Arquitectura y ciudad 2009

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INTRODUCCIÓN

Esta publicación está constituida por dos Tomos, cuyos contenidos fueron especialmente prepa-rados y seleccionados, con el fin de ser utilizados como soporte bibliográfico para el cursado dela materia Planificación Urbana

El presente Tomo 1, se estructura en 17 capìtulos, los cuales se corresponden con los siguientesniveles :

Nivel Conceptual : que trata sobre la contextualización de la problemàtica del hàbi-tat, sus formas de producción,las reales posibilidades de actua-ción profesional al efecto y la relación entre la política y la planificación urbana ( Capítulos I,II y III)

Nivel Metodológico : que trata sobre las instancias básicas de los procesos de conoci-miento e intervención : metodologia de trabajo, el diagnóstico,la formulación de propuestas , así como la evaluación de impacto ( Capítulos IV, V, XIV y XVI )

Nivel Instrumental: que brinda pautas sobre alguna de las herramientas a utilizar enel proceso de planificación : los aspectos descriptivos, la estruc-tura urbana, el manejo de la información , las técnicas de simu-lación , la modelización de la realidad, el reconocimiento de losactores sociales, las teorías urbanas, los criterios y estándares deevaluación , la selección de variables, indicadores e hipótesis(Capítulos VI, VII, VIII, IX, X, XI,XII, XIII,XV y XVII )

El Tomo 2 , contiene una selección de diversos artículos y trabajos elaborados por diferentes au-tores , los cuales aportan conocimiento complementario al anterior y que son considerados de lec-tura básica y obligatoria para el cursado de esta Materia.

El Tomo 1 ha sido preparado en base a textos originales de David Kullock por Horacio Civelli yMariana Schweitzer, con la colaboración de Fernando Murillo y Daniela Szjenberg

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Trascendiendo este conjunto, existe toda otra serie de problemáticas que derivan de la compati-bilización entre dicho Subsistema Construido y el Subsistema Natural sobre el cual se asienta

Aún cuando las ciudades constituyen las situaciones de máxima modificación del Subsistema Na-tural, los insumos de este subsistema –agua, aire, recursos alimenticios, etc.- siguen siendo ele-mentos indispensables para la vida humana. Por tales motivos, y aunque la desagregación entresubsistemas natural y construido es discutible, consideramos valido diferenciar ambos subsistemasa nivel operativo.

Al respecto, el debate de las últimas décadas sobre la problemática ambiental, puso en evidenciacuestiones que ya venían siendo señaladas en los estudios urbanos, como ser:

La gravedad de estas situaciones de incompatibilidad y perturbación del Subsistema Construidosobre el Subsistema Natural, no sólo radica en la pérdida o degradación de los ecosistemas com-prometidos, sino también en las afectaciones sobre la estabilidad, costo y continuidad de uso delos elementos construidos.

Para intentar comprender la problemática de los fenómenos urbanos , desarrollaremos un ModeloConceptual explicativo del Hábitat Urbano, en el cual se evidencian sus interacciones más signi-ficativas

1.2. Modelo Conceptual del Hábitat

Para ello el concepto de hábitat debe involucrar no sólo a los elementos construidos, sino tambiéna los ecosistemas en los cuáles éstos se asientan y, a su vez, a la articulación y compatibilidadentre ambos, como constituyentes de un Medio Biofísico en el cual se desarrolla la vida social.

Tal como señalábamos en el caso del Subsistema Construído, podríamos indicar que la problemá-tica del Medio Biofísico en cuanto articulación entre ambos subsistemas pareciera ir en aumento.Con sólo mencionar el tema de las inundaciones urbanas o de la contaminación de los cursos deagua que atraviesan las ciudades, pareciera suficiente.

Las problemáticas del Medio Biofísico no son casuales. Si analizamos las circunstancias históricasde surgimiento de las ciudades, o de las distintas formas que adoptó en su devenir (la ciudad an-tigua, la ciudad medieval, la ciudad colonial, la ciudad barroca, la ciudad moderna, la ciudad in-dustrial, las grandes metrópolis), vamos a encontrar indefectiblemente correlaciones entre lasmismas y las organizaciones sociales que las construyeron, las usufructuaron y las padecieron.

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I. EL HÁBITAT URBANO

1.1. El Campo de actuación Profesional

El concepto de hábitat urbano que adoptamos parte de la noción de vivienda, pero inmediatamente la su-pera, dado que incluye también los servicios de infraestructura y los equipamientos comunitarios que enconjunción con la vivienda conforman los ámbitos de vida cotidianos.

En segundo término, también incluye a las situaciones de inserción y accesibilidad de esos ámbitos de vidacotidianos, a los restantes espacios urbanos, o sea la ciudad en su totalidad, que resulta ser el ámbito dela vida social.

La focalización sobre el hábitat urbano, sin menosprecio de las problemáticas del hábitat rural, respondea una simple realidad: el proceso de urbanización acelerada prosigue el forma creciente en nuestros países.El proceso de urbanización en América Latina y el Caribe ya a mediados de los 70 mostraba una predomi-nancia de población urbana. Hoy esta región es una de las más urbanizadas del planeta, llegando en suconjunto a contar con un 75% de población viviendo en ciudades, siendo aún mayor en nuestro país, endonde la población urbana en 2001 llegó al 89,4%.

Aparte de ser América latina una región muy urbanizada, gran parte de la población vive en ciudades degran tamaño y para el primer quinquenio del milenio de prevé un aumento de la población en las grandesciudades de entre el 2% y el 3% anual según el país. En el 2005, más de 71 millones de brasileros vivíanen ciudades de más de 750.000 habitantes, en México superaban los 40 millones, en Colombia los 18 yen Argentina los 17 millones de habitantes.

Con respecto a la vivienda en si misma, la Argentina no ha llegado a los niveles de criticidad de otrospaíses latinoamericanos pero tiende a incrementar sus carencias.A la forma tradicional del hábitat subestandar, constituido por la “villa miseria”, se agregaron la expansiónde los inquilinatos, de los falsos hoteles y pensiones, y en la década del 80 una forma más precaria de alo-jamiento, las “casas tomadas”. Por otra parte las carencias de infraestructura de saneamiento básico nosólo afectan a las formas irregulares de asentamiento, sino también a los suburbios donde hábitat bajo for-mas más o menos regulares familias de bajos recursos.

En el 2001 para todo el país, el 17% de los habitantes del país tenían las necesidades básicas insatisfechas(NBI), representando 6.343.589 personas. Las situaciones de mayor criticidad correspondían a Formosay al Chaco, ambas con más del 33% de sus habitantes con NBI.En el Gran Buenos Aires, y siguiendo con datos del Indec, en el segundo semestre del 2006 había un 80,8de hogares no pobres, un 12,9 de hogares pobres no indigentes y el restante 6,3 % de los hogares indi-gentes . En el primer trimestre del 2007, según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, disminuyóla cantidad de hogares bajo la línea de pobreza pero aumentó la de hogares bajo la línea de indigencia.

Asimismo, las carencias de equipamiento comunitario (disminución en cantidad y calidad de servicios edu-cacionales y hospitalarios públicos, perdida y degradación de espacios verdes, etc.), también son un fe-nómeno creciente.

A nivel urbano o de la ciudad en su conjunto, estas situaciones derivan en un doble proceso:

• En las áreas centrales: crecimiento de la tugurización, congestión y deterioro de los servicios;salvo en aquellos sectores renovados por las únicas actividades florecientes de los últimos años(entidades financieras, grandes empresas).

• En las áreas periurbanas: desarrollo extensivo de zonas carenciadas, a partir de la instalaciónde viviendas deficitarias en sus aspectos constructivos y en sus servicios básicos o, más crudamente aún, por el surgimiento de barriadas absolutamente precarias ante la mera necesidad dealojarse, ya sea de nuevos contingentes migratorios procedentes de ciudades más pequeñas o deámbitos rurales, o de pobladores expulsados de la ciudad por insuficiencia económica para solventar sus costos.

Hasta aquí, los aspectos comentados se refieren casi exclusivamente a las problemáticas del hábitat quese originan por insuficiencia o deficiencia de los soportes construidos por la sociedad para satisfacer susnecesidades básicas. Podríamos incluirlas en un conjunto denominado Subsistema Construído.

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La diferenciación entre transicionales, pauperizados y estructurales, se basa en el concepto de “línea depobreza” (ingresos necesarios para acceder al conjunto de bienes y servicios básicos) y en el conceptode “necesidades básicas” (educación, vivienda, ocupación, etc.), según indica la siguiente matriz:

Dado este origen de la clasificación, los “transicionales” resultan ser pobres con tendencia a superar susituación en un plazo más o menos inmediato, los “pauperizados” son pobres recientes (clase media em-pobrecida) y los “estructurales” son pobres con serias dificultades para superar su situación de pobreza.

Las cifras del cuadro anterior nos muestran la evolución crítica acaecida tanto a nivel de los totalescomo de los distintos tipos de pobreza. Mientras que en 1974 los transicionales (con posibilidades desalir de la situación de pobreza) son amplia mayoría, en 1989 se triplica el porcentaje de los pauperi-zados y de los estructurales.

Las consecuencias a nivel del cuerpo social del proceso de empobrecimiento, conllevó una degradaciónde las relaciones sociales, un florecimiento de las estrategias de supervivencia individualistas, el debi-litamiento de las relaciones de solidaridad y el agravamiento de las patologías sociales (violencia, de-lincuencia, alcoholismo, drogadicción, etc.).

A su vez y evidentemente, el empeoramiento de las problemáticas a nivel de la Organización Social, secorrelaciona con el empeoramiento de las situaciones a nivel del Medio Biofísico antes reseñadas.

En estas circunstancias, las demandas provenientes de la Organización Social (a la que llamaremos De-mandas Sociales), son cada vez menos cubiertas por las ofertas provenientes del Medio Biofísico (a lasque llamaremos Ofertas Ambientales), lo cual produce un cuadro de malestar e insatisfacción general.

En un apartado de estos apuntes , se desarrollan con mayor profundidad los aspectos de calidad de viday calidad ambiental que se relacionan con la interacción entre demandas sociales y ofertas ambientales,con vistas a las posibilidades de actuación de los profesionales del hábitat.

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Las problemáticas del Medio Biofísico no son casuales. Si analizamos las circunstancias históricas de surgi-miento de las ciudades, o de las distintas formas que adoptó en su devenir (la ciudad antigua, la ciudad me-dieval, la ciudad colonial, la ciudad barroca, la ciudad moderna, la ciudad industrial, las grandes metrópolis),vamos a encontrar indefectiblemente correlaciones entre las mismas y las organizaciones sociales que lasconstruyeron, las usufructuaron y las padecieron.

Esto es así pues la ciudad, el hábitat, el medio ambiente -o como querramos llamarlo-, no es un fenómenoautónomo; es el correlato espacial de una organización social determinada.

A su vez, en cada Organización Social, se destacan como principales componentes, un Subsistema Social (lapoblación, visualizable como una constelación de actores y grupos humanos en constante interacción com-plementaria y/o conflictiva) y un Subsistema Productivo (conjunto de actividades que desarrolla la poblaciónpara la crear los bienes y servicios que estima necesarios para la vida humana y el desarrollo social. Estesubsistema incluye tanto a los bienes y servicios que son motivo de rentabilidad económica –alimento yvestimenta, por ejemplo- como aquellos otros que son de índole social y no sujetos a especulación económicacomo educación y salud publica, por ejemplo

La congruencia de ofertas y demandas de estos dos últimos subsistemas (básicamente: disponibilidad de em-pleos y remuneraciones adecuadas para acceder a los bienes y servicios indispensables), condiciona otro con-junto de situaciones que pueden ser o no problemáticas.

En nuestro país podemos señalar en este aspecto a los índices de desocupación que tradicionalmente osci-laban entre un 3% y un 5%, que en el cuarto trimestre del 2007 según los datos oficiales del INDEC alcan-zaron a un 7% el porcentaje de desempleados y al 3% el de subocupados. Estas cifras en el Gran BuenosAires son del 8% y 10% respectivamente.

Estas cifras nos están demostrando la incapacidad del modelo de desarrollo adoptado desde 1976 ante elcontexto mundial de ajuste de la economía, para proporcionar trabajo estable y medios de subsistencia auna proporción cada vez mayor de la población.

Las consecuencias a nivel del cuerpo social de estos procesos de inadecuación entre el Subsistema Social yel Subsistema Productivo, tienen una primer expresión a nivel de empobrecimiento.

El cuadro siguiente ilustra la evolución de la pobreza en el Conurbano Bonaerense según porcentajes de po-blación afectada.

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En cuanto al marco Jurídico-Institucional, fundamentalmente en las últimas décadas del siglo pasado,se fue adaptando al Modelo Neoliberal; en especial a través de la reforma del Estado, que involucró unachicamiento a partir de privatizaciones, descentralizaciones y focalizaciones de la política social.

Las privatizaciones de los servicios públicos, ha sido una forma de desmontaje del anterior Estado Be-nefactor, que garantizaba la redistribución de los recursos indispensables. Este proceso provocó en unamayor segregación socio-urbana, dado que los servicios pueden ser más eficientes, pero para los grupossociales con capacidad de pago, puesto que los receptores de las privatizaciones son personas jurídicasdel derecho privado, cuyo objetivo es la rentabilidad de la inversión.

Los procesos de descentralización involucraron aumento del poder y la autonomía de los gobiernos lo-cales en detrimento del Estado Central.Presentan la ventaja de estar los gobiernos locales más cerca de las demandas pero, en contraposición,tienen menor capacidad para incidir en la estructura y dinámica económica vigente.

O sea que la descentralización puede aportar la ventaja de un manejo más democrático de la gestiónpública, pero en ámbitos muy alejados de aquellos que definen estructuralmente el desarrollo social.

La focalización de las políticas sociales consiste en una delimitación más estricta, tanto de la poblacióndestinataria como de las prestaciones a facilitarle, abandonando la utopía de lograr niveles de calidadde vida dignos para toda la población.

Los contenidos hasta aquí desarrollados, tienen una doble finalidad:

• Por una parte, brindar un modelo conceptual de la realidad, en el cual se contextualiza el campo

de los profesionales del hábitat, a efectos de percibir que cuando actuamos en él, nuestras

acciones se desarrollan sobre el Medio Biofísico, pero se interrelacionan con los espacios urbanos

en toda su complejidad (biofísica, social, legal-institucional, político-cultural).

• Por otra parte, aportarnos datos sobre la situación actual de los aspectos más significativos de

esa realidad, a los efectos de ser conscientes de las dificultades que deben ser abordadas, cuando

se pretende actuar con criterio social y democrático sobre las problemáticas del hábitat.

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Para completar el modelo conceptual que se ha ido graficando, es necesario reconocer la existencia de mar-cos bajo los cuáles se encuadran los subsistemas y relaciones señalados.

Sin pretender reflejar exactamente la complejidad global de la realidad, podríamos señalar un marco másabarcativo conformado por los procesos Político-culturales, y otro de orden Jurídico-Institucional, interno alanterior, en cuanto constituye el medio de implementación de los procesos mencionados.

1.3. Situación Contextual del Hábitat

A nivel político global, el fenómeno más destacable fue la aceptación o imposición del Modelo Neoliberal, per-geñado para revertir la crisis recesiva en la cual entró la economía capitalista al terminar los años 60.

Sus principios son el retorno a la plena economía de mercado, la liberalización del comercio internacional,la reducción del campo de actuación de los Estados Nacionales, la modernización de la producción y la re-ducción de la cuantía y el costo del trabajo asalariado.

Estos principios implicaron una drástica reducción de las funciones reguladoras y de planificación que, hastaentonces, se suponía que eran obligatorias de ejercer por el Estado.

Dentro de este cuadro de reestructuración mundial, la presencia de regímenes militares en los países lati-noamericanos ya no fue necesaria. La inacabable deuda externa contraída, hizo que los gobiernos democrá-ticos reciban sumisamente las directivas que les llegaban a través de los organismos financierosinternacionales.

Estas circunstancias fueron tejiendo un particular clima sociocultural. El descreimiento en la eficacia de todaacción política o gremial, generó la retracción el interés por los objetivos globales del devenir social. En sus-titución se presentan como motivaciones:

• A nivel individual o familiar: la mera subsistencia para los más relegados y, para los restantes, lacultura del cuerpo, la práctica deportiva, formas de crecimiento personal (meditación, tecnologías“psi”, técnicas de autoayuda, etc.).

• A nivel vecinal: un retorno sobre ciertos valores locales (defensa de plazas y sitios, mejoramientoambiental, etc.).

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Finalmente, las intervenciones urbanas se presentan como operaciones con características propias, en

general intermedias entre las dos anteriores.

Se realizan sobre espacios más amplios que las parcelas comunes (por ej.: una o varias manzanas, una

fracción indivisa de especial extensión, etc.) y tienen efectos urbanos más significativos.

Si bien su objetivo es similar al de la planificación urbana (compatibilizar Medio Biofísico y Organización

Social), tiene en común con las intervenciones arquitectónicas el hecho de que siempre involucran una

acción directa sobre el Subsistema Construído.

Son encomendadas por entidades públicas o privadas y sus destinatarios -o los que son afectados por su

realización-, constituyen una parte de la comunidad urbana. Por esta razón las demandas son menos

coherentes que en las intervenciones arquitectónicas, pero menos contradictorias que en la planificación

urbana.

Existe un plazo de implementación acotado, pero le continúa un período de ajuste que no es infinito, pero

que tampoco es determinado.

Dada su complejidad, requieren de un equipo interdisciplinario, generalmente menos amplio que el de la

planificación urbana. Por involucrar una acción directa sobre el Subsistema Construído, en este equipo

tiene una actuación destacada el arquitecto.

Por iguales motivos de complejidad, su viabilidad depende de una buena articulación con los organismos

comunitarios y político-institucionales que correspondan según su índole y localización.

El conjunto de Catalinas Norte o la refuncionalización de Puerto Madero, son ejemplo de intervenciones

urbanas.

El cuadro de la página siguiente sintetiza las características anteriormente reseñadas.

2.2 Intervenciones arquitectónicas e intervenciones urbanas: Sus efectos sobre laciudad

En tanto la planificación urbana opera sobre la ciudad misma, las intervenciones arquitectónicas y las

urbanas operan sobre fragmentos de la misma. A pesar de ello, estas intervenciones tienen efectos sobre

la ciudad, de distinto grado de importancia.

En principio y en términos generales, podría decirse que las intervenciones urbanas tienen mayores efectos

sobre la ciudad, que las intervenciones arquitectónicas; o sea mayor impacto urbano. Pero esto no implica

que el impacto de todas las intervenciones urbanas sea siempre igual de importante, ni que el de las

intervenciones arquitectónicas sea siempre bajo.

Si tomamos el caso de las intervenciones urbanas, van a ser más importantes los impactos de aquellas que

se realicen sobre aspectos o sectores estructurales de la ciudad (áreas centrales, redes de transporte,

nodos de circulación, etc.).

Por ejemplo, la propuesta de refuncionalización de los predios ferroviarios de la Estación Retiro, es muy

importante para la ciudad, pues afecta a su área central, a su puerto y a uno de los nudos de circulación

más críticos.

Una intervención urbana que se realizase en sectores o sobre aspectos menos estratégicos (por ejemplo,

la construcción de un conjunto habitacional en un barrio o la revitalización de un sector deprimido), tendría

también impacto urbano, pero de un rango mucho menor que el del caso anterior.

Con las intervenciones arquitectónicas ocurre algo similar. Construir una vivienda en un terreno baldío de

un barrio residencial o un local comercial en una zona ya dedicada a dicho uso, constituiría una intervención

arquitectónica de mínimo impacto urbano.

En cambio, incorporar un uso diferente (por ej. una actividad comercial, industrial o recreativa en un barrio

residencial), un uso similar pero de mucha mayor intensidad (por ej. un edificio de departamentos en un

barrio de densidad baja), o un equipamiento de escala urbana (una terminal de transportes por ej.), cons-

tituirán intervenciones arquitectónicas de impacto considerable.

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II. LOS PROFESIONALES DEL HÁBITAT

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Arquitectos, Urbanistas, Planificadores, independientemente de sus campos de ac-

tuación son todos ellos profesionales abocados a la resolución de las problemáticas

del Hábitat, en especial del Hábitat Urbano.

En el presente Capítulo procuraremos realizar una diferenciación de las tareas

usualmente a cargo de dichos profesionales.

Los objetivos perseguidos son dos:

• Ir reconociendo el rol que le corresponde al arquitecto en los distintos tipos de

actuaciones.

• Ir distinguiendo los distintos efectos urbanos que tienen las distintas acciones

sobre el hábitat.

2.1 Intervenciones arquitectónicas, intervenciones urbanas y planificación urbana

Pese al esquematismo propio de toda clasificación, adaptaremos una diferenciación en estos tres tipos de

tareas, dado que dan buena cuenta de las distintas formas de quehacer profesional posibles.

Las intervenciones arquitectónicas se perfilan como la ejecución o transformación del Subsistema

Construído de un espacio parcelario.

Son encargadas por y destinadas a un comitente que en general es un particular (persona, familia, em-

presa), cuyas demandas son diversas pero coherentes entre sí.

Se desarrollan durante un período determinado, por parte de un arquitecto, complementado por los ase-

sores que fuesen necesarios. La articulación institucional necesaria en general se reduce al cumplimiento

de las normativas vigentes. Cualquier vivienda individual o colectiva de la ciudad o sus edificios significa-

tivos (por ej. el Edificio Sevel de 9 de Julio y Libertador o la torre El Faro de Puerto Madero, como tantos

otros ), independientemente de sus valores, constituyen ejemplos de intervenciones arquitectónicas.

La planificación urbana en cambio, no involucra la realización o transformación directa del Subsistema

Construído, sino la formulación de estrategias, normativas y recomendaciones, destinadas a la mejor ade-

cuación de las ofertas del Medio Biofísico y las demandas de la Organización Social, para la totalidad de

una ciudad o, al menos, para un sector significativo de ella.

El comitente en general es el Estado, a través alguno de sus organismos, y el destinatario, la totalidad de

la comunidad. Dada la diversidad de objetivos y expectativas de los grupos que conforman la comunidad

urbana, se hacen presentes demandas diversas y muchas veces contrapuestas.

Dada la amplitud y complejidad de objetivos, resulta necesario que la elaboración de acciones de planifi-

cación urbana, sea ejecutada por un equipo multidisciplinario (en el cual puede o no estar el arquitecto),

en estrecha articulación con los estamentos político-institucionales y con la franca participación de las

organizaciones y sectores de la totalidad de la comunidad urbana.

Por ello, el desarrollo de todas las instancias metodológicas de la actividad denominada planificación ur-

bana, exceden a los contenidos desarrollados en la materia y requieren necesariamente una formación de

posgrado específica.

Al estar la ciudad en permanente cambio, la planificación urbana es una tarea continua. Los planes urba-

nísticos formulados para Buenos Aires como el Plan Urbano Ambiental, así como el Código de Planeamiento

Urbano vigente, son ejemplos de Planificación Urbana.

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2.3 Rol del arquitecto y forma de consideración de los aspectos urbanos en losdistintos tipos de quehacer profesional

Los puntos anteriores nos clarifican el rol que le cuadra al arquitecto en cada una de las operaciones

prototípicas enunciadas, y nos van descubriendo de qué forma tendrán que ser considerados los aspectos

urbanísticos involucrados en cada una de estas operaciones.

En una intervención arquitectónica el arquitecto constituye el eje profesional, ya que el objetivo principal

es la creación o transformación del Subsistema Construído en un espacio parcelario.

Si la intervención no tiene mayores implicancias urbanas, deberá considerar -por sí mismo y/o mediante

consultas-, los aspectos urbanos que sean pertinentes.

Si la intervención involucra impacto urbano considerable, éste deberá -con la colaboración de profesionales

especializados-considerar las formas de evaluar dicho impacto, a efectos de adoptar decisiones que per-

mitan usufructuar al máximo los efectos positivos y amenguar al mínimo los efectos negativos.

En una intervención urbana, donde la ejecución o transformación del Subsistema Construído está mucho

más condicionada por los otros componentes de la realidad (el Subsistema Natural, la Organización Social,

etc.), su rol sigue siendo destacado, pero en articulación con otros profesionales.

En estas intervenciones deberá considerar los impactos urbanos que, con mayor o menor importancia,

siempre están presentes, en conjunción con los restantes miembros del equipo de trabajo.

Una operación de planificación urbana requiere la participación de profesionales específicamente formados.

Por dicha razón existe en nuestra Facultad desde hace casi 60 años, un curso de posgrado denominado

“Programa de Formación en Planificación Urbana y Regional”, de índole pluridisciplinaria a nivel de docentes

y alumnos.

En las acciones de planificación urbana, y en tanto no tenga perfeccionamiento de posgrado, al arquitecto

sólo le cuadra cubrir funciones restringidas.

Pero la necesidad de considerar el impacto urbano de sus intervenciones -arquitectónicas o urbanas-,

requiere que el arquitecto sepa realizar una lectura inteligente de las ciudades, conozca cuáles son las

políticas urbanas vigentes y cuáles las formas de actuación profesional con que pueden llevarse a cabo a

través de la Planificación Urbana.

2.4 Otras diferenciaciones pertinentes de las intervenciones arquitectónicas y de lasintervenciones urbanas

Dada su incidencia en la consideración del impacto urbano, es conveniente tener en cuenta dos diferen-

ciaciones de estas intervenciones: una, según el origen de su encomienda; otra, según los subtipos de

intervención que involucra.

2.4.1 Según el origen de la encomienda

En el quehacer profesional, las encomiendas pueden tener distintos orígenes:

a) El más común, es aquél en el que tanto el objetivo como el espacio de la intervención están definidos.

b) Existe una segunda alternativa, en la cual el espacio de localización de la intervención está definido, pero

no está definido el objetivo de la misma. O sea que sólo hay un predio y la voluntad de realizar una acción

en el mismo.

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c) Una tercer posibilidad es que los objetivos estén definidos, pero no lo esté el espacio donde habrá de

localizarse. O sea que hay finalidades pero no está determinado el predio en el cual habrá de concretarse

la acción.

d) Finalmente hay una cuarta alternativa, en la cual no hay ni espacio de localización ni objetivos definidos;

sólo la voluntad de realizar una intervención. Incluso, puede no haber comitente en el momento inicial del

proceso. Son los casos bastante frecuentes recientemente, en los cuáles el arquitecto autogestiona una

demanda, detectando situaciones de “espacio-objetivo” que resulten atractivas, para luego buscar al co-

mitente que esté interesado en el emprendimiento.

El cuadro siguiente nos sintetiza los 4 tipos de encomiendas.

Evidentemente, los casos b, c y d, son siempre instancias previas al caso a. Lo que resulta conveniente

remarcar es que, en el proceso de pasar de los casos b, c o d al caso a, va a resultar de gran utilidad una

cuidadosa consideración de las características del entorno urbano a los efectos de asegurar, tanto el mayor

éxito del emprendimiento como el impacto más positivo posible para el área de implantación.

2.4.2 Según subtipos de intervención

No todas las Intervenciones Arquitectónicas y Urbanas que se llevan a cabo involucran la ejecución de

nuevos elementos del Subsistema Construído en espacios antes vacíos.

En forma cada vez más creciente asistimos a actuaciones profesionales que usufructúan espacios y estruc-

turas edilicias existentes.

Emprendimientos de reciclaje, renovación, rehabilitación, etc., tanto de escala edilicia o zonal, que hasta

ayer eran sólo curiosidades bibliográficas, ahora forman parte de nuestra realidad profesional.

En estos casos, la significación urbana de la actuación profesional se incrementa, dado que se está

operando sobre un Medio Biofísico y una Organización Social preexistentes, sobre los cuáles hay que tomar

decisiones trascendentes.

El cuadro de la página siguiente procura tipificar los distintos subtipos de intervenciones posibles, aún

cuando es necesario considerar que en el quehacer profesional, muchas veces se presentan combinaciones

de los casos que el cuadro presenta esquemáticamente.

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III. POLÍTICA Y PLANIFICACIÓN URBANA

Estas intervenciones, en el caso de ciudades que tienen en marcha procesos de planificación consensuados,

aceptados y en cumplimiento, constituyen las formas de llevar a cabo gran parte de las recomendaciones

que fijan dichos procesos. En el caso de ciudades con procesos de planificación débiles, erráticos o esca-

samente respetados, también constituyen la manera más evidente de transformación de las mismas, aún

cuando no respondan a una imagen global de desarrollo urbano.

Las Intervenciones Urbanas de gran magnitud o trascendencia, van transformando a la ciudad en sus rasgos

estructurales. Pensemos, para el caso de Buenos Aires, la importancia de realizaciones como la urbanización

del Bajo Flores (Parque Alte. Brown) con conjuntos de vivienda, o de realizaciones fragmentariamente

ejecutadas como el Plan de Autopistas, o de realizaciones en marcha como la refuncionalización de Puerto

Madero o la ampliación de la red de subterráneos.

Las Intervenciones Urbanas menores y la multiplicidad de Intervenciones Arquitectónicas, van conformando

el tejido urbano según características que podemos evaluar positiva o negativamente pero, en todos los

casos, con un nivel de perdurabilidad -dados los costos y plazos de amortización de estas inversiones- que

comprometen el futuro urbano.

Estas características de las intervenciones en que participan los arquitectos, nos conducen a postular que,

además de la necesidad de un cuidadoso diseño e implementación de cada una de ellas, es necesario po-

sicionarse -conocer y adoptar opiniones y criterios- con respecto a las políticas y prácticas urbanas vigentes.

Esto último no es fácil, pues el momento actual no es de claridad, sino de debate con respecto a las políticas

y prácticas urbanas, en especial, de las que corresponde adoptar en el caso de países como el nuestro,

caracterizado por el subdesarrollo (o involución del desarrollo), crisis socioeconómicas, carencia de recursos

y procesos de deterioro urbano consecuentes.

Para comprender esta situación de debate, es necesario retroceder en el tiempo hasta encontrar el origen

de las circunstancias que explican nuestro actual desconcierto.

A dichos fines desarrollaremos en el presente capítulo los siguientes aspectos:

3.1 Desarrollo de la Planificación Urbana

Aún cuando toda la historia urbana es un proceso que nos va explicando nuestra situación actual, las dos

últimas centurias de dicho proceso -y más precisamente, lo acaecido a partir de la Revolución Industrial

de mediados del siglo XVIII-, es lo que más se concatena con nuestra problemática contemporánea.

El siguiente cuadro procura sintetizar dicho proceso según sus principales rasgos.

A lo largo de los capítulos anteriores realizamos una diferenciación de los tipos de

actuación profesional y dejamos sentado porqué la Planificación Urbana requiere

una formación de posgrado y la integración de equipos interdisciplinarios.

También acotamos que, a pesar de ello, al estar el arquitecto actuando sobre puntos

urbanos a través de Intervenciones Arquitectónicas, y más aún cuando actúa sobre

fragmentos urbanos a través de Intervenciones Urbanas, está participando - de

hecho - en los procesos de construcción y modificación de las ciudades.

• Una reseña del desarrollo de la Planificación Urbana, a partir de las problemáticas, políticas y

prácticas urbanas acaecidas en el pasado inmediato (punto 3.1)

• Una síntesis de los resultados de dichos procesos (punto 3.2)

• Una síntesis de las críticas que se formulan hoy día a la Planificación Urbana (punto 3.3)

• Un panorama de la realidad actual, sus perspectivas y las líneas de debate vigentes (punto 3.4)

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3.1.1 Fines del siglo XVIII a fines del siglo XIX

a) Contexto socio-político

El siglo XVIII había asistido al paulatino pasaje de un capitalismo manufacturero a un capitalismo fabril, a

partir de una serie de factores coadyuvantes:

De tal forma, el contexto socio-político del siglo XIX se caracteriza por la consolidación del capitalismo

industrial, a partir del afianzamiento de las burguesías de los países europeos occidentales y con el esta-

blecimiento de diversos grados de asociación-dependencia con los países americanos.

Este proceso dió lugar a dos fenómenos socio-políticos:

El siglo XIX asiste a la consolidación de esta burguesía protagónica del capitalismo industrial y a la paulatina

organización proletaria, enfrentada a la anterior en procura de reivindicaciones.

b) Problemática urbana

La problemática urbana del período se caracteriza por un rápido crecimiento de los centros urbanos. Luego

de una anterior instancia de industrialización rural (usufructuando la energía hidroeléctrica y el transporte

fluvial), la difusión de la máquina de vapor y de los ferrocarriles, lleva al grueso de las fábricas al ámbito

urbano, donde la concentración de la mano de obra, de compradores y de medios de transporte, optimizaba

la ecuación de costos y ganancias.

La ciudad industrial se expande por la localización de plantas fabriles, por el equipamiento de transporte

(estaciones y playas ferroviarias y portuarias) y por la necesidad de asentamiento del proletariado. Este

último se resuelve, en principio, por la ocupación de los viejos cascos urbanos, aún medievales, y luego,

por la creación de un hábitat suburbano específico, caracterizándose ambas formas, por el hacinamiento y

la carencia de servicios básicos.

Estas características del hábitat proletario, unido a la mala alimentación y a los regímenes de trabajo pro-

longado, dio lugar a severas crisis sanitarias que se expresan en las décadas de 1830 y 1840 por epidemias,

que ponen en discusión la posibilidad de continuar con la política de “liberalidad urbana”.

c) Políticas urbanas y práctica profesional

Frente a las problemáticas detalladas, se pueden distinguir 3 tipos de políticas urbanas adoptadas, cada

una de ellas con su correspondiente forma de práctica profesional.

c)1 En primer término hay una política de origen y destino burgués, que tiene por objetivo la reapropiación

de los centros históricos “invadidos” por el proletariado. Se realiza mediante la “modernización” de estos

centros a través de operaciones de cirugía urbana, que consisten en la apertura de avenidas de circulación,

implantación de parques y erección de edificios monumentales para dar cabida a las crecientes funciones

políticas y administrativas del Estado. La demolición de los edificios más obsoletos y la valorización general

del área, termina por erradicar los núcleos de residencia popular a los suburbios, y da lugar a la conversión

de estos centros en lugares de residencia y esparcimiento de la burguesía. Formalmente se logra una

organización estructural de soluciones monumentales a través de un urbanismo barroco, desarrollado por

arquitectos paisajistas que, simultáneamente, cumplimentaba el objetivo político de anular - o en último

caso, poder controlar fácilmente -, las revueltas populares que se habían desarrollado hasta entonces en

estas áreas centrales. El ejemplo más notorio de esta política urbana, fue la acción llevada a cabo por el

Prefecto Haussman en la ciudad de París.

• El aumento de la población y sus demandas.

• La disponibilidad de capital, originado básicamente en la rapiña colonialista.

• La disponibilidad de mano de obra barata proveniente de las migraciones rurales.

• El desarrollo técnico científico, singularizado por la creación de la máquina de vapor.

• Por una parte el crecimiento del poder de las burguesías (en algunos países en forma indepen-

diente, en otros asociada con la nobleza que aún perduraba en el poder político);

• Y por otra parte, al surgimiento del proletariado industrial.

