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    Economa poltica de la dependenciay el subdesarrollo

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    UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES

    RectorGustavo Eduardo Lugones

    VicerrectorMario E. Lozano

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    Economa polticade la dependencia

    y el subdesarrolloTipo de cambio y ventaagraria en la Argentina

    Rolando Astarita

    Bernal, 2010

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    Coleccin Textos y Lecturas en Ciencias SocialesDirigida por Eduardo Gosende

    Rolando Astarita, 2010

    Universidad Nacional de Quilmes, 2010Roque Senz Pea 352(B1876BXD) BernalBuenos Aireshttp://[email protected]

    ISBN: 978-987-558-............

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723

    De

    ISBN 978-987-558-

    1. T

    CDD

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    NDICE

    Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

    PRIMERA PARTELA CORRIENTE DE LA DEPENDENCIA

    1. Corriente de la dependencia, caractersticas generales . . . . . . . . . . . 172. Dependencia y subimperialismo en Ruy Mauro Marini . . . . . . . . . . 433. Discusin sobre Marini desde la teora del valor trabajo . . . . . . . . . . 554. Dependencia, cuestiones metodolgicas a la luz de la tradicin

    hegeliana y marxista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

    5. La realidad histrica que expres la corriente de la dependenciay las razones de su crisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 876. La dependencia reformulada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

    SEGUNDA PARTESUBDESARROLLO Y TIPO DE CAMBIO

    7. Tipo de cambio de equilibrio y desequilibrio en trminosde valor en el intercambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121

    Apndice 1. Intercambio entre el modo de produccin capitalistay la produccin simple de mercancas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1318. Deterioro de los trminos de intercambio y teora del valor

    t r a b a j o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 3 3 Apndice 2. Explicacin sencilla de precios de produccin . . . . . 1469. Tipo de cambio y crisis externa crnica en Shaikh . . . . . . . . . . . . . 14910. Tipo de cambio y desarrollo dependiente, el caso argentino.

    Elementos estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16111. Tipo de cambio, dinmica del desarrollo desigual y de las

    crisis en el caso argentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

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    TERCERA PARTECAPITALISMO AGRARIO EN UN PAS SUBDESARROLLADO

    12. Renta de la tierra y capital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197 Interludio 1. Renta agraria, inters y tipo de cambio, discusiones

    tericas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22113. Globalizacin y desarrollo capitalista en el agro . . . . . . . . . . . . . . 235 Interludio 2. Especulacin financiera y precios de los granos . . . 26114. Renta agraria, ganancia del capital y retenciones . . . . . . . . . . . . . . 269

    CONCLUSIN

    15. Qu es hoy la dependencia? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293

    Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299

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    AGRADECIMIENTOS

    Agradezco a Carlos Astarita por la lectura de varios captulos de estelibro, sus crticas y observaciones, en especial las referidas a la articula-cin entre formaciones precapitalistas y la mundializacin del capital.

    A Carlos Bianco, quien me ayud a profundizar en la relacin entretipo de cambio y renta agraria.

    A Mauricio Turkieh, quien ley todo el borrador, corrigi no pocoserrores y contribuy con sus consejos a darle forma de conjunto.

    Tambin estoy en deuda con mis alumnos de las carreras de Socio-loga, de la Facultad de Ciencias Sociales; de Economa, de la Facultadde Ciencias Econmicas, Universidad de Buenos Aires; y de la carrera deComercio Internacional, de la Universidad Nacional de Quilmes, quienesa travs de mltiples planteos y cuestionamientos contribuyeron a preci-

    sar problemas y me estimularon a profundizar en algunos temas.Mi agradecimiento asimismo a Paola Menna Zapatiel, de la Bibliote-ca de la Universidad Nacional de Quilmes, quien me ha prestado una granayuda al proporcionarme materiales para mis investigaciones.

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    PRESENTACIN

    Este libro constituye en muchos sentidos una continuacin de Valor,mercado mundial y globalizacin (Buenos Aires, Kaicron, 2006); en elque analizamos crticamente la teora clsica del imperialismo, a la luz dela teora del valor trabajo de Marx, la dinmica del capital que se derivade ella, y de la globalizacin de la relacin capital/trabajo. En el presentetrabajo abordamos la corriente de la dependencia; la temtica del tipo decambio y el desarrollo desigual; y cuestiones vinculadas con la renta dela tierra, su relacin con la ganancia del capital y la tasa de inters, y conel desarrollo en un pas dependiente como Argentina.

    En el primer captulo brindamos un panorama de la corriente dela dependencia, sus avances en relacin con la teora dominante en losmedios acadmicos, sus races tericas y polticas, e introducimos a sus

    exponentes ms destacados. En el captulo 2, y a fin de profundizar enlas concepciones de la dependencia, sintetizamos la obra de Ruy MauroMarini, tal vez el terico de la corriente que ms sistemticamente apli-c las categoras de El capitalal estudio de la dependencia en AmricaLatina. En el captulo 3 analizamos la teora de Marini desde la teoramarxiana del capital, su tesis sobre la acumulacin dependiente, y sunocin de subimperialismo. A travs de este examen buscamos demostrarque no es necesaria una teora de la acumulacin especfica para los pasesdependientes, sino estudiar cmo se particularizan las tendencias y leyes

    generales del capital. En el captulo 4 abordamos las tesis de la dependen-cia desde el punto de vista del mtodo y abogamos por un enfoque dia-lctico de totalidad concreta, a fin de superar las polaridades rgidas hacialas que se desliz la corriente de la dependencia. En el siguiente captulointentamos responder la pregunta de qu fenmeno histrico expres ladependencia y cules fueron las razones de su crisis y desintegracin. Elcaptulo 6 cierra esta primera parte del libro con una discusin sobre ladependencia reformulada, esto es, sobre las posiciones predominantesen la izquierda y el progresismo latinoamericano que actualmente defien-

    den los autores dependentistas.

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    Los siguientes cinco captulos, que componen la segunda parte dellibro, estn dedicados a la relacin entre tipo de cambio, precios y desa-rrollo en pases atrasados. El captulo 7 generaliza el modelo de tipo decambio, y la discusin sobre intercambio desigual que habamos reali-zado en Valor, mercado mundial y globalizacin. Su conclusin centrales que en los pases atrasados tecnolgicamente se genera menos valorpor hora de trabajo que en los pases adelantados tecnolgicamente, auncuando puedan existir tipos de cambio de equilibrio, en el sentido quelos define la macroeconoma neoclsica. En el captulo 8 sintetizamos lahiptesis de Prebisch-Singer del deterioro de los trminos de intercambio,subrayamos su relevancia en el presente, y ofrecemos una explicacinalternativa del porqu del fenmeno, basada en la teora del valor trabajo.Una primera versin de este captulo apareci enMonopolio, imperialis-mo e intercambio desigual(Madrid, Maia, 2001).

    En el siguiente captulo encaramos una crtica al modelo de tipo decambio de Shaikh, un referente marxista en la materia. Los captulos 10y 11 constituyen una unidad. En ellos procuramos mostrar que existiuna lgica en la alternancia de perodos de tipo de cambio alto y bajo quehubo en Argentina desde mediados de la dcada de 1970 a la actualidad.Sostenemos tambin que esa lgica estuvo en la raz de las recurrentescrisis cambiarias y financieras que atraves el pas.

    La tercera parte est conformada por tres captulos en los queanalizamos la cuestin de la renta agraria, el desarrollo del capitalismoagrario en la zona cerealera y sojera de Argentina, y sus consecuenciassobre los ingresos en la clase dominante. El estmulo inmediato para laelaboracin de estos trabajos ha sido el conflicto entre el Gobierno y losproductores y propietarios de la tierra en la zona cerealera y oleaginosaargentina, que se desarroll desde marzo de 2008 y no se cerr com-pletamente al momento de escribir estas lneas (inicios de 2010). Sinembargo, el objetivo de estos captulos no es en s mismo el conflicto,

    sino indagar en el desarrollo agrario de un pas atrasado, pero con unsector de alta productividad, y estudiar la dinmica que se plantea entrerenta, ganancia e ingresos del capital financiero. Para esto, en el captulo12 presentamos una explicacin sencilla de la teora de la renta de Marx,que en general es poco conocida incluso entre los propios marxistas.Asimismo, analizamos los cambios que se han producido en las rentasdiferenciales I y II; cuestionamos la existencia hoy de la renta absolu-ta; y analizamos la relacin entre la renta, la ganancia y el inters. Laexplicacin de esas categoras se ampla en el interludio 1, a travs de

    la crtica a una interpretacin de la teora de la renta de Marx distinta

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    de la que defendemos; en este interludio tambin abordamos la relacinentre renta y tipo de cambio.

    En el captulo 13 analizamos el desarrollo del capitalismo agrarioargentino como parte de la globalizacin y la entrada del capital en elagro a nivel mundial. En este captulo volvemos tambin sobre cuestio-nes planteadas por los tericos de la dependencia sobre la articulacinentre modos de produccin no capitalista y el desarrollo capitalista. En elinterludio 2 explicamos cmo funcionan los mercados de futuros, a fin dediscutir la idea de que los precios de los alimentos, las materias primasagrcolas y los productos energticos son determinados por la actividadfinanciera y especulativa. En el captulo 14 aplicamos las categorastericas discutidas al anlisis del conflicto entre el gobierno y el campo,con un pequeo modelo de pas dependiente, basado en lo desarrolladoen los captulos 10 y 11. El anlisis refuerza la idea, que defendemos alo largo del libro, de que es necesario superar las visiones linealmenteestancacionistas que han predominado en los estudios marxistas de lospases subdesarrollados.

    Por ltimo, en el captulo 15 nos preguntamos cul es el significadohoy de la dependencia, en el marco de nuestra tesis sobre que no existeexplotacin entre pases, como haba planteado la tesis de la dependencia.Esta cuestin se vincula estrechamente con los programas polticos, tradi-

    cionalmente tributarios de la corriente de la dependencia, de la liberacinnacional, la independencia econmica y la autarqua econmica.

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    PRIMERA PARTE

    LA CORRIENTE DE LA DEPENDENCIA

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    1. CORRIENTE DE LA DEPENDENCIA,CARACTERSTICAS GENERALES

    La corriente de la dependencia () fue un movimiento intelectual y pol-tico que busc explicar las races del atraso y el subdesarrollo en AmricaLatina, y analizar las relaciones desiguales entre los pases de la periferia ylos pases adelantados. Naci a mediados de la dcada de 1960 en la cen-tral de Santiago de Chile de la Comisin Econmica para Amrica Latinay el Caribe (), y adquiri rpidamente influencia en la izquierda lati-noamericana y en crculos acadmicos e intelectuales de Europa y EstadosUnidos, hasta mediados de la dcada de 1980, cuando entr en un procesode crisis y dispersin. No obstante, sus ideas siguen predominando en laizquierda y en el nacionalismo radical latinoamericano.

