AUTORIDAD ESPIRITUALDesde una perspectiva de la pastoral orgnicaPropuesta

Por: Ps. Eduardo Bravo R

INTRODUCCINLas palabras de 2Samuel 7.18: "Entonces el rey David fue y se sent delante de Jehov" (VM). El templo todava estaba por construirse, as que el arca estaba en una tienda; y David se sent en el suelo. All Dios hizo un pacto con David, y all tambin David le ofreci una hermosa oracin. En esta oracin nos encontramos con un espritu tierno y sensible. Antes de ser rey, David era un poderoso guerrero; nadie poda estar delante de l. Ahora que era rey, se sentaba humildemente en el suelo. Segua siendo un hombre humilde.

Mical, que haba nacido en el palacio, deseaba retener su majestad, tal como lo haba hecho su padre. No poda ver la diferencia que hay entre un hombre que entra en la presencia de Dios y uno que sale de su presencia. Salir de la presencia de Dios es hablar y actuar por Dios con autoridad; pero entrar en su presencia es postrarse uno a los pies del Seor, reconociendo lo indigno que es. La cada de Satans fue resultado de su rebelin en contra de la autoridad de Dios (Is. 14:12-15). De la misma manera, el hombre se uni a Satans en la rebelin contra la autoridad de Dios, resultando en la cada de hombre (Gn. 3:1-6). Cuando Cristo vino, vino el reino, porque en Su humanidad, l llev una vida de sumisin y obediencia absoluta a la autoridad y voluntad del Padre (Mt. 26:39; Jn. 8:29; Fil. 2:6-8). l fue exaltado al trono de Dios en Su humanidad con Su divinidad basndose en que llev esta vida de sumisin y obediencia a Dios (Fil. 2:9). 1. MARCO CONCEPTUAL. 1.1. Qu se entiende por espiritualidad?

La espiritualidad implica todo un estilo de vida. Y dado que nuestra vida en este mundo se trata de relaciones con otras personas, con Dios y con nosotros y nosotras mismas. La espiritualidad tiene que ver con la forma en que vivimos estas relaciones. Es toda una manera de vivir en el mundo y relacionarse con las y los dems: srvanse los unos a los otros por amor toda la ley se resume en este solo mandamiento: ama a tu prjimo como a ti mismo (Gal. 5: 13-14).

La espiritualidad nace en ese encuentro y compromiso humano, cuando se descubre a Dios en el rostro de la otra persona. La espiritualidad tiene su base en la compasin y la empata. Compasin significa lastima y compromiso para con la persona necesitada o que tiene problemas. Empata apunta la capacidad de solidarizarse con otra persona, significa ponerse en el lugar de La otra persona y sentir y pensar como ella. Es hacer las alegras y las penas de la otra persona suyas propias. Andar con el espritu significa andar con el prjimo/ma.La verdadera espiritualidad se demuestra en nuestra forma de vivir y en la forma como nos relacionamos con nuestro entorno; las dems personas y el medio ambiente.

Pablo puntualiza que hay varias maneras de servirhay diferentes poderes para actuar (1 Cor. 12: 5,6). Lo fundamental es el amor (1 Cor. 13:13). Por lo tanto, la espiritualidad significa vivir en tal forma que se reconoce la presencia de Dios en su vida. Si ahora vivimos por el espritu, dejemos tambin que el Espritu nos guie, por eso repercute en nuestro estilo de vida y en nuestra manera de relacionarnos con los dems.1.1.1. Espiritualidad, persona y comunidad.Hacia dnde nos gua el Espritu? Como hemos mencionado, segn San Pablo el Espritu Santo nos orienta hacia los y las dems y al compromiso de amor. Esta dimensin comunitaria interpela nuestros valores y compromisos fundamentales.El Nuevo Testamento seala esta dimensin cuando habla de Koinona. Esta palabra griega se encuentra en hechos (2:42,44; 4:32, donde significa comn), las epstolas de San Pablo (Ro.6.6= juntamente; 15.26= ofrenda, 27= participantes; 1Co.1.9= comunin; 9.23= coparticipe; 10.16-17= comunin participamos; 2 Co. 7.3= vivir juntos; 8.4 =Participes; 8.23= compaero; 9.13= contribucin; Ga. 2.90= compaerismo; 6.6= partcipe; y Flm 17= compaero).San Pablo subraya la dimensin comunitaria o Koinoniaca de la vida cristiana con la imagen del cuerpo:

El cuerpo humano, aunque est formado por muchas partes, es un solo cuerpo. As tambin Cristo. Y de la misma manera, todos nosotros, judos o no judos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espritu (1 Co 12.12-13).1.1.2. Quin posibilita la vida en comunidad?San Pablo nos dice que tal vida en comunidad es posible por medio del Espritu Santo. El Espritu Santo nos hace un solo cuerpo. Por lo tanto, la espiritualidad se refiere a una manera de vivir en tal forma que fomenta la Koinona o la vida en comunidad.La vida en comunidad tendra por los menos cuatro aspectos que se traslapan, y es como sigue:

RELACIN CON DIOS

Podamos concebir a Dios como la realidad ultima. Es el poder que posibilita el relacionamiento y la vida en comunidad. Trae a existencia el mundo y toda la vida, le da significado. Dios es inconcebible son la obra de su creacin. Como personas somos parte y expresin de ese poder creativo y comunitario.

RELACION CON UNO MISMO/MA.

Como personas individuales caminamos con nosotros mismos/ms. Como persona individual puedo conocerme a m mismo/ma. Tengo conciencia de mi propia persona. Puedo asumir la responsabilidad por mi propia vida y conducta. Sin embargo, no puedo hacerlo aparte de la sociedad, es decir, de otras personas.

RELACION SOCIAL.

La sociedad es la agrupacin de distintas personas, al nivel macro, que conviven y se organizan para la sobrevivencia y el bienestar comn. En la sociedad damos forma histrica a nuestra espiritualidad.

RELACION CON LA NATURALEZA.

Algo que con frecuencia se olvida es que tanto la persona como la sociedad son totalmente dependientes de la naturaleza. No solo el ser humano es parte de la naturaleza. Todas y todos dependemos del medio natural para nuestro bienestar. Es decir, la naturaleza es parte o participe de nuestra vida en comunidad.

1.2. Qu es autoridad?

La palabra que se traduce por autoridad, es proveniente del griego exusan, y tiene varias acepciones que resultan complementarias, como son: poder, derecho, facultad, potestad, recursos. Esto significa que Jess tena la habilidad o poder para ser atendido, escuchado y obedecido.

Esa autoridad era espiritual; es decir, consegua una conviccin y sujecin a la voluntad de Dios de parte de los que le escuchaban. Era la obra de conviccin del mismo Espritu Santo.

Packer y phil en su definicin de autoridad dice:

La palabra neotestamentaria es exousia, que significa poder legtimo, real, y pleno para actuar, o para poseer, controlar, usar o disponer de algo o de alguien. Mientras que dynamis significa simplemente poder fsico, el vocablo exousia significa, en rigor de verdad, poder que es, en algn sentido, legtimo. exousia puede usarse con el acento en la legitimidad del poder realmente ejercido, o en la realidad del poder que se posee legtimamente. En este ltimo caso a menudo se traduce potestad. exousia a veces tiene un sentido secular general (por ejemplo en 1 Co. 7.37, con referencia al dominio propio; Hch. 5.4, referido a la facultad de disponer de las propias rentas), pero su significado en la generalidad de los casos es teolgico. La conviccin bblica invariable es que el nico poder legtimo y pleno en el seno de la creacin es, en ltima instancia, el del Creador mismo. La autoridad que puedan ejercer los hombres es la que les delega Dios, a quien deben responder por la manera en que la ejercen. Ya que toda la autoridad es finalmente de Dios, el sometimiento a la autoridad es, en todos los rdenes de la vida, un deber religioso, que forma parte del servicio a Dios.

La autoridad es siempre, si es autoridad y se ejerce como tal, un servicio a la libertad, ya que se supone que la autoridad es aceptada libremente para este fin.

1.3. Qu es la autoridad de Dios?

La autoridad de Dios es un aspecto de su dominio inalterable, universal y eterno sobre un mundo que le pertenece. Este reinado universal es distinto de la relacin pactada entre l mismo e Israel, por medio de la cual Israel se convirti en su pueblo y reino, y consecuentemente en heredera de su bendicin. Su autoridad real sobre la humanidad consiste en su inalienable derecho y potestad para disponer de los hombres como a l le plazca.Packer y phil presentan que en el Antiguo Testamento: Dios ejerca autoridad sobre su pueblo por intermedio de profetas, sacerdotes, y reyes, cuya respectiva misin consista en proclamar sus mensajes (Jer. 1.7ss), hacer conocer sus leyes (Dt. 31.11; Mal. 2.7), y gobernar de acuerdo a dichas leyes (Dt. 17.18ss). Cuando cumplan dichas funciones, deban ser respetados como representantes divinos, con autoridad recibida de Dios. Del mismo modo, se aceptaba que las Escrituras procedan de Dios, y que por ello revestan autoridad, tanto para la instruccin, a fin de que los israelitas conocieran el pensamiento de su Rey (Sal. 119), como en el sentido de constituir el cuerpo de leyes por el que este los gobernaba y juzgaba.

