Autor :Alium Quarere

Autor :Alium Quarere

El Uruguay de hoy en día atraviesa un período único que merece nuestra

atención. En los últimos años, por primera vez en décadas, se ha logrado un

saldo positivo en cuanto a migración, es decir, llegaron más personas de las que

se fueron. Nuestro país se ha mostrado al mundo como una nueva esperanza

en la región cuyas virtudes son una economía pujante y una sociedad progresista

decidida y llamativa; nos hemos vuelto foco de atención de nuestros vecinos que

ahora nos miran de otra manera. El último censo dio a conocer resultados que

ya eran predecibles, y es que detrás de este aumento en el saldo migratorio hay

un cambio en la composición que integra esta nueva inmigración… muchos ya

no vienen de cruzar el Atlántico como lo hicieron nuestros abuelos y bisabuelos,

ahora cruzan los Andes o el Mar Caribe. Los lazos regionales del Uruguay con

el resto de los países latinoamericanos se han vuelto indudablemente más

fuertes y nuevas corrientes migratorias comienzan a aventurarse para probar

suerte en nuestro pequeño país.

La problemática surge cuando es evidente que toda una comunidad extranjera

está siendo estigmatizada y acusada vilmente por los medios y gran parte de la

sociedad. La llegada de dominicanos, una inmigración bastante particular que ha

aumentado en los últimos años, ha generado gran revuelo en varios sectores de

la sociedad. Se les ha tachado a sus mujeres de prostitutas y a sus hombres de

ladrones, se les ha llegado incluso a denunciar por irrumpir el orden público. Pero

¿Qué es lo que causa esta actitud frente a estos nuevos inmigrantes? ¿Será que

el uruguayo promedio aún mantiene en su inconscientes orgullos y prejuicios del

pasado? ¿Por qué hay tanta preocupación por un puñado de personas

extranjeras? ¿Son discriminados estos nuevos inmigrantes?

Creemos de gran relevancia estudiar sobre esta cuestión ya que se trata de un

proceso en el que nuestra región se encuentra inmersa y que ha generado varias

controversias al despertar una opinión bastante conservadora dentro de la

sociedad ¿Por qué considera la gente diferentes a estos inmigrantes? ¿No les

gustan sus costumbres o el fenotipo que portan consigo? Estas cuestiones las

consideramos cruciales para comenzar el desarrollo del proyecto siendo uno de

nuestros principales objetivos desenmascarar en qué situación socio-económica

Autor :Alium Quarere

se encuentran estos inmigrantes en nuestro país y si se han logrado “integrar”

satisfactoriamente o, por el contrario, son víctimas de segregación y

connotaciones discriminatorias. Es de vital importancia preguntarnos estas

interrogantes que ponen en tela de juicio la conocida leyenda de una “nación de

inmigrantes”… ¿Cómo podemos serlo si rechazamos al extranjero? ¿Hay

inmigrantes “inadecuados”?

Algo que sin duda es incuestionable es la influencia que ha tenido la inmigración

en la formación demográfica, económica y cultural del Uruguay. Aun así, hoy en

día nos enfrentamos a nuevas realidades. Personas cuya última esperanza es

alcanzar una vida digna en nuestro territorio lo arriesgan todo para llegar aquí y

cumplir su meta, pero muchas veces la xenofobia actúa de muralla a la

integración de estos nuevos vecinos ¿Están los orientales como sociedad

preparados para adaptarse a estos cambios? La política de Estado se ha visto

decididamente favorable a la llegada de nuevos inmigrantes, pero ¿Se han

instaurado la estructura necesaria para afrontar nuevas realidades? La opinión

pública, por su parte, tiene tantos matices como extremismos y algunos de ellos

resultan tan denigrantes y repulsivos que nos hacen reflexionar hasta qué punto

hemos progresado como sociedad ¿Somos un país que respeta a sus

semejantes y aboga por la diversidad cultural como derecho democrático

primordial? Si lo somos, lo debemos demostrar en este nuevo desafío que se

nos aproxima.

