Baja Edad Media Siglo XI XIII

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UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO FACULTAD DE HUMANIDADES CURSO DE HISTORIA MEDIEVAL Prof. Aurelio Pastori UNIDAD 3: La Baja Edad Media (Siglos XI-XIII) Aspectos económicos y demográficos. Introducción Hasta las primeras décadas del siglo X, Europa Occidental es una región relativamente "subdesarrollada" en relación con centros de civilización indudablemente más desarrollados como Bizancio o Córdoba. La falta de validez de las tesis "catastrofistas" —como la de Pirenne— sobre el comercio altomedieval no quita un contexto productivo y comercial deprimido. Incluso desde el punto de vista religioso, puede decirse que el Cristianismo occidental está hacia esa época "asediado", al decir de algunos historiadores por paganos escandinavos al norte, y eslavos al oeste, y musulmanes al sur. Desde el punto de vista militar sucede lo mismo; políticamente la desaparición del Imperio carolingio trae la división a Europa Occidental, unida a una considerable debilidad política. Frente a este panorama de debilidad, a mediados del siglo X comienza a gestarse, al decir de Robert Fossier, la "contraofensiva comercial y militar de la Europa occidental", causada por la Revolución del siglo Xl", que según este autor tiene su cúspide entre 990 y 1.060. - Expansión urbana A partir del siglo XI se aprecia un nuevo desarrollo de la vida urbana en Occidente. El significado de este desarrollo urbano ha sido y es objeto de polémica historiográfica; para Pirenne y otros autores, no hay ciudades hasta que se desarrolla el comercio a partir del s. X; la denominada “Escuela belga” sostiene una tesis intermedia, según la cual la vida urbana habría desaparecido en el Norte de Europa únicamente. Por último, la historiografía más reciente hace hincapié en la continuidad de las ciudades romanas. En cualquier caso, el nuevo desarrollo urbano es consecuencia del progreso agrícola y de la expansión demográfica y comercial. La característica originaria de la ciudad bajomedieval es la de un reducto fortificado que ofrece protección a sus habitantes y a los de las zonas circundantes. Fuera de las murallas se van formando los barrios comerciales. Desde sus orígenes —continuidad romana mediante o no— los habitantes de la ciudad gozan del estatuto de hombres libres, por fuera del proceso de integración en el sistema de vínculos personales del feudalismo; posiblemente en parte debido a esta característica, van a ser núcleos de nuevas formas renovadoras de pensamiento, de ideas políticas y religiosas. El grado de autonomía de la ciudad bajomedieval es muy variable; en los extremos encontramos a las grandes ciudades italianas, prácticamente independientes, y en el otro a Inglaterra, donde la monarquía no permitió la fragmentación de su autoridad que se dio en otras partes del continente.

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  • UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO FACULTAD DE HUMANIDADES CURSO DE HISTORIA MEDIEVAL Prof. Aurelio Pastori UNIDAD 3: La Baja Edad Media (Siglos XI-XIII) Aspectos econmicos y demogrficos. Introduccin Hasta las primeras dcadas del siglo X, Europa Occidental es una regin relativamente "subdesarrollada" en relacin con centros de civilizacin indudablemente ms desarrollados como Bizancio o Crdoba. La falta de validez de las tesis "catastrofistas" como la de Pirenne sobre el comercio altomedieval no quita un contexto productivo y comercial deprimido. Incluso desde el punto de vista religioso, puede decirse que el Cristianismo occidental est hacia esa poca "asediado", al decir de algunos historiadores por paganos escandinavos al norte, y eslavos al oeste, y musulmanes al sur. Desde el punto de vista militar sucede lo mismo; polticamente la desaparicin del Imperio carolingio trae la divisin a Europa Occidental, unida a una considerable debilidad poltica. Frente a este panorama de debilidad, a mediados del siglo X comienza a gestarse, al decir de Robert Fossier, la "contraofensiva comercial y militar de la Europa occidental", causada por la Revolucin del siglo Xl", que segn este autor tiene su cspide entre 990 y 1.060. - Expansin urbana A partir del siglo XI se aprecia un nuevo desarrollo de la vida urbana en Occidente. El significado de este desarrollo urbano ha sido y es objeto de polmica historiogrfica; para Pirenne y otros autores, no hay ciudades hasta que se desarrolla el comercio a partir del s. X; la denominada Escuela belga sostiene una tesis intermedia, segn la cual la vida urbana habra desaparecido en el Norte de Europa nicamente. Por ltimo, la historiografa ms reciente hace hincapi en la continuidad de las ciudades romanas. En cualquier caso, el nuevo desarrollo urbano es consecuencia del progreso agrcola y de la expansin demogrfica y comercial. La caracterstica originaria de la ciudad bajomedieval es la de un reducto fortificado que ofrece proteccin a sus habitantes y a los de las zonas circundantes. Fuera de las murallas se van formando los barrios comerciales. Desde sus orgenes continuidad romana mediante o no los habitantes de la ciudad gozan del estatuto de hombres libres, por fuera del proceso de integracin en el sistema de vnculos personales del feudalismo; posiblemente en parte debido a esta caracterstica, van a ser ncleos de nuevas formas renovadoras de pensamiento, de ideas polticas y religiosas. El grado de autonoma de la ciudad bajomedieval es muy variable; en los extremos encontramos a las grandes ciudades italianas, prcticamente independientes, y en el otro a Inglaterra, donde la monarqua no permiti la fragmentacin de su autoridad que se dio en otras partes del continente.

  • A partir de fines del siglo XII y durante el siglo XIII se aprecia un fenmeno nuevo, no constatable anteriormente en la Edad Media: el establecimiento de nuevas ciudades, sobre todo en Inglaterra y Gascua. La planta de la ciudad medieval es variable, segn su origen. Las de nuevo trazado presenta forma de tablero de ajedrez, con modificaciones debidas a las caractersticas del terreno; la escasez de trfico rodado explica el diseo de calles angostas. Debido a la actividad comercial, se crea un emplazamiento permanente para verter los productos del artesanado urbano: el "forum, diferente del antiguo "mercado" semanal que se mantiene. Expansin de la actividad comercial y las ciudades italianas A partir de la dcada de 1960 se ha revalorizado el papel comercial de las invasiones vikingas; se estima que contribuyeron a la activacin del movimiento comercial en el circuito del Bltico, pusieron en circulacin nuevamente la masa de metales preciosos atesorados por los carolingios, y contribuyeron al fortalecimiento de los vnculos de las regiones eslavas con Occidente y con Bizancio. Paulatinamente, se forman en la Europa bajomedieval dos grandes circuitos comerciales: el Septentrional, dominado ms tarde por la Liga Hansetica; y el Meridional, dominado por diversas ciudades italianas. Las ciudades italianas van a ser las protagonistas de la renovacin comercial europea; dentro de ellas encontramos tanto ciudades antiguas, como Npoles o Pisa, como nuevas: Venecia, Amalfi. Estos nuevos centros de comercio comienzan a desplazar a bizantinos y rabes como intermediarios comerciales entre Oriente y Occidente; a fines del siglo XII dominan el Mediterrneo oriental. Los centros pioneros son ciudades italianas an pertenecientes al Imperio Bizantino, que se ven obligadas a comerciar para sobrevivir al cerco terrestre implantado por los lombardos: Amalfi, Salerno, Bari. De entre todas ellas destaca progresivamente Venecia, gracias a su situacin privilegiada con el Imperio bizantino; gracias a su habilidad diplomtica con el poder bizantino, sus habitantes siguen siendo considerados ciudadanos bizantinos, lo que les otorga prerrogativas legales y comerciales en Constantinopla frente a los comerciantes de otras ciudades italianas. El comercio con el Islam tambin le va a resultar muy productivo; la supremaca de Venecia en este sentido se gesta con el pacto franco-veneciano de 840. Hasta mediados del siglo XI, asistimos por estos motivos a una preponderancia absoluta de Venecia; luego comienza la competencia cada vez ms fuerte de Gnova. La pennsula itlica vive as un proceso de notable expansin comercial e industrial que se afirma paulatinamente en los trescientos primeros aos del segundo milenio de nuestra Era. Esta evolucin es acompaada por un correlativo proceso de engrandecimiento urbano; la mayora de las ciudades ensancha sus plantas, y la primera muralla del siglo XI es sustituida por una ms larga entre 1.250 y 1.350. Esto indica un aumento notorio de la poblacin de la ciudad, imposible por otra parte de cuantificar antes de 1.350. Durante toda la Baja Edad Media, el volumen del comercio italiano es incomparablemente superior al del resto de Europa Occidental sumado. La afirmacin poltica del papado y las Cruzadas, desde mediados del siglo XI, influyen de manera importante en la orientacin de la expansin comercial italiana hacia Oriente. Este comercio italiano va a ser, simultneamente de exportacin y de

  • compra, tanto por medio de trueque como de importacin simple. Va a constituirse en una actividad ms riesgosa que la productiva, pero tambin ms lucrativa. La cuestin del origen del capital mercantil ha dado lugar a una polmica historiogrfica. Una posicin es la tesis de Werner Sombart, para quienes los primitivos capitalistas habran sido los terratenientes y altos funcionarios; el capital mercantil sera segn esta tesis, procedente de la acumulacin de las rentas de las tierras. En un punto opuesto se encuentra la interpretacin de Jakob Strieder, para quien el origen de este capital se encontrara en los beneficios arrojados por el propio comercio en sus primeros tiempos. Surgimiento de las sociedades comerciales y de la banca La necesidad de capital para financiar la actividad comercial lleva paulatinamente a la creacin de mecanismos econmicos cada vez ms complejos, mucho ms sofisticados que los aplicados en el resto de Europa Occidental. Estos, a su vez, van a permitir el desarrollo del comercio a una escala desconocida por Occidente. El primer fenmeno observable es el surgimiento de las sociedades comerciales. Los primeros datos que se conservan respecto a un sistema de regulacin de empresas con varios socios son de 1156, obra del genovs Scriba. Paulatinamente se hacen cada vez ms comunes asociaciones como la Commenda y la Societas maris. La primera consiste en un contrato para una operacin comercial con un componente de riesgo. En l participan dos socios: el capitalista o "stans" que permanece en su residencia y arriesga el capital, y el viajero o "tractator" que pone su actividad y se arriesga personalmente. Los beneficios se distribuan a razn de tres cuartos para el inversor, y un cuarto para el viajero. en la segunda, los beneficios son divididos en partes iguales, pero el viajero aporta un tercio del capital y es retribuido por los dos conceptos. En ambos casos, el "stans" no permanece totalmente inactivo, pues decide el destino de la exportacin, las caractersticas y objetivo de la misma, y se encarga de comercializar los productos trados por el viajero. Es til aclarar aqu que en el comercio internacional de la Edad Media, la mercanca no estaba vendida al salir del pas de origen, sino que se comercializaba en las ferias de destino o por contratos directos con particulares; a veces deba traerse parte de regreso o se dejaba para ser comercializada por funcionarios oficiales dedicados a tal fin. El otro fenmeno que crece junto con el comercio es la necesidad de crdito. Esta necesidad de capital prestado para emprender operaciones comerciales por un lado, y la posibilidad de prdidas totales o parciales en el emprendimiento por otro, lleva a que paulatinamente se delimiten en los contratos la responsabilidad de cada uno aportante de capital y de trabajo, mediante diversas soluciones, plantendose aqu el problema del inters como ganancia por el capital prestado. La frmula conocida como prstamo martimo supeditaba la devolucin del capital prestado a que el barco regresara sano y salvo a su puerto de origen. A mediados del siglo XIII es sustituido por el "cambium maritimum", en el que el beneficio del prestamista aparece enmascarado bajo el tipo de cambio utilizado. Similar es el mtodo del cambio estril, consistente en el uso de moneda extranjera innecesaria, enmascarando el inters bajo el tipo de cambio. A partir de 1.300 surge el prstamo de aseguramiento, realizado por el naviero propietario del barco al cargador, exigible junto con el flete cuando el barco llegara a destino. No sobrepasaba 25% o 30% del valor del cargamento. Otro mtodo para la obtencin de capital por parte del armador era compartir la titularidad del barco con varios propietarios, cada uno con una parte de los beneficios y de los riesgos.

