Título 1: Deporte: mucho más que fútbol y campeones

Título 2: Podemos conseguir que el deporte sea mucho más que “Fútbol y campeones”

Título 3: "Hacia un modelo democrático en el deporte"

España lleva tiempo viviendo la calificada como “Edad de oro del deporte” gracias a la proyección mediática de los éxitos de Rafa Nadal, Pau Gasol, Mar Márquez, Fernando Alonso o la “roja”. Según Rivero, uno de los mejores ejemplos de la magnitud económica y social del deporte espectáculo lo ofrece el fútbol: el Real Madrid y Adidas facturaron el año pasado cerca de 112 millones de euros por la venta de camisetas de Cristiano Ronaldo, la más vendida en el mundo, seguida de cerca por la del jugador del Barça Lionel Messi.

Desde los años 90 el programa ADO, los éxitos de Barcelona 92 y, la todavía vigente, Ley 10/1990 del Deporte impulsaron el deporte tradicional de alto rendimiento, aunque el capital y los medios apostaron por los campeones de fútbol, baloncesto, tenis y los deportes de motor. Por eso en el fenómeno del deporte espectáculo han tenido escaso impacto los 9 títulos de campeona del mundo de kitesurf de Gisela Pulido o las 17 medallas (11 de ellas femeninas) conseguidas en los JJOO de Londres 2012.

¿Edad de oro del deporte español?. Quizás sería más preciso decir “Edad de oro del deporte espectáculo” porque los poderes económicos y mediáticos daban “fútbol y campeones”, mientras las políticas deportivas consolidaban el alto rendimiento deportivo, en detrimento del deporte para todos (todxs). Cierto que los campeones venden y las medallas mejoran la imagen de un gobierno, pero no impulsan la práctica deportiva beneficiosa para la salud, incluso una visión excesivamente elitista pude desalentarla. No podemos hablar de edad de oro cuando en esa misma España solo 4 de cada 10 personas hacían deporte (la mitad que en Noruega o Finlandia) y entre 1995 y 2010 solo aumentó en un 1% el número de practicantes, según las encuestas del CIS.

Estos datos sobre práctica contrastan con el importante aumento del 17% que se produjo entre 1975 y 1995 fruto de la Ley 13/1980 General de la Cultura Física y el Deporte y el impulso de las campañas de Deporte para Todos de los años 80. Según Moscoso, en este periodo se produjo un cambio en la manera de concebir el deporte, por parte de la ciudadanía y las instituciones públicas. La denominada “democratización del deporte” consiguió que su práctica dejara de ser un privilegio de minorías para convertirse en un logro y una necesidad de toda persona, un factor de desarrollo humano que debía ser estimulado por los fondos públicos.

La evidencia científica señala que estas políticas deportivas fueron beneficiosas para la ciudadanía, porque la práctica regular de actividad física y/o deportiva es un elemento necesario para tener salud y las personas físicamente activas perciben su vida en términos más positivos. El deporte facilita la transición de momentos difíciles, es por eso que durante periodos de crisis en EEUU se dispararon el número de corredores y en España se hayan incrementado las carreras populares urbanas y de montaña. También el Eurobarómetro 2014 informa que, desde 2010, en nuestro país más personas realizan ejercicio y/o deporte. Curioso que durante la crisis hayamos dejado de estar entre los países que cuentan con las tasas de práctica deportiva más bajas de la Unión Europea gracias a la acción ciudadana, no por el

impulso institucional.

Y es que el cambio cultural que se está produciendo en España se refleja también en el deporte: se está produciendo un empoderamiento ciudadano en relación a la práctica deportiva y recuperando la soberanía sobre nuestro cuerpo a través del deporte. Según la última encuesta del CIS se ha producido un importante incrementado de la práctica autónoma, según García Ferrando y Llopis “desinstitucionalizada” - cada vez más personas corren, caminan o se desplazan en bici-, mientras disminuye el deporte federado. Surgen nuevas y diversas experiencias de vivencia del cuerpo, de redes de solidaridad y espacios de encuentro - como la escalada Boulder, el senderismo, el pilates o el parkour-, todas saludables y muchas de ellas económicas. Se está produciendo una “redemocratización del deporte y a través del deporte” por parte de la ciudadanía, que debería unirse a políticas deportivas que contemplen sectores claves, como deporte salud o educación física, y las necesidades de los grupos más vulnerables, como las mujeres o las personas desempleadas. Porque, entre otros, aunque se sabe que 1€ invertido en deporte supone un ahorro de 5€ en gasto sanitario, el Anuario de Estadísticas Deportivas 2014 indica que, de cada euro de gasto público en deporte, solo 0,05€ fue destinado a deporte escolar y universitario. De la misma manera, no podemos dejar de recordar que, un reciente estudio presentado este pasado mes de junio en Bruselas, concluye que los estados miembro de la UE gastan un promedio de 80.400 millones de euros cada año en el tratamiento de enfermedades causadas por la falta de ejercicio, según el informe presentado por Centre for Economics and Business Research (CEBR) y por International Sport and Culture Association (ISCA).

Son necesarias políticas deportivas que frenen la pérdida de logros importantes -como la reducción de las horas de Educación Física que recoge la LOMCE o la privatización del deporte municipal y escolar-, den respuesta a los nuevos retos – como la “redemocratización del deporte y a través del deporte”- y amenazas, como el incremento de la obesidad infantil, la preocupante gestión de algunas Federaciones Deportivas, la pérdida de salud psicológica de la población o la ausencia de regulación legal del ejercicio profesional en el sector. Un sector que mueve actualmente el 3% del PIB de nuestro país, con 20.000 empresas que generan más de 160.000 puestos de trabajo directos y uno de los de mayor crecimiento desde el punto de vista económico.C

En el escenario actual varias líneas clave parecen perfilarse: salud, educación y mujeres, junto a la actualización legislativa y del modelo deportivo español.

Es importante valorar si con nuestro voto en las próximas elecciones podemos conseguir que el deporte en España sea mucho más que “fútbol y campeones”.

María Martín. Profesora Titular de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid