Avalon High

1 FORO “ALISHEA’S DREAMS”

AAVVAALLOONN HHIIGGHH


SSiinnooppssiiss

a historia trata de una chica llamada Ellie, cuyos padres son historiadores y se toman un año sabático para realizar una investigación sobre la época medieval, así que Ellie tiene que mudarse junto a ellos al estado de Meryland, en

una ciudad llamada Anápolis, y comenzar el año en la escuela Avalon High. Allí conoce a un chico llamado Will, al cual ya había visto en un parque, y resulta ser el presidente de la clase graduanda, el quaterback del equipo de football, y en resumidas cuentas el chico más guapo y popular en la escuela y desde el primer día en que se ven, ambos sienten una extraña conexión, como si ya se conocieran de antes.

Mientras los días transcurren, Ellie se va dando cuenta que las

cosas en Avalon High van más allá de lo normal y que las personas, ella misma incluida, no son lo que aparentan. A esto le añadimos que Will muestra interés hacia ella, lo que sería completamente genial si no existiera el pequeñísimo detalle de que Will ya tiene novia y no es cualquier chica, es Jennifer, la chica más popular en la escuela, rubia y cheerleader.

Las cosas se complican aún más cuando un profesor le asigna

analizar el poema The Lady of Shalot y Ellie descubre que el profesor tiene una identidad oculta, que es algo más que un simple profesor, que tiene planes para Will y que en esa escuela, las semejanzas con la leyenda del Rey Arturo no se limita solo al nombre.

L


CCaappííttuulloo UUnnoo

Traducido por Ilimari

Y con la luna, el segador cansado, que apila las gavillas en la tierra,

susurra al escucharla: "Ésa es el hada, La Dama de Shalott".

“Eres muy afortunada.” Si quieres ver las cosas de esa manera, confía en mi amiga Nancy. Ella es lo que llamarías una optimista. No es que yo sea pesimista ni nada, yo solo soy… práctica. Al menos eso es lo que piensa Nancy, y ahora aparentemente también soy afortunada. “¿Afortunada?” Repetí en el teléfono. “¿En qué manera soy afortunada?” “Ah, ya sabes,” dijo Nancy. “Vas a comenzar de nuevo en una escuela completamente nueva donde nadie te conoce. Puedes ser quien quieras ser. Te puedes crear una nueva personalidad y no habrá nadie que te diga ‘¿A quién crees que engañas, Ellie Harrison? Yo recuerdo cuando en primer grado comiste pegamento’.” “Nunca lo pensé de esa manera,” le dije, y la verdad es que no lo había hecho. “De todas maneras, fuiste tú la que comió pegamento.” “Sabes a qué me refiero.” Nancy suspiró. “Bueno, buena suerte con la escuela y todo.” “Sí,” le dije, percibiendo con todo y que nos encontrábamos a cientos de millas de distancia, que era tiempo de colgar. “Adiós.” “Adiós,” dijo Nancy. Luego añadió, “Eres muy afortunada.”


La verdad es que, antes de que Nancy dijera esto, nunca había pensado que hubiera algo afortunado en mi situación. Excepto, quizá, por el hecho de que hay una piscina en el patio trasero de la nueva casa en donde vamos a vivir. Nunca hemos tenido una piscina propia. Antes, si Nancy y yo queríamos ir a la piscina, teníamos que montarnos en nuestras bicis y pedalear cinco millas -la mayoría cuesta arriba- hasta Como Park. Tengo que decir que cuando mis padres me dieron la noticia del año sabático, el hecho de que ellos se apresuraron a añadir “¡y estamos rentando una casa con piscina!” fue la única cosa que detuvo el vómito que venía por mi garganta. Si eres hijo de profesores, sabático es probablemente la palabra más sucia en tu vocabulario personal. A la mayoría de los profesores se les ofrece uno cada siete años y es básicamente un año de vacaciones para que puedan escribir un libro. Los profesores aman los sabáticos. Sus hijos los odian. Porque ¿de verdad querrías irte y dejar a todos tus amigos, hacer nuevos amigos en una nueva escuela y pensar “OK, esto no es tan malo” solo para que después al año tengas que regresar otra vez de donde viniste? No. Al menos no, si es que estas cuerda. Al menos este sabático no es tan malo como el último, el cual fue en Alemania. No es que Alemania tenga algo malo. Todavía sigo intercambiando correos electrónicos con Anne-Katrin, la chica con la que compartí escritorio en la extraña escuela alemana a la que asistía. Pero vamos, ¡tuve que aprender un idioma completamente nuevo! Al menos en este seguimos estando en Estados Unidos y, aunque estamos en las afueras de Washington DC (lo cual no es como el resto de los Estados Unidos), al menos aquí todos hablan inglés. Y también hay una piscina. He descubierto que tener tu propia piscina con lleva mucha


responsabilidad. Todas las mañanas tienes que verificar los filtros y asegurarte de que no estén llenos de hojas o de topos muertos. En nuestro filtro hay casi siempre uno o dos sapos. Usualmente, si los descubro a tiempo, siguen vivos. Así que también tengo que conducir una expedición de rescate de sapos. La única manera en que puedes rescatar los sapos es metiéndote en el agua y sacar la bandeja del filtro, así que siempre termino tocando toda clase de cosas grotescas que flotan allí, cosas como escarabajos muertos, tritones y, algunas veces, ratones ahogados. Una vez había una serpiente y todavía estaba viva. Yo me impuse una línea límite: no tocar nada capaz de enviar a mis venas chorros de líquido paralizante y venenoso, así que les grité a mis padres que había una serpiente en el filtro. Mi papá fue el que gritó de vuelta, “¿Y qué quieres que haga?” “Sacarla,” le dije. “De ninguna manera,” dijo mi papá. “No voy a tocar ninguna serpiente.” Mis padres no son como los otros padres. En primer lugar, los otros padres suelen trabajar fuera de la casa. He escuchado que algunos de ellos trabajan hasta cuarenta y cinco horas semanales. Pero los míos no. Los míos están en la casa todo el tiempo. ¡Ellos nunca se van! Siempre están en sus oficinas leyendo o escribiendo. ¡Prácticamente el único momento que dejan sus oficinas es para ver Jeopardy! y gritarse entre ellos las respuestas. ¡Ningún otro padre conoce todas las respuestas de Jeopardy! o las gritan en caso de que conozcan alguna. Lo sé porque he estado en casa de Nancy y he visto la evidencia. Sus padres ven Entertainment Tonight después de cenar, como lo hace la gente normal. Yo no sé ninguna de las respuestas de Jeopardy! y por eso es que en parte odio ese show. Mi papá creció en el Bronx, en donde no hay serpientes. El odia a la naturaleza completamente. El ignora por completo a Tig, nuestro gato. Lo que obviamente significa que el gato está loco por mi papá.


Si mi papá ve una araña, grita como niña. Luego mi mamá, quien creció en un rancho en Montana y no le tiene paciencia a ninguna araña o a los gritos de mi papá, viene y la mata con todo y yo que le he dicho un millón de veces que las arañas son extremadamente beneficiosas para el medioambiente. Así que obviamente no le dije a mi mamá sobre la serpiente en el filtro de la piscina porque ella probablemente hubiera salido y le hubiera cortado la cabeza en frente de mí. Al final encontré una rama bifurcada, la saqué con ella y dejé que se fuera al bosquecito que hay detrás. La serpiente resultó no ser tan espantosa después que reuní el valor necesario para salvarla. Pero aun así espero que no regrese. Hay otras cosas que debes hacer, además de limpiar filtros, cuando tienes una piscina. Tienes que pasar la aspiradora -lo cual es un poco divertido- y tienes que examinar el agua todo el tiempo para verificar el cloro y el PH. Me gusta examinar el agua. Lo hago varias veces en el día. Tienes que poner el agua en unos tubitos de prueba y luego le añades un par de gotas de una sustancia y luego, si el agua se torna del color erróneo, le echas al filtro un polvo especial. Es como la química, pero mejor porque terminas con una hermosa agua limpia y azul, en lugar de tener un desorden apestoso como el que yo siempre tenía al final de la clase de química del año pasado. La mayor parte del verano que nos mudamos a Anápolis, lo pasé bregando en la piscina. Yo digo “bregando”, pero mi hermano Geoff (él se fue en la segunda semana de agosto porque era su primer año en la universidad) dice que yo actuaba como una “maniaca obsesiva”. “Ellie,” él me decía tantas veces que perdí la cuenta, “relájate. No tienes que estar haciendo esto. Tenemos un contrato con una compañía de piscinas. Ellos vienen todas las semanas. Deja que ellos hagan su trabajo.” Pero al tipo de la piscina en realidad no le importa la piscina. O sea, él solo lo esta haciendo por dinero. Estoy bien segura que él no ve la belleza en ello. Pero supongo que sé a qué se refería Geoff. O sea, la piscina como que comenzó a ocupar todo mi tiempo. Cuando no estaba limpiándola, estaba flotando sobre el agua en una de esas balsitas inflables que le pedí a mi mamá y a mi papá que nos compraran en Wawas. Ese es el


nombre de la estación de gasolina aquí en Maryland. Wawas. No hay Wawas en Minnesota. Solo Mobils y Exxons, o lo que sea. En fin, aunque en las instrucciones decía bien claro que no utilizáramos mangueras de aire, llenamos las balsitas en Wawas con la manguera de aire que se supone que se utilice para llenar las llantas de los autos. Pero cuando Geoff le mencionó a mi papá sobre las instrucciones, él solo dijo, “¿A quién le importa?” y las llenó. Y no pasó nada malo. Intenté mantener la misma rutina durante todo el verano. Todos los días me levantaba y me ponía mi bikini. Luego tomaba una barra de Nutri-Grain y me dirigía hacia la piscina para asegurarme de que no habían sapos, o lo que fuera, en el filtro. Luego, cuando la piscina estaba limpia, me acostaba con un libro sobre una de las balsitas y comenzaba a flotar. Cuando Geoff se fue para la universidad, era tan buena flotando que lo podía hacer sin ni siquiera mojarme el pelo. Podía estar toda la mañana sin descanso, hasta que mi mamá o mi papá salían a la terraza y decían, “Almuerzo.” Entonces entraba a la casa y, si era yo la que cocinaba, mi mamá, mi papá y yo comíamos sándwiches de jalea y manteca de maní. Si era el turno de mis padres, como estaban demasiado ocupados escribiendo libros como para ponerse a cocinar, entonces comíamos costillas del Red Hot and Blue que estaba más abajo en la calle. Luego regresaba a la piscina hasta que mi mamá o mi papá salían y decían, “Cena.”. No creí que fuera una mala manera de pasar el verano. Pero mi mamá sí. No sé por qué ella se tiene que entrometer en la manera en que paso mi tiempo. O sea, en primer lugar, fue ella quien dejó que papá nos arrastrara hasta aquí por culpa de esa investigación para su libro. Ella pudo haber escrito su libro (mi tocayo, Elaine de Astolat, La Dama de Shalott) en casa allá en St. Paul.


Ah sí, esa es otra cosa sobre tener padres profesores: te nombran en honor a autores al azar como el pobre Geoff, quién fue nombrado en honor a Geoffrey Chaucer, o personajes de la literatura como La Dama de Shalott, mejor conocida como Lady Elaine, quien se suicidó porque Sir Lancelot le gustaba más la Reina Guinevere (ya sabes, esa a la que Keira Knightley interpretó en esa película de Rey Arturo) que a ella. A mi no me importa lo hermoso que sea el poema. No es exactamente genial ser nombrada en honor a alguien que se suicidó por un chico. Les he mencionado esto a mis padres varias veces, pero ellos siguen sin entenderlo. Y la cuestión con los nombres no es la única cosa que ellos no entienden. “¿No quieres ir al mall?” Mi mamá comenzaba a preguntar todos los días, antes de que yo pudiera escapar a la piscina. “¿No quieres ir al cine?” Pero ahora que Geoff se fue a la universidad, no tengo a nadie con quién ir al mall o al cine. Nadie que no sea mis padres, y de ninguna manera voy a ir con ellos. No hay nada peor que ir al cine con dos personas que tienen que diseccionar toda la película. O sea, es Vin Diesel ¿OK? ¿Qué ellos esperan? “La escuela comenzará pronto,” le dije a mi mamá. “¿Por qué no puedo flotar hasta que comiencen las clases?” “Porque no es normal,” mi mamá decía cuando le preguntaba eso. A lo que yo respondía, “Ah, y tú sabes lo que es normal,” porque, enfrentémoslo, ella y mi papá son dos fenómenos. Pero ella ni siquiera se molestaba. Ella solo movía la cabeza y decía, “Yo sé cuál es el comportamiento normal de una adolescente y flotar sola en una piscina todo el día no lo es.” Pensé que esto era innecesariamente rudo. No hay nada malo en flotar. En realidad es muy divertido. Puedes acostarte y leer y, si el libro se vuelve aburrido o lo acabas y eres bastante floja para entrar y buscar uno nuevo o lo que sea, entonces puedes ver la manera en que la luz del


sol refleja en el agua y en las hojas de los árboles sobre ti. También puedes escuchar a las aves y a las cigarras y, en la distancia, el ra-ta-boom de la artillería de práctica en la Academia Naval. Nosotros los veíamos a veces. Me refiero a los marineritos, los estudiantes oficiales, o los “marineros en entrenamiento” como ellos prefieren ser llamados. Los veíamos siempre caminando acompañados en el pueblo, con sus uniformes blancos inmaculados. Cada vez que mis padres y yo íbamos a Hard Bean Coffee y a Book Sellers para comprar un libro nuevo para mí y café para ellos, mi papá los señalaba y decía, “Mira, Ellie, marineros.” Lo cual en realidad no es muy extraño. Supongo que él estaba intentando tener conmigo una conversación de chicas. Ya sabes, porque no puedo hablar de ninguna de esas cosas con mi mamá, la asesina de arañas. Supongo que se supone que yo pensara que los marineros eran lindos, o algo. Pero yo no iba a hablar de chicos lindos con mi papá. O sea, aprecio el esfuerzo y todo, pero era igual de malo que mi mamá preguntándome, “¿Por qué no dejas que yo te lleve al mall?” Mi papá no pasa sus días haciendo algo excitante. En el barómetro de aburrimiento, el libro que él esta escribiendo es aún peor que el de mi mamá. El suyo trata sobre una espada, y ni siquiera es una espada bonita con joyas, oro, o algo. Está toda vieja, con manchas de moho y no vale ni un centavo. Lo sé porque la Galería Nacional del DC le permitió a mi papá traerla a casa para que pudiera estudiarla con más detenimiento. Por eso fue que nos mudamos aquí… para que él pudiera ver de cerca su espada. Esta guardada en su oficina. Bueno, la oficina del profesor quien nos rentó la casa mientras esta en Inglaterra en su propio sabático, probablemente estudiando algo peor que la espada de mi papá. Los museos te permiten tomar prestado cosas y llevártelas a la casa si son para intereses académicos (en otras palabras, no valen nada) y si eres un profesor. No sé por qué mis padres escogieron la época medieval como su campo de estudio. Es la época más aburrida de todas, excepto posiblemente por la era prehistórica. Sé que soy una de las pocas personas que piensan eso, pero eso es porque la mayoría de las personas tienen una


idea muy errónea de cómo eran las cosas en la Edad Media. La mayoría de la gente piensa que era como se muestra en las películas y en la TV. Ya sabes, las mujeres flotando con sus majestuosos sombreros y bonitos vestidos, diciendo “agora” y “presto”, y caballeros listos para el rescate. Pero cuando tus padres son medievalistas, aprendes a muy temprana edad que las cosas no eran así en lo absoluto. La verdad es que todos en la Edad Media tenían mal olor corporal, no tenían dientes y morían cuando tenían como veinte años y las mujeres estaban oprimidas y tenían que casarse con gente que ni siquiera les gustaba y todo el mundo las culpaba por cualquier cosa que pasara. O sea, mira a Guinivere. Estoy segura que todo el mundo piensa que es su culpa que Camelot ya no exista. Pero descubrí a muy temprana edad que compartir información como esta, puede hacerte impopular en las fiestas de cumpleaños decoradas con el tema de la Bella Durmiente, en el restaurante Medieval Times, o en los juegos de Dungeons & Dragons. ¿Pero qué se supone que haga? ¿Quedarme callada y no decir nada sobre el tema? De verdad que no puedo evitarlo. Como si de verdad fuera a sentarme allí y decir, “Ah sí, las cosas eran súper geniales en esa época. Desearía encontrar un portal en el tiempo e ir al año 900 y tener piojos y tener mi pelo todo esponjado porque en ese entonces no existían acondicionadores y, dicho sea de paso, si te da infección de garganta o bronquitis te mueres porque tampoco habían antibióticos.” Eh, no gracias. Como consecuencia, nunca estoy entre las primeras de la lista de invitados cuando hacen las ferias en homenaje a la época medieval. Pero qué importa. Al final terminé rindiéndome con mi mamá. No sobre el mall. Sobre correr con mi papá. No es que yo quisiera ir. Pero esto era diferente, no era ir al cine o al mall. O sea, se supone que el ejercicio sea bueno para los hombres de mediana edad y mi papá no ha hecho ejercicios en mucho tiempo. En mayo gané la carrera de doscientos metros, allá en donde vivía, pero mi papá no ha hecho ejercicios desde su último examen físico y eso fue el


año pasado, cuando su doctor le dijo que debía perder diez libras. Así que fue con mi mamá al gimnasio como dos veces y luego se rindió porque tanta testosterona en el gimnasio lo volvían loco. Mi mamá fue la que dijo, “Si lo acompañas a correr, Ellie, no te molestaré más con el asunto de flotar.” Lo que hizo que me convenciera. Bueno, eso y el hecho de que le daría a mi papá la oportunidad de cuidar su corazón, algo que aprendí porque siempre lo están diciendo en Today Show. Según ellos, la gente vieja necesita cuidar su corazón. Como buena académica, mi mamá hizo su propia investigación. Ella nos envió a un parque que está alrededor de dos millas de distancia de la casa que estamos rentando. Es un parque muy bonito y tiene de todo: canchas de tenis, un parque de béisbol, un campo de lacrosse, baños públicos limpios, dos áreas designadas para ejercitar perros (uno para perros pequeños y otro para grandes) y, claro está, un camino para correr. No hay piscina como en el Como Park de casa, pero supongo que la gente de nuestro nuevo vecindario no necesitan una piscina pública. Todos tienen la suya propia en el patio trasero de sus casas. Me bajé del auto e hice par de estiramientos mientras observaba clandestinamente a mi papá preparándose para correr. El se quitó sus gruesas gafas, sin ellas es ciego como un murciélago, y se puso una de esas gafas plásticas con un elástico que se pone detrás de la cabeza para evitar que se resbalen mientras corres. Mi mamá las bautizó como “Tirantes-Nerd”. Mi papá probablemente hubiera muerto en la época medieval a la edad de tres o cuatro años por caerse en un pozo o cualquier otra cosa. Yo heredé la buena visión de mi mamá, así que probablemente hubiera vivido más. “Este camino para correr está bonito,” mi papá decía mientras se ajustaba sus Tirantes-Nerd. Contrario a mí, que paso horas en la piscina, la piel de mi papá estaba completamente pálida. Sus piernas eran del color de una hoja de cuaderno, solo que con pelos. “Tiene exactamente una milla a la redonda. Pasa por un bosque, como una arboleda, allí ¿lo ves? Así que no estaremos todo el tiempo bajo el sol caliente. Hay un poco de sombra.” Yo me puse mis audífonos. No puedo correr sin música, excepto en las prácticas porque ellos no te dejan. Descubrí que el rap es perfecto para


correr. Mientras más ira tenga el rapero, mejor. Eminem es perfecto para escuchar mientras corres porque que él tiene mucha ira con todo el mundo. Excepto con su hija. “¿Damos dos vueltas?” Le pregunté a mi papá. “Seguro,” él dijo. Entonces encendí mi iPod mini, el cual lo mantengo en un elástico para el brazo cuando corro (bastante diferente a los Tirantes-Nerd) y comencé a correr. Fue difícil al principio. Maryland es más húmedo qué en dónde vivía. Supongo que es por el mar. El aire es más pesado. Es como correr a través de una sopa. Pero después de un rato, mis músculos se relajaron y comencé a recordar lo mucho que disfrutaba correr en donde vivía. Es difícil, no me malinterpreten, pero me gusta lo fuerte que se sienten mis piernas cuando corro. Como si pudiera hacer cualquier cosa. Todo. No había casi nadie en el camino, solo señoras mayores, la mayoría caminando con sus perros, y yo pasaba junto a ellas a toda velocidad y las dejaba atrás. No sonreía mientras pasaba junto a ellas. De donde vengo, todos sonríen a los extraños. Aquí, cuando único la gente te sonríe es si tú les sonríes primero. A mis papás no les tomó mucho tiempo darse cuenta de eso. Ahora ellos me hacen sonreír, incluso saludar con la mano, a todo el que pase. Especialmente a nuestros vecinos, cuando están en sus patios cortando el césped o lo que sea. Mi mamá le llama buena imagen. Ella dice que es importante mantener una buena imagen, para que la gente no piense que somos unos snobs. Solo que no estoy totalmente segura de que me importe lo que la gente de aquí piense sobre mí. El camino para correr comenzó como una pista común, con grama en ambos lados y pasando por entre el parque de béisbol, el campo de lacrosse, y luego por la pista de perros y el lote de estacionamiento. Luego el camino se adentró en un bosque impresionantemente espeso. Sí, un bosque real, en el medio de la nada, con un discreto letrero


marrón al lado del camino que decía “Bienvenidos a la Reserva Forestal del Condado Anne Arundel”. Yo estaba bastante impresionada mientras corría y pasaba junto al letrero. Impresionada por lo salvaje que había crecido la vegetación. Mientras me adentraba en la reserva, no té que las hojas sobre mí eran tan gruesas y pobladas, que los rayos del sol casi ni pasaban. Aún así la vegetación en cada lado era tan exuberante y espinosa, que estaba segura de que debía haber toneladas de hiedra venenosa… algo que probablemente te hubiera matado si lo hubieras tocado en la época medieval porque no había cortisona. Apenas podías ver dos pies más allá del camino porque habían muchas zarzas y árboles. Pero al menos en la reserva se estaba diez grados más frío que en el resto del parque y la sombra refrescó el sudor que estaba goteando por mi cara y mi pecho. Era difícil creer que, mientras estaba corriendo por este espeso bosque, seguía estando cerca de la civilización. Pero cuando me quité los audífonos para escuchar, aún podía escuchar los autos conduciendo por la avenida más allá de los robustos árboles. Lo que era como una especie de alivio. Ya sabes, porque no me perdí accidentalmente en el Parque Jurásico o algo. Me volví a poner los audífonos y seguí corriendo. Estaba respirando agitadamente, pero todavía me sentía bien. No podía escuchar a mis pies golpeando en el suelo, solo podía escuchar la música en mis oídos, pero por un minuto me pareció que yo era la única persona en este bosque… quizá la única persona en todo el mundo. Lo que era ridículo porque sabía que mi papá no estaba muy lejos, probablemente corriendo un poco más rápido que las señoras con sus perros, pero seguía estando detrás de mí. De todas maneras, he visto demasiadas películas en donde la heroína esta trotando inocentemente mientras un psicópata la acecha y súbitamente sale de entre la maleza, como esta que esta a cada lado del camino, y la ataca. No me iba a arriesgar. ¿Quién sabía qué clase de fenómeno estaba acechando? O sea, esto es Anápolis, hogar de la Academia Naval de los Estados Unidos y la capital de Maryland, un lugar difícilmente conocido por albergar criminales violentos.


Pero uno nunca sabe. Que bueno que mis piernas eran tan fuertes. Si alguien hubiera saltado de entre los árboles, yo estaba totalmente segura de que podría darle una buena patada en la cabeza y seguir pateándolo hasta que vinieran a ayudarme. Fue justo cuando estaba pensando en eso, que lo vi a él.


CCaappííttuulloo DDooss Traducido por ilonga

El sauce palidece, tiembla el álamo, cae en sombras la brisa, y se estremece

en esa ola que corre sin cesar a orillas de la isla por el río

que fluye descendiendo a Camelot.

O quizá creí que lo había visto. De todas formas, estaba bastante segura de que había visto algo entre los árboles y no era verde ni marrón o cualquier otro color que se encuentre en la naturaleza. Cuando observé detenidamente entre las espesas hojas que me rodeaban, vi que había alguien parado en el fondo de un barranco bastante profundo que quedaba a un lado del camino, cerca de un enorme grupo de rocas. No pude imaginar cómo él pudo atravesar toda esa vegetación sin un machete. Tal ves había otro camino el cual no vi. Pero él estaba allí y no sé que hacía porque pasé demasiado rápido. Luego estaba fuera de los árboles y me encontré con la luz del sol y mientras pasaba cerca del lote de estacionamiento, vi un grupo de mujeres que se bajaban de una minivan y se dirigían a la pista de perros con sus pastores escoceses. Cerca de eso había un parque de juegos en donde varios niños se columpiaban y deslizaban mientras sus padres los observaban de cerca, en caso de que ocurriera algún accidente. Entonces pensé: ¿De verdad vi lo que creo que vi? ¿A un chico en el fondo de un barranco? ¿O simplemente lo imaginé?


Allí había un empleado del parque con una cortadora de grama. Estaba en la tercera base del parque de béisbol. No le dije hola y no le sonreí. Tampoco le mencioné lo del hombre en el fondo del barranco. Probablemente debí haberlo hecho. ¿Qué tal si le pasara algo a los niños que están el área de juegos? ¿Y si es un acosador de niños? Pero no le dije nada al muchacho con la cortadora de grama. Pasé junto a él sin hacer contacto visual. Qué importa la buena imagen. Podía ver a mi papá con su camisa amarilla en el otro lado del camino. Estaba a mitad de camino. Eso era bueno. Él es lento, pero estable. Mamá siempre dice que papá nunca hace nada rápido, pero al menos al final siempre lo logra. Mamá no es quién para criticar. Ella ni siquiera soporta correr. Ella prefiere hacer aeróbicos en la YMCA. Lo que, después del susto que pasé con el hombre del bosque, estaba comenzando a parecerme una muy buena idea. Esta vez, cuando me acerqué nuevamente al bosque, me fijé en los lados del camino para ver si veía algún sendero por el cuál el hombre hubiera llegado al barranco sin rasguñarse con la maleza. Pero no vi nada y cuando pasé por donde lo había visto antes, vi que el barranco estaba vacío. Él ya no estaba allí. De hecho, no había nada que indicara que alguien había estado allí. Tal vez lo imaginé. Tal ves mamá tenga razón y de verdad deba pasar este verano menos tiempo en la piscina y más tiempo en el mall. Quizá me estaba volviendo loca por tener poco contacto con gente de mi edad. Fue entonces cuando, mientras corría en una curva, casi choco con él. Y me di cuanta de que no lo había imaginado. Él estaba con otras dos personas. Lo primero que noté en ellos -me refiero a las dos personas que estaban con él- era que ambos eran rubios y muy atractivos, un chico y una chica de más o menos mi edad. Ellos estaban a cada lado del hombre del barranco… quién, viéndolo de


cerca, resultó no ser un hombre si no un chico de mi edad o quizá mayor. Él era alto y tenía cabello oscuro como el mío. Pero, contrario a mí, él no estaba bañado en sudor y tampoco estaba respirando entrecortadamente. Ah, y también era lindo. Los tres me miraron mientras yo pasaba corriendo. Vi que el chico rubio decía algo y que la chica rubia ponía cara de enfado… quizá porque casi choco con ellos, aunque viré justo a tiempo para evitarlo. Solo el chico de cabello oscuro me sonrió. El me miró directo a la cara y dijo algo. Solo que no pude escuchar qué fue lo que dijo porque tenía mis audífonos puestos. Todo lo que sabía es que por alguna razón -no sé por qué- yo también le sonreí y no por mantener una buena imagen ni nada. Fue extraño. Fue como si él me sonriera y mis labios automáticamente le sonrieran también. Mi cerebro no tuvo nada que ver. De mi parte no hubo ninguna decisión consciente para sonreírle. Simplemente lo hice. Como si fuera un hábito. Como si su sonrisa fuera una a la cual yo siempre sonreía. Solo que nunca había visto a este chico en mi vida. Así que ¿cómo mi boca pudo haber sabido esto? Fue aun alivio cuando me alejé de ellos. Ya sabes, alejarme de esa sonrisa que me hacía sonreír incluso cuando yo no lo creía necesario. Pero mi alivio duró poco porque los vi otra vez mientras me apoyaba contra la capota de nuestro auto, respirando agitadamente y terminándome una de las botellas de agua que mi mamá nos hizo traer. Ellos salieron del bosque -los dos muchachos y la chica- y se dirigieron a sus respectivos autos. La chica y el chico rubio estaban hablando rápidamente con el chico de cabello oscuro. No estaba lo suficientemente cerca para escuchar lo que ellos estaban diciendo, pero a juzgar por sus expresiones, no parecía que ellos estuvieran muy contentos con él. Una cosa tuve por cierto: él ya no estaba sonriendo.


Finalmente él dijo algo que pareció apaciguar a la rubia pareja porque ellos dejaron de verse tan molestos. Luego el chico rubio se metió en un Jeep, mientras que el de cabello oscuro se sentó tras el volante de un Land Cruiser blanco… y la chica rubia se sentó al lado de él. Lo que me sorprendió porque pensé que ella era pareja del chico rubio y no del de pelo oscuro. Pero no soy exactamente una experta, teniendo tan poca experiencia con novios. Yo estaba sentada en la capota del auto reflexionando en lo que acababa de ver -¿una pelea de novios? ¿Alguna transacción de drogas?- cuando mi papá finalmente llegó. “Agua,” pidió con voz ronca y yo le dí la otra botella. No fue hasta que estuvimos dentro del auto con el aire acondicionado refrescando nuestros rostros, que mi papá preguntó, “¿Tuviste una buena corrida?” “Sí,” le dije, un poco sorprendida por mi respuesta. “¿Quieres volver mañana?” Mi papá quiso saber. “Claro,” le dije, mirando al lugar en donde había visto a la chica y el chico rubio y el de cabello oscuro por última vez. Ya hacía tiempo que se habían ido. “Grandioso,” dijo mi papá, con una voz totalmente carente de entusiasmo. Podrías decir que él estaba esperando que yo dijera que no, pero yo no podía hacer eso. No porque finalmente recordé lo mucho que disfrutaba el correr o porque me había divertido con mi papá. Quería regresar porque -esta bien, lo voy a decir- quería ver otra vez a ese chico lindo y a su sonrisa.


CCaappííttuulloo 33 Traducido por Ilonga

Cuatro muros y cuatro torres grises dominan un lugar lleno de flores, y en la isla silenciosa vive oculta

la Dama de Shalott.

No lo vi. Al menos no en el parque y tampoco en esa semana. Papá y yo fuimos a correr todos los días -más o menos a la misma hora de aquel primer día- pero no volví a ver a nadie en aquel barranco. Y miré bien, créeme, lo busqué con mucho esfuerzo. Pensé mucho en ellos, en esas tres personas, porque ellos fueron los primeros de mi edad que vi en Anápolis, además de los que trabajan en Graul’s, el supermercado local en dónde compramos bolsas de basura y pan, o los meseros de Red Hot and Blue. ¿Será ese barranco el lugar en donde aquí acostumbran besarse? Pero yo no vi que el chico de cabello oscuro se estuviera besando con alguien. ¿Será que los chicos van allí para drogarse? Pero el chico no se veía drogado y ni él ni sus amigos lucían estrafalarios. Estaban vestidos con ropas normales: pantalones cortos kaki y playeras. No vi ni un tatuaje, ni piercing en ninguno de ellos. Por lo pronto no parecía que iba a obtener respuestas a ninguna de estas preguntas. De todas maneras, nuestros días de correr en el parque Anne Arundel y el flotar en la piscina estaban llegando a su fin: la escuela estaba por comenzar. Siempre fue mi sueño, por supuesto, comenzar mi segundo año de preparatoria en una escuela en donde no conocía a nadie.


Eh, no. En el primer día en Avalon High School no hubo clases como tal. Fue una orientación. Básicamente te asignan las clases, el casillero y esas cosas. No fue nada que necesitaras usar tu cerebro. Supongo que lo hacen así para facilitarnos el entrar nuevamente a la rutina académica. AHS era más pequeña que mi antigua escuela, pero tenía mejores facilidades y más presupuesto así que no tenía nada de qué quejarme. Incluso tenían una guía estudiantil la cual repartieron el primer día de clases (primer día de clases de verdad, no el de orientación), el cual tenía una foto y biografía de cada estudiante. Yo tuve que posar para la foto durante el día de orientación, yo y doscientos estudiantes de primer año que se la pasaban riendo todo el tiempo. Yupi- y luego tuve que llenar un formulario en donde requerían mi información pertinente: nombre, dirección email (opcional) e intereses para que ellos pudieran ponerlo en la guía. La guía era para que todos nos pudiéramos conocer… para tener una imagen en la populación estudiantil. Mis papás estaban muy emocionados el primer día de clases de verdad. Se despertaron temprano y me hicieron un enorme desayuno y una bolsa de almuerzo. El desayuno estuvo bien -waffles que solo estaban un poco quemados- pero el almuerzo daba lástima: un sándwich de jalea y manteca de maní, y una ensalada de papas de Red Hot and Blue. No tuve corazón para decirles que la ensalada de papas se iba a calentar en mi casillero antes de que tuviera la oportunidad de comerlo. Mis padres, siendo medievalistas, simplemente no piensan mucho en la refrigeración. Tomé la bolsa que ellos me ofrecían con mucho orgullo y les dije, “gracias, mamá y papá.” Ellos me llevaron a la escuela ese primer día porque les dije que estaba muy frágil emocionalmente para tomar el autobús. Todos sabíamos que eso no era cierto, pero de verdad no quería lidiar con el fastidio de no tener a nadie con quién sentarme, ni con la gente que posiblemente no iban a querer sentarse con una total extraña, etcétera. A mis papás no pareció importarles, ellos me dejaron en la escuela mientras iban de camino a BWI, la estación de tren local, porque


decidieron aprovechar el día para ir a la ciudad y consultar sus libros de Elaine Astolat y la espada con otros medievalistas. Les dije que fueran amables con los otros profesores y ellos me dijeron que fuera amable con los otros chicos. Y luego entré a la escuela. Fue un típico primer día- al menos así fue durante la mitad del día. Nadie me habló y yo no hablé con nadie. Algunos de los maestros hicieron mucho alboroto por ser nueva y venir del exótico Minnesota y me hicieron contarle sobre mí y de donde venía a la clase. Lo hice, pero nadie escuchó y si lo hicieron no pareció que les importara. Lo cual estaba bien porque sinceramente a mi tampoco me importaba. El almuerzo es siempre la parte más temida de cualquier estudiante que sea nuevo en una escuela. Yo estoy bastante acostumbrada debido a mis años sabáticos previos. Por ejemplo, gracias a mi experiencia en Alemania, sabía que si tomaba mi bolsa de almuerzo y me sentaba sola en la biblioteca, me iban a catalogar como perdedora durante el resto del año. Así que en cambio respiré profundamente y miré a mí alrededor buscando una mesa en donde estuvieran chicas altas con cara de estudiosas como la mía y cuando la encontré fui y me presenté porque básicamente eso es lo que tienes que hacer. Sintiéndome como una completa idiota, les dije que era nueva y les pregunté si podía sentarme con ellas. Gracias a dios, se hicieron a un lado y me dejaron espacio. Después de todo, ese es el código de conducta aceptado en las chicas altas con cara de estudiosas. Ellas pudieron haber dicho que me perdiera, pero no lo hicieron. Avalon High, comencé a pensar, puede que no sea tan malo después de todo. Estaba convencida de eso justo después del almuerzo y fue en ese momento cuando finalmente vi al chico del barranco. Estaba mirando mi itinerario, intentando recordar donde era que estaba el salón 209, cuando él venía de la otra esquina a toda velocidad y prácticamente chocó conmigo. Lo reconocí al instante y no solo porque


él era muy alto, y no hay muchos chicos que sean más altos que yo, también lo reconocí porque él tiene un rostro muy distintivo. No es que sea un rostro realmente guapo, pero sí es muy atractivo y amable y de fuerte apariencia. Lo más extraño fue que él también pareció reconocerme, aún cuando me vio como por 5 segundos aquella vez en el parque. “Hey,” él dijo sonriendo y no solo con sus labios, también con sus ojos azules. Solo Hey. Eso es todo. Hey. Pero fue un Hey que hizo que mi corazón diera vueltas en mi pecho. Está bien, lo voy a admitir. Quizá fueron sus ojos y no tanto el Hey. O quizá fue simplemente, ya sabes, un rostro familiar en un mar de gente que nunca antes había visto. Aunque… bueno, ya había visto antes a la chica parada junto a él -la chica rubia que había visto sentada con él en el auto- y esa no hizo que mi corazón diera un vuelco. Pero tal ves fue porque ella estaba jugueteando con la manga de él y diciendo, “Pero le dije a Lance que después de la práctica nos íbamos a reunir con él en DQ.” A lo que él respondió, “Claro, me parece genial,” y la rodeo con el brazo. Luego los dos pasaron por mi lado y se perdieron en la multitud del pasillo. Todo eso pasó en menos de dos segundos. Bueno, tal ves tres. Pero me dejó con la sensación de que alguien me hubiera dado una patada en el pecho, lo cual no es algo usual en mí. Yo no soy de ese tipo, ya sabes: ¡Oh dios mío, me miró, no puedo respirar! Nancy es la romántica optimista. Yo soy la práctica. Es por eso que no entiendo como es que cuando iba de camino a mi próxima clase, sacando mi guía estudiantil y marcándolo frenéticamente con mi dedo, lo encontré a él prestando la más mínima atención a la lectura del


programa de estudios que mi nuevo maestro de Literatura Mundial estaba intentando presentarnos. El era un año mayor que yo y estaba en su último curso. Su nombre era A. William Wagner, pero todos lo conocían como Will. Pensé que le sentaba muy bien. Él lucía como un Will. No es que yo sepa como es que un Will deba lucir, pero da igual. Según la guía, A. William Wagner era toda una estrella. Estaba en el equipo de football, en la Mención Nacional de Méritos y era el presidente de la clase graduanda. Sus intereses incluían la lectura y navegar. No decía si era soltero o si tenía novia, pero ya lo he visto dos veces y las dos veces a estado con la misma rubia despampanante y la segunda vez que la rodeó con el brazo, ella le habló sobre reunirse con alguien en el Dairy Queen luego de la práctica. Ella tiene que ser su novia. Los chicos como A. William Wagner siempre tienen novia y no tienes que ser práctica como yo para saber eso. Como no tenía nada mejor que hacer -el Sr. Morton, mi instructor de Literatura Mundial, estaba intentando interesarnos en las leyendas gaélicas, lo cual probablemente me hubiera interesado si no fuera porque leo, bebo y respiro leyendas gaélicas siempre que estoy con mis papás- busqué también a la novia en la guía. Encontré su fotografía -en mi clase- y vi que su nombre era Jennifer Gold y que sus intereses eran ir de compras y, qué sorpresa, A. William Wagner. Su extracurricular era ser porrista. Obvio. Seguí ojeando la guía de estudiantes, buscando al chico rubio que había visto con Will y Jennifer aquel día en el parque y eventualmente lo encontré. Lance Reynolds. Él estaba en la clase de Will. En el último año. El era el guardián del equipo de football y también le gustaba navegar. Mientras el primer día de clases transcurría, resultó no ser tan malo. Hice algunos amigos. Algunas de las chicas en la mesa de almuerzo resultaron pertenecer al equipo de pista y campo. Una de ellas -Liz-


vivía en la misma calle que yo. Ella dijo que me había visto en la mañana cuando iba en el autobús. Cuando el día terminó y salí de la escuela y vi a mis papás esperándome en el auto, no me sentí aliviada ni nada. Solo entré al auto y dije, “a casa, Jaime” bromeando. De camino a casa me preguntaron cómo había sido mi día, y les dije que todo había ido bien. Luego les pregunté cómo le había ido a ellos y mamá comenzó a contarme sobre un nuevo texto que mencionaba a Elaine - no yo, su Elaine- en una leyenda artúrica que nada tenía que ver con el famoso poema de Tennyson. Lo cual, ya sabes, es tan emocionante. No. Y luego papá habló sobre su espada hasta que mis ojos comenzaron a ponerse bizcos. Pero los escuché educadamente porque eso es lo que tienes que hacer. Luego, cuando llegamos a casa, fui a mi cuarto, me puse mi bikini, bajé por las escaleras y me acosté en mi balsa. Mi mamá salió a la terraza al poco rato y me miró mientras yo flotaba. “Me estas bromeando con esto ¿verdad?” Ella dijo. “Pensé que ya habíamos terminado con esto ahora que la escuela comenzó.” “Vamos, mamá,” le dije. “El verano se acabará pronto y tendremos que cerrar la piscina. ¿Podría disfrutarla en el poco tiempo que me queda?” Mi mamá entró a la casa sacudiendo la cabeza. Me acosté en la balsa y cerré los ojos. El sol todavía calentaba, incluso cuando ya eran más de las tres. Tenía tarea. ¡Tarea en el primer día de clases! Estuve en lo correcto respecto a ese Sr. Morton, el maestro de Literatura Mundial… él era malo hablando en público y un tirano con ese ensayo de asignación. Pero eso podía esperar hasta después de la cena. También tenía que contestar los mails de mis amigos. Nancy estaba suplicando venir a visitarme. Nunca había estado en la Costa Este y tampoco se había quedado en una casa con piscina. Pero tendría que venir pronto, o estaría demasiado frío para nadar. Yo había establecido un régimen para flotar muy estricto. Flotaba sobre


mi espalda en el centro de la piscina. Si la balsa se acercaba mucho a los bordes de la piscina, lo empujaba con mi pié. El dueño de esta casa puso unas piedras enormes en los bordes de la piscina para hacerla parecer como un estanque natural, o algo. Solo que no existen estanques con cloro y filtros. En fin, tienes que tener cuidado con como apartarte de las rocas porque hay una araña enorme -del tamaño de mi puño- que vive en una de las rocas. Varias veces, cuando no miraba en dónde ponía mi pié, casi aplastaba a la araña. Yo no quería arruinar el delicado ecosistema de la piscina así que, al igual que con la serpiente, intentaba no matar a la araña. Además, claro está, no quería que me mordiera y mandara al hospital. Así que siempre habría mis ojos cada vez que la balsa se acercaba a los bordes para así asegurarme de no aplastar a la araña al empujar con el pié. Esa tarde -en el primer día de clases- cuando mi balsa chocó con la esquina de la piscina y yo abrí mis ojos antes de empujar, tuve el mayor susto de mi vida. Porque A. William Wagner estaba parado en el tope de Roca Araña y me estaba mirando.


CCaappiittuulloo 44 Traducido por Vero

Su frente clara y amplia resplandecía al sol;

con cascos bruñidos pisaba su caballo; bajo el yelmo flotaban sus rizos

negros como el carbón mientras cabalgaba, mientras cabalgaba hacia Camelot.

Grité y casi caí de la balsa "Oh, lo siento" dijo Will. El había estado riendo. Luego de haber gritado se detuvo. "No fue mi intención asustarte" "¿Qu-que estás haciendo aquí?" tartamudee, mirándolo. No podía creer que él estuviera tan solo...bueno, ahí parado. A un lado de mi piscina. En mi patio. En la Roca Araña "Uh" dijo Will, empezando a estar consciente de la situación. "Llamé a la puerta. Tu padre dijo que estabas aquí fuera y me dejó entrar. ¿Es un mal momento? Puedo volver si lo es”. Me le quede mirando, completamente asombrada. No podía creer que esto estuviera pasando. He vivido por 16 años sin que ningún chico me haya puesto el mas mínimo de atención, y luego un día, sin ninguna advertencia, el chico más lindo que jamás haya visto- y realmente me refiero al que jamás haya visto- se aparece en mi casa. Viniendo, aparentemente, a verme. Ósea, ¿por qué otro motivo habría venido? "¿Como-como sabes donde vivo? le pregunté. "¿Como siquiera sabes quién soy? "Guía de estudiantes" dijo. Entonces, al darse cuenta de que me encontraba bastante alterada, añadió. "Mira, lo siento si te asusté. No era mi intención. Solo pensé...bueno, no importa. ¿Sabes qué? Estaba


equivocado" "¿Equivocado sobre qué?" pregunté. Mi corazón seguía golpeando fuertemente al interior de mi bikini. El me asustó de una forma en la cual la araña que vive en Roca Araña jamás podría hacerlo. Pero no fue solo el susto lo que hacía a mi corazón latir de esa manera. Tenía que admitir, que en su mayoría se debía a lo bien que lucía, ahí arriba de esa roca, con el sol de la tarde destellando sobre su cabeza. "Nada" dijo. "Yo solo...me refiero a que me sonreíste ese día en el parque como si..." "¿Como si qué?" soné casual, pero interiormente el pánico me dominaba a múltiples niveles Primero, el me recordaba -¡realmente me recordaba!- de ese día en el parque, y segundo, no solo había sido yo. Me refiero a lo de la sonrisa. ¡El también lo sintió! O tal vez no "Mira, olvídalo" dijo Will. "Es estúpido. Cuando te vi -primero en el parque, y después hoy, solo parecía que... no lo sé. Es como si nos conociéramos de antes, o algo así. Pero no lo hemos hecho, obviamente. Ósea, puedo decirlo ahora. Por cierto, soy Will. Will Wagner" No le deje saber que ya lo sabía, pues lo había investigado de la misma forma en que el me había investigado a mí. Porque no quería que pensara que estaba enamorada de él o algo así. Ya que ¿Como podría estar enamorada de él? Solo lo he visto 2 veces antes. Esta sería la tercera vez. No puedes enamorarte de alguien a quien solo has visto 3 veces. Bueno, si eres Nancy podrías. Pero no si eres practica, como yo. "Soy Ellie," dije. "Ellie Harrison. Pero supongo que ya lo sabías" Su mirada de ojos azules se encontró con la mía, pero en esta ocasión no parecía tan intensa. En cambio Will estaba sonriendo. “Pues sí, lo sabía” dijo El era realmente guapo. No muy seguido los chicos guapos se fijaban en mí ni mucho menos se aparecían por mi casa con la intención de verme. No soy fea ni nada por el estilo, pero no soy Jennifer Gold. Me refiero a que ella es de ese tipo de chicas Oh, soy tan pequeña e indefensa, por


favor rescátame, tu hombre grande y fuerte. Tú sabes, del tipo de chicas del cual todos los chicos de la escuela se enamoran. Soy más del tipo de chica a la cual se le acercan las ancianitas en el supermercado y preguntan ¿Me podrías alcanzar la comida de gato que se encuentra en ese estante, querida? Lo que prácticamente significa Invisible para los Chicos. "Acabo de mudarme aquí" le dije "De St. Paul. Nunca he estado en la Costa Este antes. Así que no sé como podríamos habernos conocido antes...A no ser" -lo mire dudosa- "¿Has estado en St. Paul?" Lo cual era estúpido, ya que si hubiese estado, lo habría recordado. "No" dijo, sonriendo. "Nunca he estado allí. Mira, de verdad, olvida que dije algo. Las cosas han sido bastante extrañas últimamente, y supongo que yo solo..." Su expresión se oscureció, solo por una fracción de segundo, casi como si una sombra se hubiese atravesado. Lo cual era imposible, ya que nada se interponía entre él y el sol. Entonces, apartando cualquier pensamiento oscuro que hubiese cruzado por su mente dijo, con un nuevo brillo “En serio, no te preocupes. Te veré en la escuela" Se giro como si fuese a saltar de Roca Araña y marcharse. Casi pude escuchar la voz de mi mejor amiga Nancy gritando dentro de mi cabeza, ¡No dejes que se vaya, idiota! ¡Es guapo! ¡Has que se quede! "Espera" le dije Se giró, expectante, mientras intentaba frenéticamente de pensar en algo ingenioso y brillante que decir...algo que lo hiciese quedarse. Pero antes de que pudiese pensar en algo, escuché la puerta corrediza moverse. Un segundo más tarde, mi madre dijo "Ellie, ¿le gustaría a tu amigo tomar prestado un traje de baño y nadar un rato también? Estoy segura que uno de los de Geoff le quedará" Oh por Dios. Mi amigo. Estaba segura de que moriría. Además, ¿nadar


un rato? ¿Conmigo? Ella no tenía ni idea que le estaba hablando a uno de los chicos más populares en Avalon High, o que él estaba saliendo con una de las chicas mas lindas de allí. Aun así. Eso no es escusa. "Uh, no, mamá" le dije, poniendo los ojos en blanco y mirando a Will en modo de disculpa, gesto que lo hizo sonreír "Estamos bien" "De hecho", dijo Will, mirando a mi madre. Ya es hora de irme. Eso es lo que pensé que diría. Ya es hora de irme, o He cometido un gran error, o incluso, Lo siento, casa equivocada. Porque los chicos como Will no andan con chicas como yo. Eso no ocurre. Seguramente, Will pensó que era otra chica -tal vez alguien a quien conoció en el campamento y de quien se enamoró cuando tenía 8 años, o lo que sea- y ahora que ya se dio cuenta de su error, se iría. Porque así es como se supone que son las cosas en el universo. Pero al parecer el universo ha cambiado sin que nadie me lo dijera, o algo por el estilo, pues Will dijo. "Nadar estaría bien" Y tres minutos después, en contra de todas las probabilidades, Will estaba saliendo de mi casa en uno de los bañadores de Geoff, con una toalla alrededor de su cuello. También sostenía un par de vasos de limonada que mi madre había sacado de alguna parte, uno de los cuales me ofreció, arrodillándose a un lado de la piscina para que pudiera tomarlo. "Entrega gratis y rápida" dijo guiñando un ojo mientras tomaba el vaso que me ofrecía. Si lo sintió, como yo lo hice, un golpe de electricidad subiendo a la carrera por su brazo en cuanto nuestros dedos se tocaron, no me lo hizo saber. "Oh por Dios" dije, sosteniendo el vaso mientras lo observaba. Él tenía, y no estaba del todo sorprendida de ver, un cuerpo terrorífico. Su piel tenía un bronceado perfecto -por navegar, no hay duda- y tenia los músculos perfectamente definidos, pero no de esos músculos que se obtienen al tomar esteroides como un loco.


