gue da validez a todos ycada uno de sus usos. En ese sentI­do, bs marcas no restan validez alos vocablos o las ~cepciones qu:~las lle~~y resultan, consecuentemente, de interés secun~ano.Pero tamb.le~ es C1~r­to gue la primera acumulacion de voces gue dIO lu~ar a 105 cliCCIOnar~o.s

monolingiies esrudiados era una acumulaci6n defin;da por la nonn,atIVI­dad de la lengua literaria, precisamente porgue era .esta la gue s: postuIa­ba como la Unica manifestaci6n verbai de la comumdad gue vaha la. penaconsel'lar v ostentar a sus hablantes, por lo gue las marcas de.uso denva.d~de la norrilatividad literaria significan, en princip~o, valoracl~nes restnCtI­vas de muchos vocablos y usos delléxico de la socledad, gue Imponen una

jerarguia al vocabulario incluido en cl diccionario. . . ., .El uso Iiterario de la lengua es ei caso extremo de la acuVIdad POletlca

(cf. II, § 3.1.1). El escritar o el cantor buscan siem~re hac.er de sus textaso sus cantos las expresiones mas precisas y significatlvas. poslbl~s ~e s.u expe­riencia de la vida, por lo gue elléxico gue utilizan no tiene mas hmltes gue

• 'Y -"du-,"do de vocablos considerarlos puertorriqueiiismos. ajuzgar por la noticiantunero mi .... .. d L " ~fi

arai dada por Humberto L6pez rvIorales en las recientes Segundas]ornadas e cXJcos, ....la,gue organiz61a Universirlad de Buenos Aires (octubre de 1995),

su expresividad, y 105 significados de cada VOGlblo usado por ellos tiendena aprovechar 105 matices o los rasgos significativos mas sutiles de la expeMriencia verbal comunitaria, asi como a agregarle Otros, derivados del modode significaci6n con gue enfrentan su experiencia de la vida y del mundo.2·!

Lo gue produce esa activi.dad poiética es un verdadero cultivo de la lengua.Cultivo porgue, sobre la base de la memoria social delléxico, cl artista refi­na sus esguemas de expresi6n y desarrolla cl signillcado de cada signo gueutiliza. La lengua literillia se conviene, por eso, en origen de la llamadalengua culta.25 De un uso de la lengua gue impulsa el enriguecirnienta delsignificado, la varieclad y la selecci6n de los esguemas sintacticos y ann morMfologicos disponibles eu ella, ycl interés por sectores del léxico gue trascien­den a las reStr1cciones de gusto, de época, o de ideologia gue van imponiendodiversos sectores sociales. De ahi el pIimer conflicto de la lexicografia pu­rista, corno la habrian soilado Ma1herbe, Deimier yel mismo Vallgelas (cf. I,§ 3.2.3), gue [Uvo gue aceptar la existencia de vocablos "impropios" en 105diccionarios porgue, como declan 105 académicos espaiioles, se encontra­ban "muchas veces en algunas obrasjocosas [ial menos!] de prosa y versode autores c1asicos" (cf. I, § 3.2.4).

Fue por eso por lo que la lengua literaria se convirtio, historìcamente,en lengua culta: en cI estadio ultimo de las posibilidades de manifestaci6nverbal de la experiencia del mundo y de la vida en la comunidad lingùisti~

ca. De donde se puede concluir gue la lengua literaria, gue fue cl objetivoconscìente de la lexicograffa occidental en sus inicios, nllnca fue realmentela de alguna capa social especifica -la capa anstocratica- de las sodeda­cles europeas oceìdentales; esa capa fue cI motor de su primera acumula­cion, como se ha visto, pero fueron las grarnaticas y 105 mìsmos diccionarios105 que abs~erony fonnalizaron la lengua literarìa como acenro de toda lacomunidad linguistica, como forma lingùfstica, en el sentido gue da Bi.i.h­ler al término.

