Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolución y América Latina

download Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolución y América Latina

of 178

Transcript of Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolución y América Latina

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    1/178

    LENINLA REVOLUCINY AMRICA LATINA

    RodneyArismendi

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    2/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    2

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    3/178

    Rodney Arismendi

    3

    Libro 32

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    4/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    4

    Coleccin

    SOCIALISMO y LIBERTAD

    Libro 1 LA REVOLUCIN ALEMANAVctor Serge - Karl Liebknecht - Rosa LuxemburgoLibro 2 DIALCTICA DE LO CONCRETOKarel KosikLibro 3 LAS IZQUIERDAS EN EL PROCESO POLTICO ARGENTINOSilvio FrondiziLibro 4 INTRODUCCIN A LA FILOSOFA DE LA PRAXISAntonio GramsciLibro 5 MAO Tse-tungJos AricLibro 6 VENCEREMOSErnesto GuevaraLibro 7 DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO - DIALCTICA DE LO IDEAL

    Edwald IlienkovLibro 8 LA DIALCTICA COMO ARMA, MTODO, CONCEPCIN y ARTEIaki Gil de San VicenteLibro 9 GUEVARISMO: UN MARXISMO BOLIVARIANONstor KohanLibro 10 AMRICA NUESTRA. AMRICA MADREJulio Antonio MellaLibro 11 FLN. Dos meses con los patriotas de Vietnam del surMadeleine RiffaudLibro 12 MARX y ENGELS. Nueve conferencias en la Academia SocialistaDavid Riaznov

    Libro 13 ANARQUISMO y COMUNISMOEvgueni PreobrazhenskiLibro 14 REFORMA o REVOLUCIN - LA CRISIS DE LASOCIALDEMOCRACIARosa LuxemburgoLibro 15 TICA y REVOLUCINHerbert MarcuseLibro 16 EDUCACIN y LUCHA DE CLASESAnbal PonceLibro 17 LA MONTAA ES ALGO MS QUE UNA INMENSA ESTEPA VERDEOmar Cabezas

    Libro 18 LA REVOLUCIN EN FRANCIA.

    Breve historia del movimiento obrero enFrancia 1789-1848. Seleccin de textos de Alberto J. PlLibro 19 MARX y ENGELS. Seleccin de textosCarlos Marx y Federico EngelsLibro 20 CLASES y PUEBLOS. Sobre el sujeto revolucionarioIaki Gil de San VicenteLibro 21 LA FILOSOFA BURGUESA POSTCLSICARubn ZardoyaLibro 22 DIALCTICA Y CONSCIENCIA DE CLASEGyrgy LukcsLibro 23

    EL MATERIALISMO HISTRICO ALEMNFranz MehringLibro 24 DIALCTICA PARA LA INDEPENDENCIARuy Mauro Marini

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    5/178

    Rodney Arismendi

    5

    Libro 25 MUJERES EN REVOLUCINClara ZetkinLibro 26 EL SOCIALISMO COMO EJERCICIO DE LA LIBERTADAgustn Cueva Daniel Bensad. Seleccin de textosLibro 27 LA DIALCTICA COMO FORMA DE PENSAMIENTO DE DOLOS E IDEALESEdwald Ilienkov. Seleccin de textos

    Libro 28 FETICHISMO y ALIENACIN ENSAYOS SOBRE LA TEORA MARXISTA EL VALORIsaak Illich RubinLibro 29 DEMOCRACIA Y REVOLUCIN. El hombre y la DemocraciaGyrgy LukcsLibro 30 PEDAGOGA DEL OPRIMIDOPaulo FreireLibro 31 HISTORIA, TRADICIN Y CONSCIENCIA DE CLASEEdward P. Thompson. Seleccin de textosLibro 32 LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    Rodney ArismendiLibro 33 MEMORIAS DE UN BOLCHEVIQUEOsip PiatninskyLibro 34 VLADIMIR ILICH Y LA EDUCACINNadeshda KrupskayaLibro 35 LA SOLIDARIDAD DE LOS OPRIMIDOSJulius Fucik - Bertolt Brecht - Walter Benjamin. Seleccin de textosLibro 36 UN GRANO DE MAZToms Borge y Fidel CastroLibro 37 FILOSOFA DE LA PRAXISAdolfo Snchez Vzquez

    Libro 38 ECONOMA DE LA SOCIEDAD COLONIALSergio BagLibro 39 CAPITALISMO Y SUBDESARROLLO EN AMRICA LATINAAndr Gunder FrankLibro 40 MXICO INSURGENTEJohn ReedLibro 41 DIEZ DAS QUE CONMOVIERON AL MUNDOJohn ReedLibro 42 EL MATERIALISMO HISTRICOGeorgi PlekhanovLibro 43 MI GUERRA DE ESPAA

    Mika EtchebherLibro 44 NACIONES Y NACIONALISMOSEric HobsbawmLibro 45 MARX DESCONOCIDONicols Gonzles Varela Karch Korch. Seleccin de textosLibro 46MARX Y LA MODERNIDADEnrique DusselLibro 47 LGICA DIALCTICAEdwald Ilienkov

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    6/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    6

    Segunda EdicinEnero de 2016

    http://elsudamericano.wordpress.com

    HIJOSLa red mundial de los hijos de la revolucin social

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    7/178

    Rodney Arismendi

    7

    LENIN, LA REVOLUCINY AMRICA LATINA

    Rodney Arismendi

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    8/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    8

    AL LECTOR:

    Han transcurrido 43 aos desde la primera edicin de este libro en Montevideo(1970, Ediciones Pueblos Unidos). Ha sido reeditado varias veces y en distintos

    pases e idiomas, en buena medida por la iniciativa de los exiliados uruguayosdurante la dictadura. Hoy es un material con el que es casi imposible reunirse.

    En este libro Arismendi analiza, con slidos fundamentos tericos, el tema delas vas de la revolucin y de la unidad de nuestra Amrica, continuando ydesarrollando la tesis de la revolucin continental. Es un trabajo que se insertaen un contexto histrico determinado, pero que tiene extraordinaria vigenciaen un momento de profundos cambios en los pases de Amrica Latina y elCaribe, al punto que algunos analistas consideran que vivimos, ms que unapoca de cambios, un cambio de poca.

    Por considerar que es una de las obras mayores de Arismendi, se incluy unaparte importante de la misma en la seleccin de textos La unidad de AmricaLatina, recientemente presentada en el Paraninfo de la Universidad de laRepblica. Con esta edicin digital la Fundacin desea poner a disposicin delos lectores las primeras partes de este ensayo que, como seala el autor,reunidas bajo el ttulo Lenin y las vas de la revolucin, fueron escritas enenero y febrero de 1968. La presente publicacin digital corresponde alcontenido del primer volumen de la edicin en dos tomos realizada por los

    exiliados en Suecia. (1983, Fr -Uruguay Gruppen- Gbg.)Consejo de Administracin de la Fundacin Rodney Arismendi

    Octubre, 2013

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    9/178

    Rodney Arismendi

    9

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    RODNEY ARISMENDI

    Dedico este libro

    A los fundadores y militantes del movimiento comunista enAmrica Latina. A Fidel Castro y sus compaeros, entre ellos el inmortal Guevara,

    que llevaron al triunfo la primera revolucin socialista delcontinente.

    A los jvenes comunistas de Uruguay, entre ellos a Lber Arce,Susana Pintos y Hugo de los Santos, cados en los combatesrecientes por la libertad de nuestra patria.

    RASGOS PARA UNA SEMBLANZA DE LENIN,REVOLUCIONARIO COMUNISTA Y JEFE DE REVOLUCIONARIOS

    ... Un hombre ha pasado por la tierraY ha dejado clida la tierra para muchos siglos...

    Y as como tu vida era la vida de la vida

    Tu muerte ser la muerte de la muerte...Un hombre ha pasado por la tierray ha dejado su corazn ardiendo entre los hombres.

    Vicente Huidobro

    1. DOS HOMBRES. . . Y TODO UN PUEBLO

    Dos hombres caminan por las calles de Petrogrado. Numerosas patrullas

    militares galopan por la ciudad de Pedro y grupos de espas y agentespoliciales escrutan en la sombra el rostro de los transentes o les exigen laidentificacin.

    Se acerca la medianoche del 24 de octubre de 1917, vigilia armada de larevolucin socialista.

    En la alta y fra noche, los pasos de los dos caminantes redoblan sobre elpavimento. Una patrulla los detiene: buscan obstinadamente a Lenin. Hayorden de matarlo. Eino Rahia, enlace del Comit Central del Partido

    bolchevique, el ms alto de los dos, de aspecto bltico o fins, entretiene almilitar mientras su acompaante prosigue la marcha. Las contraluces destacanla silueta que se aleja: un hombre ms bien bajo y grueso, el paso enrgico ynervioso, la cabeza socrtica, poderosa y atrayente para el escultor.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    10/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    10

    Hoy, a poco ms de medio siglo, cientos de millones de hombres reconocerana Lenin -a pesar del burdo y elemental disfraz-, al jefe de la revolucinsocialista internacional.

    Es Lenin que pasa presuroso frente al ojo de la muerte, horas antes del truenodel Aurora. Anda rumbo al Smolny, el cuartel general de la insurreccin,

    situado en la otra punta de la ciudad crispada y vigilante. Alrededor hay lucesmiles... en los hombros correas de fusiles canta, en Los 12, Alejandro Blok.Eino Rahia ya lo alcanza y juntos llegan al antiguo Colegio de Seoritas de lanobleza; ahora funciona all el cerebro de la direccin bolchevique.

    La aparicin de Lenin fue inesperada por completo. Entr en el Smolnysin que nadie lo aguardase. Este acto de Lenin, asombroso por suaudacia, dej atnitos a todos los presentes, pues conocamosperfectamente que los sabuesos de la contrarrevolucin andabanliteralmente a la caza de Lenin y que el Gobierno Provisional haba

    ofrecido por su cabeza una fuerte recompensa. Y de pronto, sin avisar ysin que nadie le protegiese, Vladimir Ilich se encamina al Smolny, a travsdel borrascoso Petrogrado, donde a la vuelta de cada esquina podaacecharle el enemigo.

    As recuerda el episodio I. Ermev, jefe de los grupos de ametralladoristas dela fbrica Putlov.1

    No est muy claro si Lenin abandona su refugio -el apartamiento de Fofnova,en Vborg, suburbio obrero de Petrogrado-, por disposicin del Partido, o si

    asumi la responsabilidad de enfrentar todos los riesgos a fin de ocupardirectamente el cargo que desempea, Jefe del Partido bolchevique, dirigentede la insurreccin que viene preparando desde julio-agosto, a travs de unavasta y rica labor terica, poltica, organizativa y tcnico-militar y, a menudo,polmica, ya con sus viejos compaeros de Partido, ya con los recinincorporados, como Trotsky, de vieja extraccin no bolchevique. As culmina subrillante y vigorosa madurez. Lenin tiene 47 aos; le quedarn de vida otrossiete, colmados por un trabajo titnico: echar los cimientos de nuestra poca,el tiempo de la victoria internacional del socialismo. Se debe, para ello:

    salvaguardar la revolucin triunfadora; vencer en la guerra civil; concebirconcretamente, entre las ruinas y el atraso, las rutas inditas de laconstruccin socialista; fundar y dirigir la Internacional Comunista; pensar laestrategia y la tctica de la revolucin socialista internacional, incluida lapresencia infaltable de la insurgencia de los pueblos coloniales y dependientes;establecer las correlaciones dialcticas entre la paz y la revolucin en unmundo escindido por sistemas sociales antagnicos, mortalmente enemigos;ser Jefe del Partido -del ms aguerrido Partido del proletariado, imageninspiradora para todos los partidos obreros del mundo- lo que supone

    encabezar un colectivo de direccin unificado por los principios marxistas, pero

    1Historia de la Revolucin de Octubre,Academia de Ciencias de la URSS, Instituto de Historia,Editorial Progreso, Mosc, p. 160.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    11/178

    Rodney Arismendi

    11

    forjado en caliente como un metal, por la lucha ideolgica, la disciplinaconsciente y la exigencia de la responsabilidad individual. Y sin ser objeto deculto, ser un Jefe autnticamente popular (alguna vez en su juventud debidefender la autoridad de los jefes 2un Jefe querido y respetado por el Partidoy por el pueblo, sin pagar tributo a la mezquindad demaggica, sin retacear lacrtica del error, pero libre de la reseca pedantera del burcrata. Y, sin duda,provisto de conocimientos tericos adems de dominador del mtodo marxista.

