Azúcar y Política. El Surgimiento Del Capitalismo en El Noroeste Argentino.

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 Publicado en Herramienta  (http://ww w .herramienta.com.ar) Inicio > Azúcar y Política. El surgimiento del capitalismo en el noroeste argentino. Azúcar y Política. El surgimiento del capitalismo en el noroeste argentino. Autor(es): Ogando, Ariel Ogando, Ariel. Integrante de la Fundación Wayruro, Comunicación Popular, Jujuy, Argentina. E-mail: [email protected]  Introducción  Este trabajo tiene como intención lograr una aproximación al surgimiento de la industria azucarera en el noroeste argentino, a través del análisis y la descripción de dos ejes temáticos de singular importancia: el primero es la relación entre estas empresas (azucareras) y el Estado nacional y provincial y por otro lado la forma en que los ingenios, en tanto empresas, basaron su producción en la explotación de fuerza de trabajo indígena, en el caso de Salta y Jujuy proveniente del gran reservorio natural que constituyó el gran Chaco, y de la explotación de fuerza de trabajo criolla para el caso de los ingenios tucumanos. Creemos que fueron estos dos elementos, junto a otros de menor jerarquía, los que permitieron que estas empresas capitalistas tuvieran el éxito asegurado en su etapa de despegue, logrando importantes márgenes de utilidades. Les permitieron, en el caso de la provincia de Jujuy, superar las crisis y problemas que se suscitaron a lo largo de su desarrollo y fueron los que dieron lugar a que las empresas alcanzaran niveles de riqueza y poder pocas veces visto en la región. La moderna industria azucarera salto-jujeña reconoce sus inicios en las antiguas haciendas productoras de azúcar del primer tercio del siglo XIX. Una geografía apta, la falda oriental del sistema subandino, el clima propicio, cálido, húmedo, con poco riesgo de heladas. Abundancia de mano de obra. Fuertes vínculos político- familiares a nivel nacional y la incipiente conformación de un mercado interno, fueron aspectos de importancia que permitieron que estas antiguas haciendas fueran transformándose en modernas empresas capitalistas hacia nales de 1800. En la provincia de Jujuy son fundadas las haciendas Ledesma en 1830, y San Pedro en 1844, y ya hacia mediados del siglo XIX el cultivo de caña de azúcar constituía una actividad de singular importancia en la región del Valle de San Francisco (Rutledge, 1987). En el plano político, el cese de los conictos armados entre el litoral porteño, liberal y pro- británico, y los caudillos provinciales, deja bien paradas a las oligarquías del noroeste, dueñas de los principales ingenios azucareros. La oligarquía tucumana, por ejemplo, apoyó fervientemente el aplastamiento de la sociedad caudillo-gaucha de La Rioja y Catamarca siéndole el al gobierno de Buenos Aires. (Rutledge 1987, Campi 1995) El nuevo pacto colonial, del que habla Ian Rutledge, se realiza a través de la hegemonía no ya de España, sino de Inglaterra. Esta impulsaba, por medio de alianzas con las elites americanas, economías dependientes. En Buenos Aires es esta oligarquía pro-británica, dueña del poder comercial y nanciero, la encargada de consumir y comerciar los productos y manufacturas inglesas, manteniendo a su vez una economía basada en la exportación de materias primas. El tipo de sociedad que se generó en torno a esa economía fue altamente dependiente de la política británica, conformando un modelo que se denominó neocolonial

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Artículo sobre la Campaña del Desierto, la opresión de pueblos originarios y la industria en Argentina.

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  • Publicado en Herramienta (http://www.herramienta.com.ar)Inicio > Azcar y Poltica. El surgimiento del capitalismo en el noroeste argentino.

    Azcar y Poltica. El surgimiento delcapitalismo en el noroeste argentino.Autor(es): Ogando, ArielOgando, Ariel. Integrante de la Fundacin Wayruro, Comunicacin Popular, Jujuy, Argentina.E-mail: [email protected]

    Introduccin

    Este trabajo tiene como intencin lograr una aproximacin al surgimiento de la industriaazucarera en el noroeste argentino, a travs del anlisis y la descripcin de dos ejestemticos de singular importancia: el primero es la relacin entre estas empresas(azucareras) y el Estado nacional y provincial y por otro lado la forma en que los ingenios, entanto empresas, basaron su produccin en la explotacin de fuerza de trabajo indgena, en elcaso de Salta y Jujuy proveniente del gran reservorio natural que constituy el gran Chaco, yde la explotacin de fuerza de trabajo criolla para el caso de los ingenios tucumanos.Creemos que fueron estos dos elementos, junto a otros de menor jerarqua, los quepermitieron que estas empresas capitalistas tuvieran el xito asegurado en su etapa dedespegue, logrando importantes mrgenes de utilidades. Les permitieron, en el caso de laprovincia de Jujuy, superar las crisis y problemas que se suscitaron a lo largo de su desarrolloy fueron los que dieron lugar a que las empresas alcanzaran niveles de riqueza y poderpocas veces visto en la regin. La moderna industria azucarera salto-jujea reconoce sus inicios en las antiguas haciendasproductoras de azcar del primer tercio del siglo XIX.Una geografa apta, la falda oriental del sistema subandino, el clima propicio, clido, hmedo,con poco riesgo de heladas. Abundancia de mano de obra. Fuertes vnculos poltico-familiares a nivel nacional y la incipiente conformacin de un mercado interno, fueronaspectos de importancia que permitieron que estas antiguas haciendas fuerantransformndose en modernas empresas capitalistas hacia finales de 1800.En la provincia de Jujuy son fundadas las haciendas Ledesma en 1830, y San Pedro en1844, y ya hacia mediados del siglo XIX el cultivo de caa de azcar constitua una actividadde singular importancia en la regin del Valle de San Francisco (Rutledge, 1987).En el plano poltico, el cese de los conflictos armados entre el litoral porteo, liberal y pro-britnico, y los caudillos provinciales, deja bien paradas a las oligarquas del noroeste,dueas de los principales ingenios azucareros. La oligarqua tucumana, por ejemplo, apoyfervientemente el aplastamiento de la sociedad caudillo-gaucha de La Rioja y Catamarcasindole fiel al gobierno de Buenos Aires. (Rutledge 1987, Campi 1995)El nuevo pacto colonial, del que habla Ian Rutledge, se realiza a travs de la hegemona noya de Espaa, sino de Inglaterra. Esta impulsaba, por medio de alianzas con las elitesamericanas, economas dependientes. En Buenos Aires es esta oligarqua pro-britnica,duea del poder comercial y financiero, la encargada de consumir y comerciar los productosy manufacturas inglesas, manteniendo a su vez una economa basada en la exportacin dematerias primas. El tipo de sociedad que se gener en torno a esa economa fue altamentedependiente de la poltica britnica, conformando un modelo que se denomin neocolonial

