Benítez - Dasein Edipo

8/13/2019 Bentez - Dasein Edipo

1/66

1

Dasein-Edipo

por Eliot Bentez


2/66

2

N D I C E

I. Complejo y Mito pg. 3

II. Dasein-Edipo pg. 17

III. Destino y Tiempo

en Sfocles pg. 48

Bibliografa pg. 65


3/66

3

I. Complejo y Mito.

El Edipo Rey de Sfocles formulaba tcitamente una pregunta paralela a la

planteada por la Esfinge: la pregunta sobre el significado del mito. Pasados muchos

siglos, Freud haba credo poder contestar a esta segunda pregunta de manera similar a

como Edipo contest la primera: esta es la vida de todos los hombres. Jean-Joseph Goux

sostiene que la respuesta de Edipo era ilegtima y que era requerida, dentro del marco del

mito, una explicacin cifrada en el saber inicitico. Goux, rechaza tambin la respuesta

de Freud a la pregunta sobre el significado del mito y sugiere una explicacin cimentadaen el saber filosfico.

Previa al complejo y al mito, est para el pensamiento la figura y el nombre

sofocleano de Edipo y su espectro individual. Para perfilar lo irreductible y lo singular de

esta figura es necesario utilizar otro trmino que no evoque una singularidad cualquiera,

sino una instancia del pensar entre el ello y el esto: proponemos que para Edipo el

trmino notico debe ser Dasein, no slo ya por la inflexin heideggeriana que lo hace,

en extraccin constante, meramente el ser del ser humano, sino tambin por la nocin

hegeliana que nos revela una fase intermedia del ser ah, previa al concepto. De esta

manera, Dasein funciona como un concepto dividido, una sustraccin del concepto o

mejor an, un concepto incompleto. Siguiendo la tesis hegeliana de que lo humano es un

concepto-en-el-mundo ontolgicamente magnificado, Dasein designa la incompletez

del Edipo sofocleano. Entonces, desde esta perspectiva terica, el Dasein que

nicamente es Edipo debe ser visto como inhumano, no-humano, y enteramente

excepcional en el orden de lo humano. Finalmente, es, en trminos morales, tambin un


4/66

4

hombre pues el enfrentarse con el destino propio y de la familia es una actitud mucho

ms digna que la del que se sustrae a esta batalla. El padre debe ser responsable tambin

por el destino de los hijos: Aquellos que nacen, asienten a vivir y enfrentar el destino; o

se echan a dormir, haciendo hijos para que estn sujetos a su particular destino.

(Herclito,Fragments, 21).

Cabe puntualizar que el mito de Edipo no influy tan profundamente sobre Freud

de modo inmediato sino que fue la versin presentada por Sfocles en su tragedia la

determinante para abrir la pregunta sobre la diferencia especfica, es decir, sobre la

naturaleza de la fuerza de la tragedia sofocleana. Este tema interes profundamente aHlderlin:

La ley, el clculo, el modo de acuerdo con el cual un sistema de receptividad, elhombre en su ser entero, en cuanto est bajo el influjo de ese elemento, sedesarrolla, y de acuerdo con qu representacin, sensacin o razonamientoaparece en varias sucesiones pero siempre de acuerdo con una ley que es cierta,que existe en la tragedia ms como un estado de balance que como merasucesin (Essays, 101, citado por Lacoue-Labarthe).

El lenguaje kantiano de este planteamiento esconde, segn Lacoue-Labarthe, que

para Hlderlin elemento significa al mismo tiempo divinidad y naturaleza, necesidad y

fuerza, las condiciones de una praxis en un plano de equilibrio. Pero, para Hlderlin, el

medio del transportetrgico es realmente un vaco:

As, en la secuencia misma de las representaciones en las cuales se presenta eltransporte, se hace necesario lo que en la mtrica potica es llamada cesura, lapalabra pura, la ruptura contrarrtmica, es decir, para enfrentar el incesantecambio de representaciones en su punto ms alto de tal manera que muy pronto noes el cambio de representaciones lo que aparece sino la representacin misma(Essays, 101-2, citado por Lacoue-Labarthe).


5/66

5

Este enigmtico pasaje fue interpretado por Lacoue-Labarthe como significando

que lo trgico no es el transporte sino el transporte vaco, despojado ya de luchas y

antagonismos, el que permite aparecer al significado, organizado como un todo. Sin

embargo, podemos agregar, Edipo Rey es finalmente slo una versin, la ms alta, del

mito recibido pero no es meramente teatro, es decir, la tragedia no puede agotarse en

elementos puramente teatrales sino que es reabsorbida al dominio del mito. La mirada del

lector/espectador contemporneo va con frecuencia ms all de la obra de Sfocles, la

toma por el mito mismo y busca as en el mito la raz del complejo siguiendo una ruta

paralela a la seguida por Freud, quien pretenda adems que el complejo explicara almito. En esta perspectiva, el trazo formado por complejo, teatro y mito est compuesto de

elementos demasiado separados entre s como para pretender que uno explique al otro.

Para Goux, el complejo de Edipo no slo alcanza verdad en tanto que se ha

desplegado exitosa y reproductivamente en la entelequizacin de un esquema de

enframing [Gestell], es decir, en cuanto se ha convertido en un esquema explicativo que

impone un modelo que debe seguirse (y que es adoptado en ocasiones de modo

inconsciente, tanto en el fuero privado como en el pblico) de las motivaciones y de la

naturaleza humana, sino tambin en tanto su reificacin como concepto proviene de un

evento ideal esbozado por Hegel en su interpretacin de Sfocles el evento ideal cuya

garanta de materialidad negativadel pensamiento, de su condicin de fuente creativa a

travs de la historia, es precisamente su no-acaecimiento fctico, por supuesto facilitado

por su inagotable y mgica riqueza de la imagen. La nocin de Hlderlin de cesura como

explicacin de la clave de la dimensin trgica es esclarecida usando esta interpretacin,

aunque Hegel nunca se refiri directamente a la explicacin de Hlderlin. Hegel deja de


6/66

6

lado el intento de situar la esencia y fuerza de la tragedia en alguno de sus mecanismos

internos y propone un vaco que flota en la historia cultural. Un vaco que invita y parece

absorber coincidencias tales como el hecho de que la Esfinge es una figura femenina

intelectual, similar en esto a la patrona de la principal ciudad griega, que aparece como

azote de Tebas, la mtica tierra de la sinrazn. Se deja sin examinar tambin el

significado del cambio de la Esfinge masculina, predominante en Egipto y el Cercano

Oriente. El complejo de Edipo presentado por Freud significa, bajo esta luz, una lectura

muy limitada y arbitraria del mito, al cual distorsiona y desplaza como espacio de

reflexin. Es necesario regresar a la narrativa de Sfocles y replantearse la pregunta sobrelas dimensiones de este mito en particular, lo cual es resaltado en lo que podra

razonablemente verse como una advertencia de Sfocles contra una interpretacin como

la freudiana, cuando hace decir a Yocasta:

Qu ha de temer el hombre si est bajo el destino de los hados? Si con certezapuede prever? Lo mejor es vivir sin preocuparse, cada uno como pueda. Adems, porqu angustiarse por bodas con la madre? Muchos las tienen: en sueos se unenmaritalmente con sus madres! Pasa mejor la vida quien de estas necedades hace burla.(traduccin de Angel Ma. Garibay Kino).

El mito de Edipo es mencionado en La Iladapero se remonta al antiguo Egipto.

Se fue haciendo ms rico y complicado a travs de los siglos. La versin mencionada por

Homero no inclua el parricidio ni el enfrentamiento con la Esfinge. Sfocles debe haber

reflexionado largamente sobre la profunda impresin que causaba en el pblico y tuvo a

bien condenar el dejarse llevar por pensamientos enfermizos, pero este punto pasa casi

desapercibido entre el torbellino de acontecimientos y sugerencias de gran dramatismo

presentadas. Hasta podra decirse que Sfocles mismo trata de restar importancia al

discurso de Yocasta en inters de preservar la fuerza dramtica del mito.


7/66

7

En Edipo Filsofo, Goux analiza el mito en el contexto de una generalizacin

llamada teora del monomito, la cual se refiere a las fases necesarias de la iniciacin de

los reyes y hroes de la mitologa clsica. Explica que el mito de Edipo se refiere a una

iniciacin en la que Edipo vence a un ser suprahumano, incluso divino, la Esfinge,

mediante un arma rara vez utilizada en la narrativa mtica. Esto representa en s mismo un

doble sacrilegio pues usa la razn, el arma de Apolo, a la que no tiene derecho, en lugar

de la fuerza, el arma dionisiaca, la cual debera ser utilizada de acuerdo con la teora del

monomito. La de Edipo es entonces una iniciacin fallida y la tragedia que sobre l se

ensaa, una cruel historia que incluye parricidio, incesto, mutilacin y destierro, es uncastigo (y, visto as, Edipo Rey parece ms que nada una disfrazada delacin de la

desmesurada iniquidad del dios) a su audacia imprudente dentro de una lgica destinal.

Goux no utiliza este concepto precisamente de esta manera pero creemos que es una

extensin natural: si el eje es el Destino, entidad mxima de la teiologa sofocleana, un

Destino que est fuera de la temporalidad, entonces la lgica destinal puede prescindir del

orden cronolgico de la narrativa, y si el destino de Edipo era antagonizar a lo divino, sus

crmenes seran inevitables y meramente ocasin para crear la culpa que ostensiblemente

explicara el castigo. As, al menos dentro de este marco, se resuelve tambin la antigua

discusin sobre la razn para adjudicar una culpa personal a Edipo, la cual se centraba en

su ignorancia sobre la verdad de sus circunstancias, pues no se trata de que la tica

antigua castigara al criminal, consciente o no de su crimen, en oposicin a la moderna

concepcin de castigar al criminal slo si se ha demostrado una culpa consciente: la

lgica destinal abarca en su juicio a las faltas en el orden sagrado, nunca explicitadas en


8/66

8

la narrativa trgica, y puede prescindir de la consideracin de los pecados en el orden

material.

La suposicin freudiana de que el complejo explica al mito delata una recurrente

obsesin del pensamiento ante una insoslayable problemtica pero tambin una falsa

posicin. Si las equivalencias el complejo es concepto y el concepto es complejo fueran

vlidas, parecera que el apriorismo de dicha afirmacin extendera para nosotros, aun

reconociendo nuestra deuda con Freud, una estrangulacin fantsmica esquematizada en

una retrospectivafilosfica sobre el significado del complejo, del concepto, de la esencia

y del mito, una prospectiva orientada desde el futuro. Intentemos entonces esclarecernuestra visin de los signos del pensamiento que se atreven a manifestar los derroteros

ocultos del nombre Edipo.

