Autoestima Nuestro Sistema Inmunologico

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[email protected] 1 www.LuisHornstein.com AUTOESTIMA: NUESTRO SISTEMA INMUNOLOGICO 1 En los últimos años el concepto de autoestima ha sido sometido a un abordaje múltiple por varias disciplinas. La autoestima no señala un núcleo estable. Está sujeta a un constante proceso de cambio y transformación. La autoestima desempeña la función de termostato emocional modulando el impacto de las emociones negativas, evitando que se extiendan al resto de la vida. Se manifiesta a través de las emociones, de los pensamientos y la acción: influye en nuestras relaciones sociales y proyectos. Nadie carece de ideas acerca de sí mismo y de su valor. Y estas ideas influyen en nuestras acciones y sentimientos. Se nutre también de los signos de reconocimiento social: así como por nuestros logros y acciones consideradas exitosas. También de nuestros vínculos y proyectos. La autoestima facilita la acción: la acción alienta, modela y construye la autoestima. La autoestima actúa como el sistema inmunológico del psiquismo, proporcionándonos resistencia, fortaleza y capacidad de recuperación. Una baja autoestima nos torna vulnerables ante los problemas de la vida. Si no creemos en nosotros mismos, en nuestra eficacia, ni en nuestra capacidad de ser amados, el mundo es un lugar aterrador. La autoestima es una experiencia íntima: es lo que pienso y lo que siento sobre mí mismo, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de mí. Mi familia, mi pareja y mis amigos pueden amarme, y aun así puede que yo no me ame. Mis compañeros de trabajo pueden admirarme y aun así yo me veo como alguien insignificante. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que “engañe” a todo el mundo y aun así temblar p or mis sentimientos de insuficiencia. Puedo satisfacer las expectativas de otros y aun así fracasar en mi propia vida. Puedo ganar todos los honores y aun así sentir que no he conseguido nada. Millones de personas pueden admirarme y aun así me levanto cada mañana con un doloroso sentimiento de fraude y un vacío interno. Pensemos en los “ricos y famosos” que no pueden pasar un día sin drogas. Conseguir el éxito sin lograr primero una autoestima equilibrada es condenarse a sentirse como un impostor y a sufrir esperando que la verdad salga a la luz. De dos modos se obtiene el reconocimiento: por conformidad (ser como los demás) o por distinción (ser distinto y hacer que los demás valoren esa diferencia). Ser como los demás representa una garantía de aceptación social. Buscar el reconocimiento por distinción es más frecuente en adolescentes, porque les sirve para afirmarse en su autoestima e identidad. Hay adultos que también tienen un reconocimiento por distinción. Quizá porque siguen conservando la frescura juvenil. La admiración de los demás no crea nuestra autoestima, ni tampoco la erudición, o la maternidad, ni las posesiones materiales, las conquistas sexuales o la cirugía estética. A veces, estas cosas pueden ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos o a sentirnos más cómodos en situaciones concretas. Pero la comodidad no es autoestima. La “zona de confort” genera solo estabilidad. 1 Estos breves párrafos resumen ideas presentes en Autoestisma e identidad (F.C.E., 2011) y Las encrucijadas actuales del psicoanálisis (F.C.E., 2013)

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    AUTOESTIMA: NUESTRO SISTEMA INMUNOLOGICO1

    En los ltimos aos el concepto de autoestima ha sido sometido a un abordaje mltiple por varias disciplinas. La autoestima no seala un ncleo estable. Est sujeta a un constante proceso de cambio y transformacin.

    La autoestima desempea la funcin de termostato emocional modulando el impacto de las emociones negativas, evitando que se extiendan al resto de la vida. Se manifiesta a travs de las emociones, de los pensamientos y la accin: influye en nuestras relaciones sociales y proyectos. Nadie carece de ideas acerca de s mismo y de su valor. Y estas ideas influyen en nuestras acciones y sentimientos. Se nutre tambin de los signos de reconocimiento social: as como por

    nuestros logros y acciones consideradas exitosas. Tambin de nuestros vnculos y proyectos. La autoestima facilita la accin: la accin alienta, modela y construye la autoestima.

    La autoestima acta como el sistema inmunolgico del psiquismo, proporcionndonos resistencia, fortaleza y capacidad de recuperacin. Una baja autoestima nos torna vulnerables ante los problemas de la vida. Si no creemos en nosotros mismos, en nuestra eficacia, ni en nuestra capacidad de ser amados, el mundo es un lugar aterrador.