Autor :Alium Quarere

El Uruguay de hoy en día debe enfrentar nuevos desafíos que acompañan la

coyuntura internacional de la globalización. Uno de estos desafíos atiende a la

migración, la cual no hace sino aumentar diversificando sus orígenes cada vez

más. Por lo tanto, nos encontramos ante dos situaciones relativamente nuevas

para la sociedad. Por un lado, los saldos migratorios son, por primera vez en

más de 50 años, positivos. Esto conlleva a que una población poco

acostumbrada a los movimientos migratorios pase a sentir con fuerza y sorpresa

la llegada de inusuales oleadas migratorias. Por otro lado, la diversidad de estas

migraciones atiende a los cambios que se han dado a nivel mundial respecto a

los flujos migratorios, así como la nueva apertura del país a regiones antes

ignoradas.

Existen tres flujos principales de inmigración. En primer lugar, se encuentran los

retornados provenientes de España y E.E.U.U., que frente a la crisis que

afrontaron ambos países en 2008 decidieron volver al Uruguay como retornados.

En segundo lugar, se encuentran Argentina y Brasil, que componen sus

inmigrantes con las llamadas “familias binomios” que se instalan en las fronteras

y por su proximidad geográfica. Por último y lo más destacado de esta época es

la nueva corriente conocida como “Nuevos orígenes latinoamericanos”, la cual

incluye a inmigrantes provenientes de Bolivia, República Dominicana, Colombia

y Cuba, así como corrientes antes existentes, pero no a tal intensidad que

provienen de Perú y Paraguay. Esta última corriente tiende a aumentar

notoriamente mientras que, por otro lado, disminuyen los flujos tradicionales

provenientes de Italia y España; Mientras el número de europeos sigue

descendiendo el de latinoamericanos asciende con fuerza, generando un cambio

drástico a las inmigraciones que la sociedad estaba acostumbrada.

El nuevo perfil de Uruguay en América Latina lo posiciona como un estado donde

prevalece la paz social y el bienestar. Esto se ha convertido en el atractivo de

miles de inmigrantes latinoamericanos que se ven directamente afectados por la

inestabilidad y gran desigualdad que hace frente nuestro continente. Debido a

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esto, los flujos migratorios latinoamericanos, antes dominados por los

tradicionales países europeos, ahora comienzan a expandirse dando la

bienvenida a grandes flujos de nacionalidades que antes era muy poco común

presenciar. Al mismo tiempo llegan nuevos inmigrantes de países de África, Asia

y Europa del Este que, si bien no son numerosos, sorprenden por su

distanciamiento cultural.

Frente a esta nueva realidad que atraviesa el país surgen también nuevas

problemáticas. Existe una clara desigualdad entre las oportunidades laborales y

de integración que poseen ciertas nacionalidades e comparación a otras. Por

ejemplo, las migraciones de perfil socio-económico más bajo1, que son las de

dominicanos y africanos se caracterizan por una “sobre-calificación”, es decir,

tienen un nivel calificativo mayor al que se necesitaría para el trabajo que están

realizando. Es decir, son replegados a trabajos poco calificados aún teniendo

estudios que permitan superar esa barrera laboral. Irónicamente, los sectores

socio-económicos más altos, dominados por los europeos, sufren de “sub-

calificación”, es decir, que igualmente sin el título correspondiente logran mejores

empleos ¿Será que el origen determina qué tipo de trabajo debe realizar cada

persona? ¿Es la sociedad uruguaya discriminadora en este sentido? Debemos

averiguarlo.

Según encuestas realizadas más de un 50% de los encuestados pensaban que

en el Uruguay había demasiados inmigrantes (y debemos recalcar la

connotación negativa que otorga la palabra “demasiados”). Cuando se les

preguntó sobre cuál creía que son las nacionalidades con mayor número de

inmigrantes las respuestas se redujeron a: dominicanos, bolivianos, chinos y

peruanos ¿Qué es lo que provoca que estas nacionalidades se hayan hecho tan

relevantes? ¿Será que el uruguayo no está dispuesto a aceptar tal diversidad

dentro de su población? Porque si bien el número de inmigrantes de estas

nacionalidades ha aumentado, en proporción siguen estando reducidos frente a

los brasileños, argentinos, españoles e italianos. Tal vez al uruguayo le incomode

este drástico cambio en su modelo de sociedad.