La reificacin de lo edpico se obtiene primero atendiendo al fantasma del evento

esencializado en idealidad, que es descrito de la siguiente manera por Goux: De manera

implcita para Sfocles, y explcita para Hegel, Edipo es la figura prototpica que rechaza

los enigmas sagrados para instaurar la perspectiva del ser humano y del yo. Con Edipo

empieza la afirmacin de la dignidad del sujeto humano frente a la abrumadora fuerza de

lo divino desplegada en la narrativa mtica. Agrega tambin Goux que el mito de Edipo

funda la razn griega (Edipo Filsofo, 15). Son perceptibles aqu dos direcciones:

primero, la voluntad de esencializacin de lo humano en lo prototpico, que es otra

manera de nombrar la funcin arquetpica de una esencia [ousa], y en la identificacin

de un ejemplo perfecto [paradeigma] Edipo de lo humano filosfico, el sabio que

conoce el transcurrir debido y por eso no lo combate sino que se amolda a su curso de

manera que mientras cambia, descansa (Herclito, Fragments, 51). En medio de la


9/66

9

tormenta, la reflexin de Edipo nace como defensa ante la desgracia prescrita por los

designios sagrados.

La otra direccin es correlativa: la bsqueda del fundamento, la esencia [ousa]en

tanto que suelo-fundamento [hypokeimenon] de la razn, paradjicamente a travs de un

personaje destinado a no tener fundamento, a ser desterrado repetidamente (recordemos

que, para Heidegger, ser es habitar). No diremos que el logos deber para esto ser

reevaluado como hablaen lugar de razn, lo cual parece ser sugerido momentneamente

por Sfocles mismo cuando hace decir a Edipo Hijo soy de la Suerte. El carcter a

posteriori de la traduccin al habla y su reificacin se ha demostrado consistentementeinfrtil en la historia de las ideas y en la historia humana, pero s ser necesario retroceder

hacia el exceso subjetivo representado por las nociones de lo arquetpico y lo fundacional

en su intento de reificarse para preguntarse qu hace posible su modificacin hacia el

concepto y eventualmente hacia el complejo. Ya Hegel haba sealado que la Esfinge

griega, en contraste con la egipcia, representa la etapa de la separacin del concepto

como idealidad a partir del smbolo pero la discusin de Goux sugiere que Freud hace

una nueva cuanto ilegtima reificacin de la Esfinge como la encarnacin de las fuerzas

de la lbido. Quiz pueda argumentarse que Freud fue influido por una disparidad

dramtica en la presentacin hecha por Sfocles, puesEdipo Reyparece ir contra el orden

sagrado, dentro del cual el parricidio sera un pecado mucho ms grave que el incesto. El

parricidio ocupa la primera mitad de la obra pero aparece como una referencia distante si

bien plausible, y es reconocido como cierto no obstante que nunca llega a ser

estrictamente probado pues el testigo de cargo, un pastor que Edipo requera como

prueba, nunca compareci.


10/66

10

Queda abierta pues la pregunta sobre el significado de la Esfinge. El orculo haba

dicho que las plagas que afectaban a Tebas al principio de la obra eran debidas a la

presencia en la ciudad del asesino de Layo pero la sola mencin de la Esfinge, con su

innegable poder dramtico, ayuda a Sfocles, maestro del ocultamiento, a oscurecer la

gravedad de la muerte de Layo, sustituyendo el luto y el deber de hacer justicia al

asesinado rey por el escndalo de un monstruo sexuado que hace imperar un terror

mrbido.

Ya muerto Layo, nadie hubo que se echara a cargo vengar su muerte. Eratanta nuestra zozobra!... La Esfinge de cantos enigmticos y falaces, esa fue. Nos

hizo que mejor atendiramos a lo del momento presente, dejando en el silencio loque el misterio haba envuelto en sombras. (de la traduccin de Garibay Kino).

En el plano del mito, la Esfinge es un instrumento del destino en cuanto impide la

bsqueda de los asesinos de Layo y es ocasin para que Edipo cobre significado y caiga

al mismo tiempo en la corriente feroz del drama. Freud se niega a reconocer esta

dimensin y acepta en cambio lo que la tragedia utiliza para ocultarla. Confunde la

mscara con el rostro, el smbolo con el concepto. Una mscara es escogida por quien la

usa impulsado por motivaciones ajenas a ese objeto pero, por as decirlo, Freud no basa

su psicologa en el estudio del acto de la seleccin sino en el estudio del objeto

seleccionado, la mscara del sexo. El paralelismo con la evolucin de la palabra persona

es relevante aqu pues la voz persona era utilizada por los romano s para referirse a las

mscaras del teatro y a los personajes. En este contexto, otras mscaras seran el poder, el

dinero, el amor, el odio mismo, todas ellas dejadas de lado.


11/66

11

Este nfasis en el incesto, aunque se desva de lo dicho por el orculo, lo

encontramos inexplicablemente tambin en James George Frazer, quien tergiversa la

presentacin de Sfocles de una manera que podra haber influido sobre Freud:

De acuerdo con Sfocles, Tebas sufra de enfermedades y plaga, y de laesterilidad de las mujeres y el ganado bajo el reinado de Edipo, quien habainadvertidamente matado a su padre y casado con su madre, y haba el orculodeclarado que la nica manera de restaurar la prosperidad a la ciudad era desterrarde ella al pecador Sin duda el poeta y su auditorio asignaban estas calamidadespblicas a la culpa del parricidio, que pesaba sobre Edipo, pero difcilmentepueden haber dejado de atribuir mucho del mal al incesto con su madre (TheGolden Bough, 103).

Hay que reiterar que el orculo no mencion al incesto cuando fue cuestionado

sobre la plaga por los enviados de Tebas sino que Frazer lo incorpora de este modo, es

decir, con apoyo en una supuesta condena del orculo, tal vez como parte de un programa

victoriano de acusacin de la inmoralidad sexual. En Edipo Rey, el tema del incesto es

presentado posteriormente al del parricidio aunque hay referencia a una emisin del

orculo que incluye al incesto pero que era conocida slo de Edipo, sus consecuencias

son subrayadas como un crimen contra el trabajo histrico de la razn pues destruyen las

distinciones establecidas que son fundamento de la polis y su cosmovisin: nefanda

mezcla de padres, hermanos, hijos de un mismo ser a un tiempo y vrgenes, esposas,

madres unidas en una sola lo ms infame que los hombres vieron! (Edipo Rey, 195).

Freud funde estas dos infamias, la una contra lo sagrado, la otra contra la polis, cometidas

por un individuo al mismo tiempo excepcional y aberrante, y las atribuye sin mayores

reservas a todos los hombres. En este movimiento Ren Girard ha querido ver, quiz con

alguna razn, una agresin velada del judo Freud al orden cristiano que lo haba

victimado a l y a su familia (Girard, Oedipus Unbound, 53).


12/66

12

A propsito de la Esfinge, debe mencionarse tambin su carcter excepcional

dentro de la mitologa mundial como figura que mata a travs del sexo y que ejerce una

fascinacin extraa que no es fcil de explicar sin conectarla con la singular psicologa

de la antigedad clsica en la cual se reconoca que sexo y destino eran temticas que con

frecuencia coincidan, a diferencia del moderno alejamiento entre ellas. La insistencia en

un anlisis de lo fantsmico, el trmino de Lacan para las obsesiones del pensamiento,

tampoco nos har posible decir que mitologa es un trmino errneo, ya que mythosy

logos designan realidades casi indiscernibles: por el contrario, hemos de suponer que,

tratndose del ms extenso mito, Edipo es enteramente lgico, aunque siemprecorrespondiendo a una lgica destinal, como lo indica Goux, pero ser necesario

adentrarse muy profundamente en el mito para captar el sentido de esa lgica en todas sus

dimensiones pues el evento sobrepasa al complejo de varias maneras: 1) el evento ideal

es la marca de la finitud y se refiere slo a Edipo, mientras que el complejo se imagina

inerte y, por fin descubierto, convertido en nico cifrado y prisma del horizonte psquico;

2) lo que Goux llama la ira del dios es la fuerza de una esencia en el instante de su

desenvolvimiento y perecer ante y para el evento, es decir, los crmenes de Edipo rebasan

en significado los alcances de su castigo, sugiriendo que las funciones narratolgicas han

sido trastocadas; 3) dicho evento, el nacimiento del concepto, es, como Goux seala, una

hipostacin alegrica de la constelacin del pensamiento como causa eficiente de su

propia mesura material, es decir, de su propia diferenciacin de lo noumnico y sus

rostros teiolgicos. En otras palabras, Edipo establece el dominio de la razn humana

como antagnica a los designios divinos en cuanto es capaz de crear su propio mundo a

base de nombrarlo, pero por esto el hombre ha de pagar un precio alto en la forma de una


13/66

13

radical e inescapable insuficiencia. Este evento, de significacin constante en Edipo

Filsofo, es la imaginacin hegeliana extendiendo su mano conceptual hacia la intensidad

inimaginable del evento ideal: Edipo quiebra la tabla del acertijo y quiebra el cuerpo de la

Esfinge mediante una astucia sacrlega del pensamiento, una ilegalidad que separa lo

humano de lo animal y de lo divino, y separa tambin al concepto del smbolo. Desde una

perspectiva inicitica, nos muestra Goux, esta es la escisin artera que reduce para

siempre la libertad de la esencia [ousa] y le prohbe su encarnacin plena en el

pensamiento. Si, hablndonos de Edipo, puede Hlderlin concebir una copulacin

monstruosa entre hombre y deidad, es porque en el rito de la Esfinge, hija de la Equidnay hermana de la Quimera, Edipo no solamente adquiere los rasgos terribles de esta diosa,

sino que la insulta, de una manera sagrada, en trminos humanos, pero profana, en

trminos divinos, subrayando que, otra vez en palabras de Hlderlin, no es ms que

Tiempo, es decir, que, para este mundo, es finita y mortal pero que incluso bajo esas

limitaciones se ostenta una superioridad ontolgica sobre la existencia extratemporal de

lo sagrado: la inmortalidad se reconoce muerta en Edipo, de ah el poder de su nombre y

de su destino singular. Aun aceptando que en la narrativa mtica los combatientes resultan

en veces hermanados, es importante subrayar que la copulacin supuesta por Hlderlin se

da slo en los trminos de la lucha intelectual, que el vencedor de la Esfinge, la doncella

mgica de curvas garras, es singularmente distinto a los dems hombres, y que la

contaminacin moral de Edipo se da slo en l y slo dentro del mito.

