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427 UNIVERSIDAD DEL VALLE DE ATEMAJAC Una alimentación correcta es punto clave en la vida del deportista, ya que le permite sacar el máximo rendimiento de su entrenamiento. Estadísticas realizadas en 1979 indican que solo el 30% de los deportistas se alimentaban equilibradamente (Pichard, 1994). En la actualidad el miedo al consumo de carbohidratos en los deportistas es evidente, debido al mito de que los carbohidratos promueven el aumento de peso, es importante señalar que los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, por lo que son indispensables sobre todo para las personas que realizan algún deporte (Gatorade Sports Sciencie Institute, 2000 y 2002). Una dieta alta en lípidos y baja en carbohidratos disminuye significativamente las capacidades físicas del deportista así como la resistencia al esfuerzo. La resistencia de los deportistas varía dependiendo de la dieta adoptada y pueden beneficiarse si el consumo de hidratos de carbono complejos es mayor que el de las grasas (Pichard, 1994). Las dietas con un gran aporte de lípidos aumentan el riesgo de sobrepeso lo cual repercute en el rendimiento del deportista (Pichard, 1994). El estado nutricio de un sujeto está determinado por el consumo de alimentos y a la vez está condicionado por factores como disponibilidad de alimentos, decisión de compra, factores sociales, económicos, culturales y psicológicos (Rivera-Barragán 2006). El consumo inadecuado de alimentos, lleva a un mal estado nutricio por deficiencia (anemia, anorexia, bulimia, etc.) ó exceso tales como obesidad, diabetes mellitus, problemas cardiovasculares, entre otras (Rivera-Barragán 2006). La dieta del mexicano está caracterizada por un alto consumo de grasas, sobre todo saturadas, colesterol y azúcares, lo cual conlleva al desarrollo de enfermedades metabólicas (Chávez, 1995). Es importante que se lleven a cabo investigaciones sobre los hábitos alimentarios de los deportistas mexicanos y sobre todo a nivel universitario, esto con la finalidad de formar atletas sanos y competentes. Cabe mencionar que ASOCIACIÓN DE LOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN CON EL PORCENTAJE DE GRASA CORPORAL EN DEPORTISTAS UNIVERSITARIOS. Mtra. Angélica Romo Cuéllar Lic. Annel Niebla Apodaca

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Una alimentación correcta es punto clave en la vida del deportista, ya que le permite sacar el máximo rendimiento de su entrenamiento. Estadísticas realizadas en 1979 indican que solo el 30% de los deportistas se alimentaban equilibradamente (Pichard, 1994). En la actualidad el miedo al consumo de carbohidratos en los deportistas es evidente, debido al mito de que los carbohidratos promueven el aumento de peso, es importante señalar que los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, por lo que son indispensables sobre todo para las personas que realizan algún deporte (Gatorade Sports Sciencie Institute, 2000 y 2002). Una dieta alta en lípidos y baja en carbohidratos disminuye significativamente las capacidades físicas del deportista así como la resistencia al esfuerzo. La resistencia de los deportistas varía dependiendo de la dieta adoptada y pueden beneficiarse si el consumo de hidratos de carbono complejos es mayor que el de las grasas (Pichard, 1994). Las dietas con un gran aporte de lípidos aumentan el riesgo de sobrepeso lo cual repercute en el rendimiento del deportista (Pichard, 1994). El estado nutricio de un sujeto está determinado por el consumo de alimentos y a la vez está condicionado por factores como disponibilidad de alimentos, decisión de compra, factores sociales, económicos, culturales y psicológicos (Rivera-Barragán 2006). El consumo inadecuado de alimentos, lleva a un mal estado nutricio por deficiencia (anemia, anorexia, bulimia, etc.) ó exceso tales como obesidad, diabetes mellitus, problemas cardiovasculares, entre otras (Rivera-Barragán 2006). La dieta del mexicano está caracterizada por un alto consumo de grasas, sobre todo saturadas, colesterol y azúcares, lo cual conlleva al desarrollo de enfermedades metabólicas (Chávez, 1995). Es importante que se lleven a cabo investigaciones sobre los hábitos alimentarios de los deportistas mexicanos y sobre todo a nivel universitario, esto con la finalidad de formar atletas sanos y competentes. Cabe mencionar que

ASOCIACIÓN DE LOS HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN CON EL PORCENTAJE DE GRASA CORPORAL EN DEPORTISTAS

UNIVERSITARIOS.

M t r a . A n g é l i c a R o m o C u é l l a rL i c . A n n e l N i e b l a A p o d a c a

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este estudio forma parte de un proyecto denominado EFINUD (Evaluación Física y Nutricional de los Deportistas), el cual pretende evaluar el estado físico-nutricio de los deportistas de las universidades privadas de Zapopan.

Planteamiento Del Problema.El deportista debe tener una alimentación diferente de la población en general, difiere en cantidad de calorías, hidratos de carbono, proteínas y lípidos. De la ingesta calórica diaria 50 a 70% debe provenir de los hidratos de carbono; los lípidos al igual que los hidratos de carbono también juegan un papel importante, actúan como fuente de energía más lenta teniendo un efecto ahorrador de glucosa en los ejercicios aerobios. (Del Castillo, 1998). Los hábitos de alimentación son determinantes en el estado de salud que repercute significativamente en la vida de los seres humanos y más aún en los deportistas.(García-Molina 2009). La práctica deportiva necesita un buen entrenamiento y una adecuada nutrición, pues son parte fundamental en la preparación del deportista. El rendimiento deportivo está condicionado por el entrenamiento, la motivación, las condiciones físicas, el medio ambiente y sobre todo la nutrición.(Rodriguez-Pérez, 2008). Es importante que los deportistas lleven una alimentación adecuada para su edad, sexo y deporte que realizan, teniendo un equilibrio en el aporte de proteínas de buena calidad, de hidratos de carbono, dando preferencia a los complejos, ya que el exceso de carbohidratos simples ponen al deportista en riesgo de padecer sobrepeso al igual que el exceso de lípidos. (Pichard, 1994). Se sabe que los hábitos de alimentación tienen un efecto positivo o negativo en la composición corporal sobre todo en el porcentaje de grasa corporal, lo que no se conoce con exactitud es cuáles hábitos impactan en mayor medida. Es por eso que no es suficiente conocer el porcentaje de macronutrimentos que se ingieren, si no de que alimentos proviene ese aporte nutrimental. Por lo que surge la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles hábitos de alimentación se asocian con un porcentaje de grasa corporal adecuado y cuáles con alto porcentaje de grasa corporal en deportistas universitarios?

Objetivos.Objetivo General:Asociar hábitos de alimentación con el porcentaje de grasa corporal en deportistas universitarios.

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Objetivos Específicos: • Aplicar encuesta de hábitos alimenticios en deportistas universitarios.• Medir la composición corporal para determinar el porcentaje de grasa en los deportistas universitarios. • Analizar la asociación entre los hábitos de alimentación y el porcentaje de grasa corporal en los deportistas universitarios.