1.4. Qu es la autoridad de Jesucristo?Su autoridad es la de un Mesas divino: la de un Dios-hombre, que hace la voluntad de su Padre en la doble capacidad de:

Siervo humano, en el que se unen los oficios salvficos de profeta, sacerdote, y rey.

Hijo divino, cocreador y partcipe en todas las obras del Padre (Jn. 5.19ss).

El evangelio es en primera instancia una demanda de asentimiento a esta estimacin de su autoridad.1.5. Qu es la autoridad apostlica?

La autoridad apostlica es la autoridad mesinica delegada por cuanto los apstoles fueron los testigos (mrtires) comisionados por Cristo, sus emisarios y representantes (2 Co. 5.20), a quienes l dio exousia(autoridad) para fundar, edificar y administrar su iglesia universal (2 Co. 10.8; 13.10).

Por consiguiente, vemos que dan instrucciones y prescriben normas de disciplina en el nombre de Cristo, es decir como sus portavoces, y haciendo uso de la autoridad dada por l (1 Co. 5.4; 2 Ts 3.6)

2. AUTORIDAD Y LA SUMISIN Son mltiples las esferas en las que se ejerce la autoridad, y todos los depositarios de ella tienen ante Dios una profunda responsabilidad por el modo de ejercerla (Jn. 19:11).

En el AT hallamos primero la autoridad de Dios dada a Adn para el dominio del mundo (Gn. 1:28; Sal. 8:4-8; He. 2:6-8); despus esta autoridad pasa a No (Gn. 9:2-6) en gobierno, y pasa a los patriarcas. Los cabezas de familia, las cabezas de tribus, ejercen la autoridad. Surgen tambin los lderes especialmente llamados por Dios para momentos de crisis, como Moiss, Josu, los jueces. La autoridad se institucionaliza en Israel con el sacerdocio (cp. Dt. 17:8-13), aunque haba instancias inferiores, como la del consejo de ancianos de las ciudades. Ms tarde, en el rgimen monrquico, la autoridad divina es delegada en el rey (1 S. 10:1; 12:1, 13), que es un tipo del Mesas, el Rey que Dios ha de imponer sobre esta tierra (Is. 9:6, 7).

El Seor Jess afirma claramente que le es dada toda autoridad (Mt. 28:18). Esta autoridad se haba evidenciado en su enseanza (Mt. 7:29), y en su dominio de la creacin (cp. Mr. 1:23-27; 4:35-41); y moralmente, para perdonar los pecados, como Dios verdadero (Mr. 2:1-12).2.1. La importancia de la autoridad.

La autoridad espiritual tiene que ver mayormente con la Iglesia y sus lderes. Sin liderazgo no hay Iglesia que pueda perdurar en el tiempo. Cun importante es tener un Pastor y lderes que den ejemplo, y buena direccin a la congregacin. Tanto los miembros como los lderes deben interactuar y repartir las responsabilidades y mostrar respeto por lo establecido, siguiendo obviamente los patrones bblicos de sana convivencia, tolerancia y servicio.Tiene su inicio en los contextos de la vida llevada de los escritores bblicos, ya que ellos son los promotores de la prctica de la autoridad espiritual.Pablo presenta en su escrito a los Rom. 13: 1ss

Que para tener autoridad espiritual se debe estar bajo autoridad, es decir en obediencia y sujecin, el ejemplo que tenemos en la biblia se trata de un hombre centurin (Mt. 8: 5-9), una de las caractersticas que vemos en esa escena, es que el centurin saba que Jess tenia autoridad para sanar a su criado, cmo sabia, porque medio sabia? El principio de vida que Jess siempre demostraba, estar en obediencia a su Padre.

La importancia de la autoridad espiritual est sujeta de promocionar y de presentar libertad, porque es el campo donde se manifiesta la comunicacin amplia y concisa, en esto lo vemos al Rey David donde promueve libertad en su Salmo 133.Es importante porque tiene y demuestra principio de vida para con los dems, Julio contreras hace un acercamiento al desarrolla de estos principios que acompaa la autoridad espiritual:

1. La autoridad espiritual fluye de la humildad. Nada haba ms humillante que lavar los pies sucios de otro hombre. Era -por supuesto- parte de la hospitalidad propia de los orientales y se asignaba para tales fines al siervo de menor categora en la casa. Pero Jess -el Rey de Reyes- el Maestro y el Seor (como l mismo se llama en el pasaje) les mostr que un lder no debe sentirse superior que aquellos a quienes mentorea. La humildad era uno de los rasgos de la vida de Jess el que le daba autoridad espiritual genuina. La tienes? En nuestros das me parece que en las Iglesias hay demasiados lderes que todava no comprenden completamente esta realidad. Te desafo a que revises tu vida en busca de arrogancia, altivez o desdn por los dems no hay nada que robe tu autoridad ms que eso. Si eres un mentor, un pap o mam, un maestro de escuela dominical, un lder de jvenes o un pastor y eres percibido como orgulloso o arrogante, tu autoridad espiritual es inexistente.

