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http://rau.cujae.edu.cu arquitectura y urbanismo Facultad de Arquitectura Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae 1/2019 Volumen XL ISSN 1815-5898 a u

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arquitectura y urbanismoFacultad de ArquitecturaUniversidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae

1/2019 Volumen XL

ISSN 1815-5898

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ARQUITECTURA Y URBANISMO, 1/2019REVISTA DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA, UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LA HABANA JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA, CUJAE, LA HABANA, CUBA. VOL. XL, NO. 1- ENERO-ABRIL 2019, ISSN 1815-5898

ARQUITECTURA Y URBANISMO. Publicación cuatrimestral de la Facultad de Arquitectura de La Habana, Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, Cujae. Fundada en 1980.ARQUITECTURA Y URBANISMO publica trabajos sobre temas de las diferentes escalas del diseño: territorial, urbano, arquitectónico, industrial y gráfico, así como sobre las relaciones entre el medio edificado y las artes visuales. Dedica especial atención a los resultados de investigaciones relacionadas con los problemas del hábitat, la recuperación del patrimonio edificado y del ambiente construido en general en los países en vías de desarrollo.

La revista se encuentra indizada en: EBSCO (Fuente Academica Plus), EBSCO (AcademicSearch Premier), Matriud´Informació per a l´Avaluació de Revistes (MIAR), PublicAffairsIndex, Avery y Redalyc. Registrada en: Catálogo de Revistas Iberoamericanas de Arquitectura y Urbanismo, BIBLAT (Índice de Revistas Latinoamericanas de Ciencias), en los fondos de Harold B. Lee Library SerialsDepartment, Brigham Young University y en la base CUBACIENCIA del Instituto de Información Científico-Técnica de la Academia de Ciencias de Cuba.Se incluye en la base de datos PERIÓDICA. Evaluada en Latindex. Inscrita en la Dirección de Correos, Telégrafos y Prensa con el permiso No. 81964/174. La correspondencia debe dirigirse a Revista Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Arquitectura, Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae. Calle 114, No. 11901, entre Ciclovía y Rotonda, Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba, Apartado 6028, Cujae, CP. 19390. Tel-Fax: 537-2606997.e-mail: [email protected]

CONSEJO EDITORIAL Dra. Mabel Matamoros Tuma.(Directora)Facultad de Arquitectura, Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae. [email protected] Dra. Dania González Couret, Facultad de Arquitectura, Cujae, Dr. Miguel Ángel Álvarez, Instituto Superior de Diseño, UH, Dra. María Victoria Zardoya Loureda, Facultad de Arquitectura, Cujae, Dra. Ada Portero Ricol, Dirección de Extensión Universtaria, Cujae, Dr. Andrés Olivera, Facultad de Construcciones, Universidad Central de Las Villas, Dra. Gloria Artze, Facultad de Construcciones, Universidad Central de Las Villas, Dr. Joaquín Álvarez, Facultad de Construcciones, Universidad de Camagüey, Dra. Flora Morcate, Facultad de Construcciones, Universidad de Oriente.

COMPOSICIÓN, REDACCIÓN Y CORRECCIÓNMabel Matamoros Tuma

WEBMASTERCarlos Guerra Astorga

COLABORADORAlexis J. Rouco Méndez

CONSEJO DE ASESORES CIENTÍFICOSDr. Alfonso Alfonso, Colegio San Gerónimo La Habana, UHDra. Gina Rey, Colegio San Gerónimo de La Habana, UHDr. Emilio Escartín, Facultad Ingeniería Civil, CujaeDr. Obdulio Coca, Facultad de Arquitectura, CujaeDr. Pedro Tejera, Facultad de Arquitectura, CujaeDra. Alexis C. Méndez, colaboradora Fac. Arquitectura, CujaeDra. Lourdes Rizo, Universidad de OrienteDr. Roberto López, Universidad Central de Las VillasDr. Joseph L. Scarpaci, Center for Cuban Culture + Economy, E. U.Dra. Gabriela Peterssen, Universidad Central de ChileDra. Olimpia Niglio, Universidad eCampus, ItaliaDr. Carlos Discoli, Universidad de la Plata, ArgentinaDr. Gustavo San Juan, Universidad de la Plata, ArgentinaDr. Carlos O. Ferreyro, Universidad de la Plata, ArgentinaDr. Francisco Gómez, Universidad de Sevilla, EspañaDra. Isobel Anderson, Universidad de Stirling, Reino UnidoDra. Styliane Philippou, ParísDr. Michele Paradiso, Universidad de Florencia, ItaliaDra. Graciela Gómez, Universidad de OrienteDr. Gerson Herrera Pupo, Universidad de CamagüeyDr. Ernesto Pereira Gómez, Universidad de Las VillasDr. José Flores Mola, Facultad de Arquitectura, Cujae;Dr. Juan J. Hernández Santana, Universidad de Las VillasDr. Manuel de la Rúa Batistapau, CREA, CujaeDr. Rodrigo Vidal Rojas, Universidad de Santiago de ChileDra. Dayra Gelabert Abreu, Facultad de Arquitectura, CujaeDra. Ángela Rojas, ICOMOS, CubaDra. Pía CarrascoMSc. Amui Chong, Universidad de Cornell, E. U.Dr. Andrés Francel, Universidad del Tolima, ColombiaDra. Karen Sanabria, Facultad de Arquitectura, CujaeDr. Andrés Martínez, Universidad de Alicante, EspañaDr. Rodrigo García Alvarado, Universidad del Bío Bío, ChileMSc. Gina M. Núñez Camarena, Universidad de Sevilla. Dr. Sergio Peña, Instituto de Diseño, UHDr. Arnoldo Álvarez, Universidad Central de Las VillasDra. Gretel Rodríguez, Brown University, E. U.Dr. Alex Pérez Pérez, Universidad LaSalle, Colombia

PORTADABatería de Peñas Altas en el Puerto de Matanzas (CUB-27-04), Fuente: AHMM. Cortesía de Odlanyer Hernández de Lara.Composición: M. Matamoros

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SUMARIO / SUMMARY Vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

CON CRITERIO / WITH CRITERIA

DEL REINO DE ESTE MUNDO / OF KINGDON OF THIS WORLD

ACADÉMICAS / ACADEMICS

01

03

Créditos/ Credits

Editorial/ Editorial

02 Sumario/Summary

05 Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

Peñas Altas Battery: Historical- Archaeological Insights from a Forgotten Fortress (Matanzas, Cuba)

Odlanyer Hernández de Lara, Johanset Orihuela León y Boris Rodríguez Tápanes

23 Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

Urban- Architectural Railway Heritage in the Southeastern Cuba

Frank Ernesto Villarreal Quevedo y Lourdes Magalys Rizo Aguilera

37 Diagnóstico de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires: estudio físico y socio-histórico

Analysis of the Urban Image of Avenida de los Mártires: Physical and Socio-Historical Research

Jorge Luis Montero RodríguezI

52 Instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort- de- France

Instrument to Evaluate the Territorial Touristic Resources of the City Center of Fort -de -France

Charles Jean Camara, Graciela Gómez Ortega y Flora Morcate Labrada

72 Villa turística de bambú ¿Una alternativa para el desarrollo hotelero en Cuba?

Bamboo Tourist Village. An alternative for Hotel Development in Cuba?

M. R. Matamoros Tuma, A. E. Álvarez López, M. P. Rojas Rojas, B. Pérez Ríos y J. P. Fonseca Salgado

89 La necesidad de generar una nueva definición de centralidad para las ciudades latinoamericanas

Redefining Centrality in Latin American Cities

Susana Herrero Olarte y Ángela Díaz

100 Satisfacción residencial: objetivo final del diseño participativo en la vivienda social y el conjunto habitacional

Residential satisfaction, the final objective of the architectural design of the social housing and the housing complex

Pedro Alfredo Valdivia Haro, Sheila Delhumeau Rivera y Rubén Garnica MonroyII

107 De la bio-tipología al bio-diseño. Estrategias didácticas en arquitectura

From the Bio-typology to Bio-design. Didactic Strategies in Architecture

Alejandro Guzmán Ramírez y Mariano Adrian Ferretti Ramos

115 0°0’0” Making City. El tercer paisaje como forma de tejer naturaleza y ciudad

0°0’0” Making City. The Third Landscape as a form of Linking Nature and City

Marianela Cruz Cabrera y Enrique Fernández Vivancos

125 Doctorado en Arquitectura. Experiencias compartidas Madrid- La Habana

An Architectural Doctoral Program. Shared Experiences Madrid- Havana

Dania González Couret

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Este número abarca tres grandes áreas temáticas: conservación del patrimonio, turismo, y urbanismo, aunque también aparecen artículos relacionados con la habitabilidad de la vivienda, el bio- diseño y la formación doctoral.

En el área de la conservación patrimonial, presentamos una investigación sobre la Batería de Peñas Altas, en la bahía de Matanzas, la cual hace aportes significativos sobre su surgimiento y desarrollo histórico. Aparece también un trabajo en el que se caracterizan los asentamientos poblacionales asociados a la introducción del ferrocarril en la región suroriental de Cuba; y un artículo sobre el estado de conservación de la Avenida de los Mártires en Camagüey, desde un enfoque socio- histórico.

En el tema del turismo, se presentan dos trabajos de escalas diferentes. El primero propone herramientas para evaluar los recursos turísticos, aplicadas al caso de la ciudad de Fort-de-France, en Martinica, mientras que el segundo explora las posibilidades del uso del bambú en instalaciones hoteleras de pequeña capacidad en Cuba.

Como parte de los temas urbanos, se presenta una propuesta muy sugerente sobre la necesidad de redefinir el concepto de centralidad para los países latinoamericanos, así como las experiencias de un taller internacional bajo el enfoque teórico del “tercer paisaje” que tuvo lugar el pasado año en Quito, Ecuador.

Estos son los principales temas que aparecen publicados en este número, con el cual iniciamos el volumen cuarenta de nuestra revista. Y es que según consta en nuestros archivos, en agosto de 1980 salió publicada por vez primera la revista científica Arquitectura y Urbanismo. El equipo editorial estuvo encabezado en aquel momento por Mario Coyula y Ángela Rojas, presidente y secretaria respectivamente, y conformado por Raúl González Romero, Luis Lápidus y Eliana Cárdenas. También fungieron como directores en los años posteriores, Ángela Rojas, Luis Lápidus y José Fornés, hasta que Eliana ocupara esta responsabilidad en el período comprendido entre 1988 y 2010.

En esta ocasión queremos recordar a los prestigiosos profesionales que han estado vinculados Arquitectura y Urbanismo a lo largo de todos estos años, quienes siguen siendo un ejemplo para nuestro colectivo editorial.

EDITORIAL / EDITORIAL Vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

This issue covers three major thematic areas: heritage conservation, tourism, and urban planning, but we include also articles related to housing habitability, bio-design, and doctoral training. In the area of patrimony conservation, we present an investigation about the Battery of Peñas Altas in Matanzas Bay, which makes significant contributions on its origins and historical development. There is also a work that characterizes the population settlements associated with the introduction of the railroad in southeastern Cuba, and an article on the state of conservation of the Avenida de los Mártires in Camagüey, seen from a socio-historical perspective.On the subject of tourism, we present two works of different scale. The first proposes tools for evaluating touristic resources, applied to the case of the city of Fort-de-France, in Martinique. The second explores the possibilities of the use of bamboo in small-capacity hotel facilities in Cuba.As part of the theme of urban studies, we introduce a very suggestive proposal on the need to redefine the concept of centrality for Latin American countries, as well as the experiences of an international workshop under the theoretical approach of the “third landscape” that took place last year in Quito, Ecuador.These are the main subjects that appear in this issue, with which we started volume forty of our journal. As it turns out, according to records in our archives, the scientific journal Arquitectura y Urbanismo was published for the first time in August of 1980. The editorial team was then headed by Mario Coyula as president with Ángela Rojas as secretary, and formed by Raúl González Romero, Luis Lápidus and Eliana Cárdenas. Rojas, Lápidus and José Fornés, acted like directors in later years until Cárdenas assumed that responsibility in the period comprised between 1988 and 2010. On this occasion we want to remember the prestigious professionals who have been linked to Arquitectura y Urbanismo through all these years, and who continue to be an example for our editorial collective.

Mabel Matamoros Tuma

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no 1, enero-abril 2019, pp. 5-22, ISSN 1815-5898

Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

CON CRITERIO / WITH CRITERIA

05 Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

Peñas Altas Battery: Historical- Archaeological Insights from a Forgotten Fortress (Matanzas, Cuba)

Odlanyer Hernández de Lara, Johanset Orihuela León y Boris Rodríguez Tápanes

23 Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

Urban- Architectural Railway Heritage in the Southeastern Cuba

Frank Ernesto Villarreal Quevedo y Lourdes Magalys Rizo Aguilera

37 Diagnóstico de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires: estudio físico y socio-histórico

Analysis of the Urban Image of Avenida de los Mártires: Physical and Socio-Historical Research

Jorge Luis Montero RodríguezI

52 Instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort- de- France

Instrument to Evaluate the Territorial Touristic Resources of the City Center of Fort -de -France

Charles Jean Camara, Graciela Gómez Ortega y Flora Morcate Labrada

72 Villa turística de bambú ¿Una alternativa para el desarrollo hotelero en Cuba?

Bamboo Tourist Village. An alternative for Hotel Development in Cuba?

M. R. Matamoros Tuma, A. E. Álvarez López, M. P. Rojas Rojas, B. Pérez Ríos y J. P. Fonseca Salgado

CON CRITERIO

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Vol. XL, No.1, enero-abril 2019 ISSN 1815-5898

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Odlanyer Hernández de Lara, Johanset Orihuela León y Boris Rodríguez Tápanes

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

RESUMEN: La batería de Peñas Altas fue la última fortaleza construida para completar el sistema defensivo tradicional de la bahía de Matanzas, Cuba. En este trabajo revelamos nueva información a través del análisis de planos inéditos, documentación histórica y reconocimientos arqueológicos. A partir de ello planteamos que Peñas Altas fue erigida entre diciembre de 1819 y 1820, contrario a lo asumido por la historiografía que data el inmueble hacia 1818- 1819. Se destacan cuatro momentos en la evolución de la batería: planeamiento y construcción (1818-1827), remodelación (1840-1850), ampliación (1876-1886) y una última remodelación en 1907. Peñas Altas funcionó como fuerte militar durante todo el siglo XIX. Luego fue utilizado como polvorín y estación de policía, hasta que fue demolido en 1962. De este significativo patrimonio histórico matancero quedan algunos muros que representan sus diferentes etapas constructivas con potencial para convertir este espacio en un parque de memoria patrimonial. PALABRAS CLAVE: Fortificación, Peñas Altas, Cagigal, Siglo XIX, Matanzas, Cuba

Odlanyer Hernández de Lara, Johanset Orihuela León y Boris Rodríguez Tápanes

ABSTRACT: The coastal battery of Peñas Altas was the last fortification to complete the defensive system surrounding Matanzas Bay, Cuba. This research offers new information gathered from the analysis of unpublished maps, historical archives, and a preliminary archaeological survey. Such information has allowed us to limit the construction of the fortification between December 1819 and 1820, and not in 1818- 1819 as assumed by traditional historiography. Four important moments in its evolution are identified: planning and construction (1818-1827), remodeling (1840-1850), expansion (1876-1886), and a second remodeling in 1907. Peñas Altas functioned as a military post throughout the nineteenth century, and later became a police station and munition warehouse until its demolition in 1962. Only few walls and part of the platform remain, however, they represent an important part of the lost heritage with potential for further research and tourism development.KEYWORDS: Fortification, Peñas Altas, Cagigal, nineteenth century, Matanzas, Cuba

RECIBIDO: 2 noviembre 2018 APROBADO: 28 enero 2019

Con Criterio/ Conservación del patrimonio del sistema defensivo

Peñas Altas Battery: Historical- Archaeological Insights from a Forgotten Fortress (Matanzas, Cuba)

Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no 1, enero-abril 2019, pp. 5-22, ISSN 1815-5898

Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

IntroducciónDesde finales del siglo XVIII, Cuba experimentó un crecimiento económico

extraordinario, basado en el desarrollo industrial y la apertura de los principales puertos al comercio global, lo que se consolidaría hacia inicios del siglo XIX con el impulso que recibió el cultivo del café y el azúcar [1,2]. El puerto de Matanzas, segundo en importancia de la isla para entonces, se había conformado en la puerta para las exportaciones locales, lo que repercutió sobremanera en todas las esferas de la vida socioeconómica de la ciudad y el país [3,4]. Este desarrollo conllevó a una mayor protección de la bahía, lo que trajo consigo la construcción de la última batería de costa que seguía las tipologías dieciochescas: la batería de Peñas Altas (Figura 1). Esta vendría a consolidar el sistema defensivo de la ciudad, que hasta entonces había estado defendida por el Castillo de San Severino, la batería de San José de La Vigía y la batería de El Morrillo, culminados todos durante el siglo XVIII [5,6].

[1] Le Riverend J. Historia económica de Cuba. La Habana: Pueblo y Educación; 1971.

[2] Marrero L. Cuba: economía y sociedad. Vol. 3. Madrid: Playor; 1975.

[3] Martínez Carmenate U. Atenas de Cuba: del mito a la verdad. Matanzas: Ediciones Matanzas; 2000.

[4] Ruiz R. Matanzas: Surgimiento y esplendor de la plantación esclavista 1793-1867. Matanzas: Ediciones Matanzas; 2001.

[5] Hernández Godoy S, Rodríguez Tápanes BE. El sistema defensivo de San Carlos y San Severino de Matanzas: Una historia por descubrir. Revista del Vigía. 1999;9(18-19):101-8.

[6] Pérez Orozco L, Santana C, Viera RA. Evolución histórico-arqueológica del cinturón defensivo de la Ciudad de Matanzas de 1693 a 1898. Castillos de España. 2010;57(160):65-79.

Figura 1. Localización de la batería de Peñas Altas en el litoral sur de la bahía de Matanzas, Cuba. La extensión y disposición de la batería entre 1821 y 1876 se encuentra coloreada en amarillo. La cantera más próxima a la batería, posiblemente asociada con su construcción, aparece marcada con línea discontinua en color amarillo. La extensión de la batería instalada después de 1876 aparece sobreimpuesta en color rojo. Además, están marcados las estructuras (línea discontinua en azul claro) y la vegetación (en color verde) que afectan la conservación del registro arqueológico. Fuente: elaboración propia a partir de imágenes satelitales de Google Earth.

Peñas Altas constituye la batería menos conocida de las que otrora defendieron la ciudad. Su olvido parece estar relacionado con la función que cumplió el inmueble durante la primera mitad del siglo XX y su posterior demolición. Lo cierto es que poco se ha investigado, ya sea desde la historia o la arqueología. Las menciones al inmueble en la historiografía local son exiguas y, en general, se limitan a repetir la misma información conocida, con una llamativa escases de fuentes documentales.

La investigación sobre la historia de la fortaleza parece haber enfrentado uno de los mayores obstáculos: la falta de documentación. Ello lo destaca Álvarez y Menéndez1 al mencionar que “son muy escasos los documentos que hacen referencia a esta fortificación”. No obstante, esta afirmación parece basarse en una búsqueda en el Archivo Histórico Provincial de

1 Álvarez Chávez, Adrián, y Giraldo Menéndez (1994). “Matanzas Colonial: Su Sistema Defensivo.” Matanzas: Inédito.

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Matanzas (AHPM) y en la historiografía local, pues Blanes [7] cita algunos documentos existentes en el Archivo Nacional de Cuba (ANC). Es posible que mucha de la documentación acerca de Peñas Altas se encuentre en los archivos de España, pero ello implica una movilidad que muchas veces no se encuentra al alcance de los investigadores locales.

Para llenar este vacío, en este trabajo se aborda la batería de Peñas Altas desde tres perspectivas fundamentales: la documentación histórica, la geología y la arqueología. Aquí reportamos y analizamos 12 planos inéditos procedentes del Archivo General Militar de Madrid (AGMM), en adición a fotografías y documentación histórica. Al mismo tiempo, se presenta un reconocimiento arqueológico y geomorfológico del área donde se erigió la fortaleza, así como de las canteras contiguas para conocer el estado de conservación e integridad del inmueble que algunos investigadores han dado por desaparecido, lo que contribuye substancialmente al conocimiento de la batería de Peñas Altas como un aporte a la historiografía matancera.

Materiales y métodosA partir de una investigación iniciada en el año 2010 sobre la batería de

Peñas Altas que abarca no solamente su historia, sino también el aspecto arqueológico, se comenzó a indagar en el AGMM, con el objetivo de localizar documentación cartográfica que pudiera aportar más información acerca de esta fortaleza olvidada. La búsqueda dio como resultado un total de 23 registros documentales en los que Peñas Altas aparecía referenciada con mayor o menor grado de detalle. Además, se revisó la documentación de la red de bibliotecas de defensa de España y base de datos de la prensa local, documentos históricos del ANC y el AHPM. Estos documentos se describen y analizan críticamente, lo que permite profundizar sobre la historia del inmueble militar, siguiendo la metodología de estudio que hemos utilizado con anterioridad [8].

Conjuntamente a la investigación histórica, se realizaron observaciones geológicas, que fueron dirigidas a identificar las formaciones y condiciones geológicas / geomorfológicas donde se erigieron la batería y las canteras, como componentes importantes para su estudio. Para ello se siguió la metodología estándar de estudio de rocas carbonatadas y petrología sedimentaria de Tucker [9], más la nomenclatura de Folk [10] y Shanzer et al. [11].

La investigación arqueológica de la batería de Peñas Altas se enfoca desde una multiescala espacial y temporal [12], lo que implica diferentes grados de resolución con el uso de una escala local, regional y global. La primera está orientada a los procesos histórico-arqueológicos y las narrativas que tienen lugar en la batería, en estrecha relación con el entorno de la bahía de Matanzas y el denominado sistema defensivo de la rada (escala regional). Pero al mismo tiempo, su estudio se enmarca en una escala global (sistema-mundo) que interrelaciona la expansión del capitalismo y su influencia en la “periferia” [13]. Teniendo en cuenta las propiedades del ambiente, con especial atención en la visibilidad y obtrusividad [14] del sitio, así como los procesos posdeposicionales, tanto naturales como culturales [15] que incidieron en la formación del registro arqueológico, se hace una evaluación con técnicas exploratorias no invasivas que permite un acercamiento al estado de conservación e integridad de la batería.

[7] Blanes Martín T. Fortificaciones del Caribe. La Habana: Letras Cubanas; 2001.

[8] Hernández de Lara O, Orihuela León J, Rodríguez Tápanes BE. Una fortaleza en el medio de la bahía: el proyecto inconcluso para la batería de La Laja, Matanzas, Cuba. Cuba Arqueológica. 2017;10(2):32-46.

[9] Tucker ME. Sedimentary Petrology. 3rd ed. Oxford: Blackwell Publishing; 2001.

[10] Folk RL. Petrology of Sedimentary Rocks. Austin (Texas, EUA): Hemphill Publication; 1974.

[11] Shanzer EV, Petrov OM, Franco G. Sobre las formaciones costeras del Holoceno de Cuba, las terrazas pleistocénicas de la región Habana-Matanzas y los sedimentos vinculados a ellas. Serie Geológica No. 21. La Habana: Academia de Ciencias de Cuba; 1975.

[12] Stein JK. Scale in archaeology, geosciences, and geoarchaeology. In: Stein JK, Linse A, editors. Effects of scale on archaeological and geoscientific perspectives. Boulder (Colorado, EUA): Geological Society of American; 1993. p. 1–9.

[13] Wallerstein IM. The Modern World-System. Capitalist Agriculture and the Origin of the European World-Economy in the Sixteenth Century. New York: Academic Press; 1974.

[14] Schiffer MB, Sullivan AP, Klinger TC. The Design of Archaeological Surveys. World Archaeology. 1978;10(1):1–28.

[15] Schiffer M. Formation Processes of the Archaeological Record. Salt Lake City: University of Utah Press; 1996.

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Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

ResultadosAquí se presenta un total de 12 planos novedosos,

uno de los cuales incluye, además del proyecto para la Batería de Peñas Altas, una propuesta para fortificar La Laja de la bahía de Matanzas, publicado recientemente por los autores [8]. Otros dos planos de Peñas Altas han sido difundidos con anterioridad [7,16], aunque uno de ellos no ha sido abordado en profundidad, sino utilizado a modo ilustrativo. Estos recogen la evolución del inmueble y del litoral costero en el que fue emplazada la fortificación, y donde hoy sobreviven sus ruinas.

Descripción de los planosJosé Martínez y Orosa, 1818Este plano aparece bajo la nominación: Planos

perfiles y elevaciones de las dos obras proyectadas para la defensa del Puerto de Matanzas año 1818, y está firmado por José Martínez y Orosa. Se encuentra en los fondos del AGMM bajo la signatura CUB-104-18. En un pliego de 40.5 por 60 cm, compartido con un proyecto para la batería de La Laja [8]. Con una escala gráfica doble, de 20 varas castellanas para los perfiles y de 40 varas para los planos en planta, presenta una traza sencilla, donde se observa un privilegio para la batería de La Laja, en detrimento de la de Peñas Altas, tanto por el espacio que ocupa en el pliego, como por la importancia estructural del proyecto.

El inmueble, de una planta, se proyecta con una plataforma semicircular hacia el mar con parapeto corrido para las piezas de artillería y frente de tierra rectangular. Posee un foso inundado (ppp) con seis pies de agua, sin representación alguna de puente que permita el acceso al espacio fortificado. La plataforma se encuentra localizada justo en el vértice costero, a más de 6 varas sobre el nivel de marea. Todas las dependencias, incluyendo al almacén de pólvora (L), cuarto para el oficial de guardia (M) y cuerpo de guardia de la tropa (O), están alineadas sobre el frente terrestre, hacia la esquina izquierda, dejando una amplia plaza de armas. El aljibe (K) se extiende desde el cuarto para el oficial de guardia hacia la plaza de armas. Hay que destacar la ausencia de cocina y letrina, espacios de vital importancia y obligada presencia en las fortificaciones.

Antonio Ventura Bocarro, 1818Conservado en el AGMM con la signatura CUB-27-

06, este plano aparece titulado como: “Plano y perfil del proyecto de una batería de dos piezas de grueso calibre que debe hacerse en Peñas Altas en el puerto de Matanzas” firmado por Antonio Ventura Bocarro (Figura 2). El mismo corresponde a uno de los proyectos para la construcción de la batería de Peñas Altas, conformado por un plano en planta y un perfil, con una escala gráfica de treinta varas castellanas en un pliego de 40 por 35 centímetros. Bocarro aparece como única información

Figura 2. Plano y perfil del proyecto de una batería de dos piezas de grueso calibre que debe hacerse en Peñas Altas (CUB-27-06) de Antonio Ventura Bocarro (1818). Este plano muestra una de las variaciones discutidas en el texto, dentro del periodo de planeamiento y construcción. Fuente: AHMM.

de firma en la esquina izquierda inferior, que estaría indicando a Antonio Ventura Bocarro, entonces director general del Real Cuerpo de Ingenieros de La Habana.

La traza presenta una plataforma semicircular hacia el mar, con parapeto corrido para la ubicación de las piezas de artillería a barbeta. El frente a tierra es rectangular y está rodeado de un foso de cuatro varas de ancho y otras cuatro de profundidad que no aparece en la leyenda del plano, aunque sí dibujado en el perfil. Es preciso anotar que la vista de perfil parece estar indicando que se pretendía un foso con agua. Presenta una contraescarpa que se extiende hasta el borde de costa, conectándose con la escarpa a través de un puente mixto (a) (fijo y levadizo).

En el centro de la plaza de armas se levanta una edificación rectangular, donde el espacio se divide para una amplia habitación del oficial (b), el cuartel de

[16] García Santana A, Larramendi J. Matanzas: La Atenas de Cuba. La Habana: Polymita; 2009.

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la tropa (c), la cocina (e) y una dependencia dedicada a los repuestos de pólvora (d). En el corte se observa el respiradero de dado que era muy común en los polvorines para la preservación de la pólvora. La cocina, ubicada en la parte inmediata al acceso, parece estar seguida de una galería con colgadizo. La letrina (h) o común se ubicó en un espacio en el muro derecho y hacia el lado izquierdo del frente de tierra estaba el aljibe (f), de cinco por tres varas.

Es interesante anotar que el título del plano hace referencia a la cantidad de piezas de artillería que se pondrían en la nueva batería de costa, que correspondían a dos piezas de grueso calibre, pero no se indica qué peso.

Francisco P. Plazaola, 1819Este plano, que forma parte del acervo del AGMM,

está catalogado bajo la signatura CUB-27-05 (Figura 3). Titulado: “Proyecto de la batería de Peñas Altas, aumentado”, aunque en el verso aparece otro título: “Plano del proyecto de la batería de Peñas Altas, que

Figura 3. Plano del proyecto de la batería de Peñas Altas, que había de construirse en el puerto de Matanzas (CUB-27-05), realizado por Francisco P. Plazaola (1819). Este plano contiene el título adicional de Proyecto de la batería de Peñas Altas, aumentado, y también representa uno de los primeros planos del período de planeamiento y construcción de la batería. Fuente: AHMM.

había de construirse en el puerto de Matanzas”. En la esquina inferior izquierda se lee: “f.p.p”, iniciales de su autor, Francisco P. Plazaola. Está confeccionado a escala 1:159; en un pliego de 40.1 x 37.2 cm.

En este plano se recoge una variante de los dos registrados anteriormente. A diferencia de los anteriores, ya no se indica un foso inundado con conexión directa al mar, sino caballos de frisa, que por lo general eran construidos por cruces de madera ensambladas, “todo alrededor hasta la mar” (W). Además, se incluye una “barbeta para un violento” (S). En general, la batería se mantendría de una planta y con una disposición casi idéntica, incluyendo el cuartel para la tropa (a), la habitación del oficial (b) con escalera posiblemente para el acceso al techo, el repuesto de la pólvora (c) con sus respiraderos y paso para la artillería (p). La orientación de la cocina (e) con un colgadizo (d) se indica hacia el este, justo frente a la letrina (m). La entrada (n) presentaba un rastrillo o puerta de listones de maderas.

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Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

Figura 4. Plano y perfil del proyecto de una batería de dos piezas de grueso calibre, que debe hacerse en Peñas Altas en el Puerto de Matanzas (CUB-27-04), realizado a color por Antonio de la Torre (1820). Fuente: AHMM.

Antonio de la Torre, 1820Este plano es una copia del original

confeccionado por Francisco P. Plazaola, dibujado por Antonio de la Torre hacia 1820 (Figura 4). Aparece registrado bajo la signatura CUB-27-04 en el AGMM, con el título: “Plano y perfil del proyecto de una batería de dos piezas de grueso calibre, que debe hacerse en Peñas Altas en el Puerto de Matanzas”. Se realizó a escala 1:157; en un pliego de 47 x 29 cm.

Se asemeja al plano de Antonio Ventura Bocarro (CUB-27-06) ya descrito arriba. En este se vuelve a mostrar el foso inundado con conexión al mar. La disposición de la batería mantiene aún la plataforma a barbeta, apuntando al norte, con puente firme-levadizo (a). La cocina se indica en la esquina inferior izquierda (e), igualmente frente a ella se indica la letrina (h). En este plano, sin embargo, no se indica la pequeña barbeta del plano anterior. Mantiene los espacios internos distribuidos como en el plano de Bocarro: habitación del oficial (b), cuartel para la tropa (c) y repuesto de pólvora (d).

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Figura 5. Plano y perfil de la batería de Peñas Altas en Matanzas (CUB-91-10), realizado por Eugenio Campos de Letemendi, entre 1841 y 1860. Este plano, aunque es una copia de una planta de Plazaola, marca el comienzo de la etapa de remodelación. Fuente: AHMM.

Eugenio Campos de Letamendi, 1841-1860Este plano, realizado por Eugenio Campos de

Letamendi con una fecha tentativa entre 1841 y 1860, aparece en el AGMM bajo la signatura CUB-91-10 (Figura 5). Según consta en el registro, es copia del levantado por Francisco P. Plazaola en 1819. Está titulado: “Plano y perfil de la batería de Peñas Altas en Matanzas”, a escala 1:157 y en pliego de 45.6 x 62.3 cm.

Mantiene la disposición descrita hasta ahora. No obstante, carece de foso y muestra una estacada en todo el perímetro. Igualmente presenta cuartel de la tropa (1), habitaciones de oficial (2), cuarto de artilleros (5), cocina (7) y aljibe (8). La entrada tiene también un rastrillo, pero sin puente, por no haber foso. Hay un paso especial para la artillería (10). El repuesto de pólvora (4) con piso de tablones de madera y sus respiraderos se encuentra en la esquina derecha norte, próxima al cuarto de los artilleros (5) y la cocina (7). Las letrinas (11) aparecen en el parapeto de la fortaleza y se encuentran divididas en común de oficial y de tropa, distinguiendo

claramente los espacios para uno y otros. Con lápiz se indica la posición de las colisas para las cureñas de tres cañones, que irían en la plataforma a barbeta. El perfil indica una fortaleza de una planta baja con colgadizo (6). Llama la atención la posición del asta para la bandera y lo que parece una garita de madera justo en la plaza de armas. También en el perfil se observa una baranda alrededor del techo de las dependencias internas. El acceso parece haber sido a través de las escaleras en forma de L que se encuentran en la habitación del oficial (2). Este plano fue publicado por Blanes (2001), aunque sin indicar fecha ni autor.

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Dirección Subinspección de la Isla de Cuba, Comandancia de Matanzas, 1851-1875

Este “Proyecto de aumento en la batería de Peñas Altas” bajo la Dirección de Subinspección de la Isla de Cuba, Comandancia de Matanzas aparece registrado con la signatura CUB-75-12 en el AGMM. Está fechado tentativamente entre 1851 y 1875, a escala 1:200. Contiene dos hojas y es muy semejante al plano CUB-145-07 (Figura 6), descrito a continuación.

Este plano en planta constituye el proyecto de aumento de la batería que, hasta el momento, no se conocía la fecha de construcción. Elaborado en un pliego de tela para planos de 47.5 x 81.5 cm, está orientado con media lis al norte geográfico y magnético y manuscrito a tinta negra, carmín, azul y amarilla.

El único plano conocido hasta ahora donde se observa la extensión del inmueble data de principios del siglo XX [16]. Este, en cambio, no sólo muestra el proyecto, que parece iniciarse en 1851, sino que también se representa parte de lo ya realizado en la última fecha con una combinación de colores que representan las obras finalizadas; las negras estaban proyectadas. Aparentemente, los muros, según la simbología del trazado, estaban compuestos de fragmentos de rocas irregulares, no de cantos labrados, lo que en parte es congruente con las observaciones arqueológicas descritas más adelante.

El plano general de la Dirección de Subinspección, CUB-156-06 de Luis Sánchez (14 de abril de 1876), muestra a menor escala, también en color rojo, la extensión aún por construir de la batería y, además, indica el alcance del “batido por los tres obuses Elorza que se proponen en Peñas Altas” con el Castillo de San Severino y las nuevas baterías de Punta Prácticos, en el litoral opuesto de la bahía.

Figura 6. Plano del proyecto de aumento de 3 obuses Elorza en la batería de Peñas Altas (CUB-145-07), firmado por Lino Sánchez y Limonta en 1876. Estas modificaciones marcan el comienzo del período reconstructivo y de expansión de la batería. Las áreas amarillas indican la fracción original de la batería, y las rojas las nuevas extensiones. Nótese que la letrina ha sido movida de su lugar original, y ahora hay indicado espacios para 8 cañones. Fuente: AHMM.

Lino Sánchez y Limonta, 1876Bajo el título: “Proyecto de aumento de 3 obuses Elorza en la batería

de Peñas Altas fig. 1 y 2”, se encuentra otro plano de la fortificación en el AGMM, con la signatura CUB-145-07 (Figura 6). Está fechado en 28 de abril de 1876, con la referencia de la Dirección de Subinspección de la Isla de Cuba, Comandancia de Matanzas. El Comandante de Ingenieros Lino Sánchez y Limonta firma el proyecto, que está confeccionado a escala 1:201, sobre un pliego de 14.9 x 73.6 cm. Examinado por el General Director de la Subinspección U. Rojo.

Este plano representa la batería a barbeta de Peñas Altas de planta y perfil, con escala en metros. En una nota se lee “La parte R. S. corresponde

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al proyecto ya aprobado. Las líneas de trazos de carmín marcan los espacios que ocuparan los traveses. Las de trazos y puntos el muro de cerca aprobado y que ahora no habrá que construir según el nuevo proyecto”. Este muestra en color amarillo las partes demolidas para la reestructuración de la batería. Entre las zonas demolidas se encuentran los muros de la gola. Un rastrillo de entrada (7) cercano a esta área aparece en carmín aún sin construir, con una apertura de 2.50 m, y entre dos muros, uno de 12.40 m al noroeste, y una de 60.7m a sureste. Además de las tres colisas de la plataforma a barbeta, se indican cinco colisas más para los obuses, algunos de los cuales se pueden ver en fotografías históricas de principios del siglo XX. Cada colisa tendría una cureña de metal con ruedas, con un movimiento de arco de 120 grados, que apuntarían hacia el noroeste.

Las letrinas que antiguamente se encontraban en la pared noroeste de la batería, ahora aparecen indicadas al oeste, justo detrás del muro a barbeta de la plataforma. El perfil incluido indica un emplazamiento en la roca estructural a 7 metros sobre la marea alta. El cuartel o cuerpo de guardia actual (2) se presenta sin divisiones internas, quizás porque el plano estaba enfocado en los cambios externos.

Félix Cabello, 1886Con las signaturas CUB-56-13 y CUB-55-08, aparecen

dos planos iguales en el AGMM. Estos están fechados en La Habana, el 1 de marzo de 1886 y figuran bajo el título: “Batería de Peñas Altas, Estado en que se encuentran las obras ejecutadas con cargo a la suscrición nacional”. El Comandante de Ingenieros Félix Cabello figura como su autor. Los perfiles se encuentran a escala 1:100 (Hoja 2), mientras que la planta (Hoja 1) está a escala 1:200.

En planta, este plano es casi idéntico a CUB-145-07 y CUB-75-12, descritos arriba. No obstante, este incluye cuatro perfiles que pueden estar relacionados a los planos inéditos (no incluidos en este trabajo) de Enrique Amado Salazar del 22 de febrero de 1886 a mayor escala, en preparación de toda el área. Estos perfiles muestran en escala de colores las áreas proyectadas (rojo) y las concluidas (negro). En ellas se puede ver la utilización de roca irregular de relleno en vez de sillares de masonería para los muros, que serían retocados con mampostería, y sus alrededores con “tierras asentadas” (verde).

El plano del Coronel Ingeniero Comandante Enrique Amado Salazar y el Brigadier J. Osorio del “Proyecto de artillado en varios puntos en la bahía de Matanzas”, fechado el 19 de octubre de 1889, con signatura CUB-162-01, señala los muros de la extensión de Peñas Altas aun inconclusos. Esto sugiere que para entonces la batería continuaba con el proceso de remodelación.

Enrique Amado Salazar, 1886Este plano es parte de otro a mayor escala mencionado

arriba (CUB-162-01). Aparece registrado en el AGMM bajo la signatura CUB-27-07, con el título: “Proyecto de zona para la batería de Peñas Altas” (Figura 7). Está fechado en La Habana, el 22 de febrero de 1886, con escala horizontal de 1:5000 y escala vertical de 1:500. Enrique Amado Salazar figura como autor.

Figura 7. Plano y perfil del proyecto de zona para la batería dePeñas Altas (CUB-27-07), realizado en La Habana, por Enrique Amado Salazar, el 22 de febrero de 1886. Este plano indica las canteras adyacentes a la batería, de donde posiblemente se extrajo material para su construcción, remodelación y aumento en el siglo XIX. Fuente: AHMM.

Una vista en planta y una de perfil muestran la disposición de la batería de Peñas Altas y las canteras localizadas a sus alrededores. Estas constituyen dos canteras abandonadas y tres activas. Una con hornos de cal, cercanos al litoral este de la batería y frente a la quinta de Iturralde, lindando con la calzada General Betancourt. Por lo general, estas canteras se encuentran rellenas y edificadas en la actualidad, con excepción de otras que se han convertido en vertederos de basura.

El corte de perfil (AB) es geomorfológicamente relevante, ya que plasma la disposición de la batería en el escarpe de la primera terraza emergida del Pleistoceno, llamada “terraza Seboruco” por Ducloz [17], y detrás la segunda terraza emergida (también del Pleistoceno), llamada por Ducloz “terraza de Yucayo”, entre las isobatas 3 y 25 m del Mapa de la República de Cuba a escala 1: 25000, bahía de Matanzas (Hoja 3885-II-d, 1992) [18].

[17] Ducloz, C. Etude géomorphologique de la région de Matanzas, Cuba. Archives de Sciense. 1963;16 (2):351-402.

[18] Mapa Topográfico de la República de Cuba. Hoja 3885-II-d - Matanzas, Escala 1/25000 [topográfico]. La Habana: Instituto de Cartografía y Geodesia de Cuba; 1992.

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Figura 8. Plano del proyecto de reparaciones en el Castillo de Peñas Altas, Matanzas, realizado por Alberto de Castro e Hilario Gil el 5 de julio de 1907. Fuente: Archivo Nacional de Cuba, sección Mapas y Planos, número 16.528.

Comandancia General de Subinspección de Ingenieros de la Isla de Cuba, Comandancia de Matanzas, 1897

Este “Proyecto de instalación de pararrayos en varios edificios de esta plaza”, que aparece bajo la signatura CUB-188-21 en el AGMM, contiene un “plano de la batería de Peñas Altas” en la Hoja 2. Está confeccionado por Enrique Jara para la Comandancia General de Subinspección de Ingenieros de la Isla de Cuba, Comandancia de Matanzas. Está fechado el 21 de octubre de 1897 y realizado a escala de 1:200. Fue examinado por el coronel Sebastián Ruisclán2.

Este es un plano parcial que muestra la instalación de un pararrayos directamente en el techo, con salida a tierra en dirección noreste, hacia el mar. Este tendría un radio de 12 m, e indica las dimensiones del cuartel: 18 metros de largo por 11.60 de ancho. Además, se indican las tres colisas de la plataforma a barbeta y una colisa de la sección extendida. Para entonces ya la batería había sido aumentada, aunque uno de los muros del fondo se dibujó incompleto.

En cuanto a su disposición físico-geomorfológica, la peña de caliza al frente del muro de la plataforma-herradura no se indica acantilada, como aparece en planos posteriores y actuales.

Alberto de Castro, 1907El presente “Proyecto de reparaciones en el Castillo de Peñas Altas,

Matanzas” fue publicado con anterioridad [16]. Procede del ANC, sección Mapas y Planos, número 16.528. Fechado el 5 de julio de 1907 por el ingeniero a cargo Alberto de Castro y el tercer ayudante Hilario Gil (Figura 8).

2 El apellido no es completamente legible. Según la firma, parece que era Comandante General Subinspector Interino de la Comandancia General de Subinspección de Ingenieros.

Este es el único plano conocido de la época republicana hasta el momento. Aquí se ven materializados los cambios de la última mitad del siglo XIX, ya discutidos en los planos anteriores. Está señalado el “edificio del castillo”, con cuatro colisas para las cureñas de cuatro cañones: dos mirando hacia el noroeste sobre el muro de la extensión de la batería y dos en la plataforma a barbeta, mirando a la bahía. El edificio principal está dividido en sala, tres cuartos y cocina- comedor. En la sala se señala un depósito de explosivos, al cual se le demolerían los tabiques que lo separaban del resto de la habitación. En uno de los cuartos se incluye una escalera “nueva” que

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conducía a la “garita de la azotea”. En otro de los cuartos aparece señalada una cocina para demoler. La cocina y el comedor retomarían el espacio indicado para ese propósito desde su planeamiento en 1818. Un cobertizo, visible en algunas fotografías, aparece indicado con un pavimento de hormigón que alcanza justo hasta el aljibe, que tenía una “armadura para su cobertura”.

En la extensión de la batería aparecen dos dependencias, un “departamento descubierto que se aprovecha de polvorín” y un “pabellón derruido”. Se indican tres ventanas “con reja en el macizo” que se pueden observar en las fotografías históricas. Hay además una “puerta nueva en el emplazamiento antiguo”, o sea en el recodo del muro oeste, también visible en las fotografías. Y otra “puerta negra” en el muro posterior de la extensión.

La letrina está indicada en el mismo recodo del muro posterior donde se une la extensión con la planta antigua, denominada como “emplazamiento de inodoro y ducha con tubería que descarga al mar”. Su desagüe va indicado directamente en dirección norte, junto al muro lateral de la barbeta con salida al mar.

En cuanto a la condición física geográfica, este plano muestra una línea de costa más realística, que incluye los accidentes causados por la erosión activa de esta parte de la costa, a causa de la erosión mecánico-química (disolución) intermitente que caracteriza este litoral.

Fotografías históricasDos de las fotografías más tempranas de la batería

datan de 1901, ambas publicadas en el Annual Report of the Secretary of War [19]. Una de estas fotos muestra el inmueble mirando hacia la bahía, e incluye tres de sus piezas de artillería. En la terraza se observa la salida de una escalera y una garita. En el lateral derecho del edificio aparece una puerta con dintel y otras cuatro abiertas hacia la plaza de armas, dos de ellas con arcos de medio punto tapiados y nuevas aberturas con claraboyas para la ventilación o iluminación. Lo que parece ser el brocal del aljibe está localizado al fondo del inmueble. También se observa la chimenea, dos astas de bandera a cada uno de sus lados y dos desagües pluviales que debían conducir el agua de lluvia hacia el aljibe de la plaza de armas (Figura 9).

La otra imagen, referenciada como “Castillo de Peñas Altas - Matanzas” está tomada desde el acantilado rocoso y se observa solamente parte de la batería a barbeta y del edificio con dos de sus piezas de artillería asomando sobre la plazoleta. Esta fotografía muestra la proximidad del risco costero al muro de barbeta.

Otras fotografías conocidas entre 1905 y 1927 indican un estado similar. La de 1905 representa una vista

Figura 9. Fotografías históricas de la batería de Peñas Altas. A) Fotografía de un lateral mirando al oeste, tomada circa 1905. B) Fotografía del archivo del EMPAI, tomada después de su demolición en 1962. C) Fotografía publicada en el Annual Report of the Secretary of War en 1901; de la colección Manuel R. Bustamante (Photograph Collection CHC5017). “Bateria de Peñas Altas, east side of Matanzas harbor”. Fuentes: A. Pérez Orozco et al. (2017), B. Archivo EMPAI, C. University of Miami. Library. Cuban Heritage Collection (circa 1910).

[19] War Department. Annual Reports of the War Department for the Fiscal year ended June 30, 1900. Part 11. Report of the Military Governor of Cuba on Civil Affairs. In Two Volumes. Vol I - In four parts. Part I. Washington: Government Printing Office; 1901.

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desde el flanco este. Se pueden observar dos cañones en la plataforma y los gruesos muros a barbeta. Hay una pequeña escalerilla en este mismo tramo que da acceso a la plataforma, que no aparece indicada en los planos anteriores a 1907. Se pueden observar igualmente, tres ventanas rectangulares con barrotes, una puerta de madera, y un cobertizo hacia la gola. Asimismo, se encuentra una casetilla en el techo de la planta, no indicada en los planos.

Una fotografía tomada por la secretaria de obras públicas durante el negociado de caminos y puentes de la construcción de la carretera central en 1927 (diapositiva no. 1479; archivos del EMPAI) muestra su enclave en una zona de perímetro con vegetación muy baja (herbáceas), con un muro grueso al fondo, los cobertizos en el cuartel y la casetilla en el techo. El cobertizo aparentemente se volvió a colocar con posterioridad a 1910, ya que no aparece en la fotografía anterior. La estructura que parece estar relacionada con la salida de la escalera es visible en la fotografía de 1910 y 1927, pero no está indicada en los planos.

Otras dos fotografías del archivo del EMPAI (no. 69259 y 69260) recogen el momento posterior a la demolición de 1962. Estas imágenes muestran toda la zona de la batería demolida con escombros, perdidos sus gruesos muros laterales, pero aún se conservaban los de la plataforma a barbeta. En el suelo se ven las espigas de las estructuras. Toda el área está cubierta en escombros y vegetación recientemente alterados.

Reconocimiento arqueológicoLos restos de la batería de Peñas Altas se encuentran

adyacentes al antiguo caserío de Bellamar y la Playa de Indios, o Playa de Judíos, próxima a la calzada General Betancourt. Su localización se ha mantenido en la memoria colectiva de la comunidad, reconocida por algunos historiadores y arqueólogos [6,7]3, aunque algunos autores han indicado la desaparición del inmueble4. El grado de visibilidad de los restos de paramentos permite su detección a través de métodos no invasivos de prospección superficial, al menos de sus estructuras perimetrales. Pérez y colegas [6] reportaron que la barbeta, de 2.22 metros de grosor, está conformada por 36 metros lineales de muro de barbeta, de la cual se preservan 2.50 metros de altura desde la roca estructural. Los restos de los muros de la extensión de la batería que existen miden 10,20 m y 37,50 m.

En esta primera etapa se evalúa la batería en escala local para conocer la integridad y conservación de la fortaleza. En cuanto a los procesos posdeposicionales que han afectado la configuración del registro arqueológico, se reconocen impactos culturales y naturales. El área ha sido urbanizada sobre todo en

la segunda mitad del siglo XX, lo que ha afectado negativamente al sitio en cuanto a su conservación. Entre los factores culturales que lo han impactado se encuentra la construcción del edificio trece plantas y su área de estacionamiento, así como una carretera que lo rodea. Estas obras afectaron parte de la extensión de la batería. Además, la construcción de varias estructuras no planificadas utilizadas como parqueos sobre el área de la antigua planta de la fortaleza, así como una vivienda familiar adosada a uno de los muros de la extensión que se conservan en pie, son otros de los impactos directos. Algunas secciones de revoques que se conservan en el exterior del muro a barbeta presentan grafitis incisos. Sobre la misma planta antigua se encuentra un parque que cuenta con algunas aceras y bancos de concreto, así como 15 pinos sembrados en el área principal. Esta vegetación, al mismo tiempo, ha generado parte de los impactos naturales que afectan al sitio, con un avanzado proceso de floraturbación, a lo que se suman procesos de erosión eólica y salitrosa que inciden en la conservación de los sillares, las juntas y el revoque.

Por otra parte, la falta de consolidación de los paramentos ha provocado el desprendimiento de algunos sillares. Tres de los que conformaban el relleno del muro a barbeta, dos de ellos montados y uno suelto, están cortados en bloques sólidos directamente sobre roca caliza biodetrítica que contienen corales de los géneros Diploria y Montrastea. Sus dimensiones son: 65 cm de largo, 60 cm de ancho y 40 cm de alto, con un volumen de 156,000 cm3. Estos bloques son diferentes en construcción a los irregulares que componen todo el muro antiguo.

