AV Nº 49 Diciembre 2012

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  • 7/30/2019 AV N 49 Diciembre 2012

    1/12

    Nacional

    Democratizar lacomunicacin es

    multiplicar las vocesdel pueblo - pag. 2

    Latinoamrica

    Colombiay el derecho devivir en paz

    pag. 10

    Nacional

    COMPA: Campaa

    100% SoberanaPopular y II Foro por

    un ProyectoEmancipador

    pag. 5

    11aosdespusdelaRebelin

  • 7/30/2019 AV N 49 Diciembre 2012

    2/12

    Sumario

    Las notas firmadas por suautor/a no necesariamenteexpresan el parecer colectivode la organizacin. En cambio,aquellos artculos de opinin ode anlisis sin firma deben serconsiderados como expresinde la posicin poltica de nues-

    tra organizacin.

    NacionalDemocratizar la comunicacines multiplicar es multiplicar las

    voces del pueblo

    Fondos buitres y soberanamutilada - pag. 2

    EditorialA 11 aos de la Rebelin: Segui-mos construyendo nuestros pro-pio camino de Lucha y Unidad

    - pag. 3

    NacionalCOMPA: Campaa Nacional100% Soperana Popular y II

    Foro por un Proyecto Emancipa-dor - pag. 4

    20N: alto acatamiento,piquetes, movilizaciones y cortes

    en todo el pas - pag. 5

    RegionalesMacri: la dignidad

    no se privatiza - pag. 5

    TrabajadoresTrabajadores de supermercadosToledo: Lo mejor para todos?

    pag. 6

    GneroBasta de violencia de gnero!

    pag. 7

    Estudiantil

    Desarrollo desigual de fuerzas,grandes desafos por delante

    pag. 8

    TrabajadoresSe realiz el 2do Congreso Na-cional de Educacin - pag. 8

    TerritorialAsamblea, piquete y cacerola

    pag. 9

    RegionalActvidad conjunta de la COMPASur y COB.La Brecha - pag. 9

    LatinoamricaColombia y el derecho de vivir

    en paz - pag. 10

    InternacionalSobre las elecciones en EEUU

    El pueblo palestino frente algenocidio yanky-israel - pag. 11

    Cantos de VictoriaVictoria de Santa Clara: la puer-

    ta de la RevolucinContratapa

    Seguramente, cuando este nmero deA Vencer llegue a mano de buena parte

    de los compaeros y compaeras lecto-

    res, el 7D habr sido realidad. Por locual, evitaremos cualquier pretensin fu-

    turolgica en este artculo acerca de qu

    pasar ese da lo que puede ser fcil-

    mente desmentido por los hechos, para

    plantear un marco general de anlisis,

    como momento necesario de la interven-

    cin poltica prctica.

    Como es de pblico conocimiento, el

    7 de diciembre vence el plazo estipulado

    por una medida judicial cautelar para que

    el Grupo Clarn avance en un proceso de

    desinversin, acorde a los nuevos lmites

    de propiedad meditica que plantea la Ley

    de Servicios Audiovisuales en el artculo

    161. Por su parte, el 27 de noviembre laCorte Suprema respondi a una peticin

    de Clarn de prolongacin de la cautelar

    exigiendo al juez de primera instancia Ho-

    racio Alfonso que dicte un fallo de fondo

    de manera inmediata y le dio un plazo

    de 40 das para hacerlo. Tanto el gobierno

    nacional como Clarn se encargaron de

    presentar este posicionamiento ambiguo

    de la Corte Suprema como un respaldo

    a su posicin. Y as estamos hasta ahora.

    Monopolios malos y monopolios

    buenos

    Las piruetas del titular de la AFSCA,

    Martn Sabatella, para explicar que Telefno es de Telefnica de Argentina, que a su

    vez es de Telefnica de Espaa, generan

    risa y ofenden la inteligencia ajena. Son

    una demostracin cabal de los limitados y

    enclenques principios en los que sustenta

    el kirchnerismo su cruzada democratiza-

    dora de la comunicacin.

    En verdad, traslucen la decisin ocial

    de socavar el poder de fuego mediticodel monopolio de Clarn poniendo en

    pie una cadena de grupos mediticos en

    mano de empresarios amigos del gobier-

    no nacional, en articulacin con las agen-

    cias del sistema pblico de medios (que el

    kirchnerismo se empea en reducir a un

    simple dispositivo de propaganda poltica

    de baja calidad, salvo honrosas y saluda-

    bles excepciones). Y de conjunto, hacer

    bailar a todos al ritmo de la asignacin

    de la millonaria pauta publicitaria estatal,

    premiando a los amigos y secando a los

    dscolos.

    Demasiado poco, y conocido, para que

    creamos que por esta modicacin exclu-siva pasa la democratizacin de la comu-

    nicacin.

    Voces y discursos

    Por nuestra parte, y haciendo propia la

    declaracin de la Red Nacional de Medios

    Alternativos (RNMA), sealamos que laadecuacin de los monopolios mediticos a la nue-va ley no garantizar por s sola la democratiza-cin de la comunicacin () si las corporacionesactuales fueran sustituidas por otros grupos queconcentraran discursos, sean privados o estatales,el objetivo no se habr cumplido. La desconcen-tracin es solo un paso, pero no el nico. Creemos

    que es NECESARIO garantizar la MUL-TIPLICIDAD DE VOCES pero tambin laMULTIPLICIDAD DE DISCURSOS. Yesto slo se puede lograr con el reconocimiento dela identidad de los medios populares, alternativos

    y comunitarios y su legalizacin.

    El 7D del kirchnerismo tiene estos

    lmites de clase insalvables. Y que no nos

    vengan a correr con la estupidez interesa-

    da de que cualquier postura que no repitade memoria el libreto ocialista supone

    hacerle el juego a la derecha.

    Desde siempre, fuimos las organizacio-

    nes populares en lucha las que denuncia-

    mos a Clarn y al negociado sangriento de

    Papel Prensa, mientras Nstor Kirchner

    se abrazaba en privado con su por enton-

    ces socio Hctor Magnetto, millonarios

    ambos.

    Fuimos nosotros tambin los que pu-

    teamos y escrachamos al miserable ttulo

    de Clarn de La crisis caus dos nuevas

    muertes del 27 de junio de 2002, mien-

    tras el hoy senador Anbal Fernndez de-

    ca que los piqueteros se mataron entreellos y, cinco aos despus de esos he-

    chos!, Nstor cerraba su mandato pre-

    sidencial rmando el decreto de fusin de

    Cablevisin y Multicanal.

    A esta altura del partido, todos sabemos

    que Clarn y Lanata mienten tanto como

    el sionista Spolsky, Cristbal Lpez, Vila-

    Manzano y los impresentables de 678.

    Sus voces, no son las nuestras.-Por el reconocimiento y legalizacin de los Me-

    dios Comunitarios, Alternativos y Populares quehoy funcionan a nivel nacional.

    - Por el cumplimiento del cupo de reserva del33% de las licencias para las organizaciones sin

    fnes de lucro.-Por la adecuacin de Clarn, Telefnica-Telef

    y todos los grupos mediticos al artculo 161 dedesinversin de la nueva Ley de Servicios Au-diovisuales.

    Vctor Antua

    El fallo colonialista del juez ThomasGriesa, que ordenaba a Argentina a pagar

    1.330 millones de dlares a los fondos

    buitres gener un jbilo apenas disimu-

    lado entre los grupos mediticos y los

    dirigentes polticos de la oposicin de de-

    recha, en una demostracin vomitiva de

    cipayismo. Cabe destacar que la decisin

    de Griesa tiene implicancias en relacin

    a la reproduccin del sistema nanciero

    global, ya que un fallo que pone en cues-

    tin un canje de deuda exitoso como

    fue el argentino, har inviable la reedicin

    de futuros canjes, indispensables para que

    algunos pases europeos puedan comen-

    zar a salir de su fenomenal bancarrota.

    Por eso incluso lo rechazaron otros fon-

    dos de inversin que al parecer no son

    buitres, pero que de seguro no se dedi-

    can a la benecencia.

    Como contrapartida, el fallo de la C-

    mara de Apelaciones de Nueva York que

    suspendi la aplicacin del de Griesa y

    cit a una audiencia para nes de febrero

    prximo, fue recibido como una bendi-

    cin por el gobierno nacional, que podr

    pagar ahora tranquilo 4.100 millones

    de dlares en vencimiento de deuda du-

    rante diciembre. Todo indica que Argen-

    tina ofrecer similares condiciones a las

    acordadas en el Canje del Bicentenario,

    lo que exige que el Congreso de la Nacin

    suspenda la Ley Cerrojo hoy vigente.

    Como se ve, estas idas y vueltas judi-

    ciales suceden en Estados Unidos, unaelocuente demostracin de cesin de

    soberana a favor de una jurisdiccin ex-

    tranjera, que nuestro pas sigue aceptando

    con el objetivo de reinsertarse plenamen-

    te en el sistema nanciero internacional

    como alumno dscolo pero cumplidor

    (que sabe honrar sus compromisos).

    A mitad de camino

    Nuestro pas desperdici la oportuni-

    dad que se abra con la salida de la cri-

    sis de 2001/2002 para llevar adelante un

    proceso de revisin integral de la deuda

    externa, para repudiar el pago de la mayor

    parte de ella por ilegtima y fraudulenta.En cambio, Nstor Kirchner opt por re-

    negociar todo el paquete y, si bien logr

    una quita importante de capital, acept

    otras condiciones cuyas consecuencias

    pagamos hoy: como un fantasma, la deu-

    da externa vuelve una y otra vez a insta-

    larse en el centro de la poltica nacional

    para condicionar las decisiones de gobier-

    no en materia econmica.

