Barrenechea-Auto-bio-grafía y Auto-texto-grafía

5/11/2018 Barrenechea-Auto-bio-grafía y Auto-texto-grafía - slidepdf.com

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9

21 ,

litelatula latinoamelicana II

Ana Maria Barrenechea

Auto-bio-grafia y Auto-texto-grafia:!I

"La cara de Ana"I'



I e '

J U l I ,Jj 9 ' 8 ' . -'.l1:. ~

- I ~scnrru1 1 1 1Peoria y enitioa literaJ~ia8

r) ..

i II

'.

AfioVII, Nos. 13 - 14 Caracas, enero-diciembre, 1!)82:

NOTA ACLARATORIA

JOSE PEDRO DiAZ

JAIME ALAZRAKI

ANA MARiA BARRENECHEA

SYLVIA MOLLOY,i

ROBElho ECHAVARREN

JOSEFINA LUDMER

\Y /ASHlNGTON LOCKHART

JORGE PANESI

GABRlELA MORA

ROSAfUO FERRE

ENRIQUE PEZZONI

LUCIEN MERCIER

Al)iGEL llAMA

ENRlQUETA MORILLAS

RICARDO PALLARES CARDENAS

Rocfo. ANTUNEZ

NORAH GIRALDI

FELISBERTO HERNANDEZ

ANA MARIA HERNANDEZ

WILFREDO PEN CO

SUMARIO Pag.

....... '3

Mas alia de la memoria 6)Contar c6mo se suefia: relectura de

Felisberto Hernandez .31. '1

Auto-bio-grafla y auto-tcxto-grafia: "La

Cara de Ana" . . '. .. .. .. ... .. .. . '.J1'T ierras de la memoria: J a entreaperturadel texto 69'~

La estructura temporal de la experien- ""'"cia en E/ caballo perdido \, 95'\

L;\ tragedia ccmica '.'....... 111·-

Arte y presencia de Felisberto 119Felisberto Hernandez, un artlsta delhambre (AnaJisisde La casa inun-dada) (J31'j

La usa inundnd«: hacia una interpre-tacion . ' i161

EI acomodador-autor \ 1 8 5 > - >

Felisbcrto Hernandez: parabola del des-'-'-'"

quite t . . . . . . . . . . . . .. 211

La caji ta de rnusica, FeJisberto y lasrnaquinas celibes.... ..... ..... 229

Su manera original de enfrentar al

mundo ,2·13·':-·

Las primeras invenciones de FcIisberto 'Hernandez 259 _-

La circunstancia rioplatense en Ia obra

de Felisberto Hernandez 281Yo, mi personaje central. . 293

Felisberto Hernandez y Ia musica \ 3T~1 _.-

APENDlCE

Almacen 329

Mis recuerdos 335'·jObras Camp/etas: Felisberto Hernan- .

dez en la posteridad 345RECIBIDAS ... " .•••••• ••..•• • . •••.•.. 351UBLICACIONES



l!.5CRITURA, VII. 13·1·j_ C.raC'5, enero-diciembre, 1982

AUTO-BIO-GRAFIA Y AUTO-TEXTO-GRAFIA:

"LA CARA DE ANA "

A NA M AR IA BA RRENECHEA

En la critica dedicada a la obra de Felisberto Hernandez rnu-

chos autores coinciden en destacar ciertas caracteristicas y, entre

elias, el predominio del genero autobiografico y el relata centradoen el acto de escribir.

Los que enfocan 1 0 autobiogrHico en sentido "estricco' 1 0 con-

sideran un componente que puede a debe sec intcrpretado como

testimonio de sus conflictos personales (ficci6n~ vida) 0 servir

para iluminar sus textos (vida~ ficci6n) a para cornprender me-

ior la naturalezs de la obra de arte (ficci6n~ vida).

Qteos pre£ieren ver sus producciones de otra manera (aun las

que se ofrecen en superficie con el sella de "verdadera" aurobio-

gratia: de la infancia, Ia adolescencia, la carrera de pianista, Lisrelaciones familiares). Las encaran a como autobiografias imagina-

rias a como simples relates en prirnera persona, con un narrador-

personaje, que en el nivel de la enunciaci6n coincide coo la forma

m a s comun y caractedstica de autobiografia.' Y hay quien como

Jose Pedro Diaz marca frente a esto el surgimiento posterior "de

una actitud creadora diferente, 10 que deterrnioa el nacimiento de

los relaros fanrasticos de la ultima epoca"."

