Berger, René

40
BERGER, R.; El conocimiento de la pintura. El arte de verla. El arte de comprenderla. El arte de apreciarla. Traducción de Découverte de la Pintura (1968) realizada por L. Monreal y Tejada. Noguer; Barcelona 1976.

Transcript of Berger, René

BERGER, R.; El conocimiento de la pintura. El arte de verla. El arte de comprenderla. El arte de apreciarla. Traducción de Découverte de la Pintura (1968) realizada por L. Monreal y Tejada. Noguer; Barcelona 1976.

“Esta obra no se dirige a los especialistas, ni a los artistas, ni a los historiadores del Arte, sino sólo al público.” [p. 18]

Introducción “Sin temor de engañarse, se puede decir que el público siente un interés cada día más vivo por las artes plásticas, especialmente por la pintura” [p. 9]

Introducción “[…] lo que lleva a las gentes hacia la pintura, con la fuerza de una oleada, excede en mucho la simple curiosidad [T. Veblen, P. Bourdieu, etc.; El buen

gusto, etc.]. Consciente o inconscientemente, el público se aficiona a las obras, afición que se convierte en fervor entre los jóvenes (son raros lo que no piden a la reproducción [que] sea un doble de lo que les fascina).” [p. 9]

Introducción La Gioconda “Desde el fondo del Louvre, la Gioconda vela sobre sus incontables efigies que prolongan por todas partes su secreta irradiación. He aquí a la obra de Arte, única por definición, dotada del poder de ubicuidad. Para nuestra época ha llegado a ser la pintura una presencia en la que se espera, digámoslo, una especie de revelación.” [p. 9]

Introducción “[…] el afán de arte es unánimemente sentido, [pero] falta que el público

sea unánime en lo que aprecia.” [apreciar el Arte en tanto que Arte—no en consideración a otros factores]. [p. 9]

Introducción “[…] “En tanto que la pintura ha guardado, en apariencia al menos, el respeto al mundo exterior tal como lo conocemos, la actitud del espectador podía aprovecharse del equívoco: es cierto, se admiraba a Rembrandt, pero las razones que se esgrimían para ello, ¿se distinguían de la que hacen admirar a un Aert de Gelder por ejemplo?. En uno y en otro se aplaudía el hallar la misma emoción religiosa, el mismo contraste de luz y de sombra. El mérito de haber puesto en evidencia el equívoco corresponde al arte moderno [Ortega decía esto]. [pp. 9-10]

Introducción “[…] las principales expresiones de la pintura chocaron con la hostilidad y, sin embargo, a pesar de las condenaciones de la crítica, a pesar de la reprobación del público, todas han acabado por triunfar, alineándose en la historia del Arte, [pág. 11] más ostensiblemente en los museos y galerías, más profundamente aún en el corazón de las nuevas generaciones. [pp. 9-10]

Introducción “el mérito del arte moderno [Ortega] consiste en haber llevado a un estado de evidencia lo que en otro tiempo no era más que sospecha, materia de equívoco para la mayoría, a saber, que el valor de una obra de arte no depende del gusto por ella, del respeto que ésta testimonia al mundo exterior o a la tradición, de su calidad de decoración o diversión, sino de lo que le es propio y expresa por sus propios medios.” [p. 11] [pp. 9-10]

Introducción “el mérito del arte moderno [Ortega] consiste en haber llevado a un estado de evidencia lo que en otro tiempo no era más que sospecha, materia de equívoco para la mayoría, a saber, que el valor de una obra de arte no depende del gusto por ella, del respeto que ésta testimonia al mundo exterior o a la tradición, de su calidad de decoración o diversión, sino de lo que le es propio y expresa por sus propios medios. Desde entonces ya no

está prohibido meterse a comprender.” [p. 11]

Introducción “¿Pero hay necesidad de comprender la pintura? ¡Como si no bastase con mirarla y aún con sentirla! Sin embargo, una cosa es mirar y aún sentir, pero otra cosa es apreciar, o sea conocer y amar con discernimiento. Ahora bien, si la pintura jamás ha conocido tan gran favor como hoy, es un hecho que nunca se ha formulado en el público de manera tan urgente el “afán de comprender”. Este libro se ha escrito para responder de tal afán.”.[p. 12]

Introducción “¿Qué debo hacer para conocer la obra de arte que está ante mí; en qué condiciones me sentiré autorizado a dar un juicio valedero sobre ella?” [p. 12]

Introducción “¿Qué debo hacer para conocer la obra de arte que está ante mí; en qué condiciones me sentiré autorizado a dar un juicio valedero sobre ella?”. Cuestión primordial que todo el mundo se plantea y sobre la cual reina un extraño silencio. “No se puede dudar de que haya una «manera de situarse»” [p. 12]

Introducción “Aunque los especialistas del Arte se callen en general sobre este punto [¿por qué lo harán?, ¿para qué actúan así, cuál es su propósito?], su mutismo no impide que exista y que, consciente o inconscientemente, ellos la practiquen. Si negasen su existencia o dudasen de ella, ¿cómo podrían sentar juicios y pronunciarse sobre el valor de las obras?” [p. 12]

