Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

download Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

of 12

Transcript of Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    1/12

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    2/12

    La t¡roximidad de los OYNIS

    '

    puede

    ser

    peligrosa.

    La

    influencia

    de

    sus radiaciones

    es

    t.ti

    potente

    que

    puede afectar

    a

    los objetos

    y a los seres

    oiaos

    hasta extremos

    que todavía

    hoy

    se

    desconocen

    casi en

    su

    totalidad.

    ACIA las

    cuatro

    de

    la ma-

    posarse.

    De

    repente, todo queda a

    osc

    drugada del

    día I de ene-

    ro

    inmediatamente

    se

    van

    encendiend

    ro

    de 1.975,

    y

    después

    de

    ma

    sucesiva otros

    cuatro

    cuerpos

    exa

    disfrutar un corto

    permi-

    iguales,

    aparentemente ali{reados

    y c

    :?

    y'S:¡:

    -T

    t'p,'-":?^.

    separación'

    q

    y-§i'-

    ,

    1"3"i

    cia

    de

    Santander,

    Manolo

    '

    /'

    -f

    i

    '

    -

    f

    Asuera. Feiioe Sánchez

    v

    ,

    .

    ;

    i__..:-'

    ¡^r^'^:

    Luatro

    oDretos

    troncoconlco

     

    Klcaroo

    lgleslas emPren-

    7r'

    den carnino

    hacia Bureos

    f)rrln 1o ¡u¡nzarl¡ de le

    hnrr.lo

    de

    á:;?,*.

    den carnino

    hacia Burgos

    Dado

    Io

    avanzado de la hora y

    lo

    de

    '

    '

    Academia

    de

    lngenieros,

    s.r"camino

    y,

    il

    po.o,

    vuelven

    a

    pa

    _

    ,

    " t

    radicada

    en

    esa_capital.

    seguir obsérvando

    el

    extraño

    eip

    .-

    )',''i

    ..' ,.

    Minutos antes, Felipe

    y

    OIra

    vez

    en movimiento, si

    bien

    a

    eic

    yIrnutos antes,

    lelrpe

    y

    l)travezen movrmlento, sr

    bren aesc

    Ricardo han acudido

    al

    cidad,

    siguen observando

    los

    objetos

    punto

    de

    citala

    discoteca

    llegan

    a

    1rr

    pr.rt"r

    de

    la

    población

    ol,otus,

    de Torrelavega,

    tao--rtuño,

    qú.

    r. halla a ün

    kilómet

    donde rvranoro

    p*,,, ,l,l"l*',TJi";'It'áT"üli:

    ili',Xll;

    i::i:

    lili3.X",,i':il::'"'r

    man. (Según las propias declaraciones,

    Ricardo

    t.oncoéó.ricas.

    l,'

    ;{'.,í

    deciden

    parar

    p

    ha bebido solamente

    una

    copa de coñac;

    Feli-

    ra

    vez.

    Ahora

    sólo se ven

    iluminad

    pe,

    4g9

    de

    champán,

    y Manolo,

    que

    debe

    las

    figuras,

    que

    se

    recorran perfectame

    conducir

    en

    solitario,

    se

    ha

    tomado

    una

    oCo-

    fondó oscuio de

    Ia nochi,

    contem

    ca-Cola".)

    durante unos res minutos.

    Transcu

    El

    viaje van.a

    .re.alizarlo

    en un

    uMini-Morris

    tiempo, deciden reanudar

    la

    marcha,

    85Q"

    propiedad

    de Manolo A.guera,

    sentándo-

    su iniención es presentarse en

    ia

    Acad

    se

    a su lado

    Ricardo;f

    en.el asiento

    trasero,

    tesdeltoquedediana,pueseraeseel

    Felipe.

    Cuarenta

    minutos después, en

    el.cruce

    to .r, qré terminaba su

    permiso.

    de la nacion a\ 623 con

    la

    que

    conduce

    a

    Ia

    po-

    lJna veL en la Academia áeciden

    no

    blación

    de

    Ontoneda,

    recogen

    a.José

    Laso,

    sucedido,

    por

    remor

    a

    ser

    morivo d

    compañero de

    la

    Academia, con

    el

    que se

    ha-

    Pero

    Manólo,

    que se halla

    un ranto

    bían

    citado

    días antes, y los

    cuatro

    prosiguen

    acaba

    por

    contárlo a

    un

    amigo, qu

    el

    camino

    hacia

    Bursos'