    Ya en Qu hacer? -al referirse a los jefes europeos-, Lenin y a ello volveradespus de la revolucin en las pginas magistrales de La enfermedadinfantil...,3 escribe citando a Engels: Sobre todo, los jefes deberninstruirse cada vez ms en todas las cuestiones tericas, desembarazarsecada vez ms de la influencia de la fraseologa tradicional, propia de lavieja concepcin del mundo, y tener siempre presente que el socialismo,desde que se ha hecho ciencia, exige que se lo trate como tal, es decir,que se le estudie.4

    Todo esto, y quizs ms, fue y forj Lenin en los siete aos que van hasta sumuerte, apenas si a los cincuenta y cuatro.

    Cualquier otro trecho se podra cortar de su biografa y exaltar all la grandezade Lenin: su fresca y frtil generalizacin terica de los procesos de la faseimperialista del capitalismo? La lucha contra la guerra imperialista? Laelaboracin de la teora de la revolucin rusa, del papel hegemnico delproletariado en sus fases democrtica y socialista? Su labor peleadora contrael revisionismo en los Congresos de la II Internacional? Verdad; todo ello esdifcil de separar, todo esto apasiona y admira, y todo esto esLenin.

    Empero, nos parece encontrar a Lenin entero, en estos meses del ao 1917,desde la Tesis de Abril.5o el grito histrico con un tanque por tribuna: Viva larevolucin socialista!6, hasta esta andanza nocturna -casi a la medianoche-rumbo al Smolny, en desafo sereno y a plena conciencia del riesgo mortal. Elepisodio -absurdo para fros calculadores, que nunca jugaran as su pellejo-parece otorgarnos una clave para captar a este hombre genial, a este sabiosistemtico, a este revolucionario apasionado, a este jefe de Partido. El sentido

    de la vida de Lenin es la revolucin socialista. Desde el da en que su hermanoAlejandro fue ajusticiado y el estudiante Volodia -Vladimir llich Ulinov, mstarde Lenin por nombre de guerra- que lo quiere profundamente, pronuncia,sin embargo, la clebre frase seguiremos otro camino; o cuando respondeorgulloso al gendarme obtuso que lo lleva a la crcel.7 Siempre, hasta esta

    2V. I. Lenin, O. C., Qu hacer?, Ed. Cartago, Buenos Aires, 1959, t, V., pp. 467-473.3V.I. Lenin, O. C., La Enfermedad Infantil del Ultraizquierdismo en el Comunismo,t. XXXI,pp. 34-40.4

    V.I. Lenin, O. C., Qu hacer? t. V. p. 379.5V. L Lenin, O. C., Tareas del proletariado en la actual revolucin, t. XXIV, pp. 9 y ss.6Historia de la revolucin de octubre, ed. cit., p. 42.7Para qu sublevarse, joven? -pregunta el comisario de polica que lo acompaaba. Nove que tiene un muro enfrente? -Un muro, s, pero carcomido: un golpe y se derrumba!-

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    12/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    12

    marcha de la medianoche del 24 de octubre de 1917, Lenin se entreg alservicio de ese objetivo y supo crear el instrumento vivo de su realizacin: elPartido de los bolcheviques, el Partido marxista ruso. Lenin es esto, antes quenada: un revolucionarlo comunista, un jefe de revolucionarios comunistasorganizados en partido de vanguardia. Es este mismo Lenin que, en la primera

    juventud, estudia El Capital,8 o analiza -ao tras ao, cifra tras cifra- laspeculiaridades del desarrollo del capitalismo en Rusia, o se encierra uno o dosaos en la Biblioteca del Museo de Londres, o toma por asalto cientos de librosde filosofa y fsica para emprender la batalla de Materialismo yempiriocriticismo; o, en los prdromos de la primera guerra mundialimperialista, acumula cientos de pginas para analizar la fase imperialista delcapitalismo, o se zambulle en la lectura exhaustiva y en la acotacin de Hegelpara rescatar el alma palpitante del marxismo -la dialctica- y blandirla comouna espada contra el oportunismo.9

    Es el mismo que estudia cuidadosamente a Clausewitz y otros estrategas, queanota a Cluseret acerca de los combates de calle, y lee y relee y vuelve a leerla historia -poltica y tcnica- de las grandes revoluciones, y que se regocijacuando 1905 rehabilita -bajo otras formas, la guerrilla- la tctica de barricadas,descartada por Engels, por razones militares, luego de las luchas de calle de1848 y la Comuna de Pars.

    Este Lenin es el que se lamenta, luego de una noche de insomnio -a la vera deuna biblioteca bien nutrida, en momentos de graves decisiones- por falta detiempo para estudiar a los pintores contemporneos, o el que teme

    emocionarse hasta la ternura con la Appassionata de Beethoven,10porque su

    respondi Lenin. V. I. Lenin, Biografa, segunda edicin, Ediciones Pueblos Unidos,Montevideo, p. 26.8 Durante los meses que permaneci en Kazn (1883), Lenin trabaj tenazmente paradominar la teora marxista y se mantuvo en relacin con los jvenes marxistas de la ciudad.Estudi con sumo cuidado la obra bsica de Carlos Marx, El Capital... Vladimir llich quedtotalmente cautivado por las grandes ideas de Marx, por la lgica irrefutable y la profundidadde las conclusiones cientficas del autor de El Capital, ob. cit., p. 29.9Es completamente imposible entender El Capital de Marx, y en especial su primer captulo,sin haber estudiado y entendido a fondo todala Lgica de Hegel Por consiguiente hace mediosiglo ninguno de los marxistas entendi a Marx!, V. I. Lenin, O. C., Cuadernos filosficos, t.XXXVIII, p. 174, captulo: Hegel. Ciencia de la Lgica.10V. A. Desnitski-Strev me contaba que una vez, viajando con Lenin por Suecia, se puso a

    mirar en el vagn una monografa alemana sobre Durero.Unos alemanes que iban en el cup le preguntaron de qu libro se trataba y result que nosaban nada de su gran pintor. Esto suscit el entusiasmo de Lenin, que dos veces dijo conorgullo a Denitski: -No conocen a los suyos, en cambio nosotros los conocemos.Una tarde, estando en casa de E. P. Peshkova, en Mosc, al or la sonata de Beethovenejecutada por Isai Debrovein, Lenin deca: -No conozco nada mejor queAppassionata, podra

    orla cada da. Es una msica sublime, extrahumana. Siempre pienso con orgullo, puede serque ingenuo: qu maravillas puede hacer el hombre! Y entornando los ojos, con una sonrisaforzada, agreg con pena: pero no puedo or msica con frecuencia, me enerva, me danganas de decir lindas tonteras, de acariciar a los hombres que viviendo en este inmundoinfierno son capaces de crear cosas tan bellas. Pero hoy no se puede acariciar a nadie, le

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    13/178

    Rodney Arismendi

    13

    obra consiste en la liberacin de la clase obrera y los pueblos oprimidos, entransformar el hombre por la abolicin de las condiciones sociales deexplotacin de un hombre por otro.

    Asombra verificar -a medida que pasan los aos- con qu claridad meridianaesa misin se formula ensus trabajos juveniles, en aqullos, justamente, que

    fueron el cimiento inconmovible de la victoria de la revolucin socialista rusa.Me refiero a Quines son los amigos del pueblo?, o a Qu hacer?, aUn paso adelante, dos pasos atrs,a Dos tcticas...

    En Qu hacer? -obra en que el mpetu de Lenin se encauza en la soltura deuna prosa fresca y, una excelente sistematizacin de argumentos- hallamosesta afirmacin luminosa:

    La historia plantea hoy ante nosotros una tarea inmediata, que es lams revolucionariade todas las tareas inmediatas del proletariado de

    cualquier otro pas. La realizacin de esta tarea, la demolicin del mspoderoso baluarte, no ya de la reaccin europea, sino tambin (podemosdecirlo hoy) de la reaccin asitica, convertira al proletariado ruso en lavanguardia del proletariado internacional. Y tenemos el derecho deesperar que obtendremos este ttulo de honor, que ya nuestros

    predecesores de la dcada del 70, han merecido, siempre que sepamosinspirar a nuestro movimiento, mil veces ms vasto y profundo, la mismadecisin abnegada y la misma energa.11(Subrayado de Lenin.)

    2. UNA LNEA JUSTA, UN PARTIDO PROLETARIO Y LA PASIN REVOLUCIONARIA DELA VIEJA GENERACIN

    En esta afirmacin -Lenin no incurre jams en frases de oropel, o en lasustitucin de conceptos claros por imponentes giros literarios- anticipa todo elpapelhistrico-universal de la revolucin rusa; su proyeccin en Occidentey Oriente, lo que ser ms tarde la teora de Lenin de la revolucinsocialista internacional, confluencia de todos los caudales -proletarios,democrticos, antimperialistas- de la revolucin contempornea. Pero

    subrayemos tambin esta evocacin de Lenin a la vieja generacin derevolucionarios rusos -que con la bomba y el revlver- y siendo unpuado, se enfrentaron a la monstruosa autocracia zarista. Que nuestromovimiento -proletario, socialista- ms vasto y profundo, est inspirado porla pasin revolucionaria, la energa y el herosmo de la vieja generacin

    populista! parece decir.

    muerden a uno la mano: hay que golpear, golpear sin clemencia. por ms que nosotros,tericamente, seamos contrarios a toda violencia sobre los hombres, M. Gorki, Vladimir IlichLenin, Publicaciones de la revista URSS, Montevideo, p. 3311V. I. Lenin, 0. C., t. V, p. 380

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    14/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    14

    Inestimable leccin para todos los partidos comunistas del mundo!

    Se ha escrito que esta actitud de Lenin obedece a las circunstancias de habersurgido en el lmite de dos generaciones, la antigua, de los aos setenta delsiglo XIX -nace justamente en esa fecha-frontera-12y la posterior, en la quese destacan y desarrollan los marxistas.