    Para comprender a la es conveniente entender cules fueron susfuentes tericas; el contexto intelectual, social y poltico que rode su

    nacimiento; y en oposicin a qu pensamientos, por entonces prevalecien-tes, los autores de la dependencia desarrollaron sus principales tesis.

    INFLUENCIA DE LA CEPAL

    El surgimiento de la se vincula, en primer lugar y de manera directa,con las problemticas que haba instalado la en la agenda de losestudios sociales, as como con las limitaciones de esta corriente frente

    a la realidad latinoamericana. En especial influy en la la tesis de la sobre que la causa del atraso de Amrica Latina resida en la formaen que la regin se insertaba en la economa mundial; una cuestin que a suvez haba sido determinante en la creacin de la .

    Efectivamente, la naci en un entorno de deterioro de lasrelaciones de los gobiernos latinoamericanos con Estados Unidos, en lainmediata segunda posguerra. Una serie de factores se conjugaron parallevar a esa situacin. Por aquellos aos, se haba reforzado la dependen-cia de Amrica Latina con respecto a las importaciones de manufacturas

    norteamericanas, haban cado sus reservas, y exista un temor genera-

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    lizado de que los precios de las materias primas se establecieran en unmercado controlado por un nico comprador, Estados Unidos. La fue creada, como agencia de las Naciones Unidas, a propuesta de latinoa-mericanos con el objetivo de estudiar las formas de relacin econmica deAmrica Latina con los pases del centro. Por eso desde su inicio estuvointegrada por economistas mayoritariamente reformistas y keynesianos,que alentaban el desarrollo de una burguesa nacional industrialista enLatinoamrica, la intervencin del Estado en la economa y la colabora-cin de clases para hacer frente a las presiones externas. Este contextoexplica la trascendencia que tuvo, a fines de la dcada de 1940, la hipte-sis de Prebisch-Singer sobre el deterioro de los trminos de intercambio.

    Segn Prebisch y Singer, los pases atrasados sufran un deteriorocreciente de los precios de sus exportaciones primarias, con relacin alprecio de los bienes industriales que importaban de los pases adelanta-dos; por lo tanto, segua el argumento, el comercio internacional entreel centro y la periferia no llevaba automticamente al desarrollo de laperiferia, como postulaba la teora ortodoxa.1De esta manera, Prebischy Singer cuestionaban la aplicabilidad de la teora neoclsica a los pasesatrasados, y afirmaban la necesidad de diferenciar cualitativamente lospases del centro capitalista de los pases de la periferia. En base a estediagnstico, la rechaz el crecimiento basado en las exportaciones,

    adopt un enfoque nacionalista y proteccionista, e impuls a las corrientesdesarrollistas de las burguesas latinoamericanas. Pero tambin abog poruna industrializacin sustentada en la entrada del capital extranjero.

    Inicialmente, el proyecto cepaliano despert muchas esperanzas enAmrica Latina, pero hacia mediados de la dcada de 1960 su desarro-llismo, caracterizaba la , entraba en un impasse. En Amrica Latinacontinuaban la marginacin y la pobreza de vastos sectores; la entrada delcapital extranjero haba generado una mayor dependencia de las impor-taciones de mquinas y equipos, y un continuo drenaje de divisas por la

    remesa de utilidades y pago de regalas; adems, los pases padecan crisisrecurrentes en sus balanzas de pagos. Las economas latinoamericanas seestancaban.2De aqu la radicalizacin de economistas y socilogos cepa-

    1Con esto introduca la temtica de los intercambios entre pases adelantados y atra-sados, que haba estado ausente de las preocupaciones marxistas y de otros economistasheterodoxos, y sera retomada en la . En el campo del marxismo la cuestin del intercam-bio desigual haba sido mencionada por Bauer a comienzos del siglo , en referencia a lacuestin nacional, pero no haba atrado la atencin de los marxistas.

    2En el captulo 5 veremos que las cifras del crecimiento del producto en Amrica

    Latina no avalaban del todo esta tesis de la .

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    lianos y heterodoxos, y la formacin del movimiento de la dependencia enconvergencia con sectores marxistas. En 1968, Dos Santos escriba:

    Los hechos histricos han generado una crisis muy seria en las cien-cias sociales latinoamericanas. La dcada optimista fue seguida de unadcada de pesimismo, caracterizada por el estancamiento econmico y elfracaso de las polticas de desarrollo (Dos Santos, 1975, p. 163).

    Citaba luego a Prebisch, quien admita que

    [] en la evolucin de la economa latinoamericana en 1966, se adviertennuevamente los dos rasgos que la vienen caracterizando desde hace aos:la lentitud y la irregularidad del crecimiento econmico (Dos Santos,1975, p. 165).

    Los dependentistas pensaban que el programa de la haba expresadolas aspiraciones de la burguesa latinoamericana a un desarrollo nacionalautnomo. Pero a partir de la dcada de 1960, cuando esa burguesa habaestablecido una relacin de dependencia con los capitales extranjeros,ese programa haba dejado de corresponder a los intereses propios de laclase que buscaba orientar y pasaba a corresponder a un sueo utpico

    pequeoburgus (Bambirra, 1983, p. 31).3

    La estrategia promovida por eldesarrollismo generaba descapitalizacin, dficit externos, crecimiento delas deudas y ms dependencia (ibid., p. 29). Los dependentistas tambincriticaban que la hubiera subvalorado las medidas distributivas, enespecial la reforma agraria.

    RADICALIZACIN DE LAS LUCHAS

    A las dificultades econmicas que enfrentaba el continente latinoamericanose sum el auge de las luchas populares y de liberacin nacional, desdefines de la dcada de 1950. Se asisti por entonces al ascenso de movi-mientos de liberacin, nacionales y antiimperialistas, en Argelia, CongoBelga y Vietnam, entre otros lugares. Ms importante an fue el triunfo dela Revolucin Cubana, y el fortalecimiento del guevarismo, con sus crticas

    3En Dos Santos se caracteriza a la como una organizacin emanada de losgobiernos latinoamericanos y un rgano encargado de la propuesta de polticas y asesora

    a gobiernos (Dos Santos, 2003, p. 67).

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    a las concepciones estalinistas y al reformismo burgus. Asimismo la Revo-lucin Cultural china contribuy a la radicalizacin latinoamericana de ladcada de 1960. Pero tambin hubo respuestas reaccionarias y de la dere-cha. Entre comienzos y mediados de la dcada de 1960 se producen el golpemilitar en Brasil; la sangrienta represin al movimiento obrero y popularen Indonesia; la invasin de Estados Unidos a Repblica Dominicana; y elgolpe militar en Argentina, de 1966. Hubo, en consecuencia, una crecienteconviccin en muchos sectores de la izquierda de que el avance social porla va keynesiana y democrtica se cerraba para el Tercer Mundo.

    Adems, tuvo importancia el giro a la izquierda de un sector de laIglesia, que profundiz en la lnea del Concilio Vaticano II y dio lugar alsurgimiento de la Teologa de la Liberacin. Militantes latinoamericanosque se haban iniciado en el nacionalismo catlico radicalizaron sus postu-ras en las dcadas de 1960 y 1970, adoptando planteos del marxismo yde otras teoras crticas. Tambin incidi la radicalizacin de la juventud deEstados Unidos y Europa, con sus crticas a la sociedad de consumo, a laguerra en Vietnam y su lucha por la paz.

    La estuvo integrada por muchos intelectuales de izquierdaprincipalmente socilogos y economistas que no pertenecan a parti-dos polticos. Pero tambin tuvieron posiciones dependentistas autoresafines al maosmo. Samir Amin fue el ms influyente; aunque tal vez no

    pueda ser incluido formalmente dentro de la . Asimismo, los trotskistasdesarrollaron anlisis con muchos puntos de contacto con la , siendoErnest Mandel el ms destacado. La , siempre entendida en un sentidoamplio, tambin incluy estructuralistas que descubrieron los lmites deun proyecto nacional autnomo (Dos Santos, 2003, p. 25). Entre estosltimos mencionamos a Osvaldo Sunkel, los trabajos maduros de CelsoFurtado, e inclusive la obra final de Ral Prebisch reunida en su libro Elcapitalismo perifrico (ibid.).4

    4En este libro encontramos posiblemente las posiciones ms radicalizadas de Prebisch.Plantea que el mercado no puede ser el regulador del desarrollo en la periferia, ya que noresuelve las grandes fallas en las relaciones centro-periferia, ni las tendencias excluyentesy conflictivas del desarrollo perifrico. Constata que en los pases perifricos existe sobre-oferta de mano de obra, y por lo tanto bajos salarios. Tambin altos ingresos concentradosen las clases propietarias, que siguen las pautas de consumo del centro, y una dinmica deacumulacin que implica un gran desperdicio en la acumulacin del capital. Todo esto estacompaado de la quiebra del liberalismo democrtico (Prebisch escribe en tiempos de dicta-duras en el Cono Sur de Amrica Latina). Termina proponiendo un uso social del excedentea cargo del Estado y una accin reguladora de ste mediante la planeacin democrtica. Las

    resonancias keynesianas del captulo final de la Teora general son notables.

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    SUPERACIN DE LA TEORA ORTODOXA DEL DESARROLLO

    La situacin que acabamos de describir se combin con una profunda insa-tisfaccin con la teora burguesa del desarrollo dominante en la dcada de1960. Esta haba sido establecida, en lo esencial, por Rostow (1974). Ros-tow planteaba que exista una secuencia de etapas de crecimiento, que serepetan de forma ms o menos uniforme en todos los pases que avanzabanhacia la modernizacin. Esas etapas eran la sociedad tradicional; la deldesarrollo de condiciones previas para el impulso inicial; la etapa del impul-so inicial, cuando se superaban los obstculos para el crecimiento y pasabana dominar las fuerzas del progreso econmico; la etapa de la marcha haciala madurez; y la era del alto consumo de masas. Lo decisivo para quehubiera desarrollo, siempre segn Rostow, era favorecer la libre empresa, laimportacin de capital y la insercin plena en la economa internacional.

