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Avicena en Oriente Carlos A. SEGovIA La continuidad de la filosofia en el Oriente islámico Pese a tratarse de su cuna y del lugar de su prosecución más constante y prolongada, el sentido y la continuidad del avicenismo en el Oriente islámi- co han sido, hasta fecha reciente, objeto de muy escasa atención por parte de filósofos e historiadores occidentales. Ni su compleja estructura ni su firme decurso han alcanzado a despertar, por diversos motivos que van desde la dis- tancia geográfico-cultural a los problemas que la recepción del avicenismo ha suscitado siempre en Occidente —a lo que viene a sumarse la determinacion progresivamente secular de éste y la contextuación, así, cada vez en mayor grado extraña de aquél ---—, el interés de los amigos de las ideas. Contadas, aunque alentadoras y en más de una ocasión sobresalientes, son las excep- ciones; pero es aún mucho el trabajo a realizar, tanto como generosamente amplias cabe adivinar sus perspectivas. Preocupado por cuestiones que ni la «religión del hombre» ni su consu- macion moderna hacen en sentido fuerte suyas —si bien otras consienten la analogía y explican la perdurabilidad de una influencia profusa aunque muy desigualmente estratificada——; localizable. en fin, en el horizonte de una per- tenencia asimétrica, a saber: el de una misma tradición, la abrahámica. varia- blemente declinada conforme a presupuestos no necesanamente coincidentes Rcuki,’ d II/asti», 37 éynsca. voi .Xi 1998), ncmi. 20. pgv 28298 Servicio dc Pubiicaciorics. Universidad cblnpl[Lie[lsc M-adr¡d

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Avicenaen Oriente

CarlosA. SEGovIA

La continuidad de la filosofia en el Oriente islámico

Peseatratarsede su cunay del lugar de su prosecuciónmásconstanteyprolongada,el sentidoy la continuidaddel avicenismoen el Orienteislámi-co hansido, hastafechareciente,objetode muy escasaatenciónpor partedefilósofos e historiadoresoccidentales.Ni su complejaestructurani su firmedecursohanalcanzadoadespertar,pordiversosmotivosquevan desdela dis-tanciageográfico-culturala losproblemasquelarecepcióndel avicenismohasuscitadosiempreen Occidente—a lo quevienea sumarsela determinacionprogresivamentesecularde éste y la contextuación,así,cadavez en mayorgradoextrañade aquél---—, el interésde los amigosde las ideas. Contadas,aunquealentadorasy en másde una ocasiónsobresalientes,son las excep-ciones;peroes aún muchoel trabajoa realizar, tanto comogenerosamenteampliascabeadivinar susperspectivas.

Preocupadopor cuestionesque ni la «religión del hombre»ni su consu-macion modernahacenen sentidofuertesuyas—si bienotras consientenlaanalogíay explican la perdurabilidadde una influenciaprofusaaunquemuydesigualmenteestratificada——;localizable.en fin, en el horizontede unaper-tenenciaasimétrica,a saber:el de unamismatradición,la abrahámica.varia-blementedeclinadaconformea presupuestosno necesanamentecoincidentes

Rcuki,’ d II/asti», 37 éynsca. voi .Xi 1998), ncmi. 20. pgv 28298 Servicio dc Pubiicaciorics. Universidad cblnpl[Lie[lsc M-adr¡d

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y heteróclitamenteentreveradacon la herenciafilosófica griega,el pensa-miento de Avicenay supervivenciaen el Islam oriental son de algúnmodotodavíaparanosotros,en aspectospor lo demásesenciales,desconocidos;revelan,no obstanteel conjuntodesólidosdatosy estudiosdisponiblessobresu filosofia «peripatética»(la del Shifá’, por ejemplo, parcialmentetraduci-do al latín en torno a 1150),el perfil de unavagaincógnita.

Y es queOccidentese ha limitado a estudiar,conalgúncuidado,aquellapartedel Corpusfilosófico islámico -- —hágaseello extensivoal C’o¡pus avi-ceniano,una de sus gemasmás indiscutiblesy valoradaspor los hukamá’orientales—queél mismoconocióy adaptóentrelos siglosXl y Xlv, con-texto, éste,en elque el averroísmogozó,en lo tocantea la incidenciapolíti-cade las ideas,de una suerteala largamásfavorable.Lo queno puedeque-rersesuficiente,enningún caso,paraobtenerunaideaprecisa,o veraz,de lafilosofia islámicaen su conjunto.El pensamientofilosófico del islam y elsistemadoctrinal del filósofo persa—cuyosescritosnuncahandejadode serestudiados,debatidosy comentadosen Irán, y continúansiéndoloen nuestrosdías—-- son máscomplejosen susitinerarios,y másricos cromáticamente,delo que de ordinarioOccidenteha supuestograciasa restringiren su alcanceaquéla lafalsafal , y a confundir,sin más,«avicenismo»y «peripatetismo»2.

