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Atisbos analíticos No 225, mayo 2015, Humberto Vélez r. Profesor, miembro del grupo de investigación “CONFLICTO Y POLÍTICA ” DEL PROGRAMA DE ESTUDIOS POLÍTICOS, IEP- UNINERIDAD DEL VALLE; PRESIDENTE DE ECOPAIS, Fundación “Estado-Comunidad y País. LA COMISIÓN DE HISTORIA Y EL PROBLEMA DE LOS RESPONSABLES COLECTIVOS DEL CONFLICTO INTERNO ARMADO. ¿Se siente usted responsable? O ¿lo será el grupo colectivo del cual usted es un par civil ideológico? O ¿quiénes lo serán? Acápite del texto (todavía borrador, 80 páginas) “LOS DIALOGOS DE LA HABANA Y LA COMISIÓN DE HISTORIA DEL CONFCLICTO Y DE LA VERDAD”. En nuestra opinión, para esta primera semana de mayo del 2015 la situación de los Diálogos de la Habana es más grave de lo que aparenta y se representa ser. Desde mayo del 2104, desde hace ya un año, tras tres acuerdos informales de especial relevancia no se ha vuelto a producir un acuerdo más de una envergadura similar, pues lo de los minados no ha sido más que un acto de cooperación humanitaria de la guerrillas a una acción oficial como debe ser la del desminado. Desde noviembre del 2012, cuando tras el acto de inauguración de los Diálogos en Oslo, se inició la discusión del primer punto sobre “Política de desarrollo agrario integral”, el debate sobre lo que parecía más difícil de acordar, el problema de la estructura de tenencia y uso de la tierra, sólo duró seis meses, pues el 16 de mayo del 2012 se produjo ese primer acuerdo. Vinieron luego otros seis meses y el 6 de noviembre enhebraron el segundo sobre participación política y no necesitaron si no de seis meses más para acordar en mayo del 2014 algunos asuntos centrales sobre “La Solución del problema de las drogas ilícitas”. En

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Atisbos analticos No 225, mayo 2015, Humberto Vlez r. Profesor, miembro del grupo de investigacin CONFLICTO Y POLTICA DEL PROGRAMA DE ESTUDIOS POLTICOS, IEP-UNINERIDAD DEL VALLE; PRESIDENTE DE ECOPAIS, Fundacin Estado-Comunidad y Pas.

LA COMISIN DE HISTORIA Y EL PROBLEMA DE LOSRESPONSABLES COLECTIVOS DEL CONFLICTO INTERNO ARMADO.Se siente usted responsable? O lo ser el grupo colectivo del cual usted es un par civil ideolgico? O quines lo sern?Acpite del texto (todava borrador, 80 pginas) LOS DIALOGOS DE LA HABANA Y LA COMISIN DE HISTORIA DEL CONFCLICTO Y DE LA VERDAD.

En nuestra opinin, para esta primera semana de mayo del 2015 la situacin de los Dilogos de la Habana es ms grave de lo que aparenta y se representa ser. Desde mayo del 2104, desde hace ya un ao, tras tres acuerdos informales de especial relevancia no se ha vuelto a producir un acuerdo ms de una envergadura similar, pues lo de los minados no ha sido ms que un acto de cooperacin humanitaria de la guerrillas a una accin oficial como debe ser la del desminado. Desde noviembre del 2012, cuando tras el acto de inauguracin de los Dilogos en Oslo, se inici la discusin del primer punto sobre Poltica de desarrollo agrario integral, el debate sobre lo que pareca ms difcil de acordar, el problema de la estructura de tenencia y uso de la tierra, slo dur seis meses, pues el 16 de mayo del 2012 se produjo ese primer acuerdo. Vinieron luego otros seis meses y el 6 de noviembre enhebraron el segundo sobre participacin poltica y no necesitaron si no de seis meses ms para acordar en mayo del 2014 algunos asuntos centrales sobre La Solucin del problema de las drogas ilcitas. En total, para los tres primeros acuerdos informales, slo necesitaron 18 meses, algo inslito al tratarse del conflicto armado ms largo de la historia. Pero, desde mayo del 2014 hasta ahora, mayo del 2015, no se ha producido un acuerdo ms sobre los puntos en que han estado centrados, el 5 sobre las Vctimas y, un poco menos, el 3 sobre El Final del Conflicto.En este ltimo largo ao, los dilogos alcanzaron unos apoyos internacionales como nunca los haban tenido[footnoteRef:1]; tambin, aunque a este respecto la posicin de la poblacin colombiana sobre una negociacin con los rebeldes siempre ha parecido ir al arrastre, al jale y jale que no quiero ir, la subjetividades ciudadanas colombianas se aproximaron, de un modo ms positivo, al proceso de la Habana[footnoteRef:2]. Pero, este fue tambin el ao de las dos ms grandes crisis[footnoteRef:3] por las que han pasado las negociaciones en sus 30 meses de existencia: la rara retencin del General Rubn Daro Alzate en noviembre del 2014 y los 11 soldados muertos en Timba Cauca en el mes de abril del 2015; en ambos casos, brutal y torpe el segundo, han sido las Farc, o alguna de sus disidencias, las que han aparecido ms cerca de los hechos. [1: . El Espectador, 8-15-22-29 marzo de 2015.] [2: .Idem.] [3: . Moreno, Hctor Alonso. Las Crisis del dilogo habanero, 20-11-2014, viva.org.co/cajavirtual/svc0443/articulo 03.html .]