Y él estaba en mi piscina. Estaba en mi piscina. "¿Ella-" estaba en demasiado shock como para pensar en algo más. "¿Ella habló contigo?" "¿Quien?" pregunto Will, instalándose sobre la balsa de Geoff "¿Tu madre? Si, es agradable, ¿Que hace, es escritora o algo por el estilo?" "Profesora" le dije, a través de unos labios que se entumecieron. Pero no por culpa de los cubos de hielo de mi limonada. Sino por el hecho de pensar en Will Wagner, solo en mi casa y con mis padres, mientras yo, demasiado paralizada por el horror como para moverme de mi balsa, me quede ahí tendida sin hacer nada para rescatarlo "Ambos lo son" "Oh bueno, eso lo explica todo" dijo Will relajadamente. Mi sangre se puso tan fría como el hielo de mi limonada. ¿Qué fue lo que hicieron? ¿Qué le dijeron? Era demasiado temprano para Jeopardy! por lo que no podría haber sido eso. "¿Explicar qué?" "Tu madre cito un poema luego de presentarme" dijo Will, inclinando su cabeza, mirando hacia cielo a través de sus gafas Ray-Bans. Lo que sea que mi madre le haya dicho, claramente no lo había molestado. "Algo sobre una frente clara y amplia” Mi estomago se tambaleo "¿Su frente clara y amplia resplandecía al sol?" pregunté, nerviosa. "Si" dijo Will "Eso era. ¿Sobre qué se trata todo eso?" "Sobre nada" dije, jurando silenciosamente que mataría a mi madre mas tarde. "Es una frase de un poema que a ella le gusta -La dama de Shalott. De Tennyson. Ella se tomo un año libre para escribir un libro sobre Elaine de Astolat. Esto la hace actuar un poquito más loca de lo habitual". "Debe ser genial" dijo Will, dirigiéndose peligrosamente hacia Roca Araña, por supuesto que él no estaba consciente del peligro que la


araña que ahí vivía, significaba "El tener padres que hablen sobre poesía, libros y cosas por el estilo" "Oh, no tienes idea" dije, en la voz más plana que pude "¿Y cómo sigue?" Will quiso saber "¿Y cómo sigue qué?" "El poema" Ella estaba completamente muerta "Su frente clara y amplia resplandecía al sol” dije de memoria. No es como si no lo hubiese escuchado unas 70 veces esta semana. “con cascos bruñidos pisaba su caballo; bajo el yelmo flotaban sus rizos negros como el carbón mientras cabalgaba, mientras cabalgaba hacia Camelot. Es un poema muy simple. Ella muere al final, flotando en un bote. ¿No se suponía que deberías verte con unas personas en el Dairy Queen luego de la practica hoy?" Will me miró, la pregunta lo había sorprendido. No lo culpaba. A mí también me había sorprendido. No tenía idea de donde había venido eso. Aun así. Necesitaba preguntarle. "Supongo" dijo Will "¿Cómo sabias sobre eso?" "Porque escuché que Jennifer te lo preguntó cuando te vi hoy en el pasillo de la escuela" dije. Nancy, estoy segura de que se volvería loca si me escuchara decir eso. Ella estaría toda ¡Oh por Dios! ¡No le dejes saber que sabes sobre Jennifer! Porque entonces él sabrá que pasaste por todos esos problemas para investigar sobre ella, y luego ¡el pensara que te gusta! Pero, el no mencionar a Jennifer no parecía muy práctico para mí. A Nancy tampoco le hubiesen gustado las palabras que a continuación salieron de mi boca. "¿Ella es tu novia, cierto?" pregunte, mirándolo mientras pasaba flotando.


El no me miró. Levantó su cabeza para tomar un sorbo de limonada, luego volvió a apoyarla en la almohadilla de su balsa. "Si" dijo. "Ya van dos años" Abrí mi boca para preguntar lo que según yo era la pregunta más obvia -la cual Nancy definitivamente me hubiese prohibido preguntar. Pero antes de que pudiera decir algo, Will levantó su cabeza, miró directamente hacia mí y dijo "No lo hagas" Parpadeé hacia a él por detrás de los cristales de mis gafas de sol "¿Que no haga qué?" pregunté, porque ¿cómo podría saber -entonces- que él podía leer mi mente? "No me preguntes que estoy haciendo aquí en tu piscina en lugar de estar en la de ella" dijo "Porque honestamente no lo sé. Hablemos de otra cosa, ¿vale?” Difícilmente podía creer lo que estaba pasando. ¿Qué es lo que estaba haciendo este chico tan guapo en mi piscina? Sin mencionar, ¿leyendo mi mente? No tenía ningún sentido Pero entonces, no estoy segura si tampoco tenía sentido para él. En lugar de preguntarle sobre eso, le pregunté sobre algo más, algo que llevaba molestándome: qué era exactamente lo que estaba haciendo en el barranco el primer día que lo había visto. "Oh", dijo Will, sonaba sorprendido de que le hubiese preguntado. "No lo sé, es solo que termino allí a veces" Lo que respondía, además mi pregunta sobre qué era lo que estaba haciendo en mi piscina en vez de estar en la piscina de su novia: El era mentalmente inestable. Exceptuando que, dejando de lado el asunto de estar en mi piscina en vez de la de Jennifer, él parecía totalmente normal. Era capaz de establecer una conversación totalmente clara y coherente. Me preguntó por qué nos mudamos desde St. Paul, y le conté sobre lo del año


sabático, me dijo que sabia como era eso –el tener que mudarse de un lugar a otro muy seguido. Su padre, él dijo, estaba en la marina, y había sido destinado a un montón de lugares diferentes -obligando a Will a cambiarse de escuela más o menos cada año cuando era pequeño- antes de tomar finalmente una posición en la academia naval, enseñando. Habló sobre Avalon High, y sobre los profesores que a él le gustaban, y sobre los cuales debería mantenerme alejada -Me manifestó que el Sr Morton, para mi sorpresa, era un buen tipo. Habló sobre Lance -me describió el mes en el cual él y Lance salieron a navegar por la costa durante el verano, solo ellos dos. La única cosa sobre la cual Will no volvió a hablar fue Jennifer. Ni siquiera una vez. No es que estuviera contándolas. No tuve ningún problema en descubrir lo que Nancy hubiese pensado de eso. Claramente no todo era alegría y felicidad en su relación. O si no, ¿qué era lo que hacía flotando en mi piscina en vez de estar en la de ella? No es, por supuesto, como si estuviera imaginando que su interés en mi fuera del tipo romántico. Porque, ¿quién querría una hamburguesa cuando puedes tener un filete miñón? Lo cual no era -sin importar lo que Nancy dijera- ponerme a mi misma a un nivel inferior. Solo estaba siendo realista. Los chicos como Will van por chicas como Jennifer: alegres rubiecitas quienes, al parecer saben instintivamente que color de sombra luce mejor en ellas, no chicas como yo -desgarbadas morenas quienes no temen sacar serpientes del filtro de la piscina. El sol comenzaba a deslizarse por detrás de la casa, y había mas sombra que luz en la superficie del agua cuando mi madre volvió sobre la cubierta y nos dijo que había ordenado comida tailandesa, luego preguntó si Will quería quedarse a cenar. A lo cual Will respondió que estaría encantado Will era el invitado perfecto, me ayudó a poner la mesa, y luego me ayudó a limpiarla. Terminó todo lo de su plato. Y cuando mis padres y


yo dijimos que ya estábamos satisfechos, el comió todo lo que quedaba en los cartones de comida –lo cual ganó la admiración de mi padre. También fue agradable con Tig cuando ella vino y olfateó la cubierta de uno de sus zapatos. El se agachó y alargo uno de sus dedos de manera que ella pudiese olerlo antes de decidir si dejaría o no que la acariciara. Solo la gente que ha pasado tiempo alrededor de los gatos sabe que esa es la etiqueta de aceptación gatuna. Tampoco se burló cuando le dije el nombre de Tig. En cierto modo es embarazoso tener una mascota a la cual le pusiste nombre cuando tenías 8 años. En ese entonces creía que Tigger era el nombre más original y creativo que le podías dar a un gato. Pero cuando le mencioné esto a Will, el sonrió y dijo que Tigger no era un nombre tan malo en comparación al nombre que él le había dado a su Border Collie cuando tenía 12 años -Cavalier. El cual era un nombre bastante extraño para un perro, si piensas sobre ello. En especial un perro que pertenece a una familia de navegantes. Durante la cena, Will contó historias graciosas sobre Cavalier y sobre las travesuras que los estudiantes de la academia naval se jugaban unos a otros, al igual que las que le jugaban a sus instructores. El no se veía aburrido cuando mi padre le contó todo sobre la espada, o cuando mi madre cito algunos otros versos de La Dama de Shalott, de manera vergonzosa luego de tomar un vaso de vino en la cena. Él incluso rió cuando le conté mis impresiones sobre los chicos empaquetadores que trabajan en Graul’s y también de mi reconstrucción de la historia sobre El Gran Rescate de la Serpiente. Nancy siempre se quejaba sobre mi sentido del humor alrededor de los chicos. Ella dice que los chicos no desarrollan sentimientos románticos por las chicas que andan de un lado para otro y se dan de comediantes. ¿Cómo puede enamorarse de ti, Nancy siempre quiso saber, si siempre está tan ocupado riendo? Y aunque tal vez tuviera razón –con toda seguridad ningún chico se ha enamorado de mi, con la excepción de Tommy Meadows en quinto grado, pero su familia se mudó a Milwaukee justo después de haberme declarado devoción eterna… un hecho que, al pensar ahora en ello, fue lo que lo estimuló a confesarse en primer lugar- mi padre dice que con


mi madre fue amor a primera vista, ya que cuando la vio por primera vez, en una de las fiestas de la facultad, ella llevaba escrito Demoiselle d’Astolat, en el sticker de Hola, mi nombre es _____ En realidad es una broma bastante mala, pero ¿Qué van a saber los medievalistas? No es que estuviera tratando de hacer que A. William Wagner se enamorara de mí, por supuesto. Porque estoy completamente consciente de que él no está disponible. Es solo que, recordando la forma en que esa sombra pareció atravesar su cara, ahí abajo en la piscina, pensé que quizás un poco de risas le harían bien. Eso es todo. Will se marchó luego de la cena. Le agradeció a mis padres, llamando a mi madre Madame y a mi padre Señor -lo que casi me hace colapsar- y luego dijo "Te veo mañana Elle”. Y entonces se marchó, mezclándose con el crepúsculo de la misma forma en la que se había aparecido a un lado de mi piscina. Como si apareciera de la nada De hecho, espere fuera hasta oír la puerta de su auto cerrarse y ver las luces de su coche a medida que este avanzaba por el largo camino, probando de esta forma que no fuese un espectro o -¿Sobre qué había estado hablando el Sr. Morton en Literatura Mundial hoy? Ah sí –abocan, la palabra gaélica para ‘fantasma’. Ves, estaba poniendo atención en clases. Más o menos. Elle. Me había llamado Elle. Como una… abreviación para Ellie Nunca nadie me había llamado Elle. Nadie. Solo Ellie el cual si preguntas, es un nombre bastante infantil. O Elaine, lo que de algún modo estaba bastante pasado de moda. Pero no Elle. Nunca Elle. No soy para nada del ‘tipo’ Elle A excepción, aparentemente, para A. William Wagner. "Bueno" mi padre dijo, cuando volví a casa luego de haber visto a Will marcharse, "Parece ser un buen chico"


"Will Wagner" mi madre dijo mientras sintonizaba Jeopardy! "Me gusta su nombre. Suena, de cierto modo, majestuoso.” Oh, Dios podía ver claramente hacia donde se dirigía todo esto. Ellos pensaban que le gustaba a Will. Pensaban que Will sería mi nuevo novio o algo así. Ellos no tenían idea –ni la menor idea- de lo que realmente estaba pasando. Sin embargo ni yo misma lo sabía. A decir verdad, si alguien me pidiera una explicación sobre qué fue lo que ocurrió hoy –él, apareciendo a un lado de mi piscina, y luego quedándose para la cena- No sabría que decir. Nunca he tenido a un chico que hiciera esas cosas… por no mencionar que se riera de todas mis bromas. Estaba tratando de no tomarle gran importancia al asunto. Will era lindo, pero tenía novia. Una bonita novia cheerleadder. De la cual, aparentemente él no quería hablar. Lo que, si piensas sobre ello, es bastante extraño. Pero lo más extraño de todo fue, que mientras todo esto sucedía –una vez que me acostumbré a la idea, me refiero a lo de este chico guapo juntándose conmigo- las cosas no parecían para nada extrañas. Es como la sonrisa que Will me dio ese día en el parque, la cual fui incapaz de no devolverle. Tan solo pareció natural, incluso sentí que hice lo correcto al sonreírle en respuesta, tal y como pareció natural hoy -natural y, si, correcto- el tener a Will aquí, jugando con los cubiertos cuando poníamos la mesa y riéndose de mi imitación de uno de los empaquetadores de Graul’s Eso era lo que parecía extraño. El que no haya sido para nada extraño. Aun, cuando Nancy llamó esa tarde, y mi padre contestó diciendo "Ah Nancy. Ella tiene mucho que contarte", no trate de bajarle el perfil al asunto. Pues sabía que Nancy le contaría a todo el mundo allá. Sobre lo de haber invitado a un chico a cenar mi primer día en la nueva escuela. Me aseguré de mencionarle que él estaba en el equipo de football, salía a navegar, y que además era el presidente de clase del último curso. Oh, y que se veía muy pero muy bien en traje de baño. Prácticamente podía sentir la rabia de Nancy a través del teléfono


"Oh por Dios, ¿es más alto que tú?" quiso saber. Esto siempre ha sido un problema, pues la mayor parte de mi vida, he sido más alta que la mayoría de los chicos de nuestra escuela, con la excepción de Tommy Meadows. "Mide 1,88 m" dije Nancy hizo un sonido de apreciación. Con mis 1,55 m y si usara unos tacones nos veríamos bastante bien si saliéramos juntos, ella dijo "Espera a que le cuente a Shelley," dijo Nancy. "Oh por Dios Ellie. Lo lograste. Fuiste capaz de volver a empezar en una nueva escuela y cambiar por completo tu personalidad. Todo va a ser diferente para ti ahora. ¡Todo! y lo que tuviste que hacer fue mudarte a un estado completamente nuevo y asistir a una nueva escuela" Si. Las cosas definitivamente empezaban a verse mejor. Eso era lo que realmente pensaba. En ese entonces.


CCaappííttuulloo 55 Traducido por Ilimari

A un tiro de flecha de su alero

cabalgaba él en medio de las mieses: venía el sol brillando entre las hojas, llameando en las broncíneas grebas del audaz y valiente Lanzarote*

Al día siguiente tomé el autobús para ir a la escuela y no fue tan malo como había pensado. Liz, la chica del equipo de pista y campo que vivía cerca, estaba esperando en la parada, así que comenzamos a hablar y luego terminamos sentándonos juntas. Liz se dedica al salto alto y una de las primeras cosas que me dijo fue que no tiene novio y tampoco tiene permiso de conductor. Al saber eso, supe que tendríamos buenas posibilidades para una buena amistad. No le mencioné a Liz que A. William Wagner me había visitado ayer después de la escuela y que se había quedado para cenar. No le dije porque no quería parecer que estaba presumiendo y también porque a Liz parecía gustarle mucho hablar sobre la gente de la escuela y yo no estaba segura si era bueno que se corriera el rumor de que Will había estado en mi casa. Fue buena idea no decirle porque varías horas después, mientras cerraba mi casillero, me encontré frente a frente con Jennifer Gold y no se veía muy feliz. “Escuché que anoche Will fue a tu casa a cenar,” dio Jennifer con una voz muy poco amigable. Como no le había dicho a nadie que Will había venido, supe que fue él quién se lo dijo. A menos que Jennifer tuviera espías en mi vecindario, o algo, lo que parece muy poco probable. Así que solo dije, “Sí. Sí vino.” Mientras me preguntaba a mi misma por


qué las chicas menudas como Jennifer siempre consiguen a los novios más altos, dejando al resto de enanos para las jirafas como yo. Pero Jennifer no dijo lo que yo pensaba que iba a decir. Ella no dijo “bueno, él es mi novio así que aparta tus manos,” o “si vuelves a mirarlo, serás mujer muerta.” En lugar de eso, ella me hizo una pregunta: “¿Él dijo algo sobre mi?” Yo la miré preguntándome si ella, como su novio, también estaba sufriendo de algún tipo de psicosis, solo que en el caso de ella no a consecuencia de que yo le gustara. Ella lucía lo suficientemente cuerda con su sudadera de cotón rosado pálido y Capris. Pero es difícil juzgar si una persona está loca o no por solo su forma de vestir. Las porristas de mi antigua escuela se vestían de manera normal, pero un par de ellas estaban certificadamente locas. “Eh, no,” le dije. “¿Y Lance?” Jennifer entrecerró sus ojos perfectamente delineados. “¿Él dijo algo sobre Lance?” “Solo, que ellos dos navegaron la costa durante el verano. ¿Por qué preguntas?” Le dije. Pero Jennifer no me respondió. Ella solo dijo, “que bueno,” luciendo aliviada y luego se fue. Pero Jennifer Gold no fue la única persona que en ese día me preguntó sobre Will. El Sr. Morton, mi maestro de literatura mundial, anunció que para nuestro primer proyecto de las primeras nueve semanas, nos iba a asignar a cada uno un poema para estudiar y luego traer un reporte oral sobre el mismo. Y tendríamos que hacerlo en frente de toda la clase. El reporte costaría un veinte por ciento del promedio total de la clase y tenía que incluir un análisis crítico secundario y material de recurso. Y como si eso no fuera suficiente, también nos estaba asignando compañeros para trabajar en pareja.


Cielos, gracias, Sr. Morton. Él primero nos entregó los nombres de nuestros compañeros y cuando tuve el mío, alcé las cejas. Porque el nombre de mi compañero era Lance Reynolds. Lo cual me pareció imposible porque ayer había estado totalmente segura de que no tenía ninguna clase con ese chico. O sea, después de todo, él era un año mayor que yo, igual que Will. Pero sí; cuando me volteé, ahí estaba él sentado al final del salón. Él estaba mirando al pedazo de papel que el Sr. Morton le había dado, mientras su rubia frente se llenaba de surcos intentando reconocer mi nombre. Cuando él alzó la vista y vio que lo estaba mirando, levanté mi papel y dije por lo bajo, “que afortunado.” Él no reaccionó de la manera que normalmente reaccionaria un atleta popular a quien le han asignado trabajar con la chica nueva y demasiado alta. En lugar de reírse o simplemente saludar con la cabeza, él se sonrojó. Su cara adquirió el color del barro. La verdad, fue un espectáculo de lo más interesante. Luego el Sr. Morton nos entregó los poemas. El nuestro era Beowulf. Mi corazón decayó cuando lo vi. Odio a Beowulf tanto o más que a Jeopardy! “Muy bien, jóvenes,” dijo el Sr. Morton con su acento británico, “encuentren a su compañero y discutan cómo trabajaran con el poema. Quiero un bosquejo para el viernes.” Me levanté y fui a dónde estaba Lance, ya que no parecía que él se fuera a levantar y venir a donde yo estaba. Él estaba fingiendo que no estaba viendo que yo caminaba hacia él, moviendo sus libros y todo, cuando me senté en el escritorio vacío que estaba en frente de él. “Hola,” le dije con una voz falsa, como de comercial. “Soy Ellie y seré tu compañera de trabajo este semestre.” Pero él la regó. Ha estado tratando de fingir que no me conoce, pero de


alguna manera se le escapó de sus labios un “lo sé” y su rostro adquirió una tonalidad roja aún más oscura. Esto era muy interesante. Nunca antes había hecho sonrojar a un chico, al menos no que yo recuerde. Me pregunto qué Lance habrá escuchado sobre mí para que lo haga reaccionar de esa manera. “Yo… Yo te vi aquel día,” él tartamudeó como modo de explicación. No parecía el tipo de chico que tartamudea frecuentemente. “Aquel día en el parque.” “Ah sí,” le dije como si hubiera acabado de recordar el incidente. “Cierto.” “Will cenó en tu casa anoche,” dijo con mucho cuidado. Demasiada cautela, pensé. Como si estuviera tratando de obtener alguna información. “Sí,” le dije y me pregunté si él, como Jennifer, iba a preguntar si Lance habló sobre él. Pero no lo hizo. “Con que nos toca Beowulf ¿eh?" Dijo Lance. “Sí,” dije. “Odio a Beowulf.” Lance pareció un poco sorprendido. “¿Ya lo has leído?” Me di cuenta de lo boba que debí haber parecido. O sea, ya era bastante malo que estuviera tomando Literatura Universal. Es una clase electiva, abierta para cualquiera de cualquier año a quién le interese, o quién necesite créditos extras de humanidades como Lance. Era aún peor que yo ya hubiera leído por mi cuenta la mayoría de los libros del sílabo. Esos son los mimos libros que han estado sentados por siempre en las estanterías de mis padres y yo nunca he tenido mucha vida social, así que… De todas maneras, sin querer admitir eso, le dije precipitadamente, “Bueno, sí. Mis padres son profesores. Estudian la época Medieval. Beowulf es algo que ellos normalmente leen.”


Fue cuando decía eso que noté que más adelante había un chico flacucho y con gafas observándonos intensamente. Cuando él vio que lo estaba mirando, dijo, “Lo siento… ¿ustedes tienen a Beowulf?” “Sí,” le dije y miré a Lance, quién estaba mirando con ojos entrecerrados al chico. Reconocí esa mirada. Era el tipo de mirada que los populares daban a los no populares. Como si Lance no pudiera creer que Cuello Flaco tuviera el valor de hablarle. “¿Y?” Cuello Flaco miró nerviosamente a su compañero, un chico que lucía igualmente nerd. “Nosotros amamos a Beowulf,” dijo, mientras su voz subía unos octavos en la última sílaba. “Sí,” agregó su compañero. “Grendel es genial.” Supuse que Grendel sería genial para un par de chicos quienes, si estuvieran en la Edad Media, probablemente no hubieran pasado de la edad de cinco años porque los inhaladores aún no se habían inventado. “¿Cuál te tocó a ti?” Le pregunté a Cuello Flaco, refiriéndome al poema. “Tennyson,” dijo Cuello Flaco, sin esforzarse en disimular su desagrado. Yo retrocedí. “¿La Dama de Shalott?” Dije con horror. “Sí,” dijo Cuello Flaco y, viendo mi expresión añadió, “es más corto que Beowulf.” “Lo siento,” le dije, dándome cuenta a dónde él quería llegar con todo esto. “No puedo hacerlo.” “Un momento,” Lance se metió. “¿Qué tiene de malo esa chica Shalott? Si es más corto-” “Mi mamá está escribiendo un libro sobre ella,” le interrumpí, sin mencionar la parte de que mi nombre es en honor al personaje principal del poema.


“Entonces el análisis será pan comido,” dijo Lance con su rostro iluminado. “¡Solo tienes que preguntarle a tu mamá qué decir!” Yo lo miré. No podía creer que esto estuviera pasando y a la vez, sí podía creerlo. Lo cual era una similitud con cómo era mi vida en Avalon High. Extraña y a la vez no tan extraña. “Contrario a cómo tú probablemente hagas tu tarea,” dije en un intento desesperado por salvarme de lo que venía, aunque sabía muy bien que no había escapatoria, “yo hago mi tarea sola, sin la ayuda de mis padres.” “Esta es más corta,” dijo Lance, tomando el papel de los dedos de Cuello Flaco. “Vamos a hacer este.” Era obvio que no habría ninguna discusión sobre el tema. Lance había hablado y era perfectamente claro -incluso para mí y Cuello Flaco- que lo que Lance dice, se hace. Lo voy a admitir. Estaba un poco enojada. Estoy harta de La Dama de Shalott. De ella y de su estúpida bata de Blanca Nieves revoloteando a diestra y siniestra. “Esta bien,” dije, arrebatando el papel de sus manos. “Yo lo voy a escribir, pero tú tendrás que pararte en medio de la clase y leerlo.” La petulante expresión de Lance se desvaneció. “Pero-” “Lo vas a hacer,” le dije, igualando el tono que él utilizó conmigo, “o no hacemos nada. No me importa” Él pareció asustado. “No puedo tener una F. El entrenador no me dejará jugar.” “Entonces tú lees el reporte,” le dije. “Como sea,” dijo Lance hundiéndose más en su silla, lo cuál yo -incluyendo a los dos nerds que ahora estaban triunfantes, chocándose de manos por haber conseguido a Grendel- tomé como un sí. Cuando sonó la campana, esperé que Lance saliera del salón antes que


yo para así no tener conversaciones incómodas en el pasillo. Terminé saliendo del salón junto con los nerds… Así que pude ver en primera plana lo que sucedió luego. Y fue que uno de los amigos de Lance del equipo de football se encontró con él en la puerta del salón. Luego uno de ellos -porque estaba aburrido, o era un grosero, o una combinación de los dos- extendió la mano y tomó el cuaderno de uno de los nerds que estaba pasando. “Rick,” dijo Cuello Flaco, con voz llena de desagrado. “Devuélvemelo.” “Rick,” se mofó uno de los amigos de Lance. “Devuélvemelo.” “Has algo mejor con tu vida,” dijo Cuello Flaco mientras intentaba quitarle el cuaderno. Pero Rick levantó el cuaderno en alto, fuera del alcance del dueño, quién era mucho más bajo. “Has algo mejor con tu vida,” se burló otro de los compañeros del equipo. “Santo cielo, mira quién habla.” El chico nerd parecía que iba a llorar. Hasta que una mano perteneciente a otra persona mucho más alta que todos los demás atletas, le arrebató el cuaderno a Rick. “Toma, Ted,” le dijo Will a Cuello Flaco, devolviéndole su cuaderno. Ted tomó su cuaderno con manos temblorosas y miraba a Will con veneración. “Gracias, Will,” dijo. “No hay problema,” dijo Will sin sonreír en ningún momento y luego le dijo a Rick, “Discúlpate.” “Vamos, Will,” dijo Lance en un tono de vamos, solo estábamos bromeando. “Rick solo estaba divirtiéndose con el chico. Él-” La voz de Will era fría. “Ya hemos hablado de esto,” dijo. “Discúlpate con Ted, Rick.”


No me sorprendí mucho cuando Rick se dirigió a Cuello Flaco y dijo, sonando verdaderamente arrepentido, “Perdón.” Porque había un tono férreo en la voz de Will que dejaba claro que nadie -ni siquiera un enorme jugador de football- jugaba con él o se atrevía a desobedecer sus órdenes. Tal vez se deba a que es el quarterback del equipo. O tal vez sea algo más. “Está bien,” dijo Ted. Luego él y sus amigos se alejaron, desapareciendo en la multitud del pasillo. Yo los seguí lentamente. Will no me había visto y yo estaba feliz por eso. Probablemente no hubiera sabido qué decirle si me hubiera dicho hola o cualquier cosa. La imagen de él diciéndole a aquel enorme atleta lo que tenía que hacer -y que el tipo de verdad lo obedeciera- me había dejado un poco asustada. Puedes decir que me di cuenta que estaba locamente enamorada de él. Esto era malo. Realmente malo. O sea, no necesito enamorarme de un chico -incluso uno que se aparece de la nada en mi casa para cenar y era el héroe de los nerds- que ya es novio de una de las chicas más bonitas en la escuela. Esto definitivamente no iba tener un final feliz para mí. Ni siquiera Nancy, la romántica optimista, sería capaz de ver alguna posibilidad conmigo y A. William Wagner. Así que pasé el resto de día intentando no pensar en él. No era como si no tuviera otras cosas en qué preocuparme. Estaba el reporte de la clase del Sr. Morton y durante el almuerzo me había enterado por Liz que había unas cuantas chicas que estaban corriendo los doscientos metros -mi especialidad- con mejor tiempo que yo. A menos que pudiera ganarles, era posible que no pudiera entrar en el equipo de pista y campo de Avalon High. No quería pasar la humillación de intentar entrar al equipo solo para no


lograrlo porque una chica de primer año pasó todo su verano entrenando en lugar de flotar, como yo, en una piscina. Así que cuando llegué a mi casa ese día, me puse mi ropa de correr. Supuse que el correr tendría doble propósito: ponerme en forma y mantener mi mente ocupada para no pensar en cierto chico quarterback. Pero cuando fui a buscar a mi mamá para que me llevara al parque, ella no estaba en su oficina, así que golpeé en la puerta de la oficina de mi papá. Él gruñó, así que entré. “Ah, Ellie,” él dijo. “Hola. No escuché cuando llegaste.” Luego él notó lo que llevaba puesto y su cara se decayó. “Ah,” él dijo con una voz diferente. “Hoy no, Ellie. Estoy demasiado sumergido en esto. Creo que he descubierto algo. ¿Ves este filigrana, aquí? Eso es-” “No tienes que venir conmigo,” le interrumpí, sin querer escuchar otro sermón sobre la loca espada de mi papá. “Solo necesito que me lleves al parque. ¿Dónde esta mamá?” “La dejé en la estación del tren. Tenía que hacer algunas investigaciones en la ciudad.” “Bueno,” dije. “Entonces dame tus llaves y yo voy al parque.” Él pareció horrorizado. “No, Ellie,” él dijo. “Tú solo tienes el permiso de aprendizaje. Necesitas que alguien con un permiso válido esté contigo.” “Papá,” dije. “Solo voy a ir al parque. Son solo dos millas. Antes de llegar, hay una parada y una luz de tráfico. Voy a estar bien.” Eso no convenció a mi papá. Él me dejó conducir, sí. Pero con él sentado en el asiento del pasajero. Cuando llegamos, había un equipo de niños jugando béisbol y otro juego de lacrosse. El estacionamiento estaba lleno de minivans y Volvos. Mi papá dijo que, como la mayoría de los habitantes de Anápolis son ex


militares, todos quieren conducir el auto más seguro que puedan encontrar. Me pregunté si el papá de Will también conducía un Volvo. Ya sabes, como Will dijo que él estaba en la marina. ¡Ups! No se supone que piense en Will. Mi papá me dijo que cuando terminara lo llamara del teléfono que está en los baños -Dios prohibió que me dieran un celular- para él regresar y recogerme. Yo dije que lo haría y luego tomé mi iPod y agua y bajé del auto. Había poca gente en la pista de correr, la mayoría estaban caminando con sus Jack Russell terriers o Border Collies. En casa, el perro más popular es el labrador negro. Aquí son los Border Collies. Mi papá dice que es así porque los ex militares quieren a los perros más inteligentes que puedan encontrar, y ese es el Border Collie. El perro de Will, Cavalier, es un Border Collie. Por si lo quieren saber. Era ya bastante tarde, pero aún hacía mucho calor y cuando comencé a trotar, instantáneamente me cubrí de una gruesa capa de sudor. Pero se sentía bien trabajar mis músculos después de un largo día de haber estado atrapada tras varios escritorios. Pasé junto a los que estaban con sus perros, intentando no hacer contacto visual (mi papá hubiera estado escandalizado) y sumergida en el ritmo de la música que estaba escuchando. Le di la vuelta a la pista una vez -esquivando una bola y casi estrellándome contra un niño en un triciclo- y no fue hasta mi segunda y última vuelta que recordé mirar al barranco (más por hábito que por esperar ver a alguien allí) y prácticamente tropiezo con mi pié y caigo de cara. Porque Will estaba allí. Al menos pensé que era Will. Todo fue demasiado rápido. De todas maneras, cuando terminé de dar la segunda vuelta, volví a mirar para estar segura. No porque quería bajar allí y hablar con él o algo. O sea, el chico obviamente tiene novia y no ando detrás de los novios de otras. Tampoco es que si lo intentara él se fuera conmigo o algo…


La verdad es que yo nunca he estado detrás de un chico. ¿Para qué? De todas maneras, no soy del tipo de chicas que a ellos les gusta. Pero, ¿y si él estaba en problemas o algo? ¿Y si la razón por la que él estaba en el fondo de un barrando era porque se había tropezado y caído? Oye, podría pasar. Tal ves él estaba allá abajo sangrando e inconsciente, necesitando el beso que le diera la vida. El cual sería administrado por mí. Esta bien. Como sea. Quería hablar con él un poco más. Regáñanme. Rápidamente fui a la parte del camino en donde se puede ver el barranco y allí abajo había alguien que se parecía mucho a Will. ¿Cómo llegó allí sin haberse lastimado con las ramas o haberse caído? No lo sé. De todas maneras me dije a mi misma que intentaría bajar para asegurarme que él estaba bien. Sí, eso era. Solo quería asegurarme de que él estaba bien.


CCaappííttuulloo 66 Traducido por Juli

Bajo el azul del cielo despejado su silla tan lujosa refulgía

el yelmo y la alta pluma sobre el yelmo como una sola llama ardían juntos mientras él cabalgaba a Camelot.

En verdad no era tan malo, una vez que pasé por la primera pared de zarzas. Incluso estaba más fresco en las profundidades del bosque que en el sendero. Y una vez que estabas entre los árboles y te dirigías a la cañada, ya no podías ver el sendero, mucho menos escuchar los autos de la carretera. Era como un bosque primitivo, donde los árboles crecían muy juntos los unos de los otros y donde la luz del sol prácticamente ni tocaba el suelo del bosque, que parecía una manta húmeda y desarreglada bajo tus pies. Era el tipo de lugar en el que esperarías encontrarte con un monstruo como Grendel. O quizás al Unabomber. Vi que era Will cuando los árboles se redujeron lo suficiente como para permitirme ver el fondo de la cañada. Al menos no estaba inconsciente. Estaba sentado sobre una gran roca que sobresalía del riachuelo allí abajo. No parecía que estuviese haciendo nada. Simplemente estaba sentado, mirando hacia el agua burbujeante del riachuelo debajo de él. Probablemente, alguien que había elegido un lugar tan alejado y difícil de llegar – yo ya tenía rasguños hechos por las zarzas en mis tobillos – para sentarse y pensar, realmente quería estar solo. Probablemente debería de haberlo dejado allí sin molestarlo.


Y probablemente debería de haberme dado media vuelta y marcharme por el mismo lugar por que había venido. Pero no lo hice. Porque soy una completa masoquista. Tuve que elegir mi camino por entre las piedras que sobresalían del riachuelo para llegar a la roca donde él estaba sentado. El agua no era profunda, pero no quería que se me mojaran las zapatillas. Lo llamé cuando estaba a poca distancia de él y aún así no pareció ni darse cuenta de mi presencia. Y luego noté por qué. Tenía auriculares. No fue hasta que empujé uno de sus pies, que colgaban por sobre mi cabeza, que él se sobresaltó y me miró fijamente. Pero cuando vio que era yo, sonrío y apagó su iPod. “Oh,” dijo. “Hey, Elle. ¿Cómo estuvo tu corrida?” Elle. Me había llamado Elle. Otra vez. ¿Estaba mal que mi corazón se agitara un poco más de lo normal dentro de mi pecho? Examine la roca donde él estaba sentado, vi cómo el había trepado a ella, y me le uní. No le pregunté si estaba bien que lo hiciera al principio. Supe que estaba bien por su sonrisa. La sonrisa que hacía que mi corazón doliera un poco. Pero en una buena manera. “Mi corrida estuvo bien,” dije, sentándome a su lado. Pero no muy cerca, saben, porque me imaginé que olía un poco feo por la corrida. Sin mencionar que me había rociado más o menos con una libra y media de DEET antes de dejar la casa, porque los mosquitos de la Costa Este parecen quererme mucho. Y DEET no es precisamente colonia d’amour, si saben lo que quiero decir. Aunque Will no pareció ni notarlo. “Escucha,” dijo, levantando una sola mano como señal para que yo no


hablara. Escuché. Por un momento pensé que él quería que estuviera callada para que él pudiera decir algo. Algo como, ya saben, cuánto me amaba. Aunque sólo me había visto unas pocas veces. Y había cenado conmigo una vez. Hey, cosas más extrañas han pasado. Todo lo que Tommy Meadows y yo habíamos tenido en común era una gran apreciación por los cómics de Spiderman. Pero resultó ser que Will no quería me que callara para que él pudiera declarárseme. En verdad quería que escuchara. Y eso hice. Todo lo que podía oír, aparte del murmullo del agua, era el piar de los pájaros y el silbido de las cigarras en los árboles. Ningún auto. Ningún avión. Ni siquiera se podía oír los gritos de apoyo que sabía los padres del equipo de lacrosse estaban haciendo. Era como si estuviéramos en un mundo completamente distinto, un oasis soleado y alejado de todo. Aunque, en verdad, sólo estábamos a unas 3 o 4 yardas del Diary Queen de la autopista. Luego de un minuto de hacer esto, y sintiéndome estúpida, dije “Mmm..., ¿Will? No escucho nada”. Me miró con una sonrisa muy pequeña. “Lo sé”, dijo. “¿No es genial? Este es uno de los pocos lugares por aquí que la gente ha dejado solo. ¿Sabes? Sin cables de energía. Sin Gap. Sin Starbucks”. Tenía, ya había notado, ojos del color azul de mi piscina – cuando yo le ponía el cloro y el balance de ph. Exactos. Exceptuando que mi piscina sólo tiene seis pies en la parte más profunda, y los ojos de Will parecían insondables… como que, si me sumergiera en ellos, nunca encontraría el fondo. “Es lindo”, dije, refiriéndome a la cañada, y mirando lejos de él. Porque no es bueno pensar en qué profundos son los ojos de un chico si él ya está ocupado, como Will lo está. “¿Lo crees?” dijo Will, mirando a la cañada. Claramente no había


pensado en eso antes. Como algo lindo, quiero decir. “Supongo que sí. Mayormente... es tranquilo”. Salvo que... él no había estado sentado ahí precisamente disfrutando de esa tranquilidad. “Así que… ¿Qué estabas escuchando?” pregunté, tomando el iPod que él había apagado y dejado a un costado cuando me le uní sobre la roca. “Uh”, dijo, un poco preocupado mientras yo lo prendía de nuevo. “Nada, en verdad”. “¡Vamos!,” dije bromeando. “Yo tengo a Eminem en el mío. El tuyo no puede ser tan malo “ Pero lo era. Porque resultó ser una colección de baladas de amor de trovador. De la edad media. “Oh por Dios”, no pude evitar decir horrorizada, mientras miraba a las palabras que salían en la pantalla. Y automáticamente deseé poder morir ahí mismo. Pero, en lugar de estar ofendido, Will simplemente rió. Realmente rió. O sea, echó su cabeza hacia atrás y comenzó a reír. “Lo siento”, dije, mortificada. “No quise decir – está bien. Quiero decir, a mucha gente le gusta las… cosas clásicas”. Pero cuando finalmente recuperó el aliento, en lugar de decirme a dónde me podía ir por estar tan horrorizada con sus gustos musicales, dijo, sacudiendo la cabeza, “¡Dios! Si hubieras visto tu cara. Apuesto que esa fue exactamente tu cara cuando abriste esa canasta y encontraste esa serpiente…” Sintiéndome un poco enfadada – mayormente porque su risa me recordó el aviso de Nancy, acerca de ser muy graciosa cerca de los chicos – dije, “lo siento. Simplemente no me parecías el tipo de chico que se sienta solo en un bosque escuchando” – miré a la pantalla del iPod – “Cortesanos, Reyes y Trovadores”. “Sí, bueno”, dijo Will, volviéndose sobrio de pronto y extendiendo su


mano para quitar su iPod de mis manos gentilmente, “yo tampoco pensé que lo era”. Mientras lo dijo, vi esa sombra que había notado ese día en mi piscina pasar de nuevo por su cara. Y supe que había dicho exactamente lo incorrecto. Pero como no estaba segura qué era lo correcto para decir – exceptuando claro que estaba bastante segura que no le gustaría escucharme hablar de cómo en la Edad Media todos tenían piojos y dientes podridos – simplemente me senté ahí donde estaba. Aparte, estaba segura que cualquier tipo de sermón sobre el tema de por qué Will estaba sentado en el bosque escuchando música medieval, ya lo habían cubierto Lance y Jennifer ese día que los va el arboreto con él. Aún así, presentía que la expresión sombría de Will no tenía mucho que ver con haber sido descubierto escuchando música tan fuera de onda. Quiero decir, hasta yo he sido encontrada escuchando la colección de los Bee Gees de mi papá cuando me sentía muy nihilista o algo así. Pero por mucho que mi hermano Geoff me molestara, nunca me había visto… bueno, tan desesperanzada como Will se veía en ese momento. Lo que hizo que me diera cuenta: el retraimiento de Will no tenía nada que ver con que lo hubiera encontrado escuchando esa música tan fuera de onda. Tenía que ver con algo mucho, mucho peor. Preguntándome qué podía ser – y esperando que no fuese algo lo suficiente malo que pudiera hacer que fuera difícil para él llevarme al baile, si él y Jennifer rompían o algo así – respiré profundamente y arriesgué. “Mira, esto no es mi problema pero, ¿estás bien?” le pregunté. La sombra había desaparecido de su cara para aquel entonces. Parecía sorprendido por la pregunta. “Si”, dijo. “¿Por qué?” “Mmm... Veamos”. Marqué los puntos con mis dedos. “Presidente de la clase de egresados. Mariscal de campo del equipo de fútbol.


¿Valedictorian?” “Probablemente”. Sonrió. Mi corazón se sacudió de Nuevo. “Valedictorian”, agregué a mi lista. “Saliendo con la chica más linda y popular de la escuela. Le gusta sentarse solo en el bosque escuchando baladas de amor medievales. ¿Ves la parte de “una-de-todas-estas-cosas-no-es-como-las-demás”? Su sonrisa se ensanchó. “No das vueltas, ¿verdad?” preguntó, sus ojos azules centellando de una manera que, no pude evitar pensar, no era buena para mi bienestar. “¿Es eso una cosa de Minnesota o una cosa de Elle Harrison?” No sé cómo respondí. Sé que debí haber dicho algo, pero no tengo ni idea de qué puede haber sido. ¿Y qué importa de todas maneras? Lo había dicho de nuevo. Elle. Elle. Me tranquilizó un poco su respuesta tan poco seria. No, no la había realmente respondido. Pero si podía bromear sobre eso, obviamente no estaba pensando en algo muy drástico como terminar con todo para solucionar su problema. Quizás esa mirada en su rostro no había significado nada. Quizás él era sólo un chico al que le gustaba sentarse solo, escuchando música medieval. Quizás no tenía piscina, y eso era lo que tenía que hacer para flotar, ya saben, mentalmente. Y ahí llegué yo, molestando por complete donde no se me necesitaba. Ni quería. Sintiéndome una estúpida, traté de salirme de la situación lo más rápido posible. “De acuerdo”, dije, comenzado a ponerme de pie. “Bueno, nos vemos”. Pero me impidió terminar de hacerlo unos dedos fuertes que me rodearon la muñeca. “Espera un segundo”. Will me miró curiosamente. “¿A dónde vas?” “Mm”, dije, tratando de no prestar atención al hecho de que me estaba tocando. Me estaba tocando. Ningún chico – aparte de mi hermano y


Tommy Meadows, que me había invitado a andar en patineta en pareja durante una excursión a La Tierra de las Patinetas – me había tocado antes. “A casa”. “¿Cuál es el apuro?” quiso saber. “Uh”, dije. Quizás no lo había escuchado bien. ¿En verdad quería que me quedara? “Ningún apuro. Simplemente me imaginé que querías estar solo. Y mi papá está esperando que lo llame. Para que me venga a buscar y me lleve a casa”. “Yo te llevaré a casa”, dijo Will, poniéndose de pie y levantándome con él… algo tan inesperado que más o menos perdí el balance, y me tambaleé un poco sobre la roca… Hasta que Will usó su otra mano, tomándome de la cintura para estabilizarme. Nos quedamos así por un latido de corazón o dos, su mano alrededor de mi cintura, la otra sosteniendo mi muñeca, nuestras caras a tan sólo centímetros de distancia. Si alguien nos hubiera visto, habrían pensado que estábamos bailando. Dos adolescentes locos, bailando sobre una roca. Me pregunto si habrían sospechado que uno de esos adolescentes – a saber, yo – quería quedarse en esa posición para siempre, memorizar cada línea de esa cara tan cercana a la mía, estirarme y tocar ese pelo suave y oscuro, besar esos labios que estaban como suspendidos a unos centímetros de los míos. ¿Estaría Will pensando lo mismo? No podía averiguarlo, y eso que estaba mirando directamente en esos ojos azules insondables. Creí sentir que algo – algo indescriptible – pasaba entre nosotros. Pero debo de haber estado equivocada, porque un segundo más tarde Will decía “¿Estás bien ahora?” y soltaba mi cintura y mi mano. “Seguro”, dije, riéndome nerviosamente. “Lo siento”. Pero no lo sentía. Especialmente porque en los dos lugares en donde me había tocado sentía un hormigueo, como si hubiesen sido quemados… pero de una buena manera.


Empezamos a escalar por la cañada, Will mostrándome el camino, y educadamente sosteniendo zarzas y ayudándome en las partes más empinadas, que eran difíciles de escalar con mis zapatillas. Si notó cómo, cada vez que sus dedos encontraban los míos, parecía que me salían chispas de los brazos, no lo demostró. En lugar de eso, habló acerca de mis padres. Si. Mis padres. “Ustedes tres son graciosos todos juntos”, eso fue lo que Will dijo. “¿Lo somos?” Eso era nuevo para mí. Quiero decir, sé que mi papá se ve raro, con Dork Strap y todo eso. Pero no los había usado cuando Will había ido a su casa. Y mi mamá no es muy graciosa que digamos. Es bastante atractiva a decir verdad. Hasta que abre la boca sobre frentes anchas y despejadas y todo eso. “Si”, dijo Will. “La forma en la que te burlaban por mantener los filtros de la piscina tan limpios. Y la manera en que los molestaste sobre el tema de la serpiente. Eso fue gracioso. Nunca podría bromear con mi papá así. Todo de lo que él quiere hablar conmigo es sobre dónde voy a ir a estudiar el año que viene”. “Oh”, dije, aliviada de habíamos terminado con el tema de mis padres. “Cierto. Te gradúas esta primavera”. “Si. Y mi papá quiere que vaya a la Academia”. Que era el apodo local, como ya había aprendido, para la Academia naval. Nadie le dice así por ahí, todos la llaman simplemente “la Academia”. Me preguntaba cómo sería tener un padre que fuese militar, y, ya saben, organizado. Apuesto a que el papá de Will nunca le haría una bolsa de almuerzo que incluyera ensalada de papas. Por otro lado, apuesto a que el papá de Will no habría simplemente ignorado el cartel de aviso de las mangueras de aire en los flotadores inflables.