Volvere mas tarde sabre este aparente cambio de genero. No

se trata, creo, Ide Ia adopci6n de otro genera que formaria sistema

1. Cito la obra de Felisberto Hernandez por la edici6n de Obras completas,Montevideo: Area, 1969-1974, en 6 vohimenes con la sigla OC, el rnimeroromano para el volumen y el arabigo para la pagina. Para distinciones entrelos generos vecinos a la autobiograHa (memorias, biogeafia, novela personal,poem. autobiografico, diario Intimo, autorretrato ° ensayo) vease Ph ilippeLejeune, Lr ptlfl. autobiograpbiqne, Paris: Seuil, 1975; Michel Besujour,j\li,oirf d'encre: rheto,ique de l'ataoportrait, Paris: SeuiI, 1980; A. Fleishman,"The Fiction of Autobiographical fictions", Genre, IX, I (1976), 73·86.

1. Eo "Felisberto Hernandez: Una conciencia que se rehusa ' a Ja existencia",publicado con Tierras ti t /4 memoria en OC, 4, P: 113.

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con e l p ri rn er o (e1ecci6n entre t lt lt ob iog raf ia / li te ra t i/ ra / al 1 ta s ti ca )

pues las dos categorias pueden intersectarse. En ef ecto, entre las

t l fl lob iogra/ fas imaginar ias pueden haber algunas francamenre fan-

rasticas, Por ejemplo, El caballo /Jerdido se mueve en zonas oniri-

GIS Y en anal isis de reconstrucci6n del proceso de la memoria mu}

cercanas a dicho caracter. Si habria, por momentos, c.uentos con in-

venci6n de acontecimientos que se encadenan en una historia (fan-

tastica 0 no), perc>no centrados en el proceso remem orativo del na-

rrador (a menudo narrador-t'escritor"] y con focaliz acion en el ac-

to de escribir. 3

EI mismo critico, a qui en debemos agradecer la recoleccion y

edicion de textos ineditos, ha llarnado Ia atencion sebre dos moda-

lidades de su escritura: una con predorninio de 1 0 a bstracto y otra

de 10 concreto, que se manifiestan en Felisberto Hernandez segun

las obras y las epocas. Al comentar en el "Pr610go" de D ia rio d el

sinoergiienz« y , "t im a s i nu e nc ion es , las diferentes versiones del Dia-

ri o (que dej6 sin conduir) afirma:

El texto no le satisfada todavia, y se proponia completarJo con de-

sarrollos -narrativos. Eso indica sin duda la anotacicn que sobre su

peopio trabajo haec en una de las ultimas paginas de una de las ver-

siones del Diorio del sinvergiienz«: "Tengo que buscar becbos que

den lugar a la poesia, aI misterio r que sobrepasen y confundan la

explicacion, Segurarnente eseribi6 esta anotacion al advertir que Ia

mayor parte de las paginas que ya tenia eseritas mantenian un ca-

racter demasiado abstracto, en las que el terna no enrarnaba 1 0 , su-

ficiente en situaciones y acciones concretas: por eso se propane desa-

rrollar mas hechos. (OC, VI, 16).4

La oposicion explicaclon (texto discursivo) vs. becbo s (texto

narrativo) seria en parte hornologa a la de abstract a vs. concreto

y en parte no. T arnhien aqui nos encontrariamos con un easo de in-

terseccion de eategorias con rasgos que dadan la posibilidad de que

3. Si este u otro tipo de cuentos se acurnula mas en ciertas epocas es dificilaun de precisar por la insegura crono lagia de las obras de Felisberto Her-nandez. inclu idas sus borrado res, tex tos incon clusos, proyectos y esbozo s. EInarrado r-escritor p uede ap arecer sin estar muy ligado a l os dat os au tobiogra-hew; conectados con 10 que se sabe de su vi da rea l, como -e n "La casa inun-

dada".

.1 . EI texto citado par Diaz correspond. a "Anotaciones de tnba]o sabre Dlariodel sint.ergiienze", OC, VI, 149, § 20. III .

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una obra perteneciese a la parte del con junto que es cormin a am-

.bas 0 a la parte que pertenece s6Io a una de elIas.

En ei corpus de Felisberto Hernandez (y ese es uno de los ras- \

~~ ' : : l ~ e : : e : e: J b o , : ~ : ; ~ ~ t ~ : ; ~ : ~ : ~ : "u x ~ ~ e ~ e : ; ! , ! ~ ~ ' : ~ ~ h : ~ ; ~ ~ ~ 'ciQ.n~~yno personaje~m~s ..o_rnenos,c()n~~etiza~()s,' La tradici6n

-literaria nos ha acostumbradcen ciertas epocas a la narracion ale-

garica, en otras a la novefa realista y naturalista, en otras a la psi-

col6gica, en otras al re lato surrealista, La originalidad de Felisberto \

Hernandez radica en la constituci6n de un discurso que por el rna- \.nejo de abstracciones como actantes R!1E~E~r.()z;lr:Y:lg;lf!!e,~t(!_J9~, I.p[()Ee.4!l11ientos.de)ailJ~gort~, pero se aleja de ella por las entidades !seleccionadas para focalizar Ia abstraccion, por el modo de manipu- /

larla, por los acontecirnientos en los que interviene y por la finali- idad global carente de didactismo." I