    La autoestima es una experiencia ntima: es lo que pienso y lo que siento sobre m mismo, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de m. Mi familia, mi pareja y mis amigos pueden amarme, y aun as puede que yo no me ame. Mis compaeros de trabajo pueden admirarme y aun as yo me veo como alguien insignificante. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engae a todo el mundo y aun as temblar por mis sentimientos de insuficiencia. Puedo satisfacer las expectativas de otros y aun as fracasar en mi propia vida. Puedo ganar todos los honores y aun as sentir que no he conseguido nada. Millones de personas pueden admirarme y aun as me levanto cada maana con un doloroso sentimiento de fraude y un vaco interno. Pensemos en los ricos y famosos que no pueden pasar un da sin drogas.

    Conseguir el xito sin lograr primero una autoestima equilibrada es condenarse a sentirse como un impostor y a sufrir esperando que la verdad salga a la luz. De dos modos se obtiene el reconocimiento: por conformidad (ser como los dems) o por distincin (ser distinto y hacer que los dems valoren esa diferencia). Ser como los dems representa una garanta de aceptacin social. Buscar el reconocimiento por distincin es ms frecuente en adolescentes, porque les sirve para afirmarse en su autoestima e identidad. Hay adultos que tambin tienen un reconocimiento por distincin. Quiz porque siguen conservando la frescura juvenil.

    La admiracin de los dems no crea nuestra autoestima, ni tampoco la erudicin, o la maternidad, ni las posesiones materiales, las conquistas sexuales o la ciruga esttica. A veces, estas cosas pueden ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos o a sentirnos ms cmodos en situaciones concretas. Pero la comodidad no es autoestima. La zona de confort genera solo estabilidad.

    1 Estos breves prrafos resumen ideas presentes en Autoestisma e identidad (F.C.E., 2011) y Las encrucijadas actuales

    del psicoanlisis (F.C.E., 2013)

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    Sin embargo, esa mirada-juicio sobre uno mismo es vital. Cuando es positiva, permite actuar con aplomo, sentirse a gusto consigo mismo, enfrentar dificultades. Cuando es negativa, engendra sufrimientos que afectan la vida cotidiana. Nos dejamos llevar ms por el deseo de ahorrarnos dolor que por el de buscar alegra.

    Quin soy? Cules son mis cualidades? Cules mis talones de Aquiles? De qu soy capaz? Cules son mis xitos y mis fracasos, mis habilidades y mis limitaciones? Cunto valgo para m y para la gente que me importa? Merezco el afecto, el amor y respeto de los dems o siento que no puedo ser querido, valorado y amado? Siento una brecha enorme entre lo que quisiera ser y lo que creo que soy? Qu puedo hacer por mi mismo? Estoy tomando demasiado (y no porque me lo digan los dems, yo mismo me lo digo)? O tomo menos o trato de que no me importe. Lucho o me dejo estar?

    Los componentes de la autoestima

    La autoestima contiene mltiples facetas. Es posible tener una buena autoestima en el terreno intelectual que contrasta con una frgil en lo afectivo. Puede ser variable en distintas actividades y prcticas: laboral, afectivo, intelectual, corporal, sexual. El nio interioriza las imgenes y las propuestas que los otros tienen de l. Y puede elaborarlas para construir a ese adulto que ser. Pero una persona no es una unidad sino una multiplicidad. Todos sus diversos aspectos: el profesional, el familiar, el amoroso, el social son relativamente autnomos los unos respecto de los otros.

    Es probable que un xito o un fracaso en un sector tengan consecuencias en los otros. Un desengao amoroso acarrear una vivencia de prdida de valor personal. A la inversa, un xito en un campo determinado puede beneficiar la autoestima. Es difcil que ciertas heridas narcisistas no irradien sobre otros sectores. Por suerte, tambin irradian los logros.

    Los componentes de la autoestima son interdependientes2. Puede alguien tener dificultades en el amor por s mismo: an habiendo logrado una aceptable trayectoria personal ante un fracaso sentimental se le impondrn dudas insoportables. Tambin puede suceder que padezca de falta de confianza porque los padres lo han sobreprotegido evitndole la confrontacin con la realidad por lo cual, pese al afecto recibido, tendr dudas torturantes ante sus logros.

