AUTONOMIA 121

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#121 Quincenario infalible Editor: Francisco Trejo Corona autonomia.lja.mx ¿Cómo ha ido la promoción del disco? Le ha ido muy bien, ha habido indicadores favorables que nos dicen que el disco está sonando fuerte; un par de canciones estuvieron en rotación en MTV y además fueron utilizadas para series de la misma cadena, eso sirvió mucho, pero te cuento: en Perú hay un reto aún más grande y es el de sonar en FM; si no haces cumbia, salsa o reggaetón, es complicado figurar, y el segundo single –el homónimo al disco–, estuvo programado durante mucho tiempo varias veces al día. Veías a la gente en el autobús de repente moviendo los pies y escuchando la canción. Sobre el estreno de “INJUS”, ¿por qué relanzarla al lado de Juan Manuel Torreblanca? Eso fue algo peculiar, mira, hay una productora audiovisual en Perú que le ha trabajado mucho a artistas como Café Tacvba, Gepe, etc. y salió la oportunidad de realizarle un video a Torreblanca; por otro lado, ya nos seguíamos antes por redes sociales, nos ubicábamos, y es- cuchábamos el trabajo del otro, pero en las coordinaciones de su viaje a Perú, surge la posibilidad de hacer el featuring sobre una canción mía que también se trabajaría con la misma productora. Viene a Lima y lo demás se cuenta solo, además, él ha tenido un gran nexo en el país y su recepción es muy buena. ¿Por qué escoger esa canción y no otra del mismo disco? Hubo dos motivos, el primero era meramente estético: cuando pensamos en qué canción podríamos interpretar, también pensamos en la tesitura vocal de “Juanma”, y ésta acompaña perfecto la seriedad y solemnidad de “INJUS”. El segundo motivo fue temático: la injusticia nos atañe mucho a todos, especialmente y como latinoamericanos, a todos los que habitamos esta parte del continente, y pues, en México, hablar del tema es también cosa de todos los días. Es necesario. También sanador. Por Uziel Palomino - Ultramarinos.co CAMILO VEGA "Cuándo la justicia tarda tanto y se demora, ya no se le puede llamar así" ¿Cómo distribuir los arreglos y en teoría, el trabajo de una “nueva” canción? Tuvimos que rehacer un buen porcentaje de todo el tema, o más bien, arreglarlo. En el disco, soy yo quien canta la pieza sin ningún acompañamiento, entonces hubo que grabar de nuevo y repartir los versos por igual. Por otro lado, jugamos mucho en el estudio y él tenía mucha libertad con respecto a la canción, prácticamente propuso todo lo que se le venía en mente… se le nota que además de músico es un buen productor. No fue com- plicado: introducimos líneas de piano, cantamos con variantes, y sólo la pasamos bien. Y también grabaron un video sencillo pero muy directo: una plática entre dos amigos, sentados a la mitad de un bar y que bien se podrían estar quejando de cualquier cosa… es algo de todos los días. Algo que todos hemos hecho… Exacto, la idea del video tenía que ser muy simple, pero que al mismo tiempo, te llevara a algún lugar común: una conversación con un amigo. Por la misma sencillez del clip, intentamos resal- tar con más fuerza toda la letra y que ésta no se perdiera entre los visuales… y sumado a eso, estas referencias del blanco y ne- gro, lo old fashioned, y una cantina tradicional lo hacen aún más habitual, ¿Cuántas veces no hemos visto esa escena en películas, series o programas de tv? La diferencia es la charla; el tema; la preocupación de la falta o imperfección de la justicia. A lo largo de una discografía “breve” pero muy nutrida, Camilo Vega se ha expuesto como uno de los cantautores con mayor peso lirico en su natal Perú, y por ende, en toda Latinoamérica; sus letras, como muchas, se basan en lo que el “amor” puede escribir, sin embargo, no se trata de ese amor común; ese amor cursi; ese amor sobreex- plotado; ese mal llamado sentimiento que engendra mariposas; esa desgajada conmoción que se escucha en los listados pop de cada fin de semana. Y al contrario, sí de este entendimiento por el otro: como individuos, como sociedad, como una empática comunidad que de- nuncia, que protesta, que vive por el otro y que de alguna forma, mi- núscula o gigante, imperceptible o notoria, provoca ecos y retumba en la consciencia social. Su más reciente lanzamiento (o mejor dicho, relanzamiento) al lado de Juan Manuel Torreblanca, relata con ma- yor determinación el tema de la justicia –o la injusticia– vivida en Perú, y que por la naturaleza del nuevo colaborador, se extiende a México… aunque finalmente, ¿quién dice que esto no es un mal que ataca a toda América Latina?, ¿Algo muy de nuestro continente?… algo de todo el mundo. En /AUTONOMÍA y Ultramarinos.co hablamos con Camilo acerca de su nuevo sencillo y video para “INJUS”, tema que originalmente se desprendía de su ‘No Hay Marcha Atrás’ de 2013. "Debo encontrar un balance entre hacer música masiva y música popular con contenidos que lleguen al imaginario colectivo, y en esta última es donde debo ceder un poco y no ser tan exquisito"