    Miles y miles de millones de dlares

    fruto del esfuerzo de nuestro pueblo, que

    podran destinarse a educacin, salud y

    vivienda, se fugan hacia los bolsillos de

    acreedores externos. El agelo de la deu-da externa -hoy en ms de 140.000 millo-

    nes de dlares aproximadamente-, nos re-

    cuerda que las cadenas de la dominacin

    imperialista siguen rmes condicionando

    el rumbo de nuestro pas, ms all de los

    discursos antiimperialistas de ocasin.

    Y que slo un proceso poltico de pro-

    funda transformacin social, protagoni-

    zado y dirigido por la clase trabajadora en

    alianza con los pueblos de Nuestra Am-

    rica, puede terminar con la dependencia y

    subordinacin al imperialismo.

    En ese camino, nos pronunciamos:

    -En defensa de la soberana nacional: No a la

    reapertura del canje de deuda, no al pago a losfondos buitres ni al Club de Pars. No al pago dela ilegtima y fraudulenta deuda externa.

    -Por el desconocimiento de los Tratados Bilate-rales de Inversin (TBI) de los 90 y de la cesinde jurisdiccin al CIADI (tribunal manejado

    por los capitales imperialistas).V.A.

    No a la reapertura del canje de deuda: ningn pago a los fondos buitres

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    A 11 aos de la rebelinEste diciembre se cumplen 11 aos

    de la rebelin social de diciembre del2001. Hoy mucha de esa fuerza insur-gente parece haber sido conjurada por

    la institucionalidad burguesa. Pese a elloestamos convencidos/as que este pro-

    ceso no ha quedado en el vaco: ningnsuceso de esa magnitud pasa sin dejarenseanzas y aprendizajes. Millones na-

    cieron a la vida poltica y vieron trans-formada su subjetividad. Esto se reeja

    en la activa discusin poltica que hoyse observa en nuestra sociedad, en el

    rechazo a las formas ms reacciona-rias y neoliberales de la dominacincapitalista y en la intencin de plantear

    un cambio social a la misma; aunqueesa intencin se exprese por diversos y

    contradictorios canales polticos. Existeuna nueva situacin en la conciencia delas masas, que muestra la intencin de

    ser un sujeto activo en la dinmica po-ltica del pas. En trminos generales es

    esa fuerza la que por ahora ha logradoencauzar el kirchnerismo para sostener-

    se en el poder. Pero a la vez esa fuerzapone permanentemente en crisis al go-

    bierno que, por su propia naturaleza declase, no puede responder a las deman-das populares que por algunos gestos y

    algunas (pocas) prcticas progresistas,genera.

    Conficto econmico y conficto

    social

    Tras aos de bonanza, hoy nos en-contramos con una economa nacionalgolpeada por la crisis internacional. La

    profundizacin de la tendencia negati-va de la economa se poda advertir ya

    a principios del 2011. Pero ese fue un

    ao electoral y por eso el gobierno de-cidi no combatirlas con las medidasque despus tom. Durante el 2012 sse registraron los golpes. El desempleo

    aument al menos un 0,5% y el gobier-no se orient a defender los intereses

    de las grandes empresas que le reclama-ban planchar los niveles salariales. Estose hizo con topes a las paritarias, con la

    constante inacin y con la continuidadde un mnimo no imponible ms que

    desactualizado. Este es el marco queexplica la ruptura con el moyanismo.

    Al mismo tiempo el kirchnerismo, parano perder su consenso, busca sostener

    los subsidios a los ms empobrecidos ysostiene que los reclamos de los trabaja-dores sindicalizados son pedidos de un

    sector privilegiado, planteando que lasmejoras deben ser para los que trabajan

    en negro. Nunca se hace cargo de que lapobreza y los millones de precarizadosson un resultado de su poltica econ-

    mica.Hoy la CGT Moyano parece expre-

    sar la oposicin al kirchnerismo, a nivelreivindicativo, y la intencin de profun-

    dizar escenarios de conictividad. A suvez, la izquierda y los diferentes secto-res en lucha mostraron una importante

    capacidad de movilizacin durante lajornada del paro nacional del 20N, que

    tuvo gran relevancia a la hora de garan-tizar la efectividad de la medida de lu-cha. Quizs una de las disyuntivas en los

    meses por venir ser cmo desarrollarlas luchas por los justos reclamos de los

    trabajadores sin que esto implique re-forzar a dirigentes que lejos estn de re-presentar los intereses de nuestra clase.

    La polarizacin poltica

    Ese contexto econmico de declivede la tasa de ganancia profundiza las

    disputas interburguesas. Se empiezana dibujar dos bloques en trminos dequin podr continuar con un proyec-

    to econmico y social que plantee unacierta estabilidad social y que a la vez

    asegure altos niveles de rentabilidad ca-pitalista.

    El gobierno propone uno de los ca-minos: cierto nivel de apoyo al merca-do interno, control de divisas y crditos

    para la inversin productiva en el pas.Adems busca sostener una alta recau-

    dacin impositiva, que recae en la claseobrera y los sectores explotados. Esta esuna de las contradicciones del modelo

    nacional que en el ltimo ao y me-

    Al cierre de esta edicin se produje-ron dos nuevos hechos que nos hablan

    de la vigencia de la tercerizacin de larepresin a travs de patotas sindica-les, como sucedi hace dos aos con el

    compaero Mariano Ferreyra.El pasado 27 de noviembre, militan-

    tes de las organizaciones que confor-man la Unin de Asambleas Patagni-

    cas fueron salvajemente agredidos poruna patota de la Unin de Obreros dela Construccin (UOCRA) cuando se

    movilizaron a la Legislatura chubuten-se, en Rawson, para expresar su rechazo

    a la aprobacin de un marco regulatoriode la actividad minera, que abrira laspuertas a la megaminera a cielo abierto.

    El saldo: decenas de asamblestas he-ridos, tres de ellos hospitalizados, ante

    una evidente inaccin policial.

    Por su parte, el lunes 3 de diciembre

    una patota de la Unin Tranviarios Au-tomotor (UTA), agredi a trabajadoresy trabajadoras del Cuerpo de Delegados

    del Subte de la lnea D, con el objetivode romper el paro escalonado convoca-

    do por la AGTSyP, la organizacin gre-mial que representa a los compaeros/as del Subte.

    Tanto la UOCRA como la UTA sonintegrantes de la ocialista CGT Bal-

    carce, que tiene como jefa poltica a la

    Presidenta de la Nacin y al metalrgicoAntonio Cal como cadete. Sus patotas

    siguen actuando con la impunidad queles garantiza el apoyo de los gobiernos

    nacional y provinciales, y de las patro-nales para las que hacen el trabajo sucio

    (Metrovas, por ejemplo).

    dio (crisis mediante) se hace evidente:la necesidad de fomentar el desarrollo

    del mercado interno se choca con loslmites que se le imponen a los recursoscon que cuentan los sectores que ms

    consumen en ese mercado.Pero en el proyecto del gobierno la

    cada de la tasa de ganancia contina,y esto es lo que provoca que cada vez

    ms sectores de la burguesa se vayan

    pasando, con armas y capitales, al blo-que que propone un nuevo modelo. El

    punto central del programa opositor escmo recomponer las tasas de ganancia

    que los K garantizaron durante aos.Su propuesta es darle un nuevo golpe ala clase trabajadora: libertad cambiaria,

    libertad de precios y comercio, elimina-cin de las retenciones a las exportacio-

    nes de productos primarios, reduccindel gasto pblico (especialmente en

    subsidios a los sectores ms empobre-cidos), poltica monetarista con controlde la emisin y corte de los crditos por

    el aumento de la tasa de inters.

    Nuestro camino

    Para nosotros es sin dudas un esce-nario complejo. Ms an cuando las

    dirigencias sindicales de los sectoresde la clase que avanzan en su enfren-

    tamiento contra el modelo K parecenalinearse con este programa, que es an

    ms reaccionario. Adems de las dife-rencias (que no son menores) debemostener claras las coincidencias claves

    de estos dos bloques: ambos enfren-tan toda opcin de autoorganizacin

    obrera y popular (ver recuadro), ambos

    siguen extranjerizando la economa,ambos rematan los bienes comunes sin

    importarles las futuras generaciones nilas consecuencias devastadoras en lo

    ambiental, ambos buscan sostener lasganancias de las grandes empresas, no

    redistribuir la riqueza, no modicar elsistema impositivo y no desmantelar elaparato represivo. Esos siguen siendo

    los ncleos duros de la dominacin ca-pitalista.

    Por eso es necesario construir unproyecto revolucionario, que construyauna fuerza poltica de masas que pueda

    impulsar, en el marco actual de relacio-nes de fuerzas, un proyecto de cambios

    profundos en la sociedad argentina. Ypara construirlo es necesaria la fuerzasocial que lo haga posible: esa fuerza

    slo puede conformarse si se ganansectores que hoy apoyan a uno u otro

    proyecto burgus. Por eso debemosplantear una poltica ofensiva en trmi-

    nos ideolgicos y polticos, disputando

    con ambos proyectos y construyendopoltica concreta que pueda interpelar a

    los sectores populares que los apoyan.De no hacerlo seguiremos viendo como

    muchos sectores se movilizan tras ban-deras reaccionarias para manifestarsecontra el gobierno, jugando, en trmi-

    nos polticos, para los grupos ms reac-cionarios de la sociedad argentina.

    Debemos destacar que los K vienengenerando a propsito una polariza-

    cin contra esa derecha con tintes pro-golpistas, porque es la que les sirve paraseguir posando de progresistas. Y as,

    adems, consolida a los sectores que losapoyan, casi lgicamente ante lo funes-

    to de lo que parece ser la nica oposi-cin posible. Buscan generar una situa-cin donde la nica posibilidad de no

    hacerle el juego a los fachos sea apoyara este gobierno.

