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    S147www.neurologia.com Rev Neurol 2011; 52 (Supl 1): S147-S153

    AUTISMO

    Introduccin

    El trastorno del espectro autista (EA) es el trmi-no que se utiliza para dar cuenta de las distintasmaniestaciones de gravedad del autismo. ste, elautismo, es un trastorno del neurodesarrollo que secaracteriza por alteraciones cualitativas en la inte-raccin social recproca y en la comunicacin, y porla presencia de conductas repetitivas e interesesrestringidos. Algunos estudios epidemiolgicos re-cientes inorman de que el autismo aecta al 0,6%de la poblacin, es tres veces ms recuente en va-rones que en mujeres y es habitual su asociacincon discapacidad intelectual (cociente intelectual,

    CI < 70), que est presente en el 25-40% de los ca-sos [1]. El espectro tambin incluye a personas dealto uncionamiento o con sndrome de Asperger.

    Se han propuesto distintas teoras cognitivas paratratar de entender el uncionamiento psicolgico delos EA; es decir, de la posible relacin existente en-tre su uncionamiento cerebral y su conducta. Unade las ms conocidas es la hiptesis del dcit enteora de la mente [2]. Desde esta hiptesis se propo-ne que ciertos allos en algunos de los componentesdel cerebro social (como la capacidad de atribuir es-tados mentales y emocionales) estn en la base de

    las dicultades que experimentan las personas con

    autismo. Aunque esta posicin terica se muestrarelativamente potente para dar cuenta y explicarmuchas de las conductas que caractersticamenteestn asociadas al autismo en especial las alteracio-nes sociocomunicativas, no puede explicar con cla-ridad otras caractersticas no sociales del trastorno.Estas caractersticas no sociales de los EA son muyvariadas e incluyen un repertorio repetitivo, restric-tivo y obsesivo de intereses, inexibilidad, rigidez yperseveracin, as como un patrn disarmnico deinteligencia. Una de las teoras cognitivas que se hapropuesto en los ltimos aos y que se muestra conxito para dar cuenta del uncionamiento psicolgi-

    co en los EA incluyendo esas caractersticas nosociales es la teora de la disuncin ejecutiva. Losgrupos de trabajo de Ozono y Russell son los mejo-res exponentes de esta explicacin [3,4].

    Qu son las unciones ejecutivas?

    Las unciones ejecutivas son un constructo, un pa-raguas bajo el que se cobijan muchas y distintasunciones, como las habilidades de planicacin,memoria de trabajo, inhibicin y control de impul-

    Una aproximacin a las funciones ejecutivas

    en el trastorno del espectro autista

    Juan Martos-Prez, Isabel Paula-Prez

    Introduccin. La hiptesis psicolgica de la disuncin ejecutiva desempea un papel crucial para explicar el enotipo

    conductual de las personas con trastornos del espectro autista (TEA), relacionada tambin con otras hiptesis como el

    dcit en teora de la mente o la hiptesis de la coherencia central dbil. Sin embargo, ninguna de estas hiptesis son

    mutuamente excluyentes y los comportamientos que tienen su origen en alguna de esas tres hiptesis estn tambin

    moldeados y mantenidos por otros procesos y actores.

    Desarrollo. Este artculo revisa la maniestacin conductual y el estado de la investigacin sobre las unciones ejecutivas

    en personas con TEA y su impacto en las habilidades de planicacin, de exibilidad mental y cognitiva, generatividad,inhibicin de respuesta, habilidades mentalistas y sentido de la actividad.

    Conclusin. Aunque la disuncin ejecutiva ha ido ganando peso como hiptesis explicativa en las personas con TEA,

    persisten algunas dicultades relevantes que precisan de mayor y ms detallada investigacin. Por otro lado, son muy

    escasos los programas de intervencin con ecacia demostrada que minimicen los eectos de la disuncin ejecutiva en el

    autismo.

    Palabras clave. Generatividad. Flexibilidad mental y cognitiva. Funciones ejecutivas. Habilidades mentalistas. Inhibicin

    de respuesta. Planicacin. Sentido de la actividad. Trastornos del espectro autista.

    Diagnstico, Evaluacin del

    Lenguaje y Tratamiento del

    Espectro Autista, DELETREA;

    Madrid (J. Martos-Prez).