Su maquina discursiva engendra una historia que por el ahinco

en presentar su buceo en los laberintos de la memoria (como de la

memoria (como el caso extreme de E l c ab al lo p er did o) y los com-

portarnienros de un YO ( Di ar io d el s in ve rg ii e1 J za ) rozaria ternan-

camente la novel a psicol6giea, S I la. alta carga de f iccionalizacion

de esa pseudoautobiograHa y los procedimientos (fragrnentacion,

autonomia y abstracci6n de los entes) no la apartasen radicalrnen-

te de ella.

Podria decirse que el surrealisrno -ya se 1 '0 considere una co-

rriente de busca ontol6giea 0 una exploraci6n de nuevos Iengua-

jes- estaria mas cerca del discurso de Felisberto Hernandez. Su-

rrealismo 0, 51 se prefiere una. f6rmula mas abarcaclora y menos

cornprornetida, literatura de vanguardia, seria mas adecuado pero

5. He estudiado este rasgo sin discrirninar que podia aparecer diseminado enhis torias construidas can actantes-personas a constituir textos s is ternaticarnentce laborados con actan te s-abs tr acciones . Vease mi a rt iculo: "Ex- cent ri cidad, d i-vergencias y con-vergencias en Felisberto Hernandez", en Textos hispanomn e-ricanos: de Sarmiento a Sardu)', Buenos Aires : Monte Avila. 1978, donde

hago la d is tinc i6n ent re objetos independien te s y objetos dependien te s en pri -rnero y segundo grad a (esp ec. nata 1) pp. 169-170).

6. La crltica ha salida hablar de personijicacior: en sus t ex tos, pero r efe rida a lcaso part icular d e l os objeto s que adquieren el cornportarniento aulon6micode los seres hurnanos , no a las abstracciones personificadas que serian ho-rnolcgas I> los vicios 0 virtudes car ac te ri st ic as de la a lega ria aunque totalmen-te distintas par su tratamiento, ni a los "rnatices" de las que liable en dar-t iculo antes citado,

59



sin duda poco operativo par su misma vaguedad )' porque ensegui-

da habria que agregar e l atributo s u ] g en a is . El onirismo (pero no

la escritura autornatica}, la funci6n aut6noma de los objetos y sus

inusitadas relaciones 1 0 ligan aI surrea lismo, Lo scpara , entre otras

cosas, e l moverse en arnbitos de pequefia burguesi» pobre (casi bor-

dean d o con .la indigencia que los prccipitara en ~I lumpen) y de

burguesia rica caracterizada con estereoti pos pseudoprestigiosos. '

Felisberto Hernandez juega en un espacio de desajustes y tor-

pezas "ingenuas" de sus actantcs en cl rnanejo de las reglus (reglas

sociales, estet icas , eticas}. Par mementos la exageraci6n actua como

sefial orientadora del lector, unas veces a cargo delnarrador, otras

r a ~argo .de la ret6fica de I~ escritura ..;ero a mCl1ud? la am.bi~~edad \

(

. deja abierta al lector la InterpretaCIon y la eleccion del JUIClO.Se lelida que este otro juego alter~ativo de s,u~rayal 0 de. borrar las /

\, plstas es. uno de los rasgos mas caractertsticos del discurso her-/

. nandiano,

Quiero detenerme ahora en el analisis de ur 0 de s~s cuen~o.s

mas tempranos, "Lrcara<Je-""i\rya",s porque ofrece con Iineas 111tl-1(las el entrecruzami~s hilos que form.in la textura del

corpus de Felisberto Hernandez.

De sus cinco partes (brevisimos capitulos 0 fragmenros sep~- '

rados por blancos e individualizados con _ntlmeros romanos ~, I~ PIl-

rnera expone la poetica del narrador-escritor, y lao cuatro slgUlentes

cuentan episodios de su vida que constituyen. una unidad y que es-

tan interrumpidos constantemente con acotacrories que aclaran esta

poetica. Los acontecimientos del fragmento II al V (artto-blO-gra-

tia) corroboran con su desarrollo el metatexto inicial, el del frag-

mento I (auto-texto-gl 'afia).

