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  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo:el caso de Arnulfo Gonzlez

    Enrique Martnez-Lpez, Universidad de California, Santa Brbara

    Aunque haba pasado desapercibido a los estudiosos del corrido mexicano,el dedicado a contar la hazaa de Arnulfo Gonzlez, dado a conocer porParedes desde 1953, se ha cantado, sin embargo, y se sigue cantando, aambos lados de la frontera de Texas con Mxico, donde se compuso,acaso antes de la Revolucin Mexicana, durante los aos en que eran'temidos y odiados'1 los Rurales, la polica del gobierno federal queimpona el desptico orden de Porfirio Daz. La ausencia del corrido enlas colecciones de hojas sueltas y en las antologas que culminan en la deMendoza (1954), y tambin en el cuidadoso estudio de Simmons (1957),sugiere que, a pesar de que se oa mucho en la zona fronteriza,2 reabastante aislada de la nacin hasta la dcada de 1940,3 no circul en lacapital sino poco antes de diciembre de 1961, cuando se public en elnmero 68 del Cancionero del Bajo, como versin escuchada en un disco.4Desde entonces hasta la fecha el nmero de sus versiones ha subido a untotal de veintids, y seguramente hay otras de las que no tengo noticia.5Es notable que en menos de cincuenta aos se haya llegado a esta cifraque pone el corrido a la altura de, por ejemplo, el clsico sobre BenitoCanales, del que entre 1913 y 1977 se conocen unas diecinueve versiones(Garza, 3). Obviamente, Arnulfo Gonzlez parece haberse transformadode hroe fronterizo en personaje de alcance nacional.

    A esta difusin sin duda han contribuido la ndole de la hazaa exaltaday mucho ms la sofisticada manera de contarla. Respecto a aqulla loque aqu se ofrece es un ejemplo de conducta rara en un gnero en el quela mayora de los valientes probados mueren a traicin o en lucha desigualante un gran nmero de atacantes.6 Aqu, sin embargo, la situacin esotra. El hroe, Arnulfo, de veintin aos de edad, identificado por elnarrador con 'el pueblo' comn y considerado como uno de los 'pacficos'de Allende, Coahuila, es, pues, un 'pollito' que 'no estaba jugado', o sea,que nunca antes se haba enzarzado en pelea mortal. Por ello se halla enclara desventaja al enfrentarse con un temible teniente de rurales. Paratales encuentros este no slo superaba a Arnulfo en profesin,7 edad yrango, sino que al corridista le consta que era un matn. Lo retratacomo 'hombrecito' o gallo bien jugado en luchas de muerte: 'sus pruebaslas haba dado'. A pesar de la desigualdad de los contendientes, y aunqueno falta ocasin, ninguno mata al otro por la espalda. Lo hacenlimpiamente 'pecho a pecho'. Y si ambos merecen ser honrados por ello,segn se destaca en los versos 'Qu bonitos son los hombres / que se

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    matan por derecho!',8 es Arnulfo quien mereci dar su nombre al corridoporque, llevando las de perder, tuvo la valenta de arriesgarse a morirluchando cara a cara con el avezado rural.

    La ejemplaridad proclamada est, de modo ms eficaz, implcita en elrelato. Este, que en su versin original pudo haber tenido unas sobradasveinte estrofas9 que luego se redujeron a las trece de las versiones deMatamoros (la 12) y Texas (8), alrededor de los aos de 1950, y todavaen la zona fronteriza, ya se habra condensado en las once cuartetas quecontienen lo ms importante de la historia. Este acortamiento facilit elacceso del corrido a la rpida difusin nacional que ofrecen los discos delarga duracin, introducidos en Mxico en 1950 (Geijerstam, p. 118), yen los que se pueden apiar, segn el grado de condensacin, de diez acatorce corridos. Buena muestra de esa fase nortea de transicin delArnulfo ms largo a los reducidos hoy a diez o nueve cuartetas, es laversin de los Alegres de Tern (la 12), que, aunque se grab en 1976,representa con ms fidelidad que la 7 de 1951,10 la vieja tradicinfronteriza conocida del pblico para el que se grab el disco en Texas.

    Es la que citaremos ahora para explicar cmo su rpida y sobriaarmazn narativa, en el mejor estilo tradicional, hizo posible la difusinque hoy alcanz el corrido. Esta economa, efectiva y efectista, sobresaleen la secuencia del encuentro. A una estrofa para contar la provocaciny dejar oir el nico dilogo del corrido:2 Estaba Arnulfo sentado y en eso pasa un rural:

    le dice: -Oyes, qu me ves? - La vista es muy natural.

    sigue el altercado en el que slo hay interlocuciones sin respuesta, dirigidasal enemigo de espaldas, y no hay otro, por as decir, dilogo que el quehacen las pistolas cuando los contendientes 'se agarraron a balazos'. Esnotable la precisin dinmica con que se ordenan las cuartetasestrictamente narrativas (3, 5. 7), que presentan la lucha 'frente a frente',alternando con las que contienen interlocuciones solitarias (4, 6),proferidas cuando el enemigo ha vuelto la espalda:

    3 El rural, muy enojado, en la cara le peg;con su pistola en la mano con la muerte lo amag.

    4 Arnulfo se levant llamndole la atencin:-Oiga, amigo, no se vaya, falta mi contestacin

    5 Se agarraron a balazos, se agarraron frente a frente;Arnulfo con su pistola tres tiros le dio al teniente.

    6 Pero ahi le dice el teniente, casi para agonizar:-Oiga, amigo, no se vaya; acbeme de matar.

    7 Arnulfo se devolvi a darle un tiro en la frente,pero en la vuelta que dio ah le peg el teniente.

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 71Concluida la reyerta y tras otra estrofa narrativa para informar queArnulfo queda tambin moribundo:

    8 Arnulfo, muy malherido, en un carro iba colando;cuando lleg al hospital Arnulfo iba agonizando.

    se vuelve a las interlocuciones, ahora del narrador, para comunicar lamoraleja del suceso, hacer su comentario sobre los personajes:9 Qu bonitos son los hombres que se matan pecho a pecho,

    con su pistola en la mano, defendiendo su derecho!

    10 El teniente era hombrecito, las pruebas las haba dado,pero se encontr un pollito y ste no estaba jugado.

    y, con circularidad epilogal, volver a la prolepsis irnica y la contraposicinque abrieran el corrido:

    1 De Allende se despidi, con veintin aos cabales,gratos recuerdos dej al pueblo y a los rurales.

    para cerrarlo en despedida que remacha y deja en claro que el hroe delcorrido es Gonzlez y la 'bte noire' 'un teniente' annimo y cualquiera:

    11 Ya con sta me despido, pacficos y fiscales,aqu termina el corrido de un teniente y de Gonzlez.11

    Estas cuatro interlocuciones del narrador, sumadas a las tres de lospersonajes, forman un bloque lrico, caracterizado por los signos de lasubjetividad y el tiempo presente, que contrasta con el que forman lascuatro estrofas slo narrativas (3, 5, 7, 8), con los signos informativosde la tercera persona y el tiempo pretrito, dando as al corrido lostradicionales rasgos pico-lricos que propician la aceptacin y retencinpopular.12 De aadidura, las interlocuciones de los personajes y tres delnarrador - las de entrada y salida (1, 11) y la de la moraleja (9) -constituyen lo que podra llamarse la mdula emotiva del corrido.13 Vienesta a ser como el sostn lrico en torno al cual se organiza el relato y queda coherencia emocional al poema en sus numerosas versiones. Son porello estas estrofas, todas estratgicas y funcionales, las que suelen estarvivas en la memoria de guitarreros, arreglistas y el pblico, bien paraguardarlas intactas, bien para corregirlas o eliminarlas, de acuerdo con eltalante del receptor que admite o reinterpreta lo que cuenta el corrido.Prueba de ello es que, por ejemplo, la cuarteta 4 conste en las 19 versionesy la 6 y 9 en 18, mientras que la 10 y 11 han tenido suerte muy otra,como se ver.

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    Antes conviene atender a ciertas cuestiones que la versin de los Alegressuscita respecto a sus precedentes en la tradicin que representa y tambinrespecto al sentido que dar a dos de sus principales afirmaciones.

    Sobre stas es de notar que los rtulos 'hombrecito' y 'pollito' tienenuso ambiguo. Segn el contexto o la ndole del pblico que los escucheen un corrido, pueden significar, de una parte, admiracin hacia elvaliente, o el valentn, veterano o inexperto, pero, de otra, ironadespectiva hacia quien, dndoselas de bravo, no lo es, o hacia quien, apesar de serlo, ha sido derrotado por otro a quien crea inferior,14 o,finalmente, sorna contra quienes, por su machismo, son incapaces dezanjar una diferencia de otro modo que a balazos.15

    El corrido, de aadidura, reconoce que ambos contendientes lo hacencada uno en nombre de su derecho. Cmo entender esto? Lo que en laversin de los Alegres parece decirse es que Arnulfo, uno de los 'pacficos'del pueblo, tena el derecho a no dejarse intimidar usando libremente elnatural don de la vista, y que el teniente, uno de los pendencieros 'fiscales',crea tener el derecho a aterrorizar a todos y en tal manera que en supresencia haba que humillar la mirada como ante un numen destructor.El teniente, pues, sera el provocador y responsable del altercado mortal.Esta certidumbre, sin embargo, pierde fuerza si consideramos lo que,comparada con sus antecedentes, falta en la tradicin seguida por losAlegres. Son dos estrofas que slo se encuentran en las versiones de mssolera y en las que se enjuicia el talante de los contrincantes del modosiguiente.

