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    MODERNISMO

    A. Definicin de Berman sobre la Modernidad.Caractersticas.

    Hay una forma de experiencia vital la experiencia del tiempo ydel espacio, de uno mismo y de los dems, de las posibilidades y

    los peligros de la vida- que comparten hoy los hombres y mujeres

    de todo el mundo de hoy. Llamare a este conjunto de experiencias

    la modernidad.

    B. Qu es !ser modernos!" !todo lo slido se des#aneceen el aire!

    er modernos es encontrarnos en un entorno que nos promete

    aventuras, poder, alegr!a, crecimiento, transformaci"n de nosotros

    y del mundo y que, al mismo tiempo, amena#a con destruir todo lo

    que tenemos, todo lo que sabemos todo lo que somos. Los entornosy las experiencias modernos atraviesan todas las fronteras de la

    geograf!a y la etnia, de la clase y la nacionalidad, de la religi"n y la

    ideolog!a$ se puede decir que en este sentido la modernidad une a

    toda la humanidad. %ero es una unidad parad"jica, la unidad de la

    desuni"n$ no arroja a todos en una vorgine de perpetuadesintegraci"n y renovaci"n, de luca y contradicci"n, de

    ambig&edad y angustia. er modernos es formar parte de un

    universo en el que, como dijo 'arx, todo lo s"lido se desvanece en

    el aire.

    C. $uentes %ue refieren a la Modernidad. &roceso debase %ue dan forman a la Modernidad.

    La vorgine de la vida moderna ha sido alimentada por muchas

    fuentes$ los grandes descubrimientos en las ciencias f!sicas, que

    han cambiado nuestras imgenes del universo y nuestro lugar en (l)

    la industriali#aci"n de la producci"n, que transforma elconocimiento cient!fico de la tecnolog!a, crea nuevos entornos

    humanos y destruye los antiguos, acelera el ritmo general de la

    vida, genera nuevas formas de poder colectivo y de luchas de

    clases) las inmensas alteraciones demogrficas, que han separado a

    millones de personas de su hbitat ancestral, lan#ndolas a nuevasvidas) el crecimiento urbano, rpido y a menudo ca"tico) lossistemas de comunicaci"n de masas, de desarrollo dinmico, que

    envuelven y unen a las sociedades y pueblos mas diversos, los

    *stados cada ve# mas poderosos, estructurados y dirigidos

    burocrticamente, que se esfuer#an constantemente por ampliar sus

    poderes) los movimientos sociales masivos de personas y pueblos,

    que desaf!an a sus dirigentes pol!ticos y econ"micos y se esfuer#anpor conseguir cierto control sobre sus vidas) y finalmente un

    mercado capitalista mundial siempre en expansi"n y drsticamente

    fluctuante.

    *l explosivo aumento de la preocupaci"n de la modernidad se debe

    a dos fen"menos. %rimero, la sociedad moderna desarrolla una

    aguda conciencia sobre s! misma. %or un lado, como

    problemati#aci"n de la vida cotidiana. %or otro lado, en el nivelintelectual, por una acelerada acumulaci"n y uso del conocimiento

    de todas las esferas de la actividad humana especiali#ada.

    egundo, los procesos de base que dan forma a la modernidad

    esto es una revoluci"n continua en la producci"n, una incesante

    conmoci"n de todas las condiciones sociales, una inquietud ymovimiento constantes que distinguen a la (poca burguesa de todas

    las anteriores- configuran un entorno de creciente complejidad y

    cambio. er moderno equivale a vivir e interpretar el mundo como

    un constante proceso de creaci"n y destrucci"n, en medio de ciclos

    de estabilidad y crisis. +ambi(n por este motivo la modernidad es

    tremendamente inquietante y obliga a un angustioso saber.