17

c)2 En segundo término, se distingue una política originada en aquellos sectores burgueses con mayor

contacto y sensibilidad por las insatisfactorias formas de habitar de los sectores obreros.

El objetivo fue evitar y controlar los principales desajustes del hábitat popular, mediante la ampliación,

dictado y sistematización de normas sobre aspectos cruciales (provisión de agua y cloacas, limpieza urbana,

dimensiones y características mínimas de las viviendas de alquiler, pavimentos, jardines públicos, ubicación

de mataderos y cementerios, etc.); así como la creación de organismos públicos encargados de aplicarlas

y controlarlas, en ambos casos con relativo éxito según los países.

Este urbanismo higienista, llevado a cabo básicamente por médicos e ingenieros sanitaristas, sentó las

bases de un urbanismo estatal normatista, controlador de los desbordes especulativos de los agentes

inmobiliarios, anteriormente sólo limitados por las leyes del libre mercado de la oferta y la demanda. En

tal sentido aun tiene vigencia y trascendencia. El ejemplo más notorio de esta política, fue llevado a cabo

en Gran Bretaña, donde se dictó en 1847 la primer Public Health Act.

c)3 En tercer término, se distingue una política urbana contemporánea a las anteriores, que sostuvo que

los problemas de la ciudad industrial no tenían solución dentro del orden capitalista que los producía. Pos-

tulaban en consecuencia la sustitución de la ciudad industrial por nuevas organizaciones socioespaciales.

Este urbanismo utópico, desarrollado por reformadores sociales, pensadores políticos e industriales filán-

tropos que se inscribían ideológicamente en un amplio arco que iba desde un protocomunismo hasta un

neocatolicismo, tenían como sustrato común el principio de que el hombre no debía ser instrumento sino

destino de los procesos de producción. En consecuencia, el criterio rector de la organización social, debía

ser las necesidades humanas y no los beneficios empresariales.

Para implementar estos principios, formularon propuestas teóricas sobre nuevos asentamientos humanos

que, en general, se caracterizaban por un número limitado de habitantes (500 a 2000 personas), la cohe-

rencia social de sus componentes, el desarrollo de actividades productivas programadas que dieran sostén

económico al grupo, y el aseguramiento de condiciones de vida dignas y un desarrollo cultural sostenido.

Algunas de estas propuestas llegaron a ser concretadas. La más notoria fue la comunidad de New Harmony,

creada en 1825 en EEUU por un industrial filántropo británico. Constituía una aldea agrícola con industria-

lización de su producción. Los hombres se dedicaban a las tareas agrícolas e industriales, las mujeres a las

tareas comunitarias y domésticas, y los jóvenes al estudio y el adiestramiento laboral. La organización

espacial, acorde con la organización socioeconómica, estaba conformada por un espacio central abierto

rodeado por 3 edificios comunitarios (la escuela elemental, la escuela secundaria y la cocina-comedor); en

su entorno se distribuían los edificios dormitorio para cada familia, y en la periferia, las fábricas, el

matadero, etc. Todos estos emprendimientos terminaron siendo concreciones fallidas, ya sea por des-

membramiento de los grupos o por desvirtuación de sus objetivos, destino bastante comprensible, dado

que estaban inmersos en una sociedad global que se movía por principios totalmente antagónicos a los de

los utopistas.

Balance de las políticas urbanas del período

Podemos acotar que el urbanismo barroco persistió en las realizaciones concretas que llegó a realizar,

mucho más que como política urbana, que el urbanismo higienista sobrevivió como tarea incorporada a las

obligaciones del Estado; y que el urbanismo utopista se cerró con sus fracasos.

Esto produjo una ruptura centenaria entre el debate político y el debate urbano, pasando a ser la cultura

urbanística, una técnica al servicio de la resolución de problemas y no una discusión sobre el origen estruc-

tural de dichos problemas. Recién en las últimas décadas de nuestro siglo, se ha ido reasumiendo la relación

estructural organización social<->problemática urbana.

18

Page 11: Arquitectura y ciudad 2009

3.1.2 Fines del siglo XIX a fines del siglo XX

La caracterización que realizaremos, abarcará aproximadamente 2/3 del pasado siglo, dado que el período

mas reciente será abordado en el punto 7.4 como ultimas décadas del siglo XX.

a) Contexto socio-político

El período se caracteriza por el afianzamiento del capitalismo expansionista, denominación con que se sin-

tetiza la articulación establecida entre el capitalismo industrial, el comercial y, especialmente, el financiero,

a escala internacional.

Este afianzamiento no ha estado exento de crisis, como las que dieron lugar a las dos guerras mundiales

(1914-18 y 1939-45) y a la depresión de 1929. Así mismo, ha estado condicionado por el surgimiento de

regímenes socialistas en Europa Oriental y en el Extremo Oriente.

La vinculación entre los países centrales y los países periféricos de este ordenamiento capitalista, ha sufrido

vaivenes por estas circunstancias.

A su vez, las relaciones interclases de cada uno de los países capitalistas, ha dependido de la posición que

ocupaba cada uno de ellos y de dichos vaivenes. El nivel de respuesta que los Estados han dado a las

demandas de los grupos sociales más desfavorecidos, ha oscilado entre la concesión de mejoras (Estado

Benefactor) y el intento de anular la expresión de estas demandas (Estado Represor).

b) Problemática urbana

Este período se caracteriza por la continuidad del proceso de concentración y crecimiento urbano, dado las

ventajas que provee a la forma de producción capitalista. Es así que se produce el fenómeno de metropo-

lización, consistente en la expansión de las principales ciudades sobre extensas superficies y concentrando

cantidades millonarias de población, proceso viabilizado por las mejoras tecnológicas de los sistemas de

transporte y comunicaciones. Recordemos que el Área Metropolitana de Buenos Aires alcanza de norte a

sur, una extensión de aproximadamente 120 Km., desde Escobar a La Plata, y redondea los 12 millones de

habitantes.

Más allá del proceso de metropolización, han tomado trascendencia los procesos de megalopolización,

conformados por la estrecha vinculación funcional de centros urbanos y metropolitanos próximos, que se

comportan como regiones urbanas. En nuestro país tenemos el caso del Eje Fluvial Industrial que empieza

en el Gran Rosario y llega hasta el Gran La Plata, con una extensión de 400 Km., incluyendo un porcentaje

significativo de población, actividades secundarias y terciarias, dinamismo y poder, de todo el país.

La expansión espacial de las ciudades, ha dado lugar al interior de cada núcleo urbano, a un doble proceso.

El primero de dichos procesos, ineludible, ha sido el de suburbanización. Las ciudades han crecido aleján-

dose de sus áreas centrales tradicionales, las que constituían el espacio urbano de mayor jerarquía, tanto

por las actividades, como por los valores simbólicos contenidos en ellas.

Este proceso de suburbanización ha involucrado, además de la multiplicación de los sistemas de centros

secundarios, terciarios, etc., el surgimiento de áreas residenciales dispersas y un alejamiento general de

cada una de ellas a los distintos centros de atracción de la ciudad (zonas de empleo, equipamientos colec-

tivos, áreas de recreación, etc.).

Los inconvenientes aparejados por esta suburbanización, han sido compensados diferencialmente, según

la capacidad pública y privada de inversión urbana:

• Donde ésta es alta, la multiplicación de los puntos de oferta de equipamiento comunitario, la

extensión de los servicios y especialmente la implantación de sistemas de circulación y la existencia

de medios de transporte, ha dado lugar a la creación de formas de hábitat distintas, pero no menos

confortables que las de las ciudades medianas.

• Donde la capacidad de inversión urbana es reducida, la vida suburbana involucra carencias de

equipamiento y servicios, incremento en los tiempos, costos y esfuerzos de traslado y, en general,

una disminución crítica de las ventajas que otorgaba anteriormente, la vida urbana.

19

El segundo de los procesos intraurbanos acaecidos, que no es ineludible pero es bastante habitual, es la

degradación de las áreas centrales. Se origina generalmente por su abandono para uso residencial por

parte de las clases medias y altas -dada la existencia de mejores ofertas suburbanas- y, cumpliendo un

proceso inverso al del siglo XIX, se produce la tugurización de edificios obsoletos por parte de la población

de bajos recursos, que resuelve de esta manera sus necesidades de alojamiento de manera subestandar,

pero dentro de un cuadro de mínima inversión inicial y de reducción de costos de traslado.

En ciudades donde se conjugan fuertes diferenciaciones socioeconómicas, presencia de grupos migratorios

de culturas diversas e incremento consecuente de la violencia social, estas áreas Centrales no sólo son

espacios de degradación física, sino también de fuerte riesgo de agresión social, constituyendo la versión

opuesta a la de los espacios de interrelación y vida cívica comunitaria que se pretendió que fueran.

c) Políticas urbanas y Producción Profesional

Las políticas urbanas de este período han tenido una doble fuente de inspiración. Por una parte, la conti-

nuidad de la escuela higienista normativa surgida a mediados del siglo XIX y, por la otra, el fuerte nivel

teórico que aportó el racionalista espacialista desarrollado a partir de los Congresos Internacionales de

Arquitectura Moderna (CIAM), que fueron organizados a partir de 1928 y tuvieron por pionero a

Le Courbusier.

El racionalismo constituyó el primer intento de análisis científico de los problemas urbanos que, superando

el peso de las trabas históricas y simbólicas de la ciudad tradicional, hizo énfasis en sus aspectos funcio-

nales, adoptando el concepto e imagen de la ciudad-máquina. De esta imagen del fenómeno urbano, se

desprendió el principio de que siempre tenía que haber una solución técnica para superar el caos y la

miseria urbana.

La ausencia de un análisis de los fenómenos sociales que condicionaban la problemática espacial urbana

(tema al que los utopistas habían arribado 100 años antes), determinó la esterilidad de las propuestas

urbanas del racionalismo. Dichas propuestas, de índole exclusivamente espacial, consistían en grandes

operaciones de cirugía urbana para implantar la ciudad-máquina, organizada a partir de las cuatro funciones

básicas adoptadas: habitar, trabajar, recrearse y circular.

Además de la mínima posibilidad económica de llevar a cabo estos grandes emprendimientos, en los pocos

casos en que se realizaron ciudades o sectores urbanos con estos criterios, quedó en evidencia la ingenui-

dad de presuponer que las mejoras espaciales conducirían directamente a superar las inequidades sociour-

banas. La ciudad de Brasilia, realizada según la concepción racionalista, demuestra, a través del surgimiento

del cinturón de ciudades-miseria que la rodea, la ingenuidad del espacialismo racionalista.

Alimentadas por las dos fuentes de inspiración mencionadas, las políticas urbanas desarrolladas a nivel

concreto durante este período, han tendido básicamente al logro de 3 objetivos:

Mencionaremos brevemente el objetivo de cada una de estas políticas y las ejemplificaremos con algunos

tipos de producción profesional.

c)1 El ordenamiento urbano Tiene un objetivo de acción global con respecto a la problemática de las

ciudades. Procura básicamente por la vía normativa, y complementariamente por la recomendación de

obras, atenuar los principales conflictos existentes, así como evitar los previsibles. En tal sentido, heredando

de pleno la tradición higienista, modernizada por los elementos “científicos” del análisis urbano racionalista,

intenta actuar sobre los síntomas de la problemática urbana.

La producción profesional consiste en la formulación de Planes de Ordenamiento, históricamente conocidos

como Planes Reguladores primero, y como Planes de Desarrollo posteriormente.

• El ordenamiento,

• La descentralización y

• La renovación de las áreas centrales.

20

Page 12: Arquitectura y ciudad 2009

Un Plan Regulador consiste en:

Los Planes de Desarrollo Urbano:

En síntesis, podemos decir que la formulación de Planes de Ordenamiento, relativamente exitosa en los

países centrales que tenían una política general de “Estado Benefactor”, fue adoptada acríticamente en

nuestros países subdesarrollados, sin considerar las diferencias de contexto que incidirían en su efectividad

como instrumento de política urbana.

c)2 La descentralización fue la segunda política urbana de este período. Surgió como respuesta ante las

evidentes deseconomías y disfunciones de la congestión urbana, y en paralelo a políticas regionales en

boga, tendientes a lograr un desarrollo más equilibrado territorialmente.

La descentralización hereda la tradición de ejecución de obras del urbanismo barroco, más que la tradición

normativita del urbanismo higienista que inspiraba a las políticas de ordenamiento. Pero no se plantean

como políticas opuestas, sino complementarias.

Parte del principio de promover la generación de núcleos de atracción, externos a los núcleos ya conges-

tionados, los que al ofrecer ventajas similares o superiores, atraerían la redicación de población y activi-

dades, y producirían automáticamente, tanto la descompresión de los núcleos saturados, como un

desarrollo regional más armónico.

• Una serie de estudios que cuantifica los problemas urbanos (déficit de viviendas, equipamientos

e infraestructura, conflictos entre usos del suelo, etc.) y efectúa previsiones de crecimiento demo-

gráfico con la consecuente estimación de mayores requerimientos de espacios y de servicios que

dicho crecimiento producirá.

• Una propuesta de ordenamiento, fundamentalmente física, con definición de la zonificación

considerada más conveniente y la especificación de las características que deberían tener cada una

de las zonas (usos permitidos, formas de subdivisión de la tierra, equipamientos e infraestructura

necesaria, etc.); recomendación de la red circulatoria que debería interrelacionar y servir a las

zonas, y definición de reservas de espacio, ya sea para futuras expansiones o para usos específicos

futuros.

Esta propuesta física se complementaba con un estudio presupuestario de las obras necesarias

(extensión de redes, nuevos equipamientos, mejoras de la red de circulación, etc.); con una

propuesta de creación o ampliación de funciones de una unidad institucional que tendría a cargo la

implementación y control del Plan, y con la propuesta normativa necesaria para “aprobar” oficial-

mente el Plan y crear la unidad institucional prevista.

Estos Planes Reguladores realizados por grupos profesionales del Estado, o más comúnmente por

equipos contratados “ad hoc”, quedaban para ser implementados por el nivel estatal corres-

pondiente (generalmente el municipal), lo cual se realizaba con el relativo éxito que luego

comentaremos.

• Surgieron en la década del 60, considerando la esterilidad del enfoque estrictamente físico de los

Planes Reguladores. Ampliaron el ámbito de análisis previo, considerando especialmente la vincu-

lación ciudad - entorno regional en cuanto causa económica del desenvolvimiento de las ciudades.

También consideraron las tendencias económicas, especialmente para predecir los ingresos y

demandas de la población y las actividades a desarrollarse.

A pesar de todo esto, no sobrepasaron el ámbito de la proposición de normativas y recomendacio-

nes físico-funcionales de los Planes Reguladores, con el agravante de que, en general, sobreesti-

maron los procesos socio-económicos que auguraban.

El resultado real de los Planes de Ordenamiento (o sea la disminución de las problemáticas urbanas

y el logro de condiciones de vida más equitativas para la población o, al menos, el aseguramiento

de condiciones de mínima para todos los habitantes), fue disímil según los países en que los mismos

fueron aplicados.

Una explicación somera, nos puede reseñar como causas de estos diferentes resultados, las circuns-

tancias que reflejan el cuadro de la página siguiente.

21 22

La escala de aplicación de estas políticas, es diversa:

• Tenemos el caso de Gran Bretaña, que en tanto aplicó en Londres una política de ordenamiento

estricto, la complementó con la política de descentralización en las New Towns. En principio fueron

localidades próximas a la capital, que tenían como objetivo absorber su crecimiento y promover la

disminución de su carga poblacional. Posteriormente, la implantación de New Towns se expandió

al resto del espacio nacional, configurando una política de descentralización de escala territorial

total.

• En Francia, además de la política de Nouvelles Villes, similar a la de las New Towns, tenemos otras

dos formas de aplicación de la descentralización. Por una parte, el caso de la ciudad de Toulouse,

en la cual se resolvió su expansión configurando una ciudad gemela inmediata a la original. Por otra

parte el caso de París, donde se ha aplicado una franca política de descentralización intraurbana,

creando polos de actividad (administrativa, comercial, cultural, etc.) de alta escala y jerarquía, por

fuera del centro histórico de la ciudad, servidos por un eficaz sistema de transporte intraurbano, lo

que asegura su éxito y el logro del objetivo de descentralización.

Page 13: Arquitectura y ciudad 2009

En América se han desarrollado emprendimientos de descentralización, en general con menor éxito:

Otra forma de descentralización, son las políticas de desarrollo de las ciudades de tamaño medio, que en

nuestro país se han debatido pero no implementado.

Finalmente podemos mencionar las políticas de promoción industrial para zonas del interior del país (Tierra

del Fuego, La Rioja, San Luis, etc.) que sí fueron implementadas, con un resultado inicial aparentemente

exitoso. El escaso control sobre la genuina articulación de las empresas promovidas con las economías

locales, dio como resultado la alternativa que se presenta actualmente: prolongar dichas promociones con

alto costo económico para el país, o suspenderlas, con fuerte reversión de los aspectos positivos que se

habían desarrollado (incremento de población, empleo y producción).

c)3 Fué la renovación de las áreas centrales la que se desplegó durante este período, como contrapar-

tida a la degradación que estas presentan, ya caracterizada como problemática actual.

A diferencia de las dos políticas anteriores, que son básicamente de inspiración y ejecución estatal, la

renovación de las áreas centrales presenta muchas veces la participación de empresas inmobiliarias priva-

das, que advierten en estos emprendimientos, la posibilidad de obtener buenas ganancias.

Estos procesos de renovación procuran la destugurización de los centros históricos, la refuncionalización

de áreas en desuso (portuarias, ferroviarias, etc.) y, en general, la recuperación de sus valores culturales,

urbanos, arquitectónicos, simbólicos, etc.

Se ejecutan mediante la ampliación de la disponibilidad física y de las ventajas de localización para activi-

dades generalmente típicas de las áreas centrales, pero que por su deterioro, tienden a retirarse a otras

zonas urbanas. Los usos promovidos son, generalmente, los centros de oficinas, grandes hoteles para

turismo internacional y centros comerciales. También se ha procurado la reimplantación del uso residencial

para clase media y alta.

Los emprendimientos de mayor trascendencia, se han ejecutado en EEUU, cuyas ciudades muestran los

grados más altos de tugurización y suburbanización.

Los resultados son discutibles pues, dada la persistencia de las situaciones de violencia social que ocasio-

naron el deterioro, si bien se ha logrado cierta reactivación, ésta se desarrolla a nivel intraedilicio, y míni-

mamente a un nivel urbano que incluya también los espacios abiertos y restituya el clima de vida urbana

cívica general. En nuestra ciudad, que no alcanza los niveles de violencia social de otros países, el deterioro

de las áreas centrales es menos notorio. Concordantemente, se han dado acciones de renovación parciales,

como ha sido la ocurrida en el barrio de Palermo, y como fue la recuperación de Puerto Madero, entre

otras.

d) Escuelas y perfiles profesionales

Con respecto a las escuelas y los perfiles profesionales que han llevado a cabo las políticas y prácticas

urbanas antedichas, cabe destacar que, por la confluencia de la gestión urbana desarrollada en los ámbitos

gubernamentales a partir del higienismo, y la difusión de los avances teóricos del racionalismo espacialista,

se fué conformando una especialización profesional específica.

En consonancia con la Arquitectura Moderna difundida a partir de los Congresos CIAM, la escuela profesional

que se fue definiendo, fue conocida como Urbanismo Moderno.

• Quizás el caso más aparatoso, fue la erección de Brasilia que, aunque involucró un principio de

ocupación de un territorio marginal, y cierta disminución de las funciones político administrativas

de Río de Janeiro, no frenó la alta primacía y concentración industrial de San Pablo, ni resolvió el

crítico tema de la ocupación racional de la Amazonia, que siguen siendo los principales problemas

del Brasil, al cual se agregó el costo de construcción y los gastos de funcionamiento de la nueva

capital.

• En nuestro país, la frustrada propuesta de trasladar las funciones gubernamentales centrales a

Viedma-Carmen de Patagones, probablemente hubiese tenido efectos similares, con la dificultad

extra de haberse formulado en una época de escasa disponibilidad de recursos, y no en un mo-

mento de desarrollo, como fue el de Brasil en los años 50 y 60.

23

Dado el contenido espacialista de su aproximación a la problemática urbana, el protagonista de esta

escuela, fue el arquitecto urbanista egresado de la carrera de arquitectura y con cierta especialización en

temática urbana, ya sea por práctica o por perfeccionamiento académico.

Este arquitecto urbanista operaba solo o asesorado, en caso de necesidad, por profesionales de las disci-

plinas que menos podían ser soslayadas: abogados, ingenieros, etc. La insuficiencia de la visión espacialista

de las problemáticas urbanas, motivó la paulatina incorporación de otros contenidos disciplinarios. Al

respecto pueden señalarse como los más notorios los siguientes campos:

Esta paulatina complejización de la visualización y manejo de la cuestión urbana, fue enriqueciendo el viejo

Urbanismo Moderno, ya nomenclaturado como Planificación Urbana, y ejercido ahora por un equipo inter-

disciplinario que tiende a ser tan amplio en su composición, como multifacética es la problemática urbana

que deba encarar.

3.2 Resultados de la planificación urbana

Aún cuando ya hemos ido dando diversos ejemplos, podemos preguntarnos ahora en términos generales:

¿Cual ha sido el nivel de aplicación y los resultados obtenidos por las políticas y prácticas urbanas reseñadas

en el punto 7.1.

Para contestar esta pregunta, aunque sea muy esquemáticamente, debemos distinguir entre tipos de

países. Al respecto podemos diferenciar 4 grupos:

a) Países con economía centralizada

Es el caso de los países de economía socialista en los cuáles, la planificación urbana, independientemente

de su calidad, ha constituido -hasta ahora- un capítulo dependiente de la planificación global.

Por dicha característica, es que podemos suponer un nivel de aplicación muy alto.

Los resultados obtenidos son un hábitat con predominio de la homogeneidad, en donde, aunque muchas

veces no se han alcanzado los estándares pretendidos, las carencias no se han circunscripto a grupos

particularizados.

b) Países con predominio de la economía de mercado

El predominio del liberalismo económico ha coincidido con un máximo de liberalismo urbano como es el caso

de EEUU. El Estado sólo interviene en temas de desarrollo urbano, ante crisis o casos extremos, siendo por

lo tanto muy débil la planificación urbana.

El resultado es un hábitat amosaicado, donde se alternan condiciones óptimas, medias y deficitarias, como

podría ser el caso de Nueva York, con distritos de alta calidad residencial y distritos caracterizados por la

degradación física y la violencia social.

c) Países de economía capitalista y mayor regulación estatal

Es el caso de la mayoría de los países de Europa Occidental, donde coexiste el sistema de libre empresa

con una tradición de regulación y aseguramiento de condiciones mínimas de bienestar social (Estado

Benefactor), que incluye las temáticas del hábitat.

Son ejemplo Gran Bretaña, con un fuerte intervencionismo estatal en el ordenamiento territorial y urbano;

• Economía de mercado: con sus análisis de economías y deseconomías de urbanización, tanto

en los procesos de construcción como de funcionamiento de las ciudades.

• Sociología y otras ciencias sociales: con sus estudios del comportamiento psicosocial de los

grupos humanos en relación a la elección de su localización y preferencias urbanas.

• Ecología y otras ciencias naturales: rescatando la necesidad de evaluar y regular las interre-

laciones de la ciudad con su medio natural, en cuanto cuenca de abastecimiento de insumos y de

soporte de sus efluentes.

• Economía marxista: señalando el condicionamiento que tienen los procesos de construcción de

las ciudades como generadores de beneficios empresariales

• Ciencias políticas: remarcando el comportamiento diferencial de los distintos agentes urbanos,

de acuerdo a su inserción en el sistema socioproductivo.

24

Page 14: Arquitectura y ciudad 2009

Holanda con un férreo control del uso del suelo; o Suecia, donde el suelo necesario para el crecimiento de

las principales ciudades, es público en su casi totalidad, para evitar las distorsiones de la especulación

inmobiliaria.

d) Países subdesarrollados

En estos países, aun cuando el Estado cuenta con atribuciones suficientes para implementar políticas

urbanas, habitualmente no las ejerce, pues se imponen los intereses especulativos privados, por sobre una

escasa tradición de regulación y de aceptación de las demandas de los grupos más carenciados de bienes

y servicios urbanos.

Nuestro país en principio se inscribe en este último grupo, presenta una historia de gestión urbana hete-

rogénea. Por ejemplo, el período 1946-52, aún cuando no contó con políticas urbanas explícitas, constituyó

una época de fuerte creación de bienes y servicios (viviendas, escuelas, hospitales, etc.) y de expansión

de los beneficios urbanos, que podría asemejarnos al Estado Benefactor del tercero de los grupos de países

antedichos.

Por otra parte, el período 1976-83, fue una época de aprobación de normativas y de ejecución de equipa-

mientos (centros deportivos y escuelas, especialmente), pero constituyó, dada la índole de las normas

aprobadas y la localización de las obras ejecutadas, un momento de etilización urbana, lo cual queda

rubricado por la erradicación de villas miseria que se operó en la ciudad de Buenos Aires.

Finalmente, cabe destacar que adopción de políticas urbanas o ejercicio de la planificación urbana, no

involucra por sí mismo una democratización, ni es seguro de condiciones urbanas óptimas, ni siquiera más

igualitarias. La planificación urbana es un instrumento neutro Ella adquiere sentido y puede ser evaluada,

según los objetivos con que se la utilice.

Indiquemos como caso máximo de planificación urbana socialmente repudiable, a aquella con que Sudáfrica

implantó la política del “apartheid” (ahora en eliminación), a partir de una estricta regulación demográfica,

territorial y urbana, que involucró la creación de áreas exclusivas y diferenciadas para la población blanca

y la población de color, así como la implantación de distritos industriales intermedios, donde pudiera ejer-

cerse eficazmente la propiedad y administración de los blancos y el usufructo de la mano de obra barata

de la población de color.

3.3 Críticas y límites de la planificación urbana

La planificación urbana ha sufrido variados tipos y niveles de crítica.

Un tipo de crítica, de larga data, está originado en los círculos que adhieren al máximo liberalismo en todos

los órdenes de la vida social. Para los mismos, el libre juego de la oferta y la demanda, es el que debe

determinar el desarrollo de las ciudades y, por ende, la planificación no tiene sentido. Los resultados

concretos a que lleva esta postura de no-planificación, son de inequidad -que sufren algunos de los habi-

tantes urbanos- y de irracionalidad y congestión -que terminan sufriendo todos los habitantes urbanos por

igual-. Por dichas razones es que sólo mencionamos este tipo de crítica, dado que no adherimos en absoluto

a la misma.

Por otra parte, entre los que postulan la necesidad de formas organizativas que regulen la vida social, se

ha desarrollado variados niveles de crítica, con respecto a la viabilidad de la planificación urbana como

instrumento de cambio.

Podemos distinguir dos tipos de críticas:

25

• Las de orden teórico, que analizan la pertinencia de la planificación para la implementación de

cambios dentro de las organizaciones socioeconómicas capitalistas, en general.

• Las de orden más concreto, que se refieren a las formas de instrumentación de la planificación

en los países subdesarrollados.

3.3.1 Críticas teóricas

Las diversas críticas realizadas a la planificación urbana, especialmente desde las ciencias políticas, pueden

encuadrarse en dos tipos de postulaciones.

a) La primera de estas líneas críticas, sostiene la imposibilidad de que la planificación produzca cambios

en sociedades organizadas según modos de producción capitalista.

Ejemplifica esto a nivel de los procesos de producción y de los procesos de consumo de los bienes y

servicios urbanos.

En síntesis, postula que:

El Estado está exclusivamente al servicio de las clases dominantes, que la planificación urbana es una fun-

ción del Estado y que, por lo tanto, también la planificación está al servicio de las clases dominantes.

Cómo explica esta postura teórica la relativa eficacia que ha logrado la Planificación Urbana en los países

que hemos caracterizado de Estado Benefactor ( punto 7.3.1.c ), proveyendo medios de consumo masivo,

regulando conflictos entre usos y compensando la especulación urbana?

Argumenta que se ha hecho sólo para evitar conflictos sociales que pongan en peligro la continuidad del

sistema. O sea que la planificación urbana se habría desarrollado con una visión funcionalista de resolución

de problemas, considerando a éstos, no como expresión de una organización injusta, sino como anorma-

lidades circunstanciales de una normalidad global.

b) La segunda de estas líneas críticas, involucra una postura no optimista, pero sí posibilista.

Se diferencia por partir de considerar que el Estado no es monolítico, sino que tiene cierto grado de flexi-

bilidad para satisfacer demandas provenientes de sectores no dominantes, siempre que estas demandas

sean sostenidas y que las concesiones no sean estructurales.

Para que esto se cumpla, es necesario que exista una fuente de demandas con capacidad de presión. Este

rol podría ser cubierto por los movimientos sociales urbanos, aliados con funcionarios y planificadores con

ideologías afines a las de sus demandas. En síntesis, esta postura reconoce a la planificación urbana como

una fuente probable de cambios, dentro del sistema socioproductivo capitalista.

Comentario final

Podríamos decir que no es posible otorgar calidad de validez universal a ninguna de las dos corrientes crí-

ticas expuestas. Cada caso particular se acercará más a una u otra postura, según sean sus características

específicas: tipo de Estado, composición de los grupos dominantes, organización y capacidad de presión

de los grupos no dominantes, contexto político concreto, etc.

3.3.2 Críticas concretas

Además de las limitaciones recién vistas, que se le presentan a la planificación urbana en toda organización

socioproductiva capitalista, su ejercicio en los países subdesarrollados ha sido revisado y criticado por la

escasa eficacia (mínimos niveles de implementación) que ha tenido.

En el origen de esta ineficacia, está la cuestión ya explicitada, de pretender aplicar sin ninguna revisión

crítica, las políticas y prácticas urbanas diseñadas en y para países desarrollados, a pesar de las evidentes

diferencias de orden socio político.

• En cuanto a los procesos de producción, argumenta que por no ser el objetivo del inversor, el

volumen de la producción generada, sino los montos de ganancia que pueda obtener, es imposible

que se interese por la producción de los bienes de consumo urbano masivo (vivienda de bajo costo,

equipamientos, infraestructura y servicios para los grupos sociales menos pudientes), dado que

proporcionan ganancia mínima o nula.

• En cuanto a los procesos de consumo, argumenta que en una sociedad policlasista, los distintos

grupos sociales tienden a localizarse separadamente. Los propietarios y agentes inmobiliarios tien-

den a operar con igual sentido, para incrementar sus ganancias. En consecuencia, la tendencia

general es hacia la inequidad y no hacia la equidad urbana.

26

Page 15: Arquitectura y ciudad 2009

Como críticas particularizadas se ha expresado lo siguiente:

3.4 Persepectivas

Conocidos los cursos de desarrollo que ha tenido la planificación urbana (punto 3.1.), los resultados que

ha alcanzado (punto 3.2) y, básicamente, las críticas que se le formulan como instrumento de cambio social

( punto 3.3.), consideramos que pueden adoptarse 3 tipos de actitud profesional:

a) Ignorar las críticas efectuadas y operar como profesionales asépticos respondiendo a las demandas, in-

dependientemente de su grado de implementación que tendrán y del sentido de los efectos que producirá.

b) Adherir al primer grupo de críticas teóricas caracterizadas por el “imposibilismo”, y sumirse en una

inactividad fatalista, a la espera de que cambien las causas estructurales que, según dicha postura, impiden

obtener cualquier mejora de la situación actual.

c) Adherir al segundo grupo de críticas teóricas (punto 3.1.b.) y adoptar una actitud activa posibilista en

cualquiera de las funciones que pueden conducir a mejorar la situación actual. En dicho sentido, es que

pueden delimitarse 5 campos concurrentes de actividades:

Para operar en cualquiera de estos 5 casos de actividad que hemos caracterizado como de “activismo

posibilista”, es necesario:

3.4.1 Ultimas décadas del siglo XX

Considerando los mismos aspectos significativos con que analizamos las dos centurias previas en el punto

3.1., podemos caracterizar la situación según el siguiente cuadro:

• El enfoque racionalista con que se operó, más inapropiado aún en países de fuerte heterogeneidad

social.

• El manejo espacialista, negador de la complejidad conflictual de nuestras sociedades urbanas.

• Su ubicación en el nivel municipal, caracterizado por su escasa capacidad operativa.

• La propensión a la confección de diagnósticos básicamente descriptivos y escasamente explica-

tivos, utilizando además para evaluar, estándares ajenos a nuestra realidad

• La propensión a la formulación de propuestas de macroescala, sin considerar la posibilidad y vo-

luntad de implementación por parte de la autoridad política.

• La propensión a la formulación de propuestas de largo plazo, poco compatibles con la estabilidad

institucional y la escasa continuidad de políticas de nuestros países.

• El debate teórico-ideológico sobre las posibilidades y conveniencia de obtener mejores situa-

ciones socio-urbanas que las que da el accionar exclusivo de la economía de mercado.

• La investigación sobre casos específicos, que aporte la casuística necesaria para pasar del

debate teórico al debate sobre formas de accionar concreto.

• La actuación en ámbitos estatales de gestión, usufructuando los espacios favorables que

presenten.

• El asesoramiento a los grupos sociales de generación y formulación de demandas (organizacio-

nes comunitarias y no gubernamentales) abocadas a la obtención de mejoras urbanas.

• La docencia, como camino de formación de recursos humanos y profesionales que alimenten los

4 campos de actuación de anteriores.

27

• Conocer cual es nuestro actual contexto sociopolítico y cuáles son las problemáticas y las políticas

urbanas vigentes (punto 3.4.1.)

• Introducirnos en el debate que se está desarrollando sobre cuáles son las formas de práctica pro-

fesional más apropiadas para afrontar la actual coyuntura (punto 3.4.2.).

a) Contexto socio-político

La crisis mundial que comenzó a principios de los años 70 con el incremento de los precios del petróleo,

se va resolviendo con un nuevo reordenamiento de fuerzas que, para los países subdesarrollados, involucra

peores situaciones relativas que las precedentes.

El modelo neoliberal que ha sido adoptado o impuesto a los países del mundo capitalista, involucró una

mayor interdependencia político económica internacional y, para los países subdesarrollados:

En el Capìtulo I ya ilustramos con cifras, los resultados que producen estas políticas a nivel del hábitat.

Finalmente, cabe destacar que, aparentemente en forma paradójica, América Latina asiste a una genera-

lizada restauración de los sistemas de gobierno formalmente democráticos.

b) Problemática urbana

El contexto reseñado no puede resultar para los países subdesarrollados, sino en un incremento de las

carencias e inequidades urbanas. Anteriormente se podía esperar que, a través de un cierto crecimiento

económico y al amparo de un Estado redistribuidor, se podrían alcanzar paulatinamente las condiciones

estimadas de mínima para el hábitat urbano así como superar aquellas situaciones extremas que parecían

ser “anormalidades” (las villas miseria, por ej.).