    11 En Allende hay buenos gallos, el que no lo quiera creernoms no revuelva el agua, que as se la ha de beber.

    12 Vuela y vuela, palomita, pasa por los minerales,anda a avisarle a Rosita que muri Arnulfo Gonzlez;se llev una cabecita: al teniente de rurales.16

    Estos versos, emparentables con jcara de la era porfiriana,17 ms lacuarteta de hombrecito/pollito hacen de esas versiones himnos de marcadabravuconera y replantean la interpretacin del 'derecho' a matarse deotro modo. Esto es, vista la arrogancia con que Arnulfo se dirige al rural,y considerando que aunque se le presenta sentado, como emblema de'pacficos', Arnulfo estaba armado y pronto a matar, es concebible quehubiese sido l quien, con gesto insolente y mirada despectiva, provocaraal rural. Este, dado su rango como representante de la ley, tendra elderecho a ser respetado y la obligacin, ms apremiante an por ser ungallo 'jugado', de castigar ofensas. El de Arnulfo, entonces, sera el torcidoderecho del aspirante a matn cuando, como Feliciano en el corrido deElpidio Paso, reta al afamado para quitarle vida y nombre.1*1 Esto es,para as arrebatarle el pedestal de 'mero padre',19 'Macho' con maysculay 'el Gran Chingn' ante quien todos deben 'rajarse'.20 Arnulfo, pues,

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 73segn la posible lectura de estas versiones antiguas,21 estara siguiendo laconducta de jaques sonados. La de El valiente costeo, quien, cacareandocomo bravo jugado 'Yo a ningn gallo le lloro', se proclama 'Yo soypurito costeo', 'deveras soy hombresote' entre los 'muchachones', paradesafiar al orbe:

    Quieren? Les dar la prueba.Yo me enredo con cualquieraporque soy muy hombrecito...

    Y la del Valiente del Bajo, amenazando:

    I Aqu estoy porque ya vine, porque quiero y porque s,y vengo a ver si encuentro a uno que pueda igualarse a m.

    I I Al pinto que no le cuadre, que se vaya a rebuznar,y sabr lo que es la leche que se toma en mi corral.

    Esta mentalidad, lacnicamente implcita en el tono con que Arnulfodice ' - La vista es muy natural' y explcita en los comentarios del narrador,recorta en mucho su aparatosa expresin cuando, como aqu ha ocurrido,pasa de la jcara, un gnero palabrero, al corrido, una sobria narracinde hechos. Con todo y atenuacin ese machismo arraig entre loscorridistas de la frontera porque, en cierto modo, la situacin fronterizalo produce, segn muestra la vieja juglara. Propio de ese contexto es elreiterado conflicto con la ley - rurales en el lado mexicano, y su equivalenteen el tejano, los rinches o Rangers - que simboliza a poderosos haciaquienes la poblacin menuda, que es el pblico del corrido, siente marcadaanimosidad.22 Esperable tambin de las fronterizas tensiones de cultura,que acaban sindolo de clase, es la bravata, tan frecuente en estos corridoscomo era en la antigua juglara de Castilla o Escocia el desplante de msvaler en situaciones comparables.23 As, pues, en el caso de Arnulfo, el'pueblo' de 'pacficos', tantas veces atropellado por 'fiscales' de fuera, vecolmados sus deseos de revancha con la hazaa del joven. Es algomemorable que merece pasar a la crnica cantada. Tambin lo habanmerecido otros bravos enemigos del gobierno, como el minero, y luegoguerrillero-bandido, Heraclio Bernal, 'que era hombre y no se rajaba',24 ycomo el menos conocido Carlos Coronado. Este muri a manos de laautoridad federal en 1902, cosa que la voz popular calific comentando'qu gobierno tan atroz!' Coronado era, sin duda, 'uno de esohombrecitos / valientes a toda prueba / que haca temer a toditos', 'gallojugado' y amigo de peroratas machistas, pero el pueblo lo estimaba porquesus vctimas eran rurales:

    No fue ladrn, no asesino y s slo vengadorque persigui a los esbirros que le tuvieron temor.25

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    Sobresaliente tambin en el corrido fronterizo, donde el hroe es el 'otro'ninguneado por el poderoso, es que 'lo bonito' del relato sea el combateque dar victoria, por lo menos moral, al pequeo:

    Ya con sta van tres veces que se ha visto lo bonito,la primera fue en Macalen, en Brnsvil y en San Benito.Y en la cantina de Bkar se agarraron a balazos,por dondequiera saltaban botellas hechas pedazos.26

    Los hombres que as se matan son 'bonitos', predicar el corrido de Arnulfo,porque la oposicin la oposicin del de abajo al de arriba, segn el juglar,identificado con el primero, hace hermosa la contienda. Para el Cid, cabeza de'malcarados', luchar contra condes o sobrados moros ser 'batalla maravillosae grant'; a los odos de Robin Hood y sus hombres el zumbido del arco justicierosonar a '[m]usic for us most sweet'.27