    D. Conce'to de Moderni(acin.

    E. Conce'to de Modernismo.*n el siglo , los procesos sociales que dan origen a esta

    vorgine, nombrada anteriormente, han recibido el nombre demoderni#aci"n. *stos procesos han nutrido variedad de ideas y

    visiones que pretenden darles a los hombres y a las mujeres el

    deponer de cambiar el mundo que est cambindoles, abrirse paso

    a trav(s de la vorgine y hacerla suya. lo largo del siglo pasado,

    estos valores y visiones llegaron a ser agrupados bajo el nombre de

    modernismo.

    $. )esis del libro de Berman.

    *n l!neas generales la tesis central del trabajo de 'arshall /erman,

    se podr!a reconstruir citando la frase con la que da inicio a su

    anlisis$ 0Hay una forma de experiencia vital, la experiencia del

    tiempo y el espacio, de uno mismo y de los dems, de las

    posibilidades y los peligros de la vida que comparten hoy loshombres y mujeres de todo el mundo de hoy. Llamare a esteconjunto de experiencias la 0modernidad1. 2ueda al descubierto

    que el prop"sito del autor no es otro que mostrar a trav(s de una

    periodi#aci"n hist"rica, que la modernidad es solo un proceso

    continuo, de discontinuidades, y paradojas que viene sucedi(ndose

    en occidente desde hace ms de 344 a5os, mucho antes de que el

    mundo se viera invadido por el impulso transformador de lamaquini#aci"n, propia y caracter!stica de la 'odernidad. %ara el

    autor lo ms caracter!stico de la modernidad radica en sus fuer#as

    progresivas y revolucionarias.

    *. +istoria de la Modernidad. $ases. Narrati#a de suori,en se,-n Carlos Altamirano.

    La modernidad se ha dividido en tres fases. *n la primera fase, que

    se extiende desde el siglo 67 hasta finales del 6777, las personas

    comien#an a experimentar la vida moderna. /uscandesesperadamente un vocabulario adecuado) tienen poca o nula

    sensaci"n de pertenecer a un p8blico o comunidad moderna en el

    seno de la cual pudieran compartir sus esfuer#os y esperan#as.

    9uestra segunda fase comien#a con la gran ola revolucionaria de la

    d(cada de :;evoluci"n francesa y sus repercusiones,

    surge el gran p8blico moderno. *ste p8blico comparte la sensaci"nde estar viviendo una (poca revolucionaria. l mismo tiempo

    puede recordar lo que es vivir, material y espiritualmente, en dos

    mundos que no son en absoluto modernos. ?e esta sensaci"n de

    vivir simultneamente en dos mundos, emergen las ideas de

    moderni#aci"n y modernismo. *n el siglo , nuestra fase terceray final, el proceso de moderni#aci"n se expande para abarcar todoel mundo. %or otra parte, a medida que el p8blico moderno se

    expande, se rompe en una multitud de fragmentos, que hablan

    idiomas privados) la idea de la modernidad, concebida en

    numerosas formas fragmentarias pierde buena parte de su vive#a y

    pierde su capacidad de organi#ar y dar un significado a la vida de

    las personas.eg8n se estime que el origen de la modernidad se encuentra en la

    >eforma protestante, la >evoluci"n @rancesa, la revoluci"n

    industrial o en el modernismo est(tico, su comien#o se fechar a

    comien#os del siglo 67, durante el siglo 677, a finales del siglo

    6777. imilar enredo reina en torno del fin de la modernidad. us

    propios sostenedores hacen coincidir dicho fin con diferentes

    fen"menos, tales como la emergencia de la sociedad postindustrial,la revoluci"n informtica, el desplome del socialismo burocrtico,

    la globali#aci"n de los mercados y la p(rdida de cr(dito frente a las

    metanarraciones o grandes relatos que sirven de eje discursivo a la

    modernidad.

    9o hay manera de encontrar un terreno com8n. La narrativaestndar sit8a el origen de la modernidad en el siglo 677, cuando

    surgen nuevos y poderosos modos racionales de pensar la

    naturale#a y la sociedad.

    's discutida es la idea de que la asimilaci"n social de la

    modernidad se habr!a iniciado solo a comien#os del siglo ,

    junto con la emergencia de un sistema de producci"n culturaldiferenciado para p8blicos masivos.

