LA UTILIZACION DE LAS ARMAS QUIMICAS EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

INTRODUCCIÓN

La primera Guerra Mundial, o como ha permanecido en la memoria histórica de la

humanidad, “La Gran Guerra”, marcó un hito sin precedentes en el desarrollo

armamentista, puesto que no había ocurrido hasta ese entonces, la presencia de

un conflicto que presentara más atrocidades en los campos de batalla como esta

guerra. Los altos índices de innovación guerrerista, el nivel acelerado de

industrialización al servicio de la guerra, los rápidos adelantos científicos y

tecnológicos, y una desenfrenada economía de guerra, demostraron al mundo

entero la capacidad destructiva que puede desarrollar el hombre.

Los adelantos tecnológicos para la guerra fueron incontables, desde las industrias

automotriz, aeronáutica, y marina, que vieron un despliegue interminable de

fondos para la investigación e innovación en vehículos de guerra aéreos,

terrestres, y acuáticos; pasando por las industrias textil y alimenticias, quienes

desarrollaron una tecnificación de los procesos de producción en masa tan

avanzado, que tuvieron la capacidad para suplir ejércitos de centenares de miles

en un conflicto que duró más de cuatro años; hasta la industria la cual tomó

1

partida mediante la elaboración de hidrocarburos y medicinas para las actividades

de guerra, y especialmente, tuvieron campo para el desarrollo de nuevas armas

que serían esenciales en determinar las fuerzas en el campo de batalla.

Ésta última, la industria química, tuvo un papel fundamental en el desarrollo de las

atrocidades de la Gran Guerra. Una de las más grandes particularidades que tuvo

ésta, y uno de los legados más grandes que dejó a la historia mundial de los

conflictos, fue la utilización de armas químicas como estrategia de guerra.

El objetivo del presente ensayo es vislumbrar el legado de la utilización de armas

de carácter químico en la primera guerra mundial, y el efecto en las nociones

seguridad en la actualidad.

2

1. DEL HOMBRE, LA GUERRA Y LAS ARMAS

Las guerras son casi una condición atribuible a la humanidad, los asentamientos o

agrupaciones pasan irremediablemente por períodos o estaciones de conflicto en

aras de expandir el poderío de un determinado conglomerado, bien sea con el

objetivo de ampliar territorio, ejercer influencia, someter, suprimir, en síntesis, para

mantener el statu quo en una relación de poder; para luego pasar por períodos de

estabilidad y de paz, que son solo interrumpidos por nuevos episodios de conflicto.

Lo anterior quiere decir, que la historia de la humanidad ha estado marcada por

innumerables guerras desde que la historia misma permite recordar. Así, “en la

lucha del hombre contra el hombre y desde la prehistoria se han tratado de utilizar

cuantas armas y elementos podían asustar, hacer daño, o matar al enemigo.”1

Esta característica de la guerra del hombre, ha conllevado a la humanidad misma

a la creación evolutiva e imparable de nuevas formas de hacer la guerra.

1 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 28

3

Es así, como la humanidad encuentra en la guerra una forma evolutiva de ascenso

y supervivencia; perpetuándose a través de la investigación para la innovación y

desarrollo tecnológico. Esto se puede hacer evidente en las enormes

transformaciones que se han manifestado de una guerra a otra; pasando de las

armas contundentes, corto contundentes y corto punzantes, a las armas de fuego

que tiene una amplia variedad en alcance, rango, precisión, fuerza de impacto y

penetración, disparos por minuto, etc., luego a las armas de mediano poder como

catapultas, cañones, morteros, lanza granadas, vehículos de guerra como aviones

de alta velocidad con voraces capacidades destructivas, tanques de guerra

terrestres que no puede ser detenidos, máquinas marinas y submarinas con

fuertes arsenales militares a bordo; y en la historia reciente, misiles balísticos

intercontinentales, armas nucleares, y armas químicas y biológicas.

1.1. DE LA APARICIÓN DE LAS ARMAS QUÍMICAS

Las armas químicas “se definen como aquellas que recurren a las propiedades

tóxicas de determinados productos químicos que producen alteraciones en la

fisiología de los seres vivos”2. Estas armas han influido de manera importante en

la historia de las guerras, sobre todo, en los períodos que comprenden la historia

2 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 38

4

moderna, incluso siendo decisivas en el resultado de importantes batallas, de

guerras como la Primera Guerra Mundial.

Pese a que las armas químicas tienen un peso significativo en la configuración

actual de las nociones de seguridad, y a que se les ha utilizado en conflictos

relativamente recientes el origen de las armas químicas se remonta mucho mas

atrás.

“Una de las primeras referencias históricas [del uso de armas químicas] está en

las crónicas de Alejandro Magno, donde se describe el empleo de cal viva junto

con el azufre y las cenizas para producir polvo tóxico respiratorio e irritante de la

piel.”3 Estos primero usos de agentes químicos a manera de arma, darían los

pasos iniciales hacia la conformación de agentes químicos como una nueva

estrategia de ventaja en los campos de batalla.

Sin embargo los antecedentes, hablan de varias y muy notorias iniciativas

químicas en los teatros de operaciones:

“Los Chinos usaron humos arsenicales hacia el 1000 a.C. Solón de Atenas puso

raíces de eléboro en el agua de Kirrha hacia el 600 A.C. 429 y 424 a.C., los

espartanos y sus aliados usaron humo nocivo y llamas contra las ciudades aliadas

de los atenienses durante la guerra del Peloponeso. Cerca del 200 a.C. los

cartaginenses usaron raíces de mandrágora para sedar al enemigo (…)”4

3 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 284 Office of the surgeon general. US Army. “Medical aspects of chemical and biological warfare” Textbook, of Military Medicine. Office of the surgeon general. Department of the Army, United States of America. 1997.

5

Estos antecedes de las armas químicas sientan un precedente de la efectividad y

la facilidad de elaboración de agentes químicos en labores de guerra. Estos

precedentes darían de una forma u otra paso a la elaboración de las armas

químicas que se han desenvuelto en las guerras modernas actuales. Sin embargo,

en ninguno de estos antecedes de uso de armas químicas, hubo un uso masivo de

estas.

La investigación, los avances científicos y la guerra, como se ha visto, tienen una

historia macabra en común que les ha permito subsistir en una terrible relación de

simbiosis. La Guerra alimenta la maquinaria de la inventiva del hombre, quien

busca maneras de hacer cortas y eficaces las guerras en la terea de minimizar

costos. El buen desenvolvimiento de las armas químicas en los campos de batalla,

condujo a la facilitación de la promoción de la investigación para el desarrollo de

nuevas, más potentes y efectivas armas químicas. Adicionalmente “las armas

químicas son, tecnológicamente fáciles de producir, de bajo precio, eficaces en

muchos escenarios, y difíciles de detectar”5.

Pág. 11. Traducción libre del autor. 5 ? VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 34.

6

2. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL: LA MASIFICACIÓN DE LAS ARMAS

QUÍMICAS.

La Primera Guerra mundial fue un evento sui generis en la historia contemporánea

de las relaciones internacionales. No solo se trató de una guerra que involucró a

todas las grandes potencias mundiales de aquel entonces, sino que además tuvo

efectos a lo largo y ancho del globo.

Las causas de la guerra se concentran básicamente en el surgimiento de

potencias fuera de las tradicionales potencialidades europeas. Rusia, Japón y

Estados Unidos aparecen en la escena mundial, facilitadas por la aceleración de

los procesos de globalización de las economías; adicionalmente, Alemania, se

configura como una de las más importantes potencias armamentistas, poniendo

en peligro la hegemonía naval británica en el subcontinente europeo, la puesta en

marcha de la Weltpolitik, desestabiliza y el statu quo de la región; Y por último, los

procesos colonialistas, generaron fuertes tensiones guerreristas en torno al

desarrollo de nuevos mercados y nuevas fuentes de materias primas y mano de

obra barata.6

El estallido de guerra enfrentaría a Alemania, Austria-Hungría e Italia (Aunque

posteriormente, se uniría a los aliados), quienes conformarían la alianza tripartita;

y por el otro lado Francia, Rusia y el Reino Unido. La provocación que llevaría a la

6 Comparar con: OCAÑA, Juan Carlos. Historia Siglo 20, Primera guerra mundial, los antecedentes. 2010.

7

primera acción de guerra, o el catalizador, sería el asesinato del archiduque

Francisco Fernando.