    La autoestima no puede ser abordada sino desde el paradigma de la complejidad. Puede haber un desequilibrio neuroqumico pero lo que siempre habr ser la accin conjunta, y difcilmente deslindable, de la herencia, la situacin personal, la historia, los conflictos neurticos y humanos, las condiciones histrico-sociales y las vivencias3.

    2 Me extend en ellos en diversos captulos de Autoestima e identidad.

    3 Hasta hace pocas dcadas predomin en la ciencia la aspiracin de simplicidad. Es simple y puede ser aislado,

    aislamiento que permite a los especialistas ser expertos. Pero esa lgica extiende sobre la sociedad y las relaciones

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    Abordar la autoestima siguiendo tanto la sugerencia de S. Freud (1901) quien dijo: Una manera de escribir clara e inequvoca nos avisa que el autor est acorde consigo mismo; y donde hallamos una expresin forzada y retorcida, que, segn la acertada frase, hace guios en varios sentidos, podemos discernir la presencia de un pensamiento no bien tramitado. Por su parte Pierre Bourdieu advirti sobre la tendencia de los intelectuales al esteticismo filosfico y tambin alert sobre otra tentacin: la esloganizacin tpica de los opinlogos que se quieren hacer pasar por sabios. El intelectual crtico est en las antpodas de ambas actitudes. Es un explorador con varios desafos: encontrar la verdad, hacer una traduccin que vuelva sensibles las cuestiones abstractas, destruir la falsedad y hallar los instrumentos que le den fuerza a esa verdad. Todo ello soslayando el academicismo. El academicismo es la sumisin exagerada a las reglas de la escuela o de la tradicin, en detrimento de la libertad, la originalidad, y la audacia. Es el gusto inmoderado por el estilo culto o universitario: una forma de dirigirse a los de la propia parroquia antes que al lector interesado en el tema propuesto.

    Nuestra autoestima depende de mltiples espejos aunque tambin existe un espejo interior pero no es objetivo y est enturbiado por la mirada de los dems. Estoy trabajando bien? Mis hijos me quieren? No tengo entusiasmo para nada? Soy ntegro en mi vida? Descuid a mis personas queridas? Aporto algo a la comunidad? Mi vida es acorde a mi tica?4

    La autoestima es sentirnos competentes para enfrentarnos a los desafos y creernos merecedores de recompensa. Contiene varios aspectos: confianza en nuestra capacidad de pensar, aprender, elegir y tomar decisiones adecuadas y conviccin en nuestro derecho a ser reconocidos por los dems y por nosotros mismos.

    Todas las personas, aun las menos dadas a la introspeccin y a observar a los dems, tiene una somera idea de lo que es la autoestima. Veamos si podemos aclararla desde distintos puntos de vista. En la autoestima participan no slo sentimientos, sino tambin pensamientos y actitudes. Existe un elemento afectivo, una valoracin positiva o negativa segn ciertos ideales. Por autoestima entendemos esa autoevaluacin que expresa aprobacin/desaprobacin.

    Como definir los diversos componentes de la autoestima? Ellos son:

    1- Creer en las capacidades para actuar con eficacia en el logro de las metas

    2- Estar satisfecho con la forma de actuar .

    3- Tomar decisiones y perseverar en ellas.

    4- Tener una mirada benevolente hacia uno mismo.

    5- Lograr una imagen aceptable de s mismo.

    6- Evaluar logros y relaciones afectivas en funcin de los proyectos personales.

    Los alimentos afectivos: del desamparo a la autonoma

    El nio se alimenta del amor que recibe de sus padres. El nio lo percibe, le permite no padecer un sufrimiento devastador, daos irreparables, pero si ese amor no es acompaado con actos y gestos concretos su autoestima e identidad sern lesionadas.

    humanas restricciones y funciones propios de una mquina y de la visin mecanicista que origina. Hay complejidad cuando son inseparables los elementos que constituyen un todo (como el econmico, el poltico, el sociolgico, el psicolgico, el afectivo, el mitolgico) 4 En Autoestima e identidad diferenci tica de moral pero adelantar que la tica para Foucault se distingue de la

    moralidad porque esta contiene sistemas de conminacin y prohibicin y remiten a algn cdigo formalizado. La tica, por su parte, se refiere al mbito de cmo debe uno conducirse en su existencia cotidiana.