    ffi

    i"ri::#H¿?:i'"',*',-Í:::*

    un obieto

    se

    precipita

    contra el

    suelo

    3:X"1'"'"::'fjtiii':f'rü:5|

    fl::Í

    Todo

    discurre

    con

    normalidad mientras se

    por

    el asunto,

    y

    quedan

    citados

    los

    cu

    acercan a su lugar de destino, pero

    cuando

    son

    exPoner

    todo

    lo

    ocurrido

    a un sup

    las 6,25, Mano"lo, que va

    ,tárito

    a

    la

    conduc-

    $tr.ll"

    misma tarde, el comandante,

    ción,'déne u.r soL.esalto al ver

    un

    cuerpo

    lu-

    ñado

    por

    los cuatro

    soldados,

    se

    des

    mináso

    que

    describe

    una parábola

    y

    ,. p...i-

    lugar del

    suceso,

    deteniéndose en

    el m

    pita contia

    el

    suelo

    a

    granielo"idad. tntiedia-

    gar

    en

    dgndp

    Pararon

    por primera ve

    i"rrr"rrt.

    alerta a sus Jompañeros y

    procede a

    culo, y desde

    ese

    punto reconstruye

    parar el

    automóvil

    p"rr' obr.* ár'mejor el

    rrido,

    tratando de situ-ar ei lugar

    .exac

    irr.rt.

    ,erpiandor

    que'ahora

    aparece ..,

    l,rgu

    estuvo parado.el

    "fenómeno

    luminos

    de la caíáa

    del

    "otjeto,.

    Loi cuatro

    "pr.rír.,

    gar, que. se halla algo húmedo, se

    tra

    que el resplandor

    .,

    -rry

    fuerte y lo

    relacio-

    campo sin cultivar en el

    que

    aparece

    h

    ,i"r,

    .o.

    lás

    focos

    de un'estadio áe

    fútbol. EI

    ca.

    Detrás de

    unos matorrales alinead

    coche se

    halla

    detenido

    frente

    al mojón

    del

    ki-

    bren

    una

    zona

    quemada,

    de

    unos cua

    Iómetro 252

    de

    la carretera

    de Burgos

    a

    San-

    tros

    de largo por

    unos cuatro de an

    tander (esta referencia les

    servirá

    mís

    adelante

    que.hacer notar que

    aparte

    de esa m

    pr., poi.,

    concretar

    los sucesos que siguieron

    había ninguna

    ota

    zona quemada en

    portáio.-..rt.).

    dedores. El aspecto.de

    la mancha.

    Al ot.o

    lado

    ie la carretera, y relativamente

    descubierta ese día denotaba que

    el

    cerca

    del vértice

    que

    forma

    esa

    carretera con

    la

    era

    muy

    reciente, Io.que

    hiz.o

    pensar

    ."Árrirt qrr.

    .oidrr..

    "

    V;tlrr.ryo,

    observan

    ba.

    estrechamente

    relacionado

    con la

    ,rn

    .rr.rpo'luminoso

    con

    forma

    á.'t.o.r.o

    de

    ción

    efectuada

    por ellos esa misma ma

    cono.

    Inmediatamente

    calculan

    que

    tendrá

    unos dos metros de alto

    -Manolb

    comenta

    Las

    huellas

    del

    obieto

    r-- \

    que

    dentro del

    mismo

    cabría

    perfectamente un

    hombre de

    pie-,

    por

    unos ties metros

    de an-

    Más adelante,

    Julio

    Malo Martín ez.,

    p

    chura.

    El

    eitraño

    «cuerpo»

    emite una ltz

    de

    Padrones de Bureba

    (Burgos)

    se lleg

    tono

    amarillenro,

    que sJhace casi blanca en

    la

    y

    pudo medir el

    _área

    que mostraba

    parte inferior, terminando en una especie

    de

    llas,

    siendo ésta de 60

    metros de iar

    ihorro. luminosos que se dirigen

    al

    zuelo

    so-

    de

    ancho, seguida de

    una franja de

    bre el que se

    ha

    detenido,

    si

    bién sin acabar

    de

    en la que

    no

    aparecia ningún resto

    y

    l_r

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    3/12

    rabá

    iiilá

    nu.eva zona cie

    -t0

    r

    12 m.

    en la

    que

    ias hueilas

    aparecían eie

    nuevo.

    Se

    comprobó

    que

    en

    ninguna otra

    perte

    aparecían señaies

    de

    quemazón.

    En

    el

    monlenio

    de la invest:ga':ión

    seguían

    ¡¡iéndose

    numerosos

    ohovos,

    queme-

    dos"

    Irio

    se

    trataba en realidao

    iie

    ho1'os en

    ei

    sefirido cxacto eie

    la paiabra, sino

    rnás bien

    ¿c

    oquedacies

    forrnadas

    por

    hiert,¿s

    quemacias

    itasta

    et

    nacimiento

    ciel

    taiio.