Pero, hace presencia ahora una pregunta nodal: por qu unos dilogos que en 18 meses produjeron tres importantes acuerdos parciales, en los ltimos 360 das no han vuelto a mostrar avance alguno en esa direccin? Desde mayo del 2014 se ha venido debatiendo sobre las vctimas y con las vctimas siendo sta otra de las notas inditas de la actual negociacin, pero, hasta ahora nada de decisiones concertadas sobre su derecho a la verdad y a su reparacin material y simblica; tambin sobre la marcha se ha abordado un aspecto u otro del Final del Conflicto, pero nada que este punto 3, que haba sido encerrado en el congelador, es abordado como punto central de discusin. Durante todo el ao, en los discursos paralelos a los debates formales los negociadores de Gobierno y Farc a toda hora han soltado frases y palabras y tesis y sugerencias e hiptesis sobre una dimensin u otra de los temas congelados- que la justicia transicional s, que no, que sta no es vlida, que el referente debe ser el derecho de rebelin; que sanciones para todos los victimarios, que no, que slo deben ser sancionados los guerrilleros con crcel como condicin sine qua non; que el mximo responsable del conflicto es el Estado, que no, que lo es la guerrilla; que el dispositivo de formalizacin de los acuerdos debe ser un Referendo, que no, que lo debe ser una Asamblea Nacional Constituyente- y as nos han tenido durante todo el ao sin avance alguno en materia de produccin de nuevos acuerdos.En nuestra opinin, esta situacin de parlisis en materia de gestacin de nuevos acuerdos no es ms que la manifestacin de muchas dudas de las dos partes sobre los alcances polticos y prcticos del que debera haber sido, desde los primeros meses, UN ACUERDO ESTRUCTURAL CENTRAL: el de la adopcin consensuada de un Modelo de Justicia Transicional, que sirviese de referente nodal para poder entrar a negociar polticamente en este 2012-2015 un cincuentenario conflicto interno armado en esta etapa en la que, aunque ambas partes en lo objetivo necesitan ponerle punto final, sin embargo, ni el Estado ha derrotado militarmente a las Farc ni stas han logrado vencer al Estado. Entonces, al haber sido ello as, aunque en los meses venideros se acordasen 10 o 15 importantes acuerdos informales ms, en casi nada se estara avanzando mientras no se acuerde colombianizar o historicizar la aplicacin de La Justicia Transicional, que no es otra cosa que la HUMANIZACIN, o mejor, la DES-ENEMIGACIZACIN DE LA JUSTICIA para poder acceder as al inicio de la construccin de la muy compleja paz integral. A ninguno de los 14 estudiosos de la Comisin de Historia del Conflicto interno armado y de las Vctimas -CHCV- se le pidi que levantase un relato o narrativa historiogrfica sobre esa forma, estatal y contra-estatal, de violencia poltica; tampoco se les pidi, lo que habra sido ms provechoso que, sin dejarse absorber de la obsesin por los orgenes, periodizaran su evolucin histrica evidenciando sus ms importantes mutaciones histricas entre 1966, ao fundacional de las Farc, y el 2014, tercer ao de los Dilogos de la Habana; tampoco se les solicit que narraran la historia de las violencias estatales y contra estatales que ha habido en el pas. Slo se les encomend[footnoteRef:4], [4: . COMUNICADO CONJUNTO, Mesa de Coversaciones, La Habana, 08-05-2014.]