Introducción “En contra de lo que se imagina, nos parece que cada vez con más claridad que la obra de arte no es un objeto, aunque sea un bello objeto, sino que ante todo se presenta al modo de un texto, respecto al cual nadie duda que no se puede juzgar [por su aspecto] sin haber hecho de antemano su conocimiento, es decir, sin haber comprendido su sentido y apreciado su valor [ARTE ≈ LITERATURA]. [p. 13]

Introducción “En contra de lo que se imagina, nos parece que cada vez con más claridad que la obra de arte no es un objeto, aunque sea un bello objeto, sino que ante todo se presenta al modo de un texto, respecto al cual nadie duda que no se puede juzgar [por su aspecto] sin haber hecho de antemano su conocimiento, es decir, sin haber comprendido su sentido y apreciado su valor [ARTE ≈ LITERATURA]. Lo cual no quiere decir sino que las obras pláticas exigen también ser “leídas” conforme a su naturaleza, que hay, pues, una lectura plástica lo mismo que una lectura literaria y, por último, que cada una implica condiciones diferentes, pero igualmente precisas, actividad que requiere una iniciación y un ejercicio. [p. 13]

Introducción “[…] no hay más remedio que reconocer que nuestras divergencias son innumerables. ¿De qué provienen? Como dice Descartes acerca de nuestra búsqueda de la verdad, “de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos y no consideramos las mismas cosas”. [p. 14]

Introducción Aunque “el acto de juzgar pertenece a la libertad de cada cual”, “Las condiciones del juicio [que se hace posible cuando adoptamos la “manera de situarse” adecuada, que es la que hace posible la correcta apreciación de la obra de Arte = la valoración de la obra de Arte en tanto que Arte, y que permite apreciar correctamente el Arte] pueden ser un objeto de estudio”; es decir, pueden estudiarse y pueden aprenderse. [p. 14]

Introducción “Sería para nosotros una gran satisfacción mostrar que tales condiciones existen, que se nos ofrecen vías comunes y que, tomándolas en consideración, podemos evitar divergencias y malentendidos.” [p. 14]

Introducción “Hace mucho tiempo que el pensamiento intelectual, por medio de la lógica, encontró su instrumento de inteligencia; ciertamente la lógica no inventa nada; [en este sentido] es estéril, si se quiere, pero tiene la inmensa ventaja de que a quien se mete a razonar lo obliga a ser consecuente consigo mismo. Por respeto a una disciplina libremente admitida, permite a los hombres, si no ponerse siempre de acuerdo, por lo menos [poner coto a las conversaciones de besugo y] confrontar sus puntos de vista

siguiendo la misma andadura [sabiendo de qué hablan y sabiendo que están hablando de lo mismo…]. ¿Por qué nuestros juicios sobre arte han de estar condenados a no ser más que opiniones vagas, caprichosas o contradictorias? No pedimos remedio a la lógica, pero ¿no estamos en nuestro derecho [y en nuestra obligación, como universitarios] al aspirar a que, para [entender qué es el Arte y para] apreciar las obras de arte, se busque un método que le prestaría su rigor y que invitaría a tener sentido de responsabilidad? [p. 14]

Introducción “Puede parecer curioso que no se haya procurado encontrarlo antes. Es que los obstáculos son numerosos y obedecen a diversas causas. […] Se observa que si muchas personas son refractarias al Arte […], es porque, según hace notar Descartes en la última parte de su frase, no consideran “las mismas cosas”. […] allí donde unos ven un conjunto de relaciones plásticas, otros buscan una reproducción de la vida y, sin embargo, es el cuadro lo que tienen

ante los ojos. A algunos les gusta imaginar que se les embauca, o que es imposible entender nada. Desde luego, sería ilusorio proponer un método a quien estima que el objeto de este método no tiene razón de ser, o que el método mismo carece de utilidad. En cuanto se reflexiona se da uno cuenta de que tal estado de espíritu se debe sobre todo a prejuicios y a ignorancias que tienen como efecto común no dejar ver [SIC], o hacer ver mal [SIC], o hacer ver otra cosa.” [p. 15]

Objetivo del libro de René Berger: “Su finalidad es la de establecer en qué condiciones es posible «comprender» el arte y de modo especial las obras pictóricas.” [p. 18]

[La pintura como manifestación más clara del Arte]

“Establecer en qué condiciones es posible «comprender» el arte” pasa por desmontar el “equívoco” en el que incurre la mayoría de la gente: “a saber, que el valor de una obra de arte no depende del gusto por ella, del respeto que ésta testimonia al mundo exterior o a la tradición, de su calidad de decoración o diversión, sino de lo que le es propio y expresa por sus propios medios.” [pp. 9-10]

“se trata de llevar al espectador a darse cuenta de que la obra de arte exige de él otra disposición que las cosas reales, que aquélla pertenece a distinto orden y, por último, que para conocerla activamente y no sólo especulativamente, es necesario un comportamiento adecuado.” [p. 18] Más adelante dice: “La cuestión que se me plantea ahora es si los malentendidos de los que el arte es la ocasión, en primer lugar la pintura y la escultura, no proceden en gran parte del hecho de que no nos ponemos en la disposición que conviene.” [p. 48]. Y: “es nuestra actitud la que está en tela de juicio” [p. 47]

