Arquitectura Maya y Azteca (Monografia)
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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO
VILLARREAL
FACULTAD DE ARQUITECTURA Y
URBANISMO
CURSO: PLANEAMIENTO 1
PROFESORES: ANGELICA CABRERA LAU
JULIO MARTINEZ VARGAS
TEMA: ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LAS
CULTURAS MAYA Y AZTECA
INTEGRANTES: FIGUEROA Y AREVALO CARLO
JESUS PEREZ PAUL
LUNA DULANTO JASON
QUISPE SANCHEZ GUSTAVO
SALVADOR CARRANZA JORDY
2010
ARQUITECTURA Y URBANISMO MAYA
UBICACIÓN
Los vestigios mayas encontrados en Mesoamérica se extienden por un área geográfica
centrada en la Península de Yucatán, a orillas del Golfo de México, y abarcan un territorio
desigualmente repartido en cinco países de la actualidad:
- México (estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Chiapas)
- Guatemala
- Belice (antigua Honduras Británica)
- Honduras
- El Salvador
Etapas del periodo preclásico
Los estudiosos dividen al periodo preclásico en tres fases:
inferior (de 2300-800 a.C.);
medio (800-250 a.C.)
superior (250-250a.C.)
PRECLÁSICO INFERIOR
Se han detectado rasgos y elementos culturales muy semejantes en distintas regiones
de centro y sur de México; así como también la aparición de determinadas manifestaciones
de carácter regional. Algunos de los sitios explorados y que han aportado evidencias del
preclásico inferior son: Chiapa de Corzo, Altamira, Edzná, Tierras Largas, etcétera.
Entre las características de lo que ocurría al iniciarse dicho periodo encontramos
la propagación de aldeas; el incremento de la agricultura, con una paulatina dependencia en
los cultivos para subsistir; y la aparición de la cerámica.
Las aldeas estaban constituidas por agrupaciones de chozas de materiales perecederos.
Cultivaban frijol, chile, calabaza y maíz. Elaboraban faldas y otras prendas de vestir
utilizando las fibras del maguey y el algodón. La producción de cerámica era la principal
forma de industria, abarcaba desde la elaboración de vasijas (para el uso diario) hasta
múltiples figurillas. Algunas de estas últimas eran representaciones de personajes
femeninos, quizás relacionados con el culto a la fertilidad.
PRECLASICO MEDIO(800-250 A.C.)
Hacia el 1 300 a.C., en la zona de las costas del Golfo (entre Veracruz y Tabasco),
se inicia con mayor intensidad y amplitud una serie de cambios culturales: la alta cultura
olmeca, alcanza su máximo esplendor y una extraordinaria capacidad de difusión; dicha
situación va a prolongarse hasta los primeros siglos del preclásico superior.
Los olmecas habitaron en Teopantecuanitlán, Guerrero y en las costas del Golfo de México,
en el área comprendida entre los ríos Papaloapan y Tonalá, así como los lugares adyacentes
del sur de Veracruz y oeste de Tabasco. Esta última región está formada por una planicie
atravesada por caudalosos ríos que durante la época de lluvias causan frecuentes
inundaciones. Estos elementos físicos influyeron de diversas formas en las características y
el desarrollo del pueblo olmeca.
A los olmecas se les atribuye un hondo sentido de planificación. Sus centros
ceremoniales pueden ser considerados como uno de los vestigios más antiguos de
una concepción de incipiente urbanismo en Mesoamérica.
Centro olmeca de La Venta, Tabasco
• Es el más grande de los centros olmecas. Se encontraba situado en una isla, en una región
pantanosa formada por el río Tonalá, como a 15 km. de su desembocadura en el Golfo.
• Probablemente existió una jerarquía social y diversas formas de distribución del trabajo.
• En las aldeas más antiguas tenían lugar distintas formas de ceremonia.
A ellas aluden algunas figuras con máscaras, otras de jugadores de pelota, bailarines, y
músicos con distintos instrumentos.
• Los centros ceremoniales de mayor antigüedad son Río Chiquito y San Lorenzo.
• Perfeccionaron el instrumental que empleaban: utilizaban ya las hachas de serpentina para
desmontar las tierras de cultivo; así como otros utensilios que hicieron posible el tallado de
jade y de la piedra en general (arte característico de los olmecas).
• En la región donde el centro ceremonial de La Venta apareció, existió un conjunto de
construcciones acertadamente planificadas. La agrupación de mayor importancia está
compuesta por una gran pirámide y otras edificaciones (hechas de barro), así como por
montículos que dan lugar a dos plazas.
Tres Zapotes
• El centro olmeca de Tres Zapotes se encuentra situado en las colinas aledañas del río
Hueyapan, en el estado de Veracruz.
• Al parecer, dicho centro tuvo dos florecimientos: el primero, contemporáneo al de La
Venta; y el segundo, posterior al abandono y destrucción de esta última
En este centro se encuentra la que se conoce como “Estela C”. En ella ha podido leerse la
inscripción calendárica considerada como la más antigua en Mesoamérica. Se trata de una
inscripción, expresada al modo de la “cuenta larga”, cuyo uso se generalizó después entre
los mayas del periodo clásico.
Dicha estela ha permitido importantes deducciones, como la afirmación de que las primeras
formas de calendario y de escritura en Mesoamérica se debieron a los olmecas desde varios
siglos antes de la era cristiana.
• En la zona de San Lorenzo las edificaciones son menos abundantes. De esta última
provienen las más extraordinarias esculturas olmecas (altares, estelas, cabezas colosales,
piezas de jade, etc.)
PRECLASICO TARDÍOO(250 a.C - 250 d.C.)
Como la historia evidencia alrededor de todo el mundo y en distintas épocas, el crecimiento
del comercio hace que las poblaciones no solo se establezcan, sino que se expandan
alrededor de sus territorios, provocando como consecuencia el encuentro con culturas
vecinas.
Al final del Preclásico Medio, la cultura Olmeca no fue la única que influenció a la Maya,
también, en este período Tardío, los Teotihuacanes, población asentada en México, hicieron
evidentes cambios importantes.
La influencia de Teotihuacán se hace ver no sólo en lo ideológico y cultural, sino en
especial, en el arte, que es como bien citan expertos en historia y arquitectura, un
termómetro de los cambios importantes de toda cultura.
Los instrumentos de guerra y su ornamentación se hizo ver con claridad.
Teotihuacán, ya establecida y con notorios avances que se evidencian comparativamente
con los mayas, se convierte entonces como fuente de inspiración y ente aspiracional, de
quienes se tomaran distintas costumbres como ceremonias efectuadas durante las siembras.
Las ciudades viven desarrollos distintos en años diferentes, no como un todo unido. Se
evidencia que Kaminaljuyú alcanza su mayor desarrollo alrededor del 400 a.C. y 100 d.C.
mientras El Mirador, alcanza su apogeo aproximadamente en el 300 a.C. al 250 d.C.
Ornamentación
La ornamentación arquitectónica con íconos divinos y ostentosos es parte de la huella
tangible mencionable de este período.
El característico suelo de Petén, con abundancia de roca caliza, facilita la construcción de
edificaciones que reflejaban el poderío e importancia de la ciudad en cuestión. Tikal se
destaca a lo largo de la historia, al igual que El Mirador por lo inmenso de sus
construcciones.
Cada gobierno reflejaba en su ciudad el poderío que poseía, por ello construían sobre el
templo anterior, encima, capa tras capa. De esta manera formaban enormes pirámides con
un tejado en su parte superior.
Dichas pirámides eran también utilizadas como lugares clave para enterrar a sus
gobernantes, quienes en el pasado proclamaban su poder desde lo alto de las pirámides.
Alrededor de las mismas, en orden de cercanía proporcional a la importancia social, se
distribuía la sociedad maya. Casi en su totalidad, las pirámides carecían de cámaras
interiores, a excepción de algunas pocas como el Templo de las Inscripciones en Palenque,
que contiene una magnífica cripta a la que se llega por medio de una escalinata
descendente.
Entre las estructuras que destacan se encuentra también El Mirador, en Petén, que se
proclama al momento como la construcción de mayor tamaño, alcanzando 18 plantas de
altura. Entre los sitios más importantes en esta etapa se puede mencionar a Uaxactún y
Tikal en el norte de Petén. En lo que hoy es la ciudad de Guatemala, floreció Kaminal Juyú,
Abaj Takalik en la parte sur de Guatemala, propiamente en el departamento de Retalhuleu.
Abaj Takalik, conocido con mas propiedad como Takalik Abaj, presenta los
"barrigoncitos", que corresponden a enormes rocas esculpidas con rostros. Estas se
reconocen como esculturas propias del Preclásico Tardío; alrededor de las plazas se puede
apreciar también el mismo tipo de esculturas con forma de animales, como motivos
zoomórficos.
PIRAMIDES MAYAS
Las pirámides mayas responden a distintas exigencias. La diferencia principal entre una
pirámide maya y una egipcia está en que la primera, igual que el zigurat babilónico, tiene
como función principal soportar un templo, lo que no ocurría con las construcciones
faraónicas. El edificio maya es ante todo un monumental zócalo sobre el cual se alza el
sanctasanctórum, el lugar del culto consagrado a las divinidades.