    La apreciacin puede tener cierta validez si, adems de esta vecindadcronolgica, se ve en Lenin la superacin terica y prctica de las carenciaspopulistas13 y si se distingue -como l siempre lo reclam- el contenido declase de cada movimiento (La enseanza de nuestra revolucin consiste enque slo los partidos que se apoyan en clases determinadas son ysobreviven.)14

    La superacin prctico-crtica del movimiento Voluntad del pueblo, querealiza Lenin, y que ya fuera emprendida antes por Plejnov y su grupo,

    arranca de una valoracin histrica certera de sus virtudes; esa herencia queno se deba regalar a los grupos y partidos que transformaron en bandera lasinsuficiencias ideolgicas y tcticas de estos narodvoltzi, con el propsito dedisputar al marxismo, a la clase obrera y su partido, la conduccin de larevolucin.

    Lenin habla y recuerda con pasin de revolucionario, a esa generacin heroica,de la que fue discpulo su hermano Alejandro. Y en un trabajo seero Tareasurgentes de nuestro movimiento, (el mismo en que escribe: Hay que

    preparar hombres que no consagren a la revolucin sus tardes libres, sino todasu vida).15 Lenin concluye con el discurso insuperable de Piotr Alexievante el tribunal.

    Lenin respeta no solamente su pasin revolucionaria a revolucionarios comoZhliabov y Sofa Perskaia, integrantes del grupo que ejecut al zar AlejandroII en marzo de 1885.

    Y elogia en los integrantes de La voluntad del pueblo y Tierra y Libertad nosolamente su pasin revolucionaria y su herosmo, sino tambin la magnficaorganizacin16que debera servirnos a todos de modelo (...es absurdo,histrica y lgicamente, ver en una organizacin revolucionaria de combate

    12La del setenta es la ms famosa generacin de revolucionarios rusos populistas y marxistasy en el 71 surgir la Comuna de Pars.13Si los militantes de la vieja Nardnaia Volia supieron desempear un enorme papel en lahistoria rusa, a pesar de que fueron tan estrechas las capas sociales que apoyaron a unospocos hroes y a pesar de que ese movimiento tena por bandera una teora que distaba deser revolucionaria, la socialdemocracia, basndose en la lucha de clases del proletariado,sabr hacerse invencible, V.I. Lenin, O.C., Protesta de los socialdemcratas de Rusia, t. IV,

    p.180.14 Cmo hacen los socialistas revolucionarios el balance de la revolucin y cmo hizo larevolucin el balance a los socialistas revolucionarios, V.I. Lenin, O.C., t. XV, p. 321.15V.I. Lenin, O.C., t. IV, p. 366.16V. I. Lenin, O.C., t. V, p. 480, Qu hacer?.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    15/178

    Rodney Arismendi

    15

    algo especficamente propio de La Voluntad del Pueblo, porque todatendencia revolucionaria, si piensa realmente en una lucha seria, no puede

    prescindir de semejante organizacin. 17 En Por dnde empezar 18-abreviado anlisis del clsico Qu hacer?- Lenin rechaza la idea de quienesven en la existencia de una organizacin de combate la peculiaridad de ungiro tctico.

    Tanto la agitacin poltica, como la formacin de la organizacin decombate19 -dice- son tareas permanentes. Y en respuesta a aquellos quecreen inmotivada la organizacin de combate en periodos de lento desarrollosocial, agrega:

    ...precisamente en tales circunstancias y en tales perodos esespecialmente necesario el trabajo indicado, porque en los momentos deexplosiones y estallidos ya es tarde para crear una organizacin. 20

    No fue ese, por cierto, el error de los viejos revolucionarios de la dcada, del70; ste consisti en apoyarse en una teora que, en realidad, no era enmodoalguno una teora revolucionaria, y enno haber sabido, o en no haber podido,establecer un nexo firme entre su movimiento y la lucha de clases que sedesenvolva enel seno de la sociedad capitalista en desarrollo.21

    Se puede decir -desde este ltimo aspecto- que el bolchevismo, encabezadopor Lenin, se desarroll combatiendo en dos frentes: contra las corrientes

    economistas, mencheviques, etctera -reflejo ruso del revisionismosocialdemcrata y del reformismo europeo- y contra los socialrevolucionarios,que transformaron en lnea general los errores tericos y tcticos delpopulismo. Estos se pueden resumir as: la negacin del papel histrico delproletariado, al que contraponan, como principal fuerza revolucionaria, elcampesinado. En aras de esa concepcin, diametralmente opuesta a la tesisbsica del marxismo 22los populistas se trasladaban al campo, a despertara los campesinos, tarea en la que fracasaron. Recaen, entonces, cada vezms, en la idea de las minoras heroicas e iluminadas, en el aislamiento delas masas, en el terrorismo individual, en el sensacionalismo poltico, enel aventurerismo. Los socialrevolucionarios incurren especialmente en estametodologa, parecida, por otra parte, a las corrientes anarquistas deEuropa Occidental.

    17Ibdem, p. 4818V.I. Lenin, O.C., t. V, p. 14, Por dnde empezar.19 Ibdem, p. 14. Dice Lenin: ...ninguna situacin, por gris y pacfica que sea, comotampoco ningn periodo de decaimiento del espritu revolucionario excluye la obligatoriedadde trabajar por la creacin de una organizacin de combate, ni de llevar a cabo la agitacinpoltica".20

    Ibdem, p. 14.21V. I. Lenin, O. C., t. V, p. 481, Qu hacer?22Lo fundamental en la doctrina de Marx es el esclarecimiento del papel histrico mundial delproletariado como creador de la sociedad socialista, V. I. Lenin, O. C., Vicisitudes histricasde la doctrina de Carlos Marx, t. XVIII, p. 572.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    16/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    16

    Lenin combati extensamente a lo largo de su vida, esta orientacin terica ytctica.23

    Muchas veces se referira al tema del terrorismo criticndolo, denunciando suesterilidad y oponindole la tctica revolucionaria marxista de masas. Alhacerlo, Lenin no se desliza a la actitud filistea y pudibunda, habitual en lderes

    socialdemcratas europeos al tratar estos temas. En Por dnde empezarrechaza la idea de una oposicin al terror en general, por razones deprincipios.24 Esta puede ser una forma de accin militar, aplicable, y a vecesnecesaria, en determinadas situaciones el problema reside, precisamente, enque ahora el terror no se propugna como una de las operaciones de un ejrcitoen accin, como una operacin estrechamente ligada a todo el sistema delucha y coordinada con l, sino como medio de ataque individual,independiente y aislado de todo ejrcito. Es decir, una cosa es una situacinrevolucionaria, en el cuadro de acciones de todo un pueblo, o como un acto

    integrado a una estrategia en el marco de la guerra civil, o de una guerra deliberacin (Lenin lo admiti, en 1906, en la atmsfera revolucionaria deentonces, inclusive para exterminara espas o verdugos)25otra cosa es aplicar,en cualquier situacin poltica, mtodos como stos, que aslan de las masas ydesvan de las tareas principales de organizacin y educacin revolucionarias(slo sirven para apartar a los militantes ms activos de su verdadera tarea.26

    Parece un ejemplo tpico de esta postura metodolgica de Lenin, el discursopronunciado el 4 de noviembre de 1916, en el Congreso del PartidoSocialdemcrata Suizo, referente al atentado del socialdemcrata austriaco

    Fritz Adler, que ultim al canciller Strgh. Lenin, luego de analizar lascorrientes en pugna dentro del movimiento socialista internacional (en esosmomentos est armado con todas las armas contra el revisionismosocialdemcrata de los jefes de la II Internacional), entra de lleno a laconsideracin del resonante episodio. Comienza por advertir que lossocialdemcratas rusos poseen una experiencia especialmente rica en la

    cuestin del terror.27

    En qu consiste el terror como tctica? En la organizacin sistemtica del

    atentado poltico al margen de la lucha revolucionaria de masas.Toda una definicin!

    23 Ver especialmente en el t. VI de las O. G, diversos trabajos de Lenin que definen a los

    socialrevolucionarios y combaten su teora y su tctica.24V. I. Lenin, O. C.,t. V, p. 15.25V. I. Lenin,Sobre los ms recientes acontecimientos. O. C., t. XI, P. 160.26V. I. Lenin, O. C., Por dnde empezar, t. V, p. 1527Todas las citas al respecto son del t. XXIII, pp. 121-122.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    17/178

    Rodney Arismendi

    17

    Lenin no sabe si Adler incurri en esa tctica errnea, o si el atentado fue unpaso aislado en la transicin de la tctica no socialista, oportunista, de lossocialdemcratas austriacos... con su defensa de la patria, hacia la tcticarevolucionaria de masas. Si el caso fuera este ltimo -subraya Lenin-merecera toda nuestra simpata.

    Advirtase que Lenin no justifica, ni deja de justificar, el acto en s; lo mira consimpata, si es una accin revolucionaria aislada, enfrentada al oportunismo.

    En la actitud metodolgica de Lenin, pues, no hay lugar para el filistesmo o ellloriqueo; examina ceidamente el hecho, como si estudiara un fenmenocientfico-natural, en todas sus implicaciones polticas.

    La tctica del terror -tal la primera definicin- es falsa; no ayuda a larevolucin, sino que facilita a la reaccin atacar al movimiento revolucionario;destroza y despilfarra cuadros; prescinde de las masas.

    Lenin define y explica. Apela a la experiencia rusa, a su historia, la de losbolcheviques: En todo caso la experiencia de la revolucin y lacontrarrevolucin en Rusia confirm lo acertado de la lucha ms queveintenaria de nuestro Partido contra el terror empleado como tctica.

    Pero esa lucha ideolgica concluy victoriosamente, porque a la tctica delterror se le opuso una tctica de masas autnticamente revolucionaria; ensta se conjugaban la propaganda terica y la actividad prctica. Lenin destacatres condiciones, o tres premisas, de esa victoria:

    1) ... esa lucha estuvo vinculada con una lucha despiadada contra eloportunismo que tenda a rechazar todo empleo de la fuerza por partede las clases oprimidas contra sus opresores...;

    2) ... establecimos un vnculo entre la lucha contra el terrorismo y lapropaganda (iniciada incluso antes de 1905) de la insurreccinarmada;

    3) ...cuatro aos antes de la revolucin, hemos apoyado el empleo de lafuerza por parte de las masas contra sus opresores, especialmente en

    la poca de las manifestaciones... Reflexionbamos cada vez ms enla organizacin de una resistencia sistemtica y sostenida de las masasa la polica y el ejrcito, en cmo incorporar, por medio de esaresistencia, la mayor parte posible del ejrcito a la lucha entre elproletariado y el gobierno, en cmo atraer al campesinado y a lastropas hacia una participacin consciente en esa lucha.

    Lenin especifica y comprueba: para derrotar la falsedad del terrorismo comotctica, no basta con un planteamiento crtico correcto ni hablemos de lainoperancia doctrinarista-, es menester enfrentarlo con una tcticarevolucionaria autntica.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    18/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    18

    Lenin poda as recoger la tradicin revolucionaria heroica de La voluntaddel pueblo, y, al mismo tiempo, forjar el Partido del proletariado sobre unabase terica slida y la permanente brega ideolgica contra lasconcepciones errneas, tericas y prcticas, de oriundez pequeo-burguesa.28

    Krpskaia comenta las conocidas tesis de Lenin acerca de las exigencias almiembro del partido. Antes exista -anota- el partido La voluntad del pueblo;haba en l muchos hroes quienes lanzndose a matar al zar, a susfuncionarios y gendarmes, iban conscientemente a una muerte segura en arasde su causa. Lenin trataba con el mayor respeto a los hroes de La voluntaddel pueblo aunque les opona: el rgimen existente se podr modificar slocon el esfuerzo de millones de hombres organizados... ...Pero el herosmo delos dirigentes de La voluntad del pueblo imprimi su sello tambin en lalabor de nuestro Partido. Nuestro Partido comprendi la necesidad de que

    sus miembros poseyeran temple revolucionario, espritu combativo, la facultadde entregarse fielmente, por entero, a la lucha por la causa de la victoria delsocialismo.

