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Hace mucho tiempo, cuando el hombre recién empezaba a caminar por la Tierra, el fresco del otoño y el terrible frío del invierno eran épocas difíciles, especialmente para los muy jóvenes y los muy ancianos. Coyote, al igual que el resto de los animales, tenía un delicado abrigo de piel que le daba calor. Por eso, no se preocupaba cuando los días se hacían más cortos y los rayos del sol se hacían más débiles. Pero un día de primavera, mientras se acercaba a una aldea de humanos, escuchó los lamentos de sus habitantes por todas aquellas personas que habían desaparecido durante los crudos meses de invierno. “Nuestros niños, que tenían nuestro futuro en sus manos, han desaparecido,” decía llorando una anciana. “Nuestros abuelos, que tenían nuestro pasado en sus manos, han desaparecido,” decía llorando un joven. Coyote sintió una gran pena en su corazón y decidió hacer algo para ayudar a estos hombres y mujeres. Había viajado por todas partes y había visto la cima de la montaña donde vivían las Tres Protectoras del Fuego. Estas Protectoras eran egoístas y ocultaban el fuego, temerosas de que el hombre se volviera tan poderoso como ellas si de alguna manera llegaba a controlar el fuego. Entonces Coyote subió al trote la montaña de las Protectoras del Fuego y poco a poco fue acer- cándose al lugar donde ellas guardaban su precioso fuego.Cuando escucharon que alguien se acercaba, las Protectoras del Fuego se pusieron de pie, preparadas para atacar.“¿Quién anda por allí?” gritó una. “¡Muéstrate, ladrón!” dijo la segunda con un siseo. “No puedes esconderte de nosotras,” anunció la tercera. Cuando las Protectoras del Fuego vieron a un coyote común y corriente caminando entre los árboles, se relajaron.“Tan sólo es un coyote gris,” dijo la primera Protectora del Fuego, con un gran alivio.Coyote ignoró a las Protectoras del Fuego y ellas dejaron de prestarle atención. Coyote las observó durante tres días y tres noches para encontrar una manera de burlar la guardia que ellas hacían permanentemente. Se dio cuenta de que durante un pequeño instante por la mañana, nadie cuidaba del fuego, porque la Protectora que se sentaba al lado del fuego entraba al tipi para despertar a la Protectora que tomaría su lugar. Coyote pensó en un plan, pero necesitaba la ayuda de los demás animales. Entonces bajó despacio la montaña y reunió a algunos de sus amigos. Les explicó el dolor y la tristeza por la que estaban pasando los seres humanos y les contó de las Protectoras del Fuego que no querían compartir jamás su tesoro con los humanos. Los demás animales hablaron entre ellos y pronto acordaron ayudar a Coyote. Coyote regresó a la cima de la montaña y una vez más las Protectoras del Fuego reaccionaron con enojo al escuchar que se acercaba.“¿Quién anda por allí? Muéstrate, ladrón,” gritó una de ellas. Pero, al igual que antes, se relajaron cuando vieron al coyote. Coyote durmió el día entero y se despertó cuando el sol se estaba ocultando. Observó a dos de las Protectoras entrar al tipi para dormir, mientras la tercera se preparaba para cuidar el fuego. Cuando estaba amaneciendo, la Protectora que estaba al lado del fuego se puso de pie para llamar a su hermana que iba a reemplazarla. Entró al tipi y por un instante muy breve nadie se sentó a cuidar del fuego. Autumn Reading with Fun Activities chron.com/cie 1 Cómo Coyote le Regaló el Fuego al Pueblo Un Cuento Aborigen Americano Adaptado por Marie Swiston Illustraciones de Gary Tuttle Copyright 2010 Houston Chronicle chron.com/cie ®