    Nuestra lnea debe seguir sostenien-do y apuntalando la posibilidad de

    construir un proyecto revolucionario.Ese proyecto debe tener claro que noapoya a este gobierno que sustenta la

    continuidad del capitalismo, pero re-marcando que en su enfrentamiento

    contra el mismo jams apoyar ninguna

    reivindicacin que implique concedercapital poltico a aquellos que preten-

    den arrasar las conquistas democrticasy populares de nuestro pueblo. Ese es

    el genuino camino de la continuidadde las jornadas de diciembre de 2001,

    el que recupere su potencial y apunte asuperar sus lmites y debilidades: con-solidar la autoorganizacin obrera y po-

    pular, desarrollar la conciencia de nues-tro pueblo y construir las herramientas

    polticas necesarias para realizar sus de-mandas histricas.

    A11aosdelaRebelin:

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    E lpasado sbado 24 de no-

    viembre, en la Ciudad de BuenosAires, se llev a cabo el II Foro por unProyecto Emancipador organizado por laCoordinadora de Organizaciones y Movimien-tos Populares de Argentina-COMPA de laque el MIR es parte. Al mismo se acer-caron compaeras y compaeros de

    ms de 14 provincias del pas, con unaconvocatoria de ms de 1.500 cumpas

    quienes participaron de los distintos pa-neles que abarcaran los cuatro ejes plan-teados en la Campaa Nacional 100% deSoberana Popular, donde el foro fue elpunto de llegada de la campaa pero

    el punto de partida para seguir profun-dizando, entre las organizaciones quecomponemos la COMPA y con nues-

    tros compaeros/as desde los trabajosde base, las discusiones y las acciones

    para poner en pie un proyecto polticode los de abajo.

    Campaa 100% Soberana Popu-

    lar, por una alternativa de pas

    La campaa fue el producto de mu-chas discusiones en instancias colecti-

    vas donde se plasmaron las necesidadesde salir a interpelar a nuestro pueblo de

    cara a los ejes que construimos desdelas distintas realidades que nos toca in-tervenir. La iniciativa tena como obje-

    tivo poner de maniesto, en el espaciopublico, en las barriadas, en los mediosde trasporte, en las paredes de nuestras

    ciudades, las reivindicaciones que comopueblo tenemos y a las que estamos dis-

    puestos, con organizacin y lucha, con-quistar.

    Para ello se publicaron unos 300.000mil volantes, unas 100.000 consultaspopulares y ms de 5.000 cartillas don-

    de, de manera profunda pero no acaba-da, planteramos las lecturas sobres las

    distintas realidades aportando humildespropuestas para discutir de cara a losprocesos populares y organizativos que

    venimos desarrollando en los territo-rios y lugares de trabajo.

    Para poder difundir la enorme can-tidad de materiales que se publicaron,

    desde 17/11 hasta el da del foro, se ins-talaron, a lo largo y ancho del pas, msde 300 mesas ubicadas en distintos pun-

    tos de las provincias que participaronde la campaa, llegando a las ciudades y

    barriadas donde estamos como COM-PA pero tambin, haciendo un esfuerzo

    de compromiso militante, alcanzandolugares que habitualmente no contamoscon presencia y donde, en el marco de

    la campaa, nos pudimos acercar, dar aconocer y poner nuestras voces colecti-

    vas al calor de procesos de cambios.El las distintas mesas instaladas se ha-

    blaron con ciento de miles de personas

    de todo el pas, repartiendo los materia-les de manera activa, contando la inicia-

    tiva a escala nacional y recolectando las

    distintas

    miradas que surgieran de la recep-cin de los materiales como insumoimportante para seguir pensando y pro-

    fundizando los lenguajes, las consignasy discursos a la hora de interpelar de

    manera masiva a nuestro pueblo traba-jador.Adems de los materiales donde di-

    fundimos los cuatro eje de la campaa,a saber: Pensar la tierra y la vivienda

    como derecho del pueblo; En defensade nuestros recursos naturales: Justicia

    Social y Ambiental; Estrategias pararecuperar el Trasporte Publico; Or-ganizacin y Lucha por trabajo y salario

    digno se trabaj un material de consul-

    ta donde se plasmaran ejes y preguntas,en las que las personas que se acercabana las mesas y se sentan interpeladas porlos planteos, podan participar contes-

    tando que es lo que signica para ellos yellas la Soberana Popular. De esta ma-

    nera miles de personas en todo el pasdepositaron en las urnas que contaban

    las distintas mesas sus percepciones, susopiniones sobre que es lo que hara faltapara la construccin de una verdadera

    Soberana Popular.Los objetivos de la campaa fueron

    satisfactoriamente cumplidos, superan-

    do las 300 mesas en todo el pas en lasemana de la soberana, repartiendo la

    totalidad de materiales publicados, lle-gando a lugares que habitualmente no

    lo alcanzamos y sobre todo recolectan-do insumos para poder seguir mejoran-do nuestra intervencin y conociendo

    en profundidad a nuestro pueblo y susproblemticas.

    II Foro por un Proyecto Emanci-

    pador

    El sbado 24 se realizo el II Foro por unproyecto Emancipador, el mismo tuvo lu-gar en la Plaza Congreso de Buenos Ai-res, contando con la asistencia de ms

    de 1.500 personas, en el cual se buscprofundizar la discusin acerca de losejes nombrados ms arriba, contando

    con la participacin de panelistas, mili-tantes e intelectuales, que volcaron una

    mayor cantidad de elementos a partir desus conocimientos y su experiencia de

    trabajo en cada uno de los espacios.La coyuntura actual no deja exento de

    polmicas y debate ninguno de los ejes.

    El panel de trabajo estuvo atravesado

    porel debate acerca del paro

    general y el rol de las conducciones bu-rocrticas de cada una de las centrales.

    Al mismo tiempo, las condiciones detrabajo y los altos ndices de precarie-dad laboral fueron centrales en cada

    una de las intervenciones.Por su parte el Panel de Tierra y vivienda,

    si bien, por percances de ltimo mo-mento qued limitado a panelistas con

    desarrollo en el mbito del conurbanobonaerense, se pudo problematizar am-pliamente el hecho de que el suelo deje

    de concebirse como una mercanca enbenecio de las empresas constructoras

    y la especulacin inmobiliaria en desme-dro de las clases populares y su accesoa una vivienda digna. En este sentido,

    los negocios inmobiliarios en la Ciudadde Buenos Aires, llevados adelante por

    el macrismo y el kirchnerismo de mane-ra conjunta, dejan en evidencia cules

    son las prioridades de ambos espacios.En las discusiones sobre extractivis-

    mo el eje central fue la necesidad de

    concientizacin y organizacin de laspoblaciones que hoy en da sufren una

    fuerte precarizacin de las condicionesde vida ante el monocultivo que intoxica

    a nuestros pueblos y a nuestros suelossignicando el saqueo/destruccin denuestros bienes comunes. Estas pobla-

    ciones tienen que enfrentarse al mismotiempo al ocultamiento de informacin

    por parte de las empresas acerca de lospeligros ambientales y de salud que im-plica la utilizacin de pesticidas como

    el glifosato, as como tambin al Estadoy los grandes medios de comunicacin

    que hacen la vista gorda ante esos cr-menes

    Finalmente la discusin acerca de

    transporte se vnculo al hecho de quenuestra economa se apoye, entre otras

    cosas, en la exportacin de materias pri-mas , lo que implica una conformacin

    del sistema de transporte centralizadoen Capital Federal y no en la comunica-cin de todas las regiones del pas. Los

    panelistas coincidieron en que las em-presas desprestigian los conocimientos

    tcnicos de los trabajadores y precari-zan las condiciones laborales, y tambinen que, mientras se sostenga el modelo

    mercantilista del trasporte y no el de-recho a te-

    nerlo, nova a haber una pro-

    yeccin emancipadora del mismo.

    Perspectivas de la COMPA

    El panel de cierre del Foro estuvoconformado Atilio Born, Nora Cor-

    tias, y tres panelistas de la COMPA (FPDS, Marea Popular y FROP), donde

    adems de volcarse elementos de an-lisis de coyuntura nacional e interna-cional que caracterizaban a esta como

    una etapa posterior a la crisis del neo-liberalismo iniciada a principio de siglo,

    siendo el momento en el que las deriva-ciones de ese proceso histrico comen-zaban a plantear nuevos interrogantes

    (como el caso de Venezuela que veni-mos analizando en las ltimas AVconuna creciente correlacin de fuerzasde parte de la derecha o el mismo mo-

    mento del kirchnerismo en Argentina).En este marco, los panelistas COMPAcoincidieron en que era momento de

    realmente disputar poder, y que paraello urga la necesidad de fortalecer una

    herramienta poltica capaz de superar lamarginalidad crnica de las expresio-nes de izquierda en los lt imos 30 aos.

    Sin duda este planteo quedp resonandoen todos los que estbamos presentes,

    pensando al mismo tiempo en las tareasque se deben desprender para esto.

    Desde MIR, y tal como lo plantera-mos al ingresar, en el mes de Julio, a laCOMPA, entendemos que esa herra-

    mienta a construir hoy en da es un

    frente poltico y social, que permita

    aglutinar a amplios sectores del pue-

    blo y los trabajadores, donde las cons-trucciones en los distintos frentes se

    puedan potenciar en un espacio que sepostule como una verdadera alternativa

    en el panorama poltico actual. Enten-demos que la COMPA tiene que serun embrin de este espacio, donde

    se pueda confuir con otros agru-

    pamientos frentistas como COB- La

    Brecha y el MULCS entre otros, paralograr tales desafos histricos como

    pueblo, como clase trabajadora. A esoaspiramos, y esas discusiones son lasque estaremos dando, reexionando

    sobre nuestras prcticas, sacando con-clusiones de las experiencias transitadas,

    para pasar de la retrica de la unidad, ala unidad en los hechos.

