AULA MAYOR Noviembre 2013 - Número 7

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    La lengua posee un valor incomparablepara la vida del ser humano y para losfines de una sociedad pacfica y fecunda.Cuando los hombres hablen mejor, sesentirn mejor en compaa y ms delica-damente... porque la lengua es una po-tencia vinculante, que est en razn directade lo bien que sehable, de la capacidaddel hablante que pone en palabras propiassus pensamientos, actuaciones y afectos.

    Pedro Salinas SerranoPoeta madrileo, generacin del 27

    Catedrtico de Literatura.

    EEddiittoorriiaall Empezamos el Curso el pasado da 21 deoctubre. Agradecemos desde estas lneas lasnumerosas felicitaciones recibidas tanto paraquienes formamos el equipo de redaccin enAULA MAYOR, como para los habitualescolaboradores por el constante apoyo con susoriginales. Los unos sin los otros no tendranrazn de ex istir.

    Se puede resumir en cuatro sencillas cualida-des: curiosidad, ilusin, emociny trabajo.

    No hay otro secreto, pues partiendo de estassensaciones o sentimientos, hasta la mscompleja empresa puede salir adelante. Evi-dentemente, en gran medida, dichas condi-cionales han destacado en el da a da denuestra asistencia al campus universitario. Sibien es verdad que a nosotros nos alcanzancon cierta edad, su autenticidad se certificaen que todos las hemos desarrollado muchomejor asistiendo a clase en esta fuente delsaber segn viene a ser cualquier Universi-dad que se precie; en nuestro caso singularha sido el concepto Complutense lo que nosha servido para fijar, dar brillo y esplendor a

    esas caractersticas antes citadas.

    Por tanto, gratitud a los profesores que hantenido la paciencia y el buen gusto de ense-ar no presionar- con tal de captar sus sabe-res, enriqueciendo en parte nuestro intelecto.Y el mismo agradecimiento para cuantosdoctos catedrticos vamos a conocer en esterecin comenzado Curso 2013/14.

    E incluso a nuestros compaeros en el Pro-grama para Mayores de Somosaguas, de laPolitcnica y de Alcal de Henares, al fijarse

    en este boletn merced la buena labor quehacemos todos por estar comunicados.

    UUnnaajjoovveennnneeggrraa por Paz Arena

    Caminar, pasear siempre ha sido una aficinen mi vida, desde que era casi una nia. So-la, no s por qu ni en busca de qu, merecuerdo desde la preadolescencia paseandopor la rivera del rio y por los jardines de Saba-tini. De mayor, ya casada y con hijos vivien-do en la Sierra de Madrid, tambin haba uncamino que rodea un embalse, por el que

    sola pasear sola casi a diario, entonces noestaba de moda andar como ejercicio, por loque nicamente me cruzaba con algn cocheque suba a las fincas cercanas. Mirar lasmontaas, el cielo y el agua, que siempre sevean diferentes, en un paraje solitario perolleno de vida, me producan un bienestar quepodra ser equivalente a una meditacin tras-cendental. A veces me acompaaba mi ma-rido pero en ese caso el paseo era algo mscorto ya que dispona de menos tiempo.

    Ahora, viuda y de vuelta al barrio donde crecretomo los paseos diarios por el modernoMadrid Rio, que slo se parece a la rivera

    recoleta y arbolada donde jugaba con mishermanos de nios, en el color y el olor delagua, -posteriormente destruida y sustituidapor la M-30. Reconvertida ahora en un in-menso gimnasio al aire libre en el que pode-mos mantenernos en forma y tomar el frescoal atardecer. Complemento esta costumbrecon el hbito de observar todo lo que merodea; por supuesto el cielo cambiante segnla hora y el mes, los diversos tonos verdes delos rboles en esta poca, los reflejos en elro... y la gente; inconscientemente llego asuponer retazos de su vida por su aspecto o

    por su forma de estar o moverse. La gracia yalegra de los nios. Los juegos y carreras delos perros, las relaciones que establecen susamos, etc.

    Y los mendigos: africanos, europeos del Este,gitanos rumanos. Algn espaol solitario, melleva a imaginar las razones que le han podi-do situar en la marginacin y la pobreza. Mu-jeres indigentes no suele haber. Pero cuandoaparece una mujer sola, triste y perdida,conmociona.

    Una maana de agosto, pasadas las nueve,sal a hacer algo de ejercicio, caminando

    cerca del rio. Poca gente a esa hora y enmedio de l puente de agosto, algn ciclista, unmuchacho paseando a su perro, una jovencorriendo, un par de mendigos durmiendo enun banco. Al volver a casa, buscando la som-bra, fui atravesando el antiguo huerto queformaba parte de la Casa de Campo. No hab-a nadie, slo una joven negra sentada en unbanco de piedra, al sol, como si necesitara sucalor a una hora ya tarda de la maana. Ca-bizbaja, delgada, el pelo corto y rizado delmismo color que su piel. Las manos apoya-das en el regazo una sobre otra, brillaban

    reflejando la luz del sol como un oscuro espe-jo. Pero lo ms llamativo era la expresin desu rostro: tristeza, abatimiento y desolacines lo que se adivinaba en su cara de chocola-te, la mirada fija en el suelo.