    Sin el temple revolucionario, sin la entereza y la disciplina revolucionariasde sus miembros, en las condiciones del zarismo nuestro Partido jamshabra podido representar una fuerza.29

    3. ANTES QUE NADA, UN REVOLUCIONARIO PROFESIONAL

    Lenin es, por excelencia, el revolucionario profesional, ese tipo de cuadro quel predic formar como vertebracin del partido del proletariado en la nuevapoca. Se cuenta que uno de los dirigentes mencheviques -Dan- se quejaba deque Lenin fuera invencible porque viva y pensaba permanentemente por ypara la revolucin.

    Y en la hora de los hornos, como se dice en nuestra Amrica Latina, la nochedel 24 de octubre de 1917, Lenin estaba all y no poda estar en otro sitio.

    Vivi, pens, trabaj, enfrent el destierro, el exilio y todas las acechanzasimplcitas en la vida de un comunista, en pos de este momento.

    Ante el episodio histrico de la noche del 24 de octubre, quiz alguienpueda especular acerca del papel del azar dentro del concatenado decursode la historia, o acerca de la significacin de la personalidad y sobre lo quepudo haber ocurrido si hubiesen secuestrado o asesinado a Lenin en la

    28La socialdemocracia pondr siempre en guardia contra el aventurerismoydesenmascarar,

    sin el menor miramiento, las ilusiones que terminan inevitablemente en un completodesengao. Debemos tener presente que el Partido revolucionario merece este nombrecuando de hecho dirige el movimiento de la clase revolucionaria, V. I. Lenin, O. C.Aventurerismo revolucionario, t. VI, p. 191.29N. Krspskaia, Lenin y el partido, Ed. Progreso, Mosc, p. 110

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    19/178

    Rodney Arismendi

    19

    inmediata vspera del gran Octubre. Y hasta alguien podra enmendar laplana a Lenin, en nombre de la gente que nunca se equivoca, al estilo deaquellos profesores alemanes de que habl Bismarck.30Toda especulacinen este sentido, huele a pedantera burocrtica o profesional. Congarantas absolutas de que los jefes nunca corrern riesgo de muerte -

    como los famosos generales (de la novela), que mueren en la cama- nose hacen las revoluciones. Cuando mucho se puede decir que es deber delPartido y de la organizacin de revolucionarios cuidar de los jefes, y esobligacin de los jefes el estar donde las definiciones histricas losreclaman.

    Pero, quin se atrevera a acusar a Lenin de irreflexivo, o de proceder comoun jugador de audacia, o un aventurero? Por el contrario; cuando fue menestertrabaj en el extranjero; cuando fue necesario ridiculiz el aventurerismo; enoportunidad estigmatiz la moral de hidalgelos de los llamados comunistas

    de izquierda.31

    Queda en la historia una ancdota que tipifica, por una parte, el valor personaly ladecisin de Lenin; pero, por otra, su responsabilidad ajena al riesgo fcil ysin motivacin. El 3 de junio de 1906, se produce el golpe de Stolipin. Lenindebe partir para Finlandia y luego a Estocolmo. Por el camino advierte que losiguen; baja del tren y contina a pie hasta la ciudad. All debe embarcarse;pero el puerto est vigilado. Conviene ir hasta una isla prxima para alcanzar elbarco. La ruta debe hacerse sobre el hielo. Mientras avanzan, ste se va

    resquebrajando y las aguas oscuras y sacudidas acechan a cada paso a Lenin ya su acompaante. Los bigrafos de Lenin ponen en su boca esta frase:Qu manera tan tonta de perecer. No era un aventurero; pero era unautntico revolucionario. Amaba la vida32y la regalaba sin objeto; pero novacil un instante cuando se trat de ocupar el puesto de lucha, de volcarlas potencialidades enormes de su gran personalidad en la hora de ladecisin. Y, desde luego, sera estpido buscarle rasgos de un hroe de lanovelstica romntica. Era, antes que nada, un revolucionario profesional -repetimos-. El hroe, por excelencia, de este tiempo de la revolucin

    socialista internacional; de los que han anudado -inspirados por la ideologa30Se atribuye a Bismarck esta frase, que retrata la pedantera profesoral: Dios lo sabe todo;pero ms sabe un profesor alemn.31Qu es lo que dicen? Jams un revolucionario consciente podr sobrevivir tal cosa, nuncaaceptar tal vergenza. Su peridico lleva el ttulo de Kommunist pero debiera titularse Elaristcrata, ya que considera las cosas desde el punto de vista de un noble que, adoptandouna postura elegante al morir, hubiese dicho con la espada en la mano: La paz es unoprobio, la guerra un honor. Discurren desde el punto de vista de un hidalgo, V. I. Lenin, O.C., VII Congreso del P. C. R.(b), t. XXVII, p. 9832

    N. Krspskaia rechaza con indignacin el que se describiera a Lenin como un asceta: Loshombres poetizaban sin darse cuenta, en cierto modo, su labor, al hablar de ella a Ilich. Estese apasionaba terriblemente con las personas y el trabajo. Lo uno se entrelazaba con lo otro.Y esto haca su vida rica, intensa y pletrica hasta la singularidad. Absorba la vida en toda sucomplejidad y diversidad. Bueno, los ascetas no suelen ser as, ob. cit., p.24.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    20/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    20

    marxista-leninista- la trama de esta poca desde posiciones de vanguardia.Son los hombres del ao cinco; los duendes de la clandestinidad quetransitan a lo largo del siglo por todos los pasillos e intersticios, derrotandolas trampas letales que las tiranas, el imperialismo y el fascismo, montanpara capturar el fantasma de la revolucin. Son los bolcheviques, desde las

    barricadas hasta el Dnieprostroi; los organizadores, los hroes y mrtiresde las Brigadas Internacionales; son los vencedores de la peste nazi,triunfadores en las trincheras, en el campo de concentracin, en la tortura,y vencedores en la conspiracin, en el maquis y en la organizacin y latctica certera frente al enemigo. Es Ho Chi Minh, encalleciendo sus piespor las rutas de Asia y desplegando la palabra de Lenin como un horizontepara cientos de millones de asiticos. Es Dimtrov, altivo y seguro en elTribunal de Leipzig, dueo del porvenir. Es Julio Fucik demostrando -comotantos- que el revolucionario puede vencer toda tortura. Es Nikos

    Beloiannis y su roja flor. Y cuntos ms as. Son los ya millares decomunistas latinoamericanos asesinados, torturados, consumidos en laruda y esperanzada tarea cotidiana.

    Es Mella. Son Fidel y sus compaeros, llegados al comunismo por haberseentregado en cuerpo y alma a su pueblo y a la revolucin. Es Guevara: Simuero, que otras manos se extiendan para tomar el fusil... Son los

    imprescindibles de que habla Bertolt Brecht.33

    Fabricando la historia de nuevo -con el proletariado y al frente de todos los

    oprimidos- a veces cometieron errores.34Y cmo no cometerlos, en la obra indita de concluir la prehistoria social de lahumanidad? Empero, ellos son el eje de la historia de la revolucin de nuestrotiempo, y hasta sus adversarios giran en el soplo de la tempestad que ellosdesataron, que siguen desatando.

    Qu no se ha dicho contra estos hombres, contra los revolucionarios de laclase obrera, contra los cuadros del partido revolucionario que so Lenin, queforj Lenin, transformndolo en inmenso partido mundial, que ejemplifica este

    hombre genial plantado en el centro de nuestra poca?Para los anarquistas y otras variedades de la pequeoburguesa efervescente,son los burcratas o los dictadores...

    33Hay quienes luchan una hora y son buenos; hay quienes luchan muchos aos y son muybuenos. Pero pocos luchan la vida entera; stos son los imprescindibles.34 Incluso si por cada cien de nuestros hechos acertados hubiera 10.000 faltas, a pesar de

    todo, nuestra revolucin sera, y lo ser ante la historia universal, grande e invencible, pues,por primera vez no es una minora, no son slo los ricos, no son nicamente los cultos, sino laverdadera masa, la inmensa mayora de los trabajadores quienes resuelven con su propiaexperiencia los dificilsimos problemas de la organizacin socialista, V. I. Lenin, O. C.,Cartaa los obreros norteamericanos, T. XXVII, p. 65

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    21/178

    Rodney Arismendi

    21

    Qu no se ha dicho desde el campo imperialista, o desde los sectores de lapequeoburguesa radicalizada para presentar al comunista, alternativamente,ya como un sanguinario sin entraas, para el cual el fin justifica cualquiermedio, ya para caricaturizarlo como un deslavado sujeto, con alma deoficinista, incapaz del arrebato heroico?

    Y tambin, alternativamente, para acusarlos de reformistas, si rechazan lafraseologa revolucionaria vacua y exigen situar las tareas en el momentopoltico y en funcin de las masas; o de blanquistas y voluntaristas, sienarbolan, con razn, el papel activo del Partido, frente a la degeneracinpositivista, revisionista y socialdemcrata, que espera que la revolucin llegueun da automticamente... para nuestros nietos. Se los acusa, a la vez, dedogmticos, si defienden los principios, la teora y la perspectiva de larevolucin socialista y su otra cara, inseparable, el internacionalismo; y se losacusa de oportunistas, si aplican la teora y el mtodo marxista a una realidad

    concreta, en un momento poltico concreto...Y hasta se toma el rtulo marxismo-leninismo, la tradicin, la experiencia y lavida de algunos de estos comunistas, para contraponerlos a otros, o almovimiento en su conjunto.

    En todo esto no hay novedad; apenas si exacerbacin, porque nuestra pocahizo del marxismoleninismo y del hombre comunista, del cuadro del Partido,del revolucionario profesional, en el alto sentido leniniano de la palabra, lavanguardia triunfadora de nuestro tiempo, del ms revolucionario, trecho de la

    historia mundial, inaugurado en octubre de 1917.Apenas si hay ms frenes en el agravio, ms exacerbacin. MarietteChaguinian exclama en una bella evocacin de un fragmento de la vida de

    Vladimir Ilich:

    De qu no se habr acusado a un hombre que ha entrado en nuestrapoca como inconmensurablemente delicado y modesto, sensible ybondadoso, sencillo e igual, y amado por ello, ms que nadie en elmundo! De antidemocratismo, de dogmatismo, de violencia sobre laopinin ajena, de afn dictatorial, de amordazamiento de la crtica, de

    literaturismo e incluso,horrible dictus,35de crear el culto a su persona.Pero Lenin contestaba casi con indiferencia y hasta con irona a losataques personales.36

    Lemos, hace muchos aos, el juicio -acerca de Lenin- de un anarcosindicalistafrancs, de inspiracin soreliana, que lo conociera en los das de Pars.