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    Los bebes que se cran en hogares demasiado tristes, caticos o negligentes probablemente vivirn con una visin derrotista, sin esperar ningn estimulo o inters de los otros. Este riesgo es mayor para los hijos de padres ineptos (inmaduros, consumidores de drogas, deprimidos o carente de objetivos).

    La crianza consiste en dar a un hijo primero races (para crecer) y luego alas (para volar). En las primeras relaciones un beb puede experimentar la seguridad o bien el terror y la inestabilidad. En las posteriores un nio puede tener la experiencia de ser aceptado y respetado o rechazado. Algunos nios experimentan un equilibrio entre proteccin y libertad. Otros, una sobreproteccin que los infantiliza. Padres que dan pescado en vez de ensear a pescar. Otros nios estn subprotegidos, es decir sobreexigidos. Se los pone en un botecito en alta mar5.

    Los nios descubren que son valiosos porque sus progenitores los tratan con afecto y porque ciertos valores son reforzados. Y estos nios se respetan porque observan cmo actan sus padres hacia ellos y hacia otras personas. Recprocamente, las fallas en la autoestima suelen originarse en la indiferencia parental, en la soberbia o en el maltrato.

    La autoestima es un proceso continuo de interiorizacin del mundo exterior: la lengua que hablo, las categoras de la experiencia sensible o del pensamiento de las que me sirvo, la presin de las comunidades, la pertenencia a un gnero, una edad, una clase.

    Las grandes depresiones y los pequeos bajones a menudo derivan de un discurso familiar en que prevaleca una actitud crtica e inhibidora para con el nio. No estamos condenados por esa mirada cruel. Si estamos condenados es porque no tuvimos posteriormente oportunidades de reemplazarla o no supimos aprovecharlas. Tambin es cierto que a lo largo de nuestra vida debemos desechar mensajes y miradas que reforzaran este discurso que transmite insatisfaccin con uno mismo.

    Lo perturbador no es recibir cuestionamientos sino recibirlos de manera constante. La actitud hipercrtica es ms nociva cuando no es balanceada por miradas benevolentes. Esa hipercrtica obedece a un perfeccionismo patolgico. A veces puede ayudar a conseguir los

    objetivos en mbitos limitados y bien definidos pero su costo emocional es elevado. Qu precio tienen los xitos en una atmsfera txica?

    Los otros van cambiando. Apenas nacidos, somos pura necesidad. Enseguida conocemos el placer de ser abrazados. Despus tenemos relaciones amorosas y sexuales. Despus el placer del trabajo y de otras actividades. Pero no pasamos automticamente. No se trata de una transicin natural, sino de una transicin regada por el lenguaje, la simbolizacin, la creatividad, que los otros nos procuraron hasta que estuvimos en condiciones de procurrnosla por nosotros mismos.

    La autoestima que tenemos hoy se fue amasando con distintos ingredientes a partir del primer da de vida e incluso antes, en el proyecto de los padres para ese hijo y en la propia autoestima de los padres. Es un residuo, un destilado de esa retorta. Un destilado alimentado tambin por la influencia del futuro en el presente.

    5 En Autoestima e identidad dediqu un captulo a La construccin de la autoestima.

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    La autoestima inicial tiene mejores posibilidades:

    a) si el nio experimenta que se aceptan sus pensamientos, sentimientos y el valor de su persona.

    b) si lo invitan a jugar un juego limpio, con lmites definidos con claridad; con una libertad limitada, no solo experimenta una sensacin de seguridad, sino que cuenta con elementos para evaluar su propio juego;

    c) si los padres no recurren a la violencia o la humillacin; si para calificar toman en cuenta las necesidades y deseos del nio.

    Esa conviccin se transmite por el cuidado respetuoso y no intrusivo. El amor no se siente consistente cuando se utiliza para manipular obediencia o sometimiento. Un nio cuyos pensamientos y sentimientos son tomados en cuenta aprende a aceptarse a s mismo.

    Las cuatro modalidades de la autoestima

    La autoestima flucta: puede ser ms o menos alta, ms o menos estable y necesita ser alimentada, en grados diversos, desde el exterior. Aunque las bases se construyan durante la infancia, la autoestima no es inalterable en otras etapas de la vida. Sigue fluctuando.