La lengua culta, en consecuencia, no es la lengua de una capa sociaIdeterminada (la de la ari.stocracia, la de la burguesia, la de Ios polfticos yempre.sarios de la oligarquia), como cierto marxismo acanallado ha queri­do entenclerla, sino una cOTIStnlcci6n sociai oriemada por la necesidad de

~-j Idealmente hablado, el texto cientifico o técnico debiera obecleccr a la misma actividadpoiética, s610 gue referida al conocimicnto y el manejo preciso de las técnicas, por lo gue for­marla parte de la lengua culta. Desgraciadamente, san pocos los cientificos y tecnicos que re­canocen en la lengua materna un instrumento de prec:isi6n y aniilisis, como lo hacen 1mescritores, c incluso Uegan a afinnar que la lengua util:izada en SllS propios textos es secllnda~

ria al conoeimiento e:icntlfico.25 Véase, al respecto, la abundante bibliografia acerca de eSt: concepto, modernamente

desarrollado por la Escllcla de Praga, por ejemplo en Vachck, 1964 y Garvin, 196'1.

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254 TEORiA DEL DICCIDNARID MONOLlNGÙE L\ COfl.IPLEJ1DAD NO&\V\,TIVA DEL DICCIONARIO ~[QNOUNGÙE 255

manifestar de la manera mas clara y precisa la experiencia del mundo y dela vida, que resulta valiosa para la socieciad eil su eonjunto.

Se puede entonces entender por qué no hay una correlaci6n positivaentre grupos sociales y lengua culta. Quc 105 grupos con mas medios eco­nomicos en una sociedad tengan, en principio, mas oportunidades de apren­der y dominar la lengua culta, es una posibilidad gue, sin embargo, suele norealizarse. El niveI de ingreso no es la variable detenninante del uso de lalengua culta. Por el contrario, es la eciucaci6n (pero no solamente en euan­to educacion formal) , la que puede definir un grupo "culto" de hablantes.

Siendo asi, lo gue seiiaIan err rcalidad Ias marcas de uso Cil el dicciona­no monolingiie moderno son diferencias en relaci6n con la lengua culta.Esas diferencias pueden ser de varias indoles: de llSOS predominantementeescritos frente a usos predominantemente hablados, gue reflejan gradosde apego a la lengua culta o literaria, o de intimidad entre el hablante y suoyente; de usos orales, atenidos a costumbres expresivas etnol6gicarnentedefinidas (cologuiales, familiares,juveniles, etc.), o cuya expresividad gra­vita sobre la tradici6n verbal de cada comunidad lingiiistica, relativamentedesligada de la lengua culta o hasta ajena a ella (populares, rurales); de usospredominantemente orales, surgidos de lazos fuertes de soIidaridad entremiembros de un gremio de ocupaci6n Uergas profesionales, germania),etc. La nonnatividad gue manifiestan los hablantes al evaluar vocablos y usosgue no forman parte de la lengua culta, es por lo tanto, una ponderaci6nde la propiedad o la pertinencia de un vocablo o de una acepei6n deter­minados en un discurso elaborado en lengua culta.

Eu relaci6n con esa ponderaci6n normativa de la lengua culta, cl usode cierto vocablo o de cierta expresi6n por parte de un hablante da sola­mente un sintorna de él a su interlocutor. Tal sintoma no es de su proce­dencia social; su interpretaci6n depende de la experiencia gue tenga suinterlocutor de la variedad de la lengua y su pertinencia en ciertas situa­ciones de diaIogo (en relaci6n con la lcngua culta) , y de otros valores socia­les con gue la juzgue. A la vez es esa experiencia del interlocutor la quedefine el caracter apelativo de una expresi6n. Asi gue las marcas que usanciertos diccionarios para designar vocablos o acepdones como "vulgar, jo­coso, nono, ir6nico, burlan, etc.", son realmente interpretaciones punUtalesde un discurso o de un texto particulares, gue algunos lexicografos tiendena considerar, erroneamente, como fijas. Es por eso por lo que han tendido adesaparecer en 105 diccionarios modemos.

Segiin esta interpretaci6n de las marcas de uso, su caracter normativoen 105 diccionarios se ha venido diluyendo cn una pura descripdon de 105vocablos o las acepciones gue senalan, por la eua! desaparece la proscrip­don anterior y se reconoce la pluralidad de las interpretaciones sociales

delléxico: ?ada diccionario ofrece sus propios argumentos para sostenerla nonnatn!ldad de sus rnarcas o la capacidad descriptiva de ésras. Depen­de de la nonnatividad lingiiistica generalizada en cada comunidad, la acep­tacion gue reciba cada uno de ellos.

