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En este trabajo se presentan los resultados obtenidos de la primera fase de una amplio Proyecto de Investi- gación en curso que lleva por título Investigaciones Arqueológicas en Casa Blanca y su Entorno finan- ciado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). Para esta fase se planteó como objetivo gene- ral documentar y analizar los procesos de transfor- mación arquitectónica y constructiva de la Casa Blanca, sobre todo aquellos relacionados con los pri- meros momentos de su construcción, identificar los elementos estructurales que puedan corresponder a la construcción del siglo XVI, determinar la ubicación del polígono original del edificio, y localizar rema- nentes de tres estructuras de carácter defensivo-mili- tar en particular asociadas a la Casa Blanca de princi- pios del siglo XVII. También se planteo el examinar los procesos de formación y el grado de impacto que sufrió el entorno más inmediato de este monumento a través de la historia. Para cumplir con estos objeti- vos se trazaron unas estrategias de investigación en las cuales la historia y la arqueología tuvieran un pa- pel protagonista. La primera etapa de la investigación se centró en el estudio de las fuentes y documentos de carácter históricos publicados hasta el momento. La investi- gación bibliográfica y de archivo realizada hasta al momento, nos ofrece un panorama general, algo in- completo, de la configuración y las transformaciones arquitectónicas que experimentó en diferentes mo- mentos la Casa Blanca. Como resultado, de manera preliminar y a manera de hipótesis de trabajo, hemos logrado establecer un esquema general de Etapas Constructivas asociadas al desarrollo arquitectónico de Casa Blanca. A partir de esta primera etapa se planteó los tra- bajos de campo. Para identificar los elementos es- tructurales de las diferentes etapas constructivas de Casa Blanca, se realizaron una serie de veinte y cin- co catas murarias en las paredes del núcleo de ma- yor antigüedad del edificio (figura 1). Con esta ac- ción se identificaron las técnicas constructivas utilizadas en el alzado de las diversas estructuras estudiadas y se documentaron las distintas interven- ciones a que se sometieron estas paredes durante las diversas etapas constructivas. El estudio secuencial, siguiendo el método estratigráfico (estratigrafía mu- raria), de las diferentes fábricas documentadas nos ha permitido aproximarnos al carácter de las modi- ficaciones que sufrió la Casa Blanca a través de la historia, su lógica y funcionalidad, y entender las circunstancias y contextos que giraron en torno a estas. Como parte de los trabajos de campo se realizaron un total de seis sondeos estratigráficos con el fin de documentar la secuencia estratigráfica, composición y formación de los suelos, impactos y grado de inte- gridad del sector suroeste de los jardines de Casa Blanca. De la misma manera nos dio la oportunidad de analizar los procesos de transformación del entor- no más próximo de nuestro edificio. La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción española en la ciudad de San Juan de Puerto Rico, ciglos XVI al XIX Juan M. Rivera Groennou Jorge A. Rodríguez López Juan A. Rivera Fontán

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En este trabajo se presentan los resultados obtenidosde la primera fase de una amplio Proyecto de Investi-gación en curso que lleva por título InvestigacionesArqueológicas en Casa Blanca y su Entorno finan-ciado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña(ICP). Para esta fase se planteó como objetivo gene-ral documentar y analizar los procesos de transfor-mación arquitectónica y constructiva de la CasaBlanca, sobre todo aquellos relacionados con los pri-meros momentos de su construcción, identificar loselementos estructurales que puedan corresponder a laconstrucción del siglo XVI, determinar la ubicacióndel polígono original del edificio, y localizar rema-nentes de tres estructuras de carácter defensivo-mili-tar en particular asociadas a la Casa Blanca de princi-pios del siglo XVII. También se planteo el examinarlos procesos de formación y el grado de impacto quesufrió el entorno más inmediato de este monumentoa través de la historia. Para cumplir con estos objeti-vos se trazaron unas estrategias de investigación enlas cuales la historia y la arqueología tuvieran un pa-pel protagonista.

La primera etapa de la investigación se centró enel estudio de las fuentes y documentos de carácterhistóricos publicados hasta el momento. La investi-gación bibliográfica y de archivo realizada hasta almomento, nos ofrece un panorama general, algo in-completo, de la configuración y las transformacionesarquitectónicas que experimentó en diferentes mo-mentos la Casa Blanca. Como resultado, de manera

preliminar y a manera de hipótesis de trabajo, hemoslogrado establecer un esquema general de EtapasConstructivas asociadas al desarrollo arquitectónicode Casa Blanca.