“Bueno”, dije, preguntándome cómo se vería Will en uno de esos uniformes blancos que había visto en los guardias marina del pueblo. Bastante bien, adiviné. Muy bien, de hecho. “Es una escuela muy buena. Y una de las más difíciles de entrar en el país, y todo eso”. “Lo sé”, dijo Will, con un encogimiento de hombres, mientras sostenía una rama particularmente espinosa para que yo pasara. “Y tengo las notas y los resultados de exámenes y todo. Pero no estoy seguro de querer ser militar, ¿sabes? Visitar lugares nuevos. Conocer gente nueva. Y matarlos”. “Bueno”, dije de nuevo. “Si. Puedo ver cómo todo eso sería horrible. ¿Y … mmm..... Se lo mencionaste? ¿A tu papa?” “Oh si”. “¿Y?” pregunté, cuando Will no dijo nada más. “¿Cómo lo tomó?” Will volvió a encogerse de hombros. “Se volvió bastante loco”. “Oh”, dije. Pensé en mi propio padre. Él y mamá siempre nos estaban diciendo a Geoff y a mí que nos hiciéramos profesores porque los profesores tienen todo el verano de vacaciones y sólo tienen que enseñar un curso o dos en el semestre. Pero preferiría comer vidrio que escribir ensayos académicos todo el tiempo como mamá y papá hacen. Y se los digo, regularmente. Pero ellos no enloquecen cuando lo hago. “Bueno”, dije. “¿Qué es lo que tú quieres hacer?” “No lo sé”, dijo Will. “Papá dice que los hombres Wagner siempre han estado en la milicia” – levantó sus manos e hizo dos comillas para citar en el aire mientras agregó sarcásticamente – “haciendo una diferencia en el mundo”. Y luego bajó sus manos. “Y yo quiero hacer una diferencia en el mundo. En serio quiero hacerlo. Pero no quiero hacerlo volando gente por los aires”. Pensé en la pequeña escena que había presenciado en el pasillo ese día


en la escuela, y en la manera en que Will maneja a Rick. Me parecía que él ya estaba haciendo una diferencia en el mundo. “Puedo entenderlo”, dije. “Lo siento”, dijo Will con una risa sorpresiva, pasándose una mano por su cabello oscuro. “No debería quejarme. Papá quiere que vaya a una de las mejores escuelas del país, por la que está completamente dispuesto a pagar y en la que yo no debería tener ningún problema en entrar. Todos deberían tener mis problemas, ¿no?” “Bueno”, dije. “Medio como que es un problema, si la única escuela por la que tu padre quiere pagar es a la que no quieres ir… especialmente, ya sabes, si no quieres ser un militar. Porque disparar armas y cosas parece ser una parte importante de estar en la Academia. Por lo menos lo es si tomas en cuenta todo el ruido que escucho de la sala de artillería todos los días”. “Si”, dijo Will. Ya habíamos alcanzado el sendero para ese entonces. Una señora que sacó a pasear a Jack Russell terrier se apuró al lado nuestro, claramente asustada por el hecho de que habíamos estado en el bosque, porque se rehusó a mirarnos mientras nos pasaba por al lado en su jogging rosa. Mire a Will para ver si él lo había notado, y lo vi sonriendo. “Seguramente piensa que estábamos ahí ofreciéndole un sacrificio a Satanás”, dijo, cuando la mujer se había alejado a toda velocidad y ya no podía oírnos. “Y su perro es nuestra próxima víctima”, coincidí. Will rió. Salimos del bosque y nos dirigimos al estacionamiento y al auto de Will. Después de la oscuridad del bosque, los últimos rayos del sol del atardecer parecían muy brillantes. Parecía que estuviesen prendiendo fuego el diamante de baseball. Había un dejo de humo en el aire, de la barbacoa de alguien. Los grillos, recién comenzando su serenata de la noche, trinaban. “Escucha”, dijo Will, rompiendo el silencio que nos venía haciendo compañía. “¿Qué haces este sábado a la noche?”


“¿El sábado?” parpadeé al mirarlo. Era cierto que esos grillos eran ruidosos. Pero no pensé que fuesen lo suficientemente ruidosos como para haber malentendido la pregunta. Porque había sonado... bueno, de verdad me había sonado como que Will estaba a punto de invitarme a salir. “Doy una fiesta”, siguió. O quizás no. “¿Una fiesta?” pregunté estúpidamente. “Si”, dijo. “El sábado a la noche, después del juego”. Debo de haber parecido en blanco, porque me sonrío y agregó “¿El partido de fútbol? ¿Avalon versus Broadneck? Vas a ir, ¿no?” “Oh”, dije. Nunca había ido a un partido de fútbol en toda mi vida. ¿Se acuerdan de todo eso de comer vidrio? Bueno, preferiría hacer eso que mirar un partido de fútbol. Salvo, por supuesto, que A. William Wagner jugara en él. “Seguro que voy”, dije, preguntándome desesperadamente qué es lo que una se pone para ir a un partido de fútbol. “Genial. Como sea, doy una fiesta después”, dijo. “En mi casa. Una cosa de de-vuelta-a-la-escuela. ¿Puedes venir?” Me lo quedé mirando fijamente. Nunca me habían invitado a una fiesta antes. Bueno, no por un chico al menos. Nancy solía dar fiestas, pero no venía nadie aparte de nuestros otros amigos, que eran todas chicas. Algunas veces, algún chico del equipo de carrera de mi vieja escuela daba una fiesta e invitaba a todas las chicas del equipo de mujeres. Pero siempre terminábamos paradas por ahí mientras los chicos nos ignoraban y flirteaban con cualquier porrista que aparecía. Me preguntaba si la fiesta de Will sería ese tipo de fiesta, y de ser así, para qué se molestaría en invitarme específicamente. “Mm”, dije, tratando de pensar en una excusa de por qué no podía ir.


Por un lado, quería desesperadamente ver dónde vivía Will. Quería saber todo lo que había que saber de él. Por el otro lado, tenía la idea de que Jennifer Gold iba a estar ahí. ¿Y de verdad quería ver a Will con otra chica? La verdad que no. Will debe de haber sentido mi incertidumbre – sentido y malinterpretado – porque agregó “No te preocupes, no será salvaje ni nada por el estilo. Mis padres estarán ahí. ¡Vamos! Te gustará. Es una fiesta de piscina. Puedes traer tu flotador”. No pude evitar sonreír cuando dijo eso. O a la manera amistosa en la que Will me codeaba en el costado mientras lo decía. Oh si. Estaba tan perdida que hasta su codo me parecía sexy. “De acuerdo”, me escuché decir. “Estaré ahí. Mm, sin mi flotador. Tiene un toque de queda. Tiene que estar en casa a las nueve”. Sonrió. Entonces, mirando hacia otro lado dijo “Hey, ¿quieres limonada?” Miré hacia donde me señalaba y vi. Que unos niños – cuya casa medio destrozada y pequeña estaba en el borde de la propiedad del parque – habían armado una mesa de acampar con un póster largo escrito a mano que decía LIMONADA: 25 CENTAVOS. “Vamos”, dijo Will. “Te compro una limonada”. “Wow”, bromeé. “¡Qué derrochador!” Él estaba sonriendo mientras nos acercábamos a la mesa, que alguien se había tomado el trabajo de decorar con un mantel a cuadros y una pequeña rosa a medio abrir en un jarrón, junto con la inevitable jarra de plástico y una colección de vasos Dixie . Los tres niños detrás de la mesa, la más grande tan sólo debería de tener nueve, se prepararon apenas vieron a sus clientes. “¿Quieren comprar limonada?” corearon.


“¿Es buena?” Will bromeó. “No voy a gastar todo un cuarto de peso en ella si no es la mejor limonada del pueblo”. “¡Lo es!” gritaron los niños. “¡Es la mejor! ¡La hicimos nosotros mismos!” “No sé...” dijo Will, fingiendo escepticismo. Me miró. “¿Qué te parece?” Me encogí de hombros. “Podrías probar” “Pruébala, pruébala” gritaron los niños. La más grande dijo, tomando su autoridad en la situación, “mira, te dejamos probar y si te gusta puedes comprar un vaso”. Will aparentó pensarlo. Luego dijo, “De acuerdo, es un trato”. La niña más grande le sirvió una pequeña cantidad en un vaso, luego se la dio a Will, quien hizo un gran show oliéndola primera, luego girándola por su boca de la manera que los catadores de vino lo hacen. Los niños se la creyeron. Se reían, disfrutando cada minuto del show. Como, debo admitirlo, también lo hacía yo. Bueno, ¿cómo podría no hacerlo? “Lindo bouquet”, dijo Will, después que finalmente lo bebió. “Sabroso y no muy dulce. Un excelente año para limonadas, obviamente. Nos llevamos dos vasos”. “¡Dos vasos!” exclamaron, revolviendo para llenarlos. “¡Se llevan dos vasos!” Cuando los vasos estuvieron llenos, Will tomó uno y me lo dio con un ademán. “Bueno, gracias”, dije, devolviéndole la galantería. “Un placer”, dijo, mientras metió su mano el bolsillo de atrás de su Jean, sacó una billetera negra de cuero y sacó un billete de cinco dólares.


“Y ustedes tres”, le dijo a los niños, poniendo el billete en la mesa, “se pueden quedar con el cambio si me dan esa rosa de allí”. Los chicos miraron, con los ojos bien abiertos por la sorpresa, al billete de cinco. La más grande se recuperó antes y sacó la rosa del jarrón y se la dio. “Aquí tienes”, dijo. “Llévala”. Will lo hizo con un educado “Gracias”. Luego tomó su vaso de limonada, mientras que detrás de él, los niños trataban de sofocar sus risitas y exclamaciones de “¡Cinco dólares! ¡Es más de lo que hicimos en todo el día!” Sonriendo, caminé a la par de Will mientras nos dirigíamos a su auto. “Sabes que se lo gastarán en dulces que les pudrirá los dientes”, le informé. “Lo sé”, dijo, mirando hacia adelante, incluso mientras hacía lo que hizo después. Lo cual fue darme la rosa. “Para ti”. Mire a la rosa – tan pequeña y rosa y perfecta – totalmente sorprendida. “Oh”, dije, de pronto llena de vergüenza. “No podría, quiero decir --” Entonces giro su cabeza para mirarme, y vi una sonrisa en sus labios. Pero no, extrañamente, en sus ojos. Su mirada era fuerte y fija en la mía, de la manera en que su voz lo había sido antes ese día que le había hablado a Rick. Estaba claro que el tiempo de bromear había terminado. “Elle”, dijo. “Sólo acéptala”. Y la acepté. Era la primera flor que cualquier chico me había dado. Y era por eso que, incluso luego que me había dejado en mi casa y se había marchado, pasaron horas antes de que mi corazón empezara a latir a un ritmo casi normal otra vez.


CCaappííttuulloo 77 Traducido por Ilimari

Ella dejó el paño, dejó el telar,

a través de la estancia dio tres pasos, vio que su lirio de agua florecía,

contempló el yelmo y contempló la pluma, dirigió su mirada a Camelot.

Esa mañana, mientras estudiaba al viejo Arturo para mi proyecto de Literatura Mundial (lo cual no era fácil, considerando que puse la rosa de Will en un envase junto a mi cama y mi vista se dirigía hacia ella cada dos minutos), descubrí unas cuantas cosas sorprendentes. Cosas sobre el musical Camelot (el cual mi mamá adora y me ha obligado a escucharlo más de cien veces), cómo el Rey Arturo realizó todas esas cosas heroicas, básicamente sacar a su gente de la Edad Oscura y defenderlos contra los Sajones; y cómo él tuvo ese matrimonio arreglado con esta princesa llamada Guinivere, la cuál eventualmente lo dejó por Lancelot, el caballero favorito de Arturo, quién a su vez dejó a Elaine de Astolat, la Dama de Shalott, por Guinivere, causando que Elaine fuera el tema del nuevo libro de mi mamá. Esas cosas probablemente pasaron en la realidad. Excepto que Lancelot no terminó matando a Arturo por Guinivere: Morderd, el medio hermano de Arturo (o el hijo, de acuerdo a algunas traducciones), se encargó de eso. Verás, Morderd estaba celoso de todos los logros de Arturo y de que este fuera un rey tan querido; así que planeó asesinarlo y tomar su reino. Incluso, según algunas investigaciones, también planeó casarse con la Reina Guinivere. Los Pendragon eran una familia muy disfuncional. Jerry Springer los hubiera adorado. Ni los caballos salvajes me hubieran hecho admitir esto en frente de mis padres, pero todo el asunto artúrico era bastante entretenido. La razón


de que hayan tantas películas, libros, poemas y musicales sobre el Rey Arturo (sin mencionar escuelas como Avalon High, nombradas así en honor a la mítica isla en dónde Arturo eventualmente fue a morir) es porque su historia es una buena ilustración de la teoría del heroísmo en la historia: que un individuo -no un ejército, no un dios, no un superhéroe; solo un simple Juan- puede cambiar permanentemente el curso de los eventos mundiales. Y es por eso que, según otro de los libros de mi mamá, existe una sociedad -y yo no me estoy inventando esto- de personas que creen que Arturo, cuyo cuerpo fue enviado por La Dama del Lago a la ahora inexistente isla de Avalon, está en realidad dormido y no muerto, y está destinado a despertar otra vez cuando más se le necesite. En serio. Esta banda de perdedores se llaman a sí mismos La Orden del Oso. Oso era el apodo del Rey Arturo. Ellos creen que Arturo va a despertar un día y va a sacar al mundo moderno fuera de la Edad Oscura y los llevará a una nueva era de ilustración, como él hizo hace quince mil años. La única cosa que detiene su despertar, según los miembros de La Orden del Oso, son las fuerzas de la oscuridad. Eh, está bien… Aún así, intenté no dejar que mi escepticismo sobre la existencia de fuerzas oscuras se mostraran en mi reporte para la clase del Sr. Morton y definitivamente tampoco le mencioné a mis padres que estaba haciendo un proyecto sobre el Rey Arturo porque sabía que su entusiasmo sería tanto que comenzarían a atosigarme de materiales de recurso hasta el punto de hacerme salir de la casa corriendo y gritando. Hay algunas cosas es mejor mantenerlas fuera del conocimiento de nuestros padres. Como el asunto del equipo de pista y campo. Nunca me molesté en mencionarles que estaba preocupada de no poder entrar al equipo femenino de pista y campo de Avalon High. Y estaba feliz de no habérselos mencionado porque resultó que los rumores sobre la velocidad de ciertas estudiantes de primer año resultaron ser una gran exageración. Al día siguiente logré entrar al equipo sin ningún problema. Liz estaba extasiada y chocó mi mano cuando el entrenador dijo mi nombre. Pero más tarde, mientras esperábamos a Stacy, otra chica del


equipo quien resultó vivir cerca de nosotros y nos prometió llevarnos a casa, Liz me advirtió sobre la iniciación. “Es algo estúpido que Cathy planeó,” ella dijo. Aparentemente, Cathy era la capitán del equipo y yo la conocía muy poco. “Ellas van a venir en medio de la noche -bueno, en realidad a las diez- y te van a secuestrar y llevar al Storm Brothers para obligarte a comer un helado Moose Track.” Como esto parecía ser el tipo de iniciación que yo probablemente disfrutaría, no había comida de gato o carne cruda de por medio- no me alarmé demasiado. Pero luego Liz dijo que probablemente lo harían en sábado. “Ahí hay un problema,” dije. “Voy a ir a la fiesta en la piscina de Will Wagner luego del juego.” Liz se me quedó mirando. “¿TÚ fuiste invitada a la fiesta de Will Wagner?” Ella parecía estar completamente asombrada. Tan asombrada que inmediatamente me sentí incómoda con toda la situación. “Bueno,” dije, “sí. O sea, él me invitó.” “¿Cuándo?” Preguntó Liz, aún sonando asombrada. “Ayer,” le digo. “Me encontré con él corriendo en Anne Arundel Park. Bueno, yo estaba corriendo. Él estaba sentado-” “¿En esa roca?” Liz sacudió su cabeza. “Ay dios mío. He escuchado los rumores, claro. Pero no creí que fueran ciertos.” Yo la miré. “¿Qué rumores?” “Ya sabes,” dijo Liz. “Que él esta pasando por una depresión.” “¿Will?” Pregunté sobresaltada. “¿Por qué la gente cree que él esta deprimido?” “Porque él se ha pasado todo el verano yendo a ese estúpido parque


para sentarse en esa piedra del barranco,” dijo Liz. “Incluso en esta semana ha faltado dos veces a las prácticas de football. Escuché que él dice que le gusta ir allí para pensar. ¡Pensar! ¿Quién hace eso?” Justo en ese momento supe que Liz jamás entendería el que yo me la pasara flotando. “Pero de todas maneras,” continuó ella. “Alguna gente dice-” “¿Qué?” Pregunté con más brusquedad de la que quería. “Bueno, alguna gente dice que él va allí para alejarse de su papá.” “¿Su papá?” Yo fingí ignorancia, no quería dejar saber que ya Will me había contado sobre esto. “Sí. Por lo que él hizo.” Yo me le quedé mirando a Liz, totalmente confundida. “¿Qué hizo su papá?” ¿De qué ella estaba hablando? El papá de Will no ha hecho nada. Nada excepto intentar forzar a Will para que vaya a la Academia Naval. Pero él no ha tenido éxito en eso. Todavía. “¿Qué hizo su papá?” “Matar a su mejor amigo,” dijo Liz con total seguridad de que lo que decía era un hecho. “Un tipo que el papá de Will conocía desde el entrenamiento básico, o algo así. El Almirante Wagner lo transfirió a combate al otro lado del océano, hace como un año, y el tipo murió cuando el helicóptero en el que iba se estrelló.” “Pero-” Yo parpadeé. La verdad era que no sabía si creerle a Liz o no. A ella le gusta hablar sobre la gente. Y mucho. Pero no me parecía una mentirosa. “Eso no significa que el papá de Will lo haya matado,” le dije. “Él no lo hizo a propósito. Obviamente fue un accidente.” “Sí claro,” dijo Liz sarcásticamente. “Y supongo que fue solo un accidente el que seis meses después el Almirante Wagner se casara con la viuda de su amigo.”


Vaya. Y, aunque no recuerdo haberlo hecho, aparentemente dije eso en voz alta porque Liz asintió con su cabeza y siguió, “Así es. En fin, ahora la gente está diciendo que el papá de Will transfirió a su amigo a un lugar peligroso a propósito porque él había estado por años enamorado de la esposa de él y solo estaba esperando alguna manera para deshacerse de él antes de proponérsele a ella. “Cielos,” dije perpleja. Will no me mencionó nada de esto. No es que después de una cena y un par de limonadas pensara que somos almas gemelas… Pero él me dijo tantas otras cosas… Como que no quería ir a la Academia, por ejemplo. Y la rosa ¿qué significó la rosa? “Y pues,” continuó Liz. “Ya puedes ver por qué a Will no le gusta estar en su casa, con su nueva madrastra y un papá que hizo algo así, y sin mencionar a Marco.” “¿Quién es Marco?” Pregunté, ahora sí totalmente confundida. Stacy, la chica que nos ofreció llevar a casa, finalmente apareció haciendo piruetas tras nosotras, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Bueno, ella era una saltadora. Ellos pueden ser así. A ellos no les importa la velocidad, solo la gravedad. “Ay dios mío,” ella dijo al escuchar mi pregunta. Luego miró a Liz y se rió. “¿Ella no ha escuchado sobre Marco?” “Y me lo dices,” dijo Liz, poniendo los ojos en blanco. “Bueno, ella es nueva.” “¿Qué?” Yo miré a una y luego a la otra. “¿Quién es Marco?” “Marco Campbell,” dijo Liz. “El nuevo hermanastro de Will. El hijo del tipo que se murió.” “El psicópata del pueblo,” dijo Stacy. Ella señaló su sien con su dedo y


luego hizo giros con él. “Un total demente.” Sabía que las estaba mirando totalmente boquiabierta, pero no pude evitarlo. “¿Marco vive con Will y su papá y madrastra?” “Sí,” dijo Stacy. “Pero estoy segura de que ellos se quieren deshacer de él.” “¿Por qué? ¿Qué pasa con él?” “Stacy ya te dijo,” dijo Liz. “Él es un total fenómeno. Fue expulsado de Avalon High el año pasado, un mes antes de la graduación, por -escucha bien- intentar matar a un maestro.” He estado sentada junto a Liz, en el borde de la acera del estacionamiento y ahora me levanto y me giro para poder mirarlas a ambas. “Esto no es cierto,” digo con firmeza. “Esto es parte de- ¿Cómo es que le llaman? Ah sí. Mi iniciación. Ustedes están jugando a tomarle el pelo a la chica nueva, o algo.” “Ah,” dijo Stacy, mirándome con los ojos entrecerrados porque yo estaba de espaldas al sol del atardecer. “Eso quisieras, pero es verdad. Ellos trataron de mantener callado todo el asunto, y tampoco sé si había suficiente evidencia para presentar cargos criminales. Pero el chico fue expulsado. Toda la escuela lo supo.” “Es cierto, Ellie,” dijo Liz, también levantándose de la acera. “Marco todo el tiempo dijo que fue en defensa propia, que el maestro -quién quiera que fuera- estaba intentando matarlo. Como si alguien fuera a creer eso. Se supone que este año él estuviera comenzando la universidad. Si es que alguna universidad lo aceptó, lo cual dudo porque sus calificaciones eran pésimas y no porque no fuera inteligente, era su actitud.” No pude creer que Will no me hubiera contado nada de esto. O sea, sí me contó lo de que su papá quería que él fuera a la Academia Naval, pero no me contó que su papá envió a su amigo a la zona de guerra a propósito y que luego tomó para sí a su mujer luego de que este


muriera, y tampoco me dijo que tenía un hermanastro que fue expulsado de la escuela por haber intentado matar a un maestro. Pero bueno, tal ves esa no sea la clase de cosas que le dices a un extraño que te encuentras en el bosque, incluso cuando compartes tu comida con él. Probablemente Will no quería hablar sobre eso, o sea, eso era la clase de cosas que quisieras que la gente olvidara y definitivamente eso explica esa mirada sombría que muchas veces vi en su rostro. Mis padres van a estar en casa. Eso fue lo que Will dijo sobre su fiesta, que sus papás iban a estar en la casa. No su papá y su madrastra. Sus padres. “¿Qué le pasó a su mamá?” Le pregunté a Liz mientras comenzábamos a seguir a Stacy, quién se dirigía a su Miata. “Me refiero a la verdadera mamá de Will.” Liz se encogió de hombros. “Creo que murió hace mucho tiempo, supongo. O sea, de todas maneras, nunca le he escuchado hablar sobre ella.” Así que la mamá de Will estaba muerta y tampoco me había mencionado eso. Tal vez por eso es que le gustaba sentarse solo en el bosque, escuchando tanta música medieval. Si tu papá hubiera matado a su mejor amigo y luego se robara a su esposa y también te insistiera en que vayas a una escuela militar para hacer una diferencia en el mundo; también sentirías que tienes mucho en qué pensar. En ese entonces estuve feliz de haber nacido como Elaine Harrison y no haber sido A. William Wagner. “¿En fin, por qué estamos hablando sobre Will?” Quiso saber Stacy mientras nos acomodábamos en su auto. “Harrison aquí presente logró que la invitaran a la fiesta en la piscina de él después del juego del sábado,” canturreó Liz. “Wow,” dijo Stacy. “Parece que a la chica nueva le va muy bien, ya se


esta colando con el grupo popular.” “No soy popular,” dije, porque en la manera en que ella lo dijo, lo hizo parecer como si fuera algo malo. “Y no fue que-” “Sí lo eres,” me aseguró Liz. “Si Will Wagner te esta invitando a fiestas en su casa, es porque eres parte del grupo popular.” “Y escuché que tienes a Lance Reynolds como compañero en el informe oral del Sr. Morton,” dijo Stacy. “No es que tuviera otra opción,” dije. “El Sr. Morton nos asignó juntos.” “Escúchala,” dijo riendo Stacy. “¡Está indignada! ¿No sabes que muchas chicas morirían por estar en tu lugar, Ellie? Lance Reynoldses el chico más lindo en la escuela y no tiene novia…” “Tienes que estar bromeando,” dije. “¡El tipo es un hipopótamo!” “Hipopótamo,” repitió Stacy. “Vaya, eso es un poco rudo.” “Sí,” agregó Liz. “Para ser alguien que va a ir el sábado a la fiesta de su mejor amigo.” “No puedo creer que la gente considere guapo a Lance,” digo. No podía creerlo. Comparado con Will, Lance era como… bueno, como waffles congelados. “Ah, Lance se ve bien,” dijo Liz. “Un poco tonto, pero se ve bien. Como un osito de peluche. El problema es que él es un soltero crónico. Necesita el amor de una buena mujer para que lo moldee en el hombre que tiene potencial de ser.” “Yo creo que esa descripción encaja muy bien con Ellie. ¿No lo crees así, Liz?” bromeó Stacy. “Totalmente,” declaró Liz. Y luego las dos chicas rieron al ver la expresión en mi rostro. Sabía que ellas estaban solo bromeando y, aunque no fuera así, era mejor que ellas sospecharan que me gustaba Lance cuando en realidad


el que me gustaba era Will. Pasé todo el día deseando verlo en el pasillo en los cambios de clase. Había practicado lo que le iba a decir. Escuché que Broadneck están dos a cero. Supongo que tendrán que hacer un buen juego. Sí, soy toda una tonta. Hasta busqué a Broadneck en la Internet y luego practiqué frente al espejo lo que iba a decir para parecer que sabía un poco de football cuando la verdad es que no sé nada. Pero nunca lo vi y ahora me doy cuenta que el football no es la única cosa de la cual no sabía nada. Tampoco sabía nada sobre A. Will Wagner, el chico de quién estaba locamente enamorada. Pero sí sabía algo: siempre -sin importar los rumores de lo que hizo su papá o su hermanastro- tendré una buena opinión de cualquiera que bromee con un grupo de niños como Will lo hizo en el puesto de limonadas, o defender a un nerd de la manera que él hizo aquel día afuera de la clase del Sr. Morton. Y también sabía otra cosa: que alguien con una familia tan disfuncional como la de Will necesitaba de vez en cuando reírse y por eso era que a él le gustaba estar conmigo, la reina de los chistes. No importa que Nancy piense que los chicos no se enamoran de las chicas que los hacen reír. Yo no voy a cambiar porque, si eso es lo que Will quiere, eso es lo que yo le voy a dar. Aunque en el proceso se me rompa el corazón en mil pedazos.


CCaappííttuulloo 88 Traducido por Mai e Isabella_cullen88

“Allí está ella, que teje noche y día

una mágica tela de colores. Ha escuchado un susurro que le anuncia que alguna horrible maldición le aguarda

si mira en dirección a Camelot.” Yo nunca fui una chica femenina. Quiero decir, nunca he coleccionado animales de peluche o cuidado demasiado mi ropa. Nunca me hice una manicura y mi cabello es muy largo, porque soy muy perezosa para ir a cortarlo regularmente. Básicamente suelo hacerme una cola de caballo la mayoría de los días. Pero la noche del partido y de la fiesta de Will, realmente hice un esfuerzo por lucir bien. No se porque. Quiero decir, que todavía no estaba disponible como Will. E incluso si lo fuera no hay razón para pensar que me gustaría. Quiero decir, seguro, yo era la chica que le había hecho reír-quien se sentó en una piedra en el bosque y que le había escuchado contándome sus problemas con su padre. Pero el no ha sido totalmente sincero con toda la información sobre su padre. No era como si yo fuera su gran confidente, ni nada. Yo solo era una chica divertida que el conocía. El, obviamente me gustaba: El día después de que el me hubiera dado la rosa- el día que me acepto el equipo de pista- Llegue a casa para encontrar un e-mail de el. CAVALIER: Hey! Espero que te halla ido bien hoy, y que corrieras como el viento. Tú no estés asustada, no te preocupes. Se acordó. Yo sólo se lo mencione brevemente, ya que había ido disminuyendo la velocidad frente a mí casa el día antes de que yo estuviera planeando entrar en el equipo de pista. Y el se acordó!


Porque eso es lo que hacen los amigos. Ellos recuerdan cosas del otro. No, me dije a mi misma de forma severa, no significa nada. Nada más allá de que éramos amigos, me refiero. Le respondí al momento, por supuesto. Bueno, parecía apropiado compartir las buenas noticias. TIGERTOO: Hey! Atcha! Yo entre en el equipo. Gracias por los buenos deseos. CAVALIER: ¿Ves? Te lo dije. Felicidades. Con ustedes a bordo, el equipo en realidad tiene a tiro el Estatal, por descontado. Que es el tipo de cosas que, diría un amigo. Porque los amigos se apoyan unos a otros. Al igual que dicen hola a los amigos en voz alta cuando se cruzan por el pasillo (al igual que siempre hace Will). Y adiós cuando se ven en el estacionamiento (ídem). Es justo lo que hacen los amigos Y Will tiene un montón de amigos. Todos en Avalon High, que por lo ha visto, lo ama. El era inmensamente popular, no solo con SOS compañeros ‘Jocks’, si no también con menos inclinados atléticamente, niños también. El viernes cuando fuimos convocados en el gimnasio para una manifestación masiva de PEP antes del partido de Broadneck, y el nombre de Will fue leído y él entro corriendo hasta la parte alta del estrado, los aplausos para él fueron atronadores. Todas las personas de la escuela,- incluyendo los niños que habían estado quejándose acerca de tener que estar en un mitin PEP en primer lugar, los skateboarders y punk-roqueros - se pusieron de pie para darle una ovación. Will, por su parte, miro avergonzado y, a continuación, cuando los aplausos no murieron, tuvo que acercarse al micrófono que sostenía el Sr. Morton, el cual dirigía el evento (y la generación de PEP por lo que nos convierte en la práctica, la reunión de Avalon High gritaba alegría, 'Excalibur', que es posiblemente la mayor alegría en la historia de la escuela secundaria), lo celebro el también y dijo: 'Gracias a todos. Nosotros solo debemos ir ahí afuera y jugar lo mejor que podamos, y esperamos que todos ustedes estén ahí para apoyarnos’ El estruendo que provoco estas declaraciones fue mucho más fuerte que cualquiera de los Excalibur! que el Sr. Morton había suscitado de nosotros.


Y cuando Will se fue dándole el micrófono al Sr. Morton su mirada cayo sobre mi- Yo entre toda la gente de las gradas- y me un guiño y dándome una sonrisa. Yo me dije a mi misma, que es solo lo que los amigos hacen. A pesar de eso Liz y Stacy, a mi lado en las gradas, me miraron de forma pronunciada, y dijeron '¿Qué pasa-?’ ‘Somos solo amigos.’- Me apresure a decir. ‘Seguro’- Dijo Liz igual de rápido. ‘Seguro, porque tu sabes… Will y Jennifer-’ ‘Son como La Pareja’- Stacy finalizo la frase por ella. ‘Correcto’- Dije yo. ‘Will y Yo… Solo amigos’ ‘Dios! Desearía tener un amigo que sea así de Sexy’- Dijo Stacy ‘Y Bueno, E Inteligente, Y Gracioso’- Siguió... Liz le golpeo el brazo -‘¿Qué hay de mi? Soy Sexy, Buena, Inteligente y Divertida’ ‘Si, pero yo no quiero meter mi lengua en tu boca’ Puntualizo Stacy. Lis suspiró y miró hacia abajo a Will, que estaba tomando un asiento con el resto de su equipo. ‘Verdad’- dijo ella ‘Si Will Wagner y Yo fuéramos solo amigos, me gustaría asegurarme de que no fuéramos solo amigos durante mucho tiempo’ ‘Oh, correcto’-Dijo Stacy sarcásticamente. ‘Buena suerte compitiendo con eso’.- Nosotras miramos para donde Stacy apuntaba con su dedo. Jennifer Gold estaba haciendo unas series de Black-Flips, arriba y abajo en gimnasia, a tiempo que la banda estaba tocando su versión rápida de ‘What I Like About You’. Sus profundas curtidas piernas afiladas como hojas de tijera. Cada vez que aterrizó, su brillante cabello rubio cayó de nuevo en perfectas olas. ‘La ODIO’- Liz dijo con un verdadero rencor, resumiendo como me estaba sintiendo yo en ese particular momento.


Pero yo sabía que ese tipo de pensamientos eran injustos. Jennifer no era una mala persona. A tolo el mundo le agradaba. Yo misma no tenia razones para odiarla. Vale, Will había confiado en mí, y me había dado una rosa, e invitado a su fiesta. Pero éramos solo amigos... Pero decírmelo a mi misma una y otra vez no me detuvo de ponerme mi corta camisa, usar delineador de ojos y ponerme un toque de Mousse la noche del partido de Broadneck- entonces fue suficiente para cuando mi padre me vio y dijo: ‘ Todo lo que te pido, es que te mantengas alejada del centro de la ciudad’. Luego, cuando corrí fuera de casa para llegar al interior del auto de Stacy – ella nos llevaba a mí y a Liz al juego- dentro las chicas dejaron salir un ‘Hoots’ de admiración, y Liz me preguntó si yo me sentaría cerca de ellas, por ser una reina del glamour y todo eso. Yo no creía que ellas estuvieran bromeando, porque yo sabía que significaba que había sido aceptada. Y que se sentía mucho mejor que si hubieran dicho, todos educadamente ‘Tú luces bien Ellie’. Yo no había ido a un partido de fútbol antes. Mi hermano Geoff había formado parte de un equipo de Básquet en nuestra vieja escuela, entonces yo fui unos cuantos partidos a alentarlo, no porque fuera una gran hermana, sino porque Nancy estaba enamorada de el y siempre insistía en ir a alentarlo. A Nancy nunca le gusto ningún jugador de fútbol, por eso nunca asistí a uno. Honestamente no puedo decir que me perdí demasiado- al menos en el Avalon- Broadneck no tuvo ninguna indicación. Oh! Fue divertido pasar el tiempo en las gradas, bajo el vasto cielo nocturno comiendo pop-Corn. Pero el juego en si, era muy aburrido y prácticamente incomprensible. Y los jugadores llevaban tanto relleno de forma que tú solamente podías decir quien era quien, por el nombre de sus camisetas. Al parecer, yo era la única persona en las gradas que tenia esa opinión. Todos los demás- incluidas Stacy y Liz- estaban dentro del juego,


uniéndose a Jennifer Gold y sus otras porristas, cantando y gritando histéricamente cada vez que nuestro equipo tiene un punto o un punto hacia abajo, o como sea que se diga. Liz trato de explicarme las sutilezas del juego. Will desde su posición de ‘quaterback’, era como el cerebro de la operación. Su amigo Lance, era un guardia, cuyo trabajo era mantener a salvo a Will, cuando este obtenía la pelota- que era la mayoría del tiempo. Aparentemente Avalon High, tenia un buen equipo- tan bueno que incluso asistieron al campeonato el año pasado. En general se cree que podría ir de nuevo este año, si se desempeñan tan bien como el año pasado. Pero no nos iba tan bien contra los Broadneck Bruíns como todos nosotros esperábamos. Al medio tiempo, íbamos abajo por 14 puntos, y un montón de personas en las gradas ya estaban empezando a chistar. Lo debo admitir, no me importaba mucho si no ganamos. Yo no había pasado la mayoría del tiempo viendo el juego. Mayormente yo solo miraba a Will. Es difícil no notar que se veía muy lindo en su apretado pantalón blanco, mientras estaba por ahí haciendo sus jugadas y diciéndole a los demás que hacer. Hay algo intoxicante, supongo, un chico en una posición de poder...como mínimo uno con un trasero que luciera tan bien como el de Will. No mencione mi pensamiento a Liz o Stacy, claro. Quiero decir, por el hecho de que me había costado mucho tiempo el convencerles de que Will y Yo éramos solo somos amigos (que yendo al caso, de cualquier modo, era actualmente verdad). Pero yo sabia que si me confesaba a ellas, en mi caso yo anhelaba algo más que amistad con él, a la vez que me apena cada vez mas por ser lo suficientemente estúpida para caer con el ‘chico popular’ (como todas las otras).- Especialmente cuando esta saliendo con Jennifer Gold. Además, ellas todavía parecía que pensaba que había algo entre lance (que no), por la manera en que ellas me daban un codazo siempre que el Sr. Morton decía su nombre por el altavoz (además de dar los ánimos, el Sr. Morton, también iba anunciando el juego). No les dije que parara, o que no me gustaba Lance o algo así. Me


pareció más fácil dejarlas que siguieran pensando esto a que ellas conocieran la verdad. De todos modos, estaba tan aburrida en el descanso que me ofrecí para traerles perritos calientes, y mientras iba de camino hacia allí oí que alguien me llamaba por mi nombre. Me di la vuelta, sin tener la menor idea de quien podía dirigirse a mí, ya que yo apenas conocía a nadie en AHS. Estuve mas que sorprendida de ver al Sr. Morton, que salía de la cabina de animación, señalándome. "eh! Sr. Morton." le dije, preguntándome que podía querer. Habiendo tantos estudiantes en ese momento a mi alrededor, no entendía porque el me señalaba a mi para que fuera? "Elaine" dijo, con voz severa. Ya que el era británico y todo eso, mi nombre pareció aun mas pasado de moda que si lo dijera de un modo ordinario americano. De la misma forma que cuando el decía "Excalibur" sonaba como si fuera muy importante. Comprendí por la severidad en su voz que tenia un problema. Solo que yo no podía imaginar cual. Quiero decir, solo estaba tratando de comprar unos cuantos perritos calientes para el bien de Pete. "Leí tu propuesta" continuo el Sr. Morton. "Oh" dije. Esto llego a mí para decirme que probablemente no estaba en un problema después de todo. No herede la mala vista de papá, ni su lentitud en carrera, pero si había heredado las habilidades excelentes en investigación, así como el talento de mi madre, para la mega organización. Nunca tengo malas notas en esto. El Sr. Morton probablemente quería elogiarme sobre el trabajo sumamente excelente que yo había hecho sobre la propuesta de la Dama de Shalott. Solo que no fue por eso por lo que me paro, en absoluto. El no estaba un poco contento con lo que yo había hecho, si no que nada contento. Nada. "No es eso." dijo el, en el mismo tono. "Lo que yo te asigne." Durante un segundo no pude entender de qué hablaba, entonces comprendí lo que quería decir. "Ah" dije "Bien! lo siento. Fue mi culpa, Sr. Morton. Yo ya había leído


Beowulf" no podía decirle que la verdad es que odiaba Beowulf. No sabes como se encienden los profesores con esa clase de cosas. "entonces negociamos con otros. No se puede hacer? no recuerdo haberle oído decir que no podíamos." El Sr. Morton frunció el ceño. Claramente le había dejado perplejo. Porque el nunca había dicho nada acerca de estas cosas. De todos modos no era la única cosa por la que el estaba dolido. "Trabajaste con tu compañero para hacer toda esta propuesta?" me exigió. Mi compañero?. Entonces recordé. Lance. Desde luego. "Claro" dije, mintiendo. "El ayudo a juntar una parte del material y de las fuentes- " "Realmente lo dudo." dijo el Sr Morton. El estaba totalmente ultrajado. Yo podía decirlo por la posición de sus cejas. Un hombre mayor - pasada la edad de jubilación si me preguntas a mi - las cejas del Sr. Morton era grises, como su barba bien recortada. "Le asigne trabajar con un compañero por una razón, Elaine." dijo el con severidad. "Lo siento." dije, realmente desconcertada. Los profesores nunca me gritaban. Soy lo que se puede decir un modelo de conducta estudiantil. Me da miedo violar las normas, sobretodo. "Yo... mm... nosotros... Uh, dividimos el trabajo. Yo escribí la propuesta y el haría el informe oral-" Pero el Sr. Morton no estaba de acuerdo con eso. Dijo "Cuando te asigno trabajar con un compañero, tu, como se supone, TRABAJARAS CON ESE COMPAÑERO. Usted y Lance deben estar juntos. No acepto tu propuesta." Esto hico que emitiera un ruido sobresaltada, porque ningún profesor me había rechazado nunca algo que yo hubiera escrito antes. Pero el Sr. Morton no pareció notar mi reacción, ya que el prosiguió, "y el lunes por la mañana quiero hablar con vosotros dos. Espero verte a ti y al Sr. Reynold en mi despacho a primera. Puedes avisarle cuando lo veas."


Estaba atontada. Que demonios era esto? "Bien." dije. Dije bien, pero yo no me sentía bien. Yo estaba definitivamente muerta de miedo. Como lo sabia? Como sabia él, que Lance y yo no habíamos trabajado en la propuesta juntos? Mientras regresaba de vuelta a mi asiento en la grada yo me había calmado, pero no mucho. "donde están los perritos?" quiso saber Liz cuando me senté en el asiento al lado de ella. Y es cuando comprendí que me había alterado tanto mi conversación con el Sr. Morton que me había olvidado de comprar los perritos calientes. "lo siento" dije. "Escucha esto." y les conté a ambas lo que el Sr. Morton me había dicho. "Podéis creerlo?" Pregunte, cuando hube descrito lo ocurrido. "es por su reputación de vieja manivela indigesta? El Sr. Morton quiero decir? O es solo conmigo?” La pregunta había sido retórica. Yo había esperado que ellas dijeran "Ah, si, es una manivela" pero ellas no lo hicieron. Stacy dijo. "No se. Todos parecen amar al Sr. Morton." "Si" dijo Liz "El ha sido votado el mejor profesor cada año desde que el comenzó en Avalon, prácticamente. Y todo les encanta cuando el dice 'Excalibur'" "De verdad?" encontré esto sumamente difícil de creer. "No entiendo porque estas tan alterada" dijo Stacy "quiero decir, el prácticamente te ha ordenador que pases mas tiempo con tu enamorado. Donde esta la tragedia?" Liz riendo estuvo de acuerdo. "Claramente. Yo pagaría en efectivo con tal de tener que pasar más tiempo con Lance Reynolds. " Me senté en mi asiento. No había nada de entusiasmo por mi parte en tener como compañero de investigación a Lance cuando yo estaba enamorada de su mejor amigo. Entonces yo solo cerré la boca y no dije nada durante el resto del partido. Hasta que, en algún momento del ultimo cuarto, cuando los equipos


estaban veinte a uno, algo ocurrió. Al menos pensé, era raro. Al no haber estado antes en un partido de futbol, tal vez eso pasaba todos los días, quien sabía? Pero yo realmente vi exactamente como paso, porque esto implicaba a Will, y yo lo había estado mirando detenidamente. Will había llamado a algunos números y alguien le había pasado la pelota. Ella había corrido con ella unos cuantos pies, buscando a alguien para lanzársela. Entonces sucedió algo que no había pasado en ningún otro momento del partido: Lance no estuvo para mantener alejados a todos de Will. En cambio Will fue golpeado, con fuerza, por un miembro del equipo contrario. Viendo esto, jadee y salte de mi silla, mirando alrededor luego como acusando a Lance. El venia corriendo desde donde estaba Jeniffer Gold de pie en el margen. ¿Jenifer gold? Que estaba haciendo Lance, charlando con Jennifer Gold, mientras golpeaban a Will? Yo no era la única que estaba horrorizada. El entrenador de Avalon golpeo a Lance en el caso cuando el se dirigía corriendo hacia el. Sonaron muchos silbidos, y el tipo que había placado a Will se apartaba. Lance cayo de rodillas al lado de un Will inconsciente - Oh, Dios! no dejes que se muera!- se quito su propio casco, y luego se agacho para agarrar a Will gritando el nombre de su amigo. Mire, mi corazón en la garganta, sin comprender que había estado aguantándome la respiración hasta que un segundo mas tarde, cuando Will comenzó, despacio y con mucho dolor, a levantarse. Entonces solté el aire y mis rodillas, demasiado débiles para sostenerme más tiempo, cedieron y me senté. Encontré tanto a Stacy y a Liz mirándome fijamente con las cejas levantadas. Me sentí ruborizarme y espere que ellas no lo notaran en la oscuridad. "No tenia ni idea de que el futbol fuera tan apasionante" dije sin convicción. Un segundo más tarde, con Will habiendo quitado cualquier problema con lance dándole una sonrisa bondadosa, el partido siguió de nuevo. Solo que esta vez, nadie se puso cerca de Will. Y el tipo que lo había derribado antes del equipo contrario? Bien, al primer momento que el se arriesgo un poco, Lance lo derribo con tanta fuerza que el juego tuvo


que pararse de nuevo y el tipo tuvo que ser sacado del campo en una camilla. Una cosa era seguro: Nadie iba a hacer daño a A. William Wagner y se escaparía ileso sin que su mejor amigo Lance tuviera algo que decir acerca de ello. Avalon gano por siete puntos. La muchedumbre enloqueció. Y entonces llego el momento de la fiesta de Will.


CCaappiittuulloo 99 Traducido por Vero

Desconoce qué tipo de maldición sea,

y debido a ello teje sin parar, sin preocuparse de nada más,

la Dama de Shallot. Hice que Stacy y Liz me acompañaran. De ninguna manera iba a ir a esa fiesta yo sola, sin conocer a nadie más a parte del anfitrión, quien estaría sin duda demasiado ocupado atendiendo a sus invitados como para hablar conmigo. Además, le había preguntado a Will, cuando le respondí el email la otra noche, si podía llevar a un par de amigas, y me contestó que estaba bien. Stacy se mantuvo indiferente ante la invitación, pero Liz estaba entusiasmada por la idea de asistir. Ella me confesó que nunca había asistido a una fiesta que se realizara en la casa de alguien popular -sin mencionar la casa del presidente de la clase de último curso- y se moría de ganas de saber cómo era. Y ella pronto lo averiguó. Cómo era puede ser descrito en una sola palabra: atestado. Will vivía en una de las casas más bonitas de allí -en una colina, desde donde era posible ver la bahía- y nos tuvimos que estacionar en la parte baja de ésta, pues habían tantos coches en frente de la casa que fue imposible acercase más. "Oh por—” fue lo que Liz empezó a decir cuando terminamos de subir por la colina y llegamos finalmente hasta el recibidor de los Wagners. Porque la casa de Will era realmente linda, con pisos de mármol y llena de espejos gigantes con marcos dorados. Eso hacía que te preguntaras cómo era posible que el padre de Will pudiera permitirse todo estos lujos, teniendo en cuenta que recibía tan solo un salario de oficial de marina.


