Aspenses en Campos de Concentración Nazis

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ASPENSES EN CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS García Gandía, José Ramón Urios Díez, Francisco ∗∗ De pocos temas de nuestra historia reciente se ha escrito tanto y, no obstante, todavía es campo abierto de nuevas investigaciones que, de alguna forma, tratan de explicar las causas, desarrollo y consecuencias de un periodo convulso que ha marcado de una forma incuestionable la historia de España. La Guerra Civil Española 1 representa un pasado que aún no ha pasado. El desalojo de la estatua ecuestre de Francisco Franco en Nuevos Ministerios, la controversia originada por los “papeles de Salamanca”, las elocuentes proclamas radiofónicas sentenciando sin ningún rigor documental a protagonistas de la guerra como Indalecio Prieto y, sin lugar a dudas, la gran avalancha de webs, blogs, artículos de prensa y estudios más o menos rigurosos que han visto la luz a raíz de la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica 2 , demuestran el interés que suscita en muchos ámbitos este periodo de nuestra historia. La peor consecuencia de la guerra civil fueron sus víctimas: los que cayeron en el frente, y los represaliados por ambos bandos. Al contrario de lo ocurrido con las víctimas en la zona nacional, puede considerarse que las víctimas en la zona republicana están bien identificadas, y sobre su número existen menos controversias, debido principalmente al trabajo de jueces y autoridades que abrieron diligencias por los casos de asesinatos registrados en sus partidos judiciales, aunque muchas de ellas no prosperaran. Esta documentación sirvió para que, al concluir la Guerra Civil, el [email protected] ∗∗ [email protected] 1 En palabras de Hugh Tomas, “El acontecimiento más trágico de la historia de España”. HUGH, T. (1979): La Guerra Civil Española. Libro I. Tomo I. Madrid. 2 La llamada Ley de la Memoria Histórica se denomina en realidad “LEY 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”. En el preámbulo de la misma se expone que “nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad democrática… …Es la hora, así, de que la democracia española y las generaciones vivas que hoy disfrutan de ella honren y recuperen para siempre a todos los que directamente padecieron las injusticias y agravios producidos, por unos u otros motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas, en aquellos dolorosos períodos de nuestra historia. Desde luego, a quienes perdieron la vida. Con ellos, a sus familias. También a quienes perdieron su libertad, al padecer prisión, deportación, confiscación de sus bienes, trabajos forzosos o internamientos en campos de concentración dentro o fuera de nuestras fronteras. También, en fin, a quienes perdieron la patria al ser empujados a un largo, desgarrador y, en tantos casos, irreversible exilio”.

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ASPENSES EN CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZIS

García Gandía, José Ramón∗ Urios Díez, Francisco∗∗

De pocos temas de nuestra historia reciente se ha escrito tanto y, no obstante,

todavía es campo abierto de nuevas investigaciones que, de alguna forma, tratan de explicar las causas, desarrollo y consecuencias de un periodo convulso que ha marcado de una forma incuestionable la historia de España. La Guerra Civil Española1 representa un pasado que aún no ha pasado. El desalojo de la estatua ecuestre de Francisco Franco en Nuevos Ministerios, la controversia originada por los “papeles de Salamanca”, las elocuentes proclamas radiofónicas sentenciando sin ningún rigor documental a protagonistas de la guerra como Indalecio Prieto y, sin lugar a dudas, la gran avalancha de webs, blogs, artículos de prensa y estudios más o menos rigurosos que han visto la luz a raíz de la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica2, demuestran el interés que suscita en muchos ámbitos este periodo de nuestra historia.

La peor consecuencia de la guerra civil fueron sus víctimas: los que cayeron en el frente, y los represaliados por ambos bandos. Al contrario de lo ocurrido con las víctimas en la zona nacional, puede considerarse que las víctimas en la zona republicana están bien identificadas, y sobre su número existen menos controversias, debido principalmente al trabajo de jueces y autoridades que abrieron diligencias