Marco Teórico. Historia de la alimentación deportiva.La alimentación ha sido siempre un tema de importancia en el hombre, los primero datos sobre la alimentación en el deporte se tienen del año 708 a.C. cuando Lampis de Laconia el primer vencedor del pentatlón y otros atletas llevaban una alimentación rica en cereales, galletas de trigo candeal, quesos, higos secos, miel y fruta.(Francois-Creff, 1977). En la época de los filósofos Pitágoras predicaba una alimentación casi vegetariana y en casos especiales el consumo del huevo, la leche, la carne y el pescado. Hipócrates decía que la alimentación debía ser variada en cuanto a calidad y cantidad. Milón de Crotona, se dedicó a buscar que tipo de carne era la más apropiada para cada deporte. Estos filósofos sentaron las bases de una alimentación racional. (Francois-Creff, 1977), (Konopka, 1994). Después aparecieron los primero médicos deportivos, Claudio Galiano en el siglo ll Médico de la escuela de gladiadores de Pérgamo hizo estudios sobre los efectos negativos que tenía el excesivo consumo de carnes, pues decía que fatigaban rápidamente al organismo, permitiendo a los atletas solo esfuerzos de corta duración. (Francois-Creff, 1977). En la antigua Grecia los deportistas olímpicos evitaban consumir los alimentos cocidos y asados así como las bebidas frías, su alimentación estaba basada principalmente de frutos como los higos, queso y pan blanco. La mayoría de los atletas de Grecia se alimentaban a base de papillas de trigo y queso.(Konopka, 1994)

Alimentación del deportista.La alimentación es el proceso mediante el cual el organismo obtiene las sustancias necesarias para preservar la vida. Es un proceso consciente y voluntarios por el cual se escoge un alimento y se ingiere. Una vez que se ingiere el alimento comienza lo que se conoce como nutrición, que es una de procesos por el cual el organismo utiliza esas sustancias que contienen los alimentos para transformarlas en energía. (Palacios, Montalvo y Ribas s/f). Dentro del interés y de la preocupación actual por

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la relación entre alimentación y salud, los efectos de la nutrición son un punto muy importante, sobre todo en las personas que realizan algún deporte. En deportistas es esencial una adecuada nutrición para un óptimo rendimiento, rápida recuperación, y para asegurar la salud del mismo.(Brouns, s/f), (González, Sánchez y Mataix, 2006)La alimentación es el principal soporte energético y material de todos los procesos básicos involucrados en mantener la vida, por lo tanto el rendimiento deportivo está en función. Existen otros factores que optimizan el rendimiento, sin embargo la dieta del deportista ocupa un papel fundamental en el rendimiento a corto y largo plazo. (Omedilla y Andreu, 2002). Llevar una alimentación adecuada no es lo único que garantiza la mejora del rendimiento, en su defecto una alimentación inadecuada si impacta negativamente en el rendimiento. (Omedilla y Andreu, 2002). Una equilibrada alimentación y sobre todo la de un deportista debe llenar una doble necesidad, la necesidad energética que implica las calorías necesarias para el mantenimiento de la vida y la necesidad plástica que involucra la protección, reparación y construcción de tejidos. Además de conservar una buena salud, aprovechar al máximo sus potenciales físicos y permitir al deportista mantener un peso corporal adecuado con el fin de obtener mejores resultados. (Francois-Creff, 1977). Cualquier actividad física eleva los requerimientos energéticos y de algunos nutrientes, es por eso que es importante llevar a cabo una dieta equilibrada a base de una gran variedad de alimentos con un buen contenido nutrimental. (Palacios, Montalvo y Ribas s/f).

Un favorable estado nutricio es el progreso de llevar a cabo de forma continua hábitos de alimentación saludables durante un tiempo prolongado, estando sujeto a una serie de factores como lo son:

Factores individuales: edad, sexo, tamaño corporal, estatura y la personalidad de cada individuo (habilidades sociales, autoestima).Factores deportivos, ya que los tipos de deporte se agrupan en de acuerdo a las cinco principales formas de esfuerzo motrices: coordinación técnica, flexibilidad, fuerza, rapidez y resistencia.Etapa de entrenamiento: entrenamiento, mantenimiento, competición y alta competición.Ciclo anual de entrenamiento: precompetición, competición y postcompetición. (Omedilla y Andreu, 2002)

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Los deportistas deben tener una dieta rica en hidratos de carbono, ya que son la principal fuente de energía para el organismo, debido a que necesitan un requerimiento energético elevado, comparado con el de una persona que no realiza algún deporte, provoca que los deportistas modifiquen sus hábitos alimenticios inadecuadamente tomando del 30 al 50 % de su ingesta diaria en alimentos de alto contenido energético pero con deficiencia de nutrientes, dando como consecuencia una baja calidad de la dieta. (Brouns, s/f). El deportista se puede comparar con otros individuos que llevan alguna actividad laboral que requiere de mayor aporte energético (pescadores, mineros, etc.) y un ligero aumento en los micronutrientes. (González, Sánchez y Mataix, 2006). En la alimentación de los deportistas se debe tener en cuenta el requerimiento energético, la disciplina deportiva, el tipo de deporte y el período de actividad deportiva en donde se encuentra. (González, Sánchez y Mataix, 2006). La alimentación de los deportistas tiene como objetivos el mantener un peso adecuado para llevar de la mejor manera la actividad deportiva correspondiente, mantener el porcentaje de grasa adecuado a cada deporte, mantener en un buen nivel los depósitos de glucógeno hepático y muscular y asegurar un buen estado de salud. (González, Sánchez y Mataix, 2006). Las necesidades energéticas de un deportista durante su entrenamiento dependen de la duración y la intensidad del esfuerzo, las dimensiones de la masa muscular en acción y la etapa en donde se encuentre el entrenamiento. Los deportistas que se encuentran en una etapa avanzada del entrenamiento tienen un consumo menor que las personas que no están acostumbradas al mismo esfuerzo, debido a que tienen un mejor grado de acción del trabajo muscular y mayor economía del metabolismo, disminuyendo el gasto cardiaco y respiratorio. (Konopka, 1994). Es importante para optimizar y aumentar el rendimiento del atleta que se lleve a cabo una adecuada nutrición con un aporte energético adecuado el cual compense el gasto calórico; varios autores señalan que gran parte de los deportistas fracasan debido a que el aporte calórico de su alimentación no es el adecuado para mantener un optimo rendimiento y el desarrollo o mantenimiento de la masa muscular (Pérez-Guisado, 2009). Las sustancias que aportan energía son los hidratos de carbono, las grasas y proteínas. En teoría estos macronutrientes pueden sustituirse mutuamente para obtener energía. Esto se expresa en la ley isodinámica, donde se dice que 1 gramo de grasa es igual a 2.27 gramos de hidratos de carbono o proteínas; y 1 gramo de hidratos de carbono es equivalente a 1 gramo de proteína ó 0.44 gramos de grasa. (Konopka, 1994). Cabe mencionar que las proteínas no pueden ser sustituidas por los hidratos de carbono o las grasas en cuanto a su función plasmática, lo citado

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anteriormente se debe de tener en cuenta para proporcionar las cantidades adecuadas de cada macronutriente.(Konopka, 1994). En las personas que no realizan alguna disciplina deportiva el aporte nutricional quedaría distribuido de la siguiente manera: 50-60% hidratos de carbono, 12-15% proteínas y 25-35% de lípidos o grasas, esto es tomado en cuenta de su requerimiento energético total. (Konopka, 1994). El porcentaje de carbohidratos debe oscilar entre un 60-70% (aproximadamente de 5 a 9 g/kg/día) de su requerimiento total diario, para mantener el glicógeno hepático y muscular. Del requerimiento total de hidratos de carbono 5 al 10% máximo debe provenir de carbohidratos simples y del 90 al 95% de carbohidratos complejos. Los carbohidratos deben de provenir de cereales, legumbres, frutas y verduras.(Hawley y Burke, 2000). Lo anterior mencionado es la sugerencia para deportistas con entrenamiento de intensidad moderada, dos a tres horas por día de 5 a 6 veces por semana. En el caso de los atletas que tienen un entrenamiento de alta intensidad, 3 a 6 horas, 1 a 2 veces por día de 5 a 6 veces por semana; la necesidad energética a partir de los hidratos de carbono aumenta de 8 a10 g/kd/día. En cuanto a las personas o atletas que su entrenamiento no rebasa las 6 horas a la semana, la necesidad de hidratos de carbono no rebasa los 5 g/kg/día (Pérez-Guisado, 2009).