Liz aparentemente estaba pensando lo mismo, ya que nos susurró a Stacy y a mí, "Dinero de la familia". Conocí al almirante Wagner tan pronto cruzamos por la puerta. El estaba en el living saludando a la gente a medida que esta llegaba, con un trago en la mano, y una atractiva rubia en la otra. Asumí que ella era la viuda de su amigo y la nueva madrastra de Will. "Gran juego, ¿cierto?" El padre de Will le decía a cualquiera que pudiese escucharlo. "Sírvete una bebida. Gran juego, ¿no lo crees?" El padre de Will ciertamente no lucia como un ogro quien hizo que asesinaran a su amigo a propósito para así poder casarse con su esposa y, ah sí, forzar a su hijo a estudiar algo que no quería. Él era alto, como Will, y tenía el cabello gris. No estaba usando su uniforme ni nada, sin embargo los pliegues de su caqui le daban cierto aire de dureza para tratarse de ropas civiles. Pero eso podría deberse a que no estoy acostumbrada a ver hombres con pantalones planchados. Mi padre nunca ha usado nada planchado en su vida. Me dirigí directamente hacia él y me presenté, también le presenté a Liz y a Stacy, ya que eso parecía ser lo más cortes. Debo admitir que además moría de curiosidad por ver cómo era el Almirante Wagner, después de todo lo que había escuchado sobre él. Pero fue totalmente encantador, estrechando mi mano con energía, por lo visto estaba contentísimo de que su hijo tuviese tantas amistades. Nos dijo "Gusto en conocerlas chicas. Vayan y sírvanse una bebida. Las sodas se encuentran a un lado de la piscina” con una voz resonante y feliz. Miré más a fondo a la nueva esposa del almirante, tratando de calcular cuánto tenía que ver con lo que Will llamaba "Las cosas han sido bastante extrañas últimamente" Pero ella no se veía pesada ni nada. Era muy hermosa, menuda y rubia...tenía cierto parecido a Jennifer Gold. Pero también se veía triste. Como si, quizás, extrañara a su fallecido esposo o algo así. O quizás, simplemente no quería estar en una estúpida fiesta de chicos


de secundaria. Era difícil de decir. Stacy, Liz y yo, como había dicho el almirante, nos hicimos camino hacia la piscina. Habíamos tenido unos pequeños problemas tratando de encontrar la casa, por lo que Will y Lance, y el resto de sus compañeros -sin mencionar al equipo de cheerleaders de Avalon High- ya se encontraban allí, chocando los cinco unos a otros y saltando hacia la piscina temperada, la cual estaba rebosada por un millón de lámparas de papel. Stacy, Liz y yo fuimos a buscar unas sodas y luego nos quedamos en donde se servía el guacamole -donde siempre terminan las chicas altas en las fiestas- mirando a los demás. Nadie nos prestó el más mínimo de atención. Si, nadie, a excepción de un Border Collie quien vino hacia nosotras y acercó su nariz a una de mis manos. "Hey" le dije al perro. Era hermosa, con su largo y sedoso pelaje y tan solo unas pocas líneas negras. También se sabía comportar. No saltó y solo me lamió una vez. Este, sabia, solo podía ser el perro de Will, Cavalier. Supe que estaba en lo correcto cuando Will logro hacerse camino por medio de la multitud y se acercó apresuradamente hacia nosotras, exclamando "¡Viniste!" Mientras Liz y Stacy miraban hacia todas partes, tratando de averiguar a quien le estaba hablando. Sentí cómo me empezaba a sonrojar. Porque sabía que me estaba hablando a mí. "Si", le dije, mientras se detenía frente a mí. Se había cambiado de ropa. Ahora llevaba un bañador junto con una camisa hawaiana la cual llevaba abierta hasta la cintura. Era difícil no mirar hacia sus abdominales, los cuales estaban perfectamente definidos. Traté de ignorarlos mientras le decía, "Gracias por invitarme. Estas son mis amigas Stacy y Liz" Mientras las dos chicas se encontraban inmersas en un total asombro, Will las saludó. Entonces me dijo, "Veo que Cavalier te encontró. Le debes gustar". Era verdad. El perro se había echado mientras le acariciaba sus suaves orejas. Al menos lo había estado antes de que Will se nos acercara. Una


vez que éste lo hizo su atención se había centrado completamente en él. "Tiene buenos modales", le dije débilmente ya que fue lo único en lo que pude pensar. Algo que no fuera, ¡Te amo! ¡Te amo! Lo que, ya sabes, no habría sido socialmente aceptable. Will solamente sonrió, luego nos preguntó si íbamos a nadar. “No trajimos bañadores", mintió Liz, dándole una rápida mirada a Jennifer Gold, quien andaba de un lugar a otro luciendo de una forma perfectamente angelical en su tankini blanco. "Oh, tenemos algunos para prestar" dijo Will "Allá cerca de la piscina. Vayan y elijan alguno que les guste" Stacy y Liz solo lo miraban, las papas fritas llenas de guacamole que tenían en sus manos habían quedado olvidadas. Las probabilidades de que anduviéramos por ahí en nuestros trajes de baño en frente del equipo de cheerleaders eran iguales a las probabilidades de que un meteorito gigante cayera en picada y las incinerara. No es que deseara que eso les pasara. Al menos no mucho. "Diviértanse", me dijo Will con una sonrisa, completamente ajeno a nuestra incomodidad, como cualquier otro chico habría estado. "Debo irme. Ustedes saben, debo hacer el trabajo del anfitrión" "Claro" le dije, observando -con Cavalier a su lado- cómo se alejaba y comenzaba a charlar con un chico alto y bastante atractivo a quien nunca había visto antes. Con cabello oscuro, como Will, y parecía vagamente familiar. Pero sabía que él no asistía a Avalon High. Liz estaba feliz de poder aclarar el misterio de su identidad. "Ese es Marco", ella dijo, su boca estaba llena de guacamole. "El hermanastro de Will" Me le quede mirando. Marco estaba hablando amablemente con Will y con otro miembro del equipo. No lucía cómo si estuviese molesto por toda la situación -ya sabes, vivir en la casa del hombre que llevó a tu padre a su muerte para luego casarse con tu madre. Ósea, esa clase de cosas podrían estropear a una persona.


Además, tampoco lucía cómo el monstruo que creía que era. Ciertamente no lucía cómo la clase de persona que trataría de asesinar a un profesor. Era verdad que tenía perforadas ambas orejas. Y también tenía uno de esos tatuajes tribales alrededor de uno de sus bíceps. Pero ya sabes, eso es bastante normal en estos días. Observé a Marco mientras este se paseaba al rededor de la piscina, saludando a la gente de la misma forma en que lo hacían los políticos, con una sacudida de mano y un golpecito en el hombro si eran chicos, y con un beso en la mejilla si eran chicas. Me preguntaba cómo me habría sentido si viviera bajo el mismo techo que el hombre responsable -aunque fuera indirectamente- de la muerte de mi padre. Las cosas eran mucho más interesantes en Anápolis de lo que había imaginado al momento en que mis padres me contaron sobre lo de la mudanza. No le tomó mucho tiempo a Liz el darse cuenta de que no se habría perdido demasiado, al no ser invitada por los chicos populares a ninguna de sus fiestas antes. Al rato Stacy también empezó a aburrirse. Cuando finalmente me anunciaron que querían marcharse –ya nos habíamos acabado todo el guacamole, y no parecía como si fueran a traer más- asentí, ya que para entonces yo también tenias ganas de marcharme. Había visto lo que quería ver -al padre de Will, quien a pesar de lo que hubiese creído, se veía bastante agradable; a su madrastra quien parecía ser encantadora, y la forma en la que Will interactuaba con Jennifer, la cual era exactamente la forma en que esperabas que interactuaran novio y novia...no demasiado amorosos ni nada, pero sí se tomaban bastante de la mano, y vi a Will besarla una vez. ¿Envió esa imagen un puñal de envidia directo a mi corazón? Si. ¿Pensaba que podría ser una novia mucho mejor para él que ella? Pues sí, bastante. Pero la cosa era que, quería que fuese feliz. Suena extraño, pero realmente lo deseaba. Y si Jennifer lo hacía feliz, bueno, que así fuese. Excepto por...


¿Y que había sobre esa rosa?¿ La cual ya había florecido por completo en el florero de mi velador, la cual era la primera cosa que veía cada mañana cuando me despertaba y la última cosa que veía cada noche una vez que me acostaba y apagaba las luces? No fue hasta que nos estábamos dirigiendo hacia la salida cuando recordé que necesitaba avisarle a Lance sobre nuestra reunión con el Sr. Morton el lunes por mañana. Les dije a Liz y Stacy que me reuniría con ellas en el auto y me fui en busca de Lance para darle la noticia. Pero no estaba cerca de la piscina en donde fue la última vez que lo había visto. Y tampoco estaba en ninguna parte del primer piso. Finalmente una de las personas que estaba haciendo la fila para el baño en el segundo piso me dijo que lo había visto entrar a una habitación desocupada. Le di las gracias y me dirigí hacia la habitación, golpeando primero la puerta. Pero como la música proveniente del primer piso era tan fuerte no pude escuchar si Lance me respondía. Golpee la puerta un poco más fuerte. Nada. Al darme cuenta de que no podía escucharlo debido a la música, pensé que quizás el tampoco podía escucharme tocando la puerta. Abrí la puerta -solo un poco- para ver si Lance realmente se encontraba ahí. Y bien, el estaba ahí. Estaba ahí, besándose con Jennifer encima de la cama. Jennifer, la novia de su mejor amigo. Estaban tan concentrados el uno en el otro que ni siquiera se dieron cuenta de que se abría la puerta. Rápidamente la cerré, y apresuradamente me apoyé sobre una de las paredes cercana, sintiendo que mi corazón era capaz de saltar fuera de mi pecho. Pero antes incluso de que pudiera procesar lo que acababa de ver -dejando de lado el significado que esto tenía- vi algo mucho más horroroso. Pues vi a Will subiendo por las escaleras, dirigiéndose directamente hacia la habitación que acababa de cerrar.


CCaappííttuulloo 1100 Traducido por kirtassh

“Tal sucede en la noche purpúrea bajo constelaciones luminosas,

un barbado meteoro se aproxima a la quieta Shalott.”

“¡Eh!, Elle” dijo Will cuando me vio. Esto era una señal de cómo de terrible era yo realmente cuando comencé a temblar al escucharle llamarme Elle, después de todo lo que acababa de ver. “Hola, " dije apenas. “¿Has visto a Jen?” quiso saber Will. “Alguien dijo que la vieron subiendo para aquí.” “¿Jen?” le repetí. Mi mirada, aunque intentara no hacerlo, se desvió hacia la puerta cerrada del cuarto de invitados. “Um…” ¿Qué se suponía que debía decir? O sea, ¿Como se suponía que iría “Claro, la he visto justo aquí” y le permitiría atravesar aquella puerta y encontrar a Lance y Jennifer allí, estando en ello? ¿O como iba a mentirle e ir “¿Jen? No, no la he visto aquí” permitiéndole continuar viviendo en total ignorancia por el hecho de que su novia y su mejor amigo eran un asqueroso par de mentirosos? ¿Quién podría tomar una decisión como esa? ¿Por qué tenia que ser yo la que estaba metida en todo esto? Es decir, yo quería que Will rompiera con Jen para así poder ser libre de enrollarse conmigo – ya sabes, si el infierno resultara helarse o algo, y él me invitara a salir. ¡Pero no quería ser la persona que, indirectamente, causara aquella separación al revelarle la verdadera naturaleza de su novia! Porqué como siempre que pasa esto en las telenovelas o en la WB o donde sea,


ellas nunca acaban consiguiendo al chico. Pero antes de que pudiera decidir que hacer, Will me mira más estrechamente y suelta, “¿Va todo bien, Elle? Te ves en cierto modo…pálida.” Me sentí palidecer. De hecho, me sentí un poco como si pudiera vomitar todo el guacamole de antes. “Estoy bien” le dije, aunque mi voz sonara como una mentira incluso para mis propios oídos. “Tú no estás bien,” dijo Will firmemente. “Vamos. Es hora de tomar aire fresco.” Después algo increíble ocurrió. Él cogió mi mano – agarrándola como si fuera la cosa más natural del mundo – y me condujo hacia una puerta de la que no me había fijado antes. Él me subió por una estrecha y empinada escalera que se desplegaba sobre esta clase de cubierta todo a lo largo de la azotea de la casa. A pesar de la fiesta de abajo, que estaba ya muy animada, se estaba tranquilo afuera en la pequeña cubierta estrecha. Tranquilo y oscuro, con una vista fantástica de las estrellas en lo alto, y de la bahía que se extendía debajo de nosotros la luna reflejada como una cinta brillante de luz de una extremo a otro. Una brisa fresca levanta el pelo de mi cara, e inmediatamente, empiezo a sentirme un poco mejor. Me apoyé contra el pasamano adornadamente tallado que recorre toda la longitud de la cubierta y miré detenidamente hacia fuera la bahía, al puente que se arqueaba de un extremo al otro, y el ocasional brillo de un faro de un coche como alguien que conducía sobre ello. “¿Mejor?” Pregunta Will. Asentí, sintiéndome un poco avergonzada de misma, y queriendo distraerle para que no me mirara tan estrechamente – Noté que aún estaba ligeramente verde en cuanto a mis agallas – y le pregunté intensamente. “Así que, ¿Qué es esto?” refiriéndome a este estrecho parapeto donde Will y yo estábamos parados. “Realmente tu no eres de por aquí, ¿verdad?” Pregunta Will, con una gran sonrisa. Entonces él se me unió en el pasamano y dijo, “Lo llaman el paseo de la Viuda. Todas las casas viejas de los alrededores lo tienen. A la gente le gusta decir que los construyeron para que las viudas de los


marineros pudieran salir afuera y mirar el regreso de los barcos de sus maridos.” “¡Qué bonito!” dije sarcásticamente. Porqué, por supuesto, si los maridos no volvían, quería decir que su barco se había hundido y la esposa era ahora una viuda, así haciendo gala de que su pequeña guardia se fijara como un paseo de la viuda. “Bueno,” dijo Will, con una sonrisa, “si. Pero en realidad eso no es para lo que eran. Fueron construidos para que así la gente pudiera trepar aquí y apagar las llamas si su tejado se incendiara, regresando cuando ellos tuvieran que usar sus chimeneas para el calor y la cocina y todo eso.” “¡Qué bonito!” Dije de nuevo, pero esta vez más sarcásticamente. Will sonrió. “Imagino que deberían cambiar el nombre.” Will se encogió de hombros. “La vista es la misma, no importa que nombre le pongan.” Asentí, admirando la cinta brillante de luz del molde de la luna a través del agua. “Es bonito.” dije. “Relajante.” Lo suficientemente relajante como para hacer que una chica olvide porque a tenido que venir allí en primer lugar. ¿Qué iba yo a hacer de todos modos respecto a Lance y Jen? “Si,” dijo Will, totalmente ajeno a mi confusión interior. “Nunca me canso de esto. Es lo único que siempre parece estar igual. El agua, quiero decir. El color cambia. A veces es liso. A veces hay cortes. Pero está siempre allí. Tú puedes contar con ello.” No como con su novia y su mejor amigo. Pero no dije esto en voz alta, desde luego. No podía evitar preguntarme si la nueva señora Wagner subía aquí mucho, quizás con su taza de café. ¿Se le había ocurrido a Will la ironía del paseo de la viuda de su casa? Ya sabes, ¿ser una viuda, y todo? “¿La echas en falta?” le pregunté de repente a Will. Demasiado de repente, me di cuenta, cuando el me miró como diciendo que no tenia ni idea de que estaba hablando. “¿A quién?” pregunta. “A tu madre, quiero decir.” Dije yo. “Tu, Umm..., verdadera madre.” No me figuré que habría algún punto en mi fachada de fingir que yo no


conocía la historia de lo que había pasado con su papá o algo así. “¿Mi madre?” él entornó los ojos hacia el agua. “No, no del todo. Nunca la conocí. Ella murió cuando yo nací.” “Ah,” dije. Porqué no sabía que más decir. “Esta bien,” dijo con una sonrisa abierta, yo suponía que sintiendo mi tristeza por él, y queriendo tranquilizarme. “No puedes echar en falta lo que nunca has tenido.” “Supongo,” dije. “¿Te gusta-” Hice una pausa, no segura de cómo se debía llamar su madrastra. “- la madre de Marco?” que era con lo que terminé por conformarme. “¿Jean?” Will asintió. “Si. Me gusta mucho.” “Bueno,” dije, “eso esta bien. ¿Y Marco?” “Si,” dijo Will. Su sonrisa ampliándose. “¿Cómo sabias sobre Marco y Jean? ¿Has estado preguntando por ahí sobre mí, o algo?” “Puede,” dije, sintiéndome a mi misma empezar a enrojecer, y esperando que él no se fijaría con la relativa oscuridad. Si lo hizo, no dijo nada. “Marco es guay,” dijo Will, con un encogimiento de hombros. “Él…” Hizo una pausa, pareciendo tener dificultades en como continuar con lo que iba a decir después. “Él no tenia mucho, le faltaba madurar. Ha estado metido en problemas. Pero creo que está empezando a enfriarse un poco.” “¿Él y tu padre se llevan bien?” le pregunté casualmente, pero en realidad teniendo curiosidad. ¿Me llevaría bien con el hombre que había ordenado la muerte de mi padre, y después haberse casado con mi madre? Estaba pensando que probablemente no. Will se veía pensativo. No triste, o algo. Solamente como que él estaba pensando mucho sobre lo que le había preguntado. “Ya sabes, creo que lo hacen,” dijo finalmente. “Es diferente para Marco. A ver, el no está emparentado con mi padre. Así que no hay la misma…presión entre él y Marco como la que hay conmigo.”


“¿Entonces supongo que esto es lo que querías decir cuando estabas hablando sobre que las cosas eran raras,” dije. “Sobre Marco y tu padre y tu madrastra y… lo que pasó con ellos y todo?” Supongo que eso era hacerse ilusiones. Ya sabes, que lo de lo padres de Will era lo que realmente le molestaba y no… bueno, lo de su novia. Quiero decir, ¿lo sospechó? Lo de Lance y Jennifer. Tenia que hacerlo. Qué había pasado en el juego de esta noche, con Lance no habiendo estado allí por él porqué sobrepasó la línea de banda para hablar con Jen… y ahora los dos habían desaparecido juntos… Tenía que ser lo que él quiso decir con que las cosas se volvían raras. Tenía que ser la explicación para que entonces quisiera darme patadas a mi misma. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué tengo que ir y hacer bromas siempre que las cosas se veían que estaban a punto de volverse serias? Nancy tenía razón. Nunca conseguiré un novio a este paso. Pero Will, en vez de irse – como probablemente debía hacer- diciendo “Lo que sea que digas, rara,” solo me miro por un minuto. Después él irguió su cabeza y se rió. Y se rió mucho más. Y de verdad, ¿Qué opción tuve para no reírme con él? Por lo menos hasta que una repentina brisa enviara un hilo de mi pelo volando hacia mis ojos. Después, para mi sorpresa, antes de que tuviera una oportunidad para apartarlo, Will lo alcanzó y lo peino para atrás con sus dedos. Y me congelé. Porqué él me tocó. Él me tocó. Él me tocó. “Tienes toda la razón, Ellie Harrison,” dijo suavemente, su mirada fija en mí, su voz vacilante. “Y, ya sabes, creo que me hubieras gustado incluso si yo no estuviera seguro de que ya te había conocido en una vida pasada, y me hubieras gustado entonces.” No hay que explicar lo que podía haber ocurrido después. No es que yo me imaginé que él podría de repente haberme envuelto en sus brazos y haberme besado, de la misma manera como yo había visto a Lance besando a Jennifer en la habitación de invitados abajo nuestro. Pero nunca lo sabréis. El podría haberlo hecho. Si no hubiera sido por dos cosas…



“Pero aún ella goza cuando teje las mágicas visiones del espejo:

a menudo en las noches silenciosas un funeral con velas y penachos con su música iba a Camelot;”

Lo primero que ocurrió fue que una nube llegó arrastrándose hasta tapar la luna, bloqueándonos la única luz con la que nosotros podíamos ver. Lo segundo fue que la puerta que daba al paseo de la Viuda se abrió de golpe, y luego Cavalier vino corriendo hacia nosotros, seguido de alguien más de la especie humana. Yo no sabría quién debía ser a no ser que se acercara a la luz que sale por la puerta abierta de la escalera de detrás de él. “Aquí estás.” Dijo Marco en cuanto vio a Will. Él no pudo haberse perdido la manera en que Will movió bruscamente su mano de mi pelo y la puso sobre su perro, que estaba jadeando, para acariciarlo. “Te he buscado por todas partes. No te hubiera encontrado si no fuera por el maldito perro. ¿No escuchaste sus ladridos?” Will le dio a Cavalier una caricia final, después se enderezó. “No,” dijo él. Su voz, que había estado con una emoción vacilante hace apenas unos segundos, se mostraba totalmente normal. Era imposible decir si él, como yo, se había resentido de la intrusión de su hermanastro. “¿Por qué? ¿Qué pasa?” “Necesito encontrar a Jen,” dijo Marco. “Su coche esta bloqueándole el paso a uno de nuestros vecinos.” Will sacudió su cabeza de la forma en que alguien la sacude, después de una zambullida muy honda, al llegar a la superficie. Traté de no pensar que esto significaba vis-a-vis… bueno, yo. “¿Qué?” Will parpadeó


por un tiempo. “¿Jen?” “Sí.” Marco me miró. No de manera acusadora. Solamente especulativamente, como preguntándose quien era yo y lo que había hecho para que su hermanastro actuara tan atontado de repente. Yo podría habérselo dicho en tres palabras. Nadie y nada. ¿O eran dos? “Pensé que Jen estaría contigo” dijo Marco. Ahora él empezaba a sonar de forma acusadora. “No he visto a Jen desde que fue a retocarse el lápiz de labios hace una media hora” dijo Will. Pero no como si esto le molestara. “Bien, ella debe mover su coche” dijo Marco. "Tiene bloqueada a la Sra. Hewlit y amenaza con llamar a la poli.” Will dijo algo por lo bajo que sonó como una maldición. Entonces, él dijo para mí, “Lo lamento, Elle. Tengo que ir a buscarla.” “Esta bien,” dije apresuradamente, esperando que no se mostrara mi decepción por la interrupción. Después de todo, él me había vuelto a llamar Elle. “De todos modos yo también debo irme. Liz y Stacy probablemente se preguntaran a donde fui a parar.” Will me miró por un segundo como si no supiera de qué estaba hablando. Después asintió y dijo, “Ah, bien. Bueno, vámonos. Salgamos de aquí.” Y comenzó a ir hacia la puerta de las escaleras con Cavalier cerca de sus talones. Yo le seguí y Marco vino tras de mí. Cuando nos dirigíamos al segundo piso, Marco preguntó, “¿No me vas a presentar a tu amiga?” con una voz que realmente no me gustó nada…aunque no podría decir porque. “Ah, lo siento” dijo Will. “Elaine Harrison, mi hermanastro, Marco Campbell. Marco, ella es Ellie”. “Hola” le dije a Marco, sobre mi hombro, cuando entramos al vestíbulo. Marco sonrío abiertamente con una de esas sonrisas que a veces veía descrita en los libros como lobuna. “Encantado de conocerte, Elaine” dijo él. Después le dijo a Will, “Creo que alguien dijo que vieron a Jen pasar por ahí”. Señaló con la cabeza hacia la puerta de atrás donde yo había encontrado a Lance y Jennifer besándose.


“Ah, bien” dijo Will. Y empezó a colocar su mano en el pomo de la puerta… “¡No, espera” chillé, antes de saber lo que estaba diciendo. Will me miró de manera inquisitiva. O eso, en realidad, hizo el perro. La mirada de Marco era la única que no era inquisitiva. La suya era de sorpresa. Que fue cuando lo supe. De repente me sentía como si fuera a vomitar, otra vez. Excepto que no tenía tiempo para estar enferma. “¿N-no esa que esta justo ahí?” tartamudeé. La mano de Will continuaba cerniéndose sobre el pomo de la puerta. “¿Dónde?” pregunto él. “¿No es esa que esta justo ahí ahora, llamándote?” Prácticamente cayendo sobre mi pie, me apresuré hacia el tope de las escaleras de la primera planta. “Él estará allí” dije para abajo. Algunos de los que estaban parados al pie de la escalera miraron hacia arriba como si yo fuera demente. Pero no me importaba, porque Will no los podía ver. “Ella está abajo” me escuché a mi misma decir a Will. Y su mano, para mi inmenso alivio, desapareció del pomo de la puerta. “Ah” dijo él. “Fenomenal. Bien, nos vemos por ahí.” Y se encaminó hacia las escaleras. Esto es cuando pasó. La cosa que más tarde, no estaría nunca completamente segura de cómo describir, incluso para mi misma. Todo lo que se es, Will se encaminó hacia las escaleras, y eché un vistazo a su hermanastro Marco, para ver si le había seguido… Solamente para encontrar a Marco que me estudiaba con una expresión divertida en su cara, como si yo fuera un gato que de repente había empezado a leer anuncios clasificados. En voz alta. “Will” dijo él, no tomando sus ojos – más negros que los de su hermanastro a la luz –hacia mí. “¿Por qué no invitas a Elaine a venir mañana a navegar con nosotros?” “¡Eh!”Dijo Will haciendo una pausa en lo alto de la escalera, volviéndose hacia mí, “Es una gran idea. ¿Te gusta navegar, Elle?”Elle. No pude evitar tragar.


“Eh” dije. ¿Qué estaba pasando aquí? Me pregunté. Emocionada como estaba por el hecho de ser incluida en cualquier plan de Will, no podía evitar preguntarme por qué quiso Marco que yo viniera. Él aún no me conocía. Y por la forma en que me miraba, no estaba segura de que incluso le gustara. Sobretodo después de que ambos – Marco y yo – supiéramos lo que yo acababa de hacer. “No sé” dije con incertidumbre. “Nunca he ido. No vamos mucho en barco por Minnesota.” “Ah, te gustará” dijo Marco. “¿No es así, Will?” “Si, así es” dijo Will con entusiasmo. “Nos encontraremos en la estatua de Alex Haley en el muelle de la ciudad mañana al mediodía. ¿Sabes donde está?” Cuando asentí dijo, “Genial. Te veo después.” Y luego él se apresuró a bajar las escaleras para buscar a Jen. Dejándome sola con Marco… con quien yo no estaba para quedarme y tener una pequeña charla. “Bien. Te veo mañana.” Dije, y me encaminé hacia las escaleras. Escápate, parecía decir mi corazón con cada latido. Pero no me moví lo bastante rápido, ya que la voz de Marco se extendió a través del descansillo como un brazo, casi físicamente haciéndome retroceder hacia él cuando preguntó, en un tono insinuante “En realidad no oíste a Jen en ese momento, ¿verdad, Elaine de Minnesota?” Me congelé, un pie en las escaleras, el otro aún en el segundo piso. Por muchas razones, mi sangre estaba fluyendo… fría. “Lo siento” dije, “No… no se de que me hablas” “Ah, pues yo creo que si,” dijo Marco, con un guiño. Después, como le mantuve allí la mirada, se acercó a la puerta que Will había estado tan cerca de abrir, y la golpeó, una vez, con su puño. “Jen” gritó al otro lado, “¿Estás ahí?” Hubo un silencio. Después una voz débil habló desde el otro lado, “Um… si, ¡Un segundo! Ahora salgo.” Marco se volvió hacia mí y sacudió su cabeza. “Buen intento” dijo él, “pero algún día él averiguará lo ellos.” Entonces yo había tenido razón. Él lo sabía. Lo había sabido todo este tiempo. Había querido que Will abriera la puerta para así encontrarlos allí. ¿Qué


tipo de persona enferma hace algo así? El hermanastro de Will, evidentemente. “Um,” dije, tratando de hacerme la tonta. Él lo había sabido. Pero eso no era lo más raro. Él sabía que yo lo sabía. “Tengo que ir-” Sin embargo, Marco no se lo tragó. No solo hizo que él siguiera hablando, sino que cruzó el espacio que nos separaba con dos grandes zancadas y agarró rápidamente mi brazo con sus dedos que estaban tan fríos, que los quemaba. Me agarró con un apretón férreo, para que no pudiera incluso lanzarme escaleras abajo de la manera en que yo lo había planeado. “¿Qué intentabas hacer, de todos modos?” Marco preguntó, con una mofa. “¿Protegerlo?” “Suéltame el brazo” dije con voz un poco temblorosa. Algo en su roce me puso los pelos realmente de punta. No era la única a la que le molestó esto, tampoco. Escuchando un débil sonido que venía de algún sitio cerca de mis pies, miré abajo y vi al perro de Will, Cavalier -Quien no había seguido, como yo había pensado, a su amo escaleras abajo- agachado sobre la alfombra blanca, gruñendo bajito a Marco. En serio. Gruñéndole. A Marco. Él también lo notó, y dijo, en un tono de asco, “Déjame en paz, estúpido chucho” al perro. Entonces Marco me aparta de él, con la suficiente fuerza para hacer que tropezara con mis rodillas y tener que agarrar la barra de la barandilla para impedir que me cayera. Entonces Cavalier dejó de gruñir. Se apresuró hacia mí y lamió la parte de mi brazo donde me había agarrado. “Ah, por favor” dijo Marco sarcásticamente, cuando lo vio. Entonces, mirándome fijamente –mi respiración rápida, mi piel de gallina apretando fuertemente la barandilla- sacudió nuevamente su cabeza y dijo, “No pretendas estar de su lado. Imaginas querer ser la otra. ¿Qué clase de Lily Maid eres tú, de todos modos?” Parpadeé. ¿Lily Maid? Oh, vamos. Lily Maid de Astolat (la Tejedora de Astolat) era otro nombre para la Dama de Shalott – la que yo había nombrado antes. Gracioso. No. En cierto modo aleatorio, viniendo de un chico con un tatuaje. “No sé de qué estas hablando” dije, con voz temblorosa. Me sentí un poco más valiente con Cavalier a mi lado. “Pe-pero creo que debes dejar en


paz a Will.” Marco pareció encontrar esto gracioso. “¿Crees que debo dejar en paz a Will?” preguntó, en una voz que marcaba una sonrisa burlona. “¿Cómo es eso, entonces? Jesús, alguna vez Morton lo tuvo todo mal.” ¿Morton?, ¿El Sr. Morton? ¿De qué estaba hablando? “¿Crees que lo que Will verá ahora es malo?” Marco sacudió su cabeza, de vuelta su sonrisa lobuna, más amplia que antes. “¿Te harás la sorprendida?” Entonces la puerta de la habitación de invitados se abrió, y Jennifer salió, metiendo los mechones de pelo que se le habían salido atrás en su clip. “Hola, chicos” dijo Jennifer de forma ágil – demasiado ágilmente. “Lo siento, solo estaba hablando por teléfono con mi madre. ¿Alguien preguntaba por mí?” Yo solo la miré fijamente. No podía creer que alguien pudiera lucir tan bien, y ser tan… Bueno, tan fría. Entonces, cuando Marco no dijo nada, y Jennifer miro de él a mí de manera inquisitiva, tartamudeé, “T-tienes que mover tu coche.” Todavía sentía a mi estómago enfermo, pero intenté no mostrarlo. “Esta bloqueándoles el paso a los vecinos.” Jennifer miró inexpresiva. “Pero he aparcado en la entrada de los Wagner.” Dijo ella. Eché un vistazo a Marco. El me guiñó. “Será divertido ir mañana a navegar,” dijo. “¿No crees, Elaine?”


CCaappííttuulloo 1122 Traducido por Yssik

Y alguna vez, en el azul espejo,

cabalgan dos a dos los caballeros: no tiene caballero que la sirva

la Dama de Shalott. Stacy y Liz no estaban exactamente entusiasmados acerca de cuánto tiempo me llevó unirme a ellos en el coche. "Dios, que hacías?" Stacy dijo, cuando finalmente bajé los escalones hacia ellos. "Tomar el camino mas largo?" "Lo siento", les dije. Realmente lo sentía, también. Lo sentía. Sólo que no por la razón que ellos pensaban. Yo estaba tranquila en el viaje a casa. Quizá demasiado tranquila, ya que Liz preguntó, "¿Estás bien, Ellie?" Le dije que lo estaba. Salvo que sabía que era una mentira. ¿Cómo podría estar bien después de lo que había sucedido? Que era parte del problema. Exactamente que había pasado? Ni siquiera lo sabía, de verdad. Así que me había encontrado con que Jennifer engañaba a Will. Con su mejor amigo. ¿Y qué? No tenía nada que ver conmigo. Y así que, qué si conocía al hermanastro de Will y había tenido una conversación bastante extraña con él? Gran cosa. Los chicos son extraños en general. Y los chicos cuyos padres fueron asesinados por los nuevos esposos de sus madres son probablemente más extraños que nadie. Quiero decir, ¿qué esperaba? Pero la cosa con Marco me parecía —No sé, mas extraña que cualquier cosa que jamás me hubiera ocurrido. La forma en que el perro había gruñido cuando toco mi brazo. Y la forma en que había estado hablando conmigo como si estuviéramos continuando una conversación que habíamos tenido en el pasado— salvo que nos acabábamos de conocer! Y de que iba todo lo que había dicho acerca de la Dama de Shalott? Y su referencia al Sr. Morton. ¿Qué era lo que el Sr. Morton tenía que ver con nada? A menos que... "Oye", le dije, inclinándome hacia delante en el asiento trasero del coche


de Stacy. "¿Quién se supone que el profesor Marco Campbell ataco?" Liz iba jugueteando con el reproductor de CD de Stacy, tratando de encontrar una pista que le gustaba. "He escuchado que fue el Sr. Morton." "Dios, Liz!" Stacy explotó de risa. "Escuchas mucho?" "Bueno", dijo Liz defensiva ", mi mamá lo escuchó de la madre de Chloe Hartwell quien lo escuchó de su primo que es un despachador de Anápolis de la policía." "Oh," dijo Stacy, todavía riendo. "Entonces debe ser cierto". "¿Por qué lo hizo?", Le pregunté. " que quiero decir, trataba de matar al Sr. Morton?" Liz se encogió de hombros. "¿Quién sabe. Marco no es exactamente todo lo que hay, si sabes a qué me refiero" De hecho lo hacía. Stacy frenó en frente de mi casa y dijo: "No olvide, todavía tienes que hacernos saber si deseas ser iniciado". "Lo haré", le dije. "Y gracias, muchachos. Por venir conmigo esta noche." "Mi primer fiesta con la Multitud In " dijo Liz con un suspiro. "Y mi última", dice Stacy secamente. Luego, se despide y se va. Cuando estoy dentro, mi mamá y papá estaban, todavía, viendo las noticias. "Hola, cariño", dice mi mamá. "¿Cómo te fue? ¿Te divertiste? “ "Genial", le dije. "Me divertí mucho. Avalon gano. Mañana voy a navegar con Will. “ "Eso suena bien," dijo a mi mamá. "Es Will un experimentado marinero?" "Claro", le dije, aunque técnicamente no tenía ni idea de si esto fuera cierto —sólo que él y Lance habían navegado hasta la costa durante el verano. "No vas a usar esa falda en el barco, ¿verdad?" mi papá me llamo, mientras subía las escaleras corriendo a mi habitación. "No te preocupes, no lo haré", le dije. " Hasta mañana!" Porque después de todo lo que había sucedido, la última cosa que quería hacer era sentarme y conversar con mamá y papá. Necesitaba… necesitaba... Yo no sabía lo que necesitaba. Me duché, me puse mi pijama, y me subió a la cama. Luego tomé la rosa que Will me había dado. Estaba en pleno auge ahora, sus pétalos brillantes con el resplandor de mi lámpara de cabecera. Yo tenía sueño y, sin embargo, sabía si me apagaba la luz, no podría dormir, estaba demasiado nerviosa. Todo en lo que podía pensar era en


Marco. ¿Cómo sabía que había sido nombrada después de Elaine, la doncella Lily? Ese no es un personaje literario con el que chicos de su edad se familiarizan. Y que era eso de que mi agrado por el tipo equivocado significaba que era de Lance de quien debía estar enamorada, y no de Will? Porque a Elaine le gustaba Lancelot? Dios, que difícil!. No era divertido. Amo a mis padres y todo, pero ¿por qué tenían que modificar mi nombre de alguien tan patético? Lo único que mi nombre y yo teníamos remotamente en común era un amor por flotar... aunque yo prefería hacerlo en una balsa en una piscina, mientras que Elaine Astolat flotaba a su muerte en un barco.... Supongo, según el razonamiento de Marco, si yo fuera Elaine, y Lance fuera Lancelot, eso significaba que Jennifer era Guinevere. Lo que era gracioso, de hecho, ya que el nombre Jennifer proviene del nombre Guinevere... algo que sé, cortesía de ser la hija de dos estudiosos medievales, gracias. Y si quieres seguir la línea de ese pensamiento, si Lance es Lancelot, yo soy Elaine, y Jennifer es Guinevere —entonces sólo Will podía ser El Rey Arturo. Lo que significaba que Marco sería Mordred, el hombre que es asesinado por Arturo y en última instancia reduce Camelot, después de todo el asunto de Guinevere. Excepto que a partir de todo lo que había leído, Mordred era medio hermano de Arturo, no su hermanastro. Sin embargo, todo eso, junto con el hecho de que todos vamos a la escuela Avalon High, hogar de la Excaliburs? Extraño. Tal vez Marco no quería ser gracioso. Tal vez había intentado ser literal. Si. Y tal vez mañana papá me deje tomar prestado el coche y conducir por mí misma, sin un conductor con licencia en el asiento del copiloto. Bueno, ¿qué me importa, de todos modos, si el hermanastro de Will quería comparar a algunas chicas que se habían matado a sí misma por un mítico caballero de Camelot? Como los insultos iban, ni siquiera les cuento. No podía haber sabido, por supuesto, de mi gran antipatía hacia todo lo medieval. Lo que acaba de hacer la cosa entera incluso más difícil. Excepto... Salvo que nada de esto explica la frialdad de mis dedos. O la manera en que Cavalier había reaccionado cuando Marco me ha tocado. O a lo que se refería sobre el Sr. Morton. O por qué había querido Marco que Will descubra a Lance y Jennifer de la horrible manera en que.... Sintiéndome aún un poco enferma, me arrastré y apagué la lámpara de


mi cama. Me quedé allí en la penumbra, escuché un estruendo. Un segundo después, Tig se acurruco en la cama. Sólo esta noche, por alguna razón, no parecía poder establecerse. Ella se quedó olisqueando donde Cavalier me había lamido —y Marco me había tocado— a pesar de que me había lavado cuando me duché. Cuando asomé a Tig a la luz de la luna derramada por mis persianas, pude ver que llevaba lo q Geoff llamaba una expresión de gata —su boca abierta en parte, al igual que hacía cuando olía algo malo. Luego, dando a mi brazo un último olfateo, ella me echó una mirada que indicaba claramente que la había traicionado de alguna manera, entonces saltó fuera de la cama y se fue a dormir a otro lugar. Lo que significaba que estaba realmente furiosa. Me quedé allí pensando que las cosas me irían realmente mal si mi propia gata no me quería más. ¿Qué había pasado en esa fiesta, de todos modos? ¿Y qué iba a hacer al respecto? Que podría hacer yo, de todos modos? Quiero decir, yo he podido hablar con Lance, —iba a tener que hablar con él, de todos modos, sobre todo del mundo lit. Tal vez mientras yo hiciera eso, y podría hacerle confesar a su amigo toda la verdad. Para Will tenía que ser mejor descubrirlo de esa manera que de la que había planeado Marco.... Ojala yo no hubiera quedado con Will en salir a navegar y con el resto de ellos al día siguiente. No tenía deseo alguno de ver a Jennifer y Will tomarse dulcemente de la mano, como siempre hacían, sabiendo que todo eso — bueno, hasta lo que Jennifer sabía, de todos modos— era simplemente una farsa. Y yo estaba bastante segura que Marco iba a hacer algo para alterar a todo el mundo —o al menos a Will— porque no había logrado hacerlo con éxito esta noche. Pero... pero parte de mí quería ir a navegar con Will. La parte de mí que quería hacer cualquier cosa con Will, sólo para estar a su alrededor. La parte de mí que estaba enamorada de él, a pesar de que ya tenía una novia. La parte de mí que, que cada vez que viera una rosa ahora, empezara a pensar en él... Dios, lo tenía mal. Lamentablemente, esa parte de mí que parecía ser más fuerte que el resto de mí, desde, que me desperté al día siguiente, sabía sin duda que iba ir a navegar con A. William Wagner y compañía. Y no sólo por el que podría andar a voluntad, tampoco. Me desperté con la sensación de que era mi deber ir.


Porque —o así me dije— era el único modo en que podía mantener un ojo en Marco. Él definitivamente iba a causar problemas a su hermanastro. Sólo... ¿por qué? ¿Por qué quiere lastimarlo, en esa forma? No podía imaginar que Will había hecho todo para herirlo. ¿Era sólo por lo que había sucedido entre sus padres? Estaba Marco realmente tan resentido por que el papá de Will se casó con su madre? Pude ver la razón por lo que sería, si la parte acerca de la asignación del Almirante Wagner fuera donde él estaba seguro mataron a su padre o lo que fuera cierto. Pero, ¿por qué cobrárselas a Will? Era el Almirante Wagner quien debería preocuparse por ser castigado, si me preguntan. Así como dijo que estaría, Will me esperaba por la estatua de Alex Haley, que estaba al final de lo que llaman Ego Alley, el muelle de la ciudad al final de la calle Main en el centro de Anápolis. Pude ver por qué lo llaman Ego Alley... con todos esos yates allí. (N.T. juego de palabras Ego alley o callejón del ego en español) Y para sacarlos a la mar, tienes que navegar pasando todos estos cafés y bares al aire libre donde se sienta la gente todo el día, viendo los barcos. Muy conveniente. Es como un desfile de moda en el centro comercial o algo así, sólo que con barcos. Alex Haley, quien escribió el Libro de nuestras Raíces, debió haber vivido en Anápolis, ya que todo el muelle se dedicó a él. Había una gran estatua de él, con estas pequeñas estatuas de niños tirados en el suelo debajo de él, como si estuviera leyendo un cuento. Will estaba reclinado en una de esas estatuas de niños, esperándome. En el minuto en que lo vi, mi corazón dio un salto mortal dentro de mi pecho. Eso era porque, por un segundo, pensé que estaba allí solo... que, por algún milagro, seríamos sólo nosotros dos en su barco. Pero luego vi la cabeza rubia de Jennifer. Ella, Lance y Marco estaban esperando en una lancha neumática en el agua justo debajo del muelle, el bote que nos llevaría al barco de Will, anclado en alta mar a corta distancia. Mi corazón, en lugar de hacer más gimnasia, cayó. Y cayó más cuando mis padres decidieron salir del automóvil e ir a charlar con Will, a quien supongo consideran ahora su gran amigo, ya que le permitían devorar todo el relleno thai y vestir el traje de baño desgastado de mi hermano, y todo. "Oye", dijo mi padre, que apoyaba un codo sobre el hombro de Alex Haley. "Un buen día para navegar". "Sí, señor," dice Will, enderezándose y sonriéndonos. Tenía unos Ray-Bans para alejar la luz del sol. La cálida brisa arremolinó su oscuro, pelo rizado y el cuello abierto de su camisa azul. Para mí, dijo, "Me


alegra que hayas venido". Pero antes que tuviera oportunidad de responder, mi madre comenzó a preguntar a Will todos esas preguntas q la estaban preocupando, como cuánto tiempo había estado navegando, y si no había suficientes salvavidas... ese tipo de cosas. Ya sabes, el tipo de cosas que siempre quisiste que tu mamá preguntara al chico de quien estas enamorada, justo cuando me invitara a salir a navegar con él. No. Las respuestas debieron satisfacer a mi mamá, ya que finalmente me sonrió abiertamente y dijo: "Bueno, tienen un buen tiempo, Ellie." Y mi padre decía, "Nos vemos más tarde, muchachito." Luego, los dos regresaron al coche y se fueron a tomar el brunch en Chick & Ruth Delly. (N.T. chicas…no se como se las apañan cada una en sus países… pero el brunch es un desayuno-almuerzo se come a mediodía antes del almuerzo) Miré a Will y dije, "Lo siento". "No hay problema," me dice, con una sonrisa. "Ellos se preocupan por ti, es todo. Es lindo." "Oh por favor, dispárame!!!", le suplique, y él reía. "¿Podemos irnos?" Jennifer llamo desde el bote. "Estamos perdiendo el tiempo". "Y Dios no permita que la reina de los pompones se aburra" dijo Marco, causando que Jennifer lo golpeara. Lance tomó el timón, justo allí sentado sonriéndole a ellos, viéndose divino mientras mostraba sus bíceps. "Estoy con Jen", dijo —una desafortunada elección de palabras para alguno de nosotros. "Estoy harto de esos turistas mirándonos". Era cierto que algunas personas llevaban camisetas que gritaban ¡No ME FASTIDIEN, SOY DE AQUI! habían surgido y nos preguntaban, a Will y a mí, si sabíamos cual era Woodwind, el barco turístico que iba alrededor de la bahía. Will les mostró donde tenían que ir, entonces me entregó algo que él tuvo desde el piso de la lancha. Era un salvavidas y no, afortunadamente, uno de las más grandes de color naranja que hacen a las personas lucir como Pillsbury Doughboy, sino uno de estilo fino y azul marino. (N.T. Es la mascota de la compañía Pillsbury –productos para repostería- un chefcito de masa que sujeta su vientre abultado con una mano) Yo estaba ocupada colocándomelo cuando un grupo de niños alrededor de nuestra propia edad aparecieron por la estatua Haley y montaron en una pequeña lancha. Tenían una de esas grandes cámaras de aire con


ellos, y tal y como pasaron, el barco pasó junto a otro barco —uno mucho más elegante que el nuestro, con un hombre mayor y una mujer en él, quienes se preparaban para saltar de él. "Lo siento", oí a uno de los niños decir, y tiró la cámara de aire de nuevo en su propio barco. "Que lo sientes?" El hombre mayor parecía disgustado. Y con rabia. "Lo siento. Lo sentimos cada vez que dejamos que personas como ustedes correr por el lugar. “ Dejé mi salvavidas y me quedé allí, totalmente conmocionado. Nadie dice cosas como esa en Minnesota. "Hey, hombre," uno de los otros chicos en la lancha dijo. "Él realmente no quería—" "¿Por qué no vuelve la gente como ustedes de donde vienen?" El hombre mayor quería saber, mientras que su esposa lo miraba, apretado los labios, sus rodillas firmemente juntas. "¿Por qué ¿No vuelves TU de donde vienes?" Pero esto no vino de cualquiera de los muchachos en la lancha. Vino, apenas me había dado cuenta, de Will. El viejo se veía igualmente impresionado. Le arrojó una mirada sorprendida de poco por debajo de su gorra de capitán, y luego dice, con una voz de desaprobación, "¿Cómo digas, muchacho, pero yo nací en este país —y también mis padres." "Sí, pero de donde son sus padres?" Will le preguntó. "Porque a menos que seas nativo americano, no creo que puedas ir por ahí diciendo a otras personas que vuelvan a su país." La boca de la mujer cayó abierta. Luego codeó a su marido, y él furiosamente comenzó a poner en marcha se motor. "Esto solía ser un lugar lindo para vivir", dice el hombre apuntándole, mientras tomaba distancia. Vimos mientras él y su esposa hicieron su camino de regreso a Ego Alley... luego intercambiamos miradas. "Algunas personas," Will me dijo suavemente, "tienen más dinero que sentido." Suspiré. "Puedes decirlo de nuevo". Luego Will me ayudo a bajar al bote....


CCaappííttuulloo 1133 Traducido por Clo

Allí el río da vueltas en forma de remolino, y allí las hoscas iglesias de pueblo,

y los mantos rojos de las chicas del mercado, pasan delante de Shalott.

