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1 PLATAFORMA DD. HH. MUJERES BEIJING + 10 Resumen de análisis “MUJERES Y CONFLICTOS ARMADOSCarmen Urrutia Pérez Plataforma DD. HH. Mujeres 15 de febrero 2005

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PLATAFORMA DD. HH. MUJERES

BEIJING + 10

Resumen de análisis

“MUJERES Y CONFLICTOS ARMADOS”

Carmen Urrutia PérezPlataforma DD. HH. Mujeres

15 de febrero 2005

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EL IMPACTO DE LA GUERRA SOBRE LAS MUJERES

I.- Introducción: El efecto cambiante de los conflictos bélicos

II – La violencia de género, como arma de guerra

III.- El Tribunal Penal Internacional: las agresiones a la integridad sexual consideradas “crímenes de guerra” y de “lesa humanidad” (Rwanda y ex Yugoslavia)

IV.- Refugiadas y desplazadas, además de cuidadoras.

V.- El papel de las mujeres activistas en la resolución de conflictos y el establecimiento de una paz duradera

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INTRODUCCIÓN

El efecto cambiante de los conflictos bélicos

Según informe del ACNUR, se estima que en torno al 90% de las víctimas de guerra son civiles, muchos de ellos mujeres, niñas y niños, en contraste con lo que sucedía hace un siglo, en que ese porcentaje se daba entre el personal militar, en su mayoría masculino, ya que las mujeres tradicionalmente no han participado activamente en las fuerzas armadas, teniendo incluso negado el derecho a alistarse.

Nuevas funciones del ejército

Por otra parte, la función de las fuerzas armadas también están experimentando cambios, al menos en teoría, orientándose en la mayoría de los países hacia la prevención de los conflictos, la consolidación de la paz, la reconstrucción tras la guerra y la cooperación en ayuda humanitaria.

Estas nuevas funciones de las fuerzas armadas están permitiendo una mayor participación de las mujeres, siendo ellas, potencialmente, las mejores agentes para poner al ejército al servicio del mantenimiento de la paz y la seguridad.

Así, podemos observar cómo en Dinamarca no sólo se permite el alistamiento de mujeres en el ejército, sino que se están realizando esfuerzos para facilitar su acceso a los altos cargos. Noruega en el año 2005, tiene un 7% de mujeres alistadas, muchas de ellas ocupando cargos de oficiales. Australia ha elaborado planes para revisar las barreras culturales y sociales que entorpecen el ascenso profesional y la permanencia de las mujeres alistadas en las fuerzas armadas. En Israel elreclutamiento de mujeres es obligatorio, aunque sus funciones están diferenciadas en función del género; no obstante se han tomado medidas para que puedan entrenarse como pilotos, actividad antes reservada a los hombres de su ejército.

Sin embargo, tanto por la escasez de mujeres en el ejército, como por la violencia extrema de las prácticas militares que se observan en situación de conflicto bélico, la influencia de las mujeres alistadas en las fuerzas armadas está resultando prácticamente nula en el objetivo de resolución pacífica de los conflictos y el mantenimiento de la paz.

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I - VIOLENCIA DE GÉNERO

Los conflictos armados tienen diferentes repercusiones destructivas entre las mujeres y los hombres, agudizándose la diferencia entre sexos del sistema patriarcal, además de fomentarse el racismo entre culturas agresoras y agredidas (depuración étnica)

En la barbarie de cualquier guerra, las mujeres, consideradas individual y socialmente, experimentan una mayor pérdida en el desarrollo de sus derechos humanos. Víctimas de la violencia de guerra sufren torturas, asesinatos, masacres, detenciones, igual que los hombres, pero ellas además son víctimas de una específica violencia de género añadida

Ello hace a las mujeres más vulnerables en situaciones de conflicto bélico y post-bélico, comprobándose que son sometidas a todo tipo de humillaciones, vejaciones, violaciones, agresiones físicas o psicológicas, en definitiva, al hostigamiento por parte del enemigo como una estrategia mas de guerra.