La primera fuente de energía que se consume durante el ejercicio es la glucosa de la sangre, una vez que esta se agota, se pasa a utilizar los depósitos de glucógeno de las células musculares y hepáticas y cuando éstos se agotan, se procede a la utilización inadecuada de los lípidos, lo que produce una cetosis y por consecuente una fatiga muscular (González, Sánchez y Mataix, 2006). Por otra parte después de que se absorbe la glucosa, si se ha consumido un exceso de los requerimientos inmediatos de energía, después de que es almacenada en hígado y músculo, lo que sobra se transforma en grasa en forma de triglicéridos lo cual se ve reflejado en un aumento del tejido adiposo y por consecuente en sobrepeso u obesidad (Hoeger y Hoeger, 2006). El consumo adecuado de proteínas es de suma importancia para cualquier deportista, pues favorecen al desarrollo de masa muscular, la actividad y los rendimientos musculares en general, además de las capacidades de concentración, coordinación y rendimiento. Una dieta pobre en proteínas dificulta el rendimiento en cualquier disciplina deportiva. La proporción de proteínas debe estar entre un 15 y 22% de las kilocalorías totales de la dieta. Para deportes de resistencia se utiliza el límite inferior 15% (1.2-1.4 g/kg de peso corporal al día) y el límite superior 22% para los deportes de fuerza (1.4-1.8 g/kg de peso corporal al día (Konopka, 1994),

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(González, Sánchez y Mataix, 2006)

El objetivo de dar un buen aporte proteico es crear un balance nitrogenado de positivo, de lo contrario con el tiempo habría una pérdida de masa muscular e intolerancia al ejercicio.(Pérez-Guisado, 2009). Las proteínas también pueden ser utilizadas como fuente de energía exclusivamente en el caso de que los carbohidratos no sean suficientes.(Hoeger y Hoeger, 2006). Las proteínas que se consumen en exceso no pueden ser almacenados por lo que se degradan y el Nitrógeno excedente se excreta como urea. Las proteínas poseen propiedades nutricionales, funcionales y biológicas específicas las cuales dependen de la conformación y del acomodo de los aminoácidos en la cadena, que a su vez son propiedades controladas genéticamente; este acomodo se clasifica en cuatro tipos de estructura y es sumamente importante para la función (Ramirez Zermeño y Pérez-Bejaranor, 2006). En el deportista el porcentaje de lípidos que representa en la dieta va desde un 25 al 30% de su requerimiento total calórico (Konopka, 1994). El exceso o el déficit de lípidos en la dieta pueden tener efectos adversos para la salud. Una dieta con un porcentaje de lípidos elevados, por arriba de 35% del total del requerimiento energético diario, es un indicador de que esa dieta tendrá deficiencia de hidratos de carbono, lo que conlleva a un nivel inadecuado de almacenamiento de glucógeno aunado a la predisposición al aumento de peso comprometiendo doblemente el rendimiento deportivo (Palacios, Montalvo y Ribas s/f). Si además de tener una dieta rica en lípidos, son de origen animal o son ácidos grasos saturados, pueden ocasionar un aumento del colesterol en sangre con futuras repercusiones a la salud (Palacios, Montalvo y Ribas s/f).Por otra parte, si el contenido de los lípidos en la dieta es bajo, menor al 15% del requerimiento energético total existe alta probabilidad de padecer deficiencia de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales (Palacios, Montalvo y Ribas s/f).Durante el ejercicio los lípidos funcionan como sustrato para la obtención de energía mediante el metabolismo energético aeróbico. La colaboración de los lípidos como combustible para el músculo se eleva conforme aumenta la duración y disminuye la intensidad del esfuerzo físico (Palacios, Montalvo y Ribas s/f).

Composición corporal.Importantes científicos de la época contemporánea hicieron aportaciones valiosas al campo de la composición corporal. En la antigua Grecia ya se tenía conocimiento sobre la forma humana y la relación con las variables de su contexto.(Steven,

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Timothy, Zimian y Sxott, 2007). Los griegos son considerados la primera población que clasifico en dos grupos a los humanos de acuerdo a su morfología: los delgados o tísicos, con predominio del eje longitudinal sobre el transversal y a los que se les relacionaba con un carácter con predomino hacia la introversión, y el otro grupo los apopléticos o musculosos, en donde el eje transversal predominaba. Estas clasificaciones tenían la intensión de explicar las características físicas y mentales de acuerdo al aspecto físico y la composición corporal de los humanos.(Garrido-Chamorro y González-Lorenzo, 2005). Los griegos además tenían la creencia de que el cuerpo humano se conformaba por los elementos básicos: agua, fuego, aire y tierra, ya que las cualidades de estos podían ser fría, caliente, seca o húmeda. Los alimentos que ingerían consistían en estos elementos por lo que pensaban que la digestión los convertía en sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Estas creencias fueron estudiadas en el siglo XX por investigadores como J. Matiegka quien expuso un modelo antropométrico para estimar la masa muscular corporal total en el año de 1921.(Steven, Timothy, Zimian y Sxott, 2007). Behnke a principios 1940 introdujo el método de peso bajo el agua y el modelo de dos componentes con el cual proporciono un método simple y práctico para medir en humanos la masa libre de grasa y la masa grasa.(Steven, Timothy, Zimian y Sxott, 2007). La composición corporal de un organismo está dada por la acumulación neta durante la vida de nutrientes y otros sustratos los cuales se obtienen del medio ambiente y son retenidos por el cuerpo. Estos componentes le proporcionan vida al organismo. Los componentes que van desde elementos, hasta tejidos y órganos son los tabiques que dan masa, forma y función a todos los seres vivos.(Heymsfield, Lohman, Wang y Going 2007). Se entiende por composición corporal la suma de los diversos tejidos y sistemas que conforman el cuerpo humano. Químicamente el cuerpo se divide en dos compartimentos: componente graso, que es la masa grasa también llamada porcentaje de grasa corporal (MG) y componente no graso del cuerpo que es la masa magra o masa libre de grasa (MLG).(Hoeger y Hoeger, 2006). ,(Kweitel, 2007). La MG contenida en el cuerpo se divide en dos tipos: grasa esencial y grasa almacenada. La MG esencial es indispensable para llevar a cabo las funciones fisiológicas normales. Esta grasa constituye cerca del 3% del peso total en los hombres y del 9-12% en las mujeres. El porcentaje es más alto en las mujeres porque éste incluye grasa específica del sexo femenino, como la que se encuentra en el tejido del pecho, útero y otros depósitos de grasa exclusivos de la mujer asociados al proceso reproductor.(Hoeger y Hoeger, 2006). ,(Williams, 2006). La MG almacenada, es decir, la MG

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corporal acumulada en el tejido adiposo, se encuentra mayormente debajo de la piel (grasa subcutánea) y alrededor de los órganos principales del cuerpo (grasa visceral) asociada al aumento de riesgos a la salud. La MG no es más que un deposito de los excesos de energía.(Hoeger y Hoeger, 2006). , (Williams, 2006). En la MLG se incluyen todos los componentes funcionales del organismo implicados en los procesos metabólicamente activos. El contenido de la MLG es muy heterogéneo e incluye: huesos, músculos, agua extracelular, tejido nervioso y todas las demás células que no son adipocitos.(Heyward, 2001).