A este respecto, las pirámides de Tikal ensalzan de manera especialmente evidente la unión
entre la tierra y el cielo: hay una formidable «escalera» que permite a los sacerdotes
ascender a lo más alto y comunicarse con los dioses del cosmos. En cambio, en la base,
como ocurre con las pirámides de Egipto, se encuentra a menudo una tumba que puede ser
subterránea o estar horadada dentro de la mole de la construcción. Allí descansaban los
restos mortales del soberano divinizado. Esta función, definitivamente reconocida tras el
descubrimiento de la famosa cripta del Templo de las Inscripciones de Palenque en 1952,
que contenía el sarcófago de Pacal, confiere al edificio maya su doble significado, funerario
y religioso.
Pero, en la medida en que se afirma el poder autocrático del jefe de cada ciudad, con la
tendencia a la hegemonía que algunos centros importantes ejercen sobre las ciudades
cercanas, las funciones culturales y funerarias se convierten en una sola cosa: la exaltación
del poder personal. Aquí se manifiesta el absolutismo del soberano. Y las estelas situadas
en la explanada, al pie de cada templo, proclaman por escrito los acontecimientos
importantes del reinado de cada jerarca, recordando su llegada al trono, su boda, sus
victorias, mencionando los enemigos que sacrificó a los dioses, enumerando las hazañas
que llevó a cabo.
La arquitectura maya, en esta perspectiva, se convierte en instrumento de la gloria
individual: vincula estrechamente a las divinidades con el rey que les ha consagrado altares,
plataformas o pirámides.
estela 9 de Tikal, de 165 cm de alto, que data del 475, está formada por una roca cuya
forma general ha sido conservada por el escultor, que ha tallado en ella en bajorrelieve la
imagen de un soberano con sus vestimentas rituales, llevando un bastón de mando. Se
observa la ausencia de inscripciones en esta cara del bloque, enteramente reservada a la
efigie real.
la civilización maya, los monolitos verticales esculpidos suelen representar a un dignatario
de perfil vestido con sus prendas rituales, con un texto jeroglífico que conmemora una
fecha importante: la llegada al trono, la victoria, la boda o la construcción. Sobre esta estela
4 procedente de Ucanal, que data del 849 y mide 190 cm de alto, el soberano recibe un
cetro y pisotea a un prisionero.
En
Es en Tikal donde el colosalismo de la arquitectura maya clásica se manifiesta más
libremente. En esta inmensa metrópoli que, en su apogeo, tuvo que albergar a decenas de
miles de habitantes y absorber la producción de todo Petén, la concentración del poder
político y religioso obligó a dedicar enormes esfuerzos a la edificación de un conjunto de
monumentos grandiosos, cuya función sagrada se conjugaba con el ceremonial.
Esta vista aérea abarca el corazón de la gran metrópoli maya de Tikal (Petén). Todos estos
edificios, que se sitúan entre el 650 y 800 de nuestra era, han sido recuperados y
restaurados a partir de 1956.
Hará falta medio milenio para que la pirámide maya alcance sus dimensiones máximas: se
puede calcular una evolución constante desde la plataforma de Cerros (19 x 14 m, x 5 m de
alto, o sea, 1.300 m3), o desde la de Uaxactún, en los albores de nuestra era (25 m de lado
por 9 m de alto, o sea 5.000 m3), hasta la colosal pirámide del templo IV de Tikal (70 m de
alto por una base de unos 60 x 50 m, o sea, 75.000 m3) que data del siglo VII. El volumen
del edificio que constituye el basamento del santuario superior se habrá multiplicado por
sesenta, en un caso, y por quince, en el otro. Pero su función no habrá variado: sobre el
enorme zócalo —generalmente con escalones superpuestos, en retroceso los unos con
respecto a los otros— la cella, que antaño estaba hecha con materiales perecederos, se ha
transformado en una doble o triple cámara de mampostería, rematada por una crestería (o
«cresta» superior meramente decorativa)
El templo está formado por unas minúsculas estancias, que comunican entre sí, cubiertas
por falsas bóvedas de hormigón cuya forma reproduce el espacio interno de la tradicional
choza hecha con adobe y caña. Es aquí donde tienen lugar los ritos de un culto de carácter
cosmológico. Comparado con el volumen total de la pirámide, el espacio vacío que
constituye el santuario representa menos de la centésima parte, a veces incluso menos de la
ciento quincuagésima parte de la construcción.
Y mientras las superficies cónicas de la pirámide olmeca de tierra de La Venta no superan
los 35º, en Tikal la pendiente alcanza ahora la inclinación vertiginosa de 70º, con una
fenomenal rampa de escalinatas cuyos peldaños son dos veces más estrechos que altos.
Unas superficies tan inclinadas, que caracterizan esta fantástica montaña artificial que
totaliza 150.000 toneladas, se deben evidentemente al desmoronamiento natural de los
materiales acumulados. Ya no se trata de tierra, sino de mampostería, y la construcción
representa una verdadera hazaña desde el punto de vista técnico. La pirámide ha sido
construida gracias al dominio del mortero. Tiene un revestimiento cuidadosamente
aparejado, subrayado por unos escalones cuyo modelado aligera la masa.
Estos escalones, que en el templo II se limitan a tres, en el templo I alcanzan el número de
nueve. Constituyen una vigorosa estructuración de la masa piramidal. A cada nivel, una
acanaladura hiende la superficie casi vertical cerca de la base. El vigoroso tratamiento
plástico del volumen y la regularidad de estas estrías horizontales ofrecen un magnífico
contraste con la escalinata saliente que resalta con su única rampa, subiendo desde la base
hasta la plataforma de mampostería sobre la que se alza el santuario, rematado a su vez por
la crestería de 8-10 m de alto.
BOVEDAS
Es el sistema más habitual en la arquitectura pétrea Maya. Los espacios interiores son
cubiertos con bóvedas de aproximación que se apoyan, de forma independiente, en los
muros laterales. Los muros de anchura variable y generalmente poco estilizados reciben
sobre ellos las hiladas de la bóveda, que emergen en voladizo, una sobre la otra, hasta llegar
al punto más alto en el que una losa se superpone sobre los dos lados de la bóveda y la
cierra. Las piedras que componen la bóveda eran inicialmente lajas alargadas, lo que
permitía ir haciendo el voladizo, contrapesado por la propia pieza (Figura 1).
Posteriormente se fueron buscando soluciones más sofisticadas hasta llegar a la que se
conoce como bóveda de estilo Puuc, en la que las dovelas están especialmente cortadas en
lo que se ha dado en llamar forma de bota, presentando una cara plana y perfectamente
labrada en el intradós de la bóveda, mientras que el resto de la piedra queda contrapesada
con la masa de argamasa de cal y mampostería que rellena la parte superior del edificio
(Figura 2).
Figura 1 Bóveda del Palacio Lunar de Oxkintok, Yucatán, de estilo Proto-Puuc
Figura 2 Bóveda escalonada de la Estructura E-X de Uaxactun
Estos sistemas son estables y tienen la virtud de la independencia estructural de los dos
lados de la bóveda, lo que se comprueba en múltiples ocasiones en que la ruina de un
edificio se produce restando uno de los lados completos de la bóveda aunque su oponente
haya desaparecido.
Las limitaciones que presenta este tipo de estructura son de dos tipos. En primer lugar la luz
de las habitaciones raramente sobrepasaba los 3 m, siendo la habitual entre 1.80 y 2 m, no
pudiéndose cubrir sin utilizar métodos excepcionales espacios de mayor tamaño; en
segundo lugar, al estar basadas en un sistema masivo de contrapeso de las bóvedas, limita
el desarrollo de estructuras de varias alturas. No se conocen edificios exentos que alcancen
grandes alturas en el área Maya, y aunque en la Acrópolis Central de Tikal haya un palacio
al que todos llamamos de los Cinco Pisos, en realidad se trata de una estructura de tres
niveles - como también lo es el laberinto de Oxkintok o el Palacio de Sayil - con dos pisos
inferiores adosados a la plataforma de manera aterrazada.
Por último el sistema constructivo de las bóvedas tiene gran rigidez y difícilmente se
presentan bóvedas con directriz que no sea recta, aunque se conocen puntualmente algún
caso de bóvedas curvas y de bóvedas en ángulo recto (e.g., en Dzibilchaltun y en el Caracol
de Chichen Itza), siendo éstas raras excepciones.
Generalmente estos edificios se enlucían interior y exteriormente con estuco y mortero de
cal, no dejando a la vista ningún paramento pétreo y ocultando así algunos trabajos toscos
en la elaboración de las bóvedas.
MUROS DE CARGA Y FORJADOS O ENTREPISOS
Este sistema estructural es raramente utilizado en la época Clásica y sí se conoce su uso en
el Postclásico, especialmente en la costa caribeña de Quintana Roo. Consiste en un sistema
de muros sobre los que se apoya un entramado de rollizos y sobre éste otro entramado de
ramas de menor tamaño hasta conseguir la suficiente consistencia para situar sobre él una
torta de mortero de cal con un estucado de protección superior. Tiene el gran inconveniente
de la durabilidad de los materiales vegetales en un medio tropical, lo que en muchas
ocasiones conduce a su pudrición (Figura 2). En algunos casos existen también sistemas
mixtos en los que los apoyos de los forjados no se realizan directamente sobre los muros
sino sobre semi bóvedas de aproximación, actuando el forjado de cierre superior y
permitiendo luces mayores.
TUMBAS
Aunque en las líneas precedentes hemos empleado el término genérico enterramiento
(recinto en el que está enterrado alguien) para referirnos a los depósitos fúnebres, hemos de
matizar que dicho vocablo será aplicado en nuestra terminología al conjunto de restos óseos
humanos introducidos en los pisos de algunos de los edificios excavados en el Grupo Ah
Canul de la ciudad Maya yucateca de Oxkintok (Figuras.1 y 2) y sin material asociado
alguno.