2. La autoridad espiritual fluye del discernimiento bblico. No me refiero al conocimiento. Cualquiera con un alto coeficiente espiritual es capaz de memorizar informacin bblica y no saber qu hacer con ella. Si tienes autoridad espiritual, sta debe surgir de las pginas de la Biblia aplicadas a la vida. Es el discernimiento espiritual el que te da autoridad espiritual. Es la capacidad de decir la Biblia dice lo que hace que tus palabras tengan sentido del cielo.

3. La autoridad espiritual fluye de una vida copiable. S, ya s. Copiable no es una palabra en el castellano. Pero creo que me comprendes. Porque demanda la capacidad de ser ejemplo, es imprescindible para tener autoridad espiritual verdadera. Jess dijo: Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambin hagis. Juan 13:15

2.2. La autoridad delegada.No es necesario que yo obligue a la gente a escuchar. Dios es m apoyo; por qu, pues, debo temer? Jams debiramos decir ni siquiera una palabra a favor de nuestra autoridad; antes, dmosle a la gente su libertad. Cuanto ms nos da Dios, tanto ms libertad le concedemos a la gente. Los que tienen sed del Seor vendrn a nosotros. Es muy denigrante hablar a favor de nuestra propia autoridad o tratar de establecer nosotros mismos la autoridad.

Cuando el Seor envi a sus discpulos, les dijo: "El que a vosotros oye, a m me oye y el que a vosotros desecha, a m me desecha" (Lucas 10.16). Cualquier cosa que estos discpulos dijeran o decidieran era considerado como algo que representaba al Seor. Qu falta de temor demostr el Seor al delegarles su autoridad! El confirm cada palabra que hablaron en su nombre. As que los que los desechaban, lo desechaban a l. El seor no previno a sus discpulos que no hablaran descuidadamente. No tena absolutamente ningn temor de que obraran mal. Al contrario, demostraba fe e intrepidez al confiarles su autoridad.

Los judos, sin embargo, fueron distintos. Dudaban y preguntaban: "Cmo puede ser esto? Cmo podemos estar seguros de que es cierto lo que dices? Necesitamos tiempo para considerarlo." No se atrevan a creer y tenan mucho miedo.

Existen tres requisitos para entender la autoridad delegada:2.2.1. Debe saber que toda autoridad viene de Dios.

Toda persona llamada a ser autoridad debe recordar que "no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas" (Romanos 13.1). Sus opiniones, ideas y pensamientos no son mejores que los de los dems. Slo lo que viene de Dios, porque constituye autoridad y ordena la obediencia del hombre. Una autoridad delegada tiene que representar a la autoridad de Dios; nunca debe presumir con un aprovechamiento que tambin tiene autoridad.

Todo lo que podemos hacer es ejercer la autoridad de Dios; no podemos crear autoridad por nosotros mismos. El polica y el juez ejercen autoridad y hacen cumplir la ley; pero ellos mismos no escriben la ley. De igual modo, lo que estn puestos en autoridad en la iglesia representan simplemente la autoridad de Dios. Su autoridad se debe a que estn en una capacidad representativa, no a que en s mismos tengan algn mrito ms excelente que los dems.2.2.2. Debe negarse a s mismo. Mientras no conozcamos la voluntad de Dios, debemos guardar silencio. No debemos ejercer la autoridad descuidadamente. El que ha de representar a Dios tiene que aprender, en lo positivo, a conocer lo que es la autoridad de Dios; y en lo negativo, a negarse a s mismo. Ni Dios ni los hermanos van a tener en gran estima sus pensamientos. Porque de temer las personas que tienen muchas opiniones, ideas y pensamientos subjetivos. Quieren ser consejeros en todo.2.2.3. Debe mantenerse en comunin con el Seor.Los que son autoridades delegadas de Dios tienen que mantenerse en estrecha comunin con l. No slo debe haber comunicacin sino tambin comunin.