    Departamento de Mtodos

    de Investigacin y Diagnstico

    en Educacin; Institut de Cincies

    de lEducaci; Universitat de

    Barcelona; Barcelona, Espaa

    (I. Paula-Prez).

    Correspondencia:

    Dr. Juan Martos Prez. DELETREA.

    Doctor Esquerdo, 82. E-28007

    Madrid.

    E-mail:

    [email protected]

    Aceptado tras revisin externa:

    20.01.11.

    Cmo citar este artculo:

    Martos-Prez J, Paula-Prez I.

    Una aproximacin a las unciones

    ejecutivas en el trastorno del

    espectro autista. Rev Neurol 2011;

    52 (Supl 1): S147-53.

    2011 Revista de Neurologa

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    J. Martos-Prez, et al

    sos, cambio de oco atencional, exibilidad, genera-tividad, iniciacin y autorregulacin de la accin,entre otras. Recientemente algunos autores [5] pre-

    eren considerar las unciones ejecutivas como uncmulo de procesos componentes que trabajanconjuntamente ms que como un constructo unita-rio. Aunque puedan existir matizaciones en las dis-tintas deniciones de lo que es uncin ejecutiva,todas ellas comparten los aspectos centrales que serelacionan con la organizacin de la accin y elpensamiento. Papazian et al [6] han denido lasunciones ejecutivas como los procesos mentalesmediante los cuales resolvemos deliberadamenteproblemas internos y externos. Los problemas in-ternos son el resultado de la representacin mentalde actividades creativas y conictos de interaccin

    social, comunicativos, aectivos y motivacionalesnuevos y repetidos. Los problemas externos son elresultado de la interaccin entre el individuo y suentorno. La meta de las unciones ejecutivas es so-lucionar estos problemas de una manera ecaz yaceptable para la persona y la sociedad. irapu-Ustrroz [7], de manera sinttica, concibe las un-ciones ejecutivas como un conjunto de procesoscognitivos que actan en aras de la resolucin desituaciones novedosas para las que no tenemos unplan previo de resolucin.

    Las unciones ejecutivas, histricamente, se hanubicado en el lbulo rontal del cerebro, y ms es-

    peccamente en el crtex prerontal, donde parecesituarse el puesto de mando que organiza y coor-dina, obviamente, con la amplia interconexin de mu-chas otras regiones encelicas (la corteza de aso-ciacin posterior, la corteza premotora, los gangliosbasales, el tlamo, el hipotlamo, el hipocampo, laamgdala, la corteza cingulada, los ncleos del tallocerebral y el cerebelo). La adquisicin de las uncio-nes ejecutivas se inicia de manera temprana en eldesarrollo (aproximadamente desde el ao de edad)y se desarrolla lentamente, con dos picos a los 4 y alos 18 aos; despus se estabiliza y declina en la ve-jez. El aumento de volumen del crtex prerontal es

    lento hasta la edad de 8 aos, rpido entre los 8 ylos 14 aos y, en adelante, se estabiliza hasta adqui-rir los valores del adulto hacia los 18 aos [8]. Lasunciones ejecutivas estn alteradas en pacientescon dao adquirido en los lbulos rontales y en unamplio rango de trastornos del desarrollo que se re-lacionan con dcit congnitos en los lbulos ron-tales. Entre tales trastornos se incluyen el trastornopor dcit de atencin/hiperactividad (DAH), elEA, el trastorno obsesivo-compulsivo, el sndromede ourette y la esquizorenia [9]. La investigacincon tcnicas de neuroimagen ha mostrado un desa-

    rrollo anormal de estructuras del lbulo rontal [10],menor densidad de materia gris y anormalidades enel uncionamiento en regiones rontoestriatales [11,

    12] en los EA.Aunque el constructo de unciones ejecutivas noest universalmente consensuado, lo que s est cla-ro es que una disuncin ejecutiva diculta a la per-sona llevar una vida independiente y tener un com-portamiento consistente, pues aecta a unciones deorden superior como la toma de decisiones, las ha-bilidades mentalistas, la resolucin de problemas,la regulacin emocional, la generalizacin de losaprendizajes, la adaptacin a situaciones imprevis-tas y novedosas, etc., que son indispensables parauncionar de manera socialmente adaptada.