1 Datos obtenidos por el Dpto de Antropología (Facultad de Humanidades)

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Comenzamos a indagar qué es lo que resalta tanto estas nacionalidades y un

funcionario relevante del consulado de República Dominicana, frente a la

pregunta “¿Por qué cree que llamó tanto la atención la presencia de

dominicanos?” respondió: “Su color de piel, son “negros” y eso incomoda al

uruguayo, que todavía se cree europeo”. Esta teoría de discriminación según

fenotipo racial se vio luego confirmada por la profesora y licenciada Pilar Uriarte,

quien afirma que en la actual sociedad uruguaya las nuevas corrientes

latinoamericanas sufren de estigmatización “racializada”, es decir, se vuelven

vulnerables aquellas corrientes con fenotipos más destacados o reconocibles.

Por esto no es sorpresa que aquellos inmigrantes que más llamen la atención

sean los dominicanos por sus rasgos afroamericanos, los peruanos por sus

rasgos andinos y los bolivianos por su fenotipo indígena. Estas tres

nacionalidades son las que sufren en mayor medida el racismo y la

discriminación por parte de una sociedad que se niega a aceptar su diferencia.

A las mujeres afro-caribeñas se las trata de prostitutas y se las estigmatiza para

siempre en ese modelo; se ha vuelto común para estas mujeres que se les

pregunte “¿Cuánto cobras?”, un sencillo gesto tal vez poco importante pero muy

significativo para quienes en ello ven atentada su dignidad. Los extranjeros más

oscuros de piel tienen que vivir experiencias realmente increíbles: “viajan en

ómnibus y no se le sientan al lado”2.

El racismo se expresa de dos maneras: “racismo estructural” y “racismo de

interacción”. El primero hace referencia a la reproducción en el tiempo de una

desigualdad, por ejemplo, en la permanencia de estas minorías en condiciones

vulnerables. La abrumadora mayoría de estos inmigrantes dominicanos y

peruanos habita en pensiones muchas veces compartidas y sin grandes

garantías de estabilidad, además de tener empleos de limpieza, seguridad para

los hombres y niñera para las mujeres. Se concentran tanto peruanos como

dominicanos en la Ciudad Vieja, excluidos muchas veces de una integración

social. El segundo tipo de racismo es uno más discreto, pero incluso peor que el

anterior. Este es el que se da con las interacciones personales de los inmigrantes

y los uruguayos, en las cuales, un comentario o una actitud es suficiente para

remarcarle al extranjero su condición de “diferente”. Lo más preocupante de este

2 Entrevista realizada a Profesora Pilar Uriarte (Dpto Antropología)

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tipo de discriminación es que no existen valores por el cual comprobarlo y

tampoco existen vías concretas para solucionarlo; ya que, en la mayoría de los

casos, las víctimas de discriminación deben hacer interminables trámites para

denunciar y que luego no haya resultado ninguno por un sistema no adaptado a

estas situaciones. El uruguayo estigmatiza al extranjero y lo mortifica

racialmente, la condena del inmigrante ahora se agrava aún más, porque ahora

sufre por ser inmigrante y por parecerlo de por vida…

¿Cuáles son las raíces de esta discriminación? ¿Por qué al uruguayo le

incomodan los latinoamericanos si él mismo es latinoamericano? En primer

lugar, debemos indagar en los fundamentos que construyeron nuestra identidad

como nación ¿Qué es lo que genera que el uruguayo se sienta diferente al resto

de latinoamericanos? Desde sus cimientos el Uruguay se ha envuelto en un

manto de orgullo exacerbado y ha hecho alarde de su excepcionalidad

deslumbrante dentro de la región. Nuestro país forjó su propia identidad

imponiendo una diferencia que lo separara del resto. Esta diferencia, defendida

con alma y fuego, era su “blancura”:

“Nuestro país construyó su identidad defendiendo y exaltando su

homogeneidad y una pureza de la cual sentirse orgulloso. Se enorgullecía de ser

una nación supuestamente blanca europea y libre de indios, que según varios

pensadores de la época fue la clave para su desproporcional progreso frente a

otros países de la región”.