  • (Rutledge 1985, Vuskovic Bravo 1990). Integracin poltica - econmica Cabra preguntarse por qu estas elites comerciales rioplatenses hacan alianzas con unsector del interior del pas de cuo industrialista como el azucarero del noroeste argentino.Una respuesta se relaciona con los fuertes vnculos sanguneos existentes entre el poderpoltico nacional y las elites del NOA dueas de los ingenios. Familias como los Roca, losAvellaneda, provenientes del interior, potenciaron alianzas y pactos con las elites azucareras,de la provincia de Tucumn.Otra respuesta sera, que frente a los recientes conflictos interior-Buenos Aires, el gobiernonacional necesitaba de sectores dciles del interior del pas dispuestos a tejer alianzas quepermitieran la necesaria integracin poltica nacional; tengamos en cuenta que en estemomento se estaba consolidando el modelo de Estado-nacin en la Argentina (Rutledge1985).Una vez alcanzada esta integracin poltica (interior-Buenos Aires) se intenta lograr laintegracin econmica. El primer paso para lograr esta integracin es la construccin delferrocarril.Hacia 1876 el ferrocarril llega a la provincia de Tucumn, y para el ao 1891 comunica Jujuycon Buenos Aires. Esto da un importante impulso a la industria del azcar conectando losprincipales centros de consumo con los de la produccin.Por su parte las oligarquas provinciales lograban durante estos aos obtener el apoyoestatal a travs de diversos medios:1) Aranceles aduaneros que protegan la produccin nacional de azcar. Basta con unejemplo para comprender esta ayuda nacional: si para mediados del siglo XIX se podacomprar azcar cubana en la provincia de Santiago del Estero, ms barata que la producidaen Tucumn, hacia 1880 el azcar extranjero pagaba un 30% de impuestos para su entradaen el mercado argentino y hacia 1890 superaba el 90% (Natalio Botana 1986, Rutledge1985).2) Polticas crediticias instrumentadas a travs del Banco Nacional, Banco Hipotecario yBanco Provincia de Tucumn.3) Tarifas del ferrocarril subsidiadas.4) Construccin de obras de ingeniera hidrulica, canales, diques, etc.Estas ventajas ofrecidas por el gobierno nacional favorecen la inversin de capitales sobrelas viejas haciendas azucareras, que comienzan a desechar sus viejos trapiches de madera,modernizando sus maquinarias.Es la provincia de Tucumn la primera en modernizar sus trapiches; hacia 1882 los capitalesinvertidos en maquinarias suman $ 1.441.000, las fbricas disponen de 107 motores, 87 deellos a vapor con una fuerza motriz de 1.449 HP (Girbal de Blacha 1995).Las elites de la regin defendieron sus ventajas comparativas para producir azcarimponiendo altos aranceles aduaneros a los azcares de Cuba y Brasil, a la par queinvirtieron en maquinaria, a travs de crditos oficiales, asegurndose el creciente mercadonacional en constante expansin. El ferrocarril conecta de manera definitiva una regin desingular importancia como el noroeste con el centro neurlgico de la nacin, el litoralpampeano. La modernizacin llega a Jujuy El crecimiento de la industria del azcar y la mecanizacin de los ingenios hizo necesaria lallegada de tcnicos calificados para hacer posible la instalacin de los modernos ingenios, ysus nuevas mquinas a vapor. Los principales agentes de esa transformacin tcnica, en laprovincia de Jujuy, fueron los miembros de la familia Leach.Roger Leach llega a Jujuy en 1876 para instalar las maquinarias que, tradas desdeInglaterra, haban llegado a Tucumn y estaban siendo transportadas hacia Jujuy porcarretas -el ferrocarril lleg a Jujuy en 1891-, para la modernizacin de la hacienda deLedesma de Don Sixto Ovejero.

  • Hacia 1882, viendo la potencialidad del medio, Leach invierte su propio capital en el ingenioLa Esperanza, que compra junto a otros socios. Este comienza a funcionar hacia 1884 y para1889 la totalidad del ingenio La Esperanza perteneca a la familia Leach.En 1892 surge en la regin otro ingenio, La Mendieta, llamado originalmente El Porvenir,fundado por la firma Alvarado y Mller.Los beneficios y prebendas del Estado, el aumento del consumo y un alza de la productividadllevaron a que de 9.000 toneladas mtricas de azcar en 1880, se aumente de maneraconsiderable la produccin llegando a 41.000 toneladas mtricas en 1890 a nivel nacional.Este crecimiento de la produccin se vea reflejado en la cantidad de hectreas plantadas,que en la provincia de Jujuy eran 338 hacia 1872, 2.148 en 1895 y 11.371 en 1914. Dos modelos productivos: El tucumano y el salto-jujeo Si bien comparten muchos de los puntos que caracterizan a la economa del noroesteargentino, Tucumn por un lado y Salta y Jujuy por otro, constituyen tanto paisajes socialescomo dos modelos productivos bien diferenciados.

    El modelo tucumano (caeros independientes e ingenio)El temprano desarrollo de la industria azucarera tucumana, la gran concentracindemogrfica, su rpida vinculacin con el litoral pampeano a travs del ferrocarril, lapresencia de pequeos y medianos productores de caa por un lado -caerosindependientes, principalmente campesinos minifundistas-, y de empresarios dueos de losingenios, el alto grado de mercantilizacin de la poblacin y la relativamente rpidaproletarizacin de campesinos de la zona que permiti la conformacin de un mercado librede trabajo dio lugar a uno de los modelos exitosos de produccin de azcar. Esta divisincaeros independientes/dueos de los ingenios permiti lograr un mayor grado dedistribucin de la riqueza, al tener en su interior tanto pequeos productores caeros, dueosde sus tierras, como empresarios dueos de los ingenios-fbrica.Los ingenios de esta provincia cubran el 85,5% de la produccin nacional de azcar hacia elao 1900 (Campi 1995, Campi y Lagos 1995). El modelo salto-jujeo (ingenio-ilantacin) Se caracteriz por la concentracin y monopolio de la propiedad de la tierra y de la fbrica-ingenio en un mismo dueo, dando lugar a una serie de ventajas comparativas quepermitieron, junto a la fuerte explotacin de los indgenas y campesinos un amplio margen deutilidades.El creciente rendimiento de este modelo ingenio- plantacin permiti que las empresasazucareras salto-jujeas fueran altamente competitivas y pudieran abstraerse de las ventajascomparativas que posean los ingenios tucumanos.Los industriales salto-jujeos suplieron las desventajas de su tardo surgimiento a costa desudor indgena y apoyo estatal. Captacin de fuerza de trabajo

    Se reniega del indio pero se lo explota.Los que hablan de su exterminio,

    de arrojarlos al otro lado de las fronteras,no saben lo que dicen [...]

    sin l, en el Chaco, no hay ingenio, ni obraje ni algodonal.(Bialet Mass en Lagos 1995)