    MIR Metropolitana

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    Otro 25 de noviembre nos encuen-tra en las calles de Mendoza levantan-do las banderas de la lucha contra todotipo de violencia de gnero. Este ao en

    particular es la desaparicin de JohanaChacn y Soledad Olivera es la que nos

    conmueve y nos llama a movilizarnoscontra la trata y la explotacin sexual.Dentro de las mltiples formas de vio-

    lencia de gnero, esta encuentra su lgi-ca de funcionamiento en el sistema ca-

    pitalista en el que vivimos, que hace queuna mujer pueda ser comprada y vendi-

    da como mercanca. La trata es un per-verso mecanismo que encuentra entresus principales responsables al Estado,

    puesto que ste no slo no legisla comocorresponde para desarticular las redes

    de trata sino que es protagonista de las

    mismas a travs de sus fuerzas policia-

    les y militares que cubren las redes y le-vantan las fronteras para el paso de las

    chicas secuestradas. Tambin lo es suaparato judicial, que no juzga como co-

    rresponde o cajonea casos para que nolleguen a las instancias de condena.

    Pero mientras el Estado y otras insti-

    tuciones estn ausentes de esta lucha yse convierten en cmplices con su silen-

    cio; por el otro, muchas/os somos las/os que de diversas formas tomamos estalucha en nuestras manos y la llevamos

    adelante. Es asi qu diferentes organi-zaciones de mujeres, sociales, sindicales,

    polticas y estudiantiles conuimos enuna marcha y un acto unicado el da

    23 de noviembre. Aunque la aparicincon vida de Johana y Soledad y el des-

    mantelamiento de las redes de trata fue

    el eje central tambin estuvo presentela exigencia de la urgente Declaracion

    de Emergencia Nacional de Violenciade Gnero y de la implementacion en

    la provincia de la gua tcnica nacionalde aborto no punible, conjuntamentecon la lucha por el aborto legal seguro

    y gratuito.Desde el MIR creemos importante se-

    guir saliendo a las calles en estas fechashistricas y simblicas, aunque desdeluego, la lucha contra todo tipo de opre-

    sin de genero se da todos los das y entodos los mbitos, organizadas/os, des-

    de abajo y conando solo en nuestrasfuerzas.

    MIR Mendoza

    En un mundo de Gusanos capitalis-tas, hace falta coraje para ser mariposas

    Lohana Berkins

    El 25 de noviembre se declar el DaInternacional de lucha contra la Violen-

    cia hacia las Mujeres en el marco del1er Encuentro Feminista de Latinoam-rica y del Caribe celebrado en Bogot,

    Colombia en julio de 1981. Este da fueelegido en homenaje a las hermanas Mi-rabal, tres luchadoras dominicanas que

    se enfrentaron a la dictadura de Trujilloy fueron asesinadas durante 1960, luego

    de haber sufrido distintos vejmenes.Su lucha intransigente, rebelde e inclau-

    dicable, hoy, se convierte en ejemplo ybandera para todas las mujeres del mun-do que luchamos por construir una so-

    ciedad sin opresiones.

    Sexual, verbal, institucional, es

    violencia igual

    Al cierre de esta edicin podemos fes-

    tejar que la Justicia absolvi a MaraOvando de culpa y cargo del delito de

    abandono de menor seguido de muerteagravado por el vnculo. Su hija muri

    a causa de desnutricin, en los brazosde Mara.

    Pretendan adjudicarle las causas de

    su pobreza, cuando es el Estado el prin-cipal responsable de la violencia que sig-

    nica el hambre, la pobreza, la miseria.Mara, quien estuvo detenida ms de un

    ao y alejada del resto de sus hijxs, fuevctima de violencia por ser pobre y porser mujer. Es una forma de violencia

    institucional en la que vemos no slocomo se criminaliza a la mujer pobre

    por su doble condicin, sino ademsque es un claro ejemplo en el que se re-

    producen los mecanismos patriarcalesde la Justicia. Una Justicia que cuando

    llega, lo hace tarde, que no previene,que protege al violento o al femicida y

    criminaliza a las mujeres. As sucedien el caso del doble femicida DanielRuiz, de Trelew que ya haba asesinado

    a una pareja en los aos 90, y en 2011se cobr la vida de Yanina Treuquil, conquien se haba juntado tras haber sido

    beneciado en su condena. Gracias a lalucha de la mam y hermanas de Yani-

    na, junto a las organizaciones feministasy polticas de la ciudad, este ao Ruiz

    fue condenado a prisin perpetua.

    Cuidado! El machismo mata

    Las cifras de feminicidios crecen aoa ao de manera abrupta. Diferentes

    organizaciones feministas, de mujeres,polticas y sociales vienen exigiendo la

    Declaracin de la Emergencia Nacional deViolencia de Gnero. Dicho reclamo seancla en que, aunque se ha aprobado la

    Ley contra la Violencia de Gnero, nin-gn gobierno se hace cargo en desple-gar reales polticas pblicas que garan-

    ticen que la Ley se pueda cumplir y darrespuesta a las mujeres en situacin de

    violencia. No existe un presupuesto realque pueda garantizar en el territorio las

    condiciones que brinden a las mujereslas herramientas para salirse de un vn-

    culo violento. No existe una educacinno sexista que aporte a la formacin denuevas conciencias donde las jerarquas

    de poder y desigualdades entre los gne-ros sean combatidas y anuladas.

    En este sentido repudiamos fervien-temente la propaganda machista perma-

    nente que abunda en medios grcos yaudiovisuales, abonando a la reproduc-

    cin de las representaciones de mujerescomo objetos sexuales.

    No quiero tu piropo, quiero tu res-

    peto

    Las mujeres no podemos caminar enla calle sin ser objeto permanente decomentarios, ms o menos agresivos,

    por parte de los hombres machos quese creen que pueden invadir nuestra in-

    timidad, nuestro cuerpo, nuestro andar,sin ningn tipo de pruritos. Nos inva-

    den en trenes, en colectivos, en calles:cuando nos apoyan, o nos gritan dife-rentes comentarios con distintas tona-

    lidades: algunos en demasa violentos,otros que se suponen deberan gus-

    tarnos y somos caratuladas de histricassi encima de que nos dicen algo lindonos quejamos.

    En la cotidianeidad del hogar muchasveces con prcticas muy sutiles se re-

    produce el machismo y la violencia ha-cia las mujeres. Es imperante cuestionarlos roles estereotipados e impuestos de

    varones y mujeres para cortar con estacadena de opresiones. La distribucin

    de las tareas domsticas y de cuidadoque recaen siempre en la mujer -la cual

    en la mayora de los casos tiene doblejornada laboral- es una de las tantas for-

    mas de violencia. No creemos que lasolucin sea la remuneracin de estastareas, sino la distribucin colectiva de

    las mismas entre los miembros de unncleo familiar.

    La cosicacin de las mujeres se da adiferentes escalas, pero es una cadena

    de eslabones que se retroalimentan y sereproducen en actos ms pequeos o

    en vejaciones aberrantes como la explo-tacin sexual y la trata de mujeres: dos

    eslabones de una misma cadena. Sinclientes no hay trata!

    Los abortos clandestinos tambin

    son violencia hacia las mujeres

    La ilegalidad del aborto en nuestro

    pas es otra forma de violencia hacia lasmujeres. Al cierre de esta edicin se lle-

    va cabo una audiencia en el Congresode la Nacin, despus de todo un ao

    de absoluto silencio por parte del par-lamento y el gobierno nacional. La l-tima encuesta que realiz la consultora

    Ibarmetro (6-11-2012) dej en claroque la despenalizacin y legalizacin

    del aborto cuenta con una mayoritariaadhesin por parte de la poblacin, sinembargo se sigue esquivando el debate.

    Exigimos el inmediato tratamien-

    to y aprobacin del Proyecto de In-

    terrupcin Voluntaria del Embarazo

    de la Campaa Nacional por el De-

    recho al Aborto Legal, Libre, Seguro

    y Gratuito.

    Como esas mariposas luchadoras que

    fueron las hermanas Mirabal, sigamosaportando a la organizacin de todos

    los gneros, de forma autnoma de losEstados y gobiernos de turno, para lu-

    char por nuestros derechos, y construiruna sociedad en la que todxs podamosser Libres Mariposas.

    Juana Bentez

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    En el nmero anterior de A Vencerdesarrollamos un anlisis centrado enlos resultados que arrojaron las ltimas

    elecciones en la UBA. Los mismos eranclaros indicadores de una consolidacinde la izquierda en la conduccin en 9

    de los 13 centros de estudiantes, dandoun escenario ms que favorable hacia la

    mantencin de la FUBA del lado de losque luchan.

    En esta nota, nos proponemos dar un

    panorama, al menos general, del marco

    nacional del movimiento estudiantil,planteando los avances y retrocesos queeste ao nos deja.

    La Plata y Patagonia: dos enclaves

    de izquierda

    Tanto en la Universidad de La Pla-ta como en la de Patagonia, hace aos

    se vienen consolidando conduccionesde izquierda que avazan en conquistasconcretas para todos los estudiantes (La

    Copa-FPDS en la primera, la TER-Ten-dencia Estudiantil Revolucionaria, en la

    segunda). Sin ir ms lejos, en este ao,

    en las dos regiones se dieron avancesimportantes en lo que respecta al bole-

    to educativo, una reivindicacin hist-rica del todxs los estudiantes.