La composición corporal para ser estudiada esta organizada en tres áreas interconectadas. En la primera se incluye las reglas y modelos de la composición corporal, en donde se comprende los componentes mismos, definiciones y asociaciones entre estos. Existen entre 30 a 40 componentes principales que incluyen aquellos que representan combinaciones de componentes en diferentes niveles: cuando se combinan se les da el nombre de modelos. Un ejemplo sería es la predicción de la MG (fat-free mass, FFM, kg) a partir del agua corporal total (total body water, TBW, kg) como FFM = TBW/0.732, en este modelo se asume que la FFM es de 73.2% agua.(Steven, Timothy, Zimian y Sxott, 2007). En la segunda área de investigación esta comprendida la metodología de la composición corporal. En donde se cuenta con métodos in vivo o in vitro para medir los principales componentes corporales en cinco niveles. En la tercer área de la investigación se considera la variación de la composición corporal y comprende los cambios de la composición corporal relacionados con las condiciones fisiológicas y patológicas. En estas áreas se toma en cuenta el crecimiento, desarrollo, envejecimiento, raza, nutrición, efectos hormonales y medicamentos los cuales pueden tener impacto en la composición corporal del ser humano.(Steven, Timothy, Zimian y Sxott, 2007). Para la valoración de la composición corporal, existe una gran variedad de métodos, los cuales se pueden clasificar en:

1.Métodos directos: Basados en el procedimiento de disección de cadáveres. Es el único absolutamente válido y no depende de supuestos teóricos.(Sáez-Madain, 2004).

2. Métodos indirectos: nombrados in vivo. Considerados así porque

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para calcular cualquier parámetro lo hacen a partir de la medida de otro, como por ejemplo la utilización de la densidad corporal total para estimar la composición corporal, presuponiendo una teórica y constante relación cuantitativamente entre ambas variables.(Sáez-Madain, 2004).

3. Métodos doblemente indirectos: Son producto de ecuaciones derivadas de algún método indirecto, en la cual se encuentran las fórmulas bicompartimentales basadas en la medición de los pliegues cutáneos para estimar el contenido lipídico corporal total.(Sáez-Madain, 2004).

En cuanto a composición corporal se refiere, se puede medir en uno, dos, tres, cuatro y cinco componentes. La mayoría de los métodos para la determinación de la composición corporal siguen el modelo bioquímico de dos componentes, según el cual un componente se estima y el otro se obtiene por defecto.(Kweitel, 2007). El modelo de dos componentes se basa en el principio hidrostático de Arquímedes (todo cuerpo sumergido en un líquido experimenta una fuerza hacia la superficie igual al peso del volumen de agua que desaloja). Según el método hidrodensitométrico existe una relación directa entre la densidad del cuerpo y su contenido de masa grasa.(Kweitel, 2007). Para aceptar este método deben asumirse tres conceptos básicos de constancia biológica:

• La densidad de la MG es 0.900 g/ml y MLG es de 1.100 g/ml. • Los componentes de la MLG están en proporciones fijas en todos los individuos. • Las densidades de los componentes de la MLG son constantes en todos los individuos.(Kweitel, 2007).

El inconveniente que presenta el método de dos componentes es considerar que la densidad de la MLG es constante. Si su valor fuera superior a 1.100 g/ml, al aplicar ecuaciones de regresión para determinar MG se obtendrían porcentajes negativos de ésta última, un supuesto fisiológico y anatómicamente imposible de sustentar. El valor de la densidad de la MLG depende de la variabilidad de las proporciones de sus componentes y de la variabilidad de las densidades de esos componentes. (Kweitel, 2007). Dentro de los métodos doblemente indirectos se

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encuentra la antropometría que es la parte de la antropología, que trata las medidas y proporciones del organismo humano, con fines comparativos y estadísticos.(Pellenc, 2006). La antropometría es una rama de la antropología que consiste en una serie de mediciones técnicas sistematizadas que expresan cuantitativamente, las dimensiones del cuerpo humano es una herramienta útil para determinar la MG y MLG del cuerpo humano que tiene fines comparativos y estadísticos. Wang Z. et al en 1992 la define como aquella rama de la biología humana que se ocupa de la cuantificación in vivo de los componentes corporales, las relaciones cuantitativas entre los componentes y los cambios cuantitativos en los mismos relacionados a varios factores influyentes.(Pellenc, 2006). Entre los primeros estudios de composición corporal sobre la base de mediciones antropométricas se encuentran los de Kupriyanok en 1890 utilizando perímetros corporales y en 1921 Matiegka quien realizó el primer estimado de los distintos componentes del peso del cuerpo a partir de las mediciones antropométricas y la disección de cadáveres.(Rodríguez, 2004). Los métodos antropométricos fueron utilizados por primera vez en deportistas de alto nivel por Knoll en 1928 durante los Juegos Olímpicos de Verano de Ámsterdam.(Garrido-Chamorro y González-Lorenzo, 2005). En el deportista la grasa corporal ocupa un lugar importante, la deficiencia de este componente deteriora la salud y el rendimiento deportivo. Estudios han mostrado que de los deportistas de sexo masculino que tienen menor cantidad de grasa corporal son los corredores de media y larga distancia con un 6% de grasa corporal total. Seguidos por los jugadores de basquetbol, ciclistas, luchadores, gimnastas, velocistas, triatletas y saltadores con 6 a 15% de grasa corporal total y por ultimo se tiene a los futbolistas y jugadores de futbol americano con un 6 a 19%.(Pérez-Guisado, 2009). Referente a las mujeres deportistas las que cuentan con porcentaje de grasa menor son las triatletas, ciclistas y corredoras con un 6 a15% de grasa corporal total. Jugadoras de futbol, tenis, natación y voleibol con un 10 a 20% de grasa corporal total. El porcentaje de grasa mínimo relacionado con un estado de salud adecuado es de 5% para los hombres y 12% para las mujeres.(Pérez-Guisado, 2009). La evaluación constante de la composición corporal es importante para tener el control de la salud y el estado nutricional de los atletas y demás población que realice ejercicio. La evaluación regular del peso y de la composición corporal posibilita la detección de cambios potencialmente dañinos que ocurren como resultado de prácticas nutricionales inapropiadas, un entrenamiento excesivo o la presencia de alguna enfermedad.(Burke, 2007).