Psicolgicamente, el complejo apunta al trasfondo de una crisis donde se lucha

por la obtencin de lo que Lacan llama el orden simblico, la esterilizacin de la

esencia [ousa] en un rgimen prefilosfico que se ostenta como principio de realidad


14/66

14

pero que, en cuanto complejo, no va ms all de la reificacin. Para Lacan, tras una

extensa revisin, dentro del mbito del complejo, del logos no queda finalmente sino la

palabra, y de la razn no queda sino el deseo y el placer [jouissance]. Alain Badiou

denuncia la ambicin desmesurada del programa lacaniano:

Lacan nombra aqu una perspectiva grandiosa: el sujeto se realiza en la medidaen que el drama subjetivo es integrado en un mito que tiene valor humanoextenso, incluso universal. (Badiou, 183)

El proyecto psicoanaltico se niega a reconocer como humano a un proyecto de

persona que no incluya al complejo. No pesa solamente la reduccin del pansexualismo,

sino el dejar de lado las otras dimensiones ontolgicas, irremediablemente fuera delalcance del complejo. Podra decirse que ni siquiera el impulso a alcanzar el orden

simblico propuesto por Lacan va ms all de lo que Badiou llama fbulas

epistemolgicas.

Desde otra perspectiva, enmarcada en la escuela de Frankfurt, el complejo

servira de base a una ciencia que Apel clasifica como cuasipositivista y que se apoya en

el tipo ideal de la accin significativamente correcta, y cuyo mayor mrito sera su

capacidad para desenmascarar las sedimentaciones y perturbaciones psicolgicas de la

represin y la limitacin sexual pero que, debemos agregar, lleva en este mismo intento

los elementos para perpetuarlas, insidiosamente disfrazadas de liberacin, aunque esta

nocin sera rechazada por Apel en cuanto no encaja en perspectiva de optimismo moral.

La vasta significacin de la intervencin de Goux incluye la particin efectuada

sobre el concepto mismo, pues no se trata ya, para l, de un concepto cuya crisis

inmanente pueda ser representada como complejo: el concepto es puesto en libertad,

destructible y dirigido (siempre-ya y an-no) en regresin benfica hacia la esencia


15/66

15

[ousa] en la instancia donde esta misma es un evento de retroceso del aufheben

(sublimacin). As, la esencia [ousa] incluye en su funcin como suelo-fundamento

[hypokeimenon] un evento de y en retraccin abismal, un evento por s y para s

[khriston] propio de una historicidad lgica, donde la subjetividad es percibida en su

pasar, en su esencializarse, de tal manera que, por ejemplo, queda abierta la posibilidad

de sustituir, en la narrativa del mito, matricidio por parricidio, soberbia por incesto,

tradicin por traicin.

Adems, el discurso de Goux abre la posibilidad de postular, por lo menos en

principio, el eidosnoumnico de lo humano como previo a las dicotomas psicolgicas ytambin al conflicto ontolgico de esencia y contraesencia, complejo-concepto y esencia-

conceptoes decir, como anterior al aufhebeny su calculado retroceso. En particular, el

complejo, ilegtima reificacin que se convirti durante dcadas en marco ineludible, es

disuelto y la fluidez de la problemtica de las motivaciones restablecida. Si Goux

posteriormente proyecta el espectro de Edipo sobre la historia de la filosofa es

precisamente por la apertura de la esencia [ousa] y por el sealamiento del eidos

noumnico, el fundamento de las presencias [ousiai] humanas. Edipo es plantado por

Goux en la lgica de la historia de la filosofa y de la racionalidad de tal manera que hay

ya un orden sustancial que puede o no ser perturbado, pero que permite la aparicin del

fantasma en los ejercicios conceptuales independientes del complejo (humano, humano

edpico, Edipo mismo y las deidades) como rostros y signos esenciales en la estructura

del pensamiento y su excedencia. Goux imagina para nosotros una presentacin de

reificaciones coincidentes y no-coincidentes con esta excedencia notica, es decir,


16/66

16

instancias perfectas o imperfectas pero dotadas de la materialidad objetiva del

pensamiento.

Lejos estamos de proponer la que podra ser llamada una teora pura del mito

que buscara no caer en interpretaciones inapropiadas por ms que stas hayan contribuido

al desarrollo del pensar, pero s creemos que la filosofa sea quiz la mejor equipada de

entre las disciplinas humanistas para tratar la problemtica presentada en la mitologa y la

tragedia clsicas. Recurdese que Herclito ha sido descrito como, ms que nada, un

filsofo de la tragedia y que Parmnides incorpor un concepto mtico en su famosa

reflexin glosada como el Destino ha atado al Ser a una roca inmvil, frase quepodemos entender como reflejo del pensamiento de ese filsofo de Elea pero tambin en

el contexto mismo del mito pues ese tiempo inmvil, dira Hlderlin, es el tiempo de la

profeca.


17/66

17

II. Dasein-Edipo

En los momentos iniciales de Edipo Rey, el pblico de la antigua Atenas fue

expuesto a lo que debi ser, especialmente en ese tiempo y lugar, una escena

singularmente desagradable: un rey cuyo nombre est relacionado con la deformidad

visiblemente marcada en sus pies que lo hace cojear (Edipo significa pies hinchados),

que est casado con su madre y engendr hijos con ella (la gente del pblico ya conoca

bien el mito); un rey que ha matado a su padre, un rey regicida, cuya ciudad est asediada

por una plaga nacida de la ira del dios contra sus pecados, y que es, no obstante, alabado

como un gran rey por su pueblo, y a quien se le implora consejo y proteccin. Estas eran,

desde el inicio, impresiones irritantes o hasta violentas para el pblico. Adems, desde la

perspectiva del pblico, todos los personajes de la obra, excepto l, deben haber

sospechado su posible culpa, y quiz incluso l, siendo hombre inteligente, que conoce la

profeca sobre su vida y sabe del asesinato de Layo, habiendo matado l mismo a un

hombre y estando casado con una mujer cuyo esposo haba sido muerto alrededor de

quince aos atrs, poco antes de casarse con ella, l tambin debe haber meditado sobre

estas coincidencias en sus momentos de silencio. Plaga y sospecha, plaga de sospechas:

los ciudadanos de Tebas deban haber estado esperando el surgimiento de una vctima

propiciatoria. Esperaba l tambin?

En este estudio, las instalaciones tericas del pensamiento de Heidegger y,

complementariamente, las de Hlderlin, sern expuestas ante lo que parcialmente son sus

contrapartes en el pensamiento de Sfocles, con el propsito de adquirir nuevas


18/66

18

intuiciones de las oscuridades edpicas. El objeto principal de esta meditacin ser Edipo

Rey. Los misterios cardinales de la tragedia sern explorados junto con sus implicaciones

filosficas, la profeca sobre el destino de Edipo, el sentido del destino en relacin

simtrica con la idea regulativa kantiana de teleologa, la visita de Edipo al orculo en

Delfos, su desesperacin por la nueva profeca y su aparente desatencin al lema dlfico

concete a ti mismo, grabado a la entrada deltemplo de Apolo, la solucin al acertijo de

la Esfinge y su posible interpretacin hermtica, el castigo autoinfligido de Edipo, un

elemento incomprensible ms de esta tragedia, universo de enigmas.

Por otro lado, hay claramente en el pensamiento de Heidegger una sujecincomn de seres humanos y dioses al movimiento esencial del ser (Contributions, 218).

Esta subsuncin es paralela a la que efecta Sfocles de todas las cosas bajo el destino: se

trata de una casi completa abdicacin, slo posible dentro de la teiologa sofocleana, de la

condicin soberana de los dioses hacia un status de meros agentes del destino. Una

subsuncin similar es hecha por Hlderlin al formular eventos destinales que envuelven

tanto a los humanos como a los dioses: los trminos del poeta, infidelidad y traicin

(Essays, 107-108), componen una articulacin exterior a travs de la cual todas las

opciones son reificadas como esencias. Ambas interpretaciones, la de Heidegger y la de

Hlderlin, exploran la riqueza del pensamiento sofocleano y aprovechan su caracterstica

de aproximar una reflexin sistemtica sobre el destino y la condicin humana.

Otras suposiciones bsicas de este estudio sern descritas brevemente ahora.

Primero, la nocin de Jean-Joseph Goux, Edipo [es] la imagen prototpica del filsofo

(Oedipus Philosopher, 110), ser aceptada como vlida, ya que es una intuicin concreta

del carcter secular de Edipo como pensador privado. Conjuntamente, su derrota de la


19/66

19

Esfinge es un espectculo que aun por encima del hecho de funcionar como una causa

aparente de su destino, es una demostracin de su intelecto individual en cuanto poder y

germen de duda. La caracterizacin de Edipo como filsofo es necesitada para la

adopcin de la plataforma interpretativa heideggeriana por ms de una razn: Edipo,

como individuo ser pensado como Dasein en el sentido ms estricto, primeramente

como aquel ser que somos en cada caso Da-sein (Being and Time, 6); y en un

segundo momento, como miembro de una colectividad, como el ser del ser humanoa

una distancia de ser ser humano, sin ms. La adopcin de esta segunda acepcin de

Dasein tendr la consecuencia de suspender la total aprehensin de Edipo comohumano y formar una substraccin necesaria, reducida y limitada al pensar, como se

advertir en la indagacin. Estos conceptos apoyan nuestra interpretacin del triunfo de

Edipo sobre la Esfinge, un triunfo del pensamiento que se da dentro del pensamiento pero

que se refiere a su anterioridad, su historia cargada de imgenes tan huidizas como

inescapables.

El personaje Edipo tambin encarnar al Dasein en otro sentido: la filosofa y el

filosofar son considerados momentos esenciales del Dasein; por eso Heidegger escribe:

Da-sein hace posible... su potencialidad autntica de ser... en el dar lugar al ser [en]

filosofa, libertad (Being and Time, 248). La determinacin especfica de libertad en el

Dasein-Edipo tambin estar delimitada dentro de las posibilidades de conciencia

[afectiva-moral] en el sentido de la esencia del filosofar (248). Conectado con estas

ideas, en otro texto Heidegger escribe: En la esencia de este ser misterioso [Dasein], la

filosofa sucede (Fundamental Concepts, 7). Esta frase se mantiene en concordancia con

nuestra suspensin de Edipo como inmediatamente ser humano en los sentidos usuales.


