P R Ó L O G O

Hoy hace veinticuatro siglos que nació la civlizacién esenia. Los seres que a ella pertenecieron recibieron de mandato divino la orden de encaminar los estudios de Sabiduría Superior y las escuelas .esenias creadas en ese entonces gravitaban en las fuerzas mentales y suprafísicas, que debían ir aumentándolos con ejer­cicios de retrospección, meditación y concentración; pero agre­gando a sus conocimientos ya adquiridos Jos de profundas filo­sofías antiguas desenterradas de fosas egipcias, criptas funerarias, pirámides y monumentos ocultos o sepultados para la vista de la generalidad de la gente.

Esos estudios filosóficos leídos, comparados y estrictamente analizados se fueron uniendo con otros similares obtenidos en otras fuentes regionales, sito en África, Sur Asia, etc., ya men­cionados en "Civilización Adámica" y "Arpas Eternas". Esos es­tudios de profundidad .suprema fueron acumulados tomando minuciosas precauciones para que no fueran en su traducción adulterada sus conceptos genésicos, porque podía provocar la desviación del concepto principal. Estos recopilados, estudiados minuciosamente con la sutileza de los seres encargados de esta tarea fueron aumentando año a año, siglo tras siglo y así se llegó a reunir un todo de las principales enseñanzas de las ciencias metafísicas y supranormales.

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C O N C E P T O , D E S A R R O L L O Y S Í N T E S I S

Es la c iencia que se ocupa de descubrir la V e r d a d Divina. En ella está encerrada toda la fuente de Sabiduría Universal . Es leer­la y leerla tratando de hal lar en sus riquísimas, pero simples palabras , lo que cada una de ellas encierra. Invest igando la tó­n ica principal de la misma nos encontramos con que ella marca o l imita un sendero para penetrar en la profundidad de sus enseñanzas. Porque allí está encerrada toda la capacidad mental y espiritual de los seres que h a n ido descubriendo poco a poco las verdades encerradas en esas simples palabras ; pero de una profundidad i l imitada. Buscando l legar a la verdad encontráis que pasajes bíbl icos desmienten en mucho con las obras recopi­ladas por los esenios. Pero buscando la paralel idad de esos prin­cipios halláis que se desdicen en toda su esencia, pues los esenios dejaron enterrados sus trabajos para que la ferocidad humana no destruyera la obra real izada con tantos sacrificios y dolores para lograrla, siglo tras siglo.

En concepto hallaréis la definición de la c ienc ia pul idamente t raba jada por seres q u e amaron con todo el ardor de su espíritu al Amor E terno , Cristo Supremo.

E l Desarrol lo presenta la verdad desnuda p a r a iquel los que quieran encontrarla ; pero no así para quien no está aún en la hora de la luz espiritual. Sobradas razones tuvieron los esenios cuando t raba jaban intensamente y permanecían ocultos y ocultos sus trabajos , pues no todos pueden estar en la misma idea y comunión espiritual, dando lugar a la deformación de la verdad exacta de todo lo cual se quiso poner en claro para l legar al fondo profundo de la historia del mundo. Ojos neófitos y mentes oscu­ras sólo pueden obstaculizar y desvirtuar la verdad.

La verdadera razón de estos estudios y ensayos se explica cla-

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ramente ya que quedan al desnudo secretos que, confundidos en la entraña misma del mundo, pueden ser puestos a la luz de todos. E s a verdad puesta de manifiesto en estos ensayos aclara los puntos oscuros que no han podido desentrañar los análisis litúrgicos ni bíbl icos. Por eso es que hoy se han recopilado esos trabajos para ofrecerlos al mundo, ya que dejarán expresamente explicados y aclarados misterios no comprendidos hasta el pre­sente, lo cual ayudará a aquel que así lo sienta en lo más hondo de su espíritu.

E s t a obra dejará f i rmemente expresado el porqué de esos h e ­chos provocados por seres que fueron y son en la actual idad tildados de psicopáticos. Deseamos que al leer ésta, recibáis en vuestro espíritu la luz y la paz que en ella está inherente . Por­que sus ondas vibratorias y todo su contenido contienen la pura y sana intención de que provoque en vuestro espíritu la reacción natural a que debe l legar el mismo después de un largo traj inar por el mundo. A todos los que en su f ibra íntima sientan vibrar el más pequeño deseo de luz y de verdad, Dios permita que nuestros anhelos sean satisfechos, ya que nuestros deseos y es­fuerzos t ienen ese solo objeto . D a r luz a quien se encuentra todavía en la oscuridad, dar luz a quien todavía no ha l legado a la plenitud total del espíritu; por eso deseamos y esperamos q u e nuestros esfuerzos sean compensados. Con ese solo ob je to es q u e se pone hoy en vuestras manos una recopilación de los trabajos metafísicos y extranórmales de los seres que siglo tras siglo han ido elaborando, con el esfuerzo y el afán de descubrir el fondo de ese oscuro torbell ino míe era la historia universal. E s a fue y es la única m e t a de esos hombres- luz que llegados a la alborada espiritual sacrificaron todo en aras de la Verdad.

El h o m b r e desde sus comienzos fue un diminuto ser despren­dido de la materia-madre ( D i o s ) como hojas que se desprenden de un árbol y van cayendo en un suelo para servir de abono a la tierra que las engendra. Así p o c o a poco y a través de siglos y reencarnaciones sucesivas fue logrando la evolución a o u e d e b e l legar todo ser salido de Dios-Fuerza , Dios-Universo, Dios-Cosmos. El nombre es indistinto, sólo es el origen de las causas y de todos los progresos a que debe l legar el hombre tiara ir a refundirse en la materia-virgen que le dio origen y que le dará la fuerza que lo conducirá al E t e r n o F i n .

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H a c e por lo menos diez años, según vuestro t iempo, que se está germinando la idea de presentar a la humanidad terrestre un traba jo como éste, para que pueda servir de información científ ica y específ ica de la materia en cuestión. No sé si nuestro objet ivo tendrá el éxito que deseamos; pero sí sabemos que para aquellos que sientan a Dios en lo recóndito de su alma esto será un bálsamo y un elixir. Tratamos de que sea lo más claro y sencillo nuestro vocabulario para que sea de más fácil compren­sión y análisis, pues es para todos de un interés principal dar luz a los secretos universales existentes hasta hoy. Por eso os rogamos, que cuando os pongáis a leer sea en vuestro ánimo el me jor y más sincero de los sentimientos, despojado de toda vi­vencia egoísta o partidista. El fin es único : ayudar; v vosotros ayudaréis a otros al tener en vuestro caudal estas aclaraciones. Q u e vuestra opinión sea sincera, que vuestro objet ivo sea puro e inegoísta. H a c e d un análisis de todo lo que leáis y no veáis en estas páginas un objet ivo partidista. El objet ivo es dar y ayudar, es unir a todas las almas en un solo tronco común y que su vértice se eri ja y se refunda en la gran Fuerza Universal , Dios-Cosmos.

En el desarrollo encontraréis que todos los sistemas y métodos crrmleados para desarrollar el mundo mental y el mundo espiri­tual siguen un curso de gran ejercitación y perseverancia, pues no siendo así no se puede l legar al máximo del desarrollo de las fuerzas supranormales y metafísicas. Muchos creen que las fa­cultades extrasensoriales son propias de seres dotados por la gran Fuerza Creadora ; no es así del todo, porque un ser que ten^a inquietudes espirituales, que sienta la necesidad de encontrar la verdad; aunque carezca de esas facultades, puede lograrlas con sólo ponerlas en e jercitación. Claro está que ese desarrollo de facultades debe llevar un sistema, un orden gradual v poco a poco ir despertándolas hasta lograrlo totalmente. Por eso en esta nartc de la obra es donde explicaremos ese sistema a seguir. Para alcanzar un grado de desarrollo metafísico es necesario ade­más de un sistema u orden, un acondicionamiento especial del cuerpo en concordancia con los mundos espirituales de cada indi­viduo. No por ello quiere decir que el iniciado se vea obligado a cumplir con un régimen de vida estricto, que le resulte un imposible llevarlo a c a b o de acuerdo ?. q u r debe también des-

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envolverse en el tra j inar del mundo en que se halla. En fin, deseamos y esperamos que los frutos obtenidos en esta

obra sean realmente beneficiosos y de gran util idad para todo aquel que le interese y sea l legada su hora.

Los temas a desarrollar en el tópico Síntesis no es para descri­birlos ahora, pues sería nulo el resultado; por eso considero que el prólogo puede ser concluido con estas palabras :

D a r es nuestro objet ivo. Rec ib i r y asimilar es el vuestro. Dios i luminé vuestras mentes para que la germinación de la semilla dorada sea todo un éxito. Hasta q u e los ojos del c iego no se abran no podrá v e r la luz; hasta que los oídos del sordo no se despejen no podrá oír un sonido; hasta que el vibrar de las f ibras más íntimas de vuestro corazón sea puesto en sintonía con la Div ina Sabiduría, no será l legada la hora. Entonces abando­nad el t raba jo y esperad a sentir en vuestro Yo interior la M e ­lodía Universal .

Considero q u e todos aquellos que han comenzado a leer están dentro de las corrientes espirituales, no interesa cuál es, sólo im­porta q u e estén en ese camino porque perdido será el t iempo de ser lo contrario.

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D E S A R R O L L O

CAPÍTULO I

L O S C U E R P O S F L U 1 D I C O S O E T É R I C O S

Estos cuerpos son l lamados así porque están compuestos de sustancias de una sutilísima materia donde los átomos que la componen en su ínf ima porción o e lemento son de formación gaseosa, l lamémoslo así para ser más claros. Es tos cuerpos están en un estado de inercia o de inactividad en los seres que no h a n sido aún despertados y poseen las mismas e idénticas composi­ciones atómicas de cualquier otro ser, solamente que necesitan ser puestas en movimiento por la palanca voluntad <\v\ individuo para que comience a despertar y a ponerse a tono con los demás vehículos.

Comparamos a estos átomos con pequeños seres que t ienen un grado potencial de actividad mecánica .

Es tos cuerpos están en relación unos con otros y no pueden funcionar independientemente unos de otros. Por e jemplo el ser humano t iene distintas capas superpuestas como si fueran ves­tidos; pero todas relacionadas o eslabonadas una con otras y de­b e n tener u n a armonía o sintonización entre ellas para que se obtengan resultados satisfactorios. Esas capas , o mejor dicho planos, porque su verdadero n o m b r e es ese, deben ser acondi­cionadas una por una separadamente y luego unificarlas siguien­do un ritmo armónico y sincrónico.

Esos planos son a contar del cuerpo físico hasta l legar al Yo Superior : 1) cuerpo físico o denso; 2) cuerpo vital o áurea; 3 ) cuerpo de deseos.

B u e n o es decir q u e el h o m b r e es mater ia pura pero para los hombres que aún la luz de la Verdad no ha l legado; mas no

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para vosotros mis queridos hermanos que no estáis como ellos, porque la hora os ha l legado para que conozcáis la verdad del mundo y sus orígenes.

En este capítulo nos l imitaremos a hablar de lo que es cuerpos fluídicos y etéricos.

Son masas o materia sutilísima cuya composición es atómica como cualquier otro elemento-materia , con la diferencia que esta sustancia nó es visible para la gran mayoría de los seres; pues no les es posible visualizarla con sus ojos materiales, ya que la sutilidad de la misma la h a c e transparente e invisible para a q u e ­llos en que la vista espiritual no ha alcanzado el desarrollo nece ­sario para ello. E s t a sustancia es de consistencia gaseosa y más liviana que la mater ia carnal y adopta el color y forma del individuo que corresponde, de acuerdo al grado de evolución espiritual que- posee. Es la que reviste o circunscribe al cuerpo físico adoptando las característ icas del mismo. E s t a sustancia de composición química comple ja existe mientras el ser está en su vestidura corpórea o vida material terrenal, como un lazo, o mejor dicho de ella se desprenden vibraciones electromagnéticas que conectan el cuerpo físico con el espíritu propiamente dicho.

Al l legar la muerte del cuerpo físico esta sustancia o cuerpo fluídico desaparece , desprendiéndose en toda su extensión del cuerpo al cual c ircunscribe yendo a fundirse con el espíritu; l le­vando en ella impregnados o grabados todos los sucesos y hechos realizados o vividos en esa existencia; es como una máquina registradora en la cual quedan impresas todas las entradas del día. E s t e hecho es lo que luego pasa a cámaras madres donde agregan sus películas existencia tras existencia, formando en esa forma el archivo memoria del período evolutivo del ser o indi­viduo. C u a n d o ese espíritu vuelve a tomar materia le pasan dicha pel ícula desde sus orígenes hasta el último período vivido, permitiéndole al mismo observar y analizar los sucesos vividos por él y l legar a ver con la nit idez de un lente los errores y por qué de los mismos, permit iendo así q u e cada uno pueda elegir o solicitar la vida a que d e b e volver para repararlos y lograr así su proceso evolutivo.

E s t e cuerpo f luídico fundido en el espíritu, se desprende nue­vamente siempre con lazos de unión con el mismo y toma la caracter íst ica del cuerpo que va a adquirir en la próxima exis-

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tencia ; pero prometiendo previamente el cumplimiento de lo que solicita. El cuerpo etérico desprendido del espíritu lleva impreg­nado en £u sustancia rasgos de las anteriores vidas; pero débil ­mente marcados para que en la próxima encarnación no recuerde en su conciencia ese pasado, porque no le permitiría vivir l ibre­mente , ya que podría ser motivo de remordimientos y de penas , lo que impediría que el nuevo ser logre el cometido que él mismo se ha comprometido realizar. Sería para él una perturbación para el l ibre actuar del nuevo ser.

E s t e cuerpo f luídico se pone en contacto con el cuerpo físico en el momento de la gestación y va desarrollándose de acuerdo al ser físico que revestirá.

El espíritu permanece separado de los dos; pero siempre con­serva una conexión con el f luídico, porque es por medio de él que transmutará y recibirá lo que el f ísico accione y viceversa. E s t e cuerpo etérico, ya di je, es de forma y color de acuerdo a la caracterología t ípica del ser que toma, conservando sus rasgos genésicos porque nunca se pierden totalmente. Los mismos que­dan impresos en sus átomos.

E s t e cuerpo es de gran importancia para el espíritu que le pertenece , pues es el hilo telegráfico por el cual irán transmitidas las novedades y acontecimientos; pudiendo por su intermedio actuar en el momento necesario y preciso.

Es de suma importancia para el proceso del desarrollo de las facultades sicofísicas, porque es el cuerpo q u e primero comienza a vibrar para dicho desarrollo, siendo de suma importancia para los fenómenos de clarividencia.

E s t e vehículo sutil que reviste el doble papel de conductor y director en la evolución de un ser, comienza a desprender sus átomos o a distanciarlos entre sí, de jando entre cada uno de ellos espacios intersticiales en los cuales se va formando otra sustancia también etér ica ; pero de otra composición química l lamada fluo-cromotanida, que su elemento esencial es la fuerza magnét ica-electro, aumentando su superficie y potencial idad a medida que los átomos se distancian más y esto significa que el individuo va adquiriendo mayor desarrollo. E s t a sustancia es de consis­tencia gelatinosa y de color índigo.

S u reacción es acida y de pronta elaboración pues es continuo el cambio , ya que van cambiando sus células per iódicamente de

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acuerdo al grado de e jercitación que realizan los seres que están en el desarrollo de las facultades metafísicas y supranormales.

Los átomos al dispersarse van a irradiar fuerza magneto-e léc­trica dando luz a su contorno, permit iendo así a los seres q u e t ienen facultades supranormales observar el cuerpo f luídico o cuerpo vital.

E s t e cuerpo, que es el inmediato al cuerpo físico, se mant iene en continua vibración por la sustancia eléctrica que lo forma. Es así como por medio de esta corr iente se pone en contacto con los cuerpos fluídicos de otros seres, entrando en sintonización s iempre que los polos de los átomos de uno combinen con los del otro ser. E s t a vibración l levada a efecto por la corriente e léctr ica es manifestada por la irradiación lumínica de sus átomos.

En los espacios contenidos por la sustancia intersticial , cons­tituida también por átomos de la misma naturaleza, se ponen en contacto los polos de una molécula o cuerpo, con otros átomos de otros cuerpos.

Así sincronizados es como se logra visualizar al cuerpo f luídico o etérico ( conoc ido vulgarmente como á u r e a ) . Para el desarrollo de esta facultad, l lamada videncia o clarividencia, deben ponerse en vibración los cuerpos fluídicos de su propio ser para sincro­nizar con los cuerpos fluídicos de los seres que deseen ver sus respectivos cuerpos etéricos.

P a r a esto es necesario una e jerci tación constante y continuada, agregando la pureza de pensamiento, porque esto es de gran importancia , ya que s i e l pensamiento no es adecuado el des­arrollo es lento y difícil , pues las vibraciones que emana el pen­samiento o m e n t e c h o c a n con las del cuerpo f luídico y entonces entran en contacto fuerzas negativas, impidiendo así lograr una conexión per fec ta y adecuada. Volviendo al t e m a del cuerpo fluí­dico, estos átomos dispersos adquieren vibración y luz propia, y las sustancias interatómicas también t ienen vibración y luz propia, de aquí la var iedad de colores q u e se observa en ese cuerpo.

Para lograr ver ese cuerpo debéis poneros en vibración y ar­monía menta l y espiritual, si no sois víctimas de grandes errores. En la cotidiana vida vuestra podréis observar a muchos seres q u e presentan var iedad de colores o mat ices , y eso se d e b e exclusi­vamente a la vibración. E s a vibración es producida por impulsos

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o reflejos que llegan a los átomos de dicho cuerpo produciendo el efecto que cada elemento excitante le impulse. Primero debéis poneros en contacto mentalmente con ese fluídico, que haya una armonía más o menos perfecta, y luego tratar de que los átomos de dicho cuerpo comiencen a reaccionar. La materia impresionada por el impulso activo que expele el pensamiento va rápidamente a la sustancia interatómica y de ésta al átomo, produciendo luego el efecto ya mencionado.

Si vuestros pensamientos están limpios y organizados, vuestros resultados serán de éxito.

Los organismos inferiores como los vegetales, por e jemplo, tam­bién poseen es te cuerpo fluídico; pero son impresionados por distintos agentes, aunque son sensibles a la emisión mental del hombre. Probablemente tan sensibles como el mismo hombre , pero la reacción siendo similar no es igual, ya que varían en la vibración y en los colores.

Los cuerpos fluídicos son absorbidos por el espíritu, pero no totalmente, porque de su materia se desprenden átomos que cons­tituyen otros cuerpos y que éstos mueren con sus desprendimien­tos. Al volver a reencarnar ese cuerpo fluídico viene con algunas características de las vidas anteriores, ya sea en caracterología, temperamentos, sensibilidades, emociones, etc. , en levísimo gra­do; pero latente para que el ser no tenga choques con la presente existencia, porque sería perjudicial para el progreso evolutivo del espíritu. Sus fuerzas fluídicas, que es corriente electromagnética, se desprenden de estos cuerpos yendo a impresionar los sentidos del individuo o ser que t iene las facultades sicofísicas o supra-normales. Impresionando esos sentidos es como se hace la ima­gen y sonido por el cual pueden, de acuerdo a la evolución del facultado, interpretarse y dar la explicación del fenómeno que acontece.

Por e jemplo: Un ser cualquiera posee ese cuerpo fluídico con sus respectivas fuerzas fluídicas o emanaciones eléctricas y entran en vibración en contacto con el agente impulsor que en este caso es el observador. Al ponerse en vibración sus átomos y sustancias interatómicas, vibran y adquieren luz de diferentes colores o to­nos y es así como la capta el observador, porque él es el que impresiona eon la onda eléctrica de su pensamiento a esos átomos.

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Luego el observado aumenta su vibración a medida que aumenta el poder mental del observador.

Hay además de cuerpos fluídicos otros cuerpos intermedios en­tre los tres principales mencionados, constituyendo un número de siete por cada división o cuerpo a partir de los cuerpos fluídicos, cada uno de ellos rec ibe las distintas vibraciones y cada uno independientemente primero y luego en concordancia con los otros reacciona, dando lo que en su yo interior conserva o con­tiene, pudiendo el facultado describir sucesos del pasado, pre­sente y futuro. Así es como a través de esos cuerpos se llega a penetrar en los mundos interiores de los seres, cosa que para algunos hombres de c iencia esto es normal, y, según aducen, se debe al grado de desarrollo que poseen las neuronas o células nerviosas del cerebro, porque saben que las mismas están consti­tuidas por electricidad, y teniendo éstas polos negativos y posi­tivos se ponen en circuito y captan lo que pasa la frontera mental ; pero es que estos hombres de ciencia que aún a pesar de sus esfuerzos y constante investigación no han penetrado en ese cam­po donde se sale ya de la frontera mental . Es en ese campo etérico donde existen esos otros cuerpos fluídicos y que sucede lo que he explicado ( la reacción a t ó m i c a ) .

Traspasando dicho límite o frontera existen campos etéricos constituidos de materia electrizada y magnetizada, donde se con­jugan infinidad de átomos de otras sustancias también etéricas que combinadas producen los efectos ya mencionados. En esos campos etéricos es donde se desarrollan alrededor o circunscri­biendo a cada individuo los distintos cuerpos; pero cada uno de ellos con distintas características en constitución atómica y esencial. Los cuerpos fluídicos con un grado de desarrollo pe­culiar en cada uno de los mismos y en cada individuo son de variedad constante, pues a medida que el ser va desarrollando espiritual, mental e intelectualmente sufren metamorfosis y la gé­nesis de los mismos va transformándose hasta lograr un cambio total en el mismo.

Así por e jemplo: En el mundo mental e l individuo pudo haber llevado vida tras vida hechos realmente nefastos y negativos para él mismo; pero a medida que va cambiando para el camino opuesto hasta el presente, esos átomos que antes estaban y vi­braban con polos negativos, con ese cambio logran poco a poco

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que sus átomos negativos cambien a positivos y así éstos se ponen en contacto con átomos de otros cuerpos fluídicos que también cambiaron sus polos sincronizándose unos con otros.

Es así como los átomos de los distintos cuerpos reaccionan y se metamorfosean sus génesis y transformándose en nuevos átomos reciben las corrientes o fuerzas enviadas por el agente expulsor.

El cuerpo fluídico del primer plano, es decir el cuerpo vital o áurea es el que rec ibe el primer impacto, es como el portero de la casa y sufriendo sus átomos y sustancias interatómicas re­accionan, entran en vibración y emitiendo luz propia generada por la impresión recibida, es emitida a los otros cuerpos fluídicos y extrayendo las vivencias del yo interior aflora al espacio o exte­rior, donde el observador capta los fenómenos. Estos fenómenos no son producidos por el agente externo o impulsor, son provo­cados o impresionados por él pero afloran al ponerse en circuito las vibraciones de él con las del observado.

El cuerpo fluídico que le sigue al vital es el de deseo; éste de la misma manera que el anterior sufre las mismas transformaciones y reacciona por las vibraciones recibidas del cuerpo vital que fue impresionado por un ser facultado. La fuerza fluídica de este cuerpo envía al cuerpo de deseo sus ondas vibratorias haciendo reaccionar a los átomos de la materia que constituye el cuerpo de deseo. La onda vibratoria estimula a los átomos, éstos a la sustancia intermedia y se produce la reacción de esa materia, comienza a vibrar independientemente y una vez puesta en mo­vimiento su materia comienza a emitir su fuerza fluídica a los otros cuerpos, que a su vez reaccionan similarmente, dando su fuerza y su color propio. La fricción entre la fuerza o vibración de un átomo con su sustancia interatómica da lugar a vibración de su cuerpo y éste va a impresionar al otro cuerpo inmediato, dando su reacción propia del mundo al cual pertenece.

El cuerpo de deseo está dividido en siete subdivisiones, cada una de las cuales posee composición atómica similar a las otras, cada división dentro de sí misma posee energía propia y produce la reacción mecánica que la caracteriza. En cada una de ellas sus átomos y sustancias poseen una carga positiva y una negativa que al ser impresionadas por el estímulo recibido, se establece el cir­cuito correspondiente dando lugar a la vibración y fuerza fluídica correspondiente.

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Por e jemplo:

E s a fuerza f luídica es recibida por los átomos siguientes y re­accionan al establecerse el c ircuito entre sus polos y los del átomo vecino. Luego , puesto todo en movimiento, emiten su fuerza ha­c ia el otro que le sigue y así sucesivamente. Lóg icamente que toda esta reacción atómica es efectuada con la velocidad del pen­samiento q u e en vuestro sistema matemático no existe u n a medida o longitud con que pueda apreciarse exactamente ; pero vosotros podréis indudablemente daros una idea aproximada del t iempo que emplean cada átomo y cada cuerpo en reaccionar una vez recibido el estímulo act ivante.

En estos cuerpos fluídicos que poseen sus cargas negativas y positivas al darse la reacción propia de cada uno de ellos se des­gasta energía; pero también se absorbe, pues sufren sus trans­formaciones dando nuevos cuerpos f luídicos, es decir , se sufren trasmutaciones de átomos y sustancias, y éstos pertenecientes a

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un cuerpo por lógica consecuencia transforman o trasmutan al que pertenecen.

Los cuerpos fluídicos de los otros mundos sufren las mismas transformaciones: para mayor entender os diré que el cuerpo de deseo está independientemente del vital, pero todos conservan una relación entre ellos debido a esa reacción propia de cada uno. A continuación explicaré que las subdivisiones intermedias entre los cuerpos fluídicos, pertenecen al mundo mental y al Yo Superior, que es materia virgen propiamente dicha; pero todos constituidos de la misma manera sufriendo sus transformaciones propias inherentes a su misma naturaleza.

El Yo Superior o Espír i tu propio es mucho más sutil que los otros cuerpos, pues no debéis olvidar que este espíritu es átomo de la materia-madre que lo engendró y que por esta razón sus moléculas mucho más numerosas, pero más livianas, sufren las transformaciones de su materia en idéntica forma que los ante­riores; pero su fuerza f luídica es muchísimo más nítida en su luz y más penetrante en su vibración por la causa que le dio origen, ya que partiendo de materia pura sus partículas conser­van la pureza genésica.

Así es como sus átomos vírgenes reaccionan dando y recibiendo fuerzas que generan y transforman, permitiendo con estas trans­formaciones moleculares la evolución espiritual de cada indi­viduo.

Los átomos del Espíritu Superior se suceden en la misma for­ma y así sucesivamente se van transformando en su misma esen­cia; pero no en la materia específica que lo constituye, porque los rayos divinos emitidos a él y emanados para él, son los que hacen en este caso especial la transformación o trasmutación de sus átomos.

En este caso sus agentes impulsores para la vibración y tras­mutación son emitidos desde el átomo simiente contenido en el Sol; éste envía sus rayos hasta él y son impresionadas sus mole' culas atómicas. Los impulsos o estímulos recibidos por los otros cuerpo etéricos sólo lo hacen vibrar y reaccionar; ñero no inter­vienen en su transformación atómica, pues ésta es la parte cons­titutiva de la materia virgen que le dio origen. Es decir , su génesis no es trasmutada por otros agentes, sino exclusivamente por las impresiones emanadas del Cosmos.

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La Fuerza Creadora que le dio origen le envía continuamente fuerzas vibratorias que se ponen en contacto con sus átomos y éstos armonizados y constituyendo el circuito recién sufren la metamorfosis, es decir lo que se l lama evolución y progreso espiritual. Pero esto se sucede a medida que ese Yo Superior o Espír i tu Divino va elaborando para su haber obras de evolución.

Las vibraciones recibidas por los otros cuerpos son las que le envían para que éste rechace o acepte según le interese para su caudal progresista. C o m o se ve la sustancia divina que lo constituye permanece como originariamente tuvo lugar, sufriendo sus transformaciones de acuerdo a los rayos fluídicos-divinos emanados de la Fuerza Creadora-Dios Cosmos. La Fuerza Crea­dora le envía sus fuerzas fluídicas que también son electromag­néticas pero de un grado potencial incalculable. Las vibraciones recibidas por los agentes externos a su cuerpo le hacen reaccio­nar vibratoriamente, pero sin producir en su constitución atómica transformación alguna.

Las fuerzas fluídicas de los cuerpos etéricos generan y emiten ondas electromagnéticas que en sus moléculas, también de polos negativos y positivos, puestas en circuito se manifiestan a los ojos del facultado de acuerdo a la onda vibratoria que éste le ha en­viado.

E j e m p l o : si el facultado desea observar el cuerpo físico del individuo para captar alguna enfermedad o deficiencia, enton­ces reaccionan los átomos del cuerpo físico, que al reaccionar emiten energía o fuerza fluídica y son captadas por los del facultado, formándose así el circuito correspondiente. Es ahí cuando se poduce el fenómeno y el observado deja a la luz el mal que pueda poseer en ese momento o futuro o pasado. Si el facultado quiere observar a un individuo en sus respectivos cuerpos etéricos o en alguno especialmente, se produce el mismo mecanismo, de acuerdo también al grado de desarollo que posea el clarividente. En el mundo mental es donde generalmente puede captarse con mayor nitidez y esto se debe a que su mate­ria atómica lleva más carga eléctrica. Así sucesivamente se puede penetrar en todos los cuerpos fluídicos, según también el grado de sensibilidad receptora del observado, puede ser con mayor intensidad que en otros y viceversa.

Creo que el punto éste ha quedado claramente expresado.

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Sueños y percepciones:

Estos son fenómenos- etéricos, pues es el resultado del despren­dimiento del cuerpo vital del cuerpo físico que el individuo reali­za en estado de sueño generalmente; pero hay seres que lo realizan conscientemente en vigilia. El cuerpo vital por vibración se desprende del cuerpo físico; pero esta vibración se efectúa por la misma razón que en los otros casos mencionados anterior­mente. En estos casos los cuerpos etéricos son puestos en vi­bración por el estímulo enviado por el mundo etérico. Al des­prenderse siempre queda ligado al cuerpo físico por un lazo o cordón fluídico de la misma materia. Cuando el cuerpo físico realiza algún movimiento o despertar, este cordón vibra haciendo reaccionar al cuerpo etérico y éste inmediatamente regresa a ocupar el cuerpo físico que le pertenece; de no suceder así produciría la muerte del individuo.

Como veis todos estos hechos son consecuencia de ondas vi­bratorias de las materias atómicas de los cuerpos fluídicos.

Percepciones:

Éstas , mucho más simples aún, son captadas por las vibracio­nes emitidas y recibidas por los distintos cuerpos etéricos, de­pende la zona que se active, de los sentidos propios del mundo psíquico del individuo.

Estos sentidos más susceptibles que la materia que los con­tiene, reciben las vibraciones de las ondas emitidas por un pen­samiento emitido hacia ellos; que puede ser recibido por el cen­tro motor, el del vocabulario, oído, etc. , depende del agente impulsor, para que haga reaccionar o vibrar el centro sensitivo correspondiente.

Los sentidos físicos son constituidos por células nerviosas cuyo asiento está en el cerebro, materia gruesa o densa que actúa por reflejos sensitivos y motores. Estas células llamadas neuronas, al igual que las materias de los cuerpos etéricos y fluídicos, po­seen en su constitución átomos, que con sus polos negativos y positivos, reciben el impulso o el estímulo externo a su mismo

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campo y combinándose forman el circuito eléctrico, dando lugar a la reacción celular; produciendo el e fecto correspondiente.

L a s células nerviosas o neuronas, con sus prolongaciones neu­ríticas, poseen carga positiva y negativa. Éstas en contacto con otras forman la cadena neural y son receptoras y transmisoras de impresiones ( n o es más que la vibración atómica de sus c u e r p o s ) .

Estas percepciones son específ icamente dentro de la barrera o frontera mental . Transpasando ésta, entran a actuar los cuer­pos fluídicos dejando ya a la materia densa o física en el papel o función de agente externo.

L a s vibraciones neurales accionadas dentro del campo físico son transmitidas a los cuerpos fluídicos y éstos entonces por acción mecánica de sus átomos constitutivos comienzan a po­nerse en vibración produciendo el arcchvoüo-tnagnético.

Las percepciones realizadas por la materia física producen las vibraciones dentro de su propio campo; pero la fuerza fluídica. que generan en esa vibración son las que expulsadas al exterior del mismo son captadas por los cuerpos fluídicos que reaccio­nando van a producir el efecto ya dicho anteriormente.

Las capas celulares del te j ido nervioso constituido por materia atómica sufren las transformaciones o transmutaciones en su materia específ ica que se va renovando periódicamente; pero esta transformación también se efectúa por el mismo proceso que sucede en las materias fluídicas o etéricas. Son producto de vibraciones atómicas.

Los átomos que la constituyen con sus cargas eléctricas re­nuevan sus componentes a medida que se realizan las vibraciones fluídicas, eliminando las- ya desgastadas o anuladas y absorbien­do mater ia nueva, es decir, renovación parcial y total de sus átomos.

Los seres que poseen mayor desarrollo metafísico, son aque­llos q u e con el continuo ejercicio realizan frecuentemente la transmutación atómica de su materia densa v fluídica o etérica. Por esa razón poseen mayor sensibilidad reflectora y receptora.

Las células de su materia densa están revestidas de fluido etérico y por consiguiente están en condiciones mejores q u e otros individuos para recibir las ondas vibratorias emitidas del exterior.

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L a s fuerzas fluídicas poseen mayor grado de cargas atómicas y por esa razón están en condiciones de recibir con más faci­lidad y rapidez las vibraciones fluídicas. L a s puertas del campo etérico ya están abiertas, ¿queréis penetrar en él? ¿Sí? , pues entonces proseguid leyendo, de lo contraio abandonad desde este instante.

Las ondas vibratorias q u e se producen en el cuerpo denso o físico son transformadas atómicamente y emitidas al campo eté­rico produciendo a su vez vibraciones fluídicas a los cuerpos etéricos. Éstos por ley Cósmica deben ir acumulando en su archivo las distintas y variadas reacciones y sucesos, las cuales serán analizadas, criticadas y juzgadas en su hora (esto en el momento de tomar cuerpo físico o nueva v ida) para llegar a la evolución individual espiritual.

Para vosotros tal vez, hombres de análisis severo, imparcial , justo y estricto, os resultará imposible aceptar la idea de que la evolución del espíritu es producto de la evolución material ( f lu ídico-etér ico) ; pero exactamente es eso, porque por su in­termedio es como el espíritu va recibiendo nuevas caracterís­ticas, que va acumulando para su haber en el archivo memoria cósmica.

El espíritu producto divino, es un constante renovar de mate­ria origen y materia evolutiva. .

El proceso evolutivo del espíritu dentro de la materia.

E s t e espíritu o materia divina es engendrado por la Fuerza Creadora que le dio origen y por tal razón sus moléculas son divinas, pero también atómicas; se diferencian de las materias atómicas de los cuerpos denso, fluídico y etérico, por una dife­renciación en su núcleo. És te posee carga positiva y negativa; pero bipolares cada una. Así en su parte fluídica contiene m a ­teria de la constitución de los cuerpos inferiores a él; pero éstos no intervienen en la trasmutación de la sustancia virgen.

Estos átomos, es decir los que ocupan las capas externas del cuerpo espíritu, son los que impresionados por agentes externos sufren transformaciones para su evolución; pero no en el cuerpo central , es decir, los átomos de materia virgen-divina. Estos

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últimos sufren transformación atómica dentro de las mismas divinidades, mejor dicho, su transformación la producen única­mente impulsos o vibraciones emitidas desde la Divinidad. Pues bien, los cuerpos externos a esta materia virgen divina sufren transformaciones progresivas evolutivas; cada una de las distintas capas o cubiertas constituidas por átomos con sus respectivos polos, son impresionadas por el agente externo o emisor, que son las fuerzas fluídicas que puestas en vibración constante ( energ ía ) emiten sus ondas al cuerpo espiritual y allí van siendo acumu­ladas una tras otra, es decir : sucesos determinantes de cada existencia y conservadas en esas cubiertas, van acumulándose donde se reservan o guardan hasta que el espíritu se desprenda del cuerpo físico.

Estas cubiertas son las registradoras de los sucesos caracterís­ticos en la vida física de cada existencia y a medida que va evo­lucionando retienen en su materia virgen lo que le sirve» de evolutivo de la materia física. Por eso es que el campo físico con los distintos planos etéricos y fluídicos guardan una gran rela­ción e importancia para el progreso espiritual.

L a s sustancias que se retienen en esas cubiertas son atómicas y revisten idénticas características a los cuerpos a los cuales pertenecen. La primera, es decir, la más externa o última infe­rior, es el cuerpo físico; la segunda, cuerpo vital y la tercera, cuerpo mental ; cada una con sus respectivas características y funciones.

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El camino a seguir para el proceso evolutivo en el espíritu es el siguiente:

E s t o es visto al espíritu efectuando un corte sagital o verti­cal. Es decir , visto la mitad del cuerpo espiritual.

L a s sustancias constitutivas de éste, sufren sus metamorfosis en el campo físico y en el central o divino son renovados sus átomos simientes por efectos emitidos por la Divinidad o Cos­mos. Las cubiertas externas del espíritu constituidas por los mismos elementos que los cuerpos, son los vehículos transmisores del espíritu y además es lo más importante. Es el encargado de retener en sus átomos los fenómenos sucedidos al cuerpo denso. E s t e cuerpo revestido de sustancias etéricas queda pro­tegido por las mismas y rec ibe en esa forma la variedad de fluí-dos necesarios para la renovación de los mismos a medida que el ser en sus distintas existencias va elaborando sus grados de evolución.

Estas renovaciones permiten al espíritu su progeso; pero en la parte constitutiva de estos cuerpos, no así en lo que respecta al cuerpo o núcleo virgen del mismo. Estos vehículos en sus distintas existencias van adquiriendo además mayor grado de energía permitiendo así que los átomos que los componen sean de cargas más potentes y dando lugar a que el ser sea más sensible a las distintas fuerzas vibratorias, en una palabra, ma­yor grado de evolución en sus facultades supranormales.

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El cuerpo virgen o divino del espíritu contiene el átomo si­miente cuyos polos están en constante vibración con la Fuerza que le dio origen. En este átomo es donde está asentada la vi­vencia divina; y de él parten fuerzas divinas que les transmite a los cuerpos o vehículos que lo revisten y éstos remiten a los distintos cuerpos que se hallan fuera del cuerpo espiritual. L a s corrientes divinas que fluyen del átomo simiente hacia el exte­rior producen en el ser un variado l lamado o clarinada para el resto de los cuerpos, dándole así la característica preponderante para el l lamado espiritual.

Descubierto este l lamado el ser trata de emitir al espíritu sus distintos enfoques al respecto, es decir, el individuo con su cuer­po mental emite al espíritu sus distintas vibraciones que lo po­nen en una constante canalización entre ellos.

Logrado esto, el ser l lega a tener un grado de desarrollo que le permite estar en contacto permanente con su espíritu pudiendo de esta manera sensibilizar a los vehículos y aumentar el grado de vibración, cosa que influye para el progreso evolutivo del mis­mo. Las cargas positivas del átomo simiente t ienen conexión directa con los átomos respectivos de los distintos cuerpos o vehículos que componen al ser; pero esta conexión siendo con­tinua produce en el mismo, aumento de energía magneto-eléc­trica y le imprime en esta forma mayor unificación entre ambos.

Los vehículos portadores de fuerzas fluídicas divinas irradian en su trayectoria una poderosa fuerza lumínica, permitiendo a un observador distinguir la categoría o grado de evolución de ese espíritu; esta luminosidad de variada potencia energética y motriz se desprende de las cubiertas externas de los cuerpos externos del Espíritu.

La Fuerza Creadora es la que le imprimió el sello de origen; éste, l lamado átomo simiente, es la fuerza motriz de toda esa po­tencia. Los distintos cuerpos pertenecen cada uno a los dife­rentes aspectos de la Divinidad. U n a sellada 1) átomo simiente: sabiduría-amor-justicia. L a s tres fuerzas unificadas con las otras tres constituyendo así los nueve aspectos.

Sucede en todos los espíritus sin excepción, quedando al l ibre albedrío la elección de una de ellas.

La Fuerza Creadora que las constituyó en principio deja luego en l ibertad absoluta para que ese espíritu por su propia voluntad

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adquiera la rama que le interese, es decir, el camino a seguir, porque cada uno posee en su cuerpo virginal todas, pero de acuerdo a este l ibre albedrío imprime mayor fuerza a la que elija.

Bendito sea aquél que logre a través de sus vidas l legar a la total unificación de esos aspectos. Es decir, la Tr inidad Divina hecha una sola en un solo uno, para ir a refundirse a la mate­ria que le dio origen.

Cada uno con su proceso evolutivo va desarrollando poco a poco ( d e p e n d e del grado de evolución) c a d a una de estas ramas, intensificando siempre una más que las otras.

Hallarán en cada espíritu, si esto fuera posible hacerlo, que todo su cuerpo está constituido de estos aspectos; pero lógica­mente muy debilitado en la parte que corresponde a los vehícu­los fluídicos. Los demás cuerpos son o sólo sirven o cumplen la función de reserva evolutiva.

Los cuerpos fluídicos o etéricos todos pertenecen al mundo etérico o astral, es para el caso exactamente lo mismo.

Las tres fuerzas creadoras predominantes en ellos son inheren­tes a cada uno. Pues las tres ramas se subdividen en tres por tres para cada cuerpo, ya sea mental-físico o fluídico etérico. Éstos pueden estar definidos en cada individuo en la rama que elija para su diferenciación específ ica o característ ica de cada espíritu en cada existencia, logrando así al f inal de l proceso evolutivo llegar a la unificación de todas ellas convirtiéndose en un solo tronco que es definit ivamente: DIVINIDAD CREADORA.

Los cuerpos virginales provistos de doble polaridad poseen mayor grado de energía permitiendo así mayor fuerza f luídica o vibratoria.

Los cuerpos externos que revisten a éstos son como todos los demás unipolares. El neutro, en este caso, presta función neu­tralizante o equilibrio.

Los cuerpos etéricos constituidos de electromagnetismo al re ­vestir o proteger al cuerpo espiritual propiamente dicho, le im­parten fluido etérico pero el espíritu no reacciona por ellos, sino por la fuerza f luídica que le emite la Divinidad; ya dije que en éste se hal la el átomo simiente o núcleo del mismo q u e es m a ­teria divina pura.

Los procesos evolutivos en cada ser o espíritu de acuerdo al

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grado de evolución imprimen mayor fuerza a uno, dos o a los tres; pero siempre con predominio de alguno.

La unificación total es el logro de la conquista definitiva del del Trono Celestial. A ese estado llegan los seres que ya han pasado por las tres etapas de las ramas divinas, por medio de las distintas existencias; porque para llegar a esa unificación deben pasar siempre por cada una y llegar en cada una de ellas al grado o superación del progreso que coresponde, para luego volver ó tomar existencia con las que le siguen y así sucesiva­mente hasta que lleguen a las tres unificadas, debiendo tomar existencia con esa característica y lograr el progreso en evolución con las tres ramas unificadas, una vez que éstas estén totalmente evolucionadas al grado, claro está que corresponda, termina su proceso evolutivo como ser encarnado, pasando ya definitiva­mente al mundo superior.

L legado a este mundo, ahí se produce un proceso específ ico que se explicará más adelante y no en este libro porque escapa al objetivo del mismo.

Los grados evolutivos, queda aclarado que se deben estricta­mente al progreso de cada una de las ramas divinas y luego en la última que es cuando se fusionaron las tres. Es por este motivo que se puede, previos exámenes minuciosos y analíticos, medir el grado evolutivo de cada espíritu y la rama a que pertenece.

Para saber cuántas han pasado es fácil , porque si descubrís una quiere decir que está en el primer ramal y que le faltan las otras dos, y cada una por separado luego se va fundiendo con la nueva que adquiere, hasta l legar al final. Esto es para determi­nar el grado evolutivo.

Hay seres, y es casi la mayoría, que toman varias existencias para llegar a la evolución necesaria de esa rama; pero a veces adelantan en las otras y compensan el retraso; otras son lentas en general , es decir, de progreso lento y extenso.

D e p e n d e de cada espíritu, no todos tienen la misma agilidad, l lamémoslo así, para logra la evolución. Dichosos los que en su trayectoria logran la realización rápida.

Los temas subsiguientes son estrictamente ejecutivos, pudiendo llegar a este punto después de haber comprendido perfecta­mente lo dicho hasta ahora.

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Los seres en evolución proceden de una misma Esencia Divi­na y al final de su recorrido deben llegar a la materia madre que los engendró, para refundirse en ella, y volver a tomar forma en ella misma, no saliendo más de su Cuerpo Creador, es decir, se refunden en él confundiéndose en una misma forma.

Los seres que a través de distintas existencias y en distintos mundos no llegan al progreso o grado límite de evolución para refundirse en el Cuerpo Creador vuelven o se pierden en la in­mensidad cósmica quedando en estado inerte o nulo.

Los espíritus que no logran su evolución es porque no lo quieren así, porque a todos sin excepción ni privilegio alguno se les brindan exactamente las mismas probabil idades y oportu­nidades, pudiendo así de acuerdo a lo que cada uno logre en su adelanto evolutivo, terminar antes el ciclo de la escala evolutiva. Esto depende exclusivamente de cada espíritu porque para eso se les brinda u otorga el libre arbitrio, es decir, l ibertad abso­luta para elegir y decidir.

En el mundo espiritual hay seres que permanecen centurias en el estado espiritual sólo y es también uno de los caminos para 3a evolución porque en ese mundo pueden trabajar para llegar a lograr su progreso espiritual, sin necesidad de tomar materia física; pero en este estado permanecen seres de grandes carac­teres porque necesitan desde ya un grado adelantado de evolución. No sólo es necesario pedirlo, sino también estar capacitado para ello; porque en ese estado es mucho más difícil lograr el adelanto, ya que necesitan luchar desde el espacio contra seres que no los «en ni perciben.

Por esta razón es que se quiere hacer l legar a todos los seres un grado de enseñanza, para que no sea privilegio de pocos el gozar de facultades, pudiendo ser una condición propia de todos los seres. Pero el hombre es tan ciego y sordo muchas veces, que permanece en la oscuridad por obstinación y no quiere salir de ella hasta que lógicamente le l lega la hora, porque a pesar de tener la dicha y misericordia divina que concede el l ibre albedrío, hay leyes cósmicas que son inmutables y eternas y no se pueden transgredir.

En el proceso devolutivo hay infinidad de mundos que cada uno puede solicitar, c laro está de acuerdo al merecimiento que le otorgue sus propios esfuerzos en haber logrado evolucionar

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en vidas anteriores; pero siempre se t iene el derecho de elegir, nadie queda excluido de él.

Hacemos la referencia de que las vibraciones están consti­tuidas por átomos y éstos sufren transmutaciones, produciendo en sus cambios y conexiones, circuitos vibratorios además de las fuerzas vibratorias.

Estás vibraciones podemos hallarlas en gran variedad. Hay para ello una clasificación de las mismas que facil i ta su cono­cimiento y utilidad.

]9 Las vibraciones ondulantes t ienen una frecuencia similar a la onda z, son de emisión rápida y breve. La onda z se utiliza para la conexión o sintonización de distintas vibraciones.

Es como s i fuera un puente . La reconoceréis por e l movimien­to rápido y breve, y t iene una frecuencia rítmica.

2? L a s vibraciones para l legar al cuerpo vital de un individúe son de gran potencial idad y presentan frecuencia r í tmica y pau­sada, es decir , más lenta que la anterior, pero hasta que esta­b lezca el circuito, una vez realizado aumenta la frecuencia y la resultante.

D e b e n estar aparejadas con otras vibraciones para poder ac­tuar poque no t ienen la individualidad. E j e m p l o : Un órgano está enfermo y queréis curarlo, emitís el pensamiento hacia ese órgano y se establece la vibración en la célula o átomo cerebral y puesta en vibración emite fuerza f luídica hacia ese órgano; en ese recorrido va energía nuclear cerebral que al l legar, a l órgano afectado está aumentada su potencial idad, ya que a medida que avanza va generando energía y al l legar al punto señalado se encuentra con las células del órgano que ya reci­bieron el impacto y se pusieron en vibración, generando energía también ellas; al encontrarse dichas energías realizan el circuito produciendo c a d a una su descarga en la otra. La afectada es curada y la impulsora absorbe esas moléculas desgastads y en­fermas; pero con la fr icción de las dos fuerzas se disgrega el resto que absorbe.

L a s vibraciones para este caso son de gran utilidad en el cam­po médico porque son terapéuticas,

Estas vibraciones contenidas en el átomo cerebral t ienen la potencia de una energía capaz de dar fuerza motriz a un motoi

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de 2 0 0 caballos como vosotros llamáis. Puede disminuirse la potencialidad disminuyendo la fuerza o intensidad mental .

No olvidéis que los átomos son elementos constitutivos básicos de la mater ia y poseen polos con sus respectivas cargos.

Las fuerzas vibratorias originadas en este cuerpo tienen el mis­mo grado de potencia que el cuerpo que le da el primer impulso o quien las genera.

Las vibraciones l lamadas de corta y larga distancia son energía electromagnética con fosforescencia y se las observa en el campo etérico propiamente dicho, es decir, en el mismo cuerpo vital.

Estas vibraciones fosforescentes t ienen una frecuencia modu­lada y se util izan para la realización de fenómenos telekinésicos, entre ellos los que ustedes conocen como materializaciones, por­que sus átomos contienen fósforo-energía nuclear y magnesio. Estas vibraciones pertenecen al campo etérico y se las l lama etéricos porque son estr ictamente de él. No halláis estas vibra­ciones en otros cuerpos sino en el fluídico.

Las vibraciones se las considera también por el color ya que halláis fenómenos supranormales que observáis en variedad de matices.

Éstas son audibles también y se perc iben a través de los oídos por el t ipo de sonido, ya que una vez familiarizados sabréis dis­tinguir a quién pertenece . L a s fuerzas fluídicas intervienen en su recorrido, ya q u e ayudan a realizarlas con la precisión nece­saria para tal efecto. L a s vibraciones pueden afectar distintas frecuencias y seguir una l ínea tangente a su origen. Éstas posi­bilitan las realizaciones metasíquicas que observáis en casos de reminiscencias autovividas.

En la variedad y color se reconocen las distintas vibraciones. Son de onda corta y larga a más de la z, que es la que se utiliza como puente en todos los casos necesarios que presentan difi­cultad de sintonización.

Los cuerpos etéricos son perfectamente interferidos por estas ondas en toda su extensión y llegan hasta el punto que se haya manifestado menta lmente llegar.

L a s fuerzas vibratorias ayudan al aumento de la frecuencia . Éstas son generadas por los cuerpos atómicos y emitidas al cuer­po siguiente o indicado, cobrando mayor amplitud en su recorri­do. L a s demás vibraciones que se agregan son de función se-

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cundaria y actúan en los casos específicos o determinantes de cada caso.

Mirando un reloj , ponéis en movimiento o vibración el átomo del nervio óptico y de ahí la fuerza vibratoria envía al cerebro la imagen observada y es captada por la onda vibratoria del átomo cerebral correspondiente, sabiendo luego qué hora es en ese momento.

Es así como las fuerzas vibratorias puestas en movimiento realizan los actos motores y sensitivos del cuerpo físico llevando lógicamente al cuerpo etérico o vital las resultantes del mismo. Las ondas vibratorias son totalmente de orden atómico y radiac­tivo y pueden con ellas llevarlas a la gran cadena de elementos conocidos, para su aplicación física y etérica.

Las veces de reunión de estas vibraciones son iguales que las que ponemos en actividad para l legar a efectuar movimientos mecánicos puros. Las sensitivas son llevadas por otros canales o surcos, siguen otra dirección. Estas vibraciones al estar desorga­nizadas pueden afectar al cuerpo físico, especialmente el sistema nervioso, productor efectivo de energía y además a cualquier otro órgano del cuerpo, produciendo en esta forma las enferme­dades conocidas y a veces no descubiertas. Por eso una vez que dominéis esto podréis l legar a la sincronización completa y a la perfecta salud orgánica y espiritual porque son afectados todos los cuerpos del individuo.

Las distintas corrientes vibratorias son dispersas y pertenecen cada una a las distintas funciones. Por eso se darán más adelante las enseñanzas precisas para el reconocimiento y empleo de las mismas.

Las causantes de las ondas vibratorias, quede expresamente explicado, son las producidas especí f icamente por la fuerza ge­neradora cerebral .

Las distintas corrientes son emitidas por el á tomo cerebral que es energía nuclear y ésta transformada por los procesos an­tes dichos, sigue un trayecto o l ínea que en su recorrido va generando energía y al l legar al punto o foco se realiza el corto circuito donde queda impregnada la receptividad proyectora de la imagen creadora. Estas corrientes efectuadas o producidas por el agente cerebral envían su onda al punto elegido o seña­lado, conjuntamente con las fuerzas fluídicas que son vibraciones

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de larga frecuencia y llegadas al lugar de enfoque se suman a las vibraciones, dando lugar a las reacciones atómicas del cuerpo impresionado. Estas fuerzas son corrientes de frecuencia rápida.

Los cuerpos fluídicos o etéricos son también fuente productiva de energía electromagnética, y nuclear en grado mucho más sutil que la materia que las constituye y son sus vibraciones de idénticas características que las producidas por el cerebro, sola­mente que éstas so diferencian de las anteriores por la densidad de la materia que las forma; es decir, que las vibraciones cere­brales son más pesadas por el cuerpo al cual pertenecen y las fluídicas, por consiguiente, son de mayor vibración, porque sus átomos componentes pertenecen a cuerpos más livianos o sutiles. Por consiguiente las frecuencias de estas vibraciones son mucho más rápidas, continuas y extensas, pudiendo llegar hasta la ma­teria espiritual en su corteza o periferia.

Ya conocemos la constitución física del cuerpo espiritual. Las vibraciones producidas por el cuerpo fluidico son generadoras de mayor grado de energía nuclear, dado el peso de sus átomos y sus transmutaciones continuas y de energía totalmente electro­magnética. Es ta característica es la que distingue a estos tipos de vibraciones.

En síntesis, tenemos vibraciones materiales o físicas producto del cuerpo cerebral generando energía eléctrica-nuclear y las del cuerpo vital fluídico que son electro magnetas, más nu­clear. Estas son consideradas de mayor frecuencia e intensidad debido estrictamente al peso molecular de su materia. Estas vi­braciones con sus distintas características, siendo productoras de energía nuclear y magnética, tienen el poder de disgregar y construir materia; de ahí la gran importancia y responsabilidad de su uso.

Estas vibraciones dado el grado de energía que poseen deben estar en un perfecto equilibrio, de lo contrario el resultado es desastroso. Ya podéis observar un cuerpo físico con sus órganos deficientes que son producto del desequilibrio vibratorio.

De ahí que éstas son las causantes de las enfermedades o de una perfecta salud.

Cada una de ellas de acuerdo a su característica puede dar origen a distintas manifestaciones o fenómenos metafísicos.

Entre ellas están las que producen colores, sonidos y formas.

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De acuerdo a esto se las clasifica en vibraciones terapéuticas, telequinésicas; de ondas largas y cortas y de puente.

L a s fuerzas vibratorias o fluidicas son las encargadas de pro­yectar hacia un punto determinado el fenómeno deseado, pro­ducido por el impulso cerebral .