por los casos de asesinatos registrados en sus partidos judiciales, aunque muchas de ellas no prosperaran. Esta documentación sirvió para que, al concluir la Guerra Civil, el ∗ [email protected] ∗∗ [email protected] 1 En palabras de Hugh Tomas, “El acontecimiento más trágico de la historia de España”. HUGH, T. (1979): La Guerra Civil Española. Libro I. Tomo I. Madrid. 2 La llamada Ley de la Memoria Histórica se denomina en realidad “LEY 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”. En el preámbulo de la misma se expone que “nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad democrática… …Es la hora, así, de que la democracia española y las generaciones vivas que hoy disfrutan de ella honren y recuperen para siempre a todos los que directamente padecieron las injusticias y agravios producidos, por unos u otros motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas, en aquellos dolorosos períodos de nuestra historia. Desde luego, a quienes perdieron la vida. Con ellos, a sus familias. También a quienes perdieron su libertad, al padecer prisión, deportación, confiscación de sus bienes, trabajos forzosos o internamientos en campos de concentración dentro o fuera de nuestras fronteras. También, en fin, a quienes perdieron la patria al ser empujados a un largo, desgarrador y, en tantos casos, irreversible exilio”.

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franquismo acometiera un exhaustivo estudio que quedó reflejado en la llamada Causa General3. El trabajo recoge las consecuencias del denominado ʺterror rojoʺ desde febrero de 1936 hasta el fin de la contienda. Se trata de un minucioso estudio realizado municipio por municipio y que ocupa más de 1.500 legajos, hoy conservados en el Archivo Histórico Nacional. Según los datos que obran en este archivo, el número de víctimas de la represión republicana sería de 38.563. Por otra parte, en 2008, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en relación con la represión de guerra en la zona sublevada y durante la postguerra, solicitó a Ayuntamientos y otros organismos un listado de desaparecidos durante la Guerra y la posguerra. El listado, que se reunió el 22 de septiembre de 2008 incluía 143.353 nombres4.

Otra de las consecuencias que tuvo la Guerra Civil fue el éxodo republicano. Este se fue configurando durante la contienda y tuvo sus momentos álgidos tras la llegada de las tropas nacionales a Barcelona en enero de 1939, y en los últimos días de la misma a finales del mes de marzo. En aquel crudo invierno salieron de España cerca de medio millón de personas. Refugiados y excombatientes acuciados por las noticias que llegaban de las zonas recientemente ocupadas.

La promulgación de la Ley de Responsabilidades Políticas el 9 de febrero de 19395 que, con carácter retroactivo se ocupaba de los delitos a partir de 1934, se expresaba en los siguientes términos: “una Ley de Responsabilidades Políticas, que sirva para liquidar las culpas de este orden contraídas por quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja, a mantenerla viva durante más de dos años y a entorpecer el triunfo, providencial e históricamente ineludible, del Movimiento Nacional, que traduzca en efectividades; prácticas las responsabilidades civiles de las personas culpables”. Por otra parte, Franco se negó a amnistiar a los exiliados republicanos españoles, por medio del ofrecimiento que le hizo Indalecio Prieto a través del embajador franquista en París José Félix Lequerica, de una considerable cantidad de bienes de los que aún disponía el Gobierno republicano: dinero en México y Londres, material de guerra, barcos y aviones, a cambio de la vuelta de los exiliados con excepción de 3.000 que habían ocupado cargos de responsabilidad6.

Meses más tarde, Ramón Serrano Súñer, Ministro de Exteriores de Franco, decide desentenderse definitivamente de ellos y en su visita el 29 de septiembre de ese mismo año a Alemania, deja claro la condición de apátridas de los refugiados. Los documentos encontrados prueban que las autoridades nazis, en cuatro ocasiones a través de su embajada, preguntaron a sus homólogos españoles qué debían hacer con

3 Archivo Histórico Nacional/Fiscalía del Tribunal Supremo. Listado por partidos judiciales y poblaciones. En la actualidad toda la documentación generada por la Causa General puede consultarse en internet en la base de datos del Ministerio de Cultura: http://pares.mcu.es 4 Para profundizar más sobre las cifras de la contienda, es primordial el trabajo de JULIA, S. (coord.), (1999): Víctimas de la guerra civil, Temas de Hoy. Para una actualización más reciente de los datos finales véase ESPINOSA, F. (2004): “La represión: cifras y bibliografía”, en el dossier entregado con motivo de las jornadas organizadas por la Asociación Memoria y Justicia de Andalucía. Sobre la Causa General, un ilustrativo estudio sobre su finalidad y desarrollo en ESPINOSA, F. (2005): “Agosto de 1936. Terror y Propaganda. Los orígenes de la Causa General”, en Pasado y Memoria, Revista de Historia Contemporánea nº 5, pp. 15-25. Universidad de Alicante. 5 Boletín Oficial del Estado de 13 de febrero de 1939, nº 44, páginas 824 a 847. 6 En CHUST, M. y BROSETA, S. (Eds.) (2003): La Pluma y el Yunque. El socialismo en la historia valenciana. Pág. 115. Universidad de Valencia. Cita que recoge de AVILÉS FARRÉ, J. (1989): “Lequerica, embajador franquista en París”. Historia 16, nº 160 (Agosto de 1989). Madrid.