El relata se basa en una estrategia que mar tiene separado 10

que podrla considerarse un pseudo-texto discursiuo (I~ que des-

cribe su poetica (el que con juego 9ue acentua el paralells.n:o llamo

auto-texto-grafia) del texto narrattuo (II-V) que se rnanifiesta C?-

mo auto-bid-graffa. Al mismo tiempo tiende a separar la abstraccton

7. Ejernplo extreme de uno y ot ro es "EI acomodado r" (Oe, Ill) }' solo delsegundo, "Las Hortcnsias" (Oe, V).

8. Publicado en cl libro hom6nimo, Mer-cede! (Urugua!), 1930, y reeditadoen Prim eras invenciones, oe, J, 65-71.

60

,

de la c0I1[, .et;~aci61l. La teoria literaria, aUl1que no este explicita -

mente reconocida como . tal, es 10 bastantc "visible" en la parte (I)

como metatcx to discursive, que quiere prec isar ciertos rasgos de su

e~c~ltura (su proceso de escritura) bajo la mascara de las caracte-

f1slIcas·de la fuente de la enunciaci6n como "sen tidor" del univer-

so." Es en el nivcl s~perficial y en su manifestaci6n aparente un

fragmento qu~ descf1be~ descntranandolos, los rasgos generales desu comportarruento, cas! un «urorretrato.

EI mancjo de abstracc ioncs no ulcanza Ia indcpcndencia. tota l

y el proceso de personalizaci6n gue l!'ega a su extrema en Diario

de l stnoergiienza porq~e sigue apoyandos- y dependicndo del au-

t~r=narra?or= per50naJe de la supuesm forma autobiografica (051 se preflcrc del autorretrato). .

. En ese fragmento inicial (1) que considero basicamente dis-

cur.Sl\:o, asornan -pero muy esporidicamente-- e jemplos de aCO[1-

t:clmlentos .que por ~e~ repetidos, genericos y poco Iocalizahles,

solo concretiznn en rnrrurnn par te el 5,mbito de las abstracciones.

La nota persistente de este rneta-texto es Ia oposici6n YO VS.

LOS DEMAS. EI fragmento se abre con la frase: "Adernas de sen-

ti.r, t odas 1'as,cosas y e l destino parecido a las demas personas, tam-

bien 1 0 senti de una manera muy distinta". Otras f rases insisten en

el. vaiven: :'Cuan~o senti~, parecido a los dernas ( ... ) lEn este

rrusrno destirio tenia tarnbien un poco de diferencia can los demas

( ... )"; "[Elias] parecia que todo el cornentario ya 1 0 tuvieran

pronto ( . .. ) /Mi comemario se retrasaba como si 10 tuviera que

hacer ?e nuevo ( ... ) Otras veces ( ... ) no me venia y cmpezaba

a sentrr ( . .. )~Ie la otra rnanera, de mi manera especial ( ... )"(OC, I, 65). '

EI nar~aJor=persol1aje (=--=-"escri tor") insiste en presentarJe

como. rnarjzinal, con sentimientos marginales, con imaginac iones

marglIwles. Juega en~re fingirse parecido y no serlo: juega con com-

portarse en forma diferente 0 dejarse anastral' por los dernas COil

----9. No irnporta .ahora. determin~r en que rnedida I . poetica haya sufrido una rc-

elaborac,lO? lJ1\'entt\'~ Y Iiccional, Adernas, conviene recordar que esa es una

caractensl1ca c I : . Feltsberto Hernandez, como 1 0 ejernplifica "Explicacion falsade mrs ('!entos (Oe, V, 7-~). don~e ' .' fa Jsa" quiehra la d iscurs iv idad exp ll .Clta y sefiaf a eJ proceso de frccionallzaCl6n, la paradoja de la creaci6n litera-

r r . " . y el ses~o ~1Umorlstico con eJ que accede al genero "Poetica" en su post-hilidad expltca!1va del arte.

61



ingenuidacl, con soma, 0 con. falsr~, con tempos cli~crsos t c:nc~ll-trades. Como en otros textos Jugara parale lamente con e~cnb.lr fill'giendo luchar en tre 1 0 convencional, y 1 0 autentico, mrsterroso 0

raro." ..Despues de la frase inicial que funda. la 0posici6n Y? ILOS

MAS, esta disyilllci6n organiza otras (a) simetrras que ~Ivlden en

dos bloques el fragmento (1)." Un bloque habla de LOS DE-

MAS, inclu ido al comportamiento similar del Yo c~al1do se les une;

otro de la diferencia que el YO instaura cuando Impone su modo

peculiar de disidencia.