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Estudios relacionados con los hábitos de alimentación y porcentaje de grasa corporal en deportistas.Los buenos hábitos de alimentación son de suma importancia para tener un óptimo estado de salud. En los deportistas no solo permiten el buen estado de salud, también tienen un alto impacto en su rendimiento físico, ya que al tener buenos hábitos en la alimentación mantienen una adecuada composición corporal para rendir más en la disciplina que practiquen y así lograr sus objetivos.(Ubeda, Palacios, Montalvo, García B., García A., e Iglesias, 2010). En un estudio realizado en 22 deportistas españoles de élite pertenecientes a las selecciones nacionales de disciplinas de combate se evaluó la ingesta dietética, los hábitos de alimentación por medio de un cuestionario de frecuencias de consumo de alimentos, así como la composición corporal por medio de DEXA y bioimpedancia.(Ubeda et al, 2010). En este estudio se pudo observar que el peso y la composición corporal fueron similares a los descritos previamente, aunque casi la mitad de los deportistas estaba moderadamente por encima de su peso de competición. Se observó un consumo bajo de verduras y hortalizas (77% de los individuos) y cereales, pan, arroz, papas y pastas (73%) y elevado de carnes grasas, embutidos. Las principales preferencias fueron pasta, carne y cereales; las aversiones, legumbres, verduras y pescado. Las preferencias sólo se relacionaron estadísticamente con la ingesta de legumbres, yogurt y frutos secos.(Ubeda et al, 2010). Llegando a la conclusión de que la oferta alimentaria a la que tienen acceso estos deportistas y su selección dietética son adecuadas, aunque el consumo de algunos grupos de alimentos (verduras y hortalizas; carnes grasas, embutidos) no se ajusta a las recomendaciones. Presentan un peso ligeramente superior al de su categoría de competición, lo que es característico de este tipo de deportes. No obstante, muestran unos conocimientos aceptables sobre nutrición y dietética aplicada a su deporte.(Ubeda et al, 2010). En el año 2007 Sánchez J. y Sánchez E.(Sánchez-Benito y Sánchez-Soriano, 2007). llevaron a cabo un estudio en 34 ciclistas españoles pertenecientes al equipo junior de 15 a 17 años y al equipo sub 23 de 18 a 23 años, en donde se les realizó una evaluación nutricional por medio de la ingesta reportada en un cuestionario de 7 días consecutivos, encontrando que estos atletas consumen una cantidad excesiva de proteínas del 16 al 36% de la energía diaria, así como un elevado aporte de lípidos que va desde un 38 a un 71% sobre todo de grasas saturadas y el 44.94% de su consumo diario de energía proviene de los hidratos de carbono.

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Metodología.Es un diseño transversal analítico, en deportistas universitarios pertenecientes a universidades privadas de Zapopan, la muestra se obtuvo a partir de una fórmula estadística teniendo como resultado una n=180 atletas. La técnica de muestreo fue no probabilística con sujetos voluntarios. Los materiales utilizados fueron; Báscula modelo seca 813 ® con una capacidad de 200 kg y una escala de 100 g; plicómetro slim guide ®, con una apertura de 80 mm de precisión de 1 mm; estadímetro portátil seca 214 ®, con un rango de medición de 2 - 207 cm y una división de 1 mm. y cinta Rosscraft ® con escala de 0 a 200 cm. Las medidas antropométricas para determinar la composición corporal se obtuvieron a partir de los criterios establecidos por la Sociedad Internacional para el Avance de la Kineantorpometría (ISAK por sus siglas en inglés), las mediciones fueron tomadas por expertos que cuentan con la certificación ISAK nivel 1.(Sociedad Internacional para el Avance de la Kinantropometría., 2001)La composición corporal se obtuvo por medio del método de dos componentes (masa grasa y masa libre de grasa), utilizando el software para el control de evaluaciones antropométricas B.O.R.I.S. La fórmula que se utilizo para determinar el porcentaje de grasa en los atletas es la fórmula propuesta por Faulkner derivada de Yugasz:

% Graso = (sumatorio de 4 pliegues)*(0.153)+(5.783) (Garrido 2005).Pliegues utilizados: tricipital, subescapular, suprailiaco y abdominal. Para la clasificación del porcentaje de grasa se realizó una adaptación de J. H. Wilmore y D. L. Costill (1988).

Hábitos De Alimentación.La encuesta sobre hábitos de la alimentación fue tomada de la encuesta propuesta por Williams, la cual adaptó de Nutrittión Action Healthletter.(Williams, 2002). Dicha encuesta se modificó para la población mexicana, por lo que consistió en 30 preguntas en donde se evaluó el consumo de los alimentos tanto en frecuencia como en raciones y grupos de alimentos. La encuesta se dividió en 5 apartados: el primer apartado consta de 6 preguntas sobre el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales; el segundo apartado son 8 preguntas donde hace referencia al consumo de carnes, aves y pescados; en el tercer apartado son 7 preguntas relacionadas con el uso de alimentos mixtos tales como que salsa o aderezo suele ponerle a un sándwich ó pasta; el cuarto apartado son 5 preguntas vinculadas al consumo de grasas y aceites; por último el quinto apartado consto de 4 preguntas en relación al consumo de postres. Como no se pretendía clasificar los hábitos en buenos, malos o regulares sino asociar

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cada hábito con el porcentaje de grasa, se tomo como respuesta correcta aquella que represente el hábito recomendado por la encuesta sobre hábitos de alimentación adaptada por Williams.

Una vez que se obtuvo la muestra y los resultados de la composición corporal, se hicieron dos grupos (casos y control) para poder realizar el análisis. Dentro del grupo control se concentraron aquellos atletas que se encontraron con porcentaje de grasa corporal adecuado y que además tenían el hábito esperado. En el grupo casos pertenecen aquellos atletas que no tenían el porcentaje de grasa corporal adecuado y no tenían el hábito esperado. No se inclucyó a los Universitarios que no contestaran adecuadamente la encuesta de hábitos alimenticios ó que por alguna razón física no se le hayan podido tomar las mediciones antropométricas. Esta investigación contó con la participación de la MNC. Luz Angélica Romo Cuélla y LN. Annel Niebla Apodaca. Y dos colaboradores: L. N. Miriam Méndez del Villar y L. N. Mayerling Elizabeth Verduzco. Se llevó a cabo de acuerdo a los artículos 96 al 110 de la ley general de salud especializados para la investigación con seres humanos, por lo que se pidió autorización a los entrenadores de los deportistas evaluados y a cada uno de los participantes, sin necesidad de firmar carta de consentimiento debido a que el riesgo es mínimo ya que solo fue la toma de medidas antropométricas y el llenado de una encuesta de hábitos de alimentación. Los textos y la base de datos fueron elaborados y capturados en Microsoft office Word 2010 y Microsoft office Excel 2010. Para la determinación de la composición corporal se utilizo un software de apoyo utilizado para la valoración de la misma en deportistas. (B.O.R.I.S.)

Para el análisis de la información se uso la estadística descriptiva presentando promedios, valores mínimos, máximos, desviación estándar. Para el análisis estadístico se uso odd rattios (OR) nivel de significancia de 95% y un error del 5%. Este análisis se llevo a cabo con el programa SPSS 17 y epi Info.