    Qu viaje tan largo para llegar ah! Pens enlas mafias que segn se dice ilusionan a es-tas gentes con falsas expectativas de unavida mejor, con el fin de hacerse con losmenguados ahorros de una familia, que de-posita sus ilusiones pagando una larga tra-vesa a una hija joven, para llegar a este

    lugar. Sentada al sol frente al Palacio. En esemomento hub iera quer ido acercarme, reco-gerla, llevarla a mi casa y compartir lo quetengo con ella. Ser verdad que ha mejora-do su vida?

    Aula MayorLibre nac y en libertad me fundo

    Ao: I - N 7Noviembre 2013Edicin mensua l

    Boletn informativo, literario y cultural. Alumnos 3 A. Curso 2013/2014

    Universidad para los Mayores - Universidad Complutense Madrid

    Publicacingratuita

    Espaa (Spain)

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    SSuummaarriiooEditoria l Pg. 1Una joven negra Pg. 1Opina Pg. 2Haciendo turismo Pg. 2Primeras expe riencias con mayores Pg. 3Exposicin, Galera de Arte, Teatro Pg. 3Rincn del Recuerdo Pg. 4

    Pedro Salinas, Humor Pg. 5Mujer a mujer Pg. 6Viva Verdi, Papa Pg. 7El Retiro , el ngel cado Pg. 8

    Alicia Sanz Marisa Caballero Francisco Carmona Francisco Navarro Pedro Miguel Ortega

    E-Mail: [email protected]

    Diseo, maquetacin, logstica: Aula 19C.Facultad Geografa e Historia U.C.M.

    Nota: Las opiniones emitidas en los artculosson de exclusiva responsabilidad de sus auto-res, y no reflejan necesariamente para nadael pensamiento del boletn AulaMayor.

    OOpp iinn aa Si deseas colaborar con algn texto de estilo,de autor, con sentido literario o artstico, nospuedes escribir al buzn que tenemos paracontactos: [email protected]

    Si es algo breve, media pgina, mejor porqueas dispondremos de ms espacio para darluz a cuantas ms colaboraciones mejor. Connuestro agradecimiento por anticipado.

    Se permite la reproduccin o difusin deAula Mayorpor cualquier medio.

    HHaacciieennddoottuurriissmmooppoorrCCaassttiillllaayyLLeenn

    por Rosa Mara Valve rde

    Aqu comienza una nueva andadura paraensalzar los lugares ms emblemticos deesta Comunidad Autnoma de la que medeclaro firmemente enamorada. Lo mejor

    ser, ir desgranando las bellezas de estoslugares regin por regin, o mejor dicho, pro-vincia por provincia, alfabticamente, porponer un orden.

    AAVV II LL AA

    Declarada Patrimonio de la Humanidad por laUnesco. La Capital de la provincia est situa-da a una altitud de 1.127 metros sobre elnivel del mar, la ms a lta de la geografa es-paola. Es tierra de santos y cantos espiritua-les. Ciudad identificada por sus murallas,templos y conventos romnicos, monasterios

    como el de Santo Toms y San Vicente. Ca-lles cargadas de historia, recorridos mgicosy msticos, museos vivientes que hacen viajaral pasado a cuantos visitantes acuden a suencuentro y disfrutan de los modernos servi-cios que engloba una ciudad que complemen-ta su atractivo turstico patrimonial con unaafamada gastronoma en forma de carnes decalidad, legumbres y truchas del Tormes,cuya degustacin pone su guinda especial enlos postres, con las Yemas de Santa Teresa,haciendo honor a la Santa abulense que danombre a estas tierras urbanas y rurales.

    Hablar de monumentos en vila es hablar dePatrimonio con maysculas, no en vano laciudad ha sido declarada Patrimonio de laHumanidad. Y, por supuesto, es hablar demurallas. De hecho, la ciudad est rodeadapor una muralla de hasta doce metros dealtura y tres de grosor, que rodea dos kilme-tros y medio de permetro, encerrando dentrode s una ciudad que evoca un escenario dela Edad Media, con sus nueve puertas deacceso.

    Entre sus monumentos cabe destacar la Ca-tedra l, iniciada en el siglo XII y fina lizada en elXVI, con trazos de estilo gtico, de ah susmezclas de estilos. Tambin merece la penavisitar el Monasterio de la Encarnacin, fun-dado por Santa Teresa de Jess, o las Igle-

    sias de San Andrs y Santa Mara de la Ca-beza. Son muchos los conventos, monaste-rios, iglesias y abadas que pueblan estaCapital.

    vila tambin es ciudad de palacios: el To-rren de los Guzmanes, la Mansin de losPolentinos, la de los Verdugo, la de los gui-la, el Palacio de Valderrbanos, son sloalgunos ejemplos que el caminante puedeencontrar en su visita a vila.

    Si la capital es una ciudad monumental mar-cada por la religiosidad, la provincia estsalpicada de castillos con mayor o menorfama, como el de Arvalo, refugio de niez denuestra reina ms ilustre: Isabel I de Castilla;Arenas de San Pedro, Mombeltrn, Las Na-vas del Marqus, Rivilla de Barajas y Valde-cornejas.

    Arvalo se convirti en residencia de nume-rosos monarcas castellanos y es el lugardonde vivi su juventud la reina Isabel pues-to que fue la ciudad elegida por su madrepara retirarse tras la muerte de su esposoJuan II.

    Madrigal de las Altas Torres fue el lugar denacimiento de Isabel la Catlica. Este lugar,situado al norte de la provincia, se muestra alvisitante como un bello y bien conservadorecin to histr ico protegido por su mura lla.Tras este ligersimo repaso por la Provinciade vila, os emplazo hasta el prximo envopor otra provincia maravillosa y no menosinteresante, Burgos. Hasta el mes que viene!

