Areíto sábado 07 de abril, 2016

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 7.05.2016 MARÍA ELENA MUÑOZ Paradigma de resistencia en abril Y otros fuegos… (1961-1966) Página 2 La danza, madre de las artes ORIGEN Y TRAYECTORIA ocemos hoy era apenas una propuesta. Su permanencia en aquellas desnudas planicies solo fue posible porque a pesar de su frágil estructura corporal, pudo ser capaz de adaptar su pensamiento y sortear los peligros a que se enfrentaba en su hábitat. Pá g i n a 3 Yuca, plátano y papa ¿SOMOS LO QUE COMEMOS? El llamado encuentro de culturas en América dio origen a un gran mestizaje culinario. En ello entraron en contradicción los gustos y las posibilidades materiales. Si bien hoy día hablamos de gastronomía como arte o estética, como gusto, no es menos cierto que ella es parte de la cultura material. Pá g i n a 7 ¡Tributo al maestro ALBERTO ULLOA! Sin ser para nada ilustrador de zoologías, los animales constituyen otro de sus motivos predilectos. Los gallos, las vacas, los toros, las cabras y los burros de Alberto Ulloa, pueden ser deliciosamente alucinantes. Pá g i n a 8 W W a a l l t t W W h h i i t t m m a a n n y el panteísmo Página 6

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A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

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MARÍA ELENA MUÑOZ

Paradigma de resistencia en abril Y otrosfu ego s … ( 19 61-19 66 ) Página 2

La danza, madre de lasartes ORIGEN YT R AY EC TO R I Aocemos hoy eraapenas una propuesta.Su permanencia enaquellas desnudasplanicies solo fueposible porque a pesarde su frágil estructuracorporal, pudo sercapaz de adaptar supensamiento y sortearlos peligros a que seenfrentaba en suhábitat. Pá g i n a 3

Yuca, plátano y papa¿SOMOS LO QUE COMEMOS?

El llamado encuentro deculturas en América dioorigen a un gran mestizajeculinario. En ello entraronen contradicción losgustos y las posibilidadesmateriales. Si bien hoydía hablamos degastronomía como arte oestética, como gusto, noes menos cierto que ellaes parte de la culturamaterial. Pá g i n a 7

¡Tributo al maestroALBERTO ULLOA!Sin ser para nadailustrador de zoologías,los animalesconstituyen otro de susmotivos predilectos.Los gallos, las vacas,los toros, las cabras ylos burros de AlbertoUlloa, pueden serdelicios amentealucinante s.

Pá g i n a 8

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2 Sábado 7 de m ayode 2 016H OY A RE Í TO

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reíto

Susan Sontag (Escritora, novelista y directora de cine)Escribo para definirme, un acto de autocreación, en undiálogo conmigo misma, con escritores que admiro,vivos y muertos, con lectores ideales. Porque me daplacer. No sé con certeza para qué sirve mi trabajo.

La Federación de Mujeres DominicanasParadigma de resistencia en abril

Y otros fuegos… ( 19 6 1-19 66 ) . -1 -

María Elena Muñoz

L a Federación de Mujeres Dominica-nas (FMD) nace en un contexto in-surgente. Como una respuesta de lavanguardia progresista de la mujer

dominicana, al convulso proceso de des-pertar democrático que se produce con ladecapitación de la tiranía trujillista a ini-cios de los 60, del pasado siglo XX, surge laFederación de Mujeres Dominicanas, par-ticipando activa y protagónicamente entodas las luchas que en los 5 años subsi-guientes, determinaron la etapa más altade movilidad social de nuestra historiacontemporánea. Aunque la resistencia dela mujer dominicana a la dictadura se dabade manera individual o en el seno de losmovimientos políticos creados a ese efec-to, la FMD fue la primera organización fe-menina, independiente, pluralista y demarcada orientación democrática ennuestro país, lo que constituyó una rup-tura con las formaciones políticas de esegénero existentes hasta ese momento, lascuales habían estado destinadas única yexclusivamente a la exaltación y mante-nimiento del viejo orden dictatorial.

Sin embargo, hay que destacar que eneste contexto, el deslinde ideológico no so-lo se daba con el pasado, sino que tambiénse reflejaría en el futuro, porque las pers-pectivas de género, no formaron parte delorganigrama de la FMD, como se concibeen los últimos tiempos; apegadas a la pro-puesta sexista, de la activista feministanorteamericana Betty Freedan, de que elenemigo es el hombre.

Para nosotras el enemigo fue y sigue sien-do el sistema económico-social imperante,con sus secuelas de injusticias, en las que elhombre en sentido general quedó tambiénatrapado, desde que en la fase superior de lasociedad primitiva, cayó en la trampa histó-rica de sustituir el matriarcado por el patriar-cado, este último donde se disolvió la socie-dad igualitaria creada por la mujer, para ins-tituir la contraria, donde féminas y varones,han sido en su mayoría víctimas de las re-feridas injusticias y discriminaciones, propiasdel orden establecido..