A partir de esta primera etapa se planteó los tra-bajos de campo. Para identificar los elementos es-tructurales de las diferentes etapas constructivas deCasa Blanca, se realizaron una serie de veinte y cin-co catas murarias en las paredes del núcleo de ma-yor antigüedad del edificio (figura 1). Con esta ac-ción se identificaron las técnicas constructivasutilizadas en el alzado de las diversas estructurasestudiadas y se documentaron las distintas interven-ciones a que se sometieron estas paredes durante lasdiversas etapas constructivas. El estudio secuencial,siguiendo el método estratigráfico (estratigrafía mu-raria), de las diferentes fábricas documentadas nosha permitido aproximarnos al carácter de las modi-ficaciones que sufrió la Casa Blanca a través de lahistoria, su lógica y funcionalidad, y entender lascircunstancias y contextos que giraron en torno aestas.

Como parte de los trabajos de campo se realizaronun total de seis sondeos estratigráficos con el fin dedocumentar la secuencia estratigráfica, composicióny formación de los suelos, impactos y grado de inte-gridad del sector suroeste de los jardines de CasaBlanca. De la misma manera nos dio la oportunidadde analizar los procesos de transformación del entor-no más próximo de nuestro edificio.

La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción española en laciudad de San Juan de Puerto Rico, ciglos XVI al XIX

Juan M. Rivera GroennouJorge A. Rodríguez López

Juan A. Rivera Fontán

Administrador
Texto escrito a máquina
Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Santiago 26-29 octubre 2011, eds. S. Huerta, I. Gil Crespo, S. García, M. Taín. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2011
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LA «CASA-FUERTE» DE GARCÍA TROCHE

A finales de la administración del gobernador Ovan-do, para el año 1508, éste autorizó al «Adelantado»Juan Ponce de León el reconocimiento y la ocupacióninmediata de la isla de San Juan, actualmente PuertoRico. Tras un primer intento de asentamiento en ladesembocadura del Río Manatí, durante el mismo añoPonce de León logró la fundación de la Villa de Ca-parra, ubicada al norte de la isla y en la costa sur de laactual Bahía de San Juan. No obstante, a solo tresaños de la fundación de Caparra (1511), algunos desus vecinos comenzaban a presionar para que se tras-ladase el asentamiento. El Rey Católico cediendo alas presiones de los vecinos les escribe para que bus-caran ese nuevo lugar más idóneo, los vecinos teníanya en mira la isleta localizada a la entrada de la bahía,lugar desde el cual se facilitaría el comercio. Losplanteamientos de trasladar el centro urbano primige-nio de los vecinos de Caparra al final prevalecieron.

El proceso del traslado de la Villa de Caparra estu-vo a cargo del Licenciado Rodrigo de Figueroa, quien

emite un informe favorable a la mudanza de la pobla-ción a la isleta. Como parte de este informe se someteun plano manuscrito de la isleta, lugar propuesto parala construcción de la nueva ciudad, documento queconstituye el primer mapa conocido de la Isleta de SanJuan (figura 3). De interés particular en este documen-to son las anotaciones que presenta, en donde se hacendescripciones detalladas sobre la topografía y recursosde esta isleta, y se establecen recomendaciones sobrela planificación de la futura ciudad. El traslado de lapoblación a la isleta comienza ese mismo año de 1519y finaliza para el 1521, año en que se fundó la inci-piente ciudad de Puerto Rico, hito en cual la construc-ción de la Casa Blanca tuvo un papel protagonista.

Etapa I, 1524

Para el año 1521 el rey Carlos I de España ordena«darle solares» en la nueva ciudad para que constru-yera casa en compensación al «Conquistador», en esemismo año muere Ponce de León en su misión de«descubrimiento» de la Florida. (Hostos 1966, 229).Tras el fallecimiento del «Adelantado» sus títulos ybienes fueron heredados por su hijo, Luis Ponce deLeón. Debido a que Luis era menor de edad y queposteriormente ingresó a la orden religiosa de los do-minicos, los reyes D. Carlos y D. Juana por Real Pro-visión1 le transfieren los títulos de adelantado, regidory alcaide de la ciudad a su cuñado García Troche,convirtiéndose así en heredero principal de Juan Pon-ce de León (Moscoso 1991, 16; Szászdi León-Borja2000, 417). Fue «Garci» Troche, casado con JuanaPonce de León, hija del «Adelantado», quién para el1521, comenzó la construcción de la que se conoceríacomo la «casa-fuerte de la familia Ponce de León»(Alegría 1969; de Hostos 1966; Moscoso 1991).

Diversos autores coinciden en que la primera edifi-cación fue construida en madera. Destruida por un in-cendio Garci Troche comienza para el año de 1524 laconstrucción de una casa de «24 pies por cada lado»,hecha en fábrica. No obstante existe desacuerdo acer-ca de la técnica constructiva aplicada en la construc-ción de la «casa-fuerte». Adolfo de Hostos, exponeque «originalmente construida en madera, bajo la di-rección de García Troche, en 1525, el edificio fueremplazado por un cubo de 24 pies por cada lado, cu-yos muros de tapiería estaban almenados» (Hostos1966, 229). Ricardo Alegría (1969) plantea que «en

1182 J. M. Rivera, J. A. Rodríguez y J. A. Rivera

Figura 1Casa Blanca 2011, planimetría y localización de las catasmurarias

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1523, García Troche comienza la construcción de unedificio de mampostería». Este desacuerdo nos ha lle-vado a revisar las diversas fuentes históricas que ha-cen mención sobre las construcciones habidas en laCiudad de Puerto Rico para el siglo XVI.