Los rasgos de uno y otro se contrapo~en tso~ especialment:interesantes las categor ias posit ivas 0 nega. tl ;as elegidas pa;<l carac~

ter izarlos (que se repi ten inver t~das) . qUI~as esa~ ~ategoC1as y su.s

relaciones sean algunos de los Slgn05 mas ImprevlSI~) les . flue el lec-

tor debe descifrar en esta poetica ({lIIlo-texto-gra!ia enrnascarada

de atlto-bio-gra/itl en 1a forma parti~ul~r ~e auto.~re::rato ). Un con-

junto coorciinado de elementos de 11Ivd dispar ( las cosas, las ~~r-

sonas, las ideas y los sentimientos" OC, I. ' 65) establ~cen relaclo~

bajo la cupula dorninante de un ente ambiguo: elde~f11Jo. El des.tl-

no (prov isto de c iertas cualidad~s y sus correspondle.ntes negac:o~

nes en uno y otro segmento, seguI~ luego veremos) tiene a su ve

proposiio, mOl,imielllo y comentarto,

El destine es en <>eneral un lexerna compuesto de sernas que

se reactivan 0 no seg~l contextos 1:ist6rico-cul.tuwl~s: filos6f~c03,

religiosos, antropol'6gicos, y especiflcamente. ~ltef;1fI0S (fataiIdacl

vs l ibre elecci6n inevitabi lidad vs. responsabilidad, azar vs. orden

superio r, caos vs: cosmos). Los contextos de Felisberto ~ernandez

parecen pedir una interpretaci6n con un ~obretono de alusl~n~,s pro-fundas y s imultaneamente de rnatiz burlon por elC.hoql~e 1115ltoen

la formulaci6n elegida, oscilante entre la convencionalidad de al-

gunos de sus atributos ("un destino impreciso, c \,!sconoCldo, cruel

o henevolo"') y la ext~afieza .de otros que, 10 continuan en, form~l

inusual ("un destino ImpreClso, desconoCld?, crue~ ~ benevolo y

que tenia proposito, (, .. ) Este . d,c;stino tenia rnovirmento y sobre

todo un extraordinario comentano . OC, I, 65).

~~n ejemplo claro de esta actitud so encuenlra en EI ca,,~/Jo perdido, ~C, II.

11 .. EI tcxto del capitulo (I) esta trans cripto en forma conida s~n p~ ,:~ y apar-te, pew 1. organizaci6n serrnintica mues tr a cl ar arnen te l a bipar ti ci n.

62

Pero adem as pide una interpretacion en el nivei' literario de

la concatenaci6n del discurso. El destino seria entonces tambien

10 que han serialado ciertos rnodelos de sintaxis narrativa (por

ejcrnplo, los de Greimas 0 Bremond entre otros) 0 el llamado co-

digo herrneneutico de Barthes , caracterizados por su vectorizacion,

Felisberto Hernandez despliega , pues, en esre fragmemo (I),

las oposiciones entre el plano de la vida cotidiana (d6nde el hom-

bre juzga COil mayor 0 rnenor profundidad e indepenclencia, y sin

c1uda much as veces con cliches de todo tipo) y el plano de la pro-

ducci6n literaria (donde tarnbien funcionan los estereotipos frente

a las rupturas revoluc ionarias de las convenciones).

Los elementos movilizados bajo el sign ificante destine y sus

conexos: proposito, tnouimiento y comentario son lo s puntos que

sirven de bisagra para la inversion del sistema paradigmitico que

establece la oposici6n YO jLOS DEMAS.

La grandiosidad del destine imaginado POf LOS DEMAS

("impreciso, desconocido, cruel 0 benevolo ( . .. ) caprichoso

( , . ,) [con] un extraordinario comcntario"] pierde en el Yo (cu-

ra homologia con el autor queda a cargo del lector) sus proporcio-

nes demesuradas, sus connotaciones rnetaf is icas 0 religiosas y las

condiciones ret6ricas que arrastra:

' c ' , . ) y ernpezaba a sentir las casas}' el destine de 1a otra manera, de

mi rnanera especia l: las cosas, las personas, las ideas y los sentimientos

no ten ian que ver unos con los otros }' sabre elias habia un destine

concreto. Ese destine no era ni cruel, ni benevolo ni tenia prop6sito.

Habia en todo una emoci6n qu ie ta , }' l as cosas humanas que eran rno-

vidas, eran un poco mas objetos que humanas. La emoci6n de est a rna-

nera de sentir el destine, estaba en el matiz de una cosa dolo r asa y

una (OSa al egre, de una cosa qu ic ta y otra movida. Y apnquc estas co-

sas no tuvicran que ver unas con otras en el pensamiento asociativo,

ten ian que ver 'en l a sensacion d isoc ia tiva, dis locada y absurda, Una

idea al lado de otra, un dolor al Iado de una alegria y una cosa qu ie-

ta al lado de una movida no me sugerian cornentario (".) (DC, I,

65-66) .