Con todos estos elementos se genera una involución en la conquista de sus derechos humanos. Además de países como Afganistán, Bosnia, Guatemala, Colombia o el femicidio de Ciudad Juárez. Irakes hoy el ejemplo mas claro de involución social en este sentido. Mujeres de todas las profesiones ejercitaban su derecho al empleo antes de la ocupación militar. Ahora, con la guerra se ha agudizado el fundamentalismo como reacción a la invasión, impidiéndose y reprimiéndose la participación en el ámbito público de las mujeres. Sabemos que es el resultado de interpretaciones políticamente interesadas de la religión musulmana.

Dependiendo de diversos factores socio-políticos, económicos y geográficos, las mujeres son víctimas de opresión y violencia por:

- el fundamentalismo religioso - el sistema patriarcal - el relativismo cultural- los efectos del propio conflicto bélico - la política exterior de los gobiernos occidentales, movidos por

intereses económicos o de control geo-estratégico.

Es importante también tener en cuenta que la violencia hacia las mujeres continua tras el conflicto bélico. La paz no puede pactarse a cualquier precio: no puede tolerarse una guerra que destruya a las mujeres, ni tampoco una paz que las oprima. En los procesos de paz se tiene que poner en cuestión el sistema que genera y mantiene la violencia de género. Para ello los Derechos Humanos no pueden ser parte de la negociación para la paz, sino que son el centro mismo de la negociación y el objetivo de paz.

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II

El derecho internacional clave en la LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

En junio de 1998 se aprobó en Roma el Estatuto Internacional por el que la Corte Penal Internacional reconoce varias formas de violencia hacia las mujeres como crímenes de guerra, siendo además considerados de lesa humanidad si forman parte de un ataque generalizado y sistemático. Son las siguientes:

- la violación - la esclavitud sexual - la prostitución forzada - el embarazo forzado - la esterilización forzada - y otros abusos sexuales de gravedad comparable

Antes de esa fecha, los tribunales especiales (ad hoc), establecidos por el Consejo de Seguridad de NN.UU. para juzgar los crímenes cometidos en la ex Yugoslavia y Rwanda, ya condenaron por actos de violencia relacionados con el género. La Carta de Naciones Unidas daba potestad al Consejo para articular mecanismos que restablezcan la paz y el orden internacional, sin hacer uso de la fuerza armada. La creación de Tribunales “ad hoc” para el establecimiento de la paz y la reconciliación, ha supuesto un paso decisivo en el avance del derecho internacional humanitario.

Sin embargo, tampoco en el ámbito jurídico se cuenta con la participación equilibrada de las mujeres. En el Tribunal formado por la Asamblea General de la ONU para juzgar los crímenes cometidos en la ex Yugoslavia, de once jueces, sólo dos eran mujeres, ello a pesar de que el Tribunal actuaba con el antecedente de las aberraciones y agresiones sexuales masivas cometidas contra las mujeres en la zona del conflicto. Ocho personas fueron condenadas. La cifra es casi simbólica, pero sienta un precedente en la lucha contra la impunidad.

La zona de los Balcanes es una prueba palpable de que no puede haber paz duradera sin antes haber hecho justicia. La memoria histórica prevalece y fomenta el odio entre los pueblos.

Detener a los culpables, procesarlos y condenarlos, es una tarea clave en la reconstrucción y la paz duradera. Los Estados tienen que colaborar en la detención de los culpables, a menudo protegidos, por ser los vencedores. ¿Cómo es posible que resulte más fácil detener a un ladrón de coches, que a los responsables de cometer auténticos genocidios, graves violaciones a derechos fundamentales básicos en políticas de depuración étnica que torturan y violan a miles de mujeres?.

Por otra parte la Resolución 1325 (2000) de NN.UU., sobre la participación equitativa de las mujeres en el proceso de paz y de reconstrucción, debe ser tenida en cuenta en la composición de Tribunales.

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IIIREFUGIADAS Y DESPLAZADAS

Los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos básicos vinculados a ellos, generan la huida de la zona de conflicto, produciéndose movimientos de población desplazada interna, y de refugiada en países cercanos. En su mayoría son mujeres, niñas y niños, estimándose entre el 75 y el 90% del total de esta emigración.