    Rostow pensaba que desde el impulso inicial a la madurez se necesita-ban aproximadamente 60 aos porque, desde el punto de vista analtico,

    [...] un intervalo de esa naturaleza puede apoyarse en la poderosa aritmticadel inters compuesto aplicado al monto de capital, en combinacin con lasconsecuencias de mayor alcance, debidas al poder de una sociedad de absor-ber la tecnologa moderna de tres generaciones (Rostow, 1974, p. 22).5

    Y sostena seriamente que lo suyo constitua una alternativa a la teorade la historia moderna de Karl Marx (ibid., p. 14). Se trataba de unaconcepcin lineal y mecnica, que fue adoptada por los poderes polticosen los pases centrales y en muchos de los atrasados. La ideologa y elprograma de la Alianza para el Progreso, promovida por el presidenteKennedy, reflejaron esta influencia.

    La visin linealmente evolucionista del desarrollismo neoclsico secombinaba en la ortodoxia dominante con una concepcin dualista de las

    sociedades atrasadas. Segn el dualismo, las sociedades se dividan en unsector atrasado tradicional y otro moderno, el capitalista. Se pensaba quea partir de la interaccin entre esos dos sectores se producira el ensan-chamiento progresivo del sector moderno y una reduccin del tradicio-

    5 En El capital, Marx se burlaba de aquellos economistas que pensaban que si sehubiera puesto una libra esterlina a inters compuesto hace 2.000 aos, hoy la humanidaddispondra de una fortuna incalculable. Pero esta idea alocada es posible cuando se consideraque el capital es una cosa, que crece mecnicamente, y no una relacin social. Rostow

    aplica esa primitiva nocin a su esquema de desarrollo.

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    nal, hasta que todos los habitantes estuvieran incluidos en el desarrollo.Incluso modelos semi-heterodoxos, como el de Lewis, un referente en lateora del desarrollo, participaban de esta visin. Lewis pensaba que enpases atrasados con excedente de mano de obra en el sector tradicional(precapitalista) poda haber desarrollo por la transferencia paulatina detrabajadores hacia el sector moderno (capitalista). De esta forma, elsegundo crecera a expensas del primero, que se ira achicando.6En con-secuencia, las teoras del desarrollo centraban sus anlisis en los obstcu-los y resistencias que oponan las estructuras tradicionales al avance delsector moderno, y al despegue de los pases atrasados.

    En oposicin a esta visin autoconformista del desarrollo, la plan-te que los pases no avanzaban mecnica ni linealmente desde el atrasoa la madurez, y que haba que tener una visin histrica y de totalidad dela periferia. La perspectiva histrica era importante para entender, contralo que afirmaba Rostow, que todas las sociedades haban tenido historia,y que muchos pases subdesarrollados como India o China haban sidoen su momento desarrollados. Por otra parte, desde la perspectiva detotalidad se poda comprender el atraso de la periferia como producto delsistema mundial. Esto significaba que el subdesarrollo de la periferia cons-titua el reflejo especular del desarrollo de los pases adelantados; el desa-rrollo de los pases adelantados y el subdesarrollo de la periferia no eran

    fenmenos independientes, sino partes de un mismo proceso, donde uno sevinculaba orgnicamente al otro.7Los pases adelantados explotaban a losatrasados; estos ltimos transferan sus recursos al centro, y potenciaban eldesarrollo desigual de ambos polos.8No haba por lo tanto desarrollos ensucesin lineal, sino en paralelo, y el subdesarrollo de los pases atrasadosalimentaba el desarrollo de los adelantados. En palabras de Dos Santos:

    6Vase Lewis (1973); Lewis nunca revis su postura esencial, a pesar de rectifica-ciones parciales; vase Lewis (1979).

    7

    Estas ideas van a ser profundizadas por los tericos de la economa mundo,corriente de la que participaron Andr Gunder Frank y Samir Amin.8La puso el nfasis en el colonialismo o neocolonialismo externo, esto es,

    en las relaciones de explotacin, mediante la transferencia de plusvala, desde los pasesatrasados a los adelantados. Sin embargo, y como seala Chilcote (1974), hubo autorescomo Gonzlez Casanova, Oscar Lewis y Frantz Fanon, que pusieron la atencin en elcolonialismo interno. Segn esta perspectiva, las reas rurales de los pases perifricos sonexplotadas por las ciudades. La idea de transferencia de excedente desde las reas rurales alas ciudades de los pases subdesarrollados reaparece en Frank (vase ms adelante). Dis-cutimos algunas cuestiones de mtodo relativas a la relacin entre formaciones econmicasprecapitalistas economa parcelaria campesina y el modo de produccin capitalista ms

    adelante en este libro.

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    El tiempo histrico no es unilineal, no hay posibilidad de que una sociedadse desplace hacia etapas anteriores de las sociedades existentes. Todaslas sociedades se mueven paralelas y juntas hacia una nueva sociedad. Lassociedades capitalistas desarrolladas corresponden a una experiencia his-trica completamente superada [] (Dos Santos, 1975, p. 153).

    Al respecto, Shamsavari destaca que la escuela introdujo una dimensinhistrica e internacional al problema del desarrollo (Shamsavari, 1991,p. 266), frente a las construcciones de los neoclsicos. Se conforma as loque posiblemente sea la tesis central de la CD, que sostiene que las eco-nomas de los pases subordinados, o dominados, estn condicionadas ydependen de las economas del centro en un grado tal que les imposibilitatener un desarrollo capitalista dinmico, con fuerza propia.Por eso, elatraso no poda superarse, como pensaba la corriente mayoritaria de la, mediante algunas medidas correctivas en el comercio internacio-nal, ni incentivando la entrada de capital extranjero; o apostando a undesarrollo capitalista autnomo articulado por el Estado.

    CRTICA DE LAS CONCEPCIONES ESTALINISTAS

    La tambin critic los anlisis y las polticas de los partidos comu-nistas latinoamericanos. A principios de la dcada de 1960, los partidoscomunistas continuaban defendiendo la estrategia de la revolucin poretapas, que haba definido la Internacional Comunista a comienzos de ladcada de 1930 para los pases atrasados. Planteaban que la falta de desa-rrollo en la periferia se deba a las estructuras semifeudales, mantenidaspor las oligarquas terratenientes en alianza con los monopolios imperia-listas, y contrarias al fortalecimiento de una clase capitalista industrialy nacional. Por eso las burguesas nacionales eran nacionales porque

    estaban interesadas en desarrollar capitalismos independientes tenanintereses objetivamente enfrentados al imperialismo y la oligarqua.De aqu que los partidos comunistas plantearan la necesidad de una revo-lucin democrtico-burguesa que abriera camino a la industrializaciny, en consecuencia, al fortalecimiento social del proletariado. La estra-tegia revolucionaria era por etapas. La primera etapa comprenderala revolucin democrtica, popular y antiimperialista. En ella la claseobrera sera aliada de la burguesa nacional, y solo despus del triunfo deesta revolucin se podra avanzar hacia la segunda etapa, la revolucin

    socialista.

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    La invirti este razonamiento al sostener que el atraso y el sub-desarrollo no eran el producto de las estructuras atrasadas feudales oprecapitalistas, sino el resultado de la expansin del capitalismo mundial.Las burguesas nativas eran un derivado de ese desarrollo capitalista, ysolo podan sobrevivir asocindose con el capital extranjero y abdicandode sus propios proyectos de desarrollo nacional autnomo (Bambirra,1983, p. 65). No se trataba de una burguesa nacional, como soste-nan los comunistas, ya que no poda defender los intereses de la nacinindependientemente de los intereses del capital extranjero, al que estabaasociada.

    Ellas [las burguesas criollas] no disponen de la propiedad privada de losmedios de produccin fundamentales sino que la comparten con el impe-rialismo desde una posicin desventajosa, aunque eso no signifique quesus ganancias no sean sustanciales (Bambirra, 1983, p. 65).

    En consecuencia, la planteaba que los industriales criollos no seranaliados de los trabajadores y de los sectores populares en una futura revo-lucin democrtica. La nica salida para superar el atraso pasaba por eltriunfo de la revolucin socialista, dirigida por la clase obrera, enfrentadaal imperialismo, las oligarquas y las burguesas nativas.

    La crtica de la a los partidos comunistas coincida con el planteode los trotskistas pero no con los partidos maostas sobre la incapaci-dad de las burguesas de los pases perifricos de encabezar o participaren luchas revolucionarias contra el imperialismo. Y sobre la necesidadde abandonar la estrategia de la revolucin por etapas.

    Los autores de la dependencia tambin cuestionaron la visin linealy mecnica del marxismo sovitico, segn la cual la humanidad debaatravesar, necesariamente, las etapas del comunismo primitivo, el escla-vismo, el feudalismo y el capitalismo, antes de llegar al socialismo. En

    este respecto, los aportes fundamentales provinieron de antroplogosmarxistas, que dieron pie, adems, a la tesis de la articulacin de losmodos de produccin (vase ms adelante). Destacamos los estudiosde Maurice Godelier sobre el modo de produccin asitico (vase, porejemplo, Godelier, 1971); la categora de regmenes tributarios de Amin(vase Amin, 1986); la nocin de modo de produccin africano, deCoquery-Vidrovitch (1998); y los trabajos sobre el rol de las formacionesno capitalistas africanas de Claude Meillassoux (1982).

    Sealemos, por ltimo, que si bien en lneas generales los partidos

    comunistas latinoamericanos rechazaron a la , Vania Bambirra apunta

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    que en algunos de ellos hubo una receptividad favorable a la dependencia.Por ejemplo, en militantes del Partido Comunista chileno y en el PartidoComunista brasileo habra habido, siempre segn Bambirra, sntomasrelevantes de reorientacin, en el sentido de plantear el carcter socialis-ta de la futura revolucin (Bambirra, 1983, p. 10). De todas maneras, lospartidos comunistas de Amrica Latina nunca modificaron sus concepcio-nes fundamentales.

    TRADICIONES DESDE LA IZQUIERDA

    Las ideas de la entroncaron a su vez con estudios y debates de mslarga data sobre el sistema mundial y el desarrollo. En primer lugar, conla extensa polmica entre el marxismo y el populismo ruso que tuvo lugarhacia fin del siglo y principios del siglo , sobre si Rusia seguirala evolucin de los pases capitalistas adelantados, o podra encarar vasalternativas de desarrollo.9All quedaron establecidas algunas problem-ticas que luego recorreran los trabajos sobre la dependencia. Entre ellas,la relacin entre la acumulacin y la ampliacin de los mercados internos.Los populistas haban sostenido, en oposicin al marxismo ortodoxo,que los bajos ingresos de las masas campesinas constituan un obstculo

    insuperable para el desarrollo capitalista, ya que limitaban mortalmente alos mercados. Dcadas ms tarde, autores de la como lo veremos enMarini esgrimieron argumentos similares, y cuestionaron la aplicabilidadde las leyes marxianas de la acumulacin a los pases subdesarrollados.