El que lo dude, que vaya a Engels, pa-radigma del socialismo científico, o a losgrandes trágicos, Esquilo, Sófocles, de laEdad de Oro de la antigua Grecia, quienesen sus obras, como en un espejo se reflejala nefasta realidad de un tiempo de cam-bios, que estremecieron para siempre, loscimientos de la sociedad y la historia uni-versal. Partiendo de estos antecedentes,fue que la FMD tomó la decisión de ubicarla problemática de la mujer en el contextopolítico, lo que determinó su impacto, suéxito, al incorporarla al combate contra lassecuelas negativas y mediatas del sistema,como son las del subdesarrollo y la depen-dencia. Mientras en el marco demandantede la inmediatez iba concretando las rei-vindicaciones universales a que aspiranlos pueblos, como eran en la cosmovisióndominicana de entonces, la reinstalacióndel Estado de derecho, y por consecuencialógica la democracia. Esta, concebida co-mo un espacio de crecimiento de mujeresy hombres por igual, especialmente desdela óptica del goce de sus derechos civiles ypolíticos, lo que cubría la cuestión de gé-nero. Lo contrario sucede con la lucha en-tre los sexos; la que aparte de distraer laatención hacia el verdadero enemigo, losdivide, en franco anticipo de la derrota

Por tanto, la FMD, al propiciar la uniónen este escenario discordante y la susten-tación de las reivindicaciones de las ma-yorías, atrajo el respaldo entusiasta de lasmismas, y personas de todos los credos,sexos y sectores sociales; que respondie-

ron militantemente a las banderas enar-boladas de un pueblo que se reconocía enlas consignas emancipadoras de “Liber tadde los presos políticos y el regreso inme-diato de los exiliados”. También en los es-pacios creados para ejercer la libertad deorganización, como los gremios que aúnsobreviven: el CODIA, la AMD, etc., y aque-llos solo hospedados en el reproche per-sistente de la nostalgia: ADOMA, POASI,FENEPIA, SITRACODE…

Conquistas, reclamos, que se agigantaron,cuando a las consignas iniciales se unieron lasvoces que salieron por las rejas liberadas, lasque llegaron en las naves del destierro, car-gadas de hombres y mujeres, que después dela tierna parafernalia que a posteriori acom-paña el regreso, aquella del beso tardío y delabrazo largamente postergado; ellos y ellas setiraron a la calle, con esas ganas de antañocontenidas, de apresurar el fuego; no solo pa-ra integrarse a las movilizaciones, mítines,etc., sino también a la cátedra, que se ins-tituyo en esa especie de universidad popularque fue la FMD, para forjar la conciencia po-lítica de la mujer, premisa cardinal en la con-secución de los objetivos supremos de dichaentidad. Entre tantos luchadores históricos(as) que participaron en este quehacer for-mativo –e incluso que luego integraron lasdirectivas siguientes a la fundadora- en susroles diferentes, de intelectuales, profesiona-les, etc; recordamos a Idelisa Bonelly de Cal-venti, Edna Moore, Brunilda Soné, DonaFrancia Cisneros, Altagracia del Orbe; así co-mo a Pedro Mir, el Poeta Nacional; VinicioCalventi, Dato Pagán, Corpito Pérez, MarioSánchez Córdova, Tulio Arvelo, Pericles Fran-co, entre otros.

En ese panteón masculino y femenino,donde por falta de espacio solo podemosinscribir algunos de las y los compatriotasque colocados de espaldas a los antiguosesquemas fueron consecuentes con estostiempos de cambios, hay que destacar lafigura más emblemática en este contexto derupturas que encarnó la FMD: José RamírezFerreiras (Condesito) fue su ideólogo. He-cho que ilustra el criterio anterior, en el sen-tido de que dicha organización apostó des-de sus orígenes a la unidad entre los sexos ya fuente transmisora de luz, como lo fueCondesito, no solo por lo de pintor pionerodel muralismo, sino también por llevarlaideológicamente a esos antros de torturaconvertidos en cárceles de la Dictadura,donde llegó por ser alto dirigente del Mo-vimiento Popular Dominicano (MPD).