    La primera vez que surge un estudio emprico

    que correlaciona unciones ejecutivas y EA ue en1991, de la mano de Ozono et al [13]. En sus tra-bajos demuestran que las medidas ejecutivas soniguales o ms ecaces que las pruebas en teora dela mente para discriminar grupos de sujetos autis-tas de grupos de sujetos control; sin embargo, cuan-do revisamos los estudios de uncin ejecutiva enautismo, emerge una imagen general algo borrosa,que no es sucientemente clara, y una de las razo-nes de ello se debe a que una gran parte de los estu-dios se ha realizado con nios y adolescentes condistintas edades y CI por debajo del rango normal.Por el contrario, los estudios con muestras de adul-

    tos han utilizado sujetos con CI dentro del rangonormal o superior. Otra de las razones se debe a lostambin distintos grupos de control utilizados, queno siempre son los ms apropiados para compararcon personas con autismo.

    Planifcacin

    La planicacin es una operacin compleja y din-mica en la que una secuencia de acciones planica-das se debe monitorizar, reevaluar y actualizarconstantemente [14]. Las tareas ms tpicamente

    utilizadas son la torre de Hanoi y la torre de Lon-dres. Las personas con autismo (nios, adolescen-tes y adultos) presentan dcit de planicacincomparados con personas de desarrollo normal ycon personas con otros trastornos que no se aso-cian a discapacidad intelectual. Cuando se compa-ran adultos con autismo y dicultades de aprendi-zaje y sujetos con dicultades de aprendizaje perouera del espectro, aparecen dierencias: las perso-nas con autismo rinden peor en habilidades de pla-nicacin y memoria de trabajo [15]. No obstante,conviene tener cautela a la hora de interpretar los

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    Autismo

    resultados, porque en autismo, dados los niveles deinteligencia tan heterogneos, no est suciente-mente claro si los dcit de planicacin identi-

    cados reejan un eecto del autismo en todos losindividuos o de la discapacidad intelectual de algu-nos de ellos. Por otro lado, algn estudio [16] queusa versiones computarizadas de las tareas ante-riores (y otras tareas) ha mostrado que las dicul-tades de planicacin no aparecen en todas las si-tuaciones, sino en aquellas que implican un mayornivel de complejidad, lo que puede explicar mejorlas dicultades con que se encuentran las personascon autismo para desenvolverse en la vida cotidia-na. Las tareas utilizadas para evaluar la planicacin,como la torre de Hanoi/torre de Londres, tambinimplican la utilizacin de otros procesos cogniti-

    vos (memoria de trabajo, inhibicin de respuestasprepotentes) y adems, cuando se han utilizado enla poblacin normal, se observa una baja abilidadtest-retest [17], por lo que conviene actuar con pru-dencia.

    Flexibilidad cognitiva

    La exibilidad cognitiva, tambin denominada cam-bio de criterio, es otra de las unciones ejecutivasevaluadas. Estos trminos hacen reerencia a la ha-bilidad para cambiar a un pensamiento o accin di-

    erente en uncin de los cambios que ocurren enlas situaciones o contextos. Las estereotipias, la ri-gidez e inexibilidad cognitiva y conductual, la in-sistencia en la invarianza ambiental, los rituales yrutinas, las ecolalias tan propios de la sintomatolo-ga de los EA son los indicadores conductualesms ntimamente relacionados con las uncionesejecutivas. Sin embargo, no es una sintomatologaespecca y nica de las personas con EA, ya queaparece en otros cuadros clnicos como, por ejem-plo, el retraso mental, la esquizorenia, o la discapa-cidad sensorial.

    Una exibilidad cognitiva pobre se caracteriza

    tambin por dicultades en la regulacin y modula-cin de los actos motores. La ejecucin de personascon EA en tareas de clasicacin de cartas deWisconsin ha mostrado un mayor nivel de respues-tas perseverativas de error, que se atribuyen a undcit en exibilidad mental, en comparacin conel desarrollo normal y otros grupos con dierentestrastornos (DAH, trastornos especcos en el len-guaje y dislexia). Algunos estudios con pacientescon lesiones en el lbulo rontal [18] estn inor-mando de que el perl de errores perseverativos va-ra en uncin de la ubicacin de la lesin. Una ma-

    yor proundizacin en estos hallazgos, as como enla claricacin de otros actores (ocurren los erro-res de perseveracin en todo el espectro?, inuye

    el CI?, la conducta perseverativa se relaciona di-rectamente con la conducta repetitiva y estereoti-pada en la vida diaria?), contribuir a esclarecer eluncionamiento de las personas con autismo en launcin ejecutiva de exibilidad cognitiva.