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SUPLEMENTO DE LA JORNADA AGUASCALIENTES

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Page 1: AUTONOMIA 121

#121Quincenario infalibleEditor: Francisco Trejo Corona

autonomia.lja.mx

¿Cómo ha ido la promoción del disco?

Le ha ido muy bien, ha habido indicadores favorables que nos dicen que el disco está sonando fuerte; un par de canciones estuvieron en rotación en MTV y además fueron utilizadas para series de la misma cadena, eso sirvió mucho, pero te cuento: en Perú hay un reto aún más grande y es el de sonar en FM; si no haces cumbia, salsa o reggaetón, es complicado figurar, y el segundo single –el homónimo al disco–, estuvo programado durante mucho tiempo varias veces al día. Veías a la gente en el autobús de repente moviendo los pies y escuchando la canción.

Sobre el estreno de “INJUS”, ¿por qué relanzarla al lado de Juan Manuel Torreblanca?

Eso fue algo peculiar, mira, hay una productora audiovisual en Perú que le ha trabajado mucho a artistas como Café Tacvba, Gepe, etc. y salió la oportunidad de realizarle un video a Torreblanca; por otro lado, ya nos seguíamos antes por redes sociales, nos ubicábamos, y es-cuchábamos el trabajo del otro, pero en las coordinaciones de su viaje a Perú, surge la posibilidad de hacer el featuring sobre una canción mía que también se trabajaría con la misma productora. Viene a Lima y lo demás se cuenta solo, además, él ha tenido un gran nexo en el país y su recepción es muy buena.

¿Por qué escoger esa canción y no otra del mismo disco?

Hubo dos motivos, el primero era meramente estético: cuando pensamos en qué canción podríamos interpretar, también pensamos en la tesitura vocal de “Juanma”, y ésta acompaña perfecto la seriedad y solemnidad de “INJUS”. El segundo motivo fue temático: la injusticia nos atañe mucho a todos, especialmente y como latinoamericanos, a todos los que habitamos esta parte del continente, y pues, en México, hablar del tema es también cosa de todos los días. Es necesario. También sanador.

Por Uziel Palomino - Ultramarinos.co

CAMILO VEGA"Cuándo la justicia tarda tanto y se demora, ya no se le puede llamar así"

¿Cómo distribuir los arreglos y en teoría, el trabajo de una “nueva” canción?

Tuvimos que rehacer un buen porcentaje de todo el tema, o más bien, arreglarlo. En el disco, soy yo quien canta la pieza sin ningún acompañamiento, entonces hubo que grabar de nuevo y repartir los versos por igual. Por otro lado, jugamos mucho en el estudio y él tenía mucha libertad con respecto a la canción, prácticamente propuso todo lo que se le venía en mente… se le nota que además de músico es un buen productor. No fue com-plicado: introducimos líneas de piano, cantamos con variantes, y sólo la pasamos bien.

