Belfast, Irlanda del Norte

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98 Zacatecas Recorrido por la ciudad de los museos. 101 Albi La ciudad francesa donde nación Lau- trec ofrece unos días encantadores. Belfast de vuelta 05.11 irlanda del E l corazón de la ciudad es la plaza de Donegall. Cada me- diodía y hasta que cae la no- che llegan aquí las propuestas más inesperadas: jóvenes que portan atuendos únicos, tra- tando de hacer entender que hoy día la ciudad es también moderna, capaz de proponer al mundo algo más que problemas bélicos. Junto a estas reuniones cotidianas, pacíficas y muy originales, a un lado del enorme edificio del ayuntamiento, rueda sin cesar una versión más discreta del London Eye: se trata del Belfast Big Wheel, que no cuenta con la misma altura de su prima londinense, pero sí la suficiente para ver gran parte de la ciudad: los edificios antiguos y el río Lagan confluyen con las últimas propuestas arquitectónicas y urbanís- ticas. También funciona para conocer las maneja- bles dimensiones de la ciudad, siempre rodeada, y casi a la mano, de la campiña irlandesa. Después de años de revueltas políticas, Belfast renace. La paz que reina en la ciudad invita al mundo a conocer esta urbe que está de vuelta. TexTo y foTos: Carlos sánChez Pereyra La plaza de Donegall, punto de reunión de la ciudad irlandesa. 95 Mayo 2011 los mejores viajes cortos por el mundo Fin de semana

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Articulo que publique en la revista National Geographic Traveler Latinoamerica. Texto y fotos.

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98 Zacatecas Recorrido por la ciudad de los museos.101 Albi La ciudad francesa donde nación Lau-trec ofrece unos días encantadores.

Belfast de vuelta

05.11

irlanda del

El corazón de la ciudad es la plaza de Donegall. Cada me-diodía y hasta que cae la no-che llegan aquí las propuestas más inesperadas: jóvenes que portan atuendos únicos, tra-tando de hacer entender que hoy día la ciudad es también

moderna, capaz de proponer al mundo algo más que problemas bélicos. Junto a estas reuniones cotidianas, pacíficas y muy originales, a un lado del enorme edificio del ayuntamiento, rueda sin cesar una versión más discreta del London Eye: se trata del Belfast Big Wheel, que no cuenta con la misma altura de su prima londinense, pero sí la suficiente para ver gran parte de la ciudad: los edificios antiguos y el río Lagan confluyen con las últimas propuestas arquitectónicas y urbanís-ticas. También funciona para conocer las maneja-bles dimensiones de la ciudad, siempre rodeada, y casi a la mano, de la campiña irlandesa.

Después de años de revueltas políticas, Belfast renace. La paz que reina en la ciudad invita al mundo a conocer esta urbe que está de vuelta.

TexTo y foTos: Carlos sánChez Pereyra

La plaza de Donegall, punto de reunión de la ciudad irlandesa.

95Mayo 2011

los mejores viajes cortos por el mundoFin de semana

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Los sitios más comunes para visitar se encuentran entre la calle Great Victoria y el río Lagan. Se trata del centro de la ciu-dad, hoy en pleno renacimiento después de duros momentos que la historia le ha concedido: durante la Segunda Guerra Mundial sufrió fuertes bombardeos y que-dó destruida en gran parte, y después los problemas políticos internos evitaron dar un empuje a la ciudad. Aquí se encuen-tra una obra arquitectónica contemporá-nea de gran calado, Victoria Square, un enorme complejo comercial que da nue-vas pulsaciones al alma –de por sí mer-cantil– de las calles vecinas. Se pueden

hallar, entre las tiendas de moda y elec-trónica que se encuentran normalmente en las grandes ciudades europeas, reales santuarios de tiempos pasados en peque-ños locales, ya sean librerías, peluquerías, anticuarios o en los mismos pubs. Los más clásicos son Kelly’s Cellars y White’s Tavern, este último el más antiguo de la ciudad. Y si la pasión por este tipo de rin-cones tan irlandeses necesita aún más ac-ción, hay que adentrarse a The Crown Bar, un excelso pub victoriano, dotado de una decoración casi barroca de mosaicos, mármoles, cristales brocados y trabajos de caoba por doquier. Eso sí, el ambien-te pub es insuperable, y en sus pequeños snugs (pequeñas salas privadas) la expe-riencia no puede ser mejor. Sería reco-mendable no acabar con las Guiness, ya que se requiere equilibrio y sensatez para conocer, justo frente al pub, otra obra vic-toriana en uno de los monumentos más visitados de la ciudad: el Gran Teatro de la Ópera. Construido en 1895 y después de haber sido abandonado por décadas, en 1980 vivió una renovación completa, que dio luz a esos momentos victorianos de la ciudad.