4. Las fjEMPLas

Parte ~entral de la construcci6n simbolica del diccionario monolingiie des­de cl SIglo XVI1 ha sirlo la inclusion en el articulo lexicogrifico de ejemplos deuso de los vocablos. Entresacados de las obras gue conformaban el corpusliterario de legitimaci6n de la lengua, 105 ejemplos eran, como se senal6 enel capitulo I (§ 3.2.4), apoyo del texto lexicogratico para mostrar la calidadde la lengua con gue habia de reivindicarse el clasicismo del Estado nacio­nal, y modelos para guienes desearan ajustarse al "consensum eruditorum tI,

objetivo indisputado de la concepd6n humanista de la Iengua.Los ejemplos comenzaron, pues, siendo autoridades, precisamente en

el sentido en gue uso la palabra la Academia Espanola. El diccionario 105listaba como documento de partida, como verificacion de las aseveracionesde sus actos proposicionales y como modelos de uso para sus hablantes. SuCuna normativo era evidente.

El sentido del ejemplo de uso cambio cuando aparecieron los diccio­narios filologicos, como se asienta en el mismo capitulo I de este libro. Parala filologia, el ejempIo valla fundamentalmente como registro historico,­como preciosa comprobaci6n del momento en gue surgia un vocablo o unsignificado, o de 105 momentos sucesivos en que se operaban cambios enelIos. Pero al fin y al cabo respetuosa de la tradici6n lexicografica, la .fùo­logia tomo las autoridades del pasado y Jas integro sin conflicto a sus inte­reses hist6ricos, 105 cuales, por supuesto, no contradecian Ios ejemplos de105 clasicos, sino gue los sumaban a sus registros. Las citas de los dicciona­rios historicos, en la medida en gue también provenian en buena cantidad.del acervo pacientemente elaborado por 105 diccionarios del siglo XVII (deJohnson, de la Academia Francesa, del Diccionario de autoridades, etc.), y enla medida en que la filologia del siglo XIX seguia teniendo por principal in­terés el uso literario, eran citas selectas gue no contradedan el simbolismode las autoridades a gue las sociedades europeas ocddentales estaban acos­tumbradas. Cierto es gue Richard Chenevix Trench, cl impulsor del diccio­nario de Oxford, proponia inventariar la lengua inglesa sin distinguir buenasde malas palabras y gue, en ese sentido, aclelantaba el valor lingiiistico delejemplo como simple descripcion del uso, pero debido a las condicionescomunes de acumulaci6n de datos en un acervo lexicografico cada vez mas

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256 TEORIA. DEL DICCIONARIO !\'IONOUNGUE L~ COMPLEJIDAD NORl'IHTfVADEL DICCION:\RIO MONOLlNGÙE 257

grande, y por ello cada vez mas apreciado socialmente, y debido al carac­ter selecto de las citas en el diccionario hist6rico, la presencia de citas ejem­plares en eI acervo del diccionario de Oxford era natural, por un lado, ysocialmente neutra, por cl otro. '

La tradici6n normativa implantada por cl siglo X\tlI, en consecuencia,no se via confrontada en el siglo XIX, aunque el principio hist6rico de la filo­logia abria las puertas a una ampliacion del concepto de autoridad, en ladireccion de un predominio del ejemplo con valor documentaI hist6rico, masgue literario. Fue, eIl cambio, la lingiiistica del siglo XX la gue atent6 contrael ejemplo normativo; y su mejor expresi6n resulto, como se sena16 antes,la publicacion de la tercera edici6n del diccionario Merriam-Webster.