    A pesar de que, como se ve, en la frontera se concibe, por lo general, alhroe con los rasgos de la beligerancia y la bravata, no deben sorprenderminoritarias voces discordantes para las que tal perfil parece ocioso oindeseable, ni que lo parezca mucho ms fuera de la regin. Eso es lo quesugiere el que las dos antiguas estrofas que hemos venido comentandofalten en 16 de las 19 versiones y que el despojo haya comenzado ya enla zona fronteriza. As podramos aventurar que los alardes ms bravuconesno eran fcilmente exportables ya hacia 1951 (versin 7), a no ser enarreglos ms moderados de la tradicin original, como el que tardamenterepresentaron los Alegres en 1976, y en los que el motivo de lasfanfarronadas ha quedado reducido a la cuarteta 19 (hombrecito / pollito)y la malquerencia contra el rural hacindolo responsible del altercadomachista se ha limitado a la polaridad pacficos / fiscales en la despedida.Pero aun estos dos motivos sern tambin expurgados en la mayora delas versiones hoy ms corrientes. La cuarteta de hombrecito / polito se hasuprimido en 12 versiones (1-6, 9, 14-16, 18, 19). Muy significativoadems es que en 8 de stas (1, 5, 6, 9, 14, 15, 18, 19) tambin se hayaatenuado la oposicin pacficos / fiscales varindola a pacficos / rurales.2X.Es decir, la vieja estampa pintando al rural como odioso pendiciero se hadesdibujado. Esta tendencia va ms lejos en otras 6 versiones en las que,empezando ya con dos antiguas (10 y 11), se elimina por completo lacaracterizacin de los contendientes como pacfico uno y fiscal o rural elotro. Cuatro de stas acentan el efecto de esta supresin al juntarla conla de hombrecito / pollito. Son la 2, 3, 4 y la del Dueto Miseria. En ellas,pues, se marca una aguda oposicin a la ndole del corrido original. ElDueto, adems, lleva esa diferencia a extremo absoluto al subvertir lamoraleja:

    Qu bonitos son los hombres que se matan pecho a pecho,con su pistola en la mano defendiendo su derecho!

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 75Lo hacen de modo musical al cantar 9 de las cuartetas, incluida la citada,que aqu es la novena, con el movimiento habitual en las otras versiones,esto es, el tiempo llamado allegro, que, al acabar la moraleja, adquierecierta exaltacin gioiosa. Cerrado as el canto, sin embargo, no terminan.Tras una larga pausa cantan la estrofa 10, la de la despedida. Pero ahoralo hacen cambiando el tiempo a un moroso y elegiaco adagio, que,asediando de tristeza al oyente, destruye la moraleja al insinuar sinpalabras que es lamentable que los hombres tengan que matarse paradefender su derecho. Los Tigres del Norte daran un paso ms en 1989 yel texto de la moraleja, intacto en las otras 18 versiones, es eliminado enla suya.29

    A lo visto hasta aqu pueden aadirse dos observaciones y una reflexin.Primera: al predominio de las versiones en que se han expurgado alardes

    machistas probablemente han contribuido un par de actitudesconcatenadas. Ms o menos entre 1937 y 1947, aos de la guerra civilespaola y la segunda mundial, pero de paz en Mxico, es cuando aqu,paradjicamente, el machismo regional del pacfico tiempo porfirianose nacionaliza y con ello tambin se trivializa a travs de rancheras ydeclamatorias formas del corrido lrico que se difunden por la radio, endiscos y en las pelculas de Jorge Negretre y otros charros de la pantalla.La antigua bravata al estilo de 'Yo soy purito consteo' renace multiplicadaen otras parecidas, incluido el Corrido del Norte (1942), donde elmachismo local, en competicin con el de Texas, se define como 'puromexicano'."' A estas composiciones acompaan las citadinas que,hablando ya por todo el pas, repiten en varios modos que ser 'puromexicano' consiste, patriticamente, en ser 'macho entre los machos'.'1Pero saciada al fin la capital de tanto 'macho de opereta' e 'injerto degallo y pavorreaF, segn lo ve Yolanda Moreno (p. 81), en 1947 ya seintenta censurar la difusin del corrido de Juan Churrasqueado (p. 88) yen 1950 Octavio Paz, indagando en El laberinto de la soledad por qu losmexicanos '[a]traemos y repelemos' con 'las inesperadas violencias quenos desgarran' y que 'acaban por desconcertar al extranjero' (p. 59), abreamplia puerta a la campaa antimachista de Aramoni, desde su ctedrade Psicologa Social en la Universidad Autnoma de Mxico (1961). Acontinuacin vendrn los artculos de Rosario Castellanos en la prensanacional y las encuestas del gobierno en las escuelas de enseanzasecundaria.32 Es decir, por los aos en que el corrido de Arnulfo empiezaa difundirse fuera de la zona fronteriza, el machismo, una de las'monstruosidades morales', segn el libro que acabamos de mencionar,pareca repelente. Esta era nocin que circulaba hasta en los peridicosledos por cantantes y arreglistas de corridos y en los que la hija de Negreteadmita en 1978 que su padre, 'con su msica,, s contribuy al desarrollodel machismo mexicano' (Moreno, p. 221).