    En las ltimas elecciones, en la ciu-dad platense se conformaron frentes

    de izquierda de los ms amplios sec-tores (desde la Jueventud Guevaristay el FPDS, hasta el PCR y el Partido

    Obrero) para enfrentar al kirchneris-mo. Estos ltimos, a diferencia de otras

    universidades, se colocaban como se-gunda fuerza y perlaban a mantener-se en esa posicin. Sin embargo, y para

    sorpresa de la gestin de la universidadque es una coalicin del PJ y la UCR,

    la izquierda saco de la conduccion a losK de los centros de Humanidades e In-

    geniera y a la Franja de Arquitectura,conduciendo as 9 de los 17 centros. Aligual que la FUBA, la FULP sigue estan-

    do en manos de la izquierda.En Patagonia, el escenario tambin es

    alentador. En Humanidades de Trelew,el FUICH- TER, sigue siendo la con-duccin , al igual que en Econmicas de

    Trelew y Esquel, donde ExE (Estudian-tes por Econmicas) se mantuvo como

    primera fuerza. De la misma forma,

    conducciones de izquierda se consoli-daron en Humanidades de Comodoro

    Rivadavia y Madryn, y tambin en losde Naturales de dichos departamentos.Se suma, adems, la recuperacin del

    centro de Naturales de Trelew por partede La Clula- TER. En este Panorama,

    la Federacin Universitaria Patagnica(FUP) seguir siendo parte de las fede-

    raciones combativas, dando la disputaen las calles durante el 2013 por unaeducacin verdaderamente pblica, lai-

    ca y de calidad*.

    An falta camino por andarSi bien los anteriores son panomramas

    alentadores que marcan experiencias a

    seguir en el resto del pas, es necesariotambin poner sobre la balanza aquellos

    lugares donde las expresiones burocr-ticas dentro del movimiento estudiantil

    siguen siendo hegemnicas. Sin duda, laFranja Morada y el MNR (Partido So-cialista), siguen estando enquistados en

    muchas de las universidades, donde laposibilidad de darles disputa implica re-

    doblar esfuerzos. As tambin, el kirch-nerismo supo avanzar en ciertas univer-

    sidades del conurbano, como la UNLa(Lans), la UNTref (Tres de Febrero) oen otros puntos del pas como la UNER

    (Entre Ros).Intento de avanzar sobre las conduc-

    ciones burocrticasde fueron las expe-

    riencias de la UNCuyo, donde tanto enla facultad de Ciencias Polticas y en

    la de Filosofa y Letras se presentaronfrentes de unidad entre la izquierda: El

    Estallido (Hijos de la Rebelda-TER,MST, PO)y el Frente 20 de Diciembre(La Mecha-TER, PO), logrando expre-

    sar al menos una voz de izquierda entrela puja que protagonizan la Franja , el

    MNR y el kirchnerismo. En este caso,son ms que valorables estas iniciati-vas que plantean el desafo de mante-

    ner esos marcos de unidad en el tiempopara realmente consitutir una alternati-

    va a estos sectores.Para completar en parte este panora-

    ma, identicamos una situacin similaren Mar del Plata, donde frente a unagran dispersin de la izquierda, Causes-

    MNR sigue siendo la fuerza hegem-nica sin ningn sobresalto, ms alla de

    que el ENEOB logr mantener la con-duccin en Psicologa y accedi a la de

    Humanidades.Los desafos que tenemos por de-

    lante estan signados por la disputa enpos de seguir ganando herramientas

    gremiales (Centros de Estudiantes y Fe-deraciones) que a partir del desarrollo de

    trabajo de base y espacios de participa-cin se constituyan en la punta de lanzapara poner de pie a un movieminto es-

    tudiantil combativo, en condiciones deenfrentar a la CoNEAU y postular una

    nueva Ley de Educacin Superior, unmovimiento que salga a la calle por el

    boleto educativo y apoye en cada luchaa los trabajadores y el pueblo.

    El desarrollo desigual de las expre-

    siones de izquierda hoy representan laprincipal dicultad, pero es apostando a

    la unidad y sabiendo reconocer al ene-migo al que enfrentamos como podre-mos construir realmente expresiones

    alternativas a la maa morada, el MNRsojero y lo obsecuencia kirchnerista, pu-

    diendo as ganar el corazn y la mentede grandes sectores del estudiantado.

    Roberto

    *Al cierre de la edicin podemos con-rmar este pronstico: la conduccin

    de la FUP por parte de la TER ha sidorenovada.

    Los das 17 y 18 de noviembre se de-sarroll en Ciudad de Buenos Aires el

    2 Congreso Nacional de Educacin.El mismo cont con una amplia parti-

    cipacin de conducciones opositoras ala Celeste Nacional y de Corrientes yagrupaciones sindicales de base de dife-

    rentes puntos del pas: Mendoza, Neu-qun, Chubut, Santa Cruz, Santa Fe,

    Tucumn, Prov. De Buenos Aires.Convocado con el objetivo de pro-

    fundizar el anlisis y la discusin sobre

    situacin actual del Sistema Educativoy las polticas pedaggicas y sindicales

    para enfrentarla, constituyo un xito or-ganizativo y poltico por el amplio mar-

    co de concurrencia y los debates que sedieron.

    El Congreso se estructur a partir de

    paneles y comisiones de debate que in-

    cluan temas como el anlisis de la pol-tica educativa de los gobiernos kirchne-ristas, tratando de identicar rupturas y

    continuidades con los 90, condicioneslaborales, los problemas de gneros en

    la escuela, situacin gremial y reexinsobre las prcticas ulicas en la perspec-

    tiva de una educacin pblica, cient-

    ca y no dogmtica.Compaerxs nuestros sostuvieron un

    intenso trabajo en el mismo, compar-tiendo la ardua tarea con otras agrupa-

    ciones que integran la Corriente Po-ltico-Sindical Rompiendo Cadenas yotras. No slo en el Congreso Nacional,

    sino tambin en el caso del CongresoProvincial de Educacin de Mendoza

    que permiti una delegacin de ms de

    20 compaeros desde la provincia cu-

    yana.Sin exagerar el saldo poltico del con-

    greso, estamos seguros que fue am-

    pliamente positivo en cuanto permitivisualizar diferentes expresiones y agru-

    paciones poltico sindicales, que com-parten los objetivos de construir otro

    sistema educativo, para otra sociedad,

    mucho ms justa que la actual.Queda como tarea poder avanzar en

    mayores acuerdos y coordinacin deluchas, siempre respetando los tiempos

    de maduracin propios de estos proce-sos, pero sin olvidar la necesidad de launidad.

    Trabajadores de la Educacin del

    MIR

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    9/12

    Si no existe la organizacin, las ideas, des-pus del primer momento de impulso, van per-diendo efcacia. Che Guevara.

    La historia de nuestro pueblo ha sidosiempre de lucha y resistencia. Con elgran triunfo de la dictadura y la avan-zada del neoliberalismo en la dcada de

    los 90, esa lucha y resistencia de nuestropueblo adquiri formas nuevas y crea-

    tivas surgidas desde las entraas de losbarrios. Producto de la enorme falta de

    trabajo surgieron los movimientos dedesocupados; producto del desconten-to social con el poder poltico domi-

    nante surgieron las asambleas barriales;y como la nica forma de hacernos es-

    cuchar era cortando las rutas, surgieronlos piquetes y con ellos la organizacin.

    Hoy, once aos despus de las hist-

    ricas jornadas del 19 y 20 de diciembredel 2001, expresin mxima de la acu-

    mulacin de organizacin y lucha delos aos anteriores, seguimos constru-

    yendo desde los barrios una alternativapoltica, luchando por trabajo y digni-dad, construyendo poder popular.

    Muchas cosas han cambiado desdeentonces, las clases dominantes gana-

    ron legitimidad bajo un gobierno quesupo apropiarse de nuestras banderas;lejos qued ya el se vayan todos. En

    este nuevo escenario la militancia en losbarrios, la construccin desde abajo se

    convierte en una necesidad. La luchacontra la precarizacin de nuestras vi-das, por salarios dignos, salud, mejor

    educacin, transporte pblico seguro, elderecho a decidir sobre nuestros cuer-

    pos y en contra del saqueo de nuestrosbienes naturales se han convertido en

    pilares fundamentales de luchas a ganar.

    Nada es en vano

    Una vez mas el pueblo demostr que

    cuando sale a la calle hace temblar losprivilegios de los de arriba. El pueblo

    organizado en las calles es ms fuerteque cualquier aparato represivo y de do-minacin.

    La rebelin popular del 2001 ha sem-brado semillas de lucha y organizacin

    a lo largo y ancho de nuestro pas, hasentado una base de compromiso y par-ticipacin que terminaron con el no te

    metas por miedo y terror que impusola ultima dictadura cvico-militar. Mues-

    tra de ello son las luchas en contra de laminera a cielo abierto en las provincias

    cordilleranas, las luchas de los compa-eros ocupados por mejores salarios yen contra de la precarizacin laboral,

    de los estudiantes por una educacin alservicio del pueblo y no de las empre-

    sas, etc.

    La lucha contina

    Desde el 2003 en adelante hubo unarecomposicin econmica y con ella

    una recomposicin del sistema demo-crtico burgus en el cual los partidos

    polticos tradicionales volvieron a serlegtimos para el comn del pueblo. Apartir de polticas de cooptacin e insti-

    tucionalizacin muchas organizacionespolticas, de derechos humanos y mo-

    vimientos sociales se sumaron al pro-yecto nacional y popular, un proyecto

    que ha aceptado desde sus comienzos lamiseria, el hambre, la pobreza, la mar-ginalidad sin ruborizarse, que ha cam-

    biado en discurso mas que en hechos

    concretos.

    Nosotros, como parte de esa nuevaizquierda, nutrida de nuevas generacio-nes empapadas de las luchas del 19 y

    20 de diciembre que proporciono tierrapropia bajo nuestros pies vamos a se-

    guir luchando y organizndonos en losbarrios, en nuestros lugares de trabajo,en las escuelas y facultades para poner

    en pie una alternativa polticas de los/as de abajo.

    El pueblo en las calles, la organizacindel movimiento piquetero nos dejo mu-chas enseanzas de que podemos cam-

    biar este sistema injusto, pero a la veznos mostr una de nuestras debilidades:

    la falta de unidad para lograr convertir-nos en direccin poltica del proceso de

    auge de las masas.Para lograrlo debemos seguir abonan-

    do a la construccin de poder popular

    en los barrios, trincheras de luchas yresistencias. Debemos seguir luchando

    por mejoras en el da a da. Debemosseguir luchando para cambiar la histo-ria, Por tierra y vivienda, por trabajo y

    salarios dignos, por salud y educacingratuitas y de calidad. Por el acceso a los

    servicios pblicos bsicos en los barriospopulares.