    Estos

    estaban

    distrrt,,"ridcs sin orden alguno,

    y

    sns

    tamaños,

    apa¡rte

    de

    rios

    más

    grancies

    Ce

    0,60

    X

    C,l1

    m.

    r,'

    i

    x

    .¡,3tr

    m. erán

    bastante

    reg,-llares,

    miifuendo

    Ia ma-¿oría

    entre ü,2

    1

    x

    0,2i

    0.i7

    x

    0,i0

    m"

    Hubc,

    iltflrys t€sEig*s

    Se sabe

    de

    '.rn

    pclicía.

    v

    rres

    personas

    más

    que

    cireulaban ei.: automór,il

    por

    ia

    carretera

    eie

    Vi-

    llarcayo,

    pi:dieron

    obsei'.'ar

    un gr;rr resplan-

    dor

    hacia

    ei lugar

    de

    ¡efei:en,-,ia.

    Pu,dieron

    oh-

    sen,arlo, entre biánco

    rv

    rosa) tra-s

    una

    lo¡na

    -que

    oculta-ba

    el

    lugar exacto dei

    ;rr.errizait

    vistc

    por

    los

    soiCados-.

    Éero

    ,igule

    ¡'on su

    ca-

    minc

    sin prestar dema-siada

    atenciór"

    A

    pesar

    ie

    que esta obserlación

    -avala,ia

    por

    una intormación

    eie

    excelente

    caiid¿C--

    tienc

    gra-n

    peso por

    sí misma,

    creernos

    que

    ccbr:r

    .¡na

    d:mensión

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    4/12

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    5/12

    la luna

    menguante, que se

    veía

    claramente en

    el

    .cielo,

    tenía

    ocuatro

    pLlntas».

    Otros

    iocos

    Iu-

    mlnosos nocturnos tamt¡ién

    los observa

    de{or-

    rnados,

    tales como

    ios

    "luceros,

    o

    inciuso las

    bombillas

    eléctricas

    a

    distancia.

    Los

    luceros

    los divisa como un

    punto

    luminoso central

    ro-

    deado

    de diminutos

    puntos también

    lumino-

    sos.

    Durante

    el

    ciía no aparecen en

    absoluto

    estos efectos

    irreguiares

    de

    visión,

    que

    con

    to-

    da

    probabilidad

    le

    han aparecido después

    de

    su

    observación

    OVNI,

    \.a

    que

    con

    anteriori-

    dad

    no

    habían

    sido

    notados, según

    Feliciano

    atestiguó.

    La

    intensa radiación

    iuminosa

    reci-

    bida en

    el

    curso

    de la

    observación

    OVNI

    le-

    sionó sus ojos, produciéndole,

    como

    conse-

    cuencia,

    un

    defecto

    de visión doble

    nocturna

    de los tocos luminosos.

    Su salud

    mejoró

    El

    segundo efecto que tuvo lugar

    en

    el testigo,

    como

    indr-rdable

    subproducto

    de

    su

    risión

    OVNI,

    es

    más so.p.e.,de.rte v rnisterioso

    que

    el

    que acabamos de comentar.

    Se

    refiere

    a una

    creciente mejoría de su salud física, que

    se

    ha

    puesto

    claramente de manifiesto

    a raíz de su

    observación. Desde hacía tiempo, Feliciano

    padecía una enfermedad caracterizada

    por

    fuertes

    dolores v molestias en el lado izquier-

    do de las .rd..rr. Las molestias

    aume,-,taÉan al

    andar, hasta

    el punto de precisar un rudo

    bas-

    tón

    para hacerio.

    Con.ro

    1os

    dolores fueran

    en

    aumento, decrciiri acudir al méclico,

    io que hi-

    zo

    uno o dos años

    antes de la

    visión

    OV|.IL

    Fue reconocido

    por el médico de Buñol,

    quien

    le diagnosticó artrosis, una

    afección

    de ias

    arti-

    culaciones

    originada por la

    degeneración

    del

    cartílago

    articular, lo

    que

    da

    lugar

    a detorma-

    ciones.

    E1

    cartílaso pierde

    su

    función

    de

    facili-

    tar e1

    deslizamiento

    de las superficies

    articula-

    res

    r.

    1os

    mor-imientos

    se

    realizan

    con

    dificul-

    tad

    v

    dolor.

    Se rrata de una iesión degenerati-

    va.

    i.'o inflamatoria e irrer.ersible.

    Planr¡ de la

    situación de los

    obietos

    cn cl carnPo;

    cs:aba,t list,ibuido,.

    al

    parecer,

    de una

    manera arbitraria,

    Todos

    elLos

    ciejaron

    profundtzs

    hueLlds

    en

    el terreno.

