Arte Romano
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Arte Romano El arte romano, al igual que
su arquitectura e ingeniería,
se extendió, como su imperio,
a lo largo y ancho del
perímetro del Mar
Mediterráneo, siendo uno de
los principales exponentes de
la avanzada civilización
romana.
Arte Romano
El arte romano, al igual que
su arquitectura e ingeniería,
se extendió, como su imperio,
a lo largo y ancho del
perímetro del Mar
Mediterráneo, siendo uno de
los principales exponentes de
la avanzada civilización
romana.
El arte romano hunde sus
raices en diversas influencias,
especialmente del mundo
etrusco y del griego.
La fuerte organización y
personalidad del Imperio
Romano exige un arte y una
arquitectura que aúne el
carácter funcional con el
propagandístico. De esta
forma nace un arte muy
centralizado y unitario que
abarca todo el imperio, no
sólo Roma sino, en mayor o
menor medida, a todas su
provincias.
Pintura
La pintura romana, al igual
que otras manifestaciones
artísticas, tiene su origen en
la mezcla entre la tradición
etrusca y la influencia de
pintores griegos de la escuela
de Apeles. Si los etruscos
usaban la pintura como una
forma de evocación mágica
en las construcciones
funerarias, los romanos
harían de este arte un
expresión pública para
retratar hechos o personajes
relevantes de la época.
También, y con base en la
cantidad de pinturas murales
encontradas en las ciudades
de Pompeya y Herculano,
enterradas en ceniza
volcánica durante más de
dieciocho siglos, así como en
los zócalos enterrados de la
mayor parte de los conjuntos
arqueológicos romanos, se
comprueba que la decoración
pictórica era no sólo
frecuente, sino tema común
en la vida cotidiana romana.
La pintura es, de todos las
expresiones del arte, la más
sensible al paso del tiempo,
por lo que los restos de la
misma son muy escasos. En
Italia se cuenta con las
tumbas etruscas y con los
restos de las ciudades de
Pompeya y Herculano, donde
al encontrarse protegidas de
la luz del sol, la policromía
de los frescos ha logrado
sobrevivir al paso del tiempo.
Entre las decoraciones más
frecuentes, se pueden
enumerar las siguientes:
Imitación de mármoles:
muy frecuente en todos los
yacimientos, donde se imitan
placas de mármol liso o
veteado, con una amplia
gama cromática y gran
extensión en el tiempo, desde
el siglo I al IV. Menos
frecuente es la imitación de
crustae, consistente en la
imitación de mármol
recortado y formando figuras.
Decoración en relación
continua: en esta decoración,
el motivo geométrico se
repite y se encadena. Muestra
de este estilo es la Tumba de
Servilia, en Carmona. Es un
estilo utilizado con asiduidad
en el mosaico, pero no así en
la pintura. La datación fecha
estas decoraciones alrededor
de los siglos III y IV.
Candelabros: consiste en
representaciones de objetos,
ya sean metálicos, motivos
florales o animales. La mejor
muestra de este estilo se
encuentra en la Casa del
Mitreo, en Mérida. Este estilo
pertenece principalmente a la
segunda mitad del siglo I
.
Decoración figurada: consiste
en la pintura de pequeños
cuadros en el centro de las
paredes con representaciones
humanas en escenas
mitológicas, religiosas o
sexuales (frecuentemente
muy explícitas). También con
menor frecuencia se
encuentran grandes frisos
decorados con escenas de
caza o carreras. El estilo se
extiende durante casi todo el
periodo de influencia romana
en Hispania, aunque son más
abundantes entre los siglos I
al IV.
Animales, vegetales: aunque
se pueden encontrar en
necrópolis como la de
Carmona enmarcados en
motivos religiosos, los
animales se usan con
frecuencia como simple
objeto pictórico decorativo,
en ocasiones dentro de
esquemas de relación
continua (rellenando el
interior de figuras
geométricas) y en
candelabros, con pájaros
revoloteando entre los
motivos florales. También los
motivos vegetales se usan
con abundancia tanto en la
pintura funeraria como en la
decoración doméstica.
