Aromas de Casa - MARISTAS SAN FRANCISCO · 2020. 5. 30. · EQUIPO de ANIMACIÓN del PATRIMONIO...

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Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes Edición digital Año 2020 28 de mayo Número 2 EQUIPOS de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN y ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA PROVINCIA MARISTA CRUZ DEL SUR - PASTORAL ESCOLAR CELEBRAMOS NUESTRA HERENCIA CARISMÁTICA La familia-comunidad en torno a María 31 de Mayo Domingo de Pentecostés Han pasado 50 días desde que celebramos la Resurrección de Jesús, el tiempo pascual va llegando a su fin y tenemos un nuevo motivo para reunirnos en familia a compartir la fe… Estamos invitadas e invitados a celebrar la presencia del Espíritu que nos anima y alienta a ser y construir Iglesia, a ser y construir comunidad. Y los maristas podemos aportar un matiz especial a ese ser Iglesia… tenemos un estilo particular de formar comunidad: esa particularidad la llevamos grabada en nuestra identidad y en nuestro nombre. Como comunidad marista tenemos el desafío de mostrar el rostro mariano de la Iglesia. Por eso, en esta oportunidad te presentamos una propuesta para celebrar Pentecostés con tu familia, con tu comunidad, abiertos a la presencia del Espíritu y con la mirada centrada en María. Entibiando el ambiente Recomendamos disponer previamente el lugar con las sillas formando un círculo, y ubicando la manta en el centro. Sobre la tela se disponen los demás elementos: la Biblia, la imagen de María, el bol con agua, los trocitos de algodón, la jarra con agua y los vasos vacíos. Para facilitar el desarrollo de la celebración, es conveniente que alguien asuma el rol de guía. La persona-guía inicia la celebración haciendo una introducción que conjugue la fiesta de Pentecostés y el carisma marista. Puede inspirarse en algunas ideas de la Circular “Nos dio el nombre de María”, del Hno Emili Turú (ver Anexo) o bien, utilizar las siguientes palabras: Querida familia, queridos Hermanos, hoy nos convoca el Espíritu…, ese Aliento divino que aletea en el origen de la Vida…, el mismo Espíritu que impulsó a los profetas de Israel y que animó a Jesús de Nazaret…, ese Soplo de Viento que abrió puertas y ventanas de la primera comunidad cristiana…, el mismo Espíritu que inspiró en Marcelino Champagnat el sueño de una Sociedad de Hermanos… Sí, ese mismo Espíritu nos habita hoy, aquí y ahora, y nos envuelve con su paz. Hoy celebramos un nuevo Pentecostés. Y tal como sucedió aquella vez, en Jerusalén, hoy también nos juntamos en torno a María, la madre de Jesús. Es ella la que nos reúne, sostiene la espera, y despierta la confianza. NECESITAMOS PREPARAR Una ronda de sillas Un mantel, manta o aguayo Una Biblia Una imagen de María Una jarra con agua Un plato profundo o un bol Un trocito de algodón por persona Un vaso por persona Un reproductor de música digital Las canciones Buena Madre, de Kairoi Madre, de Kairoi

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  • Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes

    Edición digital

    Año 2020

    28 de mayo

    Número 2

    EQUIPOS de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN y

    ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA PROVINCIA MARISTA CRUZ DEL SUR - PASTORAL ESCOLAR

    CELEBRAMOS NUESTRA HERENCIA CARISMÁTICA

    La familia-comunidad en torno a María

    31 de Mayo

    Domingo de Pentecostés

    Han pasado 50 días desde que celebramos la

    Resurrección de Jesús, el tiempo pascual va

    llegando a su fin y tenemos un nuevo motivo para

    reunirnos en familia a compartir la fe…

    Estamos invitadas e invitados a celebrar la

    presencia del Espíritu que nos anima y alienta a ser

    y construir Iglesia, a ser y construir comunidad.

    Y los maristas podemos aportar un matiz especial

    a ese ser Iglesia… tenemos un estilo particular de

    formar comunidad: esa particularidad la llevamos

    grabada en nuestra identidad y en nuestro nombre.