    Después

    de

    1a observación

    de

    juiio

    cle

    i975,

    Feliciano estu\-o dos

    meses

    sintiendo unos

    fuertes

    d

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    6/12

    Los

    animales

    murieron

    Lo

    extraordin¿ric¡

    ci*1

    r:rs.)

    es

    q'"re, mientras

    aparecían

    estos

    síntomas

    de mejoría

    en

    ei testi-

    go,

    1os

    dos

    animales

    que

    le

    acompañaron

    en ei

    incidente

    padecían

    una extraña enfermedad, si-

    milar en ambos

    animales,

    que

    ies determinó

    ia

    muerte.

    En

    primer

    lugar

    hablarernos

    de1

    perro.

    Se

    tra-

    t¿¡ba de un can ioven,

    de

    cllatro

    años,

    rebosan-

    te

    de

    vitalidad

    1-

    inur.

    apreciado

    por

    ser buen

    cazacior. En este

    animal comenzaron

    a

    apare-

    cer los

    síntomas

    uncs

    seis

    o

    siete

    meses

    r]es-

    pués

    de la obseri-aci

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    7/12

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    8/12

    Los

    aterrizajes

    de Otr/N1§

    parecen

    responder

    a una

    intención

    concreta

    de sws

    rripulantes,

    que

    consiste en

    explordr y conocer

    con todo

    detalle nuestro

    comportamiento

    y

    la

    composición

    de

    nuestro suelo.

    muchos

    enfermos

    a

    los que

    se somete

    a

    trata-

    miento

    médico a base

    de irradiación

    para

    pro-

    ceder

    a

    calmar

    su

    dolor:

    generalmente

    los do-

    iores

    se acrecientan

    en las primeras

    sesiones

    v

    no

    empiezan a

    ceder hasta una

    vez

    finalizadas

    las mismas, para

    desaparecer

    a1 menos durante

    algún

    tiempo.

    En suma,

    todo

    esto reafirma la

    idea

    de

    que Feliciano

    y

    sus

    dos

    animales

    estu-

    vieron

    sometidos

    a

    una

    extraña radiación

    pro-

    cedente

    de un Objeto

    Volante No

    ldentifi-

    cado.

    Pero,

    ¿qué

    radiación?

    Cualquiera que

    fuera,

    ésta

    produjo un

    efecto beneficioso

    en

    ei hom-

    bre y

    fue letal

    para

    los animales.

    El

    incidente

    de

    Villaviciosa

    Según el excelente informe

    de1

    investigador

    as-

    turiano

    Ignacio Blanco, en

    la

    madrugada

    del

    26 de agosto de 1978 tuvo

    lugar

    un extraño

    fenómeno en

    ias

    proximidades

    del Puente

    Ce

    Arroes,

    en el

    término

    municipal de

    Villavicio-

    sa.

    Se

    trata

    del

    típico paisaje de Asturias:

    rnon-

    te bajo lleno

    de prados, pomaradas

    y

    eucalip-

    tos,

    con

    bastantes caseríos dispersos

    por

    todo

    el

    lugar. La

    costa

    cantábrica

    se halla

    a

    cllatro

    kilómetros en línea

    recta.

    Los testigos del hecho son los

    siguientes:

    Cristina Ordieres

    Parala,

    de quince

    años, estu-

    diante de B{JP,

    una.

    joven

    normal

    qq:

    .b.rpl,

    con gran convenclmlento y cuya credibilidad

    está

    fuerá de dudas; doña

    Cristina

    Paraja San

    Pablo,

    abuela de la

    anterior.

    Su

    testimonio tie-

    ne

    un gran

    valor,

    pues

    es

    considerada

    por

    to-

    dos

    sus

    vecinos

    una persona muy seria

    v

    res-

    petable.

    José

    María

    Cañal Sánchez,

    de unos

    treinta y

    cinco

    años, panadero de

    profesión.

    Tanto

    é1 como su esposa, María Teresa

    Rodrí-

    guez, son.personas

    sencillas

    y

    mul

    a.gradabies,

    cuyo

    testimonio

    compiementa e1

    de

    las dos

    testigos anteriores.

    El resto de los testigos son

    los

    hijos

    de1

    señor

    Caña1 v

    sus

    suegros.

    To-

    dos

    ellos,

    de

    probada

    soivencia

    y

    honradez.

    HUELLAS

    EN

    MATADEFERA

    f,

    N

    oc.rsiones. l¡s

    hucll¿s

    I)

    qr. producen

    Io.

    OVNIS

    en el

    suelo

    no

    se deberr ¿

    un

    aterrizale

    propiamcnte dicho,

    sino a algún

    tipo

    de

    exploración

    llevado

    a cabo

    en

    el

    terreno.

