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1 MELISO DE SAMOS: LA CORRECCIÓN DE LA ONTOLOGÍA PARMENÍDEA Y SUS INEVITABLES CONSECUENCIAS ESCÉPTICAS. Formular y justificar algunas proposiciones sobre Meliso lleva inevitablemente al encuentro con Parménides. En este artículo me propongo analizar algunas dificultades de la ontología parmenídea que obligaron al de Samos a revisarla. Empezaré por considerar algunos conceptos tradicionales, cuya incuestionabilidad vacila, a veces, ante un examen severo. Como observa Aubenque 1 , sólo una cierta tradición que comienza en Parménides justifica la idea de que el ser debe ser el tema privilegiado de toda teorización filosófica. Pero es falso creer que históricamente esta figura de pensamiento ha sido dominante. Solamente, Parménides primero y Platón (al menos en el sofista, Περ_ τo_ _vτoς) y Aristóteles después, hacen del ser el objeto principal de su filosofía. Es evidente, que esta línea Parménides-Platón-Aristóteles sobresale con el nombre de "metafísica" en la historia de la filosofía, pero también es cierto que queda bastante aislada en el pensamiento griego, donde nace. La originalidad de Parménides al elegir el ser como nombre clave de la parte más decisiva de su poema está fuera de duda. Aunque, es curioso que en la evolución posterior el sujeto original, el soporte de todos los predicados del τ_ _όv cae en el olvido y son sólo los predicados del ser los que continúan como problema. Lo más curioso de este caso es que si bien la tradición que se reclama como deudora de Parménides ha asumido, interiorizado su propuesta principal, también es cierto que la ha olvidado. Aristóteles y la tradición doxográfica la resume 1 ? AUBENQUE, P., «Syntaxe et sémantique de l'être dans le poème de Parménide» en Études sur Parménide, 2 tomos (tomo I, Le poème de Parménide y tomo II, Problèmes d'interprétation), Paris, 1987, tomo II, pp. 102-134, principalmente, pp. 103-105.

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MELISO DE SAMOS: LA CORRECCIN DE LA ONTOLOGA PARMENDEA Y SUS INEVITABLES CONSECUENCIAS ESCPTICAS

MELISO DE SAMOS: LA CORRECCIN DE LA ONTOLOGA PARMENDEA Y SUS INEVITABLES CONSECUENCIAS ESCPTICAS.PRIVATE

Formular y justificar algunas proposiciones sobre Meliso lleva inevitablemente al encuentro con Parmnides. En este artculo me propongo analizar algunas dificultades de la ontologa parmendea que obligaron al de Samos a revisarla. Empezar por considerar algunos conceptos tradicionales, cuya incuestionabilidad vacila, a veces, ante un examen severo. Como observa Aubenque, slo una cierta tradicin que comienza en Parmnides justifica la idea de que el ser debe ser el tema privilegiado de toda teorizacin filosfica. Pero es falso creer que histricamente esta figura de pensamiento ha sido dominante. Solamente, Parmnides primero y Platn (al menos en el sofista, _ o_ _vo) y Aristteles despus, hacen del ser el objeto principal de su filosofa. Es evidente, que esta lnea Parmnides-Platn-Aristteles sobresale con el nombre de "metafsica" en la historia de la filosofa, pero tambin es cierto que queda bastante aislada en el pensamiento griego, donde nace. La originalidad de Parmnides al elegir el ser como nombre clave de la parte ms decisiva de su poema est fuera de duda. Aunque, es curioso que en la evolucin posterior el sujeto original, el soporte de todos los predicados del _ _v cae en el olvido y son slo los predicados del ser los que continan como problema.

Lo ms curioso de este caso es que si bien la tradicin que se reclama como deudora de Parmnides ha asumido, interiorizado su propuesta principal, tambin es cierto que la ha olvidado. Aristteles y la tradicin doxogrfica la resume as:Considerando, en efecto, que, fuera del ser, el no-ser no es nada, piensa (Parmnides) que necesariamente el ser es uno y que no es ninguna otra cosa. Y tambin Teofrasto, citado por Simplicio, aporta el siguiente esquema: Lo que est fuera del ser es el no-ser; pero el no-ser no es nada; pues el ser es uno. De la inexistencia de lo que no es, se concluye la soledad del

ser, de ah a su unicidad, despus a su unidad y por fin a su inmovilidad. El inconveniente de esta presentacin tradicional es que hace recaer la innovacin parmendea sobre la determinacin de los predicados del ser y no sobre la eleccin del ser como sujeto: la tesis parmendea corre el riesgo de aparecer como una hiptesis ms entre otras, la que afirma la unidad del ser, por oposicin a otras que afirmaran su pluralidad o su divisibilidad.

Esta presentacin tradicional comporta un doble defecto:

1/ Privilegia sin evidencia suficiente lo que no era en Parmnides ms que un corolario entre otros de una tesis original: el predicado de la unidad no aparece ms que en el v. 6 del fr. VIII, despus de haber sido nombrado la no generacin, la incorruptibilidad, la homogeneidad, el infinito.