1. que estudiaran las razones del origen, persistencia e impacto del conflicto interno armado que ya cada cual vera hasta dnde, al partir de la dcada de 1960 cuando surgieron las guerrillas como fenmeno subversivo contrainsurgente, extenderan la cronologa desentraando sus antecedentes y circunstancias potencialmente desencadenantes; 2. que evidenciaran el nivel de complejidad de esa forma de violencia poltica; 3. que, sobre todo, precisaran a sus mximos responsables, bajo el sobrentendido que se trataba de los responsables colectivos y no de los individuales, pues la Habana de los Dilogos no era un Tribunal de Justicia penal; 4. que esos 12 Informes de los expertos les permitiese a los 2 relatores elaborar UN INFORME SNTESIS que, en el contexto de la diversidad analtica, recogiese los consensos y disensos;5. que ojal esos Informes sirviesen de insumo para avanzar a la creacin de una Comisin de la Verdad.Vencidos los plazos, el 15 de febrero del 2015 a la Habana llegaron 14 Informes- los dos relatores, para poder leer a sus colegas desde algn sitio, tambin elaboraron, de modo legtimo, sus respectivos Informes-; muy pocos sistematizaron en un acpite especial el importante asunto de las responsabilidades; no hubo UN INFORME SNTESIS; y en las anteriores condiciones, no es que las 809 cuartillas no sirvan para nada o que sean inanes sino que deben ser ajustadas para que, en la prctica, posibiliten su utilidad potencial, que qued muy esfumada. Para la elaboracin de los estudios o ensayos, cada quien, desde muy distintos horizontes historiogrfico-analticos y dando lo mejor de s como investigador y como ciudadano comprometido con el pas, se centr en condensar lo que ya haba estudiado sobre el conflicto. Desde un punto de vista estrictamente acadmico, los 14 resultados plurales del trabajo de la CHCV en s y por s mismos constituyen la mejor y mayor prueba emprica en contra del mito del objetivismo positivista de tantos investigadores; al leerlos y palparlos y leerlos, de inmediato se siente que no hay investigacin social que, como necesario mnimo, no contenga una pequea dosis de subjetividad. Conocidos los Informes, al hacer en Los Atisbos Analticos una primera aproximacin a esas muy plurales 809 pginas, constatamos que, no obstante su valor acadmico, baja iba a ser su operatividad prctica, pues un problema central para la historicizacin o colombianizacin del Modelo de Justicia Transicional a aplicar en la Habana, como era el de precisar a los mximos responsables colectivos, haba quedado, por lo menos, muy mal manejado. Decidimos entonces hacer una lectura - desde nuestra propia interpretacin de los orgenes de esa forma de violencia poltica estatal y contra-estatal llamada subversin contrainsurgente[footnoteRef:5] - para preguntarles a los 12 Informantes y a los 2 Relatores qu era lo que se haba pasado con el encargo de delimitar, de modo expreso, el asunto de los mximos responsables colectivos. [5: . Vlez R, Humberto, LOS DILOGOS DE LA HABANA Y LOS RESPONSBLES POLTICOS COLECTIVOS DEL ORIGEN DEL CONFLICTO INTERNO ARMADO 0tra Mirada sobre sus Orgenes, En, Atisbos Analticos No 224, abril 2015, ]

Mientras avanzbamos durante esas semanas de febrero y marzo del 2015 en una lectura crtica de esas 809 pginas cuyos resultados publicaremos en un posterior Atisbos Analticos, no dejaba de sorprendernos no el que no hubiesen armado una polvareda sino, ms bien, la poca trascendencia publicitaria que lograban. Como fuente para nuestro propio trabajo, en un principio, slo una buena presentacin en RAZN Pblica, un Foro de la Revista Semana al que slo asistieron cinco informantes ; algunas anotaciones iniciales de tres importantes analistas- Medfilo Medina, Salomn Kalmanovitz y Germn Ayala[footnoteRef:6]-; entre los columnistas habituales slo una que otra referencia residual aqu o acull; pero en general, el silencio an de los propios ensayistas, algunos de los cuales, en concreto Vctor Manuel Moncayo y Francisco Gutirrez, que, para nuestro caso, fueron invitados a la Universidad del Valle por los Programas de Historia, Sociologa y Estudios Polticos. [6: . Jaramillo, Jefferson. La Comisin histrica de la Habana: antecedentes y retos. En, Razn Pblica, http: //razonpublica.com/index.php/conflicto-drogas-y-paz-temas-30.html. Mdina, Medfilo. Las diferentes formas de entender el armado en Colombia, www.razonpublica.com ; Kalmanovitz, Salomn. La Historia del Conflicto. El Espectador, 05-03-2015; Ayala, Germn, Disquicisiones sobre los orgenes del conflicto interno armado 13-02-2015. ]