    Al buen hombre, indigestado de reflexiones sobre la violencia, Lenin le pareciun opaco profesor de economa poltica puesto a socialista, prudente y

    organizador. Para este seor, la metodologa de la violencia -se conoce la raz

    35Miedo da decirlo.36Literatura sovitica, Mosc, julio de 1969.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    22/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    22

    filosfica idealista, bergsoniana, de George Sorel- se eriga en un demiurgo dela situacin revolucionaria y de la revolucin misma. Lenin, que combata amuerte el reformismo socialdemcrata y que vea en el anarquismo un castigopor el oportunismo y el reformismo de muchos jefes de la II Internacional,situaba los temas de la violencia como parte de la lucha de clases, y sumetodologa en dependencia de la poltica. As, en las horas de la tempestadrevolucionaria o de su preparacin, pareca un marxista desviado, y inficionadode blanquismo y anarquismo, al reformista atribulado o al centristaconciliar; y37 pareca demasiado pacfico y otros etcteras, a losanarquistas, socialrevolucionarios, otzovistas38o comunistas de izquierda,cuando las circunstancias variaban y eran necesarias mayor amplitud yflexibilidad tctica. Sin embargo, siempre era Lenin. Es Lenin el que en

    Guerra de guerrillas 39advierte audazmente las nuevas formas de lucha yno permite que se las confunda, en superficial analoga, con expresiones de

    blanquismo o anarquismo; y es Lenin el que redacta sarcsticamente, estafrase, parecida a una sentencia:

    Los revolucionarios sin experiencia se imaginan a menudo que los medioslegales de lucha son oportunistas, ya que la burguesa engaaba yembaucaba a los obreros con particular frecuencia en este terreno (sobretodo en los perodos no revolucionarios), y que los procedimientos ilegalesson revolucionarios. Pero esto no es justo. Lo justo es que los

    37Del libro Lenin en nuestra vida, de los recuerdos de F. Kon, Ed. Progreso, Mosc, 1967,pp. 71-72: El episodio haba sido, en efecto, divertido. Durante el banquete, Augusto Bebel,rodeado de admiradores y admiradoras, se acerc a las delegaciones, una tras otra, y brindlevantando la copa:_ Meine Kinder! Hijos mos! -empezaba estereotipadamente sus discursos. Y luego venan loselogios de la labor y la composicin de las delegaciones que compartan las ideas de los jefesde la II Internacional, los reproches y las amonestaciones paternales a los desobedientes.Los rusos -entre los que se encontraba Kon- eran considerados all como cismticos ysectarios.-Warum lieben Sie uns nicht? Por qu no nos quiere usted? -pregunt sbitamente Litvinov,adelantndose al discurso de Bebel cuando ste se acerc a la delegacin de Rusia.En la pradera se hizo el silencio. Bebel qued boquiabierto. Pero la situacin del jefeobligaba. Y sonriendo bonachn, dijo:-Yo quiero a todos! Pero el bolchevismo es Kinderkrankheit. Una enfermedad infantil pasarpronto...Lenin de pie junto al banco, sonri socarrn. Aquello era magnfico! Kon estrechmentalmente la mano de Lenin por aquella risita, por haber aprobado la osada de Litvinov.En aquel momento, todos percibieron de pronto, con nueva fuerza, cun claramente sehaban definido dos corrientes opuestas en el movimiento obrero contemporneo. Una deellas perda su revolucionarismo a medida que se acercaba el combate final y decisivo; la otraencabezaba la lucha por la dictadura del proletariado, la lucha por el comunismo, la lucha queen el curso de la revolucin se hace fuerte y audaz.38

    Otzovistas(de otzovat: revocar, retirar); se denominaba as a una parte de los bolcheviques(Bogdnov, Pokrovski, Lunacharski, Bbnov y otros) que exigan la retirada de los diputadossocialdemcratas de la III Duma y el cese de la labor en las organizaciones legales. En 1908formaron un grupo especial e iniciaron la lucha contra Lenin.39V.I. Lenin, O.C., t. I. pp 210-215

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    23/178

    Rodney Arismendi

    23

    oportunistas y traidores a la clase obrera son los partidos y jefes que nosaben o no quieren... aplicar los procedimientos ilegales de lucha en unasituacin, por ejemplo, como la guerra imperialista de 1914 a 1918...

    Pero los revolucionarios que no saben combinar las formas ilegales contodas las formas legales son malsimos revolucionarios.40

    Es el nico Lenin, indesarmable en piezas, que encarna personalmente lascualidades que exigir distingan al militante comunista: una energarevolucionaria capaz de mover montaas, combinada con la ms cientfica,crtica y desapasionada valoracin de la realidad concreta, al servicio de larevolucin.

    Concretar tan difcil armona es la misin histrica del Partido. ste deberreunir la unidad programtica, la unidad tctica y la unidad de organizacin. 41Organizado y disciplinado en torno a los principios del centralismo democrtico,el Partido deber concretar la difcil unidad entre la pureza de su doctrina y desus filas, y la amplitud multicolor de sus vnculos de masas; entre la enjutaorganizacin de sus cuadros y sus nexos con todo el proletariado y el pueblo;entre la claridad de su objetivo -la conquista del Poder poltico para elproletariado- y el carcter concreto y la movilidad de su tctica, es decir, de lastareas polticas cotidianas y para un deter-minado perodo. Ya en Quinesson los amigos del pueblo...?,42 Lenin advierte -fiel al marxismo por notransformarlo en receta- que slo es posible dar la consigna de lucha, si sesigue:

    cada paso de la misma en su trnsito de una forma a otra, para saber,en cada momento concreto, determinar la situacin, sin perder de vista elcarcter general de la lucha, su objetivo general: la destruccin completay definitiva de toda explotacin...

    El marxismo marca, por ello, una posicin justa, tan lejana de la exageracinde la importancia de la poltica y de la conspiracin (blanquismo), como deldesprecio de la poltica o de su degeneracin en remiendos oportunistas yreformistas de la sociedad (anarquismo, socialismo utpico y pequeoburgus,socialismo de Estado, socialismo acadmico, etctera).43

    Justamente, el Partido ser, por su organizacin, la superacin de estasvisiones, parciales y errneas, al reunir en una dinmica y creadora unidad, lateora, la poltica y la organizacin.

    Por plantear con firmeza esa unidad, Lenin fue acusado por los oportunistas depostular un centralismo burocrtico, una autoritaria organizacin deburcratas...

    40V. I. Lenin, O.C., t. XXXI, La enfermedad infantil..., p. 9141V. I. Lenin,O. C., Un paso adelante, dos pasos atrs, t. VII, 4 pp. 390-391-392.42V. I. Lenin, O. C., t. I, p. 348.43V. I. Lenin, O. C., Protesta de los socialdemcratas de Rusia,t. IV, pp. 175.176.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    24/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    24

    Este grito sigue resonando contra los partidos comunistas a lo largo del siglo...Burcratas verdaderos, y mentes burocratizadas por un anticomunismo y unantisovietismo casi vegetativo, anarquistas o anarcoides, pequeoburguesesfrenticos, hijos por una hora del temporal revolucionario, renegados de todandole, siguen apuntando con el dedo esta acusacin increble contra elrevolucionario profesional, contra la mquina del Partido, pero a sus gritossigue contestando la historia, esta historia maravillosa del siglo XX; toda larevolucin contempornea es obra de las condiciones objetivas que Leninanaliz con la metodologa marxista, pero es obra de los pueblos conducidos,esencialmente, por el movimiento comunista internacional. Aun en sus

    astucias y peculiaridades, ella gira en torno a este eje, la clase obreramoderna conducida por su Partido, concebido ste tal como lo pensara yorganizara Lenin -desarrollando las conocidas tesis de Marx y Engels- en elumbral del siglo.

    Claro est, en ese movimiento de millones -crecido en las latitudes msdiversas-, desde los ms variados niveles del desarrollo social, en medio degiros inditos de la lucha de clases y nacional -liberadora- aparecen errores,surgen, a veces, deformaciones o tendencias que afectan su podero o retrasansu funcin de acelerador de la historia. Y ellos deben ser combatidos como loense Lenin. Pero, en lo esencial, slo el marxismo-leninismo y suencarnacin organizativa, el Partido Comunista, va presidiendo el trastornohistrico-social y la edificacin del nuevo mundo.

    Y al costado han ido muriendo -para renacer por un da y volver a marchitarse-

    todas las otras teoras y organizaciones que le disputaran el camino: elrevisionismo oportunista de la socialdemocracia, el estrpito pequeoburgusdel anarquismo, y las mil combinaciones que, entre ambos, generan

    novsimas teoras, especies de minifaldismo intelectual y tctico que la granremocin contempornea pone por un instante en la escena. Y, sin embargo,son las mismas sectas del periodo premarxista de que hablara Marx a Bolte.44

    Y luego, como siempre, la revolucin socialista y anticolonialista sigue sumarcha, la que previ Lenin, tambin en el plano de la organizacin partidaria.

    Al plantear estas tareas de construir el Partido, Lenin -para asombro dePlejnov, para disgusto de Kautsky y de Bebel, y hasta con la incomprensinde la admirable Rosa Luxemburgo-45insiste en dar batalla frontal en torno altema de la organizacin.

    Dir con nfasis apasionado -casi hasta el grito- que el proletariado nodispone de ms arma por el Poder que la organizacin46y se har una fuerzainvencible... ante la que caer la autocracia zarista y el poder caduco delcapital internacional... cuando su unin ideolgica, por medio de los principios

    44C. Marx y F. Engels,Obras escogidas, en 2 tomos, t. II, p. 469.45V. I. Lenin, O. C., Un paso adelante...t. VII, p. 479.46Ibdem, p. 419.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    25/178

    Rodney Arismendi

    25

    del marxismo, se afiance mediante la unidad material de la organizacin quefunda a los millones de trabajadores en el ejrcito de la clase obrera.

    Este ejrcito soldar cada vez ms estrechamente sus filas, pese a todoslos traspis y pasos atrs, pese a las fuerzas oportunistas de losgirondinos de la socialdemocracia actual, pese a los fatuos elogios del

    rezagado espritu de crculo, pese a todos los oropeles y a todo el miedodel anarquismo intelectual.47

    Palabras profticas, escritas en 1904, y confirmadas por toda la historiarevolucionaria de nuestra poca.

    Rosa Luxemburgo -que no entendi entonces a Lenin- escribi cierta vez que elmovimiento socialista, al encarnar su teora en la prctica, poda impedir todadesviacin, todo asalto de elementos intrusos, en particular, el sarampinanarquista y la hidropesa oportunista.48

    Slo as lograr resolver deca Rosa el ms vasto problema planteadoante la socialdemocracia: Procurar la comunin de la masa con la grantransformacin del mundo.49

    Slo un partido forjado a travs de tres revoluciones y en medio de laconflagracin mundial imperialista cumpli este objetivo: el Partido de losbolcheviques. La columna vertebral de ese partido fueron los cuadrosrevolucionarios, de los cuales Lenin era un prototipo.

    4. ILICH PERDI EL GORRO. . .

    Este desafo de Lenin al azar histrico, tiene sus antecedentes. NadiezhdaKrpskaia cuenta, en un artculo sencillo, como un soldado cuenta la batalla,50la vida de Lenin en las vsperas de Octubre; desde el trabajo de septiembre,

    Se sostendrn los bolcheviques en el Poder?,51 hasta el arribo al Smolny.Recuerda las dos cartas al Comit Central, escritas para plantear el problemade la insurreccin y la toma del Poder. Ellas, como se sabe, son clebresdocumentos Los bolcheviques deben tomar el Poder52 y El marxismo y la

    insurreccin,53 toda una obra clsica. Despus escribe- Lenin deciditrasladarse a Petrogrado.