    +. Modernismo" #oces re'resentati#as" RousseauNiet(sc/e 0 1arl Mar2.

    La primera fase de la modernidad hay una vo# moderna, la de Aean-Aacques >ousseau. sombr" a sus contemporneos al proclamar

    que la sociedad europea estaba al borde del abismo.

    *xperimentaba la vida cotidiana en esa sociedad como un

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    torbellino y el individuo no puede moverse y vivir en el torbellino.

    i tratamos de identificar los ritmos y tonos distintivos de la

    modernidad del siglo , lo primero que advertimos es el nuevo

    paisaje sumamente desarrollado, diferenciado y dinmico en el que

    tiene lugar la experiencia moderna. *s un paisaje de maquinas de

    vapor, fabricas automticas, v!as f(rreas nuevas #onas industriales)ciudades que han crecido de la noche a la ma5ana) medios de

    comunicaci"n de masas que informan a una escala cada ve# ms

    amplia) de movimientos sociales de masas que luchan contra esa

    moderni#aci"n) de un mercado mundial siempre en expansi"n que

    lo abarca todo.*n el modernismo del siglo hay dos voces distintivas$ una es lade 9iet#sche, que es generalmente considerado como una de las

    fuentes primarias de muchos de los modernismos de nuestros

    tiempos, y la de 'arx que no es normalmente asociado a ninguna

    clase de modernismo.

    'arx dice que uno de los objetivos ms urgente es hacer que la

    gente sienta la presi"n de la atmosfera) (sta es la ra#"n por la quesus ideas estn expresadas en imgenes tan intensas y

    extravagantes.

    Las mquinas, dotadas de la propiedad maravillosa de acortar y

    hacer ms fruct!fero el trabajo humano, provocan el hambre y el

    agotamiento del trabajador. *l dominio del hombre sobre lanaturale#a es cada ve# mayor) pero al mismo tiempo, el hombre se

    convierte en esclavo de otros hombres. +odos nuestros inventos y

    progresos parecen dotar de vida intelectual a las fuer#as materiales,

    mientras que reducen a la vida humana al nivel de una fuer#a

    material bruta.

    abemos que para hacer trabajar bien a las nuevas fuer#as de lasociedad se necesita 8nicamente que (stas pasen a manos de

    hombres nuevos, y que tales hombres nuevos son los obreros. *stos

    son igualmente un invento de la (poca moderna, como las propias

    mquinas. %or lo tanto una clase de hombres nuevos, ser capa# de

    resolver las contradicciones de la modernidad.

    La burgues!a existe a condici"n de revolucionar incesantemente losinstrumentos de producci"n y, por consiguiente, las relaciones de

    producci"n, y con ello todas las relaciones sociales.

    +odas las relaciones estancadas y enmohecidas, con su cortejo de

    creencias y de ideas veneradas durante siglos, quedan rotas) las

    nuevas se hacen a5ejas antes de haber podido osificarse. +odo los"lido se desvaneces en el aire) todo lo sagrado es profanado, y loshombres, al fin, se ven for#ados a considerar serenamente sus

    condiciones de existencia y sus relaciones rec!procas.

    s!, el movimiento dial(ctico de la modernidad se vuelve

    ir"nicamente contra su fuer#a motri# fundamental, la burgues!a.

    i avan#amos, con 9iet#sche en :BB4 nos encontramos con

    prejuicios, lealtades y esperan#as muy diferentes, pero con unsentimiento de la vida moderna similar.

    *n tiempos como (stos, el individuo se atreve a individuali#arse.

    %or el contrario, este valiente individuo necesita un conjunto de

    leyes propias, necesita de sus propias habilidades y astucias para su

    auto-conservaci"n, auto-elevaci"n, auto-despertar, auto-liberaci"n.

    hora nosotros mismos somos una especie de caos. La soluci"n al

    caos de la vida moderna es intentar no vivir en absoluto$ para ellosser mediocres es la 8nica moralidad que tiene sentido.