Queda con la negaci6n del proposito y del coment ario la afir-

marion de una poetica de la obra abierta, y de un trabajo de la es-

63



critura que 11 0 5 6 1 0 invierte y trueca (~s decir, revol,uciona). ~2, Borra

los casillcros para entender el destine con la mwrvenclo?, d:l

niatiz, categorla 'de segundo nivel de J?s trac,cion que, le perr:l1te cll-

solver las unidades discre tas de los obje tos independicntes (las co-

sas] y los objetos dependientes en primer g;ado (doloro.sas, ale-

.gres, quietas 0 movidas), y formar entes basandose el el Juego de

divergcncias y convergencias."

Esta poetica se niega a. la union asent~?a en el p,en:amie~ltoy el cotnentario, y se emp~C1na en fundarse en la a,s'~:laCl6n dls~-

ciativa, dislocada y absurda", basada en I~ y~xtaposl(lon heter?ge-

nea ("una cosa quieta al lado d<; u~a movida ). La ~~~terogenelda~

desemboca, sin embargo, en la cuspide de [a abstraccion, en la con:-

trucci6n de una armenia que cierra eI parrafo antes CJ tado y con el[a poetica que el fragmento (I) sintetiza:

( , . ,) yo tenia una actitud de contemplaci6n y de emocion quieta ante

el matiz que ofrecia la posicion de todo eso, (GC, I , 66).

Despues de la introduccion que ofrece la parte. (I) con. su au-

to-texto-graHa enrnascarada de auto-bio-grafia (0 Sl se prefiere de

autorre tra to), siguen luego los cuatro frag~entos rest~ntes (~I-V)

con episod ios de la infancia y la a?o le3cenc la. EI trab'~Jo de la . n :e-

moria rescata (0 finge resca tar] ~[. encuentro, en dos epocas dlstl~l-

(as con una nina amiga de la familia que tenia una vena de locum.

La anecdota retoma ciertas constantes de Felisber to .Hernandez

que rnsisten en situar su escritura en un espado. que qUlere pro~o~

nerse como marginal. ' y en acentuar la diferencia , las preferencias

por 10raro, 1a calidad de "miste~io" de la 9ue t.a,ntasveces habla, la

funci6n del silencio y lie la mirada, la violacion de un. _orden, el

trastrueque de las jerarquias, especi~lmente en 1a ~elecclOn de l~~

acontecimientos narrados , las paradojas del pensamlento y el sent i-

~ rinei io de! fragrnento (I) el J?ovi.I?'iento abarcaba "las COSas quietas, 'er~n ut poco mas humanas que objetos (Oe, I, 65) J~ que muestra que

~n Fel isber to Hernandez la s categorias (aun las qu: le sl,'-'Ve,npar~, marc~r., I'd d) 0 son nunca rigidas En el pasaje aqw crtado, los d .su o ri gma I an, d" es

mas" puede indicar una leve fisura que 10 vaya acercan 0" a su maner~ "

ecial" a traves de "un poco de diferencia con los. demss . que. se .v~, lOfl!'~ando Sin embargo la inversi6n con trueque no deja de p.!Odu~~se. Habiaen todo una . e rnoc ion quieta, y l as ca sas humanas que eran movr as , trail unpoco m is objetos q u e humanas", (Oe, I , 66) .

13, Vease mi articulo citado en nota 5.

64

. I. . ,

rnienro , de 10 Hsico y 10 espiritual las conjunciones y disyuncionesreiteradas.

Como adelanto, Fel'isberto Hernandez inserta en Ia anecdote,

de tiempo en tiempo, aclaraciones que insisten en convertirla en

ejemplo de su poetica personal, Laque ha cxpuesto en el fragmen-

to (n· Los misrnos componentes del paradigma YO/LOS DE.

MAS definidos por el uso contrapuesto de ciertos rasgos (sell/i-

miento, destin 0 mOtJimiellto, comentarin, prop6sito) reaparecen enel tejido de la tabula.

De ella destacare solo dos fragmentos que insisten y persisten

como mementos claves de la plenitud en fa unificacion de la diver-

sidad, como ejemplos de 10 que en su metatexto (fragmento I)fund6 la culminaci6n de su vision del mundo, Los rnotivos de Iamuerte y de Ia locura los desencadenan.

Consideramos eI primero, donde el narrador-protagonista

(="autoc" de Ia autobiografia) comenta las simultanens y dispa-

res reacc iones del gruP9 famifia r, de los extrafios, de Ana -Ia nina

amiga que luego manifestara su locura- y las suyas propias frentea la muerte, del abueIo (fragmento III):