Lo que no fue fácil, al ver que no había mucho espacio allí. Me senté y me encontré aplastada entre Marco y Lance, mientras que Jennifer se encontraba en la incomoda-o envidiable, según como lo mires-posición de estar sentada entre Lance y Will. Que no parecía molestarle. "¿De que se trataba todo eso?"Quería saber ella. "Oh, eso era solo Will” dijo Marco en un tono de aburrimiento."Jugando al Caballero Blanco otra vez” "¿Listo?"Pregunto Will ignorando la burla de su hermanastro."Esta es tu última oportunidad si necesitas algo de la costa. No vamos a ver la tierra durante un tiempo “Cuando nadie protesto Will puso el motor en marcha y la lancha comenzó a hacer un ruido hacia la parte donde el velero de Will, The Pride Winn, estaba anclado en el puerto. Supe entonces que, a pesar de la desagradable escena en Ego Alley, habia tomado la decisión correcta al venir. No es que haya sido un placer ver a Will pegado a Jennifer, tanto que sus hombros se rozaban (con los hombros de Lance cepillándose en el otro de sus hombros), o que fue muy divertido ver a Marco haciendo gestos groseros a las personas que estaban sentadas en las sillas de cubierta, fuera de los bares, mirando como avanzábamos (claramente nunca nadie le hablo a Marco acerca de la reputación). Era tan bueno tener la niebla salina en mi cabello, y la brisa fresca de la bahía en mi cara. Se sentía bien sentir el agua correr por debajo de nosotros, y ver los patos, con sus pequeñas filas de patitos, apurándose fuera de la ruta del bote. Y luego, cuando finalmente llegamos, verlo parado allí, tan largo y brillante, de color blanco brillante con bordes de madera y un alto y delgado mástil, hacia incluso que el desagradable viaje devuelta al embarcadero valiese la pena. Hay un montón de cosas que hay que hacer antes de poder zarpar en


un velero. Así que nos manejamos en torno en lo que Will y algunas veces Lance nos decían. Por lo menos Jennifer y yo lo haciamos. Marco, parecía hacer lo que quería, aunque hacia algunas cosas que parecían tener algo que ver con sacar al velero a la mar, por tener algo que hacer. La mayoria, sin embargo, el me sonreía a mi, cuando Jennifer luchaba con la cubierta , se encontraba a Lance en su camino y tenia que pedirle permiso para poder pasar en una voz muy amable que dudaba que ella usara cuando se encontraban los dos solos. En el momento, en el que finalmente zarpamos, estaba bastante enferma de las sonrisas secretas de Marco. Yo había estado deseando tener un momento a solas con Lance para hablar antes de zarpar-Una chance de poder decirle algo sobre el Sr. Morton, para luego casualmente caer en el tema de que yo estaba sobre el y Jennifer...pero peor aun también lo estaba Marco. Y preguntarle si podía hacer algo al respecto. Cómo para que quede decente para Will. Pero no es fácil encontrar privacidad en un bote del tamaño de una feria como The Pride Winn, y nunca hubo un momento en el que pude hablar con Lance sin temor a que haya alguien escuchando. Y entonces, cuando de repente la vela se inflo para el lado de afuera y nos estábamos moviendo, deslizándonos rápido bajo el agua, ni siquiera sentía el calor del sol y no por la brisa fresca del océano, era difícil sentirse preocupado por las cosas que habían pasado en la costa. Todo el mundo parecía sentir la emoción de aquello, hasta el siempre sardónico Marco. Qué capto mis ojos y dijo con una sonrisa “Esta es la vida ¿eh?" "De verdad “Le dije, dándole significado, y pensando que tal vez había estado equivocada acerca de él .Tal vez no era tan malo después de todo."¡Eres muy afortunado!" "¿Afortunado?"Me miro de forma curiosa."¿Por que?” "Bueno porque tú tienes un bote" dije "Todo lo que yo tengo es una camioneta “Me dio una sonrisa que, en verdad, parecía sincera y me dijo “Yo no soy el afortunado aqui. Will lo es. Es su bote. Antes de que mi mama se casara con su papa...Bueno, ni siquiera teníamos una camioneta, vamos a decirlo así" Entonces el momento de calidez entre nosotros se apago como con la espuma de mar cuando Marco de repente le disparo a Will una mirada que solo puedo describir como.... No muy buena. No, definitivamente no era una buena mirada. Pero, entonces, Will, que no había notado la mirada, pregunto “¿Tú que piensas Elle?, ¿Haremos una marinera de ti?”Y olvide todo lo que había dicho Marco, porque Will parecía tan hermoso parado ahí, en el timón, con el cabello tirado hacia tras por el viento, llamándome


Elle."Absolutamente “dije dándole sentido. Tendría que decirles a mis padres acerca de comprar un bote. Sería difícil, ya que ellos sabían tanto sobre el mar como saben de piscinas. Pero esto era demasiado bueno como para hacerlo bajo los fundamentos habituales. El bote se sacude hasta cuando esta flotando la mayoría del tiempo. Porqué no puedes hacer un picnic mientras estas flotando, bueno, si puedes, pero es demasiado desordenado. La mama de Marco había embalado todo tipo de cosas deliciosas en este cesto, incluyendo rollos de cangrejo y una ensalada de papa casera que esta aun mejor que la de Red Hot and Blue. Hay algo acerca de estar rodeados por el agua azul que te hace sentir voraz. Mientras comíamos, todo el mundo hablaba de la fiesta de la noche anterior y quien se había puesto con quien (me di cuenta de que Jennifer había hablado de esto mas que de lo demás-tal vez en un intento para evitar cualquier discusión acerca de donde demonios había estado durante toda la fiesta) y quien había estado usando que. Hice una nota mental para decirle a Liz que esto era lo que hacían los chicos con onda-por lo menos las chicas-hacen después de las fiestas, hablar mal de todos los que se aparecieran, a sus espaldas. Fue solo cuando el almuerzo llego a su fin que tuve la oportunidad de preguntarle a Will algo que me había estado molestando .Y eso era que estaba pasando con el nombre de su bote. Marco que estaba escuchando se rió en voz alta."Vamos hombre dile que significa Winn Pride" Will le dio a Marco una fea mirada burlona, y a continuación, dijo avergonzado "Realmente, no significa nada. Es solo un nombre que apareció en mi cabeza cuando mi padre y yo empezamos a hablar por primera vez de comprar un bote. Y se me quedo pegado" "Suena como a una tienda de comestibles “dijo Lance, con su boca llena de rollos de cangrejo. Jennifer le pateo el pie juguetonamente."Eso es Winn-Dixie", dijo. "Aún un cojo nombre para un barco", dijo Lance. No fue hasta que la conversación se desvió del tema de las parejas de Avalon High a sus maestros, que recordé al Sr. Morton, y abandonando toda esperanza de que podría hablar en privado de eso-y otras cosas-con Lance, dije "Oh, Lance, casi lo olvido. El Sr. Morton me detuvo durante el juego y me comunico que nos quiere ver en su clase a primera hora de la madrugada, mañana" Lance levanto la mirada de la bolsa de chips que estaba pulverizando. "¿Estas hablando en serio?"Pregunto, con una para de miedo en el rostro."¿Para que?" "Uhmmm..."Dije. De repente era consiente de que todo el mundo nos


estaba escuchando, y me sentí avergonzada."Creo que tiene algo que ver con nuestro borrador de la investigación" "Lo entregaste?" Pregunto, pareciendo consternado. "Por supuesto que lo hice" dije "Es solo que... no lo se. Parecía estar dispuesto a decir que no habías hecho ningún aporte en el trabajo" "¿Debido a que no fue plagado de errores gramaticales y de ejecución de penas, como todo lo demás que Lance entrega? Will se burlo. "Sabes que no soy bueno en eso “Lance dijo con un gemido."Oh, hermano, eso apesta" "Perdon" dije."Él se pone en marcha enérgicamente cuando se trata de trabajar con su compañero" "Me pregunto por que "dijo marco, en un tono que sugería que él, por alguna razón, sabia exactamente porque. Pero cuando mire hacia el para preguntarle que había querido decir-no estaba realmente segura de si quería saber-vi que Marco ya no estaba prestando atención. En su lugar, estaba mirando fuera, a través del agua a una antigua y muy chica lancha que venia resoplando lentamente. Después de un minuto o dos, la reconocí. Pertenecía a el mismo grupo de chicos que habíamos visto abajo en el muelle-los que tenían un flotador gigante en forma de rosquilla. El bote estaba tan lleno que un par de chicos rechonchos-y ninguno de ellos era realmente esbelto-estaban sentados en la parte posterior del barco, y sus espaldas se mojaban a su paso."Oh. Hey,"dijo Marco, observando esto deleitado. "Miren a los GORDOS “Nadie se rió. De hecho, Will dijo, sonando cansado, como si fuese algo que tuviese que decir demasiado,"Marco. Ya basta."Pero Marco lo ignoro. "Mira esto “dijo. Y alcanzo el timón que Will había dejado para ir a comer su almuerzo. "Marco, “dijo Will, cuando Marco empezó a balancear nuestro bote alrededor. "Déjalos en paz" Pero Marco solamente reía, y estableció a The Pride Winn en lo que parecía-para mi, de cualquier forma-en rumbo al choque con el diminuto bote. “ese artificio no parece estar en las condiciones optimas para navegar, Will” Dijo Marco “Solo quiero asegurarme de que se den cuenta de su error." Pero a mi me pareció que iba a hacer mucho mas que eso...especialmente cuando el conductor de la lancha se dio cuenta de que Marco no tenia ninguna intención de retractarse, de repente encallo su timón hacia la derecha, provocando que el barco estancara abruptamente de un lado... ...provocando que uno de los chicos-el mas robusto-cayera por la borda. "¿Has visto eso?"Marco chillo, riendo.""OMG, eso fue divertido!" "Realmente gracioso, Marco,"dijo Will mientras miraba al chico patalear


despertando la espuma blanca. "Hey," Jennifer dijo. "El no tiene un salvavidas" Y entonces, mientras los otros chicos en la lancha se agrupaban alrededor del artificio, tratando de empujar al chico robusto devuelta en la lancha, vimos su puntiagudo pelo cortado al rape una vez ...dos veces...entonces desaparecieron todos juntos bajo las olas. "Genial “dijo Will enojado, tirando sus zapatos especiales (deck shoes; son zapatos que se usan para estar en rocas, lagos, barcos. En pocas palabras Zapatos resistentes)"Muchísimas gracias, Marco "Y, entonces, antes de que ninguno de nosotros pudiese decir nada, Will se había zambullido desde un costado de The Pride Winn con su cuerpo esbelto desapareciendo a medida que el agua negra se iba cerrando sobre él.


CCaappiittuulloo 1144 Traducido por Clo

Y moviéndose de un lado al otro un espejo claro

que cuelga detrás de ella todo el año, las sombras del mundo aparecen.

Allí ella ve el camino cuesta abajo hacia Camelot. Esta no era la clara, tranquila agua de mi pileta de casa. Esta era profunda, opaca agua de mar, agitada con olas. Probablemente había tiburones allí abajo. Y corrientes de resaca. Mientras la cabeza de Will iba desapareciendo debajo de la oscura superficie, contuve mi aliento, preguntándome si volvería a salir. No era la única, aparentemente, con esta preocupación. Lance, explorando las olas buscando algún signo de Will, gruñéndole a Marco, tal cual lo había hecho Cavalier la noche anterior. "Si algo le llega a pasar, “Lance gruño “Eres hombre muerto" "Si le ocurre algo a él, tu vida se tornaría un poco mas facil "Dijo Marco uniformemente "¿No?"Vi la cara de Lance tornarse sombría, entonces lo descubrí intercambiando miradas con Jennifer. Había en su hermosa cara, una expresión de puro miedo-¿Pero era miedo por Will? ¿O miedo por ella misma, a causa de lo que había dicho Marco? Un segundo después la cabeza oscura de Will salió flotando desde las olas. Luego, comenzó a nadar, con largos y duros golpes, hacia el lugar en donde el chico con el pelo cortado al rape había desaparecido."Volteanos "Le ordeno Jennifer a Marco, en una fuerte voz que no podía sino admirar. Por lo menos, ella no estaba hablando blasfemias de este tipo. "Bien “Dijo Marco, apretando la mandíbula, torciendo el timón de The Pride Winn. Luego notando que yo lo estaba mirando, él sonrió."No entiendo cual es el problema son solo una parva de turistas “Entonces cuando lo mire furiosa, dijo "Broma! Estoy bromeando. Dios nadie por aquí soporta un poco de diversion. Recuerda eso, chica nueva" "Tal vez son solo tus bromas “Dije."No son realmente graciosas" El conductor de la lancha apago los motores, y ahora el, como la mayoría de los pasajeros, se aferraba a los bordes de la lancha, buscando en el agua alguna señal del chico perdido. Will, pasando por


el lugar en donde había desaparecido el chico del pelo cortado al rape, desapareció una vez mas debajo de las olas. "¿Donde están?"Jennifer parada detrás de mi, atrapo mi brazo y lo apretó fuertemente, mirando tensamente el agua."¿Donde esta?"Y sentí una punzada de culpabilidad por cada pensamiento malo que alguna vez tuve hacia ella. Porque su ansiedad era real. Nadie es tan bueno fingiendo, ni siquiera una actriz. Si, ella estaba enamorada de Lance. Pero tenía el presentimiento de que una parte de ella-una parte grande-todavía amaba a Will también...y siempre lo seguiría amando, sin importar como terminase lo de ellos... ...o lo que pudiese pasar ahora. Había estado mirando a Jennifer-a su linda cara transformada con ansiedad, y a su mirada de ojos azules explorando el agua. De repente, vi que su expresión cambio. Sonrió y se ruborizo con alivio. Mire de nuevo al agua para ver que Will estaba remolcando al chico del pelo cortado al rape, chisporroteando al agua del mar, de nuevo hacia la lancha. "Gracias a Dios “Dijo Jennifer y pareció colgarse contra mi. Lance se había vuelto visiblemente pálido bajo su oscuro bronceado. Marco, por su parte, bostezo y se dirigió a abrir una nueva lata de Coca-Cola para él. Nos sentamos en un silencio tenso, hasta que Will volvió. Por lo menos eso hicimos yo y Jennifer. Lance hizo un rápido comentario acerca de lo que estaba pasando en el otro barco."Ok. Tienen al niño de nuevo. Esta exhalando mucha agua de mar pero va a estar bien. Parece que Will esta nadando de nuevo hasta aqui. Bueno, aquí viene..." Marco solo comía otro rollo de cangrejo y manipulaba la radio, tratando de encontrar una estación que no pasara vieja musica. Cuando Jennifer lo miro molesta, vino, "¿Que?" como si no pudiese imaginar lo que estaba mal con ella. Cuando Will finalmente regreso a The Pride Winn, su cara estaba tensa."No van a llamar a la policía del puerto, “Dijo Will, después de que Lance lo ayudara a regresar a cubierta. Marco hizo un sonido irónico"¿Por que deberían hacerlo?"Quiso saber. "Entonces los policías sabrían las escandalosamente ostentosas normas de seguridad a bordo, llenando de tanta gente ese bote tan pequeño. Además, fue culpa de ese estúpido niño, no se tendría que haber sentado tan-" "Ese "estúpido niño" casi muere ahogado “Will lo interrumpió, con sus ojos azules agrietándose."Vamos Marco! ¿En que demonios pensabas?" "Caramba, no lo se “Marco levanto una ceja" Talvez no pude soportar mas la tensión"


"¿Que tensión?"Will pregunto exasperado. "La tensión sexual “Contestó Marco. Y vi su mirada de ojos oscuros chasquear hacia Jennifer, quien estaba situada cerca de la Proa. Había ido a buscar una toalla, pero ahora estaba congelada, con la toalla colgando en sus brazos, mirando a Marco con recelo."Oh, no me digas que no lo has sentido, “Dijo Marco, mirando desde Will a mi hasta Lance y luego a Jennifer, y luego de nuevo a Will."¡Mi Dios, me estaba volviendo loco!" "Yo creo “Dije en una voz audible, segura de que sabia lo que venia después preparada para afrontar toda la culpa, “Que deberíamos regresar, ahora. ¿No lo crees Jennifer?"Jennifer no había quitado sus ojos de Marco. Era como si estuviese viendo...bueno, una serpiente, preguntándose si era del tipo bueno, cómo la que había pescado en mi pileta o las del tipo que te pueden dejar en coma."Si, “dijo finalmente “Estoy de acuerdo con Ellie, creo que deberíamos irnos." Lance empezó a decir algo, pero algo produje que mirara a Jennifer. Ella debía haberle mandado una mirada de advertencia-aunque no lo vi-porque se callo. Will, que había cruzado para agarrar la toalla de Jennifer que ahora colgaba de su cuello, dijo, sublimemente ignorante de lo que realmente estaba pasando “Las chicas quieren irse, nos iremos. Lance, echemos abajo la vela. Creo que deberíamos disminuir la velocidad." "Oh, bien "Marco salió corriendo, cuando Lance empezó la desvinculación de los nudos que mantenían en su lugar a la vela. "Mejor baja la vela Lance. Mejor no pensar por ti mismo, Lance."Lance sugirió a Marco hacer algo que no estoy totalmente segura era anatómicamente posible. Will miro a Marco con los ojos peligrosamente."¿Cual es tu problema?"Le dijo a su hermanastro, en la misma voz con la cual lo había escuchado usar con el atleta, ese día fuera del salón del Sr. Morton. Era tan fría, parecía venir desde lo más profundo de Will. Me asustaba un poco. "¿Cual es mi problema?"Marco dejo salir una risa amarga."¿Por que no le preguntas a Lance cual es su problema?" "Porque no tengo ninguno, Campbell,"Dijo Lance" Excepto el único problema que tengo contigo “Pero Marco se rió mas. "Oh, está bien, “Él dijo “Lo olvide. Disfrutas siendo el perrito faldero de Will, haciendo todo lo que el te pide “Lance estaba Empezando a sofocarse."No lo hago" "Oh, si que lo haces hombre “Dijo Marco. Su voz se transformo en una extraña imitación de la voz de Will “Baja la vela Lance. Taclea al lineman, Lance. Tienes que proteger al QB (quarterback), Lance."Luego en su propia voz dijo "Dios, no es de extrañarse que no lo pudieses


soportar. No te culpo a ti. De verdad no lo hago." Mi corazón empezó a martillar de nuevo, mire a Lance, rogándole que no respondiera-pero era demasiado tarde. "No se de lo que estas hablando, “Lance empezó, los músculos de su cuello fruncidos amenazantemente “Pero-" "Solo ignóralo, Lance "Jennifer dijo, rápidamente."Solo esta tratando de causar problemas “Marco lanzo una mirada de desconfianza hacia la dirección de Jennifer"¿Crees que soy el que causa los problemas?"¿Que hay de ti?"Exigió."¿Por que no le preguntas a tu precioso amigo Lance, donde estuvo toda la noche durante tu fiesta, Will? ¿Eh? Adelante. Pregúntale."Jennifer palideció, mientras Lance enrojecía, por otra parte, aumentando. Pero logro controlarse."No sabes de lo que estas hablando, Campbell" "Vamos, Marco,"Dijo Jennifer, su voz sonando incómodamente estridente “Solo porque no tengas amigos propios-" "Si, bueno entonces estoy mucho mejor que el viejo Will, ¿No lo estoy?"La sonrisa de Marco fue sarcástica."Quiero decir, con amigos como ustedes, quien necesita-" "Marco,"Dije, dando un paso hacia el, con mi corazón a punto de salirse por mi garganta."No lo hagas." "Tu realmente la tienes mal, ¿No es así Lily Maid?"La mirada de marco hacia mi era casi de lastima “Pero todavía no pareces darte cuenta de que has errado..."Luego levanto sus cejas"¿O es Lance al que estas tratando de proteger y no Will?"Lance fue por el entonces. Dudo que en realidad supiese lo que Marco estaba diciendo. Pero claramente a Lance, no le importaba. El QB se encontraba bajo ataque y era el deber de Lance protegerlo-aun si el era el culpable. Lance arremetió-200 kilos de músculo, apuntando hacia el intestino de Marco. ¿Quien sabe que hubiese pasado si los dos se hubiesen encontrado? Seguramente a la velocidad a la que iba Lance, ambos se hubiesen zambullido en la helada agua de la bahia. Pero no lo hicieron, porque en el último momento, Will llego apoderándose de la espalda de Lance. Mientras tanto, una esbelta, sombra broncínea se deslizo delante de Marco, llorando,"Deténganse todos!"La voz de Jennifer se rompió en un sollozo."Campbell, empezo "Lance arrojo las palabras al mundo en general, respirando difícilmente, mientras Will luchaba para retenerlo "Oh, creo que todos sabemos quien empezo" Dijo Marco insinuantemente. "¿Se han vuelto locos ustedes dos?"Will quería saber. "No lo escuches, Will" Jennifer grito urgentemente."Todo lo que dice es una mentira, como siempre ha hecho" "Oh, esa es una buena excusa, para ti Jenn,"Marco se mofo."¿Por que


no le dices donde estuviste ayer en la noche cuando el te busco por toda la casa pero tu nunca apareciste? ¿Por que no le dices?"Will había dejado ir a Lance ahora. No porque Lance había dejado de revolcarse para liberarse. Pero si porque parecía que Will se había olvidado de sujetarlo"¿De que esta hablando?"Pregunto Will, mirando desde Jennifer a Lance con expresión aturdida. Entonces cuando ninguno de ellos contesto dijo de inmediato "Espera. ¿Por que ustedes dos se ven tan-""Porque están enamorados-"dijo Marco con evidente entusiasmo “Se han estado viendo a tus espaldas durante meses, mientras que tu solo-"



O, cuando la luna estaba por lo alto, llegaron dos jóvenes amantes, casados recientemente;"Estoy medio enferma de las

sombras,"Dijo La Dama De Shalott. Marco nunca pudo terminar su sentencia. Porque Lance, sin Will para sujetarlo, se lanzo hacia el con todas sus fuerzas. Los dos chocaron contra la cubierta de The Pride Winn con la fuerza suficiente como para causar que el barco se sacudiese. Tuve que agarrarme del cordaje del barco para evitar caerme por la borda ante el impacto de sus cuerpos. En el momento, me corregi, Lance había logrado someter a Marco. Todo lo que tuvo al parecer fue un solo golpe en la cara. Marco cayo hecho una bola, gimiendo. No podía decir que me sentía muy mal por el. Pero Will. Will, por otro lado, mi corazón dio un vuelco. Porque se había echado en uno de los bancos del barco como si sus piernas simplemente se hubieran agotado hundiéndolo, su rostro blanco como la vela, rompiéndose por encima de nosotros, a pesar de su bronceado. "No es verdad,"Jennifer le estaba diciendo. Ella había agarrado sus dos rodillas, y estaba llorando. En verdad, llorando. Y no de la forma tierna en que las porristas de mi antigua escuela lloraban cuando perdían un juego o lo que sea. Hubo moco real implicado. "Esta mintiendo", dijo Jennifer, en una voz apasionada."Nunca te haríamos eso a ti. ¿Lo haríamos Lance?" Cuando Lance no respondió de inmediato, Jennifer le arrojo una mirada nerviosa. "¿Lo haríamos?"Repitió."¿Lance?"Pero Lance seguía sin responder. Eso era porque estaba parado en el medio de la cubierta del barco, con los puños a sus lados, mirando un punto justo en entre los pies de Will. Como yo estaba allí viendo, Lance lentamente levanto su cabeza, como si estuviera empujando un gran peso, hasta que su mirada, finalmente encontró la de Will. Y entonces Lance dijo las palabras que cambiarían todo para siempre: "Es verdad" Una de las manos de Jennifer voló a su boca. Ella paso su mirada


asolada de Lance a Will-Dos de los cuales ambos estaban totalmente inmóviles-y luego lo hizo otra vez. Nadie dijo nada. Nadie respiraba. La brisa del océano hacia castañar a la vela por encima de nuestras cabezas, pero ese era el único sonido en The Pride Winn ...Excepto por el suave sonido de la radio de Marco. Jennifer finalmente saco la mano de su boca y dijo en una voz que nunca olvidare, estaba llena de genuino remordimiento y dolor: "Will. Will. Lo siento tanto" Will ni siquiera la miro. Todavia estaba mirando a Lance. "No lo pudimos evitar,"Dijo Lance con un encogimiento de sus hombros al descubierto."Tratamos de no hacerlo. De verdad, Will" Jennifer, con sus lagrimas corriendo libremente por el rostro, dijo:"Lo hicimos. En serio. Ibamos a decirtelo. Pero con todo-bueno, con lo de tu papa, y...Bueno, nunca hubo un buen momento para decírtelo-" "¿Hay siempre un momento oportuno?"Marco inquirió nasalmente donde había caído con sus manos sobre su cara."Para decirle a un chico que estas con su chica, quiero decir-" "Callate, Marco,"Dije. Marco saco las manos de su cara y me miro con una sonrisa desiquilibrada. Un lado de su boca se estaba hinchando rápidamente. Pero yo no tenia ningún interés en lo que estaba apunto de decir. Tenia ojos solamente para la escena que se desarrollaba delante de mi. "Will" Lance seguía parado en donde estaba antes, su mirada nunca se fue de la cara de su amigo."Di algo, hombre. Cualquier cosa. O pégame. No me importa. Lo merezco. Solamente...has algo" Will fue el primero que bajo su mirada. Miro hacia abajo a sus pies descalzos. Todavia no había tenido oportunidad de ponerse los zapatos que había arrojado, para bucear y salvarle la vida al chico del corte de cabello al rape. Cuando hablo, su voz estaba desprovista de cualquier emoción en absoluto. Todavía era tan frío como el mar. "Regresemos" Dijo, y se levanto para empezar a deshacer la vela. El viaje a casa fue terrible. Terrible y silencioso. Bueno, excepto por Marco, quien se quejo amargamente acerca de su labio rajado, mientras que pescaba una represa de hielo y se la entregaba, solo para hacerlo callar. Resulta que cuando, estas volviendo de un viaje de vela como cuando estas comenzando uno, hay muchas cosas que hacer. Por lo tanto, envolvimos, atamos, limpiamos y pusimos todas las cosas fuera, en absoluto silencio-ecepto cuando Will nos decía a alguno de nosotros de


hacer algo...y Marco, por supuesto, que siguió gimoteando por su labio - hasta que finalmente, cuando The Pride Winn estaba anclado con seguridad en el puerto, Will dijo:"Vamos a la costa" Así que nos subimos a la lancha y fuimos a la costa, éramos probablemente el grupo mas sobrio para ir cuesta abajo hacia Ego Alley. Como la tarde había sido calurosa cada vez mas gente se había reunido en las sillas de cubierta pertenecientes a los bares alrededor del muelle. Podía sentir las miradas de envidia de los turistas a medida que avanzábamos. Estaban todos sentados allí con sus cakies y sus zapatos caros, agarrando sus cervezas y sus sodas de dieta, sin ninguna idea de que en nuestro bote-el que estaba frente a ellos, ese del que estaban tan celosos-había tres corazones rotos. No estaba contando mi propio corazón, a pesar de que parecía doler un poco más cuando miraba a la estirada cara de Will. Como lo ponía Marco, cuando se volvió para ayudarme a salir de la lancha cuando llegamos a la costa "No te veas tan afectada, Lily Maid. Esto no tiene nada que ver ni contigo ni conmigo." "Lo que es exactamente la razón por la que,"Le dije,"deberías haberte mantenido al margen" "Hey, tu tuviste tu oportunidad en Lancelot," Dijo "No es mi culpa que lo hayas echado a perder."¿Como se suponía que debería contestarle eso? Detrás de nosotros, Will estaba aferrando el bote en el puesto de amarre. Jennifer trato de tocar su hombro. "Will,"Ella dijo, en una voz que-en mi opinion, de todos modos-podría haber derretido al corazón mas duro. Pero Will se volvió de espaldas hacia ella y empezó a caminar hacia su auto. El y Marco aparentemente habían ido en el mismo auto juntos, ya que este ultimo me dio un saludo cortésmente y dijo "Fue un placer, Lady Elaine" antes de ir detrás de la figura alejada de Will. Lo cual me dejo sola con Jennifer y Lance, los cuales no parecían querer mirarme...o no querían mirarse entre ellos. "Um" Dije. Dado a que parecía que alguien necesitaba decir algo."Bueno. Mejor me voy. Entonces. Adiós." Ni siquiera me saludaron. Los deje allí parados juntos en la estatua de Alex Haley. No creo haber estado exagerando, también, si dijera que me parecía como si el fondo justo se hubiera reducido a sus mundos. Llame a mis padres desde un teléfono publico en la esquina y les pedí que me pasen a buscar. Parecían sorprendidos de escuchar de mi tan pronto...habían pasado unas pocas horas desde que me había ido, y los deje creer que había pasado de la cena. Pero cuando me preguntaron que había pasado cuando me subí al auto, yo solo sacudí mi cabeza. No


quería hablar de eso. No podía hablar de eso. Ellos no me presionaron...aun cuando, cinco minutos después de llegar a casa, baje las escaleras y los pasé de largo con mi bikini y mi flotador. Para darles crédito, ellos no dijeron nada como, "No de nuevo" o "Pensé que finalmente habías pasado de la cosa flotante" En cambio mama solo dijo "¿Pizza para la cena esta bien, Ellie?"Y yo asentí. El sol había desaparecido bajo una columna de nubes grises, pero no me importaba. Me subí a mi flotador y caí alli, mirada por las hojas arriba de mi cabeza.



“Un cruzado por siempre de rodillas ante una dama fulgía en su escudo por los remotos campos amarillos

cercanos a Shalott.” No grité en ese momento, ni siquiera me sorprendí del todo cuando le vi. Como algo que no puedo explicar, parecía casi lo más natural que él estuviera allí. Se había cambiado la ropa mojada que llevaba en el barco. Ahora estaba en tejanos y con una camiseta nueva, pero aún mostraba la misma expresión que tenía la última vez que le vi… una expresión completamente desprovista de cualquier tipo de emoción. No pude ver sus ojos porque aún llevaba puestas sus gafas de sol, aún cuando el sol se ocultaba tras las nubes, pero sospeché que incluso si los hubiera visto, estos habrían estado igual de ilegibles que el resto de su cara. Incluso su voz, cuando él finalmente habló, viendo que yo había abierto mis ojos por fin, era totalmente neutra. “¿Lo sabías?” me pregunto monótonamente. No un “Hola”. No un “¿Como estás, Elle? No es que hubiera supuesto que no me lo merecía, porque desde que ya lo supe no le había dicho nada…bueno, aún se lo había dicho. Yo no iba a mentirle, ya le habían mentido bastante. Entonces dije simplemente "Sí". “¿Es por eso que estabas actuando tan rara anoche?” él me preguntó. "En la fiesta. Fuera de la habitación de invitados. ¿Sabías que ellos estaban allí? "Sí, " dije, aunque parecía como si me hubieran arrebatado la palabra de la boca. Pero, ¿Qué más podía decir? Era la verdad. Me incliné encima de mis codos, esperando las reprimendas…preparada


para ellas, incluso. Las merecía, sin más, Will y yo éramos amigos, y los amigos no dejan que los amigos… bueno, que no sepan que sus novias les engañan con su mejor amigo. Pero para mi sorpresa, él no dijo nada de lo que esperaba que dijera. No hubo ninguna exigencia del tipo: ¿Cómo no has podido decírmelo?, ¿Qué clase de persona eres? Tendría que haber sabido que no habría ninguna, por supuesto. Will no se parecía a ningún otro. Will no era como nadie más que hubiera conocido antes. En cambio, con la misma voz neutral, dijo: “Es extraño. Siento como que ya lo sabía, de alguna manera”. Yo parpadee. Esto no era lo que esperaba que me dijera. “Espera” le dije desconcertada, “¿Qué?, ¿De verdad?” “De verdad,” dijo, “Mientras esto estaba pasando yo estaba un poco como…Ah, sí. Claro. Por supuesto, contarte la verdad me hizo sentir un poco aliviado.” Se quitó sus gafas de sol entonces, y me miró. Me miró de verdad. Y pude ver que no se veía herido, o devastado, o incluso triste. Él solamente se veía un poco…pensativo, serio. “¿Debe de ser un fastidio? ¿No?” él preguntó. “El hecho de que me sienta aliviado porque mi novia y mi mejor amigo se hayan estado viendo furtivamente a mis espaldas. ¿Quién se sentiría aliviado descubriendo algo así?” No sabía que decir porque sabía exactamente de lo que estaba hablando. Pero lo que no sabia era… bueno, como lo sabía. “Tal vez…” dije despacio, sintiéndome encaminada. “Tal vez te sentiste así porque sabias, en lo más profundo, que se pretendían el uno al otro. Es esto… ¿cierto? Quiero decir, con Lance y Jen. No me malinterpretes, ella te quiere de verdad, Will, y Lance también. Más que a nada. Tú puedes decirlo. Pero esto también podría ser… bueno, por qué encajan ellos juntos”. Le eche un vistazo para ver si estaba o no de acuerdo, o incluso si lo había entendido, porque no estaba segura de que fuera así. “No es que tú y Jen no hicieran una buena pareja,” añadí, porque aún


no había dicho nada. Yo probablemente estaba farfullando, pero ¿qué más se suponía que debía hacer? Quiero decir, él había venido a mí. De todas las personas del mundo que conocía, él había venido a mí en busca de consuelo. Yo tenía que decir algo. “Quiero decir, Jen es agradable y tal, pero-“ “Yo nunca podría hablar de verdad con ella,” me interrumpió Will. “No sobre lo que de verdad importa. Es como si ella no quisiera ni escucharlo. Cotilleos, ropa y cosas. Eso estaba bien. Pero cuando llega la ocasión de hablar sobre como me siento sobre cosas-cosas como….bueno cosas de las que tú y yo hablamos como mi padre, los bosques, y el paseo de la viuda… cosas que están fuera del fútbol y el instituto y el centro comercial, o cualquiera de estas- ella simplemente no las entiende” Él no añadió del modo que tú lo haces, Elle. Pero estaba bien. Él había venido a mí, ¿no es así? Se encontraba sentado aquí conmigo. En mi patio trasero. Cerca de la piscina, sobre la Roca de la Araña. Y bien, tal vez él estaba aquí solo porque yo era una extraña y es más fácil a veces hablar de estas cosas con extraños que con la gente que de verdad conoces. Y sí, probablemente él solo piense en mí como una amiga –una amiga que le hace reír- y no de la manera en que yo pienso en él -como el hombre con el que quiero pasar, algún día, el resto de mi vida-. Pero estaba bien. Totalmente bien. Porque con Will, yo estaba dispuesta a tomar todo cuanto pudiera conseguir. Y si la amistad era todo lo que él tenía que ofrecerme, pues era más que suficiente. Así que cuando preguntó lo siguiente, como era- “Esto, ¿que harás para cenar esta noche?”- en una voz que estaba totalmente desprovista de autocompasión o nada, yo le dije “No sé. Creo que mi madre encargó unas pizzas” como si estuviera atontada. A lo que él contesto: “¿Crees que a tus padres les importará si te llevo a cenar a fuera? Conozco un lugar donde hacen una especialidad de cangrejo a la salsa”. “Eh…,” dije “No, no creo que les importe”. No es que yo me hubiera preocupado si a ellos les importara. Ellos no lo harían. ¿Cómo era que me encontraba cenando con A. William Wagner otra vez? Como le hice reírse sobre el plato de cangrejo cocido al vapor que compartimos en el centro de Riordan, por hacer lo que consideré una


brillante imitación de la Sra. Schuler, la instructora de pista. Como casi le hice ahogarse sobre su helado Moose Tracks en Storm Brothers mientras le estaba contando la historia de cuando metí mi nariz al rojo vivo a los cuatro años, solo para oír su risa otra vez, y después cuando decidí cortarme el pelo a la Russell Crowe de Gladiator. Después, como yo tenía deberes de trigonometría y él dijo que tenía de física, volvimos a mi casa y nos sentamos en la mesa del comedor a hacerlos juntos, ya que él no mostraba signos de estar listo para marcharse a casa. No es que yo le culpara, en serio. Quiero decir, ¿Es que tiene que irse a casa, realmente? Un padre que quería para Will lo que él no quería, y un hermanastro que se tomó el regocijo absoluto al revelar algo que, sí tal vez tenía que ser revelado… pero no de esa manera. Mi papá vino a la vez que estábamos trabajando y me pidió que si podía quitarle una grapa que tenía en el pulgar porque mamá estaba en la ducha. Solo era una de esas mini grapas que usan los niños pequeños, porque esas eran las únicas que nosotros conservábamos ya que todos en mi familia somos tan propensos a los accidentes, así no habría tanta sangre. Se la quité y se volvió a marchar. Me volví para continuar con mis deberes cuando me di cuenta de que Will había parado de escribir. Alcé la vista y le pillé mirándome fijamente. “¿Qué?” le pregunté, levantando una mano hacia mi nariz. “¿Tengo algo en la cara?” “No” respondió Will “Es solo que…la manera que estas con tus padres. Nunca me ha pasado con nadie, ni que hablar de mi papá.” “Será porqué tu papá es completamente capaz de grapar algo sin un pulgar de por medio” le señalé secamente. “No” dijo Will “No es eso. Es la forma en que le hablas a uno y a otro. Como tú…no sé. En realidad te preocupa lo que les pueda suceder.” “Tu padre se preocupa por lo que te pueda suceder”, le aseguré, sintiendo secretamente que me gustaría agarrar al almirante Wagner y sacudirlo un par de veces. “Puede que no de la forma que tu quieras. Pero, pienso, esa es la razón por la que quiere que entres en la armada. Porque él se preocupa por ti y piensa que eso es lo mejor para ti.”


“Pero él no pensaría eso,” insistió Will “si alguna vez se hubiera molestado en conocerme. Si él me conociera del todo –si alguna vez se hubiera molestado en pararse y hablar conmigo fuera de una de esas miles de conferencias- él hubiera sabido que pienso que…bueno, pues que doblar la voluntad de un enemigo mediante las fuerzas militares es absolutamente la última opción que una nación debería tomar para solventar sus problemas.” Yo no pude evitar sentir una fuerte admiración por Will en aquel momento. ¿Quiero decir, doblar la voluntad de un enemigo a la fuerza? ¿Solventar el problema? El chico estaba discutiendo materia que nunca antes había escuchado que la hablaran chicos de mi edad. Geoff y sus amigos siempre han hablado casi exclusivamente sobre la Xbox y sobre cualquier chica del instituto que estuviera llevando una minifalda en aquel momento. “¿Has hablado alguna vez con tu padre de esto?” le pregunté “Es decir, ¿que te sientas de esa manera? Porque puede que él te sorprenda, ya sabes” Will solo sacudió su cabeza “Tú no le conoces” dijo él rotundamente. “¿Que pasa con tu madrastra?” le pregunté. “¿Os lleváis bien?” “¿Jean?” Will se encogió de hombros. “Sí” “Bien, ¿por qué no hablas con ella?” Le sugerí “¿Qué me dices? Entonces tal vez, si puedes ponerla de tu parte, ella pueda suavizar a tu papá. Él puede que no te quiera escuchar, pero seguramente escucharía a su esposa, ¿verdad?” Los ojos de Will parecían centellear aún incluso con un azul más fuerte que cualquier vez que él me hubiera mirado así de fijamente. “Es una buena idea” dijo él… y no pensé que no me fuera a ruborizar ante su alabanza, aunque yo esquivara mi cabeza, esperando que mi pelo ocultara mis mejillas. "No puedo creer que nunca lo hubiera pensado antes. " "Bueno, no has tenido como pensarlo con dos padres," dije. "Cuando creces con ambos, tanto una madre como un padre, aprendes a jugar el uno contra el otro. Tiene que ver con algún arte."


"No puedo imaginarlo," dijo Will con una sonrisa "que tu papá te diga alguna vez que no a algo." "Él no lo hace, en realidad," estuve de acuerdo. "Pero mi mamá…ella es mucho más dura." Entonces sentí algo caliente y pesado cayendo a través de mis dedos. Cuando alcé la vista, me sorprendí al ver que Will había puesto su mano sobre la mía. “Como tú” dijo él. “Yo no soy dura,” dije, pensando que si el supiera como su mero tacto hacía que mi corazón se tambalease, él se daría cuenta como no era tan dura en realidad. Los dedos de Will no aflojaron su asimiento. “No es nada malo,” dijo él. “De hecho es una de las cosas que más me gusta de ti. No quisiera llevarme bien con tu lado malo, sin embargo” Como si alguna vez pudiera, que era lo que me hubiera gustado decir. Solo que no pude, porque estaba demasiado atontada. No solamente por que el hubiera dicho que le gustaba -él dijo que le gustaba- pero por lo que yo había sentido, que era la antítesis de la frialdad que sentí con el tacto de Marco –una repentina sacudida de electricidad candente que recorrió de arriba a bajo mi brazo… no sabia que tipo de conexión había entre nosotros dos, si alguna –porque el había pensado que me conocía, cuando no nos habíamos conocido antes, y porque él sintió que podía contarme cosas que no podía contárselas a nadie mas… o porque le amaba tan ferozmente que estaba preparada para protegerle de cualquier cosa, incluso de si mismo. Pero yo no estaba para ponerlas en duda. Especialmente no ahora que él era libre. Cierto, no era una animadora. No era rubia o alegre, y la única razón por la que hago girar las cabezas cuando camino por una habitación es porque generalmente soy la más alta del lugar. Pero fuera de cualquiera que él conocía, Will había venido a mí. Si él había sentido lo que sentí cuando me tocó o no –si él pensó en mí solamente como a una amiga o tal vez como algo más- nada cambiaría el hecho de que yo era la única a la que él fue a ver cuando había necesitado a alguien más. Él soltó mi mano después de esto, y dijo, sosteniendo su lápiz como si fuera un cigarro, y haciendo una mala, malísima imitación de Humphrey Bogart en Casablanca, “Elle, Pienso que esto es el comienzo de una cosa hermosa”


“Amistad” le corregí, intentando no dejarle ver como me habían emocionado profundamente sus palabras. “La línea esta-” “Lo que sea” dijo Will, con la misma mala imitación de Humphrey Bogart. “A trabajar”. Y le dio un golpecito a mis deberes con su lápiz/cigarro. Sonriendo, me inclino sobre mis logaritmos. Pienso que nunca en mi vida he estado más feliz. Lo que yo no sabía entonces era ¿de lo que él dijo que era el principio de una cosa hermosa? Si. Pues no es verdad. Era en realidad el medio de algo que había estado sucediendo desde hacia mucho tiempo… algo que definitivamente no era hermoso. Algo que era tan feo como podía ser. Y algo que estaba a punto de agravarse más allá del control de cualquiera.


CCaappiittuulloo 1177 Traducido por kirtassh

“Salió volando el hilo por los aires, de lado a lado se quebró el espejo. "Es ésta ya la maldición", gritó

la Dama de Shalott.” Al día siguiente fui la primera en entrar a la clase del Sr. Morton. Incluso el Sr. Morton no estaba allí aún. Me senté en un asiento de la fila de adelante, oblicuamente al reloj de la pared. Eran las ocho menos veinte. La primera hora comenzaba en veinte minutos. Así que, ¿donde estaba Lance? Cuando el Sr. Morton llegó, a las ocho menos cuarto, Lance aún no había aparecido. El Sr. Morton, arreglado con su pajarita y con su chaqueta de espina -demasiado caluroso para Anápolis, pienso yo, para esta época del año- dejó su humeante taza de café, su periódico y su cartera, y sacó su silla de detrás del escritorio. Él se sentó, pero no abrió el periódico ni pego un sorbo de su café. En vez de eso, como yo hice, miró fijamente el reloj. Aunque dudo que este pensando lo mismo que yo pensaba. Yo estaba teniendo un no desagradable momento pensando en la noche de ayer… en la manera en que Will, haciendo sus deberes, se había inclinado y afanándose de lo mío, empezó a hacer los logaritmos por mí. La forma en la que él había sonreído cuando mi padre finalmente vino al piso de abajo y dijo, “Niños. Son las once. Te vas a casa ya, ¿verdad Will?” La manera en que Will había dicho, “Nos vemos mañana, señor” a mi padre…que solo podría significar que el estaba planeando volver a venir otra vez.


Las ocho menos diez. “Hablaste con él, ¿no es así?” quería saber el Sr. Morton “¿Con el señor Reynolds?” “Por supuesto que lo hice” dije, “Él estará aquí”. Salvo que estaba empezando a pensar que a lo mejor no lo haría. Tal vez se le hubiera olvidado. Con todo lo que había pasado desde el día anterior… no solo para mí, sino también para Lance. Después de todo, puede que él haya conseguido una novia, pero también había perdido a su mejor amigo… o eso probablemente pensó, de todos modos, ya que asumí que Will no le había llamado y no dijo, nada de resentimientos, amigo. Por lo menos, a partir de las once de la noche, no lo hizo. No es que Will no lo fuera a hacer. Estuvo hablando sobre eso la noche anterior, entre tanto logaritmo. Él no sintió, precisamente, que podría guardarles rencor a Lance y Jennifer si todo lo que el había sentido, sobre lo que había escuchado de ellos dos, no era más que alivio. Yo había comentado que esto seria una grave decepción para los cotillas de la escuela -Liz, en particular, aunque yo no la mencionaría por su nombre- quien esperaría con un dramático desaire en la cafetería. Will sólo se había reído y había dicho que no haría nunca nada que pudiera privar a la población estudiantil de Avalon High de su derecho de ser entretenidos, así que tal vez se esperaría uno o dos días antes de perdonar públicamente a ese par. Pero Lance, por supuesto, no sabía nada de esto. Supe que él se preocupó por Will, y que la culpa sobre lo que le había hecho le estaba comiendo por dentro. Considerando que tenía que continuar dentro de su cabeza por el momento, no era como para que Lance se fuera a recordar de una reunión con un profesor. “Quizá debería haberle llamado para recordárselo” dije disculpándome al Sr. Morton. “Él, umm, tiene muchas cosas en la cabeza ahora.” “Lo que va a tener,” dijo el Sr. Morton con severidad, “es otro curso suspendido en esta clase, para igualar lo que él obtuvo el año pasado.” “Oh, no haga eso,” no pude evitar gritar. “Él lo está pasando realmente mal ahora” “No me interesa escuchar sobre las tribulaciones del defensa estrella de


Avalon High” dijo el Sr. Morton, en una voz cansada. “Estoy seguro de que él siente mucho lo que permitió que le pasara al Sr. Wagner durante el partido del Sábado, pero eso no es asunto mío.” “No estoy hablando de eso,” dije. “Quiero decir, hubo toda esa violenta discusión con su mejor amigo y su novia, y-” “Me imagino que cualquier escándalo entre el mejor amigo del Sr. Reynold y su novia apenas es algo que deba importarle al Sr. Reynolds” el Sr. Morton elevó una ceja canosa. “Y ciertamente no excusaría su ausencia aquí” “Es justamente eso” Me sentí estúpida contándole a un profesor cosas que no eran asunto suyo. Por otro lado, sentí que de verdad Lance tenía una razón legítima para haberse olvidado de nuestra reunión, “Él fue el causante de la discusión. Lance. O sea, en verdad no es del todo su culpa – bueno, supongo que un poco. Pero no creo que el pudiera evitarlo mucho más que lo que Jen pudo.” Entonces, viendo que el Sr. Morton me estaba mirando fijamente incrédulo, me di cuenta que estaba farfullando, y dije, “Mire, todo esto es un lío enorme, y posiblemente a él solo se le haya olvidado. ¿Hay alguna posibilidad para que nos podamos volver a reunir mañana? Juro que yo-” Me detuve, porque la cara del Sr. Morton de repente se había vuelto tan gris como su barba. Se veía como si estuviera enfermo. “¿Sr. Morton?” me levanté de mi pupitre alarmada. “¿Está usted bien? ¿Quiere que le consiga un poco de agua o alguna otra cosa?” El Sr. Morton se levantó de su silla. Ahora él se estaba en pie agarrando el borde de su escritorio como si este fuera la única cosa que lo mantendría todo derecho, murmurando algo. Cuando me apresuré hacia él y me incliné más cerca para oír que era – pensé que quizá me susurraba que llamará al 919 – me sorprendí al escucharle decir, “Ya es muy tarde. Empezó….demasiado pronto. No tenía ni idea. Llegamos muy tarde. Demasiado tarde.” Miré fijamente al reloj, “No llegamos tarde, Sr. Morton,” le dije un tanto confusa. “Aún quedan cinco minutos para que la campana-” Entonces él alzó la vista. Y me tropecé un paso atrás. Porque yo nunca había visto tanta desesperación – junto con una fuerte dosis de miedo - en los ojos de nadie más como la vi en los del Sr. Morton en ese momento.


“Ya ha pasado, ¿no es así?” raspó él. “¿Ella está con él? ¿Con Reynolds?” Tragué. Había esperado que hubiera algún cotillo sobre lo que había pasado entre Will, Jennifer y Lance. Cuando me había subido al bus esta mañana, había escuchado a unas pocas personas murmurando que la Pareja de Avalon High había roto, aunque nadie – al menos si el interrogatorio de Liz, muy directo, lo hubiera indicado – parecía saber por qué. Pero ¿para que un profesor se tomaría tanto interés en la vida amorosa de su estudiante? Parecía un poco extraño. El Sr. Morton se veía absolutamente suicida. Sus pálidos ojos grises, asomándose desde debajo de sus cejas ligeramente escarpadas, tenían un aspecto agotado en ellos, como si hubieran visto algo casi demasiado desgarrador para soportarlo. “Um,” dije. “¿Se refiere a Jennifer Gold? Porque ella y Lance están… bueno, ellos ahora están juntos.” Y entonces, porque era lo que le conté a Will que el debería decirle a todo el mundo, si el quería demostrar que estaba realmente aliviado, como él dijo, sobre lo de que ellos dos estaban juntos, yo añadí, “Y realmente Will está feliz por ellos.” Pero esto no pareció tener el efecto deseado, ya que el Sr. Morton palideció aún más. “¿Entonce, él lo sabe? ¿Lo de ellos?” “Bueno,” dije. No podía comprender que estaba pasando aquí. ¿Desde cuando un profesor se preocupaba tanto sobre si la Pareja del instituto había roto o no? También, este era el Sr. Morton, el profesor más querido de la escuela – para mucha gente. Estos que no quisieron matarlo, como quería Marco. “Um,” dije. “Sip. Quiero decir, si. Will lo sabe. El lo descubrió ayer. Pero” –añadí a toda prisa, cuando la cara del Sr. Morton se arrugó – “él esta bien con eso. De verdad.” El Sr. Morton se dejó caer atrás en su silla del escritorio. Se hundió allí, con una mirada de desolación desesperada en su cara. “Estamos perdidos,” susurró él, para la pared. ¿Qué fue de cuando decidí que era esto? Si, esto probablemente no era normal. Incluso para el Sr. Morton. No sabía que hacer. El Sr. Morton parecía estar teniendo algún tipo de crisis nerviosa delante de mí. ¿Pero por qué? ¿Por qué debería el Sr. Morton preocuparse tanto de quien estaba saliendo o no con Jennifer Gold? Entonces recordé donde fue la última vez que había visto al Sr.