En un documento del 1530 conocido como «Censode Lando» se identifican siete edificios construidos«de piedra y tapiería», uno de estos era «la casa deGarcía Troche (Damiani Cósimi 1994)». Más adelan-te, en 1582, el Rey D. Felipe II ordena al entonces go-bernador Juan Melgarejo elaborar una descripción yrelación sobre los recursos de la isla y acerca de lasciudades que en ella habían. En este documento sedescribe que «la forma y edificio de las casas de lacibdad de Puertorrico son algunas[...] de taperia y la-drillo, los materiales con que se hacen las dichas casasson de barro colorado, arenisca y cal y tosca de piedra,hacerse tan fuerte mezcla desto que es mas facil rom-per una pared de cantería que una tapia desta».2

De la primera casa hecha en «tapiería» se hallaron re-manentes en las catas murarias realizadas en los murosque forman la esquina noroeste del gran salón rectangu-lar Salón XI (Catas XID-P8, XIC-P19 y XIIB-P13). Enestas se pudo corroborar que las descripciones que seredactaron en su tiempo en las «Memorias de Melgare-jo» acerca de los materiales empleados en la construc-ción de estas «tapias» fueron muy acertadas. En campose observó que las fábricas hechas mediante la técnicaconstructiva del tapial se encuentran compuestas poruna mezcla a base de tierra, algunas gravas de areniscasy en las que hay incluidos abundantes agregados areno-arcillosos de color rojizo y nódulos de cal. Así mismose han logrado documentar diferentes elementos carac-terísticos de este tipo de técnica constructiva, como loson dos mechinales y la huella dejada en la parte en quese superpusieron los dos encofrados (figura 2). Estas ta-pias tendrían unos noventa centímetros de alto, por loque la casa, que en este momento se entiende era de unaplanta, tuvo que haber tenido una altura de al menoscuatro a cinco tapias de estas.

Hostos (1966) plantea que la Casa Blanca ostentólos privilegios de una fortaleza, hasta que para el año1531 se le fueron suspendidos por una real cédula.Para el 1533 se comienza la construcción de La Forta-leza atendiendo al reclamo hecho años antes por Gar-cía Troche y otros «oficiales reales de la ciudad deSan Juan de Puerto Rico» para la defensa de la ciudadcontra la presencia de indios Caribes y por «los malesque causaba en aquella isla un corsario francés, que

había quemado la villa de San Germán».3 En 1535, elRey D. Carlos le concede a Troche «la tenencia de di-cha Fortaleza»,4 la cual fue finalizada para el año de1540, año en que muere su alcaide Garci Troche.

Para la misma época García Troche construye unabatería localizada en un escarpado promontorio roco-so localizado justo a la entrada de la Bahía de SanJuan, primera construcción de lo que se convertirá enel Castillo del Morro, que junto a La Fortaleza seránlas principales edificaciones de carácter defensivo-militar de la ciudad de San Juan. Sin embargo, en fe-chas posteriores existen documentos en los cuales serepresenta la Casa Blanca en armas, tal como se pue-de observar en el mapa hecho por Juan Escalante deMendoza en 1575. Este hecho sugiere que la CasaBlanca, aún continuó sirviendo en la defensa de laciudad durante los años siguientes a la construcciónde La Fortaleza, durante los ataques ingleses deFrancis Drake en 1595 y el del George Clifford,Conde de Cumberland en 1598.

La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción en San Juan de Puerto Rico 1183

Figura 2Fábrica hecha en tapial (Cata XID-P8)

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Etapa II, ca. 1592

Para el año de 1583 entra a la gobernación de la islael Capitán Diego Menéndez de Valdés con cargo degobernador, capitán general, juez de residencia y al-caide de La Fortaleza, dando fin a la alcaldía de losTroche-Ponce (Gelpi 2000). Para este momento exis-ten discordancias en cuanto a la representación de laCasa Blanca en planos y mapas de la época. Porejemplo, en el mapa de la ciudad de Puerto Rico he-cho por Baltazar Vellarino de Villalobos en 1592, serepresenta como una estructura rectangular con techoa dos aguas, lo cual señala hacia una posible amplia-ción del polígono original. En planos posteriores dela ciudad se continúa mostrando la casa con unaplanta más o menos cuadrada Estas contradiccionesson un reto para la investigación arqueológica, aun-que hay que tener en consideración el sentido deperspectiva en los dibujos de la época. Durante lostrabajos de campo no se logró documentar evidenciaclara sobre esta posible ampliación de la Casa Blan-ca, no obstante la planteamos como hipótesis para fu-turas investigaciones.