    La autoestima es un estuario caudaloso, turbulento, con cambiantes mareas. El Paran cuando desemboca en el Ro de la Plata. Los ros que desembocan en la autoestima son la infancia, las realizaciones, la trama de relaciones significativas, pero tambin los proyectos (individuales y colectivos) que desde el futuro hacen posible el presente. Repitamos esto: sin futuro no hay presente. Por supuesto que con tantos afluentes la autoestima es turbulenta, inestable.

    A) Alta y estable

    Las circunstancias exteriores y los acontecimientos de vida normales tienen poca influencia sobre la autoestima. El individuo est fuera de la manada, sin obedecer ni polemizar con los dems. No consagra mucho tiempo ni energa a la defensa o la promocin de su imagen. No necesita defenderla. En todo caso se defiende sola.

    Pero la excesiva confianza en el propio valor y eficacia podra hacernos ms vulnerables a los peligros por cierta omnipotencia que nos impide reconocer nuestros lmites y limitaciones.

    Las personas con una buena autoestima no vacilan en pedir ayuda a los dems. Estn seguras de que la

    ayuda es un prstamo que podrn devolver. Y los dems son como los bancos: le prestan al que tiene con qu responder. Dicho de otra manera, aydate que te ayudarn.

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    B) Alta e inestable

    Aunque elevada, la autoestima de estas personas padece grandes altibajos. Se ponen locos ante las crticas y fracasos, percibindolos como amenazas y nos refriegan en las narices sus xitos y sus virtudes. Los sujetos de autoestima alta y estable son mucho ms atemperados y positivos, mientras que los de autoestima inestable siempre estn pendientes de desafos o del reconocimiento de los otros. La presencia constante de amenazas revela la labilidad de la autoestima.

    Hay dos modos de reaccionar al fracaso. O aceptarlo y sacar una enseanza o se echa la culpa a los dems6. A partir de un acontecimiento dado, tendemos a atribuirle ciertas caractersticas: lo que ha ocurrido depende de m o del exterior, va a reproducirse o ser un hecho aislado, es representativo o limitado.

    Este sentimiento de fragilidad conduce a situar la autoestima como preocupacin central. As como les exige preservarla a cualquier precio y apelar a una actitud agresiva (para promoverla) o bien pasiva (para protegerla). Ambas actitudes responden a un sentimiento de vulnerabilidad, consciente cuando corresponde a una autoestima baja, y a veces inconsciente, en el caso de una autoestima elevada pero frgil.

    Las personas con autoestima elevada pero inestable luchan denodadamente. Sus tentativas son constantes para destacarse, dominar, hacerse querer o admirar. La imagen les reluce pero no es oro. Cuando se empaa asoma una inquietante inseguridad. Estos perfiles de autoestima se encuentra como base de diversos trastornos psicolgicos: ira incontrolable, abuso del alcohol y drogas, adiccin al trabajo, depresiones y colapsos narcisistas7.

    El xito es postizo cuando se siente como un implante, una prtesis, cuando implica desgaste emocional, ansiedad excesiva y riesgo depresivo. As como un sentimiento de fragilidad que provoca inquietud o vulnerabilidad ante las agresiones (reales o imaginarias) sobre la autoestima. Los logros nunca aportan demasiada seguridad. El equilibrio narcisista esta perturbado, hipotecado en defenderse de las experiencias negativas. Tienen la tentacin de la huida hacia adelante, de brillar para no dudar.

    C) Baja e inestable

    Su autoestima es vulnerable. Debido a xitos o satisfacciones puede subir un poco. Sin embargo, ese sentimiento es frgil y su autoestima se resiente cuando amagan las dificultades.

    Las personas con baja autoestima pagan tributo al juicio de los otros. Su temor a engaarse o engaar a los dems los expone a dudas, a sentirse trnsfugas, impostores. La vivencia de impostura transforma los aplausos en dudas constantes acerca del mrito real. Son indecisos por temor a equivocarse. Con el pretexto de desensillar hasta que aclare (prudencia), terminan montando poco y nada el caballo (pusilanimidad).

    6 En Las encrucijadas actuales del psicoanlisis (F.C.E., 2013) caracteric las estrategias de victimizacin e infantilizacin.