E n t r e las distintas vibraciones podéis destacar las más comu­nes o usuales que son las transmisoras de forma, que en los clarividentes es donde más se aprecian. Para la distinción y uso de éstas se hablará más adelante.

Creo que con estas explicaciones podéis daros por conformes porque vuestros conocimientos no os permitirían comprender más de lo dicho hasta ahora. L a s siguientes explicaciones serán sobre las distintas ramas o aspectos divinos que inherentes a cada espíritu los lleva como sello de identidad en su fisonomía física-mental y caracterológica. Para este proceso debéis obtener mayor grado de comprensión y ya que estáis dispuestos a seguir adelante os llevaré al campo de la Divinidad ba jo estos aspectos.

Haciendo un resumen de todo lo dicho podemos clasificar a las vibraciones de acuerdo a sus funciones, en la siguiente forma: la corriente u onda

Estas vibraciones además de sus ondas son extensibles produ­ciendo fuerzas anexas a su corriente, continuando en sí su ma­teria virgen y su misma frecuencia, y característica propia.

Las vibraciones de amor que pertenecen a la frecuencia larg£ son extensibles en grado máximo, envolviendo en su trayectorú a las demás corrientes por medio de sus fuerzas extensible producidas de su propia corriente. Estas vibraciones que per manecen en los átomos de cada cuerpo, reciben su influjo y si efecto de transmutación, destruyendo todo vestigio de materi; no genésica, es decir, aquella que no contenga materia virger Todos los seres en sus respectivos cuerpos poseen en sus átomo más íntimos vibraciones de esta rama en mayor o menor grade

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pero todos las contienen, no así con los demás aspectos. Es decir que todos los cuerpos poseen indiscutiblemente materia virgen del aspecto amor.

En algunos están adormecidos o aletargados pero la poseen, pues son producto de mater ia Fuerza Creadora : Dios Cosmos. Las otras son posteriores a su gestación y se adquieren en sus procesos evolutivos dentro de las existencias sucesivas de acuer­do a la trayectoria que realizan y a los resultados de las mismas.

Las fuentes de L u z que las alimentan son Energía Divina y éstas emiten en sus efluvios divinos partículas de su materia, llegando así a penetrar e impresionar a cada cuerpo virginal a que dan origen.

Estas materias, consecuencia de la gestación divina, llevan impregnadas en su matriz los átomos simientes del aspecto o R a m a del Amor. No hay un solo ser que no lo posea, sólo que algunos la destruyen con su poder negativo a su propia evolu­ción y con esto destruyen las partículas virgen que le fueron dadas en su gestación divina.

Otros la poseen en estado aletargado. Por eso en las distin­tas existencias pueden disgregarlas o aumentarlas según su pro­pio arbitrio y cumplimiento de sus destinos elegidos. Las fuer­zas vibratorias que disgregan estas partículas son contrarias to­talmente a las antes mencionadas; pero con todo su poder y característica propia de cada vibración. Éstas , desprovistas de amor, producto mental , son convertidas de vibraciones amorosas a vibraciones destructoras de su propio yo; porque ellas poseen el mismo grado de potencialidad que las otras, pero el ser, al desviar su camino, conscientemente está transmutando poco a poco a las células o átomos vírgenes, convirtiéndolas en fuerzas negativas, destructoras de su propio bien. Así sucede con los seres que observáis que están en caminos equivocados v dentro del m^smo mal, pues ellos son sus propios enemigos. Las fuer­zas vibratorias que actúan en su disgregación pertenecían a las fuerzas originales que les dio principio; pero el pensamiento opuesto a ellas va transmutando a sus átomos, convirtiéndolos en fuerzas de cargas negativas que son las destructoras de todo bien y de todo progreso. Las fuerzas vibratorias de cargas po­sitivas no sincronizan con ellas y se retiran; en una palabra se disgregan desapareciendo totalmente del cuerpo y dejando en

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él su trayectoria marcada; pero sin ninguna función creadora ni productora.

Estas fuerzas disgregadas desapareciendo del cuerpo que las poseía se contraen yendo a refundirse en la materia cósmica quedando allí dormidas hasta el nuevo origen. Dios en su infi­nito amor las l lama nuevamente; pero estos llamados son pro­ducidos de acuerdo a leyes inmutables de la propia creación, no pudiendo transgredirse ninguna de ellas, sin que se pierda por esto la oportunidad de comenzar nuevamente . Eso queda exclusivamente sujeto a dichas leyes.

En el caso de los seres que no transmutan sus vibraciones amo­rosas, lógicamente éstas, ínfimas en su principio, van adqui­riendo a medida que evolucionan su aumento paulatino de po­tencialidad, pudiendo llegar en esta forma al grado máximo de su evolución con respecto a este aspecto divino.

Las fuerzas creadoras son las que lo ayudan a incrementar estas potencialidades, ya que a medida que evolucionan sus vi­braciones con las respectivas extensibilidades van dando mayor grado de potencialidad en esta ramificación.

L a s fuerzas actúan constantemente en forma ordenada y pro­ductiva, es decir , van multiplicándose en número y en potencia.

Observad y analizad conscientemente este proceso para no caer ninguno de vosotros en ese derrotero aniquilante de vues­tra propia existencia. No olvidéis que las oportunidades son múltiples; pero también se llega al término o fin de esa existen­cia si no queréis seguir el camino evolutivo. Las fuentes de luz son innumerables, podéis acercaros tantas veces como lo deseéis porque es vuestra la decisión y el resultado.

Nadie más que nosotros mismos somos los carpinteros de nuestro futuro. Dios nos dio origen, nos alimenta constante­mente, nos da su amor incesantemente y nos perdona por ese gran amor y misericordia propia de su esencia; pero no puede transgredir las leyes que rigen a la propia creación.

Por eso cuidaos de caer en el camino descendente, porque en esa pendiente se va muy rápido al fondo de la misma. Amad por sobre todas las cosas al Principio de todo y a vuestros se­mejantes con el mismo amor que sentís por vosotros mismos, y en esa forma iréis por el camino que os llevará al Supremo Bien Dios-Fuerza.

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H a c e por lo menos un siglo que se dieron a conocer ciertos estudios con respecto a los aspectos divinos; pero no son real­mente los exactos. Haciendo un paréntesis a los trabajos quiero deciros que los aspectos divinos son los que se dicen y con razón; pero no se ha dado hasta ahora la verdadera explicación científica de los mismos. Los Aspectos Divinos son: Sabiduría, Amor y Justicia, éstos forman un triángulo que es el triángulo o trinidad que se conoce según la biblia y demás documentos históricos.

Pero la verdadera explicación de los mismos es aún descono­cida. Cada uno de estos aspectos posee en su esencia misma o genésica las mismas composiciones de los demás cuerpos eté­ricos; claro está que en un grado elevadísimo en lo que se refiere a materia, ya que pertenece a Materia-Cósmica-Divina.

"Las mismas, constituidas por átomos bipolares, es decir, dos positivos y dos negativos, son las constitutivas de la parte ma­teria y cada una posee la fuerza energética de los demás cuer­pos; pero con una potencialidad distinta, ya que es materia divina.

Los aspectos divinos son como los ramales o haces que salen o fluyen del cuerpo virginal Dios-Causa y origen de todo; pero ellos de constitución atómica, poseen en su esencia o seno la fuerza de energía de una potencialidad imposible de dar en cifras matemáticas, puesto que es imposible darle una cifra de­terminada. —Pero para nosotros lo que interesa es la composición nsico-químiea de la misma y la función. Estos aspectos consti­tuidos por materia, es decir que en sus moléculas atómicas se halla la energía nuclear, es por consiguiente productora de dicha energía y transmisora de la misma a sus distintos cuerpos. Cada und de ellos resultante de vibraciones fluídicas revestidas de materia sutilísima, poseen vibraciones de mavor intensidad, ex-tensión v resultante; por lo cual se diferencia de las vibraciones producidas por los seres y materia etérica o cósmica del espacio.

Estas vibraciones llamadas de origen divino presentan en su constitución atómica una sustancia que caracteriza individual­mente a cada aspecto, por decirlo más claro, cada aspecto reviste una característica propia, pues cada uno tiene distinta función y por consiguiente su energía es de distinta graduación y aspecto, ya que independientemente poseen función propia v su especi-

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f icación la diferencia de los otros aspectos. Es decir : la q u e pertenece al Amor posee una emisión vibratoria q u e difiere del aspecto Sabiduría y éstas de la de Justicia , ya que cada una perteneciente a un mismo cuerpo y a un mismo fin, al E t e r n o Supremo, no posee las mismas funciones y características.

En el aspecto Amor las vibraciones son de frecuencia extensa, o larga, acompañada de luz propia, producto de su propia fric­ción atómica. -Esta luz de un color semejante pero no igual al azul turquí, es energía pura virgen. Estas vibraciones de gran poder penetrante al encontrase o cruzarse con otra vibración del mismo aspecto, producen una resultante de tanto poder ener­gético que provoca y realiza la transfiguración casi total de cualquier átomo constitutivo que penetre .

Estos átomos impresionados por la vibración amorosa poseen un grado potencial de esta corriente y puesta en vibración por e l impulso recibido sufren inmediatamente su transformación o transmutación total ; el t iempo empleado para este proceso es millón de micrones de año luz. Estos átomos impresionados por las vibraciones amorosas sufren la transmutación quedando en su materia propiamente dicha, sustancia amorosa virginal.

Las corrientes f luídicas producidas por la acción de estas vi­braciones también llevan contenidas en sus moléculas mater ia virginal.

T o d a corriente fluídica de origen amoroso procede de esta fuente productora de vibración propia y específ ica.

En la misma forma ocurre con los otros aspectos de la divini­dad, ya que cada uno tiene función específ ica.

En la del aspecto Just ic ia sus vibraciones son mucho más extensas y de frecuencia recta o extensible, es decir , su cons­tante es invariable y por lo tanto no desvía su onda hacia ningún otro campo que no sea el específico a él. Estas vibraciones son energía Virgen y su trayectoria emite o produce una luminosidad típica de su esencia. El color que la identifica es púrpura o violáceo y podéis identificarlo en el aura del cuerpo vital del individuo. En este cuerpo es donde podréis apreciar según los colores, la identificación de los aspectos en que está el individuo.

Estos colores pueden identificar o determinar el grado evolu­tivo del individuo, teniendo en cuenta también lo explicado an­teriormente con respecto a los aspectos divinos.

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L a s vibraciones del aspecto Sabiduría son de frecuencia corta y su trayectoria emite el color anaranjado claro.

Todas estas vibraciones son energía nuclear, podéis considerar la potencialidad de las mismas.

Estas corrientes vibratorias con sus respectivas fuerzas fluídi­cas, emergidas de su fuente divina, t ienen en su trayectoria una levísima conexión con las otras vibraciones por intermedio de las ondas z, que son el puente de unión o conexión entre unas y otras.

Cuando dos corrientes son de distintas cargas esta onda tiene la particularidad de transformar inmediatamente una carga de las distintas vibraciones que se encuentran, y establece así el circuito correspondiente, es decir, conecta las dos fuerzas entre sí por medio de ella, transformando la carga de los átomos constitutivos de las mismas.

Las fuerzas vibratorias emergidas del cuerpo virginal de los tres aspectos divinos t ienen una velocidad equivalente a su frecuencia más el exponente del cuerpo que le dio origen. C a d a brazo o rama posee un exponente propio. Para la identificación de estas ondas debéis observar su frecuencia y su color y de ahí identificaréis a qué rama pertenece. Las demás vibraciones son producto extensible de ondas. Todas productoras de energía nuclear.

L a s fuerzas vibratorias que rigen el Cosmos, va diurnos que eran tres las fuentes principales, son las emanadas de los tres aspectos divinos. Estas fuerzas se desplazan a la velocidad del año luz y en su trayectoria, desprendimientos de su Dropia fric­ción se originan desprendiendo de estas últimas también nuevas ramificaciones que van a completar o insertarse en otros cuer­nos y en los mismos en sus tres estructuras. Estas fuerzas ema­nadas del cuerpo virginal contienen en su seno materia virgen que le dio origen. Todas estas vibraciones en conjunción con sus desprendimientos van a formar una especie de red que en­vuelve totalmente al cuerpo determinado por el observador o f'ecutor de la misma onda.

Es decir, los cuerpos del ser o individuo están revestidos, lla­mémoslo así, de vibraciones con sus respectivas ramificaciones originadas del cuerpo virginal o matriz emergidas de los tres aspectos divinos. Cada fuerza Amor, Justicia y Sabiduría, son

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las tres vibraciones madres que luego se subdividen o emiten fuerzas secundarias llevando a los distintos vehículos las vibra­ciones correspondientes de acuerdo al aspecto que se ha elegido o definido; además estas fuerzas vibratorias todas productoras de energía nuclear transmiten a una frecuencia determinada de acuerdo a la característica de cada una. Por eso os dije que analicéis detenidamente estas observaciones porque conociendo las características de cada una podréis determinar el grado de evolución del ser, pues reconoceréis en ellas el aspecto que pre­domina. Hasta este punto hemos llegado con la certeza de que cada uno lo comprenderá de acuerdo a su propia vibración, porque cada acto que realicéis son vibraciones puestas en acción. Las funciones vibratorias ya explicadas, quede bien expresado, pueden ser de disgregación o de construcción, puesto que las negativas actúan con la misma potencialidad que las otras; trans­mutan a los átomos con la misma característica y rapidez que las constructivas y evolutivas. Depende de vosotros que las fuer­zas vibratorias obren en favor o en contra vuestro. Todo depende exclusivamente de vuestras decisiones.

El que por el camino del mal camina no podrá ver ni recoger otra cosa que lo que su suelo al imenta; tratad de que el vues­tro sea el sendero del bien. Las buenas acciones siembran y cosechan el bien, las malas no recibirán otra cosa que el mal. Estáis a t iempo de salvaros, buscad que vuestras semillas sean sembradas en el terreno del bien y de la luz y vuestro derrotero no será desviado; la cosecha será salva y pródiga.

Muchos son los seres que con su emisión mental negativa po­nen en acción las vibraciones y transmutan sus átomos positivos en negativos, resultando de esto que las fuerzas que lo van dominando son negativas. Observad el poder del pensamiento: puede destruir como a la inversa. Cuidaos de que el vuestro no se vea en estas circunstancias. Las vibraciones de amor pre­valezcan en vosotros y que su potencialidad se vea aumentada segundo por segundo.

Dic iendo más c laramente : la ley de la Verdad la encontraréis en todos los campos que queráis buscarla; pero aquel que está i lamado a la iniciación seguirá el camino de ella.

La ciencia de los esenios residía en el enfoque psíquico de cada uno y por este camino hallaron la Verdad. Si queréis en-

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contraria en los campos esotéricos la hallaréis semioculta; ten­dréis que descubrirla a través de sus palabras porque en ellas está encerrada.

D e l estudio analít ico que los esenios hicieron de todos los fenómenos extrafísicos llegaron a la conclusión que todo rige alrededor de la mente y que de ahí parten las fuerzas impulsoras o efectoras hacia el mundo etérico, provocando con su acción imperativa los fenómenos suprafísicos o metasíquicos como quie­ran llamarlos.

Los estudios minuciosos y analíticos llegaron a la compro­bación de las fuerzas que se ponían en juego y las transforma­ciones que se producían a través de la materia.

Estas fuerzas que son todas vibraciones, llegaron a ser identi­ficadas en cada caso y fenómeno, pudiendo así llegar a una cla­sificación identificadora de las mismas.

Estas fuerzas dirigentes de todo fenómeno tenían que ser controladas para poder establecer una armonía entre ellas o, mejor dicho, una sincronización vibratoria para que se estable­ciera el equilibrio. Comprobaron así mismo que dichas fuerzas dirigidas por el pensamiento podían llegar a lo que éste les impusiera, Pero lógicamente cada una de estas fuerzas son re­gidas también por leyes inexorables de la Naturaleza o Cosmos.

El ser pensante conociendo perfectamente estas fuerzas pue­de controlarlas y dirigirlas. Para que esto suceda, debe inde­fect iblemente conocer el origen y causa de cada una de ellas y de este modo ponerlas en acción.

En el campo magnético las fuerzas vibratorias cumplen una función determinante, ya que ellas pueden transmutar átomos, que resultará una transformación de materia. Estas fuerzas son utilizadas especialmente para fines curativos, ya que el magne­tismo irradiado a determinados cuerpos y elementos penetra en los mismos, produciendo por intermedio de sus vibraciones poner en acción a todo el conjunto de átomos que componen el cuerpo determinado.

En el campo electroetérico se cqmbinan las fuerzas para lle­gar a producir los cambios y transmutaciones en los cuerpos eté­ricos, l legando así a la renovación de los mismos y dándole mayor potencialidad o energía. De aquí podemos obtener o re­sumir que todos los fenómenos extrasensoriales son efecto de

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vibraciones atómicas en el campo etérico puestas en vibración por la emisión mental . Quiere decir q u e la mente que es más pesada que los cuerpos etéricos posee fuerzas que actúan direc­tamente sobre ellos.

La parte directiva de los mismos está sujeta a los imperativos del mundo mental del ser. E s t a dirección emanada de un ser con fuerzas negativas o involutivas produciría un perfecto desastre.

Por eso aquellos que llegan a conocer las fuerzas que deter­minan y gobiernan a los seres, deben tener sumo cuidado cuando pongan en ejercitación dichas vibraciones, porque el mal uso de ellas sería motivo de un desastre material y espiritual, porque no deben olvidar que el individuo entrado en su etapa evolutiva logra con sus actos y pensamientos alcanzar un grado más alto de progreso y éste está sujeto también a la buena dirección y manejo de dichas fuerzas, ya que ellas t ienen la función espe­cíf ica de determinar, producir y transmutar, es decir, trabajan para el eslabonamiento de ascenso en las existencias de cada uno.

Si os fuera a referir todo el proceso evolutivo de un espíritu necesitaría hacerlo en una forma aparte o independiente de este libro, porque siendo un tema de gran interés lleva, por la misma causa, una gran responsabilidad al ponerlo en conocimiento de los lectores.

L a s fuerzas creadoras son vibraciones que se producen utili­zando materia densa y materia fluidica. En el caso de las mate­rializaciones se emplean estas fuerzas y t ienen el e fecto trans-mutador sobre las células y los átomos de las mismas.

En los fenómenos metasíquicos se emplean estas fuerzas, pero son de frecuencia larga, pues salen del cuerpo e jecutor y se trans­forman en el éter, l levando en su corriente materia propia del e jecutor y combinadas con las del éter producen la creación. Estas fuerzas de gran potencialidad son utilizadas para todos los casos de fenómenos metapsíquicos y materializaciones. En el campo etérico la presencia de estas ondas transforma a los átomos de la materia que compone el éter y ahí se produce el fenómeno. Cuando ustedes observan dicho proceso lo están viendo en el éter, pues dentro de los cuerpos físicos no sucede en esa forma.

En las capas etéricas constituidas por átomos o corrientes nu­cleares etéricas, las vibraciones emanadas de su materia se en-

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cuentran con las emitidas por el agente ejecutor y producen ese efecto creador. E j e m p l o : la reconstitución de una escultura, de un árbol, de una parte o miembro de un cuerpo, etc . En otros casos, como el del que se produce en el éter por efecto reflector, puede ser la materialización de un ser espiritual o un elemento etérico, dándole forma física y visible para los observadores.

En estas fuerzas se encontrarán todas las veces que deban pro­ducirse efectos reconstituyentes.

Además podéis encontrar otras clases de vibraciones u ondas que pertenecen al mundo de las emociones propiamente dichas, todas dependen del mundo mental , éstas son fuerzas también creadoras puesto que la vibración emanada de ese mundo al salir de su cuerpo crean un efecto, el que le sirvió de estímulo. E j e m ­plo: Un encuentro con una persona que hace t iempo no veían y de pronto se ven, produce en el mundo emocional un choque, éste reacciona e inmediatamente emite la onda a su mente , ésta genera inmediatamente una fuerza que expulsada toma forma, es decir, se ha creado ( imagina inmediatamente un sin número de recuerdos vividos y sucesos por v iv i r ) .

Todas éstas son fuerzas de orden creadoras; son productoras y trasmisoras.

Las corrientes fluídicas de las fuerzas creadoras son electro­magnéticas y tienen la reacción, función y frecuencia de las otras vibraciones pertenecientes a la de los cuerpos etéricos y fluídicos.

Podrán asimismo ser dirigidas por un agente externo como por sí mismas. Las vibraciones emocionales son de una frecuencia larga y extensible, es decir se desprenden de su propia onda otras vibraciones suplementarias que van a componer otros cuer­pos o elementos.

Pueden considerar al mundo mental como una fuente de pro­ducción de fuerzas creadoras en un grado múltiple, ya que es la impulsora general de todo lo que se produce dentro y fuera de sus cuerpos. E s t a potencialidad creadora es la que le da el grado evolutivo-diferencial de otros seres pertenecientes a los distintos reinos: De ahí la gran importancia que posee la mente para cualquier proceso de orden espiritual como físico. La materia impresionada por la onda mental sufre las transformaciones y demás procesos mencionados.

Pueden en la mayoría de los casos ser agentes impulsores para

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si mismos y para terceros. Observad que posee estas dos carac­terísticas. Por eso no debéis olvidar que las mentes son las pri­meras que deben tratar de limpiar, ordenar y purificar, porque de ella depende el futuro vuestro. Para todo esto es preciso que la conozcáis perfectamente en su función especifica, ya que de ella podéis obtener triunfos como fracasos, crear y destruir, etc.

Tratad siempre de que vuestras mentes estén en perfecta armo­nía y pureza para llegar a lograr lo que realmente anheláis, pues de ella depende todo.

Las leyes de la naturaleza rigen vuestros cuerpos; pero vues­tras mentes pueden desviar, aceptar o rechazar esa regencia. Den­tro de ella está la función electiva de vuestros destinos.

¿Por qué si un hombre tiene su mente limpia todos sus actos son e jemplo de honradez? Y en caso contrario, observáis los desas­tres sociales, todo producto de mentes enfermas y desorganizadas.

Tratad de poner las vuestras en perfecta armonía con vuestro Yo Superior, que El nunca elige el error ni el mal; todo esto es apreciado por el yo inferior o materia densa. Será para el futuro de una gran importancia el estudio específico de las vibraciones cerebrales y sus efectos; para la humanidad actual que recién comienza a vislumbrar una sombra de la realidad. Estudiad dete­nidamente todo lo que se dice en estas enseñanzas y podréis adelantaros para bien propio y para los demás, ya que podréis emplear vuestros conocimientos para el servicio del bien hacia tu prójimo que es la consigna que estableció el Cristo con sus seme­jantes, tratando así de que unificadas vuestras mentes se unieran vuestros corazones.

Las fuerzas creadoras son vibraciones emitidas por el pensa­miento y dirigidas hacia el éter. Desde ahí surgen o parten las ondas que recorren el espacio para encontrarse con las ondas eté­ricas y formar el circuito donde se realiza la materialización o creación del objetivo.

De todo ser parten las vibraciones que darán origen a las fuer­zas creadoras. No olvidéis que éstas pueden ser desviadas y per­mutarse en destructoras.

Los cuerpos etéricos o fluídicos son los que con sus moléculas mucho más livianas llevan el papel preponderante, pero la onda cerebral es la que emite y da la orden para que llegue a esos cuerpos y ahí, en contacto con las otras, se efectúa el fenómeno.

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Las fuerzas creadoras son las de mayor importancia y son las que debéis tener más en cuenta porque significan la concreción del mundo mental o de deseos.

Estas fuerzas deben ser emitidas con la fuerza y potencialidad del poder creador, de lo contrario fracasa. Probad con un ele­mento cualquiera que tengáis a mano y veréis la realización. Deben tener presente que el cerebro motor, creador de origen, envía su onda al espacio y ésta se dirige directamente a los cuer­pos etéricos que son los imanes que absorben y atraen esas ondas; éstos llevan en su materia elementos magnéticos y por esa razón se ponen en frente de las ondas mentales para transformarlas o dirigirlas al efecto que se dirija. Dentro de estos fenómenos exis­ten leyes que se cumplen inexorablemente y por esta causa las ondas mentales son interceptadas por dichos cuerpos, ya que éstos son los encargados de efectuar el resultado. Son como los jueces que dictarán las causas que seguirán. Para mayor claridad: los cuerpos etéricos interceptores de fuerzas creadoras emitidas por el cerebro o mundo mental , fiscalizan y dictaminan como primera medida, luego tienen la segunda función que es la de transformar

realizar la fenomenología. Las fuerzas creadoras son de origen elevado y puro puestas al

servicio del inspirado, pero no así en mano de los inescrupulosos e inconscientes. Para reconocer estas fuerzas debéis poneros en estudio analítico y preciso para saber distinguirlas y dirigirlas. No todos pueden lograr este cometido. D e b e n ser propias de seres que están en el camino del bien.

Las fuentes productoras de toda fuerza son dos: cerebral o tísica y las etéricas o astrales. Las últimas de mayor potencia­lidad debido al peso de sus moléculas y de acuerdo también a la persona. Ya que esto es de gran importancia porque deben estar preparadas sus células para dicha función. Las energías producto de estas fuerzas se concentran en el núcleo del átomo y de ahí parten.

Debido al grado de evolución de cada ser o individuo es el grado potencial de estas fuerzas, porque no todos están capaci­tados para dirigir y producir dichas fuerzas. Dios ilumine siem­pre a estos elegidos porque su misión en sus sucesivas vidas es de gran responsabilidad ya que se les ha depositado una llave

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para abrir las brechas que harán transitar a los que se hallen fuera del camino de la luz.

Los gloriosos seres que poseyeron estas fuerzas dejaron en su trayectoria obras de gran envergadura, entre ellos Cristo Jesús. Un espíritu como E l , sólo podía contener en su esencia el domi­nio de estas fuerzas. Seguid el e jemplo y tratad, aquél que las posea, de ponerlas siempre al servicio del b ien para el bien mismo.

Pobres de aquellos que poseedores de éstas, las utilizan para el mal .

Las fuerzas creadoras conocidas como agentes primordiales para la renovación total o parcial de elementos materiales como eté­ricos, pertenecen exclusivamente al campo de radiación etérica. Pues se producen en este campo, claro que con la intervención directa del cerebro-mental como impulsor de todo pensamiento y onda.

Las fuerzas creadoras con el poder radioactivo que poseen son capaces de crear un cuerpo completo, como así también poseen el poder de desintegrarlo. En estas fuerzas actúa una onda espe­c í f ica para ellas que es la que le da el incremento vibratorio para su extensión.

Estas fuerzas de origen etérico pero en conexión con las ondas mentales, son las Fuerzas Creadoras de la Divinidad.

En el suceder de los siglos se han observado efectos manifes­tados por estas fuerzas que dieron lugar a grandes obras de ori­gen y fin divinos. Las entidades que conocieron estas fuerzas y las pusieron en práct ica toda vez que fuera necesario, no tuvie­ron necesidad alguna de utilizar elementos materiales densos, ya que en ella está todo el poder potencial de creación. Podemos significar con ésto que estas fuerzas de origen Divino no pueden estar en manos de seres de escasa evolución y de mentes oscu­recidas por las pasiones egoístas y mundanas; porque su único fin es el de continuar en la obra de creación universal. No podéis considera un error nuestro el que pensemos de esta manera pues hemos vivido mucho y desde este mundo en que nos hallamos hoy, observamos la calidad y cantidad de seres que padecen de este mal . T o d o aquel que realmente lleve en su espíritu y en su mente el sello del Amor Divino, del Amor Universal, de la Justicia y Sabiduría, ese es quien podrá identif icar y conocer estas fuerzas. Los demás deberán salir al campo y observar sus

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plácidas llanuras; el cielo límpido salpicado de rutilantes estre­llas y tratar de que su alma se confunda en esa inmensidad side­ral, para que sea impresionada por la misma y pueda entonces despertar.

Prosiguiendo con la línea básica diremos que todo aquél que sienta en su f ibra más íntima a la Divinidad, abra los ojos y penetre en este mundo de luz y claridad celestial.

Las ondas que ya quedaron expresadas con sus determinaciones típicas e independientes, cierran este capítulo, donde esparcido nuestro amor esperamos que el fruto sea cosechado por manos jardineras que sienten y vibran al suave aroma de las flores del jardín universal.

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CAPÍTULO II

C A M P O V I B R A T O R I O

Las capacidades receptoras: están encargadas de recibir cada movimiento efectuado por los cuerpos. Están constituidas como hilos telegráficos que poseen una estación donde son recibidas y esperadas todas las comunicaciones, poseen como ellas, hilos que vibran y conducen ondas hasta constituir un pensamiento forma.

Las estaciones receptoras representadas por células nerviosas cerebrales con prolongaciones axiles y anexas son encargadas de recibir en el cuerpo cerebral y mental todo aquello que viene del exterior por medio de los conductores especiales para dicha tarea.

Estos cuerpos celulares poseen un equipo completo de servi­dores que cumplen afanosamente sus tareas, pero no actúan solos ya que están regenteados por otros jefes (pensamiento activo y pas ivo) .

Pero además de estos cuerpos receptores ubicados en el cuerpo físico-denso están los cuerpos receptores etéricos que realizan la misma función que las anteriores, todas originadas en el campo correspondiente a su especie o génesis.

Las capacidares receptoras tienen por finalidad o función espe­cíf ica la de recibir todo movimiento o cambio que se realice en el ser o individuo, permaneciendo en su seno el tiempo necesario para su elaboración, asimilación y expulsión.

Estas capacidades de una importancia grande, intervienen en todo aquello que deba impresionar al cuerpo vital para su pro­greso espiritual; pero claro está que sujeto a la voluntad y deci­sión de cada individuo. Podemos decir con justa razón que todos los fenómenos y sucesos acaecidos a cada ser humano son pro­ductos de nuestras propias elecciones. Nada hay que n; pueda cada individúo hacer por su propio bien, todo depende de su

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inclinación hacia el mal o el bien según el camino que eli jan. Para esto sólo interviene el l ibre albedrío de cada uno. Por eso hay un refrán terrenal pero muy sabio que d ice : " cada uno es artíf ice de su propia imagen".

Las causas circunstanciales que se presentan son lógicamente producto de los procederes o conducta de cada uno y de ahí que muchas veces dicen: mi destino es estrellado o bendito. El des­tino es elegido y elaborado por cada uno, depende de vosotros que el mismo sea benéf ico o contrario. Tra tad de que todo pen­samiento sea limpio, puro y guiado por el amor a vuestros seme­jantes y al Altísimo; que día l legará donde no podréis volveros atrás y lágrimas amargas derramaréis por no haber , comprendido a quienes constantemente os aconsejaban para que no cayerais en error y vierais la Verdad Eterna .

En los campos etéricos todas las fuerzas puestas en vibración, pero cada una con sus respectivas ondas, son conducidas a los distintos cuerpos o planos donde se alojan en las subdivisiones que corresponde a cada una, pasando por último al plano espi­ritual para reservar lo que sea inherente a la evolución en los cuerpos matriz del archivo-memoria, para llevarlos a la exposi­ción en el momento preciso que corresponda a cada ser que debe tomar nueva existencia, donde se les pone en la pantalla etérica la película de sus sucesivas vidas con los altibajos que cada uno cosechó.

• L a s capacidades receptoras de función importante actúan siem­pre ba jo el influjo de las vibraciones emanadas del cuerpo denso y fluídico, pero sobre todo de las últimas porque son las que retienen en su porción los fenómenos y sucesos que se conservan, existencia tras existencia, para que reunidas formen parte del archivo memoria donde están registrados todos los acontecimien­tos vividos, para que llegado el momento sean puestas en la pantalla etérica donde podrá ser vista por el espíritu que le pertenece .

Estas películas registradas en ese archivo son acumuladas por medio de estas capacidades receptoras, ya que son ellas las en­cargadas de tal función; como veréis, son de mucha importancia para todo ser.

Las fuerzas vibratorias todas intervienen en estas funciones, ya que son ellas las que emiten a estas capacidades o centros

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receptores las impresiones recibidas por el exterior. T o d a fuerza viviente de ja impresa en estas recepciones sus impresiones digi­tales (perdonen el e jemplo, pero es para que s e a ' m á s claro de c o m p r e n d e r ) .

L a s cámaras receptoras fluídicas son las únicas y últimas en recibir y retener lo que le corresponde e interesa al espíritu inter-viniente; ya que es por medio de ellas donde se acumula su material evolutivo. Cada vez que un ser toma nueva existencia, se pasa la pel ícula etérica de toda la trayectoria vivida por ese espíritu.

Mundos vibratorios:

Estos mundos son regidos por fuerzas de orden Divino como todos los mundos; pero en ellos intervienen distintas fuerzas que son las l lamadas leyes inexorables ya que están sometidas a ellas. Estos mundos son de materia densa y materia fluídica.

En el plano denso hallaréis la composición química conocida por vosotros y en el plano fluídico intervienen los elementos cons­titutivos de la misma. En ella interviene en su mayor grado el elemento electro-magnético, pues es esta energía la que predo­mina en dicho campo. Todas producidas por efecto de vibración atómica en sus moléculas.

Su densidad, por supuesto, es de menor grado que la que constituye la materia densa, ya que en ella no interviene el oxí­geno ni el carbono que es lo que le da peso a la misma. En su estado primitivo la mater ia f luídica posee una composición quí­mica similar a la del gas vuestro pero mucho más liviana aún y con mayor número de moléculas en el elemento H; aunque ésto para ustedes carezca de sentido, no lo es, pues el mundo fluídico está compuesto de materias puramente electromagnéticas y su constante renovar y transformar producen una continua fric­ción, que produce de esta manera, energía nuclear en el campo etérico.

L a s fuerzas que en este mundo o campo intervienen, son pro­ducto de su mismo renovar, a más de las emitidas por los seres que habitan en los distintos mundos. Cada uno aporta su mate-

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n a l específico y de esta manera la materia que lo constituye toma volumen y predominio.

Las fuerzas vibratorias de este campo presentan las mismas características que las mencionadas en el capítulo anterior.

Las fuerzas vibratorias que pertenecen a la onda larga son las de mayor concurrencia, dando lugar a las extensibilidades o pro­yecciones de las mismas que se van agregando a las emitidas por otros centros emisores. Las de onda corta son retenidas en su materia propia para ser expulsadas en el momento preciso e indicado, porque como ya dijimos, pueden ser emitidas pero no recibidas, ya que éstas destruirían toda existencia material . La onda Z se asemeja a la anterior ya que es de emisión corta, pero con mayor grado de potencialidad. El resultado es el mismo.

Las fuerzas vibratorias de origen denso son recibidas en este campo y transformadas sus cargas por intermedio de la onda Z. para que establecido el circuito puedan ser utilizadas en el papel que deben jugar en su momento oportuno.

Vuestro interés en conocer las fuerzas vibratorias cada vez es más intenso, pero ,mo pensasteis que su mal uso podría ser motivo de desastres y males mavores? Pues bien, sólo a aquel que real­mente sea l lamado a utilizarlas para el b ien de sus semejantes y suyo propio, le serán dadas las enseñanzas, independientes a este libro, porque debéis reconocer que así como vosotros sois guiados por vuestra fe v sed de sabiduría con más profundos sentimientos del b ien y del amor, hay quienes por fines contra­rios a estas enseñanzas, utilizarían las mismas para su propio mal y el de sus semejantes.

A medida que avancéis en vuestros conocimientos iremos viendo si realmente podréis penetrar en este mundo de grandes reali­dades y así seréis provistos de todo lo necesario para que seáis dignos portadores de la Verdad.

Cuando las fuerzas mentales son emitidas al mundo fluídico se entrelazan las distintas fuerzas emitidas para ese objeto y co­mienzan a ponerse en vibración todas las fuerzas inherentes al individuo más las que se crean en el momento que deseáis realizar una tarea o emitir la onda que corresponda.

L a s fuerzas mentales son ondas productoras de energía cerebral atómica y las fluídicas son electromagnéticas. La anterior tam-

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bien es eléctrica, pero la magnetización pertenece exclusivamente a las fuerzas producidas por el cuerpo fluídico o etérico.

Las percepciones son captadas por ondas cortas, pero transmi­tidas por largas:

Las demás ondas determinadas por distintos cuerpos son cada una específ ica al cuerpo al cual pertenecen.

cuerpo fluídico

cuerpo mental

cuerpo físico

ondas cortas

cortas internas

largas externas

son cortas internas

largas externas

Estas fuerzas son recibidas por los cuerpos correspondientes y con las ondas afines a ellas para establecer el circuito.

Las fuerzas emitidas a la capacidad receptora son cortas cuan­do su mundo mental las emite, y largas cuando recibe directa­mente del exterior.

Estas ocurren exactamente en todas las percepciones, ya sean fluídicas o físicas y mentales.

El proceso o determinación de ondas empleadas son lo mismo. Las capas externas del campo virginal del Espíritu reciben on­

das cortas cuando son internas y largas en caso contrario, es decir, del exterior.

Estas fuerzas al l legar al cuerpo virginal, se encuentran con las

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vibraciones propias a su materia o cuerpo a que pertenecen y de ahí el choque entre ambas realiza el proceso circuito y emite una nueva onda que en dirección circular va a recorrer en toda su circunferencia a cada cuerpo penetrando en cada uno de ellos; luego quedan impresionados en sus celdas receptoras los fenó­menos que le sean de interés para su progreso evolutivo.

Las fuerzas magnéticas emitidas por un agente e jecutor se des­prenden del cuerpo fluídico de éste y pertenecen a la onda larga.

Quede b ien entendido que son ondas portadoras de fuerza magnética producto exclusivo de los cuerpos fluídicos y que son captados por los mismos del individuo impresionado.

Es ta ordenación de ondas está sujeta a la determinación fun­cional de cada onda para casos específicos. Podemos adelantar que las fuerzas magnéticas son empleadas específ icamente para casos curativos y pueden ser útiles a otras funciones, pero su especificación pertenece a la terapéutica.

La combinación de ondas dentro del individuo produce una carga y descarga de fuerzas nuevas y gastadas siendo eliminadas las últimas por intermedio de las ondas cortas.

Las fuerzas eliminadas van a integrar la materia etérica de la atmósfera que os rodea y por un proceso de metamorfosis t ípico conocido por vuestra química, se elaboran nuevas formas que van a ir a incorporase a las futuras ondas que utilizaréis para vuestra necesidad. Estas integran en el grupo de las ondas largas extemas al cuerpo físico del individuo.

Como todo ser biológico posee la particularidad de absorber del aire que aspiráis elementos útiles y dentro de vuestros orga­nismos se combinan con los elementos internos creando material necesario para el mismo; pero expulsando lo desgastado o pro­ducto final del proceso metaból ico llamado excreción. De la misma manera procedéis con las fuerzas contenidas en el espacio o atmósfera que os rodea.

El pensamiento creador de todas las formas es el que impulsa las fuerzas que deberán ponerse en contacto con las vibraciones extemas para formar el circuito y realizar la corriente electro­magnética para definir, crear o hacer reaccionar al ser observado

o elemento. E s t e pensamiento generador de energía y productor de forma-

elemento (material o e tér ico) t iene que ser dirigido por la mente

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como un trasmisor, es decir, cumplir la función de ése. Para eso debe conocerse perfectamente las ondas que deberán ser emitidas o en acción, distinguirlas por sus características propias a cada una y la función que desempeñan.

En esta acción ponéis en movimiento todas las células átomos de los distintos cuerpos y enviáis al espíritu la materia o elemento que le interesa para su progreso evolutivo.

C o m o ya dijimos cada espíritu t iene la responsabilidad de la evolución del cuerpo-alma que elige para su existencia evolutiva y se cuida muy bien de que ese cuerpo-alma le responda y ela­bore su plan de progeso, porque el fracaso del mismo es el fra­caso del Espír i tu por doble responsabilidad para él mismo y por esa alma que pidió. E s t a rec ibe del Espír i tu que la contiene las influencias puras y progresistas pero la mayoría de las veces se pierde mucho t iempo porque demoran en fusionarse ambos y para que el cuerpo-alma rec iba las directivas del ser e jecutor ( E s p í r i t u ) debe necesariamente estar en contacto ínt ; mo con él y poder comunicarse constantemente uno con otro para lograr la realización del plan evolutivo.

E s t e plan es proyectado desde el espacio antes que el Espíritu tome nueva mater ia y en ese momento se compromete a la reali­zación del mismo. En el caso que éste fracase el Espíritu perdió una existencia, aumentando su deuda porque es responsable de lo prometido y del progreso de ese cuerpo-alma que solicitó. De ahí que cuando no se establece la canalización de éstos, el Espí ­ritu más los garantes que son los espíritus guías sufren un impacto y luchan arduamente para lograrlo, porque ellos sufrirán las con­secuencias directas de tal fracaso ya sea total o parcial ; y en este caso su cuenta bancaria habrá descendido en crédito porque no respondió a lo prometido.

Cuando el Espíritu y el alma se fusionan y logran la canali­zación perfecta, desaparece ya el peligro y quedan solamente sujetos al l ibre albedrío del cuerpo-alma, porque éste conserva su l ibertad hasta el final ya que nadie puede privarlo de tal ni obligarlo a lo contraio. En el caso de que este cuerpo o alma se niegue a realizar su plan evolutivo, entonces la responsabilidad de los garantes y solicitantes se reduce en un" 60 por ciento, ya que no es culpa de ellos que éste se niegue a cumplir porque están sujetos a la decisión del mismo.

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Pero en caso de conformidad, el plan se realiza con éxito y sin demora, salvo la que se pierde hasta que los dos cuerpos, espíritu y alma se refundan en uno solo. En cuanto a la situación del guía espiritual se limita a seguir conduciendo a ambos y advir­tiéndolos en casos de necesidad. El está permanentemente en contacto con ambos y se encarga directamente de la vigilancia y guardia de ambos para que no sufran tropiezos ni perturbaciones.

Hay desde luego muchos inconvenientes y luchas que se pre­sentan casi a diario, pero ésto ocurre sólo al principio hasta que se haya logrado la fusión total de los dos cuerpos, porque las fuerzas negativas que están al acecho aprovechan esta desventaja para atacar, ya q u e el cuerpo-alma separado de su Espíritu ( n o conectado) está en inferioidad de condiciones y podemos decir con menos fuerzas de defensa, ya que está desprovisto de las armas q u e necesita para su rechazo y defensa.

En el espacio hay seres que habiendo perdido existencias por incumplimiento en los planes evolutivos se niegan a solicitar nueva materia ; pero en este estado son esperados un plazo pru­dencial o determinado, ya que deben necesariamente continuar la escala evolutiva y las leyes son inexorables al respecto y t ienen que ser forzosamente acatadas. Venc ido este lapso de demora en que el espíritu se resiste a una nueva existencia, es obligado a tomarla y entonces solicita vidas de grandes sacrificios para poder recuperar el t iempo perdido en las anteriores.

En este caso se le concede lo solicitado pero es cuidadosamente analizado el carácter y tónica del espíritu, ya que no se le puede dar una tarea que anticipadamente se sabe es imposible para él realizar, ya que no es propia de su fisonomía caracterológica ni emocional; entonces se le da a elegir otras en las cuales encuadre su temperamento, grado de evolución alcanzado y por sobre todo su tendencia emocional. Puesto ya en condiciones se le autoriza entonces a la nueva existencia y encarna en el ser que debe contribuir a su plan de desarrollo evolutivo.

En el caso de que no enca je con este ser ( m a d r e ) se lo retira o separa de él, ya que no podría ser útil para el fin que trae . Es en estos casos cuando la madre fal lece en el momento del parto, o a los pocos años de la infancia.

Podemos decir que el plan evolutivo es estrictamente minucioso en su estudio y aplicación.

5?

Muchos espíritu creídos que la obra de redención es única­mente patrimonio de los grandes seres, no se preocupan por des­cubrir cuál es la tarea de cada uno en esa obra. No comprenden que la misma incluye a cada uno de los seres y que todos reuni­dos debemos formar un solo tronco común erigido hacia el Infinito.

Es así como muchos seres despreocupados de su deber espi­ritual no se esfuerzan ni molestan en tratar de mejorar su situa­ción. Cuántos hay que piensan sólo en la obligación de los demás y se olvidan de la suya propia. En esta obra de redención uni­versal deben todos los seres del mundo unirse y trabajar cada uno por sí mismo para que la misma se lleve a cabo con todo éxito.

Es pues llegada la hora de que despierten y sepan que está tocando sus últimos momentos de vida evolutiva en este ciclo v que así como mueren los hombres, también sucede con el pla­neta tierra al cual pertenecen y ella como ustedes debe también pasar a otra existencia para seguir avanzando y lograr el grado evolutivo que le pertenece, ya que es igualmente un espíritu en evolución v debe pasar por todos los peldaños para llegar a la cima, grado máximo de evolución.

La Tierra como espíritu en evolución necesita también des­pertar en la hora presente para transformarse v seguir el camino que siguen todos los seres en períodos evolutivos; por lo tanto, los seres que a ella pertenecen deben seguir su curso propio v el del suelo al cual pertenecen.

Es te planeta desgastado en períodos neolíticos v vuelto a flo­recer, hn sufrido en toda su trayectoria quebrantamientos propios a su génesis v a los seres que la han habitado en su origen, cola­borando en su evolución v progreso: ñero debido a sus habi­tantes que no han querido ver la Verdad oculta pero visible para todos aquellos que la hayan buscado, necesitó de eclosiones y hundimientos para sacudir o desprenderse de todo aonello que le perturbara en su progreso. Así pudo lograr un grado de evo­lución que no llegando al punto máximo del mismo, debe seguir marchando para llegar.

En la historia v prehistoria se habló siempre del fin del mundo, pero la mavoría de los hombres no han comprendido que ese fin no significa lo que ellos interpretaran, en cierta forma sí es un

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fin, pero no para todos, ya que quedarán y vendrán los seres que la habitarán en su futuro para seguir con ella la escala ascendente. E s t e fin del ciclo terrenal es próximo y todos incluso el planeta mismo, deben saber que la hora ha llegado para po­nerse ya en -condiciones de decidir cuál será el camino que han de elegir en el futuro, puesto que no hay ya t iempo para perder en divagaciones. Pruebas suficientes habéis tenido hasta el pre­sente y muchas más recibiréis para ver que el espíritu no es estático y debe por esa razón encauzar su movimiento conociendo la dirección que debe tomar para llegar a la etapa final.

L legada pues la hora del despertar, es por tal razón que debéis conocer todos los secretos universales para que provistos de los conocimientos necesarios no equivoquéis el camino y sepáis en­tonces con la seguridad que otorga el saber el camino definitivo hacia e l E t e r n o F in .

El Espír i tu provisto de elementos necesarios para tal logro debe ponerse en condiciones propias para desprenderse de lo que pue­de ir en contra de su propio bien y procurarse lo que le convenga para alcanzar su t iempo final.

A estos espíritus que quieren lograrlo es que ponemos hoy en sus manos las armas necesarias para que defiendan su posición y derechos. Estas armas no son de fuego, sino de Verdad, Justicia y Sabiduría, porque por estos caminos es por donde deben tran­sitar para l legar a la cima del glorioso despertar.

Conociendo perfectamente la calidad, cal ibre y funcionamiento de dichas armas, se pueden emplear para el logro de lo que debe interesar a todo espíritu que sienta la necesidad y deseo de su despertar definitivo; no así para aquel que permanezca sordo y ciego a la voz de l lamada que a cada uno le llega.

Avezados en las armas de Sabiduría y Justicia pueden entonces utilizarlas con. todo provecho para sí mismos y para su prójimo, adquiriendo de esta manera material evolutivo a su favor. Como en todas las cosas así en la Tierra como en el espacio se utilizan y emplean conocimientos que los conducen al resultado final; pero aquel q u e equivoca ei desarrollo, mal puede hacer en su resultado ya que variará y desviará el verdadero objetivo que se ha puesto al entregarle las armas de defensa para que pueda salvarse y salvar.

El planeta ya siente en sus entrañas que las armas están listas

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para comenzar la batal la y comenzó su preparación para la mis­ma. Los hombres, no todos por supuesto, están dormidos.

Esperamos que poseyendo la llave que abrirá la puerta del camino ascendente para su propio bien y adelanto, sepa utili­zarla y obtenga el éxito que es merecedor de acuerdo a su es­fuerzo y voluntad.

Nadie será desprovisto de la misma ya que a -todos se les ha entregado y entregará; pero como deben actuar por su propia voluntad y decisión, será únicamente responsable de su fracaso.

Para el espíritu divino hay fuerzas que colaboran con él para llegar a su término y estas fuerzas son las que hoy se da a todo aquel que deba conocerlas y comprenderlas para emplearlas en su propio beneficio. Estas fuerzas son herramientas que todo car­pintero necesita para construir y elaborar su trabajo. Aquí es donde está el secreto de todo oficio, ya que cada uno posee el suyo propio aumentándolo con el a jeno. Para efectuar un buen trabajo se necesita buenas herramientas y material adecuado. Es inútil hacer lo contrario porque no se logrará el objetivo de no ser así.

Dic iendo claramente que los espíritus que toman materia en se­res que no permitirán llevar a cabo la tarea que él trae, son separa­dos del mismo, porque si no sucede así, difícil será la victoria para el ser que empeñó su palabra para llevar a cabo la exis­tencia que solicitó. A partir de entonces, es decir cuando queda solo, es cuando comienza su sufrimiento ya desde la infancia penosa y dura vida; es ya que debe afrontar desde los umbrales los dolores que lo seguirán a través de esa existencia. Pero lle­gada la hora del reconocimiento en la pel ícula etérica verá enton­ces hasta qué punto cumplió y realizó lo que él mismo se im­puso, pudiendo de esta manera hacer un balance de su capital evolutivo adquirido y observando lo que le falta aún por adquirir. E s t e caso es común, se puede decir, ya que son menos los que llevan una existencia sin tropiezo, y podemos decir que los seres que tienen esta vida es porque están recibiendo una indemniza­ción adelantada a sacrificios anteriores y es así como se les per­mite una vida mejor y más suave pero no definitiva; podríamos decir, que es como un descanso o vacaciones que se le concede para su largo transitar por el camino evolutivo.

Los seres que no pertenecen a estos casos, c laro que son excep-

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ciones o escasos, podemos incluirlos en el grupo de lanceros vo­luntarios pertenecientes al cuerpo o ejército de salvadores que colaboran directamente en la campaña mesiánica. Estos seres son llamados a cumplir misiones determinadas que aparecen en dis­tintos períodos sobre el planeta porque por medio de ellos es que se sirve el gran Lucero de la Divinidad para continuar con su obra redentora. Es así como a veces surge de los rincones menos esperados; de los ambientes insospechables, esos que vie­nen estrictamente a realizar tal obra. Lógicamente que no son únicos ni es una sola vez que aparecen, pues ya vienen prepa­rados de tiempos remotos porque necesitan ir acumulando mate­rial propicio y determinado para llevar a cabo tal tarea. Es en este caso especial que los espíritus encargados asumen la mayor responsabilidad desde sus orígenes arriesgando con su compro­miso su propio progreso y el de los seres que lo secundan, ya sea en el plano material como espiritual y el de los guías espi­rituales que solicitaron y comprometieron a seguirlos en sus t r a ­yectorias. Por esta razón la gran lucha y esfuerzos impuestos, porque debe estar fogueado para afrontar tal t rabajo ; claro está que cada uno tiene su propia responsabilidad agregando la del éxito o fracaso del grupo; porque estos seres no trabajan solos ba jo ningún concepto, sino por el contrario son grupos o equipos adiestrados que sincronizados actúan, y cada uno tiene su función específ ica en el planeamiento y desarrollo a cumplir. La trayec­toria es larga pero realizable. La responsabilidad de gran mag­nitud y el resultado de acuerdo al empeño, voluntad, arbitrio, colaboración, entrega y reconocimiento total de su papel y carác­ter en tal empresa.

La victoria es general, e l fracaso también general, pero de mayor acentuación o resonancia ya qua lleva el estancamiento de una cantidad de seres que se hallan imposibilitados de tomar las rien­das por su propia cuenta, ya que deben esperar una próxima actuación. Es to es cuando ocurre, desastroso, porque provoca el estancamiento de seres que no son responsables de tal fracaso.

Para todos aquellos que han vislumbrado o vislumbran la tarea de estos espíritus, sólo pedimos colaboración y que se pongan en contacto directo con la Antorcha que los a lumbra porque en su alma sentirán el suave vibrar de su luz. No permanezcáis sordos ni ciegos, porque grande será la culpa si a esto no os prestáis.

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Mis queridos lectores y amigos: deseo ardientemente que nin­guno de vosotros se vea nunca en este t rance .

Cuando la onda dé luz llega a vosotros tratad de abrir con más ahínco vuestras puertas para que penetre de lleno y toni­f ique y fruct i f ique en ustedes el fruto que se desea obtener .

Abrid las puertas de vuestros corazones y que la luz l legue a ellos con todo su esplendor y fuerza, porque bendito sea el que así la rec iba ya que ha sido meceredor del gran Amor E t e r n o para gloria de todos los seres que en el Universo están.

L l e g a d a la hora de la c larinada final todos tendréis que pre­sentar lo que habéis hecho para que esto se lleve a cabo .

L a s capacidades receptoras son las celdillas de reserva que poseen los cuerpos para ir acumulando vida tras vida los sucesos buenos y malos que se realizan. Estas celdillas están exactamente en todos los cuerpos; es decir son idénticas; pero cuando el ser de ja la mater ia se lleva en su equipaje f luídico todo el material rec ibido en esa vida y así cuando toma nueva mater ia pasan la pel ícula etér ica con todas las distintas vidas realizadas hasta ese instante.

En éstas se graban por medio de las vibraciones emanadas del mundo mental y emocional que es el encargado de retrasmitirlas a los distintos vehículos para ir luego a depositarlas f inalmente en las capas externas del espíritu.

E s t a s ondas son de emisión corta porque van de plano a plano y dentro del mismo individuo; la única larga en este caso es la externa pues es la que le transmite al mundo mental e l fenómeno o suceso.

La onda larga es productora además de impulsora; creadora es su función especí f ica y por eso al pasar los distintos planos va adquir iendo mater ia para que al l legar al punto indicado, se cris­ta l ice el fenómeno.

L a s fuerzas mentales y emocionales son creadoras también; pero su frecuencia siendo larga es de ciclo breve , podríamos decir que es una onda mixta por su combinación, pero se la c lasif ica como onda larga.

L a s capacidades receptoras son los guardianes del tesoro acu­mulado por el ser en sus distintas existencias.

Por largo que sea el recorrido de las existencias, éstas van au«

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mentando su volumen pero no su número, ya que son idénticas desde su origen.

Las fuerzas emitidas por el agente externo son de frecuencia larga y por eso una vez penetradas en el cuerpo mental se trans­forma su f recuencia y pasa a ser corta .

L a s fuerzas q u e son emitidas hac ia un cuerpo o individuo siem­pre son largas. D e n t r o del mismo son cortas y expulsan hacia el exterior sus correspondientes irradiaciones, porque cada una acu­mula energía y genera nueva, que al recorrer un plano determi­nado, es aumentada su vibración o resultante y de ahí que com­binadas con otras aumenta su frecuencia . El resultado es el mismo para todos los casos de distancias y t iempo. E s t o solamente en el grupo animal y humano porque en el reino vegetal se utilizan las ondas de emisión largas y cortas. E s t e proceso de recepti­vidad podéis observarlo o e jercitarlo con un animalito doméstico o una planta, ya que allí podéis observar el fenómeno en el mismo momento de emit ir la onda.