    Segunda: visto que casi simultneamente se cantan versiones de ndoleopuesta,3' es de creer que cada corridista conoca las alternativas y que,

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    por lo tanto, su fidelidad o correccin al espritu del corrido original fuehecho deliberado y no consecuencia de olvidos o variante 'errneas' enla transmisin.'4

    Es axioma de la juglara heroica, digamos para concluir, que al valiente,llmese Aquiles, Siegfried, Roland, los siete infantes de Lara, JohnnieArmstrong, Jesse James o Emiliano Zapata, se le da muerte, de preferencia,a traicin. La de Robin Hood indica que de otro modo no sera posible:Thus dyed he by trechery, / That could not dye by forc'.'5 Y en la poesapopular de Mxico son tan nmeros los que as fenecieron que el corridosobre uno de ellos, Macario Romero, dictamina con desengao (M 1939:401):

    Ya con sta me despido de purita decepcinporque al cabo los que matan siempre matan a traicin.

    Unos cincuenta aos despus de este suceso, tras la sangra revolucionaria,otro corrido (M 1954: 54) confirma el parecer:

    Mira a mi Patria querida, noms cmo va quedando;que esos hombres ms valientes todos los van traicionando.

    La brava muerte de Arnulfo y el rural representa excepciones al axioma yello explica el aire tirunfal con que la celebran los Alegres de Tern. Perosi esto es comprensible, ms lo es la honda tristeza con que la llora elDueto Miseria. Su comps epilogal parece transmitir con melancola queel veterano teniente y el joven, pero ya mayor de edad, Arnulfo, se matan,en efecto, como irremediables hombrecito el uno y pollito el otro, estoes, sin haber crecido a la madurez de la hombra mental. Por ello tambin,y a pesar de la elegancia con que plae, el Dueto hace inevitable pensaren la desolacin y deslenguado malhumor con que se abre y cierra otgrapelea de valientes pecho a pecho, la del corrido sobre Casimiro Larrea(Oaxaca, 1962). Empieza con:

    Voy a cantar un corrido, seores, sin esperanza.

    Y termina as:

    Ya con sta me despido y el corrido ya se acaba;se estn matando esos hombres por su pura pendejada.36

    NOTAS1 Casasola, p. 69. Cfr. con Diccionario Porra, s.v. rural, y con Vanderwood,

    pp. 60, 137-138, 172-173; fue en 1914 cuando se dio fin a la institucin

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 11(p. 178). Para la antigedad de Arnulfo vase P 1953, pp. 144-145.

    2 P 1976, pp. xiv, xviii.

    ' P 1958, p. 10.4 Ah se da como arreglo de Lalo Guerrero (p. 4), errata por Lalo Gonzlez,

    "el Piporro", segn consta con nuevo error (cfr. versin 16) en los nmeros164 (1979) y 177 (1984) del mismo cancionero, donde se reimprime elcorrido con variantes. Se indica que fue 'grabado en [disco] Musart'.Eulalio Gonzlez, "el Piporro", de Nuevo Len, actor de radio, cine ytelevisin, segn Garrido se estren como compositor en 1961 haciendopopulares 'sus graciosas canciones norteas en el pas y en el extranjero'(p. 148). El arreglo, pues, debe ser de 1961 o poco antes.

    5 En la bibliografa numero por el orden alfabtico de las fuentes las 19

    versiones usadas aqu. Garza (nmero 2, p. 236) seala otras que no hepodido consultar: la del disco Maya LY-70251, semejante a la que ellareproduce, y otras dos, denominadas 'casi iguales', en los discos HarmonyColumbia HL-8113 y RCA Camdem CAM-283. Llamo versiones a cadauno de los textos orales, bien ofrezcan variantes o sean idnticos, porquees significativo que dos cantantes, pudiendo variarlo, sigan un mismotexto. No lo es, sin embargo, que dos autores de antologas impresashagan lo mismo. Ese el caso de la versin 1, repetida en Bonoratt y KuriAldana. Por ello slo considero diferentes versiones a los textos impresosque ofrecen variantes, aunque se deban a aparentes errores en la audicin.Ese el caso de las citadas del Cancionero del Bajo.

    6 Ejemplos de enfrentamiento cara a cara hay en M 1954: 46 (Los Pineda y

    la Nava), 71 (Feliciano Villanueva), 72 (Valente Quintero), 107 (ReyesRuiz), 131 (Los dos hermanos). Otros recoge Garza: 9 (Cerro de Ortega),16 (Elpidio Paso), 31 (Juan Procopia), 46 (Rafaelita). Alonso, del mismotipo, lo trae P 1953 (14, 15) y 1976 (23).