    7 Vase Las depresiones (Paids, 2006).

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    El sndrome del impostor puede ser crnico en sujetos con baja autoestima que suelen pensar que no estn a la altura del reconocimiento logrado. Padecen de una ansiedad

    permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta ansiedad los expone a estados depresivos a pesar de xitos notables. Su incomodidad ante el xito se basa en que ste les produce disonancia cognitiva producto de la contradiccin entre la idea que tienen de s mismos y la mirada de los otros. Si bien necesitan los logros, los temen porque los colocan ante una enorme exigencia.

    D) Baja y estable

    En este caso, la autoestima se ve poco afectada por los acontecimientos exteriores favorables. Estn resignados y hacen pocos esfuerzos para valorarse a sus propios ojos o a los de los dems. Si no se sienten queridos tendern a replegarse en lugar de renovar vnculos satisfactorios. Si creen haber fracasado, tendern al autorreproche y a paralizarse sin darse otras oportunidades. Se ilusionan con fantasas de xito y gloria, pero el temor a las decepciones los paralizan. Dependen excesivamente del reconocimiento de los otros.

    En personas con baja autoestima predominan las emociones negativas (vergenza, clera, inquietud, tristeza, envidia) y padecen de un sentimiento de vulnerabilidad al sentirse amenazadas por las vicisitudes de la vida cotidiana. Cualquier riesgo es una amenaza. Se dedican ms a la proteccin de su autoestima que a su despliegue, ms a la prevencin de los fracasos que al asumir riesgos. Evitar arriesgarse a la crtica o al rechazo. Permanecen en la sombra, porque no estn dispuestas a exponerse.

    Cuando la autoestima es baja disminuye la resistencia frente a las adversidades y las personas encallan frente a vicisitudes superables. El dficit en la autoestima no supone incapacidad para logros ya que se puede tener el talento y empuje necesarios para lograrlos. Sin embargo disminuye la eficiencia y la capacidad de alegrarse con sus logros que sern vivenciados como insuficientes.

    Existe una autoestima equilibrada?

    No creemos que sea posible establecer un justo medio. En rigor se trata de una autoestima llevadera, o sea suficientemente buena. Para simplificar a veces la llamaremos autoestima equilibrada o consolidada. Con una autoestima equilibrada las ilusiones suelen ser un prembulo de la accin, en vez de representar una alternativa: su modo de actuar (aceptar riesgos, intentar desarrollar sus competencias, ampliar sus lmites) permite consolidar la autoestima.

    Cundo la ilusin es buena y cundo es mala? Es negativa cuando es un sustituto de la accin. En el lenguaje corriente ilusin quiere decir muchas cosas: creencia, fantasa, proyecto, etc. Ac tratamos de darle un significado preciso. Lo primero ser separarla de la nocin de error. Los errores saltan a la vista. Las ilusiones falsas no. El error es una carencia (de conocimiento). La ilusin, un exceso de creencia, de imaginacin. Hacerse ilusiones es tomar los propios deseos por la realidad. Puedo equivocarme sin que sea en funcin de mis deseos (entonces se trata de un

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    error, no de una ilusin). La ilusin, aunque pueda ser falsa, y aunque lo sea la mayora de las veces, no es error. Es una creencia.

    Las personas con autoestima equilibrada soportan una evaluacin mientras que los de baja exigen aprobacin. No se trata de miedo al fracaso, sino de alergia al fracaso. Cuando la autoestima es baja disminuye la resistencia frente a las adversidades y las personas se atascan en escollos superables. Una baja autoestima disminuye la capacidad de alegrarse con sus logros que siempre sern vivenciados como insuficientes. Prefieren tener un lugarcito asegurado en un grupo poco valorizado socialmente a esforzarse para defender un lugar en un grupo competitivo. Estn dispuestos a compartir los xitos grupales y encuentran all la seguridad de una dilucin de las responsabilidades si las cosas terminan mal.

    La autoestima necesita estrategias de sostenimiento, desarrollo y proteccin. Algunos necesitan enormes esfuerzos para protegerla: negacin de la realidad, huida o evasin, agresividad hacia los dems. Sacrifican mucho de la calidad de vida y se torturan ante exigencias por expectativas propias y ajenas. Cmo sobreponerse al temor y afrontar lo nuevo? Entrenndose con frustraciones que no lo tumben y con gratificaciones que lo compensen, aunque no sean inmediatas, aunque sean promesas. Las personas autoevalan su habilidad en la ejecucin de tareas, su concordancia con los patrones ticos y estticos, la forma en que otros las aman o aceptan y el grado de poder que ejercen.