20/66

20

La meta de este estudio es especificar las singularidades de significado en los elementos

claves de la mito-tragedia edpica, y adems identificar, o por lo menos intentar

conceptualizar, la singularidad ontolgica del personaje Edipo. Esta prolongada

cancelacin del humano en Edipo (o de lo humano en l mismo) es anunciada por

Sfocles enEdipo en Colono: Entonces cuando nada sea yo ser un hombre? (306).

Por otro lado, la interpretacin de Heidegger del autocastigo por mutilacin no

puede ser aceptada como vlida, ya que se aplica un sincretismo a la temtica de la

Introduccin a la Metafsica, en donde Edipo se encuadra como habindose cegado

movido por la experiencia de la tensin ontolgica entre apariencia (ocultamiento ydistorsin) y des-ocultamiento (Ser) (112). Exponindose al develarse del Ser (112),

de acuerdo con la interpretacin de Heidegger, Edipo no puede soportar el brillo del Ser

en su verdad, altheia, la desnudez del Ser, y debe optar por ocultarse en el velo de la

noche (112), en la ceguera. Aqu cabe la pregunta, cuidadosamente exenta de sarcasmo,

sobre cmo podra un personaje mtico intuir el ser de los seres y sobre cmo puede este

ltimo presumirse brillante sin llevar el mito a una nueva extensin. En otra direccin,

Heidegger agrega, con mayor significado, que Edipo debe ser tomado como un ejemplo

del Dasein griego (112), sin dejar de perseguir el conocimiento y la ciencia (113) y

as suponer la altheia misma. De este modo, Edipo es reinterpretado como un griego

prototpico y como representativo de la pasin filosfica griega (113). Esto subraya la

singularidad de la realidad espiritual hecha manifiesta en la experiencia potica de la

narrativa sofocleana.

Si hemos de conceptualizar a Edipo como Dasein, la distancia que este trmino

denota de la nocin usual de lo humano debe ser constantemente recordada. De hecho,


21/66

21

Dasein es el trmino que sostiene la singularidad ontolgica de Edipo como un ser

humano radicalmente excepcional, de manera tan extrema que su humanidad es puesta en

cuestin, particularmente en la instancia de su respuesta a la Esfinge, como veremos. Sin

embargo, son los determinantes y las constricciones del nacimiento de Edipo lo que lo

privan de encarnar una humanidad inmediata: su esencia, aunque entera y literalmente

familiar e histrica, y su situacin, es decir la situacin concebida por la imaginacin

sofocleana, es articulada desde la tradicin, pero tambin impulsada a lo largo de ejes

diferentes por el pensamiento mtico, trgico y filosfico.

Un ltimo comentario relativo a la interpretacin de Heidegger debe ser marcado:mientras que Heidegger admite que el Ser como apariencia no es menos poderoso que el

Ser como des-ocultamiento (114), es decir, que no es menos real, y concluye que a pesar

de esto las apariencias pueden engaar (114), el significado de los eventos de la vida de

Edipo tiene que corresponder a las ms complejas y sutiles figuras de verdad. Dicho

significado no puede simplificarse slo como la altheiadel des-ocultamiento del Ser, as

como tampoco a las formas veladas y develadas de la verdad social e individual de la

convivencia humana. La verdad tiene que ser buscada en su despliegue mitolgico o

trgico, en sus exposiciones en lo sagrado y lo divino, en la enunciacin del vaticinio, en

la respuesta al enigma del monstruo, y finalmente tambin en la comprensin de las

intervenciones del dios como agente del destino.

El primer asunto que ser examinado es el significado de la nocin de destino en

Sfocles, ya que funciona centralmente en la narrativa deEdipo Rey: de acuerdo a Knox,

destino traduce moira y moros, entre otros trminos griegos (Oedipus at Thebes,

204). Destino es una nocin teiolgica que sobrepasa en dimensin al concepto de


22/66

22

dioses y trasciende el mbito de las nociones filosficas. En el pensamiento de Sfocles

la primaca del destino sobre los dioses se puede apreciar en el hecho de que nunca estn

presentes enEdipo Rey, no de la manera en que se manifiestan Atenea, Apolo y las Furias

enLasEumnidesde Esquilo, y por supuesto tambin en las obras de Homero y Hesodo.

La nocin sofocleana de destino es casi omnipresente, y es tratada como una

omnipotencia, con un pathos teiolgico. Por otro lado, el destino no es un dios o

semidios, ni algn otro agente divino, como la Furia quiz lo fue para Esquilo en su

adaptacin en tragedia del mito de Edipo, como sugiere Segal en su estudio Oedipus

Tyrannus: Tragic Heroism and the Limits of Knowledge(26).Para Sfocles, el destino no tiene en la narrativa una manifestacin concreta,

excepto como el desarrollo de eventos y acciones humanas que son intentos de escapar a

los vaticinios oraculares, sugiriendo que quiz la intencin del vaticinio es provocarlas.

Es por esto que el destino sofocleano puede ser visto como una idea regulativa que busca

explicar las conexiones y consecuencias. Los humanos juegan el papel de meras causas

eficientes. El destino no es un telos, sino la realizacin en desarrollo de un diseo-gua

quiz ocultamente regido por un principio-gua. Tambin debe reconocerse que

ocasionalmente es en s mismo una funcin que busca la preservacin del orden y la

pureza dentro de una justicia esencial inherente a la realidad humana en tanto que

realidad moral. Esta realidad no es otra que la de la polis en el pensamiento sofocleano,

pues siguiendo a Vernant: no sera posible para la tragedia reflejar una realidad en

manera alguna diferente de la polis (Myth and Tragedy, 31), mas aqu cabra acotar que

en todo caso se tratara de la polis como era vista por Sfocles: casi un mero teln de

fondo al drama del destino de esa familia singular. Con esto expuesto, se puede sin duda


23/66

23

establecer una conexin entre el destino como mxima nocin teiolgica, en su aspecto

de idea regulativa-explicativa de eventos significativos y sus consecuencias

cercanamente a la lgica destinal de Goux (188)y el bienestar, la pureza y la salud del

universo espiritual de la polis, usando la frase de Vernant (Origins, 49). Mas aun

teniendo todo esto en consideracin hay que tener presente la frase de Adorno: Lo que

antao tuvo el nombre mitolgico de destinono es menos mtico ahora desmitologizado y

figurado como lgica de las cosas: estafigura de singularizacin se marca en el

individuo con fuego (Teora Esttica, 113). En otras palabras, hay en el concepto

sofocleano de destino una relacin tirante y precisa entre un logos universal y un no-diossombro cuya principal prerrogativa es la libertad de lo humano. ElDasein-Edipoaparece

en relacin simtrica con ambas dimensiones como mezcla hbrida, contradictoria,

empeada en una dinmica de lucha y al mismo tiempo de adaptacin.

Una aclaracin ms debe ser hecha respecto al destino sofocleano para obtener

una comprensin satisfactoria de su teiologa: el destino se debe concebir como

inmanente al principio de realidad de la polis en tanto que nocin ontolgica a posteriori

pero, siendo algo postulado por una intuicin afectiva expresada en la imaginacin, es

decir, una intuicin espontnea y de creencia, el destino es al mismo tiempo

trascendente al principio de realidad de la polis. Dentro de este horizonte de intuicin y

realidad reificada, el destino como la oscura y terrible maravilla, es un agente y causa

divina inescrutable, cuya accin sobrepasa aun a la de los dioses. En este sentido es una

nocin puramente teiolgica, cuyo poder, afectivamente intuido, cae y se desenvuelve

sobre los eventos humanos y tiene una distancia a priori con respecto a la realidad

humana. Es por esto que las predicciones destinales siempre se cumplen, en palabras de


24/66

24

Knox: en el pensar de Sfocles encontramos la profeca incondicionada [omnipotente], a

diferencia de Esquilo y Eurpides, que presentan rdenes [destinales] que podran haber

sido obedecidas pero no lo fueron (Oedipus at Thebes, 206). Esto refuerza la nocin de

que, en la versin de Sfocles del mito, la profeca debe ser interpretada como una ley

que ninguno de los personajes puede escapar aunque su funcin es provocar la reaccin

natural del intento de desobedecer.

Otro aspecto a priori que constituye al destino se muestra concurrentemente en la

especificidad de la prediccin: el individuo como variacin de la estructura hereditaria

de la familia podra ser concebido como una repeticin y diferenciacin mnima dearquetipos intrafamiliares. Sin embargo, el destino se conforma de azares que parecen ser

la coincidencia necesaria del individuo y la situacin en la que ha nacido. La extraeza de

esta coincidencia es lo que salvaguarda, visto as, slo desde la perspectiva individualista,

la singularidad de qu y quin es y ha de ser el individuo; esto lo refleja en parte el

dictum de Herclito: el carcter de una persona es su destino (divinidad) (Fragments,

69). No obstante, desde una perspectiva teiolgica, la singularidad del individuo puede

rpidamente ser disuelta en el destino de la colectividad, como se sugiere en los reclamos

de Edipo contra Tebas en Edipo en Colono. Siguiendo esta direccin del destino como

ntimamente relacionado con la polis, se puede reconocer que Edipo, interpretado como

nico y singular Daseinsobre todos los casos de un Dasein universal y/o particularest

esencialmente unido a la polis, a la colectividad y a la familia. Esto correspondera al

hecho de que Edipo es tambin producto de los crmenes de la polis, Tebas, que fue

fundada en la destruccin impa de un dragn consagrado a Ares.


25/66

25

Ambas particiones del destino son parte de una visin de la teiologa sofocleana

que se intenta bosquejar en este estudio, pero tiene que quedar claro que se busca aqu

una interpretacin dentro de las demarcaciones del mito y no una con base en una

antropologa social, lo cual significara un abstraccionismo inaceptable. Por ejemplo, es

en este ltimo plano que Derrida cree encontrar la culpa de Edipo y que se lanza a

condenarlo:

Para reivindicarse, Edipo acusa, acusa sin acusar a nadie, acusa a algo en lugarde a alguien. Denuncia a la figura de la ciudad, Tebas. Fue Tebas quien, sinsaberlo, inconsciente Tebas, la ciudad inconsciente, el inconsciente en el coraznde la ciudad, lapolis, el inconscientepoltico fue Tebas quien, sin saberlo, tiene

la responsabilidad por el crimen (Derrida, Of Hospitality, 39).Derrida cree plausible encontrar la causa de la tragedia en el inconsciente de

Tebas pero cabe preguntarse si una ciudad, mtica o no, podra tener tal dimensin. Sera

sin duda demasiado aventurado suponer que las motivaciones inconscientes del mito

corresponden a las motivaciones inconscientes de la entidades creadas por el mito pues

del mismo modo podra suponerse la existencia de mecanismos de evasin dentro del

mito de sus verdaderas motivaciones, mecanismos que se encuentran necesariamente

fuera, como lo demuestra Girard en la explicacin de su teora del chivo expiatorio. En

otras palabras, en cuanto reflejo, el mito no contiene una autoevaluacin o direccin

producto de una imposible conciencia de s independiente del pensamiento del trgico por

ms que sea posible concebir instancias interpretativas con esa perspectiva.