Se trataba entonces de formar la imagen de un país incuestionablemente y

orgullosamente blanco, a la vez que se reprimía y censuraba la existencia de

cualquier otra minoría que lo cuestionara (incluso dentro de los propios grupos

europeos). La diversidad se ocultaba porque era “peligrosa” y dejaría en tela de

juicio la “brillante” teoría de que Uruguay era el mejor de América Latina por estar

poblada enteramente de europeos. A partir de aquí el país se considerará a sí

mismo como diferente a sus compañeros latinoamericanos y los mirará con

desprecio mientras anhela el viejo continente. Se verá a sí mismo como la única

nación que erradicó el mal del indio y pudo instaurar la civilización: “Los 2

millones de habitantes que forman hoy la población absoluta del territorio

Autor :Alium Quarere

uruguayo valen mucho más que los seis u ocho millones de indios semisalvajes,

que figuran haciendo número en las estadísticas de otros países de América”.3

Es conocido un proverbio uruguayo que alude a esta famosa peculiaridad: "Los

mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los uruguayos

de los barcos".

El uruguayo promedio aún mantiene con fuerza esta idea de homogeneidad y de

esta forma la diversidad se esconde bajo la leyenda de un exterminio absoluto,

que simbólicamente no solo acabó con los charrúas. Enfrentando sus complejos

de pequeñez, la nación recurre a alimentar el orgullo nacional, y esto marcaría

el pensar de futuras generaciones aún víctimas de esta idealización:

“La diversidad étnico-racial puede parecer un tema poco familiar para la mayoría de los uruguayos. La sociedad uruguaya se percibe como una población blanca, conformada por generaciones de descendientes de inmigrantes europeos, hablantes de una única lengua y favorecida por una cierta integración social”.4

La raíz de nuestra identidad nos identifica como europeos. En una encuesta

realizada a 60 estudiantes de secundaria, se les preguntó: Uruguay país

Europeo; falso o verdadero. Un 25% respondió “Verdadero”, una cifra no

demasiado alta pero que debería impactar ya que significa que aún en las

generaciones jóvenes se sigue viendo al Uruguay no como un país

latinoamericano sino como uno europeo, algo que no debería ser negativo pero

que evidentemente es usado como un instrumento de soberbia. Una soberbia

que declara y diferencia al uruguayo de tez blanca con los “extranjeros oscuros”.

Se crea, para reafirmar la identidad propia y su orginalidad, un estigma para

acusar de inferioridad a aquellos inmigrantes que coinciden con los estereotipos.

Se condena a aquellos inmigrantes fenotípicamente reconocibles, y serán ellos

los inmigrantes propiamente identificados como inmigrantes (ya que, por

ejemplo, a los brasileños y argentinos no se los idealiza de tal forma en

imaginario colectivo). Estos inmigrantes serán los otros que ayuden a reafirmar

nuestra identidad:

3 Libro de Horacio Araujo / “Iguales y diferentes” Ed. Especial UDELAR 4 “Iguales y diferentes” Ed. Especial UDELAR

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“ninguna identidad particular puede emerger sin suponer y establecer la

exclusión de otras, y esta exclusión constitutiva o antagonismo es la condición

compartida por toda constitución identitaria”5.

Lo más preocupante es que todos los casos de discriminación hacia estos

inmigrantes terminan en la nada. Muchas veces por ineficiencia burocrática a la

hora de hacer la denuncia, y otras veces porque el inmigrante acepta su

condición diferente al resto, lo que termina marginalizando más su proceso de

integración. No existen reales políticas ni estructurales estatales que amparen

con eficacia a las personas que se encuentran en tales situaciones, tampoco

existe un mínimo de consciencia social, ya que hablar de racismo en Uruguay se

censura más que a los propios racistas.