    Estc parece ser

    el

    caso

    de las

    huellas encontradas

    en Matade-

    pera

    (Barcelona),

    después

    de

    la

    observación

    de un objeto vo-

    lante

    dcsconocido

    a

    finales

    de

    enerq_

    del

    año 126)- El

    objeto

    trazó una

    extraña maniobra de

    aproximación

    al

    suelo,

    pero

    no

    llegó

    a detenerse aunque obvia-

    Los

    hechos:

    testimonio

    primero

    El

    .¡iernes

    25

    de agosto de 1978 los rna

    nios formados por

    Juan

    Ordieres y

    Alic

    raja

    y

    por

    Arturo

    Castro

    y

    Ester

    Paraja

    dos

    señoras son hermanas e

    hijas

    de la

    cionada doñ¿

    Cristina).

    .junto

    con sus

    re

    vos hijos

    ;,

    doña Cristina, saiieron de

    Gi

    dirección

    a Arroes,

    donde poseen una

    c

    campo que

    suelen

    utilizar

    para pasar

    lo

    de

    semana.

    Después

    de

    haber

    visto

    1a

    sión

    hasta

    e1 cierre

    de

    ia emisión, se

    aco

    hacia

    las doce

    de Ia

    noche.

    La

    habitacrón

    situada en

    la segunda pla

    bre la

    cochera, está

    ocupada por

    Cristin

    duerme en la cama más

    próxima a

    la

    pu

    por M.'

    Paz

    Castro

    Paraja (diez- años)

    men

    Rosa Ordieres

    Paraia

    (ocho

    año

    duermen

    jilntas

    en

    la

    otra

    cama que

    ha-

    habitación. Cristina,

    que

    no

    había

    cons

    dormirse

    aún, comienza de

    pronto

    a es

    a través de la ventana

    un

    ruido que

    p

    del prado situado frente

    a

    la

    casa. La

    describe

    este ruido

    camo

    tctc,

    tac, tac,

    ...

    cido

    al

    rwido

    del lintpiaparabrisas de

    un

    Itlo

    era

    muy

    intenso,

    pero

    sí mul

    pene

    A las dos de la madrugada

    Tras

    escuchar

    ininterrumpidamente

    este

    durante unos instantes,

    enciende

    la

    luz

    habitación

    y mira el reloj comproband

    son

    las

    cios

    de

    1a

    madrugada.

    Pasan

    un

    minutos

    y

    la testigo se levanta dirigiéndo

    cia la puerta de la habitación

    -situada

    extremo opuesto

    a

    la

    ventana-,

    y la

    a

    tentando comprobar si

    por

    el

    interior

    de

    sa

    también se

    o)-e

    e1

    ruido.

    Observa

    que

    así

    y

    se

    vuelve a

    acostar apagando la

    lJnos cinco

    minutos

    después, el ruido

    c

    pronto y

    por la

    ventana, qlle aunqu

    abierta tiene la

    persiana

    bajada casi

    po

    pleto,

    penetra

    en

    la

    habitación una

    lum

    Se hallar

    lug¡ar

    cua

    huellas

    co

    las

    que s

    apreclan

    la

    -f'otogr

    el

    terrenr

    encontrab

    le¡;antudo

    causa de

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    9/12

    dad muy blanca que va aumentando de

    inten-

    sidad progresivamente

    hasta un punto

    en

    que

    el interior

    queda totalmente

    iluminado yo lo

    'oeía

    todo, como si

    fwese

    de día,

    dijo

    la testigo.

    Transcurridos otros cinco minutos la luz

    co-

    mienza de pronto a perder

    intensidad

    hasta

    desaparecer

    por

    completo.

    En

    e1

    mismo ins-

    tante en

    que

    Se

    ,

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    10/12

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    11/12

    saría inadvertido

    a

    ios

    habitantes

    de aquéI.

    De

    hecho, nadie en la familia del señor

    Cañai

    ob-

    servó ninguna

    lsz

    procedente del exterior.

    -l

    En

    ia

    mañan

    a

    del 216, Cristina

    Ordieres

    encon-

    tró en el

    prado situado

    frente

    a

    \a casa

    y

    a

    unos

    12

    metros

    de

    la

    fachada, un

    trozo

    de te-

    rreno

    donde

    había

    una

    extrañas

    manchas

    y

    «quemaduras,.

    Esta

    parte del prado

    es quizá

    la- más

    llana

    de

    todo

    el

    conjunto.

    La huella

    tenía

    forma de una

    estrella irregular

    de cinco

    puntas.