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Hace mucho tiempo, cuando el hombre recién empezaba a caminar por la Tierra, el fresco del otoño y el terrible frío del invierno eran épocas difíciles, especialmente para los muy jóvenes y los muy ancianos. Coyote, al igual que el resto de los animales, tenía un delicado abrigo de piel que le daba calor. Por eso, no se preocupaba cuando los días se hacían más cortos y los rayos del sol se hacían más débiles. Pero un día de primavera, mientras se acercaba a una aldea de humanos, escuchó los lamentos de sus habitantes por todas aquellas personas que habían desaparecido durante los crudos meses de invierno. “Nuestros niños, que tenían nuestro futuro en sus manos, han desaparecido,” decía llorando una anciana. “Nuestros abuelos, que tenían nuestro pasado en sus manos, han desaparecido,” decía llorando un joven. Coyote sintió una gran pena en su corazón y decidió hacer algo para ayudar a estos hombres y mujeres. Había viajado por todas partes y había visto la cima de la montaña donde vivían las Tres Protectoras del Fuego. Estas Protectoras eran egoístas y ocultaban el fuego, temerosas de que el hombre se volviera tan poderoso como ellas si de alguna manera llegaba a controlar el fuego. Entonces Coyote subió al trote la montaña de las Protectoras del Fuego y poco a poco fue acer-cándose al lugar donde ellas guardaban su precioso fuego.Cuando escucharon que alguien se acercaba, las Protectoras del Fuego se pusieron de pie, preparadas para atacar.“¿Quién anda por allí?” gritó una. “¡Muéstrate, ladrón!” dijo la segunda con un siseo. “No puedes esconderte de nosotras,” anunció la tercera. Cuando las Protectoras del Fuego vieron a un coyote común y corriente caminando entre los árboles, se relajaron.“Tan sólo es un coyote gris,” dijo la primera Protectora del Fuego, con un gran alivio.Coyote ignoró a las Protectoras del Fuego y ellas dejaron de prestarle atención. Coyote las observó durante tres días y tres noches para encontrar una manera de burlar la guardia que ellas hacían permanentemente. Se dio cuenta de que durante un pequeño instante por la mañana, nadie cuidaba del fuego, porque la Protectora que se sentaba al lado del fuego entraba al tipi para despertar a la Protectora que tomaría su lugar. Coyote pensó en un plan, pero necesitaba la ayuda de los demás animales. Entonces bajó despacio la montaña y reunió a algunos de sus amigos. Les explicó el dolor y la tristeza por la que estaban pasando los seres humanos y les contó de las Protectoras del Fuego que no querían compartir jamás su tesoro con los humanos. Los demás animales hablaron entre ellos y pronto acordaron ayudar a Coyote. Coyote regresó a la cima de la montaña y una vez más las Protectoras del Fuego reaccionaron con enojo al escuchar que se acercaba.“¿Quién anda por allí? Muéstrate, ladrón,” gritó una de ellas. Pero, al igual que antes, se relajaron cuando vieron al coyote. Coyote durmió el día entero y se despertó cuando el sol se estaba ocultando. Observó a dos de las Protectoras entrar al tipi para dormir, mientras la tercera se preparaba para cuidar el fuego. Cuando estaba amaneciendo, la Protectora que estaba al lado del fuego se puso de pie para llamar a su hermana que iba a reemplazarla. Entró al tipi y por un instante muy breve nadie se sentó a cuidar del fuego.

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Cómo Coyote le Regaló el Fuego al PuebloUn Cuento Aborigen Americano