    Una alteracin ms o menos grave de las uncio-nes ejecutivas, relacionada con la exibilidad cog-nitiva y conductual, es la capacidad generativa, lacual provoca alteraciones en la capacidad para ge-nerar objetivos y metas adecuadas y dicultad paragenerar nuevos comportamientos. Esto conduce,inexorablemente, a una limitacin de la creatividad,de la espontaneidad, de la exibilidad y de la adap-

    tacin a los entornos, de la generacin de planes deaccin y, en el peor de los casos, a una repeticincontinua de la conducta o a un empleo estereotipa-do de los objetos, juegos y uso de los tiempos deocio. Se trata de un proceso mental de generacinde esquemas cognitivos nuevos que se adaptan y seasimilan a los anteriormente aprendidos y que,cuando se deteriora, provoca que las situacionesnuevas se vivan como terrorcamente novedosas.Ello explicara el deseo de invarianza ambiental y elrechazo a situaciones no conocidas o imprevistas,que convierte el comportamiento de la persona conautismo en muy predecible y carente de iniciativa y

    creatividad. Recientemente, se ha puesto en rela-cin con los inusuales patrones de habilidades dememoria (por ejemplo, una dicultad en la memo-ria episdica) para explicar las dicultades en gene-ratividad y, en general, en la imaginacin y la plani-cacin del da a da [19].

    urner [20] ha propuesto que las dicultades enla capacidad para generar espontneamente nuevasideas y conductas estn en la base de la ausencia deespontaneidad e iniciativa, la pobreza de habla y ac-cin y los allos en la actividad simblica e imagina-tiva que caracterizan al autismo. El trabajo que hadesarrollado esta autora se undamenta sobre dos

    hiptesis relacionadas y complementarias. En laprimera se plantea que una alteracin en la capaci-dad de controlar la inhibicin del comportamientopuede comportar la repeticin de acciones y pensa-mientos debido a que la persona incapaz de regu-lar la atencin y la accin de manera normal se veabocada a seguir una nica lnea de conducta. En lasegunda hiptesis se establece que la incapacidadpara producir conductas nuevas de orma autoge-nerada se puede maniestar como repeticin decomportamientos de un repertorio conductual re-ducido y bien ensayado.

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    J. Martos-Prez, et al

    Inhibicin de respuesta

    La inhibicin de acciones no deseadas que se estn

    ejecutando o la inhibicin de comportamientos pre-potentes son uno de los procesos mentales impres-cindibles para la regulacin y el control del com-portamiento, su exibilidad y adaptacin. La altera-cin de dichos procesos de inhibicin puede con-vertirse en el sustrato psicolgico del comporta-miento repetitivo y estereotipado, y el deseo deinvarianza de las personas con EA. Si la personano es capaz de inhibir pensamientos o acciones an-tes o durante el ejercicio de una actividad, tender ala perseveracin, la rigidez y la persistencia, comosi no uera duea de su capacidad para parar y diri-gir su conducta en otra direccin. La inhibicin

    tambin se ha estudiado en el autismo, y no se hanencontrado dierencias en la ejecucin cuando secompara con el desarrollo normal usando tareas pro-totpicas de intererencia como la tarea de Stroop(lo que constituye un contraste con otras alteracio-nes del desarrollo como el DAH [9]) y las tareasdego/no go y deprimingnegativo). El nico tipo deinhibicin en el que algunos estudios han observa-do allos en el autismo es la inhibicin de respuestaprepotente [13]. No obstante, se precisan nuevosestudios que clariquen si las dicultades en inhibi-cin de respuesta prepotente pueden estar ms bienrelacionadas con el nivel de habilidad e inteligencia

    de las personas con autismo. El nivel de gravedad delos procesos de inhibicin conductual predecir quela perseveracin pueda dierenciarse entre: Perseveracin de respuesta simple, repitiendo la

    misma secuencia de conducta, con repeticin deconductas de bajo nivel (por ejemplo, movimien-tos estereotipados, manipulacin estereotipadade objetos, etc.).