Etapa III, ca. 1625

Para el primer cuarto del siglo XVII las defensas dela ciudad se tuvieron que ver reforzada, momento encual la Casa Blanco volvió a tener un papel impor-tante en la defensa de la ciudad. En una acuarela dela ciudad de Puerto Rico hecha en de 1625 por el ar-tista holandés Schenk, se muestra la construcción deuna serie de estructuras de carácter defensivo-militaradosado Casa Blanca. Directamente adosado a la fa-chada oeste se observa una estructura de bastión des-de el cual parte una estructura a forma de «través»que alcanzaba la línea de costa, y que seguramentesirvió como obra exterior para estorbar el paso de los«enemigos» que asediaban la ciudad. Además semuestra junto al bastión una torre, aparentemente deplanta circular, conocida por mucho tiempo como la«Torre de Ponce de León».

Durante las excavaciones arqueológicas realizadasen los jardines occidentales de la Casa Blanca no sehallaron evidencias de la famosa torre. Tal torre alparecer fue una perspectiva equivocada del artista,creemos se trata de la estructura asociada a la Capilladel Calvario que existió en un área elevada al noroes-

te de nuestro edificio, en los campos del Morro al no-roeste de nuestro edificio. Con respecto al «través»,parece ser que fue una obra defensiva provisionalante el eminente ataque holandés de 1625. El mismodebió estar construido en madera, en forma de empa-lizada, tal y como se puede interpretar a partir del ha-llazgo de una estructura de hoyo de poste, excavadoel basamento rocoso. En relación a la estructura de«bastión» entendemos que sus remanentes son aque-llos que corresponden a parte del lienzo de murallaque hoy día limitan la terraza oeste de la Casa Blancaconstruida en mampostería, tal y como se documentoen la cata muraria realizada en la misma.

Planteamos que durante esta época la Casa Blancapierde definitivamente su carácter de estructura de-fensiva-militar, cuando se construyen un sistema depotentes murallas que van desde El Morro por todoel lado sur de la ciudad, hasta su frente de tierra en elsitio de San Cristóbal (Rivera Fontán et al. 2008,116). En el plano de Puerto Rico hecho por el LuisVenegas Ossorio5 en 1678, se apreciar la Casa Blan-ca con una planta rectangular y techo a dos aguas.

LA CASA DE PIEDRA DE LOS PONCE DE LEÓN

Etapa IV, ca. 1720

Hasta la década del 1770 la Casa Blanca perteneció alos descendientes de la familia Troche-Ponce deLeón. En un plano del 1720 se identifica como «Casade Noboa», haciendo referencia al Maestre de Cam-po José Noboa y Butrón a quién en 1655 fue nom-brado por la Real Casa de la Contratación como Go-bernador y Capitán General de Puerto Rico,6 y quiense caso con una de las nietas de los Ponce de LeónTroche. Según se puede observar en el plano manus-crito citado anteriormente, la Casa Blanca fue am-pliada pasando de ser un edificio planta rectangular auno de planta en forma de «L», y con techo a dosaguas. Seguramente fue el propio Noboa quién orde-nó hacerse tales reformas.

A nivel arqueológico se documentó que los murosque forman el Salón VII (Catas VIIB-P1, VIIA-P5,VIA-P17, XID-P7), construido durante esta etapa,están levantados en mampostería ordinaria (figura 3).En estas fábricas se utilizaron como mampuestos derocas areniscas, normalmente de mediano y pequeñotamaño, aunque se encuentran algunos de tamaño

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grande (33 × 33cm). Los mampuestos más grandesse hallan orientados horizontalmente, como se obser-va en la prueba VIIA-P5, los menor tamaño se en-cuentran dispuestos de forma más irregular.

En la prueba VIIB-P1 se observan algunos frag-mentos de ladrillos más o menos de iguales dimen-siones que los mampuestos de areniscas incluidos enla fábrica, algunos de ellos orientados horizontal-mente. Estos fragmentos de ladrillos no fueron em-pleados a forma de verdugadas, ya que se encuentranordenados «al azar». Parecen haber sido utilizadospara aportar volumen y consistencia a la estructura, opara rellenar algunos huecos que pudieron quedar en-tre los mampuestos de arenisca. Por otra parte en laprueba VIA-P17 encastrados en la fábrica de mam-postería se encuentran una serie de ladrillos puestos asoga y tizón, que posiblemente se traten de la jambade alguna estructura tipo vano que en algún momen-to posterior fue tapiado.