Y también grabaron un video sencillo pero muy directo: una plática entre dos amigos, sentados a la mitad de un bar y que bien se podrían estar quejando de cualquier cosa… es algo de todos los días. Algo que todos hemos hecho…

Exacto, la idea del video tenía que ser muy simple, pero que al mismo tiempo, te llevara a algún lugar común: una conversación con un amigo. Por la misma sencillez del clip, intentamos resal-tar con más fuerza toda la letra y que ésta no se perdiera entre los visuales… y sumado a eso, estas referencias del blanco y ne-gro, lo old fashioned, y una cantina tradicional lo hacen aún más habitual, ¿Cuántas veces no hemos visto esa escena en películas, series o programas de tv? La diferencia es la charla; el tema; la preocupación de la falta o imperfección de la justicia.

A lo largo de una discografía “breve” pero muy nutrida, Camilo Vega se ha expuesto como uno de los cantautores con mayor peso lirico en su natal Perú, y por ende, en toda Latinoamérica; sus letras, como muchas, se basan en lo que el “amor” puede escribir, sin embargo, no se trata de ese amor común; ese amor cursi; ese amor sobreex-plotado; ese mal llamado sentimiento que engendra mariposas; esa desgajada conmoción que se escucha en los listados pop de cada fin de semana. Y al contrario, sí de este entendimiento por el otro: como individuos, como sociedad, como una empática comunidad que de-nuncia, que protesta, que vive por el otro y que de alguna forma, mi-núscula o gigante, imperceptible o notoria, provoca ecos y retumba en la consciencia social. Su más reciente lanzamiento (o mejor dicho, relanzamiento) al lado de Juan Manuel Torreblanca, relata con ma-yor determinación el tema de la justicia –o la injusticia– vivida en Perú, y que por la naturaleza del nuevo colaborador, se extiende a México… aunque finalmente, ¿quién dice que esto no es un mal que ataca a toda América Latina?, ¿Algo muy de nuestro continente?… algo de todo el mundo.

En /AUTONOMÍA y Ultramarinos.co hablamos con Camilo acerca de su nuevo sencillo y video para “INJUS”, tema que originalmente se desprendía de su ‘No Hay Marcha Atrás’ de 2013.

"Debo encontrar un balance entre hacer música masiva y música popular con contenidos que lleguen al imaginario colectivo, y en esta última es donde debo ceder un poco y no ser tan exquisito"

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“INJUS” es un tema fuerte y que revela mucho de lo que sucede a nuestro alrededor como sociedad, pero, ¿has sido cercano a una expe-riencia de este tipo?, ¿Has visto de cerca el con-finamiento o la injusticia en este sentido?

No, no me ha sucedido, pero mi formación me obliga a incluirme dentro de estos procesos, a estar pendiente de los acontecimientos sociales y ver qué cosas se pueden mejorar en la región para hablar de ello en mis can-ciones. No es necesario que los haya vivido en propia piel, pero sí por otras personas cercanas, a través de la prensa, de los hechos, o de juicios que luego se hacen públicos: a lo largo de los últimos años, me he enterado de tantos casos de injusticia en donde sujetos inocentes viven situaciones humillantes y el estado ya no puede resarcir el mal que les ha provocado, esa misma impo-tencia me llevó a denunciarlo a través de la música, a de-nunciar esa gigante maquinaria de corrupción. O bien, hacerme presente en casos donde el infortunio impide la comprobación de inocencia o culpabilidad, y eso, ter-mina perjudicando una sentencia que se aplaza mucho tiempo… y cuando la justicia tarda tanto y se demora, ya no se le puede llamar así.

¿Está muy jodido el sistema judicial en Perú?, ¿o es un síntoma que perjudica a toda Latinoamérica por igual?

Al final, es un tema de América Latina, pero si hablamos de Perú, sí, es lamentable: nunca se le ha podido ase-gurar justicia a toda la población, y si por alguna razón alguien debe recurrir al sistema judicial, la corrupción es lo primero con lo que chocas… de hecho, en varios estudios de percepción, uno de los principales males que ataca el desarrollo del país es eso, lo corrupto del sis-tema. Lo peor es que, la población la identifica, lo sabe, pero el cambio no ha surgido.