    Ctro tipo de moderno se dedica a parodia el pasado. 9inguno le va

    completamente bien, ni el primitivo, ni el clsico, ni el medieval, ni

    el oriental, as! que sigue probndose. 9unca puede verse bien

    porque no hay ning8n rol social en los tiempos modernos en que sepueda cal#ar perfectamente. La postura de 9iet#sche hacia los

    peligros de la modernidad es aceptarlos con alegr!a. D sin embargo,

    no est dispuesto a vivir para siempre en medio de este peligro.

    firma su fe en una nueva clase de hombre que tendr el valor y la

    imaginaci"n para crear nuevos valores necesarios para que los

    hombres y las mujeres modernas se abran camino a trav(s de lospeligrosos infinitos en que viven.

    I. Modernismo" si,los 3I3 4 33. &olari(aciones" losfuturistas italianos In5eles 6eber +erbert Marcuse.

    *l modernismo del siglo 7 en el siglo en algunos aspectosha madurado y crecido por encima de las esperan#as ms

    desenfrenadas. La brillante# y la profundidad del modernismo vivo

    nos ofrecen mucho de qu( enorgullecernos, en un mundo en que

    hay tanto de qu( avergon#arse y de qu( temer. D sin embargo, no

    sabemos c"mo utili#ar nuestro modernismo. 9uestro siglo ha

    engendrado un arte moderno espectacular) pero parece que hemos

    olvidado c"mo camptar la vida moderna de la que emana este arte.

    La modernidad es aceptada con un entusiasmo ciego condenada

    con un distanciamiento y un desprecio) en ambos casos esconcebida como un monolito cerrado, incapa# de ser configurado o

    cambiado por los hombres modernos.

    Las polari#aciones fundamentales tienen lugar al comien#o mismo

    de nuestro siglo. He aqu! a los futuristas italianos, partidarios

    apasionados de la modernidad en los a5os que precedieron a laprimera guerra mundial. qu! no hay ambig&edades$ tradici"n esigual a d"cil esclavitud, y modernidad es igual a libertad.

    *l deseo de los futuristas es fundir sus energ!as con la tecnolog!a

    moderna y crear el mundo de nuevo. La capacidad de experimentar

    los trastornos pol!ticos de manera est(tica Em8sica, pict"ricaF es

    una expansi"n real de la sensibilidad humana. u experiencia no se

    ve por ninguna parte en el cuadro futurista. %arece ser que algunostipos muy importantes de sentimientos humanos mueren cuando

    nacen las mquinas.

    ?e acuerdo con esto, los j"venes futuristas se lan#aron

    ardientemente a lo que llamaban la guerra, la 8nica higiene del

    mundo, en :

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    7. Modernismo8antimodernismo de los a9os :;oland /arthes,

    en literatura, y =lement Nreenberg en las artes visuales. Nreenberg

    alegaba que la 8nica preocupaci"n leg!tima del arte modernista era

    el arte en s!) es ms, para un artista el 8nico enfoque correcto era la

    naturale#a y los l!mites de ese g(nero.*l modernismo se presentaba como la b8squeda del objeto de arte

    puro y autorreferido.

    /arthes afirma que 0vuelve la espalda a la sociedad y se enfrenta al

    mundo de los objetos sin pasar por ninguna de las formas de la

    historia o vida social1. D as! el modernismo aparec!a como un granintento de liberar a los artistas modernos de las impure#as y

    vulgaridades de la vida moderna. %ero muy pocos artistas o

    escritores modernos han permanecido fieles mucho tiempo a este

    modernismo$ un arte sin sentimientos personales o relaciones

    sociales est destinado a parecer rido y carente de vida al cabo de

    poco.

    =. Modernismo como re#olucin 'ermanente.

    Luego vino la visi"n del modernismo como revoluci"n permanente

    y sin fin contra la totalidad de la existencia moderna$ era la

    0tradici"n de derrocar la tradici"n1, una 0cultura adversaria1, una0cultura de la negaci"n1. /usca el derrocamiento violento de todos

    nuestros valores y se preocupa poco de la reconstrucci"n de los

    mundos que destruye. Hubo c!rculos en que el 0modernismo1 se

    convirti" en el santo y se5a de todas las fuer#as de rebeli"n.