    Como comunidad marista tenemos el desafío de

    mostrar el rostro mariano de la Iglesia.

    Por eso, en esta oportunidad te presentamos una propuesta para celebrar Pentecostés con tu

    familia, con tu comunidad, abiertos a la presencia del Espíritu y con la mirada centrada en María.

    Entibiando el ambiente Recomendamos disponer previamente el lugar con las sillas formando un círculo, y ubicando

    la manta en el centro. Sobre la tela se disponen los demás elementos: la Biblia, la imagen de

    María, el bol con agua, los trocitos de algodón, la jarra con agua y los vasos vacíos.

    Para facilitar el desarrollo de la celebración, es conveniente que alguien asuma el rol de guía.

    La persona-guía inicia la celebración haciendo una introducción que conjugue la fiesta de

    Pentecostés y el carisma marista. Puede inspirarse en algunas ideas de la Circular “Nos dio el

    nombre de María”, del Hno Emili Turú (ver Anexo) o bien, utilizar las siguientes palabras:

    Querida familia, queridos Hermanos, hoy nos convoca el Espíritu…, ese Aliento divino

    que aletea en el origen de la Vida…, el mismo Espíritu que impulsó a los profetas de Israel

    y que animó a Jesús de Nazaret…, ese Soplo de Viento que abrió puertas y ventanas de la

    primera comunidad cristiana…, el mismo Espíritu que inspiró en Marcelino Champagnat el

    sueño de una Sociedad de Hermanos…

    Sí, ese mismo Espíritu nos habita hoy, aquí y ahora, y nos envuelve con su paz.

    Hoy celebramos un nuevo Pentecostés. Y tal como sucedió aquella vez, en Jerusalén,

    hoy también nos juntamos en torno a María, la madre de Jesús.

    Es ella la que nos reúne, sostiene la espera, y despierta la confianza.

    NECESITAMOS PREPARAR

    Una ronda de sillas

    Un mantel, manta o aguayo

    Una Biblia

    Una imagen de María

    Una jarra con agua

    Un plato profundo o un bol

    Un trocito de algodón por persona

    Un vaso por persona

    Un reproductor de música digital

    Las canciones

    Buena Madre, de Kairoi

    Madre, de Kairoi

  • EQUIPO de ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA y EQUIPO de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN

    Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes

    Por eso los quiero invitar a tomarnos un rato para mirarla… para recibirla en nuestra casa,

    como lo hizo Juan… para contagiarnos de su ternura, como nos enseñó Marcelino…. Y que

    sea ella la que nos enseñe a dejarnos avivar por el Espíritu…

    Mientras contemplamos a María, cantamos “Buena Madre”.

    La canción se encuentra en Spotify y también en YouTube.

    A continuación, te compartimos el enlace de un video con la letra:

    https://youtu.be/iBPXfAHQcCg

    Amasando la vida Al terminar la canción, la persona-guía anima la siguiente actividad:

    Les quiero proponer un momento de silencio, para que cada una y cada uno pueda

    repasar este tiempo que llevamos de cuarentena, saliendo poco de casa, sin ir a la escuela…

    Y vamos a hacer memoria especialmente de los momentos que hemos compartido en

    estas últimas semanas con cada una de las personas que vivimos en esta casa…

    Los invito a ir mirando -en silencio- a cada uno de los que estamos aquí reunidos, y recordar

    lo que hicimos con esa persona, lo que hablamos con aquella, lo que disfrutamos con la otra…

    Nos regalamos dos minutos de silencio, y volvemos a pasar por el corazón lo que vivimos juntos

    (Momento de silencio)

    Luego de recordar lo que hemos compartido en estas semanas, les propongo hacernos

    dos preguntas:

    1. ¿Qué aprendí a valorar de la persona que está sentada a mi derecha?

    2. ¿Qué descubrí que puedo cuidar de la persona que está sentada a mi izquierda?