Y en una parte de la canción, hablas sobre números, cifras y hechos basados en ese tipo de estudios…

Sí, y la funcionalidad de mis temas va por ahí: tener un contenido explicito me permite no encasillarme en las estructuras tradicionales de la música. Podría decir que mis canciones son algo así como discursos sonorizados.

¿Eres un músico de protesta social o se trata de algo meramente personal? Finalmente, tu tra-bajo bien se ha transportado a lo que es público y nos es inherente a todos en muchos niveles…

Yo he estudiado música en casa y con profesores par-ticulares desde pequeño, pero también estudié soci-ología por convicción, y luego de varios años, me nació comunicar mis ideas o discursos a través de la música, a través del arte y de ahí, masificar el mensaje, agrandar el canal… ese deseo se transformó en canciones. Esa necesidad nace mucho después de pasar por la escuela. En algunas de mis composiciones hay protesta, en otras sólo se trata de una simple descripción de un hecho que no está bien; lo que sucede, es que nos han mala-costumbrado y anestesiado los oídos con tanto sonido comercial, porque cuando una canción no habla de amor y sí de un fenómeno social, ya se cree que es protesta, y claro, en algunos casos he escrito de esa forma, pero tampoco hay que satanizarla, mucho menos cuando se habla de un señalamiento sociológico que compete a to-dos. Protestar no es malo ni es bueno, depende siempre de cómo lo haga uno, y aunque la protesta esté satani-zada, es necesaria y nos hace reflexionar.

“…nos han malacostumbrado y anestesiado los oídos con tanto sonido comercial, porque cuando una can-ción no habla de amor y sí de un fenómeno social, ya se cree que es protesta […] Sonará desafiante, pero creo que el arte es el camino: si todo lo que conocimos en la escuela o en la vida, hubiera sido a través del arte y el juego, hubiéramos aprendido mucho mejor”

ENTREVISTA / CAMILO VEGA / CONTINUACIÓN

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PENSAMIENTOS INCONEXOS PARA GENTE QUE APENAS ENTRARÁ A LA CARRERAPor Francisco Trejo Corona

Como siempre, empezaré con una predec-ible referencia de ñoño dosmilero. Se me ha quedado muy grabado que en la prim-era película de Spider-Man, el Duende Verde de Willem Dafoe le dice a nuestro héroe que la sociedad te quiere arriba y aprovecharán luego cualquier desliz para hacerte pedazos. Más o menos así es la crisis del cuarto de vida. No sé ustedes, pero llega un punto casi acabando la car-rera (si llevaste tu educación formal, a los 21-23 años) dónde sientes que te vas a comer el mundo. Un poco de tiempo tiempo después, pasaste de promesa a uno más del montón. ¿Qué has hecho de tu vida? ¿Estás preparado para los 30? Es una especie de cuenta regresiva a la ma-durez que te exige la sociedad. Supongo que cada generación es un rollo y cambio, pero quienes estamos entre los 20 y 30 venimos de padres que a nuestra edad ya tienen casa, coche, jardín y ahorros. ¿No-sotros? Jaja. Tal vez la adolescencia extendida sea the new normal pero lo cierto es que hay otro tipo de presiones acerca de la grandeza. Por ejemplo, yo siempre digo que tengo la obsesión de ser económica-mente holgado antes de mis treinta años para dedicarme a otro tipo de temas en mis cuarenta. Sí, el delirio que nos deja Mark Zuckerberg acerca de romperla. A quienes están apenas entrando a la uni-versidad seguro les apuran otras pendeja-das como la chava que te gusta (no vale la pena, no te hará caso) o el hacer nuevos amigos (los que son, se quedan). ¿Me da envidia? Claro que no. Prefiero mil veces los problemas de neo adolescente con trabajo y gastos, que apurarme porque fu-lano y zutano ya no me hablan. Ese sería el primer consejo. Aplícate a ti. ¿Las calificaciones importan? Supongo solamente si dependes de una beca. En caso contrario, la estúpida presión de tus padres hace más mal que bien. Digo, ser un chingón no depende del criterio arbitrario de un profe que nunca ha ejercido fuera del cubículo. Como este suplemento, prejuiciosamente podemos asumir que lo consume gente que no estudia ingenierías, pues doy el consejo derecho: las cosas de flojera como estadística y contabilidad pueden joderte la carrera, así que si te vas a aplicar a algo