Las canteras, antiguamente localizadas en los alrededores de la batería, surgen como una posible fuente de materia caliza para su construcción. Algunas de estas resaltan en el plano CUB-27-07 de 1886, que indica varias canteras activas e inactivas en los alrededores próximos a la batería, inclusive donde había un horno de cal. No obstante, los autores no han encontrado documentación que indique estas canteras como la fuente directa para la construcción de la batería de Peñas Altas. La tradición oral hace referencia a esta zona como fuente de sillares para la construcción del malecón de la misma calzada a principios del siglo XX. No obstante, esto aún no se ha comprobado geológicamente con muestras directas.

3 Jiménez de la Cal, A. (no. da.). Matanzas y sus Fortificaciones. Inédito.

4 Álvarez Chávez, Adrián, y Giraldo Menéndez (1994). “Matanzas Colonial: Su Sistema Defensivo.” Matanzas: Inédito.

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Al menos una de las documentadas en la cartografía histórica se conserva en la actualidad, ocupando el área al este de la intersección de la calzada General Betancourt y la calle 200. Esta se encuentra parcialmente vegetada y, por momentos, es utilizada como vertedero improvisado de basura. Los cortes de los sillares son observables en gran parte de sus perfiles, donde se puede identificar el uso de las antiguas técnicas de los maestros canteros. Estas canteras se mencionan en la historiografía como las Canteras de Escoto, en el camino real, hacia el caserío de Bellamar y Playa de Judíos [20]. Las Memorias de la Real Sociedad Económica de La Habana describe el sitio en 1846: “…costa rocallosa, elevándose hasta la escarpada…continua así en el trecho hasta el fuerte de Peñas Altas y forma luego ensenadas de arena frente a las canteras de Escoto…” [21], canteras que quedaban hacia el oeste de la batería y que hoy están rellenadas y urbanizadas.

Observaciones geológicasLa batería está localizada en el margen sur de la bahía

de Matanzas, emplazada en la primera terraza emergida sobre el nivel del mar actual, entre las isobatas de 3 y 25 metros [18]. Su posición se encuentra a 7 metros sobre el nivel del mar actual, en una peña alta característica de este tramo del litoral matancero que pertenece a un tipo de costa de erosión activa, con una escarpa abrasional de microrrelieve de lápies y acantilados intermitentes [11,20]. Esta parte del litoral está constituido por rocas calizas organogénicas (biodetríticas) de la formación Jaimanitas (Pleistoceno). Las características del terreno quedan bien representadas en el plano de Enrique Amado Salazar (1886) ya descrito.

Las rocas de las canteras, al formar parte de la misma franja costera, parecen estar conformadas por rocas calizas bioclásticas como la formación Jaimanitas. La comparación de muestras de rocas procedentes de las canteras y las de los cantos sobrevivientes de la batería de Peñas Altas está en proceso de investigación, lo que pudiera confirmar que la fuente de los sillares es la misma formación geológica, aunque resulta difícil conocer la localidad exacta de origen de los sillares por varias razones. Una de estas es que dado el alto grado de similitud composicional –o sea, si los sillares están conformados de las mismas calizas de la formación Jaimanitas, como suponen los autores–, identificar la facies precisa, o variación exacta de la cantera de origen sería muy difícil de establecer. Para ello sería necesario contar con una caracterización e identificación de las facies presentes en esta parte de la franja costera, así como en las canteras de los alrededores y en los sillares.

DiscusiónVariaciones y momentos constructivos

Los planos demuestran tres variaciones conceptuales en cuanto a su estructuración y cuatro momentos constructivos importantes. La estructuración de la batería varía desde 1818 a 1907, cubriendo casi un siglo de evolución. Las primeras propuestas ya la ideaban con plataforma a barbeta en forma de herradura, con un foso profundo conectado a las aguas del mar. Una de estas variantes incluía un baluarte hacia la gola y puentes fijos sobre el foso inundado (plano CUB 27/05; fechado >1820). En esta configuración, la letrina se localizaba en el recodo de la gola y la plataforma, en el lado este de la batería. La segunda concepción presenta la misma disposición, pero sin el foso inundado conectado al mar. Para esta se introdujo un cercado de perímetro y se eliminó el puente levadizo.

La tercera variación incluye la extensión llevada a cabo desde mediados hasta finales del siglo XIX que presenta una ampliación de la batería. Esta incluye el aumento de la artillería y la demolición de la gola. Aparentemente, esta extensión sería abierta, o sea al aire libre, con excepción de dos dependencias adjuntas al muro este que todavía aparecen indicadas en el plano de 1907. La letrina sería entonces eliminada del recodo del muro este, ya que allí se conectó el grueso muro de la extensión. Dicha letrina fue movida hacia el lado oeste, donde se unía el muro posterior y la plataforma, con un desagüe hacia el mar.

La evolución constructiva de la fortificación permite establecer cuatro momentos significativos: planeamiento y construcción, entre 1818 y 1827; remodelación, entre 1840 y 1860; ampliación y aumento de artillería, entre 1876 y 1886; y otra remodelación y reparaciones en 1907. En el primer momento figuran los ingenieros Francisco P. Plazaola, Antonio Ventura Bocarro, José Martínez y Orosa, y Antonio de la Torre. Llama la atención que el autor del plano más antiguo que se encontró de la batería corresponde a José Martínez y Orosa (1818), contrario a lo asumido por la historiografía, que señala a Plazaola como el autor de la obra.

El segundo momento está indicado por documentos de la cuarta década del siglo XIX que revelan que

[20] Orihuela J, Viera R. Un paisaje de Esteban Chartrand y el desaparecido cementerio de Playa de Judíos (Matanzas, Cuba). Cuba Arqueológica. 2017;10(1):38-48.

[21] Torre JMdl. Memorias de la Real Sociedad Económica de La Habana. Tomo 1. Segunda Serie. La Habana: Imprenta del Gobierno y Sociedad Económica de La Habana; 1846.

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las fortalezas presentes en la rada necesitaban de mantenimiento más allá de lo básico (colección de José Augusto Escoto, Universidad de Harvard). Como ejemplo, Pezuela menciona la reparación de “antiguos defectos” de Peñas Altas, Castillo de San Severino y demás fortificaciones, tres de las cuales ya eran centenarias a mediados del siglo XIX, pero dichos defectos no se explican [22]. Documentos del Archivo Nacional manifiestan la aprobación entre mayo y octubre de 1841 de un presupuesto para la construcción de cinco garitas en las fortificaciones de Matanzas, que incluían la batería de Peñas Altas [23]. El costo aprobado alcanzaba 320 pesos, de los cuales la Corona pagó 122 pesos y 4 reales para ello y la reparación ya necesitada de la batería [24]. De esta fecha figura el plano realizado por Eugenio Campos de Letamendi.

El tercer momento se caracteriza por la ampliación llevada a cabo entre 1876 y 1886, cuando se propone el proyecto de instalación de tres o cinco obuses Elorza, que aumentaría la artillería de la batería y la extensión general de la misma, posiblemente incitada por las acciones de la Guerra de los Diez Años (1868-1878). Esta artillería sería extra a los cuatro cañones de 24 que ya aparentemente existían [25,26]. Pérez Orozco et al. [6] indican “entre 6 y 4 cañones de grueso calibre”. Sin embargo, las fotografías históricas parecen indicar que las antiguas piezas de artillería fueron reemplazadas por las nuevas. En este momento se demuele el muro de la gola, se relocaliza la letrina y se construyen los gruesos muros de su ampliación, en cuya obra figuran los ingenieros de la comandancia de Matanzas y La Habana, la Dirección de Subinspección, Lino Sánchez y Limonta, U. Rojo y Enrique Amado Salazar.

El cuarto momento implica la remodelación constructiva y las reparaciones realizadas en 1907, cuando algunas de las dependencias internas fueron modificadas, con la demolición de una cocina y la construcción de una cocina- comedor, como ya se explicó en la descripción de este plano. También se modifica la letrina, que fue acondicionada con inodoro y ducha, con desagüe al mar, siguiendo el muro de la plataforma. Además, se introduciría una caseta en el techo, se abriría una entrada justo al lado de la plataforma, cercana a dicha letrina, y se construiría un cobertizo con piso de hormigón.

Fecha de construcción y nombramiento de la batería

Uno de los puntos que resulta más problemático sobre la batería de Peñas Altas es la fecha de su construcción. La escasa historiografía que aborda el inmueble ha indicado la finalización de su construcción hacia 1819, lo que no concuerda con la información que ahora se aporta. Los historiadores locales decimonónicos establecieron las fechas de 1818 o 1819 a partir de

información documental no citada apropiadamente, como era la usanza de la época [25,26]. El ingeniero “Paula Plazaola” o “Francisco de Paula Plazaola” habría sido el responsable de su construcción [25-27]. Las investigaciones posteriores han tomado estas fechas, sobre todo 1819 sin cuestionar las fuentes, lo que puede implicar la replicación de un error sobre repetido [5-7, 28-29]. Los planos que aquí se presentan claramente indican que, aunque la batería se comenzó a planificar desde 1818, no parece haber llegado a construirse hasta después de 1819. Los planos realizados entre 1818 y 1820 figuran, sin excepción, como proyectos “que debe hacerse” (ver planos CUB-27-02 y 06). No obstante, algunos de estos planos son copias, lo que pudiera igualmente sugerir una fecha de construcción igualmente parcializada o errónea.

Los documentos referentes a esta batería son pocos, y por ende lo que se conoce sobre su construcción, planeamiento y funcionamiento es limitado. Según las investigaciones del historiador Ignacio López Hernández de la Universidad de Sevilla (España), las obras de la batería de Peñas Altas habían sido aprobadas por el intendente Alejandro Ramírez en enero de 1819, recibido la artillería en octubre, y entrado en funcionamiento para noviembre del mismo año (López, comunicación personal 19 de julio de 2018). Sin embargo, un documento inédito sobre el fomento de Matanzas del brigadier Juan Tirry y Lacy, redactado el 26 de noviembre de 1819, menciona la necesidad de llevar

[22] Pezuela Jdl. Historia de la Isla de Cuba, Tomo Segundo. Madrid: Carlos Bailly-Bailliere; 1868.

[23] Archivo Nacional de Cuba (ANC). R. C. que aprueba el presupuesto para la construcción de cinco garitas en el fuerte de San Severino, Peñas Altas y El Morrillo de la Ciudad de Matanzas. Fondo: Reales Cédulas y Órdenes, leg. 160, núm. 101, fol. 2.

[24] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Carta aprobando la reparación de la batería de Peñas Altas, en Matanzas. Fondo: Reales Cédulas y Órdenes, leg. 117, núm. 51.

[25] Alfonso PA. Memorias de un matancero: Apuntes para la historia de la isla de Cuba con relación a la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas. Matanzas: Imprenta Marsal; 1854.

[26] Quintero y Almeida JM. Apuntes para la Historia de la Isla de Cuba con Relación a la Ciudad de Matanzas. Matanzas: Imprenta El Ferro-carril; 1878.

[27] Treserra JA. Reseña Histórica de Matanzas. La Habana: Imprenta La Revoltosa; 1941.

[28] Hernández Godoy ST. San José de La Vigía: Historia de una fortaleza. Revista 1861. 2005;7(1):30-6.

[29] Hernández Godoy ST. El Castillo de San Severino: insomne caballero del Puerto de Matanzas (1680-1898). Matanzas: Ediciones Matanzas; 2006.

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a cabo el proyecto de La Laja y Peñas Altas, que aún están en fase de planeamiento: “Mas esta prosperidad y la insigne posición de Matanzas es una tentación para nuestros enemigos y por consiguiente crecen intentos riesgos a la pos de nuestra prosperidad. Las fortalezas actuales ni pueden impedir una sorpresa nocturna, ni bastan para defender el puerto de un insulto, por cuya razón entiendo que las baterías proyectadas en La Laja y en Peñas Altas las reclama urgentemente la seguridad de este puerto y el interés de la isla…” [30]. ¿Cómo pudiera estar completado para ese entonces? Este mismo documento contiene una certificación de dicho fomento por el Ayuntamiento de la Ciudad de Matanzas y Juan N. de Arocha en el cual se listan los aportes de Tirry y Lacy hasta el momento, donde no figura la construcción de la batería, lo que da a entender que para noviembre de 1819 es aún un proyecto y no una realidad, o que la construcción de la batería no se consideró un aporte directo del brigadier.

Un plano inédito de 1821 en el Archivo Nacional de Cuba (ANC) autorizado por Juan Bautista Rufín y Torres, titulado “Plano demostrativo de una caballería de tierra más de un octavo de otra que fuera el resguardo de la costa y camino real es el área de que se compone el limpio o campaña del fuerte Cagigal o Peñas Altas, reconocido y medido entre la orilla del mar y del monte” [31], da a entender que estaba ya construido para esta fecha. Una real orden del 4 de noviembre de 1822 aprueba “que se proceda a construir las obras de fortificación y cuartel que son necesarios en el puerto de Matanzas”, sugerido por don Tomás Gener para que, como había planteado Tirry y Lacy en 1819, protegiesen el crecido comercio del puerto matancero, que para entonces ya se consideraba el segundo de Cuba [32]. Este documento menciona a La Laja [8], pero no a Peñas Altas, aunque queda insinuada. La cartografía general de la bahía de Matanzas consultada por los autores no comienza a señalar la batería de Peñas Altas hasta 1827.

Se desconoce con certeza el origen del nombre de Cagigal que en ocasiones aparece en la cartografía y documentación histórica. El nombre de “Batería de Cagigal” aparece en el plano CUB-27-3, uno de los planos más tempranos que aquí se presentan. Como “Castillo de Peñas Altas o Cagigal” aparece en el plano de José Falguera y Esteban Pichardo (1846) [33], y en el Cuadro Estadístico de Dionisio Vives [34], y pudiera representar una denominación local, no el nombre oficial, ya que este no aparece en los planos descritos en este trabajo, con la excepción del plano CUB 27/3 titulado “Batería de Cagigal” y el mencionado arriba. El sobrenombre de Cagigal, no obstante, parece estar relacionado con el Capitán General de Cuba en el momento de su construcción, Juan Manuel de Cagigal y

Martínez, quien gobernó la isla brevemente entre 1819 y 1821. Ello podría estar indicando que la construcción de la batería se haya materializado para este intervalo y no en 1818, como indican algunas de las fuentes aquí citadas.

Localización y funcionamientoEn la cartografía histórica aparece esta área como una

zona boscosa, con el nombre de “Peñas Altas” desde 1729, según el plano de Robert Pearson “Draught of the Bay of Matanzas”, levantado en ese año. No obstante, casi un siglo después aparece con el nombre de “Playa de Muertos” en el plano de Rafael Gutiérrez Torres (1815), autorizado por Rafael Mestre [35]. El desarrollo constructivo del área circundante a la batería no se inició hasta principios del siglo XX, cuando se conecta la Carretera Central con la Calzada de General Betancourt, como se puede observar en las fotografías históricas y planos posteriores a 1928 [36,37]. Esta posición elevada y abrigada contribuyó a su localización geoestratégica.

[30] Archivo General de Indias (AGI): AGI/Santo Domingo, 1709: Duplicados de Intendentes del Ejercito y de Real Hacienda (1819). “El Capitán General y el Intendente de La Habana, informan las buenas cualidades y particulares servicios del Gobernador subdelegado de Matanzas, brigadier Don. Juan Tirry y Lacy, y lo que ha prosperado aquel partido por su celo y actividad…” Documento no. 1168, con 13 folios. Copia de la colección Levi Marrero, Colección Especial, Florida International University.

[31] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Bienes de Estado, leg. 40, núm. 19: Plano demostrativo de una caballería de tierra más de un octavo de otra que fuera el resguardo de la costa y camino real es el área de que se compone el limpio o campaña del fuerte Cagigal o Peñas Altas, reconocido y medido entre la orilla del mar y del monte. Disponible en: Catálogo de los Mapas, Planos, Croquis y Árboles Genealógicos existentes en el Archivo Nacional de Cuba, Tomo Tercero D-H. La Habana: Imprenta del Archivo Nacional de Cuba; 1954.

[32] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Real orden [sic], Madrid 4 de noviembre de 1822, para que se prosigue a construir las obras de fortificación y cuarte que son necesarios en el puerto de Matanzas, con arreglo al proyecto que se acompaña. Asuntos Políticos, leg. 21, núm. 4, fol. 8.

[33] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Fondo: Planos, leg. carta, núm. 47: Plano de Matanzas, 2da parte, Brigadier Don José Falguera, con una nota de Esteban Pichardo (1846).

[34] Vives FD. Cuadro Estadístico de la Siempre Fiel Isla de Cuba Correspondiente al Año de 1827. La Habana: Viudas de Arazoza y Soler; 1829.

[35] Library of Congress. Plano del Puerto y ciudad de Matanzas… 1800 [batimétrico]. G4922.M3.1815.T6.

[36] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Plano de la bahía y puerto de Matanzas. Junta de Fomento, leg. 71, núm. 2751.

[37] Archivo Nacional de Cuba (ANC). Plano de la ciudad y bahía de Matanzas, obras públicas no. 1. Hacienda, leg. 420, núm. 1.

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Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

El punto central de la batería de Cagigal era cerrar el canal sur que hacia el bajo de La Laja. De esa manera, cerrando fuegos con el Castillo de San Severino, cerrarían y protegerían el paso al fondo de la bahía y el surgidero del puerto. Este sería un apoyo moderno a las casi obsoletas baterías existentes en el sistema defensivo de la bahía. Dionisio Vives la da ya por funcional en su Cuadro Estadístico, realizado en 1827 [34].

En 1897 se instalaron pararrayos en todas las fortalezas matanceras, algunas de las cuales además fueron condicionadas en 1898 con artillería añadida en vísperas del conflicto con los Estados Unidos, que culminaría en la Guerra Hispano-Cubano-Americana [38]. Los documentos de archivos y los planos indican que ya desde mediados del siglo XIX se habían comenzado a erigir nuevos fortines y a crear nuevas baterías alrededor de la costa y colinas, incluyendo los puntos estratégicos localizados más hacia la embocadura de la bahía. Zonas del litoral costero como Punto Prácticos, Punta Sabanilla y Punta Maya serían habilitadas con baterías y artillería para repeler ataques de modernos barcos de guerra, lo que se materializa en 1898, cuando la marina estadounidense ataca la bahía el 27 de abril de 1898 [38].

Breve relación histórica Poco después de la construcción de la batería de

Peñas Altas, en 1831, las compañías de Galicia vinieron a guarnecer las fortalezas matanceras [39, pp. 144], incluyendo a esta última. Trece años después, en 1844, se desatan los hechos conocidos como la Conspiración de La Escalera, lo que conllevó a la preparación de las fortalezas matanceras y vigila del tráfico marítimo del puerto. Ello impulsa a Narciso López a hacer su famoso desembarco por la bahía de Cárdenas, y no la de Matanzas. De la tripulación de aproximadamente 600 hombres que traía el general López, dos eran los matanceros Juan Manuel Macías y Ambrosio González, quienes “informaron a López de las condiciones defensivas en tierra por la situación de los fuertes, el Castillo de San Severino y Peñas Altas, que estrechaban la embocadura de la bahía…” [40]. Esta información influyó decisivamente para que Narciso López cambiara de rumbo el 18 de mayo de 1850.

Con posterioridad, durante la Guerra de Independencia (1895), los oficiales locales no consideraron las fortificaciones existentes suficientes para contrarrestar las fuerzas mambisas, debido sobre todo a que estas constituían emplazamientos estratégicos para la defensa marítima, no terrestre. En consecuencia, decenas de fortines fueron construidos en las retaguardias, colinas y costas que rodeaban la ciudad y bahía de Matanzas, incluyendo trincheras y baterías transitorias [41]. Ya

en 1895 “…las fuerzas del Castillo de Peñas Altas y la Guardia Civil se tirotean, sin que pueda explicarse el hecho de otro modo que considerándolas temerosas de ser atacadas por fuerzas de los revolucionarios…” [42].

Durante la primera batalla con la flota estadounidense, acontecida en la bahía matancera el 27 de abril de 1898, la batería de Peñas Altas no jugó un papel decisivo [38]. Pero el inmueble fue considerado por las autoridades españolas, apareciendo en varios de los planos del momento. Luego de la guerra, bajo la gobernación de Leonard Wood, el Jefe de Ingenieros, coronel Biddle de la provincia de Matanzas había sugerido la construcción de un muelle de metal en la punta de Peñas Altas, dada su singularidad como punto de visualización en el puerto [43], aunque este nunca se llevó a cabo.

Desde principios del siglo XX, la antigua batería sirvió de repositorio general de municiones o polvorín de la administración de Charles Magoon, entre 1906 y 1907. En uno de sus reportes administrativos, Magoon refiere que el Castillo de San Severino estaba abandonado5 y sus pertrechos habían sido transportados al castillo de Peñas Altas que, por su pobre estado, necesitó de reparos [44]. Esto quedó registrado en el plano de 1907.

5 “…Castillo de San Severino has been abandoned and its stock transferred to that of Peñas Altas, due to which cause repairs were made in the latter, in view of its bad condition…” (44, pp. 271-272).

[38] Hernández de Lara O, Lorenzo Hernández L, Rodríguez Tápanes BE, Hernández Godoy S, Hernández Campos I. El peligro te viene de arriba: arqueología de una batalla durante la intervención estadounidense en la Bahía de Matanzas, Cuba (1898). En: Landa C, Hernández de Lara O, editores. Sobre campos de batalla. Arqueología de conflictos bélicos en América Latina. Buenos Aires: Aspha Ediciones; 2014. p. 191–233.

[39] Conde de Clonard. Historia Orgánica de las Armas de Infantería y Caballería Española. Tomo VIII. Madrid: Imprenta del Boletín de Jurisprudencia; 1851.

[40] Arnao J. Páginas para la historia de la Isla de Cuba. La Habana: Imprenta La Nueva; 1900.

[41] Archivo Histórico Provincial de Matanzas (AHPM). Fondo: Gobierno Provincial/Guerra de Independencia, legs. 5 y 12, núms. 269a y 212.

[42] Portillo Ld. La Guerra de Cuba (el primer año). Apuntes. Key West: Imprenta La Propaganda; 1896.

[43] Civil Report Cuba: Enero 1 a Mayo 20 de 1902: Military Governor Leonard Wood: 1899-1902. Vol 5-6. Washington: Government Press; 1903.

[44] Magoon C. Report of Provisional Administration: from October 31th 1906 to December 1, 1907. La Habana: Imprenta Rambla and Bauza; 1908.

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En 1912 fungió como prisión, donde en ocasiones los detenidos fueron llevados a cuestionar. Uno de estos incidentes lo recoge el periódico El Mundo, cuando relataba que dos individuos que efectuaron disparos en el puente de la Concordia fueron detenidos y trasladados a Peñas Altas [45].

En 1924, la batería aún necesitaba de reparos, según indican las memorias de la administración del presidente de la República, Alfredo Zayas y Alfonso, donde se registra un gasto de 275.40 pesos [46]. Dicha condición deplorable es visible en las fotografías de esta época, ya discutidas arriba.

Aparentemente, la batería continuó ejerciendo como polvorín del ejército Constitucional de la República hasta 1930, cuando se convirtió en parte, en Apostadero Naval [6]. Esta sucursal fue originalmente trasladada desde El Morrillo, que antes ejercía esa función [47,48]. Con posterioridad, se convirtió en cuartel de la región, para la motorizada de Matanzas, y luego una de las sedes del Regimiento 4 “Plácido” y Escuadrón 41 de la Guardia Rural [6]. Esto implicó que jugara un rol significativo en la historia local y nacional de la naciente República, apareciendo por varias razones en la prensa del momento.

En 1927, el entonces presidente Gerardo Machado había realizado una visita a la ciudad junto al general Monteverde en la que recorrió el Castillo de San Severino, que ya fungía como prisión militar, y Peñas Altas, evento que fue ampliamente cubierto por la prensa de la isla [49]. Al parecer, esta visita fue realizada en vísperas de la planificación de la Carretera Central. Precisamente el tramo de la Carretera Central entre Matanzas y Santa Clara fue inaugurado en mayo de 1930 por una caravana de automóviles que partió justo desde la batería de Peñas Altas. Dicha caravana incluyó al presidente de la República Gerardo Machado y el alcalde de Matanzas Benigno González [50]. Ya desde mucho antes, en 1902 se había planteado el aumento de esta calzada, y para 1932 se planeaba un resort de verano en los alrededores [51].

En junio de 1930, José A. Gallardo, un cabo del ejército nacional establecido en la batería, encuentra en sus alrededores “los despojos humanos de una anciana” de más de 30 días post mórtem [52]. Esta no sería la única ocurrencia similar durante la misma década, ya que en julio de 1933 se encontrarían los restos del joven Ramón Delgado Gil ahorcado en las cercanías de la batería [53]. Estos hechos fueron facilitados, en parte, por la reclusión de la batería ante la calzada y la discordia social del machadato. Es precisamente desde la batería de Peñas Altas desde donde se había sugerido traer las ametralladoras de trípode para el enfrentamiento de las fuerzas armadas republicanas contra Antonio Guiteras y el coronel venezolano Carlos Aponte, que les costó la

vida el miércoles 8 de mayo de 1935, en las cercanías de la otrora batería El Morrillo [48].

Hacia finales de la década de los 30’s, el castillo de Peñas Altas fue además sede de fiestas y reuniones presidenciales, así como de reconocimientos militares, en especial del Escuadrón 41 y Regimiento 4 “Plácido”. Hacia mediados de 1958, ante la continua intranquilidad militar por la que cruzaba la Isla, fue detenido, y aparentemente torturado, el joven maestro René Fraga Moreno, quien logró escapar del recinto, para ser luego asesinado por José Luis Igarzea del Escuadrón 41 [54]. En diciembre, hubo un intento de sabotaje a la fortaleza por las fuerzas revolucionarias anti-Batistianas, aunque fue controlado por el personal del Escuadrón 41, entonces bajo la capitanía de José L. Castillo [55].

Luego del triunfo de la Revolución en 1959, y después de funcionar brevemente como repositorio de municiones, la batería de Peñas Altas fue demolida, aparentemente como consecuencia de las atrocidades cometidas en sus celdas y la evocación negativa que implicaba en la memoria local. La demolición parece haber sido materializada en el año 1962, como indican las fotografías históricas descritas arriba. En memoria a los hechos ocurridos en sus galeras durante la dictadura de Fulgencio Batista, por miembros del Escuadrón 41, se han montado varias tarjas con los nombres de las víctimas, y otra general donde se lee: “A la memoria de todos los revolucionarios que sufrieron prisión y torturas en el Escuadrón 41 que radicara en este lugar - VIII Semana de la Cultura, Matanzas, Octubre de 1983”.

[45] De Matanzas. El Mundo. 29 noviembre 1912; p. 6.[46] Zayas y Alfonso A. Memorias de la administración del

presidente de la República de Cuba. La Habana: Imprenta y Papelería de Rambla, Bouza y Ca; 1924.

[47] Tabares del Real J. Guiteras. La Habana. Ciencias Sociales; 1990.

[48] Quintana García JA. A paso vivo: Carlos Aponte en Cuba. Santiago de Cuba: Oriente; 2008.

[49] Visita al Castillo de San Severino. Diario de la Marina. 29 enero 1927; p. 6.

[50] Lovio A. Hoy será inaugurado el tramo de la Carretera Central comprendido entre Matanzas y S. Clara…se reunirán en Matanzas, junto al fuerte Peñas Altas… Diario de la Marina. 25 mayo 1930; p. 2.

[51] Jarquín M. Matanceras: Acariciado Ideal. Diario de la Marina. 29 abril 1933; p. 4.

[52] Lovio A. Un cabo del ejército encontró los despojos humanos. Diario de la Marina. 27 junio 1930; p. 9.

[53] Farres E. Matanzas; Radicada una causa por asesinato. Diario de la Marina. 1 julio 1933; p. 9.

[54] Beruvides EM. Cuba: Anuario Histórico 1959. Coral Gables: 12th Ave. Graphics; 1996.

[55] Marel García G. Crónicas Guerrilleras de Occidente. La Habana: Ciencias Sociales; 2005.

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Con Criterio/ Batería de Peñas Altas: apuntes histórico- arqueológicos sobre una fortaleza olvidada (Matanzas, Cuba)

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0).

Odlanyer Hernández de LaraArqueólogo, Director de Campo en Archaeological and Historical Conservancy. Editor de Cuba Arqueológica (www.cubaarqueologica.org). Director-Investigador en Progressus Heritage & Community Foundation. Actualmente cursa estudios de Antropología en el Department of Anthropology, University of Florida. Email: [email protected]

Estado actual: Erosión y mitigaciónLas observaciones geológicas y arqueológicas en el sitio, más la

comparación de fotos modernas e históricas, han servido para evaluar y sugerir un estado erosivo que se encuentra afectando tanto los restos del muro de la barbeta como la roca estructural. Sin dudas, tanto la acción humana, donde influyen todos los procesos culturales antes mencionados, como natural, incluido el azote del mar, en especial durante temporadas de surgencia y huracanes, han impactado negativamente la conservación de este patrimonio. Durante el azote del huracán Irma (septiembre de 2017) a la ciudad de Matanzas, se registraron olas tan altas que alcanzaron el muro remanente de la plataforma y desprendieron un lateral del mismo. El desprendimiento y disolución de la roca estructural muy cercana al litoral acantilado, así como la de los muros, implica que sin la mitigación adecuada pudiera socavar lo que queda de la plataforma en las próximas décadas. Este tipo de erosión es moderada y natural, muy característica de este tramo del litoral matancero y no un caso de foco erosivo como lo es El Morrillo. No obstante, requiere de similar atención y mitigación para la protección de este importante patrimonio local y nacional.

ConclusionesLa batería de Peñas Altas es una de las fortificaciones menos estudiadas, y

por ende, menos conocidas del sistema defensivo de la ciudad de Matanzas. Este trabajo aborda su historia y evolución basado esencialmente en fuentes documentales y un importante cuerpo de material gráfico inédito de archivos cubanos y españoles. De estos se identificaron cuatro momentos en su evolución: planeamiento y construcción (1818-1827), remodelación (1840-1850), ampliación (1876-1886) y última remodelación en 1907. El fuerte fue aparentemente construido entre diciembre de 1819 y 1820 para defender el fondo de la bahía de Matanzas y su creciente comercio marítimo. Fue demolido en 1962 por su función como funesta prisión en los años cincuenta. Sin duda, quedan aspectos relegados, como detalles de la construcción y artillería, los que indican vacíos en el conocimiento de su historia que generan más dudas que certezas. Su rescate desde una perspectiva histórico-arqueológica es fundamental para la memoria colectiva de Matanzas, lo que permitirá contribuir a la socialización del patrimonio local.

AgradecimientosAl personal de los Archivos Históricos, Nacional de Cuba y Provincial de

Matanzas, y el Archivo General Militar de Madrid. A Julio Elizalde y Josefina Bartlett, por su amable ayuda para adquirir algunos de los planos aquí publicados. A Ignacio López Hernández de la Universidad de Sevilla, por sus comentarios sobre el inicio de la batería de Peñas Altas. A Leonel P. Orozco y Ricardo Viera por aportar documentación necesaria para la investigación y discusiones que sin dudas mejoraron este trabajo. A Jorge Álvarez Licourt por su lectura crítica de los factores geológicos y erosivos. A Annia González de la Florida International University (FIU), por acceso y colaboración con la Colección Especial de su cuidado.

Johanset Orihuela León Paleontólogo. Investigador en Progressus Heritage & Community Foundation. Editor asociado de Cuba Arqueológica. Email: [email protected]

Boris Rodríguez TápanesLicenciado en Lengua y Literatura Inglesa. Colaborador de Cuba Arqueológica. Investigador en Progressus Heritage & Community Foundation. Email: [email protected]

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

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RESUMEN: El interés por el estudio del patrimonio vernáculo de la región suroriental de Cuba, específicamente el patrimonio asociado al ferrocarril, reviste singular importancia para identificar su actividad mediante el análisis de los remanentes materiales y documentales. El tema, poco abordado en la bibliografía, fue motivo para esta investigación que propone identificar las características del urbanismo y la arquitectura vinculadas a la introducción del ferrocarril en el suroriente de Cuba. Para ello se analizó la incidencia del ferrocarril en la conformación de asentamientos poblacionales, aplicándose el método de análisis de la arquitectura y el urbanismo en la caracterización teórica-gráfica de los asentamientos muestra de estudio. Los resultados evidenciaron que los valores de este patrimonio lo destacan en el contexto nacional y regional, contribuyendo a elevar el nivel de conocimiento sobre la temática y la toma de conciencia relacionada con las políticas de conservación sobre el patrimonio industrial.PALABRAS CLAVE: Patrimonio ferroviario, asentamientos poblacionales, suroriente de Cuba, caracterización urbano-arquitectónica

Frank Ernesto Villarreal Quevedo y Lourdes Magalys Rizo Aguilera

ABSTRACT: Interest in the study of the vernacular heritage of southeastern Cuba, particularly railroad heritage, lends itself to the analysis of material and documentary remnants. There is a dearth of literature on the characteristics of urbanism and architecture linked to the introduction of the railroad in this part of Cuba. This paper analyzes the expansion of the railroad and settlements by using a theoretical-graphic characterization. The paper argues that this railroad heritage is unique in both in national and regional contexts, adding to our knowledge and practice of the conservation and industrial heritage.

KEYWORDS: Railroad heritage, settlements, southeast Cuba, urban and architectural theories

Con Criterio/ Patrimonio ferroviario

RECIBIDO: 01 octubre 2018 APROBADO: 11 febrero 2019

Urban- Architectural Railway Heritage in the Southeastern Cuba

Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

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24 Con Criterio/ Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 23-36, ISSN 1815-5898

IntroducciónEn la región oriental de Cuba, los estudios sobre el patrimonio industrial

vinculados a los principales renglones económicos datan de principios del siglo XX. En la actualidad se han obtenido resultados importantes, pero aún son insuficientes para la adopción de medidas que permitan su rescate. Dentro de este repertorio existen sitios e inmuebles que ya han desaparecido, otros se encuentran desprotegidos e incluso se desconoce de su historia y evolución, corriendo el riesgo de que sus valores se degraden o transformen.

Vinculado a dicho patrimonio, adquiere importancia el estudio de la temática ferroviaria, al constituir el ferrocarril uno de los más antiguos servicios organizados en Cuba, cuya evolución histórica aporta una valiosa información, no solo en terreno de la historia económica, sino también sobre los diversos fenómenos de carácter social y político [1], dentro de los cuales se encuentran el surgimiento y desarrollo urbano- arquitectónico de asentamientos poblacionales a partir de la introducción del revolucionario medio de transporte. (Figura 1)

En este sentido, la consulta, análisis e interpretación de la bibliografía, permite determinar e identificar las principales problemáticas relacionadas con este tema. Aunque los estudios y las publicaciones relacionadas con la temática del ferrocarril son novedosas y comienzan a tener auge, aún se desconocen algunos aspectos que lo hacen destacarse dentro del patrimonio industrial cubano. Este tema se ha desarrollado fundamentalmente a través de enfoques historicistas y descriptivos.

Estos argumentos motivaron el desarrollo de la investigación, que plantea identificar las características del urbanismo y la arquitectura vinculadas a la introducción del ferrocarril en el suroriente cubano, desde la necesidad de reconocer los asentamientos e inmuebles amenazados por transformaciones, así como la falta de su estudio y reconocimiento dentro del patrimonio industrial de la región.

Materiales y MétodosEl estudio y profundización de la temática ferroviaria constituye interés

de instituciones y organizaciones que trabajan por el reconocimiento de los valores del patrimonio cultural cubano y la necesidad de su protección y conservación. La presente, constituye una investigación exploratoria, la cual se desarrolló en dos momentos fundamentales: el primero partió de las referencias históricas y contextuales del surgimiento del ferrocarril y su incidencia en el origen y conformación de asentamientos poblacionales, específicamente en la provincia de Santiago de Cuba [2]. En un segundo momento se definió y aplicó el procedimiento metodológico anterior para determinar las principales características de los asentamientos originados en las otras provincias que forman parte del suroriente de Cuba (Guantánamo y Granma), obteniéndose la síntesis de las mismas.

Referentes conceptualesPara analizar el patrimonio asociado a los ferrocarriles desde el ámbito

de la arquitectura y el urbanismo es necesario tener en cuenta una serie de conceptos claves para la comprensión de un fenómeno que tiene su fundamento en necesidades socio- económicas bien definidas.

En ese sentido resulta de interés entender el concepto de patrimonio ferroviario, a partir del análisis de los documentos aprobados por

[1] Zanetti O, García A. Caminos para el azúcar. La Habana: Ciencias Sociales; 1987.

[2] Villarreal F, Rizo L. El patrimonio ferroviario en Santiago de Cuba: aportaciones a la conformación urbano arquitectónica del territorio (protocolo 3896). Oculum Ensaios [Internet]. 2017 [consultado 25 agosto 2017]; 14(2):[293-309 pp.]. Disponible en: http://www.puc-campinas.edu.br.

Figura 1. Camino de Hierro de La Habana a Güines, 1er ferrocarril de Iberoamérica. Fuente: https://www.google.com/search?q=ferrocarril+en+cuba

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organizaciones internacionales promotoras de su estudio y conservación, conocidos como la Carta de Nizhny-Tagil de 2003 [3] y los Principios de Dublín de 2011 [4]; así como otros estudios internacionales relacionados con la temática del patrimonio industrial [5]. Lo anterior precisó interpretar las diferentes acepciones y asumir una definición integradora del término patrimonio ferroviario, que quedó definido como el relacionado con todos los bienes muebles e inmuebles, así como las áreas urbanas y las expresiones inmateriales vinculadas a las industrias donde el ferrocarril influyó en su desarrollo económico, político y social [6].

Referentes metodológicosPara la definición de las variables de análisis, se comprobó que existen

pocos estudios que aborden la caracterización de asentamientos surgidos por la introducción del ferrocarril, especialmente en el contexto cubano. Sin embargo, se destacan investigaciones vinculadas al patrimonio industrial en general, tanto internacionales [7, 8] como en el país, estas últimas dedicadas fundamentalmente a las industrias cafetalera y azucarera, las cuales han aportado caracterizaciones urbanas y arquitectónicas de asentamientos y tipologías vinculadas a dichos procesos productivos [9-12]. Todo ello permitió definir variables para la caracterización de los asentamientos originados por la introducción del ferrocarril, a partir de la aplicación del método de investigación de la arquitectura y el urbanismo planteado por Segre y Cárdenas [13]. En este método se tienen en cuenta cuatro aspectos generales que comprenden: a) el análisis de la realidad contextual del objeto de estudio; b) la determinación de la muestra de población; c) el análisis del sistema de estudio de manera general y la desarticulación de sus componentes arquitectónicos; y c) el análisis del comportamiento tipológico de los componentes arquitectónicos de cada subsistema funcional. A partir de dicho método, quedaron definidas las variables de investigación que se relacionan en la figura 2. (Figura 2)

Figura 2. Variables y sub- variables definidas para la caracterización de los asentamientos. Fuente: autores, 2016.

[3] TICCIH-ICOMOS. Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial. [Internet] 2003 [consultado: 18 febrero 2016] Disponible en: http://www.mnactec.com/TICCIH/2.

[4] TICCIH-ICOMOS. Principles for the Conservation of Industrial Heritage Sites, Structures, Areas and Lanscapes. The Dublin Principles. [Internet] 2011. [consultado: 18 febrero 2016] Disponible en: http://ticcih.es/criterios-conjuntos-de-icomos-ticcih-para-la-conservacion-delpatrimonio-industrial.

[5] Guzmán A, Fernández G. El patrimonio industrial desde perspectivas multidisciplinarias. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. 2003;8(480):5-10.

[6] Villarreal F. Patrimonio industrial asociado al ferrocarril. Incidencia en la estructuración de asentamientos poblacionales en el suroriente de Cuba [Diploma]. Santiago de Cuba: Universidad de Oriente, Facultad de Construcciones; 2016.

[7] Paterlini, O. Pueblos azucareros de Tucumán. Tucumán: Instituto Argentino de Investigaciones de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo; 1987.

[8] Ferrari M. Los asentamientos urbanos producidos por la instalación del ferrocarril en el noroeste argentino. Apuntes [Internet]. 2001 [consultado 20 febrero 2016]; 30(1):[2 p.]. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/apun/v24n1/v24n1a03.

[9] Rizo L. La producción cafetalera en Santiago de Cuba. Paisaje cultural y expresión tipológica. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. 2009 [consultado 5 marzo 2016]; 30(2):[56-63 pp.]. Disponible en: http://rau.cujae.edu.cu/index.php/revistaau/article/download/69/689.

[10] Pereira E. El batey de la industria azucarera en Villa Clara. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. 2009 [consultado 5 marzo 2016]; 30(2):[36-43 pp.]. Disponible en: http://rau.cujae.edu.cu/index.php/revistaau/article/download/66/65.

[11] Herrera G. El patrimonio edificado de los bateyes azucareros en Camagüey. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. 2009 [consultado 5 marzo 2016]; 30(2):[29-35 pp.]. Disponible en: http://rau.cujae.edu.cu/index.php/revistaau/article/download/66/65.

[12] Toppe A. Los Conjuntos Agroindustriales Azucareros, patrimonio de la provincia Holguín [Doctoral]. La Habana: Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría; 2014.

Procedimiento metodológico El procedimiento metodológico tuvo como objetivo realizar la

caracterización urbano- arquitectónica de los asentamientos poblacionales originados a partir de la introducción del ferrocarril en las provincias del suroriente cubano y consta de tres etapas. Primeramente, se estudió la relación de los asentamientos con su realidad contextual, a partir del análisis de los factores del condicionamiento general y específico que determinaron su aparición. Posteriormente se realizó un inventario general

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de los asentamientos vinculados al ferrocarril en las provincias Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma, definiéndose el universo y la selección de la muestra de estudio. Y finalmente se desarrolló la desarticulación del sistema (en este caso cada asentamiento constituye un sistema de estudio), lo cual posibilitó caracterizar la estructuración del asentamiento poblacional, así como sus componentes arquitectónicos. (Figura 3)

Figura 3. Esquema del procedimiento metodológico empleado en la caracterización de los asentamientos. Fuente: autores, 2016.

Para la elaboración del inventario fue precisa la consulta de trabajos precedentes que abarcan tanto el proceso de introducción del ferrocarril y su incidencia en asentamientos asociados, así como el tema de la formación de asentamientos poblacionales en Cuba [14-16]. Estos resultados se complementaron con información obtenida mediante la aplicación de tareas de investigación, tales como entrevistas a especialistas e investigadores del tema, y búsqueda de información en los Archivos Históricos, Bibliotecas Públicas y Museos correspondientes a cada provincia objeto de estudio. Entre ellos se encuentran: el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba (AHPSC), el Archivo Histórico Provincial de Guantánamo (AHPG), el Archivo Histórico Provincial de Granma (AHPG), la Biblioteca Pública Provincial de Granma, la Casa de la Cultura de El Cristo, el Museo Provincial de Granma, el Museo Provincial de Guantánamo, el Museo de San Luis y el Museo de Caimanera.

Mediante el trabajo de campo se pudo corroborar y validar la información y el conocimiento del estado actual de conservación e integridad de los asentamientos localizados. La determinación del inventario de los asentamientos vinculados a la introducción del ferrocarril permitió listar un total de 20 poblados asociados (Tabla 1), 12 de ellos (60%) constituyen asentamientos cuyo origen estuvo determinado por la presencia del ferrocarril, conformando estos el universo de estudio (Figura 4). Lo anterior permitió reunir los que se consideraron válidos para los análisis y de los cuales se definió la muestra a estudiar.

[13] Segre R, Cárdenas E. Crítica Arquitectónica. Santiago de Cuba: Facultad de Construcciones de la Universidad de Oriente; 1980.

[14] Aldana J. Azúcar, minería: los primeros ferrocarriles en Cuba (1837-1937). Santiago de Cuba: Oriente; 1979.

[15] Guerra L. El ferrocarril en Guantánamo. 1854-1905. Guantánamo: El Mar y la Montaña; 2010.

[16] Sayas J, Martínez S, Alarcón L, Rodríguez R, Fonseca L, Naranjo A, et al. La historia en la palabra V. Bayamo, formación y desarrollo identitario. Bayamo: Ediciones Bayamo. Colección Crisol; 2008.

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Figura 4. Mapa que refleja el inventario general de los asentamientos vinculados a la introducción del ferrocarril en el suroriente de Cuba. Plano del Archivo Nacional de Cuba. Cortesía de la Dra.C. María Elena Orozco Melgar, Departamento de Historia del Arte, Facultad de Humanidades, Universidad de Oriente, mayo de 2016.

Tabla 1. Inventario general de los asentamientos poblacionales asociados al proceso de introducción del ferrocarril en las provincias del suroriente cubano. Fuente: autores, 2016

Ferrocarriles iniciales Año de introducción

Asentamientos asociados

Asentamientos originados

Sant

iago

de

Cub

a

Ferrocarril de El Cobre a Punta de Sal 1844 El Cobre -

Ferrocarril de Sabanilla a Maroto 1859

Santiago de CubaBoniatoEl CristoMorón

Las Enramadas

El CristoRamal de

GuaninicumLa Gloria

Dos CaminosSan Luis

Ferrocarril de El Caney 1859 El Caney -

Ferrocarril de Juraguá a la Ensenada de la Cruz 1883 Juraguá

Siboney -

Ferrocarril de la Spanish American Iron Company 1889 Daiquirí -

Ferrocarril de la Sigua Iron Company 1892 - -

Ferrocarril de la Cuba Steel Ore Company 1899 Guamá

Chivirico

Gua

ntán

amo

Ferrocarril de Guantánamo a Caimanera

1858 GuantánamoCerro Guayabo

CaimaneraCuatro Caminos

Gra

nma

Ferrocarriles privados en Media Luna 1886

Media LunaNiquero

Pilón

Media LunaPilón

Ferrocarril de Manzanillo a Bayamo 1910

ManzanilloYara

VeguitasBayamo

Julia-Mabay

Totales 20 12

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La muestra fue seleccionada intencionalmente, teniendo en cuenta la representatividad de los exponentes significativos del conjunto de asentamientos asociados a la introducción del ferrocarril, a partir de los siguientes criterios:

1. Que su génesis lo constituya la introducción del ferrocarril, o sea que su surgimiento o evolución haya sido propiciado a partir de la instalación del servicio ferroviario.

2. Que la muestra cuente con una adecuada documentación de archivo que permitiera desarrollar análisis más profundos y comprender diversos factores en cuanto a la planificación y concepción de los asentamientos.

3. Que dichos asentamientos mantuvieran su integridad, de manera que se pudieran hacer trabajos de campo y conocer sus características, así como identificar vestigios de elementos iniciales.

De esa manera la muestra de estudio quedó conformada por seis de los asentamientos originados por el proceso de introducción del ferrocarril. Estos representan el 50% del total de los asentamientos del universo de estudio determinado con anterioridad. La siguiente etapa en el procedimiento metodológico correspondió a la caracterización de los asentamientos seleccionados en la muestra. (Figura 5)

Figura 5. Esquemas del inventario general, universo de estudio y selección de la muestra. Fuente: autores, 2016.

ResultadosComo rasgos recurrentes, se aprecia cómo el ferrocarril constituyó un

elemento de conexión entre territorios que influyó notablemente en la dinámica económica y poblacional de las zonas en las cuales se insertó, de acuerdo a las condiciones topográficas, la dispersión geográfica de determinados componentes agroindustriales y la existencia o ausencia de puertos o puntos para la exportación.

El desarrollo urbano estuvo definido por la vía férrea, que se convirtió en eje de la composición de la trama. Dicha vía podía presentar tres formas de asociación con la misma: central, lateral y perimetral. Asimismo, se observa que la tipología base del cuadro de estación adoptaba una ubicación central, lateral u oblicua. De este modo la trama urbana quedó subordinada al ferrocarril y a su cuadro de estación, que ocupaba un espacio significativo,

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y determinaba la morfología de ocupación del territorio y la forma de ordenación del mismo.

Las características distintivas de estos asentamientos estuvieron definidas por el lugar, contexto o emplazamiento, apreciándose dos tipos de estructuras concentradas: la lineal y la nucleada, y un trazado en retícula irregular, que dependía de las condiciones del lugar. Se aprecia que las manzanas adoptan formas irregulares, lo que se debe a lo abrupto de la topografía, a la forma en que se adaptan al eje de la vía férrea, así como a la presencia de vías con curvas para adecuarse a la topografía ondulada de la zona.

Como parte del desarrollo arquitectónico, se aprecian las estaciones o paraderos, las casetas o apeaderos y las demás instalaciones asociadas al funcionamiento del ferrocarril. Estas construcciones tenían una tipología similar, caracterizadas por la sencillez y la ausencia de detalles decorativos, con predominio del uso de la madera como material constructivo. Los rasgos que varían en los componentes arquitectónicos se perciben en las dimensiones y escala de cada estación, las cuales estuvieron condicionadas por el volumen de pasajeros, las cargas a manejar y por la posición ocupada en el esquema vial.

En el subsistema habitacional persistió una expresión arquitectónica determinada por la presencia de diferentes clases sociales. Las viviendas presentan esquemas en planta sencillos, con predominio de la horizontalidad y énfasis en la textura de varios componentes de la fachada principal, el color y la impermeabilización de las cubiertas.

La introducción del ferrocarril impulsó el desarrollo de una expresión arquitectónica singular, materializada en edificios modestos, cuyo carácter estético- formal estuvo determinado fundamentalmente por razones económicas que respondían al proceso de penetración de capital norteamericano de fines del siglo XIX y principios del XX, dando lugar a la conformación de un patrimonio valioso de la arquitectura vernácula en esta región del país.

Aunque en el presente muchos de estos asentamientos tienen su integridad física alterada por el crecimiento, el paso del tiempo o el descuido, persisten en su núcleo tradicional características relevantes como la configuración urbana original, así como determinados inmuebles que requieren de acciones urgentes para su rescate y protección. Siendo núcleos urbanos menores, pasan desapercibidos y la mayor amenaza que hoy presentan es la falta de conocimiento de su historia, del valor que poseen y el legado que portan.

Surgieron a partir de la incorporación en el país de uno de los principales adelantos tecnológicos del siglo XIX, y del cual Cuba constituye un país pionero en su uso, condición que le confiere a estas estructuras urbanas una importante singularidad.

Discusión de resultadosIntroducción del ferrocarril

El proceso de introducción del ferrocarril se desarrolló a partir de condicionantes tecnológicas, económicas, sociales, ambientales, culturales y geográficas, las cuales posibilitaron el perfeccionamiento de los procesos de producción, distribución y consumo generados a partir de la Revolución Industrial inglesa de fines del siglo XVIII. Generó a su vez una

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serie de avances en aspectos económicos, territoriales, políticos, sociales y culturales que lo consolidan como un conjunto integrado. La introducción del ferrocarril estuvo vinculada al desarrollo urbano de dos maneras; por una parte su irrupción y adaptación en ciudades preexistentes y por otra, la conformación de nuevas estructuras urbanas, siempre en estrecho vínculo con las actividades de índole económica condicionantes.