Es tos fenómenos vibratorios son los productores de toda gesta­ción, germinación y evolución, en los distintos grupos.

Ahora b i e n : debéis estar b ien compenetrados primero de las distintas fuerzas u ondas, es decir saber distinguirlas indepen­dientemente y luego q u e dominéis ésto recién podéis comenzar a ponerlas en práct ica directa pero no olvidéis que las ondas vibratorias de todos los planos poseen fuerzas propias y externas q u e son las q u e van a realizar en conjunto el fenómeno.

Siguiendo sobre la función de las recepciones, éstas además de ser guardianas, son fuerzas de orden pasivo, ya que ellas ac túan en función de receptoras.

L a s fuentes productoras de estos elementos son de distintos orígenes y dentro de un mismo plano; ya que sólo rec iben las ondas q u e le per tenecen e interesan especí f icamente al ser .

En e l re ino animal las capacidades receptoras son de potencia­l idad menor , ya que e l mundo mental del animal es rudimentario, por consiguiente su potencial idad es menor.

L o s agentes emisores de estas fuerzas pueden ser externos o internos, s iempre q u e el resultado sea de interés al individuo para sus distintas etapas.

Si las fuerzas mentales ac túan libres de todo entusiasmo, po­dréis recibir con más claridad y seguridad.

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En las capas extemas del cuerpo espiritual, las fuerzas recibidas son grabadas y retenidas en su materia y son en las que , vida tras vida, quedan impresionados los sucesos q u e interesan a la evolución. Los espíritus que permanecen impasibles y no ven la luz que deberá despertarlos, serán espíritus que posteriormente deberán tomar nueva mater ia o existencia. Lo mismo ocurre con aquellos que se resisten a cumplir lo pactado o su karma. Son deudas como las q u e tenéis en la tierra, y que tarde o tem­prano debéis pagar , ya que el acreedor no os dejará libres si no pagáis lo que debéis . En este caso el acreedor es vuestra propia alma que ha solicitado créditos para otra y ella es garantía res­ponsable de esa persona teniendo que pagar ella lo que su amigo no cumpla. En el proceso evolutivo se emplea este sistema de crédito y podréis tener prórroga siempre y cuando no sea vuestro depósito inhábil , porque debéis tener fondos para hacer frente a las deudas.

El espíritu en su proceso evolutivo sigue este camino, solicita créditos que abonará en cuotas, éstas son las distintas vidas, hasta que terminéis de pagarlas y una vez concluidas son dadas de alta, lo cual significa que quedáis libres y entonces recién podéis co­menzar a trabajar en el b a n c o l ibre de deudas, para ayudar a otros a pagar las suyas, en distintos negocios como la de cumplir misiones o tareas comprometidas desde el espacio antes de tomar nueva existencia, misiones que aumentan vuestro caudal progre­sivo o evolutivo.

Estas tareas siempre son de mayor responsabil idad ya que están encargados de hacer evolucionar a otros, tarea de gran enver­gadura, ya que depende de ese espíritu que lo ha solicitado y no impuesto por nadie, es decir , l ibre de acción; entonces es doble su responsabil idad.

Por eso todo aquél que sabe que debe cumplir esa tarea, no puede dejar de cumplir , ya que recae sobre él mismo el incum­plimiento, es decir está transgrediendo un contrato que ha soli­c i tado y aceptado.

Para aquellos que las circunstancias se les presentan adversas en sus caminos deben saber enfrentarlas y vencerlas, ya que se otorga a todo espíritu fuerte y no así no más a quien saben no está en condiciones de cumplir ; ya que también es responsabil idad del que le autoriza esa tarea eí fracaso del solicitante.

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T o d a representación gráfica a este proceso es demás, porque considero que es clara la explicación.

De ahí que e l agente que ha autorizado esa tarea t iene q u e mantener contac to permanente con e l solicitante, ya que d e b e estar al tanto de todos los pormenores para ayudar en caso nece ­sario al ser que ha l legado con la tarea a cumplir . Podéis estar seguros que ese agente o guía espiritual es un incansable cola­borador vuestro y atento permanentemente a los hechos de su ahi jado cuida celosamente todos los pasos del mismo.

E s t o puede ser para aclarar ciertos conceptos con respecto a evolución y la tarea especí f ica del guía espiritual.

E s t e tópico lo injerto en este capítulo porque es necesario que sepáis ante todo la responsabil idad que t ienen aquellos que se comprometen a una tarea de esta índole.

L a s continuas luchas que sufren los seres que vienen a cumplir misiones, les va preparando para despertar en su verdadero Yo y así, puestos en contacto o unif icación, logran lanzarse a la tarea especí f ica que los trae .

Es tos seres revestidos de h u m a n a presencia , son espíritus que han alcanzado un grado evolutivo de consideración y puede de­cirse que muchos de ellos per tenecen a Mundos Superiores, ya que en su trayectoria terrenal h a n ido ganando galardones para su evolución. Algunos q u e no per tenecen a este mundo igual­mente vienen con u n a misión, pero muchas veces desvían su ver­dadero motivo o razón de la existencia que adquieren. Es aquí cuando sufren daños insospechables, porque son víctimas de su propio error. C u a n d o estos seres l legados a un determinado mo­mento saben q u e t ienen que cumplir lo pactado y a pesar de eso se n iegan o resisten a llevarlo a c a b o , se someten a la inquebran­tab le ley kármica que per tenece a los planos cósmicos. E s t e karma o juicio es el resultado del m a l uso de la misión q u e traía. Es por eso q u e para dar ciertos trabajos se el igen seres q u e se t iene un 80 por c iento de seguridad en e l éxito, no sólo por e l fracaso en s í de la obra , sino por el m a l que se ocasiona el espíritu en­carnado y sus respectivos colaboradores. Para la feliz realización de estos trabajos es necesario q u e el ser despierte y consciente­mente se entregue a la realización comprometida. En este preciso momento es cuando el espíritu da el gran salto a la eternidad, porque es seguro el éxito y el logro de su cometido.

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Los espíritus que pertenecen a los mundos superiores, venidos a la t ierra, son' generalmente los más inverosímiles de creer por ellos mismos, porque están carentes de toda máscara que utilizan los seres de menor evolución.

Así podemos decir que todo aquel que es l lamado a esa tarea sea conscientemente razonable y sea rápido en su decisión para ponerse en condiciones aptas para l levar a c a b o la tarea que traiga. Guías Espirituales, ayudantes y consejeros, son los seres que colaboran y traba jan en conjunto con él y siguiendo el derro­tero marcado llegan a la fel iz etapa.

Al mundo de seres evolucionados pertenecen una cantidad de seres que son calif icados de ángeles, arcángeles , etc. , pero no olvi­den que estos seres, al tomar materia , dado su grado de evolución y la misión que traen, permanecen muchas veces durante largos años en estado aletargado, porque es preciso que se desenvuelvan en el mundo terrenal como otro ser congénere ; pasando como todos o a veces más, los altibajos y tropiezos que la vida le pre­senta; pero esto sucede precisamente para que vayan fogueándose en la nueva etapa y puedan sentir e identif icarse con sus seme­jantes del período en q u e ellos están. Estos alt ibajos son los q u e lo llevan indiscutiblemente al despertar de su verdadero Yo Superior.

El los a pesar de estar en esa graduación evolutiva, sufren los mismos a veces más dolores y padecimientos que otro cualquiera, porque además deben sentirse un ser terrenal como los demás, porque vano sería el sacrificio de la nueva existencia si tuviera desde el comienzo la convicción de su origen y graduación; en­vueltos por la densidad de la mater ia física saben que tienen que cumplir lo pactado y a pesar de eso se niegan o resisten a llevarlo a c a b o , ésta lo mant iene en ese letargo que forzosamente necesita, c laro que depende de la clase de obra q u e tenga que realizar, pues no para todos es lo mismo.

Por los distintos peldaños de la escala ascendente d e b e n llegar todos, salvo aquellos que voluntariamente se resisten y niegan a su salvación porque ciegos y sordos quedan al l lamado de la Verdad.

Hombres de ayer y de hoy siempre el derrotero es el mismo, pues a la úl t ima parada os conduce ya sea a la L u z E t e r n a o la oscuridad perenne.

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Tratad de analizaros, de sentir en lo más recóndito de vuestras almas ese l lamado q u e l lega, para q u e veáis q u e la hora ha lle­gado y os l laman a seguir avanzando por la senda de ascensión q u e os conducirá a l E t e r n o F i n .

L a s luces están en todos; pero sólo su enfoque dependo de vosotros, para q u e ella haga vibrar sus ondas rutilantes de luz. Para ésto os debéis poner a tono, poner vosotros en armonía y acorde vuestras vibraciones para que unidas y sincronizadas puedan hacer tocar e l Arpa E t e m a de su Alma encerrada en su propio Yo.

Para todos es que h o y l lamamos a la reflexión y ponemos en vuestras manos el instrumento necesario para q u e lo utilicéis y hagáis por medio de é l , v ibrar y sonar la melodía que os hará penetrar al mundo de los salvos.

Los mundos donde van los seres q u e llevan una misión pueden ser la t ierra como cualquier otro planeta ya que todos necesitan evolucionar. Estos mundos son llevados a distintos estados para ' que logren el medio de progreso, y es así c o m o estos misioneros aparecen en el momento preciso para ayudar a los seres de ese planeta a ver la causa q u e los tra jo y los l levará nuevamente al punto de origen. Para esto es necesario comprender las verda­deras razones de evolución; comprender e l verdadero curso que siguen las almas en su proceso evolutivo y por q u é es necesario el mismo. Muchos se preguntan si somos Chispas Divinas y pro­cedemos de esa F u e r z a Creadora , ¿por q u é no somos ya per­fectos sin necesidad de evolución? Pues b ien ésto no es así porque así c o m o somos desprendimiento divino y emanamos de la misma, poseemos una porción pura y divina; pero el resto q u e se va adquir iendo a través de las sucesivas vidas, son creación del pro­pio ser y ésto no es divino, ya q u e proviene del mundo y sucesos del mismo.

C o m o al desprendernos de esa F u e r z a Creadora quedamos en l ibertad de acc ión para seguir los caminos que elegimos y pro­curarnos el futuro q u e c a d a uno quiere , es por esta razón la necesidad de evolución porque para volver a l C ue r po M a d r e es necesario la purif icación en toda su extensión.

Para hab lar detal ladamente de este t e m a es necesario un l ibro aparte, ya que no es tan sencillo el génesis de la existencia espi-

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ritual; pero a grandes rasgos puedo deciros esto, ya que para el fin de esta enseñanza podéis tener esta breve aclaración.

Los métodos de enseñanza

' Éstos eran utilizados por seres que habían logrado un grado de conocimientos elevados, l legando a comprender la sabiduría divina y penetrando en los secretos de la misma y adquiriendo de esta manera una iniciación en el campo de las ciencias ocultas.

Los iniciados en ella eran seres que habían demostrado con su tenacidad y fe que eran aptos para la misma y la Bondad Divina les permitía penetrar por los caminos desconocidos que los conducían hasta su misma esencia. Es necesario estar aptos espiritualmente y f ísicamente para penetrar en los laberintos de la Sabiduría Divina.

Estas enseñanzas fueron utilizadas por seres que l legaron a un grado de comprensión humana capaz de interpretar la Verdad Suprema. Es para que llegados a ella pueda cada uno asimilarla para su propio bien y el de sus semejantes.

Estas enseñanzas poseen métodos específicos que llevan al des­arrollo de la mente , un movimiento y control de la misma; pu-diendo de esta manera penetrar en esos mundos desconocidos y así llegados a ellos tratar de realizar los trabajos necesarios para ayudarlos en su progreso.

Es necesario que cada uno provisto de sus herramientas las conozca perfectamente y sepa por sobre todo cómo ha de utili­zarlas y para qué , porque es de suma importancia que así sea.

En estos métodos hay que seguir un ri tmo ordenado, siste­mático y continuo, y es el siguiente:

1?) Desprendimiento de todo lo material . Es decir, no afe­rrarse a ello, sino tenerlo, l lamémosle prestado, y q u e es transi­torio, ya que se deberá dejar en un momento determinado, y nada podréis llevar. Por lo tanto utilizarlo dándole el verdadero valor real que t iene.

2 ' ) Un régimen de vida de acuerdo a la mente o fines que la misma busca.

3 ? ) Un régimen alimenticio adecuado para la mente ; porque Ja misma debe desenvolverse en un espacio o mundo liviano, y

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si se halla entorpecida por la densidad del cuerpo poco es lo que podrá realizar. " E n cuerpo sano, mente sana".

49) Un orden o disciplina diario en el trabajo. Tratar de orga­nizarse estableciéndose un horario que sabéis vais a cumplir, de­terminando una hora para cada tareas hay que comenzar por el orden para poder llevar a cabo cualquier cosa que deseéis obte­ner, ya sea en el orden material como espiritual.

59) Tratar diariamente de leer una determinada cantidad de lecturas que día a día irá aumentando para adiestrar a la mente y a la voluntad en esa ejercitación. D e b e n ser lecturas corres­pondientes a todo lo que sea análisis y meditación; para esto podéis seleccionar los libros o enseñanzas, sabiendo cuál es la l ínea que más atrae e interesa.

6 9 ) Diar iamente una limpieza mental q u e ayude a alivianar la misma, acompañada de ejercicios físicos de relajación.

Paulatinamente veréis el cambio, y cada vez será más fácil la realización. Se aconseja que éstos sean practicados por la mañana al levantarse y a la noche o atardecer.

Cuando estos pasos sean realizados con gran facil idad podéis entonces entrar de lleno al estudio y comprensión de la Ciencia Divina, pues para esto es necesario fortificar el físico, la mente y el espíritu. Por eso aconsejamos que pongáis en práct ica este método, para poder lograr lo que anheláis: Conocer el secreto del Universo y su Creación.

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CAPÍTULO I I I

C E N T R O S S E N S O R I A L E S E N E L H O M B R E

Podemos distinguir dentro del cuerpo humano distintos centros sensoriales y motores. Estos son conocidos en otras escuejas co­mo chacras. Podéis llamarlos asi o directamente como los titulé.

Estos centros están ubicados en distintas partes del cuerpo f í ­sico y revisten las características de ruedas con engranajes o eslabones que formando una cadena ( f lu íd ica ) va a unirse cada una con las siguientes. Estos centros están ubicados de la si­guiente manera :

3º) En la pelvis o centro pélvico. 2º) En el plexo solar o central . 3º) En el corazón o cardíaco. 4º) En la laringe o laríngeo. 5º) En la frente o frontal. 6º) En la nuca o centro occipital . 7º) En la parte superior de la cabeza o craneana ( coronar io ) .

Estos centros t ienen un movimiento circular y todos unidos entre sí por medio de cordones fluídicos que siguen, en estado normal o de equilibrio, la misma dirección. Es decir, si el centro solar se pone en funcionamiento por medio de las cadenas o cor­dones de enlace ( f lu ídico) se ponen en movimiento los demás siguiendo todos la misma dirección que el que le dio origen, cuando los centros están en un r i tmo equil ibrado. De lo con­trario giran en distintas direcciones y el objetivo deseado fracasa o no es del todo perfecto, ya q u e intervienen agentes externos, sean fluídicos o físicos. Estos centros podréis compararlos a las ruedas de un reloj que marchan a un t iempo acompasado y lle­gando "a dar las horas de acuerdo a la función y estado del

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mismo. Estos centros son .llamados sensoriales y motores porque son los encargados de recibir las impresiones, ya sean externas o internas. Externas cuando las envía otra persona; interna cuan­do son emitidos por la mente del mismo individuo. Estos centros t ienen doble función porque son receptores de impresiones y emi­sores de las mismas.

Podéis poner en funcionamiento cualquiera de ellos y los de­más seguirán ese ritmo o acción, es decir, son completamentarios o ayudantes.

Estos centros son dirigidos por la mente cuando ésta está en perfecto estado de salud, de lo contrario funcionan sólo impul­sadas por las fuerzas físicas y su mecanismo es desordenado e imperfecto.

Son los motores de las vibraciones que parten del cerebro y mundo mental . Por medio de estos centros es como se puede l legar al desarrollo de las facultades metasíquicas o supranorma-les. Pero para lograrlo hay que saber ordenarlos y hacerlos fun­cionar dentro del sistema rítmico y sincrónico.

Estos son afines a las distintas fuerzas que originan y acom­pañados por su fricción con distintos colores. Son rojo o púrpura, celeste, verde, violeta, anaranjado, amarillo, b lanco.

amarillo coronario anaranjado occipital

violeta laríngeo celeste cardíaco

púrpura plexo solar verde pélvico

b lanco frontal

Cada uno se caracteriza por un determinado color; pero no por eso deja de utilizar los otros cuando así es la necesidad. Estos colores son las distintas fuerzas que partiendo de sus centros madres irán a dar origen o impresión a la mente . En cada cuer­po físico existen estos centros, pero a su vez los hay en la misma forma en cada cuerpo y subdivisiones de los mismos.

H a y seres que han desarrollado con mayor intensidad uno cualquiera de éstos, y es por medio de él que logran manifestar y producir el fenómeno metasíquico. Estos, cuando están en una sincronización perfecta, logran resultados apreciables.

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E s forzosamente necesario ponerlos en funcionamiento normal y equilibrado para trabajar con los elementos fluídicos, para dar lugar a efecto inmediato.

Estos centros sensoriales se desarrollan de acuerdo a la faci­lidad o característica de cada individuo, por e jemplo: un ser puede desarrollar el plexo solar porque ya viene en condiciones de hacerlo, pues t rae consigo desarrollos y trabajos anteriores realizados con ese centro y desde luego apenas lo pone en mar­cha arranca y funciona, no sucediendo con la misma facilidad con los otros centros. No quiere decir que no sea por esto po­sible el desarrollo de los otros. Podéis hacer funcionar a todos, sólo depende de que lo hagáis vosotros con vuestro deseo y dedicación.

Estos centros facultan al individuo a realizar los trabajos meta-síquicos, y es por medio de ellos que desarrollan las distintas facultades. Claro que además de que éstos deban funcionar en armonía, es indispensable adiestrar la mente acorde con los mis­mos, ya que es un engranaje compuesto.

Los centros sensoriales actúan directamente sobre todos los cuerpos del individuo y hacen reaccionar a los mismos de acuer­do al nivel de organización que tengan.

Estos cuerpos pertenecen cada uno a una facultad determi­nada, como ser :

19) Frontal — clarividencia 2 ? ) Coronario — telepático-clarividente 3 ? ) Occipital — telepático-clarividencia oído

4 ? ) Laríngeo — parlancia 5 º ) Cardíaco 6 º ) Solar 7 º ) Pélvico

telequinésico-parlancia

1 ) Psicometría. 2 ) Escritura. 3 ) Oído.

Estos son diferenciados por sus facultades, pero t ienen una íntima relación entre sí, ya que están vinculados unos con otros

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por medio de la cadena fluídica, prevaleciendo el centro o chacra determinante.

Estas funciones son regidas por cada uno de ellos, pero siempre que guarden una relación entre ellos, ya que no pueden actuar independientemente. De acuerdo al centro que posea mayor des­arrollo se puede conocer el grado de progreso del individuo o reconocer que proviene de otras vidas, puesto que no es en una existencia donde se adquiere. Estos desarrollos van realizándose paulatinamente a medida que avanza en las sucesiones de vidas y trabajos en este campo.

L a s distintas facultades son adquiridas por la ejercitación prác­t ica de las mismas y también por el grado evolutivo del indivi­duo, ya que esto influye para el mismo.

Para desarrollar estos chacras o centros debéis poner los ve­hículos en conjunción y armonía, pues debe existir un equilibrio entre cada uno de ellos para lograr un funcionamiento ordenado y elevado.

Podemos decir que cada vehículo actúa individualmente, pero siempre con una relación íntima con el resto.

Para lograr este desarrollo o despertar, debéis imaginar que una rueda gira lentamente hacia un mismo lado, siguiendo luego todas la misma dirección; comenzando por el centro principal que es el coronario y viendo a los otros unidos uno a uno ñor

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medio de esa cadena fluídica, que va moviéndose a medida que lo hacen las ruedas impulsoras ubicadas en los distintos lugares ya indicados.

Estas ruedas giran hacia un mismo lado siguiendo un tiempo rítmico y cada una en fricción va dando un color diferente, ya que a cada una le corresponde uno determinado. Cuando están todas en movimiento desprenden en conjunto un color matizado o mixto, observando como si fueran distintas espirales en forma circular formando la gama del arco iris. Observad:

Esto lo puede observar fácilmente un clarividente que posea la facultad desarrollada para ver lo que se conoce por áurea.

Estas áureas son las irradiaciones de los distintos centros sen­soriales puestos en funcionamiento. El que tenga mayor des­arrollo es el que prevalece y se destaca permanentemente; no así con los demás ya que quedan en descanso o sin movimiento no­table. Pero al comenzar su movimiento es cuando dejan ver sus colores en la parte externa o superficie del cuerpo físico.

Aquel color que se destaque más es del centro que mayor grado de desarrollo posee y entonces su tonalidad prevalece so­bre los demás. Esto podéis practicarlo y observarlo en otros seres en que queráis hacer la experiencia.

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Cuando esos círculos espirales están opacos o desarmónicos, es porque sus centros generadores están en desarmonía o desequi­librio.

Debé is tratar que todos los vuestros sean sincrónicos. Estos son los encargados de todo lo que se refiere a vibraciones,

ya que ellos son la parte motora de las mismas. No olvidéis que la mente pone en funcionamiento a los mismos, es decir, les da el impulso y el gran engranaje sensorial les da el movimiento, de ahí la doble función de motores y sensoriales.

Los centros sensoriales encauzados a su funcionamiento equi­librado logran dar resultados espléndidos, ya que por medio de ellos podemos realizar todos los fenómenos supranormales. Es de gran importancia este equilibrio porque !o contrario acarrea una serie de trastornos orgánicos y psíquicos. La máquina ejecutora de dichos fenómenos debe funcionar en perfecta normalidad y armonía, ya que es la productora de las facultades extrasen-soriales.

Estos centros tienen una perfecta sincronización con los dis­puestos en los vehículos fluídicos y su conjunto realiza el fun­cionamiento de todos los hechos llamados supranormales o meta-síquicos.

H a y escuelas ocultistas que les dan igual importancia; pero con diferencias, o, mejor dicho, les atribuyen solamente acción sensorial.

Podemos agregar que dichos centros poseen en su composición atómica fuerzas positivas y negativas generando energía y sus­tancia fluídica cromasina, q u e es la que interviene en los fenó­menos telequinésicos o materializaciones. Estos son producidos por efecto de fricción.

Cada centro con su color determinado, puede de acuerdo al orden y equilibrio en su función llevar a un grado máximo de purificación y desarrollo en la e jecución de las facultades; de ahí la diferencia q u e existe entre los clarividentes o superdotados en sus manifestaciones.

Es necesario el buen uso de ellos para lograr efectos marcados. C a d a color caracteriza a un centro y además t iene íntima rela­

ción con las ondas vibratorias; podemos decir que las ondas, de acuerdo al color, son producidas por tal centro.

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Los aspectos siguientes pueden ser considerados como capí­tulo aparte .

Haces fluídicos

Estos son los que unen los distintos centros entre sí; todos ellos constituidos de mater ia f luídica, l levan la corriente de c a d a cen­tro y portadores de la misma, conducen energía,

Requieren un estado sano para cumplir f ie lmente la función que t ienen, ya que ellos sirven de enlace entre un centro y otro y además conducen energía emanada de dichos centros.

Poseen las mismas característ icas que éstos y la misma energía y composición. D e b e n igualmente funcionar en perfecto estado para que su tarea sea fiel y ef icaz.

Los haces o cadenas f luídicas, en su recorrido, van absorbiendo energía gastada y renovando la misma, devolviendo energía pura.

Estos componen la gran cadena sensorial f luídica de- los cuer­pos. Per tenecen a la parte motora de los centros sensoriales y de las ondas vibratorias emanadas de la mente .

Quiero significar la gran importancia q u e éstos poseen. I m a ­ginaos el caos interno que se produce si uno de éstos se l lega a desprender. Comparadlo a un gran tren q u e sus ruedas unidas por cadenas se rompieran en un sector cualquiera ; produciría por consiguiente el descarri lamiento de la má quina y sus lógicas consecuencias .

Entrelazados los haces o cadenas fluídicas realizan movimien­tos de ondulación, ya que siguen los mismos de los centros sen­soriales. Estos también son generadores de energía y además portadores de las que provienen de los centros.

D e b e n ejercitarse dichos movimientos siguiendo u n a dirección izquierda a derecha, acompañada por sus cadenas fluídicas y a un t iempo pausado y armónico; pero sobre todo pausado, ya que no se puede poner en rápido movimiento o cambio porque podría ser contrario o per judicial el resultado.

E s t e procedimiento d e b e ser lento y b ien observado. T o d o depende del impulso que de la mente . No debéis poner en prác­tica ejercicios q u e desconocéis e l perfecto funcionamiento, ya que en vez de ser beneficiosos os serán perjudiciales.

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Él centro solar o plexo es el centro regulador de las ondas largas, especialmente las de frecuencia larga, porque es el que regula las ondas que deben recorrer más distancia y profundidad. Éstas penetran hasta el núcleo mismo del átomo a que van diri­gidas. Estas ondas son ordenadas por la mente , pero el centro sensorial y motor es el que le da el movimiento y dirige el reco­rrido q u e ésta efectuará. Estas ondas parten de los centros sen­soriales directamente cuando el pensamiento no interviene, es decir , son producidas inconscientemente. Debé is imaginar al re* loj marcando el t iempo, pero sin que vuestra mano le de cuerda. F u n c i o n a solo, pero su funcionamiento no és de la misma dura­ción que si vosotros lo pusierais en marcha, puede detenerse en cualquier momento.

Es por eso que vuestras mentes d e b e n estar preparadas para saber ordenar la emisión de ondas y sincronizadas con los respec­tivos centros, éstos comienzan a funcionar siendo los neumáticos o ruedas de esa corriente u onda. Es también de suma impor­tancia que estos centros tengan su ritmo normal para así lograr la sincronización per fec ta y éxito en la empresa.

Estos centros sensoriales actúan b a j o el impulso directo de la mente y por medio de ella es que podéis dirigirlos como queráis, ya sea b ien o mal . H a y seres que poseen las fuerzas potenciales tanto en la m e n t e como en los centros, pero como no son orde­nadamente dirigidos, entra el desequil ibrio que la mayoría de las veces repercute en los cuerpos físicos, trayendo una serie de trastornos orgánicos que ni los médicos pueden comprender o acertar en el diagnóstico. E s t o se d e b e al descontrol y desorden en la mente y los respectivos centros.

Cada uno de ellos son portadores de las distintas fuerzas u ondas que deberán dirigirse hacia determinados objetivos y cada uno t iene su función específ ica .

Estos intervienen en la salud del cuerpo, de la mente , del carácter y sobre todo en el mundo emocional ; de ahí la gran importancia de su regularidad. Cuando los seres se ponen a desarrollar estos centros inconscientemente son productores de ciertas fuerzas que , como se desconoce el verdadero funciona­miento, lo perturban y crean una serie de dificultades que les retrasa en todos los aspectos, corriendo el riesgo de caer en situa­ciones embarazosas.

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En la determinación del mundo emocional estos centros ad­quieren una vibración peculiar , originando en su fr icción tonali­dades característ icas que un clarividente puede observar. Ade­más, por medio de sus colores se puede realizar diagnósticos terapéuticos, ya que por medio de ellos se determina el tipc de enfermedad u órgano enfermo.

Podemos decir que son las máquinas fotográficas q u e de jan impresas en las placas la imagen deseada. E s a s placas son p r o ­vistas por medio de las ondas producidas por centros sensoriales, dando forma y el curso a la misma.

Sucede a veces que éstas provienen de un enfoque opuesto y son captadas por ellos ref le jando de igual manera el objet ivo.

C a d a uno de los centros registra una determinada función, y por consiguiente posee una onda vibratoria determinada.

Es de fundamental importancia la regularidad y equil ibrio de los centros por las razones indicadas, y además siendo que éstos son la fuerza motriz de las ondas que deberán ser emitidas a un objet ivo señalado; puesto q u e su emisión de ser mala o errada ocasionaría desastrosos enfoques, ya q u e su origen está m a l diri­gido por falta de regularidad en su matriz .

Dec íamos que los centros sensoriales son los motores de las ondas, ya que le dan el movimiento a las mismas; pero éstas una vez lanzadas siguen la trayectoria solas puesto q u e su realización es individual. Los centros como la mente son los creadores y motores de las mismas, pero éstas una vez lanzadas son inde­pendientes.

D e b e n ser estudiadas las característ icas de c a d a una para l legar a conocerlas a fondo y saber el e fecto de su acción para aplicarla adecuadamente y no obtener resultados negativos.

L a s ondas lanzadas hac ia un objet ivo van cargadas con su propia energía, más la de la m e n t e y los centros respectivos.

Estos centros sensoriales cumplen un pape l importantísimo en la real ización de cualquier fenómeno, ya q u e su intervención es lo que dará lugar al mismo. Es preciso q u e los mismos estén en perfecto estado y equil ibrio.

Cuando un individuo de ja de ejercitarlos, éstos se atascan o endurecen como si nunca los hubiera movido o puesto en funcio­namiento, ya q u e la falta de e jerci tación lo lleva a l estaciona­miento, trayendo una serie de trastornos físicos.

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Dichos centros están ligados a los ubicados en los distintos cuerpos o vehículos, pues todos t ienen una íntima relación y función.

Son de suma importancia como observáis por lo dicho hasta ahora. Podemos decir que los centros sensoriales o chacras cum­plen función en la realización de fenómenos suprafísicos.

Las distintas facultades de los individuos son caracterizadas por dichos centros y de ahí su gran relación en la manifestación vibratoria de los fenómenos buscados.

Estas facultades puestas en movimiento, mejor dicho, cuando comenzáis el desarrollo de las mismas, son los centros sensoriales los que se ponen en movimiento y se perciben una serie de sín­tomas y a veces malestares en el organismo, siendo ésta la única razón de los mismos.

Cuando comencéis algo debéis continuar y terminar lo iniciado porque es desfavorable si abandonáis , especialmente al comienzo de las mismas.

Los centros sensoriales con sus respectivas características cum­plen una verdadera función motora en la acción creadora de la mente .

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CAPÍTULO IV

E V O L U C I Ó N U N I V E R S A L

Estudios profundos y analíticos íntimamente desmenuzados fueron dando caudal siglo tras siglo para lograr una completa recopilación del estudio del Universo y su creación.

Después de largo traj inar y grandes luchas pudo hacerse una descriminación profunda de los motivos que intervienen en la creación del Universo, estando dentro de la misma el hombre o ser. Comenzamos por él para ir ascendiendo poco a poco y l legar a los confines del entrañable Infinito.

Hac iendo una relación del hombre como ser o espíritu pode­mos decir q u e su constitución, desarrollo y evolución es idéntico en todos los seres que t ienen vida palpitante, ya que cada uno dentro de su agrupación posee idénticas características adaptadas al t ipo y grupo a que pertenece .

De ahí q u e los seres superiores ( e l h o m b r e ) presenta diferen­ciaciones con respecto a los otros seres de los restantes reinos. Pero cada uno en su clasificación posee como éste un cuerpo denso o f ísico, un mundo emocional y el espíritu.

D e n t r o del cuerpo físico existen los mismos centros sensoriales con su doble función: sensorial y motora; sólo que en los grupos inferiores estos centros no poseen la función de desarrollo supra-normal, ya que éstos carecen de mundo mental ( lo poseen pero rudimentar io ) , no pudiendo de ninguna manera cumplir las fun­ciones del que le corresponde al hombre . Estos centros t ienen composición nucleica ( energía m a g n é t i c a ) en los seres inferio­res o, mejor dicho, de escalas inferiores, porque son en su poten­c ia original también porción Divina, por lo tanto no pueden ser inferiores; pero apl ico el vocablo vuestro para mejor interpre­tación.

Estos centros con características idénticas a los seres más evo-

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lucionados c o m o el hombre , están distribuidos en la misma forma sólo que en el animal , por e jemplo, el centro occipital no existe; está engendrado junto con el coronario y frontal formando uno solo. Los restantes son similares.

Estos centros en sus funciones son más rudimentarias que las del ser humano, pero van gradualmente desarrollándose a medida que éste avanza en su evolución.

En los vegetales los centros sensoriales los encontraréis distri­buidos en las regiones correspondientes hac iendo un paralelismo con la del animal. En éstos la función es avanzar en su desarrollo genésico y emocional , y en los animales de igual forma, pero con mayor acentuación.

Estos centros distribuidos en los cuerpos densos los encontra­réis en los fluídicos también, ya que t ienen ínt ima relación.

En los vegetales contr ibuyen enormemente en la par te ero marica y en los animales en su reproducción.

Absorben y emiten las fuerzas recibidas del Cosmos y de otro ser. Pero estos centros, identificados en estos seres, no cumplen la función de desarrollo metasíquico, ya que no poseen mundo mental ; actúan especí f icamente dentro del mismo ser y su doble función es interna.

Los centros sensoriales vegetales intervienen, o mejor dicho, tienen influencia sobre los seres humanos, ya que emiten ondas propias que van a impresionar los centros de éstos.

Se comprende que la porción de seres que pertenecen a los reinos inferiores son seres en evolución orgánica, y por lo tanto no pueden presentar la misma conformación que la del hombre . Los centros sensoriales de estos grupos están desarrollados en la parte vital de ellos c o m o en el hombre . Salen todos del sistema ganglionar que corresponde al gran simpático y sus ramales.

Estos centros distribuidos en la forma ya indicada, cumpliendo las funciones característ icas de c a d a uno, en el grupo vegetal por e jemplo sirven de desarrollo orgánico, y en el animal orgánico y emocional .

En los vegetales e l mundo emocional es m u y rudimentario. Estos centros sensoriales en el hombre , realizando las funciones

indicadas, t ienen el poder de absorción de fuerzas cósmicas, yendo a vitalizar las partes u órganor que responden a esa actividad.

Estos centros motores de fuerzas emitidas por la m e n t e en su

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absorción renuevan las células o átomos constitutivos de tales órganos, dando así lugar a un constante renovar de energías, permitiendo de esta manera llegar al grado de desarrollo a que d e b e l legar el organismo y por consiguiente a los otros cuerpos.

Estos centros pueden ser considerados con dos tipos de fuerza : centr í fuga y centrípeta.

En algunas escuelas ocultistas consideran a éstos como parte puramente vitalizante orgánica psíquica; pero es de mucha más importancia q u e lo conocido hasta ahora, ya que permite además de estas dos facetas la de los cuerpos fluídicos, b a s e fundamental para el desarrollo metasíquico o paranormal, como queráis l la­marlo.

Estos cuerpos, al adquirir mayor desarrollo en sus centros, son los que ayudan al progreso evolutivo d e l individuo, no tanto así con la parte orgánica que a ellos se refiere y conociendo el curso del mismo no puede tener la importancia fundamental que t ienen los de los cuerpos fluídicos, ya que éstos van directamente a la l ínea espiritual (es ta l ínea es lo que comúnmente se l lama ca­na l izac ión) .

D e m á s está decir que si vuestros centros no adquieren el des­arrollo adecuado para lograr esto, no esperéis nunca esa cana­lización.

Por lo tanto es como veis de suma importancia que dichos cen­tros logren el desarrollo armónico y sincrónico correspondiente, para así poder mantener una constante comunicación entre los cuerpos y el espíritu.

Sabiendo ya lo que podréis obtener logrando esto, es pues hora de que comencéis a hacer funcionar vuestros centros.

La luz del Señor se hizo para a lumbrar a todos los seres que de su esencia emanaron, por eso su fuerza irradia a todos los que en el infinito espacio pululan a través de los planos y pla­netas. A través de su fuerza se irradian todas las ondas que llegan hasta cada ser o materia penetrando en el la hasta sus ínfimas partículas. E s t a irradiación es emit ida hac ia c a d a uno con su Potencia Divina y de acuerdo a la evolución, esca la y ubicación en los distintos planos, es recibida. F l u y e de la F u e n t e Creadora con toda la potencial idad propia de la misma; pero c a d a ser o mater ia la absorbe y transforma de acuerdo a su propia evolución.

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E s t a fuerza o irradiación al l legar al ser humano, es rec ibida por el Espír i tu y éste la envía a los otros cuerpos, que son los llamados centros sensoriales. Al l legar a estos centros está más debil i tada que en su primera recepción o el Espír i tu, ya que la materia, dada su densidad, le h a c e perder gran parte de la poten­cial idad originaria. Pero cada ser, de acuerdo a su evolución y a su estado vibratorio, la transfigura o transforma y de ahí que muchos o la gran mayoría ni siquiera la perciban, pues no están en condiciones vibratorias de hacerlo ; pero cuando el individuo se encuentra capaci tado y preparado para recibirla, la f idelidad de la emisión es casi perfecta .

Estos centros son como antenas receptoras de dichas ondas di­vinas y si su organización o funcionamiento es equil ibrado, la receptivilidad es fiel y creadora de fuerzas que nacerán en el cuerpo místico del individuo; ya que será la fuente productora de sus futuras fuerzas potenciales. Podemos decir que las fuerzas potenciales contenidas en los cuerpos son despertadas o puestas a funcionar por la fuerza emanada de la Div in idad . .

Estas fuerzas enviadas con todas las cargas potenciales debidas, van a aumentar el caudal o potencial idad de las inherentes a los cuerpos, sirviendo de energía potencial para los mismos.

Estos centros funcionando en armonía con las fuerzas divinas, son capaces de emitir ondas con un grado de potencial idad incal­culable y asombroso para el mismo individuo; y hay seres que poseedores de éstas no se explican precisamente de dónde. le vie­nen ni por qué .

El comienzo es lo indicado en párrafos anteriores, donde se recomienda el equil ibrio y sincronización de los centros; ya que estos son las antenas receptoras de dichas fuerzas y para que sean f ie lmente captadas deben estar en armonía y perfecto funcio­namiento.

Es tas fuerzas divinas al l legar a dichos centros ponen en fun­cionamiento los átomos simientes de los mismos, dándoles las car­gas necesarias para su funcionamiento y poder así producir fuer­zas que puedan realizar lo que el individuo desee o requiera. Es tas ondas divinas, emanadas del Gran Todo , l levan en sí todas las fuerzas propias de su poseedor y por consiguiente, al ser en­viadas a los cuerpos, l legan cargadas con las vibraciones propias

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de su emisor. Calculad vosotros lo que podréis lograr poniendo en v ibrac ión ,adecuada vuestros cuerpos y centros respectivos.

Ya se dijo q u e cada uno de ellos t iene una función propia y determinada, aunque conservan una relación entre sí; pero en su función específ ica estos rec iben las fuerzas divinas que les toni­f icará las propias y darán así lugar a fuerzas con un grado máximo de potencial idad.

E s t a F u e n t e Creadora de E n e r g í a vibratoria envía a cada cen­tro la que éste requiera y en el momento .prec iso o solicitado es emitida la que corresponde a la función y tarea a realizar. De ahí la potencial idad de las mismas.

En el caso de que un ser necesi te utilizar fuerza creadora por e jemplo, su mente o pensamiento origina esta onda necesaria, lle­vando una carga positiva o negativa e inmediatamente la F u e n t e Creadora envía a su solicitante la onda con la carga correspon­diente al circuito; de ahí va hac ia los centros sensoriales que darán lugar a la onda propiamente dicha y realizará la trayec­toria f i jada. De esta manera es como se suceden los procesos similares de emisión de ondas. C a d a una con su particularidad, cualquiera que sea realiza este circuito.

L a s fuerzas vibratorias que l legan desde la F u e n t e Creadora con su carga correspondiente para conectarse con el polo de la onda mental , se fusionan y vuelven a la mente y de ahí al ce ­rebro, pasando luego a los respectivos centros siguiendo la l ínea o recorrido que detallo en el dibujo. Estas fuerzas l legan cargadas de Emanac ión Divina y por consiguiente son vírgenes, dando a las fuerzas propias de cada cuerpo una irradiación o impulso para que éstas entren en vibración y al mismo t iempo transforma a las débiles o gastadas depurándolas y dejando impregnada en ellas energía virgen o pura.

Estas fuerzas combinadas forman un conjunto radioactivo que t iene la potencia de un mecanismo atómico, con todos sus equi­valentes y peso. Podemos decir que cuando estas fuerzas entren en acción son de tal magnitud que se puede lograr construir y crear una ciudad completa. Es to os parecerá un disparate; pero no lo es. Ya más adelante comprenderéis mejor y podréis entonces aceptar esto.

Así como tiene su potencia creadora, también es a la inversa; de ahí que no a todos la F u e n t e Creadora va a socorrer ni a

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emitirle su onda equivalente. Podemos decir con toda severidad y certeza, que estas fuerzas puestas en movimiento o en vibra­ción, llegan a contener la potencialidad de la conocida bomba de hidrógeno vuestra.

Estos centros de vital importancia para la realización de fenó­menos metasíquicos, pueden así mismo crear una gran desorga­nización en el cuerpo humano, porque entran en juego una serie de vibraciones o corrientes que haciendo sus descargas y gene­rando energía, al ser mal funcionadas, provocan ese desorden orgánico.

Deben tener sumo cuidado al hacer poner en movimiento los mismos y para eso les aconsejo un estudio minucioso de cada uno; es decir, poner primero en movimiento uno por uno y así sucesivamente, hasta que una vez hecho esto y observando que

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cada uno funciona en un ritmo armónico o regular, entonces re­cién hacerlo en conjunto con los otros.

Estos ejercicios los tenéis que practicar mucho, para recién poder comenzar a hacerlos trabajar en su función creadora.

Los centros sensoriales, siendo de vital importancia para la realización de fenómenos, son también, cuando no se los sabe utilizar, de un resultado negativo y también perjudicial . Nunca os apresuréis en esto ya que en vez de obtener éxito podéis ir al fracaso. Tra tad de trabajar con mucha calma y perseverancia, porque es lo que más se requiere.

Pasando a la función motora de las fuerzas vibratorias, éstas entran en acción cuando éstos son impujsados a tal e fecto ; pero como todo es vibración positiva o negativa, no quiere decir con esto que podéis sin auxilio valeres por vosotros mismos.

No quiero entrar en más detalles porque sería llegar a una compleja y extensa exposición. Con lo dado queda satisfecho nuestro propósito.

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CAPÍTULO V

E N L A C E S F L U Í D I C O S E N L A S V I B R A C I O N E S

Estos son como haces fluídicos que se desprenden de los dis­tintos centros sensoriales llevando cargas energéticas de dichos centros y la suya propia, además de la correspondiente a la de la onda.

Las ondas en su trayectoria van desprendiendo energía, com­parables a pequeñas ramificaciones que poseen cargas de las mismas y se van uniendo a los haces de los centros, formando como una verdadera red; pero es fluídica y energética. Dichas ramas son los enlaces fluídicos de las vibraciones conductores de energía.

Estos enlaces t ienen la función de la onda emitida; pero de menor intensidad.

Las fuerzas emanadas de los centros salen con cargas corres­pondientes a su origen y función y se van uniendo por medio de sus haces a los otros centros por medio de ellos; y éstos a su

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vez a las desprendidas de las ondas, formando * así una red vibratoria.

Estas fuerzas que en su partida salen de dicha red, a medida que se ale jan van dejándola, pero no se desprenden totalmente; solamente se afinan y prolongan como hilos más largos a medida que se alejan.

Las fuerzas creadoras emanadas del Gran T o d o llevan toda su carga en la onda propiamente dicha, no poseen dichos enlaces, ya que son vírgenes.

Podemos decir que las de la Fuerza Creadora son puras y las emitidas de los centros son mixtas.

Estas fuerzas vírgenes al l legar a la superficie f ísica se unen a los haces sensoriales y van a terminar al centro correspondiente para la función determinada, cargando en su trayectoria a esos. Es como si fuera una batería que va cargando por medio de sus pilas. En este caso la batería son los centros y sus pilas los haces que rec iben la carga de la fuerza virgen y éstos se los trasmiten a los centros. Son cargas positivas y negativas; pero en su con­junto cuando ya está realizado el circuito, porque la fuerza Crea­dora trae consigo un polo, y se polariza al l legar ésta. Estas fuerzas polarizadas son las emitidas por los centros con sus haces.

Podemos decir que las fuerzas u ondas siguen un radio o cir­cuito dándole al mismo energía. Es decir, zona energética. E s t a zona abarca desde su partida hasta el objetivo determinado.

Por consiguiente va dando energía a todos los cuerpos o ele­mentos que encuentra a su paso. Es de ahí que ustedes dicen

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que sienten la vibración. Esto es el desprendimiento de energía de la trayectoria de la red y onda energética o vibratoria.

Como ya dijimos que todo es vibración, aclaro que esto se cumple de acuerdo a una Ley de Creación que es la que realiza la Fuerza Creadora. Esta Ley posee sus incisos como todas las demás leyes; pero la diferencia existe en que es inmutable e in­exorable.

Los centros sensoriales los he comparado a ruedas que tienen un eje con sus respectivos rayos emergidos del mismo, este con­junto complejo es fluídico-energético. Sus haces son los que unen un centro con otro y forman en conjunto un sistema radio-activo fluídico que está regido bajo la Ley de Creación.

Excepciones a la Ley no existen, ya que es inmutable e inexo­rable. Todo funciona en un perfecto régimen de equilibrio.

Sus incisos son variantes, pero no excepciones; éstas se produ­cen en caso de seres que desconocen el funcionamiento de los centros y poniendo en movimiento las fuerzas de los mismos pro­ducen los fenómenos; pero el resultado siendo similar no es el mismo.

Es de muchos siglos que se viene trabajando para reunir y ha­cer una clasificación ordenada y sistemática en la determinación de vibraciones en el campo físico y etérico.

Esta clasificación nos permite así poder conocerlas para su me­jor dominio, ya que para lograr entrar en el campo esotérico es preciso conocer las causas y factores que actúan. Hoy podemos decir con autoridad en la materia, que entrados de lleno en este campo, conociendo estos factores podemos trabajar con mayor facilidad.

Es preciso que se conozcan perfectamente para utilizarlas en beneficio propio y de los demás. Para esto se requiere sola­mente su análisis, su determinación en los fenómenos y así obte­ner el éxito deseado.

Conociendo su estructura, su origen y sus funciones, es fácil utilizarlas en los fenómenos supranormales.

Hemos dado la clasificación y el enlace que existe entre ellas, pudiendo con esto determinar el campo energético.

Dicho campo limitado por la función vibratoria permite sec­cionar o circunscribir un fenómeno, pudiendo así observar su reacción y efectos.

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No se debe olvidar que para la real ización de un fenómeno es necesario que se dominen absolutamente dichas funciones per­mitiendo de esa manera e l e fec to buscado con mayor porcenta je de éxito.

El campo energético es e l radio determinado por las fuerzas creadoras impresionando a los centros sensoriales del e jecutor y el objet ivo seleccionado, desprendiendo en su trayectoria ramifi­caciones vibratorias que irán a impulsar a todo aquel que esté dentro o cerca de dicho campo. El c a m p o energético es un per­fecto óvalo que envuelve a los elementos mencionados en el párrafo anterior. El uso y dominio de estas fuerzas permitirá al e jecutor realizar fenómenos que escapan al conocimiento hu­mano hasta la fecha , ya que hay muchos de ellos que permanecen en estado latente sin q u e hasta hoy se haya logrado realizarlos debido a su falta de conocimiento.

Podemos af irmar con toda precisión y seguridad que todo lo que os rodea, visible o invisible, es un constante vibrar de átomos y moléculas, las cuales dan origen a las ondas mencionadas y a los fenómenos consecuentes de las mismas. No me cansaré de recomendar que para su uso y éxito debéis conocerlas, distin­guirlas y dominarlas, de lo contrario no será posible el éxito total de la experiencia.

Comprenderéis q u e estas herramientas son de una sutilísima importancia en el existir de l mundo, y por lo tanto no se puede hacer l legar a manos de inescrupulosos o inconscientes. T o d o aquel q u e realmente sea capaci tado para su manejo debe estu­diarlas y analizarlas, no sólo en su composición atómica y funcio­namiento, sino por sobre todo en el efecto resultante de las mis­mas y por tal causa es que se darán las instrucciones indepen­dientemente a este l ibro, ya que será preciso un estricto examen caracterológico y evolutivo del individuo l lamado a usarlas.-

En el campo etérico las vibraciones de orden emocional son las q u e podrán influir para realizar los fenómenos emocionales o salidas del mundo emocional ; en este terreno es donde encon­traréis fáci lmente la existencia de fuerzas con un poder creativo incalculable, ya que sus impulsos son una gran fuente de energía.

Los fenómenos de orden general como, por e jemplo, los tera­péuticos, abarcan un gran campo, interviniendo en ellos fuerzas básicas primitivas y secundarias a su origen. L a s restantes entran

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en el campo de fenómenos puramente concretos o materia pura. Es una escalera compuesta de peldaños q u e se suceden unos a

otros, yendo a impresionar cada uno a su inmediato en la escala descendente como ascendente .

En esto debéis vosotros utilizar vuestros conocimientos para saber aplicar cada uno a su función específ ica.

No debéis olvidar que cada ser, cada elemento, es productor de energía y por consiguiente de vibraciones que podrán ser aprovechadas o no, todo depende de su habil idad y conocimiento en el uso o empleo de las mismas.

En el orden de vibraciones podemos decir que existen en todas las fuerzas que rigen el Universo.

T o d o lo que l lamamos materia visible e invisible se rige por leyes de vibración. E s t a ley cumple un ciclo determinado de tiempo y espacio, ya que entran en ella dichos factores. E s t a ley que vosotros no conocéis se cumple de acuerdo a los principios fundamentales de la naturaleza.

En el espacio como en los planetas r ige la misma ley, ya q u e no hay diferencia entre uno y otro. Lo que vosotros ¡lamáis espacio es exactamente lo mismo que en vuestro plano con la diferencia de ciertos factores.

En esta ley entran o incluye a todas las leyes de física y quí ­mica nuclear , es un compuesto de éstas. Por tal razón debéis tener en cuenta que esta ley se cumple inexorablemente. Obser­vad lo que vosotros llamáis L e y de Gravedad conocida por ustedes superficialmente, pero en su origen y esencia exacta aún no podéis definirla concretamente . Os adelanto que dicha ley se cumple por efectos vibratorios de moléculas y átomos de los elmentos constitutivos de la atmósfera en relación al centro e je del globo terráqueo; esto es lo que puede ser comparado al caso de centros sensoriales en el ser humano y las fuerzas creadoras que inter­vienen en el proceso determinante de la zona energét ica .

La t ierra posee centros sensoriales como el cuerpo humano y dichos centros poseen similares características al del individuo.

En el fenómeno gravital se realiza e l c iclo exacto al de l ser. Observad la figura que se es tablece en el óvalo vibratorio o zona energética.

Las fuerzas creadoras parten con su polo del mundo terrenal (mente) , éste lo forman las vibraciones compuestas por seres y

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elementos que habi tan la tierra; se encuentran con la onda emi­t ida de la F u e n t e Creadora dándole la carga correspondiente para efectuar el circuito y vuelve al plano terrenal con sus dos cargas; esta onda creadora polarizada realiza el circuito energé­t ico en el centro mismo de la tierra, interviniendo en él los centros sensoriales del globo.

E s t o es lo que a grandes rasgos conocéis vosotros por ley de gravedad, pero no es más que una combinación y circuito vibra­torio de ondas emitidas del plano terrenal que se combinan con las emitidas por la F u e r z a Creadora .

A partir de ésta podréis entonces hacer un cote jo de similitudes y paralelismos en las otras leyes que rigen vuestro planeta, par­t iendo de esta manera de la Ley fundamental vibratoria.

En esta ley intervienen los factores mencionados. Pero en el espacio existe también esta ley, ya que intervienen para su cum­plimiento los mundos que componen el Universo. Observad la f igura —es un croquis def ic iente de la realidad—, para que podáis daros una l igera idea del conjunto.

En todos los sistemas se realiza o cumple la misma L e y Vi ­bratoria .

E lementos atmosféricos, seres de las distintas escalas, vegetales,

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animales, humanos, etc. , poseen en sus átomos y moléculas, vi­braciones propias que son emitidas o desprendidas de su cuerpo, todas son absorbidas por la atmósfera y vibraciones del planeta ; éstas combinadas forman la vibración mixta ( c o m o en el caso del ser explicado anter iormente) son emitidas por el mundo mental del p laneta (es te mundo mental formado por las vibraciones men­tales de todo h a b i t a n t e ) , hacia la F u e r z a Creadora q u e toma su carga correspondiente para la polarización y vuelve a la Tierra con toda su potencial idad, dirigiéndose a los centros sensoriales terráqueos; y de ahí parten o son expulsados al exterior de éstos, formando así el óvalo energético (o ley de g r a v e d a d ) .

Para la apl icación de esta ley no h a c e falta conciencia o vo­luntad ya q u e es un proceso inconsciente, pero sí inexorable.

De esta manera es como llegamos a la síntesis de todo lo exis­tente en la gran Creac ión Universal : un conjunto de fuerzas vi­bratorias que dan impulso a todo lo existente.

E s t e impulso o impresión es el que compone la génesis del Cosmos o Cosmogénesis .

Haciendo un breve resumen he presentado un bosquejo gene­ral de las Fuerzas Creadoras en la gravitación de la Tierra . Pos consiguiente es de hacer notar q u e así como en ella se cumple la L e y de Vibración l lamada por ustedes de Gravedad, no os detengc más en este aspecto, sólo que dejo b ien sentado q u e en el Universc todo se r ige por esta L e y ; comenzando desde la partícula más ínf ima de la piedra hasta los espacios infinitos.

La vibración humana es absorbida por seres, minerales y vege­tales y por ende por los elementos constitutivos de la atmósfera que os rodea, siendo su densidad mayor que la de los espacios o mundos siderales, donde giran y evolucionan millones y millones de mundos. C a d a sistema posee su característ ica propia; pero la ley de vibración se cumple exactamente en ellos adaptando sus fenomenologías a las característ icas de dichos mundos.

En el correr de los siglos se ha ido agregando o acumulando el r iquísimo caudal de conocimientos adquiridos en esta materia y llegados hoy a un punto determinado, es que los ofrecemos a vosotros, para que seáis dignos portadores y obreros de dicha ciencia.

Los conocimientos básicos de enseñanza para e l mane jo de di-

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chas fuerzas, se dictarán independientemente a esto texto por razones ya mencionadas.

Las fuerzas vibratorias que existen o se generan en el átomo de un microelemento van adquiriendo mayor potencialidad y energía, de acuerdo al derrotero evolutivo señalado y fijado en su original plasma de formación.

En este vibrar constante, progresivo y creativo, intervienen to­das las fuerzas afines a tal motivo. Es de suma importancia el que se fije firmemente en vuestras mentes dicho concepto, ya que todo ha de girar en torno a tal proceso o Ley.