Desde la Mesa de la Habana, slo ahora a mediados de abril de 2015, el equipo negociador de las Farc empez a reaccionar cuando le demand en Carta al presidente Santos, a) Que se difunda masivamente el informe aludido. Imperante esta necesidad. Urgente. Debe enviarse a todos los rincones del pas para su estudio y consideracin. A las universidades, colegios, normales, para que as se contrarreste el hecho de que el pas retir de su pensum de formacin acadmica la historia de Colombia. Si no se conoce lo que ocurri en la patria en los ltimos cincuenta o sesenta aos, no se puede crear una conciencia y una cultura de la paz.b) Que el seor Presidente conozca de manera detallada dicho documento denominado Contribucin al Entendimiento del Conflicto Armado en Colombia, (Comisin Histrica del Conflicto y sus Vctimas), de febrero de 2015, e invite a su gabinete ministerial y funcionarios con capacidad de decisin a que se ocupen de su lectura y estudio.c) La integracin inmediata por la Mesa de una comisin de evaluacin de los resultados del informe y del estudio de los alcances para la paz, de la responsabilidad del Estado. Urge hacerlo para establecer precisamente responsabilidades jurdico-polticas derivadas de su fundado contenido.[footnoteRef:7] [7: . Carta Abierta de las Farc-ep al Presidente Santos, abril 2015, farc-ep.co/?p=4450 ]

Esto no obstante, por estos das al iniciarse el mayo del 2015, algunas de nuestras dudas iniciales sobre los compromisos de la CHCV, aparecieron agrandadas en un artculo de Len Valencia titulado El fracaso de la Comisin histrica del conflicto, No se han preguntado los Comisionados por qu su informe no ha levantado ninguna polvareda en el pas y en el exterior? Porque es un Informe inane. Porque no toca a nadie, porque nadie se siente aludido. No se sienten aludidas las guerrillas, ni las elites polticas con sus aliados paramilitares, ni los militares, ni los empresarios, nadie. Porque la fuerza de un informe de esta naturaleza reside en los acuerdos establecidos, en las definiciones colectivas. En cambio los 14 ensayos dan para todo y para todos (Subrayado nuestro). Tengo un gran respeto por los 14 intelectuales que conformaron esta comisin Por eso le y rele las pginas del informe publicado, indagando si haban cumplido el encargo que les hicieron. Esper a que algunos de los comisionados le contaran al pas las razones de tan estruendoso fracaso y ninguno ha sido capaz de hablar. Esper a que los contradictores del proceso de paz hicieran la tarea y nadie se refiri al tema. No se trataba de que cada uno resumiera en 50 pginas lo que siempre haba dicho sobre el conflicto. Esa no era la tarea. Si esa hubiera sido la tarea tendra que decir que la mayora de los ensayos son buenos, algunos regulares y dos muy malos. Pero todos los comisionados se dedicaron a discurrir sobre cinco temas, que ya estaban en la agenda y en los tres puntos acordados (que la naturaleza poltica de las guerrillas; que la centralidad del tema agrario en el conflicto armado; que el carcter excluyente y limitado de la democracia colombiana; que la incidencia insoslayable del narcotrfico en la guerra; que la trascendencia de las vctimas en un acuerdo de paz estable y duradero) en vez de concentrarse de manera colectiva en el gran tema de diferencia en la Mesa, el de las RESPONSABILIDADES. Ese era el asunto a resolver. Ese el asunto clave sobre el cual la Comisin estaba obligada a establecer un consenso mnimo que le sirviera a la Mesa de la Habana y al pas para avanzar en la reconciliacinY djenme decir una cosa drstica. En el esclarecimiento de las responsabilidades y en la aceptacin de ellas por parte de los implicados reside el futuro de la paz y la reconciliacin. Ahora se discute sobre crcel o no crcel para las Farc Otra cosa diran si tambin estuviesen en el banquillo de los acusados. [footnoteRef:8] [8: . Valencia, Len. El fracaso de la Comisin histrica del conflicto, SEMANA, del 3 al 10 de mayo del 2015, pg.51]