    47V. I. Lenin, O. C., t. VII, p. 419.48Rosa Luxemburgo, Reforma o revolucin, p. 164, Ed. Teus, Madrid.49 Ibdem, p. 164. Dice: Deber nuestro es luchar sin desmayo, manteniendo firme la rutamarcada por el marxismo. Ruta que guardan, celosos y amenazantes, dos escollos: el delabandono del carcter de masa y el del olvido del objetivo final; el de la recada en la secta y

    el del naufragio en el movimiento reformista burgus, el del anarquismo y el oportunismo.50N. Krspskaia, Obra citada, p. 136.51V.I. Lenin, O. C., t. XXVI, pp. 75 y ss.52V. I. Lenin, O. C., t. XXVI, pp. 9 y ss.53V. I. Lenin, O. C., t. XXVI, pp. 12 y ss.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    26/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    26

    Empez a acercarse. De Helsingfors se fue a Vborg....54

    Me envi una nota escrita en tinta simptica para que le buscaradomicilio (Es la casa de Fofnova en Vborg). Lenin siempre cuidaba deno olvidar nunca los viejos hbitos conspirativos... Los camaradasfineses trasladaron a Lenin a Petrogrado....55

    Y agrega Krpskaia, de paso, esta anotacin ilustrativa:

    En seguida un camarada empez a refunfuar: Ha venido sinautorizacin; pero los tiempos no estaban para rezongar. Se reuni elComit Central. Vladimir Ilich plante la cuestin de la necesidad de lainsurreccin armada, de la revolucin. La abrumadora mayora del CC sepronunci a favor... Por entonces los Soviets se haban puesto ya al ladode los bolcheviques... Los Soviets se haban pronunciado ya por lainsurreccin.56

    Lenin se iba acercando al centro operativo de la insurreccin. Haban pasadociento once das desde que, luego de las manifestaciones de julio, el gobiernolo pusiera fuera de la ley, obligndole a ceirse a la ms estrictaclandestinidad. Una cacera implacable se desat para asesinarlo. Lenin trabajay dirige toda la labor revolucionaria, desde variados sitios, incluida la famosachoza de Razliv, prxima al golfo de Finlandia. Su trabajo escrito de eseperodo forma el material de casi dos tomos de sus obras completas.57Allest El Estado y la Revolucin.

    A la luz de los modernos medios tcnicos de conspiracin, admira elperegrinaje de Lenin, perseguido y acechado por la muerte, a travs de losrefugios ms primitivos l, jefe de la ms grande revolucin de la historia ydel partido ms organizado, frreo y fogueado de todos los tiempos!

    Se ocult en casa de obreros de Petrogrado, en una choza solitaria junto allago Razliv, en viviendas de trabajadores finlandeses, en el suburbio obrero de

    Vborg... en fin, as hasta la hora en que echa a andar por las calles de laciudad convulsa para comandar directamente el acto final insurreccional de larevolucin socialista. Es Lenin, disfrazado de obrero petersburgus; es Lenin,

    cortador de pastos; es Lenin, fogonero que pasa la frontera en unalocomotora; es Lenin con peluca y sin bigote, irreconocible. Irreconocible? Enla faz cambiada bailotean igual los ojos irnicos y decididos tal como surge desu pasaporte. Es Lenin marchando hacia el Smolny...

    54N. Krpskaia, Obra citada, p. 137.55Ibdem, p. 137.56N. Krpskaia, obra citada, p. 138. Se refiere a la sesin del C. C. del 10/X/917.57V. I. Lenin, O. C.,t. XXV y XXVI.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    27/178

    Rodney Arismendi

    27

    Estaba maquillado. Le pusieron un pauelo a la cabeza. Todo eso se hizode manera muy desmaada. Ilich perdi el gorro... En una palabra, aduras penas llegaron al Smolny.58

    Pero, no revelaba sta, su actitud hacia la revolucin, el recuerdo de 1905?

    El 14 de junio de 1905 estalla en Odesa la insurreccin del acorazadoPotiomkin. Lenin llama enseguida al bolchevique Mijal Vasiliev Iushin y leordena trasladarse a Odesa de inmediato. Tareas? Persuadir a los marinos derealizar un desembarco, tomar la ciudad, armar a los obreros, agitar loscampesinos y tratar de apoderarse del resto de la flota... En cuanto a Lenin:

    Entonces, enven inmediatamente un destroyer por m. Yo salgo paraRumania... .59

    La operacin fracasa, pero Lenin tambin entonces, se fue acercando. El 8 denoviembre llega a Petrogrado y se pone directamente al frente del Partido.Lenin es partidario de aplazar el alzamiento hasta la primavera rusa; pero el 5de diciembre se declara la huelga general y el 7 comienza la lucha debarricadas...

    Lenin vive 1905 con la conciencia plena de su proyeccin histrico-universal.Mientras Plejnov y otros dicen que no se debi tomar las armas, Lenin saludala revolucin, anuncio de una nueva poca, prefiguracin de la victoria de laclase obrera. Es la primera revolucin popular de la poca del imperialismo anotar Lenin ms tarde. Claro est, ubicar esta revolucin como un paso

    ms d la historia en Vicisitudes histricas de la doctrina de Carlos Marx.Lenin posee el corazn caliente y la cabeza fra tal conocida exigencia alcuadro comunista. Estudia todo; el papel de los Soviets, recin nacidos; laentrada del proletariado en escena, como fuerza de direccin; la actitud de lasclases 1905 es el ensayo general de Octubre, dir ms tarde,60 enparticular, la confirmacin de su tesis de la alianza obrero-campesina comofuerza motriz de la revolucin rusa,61 la certeza de la tesis marxista de larevolucin ininterrumpida, sntesis de la experiencia de 1848 y de la Comunade Pars; la posibilidad real62de la victoria de la insurreccin armada en las

    condiciones de la tcnica y de la organizacin militar modernas; el papelde las huelgas polticas y econmicas de la clase obrera en relacin a lainsurreccin armada,63o sea una concepcin distinta de la vieja panaceaanarquista de la huelga general, en fin, el papel del partido delproletariado, armado de una teora justa y organizado adecuadamente.

    58N. Krpskaia, ob. cit., p. 140.59Revista URSS,15/V/969, Montevideo.60

    V. I. Lenin, O. C.,Cartas desde lejos, t. XXII, p. 300.61Ibdem, Prlogo a la edicin rusa del folleto de Kautsky....t. XI, pp. 412-418.62Ibdem, Apreciacin de la revolucin rusa,t. XV. pp. 52-53.63Ibdem,Las enseanzas de la insurreccin de Mosc, t. XI, pp. 164-171 e Informe de larevolucin de 1905, t. XXIII, p V. 238 y ss.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    28/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    28

    5. EL ORDEN MS NORMAL DE LA HISTORIA

    Lenin vive gozosamente la tempestad del ao cinco, y sabe que la Rusiazarista, que haba ingresado en la poca del imperialismo, minada decontradicciones, era el eslabn ms dbil del sistema imperialista mundial; queaun en las horas del terror y de la reaccin de los aos 1908-1912, las bases

    objetivas de la nueva explosin seguan en pie, preparando la rupturainexorable.

    Por ah, en un trabajo de 1924, G. Lukcs subraya con razn:

    La actualidad de la revolucin: sta es la idea fundamental de Lenin. . .Con perspicacia genial discerni, en el lugar y en el momento de susprimeros efectos el problema fundamental de nuestra poca: la cercanade la revolucin... Sin duda haca falta la visin intrpida del genio paracaptar la actualidad de la revolucin proletaria. Pues la revolucin

    proletaria es visible para el comn de los mortales cuando las masasobreras estn ya dispuestas a luchar en las barricadas. Y estos individuosmedios son tanto ms ciegos cuando han sido sometidos a una formacinmarxista vulgar. Pues los fundamentos de la sociedad burguesa son, alos ojos del marxista vulgar tan indestructibles que, inclusive, en elmomento en que sus resquebrajaduras se manifiestan de maneraevidente, l tan slo anhela el retorno a su estado normal: estemarxista no ve en estas crisis ms que episodios pasajeros, y hasta eneste perodo considera a la lucha como una rebelin irrazonable de

    hombres poco serios contra el capitalismo invencible. A los combatientesde las barricadas los ve como extraviados: la revolucin aplastada es unerror! y los marxistas vulgares tratan a los constructores delsocialismo en una revolucin victoriosa de criminales, pues a sus ojos lavictoria slo puede ser efmera.

    No escriba mal, en su juventud, a este respecto, el camarada Lukcs!

    S, Lenin es la actualidad, la cercana de la revolucin, la revolucin socialistaen el orden del da. Como lo ha estado desde octubre de 1917, en toda nuestra

    poca. Lenin vivi y trabaj para esta noche del 24 de octubre, para la perfectainsurreccin del 25 (hoy es temprano, el 26 ser tarde, justo el 25!).

    Stalin recogi algunos de estos rasgos de Lenin, en impresiones que se nosgrabaron para siempre en la memoria, como un aguafuerte evocador: Leninnaci para la revolucin....64Era un gran jefe revolucionario, dotado de una

    64 Lenin por Stalin, Ediciones Lenguas Extranjeras, Mosc. Era en verdad el genio de lasexplosiones revolucionarias y el ms grande maestro de la direccin revolucionaria. Jams sesenta tan libre y tan radiante como en las pocas de convulsiones revolucionarias. Esto no

    quiere decir que Lenin aprobase por igual cualquier erupcin revolucionaria. Nada de eso.Quiero decir con esto que jams se manifestaba tan precisa y tan profunda, la genialperspicacia de Lenin como durante las convulsiones revolucionarias... Lenin florecaliteralmente.... Anticipaba el movimiento de las clases y vea como en la palma de lasmanos, los posibles zigzags de la revolucin.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    29/178

    Rodney Arismendi

    29

    inmensa fe en las masas. Su confianza y su audacia se nutran de un dominiocientfico de la teora marxista, enzarzado estrechamente con una experienciadel movimiento obrero y popular ruso e internacional. Stalin entre otrosrasgos subraya esta confianza en la accin de las masas, como natural de lapostura revolucionaria y del pensamiento de Lenin. Seala que hay tericos y

    jefes de partido que conocen la historia de los pueblos y la historia de larevolucin desde sus comienzos hasta el fin, pero carecen de fe en lasaptitudes creadoras de las masas (son presas de una indecente enfermedad.Esta enfermedad se llama miedo a las masas). Ello los conduce a un cierto

    aristocratismo frente a las masas novicias en la historia; temen que stasdestruyan demasiado y procuran desempear el papel de ayas: quierenaleccionar a las masas, sin aprender de ellas. Lenin era la antpoda de estaclase de jefes dice Stalin. Y pasa inmediatamente a hablar en primerapersona, con la admiracin de un destacado revolucionario (la historia dir, decarcter difcil y seguro de sus propios valores) por su jefe y maestro: No

    conozco ningn otro revolucionario que haya tenido ms fe que Lenin en lasmasas en el buen sentido de su instinto de clase. No conozco otrorevolucionario que haya sabido fustigar tan despiadadamente a los infatuadoscrticos que hablaban con suficiencia sobre el caos de la revolucin y lasbacanales de la accin espontnea de las masas.... Y agrega recuerdopersonal la rplica de Lenin a un compaero que habla de erigir un ordennormal despus de la revolucin. Sarcsticamente Lenin responde:

    Es una desgracia que personas que quieren ser revolucionarios

    olviden que el orden ms normal de la historia es el orden de larevolucin.