    En segundo trmino, la adopt y profundiz las tesis clsicassobre el imperialismo que elaboraron marxistas y radicales de principiosde siglo . De especial trascendencia fue el folleto de Lenin El impe-rialismo, fase superior del capitalismo. Siguiendo a Hilferding (1974),Lenin sostena que el sistema capitalista haba pasado de una fase de libre

    competencia tpicamente las dcadas de 1860 y 1870 a una en queprevalecan los monopolios. Segn este enfoque, los precios eran admi-nistrados, y la economa poda ser manejada, a travs de la colusin ylas relaciones de fuerza, por las grandes empresas. Adems, en los pasesms poderosos los mercados estaban saturados las masas carecan depoder de compra debido a la concentracin de la riqueza, y los capitalesdeban salir al exterior por mercados y fuentes de aprovisionamiento para

    9Los textos del primer Lenin, con sus polmicas con los populistas, son caractersticos

    de esta literatura.

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    evitar la depresin. La tendencia al estancamiento en el centro se reforza-ba por la hegemona que haba adquirido el capital financiero, que ejercaun rol parasitario y retrgrado.

    Por lo tanto, la empresa colonial, segn Lenin, era imprescindiblepara que el capitalismo del centro se reprodujera. El monopolio y la nece-sidad de explotar a la periferia explicaban tambin que en las relacioneseconmicas internacionales prevaleciera la violencia para la extraccindel excedente desde la periferia. El sistema de explotacin colonial impe-rialista, sustentado en el saqueo y el pillaje, se converta en un rasgocaracterstico de la poca.

    Naturalmente, si haba un estado de guerra permanente para mante-ner el dominio colonial y el saqueo, habra poco espacio para el desarrollocapitalista en los pases atrasados. Pero los marxistas pensaban tambinque la exportacin de capitales desde los pases centrales a la periferiagenerara el desarrollo de las fuerzas productivas en esta ltima. En sutrabajo sobre el imperialismo, Lenin afirmaba que la exportacin de capi-tal repercuta en los pases en que era invertido, acelerando extraordina-riamente el desarrollo del capitalismo.10Este pronstico generaba unatensin no reconocida tericamente en los escritos leninistas con la ideadel predominio del pillaje y el robo. Para zanjar la cuestin, entre finalesde la dcada de 1920 y principios de la dcada de 1930 a la Internacional

    Comunista sentenci que las inversiones de los capitales imperialistassolo generaban atraso. En su sexto congreso, en 1928, se aprobaron lasTesis sobre el movimiento revolucionario en los pases coloniales ysemicoloniales, en las que se afirmaba que la expansin del capitalismoen los pases coloniales y semicoloniales ubicados mayoritariamente enAsia y frica ya no era progresiva.11En el siguiente congreso, de 1934,esta tesis se extendi a Amrica Latina.

    Estas ideas fueron profundizadas y sistematizadas, en la dcada de1950, en un conocido libro de Paul Baran sobre la economa poltica del

    10Tambin Hilferding, quien escribe: la exportacin de capital [] ha aceleradoenormemente la subversin de todas las viejas relaciones sociales y la difusin del capita-lismo por el globo (Hilferding, 1974, pp. 362-363). La idea de que la entrada del capitalextranjero promovera el desarrollo en la periferia ya haba sido adelantada por Marx.Por ejemplo, cuando se refiri a los efectos beneficiosos, a largo plazo, para el desarrollodel capitalismo, que tendran los ferrocarriles britnicos en la India; volvemos sobre estaposicin de Marx en el captulo 6.

    11Como ha sealado Gabriel Palma, este congreso debe ser considerado como elpunto de transicin del enfoque marxista respecto a la progresividad del capitalismo en las

    regiones atrasadas (Palma, 1987, p. 46).

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    crecimiento (vase Baran, 1969). Aqu Baran anticip mucho de lo queluego defenderan los autores de la ;12de hecho, en las dcadas de 1960y 1970 normalmente se inclua a Baran dentro de la corriente.

    Baran plante que el atraso, la miseria y el subdesarrollo de los pasesde la periferia no se deban a causas internas, sino a la explotacin de laspotencias. El caso ms representativo era India, cuya economa haba sidodevastada por el colonialismo ingls. Baran se apoyaba en datos de esta-dgrafos indios, que calculaban que Gran Bretaa se apropiaba anualmentede aproximadamente el 10% del producto bruto de la India. Planteaba asla idea del drenaje o transfusin de recursos de la periferia al centro. Elexcedente econmico se obtena de las masas subalimentadas, semidesnu-das, mal alojadas y agotadas por exceso de trabajo (Baran, 1969, p. 172).Inevitablemente, India se subdesarrollaba en tanto Gran Bretaa se desarro-llaba. La conexin de la periferia con el capitalismo frenaba el desarrollo:

    [] no puede haber duda de que si la cantidad de excedente econmicoque Gran Bretaa extrajo de la India hubiese sido invertido en esta ltima,el desarrollo econmico de la India tendra en la actualidad poca similitudcon este cuadro sombro (Baran, 1969, p. 172).

    La contracara de la India era Japn, el nico pas que no haba sido una

    colonia o una dependencia del capitalismo avanzado; en consecuenciahaba gozado de un desarrollo nacional independiente (ibid., p. 183).Adems del factor colonial, Baran aport nuevos elementos a la

    tesis de que los pases atrasados eran explotados. Es que ya en la dcadade 1950 el colonialismo estaba en retroceso, y era necesario modificaralgunos planteos. Baran puso el nfasis en la inversin extranjera directa() de los pases centrales en los atrasados. Plante que la entrada decapitales en la periferia era muy reducida, y al poco tiempo exista unasalida neta de recursos debida a la remesa de utilidades, pagos de regalas,

    patentes, intereses, etc., por parte de los monopolios. En consecuencia,era mucho ms lo que sacaban los imperialistas, que lo que aportaban alos pases atrasados con sus inversiones; las balanzas de pagos sufrancrisis recurrentes.13 As, la , lejos de generar desarrollo, provocaba

    12Cardoso (1977) relativiza la influencia de Baran, diciendo que no escribi nada queya no estuviera presente en la perspectiva del pensamiento crtico en Amrica Latina antesde 1960. Pero el trabajo de Baran fue publicado en la dcada de 1950.

    13[L]os pases subdesarrollados [] en conjunto, han enviado continuamente unagran parte de su excedente econmico hacia los ms adelantados, bajo la forma de intereses

    y dividendos (Baran, 1969, p. 211).

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    estancamiento y miseria. Exista explotacin de los pases atrasados y for-malmente independientes por parte de los Estados imperialistas, aunqueno por medio del dominio colonial. Los monopolios extranjeros actuabanen combinacin con las oligarquas locales, conformando una alianza queimpeda el progreso social y econmico. Por eso las relaciones capitalistasno se podan extender plenamente en los pases atrasados, y los regmenesperifricos eran mercantil-feudales.

    Estas posiciones se profundizaron luego con la explicacin msgeneral de Baran y Sweezy (1982) sobre el capital monopolista, queintentaba actualizar las viejas tesis del imperialismo. En particularporque Baran y Sweezy plantearon que si el monopolio haba pasadoa dominar la economa, las leyes econmicas establecidas por Marx dealguna manera deban ser modificadas. Adems, Baran y Sweezy adopta-ron adems un enfoque claramente subconsumista. Sostenan que la con-centracin del capital en manos del monopolio generaba un aumento delos beneficios en grado tal, que no poda ser gastado por los capitalistas.De ah que hubiera un problema estructural de realizacin del producto, yla salida del sistema pasaba por promover el gasto improductivo (armas,propaganda, etctera).14De manera que la supervivencia del capitalismodependa del despilfarro estructural, lo que explicaba la tendencia alestancamiento en el centro.

    Esta obra de Baran y Sweezy fue considerada por muchos autoresde la dependencia como una actualizacin de las tesis leninistas delimperialismo y la preponderancia de los monopolios.15La revista norte-americanaMonthly Review, animada por Baran y Sweezy, goz de granpredicamento en la .

    La influencia de Baran y Sweezy se combin con la que ejercieronmarxistas ms ortodoxos, como Mandel, quien plante que la tesis de lapreeminencia del monopolio no obligaba a generar una teora distinta dela marxiana. Adems, y a pesar de conceder importancia al despilfarro, no

    tuvo una visin estancacionista del capitalismo central. Mandel destacque el capitalismo en los pases desarrollados haba tenido la capacidadde ampliar los mercados despus de la Segunda Guerra Mundial, por lomenos hasta comienzos de la dcada de 1970.

    14Lo esencial de este planteo ya estaba elaborado a fines de la dcada de 1950; vaseBaran (1959).

    15Todava en la dcada de 1990 Samir Amin reivindicaba todos estos anlisis de Barany Sweezy como punto de partida para la comprensin del capitalismo contemporneo; vase

    el captulo 6.

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    LA TESIS DEL INTERCAMBIO DESIGUAL

    En la dcada de 1960, y en paralelo con la consolidacin de la , apa-reci la tesis del intercambio desigual, de Arghiri Emmanuel. Emmanuel(1972) sostena que los pases atrasados transferan valor a los pasesadelantados por los mecanismos de mercado. A diferencia de Prebisch,planteaba que esto no se deba a que las exportaciones de la periferiafueran materias primas, ya que ocurra con todos los productos de expor-tacin de los pases atrasados. El origen ltimo del intercambio desigual,segn Emmanuel, eran los salarios extremadamente bajos que se pagabanen la periferia subdesarrollada. Esto posibilitaba altas tasas de plusvala;dada la igualacin de las tasas de ganancia, se generaba una transferenciade valor desde los pases atrasados a los adelantados.

    Emmanuel afirmaba entonces que haba explotacin de los pasesatrasados por parte de los pases adelantados, aunque ya no se tratara deexplotacin colonial. Conclua adems en que no haba posibilidad de esta-blecer un programa socialista internacional, porque los trabajadores delos pases adelantados participaban de la explotacin de los trabajadoresde los pases atrasados. Esta conclusin despert muchas crticas contraEmmanuel.16 A pesar de este cuestionamiento, la tesis del intercambiodesigual fue adoptada y defendida por muchos autores de la .17

    LA CD, UNIDAD Y DIVERGENCIAS

    Hasta el momento, nos hemos referido a la corriente de la dependenciadado el tronco de ideas claves compartidas por los dependentistas: laimposibilidad de un desarrollo capitalista con races propias de la perife-ria; la tesis de que los pases atrasados eran explotados por los monopo-lios y los pases centrales; el sesgo nacionalista radical de sus planteos;

    y la idea de que la transferencia de excedente generaba desarrollo enlos pases imperialistas. A partir de estos puntos en comn hubo, sinembargo, importantes diferencias, razn por la cual es imposible hablarde una escuela. Ya en la dcada de 1960 Cardoso constataba que los

    16Este problema planteado por Emmanuel nunca fue respondido, a nuestro modo dever, de forma acabada. De hecho, ya en Lenin encontramos esbozada esta idea, cuando afir-ma que en los pases centrales hay una aristocracia obrera que vive a costa de la explotacinde las colonias.