    EL FUEGO DE LA REBELINPOPULAR SIGUE PRENDIDO!!! SO-

    MOS HIJOS/AS DEL 19 Y 20 DEL2001: SEGUIMOS CREANDO PO-DER POPULAR SEGUIMOS LU-CHANDO POR LA REVOLUCIONSOCIALISTA!

    Territorial Oeste

    El pasado jueves 22 de noviembreen ATE Sur desde la COMPA-Sur y enconjunto con COB-La Brecha realiza-

    mos una actividad con eje en la precari-zacin laboral. El marco de la actividadfue el de la campaa que los dos espa-

    cios estamos llevando adelante por unaalternativa poltica de los de abajo.

    Participaron del panel compaerosde COMPA-Sur, COB-La Brecha, ATE

    Sur y Offal (frigorco en conicto delparque industrial de Burzaco). Los com-paeros propusieron hacer un rastreo

    de las distintas formas de precarizacinde lxs trabajadores, desde los 90 hasta

    la actualidad, como fueron extendin-dose y hasta perfeccionndose. Esta di-versidad de contratos basura y formas

    precarizadas del trabajo son las que hoydia alimentan las estadsticas del kirch-

    nerismo, fragmentan la organizacin yunidad de lxs trabajadorxs y golpean

    subjetivamente a los hombres y mujeres

    que da a da salen a sus lugares de tra-bajo para ganarse el pan.

    Esta precarizacin laboral precari-za nuestras vidas, nuestras familias y

    nuestro futuro. Somos muchos y mu-chas lxs trabajadorxs atravesados poresta realidad laboral, sin contar como

    se licuan nuestros mseros sueldos conla sintona na. Ante este panorama

    de fragmentacin que nos condiciona,impuesto por las patronales, el controlde la burocracia sindical y la complici-

    dad del gobierno nacional. Se insisticlararamente en la necesidad de cons-

    truir la unidad de todxs, y la voluntad delos espacios que participamos en seguir

    cimentando este acercamiento tanto enactividades concretas como en nuestroslugares de trabajo y en las calles si fuera

    necesario. No luchamos por el preciodel panluchamos por la libertad del

    trigo.

    MIR-Zona Sur

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    En 1977, el balance de Rodolfo Wal-sh sobre el primer ao de dictadura cie-

    rra con una lcida advertencia para laJunta Militar sobre el abismo al queconducen al pas tras la ilusin de ganar una

    guerra que, an si matar al ltimo guerrill erono hara ms que empezar bajo nuevas formas,

    porque las causas que hace ms de veinte aosmueven la resistencia del pueblo argentino noestarn desaparecidas sino agravadas por elrecuerdo del estrago causado y la revelacinde las atrocidades cometidas.En otro pasColombia en otro ao 2012, laspalabras del revolucionario argentino

    encuentran vigencia.El mircoles 5 de diciembre se abri-

    r una nueva ronda de negociacionesentre el gobierno colombiano, encabe-

    zado por Manuel Santos, y las FuerzasArmadas Revolucionarias de Colombia(FARC), en el marco de un intento de

    lograr una paz duradera para el pasy terminar con el conicto armado

    que lleva casi medio siglo. Como gestoefectivo de voluntad poltica, las FARCanunciaron hace un mes el cese unila-

    teral del fuego; como demostracin delas verdaderas intenciones del gobierno

    colombiano, el Ejrcito, el da tres de di-ciembre, asesin a veinte combatientes.

    Las declaraciones pblicas de lasFARC sealan que las negociacionesson positivas y avanzan. Se ha acordado,

    por ejemplo, la realizacin de un forosobre la situacin agraria en el pas para

    poner en discusin la acuciante nece-sidad de redistribuir las tierras. Por sulado, Santos, en medio de un mutismo

    generalizado slo ha indicado que lasnegociaciones tienen un lmite temporal

    noviembre de 2013 y uno poltico: noaceptarn que las FARC impongan elcambio de las polticas de Estado por

    decreto.Ahora bien, lo que nos interesa ana-

    lizar aqu son las condiciones en que serealizan las negociaciones, los objetivos

    reales detrs de las declaraciones y for-mular algunas hiptesis al respecto.

    Las FARC son hoy la guerrilla ms

    antigua del continente, la nica de to-das las que nacieron en los 60 que no

    ha podido ser desmantelada. Su sim-ple perduracin temporal obliga a lasiguiente reexin: puede existir una

    organizacin armada durante 48 aossin tener apoyo popular, sin represen-

    tar efectivamente el proyecto polticode un sector del pueblo colombiano,

    en estado de aislamiento y hostilidadconstantemente? La respuesta pareceobvia: no. De hecho, el arraigamiento

    en importantes sectores de campesinoses lo que ha alentado al gobierno, a su

    ejrcito y a las cientos de organizaciones

    paramilitares a asesinar cientos de miles

    de personas y a obligar desplazamien-tos forzados, con el objetivo poltico de

    destruir las bases sociales de la guerrilla.Pero adems cabe preguntarse sobre

    la vitalidad de las FARC. Los sucesivos

    asesinatos de sus lderes han debilitadoa la organizacin, ha perdido actividad?

    Es difcil ser concluyentes, pero tienelgica que las bajas de la cabeza polti-

    ca hayan obligado a un replanteamientotctico. Sin embargo, en cuanto a su vi-

    talidad, los datos son elocuentes: A co-mienzos de julio de 2012 una explosin alcan-z una lnea de ferrocarril que alimenta la ms

    grande mina de carbn dentro de Colombia, yunos das despus una base inglesa subsidiariade Sinochem tambin sufri un ataque sobreun tanque de combustible. Las FARC perma-necen activas en dos tercios de los municipiosde Colombia (James Petras, Colombia:

    Extractive Capital and Peace Negotiations).En los ltimos 15 aos se han registra-do ms de 2.748 acciones guerrilleras; ysu inuencia est muy extendida en las

    zonas de extraccin minera (Antioqua,

    Meta, Crdoba) y de produccin ener-gtica, en el territorio amaznico.

    Con este brevsimo repaso por la si-tuacin de las FARC podemos respon-

    der a la siguiente pregunta: por qulas FARC negocian la paz? En primer

    lugar, es sabido que la paz, en casode lograrse, no resolver los gravsimosproblemas polticos, econmicos y so-

    ciales que vive el pas. Las FARC lo sa-ben, pero eso abogan por una paz con

    justicia social. En todo caso, lo que sepuede entrever es un cambio tctico de

    la organizacin, es decir, lograr un frenopara la guerra civil que luego de dca-das, necesariamente tiene que conducir

    a un desgaste y a una prdida de la ini-ciativa de las masas colombianas. Esta

    tctica, incluira una va de participacinen la democracia burguesa como herra-mienta de propaganda y

    acumulacin polticas.Adems, esta va legal

    le brindara potencia-les aliados

    c o m oCuba ,

    l a

    revolucin bolivariana en Venezuela

    y al gran arco de pases que al menosen lo respectivo a poltica exterior se

    dicen cercanos: Ecuador, Bolivia, Uru-guay, etc. Este marco de alianzas, y laestabilidad y fuerza que ha mostrado el

    proceso abierto en Venezuela le daranprobablemente, a las FARC, una nota-

    ble fortaleza poltica.La historia de Colombia, no obstante,

    tiene negros antecedentes en lo referi-do a cambiar los fusiles por las urnas.

    En otro momento histrico, con otracorrelacin de fuerzas y otro marco in-ternacional salvedades necesarias para

    no hacer comparaciones erradas laUnin Patritica fue aniquilada porel Estado colombiano. La UP naci a

    mediados de los 80 como una coalicinde izquierda legal impulsada por las

    FARC para intervenir electoralmente,escenario donde los resultados fueron

    positivos. Sin embargo, cinco mil de susmilitantes fueron asesinados para evitarla ruptura del tradicional bipartidismo

    entre conservadores y liberales; y

    en total el terrorismo de Estado se co-br 20.000 vidas entre 1987 y 1994.Y el Estado colombiano, por su par-

    te, quiere la paz? S, pero la nica paz

    que puede ofrecer es la de los cemen-terios, la paz del pueblo sometido y los

    guerrilleros muertos. Hay una doblenecesidad de pacicacin: 1) la queproviene de la burguesa imperialista,

    fundamentalmente norteamericana quetiene en Colombia un enclave poltico

    y militar imprescindible a sus interesesen toda la regin; y 2) la de la oligarqua

    campesina y terrateniente, que ve ame-nazados sus territorios contantemente.

    EEUU, luego de la rma del Plan

    Colombia (2001) ha transformado aeste pas en un Estado militar, servil y

    ejecutor de sus polticas en la regin.Siete bases militares, 10 billones de d-lares aportados

    por el gobier-no local, el

    norteameri-

    cano y la Unin Europea, 300.000 sol-

    dados, 30.000 ms reclutados en losescuadrones de la muerte son las exu-

    berantes cifras que ponen de manies-to la ntima relacin entre economa ymilitarizacin de la vida en Colombia.