2/ Esta presentacin sin duda fundada sobre la conviccin de Aristteles y de sus comentadores de que la filosofa no puede hablar de otra cosa que de lo que es, desconoca la originalidad de Parmnides que es hacer por primera vez de o del "ser" el tema de la especulacin.

I

Hasta aqu razonablemente podemos estar de acuerdo, pero la cuestin es: por qu la tradicin entiende as a Parmnides? Qu hay en el Poema que genere esta confusin? La clave a estas preguntas creo que puede encontrarse en la reconstruccin que Meliso se ve obligado a hacer de la ontologa parmendea.

La consideracin de Meliso como discpulo de Parmnides por algunos doxgrafos posteriores posiblemente est basada ms en la similitud de las doctrinas que en la relacin directa que entre ellos pudo darse. No podemos ni siquiera saber si ambos filsofos llegaron a encontrarse alguna vez, o de dnde le lleg a Meliso la influencia parmendea: si bien tenemos pocas noticias de la vida de Meliso, poseemos un texto muy claro en donde, explcitamente, Digenes Laercio lo hace discpulo de Parmnides; aunque tambin es cierto que nos pone en la pista de una relacin con Herclito poco justificada: "ste, Meliso de Samos, hijo de Itageno, oy a Parmnides, aunque tambin entr en conversacin con Herclito. El mrito de Meliso, en cualquier caso, es el de ser el ltimo elaborador positivo de la concepcin eletica del ser. Al margen de la cronologa Meliso es el ideal seguidor de las doctrinas de Parmnides, mejor que Zenn, cuyo intento de refutar dialcticamente a los oponentes de Parmnides, llev a la lgica elata al colapso. En el contexto de esta diversidad de influencias intelectuales se entiende la noticia de Aecio que enfoca nuestro anlisis: Fue adepto de Parmnides, pero no conserv inalteradas las enseanzas recibidas. En ese no conservar las enseanzas se reconoce, como veremos, una de las fracturas ms interesantes de la filosofa.

Ya desde la antigedad pareci que Meliso se apart de las doctrinas de Parmnides, al deducir de los textos de su maestro que el ser era infinito. Mientras en el fr. 1 se demuestra la eternidad del ser, en el fr. 2 (que va integrado con los fragmentos 3, 4 y 4a) es demostrada la infinitud del ser mismo:

Puesto que no es nacido, es y siempre era y siempre ser, y no ha tenido principio ni fin, sino que es infinito (_ov). Si de hecho hubiese nacido, tendra un principio (pues en un cierto momento habra comenzado a nacer) y un fin (en un cierto momento habra terminado de nacer); pero, puesto que no ha comenzado ni terminado y era y ser siempre, no tiene por tanto, principio ni fin. Pues, no es posible que sea siempre y no sea todo

Este fragmento contiene indudablemente un punto clave de la doctrina de Meliso, pues se aleja paulatinamente del pensamiento de Parmnides. Parmnides insista de todos los modos posibles, en la determinacin y en la delimitacin de su ser. La concepcin de la perfeccin, que suele considerarse tpicamente griega, excluye el infinito y obliga necesariamente a postular la finitud, la limitacin y la determinacin. Lo no completo y la infinitud son rigurosamente rechazados. Y para este propsito la idea de la esfera (__) genera de forma particular la idea de completo, de delimitacin absoluta y determinacin. Esta imagen es para algunos estudiosos de Parmnides la demostracin de la concepcin materialista y fisicista que todava tiene, para otros no debe de verse ms que una metfora o imagen, incluida no para designar la forma del ser, sino para indicar su homogeneidad, el equilibrio o su esencial intelegibilidad. Se puede entender esta imagen como expresin e ilustracin del concepto de vov vov, que inmediatamente le precede. Segn Reale, este trmino no puede entenderse ni como expresin demasiado materialista, ni como expresin metafrica, sino como una formulacin en trminos de representacin intuitiva (frecuente en el pensamiento arcaico) de aquella nocin de perfeccin, determinacin y finitud del ser.

Existe un pequea contradiccin, a nuestro parecer, en la caracterizacin de Parmnides, que obliga a Meliso a resolverla. Se puede sealar un contraste suficiente entre la concepcin del ser como lgica y absolutamente indiferenciado, esto es como absolutamente homogneo y la afirmacin de la finitud del mismo que no viene deducida ni es deducible de aqulla. Ms rotundamente, la eleccin de la finitud del ser en Parmnides es arbitraria y difcil de conciliar con su tesis de fondo. Si releemos los versos 26-32 del f. 8 parmendeo, atendiendo al contraste entre la afirmacin del verso 26 (en particular la expresin v _v (v) y los atributos que inmediatamente acompaan en el verso siguiente _vov y _ov, a los cuales han seguido expresiones que reconocen los lmites, que determinan y completan el ser: _ _ _v \ o _v o_v _, v ___ _,\ o_vv o_ _ov _ __v _v. Y si atendemos al contraste, todava ms evidente, entre la afirmacin del verso 8,4, que dice que el ser es _ov y la afirmacin del verso 8,42, que lo dice vov. En fin, atendiendo a una consideracin rigurosa, no es posible pensar y afirmar el ser como _vov y _ov y pensar y afirmar el ser tambin como vov.