En las fuerzas creadoras ígneas participan fuerzas vibratorias de distintas características y función; pero es un compuesto de vibraciones creadoras.

En la faceta de dicha fuerza entran en su conjunción fuerzas astrales de variada graduación numérica, ya que cada planeta, astros, constelaciones y pequeños asteroides, entran en dicha con­junción, de acuerdo a la función y caracterología que ha de poner de relieve o uso tal fuerza.

La astrología en su conjunto cumple en esta función papel im­portantísimo en la emisión y creación de las fuerzas vibratorias de este género. Hay ciertos astros que poseen en un grado pode­rosísimo su fuerza madre, yendo a sumarse a las emitidas por otros a esa fuerza creadora ígnea.

Todo ser que palpite, sea piedra o ser orgánico, es plausible de recibir dichas vibraciones, ya que cada uno trae en su átomo simiente elemento constitutivo de dichas fuerzas; sólo que en al­gunos seres no están desarrolladas. Estas fuerzas, latentes en los seres y elementos, van desarrollando su potencialidad a medida que van progresando en su proceso evolutivo y de acuerdo a la línea que han de seguir en dicha evolución. Por eso es que hay seres en que ya anticipadamente, o mejor dicho, espontáneamente se manifiesta. Es así como dirigiendo estas fuerzas combinadas o compuestas, pueden obtenerse resultados extraordinarios. Po­demos asegurar que en todo proceso fenomenológico intervienen dichas fuerzas, ya que son parte integrante de la composición atómica de todo organismo o elemento.

En la constitución celular existen potencialmente dichas fuer­zas que van adquiriendo relieve a medida que van desarrollándose éstas.

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En el suceso genésico de todo lo creado univcrsalmentc podéis considerar la existencia de dichas fuerzas.

Existen ramales de dichas fuerzas que van a ir a combinarse con otras que serán desprendimientos vibratorios de ciertos cuer­pos formando la cadena fluídica vibratoria. De ahí que se sien­tan en determinados momentos ciertos fenómenos que consideráis ajenos o inexplicables.

Es preciso un libro entero para explicar detalladamente la es­tructura de las fuerzas ígneas, por ahora sólo diré brevemente el concepto general.

Estas fuerzas compuestas de factores atómicos en su naturaleza, producen en su constante vibrar y fricción, la energía ígnea que combinada con los otros elementos y ondas madres, darán lugar a la fuerza ígnea, producto atómico en un grado determinado de equivalencias.

Estas fuerzas dan lugar a fenómenos conocidos y algunos no descubiertos por los terrestres. Podemos decir que los primeros hombres de la tierra fueron poseedores de este secreto, utilizado para realizar fenómenos de orden integral en el período de igno­rados conocimientos con respecto a la Divinidad.

Hombres de ciencia que con profundo ánimo investigador ha­bían llegado a su descubrimiento, tuvieron que mantenerlo en secreto a costa de su vida, ya que por ese entonces las autoridades, miedosas de ser atacadas o vencidas en su gobierno, prohibieron terminantemente a esos hombres de ciencia, revelar el secreto de dichas fuerzas.

En la grandiosa creación universal constituida en un perfecto y sincrónico funcionar, constan estas fuerzas, siendo factores constitutivos de elementos. Sefes de avanzada evolución lograron dominar dichas fuerzas que en determinados momentos fue ne­cesario utilizarlas, entre ellos podemos mencionar a El ias , F u z , Cristo en sus numerosas vidas, Juan el Bautista, e tc .

Se encuentra que en la trayectoria vivida, al descubrir las ver­daderas causas y factores que intervienen en dichas fuerzas, pu­dieron de esa manera utilizarlas para marcar un derrotero en las edades y épocas históricas.

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Enseñanzas esotéricas

En las enseñanzas esotéricas se encuentran distintos conceptos con respecto a la Creación Universal y su constante renovar de mundos y de seres. E s a renovación no es más que el desarrollo progresivo de los mismos.

Dichas enseñanzas fueron impartidas desde los comienzos del mundo a seres, que penetrados en la profunda incógnita del Universo, se dedicaron a descubrirla y estudiarla. El factor más importante en estos estudios es el grado evolutivo de dichos se­res, ya que no son dados a todo ser que no está capacitado para recibirlos. Podemos señalar que estas enseñanzas encierran el secreto oculto de la creación universal, visto desde el punto de vista místico como científico.

Estas enseñanzas siguen un ritmo y orden en sus cánones, ya que es necesario el mismo para su fiel interpretación. Dentro de estas enseñanzas se hallan introducidas las composiciones elementales de leyes que involucran las fuerzas creadoras de todo el Universo.

En el curso a seguir para estos conocimientos se aconseja una interna identificación con tales principios, ya que de no ser así, imposible es de interpretarla y dominarla.

T o d a enseñanza esotérica guarda una íntima relación con los secretos universales, ya que ella no es más que su corolario puesta a título de reconocimiento de los mismos. Es de sutilí­simo manejo su aplicación, ya que su esencia encierra los prin­cipios fundamentales de las leyes universales.

C a b e señalar que dicha ciencia es una puerta importantísima para penetrar en el laberinto universal. Sueños imprecisos y es­cabrosos han perturbado a muchos seres que debieron conocer estos conocimientos, ya que su mente elaborando constantemente ideas al respecto, ha querido penetrar en sus recónditos prin­cipios. No es posible que los mismos fueran utilizados por seres incapaces de poseer tal llave. Es de gran importancia y respon­sabilidad el dominio de los mismos por razones obvias.

Existen países donde estos conocimientos son practicados sin que salgan a luz los verdaderos secretos de los mismos. En Egipto hay escuelas donde actualmente se practican y estudian profundamente, l legando a experiencias realmente asombrosas.

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Puede decirse que siguen un curso ritual en estos estudios, ha­biendo alcanzado un verdadero dominio de los mismos. Es en estas escuelas donde se ponen en práctica las fuerzas vibratorias dadas en este texto; claro que les falta conocer la profundidad de las mismas, porque aún no se les ha dado el absoluto cono­cimiento; pero lo que obtuvieron es muy superior a lo de otras escuelas.

En estas escuelas se practica el complejo sistema energético de las fuerzas; pero desconocen su formación y causas. Hay puntos oscuros que no han logrado aclarar, pero su dedicación y ahínco les hace merecedores de secretos que no han sido dados a otras, ya que no están preparadas para los mismos. Esperamos que a partir de ahora, todas sean dignas poseedoras de estas enseñanzas que les permitirá alcanzar progresos notables y gran­des experiencias que podrán utilizar para el bien común de la humanidad.

En estas enseñanzas ponemos de manifiesto la estructura ana­tómica de las fuerzas que rigen en el Universo, pudiendo obte­ner su completo estudio y saber aplicarlas para el progreso ge­neral de la humanidad.

Estas fuerzas, regentes potenciales de toda existencia, son la fuente poderosa creadora de lo que vosotros llamáis mundo uni­versal. En él se comprende a todos los universos que componen el gran Cosmos.

Estas fuerzas componentes integrales de toda vivencia, siguen un curso determinado por las leyes que las rigen, siendo sus efec­tos tan visibles para los ojos humanos; pero no comprendidas o descubiertas hasta la fecha.

Se ha creído y se sigue creyendo que ciertos fenómenos pro­ducidos por determinados seres venidos en su época, eran de­bidos a seres ultraterrestres o fenomenales y no es nada de eso; es solamente el conocimiento profundo de estas leyes y su aplicación.

En el Cosmos existen fuerzas que dan origen y lugar a fenó­menos insólitos para vosotros; pero es tan natural y normal tales efectos como el agua que sale de vuestros grifos.

En escala descendente partiendo del gran Todo, estas fuerzas dominan y rigen, dando lugar a procesos tan perfectos como nin­guna máquina de precisión vuestra pueda funcionar.

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Es en estos conocimientos que debéis penetrar para ser dig­nos portadores y realizadores de la gran Obra Universal. De jad a un lado •todo convencionalismo y podréis comprender con exactitud los verdaderos secretos que encierra la gran Fuerza Creadora, porque la Divinidad no la ha creado para seres ex­cepcionales ni para su archivo secreto; porque es grande su bon­dad es que desea y la pone en manos de los seres que han partido de su misma esencia.

Aprovechad la hora y oportunidad que se os brinda y trabajad concientemente con ellas para que logréis alcanzar los inson­dables misterios de la naturaleza.

Estas fuerzas regentes son las que ayudarán a lograr la Fuente Madre .

Hay mundos donde la naturaleza no es igual a la vuestra, y sin embargo rigen leyes de estas fuerzas adaptadas a su carac­terología geofísica y racional. En estos mundos donde las fuerzas son conocidas p o r sus habitantes, no existe el egoísmo ni la maldad; están llevados por espíritus altruistas y de amor. Impera esta gran fuerza que como tal, logra efectos prodigiosos.

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CAPÍTULO VI

F U E R Z A S D O M I N A N T E S E N E L U N I V E R S O

Seres de evolución avanzada han obtenido penetrar en el mun­do de las Fuerzas y poseedores de tales, t rabajan incansable­mente para la realización del proceso evolutivo de los mundos. Estos seres, dotados de un grado elevado de evolución, hoy se han puesto al servicio de los terrenales para ayudarlos a salir de la ignorancia en que hasta hoy se ha vivido, pudiendo de esta manera alcanzar la evolución que deberá conducirlos a pla­nos superiores. Estos seres son como técnicos especializados que controlan y registran esta fuerza para que se cumplan estricta­mente sus leyes.

Todo esto es un perfecto engranaje de sutilísimos eslabones que dan lugar a los grandes fenómenos naturales.

En el conjunto de conocimientos impartidos hasta entonces no se ha podido encontrar la verdadera fuente de energía que alimenta constantemente a esas fuerzas regidas por sus leyes y controladas por estos seres encargados de su mecanismo y efectos.

En este mundo de las fuerzas los seres técnicos de las mismas se ocupan directamente de dichas leyes para que nada ni nadie pueda transgredirlas. Estas fuerzas emanadas de la Fuerza Ma­dre, reflejan y penetran en cada uno de los planos que parten, como ya dije, del Gran Todo hacia aba jo , es decir , en la escala descendente. En cada plano que recorre deja impregnada su energía o mejor dicho emite a través de sus ramas u ondas toda su potencialidad energética; pero a medida que desciende va disminuyendo gradualmente su potencial energético, ya que a cada plano le corresponde un grado determinado de tal fuerza. La onda generatriz recorre su trayectoria f i jada anticipadamente y va desprendiendo de sus ramales otras ondas en sentidos la-

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terales a la onda primaria y éstas, en esta forma, van dando o emitiendo sus fuerzas en un vasto campo de recorrido.

Estas fuerzas de ciclos largos y sus ramales mixtos, cortos y largos, van dando así energía a todo lo que en su paso penetran o reflejan. Estas fuerzas al l legar al plano tierra, llegan con su grado potencial o dosis equivalente al grado evolutivo del mismo y allí es donde producen los circuitos correspondientes, dando a las fuerzas emitidas por la tierra la polarización que ésta necesita para realizarse el fenómeno.

En el trayecto van emitiendo energía virgen y absorbiendo energía gastada, eliminada por los distintos planos que atravie­san; pero rápidamente son elaboradas y transformadas, nueva­mente en energía virgen, llegando a cada plano con su carga pura o virgen.

Al llegar al plano terrestre transforma inmediatamente las cargas de las ondas emitidas por las mismas y le da la carga o polo necesario, efectuando así la polarización.

En el curso de fenomenologías podréis ver con mayor claridad los que realizan estas fuerzas creadoras. Todo es engendrado y emitido por dichas fuerzas y le dan al cuerpo-materia o ele­mento, energía vibratoria que combinada con la de su propio cuerpo, produce la onda correspondiente o necesaria para su efecto.

Estas vibraciones rigen en todos los aspectos de la naturaleza desde el comienzo del primer embrión o célula hasta su último grado de evolución; no deja un solo instante de producirse. Cuanto más avanzado o evolucionado es el ser, mayor es el grado de vibración, de ahí que cuando se hace presente etérica-mente un ser, podréis notar la diferencia de vibración y por consiguiente su grado de evolución. Seres de evolución que per­tenecen al grado de los arcángeles, cuando descienden a vuestros planos deben despojarse de ciertas cargas porque es tan intensa su vibración que sería imposible resistirla; t iene casi la poten­cialidad de un rayo. Es ta vibración les da hasta una especie de luminosidad brillantísima, que algunos clarividentes pueden ver y es producida por la fricción de sus átomos, ya que éstos evolucionan en concomitancia con el individuo en sí, siguiendo todo su proceso evolutivo. Podemos decir que las ondas emitidas por estos seres quedan impregnadas en vuestros mundos fluidi-

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cos, dejando esa irradiación que a su vez pueden transmitirla a los demás que se acerquen a ese ser.

La intensidad de vibración depende del grado evolutivo del ser y del plano a que pertenece. Es tan intensa y profunda en seres elevados, que difíci lmente ba jan a planos inferiores, por­que su solo reflejo impresiona notablemente. En estos procesos los fenómenos se cumplen de acuerdo a leyes que rigen en todo el espacio, pudiendo de esta manera realizarse espontáneamente, ayudados por seres de distintos planos que están preparados para tal tarea.

Podemos decir que las fuerzas creadoras intervienen en todos los fenómenos que entran en circuito polarizando fuerzas ema­nadas de los mismos seres; pero con sus mundos mentales.

En ese caso dichas fuerzas no intervienen, ya que es preciso poner en vibración los átomos mentales para que sea posible el circuito vibratorio de la creación. Es decir, que dichas fuerzas se combinan con las emitidas por la mente y de ahí es que se produce la polarización combinándose ambas fuerzas.

En los fenómenos de orden atmosférico intervienen estas fuer­zas; pero se combinan con fuerzas emanadas del mundo mental del planeta.

Es necesario para la realización de dichos fenómenos la inte­gración de estas ondas mentales, ya que pertenecen a un grupo determinado. No ocurre así con otros de orden, por e jemplo, físico. No interviene el cuerpo mental conscientemente, pero sus ondas son emitidas de igual manera integrando el proceso fenoménico.

Es inútil tratar de lograrlos si no conocéis su estructura, ya que hace falta su conocimiento y manejo para poder realizarlos. Ocurre en determinados casos que el ser, provisto de sus pro­pias fuerzas, genera energía y por consiguiente vibra dando lugar a fuerzas u ondas que irán a impresionar los mundos as­trales del ser que se desea trabajar. Por e jemplo: en el caso de una curación, estas ondas mentales entran en vibración marcando un circuito; pero expulsadas de su cuerpo mental penetran en el espacio o atmósfera que lo rodea y ahí reciben la carga ne­cesaria de la fuerza virgen y polarizándose, vuelven al cuerpo del emisor poniendo en vibración los centros sensoriales de su cuerpo físico y de ahí salen con toda su carga hacia el cuerpo

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físico del enfermo, yendo primero a los cuerpos fluídicos de éste y luego al físico u órgano afectado.

T o d o ser posee una vibración propia y de acuerdo al grado evolutivo es la intensidad de la misma, pudiendo observarse en cada individuo el color que desprende su cuerpo, ya que ésta estando en continuo vibrar, emite luz de distintos matices, más densos o sutiles; depende del individuo.

Si el cuerpo físico se halla predispuesto a una enfermedad, estos colores lo reflejan y se puede observar en los mismos, el órgano y enfermedad que le sobrevendrá.

Cada ser como cada planeta o mundo posee esta luz o colores, va que todo es una consecuencia de continua vibración. Podemos decir que es lo que vosotros llamáis aura del ser o mundo.

Haciendo un resumen puedo decir que toda vivencia, fenó­meno o materia es producto de una constante vibración, que se combina en determinados casos y forma el fenómeno o proceso que se observa.

Los elementos como el agua, fuego, aire, t ierra, son también productos de las mismas, polarizadas con las fuerzas vírgenes.

Hacen un conjunto de fuerzas que combinadas con el despren­dimiento de sus recorridos realizan el circuito. Estas fuerzas dirigidas hacia el objetivo pueden determinar factores que mar­quen un rumbo o característica en el mismo. Observando la composición de un esqueleto humano, por e jemplo, vais a en­contrar distintos huesos con sus características propias cada uno, que los hace identificarse entre sí; pero no halláis en ello otro elemento más que el hueso en sí. Y no es así, allí podréis, conociendo éstas, encontrar las fuerzas que gobiernan y dirigen a este esqueleto mientras está encarnado y es de ahí que la in­tervención de estas fuerzas hacen evolucionar al conjunto del cuerpo físico. Estos huesos en estado embrionario no son tales, ya que no poseen la dureza y consistencia de ellos cuando ya maduros; pero a medida que van desarrollándose van adquirien­do su estado adulto por intermedio de estas fuerzas que son las vibraciones de los átomos constitutivos de los mismos. Podemos observar que hay en ellos diferencias caracterológicas especial­mente en el cráneo y esto se debe a la vibración mental del individuo; esta fuerza moldea y determina la personalidad del

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ser, la preponderancia de tal o cual cualidad, carácter , función que ha desempeñado en la vida, etc .

Estas determinaciones de esqueletos se debe a la acción vibra­toria de las ondas producidas en su propio cuerpo y las emana­das del astral o fluídico.

Podemos asegurar que en todo ser viviente estas fuerzas pue­den ser creadoras o destructoras de sí mismos. De ahí que en casos como aquellos seres que están revestidos de una c a r ' 1

superficial de su Yo interno, estas fuerzas no participan en el fraude y demarcan en la superficie f ísica los distintos tipos de fuerzas que dominan en el mundo mental y emocional del in­dividuo.

Éstas son las fuerzas creadoras de sus propios mundos. Es tal su potencialidad que penetran en la materia en forma canali­zante o surcante, ya que es como surcos y facetas lo que crea , permitiendo así darle el aspecto caracterológico a que co­rresponde.

Estas fuerzas creadoras de su propio yo, forman parte de la evolución del ser, ya que de acuerdo a ellas podrá progresar o no.

Encontramos en ciertos individuos que la fuerza emocional es mucho más potente que la mental y viceversa; pues bien, éstas son las que caracterizarán al tipo individual, con la preponde­rancia de esa fuerza.

Así en todos los campos nos encontramos que la fuerza crea­dora emanada de cada ser es determinante y en las fuerzas as­trales también son determinantes; pero éstas están sujetas a leyes fijas y específicas a la función que desempeñan.

En el curso de fenomenología se explica con precisión estos tipos de fenómenos y sus causas.

En el campo etérico constituido por vibraciones son más nume­rosos los fenómenos, ya que es mayor la cantidad de elementos que intervienen. Encontramos distintos grados de frecuencias, de ciclos y circuitos. Es to se debe especialmente a la combina­ción de ondas que se realice o que intervengan en ese radio y momento.

Hay determinados factores que influyen en el p r o c e s a ener­gético de dichas ondas.

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Buscando la luz de todas las ocultas enseñanzas, muchos seres se vieron ante un panorama no imaginado ni jamás esperado.

Estos seres son los que a priori se han entregado ampliamente para seguir en la senda de la Sabiduría Divina, llegando a la puerta de los secretos que buscaban arduamente porque lograron descubrir lo que para la generalidad permanecía oculto, ya que no era l legada la hora.

Pero hoy nos encontramos con que todo debe ser revelado, ya que hay que dar a los seres las armas para que sepan empu­ñarlas y defender su salvación. Todo aquél que sepa emplearlas para su propio b ien será salvo, pero guay del que provisto de defensa se niegue a seguir el camino ascendente.

Rogamos a todo lector que sepa interpretar nuestras palabras porque van guiadas con el más sincero de los sentimientos y anhelos para ayudar a todo aquel que desee su redención.

La L u z Divina vino a la tierra en numerosas oportunidades y los hombres ciegos y envanecidos por la ambición y el poder, se negaron a recibirla; pero el t iempo ya apremia y no es posible esperar más, pues estamos en la última etapa. D e j a d vuestros viejos atavismos y espejismos irreales, esforzaos por ver la ver­dad que nuevamente se os brinda porque l legada es la hora.

Sabemos anticipadamente que muchos serán rezagados; pero queremos ayudarlos para que despierten y reaccionen oportu­namente.

Toda fuerza impulsada del mundo mental como emocional, puede ser la gran restauradora de vuestros destinos. Usadla, ponedla en ejercitación y veréis los progresos.

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CAPÍTULO V i l

T E L E P A T Í A E N E L T E R C E R M I L E N I O

Entre las aptitudes propias de un ser se hallan las facultades telepáticas, facultad poco apreciada y practicada por vosotros; pero en la futura era será dada esta facultad, ya que es de pri­mordial importancia para las mentes venideras.

En esta facultad o cualidad latente en todo ser, se combinan también las fuerzas creadoras ya nombradas.

Son corrientes vibratorias emitidas del cuerpo mental del individuo operador y estimulante de las fuerzas vibratorias del ser observado. Son ondas de frecuencia larga y corta según la distancia y el t iempo, ya que en el primer caso se emplea la onda larga si el individuo afectado se halla alejado del cuerpo físico del operador, lo mismo que en el tiempo si queréis tras­mitir un pensamiento en un determinado momento. En caso contrario, debéis emplear onda de frecuencia corta pero inter­calada con la larga.

Se comienza con la larga suavemente y haciendo un descanso se interpone con lentitud la corta y así sucesivamente hasta lo­grar el objetivo.

Podéis emplear estos dos tipos de ondas y también la larga solamente. Depende del caso.

En esta intercomunicación mental intervienen las ondas y centros sensoriales del cuerpo físico, ya que parten del mismo. Para estas ondas intervienen los centros craneanos determinantes de éstas ya explicados anteriormente.

Salvo raras excepciones puede realizarse esta comunicación sin intervención consciente y la onda emitida es la misma; pero con menor intensidad, ya que la conciencia del acto impregna mayor potencialidad.

Probad y ensayad con cualquier persona dispuesta a estas prue-

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bas y observaréis los resultados positivos y a veces llevaréis gran­des sorpresas porqué os veréis provistos de un sentido ( p a r a vosotros f ís ico) más de los que hasta la fecha conocéis.

C a d a ser posee en sus células cerebrales átomos de estas fuer­zas, solamente que por falta de ejercitación están dormidas. A otros ya se les han sido descubiertas; pero se debe a q u e ya vienen desarrolladas de otras vidas así como otras facultades su­pranormales.

Podemos hacer una prueba muy simple, ya que quizá les pa­rezca difícil esto que os digo:

1) Probad en pensar en un objeto, f i jad vuestra mente en ese objeto.

2) L u e g o recorred su contorno, su forma y mentalmente fi jad-la, cosa que quede por unos minutos grabada en vuestra mente .

3) Observad el color de dicho objeto y fi jadlo en vuestra mente. ( E n estos tres primeros paso estáis empleando onda cor ta . )

4) Ahora lentamente tratad de unir estos tres procesos y fi-jadlos en vuestra mente.

5) Ahora ya completado el objeto, tratad de transmitirlo al ser q u e está ensayando con vosotros. (Tenéis que transmitir el objeto tal cual lo fijasteis en vuestras mentes. En este paso se emplea onda larga. )

Muchos trabajos de índole similar se han realizado para de­mostrar que la telepatía es una facultad más a vuestros sentidos físicos.

Hoy por hoy ya está generalizado el concepto de su existencia solamente que no es común en todos los seres; pero eso se debe a la falta de desarrollo.

En la nueva y futura generación prevalecerá esta facultad y será un medio común y normal de intercomunicación humana.

En esta comunicación intervienen también las ondas vibra­torias de las dos partes: ejecutor y ejecutado. Es tas puestas en emisión se atraen como fuerzas imantadas extrayendo una de la otra, de su mundo mental o emocional, sus imágenes o voces y puestas en contacto se establece el circuito vibratorio yendo a impresionar los cuerpos de cada individuo, dejando impregnados en ellos sus efectos y produciendo de esa manera el fenómeno telepático.

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La telepatía en el campo sicofísico es una emisión de ondas captadas por los sentidos físicos; pero grave error, ya que estas ondas son receptoras y transmisoras; pero de los cuerpos fluídi­cos de cada individuo terminando al final del recorrido en el cuerpo físico-mental. Ahí recién es captado el fenómeno o co­municación; pero éste fue realizado previamente en el campo y cuerpos etéricos.

E s t a facultad muy desarrollada en los seres atlantes y arras­trada hasta la era anterior a Cristo, fue muy utilizada y prac­ticada sobre todo por ios seres que se dedicaban a cultivar los conocimientos ocultos; pero en general era muy común en casi todos los habitantes. Podemos asegurar que éste es uno más de los c inco sentidos físicos vuestros y ha sido tan practicado y empleado en esa época, que por ese entonces no existía otro medio de comunicación más que éste. Tuvo gran desarrollo en­tre los asiáticos, ya que éstos habían llegado a un grado de conocimiento avanzado y descubriendo dicha facultad la emplea­ban constantemente como un medio secreto y poderoso entre ellos para transmitirse secretamente mensajes importantes que podían significar peligro de vida para ellos. Podéis imaginar que seres con gran dominio de esta facultad, eran individuos con gran desarrollo síquico-fluídico y llegando a un grado avanzado de tal, se sintieron en ciertos momentos dueños y poseedores de un secreto que podía significar una gran arma de defensa y ataque; pero muchos de ellos confundidos y desviados del ver­dadero objetivo de la misma, fueron víctimas de su propio des­cubrimiento, l legando a convertirse en un arma poderosa; pero como tal de gran peligro para la humanidad y así, una vez más, debió volver a la oscuridad de su origen, porque no era posible que dichos seres conservaran tal preponderancia y poder.

En cuanto a sus progresivos adelantos, podemos decir que llegaron a tal extremo a adueñarse del pensamiento ajeno, que convertían ( lógicamente que a los enceguecidos por la ambición y e g o í s m o ) , en títeres y víctimas de ellos. Así es como la sa­biduría divina con su inexorable ley de justicia, se vio obl igada a cumplir su mandato, quedando dicha civilización desaparecida.

H o y encaminados hacia la era telepática, os adelantamos tal experiencia pasada, para q u e no seáis vosotros víctimas de tal

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suerte y por el contrario, aprovechando dicha gracia o don divino podáis emplearla para vuestro adelanto social y espiritual.

Es de gran importancia que tengáis presente esta pequeña reseña histórica. E n t r e los seres de gran desarrollo telepático se han realizado tareas de gran importancia y avanzados trabajos.

En estas facultades donde impera el dominio mental , la con­centración es el factor más importante, ya que por medio de ella se logra resultado positivo. En esta facultad intervienen fuerzas que son producidas por el centro sensorial coronario especial­mente ; de ahí parten las principales fuerzas telepáticas y lan­zadas al exterior se combinan con las ondas emitidas por el mundo mental de la otra persona, y estas fuerzas captadas y combinadas forman el circuito correspondiente.

Más adelante diremos qué es lo que podéis realizar utilizando estas mismas ondas.

Estas fuerzas son de las características de las ondas largas y podéis emitirlas hacia una gran distancia; como por e jemplo hasta otro continente, a una persona determinada que ya conoz­cáis y que más o menos tenga un cierto desarrollo. Casi todos los seres t ienen esta facultad latente o desarrollada; pero el que la e jercita y pone en práct ica t iene mayores éxitos. Util izando este medio de comunicación podéis efectuar una gran tarea, ya que resume el trabajo y t iempo.

Se puede manifestar en cualquier ser, sólo que h a c e falta su práct ica y educación. No debéis dejar que vuestra mente vuele o se disperse por los espacios sin ton ni son. A la mente hay que dirigirla hac ia un determinado punto o enfoque; edu­carla es lo más importante que puede realizar un ser, ya que su mente es un poderoso mecanismo electrónico con una gran potencialidad. H a y seres que hacen un gran desgaste de ener­gías pensando en cosas vanales y disparatadas muchas veces, en esto hacen ya un desgaste de energía y si en vez de desper­diciarla de esta manera la dirigieran y controlaran, sería doble su provecho. Es necesario una educación mental para poder dirigir las fuerzas u ondas telepáticas; para ello necesitáis una centralización de ideas, f i jar f irmemente el ob je to o motivo; por e jemplo: deseáis comunicar a una persona determinada un men­saje ; pues bien, debéis concentrar vuestra mente en esa persona

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imaginándola y dirigiendo vuestra vista directamente hacia la mente de esa persona: aquí hacéis una concentración de imagen y luego, previamente pensado lo que debíais comunicarle, le en­viáis a la mente de esa persona dicho mensaje , repitiendo este ejercicio por varios minutos hasta que con vuestros ojos espiri­tuales observéis que ese mensaje penetró en esa mente .

( x ) Es ta onda, si hacéis una verdadera concentración, podéis verla penetrar en el mundo mental de la persona a la que se emite el mensaje .

En este proceso, como observáis, no hace falta más que el e jercicio de fi jación y concentración. Ahora b ien: en este ejer­cicio intervienen las ondas vibratorias largas que parten del centro coronario (centro productor de las mismas) en combina­ción o relación con los otros centros sensoriales craneanos; es decir, el occipital y frontal.

A esta emisión de ondas podéis acompañarlas con ondas de los otros centros y obtener un fenómeno más completo, por e jem­plo el de telequinesia o parlancia, ordenando al otro ser que manifieste verbalmente lo que el e jecutor ordena; y también 3mitiéndole las fuerzas partidas de los centros del plexo solar y oélvico, puede plasmarse materia etérica para que se realice el ;enórneno telequinésico.

En estos ejercicios de práctica como en todos los demás es

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necesario una ordenada ejercitación para lograr el éxito. Podéis en poco t iempo de práctica lograrlo.

Las fuerzas mentales son ondas de gran potencialidad energé­tica, ya que se emiten en un grado determinado de ciclos y frecuencias y cualquier aparato sicométrico usado por la ciencia puede captarlas y observar el proceso vibratorio que se realiza entre dos seres que se ponen en comunicación.

Como para todo en la ciencia terrenal es necesario una com­probación concreta, podéis emplear aparatos especiales que cap­ten la potencialidad y origen de emisión de ondas y quedará perfectamente plasmada en el patrón usado, la corriente circula­toria de energía que se origina en este proceso y observaréis que en todos estos fenómenos intervienen las ondas que parten de los centros sensoriales del e jecutor yendo a impresionar los cen­tros del observado, de acuerdo al fenómeno que se quiera ob­tener. Vuelvo a repetir que en estos procesos también se de­termina una zona energética, ya que es necesario y forzoso que así ocurra para poder realizarse el circuito.

Las fuerzas mentales son, como ya dije, de una potencialidad incalculable, pero todo depende del individuo en su formación celular cerebral y también en su aspecto espiritual.

De acuerdo a esto se pueden obtener mayores éxitos. En cuanto a la parte espiritual, como todo está regido por

leyes, lógicamente esto, aunque aparentemente os parezca falso, se cumple de acuerdo a estas leyes y no podrá realizar grandes-trabajos un individuo que no esté dentro de un grado evolucio­nado espiritualmente; aunque para vuestros ojos tal vez sea un individuo de aspecto humilde y sencillo y hasta en cierta forma de escasa cultura, guarda en su interior un espíritu de gran evolución y potencia. Para todos estos trabajos y fenómenos se requieren dichos factores que son de primerísima importancia.

Encontramos entre los más conocidos de los seres dotados de gran desarrollo telepático a Miraim.

H a c e por lo menos cuatro siglos que se está plasmando en el éter que rodea al globo terráqueo materia cósmica para la reali­zación de grandes trabajos que han de efectuarse en este siglo. Poco a poco esa materia desciende y va penetrando e impre­sionando a los átomos constitutivos de los cuerpos mentales que irán a despertar en el momento preciso. Estos trabajos a reali-

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zarse son de origen puramente científ ico para todo aquél que quiera, por medio de la ciencia comprender y penetrar en el secreto universal.

E s t a materia etérica que impresiona dichos átomos, poco a poco va tomando cuerpo, siendo este proceso reconocido por los seres que en ellos se desarrollará con mayor potencialidad que en otros. Estas fuerzas puestas de manifiesto en determinado momento asombrarán hasta al más versado en enseñanzas ocultas y científ icas. Por eso es necesario que se prepare a toda la hu­manidad para que deje con su trayectoria impregnada en el mundo terrenal, materia y elementos que serán de suma impor­tancia y gran utilidad para la venidera generación.

Es preciso un acondicionamiento especial de esta materia en los cuerpos de los individuos, porque por medio de ellos las plantas y elementos atmosféricos absorberán, quedando impreg­nadas en sus moléculas dichas sustancias.

Las fuerzas mentales u ondas mentales impresionan lenta­mente en los cuerpos y centros sensoriales de la materia densa y quedan impregnados en sus células, átomos telepáticos cós­micos. De ahí que para su realización intervengan dichos cen­tros combinados con la mente .

E s t a sustancia depositada en los cuerpos de individuos ya ca­pacitados para ello, se va lentamente diseñando con mayor fuer­za y perfección hasta que , l legado el momento, será expulsada al exterior manifestando la potencialidad de la misma. En todos los seres no ocurre lo mismo, ya que esto se determina previa­mente con sorteo y una serie de análisis y estudios previos a su reencarnación. T o d o ser provisto de esta facultad viene ya ex­presamente capacitado para tal fin, y su determinación en la graduación evolutiva.

Pocos son los que actualmente se sienten con esa fuerza po­tencial ; pero la conocen y viven no en toda su equivalencia, pues ya llegará el momento que han de utilizarla para su exacta función.

Lentamente se irá perfilando más en el carácter y modalidad del individuo, porque su evolución gradual en este aspecto lo l leva inconscientemente como a una introversión; se vuelve un p o c o meditativo, más que lo de costumbre, menos eufórico en sus reacciones, y pues es n a d a más que por esa razón. Única y

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verdadera razón del cambio que el mismo individuo y hasta quienes lo rodean y conocen ínt imamente, observan.

Harían falta muchos tomos para explicar profundamente el análisis específ ico de esta materia cósmica; pero podéis com­prender por lo menos que dicha materia existe y se rige igual­mente como todo lo explicado por leyes de Vibración F u n d a ­mental . E s t a materia es descendida al plano vuestro para q u e se plasme en vuestros mundos mentales ; pero su organización y planeación ya fue previamente realizada en los mundos encar­gados de tal tarea. Podréis encontrar mayores detalles de estos mundos en el l ibro " L a Vida en los Mundos Superiores"; ahí da u n a explicación algo rápida de acuerdo a la captación mental vuestra, pues de otra manera no será fáci l su comprensión.

Estamos trabajando arduamente para que llegue a vuestras manos nuevos conocimientos que hasta ahora han sido ocultos e incomprensibles.

Esperamos que nuestra labor desinteresada y con todo ánimo de justicia y fraternidad pueda dar los frutos que anhelamos.

Sabemos que los seres que han de desarrollar sus facultades estarán provistos de sus elementos necesarios para tal fin, y por tal razón es que se los adiestra en estas enseñanzas, para que pongan en movimiento las fuerzas que deben intervenir.

Hacemos un bosquejo general de estos conocimientos porque es materialmente imposible entrar en una descripción más pro­funda; por eso os ofrecemos la oportunidad; y aquel que real­mente sienta vibrar en su Yo íntimo la necesidad de su penetra­ción, se acercará por sí solo a la investigación.

Es entonces cuando recién podrá comprender poco a poco lo que significa el Gran T o d o . Para acercarse a Él es necesario llegar limpio con el puro sentimiento de su amor y deseos de comprenderlo; pero su bondad y misericordia infinita permite que todo ser l legue por su propia voluntad y decisión, y así es como le da esta oportunidad.

En e l transcurso de la realización mental h a c e fa l ta un per­fecto estado de centralización porque la divagación de pensa­mientos perturba la emisión.

Podemos decir con gran certeza que en todos los trabajos realizados hasta e l presente ha sido siempre de grandes obten­ciones, pudiendo de esta manera cristalizar todos estos fenóme-

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nos que no son más que el resultado de las fuerzas mentales educadas hac ia un determinado fin.

Es tas fuerzas puestas en movimiento, permiten un desarrollo de los centros que las determinan, y ayudando al mismo t iempo a q u e la facultad en sí adquiera el reheve que la identi f ique totalmente como tal .

En todo campo de relatividad existen factores positivos y negativos y de la misma manera en éste, hay porcentajes de un determinado índice de realizaciones positivas q u e son de gran util idad e importancia para los trabajos y aceleración de los mismos.

En la relatividad hay siempre un grado de positivismo dejan­do una resultante relativa de acuerdo a los números de factores que intervienen y se opera.

En el futuro engranaje humano será de gran importancia el uso de esta facultad, ya que los seres venideros provistos de átomos telepáticos en estado ya casi desarrollado, harán uso de los mismos, considerándola como un sentido más a los ya co­nocidos.

Es de suma importancia que preparemos el campo en el cual han de desarrollarse ampliamente estas facultades.

T o d o fenómeno determinado por la intervención de un indi­viduo es posit ivamente una combinación de ondas entre el in­dividuo e jecutante y el e jecutor, pueden ser casos de los cuales no haya intervención consciente de parte del e jecutado; pero siempre, consciente o inconsciente, intervienen las ondas pues­tas en vibración pertenecientes a sus cuerpos.

Estas ondas de origen mental son combinadas, como ya dije, con las emanadas de los centros sensoriales correspondientes a la función que deba desempeñar en determinados casos.

C o m o veréis la fuerza vibratoria o L e y Fundamenta l de Vi ­bración rige en todos los campos y aspectos.

Es necesario una previa preparación en la mayoría de los casos para poner en funcionamiento los átomos que intervienen en esta facultad. H a y por consiguiente seres con gran desarrollo de las mismas; pero son los menos, y lo que nos d e b e interesar especialmente es que esto se extienda a la general idad dentro de las posibilidades normales y justas. Descar tado queda q u e

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el factor voluntad y constancia es el fundamental para tal realización.

Encargados de una específ ica función en los casos de telepatía telequinésica son, como ya di je, los centros solar y pélvico. E s ­tos revestidos o eonsttiuidos de materia ectoplásmica son puestos en funcionamiento por la fuerza motriz de dichos centros y u n a vez realizado el movimiento de éstos elaboran d icha sustancia permitiendo así penetrar a tómicamente en la onda emitida hac ia el exterior, plasmando de esta manera el cuerpo cristalizado de la figura u ob je to determinado. E s t a onda de frecuencia larga, parte cargada con dicha sustancia y al l legar a los centros sen­soriales del observado se combinan con sus respectivas ondas, dando lugar al fenómeno.

En los casos de telepatía común ocurre exactamente lo mismo con respecto a la corriente circulatoria que transmiten los centros sensoriales; tenemos el caso de telepatía de desdoblamiento que se puede lograr en la misma forma que en cualquiera de los casos comunes telepáticos, emitiendo la orden a la mente del obser­vado y por medio de dicha onda ordenarle a su vez a los cuerpos fluídicos su desprendimiento.

Estos casos son en su esencia muy simples, pero lógicamente d e b e existir en cada uno, sobre todo en el e jecutante , sensibili­dad específ ica y capacidad transmisora en grado potencial con­siderable. Aunque su realización es simple, no es común en todos los seres telepáticos.

E s t a facultad es en determinados individuos que ya vienen preparados y con sus cuerpos acondicionados para tal función. Es en variados casos de gran resultado, ya que en esta forma pueden ayudar a otro ser a que logre desprender sus cuerpos en casos especiales y necesarios.

En todos estos casos las ondas emisoras son largas y a lapsos cortos se interfieren o combinan con ondas cortas; comenzando por la larga en toda la trayectoria y luego interfiriendo la corta para cortar las conexiones que lo unen al cuerpo físico.

Es en estos casos de gran interés para los estudiosos y ansiosos de nuevos conocimientos, pudiendo de esta manera con mayor faci l idad penetrar en los secretos laberintos universales.

L a s fuerzas mentales q u e actúan en estos casos son de una potencia equivalente a la extensión o longitud de la onda a emi-

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tirse, logrando de esta manera obtener el fenómeno requerido. Debé is poner suma atención en estos procesos, porque así

como es simple su mecanismo, es de gran cuidado, ya que al lograr desprender el cuerpo fluídico no debéis olvidar que se d e b e dejar sin acercarse para nada al E g o , ya que es el cordón o conductor comunicante entre el F ís ico y el fluidico, corriendo el grave peligro de poder producir la muerte de tal cuerpo en caso de que el f luídico sea arrancado con su E g o .

Al comienzo de este libro he dicho que a través de siglos se han recopilado los distintos estudios o conocimientos para la revelación de todos los secretos universales. Hoy conocedores de ellos debemos utilizarlos para realizar el trabajo creador en la evolución del planeta.

Es necesario un elevado nivel de conocimientos para poner en práct ica los mismos en b ien de la humanidad. Contamos con una cantidad de elementos que utilizados para este fin podemos lograr un éxito total en la empresa comenzada. Debéis poneros a tono con respecto a éstos, ya que es necesario una identificación íntima para poder llegar a ese resultado.

Continuando con la facultad telepática, podemos decir y de­mostrar hasta qué punto puede un ser llegar a la realización de determinados fenómenos que para la mayoría de los seres es inverosímil.

Estas facultades, producto de la fuerza mental emitida a tra­vés de los centros sensoriales por conexión del circuito vibra­torio, pueden alcanzar un alto grado de desarrollo siempre y cuando el ser interesado se disponga a realizarlo con una prác­tica ordenada y gradual.

Como todas las facultades metasíquicas pueden ser realizables a pesar de no conocer profundamente su mecanismo energético; pero sí es preciso e importante conocer su origen y causas. A medida que se avanza en este desarrollo se va perfilando en el individuo la característica telepática, ya que adquiere un dominio en estas fuerzas, y pudiendo controlarlas y dirigirlas correcta­mente, alcanza a realizar los fenómenos encauzados hacia el objetivo buscado.

Estas fuerzas de orden mental y orgánicas, ya que son pro­ducto de los mismos, interesan directamente a esos cuerpos y van paulatinamente desarrollando los mismos para dicha facultad.

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En el campo esotérico dichas facultades son las más impor­tantes ya que por medio de ellas es como se pueden efectuar todos los trabajos de intercomunicación y cristalización de los mismos.

Es preciso su uso ya que es la única forma o medio que se utiliza para la receptividad de mensajes y trabajos que deban realizarse tanto en el plano astral como físico. Nosotros nos valemos directamente de ella para llegar a vosotros, ya que no hay otra forma posible de hacernos comprender y conocer. Lo que la generalidad de la gente considera un absurdo y fruto de la ignorancia, es totalmente opuesto a su concepto, porque ignoran que a través de estas facultades se llega a la intercomunicación de unos y otros; tarea por demás simple para aquel que com­prenda y reconozca la existencia de los distintos planos habitados y de la vivencia imperecedera del espíritu. Podemos afirmar que en todos los aspectos, es tan importante esta facultad como el aire para vosotros para poder respirar y subsistir.

Poco a poco la humanidad irá despertando a la Verdad y entonces comprenderá y aceptará normalmente ciertos fenó­menos que hoy son considerados disparates o fraudes. Pero mientras tanto seguiremos trabajando para que ese momento llegue y puedan así lograrse los fines que nos proponemos. Po­demos de cualquier manera proseguir en la marcha; v ero desea­mos que sea la mayor cantidad de seres los que despierten y no queden rezagados más que los que por ley deben quedar.

En el transcurso de estas enseñanzas se llegará paulatinamente a comprender que la luz es para todos los que realmente la bus­can y aquél que la desee, pues nada es obligado ni impuesto.

En el proceso evolutivo de todo ser intervienen factores indi­viduales a cada espíritu con su correspondiente característica y determinación; nada ni nadie puede cambiar su trayectoria ex­cepto él mismo que por su libre arbitrio puede variar o cambiar totalmente.

Es necesario que para llegar a una determinación se conozcan precisamente los fenómenos y causas que dan lugar a tal evolución.

Si seguimos detenidamente el paso de los acontecimientos, veremos que todo se sucede sin mayores cambios con respecto a los conocimientos básicos de la historia dada hasta la fecha , de acuerdo a los sucesos y fenómenos dados a conocer como mi-

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xagros y apariciones. Conceptos erróneos e ignorantes, ya que todo ello ha sido y es científ icamente explicado y .comprobado.

A través de los siglos se han ido dando sus revelaciones ba jo el sistema dogmático; pero que en su análisis profundo podéis encontrar sus errores y desviaciones de la Verdad Divina. No podréis, a pesar de todo, desprender de vuestros conocimientos arraigados la idea o concepto de milagro sensacionalista; pero a ninguno de los seres que han realizado dichos fenómenos, los ha llevado a realizarlos esa idea ni intención, ya que en su pureza de hechos sólo los ha llevado la idealización de lograr despertar a las humanidades en sus respectivas épocas.

Dentro de estos fenómenos llamados milagros contamos con los hechos realizados por el gran Cristo, que llevado por su es­píritu de grandeza divina, sólo buscaba dar la luz de la Verdad a todos los seres que permanecían en las tinieblas.

Estos fenómenos conocidos por la historia no son más que los resultados y efectos de las facultades supranormales que poseía el Verbo de Dios , ya que a un espíritu como Él le era, por ló­gica realizar lo extraordinario. Dentro de estas facultades po­derosas se hallaba la telepatía que a pesar de ser É l , ensayaba y pract icaba tales facultades para llegar al perfeccionamiento de las mismas. Su gran irradiación y potencialidad le permitía, por lógica, efectuar grandes trabajos que dejaron estupefactos a todos los que observaban y presenciaban actos como las grandes cu­raciones en masa y sus extraordinarios desdoblamientos poniendo en movimiento las fuerzas indicadas para tal fin. Podemos ase­gurar que sus grandes hechos no fueron producto de magia ni de milagros así tildados, sino solamente uso exclusivo de sus fuerzas mentales dirigidas y educadas para tal fin, ya que ésa fue una de sus grandes razones en su trayectoria mesiánica.

Vosotros podéis lograr resultados satisfactorios en este sentido si sabéis emplearlas conociendo su mecanismo y efectos; pero siempre guiados por el espíritu altruista y de amor que lo llevó al gran Hombre Espíritu de toda la humanidad terrestre.

Podréis obtener grandes satisfacciones y provecho en bien propio y de vuestros semejantes, encauzando vuestras fuerzas mentales hacia el camino recto y justo.

Entrando de lleno a este conocimiento podréis dominarlas y manejarlas como un niño a su juguete mecánico. Si vuestros

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conceptos al respecto son guiados hacia ese fin llegaréis a ob ­servar fenómenos que hoy os parecen inverosímiles y absurdos.

Contamos con vuestros sanos principios y sentimientos para l legar a obtener frutos. Dejaremos pues l ibrado a vuestra pro­pia conciencia el llevar a la práct ica tal facultad, aprovechando al máximo lo que ella les ofrece. Nosotros cumplimos en poner en vuestras manos el conocimiento de ellas, lo demás está en vosotros.

Los distintos procesos a seguir para la ejercitación telepática son primeramente lograr una serenidad mental ; es decir, tratar de que la mente logre un equilibrio para recién poder comenzar con el e jercicio. L u e g o enfocar el objetivo y por último fi jarlo en el radio energético que se establee entre los dos participantes. U n a vez logrado esto se comienza la transmisión paulatinamente hasta que se observe que el receptor ha captado lo que se le emite. Es to podréis lograrlo si concentráis la mente , entonces veréis cómo penetran las ondas emitidas al cuerpo mental del individuo.

En esta forma sencilla pero ef icaz y provechosa lograréis éxito.

Buscad la manera de que vuestro amigo receptor sea incons­ciente a este ejercicio, es decir, que ignore la transmisión para así comprobar si ha dado resultado o no. L u e g o podréis seguir adelante en forma consciente para los dos. Poniendo voluntad y disciplina lograréis buenos resultados.

L a s facetas de las ondas telepáticas son descubiertas a través de la ejercitación, y poco a poco se puede obtener un hábil manejo de dichas facultades empleándolas para cualquier tra­ba jo que querráis realizar y en cualquier lugar y momento. No interesa para esto la distancia ni el t iempo.

En estas facultades intervienen como ya os dije las ondas de emisión larga y corta. Observad el e jercicio número 1 al co­mienzo de este capítulo y los distintos pasos que se deben realizar.

Es necesario, por supuesto, en esta práct ica, su desarrollo como cualquier otra facultad, ya que debéis poner en movimiento los centros sensoriales correspondientes con sus distintas modu­laciones No debéis olvidar que en todo proceso metasíquico

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se deben poner en funcionamiento los distintos centros adecua­dos cada uno a una determinada facultad.

F o c o a poco obtendréis el desarrollo apropiado para la prác­tica de la misma. Los movimientos de dichos centros, ya expli­cados en capítulos anteriores, deben ser efectuados de una manera suave y armónicamente; la velocidad se adquiere con el t iempo y la práct ica.

E s t e proceso telepático es muy sencillo y fáci l de obtener, no teniendo necesidad alguna de esforzar vuestra mente para lo­grarlo, al contrario, debéis ponerla serena y que marche a un ritmo normal y suave.

Las fuerzas mentales que intervienen son las mismas que las que utilizáis para los otros fenómenos, solamente que es mucho más sencillo su uso.

Cuando tina onda mental penetra en el cuerpo mental , los átomos que lo constituyen' comienzan a abrirse o dispersarse po­niendo en vibración sus cuerpos y sustancias que lo rodean, es así como en ese movimiento y espacio atómicos puede penetrar la onda que se emite, dejando en su trayectoria una especie de estela luminosa que ilumina el camino comprendido entre el e jecutor y el receptor.

Todos los fenómenos telepáticos producen un aumento vibra­torio en los átomos que constituyen los cuerpos mentales per­mitiendo de esta manera penetrar las ondas que se utilizan y realizar el fenómeno.

Si las ondas emitidas hacia el cuerpo mental de un individuo son enviadas desde un lugar apartado o le jano, podréis mejor observar el resultado. Tratad de ejercitarlo con algún amigo que se halla lejos de vosotros.

Todas las ondas mentales penetran; pero h a c e falta que el e jecutor ponga en funcionamiento su centro sensorial corres­pondiente, para poder así emitir la fuerza que abrirá el campo energético de recepción. Por e jemplo: si un ser emite un pensa­miento, los centros correspondientes comienzan a trabajar o me­jor dicho se ponen en contacto con las fuerzas creadoras y luego esta fuerza se dirige hacia el objetivo y penetrando en sus cuer­pos, h a c e vibrar a los átomos que lo componen y éstos por movimiento vibratorio se van desplazando, dando entrada a la onda que lleva vuestro pensamiento. Es así como penetra, y

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captado por sus respectivos centros y cuerpos, se h a c e concreto y cristaliza.

En el fenómeno telepático intervienen fuerzas que las califi­camos de creadoras, transmisoras y receptoras, ya que intervie­nen las tres.

En estos fenómenos podéis perfectamente captar el grado de intensidad de dichas ondas, ya que son pertenecientes al grupo de ondas largas.

Cuando el proceso es interferido se interrumpe por medio de la corta u onda z, que puede utilizarse para interrumpir una transmisión que a vosotros no os interesa.

Observad la trayectoria.

Estas ondas que son interrumpidas por la corta, pueden per­turbar la mente de un ser, por eso es necesario que lo hagáis en caso de suma necesidad, ya que la intervención de ja paso libre al desprendimiento energético que éste emite y por con-

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siguiente perturba la zona mental irradiada. Es como un corto circuito en la instalación eléctrica.

Haced de cuenta que este fenómeno es como una usina que intervienen la fuerza que absorbe del fondo energético y la transformación que se realiza para la transmisión de la energía, en esto, se produce el corto circuito y queda toda la zona o radio que es al imentada por esta corriente, a oscuras y despro­vista de la misma. Para este caso es lo mismo.

Haremos una síntesis general de todos' los fenómenos reali­zados a través de la facultad telepática.

Podemos decir que todas las facultades sensitivas emanadas de los cuerpos, son producto de funciones telepáticas. Es decir que se encuentran entre ellas las de parlancia, escritura y psico-metría, en el aspecto general, y quedando la clarividencia como facultad típica de formaciones plasmadas en el éter por medio de las fuerzas que se emiten y producen los centros sensoriales determinantes de las mismas.

En el campo metafísico encontraréis facultades y fenómenos que no son más que productos telepáticos, pudiendo por medio de ellos obtener grandes efectos. En general rige a todas las facultades.

Entre los trabajos de comprobación podréis encontrar los de telequinesia, en que también intervienen dichas fuerzas, ya que es parte de las mismas, no olvidéis que entran distintos factores.

Con estos conocimientos podréis poner en movimiento fuer­zas que partiendo de los centros sensoriales correspondientes irán a formar parte con las externas para constituir el fenómeno requerido.

Debéis comprender y ejercitar las fuerzas de dichos centros, que son la fuerza motriz de toda facultad sensitiva.

Con esto doy por terminado el estudio sistemático de las mismas.

En el tomo siguiente encontraréis nuevos conocimientos, siem­pre siguiendo una relación íntima con lo explicado en éste.

Espero que al l legar al segundo tomo, ya estéis adelantados y prácticos en el conocimiento y manejo de las fuerzas existentes y los trabajos que podréis realizar con ellas.

Debéis dominarlas perfectamente para entrar en el segundo ciclo, ya que la división de tomos se debe exclusivamente a la

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misma, para hacer o determinar una cierta graduación en dichos conocimientos.

Mucho es lo que obtendréis si tomáis estos estudios como pun­to de partida a todo lo que se refiere a fuerzas metasíquicas o supranormales.

Os deseo éxito y que el ingreso a estas filas sea llevado con todo el ideal de pureza, que debe prevalecer en todos aquellos que deseen penetrar en el campo científico de dichas facultades conocidas hasta la fecha como ciencias ocultas.

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CAPÍTLTLO VIII

L A S A L M A S

L a s almas o cuerpos son aquellos que el espíritu toma o uti­liza para lograr su evolución en el derrotero ascendente de su trayectoria por el universo.

Podemos distinguirlos como cuerpo fluídico, ego o cordón fluídico q u e liga el espíritu al cuerpo denso físico, transmitien­do por intermedio de este cuerpo f luídico sus distintas tarac -terítsicas y sufriendo en su mater ia propiamente dicha , las trans­formaciones acumuladas o accionadas por el f ísico.

A través de él , logra el espíritu comunicar sus líneas a seguir y sus fines acumulativos de cantidades de porciones evolutivas en c a d a existencia y al mismo t iempo capta del físico sus reac­ciones y acciones.

E s t e cuerpo fluídico o ego, a lma, cordón, etc . , como queráis l lamarlo, es el intermediario entre los dos cuerpos mencionados.

E s t á constituido de sustancia f luídica, compuesta de átomos sutiles al grado máximo con sus cargas correspondientes que su­fren las mismas transformaciones mencionadas en el tomo I .

E s t e cuerpo está provisto de átomos con sus respectivas cargas que son continuas corrientes vibratorias de energía e lectromag­néticas y sus modulaciones son producidas por los distintos im­pulsos recibidos por los otros cuerpos a los cuales sirve.

Estos átomos, revestidos en su periferia por sustancia f luídica más liviana q u e los cuerpos atómicos propiamente dichos, le dan o transmiten a ellos los impulsos recibidos por el exterior.

A medida q u e el ser evoluciona va aumentando su volumen y carga energét ica , hasta tal punto, q u e logra transformarse en un momento o c ic lo final, en energía pura sin ninguna Intervención material heterogénea .