Por el contrario, aplicaremos el término ofrenda -al que algunos estudiosos del área Maya
prefieren denominar escondite- a aquellos objetos rituales intencionalmente ocultados o
disimulados y sin restos óseos humanos asociados. Si, como más adelante veremos, objetos
similares, e incluso idénticos, pueden aparecer formando parte del ajuar funerario
(entendido como ofrenda) de los individuos inhumados en tumbas, es lógico pensar que
dichos objetos sí tuvieron una finalidad votiva.
En definitiva, cuando los restos óseos humanos ya sea por la cantidad, naturaleza o
disposición de los mismos, constituyan el rasgo distintivo de un depósito, diremos que nos
hallamos ante un enterramiento; si, a la inversa, lo que aparece son sólo bienes materiales
sin vestigios humanos asociados, lo incluiremos dentro de la categoría de ofrenda.
Ahora bien, la duda surge cuando se produce un solapamiento de ambas definiciones; es
decir, cuando nos encontramos con huesos humanos junto a objetos rituales en contextos
aparentemente clasificables como ofrendas. Ante tal situación, en lugar de establecer una
categoría mixta hemos optado, siguiendo a Becker (1993:64), por considerar el material
osteológico como parte de la ofrenda. Es el caso de la Ofrenda 11 de Oxkintok donde,
como más adelante se verá, la introducción de los restos de un no-nato debajo de la pieza
cerámica parece responder más bien a propósitos rituales.
Queda, por tanto, definir el término tumba que, según nuestra clasificación y a fin de
diferenciarlo del término enterramiento, designará aquellas construcciones de carácter
fúnebre en las que se ha enterrado a uno o varios individuos, generalmente acompañados de
ofrendas.
Veamos entonces los distintos tipos de tumbas, enterramientos y ofrendas contemplados
por el Proyecto Oxkintok y hallados en el Grupo Ah Canul. Los resultados de tales
hallazgos ya han sido publicados en la monografías del Proyecto Oxkintok (Vidal 1989,
1990 y 1992; Ligorred 1989).
Por orden de menor a mayor complejidad, los tipos de tumbas son:
1. La fosa: cavidad abierta en el suelo donde se produce una inhumación. Se trata de
modestas construcciones que soportan un techo de lajas a modo de tapadera. Pueden ser
sencillas o elaboradas, en función de los elementos constructivos que posean (tamaño,
tratamiento de las paredes, base estucada...)
2. La cámara simple: construcción de muros pétreos conformados normalmente por sillares
de labra regular, techada por lajas de piedra y equiparable morfológicamente a una
habitación abovedada.
Dentro de la categoría de tumbas y enterramientos, además de indicar si se trata de un
depósito individual o colectivo, distinguiremos entre:
1. Enterramiento primario: enterramiento original.
2. Enterramiento secundario: enterramiento de restos óseos tras haber sufrido
descarnamiento o cualquier otro tipo de manipulación ritual.
Finalmente, las ofrendas pueden ser:
1. Dedicatorias: por lo general asociadas a ejes de estructuras construidas sobre éstas,
sellando así el depósito. La ofrenda estaría dedicada, por tanto, a tal construcción.
2. No dedicatorias: depositadas en pisos de edificios tras su construcción (con la inmediata
restauración del suelo o de los suelos dañados al ser introducidas).
Planta de la Tumba 5
CRESTERIAS
LA ARQUITECTURA PUUC, YUCATÁN
La serranía Puuc es una cadena de suaves elevaciones que nace cerca de Peto y se dirige
hacia el noroeste hasta Maxcanu, desde donde discurre en dirección suroeste para morir en
la costa de Campeche, formando así una "V" invertida con el ápice en Maxcanu (Figura 1).
Asimismo, denominamos Puuc al área arqueológica comprendida en esta serranía, la cual
incluye decenas de espectaculares sitios arqueológicos que, a su vez, pueden dividirse en
dos sectores principales: este y oeste. El primero y más famoso en términos generales,
abarca desde Uxmal al norte hasta Ichpich al sur, mientras que el segundo, más destruido y
menos conocido, cubre desde Oxkintok en Yucatán hasta Yakal Chuc en Campeche, siendo
en este sector donde se encuentran los casos más antiguos conocidos en la región que se
remontan al Clásico Temprano (Gendrop 1983:141).
Por último, el término Puuc tiene una tercera lectura ya que es también el estilo
arquitectónico que exhibe la mayoría de las construcciones de las ciudades Mayas
concentradas en esta zona arqueológica. Este estilo tiene sus orígenes en el Clásico Tardío
y alcanzó su máximo florecimiento en la zona durante el Clásico Terminal; sus
manifestaciones más espectaculares las hallamos en las ciudades del corazón del área Puuc:
Uxmal, Sayil, Labna, Kabah, Xlapak, etc.
CLASIFICACION DE LA ARQUIETCTURA PUCC
A. La Tecnología Constructiva: es seguramente la más recurrida y la que actualmente
sirve como base para la cronología establecida por los diferentes autores. Esta teoría se basa
en la evolución hacia sistemas más avanzados, es decir, empleo de materiales más
elaborados, sistemas constructivos más complejos y mayor calidad en el trabajo de los
materiales.
Así, los elementos que consideramos más importantes para el análisis tecnológico son los
de carácter estructural y concretamente aquéllos relativos a la composición y forma de
construir las bóvedas, muros y entradas.
B. La Tipología Funcional: entendida como la clasificación de edificios según su
distribución y compartimentación. Como elementos diferenciables nos fijaremos en las
crujías, vanos, divisiones interiores, dimensiones y estructuración entre diferentes pisos y
alturas. Según nuestra clasificación, distinguiremos entre construcciones de planta
laberíntica, piramidal, templaria, "palaciega", pasadizos abovedados y juegos de pelota,
rasgos fundamentales para comprender el uso y la función de las construcciones.
C. La Estética Formal: Un análisis dentro de este campo nos conduciría a planteamientos
de concepción espacial y formal en su más amplio sentido, vinculado al carácter que se le
quería dar a los edificios y a la sensibilidad de cada época. Sin embargo, un análisis de este
tipo sólo puede llevarse a cabo en los sitios ya excavados o, al menos, limpios de
vegetación, de ahí que en nuestro estudio nos fijaremos sobre todo en los elementos
decorativos integrados a la arquitectura, tales como los diseños abstractos en piedra, la
ornamentación en estuco, las columnas, dinteles y otros elementos constructivos tallados
con representaciones iconográficas o inscripciones jeroglíficas, los grafitos, las pinturas
murales o las esculturas, que constituyen no sólo una expresión de los gustos estéticos de
las diferentes épocas, sino que también nos transmiten una valiosa información cultural
desde el momento en que el arte Maya puede entenderse como un complejo lenguaje
simbólico con profundas funciones sociales.
1. ESTILO PROTO PUUC (CA.550-700 DC)
En esta época de considerable crecimiento poblacional en todas las Tierras Bajas Mayas,
los asentamientos del Puuc parecen haberse confinado, al igual que en el periodo
precedente, en el sector oeste, rico en fuentes acuíferas, destacando entre los centros
principales: Oxkintok, Xkalumkin y Acanmul.
En Oxkintok se han detectado la presencia de dos fases en este estilo: Proto Puuc A y Proto
Puuc B, en función de las diferencias tipológicas que exhiben los edificios adscritos a este
controvertido periodo, conocido también con el nombre de Clásico Medio (Proto Puuc A) y
el primer tercio del Clásico Tardío (Proto Puuc B).
Desde el punto de vista estructural y estético, una de las características arquitectónicas más
interesantes que suelen exhibir los basamentos piramidales del Proto Puuc A es el empleo
del talud-tablero, un recurso que abunda en la arquitectura mesoamericana. En el área
Maya, las primeras versiones regionales de esta modalidad corresponden a Kaminaljuyu
(fase II, 100-200 DC), trasladándose algo más tarde a las Tierras Bajas Mayas (Tikal, fase
Manik I, 250-300 DC) y a sitios del norte de Yucatán, como Dzibilchaltun u Oxkintok
(Pirámides CA-4 y MA-1 y Estructura DZ-8 sub), siendo una innovación dentro de este
sistema el uso de la esquina retranqueada.
Volviendo al norte de Yucatán, observamos que tanto en el Templo de las Siete Muñecas
como en la Pirámide CA-4 de Oxkintok aparece la solución de talud-tablero y esquina
retranqueada, presentando los dos edificios una gran proximidad arquitectónica y temporal,
ya que ambos han sido fechados en la transición del Clásico Temprano al Tardío. Sin
embargo, dado que en el área Puuc no se conocen, hasta el momento, ejemplos de
construcciones similares no podemos realizar comparaciones con otros edificios de la zona
lo cual nos ayudaría a establecer vinculaciones culturales entre la arquitectura petenera y la
Puuc.
Por el contrario, dentro del subestilo Proto Puuc B existen numerosos ejemplos, tanto en el
núcleo central de Oxkintok como en otros sitios dependientes, destacando entre ellos el
edificio oriente de Kupaloma. En el resto de la zona, las construcciones más representativas
se encuentran en Cacabxnuc, San Felipe, Xkalumkin y Xcorralche.