Resultados.En este estudio se evaluaron 180 atletas, tanto hombres como mujeres, de distintas disciplinas deportivas en 3 diferentes Universidades privadas de Zapopan. Entre las disciplinas evaluadas se encuentran atletismo, natación, basquetbol, futbol soccer, voleibol, tenis, tae kwon do, futbol americano y danza. De los 180 deportistas, 133 fueron hombres (73.8%) y 47 mujeres (26.1%). La edad promedio de los atletas fue

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de 20.43 años (± 1.85), con una edad mínima de 17 años y una edad máxima de 26 años. El peso promedio es de 70.31 kilogramos (± 13.29), con peso mínimo de 42 y un máximo de 127 kilogramos. La estatura promedio es de 173.66 centímetros (± 9.33) con una estatura mínima de 153 y una estatura máxima de 195 centímetros (cuadro 1). La edad promedio de los atletas masculinos fue de 20.62 años (± 1.9), con una edad mínima de 18 años y una edad máxima de 26. El peso promedio de los deportistas fue de 74.36 kilogramos (± 11.86), encontrándose un peso mínimo de 24 y máximo de 127 kilogramos. En cuanto a la estatura se encontró una talla media de 176.99 centímetros (± 7.9), una estatura mínima de 153 y máxima de 195 centímetros.En cuanto a las 47 atletas femeninas se encontró una edad promedio de 19.89 años (± 1.15), con una mediana de 20, una edad mínima de 17 y máxima de 24. El peso promedio de las atletas fue de 58.87 kilogramos (± 10.12), con una mediana de 57.9 kilogramos, un peso mínimo de 42 kilogramos y máximo de 101. En cuanto a la estatura se encontró una estatura promedio de 164.25 centímetros (± 5.74), una mediana de 163.2, una talla mínima de 155 y máxima de 175 centímetros.

De los 180 atletas evaluados 89 (49.5%) se encontraron dentro del rango adecuado de porcentaje de grasa, de los cuales 69 (77.5%) fueron hombres y 20 (22.5%) mujeres; dentro del rango inadecuado de porcentaje de grasa se encontraron 91 (50.5%) atletas de los cuales 64 (70.3%) son hombres y 27 (29.7%) mujeres. El porcentaje de Masa Grasa promedio encontrado en los atletas es de 16.23% (± 4.85), con un porcentaje mínimo de 9 y un porcentaje máximo de 32%. En cuanto al porcentaje de Masa Libre de Grasa se obtuvo un promedio de 83.77 (± 4.85), con un porcentaje mínimo de 68 y un máximo de 91. Para conocer los hábitos de alimentación de los atletas fue aplicada una encuesta que permitió establecer si esos hábitos eran los recomendados según el consumo de diferentes alimentos así como la forma en la que eran preparados. Dicha encuesta fue tomada de la encuesta publicada por Williams adaptada de Nutrittión Action Healthletter y esta a su vez se modifico para poder ser aplicada a la población de estudio de la presente investigación. (Williams, 2002).

Se trabajó con un grupo control y un grupo que correspondía a los casos. En el grupo control se incluyó a los deportistas que tenían un porcentaje de grasa adecuado y el hábito esperado. Por lo tanto en el grupo de los casos se incluyeron los que tenían el porcentaje de grasa inadecuado y no tenían el hábito esperado. Al hacer

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la asociación de los hábitos de alimentación con el porcentaje de grasa corporal se encontró en las raciones de leguminosas consumidas a la semana una OR de 2.04 (IC 1.05-3.95, p=0.02); en cuanto a las raciones de cereal consumidas al día se encontró una OR de 1.06 (IC 1.06-1.88, p= 0.02), al analizar que se le unta al pan se encontró una OR de 0.46 (IC 0.24-0.87, p= 0.01).

Discusión.Una inadecuada alimentación generada por los malos hábitos, la falta de conocimiento sobre el tipo de alimentos que debe tener un deportista y la exigencia del entrenamiento deportivo, han resultado ser los factores que perjudican mayormente la composición corporal afectando también al rendimiento. Al hablar de hábitos de alimentación saludables, se hace referencia a la necesidad de que una actividad como es la alimentación diaria se haga de forma adecuada, es decir que aporte el contenido de nutrientes necesarios y se adapte a cada persona.

Al analizar los hábitos de alimentación y asociarlos con el porcentaje de grasa de los deportistas universitarios se encontró lo siguiente:

En cuanto al grupo de las frutas se observó que más de la mitad de los deportistas si consumen la cantidad esperada (3-5 raciones al día) de acuerdo al artículo publicado en el 2010 por Ubeda N. et al.34 y 41.11% de deportistas estaban arriba de lo esperado, de acuerdo a la estadística no se asocia el consumo de fruta con el porcentaje de grasa corporal sin embargo se debe vigilar mas este consumo que se encuentre dentro de lo recomendado, ya que las frutas forman parte de un grupo alimentario indispensable para mantener el equilibrio de la dieta humana, pues aportan principalmente fibra, vitaminas sobre todo vitamina C y A además de aportar minerales. La fibra que contienen las frutas ayudan al transito intestinal y también se han demostrado efectos hipocolesterolemiantes (Astiasarán-Anchía, 2000).

En cuanto al consumo de verduras el 60% de los deportistas se encuentran por arriba del consumo esperado (2-4 raciones al día) tomando como referencia lo publicado por Ubeda N. et al (Ubeda et al, 2010). Estadísticamente no se encontró una asociación con el porcentaje de grasa corporal, aun así es importante vigilar el consumo de estos alimentos ya que junto con las frutas forman parte de los alimentos que más contribuyen a la función reguladora del organismo, principalmente por el aporte de

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vitaminas y minerales así como fibra y agua la cual es su mayoría forma parte del agua que necesita el organismo (Astiasarán-Anchía, 2000). Las frutas y verduras también aportan carbohidratos los cuales son el principal aporte energético. Las verduras a diferencia de las frutas aportan proteínas (5%) aunque su valor biológico es bajo (Astiasarán-Anchía, 2000).

Respecto a la pregunta que suelen comer entre comidas, considerando las propiedades que tienen las frutas y verduras, este era el hábito esperado y poco más de la mitad de los atletas evaluados no estaban dentro de lo recomendado. Estadísticamente no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal, pero si es importante educar a esta población a tener un consumo adecuado de frutas y verduras, por lo menos 3 raciones de verduras y 2 raciones de fruta al día por el contenido de vitaminas y sobre todo fibra, dicha recomendación fue dada en un artículo publicado en el 2006 por Escudero y Álvarez para población normal (Escudero-Alvarez y González-Sánchez, 2006). El 63.33% de los deportistas tienen un consumo inadecuado de leguminosas, al aplicar la estadística se encontró que el consumir de 2 a 3 raciones de leguminosas por semana lo recomendado por Ubeda (Ubeda et al, 2010) está relacionado como factor predisponente al aumento de grasa corporal. Si bien las leguminosas son fuente de proteína, fibra y bajas en grasa también contienen gran cantidad de carbohidratos (Astiasarán-Anchía, 2000) y el consumo elevado de carbohidratos esta relacionado con el aumento de la masa corporal. Al considerar que el estudio fue realizado en deportistas a nivel universitario, se viene a la mente que la población deportista necesita de un consumo elevado de hidratos de carbono debido al gasto elevado de energía que se tiene durante los entrenamientos y competencias, lo que lleva a pensar que la población estudiada no tiene un adecuado entrenamiento por lo tanto no es necesario aumentar la cantidad de hidratos de carbono ya que solo se estaría propiciando el aumento de la grasa corporal.