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Es una combinación de energía e lectromagnética en su co­mienzo y concluye al final del recorrido, siendo energía magné­t ica pura virgen, constituyendo sólo la misma energía q u e posee su cuerpo espiritual.

E s t a energía que a través de los siglos sufre constantes trans­formaciones, al punto final queda materia virgen divina, sin ninguna metamorfosis en su energía y cuerpo.

L o s sueños registrados por los cuerpos cerebrales son efecto de reacciones energéticas del cuerpo, alma o ego .

Es éste el que vive y reacc iona durante ese estado y el q u e determina en los cuerpos celulares, los hechos que quedan re­gistrador en ellos, saliendo a luz en el estado de vigilia por me­dio de la corriente e lectromagnética en el c ircuito ego-cuerpo físico y espiritual.

Estos cuerpos revestidos de corriente eléctr ica sirven de con­ductores a los distintos cuerpos fluídicos del ser, transmitiéndoles a ellos sustancia energét ica q u e van acumulando a través de las distintas transformaciones y metamorfosis q u e se opera en ellos.

Por medio de este cuerpo, es cómo el espíritu va manteniendo u n a constante comunicación con los distintos cuerpos que le per­tenecen y así transmite a su propio cuerpo la energía emitida de los densos y fluídicos, y a medida q u e avanza en su tra­yectoria evolutiva va perfi lando su caractereología f ísica, pode­mos l lamarla como e jemplo , pero que al ser transformada en corriente pura los cuerpos fluídicos van adquiriendo poco a poco las modificaciones q u e el cuerpo alma les imprime y éste sufre sus transformaciones de acuerdo a la trayectoria q u e sigue> a b ­sorbiendo del exterior los impactos q u e le emiten.

E s t e , en sus transformaciones va adquir iendo mayor caudal energét ico que paulat inamente transforma, dándole mayor po­tencial idad a la misma; emitiéndole a los cuerpos espirituales y físicos esta potencial idad.

A medida q u e el ser o individuo evoluciona, lo h a c e incons­c ientemente l levado por esa corriente energét ica del ego.

Quiere dec i r q u e por medio de este cuerpo, el f ísico y el espíritu, logran una canal ización perfecta entre ellos; el e g o si­gue evolucionando independientemente , ya que al f inal de su recorrido termina en energía virginal magnét ica pura.

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El f ísico, c o m o ya sabemos, se desintegra, y el espíritu va au­mentando también su grado evolutivo siguiendo su trayectoria plasmada desde su origen. T o d o este proceso es producto de transformaciones energéticas que conducen los distintos hechos y sucesos de las sucesivas vidas.

Podéis considerar al ego como si fuera otro espíritu en pe­queño, con sus característ icas propias e individuales, con un ex­traordinario poder energét ico, actuando como hilo conductor entre uno y otro.

L o s fenómenos conocidos como sueños son las manifestacio­nes del ego, q u e puesto en c ircui to abierto entre los otros cuerpos trata de hacer la conexión entre uno y otro, hasta q u e logren una verdadera identif icación y comunicación, l legando a unificarse los tres, quedando un solo cuerpo o entidad.

Es tos cuerpos, de tal forma, son los q u e podemos considerar como guías para conducir al ser en su vida a través de lo q u e su espíritu indica y busca .

No olvidéis q u e todo ser en evolución es un pequeño mundo en gestación .divina, para l legar a constituir en el futuro su propio estado creador y refundirse en la Esenc ia Divina que le dio origen.

Buscando la trayectoria del individuo, podéis observar la del e g o en su carácter específ ico y deducir la l ínea q u e ha de seguir.

T o d o este proceso es un estado de transformación en los áto­mos q u e lo constituyen y sus distintas derivaciones.

Los cuerpos fluídicos son los que utiliza el espíritu para cum­plir con su trayectoria evolutiva.

Util iza la energía que cada uno de ellos produce y emite , transformando dicha energía en caudal evolutivo.

Podéis observar q u e cada elemento que interviene en el pro­ceso es de orden energét ico.

L a s fuerzas creadoras q u e el cuerpo espiritual r e c i b e son trans­mitidas a los respectivos cuerpos por medio del cuerpo a lma, o ego y de ahí a los otros cuerpos.

De acuerdo a la potencial idad del Espír i tu es la que va a transmitir a los otros pero s iempre y cuando el ego es té en condiciones equil ibradas para retransmitirlas al cuerpo f ís ico, estableciendo en esta forma el canal vibratorio entre unos y otros.

Podéis considerar al ego como un cuerpo de energía regula dora y conectante ya que ésta es su función.

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El Espír i tu transmite al ego su potencial energét ico y éste regula esta fuerza de acuerdo a la capacidad receptora y grado vibratorio del cuerpo físico, porque de no ser así, dicho cuerpo sufriría serias consecuencias, ya que la fuerza potencial emanada directamente del cuerpo espiritual, produciría un corto circuito; por esa razón es que utiliza al ego para que retransmita regulando la potencial energética y pueda llegar a los otros cuerpos más debi l i tada.

A medida que el cuerpo físico va aumentando su potencia energética (es decir evolución) y se p o n e e n un grado vibratorio mayor, va recibiendo esta fuerza con más intensidad y pureza, y l lega un momento en q u e el ego sólo se convierte en un puente abierto, permitiendo el paso o intercambio directamente ; es cuando el Espíritu toma contacto directo con el físico.

Las fuerzas vibratorias del Espíritu tienen la potencial ener­gética de la Fuerza Creadora o Divinidad, y si la transmitiera directamente al f ísico destruiría la materia.

Por esa razón utiliza al ego para q u e sirva de reductor do corriente, y así disminuida, ésta puede ser transmitida al cuerpo físico.

En los seres que han logrado una identificación con su cuerpo espiritual, es que ha quedado abierto el circuito o paso entre ellos por medio del ego , y éste, una vez logrado este punto, adop­ta la función pasiva, ya que a partir de este momento su inter­vención es de mediador directo, sin realizar ningún proceso fe­noménico en las fuerzas transmitidas.

Es aquí cuando hay casos q u e conocéis que dicen: e l yo infe­rior se identif icó con el Superior o Espír i tu.

Por consiguiente, domina y actúa este últ imo. En toda fuerza emitida a través del ego es modif icado su

grado de potencial idad en una forma gradual , hasta que llegue el momento , de acuerdo a la evolución del individuo, en que pueda recibir dicha fuerza con toda su potencial idad.

No son m u y numerosos los seres que logran ese contacto o iden­ti f icación directa, ya q u e requiere un grado avanzado de evolu­ción y progreso en la vida del individuo.

L a s fuerzas emanadas del G r a n T o d o , l legan al cuerpo espi­ri tual , también reducidas en su grado potencial , ya que éste va a transmitir al ego su potencial idad.

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El ego o cuerpo alma, sufre una serie de transformaciones ener­géticas en sus continuos enlaces y transmisiones, porque sus áto­mos constitutivos sufren pérdidas de electrones en sus continuas descargas de fuerzas emitidas al cuerpo físico.

No debéis pensar que este cuerpo pertenezca a la energía vir­ginal del Espíritu, pues posee su energía propia e independiente, ya que su trayectoria tiene también un programa evolutivo del cual es responsable él solo; por lo tanto en su función de enlace y regulador de energía entre los dos cuerpos, está trabajando para su propia evolución, el éxito o fracaso depende de él mismo.

Toda fuerza emanada del Espíritu es captada por este cuerpo y una vez transformada su graduación, emite al cuerpo físico lo que el Espíritu necesita transmitirle.

Deben conjugarse ambas fuerzas para poder llegar al físico fiel­mente y en el grado potencial correspondiente.

Debemos pensar que toda fuerza emanada del Gran Todo, es la potencia máxima que, llegada al Espíritu, éste absorbe de acuerdo a su evolución, transmitiéndole al ego, en consecuen­cia, de acuerdo a la misma. Toda chispa divina está constituida de fuerza madre energética.

Las corrientes fluídicas entrelazadas en el espacio, sufren me­tamorfosis en su estructura atómica, por ejemplo: haces de co­rrientes espirituales parten del cuerpo espiritual cargadas de X electrones y al llegar al cuerpo alma o ego se combinan o entre­lazan con la corriente emitida por este cuerpo y, al sintonizarse la onda que el ego transmite al físico, es una combinación de energía virgen más energía egoica (electromagnética), ésta con carga inferior a la original por razones ya explicadas.

Este es un bosquejo sintético de la corriente emitida por el Espír i tu al ego.

Suele suceder, a veces, q u e el ser es un individuo evolucionado o de gran evolución y entonces la carga emitida por el ego es exacta , a la que él rec ibe por el Espíritu, y esto es precisamente lo que ocurre, porque ese físico está preparado para recibir car­gas de mayor potencial idad, debido a la evolución y por con­siguiente t iene una carga determinada equivalente a su evolu­ción, q u e está en condiciones de recibir la corriente virgen.

Es este circuito vibratorio una corriente energética equivalen­te al 100 %.

En contados casos ocurre esto y ansiamos que la gran mayoría de los seres logren este porcenta je .

Podemos señalar q u e en toda corriente vibratoria entre el Es­píritu y sus cuerpos, s iempre hay un enlace de fuerzas q u e per­miten al f ísico sentirlo, aunque sea muy imperceptible .

Son los casos de las reacciones buenas en los seres de profunda oscuridad que tienen momentos impulsivos de amor y altruismo; son como chispazos.

Seguir la trayectoria de esta corriente, corresponde a la l ínea evolutiva del ser, y esto no i n c u m b e a ésta, ya que lo hallaréis explicado con claridad más adelante .

Ahondando en el problema de recepción de ondas espiritua­les, podemos determinar lo explicado en este capítulo con sus correspondientes gráficos.

Cuerpos espirituales son lo que conocéis por Espíritu propia­mente dicho y podemos diseñar el bloclc del mismo c o m o corrien­te virgen.

El cuerpo espiritual, constituido de energía pura al l legar a la zona ref lectora, produce una transformación de cargas, redu­ciendo su potencial idad para emitir al ego su corriente virgen y de ahí disminuyendo sus cargas, las emite al cuerpo físico, pa­sando por cada uno de los mundos o cuerpos fluídicos corres­pondientes al mismo.

Cuando el f ísico ha l legado a identif icarse con su ego, puede decir que ya llegó a la cúspide de su trayectoria f ís ica, puesto q u e con esta identif icación logra es tar en contacto directo con su Espír i tu.

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ESPIRITU

Las modulaciones vibratorias

Es preciso para que se determine una onda, cualquiera sea su origen, dos corrientes con cargas equivalentes a sí mismas.

L a s modulaciones de ondas las realiza el campo regulador o catalizador q u e es el ego.

És te , actuando como tal modula las cargas emitidas por el Espír i tu , para transmitirlas al físico y viceversa, porque las que r e c i b e del f ísico, también la transforma para remitirlas al Espíri tu.

Son procesos de orden energét ico como consecuencia de los hechos realizados por los respectivos cuerpos.

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C a b e señalar que todo proceso evolutivo es pasado por la máquina filtradora, para remitir lo que ret iene como positivo al Cuerpo Espiritual , acumulando éste su producto y de esta manera aumenta su caudal evolutivo.

En el proceso evolutivo de todo ser intervienen las corrientes fluídicas emanadas del mundo astral y las del mundo terrenal.

Encontraréis en todo conocimiento divino, seres de gran evo­lución, que han realizado efectos extraordinarios a través de su profunda devoción en la oración, pues bien, esa oración que el ser hace es una concentración mental , donde intervienen y se combinan fuerzas de estos dos mundos.

Al poner la mente en estado laxo, para poder invocar y rogar, se produce como un choque o contacto entre los átomos del ce­rebro con su mundo mental y éstos comienzan entonces a vibrar en una constante determinada, desprendiendo de sus cuerpos, o mejor dicho, impulsando a sus cuerpos, corriente energética 1 que al l legar a un puntos justo de vibración se desprende del cuerpo cerebral pasando a todos los demás cuerpos fluídicos y penetra en el mundo astral, donde se encuentra con las corrientes u on­das emitidas por su Espíritu ( e n la zona r e f l e c t o r a ) , y ahí se es­tablece el circuito vibratorio entre fuerza virgen y física; produ­ciendo como resultado el efecto solicitado, que queda plasmado en esa zona hasta que el ser con sus continuas concentraciones ( todo es fuerza generadora-creadora) h a c e descender al plano terrenal.

De ahí es que muchas veces vosotros, de acuerdo a la intensi­dad de vuestro pedido o concentración, veis el resultado positivo o negativo.

Estas corrientes que parten del mundo mental del individuo, son fuerzas de energía electromagnética y al ponerse en contacto con las emitidas del Espír i tu (v i rgen) se convierten en fuerza creadora, que es la que producirá el efecto.

No todos pueden lograr tal resultado, ya que depende también del grado de evolución q u e posea.

A mayor evolución espiritual mayor intensidad o fuerza para producir el circuito vibratorio de energía o fuerza creadora.

Hay seres que poseen una gran potencialidad mental y esto se d e b e a su potencial espiritual, aunque a vuestra vista os parezca un ser común o de pocas luces.

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Todo individuo posee una potencial energética determinada en relación a la espiritual; es como un motor que genera energía, hay de distintos watts o caballos.

Podéis contar entre los fenómenos supranormales a los produ­cidos por seres que han logrado tales resultados, debido al grado potencial espiritual que poseen.

Todos los casos que revisten caracteres similares son productos de los procesos mencionados.

Podemos decir con toda afirmación y autoridad en la materia, que la mente humana es como una especie de usina de fuerza motriz, de tanta potencialidad en relación a su propio Espíritu, capaz de producir o crear como viceversa.

Habrá en el futura seres que llegarán a producir, con su fuer­za mental, efectos sorprendentes para la humanidad, ya qae ser está preparando el terreno para lograrlo.

Penetrad en el camino de la sabiduría divina y encontraréis hechos de tanta perfección que abrirán nuevos horizontes a vues­tra conciencia actual.

Hace siglos, los seres que habitaban la tierra tenían una fuer­za mental capacitada para producir fenómenos de esta natura­leza, ya que poseían un gran dominio de la misma.

Pero desgraciadamente, comr ha ocurrido hasta ahora, es que el hombre no sabe comprender la Verdad Divina, utiliza para su propio beneficio, poderes que la Divinidad le ha otorgado para bien y progreso de la humanidad.

Durante décadas enteras han hecho experimentos que, sorpren­didos ellos mismos de tales poderes, creyeron que eran patrominio individual y, llevados por la ambición y el egoísmo, desviaron su propio progreso.

Para evitar que vosotros cometáis el mismo error, os aconsejo conocer y comprender exactamente estos poderes o facultades que la Potencia Creadora os ha otorgado.

Buscando en los recónditos secretos universales encontramos que nada es producto de uno mismo, sino consecuencia de todo. Es decir, todo pertenece al mismo engranaje y cada uno es un es­labón, el cual depende de otro, de lo contrario quedaría aislado y desprovisto de todo valor y función.

Siguiendo el derrotero evolutivo de un ser, podéis observar que sus facultades son proporcionales a su grado evolutivo y, co-

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mo consecuencia de todo, el t raba jo realizado en distintas y su­cesivos renacimientos o vidas.

En cuanto a las fuerzas mentales podemos hacer u n a división estructural de las mismas y señalar la función específ ica dé cada u n a de ellas.

El Mundo Mental o cuerpo etér ico o f luídico de l individuo, es una composición atómica con sus respectivos polos y cargas de ­terminadas, pero dichos átomos son de orden divino, ya q u e r e ­c iben sus fuerzas del cuerpo espiritual propiamente dicho; éstos poseen en su estructura, eletrones de origen divino o virginal y por lo tanto su producto o resultado de fuerzas corresponde a su emisor.

Estos átomos tienen una consistencia totalmente etér ica y en su energía solo hay fuerzas creadoras de un potencial máximo.

En este cuerpo mental está depositada toda carga energét ica virginal, propia de c a d a individuo o espíritu, cada uno en con­cordancia con su evolución y, por lo tanto, posee una potencial propia para cada uno, de ahí que observáis fenómenos q u e no todo ser puede realizar.

En el cuerpo atómico mental , sus electrones son de carga ex-tr ictamente virgen y homogénea; el cuerpo cerebral posee átomos de carga heterogénea ya q u e es una combinación de fuerzas emanadas del mundo mental y de su propio cuerpo.

Estos átomos son de mayor densidad y sus fuerzas heterogéneas . La función de cada cuerpo es de acuerdo a la composición

energética de cada uno. Podemos decir q u e toda fuerza emitida por el mundo mental ,

puede producir fuerza o energía nuclear virginal o divina, y las producidas por el cerebro son densas y comple jas .

C a d a una en su función especí f ica posee su grado determinante de potencial idad.

En los procesos de orden evolutivo intervienen fuerzas men­tales, ya producen o crean, y en el transcurso de una vida inter­vienen las fuerzas cerebrales .

Es decir , e l Espíri tu se ret iene para sí, las fuerzas creadoras que necesi ta p a r a su evolución y el cerebro es propio de cada individuo q u e cesa cuando cesa su mater ia .

En cuanto a todo lo relativo al mundo mental , podemos dec i r

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q u e toda fuerza emanada de tal cuerpo es fuerza creadora vir­gen y de orden evolutivo.

La explicación gráfica del átomo en su estructura

C o m o modelo o unidad de la constitución de la mater ia ató­mica en su forma estructural posee un cuerpo revestido de una corteza.

Imaginaos como si fuera un huevo en el cual la cascara es la corteza externa, la clara la segunda capa o media y la yema la tercera capa o interna.

E n t r e esas tres hay una cantidad de electrones que son los q u e le dan la carga al átomo en sí. ( F i g . 3).

En el centro del átomo o yema se encuentra el núcleo. C a d a capa t iene carga positiva y negativa. En el núcleo ( c a p a interna) está la mayor cantidad de po­

tencia. El mayor número de partículas positivas y negativas se encuentran en la capa interna del átomo.

Dentro del núcleo además del positivo y negativo, se halla el neutro que es el regulador de estas fuerzas.

Cuando los electrones del á tomo vibran, se combinan unos con otros formando el circuito vibratorio, y en sus revoluciones, impulsan electrones perdiendo peso y cargas.

A medida que las órbitas del átomo eliminan electrones, pierde densidad pero aumenta su potencial porque la pérdida de e lec­trones es de afuera hacia adentro, as! sucesivamente hasta l legar al núcleo.

Su vibración aumenta de potencialidad ya que pierde peso y densidad al desprenderse de los electrones negativos y atrae por magnetismo hac ia el núcleo, los positivos que quedan en dichas capas.

A medida que vibra pierde electrones y pierde peso. Es decir , a mayor pérdida de electrones mayor potencialidad

( a u m e n t a carga pos i t iva) . Los electrones negativos son expulsados y los positivos atraídos

hacia el interior. Es ta carga es totalmente magnét ica ; la externa es eléctrica. Aplicad esto a la enseñanza con respecto al Espíri tu, al ego

y al cuerpo físico.

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El cuerpo físico posee cuerpo-menta l y cerebral . T i e n e el cuerpo mental electrones de carga positiva proporcio­

nal al número de capas eléctr icas que posee el cuerpo cerebral .

Es decir , según el número de células o neuronas cerebrales es el número de e lectrones con cargas positivas (eléctricas) que po­see el cuerpo mental y sus distintas correlaciones, formando un circuito vibratorio electromagnético en estado virginal o primi­tivo, pero éstos van sufriendo transformaciones y transmutaciones a medida que estos cuerpos adquieren mayor desarrollo o e jer-ci tación mental cerebra l .

Estos casos o e jemplos se pueden observar en los seres que se dedican a la práct ica de concentración y meditación en los seres que llevan una vida intensa de estudios científicos de investiga­ción en el campo médico-cientí f ico, etc . , y aún en los seres de una ardua tarea comercial que les obliga a realizar constantes y renovados trabajos numéricos .

El Espír i tu emite al ego los electrones expulsados y de ahí pasan al f ís ico ( m e n t a l ) .

El cuerpo mental en vibración, posee electrones vírgenes, a trae carga virginal.

Al l legar al ego es carga virginal pero reducida la potencia­l idad de la misma.

Expulsa electrones magnéticos negativos q u e son atraídos por los electrones (e léctr icos-negat ivos) expulsados por el cerebro y en esta forma realizan el c ircuito vibratorio y así producen el e fec to o fuerza vibratoria.

E s t a fuerza es una combinación de carga e lectromagnét ica . A mayor vibración o movimiento, mayor pérdida de electrones

negativos. La fuerza vibratoria es un conjunto de electrones acumulados

y cada electrón es un es labón: eslabón magnét ico , eslabón eléc­trico.

De acuerdo al número de electrones es la potencia de la onda. La mente posee átomos propios y rec ibe átomos del Espír i tu;

se es tablece el c ircuito vibratorio y produce fuerza magnética virginal:

El cuerpo mental posee átomos espirituales, a medida que crece magnét i camente pierde carga negativa.

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La mente vibra y expulsa electrones y a su vez aumenta los electrones del núcleo de ese átomo.

Sigue el cuerpo mental, expulsando electrones negativos hacia el exterior y retiene electrones positivos; es lo que absorbe para aumentar su caudal potencial evolutivo para cada vida exis-tencial.

Esta es la explicación del átomo en sí y de las cargas y vibra­ciones que ejerce.

Al perder peso, ese átomo se utiliza fluídicamente y los ex­pulsados vuelven a su lugar de origen; al perder peso pierde densidad y se utilizan los átomos del cuerpo mental.

La extmctura del átomo como parte integrante de la materia, es un elemento decisivo y determinante de todos los cambios ex-tructurales y las transformaciones que sufre la materia en sus transmutaciones electrónicas.

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E s t e e lemento importantísimo y determinante, es considerado por e l hombre como un elemento físico, componente de la molé­cula densa; pero no siendo errado tal concepto , no es totalmente completo, porque les falta conocer q u e dentro de e s e e lemento , existe aún otro elemento constitutivo del mismo q u e es el de­terminante de todas las transmutaciones q u e sufre el mismo.

E s t e e lemento integral de la mater ia , se l lama N E U T R O - P O -T R O N y se lo denomina f ís icamente.

Esta es la fórmula numérica de dicho elemento. Puedo decir que años de intensísimos estudios y análisis me han

llevado a esta comprobación y verdadera función de dicho ele­mento .

Aclaro q u e ésta no es la fórmula completa , pero con esto es suficiente para todos aquellos que busquen la verdad y la paz.

La faz del átomo mental es de la misma caracter íst ica que la del cuerpo espiritual y cada uno posee su propio núcleo o átomo simiente.

De acuerdo al gráfico observáis que el átomo al perder elec­trones pierde peso y densidad, por lo tanto quiere decir que ese cuerpo va adquiriendo liviandad o mayor sutileza, esto es en el caso que corresponde al proceso evolutivo.

A medida que dichos cuerpos transmiten y rec iben fuerzas, van adquiriendo materia o átomos sutilizados que se van a unir al cuerpo espiritual, permitiendo al espíritu reservar o acumular caudal evolutivo, ya que todo es en provecho del mismo.

Siguiendo el recorrido de este proceso vibratorio atómico, ob­servad q u e el núcleo o parte interna del á tomo adquiere mayor potencial idad, ya que va recibiendo electrones q u e las capas siguientes a éste van desprendiendo de sus cuerpos, por consi­guiente estos electrones aumentan la capacidad potencial de ese átomo o cuerpo , dando además la potencial idad en todos los aspectos de l ser.

De ahí q u e , como dijimos, el poder mental para transmitir determinadas fuerzas se d e b a al grado evolutivo de l mismo, este

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poder mental es el grado de carga electrónica que posee él nú­cleo del Stomo mental.

A medida q u e el ser evoluciona va aumentando dichas car­gas nucleares, faci l i tando, o mejor dicho, agilizando el poder vi­bratorio del cerebro , q u e es el cuerpo encargado de transmitir las ondas para cristalizar las formas q u e le ordena la mente y a ésta, la emisión vibratoria del Espír i tu .

C o m o veis es una cadena continua y de circuito cerrado.

Estos átomos al perder electrones adquieren l iviandad; son los átomos sutilizados q u e van a depositarse por medio de emisión de Ondas al cuerpo espiritual.

T o d a emisión de ondas es un resultado de la vibración ató­m i c a , q u e desprendiendo los electrones van a formar la cadena electrónica u onda, ya que ésta es una continuidad de los mismos.

Cuándo el c e r e b r o emite una onda, es una cadena electrónica más pesada q u e la q u e es emit ida al Espíritu y, por consiguiente, ésta es la q u e va a dar lugar a la cristalización de las formas q u e determina e l cerebro .

Estos cuerpos son cargas eléctricas q u e l levan o arrastran en sí mismos carga magnét ica , p e r o de m u y reducida o m í n i m a por­ción, ya que todo ser o mater ia posee energía e lectromagnética

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y a medida q u e evoluciona va transmutando sus átomos eléctricos por magnét icos .

Encontraréis seres que si les hacéis la prueba de capacidad magnét ica , t ienen mayor unos q u e otros.

Es to se d e b e exclusivamente a su grado evolutivo, puesto que el espíritu correspondiente y su cuerpo mental poseen cargas magnét icas , y van transmitiendo mayores cantidades de elec­trones magnéticos, porque su mater ia está capaci tada para rec i ­birlos y en caso contrario no le sería posible, ya q u e su poder de recepción sería incompatible con el emisor.

Los poderes mentales o facultades supranormales que carac­terizan a determinados seres como sensitivos, es por la razón ex­pl icada en, varias oportunidades.

T o d a fuerza mental q u e proviene del Espír i tu es energía pura con un determinado número de electrones en su átomo básico, q u e le transmite potencial idad al á tomo cerebra l y éste, por su intermedio, emite transformando su estructura energét ica , a los respectivos centros sensoriales que darán origen a nuevas fuerzas producidas por la fr icc ión o movimientos de los mismos.

En el cerebro las fuerzas u ondas recibidas son de origen netamente eléctricas, y al combinarse con las mentales , producen como resultado las fuerzas electromagnéticas .

De aquí , sus movimientos vibratorios irán a dar lugar a la onda q u e se irradia hacia los respectivos centros.

La fuerza mental directamente se emite para casos de orden puramente fluídico o abstracto, y las cerebrales son aplicadas para la mater ia densa.

En este proceso, se produce la clasif icación c división, porque la onda mental q u e parte del Espír i tu, siendo corriente magné­t ica , es virginal o divina y aplicarla directamente sobre la mate ­ria sería, en la mayoría de los casos, de peligrosidad debido a la potencial idad de la misma.

En e l á tomo mental actúan electrones con mayor carga q u e en la mater ia densa, ya que ésta es una fuerza combinada .

Podemos dec i r q u e todo lo q u e sea producto u origen Espi­ritual , es decir virginal, es de una potencialidad mayor que la producida por la materia .

En e l cuerpo mental intervienen fuerzas fluídicas con un número determinado de energía , que proviene del cuerpo Es-

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piritual, transmitida al ego o cuerpo alma y de aquí a la m e n t é ; por esta razón además de ser potente su energía es reducida comparada al Espíri tu, ya que antes de l legar a es té cuerpo es pasada por el catalizador o filtro que es el ego.

Podéis observar q u e en toda fuerza mental emit ida hacia un determinado objet ivo, es mucho más rápido y potente su efecto por las razones explicadas.

El cerebro, dividido en pequeñas celdillas que poseen cada una, corriente o carga determinada, está dividido el grado de potencial idad, disminuyendo así las fuerzas de las mismas.

E s t e cuerpo f ís ico es el transmisor de ondas que deben emi­tirse a los cuerpos físicos directamente , no así a los f luídicos o etéricos, para los q u e deben emplearse las de orden mental .

Encontramos casos de individuos que la c iencia considera como enfermos neuróticos o histéricos y atr ibuyen a esto un desequil ibrio en la función de la neurona; caso erróneo, puesto que es por efecto de acumulación de carga electromagnética en los átomos que la constituyen, y no teniendo la descarga nece ­saria, producen el desequilibrio nervioso manifestado en la irri­tabi l idad y directa descentralización mental ; pero en estos casos es producto exclusivamente de una carga excesiva en la corrien­te atómica.

Es en estos casos, donde podéis encontrar a la mayoría de los seres q u e poseen facultades suprafísicas y necesi tando su desarro­llo, se manifiestan esa serie de trastornos que se observan en los mismos.

En el proceso terapéutico hay profesionales que observan este fenómeno, pero hasta la fecha no han podido dar una explicación exacta al respecto.

Si los psiquiatras supieran realmente las causas de los trastor­nos mentales de algunos seres, su ferviente y del icada labor se hallaría totalmente reconfortada por el éxito.

Sufriendo la consecuencia de todo lo que aún se ignora, la hu­manidad sigue luchando por lograr descubrir el secreto de toda existencia en el mundo.

Pero la desviación los ha llevado al error y permanecen m u ­chos en el mismo, porque no quieren ver lo q u e está ante sus ojos.

T r a t a d de dejar de lado todo fanatismo y observad la verdad

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pura y f iel y lograréis entrar en la senda de la Sabiduría Divina, que , c o m o tal , es perfecta y exacta.

Hablaremos en términos generales con respecto a la estructura de la vibración y ondas, ya que ellas son las q u e producen y crean todo lo existente en el Universo.

Viendo la esfera astral podríais comprender con mayor nitidez los engranajes sutilísimos que mueven al mundo y a los seres.

Podéis pensar que todo esto es producto de una mente fanta­siosa; pero cuan equivocados estáis, ya q u e esto es producto de laboriosos y sacrificados estudios a través de" años y vidas, donde todo se ha ido acumulando después de severos y adustos trabajos , q u e costaron a miles de seres su propia existencia.

L l e g a d o es el momento de poner en vuestras manos los q u e otros infatigables obreros, silenciosos y amantes de la humanidad y la Divina esencia q u e le dio origen, lucharon por obtener.

Podemos dar un rápido y simple bosquejo de la constitución de una onda, que sabiendo su verdadero origen, composición y función, poléis emplear y dominar para benefic io de todos.

Es te es el esquema estructural de la onda.

E n una onda intervienen tres cargas energét icas : + ; — y + ; combinadas establecen una corriente + q u e puede ser magnét i ca , e léctr ica y electromagnética , depende del campo emisor, función y objet ivo a impresionar.

Todas las ondas partidas de la m e n t e son magnét icas y su fun­ción es para cuerpos u objetivos fluídicos.

En el caso que la emisión sea de origen cerebral , la onda es e lectromagnét ica , y las ondas emitidas por los centros sensoria­les son eléctr icas .

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Pero todas las ondas en su origen son magnéticas , ya que su emisor inicial es su Espíritu.

Al recibir la el ego regula esta onda y reduce su carga , trans­formando sus electrones y emitiéndola a los otros cuerpos de acuer­do al poder de receptividad q u e cada uno de ellos posea.

Estas ondas q u e originariamente salieron del Cue r po Espiri tual en su últ imo recorrido, ya con sus átomos transmutadas sus cargas llevan la energía correspondiente de acuerdo al cuerpo que lá emite y al objet ivo que debe impresionar.

U n a onda curativa, por e jemplo, es la siguiente:

T o d a emisión de onda magnét ica l lega a su parada final con la misma energía ; pero con un potencial de mil lonésima parte en su grado centesimal .

La onda e lectromagnét ica cont iene las dos energías pero con

la carga en lo centesimal.

Es así como al recibir esta onda, el cuerpo impresionado reac­ciona y produce el fenómeno, ya sea curativo, creat ivo o neu­tralizante.

T o d o esto lo veréis con mayor comprensión en las cartillas indi­viduales en q u e son explicadas con más amplitud.

No nos es posible hacer lo aquí , dado q u e es m u y extenso é ! t ema y sería dilatar en extremo la obra y, por consiguiente, de resultados no positivos.

Legendarios seres han real izado grandes sacrificios en aras de su ideal espiritualista.

Podemos decir con toda sinceridad que hoy son pocos o esca­sos los hombres capaces de hacer lo mismo.

Por eso , en vista de lo actual , es que se presenta a la humanidad e l presente texto, para q u e no se de jen l levar por " fantást icas d o c -

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trinas", sino por convicción propia después de un profundo y analít ico examen de estas ciencias, para q u e sea la lógica y el razonamiento lo que los lleve a la verdadera razón de la exis­tencia humana.

Se puede continuar en la lucha desafiante de la propia natu­raleza a costa de sus propias vidas, exponiendo y jugando su tran­quil idad espiritual y material .

La lucha en la vida por mantener una posición material los lleva a una desviación real del verdadero cauce , q u e es el futuro del mundo, no de un individuo o grupo, sino de toda la huma­nidad, ya que todos unidos constituyen el grupo humano.

No podéis ver la verdad de todo esto porque vuestras m e n t e s , están empañadas por el logro de una posición material .

Pero para hacer un equilibrio entre la materia y el espíritu es que ofrecemos a vosotros este concienzudo estudio, pina que por vuestros propios medios, analicéis y comprendáis la realidad uni­versal.

Siguiendo el curso de ésta en lo referente a las ondas vibrato­rias, se puede dejar por base o asiento, que todo lo que se rige y crea en el Universo es producto de estas ondas.

Preguntaréis quiénes son los q u e dan lugar a la vibración del cuerpo espiritual o Espír i tu.

Pues bien, el Espír i tu como b a s e o raíz de todo lo existente, es un cuerpo constituido por átomos fluídicos, pero átomos al fin, q u e poseen un cuerpo con sus respectivas cargas y provistas de una función especí f ica : crear y evolucionar.

En esta acción la masa a pesar de ser etér ica , es existente y rea! y cumple estr ictamente con estas dos funciones.

En la creación, sus átomos constitutivos, proceden de acuerdo a lo ya explicado e intervienen las fuerzas u ondas mencionadas , produciendo como resultado el objet ivo buscado: crear.

En esta función, el átomo básico con sus respectivas cargas , ac­túan en consecuencia a lo que su esencia les l leva, es decir , vi­brar y accionar.

C o m o ya se di jo, el á tomo en su función vibratoria produce la extensión de la misma en forma de onda, yendo a impresionar a los demás cuerpos y, por consiguiente, realiza el circuito vibra­torio q u e dará lugar a la cristalización de la materia densa o f ísica.

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Éstos, provistos de sus respectivas cargas, producen una cons­tante energía que mant iene o envuelve al resto de los cuerpos en cadena vibratoria energét ica , viviendo en constante movimiento o accionar .

Pueden así revestir las distintas característ icas que los identi­f ica como material espiritual etérica y materia densa.

En la constante renovación q u e se produce como resultado de su permanente acción, es q u e presenta los distintos ^fenómenos q u e a vuestros ojos son simples y lógicos resultados de la naturaleza.

Pero ¿os habéis tomado el trabajo de pensar si esa naturaleza que para ustedes es algo inherente al ser humano, no tiene una secreta incógnita a simple vista, que encierra en sí toda la tra­yectoria de la existencia? ¿Os tomasteis el t rabajo de analizar por q u é venís al mundo y adonde vais?

Sí , lo habéis pensado, pero, como es complejo y es más fácil aceptar lo regalado que trabajar para lograr, optaste por lo primero.

En vuestro cuerpo existe una combinación de fuerzas que , se­paradas o aisladas, desintegrarían vuestra existencia quedando convertidos en la nada.

Ponéis en duda o, tal vez, os causará risa tal afirmación pero guardaos de desafiar a la naturaleza, que es la madre creadora de todo lo actual.

Penetrad en el laberinto de ésta y comprenderéis que todo lo q u e se anuncia no es fruto de fantasía ni fanatismo de algunos y determinados seres.

Buscad la forma de poder entrar en la secreta creación y veréis q u e todo es cierto y real.

Los seres de grandes revelaciones que actualmente trabajan para la realización de los fenómenos supranormales, ignoran cuáles son las verdaderas causas de sus facultades, lo consideran como un don divino que Dios les ha otorgado.

Es c ierta tal creencia pero, además de esto, se debe exclusi­vamente a las conquistas evolutivas que ha a'dquirido en su tra­yectoria viviente.

En estos seres, que aún no pueden explicar exactamente los factores q u e intervienen en tales procesos, se observan caracteres peculiares de cada individuo, pero siempre, bajo los mismos efec-

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tos , ya q u e todo fenómeno parasicológico es producto de las fuerzas q u e intervienen en tales casos.

H a y seres dotados de ciertas facultades psíquicas y carecen de otras y es precisamente en las q u e están reveladas h a y un ma­yor desarrollo, poseyendo las otras en estado latente .

Sólo necesitan poner en funcionamiento tales fuerzas para que af loren.

En el caso de clarividencia, como es natural o común observar, su vista capta ciertos hechos fuera de la órbita visual f ís ica, con­siderando tal fenómeno como registrado por una segunda vista que p e r c i b e en su mente .

Es to se d e b e a q u e las fuerzas vibratorias mentales producen un movimiento radioactivo limitado en el mundo mental-abstracto.

Son ondas refle jadas por la vibración atómica de este cuerpo, no así en el caso de los dotados visuales f ísicos, ya q u e en estos casos intervienen los átomos cerebrales , realizando el mismo pro­ceso, sólo que la potencia vibratoria es menor.

En el primer caso pueden registrarse fenómenos que están plas­mados en el éter y q u e aún no han descendido al plano físico, es el caso de las premoniciones.

Éstos son sucesos por ocurrir o efectuarse y los seres poseedores de facultad pueden captarlos.

Es d e b i d o al grado de desarrollo potencial de los átomos men­tales, ya que éstos son de una potencial idad incalculable por la composición energét ica que los constituye, ya q u e es fuerza puramente magnét ica y t iene mayor extensión y profundidad.

Todos estos casos de fenómenos parasicológicos que observáis se deben exclusivamente a esta razón.

L a s ondas mentales de energía magnét ica producen fuerzas vi­bratorias que no l imita c a m p o ni t iempo.

No así en los fenómenos registrados por el cuerpo cerebral que es energía electro-magnética.

A medida que el ser revela mayor desarrollo, va aumentando el g r a d o electrónico de sus átomos y sufriendo en el transcurso de este desarrollo u n a transformación de cargas en sus átomos constitutivos, l legando con el t iempo a transformar energía eléc­trica en, magnét ica .

Es por esta razón que se aconse ja a todo ser dotado de estas facultades, q u e ponga en práct ica o movimiento sus fuerzas, para

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q u e obtenga con el t iempo su mayor capacidad receptora y trans­misora, logrando, de esta manera , la metamorfosis atómica d e sus cuerpos . \

Es caso estr ictamente individual, ya que no todos los indivi­duos poseen e l mismo grado de facultad.

Haré un pequeño bosque jo de la captación mental y cerebral .

En todos los casos de fenómenos premonitorios intervienen las ondas mentales , ya q u e las mismas, dada su naturaleza magnét ica , están capacitadas para la captación profunda del mundo Astral o etérico; pudiendo, de esta manera , penetrar por medio de ellas al c a m p o extrasensorial, puesto q u e su intensidad de f recuencia está preparada para tal proceso.

En los fenómenos de captación física intervienen; como ya se di jo, las ondas emitidas por el cerebro , ya q u e éstas no pueden penetrar en e l é ter , s ino únicamente en e l campo físico, d a d o q u e la esencia de su estructura y su potencial idad no les permite a c ­tuar fuera de ese campo.

En muchos casos se observan en general fenómenos de ambos orígenes, produciendo como consecuencia u n a emisión de ondas mixtas; es decir , mental -cerebral .

L a s de origen mental emanadas de su cuerpo y las de cere ­bro, se encuentran en el circuito vibratorio produciendo a m ­bos fenómenos y es por eso q u e encontramos seres dotados de ambas facultades .

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En este proceso mixto los átomos de ambos cuerpos revisten una característ ica propia, definiendo el sensitivo como un ser de mayor grado potencial energético.

Es to se observa en sus reacciones caracterológicas y su faceta más marcada es la tendencia a la fatiga mental , presentándose como estados de depresión y angustia, porque sus átomos cere­brales y mentales , sufren un mayor desgaste de energía al estar en constante movimiento o accionar, de jando como consecuencia tal estado de ánimo.

Podéis verlo en muchos casos de seres que afectados en sus temperamentos , la c iencia acude a farmacología rutinaria; pero no h a c e más q u e un suave paliativo, no pudiendo desterrar por completo esc estado y convirtiéndose el ser en un neurótico crónico.

Si la c iencia médica encontrara la raíz de este proceso, podría lógicamente dar un definit ivo corte a estos fenómenos, puesto que sabría encausar convenientemente la declinación mental-ce-rebral del individuo.

Desterrad todo elemento nocivo a vuestra mater ia , ya que la misma persistirá en ese estado, porque su mal no está en el cuerpo mismo, sino en su constante accionar en forma indebida y desequil ibrada, produciendo un mayor desgaste de energía , ya q u e las fuerzas están traba jando en forma descontrolada.

En este caso es q u e aconsejamos pongáis en práct ica vuestros dones naturales en una forma ordenada y sincrónica, para utilizar el producto de esas fuerzas en b i e n propio y colect ivo.

Sincronizando dichas fuerzas, dirigidas correctamente y encau­zadas a un fin determinado, podéis obtener grandes éxitos y una absoluta salud mental .

H a y en todos estos casos una pérdida inútil de energía que va poco a p o c o minando vuestro cuerpo y carácter .

En los fenómenos de premonición, encontraréis seres que ellos mismos no saben su procedimiento ni origen, solo saben qué les sucede, sin dar otra explicación.

No olvidéis que todo en e l Gran Cosmos es producto de una constante Energ ía Creadora y , como tal , no h a y nada en estado estático, sino, por el contrario, es un continuo movimiento creador y transformador.

En adelante podemos ir explicando s istemáticamente el proceso

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que se realiza en los continuos movimientos atómicos del cuerpo mental cerebral .

Es de suma necesidad que dominéis esto para para poder diri­girlo y controlarlo.

En el proceso mental que he dejado expresado, es de suma importancia se tenga en cuenta que las ondas q u e intervienen s iempre son ondas mentales.

Cuando se produce el fenómeno visual, donde actúa la onda cerebral , es por impulso de la onda mental y en el caso de pre-monisiones sólo ac túa la onda mental ( m a g n é t i c a ) .

Podemos aclarar asimismo que en todo fenómeno parasíquico s iempre interviene este cuerpo mental , ya sea clarividencia pre­sente, premonitoria, telepatía u otro fenómeno de este orden, ya q u e en todos ellos debe intervenir la acción mental .

En estos casos de clarividencia pura es imprescindible la in­tervención de las ondas mentales , puesto q u e es el agepte im­pulsor, ya sea para los centros sensoriales craneanos como para los otros distribuidos en el resto del cuerpo físico.

H e c h o esto, la mecánica sensorial pone en movimiento sus en­granajes y produce el efecto o fenómeno.

En este proceso, reflejos de impulso y acción, los átomos cons­titutivos de los mismos van sufriendo metamorfosis estructural , adquiriendo con la e jerci tación cargas vírgenes y por consiguien­te sutilización en su peso.

Es decir , el átomo origen que es de carga polivalente, a m e ­dida q u e va traba jando va perdiendo electrones de su cuerpo y esencia y por consiguiente va sutil izándose( permitiendo así q u e su funcionamiento vaya siendo cada día más rápido y exacto.

En este proceso fnetamórfico del átomo, es cuando Ls seres dotados de tales facultades observan que van adquiriendo mayor desarrollo y precisión y es s implemente por este motivo: pérdida de electrones en el peso atómico del cuerpo en su función.

En todos los casos fenoménicos hay s iempre una combinación de fuerzas e lectromagnéticas con magnéticas puras, sufriendo las primeras la metamorfosis nuclear y electrónica, adquiriendo en esta forma la transformación estructural y energét ica .

Por e jemplo : un individuo con facultades psicométricas, pone en acción sus átomos mentales que actúan como agentes impul­sores, yendo a impresionar a los átomos constitutivos del centro

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sensorial correspondiente, en este caso los craneanos; éstos entran en acción y en su movimiento, q u e va aumentando la velocidad progresivamente, va desprendiendo electrones de su cuerpo cam­biándolos por los d e l cuerpo efector q u e son de mayor potencia­lidad y energía material ( m a g n é t i c a ) , estos electrones desprendi­dos van a unirse, formando la cadena electrónica q u e irá a im­presionar al cuerpo u objetivo señalado.

En ef procedimiento electrónico de los átomos, e l cuerpo pro­piamente dicho, adquiere mayor sutilidad y energía aumentando su gradual potencial en proporción a su función.

Es así como un cuerpo cerebral , poseyendo carga electromag­nética, al ir perdiendo cargas , s imultáneamente va adquiriendo carga magnét ica y, por consiguiente, aumenta su caudal poten­cial , ya q u e esta energía es mucho mayor q u e la anterior, ad­quiriendo así, poco a poco, mater ia virginal.

E j e m p l o : un átomo cerebral .

Si un átomo, por e jemplo, posee 34 valencias, éstas son eléc­tricas y al ir desprendiéndose, va reduciendo su potencial original y peso, pero al mismo t iempo rec ibe electrones o cargas positivas de origen mental que son estrictamente magnéticas .

En el proceso evolutivo ocurre exactamente lo mismo, el cuer­po espiritual con sus sucesivas vidas va perdiendo cargas nega­tivas y positivas de origen, pero con sus trabajos progresivos y productivos, sufre un constante renovar de su materia , hasta el punto de convertirse en materia virginal pura (esto ocurre en los seres que han logrado el máximo de evolución) y su cuerpo es cada vez más sutil y de mayor potencialidad debido a sus tra­bajos constantes de progreso en favor de su propia evolución.

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CAPÍTULO IX

CONCEPTO KÁRMICO

En es te capí tulo iremos d i rec tamente a la formación kármica de los seres q u e d e b e n volver a renacer para lograr despren­derse d e l a misma.

En una vida un ser toma mater ia f ís ica para desarrollar su propia existencia espiritual, es decir , t raba jar para su evolución y l legar con una determinada función a cumplir .

És te , a l encontrarse en la mater ia , pierde exac tamente con­c iencia de su comet ido al renacer y d e b i d o también a la densidad del f í s i co q u e le impide recordar su propósito, p e r o s iempre, o casi s iempre, h a y lo q u e vosotros llamáis subconsciente , q u e está latente y en distintas formas, le h a c e sentir que debe realizarse en u n a determinada forma y camino .

No s iempre se da crédito a lo q u e éste d ic ta y se sigu el camino contrario, entonces en su trayectoria desviada comi nza a caer e n una escala de retención o parálisis, por este i n c r m -pl imiento a la ley q u e lo r ige , puesto q u e todo está b a j o la re­genc ia de u n a ley ; y esta ley kármica c u m p l e su apl icación y es c u a n d o le m a r c a al ser q u e está en d e u d a con la m i s m a ; y és te , quiera o no , ya ha adquir ido u n a d e u d a q u e d e b e pagar la inde­fec t ib lemente en esta vida o en la próxima.

Es ahí c u a n d o observáis a seres q u e a pesar de su desesperada lucha por adquir i r Ciertos benef ic ios o placeres mater ia les , se ven interrumpidos por accidentes inexplicables y desconcertantes .

Podéis no tar q u e l a mayoría d e estos seres revisten toda la part icularidad de los q u e deb ieran lograr el más grande de los éxitos e n todos los aspectos , p e r o ocurre todo lo contrario.

Hay var iedad infinita de e jemplos q u e se pueden presentar a vosotros; pero carecemos de t iempo para los mismos y seguiré­

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mos adelante con el proceso kármíco, tomando como base este ejemplo dado.

Pues bien, en este proceso ocurre lo mismo que al átomo que constituye los cuerpos, en sus metamorfosis genésicas; pero sola­mente en sentido opuesto.

Todo ser que renace, trayendo karma cósmico, va sufriendo una metamorfosis en la constitución esquemática de sus respec­tivos cuerpos; pero sucede que en lugar de desprenderse de elec­trones densos, va perdiendo los virginales que contiene y aumenta su peso, densidad y potencial, en cargas mucho más densas que las que poseía en origen.

Es decir, que en vez de ir adquiriendo mayor sutileza en su cuerpo, va perdiendo la que posee y recibe aún mayor densidad en todos los cuerpos.

Es el caso de seres que observáis están en un estado casi pri­mitivo, como vosotros llamáis a esos seres de escasa o ninguna comprensión para su propio progreso.

Hay seres de brillante actuación social, económica, CULTU­RAL, ETC.: PERO CARECEN totalmente del conocimiento legí­timo de su origen y trayectoria universal.

A estos seres es que lo tildamos de casi primitivos, en sentido lógicamente figurado, puesto que están en estado embrionario con respecto a su evolución.

Deseo que estas palabras no llegue a herir la sensibilidad de nadie, ya que no es un ataque ni ofensa, simplemente un burdo ejemplo para dar mayor claridad al caso presentado.

Podéis considerar a vuestro propio Yo como el mejor juez para juzgar vuestros actos y sentimientos.

La Energía Divina, fuente de Sabiduría, Amor y Justicia, no olvida un solo gesto ni acción para sus muy amados frutos: el hombre.

Las fuerzas que actúan en vuestros cuerpos, son todas de ori­gen mental, pero con reducido número de cargas o valencias en su composición atómica.

Ya que está el cuerpo físico compuesto de energía eléctrica más magnética, esta última pertenece al mundo mental.

En todos los casos de fuerzas cósmicas, se combinan dichas fuerzas con las del cuerpo de cada individuo, formando un ciclo

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energét ico de un determinado número de cargas específ icas a cada c u e r p o ^

En los casos de seres con karma cósmico, podéis considerar q u e es un átomo cósmico con átomo mental y f ís ico, es decir cada karma posee la combinación de estos tres átomos o fuerzas; en el transcurso de una vida, el cuerpo físico va perdiendo cargas pertenecientes a este últ imo y sutilizando, en consecuencia , la de los otros cuerpos, esto en el caso de que el individuo l leve una vida de progreso para su propio ser, en caso contrario el fenó­meno sería a la inversa.

Podemos destacar que en éstos, donde intervienen átomos de los distintos mundos, las corrientes que se establecen entre ellos, son cada vez de mayor f recuencia y l iviandad, permitiéndole a cada cuerpo l iberarse de átomos densos, que le ayudan a la ob­tención de su desprendimiento kármico.

Es posiblemente para ustedes un poco extraño y dudoso este h e c h o , pero es posit ivamente real .

Observad la composición atómica de un cuerpo y veréis cómo en él se combinan fuerzas de otros cuerpos u orígenes; pero siem­pre dentro de las mismas característ icas, no así con estos perte­necientes al caso explicado.

D e b e tenerse en cuenta que en todos los seres existe una es­pecie de karma, ya sea cósmico como vital, porque hay una dife­rencia entre uno y otro : uno se adquiere en las vidas físicas o planos físicos, el cósmico pertenece al mundo astral.

Por e jemplo : un ser que se halla en el astral cumpliendo una tarea o misión desde su plano, como guía de seres que perte­necen a la tierra, si interviene en la acción o l ibre arbitrio del guiado, esto le acarrea el Karma Cósmico, pudiendo perder una evolución por tal causa, de ahí la importancia y gravedad del hecho.

L legan posteriormente a la t ierra o plano denso y traen con­sigo d icho karma, teniendo que trabajar arduamente para poder l iberarse del mismo.

El proceso l iberal , sucede mater ia lmente dicho, como se ha ex­plicado de acuerdo al desprendimiento electrónico del átomo constitutivo.

No olvidéis que en todos estos casos h a y una combinación tri-lógica de fuerzas:

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Cósmica + Mental + F ís ica .

C o n el avance paulatino y progresista, puede el ser en cues­tión l iberarse de tales cargas , p e r o para tal h e c h o d e b e y necesita trabajar intensamente en la vida en q u e tome mater ia .

P u e d e suceder q u e el ser no reencarne , p e r o el proceso es e l mismo en e l p lano astral.

En la variedad de casos e l karma vital es e l resultado de hechos en la vida física q u e per judican la evolución, o me jor dicho re ­trasan la misma, porque por medio de su l ibre arbitr io dejan sin efecto o sin realizar, lo q u e han solicitado al pedir nueva materia para reencarnar .

De esta manera es como poco a poco van agregando una deuda más al número q u e poseen al reencarnar .

E s t e karma vital, o deuda, d e b e pagarse indefect iblemente , ya q u e toda ley exige su cumplimiento.

D e s d e el punto de vista atómico, en este proceso deudor o kár-mico, las células atómicas van adquiriendo mayor número de electrones densos, en vez de eliminarlos para la sutilización de sus cuerpos y sucede que al desencarnar se encuentran con que sus cuerpos que antes poseían una deuda, por e jemplo, de 100, en esta otra vida la aumentaron con 10 más, es dec i r : q u e vol­vieron con un baga je de 110.

Por consiguiente, deberán volver a una nueva vida para l legar a pagar tantas veces c o m o sea necesario, hasta que su cuenta q u e d e totalmente l iberada.

Y es aquí donde sucede q u e sus cuerpos han adquirido la total renovación de sus átomos, convirtiéndolos en átomos virgi­nales, q u e es el f in de todo ser en su proceso evolutivo.

De ahí q u e h a y seres que cuando pasan revista a sus vidas pasadas, se encuentran con que vivieron millones de veces , ad­mirándose de tal cosa, pero lógicamente , es consecuencia de su propia voluntad y conducta , ya q u e para esto no interviene nada más q u e él mismo.

Podemos decir que todo karma vital es el resultado de la l ibre decisión en el actuar de cada uno , al encontrarse en la vida física, puesto q u e nadie ni nada le exige hacer lo contrario, sino él mismo.

D e b e m o s anotar que es necesario q u e despierten a la realidad

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y comprendan perfectamente , cuál ' es la verdadera causa de toda existencia y el porqué de tantas otras.

C r e o q u e queda perfectamente ac larada la causa y qué es el karma vital.

Pero no olvidéis q u e en todos los casos, nadie está desprovisto de su guía auxiliar p a r a ayudarlo en su progreso, sólo está im­pedido de actuar en su l ibre arbitrio por lo explicado en el karma cósmico.

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CAPÍTULO X

C O N C E P T O D E V I V E N C I A

Muchos seres h a n declarado q u e toda vivencia o existencia es resultado biológico en la escala zoológica.

Visto desde el punto de vista material hay algo de cierto pero no exacto, ya que toda existencia t iene un origen animal , sí, pero no primaria, puesto que la evolución f ísica de un ser, comienza desde el re ino más inferior (considerado por vosotros) .

T o d o ser físico o material , comienza desde la piedra, puesto q u e el á tomo unicelular se inicia desde ese reino y desde ahí sufre las distintas transformaciones evolutivas hasta l legar a la especie humana, pasando por todos los demás reinos anteriores.

E s t e á tomo unicelular, se desprende de l átomo simiente d e l cuerpo virginal, que ya está completamente plasmado en el plano correspondiente a su l ínea evolutiva.

D i c h o átomo, va sufriendo la metamorfosis propia q u e le corresponde, de acuerdo a la línea evolutiva q u e se ha diseñado, pero siempre conservando en su parte más ínt ima o núcleo, la característ ica q u e le corresponde.