    Helena de Mil Colores

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    EExx ppoossiicc ii nn

    Lisboa, 12 Septiembre a 31 Diciembre 2013

    GGaa llee rraa ddee AArrttee

    Autora: Concepcin Sols Jara

    TT ee aatt rroo

    PP rrii mm ee rraa ss ee xxpp ee rrii ee nn cc ii aa ss cc oo nn mm aa yyoo rree ss ee nn EE uu rroo ppaa (( 22 ppaarrtt ee))

    por Jacinto.

    En Espaa se tardara muy pocos aos, en1978, concretamente gracias a la situacindemocrtica permitindose una aperturahacia nuevas acciones y pensamiento; intro-ducindose la realidad de las Aulas para per-

    sonas mayores, al inicio, antes que los pro-gramas universitarios para mayores. Losprimeros centros que se presentaron (reuni-dos en Santiago de Compostela en 1978, yen la reunin de Murcia en 1978) lo hicieroncon unos servicios culturales para las perso-nas de ms de 55 aos, aprovechando lasubvencin concedida por el Ministerio deCultura y as comenzar las primeras expe-riencias de formacin de Aulas de TerceraEdad de Espaa. Es en el B.O.E. del 21 dejun io de 1980, por resolucin ministerial don-de se regula los centros coordinados. Su

    distribucin se realiz de la siguiente forma:

    Aulas del Ministerio de Cultura, de mbi-to nacional.

    Aulas provinciales, dependientes de lasDelegaciones de Cultura.

    Aulas colaboradoras de entidades einstituciones privadas.

    En su mayora las actividades que se desa-rrollaron en estas Aulas, se estructuraban en:

    rea de Medicina Preventiva, HigieneMental, Diettica y Gerontologa. rea de Ciencias Humanas, Pensamien-

    to, Literatura, Arte y Msica. rea Cientfica y Tecnologa. rea de Cultura Fsica. rea de ocio, tiempo libre y viajes cultu-

    rales.

    Se pretenda por tanto: conservar el estadofsico e intelectual de las personas mayores,integrarlas en comunidades humanas al tiem-

    po de fomentar la comunicacin y las relacio-

    nes sociales; motivar la ocupacin de sutiempo libre mediante actividades creativas yartsticas, profundizar en temas culturalesconforme su particular forma de ser y actuar;vitalizar la investigacin cientfica sobre as-pectos importantes en dicha etapa de la vida.

    Se hace mencin especial a dos experienciasprincipales en esos p rimeros aos:

    a) La experiencia de UNATE (Univ. Nacio-nal Aulas 3 Edad) creada en 1978 enSantander, constituida como entidad decarcter privado bajo el patrocinio de laUniversidad de Cantabria .

    b) Las Aulas en el curso 1979/1980 deSantiago de Compostela en la Escuelade Enseanza Social que dirigieron losjesuitas bajo el pa trocinio de la Universi-dad de Santiago de Compostela. As, enocho aos, estaban consolidadas San-tiago , A Corua y Vigo.

    Se hace mencin aparte del nacimiento ydesarrollo de estas Aulas en Catalua. Igual-

    mente se adhieren a la experiencia francesa,aprovechando la transicin poltica iniciada afinales de 1975. A este tenor la influencia delos jesuitas es decisiva Agrupacin Catlicade la Ancianidad- crendose la primera Aulaen la calle Caspe de Barcelona con el nombrede DijousCultural. Enseguida se unieron lasAulas Snior de Matar y varias asociacionesms fundndose la Agrupacin de Centrosde Formacin permanente para la Anciani-dad. Despus siguieron Lleida, ao 1981 yTarragona en 1983.

    (Continuar)

    24 horas en un d a, 24 cervezas en unacaja. Ser coincidencia?, del escritorStephan Wright.

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    RRiinnccnnddeellrreeccuueerrddoopor Marisa Caballero

    AACCAADDAACCEERRDDOOEl da 11 se celebrar San Martn. Hace aoscomenzaba la temporada de las matanzas,pocas personas que hayan vivido su niez en

    un pueblo son capaces de olvidarlas, era todauna ceremonia, que se repeta ao tras ao,no slo en mi casa, sino en la de la familia ylos vecinos. No he olvidado el horror que meprodujo, la nica que vez que atisb comomora el pobre cerdo, nunca ms com unamorcilla, menos mal, que se qued ah, aljamn y a l chorizo no le afect mi discrepan-cia.

    Cuando se oye gritar al animal, siendo nio,se queda grabado de tal manera que no seolvida, aunque tiene su ventaja, impresionatanto, que la violencia desaparece de t viday te hace fuerte, en los aos cincuenta, en

    muchos casos, la alimentacin de la familiadependa de esa matanza. A mediados delsiglo pasado, ramos muy afortunados losque comamos jamn, chorizo, etc.

    No voy a contar lo que de desagradabletiene , hablar del ceremonial, ese, del quetan g ratos recuerdos tengo.

    Conforme se acercaba la fecha, se ibahaciendo la lista de las necesidades, era igualque la de aos anteriores, pero se repetasiempre, haba que comprar ajos, cebollas,

    sal, tripas secas y las especias, pimentn(dulce y picante), clavo, organo, pimienta, norecuerdo ms, era muy nia, pero me gusta-ba ir a Madrid a comprarlo, a una tienda quetodava existe en la calle Atocha, y a la quecon frecuencia voy por el placer que me pro-duce entrar, su olor, el suelo de madera, elartesonado del techo, todo me recuerda safeliz niez, sigue teniendo el encanto de loantiguo aunque ya no estn colgadas lastiras de tripas, los racimos de pimientos yguindillas, ahora todo est envasado, pero yolo sigo viendo como entonces, compro

    azafrn, miel y pimentn de la Vera.