    17Pero fue rechazada por Frank.

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    autores de la tenan interpretaciones discordantes entre s en puntossignificativos (citado por Bambirra, 1983). En 1981, Chilcote tambinapuntaba que aquellos interesados en la dependencia han reconocido queno existe una teora general y unificada (Chilcote, 1981, p. 15). Y en suresea y balance de la corriente, Palma (1987) deca que la dependencianunca haba logrado unificar una teora, y era conveniente hablar de unaescuela unificada. Por este motivo, la mejor forma de profundizar qu fuela es presentando las posiciones de sus principales exponentes, y susdiferencias.

    Andr Gunder Frank

    Frank, junto con Cardoso y Faletto, fue el iniciador de la con la publi-cacin enMonthly Review, en 1966, de The Development of Underde-velopment, que fue la base de su libro Capitalismo y subdesarrollo en

    Amrica Latina, publicado al ao siguiente. A pesar de que Frank nuncase reivindic marxista, us categoras del marxismo y siempre reconocila influencia de Baran en su elaboracin terica.

    Su tesis, en principio, es muy sencilla. Dice que cuando los pases sevinculan al mercado mundial se acrecientan las diferencias de sus econo-

    mas porque se produce una transferencia de excedente de un pas al otro(vase Frank, 1973). De manera que pequeas diferencias iniciales vancreciendo exponencialmente, dando lugar a que una minora de pases sedesarrolle y una mayora se subdesarrolle. Por eso, siempre segn Frank,cuanto ms se vinculan los pases de la periferia al mercado mundial, msse subdesarrollan. Por ejemplo, el norte de Brasil haba experimentadoun cierto auge cuando se haba vinculado tempranamente, y de maneraintensa, al mercado mundial, pero luego haba cado en la decadencia,producto de esa vinculacin. Algo parecido haba ocurrido con el Potos.

    Tambin haba gozado de un perodo de esplendor cuando se haba ligadoal mercado mundial, en la poca de la colonia; pero finalmente se habasubdesarrollado. En cambio, cuando los pases tomaban distancia delmercado mundial, crecan. Chile se haba desarrollado entre 1940 y 1948cuando haba estado aislado del mercado mundial. En cuanto a los pasesadelantados, su desarrollo dependa de la transferencia de recursos desdelos pases subdesarrollados.

    Frank tambin planteaba que las sociedades campesinas eran explo-tadas por las burguesas locales urbanas, y que haba una cadena de

    transferencias de excedente entre metrpolis, submetrpolis y regiones

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    atrasadas, que conectaba al ltimo campesino de la periferia con los cen-tros imperialistas ms avanzados. Esta visin ha sido calificada de cir-culacionista, porque parece decir que la circulacin de las mercancasgenera el subdesarrollo y desarrollo.

    Como una consecuencia de este enfoque, las contradicciones funda-mentales se ubicaban en el nivel de las relaciones entre las metrpolis y lospases dominados; o de las metrpolis, submetrpolis y regiones explota-das. Las contradicciones de clase parecan pasar a un plano secundario.

    En crtica de la tesis de los partidos comunistas sobre las estructu-ras semi-feudales y precapitalistas de Amrica Latina, Frank tambinplante que la regin haba sido capitalista desde la colonizacin. Paraesto, defina el capitalismo como un sistema que produce para el mer-cado, y no por la relacin de trabajo asalariado, como sucede en Marx.Dado que la produccin de Amrica Latina desde el origen del dominiocolonial fue organizada para la exportacin, Frank conclua que no sepoda hablar de feudalismo, y s de capitalismo. Latinoamrica habasido un satlite de las metrpolis desde el siglo , dentro de la eco-noma mundial capitalista. Esta caracterizacin de Amrica Latina comocapitalista dio lugar a mltiples debates.

    Al margen de esta discusin, Frank sostena una tesis que, de algunamanera, fue compartida por muchos de sus crticos, aunque con matices.

    Afirmaba que el capitalismo latinoamericano no poda desplegar unalgica de reproduccin ampliada y de acumulacin como se describeen El capital, y que el desarrollo era mero lumpen-desarrollo. Deaqu tambin que no hubiera una clase capitalista con races propias,sino una lumpen-burguesa.18 Se trataba de un enfoque claramenteestancacionista.

    Debe sealarse tambin que en su obra ms madura Frank adopt elenfoque de la economa mundo que comparti con Immanuel Wallers-tein y Giovanni Arrighi, segn el cual toda economa nacional deba

    pensarse como parte de una totalidad de una forma an ms estrecha delo que lo haba hecho la .19Segn esta visin, los dependentistas anali-zaban a los pases desarrollados y a los subdesarrollados de manera dema-siado fragmentaria, lo que induca a pensar en la posibilidad de desarrollosnacionales autnomos. El anlisis desde la perspectiva de la economamundo concebida como sistema demostraba que ningn pas poda

    18Vase Frank (1979a). Baran ya haba utilizado el trmino lumpenburgus parareferirse a la clase mercantil de los pases atrasados.

    19Vase, por ejemplo, Frank (1979b, 1988); tambin Wallerstein (1979).

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    lograr un estado de independencia econmica, o de no dependencia,desvinculndose del mercado mundial. En consecuencia, tambin eraimposible construir un socialismo nacionalmente aislado; una tesis queFrank comparti con los trotskistas.

    Fernando Enrique Cardoso

    Cardoso publica en 1969, junto a Faletto, Dependencia y desarrolloen Amrica Latina. Ensayo de interpretacin sociolgica, que todavahoy es estudiado en facultades de Ciencias Sociales de Amrica Latina.Cardoso y Faletto plantean que los anlisis de Frank son mecnicos ycaen en un determinismo economicista, en el sentido que lo externo (elimperialismo) determina rgidamente el curso de los pases perifricos,anulando lo interno, esto es, las estructuras sociales y las luchas declases. En contraposicin subrayan que deba tenerse en cuenta la espe-cificidad de las situaciones de la dependencia. Lo externo no poda seruna entelequia, haba que estudiar concretamente cmo reapareca en elanlisis de cada economa local, en los diversos perodos histricos. Elimperialismo implicaba que lo externo se internalizaba y se traduca enformas de dominacin a travs de Estados y clases sociales o fracciones

    de clases, con sus alianzas y enfrentamientos. Por eso, lo decisivo paraexplicar el subdesarrollo eran las relaciones de fuerza y las alianzas declases al interior de los pases. As, el anlisis de Cardoso y Faletto pro-cura centrarse en las luchas de las clases sociales, y en las relaciones depoder que se establecan en cada pas. A partir de sostener que el imperia-lismo no determinaba de forma unvoca el estancamiento, y que el cursode los acontecimientos dependa en gran medida de lo interno, quedabaabierta la posibilidad de que hubiera desarrollo, aunque condicionado ydependiente, en la periferia.

    Esta ltima idea se fortalecera luego en otros escritos de Cardoso.Por ejemplo, en Cardoso (1977) aparece ms claramente an la crtica ala visin del estancamiento permanente de Frank; y a la tesis de la super-explotacin y el subconsumismo de Marini. Crtico tambin de la ideade que en los pases atrasados no haba dinamismo a causa del impe-rialismo, Cardoso planteaba que la penetracin del capital industrial y

    financiero aceleraba la produccin de plusvala relativa e intensificabalas fuerzas productivas. Sostena que el imperialismo moderno diferadel que haba analizado Lenin, ya que ahora la inversin extranjera

    se volcaba a la industria, no solo a la produccin de materias primas;

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    y adems, los capitales de los pases perifricos participaban en esasempresas. Por lo tanto, el desarrollo capitalista dependiente se habaconvertido en una nueva forma de expansin del capital monoplico enel Tercer Mundo.

    Aun siendo el autor menos estancacionista de la , de todas mane-ras Cardoso mantuvo la idea de que las burguesas nativas eran explo-tadas por las burguesas de los pases imperialistas; y que los pasesatrasados eran explotados por los adelantados. El Estado en AmricaLatina constitua un instrumento de la dominacin econmica interna-cional y las clases dominadas locales sufran una doble explotacin(Cardoso, 1977, p. 13).20El desarrollo dependiente implicaba una suertede explotacin del pas atrasado por los oligopolios multinacionales, atravs de la apropiacin desigual del excedente.

    Theotonio Dos Santos

    El marxista brasileo Dos Santos desarroll la idea de la nuevadependencia.21Con esto intent explicar la forma que adoptaba la depen-dencia a partir de la entrada del capital extranjero en el sector manufac-turero de los pases atrasados. Dos Santos pensaba que Lenin se haba

    equivocado al pronosticar que la inversin extranjera generara desarrolloen la periferia, ya que el capital monopolista se aliaba con los factores quemantenan el atraso, el subdesarrollo y la dependencia. Esto implicaba quelas economas de la periferia estaban condicionadas por el desarrollo yexpansin de los pases dominantes. En tanto estos ltimos podan expan-dirse y autoimpulsarse, los pases dependientes solo lo pueden hacercomo reflejo de esa expansin, que puede actuar positiva o negativamente(Dos Santos, 1975, p. 180). Los pases dependientes estaban

    [] en retraso y bajo la explotacin de los pases dominantes. Los pasesdominantes disponen as de un predominio tecnolgico, comercial, decapital y sociopoltico sobre los pases dependientes [] que les permite

    20Es sorprendente la similitud entre esta caracterizacin de Cardoso de las burguesas delos pases atrasados, y la que haba dado Trotsky en la dcada de 1930. Trotsky sostuvo quela burguesa de los pases semicoloniales (tambin la de los coloniales) era una clase semi-gobernante, semi-oprimida (Trotsky, 1937). Agreguemos que consideraba que Mxico, porejemplo, era un pas semicolonial; en este sentido difera de la manera en que Lenin empleabael trmino (vase el captulo 15).

    21Nos basamos en Dos Santos (1968, 1975).