T o d o ser venido de materia virgen divina, sufre sus transfor­maciones como materia al desprenderse de su seno materno, pero lleva impregnado en su esencia materia virginal, no per­diéndola jamás salvo en casos de seres que por su propia volun­tad se resisten a su evolución y por consiguiente terminan en el mundo correspondiente a este tipo de seres.

Pero en caso contrario, todo ser salido, como ya se di jo, de materia virgen, se transforma en materia mixta y vuelve o ter­mina en materia virgen para refundirse en su seno al final de su ciclo.

E n t r e las diferentes escalas de el ser viviente, podemos señalar q u e su evolución a partir de la piedra, sigue un curso o l ínea

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progresiva, de acuerdo a la función y misión que d e b a desem penar en sus sucesivas vidas.

E n t r e ellas podemos señalar al alga marina, que siendo una especie animal procedente de la naturaleza acuát ica , sigue su evolución a través de los siglos, pudiendo l legar a la especie humana, s iempre q u e su derrotero esté plasmado ya en el Cosmógrafo , que es el órgano o equipo creador de las distintas evoluciones de todo ser vivo.

En el largo proceso evolutivo, interviene en su esencia siem­pre el grupo al cuál pertenece primero, individualizándose poco a poco hasta que l lega a transformarse en un ser indiviso o individuo, valiéndose de sus propios cuerpos y medios.

En este desarrollo intervienen una serie de fuerzas q u e l legan a producir en el á tomo o célula originaria, ¡as distintas trans­formaciones q u e sufre para su evolución como especie .

E n t r e estas fuerzas, se hallan las creadoras ígneas, que com­binadas en grados proporcionales a su cometido y objet ivo, in­tervienen para que suceda la transformación celular que cons­tituye el ser.

Ya di j imos q u e todo ser comienza por un átomo virgen sus­pendido en el plano c ó s n r c o , donde está plasmado todo su derrotero.

É s t e paulat inamente desciende como unicelular , con toda su potencial idad energét ica en espado latente y Fu íd ico ; penetra en un montículo de elementos donde, poco a ñoco, irá sufriendo la metamorfosis celular que le corresponde, l legando a conver­tirse en materia dura o piedra.

De ahí continúa evolucionando hasta l legar a la maduración necesaria para pasar a la otra escala q u e le sigue, q u e ya puede

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ser vegetal marít imo, terrestre o planetario cósmico; depende de lo plasmado en su origen en el Cosmógrafo.

En esta transformación celular de su especie , los elementos q u e lo constituyen van sutilizando su mater ia paulat inamente de acuerdo a su grado y l ínea evolutiva, hasta l legar al grado máximo de su escala; en caso contrario, su permanencia en ésa será de mayor t iempo, porque su tendencia hacia lo positivo o negativo determina el t iempo.

En este proceso evolutivo como especie , ocurre e l f enómeno de geogénesis, donde sus átomos constitutivos van sufriendo la metaforfosis, pr imero en sus capas externas hasta l legar a la central , interna o nuclear.

U n a vez llegados a este punto o plano, éstos realizan su ca-riogénesis o división nuclear , separándose sus polos para ir a refundirse con otro opuesto que se hal le en su misma situación o punto divisorio.

En todo átomo viviente se encuentran las siguientes partes o capas con sus respectivas cargas :

Son siete capas y en c a d a una de ellas se encuentran electro­nes afines entre sí pero que rechazan sus polos dentro de la misma capa , es decir , son afines los electrones de u n a capa con la otra siguiente.

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A medida que estos electrones van adquiriendo mayor po­tencialidad, van desprendiéndose de los cuerpos que los cons­tituyen y van a unirse con otros electrones sueltos en el terreno o c a m p o al cual pertenecen, formando así poco a poco, un nuevo cuerpo o átomo, hasta q u e l lega a la últ ima capa o zona interna ( n u c l e a r ) , quedando concentrada la mayor energía virgen en dicho punto y es ahí cuando éste pierde su estado o escala, pasando al siguiente.

Dentro de este proceso no se debe olvidar que intervienen las cargas y corrientes correspondientes a su propio cuerpo, te­rreno o campo en q u e se desarrolla y fuerzas externas cósmicas que lo impresionan y producen las reacciones electrónicas.

Estas fuerzas que influyen en el proceso metamórf ico de la célula viva, son fuerzas cósmicas q u e emanadas de la gran ener­gía, parten con toda su potencialidad conteniendo en sí energía virgen.

Suceden casos en que células q u e se r e s a l e n a esta metamor­fosis, permanecen en su estado embrionario rechazando toda trans­formación genésica pero infaliblemente deben sufrir un cambio y desviadas de su l ínea, por su propia resistencia, van a degenerar o convertirse lentamente en seres contrarios de acuerdo al derro­tero q u e t ienen señalado en su cámara cósmica donde está plasmado el mismo.

Éstas son las que posteriormente l legan a ser seres de fuerzas negativas y destructivas, terminando en el mundo en que ellas mismas eligieron, puesto que desde su estado embrionario, existe su l ibre albedrío ( e n este caso es la resistencia a la metamor­fosis producida por las fuerzas cósmicas que las impres ionan) .

Podemos decir que todo ser viviente emanado de la Energ ía Creadora, c rece , se desarrolla y vuelve al seno que lo engendró, s iempre y cuando no se desvíe.

Las distintas característ icas de los seres se deben a la inter­vención en la metamorfosis celular de origen, ya que cada una trae marcada su línea o derrotero biológico.

C a b e señalar q u e en cada uno de ellos, además de su l ínea, interviene en su característ ica la fuerza propia que la constituye, siendo la q u e def ine su realización genésica.

Ya se di jo q u e en todo proceso evolutivo intervienen distintas fuerzas q u e impresionarán a Ja célula o átomo, dándole el impul-

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so y acc ión correspondiente por medio de los electrones de sus capas constitutivas.

De más está decir q u e en este proceso, las fuerzas externas o cósmicas impresionan a dicho cuerpo pero d e b e n combinarse con las d e l mismo para q u e se real ice la transformación genésica correspondiente.

Es de suma importancia q u e d icho cuerpo se af ine con las mismas para q u e éstas puedan producir e l cambio q u e necesi ta .

No es posible pensar que sólo las fuerzas cósmicas pueden realizar todo el proceso.

Es necesaria la intervención y adaptación del ser para q u e dicha influencia ac túe como corresponda.

Desde el origen divino hasta su etapa final, el ser va sufriendo transformaciones y transmutaciones en sus cuerpos fluídicos y físicos, como así, en sus facetas caractereológicas y emocionales .

De ahí que se pregunten, cómo es posible que si todos somos parte de la Energ ía Divina y de la misma partimos, pueda h a b e r tantas imperfecciones y ruindades humanas.

Es muy simple: todo ser nacido del seno materno (Mater ia D i v i n a ) , comienza su evolución para ir a refundirse en la que le dio origen; pero a medida que sufre sus distintas transforma­ciones, va adquiriendo densidades que heterogenizan su materia y así, si no poseen una fuerte resistencia a la negatividad de esas influencias, desvían su cauce terminando donde y como se explicó.

¿Por q u é es necesaria esta evolución o desarrollo en el ser ya q u e todos partimos de la Divinidad?

Se preguntarán: ¿Por qué no nos quedamos en ella y no tene­mos q u e realizar así tal proceso y peligro de caer en el abismo? Pues , porque todo ser debe y t iene que ganarse su propio mundo, ya q u e muy fácil sería permanecer al ¡ado de la madre y vivir constantemente a su abrigo.

No , eso sería erróneo. En todo ser, como es aba jo es arr iba; si vosotros permanecie­

rais e ternamente al lado de vuestra madre terrenal y b a j o sus expensas ¿que lograríais con el lo? : vuestra propia destrucción moral , personal y emocional .

No llegaríais nunca a realizaros como hombre . C a d a uno debe ganarse e l pan que c o m e . De !a misma manera sucede con el proceso evolutivo.

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Ya se di jo que todo ser comienza en el seno materno y luego va desarrollando de acuerdo a lo plasmado en el mundos Astral o Cósmico.

Podemos decir como e jemplo : vuestra madre , al nacer idealiza un futuro bril lante para vosotros y se sacrif ica y lucha para que tal ideal se real ice pero resulta q u e vosotros, l legado el momento , hacé i s lo contrario de lo que ella plasmó y a pesar de sus esfuerzos para haceros comprender que es equivocada vuestra conducta , os resistís a sus consejos.

E x a c t a m e n t e y con mayor bondad y amor ocurre c o n la M a d r e Energía Divina.

Por eso no nos cansamos de deciros y ayudaros a q u e desper­téis y comprendáis la realidad de vuestras existencias y del Uni­verso; no os dejéis engañar por fantasías insostenibles y espe­jismos frágiles.

Esforzaos por comprender y ver la Verdad que está a vuestro a lcance y vista.

No os resistáis a la Bondad Creadora , que ella os brinda todas las facilidades para que os salvéis y retornéis al seno del que partisteis, l levando en vuestro baga je los triunfos obtenidos por la lucha y la constancia.

Dichosos de aquellos que h o y tienen sus ojos abiertos y han descubierto el Secreto Universal .

Hac iendo una síntesis del proceso evolutivo del ser desde su origen, podemos considerar distintas etapas coincidentes con las que forman la estructura atómica .

Ya se dijo q u e el á tomo primitivo emanado de la Energ ía Divi­na llega al plano físico con siete capas sucesivas, siendo la interna el núcleo o mater ia virgen.

L a s capas más externas provistas de sus respectivas cargas , van desprendiéndose de las mismas a medida que el ser evoluciona.

Cada una compuesta de energía con mayor grado de potencia­l idad, de acuerdo a su ubicación, es decir partiendo de la interna o virgen que es la de mayor carga potencial , las subsiguientes son gradualmente menores unas a otras, por e j emplo :

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I N T E R N A O V I R G E N

A medida que el ser va evolucionando, va perdiendo densidad y sus cuerpos van adquiriendo sutilidad, transparencia y poten­cial idad, trasmutando su energía e lectromagnética en magnét ica .

Al l legar al punto interno o núcleo con todo su potencial , es el momento que pasa a la escala siguiente que le corresponde de acuerdo a su derrotero plásmico.

Es decir , que de átomo elemental constitutivo de la materia , pasa a la siguiente escala que es la piedra; ya que en ésta, conti­núa su evolución dentro de ese estado, realizándose el proceso electrónico descripto anteriormente.

Podemos dec i r que en esta forma sucesiva, el ser va escalando su progreso, hasta terminar en la materia virgen que lo engendró.

Seguid paso a paso este proceso haciendo vosotros mismos un pequeño croquis de la escala animal y llegaréis al hombre .

L a s fases de todo cuerpo fluídico, de acuerdo a su evolución, presentan mayor bril lo debido a la vibración propia o inherente a las mismas.

Puede decirse q u e todo ser posee un determinado color y brillo propio a su grado evolutivo; esta luz es producto de la vibración atómica de sus cuerpos componentes .

A medida que el ser progresa en la escala ascendente , va ad­quir iendo un grado determinado de vibración, que corresponde a la potencial idad de sus electrones.

Ya q u e éstos son desprendidos de sus cuerpos por la constante transformación q u e sufren, pierden electrones densos y absor­b e n en su interior o núcleos, electrones puros y afines a su cons­titución (magnét i ca p u r a ) .

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En toda descarga electrónica, cada capa constitutiva de los cuerpos atómicos, va perdiendo electricidad y adquiere mayor cantidad de electrones magnét icos .

Parece una paradoja , pero es ¿sí , puesto que todo cuerpo en principio desprendido de la mater ia virgen, contiene en su esen­c ia materia virgen y al ir ascendiendo o recorriendo el camino trazado* previamente , como ya se di jo, va adquir iendo en su re ­corrido, densidad y sutileza, contrasentido a simple vista, pero no es así, puesto q u e los cuerpos más externos son los q u e están más al contac to con el mundo o c a m p o en q u e se desarrollan y a medida q u e el ser progresa en su trayectoria adquiere por un lado, electrones puros, que depositados en el astral los asimila y re funde en sus cuerpos hasta el punto en q u e l lega el momento en q u e pierde sus cuerpos externos quedando únicamente el nú­c leo o cuerpo interno; éste es materia virgen originaria y mater ia pura adquirida.

Podéis compararlo a una porción de vuestra cubierta exterior, la piel .

És ta posee varias capas que a medida q u e se va desarrollando el cuerpo, sus células van renovándose y aparecen nuevas capas provistas o constituidas por células nuevas con todas sus propie­dades y potencial idades inherentes a cada una , conservando en sí la característ ica común a las células de su te j ido.

En una forma similar sucede con las capas superpuestas q u e constituyen el átomo, base de todo ser vivo, con la diferencia q u e éstos además poseen sus cargas electrónicas, que son las q u e van a jugar el papel importantísimo en el desarrol lo evolutivo del ser, c o m o mater ia viva densa y mater ia e tér ica virgen o Espír i tu .

De aquí , l a importancia q u e poseen los átomos q u e van per­diendo su energía , sin reemplazar a éstos por los q u e le corres­ponden en proporción progresiva, ya sea en energía c o m o en materia .

T o d o á tomo básico, partiendo del mundo que lo ha plasmado ant ic ipadamente a su aparición material , l lega en un estado de le targo; se p u e d e emplear e s t e - t é r m i n o pero no pierde nunca su pureza original y por consiguiente su potencial idad, eso sí , ya dij imos q u e a medida que se 'desarrol la en el terreno material de acuerdo a su voluntad, donde juega papel importantísimo y

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determinante su libre arbitrio, puede hacerle desviar y perder como consecuencia su carga pura y potencial original.

En el comienzo de todo ser, existen, pues, las tres potencialida­des que formarán el futuro ser : (es tado latente pero viviente) energético y físico o hetereogéneo.

Dentro de este último es donde se sufren las variantes que desviarán o conducirán al fin señalado, al ser partido de la M a d r e Cósmica .

En este intercambio de energía q u e va sufriendo el ser en su derrotero evolutivo, es cuando se muestra su firmeza en la posi­ción en que ha sido puesto; no olvidéis q u e esto está perfecta­mente plasmado en la cámara madre l lamada Cosmogeógrafo, donde c o m o una fábrica industrial, empieza desde el más ele­mental detalle o material , hasta quedar concluido su tej ido, listo para l legar a manos del que lo usará,

E jemplo un poco grosero, pero creo q u e es algo gráfico para que comprendáis mejor la función que t iene dicha cámara ge­neratriz.

Las fuerzas cósmicas impresionan a los átomos que formarán el futuro ser.

Podéis comprender que esas fuerzas constituidas por Fuerza Virgen Divina, l levan en sí impregnada la potencialidad de su origen, impresionando al átomo con la potencia que la reviste.

Estos átomos puestos en movimiento por dicha fuerza, reac­cionan y adquieren poco a poco la característ ica impresa ya en el Cosmos.

Con esto damos por explicado el. derrotero breve y simple del concepto de vivencia.

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CAPITULO XI

L A S F U E R Z A S M A D R E S

En estas fuerzas encontraréis la misma constitución estructural de todas las fuerzas creadoras, l levando en sí potencial idad divina.

Estas son las q u e intervienen en el desarrollo evolutivo del ser y las mismas que se util izan para la realización de fenómenos creadores.

Su estructura y energía , partiendo del seno virginal, no puede contener más que los mismos elementos q u e éste , siendo por con­siguiente fuerza creadora madre.

Dichas fuerzas poseen la particularidad de q u e contienen ener­gía virginal y l levando la misma, su influencia o intervención es de origen virginal divino.

En los casos de fenómenos reconstituyentes de átomos se utili­zan dichas fuerzas, ya que es necesario materia atómica pura y nueva.

Estas fuerzas puestas en contacto con el átomo del órgano que se desee reconstituir, arrojan de su cuerpo todo e lemento muerto o inactivo y renovando sus cuerpos constitutivos, d a n lugar al cuerpo nuevo o transformado.

Es un proceso celular por medio de energía madre , que es energía magnética pura, dándole a dicho cuerpo la energía ne­cesaria para su reconstitución, despidiendo de sí todo e lemento negativo o inerte.

A pesar de su grado potencial energét ico, logra una perfecta renovación molecular sin dañar en absoluto las moléculas sanas y vivientes, interfiriendo solamente en la parte afectada.

P u e d e ser de gran util idad para los casos de injertos y sobre todo, reconstitución" celular de te j idos.

Estas fuerzas existentes en el Cosmos son util ízables para todo aquél q u e necesite desarrollo, renovación y evolución.

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Podemos decir que todo elemento reactivo que observéis en lo q u e se ref iere a cuerpo físico, es real izado por medio de estas fuerzas.

Dichas fuerzas estructuralmente están constituidas por átomos vírgenes magnéticos, con un grado potencial equivalente a 1.000 revoluciones por segundo.

De acuerdo a la intensidad del cuerpo mental conque se ex­traiga dicha fuerza, aumenta su potencial idad en grado propor­cional a ésta.

Es decir q u e si vuestra mente emite una onda al seno de éstas fuerzas ( C o s m o M a d r e ) , dada su potencial idad así será su res­puesta o auxilio.

E s t e proceso es similar a una b o m b a de absorción, en este caso la b o m b a es la mente , e l oxígeno que ésta emite para absorber es la onda y la fuerza madre atraída en sus átomos por cargas afines se atraen penetrando en la cámara absorbente de acuerdo a la capacidad de la misma.

E s t a capacidad absorbente está representada por el grado de intensidad mental conque se emite .

L a s fuerzas mentales transmitidas hacia este seno virginal, lle­van en sus átomos cargas mentales magnéticas de menor poten­cialidad q u e las fuerzas madres pero su composición es idéntica.

Podemos dec i r q u e la mente es una M a d r e Cósmica en minia­tura y su potencial energético es proporcional a ella.

De aquí es donde podéis observar la importancia de los kilates mentales , por su similitud con .esta F u e n t e , por su potencial idad y su función específ ica .

Es aún hoy día desconocida la verdadera función de la mente y la capacidad creadora que ésta posee.

Si la c iencia actual descubriera y dominara dicha capacidad, lograría para la humanidad no un total, pero sí un 80 % de efec­tos positivos y realmente sorprendentes.

Puedo asegurar q u e dicho conocimiento dará la mayor riqueza q u e puede poseer la ciencia, ya q u e quedaría descubierto para ella el secreto insondable e insoluble hasta la fecha .

D e b e n tener presente que éstas fuerzas son primordiales y de­terminantes de todo efecto y acto realizado por el ser.

Descar tando las posibilidades contrarias escasas q u e quedan el éxito es total .

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Parece úñ tanto insólito e l h e c h o de dec i r q u é la mente es creadora y determinante pero no les quepa la menor duda al respecto, ya que es positivamente así, puesto que ella es parte esencial de la Madre Cósmica Creadora , y por tal razón acciona y reacciona como ella.

Ya se ha dicho que todo en el Universo es vibración pura y combinadas, las vibraciones determinan los efectos y fenómenos existentes.

T o d o ser vivo, toda materia (densa o f luídica) es producto de vibración y ésta procede de su causa .

En el c ic lo energético que se produce entre vibraciones, po­déis anotar que las fuerzas madres originadas en su fuente, poseen la potencial idad y fin q u e las conducen.

En todo proceso efectivo de causa y efecto intervienen dichas fuerzas, las q u e son orientadas hacia el punto que la mente hu­mana las l leve.

De aquí el poder e importancia de las mismas. Siguiendo paso a paso la trayectoria de una fuerza u onda

mental , podemos observar que su línea es netamente positiva en su acción no dejando nada sin hacer , pero sí, no se d e b e olvidar y esto es muy importante , que así como dicha onda es positiva­mente real izable , en caso contrario es destructora; es decir , si con una emisión mental queréis construir, crear o reconstruir, así también podéis hacer lo inverso.

Q u e d e esto perfec tamente aclarado y presente, dada la im­portancia de la misma.

Sin de ja r de olvidar q u e todo es producto de vibración virgen y heterogénea, podéis, al menos, comprender el a l cance de su fuente genét ica .

Si en el transcurso de este l ibro observáis un leve cambio en vosotros, como ser una especie de sopor o leve mareo , no os preocupéis y pensad que a medida que vayáis adelantando en la lectura, vais penetrando en el recóndito laberinto del secreto de las fuerzas q u e dan origen y lugar a toda existencia, ya q u e en las l íneas y palabras impresas va impregnada la vibración en sí q u e os conduce a tal f in.

No abandonéis , ni os dejéis vencer por ese efecto , porque si esto ocurre, quiere decir que vuestros átomos constitutivos son sensibles a esa vibración y como tal reaccionan fortif icándose,

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pudiendo en un futuro no muy le jano, obtener resultados mará-virios para vuestro mejoramiento propio y el de vuestros con­géneres.

La luz de la Divina Creación está s iempre latente sobre cada uno de vosotros y aumenta o disminuye su intensidad de acuerdo a vuestra comprensión.

1 6 6

CAPITULO X I I

L A E S Q U E M A T I Z A C I O N D E U N A O N D A M E N T A L

La fuerza vibratoria correspondiente a la onda menta l está constituida por u n a sucesión de átomos equidistantes , en una proporción razonada de acuerdo a la longitud de la misma.

E s t a sucesión de átomos con sus correspondientes capas estruc­turales y cargas propias a c a d a una de ellas t ienen u n a constante equivalente a la carga del á tomo subsiguiente.

Estas cargas puestas en movimiento , van desprendiéndose de sus capas externas, uniéndose entre sí con las cargas equivalentes y correspondientes al á tomo siguiente, donde forman un nuevo cuerpo compuesto de cargas desprendidas de las capas externas de cada á tomo, per tenec iente a esa onda de longitud determinada.

C a d a uno de estos nuevos cuerpos desprendidos de l á tomo, va a dar lugar a la fuerza q u e le imprimirá movimiento a la onda q u e par te de l cuerpo mental .

Es de ahí la importancia q u e t iene la capac idad absorbente y emisora del cuerpo menta l .

C o m o ya se ha d icho , e l cuerpo menta l o m e n t e es un cuerpo puramente etér ico, consti tuido de fuerza magnét ica .

C u a n t o más cerca del cuerpo físico está la onda , t i ene mayor número de cargas e lectromagnét icas y a medida q u e se a le ja del cuerpo f ís ico, en este caso cerebro , va perdiendo esas cargas q u e son eléctr icas y magnét icas para ir a terminar en átomos total­mente magnét icos , con las cargas propias de su esencia .

Es dec i r , q u e esa onda de emisión larga, corresponde a l cuerpo cerebra l .

Es ta carga e lec tromagnét ica q u e se ext iende y se va despren­diendo de l cuerpo cerebra l , va perdiendo cargas negativas y van q u e d a n d o cargas positivas q u e corresponden al magnet ismo pu­ro ; de a c u e r d o a la intensidad q u e p o n e o da el agente impulsor

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o cerebro, va a la mente y de acuerdo a esta intensidad es la longitud de esta onda p a r a l legar a la Fuerza Madre Creadora .

De ahí absorbe Energ ía Creadora y la emite nuevamente al cuerpo mental y de ahí al cuerpo cerebral ; es un circuito total­mente cerrado.

En este caso es una esquematización de onda mental y aclaro q u e de acuerdo a la intensidad de la emisión, será la longitud de onda, y la longitud de onda es fundamental , ya que penetra más profundamente absorbiendo en su mayor totalidad fuerza pura : fuerza pura equivalente a magnético puro.

E s t a fuerza u onda l legada a la Fuerza Creadora M a d r e , a b ­sorbe la energía de esta fuente con todas sus cargas y parte nuevamente al punto irficial, vuelve al cerebro que es el que ha emitido la onda pero con fuerza creadora.

Ha salido de su cuerpo como fuerza electromagnética , pasa por la mente y en ese trayecto va desprendiendo sus cargas eléc-

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tricas y a medida q u e se va acercando al Cuerpo Magnét ico va quedando con cargas positivas.

Estas ondas de longitud larga, generalmente t ienen la función específ ica de crear , construir, constituir, pero dada la potenciali­dad de las mismas, pueden destruir, desintegrar.

E s o equivale a decir que esta onda, de acuerdo al agente o cerebro , puede ser constructiva, benéf ica , productiva, como puede ser totalmente negativa, destructora.

Pero no se debe olvidar que en esto intervienen también las leyes del Cosmos y no quedará a plena l ibertad de uso el ser o mente destructora; podrán hacer uso de ella los seres llevados a utilizarla y aprovecharla en toda la bondad q u e la misma contiene.

H a y u n a parte de dicha onda donde sus electrones t ienen o sufren una pequeña transformación, es en esa descarga o des­prendimiento de las capas externas de los átomos, que l legará a convertirla en positiva o negativa.

D a r é una esquematización del circuito vibratorio de la onda mental con las fuerzas creadoras, dando la explicación estructu­ral de los electrones desprendidos de las capas externas de los

P U E N T E S E L E C T R Ó D I C O S

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átomos que componen las corrientes de uno a otro cuerpo de los nudos.

Estos electrones desprendidos de sus capas externas, poseen la carga correspondiente a la potencial atómica a que pertenecen pero con menor número de valencias.

Sirven en todos los casos de conductores y transformadores de energía.

Estos electrones, desprendidos de sus capas superficiales, se agrupan por afinidad formando lo q u e se conoce por nudos o puentes electródicos, constituyendo un circuito vibratorio de co­rrientes de fuerzas creadoras secundarias.

Estos nudos o puentes que sirven de enlace entre unos y otros electrones, se unen con otros, desprendidos de las capas respec­tivas de cada átomo, pertenecientes a las distintas corrientes emanadas de sus fuentes, sea mental o creadoras; se unen a los otros electrones por afinidad de valencia, por afinidad de carga.

Parece un error o un disparate lo dado, pero es algo tan real y exacto como lo más concreto' que vuestros ojos puedan observar.

Estos electrones que para la corriente en sí no cumplen fun­ción primaria, son de gran importancia, ya q u e ellos establecen el circuito cerrado de la zona energética, donde su intervención sirve y es utilizada como transformador de las corrientes emitidas, ya que el cuerpo físico de todo ser no puede recibir la corriente u onda exactamente como la envía el cuerpo de la Fuerza Crea­dora, ya q u e su potencialidad sería destructora, imposible de soportar ningún cuerpo físico y por tal razón, estos electrones que en principio parecen de ninguna importancia, son de gran importancia para el circuito de corriente creadora.

Estos electrones unidos entre sí, como ya se ha dicho, por afi­nidad de valencias de cargas, unidos forman un nuevo átomo, podemos considerarlo así, con la potencialidad de cada uno de ellos que ya la traen de acuerdo al átomo primario a que perte­necen y unidos entre sí constituyen una potencial energética de gran envergadura.

Es muy posible que esto sea un poco discutido porque no ha podido el hombre llegar a descubrirlo o descifrarlo exactamente , pero con estos esquemas dados y su explicación algo elemental , l legará a aclarar bastante los puntos aún no descubiertos por el hombre científico actual de vuestro mundo.

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Espero que realmente sean de utilidad mis explicaciones. Los lazos de unión entre una y otra fuerza, son electrones

desprendidos del cuerpo mental, pertenecientes a las capas ex­temas de los átomos.

Podemos decir que entre las fuerzas mentales y creadoras hay nudos o puentes (electrones) que unen una y otra corriente.

Todas las fuerzas emanadas de estos cuerpos conducen energía virgen, pero con diferentes valencias electródicas, que puestas en circuito, o mejor dicho, atraídas hacia sí, se imantan, produciendo entonces energía magnética.

Estos puentes sirven de transformador de energía y por consi­guiente permiten a ambas corrientes transmitir las mismas a los distintos cuerpos.

De estos puentes electródicos se extraen ciertas corrientes elec­tromagnéticas, de una potencialidad superior a la máxima de la energía terrestre, ya que pertenece a la energía cósmica extra-terrestre.

Si los cuerpos que vosotros poseéis se acercan a una distancia de 1.000 leguas quedarían electrocutados.

Estos puentes además de servir en lo dicho, presentan otras funciones por demás importantes ya que la mente absorbe de ellos su energía externa, para producir ciertos fenómenos perte­necientes a la categoría de magnetización visual y táctil.

Podemos considerar a los mismos como puentes de energía creadora secundaria.

Estos nudos o puentes electrónicos además de las propiedades ya dadas, poseen una muy importante, que es la de servir de aislador de corrientes en las zonas energéticas, ya que su potente acción absorbe e irradia energía a su alrededor.

Es un hilo conductor, transformador y aislante. Por medio de ellos es como se regula la energía que se dirige

a los cuerpos físicos, ya que de ser enviada directamente podría ocasionar al cuerpo físico una fuerte conmoción con resultados muy serios.

Estos puentes revestidos de energía neutra, actúan como tal. Podemos explicar que toda corriente mental, enviada al Gran

Depósito Creador y vuelta al cuerpo físico, realiza un perfecto circuito completo cerrado.

El desarrollo de esta fórmula es fácil obtenerla con lo ya dicho.

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Es m u y importante q u e conozcáis perfectamente este proceso para su me jor uti l idad y provecho.

T o d a fuerza mental emanada del cuerpo físico, dirigida al Cu erp o Creador , es de una potencial idad superior a la de un aerolito.

Potencial idad y velocidad, ya q u e su rapidez es producida por la intervención de las distintas corrientes que actúan y la carac­terística propia de cada átomo que las constituye.

En esta corriente, donde actúan átomos electromagnéticos, mag­néticos y fosforescentes, combinados forman el circuito electro-magnetófosforescente, cuya fórmula física podríamos darla de la siguiente manera ; pero lógicamente no m u y comprensible para quienes no t ienen conocimientos de la misma pero de igual ma­nera l a deremos : H S F 4 :

La primera letra corresponde a la parte atómica de la energía eléctr ica, la segunda a la magnét ica y la tercera al fósforo, pero la tres elevadas a la 4* potencia .

E s t a fórmula podéis aplicarla en los casos de emisión de ondas creadoras magnéticas.

T o d o individuo posee en potencia dichos elementos pero su desarrollo mental en un orden sistemático puede obtener dichos resultados, logrando hacer con su m e n t e grandes realizaciones de provecho propio y general .

Las fuerzas o corrientes que actúan en estos procesos son de gran realización y potencial energét ico nuclear.

Si la humanidad conociera perfec tamente dichas potencias, no se destruirían unos a otros como hasta ahora, ya q u e verían la Bondad Creadora para todo ser existente en el Universo.

Sabe Dios q u e la inconsciencia humana ha l levado al hombre a la destrucción de sí mismo, ya q u e de poseer tal dominio se sentirían dueños del secreto más poderoso hac iendo mal uso del mismo.

Es por eso que hasta el presente no se ha podido revelar este secreto, puesto que esta humanidad no ha despertado aún a la realidad Creadora Universal .

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CAPITULO X I I I

L E Y E S C Ó S M I C A S

En el mundo etérico las fuerzas q u e gobiernan son tan exactas y poderosas q u e no hay nada, por más microscópico o poderoso que sea, q u e escape a su acc ión y efecto .

Se puede considerar q u e éstas, son las que en conjunto forman el sistema de leyes que rigen los universos y por las cuales se hacen inexorables.

Cada partícula viviente, cada elemento constitutivo de materia , es impresionado y gobernado por las mismas.

D e n t r o de este sistema no hay una sola palabra ( v i b r a c i ó n ) , un solo átomo, q u e escape a su acción.

De ahí que son numerosos los interrogantes que se hacen a raíz de esto, ya que la generalidad de la humanidad, c ree q u e si un hecho tal o cual es funesto o feliz para un individuo, se pregunta o juzga a la Divinidad como juez inexorable y cruel que castiga y premia.

No es ella la que lo h a c e , sino las fuerzas que componen el sistema de L e y e s Cósmicas.

No hay efecto, sin causa ni nada que sea casual ; en todo acto , pensamiento o emoción es todo producto de una serie de sucesos producidos con anterioridad por infracción a estas leyes y por consiguiente, tarde o temprano, hay q u e cumplirlas.

Cada ser es dueño absoluto de su propia evolución, destruc­ción o progreso, solamente que dichas leyes imprescindiblemente actúan sobre él y lo llevan a la realización de su misma esencia.

Podemos decir con toda sinceridad y l lanamente, que cada uno es art í f ice de su propia escultura.

Es aquí donde se d e b e , por consiguiente, conocer exactamente dichas leyes para saber lograr la perfecta realización individual.

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Si cada uno conociera y dominara las mismas, podría, entonces, construirse hacia un camino de progreso y su trayectoria sería muchísimo más corta que la que hoy llevan, evitando de esta manera los grandes tropiezos q u e sufren en una y otras vidas.

Es por tal razón, que nosotros, amantes de la verdad, de la fraternidad y la igualdad, tratamos de poner en vuestras manos las armas necesarias y exactas para que cada uno logre su salva­ción y humano progreso espiritual.

D e b e m o s por consiguiente, tener sumo cuidado y precaución en la forma en que las damos, para evitar errores y saldos con­trarios a nuestro verdadero f in : ayudar, dar y amar .

Estas tres palabras encierran todo lo q u e dentro de noso­tros hay.

No miréis estas palabras como sutil maniobra para llevaros a una religión precisa y determinada, no , porque somos estricta­mente contrarios a todo lo que sea dogma o secta.

No, sólo deseamos hacerles comprender y conocer lo que hay más allá de la barrera humana terrestre, para que cada uno por su propia voluntad, comprensión y decisión, penetre en esas inmensidades y conozca razonada y lógicamente lo que existe; sepa entonces guiarse y orientarse para su propio progreso.

La Ley es única, se presenta de variadas formas de acuerdo a la comprensión de cada uno, pero es s iempre Una: LEY UNI­VERSAL CÓSMICA, para todos los seres de la Creación, que como hijos de su propia esencia deben volver a ella tarde o temprano pero al fin vuelven a su seno.

Así es la Divina Creación. De continuo se pregunta la humanidad: ¿Qué hace Dios con

nosotros, por qué tal castigo si no lo merezco ; por q u é fulano tiene tanta suerte en todos los sentidos? Esas preguntas son muy comunes en los humanos, pero por qué no se preguntan ¿qué hago yo para merecer mejor suerte? ¿Qué hago yo para que esas leyes eternas sean benefactoras para mí y para toda la humanidad? Nunca jamás se hacen tales preguntas, s iempre se sienten ino­centes y puros, no merecedores de tal destino pero no saben los hombres q u e estas leyes inexorablemente se cumplen fiel y es­tr ictamente sobre todo lo que t iene chispa divina y palpita en el universo.

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No es Dios quien castiga o premia, es el mismo hombre qué imperturbable se labra su propio destino, ya sea en una u otra vida.

Recordad y estudiad concienzudamente lo q u e es karma y, entonces, hallaréis todos estos interrogantes respondidos.

Conoced las leyes universales como conocéis las terrenales y aprended a cumplirlas y entonces recién vuestras vidas comen­zarán a mejorar y progresar.

T o d o cambiará tomando un rumbo distinto q u e el que hasta ahora tenéis.

T o d o será disipado como se despeja el cielo cuando va pasan­do la tormenta.

Pero para eso es necesario comprender estos dos puntos: Kar­ma y Leyes Cósmicas.

Aquí en este libro encontraréis l igeramente explicados estos dos temas, lo suficiente como para que tengáis un concepto ge­neral de los mismos.

Es bastante como para poder cambiar vuestras vidas, encami­nándolas por el verdadero camino que ellas deben seguir.

Las fuerzas naturales, que poderosas e irrevocables gobiernan el Universo, se cumplen exactamente paso a paso, ley por ley, es así como todo ser realiza y conduce el camino progresivo hacia la E t e r n a Divinidad, Creac ión Universal , E t e r n a Energ ía , Su­prema Grandeza , Dios-Cosmos-Energía , e tc .

Cualquier nombre es distinto, pero Único y Real, La Divina Creación o E terna Energ ía , con su infinita bondad

y generosidad en su dar por todos y a todos por igual, no ha escatimado esfuerzos en q u e todo sea con la justicia y exactitud q u e deben recibir sus hijos muy amados, por eso es que hoy, poseedores de su grandiosa O b r a de Amor y Just ic ia , es q u e de­seamos que l legue a manos de todos, el tesoro incalculable del Secreto Universal .

Por medio de estas enseñanzas es que podéis lograr la com­prensión de dicha sabiduría, ya que no es privilegio de unos pocos, sino para todos los que quieran y deseen poseerla para l legar más pronto al Seno Virginal .

E s t a F u e n t e de Energ ía Creadora , es productora de todo lo que en el Universo existe.

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Es de continua y perfecta elaboración, ya q u e ni un solo ins­tante cesa en su poderosa actividad.

E s t e es un microscópico e jemplo de la E t e r n a Energ ía creando permanentemente .

Analizad y sacad conclusiones, ya que cada uno poseéis la gracia absoluta de la lógica y comprensión.

Agregad a vuestros conocimientos hasta ahora adquiridos y ampliad los mismos, aclarando las ideas y conceptos no claros, para q u e la luz de la Verdad se haga en vuestras mentes y así adquirientes de la Verdad Suprema, podáis encauzar vuestros pasos hacia el camino de la E t e r n a Creación.

D e j a d vuestros pensamientos limpios en toda pesadez mater ial , de todo problema que atormenta y pesa en vuestras mentes , tra­tad de q u e penetre en ellas la serenidad y la paz y entonces, re ­c ién así, comenzad a analizar estas enseñanzas, q u e si para voso­tros no son comprensibles o ciertas, solos abandonaréis , porque la hora no ha sido l legada, pero no pasará m u c h o que volveréis sobre vuestros pasos y entonces sí abriréis los ojos y todo será c laro y l ímpido como el cristalino y sereno lago en que descansan las aguas para soslayo de sus observadores y paseantes.

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La L u z sea en todos aquellos q u e rec iben en sus manos, e l ma­nantial divino de la E t e r n a Sabiduría .

La secreta y ' laberíntica escalera q u e os conduce hacia el E t e r n o Dador , es más cercana y sensible a vosotros que vuestras propias sombras.

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CAPITULO X I V

F U E R Z A S F L U I D I C A S S E C U N D A R I A S

Ya hemos hablado de fuerzas creadoras y fuerzas madres, ha­blaremos ahora de estas fuerzas q u e no por ser secundarias, restan importancia a su intervención y existencia.

Dichas fuerzas constituidas de electrones magnéticos , pertene­cientes a cuerpos etéricos magnéticos , que se hal lan en el gran­dioso Cosmos, podemos dec i r q u e son ondas magnét icas de segunda magnitud, q u e intervienen en el proceso evolutivo do todo ser o Chispa Divina.

Estas fuerzas potenciales son las que primero actúan en dicho proceso, ya que ayudan a la Chispa a desligarse de los cuerpos o mundos q u e le corresponden, de acuerdo a la trayectoria q u e ésta ya t iene señalada, según lo plasmado en el Mundo de las Formas . ¡

Dichas fuerzas actúan directamente sobre e l cuerpo divino ( C h i s p a ) acompañándola como especie de cubierta protectora hasta el descenso a los cuerpos o mundos densos, donde l legado ese momento se desprenden de dicho cuerpo de jando recién sólo a cuidado y protección de los guías q u e le corresponden y ya t iene asignados.

Es q u e por esta razón que todo cuerpo virginal es de fuerza magnét ica , ya q u e además de la de su propia esencia , están revestidos de esta cubier ta protectora q u e los cuida hasta el momento del nacimiento f ísico.

Disculpad el e j emplo vulgar, pero imaginaos el feto con su cubierta protectora en el vientre de la madre .

En cuanto e l ser nace , sale desprovisto de ésta, pero ella lo acompañó, protegió y al imentó hasta ese momento , ya q u e a partir de ahí depende de la protección y cuidados de la m a d r e .

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Estas fuerzas, de gran potencialidad e jecutora funcional, po­seen en toda su composición específ ica energía magnét ica pura divina, ya q u e pertenecen directamente a la F u e n t e Creadora o Energ ía Divina.

Dios Padre Celestial , dador de toda vida, fuerza suprema de todo lo creado, derrama sobre sus hi jos, frutos de divinos dones y espera con su eterno amor y bondad q u e vuelvan al Seno Su­premo colmados de toda grandeza, para refundirse en la materia que les dio origen y continúen juntos hacia la E t e r n a Creación.

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CAPITULO XV

C U E R P O S F L U Í D I C O S

T o d o cuerpo o ser viviente está constituido en su estructura de tres cuerpos fundamentales que se subdividen a su vez. E s ­tos son:

1) Cuerpo físico.

2) Cuerpo vital o aura.

3) Cuerpo emocional o de deseos.

Cada uno de éstos posee función propia manteniendo relación directa con los otros pero siempre conservando la autonomía.

Si cada ser o individuo desea ponerse en contacto con sus propios cuerpos en forma consciente e independiente de una tercera persona logrará con el t iempo poner en vibración direc­ta cada uno de los cuerpos entre sí, logrando una perfecta sin­cronización afín a su propia naturaleza.

C a d a uno de estos cuerpos, independientes entre sí, pero re­lacionados al mismo t iempo, sufren la metamorfosis energética en su fuerza o corriente f luídica q u e cada uno de ellos posee y desprende de sí el ponerse en vibración con los otros. Así, por e jemplo, si vuestra intención o deseo es hal lar una per fec ta ca­nalización con vuestro Yo Interior sin la intervención de un ter­cero , podéis lograrlo siempre que vuestra voluntad y perseve­rancia así lo real ice .

T o d o cuerpo en su estructura posee corrientes energéticas ca­racterísticas a su propia naturaleza y función, y puestas en ac­ción adquieren mayor potencial idad y mayor agil idad o l iviandad.

Estas corrientes con la ayuda de la voluntad y constancia, van absorbiendo mayor número de electrones en sus cargas y despren­den en su acción energét ica , electrones negativos q u e es lo q u e

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densifica a los cuerpos. Así, todo ser o individuo con- la ejercita-ción mental , pone en actividad la corriente mental que lo carac­teriza y al ponerse en contacto con los otros cuerpos, va adquirien­do con el t iempo mayor agilidad y mayor potencial idad.

Buscad en los recónditos secretos de la mente , cualquier pen­samiento, tratad de que éste domine vuestra voluntad y veréis q u e llega un momento en q u e este pensamiento se ha apoderado totalmente de vuestra persona, no pudiendo superarlo porque es más fuerte que vosotros mismos l legando a convertirse en un pensamiento fijo y obsesivo. Basta para ello traerlo a la mente como algo importante para vosotros y que es el determinante de vuestras acciones y emociones. Quiere decir que vuestra voluntad ha creado un pensamiento y vuestra, mente puesta en actividad lo canaliza hasta e l punto de convertirlo en I D E A I M P E R A N T E .

De la misma manera sucede con los otros cuerpos fluídicos. Es decir , se ha puesto en vibración las corrientes que lo consti­tuyen y aumentada su potencial idad.

S iempre q u e querráis obtener mayor agilidad en vuestros cuer­pos, repito, sólo h a c e falta Voluntad y Perseverancia.

Los ejercicios apropiados para esto son los d e :

—Concentrac ión . —Retrospecc ión . —Medi tac ión .

Retrospección

Poned vuestra mente l ibre de todo pensamiento y haced las veces de gestor en busca de un hecho o acto relacionado a vuestra vida.

Traédlo a la mente en forma, clara, nítida como si en ese momento estuviera sucediendo. Mantenedlo en la mente como algo preponderante y sujetadlo por medio de la concentración, f i jando todos los acontecimientos y reacciones q u e va adquirien­do dicho pensamiento. Retenedlo en vuestra mente como algo vivido en el momento , y observad detal ladamente todos los su­cesos q u e se van conjugando hasta que q u e d e el mismo como algo presente, y con forma física o densa.

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Logrado esto podéis entonces entrar en la Meditación, anali­zando y sintiendo emocionalmente toda reacción producida por el mismo. Observaréis q u e dicho pensamiento perteneciente al pasado se convierte en presente y adquiere la vitalidad del mismo.

o • «

Sólo es un breve resumen de lo dado en el l ibro como práctica de los cuerpos para lograr la liviandad de los mismos y la inter­comunicación con los demás seres y mundos.

Será una práct ica adecuada para todo aquel que tenga la ne­cesidad de hacerlo y sienta en su interior la inquietud de penetrar en su mundo interior.

• e o

C a d a cuerpo fluídico revestido de energía característ ica a cada uno de ellos, pone en constante vibración sus moléculas, y así sus cuerpos propiamente dichos. Para la mejor y más rápida agi-lización de dichos cuerpos, hay q u e repetir y e jercitar con per­severancia los ejercicios de retrospección, ya que éstos son los que dan el impulso móvil de los mismos.

U n a vez lograda ésta, debéis de conectar vuestros cuerpos fluídicos con las ondas vibratorias de los distintos cuerpos y pla­nos pertenecientes al astral cósmico. Así, de esta manera , podéis l legar a una perfecta comunicación con el mundo etérico. Vues­tros centros sensoriales lograrán mayor impulso y sincronización entre ellos, pudiendo de esta manera dar un gran salto a la mu­ralla f ísica-mental .

Los cuerpos fluídicos independientes en sí mismos guardan una relación directa con los otros y así entrelazados sus vínculos podréis lograr el de desarrollo de los mismos obteniendo como principio el desarrollo facultat ivo l a t e n t e en cada ser-forma.

Siguiendo ordena y constantemente estos e jercicios vuestros resultados serán de éxito.

• O 9

L o s cuerpos fluídicos son como distintas capas o planos que están ínt imamente adheridos al cuerpo físico y se desprenden

1 8 2

paulatinamente con los continuos ejercicios de meditación, ya que ella permite que éstos adquieran movimiento propio de des­plazamiento y ubicuidad. Cuando estos cuerpos llegan a una total liviandad de desdoblamiento es cuando pueden realizarse los trabajos de transporte y viajes astrales.

Por eso aconsejamos constantemente que, por medio de la meditación seréis dueños de vuestros propios cuerpos y tendréis conciencia de lo que hacéis.

Buscando por el camino exterior a vosotros mismos, sólo lo­graréis alejarlos de vuestro propio Yo, de vuestro propio mundo y por ende de la Divinidad misma

Cada ejercicio permitirá a vuestros cuerpos físicos como eté-ricos, obtener mayor liviandad para poder desplazarse hacia el mundo que os pertenece y que hasta la fecha está vedado para vosotros, pero vedado por vuestra ignorancia y por vuestra falta de luz propia, en lo que se refiere a conocimientos del verdadero Yo, Señor que rige y gobierna todos vuestros actos y destino.

Es necesario que pongáis en movimiento y flexibilidad estos cuerpos, para que obtengáis lo que anhelante buscáis desde que en vuestra mente existe la necesidad de hallar la incógnita que oculta el verdadero origen y fin del hombre. Sobre todos los seres existe una ley que es la Ley de Liviandad, Ley que rige vuestras vidas y actos, pero la misma es aplicada por voluntad y determinación de vuestros espíritus.

No comprendéis claramente que todo ser viviente, posee un señor amo que es el que manda y determina todos vuestros actos y destinos. Él es el único encargado de premiar o castigar.

Por el camino de la meditación y por resultado de lo ya ex­plicado, podréis conocer a vuestro propio Yo y saber qué es lo que él ha decidido en su vida y qué destino eligió.

Tratad de descubrirlo ya que está en vuestro interior, ponedlo al descubierto y así podréis comprender lo que hasta ahora ha sido una incógnita. Dejad que la luz sea hecha en vosotros y entonces veréis que todo es fácil y comprensible a vuestra lógica. La felicidad albergará en vuestros corazones y la paz hasta ahora lejana tomará posesión en vuestras vidas.

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CAPITULO XVI

L A F A C U L T A D L A T E N T E

Todos los seres en su interior poseen facultades y poderes latentes; facultades q u e algunos logran desarrollar y manifestar­las c o m o un sentido f ís ico más a los c inco q u e ac tualmente se conocen. C o n el t iempo podrá la humanidad entera poseer estas facultades c o m o algo material y normal ya que van camino a obtenerlas. C a d a día si observáis a vuestro alrededor, veréis que amigos, conocidos y otros hablan, meditan, analizan y tratan de profundizar las distintas enseñanzas dadas por seres q u e se hal lan en el camino de la realización. C a d a día , la humanidad se interesa más por todo aquel lo que hasta ahora permaneció oculto para la general idad de la gente ; trata de investigar y de penetrar en los laberintos ocultos de la mente .

T o d o sigue su curso, todo avanza y prosigue su marcha ; los que comprendan y aceptan, continuarán en su camino evolutivo, los q u e no, quedarán rezagados y detenidos.

H a b l o de todos los seres que poseen mente humana , cerebro orgánico. A todos ellos es que van dirigidas mis palabras y mi humilde' conocimiento. Si cada uno en sí mismo, trata de desper­tar esos poderes o fuerzas q u e lo constituyen, podrán entonces comprobar lo que digo.

En un principio de origen de vida, todo ser t rae inherente a su constitución f ís ica, ciertas fuerzas q u e por ser ignoradas fun­cionan en desarmonía o si no, están estáticas. Sólo la voluntad, el conocimiento de su existencia y de su mane jo , podrán ponerlas en movimiento proporcionándole despliegue y l iberación de ma­terias densas q u e le obstaculizan el avance en su camino pro­gresista. Estas fuerzas de origen Cósmico, de naturaleza elec­tromagnéticas, dirigidas con disciplina y armonía proveerán a

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todo individuo de una abundante y riquísima sabiduría que lo llevará a la verdadera perfección humana-espiritual.

En el transcurso de esta obra, se mencionan estas fuerzas, su composición y naturaleza pero no la conducta que deben adop­tar para descubrirlas y manejarlas- puede ser nocivo, perjudi­cial darlas a todos los seres ya que no están preparados para ello. Pero aquel que estas enseñanzas lo hagan vibrar, está en condiciones de conocerlas y utilizarlas para su propio b ien y el de sus semejantes. La responsabilidad del mal uso es directa­mente personal y de cada uno. " S e guarde aquél que uti l ice un arma en contra de sus semejantes" .

La Divinidad proporcionó a todos los seres de las mismas riquezas, pero hasta la fecha un número reducido poseen el ver­dadero conocimiento de las mismas.

Así es como en esta hora de l lamada a la humanidad, los seres que en distintos estados y planos tratan de hacerlas l legar para que ayuden a descubrir su propia naturaleza, sus fuerzas y sus probabil idades.

En todo ser pensante, palpitante de vida humana, existen cier­tas fuerzas de orden electromagnéticas q u e parten de su cerebro y en contacto con la mente , logran sutilizar y darles un cauce o salida q u e en la conciencia humana se conoce c o m o pensamien­tos, intuiciones, presentemientos, etc .

T o d o esto, no son más que las fuerzas energét icas puestas en movimiento pero al no conocer su existencia las desvirtúan. Hoy podemos decir que todos los seres o casi todos d e b e n y es ne­cesario que así sea, posean conciencia de su existencia y borren el concepto erróneo de calif icar a ciertos seres de poderes ex-tranormales, de magos o hechiceros . Nada de esto, al contrario, el día que todos tengan esta conciencia y el dominio de las mis­mas, podrán entonces l lamarse dotados naturales de la Divina Creación. La mente humana es como una fuente generadora de energía q u e proporciona a su inmediato, o sea, el ce r e br o , las energías necesarias para q u e su función sea regular y sincrónica. Estos elementos presentes en todo ser humano , t ienen la virtud de ser energía virgen q u e al combinarse sufren Transformaciones y rñodificaciones en su desarrollo.

L a s fuerzas mentales , poseedoras de energía magnét ica , están en contacto con las fuerzas emanadas y desprendidas del Cosmos,

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que absorbidas por irradiación e inmantación se transforman o trasmutan y dan lugar a la onda mental. El cerebro, materia física con energía eléctrica, al ponerse en contacto o vibración mental; también absorbe Energía Cósmica.

Teniendo conocimiento de su existencia, cada uno puede di­rigir estas ondas o energía dándole un curso determinado y pre­ciso, cosa que boy toda esta energía es mal aprovechada o po­demos decir "desperdiciada".

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CAPITULO XVII

L A S F U E R Z A S COSiMICAS

L a s Fuerzas Cósmicas , energía vitalizante, renovadora y trans­formadora, constantemente penetran por irradiación vibratoria atraídas por las fuerzas o energía electromagnéticas de los seres, es lo q u e algunas escuelas denominan Prana. Estas fuerzas c o m ­binadas con las del ser, se transforman y producen las renova­ciones celulares en los seres orgánicos. Por medio de el la es como éstos logran desarrollar y poner en actividad las Fuerzas Cósmi­cas Orgánicas , l lamadas así por su origen y constitución.

Hasta la fecha , todo ser orgánico realiza la metabolización inconsciente y lo que anhelamos es que lo logre concientemente , conociendo su existencia, su naturaleza y su función, puede diri­girlas acer tadamente y obtener benéficos resultados orgánicos y espirituales.

Estas fuerzas, presentes y vivas en todo ser, b ien dirigidas permitirá q u e las mismas se pongan en función creadora y trans­formadora, ya q u e las mismas en estado latente en cada uno, lograría.; adquirir en estado conciente, la perfecta realización in­dividual, poniéndola en desarrollo con la fluidez y energía posi­tiva q u e necesita .

Hemos hablado de q u e todos los seres poseen una serie de centros sensoriales, cumpliendo como una máquina impulsora y generadora de energía , dándole acción a las fuerzas u ondas mentales que llegan al f ísico. Estos centros con función específ ica cada uno, absorben, retienen, transforman y elaboran la corriente a fuerzas necesarias para una determinada función. Así, por e jem­plo, imagina una gran cantidad de energía Cósmica manifestada en el É ter , como una fina y copiosa llovizna de color plateado; ésta en su naturaleza molecular posee cargas positivas de origen magnético; l legan al ser orgánico por medio de la atracción in-

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mantada de los cuerpos mentales y allí se transforman; una vez hecho esto, el cuerpo cerebral- con energía eléctr ica, las absorbe y envía a los centros sensoriales dispuestos en el cuerpo físico. Al finalizar esta metaból ica función con conciencia , podrá desarro­llar las distintas facultades latentes en cada ser, emit iendo esa fuerza con las cargas y naturaleza dicha a distintos aspectos, lo­grando de esta manera una armónica y permanente función creadora.

Cada uno de esos centros realiza una función determinada. Absorbiendo la E n e r g í a Cósmica aumenta la potencialidad de los mismos y permite un constante renovar. T o d o ejercicio o acción real izado concientemente , br inda la benéf ica y segura manifestación de las fuerzas contenidas en cada uno. Son como hilos conductores de energía que al ponerse en contacto con los distintos cuerpos motrices, e labora o transforma una nueva ener­gía q u e al imentará u n a gran zona o área .

Sobre las corrientes energéticas existentes en cada ser, puede lograrse un aumento de potencial idad, de actividad y determina­da energía , sabiendo dirigir las mismas.

Podemos decir que todo ser pensante conciente de su propio poder, puede transformar totalmente su vida anímica, física y espiritual. Obt iene con esto un cúmulo de energía que lo llevará a la autorrealización completa .

Observad la siguiente f igura : L a s corrientes y ondas mentales ya transformadas en ondas

electromagnéticas vuelven al cerebro y éste las. emite a los dis­tintos centros sensoriales que les dará la acción y dirección espe­cíf ica a cada uno.