    7 Slo en las versiones 12 y 11, que mejor representan la tradicin antigua,

    se sugiere (estrofas 12 y 10 respectivament) que Arnulfo era minero.8 Versin 7. En otro corrido fronterizo, del lado tejano, el antes citado de

    Alonso, sobre hechos de 1920, el adolescente Alonso, para vengar a supadres, mata limpiamente a Margarito, ex-general villista. 'Luego que yalo mat / le puso un pie sobre el pecho: / As se matan los hombres, /habindoles por derecho' (P 1953: 14, 15). Compara Paredes (p. 140)este estilo de lucha a la del joven Cid, cuando, por restaurar la honra desu padre, mata a un veterano ofensor, 'Pero no a desaguisado; /mtele dehombre a hombre / para vengar un agravio' (Duran, 739). La expresinhablar por derecho con el sentido de 'matar cara a cara' se emplea ya enel corrido La muerte de Lino Zamora (M 1954: 125), torero asesinado enZacatecas, 1878 (Esparza, p. 33).

    9 Cfr. P 1953 (p. 148) y 1958 (p. 180).

    10 Tiene slo 10 cuartetas por haber omitido la relativa a la muerte de

    Arnulfo )'Arnulfo, muy malherido, / en un carro iba colando...'). Estelapso, reiterado en las versiones modernas 1, 9, 14, 17,u 19, acasodesorientadas ante el sentido de 'colando', era atpico en la poca y reageogrfica de la versin 7. Es posible que aqu se suprimiera esta estrofa

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    para no asociar al hroe con la imagen truculenta de su sangre chorreandode la ropa empapada al carro y al camino, que eso implica 'colando'. Encuanto a acortar el corrido, las versiones 10 (Matamoros) y 11(Brownsville, Texas), grabadas en 1954, muestran ya la reduccin a 11cuartetas.

    11 '[F]iscales', contrapuesto a 'pacficos' (esto es, 'el pueblo' de la cuarteta

    inicial), vale aqu por 'rurales' con la connotacin de 'rigurosos,pendencieros, agresores'. Anloga insinuacin de crueldad contienen, sobretodo en usos populares, el verbo justiciar, el adjetivo justiciero o la irnicadenominacin justojuez dada en Tabasco a ave saurfaga particularlmenteferoz y perseguidora (Santamara).

    12 Cfr. Martnez-Lpez, pp. 75-77, 95-98.

    '' Tomo la expresin y el ejemplo de Paredes (1971-72), quien sigui el deTristan P. Coffin, destacando en 1957 el 'emotional core' en la baladaanglo-escocesa "Mary Hamilton".

    14 Usos admirativos hay, por exemplo, en Guadalupe Rayos (M 1964: 88

    bis), Carlos Coronado (M 1954: 69) y Los Pineda y los Nava (M 1954:46), corrido ste sobre suceso de 1925 y con cuartetas (7, 13-14)aproximables a las de Arnulfo: '-Amigo.../ no seas cobarde,acbame dematar. / Pero Servando no quiso, / pues tambin era hombrecito: / -Nohago gracia con tirarte / as como ests...'. En Herrera Frimont puedenverse corridos en los que Zapata es 'gallo jugado' (pp. 68-68) y PanchoVilla 'pollito fino' y 'pollo' (pp. 79, 82). Usos en contexto de burlas hayen Los sediciosos, 'El seor Luis de la Rosa / se tena por hombrecito, /a la hora de los balazos / lloraba como chiquito' (P 1976: 21), y enJacinto Trevio: 'Ese seor Willie Krause / lo tenan por buen gallo, / al'hora de los balazos / no supo ni del caballo' (P 1976: 19). En la tradicinantigua de Arnulfo ambos contrincantes son presentados como bravos.La potencial burla mplicita en los diminutivos slo se dirige contra elteniente que irreflexivamente ('cabecita) confiado en su experiencia vinoa quedar por debajo ('hombrecito') de un biso 'pollito' que 'no estabajugado'.

    " Para Daz y de Ovando el 'machismo acentuado... es visto con irona ycon cierto sentido negativo' en el corrido en general (p. 52). Simmons,sin dar ejemplos especficos, cree que las jcaras de valientes presentanun 'humorous treatment of the 'hroes' puerile bravado'. Seran, enrealidad, una 'satire on a glaring personality trait of the Mexican character':the pueblo enjoys laughing at itself and its regional pride carried to thepoint of absurdity' (pp. 58-59). Usos claramente negativos de hombrecitoson raros. Uno hay en Cornelio Vega (Garza: 11), donde se aplica a unmacho canallesco. Buen indicio de la ambigedad perturbadora deltrmino hay en la versin 17 de Arnulfo, donde Los Tigres del Nortesustituyeron 'hombrecito' por 'muy hombre'. Cfr. nota 28.

    16 Versin 12. Con ligeras vanantes se encuentra tambin en la 8 y la 11.

    Las tres son las ms largas y las nicas en las que consta informacinsobre la amada y profesin de Arnulfo (11 y 12). Por ello parecenrepresentar el corrido original. Faltan, sin embargo, estos detalles en dos

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 79versiones fronterizas, recogidas en 1951, (la 7) y 1954 (la 10), en las queacaso no pareciera bien exaltar la hombra de los de Allende.