    6. SIN TEORA REVOLUCIONARIA, NO HAY PRCTICA REVOLUCIONARIA. . .

    Quiz de mis descripciones se pueda inferir que personas que quieren serrevolucionarios olviden que el orden ms normal de la historia es el orden de lateora era para Lenin un aspecto secundario respecto a la prctica, que el rasgodistintivo de su personalidad era ser un hombre de accin, o el poltico

    militante en su condicin ms tpica y responsable, el jefe de Partido. Nadams falso. Aunque todava hay quienes siguen oponiendo artificiosamente, laimagen de un Marx pensador y filsofo a la de un Lenin, revolucionario prcticoy ejecutante de la revolucin. En ambos, la visin ofrecida es falsa. Marx nofue un sabio de gabinete y el mismo Lenin escribi sin teora revolucionaria nohay prctica revolucionaria (Qu hacer?). Y sostuvo integralmente laconcepcin del mundo de Marx y Engels, aun cuando los grandes orculos,como Kautsky seguidos por sinuosos maniobreros como Trotskyproclamasen a la filosofa asunto privado, o les pareciera absurdo academismo

    a las lumbreras de la II Internacional esa mana de los bolcheviques dedebatir sin tregua los temas tericos e ideolgicos, de defender la purezaterica del partido del proletariado.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    30/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    30

    Veremos ms adelante que, por el contrario, la fuerza del leninismo consiste enel acierto de su previsin terica, en su afirmacin y continuidad creadora de lateora marxista. Pero esa teora es el lgebra de la revolucin socialista. Y suesencia, tanto en la teora como en la poltica, reside en su unidadcontradictoria con la prctica. Ya el Marx juvenil lanza casi como un cartel dedesafo esta distincin esencial con todas las ideologas, concebidas como una

    falsa conciencia:

    No nos presentamos ante el mundo como doctrinarios con un principionuevo: sta es la verdad, ante esto hay que caer de rodillas... Vinculamosnuestra crtica a la crtica de la poltica, a la posicin de partido en poltica,es decir, a luchas reales y a identificarnos con ellas.65

    O en su clebre aforismo: los filsofos hasta ahora procuraron interpretar almundo, ahora se trata de transformarlo. Dicho que no apunta en un sentidodiminutorio de la teora, como lo estima Althusser,66 sino como exaltacin de

    una teora que nace y se recrea en la prctica, y que se concreta en la polticaen tanto sta exprese la lucha de clases, porque esas clases persistenhasta arribar al comunismo completo. Y el Partido encarna, en tanto actecientficamente, esa interaccin de prctica y teora, de teora y prctica,que lo facultan como vanguardia del proletariado tal como lo definieronMarx y Engels desde el Manifiesto. En Nuestro programa,67 cuando elmarxismo es todava en Rusia tendencia minoritaria, Lenin escribe:

    La doctrina de Marx estableci la verdadera tarea de un partido socialista

    revolucionario: no componer planes de reorganizacin de la sociedad niocuparse de la prdica a los capitalistas y sus aclitos de la necesidad demejorar la situacin de los obreros, ni tampoco urdir conjuraciones, sinoorganizar la lucha de clases del proletariado y dirigir esta lucha, que tiene

    por objetivo final la conquista del poder poltico por el proletariado y laorganizacin de la sociedad socialista".68

    Lenin va a cumplir esa tarea. La labor terica, poltica y organizativa est a suservicio. Elabora la teora de la revolucin rusa, por la unin creadora de lastesis de Marx y Engels con la prctica de la Rusia conmovida por una constanteconmocin revolucionaria. Nuestra doctrina no es un dogma, sino un guapara la accin escribe. Lenin, lo proclama ms de una vez; pero ms queello, lo aplica genialmente. Y en 1917, lo repite de otro modo, en un nuevoacto de creacin terica, en sus Cartas sobre tctica: la teora en el mejor delos casos, slo traza lo fundamental, lo general, slo abarca de un modoaproximado la complejidad de la vida".69

    65

    Carlos Marx,Carta a Ruge, septiembre de 1843.66Louis Althusser, Por Marx Ed. Revolucionaria, La Habana, 1966, pp. 16 y ss67V. I. Lenin, O. C., Nuestro programa,t. IV, p. 208.68Ibdem, pp. 208-20969Ibdem, Cartas sobre tctica...,t. XIV, p. 36.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    31/178

    Rodney Arismendi

    31

    Y en su apreciacin del "momento revolucionario" ruso, cuando la revolucinhace un viraje ver sus trabajos de abril de 191770Lenin se mantiene fiel aeste sentido creador y antidogmtico del marxismo, con lo que se mantiene fiela s mismo: basta remitirnos a su obra de juventud tiene entonces 24 aos

    Quines son los amigos del pueblo...? (la labor terica y la labor prcticase funden en un todo.71

    El crecimiento del Partido bolchevique esa ruta difcil que recorre entretormentas rusas y conflagraciones internacionales, desde 1903 hasta 1917, fuefruto de unprogramajusto y de una tctica certera que correspondan con elproceso revolucionario real, era la conjuncin feliz del marxismo con la realidadrevolucionaria rusa.

    Toda la historia revolucionaria de la Rusia zarista, en el instante del pasaje delcapitalismo a su fase imperialista, de la terminacin del periodo de desarrollopacfico, posterior a la derrota de la Comuna de Pars, terminacin anunciada

    por el trueno del ao cinco y por el "despertar del Asia", fue entonces capaz deengendrar un jefe excepcional de la talla de Vladimir Ilich Ulinov, Lenin. Y conl, un partido del proletariado que, al frente de todo el pueblo, cambi el cursode la historia mundial.

    Lenin, como personalidad histrica, es, justamente, el producto de esaconjuncin nacional e internacional.

    No en balde en el prrafo ardiente de "Qu hacer?" reclama para el partidomarxista, superior desde el punto de vista terico y de clase respecto a las

    viejas generaciones de revolucionarios rusos, la continuidad inspiradora,apasionada y heroica, de la tradicin revolucionaria de su patria.

    Y tanto en la tempestad revolucionaria como en las horas de paciente, tenaz ysistemtica construccin del movimiento, Lenin pasa todas las pruebas, esasgrandes pruebas y "exigencias" que el proletariado y la historia reclaman a sus

    jefes.

    Ms all de su genio, de su tenacidad y otras cualidades personales deexcepcin, Lenin se yergue como un prototipo del jefe revolucionario

    comunista, de la hoy millonaria e histricamente victoriosa columna que vahaciendo de nuestro siglo, el tiempo del comunismo triunfante.

    70V. I. Lenin, O. C., t. XXIV, hasta las pp. 300-304 por lo menos.71Ibdem, t. I, p. 315.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    32/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    32

    LENIN, LA DIALCTICA Y LA TEORA DEL PARTIDO

    Debemos entre nuestras manos que son las ms numerosas,aplastar la muerte idiota, abolir los misterios,

    construir la razn de nacer y vivir felicesPaul Eluard

    1. FILOSOFA, POLTICA Y REVOLUCIN

    La desolada cita del Eclesiasts -no hay nada nuevo bajo el sol- es la mayormentira de la historia, segn Jean Jaurs. El sol fue en su hora una novedad,dice, como lo fue tambin la tierra.

    El tribuno francs, que nunca entendi la dialctica de Carlos Marx, acierta conesta frase aguda, elementalmente admisible para un marxista. Con el avance

    de las ciencias naturales, a partir del Renacimiento, y el adelanto ydiferenciacin posteriores de las ciencias del hombre, la idea de la evolucin sevolvi un concepto comn, una verdad adquirida que integra el acervo de lasnociones elementales y corrientes.

    Es cierto que todava quedan filsofos y socilogos empeados en demostrarque las ideas e instituciones nacidas histricamente de la sociedad burguesa seconsustancian con la eternidad presunta de la naturaleza humana. Repiten deuna manera intelectualmente ms compleja, la mistificacin naturalista queeriga en esencia humana abstracta las singularidades del hombre burgus del

    alba del capitalismo. Aunque otros apenas si repiten, gloriosamente, en cuantoa esto, las robinsonadas72 zaheridas hace mucho por Carlos Marx. Sinembargo, hemos tenido oportunidad ms de una vez de advertirlo, elhumor dominante entre los historiadores y filsofos ms serios que nologran traspasar el horizonte burgus, es relativista. La idea innegable delcambio se toca para ellos con el escepticismo, con la negacin de las leyesobjetivas del desarrollo, con el rechazo de la parte del absoluto quecomprende la relatividad del conocimiento cientfico... En entre otrostrminos, la accin transformadora del hombre, la lucha revolucionaria

    obrera, pasa a ser la carrera tras un mito, tras el fantasma de verdadesmetafsicas contrarias a la relatividad de los juicios cientficos.

    72 Los economistas burgueses pretendan que el personaje de De Foe era un prototipo:demostraba que la acumulacin de riquezas y el progreso tenan por origen el esprituemprendedor del individuo. Marx en Contribucin a la crtica de la economa poltica y otrostrabajos, llama robinsonadas a esta universalizacin e idealizacin de la imagen del hombreburgus del Renacimiento. Gaetano Della Volpe acota a la edicin norteamericana delRobinson Crusoe, prologado por I. Kronenberg Robinson es tenaz, resuelto, confiado en s

    mismo, prctico e imperturbable... l solo logra transformar un rstico Edn en una pequeay bien ordenada Inglaterra, y logra tambin crear, con la presencia del esclavo Viernes,una pequea India, despus de lo cual se le permite hacerse a la mar, de retorno... estatpica imagen del empresario burgus del siglo XVI ingls fue erigida en modelo de la iniciativahumana en general..., G. Della Volpe, Rousseau y Marx, Editorial Platina, pp. 162-165.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    33/178

    Rodney Arismendi

    33

    El relativismo aparece as como un trazo comn de corrientes filosficasdiversas y en muchos aspectos contradictorias. Apenas se emprende la lecturade autores ubicados en la gama actual de neopositivistas y pragmatistas, surgeesta comprobacin. Ellos deben resolver las dificultades en una posicinfilosfica que postula el apego a la experiencia cientfica mientras su teora delconocimiento sigue siendo agnstica si no idealista, y cuando tambin idealistaes su enfoque de la evolucin histrica. Resulta as un empirismo modernizado,y armado con todos los medios de la investigacin cientfica contempornea,que se ampara en el relativismo en vez de procurar establecer con todo eseaparato que ensancha a diario el conocimiento humano, las rbitas en que semueven la filosofa y la ciencia como lo hace la dialctica materialista. Es decir,se sirven de una idea filosfica para negar la filosofa. Pero al hacerloautoeliminan tambin su concepcin cientfica, ello no les permite superar laidea de una experiencia limitada, tan propia del empirismo.