    La industria azucarera, como otras agroindustrias de la alimentacin, tuvieron como finabastecer la revolucin de la zona pampeana, que contaba con una importante masa de

  • poblacin en permanente crecimiento que aseguraba un mercado de consumo en constanteexpansin (Lagos 1992, 1997 en prensa).El paso de la antigua hacienda, de baja produccin y escaso consumo de fuerza de trabajo, alos modernos ingenios azucareros gener importantes cambios en la estructura politico-econmica de la regin. El noroeste empezar a mirar, no ya al Alto Per, sino al litoralpampeano. Otra lgica econmica regir a estas nuevas empresas de cuo capitalista quebuscarn asegurarse el mercado nacional para su produccin encontrando en el Estadonacional a un necesario socio protector.El rpido aumento en la demanda, la proteccin arancelaria de la competencia externa y elcrecimiento en la capacidad productiva por la incorporacin de los modernos trapiches, diolugar a una superficie plantada con caa cada vez mayor y al necesario aumento de lostrabajadores empleados. Esta necesidad de zafreros, trabajadores encargados de lacosecha de la caa, trajo como consecuencia una intensa bsqueda por parte de losingenios.Las empresas azucareras tucumanas recurrieron principalmente al asalariamiento decampesinos criollos de Tucumn, y de reas satelizadas como Santiago del Estero yCatamarca, ayudados por diversos mtodos coactivos como las leyes de conchabos,vagancia, peonaje por deudas, etc. (Campi y Lagos: Juntos).Los ingenios de Salta y Jujuy, a diferencia de los ingenios tucumanos, buscaron en losindgenas del Chaco y en los campesinos puneos despus, la tan necesaria mano de obrabarata que asegurara el xito de las cosechas.La estratgica ubicacin de los ingenios salto-jujeos en la falda oriental de la precordilleralindante con el Chaco y la ausencia o escasez de trabajadores criollos, llev a que estosempresarios recurrieran a uno de los ms grandes reservorios de fuerza de trabajoindgena, el denominado Gran Chaco que ocupaba el oriente de la provincia de Salta, nortede la provincia de Santiago del Estero, Chaco, Formosa y el sur de la actual Repblica deBolivia (Teruel: Libro azul).En la espesura del monte chaqueo habitaban gran cantidad de indgenas cuya economa sebasaba en la caza y la recoleccin; as grupos como los tobas, matacos, pilagas, chorotes,mocoves y chiriguanos provenientes del sur boliviano, satisfacan sus principalesnecesidades reproductivas recurriendo a la caza de animales y aves, a la pesca en losimportantes ros de la regin y a la recoleccin de frutos y races.Hacia mediados del siglo XIX se poda considerar al territorio chaqueo, virgen de laocupacin del hombre blanco, siendo los contactos espordicos y en zonas de frontera,generalmente con fines comerciales y de intercambio.Por qu estos indgenas recurriran al trabajo en los ingenios si era psimamenteremunerado y existan condiciones laborales infrahumanas?Nicols Iigo Carrera seala que los avances del ejrcito en el territorio del Chaco -el coronelObligado en 1870, Benjamn Vitorica en 1884 y el teniente Rostagno en 1911- tuvieron comofin principal quebrar la posibilidad de reproduccin indgena, ocupando sus campos de caza,sus ros y aguadas, obligando al indgena a asalariarse para poder obtener los elementosnecesarios para poder vivir. As lo demuestran los datos estadsticos que cuantifican estarelacin. Hacia principios de siglo la mayora de los trabajadores que levantaban la cosechade caa de azcar provenan del Chaco, y pertenecan a algunos de los grupos indgenasantes mencionados. [...] Me fijo en primer trmino en el indio porque es el elemento ms eficaz de progreso eimportante en el Chaco; sin l no hay ingenio azucarero, ni algodonal, ni man, ni nadaimportante [...] es sobrio hasta la frugalidad; en el trabajo mismo se contenta con piltrafas quele dan en vez de carne, cuatro choclos, un pedazo de zapallo y un puado de sal; y as, tanmal alimentado, da un trabajo superior a los mejores obreros [...] (Bialet Mass en IigoCarrera 1995). La presencia de los indgenas del Chaco en los ingenios fue para el Lic. Marcelo Lagos unacombinacin de la coaccin, el engao, la presin, y la violencia militar, incluyendo tambin lapresencia voluntaria de algunos grupos de indgenas que recurran a los ingenios en poca

  • de zafra para obtener algunos elementos apreciados como alcohol, machetes, objetos dehierro, armas, etc.Para tener idea del flujo de trabajadores a los ingenios azucareros es interesante ver quesolamente en Tucumn hacia 1910 se ocupan entre 50.000 y 60.000 obreros criollos,mientras que en Jujuy los tres principales ingenios ocupaban una cifra superior a los 10.000indgenas provenientes del Chaco, Formosa y Bolivia (Campi-Lagos). La imagen del indgena chaqueo por parte de la sociedad blanca de principios de siglo, sebasaba en un marcado etnocentrismo y en la no compresin de la cosmovisin indgena,habituado a otros patrones tanto econmicos como culturales. Eduardo Holmberg (hijo) decarespecto a los indgenas del Chaco hacia 1904: [...] El indgena del Este (Chaco) no tiene ninguno de los atractivos del quichua. Le falta elpensamiento de aqul, su carcter, su nobleza, y para convertirlo en un elemento de trabajoha sido necesaria toda la habilidad de los seores Leach y sus colaboradores.El indio del Chaco no tiene hogar. Siente la necesidad de la tribu, pero vicioso, haragn ysucio, errante en sus selvas, en ellas vaga constantemente, sin que el trabajo de la tierra, tanfcil en sus reinos, pueda ser motivo a radicarlo, a despertar el amor al pueblo [...] Ascuando los primeros coyuyos cantan dando el anuncio de que ya empiezan a madurar lasalgarrobas, no hay razn ni poder que detengan al indio en los ingenios: se va, furtivamentesi es necesario, abandonando el bienestar y el trabajo, por la vida de los bosques, en que vaa padecer, pero en los que va a vivir embriagado con la aloja durante una buena temporada,entregado por completo a la bebida, a la impudicia, al robo y al crimen [...]. En distintos trabajos de la poca se ve que la visin de los indgenas es la de un malnecesario, ya que si bien es duramente criticado, constituye la herramienta que garantiza laexistencia de la industria azucarera, as el corolario final de todo discurso es la necesariaintegracin del indgena al trabajo en los ingenios y obrajes, dejando as su condicin desalvaje y entrando de esta forma a una vida civilizada (Lagos 1995). Los reclutadores de indios

    El indio no quiere estar sujeto a nadie,es naturalmente enemigo del trabajo y haragn,

    no importndole nada tener o no tener.Acostumbrado a vivir errante en los montes,

    y alimentarse con lo que los montes producen,desprecia las ventajas de la vida civilizada.