Luego de este evento, se desencadenaría entonces, le declaración de guerra de

Austria – Hungría contra Serbia; a lo que Rusia entonces se dispone a intervenir

en favor del gobierno Serbio, acto al que responde Alemania en declaración de la

guerra a Moscú; como parte de los acuerdos internacionales, Francia se dispuso

una movilización general en apoyo a Rusia, a lo que Alemana responde con la

declaración de guerra a Francia. Por último, Alemania invade Bélgica, por lo cual,

Reino Unido declara la guerra a los germanos.7

La exacerbación de este conflicto, y también su particularidad hacia esta fecha, es

que jamás se habían reunido tantas potencial mundiales en la lucha de una sola

guerra, y esto significaría una capacidad destructiva de enormes proporciones, lo

que significaría el enfrentamiento de fuerzas de batalla comparables, que tendría

muchas bajas y pocos avances.

Entre 1914 y 1916, en pleno desarrollo de la guerra, “el enfrentamiento entre

grandes potencias industriales llevó a la guerra a un nivel de violencia y horror

nunca antes contemplado. La invención de nuevas armas, las granadas, los

lanzallamas, los tanques, y el gas (…) [esto] llevó al frente occidental a un empate

7 Comparar con: OCAÑA, Juan Carlos. Organización Historia Siglo 20, Primera guerra mundial, los antecedentes. 2010. instituto de tecnologías educativas.

8

técnico. Los ejércitos se atrincheraron a los largo de cientos y cientos de

kilómetros.”8

Es aquí donde surge el punto de inflexión para el uso de las armas químicas. Las

guerras de trincheras significarían el inicio de nuevas estrategias de guerra. El

estancamiento de posiciones, debido a la igualdad de fuerzas de combate en el

terreno, condenaba a los ejércitos al atrincheramiento. Desde el inicio de la guerra,

se esperaban “los documentos químicos y biológicos de propuesta para ser

transformados en operaciones plausibles en los campos de batalla”9.

“El primer empleo masivo de agresivos químicos, con graves efectos sobre el

adversario, se realiza durante la Primera Guerra mundial, el 27 de octubre de

1914, los alemanes lanzan sobre las tropas francesas una mezcla de

estornudógenos compuesta por clorhidrato y sulfato de anicidina” 10

Los efectos de las armas químicas en general durante la primera guerra mundial,

fueron en términos generales el desarrollo de contraofensivas de uno y otro bando

con químicos de igual o parecido efecto. Sin embargo, estas iniciativas no tuvieron

demasiado éxito, ya que en esta ocasión los gases y el efecto químico fueron

contrarrestados por el fuerte explosivo de la ojiva de carga, haciendo pasar

8: Ver: OCAÑA, Juan Carlos. Organización Historia Siglo 20, Primera guerra mundial, 1915 – 1916: la guerra de posiciones. 2010. instituto de tecnologías educativas. 9 Office of the surgeon general. US Army. “Medical aspects of chemical and biological warfare” Textbook, of Military Medicine. Office of the surgeon general. Department of the Army, United States of America. 1997. Pág. 13. Traducción libre del autor. 10 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 29.

9

inadvertidos los efectos reales del químico11; posteriormente, lo intentarían de

nuevo las tropas alemanas sobre las tropas rusas, con la mala suerte de que la

baja temperatura previno la evaporación de los gases, haciendo pasar

nuevamente inadvertido el efecto de las mismas.12

“Como respuesta, los franceses lanzaron, posteriormente, bombas lacrimógenas,

y, en esta escalada, se llega al 15 de abril de 1915, cuando los alemanes generan

una cortina de gases de cloro a lo largo de 10 kilómetros que causa una

verdadera masacre entre los aliados.”13

Las retaliaciones de uno y otro bando no se hicieron esperar. Las tropas

alemanas, francesas e inglesas empezaron a utilizar las técnicas de guerra

química constante para la minimización de las trincheras y la toma de posiciones.

Se dio entonces “el inicio de una terrible escalada que aterrorizó al mundo, el 25

de septiembre [1915] los ingleses lanzaban nubes de humo (cloro, fosgeno y

cloropicrina) contra los alemanes. En diciembre de 1915, los alemanes utilizan

fosgeno. En 1916 se utilizó el difosgeno por primera vez por ser más persistente y

de más fácil manejo. En 1916, se emplea por primera vez, por parte de los

franceses, la denominada “Vincenitas” que son ingenios dotados de cianuro con

11 Comparar con: ? Office of the surgeon general. US Army. “Medical aspects of chemical and biological warfare” Textbook, of Military Medicine. Office of the surgeon general. Department of the Army, United States of America. 1997. Pág. 13. Traducción libre del autor. 12 Comparar con: ? Office of the surgeon general. US Army. “Medical aspects of chemical and biological warfare” Textbook, of Military Medicine. Office of the surgeon general. Department of the Army, United States of America. 1997. Pág. 13. Traducción libre del autor. 13 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 29.

10

tricloruro de arsénico y zinc. El 4 de abril de 1917 los ingleses emplean por

primera vez lanzadores de gases”14

El establecimiento de los químicos como una estrategia normal de guerra, fue

entonces establecida en los términos de la guerra. Luego de la terminación de las

atrocidades de la guerra, se dictaminaron conferencias internacionales en las que

se llegaron a dictaminar pautas legales vinculantes de carácter internacional para

la prohibición del uso de sustancias químicas y en general todo tipo de arma

química en los campos de batalla. Sin embargo se han presentado varias

ocasiones en las que los agentes químicos han sido utilizados, de manera ilegal a

la luz del derecho internacional humanitario.

“Tras doce años de negociaciones, el 3 de septiembre de 1992, se adoptó en la

Conferencia de Desarme en Ginebra el texto de la Convención sobre Armas

Químicas. La Convención permite la rigurosa verificación del cumplimiento por los

Estados partes. Esta Convención se abrió a la firma el 13 de enero de 1993 en

París y entró en vigor el 29 de abril de 1997. Se trata del primer acuerdo de

desarme negociado en el seno de un marco multilateral que contiene

disposiciones para la eliminación de una categoría completa de armas de

destrucción en masa sujetas a fiscalización internacional de aplicación universal.”15

14 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 29.

15 Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción. 3 de septiembre de 1992.

11

Las armas de tipo químico, también se han convertido en un foco de inseguridad

internacional por la proliferación de organizaciones internacionales de crimen

organizado, que se dedican a actividades ilegales como terrorismo y narcotráfico,

entre otros. Así, “Entre los años 1960 y 1999, en Estados Unidos, se registraron

415 incidentes relacionados con agentes químicos, biológicos y radioactivos. De

ellos 151 se consideraron terroristas, 160 criminales, 38 asesinatos “oficiales”

(promovidos por una nación) y el resto accidentales o motivados por otras

causas”16

Esta es la tipificación de los gases utilizados en las guerras:

Agentes químicos de ahogo: “Los agentes de ahogo infligen lesiones

principalmente en el tracto respiratorio, esto es, que irritan la nariz, la

garganta, y especialmente los pulmones. Las víctimas suelen inhalar estos

agentes, que hacen que los alvéolos secreten un flujo constante de líquido

en los pulmones, en esencia ahogando la víctima.”17

Agentes vesicantes: “Los agentes vesicantes, o de empolladura, son uno de

los agentes de armas químicas más comunes. Estas sustancias oleosas

actúan a través de la inhalación y el contacto con la piel. Afectan a los ojos,

vías respiratorias, primero como un irritante y luego como un veneno

celular. Como su nombre indica, los agentes vesicantes causan ampollas

16 VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química. Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo” General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa Española. Pág. 29.17 Organización para la prohibición de las armas químicas (OPAQ). Documento referente a la tipificación de los agentes químicos. Consulta electrónica

12

grandes y muchas veces mortales de la piel que se asemejan a las

quemaduras graves.”18

Agente de sangre: “El nombre agente de la sangre, al igual que los de

otros grupos de agentes, se deriva de su efecto sobre las víctimas. Los

Agentes se distribuyen a través de la sangre y, en general entran en el

cuerpo al ser inhalados. Ellos inhiben la capacidad de las células de sangre

para utilizar y transferir oxígeno. Así, los agentes sanguíneos son venenos

que causan efectivamente sofocación.”19

CONCLUSIONES

1. La utilización de armas químicas corresponde a una evolución histórica,

ligada a la naturaleza humana, como término de innovación en la guerra

para la obtención de poder.