En lo que respecta a las raciones de cereales consumidas al día 64.44% de los atletas no están dentro de lo recomendado (6 a 11 raciones por día) de acuerdo a lo establecido por Ubeda (Ubeda et al, 2010). Al realizar el análisis estadístico se encontró que el consumo de 6 a 11 raciones de cereales al día en esta población se asocia con predisposición a tener porcentaje de grasa corporal elevado. Es necesario considerar que el estudio con el cual es comparado fue realizado en deportistas elite y el nivel de entrenamiento es más intenso que el realizado en deportistas universitarios

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de México. Además los cereales tienen como componente predominante el almidón y junto con las leguminosas son importantes fuentes de este polisacárido. Sin embargo su contenido difiere de unos cereales a otros, en la avena, cebada y centeno se encuentra en menor cantidad, en los que se eleva el contenido de otros hidratos de carbono principalmente polisacáridos no amiláceos. A final el consumo elevado de cereales ya sea ricos en almidón u otro tipo de hidrato de carbono se ve reflejado en un acumulo de grasa corporal, razón por la cuales los dos últimos grupos de alimentos expuestos (leguminosas y cereales) se asocian negativamente con el porcentaje de grasa corporal. Los cereales también contienen de 2 a 3% de lípidos a excepción de la avena que tiene 5.7%; las vitaminas son otros nutrientes presentes en los cereales, sobretodo vitaminas del complejo B las cuales ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso (Astiasarán-Anchía, 2000).

En cuanto al tipo de pan y cereales consumidos, 62.22% de los atletas consumen lo recomendado (pan integral) y 37.78% otro tipo de pan. 40% de los atletas prefieren cereales completos, es decir que contengan fibra y 60% consumen cereales bajos fibra. Aunque en el análisis estadístico no se encontró asociación entre estos hábitos y el porcentaje de grasa elevado, se debe fomentar el consumo de cereales y panes con fibra; ya que el la fibra dietética al ser sustancias de origen vegetal que resisten a la hidrólisis por las enzimas digestivas llegan intactas al colon donde algunos pueden ser hidrolizados y fermentados por la flora colón. La fibra dietética se ha asociado con disminución de factores de riesgo cardiovascular y a un menor riesgo de enfermedad aterosclerótica por el efecto hipocolesterolemiante que tiene. En un análisis de 5 estudios epidemiológicos en donde se incluían a 239,485 sujetos se comprobó que el consumo de fibra reduce 19% el riesgo de desarrollar diabetes mellitus, pues disminuye la glucosa postpandrial y aumenta la sensibilidad a la insulina, lo cual ayuda a que no se generen moléculas inflamatorias las cuales bloquean el metabolismo de los lípidos haciendo que estos se acumulen en forma de tejido adiposo. Es importante que dentro de la alimentación tanto de personas sanas como deportistas se tenga un consumo de fibra dietética de 28 gramos al día para mujeres y 36 para hombres (Escudero-Alvarez y González-Sánchez, 2006), (Fernández-Miranda, 2010).

En el hábito de consumo de carnes rojas ricas en grasa por semana menos de la mitad de los atletas se encontraron dentro del hábito recomendado (0-2 veces por

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semana) tomado por Ubeda (Ubeda et al., 2010). Cuando se preguntó el consumo de carnes rojas magras, 66.11% de los atletas se encontraron dentro de lo esperado (3-4 raciones por semana) tomando como base el artículo de Ubeda (Ubeda et al, 2010). Al observar los porcentajes de los atletas dentro y fuera del consumo esperado tanto para carnes rojas ricas en grasa como para carnes rojas magras, se puede ver a simple vista que consumen más carnes rojas magras que ricas en grasas, aun así el consumo de carnes rojas ricas en grasas es más elevado. En cuanto al tamaño de la porción de carne después de cocinada lo esperado era de 120-150 g (Ubeda et al, 2010), poco más de la mitad de los atletas estaban dentro de la recomendación. Respecto al tipo de carne consumida, 85% de los atletas se encontró dentro de lo esperado (pollo, pescado, res). Al analizar estadísticamente el grupo de carnes no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal, pero es importante tomar en cuenta que aunque este grupo su principal aporte es proteico, también contiene grasas. Los lípidos o grasas debe estar presente en una dieta saludable máximo en un 30% del requerimiento total, de los cuales al menos 15% debe provenir de ácidos grasos insaturados, 8% polinsaturados y menos del 7% saturados. Al hablar de carnes rojas ricas en grasa, la grasa principal contenida en dichos alimentos por ser de origen animal seria la grasa saturada. La necesidad de ingerir alimentos con lípidos para el buen funcionamiento del organismo es obvia. No obstante se deben tener en consideración dos aspectos importantes. En primer lugar de cualquier nutriente puede llegar a tener efectos negativos a la salud y en segundo lugar no todos los tipos de grasas tienen en el mismo efecto sobre la salud, razón por la cual los porcentajes en los cuales deben aportarse a la dieta son distintos (Astiasarán-Anchía, 2000).

Las principales enfermedades relacionadas con la ingestión elevada de grasas, principalmente saturadas son la obesidad que no es más que el acumulo excesivo de grasa en el organismo, enfermedades cardiovasculares y algunos procesos tumorales. Al hacer estas aclaraciones, se afirma que existen datos para justificar determinadas recomendaciones sobre la presencia de grasas en la dieta (Astiasarán-Anchía, 2000).Al hablar del consumo de pescado a la semana lo esperado era de 3 a 4 raciones por semana de acuerdo al artículo publicado por Ubeda (Ubeda et al, 2010), en el presente estudio la mitad de los atletas se encontraban dentro de la recomendación. Al hacer la estadística no se encontró asociación de este hábito con el porcentaje de grasa corporal, aun así se debe destacar que los pescados tiene un aporte adecuado de proteínas de alto valor biológico, vitaminas hidrosolubles y liposolubles,

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minerales y ácidos grasos polinsaturados Omega 3, los cuales han sido asociados con efectos benéficos para la salud (antinflamatorios, antitrombóticos, antiescleróticos, antiembólicos),(Fernández-Travieso, 2010). El pescado además de contener ácidos grasos omega 3, es rico en potasio, yodo, calcio, fósforo, hierro, vitamina A y D (Astiasarán-Anchía, 2000).

En cuanto a que pieza de pollo consumen comúnmente dos terceras partes de los atletas contestaron lo esperado (pechuga). Respecto a que si quitan la piel al pollo antes de consumirlo 63.89% si lo hacen. Al analizar estadísticamente estas dos preguntas no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal. La recomendación de preferir pechuga a otra parte del pollo y que además quiten la piel al pollo antes de consumirlo, es por que este alimento se encuentra dentro de los alimentos de origen animal con muy bajo aporte de grasa, por cada 35 g de pechuga de pollo sin piel se aportan 36 kcal, 7.3 g de proteínas y 0.5 g de lípidos en comparación con 33 g de muslo de pollo con piel que se encuentra en el grupo de alimentos de origen animal con moderado aporte de grasa aportando 76 kcal, 7.7 g de proteínas y 4.9 g de lípidos.(Pérez-Lizaur, Palacios-González y Castro-Becerra, 2008)

Al preguntar el aderezo que utilizaban para la ensalada, poco más de la mitad de los atletas se encontraron dentro de lo recomendado (limón, vinagre, aderezo bajo en grasa, aceite o nada). En cuanto a la pregunta con que preparan la ensalada de atún, pollo o pasta, una tercera parte de los atletas utilizaban para aderezar mayonesa light, crema baja en grasa, aceite vegetal que era el hábito esperado. Respecto al tipo de grasa con que cocinan los alimentos, la mitad de los atletas se encontraban dentro del hábito esperado (aceite vegetal). Al preguntar que untan a los sándwiches de los atletas estudiados, la tercera parte tenían el hábito esperado (mayonesa light, cátsup, mostaza, mayonesa sin grasa o nada) mientras que el porcentaje restante no tenían el hábito esperado. Al realizar la estadística a estos cuatro hábitos no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal; empero hay estudios en donde demuestran que el consumo de grasas saturadas las cuales están contenidas en los aderezos y mayonesas normales tienen mayor tendencia a provocar exceso de grasa y colesterol en el organismo, es por es que es preferible el consumo de aderezos o mayonesas reducidos en grasas como es el caso de los productos light o el consumo de aceites vegetales. Las grasas vegetales tienen una gran proporción de