  • La escasez relativa del crdito va a representar una dificultad para la expansin comercial. En medida importante, esta escasez est motivada por la doctrina de la Iglesia sobre la usura. Las leyes cannicas condenan cada vez ms la imposicin de intereses por los prstamos. En la base de esta postura est la opinin aristotlica de que el dinero es improductivo concepcin hecha suya por la Iglesia primitiva; que es una cosa consumible y que las nicas actividades que producen autntica riqueza son la actividad productiva agrcola o artesanal. En contra del inters se manifiestan por ejemplo San Ambrosio y San Jernimo; el Concilio de Nicea prohbe a los clrigos prestar a inters, y en el siglo IX esta prohibicin se extiende a los laicos. En el siglo XII, con la intensificacin de la actividad comercial, aumenta la frecuencia de los ataques contra el prstamo a inters. El II Concilio de Letrn (1139) decreta la exclusin de los usureros del auxilio espiritual de la Iglesia; el III Concilio de Letrn (1179) establece su exclusin de la comunin; el IV Concilio de Letrn (1215) exhorta a los cristianos a romper los contratos de prstamo pendientes con los judos. Posteriormente, Santo Toms de Aquino en la "Summa Theologica" matiza algo la postura de la Iglesia, aceptando que el prestamista reciba una indemnizacin por el retraso en la devolucin de lo prestado, el "damnum emergens". No acepta en cambio una compensacin por el beneficio que se deja de percibir al prestar el dinero, el "lucrum cessans". En sntesis, la concepcin econmica de la doctrina de la Iglesia se adapta bien a la situacin medieval hasta el siglo XII; luego queda momentneamente anticuada. Por otra parte, los musulmanes tambin estn sometidos a normativas similares. Libres de esas disposiciones estn en cambio los bizantinos, debido a la tradicin de la ley romana, que slo velaba por el respeto de un tope mximo de inters; as como los cristianos de Oriente que habitaban en zonas musulmanas, y los judos. Estos ltimos son los principales proveedores de capital en el Occidente medieval hasta fines del siglo XIII; luego son sustituidos por los comerciantes italianos. El IV Concilio de Letrn va a establecer la obligacin para los judos de establecer tipos moderados de inters. En sntesis, la expansin del comercio hace cada vez ms necesario un monto mayor de capital para el desarrollo de la actividad mercantil; el prestigio de la tierra y las prohibiciones cannicas hacen necesario organizar los mecanismo para la obtencin de capitales, lo que lleva al desarrollo a partir del siglo XII de los mtodos modernos de banca y contabilidad en Italia. El sistema bancario italiano debe mucho a sus antecesores griego, romano y sobre todo bizantino. En Gnova en el siglo XII se habla del "bancherius", aunque posiblemente es an un mero cambista. El sistema bancario propiamente dicho comienza a desarrollarse primero en Siena. A fines del siglo XIII esta ciudad es sede del principal centro bancario de Europa Occidental, junto con Piacenza. El gran perfeccionamiento tcnico de los banqueros lleva al desarrollo de un sistema incomparable de contabilidad. La fecha precisa de la introduccin del sistema contable de partida doble es objeto de discusin. La opinin tradicional lo sita en Gnova hacia 1.340; para otros se encuentra en Florencia. Lo que s es indiscutible es el desarrollo simultneo de las tcnicas contables y del sistema bancario. A fines del siglo XIII las empresas bancarias de Siena (los Salimbeni y los Buonsignori) ceden terreno ante los de Florencia. Los florentinos fundan grandes empresas mercantiles, como las de los Bardi y los Peruzzi, y en el siglo XV, los Mdici. Estas empresas tienen gran cantidad de sucursales, y realizan no solo

  • actividades especficamente bancarias, sino tambin comerciales, que son las ms importantes en los primeros tiempos. Las relaciones entre Florencia y el Papado van a ser cada vez ms estrechas a partir de la segunda mitad del siglo XII; con el desarrollo de la banca florentina, las empresas de esta ciudad van a ser las encargadas de recaudar los impuestos pontificios. El peligro que supone el traslado de metales preciosos o dinero en efectivo lleva a la bsqueda de mtodos ms seguros, y en el siglo XIV ya circulan letras de cambio no negociables. La importancia de la relacin con el Papado implica el uso de la influencia pontificia para la devolucin del dinero prestado, llegando hasta la emisin de sentencias de excomunin contra los deudores recalcitrantes. La funcin bancaria bsica es como se sabe ofrecer crdito, lo que implica la necesidad de una garanta. Ahora bien, el atractivo de depositar un capital por la seguridad que puede ofrecer una casa bancaria no resulta suficiente para atraer depositantes; como consecuencia, la necesidad de un mayor capital que el propio lleva paulatinamente a las casas bancarias a entregar primas a los depositantes, bajo la forma de ddivas gratuitas ("dono") para eludir la ley cannica, pero que en realidad son autnticos intereses sobre los depsitos. En el siglo XV, Miln es un destacado centro bancario; la casa bancaria ms famosa de esta ciudad es Borromei. La expansin del sistema bancario fuera de Italia va a ser obra casi exclusiva de italianos; la nica excepcin es la Liga Hansetica, aunque sta imita las prcticas contables de los italianos. La complejidad de las grandes casas comerciales italianas (a veces grandes sociedades), en las que hay que remunerar las inversiones de los socios, va a constituir en s misma un incentivo permanente para el perfeccionamiento de las tcnicas contables. Este incentivo lleva al desarrollo del mtodo de contabilidad por partida doble, que sustituye al mtodo de partida nica; la anotacin de las cuentas en prrafos separados es reemplazada por el mtodo de anotacin tabular (crditos al lado de dbitos). La partida doble no es el nico perfeccionamiento de la tcnica contable; tambin hay que mencionar el empleo de libros auxiliares, como el "libro secreto" donde se anotaban los repartos de beneficios. La utilizacin de libros diarios y de gastos, as como el sistema de pasar asientos de otros libros al libro mayor se inicia en el siglo XV. Como eplogo de este proceso, hacia fines de la Edad Media las nuevas prcticas contables y bancarias estn muy difundidas en Italia, y comienzan a expandirse por el resto de Europa. El desarrollo comercial de las ciudades italianas hacia Oriente va a ser ayudado por dos acontecimientos histricos: las Cruzadas y la formacin del Imperio mongol (desde 1.240 hasta la expansin de los turcos otomanos); dentro de este ltimo aspecto hay que citar los clebres viajes de los Polo (entre 1.260 y 1.295). El cierre posterior del comercio oriental debido a la expansin otomana en el siglo XV provocar el declive comercial de las ciudades italianas. Las ferias de Champaa El desarrollo del comercio lleva a un nuevo auge de las ferias, entre las que destacan por su importancia las de Champaa. Una fuerte de primera importancia para conocer su organizacin son las cartas de los vigilantes de las ferias,

  • funcionarios reales o seoriales encargados de velar por el orden y la recaudacin de los impuestos. Estas ferias van a constituir los centros principales del intercambio internacional, predominantemente mayorista. Se celebran a partir de 1114; todos los aos tienen lugar seis ferias anuales, en cuatro ciudades diferentes: dos en Troyes, dos en Provins, una en Lagny, una en Bar-sur-Aube. Cada una dura seis semanas aproximadamente. Dependen primero del conde de Champaa y del Rey de Francia despus. Debido a su importancia, van a contar con un aparato administrativo especficamente dedicado a la feria. A fines del siglo XII se hacen realmente internacionales, y quienes participan en ellas reciben numerosos privilegios. Los comerciantes extranjeros van a gozar de un salvoconducto otorgado por el Rey de Francia, y a mediados del siglo XIII, quedan exentos de la jurisdiccin de los vigilantes de las ferias. A mediados del siglo XIII, los italianos cuentan con consulados permanentes, con autoridad sobre sus compatriotas y con defensores para los casos de litigio. Los comerciantes de cada nacionalidad se organizan en gremios, encabezado por un "capitaneus". Las ferias de Champaa no son las nicas importantes, tambin merecen ser citadas las seis ferias de Flandes. A partir de 1.260 tiene lugar la progresiva decadencia de las ferias de Champaa, debido a una acumulacin de factores: incremento desmedido de los impuestos reales sobre las transacciones, perodo de guerras permanentes en tiempos de Felipe el Hermoso (1285-1314), y competencia de las rutas martimas. Todo ello contribuye a que hacia 1320 pierdan su carcter internacional. Al decaer las ferias en Europa Occidental, son reemplazadas por las propias ciudades como centros de intercambio. No obstante, en Europa Central y Oriental la importancia de las ferias se mantiene por ms tiempo, debido a la creacin de un nuevo eje comercial a partir de la expansin germana hacia el Este europeo ("Drang nach Osten"), en el que influy decisivamente la Orden Teutnica. La Liga Hansetica Durante la Baja Edad Media se asiste a la creacin de una nueva rea comercial en el Norte de Europa, fuera de la esfera de influencia italiana, que llega a estar dominada por una serie de ciudades alemanas. Estas se unen hacia 1360, formando la Liga Hansetica. La prosperidad de la Liga est basada en la necesidad de nuevos mercados para las zonas ms industrializadas como Flandes: el Bltico, y sobre todo Rusia. El trmino Hansa es utilizado por primera vez en Inglaterra, y alude al derecho de los comerciantes de formar asociaciones mercantiles. El mbito comercial de actividad de la Hansa se extiende por una amplia zona, desde Brujas a Novgorod. A partir de 1370, la ciudad de Lbeck goza de una "primaca" de honor. El podero de la Liga se mantiene hasta el siglo XVI, cuando surgen otros competidores; no obstante, desde mucho antes existe una fuerte competencia interna movida por intereses particularistas. Incluso la Orden Teutnica va a ser aliada de la Hansa, pero tambin su competidora. Transporte bajomedieval La introduccin de la collera y la difusin de la herradura, entre otros adelantos tcnicos, va a traer como consecuencia una mayor economa de energa y mayor rapidez para el transporte terrestre. Esto provoca a su vez una utilizacin cada vez mayor del transporte terrestre para el comercio, incluso en invierno. Se fundan tambin puestos de hospedaje, puentes y carreteras en los cruces alpinos, o se