El mortero de fábrica utilizado en la unión de losmampuestos se trata de una mezcla de color rojo enel que se encuentran incluidos algunos fragmentosgravas de arenisca y abundantes agregados areno-ar-cillosos de color rojizo y nódulos de cal. Para lograr

uniformar los paramentos de esta mampostería, fuenecesaria la aplicación de una gruesa capa de enfos-cado a base de una mezcla de mismas característicasque el mortero usado en su fábrica.

Parte de las reformas llevadas a cabo en CasaBlanca durante esta etapa son una serie de gruesosrevestimientos aplicados en los paramentos exterio-res del polígono original, directamente sobre las fá-bricas hechas en tapial (Catas XIC-P19, XIC-P20).Estos revestimientos, que pueden llegar a tener sobrediez centímetros de grosor, están hechos a base delmismo tipo de mampostería y mortero que las aplica-das en el alzado de los muros de carga del nuevo sa-lón (Salón VII). Estos revestimientos fueros aplica-dos con el fin de darle una mayor protección a lafábrica original, caso que resultó en el «engrosado»los muros, o bien para rellenar los espacios que que-daron debido a la pérdida de parte de la fábricas detapial a causa de su deterioro a través del tiempo,como se puede observar en la Prueba XIIB-P13.

Etapa V, ca. 1772

La Casa Blanca tendrá esta forma de planta hasta almenos el año 1772, como se observa en el plano dela ciudad hecho por el jefe de ingenieros ThomasO´Daly (Sepúlveda 1989, 144-45). En este se puedeobservar la existencia de una pequeña estructura cua-drada frente a la fachada noreste del edifico princi-pal, posiblemente un cuerpo de guardias. Debido aque no se intervenir en esta estructura no se ha podi-do identificar el tipo de técnica aplicada en su cons-trucción.

LA CASA BLANCA COMO INSTITUCIÓN MILITAR

Tras dos siglos de pertenencia a la familia Troche-Ponce de León, para la década del 1770, la CasaBlanca fue adquirida por el gobierno español, pasan-do a formar parte de la infraestructura de las defensasmilitares de la ciudad. En el año 1773 fue utilizadacomo cuartel provisional para el Batallón de Bruse-las. En 1779 después de haberse derribado una granparte de la fábrica, se reformo y paso a ser la Maes-tranza de Ingenieros Militares (Hostos 1966). Duran-te este último cuarto del siglo XVIII se da comienzoa las extensas reformas del sistema defensivo de la

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Figura 3Fábrica hecha en mampostería ordinaria (Cata VIIA-P5: 1 ×0.9m)

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ciudad, reformas responsables del cercamiento de laciudad, donde los ingenieros militares tuvieron un elpapel protagónico.

Por otro lado Alegría (1969) plantea que ya perte-neciendo al gobierno español se efectuaron en la casay sus terrenos grandes reformas y ampliaciones, den-tro de las cuales identifica las siguientes: una peque-ña adición al edificio original (actual comedor delmuseo), se mutiló la fachada norte, se construyó uncuerpo de dos plantas (lado este) y un cuerpo deguardia y pequeño edificio rectangular de una plantapara vivienda de soldados al lado oeste. Sin embar-go, estas reformas que agrupa Alegría (1969) comosi se tratasen del resultado de adiciones contemporá-neas, las investigaciones arqueológicas han permiti-do definir como el resultado de al menos tres etapasconstructivas diferentes.

Etapa VI, ca. 1779

En un primer momento se encuentran las reformashechas por Dufresne alrededor del año 1779 y que se-guramente estuvieron destinadas a ampliar el espaciodel edificio para poder así alojar el Batallón de Bruse-las. Durante este momento se asocia principalmentela adición de un nuevo salón (Salón VIII) al costadoeste de la Casa Blanca. Los muros de carga que deli-mitan este nuevo salón fueron construidos a base demampostería careada en donde los mampuestos, apa-rejados de forma irregular y que normalmente se en-cuentran en contacto entre sí, se hallan trabados conun mortero de fábrica de color rojizo, parecido al delas construcciones de las épocas anteriores, pero deuna granulometría mucho más fina con nódulos de calmucho más finos y menos abundantes.

Igual tipo de fábrica y aparejo fueron documentadasen la cata muraria realizada en la pared sur del granSalón XI (Cata XIB-P9, figura 4). El hecho de que sehallara este tipo de fábrica y no aquellas asociadas alas reformas de Noboa, hace pensar que fue en estaparte donde, según de Hostos, (1966), Dufresne «de-rribó gran parte de la fábrica» antes de transferirle lajurisdicción del edifico a los ingenieros militares.

A esta etapa constructiva se asocia también laapertura de un vano en lo que en este momento seríala fachada norte de la Casa Blanca (Cata XIIB-P13).Tal vano, cuyas jambas están construidas en ladrillospuestos a soga y tizón trabados con un mortero de fá-

brica de iguales características que los documentadosen las asociadas a esta misma etapa. Esta interven-ción implicó el corte de parte de las fábricas corres-pondientes a las construcciones del tapial del sigloXVI y de las reparaciones hechas por Noboa a prin-cipios del XVIII. Además el resto de este paramentoexterior de la fachada norte tuvo que ser reparadacon ladrillos puestos a soga y tizón que sólo afectó elgrueso revestimiento o «engrosado» del 1720.