La pobreza

También en este aspecto las mujeres y los hombres padecen esta situación de manera diferente. Al ser ellas las principales cuidadoras se tienen que encargar de la supervivencia en condiciones de pobreza extrema.

La violencia

Son ellas también la inmensa mayoría de esa población refugiada y hambrienta especialmente vulnerable al abuso y la violencia, cuando los miembros masculinos de la familia están desaparecidos o muertos, al carecer del rol tradicional que los hombres tienen de “protectores” frente al agresor.En algunos países se ha aceptado la protección por razones de sexo a la hora de conceder el estatuto de asilo y refugio.

La ayuda humanitaria

Junto con el ACNUR, las ONGs vienen desempeñando un papel importante en la asistencia humanitaria en campos de población refugiada. El impacto de género, o la especial protección a las mujeres y niñas en la ayuda de emergencia, es fundamental para garantizar adecuadamente servicios básicos como, el acceso a una alimentación y nutrición adecuadas, suministro de agua potable apta para el consumo humano, sistemas de saneamiento salubres, alojamiento, sistemas de educación y servicios sociales de atención a la salud, incluyendo la atención a la maternidad y la salud reproductiva. Asimismo, los países de acogida precisan de ayudas para cubrir las necesidades de la población inmigrante que reciben.

Además de los programas de asistencia para la supervivencia en situaciones de emergencia, es necesario garantizar la seguridad y la integridad física de las mujeres refugiadas, así como procurar la reunificación de las familias, y facilitar su retorno en condiciones de dignidad y seguridad, no sin antes haber aplicado soluciones a las causas que originaron el desplazamiento. Cuestión no resuelta en países como Afganistán (carente de seguridad ciudadana), Palestina (todavía ocupada), Colombia , por citar algunos conflictos no resueltos.

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IV

MUJERES ACTIVISTAS

Ya se va reconociendo la importancia del papel de las mujeres como “agentes de paz”. La Resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad de NN.UU. “Reafirma el papel que desempeñan las mujeres en la prevención y solución de conflictos y en la consolidación de la paz, subrayando la importancia de que participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en todas las iniciativas encaminadas al fomento de la paz y la seguridad, y la necesidad de aumentar su participación en los procesos de adopción de decisiones en materia de prevención y solución de los conflictos”.

Sin embargo, en la práctica esta importante Resolución no se está teniendo en cuenta. A menudo comprobamos como las mujeres son perseguidas por el mero hecho de organizarse en torno a la defensa de los derechos humanos (Ej.: RAWA-Afganistán, desde el año 1977, -en que es fundada por Meena- hasta hoy, todavía trabajan en la clandestinidad mas peligrosa).

Por ello, es preciso prestar especial protección a las mujeres activistas, que vienen desempeñando una función catalítica en actividades de defensa de los derechos humanos, el mantenimiento de la paz y su contribución a la reconstrucción y el desarrollo sostenible del conjunto de la población.

Reconocer su legalidad en los registros civiles y políticos del país, contribuye a su protección. Asimismo, poder salir de la clandestinidad facilita sus actividades en la protección y promoción de todos los derechos civiles, culturales, políticos y sociales, incluido el derecho a desarrollar actividades en cooperación y desarrollo; requisito éste (estar legalmente constituidas) que muy frecuentemente exigen los países donantes para gestionar programas de ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo.

Las organizaciones de mujeres, o las mujeres individualmente consideradas, que se dedican a estas actividades de construcción de la paz y el desarrollo de los pueblos, tienen que acceder de manera efectiva al pleno disfrute de los derechos establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Las cultura de cuidados, ejercitada mayoritariamente por las mujeres, son la mejor aportación para la construcción y el mantenimiento de la paz.

Son muchas las Organizaciones de Mujeres dedicadas a esta cuestión: “BatShalom”, en Israel, que a su vez colabora con “Mujeres de Negro”, “The Liberia Women Iniciative”, en Liberia, “RAWA” y “HAWCA” en Afganistán, por citar algunas.

Sin embargo, estas experiencias no se corresponden con un avance en su capacidad de influencia en los procesos de toma de decisiones, al no tener oportunidad de ser parte de la negociación.