    Tal despliegue militar sirve para com-batir a la guerrilla, en la medida en que

    sta es una amenaza para las inversionesen materia de petrleo, gas y extraccin

    minera (carbn). Durante los gobiernosde Uribe y Santos solamente se han en-

    tregado 778 licencias mineras, ademsde 114 millones de hectreas para la ex-traccin de minerales y 37 millones ms

    para petrleo.Pero adems Colombia es una pieza

    de dominacin para la regin. Su em-

    plazamiento geogrco es privilegiadopara vigilar al proceso bolivariano y

    al mismo tiempo observar a Centro-amrica y el Caribe, donde los intereses

    imperialistas son abundantes.La guerra civil en Colombia, que en-

    frenta a un sector del pueblo organi-

    zado en armas de un lado, y de otro al

    aparato represivo del Estado, ejecutorde la voluntad de la oligarqua campe-sina, la burguesa de la ciudad y la bur-guesa imperialista, pasa hoy por un epi-

    sodio de negociaciones que de ningunamanera traer una paz democrtica y

    duradera. El terrorismo de Estado noslo ataca ferozmente a la guerrilla cam-pesina y sus bases; dirigentes sociales y

    sindicales son perseguidos y asesinadosselectivamente, una tcnica de extermi-

    nio adoptada de otro enclave imperial,Israel. La violencia sistemtica hacia el

    pueblo, las feroces condiciones de tra-bajo en el campo de las ms atrasa-das en todo el continente y la ciudad,

    la concentracin de tierras y el saqueoimperialista, la miseria que sufren los

    miles de campesinos desplazados haciala ciudad por la misma concentracinterrateniente son causas antiguas y per-

    manentes de violencia.La lucha y la historia de los pueblos

    no se detienen, slo cambian las formasen que se suceden. La que se realiza a

    travs de las armas es la ms desespera-da y la opcin ltima que queda frentea regmenes genocidas como el de Co-

    lombia. An si se concretan las negocia-

    ciones de paz, la guerra ms profundala de las clases sociales en pugna se-guir viva, porque ningn negociado depaz puede garantizar las justas deman-

    das del pueblo. Ni siquiera puede garan-tizar el derecho de vivir en paz.

    Ariel Antonelli

  • 7/30/2019 AV N 49 Diciembre 2012

    11/12

    Nuevamente Palestina se encuentraasediada por la violencia militar del Es-tado de Israel, del mismo modo que

    ocurri en el 2009 con la Operacin

    Plomo Fundido. Militarmente, lascondiciones son de absoluta desigual-

    dad. Israel cuenta con un ejrcito regu-lar, aviones y alta tecnologa nanciada

    por EEUU y la UE y los palestinos confuerzas de resistencia y armas o cohetes

    de baja tecnologa y alcances. Poltica-mente, Israel juega su rol de ocupantecolonialista fundamentando sus ansas

    imperialistas bajo el sionismo, la excusareligiosa de la tierra prometida.

    En esta nueva operacin llamadaPilar Defensivo, Israel pretende eli-minar la militancia palestina y ocupar

    denitivamente los territorios todavaen manos palestinas. A fuerza de misi-

    les y terrorismo avanza sobre el pueblopalestino, asxiando la Franja de Gazacon el bloqueo econmico y social

    desde el 2006, cuando Hamas gan laselecciones.

    Esta nueva operacin es una msde las tantas que se sucedieron a par-

    tir de la creacin articial del Estadode Israel en 1948, resuelta por la ONUquien entonces decidi la particin del

    territorio palestino otorgndole a losjudos el 57% de las tierras cuando s-

    tos posean apenas el 7%, y el resto del

    territorio a los pueblos rabes quienesentonces, oponindose, se levantaron

    en armas. Durante la Guerra de los 6Das (1967), Israel ocup la Franja de

    Gaza, Cisjordania, Jerusaln Este y laPennsula de Sina.

    El problema palestino iniciado en el48 no se ha podido resolver; constan-temente Israel se ha empeado en faltar

    a todos los acuerdos internacionales,como la Resolucin 194 de la ONU

    que estableca el retiro de las fuerzasmilitares de los territorios ocupados y lacreacin del Estado Palestino en los te-

    rritorios concedidos en el 47. Israel noslo fue avanzando en su ocupacin,

    sino que gener el problema de los pa-lestinos expulsados los que se calculan

    en la actualidad 5 millones viviendo encondiciones tremendas, principalmenteen las ciudades de: Cisjordania, Franja

    de Gaza, Jordania y el Lbano. Israel seha dado una poltica de ocupacin mili-

    tar con el pretexto de la lucha contra elterrorismo del Hamas y Al Fatah (cri-terio respaldado por EEUU y algunos

    pases de la UE), negndose de estemodo a respetar el derecho de autode-

    terminacin de los pueblosLa resistencia palestina encontr una

    multiplicidad de expresiones polticas.

    Su primer objetivo fue la destruccindel Estado de Israel. Pero la confronta-

    cin desigual a lo largo de estas dcadasllevaron a dichas organizaciones a hacer

    mayor nfasis en la necesidad de la ne-gociacin con la potencia ocupante.

    En este marco, en 1994 la Organiza-

    cin para la Liberacin de Palestina y

    el gobierno de Israel dieron lugar a laconformacin de Autoridad Nacional

    Palestina como autoridad administrati-va provisioria (que reivindica a Jerusa-

    ln Oriental como su capital, ya que allse encuentran sus ministerios y rganosde gobierno). Esto no modic la ac-

    titud de Israel como potencia ocupan-te. Probablemente, la orientacin de laOLP de entrar en dilogo con Israel

    para encontrar por ese camino el reco-nocimiento de Palestina como nacin

    independiente, y el desgaste de dichosintentos explique el crecimiento polti-co de Hams. Recordemos que entre las

    fuerzas de ste y Al Fatah, concentranms del 80 % del electorado palestino.

    Sin embargo, Hamas niega la posibili-dad de dialogo con Israel, llama a seguir

    resistiendo, y ya ha sido declarada te-rrorista por EEUU, UE, Israel, Japn,Canad y Australia, lo que demuestra la

    complejidad existente, no slo al inte-rior de los pueblos rabes, sino el con-

    texto internacional.Mientras tanto, el proceso diplomti-

    co slo parece ser una excusa para per-

    petuar el poder israel. As lo demuestrael rechazado pedido de la delegacin

    palestina que, en mayo del 2011 y conapoyo de Rusia, peda el reconocimien-

    to del Estado Palestino. Son todos te-rroristas aunque la resolucin 3070 de

    la Asamblea general de Naciones Uni-das de noviembre de 1973 reconozcala legitimidad de la lucha de los pueblos porlibrarse de la dominacin colonial extranjera yde la subyugacin fornea por todos los medios

    posibles, incluida la lucha armada.. Fuerontambin terroristas, los jvenes de laIntifada de 1988 y cuyo levantamiento

    popular fue conocido como la guerrade las piedras, ya que con ellas se de-

    fendan de los tanques israeles.Al cierre de este pequeo informe,

    Palestina logr ante la asamblea de la

    ONU, el pedido de la ANT de ser re-

    conocida miembro observador. Estoes una manera indirecta de reconocerlacomo estado y, abre la posibilidad for-mal que Palestina recurra al Tribunal

    Penal Internacional por los crmenesde guerra cometidos por Israel, princi-

    palmente por la accin militar del 2008.Recordemos que en septiembre del aopasado se rechaz el pedido a que sea

    miembro pleno a instancias de EEUU.No desconocemos que ste es tan

    slo un logro diplomtico que no hayque subestimar pero que no resuelve

    las condiciones de colonizacin a la queest sometido el pueblo palestino. Estereciente ataque militar, Pilar Defensivo,

    que intenta responsabilizar como cau-sante a Hams, es en realidad contra

    el mismo pueblo palestino. 175 civiles,nios y mujeres, en su mayora es el re-sultado, frente a seis judos. Esto no es

    una guerra, es un genocidio. Por unaPalestina libre y soberana. Abajo el im-

    perialismo yanqui-israel!Carolina Jrez

    H a c ea l g u n a s

    semanas se realizaronla elecciones presidenciales en EE.UU.

    (las ms caras de la historia, por cier-to), y a pesar de todas las especulacio-

    nes que haban girado alrededor deesta fecha, los resultados no trajeronsorpresas. Una vez que se cerraron los

    colegios electorales en la costa occiden-tal, ya circulaba la informacin de que

    Obama haba sido reelecto, tanto por elvoto popular, como por el triunfo enlos estados en disputa con Rommey, ga-

    nado as la mayora en el Colegio Elec-toral y con un margen signicativo.

    Mucho se habl, tambin, en los me-dios de comunicacin sobre lo decisivo

    de los votos en el Colegio Electoral y elposible triunfo republicano. Sin embar-go, los demcratas ganaron casi todos

    los asientos en el senado que se encon-traban en estrecha disputa.

    En cuanto al llamado voto popular,fue ms bajo que en otras elecciones ylas explicaciones de los analistas varan

    desde las que el votante estaba cansa-do de las campaas, que no nos pare-

    ce una explicacin convincente, hastala hiptesis de James Petras, de que el

    votante no vea grandes diferencias en-tre un Obama y un Romney. Sin dudas,analizar esta variable como una demos-

    tracin de descontento no tiene muchosentido si no nos adentramos a un an-

    lisis ms profundo sobre el desconten-to popular en relacin con las polticassociales y econmicas de ajuste, pre y

    post-electorales.El programa de ambos candidatos era

    profundizar los recortes sociales. Oba-ma, por ejemplo, tiene el compromisode cortar los programas sociales de sa-

    lud para los jubilados y eliminar gastosen proteccin del ambiente. Esta vez la

    reeleccin pas mucho ms desaper-cibida que la eleccin

    anterior, la cualestaba cargadade ingenuas

    esperanzas, nosolo en el pla-

    no internacional,sino tambin en elnacional, lo cual es

    un factor importan-te a la hora de pensar

    el descontento. Es queel de Obama ha sido un go-

    bierno de retroceso para los sectoresvulnerables y los trabajadores del pasdel norte, adems de los crmenes del

    Nobel de la Paz (sic) en materia in-ternacional.

    En el plano internacional, lo ms se-

    gu -

    ro es queObama profundice la poltica imperialllevada a cabo durante su gobierno.