En otra de las veces senti el destine de mi manera especial: yo estaba

para do en el zaguan; en la pieza de la derecha los de mi familia 1 1 0 -

raban y nornbraban a Dios -a veccs detenlan el llanto un poco co-

mo para dar vuelo al comentario y despues , ,01v1al1a 110rac-; en la

pieza de la izquiecda estaba rni abuelo que no se Ie importaba nada de

los dernas; por Ia vereda pasaba Ia gente tuuy alegre y se le importaba

nada de 10 de adentro; y por alguna otra parte debra estar Ana rien-

dose del siJencio,I'de )05 dernas y del silencio que tenia rni abudo por

la muerte. Entonces senti todo con una simultaneidad extraiia: en

una pieza el movimiento de los comentarios y los llantos, en la otra

el s ilencio quietq de mi abuelo y de los candelabros -call excepcion

de las llamitas de las velas que era 10 unico que tenia mov imiento

en esa IJi eza- , eI ruido y la alegria en Ia vereda y la risa que me

imaginaba que tendda Ana en alguna parte. Ninguna de estas cosas

tenian que ver unas can otras; me pareda que cada una de ell as me

pegara 'en un sentido como si fuera notas; que yo las sentla todas jun.

tas ;C0I110 un acorde y que a medida que pasaba el tiempo unas que.

daban tenidas y otras se rnovlan, En to do esto yo no sentia (omen.

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tnrio, y el destine de los dermis can sus. cornentarios y sentirnientos,

era una cosa ma s para mi destine especial: todas las COS'.5 que ve-

nian simultaneamente a los sentidos y estos formaban entre ellos un

r itmo: este r itrno me daba la sensacion del destine , y )'0 segula quie-

to, y sin el comcntario de 10 Fisi co ni de 1 0 h uma no , (DC, I, 67-68).

El c6digo del lenguaje musical -par su .traslacion a un a:on-

tecimiento de otra naturaleza -refuerza el rnilagro de ~sl:a .~onJun-

cion (de 1 0 que primero se disemino y disperse}, COn)U11e,1011ue

otra vez he cornparado con la nocion de "figura" en Cortazar.

"La cara de Ana" resulta un texto privilegiado denrro del

("01'/J"S de Felisberto Hernandez par la Iocalizacion del relata kn elacontecirniento y la reiteraei6n de ciertos elementos cleves .(que al

se r nombrados se constituyen elias mismos. en ac?nte~) m ie nto s) .

Meta-texto y texto, auto-texto-graHa y aut~-blO-gr~fla dialognfi en-

tre S I, se justifican una a la otra, y se eonJugan finalmeute.

Pegard, notes, acorde, tenidas, se ntouian, cOllle12~a/ios, riuno

forman una constelaci6n de terminos musicales. UE l mrsrno ~Ot/l~/1-

tario parece aqui por la cercanla del lexico resta~te o.tro term.mo

musical mas. Este desencadena, por oposicion, la dialectica: destino,

cortentario, sentimiento de los otrosverrsr los suyos, la tra~sfo~m~-

cion de estas abstracciones en "una cosa mas" para el destine indi-

vidual ("mi destine especial") .

La traducci6n de su destine en sensaciones, SU quietud, que pa-

rad6jicamente organiza un ritmo o. , sea un movimi~nt? ~e 10 \~!otro (s), instaura esa extrafia secesron que puede eXlS~I~5111 10 .~I~I-

co y 10 humane tal como Ios otros 10 sienten y 10 mal1lfll!.s,tan.( sin

el comentario de 10 fisieo ni de 10 humano"). Pero tarnl.ien mstau-

fa un modo de secesion quepareceria poder interpretar se como elmotor de la escritura.

Repito un segmento de la cita anteri.or para dest~c~rlo: "Eu

todo. eso yo no sentia cornentario, y el destu:o de los ?e.r.~a~con su_~

cornentarios y sentirnientos, era una cosa mas para rnr destine espe

-~-Aunque te ni d a no Iigura en el c6d iBO musical, PU~?{" interp~~·t8r~e ~omo la

1'1. t ra ducc ion espano la de Fel isbe rt o Hernandez de so~t~nuto" ~ermrno co;rricnte en las parti turas. Comentario no perte,:ece 31 codlg1o l?,srcal'

lpero 51

a1 de los criticos de obras musicales , y adrnite que se e Interpre a como. <-b·t • rico por el contexte en que apar ece,er teneci en te al m t smo . . , 1 1 t a sernan • .. (I

La F rase: "unas quedaban t en id as y otras se rnovran se con ectar a can e

concepto de [also acorde.

66

.;\

eial ( ... )". Quizas no sea avcnturado leer aqui a traves de las

transformaciones que truecan la posicion de las categorias sernan-

ticas bumano / 110 bumano y de los niveles de abstracci6n,15 Una cla-

ra serial al proceso de la escritura, Su "destine especial" seria, pre-

cisamente, el d.e productor de textos en los que los hombres (y sus

opiniones y sentimientos) son "una cosa mas", una materia que se

ofrece a las manipulaciones del constructor de ficciones.