En cuanto a la tecnología constructiva, el elemento común en los edificios es la presencia
de bóvedas formadas con lajas sobrepuestas, intradós curvo y los arranques trabajados con
más cuidado; algunas tienen forma de botella y las superficies suelen ser muy irregulares
debido al labrado burdo de las piedras. Los muros están hechos de bloques de diferentes
tamaños pero mejor dispuestos y labrados que los del estilo Oxkintok Temprano y abunda
menos el uso de cuñas entre ellos. Son típicos los respiraderos aunque en menor proporción
que en el estilo anterior. Las entradas son de forma rectangular, soportan dinteles de piedra
y las jambas combinan el empleo de sillares de esquina y bloques de tamaño y labra similar
a la de los muros.
Tipológicamente abundan las arquitecturas de tipo "palacio" con una distribución interior
que va desde las amplias crujías divididas en cuartos a edificios de reducidas dimensiones y
de planta semejante a las de algunas estructuras de estilo Oxkintok Temprano. Otras, sin
embargo, tienen una apariencia más cercana a las construcciones de carácter templario
aunque no se apoyan en basamentos piramidales u otro tipo de plataformas elevadas, como
por ejemplo, el edificio oriente de Kupaloma.
Desde el punto de vista estético existen evidencias de complicadas decoraciones en estuco
en los frisos de los edificios, si bien la mayoría se ha perdido a consecuencia de los
derrumbes. En los paramentos superiores de otras estructuras aparecen paneles remetidos
decorados con formas geométricas y, en algunos casos, existen restos de este tipo de
decoración en las cresterías.
2. ESTILO PUUC TEMPRANO (CA.700-850 DC)
El Clásico Tardío se caracteriza en el área Puuc por una extensión de los asentamientos
hacia el oriente de la región, debido quizá al crecimiento poblacional, de ahí la
proliferación de edificios asociados a este estilo.
En el resto del área se ha registrado cerca de un centenar de edificios de estilo Puuc
Temprano, destacando entre los sitios más conocidos algunas construcciones de
Xkalumkin, Xcocha, Xculoc, Chelemi, Bolonchoch y Haltunchon. Es posible también que a
los momentos finales de este estilo pertenezcan algunas arquitecturas erigidas en los sitios
más representativos del periodo siguiente: Sabacche, Labna, Kabah, Sayil y Uxmal.
Según Andrews (1986:26), la tecnología constructiva (Figura 6) de este periodo puede
describirse como "transicional" desde el momento en que las edificaciones estilo PuuC.
Temprano combinan elementos constructivos similares a los de los periodos anteriores con
otros más especializados. No obstante, la mayoría de los ejemplos refleja una notable
mejoría en sus sistemas constructivos, como es la presencia de bóvedas formadas por
piedras bien labradas, especialmente aquellas con dovelas talladas en forma de cuña;
algunas presentan una considerable curvatura y por lo general son bajas si las comparamos
con las del periodo siguiente. Los muros suelen exhibir una mampostería de bloques bien
labrados y dispuestos en hiladas regulares. En cuanto a los vanos, es de destacar la
aparición de columnas de fuste cilíndrico o acusado éntasis con capiteles cuadrangulares y
de piezas de jamba bien cortadas que tienen el grosor del muro. Las molduras medias son
de un solo elemento y en el sector oriental hay numerosos ejemplos de molduras que se
quiebran sobre las entradas.
En cuanto a la tipología funcional, encontramos una gran variedad de ejemplos. En primer
lugar, las construcciones de tipo "palacio", incluyendo desde los de reducidas dimensiones
a los de amplias crujías y entradas porticadas. Un rasgo característico de este momento es la
presencia de naves laterales que sobresalen respecto al cuerpo central.
Es en este periodo cuando, originario tal vez de Edzna, se generaliza en todo el área Puuc el
empleo de pasadizos abovedados, como la Estructura 20 del grupo Millet de Oxkintok y los
aún más espectaculares "arcos" monumentales (¿a finales de esta fase?) como aquellos que
en Kabah, Uxmal y Xculoc se levantan encima de una plataforma separada de otros
edificios, al término de un ancho sacbe. Seguramente, la función de esas construcciones,
equiparables a los arcos de triunfo de nuestra arquitectura, era marcar y formalizar la
entrada a un recinto; así, el famoso arco de Kabah indicaría el inicio/término del sacbe
Nohpat-Kabah (Pollock 1980:565).
La estética formal típica del momento combina el empleo de esculturas de estuco en los
paramentos superiores y en las cresterías con la talla en bajorrelieve de figuras humanas e
inscripciones jeroglíficas en dinteles, columnas, jambas y otros elementos constructivos. En
otros casos aparecen pequeñas figuras geométricas de piedra cortada, colocadas en los
remetimientos poco profundos que hay sobre las entradas con molduras medias
"quebradas". Estos dos últimos tipos de ornamentación constituyen dos variantes
(¿contemporáneas?) del estilo Puuc Temprano, situándose la que incorpora sencillos
motivos geométricos en el sector este y la otra, aparentemente más importante, en el
occidente, destacando Xcalumkin como principal foco de desarrollo y Oxkintok y Xcocha
como focos secundarios.
1. ESTILO PUUC CLÁSICO (CA.850-1000 DC)
A finales del periodo anterior empieza a decaer el sector occidental de la región Puuc, con
el aparente colapso de sitios que en la fase precedente alcanzaron una notable relevancia,
Xcalumkin entre ellos. Por el contrario, en el sector este se asiste a la gestación de algunos
de los elementos que van a conformar el más puro estilo Puuc Clásico, conocido también
con el nombre de Puuc Floreciente (Gendrop 1983:169).
Esta es la época de los ostentosos conjuntos arquitectónicos que encontramos en Sayil,
Labna, Kabah, Xlapak o Uxmal, aunque hay, por supuesto, construcciones menos
pretenciosas tanto en esas ciudades como en otros centros cercanos. Además, existen otros
once sitios esparcidos en la zona fronteriza entre la región Chenes y la Puuc, cuyos
edificios fueron ejecutados en un estilo arquitectónico llamado "híbrido" (Andrews
1985:11), ya que exhiben características arquitectónicas típicas del Puuc Clásico
combinadas con otras más cercanas a las del estilo Chenes, siendo el más conocido de estos
centros Xkichmook.
La tecnología constructiva de los edificios Puuc Clásicos constituye la máxima expresión
de las afinadas técnicas de corte y ajuste de las piedras. Durante este periodo se alcanzan
las versiones más refinadas de los acabados tanto exteriores como interiores que
aparecieron por primera vez en algunos de los edificios recogidos en el apartado anterior, si
bien las superficies expuestas de los muros, bóvedas y molduras están más cuidadosamente
trabajadas que las construcciones Puuc Temprano. Las piedras de recubrimiento de las
bóvedas suelen tener forma de cuña y, en ocasiones, de bota; están colocadas en hiladas
parejas y al estar tan finamente labradas no necesitan cuñas. Las bóvedas de los subestilos
Junquillo y Mosaico tienen, por lo general, una ligera curvatura, mientras que las
pertenecientes al subestilo Uxmal Tardío son extremadamente altas y con lados rectos.
Según Gendrop (1983:169), existen numerosos elementos formales heredados en su
mayoría de los estilos Río Bec y Chenes, como es el caso de los zócalos o rodapiés de los
edificios, que se hallan divididos en dos o tres partes. Las entradas son cada vez más
amplias y los dinteles tienden a ser de madera a medida que avanza el periodo; las jambas
están formadas por grandes losas que tienen el grosor del muro y hay ejemplos de entradas
múltiples con columnas de fuste cilíndrico y capiteles cuadrados.
Tipológicamente nos encontramos con una amplia variedad de edificios, desde los de tipo
"palacio" de una o varias plantas, a basamentos piramidales coronados por fastuosos
templos, como el Templo V de la Pirámide del Adivino de Uxmal. No obstante, existen
otros casos en los que la funcionalidad de los edificios podría ser doble e incluso múltiple
(Pollock 1980:565); ejemplo de ello sería la Estructura 2B1 de Sayil cuyo centenar de
habitaciones sugiere una función residencial, a diferencia del tercer piso que exhibe las
típicas características de un templo elevado; lo mismo sucede en otras muchas edificaciones
Puuc Clásicas, que combinan la función residencial con la religiosa.
A este periodo pertenecen también algunos de los pasadizos abovedados más
espectaculares de la arquitectura Maya, especialmente el de Labna y los de Uxmal.
Finalmente, en esta última ciudad aparece otro tipo de edificaciones, como el Juego de
Pelota (datado según las evidencias cerámicas entre el 800 y 1000 DC), o los recintos
cerrados, destacando entre ellos el famoso Cuadrángulo de las Monjas.
La estética formal constituye la categoría predominante a la hora de diferenciar los
subestilos Junquillo, Mosaico y Uxmal Tardío, ya que como hemos visto ni la tecnología
constructiva ni la tipología formal varían demasiado de un subestilo a otro. La decoración
de junquillos parece imitar las cañas con las que se construían las chozas Mayas, más
adelante totalmente reproducidas en los frisos de algunas construcciones; estos edificios,
más de setenta según Andrews, incluyen desde los más sencillos diseños (hileras continuas
de junquillos en el paramento superior, como los de la elegante Casa de las Tortugas de
Uxmal), a los que combinan haces de columnillas con otras formas geométricas.