A Len Valencia se lo podra criticar por simplificador al agotar en cinco importantes temas unos contenidos informticos que son ms amplios y ricos. En justicia habra que decir que los estudiosos s se refirieron a esos temas, y a muchos ms pero desde enfoques metodolgico-analticos muy plurales. Pero, en lo que si resulta dificultoso cuestionar al columnista de Semana es en su reclamo por el asunto nodal de las responsabilidades, que slo 3 de los ensayistas trataron, de modo explcito y sistemtico, en acpites especiales; a los restantes hay que leerlos en detalle para inferir de la lgica del anlisis presente en cada Informe quin o quienes emergen en calidad de tales advirtiendo que en algunos casos, como en el de los profesores Francisco Gutirrez, Alfredo Molano y Maria Emma Wills y Eduardo Pizarro, la pluralidad de actores que hacen presencia es tan amplia que se hace dificultoso centrar las responsabilidades colectivas en uno o en unos cuantos. Pero de todas maneras, Len Valencia bien que mal abri una reflexin-debate, que no despegaba. Fue as as como el 5 de mayo Marco Len Calarc del Equipo de Negociadores de las Farc hizo una defensa cerrada de la CHCV: que esos Informes no podan ser ignorados ni trivializados porque constituan un importante insumo para los temas que se estaban discutiendo en la Mesa, fue su tesis de entrada.[footnoteRef:9] Seal enseguida que no era que la Comisin fuese inane sino que lo que suceda era que haba sectores y factores de poder interesados en borrar y desaparecer a la Comisin porque le tenan miedo al veredicto inapelable de una verdad histrica que, recogida en los relatos histricos contenidos en La Contribucin al entendimiento del conflicto armado en Colombia, titulacin que le dio Eduardo Pizarro al conjunto de los Informes, destacaba al Estado como mximo responsable, por accin u omisin. En opinin de Calarc, eso era lo que se pretenda ocultar, la condicin del Estado como mximo responsable, responsabilidad que muchos buscaban trasladar a las Farc, [9: . Calarc, Marco Len. TRASCENDENCIA DE LA COMISIN HISTRICA. Farc-ep, 05-04-2015.]

Mltiples circunstancias, agreg Calarc, no permitieron que el mundo se diera cuenta de lo ocurrido en Colombia durante dcadas. Solo el narcotrfico nos puso en el mapa, pero para la fecha de su aparicin, miles de compatriotas haban cado muertos. No podemos aceptar que por fuera de contexto o por concierto meditico se nos tome como SUPREMOS RESPONSABLES, bajo la incitacin de los inspiradores del paramilitarismo de Estado y de los verdaderos determinadores de la vorgine de violencia que ha azotado al pas. (Subrayado nuestro).El mismo 5 de mayo, RECONCILIACIN COLOMBIA[footnoteRef:10] entrevist a cinco de los ensayistas, quienes hablaron as, [10: Expertos de la Comisin de historia del conflicto y de las vctimas dicen que su misin no fue un fracaso. En, RECONCILIACIN COLOMBIA, 05-05-2015, http://reconciliacioncolombia.com/historias/debate/855/expertos-de-la-comisiion... ]

Las relatoras fueron ms ensayos que relatoras: Maria Emma Wills: Len nos reclama porque no hicimos una lista de responsables. Pero la complejidad del conflicto hace que tengamos que ver a los responsables dinmicamente y no haciendo una lista jerrquica. A esos responsables hay que ponerlos en contexto y eso fue lo que hicimos. En qu ayuda una lista jerrquica a aglutinar a los actores que estn en La Habana? El problema fue que las relatoras s debieron haber sido unas cartas de navegacin sobre los 12 ensayos, especificando las coincidencias y las diferencias, para que as se guiaran las personas del comn. Al final terminaron siendo ms ensayos que relatoras.El objetivo no era alcanzar un consenso: Gustavo Duncan:Yo voy a responderle a Len Valencia en una columna que publicar en El Tiempo. Lo que puedo decir, por ahora, es que yo creo que l comete la misma imprecisin de las Farc al creer que una comisin, conformada por una serie de expertos acadmicos, puede establecer las responsabilidades en el conflicto de distintos sectores sociales en concreto. El hecho de que tengan conocimiento acerca del conflicto no implica que lo puedan hacer. Mucho menos que puedan sealar como responsables a personas en particular, como l sugiere hacerlo con Alvaro Uribe Velez. Yo no creo que el objetivo de la comisin fuera decir que el conflicto es culpa de Uribe o de alguien en particular.

El objetivo tampoco era alcanzar un consenso. El trabajo acadmico de interpretar un conflicto es, por el contrario, producto de un debate y de una investigacin permanente que nunca se acaba. Uno no puede dar una versin definitiva de la historia que le indilgue responsabilidades a la gente.

Le est pidiendo a la comisin algo para lo cual no se cre: Jorge Giraldo: l le est pidiendo a la comisin algo para lo cual no se cre. En La Habana contemplaron que hubiera varios informes individuales y no un gran informe colectivo que saliera del consenso de los 12 comisionados. Incluso, en su discurso del 10 de marzo (el da que estuvimos en Cuba) Ivn Marquez dej claro que celebraban que hubiera una pluralidad de visiones.La comisin tena un mandato impreciso. Nos pedan indagar por los orgenes, las razones de la persistencia y la forma en la que el conflicto ha afectado a la sociedad. Tambin estaba claro que cualquier informacin que saliera en los informes de tipo individual o colectivo no iba a contar para efectos penales o criminales.