Morton. En el partido. Todo esto tuvo sentido. Bueno, un poco. “De verdad, Sr. Morton” dije. “Creo que está reaccionando de forma exagerada. Lance y Will son buenos amigos. Lo más probable es que esto les haga más fuertes. Y, ya sabe, no debería preocuparse tanto por eso.” El Sr. Morton levantó su cabeza para mirarme. Sus labios, eso vi, se estaban moviendo, pero ningún sonido pareció salir de ellos. Entonces, despacio, pareció por fin encontrar su voz. “Lo intenté,” jadeó, su cara tan blanca como las marcas de tiza de la pizarra de atrás. “Ellos no pueden decir que no lo intenté. Hice todo lo posible por juntaros a los dos. Pero nosotros llegamos tarde…demasiado tarde…” Su expresión era una de las más deprimentes que yo nunca había visto. “Ellos han ganado,” continuó. “Ellos han ganado otra vez.” “Sr. Morton,” dije, en lo que esperaba que fuera una voz calmante, “Creo que está haciendo una montaña de todo esto. Avalon aún tiene una muy buena oportunidad para jugar en las finales de futbol del distrito. Will y Lance trabajarán en ello. Ya lo verá.” Le sonreí alegremente…. …pero mi sonrisa se apagó cuando me miró fijamente con frialdad. “Um,” dije. “Esta hablando de futbol, ¿no es así, Sr. Morton? “¿Futbol?” El Sr. Morton se veía como si estuviera a punto de asfixiarse. “¿Futbol? No, esto no es sobre futbol, tú chica estúpida. Esto es sobre la batalla interminable del bien contra el mal. Esto es sobre un hombre, nacido con la capacidad de salvar este planeta finalmente de su propia destrucción, y las fuerzas de la oscuridad que le impiden hacer eso.” No tenía ni idea de cómo responder a eso. El Sr. Morton se inclinó hacia delante. Su mirada grisácea parecía haberme paralizado. No podía moverme. No podía hablar. No podía ni respirar. “Es sobre todos nosotros sumergidos de nuevo dentro de la Edad Oscura (la era del oscurantismo/Edad oscura de Camelot),” continuó el Sr. Morton, con la misma voz chillona, “y esta vez sin tener ninguna luz que pueda conducirnos hacia fuera otra vez. Es sobre nosotros siendo forzados a quedarnos ahí hasta que otro pueda nacer, crecer, y elevarse para ocupar su lugar… si podemos conseguirle antes de que ellos lo hagan la próxima vez, eso es. Es sobre el fracaso, Señorita Harrison. Mi


fracaso. Por el que cada cual de este planeta sufrirá para el resto de sus vidas. De eso estoy hablando, señorita Harrison. No de futbol.” Parpadeé. “Ah,” dije. Bueno, ¿qué más podía decir para todo esto? El Sr. Morton se volvió a hundir en su asiento y arrastró sus manos cubriendo su rostro. “Salga, señorita Harrison,” dijo a través de sus dedos. “Por favor, sólo márchese.” Recogí mi mochila. No sabía que más hacer. Obviamente él no me quería allí. Lo que fuera por lo que el estaba pasando – lo que sea de lo que estaba hablando - no tenía nada que ver conmigo. Lo más probable es que no tuviera nada que ver con nadie… nadie excepto el Sr. Morton y lo que sea que guardara en una botella en su cajón inferior del escritorio… Porque él estaba claramente trastornado, pobre hombre. Nadie en su sano juicio habla sobre que las fuerzas de la oscuridad se apoderaban del planeta. Nadie. Salvo que… Bueno, él había parecido tan sano hasta entonces. Después, cuando alcancé la salida, algo de lo que había dicho me golpeó- haciéndome recordar, de una forma extraña, las palabras de otro… Me giré hacia él. “Sr. Morton,”dije. Cuando el me miró –su rostro siendo aún una máscara de desesperación - continué “¿Tiene esto algo que ver con…con Lily Maid de Astolat?” Nunca olvidaré la mirada que me llegó después. Nunca por mucho que viva. “¿Cómo-como sabías eso?” él respiró – tan apresuradamente, estaba claro que le era un esfuerzo enorme poder hablar del todo. “¿Quién te lo contó?” “Um,” dije. “Estoy haciendo un trabajo sobre eso. ¿Recuerda?” El Sr. Morton se veía visiblemente menos tenso. Al menos hasta que añadí, “Y, eh, el hermanastro de Will, Marco, mencionó algo, también…” Y aquí fue cuando el color de su cara se fue. “El hermanastro.” Él sacudió su cabeza, viéndose más sombrío que antes. “Por supuesto. Si sólo…si sólo-” Y después, yo podía jurar que dijo, “Si sólo le hubiera parado cuando tuve la oportunidad…”


“¿Parar a quién, Sr. Morton?” Aunque ya lo sabía. O pensaba que lo sabía. Marco. Sólo podría estar hablando de Marco. Salvo que yo pensé que él ya había parado a Marco. Parar a Marco de intentar matarle. ¿No es así como vino el rumor? ¿Que Marco había estado intentando matar al Sr. Morton, y el Sr. Morton le había parado? “Sr. Morton.” Indecisa, me paré en la salida. ¿Que estaba pasando? ¿Que continuaría? Era cierto que la otra noche había fantaseado con que Jennifer era Ginebra y Lance era Lancelot, y que Will era Arturo, y Marco era Mordred… Pero eso era sólo porque…bueno, de lo que Marco había dicho sobre mí siendo Elaine de Astolat. Ni mencionar el hecho de que todos nosotros íbamos a Abalón High, hogar de los Excaliburs. No había pensado – ni siquiera lo había soñado – que podría ser remotamente real. Porque no podía ser. Todo esto había ocurrido – si es que realmente ha ocurrido del todo – cientos de años atrás. Como hija de dos historiadores, sé mejor que nadie que la historia puede – y a veces pasa – repetirse a si misma. Pero no como esto. Y nadie – nadie en su sano juicio, de todos modos- podría creérselo. Salvo… salvo un miembro de la Orden del Oso, el grupo del que había leído que creía que el Rey Arturo estaba destinado a ser reencarnado algún día, para conducir al mundo de la Edad Oscura…Pero el Sr. Morton no podía formar parte de algo tan ridículo. Él era un profesor. Uno bueno, por todo lo que había escuchado. Los profesores no creen en cosas tan tontas como que un rey medieval volverá a nacer y salvará el mundo. Yo estaba dejando escapar mi imaginación mientras el Sr. Morton, encima de su escritorio, estaba aún sufriendo. Tendría que haber algo que pudiera hacer por él. Al pobre hombre le hacía falta…algo. “Sr. Morton,” dije. “¿Quiere que le vaya a buscar a la enfermera? No se ve usted bien. Creo….creo que puede que este enfermo.” Entonces el Sr. Morton hizo algo extraño. Alzó su cabeza y me sonrió. Fue una sonrisa triste. No vino fácilmente, tampoco. Pero él sonrió, justo igual. “No estoy enfermo, Elaine” dijo. “Salvo al corazón.” Toqueteé el asa de mi mochila. “¿No me va a contar por qué? Yo podría ser capaz de ayudar, ya sabe.” No tenía ni idea como, claro está. Pero tenia que preguntar. El Sr. Morton pareció entender, ya que me habló mucho mas amablemente que ninguna otra vez que me hubiera hablado.


“Es demasiado tarde, Elaine,” dijo, con la misma voz derrotada. “Gracias de todos modos. Pero ya es demasiado tarde. Y mejor para ti no saber, en el final. Después de todo, tú parte en esto terminó incluso antes de que pudiera haber comenzado esta vez.” “¿Qué quiere decir con esta vez?” Sacudí mi cabeza. “¿Qué quiere decir con mi parte en esto?” Pero justo entonces tocó la campana. Y el Sr. Morton suspiró cansado y dijo, “Será mejor que se vaya para clase, Elaine.” “¿Pero que pasa con Lance? ¿No quiere cambiar la hora de la reunión?” “No.” El Sr. Morton cogió su periódico de su escritorio y lo dejó caer, si leer, en el cubo de basura. Su tono, cuando volvió hablar, tenía un toque de finalidad en él. “Eso no importa ahora, ya ve.” Y con eso, supe que me estaba mandando que me fuera.



“Y a través de la niebla, río abajo, cual temerario vidente en un trance que ve todos sus propios infortunios, vidriada la expresión de su semblante,

dirigió su mirada a Camelot.”

Me dije a mi misma que me estaba volviendo loca. Me dije a mi misma que me estaba volviendo ridícula. Me dije a mi misma muchas cosas. Pero de todos modos lo hice. En vez de unirme a Liz y Stacy – quienes me habían informado de que mi “iniciación” había sido programada para el próximo fin de semana – para el almuerzo, yo hice lo que siempre hacía cuando no sabía que más hacer: llamar a mi madre. No quería hacerlo. Pero después de mi extraño encuentro con el Sr. Morton, había estado moviéndome por las clases esta mañana un poco aturdida, sintiéndome cada vez más incómoda a cada minuto que pasaba. Tu parte en esto terminó incluso antes de que pudiera haber comenzado esta vez. La voz del Sr. Morton sonaba dentro de mi cabeza. ¿Mi parte?, ¿esta vez? Si sólo le hubiera parado cuando tuve la oportunidad… ¿Parar a quién? ¿A Marco? ¿Parar a Marco de hacer qué? Nada de esto tenía ningún sentido. Era como los delirios de un lunático. Pero me había fijado en los ojos del Sr. Morton, y no había visto ningún indicio de locura. Lo único que había visto en ellos fue desesperación. Y miedo. Era estúpido. Era imposible. Pero cuando la campana del almuerzo sonó, yo ya estaba en la cabina telefónica más cercana. “¿La Orden del Oso? Mi madre resonó con asombro. “¿Qué diantres-” “Vamos, Mamá,” dije. “Sé que sabes lo que es. Estaba en uno de tus libros.” “Bueno, por supuesto que lo sé.” Mamá sonó divertida. “Solamente me


he quedado sorprendida al escucharte decir que en realidad te has leído alguno de mis libros. Tú siempre estás tan firme contra todo lo medieval.” “Lo sé,” dije, esforzándome por oírla sobre todo el alboroto del vestíbulo. Esto se disminuiría cuando toda la gente entrara por fin en la cafetería. “Te lo dije. Necesito saberlo para este trabajo que estoy escribiendo. Sólo un par de cosas-” “Bueno, Ellie, cariño,” dijo mamá. “Casi pienso que sería justo que consiguieras ayuda de un erudito Arturiano para tu pequeño trabajo. Pero, ¿Qué hay de todos los demás estudiantes que no tienen un erudito Arturiano en casa para consultarle? “Mamá,” casi chillé. “Sólo contesta la pregunta.” “¿Lo de la Orden del Oso? Bien, pues es un grupo de personas que creen que el Rey Arturo se alzará de nuevo algún día y-” “-nos sacará de la Edad Oscura,” finalicé por ella. “Lo sé. Pero quiero decir… ¿no son de esos que creen en cosas como aliens, y eso? O sea, ellos parecen como un grupo de chiflados-” “La Orden del Oso no esta hecho por chiflados, Ellie. "Es un grupo sumamente respetado e instruido de hombres y mujeres,” dijo. “Es una organización muy exclusiva, y es sumamente difícil poder entrar en ella. Además, hay pruebas de que, en efecto, Arturo existió, mientras que no hay ninguna prueba convincente – por lo menos para mí – de que alguna vez hayamos sido visitados por criaturas de otro planeta. Así que en realidad nosotros podemos remontarnos al linaje de Arturo. Su padre fue Uther Pendragon, su madre Igraine, la mujer del Duque de Cornwall (Cornualles). Qué, como puedes imaginarte, era un poco difícil, viendo como ella estaba casada con un hombre que no era el padre de su hijo. Pero Uther se encargó de esto asesinando al duque en una batalla, pudiéndose casar con Igraine y así hacer a Arturo finalmente su legítimo heredero-” Aspiré bruscamente porque esto – asesinar a un tipo en la batalla, para después casarse con su mujer - me sonaba muy familiar. Salvo que, desde luego, Jean sólo era la madrastra de Will, no su verdadera madre. “Pero ¿Qué hay de los papeles como-como el de Mordred?” Pregunté. “¿Y


sobre eso de que Arturo había estado rodeado de seres místicos como Merlín y la Dama del Lago? Quiero decir, estas cosas no pueden ser reales.” “Bueno,” dijo mi madre, “Lo más probable es que algunas de ellas lo fueran. Mordred realmente mató a Arturo, al final, en una batalla por el trono. Y Merlín era probablemente un místico religioso o un sabio, no un mago de verdad. Y con respecto a la Dama del Lago, bueno, ella es un personaje que siempre ha estado cubierta de misterio-” “Pero ¿Lancelot?” la interrumpí. “¿Y Ginebra? ¿Ellos también eran reales?” “Desde luego, cariño, aunque las referencias a ellos aparecen mucho más tarde que, digamos, las referencias a otros personajes arturianos, como, ah, su perro, Cavall, por ejemplo-” Casi dejé caer el teléfono. “¿Su…perro?” “Si, el legendario perro de caza del Rey Aturo, Cavall.” Mi madre, metiéndose en la materia - que era, después de todo, su favorita – comenzó a darme un sermón, algo que los profesores no pueden evitar hacer-“Cavall supuestamente poseía una habilidad parecida a la humana para interpretar las situaciones y a la gente-” Cavall. Cavalier. No. No, no podía ser posible. No lo era. Mi garganta se había secado. Pero logré decir con voz ronca, “¿Tenía Arturo un barco?” “Claro, todo gran héroe tenía un barco. El de Arturo era el Prydwyn. Con él tuvo muchas aventuras en el mar-” Ella pareció recordar que estaba hablando con su hija y no con uno de sus estudiantes graduados, cuando de repente se calló y preguntó, “Ellie, ¿te encuentras bien? Nunca has estado interesada en este tipo de cosas. ¿Has cogido alguna enfermedad o algo? ¿Necesitas que vaya a la escuela y te recoja? Ya sabes que Papa y yo hemos quedado en DC esta noche para cenar con el Dr. Montrose y su mujer ¿cierto? Espero que estés bien sola. Han dicho en el Canal del Tiempo que se supone que habrá tormenta. ¿Ya sabes donde están las linternas por si se va la luz?” Prydwyn, Pride Winn. Recordé la manera en que Will se había reído en silencio el día de antes cuando me había estado contando como se le había ocurrido ponerle un nombre tan raro a su barco. Fue lo primero


que le vino a la cabeza. Y se lo puso allí. Como el nombre Cavalier para su perro. Y el hecho de que le gustara escuchar música medieval. Y que pensó que me conocía. De otra vida. “Tengo que irme, Mamá,” dije, y colgué, aún cuando ella estaba preguntando, “¿Qué tipo de trabajo es ese, Elaine? Parece tremendamente difícil para un trabajo de instituto…” Porque me había dado cuenta de que, colgando de la cabina telefónica de donde yo estaba parada, se encontraba una destrozada guía telefónica del Condado de Anne Arundel. La alcé. No lo hice porque esperara encontrar nada. Lo hice para probarme a mi misma que lo que estaba pensando era por completo una locura. Lo hice porque sabía que esto no era cierto. Sólo quería probar ese hecho. Lo hice para borrar de mi memoria la mirada en la cara del Sr. Morton – la expresión de temor que había visto escrita a través de sus marcadas facciones cuando le había contado lo de Lance y Jennifer. Lo hice para secarme el sudor de mis manos. Pasé página de la sección de la W. Porque la A en el nombre de A. William Wagner tenía que significar algo. Nunca se me había ocurrido preguntarlo antes, pero ahora quería saberlo. Generalmente, cuando un chico utiliza su segundo nombre, es porque su nombre de pila es el mismo que el de su padre. El nombre del padre de Will probablemente sería Anthony. O Andrew. A Will posiblemente no le gustaba que le llamaran Andrew porque teniendo dos Andrews en la familia era demasiado confuso – pero lo encontré casi inmediatamente. Wagner, Arthur, ADM, viviendo en la misma dirección que Will. Miré hacia abajo de la página incrédula. Arthur. El verdadero nombre de Will era Arturo. Y el tenía un perro llamado Cavalier, y un barco llamado Pride Winn. Y el nombre de su mejor amigo era Lance. Y su novia – ahora ex – se llamaba Jennifer, que era el inglés de Ginebra. Y su padre se había casado con la mujer de otro hombre justo después de que su primer marido se hubiera muerto, algunos dijeron que de la propia mano del Almirante Wagner… Dejé caer la guía telefónica. Necesitaba controlarme. Esto estaba siendo ridículo. Todo esto no era más que coincidencia, las similitudes entre la vida de Will y la vida del rey por las que había acabado de enterarme a través de mi mamá. Porque Jean – que era como Will había llamado a su madrastra – no era la madre de Will, como lo había sido Igraine para Arturo. La madre de Will había muerto cuando él nació, años atrás. Will


y Marco eran hermanastros, no había ningún lazo de sangre. De ninguna manera. ¿Lo ves? Lo que el Sr. Morton estaba pensando no era cierto. No podía serlo. Y no lo era. Recogí mi mochila y me dirigí al lavabo de señoras. Una vez allí, deje correr el agua fría en el lavamanos y me la eché a la cara, después observé mi rostro que goteaba en el espejo que estaba encima del lavamanos. ¿En qué demonios estaba pensando? ¿De verdad creía que Arturo – antiguo rey de Inglaterra, fundador de la Mesa Redonda – había renacido por fin y estaba viviendo en Anápolis? ¿Y de verdad creía que yo, Elaine Harrison, era la Dama de Shalott, una mujer que se suicidó por un tipo como Lance? Este pensamiento fue como un chapoteo de agua fría para mi mente. Primero de todo, vale, no hay forma de que yo sea la reencarnación de una imbécil como Elaine. Segundo, la gente – incluso los reyes legendarios de Inglaterra – no regresa. Esta clase de cosas no pasan. O sea, vivimos en un mundo disciplinado, y en un tiempo culto y educado. No tenemos que inventarnos mitos y historias para explicar cosas que no entendemos como lo que hicieron en tiempos pasados, porque ahora sabemos que hay explicaciones científicas para ello. Will Wagner no era en tiempos actuales el renacido Arturo. Sin embargo… ¿Y qué si era cierto? Agarré el lavamanos por los lados, parada ante mi reflejo. ¿Qué me estaba pasando? ¿De verdad me estaba empezando a creer algo tan completamente increíble? ¿Cómo podría? Yo era la práctica. Y Nancy era la romántica, no yo. Soy hija de profesores. No puedo permitirme creer en este tipo de cosas. Y aún así… Y aún así unos segundos después había agarrado de nuevo mi mochila y me había apresurado de vuelta al aula donde había estado sentada hacia unas pocas horas. Necesitaba, lo sabía, hablar con el Sr. Morton, para averiguar si el de verdad creía lo que yo sospechaba, y si esto quería decir que él – o yo – o ambos - estábamos locos. No sabía que le iba a decir. ¿Lo que sabía? ¿Pero que sabía yo? No sabía nada… …Salvo que yo aún no podía al parecer sacarme este zumbido de mi cabeza. Pero cuando llegué al aula, no era el Sr. Morton quien estaba en la pizarra. Era la Sra. Pavarti, la subdirectora. “¿Si?” dijo cuando me vio. Todas las cabezas en el aula – gente que tenía cinco clases antes del almuerzo, no cuatro como yo – se había girando hacia mí, ojos rastreándome cuando me paré en el vestíbulo,


agarrando mi mochila y viéndome, estoy segura, como una pirada, con manchas de agua en el pecho, mi cola de caballo medio cayéndose, y mis ojos todo enormes. “¿Puedo ayudarla?” pregunta la Sra. Pavarti educadamente. “Es-estoy buscando al Sr. Morton,” tartamudeé. “El Sr. Morton se ha ido a casa por unos días,” dijo la Sra. Pavarti. “No se encontraba bien. ¿No deberías usted estar en clase? ¿O en el comedor? ¿Donde esta tu permiso?” me alejé de ella entumecida. El Sr. Morton se había ido a casa. El Sr. Morton se había ido a casa por unos días. Buen intento, amigo. No vas a salir de esta tan fácilmente. “Perdona.” La Sra. Pavarti me había seguido en el pasillo. “Jovencita. Te he hecho una pregunta. ¿Donde esta tu pase de pasillo? ¿En qué clase supuestamente tendrías que estar ahora?” Ni siquiera la miré. Me encaminé hacia las puertas de la escuela. “¡Detente!” La voz de la Sra. Pavarti se escuchó retumbar en el vestíbulo. Vi a gente de las oficinas administrativas mirando hacia donde estábamos, curiosos por lo que estaba pasando. “¿Cómo se llama? ¡Jovencita! ¡No huya de mí!” Pero para entonces, yo ya no estaba andando. Estaba corriendo. Y no pare de correr hasta que estuve fuera de la propiedad del colegio. No es que la Sra. Pavarti hubiera tenido alguna oportunidad de cogerme. Simplemente no pude reducir el paso. Casi era como si al correr lo bastante rápido, resultara que no sería cierto. Mi cabeza se aclararía, y me daría cuenta que estaba siendo una idiota, y todo volvería a la normalidad. Salvo que cuando finalmente reduje el paso, no me sentí de esa manera. Lo de que las cosas volvían a la normalidad. En todo caso, se volvían peores. Porque ahora, por primera vez en mi vida, estaba faltando a clase. Estaba haciendo novillos. Me había ido sin permiso. Era una delincuente. ¿Y lo peor de todo? Ni siquiera me importaba.


CCaappiittuulloo 1199 Traducido por vero

“Ella descendió y halló una barca

flotando junto al tronco de un sauce, y alrededor de la proa escribió

"La Dama de Shallot".”

Media hora después, cuando el taxista estacionó en frente del complejo de apartamentos y le di casi la mitad del dinero que traía conmigo -8 dólares, dejándome solo con eso para volver a la escuela después- seguía sin importarme. No me importaba el hecho de que estuviera en una parte de Anápolis en donde nunca había estado. No me importaba el que no tuviese idea de cómo volver a casa, o de tener el dinero suficiente para poder hacerlo. Ya nada me importaba excepto el que no fuera encontrarlo -con la ayuda de Informaciones y otra llamada de paga- y ahora iba a obtener algunas respuestas que tuviesen sentido. Esperaba. Sabía que se encontraba en casa. Podía escuchar el sonido de la televisión por detrás de la puerta que acababa de golpear. Tal vez no podía escucharme pues el volumen estaba demasiado alto. Puede que esa fuera la razón por la que tardo tanto en responder. Pero cuando finalmente abrió la puerta, pude ver que no era que no pudiera escucharme. Esa no era la razón por la que se hubiese demorado tanto en abrir la puerta. No la había abierto de inmediato porque había estado mirando a través de la mirilla para ver quien estaba ahí. Y tenia agarrado un sartén extremadamente grande con el cual poder golpearme en caso de que fuera alguien peligroso. Al menos eso había asumido, ya que apenas vio que estaba sola empezó


a bajar lentamente el sartén. "Oh," dijo el Sr. Morton. "Eres tú" No parecía sorprendido. Resignado se acerca más. "Vete" me dijo. "Estoy ocupado". Y empezó a cerrar la puerta. Pero fui demasiado rápida para él. Antes de que pudiera cerrar completamente la puerta logré atravesar mi pie, la gruesa goma en las suelas de mis Nike evitaban que me cerraran la puerta en las narices. No tenía idea de qué fue lo que me pasó. Nunca había hecho nada como esto en mi vida -escaparme de clases, dejar propiedad de la escuela sin permiso, ir a la casa de un profesor, interponiendo mi pie en la puerta para así evitar que me la cerrara en la cara- esa no soy yo. Nada de esto era yo. Mi corazón golpeaba, mis manos estaban llenas de sudor debido a los nervios. Creí que podría incluso vomitar. Pero no hice todo este camino tan solo para que me enviaran a casa. Esto era algo que tenía que hacer. Y no sabía por qué. Excepto tal vez que había crecido en una casa llena de personas que sabían todas las respuestas a las preguntas de Jeopardy! Y ahora finalmente quería tener mis propias respuestas. El Sr. Morton miró hacia mi pie. Y ahora sí parecía sorprendido. Sorprendido por mi agudeza. Pero no intentó discutir. Se encogió de hombros y dijo, "Como quieras" Se dio media vuelta y se marchó a hacer lo que estaba haciendo antes de que llegara. Estaba empacando. Su ropa estaba esparcida por todas partes. Pero no estaba llenando las maletas con ella. En cambio las estaba llenando con libros. Libros bastante gruesos, como los libros que mi padre siempre trae desde la biblioteca de la universidad. La mayoría de ellos se veían extremadamente antiguos, no tenía idea de cómo el Sr. Morton pensaba cargar con alguna de esas maletas una vez que hubiese logrado cerrarlas.


Miré hacia las maletas. Luego miré hacia el Sr. Morton, quien estaba clasificando una pila de libros que tenía en sus brazos. Algunos iban hacia la maleta. Otros simplemente los había tirado al piso. Era claro que no le importaba que les fuera a suceder a las cosas que dejaba atrás. "Bueno, ¿Qué es lo que quieres?" preguntó el Sr. Morton, quien seguía clasificando. "No tengo todo el día. Tengo un vuelo que tomar" "Ya me di cuenta" le dije. Levanté uno de los libros que estaba cerca de mí. El titulo ni siquiera estaba en inglés, pero lo reconocí, pues mi padre lo tenía en su estantería en nuestra casa de St. Paul. Le Morte d’Arthur. La muerte de Arturo. Genial "Un viaje bastante repentino ¿no?" "No es un viaje", el Sr. Morton dijo cortante. "Me voy de la ciudad. Para mejor" "¿Ah sí?" mire hacia los muebles de la habitación, los cuales eran escasos y bastante nuevos, aunque no se veían demasiado costosos. "¿Por qué?" El Sr. Morton se giró rápidamente y me miró. Luego siguió clasificando. "Si es sobre tu nota", dijo, ignorando mi pregunta, "No debes preocuparte. Quien quiera que sea mi reemplazo te dará una A. Ese ensayo que hiciste estaba muy bien escrito. Claramente puedes conectar dos frases juntas, lo cual es mucho más de lo que los pequeños cretinos de esa escuela pueden hacer. Estarás bien. Ahora por favor vete. Tengo muchas cosas que hacer, y muy poco tiempo para terminarlas". "¿A dónde se va?" pregunté. "Tahití", el dijo, estudiando el lomo de un libro antes de lanzarlo a la maleta que tenia frente a él. "¿Tahití?" repetí. "Eso es bastante lejos" Ignoró la pregunta, moviéndose detrás de mí para así poder cerrar la puerta que había quedado abierta.


"Te lo dije", me respondió cuando la puerta estaba finalmente cerrada. Habló en un tono tan tranquilo y lacónico que apenas pude oírlo por encima del sonido de la televisión, que aun seguía encendida en la habitación contigua. "Tu parte en todo esto se acabó. No hay nada más que puedas hacer...nada más se espera de ti. Ahora sé una buena chica, Elaine, y vuelve a la escuela" "No". Moví una pila de libros del sofá y me senté. El Sr. Morton pestañeó y me miró, como si no pudiese creer lo que había escuchado. "¿Disculpa?" él dijo. "No", le dije. Soné tan firme, que incluso yo misma me sorprendí. Interiormente por supuesto estaba temblando. Nunca había desobedecido una orden directa de un profesor -en realidad de ningún adulto- antes. No tenía idea de donde venían estas reservas escondidas de coraje, pero estaba bastante alegre de haberlas encontrado tan inesperadamente. "No, no me iré. Al menos no hasta que me diga qué está pasando. ¿Por qué sigue diciendo 'tu parte en todo esto se acabó'? ¿Mi parte en qué, exactamente? ¿Y por qué está tratando de alejarse de aquí con tanta prisa? ¿Qué teme que pueda suceder en todo caso?" El Sr. Morton suspiró, y dijo con voz agotada, "Por favor señorita Harrison. Elaine. No tengo tiempo para esto. Debo subirme a un avión". Tomó los libros que había movido del sofá y por primera vez noté que sus manos temblaban. Me le quede mirando, completamente desconcertada. "Sr. Morton", le dije, "¿Qué es? ¿A qué le tiene tanto miedo? ¿De qué está huyendo?" "Señorita Harrison". Suspiró pesadamente. Entonces como si se hubiese acordado repentinamente me dijo "Tus padres están aquí por lo del año sabático, ¿no es así? Ellos pueden tomarse un tiempo libre de su investigación. ¿Por qué no les preguntas si ustedes tres pueden irse de viaje? Vayan a un lugar lejos de la Costa Este. Sería lo mejor si pudieran irse todos de una vez." Su mirada se dirigió rápidamente a la ventana, por la cual se podía ver las nubes que habían empezado a oscurecer la brillante luz del sol de la tarde. "Mientras antes mejor"


Luego se giró y añadió más libros a la maleta que estaba preparando. "Sr. Morton", le dije con cuidado, "Lo siento, pero creo que necesita ayuda. De algún profesional" Me miró por sobre las monturas de sus gafas. "¿Eso es lo que crees no?" fue todo lo que dijo, con una nota de indignación en su voz. No lo culpaba por haberse sentido ofendido. No era la más indicada para decírselo. Aun así, alguien debía hacerlo. El pobre tipo estaba completamente loco. No es como si no tuviese buenas razones para sentirse un poquito fuera de juicio. Pero aun así. "Sé que todo el asunto de Will, Lance y Jennifer parecen ser de cierta forma... coincidencia", le dije. "Pero usted es un profesor...un educador. Se supone que debería usar la razón y la inteligencia. Seguramente no podría creer en algo tan ridículo como en la reencarnación del Rey Arturo." "Y esa es la razón por la hiciste todo el camino hacia aquí", el Sr. Morton dijo, "¿Para decirme que creo en algo ridículo? Estas preocupada por mi ¿supongo? ¿Temes que pudiese estar loco?" "Bueno", le dije, sintiéndome mal sobre ello, pero sabiendo que estaba siendo sincera. "Si, me refiero, puedo ver como alguien -incluso alguien que no pertenece, ya sabe, a este culto al que usted pertenece-" El parecía solo un poco sorprendido al oír que sabía sobre su pequeño grupo. Su tono fue suave mientras me reprochaba. "La Orden del Oso, señorita Harrison" me dijo, "Es una orden fraternal, no un culto" "Como sea", le dije, "Me he dado cuenta de cómo para una persona como yo, en este caso, viendo todas esta coincidencias -los padres de Will; su nombre, el asunto de Lance y Jennifer; los nombres del perro y del bote de Will. Cosas como esas- podría pensar, 'Si, es verdad. Él es la reencarnación del Rey Arturo'. Pero usted sabe, también hay diferencias importantes. La verdadera madre de Will no es Jean -su verdadera madre está muerta. Marco es su hermanastro, no su medio hermano. Y yo ciertamente no soy Lily Maid de Astolat No podría haberme enamorado de Lance aunque lo hubiese intentado. Usted es un profesor. Sr. Morton. Se supone que es un ser racional. ¿Cómo un


hombre como usted puede creer en algo tan ridículo como el levantamiento del Rey Arturo desde la muerte -a no ser, por supuesto, que realmente este loco?" El pestañeo. Solo una vez. Entonces dijo. "No lo creo, señorita Harrison. Lo sé. Es un hecho. Arturo volverá. Solo-" Su expresión se oscureció. Luego se volvió a callar. "No. No es bueno. Es mejor que no lo sepas", dijo sacudiendo su cabeza. "El conocimiento...puede ser peligroso. A veces pienso...bueno, desearía no saberlo la mayor parte del tiempo". "Haga la prueba", le dije, cruzando mis brazos al rededor de mi pecho. Me quedo mirando un minuto. Entonces dijo, "Muy bien. Eres una chica inteligente -al menos lo parecías antes de esto. ¿Y si te dijera que mi Orden -La Orden del Oso- es una sociedad secreta cuya única función es detener a las fuerzas del mal que evitan el levantamiento del Rey Arturo una vez más al poder? "Um", le dije, "Le diría que ya lo sabía. Y también le diría que hay medicinas que podrían ayudarlo a prevenir esa clase de ilusiones tan paranoicas" Su expresión se tornó amarga. "Nosotros no esperamos ver al hombre aparecerse desde su tumba, con Excalibur en mano. No somos unos inocentes, señorita Harrison. Como los monjes en el Tíbet quienes buscan por el mundo al siguiente Dalai Lama, los miembros de la Orden de Oso buscan potenciales Arturos en cada generación". Se quitó las gafas y empezó a limpiar los lentes con un pañuelo que había sacado de uno de sus bolsillos. "Cuando encontramos a alguien que tiene serias posibilidades, enviamos a un miembro de la Orden a la ciudad del chico, para observarlo, generalmente bajo la apariencia de un profesor, como yo. La mayoría de las veces, estos chicos nos decepcionan. Pero de vez en cuando -como en el caso de Will- la orden vuelve a tener esperanza..." Volvió a colocarse sus gafas y me miró fijamente a través de los, ahora,


brillantes lentes. "Y luego solo es cosa de mantener a las fuerzas del mal alejadas para que no destruyan las posibilidades de que el chico alcance todo su potencial". "Ahí es donde me pierdo", le dije. "¿Fuerzas del mal? Sr. Morton por favor. ¿De qué está hablando? ¿Darth Vader? ¿Voldemort? Déme un descanso". "¿Tú crees que lo que pasó con Lancelot y la reina años atrás fue meramente un incidente?" preguntó el Sr. Morton, sonando shockeado por mi naïveté (ingenuidad). Porque fue algo mucho más insidioso, causada, no solo por la debilidad de ambos personajes, sino por las fuerzas del mal en contra de Arturo, las cuales querían destruirlo -no solo su fe en sí mismo, sino que también la fe que su gente tenía en él. Y ahí fue cuando Mordred -quien es y siempre será un agente del mal- le dio muerte." "Uh", dije, mirándolo. Estaba teniendo algunos problemas digiriendo algunas de las palabras que me había dicho. Está bien. En realidad todo lo que me había dicho. "Ok" Debí haber sonado convincentemente interesada, pues le dio coraje al Sr. Morton para continuar. "Ya sabes que la primera vez él llegó demasiado tarde. Me refiero a Mordred. Los Años Oscuros murieron a pesar de sus mejores -y malignos- esfuerzos, ya que Arturo ha estado en el trono el tiempo suficiente para guiar a su gente fuera de ellos. Y al final, no fue Mordred quien vivió todos esos años como un rey bueno y justo, fue su hermano Arturo." "Pero Mordred aprendió de ese error" continuó el Sr. Morton. "Y desde ese momento, donde quiera que Arturo a tratado de levantarse nuevamente, Mordred ha estado ahí para detenerlo, cada vez más temprano en el ciclo de su vida, de esa forma la Luz nunca ha tenido éxito. Y así es como es, veras, Elaine, hasta el fin de los tiempos...o hasta que el bien finalmente triunfe por sobre la oscuridad, de una vez por todas, y Mordred sea puesto a descansar para siempre" Aclaré mi garganta.


La cosa era que, el Sr. Morton parecía lo suficientemente lucido. Se veía tan sano como -bueno, mi propio padre. Pero lo que me estaba diciendo -en lo que él y su "orden" creían...era simplemente de locos. Ninguna persona racional podría pensar que Will Wagner era la reencarnación del Rey Arturo. Dejando de lado el asunto de nuestros nombre -y Cavall- bueno...simplemente no tenía sentido. Y eso no era lo único que no tenía sentido. "No entiendo", dije rotundamente. "¿Si usted realmente cree que Will es Arturo -y ese es un pensamiento bastante grande- por qué esta huyendo? ¿No debería quedarse aquí para ayudarlo? Corríjame si me equivoco, pero ¿no fue usted la persona a quien la orden puso aquí para protegerlo? El Sr. Morton parecía estar sufriendo. "No tengo por qué ahora", explicó. "Una vez que Guinevere lo deje, Arturo es vulnerable a cualquier cosa que Murdred tenga preparado para él. Hemos visto cómo ocurre una y otra vez, sin importar qué hagamos para detenerlo. Mordred -con la ayuda del lado oscuro, por supuesto- ascenderá al poder, tal y como lo ha hecho en diferentes reencarnaciones durante el pasado. Piensa en los líderes políticos más diabólicos de la historia, y así tendrás una buena idea de lo que estoy hablando. Todos ellos eran Mordred. Y Arturo...bueno" "¿Él qué?" le pregunté con curiosidad. "Bueno", dijo el Sr. Morton, luciendo incomodo, "El morirá".


CCaappííttuulloo 2200 Traducido por Isabella_Cullen88

“Tal sucede en la noche purpúrea bajo constelaciones luminosas,

un barbado meteoro se aproxima a la quieta Shalott.”

"Morir?" le mire fijamente con incredulidad. "Bien" dijo el, teniendo la descendía, por fin, de parecer un poco avergonzado, "si". "Pero..." yo solo podía estar allí y escuchar lo que me estaba diciendo. "Morir?" "Si, desde luego." El Sr. Morton parecía un poco exasperado."Que te piensas que iba a ocurrir, Elaine? Porque te crees que me marcho? Tanto te cuesta pensar que no quiero quedarme y verlo pasar." "Pero...” solo me quede mirando un poco mas. Yo había oído muchas locuras hoy. Pero esta, sin duda, ganaba a todas. "Quieres decir Will? Tu piensas que Will va a morir?" "El debe" dijo el Sr. Morton excusándose, "Por Mordred - o en este caso, Marco- cuando alcance su supremacía -" "Tu piensas que Marco le va ha hacer algo a Will?" "No lo pienso, señorita Harrison." dijo el Sr. Morton con calma. "lo se. Marco me lo dijo el mismo el año pasado en mi clase, cuando tontamente intente - en contra de las órdenes, debo añadir - razonar con el muchacho. De la misma manera que lo hace usted claramente, también para mí fue difícil creer en ocasiones que alguna persona pudiera ser completamente mala. Pensé que si yo le tendía la mano al joven el podría aceptarla. Probé que no era así - con mucho dolor debo


añadir." "Cuando Marco le ataco" dije, reuniendo dos mas dos y viniéndome abajo con - bien, mas locuras."Y lo sacaron de la escuela." "Precisamente" dijo el Sr. Morton. "Ya veo que esto fue un error fatal por mi parte. Marco sabe de la existencia de la orden y su papel predestinado en la vida siguiente del ciclo del rey Arturo., pero no sirvió como pensé, como una advertencia para que se protegiera del mal, si no más bien como una excusa para abrazarlo. Algo parecida a 'bien este es mi destino, de todos modos, para que luchar contra ello'?" Yo solo podía mirarle "Entonces usted le dijo a Marco que es la reencarnación de Mordred?" yo solo podía imaginarme como se tomo marco las noticias. Su sonrisa burlona habría estado implicada. Pero también al parecer la violencia. Contra el mensajero. Y quizás no inmerecido. "Me avergüenza admitir lo que hice." dijo el Sr Morton. "Aunque no puedo decir que estuviera seguro de que el me creyera. El hecho de que el lo reconociera, sin embargo, que tu eras Elaine of Astolat parece indicar que le ha dado vueltas a la idea." "No lo soy" dije despacio y con ira "Elaine of Astolat" Sr. Morton sonrío tristemente "Que gracioso. Eso fue exactamente lo que dijo Marco. Solo que en su caso, el insistió en que no era Mordred." "El no es Mordred" dije. Estaba ultrajada. Realmente. Todo esto había ido demasiado lejos. "Debería tener su licencia de profesor revocada por intentar impresionar a sus jóvenes estudiantes con la idea de que son las reencarnaciones de personajes míticos!" El Sr. Morton me señalo con el dedo. "Ahora, Elaine." dijo el "Tu sabes perfectamente que no son personajes míticos." Quise lanzarle algo. No podía creer que yo estuviera teniendo esta conversación. "Genial" dije "Entonces ellos eran verdaderos. Alguna vez. Y si Arturo realmente existió. Y pensando que esto de la reencarnación alguna vez pudiera ser posible. Le ha hablado de esto alguna vez a Will?"


"No serviría, Elaine" dijo el Sr Morton tristemente. "como te dije antes, es demasiado tarde ahora, de todas formas. Y los miembros de la orden han tratado de que no intentara como hice con marco al intentar llevarlo hacia la luz - y nunca sirvió, en todas sus encarnaciones. La mayoría del tiempo, el no nos creía. E inevitablemente, la Rosa oscura se levanto y nos derroto... Y el" Me lo quede mirando. "Entonces, si todo esto es verdad y lo que usted y su orden creen realmente esta ocurriendo - Marco va a matar a Will y usted cree que no servirá de nada tal vez una llamada para avisarle?" "Es demasiado tarde, Elaine", dijo el Sr Morton negando con la cabeza. "El ya ha perdido a Ginebra. El no tiene voluntad para seguir viviendo mas -" "Pero esto es lo que intentaba decirle esta mañana" casi grite, luchando con paciencia. No es que en estos momentos creyera que todo era verdad. Pero quería argumentar." A Will le va bien que Jen se vaya con Lance! Realmente. El me dijo que se sentía relajado cuando lo averiguo." El Sr. Morton sonrío mirándome tristemente. "Y si realmente nosotros habláramos con el, Elaine, crees que el nos creerá - mucho menos tomaría las medidas necesarias para protegerse, o lo que fuera, y en ese caso seria infructuoso? Piensas que habría la mas minima diferencia? No tienes ni idea en contra de que nos levantaríamos. La batalla por Arturo entre la luz y la oscuridad ha existido durante siglos. El mal no aceptara ninguna interferencia de la luz. Lanzara obstáculos, incluso mortales, contra nosotros. Mordred, con la ayuda del lado oscuro, encontrara un modo de matar a su hermano cueste lo que cueste - " "Marco no quiere matar a Will" grite, todavía sin creer que estuviera teniendo esta conversación. "Porque querría matar marco a Will?" "Además de por su propia avaricia y la indiferencia egoísta hacia los demás, porque el ha caído en los brazos poderosos de la oscuridad?" el Sr. Morton frunció el ceño. "Piensa en ello, Elaine." Pensé en Marco, sus pendientes y sus formas viles. Seguramente era


tacaño, y con esa piel helada suya, más que espeluznante. Pero un asesino? Bien, el había tratado de matar al Sr. Morton - pero el tipo había estado diciéndole que el era la reencarnación de una de las figuras mas detestadas de toda la historia de todos los tiempos. Porque querría matar a Will? Quiero decir, el tenia que admitir que desde que había venido a vivir con Will y el almirante Wagner su vida había mejorado radicalmente. El nunca había tenido un barco. O al menos poder usar uno. Que es lo que dijo ese día? No soy el afortunado. Will lo es. Podría ser esto? "Usted piensa que Marco va a intentar matar a Will" le dije al Sr Morton. "Porque el esta celoso de Will? Y enfadado por lo que el padre de Will le hizo al suyo? Es esto?" "Esta vez?" Cabeceo el Sr. Morton."Hay bastante mas de lo que puedes imaginarte pero podría decir que forma parte de ello." "Esto es diferente siempre?" esto era lo que hacia que creyera con mas fuerza que todo eran ilusiones paranoicas. El hecho de que, viéndolo en su totalidad, la historia estaba bien pensada, en realidad tenia sentido. "Variaciones" dijo el Sr. Morton "en varios temas. Mordred odiaba a Arturo, ya sabes, porque el quería el trono. El le dio la espalda a su propia gente, sin preocuparse por sus intereses, procurando solo satisfacer su propia autosatisfacción. Ahí es cuando el lado oscuro lo atrapo completamente y lo hizo uno de los suyos-" "Para!" puse mis manos sobre mis oídos, empezando a sentirme abrumada. "No quiero escuchar nada mas acerca del lado escuro, ok? Lo que quiero saber es como - si usted esta tan seguro de que va a ocurrir - es usted capaz de correr y dejar que asesinen a Will. Entiendo que usted tenga miedo de...De la oscuridad." ahora parecía tan loca como el, pero no me preocupe. "Pero por el bien de Pete, no ira usted a la policía?" "Y decirle que, Elaine?" la risa del Sr. Morton era pesarosa. "De acuerdo con una profecía antigua que ha sido concluida varias veces, este joven va a matar a su hermanastro un día y luego causara estragos en el mundo? No puedo hacer eso. Tu sabes que ellos no me escucharan." No. Ellos no lo escucharían. Yo no quería escucharle. Porque el era un completo psicópata.


"E incluso si ellos lo hicieran." continuo el Sr. Morton, "no hay nada que la policía pueda hacer por ello. Los revolves y las balas son inútiles contra la ira del lado escuro. Y yo seria culpable de arriesgar sus almas inocentes en una guerra contra ellos que nunca pueden ganar. La creencia comúnmente sostenida - aunque una deba ser probada - es que solo los que forman parte del circulo mas cercano de Arturo pueden acabar con el reinado del lado oscuro." "Entonces" aparte un mechón de pelo que tenia delante de los ojos."Quien entonces? Lance? Jennifer?" "Seguramente." dijo el "cualquiera de ellos. Solo que no... Bien. Tu." Le propine una mirada de asco "Porque Elaine de Astolat nunca conoció al rey Arturo históricamente, verdad?" "Te dije que para ti era mejor no saberlo" me recordó el Sr. Morton con voz triste. "No estaría bien" le asegure "si realmente creyera todo esto" El Sr. Morton me miro, con la preocupación que ablandaba sus facciones mas bien marcadas. "Elaine" dijo con cuidado "Vete a casa. Consigue que tus padres te lleven a un sitio lejos de aquí. De nuevo a Minnesota quizás. Podría ser mejor para ti si tu... Bien, si tu simplemente vuelves a casa." Algo sobre la forma en que dijo la palabra casa hizo que me rompiera. Simplemente me pudo, y lo perdí. Yo había tolerado el resto. Hablando de los poderes de la oscuridad y los peligros del intento por frustrarlo. Jeniffer como la razón de vivir de Will. Incluso Tahití. Pero esto era simplemente algo que ya no podía permitir. "Casa?" resoné. "Que sabe usted de casa? La casa no es solo un lugar, sabes. Es la gente que forma la casa...Gente de la que te preocupas, y que se preocupa por ti... O que no abandonarías ni les darías la espalda para irte a Tahití porque crees en una estúpida profecía. No conozco si esta cosa de la luz y la oscuridad es verdad, Sr. Morton, pero se una cosa: si Usted y esa Orden supuestamente están del lado de Will, usted no le abandonaría sin tratar de ayudarle. El nunca le haría esto. El


nunca diría 'Ah pues es la manera en que ocurre siempre, entonces mejor no intento cambiar las cosas, porque intente esto una vez y no funciono, y el lado oscuro siempre gana' " Mi voz se rompió, pero no me preocupe. Solo tenía en mente gritar. "Porque no fue eso lo que hico tu precioso Arturo la primera vez? El supuestamente era un gran pensador innovador que no hacia las cosas de la forma que la gente decía que tenían que hacerse, porque siempre se habían hecho así. Si Will realmente es Arturo - y no estoy diciendo que el lo sea, porque pienso que todo esto es un embuste - puede el realmente simplemente sentarse y dice ' Oh, bien, no puedo cambiar esto, porque nadie lo ha hecho antes' y simplemente abandonarle a su muerte? No, el no lo haría. Y sabes que, Sr. Morton? Yo no lo haré, tampoco." Y sin otra palabra, me gire y salí del apartamento del Sr. Morton con la cabeza alta y los hombros erguidos como si yo y no Jeniffer gold, hubiera sido una reina en una vida pasada.