18 Organización para la prohibición de las armas químicas (OPAQ). Documento referente a la tipificación de los agentes químicos. Consulta electrónica19 Organización para la prohibición de las armas químicas (OPAQ). Documento referente a la tipificación de los agentes químicos. Consulta electrónica

13

2. La primera guerra mundial fue el detonante máximo de la conocida guerra

de las trincheras en la que se utilizó por primera vez armas químicas de tipo

masivo.

3. La dinámica de guerra impulsó los adelantos tecnológicos y científicos de

las armas químicas, produciendo un precedente de la eficiencia y bajo

costo de las mismas.

4. Las armas químicas constituyen una ampliación de la noción de seguridad

haciendo necesaria la implementación de protocolos e instituciones

internacionales para la regulación del uso de las mismas.

BIBLIOGRAFÍA

14

PRICE, Richard. “A Genealogy of the chemical weapons taboo”

International Organization. The MIT Press. Vol. 49, No. 1, Winter 1995.

OCAÑA, Juan Carlos. “La Primera Guerra Mundial”, instituto de tecnologías

educativas. 2010. Consulta electrónica. Disponible en:

www.historiasiglo20.org

VILLALONGA, Martínez, Luis. “Historia de la guerra química.

Características y mecanismos de aplicación en la guerra y en el terrorismo”

General de división médico. Inspección general de sanidad de la defensa

Española.

Office of the surgeon general. US Army. “Medical aspects of chemical and

biological warfare” Textbook, of Military Medicine. Office of the surgeon

general. Department of the Army, United States of America. 1997.

Organización para la prohibición de las armas químicas (OPAQ).

Documento referente a la tipificación de los agentes químicos. Consulta

electrónica disponible en: http://www.opcw.org/sp/proteccion/tipos-de-

agentes-quimicos-en-ingles/

15

16

DE LA GUERRA DE TRINCHERAS A LA GUERRA QUIMICA

CORONEL JOHN JAIRO ROJAS GOMEZ

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADAFACULTAD DE RELACIONES INTERNACIONALES, ESTRATÉGIA Y

SEGURIDADESPECIALIZACION EN ALTA GERENCIA DE LA DEFENSA NACIONAL

BOGOTÁ2014

17

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….3

1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL……………………………………………..4

2. EL HOMBRE USA LA QUÍMICA PARA LA GUERRA………………………..5

3. GUERRA QUÍMICA……………………………………………………………….7

4. LA PRIMERA VEZ QUE SE UTILIZARON LOS GASES QUÍMICOS EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL…………………………………………7

5. MOSTAZA AZUFRADA (GAS MOSTAZA)……………………………………15

6. FOTOGRAFIAS………………………………………………………………….18

7. CONCLUSIONES………………………………………………………..………22

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………...23

18

DE LA GUERRA DE TRINCHERAS A LA GUERRA QUIMICA

Históricamente ha hecho carrera la frase “la guerra es la continuidad de la política por otros medios”20 , por medios violentos. Clausewitz la planteaba como la justificación a la necesidad de imponer criterios políticos a los contrincantes, o sencillamente para alcanzar el poder. Los marxistas vieron en esta aplicación de la fuerza un elemento para sintonizar su ideología Lenin sostuvo la necesidad de la violencia armada para la toma del poder y Mao sintetizó el planteamiento en su conocida frase: "el poder nace del fusil"

En términos generales la guerra pretende desde la perspectiva de Clausewitz lograr el mantenimiento de relaciones de poder y dominación. La guerra debe permitir alcanzar ventajas estratégicas que se deben perpetuar por medio de la política. Que en palabras de Foucault, no es otra cosa distinta que la política mantenga, a través de su acción, las relaciones de dominación previamente establecidas en el campo de batalla o en ciertas condiciones y circunstancias que se pueden emparentar con la guerra.21

La guerra por lo tanto se constituye en un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad.

Pero en término general el término guerra ha sido definido de múltiples formas, el Diccionario enciclopédico de la guerra, lo plantea como “desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias” o “el conjunto de los actos por los que un pueblo o un estado hace respetar sus derechos, luchando con las armas en la mano contra otro pueblo u otro Estado”22 Estas premisas dieron pie al estallido de la Primera Guerra Mundial, conocida como la gran guerra.

1. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

El 28 de junio de 1914, un joven nacionalista bosnio llamado Gavrilo Princip mató en Sarajevo al heredero de la corona del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, quien iba en una procesión por la ciudad con su esposa, Sofía Chotek. Varios miembros del grupo radical Joven Bosnia acechaban el cortejo ese día, cada uno con un revólver, una granada, y una cápsula de cianuro para ingerirla cuando el plan se hubiera consumado.

20Clausewitz Karl Von. De la guerra. En: http://www.tusbuenoslibros.com/resumenes/de_la_guerra_von_clausewitz.pdf21 ABELLO Ignacio. El concepto de la guerra en Foucault Revista de Estudios sociales No 14. Febrero de 2003. En: http://res.uniandes.edu.co/view.php/288/view.php22 Diccionario enciclopédico de la guerra. Tomo 7 Editorial Gesta. Madrid Pág. 652

19

Pero solo Gavrilo Princip pudo hacerlo, casi por casualidad: por una fatal coincidencia, cuando el carro en el que iban Francisco Fernando y Sofía camino del hospital para ver a su edecán, se desvió de la ruta. Entonces quedó justo enfrente de la cafetería en que estaba el asesino, quien, sin pensarlo, tiró dos veces del gatillo: la primera bala atravesó el vientre de la archiduquesa; la segunda, el cuello del archiduque.

Muchos libros de historia suelen coincidir en que el atentado en Sarajevo fue el punto de partida de la Primera Guerra Mundial. Y sin duda lo fue, más bien como un pretexto y un detonante. Como la desembocadura de los conflictos latentes que estaban por estallar en Europa justo en ese preciso momento de la historia, todos al mismo tiempo, y como un símbolo de lo que estaba muriendo con el siglo XIX y lo que estaba fraguando el incierto y turbulento siglo XX.23

Las hostilidades, que comenzaron en agosto de 1914, y continuaron en varios frentes durante los cuatro años siguientes.

Durante la Primera Guerra Mundial, las Potencias de la Entente -- Gran Bretaña, Francia, Serbia y la Rusia Imperial (a las que más tarde se unieron Italia, Grecia, Portugal, Rumania y Estados Unidos) -- lucharon contra las Potencias Centrales: Alemania y Austria-Hungría (a las que más tarde se incorporaron la Turquía Otomana y Bulgaria).

El entusiasmo inicial de todas las partes respecto a una victoria rápida y decisiva se desvaneció cuando la guerra se empantanó en un punto muerto de costosas batallas y guerra de trincheras, particularmente en el frente occidental. El sistema de trincheras y fortificaciones en el oeste se extendió en su punto máximo a 475 millas (764 km), aproximadamente desde el Mar del Norte hasta la frontera suiza, y definieron la guerra para la mayoría de los combatientes norteamericanos y de Europa Occidental. La vasta extensión del frente oriental impedía una guerra de trincheras a gran escala, pero la escala del conflicto era equivalente a la del frente occidental. También hubo intensos combates en el norte de Italia, en los Balcanes y en la Turquía otomana. Los combates tuvieron lugar en el mar y, por primera vez, en el aire.24

2. EL HOMBRE USA LA QUÍMICA PARA LA GUERRA

23 Causas de una guerra que dio origen al mundo de hoy. Varios de los factores que desataron la Primera

Guerra se remontan a los inicios del siglo XIX. EN: http://www.eltiempo.com/mundo/europa/causas-de-la-primera-guerra-mundial/14306555.24 La primera guerra mundial. En: http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007796

20

Posiblemente la primera reacción química que el hombre aprovechó para destruir a su enemigo fue el fuego. La misma reacción de oxidación que logró dominar para tener luz y calor, para cocinar alimentos y fabricar utensilios, en fin, para hacer su vida más placentera, fue usada para dar muerte a sus congéneres al quemar sus habitaciones y cosechas.

Al pasar el tiempo el hombre inventa un explosivo, la mezcla de salitre, azufre y carbón, que es usada en un principio para hacer cohetes que alegraron fiestas y celebraciones. Este descubrimiento, atribuido a los chinos, fue utilizado posteriormente por el hombre para disparar proyectiles y así poder cazar animales para su sustento.

Pero el hombre, siempre agresivo, terminó por emplear el poder explosivo de la pólvora para hacer armas guerreras y así enfrentarse a su enemigo.