  • mejoran los ya existentes, lo que constituye una prueba de su amplia utilizacin pro el comercio. Los pasos ms utilizados son: hacia la actual Francia, Mont Genvre, Gran San Bernardo, Mont Cenis este ltimo con un valor estratgico importante pues no se cerraba en invierno. Con el progresivo incremento de la importancia de Miln, cobran luego auge los pasos en los Alpes Centrales: Septimer, San Gotardo. Tambin es importante el de Brennero. Existen con todo algunas dificultades para el trfico terrestre de mercaderas, como la generalizacin abusiva de los derechos de peaje entre 850 y 1000, especialmente en Alemania y Francia, y menos en Inglaterra, aunque se ha matizado bastante este aspecto, debido a la competencia entre diferentes vas terrestres. De todas formas, el transporte medieval es un servicio caro, y muchas veces constituye el factor principal en el coste de los productos. Gran parte del transporte es realizado en la "bronnette" (carro de dos ruedas); la "carrette" con cuatro ruedas llevaba tres veces ms carga, y normalmente era destinada al transporte de elementos pesados: piedras, ladrillos, madera, carbn. A partir del siglo XIII, el carretero comercial es una actividad extendida; en Londres incluso existe un "corredor de carretas". A su vez, el comercio terrestre en expansin va a llevar a una mejora en los caminos. Se sigue a veces el trazado de las antiguas vas romanas, pero la estructura es diferente: piedras pequeas o desmenuzadas, y por lo tanto ms apta para el transporte de carretas que la romana cuya primera finalidad era el traslado de la infantera o carros livianos que llevaban a una o dos personas. Hacia finales de la Edad Media se construyen vas pavimentadas con mayor frecuencia. En cuanto al transporte medieval martimo y fluvial, contina sigue siendo ms econmico pese al reducido tamao de los barcos. En el Norte de Europa se emplea el "botequn", con una sola vela cuadrada, al que a fines de la Edad Media se le agregan plataformas elevadas en proa y popa, los "castillos". Estas embarcaciones paulatinamente adoptan la vela latina triangular para virar, innovaciones aplicadas por los italianos. El barco mercante est bastante perfeccionado a comienzos del siglo XV; se agrega un segundo mstil (el trinquete) y luego un tercero (el mesana). El primer galen de tres mstiles del que tenemos referencia es botado en 1466. Los ros son parte esencial del sistema de transporte medieval; el transporte fluvial se realiza en barcazas con quilla. Las presas constituan un obstculo, que obligaba a efectuar trasbordos. Para obviar estos obstculos se van a crear montacargas sobre planos inclinados; en los Pases Bajos se emplean exclusas desde fines del siglo XII, que en el siglo XV se perfeccionan. El trfico martimo experimenta un notorio incremento entre el siglo XII y mediados del XIV. Cada vez se navegan trayectos ms largos y ms alejados de la costa, gracias en parte al uso de la brjula, que se expande a partir del siglo XIV; el incremento en el tamao de los barcos lleva a un abaratamiento de las tarifas para el transporte de mercaderas, algo que se hace notorio en el siglo XV. Produccin agrcola El estudio de la sociedad agraria medieval se ha visto beneficiado por el desarrollo de nuevas tcnicas de investigacin en el correr del siglo pasado. A partir de la Segunda Guerra Mundial las fotos areas se han convertido en una herramienta importante para, por ejemplo la historia de la agricultura. Ya en 1883, estudios

  • revolucionarios como el de Seeholm: "The English Village Community" (1883) revolucionan los estudios en ese campo. Tambin ha adquirido importancia el estudio de restos microscpicos de polen. De todas formas, los documentos escritos siguen siendo por ahora la fuente principal. Disponemos de documentos emanados de la autoridad central, de un gran seor sobre el conjunto de sus posesiones, o referidos a determinado seoro. En Inglaterra se conservan ms fuentes que en el continente; el ejemplo ms notorio es el "Domesday Book" (1085-1087) censo general de personas y bienes dispuesto por Guillermo el Conquistador, aunque existen otros. Asimismo, se conservan extensos informes de propietarios laicos, y sobre todo de obispados y monasterios, aunque con ms informacin sobre temas institucionales que especficamente tcnico-productivos. Los ms importantes son los informes que normalmente (sobre todo en Inglaterra) estaban obligados a dar anualmente los administradores de los dominios, y que contienen detalles sobre las cosechas, productos y cantidades cosechadas, ganado, etc. Con esta base se puede calcular aproximadamente la extensin del dominio cultivada, los rendimientos o el sistema de rotacin de cultivos imperante. Otra fuente son los tratados de gestin agrcola, como "Husbandry" de Walter de Henley, o "Los doce libros sobre Economa rural" de Pietro de Crescenzia, si bien con una importancia relativa ya que no fueron universalmente conocidos. La productividad medieval va a continuar siendo problemtica, debido entre otras causas a la crnica escasez de fertilizantes; la relacin ganado/tierra cultivada va a ser insuficiente para proveer de estircol a toda la tierra de laboreo. Se va a apelar a mtodos alternativos, como la vegetacin marina en zonas prximas a la costa ("estircol verde") y la quema de vegetacin. No obstante, eran fertilizantes inferiores al estircol; como consecuencia, se va a mantener la necesidad del barbecho durante perodos considerables, indispensable especialmente debido a la absorcin del nitrgeno del suelo por los cereales. El barbecho se poda dar de dos formas: a) cultivo intensivo por pocos aos, seguido de descanso largo; b) barbecho regular de cada parte de la tierra arable cada dos, tres o cuatro aos. El primero es el mtodo ms tradicional y primitivo; algunas tierras de poca extensin se cultivan ao tras ao, empleando todos los fertilizantes disponibles; otras se cultivan algunos aos, y luego se deja crecer la maleza. El segundo es el mejor desde el punto de vista agronmico, y se realiza con dos variantes: cultivo a dos hojas o a tres. El de dos hojas ya lo hemos visto en la Unidad anterior; es el que predomina en la poca romana y la Alta Edad Media. A partir del siglo XII se difunde el cultivo a tres hojas del que ya hay indicios en poca anterior en algunas regiones. En el siglo XIII este procedimiento se generaliza, y tienden a igualarse las extensiones de tierra de las tres hojas. No obstante, esta generalizacin no es absoluta ni uniforme; en Inglaterra por ejemplo, recin tiene lugar en el siglo XIV. Una de las ventajas de este sistema es el aprovechamiento ms eficaz de equipos de labranza relativamente costosos, como los arados pesados, mediante su uso ms repartido a lo largo del ao. Un ejemplo de rotacin a tres hojas teniendo en cuenta las innumerables variaciones prcticas podra ser el esquematizado en el Cuadro N 1 ms abajo. La zona total a cultivar se divide en tres parcelas, que tienden a ser del mismo tamao. En setiembre del primer ao se siembra el cereal de invierno (trigo, centeno) en la parcela 1. En marzo siguiente se siembra el cereal de primavera (avena, cebada) en la parcela 2. De mayo a junio se desmaleza y ara la parcela 3 en barbecho. En setiembre siguiente se ara la parcela 3 en barbecho por segunda

  • vez, y tambin la parcela 2, donde se hace el cultivo de invierno. Al ao siguiente, el cultivo de primavera se siembra en la parcela 3, y queda en barbecho la parcela 1. En tres aos se completa el ciclo de rotacin, que por ello es denominado trienal. Cuadro N 1: Ejemplo de rotacin trienal Parcela Primer ao Segundo ao Tercer ao

    1 Cereal de invierno (setiembre)

    Barbecho Cereal de primavera (marzo)

    2 Cereal de primavera (marzo)

    Cereal de invierno (setiembre)

    Barbecho

    3 Barbecho (todo el ao) Cereal de primavera (marzo)

    Cereal de invierno (setiembre)

    Pese a la extensin de la rotacin trienal, van a subsistir excepciones. En Alsacia se abandona el cultivo del cereal de primavera por una rotacin bienal con cultivo exclusivo de trigo para proveer a las ciudades renanas en expansin; algunas zonas europeas a principios del siglo XIV comienzan un nuevo sistema de rotacin cuatrienal, con la introduccin de ms leguminosas. La mejora en el sistema de cultivo lleva al aumento de la productividad de la tierra, constatable entre los siglos XI y comienzos del XIV; se destacan los adelantos tcnicos de los utensilios de labranza y las prcticas de la misma. El incremento de la cantidad de emprendimientos mineros da la pauta del uso creciente del hierro en las herramientas. Un testimonio claro es el aumento del nmero de herreros que se dedican a fabricar y mantener los tiles de labranza, a lo que se une una mayor efectividad y duracin de las mismas. El aumento en la frecuencia de los cultivos es posible gracias a la mejora del arado y del sistema de arneses, que influyen en el incremento de la productividad del suelo por la mayor profundidad del surco que se obtiene. El arado no cambia sustancialmente su estructura entre los siglos XII y XV; en algunas zonas se agregan ruedas, y sobre todo se hacen ms slidos; la cuchilla de la reja es reforzada con metal, y se generaliza la vertedera. El nuevo sistema de enganche permite la paulatina sustitucin del buey por el caballo como animal de tiro, aunque no de manera absoluta; en la regin de Paris por ejemplo, esta sustitucin recin se completa hacia 1200. En cuanto a los bueyes, la utilizacin del yugo frontal mejora la traccin. El herrado de caballos y bueyes contribuye tambin a mejorar la eficacia del tiro. Los escritores de temas agrcolas de la poca polemizan respecto de las ventajas del uso del caballo o del buey para el tiro; no obstante, tcnicamente se impone el caballo. El aumento de la velocidad de labranza va a implicar a su vez un aumento de la productividad del suelo. La mayor utilizacin del caballo, por otra parte, provoca el aumento de su nmero, y crece la demanda de avena para alimentarlo. Con todo, el caballo no se impone por igual en todas partes. En Borgoa y la Europa mediterrnea la avena crece mal, y por ello el buey permanece como animal de tiro. El aumento de la cra de animales de tiro lleva adems a una mayor disposicin de equipos de tiro, de mejor calidad, por una mejor alimentacin y cuidado en su seleccin. Otras tcnicas de cultivo que se aplican en esta poca, adems de la rotacin, son el margado la marga es una arcilla con alto contenido de carbonato clcico; la organizacin en el abastecimiento de abono carga servil conocida en Inglaterra como foldsoke; el alisado de terrenos en pendiente para evitar la erosin