    La matanza comenzaba al fijar la fecha, seacordaba el da con el matarife, mi pobrecerdo, siempre tena un nombre, a mi madrela gustaba bautizarlos, segn su aspecto,

    uno se llam Alfonso porque era alargado yno engordaba mucho, y le record a un semi-narista que luego se sali de cura, otro Mel-quiades porque deca que tena cara de gato(en recuerdo de aqul del sainete, gatito dese nombre que se levantaba y coma choco-late), pero por regla general se llamaban Re-gino, ya que haba en su pueblo un Sr. muyfeo y chato que segn ella, era lo ms pareci-do a un cerdo, yo no lo conoc. Fijada la fechacomenzaba el alboroto, adems de los mate-

    riales se preparaban los enseres, una artesa,la caldera, los cuchillos y recuerdo especial-mente unos embudos pequeos para embutirlos chorizos y unos alfileres enormes parapincharlos.

    El da anterior al sacrificio del animal, en elsoportal de la portada trasera, se picaba lacebolla, dos sacos como mnimo, no tengo niidea de cantidades, esto era genial, mi padredeca que si te ponas unos gajos sobre lasorejas (como si fueran las patillas de las ga-fas) y un pequeo casco en la coronilla, no selloraba, era cierto, mayores y pequeos pre-sentaban ese aspecto tan cmico, esto slolo he visto en mi casa, se contaban cuentos ymuchas historias. Una vez picada se coca enuna gran caldera de cobre, con un asa gran-de que recordaba las marmitas de los cuen-tos de ogros y brujas que se coman a losnios, quemada por fuera bri llante por dentro,esperando terminara la coccin, totalmenteahumados seguan con los cuentos, a losnios nos impedan acercarnos a la lumbre, ycuando en un despiste intentabas atizar elfuego, rpidamente te retiraban, decan quete haras pis delante de todos, lo que no en-tenda a los mayores no les pasaba nada.

    Una vez cocida, se echaba en un saco dearpillera, que se pona encima de una parrillacon una piedra encima.

    Y por fin, llega el da, Alfonso, Melquiades,Regino, al que tocara, despus de una dietaabsoluta el da anterior, iniciaba su pasello almatadero, acompaado por su dueo quellevaba una vara para guiar sus pasos y losnios saltando a su lado, con las carteras dela escuela. Nos dejaban llegar hasta la puer-ta, donde se despeda el duelo, slo entrabanlos mayores.

    Una vez sacrificado, se meta el cerdo enteroen agua hirviendo, y se raspaba la piel, enalgunas zonas se socarraba. No voy a facilitar

    ms detalles, en el cerdo todo es utilizable,despojado de sus entraas se colgaba, y nose poda hacer nada, hasta que el veterinariodiera su visto bueno.

    Esa era una de las cosas que ms me gusta-ba, acompaada de mis amigos iba a por eldictamen sanitario, aquello era maravilloso,siempre estaba en su despacho mirando porun microscopio de latn, por el que no medej mirar hasta que fui mayor, con su vozmodulada y tranquila deca dile a tu padreque puede ser consumido, maana se lo doypor escrito, podis hacer las morcillas, y ascomenzaba otra fase, se hacan las morcillasque se cocan en el mismo sitio que la cebo-lla, otra vez el placer de la lumbre y la espera.

    Luego se haran los chorizos, se salaran losjamones, etc. etc., y otra cosa muy interesan-te, cuando se haba terminado, a los com-promisos y amigos se les llevaba la cata (unchorizo, una morcilla y un trozo de tocino),como me tocaba hacer sa gestin, salapobre y volva rica, siempre caa ms de unapeseta.

    Sirva sta historia como recordatorio a losque lo vivieron y como cuento a los que nun-ca lo presenciaron. Un amigo mo, con la ideade que sus hijas supieran lo que era, compruna cerdo, lo cri y en la enorme portada desu casa del pueblo lo sacrific el carnicero, suhija pequea, cuando lo vio abierto en canal,ya limpio, pregunt donde estn los chori-zos?.

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    PPEEDDRROOSSAALLIINNAASS

    DOS PROSAS INDITAS(Entre la irona y la stira)

    IInnttrroodduucccciinnyyeeddiicciinnddeeNNaattaalliiaaVVaarraaFFeerrrreerroo

    por Pedro Miguel Ortega Martnez

    Natalia es la autora de la tesis titulada Lanarrativa de Pedro Salinas. Vara es licencia-da en Filologa Hispnica y se ha doctoradoen Literatura Espaola. La tesis ha sido diri-gida por JuanJosLanzRivera, del departa-mento de Filologa Hispnica, FilologaRomnica y Teora de la Literatura de la Fa-

    cultad de Letras de la Universidad del PasVasco. Actualmente la doctora Vara trabajacomo pro fesora en dicho departamento.

    Ha sido un acierto encontrar este librito, pocoms cien pginas, en la biblioteca de mi ba-rrio. Su publicacin se debe a una promocindel Ministerio de Cultura, precisamente, paranutrir de mater ial de lectura a las BibliotecasPblicas, destinada en especial al prstamopblico. Una primera edicin de 2011, nme-ro 35 de la coleccin DEVENIR EL OTRO,dir igida por Juan Pastor.