Ejemplo muy destacado de “prejuicio e ignorancia que tiene como efecto común no dejar ver, o hacer ver mal, o hacer ver otra cosa” que la obra de Arte en tanto que Arte: no mantener la actitud adecuada con la obra, mantener una “relación afectiva” con ella.” [p. 18]

Ejemplo: Diderot: considerado inventor y “padre” de la crítica del Arte. “Con absoluta buena fe la eleva Diderot a principio de su estética. Vale la pena dar un ejemplo, pues este error se halla muy extendido. La amistad [de Falconet ]; he aquí como se expresa:

“Es una figura de pie, que tiene un corazón entres sus manos; el suyo, que ella vacila en ofrecer; es un trozo de alma y de sentimiento; se siente uno emocionar, enternecer al mirarlo; el rostro invita, de la manera más enérgica, más dulce y más modesta, a aceptar su regalo. ¡Se disgustaría tanto esta muchacha si se le rehusase! La cabeza es de un tipo muy raro; no me engaño, hay en esta cabeza no sé qué de entusiasta y sagrado que no se había visto nunca. Es la sensibilidad, el candor, la inocencia, la timidez, la circunspección, fundidas en una. Esa boca entreabierta, esos brazos tendidos, ese cuerpo un poco inclinado son de una expresión indecible. Le palpita el corazón, teme, espera. (Diderot, Salón de 1765)” [p. 52]

“La equivocación [dice Berger] es manifiesta. Por una especie de contagio emotivo, Diderot aprecia la obra de Falconet en función de los sentimiento que la figura de la muchacha suscita en él.” [p. 52]

“La equivocación [dice Berger] es manifiesta. Por una especie de contagio emotivo, Diderot aprecia la obra de Falconet en función de los sentimiento que la figura de la muchacha suscita en él.” “Si una escultura es cosa distinta que su modelo, en lo que todos estamos de acuerdo, es porque hay que tener en cuenta su calidad plástica.”

¿Qué es lo que nos propone René Berger?

Apreciar el Arte en tanto que Arte = apreciar el arte (del lat. ars, del gr. τέχνη) de las obras de Arte = la pericia en el manejo del

arte específico del Arte

Apreciar el Arte no por el género de cosa que da a ver Jerarquía de los géneros

Se pensaba que un cuadro era más valioso según el tema

Apreciar el Arte no por la verosimilitud con la que da a ver eso que

muestra (es conocido el impacto que tuvo la invención de la foto en el desarrollo

de la Pintura: en la reivindicación de lo genuinamente pictórico)

Apreciar el Arte no por el mensaje que supuestamente constituye

el contenido de la obra y la dota de sentido… (todas las alegorías de la Justicia están referidas al mismo contenido)

Apreciar el Arte en tanto que Arte, ésta es la propuesta de R. Berger.

Apreciar el Arte en tanto que Arte = apreciar el arte (del lat. ars, del gr. τέχνη) de las obras de Arte = la pericia en el manejo del arte

específico del Arte

Apreciar el Arte en tanto que Arte es la propuesta del formalismo

estético.

.

A finales del s. XIX, el pintor y

teórico del Arte francés Maurice

Denis dio expresión a la idea del

Arte (en tanto que Arte) con la

siguiente formulación:

«Se rappeler qu’un tableau, avant

d’être un cheval de bataille, une

femme nue ou une quelconque

anecdote, est essentiellement une

surface plane recouverte de

couleurs en un certain ordre

assemblées.» (“Définition du Néo-

traditionalisme”, Revue Art et

Critique, 30 août 1890)

“Recordad que un cuadro, antes de

ser un caballo de batalla, una mujer

desnuda o una anécdota cualquiera,

es esencialmente una superficie

plana cubierta de colores reunidos con cierto orden.”

.

“Ahora—afirma el filósofo Giorgio

Agamben un siglo después— la

verdad suprema de la obra de arte

es el principio creativo-formal puro

que desarrolla su potencia en ella,

independientemente de cualquier

contenido”.

.

Apreciar el Arte en tanto que Arte,

en esto consisten el objetivo y la

meta del ideal (o ideología) del

Arte proclamado por el formalismo

estético y asumido por René Berger.

Valorar una pintura en tanto que

pintura pasa por establecer qué es

la Pintura = a qué llamamos

“Pintura”.

Valorar una obra de Arte en tanto

que Arte pasa por establecer qué es

Arte = a qué llamamos “Arte”.

René Berger parece tener claro qué

es el Arte, pero, como él mismo

reconoce, “falta que el público sea unánime en lo que aprecia.”

¿Son realmente los aspectos

formales del arte del Arte lo que se

aprecia del Arte?

Apreciar el Arte en tanto que Arte pasa por saber qué es el Arte.

Por eso buscamos una definición razonablemente precisa que nos

permita entender de qué hablamos.