La comunin es, por lo tanto, otro requisito principal del que est en autoridad. Cuanto ms cerca estamos del Seor, con tanta ms claridad vemos nuestras propias faltas. Habindonos enfrentado a Dios, no nos atrevemos de all en adelante a hablar con tanta firmeza. Por otra parte, los que hablan descuidadamente se exponen a alejarse de Dios. No se puede aparentar tener temor de Dios; Debiramos estar atnitos, esperando a la puerta como siervos, reconociendo que ciertamente no sabemos nada. No hay nada ms grave que el que un siervo de Dios hable descuidadamente antes de conocer la voluntad de Dios. Qu problema creamos cuando emitimos un juicio antes de estar seguros con respecto a la voluntad del Seor.

En toda esta realidad, tenemos en la Biblia ejemplos de valor para mantener una autoridad sujetada, sumisa, y con una misin de no salirnos de la voluntad de Dios, y para ello tenemos los consejos que presenta el pastor Rubn Salcedo:David fue un fiel ejemplo de un siervo de Dios que Sabe esperar para que Dios sea quien respalde su autoridad y no ejercerla por mano propia...

Sal, al enterarse de que Dios le haba retirado la autoridad para gobernar Israel y saber que David gozaba de la popularidad de los israelitas, decidi matarlo apenas pudiera tener la oportunidad. El mismo David tuvo que esquivar las lanzas que ste le arrojaba...

Sin embargo cuando este escogido de Dios pudo hacerlo en medio de una cueva donde el rey Sal haba entrado sin darse cuenta de que all tambin estaba presente David, no tom venganza pues tena la conviccin que era hombre que Dios haba puesto y era Dios quien deba encargarse de sacarlo. (1 Samuel 16 al cap. 31).

De la misma manera cuando su hijo Absaln quiso arrebatarle su reinado confabulando una revolucin para derrocar a su padre, David huy y dej que Dios se encargara de defenderle en su reinado, de manera que al poco tiempo volvi a su trono en Jerusaln para seguir reinando (2 Samuel captulos 15 al 19).

2.3. Las distribuciones de funciones es tambin una delegacin de Autoridad.

Dios ha juntado a muchos miembros y, por lo tanto, es rebelin absoluta el que alguien se resista a la ayuda de los otros miembros. A veces el Seor usa a un miembro en forma directa; pero en otras ocasiones usa a otro miembro para suplir las necesidades de aqul. Ya que es la cabeza la que dirige al ojo para que mire, todo el cuerpo debe aceptar la visin de ese ojo como suya propia. Tal distribucin de la funcin es una delegacin de la autoridad y representa tambin la autoridad de la cabeza.

Watchman Nee enfatiza la imagen del cuerpo de cmo est organizado, desde all el presenta que las funciones que se nos dan es tambin una delegacin de Autoridad.

Cuando nos sometemos a la autoridad visible estamos en perfecta armona con la Cabeza, puesto que el hecho de que alguien tenga el suministro constituye su autoridad. Todo el que tenga un don tiene un ministerio, y todo el que tenga un ministerio tiene autoridad. Slo el ojo puede ver; as que cuando necesitamos ver tenemos que someternos a la autoridad del ojo y recibir el suministro de su funcin. El ministerio que Dios otorga es autoridad; nadie debe rechazarlo. La mayora de las personas quieren tener la autoridad directa de Dios; pero el modo ms frecuente de Dios es establecer autoridades indirectas o delegadas para que las obedezcamos. Por medio de ellas debemos recibir la provisin espiritual.

2.4. Autoridades que debemos someternos.La gente de la sociedad actual es rebelde; solamente sirve de labios y se somete aparentemente. La iglesia debe ser diferente; en ella debe haber obediencia de corazn. Se sabe fcilmente si hay o no esta clase de obediencia en una persona, por las palabras que salen de su boca. Dios busca la obediencia de corazn.Veamos lo que hizo Cam cuando vio la desnudez de su padre. Sali a contrselo a sus hermanos Sem y Jafet. El que es insubordinado en su corazn siempre espera que caiga la autoridad. Por eso Cam logr la oportunidad de revelar la falta de su padre. Al hacerlo prob plenamente que de ningn modo estaba l sujeto a la autoridad de su padre. De ordinario, se someta aparentemente a su padre; pero esta sumisin era sin entusiasmo. Ahora, sin embargo, haba descubierto la debilidad de su padre, as que aprovech la oportunidad de contrselo a sus hermanos. Hoy da muchos hermanos, debido a la falta de amor, se gozan en criticar a la gente y se complacen grandemente en revelar las faltas de otros. Cam no tena amor ni sumisin. l es una manifestacin de la rebelin.El sometimiento a de las autoridades est centrada en: el mundo. La familia y la comunidad eclesial.