    17 Cfr. con 'Noms no regelvan la agua / Porque as la han de tragar', en las

    cuartetas 8 y 17 de Valiente del Bajo, relacionables con una ertica cancintradicional sobre enamorados andaluces (Rodrguez Marn, copla 399)que expresaba, digamos, amenazas de vida: 'Si nuestros padres no quieren,/ ya los haremos querer: 7 enturbiaremos el agua / y la tendrn quebeber', En el texto mexicano se han transformado en amagos de muerte.Origen en esa copla tiene igualmene una habanera de 1911 (Salann, p.239) que tambin muestra semejanzas con la cuarteta 5 de El valienteguanajuatense (M 1954: 123), eco tardo de Soy de puro Guanajuato, de1880 (Santa Ana, I, 103), cancin contra la que se compuso, hacia el 'aonoventa y nueve', El valiente costeo. Este, como el Valiente del Bajo, seimprimi en hoja de Vanegas, ilustrada por Posada en fecha situable entrefinales de la dcada de 1880 y 1908. Lo de revolver o alborotar e agua esmotivo que reaparce luego en Los Dorados (M 1954: 32). En 'La variacinen el corrido mexicano' trat de la relacin de estos textos con los dejaques espaoles estudiados por J. Caro Baroja.

    18 Feliciano ofende a Elpidio provocando la reyerta porque ste es el

    pendenciero ms temido de La Palma, Guanajuato. 'Yo le entro con todami alma, / porque me lo han informado / que eres fiera de La Palma', ledice Feliciano. El corrido, de Rosendo Monzn, se grab en el mismodisco (Harmony Columbia HL-8113) en que se recogi una versin delde Arnulfo (nota 5). Tambin se documenta en Pisaflores, Hidalgo, en1967. Vase Garza, 16.

    19 Aqu est Heraclio Bernal, corrido de Cuco Snchez, en Cancionero del

    recuerdo, nmero 16, p. 43; cfr. con 'Soy su papacito chulo / a quien hande respetar', en el Valiente del Bajo, y con Paz, p. 73.

    20 Paz, pp. 26-27, 73.

    21 En 1953, Paredes, apoyndose slo en la versin 7, ve, contrariamente,

    la pendencia como provocada por 'the overbearing Rural'. Arnulfo, 'in avery unheroic pose, sitting down, [...] gets into trouble with the Ruralbecause he just sits there and looks [...] In this Arnulfo meets the conditionsfor the typical Lower Border hero, the peaceful man who is goaded intoviolence and who then shows his mettle in a way that surprises hispersecutors' (p. 145). No cambi Paredes de opinin en 1976, cuando yaconoca las versiones antiguas y cant una de ellas (la 8), probablementeporque tal interpretacin es la dominante en la tradicin fronteriza.

    22 Para los Rangers vase P 1958 (pp. 23-32), y 1976, p. 185, s.v. rinche. Es

    significativo que el corrido de elogio a los rurales, obviamente inspiradopor el gobierno (Santa Ana, I, 194-195), no pasara a la tradicin popular,a diferencia de los que exaltan a valientes que se enfrentaron a acordadasy rurales. Vanse, por ejemplo, Demetrio Juregui, Benito Canales, LucasGutirrez, Carlos Coronado, Heraclio Bernal, (M 1954; 66-70, 75) y, enEsparza (nm. 9), Lino Rodarte, 'que era padre de rurales'.

    2i P 1958, pp. 224, 232-239; Martnez-Lpez, nota 41. A lo que ah viene

    se pueden aadir como ejemplos de bravatas en situacin fronteriza la

  • 80 Enrique Martnez-Lpez

    del Cid contra el rey Bcar (Poema de Mi Cid, vv. 2410-2417) y, en elromancero, las de "Castellanos y leoneses / tienen grandes divisiones" y"Buen conde Fernn Gonzlez, / el rey enva por vos" (Duran, 703-704).En cuanto a valentonadas escocesas vayan de muestra las de Gude Wallace,personaje que a Paredes le hace pensar en Jacinto Trevin (1953: pp. 99-100). Wallace dice as: '-Now if there be a Scotsman here, / He'll comeand drink wi mi; / But if there be an Englishman loun, / It is his time toflee. / The goodman was an Englishman, / And to the hills he ran; thegoodwife was a Scots woman, / And she carne to his hand' (Child, nmero157, III, 274).

    24 M 1954; 75. Cfr. Vanderwood, pp. 98-100.

    25 M 1954: 69-70.

    26 Jacinto Trevio, en P 1976: 20. Cfr. ah con los corridos 17 y 27. La

    expresin, caracterstica del corrido mexicano de Texas, es una verdaderafrmula pica.

    27 Poema de Mi Cid, vv. 1023, 2427; Child, 141: 38. Algo parecido hay en

    el resplandeciente hroe de "Por el val de las Estacas", en el romancerodel Cid, donde el juglar comenta: 'dbale el sol en las armas, /oh, cuanbien le pareca!' (Duran, 752).