Conclusión

Para cambiar esta realidad se necesita urgentemente que se difunda la situación

en que viven estas personas. Hoy en día muchos inmigrantes viven excluidos de

la sociedad y en pésimas condiciones. Sufren discriminación y son explotados

laboralmente sin importar los estudios que tengan. Nuestro país deberá

enfrentarse al desafío que supone una mayor integración regional, un desafío

para el cual jamás estará preparado si no acepta la diversidad que abunda en

nuestro continente. Se debe también apostar por un verdadero reconocimiento

a las minorías presentes en nuestro país, ya que si no aceptamos y respetamos

la diversidad que tenemos dentro, nunca podremos respetar la que viene de

afuera.

Es crucial crear estructuras estatales que atiendan rápidamente a la cada vez

más grande llegada de inmigrantes, es una cuestión inevitable y que no está

siendo lo suficientemente atendida.

La única manera de enfrentar la discriminación es aceptando que esta existe, sin

embargo, hoy en día parece haber un profundo ocultismo de esta situación en

nuestra sociedad… algo que no ayuda para encontrar soluciones. ¿Están los

uruguayos preparados para aceptar la diversidad que se expande por el mundo?

¿Seguiremos condenados a un complejo ahistórico o apostaremos a una

5 Nacionalismo: a favor y en contra- Jeff McMahan, Thomas Hurka, Judith Lichtenber y Stephen Nathanson. Ed: gedisa

Autor :Alium Quarere

integración humana y justa? Solo el futuro puede decidirlo, y el futuro lo

construimos entre todos…

Autor :Alium Quarere

Libros y artículos:

x Contingencia, hegemonía, universalidad- Judith Butler, Ernesto Laclau,

Slavoj Zizek

x El Atlas de las minorías- Le monde diplomatique, Capital intelectual,

Fundación Mondiplo.

x El miedo a los bárbaros- Tzvetan Todorov Ed: Galaxia Gutenberg- Círculo de

Lectores

x “Iguales y diferentes” Edición especial UDELAR

x Informe de resultados del Censo de Población 2011- INE

x Inmigrantes y ciudadanos. De las migraciones masivas a la Europa fortaleza-

Saskia Sassen Ed: Siglo XXI de España

x “Inmigración, Diversidad, Integración Exclusión: Conceptos clave para el

trabajo con la población inmigratoria” Mariana Ruiz

x “Geografía I: Los espacios geográficos y su organización” Walter Álvarez y

Roberto de Souza Racha.

x “Geografía humana y economía mundial” Laura Aguinsky, Stelamaris

Caserta, Mariela Espino, Claudia Varela Estévez. /Editorial SANTILLANA/

x “Geografía: Temas del mudo actual” Patricia A. García, Sandra E.Minvielle,

Rodolfo Bertoncello, Liliana B. Calvo, Hortensia Castro, Silvia L. Galasso,

Carla M. Lois.

x “Geografía Tu mundo 1” Jacqueline Nielli

x “La contribución de los inmigrantes en Uruguay” Felipe Arocena /Universidad

de la República-Uruguay/.

x La Incógnita del extraño- Enrique Santamaría

x “Migraciones- nuestro tiempo” Adela Pellegrino /Publicación oficial del

Bicentenario Uruguay/

x Migraciones- Publicación de la Comisión del Bicentenario.

x Migración e Integración- Adella Pallegrino

x Nacionalismo: a favor y en contra- Jeff McMahan, Thomas Hurka, Judith Lichtenber y Stephen Nathanson. Ed: gedisa

Autor :Alium Quarere

x “¿Uruguay país de inmigrantes? Todavía una utopía” Informe de Ángela

Reyes para EnPerspectiva.net

Noticias:

-“Nueva ola de inmigrantes pon a prueba a Uruguay” Sputnik Noticias

-“Preocupa oleada de inmigrantes dominicanos” Diario El País

-“Del sueño a la decepción: inmigrantes dominicanos en el Uruguay” Diario El País

- “Más de 3.000 dominicanos se establecen en Uruguay” La República

-“Dominicanos en el Uruguay: hacer la América en el Sur” El Observador

-“Reclamo colectivo” la diaria