Hoy día las “anormalidades” superan en muchos casos a la supuesta normalidad. En las ciudades con

situaciones socioeconómicas más agudas, termina por conformarse una ciudad dual : la que aún cumple -

en muchos casos dificultosamente- con las normas que establecen los Planes Reguladores y los Códigos de

Edificación, y por otra parte, la que nace y se va incrementando por la sola necesidad de alojarse -por más

precariamente que sea- de los nuevos pobladores urbanos o de los antiguos sectores medios, hoy

empobrecidos.

• Reducción del campo decisorio de los Estados nacionales.

• Menor ritmo o franca involución del crecimiento económico.

• Incremento de la brecha tecnológica y menor capacidad de desarrollo.

• Incremento de la deuda externa.

• Disminución de las funciones y de la capacidad de inversión del Estado, que afecta su rol redis-

tribuidor.

• Imposibilidad de dar empleo a toda la fuerza de trabajo.

• Expansión de actividades económicas informales con escasa capacidad de cubrir el nivel de sub-

sistencia.

• Incremento de la brecha entre ingresos de una minoría de la población que se ve favorecida, y

una mayoría que asiste al empeoramiento de sus condiciones de vida.

• Marginación de los sectores más relegados.

28

Page 16: Arquitectura y ciudad 2009

A esta situación de carencias actuales, debe agregarse la que paulatinamente se irá incorporando por el

crecimiento urbano, que se incrementan principalmente en América Latina. El costo de dar instalaciones

urbanas mínimamente aceptables, ha sido estimado en U$S 3000/persona (frente a U$S 23000/ persona

estimado en Inglaterra). En consecuencia, sólo alojar más o menos dignamente a los nuevos pobladores,

involucraría un costo de 480.000 millones de dólares, cifra del mismo orden de magnitud que la deuda

externa de América Latina, la cual, si fuese pagable, tendría mayor prioridad que las inversiones urbanas,

dadas las políticas vigentes en nuestros países.

c) Políticas Urbanas

La reducción o reforma del Estado, unida a su creciente insuficiencia económica y financiera, augura una

política urbana de desinversión y privatización.

La desinversión resulta de las mínimas partidas que se asignan a las mejoras urbanas y habitacionales, las

que serán ampliamente superadas por las pérdidas que ocasionará el escaso o nulo mantenimiento de los

bienes urbanos públicos.

La privatización del desarrollo urbano -además de la privatización específica de empresas públicas presta-

doras de servicios-, se da automáticamente por la desaparición de la inversión estatal, y adquiere distintas

formas y resultados según los grupos sociales.

Los escasos segmentos con capacidad de inversión y consumo, absorben con recursos propios y de manera

creciente, servicios que anteriormente eran asegurados por el Estado (educación, salud, seguridad,

infraestructura, etc.). El resultado es un mantenimiento o mejoramiento de la calidad de su hábitat.

Los crecientes segmentos sociales con mínima capacidad de inversión y consumo, resuelven sus principales

carencias (en especial la vivienda y las mejoras urbanas mínimas), por medio de la autoconstrucción y la

ayuda mutua, y auxiliados a veces por cierto apoyo municipal o de organismos no gubernamentales. El

resultado es la propagación de una nueva forma de hábitat, muy diferente a aquélla que se consideraba

normal y deseable, pero que evidentemente va a tener que dejar de ser considerada como una “anorma-

lidad pasajera”.

Los segmentos sociales intermedios, incapaces de resolver las crecientes carencias con recursos económi-

cos propios (como lo hacen los grupos más favorecidos), y también incapaces culturalmente de desarrollar

procesos de autoconstrucción y ayuda mutua (como lo hacen los grupos menos favorecidos), asisten a un

paulatino empobrecimiento de su hábitat y de sus condiciones de vida.

En síntesis, la configuración del hábitat va adaptando una triple faceta: los sectores urbanos consolidados

van sufriendo una progresiva degradación de su calidad (hábitat de la clase media); zonas o sectores

intercalares presentan mantenimiento o incremento de su calidad ambiental (hábitat de la clase alta); en

tanto va extendiéndose periférica o intersticialmente, una nueva forma de ciudad, caracterizada por su

precariedad y sus carencias (hábitat de la clase baja).

3.4.2 Práctica Profesional. Debate vigente

Las evidencias que nos muestra la situación actual, así como las problemáticas aparentemente inevitables

del futuro inmediato, nos muestran la escasa aplicabilidad que tienen y tendrán las formas tradicionales de

ejercicio profesional de la arquitectura, de la planificación y de todas las demás disciplinas que operan

sobre los fenómenos urbanos.

Habrá un margen para el ejercicio tradicional, restringido para los pocos profesionales a los que les toque

atender a la estrecha franja de población que puede afrontar la creciente privatización de las mejoras

urbanas y habitacionales. En tanto, las formas tradicionales no servirán, ni para dar trabajo al resto de los

profesionales, ni para resolver las problemáticas de la mayor parte de la población.

Ante tal estado de situación, se multiplican las discusiones sobre el quehacer socioprofesional. De la

multiplicidad de debates que se producen en el campo de los profesionales con incumbencia en la temática

dehábitat urbano, reproduciremos sintéticamente aquí, aquellos que son de más interés para las disciplinas

que trabajan los aspectos espaciales.l

29

a) Escala de actuación

Existe un debate sobre la escala de actuación en términos de macro o micro.

La planificación tradicional siempre privilegió la escala macro (el plan) y, a lo sumo, dejó como cuestión

secundaria a la escala micro, denominándola “estudios particularizados”.

El descrédito de la planificación tradicional por su ineficacia, se extendió a la escala macro de actuación

urbana. Paralelamente, se difundió la realización de proyectos de escala micro, tomando como modelo el

amplio desarrollo que los mismos tienen en Europa.

Nuevamente se cometió el error de importar, acríticamente, prácticas europeas. Si bien es cierto que en

esos países tienen amplio desarrollo y éxito, ello se debe a que sus ciudades, además de tener procesos

de estancamiento o mínimo crecimiento demográfico (a diferencia de las latinoamericanas), tienen todos

sus principales problemas urbanos (vivienda, transporte, equipamiento, servicios, etc.) resueltos o en vías

avanzadas de resolución, después de décadas de aplicar políticas urbanas macro efectivas.

Esta opinión no significa desacreditar la escala microurbana de actuación (escala general de las Interven-

ciones Urbanas), sino propugnar que ambas escalas tienen pertinencia, siendo preferible una u otra según

la índole de cada situación problemática, las alternativas tecnológicas de resolución, así como la oportuni-

dad política de ser encarada.

Por ejemplo, un problema de transporte urbano, tiene entrada lógica a escala macro y luego derivaciones

micro. Un problema de estructuración barrial, puede resolverse pasando primero por la escala micro. Un

problema de preservación de patrimonio urbano-arquitectónico, puede ser encarado global o sectorialmente

según sea la posibilidad concreta de operar.

En síntesis, la alternativa macro-micro es falsa.

b) Temporalidad de la actuación

Estrechamente vinculado con el debate anterior, se plantea el dilema entre la actuación a través de planes

de mediano y largo plazo o de proyectos de corto plazo.

Resulta evidente la necesidad de que todo proyecto tenga encuadre global que, si bien no necesita estar

dado por un plan pormenorizado, requiere al menos ideas rectoras, lineamientos centrales o estrategias

adecuadas. Pareciera que una buena relación dialéctica entre estrategias generales y flexibles por una

parte, y proyectos concretos por la otra, es la solución más apropiada en situaciones como la actual, ca-

racterizadas por la densidad de problemas urbanos y la ausencia o escasa certidumbre de políticas urbanas

estables.

c) Medios apropiados

En este aspecto nos enfrentamos al dilema existente entremedios tradicionales omedios sofisticados.

Aún cuando los avances tecnológicos nos cautivan con recursos valiosos, la situación de carencias obliga a

ser sumamente cautos con los medios a utilizar.

• La actuación en el mediano y largo plazo viene desacreditada por el fracaso de los “planes de

planeamiento tradicional”. Con respecto a esto, creemos que se debe discriminar entre la validez

de los planes en general, y la validez de los planes que se formularon, los que se caracterizaron

por su determinismo, formalismo y pormenorización.

• En contraposición al descrédito de los “planes”, se ha planteado que es más oportuno actuar a

través de proyectos concretos, dadas diversas circunstancias: pueden responder a urgencias

concretas; facilitan el ejercicio de la interdisciplina y de la participación comunitaria; su implemen-

tación, además de producir cambios concretos, hacen renacer la credibilidad en la gestión urbana;

etc. Estos argumentos son ciertos, pero el operar sólo a través de proyectos, involucra el peligro

de la falta de visión de conjunto de la problemática urbana y, por ende, de incoherencia de la

gestión.

30

Page 17: Arquitectura y ciudad 2009

En dicho sentido resulta necesario seleccionar tecnologías que se caractericen por ser:

En muchos casos, estas características conducen a la utilización de tecnologías tradicionales, ajustadas o

renovadas por medio de innovaciones, dado que resultan ser las de menores costos relativos tanto

económicos como sociales.

d) Amplitud disciplinaria

En este campo asistimos a las secuelas de un largo debate que opone la primacía del enfoque espacial

frente a la del enfoque interdisciplinario. Ya se ha sostenido reiteradamente, que no hay recorte disciplinario

(anteojeras heredadas del academicismo del siglo XIX), capaz de asumir por sí solo, la complejidad socio-

urbana. Esto no significa desacreditar las capacidades disciplinarias, sino proponer su enriquecimiento en

una gestión transectorial.

Por otra parte, debe reconocerse la dificultad del accionar interdisciplinario -originada en nuestras forma-

ciones profesionales estancas-, así como la necesidad de acotar dicha interdisciplinariedad.

A dichos efectos, se considera apropiado que, a partir de cada situación problemática, se definan los

aspectos significativos que involucra y, en consecuencia, se identifique el perfil pluridisciplinario necesario

para accionar sobre ella.

Para llegar a esta forma de actuación es necesario:

e) Actores intervinientes

En este aspecto, el debate se centra entre el profesionalismo o la participación de otros actores: en especial,

de los que son receptores de los beneficios o prejuicios de la acción a emprender.

Descreemos de lo tecnocrático, en cuanto protagonismo técnico absoluto; pero creemos en lo técnico,

como vía de identificación y clarificación de problemas, y de proposición de alternativas de solución.

Descreemos de la existencia de un saber popular infalible, pero creemos que la participación de los desti-

natarios aporta seguridad a todo accionar; permite arribar a diagnósticos de mayor integralidad y

certeza,así como plantear alternativas de solución de mayor viabilidad.

Creemos por lo tanto, en una participación integrada y plena; que no se quede en simple manipulación de

los destinatarios para reafirmar planteos definidos en otros ámbitos, ni en un mero abaratamiento de costos

por utilización de mano de obra gratuita.

Para lograr la debida articulación entre trabajo técnico y participación comunitaria, es necesario salvar

variados escollos, como son:

• Intensivas en la utilización de fuerza de trabajo.

• Intensivas en la utilización y reutilización de recursos locales, atendiendo al mismo tiempo a su

preservación.

• Intensivas en la utilización de formas organizativas existentes, tanto comunitarias como guber-

namentales.

• Apropiadas para la organización social y el enriquecimiento profesional.

• Factibles de ser replicadas.

• Superar nuestra formación profesional, contextualizándola con una visión amplia de la problemá-

tica urbana.

• Superar los prejuicios de primacía de cada cuerpo profesional, y reconocer los ámbitos y perti-

nencias de las otras disciplinas.

• Disponerse a un ejercicio de actuación grupal que relativizará nuestros puntos de vista, pero en-

riquecerá nuestro conocimiento y capacidad de acción.

31

• Por parte de la comunidad: superar su escasa credibilidad en procesos participativos (dado los

reiterados fracasos que han tenido); lograr develar sus necesidades reales ( sobreponiéndolas a las

demandas inducidas por los medios de comunicación de una sociedad de consumo); evitar la in-

tramanipulación que también se produce en los grupos comunitarios; reconocer las instancias par-

ticipativas como caminos de crecimiento de su capacidad de demandar y decidir sus propios

procesos de desarrollo.

• Por parte de los profesionales: decodificar y adaptar sus lenguajes; crear metodologías especí-

ficas para la acción participativa; expandir sus aptitudes y funciones, ya que la tarea participativa

obliga a ejercer simultáneamente un rol de “animador social” que, como ya hemos reseñado,

involucra conectar y catalizar esfuerzos, develar, articular y hacer circular el conocimiento informal

y el conocimiento técnico, con la finalidad de que desaparezcan los prejuicios, se desarrolle la

comunicación y, en síntesis, se refuerce la capacidad colectiva para afrontar las dificultades.

3.5. Nuevas corrientes de pensamiento en Planificación urbana (1)

Como se explicara en los capítulos anteriores, el quehacer de la planificación urbana, que a mediados desiglo XX parecía estar ampliamente consolidado y legitimado, comenzó a registrar en la década del 70 fuer-tes críticas con respecto a sus formas de ejercicio, y especialmente, a la eficacia de sus resultados.

Paralelamente comenzaron a aparecer una serie de formulaciones críticas de la entonces denominada“planificación tradicional”, proponiendo nuevas formas de concepción e instrumentación de la planificacióny gestión urbana, prescindiendo de, o reformulando, algunos de los principios básicos de la modalidad an-terior. Pueden mencionarse, la planificación participativa, la planificación integral, la planificación estraté-gica, la gestión planificada, la gestión asociada, etc.

Habiendo transcurrido más de 30 años desde el surgimiento de tales nuevos enfoques, un análisis de suevolución en el tiempo, este capítulo basado en una investigación de textos de planificación publicados enuna revista especializada (SIAP. Sociedad Interamericana de Planificación), pretende dilucidar la emergen-cia de nuevas prácticas futuras. Esta investigación fue develando un panorama de las principales cuestio-nes del debate, que hemos organizado en dos ejes principales: 1) La relación entre el Estado y laPlanificación Urbana, y 2) Los ejes de discusión, que se reflejan en: La articulación entre la planificacióny la gestión; la disyuntiva entre lo sectorial y lo integral; la consideración de lo ambiental, el debate sobrela participación y la emergencia de lo local.

La articulación de ideas y el peso relativo dado a las distintas cuestiones van generando diversas posturasy una escala valorativa de la planificación urbana que va desde desestimarla como herramienta de acciónhasta proponer la construcción de un nuevo paradigma que la legitima y recrea, según se describe en eldesarrollo de este trabajo.

Sin pretender reducir la complejidad y riqueza de los debates planteados, pero procurando llegar a unasíntesis que contribuya a la clarificación de los distintos discursos registrados, se presenta a continuaciónuna matriz que esquematiza los principales contenidos de dichos discursos.

Se ha propuesto a tal efecto que en los mismos pueden develarse tres tipos de respuestas a las cuestionesen debate:

La síntesis presentada en el cuadro de la página siguiente permite afirmar que en cierta medida se registraun proceso de transformación diacrónica del devenir de los discursos que va pasando de posiciones quepodrían considerarse tradicionales acerca de las cuestiones tratadas, a opiniones superadoras, o al menos,mas acordes al cambio de contexto sociopolítico. Subyace en dicho proceso de transformación, un conjuntode ideologías acerca del rol Estado en relación a su íntima vinculación con la planificación urbana. Desdeeste punto de vista, puede reconocerse en los discursos los distintos posicionamientos que se adoptan anteel cambio de contexto que ha implicado la reforma del Estado.

Ello implica una lectura de los discursos que, mas allá de las transformaciones particulares acaecidas du-rante dichas décadas, remite a los posicionamientos políticos de los autores. Tal tipo de lectura ideológicanos permite identificar tres posicionamientos básicos con respecto a la planificación urbana en los contex-tos del capitalismo periférico de América Latina sujeto, además, a las tensiones provenientes de la pau-latina adopción del modelo neoliberal que se fue produciendo durante las dos décadas de estudio.

• Respuestas iniciales o tradicionales• Respuestas reactivas a las anteriores• Respuestas articuladoras que se van registrando al final del período, en pro de nuevas

formas de producción de la planificación urbana.

32

Page 18: Arquitectura y ciudad 2009

Surgen así los tres posicionamientos: imposibilismo, posibilismo y el ideal de la planificación urbana (ya par-cialmente comentados en el punto 3.3.1.).

La actitud crítica del imposibilismo que, identifican al Estado como instrumento de las clases dominantes,se refleja a lo largo de los cinco tópicos, partiendo de una fuerte crítica a la denominada reforma del Estado,desarrollada consecuentemente con el Modelo Neoliberal. Dicha reforma es denunciada como exacerbaciónde la caracterización del funcionamiento del Estado que constituye el meollo de esta postura:

La amplia dependencia con los intereses de los grupos hegemónicos que, en estas circunstancias, sondeíndole transnacional por efecto de la globalización. Desde esta postura y en relación a la articulación entreplanificación gestión, la crítica se focaliza en la preponderancia de los “proyectos urbanos” en tanto formade despliegue capitalista sobre el territorio, funcional a las nuevas pautas de inversión inmobiliaria propiasde la globalización. Con respecto a la postulación de lo local, la misma es entendida como una forma deachicamiento del Estado central, destinada a la minimización de las funciones y responsabilidades que tra-dicionalmente, al menos de manera formal, debía cumplir con respecto al colectivo social.

Asimismo sus presuntos efectos sobre la democratización de la gestión son denunciados como formales,dada la escasa capacidad de decisión y acción de los niveles inferiores de gobierno que acrecientan sus fun-ciones a través de dicha centralización. Con relación a la participación, también es criticada como una de-mocratización formal, entendiendo que constituye un mecanismo para conjugar futuras oposiciones a travésde la aceptación, condicionada por las formas y circunstancias, de las decisiones elaboradas en los ámbitostécnicos a partir de directivas políticas. Respecto a la disyuntiva entre lo integral y lo sectorial, la perma-nencia de la demanda de integridad es expuesta como expresión de la imposibilidad de acceder a la misma,dado que procurar una racionalidad socio-urbana integral resultaría contradictorio con las políticas generalesvigentes.

Con respecto a lo ambiental, la excesiva retórica y la mínima instrumentación de las cuestiones ambientalesexpuestas, también estarían reflejando que su introducción plena en la planificación urbana no es posiblepor su innata contraposición con las formas de producción del modelo de desarrollo vigente.

Todas las lecturas que se realizan desde este posicionamiento acerca de los cambios en la planificación ur-bana, concurren a reafirmar la imposibilidad de procurar mejoras sociales a través de dicha actividad, dadasu concepción original acerca de la función del Estado, exacerbada más aún a partir de la imposición delmodelo neoliberal, de su componente de Reforma del Estado y de los efectos de la globalización a nivel degrandes inversiones urbanas, privatización de bienes públicos y concesión de servicios públicos.

La actitud posibilista, en cambio, parte de aceptar la transformación en el rol del Estado, ya no fuertementeinterventor en la construcción de la ciudad, pero sí regulador de las actividades de los distintos actores so-ciales que participan desde distintos roles y funciones en dicho quehacer. Con respecto a la articulaciónentre la planificación y la gestión, hacen suyo los planteos que, procurando una íntima articulación, amplíenal máximo las posibilidades de que las estrategias pergeñadas en los ámbitos de planificación alcancen lasmayores posibilidades de ser asumidas por los ámbitos de gestión. Similarmente, rescatan a los proyectosurbanos como nuevas formas de instrumentación de dichas estrategias, independientemente de las moti-vaciones empresariales que estén concurriendo a la expansión de dicha forma de construcción de la ciudad.

Con relación a las postulaciones de lo local y de la participación, sin analizar ni cuestionar los orígenes deambas cuestiones, rescata las ganancias que devienen de las mismas, en especial, la mejor perceptividadde las problemáticas y expectativas sociales, así como las posibilidades que abren para el desarrollo de nue-vas formas organizativas que asocien a la comunidad. Con respecto a la discusión entre lo sectorial y lo in-tegral, alejándose tanto de un planeamiento exclusivamente físico como de las demandas de integridadplena, asume la necesidad de una adecuada contextualización socioeconómica que de cuenta de las razonesde ser de los fenómenos espaciales y contribuya a la detección de las alternativas y formas mas adecuadasde manejo de los mismos. En relación a lo ambiental, rescatan los límites de disponibilidad de recursosque tornan inviable en un futuro cercano a las formas de producción y de hábitat presentes, afectando nosolo a los grupos más desprotegidos, sino a la sociedad en su conjunto.

Todas las lecturas realizadas desde este este posicionamiento traan de encontrar dentro de los nuevos cua-dros de situación que se van dando, aquellos aspectos que concurran a reforzar, o al menos a salvaguardar,aquello que es su postulaión básica: Siempre es posible obtener mejoras socio-urbanas a través de una pla-nificación urbana que se comporte con criterio adaptativo a las circunstancias que imponen los modelos dedesarrollo y las políticas vigentes.

En forma diferente a las dos posturas antagónicas descriptas, imposibilista y posibilista, se producen múl-tiples expresiones acerca de la planificación urbana ideal y del modelo de Estado que tendría que aplicarla.Parte de un “deber ser” del Estado que, enunciado en contraposición a su desempeño sesgado por las re-lativas cuotas de poder de los distintos grupos sociales, debería ser garante de formas y estrategias de des-arrollo dirigidas a todo el colectivo social y en especial, a los sectores más postergados del mismo.

Con respecto a la articulación entre planificación y gestión, la postulación idealista es la disolución de laplanificación en los procesos de gestión, la máxima expresión del “plan-proceso”, reconocida no solo comoprobable, por los mismo autores que la expresan, en procesos de cambio de orden revolucionario.

Con relación a la postulación de lo local y de la participación, se refleja en las posturas que reclaman formasde participación sustantivas, en las cuales la toma de decisiones debería residir en la voluntad colectiva ex-presada a través de formas de asamblea pública, a las cuales llegaran todos los actores sociales con igual-dad de conocimientos, capacidad de discernimiento y de discusión. Con relación a la disyuntiva entre losectorial, lo integral y lo ambiental, se expresa en las postulaciones de la sustentabilidad como nuevo pa-radigma de desarrollo, lo cual, más allá del origen ecologista del término, implica un nuevo orden y unanueva ética con respecto a las cuestiones sociales, económicas, ambientales culturales y políticas. Laspostulaciones desde esta perspectiva, evaden la actitud crítica del primero, supera la búsqueda de usufructode la circunstancias del segundo, concurren a delinear el cuadro de situación utópico de una planificaciónurbana ideal. Tienen como valor, el constituir el marco referencial del “deber ser” al que debería tenderse,independientemente de las dificultades que sería necesario remover y de los plazos que se requerirían paralograrlo; más aún, de la real viabilidad de alcanzar en forma plena todas sus postulaciones.

En síntesis, es posible encontrar articulaciones entre los conceptos que han sido identificados desde la lec-tura evolucionista sobre el qué, el quien, el donde y el cuando de la planificación urbana y las corrientesidentificadas desde una lectura ideológica como el imposibilismo, el posibilismo y el ideal de la planificaciónurbana.

Todas las formulaciones sindicadas como “iniciales” para los interrogantes, la hegemonía de la planificaciónfísica, la autonomía de lo ambiental, la diferenciación de roles, la ciudad como unidad exclusiva, y la dife-renciación entre la planificación y la gestión, no adscriben a ninguno de los posicionamientos. Por el con-trario, todos ellos constituirían el ayer de la planificación urbana, al cual no se debe volver, porque es objetode crítica para el imposibilismo, porque son etapas superadas para el posibilismo, y porque son desecha-bles, desde el punto de vista del ideal de la planificación urbana.

3433

Page 19: Arquitectura y ciudad 2009

36

3.4.3 CONCLUSIONES

El panorama planteado en cuanto a contexto, problemáticas, políticas y prácticas profesionales, nos

confirma que el momento actual no es de claridad, sino de debate y transformación.

Asistimos a la pérdida de validez de las formas tradicionales de operar sobre los fenómenos urbanos y,

simultáneamente, al surgimiento de múltiples experiencias de nuevo cuño. Es habitual oír, hablar y discutir

sobre arquitectura y planificación alternativa, desarrollo local, desarrollo autosostenido, formas participa-

tivas, enfoque ambiental, etc. Cada una de estas líneas involucra intentos de ir conformando nuevas formas

profesionales de actuación, más adecuadas a las realidades en que nos toca actuar.

Dicha realidad, caracterizada por el incremento de las necesidades básicas y de las inequidades sociales,

nos presenta, como contrapartida, el afianzamiento de sistemas democráticos formales en casi toda Amé-

rica Latina.

La posibilidad de ir creando nuevas formas de ejercicio profesional que, además de contrarrestar parcial-

mente las necesidades y las inequidades, vayan profundizando los procesos de democratización, es un

desafío arduo pero atrayente, para aquellos que consideren que el ejercicio profesional involucra, además

de un compromiso técnico, un compromiso social

Por el contrario, muchas de las formulaciones identificadas como “reactivas” respecto a los cuatro interro-gantes, pueden ser reconocidas como expresiones del tercer posicionamiento perfilado como el ideal de laplanificación urbana. Es así que la planificación integral, lo ambiental como nuevo paradigma, la postulaciónde una participación comunitaria decisoria, la exaltación de lo local, así como de la gestión, son expresionesque concurren a la enunciación del utópico deber de la P.U., independientemente de su real viabilidad. A suvez, casi todos los conceptos encuadrados como “respuestas articuladoras” pueden ser asimilados a una for-mulación de la planificación urbana posible del segundo posicionamiento detectado.

La planificación contextualizada, la ambientalización de lo urbanístico, la articulación de los roles, de lo ur-bano con lo local y de la planificación con la gestión, constituyen expresiones comunes a los intentos de re-posicionamiento de la planificación urbana en el nuevo contexto social y político. Puede deducirse de ello,que la transformación diacrónica ha constituido en una crítica a la planificación urbana tradicional, la pos-terior expresión de las aspiraciones de máxima que debería alcanzarse, para arribar a un perfilado de la pla-nificación urbana posible en las actuales circunstancias. En dicho sentido puede considerarse que elderrotero de la transformación acaecida está volcada, aparente y predominantemente, a la reformulaciónde una planificación urbana activa y esperanzada con respecto a las posibilidades de lograr ciertos nivelese cambios socio-urbanos, aún cuando las actuales circunstancias de hegemonía del modelo neoliberal, re-ducción de los roles del Estado y predominio de los capitales trasnacionales en la construcción de la ciudadlatinoamericana.

Aún cuando el posibilismo del segundo posicionamiento ideológico pareciera constituir el único camino po-sible, se considera que el tránsito no debe prescindir de los otros dos posicionamientos. El primero, con sucrítica cerrada a las posibilidades de la PU, debe constituir el referente de las dificultades y limitaciones quees necesario considerar. El tercero, con su formulación del ideal utópico de la PU, debe constituir la imagenobjetivo que debe guiar las estrategias que se persigan, aun cuando se consideren inalcanzables en su ple-nitud. Ambas consideraciones concurren a garantizar que la reconstrucción del paradigma no sea meramenteun oportunismo circunstancial, sino un proceso dinámico que permita ir formulando una planificación urbanaque, además de ser la más viable, eficaz y eficiente, para el contexto actual, concurra simultáneamente enla medida de sus posibilidades, a la propia optimización de dicho contexto, en término de calidad ambientaly equidad social.

(1). Resumen de la obra del mismo título de David Kullock, Andrea Cattenazzi y Nilda Pierro)

35

Page 20: Arquitectura y ciudad 2009

aspectos de cualquiera de las dimensiones contenidas en el modelo de la realidad esbozado en el Capìtulo

I: del Subsistema Construído (ej.: presencia de infraestructura), del Subsistema Natural (ej.: características

climáticas), de la Organización Social (ej.: existencia de recursos tecnológicos y de mano de obra), del

Marco Legal-Institucional (ej.: códigos vigentes), del Marco Político-Cultural (ej.: probabilidad de aceptación

o rechazo a lo que se proponga).

Esta conceptualización general de lo que se entiende por “características intrínsecas y contextuales” a ser

consideradas, responde a la necesidad de adopción de un enfoque integral -y por lo tanto más real- de la

cuestión a abordar (a nivel del diagnóstico), que nos asegure que las propuestas que diseñemos tengan

mayor viabilidad y que, en caso de ser implementadas, obtengan resultados más exitosos.

También es oportuno realizar una conceptualización con criterio espacial de los términos “intrínseco” y

“contextual”.

En este caso, “intrínseco” sería todo lo referido al área específica a que se refiere la demanda (predio,

sector urbano o ciudad) y “Contextual” sería todo lo referido al entorno espacial de dicha área específica;

por ej.: barrio en el cual se ubica el predio, ciudad en la cual se localiza el sector urbano, o región que con-

tiene a la ciudad, respectivamente.

La necesidad de considerar el entorno del espacio correspondiente a la demanda (sea Intervención Arqui-

tectónica, Intervención Urbana o Planificación Urbana) es obvia.

El territorio en su totalidad es un continuo. Cualquier modificación que realicemos en un fragmento del

mismo, va a ser influída -para bien o para mal- por lo que ocurre en el resto del territorio; en especial, por

el más inmediato y/o por el más directamente vinculado con él por relaciones funcionales.

Considerar estas incidencias del entorno sobre el área específica de la demanda, nos es indispensable para

formular propuestas ajustadas a la realidad.

Simultáneamente, toda modificación que realicemos sobre un fragmento del territorio, va a influir en el

resto del mismo -en especial, en el más cercano y/o en el más directamente vinculado con el mismo por

relaciones funcionales-, con efectos más o menos positivos o negativos.

38

IV. METODOLOGÍAS DE TRABAJO

Partimos de considerar que la realización de toda tarea involucra adoptar, consciente o subconscientemente,

ciertos criterios y algún orden de ejecución; o sea, algún método o metodología más o menos formalizado

de desarrollo.

4.1 Metodología Básica

En el caso de los profesionales del hábitat, podríamos esbozar una metodología general válida para los tres

tipos de tareas diferenciadas anteriormente.

Suponiendo que los objetivos de la tarea hayan sido definidos con anterioridad, dicha metodología constaría

de 3 instancias que, en principio, pueden definirse como sucesivas. Ellas son, de acuerdo al esquema

siguiente:

El diagnóstico incluye todos los estudios necesarios efectuar para tener el conocimiento adecuado de las

características intrínsecas y contextuales del problema a resolver o encomienda a satisfacer.

La propuesta constituye el momento de elaboración de la respuesta que consideramos más apropiada,

como resolución de la demanda que nos ha sido formulada.

La implementación corresponde a la puesta en práctica de la propuesta, luego de que la misma haya sido

aceptada por quienes tienen poder de decisión para ello.

Un primer nivel de enriquecimiento de esta metodología general puede lograrse a partir de clarificar el

sentido con que nos referimos a “características intrínsecas y contextuales”.

En términos generales, cuando decimos “características intrínsecas”, nos referimos a todo aquello que es

propio de la demanda que nos formulan: objetivos, espacio de localización, recursos con que se cuenta,

etc. Consecuentemente, cuando decimos “características contextuales”, nos referimos a todos los demás

aspectos de la realidad que se vinculan en mayor o menor medida con la cuestión a resolver. Pueden ser

Habiendo planteado en los Capítulos anteriores las situaciones contextuales de los fenómenos

urbanos, las problemáticas, polìticas y prácticas profesionales, asi como las similitudes y di-

ferencias entre el quehacer de los profesionales del hábitat y la tipificación de las tareas en

que se desempeñan (Intervenciones Arquitectónicas, Intervenciones Urbanas, Planificación

Urbana), veremos ahora las formas de ejecución de estos tipos de tareas.

37

Page 21: Arquitectura y ciudad 2009

40

a) Intervenciones arquitectónicas

b) Intervenciones Urbanas

• El diagnóstico del área específica involucra en este caso al predio o parcela correspondiente.

• El diagnóstico del entorno, que comienza refiriéndose al inmediato (por ej: parcelas linderas,

calle, manzana, etc.), debe llegar a ser el diagnóstico del entorno efectivamente afectado o impac-

tado por la intervención (quizás, el barrio).

• La propuesta contiene a las subetapas de formulación de programas, de partidos y de proyectos

arquitectónicos, y la programación de las acciones a llevar a cabo.

Los estudios de Impacto van a incidir en cada una de estas subetapas. Por ejemplo: a nivel de pro-

grama pueden detectar incompatibilidad de funciones (entre las del entorno y las propuestas para

el predio); a nivel de partidos pueden señalar afectaciones de orden funcional o ambiental (con-

flictos de tránsito, disminución de asoleamiento); a nivel de proyectos pueden poner en evidencia

incompatibilidades estéticas; a nivel de programación pueden detectar inconvenientes funcionales.

• La implementación se corresponde con la construcción de obras nuevas y/o la adaptación de

obras o espacios existentes.

39

La consideración de estos efectos (que en su conjunto denominamos impacto), nos es necesaria para

formular propuestas apropiadas para la totalidad del territorio involucrado (por ej.: barrio, ciudad, región).

Dicho de otra manera, se pretende que mediante la consideración del impacto que produce en su entorno,

las acciones que se desarrollen sobre el hábitat, no sólo sean respuestas a demandas específicas referidas

a áreas determinadas, sino que contribuyan simultáneamente al mejor desarrollo del espacio en el cual se

insertan.

Este criterio de consideración del impacto en el entorno, responde al objetivo de preservar -e incluso

incrementar, de ser posible- la calidad ambiental de ese entorno y, por ende, el bienestar de los habitantes

y/o usuarios del mismo.

Conjunta y generalmente, también resultará a mayor o menor plazo, en beneficios para los habitantes y/o

usuarios a los cuáles se dirige directamente la intervención que efectuemos.

Esta consideración nos conduce a enriquecer el esquema metodológico anterior, diferenciando a nivel del

diagnóstico el referido al área específica del referido al entorno afectado, y explicitando la doble

vinculación entre este último y la instancia metodológica de formulación de propuestas.

De tal manera, el diagnóstico del entorno nos sirve primero como conocimiento de los condicionantes

que éste impone a las propuestas (flecha ascendente), y luego nos permite verificar el impacto de las

distintas alternativas de propuestas que podamos ir diseñando, a efecto de tener criterios que nos funda-

menten decidir sobre las mismas (flecha doble).

El conocimiento del entorno, logrado a partir de su diagnóstico, va a dar un marco general para que todas

las alternativas de propuestas de mejoramiento o de cambio que formulemos tengan un cierto nivel de con-

gruencia con el mismo.

Los estudios de impacto específicos que realicemos (de cada una de las alternativas de propuestas sobre

el entorno), nos permitirá evaluarlas, discriminar qué aspectos de las mismas son compatibles o conflictivos

con su entorno, proceder a realizar los ajusten que las perfeccionen y, finalmente, seleccionar la propuesta

que satisfaga más ampliamente, tanto a la demanda que la originó, como al objetivo adoptado de preservar

e incrementar la calidad ambiental del área de inserción.

4.2 Contenidos Metodológicos

La metodología básica desarrollada en el punto anterior, tiene distintos contenidos según el tipo de actua-

ción profesional de que se trate (Intervención Arquitectónica, Intervención Urbana, Planificación Urbana)

y, por supuesto, según las circunstancias particulares de cada caso.