2.4.1. En el Mundo.

Los smbolos de la sujecin a las autoridades terrenales son cuatro: tributos, al que se le deben tributos; impuestos, al que impuestos; respeto, al que respeto, honra, al que honra.

El cristiano obedece la ley no slo para evitar la ira de Dios sino tambin por causa de la conciencia. Su conciencia reprueba si es desobediente. Por eso debemos aprender a someternos a las autoridades locales. Los hijos de Dios no deben criticar o censurar desconsideradamente al gobierno. Todo se debe hacer con responsabilidad, y no por despecho o revanchismo. Los gobernantes (Rom. 13: 1ss; 1Pd. 2: 13,14)

Laborales (1Pd. 2: 18-20; Col. 3: 22-25)

2.4.2. En la Familia. (Ef. 5:22 6:3; Col. 3:18-21)Dios ha establecido su autoridad en el hogar; pero muchos de sus hijos no prestan suficiente atencin a esta esfera de la familia. Pero las epstolas -como Efesios y Colosenses, que son consideradas las ms espirituales- no pasan por alto este asunto. Ellas mencionan especficamente la sumisin en el hogar, y sin sta habr dificultades en el servicio de Dios. Las cartas de la. a Timoteo y a Tito tratan del tema de la obra, pero tambin tratan de los problemas de la familia como algo que podra afectar la obra. La primera carta de Pedro trata principalmente del reino; pero l tambin considera como rebelin contra el reino la rebelin contra la autoridad familiar.

Una vez que los miembros de una familia vean la autoridad desaparecern muchas dificultades en el hogar. El mando debe estar sujeto a Cristo.

La sujecin de ambos debe ser luz

Los hijos y las hijas deben obedecer y honrar a los padres. Promocionar la unidad de la familia.

2.4.3. En la Comunidad Eclesial (1Cor. 16: 15,16; 1Pd. 5:5; Heb. 13:17.)Dios pone en la iglesia autoridades tales como "los ancianos que gobiernen bien" y "los que trabajan en predicar y ensear", Ellos son las personas a quienes todos deben obedecer. Los ms jvenes deben aprender a sujetarse a los de ms edad. El apstol Pablo exhort a los creyentes corintios a honrar especialmente a hombres como Estfanas, cuya familia eran los primeros conversos de Acaya y quien estaba dispuesto a servir a los santos con gran humildad.

En la iglesia, las mujeres deben aprender a estar sujetas a los hombres. "Pero quiero que sepis que Cristo es la cabeza de todo varn, y el varn es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo" (la. a los Corintios 11.3). Dios ha dispuesto que los hombres representen a Cristo como autoridad y que las mujeres representen a la iglesia en sujecin. Por lo consiguiente, las mujeres deben tener un velo (en griego autoridad) sobre su cabeza por causa de los ngeles (la. a los Corintios 11.10) y deben, adems, estar sujetas a sus maridos. Sujetarnos a nuestros pastores.

Sujetarnos a los lderes.

2.5. Niveles de Autoridad.

El pastor Pablo Vega hace un hincapi de que hablemos de la autoridad espiritual dada por Dios a sus hijos, donde todos creemos que todos tenemos el mismo nivel; porque participamos de un solo cuerpo, que es cristo, que de ah que muchos, al hacer vida cristiana en contra el enemigo, se ven seriamente afectados. Cuando aceptamos a Jess como Seor y Salvador pasamos a ser hijos de Dios, y recibimos su autoridad, pero esta debe ser activada e incrementada por nuestras prcticas devocionales.2.5.1. La autoridad por obediencia. Esta autoridad se recibe por nuestra obediencia a Dios, a los pastores, lderes, jefes y esposos(as). En este nivel la autoridad es condicional; para ejercer autoridad debemos vivir bajo autoridad.Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huir de vosotros Santiago 4:7. La condicin que la Palabra pone para resistir al diablo es la de permanecer sometidos a Dios. Debemos vivir en obediencia a su palabra y a las autoridades que El ha puesto en la tierra. Muchos de los ataques que reciben los creyentes se deben a su falta de sumisin a la autoridad.2.5.2. La autoridad por resurreccin.Y Jess se acerc y les habl diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra Mateo 28:18

La autoridad por resurreccin es el tipo de autoridad que Jess conquist cuando Dios lo resucit de los muertos. Esta autoridad nos la hered a nosotros, y podemos ejercerla contra potestades y principados en la tierra y en los cielos. Esta autoridad es dada al creyente una vez que ha probado su obediencia a Dios y a sus autoridades. Muchos creyentes no logran disfrutar la autoridad por resurreccin debido a su falta de sujecin. No han pasado an la prueba de la obediencia y por eso, cuando el enemigo los contraataca, padecen grandes derrotas.