  • construccin de diques y terrazas en Italia; el riego. Este ltimo se practica en muchas zonas de Europa, pero la ms adelantada en este sentido es Italia, donde se riegan tanto las tierras de pastura como de labor. El primer testimonio de un prado regado de manera permanente es de Miln en 1138. Hacia 1250, la prctica del regado aparece extendida a toda el rea al norte del Po, y a comienzos del siglo XIV, est extendida por Parma, Mdena y Bolonia, vale decir por toda la llanura del norte de Italia. Asimismo se practica el drenaje de marismas, que tiene como objetivo el incremento en la cantidad de tierra cultivable, por ejemplo, en las regiones pantanosas al este de Inglaterra y los Pases Bajos. Adems del progreso de las tcnicas de laboreo, se desarrollan nuevos mtodos de procesamiento de los productos agrcolas, como la utilizacin de la fuerza del agua y del viento. Entre los siglos XII y XIII se multiplican los molinos de agua en funcionamiento. En un pequeo riachuelo cerca de Rouen, funcionaban dos molinos en el siglo X, que ya eran siete en el siglo XII y 17 en el siglo XIII. Las ruedas hidrulicas de los molinos mueven diversas mquinas: prensas para fabricar aceite, martillos para el batanado de paos, etc. A partir del siglo XII comienza a utilizarse el molino de viento. Las primeras referencias son de Arles entre 1162 y 1180. A fines del siglo XII aparece en Normanda, Inglaterra y Flandes. Estas nuevas aplicaciones de la energa mecnica dejan libre mano de obra humana que puede dedicarse a otras tareas agrcolas, con el consiguiente aumento de la productividad. Las especies cultivadas son en general, los mismos cereales de perodos anteriores, aunque cambian las proporciones y aparecen algunos cultivos nuevos. El clima y el suelo siguen determinando la eleccin de los cultivos. En Italia los cereales no muy exitosos, y la avena resulta de casi imposible cultivo; en cambio es muy importante la plantacin de olivos, almendros e higueras. Escandinavia por el contrario se caracteriza por grandes extensiones cultivadas de cebada y centeno. La demanda de pan blanco por parte de los habitantes de las ciudades provoca el incremento de la produccin de trigo en los tres ltimos siglos medievales. Las variedades blandas se cultivan en todas partes, y la variedad dura ("triticum durum") slo en el Sur de Europa. Esta variedad dura no serva para hacer pan, pero desde 1300 se la utiliza en Italia para fabricar pasta. No obstante, el pan blanco no integra la dieta bsica de la poblacin rural europea, sino que sta se integra con el pan negro de centeno o de tranquilln, y gachas. El trigo es cultivado para venderlo en el mercado de la ciudad. Los cereales para la fabricacin de pan (centeno, trigo) se siembran generalmente en otoo, y aquellos dedicados a la bebida y pienso para los caballos (cebada y avena) en primavera. De las regiones cerealeras, en los siglos XI y XII Francia es la ms importante. A partir del siglo XIII Europa central y oriental aumentan mucho su produccin, abasteciendo a otras zonas. El comercio de granos en manos de los holandeses adquiere grandes proporciones en los siglos XIV y XV. Otros cereales cultivados especialmente en la zona mediterrnea son el sorgo a partir del siglo IX y el alforfn a partir del siglo XV. A partir de 1200 se comprueba una extensin creciente de tierra cultivable dedicada a la produccin de leguminosas, fundamentalmente guisantes y alubias. stas integran la dieta humana y sobre todo la animal, y se utilizan adems como abono; para esta ltima aplicacin se emplea el "verde", es decir lo que sobraba de la planta). Hacia fines de la Edad Media aumenta asimismo la cantidad de hierbas y

  • verduras cultivadas. Como ejemplo podemos citar el condado ingls de Kent hacia 1450, donde hay evidencias del cultivo de una importante variedad de verduras puerros, lechuga, cebollas, espinacas, berzas, col, as como hierbas menta, manzanilla, hinojo, ajo, ruda, salvia, tomillo. Las leguminosas cada vez ms abundantes van a cultivarse en alternancia con los cereales, con poco barbecho y un trabajo intensivo de laboreo, particularmente en Italia. Otro cambio en las especies cultivadas es la creciente produccin de especies industriales, sobre todo colorantes para la industria textil: pastel, gualde, rubia y azafrn. La produccin de frutas va a estar concentrada en algunas reas: manzanas en Normanda donde se introducen desde Inglaterra; uvas vitivinferas en Francia, oeste de Alemania, Italia y Espaa; peras, duraznos, cerezas y nsperos en casi toda Europa. En general no se intercambian, con excepcin de nueces y almendras, procedentes estas ltimas del sur de Italia. En la regin mediterrnea se van a introducir otros cultivos adems del sorgo y el alforfn: el arroz, la caa de azcar, el algodn y el rbol de morera, introducidos por los griegos en el siglo VI y los rabes en el siglo X. Los ctricos se implantan primero en el sur de la pennsula italiana, y de ah se extienden hacia el Norte. Por su parte, en Francia e Italia se aprecia una concentracin y desarrollo de la produccin de vinos, con la creacin de distintas variedades y la entrada en el comercio de exportacin. Consecuencia de los avances en el instrumental y tcnicas agrcolas descritos hasta ahora es un notorio incremento de la productividad, difcil no obstante de medir por falta de datos certeros y de las evidentes variaciones segn especie y zona. Es tal la importancia de este salto cuantitativo en la productividad, que se ha calculado que la productividad agrcola se mantuvo en los niveles alcanzados en esta poca, casi incambiada hasta la revolucin agrcola del siglo XIX. De todas maneras, no debe olvidarse el contexto de expansin demogrfica que vive Europa hasta comienzos del siglo XIV, y que traa como consecuencia una alta mortalidad en aos de malas cosechas. En el siglo XIV esta fase demogrfica expansiva se detiene, debido especialmente a una serie de catstrofes demogrficas que se analizarn ms adelante. Esto provoca un progreso en el nivel de vida del campesino, con un enriquecimiento y diversificacin de su dieta, que pasa a estar compuesta de menos pan, y ms lcteos y carne. Expansin demogrfica Los estudios demogrficos medievales plantean grandes problemas para su estudio en trminos cuantitativos antes de 1350. Debido a la falta de fuentes, existen relativamente pocas estimaciones globales de poblacin. Algunas que merecen ser citadas son las de Josiah Russell, que estima la poblacin total europea en 14.7 millones en el ao 600; en 22.6 millones en el ao 950, y a fines del siglo XIII en 54.4 millones. Los clculos de Bennett arrojan la cifra de 27 millones hacia el ao 700, 42 millones en el ao 1000, 46 millones en 1050, 48 millones en 1100, 50 millones en 1150, 61 millones en 1200. Abel slo para Inglaterra calcula 0.8 millones en 900, 1 milln en 1000, 1.3 millones en 1100, 1.9 millones en 1200. Ya en 1889 el historiador Levasseur habla de un crecimiento demogrfico de 300%

  • para Francia en el perodo de 1050 a 1350, y Carlo Cipolla estima que la poblacin de la pennsula itlica pasa de 5 a 8 millones en el mismo perodo. Fossier, al igual que Marc Bloch, considera imprudente hacer estimaciones globales; para l el nico testimonio que permite una aproximacin fidedigna es el ya mencionado Domesday Book, que da una poblacin de 1.3 millones de habitantes para el rea censada, es decir, Inglaterra en sentido estricto, exceptuando algunos distritos del centro del pas y la zona limtrofe con Escocia. Segn Fossier, la expansin demogrfica se da con grandes diferencias regionales. Las regiones mediterrneas presentan indicios de crecimiento ms precoces: el Lacio y la Sabinia desde 930-950 y an ms desde 1020. Lo mismo puede decirse para Lombarda y Catalua, antes de 950, y sobre todo entre 990 y 1020). Para la regin de Flandes y norte de Artois, la expansin demogrfica es claramente constatable entre 1015 y 1030; en la mayor parte de la Europa germnica, el fenmeno se aprecia a partir de 1030-1040. En Navarra, Aragn y Castilla se produce a partir de 1060; en la cuenca parisina desde 1080, y en Inglaterra desde 1130-1150. Por ltimo, en la zona renana, Franconia y la desembocadura del Rhin se constata recin a partir de 1130-1140. Fossier concluye, utilizando estudios de crecimiento hechos por el mismo en Picarda, y de otros historiadores en otras partes de Europa, que en dos siglos y medio se habra duplicado la poblacin. Un testimonio para l concluyente seran las levas fiscales de 1348 en Inglaterra, que indican una poblacin de 3:700.000 habitantes. Incremento de las roturaciones El contexto de los inicios de la expansin demogrfica del siglo XI es de una enorme reserva de bosques. stos representan en el Norte y centro de Alemania, entre 50% y 70% de la superficie total. Se trata de un bosque bastante tupido con predominio de hayas y robles y pocas conferas, salvo en la zona mediterrnea, donde predomina la encina y el laurel; estos conocimientos se tienen en gran parte gracias a los avances de la palinologa moderna. Paralelamente a un mejor y ms intensivo aprovechamiento del suelo ya cultivado, se produce un rpido y brusco incremento de la roturacin de suelos vrgenes que se aprecia en toda Europa, con algunas diferencias cronolgicas. Las reas en las que se avanza son variadas: suelos profundos, que exigen instrumentos de labranza ms perfeccionados, con la imprescindible tala de los bosques existentes, fenmeno algo ms lento en Inglaterra; zonas inundables, con el desecamiento de marismas costeras, especialmente en Venecia, Poitou, Inglaterra y Flandes Fossier calcula 150.000 Ha. de marismas atlnticas, 300.000 Ha. en Inglaterra y lo mismo en Flandes; valles Fossier habla de la conquista de los valles, para este autor cuantitativamente se trata del avance ms importante, que implica la limpieza del monte, de piedras, arenales y la lucha contra las inundaciones; pendientes, que en las tierras mediterrneas se realiza mediante la construccin de terrazas con canaletas para el excedente de agua de lluvia, en Italia, Provenza y Catalua. La roturacin de bosques y maleza es por lo general iniciativa de los grandes propietarios, y se efecta mediante el arriendo a un contratista que a su vez contrata leadores y roturadores: aldeanos asalariados que buscan un ingreso