    Aqu la autora nos describe al escritor madri-leo (27-11-1891) adscrito a la generacin del27, conocido tambin por sus poesas y en-sayos. Falleci en Boston el 4 de diciembrede 1951, durante su etapa como profesor enla universidad de Wellesley College, y en launiversidad Johns Hopkins de Baltimore, enEstados Unidos. All encontr Natalia estasdos prosas inditas, enterradas entre el lega-do documental del poeta, que han visto la luzsesenta aos despus de su fallecimiento.

    Pedro Salinas tena verdadero inters, inclusoilusin, por conocer aquella Amrica prspe-ra, donde tanto se considera al profesorado, yobtuvo plaza como profesor de Filosofa yLetras. Lleg al nuevo continente cuandofinalizaba la Guerra Civil en Espaa, y entresu equipaje una triste congoja por cuantoquedaba aqu, en su pas, desasistido de unaayuda internacional que l esper llegaralgn da a su tierra natal. Una vez estableci-do en suelo estadounidense, y visto el purita-nismo de cierta sociedad intelectual, las po-cas ganas de no complicarse en nada con losespaoles al final de la II Guerra Mundial,tom nota de que en el pas de la Libertad notendra sentido escribir, para no perjudicar elmantenimiento de su familia, en contra de lascuatro grandes potencias que haba preferidodejar de lado a los espaoles.

    As arremete contra el Imperio Britnico en suprimera prosa: A la sombra del paraguas enflor(desvaro en clave de ira) cuya enjundiapuede sorprender al ms atento estudioso deeste poeta. En la segunda prosa : Los cuatrograndes maysculos y la doncella Tibrica(cuento infantil con una vctima al fondo) esun giro ms sutil todava, pues enseguida seadvierte que trata de las cuatro potencias quederrocaron al eje alemn-italiano-japons, ylas cuales no movieron ni un dedo a favor deun pueblo como el nuestro abocado a unadictadura militar durante cuarenta aos; ycuando les interes, lo mismo que cuandonos despreciaron, bien se ocuparon de arri-mar el ascua a su sardina; la doncella, Tibri-ca, se intuye de quien se trata en esa popular

    rima de: entre todos la mataron y ella sola semuri. En esta razn, Pedro Salinas terminasu cuento as: Pero ellos, como si lo necesi-tado de limpiarse no tuviera lmite, nunca

    acababan y seguan, seguan, seguan, ysigue an, lavndose las manos.

    Pedro Salinas puso el punto final a sus pro-sas citadas, en mayo de 1946. Sorprende queambos trabajos sigan teniendo vigor en laactualidad. Nunca regres a Espaa, y con

    toda su tristeza fue enterrado en San Juan dePuerto Rico (estado asociado a los EE.UU.)_______________________________________

    HHuu mmoo rr

    por Jorge Juan Villanueva

    Aadimos unas gotas de humor, de un pensativoautor que espero sean del agrado de nuestroslectores:

    A quin va usted a creer, a m o a sus pro-pios o jos?Por qu debera preocuparme por la poste-ridad? Qu ha hecho la posteridad por m?

    Qu por qu estaba yo con esa mujer? Por-que me recuerda a ti. De hecho, me recuerdaa ti ms que t.

    Claro que lo entiendo. Incluso un nio decinco aos podra entenderlo. Que me trai-

    gan un nio de cinco aos!

    Desde el momento en que cog su libro meca al suelo rodando de risa. Algn da esperoleerlo.

    Disculpen si les llamo caballeros, pero es queno les conozco muy bien.

    l puede parecer un idiota y actuar como unidiota. Pero no se deje engaar. Es realmenteun idiota.

    En las fiestas no te sientes jams, puedesentarse a tu lado alguien que no te guste.

    (Continuar)

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    MM uujjeerraa mmuujjee rrpor Jos Mesa

    Supongo que ya no tiene sentido nada. Escomo si nada de cuanto viv antes de cono-certe existiera realmente no es curioso? Aveces noto aqu, en el corazn, que tiene vidapropia nicamente lo que podemos explicar-nos. Que recordar es volver a pasar por elcorazn y que aqu estoy sola, sucia y hasta

    olvidada de ti, en el lodo al que t en ciertomodo me arrojaste.

    Pero no, tambin es cierto y bien me duele,no creas que nunca quisiste que llegarahasta esto, que t solo queras esa nocheamarga deshacerte de m, quedarte sola conl... con ese que nunca te quiso como yo.Aqu estoy, ya lo sabes, agarrada al pocovino que nos queda, que ni siquiera es debotella sino de cartn; vaco y reciclable comotu amor. El vino y el viejo son mi nica com-paa da y noche y an te recuerdo. Si nome humedecieran los ojos estas lluvias deotoo podra incluso verte, tan bonita, y sen-tirte abrazada a m, como cuando bamos depaseo. A veces me sujetabas con tu mano yyo te agarraba la cintura. Llevabas falda cor-ta, de tablas, era esa que a m tanto me gus-taba. Cmo nos miraban, Ana! Y decan queramos preciosas. Tanto miraban a una comoa otra, qu bonitas ramos, y yo senta que siun ojo era para ti, el o tro me recorra a m.