El subestilo Mosaico supone la introducción de mascarones de nariz prominente (las más
anchas y apoyadas sobre el piso actuaban también como escalones a la altura de las puertas)
y, en ocasiones, con enormes fauces abiertas de las que emerge una divinidad. Los
mascarones suelen aparecer junto a diseños de junquillos, grecas y celosías, aunque no
tienen porqué estar siempre presentes, como ocurre en el palacio Ch'ich de Oxkintok o en la
Estructura S2 de Labna, por citar un ejemplo. En otras ocasiones sucede lo contrario, tal es
el caso del Codz Pop (o "estera enrollada") de Kabah donde la repetición del mismo
elemento decorativo (mascarones de Chaac) más de 400 veces "destruye completamente su
valor como una forma visual significativa y reduce el concepto de diseño arquitectónico al
nivel de crear un patrón papel tapiz" (Andrews 1986:59).
Otra de las construcciones más representativas de este momento es el famosos arco o
pasadizo abovedado de Labna, que comunicaba entre sí dos conjuntos de edificios y cuya
silueta es puesta de relieve por una bien contrastada ornamentación, que difiere totalmente
de una fachada a la otra (Gendrop y Heyden 1989:145).
Asimismo, este subestilo recuerda a menudo las decoraciones de algunos edificios de la
élite de Veracruz y Oaxaca, especialmente en lo que a los diseños geométricos se refiere.
Por último, el subestilo Uxmal Tardío constituye una variante local exclusiva de esa ciudad;
no obstante esta apreciación puede ser discutible desde el momento en que en la zona de
Oxkintok se han documentado edificios de aparente manufactura Uxmal Tardía (Estructura
DZ-15, por ejemplo). De cualquier forma es indudable que la calidad del trabajo de la
piedra en las arquitecturas tardías de Uxmal es la más exquisita de toda la región Puuc,
destacando como elementos diferenciadores las representaciones de figuras humanas,
animales mitológicos (serpientes bicéfalas, principalmente), calaveras y otras
manifestaciones no Mayas como las máscaras de Tlaloc y los búhos. Este tipo de
ornamentación sugiere la existencia de influencias externas, quizá de Chichen Itza, donde
encontramos motivos y diseños muy cercanos a los de Uxmal.
Edificios como la estructura norte del Cuadrángulo de las Monjas, en cuyo friso alternan
diseños de celosías, grecas y chozas, exhiben una serie de remates que sobrepasan el nivel
de la cubierta, culminación de una modalidad ya iniciada en otras ciudades vecinas (Sayil y
Xlapak).
Finalmente y a modo de ejemplo, pueden citarse dos edificios de Xkichmook que
representan una fusión de influencias tanto de estilo Puuc como Chenes, así como otros
rasgos locales. Las características más notables son las alargadas crujías con numerosos
remetimientos en la fachada, simulando columnas empotradas; la presencia de peculiares
mascarones tanto en el friso como en los paramentos inferiores o en los ángulos de los
basamentos, o la utilización de rosetas como elemento decorativo en el friso, que nos
recuerda algunos diseños plasmados en las piezas de cornisa de otros edificios estilo Uxmal
Tardío.
Estilo Puuc-Chenes: Xkichmok. a) Estructura 12; c-e) Estructura 6
ARQUITECTURA
AZTECA
ARQUITECTURA Y URBANISMO AZTECA
Ubicación Geográfica:
Los aztecas nombre que se le da hoy, pero ellos se autodenominaban "tenochas", procedían
del noroeste de Américadel Norte y estaban organizados en pequeños clanes nómades que
perseguían la caza. Así llegaron a los alrededores del entonces valle del Anáhuac (país al
borde del agua), hoy llamado México. Los pueblos que estaban establecidos en el Anáhuac
no vieron con buenos ojos a los aztecas, no sólo porque venían a disputarles las tierras, sino
que también por su costumbre de ofrecer corazones humanos a los dioses.
Los aztecas crearon un imperio en el siglo XV en el valle de México. Después de sufrir
numerosas persecuciones los aztecas se establecieron en un islote de la laguna de
Texococo, donde hacia el año 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlan, expandiendo su
control hacia ciudades-estado ubicadas en los actuales estados de México, Veracruz,
Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Hidalgo, y parte de Guatemala.
Contexto histórico y geográfico
Diversos pueblos convivieron en la etapa final del desarrollo mesoamericano, conocido
arqueológicamente como Posclásico tardío, que comprendió de los siglos VIII a XIV.
En este tiempo la entidad política de mayor complejidad fue México-Tenochtitlan, cuyo
origen histórico se remonta a una coalición militar conocida como la Triple Alianza, que
vinculó a tres estados emergentes: los mexicas, cuya ciudad capital fue México-
Tenochtitlan, famosa urbe de su época; los Acolhua con Texcoco como ciudad primordial,
considerada el centro cultural por excelencia; y Tlacopan, que reunió a los sobrevivientes
del antiguo señorío que alguna vez dominó el valle de México. Los Aztecas impusieron con
astucia su jerarquía sobre sus aliados, y extendieron su dominio hasta las costas del Océano
Pacífico y del Golfo de México.
La lengua dominante entre los aliados fue el náhuatl, que se convirtió en la “lingua franca”
de gran parte de Mesoamérica, utilizada para nombrar la geografía del México antiguo,
sustituyendo inclusive las voces de otros ancestrales idiomas. En cuanto al otro estado
indígena, el Imperio Tarasco, conocido también como Purépecha, cuya ciudad principal fue
Tzintzuntzan, que al final de su periodo histórico funcionó como su capital política, impuso
su dominio militar en una amplia zona que comprendió el centro-norte y occidente de
México. El idioma de este pueblo era el Porhe o Tarasco, fundamentalmente diferente al
Náhuatl y que no se vincula con ninguna otra lengua del México antiguo.
ESCULTURA AZTECA.
El pueblo azteca fue un pueblo muy buen escultor ya que podían realizar esculturas de
todos los tamaños en las que plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la
esencia de lo que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle.
En las esculturas más grandes solían representar dioses y reyes. Las más pequeñas las
utilizaban para representaciones de animales y objetos comunes.
Los aztecas utilizaron la piedra y la madera y a veces decoraban las esculturas con pintura
de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
PIEDRA DE CORONACION
Representa la creación. Tenian una creencia, el mundo fue creado cuatro tiempos antes y
fue destruido cuatros tiempos, y ahora es el quinto. En las 4 esquinas vemos símbolos que
representan la creación (valga la redundancia) por ejemplo la primera creación fue por un
jaguar, la 2da viento, 3ra lluvia y ultima el agua, la 5ta es representada por una X, significa
el movimiento del mundo.
CHAC MOOL
El término Chac Mool designa un tipo de escultura que representa a un hombre acostado
sosteniendo un plato sobre el vientre. El hombre se apoya sobre sus codos, con las rodillas
dobladas y la cabeza girada 90 grados hacia un lado.
Siempre se encontraban en contextos sagrados, es decir, asociadas a pequeños altares, o
directamente relacionadas con el dios de la lluvia(Tlaloc). Se le han atribuido dos funciones
diferentes: como altar en el que se colocaba la ofrenda dedicada al dios, ya fueran
alimentos, corazones u otros dones y como piedra de sacrificios. otras interpretaciones dios
especifico o intermediario entre dioses y hombres o un guerrero.
ARQUITECTURA AZTECA
La arquitectura azteca refleja los valores y la civilización de un imperio.
La mejor manera de describir la arquitectura azteca es diciendo que es monumental. Su
propósito radicaba en manifestar poder, al tiempo que se apegaba a fuertes creencias
religiosas. Esto se pone en evidencia en el diseño de los templos, los adoratorios, los
palacios, y las casas de la gente común.
La ciudad capital del imperio azteca era Tenochtitlan, situada donde hoy se encuentra la
moderna ciudad de México. Tenochtitlan era una ciudad abrumadora y monumental, que
fue construida sobre pequeñas islas y tierras pantanosas. Era la tercera ciudad más grande
del mundo, después de Constantinopla y París, y en su época de mayor esplendor albergó a
200,000 habitantes.
La mayoría de las estructuras aztecas conllevaban una carga religiosa. Ello se hace
evidente en los distintos templos y adoratorios que se construyeron para adorar a las
deidades aztecas y para ofrecerles sacrificios humanos, como por ejemplo se puede apreciar
en el Templo Mayor de Tenochtitlan,la cual contiene toda la historia de Huitzilopochtli,
una de las deidades aztecas más importantes. La mitad del Templo Mayor de Tenochtitlan
fue construida en su honor, era el lugar sagrado donde adoraban a Huitzilopochtli y
sacrificaban seres humanos a fin de aplacarlo.
La arquitectura azteca estaba fuertemente influenciada por los toltecas de
Colhuacan, los tepanecas de Atzcapotzalco, y los acolhuas de Tetzcoco.
CARACTERISTICAS:
Arquitectura monumental, como por ejemplos en el Templo Mayor, cuya plaza
podía albergar a 8.000 personas, y en el mercado de Tlatelolco, con una capacidad
para 20.000 personas.
La adaptabilidad y el ingenio arquitectónico pueden observarse en Malinalco donde
se esculpió un templo en la roca, el cual quedó integrado a la montaña.
Las estructuras gigantescas reflejaban el poderío militar del imperio.
Eran bien organizados y contaban con fuertes infraestructuras y sistemas que
movilizaban personas y recursos materiales a fin de construir grandes edificios.
Poseía un innato sentido del orden y la simetría.