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los ʺdos mil rojos españoles de Angulemaʺ. El Gobierno de Franco nunca se molestó en ocuparse de este asunto y ni siquiera contestó.7

La dispersión de unidades militares tras la guerra, llevó a cruzar la frontera con Francia a numerosos soldados y milicianos republicanos junto a paisanos, mujeres y niños. Al otro lado de la frontera les esperaban los Campos de Internamiento franceses. El Gobierno Francés promulgó un Decreto8 donde se estableció las condiciones de los extranjeros considerados como refugiados, declarando a los hombres entre 20 y 48 años obligados a proporcionar prestaciones de una duración igual a la del servicio militar francés.

Para que la formalidad del asilo fuera efectiva, se ofrecieron cuatro modalidades de integración; en tiempos de paz, los ciudadanos españoles podían ser contratados a título individual por empresas agrícolas o industriales o integrarse en las denominadas Compañías de Trabajadores Extranjeros. En tiempos de guerra, además, podían elegir entre alistarse en la Legión Extranjera o formar parte de los Batallones de Marcha de Voluntarios Extranjeros; unas unidades militares con mandos franceses, que contrataban soldados extranjeros por el tiempo que durase la contienda bélica.

Las Compañías de Trabajadores Extranjeros emplearon a unos 30.000 españoles, donde los oficiales y suboficiales españoles ocuparon la escala intermedia por debajo del mando francés. Alrededor de 12.000 de ellos fueron enviados al Norte para reforzar las defensas francesas en la línea Maginot, y al ʺPrimer Frenteʺ y unos 13.000 a la zona comprendida entre la línea Maginot y el Loira. Otros 5.000 se encuadraron en los Batallones de Marcha9.

7 ʺEl convoy de los 927ʺ. Documentos TV. TV2. Directora Montse Armengou. 8 Décret-loi du 12 avril 1939 relatif à lʹextension aux étrangers bénéficaires du droit dʹasile des obligations. En DELACOR, R. M. (2000): “From Potential Friends to Potential Enemies: The Internment of ‘Hostile Foreigners’ in France at the Beginning of the Second World War”, en Journal of Contemporary History, Vol. 35, nº 3, pp. 361-368. 9 Manuel Tuñón de Lara considera que la cifra de 50.000 alistados dada por algunos tal vez sea exagerada, estimando más acertada la cifra de 30.000 que aparece en la documentación de la FEDIP (Federation Espagnole de Deportés et Internes Politiques), en TUÑÓN DE LARA, M. (1976): Los españoles en la Segunda Guerra Mundial, Tomo II de la obra ABELLÁ, J. M. (ED.) (1976): El exilio español 1936-1939. Editorial Taurus. Madrid, 1976.

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En mayo de 1940, las diferentes líneas defensivas francesas fueron desbordadas por la Wehrmacht en su avance hacia Paris. Los españoles que formaban las Compañías de Trabajadores fueron transformados en soldados en la primera línea de fuego, mientras que su vestimenta seguía siendo la de obreros. Por esta razón, no fueron considerados como prisioneros de guerra, algo en

lo que también intervino la influencia de la diplomacia española en sus relaciones con el Tercer Reich. Cuando fueron apresados, los alemanes los consideraron apátridas o presos políticos10. De esta forma, unos meses después de acabar la Guerra Civil Española, el 20 de agosto de 1940, un tren con 927 refugiados españoles salía de la estación de Angulema, en la región francesa de La Charente con destino al pueblo de Mauthausen, en la anexionada Austria. Otros republicanos se incorporaron a la resistencia francesa y algunos de ellos fueron detenidos a los largo de la guerra11.