    Y a nosotras bien que nos gustaba recuer-das? Cunto nos gustaba que nos mirasen, yque hablasen, y que se frieran todos de envi-dia. No sentamos vergenza de ir juntas,bien abrazadas, que supieran lo nuestro, queel aire, brillante por nuestro amor, se matiza-se con los chismes de las comadres y losdeseos secretos de sus hombres. Esos hom-bres que, an asintiendo como corderillos alos cotilleos de ellas, no habran dudado enlanzarse como lobos sobre nosotras y beber-nos vivas, morder y clavar su suciedad ennosotras.

    Pero nuestro amor, lo recuerdas, Ana? Eradiferente. Nosotras vivamos de caricias, deun roce apenas, de un tacto. No necesitba-mos hombres entonces, no buscbamos sudeseo de placer egosta y temporal, ni su olory sabor penetrante. Los hombres, ahora loveo, son penetrantes y yo quer a tu p iel sob remi alma. Casi puedo sentir tu sexo comoantao, latiendo vivo bajo mi boca, como unfruto sensible que se exprima en m, y yocrea en los ngeles, paladeando tu jugo, y,

    no quera que se corriera el tiempo, solo no-sotras, que todo se detuviera para ti y param. T, bien lo s ahora, te dejabas hacerausente y fra, pensando quizs qu irona!en ese hombre que ya habas conocido sinm, cuando ibas al instituto y no te acompa-aba. Ese da de ngeles de la guarda y al-godn que con sus alas te protega de m,decan, pero era a m a quien protega de ti,ahora lo recuerdo bien.

    Y poco a poco fuiste poniendo barreras entrenosotras, levantando muros de acero que,aunque hubieran sido de tis, no me habrandolido menos. T, lejana y sola, y yo, yo solasiempre. Pero el miedo a perderte era peorque mil navajas en mi piel, y, por supuesto,peor tambin que esto que tengo ahora, lasoledad y la suciedad del arroyo.

    Hasta el viejo mendigo, el loco del pueblo, selo hace encima, agarrado a m y obligndomea frotarme con su cara sucia, agria de babasy arrasada de llagas. Pero prefiero, ya lo sa-bes, esto mil veces con el cartn del vino ylas cortezas de patata, que no sentirme comoaquella vez, como aquella noche.

    T quiz no lo sabrs, porque estabas en elbao, pero l haba venido a pedirte unosapuntes. Supongo que t le dejaras la llavepara que entrara y yo no lo supuse siquiera.Me encontr a m, encima de nuestra cama,yo que estaba esperndote, aguardando aque recin duchada pudiera abrazar, conxtasis, tus nalgas redondas y firmes, y sentirla pasin que me encendas, esa pasin sinhombres, sin nombres y en compaa, las dos

    solas. Pero l se puso pesado, yo no querapero no saba cmo hacerle entender lo nues-tro.

    Al verme encima de la cama me tom confuerza, me utiliz, hundi su cara en mi vien-tre, su boca repugnante me llen de saliva yangustia. Sus ojos, como estrellas vacas merecorran llenos de lascivia y deseo. Me em-puj por su pecho, por su vientre y baj msan, obligndome a recorrer con mi boca,

    que yo guardaba solo para ti, por su bulto,penetrante, amenazador y doloroso. Y memora poco a poco, Ana, y quera llorar ygritar, y avisarte de que esa rata estaba all,que corrieras, que te salvaras t, que nuncaaquella lengua suya tan sucia, egosta y tande hombre, rozara siquiera tu piel. Me habradejado quemar viva por protegerte, porquenunca hiciera eso mismo contigo.

    Recuerdo que pude verte cuando saliste de laducha. Recuerdo tu mirada sorprendida alverlo all donde solo nosotras dormamos, encima de nuestra cama, conmigo. Podra,si no me nublara los ojos el alcohol, volver averte envuelta en la toalla, hmeda y buscn-dome. Y puedo casi, si el maldito canto delborracho se detiene, or otra vez tu voz alpreguntarle qu haca all. Y puedo tambinsufrir con su voz y sus palabras al decirteaquello: He estado esperndote a ti, y, mien-tras tanto, me he desahogado con sta unpoco.

    Dndome la vuelta con sus manos, me pusode cara a ti, y t dijiste eso de: Eres un per-vertido!, lo sabas? Yo crea que me ibas adefender pero aadiste eso otro de: Tralasque no son ms que unas bragas viejas y venconmigo...! y supe que yo ya estaba peorque muerta antes incluso de caer a la basuradonde me arrojaste para volverte con l. Yluego de all, al vertedero donde me lleva-ron... desde donde an te recuerdo y te amo,Ana.

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    VViivvaaVVeerrddii por Francisco Martn Carmona

    Estamos celebrando los 200 aos del naci-miento de Giuseppe Verdi, en concreto naciel 10 de octubre de 1813 en Roncole, peque-a localidad cerca de Busseto, en la provinciade Parma, entonces un ducado pertenecienteal imperio francs.

    Decir Verdi es decir PERA con maysculas,el msico que empez como organista en laiglesia de su pueblo, recibiendo clases parti-culares del maestro de la Scala de Miln Vin-cenzo Lavigna, se cas con Margherita unaalumna suya hija de su protector y mecenasAntonio Barezzi. Despus de la muerte desta vivi en una villa cerca de Busetto consu amante Guiseppina Strepponi hasta el finde sus das.

    Su obra ms importante y ms numerosa sonlas peras, veintiocho en total, as como unbuen nmero de composiciones de contenidoreligioso, aunque l no lo era en demasa,donde sobresalen su Misa de Rquiem y lasCuatro Piezas Sacras, adems de un sin finde canciones.