Decoración arquitectónica:
imitación de columnas o
pilares, usados además como
división en las paredes.
También se imitan capiteles y
basamentos. En Pompeya se
hallamos pinturas que imitan
paisajes arquitectónicos,
como galerías de columnas,
aunque no se ha
documentado este estilo
La pintura romana se solía
pintar sobre estucos y les
caracteriza su grosos y que
son muy resistentes. Sobre el
estuco se pinta siempre según
uno de estos tres
procedimientos:
Al fresco.
Al temple.
Al encausto.
Escultura
La tradición escultórica
romana procede directamente
de la cultura griega, aunque
adaptada a la estructura
política y social de la antigua
Roma. Las clases dominantes
romanas utilizaron la
escultura como una
manifestación de su elevada
posición social no sólo en el
ámbito privado, adornando
sus villas, sino también en el
público, donde la escultura se
usó a modo de promoción
política. como parte
integrante del mundo
romano, Hispania no quedó
al margen de esta corriente
artística.
La escultura romana se basa
en dos materiales: el mármol
y el bronce. Con el paso de
los siglos, pocas son las
esculturas en bronce que han
sobrevivido, debido
principalmente a la
reutilización de este material
o a la corrosión provocada
por el tiempo y la intemperie.
La escultura romana centra su
atención de forma preferente
en el busto del personaje
retratado, así como en las
manos y antebrazos, de forma
que el resto del cuerpo se
construye y adquiere
frecuentemente por separado,
siendo cabeza y brazos
intercambiables. A lo largo
del tiempo, esta tendencia
evoluciona para pasar a
modelos de medio cuerpo, ya
en el siglo II. La acentuación
de los detalles del rostro
delata la influencia etrusca de
la escultura romana, y el uso
como figura votiva que busca
reflejar con la mayor
fidelidad posible las
características de un difunto o
antepasado.
En el ámbito público, la
escultura desempeña un papel
fundamental en la
ornamentación de los
edificios públicos, mostrando
al pueblo las imágenes de los
gobernantes y, durante la
época imperial, ensalzando la
figura del emperador. Buena
muestra de esta profusión de
esculturas públicas es la que
se da en los teatros, foros,
termas, etc.
Mosaico
El mosaico se utilizó en
abundancia con el fin de
pavimentar los suelos de las
casas romanas, en especial de
aquellas casas pertenecientes
a las más importantes
familias de cada ciudad. Por
esta gran profusión de
mosaicos, y por las
características de los
materiales empleados,
principalmente vidrio,
cerámica y piedra (conocidos
genéricamente como teselas),
los restos arqueológicos de
esta variedad artística son
muy abundantes, y algunos se
encuentran en un excelente
estado de conservación. En
este apartado se resumirán las
más importantes corrientes
artísticas en cuando al
mosaico en Hispania y se
describirán las obras más
representativas de este arte.
El mosaico romano se
aplicaba al suelo
fundamentalmente. El más
célebre de los mosaicos
hallados en Ampurias es el
Sacrificio de Ifigenia.
Los más empleados en la
Hispania romana eran los dos
primeros. Uno de los temas
más frecuentes es el de los
ciclos Báquicos, que
representa el cortejo de Baco.
Al cortejo se le llama tíaso.
En estos los que destaca es el
movimiento y el colorido. El
otro tema más frecuente es el
de Orfeo, donde aparece
Orfeo el encantador de
animales, rodeado de fauna.
Esto da lugar a mosaicos
paisajísticos y animalísticos.
También aparecen
representaciones de Neptuno
junto a tritones, caballos de
mar, etc. También escenas de
cacería (venationes). Se
también frecuentes la
personificación de estaciones,
los espectáculos circenses,
temas homéricos (la Ilíada y
la Odisea) y escenas de la
metamorfosis de Ovidio
(Nacimiento de Venus, etc).