    Entonces, para dar tiempo a pensar las respuestas, la persona-guía se dirige al centro de

    la ronda y, lentamente, vierte un poco de agua en el bol o plato…

    Regresa a su asiento y continúa animando:

    Los invito a ponernos de pie, tomar un trocito de algodón, mojarlo en el plato con agua,

    acercarnos a las personas que estaban sentadas a nuestro lado y realizar el siguiente gesto:

    Con el algodón humedecido en agua, vamos a acariciar, a limpiar, las manos de la otra

    persona, a modo de bendición, mientras le decimos:

    “Aprendí a valorar tu…” o bien “Quiero cuidar tu…” a la persona de la derecha a la persona de la izquierda

    según corresponda

    La intención de este momento, aunque se desordene un poco el ambiente, es facilitar el

    encuentro de los integrantes de la familia, disfrutar el contacto corporal y habilitar la palabra

    pendiente.

    https://youtu.be/iBPXfAHQcCg

  • EQUIPO de ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA y EQUIPO de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN

    Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes

    Sumando la levadura del Evangelio

    Cuando se hayan concretado todos los encuentros

    y bendiciones, la persona-guía invita a tomar asiento;

    y alguien de la familia o comunidad proclama el relato

    del Libro de los Hechos (1, 14; 2, 1-4)

    Todos los Apóstoles, íntimamente unidos, se dedicaban

    a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la

    madre de Jesús, y de sus hermanos.

    Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.

    De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda

    la casa donde se encontraban.

    Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre

    cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas

    lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.

    Palabra de Dios

    Agregando una pizca marista

    Inmediatamente después del Evangelio, otra persona lee siguiente texto.

    En la Circular “Nos dio el nombre de María”, el Hno Emili Turú nos dice:

    “Nuestras comunidades, no son museos para visitar,

    sino lugares vivos donde uno pueda calmar su sed

    y compartir el agua de vida con otras personas.

    Sabemos que somos fuentes y no el agua que sacia;

    eso nos vuelve humildes

    y lo sentimos como una invitación permanente

    a mantenernos abiertos y generosos.

    Es la comunidad de Pentecostés, reunida en torno a María,

    que se sabe portadora de un don que la supera”.

    Después de las lecturas, la persona-guía comenta brevemente:

    Tres coincidencias de estos textos nos ayudan a mirar más profundo.

    En ambos relatos se destaca la comunidad como lugar de alivio, de calma, donde se

    transitan los fracasos, se disipan los temores y se curan las heridas…

    Los dos relatos nos hablan también de un don, de un regalo, que recibimos para compartir;

    que no podemos guardar ni esconder, porque nos supera, nos desborda y se comunica…

    Y la tercera coincidencia es la presencia de María en medio de la comunidad,

    enseñando a recibir ese regalo, que es el Espíritu, y enseñando también a dejar fluir ese

    don que cada una y cada uno ha recibido…

  • EQUIPO de ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA y EQUIPO de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN

    Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes

    MADRE (Junto a ti, María)

    Junto a ti, María, como un niño quiero estar,

    tómame en tus brazos, guíame en mi caminar.

    Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar;

    hazme transparente, lléname de paz.

    MADRE, MADRE, MADRE, MADRE.

    MADRE, MADRE, MADRE, MADRE.

    Gracias madre mía por llevarnos a Jesús;

    haznos más humildes, tan sencillos como tú.

    Gracias madre mía por abrir tu corazón,

    porque nos congregas y nos das tu amor.

    Kairoi

    María reunió y acompañó aquella primera comunidad cristiana; seguramente sostuvo

    la fe de esas discípulas y discípulos, y les enseñó a confiar en la presencia del Espíritu.

    Marcelino Champagnat quiso que también sea María la que reúna y sostenga a las

    comunidades maristas, enseñándonos un modo de estar y compartir nuestros dones.

    Hace un momento, pudimos decirnos lo que valoramos y lo que queremos cuidar de

    las personas que vivimos aquí.