Etapa VII, ca. 1820

En 1823 Augusto Pleé, naturalista francés, realiza undibujo de la Casa Blanca en donde se ilustra la facha-da oeste. En tal ilustración se observa construida unaedificación tipo galería, de una planta, adosado al ex-tremo occidental de la fachada norte del edificio, unasegunda planta techada a dos aguas construida sobreel antiguo edificio de planta en «L» y un par de con-trafuertes adosados a esta fachada y que seguramentetuvo que ver con la construcción de la segunda plan-ta. Otra referencia la encontramos ya para la décadadel 1830, en donde Pedro Tomas de Córdoba, briga-dier de infantería y entonces secretario del CapitánGeneral de la isla,7 refiriéndose a Casa Blanca afirmaque «sufrió mucho deterioro en los años 1779, 1819y 1825, pero en el siguiente se recalzó la piedra lige-ra sobre que estaba construido, y se hizo en él unacompleta corrido para conservarlo» (Hostos 1979,230). Igualmente Hostos (1979) indica que «en el si-glo XIX la comandancia de ingenieros agrego un ala

1186 J. M. Rivera, J. A. Rodríguez y J. A. Rivera

Figura 4Fábrica hecha en mampostería careada (Cata XIB-P9)

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terrera en el costado oeste del patio, clausuro la puer-ta que daba a la calle San Sebastián, e hizo demoleruna parte del muro que la separaba del caserío llama-do “La Cantera”», caserío que según el autor habíatomado el nombre de la cantera de piedra arenisca,ubicada en el mismo solar de la Casa Blanca.

Estas construcciones fueron hechas en fábricas demampostería careada, de aparejo irregular y verduga-das de ladrillos (figura 5). En este caso los mampues-tos se tratan de rocas areniscas de formas irregulares,aunque perfectamente careadas, de mediano (y pe-queño tamaño con pocos fragmentos de ladrillos re-llenando huecos. En este tipo de fabrica también sehan documentado mampuestos de grandes dimensio-nes, tal y como se documentó en las catas VIC-P6,XIIID-P10, XIIC-P12 y XIIA-P13. Aunque en laspruebas VIC-P6 y XIIC-P12 estos grandes mam-puestos se hallan en las partes superiores del muro ydirectamente entre verdugadas, lo cual nos hace pen-sar que están asociados a la construcción de la segun-da planta como vigas de coronación. Por su parte lasverdugadas las forman hiladas de ladrillos están co-locadas a diferentes alturas, sin seguir un orden esta-blecido o a unas alturas en específico. A veces las lí-neas de ladrillos se encuentran interrumpidas porotro mampuesto, por lo que se considera que fueronpuestas según fue surgiendo la necesidad de tipo es-tructural.

Los morteros de fábrica utilizados en estas cons-trucciones se tratan una mezcla de color rojiza clarahecho a base de arena y cal. Dentro de las inclusio-nes que a simple vista se observan en estos morterosse encuentran abundantes nódulos de cal y la casi au-sencia de agregados areno-arcillosos de color rojizotan abundantes en los morteros utilizados en las eta-pas anteriores.

Las reformas llevadas a cabo en el edificio duranteesta etapa involucró la apertura de un vano en la pri-mera planta, vano que a forma de puerta comunicaríael Salón XI con la gran ala oeste recién construida.La apertura de esta puerta implicó el derribo de partede la fábrica hecha en tapial y de las reparacionesque se hicieron sobre esta, y se terminó con la cons-trucción de una estructura de dintel de rosca trape-zoidal, de unos sesenta y cinco centímetros de alto yel que se utilizó ladrillos puestos a soga y tizón.

Para mediados del siglo XIX (ca. 1841) se cons-truye una muralla hecha en mampostería careada quedelimita los terrenos de Casa Blanca en su lado oes-

te. La construcción de sus lienzos implico el cortevertical de gran parte de la falda de la colina en don-de se encuentra asentada. Esta muralla, en adición dedelimitar la propiedad sirvió, como muro de conten-ción sobre el cual se levanto la parte baja del jardínoeste de este complejo edilicio.