    En cada

    una de

    las puntas había

    un

    círculo

    de

    unos

    20

    centímetros

    de

    diámetro

    en

    el

    que

    la

    hierba

    estaba apiastada

    con una dis-

    tribución radial.

    En estos cinco círculos

    el

    terreno

    estaba

    hundido, como

    si

    se

    hubiese

    ejercido

    sobre

    él

    una fuerte

    presión; Ia forma

    de

    la depresión

    producida en cada

    uno de

    ellos

    era la dé un casquete

    esférico

    y

    su

    profundidad

    variaba

    de unas

    huellas a

    otras: un

    máximo

    de

    cinco centímetros

    y

    un mínimo de dos

    cen-

    tímetros,

    siendo las

    más

    profundas las de

    la

    parte inferior

    de la figura.

    Descripción

    de

    las

    huellas

    -i1f,1

    :*',*.

    i.''

    I

    En el centro de la

    estrella había otró círculo de

    hierba

    verde sin

    aplastar.

    En esta parte

    central

    no

    se observaba

    una depresión

    como la

    exis-

    tente en

    los

    círculos de

    ias

    puntas.

    Otra

    dife-

    rencia de

    esta

    huella

    central respecto

    a las

    peri-

    féricas es que en su interior

    había

    un número

    indeterminado

    -alrededor

    de

    cinco- de

    agujeros, de aproximadamente

    un centímetro

    de

    diámetro y bastante

    profundos.

    No es del

    todo exacto que Ia

    hierba de

    estos

    'seis

    círculos estuviera ,rerd., pues

    aparecía al-.

    .

    go

    «quemada"

    en su extremo superior

    (el

    últi-

    mo

    centímetio aproximadamente). La

    misma

    caracterí§tica presentaba

    la

    hierba

    en unos

    "pasillos"

    que unían

    cada uno de los círculos

    exteriores

    con el círculo central. El resto

    de la

    huella

    estaba

    constituida

    por

    hierba

    "que-

    mada, sin

    arrancar del suelo. Esta hierba

    -al

    gual que la del círculo

    central-

    si bien

    no

    estaba aplastada como

    la

    de

    las

    cinco

    huellas

    circulares periféricas,

    si estaba tumbada en di-

    rección

    sur aproximadamente.

    I.allamada

    bierba

    qwemada

    presenraba

    un co-

    lor negruzco,

    y

    al

    frotarla

    eñtre

    los dedos no

    se deshacía

    ni dejaba residuos

    negros

    como

    ocurre

    con la

    hierba

    somerida a

    combustión

    convencional.

    Según los

    testigos

    parecía

    lnuer-

    ta, sin savia,

    aunque permanecía prendida

    al

    suelo.

    Con el paso

    de los días esti hierba

    fue

    cayendo

    poco

    a poco, y

    la que

    inicialmente

    es-

    Nada anormal

    en

    la tierra

    Posteriormente,

    Carlos Toca, científico

    del

    Consejo

    de

    Consuhores

    de

    Stende,é,

    procedió

    a

    analizar

    algunas muestras de hierba

    y tierra

    del

    centro y alrededores

    de

    la huella. Los paráme-

    tros

    sometidos a

    estudio

    fueron el

    pH

    (aci-

    dez), porcentaje

    de carbonatos,

    óxidos de hie-

    rro

    libres

    (totales

    y

    amorfos), y radioactividad,

    no

    encontrándose nada anormal

    ni tampoco

    diferencias

    sensibles entre

    las

    muestras

    de

    la

    huella

    y

    otras usadas como testigo

    (alejadas

    del lugar).

    Los análisis químico y óptico seña-

    laron

    que la zona no se

    había expuesto a

    una

    emisión

    de

    calor: no hubo

    proceso

    de carboni-

    zaciín

    en la hierba

    y su aspecto seco

    pudo

    de-

    berse a

    una muerte

    por

    causas

    naturales

    o ex-

    ternas (mineralizacíón

    de Ia materia

    orgánica

    por

    parte

    de

    microorganismos

    y

    agentes at-

    mosféricos).

    EI

    suceso

    -y

    sobre todo la huella- reviste un

    indudable valor,

    que

    el

    ufólogo

    deberá

    consi-

    derar a efectos

    comparatiyos con otros casos

    similares, a la

    búsqueda de constantes

    que

    nos

    den pistas

    sobre

    la

    nattraleza

    del

    extraño

    fe-

    nómeno

    capaz de producir ese sonido, esa luz

    y esas marcas.