T o d o ejercicio es imaginar vuestro físico con los distintos cen­tros y cuerpos etéricos. Observando la atracción magnét ica del cuerpo mental se encuentra con el prana o Energ ía Cósmica , ahí realizan la transformación y parte de corriente u onda mag­nética mento-cósmica que se dirige al cerebro : en este cuerpo (con energía e léc tr ica) sufre u n a nueva transformación y se desprende la onda electromagnética-mental-cósmica-cerebral , di­rigiéndola a un determinado centro sensorial (el que deseéis acti­v a r ) , éste comienza a girar de izquierda a derecha y va paulati­namente adquiriendo mayor velocidad hasta que se pierde la imagen de forma del mismo, quedando sólo un foco de variados

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colores, destacándose el q u e corresponde al centro. Es te velocí­simo girar es la vibración energét ica , y va , entonces, adquiriendo mayor expansión hasta el punto q u e observéis cómo se desprende y traspasa el perímetro de l f ísico, l legando a expandirse más allá de l propio mundo terrenal , perdiéndose en el espacio.

E s t e e jercicio corresponde al número 1, que es el primero que debéis real izar para q u e los cuerpos etéricos que os pertenecen adquieran sutilidad y puedan entonces lograr la espiritualización de los mismos. Para ello es necesario aplicarlo al centro fronto-occipital ; los dos en conjunto, sincronizados permiten lograr el fin deseado.

Así, sucesivamente, podéis luego realizar el mismo mecanismo para los otros centros y dirigirlos a los distintos órganos en casos curativos u otros tipos de desarrollo de las fuerzas energéticas contenidas en cada ser.

L a s fuerzas magnéticas registradas en el Espac io , son sucesi­vamente absorbidas por el p laneta y de éste a los seres vivien­tes en él .

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m

Puede determinarse que los distintos cambios atmosféricos re­gistrados en vuestro planeta, son producto de la constante ab­sorción y excreción de las fuerzas magnéticas Cósmicas, combi­nadas con las eléctricas del plano astral de la tierra y de los seres que la ocupan. Existe en la capa externa del planeta, un cúmulo de energías electromagnéticas en constante vibración; al atraer hacia sí las fuerzas cósmicas por absorción son transfor­madas y eliminadas hacia el centro del mismo; poco a poco por Ley Central o Ley de gravedad, dado el potencial de con­centración de energía contenida en las entrañas del plano tierra, producen una constante transformación y elaboración de energía magnética que poco a poco se expande hacia fuera de su núcleo y son absorbidas por las fuerzas climáticas, animales y humanas.

Todo en el pequeño Universo terrenal es fruto o resultado de constantes renovaciones energéticas de Fuerzas Cósmicas más fuerzas electromagnéticas terrenas.

Qué es él hombre?

¿Qué es el hombre?, se preguntan continuamente, tratan de analizar y definir la incógnita humana con respecto a la Creación.

El hombre no es más que un planeta pequeño, perteneciente a un sistema planetario.

Posee sus características propias que lo definen y distinguen entre las otras especies o reinos, con diferenciaciones también entre los mismos seres humanos, como son las distintas razas conocidas por el hombre en su mundo.

Pues bien, además, responde físicamente a una serie de leyes físicas y químicas que lo constituyen y lo rigen. Esto por Ley físico-química, sumándole la Ley Cósmica que siendo Ley de origen Divino, es inexorable e inalterable. Todo responde a una perfecta armonía legislada y ejecutada por un centro directivo más allá de la frontera terrestre.

Los seres como las estrellas, tienen su propio mundo, sus pro­pias leyes, movimiento, transformaciones y creaciones.

La nueva doctrina, nueva para los que hoy la reciben, pero anciana como el mismo Universo, enseña y quiere dejar bien claro los principios básicos de las leyes que determinan al hom­bre; para eso es necesario un severo y estricto estudio de sí mismo.

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i

Cada individuo, al igual que los planetas, pertenece a un sistema y responde a él de acuerdo a Leyes físicas, leyes Cósmi­cas. Cada una registra los distintos fenómenos y características típicas de ese sistema pero conservando cada planeta su propia e indivisa Ley. Es así como podemos considerar, al ser humano un sistema planetario con sus leyes física-químicas que responden a sí mismo y a las leyes físico-químicas del mundo terreno al cual pertenece. Podemos dar como ejemplo, simple, comparativo el siguiente croquis:

1

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CAPITULO X V I I

L O S D I S T I N T O S M U N D O S O P L A N O S D E L H O M B R E

C a d a uno de estos planos son propios a cada ser; creación in­dividual y personal, pero cada u n o l igado o dependiente del central se rige y actúa conservando su personería. Poseen sus respectivas leyes como así también sus propias determinaciones.

T o d o ser conc iente de cada u n o de sus cuerpos, puede l legar a un grado máximo de perfeccionamiento. P u e d e lograr la total canalización entre los mismos, permit iéndole de esta manera un dominio y conciencia absoluta de su verdadera razón de existir, del derrotero trazado por su propio espíritu y el grado de desa­rrollo o evolución que posee, permitiéndole así encauzar su exis­tencia por e l verdadero camino evolucionante que ha de seguir. No os quepa la menor duda q u e aquel q u e rea lmente logre su verdadera realización, logrará su propio progreso espiritual.

Muchos seres desconocen el real sentido de su existencia y por tal motivo demoran su evolución.

Buscad, analizad y realizaos qué es el sendero que los condu­ce a vuestro YO Superior, ent idad regente , determinante y ab­soluta en el conjunto humano.

Cada cuerpo o plano componente de l ser viviente posee carac­terísticas y funciones propias e independientes permitiendo al ser su constante evolución físico-espiritual.

Cada uno de éstos son parte integrante de su mundo; son crea­ciones constantes de sí mismos y a medida que vaya adquir iendo mayor expansión, mayor conciencia y mayor autoconexión, irá a lcanzando el plano Superior que le per tenece por origen y he­rencia de la Divinidad.

Buscadores de la Verdad empezad por conocer vuestro propio mundo interior, vuestro propio génesis y recién entonces tratad de penetrar y conocer el Génesis Divino.

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Siguiendo la trayectoria de los cuerpos etéricos a través de las edades, se observa una línea f isonómica en cada una , pertene­ciente a su propia forma. Cada uno de ellos va desprendiéndose de los contornos más densos q u e lo envuelven, adquir iendo pro­gresivamente mayor sutilidad.

Estos cuerpos propios a cada espíritu, poseen mayor identidad con su patrono original a medida que logran mayor evolución. Comienza esta demarcación f isonómica en el cuerpo más inme­diato al Espír i tu , di luyéndose la misma a medida q u e se acerca al cuerpo físico.

Cada uno de ellos reviste una forma propia pero conservando siempre un razgo común a todos q u e los identif ica como una sola entidad.

Cuanto más evoluciona, mayor es la identif icación con su YO S U P E R I O R . E n t r e las característ icas comunes o generales a todos los cuerpos etéricos, se observa lo siguiente:

1? Cuerpo:

Un conjunto de vibraciones, formando un circuito. Color y sutilidad de acuerdo al grado evolutivo. Un ser iniciado posee este cuerpo en constante vibración magnét ica y su color, si per­tenece al aspecto o l ínea Amor , es color celeste cristabno. En

"los seres de escasa evolución pertenecientes a la misma l ínea es de color azul oscuro.

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El circuito vibratorio es más abierto q u e el anterior. Su color es anaranjado bril lante, siendo más oscuro en el ser poco evolucio­nado. El color de estos cuerpos varía en intensidad de acuerdo al grado evolutivo.

3º Cuerpo:

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•

2º Cuerpo:

E s t e cuerpo es color amarillo verdoso. Su circuito vibratorio es más abierto aún q u e los anteriores.

4º Cuerpo:

El color de este cuerpo es anaranjado amaril lo. Observad el c ircuito vibratorio que lo forma y veréis q u e va perdiendo vi­bración.

5º C u e r p o :

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Su forma va adquiriendo aspecto físico, poco es el grado vi­bratorio del mismo. Color verde malva. En seres evolucionados es un verde bri l lante y transparente.

6º Cuerpo:

Cuerpo generador de energía. Su color es un azul eléctrico. En este cuerpo ya se observa la falta de vibración en su contorno externo. Es el cuerpo anterior al físico.

Si las vibraciones q u e constituyen los cuerpos etéricos son impulsadas por la palanca voluntad y acc ión del ser, éstas adquie­ren mayor frecuencia y mayor sutilidad. C a d a uno de los cuerpos pueden ir a lcanzando mayor sutilidad y mayor grado de energía. A medida que el individuo adquiere mayor progreso evolutivo varía el grado energía , la sutilidad y el color.

T o d o esto depende directamente del propio ser. Podemos h a c e r una breve reseña de los distintos grados evo­

lutivos, de acuerdo a las característ icas de los cuerpos etéricos, teniendo presente q u e cada uno de ellos responde siempre a su director: V O L U N T A D .

Si en seres de escasa evolución observamos sus cuerpos, halla­remos que entre unos y otros, h a y m u y poca variante tanto de

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vibración energét ica como de tonalidad. Caso contrario en los seres de evolución avanzada.

No se puede adquirir en u n o solo de los cuerpos, un aumento de su capacidad vibratoria, ya que todos responden entre sí formando entre ellos un comple jo circuito.

Por e jemplo, vosotros diréis : deseo avanzar o deseo mayor de­sarrollo en el cuerpo, de deseos, esto no es posible ya que ese cuerpo, siendo independiente en su constitución no lo es con respecto a su función. Para ello debéis alcanzar gradualmente cuerpo por cuerpo, comenzando por el pr imero inmediato al f ísico.

La descomposición de ellos entre sí, es decir desglosarlos o separarlos de los otros restantes, es imposible porque todos están unidos en t re sí por un hilo f luídico vibratorio que responde al mandato de su dueño: e l YO S U P E R I O R .

P u e d e hacerse un paulatino desarrollo pero en esto van invo­lucrados todos. Es decir , al moverse uno solo de ellos, inmediata­mente accionan los demás. Si hacemos un corte sagital al cuerpo humano con sus respectivos cuerpos etéricos, hallaremos que todos poseen el mismo potencial energét ico, el mismo bril lo y opacidad en sus colores y la misma intensidad vibratoria.

Cada uno de los cuerpos q u e revisten e l f ís ico-humano, t ienen una contante vibratoria equitativa a todos en sí, formando de esta manera la Ent idad-Espir i tual-Humana.

Cada uno de estos cuerpos responden entre sí a una misma or­den o mandato, es dec i r , v ibrando en forma proporcional y orde­nada con respecto al cal ibre energét ico de esos cuerpos.

Bas ta q u e uno de ellos pierda e l equil ibrio vibratorio, para q u e el sistema f luídico sufra el desequil ibrio total- es por eso q u e necesar iamente d e b e ponerse en función ordenada, gradual y paulatina, el desarrollo vibratorio de los cuerpos etéricos.

D a r é un p e q u e ñ o e jemplo , para que podáis comprender mejor el funcionamiento de los mismos.

S i u n a máquina q u e posee siete ruedas, sincronizadas perfecta­mente una con otra, de suspenderse una o romperse o acelerar su movimiento o juego mecánico , de jará de funcionar la máquina total , ya q u e este desperfecto a fec ta al resto de los engranajes .

La forma ideal de desarrollar o q u e a lcance un evolucionar vi­bratorio en los cuerpos etéricos de c a d a entidad, es comenzar lentamente y en forma gradual su funcionamiento y en perfecta

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armonía vibratoria del conjunto. P a r a ello, se aconseja diariamen­te y en forma organizada o sistemática, uti l izando el conocimiento que ya poseéis en este e jerc ic io .

l e E jerc ic io mental de relajación.

2'-' F i jac ión de la mente en el e jercicio q u e vais a realizar, es decir , pensar en los cuerpos etéricos como si fueran los dobles físicos de cada cuerpo, imaginándolo como una sombra b lanca q u e rodea el contorno de vuestro cuerpo.

3'? U n a vez realizada esta f i jación mental habréis logrado sere­nar los cuerpos fluídicos.

4 9 L e n t a m e n t e observar que cada uno de ellos, cada vez más, van tomando una tonalidad peculiar y más nítida, advirtiendo que dichos cuerpos, poseen un color característ ico y q u e a su vez sus contornos se confunden con el cuerpo inmediato, sintiendo en vuestro cuerpo, un pequeño sopor q u e es c o m o si entraran en un sueño. A medida que penetréis más, iréis observando que cada uno de ellos va expandiendo su superficie hasta l legar a perder­se en el mundo q u e os rodea, pasando los límites de toda forma, de toda densidad y del mismo planeta.

Al l legar a este estado, tendréis q u e de jar q u e vuestra m ? n t e os conduzca hasta l legar y hacia donde ella quiere ir, no inte­rrumpiendo para nada este viaje o expansión.

Una gran paz embargará vuestro ser, una sensación de vértigo suave y armonioso os l levará hacia el Espac io Cósmico, y al l legar a él , veréis q u e esos cuerpos definidos por suaves colores, se con­funden con los colores del Gran Cosmos, sintiendo vosotros que sois Él mismo.

Es to , lógicamente, no todos lograrán realizarlo en la pr imera experiencia, y algunos sí y otros no, depende del grado de suti-lización q u e cada ser posee, pero observaréis q u e lentamente podréis lograrlo si vuestro propósito es realmente altruista y benefactor . Os aseguro, q u e de no ser así, no podréis l legar ai final del e jercicio. Quedará suspendido en los primeros pasos.

5^ Una vez que sintáis que estáis compenetrados, confundidos en el Gran Cosmos, sentiréis una sensación de vacío intenso, co­mo si abarcaran el Espac io Infinito, siendo vosotros el casquete o contorno esférico q u e contiene al Universo entero.

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Sentiréis que el Mundo está dentro vuestro, que éste vive y palpita dentro de vosotros, percibiendo las vibraciones de él ; en un estado más sutil o más denso, depende de vosotros mismos.

6 V Cuando hayáis .logrado este e jercicio, podéis, entonces, ha­cer q u e vuestro conciente ordene a esos cuerpos, que en ese momento es uno solo. Un solo mundo; un solo mundo q u e se dirige al mundo o plano q u e os corresponde por adquisición evolutiva, y tened por seguro q u e él os conducirá, encontrándose cada uno de vosotros, f rente a frente con vuestra verdadera E n ­tidad Espiritual . Y la escala que habréis recorrido y que aún os falta, como así también el plano o trayectoria que cada uno ha de realizar.

Siguiendo a través de los tiempos el proceso de los fenómenos naturales q u e se producen en los seres energía-humanos, se ha obtenido un completo cuadro sintético de las corrientes energé'. ticas que constituyen una entidad espiritual individual.

Sabemos que siendo una corriente combinada de un circuito vibratorio electrónico, la masa o núcleo del mismo, va acumulando una continua cadena de eslabones electrónicos q u e a través del t iempo existencial, transforma, genera y elimina hacia el exterior de ese núcleo, formando de esta manera un nuevo cuerpo o en­tidad, q u e a través de las distintas etapas existenciales, va au­mentando su número electrónico, adquiriendo así mayor poten­cialidad hasta que ese nuevo núcleo, con su cadena electrónica se desprenda de su núcleo genético central , constituyéndose en una nueva entidad espiritual, pasando por los distintos planos energéticos que lo acercarán a las continuas y renovadas existen­cias en la escala evolutiva de toda potencia viva-energética.

Salvando los procesos de recuperación electrónica, los distintos eslabones atómicos, van adquiriendo lentamente un número limita­do de electrones proporcionales a su número atómico.

Dicha cadena se va desglosando energét icamente en nuevas y sucesivas cadenas q u e éstas a su vez, l legarán a través de los ciclos evolutivos, transformándose en nuevas e individuales en­tidades, con función energét ica propia.

L legamos así, a dar una sintética forma del origen material de la etapa evolutiva del ser vivo.

Los desprendimientos electrónicos van aumentando sus capas a medida q u e el ser vivo aumenta su caudal evolutivo, éste lo

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lleva a generar energía con mayor frecuencia , produciéndose de esa manera mayor desprendimientos electrónicos.

C a d a etapa electrónica es la futura masa o p lano o cuerpos e té ­ricos q u e constituyen un ser pleno.

A medida q u e avanza en su proyección evolutiva, el ser ad­quiere un número atómico con su cadena electrónica , lo q u e dará lugar u origen a un futuro ser q u e será creación propia de sus cuerpos (espec í f i camente ) y lo responsabiliza de sus existencias, ya q u e es el generador genét ico de este nuevo ser. Cuando éste l legue a su completa formación, es decir , a poseer su circuito electrónico con las siete capas o planos, rec ién entonces se pro­duce el desprendimiento del cuerpo matriz y su individualidad, lo q u e determinará su propia existencia, convirtiéndose, entonces, en un nuevo ser con vida propia y l ibre albitrio. Comparad a estos cuerpos como frutas en maduración.

En esta vida propia o escala evolutiva, lentamente van adqui­riendo la conciencia de ser o ent idad independiente ; su lógica responsabilidad de acuerdo a su proyección.

E s t a proyección la determina su propio cuerpo vibratorio ge-riártrico, ya que de acuerdo a la conjunción electrónica de sus componentes , lo hará atraer hacia sí, los planos afines a su vi­bración atómica .

D e b e m o s tener en cuenta q u e si la gestación materna ha sido obstaculizada en su período fetal , la conformación atómica de los distintos cuerpos no poseen el equilibrio o armonía corres-

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pondiente. De ahí, las distintas particularidades o facetas carac-terológicas.

En el transcurso de la escala ascendente de la evolución, nota­mos q u e existen seres identificados con otros de reinos anteriores y conservando razsgos que no son tonantes con su existencia y escala presente.

Si cada uno de nosotros, lográramos la conciencia exacta de nuestra constante elaboración energética creadoras y cristalizado-ras de existencias vivas, y el daño q u e provocamos, evitaríamos con toda seguridad la cólera, la agresividad, el mal humor, los sentimientos de instintos elementales , " lá reacción animal" , etc. , reinaría en el mundo la verdadera armonía celeste lograda por los seres que han llegado a la etapa y plano de la máxima expre­sión de evolución.

Tra temos de ser cada día mejor . Si el amor, la comprensión y la tolerancia hacia nuestros semejantes, prevalece sobre nosotros, lograremos la perfecta realización, la perfecta elaboración de nuestros cuerpos, existencias y renacimientos. La conjunción ar­mónica de nuestro propio Y O .

La perfecta sincronización del sistema solar en el Universo, demuestra en una forma clara, la equivalencia de los conoc í - " mientos dados, tomando como e jemplo comparativo el conjunto planetario del ser con sus respectivos cuerpos y su cadena ele­mental de creaciones.

T o d o ser viviente, considerado desde el punto de vista atómico o energía viviente, per tenece a la creación inferior o escala pri­maria.

Los elementos componentes del cuerpo generatriz, son un conjunto de seres evolucionantes, que progresan en forma relativa y proporcional.

T o d o ser viviente nace , desarrolla y evoluciona. Su materia densa o f ís ica, se desintegra con la muerte pero sus elementos fundamentales evolucionantes, constitutivos de esa materia , pier­den la densidad, pero su núcleo o centro vital conservan su poten­cial energét ico de origen y a medida q u e avanzan en su desarrollo denso( densidad e tér ica) van aumentando sus respectivas capas electrónicas q u e lo determinarán como entidad.

Podemos considerar al ser en gestación, como e jemplo del ser evolucionante. És te pasa por una serie de procesos fisiológicos-

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químicos q u e paulat inamente y en un plazo determinado, quedará totalmente constituido como ser vivo, para entrar en el mundo de los hombres .

Así sucede en la escala evolutiva. El núcleo madre , rec ibe en su seno a la semilla fecundante que le permitirá dar origen a un nuevo ser o alma-viviente. Considerado el grado embrionario q u e d e b e producirse en estos casos, es q u e se puede real izar un cuadro de analogía con las creaciones evolucionantes.

D e b e m o s tener en cuenta que cuando un ser comienza en su escala evolutiva el proceso de maduración latente en él desde el principio de su gestación, se comprenderá q u e la entidad que constituirá en el futuro poseerá los mismos elementos : materia-caracterologica, emociones, etc . , ya que per tenece a una determi­nada entidad dentro de su escala o plano.

Los distintos reinos, conocidos como formaciones inferiores, no son más que creaciones de otras existencias q u e en su proceso evolutivo fueron sufriendo desprendimientos electrónicos de sus diversas capas etéricas que lo constituyen en toda su conforma­ción. Ya sea en la mineral , vegetal , animal , humana, angelical . Podemos decir que esta últ ima, también pertenece al mismo sis­tema de creación evolutivo, ya que han sido desprendimientos etéricos electrónicos de otras entidades. Claro está que han sido existencias de grados avanzados.

¿Que pensamientos puede tener un ser elemental? De acuerdo a su pensamiento, será su creación y ésta, nuevas entidades, nue­vos reinos, nuevas etapas en laescala evolutiva.

" E l pensamiento es el principio fundamental de toda vida. Es el padre dador de fuerza, forma y existencia. Es el Creador , Eter ­no Creador de un nuevo y futuro m u n d o . "

Así tus pensamientos, así tu vida, tu persona; tu dicha o tu des­gracia. L i b r e o esclavo perenne. Tr iunfador o fracasado; maes­tro e jemplar que guía a sus discípulos o un huérfano absoluto.

L a s fuerzas o corrientes vibratorias, que se ponen en movimien­to en la acción pensante, es de tal potencialidad que atrae hacia sí por afinidad atómica, fuerzas similares que están dentro de su círculo vital, y dará lugar a las formas existenciales de creación propia. No olvidéis q u e en todo ser viviente, existen una serie de fuerzas vibratorias que pertenecen a los distintos cuerpos eté-ricos-densos, q u e al ponerse en función vibratoria o s implemente

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"en contacto con la oponente afín" se unen dando lugar a una nueva emisión vibratoria pero con los elementos constitutivos de su motor generador: Cerebro.

Así, en el transcurso de esta emisión, se pone en acción nuevas corrientes que están grabadas en los cuerpos más sutiles y co­mienzan a accionar o vibrar hasta el punto de expulsar de su cuerpo sus elementos electrónicos. Ambas corrientes por acción vibratoria se van acercando entre sí, hasta que constituyen una sola masa, más fuerte, con mayor potencia y así se desprenden de sus respectivos cuerpos, quedando suspendidos en el contorno externo: Aura, hasta que ese impulso mqtor le continúe enviando materia para completar su formación. Pero éstos despedidos del cuerpo materno, quedan al desamparo de su matriz y continúan vibrando, pero con una acción centrípeta y absorvente inmanen­te, pidiendo de esta manera permanentemente a su cuerpo madre que lo atraiga hacia ella, pero como fue producto de despren­dimiento vibratorio, no puede de ninguna manera recibirlo y for­zosamente se ve obligada a enviarle nuevos elementos que sean afines a esa característica, es decir, debe continuar creando electrones de la misma naturaleza, para concluir la formación de la nueva vida que dio origen.

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CAPÍTULO X I X

P R I N C I P I O Y F I N

Principio de un fin que da lugar a un nuevo nacimiento, a u n a nueva vida, a una nueva existencia, q u e tendrá que recorrer el derrotero q u e le señale su propia fuerza vital de origen.

T o d a existencia es, en el sentido genérico de la palabra , un mun­do existencial con una trayectoria determinada, por la propia fuerza q u e lo engendró, pero que con el transcurso de sus suce­sivas evoluciones existenciales podrá modificar, desviar o realizar exactamente ; todo depende de los impulsos externos a que sea af ín en su trayectoria universal.

La fuerza vital o engendrante es la impulsora q u e lo empujará a lograr su propia individualidad, su propia vida. E j e m p l o :

Pensamiento Engendro (evolución f e t a l )

Nacimiento (penetra al nuevo m u n d o )

Evolución (grupal o especie ; individual o ser vivo)

Estas tres diferenciaciones son los procesos evolutivos q u e sufre toda fuerza viva, creada u originada por un creador existen­cial : El pensamiento. De acuerdo al pensante, así será su en­gendro.

, 'De tal palo tal astil la", es el refrán humano; pues b ien , en la E t e r n a Creación Universal , sucede lo mismo y si analizamos los más ínfimos detalles de esa creación, comprobaremos que de acuerdo al padre es el hi jo . De acuerdo al mundo en q u e se desarrolle será el hombre .

Por eso, buscad con ansia, con dedicación y esfuerzo, ese mun­do de grandes y verdaderos valores, para que vuestros hijos sean

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producto de él. El mundo no lo podéis cambiar , decís vosotros, claro que no, pero sí podemos cambiar nosotros y formar nues­tro propio mundo, el verdadero mundo, donde deben vivir los seres q u e algún día se enfrentarán para formar la única y ver­dadera famil ia : La familia universal o fraternidad universal.

Las fuerzas madres

Son los lazos etéricos que mant ienen unido al ser pensante, con sus creaciones. Imaginemos un centro con una gran poten­cialidad energét ica de donde parten innumerables lazos o haces energéticos, perdiéndose en el espacio.

El punto más próximo a su creador es el que más se asemeja a él , por la proximidad a éste, pero los otros elementos que cons­tituyen el mismo haz conservan también las característ icas de su creador, pero a medida que se ale jan de él van perdiendo su po­tencial energét ico, y en lo que se ref iere a semejanza, adquirien­do o absorbiendo del mundo o plano que van penetrando, par­tículas características del mismo. Es dec i r , elementos afines a su vibración.

E j e m p l o :

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El mundo creado o E s p a c i o Cósmico, está compuesto por in­finito número de planos o capas con característ icas individuales, en su génesis a tómico y en su génesis espacial . Es decir , poseen característ icas propias a su esencia y característ icas diferenciales al conjunto.

Es de gran importancia e l advertir q u e esos elementos atómicos de cada plano espacial poseen u n a vibración energét ica capaz de transformar a un cuerpo en su misma naturaleza.

No puede por sí solo lograrlo, si no es por medio del impulso generatriz de éstos.

Cada haz vibratorio, a medida q u e va penetrando en las su­cesivas capas cósmicas, va adquir iendo una energía cósmica, ca­racteríst ica al plano q u e penetra y se reviste de un peso atómico, proporcional a su fuerza. Podemos observar q u e a medida q u e ese haz desciende o penetra en cada capa , aumenta su grado de extensión del mismo. Es decir , en su partida o desprendimiento originario, es un solo punto incognosible que paulat inamente se va ensachando o expandiendo a medida que cruza las diferentes capas atómicas cósmicas. El observador que posea una clarividen­cia desarrollada en el plano espiritual, puede verlo como si fuera un haz de luz desprendido de un astro, sin ver el cuerpo de éste, pero si su emisión y además el c a m p o de extensión que abarca como los distintos colores o matices q u e le van dando las dis­tintas particularidades de las capas o planos atómicos. Si enu­meramos a cada una de éstas, se observará un infinito número de las mismas que se pierden en el Espac io . C a d a uno de estos

.planos, de acuerdo a su peculiar o particularidad esencial , posee un color determinado, color que se le a tr ibuye directamente a la naturaleza del mismo.

Así podemos dec i r que forma un bell ísimo haz multicolor, con variadísimos matices o gamas, q u e disminuyen su intensidad, de acuerdo al acercamiento a los planos densos.

C a d a haz o desprendimiento, lumínico vibracional , recorre una etapa o plano espacial , el cual va desprendiendo átomos energéti­cos , de su componente cósmico, los q u e se unen a los atamos co­rrespondientes a cada haz . A medida q u e avanza hacia el plano subsiguiente, dichos átomos, los correspondientes al plano y al haz, van formando una cadena electrónica, la cual formará parte de una gran masa o cuerpo energético vibratorio, q u e es parte

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de los diferentes planos o escalas pertenecientes a las distintas etapas que d e b e n recorrer los haces lumínicos.

No debe olvidarse que cada h a z corresponde a un mismo nú­c leo o centro energét ico creador , el cual va manifestando su existencia y potencia a través de los ciclos evolutivos del Universo.

El M u n d o Universal no es más, desde e l punto de vista astro­nómico, q u e un conjunto de soles con sus variadas manifestacio­nes planetarias, energéticas propias a sus característ icas , regidas por leyes universales de carácter f ís ico-magnét ico ; donde se cum­plen invariablemente un sinnúmero de escalas o cadenas vibra-cionales atómicas q u e representan e l N ? astronómico de la pro­porcionalidad atómica densa más e l N 9 atómico vibsacional del átomo liviano o átomo desnudo, es decir , desprovisto de los cuerpos electrónicos de la materia densa. El número atómico de toda materia cósmica es proporcional al cuerpo generador. Según las diferentes manifestaciones electrónicas de cada plano, es el número atómico de cada haz vibracional o desprendi­mientos siderales universales. Existen en el Espac io Cósmico , infinitos números de sistemas creadores de galaxias, las cuales corresponden, o mejor dicho, responden a la L e y Gravitacional de su peso o cuerpo.

Es algo incomprensible para la mente humana concebir la idea de un sistema planetario con un N 9 a tómico proporcional a la naturaleza genésica de su generador o creador, ya q u e se insiste según la ciencia f ís ica-humana en un número de sistemas interplanetarios, los cuales d e b e n o responden a un número ecua-sional de su peso específ ico más su naturaleza a tómica .

No podemos estudiar en detalles matemáticos-físicos en este trabajo, porque la mención del mismo es meramente informativo de comparación relativa al género o naturaleza de las fuerzas madres, q u e generan las distintas zonas o planos vibracionales del Mundo Cósmico.

Podemos decir que la naturaleza Cósmica de las fuerzas crea­doras son equivalencias proporcionales al generador energét ico y sus planos de recorr ido o desarrollo.

El Gran Cosmos c o m o vosotros conocéis , es el conjunto de sistemas vibratorios con un cuerpo generador y sus respectivos y variadísimos desprendimientos energéticos q u e irán a consti­tuir los planos o campos magnéticos, donde desarrollarán su fun­ción creadora.

207

CAPÍTULO XX

L A L U Z S E G Ú N E L U N I V E R S O

Es un compuesto de elementos atómicos livianos, los cuales revisten la característ ica de una cadena electrónica pertenecien­te a la familia atómica de la masa o fuerza magnét ica inmanente . En su trayectoria descendente va adquiriendo o absorbiendo por afinidad de sus haces o desprendimientos electrónicos, átomos con sus respectivos cuerpos, los cuales a medida q u e penetran en los distintos planos del Espac io adquieren o aumentan su nú­mero atómico o cuerpos-capas.

Éstos , por afinidad vibracional , aumentan sus electrones en proporción al peso de su cuerpo atómico.

A medida que avanzan o penetran en planos más densos, au­mentan su número electrónico negativo y por función magnét ica producen una nueva cadena electrónica, la que va a su vez des­prendiendo de sus cuerpos, haces vibracionales o ramificaciones vibracionales lumínicos, provocando un ligero intercambio de co­rrientes, los que son absorbidos por .sus respectivos cuerpos y a su vez éstos desprenden sus cargas más densas. Es decir :

Un átomo Luz-Cósmico

El nuevo átomo o la nueva familia a tómica , va a dar origen a nuevos haces o desprendimientos electrónicos que por pene­tración de campo investirá y absorberá las propiedades elementa­les de su género, quiere dec i r que si una familia atómica penetra un campo o zona vibracional de energía densa, con mayor nú­mero de cargas positivas, su expansión lumínica abarcará nueva extensión o superficie en relación a su intensidad vibracional .

Puede un haz de luz encontrar en su extensión y expansión un

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campo afín a su número, pero no equivalente a su género, y en­tonces provoca una corriente energét ica más densa en proyec­ción lumínica pero menos en su penetración zonal.

La sucesividad o continuidad de las familias atómicas, lumí­nicas, revisten la caracter íst ica propia a su grado originario o genésico; de acuerdo a su proyección podemos reconocer su campo-madre o cuerpo atómico.

El número a tómico lo caracteriza en cuanto al origen de su naturaleza, no así sus haces vibracionales que son desprendimien­tos directamente proporcionales a sus cuerpos.

La L u z , según e l Universo, puede considerársela como un per­fecto conjunto de familias electrónicas y magnét icas Cósmicas , las cuales van perdiendo y a su vez adquiriendo característ icas y facultades propias a su desarrollo expansional. No puede consi­derarse a la L u z Cósmica como elemento energético terreno, ya que carece de las part icularidades atómicas específ icas del cam­po generador. Es decir q u e los haces , desprendimientos vibracio­nales del cuerpo atómico, recorren una trayectoria en proporción equivalente al campo extensivo de su género.

La famil ia a tómica carece de elementos heterogéneos en su génesis, no así en su desarrollo expansional.

T o d o h a z atómico per tenece al centro o cuerpo de su genera­dor, pero va transformando su característ ica genér ica de acuerdo

209

al campo o plano que penetra , adquiriendo o asimilando en sus elementos constitutivos materia zonal.

Quiere decir que si en su principio de origen el haz per tenece a un átomo virgen en su trayectoria dimensional , va transfor­mándose en elementos no pertenecientes a su origen o principio, llegando al final de su recorrido a ser una familia genésica de átomo lumínico etérico o Cósmico-magnético, para terminar en átomo lumínico-electromagnético —Planeta Tierra—, en este caso, ya que de su masa se desprenden los haces vibracionales hete­rogéneos eléctricos. Podemos esclarecer q u e toda mater ia densa posee energía eléctrica (ya que se considera como energía d e n s a ) . Al unirse con los desprendimientos atómicos del Cosmos, se con­vierte en una familia universal magneto-eléctr ica, permitiendo de esta manera q u e el á tomo de origen desarrolle su campo energé­tico dimensional más extenso.

T o d o cuerpo energético-Cósmico penetra en un vasto c a m p o o planos energéticos de variados elementos o género heterogéneos, provocando de esta manera una electrosis generadora de energía homogénea , ya q u e los desprendimientos electrónicos van absor­b iendo en su masa, los electrones desprendidos de los cuerpos originarios a su género. No debe advertirse q u e dentro de este expansional existir en variedad constante elementos q u e por su particularidad genérica no requiere mayor o menor número ató­mico ; sólo sufre la transformación iónica de sus cuerpos u órbitas dimensionales. En un c a m p o energét ico Cósmico se genera un i electrosis mayor q u e la de sus cuerpos originarios, ya q u e toda su energía Cósmica posee en su principio, un cuerpo generador que, desplazando elementos constitutivos, pierden en sí mismo fuerza generatriz pero no fuerza dimensional. Por consiguiente la ener­gía generadora, producto de asimilación iónica de heterogéneos cuerpos, da como resultado un vasto campo energét ico. Provocar un desplazamiento electrónico en un c a m p o energét ico, daría un terrible resultado, ya que se interrumpiría el c iclo o circuito de los cuerpos externos-atómicos de la masa magnética. No así el resultado natural por desplazamiento vibracional de los mismos elementos.

T o d o c a m p o lumínico es la resultante de un perfecto enlace entre cuerpos electrónicos, aunque diferentes en su género ge­nésico, no en su ciclo evolutivo (o desprendimiento de sus ele­mentos v ibrac ionales ) .

2 1 0

T o d a masa energética de elementos lumínicos pertenecen a la clasif icación numérica de sus géneros.

Corresponde en su conjunto la variante proporcional al número atómico de su cuerpo generador, pero no así al c a m p o vibracio­nal determinado por la absorción electrónica de los cuerpos cons­titutivos del circuito magnét ico .

T o d a onda L u z abarca la escala geométrica de sus elementos genésicos más la ionización electrónica de sus elementos bivalentes o bipolares.

T o d o cuerpo genético en circuito vibracional determina un campo energético cuyo potencial es proporcional al número ató­mico de sus desplazantes o desprendimientos electrónicos.

Podemos decir que la onda Luz en el C a m p o Cósmico es una zona vibracional energét ica , constituida por elementos o cuerpos genéticos de un determinado número de núcleos homogéneos en su género, pero no en su número atómico.

Proyección lumínica de un campo o circuito vibracional

T o d o haz lumínico determinado por un circuito vibracional energético-magnético, abarca la zona dimensional energética de su mismo campo o género que al aproximarse a un c a m p o o pla­no energético de género diferente al suyo, provoca la reacción

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lumínica neutra por inversión de iones en sus cuerpos dimen­sionales o proyecciones.

Si proyectamos un c a m p o energét ico sobre un plano o campo vibracional , observaremos q u e los elementos constitutivos del primero mencionado comienzan a vibrar en forma acelerada, pro­vocando en sus cuerpos un desprendimiento de sus electrones positivos que rápidamente se desplazan hacia la zona vibracional próxima a él , uniéndose con los electrones negativos de dicho pla­no, constituyendo, de esta manera , un potencial energét ico o cuer­po energét ico con función propia, el cual comenzará a elaborar su cadena electrónica o cuerpos atómicos que , a través de sus distintas etapas funcionales de elaboración energét ica , darán lugar al proceso vibracional de su generador creador, real izando a se­mejanza de éste el c ircuito vibracional lumínico.

T o d a elaboración energét ica está determinada por el conjunto de cuerpos con sus respectivos elementos, los cuales determinarán un c a m p o vibracional , pero en u n a escala geométrica menor a su principio, es decir , al número geométr ico de su escala será a su generador c o m o éste al grado q u e ocupe su cuerpo en el momento de su iniciación electrónica.

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La escala geométr ica universal en e l campo electrónico, varía su e j e o punto de origen de acuerdo al número de los elemen­tos constitutivos del c a m p o a que pertenece , siendo siempre una variante cons tante en su posición electrónica por el grado po­tencia l a q u e pertenece su núcleo. Podemos decir q u e toda va­r iante vibracional es proporcional al número electrónico de sus valencias, l legando a constituir un c a m p o energético de 3 6 0 ° que gira alrededor de su cuerpo madre , generador energético cons­tante , no así sus desprendimientos o cadenas electrónicas ya que éstas son las variantes en constante oscilación vibratoria expan­sional, determinando en su grado equivalente el semiespacio o semicampo energét ico que lo l lamamos haz energét ico o lumí­nico. E s t e a su vez proyecta sobre sí mismo y en graduación semejante a é l ; pudiendo real izar sus proyecciones en diferentes planos expansivos, tantas veces como elementos vibracionales ab­sorba en su trayectoria.

T o d o haz lumínico, de acuerdo a su principio, varía en sus diferentes campos de proyección por sus propios electrones de etapas primarias, secundarias o terciarias, cuando son proyec­ciones de su cuerpo, no así de su campo expansional.

La proyección lumínica dada es de acuerdo a la formación genérica de sus elementos; su expansión de acuerdo al número gradual a q u e per tenece o q u e fue dado origen.

No podemos considerar a ningún e lemento energético como principio de sí mismo, ya que nada puede determinarse por sí mismo, siempre es producto y resultado más su propia naturaleza.

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Es de gran importancia saber que el campo vibracional lumínico está determinado por un cuerpo generador en proceso evolutivo que pertenece a la categoría de elementos creados energéticos, con materia energética propia. No es necesario determinar su diámetro expansional ya que és te varía de acuerdo a su grado vibracional . No sufren transformaciones sus números sino su género energét ico.

A medida que va penetrando los distintos planos, formando parte de éstos, aumenta su grado expansional o su variante, ya q u e asimila o absorbe sobre sus cuerpos los elementos q u e en estado de monovalentes se hallan aislados o que han sido separados de su circuito generador. T a m b i é n varía la composi­ción energética de sus elementos, ya que de acuerdo a los pla­nos o plano es el grado de potencia y el grado atómico que lo caracterizará.

T o d o elemento energético en el campo lumínico puede hacer su entrada o aparición, uniendo sus electrones catódicos en el circuito vibracional q u e realiza al producirse el desenlace elec­trónico de sus iones.

Podemos decir que toda proyección lumínica en el campo ener­gético produce una catalización de sus electrones, al ponerse en contacto con los electrones energéticos del plano que penetran, ya que éstos están determinados por elementos energéticos de orden orbital o "Atmósfera Celeste".

Si se logra la captación visual del campo lumínico podéis decir que han realizado la penetración lumínica del Campo Energét ico Cósmico.

214

CAPÍTULO X X I

T o d o cuerpo o masa vibracional que responde a un conjunto de leyes físico-cósmicas, producen en su función una determina­da combinación de elementos energéticos que determinarán la función específ ica de cada uno de los componentes . Por eso di-remos que si la fuente generadora o masa-generadora responde a una determinada frecuencia vibracional , la onda expansiva de su producto será la que dará formación al c a m p o vibracional donde éste deberá evolucionar o realizar su proyección. De ahí que la onda expansiva desprendida de su madre masa es la que dará origen y formación al campo energético o plano energé­t ico expansional; este campo convertido en campo -vibracional energético cumplirá las funciones del cuerpo que 1c dio origen con sus respectivas leyes determinantes y causales de toda fun­ción energética.

Por eso es que sí localizamos en el Campo Cósmico un proceso energét ico de función vibratorial. debemos buscar los elementos constitutivos de la misma, ya que de esta manera lograremos determinar la masa generadora que le dio origen, pudiendo así fundamentar la ley físico energética a que pertenece .

Es en el campo o terreno energético donde podemos hallar la verdadera causa y origen del campo energético q u e por fun­ción generadora da origen a toda L e y de Energía Cósmica . Si partís del conocimiento que poseen los físicos-matemáticos del mundo terreno se encontrarán con varios puntos oscuros que dejará la incógnita del mismo, ya que fundamentalmente la Energía densa del plano terráqueo varía en sus componentes energéticos con respecto a la E n e r g í a dinámica del É t e r Cósmico. Debé is analizar y buscar la similitud o equivalencia de éstas, en el e lemento básico de toda energía e lectromagnét ica , desglo-

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sando a cada una de ellas en sus componentes básicos de estruc­turas atómicas correspondientes a distintos planos dimensionales.

Vosotros los físicos que penetráis en el mundo físico, sólo ha­llaréis la estructura y composición energética de los elementos pertenecientes al plano terrestre con sus diferentes planos atmos­féricos y la estructura energét ica de cada u n o de ellos, pero chocáis con la barrera que se presenta al querer penetrar en el plano que pertenece directamente al plano o Cosmo Etér i co o Mundo Cósmico o Magnét ico , ya que en vuestros planos dimen­sionales la esquematización energética de los mismos responden a una función determinada especí f icamente por el campo o masa que dio su origen. Separad el plano terrestre con sus diferentes planos atmosféricos y tratad de penetrar en el plano Cósmico, te­niendo como base o punto de partida, únicamente el elemento energético dinámico aislado: de ahí en adelante proseguid en­tonces la búsqueda del elemento energético cósmico, como raíz del proceso energético en sus diferentes y variados planos.

El plano etérico considerado por el hombre terreno es lo que podríamos decir el Mundo Incognosible , ya que hasta ahoya la astronomía humana no ha podido descifrar la verdadera etapa de los cielos evolutivos del Mundo Cósmico. Es así, como por diferentes conductos debemos demostrar que tal mundo no es la oscuridad impenetrable que se presenta para vosotros sino la verdadera y perfecta sincronización de equilibrio y fuerza.

Equil ibr io de masa con el conjunto sincrónico de la fuerza creadora universal es el cuadro de la Universalidad.

D a d o el conocimiento de los diferentes estudios e investiga­ciones que hasta la fecha se ha obtenido en el campo científ ico terrestre, puede tratarse el t ema como punto de apoyo para la realización del verdadero plan evolutivo de la Creación.

Es así como nos encontramos en el Mundo Cósmico con la Universalidad de fuentes de diferentes orígenes en su constitución funcional y no estructural .

El campo energético cósmico es el componente vital de todo el plano vibracional q u e diferencia al conjunto

Los planos dimensionales se individualizan de 7 en 7 y per­tenecen a campos vibracionales iguales, pero con frecuencia di­ferentes en su conjunto. Es decir que un plano dimensional cons­tituido por 7 capas energéticas corresponde a un misino campo

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energético de acuerdo a su origen energético con respecto a los otros sistemas q u e componen el plano pero son inversamente proporcionales entre sí, con respecto a su frecuencia vibracional . El número atómico del e lemento constitutivo del plano 7 corres­ponde al equivalente de su masa con el número atómico del ele­mento energético a q u e pertenece el campo vibracional . Es así como tenemos q u e el número atómico de un plano dimensional corresponde en equivalente a su igual en el peso de su masa más la equivalente de su 1* onda vibracional q u e constituye el principio de su masa y siendo su igual a la 7^ onda del campo vibracional que compone el conjunto del plano dimensional.

Teniendo en cuenta que cada plano energét ico cósmico res­ponde a una numeración de 7, es de ahí que su igual es a 7 como 14 es a 1.

T o d o plano dimensional energético cósmico varía en su fre­cuencia vibratorial a los planos subsiguientes, es decir , que cada plano determinado por una frecuencia propia a su género es di­ferente a la frecuencia de los otros, ya que c a d a uno de ellos posee su propia frecuencia determinada por el género energético que lo determina. E j e m p l o : Si comparamos la f recuencia vi­bratorial del e lemento hidrógeno con respecto a la frecuencia vibratorial del e lemento oxígeno, hallaremos que los dos perte­necen a un mismo campo energético pero varían en su fre­cuencia porque su género energético es diferente.

Así nos hallamos frente a las diferenciaciones vibratoriales de los distintos elementos energéticos del plano Cósmico, ya q u e cada uno de ellos responden a una variante vibratorial de acuer­do a su origen o género genésico. Podemos decir que cada plano energético responde a una L e y , propia a su constitución o estructuración genésica.

2Í7

En el campo dimensional hallamos variadas y diferentes fun­ciones energéticas en cuanto a frecuencias vibratoriales se re­f iere , pero no con respecto a sus elementos energéticos, ya que todos en números proporcionales entre sí varían en su grado po­tencial por cuanto ellos se caracterizan justamente por la di fe­renciación vibratorial de sus elementos energéticos que lo cons­tituyen.

Podemos decir , por e jemplo : ¿Un hombre de escasa evolución posee la misma frecuencia vibratorial de su cuerpo mental q u e el individuo de evolución avanzada? No, rotundamente no. ¿Por qué esta diferencia? Bueno , la diferenciación la hallamos en q u e dos elementos energéticos del 1er. individuo (escasa evolución) no han desarrollado funcionalmente con la potencial idad que el caso 2 9 . Es muy clara la comparación. E j e m p l o :

dinámica Quiere decir que un elemento denso posee una frecuencia

menor a la frecuencia vibratorial de la onda mental del indivi­duo avanzado evolutivamente.

Plano dimensional cósmico

Plano denso físico

2 1 8

C a d a uno de estos planos pertenecen a distintos campos vibra­cionales. El 1º corresponde al plano dimensional denso o te­rrestre; el 2º al plano dimensional Cósmico.

¿Las ondas mentales penetran en él plano Cósmico?

L a s ondas mentales son las expansivas electrónicas del cuerpo generador: cerebro, por lo tanto de acuerdo a sus frecuencias vibratoriales penetran en el Plano Cósmico.

Un individuo con una frecuencia vibratorial mental de 10 elec. W, no llega a penetrar más que hasta el plano dimensional que lo c ircunscribe a él, pero un individuo con 200 elec. W de fre­cuencia vibratorial mental , penetra los planos dimensionales co­rrespondientes al Cosmos; dichos planos serán afines a su fre­cuencia. Así diremos que el e lemento generador de un cuerpo masa ( c e r e b r o ) posee diferentes frecuencias vibratoriales que son proporcionales al grado evolutivo de su existir.

De acuerdo a su mente será su vida.

En el Plano Cósmico la dimensión mental pertenece a la nu­meración 4º, ya que su expansiva vibratorial responde a la equi­valente del campo vibratorial en la cuarta dimensión o proyec­ción energét ica . Esto considerando a la generalidad con un elec­tro W de 120 a 125 W, no así el q u e posee una frecuencia mayor en su generador energético mental . Al llegar al l ímite del 4? plano dimensional, las expansivas electrónicas del cuerpo cerebral se aglutinan con las expansivas energéticas de ese plano, transfor­mando su elemento electro en igual a e lectro-magnético, ya que dicho plano comienza el principio energético magnét ico de orden Cósmico.

No confundáis planos terrestres con el Cósmico. Lo que es inherente a la masa terráquea posee elementos energéticos de or­den electromagnético, ya que su fuente generadora, núcleo terrá­queo , es de género electromagnético, y sus expansivas están cons­tituidas por los mismos elementos de su generador.

En el transcurso de la presente obra hallaréis variedad en sus temas, pero todas están consideradas teniendo en cuenta que el

219

hombre es una fuente generadora de Energía Mento-Cósmica-Fí-sica o Terráquea, y por esta razón penetra los planos dimensio­nales de los mismos.

1º Dimensión: la proyección lumínica de este plano, se obser­va en su conjunto, con una luz de elementos energéticos densos, dando una coloración más b ien opaca. Varía su tonalidad de acuerdo a la f recuencia vibratorial mental de l individuo.

2º Dimensión: en este plano, l legamos a observar la caracterís­t ica energética del e lemento constitutivo de la energía viviente, q u e corresponde al f ísico-terráqueo y su frecuencia vibratorial es proporcional al grado de densidad mental que responde al ge­nerador humano, de acuerdo a los elementos constitutivos de su mundo. Color luminosidad, responden de igual manera que en el c a m p o dimensional o 1 o plano.

3ª Dimensión: este plano dimensional q u e aún corresponde exactamente al plano f ísico-terráqueo, hallaremos elementos ener­géticos c o n principio de proyección magnét ica , ya q u e en dicha dimensión intervienen elementos electro-físico-magnéticos del pla­no terráqueo. Su frecuencia vibratorial es de un número mayor de W, ya q u e intervienen elementos energéticos terrestres más elementos cósmicos. Color y luminosidad ídem a los dos prime­ros planos.

220

4º plano dimensión: teniendo en cuenta la explicación de q u e todo c a m p o vibracional responde a una frecuencia energét ica pro­pia , podemos decir , q u e en él se realiza lo que se conoce como catal izador de fuerza energét ica , ya q u e en e l mismo se opera la transmutación e lectromagnét ica .

La proyección de los subsiguientes planos responden a la L e y de C a m p o Vibracional Energé t i co Cósmico.

En e l c a m p o dimensional , la f recuencia vibratorial de sus di­ferentes planos varían de acuerdo al principio de E n e r g í a diná­mica sutil o E t é r e a , q u e es la s iguiente:

" T o d a E n e r g í a Dinámica , como principio u origen de vida, está generada por su núcleo o centro generador de acuerdo al c a m p o en q u e se desarrolle, por ende , diremos que , la Energ ía D i n á m i c a de un cuerpo, corresponde en propor­ción directa al núcleo generador más la masa energét ica de sus proyecciones o expansiones, con el número de electro­nes de cada u n o de ellos. Es decir , que la masa determinada por números electrónicos constitutivos en sus cadenas ex­pansivas, di ferencian las característ icas energéticas de los campos dimensionales, ya q u e ellos son formaciones electró­nicas, de los cuerpos generadores en principio de E n e r g í a . "

Por consiguiente, todo cuerpo generador determina su propio campo energét ico, el cual producirá sus diferentes expansiones de acuerdo al número electrónico de su núcleo más el peso ató­mico de su masa y la raíz cuadrada de sus polos en ángulo pro­yectado hac ia su últ ima capa o cadena cortical de su cuerpo.

No es errado el querer demostrar que un ser f ís ico-humano, con cerebro o masa generadora, responde a un núc leo generador energético, con polaridades variadas, dependiendo ello del gra­do evolutivo de l mismo.

S i en e l c a m p o dimensional de un cuerpo denso ( h o m b r e ) , ha ­llamos la proyección energét ica de éste , nos encontraremos con que cada uno de los elementos constitutivos del mismo, respon­den a la orden de los elementos energéticos de l p lano denso a q u e per tenecen, no así en la proyectada , ya q u e en ella inter­vienen elementos energéticos de orden Cósmicos etéreos.

Sucede así q u e todo cuerpo generador, en su principio ener-! gét ico, corresponde a la L e y d e Energ ía Cósmica , con sus varia-

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das y combinadas fuerzas vibratoriales que le son inherentes. Podemos determinar un Proyector Energético Dinámico, si éste

responde a la L e y Universal de Energ ía Cósmica, de lo contrario no es más q u e la condensación energética de los elementos des­prendidos del cuerpo generador mental de la masa física-densa q u e responde a la L e y Energét ica de orden Elec tromagnét ica . Es dec i r , nos hal laremos frente a las imágenes creadas por el Cuerpo Mente-F ís ico del individuo.

Es umversalmente aprobada la L e y de Energ ía E lec tromagné­t ica , ley q u e responde exactamente y únicamente a los cuerpos o masas pertenecientes a los campos vibracionales del Mundo T e ­rreno o Planeta T ierra .

La Ley, como principio Universal El Hombre

En las diferentes combinaciones dimensionales del C a m p o Cós­mico , hallamos la entrete j ida y comple ja imagen del hombre en su función generadora como principio de ley. Quiero decir , que el hombre , perteneciente al plano Tierra , responde exactamente al molde energético magnét ico Cósmico. Su forma, su constitu­ción anatómica, su función energética creadora, está totalmente planeada y estructurada en el plano Cósmico. Por esa razón, de acuerdo a la dimensión q u e ocupa su doble etéreo, podemos de­terminar su grado evolutivo como Materia Energét i ca Viva. No hay razón alguna para ignorar u ocultar que si la materia densa, proyección l imitada de su verdadero ser, per tenece a un plano dimensional denso, localizaremos el plano vibratorial Cósmico a que per tenece , de acuerdo a la frecuencia y expansiva electró­nica de su mente .

Así podemos decir q u e : T o d o hombre en el camino evolutivo del Universo es un principio fundamental de L e y , como parte integrante de un conjunto, no así en su individualidad humana, ya q u e todo e l e m e n t o creado en el Universo es parte constitutiva del Principio Fundamenta l de la L e y Cósmica .

La L e y Universal como principio Cósmico , responde a una serie de elementos o conjuntos de leyes energéticas que son regidas y dirigidas hacia el máximo grado de su función. En este caso podemos encuadrar el principio de la Esca la Evolutiva.

222

T o d a proyección determinada hac ia un punto señalado o fi­jado, es regido y expandido del principio fundamental hasta su máximo desarrollo como nivel evolutivo.

No pertenecen todos ios sistemas a la misma ley de evolución, pues cada uno de ellos responde a un plan determinado y en­cuadrado dentro de la manifestación creada por su principio fun­damental Cósmico.

Es así como nos hallamos en un mundo q u e perteneciendo a la misma L e y de Energ ía no responde al mismo grado de evo­lución, ya que cada uno de ellos, pertenecientes al mismo cen­tro o cuerpo Creador energét ico, poseen y son regidos por sus propias leyes energéticas de acuerdo a la escala de evolución energét ica .

No es de difícil comprensión interpretar el f in —principio— de un mundo cuando l legamos a conocer el Principio Fundamental de su escala evolutiva, ya q u e cada una de ellas responden a sus leyes de origen dimensional.

T o d o individuo posee en sí mismo la identif icación dimensio­nal a q u e per tenece (grado de evolución, de acuerdo a la ca­pacidad mental expansiva. Se puede determinar el número de W a q u e responde el cerebro-mente de un individuo, apl icando la fórmula teórica dada n° 2 .

Puede diferenciarse e l peso atómico de la masa encefál ica co­nociendo el peso específ ico del mismo.