Como resultado de las excavaciones arqueológicasse documentó que para la construcción de tal mura-lla, también se realizó un corte vertical del basamen-to rocoso, creando así una amplia terraza sobre lacual se alzó la parte más alta de esta estructura hechaa base de mampostería careada sobre un zócalo de si-llarejos y ripios que aseguró la estabilidad de la es-tructura (figura 6). Tras las excavaciones arqueológi-cas se documento una secuencia estratigráfica de almenos dos metros en donde se identificaron tres dife-rentes niveles de pavimentos y afirmados (UE. 4, 7ay 10), construidos cada uno sobre el vertido de unaserie de rellenos intencionales con abundantes restosconstructivos y materiales arqueológicos (UE. 7b, 7d

La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción en San Juan de Puerto Rico 1187

Figura 5Fábrica hecha en mampostería careada y verdugadas de la-drillos (Cata XIIC-P12)

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y 16). Hasta el momento, y a la espera de nuevos re-sultados y datos, entendemos que la sucesión de es-tos rellenos y pavimentos se traten de reformas a uncamino tipo rampa, hechas por la Maestranza a lolargo del siglo XIX, por donde seguramente se dabael tráfico de personas, equipos y maquinarias emple-adas en las funciones de los ingenieros militares.

Etapa VIII, ca. 1881

Para conocer la morfología de Casa Blanca de finalesdel siglo XIX contamos con un plano fechado en elaño de 1881, titulado «Reparación de los edificios deCasa Blanca». En este documento se puede apreciarque para esta etapa se había construido la segundaplanta sobre el gran ala oeste y todas las demás edifi-caciones que conforman el actual complejo de Casa

Blanca, dentro de los cuales incluyeron aposentospara soldados, una caballeriza, almacén, cárcel, yotro que funcionó como cuerpo de guardia.

Durante esta primera fase de los trabajos de campono se pudo estudiar en detalle los salones ubicadosen la segunda planta de la Casa Blanca, si podemosmencionar que al menos la segunda planta ubicadasobre el ala oeste del edificio se construyó utilizandola misma técnica constructiva descrita para la etapaanterior. No obstante también se documentaron es-tructuras como el salón XVIII, en la segunda plantacuyos muros fueron levantados exclusivamente enfábrica de ladrillos puestos a soga y tizón, que segu-ramente se construyó para un momento final de estaetapa constructiva.

CONSIDERACIONES FINALES

La visión histórica tradicional describe la Casa Blan-ca del S. XVI como una casa fuerte, almenada y conprivilegios de Fortaleza. De nuestra investigacióntanto a nivel arqueológico como la revisión histórica,nos hace plantear que Casa Blanca no fue casa fuer-te, ni casa de armas y que no tuvo almenas ni privile-gios de fortaleza. Así lo demuestra el hecho de quetodos los testigos entrevistados en el «Censo de Lan-do» (1530), identificaran a Garci Troche solo comovecino y regidor, nunca como alcaide (Damiani Có-simi 1994). Este hecho no debe contradecir con elque la Casa Blanca haya tenido funciones defensi-vas-militares durante los siglos XVI y XVII, sin em-bargo entendemos que estas funciones se llevaron acabo en algunos momentos en particular, específica-mente en aquellas épocas en donde la defensa de laciudad de San Juan en contra de los asedios militares«extranjeros».

La importancia de esta estructura primigenia debe-mos buscarla por otro lado, principalmente como ne-cesidad de Garci Troche que para acreditarse comovecino debía de tener una «casa aderezada en la ciu-dad» (Gelpi, 1992), aunque tuviera su residencia enLa Fortaleza o en su hacienda del Toa. La presenciade la Casa Blanca debió tener un carácter más simbó-lico, del poder y posición social de la familia Troche-Ponce de León. En siglos posteriores simbolizó elavecindamiento permanente de España y el dominiode la corona española sobre esta isla. Adolfo de Hos-tos, refiriéndose a lo escrito por Tomás de Córdoba,

1188 J. M. Rivera, J. A. Rodríguez y J. A. Rivera

Figura 6Sistema de construcción de la muralla del S. XIX que deli-mita al oeste los Jardines de Casa Blanca, paramento inte-rior (Unidad 6)

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nos dice que «los capitanes generales mostraron inte-rés en la conservación de la antiquísima casona,como un medio de perpetuar las tradiciones históri-cas del país» (Hostos 1966, 230). De hecho, las inter-venciones arqueológicas nos han demostrado queaunque las reformas hechas por Dufresne para el1779 implicaron el derribo de gran parte de las es-tructuras anteriores este decidió mantener la esenciade la forma de la antigua casa.

La necesidad de establecer esta primera edifica-ción durante la etapa fundacional de la incipienteciudad de San Juan determino el uso del tapial comotécnica constructiva menos costosa, en la que los ma-teriales constructivos seguramente fueron extraídosdel entorno inmediato de la ciudad, así como por laausencia de mano de obra especializada. Un vezconstruido este primer edificio, el cual garantizaba elestatus social de la familia Ponce de León en la ciu-dad, las reformas realizadas durante el siglo XVII yel primer tercio del XVIII debió tener como objetivoconsolidar tal posición entre los vecinos y oficialesreales destacados en San Juan. La construcción de lasnuevas estructuras en mampostería sugiere la dispo-nibilidad de mayores recursos y medios para la eje-cución de las obras.