  • extra, gente de otras regiones que recibe una parcela de tierra ganada al bosque, por lo general beneficiado con la exencin de las prestaciones personales. Los aspectos cuantitativos de la extensin de este avance sobre las tierras incultas es imposible de precisar, porque no se dispone de cifras globales. Cronolgicamente, los primeros testimonios corresponden al litoral mediterrneo, en la segunda mitad del siglo X y primera del siglo XI. En la zona atlntica se produce algo ms tarde, entre finales del siglo X y el siglo XI. En la parte ms importante de las tierras cerealeras, tanto en el rea franca, como en Sajonia y Lotaringia, recin en el siglo XII. Industria bajomedieval Se destaca en esta poca la permanencia de un artesanado rural desde pocas anteriores. El cambio est dado por algunos progresos tcnicos, como el rbol de levas y el tornillo, que comienzan a aparecer mencionados entre 1080 y 1150. El avance tcnico se ve favorecido por el florecimiento del estudio de las matemticas en Occidente, fundamentalmente en la clebre Escuela de Chartres. Dentro de la actividad minera se destaca la creciente explotacin de la piedra, cada vez ms importante para la construccin, debido a la evolucin en la construccin del nuevo tipo de residencias seoriales, los castillos. Este nuevo predominio de la piedra se aprecia primer en el rea mediterrnea. A partir del siglo XII se produce una rpida extensin en el uso de este material, mejorando notablemente las tcnicas de su tallado y manipulacin, e incrementndose paralelamente su intercambio comercial. El aspecto industrial de la produccin de tejas y ladrillos ha sido relativamente poco estudiado, y hay pocos elementos que permitan apreciar su importancia como actividad industrial ms all del autoconsumo. Explotacin de la sal, nico mtodo conocido para la conservacin de alimentos es de una importancia enorme. Hasta el siglo XII es ms importante el autoconsumo y el intercambio localizado que su comercio. Son objeto de explotacin tanto la sal gema como la marina; sta ltima es la ms extendida, por medio de contratos de explotacin entre los propietarios de las salinas y salineros profesionales. La extraccin de los metales se realiza al igual que en pocas anteriores en tajos a cielo abierto o en galeras defectuosas, sin sustentacin ni ventilacin. Los derrumbes e inundaciones son frecuentes, por lo que se trata de una actividad muy peligrosa, encomendada generalmente a esclavos. Trabajo de los metales experimenta un notorio progreso desde la Antigedad clsica debido a la influencia germnica y sobre todo eslava, donde parece que comienzan las mejoras tcnicas. La utilizacin del carbn mineral en las fraguas logra una mejor calidad de fundicin; la aplicacin de la energa hidrulica lleva a la aparicin de los denominados molinos de hierro en Alemania desde 987, donde se utiliza esa energa para mover martillos de fundicin y fuelles. El principal artculo fabricado es naturalmente el armamento. La explotacin de la madera tambin experimenta un progreso tcnico, basado fundamentalmente en la mayor disponibilidad de herramientas de hierro, lo que va a implicar una mayor velocidad de tala y procesamiento de la madera, para la produccin de tablas, empalizadas, y construccin de barcos. Desde el siglo X,

  • Occidente provee de madera al Islam, que no la tiene. El auge de la navegacin y el comercio martimo implica un enorme incremento en la demanda de madera; una galera barco de guerra consume 20 robles, 20 pinos y 50 hayas; y duraba 10 aos en funciones. Slo Venecia a fines del siglo XI tena cien galeras. El artesanado textil es el que alcanza mayor desarrollo en la Baja Edad Media, con cierto grado de divisin del trabajo, aunque con anterioridad al siglo XIII casi no disponemos de fuentes. La seda no se fabrica en Occidente antes de fines del siglo XII. El camo y lino se cultivan desde la Antigedad; a partir de 1040 aparecen mencionados molinos para machacar esa fibra. Resulta sin embargo difcil calcular su verdadera extensin porque gran parte de la produccin estuvo orientada al autoconsumo. La lana ocupa el primer lugar, durante toda la poca; como es sabido, se hila y teje desde el Neoltico. En esta poca asistimos al perfeccionamiento de las tcnicas de trabajo, gracias a la difusin de instrumentos como el telar de pedal y la rueca esta ltima a partir de 1200. Los paos de lana de mejor calidad tienen fama de ser los de Cambrai, Provins e Inglaterra. La Orden del Cster va a especializarse en las diferentes etapas de la lana, desde la produccin hasta la manufactura, sobre todo en Inglaterra. Caractersticas de la propiedad seorial en la Baja Edad Media Una de las principales dificultades para su estudio es la falta de claridad de expresiones como "foedus", "mansus" en Provenza este ltimo trmino equivale a alodio, "tenencia". En una primera fase durante el siglo X, se produce la liquidacin de parte importante de la pequea propiedad alodial, y la concentracin de la tierra a precios bajos, paralelamente al proceso de "encastillamiento", este ltimo desde 950-980 y constatable primeramente en Catalua y Apulia. Entre la segunda mitad del siglo XI y principios del siglo XII, los grandes seoros ocupan la inmensa mayora de la tierra; los dominios son por regla general ms extensos que en la Alta Edad Media, y no son demasiado raros los de varios miles de hectreas. El monasterio de Montecassino es propietario de 80.000 Ha. Como fenmeno general, la base de las riquezas inmuebles sufren un desplazamiento y diversificacin, ya que aparecen las rentas por la posesin de molinos, hornos, etc. Otra constatacin de Fossier es que la estructura interna del dominio seorial adquiere una apariencia desarticulada; se trata de un seoro disperso, lleno de enclaves, "incrustado de alodios". Esta dispersin provoca dificultades para recabar los servicios personales. La Baja Edad Media es tambin la etapa en que se asiste a un proceso de disminucin del "indominicatum" o reserva seorial, aunque este proceso es hoy en da cuestionado o por lo menos matizado, ya que aparece muy tardamente ms all del Rhin, y sigue habiendo testimonios de reservas importantes, aunque es cierto que el ansia de tierras de cultivo implica una cierta disminucin de la misma. El trmino manso evoluciona; se trata de una expresin de uso continuo pero que se carga de significados diferentes. En esta poca se produce una agrupacin de mansos a base de intercambios y ventas. Las unidades de explotacin as reagrupadas se denominan a veces curtis. Este proceso de fragmentacin del manso tradicional es desigual segn la regin, y no siempre presente, segn la influencia presente de las caractersticas geogrficas en cada caso. En determinadas regiones, pasan a ser denominaciones relativamente frecuentes las de medio manso o un cuarto de manso. El manso se convierte progresivamente en

  • una unidad jurdica y de referencia, que va a ser sustituida por otras unidades para la percepcin de las rentas seoriales: la "verge" en Normanda e Inglaterra, o la jugerum trabajo de un yugo en un da; la charrue en Borgoa jornal trabajado por un tiro de animales. Las causas de esta evolucin del manso son bastante discutidas a nivel historiogrfico; para algunos, se encuentra en la presin demogrfica creciente; para otros como Fossier, sta influye ms en las roturaciones y en la parcelacin de la reserva seorial. Los cultivos ms intensivos debido al perfeccionamiento tcnico habran hecho del manso una unidad de arrendamiento demasiado grande. Evolucin de las cargas sobre hombres y tierras La corvea dominial prestaciones personales del siervo o colono al seor tienden en esta etapa a ser sustituidas por rescates. La causa fundamental de esta tendencia se encuentra en la hostilidad latente de quienes estn obligados a cumplirla, y su falta de eficiencia econmica. De todas formas, su sustitucin no es uniforme en todas las regiones de Europa, ya que diversas zonas presentan caractersticas distintas. En las zonas mediterrneas, la corvea nunca alcanz gran desarrollo, salvo en la Espaa de la Reconquista. En el centro de Francia y la zona atlntica, la corvea sigue siendo ms o menos importante hasta la segunda mitad del siglo XI, aumentando su presencia hacia el Norte; normalmente consista en un mes al ao de prestaciones. En Lotaringia y Germania, las exigencias de la corvea siguen siendo muy duras, incluso diarias y nocturnas; no obstante, igualmente se incrementa la frecuencia de los rescates. En Normanda e Inglaterra se mantiene slida la exigencia de la corvea, ligada a la reserva seorial con precios de rescate muy altos; la masa campesina tiende a dividirse entre los que pueden rescatar la corvea y los que no. En definitiva, de un sistema basado en las prestaciones personales se evoluciona hacia regmenes de arrendamiento. En cuanto al pago de ste, por un tiempo sigue predominando la especie, pero poco a poco se pasa al dinero. La renta en especie es til cuando se trata de productos de consumo asegurado: sal, paos de lino, camo, huevos, aves de corral. Una novedad de esta poca son las rentas en aparcera, en las que las exigencias estn proporcionadas a los resultados de la cosecha. Las tasas son muy variadas, dependiendo de los suelos y de la tradicin local. El promedio oscila entre 1/4 y 1/7. La aparcera a medias adquiere gran difusin a fines de la Edad Media; en sta el propietario proporciona los animales de tiro y semillas al arrendatario, a cambio de la mitad de la cosecha. El pago del arrendamiento experimenta una progresiva evolucin hacia una renta en dinero, por necesidad y por la difusin del numerario, junto con la expansin de los mercados. Hasta 1100-1130 existe un relativo equilibrio entre renta en dinero combinada con especies y algunas prestaciones. A partir de entonces, las necesidades del seor de dinero lquido aumentan, debido en parte a que cada vez es ms un propietario ausentista, que procura el cobro de derechos de traspaso, retenciones por herencia, y arriendos sin censo, no a partes, sino por una cantidad fija y con una duracin limitada. Los primeros testimonios de esta tendencia se aprecian en Inglaterra. En lo que respecta al tamao de las parcelas, es muy variable; la dimensin mnima en el siglo XIII es de 3 o 4 Ha. comprese con las 10 o 16 Ha. de los mansos de los polpticos carolingios, predominando la forma alargada. Se desarrollan adems los cercados entre las parcelas, generalmente setos de rboles. La renta seorial

  • Existen muchas dificultades para evaluarla adecuadamente, debido a la ausencia de elementos cuantitativos, ms all de casos muy concretos; adems, se confunden la renta seorial con la fiscalidad banal, como se analizar ms adelante. Los testimonios sobre peticiones y revueltas campesinas son muy poco explcitos. El control del seor sobre las cargas exigibles se realiza por medio de intermediarios de todo tipo. El personaje de mayor importancia es el mayordomo o prepsito, encargado adems de las sentencias judiciales de poca cuanta. Este funcionario detenta una tenencia y percibe partes de las multas por la aplicacin de la justicia, as como parte de los censos, los rescates de las corveas, etc. De ms est decir que los abusos del seor en la aplicacin de las cargas dominiales, unido a las potestades del seoro banal van a ser muy frecuentes. De las cargas dominiales, los tipos de rentas que aparecen como los preferidos son los diezmos y los derechos por el uso de los molinos. De los productos naturales, el vino es el ms apreciado; hasta el siglo XII contina dominando parte de las rentas en especie, tanto para la produccin de la reserva seorial como para los censos recaudados. Formas polticas bajomedievales Debilitamiento del poder real y fin de las instituciones pblicas En los siglos IX y X, al decir de Jon Dhondt, la dinasta carolingia no es sustituida, por ejemplo en Francia por la Capeta, sino que en los hechos la monarqua centralizada es eliminada en beneficio de los prncipes territoriales. Los principados territoriales tienen su origen en los mandatos de Carlos el Calvo para luchar contra los Normandos. Previamente, debe tenerse en cuenta que algunas regiones son calificadas de regnum sin tener un rey; as ocurre con Aquitania, Baviera o Sajonia. Progresivamente, las denominaciones de marqus o dux se aplican a quienes administran o controlan varios condados; estos trminos son utilizados por quienes poco a poco se van a arrogar potestades pblicas. As sucede con Boson, autotitulado rey en el medioda francs, o con los duques de Aquitania, Borgoa o Normanda, con el conde de Champaa, etc. Esta generacin y la siguiente van a disfrutar de un poder cada vez ms autnomo, incluyendo la utilizacin del ttulo de princeps, de significado no muy claro. Estos grandes beneficios se hacen hereditarios, fundando dinastas que no deben su poder al favor de un soberano, cuyo poder a su vez es cada vez ms reducido. Paulatinamente, estos prncipes territoriales pasan a ejercer funciones y prerrogativas pblicas, como la acuacin de moneda. Los talleres de acuacin pasan a ser controlados por los prncipes, y en las monedas se sustituye progresivamente la efigie real y el nombre del rey por la del prncipe territorial. Otro aspecto de este fenmeno es la usurpacin de las rentas reales sobre los impuestos de trnsito. En la poca carolingia, una parte de esa recaudacin es para el conde, y otra para el rey. Cada vez con ms frecuencia, los diplomas de inmunidad en el correr del siglo IX incluyen el usufructo de la parte real. En lo que respecta al fisco real, la multiplicacin de las concesiones enriquece a los prncipes. Este ltimo proceso alcanza su apogeo con los sucesores inmediatos de Luis el Piadoso; luego disminuye porque a los monarcas ya no les queda nada. Hasta