“Su clara frente al sol resplandecía, montado en su corcel de hermosos cascos;

pendían de debajo de su yelmo sus bucles que eran negros cual tizones

mientras él cabalgaba a Camelot”. Yo sabia por mi hermano Geoff, que en general la administración tarda un día el trabajo completo en lo que se refiere a coger delincuentes. Entonces sabia que estaba a salvo sobre cualquier citación principal en la oficina de Parvati para explicar mi ausencia durante al menos un día. De todas formas pensé que seria mas seguro ocultarse en el servicio de señoras hasta que sonara la siguiente campana, mejor que ser descubierta vagando por los pasillos. Entonces entre en los servicios más cercanos. La primera cosa que tenia que hacer, comprendí, era encontrar a Will. No tenia ni idea de que clases tenia en el séptimo y octavo periodo, pero iba a tener que averiguarlo de alguna manera, luego lo cogeria, y le haría saber que al menos un miembro de la facultad de Avalon High sospechaba que el era la reencarnación de un rey antiguo medieval y que el estaba en grave peligro y mortal por culpa de su hermanastro. El Sr. Morton había tenido razón en algo: Will no iba a creerlo, desde luego. Quien en su sano juicio lo haría? Pero eso no significaba que el no tenia derecho a saberlo. Estaba ocupada haciéndome la cola de caballa mirándome en el espejo de encima de los lavabos cuando comprendí que no estaba sola en los baños. Oí el moquear a alguien en la última puerta, que estaba cerrada. Me agache para ver por la rendija entre la puerta y el suelo, y vi un par de zapatos de aerobic blancos, atados por un par de de pompones con los distintivos azules y dorados de Avalon High. Había una animadora


llorando en el servicio de señoras conmigo. Y solo considerando como había ido mi día hasta ahora, tenía una idea bastante buena de que animadora era. "Jenifer?" dije, dando un toque en la puerta."Soy yo, Elli. Estas bien?" Se volvió a sorber los mocos y con voz gutural Jennifer dijo, "vete." "Vamos Jennifer" dije "Abre y habla conmigo. No puede ser tan malo." Hubo una pausa. Y luego oí abrirse el pestillo y Jennifer aun exquisitamente encantadora, aun teniendo enrojecida la cara y limpiándose los ojos con las mangas de su suéter de animadora. "n-no se lo digas a nadie." dijo, alzando la vista hacia mí con enormes preocupados ojos azules. "de que me encontraras aquí llorando. Como hacen aquellas muchachas chismosas del equipo de pista con las que vas? okey? Ellas ya me odian bastante y esto solo empeoraría las cosas." "No diré nada" dije, cogiendo un puñado de trozos de papel del dispensador de la pared y pasándoselos a ella. "Pero ellas no te odian." "Estas de broma?" Jennifer se limpio los ojos con el papel. "Todo el mundo me odia. Debido a lo que le hice a Will." "No todos te odian" dije "Yo no te odio. Y Will tampoco te odia." Para mi asombro, esto solo hizo que Jennifer se pusiera a llorar de nuevo, justo cuando había parado. "Lo se!" exclamó llorando."Esa es la peor parte! Will vino esta mañana y el fue completamente dulce! El dijo que sabia que Lance y yo no habíamos querido hacerle daño y que el estaba bien si nosotros estábamos juntos. Lance y yo! Oh dios mío. Quise morirme!" "Porque?" pregunte acariciándole el brazo - para consolarla supongo."No le crees?" "Claro que le creo!" dijo Jenifer con una risa incrédula "Quier decir , esta es una de las cosas de Will - el nunca miente. Y menos para hacer que alguien se sienta mejor. Bien, ya sabes, si tu estuvieras enfermo el


te dirá que te ves genial o algo así. Pero no acerca - no acerca de cosas importante. Por eso se que decía la verdad. Este es el asunto. Realmente no le importa nada acerca de mi y Lance. El simplemente esta...bien." Algo frío me agarro el corazón, pero me dije que era tonta. "Entonces tu quieres volver con el?" le pregunte de la forma mas suave que pude. Debido a esto comprendí cuanto había esperado que ahora que Will estaba libre, podría pensar en nosotros no solo como amigos, si no algo más. Pero si el y Jennifer volvían a estar juntos, esto nunca, nunca pasaría. "No lo se." dijo miserablemente. "Una parte de mi siempre lo amara. Pero el resto de mi... Crees que es posible amar a dos chicos al mismo tiempo?" Me encogí desvalida "No lo se." dije "Creo, solo he amado una -" "Will, verdad?" pregunto Jennifer , mientras se limpiaba los ojos. La mire fijamente en estado de shock "Q-Que? No! Claro que no! Quería decir otro chico. Um , ese chico se llamaba Tommy- " "Esta bien" dijo Jennifer. Ella había dejado de llorar y ahora había sacado su bolsita de maquillaje de su bolso y trataba de arreglarse. "Quier decir, no te culpo. Vosotros dos os veis tan bien juntos. Ambos tan oscuros. Y tan altos." Sentí como si me ahogara. "No - no siento eso por el." "No?" pinto sus labios y puso gloss en ellos. "Okey, tu le gustas. Quier decir, desde el primer momento que te vio, ese día en el parque, recuerdas? Es como si el te conociera de otra vida o algo." Sonreí con arrepentimiento. Porque, desde luego, si lo que el señor Morton creía de mi era verdadero - lo cual no lo era - no era la única a la que Will conocía de su vida anterior. Ese honor era todo de Jennifer. "solo le gusto como amigo" dije, para que lo pareciera por millonésima vez en ese día.


"Yo no estaría tan segura." dijo Jennifer un poco misteriosamente, "Quier decir, el te invito a venir a navegar con nosotros. El no invita a nadie a aquel barco. Y dice que a ese estúpido perro suyo le gustas. Es mas, el dice que puede hablar contigo. Esta muy pesado con el hablar últimamente. El ha... cambiado, ya sabes." Ella me echo un vistazo significativamente. Pero yo me negué. "Cambiado como?" "Desde que empezamos a salir" dijo ella, encogiéndose. "Todo lo que solía hacer era, ir a ese barco y al futbol. Entonces el entro en el consejo de estudiantes. A veces -" me lanzo una mirada horrorizada "quiere hablar de política. Política! a lo largo del verano estuvo hablando de reducir el tiempo de futbol , para tener tiempo de acudir con el equipo de debate o algo así. Te lo puedes imaginar? Lance le hablo de dejarlo ir, gracias a dios. Pero la verdad, sentí como si el se estuviera convirtiendo en alguien que no conocía.... "Esta es una de las cosas que me gusta de Lacen" continuo ella, cerrando su bolsita de maquillaje. "El no habla todo el tiempo, lo que ha hecho Will, últimamente. Te lo juro, a veces era como si prefiriera la conversación antes que - bien, ya sabes". Lo sabía. Y el pensamiento me hizo ruborizarme. "Seria tan guay si tu y Will empezarais a salir" dijo Jennifer abriendo mucho los ojos. "Porque entonces la gente me quitaría de la espalda todo lo del problema de Lance. Porque ya sabes, aunque ahora haya empezado con eso de dejar el futbol e ir a sentarse al bosque, todavía es tan popular como siempre. Piensa en ello, lo harás?" Le dio una sacudida a sus rizos rubios, luego se giro para afrontarme en el espejo. "Bien, que piensas? Puedes decir que estaba sacándome los sesos hace un minuto?" La mire. Y mi corazón se hundió. Porque ella era magnifica. Incluso después de que ella se hubiera estado exprimiendo los sesos. Yo nunca podría, ni en un millón de años, competir con esto, no como ella había dicho.


Y no era solo que ella fuera tan bonita. Yo debería odiarla y sin sentirme culpable. Pero era imposible odiarla porque ella no era una falsa. Ella alegremente me dijo lo que pensaba acerca del muchacho del que todavía estaba en parte enamorada, lo de que estaba interesado en mi , y entonces otra vez sentí la punzada impulsada por mi conciencia porque yo haría las cosas mas fáciles para ella socialmente. Como podría no gustarte alguien así? "Te ves genial" dije, queriéndolo decir. "Gracias" Jennifer inclino la barbilla para mirarme. "Tu no se lo dirás a nadie verdad?" pregunto ella. "No" dije. "Realmente no voy a hacerlo." "Es tan extraño." dijo ella moviéndose hacia la puerta del servicio. "Pero realmente te creo. Y apenas te conozco. Simplemente debe ser de esa gente. Ya sabes, la clase de gente que crees que conoces de antes, aunque no lo hagas. Esa clase." añadió ella intensamente, mientras se movió hacia el vestíbulo. "como Will." "Bien" iba a decir "no exactamente" pero mi voz murió en mi garganta. Porque podrá haber jurado, que en aquel momento, oí al Sr. Morto, entre toda la gente, detrás de nosotras.



“Al pasar por la orilla y junto al río brillaba en el espejo de cristal. "Tiroliro", por la margen del río

cantaba Lanzarote. Ella dejó el paño, dejó el telar,

a través de la estancia dio tres pasos, vio que su lirio de agua florecía,

contempló el yelmo y contempló la pluma, dirigió su mirada a Camelot.”

Giré justo a tiempo para ver al Sr. Morton volteando la esquina hacia la oficina del consejero, una mano protectora se cernía sobre la espalda de una esbelta mujer. Era difícil saber quien era por detrás, pero parecía la madre de Will. Cuando oí al Sr. Morton con voz entrecortada, con acento británico diciendo: "Por aquí, Sra. Wagner," Supe q era la madrastra de Will. ¿Qué en la tierra estaba haciendo el Sr. Morton en la escuela? No debería estar en un avión a Tahití? ¿Y por qué estaba con la Sra. Wagner, de todas las personas? Esto, yo sabía, sólo podía significar problemas. "Te veo más tarde", le dije a Jennifer, quien continuó en el pasillo, ajena a lo que estaba sucediendo detrás de nosotras. "Oh", dijo, mirándome de nuevo sobre su hombro. "Uh, seguro". Se volvió y corrió detrás del Sr. Morton, quien mantenía abierta la puerta de vidrio claro de la oficina de consejería para la Sra. Wagner. "Por aquí," él estaba diciendo. "solo voy a ver si la sala de conferencias está libre" "Sr. Morton, " dije, en irrumpiendo detrás de ellos. La Sra. Wagner parpadeó en mi dirección. "Oh", dijo. Sorprendentemente, a pesar de las docenas de personas que tenía que haber conocido la noche de la fiesta de Will, ella pareció reconocerme. "Hola, de nuevo. Me temo que se me olvidó tu nombre ". "Ellie Harrison," dije rápidamente. "Sr. Morton, ¿puedo tener unas


palabras con usted en el pasillo aquí? " "No, Srta. Harrison," dijo el Sr. Morton con firmeza. "Me temo que no. Como puedes ver, estoy muy ocupado con la Sra. Wagner, aquí. Sra. Wagner, si viene por aquí y toma asiento, estoy seguro de que la Sra. Klopper —la recepcionista de la oficina se levantó detrás de su escritorio obedientemente — le traerá un café mientras esperamos a por su hijastro. “ "Espere". Empecé a decirle al Sr. Morton, quien estaba haciendo gestos no muy delicados a espaldas de la Sra. Wagner. "Se reunirá con Willard Sra. Wagner?" "Sí, lo haré Srta. Harrison, si eso esta bien para usted. Tenemos algunas cosas importantes para dejar en claro con Will. ¿No tienes una clase a la que ir ahora? " Cosas importantes para dejar en claro con Will? De ninguna manera iba a perderme esto. Me hundió abajo en uno de los sofás de color azul en el exterior de la oficina, cogí una copia de National Geographic, y dije: "En realidad, tengo una reunión ahora con mi consejero". La Sra. Klopper, que regresaban de la cafetera con dos tazas, me miró curiosamente. "No te tengo en la agenda", dijo. "Y la Sra. Enright salió." "Necesito alguna orientación", le dije, tratando de verme molesta. "Acerca de algo personal. Es una emergencia. " La expresión de la Sra. Klopper se convirtió en una de preocupación. "Bueno, voy a ver si puedo encontrar a alguien que hable contigo, querida." Ella entregó al Sr. Morton las tazas de café y se apresuró de nuevo a su escritorio para ver si había un consejero en el servicio que podía hablar conmigo. Mientras estaba en el teléfono, el Sr. Morton me susurró, "yo no estaría haciendo esto en absoluto si no me vas a acusar. Lo menos que podrías hacer es no hacerlo más difícil para todos. " "¿Cómo puedo hacerlo más difícil para todos?" Empecé a susurrarle. Pero en ese momento, el mismo Will apareció en la puerta, con un pase y una expresión socarrona. "Alguien quería verme?", Preguntó, su voz apagándose mientras notaba a su madrastra a través de las paredes de cristal de la sala de conferencias. "Jean? Sr. Morton? De qué se trata esto? " "Nada de lo que preocuparse demasiado, muchacho," dijo el Sr. Morton, en lo que tenía que ser el mayor eufemismo del año. "Ven aquí, ¿quieres? Sólo quería aclarar algunas cosas entre usted y su, eh, la Sra. Wagner. “ Will caminó lentamente pasando mi sofá, hacia la puerta abierta de la sala de conferencias. La ceja que levantó, era como si él me dijera


claramente: ¿Qué está pasando? No sé, me quedé muda ante él, detrás de las páginas de la revista usándolas de escudo a la vista del Sr. Morton. Porque yo realmente no lo sabía. Al menos, no lo que su madrastra podría tener que ver con esto. Will sonrío, un poco torcidamente, hacia mí, y luego entró en la sala de conferencias. Sr. Morton, con un último vistazo de advertencia en mi dirección, cerró la puerta. Él no se molestó en bajar las persianas de la habitación, así que lo vi sacar una silla para sentarse y otra para Will, a continuación, tomó asiento. Luego, con sus manos dobladas sobre la mesa, el Sr. Morton empezó a hablar. No podía escuchar una palabra. Sólo podía ver la cara de la Sra. Wagner (no podía ver la cara de Will, ya que estaba sentado de espaldas a mí). En el espacio de dos minutos ella pasó de educadamente alerta a realmente perpleja y a la defensiva. ¿Qué en la tierra él podría estar diciéndole? "Um", dijo la Sra. Klopper, arrastrando mi atención fuera de la escena que se desarrollaba detrás del vidrio. "Ellie, ¿verdad? Me temo que nadie puede verte en este momento, pero la Sra. Enright está de regreso y debe estar aquí en quince minutos. Usted puede esperar ese tiempo, verdad?" "Claro", le dije, sujetando la revista y pretendiendo estar absorta en ella. Pero realmente yo estaba tratando de leer los labios del Sr. Morton. ¿Por qué habré tomado todas esas inútiles clases de alemán o biología cuando debería haber estado tomando lectura de labios? No tuve que haber tomado lectura de labios para interpretar lo que vi después. Y que fue la Sra. Wagner repentinamente lanzar una mano a su boca en estado de shock por algo que dice el Sr. Morton. Luego, rápidamente se puso a llorar. Lo siguiente que supe, es que estaba asintiendo con la cabeza y se extendiendo una mano hacia Will. Will, por su parte, se alejó de la mano de su madrastra, levantándose de su silla y alejándose de la mesa. Seguía sin poder ver su cara, pero pude ver que estaba agitando la cabeza. ¿Qué estaba ocurriendo? El Sr. Morton sólo había dicho que Will era la reencarnación de King Arthur? Pero eso no debería haber hecho saltar a Will, sacudiendo su cabeza. Eso le debería haber hecho reír, porque era tan ridículo. Lo que había dicho el Sr. Morton podría haberlo molestado tanto y a su madrastra llorar? "Usted no debe estar aquí!" El tono de pánico de la Sra. Klopper era lo único que arrastró mi mirada fuera de la escena que se desarrollaba detrás de las paredes de cristal.


Y sólo porque pensaba que ella estaba hablando conmigo. Ella no lo hacía. Ella estaba hablando con el tipo que, sin haberlo oído, había entrado en la oficina de orientación, y estaba ahí mirando al trío en la sala de conferencias, como si nadie más en el edificio existiera. "Marco", le dije, saltando desde el sofá. Pero él no me oía. Respiraba con dificultad, las llaves de su coche colgando de un lado, mientras él miraba a su madre y su hermanastro, sus ojos oscuros llenos de algo que no me gustó. Yo no sabía lo que era, exactamente. Pero yo sabía que no era bueno. "Usted sabe que no debe poner un pie en la escuela, Marco," la Sra. Klopper estaba diciendo, en una voz que sacudió el miedo, ya que levantó el receptor de su teléfono y empezó a pulsar botones. "No después de lo que sucedió la última vez. Estoy llamando a la policía. Es mejor que se vaya ahora”. Pero Marco no se iba. En lugar de ello, se encamino hacia la puerta de la sala de conferencias. No sé qué me hizo hacerlo. No soy, ordinariamente, una persona muy valiente... excepto tal vez con serpientes. No había nada remotamente parecido a una serpiente en Marco en ese momento. O más bien, era como una serpiente, pero no del tipo medio ahogada que encuentras enroscada en el filtro de la piscina, era más como del tipo muy viva que se enrollaba a tus pies, listo para el ataque, con colmillos venenosos. Pero eso no impidió que yo me interpusiera entre Marco y la puerta de la sala de conferencias... justo mientras el Sr. Morton miró y notó la presencia de Marco por primera vez. "Marco", le dije, constatando, extrañamente, que respiraba tan difícilmente como él. "Oye. ¿Qué tal? “ Ni siquiera me miró hacia abajo. Su mirada se concentraba en Will. "Ellie. ¡Fuera de mi camino! “ "No creo que debas estar aquí", le dije, lanzando una mirada ansiosa sobre mi hombro. “La Sra. Wagner, notando a Marco a través de sus lágrimas, estaba tratando de secarlas. Will sólo lucía sorprendido. "La Sra. Klopper llamó a la policía. Será mejor que te vayas. “ "No", dijo, su mirada todavía sobre su madre "hasta que sepa de lo que están hablando." "Creo que lo que sea que estén hablando es privado", le dije. "Entre Will y tu madre." "Y Morton?" Ahora Marco finalmente me miró. Y cuando lo hizo, uno de los lados de la boca torcida en una sonrisa sarcástica. "Que tiene él que decirle a mi madre?"


"Sea lo que sea", le dije, esperando fervientemente que no fuera lo que yo estaba bastante seguro de que ambos estábamos pensando que podría ser —la Sr. Morton tiene la convicción de que Will era la reencarnación de King Arthur ", está claro que no es asunto nuestro, lo que—" "Respuesta incorrecta", dijo Marco. "Muévete. Ahora. O te voy a mover yo ". "Si pones una mano en esa chica, Marco Campbell," la Sra. Klopper chillaba, "te arrepentirás. Usted sabe que ni siquiera se supone que deba estar aquí—" Que fue cuando Marco, evidentemente cansado de escuchar esto, levantó la mano y me arrojó a un lado, como si fuera una cortina de ducha que se encontraba en su camino. Me caí al sofá… Hmmm, no dolió. Pero… eso no impidió que la Sra. Klopper gritara y se apresurara a mi lado. Ni tampoco detuvo a Will, que al parecer había visto todo, abriendo las puertas de la sala de conferencias, y gritando, "Marco! ¿Qué crees que estás haciendo? " "Que divertido", dice Marco fríamente, "Yo estaba a punto de hacerte la misma pregunta". Luego entró a zancadas en la sala de conferencias, golpeando la puerta de vidrio detrás de él con la fuerza suficiente para causar que toda la habitación se estremeciera. "Oh, querida", exclamó la señora Klopper, mientras trataba de levantarme del sofá. "¿Te hizo daño?" "Estoy bien", le dije rápidamente. No podía escuchar —ni siquiera ver— lo que estaba sucediendo en la sala de conferencias cuando ella se acercó sobre mí. Inclinada sobre lo único que podría ver era el hombro de la Sra. Klopper, más allá pude ver al Sr. Morton tratando de hablar con calma a un muy agitado Marco. La Sra. Wagner había dejado de llorar, y ella también estaba diciendo algo a Marco —algo que Marco no parecía muy contento de escuchar. Se mantuvo echando un vistazo a Will, que parecía estar experimentando una serie de emociones en conflicto, si su expresión era cualquier indicación— rabia; incredulidad y, por último, la impaciencia, al parecer por algo que Marco decía. Algo que la Sra. Klopper y yo escuchamos muy claramente, porque Marco gritó en voz alta lo suficiente como para ser escuchado, incluso a través de las paredes de vidrio: "Yo no lo creo!" Y justo entonces la policía llegó a la sala, y la Sra. Klopper, que aún se


cierne sobre mí, gritó, agitando un dedo apuntando a Marco, "Allí está! Él atacó a esta pobre niña! El está violando los términos de su libertad con estar siquiera en la escuela! " Uno de los policías, para mi horror, alcanzó su porra. Cuando dijo a su pareja, "Yo conozco a este chico. Llama refuerzos. " La pareja alcanzó su walkie-talkie, mientras que el policía estiro la mano y abrió la puerta. Y cuando lo hizo, la voz de Marco —la espalda hacia nosotros, era obviamente ajeno a la entrada de la policía— podría ser oído, en voz alta y clara, gritando, "Tú no eres su madre! Dile! Dile que es una mentira! " A lo que la Sra. Wagner, llevó sus manos a su pecho, murmurando: "No puedo cariño, porque es verdad. Cuanto lo siento. Pero realmente es cierto. " Que es cuando el policía dijo: "Odio romper las cosas aquí, gente, pero tenemos una queja—" El policía nunca llegó a terminar. Porque Marco, girando en sus talones y dándose cuenta, por fin, que estaba en problemas, arremetió en un salto tan alto; que haría a Stacy ponerse verde de la envidia, propulsándose a sí mismo más allá de la mesa de la sala de conferencias que se paró delante de la única ventana de la sala... ... en donde levantó una de las sillas de la sala de conferencias, destrozando el vidrio en un millón de piezas. Entonces él saltó.



“Salió volando el hilo por los aires, de lado a lado se quebró el espejo. "Es ésta ya la maldición", gritó

la Dama de Shalott” "Gire aquí" le dije al policía que me llevaba a casa. Dio la vuelta hacia el camino de entrada de la casa que nosotros alquilamos, las luces de su coche patrulla asustaron a un ciervo que había estado pastando por el borde del camino. Aunque fuera todavía final de la tarde , muchas nubes había entrado a raudales desde la bahía obstruyendo la luz del sol, moviéndose tan rápido como una suave brisa. Los truenos se podían confundir con rifles recién disparados que había lanzado alguien practicando. Se estaba preparando una buena tormenta. "Las luces están todas apagadas" observo el oficial Jenkins , cuando vio la casa. "No están sus padres en casa?" "No" dije. El viento empezaba a sacudir con ráfagas las ramas de los árboles. "Ellos tienen una cena en D.C." "Quieres que entre contigo?" pregunto el Oficial Jenkins. "No, " dije "De verdad. Esta bien. Estoy bien." Parecía que le había asegurado eso a todo el mundo esta tarde - desde que habían llegado hasta que ellos habían tomado mi declaración como cierta y habían estado de acuerdo en dejarme ir... bien , comprendieron que no tenia modo de irme de casa. Con la Sra. Wagner habiéndolo perdido todo , y forzando cortésmente al Sr. Morton de que la llevara a casa y Will habiendo salido después de Marco por la misma ventana por la que había escapado , la Sr. Klopper y yo habíamos sido los únicos


que pudieran describir lo que había ocurrido. Y nosotras apenas podíamos creerlo nosotras mismas. "bien , no me gusta chismear acerca de los estudiantes" le había dicho la Sra. Koppler al Oficial Jenkins, después de que la señora Wagner con cuidado había sido llevada por el Sr. Morton y nos pidieron a nosotras dos las declaraciones que concernían al incidente. "Pero ya que usted pregunta, parece - a no ser que me confunda - que la madrastra de Will Wagner es actualmente su madre verdadera ..." Cuando el policía me miro de manera inquisidora , me encogí y dije "Si. Quiero decir... eso es lo que yo se también." Lo que yo no podía entender desde luego , era porque el Sr. Morton lo había hecho. Porque había vuelto? Realmente había sido debido a lo que le había dicho? había hecho efecto mi discurso sobre como Will nunca lo habría dejado a la hora de la verdad? Pero como diablos había conseguido el Sr. Morton que la Sra. Wagner admitiera que ella era en verdad la madre de Will y no su madrastra, como el había creído siempre, supuestamente para ayudarle? "Bien , coge una linterna una vez estés dentro." dijo el Oficial Jenkins. "así no tendrás que buscar nada a oscuras si se va la luz. La electricidad se va a menudo en este lado de Severn durante las grandes tormentas." "Gracias" le dije al policía. "Y no te preocupes por Campbell," dijo con su gran y tranquilizadora voz."Dudo que el aparezca por aquí." Le agradecí otra vez , sin mencionarle que el hecho de que Marco Campbell apareciera en mi casa era la última cosa acerca de la que me preocupaba. Entonces , salí del coche patrulla y corrí hacia el pórtico delantero, hurgue en mi bolso para encontrar mis llaves. El oficial Jenkins espero hasta que las hubiera encontrado y hubiera abierto la puerta , antes de arrancar, dejándome a solas en la gran casa a oscuras , la tormenta que se acercaba y las fuerzas del bien y el mal combatiendo fuera por el destino de un rey hace tiempo muerto.


Genial. Entre en la casa , abriendo las luces de camino a la lavandería , donde el profesor que antes vivía había dejado una caja marcada con las palabras EMER-GENCY. Abrí la tapa y cogi la linterna y el puñado de velas que encontré allí. Lo lleve todo a la cocina y encendí la televisión. Las noticias locales emitían una advertencia de tormenta para todo el condado de Anne Arundel. Ya habían obtenido informes de peligrosos relámpagos , vientos fuertes que se habían juntado con las lluvias torrenciales y algo de granizo. Genial. Había una nota en la nevera. Decía. "Hola cariño. Hay costillas de sobra en la nevera. Simplemente caliéntalas en el microondas. Estaremos en casa a las once. Llámame si necesitas algo. Mama" Abrí la nevera y mire las costillas. Pero realmente no las veía. En cambio , veía la rabia en la cara de Marco cuando su madre había hecho su desgarradora confesión. Estaba viendo a Will, mientras seguía a Marco fuera por aquella ventana , haciendo que mi corazón saltara por mi garganta. Y bien , había resultado ser una ventana de una primera planta. Y cuando todos nos precipitamos hacia ella vimos a los dos muchachos corriendo hacia el aparcamiento de estudiantes, Marco delante con Will pisándole los talones, claramente ninguno dañado por el salto. Eche un vistazo a la cara del Sr. Morton en ese instante y vi el miedo reflejado en sus ojos. Chiflado o no , el Sr. Morton tenia miedo por Will. Y su miedo me estaba agarrando también. Cerré la puerta de la nevera. Esto era estúpido. No podía simplemente quedarme aquí y no hacer nada cuando yo sabia que Will estaba ahí en algún sitio , tratando de razonar con un tipo que claramente era demente furioso por la infidelidad de su madre a su padre. Suspire y cogi el teléfono. "aquí no hago nada." le dije a Tig, que estaba sentada en medio del suelo de la cocina , lavándose.


Y marque el número de móvil de Will. Una voz registrada me dijo que todas las líneas estaba ocupadas. Me estremecí y colgué. Bien , no tanto por esto. Abrí la nevera y saque las costillas. No tenía hambre , pero tenía que hacer algo , o estaba segura que me volvería loca. Las hice reventar en el microondas - entonces salte , mientras através de la ventana de la cocina encima del fregadero , un brillante destello de un rayo ilumino el patio. La electricidad parpadeo , volviendo de nuevo . Tig asustada, dejo de lavarse. Conté, como el niño en Poltergeist. Un millón. Dos millones. Tres millones. Los truenos estallaron, sin parecer para nada un fuego distante ahora.... mas como un auge acústico de una caza que rompía la barrera de lo sano para el oído. Tig salio de la habitación como un rayo, y se dirigió a partes de la casa que yo no conocía. La tormenta estaba a tres millas de distancia. Lo intente de nuevo con el móvil de Will. Todavía estaba ocupado. Deje el teléfono , pensando que tal vez las líneas estaban cruzadas. El quizás, por lo que sabia , podría estar intentando llamarme , justo en este momento . Después de lo que había pasado hoy, podrías pensar que querría dirigirse a mi - alguien con quien no este relacionado. Yo estaba sorprendida , de hecho , de que el no me hubiera llamado ya. Pero no había ningún mensaje en el contestado automático. Entonces de nuevo , quizás había vuelto con Lance o Jennifer en vez de a mí. Después de todo , ellos lo conocen desde hace mucho mas que yo. Eso tenia sentido, el llamaría a uno de ellos antes que a mi. Una parte de mí siempre lo amara, había dicho Jennifer en el servicio de señoras. Tal vez estaba al teléfono con ella ahora mismo , y habían tenido la oportunidad de hablar las cosas claramente, y volvían a estar juntos. Tal vez ellos - Sacudí la cabeza, preguntando que estaba mal conmigo. Lo estaba perdiendo. Lo estaba realmente. Me senté delante de la TV con las costillas y un plato de ensalada de patatas y comí - sin saborear nada - mientras los locutores


comunicaban los acontecimientos que estaban siendo cancelados o sin luz por la proximidad de la tormenta: partidos de futbol de instituto ; varios torneos de lacrosse; los parques de atracciones de la ciudad ; una regata. Un reportero en Baltimore , donde la tormenta - que al parecer había aparecido de ninguna parte - había golpeando , estaba de pie al lado de un coche que había sido aplastado por un árbol cortado por un relámpago y advertía sobre los peligros de conducir con un tiempo tan inclemente. Otro reportero vino a decir que la carretera de circunvalación - por la que mis padres a casa mas tarde esta noche - había sido cerrada debía a una línea eléctrica cortada que había electrificado la barandilla. Otro reportero empezó a hablar sobre como este chubasco inesperado era la tormenta de la década; entonces mostró imágenes de la furia de las aguas que bañaban la SUV derecho de la carretera con una zanja y una familia de cuatro personas atrapada en el interior... De repente , no culpaba al Sr. Morton tanto por querer irse a Tahití. Esto era simplemente tonto, desde luego. No eran los poderes de la oscuridad los que causaban esta tormenta. El meteorólogo avisaba y hablaba de vientos y frentes fríos que se encuentran con frentes calientes provocando oleadas de tormentas y contracorrientes. Entonces , justo mientras el estaba apunto de aconsejarnos que hacer en caso de un fallo eléctrico, un relámpago mas brillante que cualquiera de los anteriores se encendió en el cielo de fuera. Pero no volvió el cielo blanco del modo en que el relámpago por general hace. En cambio , simplemente durante un instante -tan breve que después pensé que lo había soñado - el cielo se volvió de un rojo sangre profundo antes de volver al color gris oscuro de nuevo . Entonces todas las luces se marcharon. La TV muerta. El aire acondicionado se había parado. Los relojes digitales de la estufa y el microondas se habían vuelto negros. Había un total y completo silencio. Excepto por una ráfaga de truenos rasgados en el cielo , causando que los cristales del armario de la vajilla repiquetearan.


Entonces sonó el teléfono. Y grite. Era ridículo , desde luego. Solo era el teléfono. Desde luego el teléfono todavía funcionaria cuando se va la electricidad - los que no eran inalámbricos desde luego. De todos modos mi corazón pareció repiquetear tan fuerte como los cristales lo hacían y mis dedos se estiraron para alcanzar el receptor. "H-hola?" dije. "Ellie?" era la voz de mi madre, reconfortándome como mi manta favorita. Solo con escucharla la velocidad de mi pulso disminuyo. "Solo escuchamos los problemas de esta tormenta había dado. Estas todo bien , cariño?" "Las luces se han ido." dije , tratando de no sonar tan asustada como me sentía. "Si" dijo mama. "Creo que pasa a menudo. Mira en el librito de teléfonos y llama a la compañía eléctrica , para asegurarte de que es en el distrito entero y no solo nosotros. Entonces tumbado. Papa y yo cancelamos nuestra cena y estamos de camino a casa." "No , vosotros no." dije, con voz estrangulada. "Han cerrado la carretera de circunvalación. Una línea de conducción eléctrica ha sido derribada electrificando los guardarrailes." Escuche a mi madre darle la información a mi padre. Oí a mi padre maldecir. Entonce mama me dijo. "Bien , escucha , cariño tienes una linterna?" Alcance la que tenia sobre el congelador. No necesitaba de ella aun para ver mientras hubiera suficiente luz fuera. Pero dije. "si." "Bien. Encuentra un buen libro para leer, y estaremos allí en cuanto podamos."


"Lo Hare." dije. “Adiós mama." Fuera, otro relámpago cayo de nuevo. Colgué y corrí hacia la ventana , estirando el cuello para ver si realmente el cielo se volvía de ese color rojo sangre de nuevo otra vez. Pero no lo hizo. Se volvió de un color bastante púrpura , de hecho. Cogi el teléfono. Esta vez marque el número de casa de Will. Ocupado. Entonces recordé que se suponía que tenia que llamar a la compañía eléctrica, entonces saque la guía telefónica y encontré el número. Entonces me entretuve unos buenos cinco minutos escuchando mis opciones - pulsa uno para las luces que parpadean; dos, si huele una combustión; tres, si experimenta una perdida parcial de la energía; y finalmente cuatro, el cual pulse, para una perdida total de la electricidad. La voz registrada me dijo que eran conscientes del problema y que los equipos ya habían sido enviados. Me alegre de no trabajar en la empresa de electricidad. Habría odiado ser "enviado" con este tiempo. Entonces, justo mientras contemplaba el conectar la linterna y empezar mi tarea, el teléfono sonó de nuevo. Esta vez cuando conteste, no reconocí la voz al otro lado. "Hola?" era la voz de una mujer. "Es, er, esta Ellie Harrison?" "La misma." dije , usando los modales corteses que mi madre me había enseñado para el teléfono. "Oh , Ellie , hola." dijo la mujer sonando aliviada." Soy Jean Wagner. La Madrastra de, er , Will." de repente estaba agarrando el teléfono con mucha fuerza. De todos modos trate de permanecer tranquila. "Hola , Sra. Wagner. Yo..Yo lo siento. Sobre lo que paso hoy en el colegio." "Yo también, " dijo la Sra. Wagner. "No te puedes imaginar cuanto. Esto es por lo que te llamo , en realidad. Me preguntaba si por casualidad Will estaba contigo?"


En ese momento agarraba el receptor con tanta fuerza , que pensé que podría partirlo por la mitad con mi apretón. "No" dije , sintiendo como si mi corazón pudiera saltar de mí pecho de pronto, estaba temblando con fuerza. "Yo esperaba que usted pudiera haber tenido noticias de el." "No desde " - Sr. Wagner tosió. -" lo que ocurrió en el colegio. Yo esperaba - no sabemos donde a desaparecido cualquiera de ellos y yo no te habría molestado , pero se que Will ha pasado mucho tiempo en tu casa últimamente y esperaba que el pudiera estar quizás allí - " Mientras la Sra. Wagner había estado hablando , había cruzado la habitación hacia la puerta de cristales que conducía al porche de atrás. Yo no había mirado en la piscina desde que llegue a casa, había estado liada con la tormenta próxima. Eche la cortina hacia atrás, diciéndome que todo iba a estar bien. Yo vería a Will allí, sentado en la roca de la araña. Yo abriría la puerta de cristales y le gritaría. "Eh! tu , metepatas. No te quedes allí. No ves que esta apunto de llover. Entra. Solo que el no estaba allí, desde luego. Mientras miraba , mi balsa favorita fue alzada y lanzada contra los arbustos por una ráfaga poderosa de viento. El agua sucia pues el filtro no funcionaba debido al paro eléctrico. Parecía el caldero gigante de una bruja. Rápidamente puse la cortina en su lugar. "o que tu quizás podrías tener alguna idea de donde estaba el." decía la Sra. Wagner. "hemos comprobado el puerto deportivo ya , y el no estaba allí... no es que el sacara el barco con este tiempo. He hablado con Lance y con la pequeña Jenny Gold, y ninguno de ellos ha tenido noticias de el." oí ladrido a través de la línea telefónica , entonces la Sra. Wagner diciendo "Cavalier! Cavalier , estate quieto!" Un segundo después , ella me dijo. "Lo siento. El perro de Will... Ella normalmente es tan educada. La tormenta parece haberla trastornado. La cosa es, Marco... bien , tengo miedo de que Will este en alguna ... bien , algún peligro."


"Peligro?" la mano que agarraba el teléfono había empezado a sudar. Apenas podía sostener el receptor tan mojado. "Que tipo de peligro Sra. Wagner?" Los poderes de la oscuridad no, por favor. Le había dicho el Sr. Morton también? Su voz se rompió. "Oh" dijo ella ."Oh querida, lo siento. No quiero decir que - jure que yo no lloraría. Es Marco , tu ve. " ella lloraba abiertamente ahora , mientras Cavalier ladraba regularmente de fondo. "Arthur - mi marido - dice que no me preocupe, pero no veo como no hacerlo.. Su caja de armas estaba rota, sabes. La caja de la pistola de Arthur. Y una de sus pistolas había desaparecido. Creo que Marco podría haberla cogido. Creo que Marco podría estar planeando hacer algo -" Pero nunca conseguí escuchar que pensaba la Sra. Wagner que Marco podría planear. Eso es porque hubo otro relámpago blanco y brillante y el receptor soltó un crujido y pareció chispear en mi oído. Lo deje caer con un aullido y cuando me incline para recogerlo de nuevo , la línea estaba muerta.


CCaappííttuulloo 2244 Traducido por Kirtassh

“Al soplo huracanado del levante, los bosques sin color languidecían; las aguas lamentábase en la orilla; con un cielo plomizo y bajo, estaba lloviendo en las torres de Camelot.”

No es que importara. Lo de que el móvil se muriera en mitad de la frase de la Sra. Wagner. No necesitaba escuchar el resto. Sabía lo que iba a decir. Sabía lo que tenía que hacer. Porque sabía a donde había ido Will. Si no estaba en casa o en su bote, y no estaba con Lance o Jennifer o conmigo… Bueno, sólo había un lugar donde pudiera estar. El problema era que no tenía un coche con el que poder ir. La lluvia aún no había empezado a caer, pero a cada segundo el cielo se volvía más oscuro. En segundos, no minutos, las nubes estallarían. Y el rayo no se había marchado. En todo caso, los rayos estaban aumentando con más frecuencia. Los truenos eran un constante estruendo ahora. Flash. Unos miles. Boom. La tormenta estaba a una sola milla de aquí. Pero ¿y qué? Pensé en mi misma, cuando me arrojé en mis zapatillas de correr. Tú no eres de azúcar, Harrison. Tú no te derretirás. El armero del Almirante Wagner estaba roto. El parque estaba a unas dos millas. Yo corro dos millas cada día – más, la mayoría de los días. Vale, no a lo largo de la calle, después de una comida, y en mitad de una tormenta inigualable. Pero ¿Qué más se supone que debía hacer? Agarré el primer abrigo de la puerta – un chubasquero impermeable de mi papá. Incluso tenía capucha. Perfecto. Una pistola. Él tenía una pistola. Estaba fuera a mitad de la puerta cuando ocurrió otra vez. Esta vez el rayo pasó a través del cielo como una grieta en un plato gigante celeste. Estaba tan cerca, pensé que


alcanzaría la casa de nuestros vecinos. Y después, igual que antes, el cielo se volvió color rojo sangre. Sólo para que mientras parpadeara hubiera un repentino cambio de luz. Entonces el cielo era un gris plomo una vez más. “Es solo un rayo,” me dije a mi misma. “No las fuerzas del mal que conspiran contra ti.” De todos modos, mi voz tembló cuando lo dije. ¿Qué posibilidades tendría Marco al perseguir a Will con un tiempo como este? Seguramente él, también, se lo pensaría dos veces el salir en mitad de una furiosa tormenta. Entonces recordé la pistola. Si Marco estaba lo bastante loco como para robar uno de las armas de su padrastro, él no iría a permitir que una cosa tan pequeña como la tormenta del siglo le molestara. Genial. Bueno, no había nada que yo pudiera hacer con el tiempo. Pero la pistola. La pistola de Marco… Los revólveres y las porras eran inútiles contra la ira del lado oscuro, eso dijo el Sr. Morton. De pronto me di la vuelta hacia la puerta de la calle y corrí pesadamente hacia las escaleras que conducían al segundo piso. “No permitiré que la tomé con él”, respiré, apresurándome en el pasillo hacia el despacho de mi padre. “No permitiré que la tomé con él-” Él no lo haría. Estaba allí donde lo había dejado, tirada con tan indiferencia por su escritorio como un bolígrafo. Envolví mi mano alrededor de la empuñadura y la alcé. Era mucho más pesada de lo que recordaba. Pero no había nada que pudiera hacer con eso ahora. La envolví en el chubasquero de mi padre. Vagamente recordé leer en algún sitio que tú no debes usar espadas mojadas. Aunque eso podía haber sido para la cuerda de un arco – de las que disparan flechas. Pero yo no podía ir corriendo por la calle llevando una espada, de ningún modo. ¿Qué dirían los vecinos? Nuestra reputación se volaría totalmente. Acuné la espada metida dentro del chubasquero en mis brazos. Me apresuré a bajar las escaleras. No podía ni decir lo que planeé hacer con la espada de mi padre. Quiero decir, ¿De verdad iba a usarla para amenazar a Marco? ¿Una espada – especialmente una oxidada e inútil de la Edad Media – contra una pistola? Sí. Esto funcionaría. Seguramente se rendiría al minuto que la viera. No. Pero tenía que hacer algo. E imaginé – si quieres creer que la gran


tormenta que se movía por Anápolis en aquel momento era cosa del lado oscuro, y no, como los meteorólogos habían dicho, una colisión de dos frentes tormentosos – que trayendo yo la espada disgustaría a alguien de arriba, ya que apenas traspasé el umbral de la puerta con ella que el cielo fue dividido en dos por el rayo más cercano que alcanzaba… Estaba demasiado cerca, de hecho, por un segundo pensé que me alcanzaría, porque el pelo de detrás de mi cuello se había elevado. Chillé, no me atrevía a mirar de qué color se había vuelto el cielo encima de mí. No podía mirar. Estaba muy ocupada corriendo. Corrí directamente hacia nuestra entrada, después hacia nuestra calle, mis piernas parecían propulsarme adelante sin que yo conscientemente me lo propusiera. Presionando la espada contra mi pecho, corrí pesadamente a lo largo de la calle pavimentada, ya respirando con dificultad. Había creído que correr a través de la humedad de un Agosto en Maryland era malo. Eso no era nada, por lo que vi, comparado con correr a través del aire eléctricamente cargado de una gran tormenta con un espada medieval en mis brazos. Cuando fui por la calle principal, me quedé impresionado por lo que vi. Las ramas ya habían sido derribadas por el viento, y estaban desperdigadas por la calle como si fuera una pista de obstáculos… o como serpientes. Las hojas que aún estaban sujetas se había puesto al revés defensivamente y brillaban un pálido gris en lo que la pequeña luz a través de las gruesas nubes negras permitían. Tomé un profundo suspiro y, nunca vacilaba en mis zancadas, empecé a correr para los obstáculos, horrorosamente consciente del hecho de que me encontraba en una calle que no era para el tránsito peatonal. No había aceras o pasos de bicicleta. Estaba corriendo por una carretera abierta, esquivando las ramas caídas de los árboles, llevando una espada grande, y rezando que si venía algún coche, me pudiera ver a tiempo y virara bruscamente. No tuve tanta suerte. Un choche venía de verdad. Pero estaba yendo a tal velocidad que no habría manera de que el conductor – una madre hostilizada del fútbol, ansiosa por recoger a sus hijos antes de que la lluvia les llegara y los empapara – pudiera girar a tiempo para evitar golpearme. Venía derecha hacia mí, sólo viéndome en el último


momento posible, que es cuando ella tocó la bocina y pisó fuertemente sobre los frenos al mismo tiempo… El mal no se detendría por ninguna interferencia de la Luz. Lanzaría obstáculos insuperables en nuestro camino – obstáculos mortales. … Y salté fuera del camino, tan raudamente como aquel ciervo que había visto al borde de nuestra entrada, y comencé a moverme de prisa por los céspedes de la gente en vez de seguir por la calle. Esto demostró ser mucho más conveniente que esquivar a todoterreno y árboles caídos. Además la hierba era más apacible en mis tablillas de espinilla que el asfalto…. Los poderes de la oscuridad – si es que existían – no parecían querer que nada más que ellos hicieran algo como traer la espada. O eso, o que simplemente fue el momento de que los cielos se abriesen. Porque era cierto que después de que ellos hicieran justo eso, soltaron una cortina repentina de fuerte lluvia, que empapó mi camiseta y mis shorts en un instante y alisó mi pelo de detrás de mi cuello. Seguí corriendo, presionando la espada incluso más fuerte contra mi pecho, tratando de ignorar el hecho de que la lluvia estaba cayendo tan rápido, que apenas podía ver los dos pies delante de mí que estaba girando por la hierba bajo en un río de fango. Tenía que estar, me dije a mi misma, cerca de del Wawa ahora. Y el Wawa estaba a medio camino del parque. Sólo una milla más. Solo me quedaba una milla. Y ellos no tenían nada más que lanzarme. Los rayos no me habían parado. El tráfico en dirección contraria no me había parado. La lluvia no me había parado. El miedo no me había parado. Nada podía detenerme. Yo estaba yendo para allá. Yo estaba yendo – Aquí fue cuando el granizo empezó. Al principio pensé que me había topado con una roca bajo mi pie. Después otra más me golpeó. Y después otra. Pronto, unas bolas de hielo rebotaron en mi cabeza y en mis hombros, mis muslos y mis pantorrillas. Pero seguí. Alcé la espada – a salvo de los granizos en el chubasquero de mi padre – encima de mi cabeza, usándola como si fuera una especie de escudo contra los peores granizos. Y comencé a echarme a un lado detrás de los árboles cuando llovió, aunque los meteorólogos de las noticias habían dicho que era el peor sitio donde pudieras estar en medio de una tormenta.


Y era muy probable que fuera peor estar bajo un árbol mientras llevaras un objeto grande de metal… Pero no me preocupé. Yo no era campeona del distrito – de vuelta a casa – en los doscientos metros para nada. Yo era demasiado rápida para ellos – demasiado rápida para los rayos que rasgaban el cielo, volviéndose un verde azulado esta vez, en vez de rojo sangre. Demasiado rápida para el trueno ensordecedor que siguió poco menos de un segundo después. Demasiado rápida para la lluvia, demasiado rápida para los coches, demasiado rápida para el granizo… La tormenta estaba justo encima de mi cabeza. Y estaba furiosa. El granizo se volvió lluvia, pero aún caía en torrente. Yo estaba tan mojada entonces, pero no me preocupé. Especialmente cuando, a través de su espesa cortina gris, la señal que me daba la bienvenida al parque de Anne Arundel – POR FAVOR, NO ENSUCIAR- apareció. Estaba allí. Lo había hecho. Me tambaleé hacia la señal, no muy consciente, hasta aquel momento, que había estado chillando, probablemente desde que empezó a granizar. Yo, que nunca chillaba. Y después la lluvia paró. Como si alguien hubiera cerrado un grifo. Me detuve sólo el tiempo justo para secar el agua de mis ojos. Después empecé a correr otra vez – esprintando, en realidad – por la arboleda, mientras en lo alto, el cielo retumbó en protesta, como si allí arriba hubiera gigantes, hablando entre ellos. Cuando pasé las goteantes pistas de tenis y el inundado campo de lacrosse, vi un lugar mucho más grato de lo que una toalla seca habría sido en aquel momento: el coche de Will, sentado todo por si mismo en el aparcamiento. Él estaba aquí. Él estaba a salvo… Salvo que él no estaba en su coche. Lo comprobé. Estaba fuertemente cerrado. Y vacío. Él no podía haber pasado la totalidad de aquella granizada en la arboleda. No cuando él tenía un bonito coche seguro para pasarla en él. Era demasiado tarde. Tenía que serlo. Marco ya había venido y se había ido. Yo iba a encontrar a Will tendido muerto en esa roca suya. Lo sabía. Pero seguramente, si estuviera muerto, el lado oscuro no se habría esforzado tanto en impedirme llegar allí…. Salvo que se había parado. La lluvia había parado. Entonces me sorprendí a mi misma. ¿En que estaba pensando? ¿El lado oscuro? Esto era una tormenta. Solamente una tormenta.


Una tormenta que había venido de ningún sitio. Una tormenta que había volcado árboles y había electrificado una carretera y le había hecho a mi gato rayar al interior de la entrada de seguridad de la casa. Una tormenta que había hecho que un perro ladrara histéricamente por el teléfono. Ladrándome a mí. Apareció el paso, venciéndolo todo ahora, la espada sostenida en una mano por su empuñadura. Dentro de la arboleda, donde esperaba que fuera un desastre, – ramas e incluso árboles caídos – todo estaba precisamente igual que como lo había visto la última vez. El olor de la lluvia estaba espeso en el aire, pero claramente la lluvia no había caído aquí. El sendero estaba tan seco, ráfagas de polvo se elevaban de mis pies cuando ellos lo pisaron. El cómo era eso posible, no tenía la más mínima idea. Pero la verdad es que no tenía tiempo para pensar en ello, tampoco. Porque finalmente estaba delante del barranco, maldiciéndome a mi misma por no haber traído una linterna, porque estaba oscuro en estos bosques, con las nubes tormentosas encima de mi cabeza. Choque a través del pesado helecho, intentando vislumbrar algo del arrollo. Creía que podía ver a alguien allí abajo, pero era difícil estar segura… Y entonces le vi. Will. Pero no estaba sentado en su roca favorita. No estaba de pie encima de ella, tampoco. En vez de eso, él estaba allí tendido, en su espalda, como… Bueno, como un hombre muerto.



“Echada, toda de un níveo blanco que flotaba a los lados libremente -leves hojas cayendo sobre ella-, a través de los ruidos de la noche fue deslizándose hasta Camelot.”