Para finales del siglo XVII y durante el XIX,cuando el apellido Ponce de León se iba perdiendoimportancia en las esferas oficiales de la isla y yaCasa Blanca en manos del gobierno español, las re-formas relazadas debieron de estar determinadasprincipalmente por la nueva función del edificocomo institución militar. Adolfo de Hostos, refirién-dose a lo escrito por Tomás de Córdoba, nos dice que«los capitanes generales mostraron interés en la con-servación de la antiquísima casona, como un mediode perpetuar las tradiciones históricas del país» (Hos-tos 1966, 230). De hecho, las intervenciones arqueo-lógicas nos han demostrado que aunque las reformashechas por Dufresne para el 1779 implicaron el de-rribo de gran parte de las estructuras anteriores estedecidió mantener la esencia de la forma de la antiguacasa.

Durante la segunda mitad del S. XIX se realizanlas transformaciones más extensas al edificio y susentornos. Los grandes cambios realizados por los in-genieros resultaron en la fisionomía actual del com-plejo arquitectónico de Casa Blanca y tuvieron elpropósito de mejoras las infraestructuras ya existen-tes y de construir nuevas para subsanar las necesida-

des de la maestranza, entiéndase como el alojamientode una mayor número de personas (tanto ingenieroscomo soldados), equipos, maquinarias, armamento,medios de transporte, etc. y la delimitación de los en-tornos del edificio mediante la construcción de unlienzo de muralla en su lado oeste, requirió la trans-formación de la topografía natural del terreno endonde se encuentra asentada Casa Blanca.

Tras los trabajos de campo pudimos documentarque tanto la adición del ala oeste de la Casa Blancacomo el primer alzado de la segunda planta duranteel primer cuarto del S. XIX, no significó el derribode parte de las fábricas precedentes, sino que seconstruyeron adosados a esta. Lo mismo ocurrió conel alzado de la segunda planta sobre el ala oeste parala segunda mitad del XIX. En este momento las úni-ca obras que implicó el corte o derribo de parte de lafábrica, o por lo menos las documentadas hasta elmomento, fueron las relacionas con la apertura deuna vano que comunicaría el salón principal ubicadoal costado sur de Casa Blanca con la recién construi-da ala oeste.

En definitiva la importancia de este edificio fueuna significativa desde su primera construcción. Pri-mero como símbolo del poder y como justificaciónde un cierto estatus social de la familia Ponce deLeón dentro de la sociedad de la incipiente ciudad deSan Juan, y en último momento como institución gu-bernamental y militar. En este sentido las diversas re-formas, ampliaciones y mejoras de la infraestructurade Casa Blanca a través de sobre tres siglos de histo-ria han servido al propósito de sus ocupantes y de lasnecesidades particulares de cada uno de ellos, necesi-dades determinadas a su vez, además de las circuns-tancias políticas, por las dinámicas socio-económicashabidas en la ciudad de San Juan en su desarrollohistórico. Por ejemplo en periodos de menos recursoseconómicos y de personal adiestrado (ausencia decarpinteros, albañiles, canteros, aparejadores, inge-nieros, etc.), como debió ser el caso de la ciudad deSan Juan durante los siglos XVI y XVII, cuando re-cién se fundaba y cuando el sistema urbano aun esta-ba por desarrollarse, se debieron de utilizar las técni-cas constructivas más baratas y burdas, el tapial ymampostería ordinaria. Posteriormente, con el desa-rrollo de los recursos económicos que se dio para elsiglo XVIII, momento de construcción de las mura-llas que cercaron la ciudad, la mejoría técnica pudohaber fijado la utilización de una mampostería más

La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción en San Juan de Puerto Rico 1189

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regularizada en donde los trabajos de cantería sonmás evidentes. Y ya con el impulso de los cultivoscomerciales a partir de finales del siglo XVIII y pri-

mera mitad del siglo XIX se generaron las condicio-nes y recursos para la implementación de una mam-postería mucho más trabajada, el desarrollo de la si-llería y la producción y utilización generalizada delladrillo en las construcciones de la ya imponente ciu-dad de San Juan.

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5. Archivo General de Indias, Sevilla: MP_SANTO DO-MINGO, 74

6. Archivo General de Indias, Sevilla: CONTRATA-CIÓN, 5789, L.2, F.136V-140V

1190 J. M. Rivera, J. A. Rodríguez y J. A. Rivera

Figura 7Casa Blanca 2011, fachada oeste e identificación de algunasestructuras asociadas

Figura 8Casa Blanca 2011, esquema de Etapas Constructivas

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7. Archivo Histórico Nacional, Madrid: ULTRAMAR,5111, EXP.36

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La Casa Blanca: cuatro siglos de construcción en San Juan de Puerto Rico 1191

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