La originalidad de Parmnides en la eleccin del ser como elemento decisivo puede ser mostrada, igualmente, por una comparacin temtica con el nico filsofo que puede servirle de precursor, Jenfanes. Pierre Aubenque insiste en su artculo ya citado en esta comparacin ms que interesante. En Jenfanes encontramos una teologa de lo Uno, no una filosofa del ser. Aristteles atribuye a Jenfanes la tesis de que lo uno es (lo) dios o dios es lo uno (_ _v _v _ _v v), sugiriendo despus que ese dios no es ms que el nombre que Jenfanes dio al Universo. Otras fuentes atribuyen a Jenfanes la deduccin de algunos atributos de dios: 1. eterno; 2. uno; 3. homogneo en todas sus partes y determinado; 3. esfrico; 4. dotado de sensacin en todas sus partes.

Es curioso que los cuatro primeros de esos predicados son los mismos que enumera Parmnides en su largo desarrollo del fragmento VIII, 1-49. S bien es cierto, que los predicados enumerados por Parmnides y Jenfanes son los mismos, existe una diferencia esencial y es que los sujetos que los reciben, no son los mismos. Mientras Jenfanes habla de dios, Parmnides habla del ser, o ms precisamente, de lo que es, _ _v (aunque hay dificultades para encontrar claramente la forma sustantiva del verbo ser, -si hacemos abstraccin del f. IV, cuyo lugar es discutido y la lectura controvertida de VIII, 12- ms que a partir de VIII, 19). Estas significativas contradicciones, obligan a Meliso a recomponer el ser de Parmnides en el uno, eterno, infinito y homogneo, determinando un viraje que abre una fractura en la gnoseologa elata que tendr consecuencias escpticas insospechadas.

II

Las razones que acabo de presentar son vlidas para comprender la rectificacin de algunos conceptos parmendeos, pero no explican por qu su gnoseologa es reconocida por los propios escpticos como antecesora del escepticismo. La causa de esta importante variacin viene determinada por la necesidad de fundamentar esa reconstruccin de los atributos del ser en una gnoseologa radical: la crtica a cualquier tipo de conocimiento sensible. Si atendemos a los sentidos, medita Meliso, slo percibimos cosas cambiantes, movimiento continuo en un mundo de apariencias que configura un mundo contradictorio y falaz donde predomina el trnsito del ser al no-ser. Sin embargo, esta consideracin es inaceptable para Meliso, pues la realidad es una e indivisible, no generada y eterna, homognea, inmvil y no sujeta a nacimiento o cambio. As, mientras Parmnides afirma tanto la absoluta realidad del ser, como sus predicados a partir de la fundamental certeza lgica de que podemos decir "es" y no podemos decir "no-es", Meliso, para quien la originaria ontologizacin del lgico Parmnides no es un problema sino una premisa indiscutible y verdadera en su sentido metafsico, exige, ordenadamente, la inexistencia del vaco a partir del concepto de ser (ente) uno y homogneo y su inmovilidad a partir de la inexistencia del vaco. Adems, la existencia en Parmnides de una exigencia ontolgico-lingstica se encontraba equilibrada con un incipiente logicismo; en Meliso, por contra, su situacin especulativa conduce a la creacin de una lgica muy ontologizada que excluye todo aquello que no sea algo intelectivo; es decir, todo aquello que provenga de la percepcin sensible. Aqu radica la fractura que venimos advirtiendo y que no se reconoce como tal en Meliso, pues pensar nica y exclusivamente dentro de los lmites de la razn prepara el trayecto hacia el escepticismo. La afirmacin, segn la cual lo que no corresponde a las exigencias de la razn no puede ser real, deja a la propia razn sin fundamento, sin medida, ni lmites; propiciando que la razn intente determinar lo que existe, internamente, sin ningn tipo de control.

La propuesta fundamental de Meliso establece, radicalmente, una separacin tajante, no parmendea, entre apariencia (sensible) y ser (inteligible): la pluralidad que percibimos del mundo sensible es apariencia errnea, mientras que el acto de aprehensin del ser por el pensamiento, invalida justamente ese devenir. La consecuencia epistemolgica de este enunciado tiene necesariamente que admitir la eternidad, infinitud y homogeneidad del ser. Un texto del annimo reconoce de manera sinttica esta importante idea:

"De suerte que puesto que no puede ser as, no es tampoco posible que los seres sean mltiples, sino que lo parecen (no rectamente), falsamente (__ _ o_v o_ _(). En efecto, muchas otras cosas tambin se aparecen de forma ilusoria conforme a los sentidos (_ _v _v _v); en cambio, el pensamiento invalida (no acepta) entonces que esas mismas cosas sucedan en el devenir, ni que el ser sea muchos, sino que sea uno, eterno, infinito y totalmente homogneo consigo mismo".