En este diccionario fue en donde hizo crisis la conversi6n de la autoridaden simple cita de la fuente de un uso; el w3 ya no era un diccionario his­torico y, por cl contrario, pertenecia al paradigma de Ios diccionarios ge­nerales de inspiraci6n descriptiva. La inclusi6n como fuentes de ejemplosde algunas obras de Mike Spillane (un autor de novelas policiacas ligera­mente pornograticas), de dichos del beisbolista Willy May, de las actricesEthel Merman y Elizabeth Taylor, y de rnuchos mas personajes piiblicos, sinun prestigio lingllistico gue 105 convalidara, obededa realmente al progra­ma descriptivo gue adoptaron 105 autores del w3, pero bizo crisis por clsolo hecho de gue la tradici6n lexìcogrflfica general y la de 105 diccionariosMerriam-Webster en particular, suponian una selecci6n ejemplar de citas,autorizadas por su valor Iiterario. La implantaei6n abrupta de una concep­ci6n descriptiva del ejemplo por parte del w3 atac6 105 valores nonnativostradicionales y dio la impresi6n de burlarse de ellos. Seguramente PhillipCove y su eguipo lexicogcifIco no pretendian tal cosa. Para eIlos, la cita erasolamente cl registro de la fuente en gue se habia obsenrado eierto uso,como lo exige la honradez de la lingl1istica descriptiva. Pero para 105 criti­cos del w3 la honradez cientifica del nuevo diccionario no valia frente a ladestrucci6n de 105 simbolos norrnativos heredados. Como decia Mario Pei,no eran lo mismo estos personajes publicos que Adams, Poe, Whitman y 105demiis grandes escritores estadounidenses. La lingiiistica descriptiva ten­drla gue haber previsto el chogue gue causarla entre el w3 y sus lectores.No lo hizo precisamente porgue sus valores cientificos se impusieron sobrela lexicografia degamente, sin tornar en cuenta la c1ase de objeto lingùisti­co con el gue estaban tratando.

Se ve, por lo t,'mto, gue las pretensiones de validez gue sustentan a tododiccionario monolingùe requieren una cuidadosa argumentacion, gue pre­vea, precisamente, chogues culturales como el gue causo el w3.

5. EL AcrO ILOCUTIVO DEL ARTfcULO LE.'\lCOGIl.\FICO

~e.puede concluir, en este capitulo, gue si es estativo el contenido propo­slclOnal del acto de respuesta a la preguma por el significado de Wla pala­bra, en la medida en gue el articulo lexicognifico al gue da origen inc1uyeostensiones grificas de la escritura y la ortografia y ostensiones de t;jempl~s

del ma de 105 vocablos, asi como marcas de uso, el acta ilocutivo del articu­lo lexicogrilico es, o bien estativo, cuando se trata de un diccionario guese concreta a aseutar la escritura, a presentar variantes ortograIicas de usoeil la socieciad, a transcribir la complexi6n fono16gica del vocablo, a Iocali­zar 105 usos geogrifica o estilisticamente, y a citar ejemplos de uso como sim­pIe verifìeacion de su existencia, o bien normativa, cuando se trata de undiccionario gue propone o impone selecciones ortognificas, gue imponeuna "pronunciaci6n estandar", que marca 105 usos con referencia a un rno­delo de lengua, y gue cita usos ejemplares, de autores se1eccionados por sucalidad. En el primer caso, el diccionario registra elléxico como memoriasodal, mas precisamente como memoria de un léxico cultivado a lo largode la historla de la comunidad lingUistica, y forma parte de las condiciones deposibilidad de la comunicaci6n verbal gue garantizan la acci6n comunica~

tiva de la sociedad. En el segundo, el diccionario orienta la memoria delIéxico cultivado, seleccionando su composici6n, restringiendo sus posibili­dades e imponiendo una concepci6n de la lengua hist6rica a la comunidadlingùistica.

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VII. DEL ACTO VERBAL AL ARTICULO LEXICOGRÀFrco,CONCLUSrON

O. INTRODUCCION .

El diccionario monolingire se ha vcnicio reveIando como una construcci6ncompleja, que supera a la del acta verbaI de respuesta acerca del significa­do de una palabra, eu cl que se origina. No padria ser de ou-a mancra, si setorna en cuenta que un acta verbaI de esm elase se produce siempre en unasituacion de dialogo concreta, en la que hablante y oyente se encuentrancara a cara, en ciertas condiciones esped:ficas de habla, y no tienen por ob­jetivo la manifestaci6n de la memoria léxica en su conjunto, sino solamen­te resolver una durla o la ignorancia momentanea de un vocablo, con Esamemoria como punto de referencia mas o menos conocido por uno de ellos.