Más tarde se fueron descubriendo explosivos más poderosos. Varios productos nitrados, por su alto contenido de oxígeno, son buenos explosivos. Así, la nitración de la glicerina con mezcla sufonítrica y produce la nitroglicerina.

Esta sustancia es sumamente peligrosa pues explota con mucha facilidad, por lo que debe tenerse mucho cuidado a la hora de su fabricación. Con todo, a pesar de su peligrosidad el hombre la fábrica y la usa para la guerra debido a la gran cantidad de gases que produce al explotar, pues 1 kg de nitroglicerina produce 782 litros de gases, además de una gran cantidad de calor: 1 kg produce 16l6 K cal.

El empleo de agentes químicos como método de combate no constituye una novedad de nuestros días sino que, al menos en sus formas más primitivas, data de tiempos remotos. Los griegos, por ejemplo, emplearon con frecuencia el denominado fuego griego, consistente en una mezcla de petróleo, sulfuro y varias resinas (Constantinopla 637 AC) y Esparta en la guerra del Peloponeso (429 AC), creó gases tóxicos haciendo arder brea y sulfuro.25 Durante la guerra civil en Norteamérica se emplearon humos producidos al quemar el azufre, para que el viento los llevase en dirección del bando contrario.

Así, vemos que la aplicación de gases en el terreno militar no es nueva. Generalmente se diferencian tres tipos de gas: persistentes, no persistentes e irritantes. Otro grupo importante empleado con fines militares lo forman los llamados humos los cuales pueden ser venenosos o simplemente utilizarse sólo para ocultar al enemigo los movimientos de las tropas.

25 CERVELL HORTAL. María. El derecho internacional y las armas químicas. Universidad de Murcia. Murcia 2004. Pág.30

21

3. GUERRA QUÍMICA26

El empleo de sustancias tóxicas en la guerra había sido prohibido por la Conferencia de la Haya en 1899, sin embargo, cuando los frentes se estabilizaron, los alemanes, que tenían una industria química muy desarrollada, pensaron en este tipo de armas como una solución para acabar con la guerra de trincheras.

La industria química y armamentística inició la producción de nuevos gases (fosgeno, bromuro de xileno, arsénico, ácido cianhídrico...). El repertorio del horror tóxico se fue ampliando. Los gases empezaron a lanzarse en bombas de artillería para evitar que un repentino cambio del viento hiciera que las propias tropas murieron asfixiadas. Los ejércitos desarrollaron sistemas de defensa y alarma. Los soldados tuvieron que proveerse de máscaras anti-gas, dando lugar a una de las múltiples imágenes siniestras de la Gran Guerra.

26 Tomado de: http://www.historiasiglo20.org/GLOS/guerraquimica.htm

22

4. LA PRIMERA VEZ QUE SE UTILIZARON LOS GASES QUÍMICOS EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.27

28

Los alemanes quisieron valerse de un arma ofensiva eficaz mediante el uso de los gases venenosos, en violación de los acuerdos hechos en La Haya en 1907.Los gases venenosos se emplearon por primera vez en la guerra en Europa el 23 de abril de 1915, utilizando los alemanes el cloro (gas "oximuriático") contra las líneas francesas e inglesas en el saliente de Yprés. Aunque hay versiones que dicen que su primer uso fue francés en el primer mes de la guerra, en agosto de 1914, utilizaron granadas con bromuro contra los alemanes. Sin embargo, fue el ejército alemán el primero en estudiar y desarrollar armas químicas y utilizarlas a gran escala. Un desertor había dado a conocer las intenciones del enemigo pero los aliados no creyeron que Alemania violase las reglas establecidas en La Haya, y no dieron importancia a este aviso. Atild en su obra "Gas y llama" describe el desconcertante momento en el que los soldados se ven envueltos en este nuevo ataque: "Imaginaos, sí es posible, la situación y estado de ánimo de aquellas tropas, al ver una extensa nube de ceniciento gas amarillo brotando del suelo y arrastrándose,

27 STERLING SEAGRAVE. Lluvia Amarilla. Un viaje a través del terror de la guerra química. Editorial Troquel. Buenos Aires. 1983.28 Tomada de: http://diariopamperoarchivos.blogspot.com/2009/08/el-siniestro-iniciador-de-la-guerra.html

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empujado por el viento hacia ellos; los vapores quemaban la tierra, introduciéndose por las grietas y huecos, llenando los agujeros hechos por las granadas y las trincheras según iba acercándose. Al principio, el asombro; después, el miedo, y por último, cuando las primeras capas de la nube envolvieron y dejaron a los hombres sin aliento y agonizantes, el pánico. Los que podían moverse huyeron, aunque en general en vano, pues la despiadada nube los seguía y alcanzaba." En Ypres, bajo la llovizna de un día no muy diferente de cualquiera de comienzos de la primavera de 1915, es posible ver porque los generales parecen elegir siempre lugares como este para ver una carnicería en gran escala. El terreno es tan inocente en sus ondulaciones que el paisaje se parece a una gran maqueta militar de un instituto de estudios bélicos donde las tropas pueden desplazarse como si se tratara de soldaditos de plomo. Es posible situar puestos de comando en las crestas de las colinas, con oficiales que empuñan catalejos. La vista de un hombre a caballo puede llegar muy lejos en Ypres.

Para quienes se encontraban en las trincheras en ese atroz día de primavera de 1915 fue otra historia. No sabían que estaba por suceder y, cuando los golpeo, no supieron de qué se trataba. Intentaron correr, arrojando sus armas, pero no les valió de nada. Deberían de haber sabido que algo siniestro se estaba tramando contra ellos a juzgar por la actividad que se observaba en las líneas alemanas. Pero los hombres de ambos lados estaban entumecidos por el prolongado invierno, la horrorosa masacre, los piojos, los hongos y el hambre sin fin. Aun los soldados de infantería alemanes poco entendían de todas las extrañas idas y venidas que se produjeron a mediados del invierno y comienzos de la primavera. En primer lugar, llenaron los vagones. Fueron echados a rodar centenares de cajones, que contenían cilindros de aspecto extraño, provenientes de las fábricas de I.G. Garben que eran descargados por la infantería y puestos a cargo de los pioneros -las tropas químicas entrenadas especialmente- con su extraño equipo. Todo se realizaba bajo la cuidadosa supervisión personal del tenebroso científico doctor Fritz Haber, jefe del instituto de quimicofisica y electroquímica Kaiser Wilhelm, de Berlín. El doctor Haber estaba en todas partes; con su traje y su chaleco civil, su corbatín negro anudado en un cuello de camisa con aletas, empollaba sus cilindros como si estuviera incubando huevos.

Desde luego, fue la infantería que le hizo el trabajo. En primer lugar la excavación, ejecutada siempre de noche para que pasara inadvertida por los espías en los globos de observación y los aviones de exploración enemigos. Los soldados excavaban fosas profundas y estrechas en la parte trasera de las trincheras. Se practicaron centenares de aberturas pues había casi seis mil cilindros metálicos cada uno de los cuales pesaba cerca de cuarenta kilos; se requería un destacamento de cuatro soldados para llevarlos a lo largo de las trincheras en zigzag, pues todas las trincheras tenían curvas cada pocos metros para que las

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andanadas de artillería no pudieran extender los efectos de sus impactos y su metralla más allá de la próxima curva.

Había tantos cilindros que, antes de que pasara mucho tiempo, los soldados quedaron agotados; estaban dispuestos a arriesgar sus vidas tomando atajos y caminando a los tropezones por un terreno expuesto hasta llegar a su destino con cada cilindro, prefiriendo el fuego enemigo a atravesar las trincheras malolientes. En cada poso los pioneros vigilaban cuidadosamente mientras los soldados bajaban cada cilindro con suavidad hasta su nido, de tal modo que la válvula redondeada en un extremo del cilindro se encontrara exactamente al mismo nivel que el piso de la trinchera. Luego se acolchaba el cilindro con una larga bolsa en forma de salchicha rellena con musgo de pantano embebido de una solución de potasa para absorber cualquier gas que escapara. Sobre la abertura se colocaba un tablón cubierto a su vez por tres capas de bolsas de arena sin precauciones. Pronto muchos de los soldados olvidaron inclusive que tenían cilindros bajo los pies. Noche tras noche, todos los que tenían oídos para oír podían escuchar extraños ruidos: el tintineo, los gruñidos, los rasguidos y las palabrotas. Esas palabrotas de los infantes alemanes deberían haber alertado a todo el frente occidental, pero no fue así.