    Perseveracin de comportamientos de alto nivel,con secuencias de accin variables en torno a untema que nunca cambia (por ejemplo, intereseslimitados, adhesin rgida a rutinas y rituales, len-guaje repetitivo, etc.) [21].

    En lneas generales, son relativamente inconsisten-tes los hallazgos en relacin con la conducta repeti-tiva, con datos a avor y en contra. Mientras algu-nos autores encuentran, en nios, una oja relacinentre la presencia de conductas repetitivas y medi-das concretas de uncin ejecutiva [22], otros hanhallado (aplicando una batera extensa de tareas deuncin ejecutiva) una correlacin con una medidacombinada de conducta repetitiva basada en la en-trevista a los padres y la observacin clnica [23].Una lnea de investigacin prometedora es la que

    est estableciendo relacin entre las dicultades conel ajuste y cambio de criterio cognitivo y los intere-ses repetitivos [23,24].

    Habilidades mentalistas

    Una de las unciones superiores del ser humano msascinantes es la de ser capaces de atribuir estadosmentales y emocionales a los dems, poder antici-par sus comportamientos, sus intenciones, intuir osaber aquello que los motiva; en denitiva, leer susmentes. Esta habilidad mentalista es imprescindiblepara sobrevivir en el mundo social, para relacionar-nos, tener amigos, convivir con la amilia, coordi-narnos con otras personas, cooperar con otros, en-

    gaarlos, enrentarnos a ellos, competir, disrutarde una relacin, etc. Y para ello hemos de ser capa-ces de desarrollar un proceso ejecutivo: poseer unplan propio, conocer o intuir los planes que tienenlos otros en su mente ormndonos una representa-cin mental de ello, y considerar las consecuenciasde ambos planes, los propios y los ajenos. De ellodepender el xito de la resolucin en el desempe-o de la interaccin social. Es por ello que, dentrode los EA de alto uncionamiento cognitivo, po-demos encontrar a personas muy inteligentes enalguna rea concreta (matemticas, msica, sica,etc.) y, sin embargo, muy torpes en el rea de las

    relaciones sociales.Las habilidades mentalistas requieren de proce-sos cognitivos relacionados con las unciones ejecu-tivas, de manera que no pueden atribuirse nica-mente a la inerencia de los estados mentales y emo-cionales de los dems. Clsicamente, la teora de lamente se evala con tareas de alsa creencia, pero elxito o el racaso en su ejecucin van ms all de lacapacidad intersubjetiva de atribuir estados menta-les y emocionales a los otros, ya que tambin estnen juego habilidades ejecutivas como, por ejemplo,la inhibicin de una respuesta actual prepotente (elobjeto cambiado de lugar), la generacin de pensa-

    miento no preestablecido por la inormacin (laatribucin de creencia), la memoria de trabajo (man-tener la inormacin simultnea acerca de la accinde los personajes, las dierencias de perspectiva decada uno, y entre lo que ven, creen y saben), la se-cuenciacin en pasos sucesivos, etc. [25].

    Cuando se analiza la capacidad de mentalizacinen los EA, desde el punto de vista del unciona-miento ejecutivo, nos encontramos con tres posi-cionamientos [14]. En el primero se argumenta quees el desarrollo de las unciones ejecutivas lo quepermite que se desarrolle la teora de la mente en el

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    Autismo

    nio [3,4]. En el segundo se propone que no hay sis-temas especcos para procesar estados mentales yque la ejecucin en tareas de teora de la mente se

    puede explicar desde la habilidad en la uncin eje-cutiva [25]; por ejemplo, una ejecucin pobre en latarea de alsa creencia puede estar indicando sim-plemente que hay un dcit en la habilidad para in-hibir una respuesta prepotente al mismo tiempoque debe mantenerse en la memoria de trabajo unainormacin de accin relevante. Las habilidadesmentalistas requieren de procesos cognitivos rela-cionados con las unciones ejecutivas y su desem-peo. Como decamos, no puede atribuirse nica-mente a la inerencia de los estados mentales yemocionales de los dems [26]. Un tercer posicio-namiento adopta el punto de vista contrario al ar-

    gumentar que la capacidad para representar esta-dos mentales es necesaria para el desarrollo de launcin ejecutiva [27]. Desde esta perspectiva, unapersona debe ser capaz de representarse sus pro-pias intenciones en el establecimiento de un plan.