Adaptado por Marie SwistonIllustraciones de Gary Tuttle

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“¡Despiértate!” Coyote la oyó decir.“Es tu turno de cuidar el fuego.” ¡Ésta era la oportunidad de Coyote! Coyote corrió rápidamente hacia el fuego, tomó una parte de la llama con sus dientes yempezó a escapar bajando por la ladera de la montaña. Las Protectoras del Fuego gritaron desesperadamente, pero no perdieron tiempo en la confusión y comenzaron a perseguir a Coyote rápidamente. A pesar de la velocidad de Coyote, las Protectoras lo alcan-zaron exactamente cuando llegó al pie de la montaña. La Protectora del Fuego que más se había acercado a Coyote estiró el brazo para agarrarle la cola. Al tocarlo, la punta de la cola de Coyote se volvió blanca y por eso es que hoy día puedes ver que la punta de las colas de los coyotes es blanca. Coyote se dio cuenta de que pronto estaría al alcance de las Protectoras del Fuego.Vio que su amiga Ardilla estaba parada cerca de allí, lista para ayudarlo, y le lanzó la llama a ella, quien empezó a correr tan rápidamente como pudo. Las Protectoras del Fuego cambiaron de objetivo y empezaron a perseguir a Ardilla. Una de las Protectoras del Fuego alcanzó a Ardilla y le puso la mano sobre el lomo. El dolor hizo que Ardilla enrulara la cola hacia arriba y hacia atrás y es por eso que hoy día puedes ver que las colas de las ardillas son enruladas.Ardilla nopermitió que el dolor la detuviera y logró pasarle la llama a Ardilla Listada, que estaba preparada para con-tinuar el escape. Mientras Ardilla Listada corría velozmente, una de las Protectoras del Fuego cambió de dirección para seguirla. Mientras Ardilla Listada iba a toda velocidad, la Protectora estiró la mano y con las uñas le rasguñó el lomo, dejando marcadas las tres líneas que hoy día puedes ver en las ardillas listadas. Ardilla Listada sabía que no podía vencer a las Protectoras del Fuego. Miró rápidamente a su alrede-dor y decidió lanzarle la llama a Madera, que estaba en el suelo, lista para ayudar. Madera se tragó la llama y las Protectoras del Fuego no pudieron hacer nada más. No podían recuperar la llama que les habían robado. Intentaron hacerlo con halagos, amenazas y sobornos, pero Madera no quiso darles la llama que se había tragado. Finalmente, las Protectoras del Fuego se fueron, admitiendo su derrota. Luego de que se fueron, Coyote llevó a Madera al pueblo y les mostró cómo sacar la llama de ella, frotando dos palillos juntos. Desde entonces, el hombre estuvo cálido y cómodo durante los meses de invierno.

Actividades de la historia

1. A los aborígenes americanos se los conoce por su respeto hacia toda la naturaleza. ¿Cómo demuestra ese respeto este cuento popular tradicional? ¿Cómo demuestra este cuento popular tradicional la cooperación necesaria para el medioambiente que debe existir entre el hombre y todo lo que lo rodea?

2. Busca en el Houston Chronicle un artículo sobre algún proyecto que demuestre que alguien respeta el medioambiente. Haz un resumen del artículo. ¿Crees que los aborígenes americanos que vivieron hace muchos años aprobarían este proyecto? Explica tu respuesta.

3. Los cuentos populares tradicionales suelen utilizarse para explicar todo lo que nos llama la atención del mundo que nos rodea. Este cuento popular tradicional cuenta la historia de cómo el hombre logró tener fuego por primera vez, pero también explica las características que los aborígenes americanos reconocían en algunos animales. ¿Qué explicaciones se incluyen en esta historia sobre el aspecto de los animales? Busca en el Houston Chronicle ilustraciones de animales con características inusuales. Si tuvieras que escribir un cuento popular tradicional, ¿cómo podrías explicar el aspecto de cada animal?

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Â[ÉãVÉçÉàx Ztäx Y|ÜxàÉ à{x cxÉÑÄxÊM A Native American Story

Long ago, when man first walked on the Earth, the chillof autumn and the bitter cold of winter were difficulttimes, especially for the very young and the very oldamong them.

Coyote, like the rest of the animals, had a fine furcoat to keep him warm, so he did not worry when thedays grew shorter and the sun’s rays weakened. Butone spring day, as he approached a human village,he could hear the laments for those who had beenlost during the harsh winter months.

“Our children, holders of our future, havebeen lost,” cried one old woman.

“Our grandparents, holders of our past, havebeen lost,” cried one young man.

Coyote felt great pity in his heart, and hedecided to do something to help these menand women. He had traveled far and wide andhad seen the mountaintop where the ThreeFire Protectors lived.These Protectors selfishlyhoarded their fire, afraid that man might become aspowerful as they were if he could somehow gain controlover fire.