En términos generales podríamos indicar lo siguiente:

Page 22: Arquitectura y ciudad 2009

42

4.3 Delimitación de los objetivos de aprendizaje

Definidos los contenidos de las metodología básicas correspondientes a las Intervenciones Arquitectónicas,

Intervenciones Urbanas y Planificación Urbana, vamos a enunciar ahora cuáles son los objetivos de esta

Cátedra con respecto a los mismos.

A dicho fin, discriminaremos para cada uno de los tres tipos de actuación:

a) Intervenciones Arquitectónicas

La figura siguiente ilustra el esquema metodològico que propone la Cátedra para abordar las intervenciones

arquitectónicas

• Los aspectos que se suponen son cubiertos por el cursado de los Talleres de Diseño y otras ma-

terias de la Carrera de Arquitectura

• Los aspectos que esta Cátedra se propone desarrollar.

• Los aspectos que exceden a las dos vías de aprendizaje anteriores, y que sólo pueden ser alcan-

zados por el cursado de la Carrera de Posgrado en Planificación Urbana y Regional que se dicta en

nuestra Facultad.

• Los cuadros no grisados indican las instancias metodológicas cubiertas por el resto de la Ca-

rrera: la realización de diagnósticos sobre el predio; la formulación de programas, partidos y

proyectos, y la programación de las acciones; la construcción de obras nuevas o la adaptación

de las existentes; o sea, toda la línea superior del esquema metodológico.

• Lo graficado con grisados, indica las instancias que se supone son vistas parcialmente en la

Carrera y que esta cátedra se propone reforzar. Incluye el diagnóstico del entorno afectado y

la incidencia del mismo en la formulación de propuestas.

Se supone que estas instancias son vistas sólo parcialmente en la Carrera, dado que aunque

se aborde algunos o la totalidad de sus componentes (biofísicos, sociales, legales-instituciona-

les, político-culturales), se requiere analizar también, y en especial, la interrelación entre los

mismos.

41

c) Planificación Urbana

• El diagnóstico del área específica se refiere al del área a intervenir.

• El diagnóstico del entorno, que comienza refiriéndose al sector urbano que contiene a dicha área,

debe llegar a ser el diagnóstico del sector urbano efectivamente afectado o impactado por la inter-

vención. En caso de ser esta última muy significativa, podría ser la totalidad de la ciudad.

• La propuesta contiene diversas subetapas que, en términos generales, podrían diferenciarse en

formulación de programas, diseño espacial, diseño de estrategias de intervención y programación

de las acciones.

Los estudios de impacto van incidiendo en cada una de estas subetapas; por ejemplo, detectando

en la de programación, el nivel de complementariedad o conflictualidad de actividades; en la de

diseño espacial, la concurrencia de la propuesta a la resolución o al agravamiento de situaciones

carenciales o conflictivas del entorno (tránsito, accesibilidad al equipamiento, etc.); en la de estra-

tegias de implementación, la compatibilidad de las formas propuestas con las características vigen-

tes; en la de programación, inconvenientes funcionales.

• La realización puede involucrar, además de la ejecución o adaptación de obras, la ejecución de

gestiones, el dictado de normas, la obtención de recursos, etc.

• El diagnóstico del área específica se refiere a la ciudad involucrada.

• El diagnóstico del entorno, que comienza tentativamente refiriéndose al de la región circundante,

debe llegar a ser el diagnóstico de la región efectivamente afectada o impactada. En los casos de

ciudades jerárquicas (como sería el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires), podría llegar a

ser necesaria la consideración del país en su totalidad.

• La propuesta contiene diversas subetapas que pueden sintetizarse en: formulación de programas,

de estructuras de ordenamiento urbano, de estrategias de desarrollo y programación de acciones.

Los estudios de Impacto van incidiendo en cada una de estas subetapas en forma similar a la

especificada en el caso anterior.

• La implementación en este caso, es la puesta en marcha del proceso de planificación a través de

ajustes institucionales, el dictado de normas, la promoción de acciones, la realización de obras, etc.

Page 23: Arquitectura y ciudad 2009

SÍNTESIS

Una síntesis de lo expresado nos conduce a la siguiente enumeración de objetivos de la Cátedra:

a) Perfeccionar la capacidad para el desarrollo de Intervenciones Arquitectónicas, en lo que se

refiere a:

b) Perfeccionar la capacidad para el desarrollo de Intervenciones Urbanas, considerando la com-

plejidad de aspectos que inciden en la resolución de los mismos en las instancias de Diagnóstico,

Propuestas e Implementación. Además: la consideración de su incidencia sobre el sector urbano

afectado (al igual que en el ítem anterior), por la identificación del mismo, el diagnóstico de su

situación actual y la evaluación del impacto que recibirá.

Enumerados de otra forma, la Cátedra se propone desarrollar conocimientos sobre:

a) Diagnóstico de fragmentos urbanos:

b) Formulación de Propuestas:

c) Evaluaciones de Impacto:

Finalmente, y aún cuando se desecha la posibilidad de adiestramiento específico en Planificación

Urbana, el hecho de que los arquitectos operen sobre fragmentos de la ciudad (en las Interven-

ciones Arquitectónicas y, más aún, en las Intervenciones Urbanas), nos indica la necesidad de

debatir sobre las problemáticas urbanas actuales, las políticas vigentes al respecto y las formas

de operación profesional que a nivel de la Planificación Urbana se realizan o son factibles de

• Identificación de entornos afectados

• Diagnóstico de la situación actual de los mismos, y

• Evaluación del impacto que sufrirán a causa de la intervención

• Como áreas específicas de desarrollo de intervenciones urbanas.

• Como entornos impactados por intervenciones urbanas o intervenciones

arquitectónicas.

• Para el caso de Intervenciones Urbanas.

• Para ver la interacción entre la formulación de Propuestas y el Diagnóstico de

los entornos afectados, en los casos de Intervenciones Arquitectónicas y de

Intervenciones Urbanas.

43

c) Planificación Urbana

Todas las instancias metodológicas del tipo de actividad denominada Planificación Urbana, exceden a lo de

desarrollable en la Cátedra y en la Carrera; o sea que requieren la formación de posgrado a la que ya

hicimos referencia.

b) Intervenciones Urbanas

• La totalidad del esquema se gráfica sombreado, como instancias vistas parcialmente en la Ca-

rrera, dado que en los últimos Talleres de Diseño se desarrollan ejercicios que tienen características

de Intervenciones Urbanas.

Como en los Talleres la enseñanza se focaliza sobre los aspectos del Medio Biofísico (en especial,

del Subsistema Construído), esta cátedra se propone focalizar en los restantes aspectos y en sus

interrelaciones, a fin de perfeccionar la capacidad de los alumnos de desenvolverse con enfoques

integrales de la realidad sobre la cual deben trabajar.

Es con dicho objetivo que se pretende desarrollar la capacidad para realizar lecturas sistemáticas

y amplias de los fenómenos urbanos.

• En aquellos casos de intervenciones urbanas muy significativas, cuyos efectos se extienden

sobre amplios sectores de la ciudad, sobre aspectos complejos de la misma, o sobre la ciudad en

su totalidad, la consideración de su impacto requerirá conocimientos de planificación urbana que

44

Page 24: Arquitectura y ciudad 2009

46

5.2 Ubicación metodológica. Vinculaciones del diagnóstico con los objetivos deintervención

Según ya señalamos en el punto 4.1 (Metodología Básica), el diagnóstico es la etapa inicial del esquema

metodológico:

Si bien esta ubicación metodológica es obviamente correcta, ha quedado en suspenso una cuestión que

explicitamos cuando formulábamos la metodología básica: “suponiendo que los objetivos de la tarea hayan

sido definidos con anterioridad”.

Para ver su relación con el diagnóstico, conviene ahora graficar dicha instancia de formulación de objetivos,

la que puede provenir exclusivamente del comitente, o puede admitir también la intervención de los pro-

fesionales del hábitat.

El primer esquema metodológico básico (previo al enriquecimiento aportado por el desdoblamiento del

diagnóstico) sería:

Este esquema es absolutamente válido, si la definición de objetivos de la intervención ha sido realizada con

absoluta precisión, indicando sus componentes básicos, como ser:

Pero generalmente los objetivos no se formulan en forma acabada.

Por el contrario, es habitual que se expresen con una ambigua generalidad (por ej. mejorar la calidad

ambiental de un área, mejorar la situación habitacional de un grupo social, etc.)

También es habitual que el desarrollo del diagnóstico aporte elementos para una reformulación o para el

ajuste de dichos objetivos.

Esto nos esta indicando la existencia de una interrelación entre el diagnóstico y la formulación de objetivos,

que podría ser graficada de la siguiente manera:

• Prioridades: objetivos principales o generales y objetivos secundarios o complementarios.

• Beneficiarios: directos o indirectos.

• Ámbitos de obtención de los beneficios: económico, físico, político, etc.

• Plazos previstos de obtención de los beneficios.

45

V. DIAGNÓSTICO URBANO

5.1 Finalidad del diagnóstico. Similitudes y diferencias con la investigación

Dentro de una intervención, el diagnóstico es la etapa metodológica previa a la formulación de propuestas

que nos brinda el conocimiento suficiente para que dichas propuestas sean respuestas adecuadas a la

demanda, factibles de ser implementadas.

Como constituye una actividad en la cual están en juego los recursos públicos o privados de la comunidad,

el diagnóstico debe procurar obtener el conocimiento suficiente, con la menor utilización posible de recursos

(económicos, técnicos, de tiempo, etc.).

Dado que es habitual el uso del termino “investigación” cuando nos referimos al diagnóstico, es apropiado

realizar una diferenciación entre ambos.

Las actividades profesionales en general, y entre ellas las de los profesionales del hábitat, pueden ser

diferenciadas según los dos grandes objetivos que se pueden perseguir: el conocimiento o la transformación

de su objeto de trabajo.

Cuando el objetivo es sólo el conocimiento de una situación, nos encontramos ante una actividad denomi-

nada generalmente investigación.

Cuando el objetivo es la transformación o el mejoramiento de una situación, nos encontramos ante una

actividad denominada usualmente intervención.

Dicha intervención no puede ser realizada sin conocimiento de la situación que se pretende transformar.

Es por eso que adquirimos un conocimiento previo del caso , al cual denominamos Diagnóstico, y que

constituye una forma de investigación aplicada

Terminábamos el capitulo anterior, precisando los 3 tipos de habilidades que

procurábamos desarrollar en esta Cátedra:

• Realización de diagnósticos urbanos.

• Formulación y programación de propuestas.

• Evaluaciones de impacto.

En este capítulo veremos específicamente la primera de ellas, o sea la realización

de diagnósticos urbanos, necesarios para estudiar 3 circunstancias:

• Áreas de afectación de intervenciones arquitectónicas.

• Áreas específicas de desarrollo de intervenciones urbanas.

• Áreas de afectación de intervenciones urbanas.

SÍNTESIS

• Reservamos el termino “investigación” para las tareas profesionales cuyo objetivo es el cono-

cimiento de una situación.

• Usamos el término “diagnóstico” para la instancia inicial de conocimiento que requieren las

tareas profesionales de intervención.

Page 25: Arquitectura y ciudad 2009

El área a diagnosticar, denominada área de diagnóstico, debe ser la superposición y/o agregación de las

áreas de referencia e influencia, dado que el diagnóstico se realiza para optimizar ambos tipos de interre-

laciones.

En su definición debemos considerar la distinta importancia relativa de las interrelaciones, a efectos de que

las áreas a considerar no incluyan todas las interrelaciones, sino solo aquellas que sean más significativas.

También hay que tener en cuenta que las áreas de referencia y de influencia pueden ser más que espacios

inmediatos, circundantes y continuos. En muchos casos, además de ellos, deben incluirse espacios más

alejados y discontinuos, pero que, por sus ligazones funcionales con la intervención, requieren ser consi-

derados. Por ej., si estamos ante la localización de un gran centro de compras (“shopping”), además de

interesarnos por el entorno inmediato (fuente de futuros clientes, área de probables afectaciones), debe-

mos interesarnos por la localización y características de los shopping ya instalados en el resto de la ciudad,

dado que son las alternativas de satisfacción de la misma demanda de compras a la cual procuramos atraer.

5.4 Instancias metodológicas del diagnóstico

El conocimiento diagnóstico de que debemos tener de un área, implica 4 tipos de cuestiones que debemos

indagar:

Estas 4 preguntas nos llevan a 4 instancias o subetapas del diagnóstico: La descripción, la explicación, la

evaluación y la proyección, respectivamente.

a) La descripción

Corresponde a la lectura de los aspectos aparentes del fenómeno que estamos estudiando. Dada la mul-

tiplicidad de aspectos presentes en los fenómenos urbanos, debemos ser cuidadosos en la selección de

aquellos que sean más pertinentes para nuestros objetivos y nuestros casos de estudio.

Cada caso particular requiere que sean identificados cuáles son los aspectos que debemos observar y

describir, y el grado de profundidad con que deben ser realizados.

Una buena estrategia para acercarnos a los aspectos más significativos de cada caso, es comenzar reali-

zando una modelización (construcción de un modelo conceptual) del mismo, que ponga en evidencia sus

componentes o rasgos más significativos, y en especial las interrelaciones que se producen entre los

mismos (tal como se realizó en el Capitulo I, con respecto a la realidad urbana en general).

El modelo que se realice en esta instancia inicial del diagnóstico, será una primera versión que se irá refi-

nando y perfeccionando, y constituirá a su vez una primera hipótesis interpretativa del caso de estudio.

En el Capítulo VIII se amplia el concepto de modelo, y se explicitan los pasos para la modelización de si-

tuaciones concretas.

48

• Cuáles son sus características más significativas (cómo es?).

• Qué procesos explican que sea como es (por qué es así?)

• Qué juicios de valor nos merece (esta bien o mal que sea así?)

• Cómo evolucionará en el futuro (cómo será?)

47

O sea que se produce una retroalimentación (feedback) desde el diagnóstico hacia los objetivos en procura

de que los mismo se precisen con el máximo detalle posible, en relación a la realidad detectada por el

diagnóstico.

Dado que esta retroalimentación implica la modificación de los objetivos, su consideración debe ser muy

cuidadosa, ya que en todos los casos sobrepasa la esfera de la decisión profesional exclusiva, involucrando

en cambio un proceso de negociación entre todos los actores sociales involucrados.

5.3 Delimitación del área de diagnóstico

En tanto el diagnóstico se refiera al área específica de una intervención urbana, es indudable que se

extenderá a los límites precisos del área a intervenir. Pero cuando se refiere al área afectada por una

intervención arquitectónica o una urbana, es evidente la necesidad de realizar una delimitación de la

misma.

Como ya expresamos, la extensión espacial de dicha área estará en relación a la envergadura y significa-

tividad urbana de la intervención. Habrá intervenciones para las cuáles alcanzará con considerar un entorno

inmediato (por ej. para localizar un pequeño equipamiento comercial en un área residencial), dado que sus

efectos serán limitados a dicho entorno. Habrá intervenciones que requerirán que se considere la totalidad

de la ciudad (por ej. instalar una terminal de transporte de larga distancia), porque tendrá efectos en todo

su espacio.

Para fijar criterios que nos permitan delimitar las áreas a diagnosticar en cada caso, debemos considerar

los dos tipos de interrelaciones que se dan entre la intervención y su entorno, a que ya hacíamos referencia

en el punto 4.1. :

• Por una parte, toda intervención está condicionada en su funcionamiento por la localización de

actividades o servicios que requiere de su entorno (por ej. un área residencial necesita la proximi-

dad de ciertos equipamientos), así como está condicionada por características del entorno que la

perturban (la presencia de un sector anegable, por ejemplo) o que la benefician (un sector de valor

paisajístico, por ejemplo).

El espacio de localización de estos factores que condicionan la intervención, es lo que denominamos

área de referencia de la misma.

• Por otra parte, están los efectos que la intervención va a producir en el entorno. Por ejemplo una

escuela en el espacio donde vivan sus futuros alumnos, una fábrica en el espacio en el cual se van

a sentir las perturbaciones ambientales que pueda ocasionar, un supermercado en relación a los

probables compradores, etc.

El espacio de alcance de estos efectos, es lo que denominamos área de influencia de la

intervención.

Page 26: Arquitectura y ciudad 2009

50

A su vez, como guía ilustrativa de aspectos que pueden resultar –según el caso- necesarios de describir en

cuestiones urbanas, el gráfico de la página siguiente indica una serie de aspectos, encuadrados en los cua-

tro subsistemas definidos en el Capítulo I y en sus interrelaciones. En el Capítulo VI se desarrollan los con-

tenidos de dichos aspectos.

La totalidad de los aspectos indicados, nos permite realizar la descripción del área de estudio.

Dicha descripción tiene rasgos espacializables (representantes en planos), tales como la disposición y

articulación de los aspectos naturales y construídos significativos, la distribución según distintas intensida-

des de la población y las actividades, los flujos de vinculación más importantes, etc. Dichos rasgos resultan

en lo que podemos denominar estructura espacial del área.

Dicha descripción tiene también contenidos que no son espacializables, tales como los rasgos no locacio-

nales de la población y de las actividades (diferenciación, articulación, importancia, etc.. de cada una de

ellas). Estos rasgos resultan en lo que podemos denominar estructura social del área.

La dinámica de esta estructura social esta condicionada por el accionar de sus miembros, pero no a nivel

de individuos aislados ni de comunidad total, sino como grupos sociales con identidad propia, que actúan

en el seno de la sociedad para defender sus intereses particulares.

Esta visualización de la sociedad como una estructura en transformación a partir del accionar de actores

sociales, resulta de particular interés

para los profesionales del hábitat, dado que con su tarea profesional terminan siempre por responder, o al

menos priorizar, a los objetivos de ciertos actores sociales en desmero de los objetivos restantes.

49

En el Capìtulo IX se desarrolla con mayor detalle el concepto de actor social y los criterios para su identi-

ficación y análisis.

La descripción, que hemos diferenciado sólo a efectos operacionales en estructura espacial y estructura so-

cial, por supuesto esta incidida por los marcos legales –institucionales y político- culturales a que hacíamos

referencia en el Capitulo I.

Finalmente cabe acotar que la descripción a que arribaremos también nos permite definir la Estructura Ur-

bana que presenta la ciudad o el sector estudiado (ver Capítulo VII) , como así también el rol que el área

cumple dentro del contexto espacial en el cual se inserta; por ejemplo, zona residencial de una ciudad, ciu-

dad turística de una región, etc.

Dicho rol puede ser detectado a partir de la singularidad de sus funciones (carácter único o repetido de las

mismas), así como de la localización relativa del área (proximidad o lejanía a sectores centrales y/o redes

estructurales de circulación).

La formulación del estas hipótesis nos obliga a remontarnos en el tiempo para considerar los momentos y

circunstancias claves antes acaecidos, que han incidido en la situación actual del área.

Es conveniente enfatizar que el objetivo no es realizar la historiografía del área, sino detectar las circuns-

tancias pasadas (históricas) que nos permitan entender el porque de la situación actual.

Estas concepciones pueden contener hipótesis explicativas que son indiscutibles y ampliamente aceptadas

(por ej.: la población resuelve su situación habitacional según su capacidad económica) así como puede

incluir hipótesis explicativas más discutibles cuando se refiere a cuestiones menos evidentes (por ej.: la po-

blación opta por alquilar vivienda no sólo por motivos económicos, sino también por cuestiones culturales)

- Ver Capìtulo XIII- Formulación de Hipótesis.

Aún cuando cada caso puede ser explicado por la confluencia de sus circunstancias particulares, existen

corrientes teóricas que, devenidas de la observación de multiplicidad de casos, sostienen la preeminencia

de ciertos aspectos y procesos para la explicación de los fenómenos urbanos.

El Capìtulo X se esboza algunas de estas corrientes teóricas, con la finalidad de aportar criterios y des-

pertar inquietudes que, sólo en conjunción con las circunstancias específicas de cada caso, pueden con-

tribuir a su explicación.

Lo que es indiscutible de destacar es que, independientemente de las corrientes teóricas a las que se pueda

adscribir, toda explicación de los fenómenos urbanos, debe hacer referencia a procesos “personalizados” y

no a procesos “naturales”. O sea que cualquier cuestión urbana, esta condicionada por actores sociales

que , desde distintas posiciones, tiene capacidades y poderes diferentes, tanto para obtener los beneficios

económicos que involucra la producción de la ciudad (venta del suelo, construcción y financiación de vivien-

das, etc.), como para la apropiación de la oferta ambiental (biofísica) resultante.

C) La evaluación

La evaluación implica emitir juicios de valor sobre las características del fenómeno o situación urbana

previamente descripto.

Surge de comparar dichas características con un cierto modelo de deseabilidad que el evaluador tiene o

adopta, sobre como deberían ser los fenómenos o situaciones urbanas.

Dicho modelo se origina a veces en el sentido común (por ej.: no es apropiado que la gente viva en áreas

anegables), si hay consenso mayoritario y públicamente aceptado en relación a dicha cuestión.

Page 27: Arquitectura y ciudad 2009

La necesidad de considerar probables escenarios futuros, deviene de que, con la intervención, pretendemos

optimizar no solo la situación actual, sino también la del futuro inmediato del área; o sea que debemos

conocer cual será su evolución mas probable.

Para trazar estos escenarios futuros es apropiado identificar la dinámica de los rasgos que caracterizan al

área en el momento actual. En dicho sentido resulta apropiada la siguiente clasificación:

Esta caracterización de los rasgos actuales nos permite preveer , según distintas articulaciones, ritmos

procesuales y prevalencias, los diversos escenarios futuros que conforman la proyección del área o fenó-

meno de estudio.

Consideraciones finales sobre las instancias metodológicas

La necesidad de considerar las 4 instancias metodológicas antedichas, para poder operar sobre las cues-

tiones urbanas, es evidente.

La descripción por si sola, nos brinda conocimiento sobre los aspectos aparentes del fenómeno, valido

solamente si no pretendemos introducir modificaciones al mismo.

Si describimos y explicamos un fenómeno pero no tenemos juicios de valor sobre él, no tendrá sentido

efectuar ninguna operación sobre el mismo.

Si describimos y evaluamos un fenómeno, pero ignoramos las causas que lo producen, toda acción que

llevemos a cabo será voluntarista y de resultados aleatorios; sólo por azar puede ser que se dirija a las

causas que producen lo que queremos cambiar.

Si describimos, explicamos y evaluamos, pero no consideramos los probables caminos futuros que pueda

tomar, estamos perdiendo los oportunidades: articular nuestra intervención con las tendencias emergentes

favorables y resguardarnos de las tendencias emergentes desfavorables.

5.5 Ordenamiento metodológico del diagnóstico

La ejecución de las cuatro instancias metodológicas del diagnóstico reseñadas en el punto anterior, se

ordenan en el tiempo según la siguiente secuencialidad:

• Conflictos: Son aquellos problemas que se originan por la existencia de intereses contrapues-

tos de los actores sociales intervinientes (por ej.: el conflicto entre el Estado, los villeros y los

vecinos de los predios destinados a la relocalización de la Villa 31 de Retiro).

Potencialidades: Factores que pueden incidir positivamente en el desarrollo del área, ya sea a nivelde la Oferta Ambiental (por ej.: disponibilidad de terrenos fiscales vacíos) o de la Demanda Social (por

ej. capacidad de organización de la población).

• Rasgos dominantes: Los que tienen preeminencia y aparentemente seguirán teniéndola en el

futuro.

• Rasgos emergentes: los que tienden a pasar a ser dominantes en un futuro cercano.

• Rasgos recesivos: los que tienden a perder importancia o desaparecer en un futuro inmediato.

• Restricciones: Son aquellas situaciones que resultan problemáticas (en relación a los obje-

tivos perseguidos) y que son prácticamente inmodificables por razones económicas, tecnológi-

cas, legales, culturales, etc. Estas restricciones pueden ser de vigencia permanente (por ej.: un

clima desértico, o la carencia de agua), o pueden ser de vigencia más acotada en el tiempo (por

ej.: una norma legal o la debilidad de la conciencia comunitaria).

Problemas: situaciones negativas derivadas de la ausencia, insuficiencia o inadecuación de la OfertaAmbiental que provee el Medio Biofísico, en relación a las Demandas Sociales que emergen de la Or-

ganización Social.

Respecto a los problemas podemos señalar dos subtipos muy especiales:

51

A veces la cuestión evaluada cuenta con consenso social (por ej. debe proveerse de servicios de salud), pero

no hay consenso sobre las formas y grados de cumplimentación (por ej.y para la misma cuestión, cantidad

de camas de internación por cada 1000 habitantes).

A veces existen normas o estándares que fijan los niveles estimados necesarios para ciertas cuestiones (por

ej.: m2. de espacio verde por habitante, distancia máxima desde las viviendas hasta la escuela primaria, etc.)

Por supuesto que, por fuera de lo que es socialmente aceptado, así como en la concreción de mucho de lo

que pareciera serlo, ha y una gran diversidad de situaciones que se evalúan desde la subjetividad del eva-

luador y, en definitiva, según la ideología que tenga sobre como deben ser las cuestiones urbanas.

En el Capítulo XI, se detallan una serie de criterios y normas que pueden concurrir a la evaluación de un área

urbana. Al igual que los Capítulos VI y IX, debe usarse solo como una fuente de sugerencias que debe ser

adecuada según cada circunstancia.

Independientemente de su forma de ejecución, la evaluación debe llegar a detectar problemas y potencia-

lidades, cuyas características son las siguientes:

Los problemas que se detecten, requieren ser ponderados en forma relativa según su importancia (por ej.:

cantidad de población afectada, grado de afectación, compromiso de una demanda básica o secundaria,

etc.). Asímismo es necesario expresar las interrelaciones que pudieren existir entre los problemas, dado

que, generalmente los problemas no se presentan aislados; por el contrario, es habitual que un problemas

sea derivado de otro u otros.

A su vez, las potencialidades también deben ser ponderadas según el tipo de problema que podría ser sa-

tisfecho con cada una de ellas, etc.

d) La proyección

Implica prever cuáles son los caminos más probables que seguirá en el futuro inmediato el fenómeno es-

tudiado, en caso de dejarlo librado a procesos espontáneos, sin planificación alguna.

Así como una concepción teórica nos permite explicar el fenómeno (porqué llego a ser cómo es), la misma

concepción teórica, unida a una previsión de las circunstancias contextuales futuras más probable nos per-

mite formular hipótesis proyectivas (como puede llegar a ser en el futuro).

O sea que la proyección consiste en la formulación de hipótesis sobre los probables escenarios futuros del

área de estudio; en especial, de las principales características, problemas y potencialidades detectadas en

la descripción y en la evaluación.

52

Page 28: Arquitectura y ciudad 2009

5.6 Contenidos temáticos del diagnóstico. Insumos de información.

Vistas las instancias y la estructuración metodológica del diagnostico, corresponde ahora volver a reflexio-

nar sobre sus contenidos temáticos precisos.

Esta cuestión puede ser abordada en términos generales, metodológicos y particulares:

a) En términos generales, podríamos recurrir al modelo de comprensión de la realidad expuesto en el

Capitulo I, dado que cualquier situación urbana que se estudie va a tener como componentes: un Medio

Biofísico (articulación de los subsistemas natural y construído, entendida como Oferta Ambiental), una

Organización Social (portadora de una Demanda Social a satisfacer), y los Marcos Jurídicos Institucional y

político-Cultural que condicionan la interacción entre las ofertas ambientales y las demandas sociales.

La consideración de estos aspectos va a tener distinto énfasis en cada una de las instancias del diagnós-

tico:

b) En términos metodológicos, debemos diferenciar si estamos realizando el diagnóstico de un área

específica de intervención urbana, o si estamos ante el diagnóstico de un área afectada por una intervención

arquitectónica o urbana.

SÍNTESIS

El diagnóstico implica la realización de varias recorridas por el camino metodológico del esquema

anterior:

La primer recorrida proveé:

Las recorridas siguientes aportan:

La última recorrida proveé:

Cabe aclarar que la cantidad de recorridas necesarias, depende de la mayor o menor dificultad que

presenta el área para su comprensión, así como de la capacidad del operador y del nivel de

verificación de hipótesis al que se necesita llegar.

• Una delimitación tentativa del área.

• Un primer conocimiento descriptivo global.

• La formulación de hipótesis iniciales tentativas.

• La consolidación de la validez de dichas hipótesis

• El ajuste del área de diagnóstico, si fuese necesario.

• La ampliación del conocimiento descriptivo que fuese necesario.

• El ajuste de las hipótesis iniciales, según los resultados de la constatación del recorrido

anterior.

• La constatación de la validez de las hipótesis ajustadas.

• Es aquella en la cual las hipótesis resultan suficientemente corroboradas.

54

La descripción ocupa un lugar inicial, dado que sus resultados permiten avanzar en las instancias explica-

tivas y evaluativas.

La proyección ocupa un lugar final, dado que requiere resultados de las tres instancias anteriores como

insumo.

a) Un primer enriquecimiento de este esquema, deviene de dos circunstancias:

b) Un segundo enriquecimiento proviene de considerar como altamente probable que, durante la ela-

boración que realicemos en las instancias explicativas, evaluativas y proyectivas, puede requerirse:

Tal como indicáramos en el punto 5.2, con respecto a los objetivos, cualquiera de estas circunstancias

obliga a remontar nuevamente a instancias metodológicas anteriores, en un proceso de retroalimentación

que se gráfica en el siguiente esquema:

• Incorporar el momento de delimitación del área de diagnóstico, que debe ser simultáneo y estar

vinculado con la descripción.

• Incorporar el momento de formulación de las hipótesis de índole explicativa, evaluativo y proyec-

tiva, que debemos elaborar a partir de la descripción, para ingresar a las otras 3 instancias con una

intencionalidad definida, tal como se gráfica seguidamente:.

• La modificación del área de diagnostico delimitada

• La ampliación del la descripción por la necesidad de profundizar ciertos aspectos o ver otros no

considerados inicialmente.

• La modificación de las hipótesis formuladas.

53

• En la descripción, en el Medio Biofísico (en especial su caracterización) y la Organización Social

(en especial la identificación de los actores sociales involucrados), van a dominar, en tanto los

Marcos Politico Cultural y Jurídico Institucional constituirán contexto latente o expreso.

• En la explicación en cambio, los componentes menos tratados en la descripción (en especial,

los Marcos), crecerán en importancia, para poder dar cuenta de lo descripto.

• En la evaluación la atención se vuelve a focalizar sobre el Medio Biofísico y la Organización

Social; en especial, sobre las relaciones que se plantean entre los mismos en cuanto a Ofertas

Ambientales y Demandas Sociales, que nos definirán los problemas y potencialidades existentes.

• En la proyección la totalidad de los componentes del modelo vuelven a entrar en juego, dado

que estamos formulando hipótesis de continuidad de la situación y sus circunstancias contex-

tuales.

Page 29: Arquitectura y ciudad 2009

c) En términos particulares, la índole de la cuestión nos estará indicando los aspectos precisos del Medio

Biofísico, de la Organización Social y de los Marcos Jurídico-Institucional y político-Cultural que deberán ser

considerados.

Por ejemplo, si estamos ante una mejora del equipamiento de atención de la salud, seguramente se tornara

indispensable:

Debe destacarse que el nivel de profundidad de estudio de cada uno de los aspectos que se traten en el

diagnostico, también va a depender de la importancia de la situación que se estudie y de la intervención

que se prevea.

Para el mismo caso del equipamiento de atención de la salud, agregar un centro de estudio periférico a una

red sanitaria, tiene mucha menos importancia que introducir un hospital regional en la misma. En el primer

caso no van a producirse modificaciones sustanciales en el sistema de atención de la salud. En cambio, el

segundo caso puede ser la oportunidad de revisar toda la concepción vigente acerca del cuidado de la

salud, además del evidente impacto que producirá su implantación efectiva.

También puede observarse que, tanto la definición de los aspectos a considerar, como la profundidad de su

análisis, nos está revelando que hay situaciones que podrán ser manejadas por el profesional del hábitat

y situaciones que lo superan. En estos casos, saber plantear los problemas, poder ver las limitaciones

profesionales y definir la necesidad de concurrencia a otras disciplinas, resulta ser la actitud profesional más

adecuada.

Cabe agregar que para efectuar el diagnóstico de una situación específica, se requiere información que

proviene de muy distintas fuentes. El Capítulo XII indica los tipos de fuente más habituales, sus ventajas

y desventajas, así como los pasos típicos para la recolección y el tratamiento de la información.

5.7 Proceso de realización del diagnóstico.

La realización de diagnósticos, en realidad no se produce en forma tan ordenada como se indico en los pun-

tos anteriores.

Dado que usualmente son necesarias varias recorridas de retroalimentación (como se indico en el punto

5.5), se produce un desarrollo caracterizado por avances y retrocesos, que puede parecer desordenado,

pero no es criticable si los resultados llegan a ser satisfactorios.

En los casos en que se realizan los diagnósticos bajo criterios participativos, con intervención de los actores

sociales involucrados, el desarrollo puede parecer más desordenado aún, pero resulta sumamente enrique-

cido por la incorporación de las opiniones y expectativas de dichos actores.

• En el primer caso, es evidente la necesidad de amplia cobertura de todos los aspectos relevantes

del área.

• En el segundo caso, el contenido temático va a estar más circunscripto a los aspectos que con-

dicionan a la intervención o que son afectados (impactados) por ella.

• A nivel del Medio Biofísico, ver el equipamiento actual, la localización de la población, sus posibi-

lidades de accesibilidad, etc.

• A nivel de marco Jurídico-Institucional, cuáles son las formas de atención de la salud institucio-

nalizadas.

• A nivel del marco Político-Cultural, cual es la política vigente, cuáles son las practicas de cuidado

de la salud que desarrolla la población de que se trate, etc.

55

La participación puede lograrse a través de la utilización de diversos procedimientos: entrevistas, encuestas, gru-

pos de indagación, convocatorias restringidas, asambleas abiertas, etc.

En estos casos las tareas de orden técnico pueden ser catalogadas en los 4 tipos siguientes:

La alternativas de secuencialidad entre las instancias participativas y las de orden estrictamente técnico, son di-

versas. Es imposible indicar un orden genérico más adecuado que otro, ya que dependerá de las características

de cada caso y de las estrategias que al respecto adoptemos.

Queda a cargo de la capacidad del técnico, organizar los procesos de diagnóstico participativo, verificando que sus

resultados sean adecuados y convincentes, tanto para lograr el conocimiento de la situación, como para que se

produzca la apropiación social del proceso, que es objetivo implícito en toda acción participativa.

5.8 Productos del diagnóstico

Como productos comunicables del diagnóstico, apropiados para pautar el proceso metodológico, se considera in-

dispensable un mínimo de dos salidas.

La primera corresponde a la síntesis de la descripción, y constituirá evidentemente un informe escrito y car-

tográfico que contendrá los aspectos a los que ya se hizo referencia en 5.4.