Abundan los crmenes y aberraciones en la historia mtica de Tebas, incluyendo

una maldicin dirigida contra Layo, por haber violado a un infante (Segal, Tragic

Heroism, 25). Mas no es este crimen lo que procura la muerte de Layo, sino su aparente

desprecio hacia la prediccin que identificaba un peligro en el engendrar un hijo con


26/66

26

Yocasta. Los padres de Edipo son castigados con la muerte en el desenvolvimiento de la

profeca. Tienen pertinencia aqu las siguientes frases deElSer y el Tiempode Heidegger

para ayudar a examinar ms a fondo la singularidad del personaje Edipo y su

identificacin con la nocin de Dasein: El Destino es el acaecimiento de la comunidad.

El Destino no est compuesto de destinos individuales. El hado destinal de Da-sein

dentro de y con su generacin, constituye el acaecer pleno de Da-sein (Being and

Time, 352). El poder dramtico de Edipo radica en gran parte en el hecho de que en el

sitiode suDa-sein, toda la corrupcin de una generacin, e incluso de la polis, se hace

entelequia, y esta es la razn principal por la cual la clasificacin usual de este individuocomo humano es hecha nula: para el estatuto moral de la polis, Edipo es la encarnacin

de los males que fueron perpetrados antes de que comenzara su vida y estos constituyeron

el hado destinal de su esencia desde su nacimiento. Es menos un hombre y ms una

cristalizacin de todo lo que ha sido heredado de la polis (351) y de la familia, y es ah

[Da] (Contributions, 219), en elDa-sein de Edipo, que la purificacin y restauracin del

orden y la justicia se efectan, en nombre de la polis misma. De nuevo, es necesario

subrayar que las ideas de Heidegger en este punto se hacen corresponder sola y

nicamente al personaje mitolgico y su contexto y no seran comprensibles como

explicacin de un personaje real a la manera del prrafo de Derrida recin citado.

La siguiente temtica, es la bsqueda del significado y los efectos de la profeca

declarada por Loxias, el Apolo enigmtico: Ests destinado a copular con tu madre,

traers una progenie a la luz que ningn humano soporta ver matars a tu padre, aqul

que te dio vida (Oedipus the King, 205). La frase a la luz que ningn humano soporta

ver podra sugerir una veracidad fidedigna en la interpretacin de Heidegger sobre Edipo


27/66

27

Rey, en el sentido de que se sugiere que algo mayor que la humanidad mira sobre ella;

para Heidegger esto es el Ser, o ms bien Ser de seres (Introduction to Metaphysics,

113). Esta perspectiva es paralela a la teiologa de Sfocles con la diferencia de que lo

que est por encima de la humanidad no es el Ser, sino el Destino, en ocasiones de

manera autnoma (en la manera teiolgica) y en otras en relacin con las estructuras de la

polis (en la manera ontolgica). Sobre este punto, hemos de notar que el contenido de la

profeca puede ser comprendido literalmente al igual que la descripcin de la reaccin de

Edipo ante la profeca, como sugiere la narrativa de Sfocles mismo. Sin embargo, el

mensaje literal puede no ser, en s, el verdadero significado de la profeca y si seconsidera el dictum de Herclito de que Apolo ni indica claramente, ni oculta, sino que

da un signo (Fragments, 57), la literalidad debe ceder ante la interpretacin del mensaje.

Ya que este significado en s, que es enteramente trascendente, podra jams ser

conocido, puede ser til reflexionar sobre el significado de la emisin del mensaje mismo

pues si el destino ha de ser efectuado con la emisin de la prediccin o sin ella, o si el

significado de la prediccin es incognoscible en s, entonces debemos preguntar qu

significa que el dios presente el signo, segn la nocin de Herclito. El carcter

incompleto y posiblemente distorsionado de la emisin se hace ms evidente por el hecho

de que la profeca no hace mencin de la confrontacin de Edipo con la Esfinge, como si

este suceso, a pesar de la significacin que tiene en la vida de Edipo en tanto que vida

destinada, no fuera importante. Al final, luego de la cuestin respecto al significado

trascendente del contenido de la profeca debe permanecer abierta una pregunta, una

variacin extraa y vital de la famosa pregunta de Heidegger en Introduccin a la

Metafsicaque tambin es la pregunta de Leibniz, sobre por qu hay seres en lugar de


28/66

28

nada. Esa pregunta abierta surge de la ponderacin de la relacin entre pensamiento y

mundo y se refiere a la duda sobre la posibilidad de la existencia del mundo sin el

pensamiento, es decir, sin la aparicin de lo humano. Hegel dir que la respuesta de

Edipo representa una toma de posicin radical ante este problema como una afirmacin

de la primaca de lo humano frente a lo divino, lo cual refuerza nuestra interpretacin de

la lgica destinal en este caso: el mensaje del orculo anuncia la retribucin del orden

sagrado contra la afrenta que supone la respuesta dada por Edipo a la Esfinge.

Para comenzar la indagacin sobre el significado de la emisin del orculo, se

debe recordar que se emite tres veces. La primera emisin la recibe Layo, de acuerdo conel discurso de Yocasta enEdipo Rey: Un orculo lleg a Layo un da (no directamente

de Apolo, pero s de sus sacerdotes) y declaraba que el Hado lo destruira a manos de su

hijo, nuestro hijo, que sera nacido de nuestra carne y nuestra sangre (201). Notemos que

este primer mensaje es ms limitado que el que despus se entrega a Edipo, ya que no

predice el incesto. Debe haber una diferencia esencial en el significado de las dos

emisiones de la profeca, as como tambin hay significado en su haber sido emitidas de

facto. Un comentario de Hlderlin sobre Edipo Rey ser utilizado para iluminar el

significado de la primera emisin: La profeca se da en un tiempo inmvil, con el dios y

el humano expresndose a s mismos en la forma todo-olvidante de la infidelidad pues la

infidelidad divina exige que el dios voltee como un traidor, de una manera santa,

naturalmente en esos momentos el humano se olvida de s mismo porque existe

enteramente para el momento, y el dios se olvida a s mismo porque no es otra cosa que

tiempo (Essays, 108). Es decir, el humano se traiciona a s mismo al vivir slo para el

momento, olvidando su necesaria preparacin del futuro, mientras que el dios se traiciona


29/66

29

a s mismo porque al emitir la profeca tiene que entrar al orden mundano, es decir,

convertirse en tiempo. La profeca encuentra significado similar en el contexto de las

distinciones hechas por Heidegger en el Tiempo en su relacin con el Ser, es decir, en

la temporalidad del ser [Temporalitt des Seins] (Being and Time, 17) y la

temporalidad [Zeitlichkeit] que es el significado del ser de aqul que nombramos Da-

sein (15). Esta ltima temporalidad, dicho de otra manera, es lo que Dasein es.

Considerando ahora el comentario de Hlderlin sobre Edipo Rey, el tiempo que es

inicialmente puesto en relacin con el Ser puede ser adaptado, para la interpretacin de

Sfocles, en un Tiempo que se relaciona esencialmente con el Destino. El significadodel pronunciamiento de Hlderlin comienza a adquirir forma en los trminos de

Heidegger: si el dios Apolo, al emitir la profeca se voltea como un traidor, entonces

deja ver su traicin al hombre, su testigo y fundamento, al ocultarse bajo el signo de la

profeca. Ms an, se olvida de que no es otra cosa que tiempo en el sentido de que,

como dios, est envuelto en la jurisdiccin del Tiempo que se deriva analgicamente

del Destino, o mejor, es parte del Destino mismo. Hlderlin sugiere que esta infidelidad

divina es necesaria como parte de la funcin oracular de los dioses. De esta manera,

junto a todas las otras contradicciones que ha presentado Edipo Rey, podemos ahora

sugerir que el dios, al traicionar su esencia divina como participante del Tiempo, cumple

con su obligacin con el destino mismo. Subrayemos que en el ncleo de la esencia

positiva del dios hay una negatividad inherente que involucra tambin dar el paso al

afuera del Tiempo del Destino hacia el adentro de la temporalidad [Zeitlichkeit] del

Dasein humano (Heidegger,Fundamental Concepts, 8). ste es, muy especficamente,

Layo el hombre, en el contexto de recibir la primera emisin de la profeca. Igualmente,


30/66

30

sin embargo, esta infidelidad divina puede ser entendida como una agresin dirigida

contra la humanidad misma mas esto no debe sorprendernos, ya que hay una diferencia

entre dioses y humanos que contiene el germen de enemistad y guerra. Este conflicto fue

percibido en el destino mismo por Parmnides, que habla de una , o

destino malvado, de acuerdo conla traduccin de Heidegger (Parmenides, 73).