So Coyote loped up the mountain of the Fire Protectors andcrept close to the area where the Protectors guarded their preciousfire. When they heard someone approaching, the Fire Protectorssprang to their feet, ready to attack. “Who goes there?” oneshouted.

“Show yourself, thief!" hissed the second.“You cannot hide from us,” announced the third.When the Fire Protectors saw an ordinary coyote making its way through the trees, they

relaxed. “It is only a gray coyote,” said the first Fire Protector, greatly relieved. Coyoteignored the Fire Protectors, and they paid no more attention to him.

Coyote watched the Fire Protectors for three days and three nights to learn how hemight get past the guard they kept around the clock. He noticed that the fire was unguard-ed for a very few moments in the morning as the Fire Protector who sat next to the fireentered the tepee to awaken the Protector who was to take her place.

Coyote had a plan, but he needed the help of the other animals, so he crept down themountain and gathered some of his friends together. He explained the pain and misery thathuman beings were suffering, and he told them of the Fire Protectors who would nevershare their gift with humans.The other animals spoke among themselves and soon agreedto help Coyote.

Coyote returned to the top of the mountain, and once more the Fire Protectors reactedangrily when they heard his approach. “Who goes there? Show yourself, thief,” one shout-ed. But, as before, they relaxed when they recognized the coyote.

Coyote slept the entire day, and awoke as the sun set. He watched as two of theProtectors entered the tepee to sleep while the third settled down to watch the fire. As dawnapproached, the Protector next to the fire rose to call her sister to replace her. She enteredthe tepee, and for a very brief moment no one sat to guard the fire.“Wake up!” Coyoteheard her call.“It is your turn to watch the fire.” Coyote’s moment had come!

Coyote raced to the fire, grasped a portion of the flame between his teeth, and began hisescape down the mountainside.

The Fire Protectors screamed frantically, but they wasted no time in the confusion andbegan to chase Coyote within moments. Despite his speed, the Protectors overcame Coyotejust as he reached the foot of the mountain.The Fire Protector closest to Coyote reachedout to grab his tail. Her touch turned the tip of his tail white, and you can see that the tipsof coyotes’ tails are white today. Coyote realized that he would soon be within the grasp ofthe Fire Protectors. He saw his friend Squirrel standing nearby, ready to help him, and hetossed the flame to Squirrel, who began to run as quickly as he could. The Fire Protectorsshifted their pursuit, and now chased Squirrel. One of the Fire Protectors reached Squirreland laid her hand on his back. The pain caused Squirrel to curl his tail up and back, andyou can see that the tails of squirrels are curled today. Squirrel did not let the pain stop himfrom passing the flame to Chipmunk, who stood ready to continue the escape. AsChipmunk raced along, one of the Fire Protectors veered off to pursue him. As he spedalong, she reached out with one of her claws and scratched Chipmunk’s back, leaving threestripes that you can see on chipmunks today.

Chipmunk knew that he could not outlast the Fire Protectors. He glanced around anddecided to throw the flame to Wood, who lay on the ground, ready to help.

Wood swallowed the flame, and the Fire Protectors were helpless. They could not getback the flame which had been stolen from them. They tried flattery, threats, and bribery,but Wood would not give up the flame which he had swallowed. At last, the Fire Protectorsleft, admitting that they had been defeated.

After they were gone, Coyote brought Wood to the people and showed them how to getthe flame out of Wood by rubbing two sticks together. From that time on, man was warmand comfortable through the winter months.Copyright© 2005 Houston Chronicle

Newspaper Activities1. Native Americans are known for their respect for all of nature. How does this folk tale

show that respect? How does this folk tale show the cooperation between man and hissurroundings that is necessary for the environment?

2. Look through the Houston Chronicle for an article about a project that shows thatsomeone respects his/her environment. Write a summary of the article. Do you thinkthe Native Americans of many years ago would approve of this project? Explain youranswer.