    Sentido de la actividad

    Una de las caractersticas ms relevantes de laspersonas es que somos seres propositivos, encara-dos al uturo, ya sea a corto, medio o largo plazo(planicamos permanentemente: lo que haremos

    por la tarde o lo que queremos ser de mayores), y,adems, somos seres intencionales. Nada de lo quehacemos deja de tener un sentido, por muy sencilloy simple que sea. Y para guiar dicho comporta-miento prospectivo necesitamos representarnoslas imgenes mentales del uturo, visualizar men-talmente aquello que nos proponemos, anticipandoy previendo cmo se sucedern los acontecimien-tos. Fijamos metas y objetivos y despus actuamosconorme a lo que nos proponemos. Para ello, seprecisa de capacidades de organizacin y planica-cin que sern realmente complejas segn la nali-dad de la accin; por ejemplo: hacer la compra,

    preparar un viaje, obtener un ttulo universitario,etc., requieren de dierentes niveles organizativos,previsibilidad o anticipacin.

    La investigacin sobre el sentido de la actividaden los EA desde la ptica de las unciones ejecuti-vas, en cuanto a la dicultad que se observa paradar sentido a la accin propia [28], es escasa. En loscasos de mayor aectacin se traduce en un vacode accin uncional y, en los de mejor nivel, en unadicultad para proyectarse en el uturo. La alta desentido se relaciona con la inexibilidad, la dicul-tad para aceptar cambios y las limitaciones en las

    competencias de anticipacin. Por otro lado, estadicultad para dar sentido a la accin propia se co-necta claramente con la percepcin ragmentada de

    la realidad [29], con la teora de la coherencia cen-tral dbil y con una percepcin basada ms en losdetalles y procesos de representacin visuoespacialsimultnea que en secuencias temporales. La ca-rencia de esquemas o dicultad para organizar se-cuencias activas en uncin de metas anticipadas setraduce en la emisin de acciones sin propsito.

    Adems, el sentido se relaciona con el contexto ycon la habilidad para desambiguarlo. La prospecti-va de la investigacin respecto a las unciones eje-cutivas y los EA se sita en la habilidad para resol-ver la ambigedad o desambiguar las situaciones. Sime piden mi Documento Nacional de Identidad

    para hacer una gestin, la respuesta es nica, nohay eleccin. Ese documento es el que es y la res-puesta es intrnsecamente correcta en esa situacin.Cualquier otra respuesta ser alsa. En cambio, sime preguntan qu voy a hacer el n de semana, larespuesta no est determinada, es una respuestaambigua que implica una toma de decisiones. Con-lleva un uerte nivel de complejidad ejecutiva queno puede solucionarse con una agenda o una calcu-ladora. Se trata de situaciones donde hemos de ele-gir. En palabras de Goldberg [30]: Un individuodebe tener exibilidad para adoptar dierentes pers-pectivas sobre la misma situacin en dierentes mo-

    mentos. El organismo debe ser capaz de desambi-guar la misma situacin de mltiples ormas y tenerla capacidad de cambiar entre ellas a voluntad. ra-tar con la ambigedad inherente est entre las un-ciones principales de los lbulos rontales.

    Conclusiones

    A lo largo de las ltimas dos dcadas, la investiga-cin ha ido conrmando la aectacin de las un-ciones ejecutivas en la poblacin clnica con EA.La explicacin de una disuncin ejecutiva en el au-

    tismo ha ido ganando peso gradualmente; sin em-bargo, persisten algunos problemas sin resolver.Uno de los ms relevantes es la alta de consensoacerca de qu aspectos de las unciones ejecutivasestn alterados en autismo. Por otro lado, y comoya hemos sealado, resulta un problema el rango deedad y la habilidad de las muestras evaluadas. Unadicultad especial es el hecho de que los allos dedisuncin ejecutiva tambin se encuentran enotros trastornos. Esta anterior dicultad limita cla-ramente el potencial del uso de la disuncin ejecu-tiva como un marcador diagnstico en el autismo,