  • mediados del siglo X, para ceder estos bienes se precisa autorizacin real; a fines de ese mismo siglo, ya se puede disponer de ellos libremente. Otro sntoma de la desaparicin del poder real es la reduccin del nmero de cartas o diplomas reales en favor por ejemplo de las Iglesias. Desde fines del siglo X, estos documentos desaparecen del Medioda francs, y en el Reinado de Felipe I, estn constreidos al eje Pars-Orlans-Compigne. La Iglesia, el sostn ms firme de la monarqua carolingia, cae tambin bajo la autoridad de los prncipes. Hacia fines del siglo X, los obispos catalanes abandonan la corte real bajo indicacin de los prncipes. Hacia el ao mil, el rey de Francia tiene todava la ltima palabra en el nombramiento de veinte sedes episcopales en torno a las metropolitanas Reims y Sens. En el resto, son los prncipes los que ejercen esa prerrogativa. De todas formas, se supone que en muchos casos el monarca va a conservar un cierto derecho a intervenir. Por ltimo, hay que acotar que es innegable en medio de este retroceso real, la persistencia de cierto prestigio aunque sea simblico del monarca; todos los grandes prncipes territoriales son en teora vasallos que deben rendir homenaje por sus dominios. Instituciones pblicas Las instituciones pblicas con sus funciones perviven pese a la desaparicin del poder monrquico. Esto es vlido especialmente para las instituciones locales; un ejemplo es el de los tribunales pblicos (mallum), presididos por el conde o vizconde, compuestos por jueces especializados, y junto a este grupo, el de los boni homines, integrado por propietarios libres y acomodados que son testimonio de la cristalinidad del proceso y garantizan su carcter pblico. La fecha y lugar de las reuniones estn establecidas de antemano por la costumbre. Al comienzo de esta etapa, entre los boni homines figuran campesinos alodiales pequeos y medianos; no obstante, desde finales del siglo X el grupo est integrado exclusivamente por la nobleza, a la que ms tarde se le agrega la burguesa urbana. La disolucin de la autoridad carolingia conlleva la disminucin numrica de los contingentes guerreros por la fragmentacin poltica. Progresivamente la actividad blica se concentra en torno al castillo, aunque contina de todas formas la leva de hombres libres de la poca carolingia, si bien esta ltima va a disminuir progresivamente, y el servicio militar pasa a incluir otras tareas adems de la blica estricta: alojamiento, suministro de caballos, etc. La leva general se mantiene como un derecho en teora del conde, pero es dejada efectivamente a los castellanos menores. Para Francia, Poly y Bournazel distinguen tres zonas: Catalua, donde se mantiene el servicio militar de los hombres libres hasta ms all del ao mil; Norte de Francia, de Poitou a Flandes, donde el servicio se mantiene durante todo el siglo XI; y una zona intermedia, donde los hombres libres slo participan con servicios y albergues. Formacin del seoro banal La poltica bajomedieval est unida estrechamente a un concepto geogrfico definido: el castillo. Ms all de la pervivencia de fortificaciones urbanas romanas, en la poca carolingia los castillos son fortalezas naturales, plataformas rocosas sin demasiada construccin, destinadas a una proteccin temporal frente a una

  • invasin, y muchas veces no habitados en forma permanente. Hasta mediados del siglo X, el castillo en tanto fortaleza es diferente a la residencia seorial, aunque sta est tambin rodeada de una empalizada. Hacia el ao mil comienzan a multiplicarse los castillos. En Provenza encontramos una docena de castillos en la primera mitad del siglo X, algunas decenas hacia el ao mil, y un centenar en 1030. Muchos de los primeros castillos de esta etapa estn edificados sobre elevaciones, y consisten a veces en una simple torre de madera. Progresivamente se hacen ms grandes, aunque obviamente coexisten edificios correspondientes a diferentes tcnicas y de distintos tamaos. Paulatinamente el gran castillo de piedra va a convertirse en la residencia del seor feudal; la construccin y el mantenimiento del castillo frecuentemente va a realizarse mediante los servicios personales de siervos y colonos. En lo que respecta a las causas del desarrollo de grandes castillos y de la multiplicacin de fortalezas ms reducidas, hoy en da no se intenta relacionar demasiado estrechamente el fenmeno con las invasiones rabe, escandinava o mongola, ya que stas se detienen antes de la explosin castellana. La construccin de castillos es iniciativa del seor feudal, sea rey, prncipe territorial, vasallo del rey o del obispo. Adems, desde el siglo X no hay castillo sin guarnicin, la mesnada, como es designada en Catalua. Encabeza la guarnicin el princeps castri, vicarius castri o castellanus; este personaje es un representante del conde o del obispo, a veces una suerte de contratista, como ocurre a menudo en Catalua). Las tareas militares que cumple esta guarnicin en el castillo son varias: vigilancia de la zona, defensa del propio castillo. A veces la mesnada se turna el tiempo de guardia en el castillo; en el caso de ciudades fortificadas, se distribuyen el permetro a defender. En caso de guerra se refuerza la guarnicin permanente con caballeros de la zona. Esta estructura militar del castillo sirve para afirmar cada vez ms la autoridad del seor feudal, en todo sentido; une de los componentes de sta, funcin que el gran seor usurpa a los poderes pblicos es la administracin y aplicacin de la justicia, no como delegacin de un poder central ya inexistente, sino en su propio nombre. La vicara seorial es sinnimo en esta etapa de derecho de justicia seorial, y de la jurisdiccin en la que se ejerce esa justicia. En el siglo X se multiplican las vicaras, con centro en el castillo, y con una jurisdiccin igual al dominio que controla ese mismo castillo. En el siglo XI el gran seor feudal se consolida como institucin que desempea los poderes pblicos; es la poca del poder de Ban, trmino germnico indicador de la autoridad y poder del seor feudal en tanto garante de la proteccin y seguridad de todos los habitantes, libres o no, de la zona sometida a su poder. Sobre la base del Ban se recauda un impuesto caracterstico, por ese papel pblico del seor: la talla, basada en el derecho de albergue y provisiones de la poca merovingia y carolingia. Los servicios pblicos de acarreo de la poca anterior se convierten ahora en prestaciones dominiales. A fines del siglo XI surgen las primeras banalidades: se prohbe al campesino vender su vino inmediatamente antes de la prxima cosecha, para que el seor pueda vender el suyo; se le prohbe tambin almacenar en un granero que no sea el del seor. La seora banal va a influir as en toda la vida rural. A partir del siglo XI van a surgir adems personajes como los prebostes y bailes, que arriendan al seor estos beneficios de la castellana. Como consecuencia de la extensin del

  • seoro banal, se incrementa el despojo del campesinado independiente, que pierde frecuentemente sus alodios. El conjunto de prerrogativas y derechos del seor banal reciben la denominacin de costumbres. La extensin de este trmino implica una serie de novedades respecto de pocas anteriores: los poderes pblicos no son considerados como producto de una delegacin expresa de soberana por parte del rey, sino de la costumbre; prima una concepcin patrimonial de estos poderes, que pueden concederse, legarse, venderse, heredarse, en suma integran el patrimonio seorial. De los intentos del seor por ensanchar sus prerrogativas y privilegios, surge en la primera mitad del siglo XI el concepto de malas costumbres. Los orgenes institucionales de la seora banal pasaran primero por la extensin de ese seoro a los dominios eclesisticos, ya que comenz suplantando en los hechos al concepto de inmunidad. En este sentido, dos instituciones de la poca merecen un anlisis algo ms detallado: la avouerie y la comenda. El avou" o vidamo es una jerarqua de origen carolingio, destinada en sus orgenes a reforzar el papel de la inmunidad como pieza del aparato administrativo del Imperio, y a mantener bajo la autoridad monrquica una jurisdiccin con poderes autnomos que ya hemos descrito en la unidad anterior como considerables. La avouerie feudal se desarrolla a partir de la desagregacin de las grandes inmunidades del Norte de Francia fundamentalmente, desde el siglo X hasta fines del siglo XII. El subenfeudamiento de los derechos de avouerie da lugar a los subadvocati. En las regiones donde persiste una tradicin menos activa de la inmunidad, por ejemplo en el Medioda francs, es el conde quien ejerce las atribuciones de la inmunidad; aqu las intromisiones del nuevo seoro banal en los dominios eclesisticos se realizan en el marco del antiguo contrato de comenda. Esta comenda meridional es una antigua institucin legal con la forma de una relacin contractual aplicada a un rea geogrfica determinada, por la cual a una persona se le encomienda el mandato de administrar los bienes de otra. En esta poca feudal es un tipo de contrato no exclusivo de relaciones entre la Iglesia y un laico, pues se produce adems entre laicos por ejemplo un propietario alodial con un seor feudal. Este contrato permite la sobreimposicin del seoro banal sobre los derechos del propietario eclesistico, constituyendo una forma de legitimar el arrebatamiento de las tierras de la Iglesia; el mismo contrato convertido en costumbre recibe el nombre de comendisa. Otros trminos para la misma institucin son los de salvamentum utilizado en el Lyonnais, Champagne y Borgoa y el de tensement empleado en el norte de la Galia. La desaparicin de esta forma de la inmunidad franca para las propiedades eclesisticas implica que el privilegio general de los diplomas antes resales, ahora nobiliarios otorgados a las grandes abadas se ve restringido a un permetro claramente definido, que delimita una extensin mucho ms reducida de territorio, que el abad va a mantener bajo su exclusivo dominio, surgiendo as el seoro banal eclesistico. Un proceso paralelo se vive en las ciudades, donde se produce una transferencia de los poderes condales todos o en parte, segn el casoa ciertos obispos. El origen de este proceso es discutido; lo concreto es que desde principios del siglo X aparecen testimonios de obispos que desde mucho antes parecen disponer de tierras fiscales y fuerzas militares propias. Muchos de ellos ya haban recibido como donacin desde la poca carolingia, privilegios pblicos, como rentas por la acuacin de moneda o derechos de trnsito. En el transcurso del siglo X se produce la concesin expresa de prerrogativas condales.