A los españoles se les aplicó el decreto “Nacht und Nebel” (noche y niebla), eufemismo inspirado en una ópera de Wagner para decir que nadie saldría vivo de allí, y muestra de ello fue que al llegar a Mauthausen, Frank Ziereis, el director del Campo, dijo a todos los que estaban allí, que no saldrían por la puerta, sino por la chimenea del crematorio12.

En este ya familiarmente conocido como “Convoy de los 927” muy posiblemente viajó un aspense, José Botella Pavía, al que se le añadiría meses más tarde Manuel García Botella y Enrique Botella Beltrá.

10 De esta forma llevarían en el sistema de codificación de presos un triángulo invertido azul propio de emigrantes o apátridas y la “S” de “Sicherheitsverwahrter” (prisionero en detención preventiva) o “Republikanische Spanier” (republicano español) en su interior. 11 Para ampliar información sobre este traslado encontramos diferentes recursos en la web, y una monografía sobre el tema en ARMENGOU, M. y BELIS, R. (2007): El comboi dels 927. Rosa dels Vents. Barcelona. 12 ARMENGOU y BELIS. Op. Cit.

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La participación humana en los frentes de guerra del pueblo de Aspe, comenzó en los primeros meses de la contienda en forma de voluntarios. Entre agosto y septiembre de 1936, muchos de los milicianos armados del Frente Popular Antifascista de Aspe se integraron en el denominado Batallón Alicante Rojo13, que en realidad constaba de dos batallones. La mayoría fueron al nº 2 que combatió bajo las órdenes del sargento Juan Sánchez Álvarez, suboficial del ejército republicano que fue Primer Teniente de Alcalde de Aspe, durante la primera Gestora Municipal14 presidida por Gaspar Gil Barceló, y que fue Alcalde de Aspe tras la dimisión de éste el 19 de junio de

13 Los Batallones Alicante Rojo nº 1 y Alicante Rojo nº 2 formaron en enero de 1937 la 71ª Brigada Mixta que incluía dos Batallones el 281 y 282. Ver ENGEL, C. (2005): Historia de la Brigadas Mixtas del ejército popular de la República 1936-1939 (2ª ED.). Almena. Madrid. 14 Por orden del Gobernador Civil de Alicante Francisco Valdés Casas de Izquierda Republicana se disuelve el Consejo Municipal, y se nombra una Gestora el 10 de marzo de 1936 formada por las fuerzas integrantes del Frente Popular que habían resultado vencedoras en febrero.

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193615 hasta la formación de la segunda Gestora Municipal presidida por José Soria Pastor el 8 de agosto de 1936. Aunque asistiera a pocas sesiones y ejerciera de Alcalde accidental el tercer Teniente de Alcalde José Berenguer González16, ambos de Izquierda Republicana al igual que el Alcalde dimitido. No obstante, la mayoría de estos voluntarios se mantuvieron en el frente por un tiempo limitado, que en algunos casos no superó el mes. Fue el contingente enviado por medio de los diferentes reemplazos, el que se mantuvo en el frente durante toda la guerra, exceptuando bajas y lesiones, y sobre todo los que formaban parte del mismo al final del conflicto17.

En estas circunstancias nos encontramos, hasta la fecha con tres nombres, que bien pudieron formar parte del ejército republicano al final de la guerra, y más tarde exiliados en Francia al terminar la contienda18, y que fueron internados tras el periplo antes narrado en diferentes campos austriacos gestionados por los nazis.

José Botella Pavía, nació en Aspe el 26 de febrero de 1905 en el Callejón del Chufero nº 819 (hoy calle Juan Calpena). Hijo de jornalero, vivió en Barcelona años antes del comienzo de la Guerra Civil20, donde contrajo matrimonio en San Martin de Provenzals (Barcelona) en 1930. Tras pasar la frontera y exiliarse en Francia, fue refugiado en el campo francés de Les Alliers, en las cercanías de Angulema, y tras ser ocupados estos territorios por las tropas alemanas, y bajo la permisividad del gobierno colaboracionista de Vichy, que consideraba a los españoles como indeseables, se le trasladó sin condiciones pensando que los llevaban hacia zonas no ocupadas, pero pronto se dieron cuenta del engaño. Cuatro días duró el trayecto, y de esta forma el 24 de Agosto de 1940, José Botella ingresó en el Campo de Concentración nazi de Mauthausen bajo el número de prisionero 4.133, y trasladado a Gusen.