Mas tarde, en un segundo momento de la juventud de Ana,eI misterio de la locura en su aparici6n nocturna engcndra Ia se-

gunda vision a que quiero referirme. El rostro de fa loca, estereo-

tipado en una sonrisa a la luz de la v ela cuando cruza el dorrnitoriodel narrador, suscita tres reacciones (tres posibtes modes de COIl-

tar-comentar): sentir como ella, como los dernas 0 de su manera

especial, que al fin triunfa (DC, 1 , 7 0)_

De pronto se me fueron esas reflexiones ----< Iueme pasaron muy d-

pido-- y ernpece a. sentir el destine de mi rnanera especial entre tan-

to Ana scguia igual. En mi rnanera de sentir el destine me pareda

que Ana con su risa miraba a la Tierra dar vueltas, pero era tan na-

tural que Ana de acuerdo a su fisiologla se encontrara as! como que

la Tierra di era vuel tas. Despues empece a sentir todas l as c os as qllC

habia en la pieza y la sonrisa de Ana con la simultaneidad rara: ha-

b ia cua tro cosas que for rnaban un acorde , dos f igu ras paradas: eI per-

chero y Ana, y dos acos tadas: mi hcrmano y y o. El perchero pareda

meditabundo y no tenia nada que ver con nosotros a pesar de estar

al li ; Ana (on sulocura fija me miraba a rnl y no se sabia si pcnsaria

algo; mi hermano dormia )' eI misterio de su suefio no tenia nada

que ver con nosotras tres; )' yo sentla mi destine con la simultaneidadrnra, (OC, I, 70-71).

Si en la cita anterior dorninaba el e6digo musical y el ~rea se-

rnantica del sonido (sonoridad / silencio ), en esta se percibe el im-

perio del area visual, aunque aun persista algun ejemplar del pri-

mer c6digo (" acorde"). Lo visual 1 0 acerca mas al arte pict6rico

(cubista), que linens antes marco las luces y las sornbras proyecta-

das por la vela en la cara de Ana, y ahora compone literalmente

un "tableau" con el' perehero. Ana, el hermano y el narrador-per-

sonaje (=escritor). Dicho dialogo con la serie pict6rica refuerza

15. Veanse notas 5 y 12.

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el juego de ftagmcntaci6n y unificacion que es eI sello de su escri-

tura. Pero mas nun 1 0 refuerza porgue existe In posibilidad de quelos tres (los cuatro) protagonistas de la aventura nocturna posean

al mismo tiempo un modo de misterio individual, paradojicamentc

presente (puesto que el narrador 1 0 nombra) e indescifrable (ine-

fable como todo -rnisterio autentico}, E l misterio de los objetos.>el

de la locura, el del suefio y el de la escritura son los cuatro vertices

de la "figura". Par una parte herrneticarnente cerrados cada uno

en sf mismo, aut6nomos e irnpenetrables. Por otra, enlazados en

"simultaneidad rars" par el mismo proceso de laescribrra

en su ca-pacidad productiva.

Al fin, todasestas sefiales que el lector recibe y reinterprets

porque el autor las dlsernina insistentemente (una repeticion con

variaciones), confluyen en dos lineas que son una soh

En Ia Ilnea euf6rica (en esa parte -"parte de rnl" - que no

es pensarniento pero que haec pcnsar y que dice no tener prop6sito

ni tomentario) triunfa Ill. vision de la unidad en la arrnonica COI1-

cordsncia de la diversidad, de la plenitud en el reconocimiento deun orden que supera las arnenazas de un destino caotico contarnina-

do de To fisico y de 1 0 humane. L a linea disforica en que predomina

la angustia se despefia en la discordancia, la disyuncion, el fragmen-

tarisrno que conduye con la desintegraci6n.

No quiero decir que esas lineas abarquen cuentos enteros, aun-

que a veces ocurra aS1 : por ejernplo con "El acornodador" o " L a s

Hortensias", Son mementos de un discurso signado PO!:el fragmen-

tarismo de muchos de sus textos, que seria revelador en S 1 del CO[1-

flicto. Rasgos que borran por su parte esas sefiales sedan el humorque es otra forma de la discordancia pera tambien ck la amblgiie-

dad y de la huida del enfasis, y por 1 0 tanto de la elecciou tajante,

La misrna preferencia por el matiz (es decir por el no encasilla-

mrento}, sigue esta direccion que otros representante.; de las van-

guardias cOll1parten bajo Iorrnas distintas.

Dije antes que estas vertientes confluyen neutralizandose por-

que la concordancia y Ill. unidad La akanza el individuo que se re-tira de la sociedad, insiste en Ill.marginalizaci6n y abilene la supe-

rad6n del fragrnentarismo par su vision particular q1le es su par-

ticular modo de escritura,

Columbia UI1;venity

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Barrenechea-Auto-bio-grafía y Auto-texto-grafía

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