por favor que sea a dichas materias. El extraordinario de Historia, Ética o Técni-cas de Representación seguro lo pasas con los ojos cerrados y tu maestro [por flojo] será un barcazo, pero las materias de numeritos nomás te exigen unas horas al semestre. Te lo dice alguien que reprobó física cuatro veces en la prepa y dos veces estadística en Comunicación. Igual, lo aplico a cualquier carrera relacionada con la creatividad: Nunca dejes de crear. Aún si eres de esos des-ubicados que son drama-boys o girls y entran a estudiar “pues de mientras, a ver si me gusta” y fuiste de los mejores 100 Exani del estado, no desaproveches el tiempo echando la hueva o ligando, aprovecha que eres un mantenido (ojalá) para hacerte de un portafolio y conocer gente interesante para el futuro. Piénsalo así: llevarás años de ventaja contra tus compañeros que luego de su descanso al recibir el título, apenas estarán pen-sando los reyes que quieren hacer con su vida. Porque nunca falta el amigo que se gradúo y acaba trabajando en algo cero que ver. Si van algunos semestres transcur-ridos o incluso si llevas la mitad, y resulta que no te está gustando, simplemente deja los estudios y encuentra qué cosa si quieres hacer con tu vida. Los papás siempre hablan del mercado saturado o que en ciertas zonas de México solamente hay ofertas para ingenieros industriales y programadores. Considero que si eres un chingón y eres trabajador, nunca te faltará chamba. Ojo, no estoy hablando de huevones con muchísimo talento, ellos siempre serán mediocres. O los mataditos del salón, que son mediocres por default. Simplemente confía en tus capacidades y encuentra un nicho para laborar. No puedo insistir más en que no hagas de lado tus aficiones. Te gusta la radio, pues eres joven y graba todas las pendejadas que puedas. Te mama el Fútbol 7, sigue yendo, seguro es más importante que otras cosas. Enriquece tu cultura visual, auditiva, conexiones personales. Ahora es más fácil que nunca. Ask fucking Google. Se informado. En serio da pena que hay gente hasta con maestría, que ni por sal-var su vida sabe qué pasa en su mundo. O no le gusta nada (porque saben de nada). Arregla tu cuarto, es la última etapa en casa de tus padres. Hecho es mejor perfecto, confía en ti. No te dejes llevar por la enviada de tus pares o envidiosos. Carajo, te puedes comer el mundo.

@masterq

* Ruquísimo mil, tanto que hasta fue You-tuber a los 25 D:

Al final es un ejercicio que nos compete a to-dos…

Sí, pero hay que tener siempre en cuenta que, cuando uno quiere ser figura pública, habrá detractores, y si mis composiciones llegan a ser malinterpretadas o atacadas, el costo es el mismo: el de vivir a la par de mis contrarios por hacer del dominio público ciertos señalamientos.

Al masificar el mensaje –cualquiera que sea– con la música que creas, ¿has percibido que tus argumentos o discursos trascendieron a través de las personas que te escuchan?

Eso es bien interesante, y la verdad es que lo he sentido más que nunca con el último single que promovimos: la canción se llama “Bonita”, y habla acerca de cómo cada mujer debe aceptarse tal cual es y cesar en esa búsqueda de estereotipos tan anglos… como este tema sonó en radio peruana, la cantidad de comentarios fue impresionante. Mi objetivo se dividía en dos: valorar lo que genotípicamente es propio de esta región, y terminar con ese anhelo por modelos tan plásticos de belleza. Creo que esa canción ha calado muy fuerte en la forma de entender la feminidad y liberarla de tantos estigmas en Perú.

Al mismo tiempo, me he dado cuenta que debo encon-trar un balance entre hacer música masiva y música popular con contenidos que lleguen al imaginario colectivo, y en esta última es donde debo ceder un poco y no ser tan exquisito, y aunque me encanten los detalles, debo entender cómo se percibe la música popular en las plataformas y conciliarla con las rarezas que llevo pensando en muchos años. Así funcionó esa canción.