Estadoble asimilacióndificulta cuandono impide —aunquehayaaquíyallí, a lo largo de la historia del pensamientoislámico-orientalde losúltimosnuevesiglos, casosde «avicenismoperipatético»quetan absurdoseríasos-layar como querer exclusivos—una comprensiónexacta de la posteridadalcanzadapor elpensamientodeAvicena,y engeneralpor la filosofia —¡júz-gueseentonceslo queestáenjuego!—,en elOrientede ladár al-islám, ina-preciablede proyectarsobreél las categoríasde lo conocido.Tantoal menoscomotrabao complicael esclarecimientode ciertoslógol y problemasde laescritura«peripatética»del filósofo; y, sobretodo, el de una seriede textossuyosquecabeconvenir«esotéricos»y quefueranalumbrados,transmitidos,glosadosy discutidos—porpersonalesquesequieran—en el interiorde una

1 Tomandoasípor teoréticamenteprescriptivaunatransliteraciónmáso menosafortuna-daquenombra,únicamente,el planode sentidodc lina interpretaciónposible de la herenciafilosófica griega.

2 Diluyendo, enestecaso, la pluralidad relativamenteirreductibledelprimero (otra cosaesquedichapluralidadseveatendencialínentesobredeterminadaporunadelasinstanciasquela conforman,asuntode antemanono decidido) en una teoreticidad fundamentalmente lógico-conceptual y, enalgúnsentido,proto-escolástica:la mismaquecaracterizaría,conlevesvaria-ciones,a lo quehadadoen llamarsela «metafisicaoccidental».

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cultura religiosa,filosóficay literaria biendeterminada:la del shi’ísmoduo-decimanoo imámita, oficial en Irán desdeel sigloXVl~.

En rigor, una definición menosestrechaque la deduciblede la teoríaperipatéticade la abstracciónde los universales,relativaa la acciónen queel pensarconsistey a lo queen su puestaen obraacontece—parecidaa lasque por ejemplodemandande nosotrosla filosofia preplatónicay la místicaespeculativadel Islam—--, a la vez queuna hermenéuticaradicalmentepost-hegelianade suplural y reversibledesenvolvimientohistórico—-sensiblea lainestableorografia que caracterizaa lo temporal antesque proclive a ate-nuarla - --. y finalmenteunanociónmásrigurosade lasdiferenciasinternasalIslam —-a menudoequiparadoal mundoárabe,mayoritariamentesunnita----debenconducirnosa examinarlos límitestranscendentales(estoes,posibili-tantes) a que obedecela continuidad de la filosofia en buena parte delOrienteislámico.Así comoa evaluarla posicióncomplejadel avicenismoalrespecto4.

El punto de partidaes por sí mismo elocuente:la filosofia islámica noterminóconAverroes(t 1098), cuyaposteridadfilosófica en el Islam resul-ta, conmucho,insignificante.

Muy distinto es el casodc Avicena,de otrosfhlás~hy philósophoihele-nos,por lo quela tesis segúnla cual seríanecesariobuscarla continuidaddelaphilo-soph/agriegae islámica,exclusivamente,entrelos pensadorescris-tianos de finales del Medioevo y sus sucesoreslos filósofos modernos,noresisteun examenatento.Cabeenrealidadhablarde unasegundanavegación

de la filosofia islámicainteligible sólo allendeloslimites de sentidotrazados,respectivamente,por lafalsa/¿y el kalám sunní,disciplinasde lasquepuededecirseque han sido los únicos interlocutores«teoréticos»del Islam tradi-cionalmentereconocidospor Occidente,junto con cierto sufismo. Orientepreservóla tradiciónfilosófica allí dondemantuvotambién(1) la determina-ción espirituale iniciática de la nóesis, matriz de lapróte sophía; (2> unamatizadadeclinaciónmodal de los contenidosde la Revelación,conformea

Queel propioAvicena(t [037) fuerashVitaimámi esalgomásqueprobable,peseaquclo únicoquesabemosconcertezaesque---—comoél mismonarraensu autobiografia-—no erafatimí. Quela recepciónmás intensa,complejay duraderade su pensamientofilosófico hatenidolugar,al menoshastael siglo XIX. entrelospensadoresdel Irán mogol,safaviy ghájar,es,poreí contrario,indudable,

<Y aanalizar,en otro ordendecosas,las condicionesdesu virtual recepcióndiferencialsegúnlas coordenadas que distribuyen y regulanlos ámbitos de la experienciay del pensa-mientoen <-<¡da cultura-

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un esquemagradativode los conocimientosirreductiblesa la positividaddela Ley (sharí’a); y (3), encorrespondenciacon lo primeroy estrechovíncu-lo conlo segundo,elalcancenoéticode la espiritualidad,verdado lzaqtqadela Revelación.Tales son, precisamente,las premisasfundamentalesde la«profetología»shi’íta, centradaen la idea de una «jerarquíanoética» inhe-rentea la adquisiciónde lascientiadivina5.