La segunda salida corresponde a la síntesis del diagnostico en general. Además de conservar los elementos

descriptivos del informe anterior (ajustados en lo que fuese necesario), debe proveer las conclusiones de las

otras tres instancias:

Asímismo debe expresar la interrelación conceptual que develemos entre las 4 instancias del diagnóstico, que nos

brinde el conocimiento significativo y sintético del área en cuestión.

Constituye en general un informe cartográfico y escrito, apoyado con elementos gráficos que sintetizan sus re-

sultados. Al respecto se considera apropiado recurrir a herramientas como modelos conceptuales gráficos y ma-

trices.

a) Modelos conceptuales gráficos, que resultan del perfeccionamiento de la primera modelización realizada

al inicio del diagnostico (punto 5.4.a), conteniendo las relaciones de condicionamiento ya develadas por la expli-

cación, síntesis de las valoraciones realizadas en la evaluación, y los principales rasgos futuros develados en la

proyección, como se ilustra en el gráfico de la página siguiente.

• Organización de las actividades participativas.

• Reflexión y síntesis sobre sus resultados.

• Análisis de la información proveniente de otras fuentes.

• Articulación de ambos tipos de insumos.

• Las razones que expliquen la configuración del área (explicación).

• Los juicios de valor con respecto a su calidad ambiental (evaluación).

• Los probables escenarios futuros (proyección).

56

Page 30: Arquitectura y ciudad 2009

31

a) Modelos conceptuales gráficos

b) Matrices, que crucen aspectos significativos, como pueden ser los rasgos evaluativos y proyectivos

que se indican en el ejemplo siguiente

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Page 31: Arquitectura y ciudad 2009

VI. ASPECTOS DESCRIPTIVOS DE LOSFENÓMENOS URBANOS

En el presente apartado se comentarán los aspectos descriptivos que, a modo de ejemplo general, se

aportaron en el Capítulo anterior , punto 5.4.a.

Cabe reiterar que el propósito del listado de aspectos allí desarrollado y aquí comentado, es el de operar

como fuente de sugerencias y no como guía taxativa, dado que cada área de diagnóstico y cada objetivo

de intervención tienen sus propias particularidades, las que pueden tornar insuficiente o superfluo el listado

de aspectos enunciado. Asimismo, cada caso particular definirá la mayor o menor importancia que tiene

cada aspecto y, por lo tanto, la profundidad con que debe ser estudiado.

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6.1. Aspectos del subsistema natural

a) Geomorfología

Incluye los tipos de suelo y subsuelo, así como las formas de relieve que adoptan.

Incide en cuestiones tales como calidad paisajística, capacidad portante, accesibilidad desde el entorno,

riesgo de anegabilidad, etc.

b) Hidrología

Se refiere a la presencia de recursos hídricos superficiales (cursos y espejos de agua) y subterráneos

(napas), a sus regímenes de caudales, calidad, etc.

Incide en cuestiones tales como posibilidad de abastecimiento de agua, riesgo de anegabilidad, profundidad

de fundaciones edilicias, etc.

c) Vegetación

Se refiere a la presencia, distribución, fisonomía y calidad de ejemplares o masas arbóreas o arbustivas,

así como de vegetación de menor porte.

Incide en la calidad paisajística, la adaptación microclimática, las posibilidades de absorción de precipita-

ciones, la defensa contra el riesgo de aludes, etc.

d) Clima

Incluye aspectos tales como régimen de temperaturas, de precipitaciones, de vientos, de asoleamiento, etc.

Incide en la mayor o menor adecuación de las diversas morfologías urbanas, de los tipos de equipamientos

públicos convenientes, de las formas y sistemas constructivos, etc.

6.2. Aspectos del subsistema construido

a) Trama urbana

Se refiere al fraccionamiento del espacio en manzanas y vías de circulación, así como a la subdivisión de

las manzanas en parcelas.

El trazado y ancho de las vías de circulación condiciona las características de la red de vinculación.

El tamaño, forma y regularidad del amanzanamiento condiciona las posibilidades de subdivisión parcelaria,

así como la implantación de emprendimientos de gran superficie.

El tamaño, forma y regularidad de las parcelas condiciona los usos y tipologías edilicias implantables.

b) Tejido urbano

Se refiere a las diversas características de la edificación, como ser:

Su análisis revela, por una parte, la calidad ambiental que brinda (iluminación, ventilación, asoleamiento,

privacidad, etc.) y, por otra parte, sirve para entrever la conveniencia de las distintas alternativas de

intervención probables (densificación, renovación, recuperación, etc.).

c) Infraestructura de circulación

Incluye a las distintas redes destinadas al tránsito y el transporte, así como a su equipamiento complemen-

tario:

• Formas de implantación en las parcelas: tejido abierto/ tejido cerrado; observable por medio

de los FOS (Factor de Ocupación del Suelo) y de los retiros.

• Intensidad: de muy alta a baja; observable a través del FOT y de las alturas edilicias.

• Estado: de muy bueno a malo; según su antigüedad, calidad constructiva original, grado de

mantenimiento, etc.

• Tipología: según formas edilicias.

• Valor patrimonial: por razones urbanísticas, arquitectónicas, históricas o simbólicas.

• Valor económico: según precios de mercado.

• Redes peatonales (aceras): disposición, extensión; asientos, quioscos, etc.

• Redes vehiculares (calzadas): disposición, extensión; señalización, semaforización, etc.

• Redes ferroviarias: trazados; cruces, señalización, etc.

• Redes fluviales, marítimas, aéreas, etc.

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Page 32: Arquitectura y ciudad 2009

Incluye también a las instalaciones nodales necesarias para el funcionamiento de las redes: paradas,

estaciones terminales, playas de estacionamiento, etc.

La disposición, características, estado y formas de explotación de las redes y de las instalaciones nodales,

condicionan la capacidad, fluidez y seguridad de las distintas formas de tránsito y transporte.

d) Infraestructura de servicios

Se refiere al conjunto de instalaciones y redes (aéreas, superficiales o subterráneas) destinadas a la pro-

visión de insumos (agua, gas, energía eléctrica, etc.) y a la evacuación de desechos (desagües cloacales,

pluviales, etc.).

Las instalaciones pueden ser fuentes de origen (usinas, plantas potabilizadoras, etc.) o sitios de recepción

(plantas depuradoras, rellenos sanitarios, etc.).

La capacidad, estado y formas de explotación de las redes e instalaciones, definen la extensión, capacidad

y calidad de los servicios prestados.

6.3. Aspectos del subsistema social

a) Rasgos demográficos

Se refieren a los rasgos cuantitativos más evidentes de la población: cantidad, crecimiento (vegetativo o

migratorio), estructura por sexo y edades, composición familiar (cantidad de personas por familia), nivel

educativo formal, condiciones de salud, etc.

Condicionan la demanda actual y previsible de distintos tipos de viviendas, distintos tipos de equipamientos,

etc.

b) Rasgos culturales

Se refieren a los rasgos cualitativos de la población: hábitos y formas de vida diferenciales, flexibilidad al

cambio, posibilidades de movilidad social, etc.

Se vinculan con la emergencia de demandas diferenciales, la adopción de modelos propios o impuestos,

las formas de actuación individual o grupal, etc.

c) Rasgos políticos

Se refiere a la presencia de comportamientos asociativos y a la mayor o menor adopción de actitudes

reclamatorias, que da por resultado la constitución de actores sociales y define sus formas de actuación.

Incide en la capacidad de convocatoria, reclamo, defensa de intereses y poder de intervenir en las decisio-

nes, condicionando las estrategias de actuación que deben adoptar los profesionales del hábitat.

6.4. Aspectos del subsistema productivo

Aún cuando resulta ser cada vez más una división arbitraria, pueden diferenciarse a las actividades pro-

ductivas en:

a) Actividades económicas

Requieren precisar sus principales características: inserción sectorial (industria, comercio, servicios, etc.),

inserción económica (formal/informal), tipo de producción (rubros, procesos, tecnología), escalas de pro-

ducción, instalaciones y equipamientos, etc.

b) Actividades no económicas

Requieren precisar el tipo de servicio que brinda (salud, recreación, etc..), la modalidad de uso (gratuito /

oneroso), la capacidad, la intensidad de uso, las instalaciones y equipamientos, etc.

En ambos casos se procura indagar su capacidad de respuesta a las demandas sociales, a través de

cuestiones tales como:

• Económicas: referidas a la producción de bienes y servicios en general, cuyo precio se define

en los respectivos mercados.

• No económicas: referidas a la producción de servicios de orden social en particular (educación,

salud, etc.), en los que el Estado tiene responsabilidad principal.

61

6.5. Aspectos de la interrelación: Subsistema Naturall<—>Subsistema Construído

Esta interrelación hace referencia a los riesgos ambientales que pueden derivarse de una inadecuada

consideración del subsistema natural, por parte de las transformaciones introducidas por el subsistema

construído.

Entre los mismos pueden mencionarse: la exposición a los riesgos de anegabilidad y de deslizamientos; el

incremento de dichos riesgos; la excesiva impermeabilización del suelo que impide la absorción natural de

las precipitaciones; la exposición a condiciones climáticas extremas (peores vientos, escaso asoleamiento,

etc..), la interrupción de las vías de drenaje natural por aterraplenamientos, etc.

6.6. Aspectos de la interrelación: Subsistema Social<—>Subsistema Productivo

Esta interrelación hace referencia a los modos de producción y consumo; en especial, a dos de sus

características:

En ambos casos, la mayor o menor concordancia entre dichas ofertas y las demandas actuales, latentes o

futuras de la población, permitirán evaluar luego la adecuación entre ambos subsistemas.

6.7. Aspectos de la interrelación: Oferta Biofísica<—>Organización Social

Se distinguen tres tipos de interrelaciones:

a) Pautas de localización

Se refiere al uso del espacio que realiza la población y las actividades productivas.

Incluye en primer instancia a las actividades localizadas en espacios parcelarios predominantemente cons-

truidos: vivienda, comercio y servicios, industria y depósitos, recreación y esparcimiento, etc.

Dichos usos pueden ser caracterizados por su presencia (predominante, principal, secundaria), por la oferta

física en que se desarrolla, por los usuarios a los cuáles sirve, por sus formas de uso (público, semipúblico,

privado), por las densidades resultantes, por las formas de tenencia de la oferta física (propiedad, alquiler,

ocupación de hecho, etc.), etc.

En segunda instancia, incluye a las actividades que se desarrollan en espacios abiertos de uso público, ya

sean parcelarios públicos (plazas, por ej.), parcelarios privados (baldíos, por ej.) o circulatorios peatonales

o peatonalizados (aceras, por ej.).

Pueden ser caracterizados por sus tipos (recreación, deportes, etc..), su predominancia, el tipos de usua-

rios, la frecuencia de uso, etc.

En ambos casos, se procura obtener información que permitirá luego la evaluación entre la oferta de

localización y la demanda social al respecto, según aspectos tales como:

b) Pautas de vinculación

Se refiere al tránsito y transporte que se produce en los espacios circulatorios por el desplazamiento de

• Cobertura espacial (área servida).

• Cobertura poblacional (cantidad de población servida).

• Cobertura social (grupos sociales servidos).

• Cobertura temporal (períodos servidos).

• Oferta de empleos, según cantidad, diversidad y escala de remuneraciones.

• Oferta de bienes y servicios básicos, ya sea por su producción o por su comercialización.

• Accesibilidad: por factores económicos, culturales, etc.

• Calidad: por salubridad, seguridad, privacidad, etc.

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Page 33: Arquitectura y ciudad 2009

personas y bienes. Incluye el tránsito peatonal, el transporte individual, el transporte de pasajeros y el

transporte de cargas.

Requiere precisar las modalidades (vial, ferroviario, fluvial, etc.), el tipo (público/privado), los recorridos,

los caudales, las frecuencias, etc.

Se procura información que luego permitirá evaluar la adecuación entre las ofertas de vinculación y las

demandas sociales, según aspectos tales como:

c) Modificaciones ambientales:

Se refiere a los efectos que el desarrollo de actividades sociales y económicas produce sobre el medio

biofísico, por inadecuación cuanti o cualitativa, ya sea sobre la calidad de sus componentes (contaminación

del agua, del aire y del suelo), o sobre la probabilidad de sus riesgos (anegabilidad, deslizamientos, etc.).

• Cobertura espacial: vinculaciones servidas.

• Cobertura poblacional: cantidad de población servida.

• Cobertura social: grupos sociales servidos.

• Cobertura temporal: períodos servidos.

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Page 34: Arquitectura y ciudad 2009

VII. ESTRUCTURA URBANA

Una aglomeración es algo más que un conjunto abigarrado de actividades volúmenes e instalaciones unidaspor una simple coincidencia espacial.

La coexistencia de una serie de elementos en el espacio, su interacción con el medio geográfico y sus propiasrelaciones internas, determinan la formación de vínculos entre los factores básicos del grupo humano locali-zado.

La interacción y articulación de todos y cada uno de los aspectos descriptos en el Capítulo VI , otorgan a cadauno de los Fenómenos Urbanos analizados, su particular singularidad y estas singularidades, son las que endefinitiva van a configurar la Estructura Urbana resultante.

La comprensión de la evolución y de la problemática de un conjunto urbano debe partir del análisis de su es-tructura

7.1. Componentes de la Estructura Urbana

La Estructura Urbana está constituida por una serie de elementos destinados a la realización de diversas ac-tividades y la realizacion de esas actividades en la ciudad, demandan determinados espacios.

Paralelamente los elementos que se requieren para el desarrollo de esas actividades , se distribuyen en el te-rritorio y determinan la existencia de distintas zonas en las ciudades que corresponden a los distintos usosdel suelo.

La Estructura Urbana es la resultante de la superposición e interacción de las distintas estructuras, físicas ysociales que organizan los espacios, el transporte, las actividades, los flujos, la trama, el tejido, etc.

Para analizar la estructura urbana de una ciudad se identifican los usos de suelo predominantes en las distintaszonas. Cada uno de los usos del suelo puede tener distintas características

Los principales elementos de la estructura urbana son la vivienda, la industria, comercio y oficinas, las víasde circulación , la infraestructura de servicios y el equipamiento:

La particular articulación e interacción entre todos y cada uno de los componentesde los Fenómenos Urbanos descriptos en el Capítulo anterior , otorgan a los dis-tintos sectores de la ciudad o ella en su conjunto, su específica singularidad

Estas singularidades configuran y constituyen lo que se denomina EstructuraUrbana . En el presente capítulo se desarrollarán los elementos básicos de esteconcepto

Todos estos elementos constitutivos de la Estructura, pueden expresarse espacialmente en planos o es-quemas, como el que muestra la imagen siguiente

Viviendas:Las viviendas pueden analizarse de acuerdo al nivel socioeconómico que la habita (alto, medio obajo), según cantidad de familias por unidad (unifamiliar o multifamiliar).Se encuentran frecuentemente zonas mixtas de viviendas y comercios (por usos) o por contenerdistintos niveles socioeconómicos.

Industria:La industria puede ser pesada (aquella que utiliza grandes maquinarias y generalmente producemás ruidos y molestias, contaminación sonora y / o ambiental, y no es compatible con el uso re-sidencial); mediana (con maquinarias de menor porte, genera problemas de menor envergadura);o ligera (que corresponde a actividades manufactureras en general, almacenamiento, con insta-laciones livianas, que en general no ocasionan grandes problemas de compatibilidad con el uso re-sidencial).

Comercio y oficinas:Esta actividad se realiza en distintos tipos edilicios, desde un pequeño local barrial, zonas comer-ciales especializadas, grandes tiendas, centros comerciales planificados.El comercio se zonifica en las áreas centrales de las ciudades, mezclándose con oficinas de distintostipos y ocupa zonas de altas densidades.Los centros comerciales planificados se localizan en zonas residenciales más alejadas, pasando aconformar subcentros urbanos

Vías de circulaciónLa vialidad es fundamental en la forma y en la estructura de las ciudades ya que condicionan lalocalización de actividades.Las vías primarias son las principales que atraviesan las ciudades, transportan mayores flujos.Las secundarias vinculan a las primarias con las distintas zonas de la ciudad. Las terciarias sonlas calles barriales, que sirven a menores áreas y tienen menores flujos.

EquipamientoEl equipamiento corresponde al conjunto de edificios y espacios que tienen por objetivo prestarservicios especializados a la población o donde se realizan actividades comunitarias. Como prin-cipales tipos de equipamientos se pueden mencionar:

Educacional (en sus niveles de jardín, primaria, secundarios, etc)Sanitario (consultorios, clínicas, hospitales)Comerciales (mercados, mercado central)Culturales (bibliotecas, museos, teatros, centro sociales)Recreativos (parques, `plazas, cines)Deportivos (canchas, clubes, estadios, centros deportivos)De comunicaciones (correo, teléfono)De transporte (terminales de micros, de taxis, ferrocarriles y aeropuertos)Municipales (bomberos, cementerios, basureros, policía, oficinas municipales

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Page 35: Arquitectura y ciudad 2009

Al analizar la estructura urbana de la ciudad, se pueden inferir las problemáticas que presenta. Permitepor ejemplo, distinguir zonas en buen estado y zonas que no lo presentan y que deben mejorarse, oque presentan carencias de servicios.

Permite además señalar vías con problemas de congestionamiento y el estado de las mismas, las su-perficies de rodamiento a intervenir , la localización conflictiva de industrias contaminantes que puedanafectar a zonas residenciales, las carencias de equipamiento, etc.

Por ello, la identificación de la Estructura Urbana , es un importante medio para planificar ya que puedeentre otras cosas señalar los principales problemas de la ciudad, las zonas que tienen un adecuadofuncionamiento, visualizar las posibilidades de crecimiento o expansión de acuerdo al emplazamientoy las características de la situación existente, .

7.2. Conceptos básicos (2)

Al hablar de estrutura urbana se quiere expresar una organización relativamente estable de los elemen-tos básicos de una unidad urbana regida por una ley determinada. Es decir, los vínculos establecidosentre los factores de base de la estructura urbana no son puramente coyunturales, sino que respondena la lógica de la formación social de la que emanan.

La ciudad, más que imagen de la organización social es parte integrante de esa organización social, y,por tanto, se rige por las leyes mismas de la formación social a la que pertenece.

La estructura urbana es el sistema socialmente organizado de los elementos básicos que definen unaaglomeración humana en el espacio. Pero es preciso, al mismo tiempo, delimitar rigurosamente estesignificado y encarnarlo en un contenido concreto que muestre la utilidad de situarse primero a uncierto nivel de abstracción.

Una “ciudad”, o más propiamente, una región urbana, es una colectividad social multifuncional territo-rialmente delimitada.

Sus formas, históricas, geográficas, técnicas, sociales, pueden ser tan diferentes que, de hecho, elmismo término recubre realidades sociales y ecológicas profundamente distintas, tal como se ha podidoentrever en el análisis del proceso de urbanización. Por ello, preferimos utilizar el término de conjuntourbano para designar toda unidad socio-espacial multifiuncional susceptible de consideración específica,aún partiendo de la base de que toda colectividad territorial forma parte de una red más amplia, arti-culada y jerarquizada.

Partir, para su comprensión, de la estructura del conjunto urbano, no quiere decir establecer una com-binación universal basada en leyes inmutables entre elementos preestablecidos. Por el contrario, elgrado diferencial de desarrollo de cada factor, sus combinaciones, la intensidad de su función o de sudistinción, originan una serie de tipos urbanos que se integran, evidentemente, en momentos históri-camente determinados del desarrollo de una formación social.

Si hablamos de estructura, debemos inmediatamente determinar cuáles son las relaciones en su basey cuáles los elementos ligados por esas relaciones.

Avancemos algunos elementos:Un conjunto urbano, como forma social, comprende, fundamentalmente, un proceso de producción, unproceso de consumo y un proceso de intercambio. Las relaciones socioespaciales entre estos tres pro-cesos, determinan un cuarto proceso de gestión o proceso político, que a su vez, interviene sobre lostres primeros.

En la medida en que el conjunto urbano está indisolublemente unido a otros conjuntos socieoespaciales,cada proceso posee influjos ajenos al sistema. La estructura de base de un conjunto urbano está puesdeterminada por la interacción de estos cuatro procesos entre ellos y en relación con los intercambiosque cada uno efectúa con el exterior del sistema. Por otro lado, la dinámica de esta estructura es in-separable de la dinámica social general, sin que pueda reducirse a ella totalmente.

Este esquema analítico de la estructura urbana nos parece superar la mera clasificación funcional (porejemplo la de la Carta de Atenas, en funciones de trabajo, residencia, esparcimiento y circulación) o ladescripción simple, en cuanto a ocupación del suelo, como reflejo de la estructura social.

Un conjunto urbano posee una dinámica propia, que, como hemos dicho, no existe al margen de la di-námica social general, puesto que forma parte de ella, pero que goza de un desarrollo relativamenteespecífico. Esta especificidad viene dada por la combinación históricamente concreta del estado de cadauno de los procesos citados y de su relación en el espacio.

(2). Conceptos extractados del libro “Problemas de Investigación en Sociología Urbana “ de Manuel Castells

¿Cuál es el significado concreto, aproximado, de una tal construcción?

Proceso de producción: engloba todas aquellas actividades, espacialmente expresadas, que contribuyan enforma directa a la formación de bienes o a la gestión y organización del proceso productivo; fundamental-mente la industria, pero también las oficinas, las instituciones financieras, etc. Ciertos sectores de la produc-ción de “materia gris”, como los centros de investigación, en la medida en que están ligados al procesoproductivo o a su gestión de forma íntima, deberán ser progresivamente considerados en tal proceso. Ellointroduce a uno de los temas más prospectivos de la estructura urbana.

Proceso de consumo: entendido como reproducción de la fuerza de trabajo, no puede equivaler enteramenteal nivel urbano a su acepción al nivel de la sociedad global, en la medida en que no son los almacenes y lu-gares de adquisición de bienes de consumo individuales los que especializan un tal proceso, sino el lugar deaprobación individualizada del producto del trabajo, a saber, la habitación, el conjunto residencial.

El proceso de intercambio comprende a la vez el intercambio de bienes, servicios, personas, ideas e infor-maciones, todas ellas expresadas espacialmente de forma específica. Su expresión espacial más directa serápues las implantaciones comerciales, salas de espectáculos, los centros de sociabilidad (como los cafés, cen-tros de reunión, etc.) y, en general, los marcos urbanos del intercambio social.

Por otra parte, el sistema de circulación y transporte. En fin, los llamados centros urbanos juegan un papeldecisivo en dicho proceso.

El proceso de gestión, se espacializa de dos formas diferentes; directamente, por la implantación de los edi-ficios sede de la administración política y jurídica; indirectamente, por la intervención administrativa en la or-ganización espacial del conjunto urbano a través de la planificación y la regulación del funcionamiento generaldel sistema.

La perspectiva así trazada no hace sino señalar una vía de investigación, a la vez enraizada en la vieja tra-dición de la ecología humana y exigente de análisis particulares de cada proceso de forma previa a una com-prensión de la estructura del conjunto.

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Page 36: Arquitectura y ciudad 2009

VIII. MODELIZACIÓN DE LA REALIDAD

8.1. Naturaleza de los modelos

Un modelo es una analogía de la realidad (o de una situación del mundo real), que conserva sus compo-

nentes y, en especial, las relaciones mas significativas que se dan entre los componentes, y descarta lo que

se considera secundario o escasamente significativo.

La pérdida de riqueza por la exclusión de aspectos o componentes, y relaciones secundarias, es el precio

a pagar para poner en evidencia los que son más significativos.

Su elaboración requiere entonces, de un criterio critico y selectivo que debe ser guiado por los objetivos

para los cuáles se construye el modelo.

8.2. Tipos de modelos

Una primera gran clasificación nos señala la existencia de modelos físicos y modelos abstractos.

Dado el objetivo perseguido por esta Cátedra, no nos referiremos aquí a modelos ni altamente formalizados

ni generalizables, sino a la modelización (construcción de modelos) para abordar situaciones singulares de

la realidad en que nos corresponde trabajar.

La realidad sobre la cual les corresponde actuar a los profesionales del

hábitat, se caracteriza por su multidimensionalidad y su complejidad

Nos referimos a multidimensionalidad, en relación a la diversidad de aspectos que

intervienen en la misma, ya se que los cataloguemos por disciplina de abordaje (lo

arquitectónico, lo urbanístico, lo social, lo económico, etc.), por campos más

abarcativos, como los enunciados en el capitulo 1 (el medio biofísico, la organiza-

ción social, lo jurídico-institucional, lo político-cultural), por escalas geográficas (la

vivienda, el barrio, la ciudad, la región, el país, etc.), o en cualquier otro criterio

razonable.

Nos referimos a complejidad, en cuanto a que los aspectos de cualquiera de estas

posibles catalogaciones, están íntimamente relacionadas entre si. Cualquier cambio

en cada uno de ellos, produce, en forma mas o menos inmediata, cambios en los

restantes.

Esta característica y dificultad intrínseca de la realidad sobre la cual actuamos,

requiere de la utilización de procedimientos que, sin caer en simplificaciones que la

distorsionen, la tornen comprensible y operable.

A dicho fin se torna recomendable la utilización de modelos.

• Los modelos físicos son copias, a escala natural o escala reducida, de un objeto (la maqueta de

un edificio, por ejemplo)

• Los modelos abstractos se refieren a situaciones o fenómenos. Parten de una imagen mental y

se concretan y comunican en forma verbal o escrita. En dicho sentido es que podemos llamarlos

“modelos conceptuales” (el modelo de la realidad presentado en el Capítulo 1 es un modelo

conceptual).

Un modelo conceptual puede estar más o menos formalizado, pudiendo llegar incluso a expresarse

según lenguaje matemático. Asimismo, puede pretender un mayor o menor grado de generalidad

en su validez.

69

8.3. Ventajas de los modelos

Los modelos referidos a situaciones sobre las cuáles debemos actuar, además de la ventaja primigenia de

aportarnos una imagen sintética y estructurada, aportan otros dos beneficios significativos:

8.4. Construcción de modelos

La construcción de modelos conceptuales puede ser realizada según distintos procedimientos.

Se indican a continuación algunos criterios que resultan oportunos para abreviar tiempos y optimizar

resultados.

a) En principio hay que definir el campo que se va a modelizar, en temática y escala, para identificar que

va a ser interno y que va a ser externo al modelo que elaboremos.

Por ejemplo, si la cuestión es la problemática habitacional de un grupo social X, sabemos que dicha cuestión

esta articulada con la problemática social del grupo y con la problemática habitacional en general.

Las alternativas de abordaje serian 3:

Las tres alternativas son validas, pero una de ellas será más apropiada según los objetivos perseguidos.

Lo mas conveniente es, evidentemente, centrarse en la cuestión que específicamente se procure com

prender.

Esto no debe involucrar perder el encuadre contextual de dicha cuestión, sino darle al mismo otra presencia

en el modelo: serán aspectos externos que incidirán en el mismo y que explicaremos como tales.

Por ejemplo, si decidiésemos que nuestro campo de modelización es el primero de los tres descriptos,

tendríamos,definiendo de tal manera el campo a modelizar, así como los principales ingresos al mismo

desde el “resto del mundo”:

• Su proceso de elaboración, aunque arduo, es una instancia de reflexión esclarecedora para quien

lo realiza.

• Si dicho proceso se ejecuta grupalmente, constituye a su vez una oportunidad de dirimir y aunar

criterios de interpretación de esa realidad, entre los que participan en su elaboración.

• Centrarse en el problema habitacional del grupo, sabiendo que esta incluida en las otras dos.

• Centrarse en la problemática social del grupo, sabiendo que una de ellas es la habitacional.

• Centrarse en la problemática de la vivienda en general, sabiendo que en ella esta incluida la del

grupo.

70

Page 37: Arquitectura y ciudad 2009

b) La modelización del campo propiamente dicho, puede ser abordada de distintas formas; por ejemplo:

La imagen resultante, del tipo “diagrama de flujos”, no debe ser entendida como simple encadenamiento

de “causas-efectos”, sino como relaciones de condicionamiento que van explicando el fenómeno estudiado.

Las interrelaciones entre los aspectos pueden ser categorizadas según la mayor o menor importancia que

se les otorgue. A su vez, es probable que el encadenamiento no sea unidireccional, sino que presente

retroalimentaciones entre los aspectos.

c) Finalmente debemos identificar las salidas desde el campo modelizado hacia el “resto del mundo”.Desarrollaremos a continuación un ejemplo de MODELIZACIÓN, referido al conflicto que se produjo en el

verano de 1994, en relación al proyecto de relocalización de la Villa 31 de Retiro.

• Podemos ver sus resultados o estados problemáticos y, a partir de ellos, ir retrocediendo en los

encadenamientos de situaciones que le dan origen.

• Podemos listar aspectos significativos, e ir interrelacionándolos entre si, según lógicas que resul-

ten evidentes. En todos los casos, el resultado a buscar es la interrelación de los factores signifi-

cativos que caracterizan al campo de estudio que estamos modelizando.

71

Según su posición podemos distinguir:

• Ingresos generales al campo: Plan Arraigo y Momento preelectoral.

• Ingresos específicos algunos componentes: Resistencia a los villeros, Demandas de equipa-

miento y Construcción de autopista.

• Componentes internos con ubicación inicial: Decisión de relocalización.

• Componentes internos con ubicación intermedia: Movilizaciones.

• Componentes internos con ubicación final: Conflicto social.

• Componentes internos que se retroalimentan: Movilizaciones a oposición vecinos.

• Salidas desde algún componente: Suspensión proyecto.

• Salidas desde el modelo: Revisión política de relocalización.

El ejemplo dado permite apreciar los dos objetivos perseguidos por una modelización:

• Alcanzar una visión sintética, estructurada y significativa de la cuestión estudiada, que cubra

las demandas descriptivas y explicativas de un diagnóstico

A su vez, según los contenidos que se asignen a los componentes, también puede cubrir las

demandas evaluativas.

• Sugerir las probables modificaciones que puedan acaecer, ya sea por previsión de cambios

procesuales (proyección) o intencionales (intervención) en uno o más de los componentes, o en

sus condiciones de interrelación.

72

Page 38: Arquitectura y ciudad 2009

IX. ACTORES SOCIALES

9.1. Concepto de actor social

Un actor social es un sujeto colectivo estructurado a partir de una conciencia de identidad propia, portador

de valores, poseedor de un cierto número de recursos que le permiten actuar en el seno de una sociedad,

con vistas a defender los intereses de los miembros que lo componen, para dar respuesta a las necesidades

que identifica como prioritarias.

Como sujeto colectivo, el actor se ubica entre el individuo y la sociedad, y es generador de estrategias de

acción que contribuyen a la transformación social.

El reconocimiento de los actores sociales introduce una concepción de la sociedad humana basada en el

historicismo, en la cual el conflicto social es considerado un mecanismo de cambio.

Según esta concepción, la sociedad es un sistema que nunca está total y definitivamente reglamentado ni

controlado, y los actores sociales disponen de un cierto margen de acción que utilizan en forma estratégica

en sus interacciones con los demás. Toda relación social involucra una relación de poder. En consecuencia,

los actores sociales actúan en el marco de relaciones desiguales y conflictivas, basadas en la influencia, la

autoridad y la dominación.

Una sociedad en transformación tiene por corolario la constitución y desarrollo de nuevos actores sociales,

productores de nuevos conflictos ligados a las características de la evolución de la sociedad.

En dichos casos, el sistema político es más o menos permeable a la influencia de los actores sociales (desde

un Estado centralizador y autoritario, hasta un Estado descentralizador y democrático).

En todos los casos, la actuación de los actores sociales debe ser evaluada a partir de su representatividad,

y del poder que manifiestan en su capacidad de transformar los conflictos sociales en nuevas reglas

institucionales.

Es habitual que en toda acción referida al hábitat, se plantee el falso dilema acerca

del nivel de “profesionalismo vs. participación comunitaria” conque debe ser

realizada.

Es indudable que el profesionalismo de los técnicos brinda aportes insustituíbles:

• El conocimiento específico de los aspectos y cuestiones de mayor com-

promiso técnico.

• La capacidad comparativa con situaciones similares.

• Una visión externa a las visiones de los otros actores comprometidos con

la cuestión; visión que puede enriquecer y articular a aquéllas.

Por su parte, la participación comunitaria aporta en forma directa las opiniones y

expectativas de los principales protagonistas de la intervención, sin las mediaciones

y posibles tergiversaciones de los técnicos u otros intermediarios.

Pero además de los aportes profesionales y comunitarios, es necesario reconocer

que toda acción que persiga el mejoramiento del hábitat, requiere el conocimiento

de la totalidad de los actores sociales involucrados con la misma; o sea de todos

aquéllos que tienen responsabilidades o resultan beneficiados o perjudicados con

la configuración actual de la situación, o tendrán responsabilidades, beneficios o

prejuicios en las distintas configuraciones futuras posibles.

73

9.2. Identificación y caracterización

Dada una determinada situación, la identificación de los actores sociales involucrados se realiza:

Para caracterizar a los actores y a sus interrelaciones, se debe indagar para cada uno de ellos:

Todas estas características pueden ser volcadas en tablas y gráficos como el que se muestra a

continuación:

Más allá de la caracterización de los actores y sus interrelaciones, es necesario conocer las posturas que

tienen o adoptarán con respecto a la situación que se está estudiando.

Es importante conocer si estas posturas son explícitas o implícitas, si son primordiales o secundarias para

sus intereses, si son a corto o largo plazo, etc. Esta detección permite prever la posición que adoptará

cada uno de los actores, en el desarrollo de la intervención.

9.3. Actores sociales urbanos

Cada contexto en cada período histórico, genera sus propios actores. En este sentido, la sociedad urbana

de los países de Latinoamérica, comprende un cierto número de actores cuya intervención es notable. Sin

valor exhaustivo pueden citarse:

• En forma deductiva (a partir de una reflexión teórica), y/o

• En forma inductiva (mediante una investigación empírica).

• Su campo de actuación

• La función que cumplen

• Su representatividad

• El poder que invisten

• Los recursos de que disponen

• Los objetivos que persiguen

• Las acciones que desarrollan

• Los resultados que obtienen

• Las relaciones tejidas con otros actores sociales para llevar a cabo sus estrategias.

• Las organizaciones comunitarias de base, que son la forma asociativa más representativa de los

habitantes, y en las cuáles las actividades se focalizan en el mejoramiento de sus condiciones de

vida (grupos de vecinos, clubes de madres).

• Las juntas vecinales o sociedades de fomento, que constituyen la organización representativa de

un barrio ante las autoridades administrativas competentes, siendo encargadas por el poder político

de las relaciones entre el sector público y los vecinos.

74

Page 39: Arquitectura y ciudad 2009

• Las organizaciones comunitarias de base, que son la forma asociativa más representativa de

los habitantes, y en las cuáles las actividades se focalizan en el mejoramiento de sus condiciones

de vida (grupos de vecinos, clubes de madres).

• Las juntas vecinales o sociedades de fomento, que constituyen la organización representativa

de un barrio ante las autoridades administrativas competentes, siendo encargadas por el poder

político de las relaciones entre el sector público y los vecinos.

• Los movimientos de ciudadanos, que defienden derechos de los habitantes urbanos (de

carácter humanitario, cultural, etc.) y se constituyen en grupos de presión ante las instancias que

correspondan.