3. Folk tales are often used to explain what people observe in the world around them.This folk tale tells how man first got fire, but it also explains some of the characteris-tics of animals that the Native Americans noticed. What explanations of the way ani-mals look are included in this story? Look through the Houston Chronicle for picturesof animals with unusual characteristics. If you were writing a folk tale, how might youexplain the way each animal looks?

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ÂV™ÅÉ VÉçÉàx Äx exztÄ™ xÄ YâxzÉ tÄ câxuÄÉÊM Un Cuento Aborigen Americano

Adaptado por Marie Swiston, Illustraciones de Gary Tuttle

Hace mucho tiempo, cuando el hombre recién empezaba a caminar por la Tierra, el fres-co del otoño y el terrible frío del invierno eran épocas difíciles, especialmente para los

muy jóvenes y los muy ancianos.Coyote, al igual que el resto de los animales, tenía un delicado abrigo de piel

que le daba calor. Por eso, no se preocupaba cuando los días se hacían más cortos ylos rayos del sol se hacían más débiles. Pero un día de primav-era, mientras se acercaba a una aldea de humanos, escuchó loslamentos de sus habitantes por todas aquellas personas quehabían desaparecido durante los crudos meses de invierno.

“Nuestros niños, que tenían nuestro futuro en susmanos, han desaparecido,” decía llorando una anciana.

“Nuestros abuelos, que tenían nuestro pasado en susmanos, han desaparecido,” decía llorando un joven.

Coyote sintió una gran pena en su corazón y decidióhacer algo para ayudar a estos hombres y mujeres.Había viajado por todas partes y había visto la cima dela montaña donde vivían las Tres Protectoras del

Fuego. Estas Protectoras eran egoístas y ocultaban elfuego, temerosas de que el hombre se volviera tanpoderoso como ellas si de alguna manera llegaba a con-

trolar el fuego.Entonces Coyote subió al trote la montaña de las

Protectoras del Fuego y poco a poco fue acercándose allugar donde ellas guardaban su precioso fuego. Cuando

escucharon que alguien se acercaba, las Protectoras del Fuegose pusieron de pie, preparadas para atacar.“¿Quién anda por

allí?” gritó una.“¡Muéstrate, ladrón!” dijo la segunda con un siseo.

“No puedes esconderte de nosotras,” anunció la tercera.Cuando las Protectoras del Fuego vieron a un coyote común y corriente caminando entre los

árboles, se relajaron.“Tan sólo es un coyote gris,” dijo la primera Protectora del Fuego, con ungran alivio. Coyote ignoró a las Protectoras del Fuego y ellas dejaron de prestarle atención.

Coyote las observó durante tres días y tres noches para encontrar una manera de burlar laguardia que ellas hacían permanentemente. Se dio cuenta de que durante un pequeño instantepor la mañana, nadie cuidaba del fuego, porque la Protectora que se sentaba al lado del fuegoentraba al tipi para despertar a la Protectora que tomaría su lugar.

Coyote pensó en un plan, pero necesitaba la ayuda de los demás animales. Entonces bajódespacio la montaña y reunió a algunos de sus amigos. Les explicó el dolor y la tristeza por la queestaban pasando los seres humanos y les contó de las Protectoras del Fuego que no querían com-partir jamás su tesoro con los humanos. Los demás animales hablaron entre ellos y pronto acor-daron ayudar a Coyote.

Coyote regresó a la cima de la montaña y una vez más las Protectoras del Fuego reaccionaroncon enojo al escuchar que se acercaba.“¿Quién anda por allí? Muéstrate, ladrón,” gritó una deellas. Pero, al igual que antes, se relajaron cuando vieron al coyote.

Coyote durmió el día entero y se despertó cuando el sol se estaba ocultando. Observó a dos delas Protectoras entrar al tipi para dormir, mientras la tercera se preparaba para cuidar el fuego.Cuando estaba amaneciendo, la Protectora que estaba al lado del fuego se puso de pie para llamara su hermana que iba a reemplazarla. Entró al tipi y por un instante muy breve nadie se sentó acuidar del fuego.