La clasif icación energét ica de la masa encefál ica se logra a tra­vés de la apl icación electrónica de la misma, sin necesidad de elementos mecánicos q u e puedan provocar alteraciones de cir­cuito vibracional de los mismos.

T o d o ser viviente (hombre-animal ) responde exactamente a estos factores. Sin excepción alguna y de esta manera se puede lograr exactamente a qué plano per tenece y por ende el núme­ro de W q u e posee .

Si la c iencia humana tuviera en cuenta estos elementos lle­garía al verdadero y exacto resultado positivo sin error alguno, no sólo para conocer el grado evolutivo del hombre sino para la apl icación terapéutica de toda alteración cerebro-mente de los mismos.

El grado dimensional de la capac idad vibratorial de la mente humana, responde exactamente a los W cerebro-mente . La cien-

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cia humana posee los aparatos mecánicos electrónicos necesa­rios y suficientes para determinar el mismo.

E l h o m b r e como fuerza generadora energética electromagné­tica ( t e r r á q u e a ) representa a la fuerza motriz que impulsa y genera elementos energéticos electromagnéticos, q u e son la re ­presentación viviente del mundo denso.

C o n la capacidad mental o siquis traspasa las dimensiones te­rráqueas (sus capas a tmosfér i cas ) , penetrando a las dimensiones cósmicas, donde al l legar a ellas se combinan y transmutan dichos elementos. U n a vez real izada dicha transmutación, esos elementos físicocósmicos pasan a ser parte de una masa energética electro­magnét ica Cósmica que son regidas por la L e y Universal Cósmica , como L e y Madre o L e y Genera l , pero cada uno de estos nuevos elementos energéticos van formando un cuerpo o campo vibracio­nal energético perteneciente a cada individuo que responderían a la ley individual de su creador pero su conjunto responde a la L e y Genera l o L e y Cósmica .

Cuando el generador f ísico o creador desvirtúa su cauce o provoca un desequil ibrio en su generar , la L e y General lo im­pulsa a tomar el r i tmo normal que le corresponde de acuerdo a su principio como ser creador. De ahí los conocidos desequi­librios mentales. Son nada más q u e el producto del cambio vi­bracional energét ico de su cerebro-mente . Es dec i r : cambio de pensamientos, sistemas de vida, a l imentación y medio ambiente . Cuando esto se produce no h a y siquiatra q u e logre ponerlo en su estado normal, y es por esa sencilla razón q u e desconoce la relación energética q u e existe entre el hombre-generador y el campo vibracional energético cósmico q u e él mismo ha creado. Solo necesita para lograr su equibrio y estado normal, la armo­nía vibratorial del individuo, teniendo en cuenta el punto de origen o época en q u e el hombre-f ís ico, comenzó a generar ener­gía. Es dec i r la edad en que el individuo se independiza del me­dio ambiente familiar rutinario o mejor d icho : edad mental adulto. El generador energét ico de l cuerpo físico es continuo ya que su mecanismo orgánico ac túa y funciona permanentemente y en estado inconsciente del mismo. Es u n a perfecta máquina elec­trónica f ís ico-química.

El h o m b r e desde su nac imiento hasta la adquisición de su pro­pia individualidad (personal idad) consciente, genera energía elec-

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tromagnética, en forma inconsciente y va creando su cuerpo men­tal hasta que llega a la edad adulta o formación de su verdadera personalidad.

De aquí en adelante actúa y se gobierna por sus propios im­pulsos-decisión y criterio propio, de acuerdo la formación mo­ral, educacional , etc. , del medio ambiente en que se creó y lo que adquirió en ese período, lo utilizará en su futuro pero está en él en estado latente, ya q u e su campo vibracional lo ha ido formando o creando inconscientemente, de acuerdo a esto, cuan­do llega a la madurez mental-personal podrá elevar su grado vi­bratorio en forma consciente, logrando que su campo vibracional cada vez sea más fuerte (o energét icamente hablando posea W y voltios de mayor potenc ia l ) .

T o d o campo vibracional puede ser alterado en su circuito, ya lo hemos dicho antes, por el cambio de vida, pensamientos, sen­timientos, etc .

Cuando halláis logrado tener conciencia de q u e poséis un cam­po vibracional que debe ser mantenido en perfecto equilibrio o armonía, podréis llegar alcanzar las más elevadas dimensiones cósmicas. Pero no debéis olvidar q u e esa conciencia debe ser acompañada del más limpio y puro sentimiento, ya q u e de otra manera vuestros propios pensamientos y sentimientos serán los únicos que los permitirá lograrlo. No debemos olvidar que todo pensamiento va siempre acompañado de sentimientos y esto es un binomio o pare ja q u e posee una fuerza poderosa, ya sea positiva o negativa.

T a n t o el amor como el odio, ambos son poderosos, con la dife­rencia que uno es constructivo y totalmente elevado y el otro es destructivo y del más b a j o nivel. E d u c a d vuestras mentes y vuestros sentimientos y vuestro campo vibracional será altamente positivo. Por consiguiente, vuestras vidas serán el vivo reflejo de él. Tened por seguro que nada ni nadie negativo podrá rodearos ni acercaros, ya que no habr ía afinidad para ello, y de esta ma­nera lograréis vuestra verdadera y única realización.

La capacidad mental del hombre

El hombre desde sus principios va adquiriendo conocimientos, primero por el medio ambiente q u e lo rodea y luego avanza

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por sus propios medios. En este a v a n c e es como va desarrollan­do su campo vibracional que es el circuito energét ico que lo rodeará; por medio de este campo es como puede ir acumulando y fortaleciendo sus cuerpos, ya q u e él es el q u e hace de guar­dián para el hombre no permit iendo la entrada de ninguna fuerza externa a él no compat ible con las suyas propias.

A medida que va avanzando en su evolución como ser humano, va descubriendo que a su alrededor sólo llega lo que a él le inte­resa y destierra lo impropio. El h o m b r e , con su c a m p o vibracio­nal forma o constituye un c a m p o energét ico de potencial equi­valente a su evolución, observando que todos los sucesos de su vida se van real izando de acuerdo a su sentir. D i c h o campo es una combinación do energía e lectromagnética q u e le permite al mismo ser valerse de su propia fuerza sin necesidad de ayuda a jena. El desenvolvimiento de su vida se va realizando de acuer­do a su proyección mental . Cuando el h o m b r e desea allanar una meta , todos sus cuerpos en armonía con su campo, va e labo­rando esa energía necesaria para lograrlo. Necesita forzosamente su intervención para adquirir los elementos necesarios a su fin. Puede el hombre valerse a sí mismo pero nunca prescindir de su campo vibracional . E s t e campo energético regula las influen­cias que le llegan del exterior ( a m b i e n t a l ) , como así las del mun­do cósmico. Para ello es necesario el regulador energético que es dicho c a m p o .

Podréis lograr una variada adquisición de conocimientos, fuer­zas y despliegue de energías a través de este campo vibracional . Cuando él se halla en desarmonía o en desequil ibrio energético, el ser presenta un estado de desarmonía y desequilibrio emocio­nal mental y anímico, no pudiendo llegar a la perfecta sincroni­zación si antes no se armoniza dicho campo. La mente del hom­b r e puede alcanzar grandes proyecciones, siempre y cuando esté en armonía sincrónica con dicho campo.

La mente del hombre es una proyección energética del conjunto de sus cuerpos, los cuales deben estar en armonía y en perfecta sincronización. La provección mental puede llegar a penetrar dimensiones inimaginables, siempre que el hombre se lo proponga con un ordenado y previo desarrollo de la misma. Para ello, es necesario el empuje o estímulo de su voluntad para lograrlo. La capacidad mental del hombre es igual a su evolución. De acuerdo

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al grado evolutivo que posea podrá alcanzar mayor capacidad proyectiva en su desarrollo.

La inmensa mayoría de seres que acostumbráis a ver como men­tes mediocres, no lo son, pues ello significa q u e no lo han logra­do por falta de desarrollo de la misma.

El hombre desconoce totalmente su capacidad mental , pero eso no significa que carezca de la misma, s implemente es ignorante de sí mismo. Cuando el hombre conozca su poder energético men­tal, sabrá entonces cuál os su verdadero caudal evolutivo. Para ello es necesario que sepa exactamente cómo es y quién es, ener­gét icamente hablando. No parecerá simple el camino para lograr­lo pero no es difícil si trata de penetrar en su mundo, de acuerdo a lo dado y penetrar en el mundo que lo constituye como ente energético.

El caudal evolutivo lo determina su poder energét ico como ser biológico, ya que es un conjunto armónico y perfecto el que lo constituye. De acuerdo a su capacidad mental determinará su grado evolutivo y su poder energético mental .

En el campo de la investigación durante siglos se ha tratado de penetrar en el hombre para llegar a conocer el verdadero secreto que lo constituye; una civilización de seres lograron descubrirlo y saber exactamente qué es el hombre , pero debieron dejar lo en la oscuridad para el resto de la humanidad ya q u e eran con­siderados hechiceros, o dementes si presentaban tales teorías. Es­tos conocimientos quedaron ocultos a través de siglos, pero la hora de la humanidad ha l legado y debe salir a luz todo lo re ­ferente a ella.

Así es como hoy ponemos en vuestras manos tales conoci­mientos, para que e! hombre se conozca a sí mismo y sepa que todo su ser es un conjunto armónico energético, donde d e b e pre­valecer la conciencia de ese potencial , para saber guiarlo y uti­lizarlo como fuente generadora de energía , en bien propio y de sus semejantes .

El punto básico para ello radica en estos conceptos : "El hom­bre es una fuente generadora de energía, cuyo potencial depende absolutamente de él."

Es preciso conocer el principio de su origen para determinar su grado energético, y el mismo h o m b r e es el que . puede lo­grarlo.

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Parece difícil entender esto, pero a medida q u e penetréis en estos conceptos iréis interpretando y aceptándolo, ya q u e sus prin­cipios básicos están justamente en la penetración.

Tratando de interpretar estos conceptos es como podréis voso­tros mismos, hallar la forma de medir vuestra capacidad mental y el grado de penetración dimensional q u e poseéis.

E l hombre , como fuente generadora posee u n a capac idad men­tal similar a una fuente energét ica de-e lectr ic idad, con la diferen­cia q u e su capacidad mental combinada, energía electro-magné­tica, y es por medio de ella q u e puede penetrar proyectándose en las diferentes dimensiones terrestres como cósmicas. Su ex­pansiva electrónica penetra las frecuencias vibratoriales más ce­rradas, ya q u e h a c e su polarización en el cruce de las mismas. Y ello lo logra a través de su onda mental . Es imposible pre ten der q u e un niño de seis años lo logre, pero sí puede un joven que ya posea una madurez mental para alcanzarlo a comprender .

El hombre como fuente generadora energét ica , recurre a su mente para llegar a penetrar y compenetrarse de los conceptos dados ya que requieren compenetracoón e interpretación.

Podemos decir q u e el hombre es la fuente generadora ener­gét ica de mayor caudal potencial que cualquier otra pertene­ciente al mundo físico.

Es difícil aceptar la idea de esto porque la mente humana está formada de conceptos limitados y fronterizos, resultándole doble trabajo desterrar tales conceptos para implantar esta con­cepción.

Pero el t iempo demostrará q u e la mente humana es capaz de lograr lo inimaginable, con sólo poner en movimiento su fre­cuencia vibratorial .

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CAPÍTULO X X I I

L A E X I S T E N C I A D E L H O M B R E C O M O E N T E E V O L U T I V O

D a d a s las explicaciones de la extrluctura físico mental de l hom­bre , l legaremos al punto de demostrar que éste como ente evo­lutivo es un proceso de creaciones energéticas , que va sufriendo constantemente transformaciones en su cadena extructural.

De jaremos de lado la forma para l legar a la no forma, con­siderándolo como un proceso energético de evolución prolongada. Teniendo en cuenta el origen y desarrollo del hombre como ser bioquímico, con combinaciones y fuentes generadoras de energía e lectromagnética .

Si pasamos una mirada sobre el proceso biológico del hombre como forma constituida densa, observaremos que en esta forma­ción intervienen una serie de elementos de distintos niveles ener­géticos, variadas combinaciones celulares con función propia y derivada, constituyendo un complejo pero perfecto conjunto ar­mónico celuloenergético.

La vida existencial como ser, forma densa con procesos bioener-géticos, demuestran que el proceso evolutivo de las mismas, se realiza por una constante y variada renovación celular energét ica , variando sus continuas estructuras anatómicas y funcionales bio­lógicas.

El hombre como ente evolucionante reviste las característ icas de una poderosa fuente generadora energét ica , sufriendo cons­tantes renovaciones en su proceso atómico.

Puede considerarse al h o m b r e , como un poderoso potencial energético con función propia e individual, siendo parte integran­te de un conjunto similar atómico pero siempre conservando su individualidad genésica y genérica. T o d o proceso evolutivo re­quiere una continua el iminación y transmutación de elementos energéticos c o m o genésicos dentro del sistema universal. Se pue-

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da ubicar al hombre como parte integrante de un número rela­tivo de fuente generadora, es un ente en continua evolución. Su principio como su fin, requiere la constante evolución de su con­junto como cuerpo y como ente. El número de escalas evolutivas que ha tenido que seguir para su evolucionar, es de uno a mil en sentido geométrico, como así su descenso a los planos densos.

Todo cuerpo evolucionante procede de la misma forma. Su con­tinua evolucionar o progreso en la escala evolutiva, requiere un principio y un fin. Dentro de este lapso, va sufriendo distintas transformaciones de acuerdo a su afinidad vibracional y, por con­siguiente, según su frecuencia.

El hombre como ente evolucionante sufre el proceso genésico desde su principio, es decir, desde su partida o nacimiento hasta el fin, que es su adquisición con conciencia propia de su ver­dadera razón dé ser.

Todas las religiones como escuelas filosóficas, presentan varia­das formas de concepto, pero no sufren en ellas las verdaderas razones del proceso evolutivo como ente energético evolutivo.

El hombre dentro del plan o planos sutiles aún no presentan su forma como vosotros lo imagináis, ya que no existe la misma, pero presenta y posee la función y fuerza generadora del concepto o principio energético que lo hace de esta manera, diferenciarse de los otros seres o entes evolucionantes.

Las características de los seres evolucionantes, las diferentes formas ya explicadas anteriormente, basadas únicamente, en el proceso y transformación energético atómico, con sus distintas ca-racteríísticas.

Cuando el hombre ya ha adquirido la forma densa, es decir, ha logrado constituir sus cuerpos densos, pertenece y vibra en un plano de idéntica característica, pero con la inconciencia de su verdadero origen, proyección y fin.

Podemos decir que el hombre como forma humana, excepto su mente, es un conjunto atómico energético, con función delibe­rada e inconsciente, sólo la intuición que cada uno va adquirien­do o desarrollando lo lleva a la búsqueda de ese más allá (como así lo llaman) de un mundo desconocido, creyendo en la forma, sentimientos y conocimientos que posee como fuente generador denso.

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Pero debéis tener en cuenta que toda forma densa se desarro-Ha en una dimensión densa, afín a su cuerpo y al cuerpo vibra­cional que se ha desarrollado como forma densa-humana extra-terrestre.

No todos los hombres corresponden al plano Tierra con sus cuerpos anatómicos y funcionales iguales, ya que existen distintas dimensiones donde éste va desarrollando su cuerpo de acuerdo al plano o dimensión que corresponde en esa etapa.

Cuando más sutil es la mente del hombre más sutil es la dimensión que penetra , y de dónde puede extraer los conocimien­tos verdaderos que lo estimulan a ello.

Existen seres de una densidad tan sutil que es imposible a la vista humana registrarlo, ya que carece de la frecuencia vibratoria que necesita para que en conjunto con su cerebro-mente lle­gue o penetre. Por eso es necesario y de gran importancia que su sed de conocimientos lo lleve hacia planos elevados, porque es la forma que lo ayudará a penetrar en las distintas dimensiones. Y cuanto más elevadas sean las mismas, mayor sutilidad y ma­yor conocimiento poseerán.

El mundo de las dimensiones poseen cada una de ellas deriva­das formaciones de estructuras genéricas y funcionales vibrato-riales. Existen dimensiones que para el hombre terrestre es im­posible concebirlas , ya que están lejos, muy lejos, de su con­cepción mental . Pero os aconsejo que tratéis ele sutilizar y for­talecer vuestras mentes de manera tal , para que puedan pene­trar esas dimensiones hoy inalcanzables. Pero cuando lo logren os parecerá inconcebible c impresionará de tal manera , que será un descubrimiento deslumbrante para el que lo logre.

Debé is tener en cuenta que el término medio o promedio normal de W de las mentes , l lega hasta la 4' dimensión, pero para l legar a la últ ima os falta un potencial mucho mayor. U n a de las formas de lograrla es por medio de la meditación, concen­tración y oración. Estos tres medios ayudan muchísimo a la suti-lización y potencial mental .

L a s variadas dimensiones desde el plano Tierra al Mundo Cós­mico , lo diferencian las distintas frecuencias vibratoriales y a m a ­yor potencial idad y sutilidad mental , mayor es la frecuencia vi­bratorial y a semejanza de las variadas dimensiones cósmicas,

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donde hallarán las verdades y las fuentes legítimas del Universo, como principio y f in del mismo.

El Cosmos en su génesis y género energético varía totalmente de las dimensiones terrestres, ya que los átomos que la compo­nen corresponden a una combinación estructural diferente.

De acuerdo a la evolución del hombre , los átomos de su mente-inteligencia se van transformando, adquiriendo afinidad vibrato­rial con los átomos Cósmicos, y de ahí q u e pueden traspasar o penetrar esas dimensiones, en las cuales descubrirá las verdades q u e en su vida f ísica no halla la respuesta ni justif icación corres­pondiente.

Existen hombres que la Verdad la sienten, vibra dentro de ellos pero no poseen la certeza de su sentir y es entonces cuando co­mienzan a desglosar y analizar teorías y conocimientos ajenos para ver si en algunos de ellos encuentran la similitud de su sentir, de su Verdad. Vive en ellos porque en casi todos está pero . fa l ta que l leguen a esa conciencia y convicción de lo que piensan y sienten, pero necesitan, es aquí donde van sufriendo las transformaciones atómicas mentales y las sutilizan de tal ma­nera que puedan l legar a penetrar esas diferentes dimensiones donde por sí mismos hallarán la Verdad sin necesidad de recu­rrir a viejas teorías ni conocimientos ajenos. A medida que avan­zan en su evolución, mayor es el caudal y potencial energético que poseen, para llegar a esa meta .

El hombre , como ser viviente necesita forzosamente evolucio­nar, ya sea en estado consciente como inconsciente, pero aquel que lo h a c e conscientemente, logra penetrar dimensiones cósmi­cas más avanzadas.

T a n t o el ser evolucionado como humano como el que ya trae su evolución en sí mismo, se distingue por su grado de capta­ción, inspiración y adelanto espiritual, no así el de poca evo­lución.

Cuantp más viejo sea el espíritu del individuo, más avanzado es en la escala evolutiva.

Todos sin excepción alguna, l legan a alcanzar la evolución por­q u e así lo marca la L e y , unos demorarán más que otros, pero al fin l legan de igual manera al adelanto evolutivo.

Podemos dividir al hombre como ser o ente evolutivo en una escala aparentemente desigual a la espiritual, pero no es así

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porque requieren mayor profundidad y mayor compenetraciói i en el Mundo Cósmico.

Es to se manifiesta de acuerdo al sentir q u e posee en sí mismo. No todos de la misma manera y esto depende directamente de la evolución de su espíritu.

A través de la mente recorre las distintas dimensiones sin darse cuenta que con su pensar y sus distintas conclusiones, está pene­trando mentalmente , las dimensiones cósmicas más o menos avan­zadas, de acuerdo a su evolución.

El caudal evolutivo del hombre , lo podemos distinguir por el grado avanzado de su intelecto y de su capacidad mental .

T a m b i é n así, distinguimos al ser de escasa evolución. Para mayor aclaración y comprensión lo veremos como explicación astrológica y Mundo del Éter . R e c i é n entonces podremos com­prender la verdadera evolución y sentido de lo que significa evolucionar o ser evolucionado. P e r o en el Mundo Universo na­die escapa a ese proceso evolutivo, que es inherente a todos por más primitivos que nosotros creamos u observamos.

No por ello debemos burlarnos ni dar la importancia q u e t ie ­nen, pues cuanto más primitivo o poco evolutivo es, más vírge­nes son sus cuerpos y los componentes que lo constituyen.

El hombre dentro del Universo no es más q u e un átomo evo­lutivo en escala ascendente y progresista, q u e va camino a la refusión de su propio espíritu, para adquirir la conciencia dé lo q u e rea lmente es dentro de la Gran Madre Cósmica o Universo.

T o d o es evolución, desde las piedras hasta el espíritu, pasan­do por las distintas etapas reinantes, en este caso en el h o m b r e terreno.

Y en otros planetas poseen distintas etapas o facetas pero tam­bién en proceso evolutivo.

Cada sistema posee un proceso evolutivo similar a u n q u e sus características diferentes ( a p a r e n t e m e n t e ) , pero están dentro del mismo plan o fuerza Cósmica, que los guía y los dirige.

El mundo de las formas es una plasmación cristalizada del hom­b r e humano, y esto fue necesario para su mayor desenvolvimien­to dentro de su mundo. En cada Mundo, poseen u n a determinada característ ica para q u e puedan alcanzar la comprensión espiri­tual y de conciencia que necesitan para su evolución.

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No creáis que por no poseer formas ello significa sü no exis­tencia . Existen mundos donde la forma humana no existe ni existe la densidad del cuerpo como los terrestres, pero los hay q u e son menos densos y hay otros de mayor densidad pero con otras característ icas.

H a y mundos donde los seres no poseen ni idea de formas, pero tienen una conciencia de su existir como vosotros, lo que sí po­seen todos, es el mundo mental con mayor o menor desarrollo de compenetración y comprensión. Podemos dividir al Sistema Solar al cual pertenece el hombre como una r a m a de los millo­nes de sistemas que posee el Universo pero todos de distintas características porque responden a una L e y propia que les per­tenece desde e l momento d j su nacimiento como Sistema Solar, como galaxias, e tcé tera .

El h o m b r e , como ser denso, habi tante de un mundo denso, se le presentan dificultades para comprender el grado de evo­lución q u e posee, pero por eso insistimos en que d e b e mejorar y poner en forma totalmente positiva su campo vibracional , es decir , tratar de que todos sus pensamientos o actitud mental en armonía con sus sentimientos, estén en positivo. El negativismo obstruye la constitución atómica de dicho campo, lo que h a c e q u e su densidad aumente y todos los sucesos de su vida le resul­ten más negativos que positivos. Son los llamados por sí mismos hombres fracasados. No existe el fracaso, siempre y cuando pro­cedan y vivan de acuerdo y en armom'a consigo mismos. Obser ­vando vegetales , que ellos se desarrollan normalmente hasta al­canzar su madurez o fruto, claro está que necesitan del terreno y c l ima propicio para ello.

Pues bien, el hombre es lo mismo, está y vive en un mundo propicio para su evolución, mundo acorde con sus condiciones de desarrollo. Si el h o m b r e terreno viviera en otro planeta no podría subsistir, ya q u e le faltarían las condiciones existenciales propias a su naturaleza.

Es fundamental que comprendáis que la naturaleza densa del hombre, se debe al plano o mundo en q u e vive y depende exclusi­vamente del que ponga su comprensión a esto, para que pueda lograr q u e su c a m p o vibracional es estr ictamente consecuencia de su pensamiento y sentir; que sepa ubicarse en el mundo al cual pertenece y estar en armonía con él .

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En la naturaleza terrestre, la ley que la r ige , es de perfecta armonía y sincronización, depende del hombre que quiera vivir en desacuerdo con ella. D e b e comprender que s i e l mundo te­rrestre es un c a m p o energét ico, porque su cuerpo denso como el etérico que lo rodea, es lo mismo y responde a las mismas leyes q u e le son propias.

Para la mente o comprensión humana, se le hace difícil acep­tar o interpretar tal concepto, pero debe tratar de analizar para l legar a la compenetración del mismo, y de esta manera logrará penetrar a la dimensión cósmica que le permitirá ver y entender perfectamente su verdad.

T o d o hombre posee un cerebro , que , como ya hemos dicho, es un generador energético, el cual vive permanentemente crean­do nuevos elementos energéticos que le son afines y que le acom­pañarán en todo su derrotero, éstas pueden ser negativas o positi­vas, eso depende exclusivamente del h o m b r e y así será su vida.

T o d o ser creado a sido hecho a semejanza del Creador Divino, y no existe nada imperfecto ni desarmónico en tal creación. Toda ella es una perfecta armonía en la cual la nota desacorde la realiza el mismo hombre .

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CAPÍTULO X X I I I

L A S Í N T E S I S

La síntesis es a todos los números concretos y abstractos, el resumen absoluto de todas las cosas y de todo lo creado.

Podemos considerar este t e m a como una materia aparte de lo dado, a pesar que su intervención en lo ya descripto, es abso­luto e inherente.

E s t e tema es por demás comple jo ; pero solo para aquellos que aún no h a n podido acercarse a l mundo de lo creado.

Es m u y importante q u e reconozcáis , en todos los detal les , la obra creadora de la Fuerza-Energ ía -Div ina .

La gran fuente de origen, seno de todo lo dado y de todo existir, es lo q u e aún desconocéis , porque vuestros conceptos , conocimientos y comprensión espiritual y mental , no t ienen el a lcance necesario y suficiente para abarcar lo en toda su extensión.

La Gran Síntesis, producto de lo Creado y Creador , reúne las fuerzas, conocimiento y desarrollo de todo el Universo, ence­rrado en el minúsculo y secreto de la Creac ión Divina.

Dios i lumine y permita q u e vuestras mentes sean despeja­das y capacitadas para absorber a la Gran D i v m a Creación.

La Gran Síntesis, resumen de todo lo c reado , puede mani­festarse dentro de todo mundo formado por los tres planos te­rrestres q u e comprenden: el etérico-emocional , el vital y el denso.

D e n t r o de cada uno de estos planos se encuentran las fuerzas correspondientes a su propia naturaleza y cada una corresponde a su mundo constituido pero que c o n la unif icación entre ellos se puede l legar a u n a unif icación vibratoria de los tres planos.

Estos planos, revestidos de distintas características^ ya q u e cada uno de ellos per tenece a naturalezas propiamente dichas, pueden unif icarse entre sí formando un solo circuito entrelazan­do cada u n o de ellos.

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L a s fuerzas q u e emanan cada uno de ellos, constituyen un régimen determinado de leyes q u e responden exactamente a su propia constitución, función y emanación.

D e b e m o s tener en cuenta , que cada uno es producto de la Crea­ción y como tal posee dentro de sí, mater ia virgen divina; por lo tanto cada uno puede con su solo deseo y voluntad, ponerla a tono o vibración directa , con la fuente q u e le dio origen; pero siempre dentro del régimen de leyes q u e lo constituyen y lo determinan.

Así como todo ser posee sus tres cuerpos constitutivos, de la misma forma son los mundos; poseen sus cuerpos con las carac-teríticas propias a cada uno de ellos.

Estos mundos, revestidos de fuerzas y emanaciones de su pro­pia naturaleza, se combinan con las irradiaciones emanadas de los seres que los habitan, formando su conjunto los respectivos mundos.

Es decir , q u e todo mundo está constituido por los suyos pro­pios más las irradiaciones de los seres, formando en conjunto los mundos y las leyes inherentes a ellos, q u e son las que los rigen y determinan.

Es necesario que consideréis q u e cada cuerpo de los seres no son mundos, sino cuerpos, formados por irradiaciones vibrato­rias emanadas de otros cuerpos q u e constituyen los mundos a que pertenecen.

Estos tres planos principales subdivididos forman en su tota­lidad siete.

El origen de todo lo creado puede darse como un engranaje sistemático o sincrónico, con el más exacto y minucioso cálculo de precisión.

T o d o es como una rueda con sus distintos bulones y eslabo­nes, donde cada uno enca ja exactamente , sin poder variar un solo tornillo, o tuerca, en su función y engranaje .

Imaginaos una enorme masa en forma de rueda, donde cada rayo, cada engranaje ,_es una forma o aspecto de la naturaleza.

A medida q u e va girando produce mayor número de revolu­ciones; éstas representadas por la evolución o engrandecimiento de cada ser.

La gran masa o rueda Cósmica procede y gira en la misma f or-

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ma, produciendo constantemente géneros distintos de vidas, exis­tencias o mundos, todos dentro del mismo cuerpo.

En cada parte de esa rueda h a y millones y millones de tuer­cas y cada una con sus respectivos elementos pertenecientes a su engranaje ; pero todos y cada una dependiendo s iempre de la masa o rueda madre.

En cada género de vida se representa y funciona un nuevo as­pecto de la misma, con sus propias características y naturaleza.

C a d a uno de estos pequeños engranajes , responden a otro ma­yor q u e él , y así sucesivamente hasta el e j e central o madre .

En la síntesis de la Creac ión encontramos exactamente lo mis­mo, con la diferencia q u e estos elementos jamás envejecen ni se deterioran; son eternos de eterna y constante renovación, alcanzando un grado máximo de perfeccionamiento.

Si consideramos al principal factor de reproducción o funcio­namiento, tenemos q u e tener en cuenta al germen de su esen­c ia : éste es la Madre Divina o Chispa Divina.

Su comienzo es su f in y su fin es su comienzo. Es un constante y eterno renovar de creación. La fuerza generatriz de toda esta enorme masa, es la q u e la

impulsa a su función y evolución creadora. Es un comple jo y e lectrónico sistema de energía nuclear divina. La Madre Cósmica , Fuerza Creadora de todo, es una pode­

rosísima fuente de Creac ión pura y divina. El día q u e podáis poneros en directo contacto con E l la , habréis

logrado entonces la perfecta identif icación propia y divina. La Gran Creación, producto de un cálculo matemático-analí­

t ico exacto , no t iene ni concibe errores de ninguna naturaleza, siendo en su origen, desarrollo y fin, perfecta y exacta .

Su origen es su fin; su f in, su desarrollo. La fuente energét ica de toda Creación, es la Creac ión misma;

l levemos adelante el plan de ésta y estaremos en su gran avance creador.

La luz, el calor y la energía , son fuentes de gran energía ; pero fruto de la F u e r z a Madre .

E l l a , en sí misma, es todo y cada uno de los elementos q u e la constituyen.

Seguirla en todos sus pasos es un p o c o difícil y extenso; ne-

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cesitaríamos millones y millones de años, para, alcanzar un poco de su verdadera potencia.

La luz, el calor y la energía creadora, proceden de su fuente. ¿Cuál es su fuente? Su propia Creación. Estas energías representadas como simple y levísimo reflejo

de la Gran Creación, pueden obtener el máximo de potenciali­dad, si sabéis usarla y utilizarla, empleando a su vez la ener­gía magnética, emanada del cuerpo mental y que combinada con el cerebro, produce la electromagnética.

En todos sus aspectos esta energía aumenta su potencialidad, si se la utiliza conscientemente con fuerza mental.

Dicha fuerza produce, a su vez, las otras restantes. Podemos considerar que toda fuerza energética sola, aislada,

posee menor grado de potencialidad que si se la produce com­binada con la fuerza extraída del mundo cósmico (magnético).

En la luz, producto de vibración atómica, interviene fuerza magnética; en el calor, ídem.

Toda fuerza está contenida dentro de cada ser, igualmente a la que se halla en el Cosmos, con algunas variantes; es decir, sin la potencialidad de ésta; pero que poniéndolas en vibración con ella, puede lograrse un grado altísimo de potencialidad en las mismas.

Si estas fuerzas contenidas en cada ser, son conscientemente dirigidas, pueden obtenerse fenómenos y resultados extraordi­narios.

Toda fuerza humana o Cósmica, conociéndola realmente y dándole el sentido o dirección correcta, logra hechos realmente poderosos y totalmente desconocidos por vosotros hasta la fecha.

La fuerza madre generadora de toda energía, es productora y renovadora constante y eterna, sin sufrir variante en su inte­gridad, salvo en el sentido del progreso.

Sois poseedores de un incalculable tesoro; pero que aún per­manece oculto en las entrañas de vuestro propio mundo, ya que ha sido dado desde el origen de la Creación; pero adulterado por la incomprensión humana, quedó sepultado juntamente con los restos de los seres desaparecidos.

El hombre mismo con su voluntad y comprensión, puede ob­tenerlo nuevamente y la hora ha llegado para ser puesto al des­cubierto en todos aquellos que realmente sienten la necesidad

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de poseerlo, necesidad imperiosa que domina todos los sentidos y sentimientos q u e palpitan y viven en el ser.

No cometáis el error de otros, ya que tendréis en consecuen­cia el mismo f in y derrotero.

Alzad vuestros ojos al Infinito y pedid la luz de la Antorcha Divina , q u e a lumbra a todas las almas que quieran poseerla.

Vosotros podréis tenerla ; sabed poseerla y seréis propietarios de la Verdad Absoluta.

Comparad un grande y poderoso depósito, el cual contiene un l íquido precioso, q u e de saber aprovecharlo podéis obtener el mejor y más exquisito producto.

Los hombres de hoy y de ayer, símbolo enigmático de la Creación misma, permanecen oculto por la propia incompren­sión de su misma mente .

Buscad, analizad y penetrad en el laberinto de la esencia mis­ma que contiene y hallaréis el verdadero valor y sentido que poseen.

No andéis a tientas por la t iniebla humana, despejad vuestros caminos saliendo al encuentro de la L u z y la Verdad : el Yo Supremo de cada uno, fuente creadora de la propia fuerza, ener­gía misma de la Gran Energ ía .

Si "podéis comprender el verdadero sentido d e . la Creación, entonces habréis logrado encontrar el verdadero camino ascen­dente del progreso y evolución eterna, de la verdadera y única Evolución; la unif icación total y definitiva con la Potencia Creadora , M a d r e de las Madres , F u e n t e de todo origen y de todo fin.

Fuerza eterna de creación

E s t a fuerza denominada comúnmente como fuerza creadora es la fuerza madre q u e genera a las fuerzas secundarias.

La conocemos y podéis distinguirla como la fuerza que im­pulsa y da origen a todas las demás , como la electricidad, la luz y el calor.

Estas fuerzas son determinadas por la acción constante 'de la misma.

Poseen en su esencia la misma combinación a tómica Cósmica ya q u e es una fuerza constituida en la misma.

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Su fuente de producción es ella misma y su producto las ya mencionadas además de la magnét ica .

Por la acción -constante y creadora de dicha fuerza, es que el Cosmos está en continua actividad.

Si dicha fuerza de jara de funcionar, el Cosmos entero se paralizaría.

E s t a da impulso de actividad y creación a las ondas que , combinadas con átomos de otra naturaleza, pertenecientes tam­bién al Cosmos darán lugar a la existencia de los elementos fundamentales pertenecientes al Universo.

Podemos considerarla como la fuerza motriz' natural de toda energía , e lemento y elementales pertenecientes d i rec tamente al Cosmos, Fuerza Creadora, E t e r n a F u e r z a Divina de existencia.

Aplicada esta fuerza a la función de los mundos en act ividad, ( c o m o los de los seres vivos) es la que les provee de energía para que los mismos evolucionen y se expandan conjuntamente con su acción.

En el proceso evolutivo de un mundo, su acción és la que le da impulso de arranque.

E s t a fuerza es el núcleo mismo de todo el Cosmos y t iene la función creadora y eterna del mismo, ya que su acción es eterna, no t iene principio ni fin.

T o d o mundo, cada mundo determinante de los cuerpos y de los seres, posee en su seno, dicha fuerza en grado menor de potencial idad, ya q u e es su propio refle jo y producto de ella.

Es así como entonces podéis explicaros la existencia de las tres fuerzas mencionadas : energía, calor y luz.

Si a dichas fuerzas las ponéis en act ividad, podéis obtener fenómenos resultantes de las mismas.

Vuestros cuerpos poseen energía eléctr ica , calor y luz. T o d o cuerpo físico como etérico, posee dichas fuerzas y si

lo observáis con un lente especial , podríais ver- las irradiacio­nes lumínicas de los mismos; esto es d e b i d o a la existencia de ellas.

De igual forma sucede con las otras, e l calor por e jemplo ; ya es b ien conocido por la c iencia médica que todo organismo produce un número determinado de calor y no h a c e falta q u e lo nombre ya q u e es conocido.

C o n la electricidad y el magnet ismo ocurre exactamente igual.

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Quiere decir que estas fuerzas existentes en el organismo, son las mismas que se encuentran en el Cosmos.

Podéis sacar como resultado que todo ser y todo mundo es un Cosmos en miniatura; pero fiel refle jo y copia del mismo.

E terna Energ ía , fuente creadora de la Creación misma. Síntesis de todo lo creado. Mundo propio de la propia fuente q u e dio origen a todo lo

creado por su misma fuerza y esencia. La agrupación atómica de toda su fuerza, por irradiación

magnét ica nuclear , desprendióse de su mismo cuerpo para dar origen a su creación.

Creación misma de la creación, fruto absoluto de su fuerza y energía.

En cada desprendimiento de sus partes más externas, dio origen a su propio mundo y leyes que lo forman, dando, a su vez, fuerza y energía a los mundos creados por su propia creación.

Síntesis absoluta de su esencia y potencial idad, dando origen y f in a su principio y desarrollo.

F u e r z a Creadora de su propia fuerza, fuerza creadora de su propio mundo, fuerza creadora de su creación, dio origen y fin a Ja eterna creación.

Síntesis absoluta de su mundo, síntesis de sus fuerzas, síntesis de origen y f in, síntesis del principio eterno de Creación.

Síntesis Creadora de la E t e r n a Creación. F u e n t e absoluta de l a E n e r g í a Creadora . Creac ión de la Creac ión, eterna y constante en su propia

creación, crea y se c r e a en constante acción. F u e n t e poderosa de E t e r n a Energ ía , fuente poderosa de Eter ­

na Creación. D i o su principio y f in en su origen y evolución, dio su prin­

cipio en su f in y su f in en su principio. Desprendimiento creador de su propia Energ ía , Creación de

la Creac ión , Energ ía de la Energía . F u e n t e Creadora del Eter ­n o F i n .

Síntesis de todo lo creado, dio origen y f in a sü propio prin­cipio, d a n d o f in a su E t e r n a Creación.

Síntesis absoluta de eterna creación, en su propia .síntesis dio principio, desarrollo y f in.

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Aumentando nuestro grado de potencialidad creadora, dio origen a su propio origen: nosotros.

Nosotros, principio y f in de toda creación. Sabía con anticipación ordenada, q u e todo lo creado t iene

principio y fin, porque nada en la E t e r n a Creación det iene su avance en la Síntesis Creadora, principio y fin de la E terna Creación.

Fuerza poderosa, sublime y radiante, que en continua y eter­na acción crea , da principio y fin a su eterna creación.

Fuerza M a d r e q u e engendra el resumen de todas las fuer­zas, que partiendo de su propio cuerpo, da nacimiento y evo­lución a sus propios desprendimientos.

Energ ía pura de la Divinidad, parte esencial de la materia virgen, fuente creadora de toda creación, vida y fin de un principio eterno de eterno renacer .

La "Gran Síntesis", conglomerado de energía virgen, energía motriz de todo lo existente.

Vida y fuerza de la propia vida, encierra en su conjunto la potencial idad creadora de toda creación.

F u e n t e Sagrada de divinidad y de vida, fuente sagrada de L e y y principio, fuente sagrada de principio y fin.

F i n del principio y principio de un f in. E t e r n a , Creadora y Unif icadora, de toda energía q u e da

origen y vida a toda creación. En e l derrotero eterno de la L u z Divina, encontraréis recién

el origen divino de todo existir. Mundos de formas, mundos sin ellas, pero plasmados ya

en su áurea etérea , mundos con luz, mundos sin el la , pero to­dos partieron de su mismo origen.

F u e n t e Creadora de Energ ía sin fin. Síntesis Div ina de mundos mil. L legará la hora en q u e no habrá un solo ser vivo, una sola

partícula de partícula en la eterna creación, que de jará de ver la luz del sol resplandeciente que dio origen y vida a toda Creación.

Fuentes de luz, fuentes de fuerzas, fuentes de calor y ener­gías; prodigan constantemente su divina esencia, para q u e toda vida engrandecida por su propia luz y conciencia , vuelva al seno que le dio origen.

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Levantad vuestros ojos al c ielo, mirad su grandeza, mirad su extensión, mirad su luz y encontraréis a Dios.

Observad las plantas, los pájaros, las piedras ; todo t iene vida, todo t iene color, miradlos y encontraréis a Dios .

Almas bril lantes q u e aún se hal lan sus luces ocultas por la sombra de vuestros cuerpos físicos, alivianadlos y hallaréis su luz, luz del infinito, luz del Mundo L u z .

Sacad vuestros odios, vuestros egoísmos, y cambiadlos por vuestro amor , fruto bendi to de la E t e r n a Fuerza q u e le dio origen, y recién entonces encontraréis a Dios .

Benditas las a lmas, q u e en su ansiedad de amor hallaron el camino q u e las conduce a l E t e r n o F i n .

F u e r z a Sagrada del amor divino, que en el amor de las almas por su l iberación eterna, envía sus luces para q u e en ellas se sosieguen y regoci jen, sintiendo la presencia divina de quien les dio origen.

Transitad por el sendero del amor y encontraréis la Divina Energ ía con toda su potencial idad, sin mezquinar un solo áto­mo de su E t e r n a Esenc ia , fuente energética divina de la E t e r n a Creación.

Fuego: F u e r z a Sagrada de la E t e r n a Creac ión, q u e con su po­derosa energía crea , al imenta y consume en el fuego eterno del Amor.

Luz: F u e n t e Sagrada de E t e r n a Clar idad, q u e i lumina, orien­ta y conduce al E t e r n o F i n .

Energía: F u e r z a Sagrada del E t e r n o F i n , dando energía per­manente , transforma, crea y genera a las almas, que de su seno partieron, para volver al f in a refundirse con el la y ser esencia de la misma esencia.

Seguid por el sendero del Amor, del F u e g o y la Energ ía y llegaréis a ser el Ser de la misma Creación.

¿Có mo lo hallaréis? El sendero de luz está dentro de vosotros mismos, buscadlo

y hallaréis las tres fuerzas divinas, q u e latentes y vivas están contenidas, esperando que vosotros, l ibres y decididos, les deis c a u c e a sus propias fuerzas.

El camino de la redención espiritual os espera con todo su gran amor y justicia, para que retornéis l ibres, como aves que

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alzaron vuelo en las inmensidades espaciales, para volver un día a su nido c o n sus alas limpias y ágiles, sedientas de encon-trar nuevamente su seno materno .

Levantaron vuelo para encontrar en sus caminos los e lemen-tos necesarios q u e los harían adultos, pasando por tormentas días de soles y de sombras, cruzando campos , bosques y lagos absorbiendo de cada uno de ellos lo necesario para engrande-cerse y seguir volando hasta l legar a la madurez, que les per-mitiría volver a su nido natal , ya grandes en tamaño, en cos-tumbres y emociones.

Así el a lma humana, salida de su seno divino, remonta los espacios con sus alas pequeñas , para Volver un día con ellas for-talecidas por experiencias y vidas realizadas (existencias encar-nadas) en el derrotero existencial de cada una.

Imitad a vuestras aves y tened completa seguridad que el Nido Divino os espera con los brazos abiertos y el calor del Amor q u e os abrazará con la abnegación de una madre.

Sueño dorado de todo ser q u e conoce y ha visto el cielo que los espera al f inal del recorrido.

Creación de lo Increado, Creación del Infinito, Creación de la Creación, extended vuestras alas grandes, para rec ibir en vues tro seno a tus hijos m u y amados, q u e partieron un día niños, para volver hechos hombres con la victoria en sus manos, obtenida como el triunfo de los fuertes, con el vigor de los poderosos y e amor de los amantes de la L i b e r t a d Eterna .

Creac ión de la Divinidad, cobi jad en tu seno a tus hijos ama-dos, que vuelven a Ti llenos de Amor, l lenos de Gloria y de Luz porque l legaron a comprenderte y amarte y así encontraron la luz q u e iluminó sus caminos para hal larte y volver a T i .

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NUESTRA FUNCIÓN

Un armonioso y sucesivo orden impera sobre la creación en sus dos aspectos Macro y Micro.

Si meditamos sobre ello con la conciencia real de lo que significa podremos en lo sucesivo tratar de aplicarlo en lo relacionado a nuestras vidas.

El hecho de sentirse impulsado a seguir una línea de enseñanza para alcanzar una superación interna, exige en su aprendizaje un Orden, una sistematización y una amplia interpretación con conciencia real.

La línea de enseñanzas Esenias, requieren un riguroso "orden", un absoluto rendimiento sobre los pasos que se están dando, para poder llegar a la real interpretación de nuestra esencia interna, que es la única y absoluta verdad con relación al camino evolutivo que cada ser ha transitado en todo su derrotero.

EL NOVICIADO ESENIO, está impartido en tres cursos preliminares.

1o. CURSO PREPARATORIO VIBRACIONAL. 2° . DESARROLLO DE LA FACULTAD LATENTE. 3 o . NUESTRA RELACIÓN Y SEMEJANZA CON EL MACRO­

COSMOS.

Para de ahí en más entrar en la primera iniciación como humanos con función de seres espirituales. Siguiendo en adelante, el camino se­ñalado por cada Creador en su derrotero evolutivo.

Sin estos enunciados ningún ser podrá llegar a ser su propio guía y maestro.

El Curso Preparatorio Vibracional. Consiste en llevar al aspirante, dentro de lo posible, que se incline a un Orden y una Disciplina a que lo hará vibrar en perfecta armonía con toda su unidad.

Para lo cual se le proporciona un sintetizado manual, titulado "Ordenamiento y Disciplina".

Partiendo desde esa base un plan de estudio y prácticas a través de lecciones que hace intuir al aspirante cómo funciona la energía, en especial, de su cuerpo físico y mundo celular, con relación al resto de los cuerpos etéricos.

En esta primera etapa si el estudiante activa más su férrea voluntad en la interpretación para sincronizarse, irá en forma paulatina e incons­ciente compenetrándose a sí mismo de su propio potencial energético. Hecho fundamental para poder valerse de sus "PROPIAS FUERZAS".

De tal manera podrá ir interpretando que siendo un Micro-

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Sistema-Universal, posee los valores potenciales en sí, del Gran Macro­cosmos.

Los ejercicios indicados en el transcurso del mismo, obligarán al aspirante a dar acción dinámica por medio de la voluntad, el Orden y la Disciplina en su cotidiano vivir, a esas fuerzas latentes pero adormecidas en la Unidad que hacen al Ser como Humano.

Pudiendo intuir que el llamado Espíritu no puede llegar a concretar su plan evolutivo y adquisición de conciencia Cósmica, para convertirse en absoluta Ley de su propia Dimensión, sin la presencia del físico y todo lo que éste constituye para la evolución Espiritual.

Cada llamado Espíritu, sería impotente para concretar su Uni­verso-Dimensión sin la intervención de su creación "EL FÍSICO", con sus cuerpos energéticos que lo caracterizan como ya se ha dicho, un po­tencial a semejanza del Macro-Cosmos.

Insistimos, quien pretende alcanzar "SU PROPIA REALIZACIÓN", deberá basarse en un método: Ordenado y Armónico como de constante vigilancia en su diario existir.

LA FACULTAD LATENTE, muy lejos de mal interpretar que se pretende desarrollar en cada aspirante falsas facultades que lo confunden en su real y genuina realización.

Queremos destacar que el desarrollo de la Facultad Latente en cada ser presente en las dimensiones densas está provisto de ella pero que varían primariamente en su característica, de un ser a otro ya que están relacionadas de acuerdo a la expansión de la conciencia Cósmica, que haya conquistado en su derrotero evolutivo, a través de las edades y sucesivos renacimientos. Varían porque están basados en el conjunto dimensional propio, que lo llevará a concretarse como Universo capaz de funcionar y crear por sí mismo.

La Facultad Latente, es la fuente de sabiduría con relación a la Cosmogénesis de nuestro conjunto o Unidad.

Ella está a nuestro alcance; sólo debemos rasgar el "Velo de Mis­terio" que nos separa de nuestro verdadero existir.

Mientras permanecemos en estado de vigilia, podemos decir a dife­rencia de todo concepto. que permanecemos muertos, con relación a nuestro origen y función Cosmogénica. Pero no así cuando nuestro físico y conciencia duermen, es ahí donde desperiamos realmente a la ver­dadera vida, ya que funcionamos en nuestra Dimensión, nos cobijamos bajo sus Leyes, aprendiendo la verdadera existencia de nuestro presente.

Resumiendo: el desarrollo de La Facultad Latente, es lograr desde el estado de vigilia y en posesión de nuestra plenitud de conciencia unidos a la función dinámica compenetrarnos desde el físico en estado de vigilia con el resto de nuestra creación.

Quien logre tal, podrá vivir una vida de sueños sin ensueños. Siempre presentes y concientes de la responsabilidad ante la evolución. Evolu-

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cionando realmente como debe ser. Desde el físico en unión con nuestro Creador, logrando de esta manera ia mitológica Vida t i e r n a , sin la necesidad de los sucesivos renacimientos, comprendiendo una vez por todas, que somos un engranaje de la Fraternidad Humana, camino hacia la Universidad.

Comprender que lo que llamamos "vida humana" es vivir como simples humanos, es adormecimientos de la conciencia Cósmica y muer­te de la vida real.

Cuando los tiempos sean llegados, el hombre estará a la derecha o izquierda de la Ley Universal, hasta entonces permanecerá muerto en vida o vivirá la vida eterna, en este último caso porque habrá llegado a conectarse a su Facultad Latente, que son los potenciales internos de su Divina Sabiduría conquistada en la trayectoria evolutiva.

En cuanto a la tercera etapa, si hemos unificado y relacionado las dos primeras con clara conciencia llegaremos a descubrir nuestra rela­ción y semejanza con el macro-cosmos.

Este paso es vedado explicarlo, ya que el aspirante a tal, debe des­terrar de sus conocimientos actuales, conceptos ancestrales, para acep­tar con amplitud y elevada sabiduría, la relación que como unidad poseemos al Macro-Cosmo.

Debe haber aprendido a funcionar a través de su facultad latente en la conciencia Universal, desde su estado de vigilia, ser conciente desde la materia ya que ésta es la estructura Universal que encierra el Gran Sistema densificado a través del cual, se generan y crean las energías como elementos constitutivos que lo van asemejando al Macro-Cosmo.

Llegado a este conocimiento, el aspirante deberá estar desprovisto de todo fanatismo, sectarismo, despersonificación, para haber llegado a ser una antorcha ardiente de su verdad, moral, orden y comprensión con relación al resto de la creación. Superados éstos, alcanzar los valo­res que proporciona el " S E R V I R Y S E R V I R S E A SI MISMO". Para despojarse de todo apegó mundano, desterrar las debilidades, logrando un perfecto equilibrio psíquico conquistado a través de explorar miles de veces el sub-consciente ya que de esta manera su personalidad hu­mana y su cuerpo vital serán una sola amalgama.

La Ojiva por la cual el aspirante-llegará a saber su relación el Macro­cosmos será el portal que él solamente podrá abrirse con conciencia para su Primera Iniciación.

Introducido una vez en la iniciativa verdad de quien es, como uni­dad, liberará sus cadenas a Leyes secundarias y sucesivos renacimien­tos convirtiéndolas en sus propias Leyes de Causas y Efectos.

El conocerse a sí mismo es ardua tarea de artesanos Universales, que exige los renacimientos para la comprensión.

Poder así manejar y funcionar desde la materia las dimensiones

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Universales en estado de vigilia, ya que este desconocimiento representa la muerte real mientras permanecemos en estado de vigilia impidién­donos lo que debemos ser: HUMANOS ESPIRITUALIZADOS.

Quien no está en posesión de su cabal firmeza en ofrecerse al sa­crificio en aras de su propio despertar, que siga alegre e ignorando el camino, viviendo la vida humana que es muerte transitoria pero tan sólo hacerlo presente en esta hora de los TIEMPOS SON LLEGADOS.

O . E . U .

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Í N D I C E

Prólogo 7 Concepto, Desarrollo y Síntesis 9

D e s a r r o l l o :

Capítulo I Los Cuerpos Fluídicos o Etéricos 13

Sueños y percepciones; Percepciones; El proceso evo­lutivo del espíritu dentro de la materia

II Campo vibratorio 50 Mundos vibratorios; Los métodos de enseñanza

III Centros Sensoriales en el Hombre 70 Haces fluídicos

IV Evolución Universal 80 V Enlaces Fluídicos en las Vibraciones 87

Enseñanzas esotéricas VI Fuerzas Dominantes en el Universo 99

VII Telepatía en el Tercer Milenio 1 0 5 VIII Las Almas 123

La explicación gráfica del átomo en su estructura IX Concepto Kármico , 1 4 9 X Concepto de Vivencia 154

XI Las Fuerzas Madres 163 XII La Esquematización de una Onda Mental 167

XIII Leyes Cósmicas 173 XIV Fuerzas Fluídicas Secundarias 1 7 8 XV Cuerpos Fluídicos 180

Retrospección XVI La Facultad Latente 184

XVII Las Fuerzas Cósmicas 187 ¿Qué es el Hombre?

XVIII Los Distintos Mundos o Planos del Hombre 192 X I X Principio y Fin 204

Las fuerzas madres XX La Luz en el Universo 208

Un átomo luz-cósmico: Proyección lumínica de un campo o circuito vibracional

X X I ¿Las ondas mentales penetran en el plano cós­mico? De acuerdo a su mente será su vida; Proyección lumínica del elemento constitutivo del cerebro 2 1 5

La ley, como principio universal: El Hombre; La capacidad mental del hombre

XXII La Existencia del Hombre como Ente Evolutivo 2 2 9 XXIII La Síntesis 236

Fuerza eterna de creación Nuestra Función 247

Hace ya muchos siglos, la civilización esenia se esmeraba en formular respuestas exactas a los más acuciantes problemas especulativos del hombre. Sin embargo, aquellos estudiosos se impusieron además un deber: codificar a través del tiempo las principales enseñanzas de las ciencias metafísicas y supranormales. Y es Oreb Raja-Aari, quien las sintetiza en esta obra de interés creciente. De modo gradual, el lector estará en condiciones de asimilar una serie de planteos muy correctos para ingresar en disciplinas que abarcan la naturaleza de los cuerpos fluídicos o etéricos, el campo vibratorio, los centros sensoriales del hombre, los enlaces tluídicos en las vibraciones, las fuerzas dominantes en el universo, la telepatía en el tercer milenio, las almas, el concepto del Karma y de la vivencia, las fuerzas madres, la esquematización de la onda mental, las leyes cósmicas, las fuerzas fluídicas secundarias, los cuerpos fluídicos, las facultades latente, las fuerzas cósmicas, los distintos mundos o planos del hombre, las fuerzas madres, la penetración de las ondas mentales en el plano cósmico, y otros temas singularísimos que apuntan a la plenitud mental y espiritual del hombre y la mujer de hoy. ¡Estas BASES ESENIAS tienen, en su esencia, dos mil cuatrocientos

años de juventud vigente, dinámica, constructiva y sublime!

Tapa: D O M I N G O F E R R E I R A