    Cbviamente esto revela parte de la verdad, pero es demasiado loque omite. Cmite el gran romance de la construcci"n. Cmite lafuer#a afirmativa y vitali#adora que en los modernistas de ms

    altura va siempre entrela#ada con el asalto y la revuelta.

    Hay otro problema en la idea de que el modernismo no significa

    ms que problemas$ tiende a proponer como modelo de sociedad

    moderna una sociedad que en s! misma est exenta de problemas.

    Cmite todas 0las perturbaciones ininterrumpidas de todas lasrelaciones sociales, la inquietud y la agitaci"n perpetuas1 que

    durante doscientos a5os han sido elementos fundamentales de la

    vida moderna.

    ==. >isin afirmati#a.

    La visi"n afirmativa del modernismo coincidi" con la aparici"n delpop art a comien#os de los sesenta. us temas dominantes eran que

    0debemos abrir los ojos a la vida que vivimos1 y 0cru#ar la

    frontera, saltar al vac!o1. *llo significaba, en primer lugar, romper

    las barreras entre el arte y otras actividades humanas tales como el

    espectculo comercial, la tecnolog!a industrial, la moda y el dise5o,la pol!tica. +ambi(n estimulaba a escritores, pintores, bailarines,

    compositores y cineastas a romper las fronteras de sus

    especialidades para trabajar juntos en producciones y actuaciones

    que combinaran diversos medios y crearan unas artes ms ricas y

    polivalentes.

    %ara los modernistas de esta clase, que a veces se llamaban a s!mismos 0posmodernistas1, su ideal era abrirse a la inmensa

    variedad y rique#a de las cosas, los materiales y las ideas que el

    mundo moderno produc!a inagotablemente. *l modernismo poprecre" la apertura al mundo, la generosidad de visi"n, de algunos

    de los grandes modernistas del pasado.

    *l problema fue que el modernismo pop nunca desarroll" unaperspectiva cr!tica que pudiera clarificar cul era el punto en que la

    apertura al mundo moderno deb!a detenerse y el punto en que el

    artista moderno debe ver y decir que algunos de los poderes de este

    mundo tienen que desparecer.

    +odos los modernismos y antimodernismos de los sesenta

    generaron un lenguaje com8n, un ambiente vibrante, un hori#onte

    compartido de experiencia y deseos. +odas estas visiones y

    revisiones de la modernidad eran intentos de conectar el presenteturbulento con un pasado y futuro, de ayudar a los hombres y

    mujeres de todo el mundo contemporneo a sentirse c"modos en (l.

    +odas estas iniciativas fracasaron.

    M. Modernidad se,-n $oucault.

    =asi el 8nico autor de la pasada d(cada que ha dicho algo

    sustancial sobre la modernidad es 'ichel @oucault. @oucault niega

    la posibilidad de cualquier clase de libertad, ya sea fuera de estas

    instituciones o entre sus intersticios. 7mponiendo sus ideas a sus

    lectores como barrotes de hierro, haciendo que cada dial(ctica

    penetre en nuestra carne como una nueva vuelta de tornillo.>eserva su desprecio ms fero# para las perdonas que imaginan

    que la humanidad tiene la posibilidad de ser libre. omos movidos

    0por las modernas tecnolog!as del poder que toman la vida como su

    objeto1, somos arrastrados por el 0dispositivos de sexualidad que el

    poder organi#a en su apoderamiento de los cuerpos, sumaterialidad, sus fuer#as, sus energ!as, sus sensaciones y sus

    placeres1.

    *n el mundo de @oucault no hay libertad porque su lenguaje forma

    un tejido sin costuras, una jaula mucho ms herm(tica de lo que

    eber llegara a so5ar, y dentro de la cual no puede brotar la vida.