En el contexto cubano, el ferrocarril se introdujo como una imperiosa necesidad del desarrollo azucarero, dada la dispersión geográfica de las plantaciones y la existencia de escasos puertos para la exportación, desarrollándose fundamentalmente en el occidente del país. Se puede apreciar como un elemento indisoluble al crecimiento y la expansión de dicha industria, influyendo en la dinámica económica y poblacional durante el siglo XIX cubano. Aparejado a la fuerte articulación hacia el interior del país, propició el consiguiente proceso de formación de asentamientos, respondiendo a un fenómeno que se evidencia a lo largo y ancho de la isla, condicionado por la propia dimensión económica, política y social que encierra en sí mismo. No obstante, se pudo precisar que, aunque el ferrocarril resultó un poderoso atractivo poblacional, no fue utilizado conscientemente como una fuerza de poblamiento.

En el suroriente cubanoDe manera general, las condicionantes que posibilitaron la introducción

del ferrocarril en la zona suroriental del país, permiten comprender cronológica y contextualmente, las particularidades de un territorio que desconocía virtualmente los beneficios que se derivaban del nuevo medio de transporte. El desigual desarrollo de la producción exportable propició el retraso del progreso de las comunicaciones en las tierras orientales.

En la revisión e interpretación de la bibliografía destacan autores como: I. Alonso [17], L. Fonseca [18], O. Portuondo [19], J. Sánchez [20], y J. de la Pezuela [21]. A partir de estos estudios, es posible conocer que las condicionantes que determinaron el proceso de introducción del ferrocarril en el suroriente cubano fueron diversas. Entre ellas se aprecian: la variada y complicada topografía existente en el territorio oriental; las marcadas diferencias regionales que constituían un mosaico de economías locales; la presencia de sociedades anónimas integradas por comerciantes y hacendados que financiaron la mayoría de las empresas ferroviarias y mineras en el siglo XIX; así como el condicionamiento social, que se aprecia en la sociedad colonial criolla de la primera mitad de este siglo. Esto posibilitó satisfacer la inminente necesidad de desarrollo e intercambio económico en la región, y a su vez salir del retraso que existía con respecto al occidente.

La revisión de la documentación primaria y de los expedientes de archivo [22], permitió reconocer y describir de manera cronológica la panorámica general de la introducción de los primeros ferrocarriles en el territorio, así como los asentamientos que estuvieron asociados al proceso y los que fueron originados, conformándose un inventario primario compuesto por los ferrocarriles iniciales distribuidos entre las tres provincias (Figura 6).

[17] Alonso I. Historia de Guantánamo. Auge de la economía de plantación. 1843-1868. En: Portuondo O, editor. El Departamento Oriental en documentos. Tomo II (1800-1868). Santiago de Cuba: Oriente; 2012. p. 26-32.

[18] Fonseca L, Naranjo A. Síntesis histórica municipal. Bayamo. La Habana: Editora Historia; 2011.

[19] Portuondo O. La región de Guantánamo: de la producción de consumo a la de mercancías. Revista del Caribe Casa del Caribe. 1987;2(8):3-22

[20] Sánchez J. El azúcar en el valle de los ingenios guantanameros (1532-1899). En: Portuondo O, editor. El Departamento Oriental en documentos. Tomo II (1800-1868). Santiago de Cuba: Oriente; 2012. p. 20-25.

[21] De la Pezuela J. Diccionario geográfico, estadístico e histórico de la Isla de Cuba. Tomo II. Madrid: Imprenta del establecimiento de Mellado; 1866.

[22] Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba. Fondo Gobierno Provincial. Materia Ferrocarriles. Legajos del 605 al 631. Años 1879, 1880 y 1884.

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Figura 6. Cronología de la introducción del ferrocarril en el suroriente de Cuba. Fuente: autores, 2016.

Caracterización de los asentamientos originados a partir de la introducción del ferrocarril en el suroriente cubano

1. Componente territorial. El surgimiento de estos ferrocarriles se desarrolló de manera puntual en cada provincia, dadas las particularidades de cada una. Esto posibilitó que en principio ninguna de las tres provincias tuviera vínculo alguno a través del novedoso adelanto técnico. En el interior de cada una se desarrollaron condiciones particulares que posibilitan caracterizar este fenómeno a esta escala.

En el caso de la provincia Santiago de Cuba, los análisis reflejan que la presencia de la bahía y su contexto portuario, constituyen el nodo fundamental en el cual confluyen las principales actividades y funciones de los primeros ferrocarriles santiagueros. (Figura 7) Independientemente de la función a la cual respondió cada ferrocarril en esta provincia (minería, azúcar, transporte público), todas posibilitaron que fuese esta zona el común denominador para satisfacer las principales demandas. Influyó en dos aspectos fundamentales: la articulación y el vínculo de diferentes puntos en el contexto costero (Sigua, Daiquirí, Juraguá, Siboney, Sardinero, Aguadores), esto posibilitó la formación de asentamientos y el desarrollo de otros, así como la generación de determinadas obras inducidas para la realización de varias funciones (puentes, espigones, talleres) y la

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integración hacia el interior del territorio (Cuabitas, Boniato, San Vicente, El Cristo, Morón, Dos Caminos, San Luis). Permitió además el traslado de la producción azucarera del Valle Central, así como la posterior conexión con el resto del país en lo que constituiría años más tarde el Ferrocarril Central; dando paso a la formación de nuevos núcleos poblacionales. (Figura 8)

En el caso de las otras provincias objeto de estudio, el proceso se comporta de similar forma. Guantánamo, logra resolver sus principales demandas de aquel entonces; la construcción de caminos hacia la costa, y la solución a los problemas de acarreo de productos. Con el arribo del ferrocarril, surgieron asentamientos costeros, como Cerro Guayabo y Caimanera, que influyeron decisivamente en el desarrollo económico de la región. La ciudad de Guantánamo se consolidó como centro económico y financiero del territorio y constituyó un importante nudo de comunicaciones. El posterior crecimiento de las vías férreas devendría en una mayor articulación hacia el interior de la provincia (Cuatro Caminos, Jamaica) (Figura 9).

Figura 7. Plano del Departamento Oriental referente al año 1897. Fuente: Archivo Nacional de Cuba (ANC). Cortesía de la Dra.C. María Elena Orozco Melgar, Departamento de Historia del Arte, Facultad de Humanidades, Universidad de Oriente, mayo de 2016.

Figura 8. Esquema del recorrido del ferrocarril de Sabanilla a Maroto. Fuente: elaborado por los autores (2016) a partir del Plano general del Ferrocarril de Sabanilla a Maroto. Tomado de: Jorge Aldana Martínez: Azúcar, minería: los primeros ferrocarriles en Cuba (1837-1937), Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1979.

Figura 9. Plano para el asentamiento Caimanera, Guantánamo, proyectado por el Ingeniero Ignacio Halcón, 1858. Fuente: ANC, cortesía del MsC. Ladislao Guerra Valiente, Guantánamo, febrero de 2016.

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A pesar de que el ferrocarril arriba de manera tardía a la provincia Granma, se puede apreciar el mismo comportamiento a nivel territorial. Su relevancia radica en que logró primeramente el vínculo de Manzanillo y Bayamo, las dos jurisdicciones más importantes de aquel momento, las cuales presentaban las mayores producciones agroindustriales y ganaderas de las zonas, localizadas tanto en la región del Valle del Cauto como en la del Golfo del Guacanayabo. Se logra uno de los principales anhelos que desde la época colonial venían promoviendo los representantes de la oligarquía criolla bayamesa, que era lograr el vínculo entre los principales centros productores y exportadores de la región que posteriormente se uniría con la Línea Central. Al igual que las otras provincias estudiadas, la introducción del ferrocarril posibilitó intensificar el carácter comercial, así como el desarrollo del proceso de formación de asentamientos con la aparición de Julia- Mabay como un importante subcentro de producción y nudo de comunicaciones (Río Cauto, Barranca, Manzanillo, Bayamo, Veguitas, Yara) (Figura 10).

2. Infraestructura técnica. En esta variable, el análisis se centró en el estudio de las características del trazado de la red ferroviaria y de las instalaciones asociadas al funcionamiento general del ferrocarril. Este trazado constituyó el elemento esencial en la formación y composición de los asentamientos objeto de estudio. Se analizaron asimismo elementos básicos de la infraestructura técnica de los ferrocarriles, a partir de los componentes generales de su conformación. Se aprecia que se utilizaron los estándares correspondientes a la época, reflejados en el ancho de la vía, los tipos de carriles, y los materiales empleados en cada uno de sus componentes, los cuales variaban en dependencia del lugar de emplazamiento y de los recursos disponibles. La forma de asociación de la vía férrea con los diferentes asentamientos se desarrolló de tres maneras: perimetral, lateral y central; lo cual condicionó directamente su estructura y conformación (Figura 11).

Figura 10. Locomotora del ferrocarril de Manzanillo a Bayamo, 1910. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Granma, Bayamo, Granma

Figura 11. Esquemas que muestran la forma de asociación de la vía férrea con los diferentes asentamientos. Planos del Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, legajos del 605 al 631, Materia Ferrocarriles, Fondo Gobierno Provincial, años 1879, 1880 y 1884. Fuente: Elaborado por los autores, 2016.

3. Tipología urbanística general. El estudio bibliográfico posibilitó apreciar que durante el siglo XIX se generalizó en el país un tipo de urbanismo llamado orgánico que se desarrolló principalmente en los bateyes azucareros a finales del siglo XVIII, debido a la renovación tecnológica en la fabricación del azúcar, en correspondencia con la fase de desarrollo de la agro- manufactura esclavista de plantación.

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En el caso de los asentamientos originados a partir de la introducción del ferrocarril, el esquema urbano no se aleja mucho de los anteriormente mencionados. En su gran mayoría fueron planificados por la empresa ferrocarrilera a la cual pertenecía el tramo que propició su origen y desarrollo con características propias.

El estudio de la estructuración del tejido urbano establece el punto de partida para la caracterización urbana. Estos asentamientos responden al esquema general de estructura concentrada, determinada por la forma de agruparse los componentes arquitectónicos y urbanos. Esa peculiaridad posibilitó que se desarrollaran dos formas de organización del trazado urbano: lineal y nucleado. El reticulado de manzanas es en ocasiones irregular, condicionado por la topografía de pendientes donde se emplazan. Este se subordina a la ubicación y orientación de la línea férrea. (Figura 12)

La mayoría de estos asentamientos se desarrollan en áreas de pendientes, adoptando una organización espacial de forma lineal. Esta se caracteriza por la relación alineada de todo el conjunto de componentes, que se subordinan a la ubicación y orientación de la línea férrea. La estructura nucleada corresponde con el patrón de asentamiento en terrenos de pocas pendientes, a partir de la agrupación de los espacios asociados a las diferentes actividades que coexisten, en base a la proximidad entre ellos.

En las variantes de estructuración del trazado urbano el estudio corroboró el predominio de organización del tejido urbano conformado por manzanas pequeñas de forma rectangular, seguidas por las trapezoidales y las cuadradas, lo que marca la disposición regular del trazado subordinado a la vía férrea. (Figura 13)

4. Tipología arquitectónica formal y volumétrica. 4.a. Arquitectura del subsistema instalaciones asociadas al funcionamiento

general del ferrocarril. Uno de los aspectos más significativos y de mayor jerarquía en el

proceso histórico que aborda la investigación, lo constituye la presencia de las diferentes instalaciones asociadas al funcionamiento general del ferrocarril. El nivel de desarrollo y complejidad de estas instalaciones era totalmente diferente al concebido en las grandes ciudades que albergaban las principales funciones de la Empresa.

El repertorio de inmuebles relacionados con la actividad ferroviaria, se caracteriza fundamentalmente por su uso [23, p. 1-5], con dimensiones y escalas condicionadas por el volumen de pasajeros, las cargas a manejar y por la posición ocupada en el esquema vial (Figura 14). Se aprecia además la presencia de componentes inducidos que apoyan el funcionamiento del sistema ferroviario como puentes, alcantarillas, espigones, etc., y casos particulares como el muelle, que a su vez generó el desarrollo de una infraestructura más compleja en su contexto.

4.b. Arquitectura del subsistema habitacional en los asentamientos poblacionales originados a partir de la introducción del ferrocarril.

La expresión arquitectónica en las construcciones domésticas estuvo determinada por la presencia de diferentes clases sociales; los funcionarios, especialistas y el personal de dirección de la empresa ferroviaria; los trabajadores, obreros y sus familias; así como las personas que emigraban desde otras zonas rurales y se asentaban en estos poblados. Cada una de estas clases sociales desarrolló su forma de vida reflejada en inmuebles con expresiones arquitectónicas diferenciadas. (Figura 15)

Figura 12. Esquemas que muestran las formas de organización del trazado urbano. Fuente: Elaborado por los autores, 2016.

Figura 13. Esquemas que evidencian la organización del tejido urbano. Fuente: Elaborado por los autores, (2016) a partir de planos del AHPSC, legajos del 605 al 631, Materia Ferrocarriles, Fondo Gobierno Provincial, años 1879, 1880 y 1884.

[23] Lloga R. Arquitectura y ferrocarriles en el occidente de Cuba (1837-1898). En: Libro de ponencias: I Convención Internacional de Ciencias Sociales y Ambientales; 2015; Santiago de Cuba: Universidad de Oriente.

Figura 14. Estación Principal de Sabanilla. Santiago de Cuba. Segunda mitad del siglo XIX. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba.

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El estudio de la arquitectura de madera en Cuba, desarrollado por diversos autores como M. Cabrera [24], J. Rallo [25], R. Cotarelo1, J. Vega Suñol [26], N. Melero2- y D. Cruz [27], destacan cómo esta arquitectura desarrollada desde la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, es resultado de condicionantes específicas de tipo climáticas, socioculturales y económicas de las regiones en las cuales se enmarcaron. Se caracteriza por la producción seriada de elementos constructivos de madera (sistema balloom frame), e influenciadas por el modelo norteamericano del bungalow, pero no como una rígida repetición de modelos, sino como una reinterpretación libre de los mismos en dependencia de los recursos, la formación estética de los artesanos y las imágenes preconcebidas de los propietarios.

A partir de ello, se desarrollaron en estos asentamientos, edificaciones domésticas de madera que, desde el punto de vista espacial se clasifican en dos variantes: una de plantas en forma de L con patio lateral y techos que convergen hacia él, y otra variante de planta compacta, con sistemas de techos que desaguan al exterior y presentan una galería que bordea el edificio, o le antecede. Estas variantes estuvieron condicionadas, según el vínculo espacial y formal, a la tradición colonial o la influencia norteamericana. (Figuras 16a, 16b y 16c)

[24] Cabrera M. La arquitectura doméstica de madera en la ciudad de Santiago de Cuba. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. 2008 [consultado 10 marzo 2016]; 29(1):[38-41 pp.]. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/3768/376839854007.pdf.

[25] Rallo J, Segre R. Introducción histórica a las estructuras territoriales y urbanas de Cuba 1519-1959. La Habana: ISPJAE, Facultad de Arquitectura; 1978.

[26] Vega J. La arquitectura de perfil norteamericano en la región de Holguín. Holguín: Ediciones Holguín; 1994.

[27] Cruz D. Pueblos de madera y azúcar. Arquitectura doméstica de los bateyes azucareros, región oriental de Cuba 1900-1930. Santiago de Cuba: Ediciones Caserón; 2015.

1Cotarelo, R. Construcciones y arquitectura de Madera. Curso de Postgrado. Centro Provincial de Superación para la Cultura. Matanzas; 1991.

2Melero, N. El batey del Central Cunagua. Un caso de estudio, Premio de literatura y Premio de Fotografía Gonzalo de Cárdenas. Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La Habana. 2005.

Figura 15. Expresión arquitectónica en las construcciones domésticas en Caimanera, asentamiento devenido de la introducción del ferrocarril en Guantánamo. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Guantánamo.

Figuras 16a, 16 b y 16 c. Edificaciones domésticas de madera asociadas a la actividad ferroviaria en el poblado El Cristo, Santiago de Cuba. Fuente: autores, marzo de 2016.

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36 Con Criterio/ Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 23-36, ISSN 1815-5898

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

Frank Ernesto Villarreal QuevedoArquitecto. Empresa de Diseño e Ingeniería Guantánamo (GÉNEDIS). Guantánamo, Cuba. E- mail: [email protected]

ConclusionesLos resultados alcanzados en esta investigación posibilitaron la definición

de las características que distinguen al urbanismo y la arquitectura generados por el ferrocarril en la región suroriental de Cuba. Los principales hallazgos son:

• La comprensión del comportamiento y desarrollo del proceso histórico abordado.

• La elaboración del inventario general de los asentamientos asociados a la introducción del ferrocarril en esta región del país.

• La caracterización de los asentamientos originados mediante el proceso, obteniendo resultados fundamentalmente en las variables de comportamiento territorial, urbano y arquitectónico en cada provincia objeto de estudio.

Este trabajo constituye un avance en la historiografía del urbanismo y la arquitectura, tanto local como nacional, y es un punto de partida para el desarrollo de otras investigaciones vinculadas a la temática. Contribuye al reconocimiento del patrimonio cultural cubano en la región objeto de estudio y forma parte de las acciones para su conocimiento, preservación y divulgación.

El documento brinda un basamento conceptual e histórico, a partir de la elaboración de la documentación gráfica digitalizada, que permitirá fundamentar futuras propuestas y acciones a desarrollar en dichos asentamientos.

Lourdes Magalys Rizo AguileraArquitecta. Doctora en Ciencias Técnicas. Departamento de Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Construcciones, Universidad de Oriente. Santiago de Cuba, Cuba. E- mail: [email protected]

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RESUMEN: En el 2012 se realizó el diagnóstico de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, el cual tuvo como objetivo describir las condiciones arquitectónicas y urbanas de la avenida para formular un plan de intervención. Bajo la hipótesis de que el conocimiento del estado físico actual de la avenida permite concebir un plan de intervención eficaz, el estudio se basó en una metodología cuantitativa. El resultado inicial fue un inventario de variables arquitectónicas y urbanas y un diagnóstico descriptivo. Para llegar a un diagnóstico explicativo que tributara a la eficacia del plan a largo plazo, fue necesario reformular la hipótesis, el método y los instrumentos. El motivo fue incluir en el estudio los factores socio- históricos que han determinado la imagen urbana. Los resultados obtenidos se expresan en un esquema que sirve para orientar futuras investigaciones de este tipo. PALABRAS CLAVE: Diagnóstico arquitectónico y urbano, imagen urbana, Avenida de los Mártires, Centro Histórico de Camagüey

ABSTRACT. In 2012 the Office of the Historian of the City of Camagüey analyzed the urban image of Avenida de los Mártires to both describe the architectural and urban conditions of the avenue, and to formulate an intervention plan. Under the hypothesis that the knowledge of the current physical state of the avenue allows to conceive an effective intervention plan, a study was developed applying a quantitative methodology. It began with an inventory of architectural and urban variables as well as a descriptive assessment. This initial assessment led to a reformulation of the original hypothesis, method and attendant instruments. Hypothesis reformulation drew upon socio- historical factors that have led the urban image. Findings include a scheme to guide future investigations of this type.

KEYWORDS: Architectural and urban diagnosis, urban image, Avenida de los Mártires, Historical Center of Camagüey.

RECIBIDO: 18 julio 2018 APROBADO: 30 noviembre 2018

Jorge Luis Montero Rodríguez

Con Criterio/ Conservación del patrimonio

Diagnóstico de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires: estudio físico y socio-histórico

Analysis of the Urban Image of Avenida de los Mártires: Physical and Socio-Historical Research

Avenida de los Mártires entre siglos XX y XXI. Fuentes: Archivo histórico de Camagüey y Galano, D. Tren citadino para conocer la historia del Camagüey. Radio Camagüey, 2016. Disponible en: https://radiocamaguey.wordpress.com

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IntroducciónEl diagnóstico de sitios urbanos en los centros históricos es una acción

previa a la ejecución de los planes de conservación y restauración. Las instituciones encargadas de diseñar e implementar estos planes poseen estrategias metodológicas e instrumentos específicos para diagnosticar. En Cuba las oficinas del conservador de diversas ciudades se encargan de llevar a cabo el diagnóstico arquitectónico y urbano de los centros históricos como actividad fundamental en la conservación y restauración de estos.

La Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) realiza frecuentemente diagnósticos de este tipo con la finalidad de concebir y aplicar planes de intervención eficaces. Desde el 2005 la oficina de Plan Maestro de la OHCC ha estado enfocada en la investigación y planeamiento del Centro Histórico, principalmente del polígono declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad (zona priorizada), con la consecuente formulación del Plan Parcial Urbano, el Plan de Manejo y las Regulaciones Urbanísticas. Fue en el Plan Parcial donde desarrollaron los primeros diagnósticos urbanos de la zona patrimonial [1], el cual sentó las bases metodológicas para posteriores investigaciones. Como extensión de estas actividades iniciales de planeamiento, en el 2012 se llevó a cabo el diagnóstico arquitectónico y urbano de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires, ejecutado por el autor de este artículo y cuyos resultados se exponen en las próximas líneas.

Ubicada al norte de la ciudad de Camagüey, la Avenida de los Mártires constituye la principal vía de conexión entre el norte y el centro. Perteneciente al reparto La Vigía, tiene una extensión de 1500 m, un ancho promedio de 12 m en su vía vehicular y 11 m en su vía peatonal. Está al norte de la zona priorizada dentro del Centro Histórico de Camagüey. Por este motivo, la OHCC, a través del departamento de Plan Maestro, se propuso recuperar los valores arquitectónicos de la avenida y mejorar su imagen urbana. No fue un ejercicio extraordinario, pues desde el 2008 ha estado realizando varios diagnósticos e intervenciones que incluyen, verbigracia, el plan de rehabilitación de la Calle Maceo en la Zona Centro iniciado en el 2008 y el diagnóstico arquitectónico y urbano de la Avenida de la Libertad ejecutado en el 2010. (Figura 1)

[1] Gómez L. Conservación de los centros históricos. El caso de Camagüey. En: Gómez L, Niglio O, editores. Conservación de los centros históricos en Cuba. Roma: Aracne Editrice; 2015. p. 269-95.

Figura 1. Geolocalización de la Avenida de los Mártires. Fuente: Elaboración propia.

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Con similares propósitos, otras instituciones nacionales encargadas de velar por el patrimonio edificado han diagnosticado e intervenido sitios urbanos de importancia, por ejemplo: la rehabilitación del entorno de la Plaza Vieja en La Habana a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana (OHCH) donde hubo marcada participación social, y la actual reanimación de la calle Trocha en Santiago de Cuba liderada por la Oficina del Conservador de esa ciudad [2]. Desde las personas y para ellas es la protección de los centros históricos cuyo proyecto, más que un mero producto, es un proceso inherente a la ciudad como organismo, por ello las instituciones de conservación patrimonial involucran a la población en sus planes y proyectos [3].

Estas instituciones especializadas, de manera independiente o asociadas a universidades, realizan investigaciones periódicas para actualizar las bases de datos inventariadas, de utilidad para los estudios de la imagen urbana. Estos, aunque incluyen superficialmente ciertos aspectos sociales, resultan débiles en relación con sus alcances socioculturales con vistas al futuro. Por ejemplo, el diagnóstico incluido en el Plan Parcial Urbano para la zona priorizada del Centro Histórico de Camagüey fue argumentado con los datos del inventario general basado en variables arquitectónicas -las que fueron utilizadas para el diagnóstico de la Avenida de los Mártires- más los datos de un censo poblacional [1], lo cual derivó en un plan que, a la larga, no mitigó ni impidió que las intervenciones populares agredieran progresivamente las edificaciones.

Sobre esta misma línea, el diagnóstico del Centro Histórico de la Ciudad Sagua la Grande en Villa Clara basado exclusivamente en factores físicos de las edificaciones y del contexto urbano tuvo como resultado un inventario de indicadores tales como: uso del inmueble, estilo, valor, grado de protección, época de construcción, tipología arquitectónica, entre otros [4], y estuvo exento de elementos socioculturales determinantes de la presente y futura imagen urbana del sitio. La principal dificultad, por ende, de un diagnóstico parcial es que conduce a un plan de intervención parcial, incompleto y no eficaz a largo plazo.

En estos términos, el resultado preliminar del diagnóstico de la Avenida de los Mártires fue insuficiente para el plan de intervención, porque no presentó una explicación causal de la condición física actual. Por tanto, fue necesario rediseñar la estrategia de investigación e incorporar un enfoque socio- histórico que permitiera encontrar tales causas y así explicar, de manera retrospectiva, la condición física de la avenida con la pretensión de encontrar patrones causales recurrentes en futuras condiciones.

El estudio de la imagen urbana requiere del análisis de las variables presentes en el entorno físico del sitio urbano y, además, de las categorías sociales que exceden los meros datos demográficos, políticos y económicos de la población; son los aspectos socioculturales que históricamente han determinado la expresión y dinámica de la imagen urbana. Hacer un estudio de esta índole requirió mirar hacia la esencia de ser de la imagen urbana como ente dinámico de la realidad, cuyo devenir histórico está determinado por las acciones y contradicciones humanas dentro de la sociedad.

El presente texto expone los resultados del diagnóstico antes y después de tomar en cuenta el proceso socio- histórico de la Avenida de los Mártires que demandó de un retorno metodológico para encaminar la investigación hacia los datos socioculturales necesarios para el análisis explicativo de la imagen urbana. Dado a lo amplio del tema, el texto solamente expone las

[2] Renovada imagen y funcionabilidad lucirá la Trocha santiaguera. Sierra Maestra. 29 junio 2016. Disponible en: http://www.sierramaestra.cu/index.php/santiago-de-cuba/8578-renovada-imagen-y-funcionabilidad-lucira-la-trocha-santiaguera.

[3] Rey G. Centros históricos: comunidad, gestión y participación. En: Gómez L, Niglio O, editores. Conservación de los centros históricos en Cuba. Roma: Aracne Editrice; 2015. p. 321-40.

[4] Castro P. Inventario y diagnóstico del centro histórico urbano de Sagua la Grande mediante medios computarizados actuales. Santa Clara: Universidad Central Martha Abreu de Las Villas; 2010 [consultado 18 octubre 2018]. Disponible en: www.eumed.net/libros/2010d/789/.

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variables descriptivas del ámbito arquitectónico para mostrar el ejercicio de retorno metodológico y explicar la inclusión del proceso socio-histórico como categoría de análisis.

Materiales y métodosEl estado actual de la avenida se caracteriza por la devaluación de los

inmuebles y el deterioro del entorno urbano. La investigación desarrollada en el año 2012 definió como problema: la necesidad de diagnosticar la imagen urbana de la Avenida de los Mártires para formular un plan de intervención. Se partió de la hipótesis de que el conocimiento del estado actual de las edificaciones, espacios e infraestructura urbana permitiría formular y aplicar un plan de intervención eficaz para la imagen urbana de la Avenida de los Mártires. Los análisis consideraron como variables independientes del ámbito arquitectónico y urbano, las definidas en el Glosario de términos urbanísticos del Plan Maestro de la OHCH [5]:

1. Uso de suelo: ocupación física y legal de una superficie que constituye una clasificación funcional del terreno urbanizado.

2. Estilo arquitectónico: características estéticas y formales de las edificaciones según una tendencia artística determinada.

3. Valor: aspectos arquitectónico, artístico, histórico y contextual, o sea, la cualidad y distinción de una edificación según su especialidad y tipología, de relevancia plástica y connotación histórica, así como la importancia del inmueble en el paisaje urbano.

4. Estado constructivo: condición estructural y formal de las edificaciones.5. Transformaciones: expresión física de las intervenciones

arquitectónicas realizadas en los inmuebles -modificaciones, añadidos y/o ampliaciones.

6. Condiciones físicas de los espacios públicos, vialidades y áreas verdes: estado espacial y material de cada uno, o sea, de los espacios libres de uso público, de las fajas pavimentadas y aceras, y de las zonas de vegetación dentro de la urbanización.

7. Mobiliario urbano: conjunto de objetos utilitarios, ornamentales o conmemorativos ubicados en la vía y espacios públicos.

8. Movilidad: flujo de vehículos y peatones.9. Zonas de parqueo vehicular: áreas de estacionamiento vehicular.Estas variables satisfacen a la variable dependiente imagen urbana, cuya

definición estrecha es: la estructuración y conjugación de los elementos artificiales y naturales que componen un sitio urbano determinado dentro de la ciudad [6], cada uno como elemento individual y como elemento del conjunto. En esencia, refiere a los elementos del ámbito físico de la avenida. Sin embargo, una definición amplia de imagen urbana abarca las funciones y el uso que las personas le dan a los elementos urbanos, las manifestaciones sociales y culturales de la población, como también los significados e imaginarios asociados al entorno. Ella es un fragmento físico y sensitivo de la ciudad que incide en el comportamiento humano y deviene en representaciones mentales; funge, así, como marco visual. Es la expresión de las condiciones de un determinado asentamiento humano dentro de la ciudad, el estilo de vida de sus habitantes y la cultura histórica de estos [6]. Por ello, la calidad de la imagen urbana está definida por el ciudadano que, como habitante, la gesta, cualifica y consume [7].

En consecuencia, fue incluida en la estructura metodológica la categoría de análisis: proceso socio-histórico, la cual puede entenderse como la

[5] Plan Maestro Oficina del Historiador de La Habana. Glosario de términos urbanísticos [Internet]. La Habana: Oficina del Historiador de La Habana; c1994, [consultado 11 oct. 2018]. Disponible en: www.planmaestro.ohc.cu/index.php/instrumentos/glosario#a.

[6] Hernández X. La imagen urbana de las ciudades con patrimonio histórico. Sexto Taller de Imagen Urbana en Ciudades Turísticas con Patrimonio Histórico. Ciudad de México: Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, Gobierno de México; 2006 [consultado 6 septiembre 2018]. Disponible en: www.cnmh.inah.gob.mx/ponencias/580.html.

[7] Valdivia-Loro A. La calidad de la imagen urbana. Bitácora Urbano Territorial. 2014;24(2):31-43.

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sucesión de acontecimientos conexos y dependientes, variables en el tiempo y el espacio, dentro de una sociedad cuya cultura se desarrolla paulatinamente; es, por demás, un proceso productor de la sociedad misma donde se gesta [8]. Con ello se pudo abordar la dimensión sociocultural de la imagen urbana, pues, como bien refirió Hernández, la fisonomía de la imagen urbana -cual elemento del proceso socio- histórico- evidencia la historia de la población que generacionalmente ha habitado ese sitio, constituye un signo vivo de los hechos y sucesos acaecidos en las diferentes épocas de la localidad. Son los aspectos culturales, sociales y económicos, a través de las actividades, los que impregnan una formalidad específica a la imagen urbana, la cual termina siendo un patrimonio que identifica a la población con el sitio y la localidad [6].

Proceso de trabajoCon base en los postulados de Walter Wallace se adoptó el modelo circular

de investigación que permite regresar a la construcción de la hipótesis y reformular las fases del diseño; los primeros resultados pueden definir nuevas hipótesis. Los elementos esenciales presentados por Wallace admiten tal variación en su estructura, de modo que puede ocurrir un efecto retroactivo donde, desde la aplicación de instrumentos y análisis de los datos, se pase a la reconstrucción de la hipótesis. La interdependencia de las etapas hace de la investigación un sistema no rígido [9] [10].

Este ejercicio de retroactividad sirvió para rectificar la hipótesis inicial y formular una segunda: el conocimiento del estado actual de las edificaciones, espacios e infraestructura urbana, además de los factores socio- históricos de la población de la zona permiten explicar las causas de la condición física actual de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires para formular y aplicar un plan de intervención eficaz en el presente y a futuro.

Tal rectificación fue necesaria luego del análisis de los primeros datos recogidos sobre la condición física de la avenida, pues puso en duda si ese diagnóstico aportaba todos los elementos necesarios para formular un adecuado plan que fuera eficaz en el tiempo. Por tanto, resultó más conveniente regresar a etapas previas del diseño de la investigación para rectificar sus componentes, que concluir en un diagnóstico impreciso y defectuoso.

En un inicio, la estructura metodológica de la investigación fue cuantitativa y luego, con el retorno metodológico, fue ampliada a una metodología combinada. El diseño metodológico inicial siguió las reglas de una investigación descriptiva para ahondar en las características y propiedades de la imagen urbana. Para ello la avenida fue asumida en sus manzanas delimitantes, tomando como regla de notación numérica la estipulada por el Instituto de Planificación Física de Camagüey: las Unidades Básicas de Información Territorial (UBIT). Con esta base se estudiaron los lotes e inmuebles correspondientes a los frentes de las manzanas que dan hacia la avenida. (Figura 2)

[8] Ansaldi W, Giordano V. Presupuestos teórico-metodológicos para el análisis socio-histórico del proceso de formación de los estados latinoamericanos. Estudios del ISHiR. 2013:2(4):42-81.

[9] Wallace WL. La lógica de la ciencia y la sociología. Madrid: Alianza; 1974.

[10] Gómez J, Contreras S, Marín AL. Ciencia y conocimiento científico. En: Lucas A, Noboa A, editores. Conocer lo social: estrategias, técnicas de construcción y análisis de datos. Madrid: Fragua; 2014. p. 9-50.

Figura 2. Unidades Básicas de Información Territorial como notación de los frentes de manzanas constituyentes de la Avenida de los Mártires. Fuente: Elaboración propia.

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El método utilizado fue la observación no participante y el instrumento fue la cédula de campo con estructura de planilla. Las variables independientes del ámbito arquitectónico fueron medidas conforme a los siguientes criterios:

El uso de suelo se midió según el régimen de propiedad del mismo: estatal o particular, más el uso de los lotes: residencial, administrativo, de servicio, religioso, sin uso, etc.

El estilo arquitectónico se definió de acuerdo a las diferentes estéticas arquitectónicas: colonial, ecléctico, neocolonial, neogótico, art decó, movimiento moderno, contemporáneo, terreno libre sin estilo.

El valor se midió en: • Alto: comprende los inmuebles que presentan más de un valor, sea

contextual, arquitectónico, artístico o histórico.• Medio: comprende los inmuebles con valor contextual o arquitectónico.• Sin valor: comprende los inmuebles sin valor alguno.Usualmente, el valor puede determinarse a través de la armonía,

relevancia y excepcionalidad del inmueble en los cuatro criterios antes expuestos. Sin embargo, para efectos operativos inmediatos del diagnóstico, y reconociendo de antemano a los inmuebles que ostentan un valor alto por su carácter patrimonial en la avenida, los indicadores de medición fueron simplificados a las posibilidades de la observación del investigador. Otra valoración requeriría de una investigación más profunda.

La transformación se midió en:• Grado alto: modificación total o casi total de la expresión formal del

inmueble.• Grado medio: modificación parcial de la expresión formal del inmueble.• Sin transformar: sin modificaciones visibles en la expresión formal

del inmueble.El estado constructivo se midió en una escala de: bueno, regular, malo y

ruinoso.La información recabada fue digitalizada en una base de datos informática

y posteriormente analizada. El resultado fue un inventario estadístico referenciado geo- espacialmente y un grupo de conclusiones que describen la imagen urbana de la avenida. Con esto no fue posible conocer las causas del comportamiento de tales variables, respondiendo a la interrogante del porqué del estado actual del objeto [11].

Para conocer tales causas y utilizarlas prospectivamente como condicionantes de la intervención, fue reformulada la hipótesis inicial y ajustados el método y los instrumentos a una investigación explicativa.

El ajuste del método y de los instrumentos no desechó lo ya investigado, sino que amplió el panorama investigativo, acoplando el método teórico causal al método de observación ya aplicado lo que posibilitó la interpretación de los datos inicialmente obtenidos [11]. Como técnica se utilizó la revisión de bibliografía, llevada a cabo desde una metodología de revisión documental estructurada en tres fases: búsqueda, organización y análisis de la información [12]. Con ello se logró una jerarquización de los textos de acuerdo con la relevancia en torno al tema, de manera que tal selección sirvió para focalizar el estudio a fondo de los textos relevantes con la intensión de extraer inferencias, reconocer ideas principales y conceptos claves [12] que fueron utilizados en la síntesis esquemática posterior. Así fue concebido un esquema cuya estructura sintética y lógica permitió abordar el tema en sus partes constituyentes y en el todo.

[11] Santiesteban E. Metodología de la Investigación Científica. Las Tunas: Edacun; 2014.

[12] Gómez E, Navas DF, Aponte G, Betancourt LA. Metodología para la revisión bibliográfica y la gestión de información de temas científicos, a través de su estructuración y sistematización. DYNA; 2014;81(184):158-163.

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El uso de este esquema favoreció el análisis entre datos cuantitativos y datos cualitativos o socio-históricos, al presentar breve y sistemáticamente los conceptos jerárquicos, reconociendo que su cualidad gráfica de simplificar procesos relacionales complejos le da un alto potencial didáctico [13]. La utilidad final del esquema es que sirva de base epistémica para futuras investigaciones al plantear los elementos fundamentales de las causas socioculturales que históricamente han determinado las progresivas imágenes urbanas; elementos que a su vez son fases secuenciales del proceso socio- histórico particular.

Como bien refirió Serrano, el empleo de esquemas dinámicos permite otras visualizaciones analizables que exceden al objeto gráfico, de manera que los proyectos de investigación pueden ser configurados a partir de estos hacia dimensiones más amplias de conocimiento [14]. Este esquema constituye una estructura estable, manipulable y maniobrable por el investigador para abordar, procesar y explicar la información recabada de la imagen urbana en contextos socioculturales diversos.

Resultados y discusiónEn el ámbito urbano, las condiciones físicas de los espacios públicos,

vialidades y áreas verdes en general son buenas. La Plaza de Joaquín de Agüero es el principal espacio público. Por su parte, los portales de las viviendas, de la Iglesia San José y del Museo Ignacio Agramonte con un ancho de 3 m, forman una extensa galería contigua a la acera, de uso colectivo.

Las vialidades tienen un estado regular. La acera varía en su ancho: en un lado mide 3,3 m y en el otro 4,8 m. Sus principales afectaciones han sido provocadas por las raíces de los árboles y los zanjeados para instalar tuberías hidro- sanitarias. La calle tiene un ancho máximo de 13,55 m y uno mínimo de 10,7 m. Está seccionada en dos sendas por un parterre ajardinado. Presenta gran cantidad de baches y desniveles.

Las áreas verdes son el parterre central en la vía, los parterres hexagonales en las aceras, las áreas naturales de la Plaza de Joaquín de Agüero y de los edificios multifamiliares. Los parterres en aceras, desprovistos de césped, tienen un único árbol con raíces poco profundas que salen a la superficie. La vegetación de mediana altura está concentrada en el parterre vial. La zona con mejores condiciones es la de la plaza que expone un cuidado dedicado de la vegetación. (Figura 3)

Figura 3. Espacios públicos, vialidades y áreas verdes en la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal.

[13] Herrera J. La investigación cualitativa. Guadalajara: Repositorio UDGVirtual, Universidad de Guadalajara; 2017 [consultado 18 noviembre 2018]. Disponible en: https://juanherrera.files.wordpress.com/2008/05/investigacion-cualitativa.pdf y http://biblioteca.udgvirtual.udg.mx/jspui/handle/123456789/1167.

[14] Serrano L. Esquemas dinámicos complejos. En: Libro de Ponencias: Glocal [codificar, mediar, transformar, vivir] III Congreso Internacional de Investigación en Artes Visuales. Valencia; Universitat Politècnica de València; 2017. p. 945-50. Disponible en: http://ocs.editorial.upv.es/index.php/ANIAV/ANIAV2017/paper/viewFile/5848/3093.

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El mobiliario urbano, fundamentalmente señaléticas y botes de basura, es escaso y está en estado regular. La movilidad es de alta frecuencia entre vehículos particulares y transporte público. No hay parqueos en la vía, sino que ella misma es utilizada como estacionamiento, provocando la obstrucción vehicular. Hay una piquera de taxis estatales y varios puntos de piqueras de bici- taxis particulares, no obstante, tales vehículos usualmente están diseminados por toda la vía en busca de pasajeros.

En otro orden, el uso de suelo, con un total de 259 lotes, expone un 76,85 % de ocupación residencial, un 16 % pertenece a servicios varios, el 6 % corresponde a usos administrativos, y el 1,15 % es de lotes en desuso. Del total, solo el 23 % es propiedad estatal.

La manzana (515) es la de mayor diversidad. Ella está ubicada en el centro de la avenida. 35 lotes conforman su frente y de estos el 74,3 % es habitacional y el 25,7 % restante agrupa a lotes de servicios, administrativos y en desuso. La mayor cantidad de lotes administrativos están en la manzana (516).

Los lotes en desuso o baldíos están diseminados por toda la avenida: uno es una explanada cementada entre dos inmuebles, otro es un espacio momentáneamente ocupado por un tráiler estatal de comercialización en pesos convertibles (cuc), y el tercero pertenece a una vivienda ruinosa que solo conserva la fachada ecléctica.

En relación con los estilos arquitectónicos puede decirse que, a pesar de la variedad estilística, el ecléctico del período republicano es el estilo imperante; de su antecesor, el estilo colonial, solo quedan algunos vestigios.

De los 165 inmuebles eclécticos, el 77,6 % corresponde a viviendas. Casi en su totalidad, son viviendas simples de un nivel, con decoraciones que realzan las puertas y ventanas, con arcos de medio punto o polilobulados y columnas simples o pareadas. El portal es uno de sus elementos típicos, como también los balaustres en pretiles y la herrería decorativa. Usualmente aquellas fachadas adyacentes e iguales eran de casas separadas por una pared medianera propiedad de un mismo dueño.

Como baluarte de este estilo despuntan las casas quintas, que son viviendas de mayor parcelación que las simples y están retiradas de la línea de fachada continua. Por lo general, su núcleo edificado está en el centro de la parcela ajardinada cuyo frente está delimitado por una verja señorial. Con elementos de fachada similares a los de las viviendas simples, sus aspectos distintivos son la simetría de vanos y el empleo de insignias o elementos identitarios de la familia propietaria. (Figura 4)

Figura 4. Estilo ecléctico en viviendas de la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal.

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Entremezclados con el ecléctico, están algunos ejemplares del estilo art decó, neocolonial y neogótico desarrollados también en la etapa republicana. En la actualidad, muchos de ellos son propiedad estatal y prestan servicios a la población. Así, puede mencionarse al Colegio Champagnat, actual Escuela Josué País, y al Hotel Puerto Príncipe como exponentes del art decó. Como ejemplo del neocolonial está la Iglesia Episcopal y del neogótico, la Iglesia San José. (Figura 5)

Por su parte, se aprecia la influencia paulatina del denominado “estilo moderno” tanto en inmuebles residenciales como en estatales, administrativos y de servicio, del período comprendido entre 1930 y 1980. Destaca el Museo Ignacio Agramonte y la casa # 359 diseñada y habitada por dos hermanos profesionales de la arquitectura y la construcción. El frente de manzana (408) es el de mayor cantidad de inmuebles de este tipo. (Figura 6)

Le siguen en el tiempo varias expresiones estéticas sin un estilo particular que para los efectos del diagnóstico se clasifican con el término “estilo contemporáneo”. Hace referencia a la arquitectura desarrollada en la época comprendida entre 1980 y la actualidad, donde hubo influencia tardía de los sistemas constructivos Girón, Sandino y Gran Panel, la libre conjugación artística de elementos arquitectónicos apoyados en el uso de tecnología y técnicas, así como para incluir a la arquitectura popular espontánea. (Figura 7)

Con esta generalización se pudo medir la presencia de estas edificaciones contemporáneas en la avenida, identificando que su mayor frecuencia está en el sector residencial donde resaltan los bloques de edificios multifamiliares de cuatro niveles. El 82,6 % son viviendas y el 17,4 % son inmuebles estatales. La mayor presencia del estilo está en la zona norte de la avenida.

Con todo esto es posible identificar puntos o zonas de concentración de los diferentes estilos; incluso el ecléctico, que abarca todo el eje, manifiesta una concentración en el centro; el “estilo moderno” y el “estilo contemporáneo” prevalecen en los extremos y los restantes están diseminados por toda la avenida. Es el frente de manzana (515) el de mayor diversidad estilística.

Estas concentraciones puntuales también las evidencian los grupos de inmuebles con valor, ya sea arquitectónico, artístico, contextual o histórico. En general, el 51, 35 % de los inmuebles posee valor medio y el 20, 85 %, valor alto. En este último están incluidos los inmuebles de alto valor reconocidos por la OHCC por sus excepcionalidades: el Museo Ignacio Agramonte, la Iglesia San José y la Funeraria La Vigía. Asimismo, el 68,5 % de los inmuebles con alto valor son viviendas y el 31,5 % son estatales. (Figura 8)

Figura 5. Ejemplares del estilo art decó, neocolonial y neogótico en la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal.

Figura 6. Ejemplos de arquitectura moderna en la Avenida de los Mártires. Fuentes: Archivo personal y http://www.cadenagramonte.cu

Figura 8. Inmueble de alto valor: Funeraria La Vigía. Fuente: Archivo personal.

Figura 7. Inmuebles con estilos arquitectónicos contemporáneos en la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal.

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La mayor concentración de inmuebles con valor medio y alto está en el cuadrante centro- sur de la avenida. Es el frente de manzana (674) el de mayor número de edificaciones con valor alto y el (515) el de mayor cantidad de inmuebles sin valor, un 37 % de sus edificaciones están devaluadas a causa de radicales transformaciones.

Tales transformaciones están tanto en el sector particular como en el estatal; las últimas, generalmente guiadas por profesionales, mientras que las primeras no. Ambas son evidencias en fachada de la división o remodelación de los inmuebles. En las viviendas fundamentalmente se pueden apreciar distribuciones desproporcionadas de puertas y ventanas, incorporación de carpintería de aluminio y enrejados exentos de valor e inarmónicos con el conjunto estético de la edificación.

Aproximadamente hay un 59 % de inmuebles transformados: 58,8 % viviendas y 60,3 % estatales, el 42,47 % tiene un grado medio y el 16,6 % un grado alto. Las transformaciones de grado alto son irreversibles, en cambio las de grado medio pueden ser revertidas mediante intervención especializada. Los inmuebles transformados están dispersos por toda la avenida, no obstante, es el frente de manzana (515) el que tiene la mayor cantidad de edificaciones transformadas de manera irreversible. (Figura 9)

El ecléctico es el estilo más transformado; es también el que presenta el mayor índice de transformación en inmuebles con valor. Asimismo, el 54 % de los inmuebles

Figura 9. Inmuebles transformados en la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal. (Arriba, izquierda)

Figura 10. Estado constructivo de inmuebles en la Avenida de los Mártires. Fuente: Archivo personal. (Arriba, derecha)

Figura 11. Referenciación gráfica de las diferentes variables arquitectónicas y señalización de las zonas críticas en la Avenida de los Mártires. Fuente: Elaboración propia.

coloniales con valor y el 59 % del movimiento moderno están transformados.

Por último, quedan los datos del estado constructivo de los inmuebles. Este, en sentido general, es bueno, tan solo el 15,83 % tiene un estado malo y el 0,77 % es ruinoso. Son el sector residencial y el de servicio los más deteriorados. El frente de la manzana (410) es el que presenta el mayor deterioro. Por otro lado, el frente (515) tiene el mayor índice de estado regular, (410) y (674) son los de mayor número de viviendas con valor en mal estado y es el (675) el de mayor cantidad de inmuebles de servicio con valor en detrimento. Del total de edificaciones importantes por su estilo arquitectónico y valor en la avenida, 18 están en mal estado, siendo el estilo ecléctico el de mayor cantidad de inmuebles en situación regular y mala. (Figura 10)

Según lo anterior, el diagnóstico parcial del ámbito arquitectónico permite concluir que el estilo ecléctico es el más agredido por las transformaciones y el deterioro, por lo que la estrategia de intervención debería enfocarse en rescatar y conservar los inmuebles que subsisten. Según la identificación de frentes de manzanas y zonas críticas, las acciones para salvaguardar los inmuebles eclécticos con valor quedarían focalizadas, dejando en segundo lugar a las demás áreas. En este sentido, fue identificado el frente de manzana (515) como el de mayores estragos en su imagen urbana, cuyos valores y variedad estilística deben conservarse y potencializarse. (Figura 11)

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Empero, esta conclusión sustenta un plan de intervención eficiente en atacar las actuales dificultades de la avenida, no un plan eficaz a largo plazo que se adelante lo mayor posible a las futuras dificultades. Con estos datos del diagnóstico, el plan abordaría la intervención de las zonas o concentraciones antes mencionadas, dejando a las otras zonas para un segundo momento de atención. Y más, desestimaría la mutabilidad del sector residencial que va cambiando con el tiempo y que, a la larga, ya sea por deterioro o modificaciones, deviene en nuevas circunstancias de pérdida de valor arquitectónico e inarmonía urbana. La intervención haría hincapié en la restauración y remodelación de las viviendas con valor para conservarlas o armonizarlas sin tomar en cuenta que a futuro sus propietarios las intervendrán de acuerdo con sus necesidades circunstanciales, no siempre con buenos resultados para la conservación del patrimonio. Esto haría de la intervención inmediata un fiasco a futuro. Por ello, saber la propensión de estas modificaciones por injerencia de los habitantes es fundamental para la eficacia del plan.

Por tales motivos fueron recabados datos socio- históricos que sirvieron como base explicativa del devenir de la imagen urbana en la avenida y la posible propensión al cambio venidero. Con este propósito se hizo una reconstrucción histórica de los acontecimientos socioculturales que determinaron las imágenes urbanas en los diferentes años; reconstrucción que partió desde el surgimiento del eje vial y del barrio donde este está enclavado.

La Avenida de los Mártires existe como vía desde el siglo XVI cuando el asentamiento original fue trasladado desde la costa norte hacia el centro de la región; en ese momento fue una senda rudimentaria que iba hacia el litoral. Ya en el siglo XVII este camino hacia Jigüey que conectó a la relocalizada villa Santa María del Puerto Príncipe con el puerto La Guanaja fue utilizado como ruta comercial y, consecuente a la ocupación poblacional, pasó a llamarse Camino Real a Guanaja. Fue el único acceso desde el mar hacia la villa, por eso fue usado en varias ocasiones por corsarios y piratas que atacaron la ciudad [15].

A causa del desarrollo comercial de Puerto Príncipe y su ubicación geográfica, un gran número de habitantes rurales se mudaron hacia la villa. En 1780 vivía allí el doble de la población que habitaba en el campo. Esto impactó en la construcción residencial en torno al Camino Real a Guanaja donde, a causa de los recurrentes ataques filibusteros, se edificó una atalaya de vigilancia; objeto tomado por el acervo popular para darle el nombre de La Vigía al barrio en insipiente formación [16].

A finales del siglo XVIII el nombre del camino cambió a Camino Real de la Vigía. Para ese entonces la zona mostraba una población modesta y pobre que utilizaba sus ranchos como fondas. En el límite sur estaban los tejares y fincas residenciales, lo cual demostró el crecimiento residencial, productivo y de servicios [17].