Adems, como yo lo digo en mi informe, hay varios tipos de responsabilidades: polticas, morales y penales (o cuasi-penales), como las que tienen que ver con el Derecho Internacional Humanitario. Es un tema muy complejo. De hecho, en La Habana se ha hablado de una comisin de la verdad y se est discutiendo el tema de la justicia trancisional, que va a tocar las responsabilidades directamente relacionadas con el derecho internacional humanitario.

Nosotros no somos jueces: Eduardo Pizarro:Len Valencia plantea objetivos que no eran de la comisin y como no se cumplieron, dice que la comisin fracas. Es una lectura absolutamente cuestionable.Primero, dice que la comisin fracas porque no sac un documento de consenso. Pero nuestro trabajo no se trataba de eso, sino de que la Mesa de La Habana contara con mltiples miradas sobre tres preguntas centrales: los orgenes del conflicto, los factores que inciden en su prolongacin y las consecuencias. Tambin dice que no se sealaron responsabilidades, pero nosotros no somos jueces y est no era una comisin de la verdad, que s tiene esa responsabilidad.La comisin, por el contrario, ha sido muy til para la Mesa de La Habana porque tanto las Farc como el Gobierno han encontrado una serie de percepciones que les permiten avanzar en los puntos que hacen falta, pero ante todo pensar en cmo construir el posconflicto...Jairo Estrada: "No tengo inters en referirme a la columna de un opinador, que demuestra falta de juicio y rigor en la lectura del Informe".La gran falla ha sido la poca difusin: Alfredo Molano: No me parece un fracaso. Es una muy seria aproximacin a la historia del conflicto armado a travs de mltiples miradas. El tiempo y el espacio que nos dieron fue excesivamente estrecho. La gran falla ha sido la poca difusin que ha tenido el trabajo, quiz debido a su extensin. He propuesto, e insisto, en que un par de periodistas reconocidos hicieran una sntesis de los trabajos para facilitar su divulgacin y adquirir un mayor peso en la Mesa de Negociacin de La Habana.[footnoteRef:11] [11: . Reproducida la Entrevista por Las20rillas, apareci tambin Alfredo Molano, 05-07-2015.]

Por otra parte, el 8 de mayo los pronunciamientos de los estudiosos continuaron:Cuando acept participar en la Comisinestaba plenamente consciente de que cualquiera fuera el producto, recibira junto con mis coequiperos toda la madera del mundo: Francisco Gutirrez Sann: Los resultados de los textos de la Comisin se tienen que evaluar en centmetros cbicos de materia gris, no en milmetros de adrenalinauno de los tres encargos explcitos a los comisionados era que establecieran responsabilidades, y lo hicimos de manera detallada. Ciertamente, no dejamos indemnes a los poderosos de Colombia. Y a los actores que nombra Len- militares, empresarios, polticos, guerrilleroslos textos les atribuyen una pesada carga de responsabilidad, obviamente de manera diferenciada: porque en la Comisin confluyeron personas de distintas perspectivas, preferencias y convicciones. Naturalmente , la Comisin.Por otra parte, en una primera aproximacin al problema de las responsabilidades colectivas- ms adelante cuando se haga la crtica de cada uno de los ensayistas se tendr este punto como central- estos son los actores que de acuerdo con las lgicas de cada anlisis, aparecen como supremos responsables. Veamos el asunto por orden alfabtico;1. DUNCAN GUSTAVO: 1. Narcotraficantes; 2. Guerrilleros y Paramilitares.2. DE ZUBIRA, SERGIO: 1. Estado; 2. Algunos sectores civiles manejadores de una Cultura Poltica valorizadora de la relacin amigo-enemigo y de lo contrainsurgente como valores polticos; 3. ESTRADA JAIRO: 1. El orden social capitalista; 2. El Estado como fenmeno de clase; 3. Las organizaciones mercenarias paramilitares; 4. Las Fuerzas Armadas y de Polica y de Inteligencia del Estado como fenmeno de fuerza; 5. Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; 6. Los partidos y organizaciones polticas de las clases dominantes; 7. Los grupos econmicos y los gremios empresariales; 8. Los Estados Unidos; y 9. La insurgencia armada , le cabe responsabilidad por los impactos que con ocasin de su accionar rebelde a lo largo del conflicto hayan producido sobre la poblacin civil. 4. FAJARDO, DARO: 1. Los sectores o fracciones de clase que impusieron polticas que propiciaron la consolidacin y reproduccin de un estatuto altamente concentrado de la propiedad rural; 2. El Estado que aplic esas polticas.5. JORGE GIRALDO: 1. Narcotraficantes; 2. Guerrilleros y Paramilitares. 6. JAVIER GIRALDO: 1. El Estado; 2. Corresponsabilidad de Narcotraficantes y de la alianza Estado-paramilitares; 7. GUTIERREZ FRANCISCO: Dada la lgica metodolgica de su anlisis, se torna dificultoso inferir de l un mximo responsable colectivo, aunque seala que las Farc tuvieron su origen en un acto de voluntad de un puado de personas.8. MOLANO ALFREDO: El conflicto armado es parte de la Violencia, sta se encuentra asociada al control sobre la tierra y sobre el Estado; o sea que no es ms que parte de los formidables actos de resistencia y de persistentes alzamientos armados con los que desde mediados de la dcada de 1920 hasta la fecha se ha respondido a las acentuadas tendencias de exclusin poltica y econmica de la mayora de la poblacin colombiana. Tambin en este caso, como en el de una buena parte de los estudiosos de la Comisin, la lista de actores colectivos responsables es larga y heterognea; esto no obstante, tanto en materia de exclusin poltica como econmica, esa larga lista tiene que ver con corrientes polticas arraigadas en el aparato de Estado siguiendo prcticas patrimonialistas y clientelares. Aunque la creacin de las Farc, como guerrilla subversiva insurgente, no fue un acto realizado entre la noche y la maana, Molano slo se refiere a la dimensin organizativo militar de su gestacin[footnoteRef:12]: meses despus de la toma de Marquetalia el 14 de junio de 1963, El Secretariado de la Resistencia convoc una Conferencia donde se analizaron las operaciones de Marquetalia y Riochiquito ylas que se esperaban enfrentar en el Pato y Guayabero, se adopt el Programa Agrario de 1964 como bandera de lucha y se cit a otra Conferencia en el ro Duda que se reunin en mayo de 1965 donde se crearon las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Y 250 guerrilleros eligieron a Manuel Marulanda Comandante en Jefe. [12: .Molano, Alfredo]