    *s in8til tratar de resistir a las opresiones e injusticias de la vidamoderna, puesto que hasta nuestros sue5os de libertad no hacen

    sino a5adir ms eslabones a nuestras cadenas) no obstante, una ve#

    que comprendamos la total inutilidad de todo, podemos por lo

    menos relajarnos.

    N. ?=a modernidad a0er /o0 0 ma9ana@" elaborar unaconclusin con la 'recedente cita del ttulo de laintroduccin al te2to de Berman con el si,uiente'asae" ?El modernismo dinmico 0 dialctico delsi,lo 3I3@.

    *n este contexto tan desolado, quisiera resucitar al modernismodinmico y dial(ctico del siglo 7. Mn gran modernista, el cr!tico

    y poeta mexicano Cctavio %a#, se ha lamentado de que la

    modernidad, cortada del pasado y lan#ada hacia un futuro, vive al

    d!a$ no puede volver a sus principios y, as!, recobrar sus poderes de

    renovaci"n. ostiene que, los modernismos del pasado pueden

    devolvernos el sentido de nuestras propias ra!ces modernas, ra!cesque se remontan a doscientos a5os atrs.

    *ntonces podr!a resultar que el retroceso fuera una manera de

    avan#ar$ que recordar los modernismos del siblo 7 nos diera la

    visi"n y el valor para crear modernismos del siglo 7. *ste acto

    de recuerdo podr!a ayudarnos a devolver el modernismo a sus

    ra!ces, para que se nutra y renueve y sea capa# de afrontar las

    aventuras y peligros que le aguardan. propiarse de lasmodernidades de ayer puede ser a la ve# una cr!tica de las

    modernidades de hoy y un acto de fe en las modernidades de

    ma5ana y de pasado ma5ana.

    . Amrica =atina. Narrati#a sobre la modernidad.Centro 0 'eriferia. Octa#io &a(. Beatri( Sarlo. Bor,esCarlos Altamirano.

    e recordar que existe una narrativa estndar sobre el origen y

    despliegue de la modernidad, cuyo foco explicativo se encuentra en

    el proceso cada ve# ms intenso de racionali#aci"n del mundo.+ambi(n en m(rica latina contamos con una narrativa elaborada a

    lo largo de las dos 8ltimas d(cadas del siglo . *sta narrativa

    busca responder a la pregunta ms general sobre c"mo setransmiten y difunden, desde un centro avan#ado, las instituciones

    y la experiencia vital de la modernidad y c"mo se reciben, adaptan

    y experimentan en las regiones intermedias y marginales.=onsiste, entonces, dicha versi"n latinoamericana estndar en una

    interpretaci"n de la modernidad vista desde los dispositivos Ela

    ciudad, el mercado, la escuelaF como una experiencia de

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    heterogeneidad cultural que se constituye por v!a de m8ltiples

    hibridaciones de significados.

    La particular recepci"n latinoamericana de la modernidad da lugar

    a ciertas experiencias t!picas de relaci"n con la modernidad central.

    *n un extremo, (sta se impone por ausencia, obligando a la

    periferia a asumirla como un simulacro. La idea subyacente es quem(rica latina no puede tener una verdadera modernidad Eo sea, la

    modernidad centralF pues le faltan los antecedentes intelectuales y

    las instituciones que le dieron origen en *uropa. ?icho d(ficit

    hist"rico conducir!a a una experiencia de la modernidad como

    disfra# que encubre y disimula.eg8n Cctavio %a#, la modernidad nos viene impuesta desde afueray, en el proceso de adaptarnos a ella, se general simulacros y

    distorsiones. La periferia imita al centro. Le pide prestado un traje

    hist"rico que le viene mal y la desfigura.

    *n el extremo opuesto, la periferia dialoga con los temas de la

    modernidad central y global como propios. *s decir, se los apropia,

    mediante adaptaci"n o la adopci"n receptiva) sin meramenteimitarlos o simularlos sino en comunicaci"n directa con ellos. *s

    una modernidad de inscripciones m8ltiples y ya no s"lo una 0doble

    inscripci"n1 de la que habla /eatri# arlo.