Los diseños geométricos y las líneas amplias eran representaciones del dogma
religioso y del poder del Estado.
Utilizaron bajorrelieves, muros, plazas, y plataformas, como medios para
representar a sus dioses e ideales.
Simbolismo
La arquitectura azteca está profundamente marcada por el simbolismo.
Los puntos cardinales constituyen símbolos religiosos de las cuatro direcciones y esquinas
de la tierra. Son entidades religiosas que tienen patronos divinos, colores, días, y signos del
año que varían según las distintas versiones históricas.
El Norte era representado con el color negro y estaba gobernado por Tezcatlipoca, dios de
la suerte, el destino, y la noche; era la región que ellos llamaban Mictlampa, que quiere
decir el lugar de la muerte, y su símbolo asociado era un cuchillo de pedernal.
El Sur estaba caracterizado por el color azul, y era gobernado por Huitzilopochtli, el dios
solar y deidad de la guerra; a esta región se le llamaba Huitztlampa, la región de las
espinas, y su símbolo era el conejo.
El Este estaba asociado con el color rojo, y era gobernado por Tonatiuh, el dios del sol, por
Xipe Totec, el dios de la fertilidad y la vegetación, y por Camaxtli-Mixcoatl, el dios de la
caza; era la región conocida como Tlapallan, que quiere decir el lugar del color rojo, y
también Tlapcopa, el lugar de la luz; su símbolo era una caña.
El Oeste estaba representado por el color blanco, y era gobernado por Quetzalcoatl, el dios
del viento, de Venus, y de la sabiduría. El Oeste, donde se pone el sol en el territorio de la
noche y de los muertos, era la región llamada Cihuatlampa, que quiere decir el lugar de las
mujeres, donde las Cihuateteo (mujeres deificadas que han muerto durante el parto)
escoltaban al sol cada atardecer después de su viaje a través del cielo; su símbolo era una
casa.
Estos dioses de las cuatro direcciones tienen a su cargo al fuego, al sol, a las aguas, a la
tierra, al hombre, al lugar de los muertos, y al tiempo. Mantienen el equilibrio en la Tierra.
Los aztecas eran conscientes de la importancia de todo lo anterior, y por esa razón, su
ciudad de Tenochtitlan y sus estructuras, específicamente el Templo Mayor, seguían estos
patrones cosmológicos.
La orientación de la ciudad es resultado de la creencia que cuando el Quinto Sol fue creado
en Teotihuacan, los diversos dioses miraban hacia las diferentes direcciones para ver desde
cuál de ellas saldría el nuevo sol. Según la Leyenda de los Soles, el Templo Mayor mira
hacia el oeste porque el primer dios que vio al sol fue Quetzalcoalt, cuyo templo mira hacia
el este, siguiendo el camino del sol.
Diagrama de la orientación de un Templo piramidal
Otros símbolos que se pueden observar en la arquitectura azteca son: el águila que
representa al sol en su cenit así como a los guerreros, las serpientes que simbolizan el agua
o las serpientes de fuego, cada una relacionada con Tlaloc y Huitzilopochtli,
respectivamente, y la concha de caracol relacionada con la fertilidad, la vida y la creación.
Las representaciones de ranas como criaturas acuáticas hacen recordar a los símbolos de
Tlaloc.
MATERIALES Y TÉCNICAS DE CONSTRUCCIÓN
Usaron cinceles, piedras duras, y navajas de obsidiana a modo de herramientas. En las
construcciones más recientes de Tenochtitlan, los aztecas comenzaron a concentrarse en la
solidez de sus edificios, debido al subsuelo que paulatinamente se iba hundiendo.
Se usó el tezontle, una piedra volcánica fuerte y liviana. El tezontle era muy popular porque
resultaba fácil de tallar y su textura y color eran atractivos. Se usó en la construcción de
edificios monumentales, como relleno de muros, y para hacer techos.
Para evitar el hundimiento de la ciudad se uso plataformas como cimientos, o encajar
pilotes de madera en la tierra, en apretada formación. Esto quedó a la vista durante las
excavaciones.
El escombro, el mortero, el adobe, y la cal para hacer estuco también se usaban en forma
habitual. El pino y el roble se usaban comúnmente para hacer vigas de soporte y jambas de
puertas.
Las rocas y los rellenos se usaban para ampliar y estabilizar las pantanosas chinampas
(parcelas de tierra que se usaban para la agricultura)
Chinampas
TEMPLOS PIRAMIDALES
Los templos piramidales fueron construidos para facilitar la religión azteca y la visión del
mundo. Era uno de los deberes arquitectónicos más importantes para los aztecas, debido a
la importancia religiosa que éstos revestían.
El aspecto de la mayoría de los templos era similar. Se asemejaban a pirámides truncadas.
La parte exterior de los templos tenía terrazas y escalones.
Se creía que representaban a las montañas, que eran la fuente del agua y la fertilidad, y
hogar de los espíritus de los antepasados aztecas. Los templos piramidales, como las
montañas, también simbolizaban el concepto de altepetl, que quiere decir el corazón de la
ciudad repleto de aguas fertilizadoras.
La mayoría de los templos piramidales seguían un patrón general que constaba de una
plataforma, una doble escalinata larga, amplia y empinada que se elevaba en el centro, con
balaustradas a los lados de los escalones. Se usaban bloques de piedra esculpida y calaveras
para decorar la plataforma y el extremo de las balaustradas.
Construidos teniendo en mente la cosmología, los templos piramidales siempre
miraban hacia el oeste y estaban cardinalmente situados en el lado este del extremo del
centro/plaza de la ciudad. La doble escalinata también miraba hacia el oeste, lugar por
donde el sol descendía al inframundo.
Las partes superiores de las pirámides contaban con pequeñas mesetas sobre las que se
construía un templo o la piedra de sacrificios de un templo. Había un cuarto posterior
contiguo que albergaba al ídolo al cual estaba dedicado el templo, así como una antecámara
para un sacerdote. La mayoría de los muros interiores de los templos estaban ornamentados
con esculturas o pinturas. A los templos también se les decoraba con bloques de piedra
tallados en forma geométrica
Algunas de las partes más detalladas y decoradas del templo eran las escalinatas que
apuntaban hacia los cielos. En los extremos de las escalinatas con frecuencia se colocaban
cabezas de serpientes hechas de piedra. Las cabezas de serpientes significaban la
representación de Coatepec (Montaña de la Serpiente), como el lugar de nacimiento de
Huitzilopochtli, principal dios de los aztecas.
TIPOS DE PIRÁMIDES
Pirámides redondas
Templo de Ehecatl-Quetzalcoatl en Calixtlahuaca
Las pirámides redondas se encuentran principalmente en Calixtlahuaca, en el Valle de
Toluca. Están dedicadas a Ehecatl, el dios del viento, una de las formas del dios
Quetzalcoatl.
Las estructuras se construyeron en forma circular para facilitar el flujo del viento, evitando
así que la estructura funcionara como una barrera que pudiera entorpecer la entrada del dios
del viento. Según las creencias de los aztecas y de otros pueblos precolombinos, Ehecatl
hacía soplar el viento para los cuatro puntos cardinales de modo que la tierra se mantuviera
limpia, permitiendo así que Tlaloc enviara lluvia. Un viento suave era enviado hacia el este,
donde Tlalocan (el paraíso del dios Tlaloc) tenía su lugar. Un viento en forma de vendaval
era soplado en la dirección de Mictlan (el inframundo). Un viento suave y frío era enviado
hacia el oeste donde se encontraban las Cihuapipiltin (mujeres de la nobleza muertas al dar
a luz), y hacia el sur, donde residían los dioses Huitznahua (las estrellas del sur), se
lanzaban fuertes rachas de viento
Pirámides con escalinatas gemelas
Templo Mayor de Tenochtitlán
Un ejemplo de pirámide con escalinatas gemelas es el Templo Mayor de
Tenochtitlan. En su cima, contaba con dos templos y una escalinata doble. Los
templos estaban dedicados a Tlaloc y a Huitzilopochtli.
El templo del lado izquierdo honraba a Tlaloc. Tlaloc era el responsable de proporcionar
una buena temporada de lluvias y una cosecha abundante.
Si no llegaban lluvias suficientes, el resultado sería la hambruna. Por esta razón, Tlaloc era
altamente reverenciado. Su templo estaba decorado en azul y blanco, colores que
simbolizaban el agua y la humedad.
El templo del lado derecho estaba dedicado a Huitzilopochtli. Estaba pintado de rojo y
blanco, en honor a la guerra y a los sacrificios. El Templo Mayor era muy empinado y tenía
una gran altura. Los templos situados encima de la pirámide no podían ser vistos a menos
que una persona los observara desde la plataforma.Otros ejemplos de pirámides con
escalinatas dobles se encuentran en Tenayuca y en Tlatelolco.
Adoratorios
Templo de la Estación Pino Suárez del Metro
Dado que los aztecas eran politeístas, cada adoratorio que se construía tenía el propósito de
honrar a un dios en particular. Puesto que diferentes adoratorios rendían culto a un dios
específico, sus respectivas apariencias eran relativamente distintas. Aunque el exterior de
los adoratorios variaba, su estructura interior era más uniforme. El interior por lo general
era de forma circular con una mesa redonda en medio del cuarto, que se usaba para
contener las ofrendas del culto del dios para quien el adoratorio se había construido.