Pretender,por tanto,que la moradaislámicadel pensamientodel quetodavíahoy se reclamaOccidente—¡cuánextrañamentea veces,eso si!—equivaldríaaun mero«paréntesishistórico»cuyoslímitesvendríanadisipar,de inmediato,el temor aunaalteridadtan próximacomopor ello enigmáti-ca, y, en consecuencia,la certezade quea la miradase ofrecenmásdimen-sionesque las consabidas,resultasencillamentefalaz. Todauna vastazonacultural del Islam, eminentementeshi’íta, permanecióajenatanto al pensa-miento averroistacomo a los motivosde ladurísimacrítica queGhazzáli,ytrasél otros teólogosy pensadoressunnitas,máscontundentesperono másincisivos,dirigieran ala filosofia peripatéticaislámicaen nombredel d/n delPmfetaMuhammady del sagradoCorán. Lo que explicae! hechode que acomienzosde nuestrosiglo muchosmusulmanessunnitas,queriendorecons-truir y actualizarlos principios de unaenseñanzaa grandesrasgosinterrum-pida, tuvieran que acudir a los círculos universitariosy académicosdeOccidenteparareaprenderlade mano de losestudiososoccidentalesdel pen-samientoárabey medieval,mientrasque losfilósofos del islamshi’íta sehanbeneficiadopor lo generalde un conocimientomáso menosdirecto de lasfuentes,preservadoalo largode los siglosen razónde unapaide/a recelosade toda dogmática—salvedadhechade las inevitablesvicisitudeshistóricaspor las que todaheredaddoctrinal atraviesa—,a la par queobstinadaen nodisociarel pensamientoy la espiritualidad.Y queha procedido,en suma,aunasuperposicióncr/tica de los órdenesdel saberantesquea suconfronta-ción extrínseca6.

5 Véasepara todo ello 1-1. CORBIN: En Islam iranien (Áspec:tsspirituels etphilosophi-ques),Paris,Gallimard, 1971-72(reéd.1991\t.1: Leslu’ismeduodéciinain,passim.;y, en cas-tellano, su Histoire de la philosophie islamique: Historia de la filosofla Lvlómica, Madrid,Trotta. 1994, Pp. 37-104.

6 A la labordesempefladapor los pensadoresshi’ítas en la Esfahánde [ossiglosXV! yXVII —centro intelectualdel Irán safaví y de la codificaciónde la tradiciónimámita,al tiem-po quefuentedela última sintesisfilosóficadel pensamientoirano-islámico——debemosalgu-nasdelasedicionescanónicasdel Corpusaviceniano.

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Los escritosesotéricosde Avicena

Imposible es alcanzara comprenderel estatutode la filosofia islámicapostavicenianasin previamenteestudiaren suspormenores,el sentidode Jaespiritualidadshi’ita tal y comoha sido interpretaday transmitidaella por lacultura persa,que representasu corazón,su centro7.Ahora bien, ¿quélugarconcederqueocupa,en su seno,el avicenismo?He ahí lo quees preliminar-mentenecesarioclarificar paravislumbrarcon algún aciertoel destinodeAvicenaen Oriente,tanto comocl nucleode un apasionantedebatecuyainci-denciarebasa,a decirverdad,lo puramentehistoriográfico.

Extensa,dificil a vecese internamentecontrastable,la obra de Avicenareune,aménde los escritosperipatéticosrecibidospor el OccidentecristianodurantelaEdadMedia,un estimableconjuntodetrabajos:relatosvisionarios,tratadossobrela via mística, opúsculosteológicos,poemasy comentarioscoránicos,glosasmarginalesy prólogosaotros documentosfilosóficos, estu-dios brevessobrela esenciadel amor,el acontecerde lo real a partir dc Diosy suretornoal Principio de losprincipios, laoracióny la invocacióno anám-

nesis de la Divinidad que excedenlas directrices«peripatéticas»de losprimeros.Talestextos fueron parcialmenteeditadosen Occidente,por vezprimera, entre 1889 y 1899. Entre ellosdeben ubicarselos que D. MiguelCruz Hernándezpresentaen versión castellanaanotada,precedidosde unlargo estudiopreliminar(pp. IX-LXXXIII), en surecientelibro Avicena:Tres

escritosesoter¡cos8.

Paranosotrosse tratade materialesde algúnmodo muy «recientes»,quesin dudacaberelacionarcondocumentosde la tradiciónbíblica y de la mis-tica cristiana ---como tambiéncon otros del pitagorismo,el neoplatonismo,la gnósis,el hermetismoy la espiritualidadislámica, cuyassendasretoman,por otra parte,másdirectamente , perolo provechosodel empeñono debehacernosolvidar que tales textos hanvisto la luz en la proximidadde, y loquees esencial,permanecen vivos para una tradición cuyasintaxis<o sea,laarticulaciónreciprocade cuyos lenguajesplurales)forzosoes no perderdevistaa la horade situarlosen y referirlosa sucontextoefectivo;cualesquie-

Egipto fue shi~itafarimi por espaciodeun siglo; Irán hasido mayoritariamenteshiitadesdefechatemprana,y es—comosubrayábamos—oficialmenteimámi desdecl siglo XVI.

8 Madrid, Teenos, 1998, col. Clásicosdcl Pensamiento,núm. 129. En estamisma colec-ción ha editadoel profesorespañol[a Exposiciónde «La República»dePlatón deAverroes(núm 14. 1996.4’ cd.), y prologado,a lo largodeun amplio estudio, la trad. castellanadc LaCiudadideal de ¡árábí.debidaa M. Alonso Abuso(núm. 2, 1995, 2’ cd.).

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raqueseanlas conclusionesquea fortiori quepacolegir sobreellos.No otroes—creemos—el méritodelaaportaciónteóricadel filósofo, islamistae ira-nólogofrancésHenryCorbin, quiennosbrindalavisiónmásdetallada,com-pletay sugerente,comoseñalaSeyyedHosseinNasr,de un continenteteoré-tico «olvidado»pero activo, y un apreciablenúmerode edicionescríticascomentadas,de incuestionabley reputadovalor, que nos revelan,entreotrascosas,la vertientemás«oriental»(menosperipatética)del avicenismo,suscaracteresperdurables,su transformaciónulterior y su significadomáspro-fundoeintempestivo9.