Las emisiones radiales y los comunicados alemanes acusaron a los franceses, a los ingleses y a los rusos de utilizar gases venenosos, pero se trataba solo de propaganda para reparar el camino y nadie lo creyó.

Los rumores acerca de los gases estaban tan desacreditados que, cuando los servicios de inteligencia franceses interrogaron a un prisionero alemán y supieron que se estaba por lanzar un ataque con gases, decidieron que se trataba de un esfuerzo para sembrar información falsa. El prisionero alemán describió en detalle la actividad en sus trincheras, una revelación que finalmente fue conocida para sus compatriotas, quienes lo denostaron como el “traidor de Ypres”; pero nadie reacciono ante su información el 9 de abril de 1915 un diario británico publico una nota estúpida donde se mofaba de los absurdos rumores de un inminente ataque alemán con gases. Ese mismo día se dio la orden de sacar los cilindros y de poner en libertad su fatal contenido.

Pero los vientos estaban mal orientados. Allí donde se encorvaba la línea de trincheras alrededor de la ciudad de Ypres había un tramo en que las trincheras corrían del noroeste al sudeste. Y ese día el viento prevaleciente del oeste era fuerte. Si se lo hubiera puesto en libertad, el gas, en lugar de extenderse desde las trincheras alemanas hacia las líneas enemigas, hubiera permanecido en el interior de las trincheras alemanas deslizándose por los zigzags y exterminando a sus propios hombres.

Lo que necesitaban los alemanes era un viento del norte. El doctor Haber era sin duda alguna un químico brillante, pero no un meteorólogo muy sagaz, pues en

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caso de serlo habría sabido que Ypres no era el mejor lugar para encontrar un viento proveniente del norte. Así paso uno y otro día mientras los alemanes esperaban. La matanza continua con armas convencionales -balas, andanadas de artillería y granadas- hasta que llegaron reaprovisionamientos en las líneas alemanas que no tenían la menor idea de lo que descansaba bajo sus pies, cubierto por bolsas de arena. En la retaguardia, el doctor Fritz Haber mantenía una tensa espera con sus Pioneros. Por fin, el 22 de abril el viento soplo desde el norte.

Durante toda la tarde los Pioneros de abrieron paso a empujones en las trincheras para realizar los preparativos finales. Cada uno asumió su posición detrás de una batería de veinte cilindros enterrados. Se descubrieron todas las baterías, se quitaron las bolsas de arena y se sacaron los tablones, se levantaron las tapas protectoras de las válvulas y se dirigió el extremo opuesto de cada caño de modo tal que sobresaliera el borde de la trinchera. Un inyector en el extremo superior de cada caño apuntaba hacia la tierra de nadie. Para mantener los inyectores y los caños en su lugar se colocó una bolsa de arena sobre cada inyector, en el lugar en que sobresalía de la trinchera, lo cual también servía para ocultarlos a los curiosos que pudiere haber en las líneas enemigas. Nadie sentía una curiosidad especial por las líneas francesas que se encontraban enfrente porque durante el día anterior el escogido cuerpo XX francés había sido retirada de ese sector y reemplazada por diecisiete compañías de soldados coloniales africanos bisoños y dos batallones de la división 45 (argelina). A la derecha y a la izquierda de los africanos negros se encontraban soldados belgas y canadienses recién llegados. El 22 de abril de 1915, a las 4.00 de la tarde, mientras el creciente frio del crepúsculo endurecía el barro de las trincheras y del suelo sembrado de cráteres de la tierra de nadie, un pequeño avión alemán voló a lo largo del frente arrojando luces de Bengala ante la perplejidad de los soldados coloniales franceses. Al advertirlas, la infantería alemana abandono sus trincheras, dejando a los Pioneros en riesgo de que algo anduviera mal en los cilindros y sus caños de plomo. Reinaba gran tranquilidad. Con misteriosa lentitud se formó una espesa nube que se extendió a partir de la línea alemán; su color era verde pálido.

“La sorpresa y la curiosidad nos atornillaron al piso -dijo un ganadero belga-. Ninguno de nosotros sabía que estaba ocurriendo. La nube de humo se volvió más espesa lo cual nos hizo creer que las trincheras alemanas se habían incendiado”.

Cierto capitán Pollard, que observaba la escena desde trincheras británicas no muy alejadas, vio la “extraña nube verde de la muerte”. Una ligera brisa del noreste la llevo hacia él y en pocos instantes la muerte lo tenía agarrado por la garganta.

“Era una nueva y diabólica arma de guerra” –escribió-. Un arma para la cual las tropas blancas carecían totalmente de preparación y que arrojo a esos valientes

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africanos a un verdadero terror ante lo sobrenatural; por lo consiguiente, no se puede censurarlos por haber huido presas del pánico.

“En las sombras cada vez más espesas de esa noche espantosa lucharon contra su terror corriendo ciegamente en medio de la nube de gas, cayendo mientras sus pechos se agitaban en la agonía y el lento veneno de la asfixia cubría sus caras oscuras. Centenares cayeron y murieron; otros yacían abandonados a su suerte, con espuma en los labios agonizantes y el cuerpo atormentado por ataques de nauseas que los desgarraban a breves intervalos. También ellos murieron poco después: una muerte lenta tras una agonía inenarrable.

“Toda la atmosfera estaba contaminada por el acre olor del cloro que afectaba la garganta de los hombres y que se hacía sentir en sus bocas con un sabor metálico.”

Un médico militar francés que se encontraba en el trayecto de la nube apenas tuvo tiempo de verla llegar antes de experimentar sus efectos. “Tuve la impresión de que miraba a través de anteojos verdes. Me quemaba la garganta, me causaba dolor en el pecho y hacia prácticamente imposible la respiración. Escupí sangre y experimente los vértigos. Todos nos sentimos perdidos.” La línea aliada se derritió ante la aterradora nube verde que rezumo a través de la tierra de nadie y se deslizo en las trincheras aliadas. En la retaguardia, un agotado batallón de Londres –los Fusileros de la Reina Victoria- acababan de retirarse de la lucha por la Colina 60 cerca de Ypres cuando, como lo recordó uno de ellos, “sobre los campos apareció como un torrente una turba de infantería, los morenos guerreros del África francesa que arrojaban sus fusiles, su equipo, hasta sus túnicas, para poder correr con mayor rapidez. Un hombre llego tropezando a nuestras líneas. Un oficial de los nuestros lo mantuvo de pie apuntándole con el revólver. “¿Qué ocurre, hato de cobardes?” dijo. El zuavo lanzaba espuma por la boca, tenía los ojos fuera de las orbitas y cayo retorciéndose a los pies del oficial.”

“La nube a nuestro alrededor se estaba despejando –informo el ganadero belga desde sus líneas a la izquierda del área bajo el ataque de gases-. Frente a nosotros, y a nuestra derecha, oleadas enteras del enemigo avanzaban con bayoneta calada detrás de la nube.”

Los soldados de la infantería alemana habían sido equipados con caretas con gasa de algodón crudo saturado pero, sin embargo, eran sumamente reacios a penetrar en el área donde había gases. “Podía ver nítidamente a los oficiales alemanes golpeando a sus hombres con las hojas de sus sables para hacerlos avanzar más rápido –dijo el belga-. Desde nuestras líneas se desencadeno el infierno cuando abrimos fuego sobre el enemigo. El fusil me quemaba los dedos, pero estos malditos “boches” continuaron avanzando hasta más allá de las trincheras francesas.”

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La nube de cloro había aplastado toda la oposición a lo largo de nueve kilómetros de frente; a pesar de un desesperado fuego de belgas y canadienses desde los flancos, los alemanes irrumpieron con facilidad. Pero solo habían avanzado menos de doscientos metros cuando se detuvieron y comenzaron a consolidar su posición, porque caía la noche y ese era su procedimiento operativo común.

Cuando sus oficiales pidieron frenéticamente refuerzos para explotar la brecha, el cuartel general alemán les dijo que no se disponía de reservas. El alto comando alemán no había esperado que el gas surtiera efecto, de modo que no estaban preparadas las reservas para aprovechar una brecha. El camino hacia los puertos del canal estaba abierto. Las líneas aliadas podrían haber cortadas y las principales de aprovisionamiento a Europa, interrumpidas. Inglaterra estaría a tiro de artillería, y quedaría finalmente asegurado el triunfo alemán. Pero los alemanes no se movieron.