    Resumiendo: los cimientos necesarios para una autoestima equilibrada implica que los otros primordiales lo hayan criado con amor y respeto, le ofrecieron reglas estables y razonables que contribuyeron a generar expectativas adecuadas, sin recurrir al ridculo, la humillacin o maltrato fsico y que tuvieron confianza en sus capacidades.

    AUTOESTIMA Y MALTRATO SOCIAL

    El psicoanlisis describe las vicisitudes de la autoestima segn la relacin entre el yo y sus ideales.8 stos se convierten en los depositarios de la omnipotencia narcisista original y el yo disfruta de autoestima en la medida en que su imagen se acerca a sus valores ticos y estticos. Ellos contienen mltiples identificaciones con los padres, as como identificaciones posteriores con hermanos, contemporneos y adultos admirados.

    El nio al percibir su desvalimiento, pierde la ilusin de una fusin perfecta con la madre. Percibe que necesita, que tiene que pedir. La ilusin de autosuficiencia deja paso a un sentimiento de inferioridad. Para congraciarse, el nio se vuelve casi una rplica. Acepta todo de los padres. Incorpora sus valores y sus prohibiciones. El temor a que dejen de quererlo queda siempre flotando, mientras se va constituyendo el supery, que es el mismo tirano con distinto bozal. Con la aclaracin de que el pap dentro de uno, por terrible que sea, no deja de ser una creacin del sujeto.

    No hay en el ser humano una facultad natural que le permita distinguir entre el bien y el mal. La tica no es innata sino adquirida. Le es impuesta al nio por un dictamen exterior, que paulatinamente ir haciendo suyo. Se somete porque es dbil. Se somete cuando lo instan

    8 Para un desarrollo ms extenso del tema remito al lector a mis libros anteriores (Narcisismo y Las depresiones).

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    a controlar sus esfnteres. O usted piensa que l tiene alguna gana de controlar? Los padres bajan lnea. A veces como vicarios de leyes que estn en la cultura (controlar los esfnteres), a veces como dspotas caprichosos.

    La autocrtica (supery) es la internalizacin de deseos y tabes, anhelos y prohibiciones. Tiene historia, es cambiante. Da a da va hacindose cargo del mundo externo y, particularmente, de los valores de la cultura como un todo. El nio y el adulto necesitan ser amados por su supery, como tambin necesitan ser amados por las personas de su entorno y necesitan que sus logros sean respetados por la cultura (o por su microcultura o cultura alternativa).

    Una de las primeras cosas que aprende el beb es a observar el semblante de esos seres todopoderosos que lo cuidan. Peor para l si estn disgustados. Otra cosa que aprende es que sus progenitores se alegran cuando hace algo (empezar a gatear, etc.) y se intranquilizan cuando hace algo (llorar, etc.). En los padres y en l hay, binariamente, cosas buenas y malas.

    Las aspiraciones acerca de lo que se debe ser y tener (ideal del yo), as como las consignas acerca de lo que no se debe hacer (consciencia moral) estn conformadas por las aspiraciones parentales y sus sustitutos. La amenaza de la prdida de amor est siempre flotando.

    El camello, el len y el nio. Segn Nietzsche, el hombre pasa por tres estadios. En el primero, el hombre es un camello, cargado con puros t debes. En el segundo, ha descubierto su yo quiero y lucha como un len contra el t debes, pero sin poder zafar. Hay todava demasiadas cuentas pendientes que impiden la soltura del querer creador y la autonoma consecuente. Esto se logra cuando se llega a ser nio y se consigue la espontaneidad.

    La persona incrementa su autoestima en la medida en que se siente ms prxima a los proyectos que demandan sus ideales. Una frustracin narcisista puede precipitar una depresin al producir un colapso parcial o completo de la autoestima si el sujeto se siente incapaz de vivir acorde con sus aspiraciones. Esas aspiraciones pueden estar a aos luz o relativamente cercanas. Cuanto ms lejos estn, ms recursos se dedicarn a disimular ese hiato. .