A la luz del comentario de Hlderlin, comienza a esclarecerse la relacin de

Edipo con la profeca en su segunda emisin. Se debe considerar que el comentario de

Hlderlin se enfoca en Edipo y no concierne a la primera emisin de la profeca dicha a

Layo y, consecuentemente, Hlderlin excluye a Layo de este aspecto de su meditacin.Entonces, si es Edipo el que, en palabras de Hlderlin, se olvida a s mismo porque

existe enteramente para el momento (Essays, 108), esto debe ser interpretado como el

momento en el cual la verdad es develada a Edipo en tanto que Dasein, un filsofo en el

sentido ms primordial del trmino, aqul que respeta lo sagrado de la sabidura del signo

de la profeca pero tambin alguien que pretende saber desde fuera del sistema sagrado

del saber inicitico. A este exceso se refiere Hlderlin cuando dice que el rey Edipo

tiene un ojo de ms.Si en esta segunda emisin el tema del incesto ha sido agregado

esto es porque la culpa familiar ha aumentado a partir del primer intento de escapar a la

fatalidad mediante el salvamento del nio Edipo y al mismo tiempo se ha incorporado a

la figura de Edipo, en la forma de construccin de un individuo y un saber independientes

del orden sagrado. Sfocles mismo sugiere esto describiendo la escena centrndose en el

escuchar de la profeca y en la huida que le sigue, lo cual indica que Edipo reconoce y

comprende de manera casi inmediata que lo que ha sido revelado es un itinerario efectivo

de su destino, una instancia de la revelacin en tanto que altheia. Sin embargo, hay un


31/66

31

olvido imperdonable en trminos de teiologa: lo que Edipo olvida, siguiendo la

observacin de Hlderlin, es el carcter de desafo de su vida previa al conocimiento de

su destino tal como fue expresado por el dios en esta segunda emisin. No es

exactamente que olvide las transgresiones de Layo y Yocasta dado que no tiene

conocimiento de ellas pero s debera sospechar que la deuda de su familia para con el

dios ha aumentado en trminos que permanecen ocultos para l y que dichos trminos no

pueden ser otros que los de nuevas transgresiones que ofenden al dios para ampliar el

castigo hacindolo que se traicione a s mismo de manera mucho ms grave. Hlderlin

parece apuntar en esta direccin cuando dice, continuando el fragmento ya citado, que esEdipo mismo el que olvida por qu est inmerso en un momento de reversin categrica

que debe seguir, y por lo tanto lo subsiguiente ya no puede parecerse al comienzo

(Essays, 108). Es la intuicin de Hlderlin que Edipo debe seguir su destino,

mantenindose con aquello que es lo ms propio de la verdad, como escribe Heidegger

(Contributions, 257).

La tercera emisin del orculo es la respuesta sobre los males que aquejan a Tebas

al inicio de la tragedia. La noticia de esta emisin fue trada a Tebas por Cren: Hablar

entonces, lo que del dios he odo. Nos impone Febo riguroso mandamiento de que

arrojemos de esta ciudad una mcula que la infesta. Que no dejemos que medre, porque

terminar por ser incurable una sangre vertida es la fuente de todos estos males (de la

traduccin de Garibay Kino). Aqu, la pregunta debe ser replanteada sobre la

especificidad de Edipo en tanto que Dasein, como distinto y opuesto a la humanidad en

general, y su relacin a la verdad en tanto que altheia, usando el mismo cuestionarse de

Heidegger: cmo es finalmente la superacin del hombre hacia el otro que cree que l


32/66

32

mismo es, y que sin embargo no es en realidad, aquello que se le niega y se le oculta,

aquello de lo cual queda para l slo un brillo (Da-sein)? (Contributions, 257). La

respuesta es que despus de su experiencia de la verdad en tanto que altheia, de su ms

propio destino, Edipo busca vivir sin evadir su destino despus de haber interpretado

correctamente la profeca como aquello que es inevitable adems de terrible. As como

Herclito aconseja que se interpreten los signos de Apolo, igualmente el lector debe tratar

de interpretar los detalles silenciosos presentados por Sfocles, ya que la tragedia misma

es, en este sentido, oracular. Edipo reconoce y entiende el carcter doble de la profeca

como algo que ha de ocurrir y tambin como un imperativo a ser obedecido. Las tresemisiones le son ahora conocidas y, resumida cada una, son: 1) Edipo matar a su padre,

2) Edipo cometer incesto, 3) Edipo debe ser desterrado. El Destino, el acaecer

primordial del Da-sein, se encuentra en la decisin mediante la cual se entrega a s

misma, heredada a s misma, lista para la muerte, en una posibilidad que se le impone y

que sin embargo tambin escoge (Being and Time, 351). Esta frase tiene relevancia para

comprender el carcter libre de Edipo mismo en cuanto filsofo que entiende la armazn

del sistema proftico y su reconciliacin final con su propia libertad.

En tal caso, si Edipo acepta la verdad de su destino, puede ser planteada la

pregunta sobre por qu procede como si fuera posible evadir su destino. En su huida del

orculo, en su decisin de no regresar a Corinto, no es que huye de la verdad? Se

entender aqu que su huida es aparente, que es el seguir con su vida ya sabiendo que el

Destino lo aprisiona. Edipo de todas formas se impulsa con absoluta vitalidad, como

rindiendo culto a la vida misma, tal como cuando el animal al ser cazado, ya dentro del

rango del depredador y sin esperanza alguna, contina corriendo, esto es lo que la vida es


33/66

33

y hace aun ante la certeza de la injusticia de su temporalidad finita, la presencia de la

muerte, el Amo absoluto, como escribi Hegel (Phenomenology, 117). A diferencia de

Layo y Yocasta, Antgona y Hemn, Edipo, a pesar de ser el objeto del desenvolvimiento

trgico del Destino, est destinado a vivir, no a morir. A partir de su comprensin de la

verdad revelada por Apolo, Edipo escoge vivir, y acepta ante s todo lo que le est

destinado pues el Destino de Edipo es su esencia y en tanto que Dasein es tambin la

verdad de su temporalidad. El Destino como esencia resuena al final de la obra de

Sfocles, cuando Edipo expresa su ms propia singularidad, su verdad trascendente

adoptada por l desde la proclama de la profeca, donde comienza su vida de nuevo, lavida destinal, a la cual permanece secretamente fiel. Para proceder de esta manera, sin

embargo, Edipo debe usando palabras de Heidegger tener en sus manos la altheia,

como aquello que se recibe, y que es simultneamente olvidado se obtiene slo en lo

ms propio de la verdad, sin lo cual en todo lo verdadero permanece una traicin

(Contributions, 257). Este es el otro sentido en el cual, el olvido de que habla Hlderlin,

para seguir al Destino, se conjuga en una verdad que se pueda vivir destinalmente:

aceptar el destino pero no vivirlo como instante anunciado, nunca pretender vivir

forzando a la propia verdad a mostrarse sino esperar a que el mundo-vida la revele. Edipo

vive este olvido en tanto que Dasein, el mismo que, recurriendo a las palabras de

Heidegger, es un crecimiento que olvida altheiaun ocultarse que se ilumina y se

fundamenta como Da-sein (Contributions, 209).

En otro texto, Heidegger escribe sobre la nebulosidad de la esencia sin signo que

es lethe (Parmenides, 84), un ocultamiento de altheia, y de la unin compleja entre

ambas esencias: si altheiaposee una esencia en auto-conflicto, que aparece tambin en


34/66

34

las oposiciones entre olvido y distorsin, entonces en lapolis, como el hogar esencial del

hombre, deben dominar las ms extremas contra-esencias (91). Heidegger expresa su

creencia de que la tragedia griega expone lo temible, lo horrible, lo atroz de la polis

griega (91) y que las contra-esencias y los contra-seres precipitan la cada del hombre

de su hogar histrico-esencial, hacindolo apolis, sin hogar, como lo nombra Sfocles

(91) enAntgona. Estamos de acuerdo con estas declaraciones si se transfieren al mbito

de Edipo, mas se debe agregar que al abrazar el Destino mediante el olvido ( lethe), Edipo

en todo momento se somete tambin a la voluntad colectiva de la polis convertida en

ritual de sacrificio en el marco establecido por Girard. Por gracia del olvido ( lethe) y fiela la verdad (altheia), Edipo procede a asesinar a su padre, enfrentar la Esfinge, ocupar el

trono de Tebas, casarse con su madre, procrear, investigar, cegarse, desterrarse y as,

finalmente, cumplir su abismal Destino.

Si despus de cegarse lo que obedientemente exhibeEdipo queda literalmente

desterrado y sin hogar, Sfocles aun lo concibe como bajo el escrutinio y mirada de la

polis, como se dir en Edipo en Colono. Incluso al final de Edipo Rey, Edipo mismo

declara: he sido salvado de la muerte he sido salvado para algo de una terrible

grandeza, algo extrao. Que venga mi Destino y me lleve en su camino! (246). Como la

marca de Can, es el destino y la comprensin que Edipo tiene de l, lo que lo gua y lo

protege. Las propias frmulas de Heidegger sobre la nocin de comprender se aplican a

la situacin de Edipo en tanto que Dasein: la comprensin es el desocultamiento

completo del Da-sein como ser en el mundo (Being and Time, 137). Si Edipo hubiese

tenido una insuficiente comprensin de su destino quiz no podra haber salvado su vida,


35/66

35

dada la dinmica de la exigencia de castigo por el destino y las necesidades inherentes de

la polis de encontrar chivos expiatorios (Girard,La Ruta Antigua, 50).

La idea de que Edipo tiene una comprensin de su vida y destino tiene otras

consecuencias respecto a nuestro juicio sobre su carcter. Presentar a Edipo Rey como

una tragedia que explota tanto lo que se oculta como lo que se hace visible, de la

manera que lo hace Segal (Spectator and Listener, 207), es unirse a una larga tradicin de

interpretacin que comprende a Edipo como ciego, sin comprensin e ignorante,

adquiriendo una habilidad para ver y tener conocimiento solamente despus de haberse

cegado. La suposicin sobre su ignorancia anterior sobre el sentido del mundo y deldestino, es compartida modernamente por Heidegger, Goux, Lacan y Girard, y se

remonta a la interpretacin en la Potica de Aristteles, que, refirindose a esta

ignorancia, ejemplifica su concepto de reconocimiento como un cambio de la ignorancia

al conocimiento (Poetics, 20). Aristteles escribe: el reconocimiento logra la ms alta

belleza cuando surge simultneamente de la reversin, tal como ocurre el reconocimiento

en el Edipo (20). Hegel tambin acepta la suposicin de la ignorancia como el agente

causal que precipita los acontecimientos centrales de Edipo Rey: la solucin

proporcionada por Edipo que muestra poseer conocimiento est conectada con una

terrible ignorancia del carcter de sus propios actos estas abominaciones son

consecuencia de la ignorancia (Philosophy of History, 220-221). Se resalta la ignorancia

como artificio dramtico junto con la ignorancia como pecado a ser castigado, de tal

modo que se sugiere una interpretacin en trminos del ser individual impotente e

ignorante ante el destino, es decir como afirmacin de la imposibilidad material de toda

agencia individual en el plano de la onto-teologa, entendiendo este trmino no en el


36/66


37/66

37

ltimo destierro, antes del destierro final que es la muerte, su expulsin de Tebas,

cuestionada por Cren como el castigo ms apropiado y tambin por el coro, complet

una serie de separaciones del hogar y de la polis que repetidamente lo designan como

indigno en el contexto csmico. Edipo no debera ser. Su existencia es un exceso por

definicin destinal, tan inexplicble como la existencia del pensamiento mismo. Quiz por

eso, al descubrir por el orculo su ser escondido, que ha sido interpretado aqu

relativamente en contra de una entera fidelidad heideggeriana como Dasein, Edipo

debe haber captado slo de reojo la escritura dlfica concete a ti mismo, sin arrogarse

este lema como derecho, convencido ya por toda una vida de sufrimiento de que elDestino se lo prohiba y conservando tan slo el conocimiento recin revelado por la

profeca, quiz incluso deseando no saber ms. Como hemos sugerido, para continuar su

vida de una manera fiel al destino, Edipo se puso bajo la proteccin de la esencia de

lethe, el olvido. La mxima dlfica, debe haber permanecido con l, s, pero puesta entre

parntesis, o dicho sin psicologismo, debe haber permanecido como una verdad

pospuesta hasta el momento final del ltimo doblez de la altheia.