A media noche el comando aliado había comprendido que sucedía. Se endureció en sus posiciones a los canadienses para bloquear cualquier nuevo avance alemán. En la mañana del día 23 los franceses se habían reorganizado y los aliados contraatacaron. Sin trincheras protectoras y sin refuerzos, los alemanes retrocedieron luchando duramente hasta su línea original que había dejado el día anterior. La segunda batalla de Ypres había terminado sin que las posiciones del frente occidental de modificaran.

El carácter novedoso e inesperado del violento ataque con gases venenosos habría producido un verdadero terror en el frente. La falta total de defensas contra el veneno suscito serio temores en el comando aliado. Evidentemente, se necesitaba galvanizar al público ante esta nueva amenaza, por lo cual los propagandistas amplificaron rápidamente el horror. Aun ahora, después de muchas décadas, es casi imposible abrirse camino entre las distorsiones y llegar a cualquier conclusión acerca de la eficacia militar de un ataque con gases. Durante muchos años después de la Primera Guerra Mundial, las estimaciones populares de las bajas en la Segunda Batalla de Ypres mencionaron 15.000 bajas por gases, incluyendo a 5.000 muertos, lo cual constituye una exageración. De acuerdo con la historia médica británica oficial de la guerra, a través de las ambulancias en el campo de batalla y a través de las ambulancias en el campo de batalla y en las áreas en el campo de evacuación de tropas heridas pasaron 7.000 bajas por gases en el sector de Ypres en la noche del 22 de abril, de las cuales solo 350 murieron. Es posible que las cifras británicas no incluyan todos los casos, pero son bastantes precisas y reflejan la proporción entre quienes murieron y el número mucho mayor de los que quedaron Enfermos o inválidos.

“No había dificultades para encontrarlos –escribió un oficial de los Territoriales heridos cuando llego para socorrerlos en un hospital de batalla el 23 de abril-. El ruido de los pobres diablos que trataban de mantener la respiración era un indicio suficiente. Veinte de los peores casos estaban sobre colchones, todos más o

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menos sentados y apoyándose contra la pared. Las caras, los brazos y las manos tenían un color gris-negro lustroso. Con la boca abierta y la mirada atónita, todos se balanceaban hacia adelante y hacia atrás, tratando de mantener la respiración, luchando y luchando por la vida. Nada se podía hacer por ellos salvo darles sal y eméticos. Los gases llenan los pulmones y los tubos bronquiales de espuma que, finalmente, sofoca a la víctima. Es como ahogarse lentamente; a veces tardaban dos días en morir.”

Los alemanes, con una industria química más desarrollada que sus adversarios, esparcieron sustancias cloradas con ayuda de unas garrafas cuyo contenido se propagaba con la ayuda del viento. La escalada continuó con el uso de obuses cargados de gases nuevos como el fosgeno, más tóxico que las moléculas anteriores. En julio de 1917, los alemanes fueron más allá con el gas mostaza, también conocido como yperita, por el nombre de la ciudad (Ypres) en la que se utilizó por primera vez. Se trata de una molécula que no ataca solo las vías respiratorias sino también los ojos y la piel. Además, en las zonas por las que se ha propagado, el gas persiste y crea complicaciones para los combatientes.29

Los primeros gases fueron fácilmente analizados y reconocido el cloro. Las autoridades militares consultaron entonces con los químicos, ideándose caretas o máscaras formadas de algodón en rama o almohadillas empapadas en varias soluciones, que sujetas frente a la nariz y la boca, protegían en cierta medida en el campo. En este tipo primitivo están basados todos los modelos hasta llegar al último y más eficaz. La parte esencial de la careta era la cestilla metálica donde se colocaban los preparados químicos capaces de absorber los varios tipos de gases mezclados con el aire respirado por los soldados. Aparecen nuevos gases, especialmente los lacrimosos, surgiendo la necesidad de modificar las máscaras. Al principio se utilizaron preparaciones especiales para evitar se empañasen las piezas frente a los ojos y a causa de la respiración; pero más tarde se encontró el medio conveniente para hacer salir el aire directamente a través de estas mismas piezas oculares, como es el caso de la máscara Tissot. Después del primer ataque, en abril, los alemanes no emplearon gases durante el verano y otoño de 1915 lo que permitió, afortunadamente, a los aliados estudiar los métodos de defensa antes del otro ataque. El año 1916 fue el de mayor actividad por parte de los alemanes en el empleo de gases. Se hicieron cinco grandes ataques contra los ingleses y muchos otros contra Francia y Rusia. En estos ataques se emplearon gases más concentrados y mayores cantidades del venenoso fosgeno (oxicloruro de carbono).

29 Catorce herencias que cambiaron el mundo. En: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389098936_446317.html

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La táctica consistió en ocultar por todos los medios posibles los preparativos previos, la utilización de nubes de humo para desviar la atención y el lanzamiento de los gases a intervalos variables. Esto último fue en realidad tristemente eficaz, pues la segunda emisión, después de la calma que seguía a la primera nube, encontraba desprevenidos a los hombres. En agosto de 1916 se verificó el último ataque contra los ingleses con gases asfixiantes. Aquí se lanzó una espesa nube de fosgeno durante el momento de relevo y cuando era prácticamente doble el número de hombres en las trincheras. Fue tan fuerte, que se precisaron las máscaras contra los gases nueve millas a retaguardia del punto donde se descargaron. El empleo se abandonó a causa del limitado número de gases que podían ser utilizados, y también por el reducido número de cilindros para lanzarlos a la vez, la dificultad de efectuar los ataques por sorpresa. El empleo de granadas cargadas de gas aumentó rápidamente. Era mucho más fácil alcanzar el campo enemigo. Se tomaron cuidadosas medidas para evitar excesivas bajas en las trincheras, donde era evidente la persistente naturaleza de ciertos gases; se establecieron también cubiertas protectoras, sistemas especiales de alarma, rapidez en la colocación de las máscaras (seis segundos) y métodos eficaces para hacer desaparecer los gases. Un ataque destacado fue el Arras en diciembre de 1916. Allí, grandes cantidades de granadas cayeron en los alrededores, saturando los pisos y muros de las casas. Como era muy intenso el frío, se evaporaron los gases lentamente. Al siguiente día, cuando aparentemente los gases habían desaparecido, muchos soldados se quitaron las máscaras. Un error porque con el aumento de las temperaturas la evaporación de los gases comenzó de nuevo, habiendo un gran número de atacados.

5. MOSTAZA AZUFRADA (GAS MOSTAZA)30

El gas mostaza (sulfocianato de alilo) es realmente un líquido bastante persistente, produciendo quemaduras en la piel. Pero no fue el gas más eficaz ni mortífero de los empleados en la guerra. En Nieuport se dispararon más de 50.000 granadas en una sola noche, inundando prácticamente la ciudad. Se calculó que en el otoño de 1917 los alemanes lanzaron más de un millón de granadas conteniendo aproximadamente 2.500 toneladas de este gas. Una gran parte de este mismo año lo emplearon los aliados en estudiar varias disposiciones destinadas para proteger a las tropas contra sus efectos, y suministrando nuevas telas especiales, guantes botas y diferentes ungüentos. 31

30 Ministerio de Salud de Dakota Del Norte, En: https://www.ndhan.gov/data/translation/Sulfur%20Mustard-Spanish.pdf31 Tomado de: http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/gas_primera_guerra_mundial

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La mostaza azufrada es un tipo de agente bélico químico denominado vesicante, o agente ampollante, porque causa la formación de ampollas en la piel y las membranas mucosas al producirse el contacto. La mostaza azufrada también se conoce como "gas mostaza" o "agente mostaza" o por las denominaciones militares H, HD y HT.

La mostaza azufrada algunas veces huele a ajo, a cebollas o a mostaza, y algunas veces no tiene olor. Puede ser un vapor (la forma gaseosa de un líquido), un líquido con textura aceitosa o un sólido. La mostaza azufrada puede ser desde transparente hasta amarilla, o marrón cuando está en su forma líquida o sólida. La mostaza azufrada no se encuentra en el medio ambiente en forma natural.

La mostaza azufrada fue utilizada como arma química en la Primera Guerra Mundial. Hasta hace poco tiempo, podía utilizarse para el tratamiento de un estado de la piel denominado soriasis.