  • En suma, el seoro episcopal, de races antiguas, se constituye ahora como adaptacin y reaccin a la vez a la apropiacin del derecho de ban por parte de los seores laicos; proceso reforzado a su vez por la reforma gregoriana. El proceso de conformacin del seoro banal se produce en un contexto econmico y social de desaparicin o debilidad progresiva de las comunidades rurales libres; surge una relacin de derecho nueva, que se viene transformando desde la poca carolingia, que se extiende a toda la civilizacin occidental y se introduce por ltimo en el dominio de lo hasta ahora estrictamente pblico: los vnculos feudo-vasallsticos. Relaciones feudo-vasallsticas A fines del siglo X, el castillo se ha transformado en un elemento esencial de la organizacin social medieval. En su entorno tiene lugar la sociabilidad campesina y se cristalizan las relaciones propiamente feudales entre todos los que participan del ejercicio del poder seorial. La forma de aplicacin de los rasgos institucionales feudales en el siglo XI es diferente a la del siglo anterior; el sistema feudal se difunde, segn Poly y Bournazel, a dos niveles: el de los pequeos notables campesinos y el de las aristocracias locales dueas de los castillos. En el primer nivel encontramos la progresiva organizacin de las guarniciones de los castillos. El vnculo feudal vasallstico se difunde entre las capas superiores del campesinado, atradas hacia el vasallaje del seor. Surge as la categora de los caballeros sin feudo, mantenidos directamente por el seor a principios del siglo X. A comienzos del XI, este grupo ya est en gran parte radicado en las inmediaciones del castillo, en tenencias modestas, suficientes slo para mantener al caballero y su equipo, que reciben la denominacin de chasement o casamenta; de ah la denominacin genrica para este grupo de milites casati. No todos los que entran en vasallaje son milites casati; tambin se integran pequeos y medianos propietarios, para obtener proteccin sin otras opciones a la vista. Estos ltimos entregan su propiedad alodial al seor del castillo, recibindola nuevamente como feudo; paulatina transformacin de los alodios en feudos. A partir de la segunda mitad del siglo XI, la herencia del feudo es admitida como normal, con algunas excepciones. La nocin de feudo se transforma y se tiende a su patrimonializacin. Los feudatarios estn obligados al servicio a su seor en proporcin a la importancia de la tenencia. La generalizacin del vnculo feudo-vasallstico trae como consecuencia que los grandes prncipes del siglo XI pueden reclutar ejrcitos ms numerosos. Por otra parte, se produce un proceso psicolgico y consuetudinario de extensin del vocabulario y ritos feudales al campesinado: los censos del colono son mencionados a veces por medio de terminologa feudal, se recibe homenaje de los plebeyos, etc. Incluso, dentro de este movimiento general de feudalizacin los alodios son denominados frecuentemente, desde mediados del siglo XII foedum honoratus o foedum francum, aunque sin otro servicio que el homenaje y la fidelidad. Como consecuencia de esta extensin, existe en los hechos una gran ambigedad del trmino feudatario, que se generaliza desde fines del siglo XI. Desde esta poca, el vnculo feudo- vasallstico ya est ampliamente extendido entre la sociedad campesina, y se generaliza a nivel de las aristocracias locales, regulando sus relaciones internas bajo el dominio de los prncipes territoriales.

  • Fidelidad de los seores En la segunda mitad del siglo X, la aristocracia de cada principado rinde homenaje al prncipe territorial. El poder de stos sobre la aristocracia del condado se encuentra afirmado en una triple tradicin. La primera es la fidelidad y commendatio de los vasallos reales; desde principios del siglo X, los principados territoriales comienzan a someter a los grandes vasallos reales, y a mediados del siglo X, en muchas regiones estos vassi regales son ya vasallos del prncipe. La segunda es el juramento de fidelidad de todos los libres del condado, tomado por el conde; y la tercera, la imposicin por parte del prncipe de linajes creados a cargo de antiguos dominios pblicos o de confiscaciones a tierras de la Iglesia, logrando crear as vnculos de lealtad personal hacia l. La confusin en provecho del conde de estas tres tradiciones hace al compromiso con el conde obligatorio, al igual que el antiguo juramento al monarca carolingio, y ninguno de los grandes seores del pas puede rehusarlo impunemente. El prncipe consecuentemente exige a costa de este compromiso, los antiguos deberes del hombre libre hacia el poder pblico. Otro elemento fundamental de este sistema es el complejo juego de mltiples homenajes. El sistema de fidelidad seorial est sometido a una combinacin a veces muy compleja de mltiples homenajes. La autoridad del prncipe territorial est basada en los hechos en un seoro a medias de las fortalezas, y sobre todo de las situadas en las fronteras del condado. El Prncipe es el ms alto seor de esas fortalezas, que no se pueden tener sin su consentimiento. La fortaleza mantiene as un cierto carcter pblico, dondequiera que est situada; esto no es obstculo para que se integre a los bienes familiares y manifieste cierta tendencia a la patrimonializacin. El delicado equilibrio entre estas tradiciones es la base de la tctica del prncipe, que se debe esforzar por ejemplo, por mantener diseminadas las posesiones o beneficios de cada uno de los seores. Por esta misma razn se fomenta la competencia entre ellos, y se extienden las pariages multiplicacin de relaciones de vasallaje intermedias. La tctica del prncipe en resumen, consiste en maniobrar polticamente para evitar el entendimiento entre los seores. Todo este sistema de poder poltico est basado en dos escalones estables: el duque y las guarniciones castellanas o castrales. La guarnicin castellana permite el control del castillo, y con ella del rea que ste domina; por lo tanto es garanta obligada de cualquier acuerdo poltico entre los seores. Por esa razn el prncipe exige y reclama de los seores la custodia de todos los rehenes hechos prisioneros en su principado; en definitiva, la posesin de stos es la ltima palabra en los acuerdos, y a quien en definitiva la guarnicin entrega el castillo. La multiplicacin de los lazos de dependencia provoca el aumento de los diferentes homenajes y juramentos de fidelidad, y consecuentemente la necesidad de establecer una jerarqua entre ellos. La forma ms sencilla es darle la primaca al homenaje unido al beneficio ms importante; otro sistema es la introduccin en la promesa de fidelidad de una clusula de excepcin. Esta complicacin de los vnculos feudo-vasallsticos a fines del siglo XI es una condicin esencial de los principados verdaderamente feudales, por diferenciacin con los de tipo carolingio. Progresivamente se produce la estabilizacin territorial de estos grandes principados; dentro del homenaje adquiere ms importancia la promesa de no perjudicar al otro, surgiendo un nuevo trmino para designar el juramento de

  • fidelidad que acompaa al homenaje: la securitas, que en el siglo XII es frecuentemente utilizada corno sinnimo de fidelitas. Se tiende en esta poca a la coexistencia de dos estructuras de beneficio en el espacio feudal: las tenencias de los casati agrupadas alrededor del castillo, y los grandes feudos de los seores ms poderosos. La fidelidad en la primera consiste en una dependencia activa; en la segunda, tiende a reducirse a un pacto de no agresin. Los conflictos entre el prncipe territorial y los seores de su principado, y entre aqul y el rey generan controversias jurdicas sobre los fundamentos y alcances del homenaje, del juramento de fidelidad, del servicio y del derecho del vasallo al beneficio. En trminos generales, existen diferencias de los vnculos feudales en las distintas zonas de Europa. Simplificando la siempre ms compleja realidad, puede decirse que en las reas ms mediterrneas se hace sentir la influencia ms fuerte de la tradicin jurdica romana, con una pervivencia mayor de la nocin de lo pblico; en estas regiones el juramento de fidelidad es ms importante que el homenaje en s. En las zonas ms septentrionales en cambio, es ms importante la tradicin del feudo como regalo que ata, concepto ste de raz fuertemente germnica. Caracterstica poltica distintiva del siglo XII es la reconstruccin de principados ms slidos, de ncleos de poder centrales progresivamente ms eficaces: Normanda, Flandes, Catalua. Un caso claro es el de la reconstruccin del poder de la monarqua capeta desde fines del siglo XI y siglo XII; pese a la debilidad material frente a algunos grandes prncipes, se mantiene la supremaca moral de la figura real, expresada sobre todo por la consagracin. Adems, los prncipes continan acudiendo a las Asambleas del reino en ocasiones solemnes, y se subordinan al rey si se alan con l. En el siglo XI se produce un cambio importante en la composicin de la corte real, que hasta 1028 est integrada slo por condes y obispos. Desde entonces figuran adems los castellanos. A partir de 1077, los grandes laicos y eclesisticos abandonan la corte real; el squito de los Capeto pasa a estar integrado por pequeos caballeros de la Ile de France y la familia regis. La familia o casa real no es muy diferente a principios del siglo XII de la de los dems prncipes territoriales; consiste en una reunin de cargos domsticos en torno a necesidades concretas, materiales o espirituales. Los dos grupos ms importantes dentro de ella son la Cmara (guardia escogida y armada), que velaba por la seguridad personal del seor y por la de su tesoro, y la Capilla, que oraba por la salvacin del seor, redacta sus documentos, integra las embajadas, predica y reza en las batallas. Sus integrantes son compaeros de educacin con el prncipe, segundones de la familia, y otros servidores an ms humildes. A partir de la segunda mitad del siglo XI, los caballeros integrantes de algunas grandes casas comienzan a percibir un salario, el denominado feudo de bolsa o beneficium denariorum. Este salario es pagado por algn obispado de quien nominalmente dependen, directamente por el propio prncipe, o consiste en una renta sobre los derechos de las ferias. Desde el siglo XII, en las cortes reales la prebenda y el cargo pasan a ser la base del vnculo feudo-vasallstico. La mesnada real, los caballeros del rey, en el caso del monarca francs est integrada por un nmero variable de efectivos: hacia 1098 son entre 300 y 500; hacia 1103, 700, a veces menos. No obstante, gozan de un gran prestigio militar, realzado por su derecho exclusivo a portar el estandarte de Carlomagno (Montjoie) o el de Saint-Denis en combate.