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    imponerles condiciones de explotacin y extraerle parte de los excedentesproducidos interiormente (Dos Santos, 1975, p. 180).

    La dependencia supona entonces explotacin y extraccin del exceden-te de los pases atrasados. Esto posibilitaba el desarrollo industrial dealgunos pases, y limita ese mismo desarrollo en otros, sometindolosa las condiciones de crecimiento inducido por los centros de dominacinmundial (ibid.). Dos Santos pronosticaba que la dependencia de AmricaLatina continuara en tanto no pudiera transformarse en una economaautosostenible o independiente (ibid., p. 181). Los pases que haban rotocon la dependencia eran los que fines de la dcada de 1960 habanbuscado consolidar una economa independiente, como suceda enlos pases socialistas del Tercer Mundo, como China, Corea, Vietnam yCuba (ibid., p. 182).

    Dos Santos no comparti la caracterizacin de Frank sobre AmricaLatina como capitalista desde la colonizacin, y sostuvo que se tratabade una economa colonial exportadora (ibid., 1975, p. 178). Tambin,y en contraposicin a Frank, intent dar ms importancia a las estructuraseconmico-sociales de los pases latinoamericanos.

    Ruy Mauro Marini

    Marini se reivindicaba marxista y aplic las categoras del marxismo alestudio del subdesarrollo; dedicamos luego dos captulos al anlisis desu obra.

    Samir Amin

    Amin elabora en el marco de las tesis de Baran y Sweezy sobre elmonopolio. Tambin estuvo influenciado por los estudios africanos deantroplogos marxistas, como Coquery-Vidrovitch, Meillassoux y Rey;este ltimo fue uno de los principales referentes de la tesis sobre la arti-culacin de los modos de produccin, junto con Amin.

    Amin sostuvo (vase Amin, 1986, para lo que sigue) que el modo deproduccin capitalista necesitaba contrarrestar la tendencia a la cada de latasa de ganancia aumentando la explotacin de la fuerza de trabajo. Peroen los pases adelantados no poda aumentar la explotacin sin poner en

    cuestin la acumulacin autocentrada. Por acumulacin autocentrada

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    Amin no entenda la autarqua econmica, sino que los salarios progresa-ran a medida que se desarrollaban las fuerzas productivas.

    A fin de no entrar en contradiccin con la acumulacin autocentrada,el capitalismo monopolista mantena, aunque modificadas, a las forma-ciones sociales precapitalistas de la periferia. La funcin de los modos deproduccin precapitalistas era suministrar mano de obra barata al centro,a travs de la emigracin; y principalmente a las plantaciones y empresasmonoplicas exportadoras, establecidas en la periferia. Esta mano de obrabarata era la clave para que hubiera intercambio desigual. Por eso, a pesarde que el colonialismo socavaba los modos de produccin tradicionales,el capitalismo no se expanda en el continente. El sistema preservabaesos modos precapitalistas, aunque en una forma modificada. frica sub-sahariana constitua el caso paradigmtico de esta situacin.

    Segn Amin, tambin sufran el intercambio desigual los campesinosque vendan su produccin a travs de los canales de comercializacindominados por los monopolios, y a los precios establecidos por estos.En definitiva, el intercambio desigual era el mecanismo ms importantemediante el cual el capitalismo central explotaba a las formaciones pre-capitalistas, y posiblemente la cuestin terica decisiva de la poca.22Esque la economa mundial no poda funcionar, sostena Amin, sino comoarticulacin de modos de produccin. El modo de produccin capitalis-

    ta era dominante, pero sobreviva solamente mediante la explotacin delos modos de produccin precapitalistas.23Los bajos salarios y el controlde los precios por parte de los monopolios tambin explicaban, segnAmin, el deterioro de los trminos de intercambio que haba estudiadoPrebisch.

    Como consecuencia de esta situacin en las periferias la proletari-zacin, entendida en el sentido de Marx, era incompleta.24Pero la claseproletaria en el Tercer Mundo era muy amplia, ya que por proletariosAmin comprenda no solo a los trabajadores ocupados por el capital, sino

    tambin a las amplias capas de marginados y desocupados permanentes

    22La controversia relativa a la cuestin del intercambio desigual aborda el gran pro-blema de nuestra poca (Amin, 1986, p. 292).

    23La idea de que el capitalismo solamente poda reproducirse manteniendo y explotandomodos de produccin precapitalistas tambin la encontramos en Palloix (1971, 1975) y Laclau(1984). Por ejemplo, Laclau consideraba que las formaciones precapitalistas eran una condi-cin inherente al proceso de acumulacin de los pases centrales (Laclau, 1984, p. 41).

    24Como una primera aproximacin podemos decir que Marx entenda por clase pro-letaria a los trabajadores subsumidos a la relacin capitalista esto es, que venden su fuerza

    de trabajo al capital y a los que forman el ejrcito industrial de reserva.

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    en la periferia y, ms importante, a las masas campesinas integradas enlos intercambios mundiales, y que pagan como tales, al igual que la claseobrera urbana, el precio del intercambio desigual.25

    Debido a los bajos salarios y la proletarizacin incompleta, losmercados internos de los pases de la periferia eran restringidos, lo queacentuaba el estancamiento. No haba posibilidad de que se desarrollaraun consumo de bienes durables por parte de los trabajadores. La indus-trializacin por sustitucin de importaciones que haban experimentadoalgunos pases del Tercer Mundo no anulaba las condiciones esencialesdel atraso. Sus economas estaban desarticuladas porque orientaban laproduccin conforme a las necesidades del centro. Eran en esencia tteresdel capitalismo central; el centro modela a la periferia segn sus necesi-dades (Amin, 1986, p. 162; nfasis nuestro). La periferia no poda pasara un crecimiento autocentrado y dinmico.

    Ernest Mandel

    Mandel, a igual que Amin, sostuvo que el mercado mundial solo podaconcebirse como una articulacin de modos de produccin, entre formasprecapitalistas (subordinadas) y el modo capitalista (dominante). Plante

    tambin que el intercambio desigual se haba convertido en la principalforma de explotacin de los pases atrasados, y comparti la tesis delbloqueo del desarrollo capitalista en la periferia. Por este motivo criticla idea de Bujarin (1971) sobre que el modo de produccin capitalistatenda a ser planetario (vase Mandel, 1979). De todas maneras, ofreciuna explicacin distinta del mecanismo del intercambio desigual que labrindada por Emmanuel y Amin. Sostuvo que los pases atrasados, alemplear ms mano de obra en promedio que los pases adelantados debi-do al atraso tecnolgico generaban ms valor que los pases adelantados.

    Y ese excedente se transfera al centro a travs del intercambio (Mandel,1979). Esta tesis luego la desarrollaron, en las dcadas de 1980 y 1990,Carchedi y otros marxistas.

    25Amin pensaba que esas masas campesinas estaban proletarizadas o en vas de pro-letarizacin por su integracin al mercado mundial. De ah que, en sintona con la estrategiamaosta, Amin considerara que los pueblos del Tercer Mundo, como conjunto oprimido,

    tenan potencialidades anticapitalistas.

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    CRTICAS A LA CD

    Una revisin de las crticas que se dirigieron a la , en especial en lasdcadas de 1970 y 1980, nos ayudar a tener un panorama ms completode sus posiciones.

    Al estudiar las crticas a la es necesario distinguir, en primerlugar, las que se dirigieron desde fuera de la a algunos de sus autores;en segundo trmino, las que surgieron del seno mismo de la corriente ytuvieron como destinatario algn otro dependentista; y, en tercer lugar,las que se destinaron al conjunto de la . Naturalmente, solo el ltimogrupo constituye una crtica a la de conjunto. No obstante, muchasveces se asumi que las otras dos especies formaban parte, de algunamanera, de un cuestionamiento global de la corriente. Esto ha suscitadoquejas de los dependentistas, en especial por la situacin que se gener entorno a Frank, el autor de la ms cuestionado. A Frank se le critic sucaracterizacin del capitalismo como un sistema de produccin mercantily su afirmacin de que desde la colonizacin Amrica Latina haba sidocapitalista;26 su enfoque circulacionista; su visin demasiado rgida delestancamiento crnico de las periferias; y la (casi) desaparicin del an-lisis en trminos de clases sociales. Pero Bambirra, Dos Santos, Cardoso,entre otros, subrayaron repetidas veces que esas posturas no representa-

    ban sus propias posiciones, y que ellos mismos haban criticado a Frank.Hay mucho de vlido en esta defensa. Es una realidad que no toda la fue rgidamente estancacionista, o sostuvo que la mera conexin conel mercado mundial determinara el subdesarrollo y la ausencia de unaburguesa con races propias. El pensamiento de Marini, por ejemplo, essutil y complejo.

    Por lo tanto, cuando se tiene en cuenta que muchas crticas se dirigie-ron a algn miembro en particular de la , y que adems en buena medidaesas crticas fueron compartidas por otros dependentistas, la cantidad de

    crticas a la corriente se reduce notablemente. Fueron pocos los autoresque cuestionaron de conjunto a la a partir del examen de la obra desus miembros ms referenciados. En este respecto, tal vez la crtica msconocida a la sea la de Cueva (1974). Vania Bambirra la considera elms serio esfuerzo de cuestionar las tesis de la teora de la dependencia

    26Vase Laclau (1984) y Brenner (1979), quienes sealaron que el modo de produc-cin se define a partir de la forma en que se extrae el excedente. Una idea que ya antes habasubrayado Maurice Dobb; vase Dobb (1976). Brenner tambin hace una extensa crtica al

    circulacionismo de Frank.

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    (Bambirra, 1983, p. 41). Dada su relevancia, presentamos sus ideas cen-trales con alguna extensin.

    Cueva comienza diciendo que con la teora de la dependencia se dabauna situacin paradjica, ya que criticaba la teora burguesa del desa-rrollo tomando ideas del marxismo, pero a su vez criticaba al marxismotomando ideas del desarrollismo y de las ciencias burguesas. Es que la reproduca el dualismo, aunque invertido, ya que en lugar de ser elsector tradicional el responsable del atraso como sostena la teora bur-guesa del desarrollo, en la visin dependentista era el sector modernoel responsable del atraso. De esta manera, adems, la dependencia sedeslizaba hacia un anlisis en trminos de regiones, que dificultaba elanlisis de clases. Si bien Cueva admita que exista una contradiccinentre Estados imperialistas y dependientes, la misma haba que derivarlade las clases sociales; aunque no explicaba de qu manera debera hacer-se esa derivacin.