15 Juan Sánchez Álvarez, pertenecía a Izquierda República, fuerza mayoritaria en esa primera Gestora Municipal. Archivo Municipal de Aspe, Actas de Pleno 1935-1936, fol. 179r y ss. En esos años vivía en Aspe ya que estaba casado con una maestra del entonces Grupo Escolar Pablo Iglesias (Las Escuelas Nuevas). Comunicación oral de Gaspar Gil Payá. En julio de 1938 se le asciende a Teniente de Infantería de la 195ª Brigada Mixta Jefatura de la 52ª División. Boletín Oficial del Ministerio de Defensa, año LI, nº 181, 20 de julio de 1938, pág. 250. Falleció durante la contienda. Archivo General e Histórico de Defensa, leg. 4654/1,34. 16 Durante su presidencia se produjo la sublevación de 18 de julio de 1936. Archivo Municipal de Aspe, Actas de Pleno 1935-1936, fol. 185r. 17 El 26 de diciembre de 1936 se recibe la orden de movilizar los reemplazos de 1933, 1934 y 1935. El 12 de septiembre de 1937 el reemplazo de 1938. El 2 de enero de 1938 el reemplazo de 1939. El 25 de febrero el de 1940. El 15 de abril el de 1928. El 22 de abril los de 1928, 1929 y 1941. El 29 de abril el de 1917. El 20 de mayo el de 1940. El 3 de junio 1925 y 1926. El 7 de octubre los de 1919, 1920, 1921, 1923 y 1924. El 13 de enero de 1939 los de 1922 y 1942, la llamada “Quinta del Biberón”. El 27 de enero de 1915, 1916, 1917 y 1918. Archivo Municipal de Aspe, Actas de Pleno 1935-1936 y 1936-1937, 1937-1939 y 1939-1940. 18 En este sentido nos encontramos a la espera de poder consultar los listados de tropa que se encuentran en el Archivo Militar de Guadalajara, y que los lógicos plazos de publicación no nos han permitido incluir en este trabajo. 19 Registro Civil de Aspe. 20 C/Meridiana nº174 de Barcelona. Información obtenida a través de ITS Internationaler Suchdienst.

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La ficha del Campo de Concentración, lo declara como agricultor y Católico Romano. Gusen fue el primer campo satélite de Mauthausen, creado a partir de diciembre de 1939, tanto por su proximidad al mismo, como a las canteras de granito de Gusen-Kastenhof (más tarde se crearían los subcampos de Gusen II y Gusen III). La compañía DEST21, propietaria de las canteras y dirigida por altos miembros de la SS, utilizaría el granito obtenido con la vida de los prisioneros para la construcción de nuevas instalaciones y la reconstrucción de las ciudades alemanas. Apenas seis meses después, el día 20 de agosto de 1941, fue destinado hacia el Castillo de Hartheim22, víctima

de la denominada “Operación 14f13”23 que consistía en la extensión de la “Acción T4” dirigida a los enfermos incurables alemanes (toda aquella “vida indigna de vivir” cualquiera que fuera su edad y que tanto gasto ocasionaba al Estado, como eran los enfermos mentales, los enfermos crónicos, personas con minusvalías físicas, los judíos y los así llamados asociales) ampliada a los presos de los campos de concentración, lugar donde los más débiles, enfermos, incapacitados para el trabajo e indeseables, eran seleccionados para el exterminio en sus instalaciones creadas para la “Eutanasia” mediante cámaras de gas, inyección tóxica (fenol, gasolina, aire, etc.). Así a las 05:40 de la madrugada del día 23 de septiembre de 1941 consta su fallecimiento, en lo que será el único aspense conocido hasta la fecha en morir en un campo de concentración alemán.