    (Rafael Gobelli 1912, en Lagos 1995) Los ingenios de Jujuy -Ledesma y la Esperanza- organizan y envan hacia los meses dediciembre-enero, expediciones llamadas buscadoras de indios con el fin de reclutarindgenas para trabajar en la zafra. Tengamos en cuenta que los ingenios sufran una grandependencia respecto de los trabajadores temporales indgenas, ya que su no asistencia a lazafra condicionaba el xito o el fracaso de la cosecha y por lo tanto de la produccin anual deazcar.La recluta de indgenas por parte de los ingenios se realizaba enviando expediciones hacia laespesura del Chaco en busca de algunas de las tribus, una vez contactada se convenca alcacique a travs de regalos y presentes. Una vez que el cacique aceptaba trasladar a sugente a los ingenios se movilizaban a pie, muchas veces decenas de kilmetros, hasta laestacin del ferrocarril y desde all eran subidos en vagones de carga, como animales, paraser transportados hacia los ingenios.El ejrcito era el principal rgano coercitivo, que aseguraba que aquellas tribus reacias atrasladarse a trabajar en la zafra azucarera, lo hicieran bajo amenaza de represin. As, enlos meses de la cosecha de la caa, el ejrcito montaba un cuartel en la zona de los ingeniospara asegurar el buen comportamiento indgena, es decir, dejarse explotar brutalmente sinderecho a protesta, siendo adems, estos agentes del Estado, los garantes de la

  • permanencia de los indgenas en la zafra, ya que aquellos que huan hacia el monte erantrados nuevamente por el ejrcito hacia el ingenio.As describe Eduardo A. Holmberg en su Investigacin Agrcola en la Provincia deJujuy estas expediciones buscadoras de indios en el Chaco: [...] Cuando la poca de la cosecha se aproxima, los propietarios del ingenio envan al Chacoa capataces amigos de caciques o caudillos, a quienes contratan la indiada y la traen con elcompromiso de darles a partir de la toldera, un traje o algunos objetos, alimentarlos desdeRivadavia, y otro traje o adornos - lo que ellos quieran- al regresar despus de la cosecha.Pues bien, estos indios llegan a los ingenios en el ltimo grado de miseria, desnudos y flacosque da horror. Su flacura es tal, que al verlos recuerdan esas fotografas que suelen llegarnosde Europa, con ttulos como el hambre en la India, los cautivos de tal o cual reyezuelo, etc.[...] Los seores Leach los racionan, les pagan un tanto por semana y tienen caa de azcara discrecin, que consumen de tal manera, que se calcula en un 10% del total de cultivos loque devora el indio. [...] los espectros se transforman, adquieren otra vez sus primitivasredondeces, y el indio flaco y hambriento se convierte en el hombre musculoso, que entra alcaaveral a cosecharlo [...] llega en grandes grupos todos los aos a los Ingenios Ledesma ySan Pedro, y del que no es posible dejar de verse para la cosecha por la falta de brazos [...]. El viaje de ida a los ingenios duraba en la primera poca, hasta la llegada del ferrocarril,entre dos y tres meses desde la espesura del monte chaqueo y las orillas del ro Pilcomayohasta las cercanas de los caaverales, en lotes, donde hacan sus huetes, chozas decaa, troncos y paja, maloja -hojas de caa de azcar- donde dorman las familias. Estaschozas se ubicaban de manera circular sobre un patio central donde realizaban gran partede las actividades cotidianas, reuniones y bailes.Durante el trayecto hacia los ingenios, los indgenas marchaban con su cacique principal a lacabeza, seguido por los caciques secundarios, lenguaraces, subcapataces y hombres de latribu, denominados soldados, por detrs venan las mujeres y los nios. Los dueos de losingenios decan que a estos indgenas no se les suministraba viviendas porque debido a sucondicin de salvajes, no se acostumbraran a las mismas (Dr. Sierra Iglesias 1996).Las tribus estaban compuestas por alrededor de 500 personas, distribuidasaproximadamente de la siguiente manera: un cacique principal, que tenia a su cargo a 15caciques secundarios; stos tenan poder sobre una cantidad de entre 10 y 15 indgenas(soldados y sus respectivas familias).La forma de pago de estos ingenios azucareros se realizaba de la siguiente manera: a) Obreros de Planta: principalmente criollos, jornada laboral entre 10 y 12 horas los sietedas de la semana, sin descanso dominical en poca de zafra. Estos trabajadores eranencargados del transporte y acarreo y de la elaboracin del azcar.El pago denominado semanal consista en un adelanto quedando abierto, por el saldorestante, un crdito en la proveedura de la empresa. Al mes, se le liquidaba el saldo, si esque haba, a favor del obrero. Hacia 1914 este pago era en promedio de $ 3,00 por da,variando en el caso de trabajadores calificados y no calificados (Conti, Teruel de Lagos yLagos 1991 y Lagos 1992). b) Obreros de caaveral: principalmente indgenas, los cortadores y peladores de caa eranlos tobas y matacos, los cargadores que cargaban la caa en los carros del Decauville -pequeo tren de trocha angosta- eran los chiriguanos. La jornada laboral era de sol a sol,entre doce y catorce horas. El pago consista en $ 20,00 al mes, ms dos kilos de carne y unzapallo. Los pagos en efectivo se hacan en fichas o vales, la moneda propia del ingenio,slo canjeable en los almacenes de la empresa que monopolizaban el comercio en la regin.Este mecanismo tena como fin reducir an ms el ya de por s escaso pago de la fuerza detrabajo aumentado la ganancia empresaria (Iigo Carrera 1988, 1992). En el ao 1914 se realiz un Contrato reglamentario de las condiciones del trabajo de losindgenas en los Ingenios de Jujuy, suscripto entre las autoridades militares del Chaco y losrepresentantes de los ingenios que estableca las condiciones para la trata, marcha, paga y