    De sus peras las ms conocidas son: Na-bucco, Macbeth, Rigoletto, Il Trovatore, LaTraviata, Simn Boccanegra, La Forza delDestino, Don Carlo, Otello, Ernani, Luisa Mi-ller, etc. ttulos todos ellos que siguen repre-sentndose con gran xito en todos los tea-tros del mundo.

    Muri el 27 de Enero de 1901 en su habita-

    cin de siempre del primer piso del GrandHotel et de Milan. Como no tuvo descenden-cia dej su fortuna para que su obra msquerida, la casa de reposo de msicos jubila-dos (la Casa Verdi) tuviera continuidad des-pus de su muerte._______________________________________

    Jos Manuel Caballero BonaldPremio Cervantes 2012

    PP AAPP AA por Francisco Navarro Goslvez

    A principios del ao 1999, el Banco Mundialsac a concurso internacional un Proyecto enParaguay, con el fin de implementar, para suMinisterio de Hacienda, un sistema de Catas-tro como el que tenemos en Espaa. Se pre-sentaron tres consorcios de empresas, unoholands, otro paraguayo y otro espaol, enel que yo participaba y que fue a la postre el

    adjudicatario.El trabajo dur dos aos, lo que me supusovivir en Paraguay de forma ininterrumpidadurante ao y medio, dndome la oportunidadde conocer un pas, tan geogrfica comosocial y econmicamente, diferente del nues-tro. A lo largo de ese tiempo sucedieron infi-nidad de ancdotas como la que paso a con-taros a continuacin y que podamos calificarde dramtico/festiva.

    Al ser el encargado de organizar y supervisarlos trabajos de campo, estaba obligado aviajar continuamente y as recorr y conocgran parte del Paraguay profundo. De lunesa sbado permaneca en la zona donde seestaban llevando a cabo los trabajos y elresto del corto pero breve fin de semana lopasaba en Asuncin.

    Las carreteras paraguayas, por desgracia, noson como las espaolas. Consisten en unafranja de asfalto, sin ninguna clase de sealde trfico ni vertical ni horizontal, de una an-chura equivalente a la anchura de dos camio-nes, con una lnea blanca en el centro y sinarcn asfaltado. El arcn es de tierra con elagravante de que se encuentra mucho msbajo que la capa de rodadura. Es decir que site sales de la carretera te la pegas. Y eso fuelo que me pas a m.

    Un domingo por la tarde, en contra de lo nor-

    mal, ya que tena que estar en la oficina a lasnueve de la maana, sal hacia el distrito deYguaz (cataratas), distante unos 350 km. deAsuncin. Se me hizo de noche y si de da lascarreteras eran peligrosas de noche mstodava. Efectivamente con noche cerrada, enuna recta, vi acercarse un camin de frente(seguramente un enorme camin brasileocargado de soja) a toda pastilla, como eslgico con la luz de cruce, pero que a unosdiez metros de llegar a mi altura encendi laslargas y me deslumbr. Instintivamente gir elvolante hacia mi derecha y me sal de la ca-rretera. Con el coche inclinado y las ruedassobre tierra intent volver a la carretera, pero

    lo que hizo el coche (una camioneta 4X4) fueun trompo volcando hacia mi derecha y de-rrapando volcado unos cincuenta metros,hacia el interior de un bosque cercano. Nosdetuvo el cauce de un arroyo (oa el aguadiscurrir debajo del coche). Viajaba con uncompaero y amigo paraguayo que se encon-

    traba debajo de mi pero que no se poda mo-ver. Gracias a Dios el motor del coche era degas oil que si no

    Al volcar hacia la derecha qued encima delcierre del cinturn, con lo cual no poda qui-tarlo y adems tampoco poda usar la manoizquierda pues estaba sujeta por el cinturn.As volcados pas casi una hora durante lacul pas revista a nuestra situacin. Lo pri-mero que hice con la mano izquierda y no singran esfuerzo, fue encender las luces que sehaban apagado para que cuando volvierapasar un coche por la carretera nos viera. Acontinuacin pregunt a mi compaero, alque no vea por que se encontraba debajo dem, c mo se encontraba y me contest quecrea que bien, pero que yo deba de estarmal por que vea que goteaba sangre de micabeza. Efectivamente, yo me encontrababien excepto un dolor en el pecho y unospicores en la cabeza como resultado de larotura de los cristales de la ventanilla poste-rior de la cabina que se me haban clavado.Afortunadamente la hemorragia no era muyabundante.

    Por fin pas un coche con dos personas que,

    no sin esfuerzo, nos sacaron de la camionetay en su mismo coche nos llevaron a un hospi-tal. Tuvimos la suerte que ya estbamos cer-ca de nuestro destino (Yguaz) donde habaun hospital japons (el 90% de los habitantesdel pueblo o eran japoneses o de ascenden-cia japonesa). All nos curaron de urgencia ynos dieron de alta hasta el da siguiente. Fui-mos a nuestro hotel donde dormimos (mal) ya las ocho de la maana volvimos al hospital,donde a mi compaero le dieron de alta y am me dejaron pues tenan que hacerme unasradiografas del pecho y quitarme las esquir-las de cristal clavadas en la cabeza. No medejaron internado pero tena que volver al

    hospital todas las maanas para curarme lasheridas de la cabeza. Cuando me curabanme ponan en la coronilla una venda enforma de casquete blanco, que pareca unsolideo y observaba que cuando me cruzabacon las enfermeras por los pasillos al vermesonrean. Hasta que un da, deseando saberel porqu de tanta sonrisa, habl con el mdi-co, que me dijo: No se moleste pero es quecon la venda en la cabeza es usted clavado alPapa Juan Pablo II. A partir de se momentocuando me cruzaba en los pasillos con algu-na enfermera le imparta mi ms simpticabendicin Urbi et Orbi AMN. Continuar

    Helena de Mil Colores

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    EEll RR ee tt ii rroo EEll nn gg ee ll cc aa dd oo yy EEll nn mm ee rroo dd ee ll aa bb eess tt ii aa

    por Antonio M. Torres Gil.