21 Deutsche Erd- und Steinwerke GmbH, en su traducción algo así como Tierras, Piedras y Obras Públicas Alemanas S.A. 22 A pesar de la información documental de la figura 7, sobre el traslado en vehículo para minusválidos hacia el Campo de Dachau (donde figuraba en el número 7 de la lista), su destino final fue el Castillo de Hartheim.Coinciden con esa información el Archives Memorial Mauthausen y el ITS International Suchdients. 23 CHOUMOFF, P. S. (2000): Nationalsozialistische Massentoetungen durch Giftgas auf österreichischem Gebiet 1940 – 1945. Mauthausen-Studien 1a, pp. 27-89 y MARSALEK, H. (1995): Geschichte morir des Konzentrationslagers Mauthausen. Linz, pp. 207y ss.).

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Enrique Botella Beltrá, soltero, nació en la Villa de Aspe el día 10 de mayo de 1913, en la Partida del Rollo24. De familia humilde, no católica25 y de jornaleros, fue agricultor y su última residencia estable conocida estuvo siempre en Aspe antes de su exilio y ser entregado por la GESTAPO de Munich (Geheime Staatspolizei München- Policía Secreta del Estado) al Campo de Concentración de Mauthausen el día 31 de agosto de 1941 con el número de prisionero 3.57426. La razón o categoría de su internamiento fue

“Rotspanier” (literalmente

traducido Español Rojo).El comandante en Jefe Heinrich Himmler ordenó que todos esos españoles debían ser ingresados en lo que ellos denominarían “Custodia Preventiva”27. Después de su registro en el campo, apenas unos días después fue trasladado. El 16 de septiembre de 1941 ingresó en el Campo de Vöcklabruck28. Entre las funciones que se realizaban en este campo satélite fueron: construcción de carreteras, desmontes,

24 Registro Civil Aspe. 25 No consta su bautizo en los Archivos de la Basílica Ntra. Sra. Del Socorro de Aspe. 26 BERMEJO, B. y CHECA, S. Op. Cit. pp. 351 27 Dedicada a aquellos presos con pocas probabilidades de ser “reeducados”. En realidad, el precepto de la Gestapo que utilizaba para el abuso personal era la ʺSchutzhaftʺ o ʺCustodia Preventivaʺ, un eufemismo para designar los encarcelamientos sin procedimientos legales, típicamente en campos de concentración. La persona encarcelada incluso tenía que firmar su propio ʺSchutzhaftbefehlʺ (el documento donde declaraba su deseo de ser encarcelada). Normalmente esto se lograba sometiéndola a tortura. En la figura 6, aparece su registro de entrada. Reichssicherheitshauptamt (RSHA) (Oficina Central de Seguridad del Reich) 28 Salvo dos presos, alrededor de los 300 presos que componían el campo, eran españoles republicanos. A la muerte del más viejo de ellos D. César Orquín Serra, se rebautizó su denominación como “Cäsar Commando”

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puentes, derribos, y gravera en comandos aledaños (Strassenbau I y II; Vöcklbrücke, Agerbrücke, Tiefenweg; Ringofen; Attnang-Puchheim)29. Todo el “Cäsar Comando” fue levantado en otoño de 1944 y trasladados al Subcampo de Gusen III. Seis semanas después, el día 2 de diciembre de 1944, fue transferido hasta el subcampo de Schlier-Redl-Zipf. Las labores en este campo eran variadas. Inicialmente ampliar sus túneles y bodegas, construir bunkers para los laboratorios de ensayos de armas (como cohetes y misiles), así como su combustible…etc y para construir instalaciones en los bunkers para transformadores de energía. Los accidentes, a menudo causados por el sabotaje de los presos, retrasaban permanentemente su conclusión. El 27 de marzo de 1945 fue de nuevo trasladado al subcampo de Gusen II30. Los trabajos que se desempeñaban en este comando eran además de realizar las instalaciones subterráneas, la manufactura de fusiles31 y la producción de fuselajes de aviones tipo caza32. Había un sistema de varios kilómetros de túneles que les unía con la población de St. Georgen, pero a pesar de que los reclusos fueron llevados hasta sus límites33 físicos, no pudo concluirse, pues el día 5 de mayo de 1945, el Campo fue liberado por las fuerzas de los EEUU, y con él nuestro paisano Enrique Botella Beltrá.