Véasequetomandoenconsideraciónel lugar espiritualy noéticoen quedichostextos se inscriben,y, por lo mismo, a quienesaunrinden honora lapalabraporellos enunciaday a lo que,presenteenella, no yaceen la escri-tura. se esbozalanecesidad—decisivaparaadvertir lo acontecidoen y fueraOccidente,siquieraen susprolegómenos—de anteponeratoda feliz historiadel pensamientointeresadaen losrostrosamenudoinefablesde lo individual—cuyoauxilio cabeeventualmenteinvocar, masno pretendernormativo—o,alternativamente,en el reconocimientoy apropiaciónde lo otro como lomismo, unapacientehermenéuticade la historia eféctualde las tradiciones.Sinquela creatividadpersonalse vea porello, enningún caso,comprometi-da. Que lahermenéuticaseaelmodelodetodacomunidadrealseexplica,porlo demás,en la medidaenqueel seres en cuantoquees también—---y quizáantetodo— envío, transmisión,destino: Ueber-lieferung,Ge-Schick.

Citemos aquí,a título únicamenteilustrativo: En Islam iranien (véasesupra, n. 5);Avicenneet le Récitvissionaire,Tehrán-Paris,Adrien-Maisonneuve,1954,2ts. (réed.en It.Berg International,1979);Sobravardí:Ope’a metaphysicaet mystica L Istanbul,Bibliothecalslaniica,1945; cEuvresphilosophiquesel mystiques1 (+ OperametaphysicaetmvsticaII) &II (= Operametaphysicaet mysticalib. Tehrán-Paris,Adrien-Maisonneuve,1952y [969,res-pectivamente;Mollá SadráShirózí:Kitáb al-mas/ni ir /Livre desPénétrationsmetaphysiques,Tebrán-Paris,Adrien-Maisonneuve,1964: La philosophie iranienne islamigne rius XVH< etXVIIIÚ siécles,Paris,Buebet/hastel,1981;y PhilosophieiranienneetphilosophieeomparéttParis,BuchetlChastel,1985.Fn castellanoasu vezseencontrará:La imaginacióncreadoraenel sufismodeJbn ‘Arabí (Barcelona,Destino, 1983); Historia delafilosofia islámica (véasesupra. n. 5); Avicenay el relato visionario (Barcelona,Paidós, 1995); El hombrey su ángel(Barcelona,Destino, 1995); Cuerpo espiritualy 1’ierra celeste(Madrid, Siruela, 1995); y unapresentacióny traduccióndel Relatodelexilio occidentalde Sohravardi(enAxis Mundi, 2’epoca,núm. 4, 1998, Pp. 15-32). Las traduccionesson siemprede A. LópezTobajasy M.Tabuyo,salvoCuerpo espiritualy Tierra Celeste,trasladadoa nuestralengua,másdesigual-mente,porA.C. Crespo.Al parecer,la editorialTrottatiene asimismoen proyectola traduc-cióndeTempleet Contemplation(Paris,Flammarion,1980),obrade extraordinariointerésquerecogecincoconferenciaspronunciadasporCorbin enel círculoEranosdeAscona,entre1950y 1974.

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Por lo quese refierea la discusiónacercade quécontextopuedeconve-nir a los escritosesotéricosdeAvicena, pareceevidentequeunode lospasosfundamentalesque su clarificaciónreclamaes estudiar,antesquenada,(1)aquélen el que aungozande actualidad—o lo quees lo mismo,aquélen elque han sido y son objetode transmisiónvisible y candente---,y (2) aquélmáspróximo, en lo culturaly geográfico,al propioAvicena. Si amboscomosucedecoinciden,¿quépuedejustificar las reticenciasde quieneshanrecibi-do talestextos,a fin de cuentas,varios siglosdespuésde serescritos,ante lairremplazablenecesidadde interpretarlossólo despuésde localizarlosaten-diendoalo quemásarribadesignábamoscomosucontextoefectivo,o, si seprefiere,alescenarioen quecobranellosplenasignificación?Análogamente,¿,quérazonespuedenasistir al intentodeprobarquetalesescritosúnicamen-te traducirían en términos «alegóricos»lo que en otra parte habría sidoexpuestológico-eonceptualmente’<~?¿PuedecustodiarOccidentela verdadde lo quedesconoce?