El diccionario monolingue, por cl contrario, se abstrae de las situacio~

nes concretas y busca crear una acumulacion cxpresa de conocirnientoacerca deIléxico de la lengua, cuyo objetivo es precisamente la inteligibili­dad de la memoria social. Ya a1lf hay un grado mayor de abstracci6n en elacta verbaI de respuesta que realiza ellexic6grafo para redactar cl articulolexicografico. Si el acta verbaI, como dice BuhIer, es una formalizaci6n delas acciones verbales concretas, el articulo lcxicografico,que constituye elmeolIo del diccionario monolingùe, tiene a su vez un mayor grado de 1'or­malizaci6n: precisamente la confonnada por cl Iema, la ecuaci6n sémica,la definici6n, Ios ejemplos y las mareas, tanto gramaticales albergadas en ellema, como de uso, situadas eil diferentes lllgares de su microestructura. Espor eso por lo que, en euanto fonnalizaci6n, el artfculo lexicografico es untexto;! y su tratamiento linguistico no puede concretarse a la verificaci6ntrivial de que se com pone con estructuras oracionales propias de la lengllaen que eslL1. eserito, sino que tiene que hacer intervenir una interpretaci6nprofllndamente semantica, que es la gue da sentido a las relaciones predi­cativas gue se crean entre el vocablo de la entrada y su definici6n. Pero ade~

mas de Esa interpretaci6n, que se podria considerar "intrinseca" al puro

l Cf. el estudio del texto lexicogr.illco desde et punto de vista metodol6gico hecho porWiegand,1987b.

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260 TEoRiA DEL DICCIONARIQ l'VIONOUNGUE DEL ACTO VERBAL AL ARTICULO LE.XlCOGRJ.F"ICO: CQNCLUSrÒN 261

fenomeno verbal, lo gue se ha visto en el desarrollo de csta teoria es eil quégran medida cl sentido del articulo es resultarlo de una tradici6n lexico­grafìca -la gue se inici6 en Occidente a principios del siglo XVII-; y deuna reflexi6n sobre la lengua, elaborarla en estrecha dependencia del pen­samiento acerca de la legitimidad de 105 Estados modernos, sobre la basede la especulaci6n acerca del origen de las lenguas, yenraizacia eil las cues­tiones onto16gieas gue ha planreado siempre la perplejidad del ser humanoante la oscura rclaci6n gue hay entre la lengua y e1 mundo por él c)..--pcri­mentado.

Por eso es por lo gue se ha venido sosteniendo gue el arricula lexicogra­fico es una construcciòn, cualitativamente distinta del acta espontaneo derespuesta acerca del significado de una palabra. Toda la teoria agui desarro­Ilada ha consistido en explicar las caracteristicas de esa construcci6n, tantoen su aspecto forma! fina!, como sobre todo en su aspecto fenoménico lin­gUistico; es deeir, en euanto hay en ella fenomenos naturales de las lenguas,cuya raiz se encuentra en la percepci6n y los medios de conocimiento delser humano, pero también, y de manera determinante, en su socialidad.

Eu este capftulo se procedera a concluir la explicaci6n gue se ha veni­do elaborando en 105 capftulos anteriores, acerca del tipo de construcci6ngue es cl diccionario monolingùe, para terminar de aclarar gué es el "hechodiccionario", como tan felizmcnte lo Ilam6 Marcel Cohen.~

1. EL ACTa ILDCUTIVO

En los capitulos III al V se ana1izo el acta proposicional manifiesto en el ar­ticulo lexicogrifico. En el VI los elementos del articulo gue son, ademas deelementos proposicionales -pues contribuyen a expresar el c0rBunto de ase~

veraciones gue realiza el acto-, indicadores de la fuerza ilocutiva del acto,en la medida en que determinan su orientaci6n y su proposito, al punto deextender su caracterizaci6n a la totalidad del diccionario. Éstos ultimos, comose ha visto, san 105 gue llevan a distinguir dos tipos de acto subyacente encL articulo lexicogrilico: por un lado, un acta estativo, gue obedece al fun­damento pragmatico informativo y de manifestaci6n del consenso sociaIacerca del signilicado de 105 vocablos gue forman clléxico de una lengua;por cl otro, un acta normativa, o incluso prescriptivo, que se produce cuan­do la respuesta acerca del signilicado de un vocablo se orienta por valores decorrecci6n, ya sea verbaI o ya sea mas ampliamente social, o de uniformi-

~ En "Le fai t dictionnaire", Proceedings oJ the Ninth Intemati01lal Congress oJLinguisis, Lon­dres, 1964. pp. '197-503.

dad lingiiistica, clirigidos con menar o mayor rigar hacia el cantral de laconducta verbai de quien pregunta.