Ahora se puede entender el significado del auto-cegarse: Edipo parti de Delfos

en busca de su destino, no tratando de evadirlo, y debe haberse preguntado, aos despus,

en el momento descrito al principio de Edipo Rey, si haba llegado la hora. Este tema

debe replantear el estatus del dios Apolo en relacin con la automutilacin, especialmente

porque en la obra de Sfocles, cuando se le pregunta a Edipo qu es lo que caus que se

cegara, responde: Apolo, amigos, Apolo (241). Apolo se encuentra en una relacin con

Edipo, en la segunda emisin de la profeca, muy diferente a la relacin en la que se

encontraba con Layo. As como Nicole Loraux declara que Aquiles no tiene ningn


38/66

38

sentido sin Apolo (Experiences, 133), puede decirse que Edipo tambin est inmerso en

una relacin de profunda enemistad con Apolo, y que Apolo es el agresor. Usando la

nocin de Vernant de que los dioses griegos son poderes, no personas (Myth and

Society, 108), hemos de aceptar que Apolo, se manifiesta bajo la figura momentnea de

un poder del destino pesando sobre esta vida. Segal tambin ha notado la presencia

magnificada de Apolo bajo esta luz: este agente misterioso que Edipo llama Apolo y

que la interpretacin moderna llama destino (Tragic Heroism, 61). Es en este

antagonismo con el dios que el significado de la automutilacin de Edipo se pone de

relieve: habiendo confirmado pblicamente el incesto y el parricidio, Edipo declara,como una decisin repentina Oh, luz ahora djame verte por ltima vez! (Oedipus

the King, 232). La luz es la jurisdiccin del dios y, al punzarse los ojos, Edipo considera

que su deber y obediencia a la comprensin del destino han sido satisfechos y cumplidos,

y al mismo tiempo, se libera finalmente de la presencia opresiva de Apolo. El cegarse a s

mismo, algo que no est anunciado ni ordenado en ninguna de las emisiones de la

profeca, es un acto de sumisin total ante Apolo pues es tambin un destierro de la vida

falsa que l haba usurpado bajo la proteccin de la esencia de lethepero adems, y esto

quiz pase desapercibido al lector contemporneo, para los griegos la vista emita rayos y

ver era compartir un poder cedido por Apolo que Edipo regresaba. Si Apolo es el destino,

Edipo haba tenido hasta aqu una indebida participacin al contrario de la interpretacin

comn de que es un objeto inerte. Recordemos a propsito la conjugacin hecha, bajo la

influencia de Hlderlin, entre Destino y Tiempo, para ayudarnos a comprender la frase de

Sfocles: El Tiempo, que todo lo ve, te ha sacado a la luz. Esta luz parece ser tanto la

luz platnica de la verdad como brillo que permite ver lo visible, como lo explica


39/66

39

Heidegger (Pathmarks, 175), como tambin la capacidad de ver los cuerpos radicalmente

opacos que se mantienen, por as decirlo, fuera del dominio de una iluminacin que no

logra hacerlos visibles. Edipo escoge ahora cubrirse en lo que cree ser su propia verdad,

ciego en la oscuridad (137), y se permite el aspirar a vivir con apego a la mxima

dlfica, hasta entonces una posibilidad diferida pues, como escribe Goux: el precepto

dlfico designa un uno-mismo oculto e invisible, en lugar de un aparente yo-mismo

(Oedipus Philosopher, 133). Es este meramente aparente yo-mismo el que Edipo

abandona, para comenzar su propio momento de ek-sistencia, enraizada en la verdad en

tanto que libertad (Heidegger, Pathmarks, 145), encontrndose uns-mismoah [Da] atravs del cual unyo-ser [Selbstsein] se fundamenta (Heidegger, Contributions, 263). El

acto de cegarse, basado en la libertad del verdadero yo-ser, es tambin un acto de

solidaridad con su padre muerto, su madre, su familia, y sus terribles destinos. Habiendo

completado su destino, Dasein-Edipo llega a su final esencial. Los acontecimientos

descritos en Edipo en Colono parecen corresponder a un fantasma, una preocupacin

obsesiva que des-aparecera.

Edipo siente la obligacin de mostrarse destruido ante la gente, y esto mueve a

Heidegger a escribir: y entonces, ya ciego, grita que todas las puertas se abran para que

se revele a su gente el hombre que es (Introduction to Metaphysics, 112). Este aceptar

inmediato y pblico de la culpa no debera sorprendernos, segn Girard, pues refuerza su

creencia de que Edipo es el chivo expiatorio perfecto (La Ruta Antigua, 50). Heidegger

interpreta el acto de Edipo dentro del contexto de su nocin de Dasein griego: en

Edipo debemos tomar la forma del Dasein griego en el cual la pasin fundamental del

Dasein entra en lo ms salvaje y lo ms extremo: la pasin por develar el Ser


40/66

40

(Introduction to Metaphysics, 112). Este comentario apoya, sin tener la intencin de

hacerlo, la suposicin respecto al conocimiento abierto pero silenciado de la verdad,

sugerida e implcita en la obra y en el mito: en la instancia del pastor, que recibe al

infante de las manos de Yocasta, y declara en Edipo Rey, dijeron que era su hijo (231);

en los rumores que corran por Corinto relativos al origen del infante; y en Tebas, sobre

las coincidencias alrededor del matrimonio de Yocasta y Edipo; en los halagos irnicos y

hasta burlescos del coro que fingen conjeturar sobre su verdadero padre, nombrando a

Pan, Apolo, Hermes y Dionisos como posibles padres (224), precisamente momentos

antes de que se escuchara la verdad sobre su nacimiento y en el momento justo en que esinsinuada por Sfocles la posibilidad de que Yocasta misma sospechara la verdad desde

siempre. Estas consideraciones hipotticas no hubieran podido ser tema de discusin

abierta, pues hubieran causado gran dao a los fundamentos morales de la polis, pero su

insinuacin confirma la validez de la categorizacin hecha por Girard sobre el chivo

expiatorio perfecto y tambin refuerzan la perspectiva de Goux, complementarias

interpretaciones del mito en tres diferentes niveles: el social-ontolgico, el teiolgico y el

filosfico.

Pasando ahora al significado de la respuesta al acertijo de la Esfinge, recordemos

primero que el Ser para Heidegger est vinculado ya no con el pensamiento sino con el

tiempo (Contributions to Philosophy, 128). Esto nos lleva a una demarcacin crtica: no

est vinculado con el logos tampoco (133), es decir, Tiempo y Ser son externos, en la

abstraccin heideggeriana, a la constelacin del logos. Se puede inferir entonces, que la

temporalidad [Zeitlichkeit] y el ser pueden ser considerados presuposiciones centrales

en la representacin mitolgica del acertijo de la Esfinge, la que se opone al Dasein-


41/66

41

Edipo y es dejada abierta a ser interpretada en su propio contexto de temporalidad

[Zeitlichkeit]. La solucin del acertijo que ofrece Edipo es una de las claves para la

comprensin de su significado, tanto en el mito como en la tragedia de Sfocles. El

acertijo pregunta: Cul es la cosa que por la maana camina en cuatro pies, al medioda

en dos pies, y al atardecer en tres? Esta podra ser interpretada como la pregunta sobre un

ser cuyo fundamento cambia y se abre la pregunta sobre la naturaleza de ese fundamento.

Podemos discernir tres niveles de anlisis en el acertijo y su solucin:

En el primer nivel, hay dos series: una serie de eventos en el tiempo {maana,

medioda, atardecer} y una serie de noemata propios del logos {cuatro, dos, tres} quepueden ser conectados en trminos temporales con la introduccin de una tercera serie

implcita en la respuesta de Edipo, hombre, la cual sera {infancia, adultez, vejez}. La

tercera serie implica tanto a la existencia temporalizada del Dasein como una irrupcin en

el Ser, y tambin a su pensamiento como conocedor del logos, una caracterstica nica

que constituye su singularidad ontolgica en el mundo. El pensamiento del Dasein puede

sintetizar ser, tiempo, nmeros, e incluso puede postularse a s mismo como el creador y

nico poseedor del significado. Estas nociones corresponden con la interpretacin de

Hegel de la respuesta de Edipo: La solucin del acertijo de la Esfinge ciertamente es

esto: que el Ser Interno la Esenciade la Naturaleza es el Pensamiento (Philosophy of

History, 220-221). Esta es la entelequizacin del filosofar del Dasein-Edipo, ya

mencionado al principio de este estudio, una idea que fue adoptada por Goux, quien

declara: la persona mtica de Edipo tipifica al filsofo con una profundidad inigualable

(Oedipus Philosopher, 112) en el momento de adoptar una solucin precisa de un

problema fundamental.


42/66

42

En el segundo nivel, en varios momentos de Edipo Filsofo, Goux, en su anlisis,

intenta hacer precisiones respecto al mito en tanto mito: parece ser un mito de iniciacin

fallida (71), una ofensa particularmente grave en el caso de un futuro rey. Goux tambin

destaca el uso irreverente e incluso altanero de la facultad propia de Apolo, el intelecto

puro (97). Al final deEdipo Filsofo, Goux hace un llamado a la filosofa a reconsiderar

sus concepciones de lo sagrado (201-207) pero en un momento previo tambin haba

subrayado la posible superioridad del pensamiento inicitico sobre el sentido comn en el

mbito de lo mtico: aunque las diferentes versiones del mito coinciden en que la Esfinge

se suicida porque es derrotada, no se encuentra una explicacin suficiente. Goux es elprimero en ver esto como un misterio y llega a sugerir que la Esfinge se suicid porque la

respuesta, aunque efectiva en su propsito, no era vlida ni apropiada en trminos del

conocimiento mntico (71-75). Esto nos lleva a la pregunta sobre qu tipo de respuesta

inicitica sera apropiada para resolver el acertijo. A continuacin, se intentar una

interpretacin simple del acertijo de la Esfinge de acuerdo con la numerologa pitagrica,

con la intencin de mostrar los trminos en que una respuesta del saber hermtico podra

quiz expresarse. Este modo de respuesta tiene que haber sido conocido por Edipo aos

despus del enfrentamiento, una vez en el trono.