Los tejares y las huertas evidenciaron el carácter productivo, mientras que la incorporación de tenerías, pulperías, carnicerías y mataderos reafirmó el carácter comercial. Este desarrollo económico atrajo a las familias pudientes que moldearon la dispersa urbanización con la construcción de caseríos y fincas ganaderas. Ejemplo de ello fue la Finca Jesús María, actual Plaza de Joaquín de Agüero, en el límite norte de la vía. El barrio fue creciendo a partir de la Calle Real de la Vigía.

[15] Marrero FL. Cronología camagüeyana 1514–1958. Camagüey: Ácana; 2002.

[16] Tamames MA. La cofradía de los siglos urbanos. Camagüey: Ácana; 2012.

[17] Bachiller y Morales A. Recuerdos de mi viaje a Puerto Príncipe. En: Prosas Cubanas. La Habana: Consejo Nacional de la Cultura; 1962.

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Como zona periférica La Vigía llegó al interés del Ayuntamiento a inicio del siglo XIX. Entonces se propuso homogeneizar y unificar la libre urbanización del barrio a los criterios urbanos de la villa, según las leyes españolas. La morfología urbana principeña se caracterizaba por ser irregular con plazas y plazuelas como puntos focales realzados por templos y conventos. El barrio La Vigía era sui generis en este aspecto, primero por surgir en torno a una vía y luego por tener como punto focal a la línea del ferrocarril local. Fue el ferrocarril un factor determinante, a mediados de 1800, en el desarrollo comercial y cultural al barrio, poniéndolo en la mirada del Ayuntamiento [15] [16].

En consonancia, la presencia de los ingenieros militares incidió también en la urbanización al proponer un trazado regular de las calles que facilitara el desplazamiento militar. Para ese entonces ya estaba ubicado en la zona el Cuartel de Caballería que luego, en el siglo XX, pasaría a ser el Hotel Camagüey y seguidamente, Museo Ignacio Agramonte.

Con el arribo del siglo XX y el cambio de gobernación al poder norteamericano, la estructura poblacional de La Vigía cambió, incentivada principalmente por al auge económico y laboral del ferrocarril nacional, el cual llegó a Camagüey en 1903. En el lapso inter- siglo, las guerras de independencia impactaron drásticamente en la arquitectura de la zona [16].

La paz que trajo la nueva gobernación llegó al rescate de una economía y arquitectura decaídas. En este período ambas eclosionaron considerablemente. El esplendor del barrio y de su vía principal fue reconocido dentro de la ciudad que dejó de llamarse Puerto Príncipe para adoptar el nombre de Camagüey. Por igual, la vía principal cambió a Avenida de los Mártires. Desde ese entonces, la urbanización del barrio adquirió un orden formal. Allí se construyeron la estación ferroviaria y las Oficinas Generales de Ferrocarriles Consolidados de Cuba, se remodeló el antiguo Cuartel de Caballería como Hotel Camagüey, y las nuevas oportunidades laborales dieron paso al aumento residencial. Las clases media y alta se asentaron cerca del eje vial y la popular se dispersó en las manzanas aledañas.

Como efecto de lo anterior, el negocio inmobiliario imperó en la zona y así, “el barrio de La Vigía se convirtió en símbolo de la República” [16]. Personas de otras provincias del país y norteamericanos llegaron para habitar el floreciente barrio y así el valor arquitectónico ascendió en el elegante estilo ecléctico como signo estético de la época republicana.

Años después, con el triunfo revolucionario de 1959, las circunstancias sociales cambiaron. El sitio se convirtió en un barrio obrero socialista con igualdad socioeconómica conservando su carácter residencial por excelencia. Las acciones constructivas llevadas a cabo en los primeros años de Revolución fueron esencialmente residenciales guiadas por el Estado cubano. De esta manera, la presencia de edificios multifamiliares a lo largo de la avenida destacó grandemente. A partir de 1990, con el período de crisis económica en Cuba, tales acciones constructivas cesaron. En esa etapa los recursos materiales y financieros escasearon y se destinaron fundamentalmente hacia el desarrollo de inmuebles e infraestructura del sector turístico, quedando en un segundo plano el progreso de barrios y ciudades.

Propuesta de esquema dinámicoCon lo expuesto anteriormente, el diagnóstico de la imagen urbana de la

Avenida de los Mártires adquiere un carácter explicativo, de modo que se

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puede argüir, por ejemplo, que la pluralidad de estilos arquitectónicos es resultado de la larga existencia de la avenida, destacando que la pérdida de unos y preponderancia de otros es consecuencia del potencial económico de la población en los diferentes períodos que gravitó en transformaciones de inmuebles coloniales a eclécticos o de estos a inmuebles con estética kitsch en la época contemporánea.

Asimismo, es posible decir que el mal estado constructivo de algunas edificaciones, generalmente las eclécticas, se debe no solo a su longevidad, sino también al escaso mantenimiento constructivo en el período de crisis económica de la década de los años ´90. Por otra parte, el alto índice de trasformaciones populares hechas a las viviendas podría interpretarse como el resultado de las crecientes necesidades no satisfechas de la población en ese periodo, en que mermaron los programas de construcción de viviendas.

En suma, como interpretación emergida del análisis correlacional entre los datos físicos y socio- históricos, es posible decir que estos acontecimientos y situaciones sociales han generado, valorado y devaluado la imagen urbana de la Avenida de los Mártires. Han incidido en ella de manera estructurada donde los factores económicos, históricos, sociales e individuales de identidad han fungido como estructurantes, al determinar las condiciones formales, expresivas y funcionales de las diferentes edificaciones construidas, modificadas, demolidas y sustituidas. El valor ganado y el perdido radican en estas acciones que suceden en temporalidades cortas o largas y a nivel social o familiar privado, determinando la transmisión y perpetuidad de los estilos arquitectónicos y el carácter relevante y excepcional de ciertas edificaciones.

A partir de esto, fue posible identificar cuatro patrones en el devenir de la imagen urbana, a saber: 1) incidencia de la economía en la situación arquitectónica, 2) extensión social del estilo o expresión arquitectónica, 3) realce identitario en la expresión arquitectónica, 4) traspaso histórico de códigos arquitectónicos; los cuales se han manifestado con mayor o menor prevalencia, positiva o negativa y sistémicamente en períodos diferentes de la avenida.

Con los resultados obtenidos se elaboró un esquema estructurado por dos ejes que marcan cada patrón o aspecto indicativo: Economía, Sociedad, Historia e Identidad, además de tener un semicírculo que rota imaginariamente en el sentido de las manecillas del reloj y le impregna precisión, dinamismo y recreación al uso del esquema. (Figura 12)

El semicírculo es un mero elemento demarcador de la complejidad del sistema, pues los cuatro aspectos

Figura 12. Esquema dinámico. Fases y movimiento. Fuente: Elaboración propia.

están interrelacionados entre sí; él rota, cubre tres ejes y descubre uno. También funciona como una membrana permeable que permite la incidencia de factores externos como la tendencia estilística foránea, las disposiciones urbanas internacionales, las condiciones particulares del medio ambiente, y otros. Estos son factores analizables al momento del descubrimiento de cada eje, de modo que cada uno de estos cuatro aspectos indicativos puede tener mayor o menor connotación en la imagen urbana según los factores que le incidan.

Los cuatro aspectos indicativos remiten a las causas de las condiciones de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires en su devenir sociocultural. Por ejemplo, al descubrir el eje Economía se asume que las circunstancias económicas de la población en una época determinada favorecen o interrumpen el desarrollo arquitectónico. Como se evidencia en la avenida, luego de la entrada del ferrocarril nacional a la ciudad, la población aumentó, hubo mayores ofertas laborales y la clase media- alta pobló el barrio La Vigía, por lo que el creciente poder adquisitivo se evidenció en el sector inmobiliario, en edificios públicos y privados; las nuevas edificaciones eclécticas remplazaron a las antiguas coloniales.

En cierto modo, es posible identificar también que este remplazo de estilos arquitectónicos alude al legado de códigos pasados de una arquitectura colonial en el

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tránsito estilístico, evidente en las nuevas edificaciones eclécticas. Por tanto, antes de descubrir el eje Economía, se ha descubierto el eje Historia y analizado la situación arquitectura desde una perspectiva histórica.

Sucesor a Economía está el eje Sociedad, el cual es descubierto por el semicírculo giratorio. En este punto se analizan las causas sociales, sean de relación, conflicto, lenguaje, transmisión o limitación, que llevan a que un tipo de arquitectura esté en mayoría o minoría en la imagen urbana. Esto es evidente en el período republicano donde hubo una reproducción social de los códigos eclécticos, de modo que las viviendas edificadas o remodeladas manifestaron una masificación del estilo de moda. Muchas de las casas comparten códigos estéticos, simetría de formas y distribución espacial.

Seguidamente, como un rasgo consecuente al crecimiento económico y a la socialización arquitectónica emergió una arquitectura identificativa de las familias, visible en la producción individualizada y distintiva de ciertos inmuebles. En este momento, aparecieron las Casas Quintas del siglo XX cuya estética y simbolismo fue indicador de poder y supremacía social. Esto se interpreta al descubrir el eje Identidad y al analizar las manifestaciones individuales de una arquitectura exclusiva y excelsa que responde a la identidad del núcleo propietario.

A continuación, el girar del semicírculo apunta nuevamente al eje Historia, dejándolo al descubierto, mientras los demás permanecen obstruidos. Verbigracia, en este punto del devenir de la imagen urbana de la avenida, la relevancia de los inmuebles construidos en la época republicana, especialmente en el eclecticismo, traspasó su potencial histórico a las nuevas edificaciones modernas, sirviendo como sustrato de códigos y procedimientos arquitectónicos. El consiguiente desarrollo de un estilo reinterpretado del movimiento moderno a mediados de siglo XX es resultado de los antecedentes formales de la arquitectura, así como de particulares condiciones económicas que propiciaron determinadas construcciones. Y es por eso que el girar del semicírculo vuelve a descubrir al eje Economía para someterlo al análisis, evidenciando una inercia rotativa repetitiva.

Es posible argumentar que la proliferación de edificaciones con “estilo moderno” en el extremo norte de la avenida es producto de la socialización, explicado desde el eje Sociedad. Luego siguió un momento de identificación propia y de la arquitectura identitaria, cuyos mayores exponentes son la casa # 359 y el Museo Ignacio Agramonte, hito que identifica la cultura camagüeyana, lo cual tiene explicación en la liberación del eje Identidad. Se llega nuevamente al eje Economía para analizar la imagen urbana desde la carestía de los años 90´s que trajo consigo una arquitectura kitsch. Y el avance circular continúa por todos los ejes en la misma secuencia rotativa.

En el año 2012 la imagen urbana de la avenida transitaba por el momento de identificación individual evidenciado en las edificaciones sobresalientes de producción individual por encima de la social, lo cual tiene explicación causal en el eje Identidad. Por lo tanto, es posible prever que el próximo período determinante de la imagen urbana de la avenida estará marcado por el traspaso de códigos arquitectónicos a una nueva expresión arquitectónica, analizable desde el eje Historia.

En resumen, el esquema propuesto sirve como pauta explicativa de la imagen urbana de la Avenida de los Mártires cuyo devenir ha estado determinado por factores socioculturales. Y para ello plantea sintéticamente cuatro patrones causales de las sucesivas condiciones físicas de la imagen urbana, interrelacionados y estructurados en una inercia cíclica, por lo cual este esquema puede servir también de guía analítica.

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Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

Jorge Luis Montero Rodríguez.MSc. Arquitecto Universidad Veracruzana, México. Facultad de Arquitectura UV. Universitario Gonzalo Aguirre Beltrán, Zona Universitaria, Xalapa Enríquez, Veracruz, México.e-mail: [email protected]

ConclusiónComo conclusión, y reconociendo la ausencia de algunas variables en el

diagnóstico inicial -exclusión que fue decidida por el Plan Maestro de la OHCC-, así como las imprecisiones del mismo, lo importante a exponer por este artículo es la incorporación del proceso socio- histórico en el diagnóstico arquitectónico y urbano de la imagen urbana. El caso de la Avenida de los Mártires en Camagüey sirve de ejemplo para demostrar el papel explicativo que poseen los factores socio- históricos en los juicios diagnósticos; factores que justifican las inferencias dadas a partir de los datos cuantitativos extraídos del contexto físico. Esta combinación y contrastación de criterios ofrece un diagnóstico más completo para formular y aplicar un plan de intervención eficaz en el presente y a futuro.

El reconocimiento y análisis de los datos socio- históricos de la dinámica social en un sitio urbano no es menos importante que el apoyo en los datos cuantitativos inventariados. El estudio regresivo del proceso socio- histórico del sitio permite identificar patrones que quizás a futuro también determinen la variabilidad de la imagen urbana, aportando la información pertinente para concebir un plan de intervención que no ataque momentáneamente las deficiencias arquitectónicas y urbanas presentes, sino que prospectivamente evite o mitigue las deficiencias futuras.

Los factores socio- históricos son condicionantes y estructurantes del devenir de la imagen urbana, por ello deben ser tomados en cuenta a la hora de realizar una investigación diagnóstica. Estos pueden variar en contextos socioculturales diversos al ser particulares de cada uno; sin embargo, pueden ser sintetizados en factores básicos, esenciales en los procesos socio- históricos de una población. Como bien demostró el caso del diagnóstico de la Avenida de los Mártires, estos son factores sociales sistémicos que inciden con mayor o menor medida en diferentes períodos históricos y que se comportan cíclicamente en el devenir de la imagen urbana.

Por este motivo, este artículo presenta un esquema donde comparecen dichos factores, a saber: Economía, Sociedad, Historia e Identidad, y que explica las causas de la condición física de la imagen urbana y orienta a las investigaciones diagnósticas realizables en contextos urbanos similares. Es un esquema que posibilita anticipar las probables situaciones de cambio arquitectónico y urbano a partir de la predicción que el analista pueda extraer del movimiento cíclico del esquema.

Esto posibilita formular y aplicar planes de intervención eficaces que contemplen las probables incidencias sociales en la imagen urbana, anticipándose a ellas y limitando sus desempeños si son negativas o potencializándolos si son positivas. Con esto se puede ofrecer un escenario de participación ciudadana donde el compromiso con la imagen urbana provenga de las líneas de actuación que el plan exponga, de modo que sean superadas las negativas que los avatares económicos, las malas reproducciones sociales y la disruptiva exaltación de lo identitario que la población vierte sobre la arquitectura, socave la armonía de la imagen urbana. Un plan de intervención eficaz basado en un correcto diagnóstico toma en cuenta los futuros quiebres y giros estéticos que en la imagen urbana definan su devenir.

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Con Criterio/ Instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort de France

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

Instrument to Evaluate the Territorial Touristic Resources of the City Center of Fort- de -France

Instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort-de -France

RESUMEN: El turismo es una industria importante dentro de las actividades económicas de la comuna de Fort-de-France y del desarrollo turístico de su centro de ciudad, lo que requiere de nuevas propuestas de desarrollo estratégico y gestión de sus recursos territoriales turísticos con una visión hacia un futuro viable.Se propone un instrumental teórico-práctico para la clasificación y evaluación de los recursos territoriales turísticos de dicho centro, basado en modelos existentes. Ello posibilitó conocer su potencialidad, y las posibles oportunidades que estratégicamente puedan aprovecharse para la realización de acciones que consideren el desarrollo sustentable del área en un marco temporal a corto, mediano y largo plazos. Su aplicación permitió la comprobación y validación del instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos potenciales y reales, con el panel de actores transdisciplinarios. Se pudieron contrastar las variables confirmadas con el escenario real de esta ciudad, evidenciando su validez para el caso de estudio.PALABRAS CLAVE: Turismo, recursos territoriales turísticos, instrumental de evaluación, valoración potencial o real, turismo sustentable, Fort-de-France.

Charles Jean Camara, Graciela Gómez Ortega y Flora Morcate Labrada

ABSTRACT: Tourism is an important industry within the economic activities of the commune of Fort-de-France (Martinique) and the tourist development of its city center. This development requires new proposals for strategic development and management of its tourist resources with a vision towards a viable future. This paper proposes a theoretical-practical instrument to classify and evaluate tourism resources of said center based on existing models. This instrument points to sustainable development of the area within short-, médium- and long-term time planning. Its application allowed the verification and validation of the instruments to evaluate the potential and real tourist territorial resources, with the panel of transdisciplinary actors. We contrast pertinent variables with the actual condition of Fort-de-France as a starting point for effective change.

KEYWORDS: Tourism, tourism resources, evaluation instruments, Fort-de-FranceTemática: Urbanismo

RECIBIDO: 2 octubre 2018 APROBADO: 20 diciembre 2018

Con Criterio/ Urbanismo

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IntroducciónEl turismo es una actividad que se relaciona con el

bienestar económico, al ser una de las principales fuentes de divisas y un detonador del desarrollo local que fomenta fuentes de empleo y diversifica las actividades económicas, como es el caso del centro de ciudad de Fort de France. [1-2]

Los recursos turísticos constituyen la base fundamental de la actividad turística, siendo, como algunos autores los han definido, la materia prima de esta industria [3-10]. A pesar de su importancia, el análisis de dichos recursos no siempre ha sido considerado de manera sostenible en los planes de desarrollo. La problemática para ordenar los recursos territoriales revela un cambio de enfoque para enfrentar su diseño, el más importante de ellos, es el relacionado con los inventarios de los recursos turísticos, abordado desde 1978 por la Organización Mundial de Turismo (OMT), ante las complejidades reflejadas en los diferentes estudios realizados al respecto en la década de los setenta, sobre todo, en áreas europeas y americanas.

Actualmente este tema adquiere mayor trascendencia a escala internacional por la incorporación de investigadores que han aportado diversas experiencias para la evaluación de estos recursos. Se plantea que para la integración del recurso en el producto turístico se necesita de su puesta en valor, mediante un proceso de evaluación analítica e integrada, que permita establecer de manera objetiva su grado de atracción [3] [5-6] [11] [12-14].

En el desarrollo turístico del centro de ciudad de Fort-de France, los recursos territoriales constituyen los nuevos desafíos para su planificación y ordenamiento estratégico, siendo imprescindible un análisis y evaluación que permitan determinar su potencialidad y, en consecuencia, su viabilidad como soporte del desarrollo de esta actividad a corto, mediano y largo plazos [15]. Ante la carenciade herramientas e instrumentos para evaluar dichos recursos en los planes de ordenamiento del turismo de este centro de ciudad, se plantea la necesidad de proponer instrumentos válidos y eficientes, e identificar las potencialidades de sus componentes con rigor científico, para apoyar el desarrollo de productos turísticos competitivos y mejorar las condiciones de sustentabilidad sin rebasar la capacidad de carga de los recursosdisponibles.

Es propósito de este trabajo aportar un instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort de France, Martinica, que permita identificar los componentes (variables preliminares y pertinentes) de los recursos territoriales turísticos y de los escenarios probables de su desarrollo en las condiciones actuales de este centro de ciudad, determinando su forma y criterios de evaluación.

[1] Institut d'Émission des Départements d'Outre-Mer. Le tourisme à la Martinique. Un secteur à la recherche d’un nouveau soufflé. Fort-de-France (Martinique): IEDOM; 2015. Note expresse N° 307.

[2] Institut National de la Statistique et des Études Économiques. Le bilan économique 2016, une année globalement positive pour la Martinique sur le plan économique. Fort-de-France (Martinique): INSEE; 2017. Conjoncture Martinique N°3.

[3] Leno Cerro R. Los recursos turísticos en un proceso de planificación: inventario y evaluación. Papers de Turisme. 1991(7):7-24.

[4] García Cebrían R, Juárez LO. Estructura del mercado turístico. Madrid: Ediciones Paraninfo; 2011.

[5] Boullon RC. Planificación del espacio turístico. 4ta ed. México DF: Trillas; 2006.

[6] López Olivares D. La evaluación de los recursos territoriales turísticos de las comarcas del interior castellonense (Comunidad Valenciana). Investigaciones Geográficas [Internet]. 2001 [consultado: 02 diciembre 2018]; (25):[137-57 pp.]. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcnp2f2.

[7] Martínez Leal B, Rojo Gil R. Recursos turísticos. Madrid: Ediciones Paraninfo; 2013.

[8] OMT. Evaluación de los recursos turísticos. Madrid: Organización Mundial de Turismo; 1978.

[9] Díaz Fernández B. El diseño de productos y servicios turísticos. Madrid: Síntesis; 2015.

[10] Hernández Torres S. Recursos Territoriales Turísticos. Manual Universitario de Teleformación. Grado en Turismo. Las Palmas: Servicio de Publicaciones y Difusión Científica de la Universidad de las Palmas de la Gran Canaria; 2011.

[11] Viceministerio de Turismo de Perú. Manual para la formulación del inventario de recursos turísticos a nivel nacional. Fascículo I, categorización y Fascículo II, Jerarquización. Lima: MINCETUR; 2006.

[12] Álvarez Cuervo R. Jerarquización de los recursos turísticos. Revista de Estudios Turísticos. 1987(94):77-100.

[13] Secretaría de Turismo de México. Identificación de potencialidades turísticas en regiones y municipios. Fascículo N°8, documentos técnicos en competitividad. México: SECTUR; 2005.

[14] Vera Rebollo JF, López Palomeque F, Marchena M, Antón J. Análisis territorial de turismo: una nueva geografía del turismo. Cuarta parte: Ordenación, planificación y gestión del territorio turístico. Barcelona: Ariel; 1997.

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Materiales y métodosCaracterización del área de estudio

La ciudad de Fort de France fue fundada en 1669 por el gobernador Jean de Baas, y su sucesor, el conde de Blénac, terminó la construcción de la ciudad y del castillo Saint Louis situado en el centro de la misma.Su desarrollo primero se hizo de manera lineal a lo largo de los ejes y vías en paralelo al litoral, luego hacia tierra firme conformada por macizos montañosos. Fort- de -France, capital de Martinica, presenta importantes instituciones localizadas en su centro, comola Prefectura, la Casa del Turismo, el Puerto de Comercio, la Terminal de cruceros, el Teatro municipal, y la Catedral St. Louis, entre otros. (Figura 1)

Área de estudio y situación geográfica: Sus coordenadas geográficas son: 14°36¨00´ Norte 61°05¨00´ Oeste, y comprende un área de 82.17 ha, con un perímetro de 4 618 km. (Figura 2). Su centro posee varios barrios en sus alturas ysu geomorfología es muy variada. Al sur presenta llanuras con frente al mar, mientras que, al norte, el oeste y el este se desarrollan manzanas muy urbanizadas, con variadas tipologías arquitectónicas de diferentesmomentos históricos, con la coexistencia de la arquitectura colonial y la contemporánea.

Situación económica y política: Las principales actividades que se realizan son comerciales y administrativas. Fort -de -France como comuna está dirigida por una alcaldía.

Situación social y cultural: Es desde su origen una ciudad heterogénea que requiere, como ocurre en las ciudades caribeñas, superar lecturas en exceso simplificadoras o focalizadas en los hitos de su patrimonio cultural y social, para enfrentar el reto de su configuración como destino turístico particular del Caribe.

Situación urbanística y arquitectónica: La ciudad de Fort- de- France y su centro, se configuran como un territorio de complejidad insular, en términos urbanísticos, arquitectónicos y funcionales. La morfología urbana se expresa por pequeñas manzanas que se delimitan por calles muy estrechas, en la mayoría de los casos. La presencia de un entorno natural de indudable valor paisajístico, su patrimonio arquitectónico y urbanístico y, sobre todo, la intensa actividad comercial y administrativa que se genera, hacen de su centro un espacio turístico importante para la isla.

Recursos territoriales turísticos. Aspectos conceptuales

Existen muchas definiciones del término recurso turístico, pero en la mayoría de los casos son usadas de forma ambigua para expresar cualquier elemento

Figura 1. Desarrollo de Fort de France, IGN (Instituto Nacional de Información Geográfica y Forestal). Francia. (2018)

Figura 2. Delimitación del área de estudio, GEOPORTAIL - Información de referencia geográfica: mapas, fotografías aéreas, bases de datos geográficas. Gobierno de Francia. Fuente: https://www.geoportail.gouv.fr/

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o componente que sirve de base para el desarrollo de esta actividad. El concepto de recurso es algo subjetivo, relativo, funcional y a la vez, dinámico en el tiempo. La actividad turística únicamente tiene lugar si existen recursos transformados en atracciones: “recursos atractivos” que motiven el desplazamiento de las personas, ya sea local o internacionalmente [15].

En la presente investigación se consideraron ambos enfoques para redefinir el concepto “recurso turístico” desde un punto de vista funcional y operacional, distinguiendo cinco componentes esenciales, formulados por varios autores, comoLuque Gil y Navarro Jurado [16], Camara y Morcate [15], OMT [8], y Varisco, C. et al. [17], que constituyen el soporte de las actividades y sustentan el desarrollo turístico del centro de ciudad de Fort-de France. (Figura 3)

De la figura anterior se concreta un sistema empírico que genera los componentes generales de los recursos territoriales turísticos, base de esta actividad, y que constituyen las unidades de análisis del caso de estudio planteado [15]. Estos componentes son:

• Recursos naturales: Agrupa diversas áreas naturales que, por sus atributos, son considerados parte importante del potencial turístico, reales o potenciales

• Recursos culturales: Son los propios recursos culturales y el patrimonio cultural que, por sus atributos, son considerados parte importante del potencial turístico, reales o potenciales.

• Planta turística: Agrupa todos los equipamientos y las instalaciones que comprenden: alojamientos, alimentación y gastronomía, esparcimiento y recreación, comercios, deportes, así como las instalaciones especializadas.

• Infraestructuras: Agrupa las instalaciones de transporte, comunicaciones, agua y saneamiento, higiene, energía, salud, servicios de transporte y servicios de apoyo generales.

• Superestructura: Agrupa los organismos especializados, tanto públicos como de la actividad privada, encargados de ordenar y planificar el funcionamiento de cada una de las partes que integran el sistema turístico con las comunidades locales.

En esta investigación se asumieron los componentes de los recursos territoriales turísticos en dos grupos, ya que un producto turístico está conformado por los recursos naturales y culturales, como parte central, mientras que la planta turística y las infraestructuras forman parte de los servicios turísticos para los visitantes, y la superestructura que soporta la actividad turística. Estos dos grupos son:

• Los recursos territoriales turísticos básicos (reales y potenciales): son aquellos que dependen fundamentalmente, de la existencia de recursos naturales y culturales, así como de actividades recreativas suficientemente interesantes que tienen capacidad propia para atraer la visita de turistas nacionales y/o extranjeros a un lugar determinado.

• Los recursos territoriales turísticos complementarios: constituyen el soporte, al ser los servicios que facilitan el aprovechamiento de los recursos básicos, y pueden caracterizarse por la planta turística, que incluye todos los establecimientos administrados por el sector público o privado que se dedican a prestar servicios turísticos. La infraestructura es considerada como un facilitador que permite a los viajeros el pleno disfrute de los recursos y actividades turísticas. Por último, la superestructura comprende todos los organismos

Figura 3. Desempeño de los recursos turísticos dentro del sistema turístico del centro de ciudad de Fort-de-France, Fuente: los autores, 2018

[15] Camara CH, Morcate F. Metodología para la identificación, clasificación y evaluación de los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort-de-France. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. 2014 [consultado: 02 diciembre 2018]; 35(1):[48-67 pp.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S181558982014000100005.

[16] Luque Gil A, Navarro Jurado E. Guía para el análisis de los recursos territoriales turísticos (Manuales). Málaga: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga; 2012.

[17] Varisco C, Castellucci D, González MG, Muñoz MJ, Padilla N, Campoliete L, et al. El relevamiento turístico: de CICATUR a la planificación participativa. En: Libro de Ponencias: VI Congreso Latinoamericano de Investigación Turística. Neuquen: Universidad Nacional de Mar del Plata; 2014. [Consultado: 02 diciembre 2018] Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar.

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especializados, tanto públicos como de la actividad privada, y de la comunidad local, encargados de optimizar y cambiar, cuando fuere necesario, el funcionamiento de cada una de las partes que integran el sistema turístico.

La interacción de los componentes de estos dos grupos genera los productos turísticos de una localidad, y su comercialización determina la oferta turística.

Modelos para clasificar y evaluar los recursos territoriales turísticosExisten distintos modelos e instrumentos para clasificar y evaluar

los recursos territoriales turísticos. En esta investigación se consideró conveniente analizar algunos de los modelos de autores reconocidos a nivel internacional [3] [5-6] [8] [11-13] [18-19] determinando los aspectos positivos y negativos inherentes a los mismos, y su posterior consideración para el diseño del instrumental. Los resultados de estos análisis se sintetizan en la Tabla 1. (página 57)

Caso de estudio como estrategia de investigaciónDe acuerdo con los aportes de Yin [20], Simons [21] y Cazanave y

Bancrofft [22], el caso de estudio es una estrategia de investigación que comprende todos los métodos con la lógica de la incorporación en el diseño de aproximaciones específicas para la recolección de datos y el análisis de éstos y que las unidades de análisis permiten determinar qué es el caso y definir los límites del mismo, para así diferenciarlos de su contexto y orientar la elaboración de los resultados.

De esta manera se asumió que las unidades de análisis se centran en los aspectos del fenómeno a estudiar en lo que concierne a los recursos territoriales turísticos y ayudan a delimitar las fronteras del objeto de estudio, el centro de ciudad de Fort de France. Para el desarrollo de esta investigación se eligió un estudio de caso encapsulado (múltiples unidades de análisis), donde el estudio de los componentes de los recursos territoriales turísticos sustenta su construcción como un caso de estudio particular, que se nutre de cinco unidades de análisis que corresponden a los recursos territoriales turísticos.

En la Figura 4 se representa el Caso de Estudio Singular y el objeto de estudio. La determinación de este caso, condujo a la estructuración de un sistema que va más allá de las propias disciplinas y permite el análisis de la problemática insertada en el desarrollo de la sociedad, reafirmando el enfoque transdisciplinario del resultado alcanzado.

[18] Vilela de Almeida M. Matriz de evaluación del potencial turístico de localidades receptoras. Turismo en Análisis [Internet]. 2009 [consultado: 02 diciembre 2018]; 20(3):[541-61 pp.]. Disponible en: https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/4278440/mod_resource/content/2/ALMEIDA

[19] Marchena Gómez M. Un análisis de los recursos turísticos andaluces. Revista de Estudios Regionales. 1985;6:169-95.

[20] Yin RK. Case Study Research: Design and Methods. Thousand Oaks (California): Sage Publications; 2003 [consultado: 02 diciembre 2018]. Disponible en: https://books.google.com.cu/books/about/Case_Study_Research.html?hl=es&id=FzawIAdilHkC&redir_esc=y.

[21] Simons H. El estudio de caso: Teoría y práctica. Madrid: Ediciones Morata; 2011.

[22] Cazanave Macías J, Bancrofft R. Diseño accesible de espacios de intercambio para adultos mayores. Arquitectura y Urbanismo [Internet]. [consultado: 02 diciembre 2018]; 28(2):[24-33 pp.]. Disponible en: https://www.redalyc.org/html/3768/376839852003/.

Figura 4. Modelo teórico del caso de estudio para la investigación. Fuente: autores (2018)

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Tabla 1. Síntesis de las consideraciones y aportes asumidas a partir de los modelos analizados. Fuente: Camara (2016).

A- Categorización y tipología de los recursos

1- Recursos Naturales:

.

Atractivo o recurso natural y paisajístico

*De la OEA/OMT (1978) y adoptado por Leno (1986), López (1996)2- Recursos Culturales: . Recursos histórico-monumental, técnicos, etnológicos y artísticos

. Recursos artesanales y gastronómicos

. Folklore, fiestas

. Acontecimientos programados

*De la OEA/OMT (1978) y adoptado por Leno (1986), López (1996)3- La Planta turística: . Equipamiento turístico (Alojamiento, Alimentación, Esparcimiento y otros servicios)

-. Instalaciones (De agua y playa, de montaña, generales)

*De Boullon (1990)4- Las infraestructuras: . Transporte

. Comunicaciones

. Sanidad

. Energía

. Salud

* De Boullon (1990) para los puntos 1 a 4 y por el autor el punto 55- La superestructura turística: 1-Actores del sector turístico (Estatales, privados comunidad local)

2-Procesos y gestión turística (Áreas políticas, económicas, sociales, culturales, ecológicas, de gestión y planeación y de tecnología e innovación)

* De la SECTUR (2002)

B -Criterios y parámetros de evaluación

1- Para los recursos básicos (re-cursos naturales y culturales):

Se adoptan los criterios y parámetros de evaluación del modelo de la Mincetur por su rigor, coherencia, eficacia y ponderación.

2- Para los recursos complemen-tarios (planta turística, infraestruc-turas y superestructura):

Se adoptan los criterios y parámetros de evaluación del modelo de Almeida por su rigor, coherencia, eficacia. Y se sustentará con técnicas de ponderación y otras escalas de medición reconocidos internacionalmente como la de Likert y de Thurstone

C -Jerarquías valorativas

1- Para los recursos básicos (re-cursos naturales y culturales):

Se adoptan los criterios y parámetros de evaluación del modelo de la Mincetur por su rigor, coherencia y eficacia.

2- Para los recursos complemen-tarios (planta turística, infraestruc-turas y superestructura):

Se adoptan los criterios y parámetros de evaluación del modelo de Almeida por su rigor, coherencia y eficacia. Y se sustentará con técnicas de ponderación y otras escalas de medición reconocidos internacionalmente como la de Likert y de Thusrtone.

D -Métodos de evaluación

1- Para los recursos básicos y complementarios:

Se adoptarán los aportes de los métodos cuantitativos y cualitativos de todos los modelos y se sustentará por el método de triangulación.

E -Variables que se avalúan o no

1- Para los recursos básicos (re-cursos naturales y culturales):

Se adoptarán los variables y los indicadores de la OEA y del MINCETUR

2- Para los recursos complemen-tarios (planta turística, infraestruc-turas y superestructura):

Se adoptarán los variables y los indicadores de Boullon y Almeida.

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Metodología para el diseño del instrumentalProcesos y pautas metodológicas para el diseño del instrumentalPara el diseño del instrumental, fue necesario considerar dos aspectos

fundamentales: los principales aportes y limitaciones de los instrumentos analizados y los procesos metódicos que posibilitan la definición de los principios que deben cumplirse para su diseño con certeza, objetividad y criterios científicos, que garanticen que los resultados de su aplicación constituyan la vía para evaluar la problemática del caso de estudio singular: el centro de ciudad de Fort de France. En este caso, se partió de las anteriores reflexiones y se tomaron las recomendaciones de Yuni y Urbano [23], Munch y Angeles [24]. Una de las técnicas fundamentales utilizadas fue el método Delphi; proceso interactivo en el que el panel de actores participantes, emitió su opinión en más de una ocasión, a través de los cuestionarios de aplicación. Otro recurso fue la retroalimentación constante y controlada, lo que permitió la transmisión de la información. Se consideró también la respuesta estadística del grupo, como estrategia para garantizar que todas las opiniones individuales fueran analizadas en el resultado final. Desde el punto de vista metodológico, el método aportó una estrategia relativamente flexible que permitió actuar con autonomía y adaptar su dinámica habitual a los objetivos de la presente investigación. De los instrumentos antes referidos se consideraron:

1. Aportes de la investigación cualitativa, para comprender y profundizar los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes (individuos o grupos pequeños de personas a los que se investigará), los conocimientos académicos, científicos y sociales en relación con el contexto planteado.

2. Adopción de procesos metódicos, a partir de un sistema de herramientas, seleccionadas para articular y brindar coherencia a todo el proceso de su diseño, y determinar el grado de adecuación de las soluciones propuestas en cada etapa de su elaboración.

3. Incorporación de los métodos científicos (cualitativo, cuantitativo y triangulación) definidos para la elaboración del instrumental, los cuales se refieren al conjunto de pasos necesarios para obtener conocimientos válidos (teóricos y empíricos), mediante herramientas confiables.

4. Inclusión de las técnicas de medición y parámetros de evaluación (distintas escalas y factores de medición), que permiten la adopción de información cuantitativa y cualitativa en el análisis de la evolución del comportamiento de las variables que definen el caso de estudio.

5. Selección del panel de actores sociales y transdisciplinarios. Este panel constituye un grupo de personas que reúnen diversas características, los cuales participan en el ejercicio del método Delphi, y proporcionan las informaciones que se requieren, a partir de un sistema de comunicación estructurado en base a cuestionarios.

6. Utilización del método Delphi a partir de las distintas escalas de medición aprobadas empíricamente para medir o cuantificar los factores y las variables, partiendo de las variables preliminares definidas en el caso de estudio. Esta fase consistío en depurar las mismas y permitió la estructuración del instrumental y su operacionalización, es decir, hacerlas tangibles, medibles y registrables. Esto se logró con el panel de actores seleccionados.

7. Definición de los pesos de ponderación de las variables pertinentes precisadas en el caso de estudio. Esta fase permite expresar

[23] Yuni J A, Urbano CA. Técnicas para investigar: Recursos metodológicos para la preparación de proyectos de investigación. Volumen 2. Córdoba (Argentina): Brujas; 2006.

[24] Munch L, Ángeles E. Métodos y técnicas de investigación. 3ra ed. México: Trillas; 2012.

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la importancia relativa de cada variable, dimensión e indicador componentes del instrumental de evaluación.

8. Validación de los parámetros y criterios de medición de las variables del instrumental. Tiene el objetivo de evaluar los recursos básicos: Naturales y Culturales (unidades de análisis 1 2) y los recursos complementarios: Planta Turística, Infraestructuras y Superestructura (unidades de análisis 3 4 5), con el panel de actores, aplicando el método Delphi a partir de las distintas escalas de medición aprobadas empíricamente.

9. Validación de los factores y criterios de medición de las variables del instrumental para evaluar los escenarios probables del desarrollo de los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de-France.

10. Elaboración del instrumental teórico práctico de evaluación de los recursos básicos (Naturales, Culturales), complementarios (Planta Turística, Infraestructuras y Superestructura), así como los escenarios probables, para el caso de estudio a partir de lo antes relacionado.

11. Validación de este instrumental teórico práctico en pequeña escala a partir de una prueba piloto. Permite verificar la validez1 y confiabilidad2 del instrumental y detectar errores como son: omisiones, inconsistencias (frecuencias cruzadas) y resultados por variable (frecuencias simples), lo que permite aportar cambios pertinentes a los cuestionarios, hasta obtener una versión satisfactoria para el caso de estudio.

Bajo esta óptica metodológica y retomando el énfasis en la dimensión estratégica del proceso de investigación [25,26], se estructuró el instrumental en dos partes complementarias; la teórica y la práctica.

1. El instrumental teórico: conformado por un sistema de variables, dimensiones e indicadores que deberán ser considerados al efectuar cualquier valoración de los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de -France.

2. El instrumental teórico-práctico: conformado por las distintas herramientas que posibilitan su modelación, a partir de cuestionarios que viabilizan su aplicación para la recolección de datos. Esas herramientas son:

• Parámetros y factores de valoración, así como escalas de medición• Métodos: cuantitativo, cualitativo y de triangulación.• Ponderación: valoración diferencial entre variables, dimensiones e

indicadores (para los análisis cuantitativos)• Pautas metódicas de aplicación: procesos metodológicos que

posibilitan los principios que deben cumplirse para aplicar el instrumental que se propone con certeza, objetividad y criterios científicos, que garanticen que los resultados de su aplicación sean viables.

Metodología para el diseño del instrumental teóricoEl diseño del instrumental teórico se estructura de la siguiente manera:1. Variables, dimensiones e indicadores preliminares: Su reajuste con el

comité de expertos, especialistas y actores sociales en Cuba permitió:• Eliminar incongruencias y contradicciones en la categorización y

clasificación de las variables preliminares.• Percibir una propuesta clara de la estructura sistémica de las unidades

de análisis del caso de estudio, con la estructuración de las variables

[25] Gómez G. Instrumental para la evaluación del medio construido en asentamientos rurales de Santiago de Cuba [Tesis Doctoral]. La Habana: Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría; 2005.

[26] Gil Pascual J. Técnicas e instrumentos para la recogida de información. 2da ed. Madrid: UNED; 2014.

1 Es la cualidad del instrumento para medir los rasgos o características que se pretenden medir. Por medio de la validación se trata de determinar si realmente el cuestionario mide aquello para lo que fue creado. (Hernández-Laboy: Diagrama de flujo, 2009,https://slideplayer.es/slide/1018492/).

2 Se refiere a la consistencia de los resultados. En el análisis de la confiabilidad se busca que los resultados de un cuestionario concuerden con los resultados del mismo cuestionario en otra ocasión. Indica la condición del instrumento de ser fiable, es decir, de ser capaz de ofrecer en su empleo repetido resultados veraces y constantes en condiciones similares de medición. (Hernández Laboy: Diagrama de flujo, 2009, https://slideplayer.es/slide/1018492/).

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preliminares ajustadas y confirmadas a través del comité de expertos de Martinica con el método Delphi.

• Reevaluar los aspectos planteados en el instrumental y las variables preliminares ajustadas, incorporando criterios emitidos por otras fuentes y autores.

• Precisar las salidas de la investigación, enmarcándose esencialmente en la elaboración de un instrumental con variables definidas que permita la evaluación de los recursos y el potencial con que cuenta la isla de Martinica, con posibilidades de ser generalizable a la cuenca del Caribe.

• Someter a criterios de especialistas de Martinica el instrumental propuesto con las variables preliminares ajustadas, para su confirmación como variables pertinentes para la valoración concreta de los recursos territoriales turísticos del objeto de estudio

2. Confirmación de las variables pertinentes: A partir del reajuste de las variables, dimensiones e indicadores preliminares, se confirmaron por el panel de actores de Martinica las variables, dimensiones e indicadores pertinentes para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de- France. El propósito fue asegurar que el instrumental final alcanzara niveles de coherencia interna e integridad con respecto al caso de estudio.

Metodología para el diseño del instrumental teórico - prácticoPara el diseño del instrumental teórico - práctico se consideraron los

siguientes aspectos:1. Variables, dimensiones e indicadores pertinentes: La confirmación de

estos desde el instrumental teórico, permitió la determinación de sus pesos de ponderación, para evaluar cada componente de los recursos territoriales turísticos. El objetivo de desarrollar este factor es reducir el valor de subjetividad que pueda presentar la evaluación.

2. Factor de ponderación: La determinación del peso de las variables, dimensiones e indicadores, permitió expresar la importancia relativa de cada componente del instrumental de evaluación.

3. Sistema categorial de valoración: Aunque el método desarrollado es de carácter cualitativo, en él se utilizan procedimientos cuantitativos, por lo que se proponen escalas, parámetros y criterios de medición para valorar cuantitativamenteel comportamiento de las variables, dimensiones e indicadores de los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de -France y su influencia en los escenarios posibles de su desarrollo.

4. Significado de las evaluaciones: Se propusieron diferentes situaciones evaluativas, dándose rangos más cerrados en las condiciones de excelencia y más amplios en las peores condiciones a partir de estas consideraciones, del instrumental diseñado. Además, se expresó una matriz de colores para visualizar el valor real de cada unidad, sub unidad, variables, dimensiones e indicadores de los recursos evaluados.

Resultados y discusiónLos resultados de esta investigacion se expresan en el instrumental

teórico- práctico para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de- France. Su diseño tuvo dos propósitos fundamentales; por un lado, elaborar las bases teóricas que ayudaran a conformar las

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variables, dimensiones e indicadores necesarios para la evaluación de los recursos y por otro, garantizar su aplicación práctica para la confirmación de su confiabilidad y validación en la valoración de cada componente de los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort -de- France.

Instrumental teóricoQuedó conformado por las cinco unidades de análisis del caso de estudio

que corresponden a los recursos territoriales turísticos, estructurados de la siguiente manera:

1. Unidades de análisis N°1 y N°2. Categoría de Recursos Turísticos: Recursos básicos. Tipo de Recursos: Recursos Naturales y Recursos Culturales

2. Unidades de análisis N°3, N°4 y N°5. Categoría de Recursos Turísticos: Recursos Complementarios. Tipo de recursos: Planta turística, Infraestructuras y Superestructura, y que fueron considerados para confirmar las variables pertinentes. El mismo fue elaborado a partir de los aportes de los instrumentos existentes analizados, de los criterios aportados por especialistas y expertos, y el juicio del panel de actores, atendiendo a:

• Expertos o especialistas: Son aquellos que poseen un alto grado de conocimientos sobre el tema de estudio.

• Actores del turismo: Aquellos panelistas involucrados directa o indirectamente con el tema en estudio.

• Representantes de la instancia decisional: Son todos los que, en el ámbito de su actividad social y económica, tienen capacidad de tomar decisiones.

Se destacan especialistas de la Dirección Provincial dePlanificación Física de Santiago de Cuba (urbanistas, planificadores, proyectistas y geógrafos); profesores de la Universidad de Oriente; especialistas del Departamento del Plan Maestro, de la Oficina del Conservador de la Ciudad y expertos de Martinica. Con el propósito de ejemplificar una parte del instrumental teórico obtenido, se expresan en las Tablas 2 y 3, dos unidades de análisis que representan los recursos básicos y los complementarios. (Tablas 2 y 3) (página 62)

Instrumental teórico- prácticoQuedó conformado por las cinco unidades de análisis del caso de estudio

que corresponden a los recursos territoriales turísticos y su constructo presenta la siguiente estructura:

• Cuestionarios N°1 y N°2. Categoría de Recursos Turísticos: Recursos Básicos. Unidades de Análisis: 1 y 2. Tipo de Recursos: Recursos Naturales y Recursos Culturales.

• Cuestionarios N°3, N°4 y N°5. Categoría de Recursos turísticos: Recursos Complementarios: 3, 4 y 5. Tipo de recursos: Planta turística, Infraestructuras y Superestructura. Se enfatiza en cinco cuestionarios de aplicación a través de las encuestas. Su modelización se enfoca en las variables pertinentes confirmadas en el estudio teórico y el sistema categorial definido.

Teniendo en cuenta la complejidad de los componentes a evaluar y el modo de medición diferente de los recursos básicos y complementarios, este instrumental quedó constituido por dos partes que se complementan entre sí para la valoración de los recursos territoriales turísticos de este centro de ciudad: el Instrumental para evaluar los recursos básicos, y los recursos complementarios.

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Tabla 2. Unidad de análisis n°2- recursos culturales (Recursos básicos). Fuente: Camara (2016)

SUB-UNIDAD N°2.1 RECURSOS HISTÓRICO MONUMENTALES, TÉCNICOS. ETNOLÓGICOS Y ARTÍSTICOS

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES

2.1 Edificaciones y Conjuntos

2.1.1 Religiosos

2.1.1.1 Catedral2.1.1.2 Iglesia2.1.1.3 Convento2.1.1.4 Campanario2.1.1.5 Capilla y oratorio2.1.1.6 Calvario

2.1.2 Civiles2.1.2.1 Palacios2.1.2.2 Ayuntamientos

2.1.3 Militares2.1.3.1 Castillos2.1.3.2 Murallas

2.1.4 Culturales

2.1.4.1 Museos2.1.4.2 Teatros2.1.4.3 Emisores de radio2.1.4.5 Bibliotecas2.1.4.6 Talleres culturales2.1.4.7 Casa de cultura

2.2

Sitios urbanos

2.2.1 Lugares históricos o significativos

2.2.1.1 Fontanas2.2.1.2 Paseos2.2.1.3 Boulvevards2.2.1.4 Malecones 2.2.1.5 Plazas2.2.1.6 Parques

2.3

Obras de arte

2.3.1 Pintura

2.3.1.1. Interiores2.3.1.2. Exteriores2.3.1.3. Cuadros2.3.1.4 Rupestres

2.3.2 Escultura2.3.2.1. Monumental2.3.2.2. Histórico2.3.2.3. Ambiental

2.3.3 Cerámica2.3.3.1. Pequeña escala (objeto)2.3.3.2. Materiales construcción y decoración

Tabla 3 Unidad de análisis n°4 – infraestructuras (Recursos complementarios). Fuente: Camara (2016)

SUB-UNIDAD DE ANÁLISIS N° 4.1 - INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS GENERALES

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES

4.1. Redes de Transporte

4.1.1. Terrestres

4.1.1.1 Red de carreteras y calles4.1.1.2 Servicios para automóviles (talleres mecánicos, bencineras)1.1.3 Servicios para el turista (sanitarios, cafeterías, restaurantes)4.1.1.3 Terminales de buses4.1.1.4 Señalización

4.1.3 Acuático

4.1.3.1 Puerto Marítimo4.1.3.2 Servicios de transporte4.1.3.3 Terminales de cruceros y otros

4.2. Comunicaciones

4.2.1 Servicios estáticos (fijos)

4.2.1.1 Oficinas de correos 4.2.1.2 Oficinas de telégrafos4.2.1.3 Centrales telefónicas

4.2.2 Servicios de redes

4.2.2.1 Télex4.2.2.2 Telefonía4.2.2.3 Internet

4.2.3 Servicios de distribución

4.2.3.1 Distribución de cartas4.2.3.2 Paquetes (Fedex, DHL etc.)

4.3. Agua y saneamiento (Sanidad)

4.3.1 Redes4.3.1.1 Acueducto (agua potable)4.3.1.2 Alcantarillado (residuales)4.3.1.3 Drenaje (aguas pluviales)

4.3.2 Recolección4.3.2.1 Basura no reciclable4.3.2.2 Basura reciclable4.3.2.3 Tóxicos

4.4. Energía4.4.1 Redes

4.4.1.1 Redes eléctricas principales4.4.1.2 Redes eléctricas publicas4.4.1.3 Redes eléctricas privados

4.4.2 Combustibles

4.4.2.1 Gasolina4.4.2.2 Gas

4.5. Salud

4.5.1 Instalaciones estáticos (fijas

4.5.1.1 Consultorios

4.5.2 Ambulatorios

4.5.2.1 Urgencia4.5.2.1 Servicios a domicilio

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Instrumental para evaluar los recursos básicosSe obtuvieron las siguientes herramientas: a) sistema categorial de

evaluación y peso de indicadores o factor de ponderación; b) significado de las evaluaciones, y c) cuestionarios de encuestas que permiten por su aplicación en el escenario real de este centro, la valoración de los recursos básicos para determinar los recursos potenciales o reales.

a) Sistema categorial de evaluación y peso de indicadores o factor de ponderación: En las tablas 4 y 5 se presentan los factores, criterios y factores de ponderación elaborados a partir del marco metodológico, y de los criterios aportados por especialistas y actores. (Tablas 4 y 5)

Tabla 5. Factores y criterios de valoración de los recursos potenciales. Fuente: Camara (2016) adaptado de MINCETUR (2006), OEA (1980) y OMT (1978)

FactoresCriterios de medición del recurso (puntaje)

Ponderación6 4 2 1

Singularidad Único Raro Escaso Normal 2Imagen turística

potencial Excepcional Muy bueno Bueno Normal 1.5

Estado de conservación Muy bueno Bueno Regular Malo 3

Demanda potencial Internacional Departamental Comunal Local 1

Tabla 4. Factores y criterios de valoración de los recursos reales. Fuente: Camara (2016 adaptado de MINCETUR (2006), OEA (1980) y OMT (1978)

FactoresCriterios de medición del recurso (puntaje)

Ponderación6 4 2 1

Singularidad Único Raro Escaso Normal 3Imagen turística

real Excepcional Muy bueno Bueno Normal 2

Estado de conservación Muy bueno Bueno Regular Malo 1,5

Flujo turístico Internacional Departamental Comunal Local 1

b) Significado de las evaluaciones: En la Tabla 6, se presentan las diferentes situaciones evaluativas con matriz de colores, las cuales fueron ajustadas y confirmadas por especialistas y expertos en Cuba y en Martinica, dándose rangos más cerrados en las condiciones de excelencia y más amplios en las peores condiciones. Esta matriz de colores permite interpretar visualmente el valor real de cada unidad, sub unidad, variables, dimensión e indicador del recurso evaluado. (Tabla 6)

c) Cuestionarios para la evaluación de los recursos básicos: En las Tablas 7 y 8, se presentan los instrumentos (cuestionarios) que permiten determinar el valor del recurso natural o cultural, real o potencial a través de una jerarquía que se calcula en función de los parámetros y criterios de medición anteriormente explicados. (Tablas 7 y 8)

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 52-71, ISSN 1815-5898

Tabla 6. Significado de las evaluaciones/matriz de colores de los recursos básicos. Fuente: Camara (2016) adaptado de MINCETUR (2006), OEA (1980) y OMT (1978)

Valoración total Jerarquías Colores Significado de los valores y

colores de las jerarquías

De 45 a 35 puntos Jerarquía 4 E

Recursos reales o potenciales muy excepcionales y gran significación para el mercado turístico internacional, capaces por sí solo de motivar una importante corriente de visitantes

De 34 a 25 puntos Jerarquía 3 B

Recursos reales o potenciales excepcionales, capaces de motivar una corriente de visitantes internacionales y del departamento de Martinica, ya sea por sí solo, o en conjunto con otros atractivos contiguos.