El mosaico se puede
documentar en varios tipos de
mosaicos.
Se aplica a pisos de
argamasa, al que se le daba
un tono rojizo, en los que se
incrustan piedrecillas o una
serie de teselas de mármol
blanco pero no de modo
continuo y tupido, sino
salpicado o en hileras,
dibujando motivos
geométricos o florales. Su
apogeo corresponde al último
siglo de la República, pero el
género perdura hasta el siglo
d. C. Ampurias conserva
varios ejemplares. El tema
predilecto de la decoración
era los grandes rosetones de
rombos o de otros motivos.
En algunos casos se puede
incluir alguna figura que
podía ser un animal.
Son los fragmentos de
mármoles de colores que se
aplicaba sobre el suelo. Esto
permitía trabajar más rápido.
La moda del mármol blanco
y negro no llegó a las
provincias.
El Opus tessellatum era el
nombre genérico de mosaico.
Consistía en mosaicos de
cubos o dados de 1 cm de
lado por término medio,
empleados en los fondos y
motivos ornamentales no
figurados.
Eran teselas mucho más
pequeñas, de 1 a 5 milímetros
de lado, que permitían
componer o copiar un cuadro
imitando las huellas de las
pinceladas. Era el más
refinado y se aplicaba a
estancias pequeñas o a la
parte más importante del
mosaico. La forma de hacerlo
era diferente, se componían
en el taller y luego se
pegaban en el suelo. Reciben
el nombre de emblemata
(medallones).
Arquitectura
Fue dentro del campo del arte
romano, la más importante y
muestra la influencia etrusca
en el empleo del arco y la
bóveda; y griega, en la
adopción de las líneas rectas
y de las columnas. Se
caracteriza por su
monumentalidad y por ser de
utilidad pública; además, se
manifestó en todas las
regiones del Imperio.
Las principales
construcciones romanas
fueron los foros, los templos,
las basílicas, los teatros, los
anfiteatros, las termas, los
circos, los arcos de triunfo,
los acueductos y puentes. Los
foros, como las ágoras
griegas, eran plazas públicas
rodeadas por los principales
edificios de la ciudad.
Servían de lugar de reunión,
asamblea política y mercado.
Los templos, parte
importantísima del arte
romano, eran generalmente
de planta rectangular y líneas
rectas, como los templos
griegos, pero se empleó
también la forma circular y la
bóveda de origen etrusco. El
templo más conocido es el
Panteón, en Roma, que posee
una rotonda y una cúpula de
43 metros de altura.
Los teatros siguieron los
modelos griegos descubiertos
y solían tener capacidad para
4 mil espectadores.
Los anfiteatros,
construcciones genuinamente
del arte romano, eran de
forma ovales parecidos a las
actuales plazas de toros. El
más famoso es el Coliseo, en
Roma, con capacidad para 80
mil espectadores, destinado a
luchas de fieras, combates de
gladiadores y simulacros de
combates navales, ya que su
pista podía inundarse. Los
circos estaban dedicados a
carreras de carros. Su forma
era rectangular con los
extremos curvos. El circo
Máximo de Roma tenía 600
m de largo y capacidad para
más de 200 mil personas.
Los arcos de triunfo se
construían en honor de
emperadores o generales
victoriosos. Poseían una o
tres puertas adornadas con
columnas y relieves alusivos
al hecho que conmemoraban.
Los acueductos, una más de
las obras monumentales del
arte romano, eran largas
cañerías que llevaban el agua
desde ríos o lagos hasta las
zonas pobladas. Podían
hacerse de plomo pero eran
generalmente de piedra.
Muchas veces debían
tenderse sobre arcos o
puentes y tenían varios
kilómetros de extensión.
Roma contaba con once
acueductos.