Asistimos, pues, a un hbil ataque, desde la lgica melisiana, a la validez de los sentidos: consecuencia irrenunciable de su ruptura con la falsa realidad sensible. Advertimos con este argumento, el intento de rebatir la pluralidad mediante el mtodo de reductio ad absurdum, concluyendo de la siguiente forma: afirmar la existencia de una pluralidad engaosa sobre lo que aparece, slo es posible si y solo si renunciamos a la unidad: lo cual es imposible. Por eso, hay que descartar que el ser sea producido por una mezcla, ya sea generada por yuxtaposicin o por superposicin de la pluralidad en lo uno, ya que de aceptar la pluralidad excluiramos absolutamente toda unidad.

Esta disyuncin excluyente es radical en Meliso: si existe incompatibilidad entre unidad y multiplicidad, como parece que existe, habr que renunciar a alguna de ellas: a la unidad no se puede renunciar pues lo uno slo puede ser uno, eterno, homogneo; luego hay que renunciar a la pluralidad: "Pero es todo, y es infinito (_v _ _ _ov _v _v); en efecto, si fuesen dos o ms se limitaran los unos por los otros". Si como la lgica demuestra la unidad es todo, _v, entonces hay que renunciar a la pluralidad, puesto que la unidad no puede ser compatible con la pluralidad, ya que ella sola no puede ocupar a la vez el "ser" y el "aparecer", pues no es posible que el ser pueda ser muchos, y por tanto, tampoco es posible que los seres sean mltiples ya que esto presupondra el movimiento y el no-ser. A partir de aqu se puede hablar de una cierta ruptura con el pensamiento de Parmnides: estas mismas hiptesis empujan a establecer explcitamente la oposicin entre ser y aparecer. Lo uno es, la pluralidad aparece, no es ms que apariencia errnea, falsa. Si la pluralidad, por tanto, no es, tampoco puede ser que aparezca. Ese aparecer no es un aparecer de los fenmenos (_v) en sentido estricto, como posteriormente reivindicarn algunos escpticos, sino un aparecer (o_v) errneo donde hay ausencia de rectitud, de orden, es un puro imaginar, o tambin un puro fantasear que es caracterstico de la sensibilidad. Idea recogida convenientemente en un texto del annimo: "En efecto, muchas otras cosas tambin se aparecen de forma ilusoria (_v) conforme a los sentidos (_ _v _v)". A esta incapacidad de los sentidos, Meliso opone el o, la razn del discurso que es lo nico que puede llevar a un conocimiento cierto de la realidad, del ser. La ineptitud de los sentidos no solo se manifiesta en aquellos casos en los que lo uno aparece errneamente como mltiple, sino que muchas otras cosas u objetos son apariencias, imgenes o fantasmas.

Este razonamiento sobre la multiplicidad y la unidad configura en Meliso la distincin radical entre el mundo de la y el mundo de la _: primero, convierte la dxa y la al_theia de Parmnides en dos conceptos bien diferentes, y segundo, los hace portadores de una contradiccin que imposibilita su coexistencia. Lo ms importante del caso es que esa contradiccin no aparece tan clara en el Poema de Parmnides. Meliso parece estar disolviendo el mundo de la dxa parmendea; lo excluye rigurosamente del conocimiento; pues en su sistema no podan tener cabida de ninguna forma las opiniones que los mortales tienen sobre lo que aparece. Meliso plantea aqu una lnea de derivacin muy elaborada, ya que la negacin de la pluralidad de los objetos y sus cualidades sensibles establece la imposibilidad de conocer la realidad por medio de los sentidos; ni vemos, ni omos, ni conocemos lo que las cosas son: lo que no corresponde a la esfera de la razn no puede ser real, a pesar de ser testimoniado por los sentidos. Ser, pues, la razn en su actividad la causante de la determinacin de la realidad, mientras que la sensibilidad en su pasividad conduce al error. La idea del hombre como observador que percibe ser sacrificada por la idea del hombre que parece que constituye u organiza la realidad sin atender a los datos de los sentidos.