Badiou relaciona la matemtica pitagrica con el enigma de la Esfinge, dentro del

marco de su explicacin del desarrollo del pensamiento en general sobre la base del

desarrollo del conocimiento matemtico:

La matemtica pitagrica afirma que lo numerable est hecho de enteros o de lasrelaciones de enteros. Hay ah una prescripcin en cuanto a lo posible Que nohaya nmeros sino los enteros y sus relaciones he aqu lo que no es, ustedesconvendrn en ello, un resultado intramatemtico. Ms bien, si todo el campo dela matemtica pitagrica est prescripto por esta decisin latente, que no esjustamente una decisin, sino el movimiento real ignorado por el cual vienen a


43/66

43

existir problemas matemticos, problemas de nmeros enteros o racionales(Badiou, 225)

No se puede pasar por alto este uso del trmino intramatemtico, el cual alude al

problema de los llamados nmeros irracionales y su ocultamiento por los pitagricos.

Badiou se refiere entonces a las restricciones en el conocimiento matemtico que

limitaban la extensin admitida de los nmeros reales con exclusin de los irracionales

pero hay que aclarar que para los pitagricos estaba clara otra distincin de verdadera

relevancia en cuanto al acertijo de la Esfinge: para los pitagricos estaba definida la

distincin entre el nmero como signo, dentro del sistema del saber matemtico, y la delnmero como smbolo, dentro del sistema del saber hermtico. Aqu se manejan los

nmeros de manera que alguna de sus propiedades aritmticas son aceptadas pero las

elaboraciones que surgen se refieren al mundo simblico y no al mundo matemtico o al

mundo fsico, como sera el caso de las paradojas de Zenn, por ejemplo.

En el contexto de la numerologa pitagrica hermtica, lo que ms importa es la

seriacin de los nmeros, su orden y su suma: {cuatro, dos, tres, nueve}. El significado

de la seriacin de estos nmeros recibe su sentido de los significados inherentes a estos

nmeros individuales, de acuerdo con elPythagorean Sourcebookde Guthrie:

Cuatro: Cambio, Justicia, Herakles, la Llave de la Naturaleza (323).

Dos: Lo desigual, lo Indefinido, lo informe, crecimiento, nacimiento, apariencia,

angustia, deficiencia, razn (logos), proporcin (analoga), distancia, impulso,

exceso, sufrimiento, atrevimiento, obstinacin (322).


44/66

44

Tres: Proporcin (analoga), armona, matrimonio, conocimiento (gnosis), paz,

buen consejo, piedad, el medio entre dos extremos, el todo, perfeccin, amistad,

propsito (322).

Nueve(la suma de los anteriores): Hermano de Zeus, Helios, ausencia de lucha, el

que trabaja de lejos, Hera, Hefesto, horizonte, pasaje o cruce, Prometeo,

perfeccin, Hiperin, unidad de la mente (324).

De entre las mltiples interpretaciones que estas asociaciones pueden rendir, nos

enfocaremos slo en una que se articula con el tema del pensamiento en las edades del

humano: durante la niez (cuatro), el pensamiento es ingenuo e inocente; durante laadultez (dos), surge la hubrisdel conocimiento, respaldado en un pensamiento analtico

con frecuencia esquemtico y rgido; en la vejez (tres), se obtiene una sabidura que va

ms all de cualquier conocimiento simplista, y finalmente (nueve) el ms profundo

conocimiento perteneciente a Zeus, que puede ver sin necesidad de luz, tal como sugiere

Herclito al decir Zeus es da y noche (Fragments, 45), o, en otra versin, ms

matizada, el nombre deZeus admite y no admite proclamarse como nica sabidura.

Como puede verse, toda la interpretacin se basa en una aceptacin del pensamiento en

su carcter de fundamento y su evolucin a travs de las edades del hombre. En

conclusin, en este marco, la respuesta de Edipo debera haber sido Zeus, que engloba

a los dems conceptos. Como se declar anteriormente, nuestra intencin es presentar un

ejemplo simple de lo que una interpretacin como sta puede iluminar tomando en

consideracin la perspectiva de Goux sobre el suicidio de la Esfinge en tanto que rechazo

de la respuesta de Edipo.


45/66

45

El tercer nivel de interpretacin es sugerido por el hecho de que Sfocles subraya

que los pies de Edipo haban sido perforados por un garfio al nacer, relevante en el marco

de la tragedia pues, por un lado, provoca la inflamacin que le da nombre y por otro, se

reafirma el peso del problema de su fundamento como ser. Sus propios padres lo hirieron

de una manera que definira su vida y su pensar. Como consecuencia, Edipo utiliza un

bculo, es decir, camina en tres pies vejezmientras que es apenas un joven adulto.

Aunque es un joven ya sabio, el caminar apoyado en el bculo contradice su propia

respuesta analgica de una manera que debi ser angustiosamente obvia para l mientras

estaba bajo la amenaza mortal del monstruo. Slo su comprensin del Destino le dio laentereza para enfrentar el conflicto. Aqu, para ambos combatientes, la pregunta debe

haber explotado: Debe ser considerado Edipo un ser diferente a un humano en trminos

del acertijo? Cmo poda retener la certidumbre de su esencia encubierta si estaba

inmersa en la contradiccin? El concepto de xtasis en Heidegger como sntesis de la

temporalidad, pone la condicin para responder a esta pregunta central. xtasis es el

salir fuera de s mismo (Being and Time, 302) de la temporalidad hay tres xtasis:

futuro, presente, pasado. La temporalidad no es, antes que esto, un ser que primero

emerge de s mismo; su esencia es temporalizar la unidad de las xtasis (351). La

condicin de xtasis garantiza una permanente apertura de altheia (125) y de logos, en

consecuencia, y para Edipo esto significa un des-encubrimiento de su esencia como

pensador y como Dasein. El Momento de visin debe ser comprendido como xtasis.

Significa entonces, una pasin comprometida del Da-sein con el encuentro de las

posibilidades y circunstancias (311), pero Edipo supo que el xtasis en ocasiones ofrece

una pregunta en lugar de una respuesta. Herclito considera al logos como a lgo oculto,


46/66

46

idiosincrsico y paradjico (Grawowsky) y el xtasis de Edipo le permite una

comprensin de este aspecto del logos.

En cuanto el enigma que planteaba supona la exigencia de una interpretacin

exacta que no admita excepciones, la Esfinge careca de una comprensin filosfica del

logos, y entonces no pudo resolver el enigma del Dasein cuya temporalidad

[Zeitlichkeit] le permite la posibilidad de estar simultneamente adentro y afuera de su

propia esencia, es decir, como una ek-sistencia (Being and Time, 125) desde la cual lo

humano puede ser visto como diferente al Dasein-Edipo. Otros que quiz fcilmente

hubiesen podido usar algn equivalente de hombre para contestar haban ya tratado deresolver el acertijo pero fracasaron en superar esta contradiccin y murieron. Edipo, el

primer filsofo, comprende, con Herclito, que el logos gusta de esconderse

(Grawowsky) y esto le permite contestar de una manera incomprensible para la Esfinge,

pues es obvio que se ve a s mismo contradicho por la presencia del bculo, y de la

misma manera, el monstruo ve que Edipo en particular no poda responder como lo hizo

y reclamar coherencia y legitimidad. La respuesta es por tanto inaceptable tambin en

trminos prcticos. Es este el nico caso en la mitologa griega en que un dios es

superado de manera tan definitiva por un mortal.

Debe ser sealado ahora que la nocin de Gadamer de Dasein como conocimiento

resulta insuficiente en el contexto de este estudio: Los griegos tienen una expresin bella

para la correlacin intrnseca entre la buena constitucin del alma y el conocimiento del

Dasein de s mismo. Esto tiene el nombre de sofrosyne, aquello que preserva la frnesis,

y que hace de la existencia el conocer; con estos fundamentos el Dasein puede aspirar al

auto-gobierno (Dialogue and Dialectic, 88-89). Como hemos visto, ese conocimiento no


47/66

47

garantiza nada para Edipo. El tipo de conocimiento que el Dasein tiene de s mismo

permanece problemtico: sofrosyne como auto-control o templanza es un aspecto

parcial de la constelacin. Herclito va ms lejos cuando declara: Uno nunca descubrira

los lmites del alma, es tan profunda la medida que posee (Fragments, 33). Edipo

comprendi el carcter ilimitado del Dasein como esencial, una dimensin-temporalidad

que garantiza la ek-sistencia como posible, poniendo as el fundamento para una

respuesta contraintuitiva cuya solucin estaba al mismo tiempo fuera del alcance de la

Esfinge y adems careca de significado en trminos de las convenciones del antiguo

conocimiento hermtico.Edipo tuvo muchos aos desde su ascenso al trono, para reflexionar sobre su

respuesta a la Esfinge y para ponderar y hasta desechar la explicacin pretendidamente

superior que vendra de la sabidura hermtica. Al final del da, sin embargo, Edipo

permanece impotente testigo de la extrema y cruel degradacin y destruccin de su

familia pero no ha evitado obedecer plenamente los imperativos del Destino, lo que lleva

a Sfocles a proyectar una revalorizacin de su figura en Edipo en Colono, anunciado

desde la frase he sido salvado para algo de una terrible grandeza. Quiz esto nos

parezca una pobre recompensa, pero no lo era para Sfocles en el contexto de su esfuerzo

monumental de reconfigurar la soberana teiolgica. Al cegarse, Edipo haba credo que

escapaba hacia una nueva libertad, y quiz a una mayor sabidura, mas seguramente cay

en la tortura de sus recuerdos inescapables, en su facticidad que lo compela a revivir una

y otra vez, idnticamente y sin fin, su Destino. Apolo, quien tiene la palabra ms alta,

segn Marcel Detienne, ha logrado confina

Benítez - Dasein Edipo

Documents

Transcript of Benítez - Dasein Edipo