¿Será esa la fórmula para llegar al más grande himno social de Camilo Vega?, ¿Cuál sería esa composición privilegiada en este momento?

Creo que ese es el camino, porque lo siento también como una misión al haber estudiado y trabajado sobre ello, he viajado mucho tratando de generar una socie-dad mejor al menos en esta parte del mundo con algo de música. Sonará desafiante, pero creo que el arte es el camino: si todo lo que conocimos en la escuela o en la vida, hubiera sido a través del arte y el juego, hubiéramos aprendido mucho mejor… así que si me preguntas cómo puedes cambiar la realidad de un lugar, claro que puede ser a través de la política, los programas sociales… sí, se puede, pero el arte cam-bia la manera de pensar de una porción enorme de la población como no te imaginas. Y si aún no tengo ese himno, algo que ha estado muy cerca de serlo, o quizás lo es y la historia lo juzgará, es una canción llamada “Sistemas Relativos” de mi primer disco.

¿De qué habla?

Es un manifiesto muy explícito de lo que pienso cuando satanizan un modelo económico y endiosan otro. Eso está muy mal, es ser demasiado subjetivo. Es una can-ción que te exhorta a dejar de pensar de esa forma: un país no debe funcionar en base a modelos económicos extrapolados; ninguno es el correcto y ninguno es sa-tán. Es una forma de percibir la política y la economía en una sola canción. Es un discurso tremendo.

@uzielpalomino

* Runner antes que blogger, quién lo viera.

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¿Y SI FUERAS EL ÚLTIMO HOMBRE?Por J.S. Cainiz

Una plaga de origen desconocido aniquila a todo mamífero con el cromosoma “Y”, con excepción de Yorick y su mono capucchino Ampersand, que en adelante deben sobre-vivir en un mundo de mujeres. Esa es la premisa del cómic que puso en el mapa a Brian K. Vaughan allá por el 2002. La historia del “último hombre” viene a cuento porque luego de un año, parece que ahora sí Vertigo Comics México nos trae el segundo tomo de esta entrete-nida historia. Guionizado por el ahora célebre au-tor de Saga (historieta del sello Image, dibujada por Fiona Staples, y ganadora de varios Eisner, que actualmente se publica en nuestro país bajo el impreso Kamite), Y THE LAST MAN, responde a la pregunta: cómo sería un mundo dominado por las mujeres, aunque carente de hombres, con excepción de Yorick Brown, un joven neo-yorquino, desempleado, aficionado al es-capismo, y que está a punto de pedirle ma-trimonio por teléfono a su novia Beth, que se encuentra de intercambio en Australia, situación que ocurre en el preciso momento en que inexplicablemente comienzan a mo-rir todos los hombres, y demás mamíferos con el cromosoma “y”, incluidos fetos y espermatozoides, en el planeta. Esa es la premisa que se nos presenta en el número 1 de la serie. El cómic nos muestra un escenario post apocalíptico, en el que las mujeres deben sobrevivir a la pérdida de padres, esposos e hijos, que perecieron de forma inexplicable y simultáneamente alrededor del mundo, la civilización como se le co-noce está a punto de desaparecer, si bien la gran mayoría de las mujeres intenta restablecer el gobierno, producción de re-cursos, transporte y demás infraestructura, lo cierto es que se vislumbra la posibilidad de transformar la sociedad en algo distinto al otrora patriarcado imperante, es así que aparece una facción de mujeres denomina-das “las hijas de las amazonas”, que toman la encomienda de borrar todo símbolo que recuerde la opresión fálica. Así pues, la ambientación de la his-toria juega un papel igual de preponderante que los protagonistas, cuyos peculiares nombres merecen detenernos a comen-tarlos. Comenzamos por Yorick, a quien toca jugar el papel del “último hombre”. El nombre de este personaje es retomado de una figura menor aparecida en el Hamlet de Shakespeare (el cráneo que sostiene el melancólico príncipe danés durante su monólogo); su mascota Ampersand, cuyo nombre designa el símbolo que en inglés sirve de conjunción (&); ambos personajes aluden al título del cómic y al casi extinto cromosoma “Y”. Luego tenemos a la agente 355, que será la guardaespaldas, amiga, y quizás algo más… de Yorick. Ella es miembro del Culper Ring, una rama ultra secreta del go-