    Frente al estallido de las normas tradicionales, el individuo cuenta (o debiera contar) con una gua interior que extrae de la mirada de los otros y la suya propia. La bsqueda de autoestima es como toda bsqueda, la prueba de que uno est vivo e implica someternos a ciertas exigencias.

    La persona sumergida en valores mltiples y contradictorios debe reconstruir ideales para encontrar patrones de medida para su autoestima. Cada uno se las arregla como puede frente a la multiplicidad y la movilidad de los referentes colectivos que fundan el reconocimiento social. En la actualidad los vnculos sociales son ms inestables. Y entonces la construccin de la autoestima y su preservacin en las azarosas calles de la urbe estn mas basadas en la autonoma y la eficacia personal.

    La autoestima se resquebraja cuando la sociedad maltrata al sujeto y se desmantelan ciertos soportes necesarios. La degradacin de los valores colectivos incide sobre los valores personales, instalados en la infancia pero siempre actualizndose, como un programa de computacin. Cmo recuperar una credibilidad apuntalada por convicciones ticas compartidas y compartibles? La falta de brjulas ticas no puede sino hacer tambalear la autoestima.

    Podramos hablar de efectos inherentes a la globalizacin y de efectos indeseados. Mientras tanto, podemos constatar que se han debilitado los lazos sociales y se ha borrado una

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    dimensin: la de la vida pblica. Faltan referentes, brjulas que indiquen por qu latitud y longitud navega nuestro barco. El ro est revuelto, y lo est porque as son los ros, pero tambin porque la corrupcin y la apata de los honestos permiten que se contaminen.

    La autoestima tambin se ve afectada por fenmenos como el desempleo, la marginacin y la crisis en los valores e ideales. Los duelos masivos y traumas hacen zozobrar vnculos, identidades y proyectos personales y colectivos.

    No se trata de cruzarse de brazos ante procesos destructivos. Nuestro pas vive socavado por la desocupacin, por la pauperizacin generalizada, por la decepcin con la corporacin poltica y su imposibilidad de mirar otra cosa que sus prebendas y sus rituales. Para vivir, para que la vida tenga sentido, debe haber proyectos. Evitar el slvese quien pueda. La trama cultural puede ser productora de un narcisismo trfico, que apuntala identidades, proyectos, ideales. Para ello se requiere encarar las secuelas del terrorismo de Estado, de la hiperinflacin9, del terror en todas sus facetas, de la corrupcin y de la fragilidad institucional. Nada de guios cmplices: solidaridad en vez de complicidad.

    El que elude enfrentar estas crisis tiene que encerrarse en un bnker al que no afectar el afuera, sus turbulencias diversas, sus duelos masivos. Hemos vivido dentro de esa crisis multidimensional (poltica, social, econmica y tica) que nos asedia en las ltimas dcadas. Cmo historizar sin que la nostalgia corte las alas de la creacin?

    No cruzarse de brazos supone creer en la transformacin. Reivindico un utopismo crtico que elabora proyectos y se oponga tanto al voluntarismo sin fundamentos tericos como a cierto fatalismo que condujo a idealizar el desencanto por identificar lucidez con pesimismo. Un proyecto teraputico supone la elaboracin de ciertos duelos y tiene como protagonista la diferencia. Apostar al utopismo crtico no es slo una irresponsable, fogosa e inconducente actitud juvenil sino la nica manera de refundar la esperanza.

    Luis Hornstein Premio Konex de platino en psicoanlisis (dcada 1996 a 2006). Sus ltimos libros son Narcisismo (Paids, 2000), Intersubjetividad y Clnica (Paids, 2003), Proyecto teraputico (Paids, 2004), Las depresiones (Paids, 2006), Autoestima e identidad (F.C.E., 2011) Las encrucijadas actuales del psicoanlisisis (F.C.E, 2013). Puedes escribirle a su email: [email protected] o consultar su pgina www.LuisHornstein.com

    9 En tiempos de hiperinflacin, un kilo de papas puede valer para algunos ms que toda la plata de la familia, y un pedazo

    de carne ms que el piano de cola. Una prostituta en la familia es mejor que un hijo muerto, robar es preferible a pasar hambre, no pasar fro es ms importante que conservar el honor; vestirse est antes que las convicciones democrticas y comer es ms necesario que la libertad (Ferguson, 1987).

    http://psyciencia.com/author/luis-hornstein/