Con Henry Corbin, cuyosescritoshancomenzadoa editarseen nuestropaíshaceescasosaños,hancolaboradoen la difusión del pensamientoislá-mico oriental en Occidentedestacadosfilósofos iranies contemporáneosresidentesen y fuerade Irán-—- como SeyyedJaláloddinÁshteyáni,profesoren laUniversidadde Mashhady coautorconél de unaantologíade la filoso-fui islámicairani entrelos siglos XVII y XX, malogradamenteinconclusa,yel ya citado SeyyedHosseinNasr, queha publicadorecientementeen inglésun interesantelibro en el queaborda,entreotras, la cuestiónde la filosofia«oriental»de Avicena1~, y de quien puedenleerseen castellanodos librosintroductoriosalpensamientoy la espiritualidadislámica,publicadospor laeditorial I-lerder12.A estosnombreshay quesumarel de otros investigadores,tanto orientalescomooccidentales,versadosen la materiay cuyos escritospugnanpor ocuparun lugarrelevanteentrelos repertoriosquecontribuyenaacercárnoslaarrojandoalgunaluz sobreuna lagunahistoriográficade pro-porcionessorprendentes.Entre los eruditosespafioles,sólo el profesorCruzHernández —-catedráticoeméritode la UniversidadAutónomade Madrid yde quien estemismo año ha aparecidola segundaedición de su magistral

O Sobreel carácter«tautegórico»antesque alegóricodelsímbolo y su funcionalidadenla tramadetodahikávato recitatum iniciático,véansela presentacióny lasnotasde 1-1. (SOR-BIN al Relatodelexilio occidentalde Sohravardi,cit supra,n. 9.

Tite Islamie lnidlleciual Tradition in Persia, Richmond,Curzon?ress,1996,i2 Sufismovivo (Ensayossobrela dimensiónesotéricadel Islam,), y Vida y pensamiento

enel Islam, ambosen 1985.

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Aba-l-walíd Muhammadibn Rus/id (Averroes,). Pida, obra, pensamiento,

influencia13—viene dedicándose,regularmentedesde1975 y a la par quedesarrollasu labor investigadoraen otras areasdel pensamientoislámico,árabey andalusí,aprofundizaren el estudiode la filosofia orientaldel IslamshVíta.

En consonanciaconello, Avicena:Tresescritosesotéricos,constituyelaobraqueennuestroidiomamayornúmerodeescritosavicenianosdetal índo-le compila, habiendosido algunospreviamentevertidos al castellanopor elpropioCruzHernández,comolaQasídatal- ‘aniyafi-l-nafs; otrosbienporélparcialmente,bienpor A. Lópezy M. Tabuyoapartir de la versiónfrancesaíntegradeCorbin, comoes el casode laRisdlatflay,y ibn Yaqzán,la Risáial

al-tayr y la QissaSalómánwa Absál,que conocemosen su versión avicenía-na apartir de un resumendebidoa NasiroddinTúsi, célebrepensadoriranídel siglo X11114.

3 Córdoba,Publicacionesdc la ObraSocial y Cultural CajaSur, 1997.

14 A estelibro antecedenotrosestudiosquesecuentantambiénentrelos excelentesfru-tosde tal dedicación.Nos referimosa lasdos traduccionesinicialesde O. Miguel Cruz de laqasídadeAvicenasobreel alma (de 1949 la primeray 1952 la segunda;la tercera,de 1992,esla quese reproduceaqui); a su historia delpensamientoen el mundoislámico (Madrid,Alianza,3 vols., 1996,2’ed.); y ados trabajos.-«Simbolismoy esoterismoenla filosofiaislá-mica: lbn Síná y Sohravardi»(reunidoen AA.VV.: Lñerainro .> juntas/a enla Ejíaul Media,Publicacionesdela UniversidaddeGranada,1989, pp. 179-191),y «El problemadela “autén-tica” filosofia de Avicena y su idea del “destino del bombre”» (Revista dc Filosofla,UniversidadComplutensedeMadrid,3’ época,vol. V (1992), núm. 8, pp. 235-256),queicor-pora la traduccióndeciertos textos.Habríaqueañadir,asimismo,un ensayoacercade «Lagnosofiailuminativa deIbn ‘Arabi y su influenciaenel esoterismodela Shi’a>o,presentadoalPrimerCongresoInternacionalsobreel shavkhal-akbarcelebradoenMurciaen 1991.Dichosmaterialesestánal parecerdestinados,ensu mayorparte,aservirdeborradorparaunareedi-ción revisada,en la queD. Miguel trabajadesde1989,de su TesisDoctoral,consagradapre-císamenteaLa metajísicadeAvicenay defendidaen 1946 enla entoncesUniversidadCentralde Madrid. Su calidades irreprochable,aunsi algunospuntosde vista resultana nuestrojui-cío, envirtud de lo dichomásarribay de lo queen breveaduciremos,discutibles.Al shavkhal-ro is ha dedicadoel profesormalagueño,ademásde su Tesis, publicadaen Granadaen1949, y de los estudiosy traduccionesreferidos, los siguienteslibros y artículos: «Algunosaspectosdela existenciadc Diosen la filosofia de Avicena»(1947);Avicena:SobreMetafísica(1950); «Sentidoy naturalezade la pruebaavicenianade la existenciade Dios» (1953): «Ladistinciónavicenianade la esenciay la existenciay su interpretaciónen la filosofia occiden-tal» <1954); «Lasignificacióndel pensamientodeAvicenay su interpretaciónpor la filosofiaoccidental»(1956); «LanocióndeserenAvicena»(1959); «Lateoríamusicalde Ibn Sináenel Kitáb al-Shi/á» (1981); «Posiblesnovedadesen la lógica de lbn Siná» (1982); y. másrecientemente,La vida deAvtu.ena<-<‘mo introduccióna su pensamiento(1997).