Como podr inferirse de la lgica de su anlisis, para Molano, en buena medida, Las Farc surgieron como expresin objetiva de resistencia a la exclusin no del Frente Nacional en s sino del sistema poltico imperante en Colombia, pero, en su gnesis tambin incidi la voluntad del puado de 250 guerrilleros que eligieron a MARULANDA Vlez como Comandante en Jefe de la nueva organizacin subversivo insurgente. 9. MONCAYO VICTOR MANUEL: 1. El Estado como mxima expresin del orden capitalista; 2.Los detentadores del monopolio de la fuerza del Estado; 3. Los partidos y agrupaciones polticas ligadas al sistema de mediacin y representacin poltica, as como sus dirigentes e integrantes; 4. En el sector privado o no estatal, las agremiaciones que lo representan y las personas que lo lideran; 5. Las restantes instituciones civiles y sus voceros; 6. La Iglesia Catlica y dems organizaciones religiosas; y en el campo de la subversin o de la contrainsurgencia formalmente no estatal, las agrupaciones que las expresan y sus dirigentes e integrantes.[footnoteRef:13] [13: .Moncayo, Vctor Manuel. TESIS SOBRE REPONSABILIDADES(14). En, Hacia la verdad del conflicto: Insurgencia guerrilleras y orden social vigente. Informe, pgs.90-91. ]

10. PECAUT DANIEL: 1. Narcotraficantes; 2. Paramilitares; 3. Guerrilleros; 4. La Fuerza Pblica. 11. PIZARRO EDUARDO: de este estudioso, puede decirse algo similar a lo que ya se dijo de Francisco Gutirrez, aunque en varias oportunidades manifest que hablar de responsabilidades significaba convertir a los informantes en jueces.12. TORRIJOS VICENTE: 1. Ante todo y sobre todo, LAS AGRUPACIONES SUBVERSIVAS (Farc y Eln), cuya principal caracterstica es que han privilegiado la rapacidad y el terrorismo como mtodo de lucha revolucionaria e interaccin poltica contra una democracia que ciertamente innovadora y creativa, ha honrado a las vctimas y ha convertido la amenaza subversiva en una razn ms para cohesionarse, modernizarse y globalizarse.[footnoteRef:14] [14: . Torrijos R, Vicente. CARTOGRAFA DEL CONFCLITO: PAUTAS INTERPRETATIVAS SOBRE LA EVOLUCIN DEL CONFCLICTO IREGULAR COLOMBIANO.]