    Insólitas prospecciones

    José

    M.' Casas Hugnet, del CEI

    de Barcelona,

    uno

    de

    los más

    importantes centros

    europeos

    dedicados

    a Ia

    investigación

    OVNI,

    documen-

    el extraordinario caso

    al que seguidamente

    nos

    referiremos. Los

    hechos

    ocurrieron a{ina-

    les

    del

    mes

    de

    enero de

    1,969

    en la localidad

    barcelonesa de Matadep era,

    y

    tuvieron

    por

    testigo

    a

    una

    anciana de más de ochenta

    años,

    pero

    de una

    salud

    y

    agilidad

    mental envidia-

    bles, a

    quien llamaremos

    Antonia

    Soler.

    Alrededor de las diez de la mañana,

    la señora

    Soler

    salió

    de

    su

    casa

    y se dirigió hacia

    las

    afueras

    del

    pueblo. Repentinamente

    oyó un

    fuerte ruido

    como el

    que produciría un coche

    cuando pasa

    cerca

    y a

    gran

    velocidad. En

    aquel

    mismo

    instante

    vio

    aparecer, en Iínea

    Ii-

    geramente ascendente

    por

    entre

    las copas de

    Ios árboles,

    un

    curioso

    objeto volador,

    pudien-

    do

    percatarse

    de que

    dicho objeto

    efectuó una

    brusca

    y

    rapidísima maniobra para

    evitar

    el

    choque con un cable conductor de energía

    eléctrica de 5.000

    voltios,

    que

    obstaculizaba

    su

    progresivo

    y,

    al parecer, recién

    iniciado ascen-

    so. La maniobra consistió en

    un repentino pi-

    cado

    en

    dirección al suelo

    para sortear dicho

    cable,

    pasando

    por

    debajo de

    é1,

    cosa

    que im-

    plica

    una

    precisión

    y seguridad

    impresionan-

    tes, ya

    que

    la alt¡ra

    a

    que

    está situado

    el

    cable

    es de unos

    6,5

    metros

    sobre

    el suelo.

    Téngase

    TED

    PHILLPS

    T\ESPUÉs de 14

    Lrltudios

    en el curs

    les he recopilado 2.1

    de

    aterrizaje OVNI

    físicas

    en el entorno,

    de

    64

    países, y, so

    haber investigado pe

    alrededor

    de

    300 c

    oportuno resumir

    1

    he

    acumulado.

    Si bien no

    pueden e

    ciusiones definitivas

    origen

    o

    propósito

    d

    observados,

    a

    partir

    estudiados,

    ios

    infor

    que

    objetos sólido

    fueron avistados po

    de

    3.662

    personas de

    mación,

    en un largo

    años. Se

    puede

    afirm

    objetos:

    poseen

    co

    circular; son

    metáli

    un

    color

    rojo-ana

    mueven

    generalment

    o con

    muy escaso r

    den

    y

    descienden

    ve

    muy

    elevadas

    vel

    *rréarraar característ

    que parecen

    indicar

    de

    vehículos

    constru

    que

    los

    objetos

    se

    control

    inteligente, l

    determinado

    por

    las

    cíficas en dónde

    t

    Ello

    también

    Io apo

    dad

    de

    reacción an

    miento de testigos.

    T

    ce

    que dichos objeto

    pulsados, de acuerd

    bilidad

    de

    trasladars

    cio y de ascender

    v

    Los datos señalan, a

    los

    OVNIS

    observ

    molestar a

    los anima

    y ganado en

    particul

  • 8/16/2019 Bbltk-m.a.o. E-012 Nº009 La Evidencia de Los Aterrizajes - Vicufo2

    12/12

    .a,l

    magnífico

    espectáculo

    que

    supone

    La

    contempLación

    del

    z,ueLo

    de

    una

    na?e

    rPuestamente

    extraterrestre,

    Le

    siguen

    sin

    duda

    una

    serie

    de

    t.''ectos.

    no solo

    pstquicos,

    sino

    absolntamente

    materiales

    1,

    comprobables.

    Maniobras

    del

    objeto

    Una

    vez

    el objeto hubo

    sorteado

    el

    obstáculo

    que

    suponía

    el cable de aka

    tensión,

    se

    rerron-

    tó rápidamente

    en

    diagonal

    al

    igual

    que el des-

    pegue de

    un avión

    corrienre,

    y

    se

    perdió

    de

    vista

    a regular velocidad,

    hacia Tarrasa

    v

    en

    vuelo

    no

    muy

    alto.

    Posteriormente,

    se efecruó

    una inspección

    de1

    lugar de

    los

    hechos.

    lJna

    vez

    examinado

    el te-

    Descripción

    del

    OVNI

    La

    testigo

    comprra el

    ob

    jeto

    con

    un

    "besugo..

    es

    decir,

    con

    una

    forma

    dc

    pez

    bastante apla-

    nado,

    estrechándose

    de

    delante

    hacia

    afrás,

    hasta

    terminar en

    una

    especie

    de

    cola

    vertical.