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A la horade definir los en másde un aspectocontrovertidostextosaví-cenianosparcialmenteeditadosen 1 899 por Mehren,conocidos—alternati-va o simultáneamente,segúnel criterio de sus comentadoresy traductores•posteriores——como «místicos»,«esotéricos»,«visionarios»,«proféticos»,«orientales»,«iluminativos» y/o concernidospor el problemadel «destinodel hombre»,D. Miguel CruzHernándezescogela última comolamásexac-ta y pertinentede las designacionesposibles,incorporala segundaal títulodel libro y admiteimplícitamentela primeray la terceraal compararla escri-tura avicenianacon la de la místicacristianay adoptarunanoción-clavedela terminologíadc Corbinquerefuerzasu carácter«visionario»15.A su inser-ciónen el Corpusavicenianoy a s’a relacióncon los escritosperipatéticosdel

filósofo, dedicaa su vez un epígrafe del estudiopreliminar (pp. LXVII-LXXI), en el queargumentaen favor de unaposturaequidistanteentrela deCorbin --—tendentea ubicar la textualidadesotéricade Avicena en el marcode su recepciónshi’ítaulterior y a ver en ella una alternativa,tan plausiblecomoab ini/lo y sin embargotentativa,lo queno siemprese ha comprendi-do, a su filosotia exotérica—-,y la de AM. Coichon, quien en Le récit de

I-Iavv ibn Yaqzáncomen/epar les ¡ex/esd Avicenne16reclama,porel contra-rio, su conexiónperipatéticay stí talantepuramente«metafórico»o «alegó-rico»17.

~<véaseeí usode la voz«imagina1»en queabundanlaspp. XII-XV6 Editadoen Paris en 1959.7 La mayoríade las interpretacionespropuestassobrela filosofia «oriental»de Avicena

oscilandc hechoentreambosenfoques.Lugarapartemereceel estudiode J. CHAIX-RUY:«La SagesseorientaledAvicenneet les mytbcs platonicicns»,enRecaedela Méditerranee.núms. 85-86, 1958. Pp. 261-308,densoenreferenciaspitagórico-platónicasqueno contradi-cen,anuestrojuicio, la hipótesissostenidaporCorbin. He aquí unalista dc los principalestra-bajoscríticosdedicadoscnOccidenteal pensamientoesotéricoy la espiritualidaddel filósofopersa,aménde los ya citados:A. MEHREN: Traités mystiquesdAvicenne,Leiden, J. Brilí,1889-1899,4voL, CA. NALLINO: «FilosofíaOrientaleod illuminativa dAvicenna»,1?. deSO.,núm. Kl. 1925,Pp.259-326,L. (iARDET: LapenséereligeusedAvú:-enne,Paris,.1.Vrin,1951. (1. VAíDA: «les NotesdAvicennesurja“Théologie d’Aristote’Y, en RemethomAs/e,núm. 2. 1951.5.PINÉS: «[a “pbilosophieorientale’ d’AvicenneelsapolemiquecontrelesBagdadicns»,en Archivesditistoire doctrinaleer liltéraire da MoyenÁge. núm. 19, 952 L.MASSI(INON: «l.a philosophie orientale d’lbn Siná et son alphabetphilosophique»,enAA.VV: Mémorial <1 4vicenne.Le Cairo, lnstitut Eran~aisd’ArchéologieOrientale, 1952,t.IV 1-1. CORBIN: «Le motif do voyageet du messager»(1973). reunidoen tIran etla pitilo-sopitas, París. Eayard, 1990, Pp. 147-183. 5. GÓMEZ NOGALES: «El misticismo persadeAvicena y su influenciaen eí misticismo español».Milenario deAvicena, Madrid, InstitutoHispano-Arabedc Cultura. 1980, Pp.65-88. R, RAMÓN GUERRERO:«Metafisicay Profecía

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D. Miguel acepta,con tantos maticescomo reservas,la contextuaciónfilo-shi’ í delaescrituraesotéricadeAvicena—no así el carácter«cíclico»dealgunosde susrelatosvisionarios,defendidopor Corbin—,perotratade pre-servar,por encimade cualquierotra consideracióny a partir de las declara-ciones finales del propio Avícena en uno de los escritos,la independenciapersonalde su autory la complejidad,e incluso la contradictoriedadde supensamiento,buscandosalvarconello el sentido«trágico»—ensu acepciónunamunianaantesque clásica,desdeluego—de una obra, aunqueunitaria,dinámicay abierta.AdmitiendoquetodaunidaddebeseraLcanzadaantesquepresupuesta,habriaquepreguntarseno obstantesi tal aperturay dinamismono quedansinmáscerrados,o elididos,de no verificar cuál seael entrecru-zamientode las diferenteslineasproblemáticascuyojuegode determinacio-nes,desplazamientosy sobredeterminacionescifran en sutensióndramáticatodo pensamientoe impelenatomar en cuentano ya la distribución de susacentos,omisionesy ambivalenciasextrinseco-subjetuales,sino antetodo lapluralidadestructualquelo caracteriza.

SiguiendoaGoichon,CruzHernándezhallaademás,enlosescritoseso-téricos de Avicena, lineaspropositivasquereenvían,en incontablesocasIo-nes,a su escrituraperipatética,relacionandovg. losdos primerosrelatostra-ducidos,el de f-Iayy ¡bit Yaqzány el del Pájaro,conel De anima del Shifá

coetáneode ambosen la producciónliteraria avíceníana.E insiste—si bienno tan drásticamentecomo en anterioresocasionesy sin llegar nuncaa unaposicióntanextremacomola sostenidapor laautorafrancesa—en hacerdela filosofíaperipatéticade Avicena la principal ¡tenteparael estudiode supensamientoacabadoy explicito.