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Las personas pueden quedar expuestas a la mostaza azufrada de varias maneras: • Si la mostaza azufrada es liberada en el aire en forma de vapor, las personas pueden verse expuestas a través del contacto con la piel, contacto con los ojos o aspiración. El vapor de la mostaza azufrada puede ser transportado largas distancias por el viento. • Si la mostaza azufrada es liberada en el agua, las personas pueden quedar expuestas al beber el agua contaminada o si ésta les moja la piel. • Las personas pueden quedar expuestas al entrar en contacto con mostaza azufrada líquida. • La mostaza azufrada puede durar entre uno y dos días en el ambiente en condiciones climáticas promedio, y desde semanas hasta meses en condiciones de mucho frío.

32 Tomadas http://2081alexsandramarquezsanchez.blogspot.com/2011/02/guerra-quimica-esta-guerra-es-en-la.html

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• La mostaza azufrada se descompone lentamente en el cuerpo, de modo que la exposición repetida puede tener un efecto acumulativo (es decir, puede acumularse en el cuerpo).

Los resultados a los que el hombre se expone una vez “tocado” por el gas mostaza teniendo en cuenta que es un poderoso agente irritante y ampollante son daña la piel, los ojos y el tracto respiratorio. También daña el ADN, un componente vital de las células del cuerpo.

La exposición a la mostaza azufrada habitualmente no es fatal. Cuando la mostaza azufrada fue utilizada durante la Primera Guerra Mundial, mató menos del 5 por ciento de las personas que estuvieron expuestas y recibieron atención médica. Pese a todo, el número de víctimas de las armas químicas, menos de 500.000, es limitado en relación con el número total", afirma Olivier Lepick, autor de La Grande guerre chimique (PUF, 1998). "Las armas químicas dejaron huella en el ánimo y se convirtieron en un símbolo de la guerra, pero su papel estratégico y militar no fue tan importante".33

Debido a que la mostaza azufrada a menudo no tiene olor o tiene un olor que podría no causar alarma, las personas podrían no saber inmediatamente que han sido expuestas. Habitualmente, los signos y síntomas no se presentan inmediatamente. Según la gravedad de la exposición, los síntomas podrían no presentarse en un lapso de dos a 24 horas. Algunas personas son más sensibles que otras a la mostaza azufrada, y podrían presentar síntomas más rápido.

El gas mostaza en la Primera Guerra producía los siguientes efectos sobre partes específicas del cuerpo:

• Piel: en un lapso de dos a 48 horas después de la exposición, podría sobrevenir el enrojecimiento y comezón en la piel que podrían, posteriormente, devenir en la formación de ampollas amarillas en la piel. • Ojos: dentro de un lapso de tres a 12 horas de producida una exposición leve a moderada, puede aparecer irritación, dolor, hinchazón y lagrimeo. Una exposición severa podría causar síntomas dentro de un lapso de una a dos horas y podría incluir los síntomas de una exposición leve a moderada más una ligera sensibilidad, dolor agudo o ceguera (que dura hasta 10 días). • Tracto respiratorio: goteo nasal, estornudos, ronquera, sangre por la nariz, dificultad para respirar y tos dentro de un lapso de 12 a 24 horas después de una exposición leve y de dos a cuatro horas después de una exposición severa.. • Tracto digestivo: dolor abdominal, diarrea, fiebre, náuseas y vómitos. La aparición de estos signos y síntomas no necesariamente significa que una persona ha estado expuesta a la mostaza azufrada.

33 Ibíd.

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6. FOTOGRAFÍAS

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34 Lanzadores de gases de combate. Ypres En: La época contemporánea Volumen 4 1914 Editorial Hispano Europea. Barcelona 1967. Pag97

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35 Ola de infantería americana equipada con mascara anti-gas. Un soldado desprovisto de ella se ahoga bajo el efecto del fosgeno. En: La época contemporánea Volumen 4 1914 Editorial Hispano Europea. Barcelona 1967. Pág. 97

36 La hora del café en una trinchera alemana 1918. El soldado equipado con mascara anti-gas con filtro fijo.

34

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37 Soldado alemán a caballo, dotado de mascara anti-gas.

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38 Servidores de un cañón lanzan abuses de gas toxico.

36

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39 Tomadas de: http://www.taringa.net/posts/imagenes/13362365/Gases-venenosos-en-la-primer-guerra-mundial.html

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7. CONCLUSIÓN

Como resultado de la confrontación de la gran guerra de las trincheras, se puede decir que se dio un promedio de 6.046 hombres muertos cada día de los cuatro años que duró la confrontación, es decir que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Inevitablemente el sistema político reinante antes de la guerra tambaleo, llevando a que desaparecieran cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. En cuanto a la utilización de las armas químicas en la guerra estas estuvieron en contravía de los tratados internacionales firmados por los países participantes en la confrontación. El uso de agentes químicos en la primera guerra es considerado como un importante avance militar, el cual fue imitado por todos los ejércitos acción que configuraba la llamada guerra total.Si bien es cierta su utilización puede ser considerada a primera vista como destructora, la capacidad letal del gas era limitada, solo el 3% de las muertes en combate fueron debidas al gas, pero la proporción de bajas no letales fue alta, llegando el gas a ser uno de los factores más temidos entre los soldados. Es decir que su importancia fue mayoritariamente psicológica sobre el combatiente. Al contrario que la mayoría de las armas de la época, fue posible desarrollar contramedidas efectivas para el gas. De ahí que en las fases finales de la guerra, aunque el uso del gas aumentó, en muchos casos su efectividad disminuyó. Debido al uso generalizado de la guerra química, además de los importantes avances en la fabricación de explosivos de alto orden. La utilización por primera vez de armas toxicas dieron el calificativo a la Primera Guerra Mundial como "la guerra de los químicos".

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BIBLIOGRAFÍA

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L. R. Ember, "Yellow Rain", en Chem. and Eng. News, enero 19, 1984, p. 8.

Linus Pauling, No More War, Dodd, Mead a

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y EL USO DE ARMAS QUIMICAS

39

MAURO JAVIER ROA ALFONSO COD. 4500160

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADAFACULTAD DE RELACIONES INTERNACIONALES ESTRATÉGIA Y

SEGURIDADESPECIALIZACION EN ALTA GERENCIA DE LA DEFENSA NACIONAL

40

BOGOTÁ2014

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..3

8. EL USO DE ARMAS QUIMICAS……………………………………………4

9. REVELAN QUE LOS JAPONESES USARONARMAS QUIMICAS………….…..……………..…………………………….7

10.JAPON SE RINDE .……………………………..………………………….10

11.CONCLUSIONES…………………………………………………………...11

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………12

41

INTRODUCCIÓN

A través de la historia los compuestos químicos también se han empleado en

algunos casos como armas. Se tiene información proveniente de textos históricos

griegos y romanos de que alrededor del año 590 antes de Cristo (A. C.) se usaron

deliberadamente plantas venenosas del género Helleborus para contaminar los

suministros de agua de la ciudad de Kirra, en la región central de Grecia durante

los conflictos de la Primera Guerra Sagrada . De entonces a la fecha se han

descubierto nuevos compuestos que cumplen con la función de un arma en

tiempos de guerra, en cuanto que sirven para inutilizar al enemigo, y en casos

extremos causar la muerte.

En la Segunda Guerra Mundial se menciona que durante la guerra nunca se

llegaron a utilizar armas químicas en la batalla por que existía un enorme temor a

las represalias, pero según sus antecedentes estas fueron empleadas de otra

manera.

42

1. EL USO DE ARMAS QUIMICAS

La primera utilización de gases en un conflicto bélico data de Abril de 1915,

cuando los alemanes usaron sustancias toxicas en el ataque a Yprés (Francia). En

esta época, los gases podían ser lanzados mediante el uso de granadas o por

nubes pulverizadas contra las posiciones del enemigo. El principal problema era

que un cambio repentino en la dirección del viento podía devolver el gas a la

trinchera de donde procedía.

Durante el periodo de entre-guerras, Alemania dedicó gran parte de sus esfuerzos

a perfeccionar las sustancias neurotóxicas. Este tipo de gases actúan produciendo

una parálisis neuromuscular y una depresión de los centros respiratorios y

circulatorios. El primero de estos gases fue el "TABUM", un compuesto

organofosforado descubierto en 1936.

Dos años después, se creó la "SARINA", mucho más toxico pero menos volátil; y

ya en plena II Guerra Mundial, en 1944, se descubre el "SOMAN", el más

peligroso de todos.