  • racionamiento indgena. Este contrato estableca ocho categoras para la paga indgena: 1) Capitn Grande (Cacique Mayor) con por lo menos 10 caciques menores a su cargo.2) Lenguaraz de Capitn grande que cobra igual que el Cacique Mayor.3) Cacique menor, jefe de por lo menos diez soldados (indgenas).4) Lenguaraz de cada cinco caciques menores que cobra igual que Cacique Menor.5) Soldado (Indio Mayor).6) China (Indgena mujer, mayor).7) Muchachos indgenas entre 13 y 15 aos.8) Osacos (Muchachos entre 7 y 13 aos) (Conti - Teruel de Lagos - Lagos 1991 y Sierra eIglesias 1996). Del sueldo se le descontaba al indgena la racin diaria de alimentos y se le realizaba unahorro forzoso de parte del salario de los ltimos tres meses de trabajo, con el fin deacumular dinero para el llamado Arreglo grande, retribucin nica y extraordinaria que serealizaba al trmino de la zafra.El costo de algunos productos medido en centavos por kilogramo eran:grasa 60 centavos,azcar 40 centavos, yerba 70 centavos, maz 15 centavos, que corresponden a los preciosde la proveedura del Ingenio Ledesma (Lagos 1992): [...] el establecimiento (ingenio) es mezquino en la retribucin y exigente en las condicionesde trabajo, trabaja con un capital insuficiente y para salvar la situacin financiera deja depagar al obrero hasta que puede girar sobre sus cosechas [...] (Bialet Mass en IigoCarrera 1992). Mediante el mecanismo del vale o la ficha se intentaba, en ltima instancia, disminuir elsalario real cobrado por el obrero, incrementando as la ganancia empresaria. El polticojujeo Benjamn Villafae deca respecto a la paga indgena: [...] no tiene sentido ofrecerle al indio chaqueo una casa y un techo, bajo el cual,posiblemente, se sentir asfixiado, ni tampoco un salario que le permita comprar, adems desus alimentos, bebidas alcohlicas [...]. Rutledge describe la tendencia que exista a destinar a los distintos grupos o tribus indgenasa un trabajo especfico, siendo remunerados de manera diferenciada. Los chiriguanosprovenientes del Chaco boliviano eran empleados de forma permanente para realizar elcultivo en las plantaciones y en poca de zafra actuaban como cargadores de caa; losmatacos -y sus parcialidades chorotes y chulupes- y tobas eran empleados en formaestacional para cortar y pelar caa en poca de zafra; los coyas eran empleados comozafreros y ocasionalmente quedaban como empleados permanentes debido a su buenapredisposicin para el trabajo y por ltimo los criollos, provenientes de las provincias deSalta, Tucumn y Catamarca eran empleados como obreros permanentes en la fbrica deazcar y los campos (Rutledge 1985).En sntesis, el salario era una combinacin de efectivo, alimentos y bienes de uso que eranentregados por el patrn de manera semanal, mensual, y al final de la zafra (Teruel de Lagos1995). Este salario de por s exiguo, serva slo para cubrir las necesidades de subsistencia,y variaba segn los grupos indgenas, siendo los chiriguanos y coyas los mejor remunerados.Los criollos y europeos estaban en la cspide de los mejor remunerados.La explotacin de los indgenas le permiti a los ingenios salto-jujeos un aporte extra y unmecanismo de regulacin para poder suplir las malas cosechas y las continuas crisis quesufrieron en su poca de despegue (Conti, Teruel de Lagos y Lagos 1991). Las condiciones sanitarias en los ingenios Los trabajadores vinculados al ingenio padecan -como lo sealan todos los trabajos referidosal tema-, unas condiciones sanitarias psimas. Respecto de las viviendas de los indgenas,

  • que eran chozas construidas por ramas y paja, los inspectores del trabajo alertaban en susinformes que stas constituan un importante foco infeccioso. Por su parte, la peonada criollaviva en condiciones de hacinamiento en cuartos o pequeos galpones cedidos por laempresa. Tanto indgenas como criollos compartan una psima nutricin, que sumada a laterrible explotacin a la que eran sometidos eran las causales de que los ndices demortalidad infantil, alcoholismo, enfermedades venreas y otras como el paludismo y latuberculosis fueran elevadsimos, triplicando o cuadruplicando los ndices nacionales. El Lic. Marcelo Lagos cita un reportaje realizado por el diario El Orden al Dr. HctorQuintana, director del Departamento de Higiene, que describe la situacin de los zafreros delos ingenios de la provincia de Jujuy: [...] En Jujuy desgraciadamente tenemos de todo: El paludismo es husped habitual de todaslas familias, con un 80% de la poblacin que padece esta enfermedad [...] el obrero pasa lamayor parte enfermo o convaleciente [...] la tuberculosis hace destrozos en la poblacin,especialmente en el obrero [...] La sfilis y las enfermedades venreas, favorecidas por susaliados el alcoholismo y la ignorancia, dan un porcentaje enorme de nacidos muertos yfallecidos en el primer ao de vida [...]. Para tener una idea de la escasa infraestructura sanitaria, basta decir que hacia la segundadcada de este siglo, slo haba en la regin del ramal jujeo, cuna de la industria azucarera,un mdico: el Dr. Paterson.Estos elementos sirven para graficar algunos de los ahorros que tuvo el ingenio a la hora deobtener una mayor tasa de ganancia, con una relacin costo-beneficio ampliamente favorabley un crecimiento significativo de las utilidades empresarias. Ahorros que le sirvieron tambina la hora de competir con los ingenios tucumanos, que posean mejoras cualitativasimportantes, como su temprano despegue, y su rpida insercin, a travs del ferrocarril, enlos principales centros de consumo de la Argentina. Azcar y Poltica

    El Estado recurra constantemente a estos empresarios.El mercado central, la primera pavimentacin de Jujuy

    y parte del financiamiento necesario para la finalizacinde la Casa de Gobierno que se

    termina en 1908 proviene de los Leach.Por supuesto que prestan pero con condiciones

    y las condiciones las ponen ellos, por ejemplo, el impuesto al azcar durante diez aos no puede elevarse

    junto con los impuestos a los alambiques y las contribuciones territoriales.Entonces los tipos prestan dinero pero con fuertes condiciones,

    es decir el acreedor te ata de pies y manos en tus decisiones polticas,situaciones harto conocida en la actualidad por los manejos del FMI.

    (Lagos 1997) Desde su nacimiento la industria azucarera y la poltica tuvieron una relacin ms queestrecha. Los fuertes vnculos polticos que mantuvieron los empresarios del azcar con elGobierno Nacional, se vieron favorecidos, por dos presidentes que pertenecan al rin de laoligarqua tucumana productora de azcar. As, fueron oriundos de esa provincia, NicolsAvellaneda (1874-1880) y Julio Argentino Roca (1880-1886 y 1898-1904) quienes apoyaroncon crditos, rebajas en los fletes, aranceles aduaneros, etc., a la recientemente mecanizadaindustria del azcar.El peso poltico de la oligarqua del interior dentro del Estado Nacional puede verse a travsde los gobernantes comprendidos en el perodo comprendido entre 1880 y 1916, etapa deafianzamiento de la industria azucarera. De los nueve presidentes que se sucedieron slocuatro fueron de Buenos Aires o Capital Federal: C. Pellegrini, L. Senz Pea, M. Quintana yR. Senz Pea. Los otros cinco provenan del interior: J. A. Roca que fue presidente durante

  • dos perodos, era de Tucumn, J.E. Uriburu y V. de la Plaza eran oriundos de Salta, y porltimo los cordobeses Jurez Celman y Figueroa Alcorta. Si les sumamos la cantidad deministros provenientes del NOA durante ese perodo -alrededor de 19-, tendremos una ideacabal del peso poltico de la oligarqua del interior durante ese perodo estratgico de tiempo,en el que se obtuvieron gran parte de las condiciones para que fuera posible el surgimientode esta industria. Muchos de estos gobernantes alternaban sus funciones polticas con susintereses empresariales, en el caso de Tucumn, Salta y Jujuy vinculados principalmente a laindustria azucarera (Natalio Botana, El Orden Conservador. Dona Guy, Libro Morado).El Estado protegi por medio de diversas leyes aduaneras a los azcares locales de losimportados. As vemos cmo las leyes 3348, 3699, 3745, 3884, 4288, 10359, etc., que vande los aos 1896 a 1935 aproximadamente, gravan a los azcares importados con impuestosde entre 5 y 30 centavos por kilo (Adolfo Dorfman 1986).La poltica estatal estuvo acompaando a la industria azucarera no slo con la construccinde canales, puentes, viaductos y caminos, sino tambin con el reacomodamiento de unaparato jurdico que tuvo como principal beneficiario a las empresas azucareras a travs delas leyes de conchabo, de vagancia, etc.El Estado puso tambin al Ejrcito a disposicin de los ingenios en la captacin de indgenaspara el trabajo en la zafra, que junto a las mencionadas leyes de recluta de trabajadores,permitieron a esta industria tan necesitada de fuerza de trabajo, captar a gran cantidad decampesinos pobres para la cosecha de la caa.En la provincia de Jujuy, desde su nacimiento, la industria azucarera tuvo un importantepoder poltico traducido en diputados, ministros y hasta gobernadores que dependan otenan fuertes vnculos con dicha industria, es el caso, por ejemplo, de Benjamn Villafae,dos veces diputado provincial, diputado nacional entre 1920-1924, gobernador de la provinciaentre 1924 y 1927, y senador entre 1932 y 1941.Este poltico radical, anti-irigoyenista, de corte conservador, fue un fiel aliado de los ingeniosa la hora de gobernar, defensor de las minoras ilustradas en las funciones gubernativas,criticaba fuertemente a la democracia a la que llamaba demagogia (Fleitas 1995, 1996).Con una airada poltica proteccionista, Villafae levantaba en cada tribuna, su defensa a laindustria del azcar venida a los valles orientales a sembrar el desarrollo y el progreso....Su defensa, por otra parte, comprometa en muchas ocasiones al erario pblico, al negarse acobrar una renta por la explotacin de la tierra a los terratenientes azucareros, como loexpresa parte del discurso pronunciado en la sede de la Unin Industrial en Buenos Aires enel ao 1926 -tanto el impuesto al azcar, como al alcohol, eran nacionales-: [...] los poetas de las finanzas pretenden que para llenar las necesidades pblicas, lasprovincias graven la tierra [...] hoy por hoy, en vez de gravar la tierra a los terratenientes, conimpuestos, sera ms justicia pagarles para que no abandonen sus yermos y eriales dondehan nacido [...] A la par que deca: [...] un ao ms sin que los poderes pblicos tomen medidas en defensa de la industriaazucarera, en forma idntica que Brasil, Cuba, Italia, etc. y las provincias del norte habrnmuerto sin remedio, en provecho exclusivo de los especuladores extranjeros [...] Por otra parte, el dinero recaudado por el Estado de los ingenios en concepto de impuestos,volva en obras destinadas a favorecerlos. As obras de regado, viales y otras tenan comoprincipal beneficiaria a dicha industria.Una vez en el gobierno, Villafae, design como ministros, secretarios y funcionariospblicos, a miembros del Partido Conservador, vinculados al Ingenio Ledesma. As lodenunciaba el senador radical T.S. de Bustamante, que ofuscado por la designacin comoJefe de polica de un poltico conservador de la zona de las plantaciones de azcar de laMendieta, declaraba que ahora los ingenios son los verdaderos gobernantes de la provincia(Rutledge 1985).El 6 de setiembre de 1930 un golpe de Estado derroca al gobierno democrtico de Hiplito

  • Yrigoyen e instaura en el poder a un gobierno provisional de corte conservador aliado a losintereses de la industria azucarera.Este gobierno encabezado por el dictador Jos E. Uriburu, miembro prominente de laoligarqua saltea, restableci en el poder a los sectores oligrquicos ligados a la industriaazucarera, siendo ocupados puestos de importancia directamente por los dueos de losingenios.Herminio Arrieta, propietario del Ingenio Ledesma, fue diputado nacional por Jujuy entre losaos 1934 y 1938 pasando luego a ser senador entre los aos 1938 y 1943. Tambin fueconductor del Partido Conservador local, denominado Partido Popular, durante la dcada del'30. Por la provincia de Salta, Robustiano Patrn Costas, dueo del Ingenio San Martn delTabacal, fue senador entre 1932 y 1943 y presidente del Senado Nacional en el mismoperodo, Presidente de la Nacin (interino) en 1942 y presidente del Partido DemcrataNacional (Conservador) entre los aos 1931 y 1935.La poltica llegaba endulzada a la Legislatura provincial por la influencia de las empresasdel azcar. La contratacin de trabajadores para la zafra, se realizaba en variosdepartamentos donde estas empresas adquiran un poder importante y un control polticopleno sobre los campesinos. Estos empresarios designaban como candidatos a hombres quetrabajaban o dependan de los ingenios: contratistas, mdicos, etc.Los contratistas eran aquellos hombres que reclutaban, mediante diversos mecanismos,trabajadores para la zafra. Eran muchas veces los dueos de almacenes y proveeduras dela zona donde los campesinos se endeudaban, teniendo luego que ir a saldar su deuda contrabajo en los ingenios. Estos contratistas, estrechamente vinculados a losingenios, adquirieron un relativo poder en la zona siendo muchos de ellos diputados, uocupando puestos polticos claves en el engranaje poltico provincial. Un ejemplo es MamertoZalazar, contratista en las tierras altas jujeas, electo diputado entre los aos 1932-42.Ian Rutledge describe as la forma de trabajo de esta nueva forma de capitacin de fuerza detrabajo para los ingenios realizadas por los contratistas: [...] Al comenzar la zafra, la tarea de Zalazar consista en recoger todos los indgenas que ledeban a Patrn Costas servicios laborales y cargarlos en carretas de ganado sobre lascuales eran despachados a las plantaciones. Para asegurar que la mayor cantidad posible deindgenas cumpliera con sus obligaciones en la zafra se haca uso de los mtodos msbrutales [...] una vez en los ingenios los indgenas eran obligados a cortar y cargar caa deazcar, bajo una rgida y dura disciplina que era asegurada por los capataces [...] El poder de los ingenios, en sntesis, se poda ver a nivel nacional en los esfuerzosproteccionistas de la industria azucarera, gastos en infraestructura vial, prstamos, etc., y anivel provincial en la composicin de la Cmara de Diputados con decenas de legisladoresque mantenan fuertes vnculos y una marcada dependencia con el poder azucarero, esdecir, un crculo de poder que garantizaba el vale todo a los ingenios. Conflictos obreros y mecanizacin En ese entonces -hacia 1970- Ledesma era tres veces ms grande que ahora, si mimemoria no me falla, eran 15.000 hoy me dicen que quedan 5.000. Y un sindicato con 15.000obreros es un sindicato muy grande. Y los obreros cobraban todava en bonos, con vales, seles daba semanalmente una limosnita y el resto se haca ahorro forzoso, que se daba al finalde la cosecha porque era un engao fantstico, porque ellos -los trabajadores-, llegaban conunos pesos en la mano a su lugar de origen y entonces todos decan vamos a los ingeniosque se gana plata y todava se ahorra, pero si vos sacabas la cuenta con cuanto losobligaban a vivir todos los meses de zafra era realmente para comer mal, lo de siempre, noalcanzaba para nada.[1]Hacia principios de la dcada del 70 los ingenios mantenan un tipo de relaciones deorganizacin y produccin creadas a principios de siglo, stas se basaban en la afluenciamasiva de zafreros, que eran contratados para la cosecha manual de la caa, trabajando enunidades productivas independientes. Estos obreros llegaban a Ledesma, generalmente