    Tambin Cueva cuestiona que la estuviera preocupada por eldesarrollo y no por la explotacin de clases. Afirma que esto impregnabaa la teora de la dependencia de un tinte nacionalista, y que la contra-diccin central era entre clases sociales, y no en trminos de naciones,como sostena la . Critica por otra parte a Dos Santos, en torno al roldel imperialismo, ya que, segn Cueva, la entrada de los capitales extran-

    jeros desarrollaba el capitalismo en la periferia. En cuanto a Cardoso yFaletto, habran trabajado con un doble cdigo, porque por un lado adop-taban una perspectiva desarrollista, y por otra parte una marxista. Perotambin haban dejado de lado la lucha de clases. Por eso, de conjuntolos anlisis de la se hacan en trminos de oligarquas, burgue-sas, clases medias, sectores populares, estando ausente la relacincapital/trabajo. Cueva tambin cuestiona a Marini por su divisin delmercado de productos, donde el consumo de los obreros estara estan-cado; y sostiene que no hay que formular leyes particulares para el pas

    dependiente, ya que las leyes generales del capitalismo se manifiestan enestos pases simplemente con sus rasgos particulares. No haba espacioterico, por lo tanto, para asentar una teora de la dependencia. Por lti-mo, Cueva objeta que la tratara de explicar siempre el desarrollo deuna formacin social por su articulacin con otras formaciones, y no porsu dinmica interna.

    La segunda crtica que destacamos es la de Dore y Weeks (1979)y Weeks (1981), que estn en la lnea de Brenner (1979). Bsicamente,estos autores sostienen que el error de la fue explicar el desarrollo

    desigual a nivel mundial por las transferencias de plusvala entre pases,

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    y no poner el acento como sucede en la teora marxista en la produc-cin como causa de esa desigualdad. Es que la explotacin se da en unarelacin de clases, subrayan Dore y Weeks, y no en una relacin entrepases; las transferencias internacionales de valor deban entenderse desdeesta perspectiva. En coincidencia con Brenner, sostienen que la desigual-dad entre los pases es consecuencia de la explotacin de clases en lospases atrasados, y que el desarrollo de los pases avanzados no se basaen la extraccin de riqueza de las periferias. El capitalismo no acumula apartir de la explotacin de pases, sino de la clase obrera. La explotacines apropiacin del trabajo excedente, pero esta idea desapareca cuandose hablaba de explotacin entre pases, como haca la dependencia. Conello tambin se esfumaba la nocin de modo de produccin. En particu-lar, Dore y Weeks cuestionan que los autores de la hablaran de quea los pases subdesarrollados se les quitaba su excedente, como si steperteneciera al pas. Critican tambin la visin subconsumista de Marini,como parte de una visin estancacionista. En cuanto a Cardoso, su errorera poner en un mismo plano de importancia lo externo y lo interno; noadverta que lo que impulsa a la sociedad es la contradiccin entre lasfuerzas productivas y las relaciones de produccin, que da lugar a losconflictos de clases.

    Weeks (1981) repite algunos de estos argumentos, y destaca que

    dependencia y marxismo son teoras alternativas. Sostiene que la evidenciaemprica estaba en contra de las tesis de la dependencia, desde el momentoen que los flujos de capital no se daban principalmente desde los pasesdesarrollados a los atrasados, como deca la que suceda, sino entre lospases adelantados. Esta falla en el diagnstico derivaba de la visin equi-vocada de la dependencia sobre la dinmica de la acumulacin.

    Otras crticas fueron ms matizadas. Por ejemplo Edelstein (1981)reivindicaba que la hubiera planteado que la estructura de clases delos pases perifricos se haba formado por la relacin con el imperialis-

    mo, y en interaccin con el mercado mundial. De todas maneras admi-ta, como aspectos negativos, que la defina un modo de produccina partir de un anlisis circulacionista, que subvaloraba los procesos detrabajo y tenda a concebir la historia como un conflicto entre las clasesposeedoras.

    Por ltimo, sealemos que a partir del texto de Warren (1973), hubocada vez ms escritos que cuestionaron la visin estancacionista de la ,a la luz de la industrializacin que estaba teniendo lugar en muchos pasesde Asia y Amrica Latina (tratamos estas cuestiones en el captulo 5).

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    RESPUESTAS A LAS CRTICAS

    Frank fue uno de los autores ms cuestionados de la , y tambin uno delos que ms respondi a las crticas. En general, su defensa consisti enuna matizacin de sus primeras posiciones ms abiertamente circulacio-nistas. En particular, Frank admiti que haba que tomar en consideracinlos factores internos de los pases, en especial la lucha de clases.27Pero setrat, en nuestra opinin, de concesiones de formulacin ms que de conte-nido. Es que si bien reconoci que s, es ms importante plantear y enten-der el subdesarrollo en trminos de clases (Frank, 1979a, p. 9), mantuvola idea de que esa estructura de clases era el resultado de lo externo. As,la conquista colonial habra formado en Amrica Latina su estructuraeconmica y de clases, que a su vez habra generado polticas de subde-sarrollo en lo econmico, social, cultural y poltico (ibid., p. 23). Por otraparte, el imperialismo transformaba la estructura econmica y de clasesde los pases latinoamericanos; y el neoimperialismo volva a transformarla estructura econmica y de clase en nuestros das (ibid., p. 27). En defi-nitiva, el factor decisivo continuaba siendo el externo. De hecho, Franknunca termin de plantear la centralidad de las contradicciones de clases.Tampoco modific su idea sobre que el capitalismo deba definirse a partirde las relaciones de produccin, como sostiene el marxismo.

    Por otra parte, y en un nivel ms general, es de destacar la respuestade Bambirra a Cueva (vase Bambirra, 1983).28 Bambirra seala quemuchas de las crticas de Cueva no corresponden a posiciones de lacorriente, sino a algunos de sus autores, y la mayor parte de las vecesestn referidas solo a algunas de sus obras. Afirma que Dos Santos, o ellamisma, dan importancia a los factores internos y las luchas de clases; nosostienen una tesis estancacionista y reconocen que la entrada de capitalacelera el desarrollo capitalista. Por otra parte, Bambirra reivindica que seponga el foco en la problemtica del desarrollo y el subdesarrollo, que

    haba sido planteada por la realidad latinoamericana, y permaneca comotema a resolver por una futura revolucin socialista.A partir de aqu Bambirra responde el cuestionamiento de Cueva

    acerca de la falta de centralidad de las contradicciones de clase en la ,

    27Vase el Mea Culpa con que abre Frank (1979a).28Bambirra tambin responde a Octavio Rodrguez y Enrique Semo. Sin embargo,

    Rodrguez no haba criticado a la dependencia de manera explcita; y Semo solo lo habahecho de forma somera, como reconoce la misma Bambirra. Lo esencial del planteo de la est, por lo tanto, en la respuesta de Bambirra a Cueva. Dos Santos (2003) considera que

    aqu Bambirra refut lo esencial de los cuestionamientos de Cueva.

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    sealando que existan dos contradicciones claves en la sociedad con-tempornea. En primer lugar, la contradiccin entre el imperialismo y lasnaciones oprimidas (siguiendo a Lenin y la Internacional Comunista). Yen segundo trmino, la contradiccin entre la burguesa y el proletariado.Ambas se fundan en la oposicin entre el imperialismo, en alianza conlas burguesas locales, y el proletariado, junto a las naciones oprimidas.De esta forma se poda tratar dialcticamente la tensin entre las contra-dicciones de clases y las contradicciones nacionales. Esta respuesta seraextensible a las crticas de Dore y Weeks.

    CONCLUSIN

    A partir de la teora sobre el imperialismo y el monopolio de los marxis-tas de principios de siglo , y nutrida de los enfoques nacional-desa-rrollistas de la , la plante ideas que terminaron conformandoun verdadero paradigma dentro de la izquierda. Sostuvo que el sistemaimperialista-monoplico explotaba a los pases del Tercer Mundo; que araz de esta explotacin estos pases tenan bloqueada la va del desarrollocapitalista en algn sentido fundamental; y que la ruptura de esta relacinde explotacin y una genuina industrializacin solo podran lograrse

    mediante el triunfo de la revolucin socialista. Muchas crticas que sedirigieron a la en realidad aludan a los trabajos de algunos de susautores, particularmente a Frank. Sin embargo, Cueva dirigi una crticaintegral a la corriente. Ms crticas se plantearon en las dcadas de 1970y 1980, a medida que avanzaba la industrializacin en muchos pases deAsia y Amrica Latina.

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    2. DEPENDENCIA Y SUBIMPERIALISMOEN RUY MAURO MARINI

    En este captulo profundizamos en la corriente de la dependencia ()a travs de la obra de Ruy Mauro Marini, terico y militante brasileo,nacido en 1932 y fallecido en 1997. Marini fue uno de los autores depen-dentistas que aplic de forma ms sistemtica la teora de Marx. Ade-ms, abord desde la perspectiva de la ley del valor trabajo el complejoproblema que planteaba, ya claramente desde mediados de la dcada de1960, la internacionalizacin del capital productivo. Esto significa querechaz las explicaciones del subdesarrollo basadas en la presin militaro diplomtica es decir, en la coercin extraeconmica e intent unaexplicacin integral, sustentada en la dialctica del valor y en la teora dela plusvala de Marx. Asimismo, fue consciente de que no poda seguiranalizndose la economa de Brasil como simple apndice neocolonial

    del imperialismo, ni al Estado brasileo de la dcada de 1960 como unamarioneta de los yanquis. Sus anlisis abran entonces la posibilidad deuna renovacin de las visiones que se anclaban en la teora leninista delimperialismo, que l mismo reivindicaba.

    LAS RACES DE LA DEPENDENCIA

    Marini (1973) brinda una explicacin abarcativa sobre las causas histri-

    cas y la dinmica de la dependencia. Sostiene que, en las primeras etapasdel capitalismo, Amrica Latina tena como funcin proveer de alimentosbaratos a los pases desarrollados. Este comercio iba acompaado deldeterioro de los trminos de intercambio, que era necesario explicar porla accin de la ley del valor en el mercado mundial. Marini era conscientede que a medida que el mercado alcanzaba formas ms desarrolladas, laviolencia poltica y militar destinada a explotar a las naciones ms dbilesse volva superflua, y que la explotacin pasaba a depender de la repro-duccin de relaciones econmicas. Por lo tanto, en la visin de Marini, al

    ampliarse el mercado mundial, se ampliaba la accin de la ley del valor.

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    Encontramos as una idea clave: la centralidad de la ley del valor paraexplicar el atraso.