  • La nueva corte real francesa es pues de origen ms humilde, que poco tiene que ver con la nobleza de origen carolingio de los prncipes territoriales; la calidad de fidelis es sustituida por la de familiar. Este cambio social de la corte va a implicar un cambio del ideario noble, con una redefinicin de la relacin entre la figura real y la sagrada y una reinterpretacin de las relaciones vasallsticas; en definitiva, una nueva imagen del poder. Este nuevo modelo monrquico va a intentar basar su legitimidad, y en definitiva su fuerza, en dos elementos: la tradicional devocin de los campesinos y pequeos caballeros hacia los santos antiguas divinidades rsticas de la caza, la guerra y la siega, en muchos casos, y el desarrollo del modelo heroico de una monarqua ideal, encarnada en la figura ya legendaria de Carlomagno. Un papel importante en la elaboracin de este corpus legendario es el que tiene la abada de Saint-Denis; en el transcurso del siglo XII tiene lugar la elaboracin de la Historia Karoli Magni et Rotholandi del Seudo Turpin, que goza de una gran difusin y es traducida a lengua romance. La leyenda carolingia presenta dos vertientes: una con centro en las pretensiones apostlicas de Santiago de Compostela, y otra con las pretensiones de Saint-Denis de primaca eclesistica sobre toda Francia. Estas pretensiones apoyadas por la monarqua se oponen como es lgico a la reforma gregoriana, y se esfuerzan por colocar nuevamente a la Iglesia del reino bajo la supremaca nica del monarca, desarrollando la imagen del monarca como rey de san Dionisio y defensor del santo. En la segunda mitad del siglo XII se extiende el uso del trmino barn, que evoluciona de su primer significado hombre, por oposicin a mujer, al de vasallo, o ms especficamente al de hombre valeroso y dependiente de otro. Hacia 1150 la expresin barones del reino suplanta a designaciones anteriores como proceres, optimates o fideles, en una buscada equivalencia legendaria con los pares y barones de la gesta carolingia. El concepto de barn es diferente al de gran seor territorial, porque se aplica tanto al conde de Flandes como a un simple castellano. En el caso de los prncipes territoriales, se procura recrear la tradicin carolingia de los doce pares del reino nmero apostlico, integrado por seis prncipes eclesisticos y seis laicos. La nueva construccin terica de la monarqua va a colocar al rey en la cspide de la pirmide feudal, dndole a la nocin de fidelidad debida al monarca una concepcin ms concreta. Esta nueva existencia de una monarqua con una nocin identificable a la de autoridad pblica o poder general no busca un retorno a las estructuras carolingias sino que se basa en los vnculos feudales, pero dndoles una jerarqua poltica, transformando a la monarqua en la ltima palabra de esas relaciones de dependencia. Las cadenas vasallsticas ya existen desde el siglo X, pero a partir del siglo XII se generalizan y sistematizan, crendose una estructura jerrquica orgnica. La mayor resistencia est dada a nivel de los prncipes territoriales, que se oponen frecuentemente a prestar homenaje al rey por sus dominios; no obstante, esto se vuelve paulatinamente posible gracias a los cambios que experimenta la concepcin misma de la relacin vaslica. En un proceso que no por casualidad comienza a manifestarse primero en la Ile de France, el trmino feudatario comienza a aplicarse generalizadamente para aludir a un concepto que es en realidad el de casati, muy fuerte en esa zona debido al predominio de las tierras reales y de grandes abadas reales. Las relaciones vaslicas pasan en este proceso a ser inamovibles en trminos de tenencia de tierra, y no de juramento de fidelidad u homenaje. Esta concepcin va a ser ampliada y utilizada cada vez ms en las relaciones del rey con los grandes seores, identificando el principado con un

  • feudo. A partir de la segunda mitad del siglo XII, el prncipe rinde homenaje al rey por el conjunto del principado. A partir de 1160 ya se percibe bastante ntidamente una jerarqua de las tierras, que es calcada por la de las personas, hacindola cada vez ms fija. El rey est en la cspide de la cadena feudal; puede recibir su territorio en feudo, pero no puede rendir homenaje por l, conformndose el concepto de seora feudal soberana del rey. Algunos factores influyen en la consolidacin de esta teora del papel monrquico; por ejemplo, las rdenes religiosas estructuradas con una jerarqua entre sus diferentes establecimientos, como Cluny y el Cster, que por otra parte representan el triunfo de la idea jerrquica desarrollada en la Iglesia por la reforma gregoriana. El nuevo papel de la monarqua va a ser apoyado en el Sacro Imperio por una revigorizacin del estudio del derecho romano, especialmente en la Escuela de Bolonia, protegida por el Emperador. Por el contrario, la corte de Francia se va a volcar ms hacia el derecho cannico y la teologa. La causa puede encontrarse en la falta de inters de los canonistas de Pars por el derecho romano, al menos hasta una etapa avanzada y aunque en el Medioda francs se vuelve predominante, y por oposicin a la utilizacin que de l hace la monarqua de los Otones para prestigiar la imagen imperial. La abada de Saint Denis es quien va a realizar el esfuerzo teolgico por situar la nueva imagen real; la obra del Seudo Dionisio contiene una visin csmica del mundo como una sucesin de grados que llevan a Dios en suma, el ascenso jerrquico hasta llegar a la monarqua y favorece el desarrollo de una concepcin de la corona en cuanto joya como smbolo de todo el reino. A fines del siglo XII se producir la consolidacin de los elementos constitutivos de la nueva liturgia real, cuya pieza central es la ceremonia de la coronacin. La sociedad feudal El anlisis de la sociedad feudal ha estado y est envuelto en diversas polmicas historiogrficas. El propio concepto de nobleza ha sido objeto de muchas discusiones. Tradicionalmente, se ha identificado a la nobleza medieval con rasgos como su continuidad, su origen germnico y su relativa inmutabilidad. El ser noble en la Baja Edad Media para los contemporneosno es sinnimo de riqueza, de poder, de sabidura o de carcter militar, sino que viene de nacimiento se nace noble, no se hace. El vnculo material de esa trasmisin es la sangre como en muchos otros pueblos y pocas, por otra parte, aunque se polemiza jurdicamente sobre si la va de esa transmisin debe ser la paterna o la materna. La nobleza, segn las fuentes, puede ser de distinta intensidad, y puede ser acrecentada (o disminuida) por las alianzas matrimoniales. El nombre es la manifestacin exterior de la nobleza por excelencia; de ah la frecuente homonimia. Otro elemento fundamental del ser noble es el recuerdo de los antepasados, un recuerdo selecto por cierto. Precisamente, hay una relacin estrecha entre la intensidad de la nobleza y la intensidad del recuerdo de los ancestros; una fuente fundamental de ste son los libri memoriales de las abadas, situados en los altares. En lo que concierne a las de parentesco en el siglo X, parece adjudicarse igual importancia al parentesco de varn en varn, como de mujer en mujer. Otro elemento vinculado al ser noble es que la genealoga de cada casa busca remontarse a la casa real; el rey es el ms noble de los nobles, y la alianza con su

  • casa implica el mayor enriquecimiento, ya desde la poca franca. Cuando no es posible remontarse al rey, otro origen genealgico respetable es un aventurero semilegendario, que desposa a una heredera. En suma, la ficcin es la que lleva a cabo la continuidad nobiliaria en muchos casos. Otro aspecto tambin polmico es quin es considerado noble; las fuentes son en este sentido contradictorias. La tendencia historiogrfica actual es a no simplificar conceptos sino a hacer hincapi en esas contradicciones; la estratificacin presenta diferencias y variantes, existen tensiones. En todas las regiones de Europa existe desde fines del siglo X un grupo designado en los textos con distintas expresiones: proceres, optimates, magnates en cuanto dueos de las fortalezas son denominados domini castri; genricamente son denominados nobles. Paralelamente a este grupo, todos los testimonios apuntan a la existencia de un grupo de mucho menores recursos materiales y polticos, que son a veces indistintamente ubicados en la calidad nobiliaria; se trata de pequeos seores, muy mencionados en el Medioda europeo, denominados caballeros (miles), cuya caracterstica en comn es la de dependencia de otro seor. La amplitud de este ltimo sector, y en definitiva la extensin del concepto de nobleza es variable; depende del nmero de integrantes de la pequea nobleza y de la mayor o menor escasez de campesinado libre. En algunas regiones existe una fuerte correlacin entre nobleza y libertad; en esas zonas la calidad de ingenuus es casi equivalente a la de nobilis; la pequea nobleza es aqu muy numerosa, y por el contrario, el campesinado libre casi inexistente debido a la opresin del seoro banal. La lex nobilium (ley de los nobles es indistintamente mencionada como lex ingenuum; un caso tpico es el de Lotaringia. Por el contrario, en el Medioda europeo (Provenza, Catalua), la nobleza es un concepto mucho ms restringido. Pese a estas variaciones terminolgicas que denotan cierta confusin, nobleza y libertad son jurdicamente conceptos distintos. La nobleza es una calidad de sangre", y no una situacin de derecho como el estatuto del hombre libre. La nobleza todava no puede crearse por un acto jurdico, la servidumbre s. En cuanto al concepto de caballera, aparece vinculado muy frecuentemente al estatuto de la pequea nobleza; el trmino ms usado es el de miles. Su origen no es en realidad noble, porque alude a una servidumbre de carcter humilde. No obstante, el concepto evoluciona, y progresivamente se lo identifica con vasallaje, con un estado o situacin fruto de una promesa (juramento de fidelidad), con una cierta vinculacin ideolgica con los votos monsticos. De aqu arranca el concepto de las rdenes de caballera. El siglo XIII, caballero es un ttulo, y la caballera es parte integrante de la nobleza. Cuando elementos integrantes de la alta nobleza se autodesignan con ese nombre, la caballera deja de ser una condicin u oficio para pasar a ser un modelo ideal, producindose as una relativa unificacin de dos niveles sociales diferentes: las aristocracias territoriales y los pequeos propietarios o servidores armados a caballo. La difusin del trmino caballero es muy variable segn la regin. Hasta principios del siglo el trmino miles designa un estado militar ni muy humilde ni muy noble; se puede incluso ser noble sin ser miles, y viceversa. En la evolucin posterior de este concepto el papel de la Iglesia va a ser capital. Progresivamente se va a cristianizar la costumbre de dar las armas al joven guerrero en la ceremonia conocida como adoubement. Desde principios del siglo XII aparecen testimonios de la intervencin sacerdotal en la entrega de las armas, aunque nicamente con respecto a los caballeros vasallos de los obispos con poderes

  • feudales. Progresivamente se identifican parcialmente los procedimientos de ordenamiento entre caballero y clrigo, la electio y la progressio. Este esquema se traspone paulatinamente a toda la sociedad medieval, jerarquizndose progresivamente la caballera, e identificndose con la nobleza. Esta asimilacin entre nobleza y caballera no slo se produce a nivel del vocabulario, sino que implica una nueva concepcin aristocrtica. El modelo de linaje de las estructuras familiares va a implicar un ordenamiento y estrechamiento del grupo familiar en torno a las tierras; como consecuencia de esta tendencia, se desarrolla el indiviso, as como la tendencia a apartar a las mujeres de la sucesin, dndoles las peores partes del patrimonio familiar. Los varones siguen heredando iguales, pero este derecho se ve limitado por el celibato que quita el derecho a heredar. A partir de 1030 comienza a aparecer el derecho de primogenitura en las familias castellanas, y desde 1025 los nicos derechos de sucesin confirmados son los de la descendencia legtima. Estas medidas chocan con, por ejemplo la tradicin jurdica visigoda en Catalua. Como consecuencia de estas nuevas tendencias, proliferan los segundones que vegetan en una relativa pobreza o integran el squito de los grandes seores, en busca de la promocin social o el feudo propio, formas stas de promocin que por ejemplo puede ofrecer la Cruzada en cuanto expedicin de conquista a territorios nuevos. Como resultado de estas nuevas tendencias, la nobleza como grupo social en el siglo XI aparece bastante heterognea. En su estrato superior est compuesta por la antigua nobleza carolingia; en un estrato medio figuran los propietarios alodiales medios o pequeos, integrados desde hace tiempo al ejrcito y al servicio de los grandes seores. Desde aqu, se difunde el carcter de noble al estrato inferior, el de los milites casati, unos y otros vinculados matrimonialmente con elementos progresivamente apartados de los derechos a la herencia del estrato superior, fusionados as en la memoria genealgica de la nobleza. En cuanto al campesinado dependiente, constituye en la Baja Edad Media la inmensa