2.5.3. La autoridad ganada en el Espritu. Comenzamos a ganar autoridad en el Espritu slo despus de haber ejercido autoridad por resurreccin. Esta autoridad se adquiere cuando vivimos experiencias de guerra espiritual, cuando ganamos la guerra contra un demonio o un problema. Y esta autoridad y efectividad en la guerra espiritual se incrementa cada vez que ganamos una batalla al enemigo. La autoridad ganada en el Espritu, al igual que la autoridad por resurreccin es para hacer guerra contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, en una ciudad, pas o regin.3. LA CREDENCIAL DE LA AUTORIDAD DELEGADA.En el Antiguo Testamento tenemos un enfoque que nos toca reflexionar de los hechos de conducta de Moiss (Exo. 3:1-12), seguidamente en Nmeros 12: 1-15 se ve una figura de cmo usar nuestra personalidad ante las funciones que desempeo o que se me han delegado.

Una de las propuestas abiertas dentro del accionar como autoridad dentro del desarrollo eclesial, es saber que los dems estn buscando que tropecemos, para que hagan fiesta u se alegren de nuestros fracasos.

En la historia de la iglesia se ve caracteres de posesin, conviccin ante su fe a Jesucristo, desde all recogemos la siguientes razones.

3.1. No escuche palabras denigrantes.

Todos los que desean ser portavoces de Dios y quieren ayudar a los hermanos deben aprender a no escuchar denuestos. Dejen que Dios los escuche. Por su parte, no preste atencin a cmo lo critican; no se enoje por las palabras de otros. Los que se molestan y anonadan por palabras calumniosas demuestran que son ineptos para ser autoridades delegadas.

3.2. No se defienda

La autoridad y la defensa propia son incompatibles. Aquel de quien usted se defiende se convierte en juez suyo. Se pone por encima de usted cuando usted empieza a responder a sus crticas. El que habla a favor de s mismo est bajo juicio; por lo tanto, carece de autoridad. Cada vez que uno trata de justificarse, pierde la autoridad.

Pablo se puso ante los creyentes corintios como autoridad delegada; sin embargo, dijo: "Ni aun yo me juzgo a m mismo" (la. a los Corintios 4.3)

3.3. Acciona la mansedumbre

"Y aquel varn Moiss era muy manso, ms que todos los hombres que haba sobre la tierra." Moiss no disput, porque se daba cuenta de que haba errado. Dios no puede constituir autoridad a una persona testaruda; no delegar su autoridad en ninguna persona arrogante. Los que l pone en autoridad son los mansos y tiernos; y sta no es la mansedumbre ordinaria, es la mansedumbre de Dios.

Jams debemos intentar establecer nuestra propia autoridad. Cuanto ms lo intentamos, menos aptos somos para ejercer la autoridad. No son los violentos ni los fuertes, sino hombres como Pablo, cuya presencia corporal es dbil y cuya palabra es menospreciable, los que constituirn autoridades. El Seor dijo que su reino no es de este mundo y que, por lo tanto, sus siervos no tienen por qu pelear por l. La autoridad que se consigue peleando no es la que Dios da.

3.4. No use ningn sentimiento personal

El no dijo: "Por qu hablasteis contra Moiss?", sino ms bien: "Por qu hablasteis contra mi siervo Moiss?" Dios no permitira que nadie menoscabara su autoridad. Si se impugna su autoridad, se encender su ira y se ir. Por eso la nube, que representaba la presencia de Dios, se apart del tabernculo; y he aqu que Mara estaba leprosa. Aarn la vio y tuvo temor; porque l tambin tena parte en la rebelin, aunque sin duda Mara haba dirigido todo.

La autoridad ha sido establecida para ejecutar las rdenes de Dios, no para que uno se exalte a s mismo. Es para darles a los hijos de Dios un sentido de Dios, no un sentido de s mismos. Lo importante es ayudar a la gente a someterse a la autoridad; por 10 tanto, a Moiss le importaba bien poco si era rechazado. As que clam al Seor: "Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora." Librmonos tambin de todo sentimiento personal, porque su presencia perjudicar las cosas de Dios y le atar las manos.Por consiguiente, Moiss mismo demostr que era la autoridad delegada de Dios, pues era uno que poda representar a Dios. A Moiss no lo afectaba la vida natural ni se protega procurando defenderse o vengarse. La autoridad de Dios poda extenderse por medio de l sin ningn impedimento. En realidad, la gente se encontr con la autoridad en l. Ser autoridad delegada no es algo fcil, porque requiere despojarse a s mismo.