Esta radical distincin genera un problema de difcil desenlace. Si los sentidos son rechazados por ser testimonios errneos, la pregunta inmediata sera no estamos rechazando tambin indirectamente la razn que toma sus certezas de ellos mismos? La dificultad de esta cuestin radica en la imposibilidad de resolverla, terminando, como consecuencia, en el escepticismo resignado. Si desconfiamos de los sentidos, tenemos que desconfiar de la razn y si la razn no puede sustentarse, y los sentidos tampoco, qu nos queda? A lo mejor o peor, tal como proponen los escpticos suspender nuestro asentimiento. En resumen, la necesidad impuesta por el sistema de Meliso de que el conocimiento verdadero slo se obtiene a travs del logos, a travs de la razn demostrativa, ser uno de los argumentos ms frecuentemente utilizados por los escpticos para dudar del conocimiento en general. Ciertamente, este atisbo de escepticismo eletico (al menos en lo que a los sentidos se refiere) era filosficamente estril, ya que es de raz metafsica y no epistemolgica, pero inici la va en la que ms tarde se reconocern, plenamente, los mismos escpticos antiguos. As pues, por una extraa jugada del destino los filsofos ms dogmticos inician la lnea de los ms antidogmticos.

Dr. Ramn Romn Alcal,

Crdoba, Dpto. de Filosofa

Prof. Tutor del Centro Asociado de Crdoba

AUBENQUE, P., Syntaxe et smantique de l'tre dans le pome de Parmnide en tudes sur Parmnide, 2 tomos (tomo I, Le pome de Parmnide y tomo II, Problmes d'interprtation), Paris, 1987, tomo II, pp. 102-134, principalmente, pp. 103-105.

ARISTTELES, Metaf., A 5, 986b 29.

SIMPLICIO, Phys., 115, 11: DK 28 A 28.

Para la situacin cronolgica de Meliso vase el captulo que le dedica DIGENES LAERCIO (D.L.) en Las Vidas IX, 24 (DK 30 A 1). Este autor citando a Apolodoro coloca el florecimiento de Meliso en la Olimpada 84. Nos da algunas noticias de su vida, como que fue nombrado sobre el 441 440 almirante de la flota de Samos. Se dice que fue un gran estratega y luch contra Pericles. El resultado le fue favorable, pues aprovechando un error de Pericles bati a la flota de los atenienses (siempre resulta curioso que un general conocido por su rapidez de accin como fue Meliso creyera que el movimiento era imposible). Al parecer fue un hombre dedicado ntegramente a la poltica y ocupado en los asuntos civiles, por lo que fue estimado y reconocido por sus conciudadanos. Cfr., ARISTTELES, Metaf., A, 5, 986 b 18: DK 21 A 30; ARISTTELES, De caelo, G, 1, 298 b 14: DK 28 A 25; ARISTTELES, Fsica, G, 6, 207 a 9: DK 28 A 25; PLATN, Teeteto, 181 a: SEXTO EMPRICO, Contra los Matemticos (SEXTO, M.,)., X, 46: DK 28 A 26; AECIO, I, 24, 1: DK 28 A 29; AECIO, II, 1, 2: DK 28 A 36.

Las referencias tanto de D.L., IX, 24: DK 30 A 1; de PLATN, Teeteto, 180 e: vid., UNTERSTEINER, Melisso, Testimonianze e Frammenti, p. 332 y Teeteto, 183 e: Op. cit., p. 338; de ARISTTELES, Fis., 186 a 6: DK 30 A 7: Fis., 207 A 9: DK A 11; de ISCRATES, Antid., 15, 268: Op. cit., p. 332; de FILODEMO, Retor., III, 7: DK 30 A 14 y de SEXTO, M., X, 46: DK 28 A 26, muestran el estrecho vnculo que ya en la misma antigedad se estableci entre Parmnides y Meliso, en donde ste ltimo jug un papel de riguroso sistematizador del pensamiento eletico, que intenta elevar a sus mximas consecuencias los postulados parmendeos sobre el pensamiento racional y trata de superar las posibles deficiencias. De ser esto as, podemos conjeturar que existi una gran fluidez en la circulacin de ideas en esta poca, pues tuvo que ocurrir que las teoras de Parmnides, superando las fronteras de Elea, llegasen hasta el corazn del Egeo, a la isla de Samos, de cultura Jonia.

D.L., IX, 24: DK 30 A 1.

Las fuentes para acceder al pensamiento y a las doctrinas de Meliso se encuentran en Aristteles y en Simplicio (el cual transmite diez fragmentos supuestamente literales de Meliso), adems del ya famoso y controvertido tratado annimo "De Meliso, Jenfanes y Gorgias" (siempre que lo citemos utilizaremos la abreviatura M.J.G.).

Zenn fue un entusiasta discpulo de Parmnides que concentr toda su capacidad intelectual, tal como nos dice Platn, en una sola tarea: la defensa del lgos de Parmnides, cfr. PLATN, Parmnides, 128 a.

AECIO, I, 3, 14: DK 30 A 9.