De 21 a 15 puntos Jerarquía 2 R

Recursos reales o potenciales con algunos rasgos llamativos capaces de interesar a visitantes que hubiesen llegado a la zona por otras motivaciones turísticas, o de motivar corrientes turísticas locales

Menores de 15 puntos Jerarquía 1 M

Recursos reales o potenciales sin mérito suficiente para considerarlo al nivel de las jerarquías anteriores, pero que, igualmente, forman parte del Inventario de recursos turísticos como elementos que pueden complementar a otros de mayor jerarquía

Tabla 8.Cuestionario para evaluar los recursos básicos (naturales y culturales) potenciales. Fuente: Camara (2016)

FICHA DE JERARQUIZACIÓN

FICHA N°2

POTENCIAL

Nombre del Recurso Turístico:

Foto o descripción sumaria del recurso

Dimensiones

Indicador

Variable

CÓDIGO FACTORES VALOR ASIGNADO PONDERACIÓN SUBTOTAL

SI Singularidad del recurso 2

IP Imagen turística potencial del recurso 1.5

EC Estado de conservación del recurso 3

DP Demanda potencial del recurso 1

TOTAL

JERARQUÍA DEL RECURSO

Tabla 7.Cuestionario para evaluar los recursos básicos (naturales y culturales) reales. Fuente: Camara (2016)

FICHA DE JERARQUIZACIÓN

FICHA N°1

REALES

Nombre del Recurso Turístico:

Foto o descripción sumaria del recurso

Dimensiones

Indicador

Variable

CÓDIGO FACTORES VALOR ASIGNADO PONDERACIÓN SUBTOTAL

SI Singularidad del recurso 2.5

IR Imagen turística real del recurso 2

ECEstado de conservación del recurso

1.5

FT Flujo turístico del recurso 1

TOTAL

JERARQUÍA DEL RECURSO

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Instrumental para evaluar los recursos complementariosSe definieron a) el sistema categorial de evaluación y b) peso de indicadores

o factor de ponderación, c) significado de las evaluaciones y d) cuestionarios de encuestas que permiten por su aplicación en el escenario real de este centro, la valoración de los recursos complementarios y determinar los recursos potenciales o reales.

a) Sistema categorial de evaluación: En la Tabla 9 se presentan los distintos criterios y escalas de medición que fueron adoptados de las consideraciones del marco metodológico, y de los criterios aportados por especialistas y actores. En esa tabla se determinan las escalas y parámetros de evaluación considerando de una parte la planta turística e infraestructuras y de otra la superestructura. (Tabla 9)

b) Peso de las variables, dimensiones e indicadores o factor de ponderación: El peso de los indicadores o factor de ponderación, permite expresar la importancia relativa de cada indicador componente del instrumental de evaluación, cuestión que se hace necesario instrumentar en este proceso evaluativo.

Tabla 9. Parámetros y escalas de valores para medir los recursos complementarios. Fuente: Camara (2016) adaptado de Almeida (2006) y Tabares (1994)

Planta turística e infraestructuras

SuperestructuraActores del sector turístico (Estatales y Privado)

Actores del sector turístico (comunidad local)

Proceso y gestión turística

Altamente favorable

(5 puntos)

Altamente favorable y satisfactoria (5 puntos)

Alto nivel de participación

(5 puntos)

Muy buena

(5 puntos)

Favorable

(4 puntos)

Favorable y satisfactoria

(4 puntos)

Nivel satisfactorio de participación

(4 puntos)

Buena

(4 puntos)

Restricta

(3 puntos)

Limitado

(3 puntos)

Nivel limitado de participación

(3 puntos)

Regular

(3 puntos)

Precaria

(2 puntos)

Poco favorable y satisfactoria

(2 puntos)

Nivel bajo de participación

(2 puntos)

Mala

(2 puntos)Sin condiciones

(1 punto)

Precaria

(1 punto)

Inexistencia

(1 punto)

Muy mala

(1 punto)

Se considera importante analizar las formas de otorgar peso o importancia a los indicadores de evaluación. Como resultado de este análisis, pudo encontrarse que existen tendencias en cuanto al proceso de otorgar peso a los indicadores de evaluación. Por otro lado, se ha encaminado el asunto a ponderar los indicadores, por centros de prestigio como el World Economic Forum´s Global Leaders for Tomorrow Enviroment Task Force; el Yale Center for Environmental Law and Policy y el Columbia University Center for Internacional Earth Science Information Network.

Considerando los anteriores argumentos, se asignó un peso (P), que fue otorgado a partir de la importancia que tienen los diferentes componentes de análisis, dado a partir de los distintos cuestionarios sometidos al panel de actores para su determinación. Se utilizaron el método cuantitativo y el Delphi para llevar a cabo este proceso. Se otorgaron tres categorías de importancia: Peso muy importante 3 puntos, Peso importante 2 puntos y Peso menos importante 1 punto.

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 52-71, ISSN 1815-5898

c) Significado de las evaluaciones: En la Tabla 10, se representan las diferentes situaciones evaluativas con matriz de colores, las cuales fueron ajustadas y confirmadas por especialistas y expertos en Cuba y en Martinica, dándose rangos más cerrados en las condiciones de excelencia y más amplios en las peores condiciones. Esta matriz de colores permite interpretar visualmente el valor real de cada unidad, sub unidad, variables, dimensión e indicador del recurso evaluado. (Tabla 10)

d) Cuestionarios de evaluación de los recursos complementarios: Teniendo en cuenta la cantidad de cuestionarios producidos, y con el propósito de ejemplificar una parte del instrumental, se presentan en la Tabla 11 los cuestionarios utilizados para determinar el valor real o potencial del recurso a través de los parámetros y criterios de medición anteriormente explicados. (Tabla 11)

Tabla 10. Significado de las evaluaciones/matriz de colores de los recursos complementarios. Fuente: Camara (2016)

Valoración total Colores Significado de los valores y colores Puntaje de 5 a 4,7 E

Situaciones más favorables o excelentes para la gestión y planeación turística

Puntaje de 4,69 a 3,9 B

Situaciones buenas con algunas ineficiencias o limitaciones que afectan la gestión y planeación turística

Puntaje de 3,89 a 3 R

Situaciones regulares con afectaciones significativas la gestión y planeación turística que harán de tomar medidas que mitiguen o corrijan las situaciones que degradan.

Puntaje de 2,99 a 1 M

Situaciones deficientes o inexistentes en la gestión y planeación turística, con medidas de consideración que harán de tomar medidas muy fuertes significativas que mitiguen o corrijan las situaciones que degradan

Tabla 11. Ejemplo de cuestionario para evaluar los recursos complementarios (sub unidad de análisis de la unidad de análisis no.3 - Infraestructuras). Fuente: Camara (2016)

SUB-UNIDAD DE ANÁLISIS N° 4.1 - INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS GENERALES

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORESNOTA DEL ACTOR N°1

1 2 3 4 5

4.1.Redes de Transporte

4.1.1. Terrestres

4.1.1.1 Red de carreteras y calles

4.1.1.2 Servicios para automóviles (talleres

mecánicos, bencineras)

1.1.3 Servicios para el turista (sanitarios, cafeterías,

restaurantes)

4.1.1.4 Terminales de buses

4.1.1.5 Señalización

4.1.3 Acuático

4.1.3.1 Puerto Marítimo

4.1.3.2 Servicios de transporte

4.1.3.3 Terminales de cruceros y otros

4.2. Comunicaciones

4.2.1 Servicios estáticos (fijos)

4.2.1.1 Oficinas de correos

4.2.1.2 Oficinas de telégrafos

4.2.1.3 Centrales telefónicas

4.2.2 Servicios de redes

4.2.2.1 Télex

4.2.2.2 Telefonía

4.2.2.3 Internet

4.2.3 Servicios de distribución

4.2.3.1 Distribución de cartas

4.2.3.2 Paquetes (Fedex, DHL etc.)

4.3. Agua y saneamiento

(Sanidad)

4.3.1 Redes

4.4.3.1 Acueducto (agua potable)

4.4.3.2 Alcantarillado (residuales)

4.4.3.3 Drenaje (agua pluviales)

4.3.2 Recolección

4.4.3.4 Basura no reciclable

4.4.3.5 Basura reciclable

4.4.3.6 Tóxicos

4.4. Energía

4.4.1 Redes

4.4.1.1 Redes eléctricas principales

4.4.1.2 Redes eléctricas publicas

4.1.3 Redes eléctricas privados

4.4.2 Combustibles

4.4.2.1 Gasolina

4.4.2.2 Gas

4.5. Salud

4.5.1 Instalaciones

estáticos (fijas)5.1.3 Consultorios

4.5.2 Ambulatorios

4.5.2.2 Urgencia

4.5.2.3 Servicios a domicilio

Aplicación y validación del instrumental en el centro de ciudad de Fort de France

Selección de la muestra: Se seleccionó una muestra no probabilística, que lejos de buscar la representatividad de la población a consultar, se propuso encontrar criterios y valoraciones del grupo de personas y actores sociales sobre los temas en estudio. Este tipo de muestra aporta riqueza, profundidad y calidad de la información sobre la que se indaga, sin dar relevancia a la cantidad y estandarización de ella . Según cálculos realizados, la cantidad de expertos debía ser 7, pero se seleccionaron 10, para mantener un nivel de confianza y calificación elevadas que se logran con cifras entre 7 y 15.

Estructura del Instrumental teórico– práctico: El instrumental diseñado está conformado por cinco cuestionarios para evaluar los recursos territoriales

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turísticos del centro de ciudad de Fort- de- France. En la Tabla 12, se sintetiza la estructura del instrumental en función de los cuestionarios, categorías de los recursos, unidad de análisis, tipo de recurso, así como los métodos y técnicas de medición aplicados. (Tabla 12)

Tabla 12.Estructura de los cuestionarios del instrumental teórico-práctico. Fuente: Camara (2016)

Constructo del instrumental

Categoría de Recursos turísticos

Unidad de análisis Tipo de recursos Métodos aplicados

Técnicas y de medición aplicados

CUESTIONARIO N°1

Recursos básicos

1 Recursos Naturales

Cuantitativo y cualitativo

Delphi

Escala Likert

Cuestionarios

Encuestas

CUESTIONARIO N°2 2

Recursos Culturales

Cuantitativo y cualitativo

Delphi

Escala Likert

Cuestionarios

Encuestas

CUESTIONARIO N°3

Recursos Complementa- ríos

3 Planta turística Cuantitativo y cualitativo

Delphi

Escala Likert

Cuestionarios

Encuestas

CUESTIONARIO N°4 4

Infraestructuras Cuantitativo y cualitativo

Delphi

Escala Likert

Cuestionarios

Encuestas

CUESTIONARIO N°5

5Superestructura

Cuantitativo y cualitativo

Delphi

Escala Likert

Cuestionarios

Encuestas

Resultados obtenidos de la aplicación del instrumentalA continuación, se ejemplifica una parte de los resultados obtenidos en la

aplicación del instrumental:a) Para los recursos básicos: En la Tabla 13 se muestran los resultados

obtenidos en la evaluación de las variables, dimensiones e indicadores, para la sub unidad n°2.1 recursos históricos monumentales, técnicos, etnológicos y artísticos. Los colores, facilitan la visualización de los resultados obtenidos. (Tabla 13) (página 68)

b) Para los recursos complementarios: Los resultados obtenidos en la evaluación de las variables, dimensiones, e indicadores, para la sub unidad n°4.1 infraestructura de servicios generales, se expresan en la Tabla 14. De igual modo se dan las evaluaciones con colores para facilitar la visualización de los resultados. (Tabla 14) (página 69)

Se puede concretar que la aplicación del instrumental y los resultados obtenidos permitieron determinar con validez y confiabilidad el potencial turístico de los recursos básicos (naturales y culturales) y de los recursos complementarios (Planta turística, Infraestructuras y Superestructura), a

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Tabla 13. Matriz de colores de las situaciones evaluativas de los recursos básicos (Sub-unidad n°2.1 - recursos histórico monumentales, técnicos, etnológicos y artísticos). Fuente: Camara (2016)

SUB-UNIDAD N°2.1 - RECURSOS HISTÓRICO MONUMENTALES, TÉCNICOS. ETNOLÓGICOS Y ARTÍSTICOS

VARI

ABLE

S

DIME

NSIO

NES

INDICADORES TOTAL INDICADOR

JERARQUÍAS

INDICAD. DIMENS. VARIAB.

2.1 E

difica

cione

s y C

onjun

tos

Relig

iosos

Catedral: Saint Louis 40,00 4

3,00

3

Iglesia: Saint Antoine de Padoue 11,67 2

Civil

es

Ayuntamientos: Prefectura 25,17 3

2,83

Alcaldía: Hotel de Ville Alcadia 21,48 3Casa: Pavillon Bougenot 22,34 3Ayuntamientos: Cité judiciaire 27,00 3Otros: Grand Marché Couvert 30,00 3Otros: Passerelle Gueydon 14,17 2

Milita

res

Castillos : Fort Saint Louis 35,00 4 4,00

Cult

urale

s

Museos: Musée d’archéologie et précolombienne et préhistoire 30,00 4

4,00

Museos: Musér d’histoire et d’ethnographie 30,00 4 Teatros : Aimée Cesaire 34,00 4 Centro cultural polivalente: Atruim 38,34 4 Bibliotecas : Bibliotheque Schoelcher 40,00 4Sala de espectáculos : Grand Carbet 30,17 4Casa de cultura y Talleres culturales : Grand Carbet 30,00 4

2.2 E

lemen

tos ur

bano

s

Luga

res h

istór

icos o

sign

ificad

os

Fontana: Fontaine Gueydon 20,17 3

2,90 2,90

Paseos: Rue piétonne 31,00 4Boulvevards : Boulevard Charles de Gaullle 30,00 4Malecones: Front de Mer 40,00 4Plaza: Legitime Defense 15,17 2Plaza: Place Clemenceau 12,67 2Plaza: Place de l’enregistrement 30,30 3Plaza: Place Mgr Romeo 30,40 2Plaza: Place Abbégregoire 13,33 2Parque: La Savane 28,34 3

Obra

s de a

rte

Pintu

ra

Interiores: Tradicionales y típicas 30,00 4

4,00

4,00

Cuadros: Tradicionales y típicas 30,00 4

Escu

ltura

Monumental: 30,00 4

4,00Histórico: Dame de la Savane 30,00 4

TOTAL SUB-UNIDAD N°2.1 - RECURSOS HISTÓRICO MONUMENTALES, TÉCNICOS. ETNOLÓGICOS Y ARTÍSTICOS

3,45

LEYENDA Excelente Jerarquía 4 40-30 puntos Verde

Bien Jerarquía 3 30-20 puntos Naranja

Regular Jerarquía 2 20-10 puntos Amarillo

Mal Jerarquía 1 Menor de 10 puntos

Rojo

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Tabla 14. Matriz de colores delas situaciones evaluativas de los recursos complementarios (Sub-unidad de análisis n° 4.1 - infraestructura de servicios generales. Fuente: Camara (2016)

SUB-UNIDAD DE ANÁLISIS N° 4.1 - INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS GENERALES

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORESEVALUACIÓN

INDICAD. DIMENS. VARIABLES

4.1.Redes de Transporte

4.1.1. Terrestres

4.1.1.1 Red de carreteras y calles 4,57

3,78

4,28

4.1.1.2 Servicios para automóviles (talleres mecánicos, bencineras) 4,10

1.1.3 Servicios para el turista (sanitarios, cafeterías, restaurantes) 2,15

4.1.1.4 Terminales de buses 3,35

4.1.1.5 Señalización 4,73

4.1.3 Acuático

4.1.3.1 Puerto Marítimo 4,75

4,784.1.3.2 Servicios de transporte 4,78

4.1.3.3 Terminales de cruceros y otros 4,82

4.2. Comunicaciones

4.2.1 Servicios estáticos (fijos)

4.2.1.1 Oficinas de correos 4,72

4,69

4,67

4.2.1.2 Oficinas de telégrafos 4,69

4.2.1.3 Centrales telefónicas 4,65

4.2.2 Servicios de redes

4.2.2.1 Télex 4,64

4,684.2.2.2 Telefonía 4,65

4.2.2.3 Internet 4,76

4.2.3 Servicios de distribución

4.2.3.1 Distribución de cartas 4,644,64

4.2.3.2 Paquetes (Fedex, DHL etc.) 4,64

4.3. Agua y saneamiento (Sanidad)

4.3.1 Redes

4.4.3.1 Acueducto (agua potable) 4,78

4,76

4,53

4.4.3.2 Alcantarillado (residuales) 4,76

4.4.3.3 Drenaje (aguas pluviales) 4,75

4.3.2 Recolección

4.4.3.4 Basura no reciclable 4,75

4,304.4.3.5 Basura reciclable 4,01

4.4.3.6 Tóxicos 4,13

4.4. Energía

4.4.1 Redes

4.4.1.1 Redes eléctricas principales 4,84

4,82

4,77

4.4.1.2 Redes eléctricas publicas 4,82

4.1.3 Redes eléctricas privados 4,80

4.4.2 Combustibles

4.4.2.1 Gasolina 4,764,72

4.4.2.2 Gas 4,67

4.5. Salud

4.5.1 Instalaciones estáticos (fijas)

5.1.3 Consultorios 3,51 3,51

4,114.5.2 Ambulatorios

4.5.2.2 Urgencia 4,754,70

4.5.2.3 Servicios a domicilio 4,66

TOTAL 134,61 49,38 22,35

SUB-UNIDAD DE ANÁLISIS N° 4.1 - INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS GENERALES= 4,47

LEYENDA

Excelente Jerarquía 4 40-30 puntos Verde Bien Jerarquía 3 30-20 puntos Naranja Regular Jerarquía 2 20-10 puntos Amarillo Mal Jerarquía 1 Menor de 10 puntos Rojo

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70 Con Criterio/ Instrumental para evaluar los recursos territoriales turísticos del centro de ciudad de Fort- de -France

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 52-71, ISSN 1815-5898

través de los resultados evaluativos expuestos anteriormente. Como parte del proceso evaluativo se precisa que en el centro de ciudad de Fort-de-France las distintas situaciones valorativas fueron las siguientes:

• Para los recursos naturales, el valor obtenido de la unidad de análisis presenta capacidad para motivar una corriente de visitantes del departamento de Martinica, ya sea por sí solo, o en conjunto con otros atractivos contiguos.

• Para los recursos culturales, el valor obtenido de las cuatro sub-unidades de análisis presenta capacidad de motivar una corriente de visitantes del departamento de Martinica, ya sea por sí solo, o en conjunto con otros atractivos contiguos

• Para la planta turística, el valor obtenido de las tres sub-unidades de análisis presenta situaciones deficientes o inexistentes en la gestión y planeación turística, con medidas de consideración que harán tomar medidas significativas que mitiguen o corrijan dichas situaciones.

• Para las infraestructuras, el valor obtenido de la sub-unidad de análisis no.1 presenta situaciones buenas con algunas ineficiencias o limitaciones que afectan la gestión y planeación turística y la sub-unidad de análisis no.2 presenta situaciones regulares con afectaciones significativas en la gestión y planeación turística, que harán tomar medidas que mitiguen o corrijan las situaciones que degradan.

• Para la superestructura, el valor obtenido de las dos sub-unidades de análisis presenta situaciones regulares con afectaciones significativas en la gestión y planeación turística, que harán tomar medidas que mitiguen o corrijan las situaciones degradantes.

Los resultados de la aplicación del instrumental en el centro de ciudad de Fort de France permitirán el ordenamiento y la planificación de todos los recursos.

ConclusionesEl diseño de un instrumental para evaluar los recursos territoriales

turísticos del centro de ciudad de Fort -de- France y su aplicación, permitió la comprobación y validación del instrumental diseñado con un panel de actores transdisciplinarios, pudiéndose contrastar las variables confirmadas con el escenario real de esta ciudad, evidenciando su validez para el caso de estudio, y la posibilidad de generalización a otros escenarios.

Este instrumental aplicado para el escenario del centro de ciudad en Martinica constituye una herramienta que brinda a los profesionales una forma de evaluar el potencial de otros destinos o espacios turísticos de la isla, y se destaca como novedad que complementa la carencia de la normativa existente, como respuesta inmediata a nivel del departamento de Martinica.

La valoración y validación de los resultados de la aplicación del instrumental en el centro de ciudad de Fort- de -France posibilitó, además, conocer los recursos territoriales turísticos reales y potenciales del centro de la misma. Esto debe permitir el ordenamiento y la planificación de los recursos en base a su potencialidad y al predominio de las diferentes categorías, lo cual facilita la configuración de dos alternativas para desarrollar productos turísticos con el enfoque de integración de escenarios actuales y futuros.

La primera alternativa consiste en el fortalecimiento y rediseño de los productos ya existentes, requiriéndose de la innovación, mejoramiento y

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Charles Jean Camara, Graciela Gómez Ortega y Flora Morcate Labrada 71

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 52-71, ISSN 1815-5898

Charles Jean Camara. Arquitecto. Aspirante de Doctorado en Ciencias Técnicas. Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba, Cuba.Email: camara@charles jean.fr

Graciela Gómez Ortega. Doctora en Ciencias Técnicas, Arquitecta. Profesora Titular. Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba, Cuba. Email: [email protected]

Flora Morcate Labrada. Doctora en Ciencias Técnicas, Arquitecta. Profesora Titular. Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba, Cuba. Email: [email protected]

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

difusión de la nueva imagen. La segunda, se refiere a la planeación integral de un nuevo producto turístico, siendo necesario un amplio esfuerzo de promoción de la inversión, evaluación del mercado potencial, capacidad del sitio de asimilar la actividad turística a desarrollar, así como la creación y dotación de la infraestructura requerida.

A pesar de las diferencias existentes entre las dos alternativas su objetivo fundamental es coincidente: generar productos capaces de competir en el mercado internacional por los flujos e ingresos del turismo.

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

Bamboo Tourist Village. An alternative for Hotel Development in Cuba?

Villa turística de bambú ¿Una alternativa para el desarrollo hotelero en Cuba?

RESUMEN: El turismo ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años en Cuba y las políticas nacionales favorecen esta tendencia. Este trabajo busca nuevas formas de lograr este propósito indagando en soluciones de diseño de instalaciones turísticas de pequeña capacidad de alojamiento en entornos naturales, con el uso del bambú como material constructivo. Se aplicaron diversos métodos teóricos y prácticos, entre ellos la realización de en un modelo a escala 1:10 de una cabaña. Se proponen soluciones de diseño de una villa turística de 100 habitaciones en “Salto y Ganuza”, al norte de Villa Clara, estimándose que el costo de la cabaña de bambú representa el 61% de una similar con técnicas tradicionales. Esto, unido a la versatilidad del bambú para lograr formas atractivas y novedosas dentro del panorama nacional, y a sus beneficios al medio ambiente, sugiere que la propuesta resulta una alternativa válida para el desarrollo hotelero en el país.PALABRAS CLAVE: diseño, villas turísticas, bambú, arquitectura sostenible, Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland, Salto y Ganuza

Mabel R. Matamoros Tuma, Arnoldo E. Álvarez López, Mederico P. Rojas Rojas, Beatriz Pérez Ríos y Jorge P. Fonseca Salgado

Con Criterio/ Diseño de instalaciones hoteleras

RECIBIDO: 12 diciembre 2018 APROBADO: 30 enero 2019

ABSTRACT: Tourism has experienced sustained growth in recent years in Cuba and national policies favor this trend. This work seeks new ways to achieve this purpose by investigating design solutions for tourist facilities with small accommodation capacity in natural environments, with the use of bamboo as a building material. Various theoretical and practical methods were applied, including the realization of a 1:10 scale model of a cabin. Design solutions are proposed for a 100-room tourist village in “Salto y Ganuza”, north of Villa Clara, estimating that the cost of the bamboo hut represents 61% of a similar one with traditional techniques. This, together with the versatility of bamboo to achieve innovative forms within the national panorama, and its benefits to the environment, suggests that the proposal is a valid alternative for hotel development in the country.KEYWORDS: design, tourist villages, bamboo, sustainable architecture, Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland, Salto y Ganuza

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M. R. Matamoros Tuma, A. E. Álvarez López, M. P. Rojas Rojas, B. Pérez Ríos y J. P. Fonseca Salgado 73

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 72-87, ISSN 1815-5898

IntroducciónLa industria turística cubana ha experimentado un crecimiento notable

en los últimos años, atendiendo al aumento sostenido de las cifras de turistas que arriban al país [1]. Esta tendencia se debe ver reforzada en los próximos años por las nuevas políticas nacionales que apuestan por el desarrollo de este sector, al expresar: “la actividad turística deberá tener un crecimiento acelerado que garantice la sostenibilidad y dinamice la economía, incrementando de manera sostenida los ingresos y las utilidades, diversificando los mercados emisores y segmentos de clientes, y maximizando el ingreso medio por turista.” [2]

Según fuentes oficiales, en el año 2017 los hoteles representaban alrededor del 57% de los establecimientos de alojamiento en el país, con el 74% del total de habitaciones [1]. Estos valores parecen corresponderse con la visible tendencia en la edificación de grandes conjuntos hoteleros, similares a instalaciones de otros destinos turísticos en el mundo. Sin embargo, para lograr el crecimiento esperado sobre bases sostenibles, podrían también explorarse formas diferentes de alcanzar tales propósitos. Bajo esta idea de partida se llevó a cabo el estudio de una alternativa de turismo sostenible, que pudiera resultar atractiva para un sector del mercado interesado en el disfrute de la naturaleza y en la preservación del medio ambiente, el cual cuenta cada vez con más partidarios en el mundo.

Un referente de partida es la modalidad de villa turística, que tiene una presencia valiosa en Cuba, a pesar de que la cantidad de instalaciones de su tipo ha experimentado un decrecimiento en los últimos cinco años, al pasar de 58 a 31 unidades en los años transcurridos entre 2013 y 2017 [1]. Algunas de estas instalaciones destacan como ejemplos importantes, como es el caso del conjunto Guamá (1960), ubicado en la Ciénaga de Zapata, el cual todavía hoy permanece como una obra notable de la arquitectura cubana. Uno de sus grandes atractivos consiste en la belleza de sus instalaciones, construidas con maderas preciosas, mientras la generalidad de las villas en explotación ha sido edificada con técnicas constructivas tradicionales. Otra referencia muy singular y distanciada de los cánones establecidos, pero exitosa como oferta turística, pudiera encontrarse en Villa Capricho, ubicada en Cayo Largo del Sur, que a partir de técnicas y espacios que hacen honor a su nombre, lograban atraer a cierto sector del mercado, interesado en el disfrute de la excepcional naturaleza del lugar, en un ambiente rústico que recreaba la humilde vivienda rural.

Resultan también de interés para este trabajo, las bases de campismo popular1. Se trata de una alternativa modesta, dirigida en sus orígenes al turismo nacional, que fuera concebida para el disfrute de la naturaleza, abarcando desde tiendas de campaña, hasta pequeñas edificaciones muy sencillas. Con el paso del tiempo han sido objeto de transformaciones para aumentar la calidad de sus servicios, y en la actualidad se incluyen dentro de las capacidades de alojamiento del sistema del turismo, aportando 15 652 camas [1]. El interés que pudiera tener esta opción de turismo a corto plazo se tomó también como oportunidad para el desarrollo de este trabajo.

En el ámbito internacional se aprecia que la generalidad de las edificaciones de este tipo localizadas en ambientes naturales utilizan materiales de construcción en armonía con su medio, siendo la madera uno de los más recurrentes. Sin embargo, en el caso de Cuba, a pesar de los programas de reforestación implementados en las últimas décadas [3,4] el uso de la madera continúa siendo muy limitado dentro del sector de la construcción,

[1] ONEi. Anuario Estadístico de Cuba 2017. Capítulo 15: Turismo. [Internet] La Habana: Oficina Nacional de Estadística e Información; 2018. [consultado: 2 febrero 2019]. Disponible en: http://www.onei.cu/aec2017/15%20Turismo.pdf.

[2] Partido Comunista de Cuba. Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y La Revolución. [Internet] 2011 [consultado: 28 de noviembre 2018]; [38 p.] Disponible en: http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2011/05/folleto-lineamientos-vi-cong.pdf.

[3] Berenguer Sánchez A, Matos Rey E. La protección jurídica de la reforestación en Cuba. Revista Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales [Internet]. 2016 [consultado: 11 noviembre 2018]; 13(46):[13-38 pp.]. Disponible en: https://revistas.unlp.edu.ar/RevistaAnalesJursoc/article/download/3975/3799/. ISSN 2591-6386.

[4] ESPECIAL: Cuba mantiene planes de reforestación. News Xinhua Español. [Internet] 2015 [actualizado: 10 mayo 2015; consultado: 6 septiembre 2018.] Disponible en: http://spanish.xinhuanet.com/sociedad/2015-05/10/c_134225280.htm.

1 Inicialmente fueron administradas por la Empresa Nacional de Campismo Popular, denominado más tarde Grupo Empresarial Campismo Popular.

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lo que justifica la búsqueda de otros materiales con prestaciones similares, que permitan la satisfacción de la demanda, la renovación estética de la arquitectura hotelera, y también la disminución de importaciones en el mercado internacional. El uso del bambú podría ser una posible solución al problema de partida de este trabajo, pues su empleo como material constructivo ha demostrado innumerables ventajas en instalaciones turísticas de este tipo en diferentes regiones del mundo.

Las especies de bambú se caracterizan por su rápido crecimiento, y figuran en el país entre las plantas con mayores posibilidades para disponer en corto tiempo de bosques naturales económicamente explotables [5]. Se conoce que en los últimos años la reforestación con bambú ha crecido sensiblemente [5-8], destacándose la especie conocida como Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland considerada como no maderable, pero con ciertas particularidades ventajosas, entre ellas, tallo leñoso con muy buenas características; rápido crecimiento, y tiempos de cosecha no mayor de cinco años. Crece en poblaciones arborescentes y densas, presentando culmos (varas) erectos, o inclinados en la mitad superior, de 8 a15 m de alto, y 5 a10 cm de diámetro, desnudos en la mitad inferior. Posee nudos basales enraizados; entrenudos huecos, de hasta 45 cm de largo, y paredes de 7 a 15 mm de grosor [9], aunque puede llegar a 20 mm de espesor en la sección inferior de la caña.

En este momento el bambú se utiliza casi exclusivamente en la elaboración de muebles y objetos artesanales, a pesar de que su uso en la construcción no es nuevo en el ámbito nacional, pues se conoce de experiencias desarrolladas en Granma, Holguín, Villa Clara, y otras provincias, fundamentalmente en la edificación de viviendas rurales, así como en la producción a pequeña escala de tableros [10,11]. Algunos de estos proyectos e investigaciones fueron promovidos por la Comisión Nacional de Bambú y Ratán (CNBR)2, la ONG Hábitat Cuba y el proyecto Bambú Biomasa3, entre otros. La paralización de algunos de estos planes y la escasa difusión de los resultados obtenidos han causado la discontinuidad del conocimiento acumulado, e impedido que esta tecnología se extendiera con mayor fuerza en el país.

Este trabajo explora las ventajas y limitaciones del bambú como material constructivo en la propuesta de una villa turística en el norte de Corralillo, provincia de Villa Clara, con lo cual se espera contribuir en la búsqueda de soluciones para diversificar las ofertas turísticas, y en el aporte de nuevos argumentos sobre el uso de esta gramínea en la construcción en el país, la cual reporta grandes ventajas desde el punto de vista ambiental y en la sostenibilidad del medio ambiente construido.

Materiales y métodosEsta investigación responde a un interés académico4, y estuvo encaminada

a explorar formas diferentes de resolver problemas que existen en la práctica de la arquitectura en el país, teniendo como una de sus salidas, la realización de un trabajo de diploma [12]. El proceso se desarrolló en varias etapas, que se describen seguidamente.

[5] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Reforestación con bambú como alternativa ecológica para la producción sostenible de materiales de construcción y viviendas (Bambú-biomasa). Estudio de caso de las buenas prácticas. [Internet]. La Habana: CRMI; 2006. [consultado: 10 enero 2019]. Disponible en: http://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/library/crisis_prevention_and_recovery/reforestacion-con-bambu-como-alternativa-ecologica-para-la-produ.html.

[6] González M, Benítez Y, Sánchez O, Friol P. La reforestación con bambú como una alternativa ecológica en la producción sostenible de materiales de construcción y vivienda. Fase II. Municipio de Viñales, Pinar del Río [Internet]. Food and Agricultural Organization of the United Nations; 2011 [consultado: 12 septiembre 2018]. Disponible en: http://agris.fao.org/agris-search/search.do?recordID=CU2012800045.

[7] ACTAF. Reforestación con bambú como alternativa ecológica para la producción sostenible de materiales de construcción y viviendas (Proyecto BAMBU-BIOMASA). Agricultura Orgánica [Internet]. 2007 [consultado: 12 septiembre 2018];(1):[26-7]. Disponible en: http://www.actaf.co.cu/revistas/revista_ao_95-2010/Rev%202007-1/11-Reforestacion%20Bambu.pdf.

[8] ECOSUR. Reforestación con bambú, una alternativa ecológica para la producción de materiales [Internet]. ECOSUR; 2007 [consultado: 13 diciembre 2018]. Disponible en: http://www.ecosur.org/index.php/todos-los-articulos/59-ecosur-e-magazine/edicion-26-julio-2007/388-reforestacion-con-bambu-una-alternativa-ecologica-para-la-produccion-de-materiales.

[9] Catasús, L. Taxonomía, características y generalidades e importancia económica y natural de los bambúes arborescentes cultivados en Cuba. Bayamo, ACTAF; 2003. 22 p.

[10] Catasús L, Lorenzo MdlÁ. Manual Técnico para la Producción del Bambú. Bayamo: ACTAF; 2002. 24p.

[11] Rojas Rojas MP. Tecnologías de fabricación y características físico mecánica de los tableros de bambú. En: Libro de Ponencias: Conferencia Internacional de Bambú. Santa Clara: CIDEM-Universidad Central Marta Abreu de Las Villas; 2011.

[12] Pérez Ríos B, Fonseca Salgado JP. Uso del bambú como material de construcción. Caso de estudio villa turística en las playas del oeste villaclareño [Diploma]. La Habana: Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría; 2018. 163 p.

2 Creada en 1989 por el Instituto de Investigaciones Forestales (IIF)3 Experiencia apoyada por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE),

la organización no gubernamental suiza ONG Sofonías y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

4 El trabajo se desarrolló como parte de las tareas del Grupo de investigación de Diseño, Facultad de Arquitectura de la Universidad Tecnológica de La Habana José A. Echeverría, Cujae.

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ETAPA PRELIMINAR. Estuvo dirigida a realizar las primeras búsquedas sobre el uso del bambú como material constructivo, tanto en Cuba como en otros países. El estudio se enfocó hacia el diseño de una cabaña turística, con énfasis en las soluciones constructivas. Como parte del proceso, se produjo un prototipo a escala 1:10, que permitió la familiarización con el material y con las soluciones estructurales y constructivas, así como con las posibilidades expresivas asociadas a este material. (Figura 1). En esta fase preliminar se realizaron estudios documentales y de campo, y se establecieron contactos con especialistas en diferentes lugares del país. También se realizaron estudios para encontrar posibles interesados en las propuestas, y un sitio con potencialidades donde aplicar las mismas en etapas posteriores de la investigación. En la realización de este trabajo se contó con el apoyo del Centro de Bambú5 y de otros especialistas e instituciones, entre ellos, la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, y la Dirección de Desarrollo de las Inversiones de la Inmobiliaria del Turismo. Los resultados parciales fueron discutidos regularmente en seminarios del grupo de investigación, con la participación de expertos, en calidad de invitados.

ETAPA 1. Se precisaron el diseño de la investigación, los objetivos, los métodos, las etapas, y la programación. Atendiendo a los propósitos del trabajo, en esta fase se desarrollaron en paralelo estudios particulares sobre dos temas: el bambú como material de construcción y el turismo.

En relación con el uso del bambú, se recopilaron, analizaron y sintetizaron numerosos documentos sobre el tema, a partir de la consulta de libros, artículos, normas, y manuales técnicos, entre otros, [5] [10,11] [13-18] ordenando el estudio según los siguientes aspectos:

• Características generales del cultivo del bambú.• El cultivo del bambú en el contexto cubano, características, especies

disponibles y políticas.• Experiencias precedentes en el uso del bambú en la construcción en

Cuba.• El bambú como material constructivo: Características físico-

mecánicas del bambú; Tratamientos para la preservación de las cañas. • Soluciones técnicas, constructivas, y de mantenimiento; Indicadores

técnico-económicos del uso del bambú en la construcción; requerimientos generales para el diseño estructural, y métodos de cálculo de estructuras de bambú; ventajas y limitaciones del uso del bambú en la construcción; y consideraciones a tener en cuenta para mitigar el riesgo de desastre en las construcciones con bambú.

Sobre la base de las variables definidas se estudiaron comparativamente experiencias internacionales de obras turísticas construidas con bambú. Debido a la escasez de documentos publicados sobre las prácticas cubanas, en esta etapa resultaron de gran importancia las consultas a expertos nacionales y artesanos conocedores del uso de este material, para estar al tanto de las mejores prácticas, así como los precios en el mercado informal. Los resultados obtenidos en esta parte de la investigación permitieron definir las recomendaciones generales para el uso del bambú en la villa turística, que sirvieran de base para las propuestas de diseño.

Figura 1. Sesión de trabajo en el que se presenta el modelo de cabaña de bambú. Izquierda: estudiante Jorge P. Fonseca, derecha: ingeniero Carlos Martínez. Fuente: autores.

[13] Borges Navarro AT. Uso del bambú como material de construcción para contribuir al mejoramiento del hábitat [Diploma]. Santa Clara: Universidad Central Marta Abreu de Las Villas; 2017.

[14] Londoño X. Distribución, morfología, taxonomía, anatomía, silvicultura y usos de los bambúes del nuevo mundo. Santafé de Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; 2002.

[15] Morán Ubidia JA. Construir con bambú (Caña de Guayaquil) Manual de construcción. Lima: INBAR-IVUC-Dirección de Construcción del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento; 2015 [consultado: 12 diciembre 2018]. Disponible en: http://www3.vivienda.gob.pe/dnc/archivos/Estudios_Normalizacion/Manual-Construccion-Bambu.pdf.

[16] Ordóñez Candelaria VR, Mejía Saulés T, Bárcenas Pazos GM. Manual para la construcción sustentable con bambú. Zapopan (Jalisco, México): Comisión Nacional Forestal/Coordinación General de Educación y Desarrollo Tecnológico/Gerencia de Desarrollo y transferencia de Tecnología; 2002 [consultado 12 de noviembre 2017]. Disponible: https://civilgeeks.com/2016/12/15/manual-la-construccion-sustentable-bambu/.

[17 Clark LG, Londoño X, Ruiz-Sánchez E. Bamboo Taxonomy and Habitat. In: Liese W, Köhl M (eds). Bamboo, Tropical Forestry 10. Switerland: Springer International Publishing; 2015 [consultado: 12 enero 2019]. DOI 10.1007/978-3-319-14133-6_1. Disponible en: https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-14133-6_1.

[18] Luna P, Takeuchi C, Granados G, Lamus F, Lozano J. Metodología de diseño de estructuras en guadua angustifolia como material estructural por el método de esfuerzos admisibles. Educación en Ingeniería [Internet]. 2011 [consultado: 10 septiembre 2018]; (11):[66-75]. Disponible en: https://www.educacioneningenieria.org/index.php/edi/article/view/117/104.

5 El desarrollo de este trabajo contó con el apoyo del Centro de Bambú, liderado por el Ingeniero Carlos Martínez www.bambucentro.com

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Estudio del desarrollo turístico. Se procedió de forma similar a la anterior, centrando la atención en los siguientes aspectos:

• Antecedentes y tendencias del desarrollo turístico. • Políticas y estrategias del desarrollo turístico en Cuba, y lineamientos

para las nuevas inversiones turísticas en el país.• Requerimientos de diseño de las villas turísticas, e indicadores

técnico- económicos, a partir de la consulta de diferentes documentos [19-26] analizándose las siguientes variables: • Variables de localización: Ubicación; relación con zonas urbanizadas;

vías de comunicación; infraestructura técnica.• Variables a nivel de plan general: Subsistemas componentes; áreas;

relaciones funcionales entre los subsistemas; servicios básicos; forma de relación con el medio natural donde se ubica; esquemas de composición; requerimientos técnicos hidráulico, sanitario, y energético.

• Variables a nivel de cada subsistema: Espacios componentes; dimensiones; relaciones funcionales entre los subsistemas; requerimientos espaciales y ambientales; y requerimientos espaciales y ambientales.

Se estudiaron experiencias precedentes en el tema de villas turísticas, tanto en Cuba como en el mundo, realizándose análisis comparativos de documentos especializados a partir de las variables definidas para la investigación, y visitas a instalaciones similares en el país.

Esta parte del trabajo estuvo encaminada a elaborar las bases teóricas que permitieran fundamentar las potencialidades de la oferta turística que se pretendía proponer. Otro objetivo del estudio estuvo dirigido a trazar las bases para el planeamiento y el diseño de la villa turística, según el análisis de las normas vigentes, y su comparación con ejemplos de instalaciones existentes.

ETAPA 2. Esta etapa comprendió las siguientes tareas:• Selección de la zona donde realizar la propuesta de una villa turística.

Al no contar con una entidad interesada en el desarrollo de la experiencia, desde la etapa preliminar se emprendieron acciones para encontrar un lugar apropiado donde localizar la villa turística, estudio que concluyó en esta etapa de trabajo. Los criterios para la selección fueron: estar enclavado en una zona con atractivos naturales, ya sean costeros como rurales; tener una extensión que se ajustara a las dimensiones fijadas en la etapa anterior para la villa turística; estar ubicado en un área destinada al desarrollo turístico; disponer de una infraestructura técnica y de servicio que hiciera viable la inversión; presentar condiciones ventajosas desde el punto de vista ambiental; y disponer de reservas de bambú en las zonas cercanas al sitio.

• Diagnóstico del sitio. Una vez seleccionado el lugar, se realizó el estudio del mismo, atendiendo a las siguientes variables:

• Ubicación y características del sitio: topografía; clima; redes hidro- sanitarias y eléctricas; accesibilidad; fuentes contaminantes; flora y fauna.

• Relaciones con otras instalaciones existentes en el lugar.• Regulaciones urbanas y de planificación del sitio.• Disponibilidad de las especies de bambú escogidas para la

construcción.

[19] Álvarez López AE, Acosta Ortega Y. Desarrollo del turismo en Salto-Ganuza, litoral oeste de Villa Clara. Propuesta de Villa integrada al medio ambiente. Santa Clara: Feijoo; 2012.

[20] NC-127. Industria turística: Requisitos para la clasificación por categoría de los establecimientos de alojamiento turístico. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2001.

[21] NC-775-2. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 2: Requisitos de Tecnología Turística. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

[22] NC-775-3. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 3: Requisitos de localización. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

[23] NC-775-1. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 1: Requisitos básicos. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

[24] NC-775-4. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 4: Arquitectura. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

[25] NC-775-13. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 13: Requisitos de hidráulica y sanitaria. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

[26] NC-775-10. Bases para el diseño y construcción de inversiones turísticas-Parte 10: Requisitos de electroenergética. La Habana: Oficina Nacional de Normalización; 2012.

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ETAPA 3. Propuesta del programa arquitectónico; elaboración de principios

rectores de diseño; propuestas de diseño del plan general y de los principales subsistemas de la villa turística. A partir de los resultados de las etapas anteriores, se estudiaron variantes de diseño, seleccionándose las que mejor se adaptaban al emplazamiento, y a las ideas de partida para el lugar escogido. Para esta etapa se utilizaron métodos y técnicas propias del diseño, siguiendo un proceso de aproximaciones sucesivas.

ETAPA 4. Valoración de los resultados a partir de análisis económicos comparativos. Son muy diversos los beneficios que se reconocen sobre el cultivo del bambú en relación con la sostenibilidad y el medio ambiente [5] [8] [27]. También se sabe que como material constructivo tiene amplias prestaciones y grandes posibilidades de aplicación, las cuales han sido comprobadas en la práctica internacional. Sin embargo, tales evidencias no han sido suficientes para contrarrestar los prejuicios que persisten aún en el país en relación con el uso de este material en la construcción. Esto llevó al equipo de investigadores a la búsqueda de argumentos económicos que pudieran ser tomados en cuenta por los decisores. Para ello, se consultaron fuentes internacionales, de donde se extrajeron los costos de construcción para instalaciones ejecutadas con bambú, en países como Colombia y Ecuador6; complementándose con otros datos aportados por Morán [15] y Montealegre [28]. En el ámbito nacional no están normalizados los costos de construcción con bambú, ni tampoco los de comercialización de este material. En la consulta con especialistas se pudieron conocer los costos de una vivienda y una instalación agropecuaria de bambú desarrollada en Holguín7, lo que se tomó como referencia. La valoración económica consideró los siguientes aspectos:

• Para estimar el costo total aproximado de la villa, se utilizó el sistema elaborado conjuntamente por la Empresa de Proyectos EMPROY 9 y la Universidad Central de Las Villas (UCLV), que parte de los indicadores recomendados por las normas, adaptados a los costos reales extraídos de la experiencia constructiva en la provincia Villa Clara. Los resultados obtenidos por esta vía solo pudieron servir como referencia, puesto que corresponden a construcciones ejecutadas con técnicas tradicionales de materiales pétreos, de ahí que fuera necesario encontrar otras vías para la valoración económica.

• Se realizó un estudio comparativo entre la cabaña de bambú propuesta en este trabajo, con la misma cabaña suponiendo que fuera construida con materiales y técnicas tradicionales. Se tomó la cabaña como unidad de comparación, por ser el objeto de obra más sencillo, pero a su vez, el que representa el mayor volumen edificado dentro del conjunto.

• Para calcular los costos de ambas cabañas, se utilizó el PRECONS II/2005 [29], programa vigente en el país, el cual se ajusta a las características de las construcciones con técnicas tradicionales. Para el cálculo de la cabaña de bambú se realizaron ciertos ajustes de partida, ya que las estructuras de este material no aparecen dentro de las posibilidades del programa. En este caso, se asumieron los costos de mano de obra estipulados para las estructuras de madera, y se tomó el precio del bambú en el mercado informal (7 pesos por metro) según datos aportados por diversos artesanos.

[27] INBAR Red Internacional del Bambú y el Ratán. El bambú: un recurso estratégico para que los países reduzcan los efectos del cambio climático. Informe de síntesis de políticas. [Internet]. Pekín: INBAR Red Internacional del Bambú y el Ratán; 2014. ISBN 978-92-95098-54-1. [consultado: 12 enero 2019]. Disponible en: https://bambuecuador.files.wordpress.com/2018/01/2014-el-bambucc81-un-recurso-estratecc81gico-para-que-los-paicc81ses-reduzcan-los-efectos-del-cambio-climacc81tico.pdf.

[28] Montealegre Araya JF. Manual de valores base unitarios por tipología constructiva. 2da ed. Costa Rica: ONT; 2015 [consultado: 1 septiembre 2018]. Disponible en: www.hacienda.go.cr/docs/54481600c587-mubutc-2015v3.pdf.

[29] PRECONS II. Sistema de Precios de la Construcción. La Habana: OBRAS, Centro de Información de la Construcción; 2005.

6 Los precios de construcciones de bambú en Colombia y Ecuador se obtuvieron en el sitio http://www.mercadolibre.com

7 Según el proyecto Bambú Biomasa para la provincia Holguín (Experiencias de la Palma y Sagua de Tánamo) el precio de construcción de una vivienda con elementos de bambú, es de 14340.00 CUP según lo certificado por las cooperativas y Empresas Constructoras al presupuesto de inversiones de las UMIV, y para las instalaciones agropecuarias (cebaderos de toro, micro vaquerías, naves para ovejos, cochiqueras etc.) el precio promedio que reportan las cooperativas por la construcción, equivale a 2512.00 CUP.

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ResultadosSelección y diagnóstico del sitio

Dentro de los diferentes lugares valorados en la región occidental del país, se consideró que la zona conocida como “Salto y Ganuza”, ubicada al norte del municipio Corralillo, provincia Villa Clara, ofrecía la mejor opción para el emplazamiento de la villa, por ser la que más ampliamente satisfacía las exigencias de partida y también por el interés mostrado por las autoridades locales del turismo. En las inmediaciones del terreno escogido se encuentran dos instalaciones de campismo popular, con ofertas recreativas y gastronómicas en funcionamiento. Un argumento determinante en la selección del sitio estuvo relacionado con los planes futuros previstos para el lugar [30,31] en los cuales se hace referencia a la necesidad de fomentar y potenciar la actividad turística en la zona del litoral, recuperando y mejorando las playas, aprovechando las propiedades minero medicinal de sus aguas y fangos.

El terreno seleccionado para la villa se encuentra entre las bases de campismo Salto y Ganuza. (Figura 2). La parcela tiene forma rectangular, y por su extensión requiere de una intervención preliminar para completar las vías y la lotificación.