    Era

    de

    aspecto

    metálico,

    y destacaban

    en

    é1

    unos

    colores

    muy

    brillantes,

    verdes

    y

    amari-

    ilos.

    Además,

    en'

    la

    zona

    inferio, o

    p^n

    ^

    ,,

    veía

    claramente

    una

    especie

    de

    coroná circular

    cuya

    parte

    central tenía

    un

    color amarilloana-

    ranjado,

    limitado

    por

    un círculo

    de

    color

    ne-

    gro

    o azul muy

    oscuro.

    A

    continu¿ción

    seguía

    una zona

    circular,

    en

    Ia

    que

    se

    veian

    -e.ila-

    dos

    el

    color

    verde

    y

    el

    amarillo.

    En su

    parre

    frontal

    o delantera

    habia unas proruberancias

    esferoidales.

    rreno,

    se

    comprobó

    que

    a

    unos

    ,10

    m

    punto en donde

    se enconrraba

    la

    se

    cuando vio

    el

    OVNI,

    se

    advirtieron

    riosas

    huellas

    en

    el

    suelo.

    Lo

    que se h¿

    cuatro

    líneas

    paralelas,

    en

    dos grup

    marcas

    cada

    una, orienradas

    en

    direc

    SE,

    que

    es precisamente

    la

    dirección

    de

    desapareció

    el

    objeto

    visto

    por

    Estas marcas

    presentaban

    un

    aspec

    abultado,

    es

    decir,

    como aparecéría

    cie de trn

    terreno

    si

    por

    debrjo

    de

    el

    sa proiun.lrdad

    sc inrroJu

    jera

    un.r

    t

    tá[ca

    de un

    grosor apreciable

    ,v

    en

    ción

    casi

    paralela

    a

    Ia

    superficie

    de

    Las

    huellas

    Podríamos

    decir

    que

    el

    aspecto

    de

    era

    parecido,

    en

    cierta

    manera,

    a 1

    superficiales

    que los

    topos

    produc

    campos,.pero

    con

    notables

    diferenci

    queño

    diámetro,

    el rratarse

    de

    dos

    huellas

    perfectamente

    paralelas,

    el

    te

    ellas

    idéntica

    orientación

    N\)7-SE,

    el

    solo

    orificio

    (e1

    correspondiente

    a

    la

    salida),

    y

    el

    ser

    apreciables,

    al levan

    de

    tierra

    que

    cubría

    los

    canalillos

    por

    la

    introducción

    de un.cuerpo

    d

    tierra,

    unas curiosas

    ramificacione

    equidistantes,

    de muy reducida

    long

    escaso

    diámerro.

    Fs

    digno

    de mencionar

    que

    en el

    in

    los

    pequeños canales

    abierros

    en

    e

    podía

    apreciar

    perfectamente

    el

    as

    ofrecía

    la tierra, de

    estar

    presionada-

    paredes

    de los

    mismos.

    Ello

    hace

    m

    la

    hipótesis

    de que

    se introdujo

    en

    de

    la tierra un objeto duro,

    rectilíne

    cho,

    a

    gran presión.

    Anre

    estas

    prue

    e.videntes,

    los argurnentos

    de

    loi

    esc

    desmoronan

    como

    torres

    de

    arena

    Consideramos

    que

    este

    suceso,

    con

    cia

    física

    descrita

    -compatible

    co

    deiaria

    una

    sonda

    para

    la iaprura de

    de

    suelo,

    por

    ejemplo-,

    es

    uno

    de

    lo

    de

    la

    c¿suisrica

    O\7NI

    en nuesrro

    pa

    licemos

    con

    una

    reflexión.

    Much-os

    de

    ciencia

    se sienren

    especialmente

    p_or

    la

    mera

    exisrencia,

    en

    ei

    plano f

    OVNI

    f,

    a1

    no

    poder

    encuadiar inco

    mente

    el

    fenómeno

    en sus

    esquemas.

    tras largos

    años

    de

    estudios

    y'rrabajo

    ren

    desc¿rtarlo.

    se¿

    por

    rech'azo

    dire

    blico

    del

    mismo,

    o

    con

    el

    espaldara

    incomprensión

    y

    falta

    de apoyo

    pa

    propuesras

    de

    análisis.

    Esta

    seguáda

    pensamiento

    es

    bien

    explícita

    en

    una

    frase

    de

    Arthur

    Koestlér:

    .Todo

    hal

    da innovación,

    constiruve

    una

    doble

    ara

    esas

    mediocridades'académicas:

    peiigro

    su

    autoridad

    de

    oráculos

    y

    e

    riesgo

    terrible

    de

    que uean

    hundirse

    :