    EE.UU. deende su posicin mundial,a pesar de que su capacidad para hacer-

    lo ha mermado. Este hecho de sumarelevancia no se condice con el discur-

    so de la Casa Blanca de que somoslos ms grandes. Sin embargo, Chinaintenta demostrar lo contrario, y em-

    pieza a llevar adelante una batalla msideolgica; y tiene cmo hacerlo. China

    ya no es ms la de Hecho enchinasino ms bien la de HechoporChinay su peso a nivel mundial es diferente.

    Tambin el de EE.UU. Es importantetener en consideracin los programas

    de estos dos pases, que amerita unadiscusin mucho ms extensa.

    Volviendo al tema central, pregunt-monos qu hubiera hecho Romney?Pues lo mismo, pero con ms fuerza.

    Es que la dirigencia de EE.UU tieneun solo programa, y un solo partido

    con dos tendencias. Sus disidencias sontcticas. De todas formas, Obama nola tiene tan fcil, necesita el apoyo re-

    publicano, porque necesita compartirlos costos polticos de las medidas de

    austeridad que se vienen, y traerndescontentos.

    El contexto econmico es muy di-fcil para Obama; el desempleo sube,y sube como el descontento. Ac es

    cuando hay que aclarar que el planteono es catastrosta ni nada por el esti-

    lo. Conciencia es lo que falta y no poca,organizacin tambin, porque las co-rrelaciones de fuerza son muy dispares.

    No se ve ni a lo lejos un sujeto polticointerno capaz de enfrentar las polticas

    de gobierno antipopulares. Tanto loscrticos progresistas se alinearon tras

    el mal menor, como tambin parte delos Occupy Wall Street.

    J. M. Rodrguez

  • 7/30/2019 AV N 49 Diciembre 2012

    12/12

    Tu mano gloriosa y fuerte/ sobre la historiadispara/ cuando todo Santa Clara/ se despier-

    ta para verte.Hasta siempre, Carlos Puebla

    Hacia nales de 1958 y luego de casidos aos de guerra, el Ejrcito Rebel-

    de se encontraba en plena contraofen-siva. Lanzadas a esta por Fidel, luego

    de haber resistido el ataque de 10.000soldados de Batista durante dos meses yhaberles producido unas 1.000 bajas, las

    fuerzas revolucionarias se prepararonpara desplazar la lucha hacia el llano y

    las grandes ciudades. Seis columnas gue-rrilleras se desplegaron para tomar po-

    siciones estratgicas a lo largo de Cuba.Camilo Cienfuegos conduca la colum-na 2, Antonio Maceo, cuya misin era

    lograr el control del extremo oeste en lazona de Pinar de Ro. El Che, al mando

    de la columna 8 Ciro Redondo, debaocupar la regin de Las Villas, zona cen-tral de la isla y cuya capital era la ciudad

    de Santa Clara. Tomar el control de laciudad implicaba dividir la isla, dejando

    todo el extremo oriental en manos delos rebeldes. Desde Santa Clara se po-

    dra dominar las principales carreteras ylas vas del tren.Tras haber recorrido decenas de kil-

    metros a pie, la columna del argentinose encontraba en la sierra del Escam-

    bray, a un paso de la ciudad. El planideado por el Che involucraba cortar lasvas de comunicacin y lograr el sitio de

    la misma. Para esto se inutilizaron lospuentes ubicados hacia el norte, evitan-

    do el traslado de tropas y el envo derefuerzos de otros regimientos, princi-

    palmente de Matanzas, ms cerca de La

    Habana. Hacia el sur y oeste se ocupa-ron los poblados Fomento, Cabaiguan,

    Placetas, Caibarien y Sancti Spiritus. Elpaso siguiente fue el ingreso a la ciudad,

    que involucraba la toma de diferentespuntos estratgicos. Para esto, Guevaraenvi a los distintos pelotones a cumplir

    diferentes misiones.El da 28 de diciembre se inician las

    operaciones de asalto a la ciudad. Des-

    de su llegada, los guerrilleros encontra-ron la solidaridad de la poblacin. La

    bienvenida fue acompaada de la dis-posicin a brindar alimentos y refugio.Los soldados batistianos rondaban los

    3.000 y se encontraban apostados envarios lugares fuertes de la ciudad, entre

    ellos el Regimiento 2 Leoncio Vidal;contaban con tanques y el apoyo de la

    aviacin. Las fuerzas del Che contabancon 300 guerrilleros ms 100 comba-tientes del Directorio Revolucionario

    13 de Marzo. Pero a medida que la ba-talla se desarrollaba, tambin se fueron

    incorporando pobladores dispuestos adar pelea luego de aos de padecer losabusos de la dictadura. Muchas barri-

    cadas fueron levantadas por el pueblo,impidiendo la circulacin en numerosas

    calles y acorralando al ejrcito. En par-ticular, cerca de la Estacin de Policadonde las fuerzas de Batista realizaban

    una de las resistencias ms tenaces, loshabitantes ofrecieron sus casas para que

    los guerrilleros hicieran agujeros en lasparedes para pasar de una a otra y poder

    protegerse de los disparos acercndoseal lugar lo ms posible.El episodio del tren blindado es uno

    de los hechos ms destacados de dichabatalla. El da 29, en la zona de la Loma

    del Capiro, los pelotones al mando deAlfonzo Zayas y Guille, hacen reple-gar a los soldados que se encontraban

    en ese punto fuerte refugindose en eltren. El mismo, al intentar desplazarse,

    descarrila por la previsin del Che dedestruir puntos especcos de las vas.

    El tren, cargado con 400 soldados y ar-mamento pesado, fue rodeado y asedia-do. Mediante el uso de bombas Molotov

    el mismo se transform en un inernopara quienes deban sentirse protegi-

    dos por la estructura de metal. De estamanera, la rendicin de centenares desoldados y la apropiacin de todo el ar-

    mamento que inclua ametralladoras degran calibre, vuelca la suerte a favor de

    los rebeldes. Se multiplican las barrica-das, impidiendo el desplazamiento de

    los tanques blindados y logrando la se-

    paracin de los focos de resistencia delejrcito entre s.

    Segn el relato del Comandante Dr.Oscar Fernndez Mell: As, quedaaislada la Estacin de Polica y el Re-

    gimiento, lugar donde se hallaban loscontingentes ms fuertes del enemigo

    que al no poder reforzar los dems pun-tos de la ciudad, se fueron rindiendo

    lenta y progresivamente, el Cuartel delos Caballitos y el Gobierno Provincialque caen el da 30 y el Escuadrn 31, la

    Crcel y la Estacin de Polica el da 31.Las fuerzas enemigas que se hallaban en

    la Audiencia y el Gran Hotel continansu resistencia, rindindose en la maanadel da primero as como el aeropuer-

    to, que aunque no fue atacado, se rinditambin.

    Uno de los momentos ms doloro-sos y que de alguna manera fue uno delos hechos que empao el xito de la

    operacin, fue la cada en combate delVaquerito, un personaje singular que

    se hizo famoso a lo largo de los aosprevios. La gura del Vaquerito qued

    marcada para siempre en los relatos delpueblo de Cuba por su valenta y porsu facilidad para inventar historias de

    aventuras que eran la animacin de suscompaeros. El Pelotn Suicida inte-

    grado por los combatientes ms osados,y que estaba bajo su mando, desarrolllas misiones ms difciles y arriesgadas.

    En esta oportunidad, se les encomendllevar adelante el asalto de la Estacin

    de Polica. En esa misin es que unabala le quit la vida. Pero gracias a su

    entrega, como a la de tantos hombres ymujeres que pelearon a su lado, la victo-ria estaba asegurada. El Regimiento, l-

    timo reducto de oposicin, se rindi in-condicionalmente el primer da de 1959.

    Desde los inicios de la campaa mili-tar luego del desembarco del Granma,la guerra de guerrillas adoptada por la

    insurgencia cubana se bas en el desa-rrollo de pequeas unidades guerrille-

    ras que se escondan en la selva paraenfrentar al enemigo en el momento y

    el lugar elegido por los rebeldes. Esto

    les otorgaba no slo la ventaja de lasorpresa sino que los enfrentamientos

    se desarrollaban en lugares donde lasposiciones de la guerrilla favorecan suresguardo y la exposicin del enemigo.

    De esta manera la desigualdad de fuer-zas entre el ejrcito regular de Batista y

    las tropas de Fidel, era sopesada con elconocimiento del terreno y la eleccin

    del momento en el que desarrollar loscombates. En las operaciones realizadasen el marco de la contraofensiva y en

    particular en la batalla que relatamos, seinvirti la lgica llevada adelante en la

    sierras. Las acciones militares se desa-rrollaron en terreno llano, atacando aladversario en sus posiciones. Sin em-

    bargo, la moral, la decisin y la rapidezfueron elementos que inclinaron la ba-

    lanza hacia el lado de las fuerzas revo-lucionarias. Estas condiciones impres-cindibles, sumadas a un plan de ataque

    audaz e inteligente y llevado adelantede manera disciplinada, junto al apoyo

    genuino y vibrante del pueblo permitiderrotar a una fuerza que los superaba

    en nmero casi 10 a 1.La batalla de Santa Clara represent eln de la tirana de Batista. A pocas ho-

    ras de enterarse de la cada de la ciudaden manos rebeldes, el dictador se fug

    hacia Estados Unidos abandonando elgobierno. La gura del Che tomo nuevoreconocimiento por su papel destacado

    en este episodio. Su capacidad de estra-tega militar qued demostrada al per-

    gear un plan que brind una victoriafrente a un enemigo muy superior en

    apenas cuatro das de combates, cuandoel propio Che haba evaluado que tomarla ciudad llevara un mes.

    Ese 1 de enero naca, tras la conquis-ta de Santa Clara, la historia victoriosa

    de la Revolucin Cubana, ejemplo paratoda la Amrica Latina y los pueblosoprimidos del mundo.

    Pedro Benedetti