Como se aprecia en la figura, el territorio seleccionado limita hacia el noreste con una laguna que colinda con el litoral costero, conformado por playas semi-naturales y costa. Las bases de campismo mencionadas tienen capacidades aproximadas de 100 cabañas cada una, y sus servicios están asociados a sus respectivos segmentos de playa. Existen además otras instalaciones con frente a la playa que brindan servicios deportivos, recreativos, comerciales y de restauración, los cuales pueden servir como opciones adicionales a los servicios de la villa turística que se planea.

En la zona de estudio el relieve está compuesto por una franja de lomas continuas que arrancan desde las cercanías del poblado Corralillo y se extienden hacia el este, llegando a presentar su mayor altura en la zona de Rancho Veloz. Esta cadena de montículos, llamada altura de Sierra Morena, al correr casi paralela a las costas, va formando llanos, donde se localiza la parcela seleccionada. (Figura 3)

Figura 2. Plano de la parcela, Salto y Ganuza Fuente: Instituto de Planificación Física IPF, reelaborado por los autores.

Figura 3. Vista general del terreno escogido para el proyecto. Fuente: Autores

Según los estudios realizados, la zona escogida presenta características climáticas, sanitarias, de accesibilidad y de disponibilidad de infraestructura técnica adecuadas, lo cual se detalla en el informe de investigación. Según se pudo comprobar, a 45 km de la parcela escogida se encuentra una pequeña plantación de bambú, de la especie Bambusa vulgaris ex Wendland. Esto abre la posibilidad de su explotación con vistas a la construcción de la villa, debido a la cantidad de bambú maduro que existe en la zona y al tamaño de la plantación. Se supone que en el futuro este sembradío podría servir también como fuente de extracción del material para el mantenimiento constructivo de la villa.

Planeamiento y diseño de la villa turística en Salto y GanuzaEl estudio arrojó que la modalidad de villas turísticas vinculadas a la

naturaleza de pequeña capacidad con el uso del bambú como material constructivo, tiene potencialidades de ser extendida en el país, dadas las referencias a instalaciones similares encontradas en la literatura

[30] Plan de Desarrollo Integral del municipio Corralillo. Corralillo: Dirección Municipal de Planificación Física de Corralillo; 2015.

[31] Plan especial de las playas Salto, Ganuza, Sierra Morena. Santa Clara: Dirección Municipal de Planificación Física; 2016.

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internacional. A pesar de que en el ámbito nacional no se encontraron ejemplos idénticos al que se propone, se aprecia la existencia de conjuntos tales como las bases de campismo que constituyen precedentes a tener en cuenta, por su amplia aceptación por parte determinados sectores del mercado interno y extranjero. No obstante, la propuesta específica que se busca en este trabajo, que plantea el uso de un material hasta ahora ausente en la práctica nacional, requeriría de cambios de enfoques, y posteriores estudios de mercado para poderse dar como válida. Debe aclararse que esta propuesta se diferencia del ecoturismo o del turismo de naturaleza, atendiendo a los conceptos adoptados en Cuba, en que tales clasificaciones se asocian a las áreas protegidas. [32]

A pesar de que en las villas turísticas analizadas en el repertorio se observan capacidades que oscilan entre 5 y 80 habitaciones, el estudio de los indicadores técnico- económicos obtenidos de fuentes nacionales [21] apunta hacia una capacidad mínima de 100 habitaciones, para garantizar la recuperación de la inversión en un plazo de tres años8, para instalaciones construidas con técnicas convencionales. Esta capacidad coincide con las utilizadas en las bases de campismo popular, por lo que se asumió como dato de partida para el planeamiento de la villa.

Programa arquitectónico. El programa arquitectónico para la villa en Salto y Ganuza se elaboró a partir de las recomendaciones que aportan las normas cubanas, asumiendo la categoría de tres estrellas y una capacidad de 100 habitaciones. En la conformación del programa se tuvieron en cuenta también las condiciones particulares del sitio, especialmente las instalaciones de servicio que existen en las cercanías, las cuales pueden complementar las de la villa. (Tabla 1)

[32] Peláez Rodríguez T. El desarrollo del ecoturismo en la reserva ecológica Siboney-Juticí del destino Santiago de Cuba. TURyDES Revista de Investigación en Turismo y Desarrollo Local. 2012;5(12).

Tabla 1. Resumen de áreas de la villa turística. Fuente: autores, 2018.

Categoría Subsistemas Áreas totales (m2) %Huéspedes Alojamiento/ huéspedes 2930 64,46

Público

Gastronómico/ público

Público- comercial655 14,41

Recreacional/ interior 164 3,60

Servicios

Alojamiento/ servicios

669 14,32Público- comercial/ serviciosGastronómico/ serviciosTécnico- mantenimiento

Administrativo Administrativo 127 2,80Área total construida 4545

100Área total del lote 60167

Propuesta de diseño del general de la villa turística en Salto y Ganuza. El concepto parte de las características intrínsecas del bambú como material que contribuye con la preservación de la naturaleza, e incide en la sostenibilidad del medio ambiente construido. Esto se aprovechó para proponer una oferta de turismo amigable con la naturaleza, que no solo se valiera de este noble material para su construcción, sino que además aprovechara los recursos ambientales para su funcionamiento bioclimático. La propuesta fomenta el disfrute del paisaje mediante recorridos a pie o en ciclos, lo cual es coherente con la categoría del establecimiento hotelero que se propone. La forma se inspira en el propio material constructivo, el bambú; de sus ilimitadas posibilidades expresivas, y de sus características particulares de uso en la construcción. El triángulo, elemento básico de la

8 Dato aportado por la especialista MSc. Arq. Amy Hevia, Inmobiliaria del Turismo.

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estructura, se toma como motivo para la conformación planimétrica y espacial del conjunto, planteando una red sinuosa de caminos en la que se articulan los edificios, lo que aporta interés y variedad a los recorridos. La instalación se caracteriza por tener un centro bien definido, conformado por las áreas públicas y de servicio, del cual parten los senderos que conducen a las cabañas. Las vías permiten el acceso del público, así como el traslado de materiales y productos hacia y desde los edificios de servicio, mientras que los caminos internos, convenientemente levantados del nivel del terreno, están concebidos para andar a pie o en ciclos, con medidas específicas para la eliminación de barreras. El conjunto dispone de un área de estacionamiento para vehículos de diferente capacidad, localizado en la entrada principal. (Figura 4)

El edificio socio administrativo se presenta como el primero y más alto del conjunto, y tiene la función principal de recibir a los visitantes. Contiene las áreas administrativa y de servicio, que se ubican a ambos lados del lobby, el cual sirve como espacio de conexión entre el exterior y el interior del conjunto. Debido a los requerimientos funcionales, este edificio se levanta sobre un piso de hormigón armado, y sus principales locales están constituidos con muros de bloques de mortero. No obstante, las áreas de intercambio social que rodean a este núcleo rígido son abiertas, y comparten con aquellas un gran techo de estructura de bambú con cubierta de guano. (Figuras 5, 6, 7 y 8).

Figura 4. Plan general de la villa turística en Salto y Ganuza. Fuente: autores, 2018.

Figura 8. Izquierda: Detalle de la estructura del pórtico exterior del edificio socio administrativo. Derecha: Detalle de la estructura del pórtico interior del edificio socio administrativo. Fuente: autores, 2018.

Figura 5. Esquema en planta del edificio socio administrativo. Fuente: autores, 2018.

Figura 6. Acceso principal a la villa. Fuente: autores, 2018.

Figura 7. Detalle de cimentación y entramado de vigas del edificio socio administrativo. Fuente: autores, 2018.

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Figura 11. Áreas exteriores de las cabañas donde se aprecia el núcleo de servicio. Fuente: autores, 2018.

Figura 12. Áreas exteriores de las cabañas. Fuente: autores, 2018.

La piscina, compuesta de tres áreas delimitadas por pasarelas, constituye el centro de atracción recreativo de la villa, y se localiza en las áreas contiguas al edificio principal, con relaciones visuales y de circulación directas. Contiene el snack-bar, que dispone de un núcleo rígido de mampostería para los locales de almacén, preparación y otras dependencias. El resto de sus espacios son abiertos, con una cubierta similar al del edificio socio administrativo. (Figura 9)

Las cabañas tienen un esquema en forma de “Y”, con un núcleo rígido común para dos habitaciones, concebido no solo para colaborar con la estructura y contener las funciones donde se concentran las instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, sino también para servir como refugio en caso de la incidencia de algún evento meteorológico de gran envergadura. En la parte superior del mismo, se reserva un espacio para el almacenamiento muebles y objetos de valor, aprovechando el doble puntal generado por la inclinación de la cubierta. (Figuras 10 y 11). El resto de los espacios de la cabaña utiliza el bambú como principal material constructivo, aunque se prevén ciertas medidas para garantizar la fortaleza, estabilidad y durabilidad, tales como: uso de hormigón armado en los cimientos y pilotes; reforzamiento con mortero y acero de las barras de bambú en pisos, columnas y vigas principales, y la independización de la estructura del portal del resto de la cabaña para evitar los efectos negativos del viento.

Las cabañas se distribuyen dentro del conjunto siguiendo una red que beneficia la orientación de los espacios principales, las vistas, y el aprovechamiento de los jardines (Figura 12). Poseen una distribución estándar de: portal, dormitorio, closet vestidor y baño. Con vistas a satisfacer las diferentes necesidades, se conciben cuatro propuestas habitacionales, las cuales se resumen en la tabla 2.

Tabla 2. Propuestas habitacionales de la villa turística. Fuente: autores, 2018.

Tipo de habitación Cantidad Área útil (m2)Habitación estándar 38 29Habitación doble 4 58Habitación para discapacitados 4 31,2Habitación junior suite 4 39,6

Figura 9. Vista general del área de snack bar y piscina. Al fondo el edificio socio administrativo Fuente: autores, 2018.

Figura 10. Esquema en planta de un módulo de dos cabañas. Fuente: autores, 2018.

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Las cabañas están concebidas para el aprovechamiento pasivo de los recursos naturales para la ventilación y la iluminación, previéndose el uso de ventiladores de techo como complemento. Aunque no se realizaron cálculos específicos en relación con el ambiente interior, se estima que las propiedades aislantes del bambú, el uso de altos puntales, y la protección solar que brinda el techo, son factores que pueden influir positivamente sobre el bienestar térmico en los interiores. (Figura 13)

La solución también contempla un edificio recreativo, que alberga dos funciones principales: el fitness center, y la discoteca. Este edificio, por disponer de áreas de grandes dimensiones tiene un sistema estructural similar al del edificio socio administrativo. (Figuras 14 y 15)

Soluciones técnicas y constructivas propuestas Variedad de bambú. En este proyecto se utiliza la

especie Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland por su disponibilidad en el país, su adaptación a las condiciones de la isla, sus características físico mecánicas, y por la experiencia de uso [33,34]. No obstante, se sugiere utilizar en los elementos de mayor tamaño, la especie Guadua angustifolia, más resistente desde el punto de vista estructural, pues se conoce de estudios de adaptación a las condiciones climáticas de Cuba [7] en plantaciones experimentales en estaciones forestales y jardines botánicos de las regiones central y oriental de Cuba, con posibilidades para su cultivo y proliferación.

Tipo de edificación. Debido a las vulnerabilidades que presentan estas construcciones ante el viento, el fuego y la humedad, se propone un sistema de construcción mixto . Esto significa que aunque predomine el uso del bambú, se prevean medidas tales como: construcción de cimientos y entramados de vigas y pisos de los edificios de mayor porte de hormigón armado; reforzamiento de algunas estructuras con mortero, y núcleos rígidos que colaboren con la estabilidad de las estructuras de bambú y sirvan de refugio en caso de desastres naturales de gran envergadura.

Método para la protección del bambú. En la literatura especializada se hace referencia a diversos métodos para la protección de las varas de bambú, [14-16] Por su mayor difusión y uso en el país en este caso se propone sumergir las varas en un tanque con una solución de agua, ácido bórico y bórax, a razón de 2,5 kg de cada químico por cada 100 litros de agua. Previamente deben perforarse los tabiques de las cañas con una barra de acero de 1/2” para que la solución penetre al interior de las mismas.

Recomendaciones generales de diseño para la villa turística de bambú. El diseño del conjunto tiene en cuenta una serie de principios que han sido comprobados en la

Figura 13. Interior de la cabaña. Fuente: autores, 2018. Figura 14. Vista general del edificio recreativo. Fuente: autores, 2018.

Figura 15. Interiores del edificio recreativo. Fuente: autores, 2018.

[33] Rojas Rojas MP, Takeuchi C. El bambú, sus laminados y tableros en el mueble. En: Libro de Ponencias: 1ra Convención Internacional Cuba Industria. La Habana: Ministerio de Industrias;2014.

[34] Rodríguez Vaillant Y. Caracterización de la resistencia a compresión y las propiedades físicas de Bambusa Vulgaris ex Wendland en una plantación perteneciente a la Unidad Empresarial de Base Silvícola Bartolomé Masó [Diploma]. Bayamo: Universidad de Granma; 2014.

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práctica internacional, entre ellas, la protección de las cañas de la incidencia directa del sol y de la lluvia mediante la concepción de grandes aleros. Con esta medida se evita tanto que se agrieten y se vuelvan vulnerables al ataque de insectos, como que acumulen excesiva humedad, en cuyo caso se pueden producir pudriciones, con la aparición de hongos.

Otra medida consiste en evitar la utilización del bambú en la construcción o el revestimiento de espacios húmedos, como los baños, o donde se corra el riesgo de incendios, como las cocinas o los cuartos técnicos.

En cuanto a las estructuras, el proyecto prevé el aseguramiento de las mismas con uniones pernadas, así como su postensado mediante el uso de materiales sintéticos, o tiras de cuero, aunque estas últimas solo se usan en zonas visibles, debido a su mayor costo.

Atendiendo a la literatura consultada [13] [34], y las mejores prácticas en el ámbito nacional, en este proyecto se tuvieron en cuenta las siguientes especificaciones de diseño:

Para funciones estructurales: se recomienda el uso de la Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland en cañas de 8 a 15 metros de longitud, con 10 cm de diámetro y espesores entre 15 y 20 mm. En caso de disponerse en el momento de la construcción de la variedad Guadua angustifolia, esta podría reservarse para los elementos sometidos a solicitaciones mayores.

Para funciones no estructurales: se propone el uso de la especie Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland en los componentes de hasta 6 metros de longitud con diámetros de 6 a 8 cm y espesores según su uso.

Las soluciones propuestas evitan la ubicación de las cañas en lugares húmedos o con riesgo de inundación, previéndose el uso de pilotes de hormigón armado para separar las cañas del nivel de suelo, con vistas a evitar la pudrición de las mismas.

En cuanto a los acabados, se propone el uso de ceras y barnices, con el objetivo de garantizar la integridad funcional y estética de las mismas. Finalmente, el proyecto especifica garantizar el mantenimiento regular de las instalaciones, en períodos no mayores de dos años.

Técnicas o métodos para la prevención de desastres. Aparte de las indicaciones descritas anteriormente, se tuvieron en cuenta otras recomendaciones generales aportadas por especialistas en temas de gestión de riesgo9, tales como: asegurar los vértices de los edificios y las cubiertas, que son los puntos más vulnerables ante la incidencia de los vientos; utilización de estructuras porticadas y cerchas, para que los elementos trabajen mayoritariamente a tracción y compresión, lo que asegura además una mayor rigidez estructural; asegurar con tensores las estructuras cuando se requiera, y en caso de la incidencia de eventos meteorológicos planificados, se pueden tomar medidas adicionales para el tensado de las estructuras.

Método constructivo para las estructuras de bambú. Para una mayor agilidad del proceso constructivo se propone usar un método mixto que incluye: prefabricar en talleres la mayor cantidad de elementos estructurales y de cierre que sea posible, con vistas a su posterior colocación en el lugar. Esta medida se aplica también a la elaboración de las puertas y ventanas. Las técnicas artesanales se utilizarán fundamentalmente en el proceso de montaje y ensamblaje, en la ejecución de las uniones y empalmes, y para los acabados, que requieren de cortes precisos, con la ayuda de herramientas manuales.

9 Entre los especialistas consultados en temas estructurales y de vulnerabilidad y riesgos de desastres se encuentran: Dr. Arq. Obdulio Coca, y MSc. Ing. Guillermo Reyes, Facultad de Arquitectura, Universidad Tecnológica de La Habana, Cujae.

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Valoración económica generalA manera de referencia, se calculó el costo total de la villa turística, a

partir de los indicadores técnico- económicos utilizados por la Empresa de Proyectos EMPROY 9 y la Universidad Central de Las Villas, que se refiere a construcciones que utilizan materiales y tecnologías tradicionales. Según aparece en la tabla 3, el costo total sería aproximadamente de 10,5 millones de pesos convertibles (CUC) (Tabla 3).

Comparación entre el costo de una cabaña de bambú y una de materiales tradicionales. El presupuesto de la cabaña de bambú para la habitación estándar se calculó de acuerdo con los indicadores establecidos en el PRECONS II/2005. Se asumieron en el cálculo los valores de mano de obra de estructuras de madera, y un precio del bambú de 7 pesos por metro. Por tratarse de una técnica mixta, se incluyeron también los elementos construidos con materiales pétreos, localizados fundamentalmente en el núcleo rígido, así como el refuerzo de las cañas de bambú con mortero y acero en algunas partes de las estructuras. Se estima que el valor aproximado de la cabaña de bambú es de 20 706 CUC, lo que arrojó un costo de 357 CUC por metro cuadrado.

El presupuesto de una cabaña igual a la anterior, pero suponiendo que fuera construida con materiales y técnicas tradicionales según PRECONS II/2005, arrojó que el valor aproximado de la cabaña de materiales tradicionales es de 34 009,28 CUC, de lo cual se deriva un costo de 586,37 CUC por metro cuadrado.

La comparación entre ambas soluciones indica que el costo de la cabaña de bambú representa el 61% del costo de la cabaña de materiales tradicionales, con las ventajas económicas que esto representa para el conjunto. (Tabla 4)

Tabla 3. Resumen de costos por renglón variante. Fuente: autores.

Etapas Costo en moneda total CUC %Construcción y montaje 6 305 699,84 60Equipos 2 312 089,94 22Otros 1 891 709,94 18Total 10 509 499,73 100

Tabla 4. Comparación entre los costos totales estimados de la cabaña de bambú y la construida con materiales tradicionales. Fuente: autores, 2018.

Sub-totales Cabaña de bambú

Costos en CUC

Cabaña de materiales tradicionales

Costos en CUCSubtotal de materiales 8897.26 19143.16Subtotal de mano de obra 11809.30 14866.12Totales 20706.56 34009.28Costo por m2 357.00 586.37

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Discusión de resultadosSe parte de reconocer que los resultados que se obtienen a partir de estos

procedimientos de comparación económica son imprecisos en términos absolutos, No obstante, se estima que pueden servir como referencia para demostrar las ventajas económicas del uso del bambú en las cabañas de la villa turística, y acercarse bastante a la realidad en términos relativos. Aunque no se aplicó este procedimiento para calcular el costo del resto de los objetos de obra de la villa, por su variedad y complejidad, no obstante se estima que los valores obtenidos mediante la comparación entre la cabaña de bambú y la cabaña con técnicas tradicionales dan la posibilidad de inferir posibles ventajas económicas a nivel del conjunto, dado que el subsistema de alojamiento representa el 65% del área construida. A pesar de estas incertidumbres, los datos obtenidos están dentro del rango de 20 a 50% de ahorro que reportan algunas fuentes consultadas [13] [35].

La comparación entre las cabañas permitió comprobar que la construida con bambú resulta más económica respecto a la construida con técnicas tradicionales, debido fundamentalmente al bajo costo del material en comparación con los materiales pétreos. No obstante, en ese caso los costos de mano de obra podrían ser en un inicio más elevados, y probablemente se requiera de mantenimiento constructivo más frecuente a lo largo del ciclo de vida.

Aparte de las ventajas económicas presentadas, deben tenerse en cuenta otras no menos importantes que han sido demostradas a lo largo del tiempo, en países de América, Asia y Oceanía, entre otros. En primer lugar, el bambú es un material ecológico que contribuye a la sostenibilidad del medio construido, por su alta velocidad de renovación en la naturaleza. A pesar de no ser un árbol, sus tallos son maderables y está clasificado como una madera de semidura a dura. Mientras un árbol de madera noble tarda de 30 a 60 años en crecer, el bambú se cosecha a partir de los cuatro años sin necesidad de volver a sembrar [9] [13] [34,35]. Estos argumentos bastarían para considerar seriamente en la posibilidad de retomar el uso del bambú en la construcción, a lo cual habría que agregar que en el país existen potencialidades para la extensión de este cultivo con vistas a la conservación de los suelos y la mitigación de desastres [8].

En el proyecto que se presenta se utiliza el bambú no solo en muros, enchapes y elementos decorativos, sino como el material estructural predominante. Esto se debe a sus propiedades físico mecánicas similares a las de la madera, y su ligereza, lo que ha llevado a que sea considerado como el “acero vegetal”, destacándose también por su buen comportamiento sismo resistente [36,37]. Por otra parte, debido a las cámaras de aire que se forman en el interior de las cañas de bambú, este material tiene buen comportamiento como aislante térmico y acústico, lo que se ha aprovechado en este proyecto para disminuir los costos de explotación por concepto de ahorro de energía. Adicionalmente, en su estado natural es una planta que beneficia la calidad del aire en los espacios arquitectónicos. Tales consideraciones fueron tenidas en cuenta en la propuesta de diseño.

El bambú tiene otras muchas aplicaciones en la construcción como en tuberías, en el tratamiento de aguas, como refuerzo estructural, y como sustituto de la madera en algunos procesos constructivos, entre otras muchas no consideradas en este proyecto. Su vida útil se estima entre 15 a 30 años. [14]

[35] Torres Franco EY. Bambú, una cultura y una evolución. Cuatro conceptos-tres arquitecturas [Diploma]. Madrid: Escuela Tecnológica Superior de Arquitectura de Madrid; 2017.

[36] Castillo A. El bambú en construcción un material inmejorable. EcoHabitar. [En línea] diciembre 2011. [Citado el: 15 de septiembre de 2018] Disponible en: http://www.ecohabitar.org/el-bambu-en-construccion/.

[37] Luna P, Lozano J, Takeuchi C. Determinación experimental de valores característicos de resistencia para Guadua angustifolia. Maderas. Ciencia y tecnología 16(1):77-92, 2014. Universidad del Bío- Bío. [En línea] [Citado el: 15 de septiembre de 2018]. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/pdf/maderas/v16n1/aop0714.pdf

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A pesar de sus múltiples ventajas, el uso del bambú en la construcción requiere de medidas especiales para alargar la vida útil de las edificaciones. Particularmente en Cuba resulta desventajosa la escasa experiencia en la construcción, lo que requeriría del entrenamiento del personal encargado de realizar los trabajos con vistas a garantizar la calidad y agilizar el proceso constructivo. Se precisa también el desarrollo de investigaciones sobre las características físico- mecánicas de las especies del país, y el cálculo de estructuras con este material.

Por otra parte, el bambú, al igual que la madera, requiere de un tratamiento previo para aumentar su vida útil, ya que puede ser atacado por plagas, y ser afectado por otros factores ambientales como la humedad y el sol. Esto hace que el mantenimiento de las obras construidas con bambú se deba realizar con mayor frecuencia que con los otros materiales constructivos convencionales. Por último, debe mencionarse que al ser un material natural y orgánico no pueden establecerse medidas estandarizadas, lo cual puede dificultar los trabajos en obra en relación con la uniformidad de dimensiones y espesores de los elementos constructivos, con el correspondiente encarecimiento del proceso.

ConclusionesLa propuesta de villa turística que utiliza el bambú como material

constructivo, estrechamente vinculada al disfrute de la naturaleza que se presenta en este artículo podría resultar atractiva para ciertos segmentos del mercado, lo que potencialmente contribuiría con la diversificación de las ofertas actuales. Esta solución podría también reportar ventajas en cuanto a la renovación de los paradigmas de la arquitectura hotelera en el país, gracias a las ilimitadas posibilidades que brinda este material para obtener formas muy diversas, apropiadas a los entornos naturales.

El estudio del uso del bambú como material constructivo permite adelantar posibles ventajas en el caso de instalaciones hoteleras, entre las cuales se encuentran:

Desde el punto de vista económico, se estima que el costo de una cabaña de bambú podría reportar un ahorro aproximado del 40% respecto a una cabaña similar construida con materiales tradicionales, lo que está dentro del rango que define la literatura consultada. Otra ventaja económica está asociada a la posibilidad que brindan las construcciones con bambú para el aprovechamiento pasivo de los recursos naturales en el acondicionamiento interior de los espacios, con el consiguiente beneficio que esto representa en la explotación de las obras por concepto de ahorro energético.

Las limitaciones y vulnerabilidades que se señalan para las construcciones con bambú pueden ser resueltas con medidas de diseño y de mantenimiento, aunque la experiencia internacional demuestra que este material, bien utilizado, se comporta muy bien ante cargas sísmicas, que son las que requieren de mayores exigencias desde el punto de vista estructural. La principal limitación para el uso del bambú en la construcción que se aprecia por el momento en el ámbito nacional, es la escasez de mano de obra calificada, lo que podría encarecer el proceso constructivo en las etapas iniciales.

La disponibilidad de la especie Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland en el país, y la necesidad de reforestación de grandes extensiones de terreno, sumado a las perspectivas de desarrollo turístico, refrendadas en las política económica del país, cuentan como oportunidades para la implementación de los resultados presentados.

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Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

Se concluye de manera preliminar, la conveniencia del uso del bambú en la construcción como una alternativa al uso de la madera en villas turísticas de pequeña capacidad vinculadas a entornos naturales, lo que contribuiría a la diversificación de las ofertas actuales, aunque se requerirá de estudios posteriores que corroboren las consideraciones aportadas, especialmente las de tipo económico, constructivo y estructural.

AgradecimientosLos autores desean reconocer la valiosa contribución

de diferentes entidades y especialistas sin los cuales no habría sido posible el desarrollo de este trabajo, entre los cuales se encuentran: la Dra. Styliane Philippou, quien participó en los debates y las revisiones sistemáticas del trabajo; el Ing. Carlos Martínez y la Lic. Gisela Vilaboy del Bambú Centro, quienes no solo aportaron sus conocimientos, sino que también financiaron la realización del prototipo de una cabaña en las etapas iniciales del trabajo; al MSc. Guillermo Reyes y el Dr. Obdulio Coca, especialistas estructurales y de gestión de riesgos, quienes hicieron recomendaciones de mucho valor para las soluciones de diseño; a los especialistas de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, quienes realizan investigaciones y proyectos sobre el uso del bambú, y apoyaron a los estudiantes en diferentes etapas del trabajo. También se reconoce la inestimable colaboración de los miembros del Grupo de Investigación de Diseño de la Facultad de Arquitectura de la Cujae, tanto los estudiantes, como los profesores Dra. Karen Sanabria, y los arquitectos Alexis J. Rouco y Boubacar Diallo.

Mabel R. Matamoros TumaArquitecta, Doctora en Ciencias Técnicas, Profesora Titular. Facultad de Arquitectura, Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae, Cuba. e-mail: [email protected]

Arnoldo E. Álvarez López. Arquitecto, Doctor en Ciencias Técnicas, Profesor Titular. Facultad de Construcciones, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Santa Clara, Cuba. e-mail: [email protected]

Mederico P. Rojas RojasIngeniero en tecnología de elaboración de la madera, Máster en Ciencias. Investigador colaborador de la Facultad de Ingeniería Civil, Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae, Cuba. e-mail: [email protected]

Beatriz Pérez Ríos. Arquitecta. Dirección de Proyectos y Ejecución de Obras. ETECSA, La Habana, Cuba. e-mail: [email protected]

Jorge P. Fonseca SalgadoArquitecto. Unidad de Gestión y Dirección de la Construcción UGDC No.1, ARCOS. Varadero. Cubae-mail: [email protected]

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88 Con Criterio/ Patrimonio ferroviario urbano-arquitectónico en el suroriente de Cuba

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, pp. 23-36, ISSN 1815-5898

DEL REINO DE ESTE MUNDO

,,

Vol. XL, No.1, enero-abril 2019 ISSN 1815-5898

DEL REINO DE ESTE MUNDO / OF KINGDON OF THIS WORLD

89 La necesidad de generar una nueva definición de centralidad para las ciudades latinoamericanas

Redefining Centrality in Latin American Cities

Susana Herrero Olarte y Ángela Díaz

100 Satisfacción residencial: objetivo final del diseño participativo en la vivienda social y el conjunto habitacional

Residential satisfaction, the final objective of the architectural design of the social housing and the housing complex

Pedro Alfredo Valdivia Haro, Sheila Delhumeau Rivera y Rubén Garnica MonroyII

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

RECIBIDO: 16 octubre 2018 APROBADO: 6 febrero 2019

Del Reino de este Mundo/ Urbanismo

La necesidad de generar una nueva definición de centralidad para las ciudades latinoamericanas

ABSTRACT: Notions of urban centrality were born in the Global North based on its history, needs and goals. Latin America’s urban reality cannot be ignored in approaching the study of centrality across the region. This research reviews the pertinent paradigms from the Global North and then compares and contrast them with the experiences of Bogota and Lima. It concludes by recognizing the similiarites and differences between these two parts of the world in an attempt to reformulate ideas about centrality in Latin America. .KEYWORDS: Urbanism, Centrality, Latin America, Bogota, Lima

RESUMEN: La construcción de la idea de centralidad nace de los países del Norte, de su historia, de sus necesidades y metas. La realidad de las ciudades latinoamericanas no puede dejar de considerarse a la hora de aplicar el concepto en la región. Esta investigación realiza un recorrido por la conformación de la centralidad como paradigma desde el Norte y muestra la experiencia en Bogotá y Lima en un ejercicio de reconocimiento de la divergencia y de la diferencia para invitar a la propuesta para la región.

PALABRAS CLAVE: Urbanismo, Centralidad, Latinoamérica, Bogotá, Lima

Redefining Centrality in Latin American Cities

Susana Herrero Olarte Ángela Díaz-Márquez

Diseñado por Freepik, disponible en www.freepik.com

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90 Del Reino de este Mundo/ La necesidad de generar una nueva definición de centralidad...

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no 1, enero-abril 2019, pp. 89-99, ISSN 1815-5898

IntroducciónEl centro en una ciudad, puede ser entendido como el espacio físico en

el que de manera simultánea se genera empleo y consumo, bajo la gestión y control de instituciones públicas y privadas que responden al sistema legal vigente, que cuenta con una arquitectura diferenciada con relación a otras zonas de la ciudad. En ese tenor, el centro es sinónimo de progreso, la cercanía al centro genera prestigio y dicho prestigio contiene una serie de códigos que socialmente se imitan en zonas aledañas, en una declaración de intenciones de seguir siendo parte del centro. Incluso cuando la vivienda no está en el centro se quiere ser parte de él.

Los casos de las capitales latinoamericanas muestran cómo los centros históricos (de época colonial) ya no tienen el peso funcional que les confería ese atributo; ahora son otros espacios los que ocupan este lugar, en ocasiones cercanos al centro, en otros casos lejos de este. Es donde se identifican atributos de competitividad económica (empleo y consumo), gestión y control (alta concentración de instituciones públicas y privadas), físico espacial (edificaciones mucho más modernas en comparación con otras zonas de la ciudad), socialmente reconocido como el espacio central de empleo y consumo.

Con el crecimiento de las ciudades de la región y la compleja tarea de controlarlo, la presión se incrementa, como se observa en el caso de Iñaquito (centralidad principal de la ciudad de Quito, Ecuador). Pero mucho más importante que esta presión es el coste que representa para las periferias el acceso a este centro. Definir un modelo urbano que reduzca la presión en el centro económico de la ciudad a la vez que acerca empleo y consumo a la periferia de manera competitiva y sostenida, es uno de los retos claves de la ciudad, pero ¿cómo?

¿Cómo se entiende el concepto de centralidad económica desde el Norte?

La definición simplificada de centralidad económica en el Norte1 que se propone en este trabajo es la de un espacio en el que un punto ejerce atracción sobre los factores productivos. La historia muestra, no obstante, cómo ésta ha ido mutando para aprovechar las oportunidades del momento. Es posible encontrar centralidades económicas puras entorno al centro histórico, centralidades económicas impuras y gordas en torno al centro histórico y micro centralidades en ciudades poli céntricas. Un breve recorrido por la historia permite entender qué son y cómo se originan.

Los avances en la agricultura que se produjeron en el siglo XVII redujeron la necesidad de capital humano en el campo, que se trasladó a las ciudades convirtiéndose en la mano de obra necesaria para que la revolución industrial pudiera darse. Tenían que vivir los obreros que llegaban a las ciudades cerca de las fábricas. Las industrias, a su vez, se habían ubicado relativamente cerca de las casas de sus dueños, que vivían en lo que hoy se conoce como centro histórico. Las ciudades se ampliaban, presionadas por la necesidad de la industria, alrededor de los espacios originalmente pensados para el intercambio y el culto religioso. El centro tradicional podía reproducir el crecimiento al haber acumulado el capital físico necesario que posibilitaba las economías de escala y aseguraba las inversiones. Nacen así las centralidades económicas puras en torno al centro histórico, es decir, lugares concentrados en un punto, en este caso el centro comercial y religioso, con la capacidad de atraer factores de producción. De manera

1 Se toma como muestra la historia de algunas de las ciudades con mayor peso económico de Europa, EEUU, Canadá, Oceanía y Japón.

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Susana Herrero Olarte y Ángela Díaz-Márquez 91

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natural podía transformarse para satisfacer las necesidades de vivienda, espirituales, culturales y de ocio de la ciudadanía, aunque nunca cambiaba de lugar. Su hegemonía como productor de modernización y de desarrollo también se daba por sentada en los primeros esfuerzos desde el urbanismo por organizar la ciudad, que entendían que cualquier mejora, cambio o insumo debía pivotar en torno al centro.

El límite de las ciudades para crecer, en círculos concéntricos, era la distancia hasta el centro. Conforme se desarrollaron al final del siglo XIX y durante el siglo XX los medios de transporte, tanto para la carga como para las personas, las ciudades podían ampliar su límite físico y plantearse nuevos modelos urbanos. Los centros se ampliaban para dar cabida a las necesidades de la cada vez mayor población, surgían nuevos centros, sobre todo financieros, y las ciudades engordaban. Eran las centralidades económicas impuras y gordas en torno al centro histórico, en las que todavía un punto que atraía una enorme cantidad de factores productivos, aunque ya no era el único. Estas nuevas centralidades vinieron definidas por: 1) la deslocalización industrial, 2) el auge del sector servicios y 3) la demanda de nuevos espacios residenciales2.

1) Desde la teoría de la localización se explicaba cómo las industrias ya no tenían necesariamente que localizarse en el centro de la ciudad. Podían instalarse fuera atendiendo a nuevos criterios de eficiencia y eficacia que no fuera la distancia hasta el centro. Dejaban espacios baldíos al salir de las ciudades, que hasta los noventa no tendrían una nueva función.

2) El sector industrial, que requería de grandes espacios para instalar las fábricas, no sólo se deslocalizaba, sino que perdía peso en la economía del mundo a favor del sector servicios. La nueva sociedad post- industrial reducía el peso de las fábricas que sobre la forma de las ciudades habían tenido hasta entonces, localizadas en el centro histórico como elemento indispensable de la centralidad económica. El centro quedaba como un nodo más, aunque importante, de la actividad industrial. Las empresas del sector servicios que vinieron a sustituir a las empresas industriales siguieron en parte localizándose en el centro histórico, con lo que continuaba ejerciendo de punto de atracción para los factores de producción. No obstante, las nuevas empresas de servicios financieros comenzaron a crear nuevos centros, sobre todo económicos que, si bien no estaban lejos del centro tradicional, ocupaban ahora un lugar diferente. Además, cada vez más sucursales y empresas de servicios básicos se localizaron en los nuevos barrios que se estaban creando en la periferia de las ciudades.

3) Desde la economía urbana y la geografía humana se cuestionaba la calidad de vida que hasta entonces habían tenido los empleados de las fábricas viviendo en el centro o en barrios aledaños. Era necesario generar mejoras urbanas tangibles y definitivas no sólo para los sectores más pobres que ya estaban viviendo en las ciudades, sino para los nuevos migrantes que llegaban del campo. Los sistemas de transporte masivo (como el metro) y la deslocalización de las industrias aumentaron la demanda de nuevos espacios residenciales que ya no tenían que estar necesariamente en el centro. La oferta de nuevos edificios y espacios urbanos se coordinaba desde los ayuntamientos, si bien las construcciones vinieron de la mano del sector privado. Como resultado se crearon nuevos barrios, pero con todos los servicios a una distancia en transporte público del centro de entre 30 y 60 minutos, aproximadamente. Las grandes ciudades se convirtieron en metrópolis, dejando un espacio para las ciudades hasta entonces consideradas medias, que pasaron a ser grandes.

2 Olarte, S. H., Villa, A., & Sandoval, S. (2019). ¿Influye la diversidad económica del barrio en su tasa de pobreza? El caso de Quito.

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Al final del siglo XX comienzan a asentarse junto al centro histórico y por lo tanto turístico y financiero, nuevas centralidades donde el punto de atracción son el ocio o la cultura. Surgen además nuevas centralidades en la ciudad que lo tienen todo: parte de la historia, sucursales financieras y bancarias, ocio y cultura [1]. Estas nuevas micro centralidades en las ahora ciudades poli céntricas tienen un punto que atrae a los factores productivos, si bien todavía una parte fundamental gira en torno al centro histórico, financiero o cultural de la ciudad. Muestran, en la actual escalada del proceso de globalización, el límite de las centralidades en torno al centro histórico para optimizar los recursos de una ciudad y maximizar su crecimiento y su desarrollo económico. Las micro- centralidades en ciudades poli céntricas, son en cambio capaces de: 1) aprovechar las ventajas del nuevo orden económico y 2) satisfacer los requerimientos de tiempo de la ciudadanía y la ciudad.

1) El nuevo orden económico ha creado una sociedad basada en el conocimiento en el que las ciudades tienen un papel crucial. Las nuevas ciudades del conocimiento minimizan la industria, sobre todo por la deslocalización, y se apoyan en lo intangible para reducir los espacios que obligatoriamente necesitaba antes el sector servicios. El resultado son ciudades que buscan la desmaterialización, el desarrollo mediante distintas estrategias capaces de adaptarse rápidamente al proceso de globalización, alejadas por lo tanto de la rigidez de los espacios físicos fijos, de las distancias invariables. En la práctica todavía no pueden obviarse los requerimientos del sector secundario y sobre todo terciario. Todavía se mantienen las centralidades en torno al centro histórico por su atractivo turístico y cultural, las que tienen como punto de atención al mercado financiero, e incluso se crean nuevas centralidades que giran en torno a atractivos para el ocio. No obstante, también se presentan pequeñas centralidades en torno a un centro tradicional que concentra parte del movimiento financiero y que generan un interés cultural. En estas micro- centralidades se crean nuevas empresas o sucursales más pequeñas, que necesitan menos espacio y pagan menos por el alquiler, y trabajan cada vez más personas por internet y objetivos.

2) Las micro- centralidades ofrecen una oportunidad tanto para la ciudadanía que la habita como para la ciudad en sí. Por un lado, las personas cuya vida gira en torno a una micro- centralidad reducen su tiempo en desplazamientos, ahora que el tiempo es cada vez más valorado, y su vida en general se facilita. El coste también se reduce, lo que cobra especial sentido entre las clases medias bajas y bajas, especialmente presionadas durante los últimos años. Desde los municipios se trabaja para dificultar el trayecto hasta el centro en transporte privado y encarecerlo desde el público. Para la ciudad, apostar por las micro centralidades supone reducir la contaminación ambiental y acústica, reducir el coste en transporte público y generar nuevos espacios para la cultura y el ocio, más pequeños, capaces de atraer a nuevos turistas incluso entre los habitantes de la ciudad. La gestión mejora al conocerse mejor las autoridades con los vecinos de cada micro centralidad, que aumentan a su vez su capacidad para la gestión y la organización.

¿Cómo se ha aplicado el concepto de centralidad económica desde el Sur?

Aquellos espacios donde un punto ejerce atracción sobre los factores productivos, han sido llamados desde los países más industrializados como centralidad económica [1]. Esta definición tiene un fuerte atributo espacial,

[1] Bustamante-Patiño B, Herrero-Olarte S. La clase dominante como determinante de la forma de Quito. Bitácora Urbano Territorial. 2017;27(3):81-90.

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como muestras los casos de ciudades como Nueva York (Wall Street, Times Square, Soho, Chinatown, Broadway, Little Italy, Chelsea, Flatiron District, etc.,) o Londres (The City of London o Square Mile, Piccadilly, Soho y Trafalgar Square, South Kensington y Knightsbridge, etc.,) cada área con una clara diferenciación y complementariedad en cada ciudad.

Una centralidad parte de una dinámica económica localizada territorialmente que, a modo de núcleo –centro- genera empleo y consumo, así como actividades derivadas de la concentración de personas, consideradas como complementarias -dispersión- capaces de continuar en el territorio contiguo la sinergia dinamizadora del núcleo. Ciudades como Nueva York, Londres, París, Madrid, etc., registran una lectura cronológica muy clara de cómo las centralidades se identifican y diferencian unas de otras en el espacio físico, dependiendo de la evolución de los motores productivos. Los tejidos urbanos de cada una de estas ciudades, en una relación biunívoca entre actividad y espacio (modelo económico y modelo urbano), responde a esta definición de centralidad. Un centro es entonces, un área urbana donde se desarrollan actividades económicas de impacto supralocal, con atributos funcionales y físicos competitivos en su contexto. La actividad viene precedida por la planificación, pero la forma responde de manera planificada o espontanea a la función.

En el caso de Latinoamérica, la rápida expansión urbana entre los ´40 y ´80, en un proceso de industrialización truncado, contribuyó con un proceso de declive de la capacidad de generación de empleo en los centros históricos. No obstante, con la industrialización incipiente, nuevas áreas de producción comenzaron a generar nuevos centros, aunque con un gran desfase entre el potencial real de oferta de empleo, versus el volumen migratorio que estas áreas recibían; generando un sector terciario sobre dimensionado con una fuerte tendencia hacia la informalidad a través de actividades de subsistencia.

Actualmente las grandes ciudades de América Latina están consideradas como poli-céntricas. En otras palabras, ciudades con más de un centro urbano que contiene actividades económicas supralocales con atributos funcionales y físicos competitivos en su contexto.

Manuel Castells (1997) [2] explicaba cómo en América Latina los procesos territoriales y el desarrollo urbano, estaban protagonizados por el sector privado como el promotor de núcleos urbanos periféricos en el marco de la globalización económica. Desde ciudades como Bogotá, Lima, Buenos Aires o Santiago de Chile, se han identificado diversas zonas consideradas como centros, respondiendo así a un modelo urbano policéntrico.

Caso Bogotá, Colombia Desde la década de los treinta la planeación de la ciudad de Bogotá se

orientó hacia el crecimiento urbano racionalizado y ordenado, para que los nuevos barrios cuenten con los elementos básicos de aquel entonces: servicios domiciliarios y equipamiento público. Las primeras centralidades de la ciudad se establecieron bajo la concepción “fuera del Centro” bajo la influencia de figuras como Karl Brunner, Le Corbusier, José Luis Sert así como Lauchlín Currie. De estas experiencias de planificación urbana, el desarrollo de la centralidad se convirtió en una respuesta a los problemas derivados de un modelo de desarrollo urbano truncado. No obstante, los discursos urbanísticos, con evidencias claras de su falta de adaptación al contexto local, constantemente entraban en conflicto con la sociedad y la debilidad estatal 3 [3].

[2] Castells M. La era de la información: Economía, sociedad y cultura. Volumen II: El poder de la identidad. Massachusetts: Blackwell Publishers; 1997.

[3] Beuf A. De las luchas urbanas a las grandes inversiones. La nueva urbanidad periférica en Bogotá. Bulletin de l’Institut français d’études andines. 2012;41(3):473-501.

3 Díaz-Márquez (2019). Revisión bibliográfica sobre la circulación de ideas urbanas en América Latina y el Caribe. Revista EURE - Revista De Estudios Urbano Regionales, 45(134). En proceso de publicación.

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En los ochenta, mientras el planeamiento urbano se desarrollaba como un ejercicio más teórico que práctico, en la ciudad de Bogotá las centralidades se comenzaron a conformar de forma mucho más espontánea a lo largo de un eje principal hacia el Norte de la ciudad y de un eje secundario hacia el Oeste. En este proceso primaron los intereses particulares sobre los colectivos, negando rotundamente la lógica forzada -aunque muy racional- de los planteamientos de los años treinta, cuarenta y cincuenta. La centralidad que se consolidó para los años ochenta generó grandes dificultadas de transporte y desigualdades socio-espaciales.

A partir de los estudios del economista Humberto Molina (1992) [4] se pudo comprobar que la ciudad contaba con siete centros considerados por el investigador como centros de primer nivel y dos centros de segundo nivel. Estos espacios eran muy cercanos uno del otro, llamados en documentos oficiales como áreas de actividades múltiples, localizadas a lo largo de un solo eje, lo que acentuó la congestión en la ciudad; un efecto opuesto al llamado modelo policéntrico y que Molina llamó “centro expandido”. Este término fue acuñado en posteriores estudios. En resumen, la crisis de la centralidad y la crisis del transporte en la década de los noventa eran dos problemáticas íntimamente relacionadas en el caso de Bogotá y otras ciudades de Latinoamérica.

A partir del cambio de paradigma para los años noventa (entrada del neoliberalismo) la lógica de centralidad cambió, tanto a nivel conceptual como en su lógica de aplicación. Aparece entonces la idea de centralidades de integración, con el objetivo de generar espacios de servicios e intercambio socio-cultural localizados cerca de las periferias urbanas. Con la incorporación de la planificación estratégica la inclusión de las centralidades en la planificación urbana fue mucho más extendida, como revela el primer plan estratégico de Bogotá, donde se tenía prevista la creación de nuevas centralidades.

Con el debate de la institucionalización de un área considerada como Metropolitana, y el dilema sobre la expansión o la densificación urbana, se concibió un modelo urbano compacto y policéntrico, plasmado en el Plan de Ordenamiento Territorial 1998-2000 promoviendo la formación de nuevas centralidades fuera del centro expandido, que expresamente disminuyeran la dependencia hacia este espacio [3]. Para ello se identificó un centro metropolitano (Ciudad Central), los tejidos Sur y Norte con respecto a la Ciudad Central, las periferias Norte, Sur y Oeste. Reivindicando modelos como ‘ciudades dentro de la ciudad’ y ‘áreas de nuevas centralidades’ al estilo Barcelona (desde su experiencia en la planificación estratégica), la ciudad se dividió en fragmentos equivalentes; piezas urbanas donde se identificaron lugares con potencial para la formación de una centralidad urbana. Las operaciones estructurales serían el mecanismo para realizar proyectos integrales generadores de la centralidad.

No obstante, estas piezas urbanas basadas en modelos gravitacionales, no respondieron a las necesidades cotidianas locales, sobre todo en la movilidad, al punto que incluso la construcción del Transmilenio no tomó en cuenta la planificación de centralidades. Algunos de los espacios que se lograron construir (del planteamiento anterior de creación de centralidades) tuvieron importantes críticas por la exclusión de prácticas populares en los espacios públicos, así como la excesiva estandarización del paisaje urbano [5].

Hasta el momento las centralidades se situaban en Bogotá en el terreno de la urbanística, cuando a partir del 2001 desde la dimensión económica se comienzan a analizar las centralidades de la ciudad, así como la ciudad como

[4] Molina H. Estructura Urbana y Tendencias de Crecimiento. Bogotá: Misión Bogotá Siglo XXI; 1992.

[5] Beuf A. Las centralidades urbanas como espacios concebidos: referentes técnicos e ideológicos de los modelos territoriales del plan de ordenamiento territorial (POT) de Bogotá (Colombia). Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 2016;25(2):199–219.

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una centralidad en el entramado territorial más amplio. Aparecieron las figuras de centralidad de integración nacional, centralidades de integración regional y centralidades de integración urbana. Con esta nueva visión, para continuar apostando por las centralidades se incorporaron atributos como centralidades de mayor escala para la competitividad territorial y centralidades de menor escala para la equidad social en la planificación sectorial (como equipamientos colectivos, espacios públicos, cultura, turismo, etc.)

Del 2007 al 2014, el POT de Bogotá fue evaluado y sumamente criticado porque la estructura territorial de la ciudad no respondía al modelo de policéntrico equilibrado que pretendió el POT. No obstante, aun cuando nuevas centralidades se formaban en las periferias, la expansión de la centralidad principal (Ciudad Central) era el rasgo dominante, puesto que no se habían descentralizado las actividades urbanas. Dentro de estas críticas se registra un cuestionamiento a la delimitación de las zonas de centralidad, indicando que:

• Las zonas delimitadas por el POT no coincidían con los puntos más activos con relación a la aglomeración del empleo. Por tanto, Bogotá continuaba siendo una ciudad monocéntrica, con un centro que expandió su actividad, sin la sustitución de un centro por otro ni la creación de uno nuevo, puesto que la dinamización económica es el factor determinante para generar centralidad no la delimitación urbanística.

• Otras voces indicaban que el modelo de centralidades era válido, pero la incompetencia de los administradores públicos para llevarlo a cabo limitó su desarrollo y sus impactos en el corto y medio plazo para que la sinergia continuase en el largo plazo. Incluso desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se observaban las operaciones estrategias del POT como una oportunidad para luchar contra la segregación espacial y socioeconómica de la ciudad.

• Desde los movimientos sociales se entendía que, las centralidades urbanas en Bogotá no debieron poner el foco sólo en atributos físicos o socioeconómicos, la construcción social del territorio a través de una planificación participativa respetuosa de las formas de ocupación y apropiación del territorio, podrían ser la clave de la inclusión frente a la segregación. El entonces Consejo Territorial de Participación Distrital exponía que las centralidades se deberían consolidar para facilitar el acceso equitativo a servicios y empleo para una estructuración integral de las zonas. Desde la sociedad civil la definición de centralidades por proximidad era una demanda, así como el hecho que la definición de estas centralidades no contemplaban –ni se relacionaban- con los programas de mejora integral de barrios; y no menos importante, muchos procesos participativos en torno a las centralidades generaban conflictos. Desde la sociedad civil se demandó entonces una definición de centralidades alternativo a la contemplada por el POT.

A pesar de las discusiones, se podría decir que Bogotá avanzaba hacia la construcción de su propio sistema de centralidades, construido a través de consensos, discusiones y también conflictos, pero dirigidas hacia un modelo adaptado a tres atributos claves: el físico, socioeconómico y socio- territorial. Este proceso fue truncado cuando en 2009 se realizó otra revisión del POT, pero que culminó en la negación de todo lo que se había avanzado con este instrumento, hasta que en el 2011 la Corporación Autónoma de Cundinamarca decidió eliminarlo. No obstante, para el 2013 quedaron en la planificación urbana de Bogotá reminiscencias de lo que implicaban las centralidades anteriormente, tomando clasificaciones como áreas de

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actividad económica intensiva, áreas de integración y áreas de proximidad (sin localización específica); se mantenía la referencia de centro ahora con la característica de centro ampliado o expandido, se rescató la figura de las operaciones estratégicas. A partir del 2014 el centro ampliado –y barrios considerados peri centrales- fueron liberados de restricciones en altura (hasta 12 pisos) al margen de la capacidad de la infraestructura y servicios existentes [5].