Los puentes, junto a las
calzadas y vías romanas,
agilizaban el intercambio de
productos entre los territorios
provinciales y la metrópolis y
eran verdaderamente
importantes para las vías
romanas. Los puentes
romanos alcanzaron un nivel
muy alto de desarrollo y su
construcción tenía la
intención de perpetuarse en el
tiempo. Tenían que emplear
exclusivamente el arco de
medio punto y en mantener la
horizontalidad de la calzada y
estar construidos de sillería
con almohadillado. El puente
de Alcántara es un ejemplo
de estos puentes romanos, el
arco de triunfo se dedicó a
Trajano, aunque ha sido
remodelado varias veces
debido a los daños
ocasionados por su situación
fronteriza entre España y
Portugal.
Los acueductos tenían como
fin el abastecimiento de agua
a las ciudades romanas
durantes todo el tiempo, para
alimentar las fuentes, las
termas y para que en las
cloacas fluyera el agua que
sobrara para mantener el
saneamiento de la ciudad. Por
lo que el acueducto no solo
era el puente que traía el agua
sino toda la conducción desde
el manantial hasta las
cloacas. Incluso a veces lo
hacía bajo tierra sin la
utilización de muros o
arquerías (opus arcuatum). El
primer elemento que los
romanos edificaban como
arranque del acueducto solía
ser un depósito con el
correspondiente dique y sus
contrafuertes. En la parte
occidental del Imperio
romano incluida Hispania los
opus arcuatum u otros specus
(elemento destinado a
sostener la acequia), eran
utilizados para hacer
propaganda del buen hacer
del gobernante.
Plano actual de Zaragoza
sobre el que pueden verse los
hitos más significativos del
urbanismo de Caesaraugusta,
como el trazado del
decumanus maximus (1) y el
cardus maximus (2).
Los romanos se irán
formando sus urbes junto a
las colonias griegas y otras
ciudades ya formadas (Com
Dipolis). En ocasiones
también formarán nuevas
urbes (Nova Urbs) que
seguían patrones regulares.
La ciudad debía ser
rigurosamente ortogonal.
Dentro del perímetro
rectangular el área de la
ciudad se divide en cuatro
partes por dos calles
principales: el cardo
maximus, orientado de norte
a sur y el decumanus
maximus, trazado de de este a
oeste. En la intersección de
ambas partes se abre una
plaza; el foro y a sus
extremos hay cuatro puertas
principales. Las demás calles
se encontraban paralelas a
estas calles principales
formando manzanas (areae)
de casas cuadradas y
rectangulares. La ciudad
quedaba rodeada por una
muralla y en el exterior se
dejaba una franja "sagrada"
(pomerium) sin permitir la
edificación. La explicación
material de no edificar en el
pomerium era la de no
facilitar el asedio al ejército
invasor con edificaciones
pegadas a la muralla, que
podrían permitir la escala del
muro o la guarnición de
tropas en estos edicicios
cercanos a la muralla para
estar a salvo de los arqueros
de la ciudad.
En el interior estaba el foro,
en torno a este se encontraba
la basílica, donde se reunían
las altas magistraturas. Los
edificios lúdicos solían estar
fuera de las murallas, tales
como los teatros, anfiteatros,
circos, etc.
Tenían alcantarillado y
demás servicios público, que
garantizaba el estado. Se
convertía así en un organismo
perfecto que servía a todas
las unidades. Hay textos que
hablan de cómo los indígenas
se asombraban de ver estas
ciudades romanas.
Los faros son una torre con
núcleo central, en torno a este
una rampa de acceso a la
torre. Esta se suele levantar
sobre un promontorio
.