  • trados por contratistas para trabajar temporariamente, entre los meses de mayo y noviembreeran ubicados en lotes donde dependan de su contratista, que a su vez dependa de unadministrador general; estos lotes eran unidades de produccin independientes y tenan ensu interior una dotacin de tcnicos, trabajadores y herramientas propias.Miles de trabajadores golondrina venidos desde Bolivia -principalmente de Tarija, Potos yChuquisaca-, de la puna y quebrada jujeas y de los Valles Calchaques de Salta, llegaban alos ingenios a levantar la caa de azcar. Se calcula segn datos extraoficiales, que haciaprincipios de 1970 concurran alrededor de 10.000 trabajadores golondrina solamente alingenio Ledesma, aunque los datos oficiales sealanalrededor de 6000 (Karasic 1987). Los aos setenta: das de agitacin y lucha obrera

    [...] la mecanizacin, en la dcada de 1970 no fue neutral,polticamente no es neutral la mecanizacin

    ya que esta es la poca de mayor sindicalizacin y mayor conflictividad obrera, si bien haba experiencias de mecanizacin

    en Australia, en el Caribe, desde principios de sigloac no se compraban mquinas por la sencilla razn

    que ac mantener la zafra a machete segua siendo ms baratoque comprar las mquinas, eso es la racionalidad empresaria.

    Pero cuando esa masa de trabajadores que tienen que levantar la zafrale empiezan a crear conflictos apoyados por un estado de efervescencia

    a nivel nacional, ah s hacs una inversin muy fuertepero te sacs el problema de una mano de obra muy conflictiva [...]

    (Marcelo Lagos 1997) Hacia fines de 1960 una serie de conflictos obreros, durante la presidencia de Ongana,sacuden los ingenios tucumanos. Ya a comienzos de la dcada del 70 la efervescenciapopular y la conflictividad obrera crecen en los ingenios de la provincia de Jujuy. [...] En aquel tiempo se empieza un trabajo sindical clandestino, por supuesto que esto nopuede saberlo Ledesma porque el primero que abra la boca lo despedan. Ese trabajosindical clandestino dura hasta el ao '72 que se hace la primera huelga. Desde el ao '49 nohaba una huelga en Ledesma, recin en 1972 se sale a la calle por primera vez.Durante todo ese perodo se vena organizando la base, seccin por seccin, las posturaseran a travs de volanteadas que se hacan adentro de fbrica, de noche, los obrerossacando plata de su bolsillo cada uno, el que iba a comprar papel lo pagaba, el que iba acomprar tinta lo pagaba y el otro imprima, era como funcionaba todo el sistema sindical yesa dirigencia sindical, sin plata... con la plata de los compaeros. Es lo que se conoce comola Corriente Clasista que hace punta en Ledesma pero que se desarroll tambinfundamentalmente en Crdoba, SMATA automotores, Villa Constitucin, Grficos con Ongaroen Buenos Aires. Todos ellos tienen contactos y reuniones y una poltica en comn. Elplanteo era Recuperacin de los sindicatos de manos de la burocracia y en la lucha por esarecuperacin sindical lo ms notable era el pluralismo, es decir, en Ledesma no haba gentede un partido, se recuperan a los viejos compaeros de lucha desde la resistencia peronista,a todo lo que viene naciendo despus.Ellos firmaban GOL (Grupo de Obreros de Ledesma) y a partir de eso fijaban las posturasfrente a las asambleas sindicales pero clandestinamente, nadie saba quines eran, esto esnotable [...] (Dora de Weiss). Los ingenios acostumbrados a la inexistencia de un sindicato comprometido y de fuertesluchas obreras comenzaron a ver con desconfianza estos hechos, que -primero en Tucumny ms tarde en Jujuy- empezarn a sacudir a la industria azucarera.La gran masa de trabajadores reunida en poca de zafra, junto a las psimas condicioneslaborales y sanitarias, comenz a ser vista como un cctel peligroso por los dueos delingenio, ya que constitua el caldo de cultivo ideal para la lucha y conciencia obrera.