    /orges proclama$ la originalidad no es un valor, es un producto de

    transferencias, citas, apropiaciones, adquisiciones. /orges elaboralos mecanismos de su ficci"n que le permiten participar de la

    universidad. 'ecanismos similares, por tanto, a los dispositivos

    culturales que m(rica latina emplea para participar de las

    corrientes de la modernidad contempornea. *sta visi"n se

    encuentra emparentada con las teor!as de la globali#aci"n, de las

    modernidades m8ltiples y con las corrientes hermen(uticas de lacomunicaci"n y el anlisis cultural.

    O. &osiciones discursi#as sobre la modernidadlatinoamericana. Macondismo 0 marianismosimilitudes 0 diferencias.

    e despliega un amplio abanico de posiciones discursivas sobre la

    modernidad latinoamericana. qu! destacaremos el macondismo y

    el marianismo cerca del polo del simulacro y, del otro lado,

    pr"ximas al polo de integraci"n a la modernidad global, dos

    visiones opuestas sobre (sta y su futuro.'acondismo ser!a una manera de manifestar 0lo misterioso, omgico-real, de m(rica latina) su esencia innombrable por las

    categor!as de la ra#"n y por la cartograf!a pol!tica, comercial y

    cient!fica de los modernos1.

    *xiste un espec!fico sentimiento de recha#o, malestar y desajuste

    frente a la modernidad y sus riesgos. 's que de una escuela de

    pensamiento se trata en consecuencia de una perspectiva, un estilo,un momento que aparece en los anlisis culturales

    latinoamericanos, con mayor o menos (nfasis seg8n los autores.

    *l marianismo debe su denominaci"n al sincretismo religioso de la

    sociedad novohispana y al papel central que all! desempe5a el culto

    mariano. Cctavio %a# postula que la cultura latinoamericana tiene

    un sustrato cat"lico-barroco constituido durando los siglos 67 y

    677, el cual conformar!a un peculiar ethos cuyas caracter!sticasesenciales son dos. %rimero, es resistente frente a intentos

    moderni#adores de las elites ilustradas, que fracasar!an

    reiteradamente debido a su iluminismo.

    egundo, dicho ethos crea su propia s!ntesis cultura expresada a

    trav(s de la religiosidad popular, cuya racionalidad permanece porende del lado de la subjetividad y de los sentimientos. *sta forma

    de religiosidad ser!a una de las pocas expresiones aut(nticas de esa

    s!ntesis que permea el conjunto de la cultura latinoamericana.

    *n cuanto posici"n intelectual, el marianismo se conecta con el

    macondismo y con otras corrientes fundamentalistas, tales como el

    indigenismo y el neoindigenismo. *n tanto estrategia en la lucha deposiciones acad(micas, sus efectos se limitan al campo intelectual

    cat"lico principalmente, pero a trav(s de la funci"n cultural ms

    amplia qe ejerce la 7glesia se proyectan a lo largo de susorganismos educacionales, organi#aciones no gubernamentales y

    de sociedad civil.

    'acondismo y marianismo se hallan emparentados y difieren a lave#. mbos tienen un inevitable fondo romntico. %ero mientras

    aqu(l es una construcci"n seculari#ada sobre la superposici"n de la

    =ontrarreforma y la anti-7lustraci"n a las culturas abor!genes,

    experimento for#ado que no sirve para solidificar una nueva

    identidad, este 8ltimo, en cambio, interpreta el choque de

    civili#aciones como un encuentro que lleva a un sincretismo y

    luego a una s!ntesis cultural de fondo religioso.

    &. ?Modernidad ,lobali(ada 0 conflicti#amenteinte,rada@. &lanteo de Berman sobre las #isiones dela modernidad. >isiones abiertas 0 cerradas CarlosAltamirano.

    i consideramos el polo opuesto el de la modernidad globali#aday conflictivamente integrada- nos encontramos all! con lo que/erman califica como visiones abiertas y visiones cerradas de la

    modernidad, que dan lugar a otros tantos discursos sobre la

    experiencia de nuestra (poca.