Manuel García Botella, nacido en Aspe el día 26 de enero de 1917 en la Calle Colón34, hijo de jornalero y de familia católica. Tuvo como profesiones conocidas

29 Así el 14 de mayo de 1942 todos los presos fueron transferidos hacia el campo de Ternberg para la construcción de carreteras y una planta de energía 30 Bergkristall o ʺCristal de Roca”: Bajo este alias, los prisioneros del campo Gusen II realizaron la construcción de una composición de galerías subterráneas para el alojamiento de la producción de diferentes trabajos. El proyecto de construcción estuvo bajo la supervisión del SS especial Kammler, sin ninguna consideración para la salud y vida de los prisioneros del campo de concentración. Miles de prisioneros perdieron la vida en este proyecto. Los cadáveres fueron quemados por lo general en el crematorio Gusen I. 31 Marca “Steyr-Daimler-Puch AG” o “Georgenmülen” nombre en código, que significa el “Molino de Jorge”. 32 Para la empresa Messerschmitt manufacturando el modelo de avión de combate “Me 262” también conocido como ʺEsche IIʺ o “ceniza II” en castellano) 33 El 90% de los reclusos deportados a Gusen II murieron durante su internamiento. El ratio de mortalidad fue de 40 muertos diarios al comienzo de la construcción hasta octubre de 1944. 34 Registro Civil Aspe.

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agricultor y pescador,35 fue registrado en Mauthausen el día 27 de enero de 1941 por la GESTAPO de Luneburgo36 con el número de prisionero 6.345 bajo la categoría de “Schutzhaftʺ o ʺCustodia Preventivaʺ37. Más tarde38 fue transferido a Vöcklabruck, corriendo la misma suerte que su compañero Enrique Botella, ya que el 2 de diciembre de 1944 fue trasladado a Schlier Redl-Zipf hasta su liberación por el Ejército Americano el día 5 de mayo de 1945.39

El campo de concentración de Mauthausen fue abierto el 8 de agosto de 1938, poco después de la anexión de Austria al Tercer Reich. Estaba situado próximo a una cantera abandonada, a unos cinco kilómetros de la pequeña ciudad del mismo nombre en La Alta Austria. Los primeros prisioneros fueron llevados al campo el 8 de agosto de 1938 y obligados a trabajar en la construcción del campo y en la extracción de piedra de la cantera.

El pueblo de Mauthausen, no muy lejos de Linz y del lugar donde nació Hitler, fue elegido para emplazar un campo de concentración por su cercanía a una cantera de granito en la que habían de trabajar los presos. Entre 1938 y 1945, a esta localidad llegaron, hacinados en trenes, cerca de 200.000 deportados. Mauthausen, configuraba el centro de una red de subcampos formado por 67 kommandos o destacamentos repartidos por toda Austria, era el único campo nazi de la categoría III, la de los prisioneros considerados irrecuperables. Allí fueron asesinados unos 116.000 hombres, entre ellos al menos 5.000 españoles. Dentro de esta red de campos, destacaron dos tristemente famosos, el de Gusen, donde sólo saldrían con vida 4 de los 296 que allí fueron deportados, y el castillo de Hartheim, el único campo de todo Tercer Reich donde no hay supervivientes. Los presos que fueron enviados a este sanatorio reconvertido en un centro de salvajes experimentos médicos40 murieron en su cámara de gas. Pocos días antes de la liberación de Gusen, los SS ordenaron exterminar a todos los supervivientes: 900 personas41.

Denominado como ʺEl campo de los españolesʺ, los primeros barracones se levantaron en 1938, y fueron albañiles españoles quienes construyeron la fortaleza.42 La mayor parte de los republicanos llegó entre 1940 y 1941 y falleció este último año o el siguiente. De hecho, en septiembre y octubre de 1941 todos los muertos de Gusen, un kommando destinado al exterminio de los presos más débiles fueron españoles. Los internos de Mauthausen trabajaban hasta la muerte por extenuación extrayendo bloques de granito de la cantera y subiéndolos a la espalda por una escalera de ciento ochenta y seis peldaños bajo la atenta vigilancia de los kapos, prisioneros que ejercían de 35 Prueba de que su último domicilio conocido estuvo en La Bauma (Barcelona) a unos 35 km. de Barcelona como consta parcialmente en el ITS Internationaler Suchdienst, ya que literalmente indicaba La Bauma (Alicante). 36 Lüneburg situada en la Baja Sajonia. 37 ITS INTERNATIONAL SUCHDIENST, mientras que Mauthausen Memorial Archives no distingue en su categoría siendo todos “español rojo” o “rotspanier”. 38 No consta ninguna fecha de este traslado en su ficha personal 39 Datos sobre los kommandos: DÜRR, D. y LECHNER, R. The Mauthausen Archive. Memorial. 40 Don Peter Eigelsberger del Dokumentation Schloss Hartheim en Alkoven (Austria) nos comenta que en el Castillo “no se realizaron experimentos con los internos pero sí fueron diseccionados sus cuerpos”. El archivo de Harteim no posee información de los presos, salvo que los familiares de los internos se las haya enviado, ya que fueron destruidos en 1944. 41 International Tracing Services. Service International of Recherches. Internationaler Suchdients. 42 Después de los polacos, deportados desde septiembre de 1939, los españoles fueron los primeros prisioneros de raza no germánica que ingresaron en ese campo austríaco.