Caso Lima, Perú En el caso de Bogotá la centralidad fue ampliándose y creciendo al punto

de generar la necesidad de la definición de nuevas centralidades. En el caso de Lima, las centralidades surgen de una dinámica diferente. En este caso, las centralidades se suceden desde un atributo económico de capital privado que no necesariamente tiende a tener en cuenta atributos físicos (calidad del paisaje urbano) o socio- territoriales (referido al uso y apropiación del territorio por parte de sus habitantes).

En Lima, la topografía de la zona definió durante mucho tiempo la centralidad en la ciudad. Entre 1921-1930, Augusto Ortiz de Zevallos retoma los anteriores procesos de planificación de la ciudad en una etapa llamada “Ciudad Irradiada”, ya que desde el centro fundacional se construirían nuevos ejes viales hacia el litoral. El mismo Augusto Ortiz de Zevallos indica que “Durante el periodo presidencial de Leguía se trazan grandes ejes que conectan mediante tranvías la ciudad de Lima y los balnearios que surgen a lo largo de la zona costera, abandonándose el modelo de ciudad continua y se adopta el modelo anglosajón de ciudad jardín.” [6]

En esta época el crecimiento de la ciudad obedecía a criterios europeos, en busca de los códigos de la modernidad a nivel internacional del momento. Por ello la arquitectura y el urbanismo fueron canales a través de los cuales consolidar –mediante códigos estéticos y funcionales- la Gran Lima, sobre todo en la celebración de su centenario.

A partir de los años ´40, el Plan Piloto de la Gran Lima analiza la precaria situación del llamado Sector Central y permeado por la visión que entonces Le Corbusier habría esparcido en Latinoamérica (Plan Voisin), que proponía densificar en altura, demoliendo lo existente para construir un ideal de ciudad moderna. Entre los ´50 y ´70, con el objetivo de modernizar y descentralizar se ampliaron las avenidas Abancay, Tacna y Emancipación y se colocaron nuevas zonas que reubicaron funciones políticas, financieras y comerciales en La Molina y el eje de la Avenida Javier Prado, donde dichas actividades se desarrollarían bajo nuevos estándares físico- espaciales. Por otra parte, Miraflores y luego San Isidro consolidarían su vocación comercial (centros comerciales) para las clases medias altas y altas. Para los ochenta, el antiguo centro solo tenía un carácter simbólico sin las funciones que le daban el atributo de centralidad [7].

Entre los años ´40 y ´80 el centro histórico de Lima fue perdiendo su triple función: de centro histórico patrimonial, económico y político administrativo de la ciudad y del Perú; mientras, comenzaron a crecer importantes aglomeraciones cerca del centro como Miraflores y San Isidro; y otras nuevas zonas, esta vez fuera del área de influencia de la propia ciudad y denominadas Lima Norte, Lima Este, Lima Sur o Callao. Estas, rápidamente fueron consideradas centralidades por el dinamismo económico que desarrollaron [8]. La expansión incontrolada de la ciudad y la apuesta de algunos colectivos empresariales, han sido los elementos que se han conjugado para la creación y consolidación de las centralidades limeñas. El Programa de Ajuste Estructural iniciado en 1990 fue otro de

[6] Hamann J. El nacimiento de Lima: La imposición de un nuevo orden. On The Waterfront. 2011;19(1):23-37.

[7] Ludeña W. Lima: poder, centro y centralidad: Del centro nativo al centro neoliberal. EURE. 2002;28(83):45-65.

[8] Gonzales E, del Pozo JM. Lima, una ciudad policéntrica. Un análisis a partir de la localización del empleo. Investigaciones Regionales. 2012;23(1):29-52.

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los factores que propició la delimitación del entorno metropolitano de la ciudad, conformando el espacio Lima-Callao.

Atendiendo a este pasado tan complejo de descentralización dolorosa de una centralidad histórica con un pasado simbólico muy potente (incluso precolombino), en el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima – Callao a 2035 las centralidades cobran un papel sumamente importante, desarrollado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (que ejerce funciones de gobierno regional). Como declaración de intenciones de cara al 2035 se plantean:

• Consolidar nuevas centralidades en las áreas interdistritales: es importante saber que Lima cuenta con cinco grandes zonas que en su interior subdividen el entorno metropolitano de la ciudad en cuarenta y tres distritos, cada uno de ellos con la figura político administrativa del Alcalde/sa. No todos los distritos cuentan con un espacio considerado una centralidad, en algunos casos los distritos son periferia de otra centralidad.

• Generar uniones estratégicas entre centralidades: se han analizado los espacios frontera entre centralidades, así como los atributos cuantitativos y cualitativos de las centralidades existentes, para identificar los espacios de oportunidad entre ellas.

Aprendiendo de las experiencias de Bogotá y LimaMuchos centros históricos se han consolidado como espacios de vocación

económica turística, gracias a que el atributo físico permaneció como un elemento de gran valor competitivo. Por otra parte, los nuevos centros de neuralgia económica, han demandado de un escenario nuevo que, en algunos casos llega como una nueva centralidad (como el caso de Lima) y en otros, como un engrosamiento de la centralidad histórica (como el caso de Bogotá).

Otro elemento interesante para analizar centralidades lo representan los casos de las centralidades de vocación socioeconómica que luego fueron desarticuladas como tal, por otro importante cambio en el sistema productivo de muchos países de la región. Es el caso de zonas francas o maquilas (manufactura) en la entonces periferia urbana de muchas ciudades que, posteriormente quedaron en el centro de un aglomerado urbano de mayores dimensiones (por la cercanía al trabajo). Alrededor de estos grandes espacios mono- funcionales se generaron actividades económicas complementarias que quedaron agonizando a partir de los noventa, cuando China se convierte en la fábrica del mundo. La deslocalización de la manufactura extranjera en Latinoamérica hacia Asia, dejó muchas de sus ciudades desprovistas de una nueva centralidad que fue capaz de modificar la morfología de la ciudad.

De los casos analizados, tres atributos decisorios para consolidar o generar un espacio considerado centralidad son: físico- espaciales, socio- económicos y socio- territoriales. Pero dichos atributos deben contemplar condicionantes capaces de coadyuvar o limitarlos.

Físico-espaciales- Accesibilidad: tanto la distancia de la zona de centralidad, como el tipo

de desplazamiento definen la importancia relativa de la centralidad y de las zonas desde donde la población se desplaza. En este sentido el estudio de la Dra. Herrero sobre la centralidad de Iñaquito y su relación con otros barrios y parroquias revela con claridad esta relación.

- Paisaje: los códigos del espacio considerado central son claves para la consolidación de una centralidad. Al margen de valoraciones estéticas,

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el paisaje urbano distingue y jerarquiza zonas, creando en el imaginario colectivo elementos de referencia entrelazados con la función, en una relación más icónica de funcional. Es por esto que la lectura de los códigos de los espacios considerados como centrales es relevante en la consolidación de otras centralidades.

Socio- económicos - Informalidad: una de las primeras condicionantes de este atributo es

la dualidad estructural en la que están sumergidas las ciudades de la Latinoamérica. Otro factor clave dentro del espectro de la informalidad, es la difícil contabilidad de centralidades informales y su relevancia dentro de un sistema policéntrico.

- Competitividad: este condicionantes es sumamente complejo por la tendencia que llevan algunas centralidades sumamente potentes -como bien ilustra el caso de Bogotá- de generar un crecimiento sobre si mismas por la aparente seguridad de la inversión en aquellas actividades económicas con potencial de dinamizar una zona. Este condicionante, demanda del estudio de las potencialidades de complementariedad y de diferenciación que los potenciales centros podrían ofrecer según las capacidades endógenas o las oportunidades exógenas.

Socio- territoriales- Uso y apropiación del espacio: en este condicionante está implícita la

dinámica formal-informal para la prever las potenciales actividades con capacidad de generar centralidad. La lectura socio-cultural de los enclaves puede indicar las dinámicas de esta naturaleza capaces de coadyuvar o limitar la consolidación de la propia centralidad.

- Niveles de cohesión y asociacionismo: un condicionante susceptible de interpretarse como innecesario, ya que las centralidades consolidadas se rigen por los mecanismos del propio mercado. En el caso de la potenciación de nuevas centralidades y la consolidación de otras existen dos premisas sobre las cuales partir: 1) si la base del desarrollo de la centralidad es exógena, probablemente los niveles de cohesión no sean relevantes, 2) en el caso de contar con las potencialidades endógenas, los niveles de cohesión y asociacionismo podrían ser un soporte o una debilidad, dependiendo de cómo se aborde.

ConclusionesDesde la perspectiva del Norte, el nuevo orden económico ha creado

una sociedad basada en el conocimiento, que minimizan la industria por la deslocalización, apoyados en lo intangible. En este sistema las ciudades tienen un papel muy importante. Desde la perspectiva del sur, las limitantes en infraestructura, recursos y talento humano que propicie una sociedad basada en el conocimiento, es un pre- requisito que pone en duda este atributo en las ciudades, por lo menos en este periodo de tiempo. No obstante, la búsqueda de la desmaterialización mediante distintas estrategias capaces de adaptarse rápidamente al proceso de globalización, es un atributo que en el contexto del Sur también es necesario, pero por otros condicionantes básicos como la potencialidad de movilización de algunos sectores que ya se movilizan. En el Norte, todavía se mantienen las centralidades en torno al centro histórico por su atractivo turístico y cultural, las que tienen como punto de atención al mercado financiero, e incluso se crean nuevas centralidades que giran en torno a atractivos para el ocio. En el Sur, muchos centros históricos cuentan con intentos limitados de recuperación, aunque en proceso –y con el potencial- de este atributo. En el caso de las

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Ángela Díaz-MárquezPhD en Arquitectura y Urbanismo. Directora del Grupo de Investigación Dinámicas Urbanas y Territoriales Latinoamericanas. Universidad de Las Américas, Quito, Ecuador.e-mail: [email protected]

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

micro centralidades, es cierto que desde la experiencia del Norte (sobre todo la europea) se reducen sustancialmente los desplazamientos, en la experiencia del Sur las llamadas micro centralidades no tienen la capacidad motora (empleo) para producir una reducción de la movilidad hacia el centro funcional. Desde el Norte se trabaja para dificultar el trayecto hasta el centro en transporte privado y encarecerlo desde el público; estas medidas por lo general no se aplican desde el Sur, aun se prioriza la utilización del vehículo privado hacia el centro y se abarata el transporte privado de manera que las poblaciones periféricas (las más pobres) tengan acceso al centro.

De la experiencia de la ciudad de Bogotá se puede apreciar que, el ejercicio de definición de centralidades de manera participativa es sumamente complejo, porque los atributos que definen centralidades desde los países del Norte, no son los mismos a considerar en los países del Sur. Las deficiencias en las estructuras de gestión, la participación ciudadana sin la previsión de los conflictos de intereses o incluso la definición de centralidad desde una u otra disciplina y no desde una visión transdisciplinar, fueron elementos que paulatinamente truncaron este proceso en Bogotá. No obstante, el gran hándicap posiblemente lo constituya la falta de garantía de la continuidad de un proceso en marcha –inacabado- y que en cada revisión incorporaba otros actores de la ciudad.

De la experiencia de la ciudad de Lima se puede apreciar que, hay centralidades que se consolidan desde un imperativo político que permea en el imaginario colectivo, capaz de ralentizar un proceso de descentralización mucho más racional. La propia decadencia del centro se fusiona con la necesidad de nuevos espacios para la industria, donde el sector privado toma una iniciativa sin el apoyo de la planificación del sector público, un sector desbordado por el crecimiento de la ciudad. Actualmente la ciudad tiende a un modelo poli céntrico más por necesidad que por convicción, más por la dinámica económica que por una figura de planeamiento previo que contemplara estas actividades económicas.

Estos factores condicionantes ponen en duda la aplicación en Latinoamérica de las definiciones de centralidad -y los instrumentos que están llamados a dinamizarlas, consolidarlas o generarlas- que se enuncian desde las experiencias de ciudades con mayores ingresos económicos en países más industrializaos (desde el Norte). La historia económica y urbana de las ciudades de América Latina, la dualidad estructural en los sistemas económicos y las características socioculturales demandan de una visión distinta de centralidad. Una visión mucho más compleja porque juega con factores no cuantificados en sistemas formales, difíciles de medir y por ende de ponderar su relevancia. Así pues la definición de centralidad que se mantiene en el Norte no puede utilizarse en el Sur. Se reclaman nuevas revisiones que, ante todo, redefinan cuáles deberían ser los atributos a potenciar de una centralidad económica en las ciudades latinoamericanas en general y en Quito en particular, a tenor de las necesidades y de los objetivos que se pretendan alcanzar.

Susana Herrero OlartePhD en Economía Aplicada. Directora del Grupo de Investigación Economía Urbana Sudamericana. Universidad de Las Américas, Quito, Ecuador.e-mail: [email protected]

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Académicas/ Satisfacción residencial: objetivo final del diseño participativo en la vivienda...

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Del Reino de este Mundo/ Diseño de vivienda social

Satisfacción residencial: objetivo final del diseño participativo en la vivienda social y el conjunto habitacional

Residential satisfaction, the final objective of the architectural design of the social housing and the housing complex

RESUMEN: La vivienda social en México ha dejado de ser un servicio público para ser un producto de mercado. Debido a presiones de la demanda habitacional generadas por el crecimiento poblacional y factores políticos y económicos, las instituciones del Estado se transformaron en reguladoras, dejando el diseño, la producción y comercialización de vivienda social a desarrolladores privados. La problemática de la vivienda social reclama soluciones que consideren su naturaleza multifactorial con un enfoque humanista, sin dejar de lado la realidad política, cultural y económica. En este ensayo se presenta el diseño participativo como una metodología para abordar los retos que enfrenta la vivienda social en México. En la actualidad existe un cuerpo de conocimiento sólido denominado “arquitectura social”, que brinda herramientas para desarrollar estas soluciones a través del diseño. Se concluye que el diseño puede ser un aliado para mejorar la satisfacción del usuario y es el principal reto para el Estado y los desarrolladores.PALABRAS CLAVE: Satisfacción residencial, política de vivienda, complejos de viviendas subvencionadas, diseño participativo

Pedro Alfredo Valdivia Haro, Sheila Delhumeau Rivera y Rubén Garnica Monroy

RECIBIDO: 16 octubre 2018 APROBADO: 8 febrero 2019

ABSTRACT: Social housing in Mexico has evolved from a public service to a market product. Housing demand pressures generated by population growth, external and internal political and economic factors, and state institutions transformed into regulators have left the design, production and commercialization of public housing in the hands of private developers. Public housing requires solutions that consider its multifactorial nature with a humanistic approach. This can be achieved without discarding the political, cultural and economic reality of Mexico. This research enlists a participatory design method to reveal the challenges of public housing in Mexico. Findings are that “social architecture” presents an interesting tool in developing solutions through design which may improve residential satisfaction, while also remain the greatest challenge for both the state and developers. KEYWORDS: Residential satisfaction, housing policy, subsidized housing complexes, participatory design

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IntroducciónLa vivienda social es un derecho humano, pero también es un producto;

podemos decir que ha sido parte de un proceso de mercantilización a lo largo del tiempo y, como tal debe satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios para mantenerse. Pero, ¿Cuáles son las necesidades y expectativas de los usuarios en materia de vivienda? ¿Qué factores influyen en su percepción sobre sus viviendas y su entorno residencial? ¿Es posible, a través del diseño, aumentar la satisfacción residencial de los usuarios?

En México fue durante las primeras décadas del siglo XX cuando la vivienda social aparece como un programa de gobierno, como parte de los compromisos del gobierno posrevolucionario. Primero en la Ciudad de México y después en otras localidades del país, en la década de 1940 y 1950 se aborda la problemática de la vivienda social desde la visión del llamado Movimiento Modernista Internacional de Arquitectura. El diseño de estos conjuntos era integral, se reunían vivienda, educación, comercio y recreación [1].

Para la década de 1970 la dinámica poblacional entra en franco crecimiento, duplicándose con respecto a 1950 y, por el déficit de vivienda que esto generó, se creó en 1972 el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) institucionalizando así el proceso de producción, asignación y otorgamiento de créditos para vivienda en el país. Posteriormente, después del terremoto de 1985 durante el cual se derrumbaron edificios multifamiliares como las tres torres de 20 niveles de Tlatelolco, se introduce un cambio en la tipología de las viviendas y no se volvieron a construir complejos de esas características [2].

En el periodo 1988-1994, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se presentaron importantes reformas a leyes relacionadas con la tenencia de la tierra y el uso del suelo, lo que permitió a ejidatarios y comuneros vender sus terrenos de forma privada. Entre 1990 y el año 2000, con la consigna de abatir el déficit habitacional del país, el Estado asume un nuevo rol en el contexto de la vivienda social y se sirve del marco institucional desarrollado en las décadas anteriores para convertir al INFONAVIT en un organismo regulador con un enfoque al financiamiento [3].

El diseño, la producción y comercialización de vivienda social queda, entonces, en manos de desarrolladores privados, mismos que se han concentrado en la producción de conjuntos urbanos para el consumo de los derechohabientes, por lo que este puede elegir entre la oferta de vivienda existente.

A partir de ese momento se presenta una acelerada producción de vivienda, con un enfoque cuantitativo más que cualitativo, y una fuerte tendencia a desarrollos en las periferias, ignorando la estructura urbana. Esto generó que el gobierno desarrollara en la primera década del siglo XXI programas como el Desarrollos Urbanos Integrales Sustentables con la idea de estimular nuevamente el desarrollo de proyectos integrales. Sin embargo, al ser este un proyecto mixto, el proceso de diseño y construcción de los conjuntos habitacionales estuvo en manos de los desarrolladores privados desde entonces.

Con la solución del problema de la creciente demanda habitacional en mente, en diferentes conjuntos habitacionales de México las viviendas fueron construidas en serie, bajo una misma tipología, con espacios mínimos para maximizar el terreno, olvidando los principios fundamentales del

[[1] Castañeda A. Vivienda Social en México. Taller de vivienda sostenible. Querétaro: Instituto Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro; 2018.

[2] Sánchez Corral J. La vivienda social en México: pasado, presente y futuro. México DF: JSa; 2012.

[3] Pírez P. La mercantilización de la urbanización. A propósito de los “conjuntos urbanos” en México. Estudios demográficos y urbanos. 2014;29(3):481-512.

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diseño arquitectónico: consideraciones de zonas bioclimáticas, orientación, vientos, estrategias de ventilación, iluminación natural y consideraciones térmicas [4]. (Figura 1)

[4] Velázquez González A, Corral Avitia P. Criterios de diseño interior sustentable para la vivienda urbana de la ciudad de Guanajuato, Gto. Jóvenes en la ciencia [Internet]. 2017 [consultado 19 abril 2018];2(1):790-4. Disponible en: http://www.jovenesenlaciencia.ugto.mx/index.php/jovenesenlaciencia/article/view/1192/818.

[5] Oliver R. Satisfaction: A Behavioral Perspective on the Consumer. 2nd ed. New York: Taylor and Francis; 2015.

[6] Mohit M, Al-Khanbashi Raja A. Residential Satisfaction Concept, theories and empirical studies. Planning Malaysia Journal [Internet]. 2014 [consultado 19 abril 2018]; 12(3):[47-66 pp.]. Disponible en: http://www.planningmalaysia.org/index.php/pmj/article/view/SI-3-4/129.

Figura 1. Conjunto habitacional de vivienda social en Mexicali, Baja California (Fuente: Pedro Alfredo Valdivia Haro).

Como todo producto la vivienda debe satisfacer las necesidades y expectativas de sus usuarios generando un beneficio para los mismos. De igual forma los productos satisfactorios abonan a la estabilidad del mercado y sus demás actores en este caso los desarrolladores de vivienda, el Estado y entidades financieras. En los estudios realizados en torno a la satisfacción residencial encontramos que esta va más allá de la satisfacción de las necesidades y expectativas por la vivienda solamente, y que se extiende al conjunto habitacional, su ubicación dentro de la ciudad y a la vida social que en este se pueda desarrollar.

Este ensayo menciona el diseño participativo utilizado en Chile por Alejandro Aravena y el Pensamiento de Diseño en Estados Unidos, como ejemplos de metodologías para abordar los retos que presenta la vivienda social en México. Ambos modelos buscan, a través del diseño, la satisfacción de los usuarios sin dejar de lado la rentabilidad de los desarrolladores de vivienda y las instituciones financieras, y se presentan como una opción de diferenciación y ventaja competitiva en el mercado de la vivienda social y conjuntos habitacionales.

DesarrolloLa satisfacción del usuario debería ser fundamental en el proceso de

construcción de la vivienda social; en el entorno inmediato impacta en el bienestar del individuo, pero además en las ganancias de las empresas productoras a través de las compras, a la vez que contribuye para la estabilidad económica y de las estructuras políticas. Todas estas entidades se benefician de la producción y recepción de resultados satisfactorios, particularmente en los mercados [5].

Para Mohit y Al-KhanbashiRaja [6], la satisfacción es un proceso de evaluación entre lo que se obtiene y lo que se esperaba. Esta puede ser definida como la discrepancia percibida entre la aspiración y el logro, y

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puede abarcar desde la percepción de cumplimiento hasta la percepción de carencia: la satisfacción es una respuesta subjetiva a un ambiente objetivo. Por lo tanto, y tomando en consideración su naturaleza subjetiva, es importante reconocer los elementos en los que enfocarse para mejorar la satisfacción residencial de los usuarios a través del diseño.

La vivienda, como el lugar físico en donde se lleva a cabo la vida íntima y privada del ser humano, se encuentra, a su vez, dentro un espacio mayor inmediato que a pesar de ser de uso público abona al desarrollo de la identidad, la satisfacción y calidad de vida del usuario. Es debido a lo anterior que la satisfacción residencial no puede verse como la provisión de la vivienda solamente, sino que debe considerar el entorno en el que se encuentra ubicada y las relaciones sociales que ahí puede desarrollar [7].

El origen de los estudios sobre satisfacción residencial puede trazarse hasta la Escuela de Chicago de los años veinte, en los cuales se hacen referencias constantes a las condiciones de vida de residentes de diferentes vecindarios [8]. A partir de sus postulados y la evolución que han tenido a lo largo del tiempo, entendemos como satisfacción residencial “la percepción de un individuo en relación a las características físicas y sociales del ambiente residencial; considerando en dicha apreciación, las características personales, las necesidades y aspiraciones del individuo” [9, p.12]. Esta se compone de atributos, que puede ser: ambientales, físicos o sociales.

Según la encuesta de satisfacción residencial de la Sociedad Hipotecaria Federal de 2014 [10] realizada en 433 conjuntos habitacionales de los 32 estados del país, el índice de satisfacción con la vivienda en general es poco satisfactorio, con una calificación de 6 sobre 10. En cuanto al índice de satisfacción del conjunto habitacional y la ciudad, también se encontró como poco satisfactorio (6+), por lo que concluyeron que aun cuando mejoró la apreciación con respecto a años anteriores, sigue habiendo trabajo por hacer.

La vivienda social es un problema complejo, ante el cual Zicardi [11] señala que, en lo que respecta al acceso a la vivienda, intervienen los ingresos y la capacidad de autoproducción de la familia, las políticas públicas y el mercado habitacional. En cuanto a las condiciones de habitabilidad, estas dependen de características constructivas como el diseño y calidad de materiales, cuestiones ambientales, localización y acceso a servicios básicos, equipamiento urbano e infraestructura. En la Figura 2 se ilustra la idea de que la satisfacción residencial se relaciona no solamente con la vivienda, sino con el complejo habitacional en su conjunto.

Figura 2. Composición de la Satisfacción Residencial (Elaboración propia).

[7] Morales A, Nairt L. Satisfacción residencial: encuesta diseñada [Internet]. Barcelona: Universitat Politècnica de Catalunya. Departament de Construccions Arquitectòniques; 2012 [consultado 27 febrero 2018]. Disponible en: https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/18212/report5_LENIMAR_SATISFACCION%20RESIDENCIAL%20-%20ENCUESTA.pdf?sequence=1&isAllowed=y.

[8] Aragonés J, Amérigo M, Pérez R. Residential Satisfaction and Quality of Life. En: Fleury-Bahi G, Pol E, Navarro O, editores, Handbook of Environmental Psychology and Quality of Life Research. 1st ed. Switzerland: Springer; Springer; 2017. p. 311-28.

[9] García Mena M. Satisfacción residencial en los usuarios de vivienda pública: análisis de los factores que influencian la satisfacción residencial y estudio de los instrumentos para su medición [Maestría en Gestión y Valoración Urbana]. Universitat Politècnica de Catalunya; 2016.

[10] Sociedad Hipotecaria Federal. Encuesta de Satisfacción Residencial [Internet]. México DF: Secretaría de Hacienda y Crédito Público; 2014 [consultado 27 febrero 2018]. Disponible en: http://doc.shf.gob.mx/Transparencia/TranspFocalizada/Documents/Encuesta%20de%20Satisfaccion%20Residencial%202014%20V1.pdf.

[11] Ziccardi A. Cómo viven los mexicanos. Análisis regional de las condiciones de habitabilidad de la vivienda. Encuesta Nacional sobre las Condiciones de Habitabilidad de la Vivienda. 1st ed. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México; 2015.

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Desde diferentes enfoques del diseño se pueden abordar los desafíos que presenta la vivienda social y mejorar la satisfacción residencial del usuario. De acuerdo con Richter, Göbel y Grubbauer [12], en años recientes la parte social en campos como los estudios urbanos ha generado un cuerpo, material y basado en la práctica, particularmente en la arquitectura y contextos de diseño, en el sentido de que ya no solo se refiere a estructuras capitalistas, sino que también ha sido asociado con participación comunitaria y enfoques de abajo hacia arriba.

Como un claro ejemplo de esto puede verse el diseño participativo utilizado por el arquitecto Alejandro Aravena, ganador del premio Pritzker en 2015, mediante el cual se abordó la situación de la vivienda social en Chile, que se encontraba en una situación comparable al panorama que se observa en el resto de América Latina, incluyendo a México. Parte importante de la visión del diseño participativo es la búsqueda de la satisfacción de las necesidades actuales y futuras del usuario.

Como bien hace notar Rangel [13], el proyecto de Aravena presenta un modelo de diseño y construcción incremental, de tipologías con la capacidad de crecer y adaptarse a diferentes necesidades del usuario. Del mismo, se desprende un interesante proceso metodológico en el que participan los proyectistas, los inversionistas y los usuarios; es una estrategia de diseño organizada que busca una tipología de vivienda evolutiva, que empate con la industrialización de la construcción, pero además promueva la apropiación individual del usuario.

Otro enfoque de diseño aplicable a la vivienda social es pensamiento de diseño, un método para solucionar problemas complejos a través del desarrollo de soluciones innovadoras, incorporando deliberadamente intereses, preocupaciones y valores humanos al proceso. Consta de cinco características principales que son: un enfoque centrado en el ser humano, una fuerte tendencia a la experimentación, la colaboración de grupos interdisciplinarios, una visión holística e integradora de los problemas complejos y su característico proceso de seis pasos que consiste en entender, observar, definir, idear, generar prototipos y probar [14].

El diseño ha sido utilizado por otras industrias para dar solución a problemas complejos y puede aplicarse a la resolución de la problemática de vivienda social. Denning expone que existe gran interés por aplicar el pensamiento de diseño participativo más flexible para la resolución de problemas sociales vinculados a esta actividad, dado que utilizar un modelo único de vivienda no funciona para la diversidad de necesidades y deseos de las comunidades a las que se busca servir [15].

Parafraseando a Brown, el pensamiento de diseño tiene mucho que ofrecer al mundo de los negocios en el cual la mayoría de las ideas administrativas están disponibles de manera gratuita para ser copiadas y explotadas. Los líderes ahora ven hacia la innovación como la principal fuente de diferenciación y ventaja competitiva, harían bien en incorporar el pensamiento de diseño a todas las fases del proceso [16].

[12] Richter A, Göbel H, Grubbauer M. Designed to improve? City. 2017 [consultado 20 de febrero de 2018]; 21(6):[769-78 pp.]. Disponible en: https://rsa.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13604813.2017.1412198?scroll=top&needAccess=true#.XGGzHVVKiUk.

[13] Rangel, B. Estrategia metodológica para el diseño de la vivienda incremental. AUS [Internet]. 2016 [consultado 25 febrero 2018]; (20):[48-55 pp.]. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281750069008.

[14] Geissdoerfer M, Bocken N, Hultink E. Design thinking to enhance the sustainable business modelling process – A workshop based on a value mapping process. Journal of Cleaner Production. 2016 [consultado 25 febrero 2018];135:[1218-32 pp.]. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/305110204_Design_thinking_to_enhance_the_sustainable_business_modelling_process_-_A_workshop_based_on_a_value_mapping_process.

[15] Denning P. Design thinking. Communications of the ACM. 2013 [consultado 10 abril 2018]; 56(12):[29-31 pp.]. Disponible en: https://cacm.acm.org/magazines/2013/12/169940-design-thinking/fulltext.

[16] Brown T. Design Thinking. Harvard Business Review [Internet]. 2008 [consultado 10 abril 2018]; (junio):[84-92 pp.]. Disponible en: https://hbr.org/2008/06/design-thinking.

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Rubén Garnica MonroyDoctor. Profesor Investigador. Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro. Escuela de Arquitectura Arte y Diseño, Santiago de Querétaro, México. e-mail: [email protected]

Sheila Delhumeau Rivera Doctora, Profesora- Investigadora, Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, Baja California, México.e-mail: [email protected]

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

ConclusionesLa problemática de la vivienda social es compleja y como tal reclama

una solución que considere su naturaleza multifactorial, con un enfoque humanista, pero sin dejar de lado la realidad política, cultural y económica. En la actualidad existe un cuerpo de conocimiento solido en lo que se ha denominado como “arquitectura social”, que presenta el diseño participativo como herramienta para desarrollar estas soluciones.

El diseño participativo de la vivienda social y el conjunto habitacional deben ser considerados de vital importancia para hacer frente a los desafíos que se presentan en el sector, ya que a través de este se puede encontrar la manera de satisfacer a los diferentes actores involucrados. Por un lado, puede ser un gran aliado a la hora de mejorar la satisfacción del usuario, cumpliendo además con el marco normativo que presenta el estado; pero también, y quizás esta es la faceta que más ha sido olvidada por parte de los desarrolladores, tiene el potencial de generar una ventaja competitiva importante para quien la sepa desarrollar de manera adecuada, sin olvidar que el objetivo final del diseño de la vivienda social y el conjunto habitacional es la satisfacción residencial.

Pedro Alfredo Valdivia Haro MA. Doctorante, Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, Baja California, México. e-mail: [email protected]

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ACADÉ-MICAS

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ACADÉMICAS / ACADEMICS

107 De la bio-tipología al bio-diseño. Estrategias didácticas en arquitectura

From the Bio-typology to Bio-design. Didactic Strategies in Architecture

Alejandro Guzmán Ramírez y Mariano Adrian Ferretti Ramos

115 0°0’0” Making City. El tercer paisaje como forma de tejer naturaleza y ciudad

0°0’0” Making City. The Third Landscape as a form of Linking Nature and City

Marianela Cruz Cabrera y Enrique Fernández Vivancos

125 Doctorado en Arquitectura. Experiencias compartidas Madrid- La Habana

An Architectural Doctoral Program. Shared Experiences Madrid- Havana

Dania González Couret

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Alejandro Guzmán Ramírez y Mariano Adrian Ferretti Ramos

RESUMEN: Existen múltiples ejemplos de una arquitectura basada en la observación de la naturaleza desde su simple imitación hasta la búsqueda de la aplicación de principios y mecanismos naturales. El presente trabajo tiene como objetivo explicar una metodología didáctica sobre procesos específicos de diseño inspirados en la naturaleza. Como parte de la metodología empleada se recurre a la biotipología como herramienta creativa para la generación de la forma (morfogénesis) que facilita la transferencia de morfologías naturales a la arquitectura. A partir de dicha experiencia didáctica se obtiene un diseño conceptual que busca emular desde la abstracción y síntesis los comportamientos biológicos hacia la forma y espacialidad arquitectónica.

PALABRAS CLAVE: morfogénesis, bio-tipología, bio-diseño, diseño arquitectónico

RECIBIDO: 1 octubre 2018 APROBADO: 15 diciembre 2018

ABSTRACT: Multiple examples exist of an architecture based on the observation of nature from simple imitation to the pursuit of the implementation of principles and mechanisms. This paper aims to explain a didactic methodology on specific processes of nature-inspired design. It draws on bio-typology as a creative tool for the generation of the shape (morphogenesis) that facilitates the transfer of natural morphologies to architecture. The result is a conceptual design that draws on abstraction and synthesis to emulate biological behaviors that lead towards architectural spatiality.

KEYWORDS: morphogenesis, bio-typology, bio-design, architectural design

Académicas/ Diseño arquitectónico

Experiencias didácticas sobre procesos de diseño basados en la bio-tipología (Elaboración propia).

De la bio-tipología al bio-diseño. Estrategias didácticas en arquitectura

From the Bio-typology to Bio-design. Didactic Strategies in Architecture

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IntroducciónLa biomímesis (término compuesto procedente del griego clásico que

conjuga la vida -bios- y la facultad imitativa-mimesis), alude a un enfoque, aproximación o estilo de razonamiento emergente que está siendo aplicado, a través de la inspiración creativa en características y procesos “reales” del orden natural, a determinadas metodologías avanzadas de diseño e innovación sustentables; así como a ciertos campos específicos de la tecno-ciencia con el propósito concreto de resolver problemas de distinta índole.

Desde que la bióloga estadounidense Janine Benyus [1] a finales de los años noventa pusiera el concepto de biomimesis nuevamente en circulación dentro del debate ambiental; la biomimética ha abarcado hasta la fecha, distintos campos entre los cuales se puede nombrar la medicina, la ingeniería, las ciencias materiales, la robótica, la farmacéutica, el diseño y la arquitectura.

La experiencia académica que se muestra, se implementó en el Taller de Diseño Arquitectónico, con un total de 15 alumnos, manejado como un taller experimental enfocado hacia nuevos procesos del diseño en la Maestría en Diseño Arquitectónico de la Universidad De la Salle Bajío en la ciudad de León, Guanajuato. México en el año 201812.8

AntecedentesSobre la biomimética en arquitecturaLa Arquitectura biomimética es un paradigma aún en construcción. Sin

embargo, en la arquitectura se encuentran algunos antecedentes que pueden ayudar a definir los criterios de una arquitectura comprometida tanto con la naturaleza como con el ser humano.

En primer lugar, se puede mencionar la llamada “arquitectura orgánica” [2] que es aquella en la que el edificio imita en su construcción y en su disposición a los imperativos de eficacia con que crecen los organismos naturales. Como ellos, se adapta al lugar en el que se emplaza y, en consecuencia, busca la forma constructiva, la disposición espacial y los materiales más eficaces en relación con su entorno inmediato. Es una arquitectura que trata de aplicar la lógica de los seres vivos en términos de adaptación, y como resultado, aparecen edificios con una distribución espacial flexible, con una relación interior- exterior sin obstáculos y una fisonomía relacionada con la plástica de su entorno.

Por otro lado se encuentra el movimiento llamado “metabolista” [3], en el cual se establece una analogía formal de seres vivos o ecosistemas de microorganismos hacia una imitación literal en la prefiguración de un ser vivo. Sin embargo, tanto la arquitectura orgánica como la metabolista, se construyen con la lógica estricta de los sistemas constructivos y tectónicos tradicionales. Son artificiales por definición. Lo que quieren copiar de la naturaleza es el modo formal con que sus organismos se forman y se adaptan.

Una tercera aproximación a la arquitectura biomimética, y tal vez la más obvia, es la que toma formas naturales de manera literal y las incorpora al edificio. En este sentido se pueden encontrar antecedentes de la imitación básica de formas naturales como elementos de ornamentación arquitectónica a finales del siglo XIX y principios del XX, en el llamado movimiento Art Noveau. Asimismo en los años setenta del siglo XX, dentro el movimiento postmoderno se presentan ejemplos en los que se imitan formas

[1] Benyus J. Biomimesis: Innovación inspirada en la naturaleza. Barcelona: Tusquets; 2012.

[2] Frampton K. Historia crítica de la arquitectura moderna. Barcelona: Gustavo Gili; 2014.

[3] Meike Schalk M. The Architecture of Metabolism. Inventing a Culture of Resilience. ARTS [Internet]. 2014 [consultado 15 mayo 2018]; 3:[279-97 pp.]. Disponible en: www.mdpi.com/2076-0752/3/2/279/pdf.

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específicas naturales desde un punto de vista estético, construyéndose todo un simbolismo y lenguaje escenográfico de tintes historicistas. [4]

En los discursos contemporáneos se habla de la “cultura verde” [5], tendencia que introduce la naturaleza dentro del propio edificio, además de la implementación tecnológica en el ámbito ambiental.

Finalmente se encuentra una quinta forma de incorporar la naturaleza a la edificación; la “arquitectura biónica” [6] que es aquella que utiliza procedimientos aprendidos de la naturaleza para resolver problemas específicos de los edificios, como la búsqueda de materiales que aporten una mayor resistencia y flexibilidad estructurales (estudiando las estructuras vegetales y animales); eficiencia energética (analizando ecosistemas naturales), y demás soluciones inspiradas en mecanismos naturales. Aunque la arquitectura biónica se inspira en la naturaleza para dar soluciones técnicas al proceso constructivo y a las propias edificaciones, su sustentabilidad es dudosa, debido al costo económico que representa el uso de sus tecnologías.

Si la arquitectura biomimética ha de constituir un nuevo paradigma, más sustentable, más humano y más ecológico, es necesario explorar alternativas didácticas que permitan una valoración real de sus resultados. En este sentido, se debe hacer énfasis en la parte formativa del arquitecto, por lo cual debe ponerse en práctica desde los propios procesos de diseño del estudiante y del profesional en la arquitectura.

Materiales y métodosLa biología es la ciencia de la vida, por lo tanto esta intrínsecamente

relacionada con la habitabilidad, por esta razón el diseño arquitectónico ha adoptado el término morfogénesis como un proceso de diseño enraizado en el paradigma de la naturaleza y relacionado con producciones de alto nivel de funcionalidad y alta capacidad de definición estructural en la generación de espacios y formas en la arquitectura.

Como parte de experiencias didácticas se presenta un trabajo conceptual y experimental sobre la Morfogénesis, es decir, sobre la generación de la forma a partir de la relación entre la arquitectura y la naturaleza. El curso planteado tuvo la intención de que el alumno integrara los conceptos biológicos en el análisis morfológico y funcional bajo una perspectiva ecológica y sustentable, desde la comprensión de una especie natural (vegetación) hasta el desarrollo de una propuesta arquitectónica a través de la bio-tipología.

Planteamiento. Se entiende por analogía biológica o “biotipología” la acción de aislar las características específicas de un elemento de la naturaleza y representarlo de una manera técnica, de manera que proporcione información que pueda ser utilizada como un principio de solución ya sea formal, espacial o estructural.

El procedimiento consistió en 5 fases:- Fase 1. Comprensión de la especie. Análisis a nivel macro- Fase 2. Identificación principio biológico. Análisis a nivel medio- Fase 3. Identificación principio activo. Análisis a nivel micro- Fase 4. Definición del principio activo– arquitectónico- Fase 5. Propuesta arquitectónica

[4] Farrell T, Furman AN. Revisiting Postmodernism. London: RIBA Publishing; 2017.

[5] Bauer M, Mösle P, Schwarz M. Green Building. Guidebook for Sustainable Architecture. New York: Springer; 2010.

[6] Wahl DC. Designing regenerative cultures. Devon: Triarchy Press; 2016.

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DesarrolloFase 1. Comprensión de la especie

El ejercicio consiste en la comprensión de un organismo vegetal a partir de la disección del todo en partes, delimitando modelos experimentales en la búsqueda de formas resultantes con procesos naturales de autoformación y auto organización. El proceso inicia con la revisión de organismos en tres niveles de jerarquización presentes en la naturaleza: nivel macro, nivel medio y nivel micro.

A nivel macro se busca entender las cualidades morfo-ecológicas, su relación con el entorno y su eficiencia.

a) Descripción de la especie: Cada especie ostenta características particulares que la diferencian de las otras por medio de una lógica de crecimiento, desarrollo y evolución, dando como resultado la forma coherente que manifiesta cada uno de los seres naturales. En este sentido se describen los datos generales de la vegetación seleccionada, especie, características específicas, ecosistema (Figura 1)

a) Observación de la especie: Se realiza la observación y el análisis en sus características generales: formales, estructurales y materiales; con la finalidad de comprender su estructura como parte de un sistema natural (Figura 2)

Figura 1. Descripción de la especie. (Elaboración propia).

Fase 2. Identificación de principio biológicoA nivel medio se realiza una descripción técnica del organismo y a través

de su disección se identifican sus tendencias de crecimiento y patrones geométricos (proporcionales y numéricos).

b) Exploración características físicas; se realiza la disección de la especie en partes que permitan analizar sus dimensiones, forma, color, textura y transparencia. (Figura 3)

Figura 2. Observación de la especie (Elaboración propia).

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Figura 3. Exploración de las características físicas de la especie. (Elaboración propia).

a) Exploración de la estructura; se analiza su geometría y patrones de desarrollo con la finalidad de abstraer su estructura básica. (Figura 4) Luego de examinar la especie, se busca emular desde un proceso de abstracción y síntesis su comportamiento biológico. De esta forma, se define el “principio biológico” como la base o razón fundamental que da sentido y explica las características particulares del organismo analizado, ya sea de carácter funcional, estructural, material, formal o de comportamiento.

Figura 4. Exploración de la estructura básica de la especie. (Elaboración propia).

Fase 3. Identificación de principio activoEl nivel micro se aborda desde la microscopía a nivel experimental, para

validar o visualizar cualidades de eficiencia presentes en el organismo.b) Exploración y análisis microscópico de la especie para entender la

eficiencia del organismo. (Figura 5)

Figura 5. Exploración de la muestra a través de la disección y análisis microscópico. (Elaboración propia).

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Figura 6. Esquematización de la especie. (Elaboración propia).

a) Esquematización de la especie: se realizan esquemas que expliquen las cualidades de la especie desde su auto-organización, formación y bio- dinámicas particulares (Figura 6). Se define como principio activo a la justificación y demostración del principio técnico obtenido de la transformación del principio biológico, es decir, a la explicación técnica razonada y útil que toma como base de entendimiento un fundamento de la naturaleza. Este principio activo deriva en una esquematización de tipo funcional- espacial que pueda ser aplicado en el proceso de diseño arquitectónico.

Figura 7. Determinación del principio activo- arquitectónico. (Elaboración propia).

Fase 4. Definición del principio activo- arquitectónicoSe define el principio activo- arquitectónico entre la solución natural y la

técnica mediante el diseño, describiendo si el proceso resultó en una copia, imitación, emulación o inspiración, y justificándolo adecuadamente.

b) Determinación del principio activo- arquitectónico, proceso mediante el cual el principio activo deriva en una forma arquitectónica básica que implique las cualidades abstraídas de la especie analizada. (Figura 7)

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Figura 8. Aplicación del principio activo- arquitectónico a distintas alternativas espaciales. (Elaboración propia).

c) Aplicación del principio activo a una propuesta de diseño, donde se analizan las opciones de adaptabilidad y eficiencia hacia la forma, materialidad y desempeño de espacios arquitectónicos. (Figura 8)

Fase 5. Propuesta arquitectónicaEl principio activo– arquitectónico sometido a una problemática de

diseño determinada, permitió realizar una serie de propuestas espaciales, formales, y funcionales hacia la definición del objeto arquitectónico. (Figura 9)

Figura 9. Generación digital y propuesta de diseño arquitectónico. (Elaboración propia).

ResultadosSobre la experiencia didáctica abordada, se podría comentar que el objetivo

principal ha sido familiarizar al estudiante con el diseño biomimético y con la comprensión de los principios observados en las soluciones funcionales de la naturaleza, mediante un aprendizaje basado en métodos experimentales enfocados hacia el diseño.

El proceso creativo por analogía biológica establece la búsqueda de la relación de similitud entre elementos de dos hechos u objetos; se genera una imagen mental del problema a solucionar y se vincula a seres vivos

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114 Académicas/ De la bio-tipología al bio-diseño. Estrategias didácticas en arquitectura

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Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

Mariano Adrian Ferretti RamosDr. Arquitecto. Programa Interinstitucional de Doctorado en Arquitectura PIDA. Universidad de Guanajuato, División de Arquitectura, Arte y Diseño, Departamento de Arquitectura, Guanajuato, México.e-mail: [email protected]

Alejandro Guzmán RamírezDr. Arquitecto. Académico-Investigador, Universidad de Guanajuato, División de Arquitectura, Arte y Diseño, Departamento de Arquitectura. Guanajuato, México.e-mail: alejandroguzman06@ gmail.com

que ya han solucionado dicho problema. En este sentido, la bio- tipología sirve como un filtro y facilita la transferencia de morfologías naturales a la arquitectura.

De tal suerte, el trabajo desarrollado contribuye al conocimiento de la naturaleza y la manera de proponer opciones sobre la concepción espacial que den respuesta a la habitabilidad del espacio. Como resultado el estudiante fue capaz de visualizar una forma distinta de abordar un problema de diseño mediante la solución creativa basada en el estudio de la naturaleza, desarrollando capacidad de análisis, observación, interpretación creativa y exploración formal basada en la morfogénesis.

ConclusiónLa innovación exige nuevos procesos creativos y métodos alternativos en

el diseño. Aquí se ha presentado un método didáctico donde el diseñador utiliza la naturaleza como fuente de ideas y soluciones espaciales en arquitectura.

En este caso, la biomimética a través de una transfe+rencia de conocimiento trans- disciplinar, recurre a la aproximación de componentes, estructuras o funciones del ámbito natural al técnico. De este modo los métodos creativos aplicados al diseño se enriquecen con una gran diversidad de soluciones.

Como resultado del aprendizaje, se logró que los alumnos comprendieran el funcionamiento básico de la naturaleza incidiendo en la creación de lógicas alternativas en la configuración y morfogénesis del objeto arquitectónico.

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Marianela Cruz Cabrera y Enrique Fernández Vivancos

RESUMEN: La urbanización acelerada de las ciudades latinoamericanas, obliga a poner la mirada hacia partes sensibles de la misma, las llamadas periferias o bordes urbanos. El trabajo se enfoca en presentar la herramienta del Workshop Académico un espacio de discusión, intercambio de ideas y posicionamiento sobre el escenario urbano y del paisaje, desde la perspectiva del tercer paisaje, lugar de poderosas dinámicas. El workshop se desarrolló en Quito, Ecuador, en septiembre de 2018, bajo el tema 0°0’0” “Making City”. Como resultado se presentó una propuesta para recuperar y reciclar espacios existentes en la ciudad como alternativa viable hacia la diversidad, inclusividad y mejora de la calidad de vida de las personas que propugna la nueva agenda urbana para la ciudad actual y futura.

PALABRAS CLAVE: tercer paisaje, periferias urbanas, workshop académico, 0°0’0” “Making City”

ABSTRACT: Accelerated urbanization in Latin American forces us to look towards sensitive parts of its cities such as their so-called peripheries or urban edges. This essay focuses on presenting the tool derived from the Academic Workshop as a space for discussion, exchange of ideas and positioning on the urban and landscape scenarios. The analysis stems from the perspective of the third landscape, as a place of powerful dynamics. The workshop held in Quito, Ecuador in September 2018 was held under the theme 0°0’0” “Making City.” ” The workshop’s findings are a call to recover and recycle existing spaces in the city as a viable alternative to diversity, inclusiveness and improvement of the quality of life of the people that the new urban agenda advocates for the current and future city.KEYWORDS: third landscape, urban peripheries, academic workshop, 0°0’0” “Making City”

Académicas/ Enseñanza del urbanismo

RECIBIDO: 16 octubre 2018 APROBADO: 26 noviembre 2018

0°0’0” Making City. The Third Landscape as a form of Linking Nature and City

0°0’0” Making City. El tercer paisaje como forma de tejer naturaleza y ciudad

Paisaje de San Antonio de Pichincha Naturaleza y ciudad. Foto: Marcelo Granja Amores

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IntroducciónEl escenario actual impone grandes desafíos en la ciudad, concentrados

en la inaplazable necesidad de crear espacios incluyentes, en armonía con el medio ambiente, el desarrollo económico, social y cultural. Abordar la complejidad del hecho urbano necesita un enfoque integral, sistémico y holístico que contribuya al mejoramiento de la ciudad, particularizando en las zonas de mayores problemas. [1] El creciente fenómeno de la urbanización acelerada que se aprecia en las ciudades latinoamericanas, obliga a poner la mirada hacia ciertas partes sensibles de la misma, como sus llamadas periferias o bordes urbanos.

El tema de las periferias urbanas se hace más complejo en las grandes ciudades ya que el fenómeno es de mayor escala. Pero, ¿qué es una periferia?, el diccionario la define como “el conjunto de los barrios dispuestos a los márgenes exteriores de un núcleo urbano”, también como “la zona más exterior y más marginal, en contraposición del centro, de un espacio o de un territorio”. Sin embargo va más allá de esta definición; son zonas que, por su marginalidad y segregación, han sido lugares que carecen de condiciones para el bienestar y, en términos generales, áreas de la ciudad desprovistas de oportunidad y condiciones para satisfacer la calidad de vida de quienes habitan allí, con una ocupación irregular sobre ese borde urbano,. Estos bordes de ciudad están cargados de memoria, de escenas y vivencias que contienen información; elementos con identidad cultural en cada calle, esquina o frente a la vivienda, que quien habita reconoce, defiende y arraiga. [2]

Dadas las propias características de estas zonas periféricas, es necesario tener clara su interpretación como áreas difusas, donde los límites entre lo construido y lo no construido, entre naturaleza y urbanización no están claramente delimitados. Se puede afirmar desde la mirada físico espacial, que estas áreas de la ciudad presentan una baja ocupación y utilización del suelo; existe una mezcla entre entorno natural, hidrografía, relieve, clima, vegetación y la urbanización realizada por del hombre.

En la actualidad se puede entender la periferia desde el concepto de borde, el cual según Ballén-Velázquez, implica reconocer la presencia de dos o más realidades diferenciadas, que tienen una relación de proximidad y en consecuencia, al adoptarla se asume la existencia de un límite entre dos ámbitos diferentes [3]. Se entiende entonces la relación entre áreas naturales y antropizadas, que se da con mayor fuerza en esta parte de la ciudad.