Las calles Wellington o la Howard per-miten llegar a los edificios más clásicos

de la ciudad: Scottish Provident Building, o la biblioteca Linen Hall Library. Y algo que sucederá con seguridad es que el ca-mino que se tome lo llevarán a los en-tries, pequeños callejones con más locales y pubs menos conocidos, pero igualmen-te genuinos. Y se haga lo que se haga, siempre se llegará de forma natural a la ribera del río Lagan, la cual en los últimos años está viviendo una renovación con enormes edificios como el Waterfront y el Odyssey, un espacio de presentaciones culturales y un estadio, respectivamente.

También los astilleros, donde algu-na vez se construyó el Titanic, son testi-gos de la construcción de nuevos hoteles, edificios de departamentos, parques, al-macenes restaurados y la limpieza de las aguas del río. Tal vez no hay mejor sitio para conocer la propuesta que Belfast tie-ne para su futuro.

Si se renta una bicicleta se puede reco-rrer parte del río y llegar al sur del cen-tro de la ciudad, después de un valiente pedaleo, para adentrarse en la calma del Jardín Botánico y sobre todo conocer el interior de Palm House, uno de los edifi-cios más representativos en su tipo, he-cho de vidrio y metal. Fue construido por Sir Charles Lanyon, arquitecto también

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Igna alit volessi. It num numsandrem am, quat.

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CUÁNDO IR

La mejor época del año es de abril a junio. Aunque hay lluvias, la tem-peratura es muy buena y los días comienzan a ser más largos.

CÓMO LLEGAR

Desde América Latina lo mejor es llegar a Nueva York y desde ahí vo-lar directamente a Belfast. En Euro-pa existen vuelos desde las grandes ciudades. También se puede llegar en barco desde Inglaterra, saliendo del puerto de Liverpool.

TIP

En el mercado cubierto San Jorge los sábados venden productos loca-les con quesos clásicos irlandeses, y los viernes antigüedades.

RUTAS

Life Cycles (36-37 Smithfield Mar-ket. tel 02890439959) renta bici-cletas. Para recorrer Shankill y Falls Road lo mejor es un taxi negro. detallada al dia. Más información en: www.gotobelfast.com.

de los Kew Gardens de Londres. Este sin-gular edificio alberga desde hace más de cien años ejemplos de plantas exóticas, muchas de ellas de América. Una vez es-tando en esta parte de Belfast habrá que aprovechar para visitar el Museo de Uls-ter, con una colección magnífica de ma-quinaria industrial, pintura y joyas de oro descubiertas en un barco hundido de la armada española de 1558.

El Castillo de Belfast, construido en las laderas del Cave Hill, al norte de la ciu-dad, ofrece muy buenas vistas de la ciudad y ofrece eventos culturales y una que otra boda al mejor estilo irlandés. Otra forma de conocer la historia de la ciudad es conocer dos barrios y dos for-mas diferentes de entender la religión y la política: Shankill y West Belfast. Entre ellos han vivido una guerra que hoy se describe en los murales de estos ba-rrios. La visita a estas zonas se pueden llevar a cabo por cuenta propia, o bien, tomando un tour manejado por testigos de la guerra, algunos de ellos incluso ex combatientes, que además de presentar las calles que han vivido este conflicto, nos acercan a su gente, a las historias del día a día de cada uno de estos barrios. Aunque, hay que decirlo, los tours de

West Belfast no van a Shankill, y vicever-sa. Es importante entender que se viaja a estos dos barrios para conocer en primera persona una historia reciente de una ciudad que intenta ser ella misma. Y para eso está la plaza de Donegall, para encon-trarse con jóvenes que viven la moderni-dad desde su esencia más irlandesa, inmersos en la pluralidad en el propio corazón de Belfast.

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