Por la memoria Santa Marta y Barranquilla se dieron a la tarea de reconstruir sus centros históricos mediante ambiciosos procesos, para restaurar y recuperar el espacio público.

Cada ciudad tiene su propia identidad, pe­ro solo algunas con­servan las huellas de su pasado. "Estas ha­

blan del origen de las urbes, ayudan a entender su historia y la manera comose fueron desarrollando -dice Catalina Noriega, restauradoraycon-servadora de bienes inmuebles-, cíe ahí que recuperarlos sea tan impor-tante:segeneraentrelapoblación una apropiación del espacio, un sentido de pertenencia y memoria que toda ciudad debería tener".

Consciente de la importancia, el Ministerio de Cultura adelanta desde 1999 un gran plan nacional de recuperación de centros históricos. Según ese ministerio, en Colombia hay 44 que han sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC). Barranquilla, Santa Marta y Manizales fueron las primeras ciudades en donde se em­pezó a ejecutar el plan. Actualmente, los proyectos de reconstrucción se llevan a cabo con apoyo del Ministerio y de los distritos correspondientes.

En Barranquilla, porejemplo, se identificaron cinco espacios de

restauración arquitectónica. Entre ellos estaba la Plaza de San Nicolás, ubicada frente a la iglesia de San Nicolás de Tolentino, construida en 1772. Se han invertido cerca de 9.000 millones de pesos en la obra de 11.700 metros cuadrados, que se comenzó a repararen 2009. Estos procesos buscan conservar en la ciudad la mayor cantidad de monumentos como un legado a la arquitectura moderna colombiana.

De otro lado, el Ministerio se ha propuestoaprovecharestos planes para aportar una estrategia de solu­ción efectiva a otros problemas que se generan alrededor de los centros históricos, tales como ocupación in­debida, mal uso del espacio público e inseguridad, entre otros. Según el arquitecto Alberto Escovar, eso es lo más destacable de estos procesos: "Tradicionalmentesehacíaapartirde restauraciones puntuales en edificios. Ahora las que se están llevando a cabo en la costa son producto de un estudio de un plan especial de manejo y protección que comienza desde la recuperación de los espacios públicos. Apartirde esa garantía, se

sensibiliza al sector privado para que invierta en inmuebles particulares. Es lo más democrático porque la ciudad la disfruta todo el mundo".

Santa Marta, por otra parte, no solo es la ciudad más antigua de Colombia y la segunda de Latinoamérica, sino que en sus tierras falleció el Libertador Simón Bolívar. Incluso, en 1963 su centro histórico fue declarado Monumento Nacional y la Constitución de 1991 le confirió el carácter de Distrito Turístico, Cultural e Histórico.

Entre los esfuerzos guberna­mentales, liderados por la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, se destaca la recuperación del centro histórico de la ciudad, con unvalorde20.000millonesde pesos y nueve años de trabajo. Este proyecto recuperó 88.000 metros cuadrados de espacio público e implemento usosturísticosy habi-tacionales en un sector que había entrado en deterioro y había sido invadido por la informalidad.

También entre los espacios rehabilitados están la fachada al mar, los parques Bolívar, Los Novios

y San Miguel, las plazas de San Francisco y la Catedral, la calle 19, el Callejón del Correo y las ca­rreras tercera y cuarta. Además, está el proyecto inmobiliario 1525, conocido por superar la barrera de los 5 millones de pesos por metro cuadrado, el mayor valor pagado hasta el momento en la capital del Magdalena. Esta obra es a su vez el icono de la recuperación del centro histórico y del apoyo del sector privado a esta inicia­tiva. Diseñado por el reconocido arquitecto y restaurador Alvaro Barrera y localizado en el Parque de los Novios, este edificio de nueve exclusivos apartamentos con aca­bados de lujo, balcón y vista a la ciudad antigua es una invitación a repoblar y redescubrir el valor histórico del centro de Santa Marta.

Además del aporte a la estética y a la historia, las res­tauraciones en las capitales del Atlántico y del Magdalena han probado tener un impacto im­portante en el sector turístico, la revalorización de los predios y la generación de empleo. O

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