    Cosa parecida ocurre en el plano de la tica. No slo los neopositivistas y lospragmatistas, tambin el existencialista se refugia en el relativismo. La ideabsicamente justa que exige darle una explicacin histrica a las nocionesmorales se transforma para ellos en la negacin de todo contenido humano,comn, en la moral de las distintas pocas. Caen en un amoralismo, de subidotono intelectual y crtico, pero que desdea en ltima instancia, la validez detoda norma moral de conducta.

    Hoy es un lugar comn en la literatura marxista deslindar en la filosofa elcampo de relaciones entre la dialctica materialista y el relativismo,73y en el

    terreno de la historia, entre el materialismo histrico y el relativismo histrico.Pero en su tiempo, Lenin debi apelar a Hegel y a Engels para restablecerconceptos. La dialctica -como ya explicaba Hegel- comprendeel elemento delrelativismo, de la negacin, del escepticismo, pero no se reduceal relativismo.La dialctica materialista de Marx y Engels comprende ciertamente elrelativismo, pero no se reduce a l, es decir, reconoce la relatividad de todosnuestros conocimientos no en el sentido de la negacin de la verdad objetiva,sino en el sentido de la condicionalidad histrica de los lmites de laaproximacin de nuestros conocimientos a esta verdad.74Esta indicacin

    que Lenin sita en el plano de la gnoseologa, es plenamente vlida en elcampo de la historia, de la sociedad y de las ideologas. Hace muchotiempo tuvimos ocasin de escribir al respecto con motivo de las

    73El relativismo, como base de la teora del conocimiento, es no slo el reconocimiento de larelatividad de nuestros conocimientos, sino tambin la negacin de toda medida o modeloobjetivo, existente independientemente del hombre, medida o modelo al que se acercanuestro conocimiento relativo. Desde el punto de vista del relativismo puro, se puede justificartoda clase de sofstica, se puede admitir como algo condicional que Napolen haya muerto

    o no el 5 de mayo de 1821, se puede por simple comodidad para el hombre o para lahumanidad admitir junto a la ideologa cientfica (cmoda en un sentido) la ideologareligiosa (muy cmoda en otro sentido), etctera. V. I. Lenin, O. C., Materialismo yempiriocriticismo, t. XIV, p. 135.74Ibdem,pp. 135-136

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    34/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    34

    pantomimas tericas de Haya de la Torre. La validez cientfica delmarxismo, y de la ideologa del proletariado, surge de su correspondenciacon la realidad objetiva; en esta teora no hay nada parecido a un dogma.Parte de la relatividad histrica de la accin del proletariado: nacido de laproduccin capitalista, su papel histrico-universal consiste en alumbrar un

    rgimen social, el comunismo, en que las clases desaparecern. O sea, elpropio proletariado dejar socialmente de existir. Combina la serenidadcientfica en el estudio de la realidad objetiva, la previsin de lainexorabilidad de la revolucin proletaria -generada por las contradiccionesde la produccin capitalista-, con la promocin de la energarevolucionaria del proletariado y otras clases avanzadas, incluida laformacin de un partido obrero de vanguardia que sintetice la teora y laprctica, que domine la teora como una gua para la accin. Tambin estepartido poltico se extinguir en las fases superiores del comunismo, como

    se extinguirn las clases, el estado y la poltica.Sin embargo, deducir de esta relatividad histrica del papel de la clase obrera yel partido, la ausencia de una verdad cientfica en su teora y en su accin, esrenunciar a la dialctica y resbalar al relativismo.

    Para Marx, la accin transformadora del hombre es un rasgo distintivo de suconcepcin del mundo. As lo destaca en momentos nodulares de suelaboracin doctrinaria, cuando debe ajustar cuentas con Feuerbach y conHegel, con el materialismo contemplativo y el idealismo dialctico, cuando ya

    ha arribado a la fusin superadora de las vertientes materialistas y dialctica.Producto de la naturaleza y la sociedad, e histricamente condicionado, elhombre las modifica a su vez, y al hacerlo se transforma a s mismo. Sin estaapreciacin bsica difcilmente se puede comprender el enfoque marxista;desde su teora del conocimiento hasta la teora leninista del partido delproletariado, en nuestra poca.

    Aqu se asienta tambin el criterio marxista acerca de las relaciones entre lateora y la prctica, verificado tanto por la historia del pensamiento y la tcnica,como por el carcter cientfico de la accin poltica de la clase obrera y su

    partido.

    Louis Althusser -segn lo extracta Michel Simon-75 sostiene en unacomunicacin elevada a la Sociedad de Filosofa de Francia, que hubo aportesfundamentales del genial revolucionario ruso. Althusser -en este trabajotitulado Lenin y la filosofa- se interroga especialmente acerca de lasrelaciones de la teora marxista con la ciencia y con la poltica. Entre lascontribuciones de Lenin a la teora filosfica, estaran estas tesis: 1) la filosofano es la ciencia. Ejemplifica con las distinciones que hace Lenin entre la

    categora filosfica de materia y las siempre nuevas comprobaciones

    75 Michel Simon, Sobre la comunicacin de Louis Althusser a la Sociedad de Filosofa deFrancia, del 8 de febrero de 1968, titulada Lenin y la filosofa.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    35/178

    Rodney Arismendi

    35

    cientficas;76 pero, 2) existe un vnculo privilegiado entre la filosofa y lasciencias y este vnculo representado por la tesis materialista de la objetividades explcitamente asumido por la filosofa materialista marxista.

    De este hecho, al mismo tiempo de combatir (tesis 1) la negacinempiriopositivista de la filosofa, Lenin presta la mayor atencin a la

    experiencia y a la prctica cientficas. Dice Michel Simon: hay que reteneresta precisin importante aportada por Althusser: la antiespontaneidad tericade Lenin supone el mayor respeto de la prctica en el proceso delconocimiento. En ningn instante, ni en su concepcin de la ciencia, ni en suconcepcin de la poltica, Lenin cae en el teoricismo.77

    Althusser recuerda el entusiasmo de Lenin cuando lee y acota a Hegel en1914-1915, de donde surgen los famosos cuadernos. Dice bien que esa lectura,en tal momento, obedece a la urgente necesidad de afrontar las tareas nuevasen el mundo de entonces, de enloquecimiento blico y de quiebra de la II

    Internacional. Nosotros agregaramos: no en balde Lenin debe completarentonces su teora de la revolucin socialista internacional y del papel en stade la insurgencia de los pueblos coloniales y dependientes, de la posibilidad deltriunfo de la revolucin en un solo pas o en un grupo de pases, comoproducto del estudio del desarrollo desigual y a saltos -es decir, dialctico-del capitalismo imperialista y debe poner a prueba su teora del partido,elaborada desde 1902. La convulsin social provocada por la guerra mundial, laverificar.

    La teora del partido de Lenin nace naturalmente de la teora marxista, en tantomaterialismo histrico, frente al positivismo, el espontanesmo y elevolucionismo vulgar, sustratos tericos de la postura oportunista.

    Con razn Althusser recuerda que estas lecturas de Lenin estncomprometidas con su denuncia del revisionismo. El propio Lenin lo dir: Losprofesores trataban a Hegel como un perro muerto y, predicando ellosmismos el idealismo, slo que mil veces ms mezquino y trivial que elhegeliano, se encogan desdeosamente de hombros ante la dialctica y losrevisionistas se hundan tras ellos en el pantano del envilecimiento filosfico de

    la ciencia, sustituyendo la sutil (y revolucionaria) dialctica por la simple(y pacfica) evolucin.78

    Cuando decimos que Lenin se sumerge en el estudio de Hegel con el fin deajustar la mira de su fusil polmico contra el revisionismo, no queremosdecir que arregla la filosofa a sus urgencias polticas. Entre la filosofa y

    76 La filosofa no es la ciencia. La categora filosfica de materia (anterioridad del ser alconocer) no se confunden con los conceptos cientficos que expresan el contenido sin cesar

    cambiante y peridicamente estremecido de nuestro conocimiento efectivo de la materia. Enotros trminos, la norma que gua (conscientemente o no) toda empresa cientfica, no seconfunde con el resultado determinado (e histricamente limitado) de tal empresa particular.77Michel Simon, artculo citado.78V. I. Lenin, O.C.,Marxismo y revisionismo, t. XV, p. 27.

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    36/178

    LENIN, LA REVOLUCIN Y AMRICA LATINA

    36

    la poltica leninista hay plena concordancia. Si la poltica -expresin de lalucha de clases y herramienta del cambio social- se enfrentanegativamente con la concepcin filosfica y con el mtodo deinterpretacin y transformacin histrica, entonces, algo no funciona, o lafilosofa retorna a su pasado especulativo o la poltica se confunde con

    manejo miope, o con la trapisonda del poltico burgus o reformistaacordada -a la francesa- en el almuerzo, entre la pera y el queso.

    Lenin se mofar de los que trivializan la dialctica reducindola a ejemplostomados de la naturaleza: no slo la cebada crece a lo Hegel, tambin elpartido de la clase obrera se desarrolla dialcticamente.

    Por ello, no se puede aceptar del todo la maosa condescendencia de I.Bochenski -el difundido filsofo tomista- respecto a Lenin:

    A este hombre tan manifiestamente de accin, la dialctica le

    proporcionaba un fundamento para la primaca de la accin y le descubraun dominio ilimitado para esa accin.79

    Cierto es que slo la dialctica materialista corresponde a las necesidades de laaccin revolucionaria; es mtodo cientfico por corresponder a la objetividaddel discurrir social. Por lo tanto, de las relaciones entre la teora y la prcticasurgir el camino adecuado de la accin. La dialctica no es, pues, un postizofilosfico para justificar la accin. Un poco as como el encargo que hicieraMussolini en su tiempo a Gentile un cuerpo de doctrina para revestir lashazaas de las escuadras negras que mataban al servicio del gran capital. Sinteora revolucionaria -nos dir Lenin- no hay prctica revolucionaria. Sentenciasta que siempre nos gusta reunir con la meneada Tesis sobre Feuerbach: losfilsofos se dedicaron a interpretar el mundo, ahora hay que transformarlo.Entre el materialismo dialctico e histrico y la teora del partido existe unarelacin natural, una conexin profunda; para usar el lxico de Hegel, son

    momentos distintos de la concepcin del mundo del marxismo-leninismo.Como es natural que detrs del orondo poltico de la II Internacional quese quita la responsabilidad de dirigir a las masas en la transformacin

    revolucionaria y la trasmite al desarrollo de las fuerzas productivas,subyazga teorizada o no, una concepcin objetivista.80El mtodo de Marx yLenin se diferencia as medularmente de todo fatalismo y de todoidealismo.

    En una de sus primeras obras tericas, Lenin apunta contra Struve:

    79I. Bochenski,Des Sowetj- Russiche dialektische Materialismus,citado por M. M. Rosental

    en Lenin y la dialctica,EPU, p. 14.80Al margen de la Crtica de la Lgica de Hegel, Lenin anota: objetivismo: las categoras delpensamiento no son instrumentos auxiliares del hombre que expresan las leyes, tanto de lanaturaleza como del hombre mismo. (V. I. Lenin, O. C., Cuadernos filosficos, t. XXXVIII,p. 87.)

  • 7/24/2019 Arismendi, Rodney - Lenin, La Revolucin y Amrica Latina

    37/178

    Rodney Arismendi

    37

    El rasgo principal de los razonamientos del autor es su estrechoobjetivismo, que se limita a demostrar la inevitabilidad y la necesidad del

    proceso y no tiende a descubrir en cada fase concreta del mis