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ácidos grasos insaturados respecto a los saturados además de ser libres de colesterol. También son ricos en fitoesteroles, los cuales son moléculas que tienen estructura similar al colesterol; y el consumo de estas está relacionado con la inhibición de la absorción del colesterol, disminuyendo las concentraciones del colesterol total y colesterol LDL, además poseen propiedades inmunomoduladoras, antinflamatorias, antitumorales, fungicidas y bactericidas. Existe evidencia científica de estudios clínicos controlados en donde se demuestra que el consumo de fitoesteroles disminuye 10% de la colesterolemia con una variabilidad de 5 a 25% (Muñoz-Jauregui, Alvarado-Ortíz y Encina-Zelada, 2010).

En cambio al preguntar que suelen poner al pan, poco menos de la mitad de los atletas contestaron lo esperando (margarina light, crema light o nada. Estadísticamente se pudo comprobar que al untarle este tipo de alimentos, mencionados anteriormente se asocia con una protección para que el porcentaje de grasa corporal no se eleve. Esta asociación benéfica tal vez es debido a que este tipo de alimentos son reducidos en grasas saturadas y como ya se ha mencionado anteriormente una disminución de la ingesta de grasas saturadas menor al 7% de las grasas totales del requerimiento diario (Astiasarán-Anchía, 2000), (Muñoz-Jauregui, Alvarado-Ortíz y Encina-Zelada, 2010). Se recomienda que el consumo de huevo por semana sea de 3 a 4 raciones, según lo establecido por Ubeda (Ubeda et al, 2010), de la población de estudio, una tercera parte tuvo su consumo de acuerdo a lo recomendado. Al aplicar la estadística no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal. El consumo de huevo ha causado controversia tanto en la población general como en los deportistas, cabe mencionar que un huevo de gallina aproximadamente de 60 g aporta 75 kcal, esta energía es proveniente principalmente de proteínas y lípidos, el contenido de carbohidratos en este alimento es nulo. La yema ocupa solamente la tercera parte del peso total aportando 80% de la energía y la clara solamente tiene 15 kcal, pues su composición es principalmente agua y proteínas. El huevo contiene aproximadamente 12% de proteínas (16% contenida en la yema y 10% en clara). 65% de las proteínas de la yema son parte de lipoproteínas de alta y baja densidad. La clara de huevo en composición se encuentra alrededor de 40 proteínas distintas, ocupando el 54% la ovoalbúmina, considerada la principal proteína de la clara debido a sus propiedades nutrimentales (Regil, 2008). La yema contiene en su mayoría lípidos, 65% a partir de triacilglicerol (principalmente como ácidos grasos monoinsaturados y saturados), 20% fosfolípidos y solo un 4% de colesterol.

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Estos lípidos sirven como trasporte de luteína y zeaxantina, dos carotenoides que su consumo ha sido asociado a la prevención de la degeneración macular relacionada con la edad (Regil, 2008). En la yema también se encuentran vitaminas sobretodo A, E y D y en la clara se encuentran ácido fólico, biotina, vitaminas B¬12, B6, B2, B1, hierro, fósforo, zinc y selenio en cantidades diminutas (Regil, 2008). Lo adecuado es moderar el consumo de huevo, tomando en cuenta la recomendación dada por Ubeda (Ubeda et al, 2010) pero no debe ser excluido de la dieta.

Al preguntar qué tipo de galletas suelen consumir el hábito esperado era que fueran galletas sin grasa, avena, granola o incluso que no las consuman, la mitad de los atletas se encontraban dentro del hábito esperado. La estadística no encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal, pero es conveniente que tome en cuenta la recomendación sobre este hábito debido a que las galletas de avena, granola o que son reducidas en grasas pueden ayudar a que el porcentaje de grasa no se eleve aunado al consumo de otros alimentos que también tienen gran aporte de grasas y carbohidratos. Respecto al tipo de pasteles o tartas que suelen consumir, el hábito esperado es que los atletas contestaran que no los consumen, sin embargo solo una cuarta parte de la población de estudio se encontraron dentro de lo esperado. Estadísticamente no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal, aun así es importante considerar que este tipo de productos son elaborados a partir de harinas refinadas y se les agrega azúcar, miel, mantequilla, aceites vegetales, margarinas, leche, nata entre otros alimentos los cuales hacen que sean ricos en hidratos de carbono y grasas principalmente, favoreciendo al acumulo de grasa corporal en caso de que la energía que aportan estos productos no sea utilizada por el organismo (Astiasarán-Anchía, 2000).

Al preguntar sobre el tipo de leche consumida, 40% de los atletas consumen lo esperado (leche descremada), notándose mayor preferencia por la leche entera o semidescremada. Aplicando la estadística no se encontró asociación con el porcentaje de grasa corporal. La leche es un alimento que contiene lípidos, proteínas y grasas, en el caso de la leche entera 70% de la grasa que contiene es saturada, razón por la cual es preferible el consumo de leche descremada o modificada lipídicamente ya que su contenido calórico es bajo pues se sustituye la grasa saturada y el colesterol presente por grasa de origen vegetal con el objetivo de prevenir hiperlipoproteínemias y aterosclerosis.(Astiasarán-Anchía, 2000). El consumo de productos lácteos es la

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principal fuente de calcio, mineral indispensable para la formación, crecimiento, desarrollo y buen funcionamiento de la masa ósea (Astiasarán-Anchía, 2000). Cabe mencionar que la población estudiada fue comparada con artículos realizados en población elite, en donde su nivel de entrenamiento es mayor que el de la población de dicho estudio, pues tienen una media de 4 horas de entrenamiento diarias 6 veces por semana.(Sánchez-Benito y Sánchez-Soriano, 2007). No se sabe con exactitud las horas y días de entrenamiento que tiene la población de estudio ya que no fue tomada en cuenta, lo cual sería conveniente agregar para futuras investigaciones con el fin de hacer una comparación más precisa.

Conclusión.Al estudiar los hábitos de alimentación de los 180 deportistas pertenecientes a universidades privadas de Zapopan y buscar su asociación con el porcentaje de grasa corporal se encontró que consumir de 2 a 3 raciones de leguminosas a la semana son factor de riesgo para tener un porcentaje de grasa corporal elevado. En cuanto a las raciones de cereal consumidas al día se determinó que consumir de 6 a 11 raciones de cereales al día aumenta el riesgo de tener porcentaje de grasa corporal por arriba de lo recomendado para la población estudiada. Al analizar que se le unta al pan se observó que utilizar la margarina light, crema líquida light o consumir el pan sin nada es un factor que disminuye el riesgo al aumento de grasa corporal. Es importante que se realicen más estudios para hacer una mejor comparación y dar las recomendaciones adecuadas de cada grupo de alimentos para cada tipo de entrenamiento y el nivel competitivo en el que se encuentran los atletas. Bibliografía.

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