  • Es en este contexto que se produce la mecanizacin de la zafra en el Ingenio Ledesma, queconstituye el mecanismo mediante el cual los ingenios pretenden desembarazarse de lasreivindicaciones de los trabajadores al rebajar la masa de zafreros ocupados en ms de un50%.El cambio tecnolgico, seala Gabriela Karasic, parece haber respondido a la necesidad deaumentar la productividad, eliminando los perodos de cortes de produccin ocasionados porlas huelgas, como a la optimizacin del manejo y recluta de fuerza de trabajo, que debido asu nmero resultaba extremadamente complicado.Luego de dcadas de abultadas ganancias y beneficios empresarios y ante la amenazaobrera se decide cambiar el modelo organizativo y productivo mecanizando la zafra yestableciendo nuevas relaciones productivas. Se abandona el manejo por lotes y el modelode relacin obrero-patrn de tipo paternalista y se pasa a organizar la produccin por tareas-riego, cultivo, herbicidas, cosecha, etc.-, que significaban un control centralizado de laproduccin.La mecanizacin de los ingenios, seala Witeford (1977), se realiza no solamente paraaumentar la produccin por unidad de trabajo, sino porque se teme que las demandasobreras -suba de salarios, mejores condiciones de vida, etc.- puedan tener xito, subiendo deesta manera el costo de la produccin. Evaluando este factible aumento de los costos es quese decide mecanizar, eliminando de esta manera la dependencia del ingenio de la mano deobra estacional y eliminando la posible fuente de conflictos. [...] Yo viv el cambio de Herminio Arrieta a su yerno Blaquier, ah viene la creacin de lapapelera, y la papelera tiene una tcnica mucho ms moderna, a medida que la tecnologacambia, cambian tambin las relaciones de produccin [...] De una relacin paternalista,personalista, se pasa a una ms moderna, por ejemplo, la empresa se atrasaba y nopagaban los sueldos y vena un avin negro, y decan ah viene Arrieta y l como es tanbueno, cuando sepan que estos atorrantes no nos pagan va a dar la orden de pagar as queal da siguiente van a pagar [...]. (Dora de Weiss) La no neutralidad poltica-social e ideolgica de la mecanizacin queda evidenciada por laactuacin del ingenio durante la dictadura, donde una vez ms la relacin entre el azcar y lapoltica se hacen visibles, pero esta vez por medio de su cara ms siniestra. La dictadura instaurada en marzo de 1976 tuvo en la provincia como en toda la RepblicaArgentina la complicidad de grandes empresarios, claros beneficiarios de su accionarrepresivo, sus aliados civiles generalmente ocultos, detrs del verde oliva militar.En el caso de Jujuy es para tener en cuenta la complicidad de la compaa Minera ElAguilar, que prest sus vehculos para el secuestro y persecucin de activistas sindicales ydel Ingenio Ledesma que cedi tanto sus vehculos como sus galpones para la persecucin yvirtual eliminacin de todo la dirigencia sindical comprometida con los trabajadores, losactivistas polticos y los militantes populares que se oponan al manejo de los empresariosdel azcar (Co.PD.H 1986). [...] Al poco de andar y organizarse se vea que este trabajo era peligroso y Ledesma eraferoz porque detrs del dinero no le importaba la vida y la muerte de la gente. Cuando elProceso tuvo que llevar de a cientos no le importaba poner sus vehculos con el logo, suschoferes y llevarse... era as, a cara descubierta, por ah en las caas usaba el familiar conlos caeros, pero en la fbrica sin el familiar reprima a cara descubierta [...].(Dora de Weiss) La poltica empresaria, como otras veces, estuvo teida de sangre, los ingenios lograrondesarticular el movimiento obrero con la ayuda invalorable del Ejrcito, la Polica Provincialy la Polica Federal, permitindoles a estos alcanzar niveles de explotacin existentes variasdcadas atrs.Si entre los aos 1970-1975 la situacin de los trabajadores del azcar haba mejoradosustancialmente, y el nivel del salario haba aumentando de manera considerable, contracarade la organizacin y la lucha sindical, luego del golpe de Estado de marzo de 1976 y ladesarticulacin del movimiento sindical se observa una cada en picada de los salarios

  • obreros y del poder adquisitivo de los mismos que slo se frena hacia 1979 (Karasic 1987). Conclusiones La industria azucarera supo, por medio de fuertes vnculos polticos familiares, tanto a nivelnacional como local, sacar ventajas de diverso tipo: arancelarias, financieras, eninfraestructura, laborales, etc., que junto a la dura explotacin de los indgenas le permitieronconsolidar y desarrollar una produccin que por su inestabilidad -crisis de sobreproduccin,malas cosechas, limitaciones del mercado, necesidad de gran cantidad de trabajadoresestacionales, etc.-, de otra forma hubiera sido extremadamente difcil.Los indgenas chaqueos, hasta el primer tercio de este siglo, y los campesinos de laQuebrada y Puna jujeas y del sur de Bolivia despus, cargaron sobre sus espaldas tanto lasmalas cosechas como las pocas de sobreproduccin y baja en los precios del azcar. Elmodelo caracterizado por la utilizacin de gran cantidad de trabajadores estacionalespermiti a los ingenios una baja considerable de los costos, ya que la poca muerta detrabajo inter-zafra, era absorbida por el trabajador.Los ingenios encontraron en la dura explotacin, el trabajo estacional y los bajos salarios elmecanismo ideal para regular los momentos de crisis y bonanza dentro de este modeloproductivo.En los aos 70 el mecanismo por el cual el ingenio se asegura altos mrgenes derentabilidad pasa a ser la mecanizacin y son expulsados miles de trabajadores del circuitoproductivo azucarero.El golpe de Estado de 1976 no hace ms que poner en evidencia la complicidad y vnculosdel Estado con estos empresarios, gestores de una siniestra poltica de sangre ydesapariciones para la clase obrera.El poder y las vinculaciones polticas de los ingenios jujeos se mantuvo, con altibajos,durante dcadas hasta la actualidad, trascendiendo gobiernos democrticos y dictatoriales.En la ltima y genocida dictadura argentina (1976-1983), el ingenio Ledesma participactivamente, prestando sus vehculos y galpones para perseguir, detener, torturar ydesaparecer a dirigentes sindicales y activistas polticos por parte de las fuerzas armadasque haban tomado el poder por asalto.[2]Con la vuelta de la democracia en el ao 1983, los empresarios azucareros, apoyaron elgobierno del ingeniero Snopek, primero, y el de Ricardo De Aparici, despus. Estos polticosjusticialistas les retribuyeron sus favores condonndoles deudas impositivas y bajndole laalcuota del impuesto inmobiliario, con un importante ahorro por parte de los ingenios.En mayo de 1997, trabajadores desocupados de la localidad de Ledesma, provincia de Jujuy,lugar donde se asientan los ingenios, cortaron las rutas protagonizando una importante luchaen la que exigan puestos de trabajo y atencin social por parte del Estado provincial ynacional. La fuerte desocupacin en la zona, que alcanza un 37% aproximadamente yduplica a la media nacional del 18%, tiene su origen el proceso de mecanizacin comenzadapor estos ingenios hacia mediados de los aos 70.[3] Bibliografa Botana, Natalio (1986), El orden conservador, Hispamrica, Bs. As.Campi, Daniel (1995), El noroeste argentino y el modelo agroexportador (1870 - 1914), enJujuy en la Historia, UNJu, Jujuy, (1995). Captacin y retencin de mano de obra porendeudamiento, el caso de Tucumn en la segunda mitad del siglo XIX, en Campi, D. -comp., Estudios sobre la Historia de la Industria del Azcar I, Tucumn.Campi, Daniel - Lagos, Marcelo (1995), Auge azucarero y mercado de trabajo en el Noroesteargentino (1850-1930), en Circuitos mercantiles y mercados en Latinoamrica, UNAM,Mxico.Conti, Viviana - Teruel de Lagos, Ana - Lagos, Marcelo (1991), Mano de obra indgena en losingenios de Jujuy a principios de siglo, CEAL, Buenos Aires.Dorfman, Adolfo (1986), Historia de la industria Argentina, Hispamrica, Buenos Aires.Escribano, Cruz (1982), Mis recuerdos, Coop. Grfica, Buenos Aires.

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    [1] Entrevista a Dora de Weiss, esposa de Jorge Weiss, dirigente sindical del Sindicato delAzcar del Ingenio Ledesma, desaparecido en la ltima dictadura militar.[2] Denunciado por Olga Aredes, Esposa del Dr. Aredes, intendente de Ledesma,desaparecido en 1976.[3] Ver artculos Diario Madres de Plaza de Mayo, Junio y diciembre de 1997.

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