• Las organizaciones no gubernamentales (O.N.G.) y otras asociaciones sin fines de lucro,

que juegan un rol de apoyo, asesoramiento e intermediación para los grupos de población más

desfavorecidos.

• Los grupos de presión de carácter coyuntural, que se caracterizan por su existencia transi-

toria en relación a un problema limitado en tiempo y extensión.

• Los partidos políticos, que defienden a sus afiliados sobre la base de valores ideológicos (cons-

trucción teórica de la sociedad y de su evolución) y realizan acciones tendientes a que la evolución

social se realice de acuerdo a dichos valores.

• Las asociaciones de pequeños productores, que se organizan para promover sus actividades

y reforzar sus márgenes de maniobra, en el marco de discusiones con las autoridades administra-

tivas y otros actores.

• Los sindicatos de obreros y empleados, que tienen por objetivo la defensa de los intereses

económicos y sociales de los trabajadores incluidos en un mismo rubro de actividades.

• Las agrupaciones económicas, que defienden los intereses de los productores y propietarios

de los medios de producción de un mimo tipo de actividad.

• Los pequeños propietarios de suelo e inmuebles urbanos, que son poseedores u ocupantes

de parcelas y viviendas, y luchan por el progreso de sus barrios.

• Losmedios inmobiliarios, que se identifican con los vendedores del suelo urbano y de edificios,

en el marco de transacciones referidas a la urbanización.

• La empresas de edificación (construcción, arquitectura, ingeniería, legalización, etc.), que

actúan para extender su influencia en el mercado urbano.

• El sector financiero orientado al HÁBITAT (banca hipotecaria, mutuales de vivienda, coope-

rativas de crédito; incluso prestamistas), que juegan un rol de intermediación del crédito ante el

público.

• Los servicios públicos de tipo administrativo, técnico y financiero, que son los operadores

principales en materia de planificación, programación, gestión y supervisión de lo urbano, con la

función de implementar las normas y otras decisiones tomadas por las autoridades competentes.

75

Cada uno de estos actores tiene distintas visiones, distintas expectativas y distintas cuotas de

poder para alcanzar sus objetivos.

Finalmente cabe mencionar a los profesionales del hábitat (planificadores, urbanistas, diseñadores

urbanos, arquitectos) que, con mayor o menor homogeneidad, tienen sus propias ideas e imáge-

nes, sobre cómo deben ser las cuestiones urbanas.

76

Page 40: Arquitectura y ciudad 2009

X. TEORÍAS URBANAS

¿Qué son y cómo se originan las teorías? Y ¿cuáles son las teorías que hay sobre los fenómenos urbanos?

Son las dos preguntas que deberíamos formularnos ahora.

Las teorías se originan a partir de la observación de reiterados fenómenos de un mismo tipo, efectuados

por parte de observadores sistemáticos (científicos). Como resultado de dichas observaciones, puede

llegarse a formular hipótesis de cómo se comportan, en la generalidad de las circunstancias, dicho tipo de

fenómeno.

Estas hipótesis cuando adquieren un determinado nivel de consistencia y amplitud, constituyen lo que se

denominan Teorías. Podríamos decir entonces, que las teorías son un conjunto lógico de proposiciones,

que tienen por objetivo explicar la razón de ser de un cierto tipo de fenómenos (por ejemplo en nuestro

campo, como se conforman y desarrollan las metrópolis, las ciudades de tamaño medio o los centros de

servicios de las áreas rurales)

En el campo urbano, debemos hablar de teorías y no de teoría, dado que ante la multiplicidad de situaciones

urbanas (que se correlacionan con diversidad de procesos históricos, contextos geográficos, económicos,

políticos, culturales, etc.), es imposible pensar en una teoría única que sirva para explicar esta multiplicidad

de situaciones.

Por otra parte, tampoco son iguales los teorizadores (mejor dicho las ideologías de los que teorizan), y es

común que ante un mismo tipo de fenómeno urbano encontremos distintas teorías que procuran

explicarlo.

En síntesis, nos encontramos ante un cúmulo de teorías. Algunas preferencian algunos aspectos explica-

tivos y otras a otros aspectos; algunas se adecuan mas a la comprensión de ciudades chicas y otras a

ciudades grandes; unas a ciudades de países desarrollados y otras a ciudades de países subdesarrollados;

unas parten de una imagen de equilibrio social y otras de una imagen de conflicto social; etc., etc.

De este cúmulo de teorías hemos seleccionado 3 enfoques que consideramos apropiados para el entendi-

miento de ciudades de países como el nuestro, caracterizado por una organización socioeconómica capita-

lista periférica.

Los expondremos, no con la finalidad de propiciar su utilización inmediata, sino a los fines de abrir un

panorama que ayude a comprender la complejidad casual que condiciona las ciudades, así como a los

fragmentos de las mismas, que puedan resultar comprometidos por nuestras intervenciones arquitectónicas

o urbanas.

10.1. Enfoque de la economía de mercado

Considera que la organización interna de las ciudades es el resultado del accionar de los diversos agentes

que toman decisiones de localización (familias que buscan alojamiento, empresarios que buscan espacio

para sus actividades, propietarios de la tierra que venden o no sus terrenos), los que se manejan según

las leyes de la oferta y la demanda dentro de un supuestomercado de competencia perfecta, buscando

cada uno de ellos maximizar sus beneficios.

En el punto 5.4.b. decíamos que toda explicación de un fenómeno urbano –o de

cualquier otro fenómeno- responde siempre a una concepción teórica (implícita o

explicita, consciente o subconsciente) que se tiene del fenómeno explicado.

77

A partir de ello considera que en el origen de toda ciudad, esta la necesidad y el deseo de proximidad (el

vendedor con el comprador, el trabajador con su trabajo, el estudiante con su escuela, etc.), dado que la

proximidad física facilita los intercambios (de bienes, de servicios y de información) y reduce los costos (en

tiempo, dinero y esfuerzo) de los traslados. Estos son los beneficios de la proximidad.

De hecho toda ciudad nace como un núcleo reducido donde se acomodan las distintas actividades; núcleo

que con el paso del tiempo, pasa a ser el centro histórico de la ciudad y hereda la mejor situación de

proximidad. Los beneficios de la proximidad pasan a ser Beneficios de la Centralidad.

Cuando la ciudad es pequeña, todos gozan con pequeñas diferencias de los beneficios de la centralidad. El

proceso se complejiza cuando la ciudad crece y ya no pueden estar todos en el centro. ¿Qué se va a

producir?. Un desarrollo en coronas, a partir del núcleo original, con la característica de que, a mayor

distancia del centro, va a haber:

¿Quiénes se quedan y quienes se trasladan del núcleo original? Evidentemente se establece un proceso

competitivo al respecto.

Considerando en principio los usos no residenciales, se van a ir:

En cuando a los usos residenciales, se van a quedar aquellos que por su capacidad de pago (y anhelo de

prestigio) puedan solventar el costo de un terreno céntrico y se van a ir los restantes.

• Mayor costo de accesibilidad.

• Menor valor del suelo.

• Menor intensidad de uso.

• Los que necesitan terrenos mas amplios (dado que en el borde a igual precio consiguen mayor

superficie). O sea que en principio se va a ir la industria y se va a quedar el comercio.

• Los que tienen menos requerimientos de centralidad. De los comercios se van a quedar los más

especializados (los menos repetidos) que requieren un mercado mas amplio y por lo tanto mayor

accesibilidad (el joyero, el mueblero del pueblo, por ej.). En cambio se van a ir los menos especia-

lizado, (los mas repetidos) por ej. los almaceneros que trabajan con un mercado mas chico (solo

una parte de la ciudad).

• Los que tienen menor rentabilidad relativa (y menor capacidad de pago de los terrenos céntricos).

Por ejemplos, del joyero y del mueblero, aunque los dos tengan el mismo nivel de especialización

(uno solo en el pueblo), probablemente quede el joyero, que requiere un terreno mas pequeño, y

se retire el mueblero, que requiere un terreno mas grande.

78

Page 41: Arquitectura y ciudad 2009

En síntesis, lo que este enfoque teórico nos dice, es que la estructuración de la ciudad se va dando a

través de un proceso competitivo entre las distintas actividades urbanas, en donde los parámetros básico

son: los beneficios de la centralidad (anhelados por todos) vs. los costos de la centralidad (posibles

de pagar por algunos).

La imagen urbana resultante es la de una ciudad con zonas de homogeneidad concéntricas, de densidad

decreciente del centro a las afueras, con localización de las actividades mas especializadas en el centro (ad-

ministración, gobierno, finanzas, comercio especializado), actividades residenciales y comercio menos

especializado por fuera, y actividades industriales en la periferia.

Este esquema ideal, se cumple en términos generales en las ciudades medianas y pequeñas (con centro

único), pero se ve afectado en cada caso particular por diversas circunstancias:

Además de todos estos factores que alteran el esquema inicial, hay que considerar que, cuando la ciudad

crece, su centro inicial se congestiona y tienden a conformarse centros secundarios, que si bien no brindan

toda la gama de ofertas que brinda el centro principal, lo reemplazan en parte de las mismas, con el

beneficio de ser mas accesibles para gran parte de la población y ahorrarles la congestión del centro

principal (por ejemplo: Avellaneda, Morón, San Isidro, etc.).

Con la complejización de la ciudad, aparecen no solo centros secundarios, sino también centros de mejor

jerarquía de estos (terciarios, zonales, barriales) que compensan menor variedad con mayor cercanía y

mejor accesibilidad.

• Espacio geográfico heterogéneo: por ejemplo montañas, zonas inundables, etc., que afecta la

regularidad de la forma.

• Accesibilidad diferencial: Aparición de vías con mejor transito o con servicios de trasporte, etc.,

que afecta la regularidad de la expansión.

• Tecnología de la construcción: Que al permitir la construcción de altura, facilita la densificación y

afecta la velocidad del proceso

• Inercia de las estructuras físicas: Que hace que se le siga sacando renta a viejas estructuras, con

usos que aparentemente no se corresponderían con su localización (pensiones en antiguas residen-

cias, por ej.); lo cual determina que los acomodamientos no sean inmediatos y afecta a la supuesta

regularidad del proceso.`

• Imperfección del mercado de tierras: Dado que es un mercado fragmentado y especulativo,

ocurren irregularidades en la forma de desarrollo, por ejemplo: parcelamientos discontinuos en la

periferia.

• Rol especifico de las ciudades: El esquema teórico corresponde a una ciudad con administración,

comercio, industria y residencia. Pero hay ciudades sin industria o con fuerte desarrollo industrial;

hay ciudades organizadas alrededor de procesos extractivos (Comodoro Rivadavia, por ej.) o a

partir de un cruce de caminos o de un puerto, etc. Al ser distintas las actividades en juego se tras-

toca el esquema teórico.

• Acción del estado: que al intervenir realizando inversiones urbanas (vivienda, infraestructura,

equipamiento), fomenta o restringe las tendencias espontáneas que describe la teoría.

79

Además de la aparición de toda esta gama de centros, surge con el crecimiento de la ciudad, toda una serie

de áreas especializadas en determinadas funciones, ya sea dentro de los centros (área de esparcimiento

en calle Lavalle) o en sus inmediaciones (mueblerías en Av. Belgrano) o en zonas de otra ciudad (Ciudad

Universitaria en Núñez, Indumentaria en Munro.

Esto complejiza la estructuración de la ciudad, dado que ahora no solo esta en juego la competencia

accesibilidad vs. Costos con respecto al centro principal, sino también con respecto a los restantes

centros y a las áreas especializadas.

Otro elemento que complejiza la estructuración de la ciudad, además de los nombrados, es la aparición de

distintas formas de transporte, que multiplican las alternativas de accesibilidad a los diversos puntos.

Este nivel de complejidad es característico de grandes ciudades como la nuestra, para las cuáles, si bien

pierde validez el esquema básico de esta corriente teórica, sigue teniendo validez el principio inicial de la

educación Beneficios vs. Costos, dado que en toda economía capitalista, la búsqueda de la mayor

rentabilidad (ya sea por menor inversión y/o menores gastos y/o máxima ganancia), sigue siendo motor

para la selección de alternativas de localización.

10.2. Enfoques de la ecología urbana

Una escuela sociológica desarrollada en EEUU en las primeras décadas del siglo, centro su atención en la

descripción mas detallada de los procesos de cambio en los medio urbanos, inspirándose en los estudios

sobre el comportamiento de las comunidades animales, realizados por la ecología.

Parte del principio de que en toda ciudad se distinguen conjuntos de funciones diferenciadas y complemen-

tarias entre si (áreas centrales, zonas industriales, zonas residenciales de distinto nivel de intensidad de

uso y de calidad ambiental, etc.), que tienen localizaciones precisas y constituyen “unidades ecológicas”.

La interrelación de estas unidades conforma la estructura urbana.

Los cambios que va sufriendo esta estructura se describen como procesos ecológicos, como los de

centralización, que se refieren a las tendencias a usufructuar los beneficios de la centralidad, o los de des-

centralización, que se refieren a las tendencias de crear y usufructuar otras centralidades; ambos, de cierta

forma, ya vistos en el enfoque anterior.

Otros de los procesos que describe, típicos de la competitividad y segregación social del medio donde se

desarrollo la teoría (Chicago, 1920), resultan de interés, dado que incorporan motivaciones de índole psi-

cosocial no consideradas por el enfoque anterior. Podemos mencionar:

Se produce en general por valores de poder y prestigio (apoyados en situaciones concretas de mejor

accesibilidad, equipamiento, infraestructura, calidad ambiental, etc.), los que actúan muy fuertemente en

una organización social jerarquizada (en especial para el uso residencial). Tiene un correlato con el valor

del suelo, factor que actúa como herramienta de segregación. El caso típico en Buenos Aires, seria el de

Palermo Chico.

• Proceso de invasión: involucra la penetración espacial en un área originalmente ocupada por

cierto uso, por parte de un uso distinto. Puede referirse a distintos grupos sociales en cuanto a su

localización residencial (lo que ocurre ahora en Palermo Viejo, por ej.), o a distintos tipos de

actividades (área residencial invadida por comercios; por ej. lo que ocurrió en Av. Libertador, desde

Vicente López hasta San Isidro).

• Proceso de sucesión: constituye la conclusión de un proceso de invasión, cuando los nuevos

usos llegan a ser preponderantes y desplazan por completo a los usos anteriores. En los dos

ejemplos anteriores, podríamos decir que la sucesión ya se ha cumplido en Av. Libertador, pero no

aun en Palermo Viejo.

• Proceso de segregación: se refiere a la localización espontánea y exclusiva de determinados

grupos sociales o actividades en un área urbana.

80

Page 42: Arquitectura y ciudad 2009

10.3. Enfoque del materialismo histórico

A mediados del siglo XX, y con mayor ímpetu en la década de los sesenta, surgió una corriente de estudios

urbanos (originariamente a partir de referentes franceses inspirados en el andamiaje conceptual del ma-

terialismo histórico , gestado entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX), que desarrolló un marco

interpretativo del fenómeno urbano, en el que subyace prevalecientemente la preocupación por las conse-

cuencias y condicionamientos espaciales de la división social del trabajo, las formas adoptadas por el con-

cepto de propiedad, las fuerzas productivas, las relaciones sociales de producción capitalista, los procesos

colectivos de reproducción de la fuerza de trabajo (consumos colectivos), siendo éstas las categorías ex-

plicativas centrales de las transformaciones de las relaciones sociales y de las configuraciones territoriales

en cada sociedad históricamente determinada.

Así, este enfoque también conocido como análisis espacial crítico, inspirado en las categorías generales del

materialismo histórico, entiende al proceso de urbanización y las variantes de crecimiento urbano (densi-

ficación, consolidación, expansión, metropolización, suburbanización, etc.), como factores necesariamente

inherentes a la relación dialéctica entre los procesos de producción, uso y apropiación del espacio urbano,

y a este último, como manifestación espacial de las contradicciones sociales del modelo de desarrollo y su

evolución histórica, y como acumulación histórica del trabajo humano y de la superposición de los diversos

modos de producción y producción dominante. Esto implica entonces, que la ciudad requiere ser entendida

no solo desde el ángulo de la demanda y el consumo de bienes y servicios urbanos, sino también y princi-

palmente, desde la perspectiva de la producción de dichos bienes y servicios.

Desde este punto de vista, las actividades necesarias de estudiar no son solo las que ocupan un espacio

en la ciudad y permiten su funcionamiento, y la forma en que se distribuyen compitiendo por su ubicación

en el espacio, sino también las que tienen por finalidad la construcción de dichos espacios, así como también

las relaciones entre los sectores sociales involucrados en el proceso productivo, de las que depende la po-

sibilidad de ingreso de cada uno de ellos (quiénes producen), qué bienes y servicios sociales se producen

y para quiénes, y en consecuencia, el consumo diferenciado de los bienes y servicios producidos por cada

grupo social. Todo ello conlleva la necesidad de considerar al espacio urbano como medio de producción y

como mercancía, como valor de uso y como valor de cambio, y a considerar dos elementos más derivados

de las relaciones entre producción (entendida como conjunto de actividades productoras de bienes, servi-

cios e informaciones), y consumo (entendido como el conjunto de actividades relativas a la apropiación so-

cial, individual y colectiva del producto): el intercambio (entre producción y consumo) y la gestión (en

tanto regulación de las relaciones de producción, consumo e intercambio), que también encuentran su ma-

nifestación espacial.

Dos cuestiones son centrales en la producción conceptual y la aplicación empírica de esta teoría urbana:

la relación de propiedad del suelo en relación a la renta del suelo urbano, y el papel del Estado en la valo-

rización diferencial del espacio urbano.

La propiedad privada del suelo, entendida como relación social, permite a sus propietarios obtener el pago

de las características diferenciales y del monopolio que detentan sobre la tierra en forma de renta del suelo

urbano, y a la posibilidad de ejercer mecanismos de especulación pasiva y especulación inductiva en el con-

texto del mercado de tierras. Esta categoría, transpolada de la teoría de la renta del suelo rural (en términos

de fertilidad potencial), proveniente del andamiaje teórico del materialismo histórico, presenta variantes:

81

Para la producción de bienes y servicios urbanos, son de particular importancia las relaciones entre los

propietarios de la tierra, empresarios constructores, desarrolladores inmobiliarios, banca financiera y tra-

bajadores; las que condicionan la distribución del ingreso y, por ende, su posibilidad diferencial de apro

piación de bienes y servicios urbanos. Cabe establecer como punto importante, la distinta concepción sobre

el costo del suelo urbano, justificado como precio de servicios del mismo en el enfoque económico de mer-

cado, y como plusvalía de la que se apropia el titular de dominio (debido a la existencia de la propiedad

territorial privada) en este enfoque teórico del fenómeno urbano.

También es relevante en este enfoque, el papel del Estado en el proceso de valorización del espacio urbano,

ya que es a través de diferentes mecanismos de gestión ejercida desde las instituciones de regulación y de

acuerdo al sesgo de las políticas públicas, que el Estado incide en la corrección de los aspectos no deseados

de la urbanización espontánea, en la mediación entre los intereses particulares y colectivos, y en la distri-

bución de cargas y beneficios derivadas de sus acciones.

Desde las políticas públicas se interviene en la valorización del espacio urbano. Lla contraparte de ese pro-

ceso es la que establece las condiciones para el desarrollo urbano, siendo entre los principales factores res-

ponsables de la determinación del uso y la apropiación diferencial de esa valorización, la normativa

urbanística y de Ordenamiento Territorial, los lineamientos, planes urbanos y regionales, y proyectos ur-

banos, la Obra Pública en infraestructura básica y vial y equipamiento social, la política de tierras y tributaria

en relación a la misma, y otras políticas sectoriales como las de transporte o vivienda.

Así, el materialismo histórico presume que la intervención directa o indirecta del Estado debe entenderse

como un subsidio que mejora la producción del sistema económico en su conjunto y asegura el manteni-

miento y la reproducción de las fuerzas del trabajo, en aquellos ítems que no están comprendidos en la

composición del salario (generalmente bienes durables –por ejemplo vivienda- y servicios sociales –por

ejemplo equipamientos educativos o de salud-) , pero que también, esta intervención suele generar ganan-

cias extraordinarias, de las que pueden apropiarse exclusiva, diferencial y selectivamente, los propietarios

de las tierras afectadas, o, mediando otros criterios, como por ejemplo, la función social de la tierra y la

captación y redistribución de plusvalías por intervención directa o indirecta del Estado en el suelo urbano,

puede establecerse una apropiación más equitativa y con sentido re-distributivo del “espacio urbano” .

10.4. Consideraciones finales

Como hemos explicado, creemos que los tres enfoques reseñados tienen validez para comprender nuestras

ciudades y sus fragmentos.

Aunque no aceptamos que el mercado urbano sea de competencia perfecta y proporcione localizaciones

aceptables para todos los habitantes, consideramos que los beneficios de la centralidad en que se basa el

enfoque de la economía de mercado, operan como impulsores de localización en los agentes urbanos.

Aunque no presentamos el mismo nivel de conflicto y segregación social que el que da sustento al enfoque

de la ecología urbana, reconocemos que los fenómenos que describe inciden en cierto grado en las deci-

siones de localización.

Aunque no disminuimos la importancia de los procesos que condicionan el consumo de los bienes urbanos,

reconocemos la trascendencia de los procesos de producción de los mismos, que rescata el enfoque del ma-

terialismo histórico.

82

- Renta absoluta: constituida a partir de la conjunción de la escasez relativa de tierras urbanas, el

control de la tierra por parte de sus propietarios, y el bloqueo de la ampliación de la oferta.

- Renta de monopolio: constituida por la condición de irreproductibilidad o escasez relativa de una

porción del suelo urbano con idénticas características. Una especificidad de esta renta es la de “se-

gregación”, que tiene que ver con la división social del espacio, y en el hecho de que si bien los in-

dividuos se encuentran formalmente en plano de igualdad jurídica, la jerarquía social puede

reflejarse en la capacidad de consumo diferencial del suelo que puede permitirse cada grupo social

Renta diferencial: caracterizada por la diversidad de ventajas de localización de un terreno res-

pecto de otro. Se clasifica en la de“tipo I” (asociada a las características intrínsecas del terreno

respecto de su constructibilidad en función de características geomorfológicas) y la de “tipo II”

(relacionada a la diferente cantidad o intensidad de capital aplicado a esa tierra en función de pa-

rámetros técnico-económicos).

Page 43: Arquitectura y ciudad 2009

En síntesis: consideramos que los tres enfoques nos proporcionan instrumentos apropiados, y que su uti-

lización complementaria y adecuada a cada caso, es el mejor usufructo que podemos realizar de los mis-

mos.

Finalmente, hay que reconocer que, en cualquier caso concreto que pretendamos explicarnos, hay ele-

mentos circunstanciales (por ej., la aparición de la epidemia de fiebre amarilla que motivo el traspaso de

San Telmo a Barrio Norte de la zona residencial de mayor jerarquía de la ciudad), que modifican los pro-

cesos que las corrientes teóricas postulan con un nivel muy alto de generalidad.

Cabe destacar finalmente que, a pesar de las diferencias entre los tres enfoques reseñados, todos ellos

involucran la certeza de que las ciudades son mucho más que sistemas físicos, y que, por el contrario, sus

componentes físicos tienen una interrelación muy estrecha con el resto de la realidad (subsistema cons-

truido, organización social, marcos jurídicos-institucionales y políticos-culturales).

En dicho sentido, representan un avance epistemológico fundamental con respecto al urbanismo arqui-

tectónico formalista, que proponía resolver la problemática urbana a partir del diseño de nuevos artefactos

físicos exclusivamente.

Cabe destacar finalmente que, a pesar de las diferencias entre los tres enfoques reseñados, todos

ellos involucran la certeza de que las ciudades son mucho mas que sistemas físicos, y que , por

el contrario, sus componentes físicos tienen una interrelación muy estrecha con el resto de la

realidad (subsistema construido, organización social, marcos jurídicos-institucionales y políticos-

culturales).

En dicho sentido, representan un avance epistemológico fundamental con respecto al urbanismo

arquitectónico formalista, que proponía resolver la problemática urbana a partir del diseño de

nuevos artefactos físicos exclusivamente.

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XI. CRITERIOS Y ESTÁNDARES DE EVALUACIÓN

11.1 Componentes y relaciones cuantificables

En el caso de los componentes y relaciones cuantificables, suele haber normas o estándares que indican

óptimos con respecto a los cuáles se pueden comparar las situaciones que nos presenta nuestra área de

diagnóstico y, en consecuencia, identificar suficiencias e insuficiencias.

Su utilización debe considerar la relativa validez de todo estándar, derivada de la arbitrariedad de querer

fijar un parámetro de valor universal, cuando la realidad de las situaciones urbanas es tan variable (barrios

más o menos densos, ciudades medianas o grandes, sociedades más o menos integradas, etc.).

De todas formas, a manera de ilustración se expondrán en la página siguiente estándares fijados por or-

ganismos estatales de nuestro país (Secretaría de Estado de Vivienda y Comisión Municipal de la Vivienda),

los cuáles son de escasa obligatoriedad y bajo nivel de aplicación.

Como indicáramos en el punto 5.4.c. evaluar (asignar valores), implica comparar

un fenómeno de la realidad con un ideal (modelo de deseabilidad) de cómo ese

fenómeno tendría que ser.

En esto radica la primer dificultad de la evaluación, dado que con respecto a los

fenómenos sociales (y por ende a los fenómenos urbanos), no hay modelos fijos.

Hay distintas concepciones, distintas ideologías, con respecto a como un fenómeno

urbano tendría que ser. Por otra parte, cada grupo social y cada individuo, tienen

distintas aspiraciones al respecto, condicionadas por sus subculturas de referencia,

sus historias personales y grupales, sus características (origen, edad, sexo, etc.) y

sus preferencias particulares, entre muchas otras circunstancias.

A su vez, estas aspiraciones pueden estar condicionadas o inducidas, a través de

los medios de comunicación, por modelos fabricados en función de procesos de

consumo o de ideologías determinadas, que pueden ser ajenos a las necesidades

genuinas de los que reciben estos mensajes.

Con respecto a los fenómenos urbanos, debemos considerar que es necesario

evaluar -con la finalidad de detectar problemas y potencialidades- a los componen-

tes de dicho fenómeno en relación con la cantidad de usuarios (equipamiento

educacional en relación a número de habitantes, por ej.), así como en relación a su

localización (distancia entre el mismo equipamiento y las áreas residenciales a las

cuáles debe servir, por ej.)

A su vez, algunos componentes y relaciones son fácilmente cuantificables, y otros

son difíciles o imposibles de cuantificar.

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11.2 Componentes y relaciones no cuantificables

La dificultad de cuantificar muchas cuestiones urbanas (por ejemplo, el nivel de seguridad que tiene que

tener un espacio urbano para ser transitable por niños o ancianos), o la imposibilidad de hacerlo en otras

cuestiones (por ejemplo, las características que tiene que tener un barrio para otorgar sentido de perte-

nencia e identidad a sus habitantes), no involucra que estos aspectos no deban y puedan ser evaluados.

En casos como éstos, a pesar de su relativa subjetividad, es válido establecer categorías operativas que

nos permitan valorar dichos aspectos según rangos tales como: óptimo/ suficiente/insuficiente, o muy

bueno/bueno/aceptable/regular/ malo.

11.3 Aspectos generales

Además de evaluar los componentes y las relaciones entre componentes, es necesario evaluar aspectos

integrales de la ciudad o del sector urbano sobre el cual estamos operando, como ser por ejemplo: el nivel

de compatibilidad entre actividades, su identidad, su articulación estructural, etc.

Un área residencial, una zona industrial o una red circulatoria, pueden ser evaluados positivamente en sí

mismos, pero su interrelación puede revelar problemas de compatibilidad, que una evaluación sectorial no

llega a poner en evidencia (cercanía indebida entre equipamiento escolar y equipamiento hospitalario, por

ejemplo).

Un área urbana con o sin problemas de incompatibilidad entre sus componentes, puede presentar una

imagen poco particularizada, que impida desarrollar sentido de identidad a sus habitantes y usuarios.

Un área urbana, con o sin problemas de incompatibilidad y de identidad, puede presentar un alejamiento

y falta de articulación con el resto de la ciudad, que puede ser considerado inadecuado.

11.4 Aspectos referidos a la organización social

Además de todas las cuestiones reseñadas, que están referidas a interrelaciones entre la ofertas del medio

biofísico y las demandas de la organización social, también deben evaluarse cuestiones que se refieren a

la estructuración interna de la organización social, como ser:

• Aspectos referidos a la población: integración, heterogeneidad, etc.

• Aspectos referidos a las actividades: grado de desarrollo, dinámica, etc.

• Aspectos referidos a la interrelación entre la población y las actividades: situaciones de empleo y

remuneraciones, satisfacción de las demandas de bienes y servicios requeridos por los habitantes, etc.

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Estandares empleados por Organismos Oficiales (1)

(1) Secretaría de Estado de Vivienda de la Nación y Comisión Municicipal de la Vivienda

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XII. MANEJO DE INFORMACIÓN

12. 1. Características generales

Todo diagnóstico requiere el análisis de la información referida a la problemática en cuestión. La información

proviene de una gran variedad de fuentes, y exige formas de tratamiento adecuadas a las mismas.

La calidad de los resultados del análisis de la información, dependen tanto de las formas de su obtención,

como de un análisis que responda a los objetivos perseguidos.

La información nunca es completa. Por una parte, porque el nivel de detalle de los datos puede variar. Por

otra parte, porque al referirse a una realidad en permanente evolución, nunca obtenemos una imagen

actualizada de la situación.

Considerando esta dimensión aleatoria, es indispensable fijar la naturaleza y la calidad de la información

necesaria para responder a los objetivos.

La fiabilidad de la información se asegura con un análisis comparativo de la información proveniente de

distintas fuentes, lo que permite la verificación de los datos y la identificación de los vacíos existentes.

En el análisis de la información están presentes 2 peligros:

Ninguna fuente de información garantiza la fiabilidad de los datos que trasmite. O sea, que no hay a priori

un método de información que prevalezca sobre otro. Específicamente, los documentos escritos no son en

sí mismos de mayor credibilidad que la información oral.

Se debe acordar prioridad a las fuentes de información que brinden datos actualizados y que permitan ser

verificadas.

12.2. Fuentes de información

Se puede dividir a las fuentes de información urbana en dos grandes categorías:

Las principales fuentes de información urbana documental o secundaria son:

Las principales fuentes de información urbana no documental o primaria son:

• Una insuficiencia informativa por ausencia de fuentes de información diversificada y/o por insu-

ficiencia cualitativa de los contenidos, que ocasiona vacíos de información y deficiencias en la

verificación de los datos.

• Una confusión informativa, producto de la acumulación de material poco sistematizado, exami-

nado sin método de análisis comparativo y sin objetivos precisos.

• Información documental o secundaria

• Información no documental o primaria

• Cartografía, planos y fotos aéreas que permitan delimitar la zona de estudio, identificar sus

características geográficas, la ocupación del suelo, las redes urbanas, etc.

• Información estadística referida a datos demográficos, sociales y económicos, que corresponda

a la cuestión o zona estudiada.

• Documentos jurídicos y legales referidos a los distintos aspectos incluídos en el estudio.

• Prensa escrita, oral o televisiva que aporte información actualizada sobre elementos puntuales de

la problemática estudiada.

• La observación directa sobre el terreno, que permite observar las características del sitio y visua-

lizar la materialización de la información secundaria antes señalada. Requiere la preparación previa

de listas y/o planos de chequeo, referidos a lo que va a ser identificado visualmente.

• Las entrevistas en profundidad a informantes clave, representativos de los distintos actores

sociales involucrados en la problemática en cuestión. Requiere la elaboración previa de guías de

entrevistas.

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12.3. Recolección de la información

La recolección de la información debe ser organizada en función del tipo de área o problema en cuestión,

de los objetivos perseguidos, de los actores involucrados, de las hipótesis que se tenga al respecto y de

las posibilidades de análisis previstas (medios manuales o mecanizados, plazos más o menos prolongados,

etc.).

En primer instancia se determina el tipo de resultados deseables y las fuentes de información necesarias

para cada aspecto temático.

En segunda instancia, se efectúa un relevamiento de las fuentes de información disponibles, teniendo en

cuenta la facilidad de acceso, los recursos humanos, técnicos y económicos disponibles, así como la calidad

de los datos previsibles.

La recolección propiamente dicha puede seguir la siguiente secuencia:

a) Primer análisis de la información secundaria

b) Observación directa

A través de visitas de campo, que permiten verificar los datos obtenidos mediante las fuentes documenta-

les, así como cualificar sus contenidos con aspectos no percibidos anteriormente.

c) Comparación entre los datos

Los documentales y de observación directa son comparados, a los efectos de determinar los principales ejes

de interpretación que resulten, identificar los aspectos carentes de información y elaborar directrices de las

entrevistas, grupos de indagación y encuestas.

d) Entrevistas y grupos

Se efectúan las entrevistas y grupos de indagación, procurando que las guías preparadas al efecto, incluyan

como puntos a tratar aquellos temas que han quedado en suspenso. Sus resultados deben dar una porme-

norización de la información y claves para la interpretación de la realidad subyacente, convergente y

divergente entre los actores sociales.

e) Encuestas

Se efectúan las encuestas sobre una muestra representativa de la población (o de los subgrupos que la

componen), sobre la base de cuestionarios (con preguntas cerradas y/o abiertas).

f)Análisis de medios de comunicación

Se completa la información anterior mediante un análisis de la prensa escrita, radiofónica y televisiva.

• Los grupos de indagación, que consisten en entrevistas grupales a cietos actores caracterizados

por rasgos comunes (sexo, edad, ocupación, etc.), para recabar opiniones y expectativas de los

mismos. Requiere la elaboración previa de guías de las temáticas a abordar.

• Las encuestas por muestreo (mediante cuestionarios o entrevistas) a los actores involucrados, a

efectos de poder evaluar las prácticas existentes, la percepción de los problemas, y/o sus opiniones

con respecto a las soluciones planteadas. Requiere la elaboración previa de los contenidos a abor-

dar, así como de la adopción de los criterios muestrales que aseguren su representatividad.

• Un exámen de las cuestiones involucradas, mediante la lectura de estudios y artículos de refe-

rencia.

• Una toma de conocimiento del sitio, a partir del estudio de la cartografía, mapas y fotos aéreas.

• Un abordaje de los temas de estudio, a partir de información estadística y documentación técnica

específica.

• Una interpretación de los datos recogidos en las instancias precedentes, en relación a su inser-

ción en el marco jurídico y legal.

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Page 47: Arquitectura y ciudad 2009

El ordenamiento indicado puede ser modificado por circunstancias propias de cada caso o por estilo de

acercamiento al tema del investigador.

Por ejemplo, es probable que se preferencia una primer toma de contacto con la realidad, lo cual involu-

craría que se realice una primer visita de campo antes de abordar el análisis de la información secundaria.

También podría resultar conveniente, por dinámica de trabajo, encarar antes de lo indicado, el relevamiento

de las restantes fuentes primarias (entrevistas, grupos de indagación, etc.).