No grité. Creo que no podría haber pronunciado un sonido si hubiera tratado. Por un lado, yo estaba respirando con dificultad debido a la carrera. Y por otro, por el frío temor del que se había agarrado mi corazón desde que había escuchado ladrar a Cavalier, —aunque me había negado a permitirme reconocerlo—pareció de repente convulso, cortando el suministro de sangre a todo el resto de mi cuerpo. Ni siquiera sé cómo llegué hasta el fondo del barranco. Supongo que me tropecé allí de alguna manera. No sabía que mientras tanto había llegado a la roca de Will, mis piernas estaban cubiertas de arañazos por todas las zarzas que aparentemente encontré, pero que no sentía. Levante la mirada al lugar donde él yacía, tenía los ojos cerrados, no pude detectar ninguna señal que Will respiraba. Pero tampoco puedo ver ninguna mancha de sangre evidente. Aún así, él tuvo que haber oído que venía. Y, sin embargo, no se había movido.... Mis piernas temblaban sin control —tanto de la emoción como por resistencia que acaba de poner a través de ellas— caminaba alrededor de la roca y dejé la espada, todavía envuelta en la seguridad de la chaqueta de mi padre. Entonces puse la punta de mis zapatos en una de las bases que había utilizado para subir a Will de la roca la última vez.... Y su rostro de repente apareció por encima del mío. "Elle", dijo. Llegó a alcanzar un conjunto de auriculares que había estado usando. "Tu viniste. Sabía que vendrías". Y entonces él agarró mi mano y me tiró hacia la parte superior de la roca .... ... Y es ahí donde me perdí. Mis extremidades se convirtieron en


gelatina. Toda la sangre en mi cuerpo, que segundos antes había estado congelada, parecía descongelarse a su tacto y me dejó sentir como si tuviera la fuerza suficiente como para ponerse en pie. Will debió reconocer este hecho, mientras sentía como mis rodillas comenzaban a funcionar, dijo, "Hey—" y se dejó caer a mi lado, lanzando un brazo alrededor de mi cintura. Aún cuando mis todavía-líquidos miembros se bamboleaban, me jaló contra él con una risa que terminó abruptamente mientras nuestros cuerpos se encontraron, y mis manos aplastados contra su pecho. Luego dijo: "Hey", de nuevo, pero en otro tono, mucho más suave. Mirando en su piscina de ojos azules, sólo a pulgadas de la mía marrón, mucho más clara, encontré mi voz. "Pensé que estabas muerto", le susurré irregularmente. "Lejos de eso", me susurró de vuelta. Y entonces el estaba besándome. Y de repente, mis brazos y mis piernas no se sienten como gelatina más. Por el contrario, me sentí como electrificada -como si realmente hubiera sido golpeado por un rayo... sólo que mejor. Mucho, mucho mejor. Porque no se puede envolver los brazos alrededor de los rayos. O sentir el corazón de los rayos golpear contra el tuyo. O saborear el café que había tenido que beber antes, o el agradable aroma a limpio de su camisa. Podría hacer todas estas cosas con Will, y no .... ... Incluida la prensión de lo más cercano a él como yo podía estar, y no sólo porque yo estuviera tan fría, que después de todo llovía. También para probarme a mí mismo que estaba a salvo. A salvo. Y estaba besándome. Y parecía como si disfrutara besarme. Mucho, mucho, muchísimo. "Ahora, ¿por qué no hemos hecho esto antes?" Will quiso saber, cuando finalmente nos dejamos de besar y su frente estaba descansando contra la mía. "Porque tu ya tenías una novia", le recordé. Me sorprendió que aún poseyera la capacidad para hablar. Yo hubiera pensado, después de un beso como ese, me hubiera quedado sin habla. Mis labios estaban todavía hormigueando por ello. "Oh yeah", dijo, aún aferrándose a mí. Entonces él levantó la cabeza. "Oye. Estás temblando. "Él me frotó los brazos con sus manos— sus


grandes, calientes manos. "No es de extrañar. Estás toda mojada. Como es que estás tan húmeda? " "Porque estaba lloviendo," dije. Y como si para confirmar esto, truenos retumbaban ominosamente sobre nuestras cabezas. "No aquí", dijo Will. "Obviamente", le dije. "¿Cómo es posible?" Y me dejó de lado, pero sólo por un segundo, mientras que él se inclinaba hacia abajo para levantar una chaqueta de Jean que había dejado junto a su iPod. Él tiró la chaqueta sobre mis hombros, entonces me tiró a él de nuevo. "Mira, yo siento sobre lo que pasó allí. En la escuela. Con Marco. Que era malo ". "Sí," dije, amando la forma en que sus brazos se sentían a mi alrededor. "Lo era. Yo... Lo siento, también ". "No tienes porque sentirlo ", dijo. "Tú no hiciste nada. Podría haberlo matado cuando él te empujó. " "Sí", le dije. "Acerca de Marco, Will." tragué y, a continuación, colocando ambas manos sobre sus hombros, lo empuje un poco lejos, así poder buscar en su rostro. Estaba tan oscuramente guapo como siempre, sus brillantes ojos azules, rodeados por espesos latigazos negros. "¿Qué?", Preguntó, mirando hacia abajo a mí. "Él no —no habrás escuchado de él, ¿no? Lo perdí fuera de la escuela — maneje por los alrededores, buscándolo, pero no pude encontrarlo. Yo... yo no quería ir a casa. " Entonces él miró lejos de mí. "Traté de llamar a su casa un par de veces, pero la operadora seguía diciendo que todos los circuitos estaban ocupados. Pensé en venir, pero después de lo que sucedió, yo no estaba seguro—" Agarré su cara entre mis palmas y lo jalé así que tenía que mirarme a los ojos. "No puedes estar diciéndolo en serio", le dije. "¿Crees que no quiero verte? Sólo por lo que sucedió en la escuela?" La sombra que sabía muy bien revoloteó a través de su rostro, oscureciendo sus facciones, aunque su control sobre mí no aflojó. "Debe estar por toda la ciudad ahora", fue todo lo que dijo. "Will, tu mamá me llamó. Ella está realmente preocupada.... " Entonces se alejó de mí. Se alejó y me dio la espalda, pasando una mano por su cabello oscuro. "Mira", dijo a los árboles. "Sólo necesito un poco de tiempo lejos de ella. Y mi papá. Para pensar más las cosas".


Se volvió hacia mí, su expresión irónica. "No todos los días un hombre descubre que su mamá no está realmente muerto, ya sabes." "Yo sé", le dije, una vez más. "Eso no es porqué llamó". Él hizo una mueca. "Yo sé por qué ella llamó. Se trata de Marcos, ¿no? " Yo asentí, no confiaba en mi voz para hablar. Además los truenos retumbaban de nuevo. Will suspiró. "Que ha hecho Marco ahora?" estaba sonriendo, pero no como si lo encontrara divertido en particular. "Arruinó el Land Cruiser? Vació el gabinete de licor de papá? No, él ya ha hecho todo eso. Además, nada de eso me hizo daño, y yo soy el que le culpa de todo esto. Oh, espera, lo sé. Tomó el Pride Winn y encalló. " "No", dije, y tragué. "Él robó una de las armas de tu papá. Y creo que va a tratar de matarte. "



“Y en tanto que la barca serpeaba

entre cerros de sauces y sembrados, cantar la oyeron su canción postrera,

la Dama de Shalott.”

"Eso es imposible", Will dice aparentemente cansado. "Will". Me sentía miserable. Me había volado tan alto por sus besos... Y ahora era casi como si nunca hubiera sucedido. Yo les había soñado? Todo lo que había pasado en la última hora parecía como un sueño, de la tormenta a... bueno, esto. "No es imposible", le dije. "El cajón de armas de tu padre estaba roto, y Marco sigue desaparecido. Sé que tú no la tomaste. ¿Quién más podría haberlo hecho? " "Oh, creo que Marco tomó el arma," dijo Will. "Pero matarme? Jean-Quiero decir, mamá, — está exagerando un poco. Marco no es un asesino." Esto fue exactamente lo que le había dicho al Sr. Morton. "Um", dije. "Will. Esto puede ser un poco más complicado de lo que piensas. " "Más complicado de que mi verdadera madre me dio a luz, mientras su marido estaba en el extranjero, y me da al hombre que ha hecho de padre para mí mientras crecía, para que su marido no se enterara que le había sido infiel? Más complicado de que me han dicho toda mi vida que mi madre había muerto, hasta hoy, cuando me dijeron que en realidad la mujer de mi padre se casó después de levantarse lo suficientemente alto en el escalafón para poder enviar a su mejor amigo — su marido— a su la muerte?" la risa de Will fue sin alegría. "Créeme, Elle. Comprendo lo esencial". "Sí", dije. "Acerca de eso. Tengo algo que decirte, y puede ser que suene


un poco extraño, pero ya sabes antes, cuando me estaban diciendo acerca de cómo a veces tienes la sensación de que has estado aquí antes? Bueno, hay un grupo de personas que creen que en realidad—" "¿Porqué es q quiere matarme?" Will me interrumpió, mientras se paseaba a lo largo de la roca. Por encima de nuestras cabezas, su pregunta fue respondida con otro fuerte ruido de un trueno. "Mi papá es el que lo hizo. Yo no. Yo no tenía nada que ver con eso. " "Sí", dije. "Bueno, a ver, recuerdas cuando Marco atacó al Sr. Morton el año pasado? Resulta—" "Y no es como que mi padre lo hizo a propósito," Will prosiguió. "Quiero decir, sí, envió al tipo a un lugar caliente. Pero no fue así que le disparó al helicóptero por sí mismo. Estaban bajo el fuego enemigo. Podría haberle ocurrido a cualquiera. " "Will", dije, llegando a agarrarlo por los hombros para que él me deje hablar por un minuto. "No importa por qué. El hecho es que Marco quiere matarte. Ahora bien, ¿no crees que tú y yo debamos salir de aquí, en caso de que él se presentara? " “¿Aquí?” Las cejas oscuras de Will inclinadas hacia abajo. "Pero él ni siquiera sabe de este lugar. Nunca lo he traído aquí, y mucho menos se lo conté. " "Y la reunión de hoy con el Sr. Morton y tu mamá," le dije. "¿Nadie le contó a Marco sobre eso? O el simplemente lo adivinó? "No, nadie se lo dijo. Él..." la expresión de Will cambió de la furia a la confusión mientras me miró. "¿Cómo podría haber sabido acerca de esa reunión? A menos que... Debe de haber estado escuchando por la otra extensión, cuando el Sr. Morton llamó." "Bien", le dije. "O... Bueno, hay otra explicación." Uno de los lados de la boca de Will arqueó arriba. "¿Qué? Que tiene ESP?" (N.T Extra Sensory Perception= percepción extra sensorial) "Eso, o que es un agente de los poderes de las tinieblas". Le dije rápido, para sacarlo antes de pensarlo mejor. Todavía no me lo creía. Al menos, no completamente. Pero pensé que tenía que darle un aviso, ya que el Sr. Morton, obviamente, no lo hacía. "Los poderes de..." su voz se apagó mientras él me miraba. Pero en lugar de reírse o menospreciarme de la forma que esperaba que él reaccionara, la mirada de Will se hizo más intensa. "¿Qué quisiste decir antes, cuando dijiste que yo pensaba que he estado aquí antes?", Preguntó. "¿Y qué fue eso de un grupo de personas que creen ... algo?"


"¿Sabes qué?" Me agarré de sus hombros con más fuerza que nunca. "Es una especie de larga historia, y hay una buena probabilidad de que ni siquiera pueda ser cierto. Pero cierto o no, sigo pensando que es mejor que irnos —por lo menos para salir de la lluvia, si no lejos de Marco". Will levantó a la mirada a la cada vez más oscura masa de nubes arriba —lo que pudimos ver, a través de la copa de los árboles. Era divertido cómo había llovido en todas partes, pero no aquí. Pero no del divertido Ja Ja Ja. "Muy bien", dijo, y comenzó a seguirme mientras yo escalaba bajó de su roca. "Pero, ¿dónde quieres ir?" La profunda voz parecía venir de ninguna parte. "¿Puedo recomendar Tahití?" Me quedé helada. La sangre que Will había descongelado con su beso se heló de nuevo. Debido a que reconocí la voz. Yo sabía quien era incluso antes de darme la vuelta y verlo de pie en el lecho del arroyo, apuntando un arma al centro del pecho de Will. "Oí que las islas de la Polinesia son adorables en esta época del año," dijo Marco casualmente. Los dos hermanos se miraron, Marco, en el lecho del arroyo, y Will en la parte superior de la roca. Estaba todo tan silencioso que, podía oír la respiración de ambos. Al menos hasta que el rayo recorrió todo el cielo encima, me hizo saltar — incluso antes de que se volviera todo a lo largo del horizonte de un rojo cardenal. Luego, el trueno se estrelló, y el rojo desapareció tan rápido como había aparecido. "Elle", dijo Will, en el repentino silencio que siguió a estas pirotecnias celestiales. Él nunca alejó su mirada de Marco. "Vete a casa". "Sí, Elaine," dijo Marco, con una voz que derramaba malicia. "Corre tan rápido a casa como puedas. No hay nada que puedas hacer aquí". Me ericé. Sabía a lo que Marco se refería. Que no había nada que Elaine de Astolat pudiera hacer aquí. Pero eso estaba bien, porque yo no era Elaine de Astolat, no importa lo que él pensara. Y había mucho que Elaine Harrison podría hacer. "Yo no me voy a ninguna parte", dije. Marco fingió que estaba emocionado. "Oh, qué dulce", dijo. "Ella se va a quedar para defender a su hombre." Will no parecen pensar que era muy dulce, sin embargo. "Elle", dijo, con la misma voz que había usado ese día con Rick, fuera del aula del Sr. Morton, una voz que realmente sonaba como si pudiera


pertenecer a un rey, una voz que estaba tan llena de indignación por sus deseos siendo desobedecidos. "Vete a casa. Nos encontraremos allí más tarde. " "Uh, no, no, Will," dijo Marco. "Es por eso que ella no quiere moverse. Sabe tan bien como yo que no te reunirás con ella más tarde." Otra descarga de un rayo. De nuevo el cielo se puso rojo. Entonces, tan de repente, un trueno puso todo gris otra vez. "Marco", dijo Will. "Esto es estúpido. No quiero hacer esto". "Mira, ahí es donde estás equivocado", dijo Marco. "He estado queriendo hacer esto por mucho tiempo, mucho tiempo. ¿Crees que no estoy cansado de esto, de volver a casa? ¿Por qué no puedes ser más como Will? Mira a Will, él no reprueba las clases. Mira a Will, no ha destruido el coche. Mira a Will, él no se salta las clases para estar colocado. Mira a Will, el Chico de oro. El mariscal de campo. Sr. Cuatro puntos-Oh, El rey de la promoción. Yo nunca lo he entendido, ya sabes. Nunca entendí por qué mi mamá estaba siempre hablándome acerca de ti. Hasta ahora. "El bajó la pistola. "Y entonces,”-prosiguió con indiferencia, como si se hubiera topado con todos los otros hermanos abajo en la tempestad, o algo "ella se casa con tu papá. Felicítame! Ahora tengo que vivir contigo! Sí, puedo verte de cerca y personalmente lo que podría haber sido, si hubiera me hubiera aplicado a mí mismo. Y como si eso no fuera suficiente, ¿adivinen qué? Resulta que somos hermanos! Sí, hermanos! Como si no me sintiera totalmente insuficiente antes. Ahora tengo que lidiar con el hecho de que tú y yo compartimos una gran cantidad de ADN. Ah, y que tu padre era el amante de mi mamá a espaldas de mi papá? Sí, muy bonito ". "Marco", dijo Will, en voz baja, incluso. "Nuestros padres la jodieron, ¿de acuerdo? Pero no tenemos que desquitarnos entre nosotros ". "¿No?" Marco rió sin humor. "Vaya, es grande de ti, Will. Teniendo en cuenta que mi padre no mató a tu padre, de la manera que el tuyo lo hizo. A mi modo de ver, sólo hay una manera de emparejar las probabilidades. Ojo por ojo ". "Si se trata de ojo por ojo lo que deseas, Marco," le dije, mi voz temblorosa, "mata al papá de Will, no?". Will me lanzó una mirada de, mantente lejos de esto. Pero no me importaba. "Pensé en eso", dijo Marco. "Pero la cosa es, quiero que el viejo sufra. Y qué lo podría perjudicar más que saber que su precioso chico de oro murió a causa de algo que él hizo? Tendrá que vivir con eso para el resto de su vida, al igual que voy a tener que vivir sin mi papá. Eso es lo que yo llamo un ojo por un ojo ". "Pero cual es el punto, Marco?" Will quería saber. "No va a traer a tu


padre de vuelta". "No," dijo Marco, con una voz que sonaba totalmente razonable. "No lo hará. Pero me hará sentir un infierno mucho mejor ". "Y cuando estés en la cárcel?", Preguntó Will. Si tenía miedo, no podría decirlo. Estaba de pie, erguido, y su voz no se agitó ni un poco. Parecía casi... bueno, como un rey. Y al parecer no era la única persona que pensaba lo mismo. Marco al parecer no podía apartar la mirada de él. Que era una buena cosa. Porque me dio la oportunidad de deslizarme por la parte posterior de la roca y alcanzar la espada que había dejado en su base. "Yo sólo voy a la cárcel si me cogen," Marco estaba diciendo. "Y no pienso que eso ocurra". "Oh, bien," dijo Will, con una risa. "¿Qué vas a hacer, irte a la fuga? Ni siquiera tienes dinero. Lo arruinaste todo en ese estúpido Corvette. Que espero que no estés planeando usar como un vehículo de escape, por cierto. No conseguirás ir más lejos que el puente de la Bahía antes de que la policía se te tire encima. Ya están buscándote, después de la maniobra que hiciste en la escuela." No pude ver la expresión de Marco, ya que estaba muy ocupada desenvolviendo la espada de mi padre de la cazadora. Pero él parecía tan fríamente desinteresado como siempre. "Voy a utilizar el coche, entonces," dijo. "Y todo lo efectivo que extraiga de tu cartera después de muerto. Ahora vamos hacia abajo desde allí. Me estás dando un calambre en el cuello." "Tienes problemas, Marco," dijo Will, con voz calma sobrenatural. " Necesitas ayuda. Deja el arma y vamos a hablar sobre esto ". "Es demasiado tarde para hablar." Marco estaba empezando a perder la calma. Su voz se había levantado, y no sólo porque la sobrecarga de los truenos fue creciendo aún más fuerte y más amenazante. "Bájense de esa roca, Will, o le disparo a tu novia en la cabeza. ¿Qué está haciendo allí, de todos modos? Tú! Lily Maid! ¡Sal de ahí atrás. No estoy bromeando. Voy a hacer un agujero a través de él, lo juro". Me apresuré de nuevo a la cima de la roca, arrastrando la espada de mi padre detrás de mí. Nadie parecía darse cuenta. "Marco". Will había extendido la mano abierta, apelando a la mejor naturaleza de Marco... si es que Marco siquiera tenía una. "Vamos. Somos hermanos."


"Oh, ahora, veo." Había verdadera decepción en la voz de Marco. "¿Por qué tuviste que ir y recordármelo? Voy a tener que matarte ahora. Y yo iba a esperar y matar a tu novia primero, y hacerte ver. "Y él levantó el arma, cerrando un ojo para apuntar. "Oh, bien." "Will", grité. "¡Aquí!" Y cuándo miró en mi dirección, le tiré la espada, la empuñadura en primer lugar.


CCaappííttuulloo 2277 Traducido por Kirtassh

“Viniendo de los muelles se acercaron caballero y burgués, señor y dama, y su nombre leyeron en la proa,

la Dama de Shalott.”

La pistola se disparó, una explosión sorda en el barranco del fondo del bosque que Will apenas pareció notar. La bala pasó zumbando inofensivamente por su cabeza, porque se había agachado a coger la espada. Mirando hacia abajo a lo que yo le había pasado, la confusión nubló su cara. “¿Una espada?” Él sostuvo la hoja a lo alto, todavía mirándola fijamente confuso, como si se preguntara, ¿Cómo se supones que esto va a ayudarme? Él tenía razón. Quiero decir, ¿Qué sería una espada contra una pistola? Salvo… Salvo que cuando los dedos de Will envolvieron la empuñadura, algo pareció…cambiar. No podía dar en el clavo en qué, exactamente. Tal vez porque en ese momento, todo cambió. Era como si alguien hubiera presionado el botón de auto enfocar sobre el mundo. Porque de repente, todo pareció más brillante – más nítido – y más colorido. Las sombras oscuras bajo las raíces de los árboles y en la base de las rocas parecieron…bueno, más oscuras. Y el verde de las hojas en lo alto pareció estar… más verde. La espada en la mano de Will parecía realmente brillar, las manchas de óxido no parecían notarse tanto como hacia apenas unos segundos. Hay fue cuando vi que el cielo a lo alto había empezado a esclarecerse. Las enormes nubes negras se estaban alejando, revelando el color rosa grisáceo y las suaves lavandas de una puesta de sol de verano. Así que eso fue el por qué. Quiero decir, por qué en el momento en que los dedos de Will se cerraron alrededor de la empuñadura de la espada,


todo de repente pareció mucho más…brillante. Aunque esto no explicaría mucho por qué el mismo Will pareció más alto, su pelo más brillante y más oscuro que nunca. Sus hombros parecían más amplios, sus ojos azules más brillantes. Era como si él estuviera irradiando algún tipo de interior… bueno, de Luz. No había otra forma de ponerlo. Sacudí mi cabeza. No. Eso no era posible. Solo era que la tormenta estaba pasando. O mi amor por él, cubriendo de dulzura mis ojos – Salvo que no explicaba la reacción de Marco cuando Will giró su cara hacia él otra vez, agarrando la espada delante de su cuerpo tan naturalmente como si él fuera por ahí agarrando espadas todos los días de la semana. “Baja la pistola, Marco” dijo Will, con una voz que, como todo lo demás a nuestro alrededor, era ligeramente diferente de lo que había sido antes – más profunda y más segura de sí misma. Más, aunque no me gustó admitirlo, real – como un rey - que nunca antes. Que es cuando Marco, su cara tan blanca como la camiseta sin mangas que él tenía puesta, cayó de rodillas, como si sus piernas simplemente hubieran fallado debajo suyo. O como si de repente hubiera reconocido lo que era, exactamente, él que había estado apuntando con la pistola delante suyo. “N-no,” dijo desde donde él se arrodilló. Yo había llegado a ponerme detrás de Will. Cuando Marco finalmente levantó su cabeza, me fulminó con ojos llenos no sólo de maldad, como antes, sino también con algo que nunca antes había visto en ellos… Miedo. “Tú no eres la Dama de Shalott,” él respiro. Sacudí mi cabeza. Nada de esto tenía sentido. Salvo que, de una forma extraña, algo lo tenía. “Yo nunca dije que lo fuera,” le recordé. “Bajaré la espada cuando tu bajes la pistola, Marco,” dijo Will, con la misma voz súper autoritaria. “Entonces podremos discutir esto. Como hermanos.” “¡Hermanos!” repitió Marco amargamente. Entonces él apunto con pistola – y con su mirada – de nuevo a mí. “¿Por qué tenías tú que ir y traerle una espada?” gritó. “Solo una persona se supone que puede darle una espada. Y esa no eres tú. ¡No puedes ser tú! ¡Eso es imposible!”


Sólo aquellos que se encuentren el círculo más cercano de Arturo pueden ponerle fin al reinado del lado oscuro. “Tira la pistola, Marco.” dijo Will. “Ahora – antes de que alguien salga herido.” Vi los dedos de Marco aflojarse del pomo de la pistola. Era casi como si él no pudiera hacerlo cuando Will lo dijo. Estaba funcionando. Se estaba rindiendo. Aquí fue cuando un reflejo de unos vaqueros irrumpió desde los anchos árboles detrás de él. Un segundo más tarde, Marco estaba estirado sobre su espalda en el borde del arroyo, Lance Reynolds tendido encima de Marco. Los dedos de Lance se cerraron sobre la mano que agarraba la pistola…pero Marco la había dejado ir antes de que Lance le golpeara. “El hombre dijo que sacó la-” Lance fue a tirar la pistola de la mano de Marco, y, viendo que estaba tendido inofensivamente en grupo cercano de zarzas, miró desconcertado. “Ah. Bueno. Bien.” Un segundo más tarde, delicadamente Jennifer se ando con cuidado para atravesar la maleza. Ella miró a Lance y Marco, después hacia Will y a mí. “Ah, bien,” dijo ella, su voz tintineante llena de satisfacción. “Llegamos a tiempo. ¿Lo ves, Lance? Te dije que estarían aquí.” A mi lado, Will bajo la espada despacio, mirándola fijamente como si se hubiera acabado de dar cuenta de que estaba allí. Después levantó su mirada fija para encontrar la mía, y vi que su pecho estaba subiendo y bajando como si él hubiera corrido… Bueno, como si hubiera corrido dos millas a través de una furiosa tormenta. Después lo siguiente que supe fue que él había rodeado un brazo alrededor de mi cuello y me arrastraba hacia él. “Gracias” murmuró él en mi pelo húmedo. “No he hecho nada” le devolví el susurro. “Si, lo hiciste,” dijo él, sosteniéndome más cerca. Entonces la voz tintineante de Jennifer gritó, “¡Oh, Lance, mira! ¿No te dije que harían una bonita pareja?” Entonces su tono cambió. “Espera


un momento. ¿Qué esta haciendo ella aquí?” Y miré hacia arriba para ver al Sr. Morton moviéndose con dificultad hacia nosotros debajo del lado del arroyo, seguido por unos cuantos oficiales del Departamento de policía de Anápolis.



¿Quién es ésta? ¿Y qué es lo que hace aquí? Y en el cercano palacio encendido se extinguió la alegría cortesana, y llenos de temor se santiguaron en Camelot los caballeros todos.

"Pensé que te habías ido a Tahití” dije acusadoramente.

"Ellie,"mi mama dijo en un tono de precaución.

"Bueno, eso es lo que el me dijo” mire al Sr. Morton desde donde estaba

sentada en el sofá con una manta alrededor de mi, a pesar del hecho de

que me había cambiado la ropa mojada por un viejo piyama de franela, y de haber bebido como un litro de chocolate caliente. Yo solo parecía

no poder calentarme, a pesar del hecho de que la tormenta había

sucumbido, y el aire de la noche era relativamente suave, 60 grados.

El Sr. Morton le dio a mi padre una mirada de disculpas.

"Lo hice, le dije que me marchaba a Tahití," Dijo. Se veía muy extraño,

sentado ahí en nuestro living. No creo que nunca me acostumbre a ver

a los profesores fuera de la escuela. "Fue increíblemente arrogante de

mi parte. Veran, en mis pesadillas, nunca me imagine-"

"Y como se supone que iba a arreglar las cosas hacer que la madre Will

le contara toda la verdad acerca de su relación?"Pregunte demandante.

"Ellie,"Dijo mi mama de nuevo. Pero la ignore.

"Eso solo hizo que las cosas se complicaran aun mas” dije. "Digo,

deberías haber sabido que Marco lo averiguaría"

"Claro, por supuesto" Sr. Morton dijo. Había una copa en frente de el.

Que había aceptado agradecido de la oferta de tomar el te de mis padres

cuando había llegado a nuestra puerta, solo minutos después de que


mis padres y yo volviésemos de la estación de policía. Habiéndolo

logrado finalmente a pesar del horrible trafico en Beltway, mi mama y

mi papa llegaron a casa solo para encontrar un mensaje en la

contestadora diciéndoles que me viniesen a buscar a la estación de

policías.

Lo que no les había parecido demasiado raro...no.

Me habían encontrado, temblando con mi ropa mojada, fuera del cuarto

donde había declarado. Will estaba todavía declarando adentro. No

estaba convencida de que eso era sentarse en ropas mojadas que me

habían causado esos permanentes sacudones, tanto como haber tenido

que sentarme debajo de la piedra y olvidar la mirada del Almirante

Wagner, quien se había aparecido con su esposa después de que Marco

uso su teléfono para llamar para llamar....Bueno, para llamarlos.

Lo que pensé era un tipo de ironía, considerando el hecho de que había

estado listo para destruir sus vidas media hora antes. En todo caso, Lipton, que es lo que le había preparado mi mama al Sr.

orton, aparentemente no era de su agrado, ya que la copa se había

enfriado en frente de el."Pero después de que dejaste mi morada esta

tarde,"Mr. Morton dijo,"No podía dejar de pensar en lo que dijiste, Elaine. Acerca de como Arturo nunca me dejaría morir , de la manera

en que yo lo estaba haciendo. No te puedes ni imaginar el efecto que

han causado esas palabras en mí. He gastado toda mi vida, tú ves,

tratando de defender los valores que Los Osos nos enseñaron, y ahí

estaba, actuando tan cobardemente como...bueno como Mordred. Pensé que si talvez podía dejar en claro algunas cosas en su circulo familiar"

el Sr. Morton continuo "podría existir la posibilidad de que podían llegar

a un acuerdo con la situación, y uno con el otro-"

"Y romper el ciclo" Mi mama interrumpió ágilmente. Yo no podía dejar de rodar mis ojos. El Sr. Morton actual miembro de la mística Orden del

Oso, apareciendo en la puerta principal de nuestra casa había sido

como un sueño hecho realidad para mi madre. Se había estado colgando de cada palabra que decía desde que había aparecido en mi

casa y se había presentado a mis padres.


"Pero debería haber sabido que el lado oscuro nunca lo hubiese

permitido,"el Sr. Morton continuo,"Debe haber algo que hizo que Marco

fuese a la escuela-el ultimo lugar donde había esperado verlo,

considerando su antipatía hacia el lugar...sin mencionar la orden de

restricción la cual le impide entrar a ella."

"¿Pero como supiste que estábamos allí?"Le pregunte.

"Muy sencillo, realmente. "El Sr. Morton dijo "El relámpago."

"¿El relámpago?"Me quede mirándolo."¿De que hablas?"

"Probablemente no lo hayas notado, pero los relámpagos estaban

centrados en un área muy pequeña...la distancia entre esta casa -tu

casa. Y el parque para ser exactos .Solo tuve que seguir los relámpagos

para saber que pronto encontraría al Oso. Los relámpagos, obviamente,

son un arma del lado oscuro."

Casi me ahogo en mi cuarta taza de chocolate caliente. Mire a mis

padres para ver si se tragaban o no esta paparuchada. Pero mi mama parecía como mareada-me di cuenta de que estaba

deseando poder llegar a su oficina para anotar todo en su libro. Y papa

no miraba incrédulo, tampoco.

Y ellos son los que tienen las Ph.D.s.Figurate.

"Lo que no entiendo,"mi papa dijo,"es porque la espada surgió

semejante efecto en Marco-y también en Will, si lo que describiste es

cierto. La espada no es ni siquiera del mismo siglo que Excalibur. Lo

único que puedo asegurar, es que el único rey que la poseyó fue Ricardo

Corazón de león, pero-"

"Oh, no es la espada en si lo que importa,"El Sr. Morton dijo

brillantemente."Fue la persona que se la dio la que hizo la diferencia."

Los tres adultos se volvieron hacia mí. Parpadee hacia ellos.

"¿Que?"Dije inteligentemente.

"No digas “que” Ellie,"dijo mama."Di perdón."

"No me interesa dar una buena impresión ahora, mama," dije."¿Por que están mirándome?"


"Me he equivocado contigo, Ellie" El Sr. Morton dijo, en su profunda,

metálica voz "yo no te culpo en absoluto por estar cabreada conmigo. Yo

incorrectamente asumí que tú eras Elaine de Astolat cuando descubrí

tu nombre y me di cuenta de tu conexión con el Oso. Pero por supuesto

que tu nunca fuiste la Dama De Shalott."

"Lo se,"dije, un poco impaciente."Te lo dije desde el principio."

"Debería haber visto que tú eres alguien mucho, mucho más

importante, "El Sr. Morton continuo."Y poderosa. Aunque en defensa

propia, creo que debo decir que nunca en la historia de la Orden La

Dama Del Lago hizo alguna aparición-"Me miro con alarma.

"Espera un minuto", interrumpí. "¿Dama de que…?"

"La Dama Del Lago,"dijo Morton."Realmente creo que puedo ser

perdonado por mi error, de todas maneras, desde que la Dama-con perdón, Elaine-es un personaje muy ambiguo en la leyenda del Rey

Arturo"

"Absolutamente",mi madre estuvo de acuerdo" Algunos estudiosos creen

que nunca existió; otros insisten en que era una divinidad celta. La

mayoría coincide en que ella era una alta sacerdotisa de gran alcance..."

"Mi único consuelo,"Dijo el Sr. Morton, con un asentimiento de

cabeza,"es que la oscuridad confundió a su hija con Lily Maid. De haber sabido que estaban tratando con alguien tan poderoso como La Dama

Del Lago, ellos habrían querido eliminarla rápido.

Incuso Marco, a mi entender, escucho el nombre, y lo relaciono con su

simpatía por-"

"Flotar" Tragué. "Mamá. Papá. Escuchen. No pueden honestamente

creer toda esta... porquería”.

Pero mis padres sólo me miraron como diciendo, tienes que estar

bromeando. Habían caído en la trampa. Que, dado lo poco que salía de

la casa, no debería haber sido tan sorprendente.

"¡Oh, no hay duda de ello, Ellie," dijo el Sr. Morton, con una sonrisa. "Yo

entiendo que ante la idea puedas tomar algún tiempo para acostumbrarte. Pero hay que reconocer el hecho de que tu eres, de

hecho, la reencarnación de la Dama del Lago. Fue ella quien le dio a


Arthur el arma que utilizo para defenderse a sí mismo y al reino. Y sólo

ella podría haber mantenido su amistad con el Lancelot y Ginebra de

fragmentarse, dejándolo vulnerable a los ataques de su enemigo

mortal."

"Yo no hice eso", protesté. "Solamente le aconseje a Will que seria mejor

que hablara con Jennifer y le digiera que realmente no le importaba, tu sabes, así la gente no andaría por ahí diciendo que el estaba caído por

eso cuando en realidad no era así."

"Como iba diciendo."El Sr. Morton sonrió a mis padres. "Ustedes tienen

una hija muy impresionante, Profesores Harrison."

Mi madre sonrió ligeramente hacia él. "Yo siempre pensé que ella estaba

destinada a la grandeza."

Parecía una buena idea cambiar el tema, que me estaba sacando de mis casillas, por lo que pregunte a la habitación en general, "¿Qué va a

pasar a Marco, de todos modos?"

"La cárcel", dijo mi madre, con voz fuerte. Mientras que la materia del

rey Arturo parecía ser emocionante, la cosa de la pistola realmente no lo

era. "Esperemos que para el resto de su vida."

"Me temo que no será tanto tiempo," dijo el Sr. Morton. "No, al final no ha hecho daño a nadie. Pero cuando salga, que será bastante pronto,

debería ser bastante inofensivo. El poder de las tinieblas abandono a

Marco cuando Will triunfó sobre el."

¡Oh, hermano. Gire los ojos un poco más.

"Pobre chico," mi papá me dijo con un suspiro. "Ha tenido una vida

difícil."

"Él iba a dispararle a nuestra hija," mamá le recordó. "Perdóname si yo

no lloro".

"Con el tratamiento adecuado y rehabilitación", dijo el Sr. Morton

resuelto-", debería convertirse en un buen ciudadano en cualquier

momento".

"Y..." Yo odiaba a preguntar, ya que estaba destinada a conseguir que

hablaran del asunto de la Dama del Lago de nuevo.


Pero tenía que saber. Yo no lo había visto desde que la policía nos había

separado para ser interrogados. No tenía idea

lo que había pasado con él desde entonces.

"... Will?"

"El oso?"El Sr. Morton se quedó pensativo. "Sí, bueno, Arthur está en una encrucijada en este mismo momento.

Ha sido traicionado por su hermano, es verdad. Pero también por sus

padres. Será interesante ver-"

"¿No se llevaba bien con su padre antes de esto," le interrumpí. "Quiero

decir, el almirante Wagner quería que se fuese a la escuela militar, y

Will no quería. Y ahora que sabe que su padre le mintió todo este

tiempo acerca de su madre, no creo que él vaya a estar más dispuesto a

hacer lo que dice el tipo. ¿Y podría por favor, dejar de llamarlo Arturo? Debido a que es verdaderamente espeluznante."

"Ah", dijo el Sr. Morton. "Sí, lo siento. Y dijo aun mas-acerca de su padre, quiero decir, cuando hablamos de nuevo en la casa de estación"

"¿Hablaste con él?" Prácticamente grite. "¿Le dijiste? ¿Acerca de la cosa

de Arthur? "

"Bueno, claro que sí, Elaine," dijo el Sr. Morton, un poco malhumorado, teniendo en cuenta un minuto antes me había estado diciendo que

tenía que ser una gran sacerdotisa de algún tipo. "El hombre tiene que

saber su derecho de nacimiento".

"¡Oh, Dios", dije, dejando caer la cara en mis manos. "¿Qué te dijo?"

"No mucho, en realidad," dijo el Sr. Morton. "No es de extrañar,

supongo. No todos los días un joven hombre se entera de que él es la

reencarnación de uno de los más grandes líderes de todos los tiempos. "

Ahogué mi gemido en mis manos."Me quedaré aquí, en Anápolis, por supuesto," el Sr. Morton continuó, "a fin de ayudar a guiar a sus

próximos pasos. Y otros miembros de la Orden acudirán aquí, así, con

el fin de facilitar mejor sus necesidades. "Era todo lo que mi madre podía hacer, yo podría decir ,mantenerse aplaudiendo ante la idea de

millones de miembros de La Orden Del Oso, llegando a Anápolis, justo a

tiempo para que ella los entrevistara para su nuevo libro.


"La universidad es el paso obvio siguiente, pero tiene que ser la

universidad de derecho. Con la capacidad de Arturo-Disculpa, Elaine,

es decir, Will puede alcanzar un alto rendimiento en cualquier lugar,

por supuesto, pero la pregunta es que universidad es la mejor para un

hombre que podría consentirse en uno de los hombres mas importantes

de la historia moderna" Afortunadamente, el timbre sonó en ese momento.

Me quite la manta y dije: "voy a hacerlo", me apresure a ver quién era,

murmurando, "Es mejor que no sean los poderes del mal... "sólo para

que el Sr. Morton digiera alegremente:" ¡Oh, no te preocupes. Todos han

sido frustrados, gracias a ti."

"Genial", dije con sarcasmo. Y abrí la puerta. Solo para encontrar a Will

parado allí, sujetando un bolso cojin una mano y con la otra a Cavalier.



Pero quedó pensativo Lanzarote;

luego dijo: "tiene un hermoso rostro; que Dios se apiade de ella, en su clemencia,

la Dama de Shalott".

"Hey" dijo tranquilamente, sus ojos viéndose mas azules que nunca a la

luz del porshe-tan azules, de hecho, que estaba

nadando en ellos antes de que incluso lo saludara.

"Hey" dije con voz ronca.

Polillas batían en la puerta, que estaba sosteniendo, tratando de entrar

detrás de Will. Detrás de él , en el jardín delantero oscurecido por la noche, y mojado por la lluvia había orquesta de grillos y cigarras.

"Siento haber pasado tan tarde,"Dijo Will."Pero Cav y yo...necesitamos

un lugar para quedarnos.¿Crees que a tus padres les importaría si nos hospedamos aquí por unos dias? Solo hasta que encuentre algún lugar.

Las cosas en casa están..."Agarro la correa de su bolso un poco mas

fuerte."Mal"

Yo le habría dado mi propia cama para que durmiese en ella y con

mucho gusto hubiese dormido en el piso. Pero no admití eso en voz alta.

Ni le dije el gran alivio que suponía para mí que no se hubiese

marchado de Anápolis. Si yo hubiera estado en su lugar, no estoy segura de que hubiese empacado mis cosas y abandonado el pueblo,

esperando nunca más volver a ver a todas las personas que estuvieron

involucradas en el más doloroso momento de toda mi vida. En vez de eso, dije, "Entra y lo compruebo" Will entro con Cavalier pisándole los

talones.


"¿Quien es Ellie?"Grito mi mama desde el living. Parada desde la

oscuridad del hall busque la mirada de Will."El Sr. Morton está aquí ",

dije en voz baja. Un lado de su boca se torcio. Yo no sabía si eso

significaba que estaba satisfecho o lo contrario. "No estoy muy

sorprendido", dijo.

"Puedes esconderte arriba," le ofrecí.

"No," dijo. Y esta vez las dos esquinas de su boca subieron. "Los reyes

no se esconden".

Mi boca se abrió. "Me estas diciendo que crees -"

"¡Muévete, Harrison," dijo, y tomándome del brazo, me impulsó de nuevo en la sala de estar.

"Uh, mamá, papá," le dije. "Will esta aquí." Por un segundo, mis padres

y el Sr. Morton miraron a Will como si fuera una especie de fantasma.

Entonces El Sr. Morton finalmente abrió su mandíbula para susurrar:

"Por supuesto. Por supuesto que había venido aquí ", como si estuviera

habla para sí mismo.

Haciendo caso omiso de él, le dije a mi mamá y mi papá, "Will necesita un lugar para quedarse un par de días. ¿Puedo darle

el cuarto de Geoff? "

Mi madre miraba preocupada a Will. "Oh, querida," dijo. Mi papá fue el

que preguntó, "Así de mal están las cosas en casa ¿eh?"Will, todavía con su bolso, asintió. Cavalier, a su lado, estaba mirando Tig, que se había

puesto de pie y estaba en el hogar con su cola hinchada a cinco veces

su tamaño normal. Ninguno de los animales, sin embargo, hizo un ruido. Ellos simplemente se miraron.


"Yo no le pediría esto, señor," dijo Will a mi papá, "si no fuera... Bueno,-

quiero decir, mi mamá está bien. Es mi papá. Yo-"Will miró el Sr.

Morton. "La cosa es, señor, que le dije que no iba a inscribirme en la

Academia el año siguiente, y eso lo hizo estallar.

Probablemente no elegí el mejor momento para tocar el tema,

exactamente, con Marco... bueno, con Marco en donde esta ahora. Pero

sentía que era el momento-tardío-de que todos nos sinceráramos con

los demás. Y, bueno, la historia corta es que mi papa me echó de la

casa. Yo tenia la esperanza de poder quedarme aquí hasta que pueda

encontrar un lugar por cuenta propia. Pero si es un problema"

"Por supuesto que puedes quedarte aquí", dijo mi padre, para mi

tranquilidad eterna. "Siempre y cuando lo necesites."

"Debes estar agotado," mi mamá disparatada se puso de pie. "Sé que yo lo estoy y no he pasado ni por la mitad de lo que has pasado tu el día de

hoy. Ellie, enseñale el cuarto de Geoff. ¿Has comido algo, Will?¿Quieres

que te caliente algunas costillas? Debes de estar hambriento supongo"

La sonrisa que le dio Will podría haber electrificado la carretera de

circunvalación de nuevo.

"Sí, señora", dijo. "Siempre".

"Yo te voy a preparar un plato de algo," mi mamá le dijo, y corrió a la cocina, mientras mi padre la seguía, murmurando en voz perfectamente

audible,"los niños van a comer sin nosotros fuera de casa y el hogar."

"Papa, podemos escucharte" dije horrorizada.

"Lo se," mi padre respondió.

Dirigiéndose al Sr. Morton que se había puesto de pie, y se encontraba a unos pocos metros mirando tonta y diferentemente, Will dijo:"Hola de

nuevo, señor."


"Señor," dijo el Sr. Morton... y realmente el hizo una pequeña

inclinación. Pense que iba a quebrarme ahí en frente de él pero Will

agarro mi brazo y me arrastro hasta el pasillo antes de que sucediera.

"Oh, Dios mío,"dije en voz baja, tratando de ahogar mi risa"¿Él va a

llamarte así cada vez que te vea ,ahora?¿Lo mismo en la escuela y todo?"

"Espero que no," dijo Will. "Vamos, muéstrame dónde puedo tirar

esto".Asi que lo lleve a él-y aun Cavalier cortes e inquisitivo, a la

habitación de Geoff, que era realmente una habitación de huéspedes ya

que Geoff estaba lejos, en la universidad.

Todo lo que podía pensar mientras subía las escaleras era que se iba a

quedar en la noche. Tal vez muchas noches. Es lo último que veré al acostarme. Y el primer cosa que veré en la mañana al despertarme.

Como la rosa que me había dado.

Nancy se va a morir cuando se entere.

Will echó su bolsa en la cama sin ni siquiera mirar alrededor para ver si le gustaba la habitación. En cambio, él sólo me miró. Y de repente, me

di cuenta de que tan solos estábamos, bueno con la excepción de

Cavalier y Tig, que parecía haberse escabullido por las escaleras detrás

de nosotros. Los dos cuidadosamente, se rozaron las narices y entonces cada uno volvió a una esquina de la habitación diferente para mirarse

entre ellos un poco mas.

"Hay un cuarto de baño al lado de la puerta", le dije."Mis padres usan el

baño principal y yo el que esta en mi cuarto asi que tendrás este para ti solo. Hay toallas limpias tambien "Yo estaba balbuceando. Sabia que

estaba balbuceando, pero no podía dejar de hacerlo."Por lo general, solo

comemos cereales para el desayuno, pero mi mama hace panqueques en ocasiones especiales y bueno, esta es una especie de ocasión

especial, asi que tal vez mañana comamos panqueques si-"


"Ellie, "Will dijo suavemente. Parpadee. ¿Bueno que otra cosa podía

hacer? Cada vez que me llamaba así, mi corazón aumentaba su tamaño

normal por dos.

"¿Si?" "No me importan los panqueques," Dijo.

Parpadee un poco mas."No," dije" no creo que te interesen .Perdón. Yo

solo-"Y entonces él me acerco hacia donde estaba y empezó a besarme.

Y me di cuenta de algo mientras nos besábamos. Algo extraño.

Y eso era que era feliz. Realmente feliz. Por primera vez en...bueno, en

mucho tiempo. Y no creía que ese sentimiento se iba a desaparecer tan

pronto.

"Oye," le dije, un minuto después, cuando finalmente recupere el aire."Esa no es la manera en la que debe comportarse un Rey" Will dijo

algo totalmente anti aristocrático sobre los reyes, y me beso una vez

mas.

"Además", dijo, unos minutos más tarde, cuando sus besos, finalmente habían puesto fin a mi temblor, "No crees todo eso de lo que estaba

hablando el Sr. Morton, ¿verdad?"

"Casi", dije, con un resoplido. Debido a que no era fácil creer en los poderes de la oscuridad cuando Will me sostenía en sus brazos y tenía

mi mejilla apoyada en su hombro.

"Sí," dijo. Me encantó la forma en que podía sentir su voz resonando a

través de su cuerpo mientras hablaba."Yo tampoco. Es decir, ¿crees que hay una organización que ha estado esperando que el Rey Arturo

resurgiera?"

"No", dije. "Aunque hay cosas peores que ser adorado como un semidiós


por un grupo de personas que están aparentemente perfectamente

dispuestos a pagar tu matrícula universitaria."

"Eso es cierto," dijo Will, pensativo. "Lo que no puedo dejar de

preguntarme es si... quiero decir, tu no crees-"

Levante la cabeza "¿Que?"

"Nada. Sólo... Bueno, eso fue raro hoy, en el parque. Cuando me

entregaste la espada-"

"No tuvo nada que ver con la espada, "Le dije descansando de nuevo mi

mejilla en su hombro."No por lo que dijo el Sr. Morton, tampoco. Solo

fueron...las circunstancias. Ya sabes, lo de que cuando te la entregue el

cielo se aclaro y el hecho de que podrías haber muerto en cualquier momento. Mañana cuando la policía le devuelva la espada a mi papa, le

echaremos un vistazo. Es solo una ordinaria, vieja espada oxidada."

"Lo se. Eso es lo que la hace mas extraña aun. Quiero decir, no estoy

diciendo que lo creo. Lo que Morton dijo. No todo lo que dijo. Sin

embargo, algunas de ellas-como la forma en que te conocía. Ese primer

día, en el barranco, cuando me sonreíste. Nunca te había visto antes, pero aun así...te conocía."

"Solo querías saber de mi," Le dije dándole un apretón."Porque soy tan

linda y todo eso,"Will sacudió su cabeza, con sus ojos azules brillando. "¿Crees que tienes todas las respuestas, no es así?"Pregunto" Bueno

adivina esto, Batichica. ¿Que hay de las similitudes entre todos

nuestros nombres? Lance, Lancelot. Jennifer y Ginebra. Morton y

Merlín- "Exclame en esto.”¡No! tu no crees-no Merlín."

"Oye,"dijo"¿No es tan loco como yo siendo el Rey Arturo y tu La Dama

Del Lago?"


Yo no soy la Dama del Lago", dije con firmeza.

"¿¡Oh, no lo eres?" Estaba sonriendo ahora. "¿Con la cantidad de tiempo

que pasas en el agua?"

"Es una piscina," señalé. "No es un lago. Y ni siquiera estoy en el equipo de natación. Además, ¿qué pasa si es cierto? .Si tu realmente eres el

Rey Arturo y yo soy La Dama Del Lago..., bueno entonces esta no es la

forma en la que la historia debería ir, ¿no es así? Con nosotros, quiero

decir. Juntos. Como ahora."

"Eso es ahora," Dijo con una sonrisa.

Y entonces me acordé de algo que había olvidado hasta ese momento,

algo que yo sabía que el Sr. Morton también se había percatado, en la planta baja. Algo que decidió no mencionar a Will

Y eso fue todo, en la leyenda de Camelot, la Dama del Lago no sólo le

traía a Arturo su espada. Ella realizo otro servicio para él, también.

Cuando todo se termino, ella lo llevo de nuevo a casa.

FFiinn


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