    Por otra parte, Marini pensaba que el anlisis deba centrarse en la pro-duccin, pero que esto era aplicable solo para los pases centrales, ya que elcapitalismo dependiente estaba condicionado por la circulacin de mercan-cas. Esto suceda porque exista un intercambio desigual entre las nacionesadelantadas (que exportaban bienes manufacturados a las atrasadas) y lasnaciones atrasadas (que exportaban bienes primarios a las adelantadas).Los pases que producan bienes manufacturados podan fijar precios demonopolio, por encima de sus valores, obteniendo ganancias superioresy configurando as el intercambio desigual. Se produca, por lo tanto, unatransferencia de valorfundada en el poder del monopolio, lo que determina-ba la explotacin entre pases. Esta era la segunda idea clave de Marini.

    El intercambio desigual explicaba entonces por qu en Amrica Lati-na la clase dominante buscaba compensar la prdida de plusvala median-te la superexplotacin del trabajo. Por superexplotacin Marini entendala intensificacin de los ritmos de produccin, la prolongacin de lostiempos de trabajo y la expropiacin de una parte del trabajo necesariopara reponer el valor de la fuerza de trabajo. En una palabra, la fuerza detrabajo en la periferia no se pagaba por su valor. Esto era posible por lasobreabundancia de mano de obra, fenmeno que tena su causa en una

    propiedad de la tierra altamente concentrada. Se configuraba as un modode produccin fundado exclusivamente en la mayor explotacin y no enel desarrollo de su capacidad productiva (1973).

    La superexplotacin juega, por lo tanto, el rol central en Marini yse vincula orgnicamente con las leyes de la acumulacin mundial delcapital. Es que las exportaciones desde la periferia favorecen la acumu-lacin en los pases centrales, debido al abaratamiento de los medios desubsistencia de los obreros de estos pases y el consiguiente retraso en lacada de la tasa de ganancia.1La superexplotacin estaba en el centro de

    las leyes del capital operando a escala mundial.Marini sostiene que en la primera etapa de insercin de las economasperifricas en el mercado mundial no existan problemas de realizacin,a pesar de que la superexplotacin deprima el mercado interno, ya quela venta ocurra en el mercado mundial. El capital poda superexplotarsin preocuparse por la reproduccin de la fuerza de trabajo la oferta

    1Segn la ley sobre la evolucin de la tasa de ganancia, formulada por Marx, a medidaque progresa la acumulacin capitalista tiende a caer la rentabilidad del capital, lo que est

    en el origen de las crisis capitalistas.

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    de trabajo era abundante ni por la realizacin del producto. Paralela-mente, las ganancias inducan a un consumo capitalista suntuario que seabasteca con importaciones, en base a la plusvala que no se reinvertaproductivamente. En consecuencia, se produca la estratificacin delmercado interno, donde las esferas altas se vinculaban con la produccinmundial a travs de las importaciones.2Esto configuraba una situacinde dependencia, en donde las relaciones de produccin de las nacionessubordinadas eran modificadas o recreadas para asegurar la reproduc-cin ampliada de la dependencia.

    Sobre esa relacin de dependencia se haba desarrollado la indus-trializacin por sustitucin de importaciones. Pero la industrializacin enArgentina, Brasil, Mxico y otros pases no haba llegado a conformar,por lo menos en su primera etapa, una verdadera economa industrial queimplicara un salto cualitativo en el desarrollo. La industria haba conti-nuado siendo una actividad subordinada a la produccin y exportacinde productos primarios. Solo cuando se produjo la crisis de la dcadade 1930 se haba obstaculizado la acumulacin basada en el mercadoexterno, y el eje de la acumulacin se haba desplazado a la industria. Apartir de entonces, la demanda de bienes que consuman los capitalistas sehaba recentrado hacia el interior, lo que pareca articular nacionalmente alas economas. Es sobre esta base, sigue Marini, que se haba desplegado

    el desarrollismo latinoamericano en la dcada de 1950, encarnado por la. Lo central, no obstante, es que permanecan los obstculos para laindustrializacin, porque sta se haba producido sobre la base de la eco-noma exportadora, sin que se efectuaran las reformas estructurales quegeneraran un marco adecuado para la industrializacin. La superexplota-cin representaba una traba fundamental para avanzar hacia una estructuraproductiva integrada; no era solo un resultado de la estructura econmica,sino que a su vez la reforzaba.

    SUPEREXPLOTACIN Y MARGINACIN

    Una de las cuestiones centrales del planteo de Marini fue que la superex-plotacin y las grandes masas de desocupados generaban una demanda

    2La preocupacin por la estratificacin del mercado interno, debida a la alta concen-tracin del ingreso en los estratos superiores de las clases dominantes nativas, y las limita-ciones que esto plantea para la demanda y el desarrollo, estn presentes en muchos tericos

    de la dependencia. Por ejemplo, el tema es central en Furtado (1971, 1973).

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    dbil y, por lo tanto, una industria tambin dbil, que solo poda ensan-charse cuando factores externos, tales como una crisis externa, o laslimitaciones de los excedentes de las balanzas comerciales, cerraban par-cialmente el acceso a la importacin de las esferas de alto consumo. Demanera que la industrializacin en Amrica Latina no generaba su propiademanda; naca para atender una demanda preexistente y se estructurabaen funcin de los mercados de los pases desarrollados. La demanda delos trabajadores no jugaba un rol significativo, como haba sucedido en eldesarrollo capitalista clsico en los pases centrales, donde el consumo debienes salariales haba sido, y continuaba siendo, el motor de la acumula-cin del capital. En los pases adelantados, la demanda de los trabajadoresrealizaba el producto, pero en los pases subdesarrollados el rol de la claseobrera era solo de productora, ya que el producto de su trabajo era expor-tado. No haba necesidad de que la clase obrera fuera consumidora para laventa del producto, porque ste se realizaba por la demanda salarial en lospases adelantados. De esta forma, en Marini como sealan Dore y Weeks(1979) surga una teora de los salarios en los pases desarrollados, yaque el salario sera establecido no segn el valor de la fuerza de trabajo,sino en torno al nivel que permitiera la venta del output. As, tambin enMarini la contradiccin entre el capital y el trabajo en los pases desa-rrollados sera superada en la esfera de la circulacin, dado que ambos,

    el capital y el trabajo, tendran inters en que hubiera salarios altos. Laexplicacin de Marini tiene una clara vinculacin con la idea de que lostrabajadores de los pases adelantados participan en la explotacin delos pases atrasados, que fue popular en las visiones tercermundistas.

    A partir de lo anterior, la industrializacin en Amrica Latina habadado como resultado un sector productor de bienes de consumo masivoque, siempre segn Marini, era poco dinmico, atrasado. Y un sectorproductor de bienes de consumo de lujo o bienes durables tpicamenteel automvil que era dinmico, y estaba dirigido a los sectores altos y

    medios burgueses, de fuerte poder adquisitivo. Dentro del sector pro-ductor de bienes de produccin e insumos eran dinmicas las industriasque producan insumos para las industrias de bienes de lujo. Una rpidaacumulacin del capital solo era posible cuando exista un consumomasivo creciente; lo que implicaba mejoras de los salarios a medida queaumentaba la productividad, generndose as un crculo virtuoso. Pero enAmrica Latina la superexplotacin no solo se mantena, sino tambin seacentuaba cuando entraba el capital extranjero en la industria, el comercioy los servicios bsicos, aumentando los obstculos para dar lugar a una

    acumulacin dinmica.

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    Sin embargo, Marini tom distancia de las tesis ms claramenteestancacionistas, que eran populares entre los autores heterodoxos.Admiti que con la entrada del capital extranjeroen Amrica Latina enespecial en Brasil, Argentina, Mxico avanzaban la industrializacin

    y la productividad del trabajo. El desarrollo capitalista era deformado,porque la acumulacin basada en la superexplotacin obstaculizaba eltrnsito hacia la produccin de plusvala relativa, o sea, basada en la tec-nologa y la productividad del trabajo. Esto ocurra porque el fundamentode la dependencia era la superexplotacin del trabajo, que ahogaba larealizacin de la mercanca; el mercado estaba segmentado y la industriadesarticulada.

    LOS ESQUEMAS DE REPRODUCCIN DE MARX Y LA TESIS DE MARINI

    Para profundizar en el planteo hay que tener presente la postura de Mariniante los esquemas de reproduccin de Marx. Con estos esquemas Marxdemuestra que, en tanto se mantengan ciertas proporciones, en el capita-lismo no existiran problemas con la realizacin del producto. Si se tomael modelo ms sencillo, de acumulacin simple donde toda la plusvalase consume y denominando sector I al productor de bienes de produc-

    cin, y sector II al productor de bienes de consumo, Marx prueba, teri-camente, que la realizacin del producto jams puede depender exclusivani principalmente de los salarios. En trminos numricos, y siendo

    c = capital constante; v = capital variable; s = plusvala:

    I) 4.000c + 1.000v + 1.000s = 6.000 II) 2.000c + 500v + 500s = 3.000

    El producto se agota, ya que del valor total de 6.000 de medios de pro-duccin, 4.000 son consumidos para la renovacin de medios de pro-duccin en el sector I; del valor de 3.000 en medios de consumo, 1.000son consumidos por capitalistas y trabajadores del mismo sector; y2.000 son consumidos por capitalistas y obreros del sector I, a la vez quelos capitalistas del sector II disponen entonces de 2.000 para renovar losmedios de produccin que han consumido. En definitiva, la condicin deequilibrio es que v + s de I sea igual a c de II. Como puede observarse, yde acuerdo a Marx, si los salarios bajan, la realizacin del producto no

    ofrece problemas en tanto los capitalistas gasten la plusvala. El proble-

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    ma no se modifica si se trata de la acumulacin ampliada, esto es, de lareinversin productiva de la plusvala. En este caso, la magnitud de losmedios de produccin generada en el sector I debe superar a los mediosde produccin consumidos; pero siempre que la clase capitalista gaste laplusvala, sea en consumo o acumulacin y descontando que la clasetrabajadora gasta sus salarios en medios de consumo no hay dificultadescon la realizacin del producto. Una vez ms hay que destacar que lossalarios solo representan una fraccin de esa realizacin. Nunca la ventadel producto puede depender del salario; si as fuese el sistema capitalistano podra funcionar.

    Segn Marx, entonces, la vitalidad de la acumulacin no depende delsalario obrero, sino del gasto de los capitalistas. Marini, en cambio, sostie-ne que en los pases dependientes la traba fundamental para el desarrolloest en el estrangulamiento de la demanda, debido a los bajos salarios yla desocupacin.3Cmo encaja entonces su tesis con los esquemas deMarx? Su respuesta e