Los dicdonarios contemporaneos tienden a ser cada vez mas"descrip­tivos"3 de una situaci6n real, empiricamente estudiad?, del léxico de, unalengua, y 105 actos i1ocutivos que se producen en cada articulo lexicografi_co son, por ella, verdaderos actos estativos. Su fuerza ilocutiva va dirigida ainformar veridicamente a sus lectores acerca del significado socialmenteconstituido en cada vocab1o incIuida, por lo gue sus condiciones de validezno son diferentes a las gue preceden a todo acto de csta clase, y sus preten­siones de validez implican la liberrad de elecci6n de sus lectores en materiade lengua y de medios de expresi6n, a la vez gue un procedimiento cienti­fico de recopilaci6n de datos, gue verifiquen sus afirmaciones.

Los dicdonanos elaborados siguiendo fielmente la tradici6n lexicogra­fica occidentaI, gue se plantean como inventarios seIectivos del léxico, ycomo jueces de la correcci6n, dan lugar a actas normativos en la e1abora­d6n de cada articulo lexicografico. Ciertamente gue todo acto normativoimplica una dimensi6n estativa, pues de otra manera el diccionario en sutotalidad seria un arbitrio inutil; pero aungue tenga esa base estativa, pro­porcionada precisamente por la realidad delléxico seleccionado, cl caracternormativo del acta se impone sobre ella. Dicho de otta manera: el diccio­nario normativo aprovecha su base estativa para cumplir con sus condido­nes de validez, pero en realidad le impone sus propias pretensiones devalidez como si naturalmente fueran condiciones del acto. Deriva de alli sucapacidad para imponer una ideologia, ya sea lingiiistica -como el puris­mo-, ya sea politica, como sucedi6 con algunos diccionarios de comuni­dades lingiiisticas dominadas por elllamado "comunismo rea1".

Aunque hay gue seùalar que, en la medida en que cl anaIisis semanticose basa eo la interpretaci60 del seotido de 105 datos recopilados en textos,la posibilidad de que un diccionario pretendidamente "descriptivo" termi­ne ofreciendo una interpretaci6n ideol6gica de ciertos significados es unpeligro siempre presente; tanto mas, cuanto ellexic6grafo que lo elaborese crea inrnunizado por su adhesi6n a la cientificidad lingiiistica.'! Por loque el rnétodo lexicogr.1fico debe incluir como uno de sus elementos cen­trales el tratamiento de vocablos cuyo significado tiende a manifestarse entérminos ideol6gicos, como 105 religiosos, varios filos6ficos y politicos, algu­nos vocablos de la medicina y la biologia (cf. Rost/Cracker, 1987), etcétera.

3 Pero léngase siempre en cuenta gue lo gue agui se entiende por "descriptivo~no es logue la linguistica "descriptiva" propone, corno se argument6 cn el capltulo V, §§ 4.2 Y4.3.

4 No es posible lratar agui lo gue puede llamarse "falsificaci6n de una definici6n", decuyos peligros ha}' algunas advertencias eo la obra de Robinson (195'1) y en Lara, 1992b.

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262 TEoRiA DEL OIccrONARIO MONOUNGÙE DEL ACTO VERBAL AL ARTfcULO LE..XICOGRAnco: CONCLUSrON 263

El acto ilocutivo gue da origen al artieulo lexicografico, en consecuen­cia, es una instituci6n sociallargamente elaborada en Occidente (y debeserlo también en lexicografias de otras culturas lingiiisticas) gue, por esaraz6n, no encuentra una explicaci6n suficiente en la simple consideracionetnologica de 105 actos verbales instituidos en cualguier sociedad "natural".El acto ilocutivo de la lexicografia es un fenomeno cultural.

2. LA RECONSTRUCCION DEL SIGNIFICADO

YlA CULTURA DE U. LENGUA

El capitulo V también lleg6 a la misma conclusi6n: la definici6n lexicogra­fica se distingue de la definicion espontanea, que se produce en el acto derespuesta acerca del significado de una palabra, porque a lo largo de 105 si­glos ha venido a elaborar la estereotipicidad de muchos signifieados (en es­peciallos de las llamadas "clases naturales", pero también 105 de muchosotros voeablos cuya signifieaci6n privilegia el modo designativo del mundoexperirnentado) bajo la gaia del pensamiento ontol6gico de la filosofiaoccidental, precisamente como motor y resultado de la evoluci6n cultural.Debido a ella, hay que insistir, la definici6n lexicogr5.fica es una recons-­tnIccion del significado socialmente construido.