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capataces. Cuando falleció de este modo el primer español, el 26 de agosto de 1940, sus compatriotas, ante la sorpresa de los verdugos, guardaron un minuto de silencio, situación que se repetiría en numerosas ocasiones. Con el paso del tiempo, algunos españoles pasaron a desempeñar trabajos especializados: albañiles, peluqueros, administrativos o fotógrafos tenían más posibilidades de sobrevivir que los trabajadores corrientes. También podían acceder a más información y disponer de cierta autonomía para sostener la organización clandestina republicana que, encabezada por los comunistas, funcionó desde mediados de 194143.

El estudio más amplio realizado jamás sobre los deportados españoles a los campos de concentración nazis cifra en 678 los valencianos enviados a las fábricas de la muerte del Tercer Reich. Cuatrocientos de ellos no saldrían con vida. Este nuevo censo, elaborado por la Direcció General de Memòria Democràtica de la Generalitat de Catalunya, la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y la Amical de Mauthausen, eleva hasta casi 9.000 los españoles deportados a los campos nazis.

El listado recoge 8.964 nombres y es fruto de tres años de trabajo de ocho historiadores que han investigado los registros que se conservan en los antiguos campos de concentración de Hitler en Alemania, Austria y Polonia. También han accedido a archivos alemanes no explorados hasta ahora. En ellos han descubierto 450 nuevos nombres de deportados españoles. Casi dos de cada tres de los 678 republicanos valencianos deportados a los campos de concentración fueron exterminados por la barbarie nazi: 400 (el 59% del total) fueron asesinados u obligados a trabajar hasta la muerte, 16 constan como 43 Op. Cit.

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desaparecidos (2,4%) y de otros cinco (0,7%) no se tiene ninguna información. Sólo 252 de las víctimas valencianas de Hitler fueron liberadas con vida de este infierno por las tropas aliadas y soviéticas, lo que supone un 37% de los deportados originarios de la Comunidad Valenciana, mientras que únicamente cinco (0,7%) se evadieron. El drama valenciano no difiere total de Estado español, ya que de los 8.964 deportados también murieron el 59%.

Estos casi 9.000 deportados que recoge el nuevo estudio forman parte de los cerca de 440.000 republicanos españoles que en 1939 cruzaron los Pirineos huyendo de Franco. La Comunidad Valenciana, con casi el 8% de deportados españoles, es la quinta autonomía con más víctimas del nazismo por detrás de Catalunya (22%), Andalucía (18%), Aragón (12%) y Castilla-La Mancha (10%). La mayoría de deportados de la Comunidad Valenciana eran de la provincia de Valencia, 295 de los que fueron asesinados 175. Originarios de Alicante eran 194, de los que murieron 121, y de Castellón 166, de los que perdieron la vida 110. Hay deportados de todas y cada una de las 32 comarcas de la Comunidad, siendo el Bajo Maestrat, con 37, la Vega Baja con 35, lʹAlcoià 34 y el Vinalopó Medio con 32 reclusos las comarcas valencianas que más sufrieron Mauthausen. 44

Abril de 2010

44 Nuestro más sincero agradecimiento a: Dr. Vallant y a la Drª. Barbara Schätz del Mauthausen Memorial Archive. También a la Sra. Bianka Geißler del Documents’ Research/User Service ITS, por su amabilidad al proporcionarnos los documentos de referencia y las facilidades prestadas.