El más destacado de Hispania
fue la Torre de Hércules o el
faro de Brigantium (La
Coruña). El promontorio
tiene 57 m de alto y sus
muros de granito son de un
espesor de 1,55 m descansan
en una base cuadrada de
11,75 m de lado y a partir de
ella suben verticales hasta
una altura de 34 metros. En
época romana era más recia y
más ancha, pues poseía un
caparazón que fue
desmantelado. Entre el muro
exterior y el interior subía
una rampa, vía de acceso de
los carros de bueyes que
abastecían de leña al faro. La
importancia del faro coruñés
es indicadora de que
probablemente la antigua
Brigantium fue el principal
puerto comercial de la
Galicia romana y de que ya
entonces era un hito
fundamental en la navegación
atlántica.
usado como modelo para
construir el de Mérida
(Emerita El foro debía estar
ubicado en el centro urbano
de la ciudad y en el cruce de
las dos calles principales de
la ciudad y su trazado, según
las reglas de Vitruvio debía
de ser rectángulo de una
tercera parte más de largo
que de ancho. En los pórticos
se encontraban las tiendas de
los mercaderes (tabernae),
que también ponían sus
puestos en los
intercolumnios, ya que el
foro, originariamente fue un
mercado que se hallaba fuera
de la ciudad (forum significa
fuera). Después acabó
convirtiéndose en el centro de
la vida política, económica y
religiosa y en su alrededor se
elevaron curias para la
administración de justicia,
basílicas para la contratación
de negocios y templos
consagrados a las divinidades
protectoras. El foro era el
centro orgánico de la ciudad
romana. En el foro se
hallaban las estatuas del
emperador, del gobernador de
Hispania y todos los
personajes importantes de la
sociedad que se usaban para
las campañas electorales. En
el modelo imperial, algunas
ciudades tenían más de un
foro, por ejemplo, Emerita
Augusta tenía tres y Tarraco
poseía dos foros. Cada nuevo
emperador construía un
anexo al anterior. En todos
los foros va a haber un
espacio dedicado a Augusto
que es llamado Aedes
Augusti donde se mostraba la
estatua de Augusto
divinizado.
Los foros hispanos que se
conocen son de planta
rectangular muy próximos a
la cuadrangular, pero ello
puede ser una casualidad que
no excluye la existencia de
rectángulos más alargados.
Destacan los foros de
Ampurias, Itálica, Coimbra y
el de Clunia.
En el teatro romano la
orchesta queda reducida a la
mitad, un semicírculo, y en
cambio, la escena (scaenia)
se ensancha a sus expensas;
las alas salientes
(parascaenia) del escenario
enlazan con el graderío, de
modo que los accesos
abiertos de la orchesta griega
se transforman en galerías
abovedadas.
A partir de las gradas de
preferencia, reservadas en
Roma a los senadores y en las
demás ciudades a los
decuriones y huéspedes de
honor, la cavea se dividía en
tres partes: ima (la más baja)
media y summa, por otros
tantos pasillos de circulación
(praecinctiones) comunicados
por escaleras radiales que
repartían el grederío en
segmentos o cunei. El acceso
a estos se efectuaba por
galerías abovedadas con sus
puertas de salida (vomitoria).
El teatro era una actividad
cultural desconocida por los
indígenas. Se empieza a
desarrollar cuando llegan los
romanos, aunque puede que
algunas colonias helénicas
también la pusieran en
práctica, pero sin influenciar
a los pueblos prerromanos.
Las actividades teatrales eran
los ludi scaenici. La
representación era de obras
latinas, lo que indica que ha
habrían asumido el latín.
En el s. I a. C. era una
actividad minoritaria, se sabe
por anécdotas contadas por
Cicerón que aluden a las
actividades culturales en
Hispania que los actores
llevaban máscaras, gritaban y
declamaban una estrofa
además a Cicerón también le
extrañó que el público se
mezclara sin distinción de
clases sociales, violando así
la Lex Roscia Theatralis, que
impedía que se mezclasen en
el teatro cada estrato social.
Entre los espectáculos estaba
el Ludi Scaenici (teatro), los
juegos de luchadores1 y las
venationes (luchas de fieras)
que se celebraban en el
anfiteatro, las carreras de
carros del circo, etc.