    Ahora les propongo ampliar la casa, y hacer presente aquellas personas que en este

    momento necesitan ser valoradas y cuidadas en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en

    nuestro país, en el mundo…

    Espontáneamente podemos ir mencionando esas personas que hoy necesitan ser

    valoradas y cuidadas…

    A partir de esta invitación se abre un momento para que resuenen distintas situaciones y

    personas que necesitan ser acompañadas en este tiempo.

    Se puede concluir el momento con la oración del Ave María, dejando en el corazón de la Buena

    Madre todas esas necesidades.

    Saboreando el pan de la casa

    A continuación, la persona-guía propone un brindis particular:

    María nos educa en un estilo de cuidar y valorar la vida.

    Ella es la fuente de quien aprendemos un modo de compartir el Agua del Espíritu.

    Por eso quiero invitarlos a realizar un

    gesto final: de a uno, nos vamos a acercar

    al centro, vamos a servir un poco de agua

    en un vaso; y luego, de pie, con el vaso en

    la mano, cada uno nos compartirá una

    actitud de María que quisiera cultivar en

    su vida.

    La celebración finaliza con la canción

    Madre, del grupo Kairoi.

    Vale aclarar que la canción se ha difundido y

    popularizado con el título Junto a ti, María

    En Spotify y en YouTube se encuentran varias

    versiones de Junto a ti, María.

    Recomendamos la versión del grupo HEME AQUÍ

  • EQUIPO de ANIMACIÓN del PATRIMONIO CARISMÁTICO MARISTA y EQUIPO de ANIMACIÓN de la EVANGELIZACIÓN

    Aromas de Casa Convidando el pan de nuestros orígenes

    Anexo

    ICONO DE PENTECOSTÉS: LA FUENTE DEL PUEBLO

    Construimos comunidad entorno a María, como los apóstoles en Pentecostés. Nuestras comunidades

    religiosas o laicales son lugares donde se desarrollan nuestras cualidades humanas y espirituales, y son

    evangelizadoras a través de su testimonio de amor fraterno. Fieles a nuestro espíritu de familia, acogemos como

    hermano o hermana, de manera incondicional, a cualquier persona. De María, nuestra buena Madre,

    aprendemos a ejercitar la ternura y la compasión.

    (…) Nuestras comunidades, pues, no son

    museos para visitar, sino lugares vivos donde uno

    pueda calmar su sed y compartir el agua de vida

    con otras personas. Sabemos que somos fuentes

    y no el agua que sacia; eso nos vuelve humildes y

    lo sentimos como una invitación permanente a

    mantenernos abiertos y generosos. Es la

    comunidad de Pentecostés, reunida entorno a

    María, que se sabe portadora de un don que la

    supera.

    “Al acoger a María en nuestra casa, aprendemos

    a amar a todos, y así llegamos a ser también signos

    vivos de la ternura del Padre” (C 21). La estatua de

    la buena Madre heredada de nuestro fundador, es

    una imagen llena de ternura: el niño está

    chupándose el dedo, como signo de que descansa

    confiado en los brazos de su madre. Sabemos que

    tanto en la vida de Champagnat como en las de

    los primeros hermanos, encontramos pasajes que

    rezuman ternura y delicadeza. Recordemos el

    testimonio del H. Lorenzo, uno de los primeros

    hermanos, hablando del P. Champagnat: “Una

    madre no tiene más ternura por sus hijos que la

    que él tenía por nosotros... Nuestro buen

    superior, como el más tierno de los padres, se

    preocupaba de cada uno de nosotros”.

    Con gozo, asumimos la responsabilidad de dar continuidad a la herencia recibida de nuestros primeros

    hermanos, los cuales “en torno a la buena Madre profundizaban el sentido de la fraternidad, de la abnegación

    y de la entrega a los demás” (Constituciones, 49). Nuestras comunidades y obras educativas, células vivas de la

    Iglesia, están llamadas a seguir siendo un reflejo de ese rostro materno.

    Fragmento de la Circular “Nos dio el nombre de María”, del Hno EMILI TURÚ, Superior General - 2002