Cfr. DK 30 B 2, 3, 4 y 4a. La introduccin del infinito como carcter esencial del ser, constituye la reforma ms sublime aportada por Meliso a la doctrina parmendea. Segn Aristteles, Meliso comete un error considerable en el razonamiento sobre el infinito. Partiendo del poema de Parmnides, dice Aristteles que un correcto procedimiento nos llevara a deducir de la condicin, la consecuencia; pero de la consecuencia no se puede deducir la condicin: la observacin aristotlica seala que A(B es equivalente B(A (ley de contraposicin del condicional), pero no a A(B como hace Meliso. Aristteles entiende que Meliso cree poder admitir que si todo lo que es generado tiene un principio, entonces lo que no es generado no tiene principio; consecuencia: si el universo no es generado, ser por tanto infinito. Pero Meliso, no ha cado en ninguno de estos errores, por el simple motivo que l no ha seguido el procedimiento lgico que dice Aristteles. Su razonamiento gira a lo largo de un eje que escapa a la crtica aristotlica, y que es perfectamento indicado al final del fragmento 2: o_ _ __ _vv _ _ _ _v _. Es decir, el perno del razonamiento, el elemento axial sobre el que gira es el concepto de _v, el concepto de todo o de totalidad que desaparece en la traduccin del razonamiento de Meliso hecha por Aristteles.

La interpretacin de Burnett y Offner sostena que Meliso en el fragmento 2 solamente hablaba del infinito temporal y nunca del infinito espacial. La hiptesis vendra confirmada por la utilizacin en el fragmento de la frmula __y _ov. Sin embargo, los fragmentos que han sobrevivido parecen indicar que con el trmino _ov, Meliso se refiere a _ o. De manera paradigmtica esto resulta evidente en el fragmento 3; y tambin en el fragmento 4, donde con toda claridad existe una distincin entre _ov y _ov. Tambin en el fragmento 5, de la infinitud es deducida la unidad, se habla siempre de _ov en sentido espacial (v_ _ _o) y lo mismo en el fragmento 6 (... _ _ _ov _, _v _...). En el fragmento 7, _ov indica tambin infinito espacial, distinto de _ov. En conclusin, es imposible sostener que el trmino _ov signifique ilimitado temporalmente, slo en el fragmento 2, frente a la significacin precisa de _ o _ov que determina en los dems fragmentos, la idea inequvoca de infinito en el tiempo.

SIMPLICIO, Phys., 162, 29: DK 30 B 2. La misma idea se observa en otros pasajes: Pero, como siempre es, as tambin debe ser siempre infinito en grandeza (DK 30 B 3). Nada que tenga principio y fin es eterno ni infinito (DK 30 B 4).

Recordemos el fr. 8 de Parmnides :

Pero inmvil en los lmites de las grandes ligaduras (v _v (v)\ existe sin comienzo (_vov) ni fin (_1ov), puesto que la gnesis y la destruccin\ se pierden a lo lejos, apartados de la (fe) conviccin verdadera.\ Y siendo lo mismo, en lo mismo permanece, descansa en s mismo;\ y as permanece firme en su posicin, pues la poderosa necesidad (_ _ _v)\ lo mantiene en las cadenas del lmite que todo lo abarca (o _v o_v _, v ___ _).\ que no es posible que lo que es no sea completo (o_vv o_ _ov _ __v _v:\ pues nada le falta y si no, le faltara de todo.\ (26-28)

Y sigue un poco ms abajo

Pero puesto que hay un ltimo lmite, es completo y acabado por\ doquier, semejante a la masa de una esfera bien redonda,\ absolutamente equidistante a partir del centro, pues no es posible\ ser mayor de un lado o menor 1del otro para nada:\ pues lo que no es no puede impedirle alcanzar\ la homogeneidad, ni lo que es que de algn modo sea\ aqu o all mayor o menor ya que es por completo intacto:\ pues, igual por todas partes a s mismo, reina de una manera homognea en los lmites.\

Parmnides conceba al ser como esfera (fr.8, 43), contra tal concepcin Meliso proclama que el ser es infinito o tambin _o. La negacin de la corporeidad slo puede querer decir que el ser, lo uno no posee ninguna forma corprea determinada. El trmino esfera en Parmnides es problemtico (entre los antiguos fsicos, ya desde Anaximandro, se piensa que la esfera arrastra la tierra junto con los dems cuerpos celestes, y de acuerdo con los pitagricos organiza los intervalos de la escala musical), he expuesto en pginas precedentes que estamos ante una formulacin en trminos de representacin intuitiva. Si se quisiera realizar una exgesis del concepto esfera tendramos que preguntarnos si estamos ante una concepcin dinmica o esttica. Si fuera esfera esttica encontraramos algn problema, pues si el ser parmendeo es indiferenciado lgicamente, como parece ser, entrara en conflicto con una idea de esfera pasiva o esttica que est perfectamente limitada, hasta fsicamente. Esta tensin sera resuelta por la hiptesis que propone Calogero (Calogero, G., Studi sull'eleatismo, Firenze, (n.e.), 1977, pp. 26 y ss.): la esfera sera dinmica, como infinitamente en progresin desde el centro hacia un lmite por todas partes igual. En suma, Parmnides no pensara en la superficie esfrica o en el slido esfrico, no se trata de una esfera, sino de un progresar continuo en forma de esfera. __, (todos los cuerpos redondeados), particularmente nos podemos referir a un baln para jugar o a los astros, a las matemticas o la geografa. La esfera como figura geomtrica es utilizada por Parmnides, por Platn en el Sofista, 244e etc.