bierno (originalmente la red de espionaje de George Washington durante la guerra de independencia), cuyo nombre real es secreto clasificado (se lo revelará a Yorick, entre susurros, en el antepenúltimo nú-mero de la serie). Otro personaje destacado en la se-rie es Hero, hermana del último hombre, nombrada como otro personaje del Bardo que aparece en la obra “Mucho ruido y pocas nueces”, aunque también sirve como antagónico, y ahí reside la mayor ironía respecto a su nombre. Hero quedó bastante traumatizada luego del evento que acabó con los hombres, y buscó su lugar en este nuevo mundo al unirse a las amazonas, que se distinguen por mutilarse el seno izquierdo, siguiendo el ejemplo de las ama-zonas de la mitología que recurrían a esta práctica para mejorar su destreza al utilizar el arco. Por último está la doctora en Bioingeniería Alison Mann, cuyas investigaciones en clo-nación humana pueden ser la clave para la supervivencia de la especie humana. A lo largo de 60 números, somos testigos de la odisea que emprende Yorick, para encontrarse con su novia Beth, a la par que la doctora Mann busca una cura para regresar a la vida al cromosoma “Y”, pues por alguna razón sólo Yorick y Ampersand resultan inmunes a lo que aniquiló al gé-nero masculino. En una primera ojeada se podría pensar que por ser el último hombre Yo-rick se la pasaría disfrutando del sexo cual sultán en un harem. Lo cierto es que el personaje vive un profundo sentimiento de culpa, pues siente que lo único que lo hace especial en el mundo es ser precisamente el último hombre. Lleva a cuestas la respon-sabilidad de preservar a la humanidad, así que constantemente lo veremos tomando riesgos innecesarios, que ponen de ma-nifiesto su inconsciente deseo de morir. Yorick no se considera un bendito entre las mujeres, antes bien, se esfuerza por enten-

derlas, algo muy diferente de lo que experi-mento Mel Gibson en Lo que ellas quieren. En el apartado gráfico tenemos en los lá-pices a la dibujante Pia Guerra, que sin poseer un trazo espectacular, dota a sus personajes de la expresividad que requie-ren los muy emotivos guiones de Vaughan, y sobresale en el diseño de escenarios. Otro elemento que distingue a la serie son las portadas, algo muy característico de los cómics Vertigo, pintadas en principio por J. G. Jones, a quien posteriormente releva Massimo Carnevale, ambos artistas mantie-nen la temática de recrear en cada portada el elemento de la “Y” (en unas ocasiones de forma sutil y velada, y en otras de manera contundente), dotando a las cubiertas de un toque conceptual. Si bien ya tiene algunos años de haberse publicado, Y THE LAST MAN, es una obra que se mantiene en el gusto de los lectores, tanto hombres como mujeres. Altamente recomendable y muy disfrutable si se posee cierto bagaje literario. Algo que distingue a Brian Vaughan en este título, y que difícilmente veremos en otro cómic, son sus constantes referencias filológicas, y guiños a la riqueza de matices que se pueden encontrar en la lengua inglesa en relación a etimologías grecolatinas, y otras lenguas romances, algo más propio de no-velistas o poetas, pero que igualmente se disfruta. Este título, junto con Preacher y Swamp Thing (agrupados bajo el apelativo de Novela Gráfica), han representado el ta-lón de Aquiles para el sello Vertigo en Mé-xico, pues ha sido bastante larga la espera entre el primero y el segundo tomo de las tres series. Esperemos que se normalice su periodicidad, y no corra el riesgo de cance-lación por bajas ventas (como se especula en las redes sociales).

* Puedes leer al misterioso Jorge ennieblaentubo.blogspot.com

RESEÑA (ANTES HIPSTERLAND)