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    por lo que se precisan estudios ms detallados deluncionamiento ejecutivo en dierentes poblacionesclnicas. Una ltima dicultad se relaciona con el

    hecho de que los allos en uncin ejecutiva no sedan de manera universal en el autismo en tanto y encuanto algunas personas con CI en el rango normalresuelven de manera similar a los controles algunastareas concretas de uncin ejecutiva. Conviene se-alar, no obstante, algunas otras posibles y concre-tas implicaciones que pueden tener una gran rele-vancia en la investigacin utura. Una de ellas sereere a la conducta repetitiva, de la que se ha su-gerido que puede ser un actor altamente heredableen el autismo y que es dierente de los dcit en lainteraccin social [31]. La otra es la relacin quepodra determinarse entre los sntomas no sociales

    y la habilidad para establecer, jar o realizar el cam-bio de criterio como enotipo intermedio potencial-mente inormativo para vincular los planos psicol-gico y neurobiolgico [24].

    Desde el punto de vista de las implicaciones te-raputicas y de tratamiento, como consecuencia dela disuncin ejecutiva se pueden ver especialmentedeterioradas las habilidades adaptativas de la vidacotidiana [32,33]. Sin embargo, a pesar de recono-cerse la importancia de las unciones ejecutivas enel enotipo autista, son limitados los programas deintervencin comercializados y, de los existentes,son pocos los que han estudiado su ecacia. Una de

    las excepciones es el estudio de Mesibov [34] sobrela eectividad del sistema EACCH (Treatment andEducation of Autistic and Communication Related

    Handicapped Children), elaborado por Eric Scho-pler y aplicado por el Gobierno Federal de Carolinadel Norte (Estados Unidos) desde 1966. El sistemaEACCH propone una organizacin del entorno yuna presentacin de las actividades que compensanlas disunciones ejecutivas ms signicativas de losEA y promueven la accin independiente. Paraello utiliza sistemas visuales y provee rutinas pre-decibles y altamente estructuradas. Adems, resca-ta las ortalezas e intereses de las personas con

    EA, que, por supuesto, tambin existen. Los datosobtenidos de la investigacin conrman que el pro-grama EACCH permite un gran nivel de indepen-dencia y una mayor productividad de las personascon EA, adems de contener protocolos que sepueden implementar cilmente en una gran varie-dad de entornos, incluyendo la escuela, el trabajo,el hogar y la comunidad.

    ambin se ha sugerido que el programa deno-minado REHABI [35] puede ser ecaz para nioscon autismo. Dicho programa est diseado paraensear una variedad de habilidades cognitivas, in-

    cluidas unciones ejecutivas, atencin, memoria, len-guaje y rendimiento escolar.

    Resulta, pues, necesario realizar acomodaciones,

    modicaciones y desarrollar habilidades compen-satorias que, respetando la cultura del autismo,permitan a las personas con EA minimizar loseectos negativos que la disuncin ejecutiva puedeocasionar en las mil y una situaciones a las que sedeben enrentar en la vida cotidiana y en los con-textos de aprendizaje ormal y menos ormal.

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    An approach to the executive unctions in autism spectrum disorder

    Introduction. The psychological hypothesis o executive dysunction plays a crucial role in explaining the behavioural

    phenotype o persons with autism spectrum disorders (ASD), along with other hypotheses such as the decit in the theory

    o mind or the weak central coherence hypothesis. Yet, none o these hypotheses are mutually exclusive and behaviours

    that have their origins in one o these three hypotheses are also shaped and upheld by other processes and actors.

    Development. This article reviews the behavioural maniestation and current state o research on the executive unctions

    in persons with ASD. It also examines its impact on planning, mental exibility and cognitive skills, generativity, responseinhibition, mentalist skills and sense o activity.

    Conclusions. Although executive dysunction has become more signicant as a hypothesis explaining persons with ASD,

    there remain some important diculties in need o urther, more detailed research. Moreover, very ew intervention

    programmes have been proved to be efective in minimising the efects o executive dysunction in autism.

    Key words. Autism spectrum disorders. Executive unctions. Generativity. Mental and cognitive exibility. Mental skills.

    Planication. Response inhibition. Sense o activity.