Meliso, Testimonianze e frammenti, a cura de Giovanni Reale, Firenze, 1970, pp. 69-70.

(sin comienzo, sin principio): sobre el significado de este trmino ver Parmnides fr. 8, 27. Afirmar que el ser es _vov significa afirmar que no tiene principio en el tiempo. Platn utiliza este trmino de manera pasiva como sin jefe, sin maestro en Leyes, 639 a. En otro sentido, lo utiliza Sexto Emprico como sin primeros principios; de manera activa, significara que no tiene cualidades para mandar.

(incesante, sin fin): Este trmino junto con _vov son atributos que en Parmnides son seguidos de expresiones que recalcan los lmites que determinan el ser.

(inacabado, sin fin): es un atributo que, segn Reale (Cfr. REALE, G., Op. cit., pp. 45-59), Parmnides refiere a su ser limitndolo slo al tiempo. Parmnides parece que afirma la absoluta presencia del ser en el ahora v_v, la atemporalidad del ser. As, este concepto querra decir sin fin (o) temporal. A este atributo corresponde en Meliso la negacin del fin ( _ __v o_ _ o__ v, y no ha tenido principio ni fin) en B 2, pero no slo referido al tiempo, sino tambin al espacio. El trmino _ov ha puesto en serios aprietos a numerosos estudiosos. Alguno ha propuesto corregir el texto y leer __ v (en lugar de _ _ov).

_ov (_ ) tiene dos grupos de significados: el primero, inacabado, de dnde se deducen tres sentidos, que no se concluye, sin efecto, vano, que no se termina, sin fin, el segundo sentido nos interesa menos, pues se refiere a no estar iniciado en.

Aristteles dice que fue su alumno, Metaf., A, 5, 986b 22.

Cfr. AUBENQUE, P., art. cit., pp. 105-106.

Loc. cit., 23-25.

Cfr. DK 21 A 28 y 33.

Es curioso que las pequeas contradicciones que vemos en la caracterizacin del ser de Parmnides, tienen una correlacin en Jenfanes tambin, como si la tradicin quisiera buscar un paralelismo sugerente. Es ms, observa Aubenque (art. cit., p. 106) que hasta una pequea contradiccin que la tradicin concerniente a Jenfanes le aplica, tiene su paralelismo en Parmnides: segn Hiplito, el dios de Jenfanes es finito (ov) (HIPPOL., Ref., I, 14: DK 21 A 33), pero segn Simplicio, que dice seguir en esto a Teofrasto, ese mismo dios no es ni finito ni infinito (o_ ov o_ _ov), cfr. SIMPLICIO, In Ar. Phys., 22, 26-29; 21 B 31 y 28. De la misma forma en el fr. VIII de Parmnides, si el ser es acabado (vov v. 42 y o_ _ov, v. 32) y si el nombre de lmite, (_) es utilizado tres veces a este propsito (v.31, 42 y 49)*, no es menos cierto que un poco ms arriba utiliza el nombre _ov que puede ser traducido por infinito (nosotros hemos traducido por bien acabado, -eterno, sin final, Liddell-Scott, p. 269-). Se dir que no es la misma cosa afirmar, como hace Parmnides, o negar, como lo hace Jenfanes, dos atributos contrarios del mismo sujeto. No obstante, esto significara que Parmnides est prefigurando la segunda hiptesis del Parmnides de Platn y Jenfanes la primera, lo que significara por la aparicin definitiva en Platn, que ellos pertenecen a una misma tradicin.

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*Esta es la discusin de Aristteles para quien lo Uno de Parmnides, siendo formal (_ _v ov) es ov, mientras que el Uno de Meliso, que es el uno material es _ov (Metaf. A 5, 986b 18-21). En cuanto a Jenfanes habra sido el primero en confundir las dos causas material y formal y no las distingue claramente, siendo imposible para l reconocer la naturaleza de la una y de la otra (986 b 21-23).

En este sentido, Timn, el discpulo de Pirrn, elogia a Zenn y Meliso. De Zenn elogia el discurso dialctico de Zenn es la base de su filosofa crtica, que le lleva a ser crtico de todos los dems filsofos. De Meliso, recoge su resistencia a valorar las apariencias errneas del mundo sensible, dedicndole un magnfico homenaje al decirnos que se mostr superior a la mayor parte de las falsas opiniones, y que le influyeron bastante poco,: "El gran poder inagotable de Zenn, de discurso dialctico, crtico de todos, y Meliso, por encima de muchas apariencias (o(v _v(v _v), cediendo a pocas de ellas", D.L., IX, 25: DIELS, Poet., 9 B 45. El problema se manifiesta cuando la razn advierte que no tiene ms remedio que apoyarse en los sentidos, al ser ellos los nicos cauces que tenemos para el conocimiento.