El debatesuscitadoen Occidentepor los escritosesotéricosde Avicena—el mássistemáticode los cualesse perdió en el saqueode Esfahánpor losgaznavíesen 1030: presumiblemente,Avicenaexponíaen él las diferenciasentrela «filosofía peripatética»y la «filosofía oriental»— ha derivadoasi-mismo, resueltamente,haciadiscusionespuntualessobrelos limites desea-

en Avicena»,AnalesdelSeminariodeHistoria de la Filasofla ¿UniversidadComplutensedeMadrid), núm. 5, 1985, pp. 239-248. J. MICI-JOT: La destinéede lhommeselonAvicenne,Lovanii, In AedibusPeeters,1986. E 1-IEATIl: AllegoryandPhilosophyinAvicenna(Ibn Siná,),University of PennsylvaniaPress,1992. S.H. NASR: «Ibo SinásPropheticPhilosophy»,reu-nido enTite IslamicIntellectuolTradition in Persia,cit., PP. 76-91;e«IbaSinás“Oriental phí-losophy”», reunido a su vez en S.H. NASR & O. LLAMAN (eds.): History of IslamicPhilosophy,London, Routledge,2 vols., vol. 1, Pp. 247-251.Avicenayel relato visionario sepublicó en Irán con ocasióndel milenario del filósofo, y en su post-scriptumrecogey evalúaalgunasde taleslíneaspolémicas.

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biesde su traducción.El Dr. Cruz Hernándezparticipaenél a lo largo de lasciento sesentanotasqueamplifican su estudiopreliminary afianzansu tra-bajocritico.Y prosigue,en fin, aAsín Palaciosy aCerulli enel estudiocom-paradode la místicacristianaoccidentaly de la espiritualidadislámica,a lavez quedesarrollaunainteresanteexégesisbíblica—--más quecoránica,aun-que abundanen estesentido las referenciasdiseminadas—-que le permitesituara Avicenaen el senode unamisma tradición religiosacomúncomosólo amparo confesionalhipotético del filósofo, suficientementeampliocomo parapreveniry abortartodo disenso.Una alusiónmásdirecta a otrosura/¿í y gnósticosmusulmanes-—--el profesormalaguefiopreferiria decir,

muy probablemente,«gnósofos»,aunandoen un mismocalificativo las vocesgncisisy sophía—--,y recíprocamenteun recursomáslimitado a los clásicosde la místicacristiano-occidentalcomo San Juande la Cruz y SantaTeresade Ávila ——pues haytambiénlo que, difiriendo en ambastradiciones,per-maneceinasimilable—,enriquecei-ian,a buenseguro,el por lo demásextra-ordinario libro conqueD. Miguel Cruz Hernández,incansableen su esfuer-zo y brillante en suestilo, nos obsequiaatodos.

La seriedaddel estudiopreliminary el rigor en el tratamientoy la tra-ducciónde lostextos—quese sirve con agilidady aciertode un grannúme-ro de giros propios de la lenguacastellana,optándosepor una «transcrea-ción» del árabeantesque por suabruptay banaltransliteración---—,contribu-yen a hacerdoblementeatractivaesta colección de escritosesotéricosdeAvicena. Cabe emperodiscutir la elección de cierta terminologia,allí porejemplodondese asimilanlo «imaginal»y lo «abstracto»(p. XIII). En efec-to, siendoen propiedadlo «imaginal»intermedio(barza/ch,)entrelo sensibley lo suprasensible--—-o sea,entrelo captablepor la sensacióny la imagina-ciónpasiva,de unaparte,y lo alcanzablede otra por la intuición intelectual,delo queel conceptono constituyesino surepresentaciónlógica18-—- resultaequivoco equipararambasnociones.Lo «abstracto»es por definición lo«conceptual»,mientrasquelo «imaginal»se distinguea lavez de lo concep-tual, de la intuición esencialo eidéticay de la percepciónempíricaen cuan-to a su naturalezay captación.Si lo «imaginal» se denominaabstractosecorre,pues,cl riesgode perderla originalidadnoéticay ontológicade la filo-sofia islámicaoriental, y de tomarasignificativa,o irrelevante,ladiferenciaque media, inicialmente,entre elm-esúrí (= ilm súrí, conocimientorepre-

5 y en dicho sentidosu ~<cadáver»,comonota Corbin en algunaocasiun.

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sentativoo representacional)y ‘elm-e hozúrí (= ilm hudúrí, conocimientopresencial):el primero limita al concepto,el segundolo excede.En otraspalabras,no todo lo no empírico es necesariamenteabstracto:lo es única-menteparaaquellatradiciónquedeclara,alo individual y contingente,onto-lógicamenteanterior a lo esencialy necesario.