12.4. Tratamiento de la información

El tratamiento de la información es un procedimiento que permite clasificar y comparar la información

obtenida, y arribar a una síntesis que permita la verificación de las hipótesis iniciales.

Generalmente se efectúa según 4 formas específicas:

a) Análisis de contenido

Es un método dirigido a analizar fenómenos difícilmente mensurables (por ejemplo: actitud) que escapan

a toda codificación y programación sistemática.

Por ejemplo, en el análisis de un documento o de los resultados de una entrevista, debemos considerar que

lo expresado es un mensaje que emana de una persona (el emisor) y lo recibe un destinatario (el receptor).

De allí que las preguntan que deben estar presentes son: quién habla?, para decir qué?, por qué medios?,

a quién?, a qué efectos?, en qué contexto?.

Los resultados del análisis de contenidos se concretan bajo la forma de fichas, croquis, fotografías, etc.,

relativos a las cuestiones indagadas.

b) Análisis estadístico

Tiende a ordenar la información de carácter cuantitativo, clasificando los datos y estableciendo tipologías

que faciliten su interpretación.

En materia urbanística, las fuentes estadísticas más utilizadas son: censos de población, información ad-

ministrativa de temas económicos, educacionales, fiscales, etc. También con materia de análisis estadístico,

las respuestas obtenidas a relación a encuestas y otras fuentes de información primaria.

Los resultados del análisis estadístico, se presentan bajo forma de cuadros de frecuencias (por ej.: cantidad

de tipos de respuestas a una misma pregunta -sí o no-; cantidad de gente según situación -escolaridad

primaria completa o incompleta-), o de matrices (cuadros de doble entrada) que presentan combinaciones

de dos respuestas o situaciones.

c) Análisis gráfico

Es una herramienta para clarificar la información y evidenciar sus rasgos; por ej.: diagramas de barras,

diagramas circulares, representación de procesos según ejes coordenados, etc. Aporta diversas ventajas:

• Sintetiza datos y evidencia sus principales características.

• Facilita la comparación de dos series de datos.

• Evidencia la repetición de ciertos fenómenos y/o la regularidad de sus formas de distribución.

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d) Análisis cartográfico

La carta es una representación simplificada de la superficie terrestre; un modelo de la realidad que re-

quiere un tratamiento lógico previo de toda la información (selección, clasificación y cálculos analíticos).

Resulta de gran utilidad para visualizar variables en las que resulta significativo su distribución espacial:

uso del suelo, intensidades de uso, cobertura de servicios de infraestructura y equipamiento, etc.

Finalmente cabe agregar que, cualquiera sean las formas de análisis de la información, en su presentación

final deben explicitarse los puntos que han sido verificados con cruce de información, los puntos sobre los

cuáles hay presunción de la existencia de contradicciones, así como los puntos sobre los cuáles resta in-

certidumbre. Las fuentes de información deben ser identificadas en la medida de lo posible.

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XIII. VARIABLES, INDICADORES, HIPOTESIS

Cuando realizamos una acción de mejoramiento urbano, como la que implica el ejercicio de simulación

que estamos desarrollando en los trabajos prácticos, podemos llegar a afirmar que estamos realizando un

proceso de investigación aplicada.

Para poder desarrollar la misma, nos apoyaremos fundamentalmente en los aspectos empíricos de un pro-

ceso de conocimiento.

En determinadas instancias del desarrollo de ese proceso de conocimiento, resulta necesario :

Una aproximación al significado de cada uno de estos conceptos, es la siguiente:

13.1. Variables

Son aquellos elementos que sintetizan conceptualmente, los atributos, las propiedades , las características

observables o los rasgos destacables, que consideramos pertinente conocer de las unidades de análisis

consideradas, siendo las unidades de análisis los elementos sobre los que se focaliza el estudio

El problema inicial que se presenta, es qué variables son pertinentes seleccionar para cada caso de estudio

que nos ocupa .

Existen distintos tipos de variables :

* variables de base o independientes : son aquellas que se consideran anteriores, causal

o temporalmente a las otras

* variables dependientes : son aquellas que son posteriores a una variable independiente

En una relación de causa – efecto , la variable de base o independiente actúa como causa y la variable de-

pendiente es el efecto ( por ej: si x , entonces y )

Por ejemplo en un estudio sobre población, el sexo, la edad, etc., deben considerarse como variables de

base o independientes, en cambio, cualquier hecho social como puede ser la integración, segregación,

marginación, revolución, etc. , deben considerarse como variables dependientes

Si el estudio desarrollado tiene un carácter descriptivo, pondrá énfasis en la distribución y frecuencia de

variables de base o independientes, sin interesarse por su influencia sobre el resto. En estos casos es

usada la herramienta estadística, los porcentajes, los histogramas, pero en ningún caso se toman las re-

laciones entre una y otra variable

Por el contrario, si el estudio desarrollado tiene un carácter explicativo, se interesará en la relación entre

las variables de base y las dependientes. Estas relaciones pueden ser entre dos, tres o más variables, con-

siderando por ejemplo:

Relaciones bivariables : sexo y ocupación

Relaciones trivariables : sexo, ocupación y edad

Relaciones multivariable: sexo, ocupación, edad, estado civil, ......n variables

• seleccionar variables

• elegir indicadores

• formular hipótesis

Otra de las características que pueden presentar las variables es su nivel de complejidad

• Variables simples : presentan una única dimensión (sexo- edad, etc)

• Variables complejas: pueden tener distintas dimensiones o componentes.

Desarrollaremos un ejemplo de una variable compleja como puede ser la de rendimiento : Supongamosque se necesita saber si el rendimiento de los alumnos de la Cátedra es satisfactorio .

La primera dificultad con la que nos encontramos es que en general no hay una noción universal claraacerca de qué es satisfactorio y qué no lo es:

Esta indeterminación nos exige analizar la noción de rendimiento y a determinar cuáles son sus diferen-tes componentes : Estos podrían llegar a ser

Por ello, para operar con variables complejas multidimensionales como la de este ejemplo (rendi-miento), es necesario desentrañar cuáles son los múltiples componentes o dimensiones que la integrany que sintetizan conceptualmente, los atributos, propiedades o sus rasgos destacables.

A su vez cada una de estas dimensiones o componentes , puede tener diferentes valores, los cualesdeben ser medidos por un conjunto de indicadores.

13.2. Indicadores:

Su utilidad reside en posibilitar hacer una síntesis de los datos obtenidos en las etapas precedentes, esdecir resuelve la medición.

Los índicadores se expresan en valores y los valores son las magnitudes que alcanzan las variables quese han elegido, para decir algo de las unidades de análisis

Por ejemplo, si la unidad de análisis es un individuo, y la variable sexo, el valor de la misma será dico-tómico: masculino o femenino

En síntesis, los valores que alcanza una variable pueden llegar a ser:

Pero a su vez los indicadores pueden llegar a ser medidos de manera diferentes. Una tipología de indi-cadores según su forma de medición, es la siguiente:

• satisfactorio puede ser que el alumno cumple todas las encomiendas, independientemente del nivel de profundidad alcanzado

• pero satisfactorio también puede ser que el alumno cumple parcialmente lasencomiendas, pero con un alto nivel de profundidad y creatividad

• las conceptualizaciones alcanzadas por los alumnos• la calidad de los trabajos realizados• el manejo pertinente de las herramientas dadas

• dicotómicos,• tricotómicos o• politrónicos

• Intervales: Cuando se trabaja con cifras se pueden definir intervalos (Por ej.temperatura )

• Ordinales : Consta de símbolos positivos y negativos, distribuidos simetricamente a partir de un punto neutral ( por ej.: 2 , 1 , 0 , +1 , +2 )

• Nominales: Se le asigna nombre a cada forma de evaluación, definiendo categorías:o Alto, medio, bajoo Bueno, regular, maloo Acuerdo, desacuerdoo Optimo, sub óptimo

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13.3. Hipótesis

Conceptos Generales

"Todas las ciencias seleccionan determinadas propiedades de su objeto (variables) e intentan establecer

entre ellas relaciones recíprocas (hipotesis). El descubrimiento ( o convalidación) de tales relaciones es el

fin último de toda investigación científica"

Las hipótesis es una explicación preliminar en forma de proposiciones reales, lógicas y razonables, que nos

van a ayudar a ordenar, sistematizar y estructurar el conocimiento que ya tenemos, y a su vez a saber

que es lo que estamos buscando o tratando de probar, para lo cual deberá ser sometida a pruebas para

saber si es verdadera o no.

En síntesis podemos decir que el camino, de toda investigación científica o aplicada, es formular hipótesis

y probar si son ciertas o falsas

Las hipótesis son explicaciones tentativas del fenómeno investigado formuladas a manera de proposiciones

y actúan como un puente entre el conocimiento ya obtenido (conocimiento verificado) y el conocimiento

nuevo (conocimiento por verificar)., es decir constituyen una herramienta que nos ayuda a ordenar, es-

tructurar y sistematizar el conocimiento a través de una proposición

Su función consiste en delimitar el problema que se va a investigar según algunos elementos tales como

el tiempo, el lugar, las características de los sujetos, etc.

Requisitos para su formulación

Las hipótesis son proposiciones acerca de relaciones válidas entre variables y deben:

Características de las Hipótesis

Las características de las hipótesis son las siguientes:

Las hipótesis debe cumplir ciertas condiciones para estar correctamente formuladas. En la tabla de la pá-

gina siguiente se sintetizan algunas de ellas

Tipos de Hipótesis

Existen distintos tipos de hipótesis

RESPUESTA PROBABLE Debe tener probabilidad de ser verificada

CLARIDAD CONCEPTUAL Deben establecerse claramente lo relación de variables ylas implicaciones de las relacione establecidas

OPERACIONABILIDAD Es necesario traducirla a un nivel operacional con claraexplicitoción de los indicadores que han de utilizarse

GENERALIDAD Y ESPECIFICIDAD

REFERENCIA EMPÍRICA,- que los variables puedan ser traducidos en indicadores- que exista una técnica que permita lo confrontación empírica de las hipótesis

COMPROBABILIDAD Y REFUTABILIDAD

Tipo de HipótesisVariables

intervinientes Características Ejemplos

DescriptivasDe una, dos o másvariables

Postula uniformidades oregularidades empíricas

*

La población del Area Metropolitana , aumentaráun 5% en los próximos 10 años

CorrelaciónalesCon dos o más varia-bles y relación de aso-ciación

El cambio de una influyeen la otra

*La memoria y las calificaciones obtenidas estánrelacionadas con el nivel de estudio alcanzadopor las personas

CausalidadCon dos o más varia-bles y relación de de-pendencia

Busca explicar o cono-cer los causas o razo-nes de los fenómenos

*A mayor exposición por parte de los niños a es-cenas con alto contenido de violencia, mayor ma-nifestación de agresividad presentaran cuandosean adultos.*Durante el año el 20% de niños que están ex-puestos a escenas con alto contenido de violenciaserán mas agresivos

• Establecer las variables a estudiar

• Establecer relaciones entre variables.

• Mantener la consistencia entre hechos e hipótesis, ya que éstas se cimentan, al menos

en parte, sobre hechos ya conocidos.

• Ser objetivas y no llevar algún juicio de valor; es decir, no debe definirse el fenómeno

con adjetivos tales como "mejor" o "peor", sino solamente tal y como pensamos que

sucede en la realidad

• Deben referirse a una situación real; ser racionales y de existencia posible , para evitar

el campo del ensueño y la fantasia.

• Debe ser lógica y acorde con fenómenos conocidos y no estar en conflicto con leyes o prin

cipios ya establecidos:

• La relación entre variables propuesta por una hipótesis debe ser clara y verosímil (lógica);

Esto es que la hipótesis debe ser clara y creíble

• Los términos (variables) de la hipótesis tienen que ser comprensibles., precisos y lo más

concretos posible

• Las hipótesis deben de ser la transformación directa de las preguntas de la investigación:

es decir, que estas nos ayudan a saber que es lo que buscamos y como lo buscamos.

• Las hipótesis deben ser medibles. Las hipótesis deben ser comprobadas para poder llegar

a un conocimiento, y la única forma de poder probarlas, es que tengan la capacidad de

ser medibles.

a) Hipótesis descriptivas: Se utilizan a veces en estudios descriptivos, son afirmaciones más ge

nerales, y pueden involucrar una variable, dos o más variables.

b)Hipótesis Correlaciónales:Corresponden a los estudios correlaciónales y pueden establecer la aso

ciación entre dos o más variables, y también como lo están. Alcanzan el

nivel predictivo y parcialmente explicativo. El orden en que coloquemos

las variables no es importante.

c)Hipótesis de causalidad: Estas hipótesis establecen relaciones validas entre una variable causa y

otra efecto.No solo afirman las relaciones entre dos o más variables y

como se dan esas relaciones, sino que además proponen un sentido de

entendimiento de ellas, todas estas establecen relaciones de causa-

efecto. Estas a su vez se clasifican en:

c1) Causales divariadas: En estas se plantea una relación entre una variable dependiente y una

independiente.

c2) Causales multivariadas: Plantean una relación entre varias variables independientes y una de-

pendiente, o una independiente y varias dependientes, o varias varia-

bles independientes y varias dependientes.

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Otra clasificación complementaria a la anterior, según el modo o la manera de plantear su formulación ,es

la siguiente

Modos de Formulación de Hipótesis

Modos Ejemplos

POR OPOSICIÓN (+ -)Más edad tiene un adolescente, menos admite lainfluencia de los padres" "

A mayor urbanización, menor tasa de natalidad”

POR PARALELISMO (+ +)"A mayor frustración, mayor agresividad”

"A menor nivel de información. menor nivel departicipación”

POR CAUSA-EFECTO "Fumar causa cáncer de pulmón "

EN FORMA RECAPITULATIVA

Varios elementos están situados como hi-pótesis

"La participación de los jóvenes universitarios enlos partidos políticos está influenciado por:- su alejamiento de los medios familiares- el seguir carreras humanísticas o socia

les- el actuar en organismos estudiantiles,

etc.

EN FORMA INTERROGATIVA"En los resultados de las elecciones pasadas:¿ ha influido la presencia medíatica de los políti-cos en la determinación del voto ?"

Las hipótesis orientan la búsqueda de la información necesaria para un diagnóstico.

Se debe identificar cuáles son las variables utilizadas en su formulación y los indicadores

que corresponden a cada variable.

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Page 51: Arquitectura y ciudad 2009

Caractericemos ahora las finalidades de cada una de estas subetapas:

a) Elaboración del conjunto de propuestas alternativas

Cabe aclarar primero, porque hablamos de propuestas alternativas en plural y no de propuesta en singular.

Cada encomienda, demanda u objetivos que se formulen, puede dar como resultado una diversidad de

propuestas o respuestas.

Así como una demanda de Intervención Arquitectónica puede dar lugar a una pluralidad de soluciones

distintas, una encomienda de Intervención Urbana puede dar lugar a diversas propuestas.

Todas ellas deben satisfacer a la encomienda, pero pueden diferenciarse por: el mayor énfasis que dan a

algunos objetivos sobre otros, la utilización de distintos tipos y magnitudes de recursos (técnicos, econó-

micos, físicos, etc.), su desarrollo en forma más o menos rápida, el mayor o menor espacio que den a la

organización y participación comunitaria, etc.

Dado que toda elaboración de propuestas consume recursos de la comunidad, pone en juego expectativas

sociales e incide en la calidad ambiental del área, no es suficiente que se elabore una sola propuesta.

Por el contrario, es necesario elaborar propuestas alternativas que expresen los distintos tipos de respuestas

con puede satisfacerse la encomienda para seleccionar posteriormente la que resulte mas adecuada.

Con respecto a los criterios con que deben elaborarse las respuestas alternativas, es obvio que todas ellas

deben tener como denominador común:

Con respecto a los contenidos que deben incluirse en cada propuesta alternativa, aún cuando depende de

cuál sea la encomienda y cuál sea la estrategia de resolución que se adopte, podríamos mencionar distintos

tipos de acciones posibles a encararse: cambiar tipos y formas de uso, implementar servicios, realizar

obras, crear empleos, crear o recrear formas institucionales, modificar normativas, etc.

A su vez, para poder ser posteriormente evaluadas, deberá indicarse para cada alternativa: los objetivos

que cumplimenta y los problemas que soluciona total o parcialmente, las dificultades que deberá superar,

los recursos que requiere para su aplicación, en qué momento y en qué ámbitos será aplicada, quienes

serán los responsables de su aplicación, quienes serán los beneficiados, y quienes los perjudicados y en

qué medida, etc.

Como ordenamiento tentativo de estos contenidos, podrían indicarse los siguientes ítems:

• Asegurar la obtención de los objetivos perseguidos.

• Resolver los problemas identificados.

• Usufructuar las potencialidades existentes.

• Programa

Al igual que el “programa arquitectónico”, el programa de una Intervención Urbana consiste en la

cuantificación de los objetivos; o sea, las metas que se propone alcanzar cada una de las propuestas

alternativas.

Por ejemplo, si estamos ante una demanda de mejoramiento del hábitat, podrían ser: m2 de

viviendas nuevas o m2 de viviendas a mejorar o cantidad de núcleos sanitarios a instalar, extensión

de las redes sanitarias y conexiones domiciliarias a lograr, nivel de institucionalización de la ope-

ratoria a alcanzar, nivel de optimización de la organización comunitaria a obtener, etc.

El ejemplo dado nos enfatiza la existencia de metas de muy distinto tipo (no sólo referidas al

Subsistema Construído), que una Intervención Urbana puede y debe lograr.

• Diseño espacial

Incluye los cambios a nivel del Medio Biofísico (natural y construído) que cada una de las propuestas

involucra.

El nivel de desarrollo de dichos diseños, debe ser el mínimo suficiente para poder evaluarlos, lo cual

se corresponde en general con el nivel de croquis preliminar.

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XIV. FORMULACIÓN DE PROPUESTAS

La formulación de propuestas es el proceso (posterior al diagnóstico y previo a la implementación), que

tiene como finalidad definir qué respuesta es la más adecuada para responder a la demanda o encomienda

que nos ha sido planteada; respuesta que estamos en condiciones de emitir con mayor pertinencia a partir

del conocimiento que adquirimos en el diagnóstico.

No es fácil diferenciar estrictamente el proceso de formulación de propuestas, del proceso de diagnóstico

previo.

En primer lugar, porque es natural que durante el diagnóstico vayan emergiendo alternativas de acción y

otros aspectos inherentes a la formulación de propuestas, que deben ir dejándose en suspenso hasta que

se llegue a si misma.

En segundo lugar, porque es bastante habitual que en el proceso de formulación de propuestas, se torne

necesario retornar al diagnóstico para rever aspectos del mismo que resultan necesarios conocer más

profundamente.

14.1. Instancias y ordenamiento metodológico

En términos generales, podríamos identificar 4 subetapas en el proceso de formulación de propuestas:

El siguiente esquema indica el orden metodológico de estas 4 instancias, así como su vinculación básica

con la etapa anterior de diagnóstico y la subsiguiente de implementación:

Veremos en este capítulo la segunda habilidad profesional que nos propusimos

desarrollar en la Cátedra: la formulación de propuestas. Como expresamos en el

final del Capítulo 4, desarrollaremos esta habilidad, para su aplicación en el caso de

Intervenciones Urbanas.

• La elaboración de un conjunto de propuestas alternativas que satisfagan a la encomienda

recibida.

• La definición de los criterios con que va a evaluarse dicho conjunto.

• Su evaluación y la subsecuente selección de la alternativa que resulte mas adecuada a las

circunstancias.

• La programación de las acciones necesarias para proceder a la implementación de la propuesta

seleccionada.

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En términos generales podría decirse que, lo que finalmente evaluamos acerca de cada propuesta alterna-

tiva, son sus tres atributos más significativos:

c) Evaluación y selección de alternativas

Previendo que en la misma alternativa no coincidan deseabilidad, oportunidad y factibilidad máximas,

la evaluación y selección se torna un momento clave de la intervención, en el que normalmente hay que

ceder grados de deseabilidad y oportunidad, por cuotas de factibilidad.

En síntesis, debemos elegir la alternativa más deseable y oportuna, de entre aquellas que son razonable-

mente factibles.

Para que la decisión sea acertada, se requiere la concurrencia de varios factores, de los cuáles destacamos

la correcta evaluación que se haya hecho de la factibilidad, a partir de una adecuada ponderación de:

A los fines de esta correcta evaluación de la factibilidad (tanto a nivel de dificultades como de fuerza polí-

tica), es necesario analizar cuidadosamente las posturas que adoptarán los actores sociales involucrados

ante cada una de las propuestas.

Para ello, es necesario basarse en la caracterización de los actores sociales ya realizada en el diagnostico

y, a partir de ella, prever el grado de aceptación o rechazo que puedan llegar a tener y a ejercer, por la

mayor o menor coincidencia o disidencia entre cada una de las propuestas, y los fines y formas de actuación

de cada uno de los actores sociales.

El conflicto social producido por el plan de relocalización de la Villa 31 de Retiro a mediados de la década

de los 90, es un buen ejemplo de las dificultades que se producen por la escasa o errónea previsión de las

reacciones que un proyecto puede ocasionar en cualesquiera de los actores sociales involucrados.

d) Programación de la propuesta seleccionada

Una vez seleccionada la propuesta a implementar, es necesario programar las actividades a llevar a cabo

para ello. A dichos efectos, es oportuno plantearse una serie de interrogantes, como ser:

Esta instancia de programación debe definir las desagregaciones y/o agrupamientos de actividades que re-

sulten más oportunos (proyectos de un programa, subproyectos de un proyecto, áreas de trabajo, etc.),

así como las articulaciones temporales que puedan corresponder entre sus distintas partes (secuencialida-

des, simultaneidades, etc.)

Una vez definidas las desagregaciones y articulaciones en unidades de actividad, se deberá precisar para

cada una de ellas los recursos necesarios (humanos, técnicos, económicos, etc.) los plazos previsibles a

asumir.

• Las dificultades con que se encontrará cada propuesta.

• La fuerza política con que se cuenta (grupo promotor, equipo técnico, actores sociales aliados)

• Qué objetivos son más o menos urgentes de alcanzar.

• Qué objetivos son más o menos fáciles de lograr.

• Qué potencialidades son más o menos fáciles de usufructuar.

• En qué momento es más oportuno usufructuar cada potencialidad.

• Qué dificultades son más o menos urgentes de superar.

• Qué acciones es conveniente agrupar a los efectos de facilitar su cumplimentación, evitar dupli-

cación de esfuerzos, obtener economías de escala, responder adecuadamente a las demandas, etc.

102

Con respecto al ordenamiento de los contenidos mencionados, cabe destacar la fuerte interacción entre los

3 ítems señalados. El diseño espacial y de estrategias requieren como insumo al programa, pero a su vez

lo modifican y se inciden entre si, en un estrecho proceso de retroalimentación.

Mirada en detalle, esta subetapa de elaboración de propuestas alternativas admitiría la siguiente

graficación:

b) Definición de los criterios de evaluación

Los criterios de evaluación que debemos determinar para clarificar el conjunto de propuestas alternativas

definidas en la instancia anterior, deben incluir todos los aspectos que resulten pertinentes como elementos

de selección. Su definición debe alimentarse de:

• Diseño de estrategias

Incluye todos los restantes aspectos que permiten caracterizar y evaluar a cada propuesta

alternativa.

En términos generales podríamos definir a las estrategias, como los distintos caminos que se

pueden seguir para la consecución de los objetivos.

Estos distintos caminos pueden involucrar diferencias entre: priorización de objetivos, utilización de

recursos, secuencialidades y ritmos de las actividades a desarrollar, etc.

Un aspecto clave que puede diferenciar fuertemente las estrategias, es el referido a las formas de

articulación con los actores sociales involucrados; por ejemplo: la concurrencia y consolidación de

los actores que apoyarán la acción, las formas de transacción con los actores que comparten

parcialmente los objetivos, las formas de neutralizar el accionar de los actores que se opondrán

frontalmente.

Como ejemplo clásico de las estrategias alternativas de las intervenciones de mejoramiento del

hábitat popular, podemos indicar la disyuntiva entre: priorizar mas el afianzamiento de la organi-

zación comunitaria a través de un proceso de promoción social, que frecuentemente requiere lapsos

prolongados o priorizar más las mejoras del hábitat a realizar en el menor tiempo posible, con

menor participación comunitaria y mayor aporte técnico y económico.

• Los objetivos, dado que debe verificarse el grado de cumplimiento de los mismos.

• El diagnóstico, dado que debe verificarse el grado de resolución de los problemas identificados

y el grado de aprovechamiento de las potencialidades detectadas.

• Su deseabilidad, definible como el máximo logro de los objetivos y la máxima resolución de los

problemas.

• Su oportunidad, entendida como la correcta utilización en el tiempo y magnitud de las poten-

cialidades.

• Su factibilidad; definible como la mayor o menor posibilidad de llevarla a cabo, en relación a las

dificultades políticas, técnicas, económicas, etc. que implica.

101

Page 53: Arquitectura y ciudad 2009

14.2 Proceso de realización de la formulación de propuesta

El proceso de formulación de propuestas nos vuelve a plantear el tema de la articulación entre trabajo

técnico y participación comunitaria. Sobre la misma, cabe realizar ciertas reflexiones :

En principio, dado que el Diagnóstico y la Formulación de Propuestas son dos etapas íntimamente vincu-

ladas, no hay razones que expliquen la realización de un Diagnóstico participativo y una Formulación de

Propuestas exclusivamente técnica o viceversa.

La participación de la comunidad, en cuanto población destinataria de los beneficios que aportará la imple-

mentación de la propuesta, además de las ventajas ya señaladas para el caso del Diagnóstico (en especial,

aportar en forma directa sus opiniones y expectativas), en la etapa de Formulación de Propuestas tiene

otros contenidos significativos.

La gente conoce acciones y formas de procedimiento que muchas veces son ajenas al estamento técnico.

Estas pueden ir desde formas de construcción hasta maneras de negociar con otros actores sociales.

Las estrategias que ha montado para su supervivencia, incluyen el manejo y la creación de recursos de muy

distinto tipo (desde tecnológicos hasta políticos), que pueden resultar apropiados en el momento de

formular propuestas.

Otro aspecto a considerar muy especialmente en esta etapa, es la incorporación (si es que no se ha reali-

zado durante el diagnóstico) de otros actores sociales además de los beneficiarios; en especial, de los

organismos públicos y las instituciones intermedias que puedan tener parte en la implementación de las

acciones a emprender.

Esta incorporación, correctamente calculada en el tiempo y manejada en sus formas, puede aportar diver-

sas ventajas: conjugar tempranamente oposiciones futuras, tejer alianzas, comprometer aportes, etc.

• La primera corresponde a las 3 instancias iniciales (elaboración de alternativas, criterios de

evaluación, evaluación y selección), y en ella se debería sintetizar el proceso efectuado. Sus

contenidos deben expresar los rasgos más notorios de los realizados; en especial, las razones que

han motivado la selección de la propuesta elegida.

• La segunda salida corresponde a la programación de la propuesta seleccionada que incluye, en

especial, la descripción y ordenamiento de las tareas a realizar. A dicho fin es apropiado adoptar

aquellos métodos e instrumentos que resulten pertinentes, tales como: cronogramas de activida-

des, organigramas de responsabilidades, programación presupuestaria, programación por camino

crítico, etc.

103

Las formas de concreción de ambos tipos de participaciones, son similares a las mencionadas en el

Diagnóstico: entrevistas, grupos de indagación, convocatorias restringidas, asambleas abiertas, etc.

La manera de programarlas y realizarlas, los momentos de efectuarlas, así como las formas de ar-

ticularlas con el trabajo exclusivamente técnico, variaran según las circunstancias.

Su éxito depende de que el equipo técnico (suficientemente preparado o reforzado) pueda desarrollar

acciones de “animación social”. O sea, que tenga capacidad para concretar y catalizar esfuerzos, y

para develar, articular y hacer circular el conocimiento informal y el técnico; con la finalidad de que

desaparezcan los prejuicios, las desconfianzas y se desarrolle la comunicación, el intercambio y, en

síntesis, se refuerce la capacidad colectiva para afrontar las dificultades.

14.3. Productos para la formulación de propuestas

Como productos comunicables de esta etapa, apropiados para pautar su desarrollo, se considera

conveniente un mínimo de dos salidas:

En definitiva, debemos llegar con todos los elementos necesarios para poder abrir sin dificultades la

etapa de Implementación, que se inicia a partir de la conclusión de la etapa de Formulación de Pro-

puestas.

El esquema siguiente nos muestra la conjunción de las subetapas del proceso de elaboración de propuestas

(recién detalladas), con los contenidos del diagnóstico y con la formulación de objetivos (tratados en el Ca-

pítulo V), sin introducir aun el desdoblamiento del diagnóstico y la evaluación del impacto.

104

Page 54: Arquitectura y ciudad 2009

XV. TECNICAS DE SIMULACION:JUEGO DE ROLES

15.1. Características Generales

La técnica del role-playing, o desempeño de roles, consiste en representar una situación típica - un caso

concreto -, con el objetivo de que se torne comprensible el comportamiento de los que intervienen en ella

en la vida real.

La representación teatral de diversos papeles es una de las formas más antiguas de comunicación humana,

pero el empleo estructurado y deliberado de este artificio como técnica grupal, presenta muchos elementos

nuevos. Se podría afirmar que el role-playing es uno de los más eficaces medios conocidos por el cual se

puede comunicar y motivar a un grupo. Al mismo tiempo, es una técnica difícil y arriesgada de aplicar, si

no se la controla en forma adecuada.

Se desarrolla al interior de un grupo, baja la dirección de un Coordinador. Parte del grupo asume el papel

de "actores", y el resto de "observadores participantes".

Los "actores" representan una breve "escena" de relaciones humanas en una situación hipotética, desem-

peñando sus papeles como creen que la escena se desarrollaría en la situación verdadera. Deben transmitir

al grupo la sensación de estar viviendo el hecho, como si fuera real.

La representación deberá ser libre y espontánea, sin utilizar libretos ni ensayos previos.

Los "actores" suelen posesionarse intensamente de sus papeles, y esa posesión, por lo común, es trans-

ferida al grupo por la energía de la representación.

Por lo general, el objetivo se logra no sólo entre quienes representan la acción, sino en todo el grupo que

actúa como observador-participante, siempre y cuando se compenetre del proceso.

De esta manera, se establece inmediatamente un conjunto de datos muy pertinentes para su considera-

ción por el grupo en su conjunto.

El método debe emplearse con gran respeto por la mayoría de los grupos formales, debido a las dificul-

tades para contener o limitar el grado en que los integrantes del grupo se posesionen del papel.

La intención principal es provocar una vivencia común en todos los presentes, y así, después de ella, dis-

cutir el problema con cierto conocimiento generalizado.

15.2. Aplicaciones del ROLE-PLAYING

Generalmente esta técnica se aplica para prever el funcionamiento y accionar de los actores sociales in-

volucrada en cierta situación, dado que:

Además, al interior del grupo que la realiza:

15.3. Etapas de Aplicación

La técnica del role-playing no consiste exclusivamente en la representación propiamente dicha, sino quepresenta dos instancias netamente diferenciadas entre sí, pero igualmente importantes para asegurar ellogro de los resultados esperados.

Estas dos instancias son:- la preparación de la. representacíón y- el desarrollo de la misma.

El desarrollo, a su vez, comprende dos situaciones que son;- la representación escénica y- la etapa de comentarios y discusión.

15.3.1 Preparación

El problema o situación podrá ser previsto de antemano, o surgir en el momento de la reunión delgrupo. En todos los casos deberá estar bien acotado y expuesto con toda precisión.

Es muy importante definir claramente el objetivo de la representación, ya que de acuerdo con ello sedecidirá qué personajes se necesitan y el rol que jugará cada uno de ellos.

Por último, entre los miembros del grupo se elegirán a los "actores" que se harán cargo de los distintosroles, y cada personaje recibirá un nombre ficticio o el nombre genérico del personaje representado.

Los restantes miembros del grupo asumirán la función de "observadores". La coordinación de la totali-dad deberá ser asumida por una persona que tenga experiencia en la aplicación de la técnica.

15.3.2. Desarrollo

a) La representación escénica

Los intérpretes darán comienzo y desarrollarán la escena con la mayor naturalidad posible, tomandoposesión de sus personajes con la mayor espontaneidad, y tratando de no perder de vista la objetividadnecesaria para poder reproducir la situación tal como se había definido.

El desarrollo de la representación no deberá ser interrumpido hasta que la escenificación logre transmi-tir la "situación" deseada. El coordinador cortará la acción cuando considere que se ha logrado brindarsuficiente información para comprender el problema que se ha representado.

No es necesario llegar a un desenlace final de la temática, sino que lo representado sea suficiente paraencarar la discusión del tema.

En términos generales, la representación no deberá ser muy extensa, si bien todo dependerá de lacomplejidad de la situación que se aborde.

b) Comentarios y discusiónDe inmediato se procederá a la apertura de la discusión, dirigida por el coordinador. En primer término,se permitirá a los "actores" dar sus impresiones y explicar su desempeño, si es que desean hacerlo.

Luego, todo el grupo expondrá sus opiniones, interrogará a los intérpretes, discutirá el desarrollo de latemática, y aún podrá proponer otras formas de jugar la escena. De este modo se trata de lograr que elproblema básico sea analizado a través de una "realidad" concreta en la que todos han participado porigual. Finalmente se extraerán conclusiones sobre el problema en discusión.

Eventualmente, en ciertos casos se podría repetir la escenificación de acuerdo con las críticas o nuevosenfoques que se hubiesen sugerido. En ese caso los "actores" podrían invertir sus papeles, o aún ele-girse nuevos intérpretes para hacerse cargo de la representación.

La etapa de discusión es la más importante del role-playing, ya que todo el grupo deberá desentrañarfinalmente, el problema o situación representada. Deberá dársele todo el tiempo necesario para el logrodel objetivo final; por lo general, nunca será menor de 30 minutos.

* proporciona datos inmediatos y empíricos sobre relaciones humanas y sociales, que pue

den ser empleados para su análisis y discusión.

* proporciona a los individuos oportunidades de desarrollar su comprensión al colocarse en

el lugar del otro.

* lleva lógicamente a un grupo, a través de una serie de etapas, al conocimiento de un pro

blema complejo de relaciones humanas o sociales.

* asegura el máximo de compenetración psicológica e identidad con un problema.

* crea una atmósfera de experimentación y de creación potencial.

* aumenta la participación, dado que, en general, ayuda a establecer un buen clima

emocional.

105 106

Page 55: Arquitectura y ciudad 2009

XVI EVALUACION DE IMPACTO

Definimos como impacto al conjunto de cambios significativos que se producen en un medio o entorno de-

terminado, cuando este es sometido a una acción extraordinaria, independientemente de que las transfor-

maciones sean positivas o negativas.