DE M.J.G., 974 B, 3-8: DK 30 A 5.

Cfr. ROMN, R., "Epicuro y Lucrecio: un intento antiescptico de fundamentacin del conocimiento", Almirez (U.N.E.D. Crdoba), 2, 1993, pp. 11-23, vid, p. 14. Vase la nota 12 de ese mismo artculo donde se recoge la afirmacin de Kirk segn la cual, esta actitud estableci la base de todo el sistema de los atomistas griegos, y el desacuerdo en este punto de Guthrie y Calogero.

Cfr. M.J.G., 974 a-b: DK 30 A 5. Esta cuestin presenta un problema, ya que existe una aparente unidad de las mezclas, por un lado, y por otro, tambin se presenta de manera manifiesta la pluralidad de los sujetos constituyentes de las mezclas, por lo que se podra decir que la mezcla es toda ella a la vez, todo ser y todo devenir. Pero, claro est, al adoptar la mezcla debera renunciarse a cualquier unidad del orden que sea. Veamos como se resuelve esta aparente contradiccin.

Estas caractersticas de lo uno: su homogeneidad, su falta de limitacin, su imposibilidad de crecer o disminuir (ya que no puede cambiar) se completan con la ausencia de aflicciones el todo es sereno, sin sufrimientos ya que de experimentar padecimientos no sera uno, pues se convertira en otro: "Por tanto es eterno, ilimitado, uno y homogneo. Y no podra perecer ni hacerse mayor, ni cambiar de organizacin. Tampoco padece ni se aflige, ya que si sufriera alguna de esas afecciones, ya no sera uno". SIMPLICIO, Phys., 111, 18, 1: DK 30 B 7.

De M.J.G., 974 a, 11-12: DK 30 A 5.

El concepto de _v es fundamental en Meliso y se corresponde, segn Reale, a lo que hoy denominaramos el absoluto (ver B 2, B 7). Hay una reciprocidad entre eternidad de la duracin y totalidad espacial en Meliso. Es decir, lo que no es _o no es eterno, de la misma forma lo que es eterno es _o. Los conceptos de eternidad e infinitud estn recprocamente conectados en Meliso mediante el concepto de totalidad (_v). Posiblemente, Meliso no acert a representar este razonamiento con tanta claridad, pero es evidente, al menos eso parece, que esta es la lnea de pensamiento desarrollada en el fragmento 2: o_ _ __ _v _vv, _ _ _v _, de donde resulta claro que el ser como pan, como no ha tenido lmites en el tiempo, no ha tenido lmites en el espacio: las dos series del tiempo y del espacio, pueden anularse en la totalidad del ser.

("__ _ o_v o_ _("), cfr. supra, nota 24.

De M.J.G., 974 b 5-6: DK 30 A 5.

Cfr. Calvo, T., "Truth and Dxa in Parmenides", Archiv fr Geschichte der Philosophie, 59, (1977), pp. 245-260, principalmente pp. 255-260 y Martinez Marzoa, F., Herclito. Parmnides (Bases para una lectura), Murcia, 1987, pp. 41-47.

Esta buena consideracin, importantsima para nuestro estudio, se la debemos a Reinhardt, cfr. REINHARDT, K., Parmenides, Frankfurt am Main, 1959, 4 ed. 1985, pp. 72-73, de esta misma opinin tambin es CALOGERO, G., Op. cit., pp. 72-73 y nota 3, el cual asume la observacin de Reinhardt.

Esta idea que destaca la primaca de la razn sobre la percepcin en Meliso nos parece interesante, aunque no compartimos la ampliacin que hace Zafiropulos a todo el pensamiento griego, Cfr. ZAFIROPULOS, J., L'cole late, Paris, 1950, pp. 247-248, mucho menos estamos de acuerdo con el paralelismo que construye este autor entre esta actitud griega y la de Kant en la Crtica de la Razn Pura, que, segn l, poda haber sido escrita por un griego del siglo V a. C.

Esto es, sin duda, lo que supo Epicuro. De ah que explcita y enrgicamente toda la gnoseologa epicrea descansa en la firme observacin de que es por medio de la sensacin como inferimos la existencia de los cuerpos. Para los epicreos todas las sensaciones son verdaderas y no puede ninguna de ellas ser refutada por otra, ni tampoco por la razn que depende de ellas enteramente. De ah, que la gnoseologa epicureana sea un intento antiescptico de fundamentar el conocimiento, cfr. supra, nota 25.

Como ya hemos observado, en Meliso hay una rigurosa necesidad de excluir todos los valores propios de las dokonta, la verdad no puede provenir del examen de lo emprico, pues lo mltiple es contradictorio, cfr. CALOGERO, G., Op. cit., p. 95, nota 16 y las pginas mencionadas de REINHARDT, K., Op. cit., pp. 71-73 .