    Las visiones cerradas habr!an olvidado el modernismo dinmico y

    dial(ctico del siglo 7. 7mponen una aceptaci"n acr!tica, de ciego

    entusiasmo, respecto de la modernidad o, en el otro extremo, surecha#o y condena con gesto resignado. *n ambos casos la

    modernidad se concibe como un monolito cerrado, incapa# de ser

    configurado o cambiado por los hombres modernos. =iertas

    descripciones neoliberales ingenuas de lo moderno caben en la

    vertiente del monolitismo optimista. l monolitismo pesimista,corresponden algunas descripciones venidas del progresismo y

    tambi(n del neoconservadurismo. mbos ven en la modernidad un

    callej"n sin salida donde el capitalismo avan#ado habr!a terminado

    por borrar cualquier alternativa concebible al statu quo imperial de

    un capitalismo de consumo.

    %or lo contrario, las visiones abiertas conservan una agudaconciencia de las dos caras de la modernidad$ su impronta creativa

    y transformadora por una parte y su carcter destructivo por la otra.

    obre esa base buscan mantener en alto los ideales modernos y

    completar su proyecto inconcluso, o abrir las compuertas hacia

    modernidades m8ltiples, o convocar a las personas en la multitud

    que estn empleando y estirando sus poderes vitales, su visi"n,cerebro y coraje para generar fuentes y espacios de significado, de

    libertad, dignidad, belle#a, go#o y solidaridad.

    l comen#ar el siglo 7, predomina entre los grupos dirigentes

    latinoamericanos la visi"n cerrada sobre la abierta.

    Q. Sntesis de Berman sobre el Modernismo" Octa#io&a( Mar2 Niet(sc/e.

    Mn gran modernista, el cr!tico y poeta mexicano Cctavio %a#, se ha

    lamentado de que la modernidad, cortada del pasado y lan#ada

    hacia un futuro, vive al d!a$ no puede volver a sus principios y, as!,

    recobrar sus poderes de renovaci"n. ostiene que, los modernismosdel pasado pueden devolvernos el sentido de nuestras propias

    ra!ces modernas, ra!ces que se remontan a doscientos a5os atrs.

    *xperiencias como (stas nos ligan al mundo moderno del siglo

    7$ un mundo en el cual, como dijo 'arx 0todo est pre5ado de

    su contrario1 y 0todo lo s"lido se desvanece en el aire1) un mundo

    en el cual, como dijo 9iet#sche 0hay peligro, la madre de la moral,

    un gran peligro pero esta ve# despla#ado a lo individual, a lo mscercano y ms querido, a la calle, a nuestro propio hijo, nuestro

    propio cora#"n, nuestros ms !ntimos y secretos reductos del deseo

    y la voluntad1. Las mquinas modernas han cambiado

    considerablemente durante los a5os que separan a los modernistas

    del siglo 7 de nosotros) pero los hombres y las mujeresmodernos s"lo ahora podr!an comen#ar a sentirse totalmente a sus

    anchas.

    'arx, 9iet#sche y sus contemporneos experimentaron la

    modernidad como una totalidad en un momento en que s"lo una

    peque5a parte el mundo era verdaderamente moderna. Mn siglo

    ms tarde, cuando el proceso de moderni#aci"n hab!a arrojado unared de la que nadie puede escapar, podemos aprender mucho de los

    primeros modernistas. Hemos perdido nuestro control de las

    contradicciones que ellos tuvieron que captar con toda su fuer#asimplemente para poder vivir. i podemos hacer nuestras sus

    visiones y utili#an sus perspectivas para observar nuestro propio

    entorno con nuevos ojos, veremos que en nuestras vidas hay msprofundidad de lo que pensamos. D volveremos a conectar con una

    cultura modernista notablemente rica y vibrante, nacida de esas

    luchas$ una cultura que contiene grandes reservas de fuer#a y salud,