    28 Lo mismo ocurre en la versin 17, de Los Tigres del Norte (1989), quienes,

    atentos al pblico fronterizo y en un esfuerzo por nimbar de herosmo elaltercado, transforman el rural 'hombrecito' en 'muy hombre' ymagnifican en 'gallito' al 'pollito' Arnulfo. Cfr. nota 15.

    19 En la moraleja del verso 'defendiendo su derecho', presente en la tradicin

    ms antigua, ofrece razonada y singular correccin ('se matan por derecho',es decir, limpiamente) en la versin 7 (n. 8). Otras variantes, como'peleando por su derecho' (versiones 3 y 4) y 'defendindose su derechos'(9 y 15), reflejan sutiles diferencias en la apologa de violencia. Para laresonancia heroica de defender su derecho con la pistola en mano en loscorridos mexicanos de Texas, vase P 1958 (pp.232-235) y 1976 (pp. 28,31, 32) y aqu tambin la cuarteta 16 del corrido de Rito Garca.

    30 'Nac en la frontera, de ac, de este lado, / de ac, de este lado, puro

    mexicano; / por ms que la gente me juzgue texano, / yo les aseguro quesoy mexicano, / [...] de los que a la guerra / llevamos nuestra hembra, 7de los que morimos amando y cantando; / yo soy de ese bando'. El corrido,de Pepe Guzar, que cantaba en la radio entre 1935 y 1947 (Moreno, p.90), puede leerse en el Cancionero del recuerdo, p. 45.

    31 Soy puro mexicano, corrido de Manuel Espern, y uno de los grandes

    xitos de Negrete, debi componerse hacia 1937-1941 (Cfr, Moreno,pp. 81, 220). Viene en el Cancionero de Recuerdo (p. 40). Ah tambin(pp. 34-35), si no en el Cancionero Picot (p. 174), en Aramoni (pp. 214-214), o en Magis (pp. 219-221), figuran, entre los textos machistas quepongo a continuacin, los sealados con asterisco: Jalisco nunca pierde*(1937), Yo soy mexicano* (1943), de Ernesto Cortzar y M. Espern,cantado por Negrete, quien tambin consagrara Aqu llega el valentn(1938) y Ay, Jalisco, no te rajes (1941). Otros son: Les cuadre o no lescuadre* ('Soy puro mexicano, / les cuadre o no lees cuadre...', corrido

  • Sobre el hroe en el corrido fronterizo: Arnulfo Gonzlez 81de Vctor Cordero, autor igualmente de Juan Churrasqueado* (1942), y,ya contra corriente, Gabino Barrera* (1955); La feria de las flores* (1943),ranchera de Chucho Monge, quien remoza baladronadas del Valiente delBajo en los versos 'Aqu vine porque vine; / [...] no hay cerro que se meempine; / [...] traigo pistola al cinto / y con ella doy consejos; / [...] posa ver, a ver qu pasa!' Para el asunto vase Aramoni (pp. 194-195) ytambin Moreno (pp. 186-191) en cuyo libro, as como en el de Garrido,se fechan textos y pelculas.Roberto Rodrguez Baos, Patricia Trejo de Zepeda y Edilberto Soto Angli,Virginidad y machismo en Mxico (Mxico: Posada, 1973), p. 97.La de los Alegres de Tern es de 1976, cuando ya probablemente elDueto Miseria cantaba la suya y cuanda ya estaba impresa una que niunos ni otros podan ignorar: la primera del Cancionero del Bajo, nmero68 (1961-1962), en la que se haba eliminado la cuarteta de hombrecito/pollito y la de pacficos/fiscales.Ejemplo de ello parece el que las versiones 1, 9, 14 y 17 comiencen con'De Allende se devolvi', obvio contagio de la cuarteta 7 ('Arnulfo sedevolvi / a darle un tiro en la frente...'), donde, sin embargo, devolversevale por 'ausentarse'. Para el uso de devolverse por volverse vaseSantamara.Child, nmero 154, estrofa 94.Para notar el decreciente entusiamo por los encuentros machistas es tilcomparar Los dos hermanos (M 1954: 131), sobre suceso de 1930, o LaRafaelita (1918) en versin recogida en 1951 (M 1964: 160), con la delCancionero del Bajo, nmero 33 (1956), reimpresa en Aramoni (pp.212-213). En ella a los diminutivos ironizantes ('forasteritos','cancioncita'), se acrecientan comentarios insinuando la irracionalidadde que dos amigos se maten por una 'mancornadora': 'quin haba depensar / que por esa pasin murieran', 'por una mancornadora / murierondos gallos finos'. Otras versiones hay en Serna Maytorena (pp. 31-33).En el corrido de Jos Roberto y Simn, anterior a 1939 (M 1954: 74),hay tempranos sarcasmos del narrador sobre el machismo. Concluyediciendo: 'Pues, s, seores, / pues, s, ser: / que aqu se mueren loshombres / con mucha facilidad'.

    CampoTexto: AIH. Actas XII (1995). Actas XII. AIH. Sobre el hroe en el corrido fronterizo: el ... ENRIQUE MARTNEZ-LPEZ.