Como los aztecas eran extremadamente devotos,solía ocurrir que no tenían espacio
suficiente para todas ellas en el adoratorio. No era raro que se agregara un edificio
adicional. La estructura contigua consistía de un edificio rectangular que conducía hacia un
cuarto redondo y más pequeño donde había un fuego encendido en su centro para quemar
las ofrendas.
URBANISMO AZTECA
En el Imperio Azteca se darrollo numerosas ciudades, pero la ciudad principal y mas
importante fue la ciudad de TENOCHTITLÁN, por cual motivo el urbanismo se desarrollo en
esta ciudad.
Mapa del imperio Azteca
LA CIUDAD DE TENOCHITLAN
Tenochtitlan fue una ciudad monumental que representó poder y resistencia, así como una
metáfora viviente de la historia migratoria de los aztecas y de la
supremacía de su dios del sol Huitzilopochtli. Fue un asentamiento urbano isleño que en el
momento de la conquista española, albergaba aproximadamente a 200,000 habitantes.
Cuando la ciudad sagrada fue fundada, de inmediato se erigió un templo para honrar a
Huitzilipochtli. El templo se construyó con cañas y paja, con una base de pastos del
pantano.
Según la historia azteca, esa noche Huitzilopochtli le habló a un sacerdote y le aconsejó
dividir la ciudad en cuatro campan (grandes barrios o
distritos) con un templo dedicado a él en el centro. Este núcleo llegó a ser el recinto
ceremonial de Tenochtitlan, con el Templo Mayor en el centro rodeado de otros templos y
adoratorios que se fueron construyendo posteriormente.
El complejo estaba rodeado por un muro y sólo se podía entrar al mismo a través de cuatro
puertas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, como las calzadas que conducían
hacia afuera de la ciudad .
Al principio, Tenochtitlan estaba estructurada de la misma manera que otras
capitales de ciudades-estado, con un área central planificada y una región no
organizada en las afueras del recinto. El trazado al que hicimos referencia cambió cuando la
población de Tenochtitlan comenzó a crecer en forma exponencial.
Cuando quedó determinado que Tenochtitlan se transformaría en la capital de la
civilización azteca, la ciudad fue renovada. Los arquitectos de Tenochtitlan tomaron
prestados muchos atributos estilísticos (como la cuadrícula urbana) de Teotihuacan y Tula.
Cuando la ciudad fue reconstruida, la ciudad tolteca de Tula fue saqueada.
Muchos monumentos toltecas fueron incorporados a Tenochtitlan. Uno de los rasgos
definitorios de la arquitectura azteca en Tenochtitlan fueron los enormes edificios. Debido a
que las estructuras eran enormes y estaban asentadas sobre una isla pantanosa y barrosa,
continuamente se hundían. Como resultado, se agregaban nuevas capas a las estructuras
preexistentes. Esto se aplica de manera particular al Templo Mayor situado en la plaza
central. Los primeros edificios españoles sufrieron el mismo problema. Para afirmar su
dominación, los españoles construyeron la actual ciudad de México encima de
Tenochtitlan. En algunas partes de la ciudad de México, las estructuras aztecas se
encuentran literalmente ocho metros por debajo de las calles de la ciudad.
Urbanismo de Tenochitlan
Los aztecas construyeron su capital en una pequeña isla en el lago Tetzcoco, que fue
ampliada rellenando las áreas cenagosas de su alrededor. Estaba dividida en cuatro grandes
barrios (campan) que simbolizaban los cuatro puntos cardinales y un centro ceremonial que
era considerado el corazón de la quinta dirección (los mesoamericanos pensaban que el
centro, la quinta dirección, mantenía al cielo y a la tierra juntos). Estos distritos se dividían
entonces en barrios más pequeños o vecindarios llamados calpultin (calpulli, en singular).
Cada calpulli contaba con su propia plaza central, adoratorios, deidades patronas, y
edificios administrativos, pero los templos más importantes se encontraban en el recinto
ceremonial de Tenochtitlan.
La ciudad se unía por medio de tres calzadas principales y un acueducto doble que llevaba
agua dulce de Chapultepec, porque el lago era salado. Hacia el norte se encontraba el
camino a Tepeyacac (Tepeyac); hacia el sur se encontraban Iztapalapa y Coyoacán, y hacia
el oeste estaba el camino a Tlacopan (Tacuba) y Chapultepec.
Además, había una red de canales que se cruzaban entre sí en ángulos rectos dividiendo la
ciudad en cuatro cuadrantes, aparte del centro, que era el recinto sagrado (simbolizando el
cosmograma mesoamericano de los cuatro puntos cardinales y el centro). Cada cuadrante
estaba a su vez subdividido en cuatro direcciones, con un centro y su propio recinto
ceremonial.
La ciudad seguía el trazado de cuadrícula urbana de la antigua ciudad
de Teotihuacan. Las pirámides y plazas eran una metáfora de las formas de las
montañas volcánicas de su alrededor, y de la meseta del lago.
Tipos de Calles
Tenochtitlan tenía tres tipos de calles:
caminos de tierra para caminar
canales de agua que requerían del uso de canoas
canales de agua terrosa en los que se caminaba o se navegaba en canoa.
Debido a que la ciudad se encontraba encima de un lago, muchas calles se cruzaban con
canales de aguas profundas flanqueados por puentes hechos con vigas de madera.
PLAZA CEREMONIAL (Interior del Recinto Sagrado)
La plaza ceremonial central era el centro religioso y administrativo de Tenochtitlan.
El corazón de la ciudad era el Templo Mayor, que se elevaba en la intersección de las tres
calzadas. Estaba rodeado por un centro ceremonial que formaba una plaza cuadrangular de
400 metros, y cuya planta era simétrica.
Constaba de 78 estructuras de tipo religioso, todas pintadas en brillantes colores simbólicos,
y rodeadas por complejos secundarios e hileras de residencias.
Esta área sagrada estaba rodeada por el coatepantli (muro de serpientes) y estaba dedicada
a las ceremonias religiosas que se celebraban a lo largo del año. El centro ceremonial estaba
situado sobre una plataforma cuadrangular elevada que formaba una plaza en la que se
dispusieron edificios rituales en forma simétrica. El área constaba de recurrentes
escalinatas, plataformas, y templos en forma de casas trazados con una jerarquía que
miraba hacia las cuatro direcciones en un eje que iba prevalecientemente de este a oeste.
El recinto ceremonial incluía diversos santuarios-pirámides como:
El Templo Mayor, que estaba dedicado a los dioses Huitzilopochtli y Tlaloc,
El Templo de Quetzalcoatl que era circular,
El Templo de Tonatiuh,
Los templos-palacios de los guerreros águila y jaguar,
La cancha de juego de pelota,
Un temalacatl (piedra gladiatoria), el calmecac (escuela),
Bibliotecas, el tzompantli (altar de las calaveras), estanques para abluciones rituales,
Residencias para los sacerdotes.
La plaza ceremonial estaba rodeada por el palacio real y las residencias de los
nobles, situadas inmediatamente afuera del coatepantli. Las casas de la clase baja se
hallaban en la periferia del recinto. El mercado principal de Tenochtitlan se encontraba
contiguo al lado sur de la plaza central. También había pequeños mercados que abastecían a
los barrios más pequeños, alejados del recinto.
Algunas secciones de las afueras de Tenochtitlan consistían en parcelas de chinampas
cultivadas que se extendían sobre el lago. Sobre estas pequeñas y cenagosas islas flotantes
se plantaban cultivos.
El Templo Mayor
El Templo Mayor fue uno de los mejores testamentos de la arquitectura monumental y el
poderío de los aztecas. El trazado arquitectónico de este templo, su organización, ubicación
y sus obras de arte representaban el centro social, religioso y geográfico del universo
azteca. Según el pensamiento azteca, el punto central donde se levantaba el templo era
aquel donde los niveles celestiales y subterrenales (dimensiones verticales) hacían
intersección con el reino terrenal (dimensión horizontal).
El reino celestial constaba de 13 cielos (donde están los cuerpos celestiales y donde viven
los dioses), el terrenal consistía en las cuatro direcciones del mundo, y los reinos
subterrenales incluían nueve niveles que el difunto debía atravesar para llegar al
inframundo El templo estaba construido en el lugar conceptual donde el canal vertical se
encontraba con el canal horizontal.
Había sido construido en una ciudad rodeada de agua. Aztlan, tierra originaria de los
aztecas, llamada Cemanahuac, que quiere decir “el lugar en un círculo de agua”, también
estaba en el medio de un lago.
El centro ceremonial de Tenochtitlan se desarrolló alrededor del Templo de
Huitzilopochtli. Con el tiempo, el templo siguió la tradición de otras pirámides
mesoamericanas, a medida que fue siendo reconstruido con nuevas capas
envolventes.
Así, el templo original con sus ofrendas, esculturas y otros artefactos relacionados, quedó
completamente envuelto por una nueva estructura superpuesta, que evolucionó de una
modesta vivienda hasta que llegó a ser el centro del universo azteca.
FASES CONSTRUCTIVAS DEL TEMPLO MAYOR.
Tuvo 7 fases constructivas. Cada superposición subsiguiente era más grandiosa debido a la
necesidad de mejorar y superar la construcción precedente.
Reflejan la ambición y personalidad del emperador, que están plasmadas en la abrumadora
monumentalidad del arte azteca para crear una sensación de dominación imperial y de
trascendencia religiosa.