Las distintas aproximaciones que recurren a la noción de borde tienen en común su consideración como franjas territoriales, donde ocurre la transición de usos urbanos consolidados a rurales o ecosistemas naturales, presentándose dinámicas de degradación ambiental, deficiencias en materia de infraestructuras urbanas, efectos negativos de actividades extractivas (minería, industria y agroindustria) y distintas tensiones entre los habitantes rurales originarios y los nuevos pobladores. Se entiende así la necesidad de comprender los bordes no sólo como un espacio periférico en el que se presenta una articulación conflictiva o “desbordada” entre lo urbano, lo rural y lo ambiental, sino como un producto de articulación como espacio sociocultural, al mismo tiempo que han permitido la visibilidad de actores sociales tradicionalmente excluidos que confluyen en dichos espacios. [3]

Los bordes se refieren al límite entre lo urbano y lo rural, pero no como línea divisoria y terminal sino como el resultado del análisis de los procesos que ahí se desarrollan y que pueden ser caracterizados de una u otra

[1] Cruz Cabrera M. El desafío de hacer ciudad en el siglo XXI. EIDOS [Internet]. 2016 [consultado: 16 diciembre 2018]; 9:[4-14 pp.]. Disponible en: https://revistas.ute.edu.ec/index.php/eidos/article/view/126.

[2] Aguilera-Martínez FA, Medina-Ruiz M. Intervención social en el borde urbano desde el proceso de la significación cultural. Revista de Arquitectura [Internet]. 2017 [consultado: 16 diciembre 2018]; 19(2):[78-93 pp.]. Disponible en: https://editorial.ucatolica.edu.co/ojsucatolica/revistas_ucatolica/index.php/RevArq/issue/view/RevArq%2019-2/showToc.

[3] Ballén-Velázquez LM. “Desbordando” la categoría de borde. Reflexiones desde la experiencia bogotana. Bitácora Urbano Territorial [Internet]. 2014 [consultado: 16 diciembre 2018]; 2(julio). ISSN 2027-145X. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/43254.

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manera; se visualiza como una zona de transición, de fronteras o de nuevos procesos. El borde permite concebir un espacio abierto y permeable, para reconocer que existen relaciones externas a él que lo configuran y lo moldean desde diferentes escalas y posicionamientos, por lo que se encuentra en una continua y constante transición o cambio, en la medida en que se relaciona con la ciudad. [4]

Se podría hablar que las periferias o bordes se constituyen en espacios residuales de la ciudad actual y es precisamente esta condición de residuo, la que hace pensar en las palabras de Gilles Clément, cuando plantea el tercer paisaje como una manera de ver el paisaje a través del residuo de los lugares de transición.

El tercer paisaje es un espacio de poderosas dinámicas, que cambia de forma con el paso del tiempo. En relación con el entorno es apreciable la fuerte presión del territorio antropizado, las prácticas contaminantes y las no contaminantes. En relación con la sociedad, puede ser considerado como un espacio de naturaleza, de ocio, de ahí la necesidad de identificar sus límites y sus usos, lograr que esté organizado y estructurado. En relación con la cultura es un lugar privilegiado de la inteligencia biológica con capacidad para reinventarse constantemente. Es el espacio idóneo para crear un vínculo de fusión entre el hombre y la naturaleza. [5].

Sin lugar a dudas entre los conceptos de periferias urbanas y bordes, existen elementos comunes que hacen pensar que se trata de un mismo espacio. Es entonces el tercer paisaje una forma de abordar estas zonas como espacio común para la intervención y transformación en función del bienestar de la naturaleza y de las personas. El presente trabajo tuvo como propósito estudiar precisamente estas áreas de periferia, borde o frontera, en estrecha relación con el paisaje, en la parte norte de la ciudad de Quito, un tema de interés y actualidad, que permite desarrollar miradas críticas con perspectivas diversas, y definir propuestas urbanas y paisajísticas de interés.

Su realización tuvo lugar durante el Taller WinAReQ International Summer School Workshop in Architecture and Landscape Design, en su Cuarta Edición1 , realizado en septiembre de 2018, en la Universidad UTE, Quito, Ecuador, bajo el tema 0°0’0” “Making City”, Hacer Ciudad a la mitad del mundo. El Workshop Académico es un espacio de discusión y de intercambio de ideas y posiciones sobre temáticas actuales del escenario urbano y del paisaje que apoya el trabajo realizado con el Instituto de Planificación Urbana, en la propuesta de construcción de la Visión de Quito al 2040. La Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad UTE, fue asignada al estudio y proyección de la zona norte de la ciudad, que comprende las parroquias de Calderón, Pomasqui y San Antonio de Pichincha.

La estructura del Workshop se realizó a partir de definir tres equipos de trabajo, cada uno con objetivos determinados en los que participaron estudiantes de los últimos tres años de la FAU-UTE. Cada equipo estuvo conducido por arquitectos de reconocido prestigio internacional, procedentes de distintos países del mundo y respaldados por un grupo de docentes de la propia universidad, para ampliar y enriquecer el abanico de propuestas estratégicas de intervención tanto a escala urbana como paisajística, estrechando la relación entre arquitectura, paisaje y ciudad.

Se trabajó en tres franjas: dos límites externos, entre ciudad y cordillera andina y un límite interno caracterizado por la existencia de una

[4] Fernández-Silva PY, Ramírez-Velázquez BR. Grupos domésticos socialmente vulnerables en el borde sur de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Economía, Sociedad y Territorio [Internet]. 2016 [consultado: 16 diciembre 2018]; 16(52):[761-785 pp.]. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-84212016000300761.

[5] Gilles C. Manifiesto del tercer paisaje. Nueva edición ampliada. Barcelona: Gustavo Gili; 2018.

1 Cada período académico la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad UTE, en Quito, realiza el evento International Summer School- Workshop de Arquitectura Equinoccial “WinAReQ” donde participan destacados arquitectos del ámbito mundial, quienes durante dos semanas trabajan, junto a docentes y estudiantes provenientes de todo el mundo, en proyectos intensivos, que logran dar nuevas perspectivas a la formación holística de los estudiantes.

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infraestructura urbana que cruza el barrio en dirección norte-sur. Son lugares donde la transición entre las diferencias no ha sido resuelta y la relación entre realidades distintas es chocante. Espacios conflictivos y al mismo tiempo ricos en potencialidades que surgen desde el enfrentamiento de los opuestos. A los distintos equipos se les orientó interpretar el concepto de límite de manera interdisciplinar2: (Figura 1).

• Franja 1: Límite oeste, LANDSCAPE, con el tema Regeneración paisajística del borde, la permeabilidad de la naturaleza en el ámbito urbano.

• Franja 2: Calle 13 de junio, URBAN SCAPE, con el tema Regeneración urbana de la calidad espacial. Identificación de estrategias de intervención en espacios intersticiales entre lleno y vacío.

• Franja 3: Rio Monjas, ARCHEO SCAPE, con el tema Regeneración paisajística del rio. Desarrollo de actividades culturales, arqueológicas y deportivas.

Figura 1. Franjas de estudio en San Antonio de Pichincha. Workshop Académico. Foto: A. Beltrán y P. Bracchi, 2018.

El tema presentado en este trabajo se refiere a la franja 1, en la que participaron un grupo de 37 estudiantes y cuatro docentes3 durante dos semanas.

Se utilizaron técnicas tradicionales de indagación para el análisis urbano, apoyados en la investigación de campo, la observación, entrevistas, levantamientos fotográficos y videos, que facilitaron la elaboración de un diagnóstico rápido para identificar las transformaciones del territorio a estudiar. Se revisaron además las fuentes cartográficas e informaciones levantadas por las instituciones competentes y fue utilizada la técnica de mapeo rápido a partir del trabajo con collage, maquetas y videos para evidenciar tanto el diagnóstico como la nueva propuesta.

2 Programa del Taller WinAReQ International Summer School Workshop in Architecture and Landscape Design. Universidad UTE, 2018.

3 Arq. Enrique Fernández Vivancos de la CEU de Valencia, docente invitado para conducir el Workshop conjuntamente con docentes de la Universidad UTE, Ecuador, la Arq. Marianela Cruz Cabrera como urbanista y los arquitectos Geovanny Estrella y Adrián Beltrán como docentes de apoyo.

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La franja de estudioLa ciudad de Quito, metrópoli consolidada cuya función

política y administrativa la colocan como la capital del Ecuador, es considerada la más antigua de Sudamérica y la segunda ciudad con mayor población en el país, con 2 644 145 habitantes. Se encuentra localizada a 2800 msnm, rodeada de grandes volcanes y delimitada en su parte oeste por la cordillera andina y en el este por grandes valles y quebradas4 que han condicionado un modelo de desarrollo urbano de forma alargada en sentido norte –sur, el cual recorre casi 50 km de área urbana consolidada. Como singularidad el norte de la ciudad cuenta con el paso de la Línea Ecuatorial –Mitad del Mundo– que separa los hemisferios norte y sur, con múltiples significados, lo que lo convierte en un lugar de gran atracción turística.

Al norte de la ciudad se encuentra la parroquia urbana denominada San Antonio de Pichincha, considerada la puerta de entrada de la ciudad de Quito. Además posee características muy distintivas ya que, en ella convergen naturaleza, ciudad y sociedad con igualdad de fuerza. Se destacan cinco unidades paisajísticas bien diferenciadas en dos grandes grupos, naturales (la cordillera andina, las quebradas, y el río Monjas) y urbanas, (área consolidada concentrada en su parte central y el área de expansión periférica y degradación), las cuales se constituyen en el hábitat de 32 355 habitantes. La singularidad de la zona, la convierten en un importante laboratorio para expresar la relación entre naturaleza y ciudad, que en la actualidad presenta una problemática evidente en cuanto a imagen urbana, formas de ocupación y utilización del suelo. Por esta razón el equipo organizador del Workshop la elige como un lugar privilegiado de experimentación de estrategias de intervención con carácter regenerativo que posteriormente podrán ser replicados en diferentes partes de la ciudad y en otras ciudades.

La franja seleccionada se denominó landscape5, por su predominio de los elementos naturales, en este caso la cordillera andina y el sistema de quebradas. El análisis realizado arrojó problemáticas muy claras en relación a las particularidades del medio físico-espacial, y al comportamiento urbanístico del lugar. (Figuras 2 y 3)

Figura 2. Maqueta de representación del relieve de la zona de estudio, elaborada por los estudiantes. Foto: A. Beltrán y G. Estrella, 2018.

Figura 3. Representación general del área de estudio en la parroquia de San Antonio de Pichincha. Elaborado por: A. Beltrán, P. Bracchi y M. Cruz, 2018.

4 Quebrada es denominada hendidura de una montaña, al paso estrecho entre elevaciones o al arroyo o riachuelo que atraviesa una quiebra. En Ecuador, se utiliza como sinónimo de arroyo, pequeño río o riachuelo, con un caudal muy modesto en comparación con otras corrientes de agua. La posibilidad de cruzarlos a pie los hace ideales para los amantes del senderismo y del turismo de aventura o ecológico.

5 Landscape, término en inglés para denominar el paisaje, el cual fue utilizado en este trabajo para identificar la franja que fue estudiada ya que en la misma son los elementos naturales los predominantes.

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Las características del medio físico- espacial mostraron un relieve accidentado cuyo protagonista es la cordillera andina, que recorre todo el lado oeste de norte a sur el área de estudio, acompañada de tres quebradas que atraviesan en sentido este a oeste, dejando un pequeño valle donde se ha ido asentando la población de forma planificada en las áreas centrales, y de manera espontánea siguiendo las condicionantes del relieve hacia los bordes o periferias. Se muestra un tejido disperso, con edificaciones de baja altura, poco consolidado, basado en la autoconstrucción, con grandes vacíos urbanos y solares yermos abandonados. Los usos de suelo de la zona son predominantemente residenciales, con insuficientes servicios, equipamientos, espacios públicos e infraestructuras de agua potable y alcantarillado.

Otros problemas identificados son los asociados a la erosión del suelo, agudizada por las fuertes pendientes de las montañas por donde corre el agua de lluvia a gran velocidad con poca retención, lo que genera la presencia de poca o nula vegetación, predominantemente arbustiva seca. La zona presenta dos canteras de extracción de áridos, una en explotación y servicio actualmente, desde donde se extrae el 70% del material pétreo utilizado en las construcciones en la ciudad de Quito y otra, en total abandono generándose una excesiva contaminación por polvos procedentes de la explotación minera, además del ruido provocado por el tráfico automotor y los camiones que transportan el material extraído de la cantera. La degradación paisajística y el abandono del área generan inseguridad y baja apropiación del espacio, un factor grave de disfunción urbana (Figuras 4 y 5).

Asimismo fueron reconocidas las fortalezas y oportunidades que brinda la zona entre las que se destaca con mucha fuerza el turismo, ya que en el lugar se encuentra el Monumento a la Mitad del Mundo, sitio ampliamente visitado y reconocido internacionalmente por contar con la línea que divide al planeta en dos hemisferios, (Figura 6). Existen varios museos que relatan los valores arqueológicos y la cultura indígena del lugar. Es también significativo el alto valor

Figura 4. Canteras de explotación de áridos existente en el área de estudio. Foto: M. Cruz, 2018.

Figura 6. Sitio turístico Monumento de la Mitad del Mundo en Quito. Foto: estudiantes FAU-UTE.

Figura 5. Composición estratigráfica de la cantera abandonada situada en el área de estudio. Foto: M. Cruz, 2018.

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paisajístico existente, con visuales inigualables que reflejan la fuerza de la naturaleza que lo rodea. Además cuenta con una excelente accesibilidad a través de la Avenida Córdova Galarza, que conecta la zona de estudio, con el resto de la ciudad de Quito y muy en especial con su Centro Histórico.

Teniendo en cuenta el diagnóstico realizado se pudo elaborar una propuesta de intervención basada fundamentalmente en dos aspectos; el primero, recuperar y regenerar los elementos naturales y el segundo, tejer la naturaleza con la ciudad, brindando un nuevo espacio de uso para sus habitantes. Desde esta perspectiva fueron identificados como objetivos claves de la intervención: frenar el proceso de erosión del suelo y reducir la contaminación del aire; proporcionar los espacios públicos necesarios que resuelvan las necesidades de ocio, recreación y cultura; recuperar las relaciones en sentido este-oeste del lugar a través de la puesta en valor de la Quebrada Santa Ana, y entender la Avenida Córdova Galarza, eje metropolitano norte-sur de enlace con la ciudad de Quito y su Centro Histórico, como un eje paisajístico.

Para alcanzar los objetivos planteados la propuesta establece cuatro acciones claves de intervención: regenerar, conectar, dinamizar y reutilizar, encaminadas a encaminadas a mejorar el ecosistema natural y proporcionar lugares de mayor confort, que promueven el uso público de los espacios verdes, mediante la incorporación de nuevas funciones, donde las personas pueden disfrutar de los recursos naturales y recreativos de interacción social. Se reafirma que “para que la sociedad aproveche los múltiples beneficios que le brinda la naturaleza, es necesario proteger y potenciar los procesos naturales”, un planteamiento de la Estrategia de la Unión Europea sobre la Biodiversidad 2020 [6]. A continuación se desglosan las principales actividades a realizar según la acción identificada:

REGENERAR• Regenerar el ecosistema a través de la gestión de las aguas

provenientes de las lluvias, creando pequeños diques o palizadas que disminuyan la velocidad de escurrimientos de las aguas y vaya generando el resurgimiento de la vegetación.

• Reforestar la zona con especies del lugar a través de la participación de sus propios habitantes.

• Consolidar la topografía y el relieve mediante la propia vegetación para lograr la estabilización de los taludes.

• Desarrollar la modalidad de huertos urbanos que aprovechan espacios vacíos, cualifican el entorno y generan fuentes de empleo.

CONECTAR• Establecer las conexiones de los tejidos urbanos y sociales por medio

de la creación de corredores ecológicos, que permitan a los habitantes disfrutar del espacio y recorrerlo de diferentes maneras (peatonal, bicicleta etc.)

• Direccionar los recorridos turísticos y recreacionales de los habitantes y posibles visitantes de manera que se conecten las diferentes unidades paisajísticas cordillera- quebrada- rio-área urbana.

• Lograr una conectividad entre las áreas ecológicas del lugar, a partir de que la naturaleza penetre en las áreas urbanizadas, revirtiendo el proceso actual donde la urbanización se apropia de las áreas naturales.

[6] Fariña J. Zonas Verdes para el siglo XXI. Vitoria-Gasteiz: Centro de Estudios Ambientales, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz; 2013. Informe Especial incluido en el documento Vitoria- Gasteiz European Green Capital 2012. Propuestas para la Reflexión. [Consultado: 16 diciembre 2018] Disponible en: http://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0637192.pdf.

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DINAMIZAR• Recuperar los vacíos urbanos para insertar funciones deficitarias

o inexistentes en estrecho vínculo con los corredores turísticos y recreacionales propuestos.

• Insertar nuevos usos como espacios de ocio y recreación, actividad deportiva, actividad cultural y comercial, que generen dinámicas más activas y satisfagan las necesidades de los habitantes y visitantes.

• Poner en valor los espacios agrícolas urbanos mediante huertos comunitarios que contribuyen al desarrollo económico al generar empleos.

REUTILIZAR• Materiales propios de la naturaleza (vegetación, suelos, relieve) y

espacios urbanos vacíos, para aprovechar los potenciales existentes.• Espacios olvidados o abandonados como las canteras, los bordes de

las quebradas, o las márgenes de las infraestructuras viales. • Captar las aguas pluviales para utilizar en estanques paisajísticos y

para el riego de las plantas.Los objetivos planteados, así como las acciones ponen al hombre en el

centro de la propuesta y la ubica en el tiempo a través de una implementación paulatina de corto, mediano y largo plazos, la cual fue representada en mapas y maquetas para su mejor comprensión (Figura 7).

Figura 7. Mapas y maquetas elaborados para la propuesta de intervención de las zonas de la cantera y de la Quebrada Santa Ana en la parroquia San Antonio de Pichincha. Foto: M. Cruz, 2018.

ResultadosEl trabajo realizado durante dos semanas de intensa actividad analítica

y creativa, permitió demostrar que es posible obtener propuestas interesantes de intervención a escala urbana y paisajística, de forma rápida pero minuciosa y fundamentada, que utilizan en primera instancia los recursos del lugar, resaltan los aspectos socioculturales de identidad de los habitantes y el territorio en sí mismo, las cuales pueden ser utilizadas como punto de partida de propuestas más detalladas.

La propuesta planteada establece una nueva manera de habitar al borde de la ladera que relaciona el territorio natural y el antropizado, de forma dinámica y sostenible, revelando un modo diferente donde la naturaleza penetra y se apropia del territorio urbanizado. Además permitió explorar alternativas posibles para reciclar sitios abandonados a través de una red de espacios públicos, parques naturales y áreas deportivas, recreativas, culturales y comerciales que satisfacen necesidades siempre crecientes de los habitantes del lugar.

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La herramienta del Workshop Académico con técnicas de aprendizaje colaborativo, trabajo en grupo, mapeo rápido con técnica de collage y aplicación de TIC, entre estudiantes y profesores, favoreció la obtención de una propuesta integral, innovadora, y sostenible que puede ser implementada en el corto y mediano plazo con resultados visibles, que demostró su viabilidad (Figuras 8 y 9).

Los resultados alcanzados en la propuesta presentada le merecieron al grupo involucrado obtener el primer lugar del Workshop, pues demostró su aplicabilidad y factibilidad de ser replicada en otras partes de la ciudad, la cual fue reconocida por el jurado calificador conformado por reconocidos profesionales del Colegio de Arquitectos de Ecuador, el Instituto Metropolitano de Planeación Urbana, y autoridades académicas de la Facultad Arquitectura y Urbanismo UTE. (Figura 10).

Figura 8. Técnica de mapeo rápido a través de collage realizados durante el taller. Foto: A. Beltrán y G. Estrella, 2018.

Figura 10. Grupo de estudiantes y docentes que realizaron el trabajo en la Franja Landscape durante la realización del WinAReQ International Summer School. Foto. A. Beltrán y G. Estrella, 2018.

Figura 9. Trabajos grupales en interacción con los docentes realizados durante el taller. Foto: A. Beltrán y G. Estrella, 2018.

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Enrique Fernández VivancosArquitecto. PhD. Docente Investigador Universidad CEU, Valencia, España. Estudio /Fernández-Vivancos Arquitectos, Valencia.e-mail: [email protected]

Marianela Cruz Cabrera Arquitecta Urbanista, Doctora en Ciencias Técnicas, Docente Investigadora del Observatorio de la Ciudad y el Paisaje, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad UTE, Quito, Ecuador.e-mail: [email protected]

ConclusionesLa actividad realizada mediante el Workshop Académico constituye una

herramienta docente que invita a los estudiantes, futuros profesionales, a una reflexión sobre nuevas formas de mirar la relación entre la ciudad y la naturaleza y sobre cómo integrar los valores de la nueva agenda urbana en sus proyectos, fortaleciéndose de esta manera el proceso de enseñanza aprendizaje de los profesionales del futuro, responsables de entender y planear la ciudad.

El trabajo elaborado reafirma que es posible reciclar la ciudad desde la propia ciudad existente, donde el ciudadano es el protagonista que produce el cambio y la transformación urbanística en su propio beneficio y no un producto silencioso. Constituye el basamento hacia la diversidad e inclusividad que propugna la nueva agenda urbana para la ciudad actual y futura.

Tejer naturaleza y ciudad a través de la valoración del tercer paisaje como forma de intervención, permite integrar las infraestructuras urbanas y paisajísticas existentes, lo que forja un compromiso con el lugar, su cultura y contribuye a reafirmar la identidad, apropiación y preservación de los lugares intervenidos. Permite la participación activa de los habitantes en el desarrollo y conservación de los espacios verdes y recreativos donde todas las personas pueden disfrutar de la naturaleza dentro de la ciudad.

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Académicas/ 0°0’0” Making City. El tercer paisaje como forma de tejer naturaleza y ciudad

Arquitectura y Urbanismo, vol. XL, no. 1, enero-abril 2019, ISSN 1815-5898

Dania González Couret

RESUMEN: El artículo reflexiona sobre el intercambio académico realizado entre los Programas de Doctorado en Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Tecnológica de La Habana, financiado por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado. A partir de la revisión bibliográfica y los encuentros sostenidos, se caracterizan el contexto y los antecedentes, la formación académica y doctoral en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, y se realiza una comparación que permite identificar los aspectos comunes y las diferencias con respecto a la formación doctoral en Cuba, y particularmente, en la Facultad de Arquitectura de La Habana. Se concluye que ambas instituciones han evolucionado hacia el abandono de la modalidad curricular y un mayor protagonismo de la investigación. No obstante, el modelo cubano aprovecha mejor los beneficios del trabajo colectivo y la confrontación científica sistemática, con mayor exigencia respecto a la publicación de los resultados parciales de la investigación.

PALABRAS CLAVE: Programas de Doctorado en Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Tecnológica de La Habana, Cujae

ABSTRACT: The article presents some reflections about the academic exchange between doctoral programs in Architecture developed by the Universidad Politécnica de Madrid and the Universidad Tecnológica de La Habana, Cujae, supported by the Iberoamerican University Association for Postgraduate Studies. From literature reviews and interviews, the context, antecedents, academic and doctoral formation in the Madrid Architecture Higher School were characterized, and then compared to doctoral formation in Cuba, particularly in Havana. Both institutions have evolved towards greater research engagement. However, the Cuban models draws more on collective work and challenging norms and paradigms, as well as demanding the publication of partial research findings.

KEYWORDS: architectural doctoral programs, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Tecnológica de La Habana, Cujae

RECIBIDO: 9 octubre 2018 APROBADO: 22 diciembre 2018

Architectural Doctoral Program. Shared Experiences Madrid- Havana

Académicas/ Formación doctoral

Doctorado en Arquitectura. Experiencias compartidas Madrid- La Habana

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IntroducciónGracias al financiamiento de la Asociación Iberoamericana de Posgrado

(AUIP) fue posible desarrollar en septiembre de 2018 una estancia en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) con el fin de intercambiar experiencias entre los programas de formación doctoral en Arquitectura que se llevan a cabo en ambas universidades.

El objetivo del presente artículo consiste en dar a conocer los resultados de ese trabajo de campo y reflexionar sobre las principales lecciones aprendidas como resultado del intercambio.

Materiales y métodosCon independencia de la revisión documental realizada, fundamentalmente

a partir de la información disponible en el sitio web de la universidad, el contenido del presente artículo toma como base los testimonios obtenidos en los múltiples encuentros sostenidos con profesores, directivos y coordinadores de programas de maestría y doctorado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSAM) y la Escuela Técnica Superior de Edificación (ETSEM) de la Universidad Politécnica de Madrid, por lo cual este trabajo tiene un elevado carácter empírico, solo posible a partir de la estancia proporcionada por la AUIP.

ResultadosAntecedentes y contexto

Las diferentes escuelas que hoy componen la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) se fueron asentando de forma autónoma en el actual Campus mucho antes de existir la universidad (1) que las agrupó al ser creada en 1970. Según Gámez, R. (2), la universidad es una suma de departamentos y tiene además la dualidad de atender a las escuelas, pertenecientes a un Sistema Confederal de Escuelas que funciona de forma paralela a los departamentos (3), donde las primeras tienen autonomía pero los segundos no (4). De acuerdo con el Catedrático De Lapuerta, J.M. (5), la UPM es la mejor universidad de España, seguida por Barcelona, Valencia y Sevilla, lo cual es perfectamente medible.

La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), que fue el objeto de atención de esta estancia de intercambio académico, se inclina hacia la formación técnica, como todas las escuelas de arquitectura de España, según Gámez. R. (2), quien afirma que esa doble visión del arquitecto con formación técnica y artística ocurre en pocos lugares. La escuela cuenta con 8 departamentos y 140 profesores (3).

En esta universidad existe además la Escuela Técnica Superior de Edificación de Madrid (ETSEM) cuyo antecedente fue la Escuela de Aparejadores, con dos departamentos: el de Tecnología de la Edificación y el de Construcción Sostenible, más dos de Matemáticas e Idiomas (4). El Departamento de Tecnología de la Edificación es el más activo y desarrolla dos programas de maestría, asociados a congresos internacionales que se celebran anualmente, y a revistas digitales en las áreas temáticas de Innovación Tecnológica en Edificación e Innovación Educativa en Edificación (6). Además, a nivel de la propia escuela se ha generado recientemente otro programa de maestría asociado a un congreso internacional y a una revista en la temática de “Building and Management” (7). Actualmente tienen un solo programa de Doctorado en Innovación Tecnológica en Edificación,

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al cual tributa todo, pero la intención es que de él se deriven de forma especializada otros dos programas que se correspondan con las maestrías, y revistas en las mencionadas temáticas (8). El programa de doctorado cuenta actualmente con una matrícula aproximada de 65 aspirantes.

Profesores e investigaciónLa investigación fue extraída de la universidad aproximadamente en

1950, pasando al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y cuando en 1970 la UPM agrupó las antiguas escuelas asentadas en el campus, se continuó la tradición de “enseñar una profesión”, pero sin investigación (2).

Gámez, R. (2) cuenta que hasta los años 80’s el profesor universitario era fundamentalmente docente, sobre todo, en las escuelas técnicas, y que fue a finales de esa década que se comenzó a considerar a los profesores como investigadores, mientras que hace solo 15 o 20 años la investigación empezó a ser destacada, a tal punto que después de los acuerdos de Bolonia ya no se quieren profesores practicantes, sino investigadores. Como resultado, existen catedráticos sin experiencia profesional que investigan para satisfacer indicadores de publicaciones, con independencia de la utilidad de sus resultados. La proporción de profesores que dedican todo su tiempo a la universidad con respecto a los que comparten la labor académica con la profesional varía de un departamento a otro.

Catedrático es el máximo rango académico al que puede aspirar un profesor universitario. Un catedrático solía ser el responsable de una cátedra, quien gestionaba el conocimiento en esa área, y pertenecía a un selecto grupo con un elevado poder de decisión sobre plazas y salarios, entre otras cuestiones. Para ser catedrático en la actualidad, es necesario pasar un proceso de acreditación por parte de una agencia externa, con la participación de hasta 14 catedráticos evaluadores de diversas universidades que evalúan el currículo y el acto de oposición para optar por las plazas convocadas. Actualmente los catedráticos tienen influencia, pero no poder, ya que las decisiones las toma el Consejo de Departamento (4).

La UPM edita numerosas revistas, tanto digitales como impresas con alta calidad. Por ejemplo, sólo el Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la ETSAM edita tres revistas (3), pero de manera general éstas no están acreditadas en bases de datos de reconocido prestigio internacional.

Formación académica Según Gámez, R. (2), los acuerdos de Bolonia implementados en 2011

respondían a la diferencia entre empleabilidad y formación, lo cual condujo a carreras de 4 o 5 años no habilitantes, a partir de un objetivo verdaderamente económico, puesto que en los estudios posteriores el costo de los créditos es mucho más elevado. A partir de ahí, se han creado programas de maestría para ampliar los conocimientos: habilitantes y no habilitantes, que pueden ser oficiales y propios. El máster habilitante autoriza para el ejercicio de la profesión, y el máster oficial permite acceder al programa de doctorado, mientras que el propio responde a intereses específicos de empresas que lo financian.

Un programa de máster tiene un mínimo de 60 créditos, y las maestrías oficiales son evaluadas de forma más rigurosa para su aprobación, cuando la Junta de la Escuela considera que son necesarias y convenientes (9). Por su parte, las maestrías de título propio tienen una contabilidad diferenciada que les permite pagar a sus profesores, porque se desarrollan en coordinación con empresas privadas interesadas que imparten la mayoría de las clases, aunque no es posible el acceso al doctorado a través de ellas (4).

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Como que ya en los programas de doctorado no se incluyen cursos, los másteres oficiales constituyen requisitos de ingreso, y se aspira a que el máster habilitante también lo sea. Tal es el caso del programa de Máster en Proyecto Arquitectónico Avanzado para el programa de doctorado del mismo nombre (3), aunque De Lapuerta, J. M. (5) comenta que la mayoría de los que matriculan ese programa de maestría no son españoles, sino latinoamericanos. Este profesor desarrolla otros dos programas de Máster Internacional de reconocido prestigio, conjuntamente con el ETH de Zürich: “Collective Housing” y “Advanced Studies in City Sciences.

Programas de DoctoradoTanto las reglamentaciones como la manera de desarrollar la formación

doctoral han evolucionado en España. Según De Lapuerta, J. M. (5), durante los últimos 15 años han habido cambios constantes en las regulaciones de doctorado, evolucionando hacia créditos de investigación pura, es decir, mientras que antes había que recibir cursos durante un año, ahora se mide la suficiencia investigativa y la tesis.

Existen normas nacionales, abiertas y genéricas, a partir de las cuales cada universidad elabora las suyas, y cada programa las precisa y especifica. Desde 2011, hay una comisión o Consejo de Doctorado que elabora los Estatutos o el Reglamento interno en una “Memoria de verificación del programa” que establece los criterios de selección y la cantidad de aspirantes que se admiten (10). Los programas propuestos son aprobados a nivel de la escuela, la universidad y finalmente, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad (ANECA) (9).

La propuesta de programa se gesta por parte de un grupo que sugiere además, tres profesores “avalistas”, quienes son titulares con experiencia que avalan las líneas. Una vez aprobado el programa, los miembros de la comisión académica y el coordinador se eligen por votación, y posteriormente el coordinador electo designa al secretario (9). Así, la Comisión Académica del Programa de Doctorado (CAPD) queda compuesta por un director, un secretario y miembros permanentes (10), entre cuyas funciones se encuentra la aprobación o denegación de propuestas de tesis (3).

Solo en la ETSAM existen 7 programas de doctorado [1], casi uno por departamento, a pesar de que los programas de doctorado son independientes de estos, cuya estructura es docente, e incluso, de las escuelas, ya que oficialmente sólo responden a la universidad. De hecho, el título de doctor solo especifica la universidad que lo otorga, en este caso, “Doctor por la UPM” (3). No obstante, no existe total claridad con respecto a esto entre los profesores entrevistados, ya que aunque los programas de doctorado no están adscritos a los departamentos, que constituyen compartimentos estancos, generalmente los claustros están formados por profesores de una misma área departamental (9).

El sistema de formación doctoral es bastante dinámico, ya que cambian las regulaciones, se crean nuevos programas y otros se extinguen, y el nivel de exigencia entre unos y otros es variable. Existen además, convenios universidad- empresa para la formación doctoral, en este caso, con “Mención Industrial”, así como otros programas considerados “transversales” (10), entre los cuales se encuentran el de Patrimonio y el de Arquitectura (9), que había sido el objeto de estudio seleccionado en esta estancia de intercambio financiada por la AUIP, los cuales acogen a profesores de varias disciplinas. No obstante, se han generado conflictos entre los programas denominados “transversales” y los exclusivos de ciertos departamentos (2).

[1] UPM: Universidad Politécnica de Madrid [Internet]. Madrid: UPM; 2018 [citado el 16 de septiembre de 2018] Estudios de Doctorado. Disponible en: www.upm.es/Estudiantes/Estudios_Titulaciones/Estudios_Dctorado/Programas_de_Doctorado.

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La “Memoria de verificación del programa” sirve de base para su evaluación, que se realiza cada cuatro años por parte de una agencia externa (10) sobre la base de indicadores cuantitativos previamente establecidos, los cuales, en opinión de Mosteiro, J. (9), resultan incompletos y no siempre adecuados.

Formación doctoralSegún Gámez, R. (2), la formación doctoral se ha desarrollado siempre,

pero hasta los años 80’s se podía defender el grado con un proyecto. Ahora los problemas profesionales siguen siendo temas de doctorado, aunque de forma más específica. Para Girón, F.J. (10), el objetivo fundamental de la formación doctoral no es contribuir a la solución de problemas del país, sino transformar a la persona.

Desde los 80’s hasta 2010, se desarrollaba una capacitación inicial de 2 años, que posteriormente ha sido suplida por los programas de maestría. Ahora para ingresar al programa se valora el currículo, la trayectoria y el campo de interés del aspirante, quien además debe avalar 300 créditos de pregrado, más asignaturas cursadas de un máster. Por tanto, la formación básica no está dentro del plazo considerado para la formación doctoral, sino que es requisito de ingreso (10). De acuerdo con Gámez, R. (2), la formación básica del programa de doctorado es el máster más una formación complementaria que permite especializarse en algo mediante la realización de pequeños trabajos.

Una vez admitido, el doctorando tiene tres meses para encontrar un director de tesis y entre tres y seis meses para precisar el título y el diseño de la investigación. Es posible la admisión condicional en marzo de aquellos que no han logrado completar los créditos necesarios para el ingreso, pero la fecha oficial de inscripción es el 1ro de octubre, y también se pueden aceptar solicitudes de ingreso en segunda y tercera opción, de aquellos aspirantes no admitidos en los primeros programas solicitados (10). Según De Lapuerta, J.M. (5), la bibliografía que se exige incluir en la defensa inicial del título de tesis propuesto es una garantía de su calidad.

A diferencia de la denominación cubana, donde el tutor es el conductor científico de la investigación, en este caso, el tutor es quien se encarga de las cuestiones administrativas, mientras que la asesoría científica y metodológica le corresponde al director nombrado por el programa de doctorado (10). Pizarro, M.J. (3) afirma que cada aspirante puede tener varios tutores, pero siempre uno de ellos debe ser del departamento, lo cual resulta contradictorio con el hecho de que los programas no se subordinan a la estructura departamental.

Existen grupos de investigación, pero los doctorandos no tienen necesariamente que estar vinculados a ellos. El seguimiento a su trabajo se realiza mediante un informe anual escrito que el aspirante debe entregar, acompañado por una certificación del tutor (10). Por tanto, no se hacen presentaciones sistemáticas de los doctorandos ante colectivos científicos con posterioridad a la defensa inicial del diseño de la investigación (9), aunque De Lapuerta. J.M. (5) comenta que se organizan algunos jurados a mitad del proceso. Mosteiro, J. (9), por ejemplo, acostumbra a trabajar de forma colectiva con todos sus doctorandos, con los que se reúne cada 15 días.

El proceso de formación dura 5 años como promedio (9). Cuando la formación se desarrolla a tiempo completo, el plazo es de tres años con uno de prórroga, más uno extraordinario, mientras que cuando es a tiempo parcial, dura cinco años más dos de prórroga (10).

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Según Pizarro, M.J. (3), para evaluar la tesis de doctorado se realiza una prelectura a puertas cerradas, con un tribunal de tres miembros, y una lectura final ante un tribunal de 5 miembros, aunque en algunos programas no se realiza prelectura, sino una revisión por pares externos. Sin embargo, Mosteiro, J. (9) afirma que las prelecturas no son a puertas cerradas, que solo en ocasiones se le permite hablar al tutor, y que la prelectura puede sustituirse por artículos publicados o por opiniones de externos. Las prelecturas se producen dos o tres meses antes que las lecturas que tienen lugar en julio o septiembre (10). Estas sí son públicas, y sólo De Lapuerta, J.M. (5) plantea que debe demostrarse previamente la relevancia de la tesis mediante las publicaciones realizadas.

El director de la tesis propone diez nombres para la conformación del jurado evaluador que es nombrado por la dirección de doctorado de la universidad (5). No obstante, la designación de los doctores que actuarán como jurado en las lecturas y prelecturas se efectúa de forma corrida a partir de una lista en orden alfabético (9). Por otra parte, las categorías de evaluación otorgadas han variado. Según Mosteiro, J. (9), la evaluación “Sobresaliente Cum Laude por unanimidad” se otorga por votación secreta, en sobres que son posteriormente abiertos por la comisión del programa de doctorado, a pesar de que en algunos casos este acto se ha adelantado al propio momento de la defensa, y en su opinión, esta máxima calificación se otorga hoy de forma bastante generalizada. Los que la obtienen pueden aspirar a un premio extraordinario que otorga la UPM al 10% de las tesis defendidas.

Según Girón, F.J. (10), a pesar de que se pretende disminuir los tiempos de formación, la edad promedio actual de graduación es 42 años. Para él el título de doctor constituye un aval profesional, y todo profesor a tiempo completo en la universidad debe ser doctor. Gámez, R. (2) coincide en que el doctorado capacita para actuar como profesor o como investigador en el CECIT. Por su parte, Maroto, F.J. (11) afirma que el 30% de los doctores graduados en la UPM provienen de la ETSAM, es decir, que defienden temas de arquitectura y urbanismo.

Programa de doctorado en Proyectos ArquitectónicosAunque este programa no fue el objeto de atención inicial en la estancia

de intercambio académico, ha sido el que mayor interés manifestó en una posible colaboración futura. Tributa al Departamento de Proyectos Arquitectónicos, que también participa en otro programa transversal con el Departamento de Composición (3).

Según Maroto, F.J. (11), su director, este programa de doctorado que tiene Mención de Excelencia, es el más antiguo de la universidad y el más exigente en cuanto al cumplimiento de los requisitos. No obstante, ha tenido que estar cambiando constantemente para adecuarse a las reglamentaciones europeas que establecen índices de calidad para evaluar la “Memoria de verificación del programa”.

Además del director, el Consejo de Doctorado está integrado por un secretario y 12 consejeros que se encargan de la gestión del programa. Este consejo se reúne una vez al mes y los acuerdos que toman son refrendados por la Comisión de Doctorados de la UPM. Cuenta con aproximadamente 30 profesores y una matrícula actual de 100 doctorandos.

A partir de la existencia de un convenio marco entre la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Tecnológica de La Habana, es posible desarrollar acciones de colaboración entre el Programa de Doctorado en

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Proyectos Arquitectónicos y el Programa de Doctorado en Arquitectura de ambas universidades para la codirección de doctorados, el desarrollo de estancias temporales de investigación, la participación en tribunales y la consulta de archivos de fondos documentales, entre otras posibilidades. Esto contribuiría a fortalecer la cooperación hispanoamericana, para lo cual habría que buscar cofinanciación, por ejemplo, mediante la modalidad del Doctorado Industrial, con asociación público- privada (11).

DiscusiónA partir de la información recopilada, es evidente que existen aspectos

comunes a la formación doctoral en ambas universidades y en los respectivos países, pero también existen diferencias sobre las cuales vale la pena reflexionar para aprender, lo cual ha sido el objetivo esencial de la estancia de intercambio académico y del presente artículo.

Aspectos comunes En ambos casos existe una legislación para los doctorados a nivel

nacional, aunque la española es mucho más genérica que la cubana, además de brindar la posibilidad de que cada universidad defina sus propias reglas, que son posteriormente precisadas de forma particular por cada programa. Los programas de doctorado en Cuba se rigen directamente por los reglamentos emitidos por la Comisión Nacional de Grados Científicos, que es quien los aprueba, sin espacio para la iniciativa de cada universidad.

Las leyes y reglamentos han estado cambiando en cada país, tal vez de una forma tan dinámica que resulta difícil de asimilar por parte de los profesores, que no siempre logran estar al día e incorporar en su visión los últimos cambios. Parte de esa evolución consiste en el abandono de la modalidad curricular en la cual el aspirante comenzaba recibiendo numerosos cursos, que fue copiada por Cuba alrededor del año 2000 para ser posteriormente sustituida por la llamada curricular colaborativa que dio paso a los actuales programas abiertos y flexibles por áreas del conocimiento. La formación doctoral en España a partir de 2011 centra su atención en la investigación y la tesis, de manera que la formación básica se adquiere en el pregrado y el máster que es requisito de ingreso. Sin embargo, aunque en Cuba también la formación doctoral se centra en la investigación y se articula con los programas de maestría, estos no constituyen una condición necesaria para la admisión.

La lectura y prelectura de la tesis que se realiza en España equivale en cierta forma a la defensa y predefensa cubana, aunque en el primer caso es posible prescindir de la prelectura, sustituyéndola por publicaciones o evaluación por pares externos, mientras que en Cuba la predefensa constituye un requisito obligatorio. En ambos casos existen comisiones o comités de doctorado que se ocupan de la gestión del programa, aunque en España el director es elegido por votación una vez aprobado el programa, lo cual no ocurre en Cuba.

Como aspectos comunes también se presentan evidentes conflictos históricos inherentes a la formación en arquitectura. Tal es el caso de la contraposición investigación- desempeño profesional en la labor y formación del docente. A partir del inicio de la formación doctoral del claustro de la Facultad de Arquitectura de La Habana a finales de los años 70’s, se comenzó a otorgar mayor importancia a la labor investigativa que a la práctica profesional, de manera que la falta de experticia de los profesores fue frecuentemente debatida y criticada desde inicios de los 80’s.

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Algo similar ocurre hoy en la ETSAM, donde de manera general predomina en los docentes la preocupación por publicar, más que por el ejercicio de la profesión que enseñan.

Otro conflicto casi insoluble vigente en ambas universidades consiste en la contradicción entre la necesaria transversalidad de la ciencia y la verticalidad de la estructura departamental, que como es natural, responde específicamente a la formación de pregrado. Hace aproximadamente 15 años en Cuba, la formación doctoral también era directamente atendida por los departamentos, de manera que por ejemplo, las predefensas se desarrollaban ante el colectivo departamental, con independencia de la categoría y nivel de conocimiento del tema por parte de sus miembros. A pesar de los años transcurridos desde el reconocimiento del carácter autónomo y transversal de los programas de doctorado y sus comités académicos, aún existen profesores y funcionarios que persisten en la idea de su subordinación a la estructura vertical y el rol que los departamentos deben jugar en la formación doctoral. Es evidente que esa misma contradicción que genera confusión entre los profesores con respecto a la relación directa departamento- programa de doctorado, subsiste en la ESTAM.

DiferenciasCon independencia de las cuestiones comunes a la formación doctoral

en ambas universidades, también existen importantes diferencias. Para empezar, contrariamente a lo que ocurre en Cuba, el título de doctor en España no refleja la especialidad o el campo del conocimiento, sino sólo la universidad que lo otorga, y éste constituye un aval profesional, no sólo para los académicos e investigadores, por lo cual muchas empresas interesadas en la formación doctoral de su personal, establecen convenios con las universidades. Es por ello que existen programas en temas específicos o transversales, e incluso, los denominados “con mención industrial” para los profesionales de las empresas. Sin embargo, en Cuba no es común que las empresas e instituciones productivas se interesen por la formación doctoral de sus profesionales.

Otra diferencia consiste en que mientras que Cuba está intentando evolucionar hacia programas integrados por “áreas del conocimiento”, en la UPM existen numerosos programas de doctorado y la tendencia es a seguirlos subdividiendo en temas más especializados, de manera que cada programa de maestría tenga continuidad con uno de doctorado. Por otra parte, un aspecto a valorar al aprobar o evaluar un programa de doctorado en Cuba es su pertinencia, es decir, en qué medida contribuye a satisfacer necesidades sociales. Sin embargo, para iniciar un programa de doctorado en España basta que haya un núcleo de personas interesadas en cierta temática, lo cual se evidencia en el elevado número de programas vigentes. Se trata entonces, de un sistema muy dinámico, donde es relativamente fácil la apertura de nuevos programas y el cierre o desaparición de otros.

Algo similar ocurre con los temas de tesis, cuya pertinencia no se valora. Es decir, en España las tesis responden a los intereses de los doctorandos, y el principal objetivo de la formación doctoral es fundamentalmente transformar a la persona, más que contribuir con el resultado de las investigaciones al desarrollo del país o del conocimiento, como ocurre en Cuba.

En la UPM la formación doctoral está desvinculada de la investigación. Aunque existen grupos de investigación, los aspirantes no necesariamente

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se relacionan con ellos, lo cual se considera altamente recomendable para el proceso de formación en Cuba, donde la sinergia que se crea en el colectivo científico en el que se insertan el doctorando y su director de tesis, trabajando por proyectos en colaboración con otros doctores, doctorandos, maestrantes e incluso, estudiantes de pregrado, permite acelerar el proceso de formación y arribar a resultados de mayor calidad en menor tiempo [2]. A propósito, otra diferencia consiste en que el denominado “tutor” en Cuba desarrolla tanto las funciones del director como las del tutor español.

Otra ventaja de esta práctica, y del proceso de formación doctoral en Cuba de manera general, consiste en la continua confrontación del doctorando y sus ideas ante colectivos científicos que le ayudan a encaminar su investigación de forma certera y a desarrollar habilidades con respecto a la argumentación científica y la defensa de sus puntos de vista, aprendiendo a ser respetuoso y autocrítico ante la diversidad de criterios. Por el contrario, en España, los aspirantes no realizan presentaciones orales sistemáticas que promuevan la confrontación de ideas y la discusión científica, con excepción de la defensa inicial del título de la tesis y la prelectura y lectura al final. Se aprecia por tanto, un apego a la modalidad que descansa en la interacción doctorando- director (o tutor en el caso cubano), que ya ha sido superada en Cuba.

En España no se otorga la misma importancia que en Cuba a la publicación de los resultados parciales de la investigación en revistas de reconocido prestigio internacional, como requisito previo para la realización de la predefensa, donde esto constituye un aval de la pertinencia, y aporte científico de la tesis. De hecho, las numerosas revistas que se publican en la ESTAM y la ESTEM no están indexadas en bases de datos como SCOPUS o WoS, lo cual sí constituye una meta para las revistas científicas cubanas.

Los procesos de formación doctoral en ambos casos también difieren en la evaluación final de las tesis, a las cuales en España se le otorgan diversas categorías, incluido el “Cum Laude por unanimidad”, que avala a la tesis para optar por un premio que otorga la universidad al 10% de las tesis defendidas. En Cuba no existen categorías evaluativas, y sólo se otorga un premio anual a la mejor tesis a nivel nacional en cada una de las ramas de las ciencias a partir de las propuestas realizadas por los tribunales evaluadores.

Una diferencia que no por mencionarse al final deja de ser importante, es de tipo cuantitativo. La ETSAM tiene una matrícula aproximada de 4000 estudiantes de pregrado (1), mientras que la Facultad de Arquitectura de La Habana sólo cuenta con unos 500 estudiantes, por lo cual, su escala es casi 10 veces menor. Esto también se refleja en la cantidad de doctorandos en proceso de formación, que en La Habana se ha reducido, además, en la medida que se han ido abriendo otros programas de doctorado en arquitectura en otras universidades del país, a partir de los doctores graduados en éste.

Por último, mientras que en Cuba los programas de doctorado deben solicitar un proceso de acreditación externa cuando reúnan las condiciones para ello y el plazo para la reacreditación depende de la categoría obtenida, todos los programas de doctorado españoles reciben una acreditación externa cada 4 años.

[2] González Couret D. Formación Doctoral en Arquitectura. Lecciones aprendidas. En: Libro de ponencias: Universidad 2018. 11no Congreso Internacional de Educación Superior. La Habana: Ministerio de Educación Superior; febrero 2018, ISBN: 978-959-16-3243-2.

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Dania González CouretArquitecta. Doctora en Ciencias. Profesora Titular de la Facultad de Arquitectura, Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae. La Habana, Cuba.e-mail: [email protected]

Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. (CC BY-NC-ND 3.0)

Reflexiones finales a modo de conclusionesLa estancia de intercambio académico ha resultado

fructífera, aunque pudo haberlo sido más si se hubiese contado con una contraparte más interesada.

Resulta muy positivo poder constatar que ambas universidades han evolucionado en sus programas de formación doctoral hacia el abandono de la modalidad curricular y un mayor protagonismo de la investigación. No obstante, el modelo español permanece desvinculado de la investigación y más atado a la modalidad tradicional de trabajo individual aspirante – tutor o doctorando- director, desaprovechando las excelentes posibilidades que brinda el trabajo colectivo y la confrontación científica sistemática. En este sentido, la formación doctoral en Cuba responde a un modelo más avanzado y con un mayor nivel de exigencia, también en cuanto a la publicación de los resultados parciales de la investigación.

Relación de profesionales entrevistados(1) Manuel Blanco, Director de la ETSAM. Entrevista personal,

septiembre 2018.(2) Ramón Gámez, del Departamento de Construcción y Tecnologías

Arquitectónicas, y coordinador del Master en Desarrollo Inmobiliario de la ETSAM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(3) María José Pizarro, del Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la ETSAM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(4) Ricardo Tenderos, del Departamento de Construcción Sostenible de la ETSEM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(5) José María de la Puerta, Catedrático de la UPM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(6) Carlos Morón Fernández, Director del Departamento de Tecnología de la Edificación de la ETSEM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(7) Inmaculada Martínez Pérez, del Departamento de Construcción Sostenible de la ETSEM y Directora de la Revista “Building and Management”. Entrevista personal, septiembre 2018.

(8) Alonso Cobo, Director de la ETSEM. Entrevista personal, septiembre 2018.

(9) Javier Mosteiro, del Departamento de Ideación Gráfica y Arquitectónica, y coordinador del Master en Conservación del Patrimonio Arquitectónico. Entrevista personal, septiembre 2018.

(10) Francisco Javier Girón Sierra, Subdirector de Investigación y Doctorado, y Director del Programa de Doctorado en Arquitectura. Entrevista personal, septiembre 2018.

(11) Javier Maroto, Director del Programa de Doctorado en Proyectos Arquitectónicos de la ETSAM. Entrevista personal, septiembre 2018.