    La tarde tornaba a su fin en aquel esplendidoda de octubre yo paseaba por el parquedel Retiro, de regreso a casa, entre el infantilbullicio de los pequeos que apuraban susltimas carreras en aquella magnifica jornadade otoo.

    Pero de forma apenas perceptible, la lumi-nosidad cambio, las hojas cadas en el sueloempezaron a arremolinarse y el viento co-

    menz a silbar en las copas de los rbolesAcelere mis pasos el ambiente de inquietudaumentaba por momentos y lo que hastaentonces haba sido una apacible tarde deoctubre, amenazaba ahora con una fuertetormenta de verano en muy poco tiempo, elcielo se oscureci y una espesa nube negraempez a cubrirlo todo

    La gente haba desaparecido como porencanto, las primeras grandes gotas de lluviaempezaron a caer con fuerza, y yo estaba

    demasiado lejos de algn sitio urbano dondepoder guarecerme corr hacia unos casta-os, que frente a m, me invitaban a refugiar-me bajo sus frondosas ramas sin pensartampoco en el riesgo que supondra algunadescarga elctrica

    La obscuridad era casi total, y una densacortina de agua apenas me dejaba ver msall de algunos metros el trueno retumbabaestremecido en la lejana y mi ropa empezabaa mojarse

    De repente, la deslumbrante luz de un rayogigantesco muy ramificado, ilumin la escenay all, a los acordes de un trueno ensordece-dor apareci la silueta del ngel cado 1. Pe-roen ese momento la imagen no era la deuna simple escultura porque el trmulo

    fulgo r del relmpago le dio una apariencia demovimiento y lo que vi a llEra el propio Lucifer, retorcindose entrelas serpientes que le atenazaban!

    "Yo vea a Satans caer del cielo como un

    rayo". (Lucas.10, 18)

    *** el tiempo pareci detenerse! y yoolvide por un momento donde estaba

    sumergido en un enorme fragor

    *** La representacin de todo el mal que existe

    en la tierra estaba all delante de m, mientraspor mi cabeza desfilaron atropelladamente

    algunas de sus ms conocidas historiasy el determinante papel que su figura ha

    representado en nuestro legado cultural2

    Despus record el famoso nmero de labestia3y los ros de tinta que desde los prime-

    ros tiempos del cristianismo se han escritosobre l

    Sal de mi ensoacin con un cierto sobresal-to, estaba completamente empapado

    Cunto tiempo haba pasado?...

    ya apenas llova e incluso haba salido unmortecino rayo de sol, la figura de bronce quehab a provocado todo aquello no era , ni mu-cho menos tan grande y prxima como mehaba parecido!... y sobre todo el decoradoera completamente diferente el aire araahora una clida brisa y un fuerte olor a tierramojada lo inundaba todo

    Indudablemente, la puesta en escena habasido muy teatral e impactante.Pareca increble que en aquel lugar, habi-tualmente tan tranquilo, pudiera haber tenidouna experiencia como aquella

    Lo habra soado?..

    Mir con inquietud por los alrededores elabundante granizo que se esparca por lacalzada en el que hasta entonces no habareparado, me indicaba que aquella ancestralsimbologa4, que por un momento haba senti-do tan real, fue capaz de aislarme completa-mente demostrndome hasta que punto segu-a estando viva en mi inconsciente.

    NOTAS

    En el madrileo parque del Retiro, situada sobre elsolar que ocupaba la antigua Real Fbrica de Porce-lana, destruida en la guerra de la Independencia, seencuentra ahora una glorieta donde se ubica la fuentedel ngel cado levantada sobre un pedestal a 666metros sobre el nivel del mar. Fue realizada por Ricar-do Bellver en 1878 y colocada en su actual emplaza-miento en 1885.

    El diablo, del griego, dibolos () que significa"acusador" o "calumniador , el que desune, en elmundo cristiano es un espritu originariamente buenoque por su orgullo fue arrojado por el arcngel S.Miguel de la presencia del Altsimo. Miguel y susngeles lucharon contra el Dragn. El Dragn y sus

    ngeles combatieron, pero no pudieron prevalecer yno hubo puesto para ellos en el cielo. Y fue precipitadoel gran Dragn, la serpiente antigua, que se llamaDiablo y Satans, el seductor del mundo entero(Apocalipsis 12)

    Aqu hay sabidura: El que tiene entendimiento,cuente el nmero de la bestia, pues es nmero dehombre. Y su nmero es seiscientos sesenta y seis"(Apocalipsis 13:18). Con lo que se declara que el 666"corresponde a un ser humano", relacionado con laBestia, un personaje que aparecer en el fin de lostiempos y que ser la mano derecha de Satans o elpropio demonio reencarnado que dirigir los pueblosGog y Magog.

    Helena de Mil Colores

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    San Agustn y el Diablo

    de Michael PacherAlte Pinakothek de Mnich.