Fase constructiva I
Está relacionada con el primer templo modesto erigido por los aztecas cuando arribaron a
Tenochtitlan en el año 1325 de nuestra era. Este templo sólo se conoce a través de las
narraciones históricas, porque no es posible excavar por debajo de la Fase II debido a la
fragilidad del acuoso subsuelo.
Fase constructiva II
En la cima, frente a la entrada del adoratorio de Huitzilopochtli, hay una piedra de
sacrificio (techcatl) similar a la descrita por los cronistas. El material con que fue
construida era el tezontle (piedra volcánica). La entrada al adoratorio de Tlaloc tiene un
colorido chacmool que se usaba como el mensajero divino que tomaba los sacrificios de
niños que allí se realizaban y las ofrendas de los sacerdotes a los dioses
También se encontraron pino y madera, que se usaron para los pilares y jambas de las
puertas. Corresponde al período comprendido entre los años 1325 y 1428 de nuestra era,
cuando reinaron los primeros emperadores, Acamapichtli, Huitzilihuitl, y Chimalpopoca.
Fase constructiva III
No es mucho lo que ha sobrevivido de la Fase III, excepto por su base piramidal simple con
las escalinatas dobles. Ocho esculturas de tezontle de portadores de estandartes a tamaño
natural fueron encontradas inclinadas cerca de la base de las escaleras que conducían al
adoratorio de Huitzilopochtli.
Tal vez representan a los Centzohuitznahua (los 400 hermanos de Huitzilopochtli. Esta
fase, de acuerdo con una fecha labrada en la base del templo, podría corresponder al año
1431 de nuestra era, durante el reinado de Itzcoatl.
Fase constructiva IV
La Fase constructiva IV está considerada como una de las más espectaculares debido a la
considerable cantidad de material y datos que se han encontrado.
Durante esta fase, la base de la pirámide fue ampliada y adornada con braseros y cabezas de
serpientes en sus cuatro lados. Los braseros de gran tamaño presentes en la parte posterior
del lado de Tlaloc muestran su rostro, y los braseros del lado de Huitzilopochtli tienen un
gran moño, símbolo de la deidad solar. Se han hallado rastros de ofrendas.
La Fase IV también incluyó una ampliación parcial adicional. El lado oeste de la fachada
principal fue agrandado y ornamentado. El templo descansaba sobre una vasta plataforma
con una sola escalinata. Alrededor de las esquinas, había cuerpos de serpientes, grandes y
ondulados.
Cada serpiente tenía un rostro individualizado y rastros de pintura. La escalinata estaba
interrumpida por un pequeño altar cerca de la base del adoratorio de Tlaloc, que tiene dos
ranas (símbolos del agua). Además, el medio de la escalinata del lado de la plataforma del
adoratorio de Huitzilopochtli tiene un tablero de dos metros de largo que es parte de la
cuarta escalera, y que tiene una serpiente tallada en el escalón. La base de la plataforma
formaba las escaleras.
Cuatro cabezas de serpiente marcan el lugar donde se unen las dos estructuras dedicadas a
Tlaloc y a Huitzilopochtli. Al pie de la escalinata, en el medio del lado de Huitzilopochtli,
se encontró la Piedra de la Coyolxauhqui, mostrando el cuerpo desmembrado de la diosa de
la luna; se trata de una talla magnífica en bajorrelieve
Fase constructiva V
Es poco lo que ha sobrevivido de la Fase V. Sin embargo, se halló aplanado de
estuco en la plataforma del templo y en parte del piso del recinto ceremonial
Esta fase está asociada con el reinado de Tizoc (1481-1486 de nuestra era).
Fase constructiva VI
Lo poco que queda de la Fase VI incluye la gran plataforma que subyace a la entera
estructura del templo.
Todavía está a la vista parte de la escalinata. La fachada principal estaba adornada por tres
cabezas de serpientes y una balaustrada.
Tres pequeños templos designados con las letras A , B (tzompantli o altar
de calaveras), y C (El Templo Rojo, de influencia teotihuacana), así como el recinto de los
guerreros Águila, pertenecen a esta fase.
En este último edificio que alguna vez ocuparan estos bravos guerreros de elite, se
encuentra el Patio de las Águilas, flanqueado por banquetas de piedra decoradas que
recuerdan a Tula.
Esta fase corresponde al reinado de Ahuitzotl (1486-1502 de nuestra era).
Fase constructiva VII
La Fase VII constituye la última etapa del edificio, y fue la fase de construcción que vieron
los españoles en el siglo XVI. El pavimento de piedra del recinto ceremonial y rastros del
lugar en el que se levantaba el Templo Mayor es todo lo que ha quedado
Esta fase fue emprendida durante el reinado de Motecuhzoma II (1502-
1520 de nuestra era).
CASAS DE LOS HABITANTES
Los palacios reales y las casas de la nobleza fueron construidos cerca de la plaza principal
del Templo Mayor, mientras que las casas de los macehualtin (alfareros, canteros,
tejedoras, joyeros, agricultores y pescadores) rodeaban los centros de la ciudad. Para los
aztecas, el tipo de vivienda en el que vivía una persona era una indicación de status. Los
hogares de los campesinos y de los nobles eran similares en trazado y patrón, pero
diferentes en cuanto a tamaño, decoración, y materiales de construcción. Las casas de los
nobles estaban hechas de piedra y enlucido blanco.
Los muros interiores eran de estuco y estaban pintados con coloridos murales.
Las viviendas de los macehualtin eran más modestas. Ellos vivían en calpultin diferentes, y
sus casas estaban hechas con ladrillos de adobe (barro mezclado con paja o juncos). La
madera y la paja también se usaron en la construcción de casas y en los techos inclinados a
dos aguas.
Las residencias aztecas eran típicamente de un solo piso (con excepción de los palacios),
consistían de dos estructuras, y albergaban hasta doce personas. La primer estructura
comprendía una sola habitación con un piso perfectamente nivelado, y dividida en cuatro
áreas. El área de dormitorio era donde dormía la familia completa. El área de la cocina era
donde se preparaban las comidas. En la mayoría de las cocinas había un metlatl (metate),
una piedra plana para moler maíz, y un comal, un plato de barro para cocer las tortillas.
Había un área separada diseñada para comer. Allí la familia se reunía, comía, y comentaba
los sucesos del día. La última área es donde se encontraba el adoratorio de la familia.
El área del adoratorio contenía figurillas de dioses. Los hogares de los aztecas no tenían
puertas, porque no había problemas de robos.
BAÑOS DE VAPOR
La segunda estructura contigua era un Temazcal (baño de vapor). Según los médicos
aztecas, los baños de vapor eran terapéuticos, y se aconsejaba que todas las familias
tuvieran uno. Junto al área del baño, había una chimenea y una cocina.
Los muros calientes de la cocina mantenían el calor del cuarto. Cuando un azteca quería
llenar el cuarto de vapor, vertía agua sobre la pared de la cocina.
Para mantener el calor en las paredes de la cocina, el horno debía estar constantemente
encendido.
Si bien la gran mayoría de las casas aztecas contaban con un baño de vapor, eran los Nobles
quienes los usaban en forma predominante, porque disponían de más tiempo de ocio que
los campesinos.
CHINAMPAS
Los pantanos y jardines se encontraban en las afueras de la ciudad. Las chinampas,
conocidas también como “jardines flotantes”, eran parcelas rectangulares de tierra en el
pantano que se usaban para cultivar alimentos y construir casas.
Se construían sobre el lecho pantanoso del lago, estaqueando largos cercados
rectangulares de alrededor de 2.5 m de ancho por 30 m de largo. Las estacas se entretejían
para formar cercos que más tarde se cubrían con vegetación en
descomposición y barro.
Paralela a ésta primera, se construía otra parcela. El agua entre cada parcela formaba un
canal. Esto formaba largos patrones rectangulares de chinampas.
Las chinampas se estabilizaban plantando esbeltos sauces todo alrededor de su perímetro.
Las densas raíces de los sauces funcionaban como ancla para los muros de retención. A fin
de irrigar las chinampas, se instalaba un sofisticado sistema de drenaje compuesto por
presas, compuertas, y canales.
Las chinampas permitían a los aztecas contar con áreas de plantación productivas.
CANCHAS DE JUEGO DE PELOTA
La cancha principal para el juego de pelota (tlachtli) de Tenochtitlan estaba ubicada sobre
el eje este-oeste del extremo oeste del recinto ceremonial, en alineación con el Templo
Mayor y con el Templo de Quetzalcoatl.
El eje este-oeste de la cancha de juego de pelota es significativo en el contexto de la
geografía sagrada, porque el juego de pelota representa la cotidiana batalla cósmica entre el
día y la noche, entre Quetzalcoatl y Tezcatlipoca, y finalmente, entre Huitzilopochtli y
Coyolxauhqui. Es en la arquitectura de la cancha de juego de pelota donde se reviven los
mitos ancestrales.
La cancha de juego de pelota estaba formada por un área en forma de I con dos grandes
muros inclinados, gradas, pórticos para los dignatarios, y palcos para los jueces. La
estructura estaba adornada con altares de calaveras, los tzompantli, que contenían las
cabezas de los cautivos decapitados en distintos rituales. En muchos casos, las calaveras
eran cabezas-trofeo de rituales de decapitación relacionados con el juego de pelota. Los
altares de calaveras consistían en una base con postes de madera verticales.
Las calaveras de los sacrificados eran ensartadas encima de barras que estaban situadas
entre los postes. Se cree que el principal altar de calaveras estaba ubicado en el área que ha
quedado enterrada bajo la Catedral de la ciudad de México.