3.5. Espere la revelacin.

Muchos que se rebelan contra la autoridad 1o hacen fuera del tabernculo. Es muy fcil y conveniente criticar en casa; pero aun as, todo se aclarar en el tabernculo de reunin. Cuando llegaron los tres al tabernculo, el Seor les dijo a Aarn y a Mara: "Od ahora mis palabras." Antes ellos haban murmurado: "Solamente por Moiss ha hablado Jehov?" Ahora el Seor les peda que vinieran a or sus palabras, revelando el hecho de que nunca antes haban odo las palabras de Dios. Aarn y Mara nunca saban 10 que deca el Seor. Esta era la primera vez que l les hablaba; y no era para revelarles su voluntad sino para reprocharles su proceder; no era la manifestacin de la gloria de Dios sino el juicio de su conducta. La revelacin es, por lo tanto, la evidencia de la autoridad. Es menester que aprendamos a no discutir o hablar a favor de nosotros mismos. No debemos pasarnos a las filas de Aarn y Mara en nuestra lucha por conseguir o mantener la autoridad. Y si es que s luchamos, esto slo demuestra que nuestra autoridad es enteramente carnal, mala y carente de visin celestial. Todo aquel que ofende a las autoridades delegadas de Dios ofende al que ellas representan. Si esa persona es del Seor, hallar un cielo cerrado sobre s y tendr que reconocer humildemente a las autoridades que Dios ha establecido. Por lo tanto, nadie tiene por qu reforzar su propia autoridad; todo depende de la prueba de Dios. Al sellarles la revelacin a algunos, Dios les demuestra a quin ha constituido su autoridad delegada. La espiritualidad condensa la conciencia moral, las virtudes y el carcter de la persona, implica una prctica de vida, una manera de vivir en comunidad con Dios, uno mismo/ma otras personas y la naturaleza. Esto es la tica, vivir de tal forma que la voluntad divina se manifiesta en la disposicin de la vida

REPASO DE LO APRENDIDO

El derecho legal y/o moral de ejercer poder, o poder que se posee con derecho. En la Biblia Dios es presentado como la autoridad mxima, personal y la fuente de toda autoridad (Dan. 4:34-35; 2:21; 7:13-14; Rom. 13:1). Dios dio autoridad a los reyes de Israel, a sacerdotes, a profetas y a la palabra escrita de Dios (Salmo 119).

Autoridad (exousia) y poder (dynamis) se relacionan pero son diferentes (Luc.4:36). Jess es un hombre bajo autoridad y con autoridad (Mat. 7:29; Mat. 8:9; Mar. 1:27); da poder a sus discpulos de quitar demonios (Mat. 10:1; Mar. 3:15); hace lo que slo Dios puede hacer: perdona pecados (Mat. 9:6); tiene control sobre la naturaleza (Mar. 4:41); ejerce poder sobre la muerte (Jn. 10:18); y como el Seor resucitado tiene toda autoridad en la tierra y en el cielo (Mat. 28:18).

Despus de la exaltacin de Jess, los apstoles desarrollaron el tema de la autoridad de Jess, presentndolo como un corregente con el Padre y poseyendo autoridad sobre todo el cosmos (Ef. 1:20-23; Fil. 2:1-11; Col. 2:9-10; Apoc. 17:14).

Otras formas de autoridad delegadas por Dios incluyen la del Estado (Rom. 13:1 ss.), de los apstoles como pilares singulares de la iglesia y receptores de la revelacin divina (Luc. 6:13; Ef. 2:20) y del esposo como cabeza de la familia (1Co. 11:3). Satans ha abusado de la autoridad y el poder que posee (Luc. 22:53; Col. 1:13) y ser castigado por ello.

La autoridad espiritual es escasa. La tienes?

Es falsificada La falsificas?

A menudo malentendida La comprendes?

Packer, M.A., D.Phil., D.D., Profesor de Teologa Sistemtica del Regent College, Vancouver, BC, Canad.

Ob, Cit. s/p.

Contreras, Julio, Autoridad espiritual. Sgueme, Miami, 2005, p.6.

COMENTARIO DEL CONTEXTO CULTURAL DE LA BIBLIA. EL NUEVO TESTAMENTO. Craig S. Keener. Ed. Mundo Hispano.

Salcedo ,Rubn, autoridad dada por Dios, vida, EE.UU, 2003, p.43

Watchman Nee, Autoridad Espiritual, vida, Miami, florida, 1978, p.

Vega, Pablo, niveles d autoridad y la prctica de la iglesia, sgueme, florida, 2004, p. 57

Ministerio: Amor a los que esperan Amor 14