13. VEGA RENN: 1. Como mximos responsables los Estados Unidos; en Conclusiones dedic tres pginas a sustentar esta tesis.14. WILLS MARIA EMMA: Como en la primera etapa de una nueva vieja guerra el conflicto armado contemporneo es el resultado de un conjunto de interacciones, no siempre premeditadas, de una pluralidad de actores colectivos, se hace dificultoso delimitar uno que tenga la centralidad; sin embargo, como a partir de la dcada de los ochenta, los tres nudos que la han desencadenado y alimentado (la incapacidad del sistema poltico para tramitar la demandas de campesinos y campesinas; la ineficiencia de una burocracia, la militar sobre todo, capaz de administrar con autonoma con respecto a los actores del conflicto, la institucionalidad democrtica; y la grave dislocacin entre la agenda poltica a nivel nacional y las regionales y locales) se han reproducido con ferocidad en contra de las poblaciones civiles, de acuErdo con su anlisis, habra una responsabilidad compartida entre PARAMILITARES, GUERRILLEROS Y AGENTES DEL ESTADO. Para una primera confrontacin, as ubicamos a los mximos responsables colectivos en nuestro anlisis de los orgenes del conflicto interno armado, Dada esta situacin- y, ajustada, sta fue la hiptesis que presentamos en el Atisbos Analticos 224:un en este estudio slo podemos hablar de tres responsables polticos colectivos de los orgenes del conflicto interno armado: primero, El Estado estructural e institucional y culturalmente Opositor, para este caso contrainsurgente y, en muchas otras coyunturas, ora ejecutor de violencia estatal ora terrorista; segundo, Los Estados Unidos, que siempre han alimentado y cualificado en lo tcnico la contrainsurgencia; y tercero, las Farc y en este lugar secundario porque aunque fueron los guerrilleros de las Autodefensas Campesinas los que, en 1966, en Asamblea General, tomaron la decisin de convertirlas en una organizacin guerrillera subversiva, sin embargo, esa decisin, en la poca en la que la Cultura de la revolucin ganaba terrero en toda Amrica Latina, se vio animada por un Estado que se crey el cuento de las cinco Repblicas Independientes, invento que, como escribi el colombianlogo francs Pierre Gilodhs, lo condujo a inventarse su propio enemigo.[footnoteRef:15] [15: . Gilodhs, Pierre.]

En nuestra opinin apresuradamente duro se mostr Len Valencia al caracterizar de fracaso la labor de la Comisin; tambin estuvo equivocado al agotar los 14 Informes en cinco temas que, muy concretos en las apariencias, se tornaban muy complejos bajo el enfoque analtico propio de cada estudioso. Por eso, pertinentes algunos aspectos de las cinco respuestas, sin embargo, digamos que en varios aspectos sobre todo, la labor realizada fue, por lo menos, insuficiente:1 .Encargo no fue el producir un documento consensuado, lo que era imposible dada la pluralidad de miradas, pero, s elaborar un documento corto que recogiese consensos- en qu se acercaban- y disensos- en qu se distanciaban;2. Encargo no fue construir un consenso bsico sobre las responsabilidades colectivas- que no las individuales pues la Habana no era un Tribunal de Justicia Penal- pero s lo fue que cada uno delimitase los que, de acuerdo con las lgicas de sus anlisis, apareciesen como los mximos responsables colectivos; en cumplimiento de esa tarea, por lo menos, tres informantes, Jairo Estrada, Vctor Manuel Moncayo y Renn Vega, en un acpite aparte y especfico se refirieron al tema. Importa destacar, entonces, que en esta primera aproximacin al asunto de las responsabilidades colectivas, dos- Sergio de Zubira y El Padre Javier Giraldo- sealan al Estado como mximo responsable directo; otros tres -Jairo Estrada, Vctor Manuel Moncayo y Daro Fajardo- destacan tambin al Estado pero como fenmeno de expresin de clase del orden social existente o como aplicador de polticas favorables a la reproduccin y consolidacin de la gran propiedad rural; estos tres analistas tambin sealan a las guerrillas como responsables colectivas sobre todo por los impactos que con ocasin de su accionar rebelde a lo largo del conflicto hayan producido sobre la poblacin civil (Jairo Estrada[footnoteRef:16]) Para otros cuatro, los tres primeros lugares de la corresponsabilidad se la disputan los narcotraficantes (tres veces primeras en todos, menos en Vicente Torrijos), las guerrillas (una vez primeras en Torrijos, dos veces segundas en Duncan y Jorge Giraldo y una vez terceras en Pecaut) y los paramilitares (una vez segundas en Pecaut y dos veces terceras en Duncan y Jorge Giraldo). Para Renn Vega el mximo responsable colectivo fueron los Estados Unidos. Y en los casos de Francisco Gutirrez, Alfredo Molano, Maria Emma Wills y Eduardo Pizarro, dada la pluralidad de actores, result muy dificultoso puntualizar un mximo responsable colectivo, por lo menos, en esta primera aproximacin. Ya veremos qu sucede al hacer una aproximacin crtica ms puntual a los anlisis de cada uno de los 14 Informes.x [16: . Estrada, Jairo. Pg.62.]