Los aliados, por su parte, seguían produciendo los mismos gases empleados en la

43

I Guerra Mundial, como el "FOSGENO", el "GAS MOSTAZA" y la "IPERITA". Los

rusos habían desarrollado nuevas sustancias a partir de gases asfixiantes, y

desde 1920 existía en la URSS una academia militar especializada en armas

químicas.

Cuando los rusos ocupan la parte oriental de Alemania, descubrieron enormes

almacenes de armas químicas, así como dos plantas dedicadas a la producción

del "TABUM", las cuales serían desmontadas y llevadas a Rusia. A partir del

"TABUM" lograron en los años de la posguerra desarrollar un mortífero agente

tóxico llamado "VX-55".

Los aliados occidentales (EEUU y Gran Bretaña) se sirvieron de la fabricas de

"SARINA" descubiertas en Leipzig y Hamburgo para mejorar las sustancias hasta

conseguir los actuales agentes "X", del que deriva el gas "VX", mucho más tóxico

y persistente.

De todos modos, durante la guerra nunca sge llegaron a utilizar gases en el frente

de batalla, porque, aparte de los problemas técnicos que presentaba, existía un

enorme temor a las represalias, tanto en la zona aliada, como en la alemana (lo

que no impidió el uso del "ZIKLON-B" para el exterminio de judíos).

Con el Protocolo sobre el Gas de la Tercera Convención de Ginebra, firmado en

1925, las naciones firmantes acordaron no utilizar gas venenoso en el futuro,

44

declarando que: "El uso en guerra de gases asfixiantes, venenosos o de otro tipo,

y de todos los líquidos, materiales o dispositivos análogos, han sido justamente

condenados por la opinión pública del mundo civilizado".

 

No obstante, se tomaron precauciones durante la Segunda Guerra Mundial. En los

países del Eje y de los Aliados se les enseñó a los escolares a llevar máscaras de

gas en caso de un ataque de gas. Desde el inicio de la guerra Wiston Churchill

anunció que en el caso de utilizar gases los alemanes, las poblaciones civiles

germanas serian bombardeadas con agentes tóxicos.

Por otro lado, Hitler, como veterano de la I Guerra Mundial, resultó herido por

armas químicas, lo que probablemente le disuadió de utilizarlas contra

combatientes, no así para los planes de la "Solución Final".40

40http://www.tuhistory.com/hoy-en-la-historia/-comienza-la-segunda-guerra-mundial

45

2. REVELAN QUE LOS JAPONESES USARON ARMAS

BACTERIOLOGICAS EN LA II GUERRA MUNDIAL

Fuente e Imágenes / Desarrollo y Defensa; BBC

Si bien la idea de ataque bacteriológico es relativamente moderna, y la imagen de

ejércitos aniquilando a la población civil de manera invisible mediante bacterias de

enfermedades mortales, es más propia de películas futuristas, en realidad es una

práctica que se lleva a cabo desde hace décadas y que fue utilizada, según se ha

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confirmado en los últimos días, por el Ejército japonés en la invasión a China,

durante la Segunda Guerra Mundial. 

Fuente e Imágenes / Desarrollo y Defensa; BBC

Esto fue parte de una confesión de un oficial japonés, quien admitió haber

administrado bacterias del tifus y el cólera sobre civiles durante su invasión a

China. La afirmación del oficial Giichi Sumioka, quien sirvió al Ejército nipón entre

1939 y 1945, fue publicada por la página web de la Administración Estatal de

Archivos de China, dentro de una serie de 45 confesiones de los criminales de

guerra japoneses, como respuesta a la negación de los delitos de guerra en China

realizadas hace semanas por el primer ministro nipón, Shinzo Abe. Según el relato

de Sumioka, a mediados de febrero de 1942 su pelotón escoltó a diez cirujanos

47

militares procedentes de la clínica del batallón para propagar las bacterias del tifus

y cólera sobre cinco o seis pueblos en la provincia septentrional china de Shanxi.

“Cubrimos a los médicos mientras esparcían las bacterias sobre tazones, palillos,

cuchillos, rodillos de cocina, tablas de cortar y mesas en las viviendas de los

aldeanos y las arrojaban en las cubas de agua, pozos y ríos de cerca”.

Sumioka también confesó el apuñalamiento hasta la muerte de prisioneros chinos,

el uso de los cautivos como blancos de entrenamiento, y violaciones en grupo a

mujeres chinas. Estas confesiones se encuentran en un documento escrito en

mayo de 1955, que recién ahora se ha hecho público. Se trata de una nueva forma

de mantener presente, y no permitir que se tergiverse ni se olvide, el llamado

“holocausto asiático”, la suma de las atrocidades del Ejército nipón durante la

época de la expansión que concluyó con la derrota en la Segunda Guerra Mundial.

41

41 http://www.tuhistory.com/noticias/revelan-que-los-japoneses-usaron-armas-bacteriologicas-en-la-ii-guerra-mundial

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Fuente e Imágenes / Desarrollo y Defensa; BBC

3. JAPON SE RINDE Y TERMINA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Martes, Agosto 14, 1945

El 14 de agosto de 1945 Japón aceptó la rendición incondicional de conformidad

con las condiciones impuestas por los principales países aliados en la Segunda

Guerra Mundial, la Unión Soviética, Estados Unidos, el Imperio Británico y China.

En opinión de muchos historiadores, este fue el fin simbólico del conflicto. La

rendición de los japoneses fue anunciada al mundo por el presidente de EE.UU.,

Henry S. Truman. En Japón, la decisión fue transmitida a la población por el

emperador Hirohito Michinomiya. Fue la primera vez que un emperador se dirigió a

la nación a través de la radio. La rendición formal se firmó el 2 de septiembre de

49

1945, a bordo del buque estadounidense USS Missouri en la Bahía de Tokio,

concluyendo oficialmente la guerra. 42

4. CONCLUSIONES

Aunque existe el Protocolo sobre el Gas de la Tercera Convención de Ginebra,

firmado en 1925, las naciones firmantes acordaron no utilizar gas venenoso en el

futuro, declarando que: "El uso en guerra de gases asfixiantes, venenosos o de

otro tipo, y de todos los líquidos, materiales o dispositivos análogos, han sido

justamente condenados por la opinión pública del mundo civilizado", el uso de

armas químicas sigue siendo una amenaza para la sociedad actual.

A través de la historia se evidencia que la guerra ha generado consecuencias de

tipo político, económico, social y tecnológico, entre las cuales se destacan entre

42 http://www.tuhistory.com/hoy-en-la-historia/japon-se-rinde-y-termina-la-segunda-guerra-mundial

50

otras Creación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la

independencia de muchos países asiáticos y africanos, la consolidación de la

Unión Soviética , Afirmación del poderío de los EE.UU, destrucción de cuentos de

ciudades y puertos de Europa, Asia y Oceanía, el desplazamiento de millones de

civiles afectados por la guerra, fortalecimiento de la burguesía capitalista y el

incremento del número de obreros, construcción de nuevos armamentos y el

perfeccionamiento de otros, fabricación de las bombas atómicas, la muerte de

cerca de 50 millones de personas, mutila miento de millones más, destrucción de

cientos de ciudades así como el desplazamiento de miles de civiles afectados por

la guerra.

Por lo cual, el cuidado del medio ambiente y el respeto a la vida es una obligación

que compete a todos los individuos. En el caso del uso de los compuestos

químicos como armas, la responsabilidad recae principalmente en los líderes

políticos en el momento de involucrarse en un conflicto bélico. Se debe tener

presente que la misión fundamental de la Química como ciencia es el estudio de la

materia y sus transformaciones. Como tal, su actividad seguirá vigente mientras

exista la necesidad de realizar investigación para satisfacer un conjunto de

necesidades.

 

BIBLIOGRAFIA

Jane’s Nuclear, Biological Defense Guidebook. 1999

51

Juan Méndez Vivar, “Las armas químicas a través de la historia”, Universidad

Autónoma Metropolitana Iztapalapa, Dpto. de Química. A.P. 55-534 México, D.F.

09340.

Monografías del SOPT, “Detección e identificación e agentes de guerra química.

Estado de arma y tendencias futuras”, Noviembre 2011.

.Advances in Chemical and Biological Detection. D09B Frost & Sullivan. 2006.

Enlaces de Interés

http://www.airsence.com

http://www.tuhistory.com/etiquetas/segunda-guerra-mundial-0

http://www.flir.com

http://www.inficon.com

http://www.gdatp.com

http://www.bdal.com

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