Esta modificación puede afectar tanto a sus componentes como a los procesos que se desarrollan en el sis-

tema ambiental considerado

En nuestros casos, el medio es el entorno urbano; la acción extraordinaria es la propuesta de intervención

arquitectónica o intervención urbana; el cambio es la diferencia entre la situación actual y tendencial futura

de este entorno (que ya conocemos a través del diagnóstico), y las situaciones actuales y futuras que pue-

den predecirse por efectos de la propuesta de intervención.

Los cambios que puedan producirse no sólo dependen del tipo de intervención a realizar, también están

condicionadas por:

La evaluación del impacto resulta ser una técnica a ser aplicada con criterio participativo en relación a los

sectores sociales implicados, dirigida a identificar, predecir y ponderar las alteraciones que las propuestas

de intervenciones arquitectónicas y urbanas pueden producir sobre el medio urbano.

16.1 Finalidad de la evaluación de impacto

La evaluación del impacto de nuestras propuestas alternativas tiene los siguientes propósitos:

a) Detectar para cada una de las propuestas:

Cabe aclarar que nos referíamos al entorno, no sólo en relación a sus componentes de orden biofísico (ca-

lidad y/o problemas ambientales), sino también en relación a sus componentes de nivel social (articulación

de grupos sociales, desarrollo de actividades productivas, interacción entre lo social y lo económico, etc.).

b) Tener criterios racionales para ajustar dichas propuestas durante su elaboración (primer instancia

metodológica de la etapa de formulación de propuestas), con el objetivo de optimizar su impacto, a través

del incremento de los efectos positivos y de la reducción de los efectos negativos.

c) Aportar datos para que, en el momento de evaluación comparativa de dichas propuestas y selección de

la que sea mas apta (tercer instancia metodológica de la etapa de formulación de propuestas), se considere

tanto la valoración de las propuestas en cuanto respuesta a los objetivos de la intervención en si misma,

como su valoración en cuanto a impacto en el entorno urbano en el cual se inserta.

16.2 Ubicación metodológica de la evaluación de impacto

Como ya indicáramos anteriormente y según se desprende de sus finalidades, las evaluaciones de impacto

constituyen un procedimiento de perfeccionamiento de nuestro quehacer profesional, que se origina en el

diagnóstico del entorno afectado por nuestras intervenciones y concurre a nuestra formulación de propues-

tas, en especial, a tres de sus subetapas (ver gráfico ).

La ubicación metodológica y las finalidades antedichas, definen a la evacuación de impacto como un mé-

todo de evaluación dinámico, que debe constituir una herramienta permanente de consideración de los

efectos urbanos de nuestras propuestas de intervención.

Veremos en este capítulo la tercera habilidad profesional que nos hemos propuesto desarrollar

en la Cátedra : la Evaluación de Impacto

Especificamente perseguiremos el propósito que los conocimientos y técnicas desarrolladas en

este capítulo, sean aplicadas en el momento de:

• Estudiar y evaluar los efectos que producen las intervenciones arquitectónicas pro-

puestas sobre el medio que resulte afectado (entorno inmediato, barrio, etc.)

• Estudiar y evaluar los efectos que producen las intervenciones urbanas propuestas

sobre el medio que resulte afectado (sector urbano, ciudad, etc.)

• Las características, el grado de consolidación y el grado de vulnerabilidad del medio donde se

implante.

• El transcurso del tiempo, que puede agravar o atenuar efectos iniciales, así como dar lugar a la

aparición de efectos posteriores.

• En qué medida cumple con los propósitos que pudieran haberse formulado con respecto a dicho

entorno (a nivel de objetivos de la encomienda).

• En qué medida preserva las características (detectadas en el diagnóstico) consideradas positivas

de dicho entorno.

• En qué medida soluciona (o al menos, no incrementa) las situaciones problemáticas (detectadas

en el diagnóstico) de dicho entorno .

• En qué medida aprovecha eficazmente las potencialidades de dicho entorno (detectadas en el

diagnóstico).

• A la elaboración de propuestas alternativas, en cuanto chequeo y perfeccionamiento (finalidades

a y b) de los programas, diseños espaciales y diseños de estrategias que elaboramos en dicha

subetapa.

• A la evaluación y selección de la propuesta, en cuanto sus resultados constituyen contenidos a

aportar a dicha subetapa (finalidad c).

• A la programación, en cuanto chequeo y perfeccionamiento de la misma (finalidades a y b).

107 108

Page 56: Arquitectura y ciudad 2009

16.4. Caracterización de los Impactos

Cada impacto ambiental, puede ser caracterizado por una serie de atributos, como los que se explican a

continuación:

a. Carácter o signo del impacto

Se refiere a su consideración positiva o negativa respecto al estado previo a la acción; o sea, si es benefi-

ciosa o perjudicial, siempre interpretado desde una óptica antropocéntrica y desde el marco del estudio en

cuestión.

• Positivos: son aquellos que significan beneficios ambientales, tales como acciones de

saneamiento o recuperación de áreas degradadas, el fortalecimiento de las aptitudes o

potencialidades del medio ambiente o la mejora de las condiciones de vida de la pobla ción.

• Negativos: son aquellos que causan daño o deterioro de alguno de los componentes,

de los procesos o del ambiente en su conjunto, o que deterioran las condiciones de vida

de la población.

110

Estos casos, que denomináramos casos b, c y d en el punto 2.4.1 (“Según el origen de la encomienda”) re-

quieren obviamente llegar a ser un caso de encomienda a; o sea, tener sus objetivos y su espacio de lo-

calización definido.

En el proceso de pasar a ser un caso a.; las evaluaciones de impacto nos proveen un excelente procedi-

miento para tener criterios racionales de decisión. Por ejemplo, decidir si en un determinado predio es mas

oportuno desarrollar una actividad residencial, o comercial o cualquier otra cosa; o decidir si para una de-

terminada actividad –residencial, comercial o cualquier otra-, es más oportuna una localización en predio

o en otro.

16.3 Contenidos de los estudios de evaluación de impacto (EsIA)

Definido que el impacto es el conjunto de cambios producidos por una intervención en un medio urbano,

corresponde preguntarse qué son los Estudios de Evaluación de Impacto (EsIA)

El Estudio de Impacto Ambiental (EsIA), es un estudio técnico integrante del procedimiento de la EIA.

Comprende todas las actividades dirigidas a predecir y evaluar las consecuencias de la ejecución del pro-

yecto sobre el medio ambiente y establecer medidas correctoras.

En el EsIA, a través de la aplicación de un conjunto de métodos y procedimientos con fundamentaciones

científicas y técnicas, se identifica, pondera y evalúa predictivamente las alteraciones positivas y negativas

producidas en el ambiente como consecuencia de un proyecto.

El EsIA conlleva a la selección y aplicación de metodologías reconocidas ampliamente como aptas para la

identificación, caracterización y ponderación de los efectos que positiva o negativamente se prevé tendrán

incidencia sobre:

El Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) incluye además, como emergente del mismo, un conjunto de me-

didas de correctivas, mitigadoras y/o compensadoras de los efectos negativos de las acciones del Proyecto

con consecuencias negativas.

A su vez, el EsIA también debe incluir medidas potenciadoras de los impactos positivos del Proyecto.

En la página siguiente se grafica la estructura conceptual de los estudios de impacto ambiental, el cual

parte de considerar la relación que se establece entre el proyecto propuesto y la realidad ambiental en la

que se inserta.

Como resultado de esta relación dialéctica, el proyecto propuesto puede generar o no cambios significativos

en el ambiente. Solamente si se evalua que esos cambios van a ser significativos, corresponde realizar el

EsIA, mediante el cual se identificarán y valorarán los impactos sobre el ambiente, optimizando aquellos

impactos positivos esperados y minimizando los impactos negativos detectados

109

- Las condiciones de salud, bienestar, seguridad y/o calidad de vida humanas.

- La biodiversidad, el comportamiento de los ecosistemas, especialmente en sus proce-

sos ecológicos esenciales.

- Los recursos naturales o ambientales y su aprovechamiento, especialmente a través de

los servicios ambientales que se prestan a la sociedad

- El patrimonio natural y cultural

- Las actividades sociales, culturales y económicas

AMBIENTE

PROYECTO

ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL (EsIA)

IDENTIFICACIÓN YVALORACIÓN DE

IMPACTOSEN ELAMBIENTE

CAMBIOS NOSIGNIFICATIVOSEN ELAMBIENTE

IMPACTOSPOSITIVOS

IMPACTOSNEGATIVOS

AJUSTE DEL PROYECTO

MEDIDASOPTIMIZADORAS

AJUSTE DEL PROYECTO

MEDIDAS DEMITIGACION

PLAN DE GESTIONAMBIENTAL DEL

PROYECTO

Page 57: Arquitectura y ciudad 2009

El conjunto de cambios identificados, con determinación de sus causas, intensidades, momentos y espacios

de ocurrencia, etc, nos da una imagen global del impacto que produciría la intervención, y en consecuencia,

nos permite operar sobre ella con la finalidad de disminuir los efectos negativos o incrementar los positi-

vos.

16.5. Clasificación de impactos

• Impacto simple: aquel que se manifiesta sobre un sólo componente ambiental, o cuyo

modo de acción es individualizado, sin consecuencias en la inducción de nuevas alteracio

nes, ni en la de su acumulación ni en la de su sinergia.

• Impactos acumulativos: son aquellos resultantes del impacto incrementado de la acción

propuesta sobre algún recurso común cuando se añade a acciones pasadas, presentes y ra

zonablemente esperadas en el futuro.

• Impactos sinérgicos: son aquellos cuya existencia simultánea produce consecuencias ma

yores a la simple suma de los impactos individuales. La interacción y potenciación de estos

impactos suele ser frecuente, por ejemplo en procesos de contaminación ambiental.

.

16.6. Métodos de evaluación de impacto

Existen cuatro herramientas básicas para realizar las evaluaciones del impacto de las propuestas de inter-

venciones arquitectónicas o urbanas: listas de control, cartografía, diagramas casuales y matrices.

A partir del conocimiento del Proyecto y del Medio Receptor, es posible la identificación de los impactos a

través de alguno o varios de los métodos que se presentan a continuación.

a) Listas de Control o “Check List”

Son listas comprensivas de efectos ambientales e indicadores de impacto orientados a proporcionar al ana-

lista elementos para una identificación inicial y expeditiva de las posibles consecuencias de acciones pro-

yectadas.

En algunos casos de listas de control sobre la enumeración de efectos y acciones específicas, se marcan

las interacciones más relevantes, bien por medio de una pequeña escala o por cualquier otra referencia sen-

cilla.

Las listas de control es posible agruparlas en:

• Listados simples. Contienen sólo una lista de variables ambientales con probable impacto, o una

lista de características de la acción con frecuente impacto sobre el ambiente, o ambos elementos.

Permiten asegurarse que un factor particular no sea omitido del análisis. Son principalmente un

ayuda-memoria y suelen ser los listados más frecuentemente utilizados.

• Listados descriptivos. Estos listados describen brevemente los parámetros ambientales impacta

dos y dan orientaciones para una evaluación

b) Diagramas de flujos

Los diagramas de flujo se usan para identificar relaciones secuenciales de causa efecto dentro de la com-

pleja trama de los componentes y procesos en relación con el Ciclo del Proyecto y, en especial, con las eta-

pas de Construcción, Operación y Cierre.

112

b. Duración del impacto

• Transitorio: aquel que supone una alteración no permanente en el tiempo, con un plazo

de manifestación que puede determinarse y que por lo general es corto y, general

mente, coincidente con la acción que lo provoca.

• Permanente: aquel que supone una alteración indefinida en el tiempo, incluso aunque

se interrumpa la acción causante inicial.

• Intermitente: aquel que se manifiesta en forma discontinua

c. Magnitud o Intensidad del impacto

La magnitud del impacto informa sobre su intensidad (absoluta o relativa) valorada cuali o cuantitati-

vamente. Por ejemplo, en función de: su extensión, la cantidad de personas implicadas (número de be-

neficiarios, cantidad de personas afectadas, cantidad de personas a ser relocalizadas, demanda de

mano de obra, etc.), o de elementos afectados (número de edificios patrimoniales comprometidos,

ejemplares amenazados,etc.).

d. Alcance territorial

El área espacial o de influencia es el territorio donde se produce el impacto ambiental y que no nece-

sariamente coincide con la localización de la acción propuesta. Informa sobre la dilución de la intensidad

del impacto, lo que no siempre es lineal a la distancia que lo separa con la fuente que lo provoca.

e. Probabilidad de ocurrencia

Debido a que los estudios de impacto ambiental son siempre la predicción de un escenario futuro en

base a aplicación de hipótesis sobre el comportamiento del proyecto sobre el ambiente, debe conside-

rarse su carácter probabilístico y la correspondiente incertidumbre acerca de la evolución real del sis-

tema. Si bien no son todavía muy frecuentes, cada vez son más los estudios que estiman el riesgo del

impacto según su probabilidad de ocurrencia.

f. Causalidad u origen

Se refiere al modo en que el impacto se produce dentro de una cadena causal; por ejemplo, el impacto

es directo o primario, indirecto o secundario. Por ejemplo:

• Primarios: son aquellos impactos causados por una acción del Proyecto y que ocurren

generalmente al mismo tiempo y en el mismo lugar que el Proyecto. A menudo se en

cuentran asociados a fases de construcción, operación, mantenimiento de un proyecto

(instalación o actividad) y generalmente son obvios y más fácilmente cuantificables.

• Secundarios: son aquellos cambios indirectos o inducidos en el ambiente, que se ma

nifiestan como consecuencia de otros cambios precedentes en la cadena causal. Es

decir, que corresponden a efectos potenciales de los cambios primarios que pudiesen

ocurrir posteriormente o en lugares diferentes como resultado de un proyecto

En este sentido, la elaboración de Diagramas de Flujo (presentados en la clase anterior) es el método

más apto para identificar las cadenas causales y poder identificar y valorar los impactos indirectos

g. Momento de aparición

Se refiere al momento de manifestación del impacto, independiente de su duración posterior. O sea si

es inmediato (a corto plazo) o es de aparición retardada o mediata, pues se manifiesta al cabo de cierto

tiempo desde el inicio de la actividad que lo provoca.

h. Reversibilidad

La reversibilidad del impacto tiene en cuenta la posibilidad, dificultad o imposibilidad de retornar a la

situación anterior a la acción por los propios mecanismos de regulación y restauración del ambiente,

una vez que ha cesado las acciones causantes del impacto. Se habla de impactos reversibles y de im-

pactos terminales o irreversibles

.

111

Page 58: Arquitectura y ciudad 2009

Un diagrama de flujos se materializa mediante un modelo gráfico , a partir de considerar un desencade-

nante inicial , como es la acción o proyecto propuesto y las transformaciones que sucesivamente se van

desencadenando a partir de la misma .

Por ejemplo, si consideramos el desarrollo de importantes inversiones en materia de acciones de mejo-

ramiento residencial de un barrio preexistente ( construcción de equipamiento, mejoramiento del espacio

público, de la iluminación, del arbolado, etc), esto podría llegar a dar lugar a la generación de algunos

procesos de transformación estructural que se podrían visualizar en un sencillo diagrama de flujos como

el siguiente:

CAUSA EFECTO

CAUSA EFECTO

Como se desprende del ejemplo, esta herramienta que es el Diagrama de Flujos, nos permite detectar :

El encadenamiento de las causas y los efectos

Los efectos de segundo orden, que no fueron identificados en el momento de confeccionar las lis

tas de control

La concurrencia de más de una causa en la generación de los efectos.

c) Cartografía

Implica la graficación de planos, por una parte, de la situación actual de los componentes del medio que

podrían ser afectados y, por otra parte, la situación futura de los mismos, suponiendo que la propuesta

fuese implementada.

La comparación de ambos juegos de planos nos brinda una imagen de los cambios previsibles, con es-

pecificación de los espacios territoriales en donde se producen.

En nuestro caso serviría, por ejemplo, para discriminar las zonas mas o menos afectadas por el incre-

mento del transito vehicular.

La utilización de distintas formas de graficación, permitiría indicar la intensidad de los efectos.

Con respecto a los requisitos especificados en el punto 6.3, esta técnica presenta las siguientes falen-

cias:

Su principal virtud es la determinación de los alcances espaciales de los efectos que tienen referencia

geográfica directa.

d) Matrices

Consiste en organizar una matriz, uno de cuyos ejes esta conformado por los componentes del medio

(entorno urbano), y el otro eje por los componentes de la intervención, según la desagregación que

resulte más conveniente en cada caso.

Cada casillero de cruce nos permite reflexionar sobre los probables efectos que cada componente de

la intervención puede ocasionar sobre cada componente del medio y, en caso de que exista, con-

signar dicho efecto.

A continuación desarrollaremos un ejemplo, correspondiente a la propuesta de construcción de un

centro comercial en un área residencial. Este se instalaría en un predio baldío de media manzana que

presenta aspectos positivos (tiene un sector arbolado y es usado como cancha deportiva); además

esta ocupado en parte por un vecino lindero. La propuesta restituye en parte el espacio perdido, me-

diante ensanchamiento de veredas y la creación de un hall de acceso. Asímismo, considera la resolu-

ción parcial del estacionamiento en el subsuelo.

Dadas estas características, el eje de los componentes de la intervención ha sido desagregado en los

4 aspectos que se estima que producen cambios en el medio: las actividades que implica, la dispo-

sición en el predio, la magnitud de los volúmenes a implantar y la resolución de los accesos y el esta-

cionamiento.

El eje de los componentes del medio, ha sido desagregado en los aspectos del modelo de la realidad

presentado en el capitulo 1: subsistema natural, subsistema construído, organización social, aspectos

legales-institucionales y político-culturales.

En los casilleros de cruce, se ha consignado los distintos efectos que se resumen va a sufrir el medio,

en caso de implementarse la propuesta.

Estos efectos pueden ser evaluados en su sentido e intensidad según una escala como la siguiente:

La aplicación de esta escala, podría arrojar los resultados que aparecen en la Matriz 2, en cada uno

de cuyos casilleros se consigna el sentido e intensidad atribuido a los efectos indicados en la Matriz 1.

Asimismo se han agregado una columna y una fila de totales, que indican las sumatorias de los valores

positivos y negativos por separado, dado que éstos no se anulan entre si (evidentemente no es lo

mismo una situación de +1 y -1, que una situación de +30 y -30).

Los resultados numéricos de esta segunda matriz, admiten una diversidad de comentarios, entre ellos:

Acciones de MejoramientoResidencial

Demanda de terrenos paraNuevos DesarrollosResideciales

Incremento de los Alquile-res

Incremento de los preciosde los Inmuebles

Desplazamiento de la pobla-cion de menores recursos aotros barrios menos valiosos

• No es apropiada para efectos que no tengan referencia territorial directa (por ej., “el valor refe-

rencial” que habíamos consignado en nuestra matriz).

• No especifica la causa de lo efectos.

• No brinda una imagen global de la evaluación, como si lo hacen los totales en la técnica de las

matrices.

• Efecto positivo alto: +3

• Efecto positivo medio: +2

• Efecto positivo bajo: +1

• Efecto negativo bajo: -1

• Efecto negativo medio: -2

A nivel de total general:

• Hay efectos positivos y negativos, superando estos últimos a los primeros, según un

porcentaje aproximado de 30%.

A nivel de totales por fila:

• Los aspectos de volúmenes y resolución de accesos y estacionamiento, presentan solo

inconvenientes (valores negativos). En dicho sentido parecen ser aspectos de necesaria

revisión, a efectos de analizar la factibilidad de modificaciones que reduzcan los incon-

venientes que aparecen.

113 114

Page 59: Arquitectura y ciudad 2009

116

En síntesis, podríamos decir que nos encontramos ante una propuesta de intervención con más efectos

negativos que positivos, que se producen en su mayor parte al nivel del subsistema construído y de la

organización social, pero que presenta la probabilidad de realizar ajustes sobre la misma que se dirijan a

la disminución de sus inconvenientes.

Debe agregarse que los resultados obtenidos en la matriz anterior podrían llegar a ser ponderados según

distintas consideraciones. Por ejemplo, si existiera una voluntad de promoción de lo que denominamos

organización social, los valores de dicha columna deberían ser multiplicados por un factor de ponderación

siempre mayor que 1, lo que arrojaría un resultado final mas positivo que el primigenio. Si lo que ponde-

rásemos fuese la calidad del subsistema construído, deberíamos afectar los valores de dicha columna por

un factor de ponderación6n, lo cual arrojaría un resultado final más negativo que el primigenio.

Cabe destacar tres cuestiones que pueden quedar distorsionados por el ejemplo brindado:

• Los aspectos de actividades y disposición en el predio, presentan una cierta igualdad de efectos

positivos y negativos. De todas formas, es necesario ver la posibilidad de controlas los efectos

negativos; en especial los de mayor intensidad.

Entre estos sobresale el referido al incremento del tránsito, que es inherente a la intervención

propuesta (centro comercial) y proporcional a su escala. En dicho sentido requería un estudio mas

particularizado que considere formas de disminución de dicha molestia, estimando la factibilidad de

operar sobre la escala del emprendimiento, o sobre medidas complementarias tales como la selec-

ción de las vías de circulación a afectar, necesidad de cambio de manos de circulación, señalización,

semaforización, etc., para amenguar los problemas que ocasiona.

A nivel de totales por columna:

• Los componentes del subsistema construído y de la organización social son los que presentan

mayor cantidad de efectos, así como los efectos de mayor importancia (+3 y -3).

• A su vez se diferencian en que los prejuicios son mayores que los beneficios a nivel del subsistema

construído, y ocurre todo lo contrario en el otro caso.

• Los efectos sobre el subsistema construido son solo negativos, pero en general de valores bajos

(-1).

• Los efectos de orden político cultural son más positivos que negativos.

• Los efectos de orden legal institucional son negativos, pero mínimos.

115

• Los componentes del medio admiten ser desagregados de muchas otras formas y con

mayor grado de detalle. Por ejemplo, en nuestro caso podríamos haber diferenciado dentro del

subsistema construído lo referido a las parcelas privadas y lo referido a los espacios públicos.

Como posibilidad de mayor desagregación, podríamos usar todas o algunas de las variables que

cada uno de los aspectos consignados, que se detallan en el Capítulo VI.

En general debemos considerar que la conformación que daremos a este eje, debe ser la que

mejor nos sirva para detectar los efectos que sufre el medio por causa de la propuesta de in-

tervención.

• Los componentes de la intervención también pueden requerir otras formas de expresión

y de- sagregación. Por ejemplo, hay intervenciones en que lo que aquí hemos consignado como

“actividades que implica”, requiere considerar separadamente alguna o algunas de dichas ac-

tividades. Para nuestro mismo caso, puede haber efectos que se deriven de la actividad de

aprovisionamiento del supermercado (proveedores afluyendo en camiones en otros horarios).

En general debemos considerar que la conformación que daremos a este eje, debe ser la que

mejor nos sirva para detectar los efectos que produce la propuesta de intervención sobre el

medio.

Page 60: Arquitectura y ciudad 2009

Con respecto al método de evaluación de impacto por matrices en general, y teniendo en cuenta los reque-

rimientos especificados en el punto 16.3, podemos detectar que su principal virtud es identificar conjunta-

mente causas y efectos, pero que presenta las siguientes características:

En especial no ayudan a visualizar los efectos secundarios (aquellos que se derivan de efectos como resul-

tado directo de la propuesta). Un ejemplo de efecto secundario podría ser en nuestro caso, el deterioro de

las vías de circulación que el incremento del tránsito va a producir en un futuro inmediato.

Puede ser criticado por la dificultad de cuantificar en una misma escala efectos de muy diverso tipo, situación

que debe resolverse por la asignación subjetiva de puntajes, según una escala arbitraria.

Para disminuir la discutibilidad de esta forma de asignación de puntajes, es conveniente que estos se asignen

por medio de la promediación de diversidad de opiniones, o a través de una discusión colectiva de los mis-

mos.

Estas formas de asignación de puntajes, nos aportan una evaluación intersubjetiva, lo cual nos resguarda

de adoptar evaluaciones subjetivas que pueden resultar muy distorsionadas por la postura del evaluador que

la fórmula.

16.7 Proceso de realización de la evaluación de impacto

La toma de decisiones sobre propuestas alternativas de intervención (a nivel de programas, diseño espacial,

diseño de estrategias y programación), requieren el máximo consenso de los actores sociales involucrados

con la intervención.

Por dicha razón, la realización de estudios de impacto como técnica de evaluación de propuestas alternativas,

es un método que requiere el máximo de participación de dichos actores.

Esta participación puede darse durante la misma realización de las evaluaciones o, al menos, en la corrobo-

ración de sus resultados.

La realización de evaluaciones de impacto participativas, puede disminuir los rasgos cuantitativos de las

técnicas utilizadas, pero esto se ve ampliamente compensado por la ganancia de adhesión que adquieren

las decisiones consecuentes.

En dicho sentido, es que la participación en la evaluación y en la toma de decisiones, constituye condición

indispensable para asegurar tanto la corrección de las mismas, como la factibilidad de implementación de

las decisiones que se adopten.

• La identificación de los efectos y su correspondiente evaluación (positivo/negativo; alta/

media/baja), depende de quien efectúe la evaluación. Por ejemplo, “el efecto desaparición de ac-

tividades competitivas” va a ser evaluado mucho mas negativamente por aquellos que se resientan

por ello (en especial, por los que las desarrollan), que por el resto de los actores.

Esto nos remite a la subjetividad de la evaluación; por ende, a la necesidad de considerar por

separado las evaluaciones que realicen distintos actores sociales, o de realizar una única evaluación

por medio de un proceso participativo que procure el consenso de todos los actores implicados. En

e punto 16.5 retomamos este tema.

• No determinan el área de afectación, salvo que se utilicen submatrices para cada subárea, o se

consigne detalladamente el lugar de ocurrencia de los efectos.

• No son apropiados para determinar el momento de afectación.

118117

Page 61: Arquitectura y ciudad 2009

CONCLUSIONESDadas las características de las técnicas disponibles, se torna necesario seleccionar la que resulte

más adecuada para cada caso y, en especial, hacer uso de todas ellas en forma complementaria.

En todos los casos es necesario considerar que el requisito básico para el uso de cualquiera de

estas técnicas, es el correcto conocimiento del medio a afectar (aportado por el diagnóstico), y la

cuidadosa interferencia de los cambios que pueden producirse ante cada propuesta de intervención

que e evalúe.

120

La formulación de las evaluaciones puede ser atributo de los profesionales actuantes, pero no es atributo

de ellos, ni tampoco tiene que ser de su responsabilidad exclusiva, la toma de decisiones sobre interven-

ciones que afectan positiva o negativamente a una porción significativa de la comunidad.

119

Page 62: Arquitectura y ciudad 2009

El típico error que se comete en la literatura y análisis acerca de las necesidades humanas es que no se

explicita la diferencia fundamental entre lo son propiamente necesidades lo que son satisfactores de

esas necesidades. Es indispensable hacer una distinción entre ambos conceptos –como se demostrara mas

adelante por motivos tanto epistemológicos como metodológicos.

La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Por ello las necesidades humanas

deben entenderse como un sistema en que las mismas se interrelacionan e interactúan. Simultaneidades,

complementariedades y compensaciones son características de la dinámica del proceso de satisfacción de

las necesidades.

Las necesidades humanas pueden desagregarse conforme a múltiples criterios, y las ciencias humanas

ofrecen en dicho sentido una vasta y variada literatura. En este documento se combinan dos criterios

posibles de disgregación:

Esta combinación permite operar con una clasificación que incluye, por una parte, las necesidades de:

Y por otra parte las necesidades de:

De la clasificación propuesta se desprende que, por ejemplo, alimentación y abrigo no deben considerarse

como necesidades sino como satisfactores de la necesidad fundamental de subsistencia. Del mismo modo,

la educación (ya sea formal o informal), el estudio, la investigación, la estimulación precoz y la meditación

son satisfactores de la necesidad de entendimiento. Los sistemas curativos, la prevención y los esquemas

de salud, en general, son satisfactores de la necesidad de protección.

No existe correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede contribuir

simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades, o a la inversa, una necesidad puede requerir

de diversos satisfactores para ser satisfecha.

Valga un ejemplo como ilustración. Cuando una madre le da el pecho a su bebé, a través de este acto, con-

tribuye a que la criatura reciba satisfacción simultánea para sus necesidades de subsistencia, protección,

afecto e identidad. La situación es obviamente distinta si el bebé es alimentado de manera más mecánica.

Habiendo diferenciado los conceptos de necesidad y satisfactor, es posible formular dos postulados

adicionales:

Cada sistema económico social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas

necesidades humanas fundamentales. En cada sistema, estas se satisfacen (o no se satisfacen) a través

de la generación (o no generación) de diferentes tipos de satisfactores.

• Según categorías existenciales

• Según categorías axiológicas

• Ser

• Tener

• Hacer

• Estar

• Subsistencia

• Protección

• Afecto

• Entendimiento

• Participación

• Ocio

• Creación

• Identidad

• Libertad

• Primero: Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y calificables.

• Segundo: Las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en

todos los períodos históricos. Lo que cambia a través del tiempo y de las culturas, es la manera o

los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades.

122

XVII DESARROLLO Y NECESIDADES SOCIALES

El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos. Este es el postulado básico del desarrollo a

escala humana.

Aceptar este postulado –ya sea por cuestiones éticas, racionales o intuitivas-nos conduce a formularnos la

siguiente pregunta fundamental:“¿Cómo puede establecerse que un determinado proceso de desarrollo es

mejor que otro?”.

Dentro del paradigma tradicional se tienen indicadores tales como el Producto Geográfico Bruto, el cual es,

de alguna manera y caricaturizando un poco, un indicador del crecimiento cuantitativo de los objetos.

Necesitamos ahora un indicador cuantitativo de las personas, ¿cuál podría ser?

Contestaremos la pregunta en los siguientes términos:“El mejor proceso de desarrollo será aquel que

permita elevar más la calidad de vida de las personas”

La pregunta siguiente se desprende de inmediato:“¿Qué determina la calidad de vida de las personas?”

“La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer

adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales”

Surge la tercera pregunta:“¿Cuáles son esas necesidades fundamentales y/o quien decide cuáles son?”

Antes de responder esta pregunta deben hacerse algunas disquisiciones.

Se ha creído tradicionalmente que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que están constante-

mente cambiando, que varían de una cultura a otra, y que son diferentes en cada período histórico. Nos

parece que tales suposiciones son incorrectas, puesto que son producto de un error conceptual.

“Hoy es aceptado casi como un lugar común que desarrollo y necesidades básicas son componentes

de una ecuación irreductible. Sin embargo, en esta línea de reflexión queda aun mucho que

aportar”.

“En primer lugar, está el hecho de que el nuevo enfoque no puede reducirse al mero arreglo

cosmético de un paradigma (de desarrollo) en crisis. Implica desde la partida, la apertura hacia una

nueva manera de contextualizar el desarrollo”.

“Significa además reconocer la incomplenitud e insuficiencia de las teorías económicas y sociales

que han servido de sustento y orientación a los procesos de desarrollo hasta el presente. Significa

tomar conciencia, concretamente, de que en un mundo cada vez mas heterogéneo por su creciente

e inevitable interdependencia, la aplicación de modelos de desarrollo sustentados en teorías

mecanicistas, acompañados de indicadores agregados y homogeneizantes, representa una ruta se-

gura hacia nuevas y mas inquietantes frustraciones”.

“Un desarrollo a escala humana orientado en gran medida hacia la satisfacción de las necesidades

básicas, exige un nuevo modo de interpretar la realidad. Nos obliga a ver y evaluar el mundo, las

personas y sus procesos, de una manera distinta a la convencional.

El desafió consiste en que políticos, planificadores, promotores, y sobre todo los actores del

desarrollo, sean capaces de manejar el enfoque de las necesidades humanas para orientar sus ac-

ciones y aspiraciones”.

“Los aportes que siguen apuntan a ese propósito. Es decir, hacer entendible y operativa una teoría

de las necesidades humanas para el desarrollo. El esfuerzo no puede sustentarse, sin embargo, en

ninguna disciplina particular, porque la nueva realidad y los nuevos desafíos obligan ineludiblemente

a una transdisciplinariedad”.

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Page 63: Arquitectura y ciudad 2009

Cada sistema económico social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas

necesidades humanas fundamentales. En cada sistema, estas se satisfacen (o no se satisfacen) a través

de la generación (o no generación) de diferentes tipos de satisfactores.

Uno de los aspectos que definen una cultura es su elección de satisfactores. Las necesidades humanas

fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad comunista son las mismas que aquel que

pertenece a una sociedad ascética. Lo que cambia es la elección de cantidad y calidad de satisfactores y/o

las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos.

Lo que esta culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los satisfac-

tores de esas necesidades. El cambio cultural es –entre otras cosas- consecuencia de abandonar satisfac-

tores tradicionales para empezarlos por otros nuevos y diferentes.(1)

La conceptualización brindada permite arribar a dos conclusiones:

Tomemos como ejemplo la vivienda, que puede ser logrado por usurpación, regalo, compra con o sin

selección, autoconstrucción con o sin ayuda mutua, etc. En todos los casos se logra cubrir la necesidad “pro-

tección”, pero es muy diferente la posibilidad de satisfacer simultáneamente otras necesidades (entendi-

miento, participación, identidad, etc.)

O sea que podemos distinguir la existencia de:

Asimismo podemos distinguir la existencia de:

(1) Los párrafos anteriores fueron extractados de las publicación “Desarrollo a Escala Humana”, CEPAUR- Fundación

Dag Hammarskjold, Santiago de Chile, 1986).

• El hábitat, en cuando medio construído para adaptar el medio natural a las necesidades humanas,

provee un mayor o menor nivel de calidad ambiental y, en dicho sentido, es condición necesaria

pero no suficiente para configurar calidad de vida o satisfacción de las necesidades humanas

fundamentales.

No hay calidad de vida sin calidad ambiental, pero la calidad ambiental no asegura por si sola la

calidad de vida.

• Los componentes del hábitat, dirigidos en principio a satisfacer determinadas necesidades básicas

(el saneamiento para la subsistencia, la vivienda para la protección, el equipamiento escolar para

el entendimiento, etc.), toman valor no solo por su concreción y posibilidad de uso, sino también

por la forma en que los mismo se llevan a cabo, permitiendo o no la satisfacción de otras necesi-

dades básicas.

• Satisfactores singulares: los que solo cubren una necesidad sin afectar las restantes.

• Satisfactores sinergéticos: los que estimulan la satisfacción simultanea de otras necesidades.

• Satisfactores destructores: los que cubren una necesidad pero imposibilitan la satisfacción de

otras (por ej., el exilio como satisfactor de la necesidad de supervivencia en casos extremos.

• Pseudo satisfactores: los que crean la sensación de satisfacción de una falsa necesidad, indu-

cida por la propaganda u otros medios de persuasión.

Estas consideraciones nos permiten focalizar los objetivos del accionar, mostrando tanto la

relatividad de las acciones sobre el hábitat (en cuanto su calidad ambiental es solo una de las

condiciones para la calidad de vida), pero su simultánea potencialidad de aportar logros en los

aspectos de las necesidades básicas, y por ende, en la calidad de vida.

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