“¡Despiértate!” Coyote la oyó decir.“Es tu turno de cuidar el fuego.” ¡Ésta era la oportunidadde Coyote!

Coyote corrió rápidamente hacia el fuego, tomó una parte de la llama con sus dientes yempezó a escapar bajando por la ladera de la montaña.

Las Protectoras del Fuego gritaron desesperadamente, pero no perdieron tiempo en la con-fusión y comenzaron a perseguir a Coyote rápidamente. A pesar de la velocidad de Coyote, lasProtectoras lo alcanzaron exactamente cuando llegó al pie de la montaña. La Protectora del Fuegoque más se había acercado a Coyote estiró el brazo para agarrarle la cola. Al tocarlo, la punta de lacola de Coyote se volvió blanca y por eso es que hoy día puedes ver que la punta de las colas delos coyotes es blanca. Coyote se dio cuenta de que pronto estaría al alcance de las Protectoras delFuego. Vio que su amiga Ardilla estaba parada cerca de allí, lista para ayudarlo, y le lanzó la llamaa ella, quien empezó a correr tan rápidamente como pudo. Las Protectoras del Fuego cambiaronde objetivo y empezaron a perseguir a Ardilla. Una de las Protectoras del Fuego alcanzó a Ardillay le puso la mano sobre el lomo. El dolor hizo que Ardilla enrulara la cola hacia arriba y haciaatrás y es por eso que hoy día puedes ver que las colas de las ardillas son enruladas. Ardilla nopermitió que el dolor la detuviera y logró pasarle la llama a Ardilla Listada, que estaba preparadapara continuar el escape. Mientras Ardilla Listada corría velozmente, una de las Protectoras delFuego cambió de dirección para seguirla. Mientras Ardilla Listada iba a toda velocidad, laProtectora estiró la mano y con las uñas le rasguñó el lomo, dejando marcadas las tres líneas quehoy día puedes ver en las ardillas listadas.

Ardilla Listada sabía que no podía vencer a las Protectoras del Fuego. Miró rápidamente a sualrededor y decidió lanzarle la llama a Madera, que estaba en el suelo, lista para ayudar. Madera setragó la llama y las Protectoras del Fuego no pudieron hacer nada más. No podían recuperar lallama que les habían robado. Intentaron hacerlo con halagos, amenazas y sobornos, pero Maderano quiso darles la llama que se había tragado. Finalmente, las Protectoras del Fuego se fueron,admitiendo su derrota.

Luego de que se fueron, Coyote llevó a Madera al pueblo y les mostró cómo sacar la llama deella, frotando dos palillos juntos. Desde entonces, el hombre estuvo cálido y cómodo durante losmeses de invierno.Copyright© 2005 Houston Chronicle

Actividades para el periódico1. A los aborígenes americanos se los conoce por su respeto hacia toda la naturaleza. ¿Cómo

demuestra ese respeto este cuento popular tradicional? ¿Cómo demuestra este cuento populartradicional la cooperación necesaria para el medioambiente que debe existir entre el hombre ytodo lo que lo rodea?

2. Busca en el Houston Chronicle un artículo sobre algún proyecto que demuestre que alguienrespeta el medioambiente. Haz un resumen del artículo. ¿Crees que los aborígenes americanosque vivieron hace muchos años aprobarían este proyecto? Explica tu respuesta.

3. Los cuentos populares tradicionales suelen utilizarse para explicar todo lo que nos llama laatención del mundo que nos rodea. Este cuento popular tradicional cuenta la historia de cómoel hombre logró tener fuego por primera vez, pero también explica las características que losaborígenes americanos reconocían en algunos animales. ¿Qué explicaciones se incluyen en estahistoria sobre el aspecto de los animales? Busca en el Houston Chronicle ilustraciones de ani-males con características inusuales. Si tuvieras que escribir un cuento popular tradicional,¿cómo podrías explicar el aspecto de cada animal?

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Retold by Marie SwistonIllustrated by Gary Tuttle

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