Avicena y Oriente

Másalláde suspasajesvisionariosy simbólicos—lo queequivaleadeciren ellos mismos: toda realidades prolija en dimensionescoexistentes—,yaunquese trataen ellos,esencialmente,de la transformaciónde la doctrinateóricaenacontecimientorealdel alma19,frentea lo quetodaalegoríadevie-ne, por otra parte,tan artificial comosuperflua,los textosdeAvicenatradu-cidosporel profesorCmzHernándezrecogenunaseriede reflexioneseideasteológicas,cosmológicas,psicológicas,escatológicasy, por así decir, éticas,que alentaronsin no obstanteformalizaría,entreotras fuentes,la radical yprogresivarenovaciónde la ontologíaacometida,a partir del siglo XII, endiversasescuelasfilosóficas iraníes, v.g. las de Shiráz, Esfahán,Tebrán,Sabzeváro Mashhad.Al tiempo que los pasajesmencionadoshallaban suprosecución,asimismo,en la obrade místicoscomo ‘Artár de NeyshapuryNúroddin ‘AbdorrahmánJámi.

En todaobrahay indiciosqueanticipanintuicionesporvenir, tantocomohuellasde universosde algúnmodo preteridos,dependiendoel alcancede suinterpelacióndel cuidadopuestoen recibir lo así legadoen formaproblenió-

tica. Reconducirel síntomahacia lo propio implica, las másde las veces,silenciarlo queen él seexpresay alalcanzarnosvuelve, o retorna,actualiza-do. Apostarpor la individuación intensiva del almacomo mediopor el quealcanzarel exitusdel mundo sensible,y, así,el retorno (ma‘ad) de lo real asuPrincipioy del alma,en un primermomento,a suÁngel o Señor,obligaacuestionarel modo enquela individuaciónmismatiene lugar,y, en términossimbólicos,la correlaciónde cadaTierraconsuCielo, tomándosela investi-gaciónen méthodosa un tiempoontológicoy teojónico.

El nombrede Molla Sadrá Shirázi —conocidoen Irán como sadr ol-motá le/un («el principal de los teósofos»)—, sobre quien prepara laUniversidaddeTebránun CongresoMundial parael otoñode 1999,esen este

9 véaseH. CORBIN: «Lemotif du voyageel du messager»,cil. supra.pp. 148-ss.

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punto fundamental,si bien no el único. La historia del avicenismoy de lafilosofia postavicenianaen Irán es, en efecto,sumamenterica y compleja.Paraapercibirsedeello debetenersepresentequelos pensadoresiraníescon-siderana Avicena síntesisde muchaslíneas que hastaél llegan; y puedecaracterizarseel momentoposteriorcomo síntesisque a su vez acogeentreotras al avicenismo.Han de destacarse,en rasgosgenerales,dos tendenciasque confluyenen la obrade Mollá Sadrá: la mashsha’ío peripatéticay laesbrúqío iluminativa. Las dos retoman,reorientándolos,no pocoselementosdel avicenismo,siendo el contextoel de una interlucución constanteentreellas,cuyosportavocesrevelan,todos, un conocimientoexhaustivodel pen-samientoy de la obradeAvicena.

Así pues,la posteridadalcanzadaen Irán por las ideasdel filósofo persacaebajoel paradigmade unadiversidadrelativa.En ningún casocabehablardeeclecticismo.El pensamientode Avicenase ha visto continuadoen Iránenmúltiplesdirecciones,sencillamenteporquemuchoha sido, al parecerlo queha logradotransmitira laculturaquefueraporotra partelasuya,sinpor ellorecortarsus expectativasni eludir la gravedadde los problemaspor él plan-teados.1-lan sido precisamenteéstoslos quehansuscitadoun sutil abanicodeposibilidadesteoréticamentefundadas.En cuantoa sus escritosesotéricos,ocupanen dicha transmisiónun lugar altamenterelevantey perfectamentedelimitado.

Como advierteS.H. Nasr, «nopuedecomprenderseel pensamientode

Avicena,especia/menteen el modoen queha inJluido en laf¡/osofla islámi-ca posterior, sin atenderal sentidode su ‘filoso/la oriental” (al-hikmatal-mashriqiyya)... Lejos de representar e/la un apéndice a su fi/osofian~ashsha~’~,seinscribeen e/ universointelectualqueha dado en caracterizaren st¡ mayorparte, a la jilosojia islámicadel último milenio,dominadopor

la vía de la iluminacióny de la gnosis»20.

Si es ciertoque-- -comoobservaHeidegger—loscaminosdelpensarsonsendasque nos aguardan,queesperana quetransitemospor ellas y en ellasnos demoremos,he aquiunainvitación y un reto.¿Cuáles lapatria del almay cómo alcanzaella su morada?¿Cuálel itinerario por el quesu «orienta-ción» atraviesay quépapelsimbólicodesempeñala figura del Ángel?¿Quéestatutoontológicoy alcancenoéticocabeatribuir a la imaginaciónde algu-nos suenos,visiones (... y espejos)?¿Cuálesson las coordenadasen que

»S.I1. NASR: «Ibn Sinús “Oriental philosophy»,cit. supra. Pp. 247 y 250(nuestratra-ducción),

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emergelo invisible a los sentidos?Y a suvez, ¿dóndey cómo nace lo quemuereal concepto?Talesson algunosde losrecorridosqueAvícena,explíci-tao implícitamente,nos proponeensusescritosesotéricos.Antesde iniciar-se en ellos, forzosoes queel lectorse pregunte,sinembargo,por la disposi-ción del almay del intelectoque semejantespalabrasrequierenparaserpornosotros escuchadas,comprendidasy transformadasen vida sub specie

acternitatis.