Pero no 5610 eso: si el diccionano monolingiie es un deposito de la me­moria social delléxica y de alli deriva su veracidad, la definici6n gue ofrecepara cada vocablo Bega a oeupar ellugar del significado mismo; es decir,infonna el significado (en 105 sentidos de "dar forma al significado" y de"transmitirlo" a sus miembros) en la sociedad y a la sociedad,hasta con­vertirse en el verdadero significado de un vocablo. Por eso es por lo gue cldiccionario monolingiie no es simplemente el m6dulo descriptivo del sig­nificado delléxico de una comunidad lingiiistica, como lo ha concebido lalinguistica descriptiva. Es, por lo contrario, una elaborada construcci6n detoda la sociedad (no de un agregado de sus miembros), interpretada y for­malizada por ellexie6grafo como agente lingiiistico en la divisi6n social deltrabajo.

Como se dijo en 105 capitulos V y VI, la reconstrucci6n del significadoen el diccionario monolingiie no se logra como "minimo comiin denomi­nador" de 105 significados de vocablos usados por miembros de la sociedad,ni como manifestaci6n del significado "mas frecuente" entre ellos; se lagracomo resultado de un cultivo de la lengua, orientado por las historlas decada comunidad lingiiistica considerada. También alli se concluye, enton·ces, gue el diccionario es un producto cultural.

3. Li\. TEORiA DEL DICCION.-\RlO tlIONOUNGÙE

El resultado de csta larga clucidaci6n del sentido de 105 diccionarios mono­lingUes es que hay fenomenos lingiiisticos "naturales" en la base de tododiccionario, pero gue esa naturalidad de la lengua hablada por cada serhumano no basta para explicar su existencia real: ésa gue se hace mani­fiesta a cualquier persona cuando habla o cuando escueha a 105 que la ro­dean. Las lenguas no existen realmente sin sociedad. La capacidad biologicapara aprenderlas y hablarlas es una virtualidad genética, gue se atrofia si elser humano no entra en sociedad, y si no es la sociedad la glie lo ensena adelimitar un campo referencial y la glie lo educa en 105 multiples modos designificaci6n gue sus propios organos cognoscitivos penniten, pero gue lavida comunitaria destaca, modula y orienta.

El diccionario monolingiie es una prueha privilegiada de ello, porguesu hechura pone en juego el reconocimiento de esas habilidades y de lasmaneras en gue la sociedad intenriene realizandolas en direcei6n a la in te·ligibidad generaI. Por eso, precisamente, el diccionario debia ser analizadocomo fenomeno lingùistico, y no abandonado al desinterés gue causan 105meros productos comerciales, o los objetos gue produce una despreeiada"aplicaci6n" de la lingiiistica. Ya se ve que hay "aplicaciones" gue van masalla de la simple organizaci6n de datos, de la lista alfabética y de 105 pro­gramas de computaci6n que ofrecen las "industrias de la lengua".

La lexicografia es una lingùistica aplicada; si. Su producto, el dicciona­rlo, es un fen6meno lingiiistico y cultural de primer orden, cuya compren­si6n ni se agata, ni en realidad se logra tornando en cuenta solamente 105métodos con que fue elaborarlo. De ahi la importancia de una teoria ver­dadera del "hecho diccionario".

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Page 138: BIBLIOTECA CENTRALIZZATAR. RUFFILU · lO TEORiADEL DICCIONARlD MONOUNCUE iNDICE 11 IV. El contenido proposicional del acto: la ecuaci6n sémica 131 O. lntroducci6n 131 1. El origen

Teoria del diccionario monolingiiese termino de imprimir cn enero de 1997.

Composici6n tipogr.ifica: Literal, S. de R.L. Mi.Impresìon: Grupo Edicion, S.A. de C.V.,

Xochicalco 619, Col. Vertiz Nan'arte, 03600 México, D.F.Se imprimieron 1000 ejemplares mas sobrantes para reposicion.

La edicion estuvo al cuidado del Depanarncmode Publicaciones de El Colegio de México