Fue en aquel infierno de La 40 donde loconocí. Lo compartía con mi hermano, el Dr.Emilio Muñoz Marte (Milito) - a quien yo ibalos domingos a ver con mi padre-_ así tam-bién con otros camaradas de sueños, entreellos cuadros y dirigentes del 1J4, como losfallecidos Hipólito Rodríguez (Polo), Francis-co Javier Mella Peña Batlle (Pichi) y los so-brevivientes abogados Ramón Blanco Fer-nández, Alfonsito Guemes Naut, grupo al quese le unió Mayobanex Vargas, luego de la Ges-ta de Junio del 1959. Mi hermano Milito,quien siendo escritor y médico fue quien me-nos sentía el peso del encierro, pues lo dividióentre el oficio creativo y el terapeuta, aunqueasumiendo la trágica dualidad de ser tortu-rado y también curar, junto a Polo, el colegacitado, las heridas que les hacían a sus com-pañeros de infortunio, como las de los tes-tículos pinchados por el “tristemente célebre”bastón eléctrico y las hechas por las tenazas,conque les sacaban las unas, como por ejem-plo las de Pipe Faxas, tan sangrantes como lospies de Cristo en la cruz..

Cual extraña paradoja fue en ese espeluz-nante y oscuro túnel, donde yo comencé avislumbrar la luz del ideal justiciero, hilo con-ductor de mi vida, luego de superado el es-panto. Se fue colando, en principio, entre losvendajes que escondidos en mis medias y enlos ruedos de mis vestidos de adolecente, yo lellevaba a los evocados galenos del horror, parausarlo en su ritual reparador de carnes des-garradas. Bolsillos improvisados que usabantambién para enviar mensajes a los comba-tientes de afuera, como para sacar los manus-critos de las obras que mi hermano escribióallí, como el titulado “Los 11”. Aunque no lo leí,porque la represión recogió la primera edición,creo que describe la trágica cotidianidad de él ysus 10 compañeros de celda.

Mientras tanto, Condesito, que sabía comoLewis, el gran poeta inglés, que una concien-cia política como la mía, que tenía como re-ferente el dolor, ya no daría marcha atrás. Poreso fue que al sobrevivir aquella terrible ex-periencia, y tomar el camino del exilio, dondeentró en contacto con agrupaciones progre-sistas, conformadas solo por mujeres, pensóen mí para crear la local. Pero este proceso,que trasciende el marco histórico en que sur-ge la FMD, estudiado aquí, que tratara su con-formación y participación en la resistenciapor la recuperación de nuestra democracia ysoberanía, será objeto de otra entrega.

ma rel m u n oz @ ho t ma i l .co m

En la conclusión del 50º Aniversario de aquel del 1965

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A RE Í TO 3Sábado 7 de m ayode 2 016 H OY

La danza, madre de las artesOrigen y t raye c t o ri a

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“ La danza es la madre de las artes. Lamúsica y la poesía existen en el tiem-po; la pintura y la escultura en el es-pacio. La danza vive en el tiempo y en

el espacio. Los diseños rítmicos del movi-miento, el sentido plástico del espacio, la re-presentación animada de un mundo visto eimaginado, todo ello lo crea el hombre en sucuerpo por medio de la danza, antes de uti-lizar la sustancia, la piedra y la palabra, paradestinarlas a la manifestación de sus expe-riencias interiores”. Curt Sachs

Hace millones de años el hombre que co-nocemos hoy era apenas una propuesta. Supermanencia en aquellas desnudas plani-cies solo fue posible porque a pesar de sufrágil estructura corporal, pudo ser capaz deadaptar su pensamiento y sortear los peli-gros a que se enfrentaba en su hábitat.

Fue esa fragilidad lo que a la postre le ga-rantizó a la especie humana la posibilidad desobrevivir, haciéndole buscar abrigo paraprotegerse de las inclemencias de la natu-raleza, su cerebro había comenzado a dife-renciarse de las otras especies por su capa-cidad para discernir. Esa misma capacidad lepermitió a nuestros remotos antecesores,cuyo origen se pierde en la noche de lostiempos, a observar las imágenes de las pa-redes de las cuevas, proyectadas por la luzdel fuego recién descubierto, a partir de eseinstante, comenzaron sus febriles intentospor imitar aquellos movimientos, represen-tarse a sí mismo y recrear a sus dioses.

El hombre en su dilatado peregrinar haconocido los más distintos universos, y des-de el recóndito espacio interno donde vivesu yo íntimo, ha sentido la necesidad de ex-presarse e interpretar las misteriosas fuerzasque lo unen a la naturaleza, pero lo que po-sibilitó que el hombre derribara los misteriosque le circundaban, fue su capacidad pararefundir sus más importantes instanciascognoscitivas, su capacidad para develar loscódigos gestuales y sobre todo, la maravi-llosa aptitud para sincronizar su cuerpo apartir del movimiento y el ritmo.

La vida es esencialmente movimiento. To-dos los instintos, sin necesidad de que mediela más elemental y breve reflexión, determi-nan acciones, actitudes. Antes de las pala-bras, solo meros vagidos y gritos cual las bes-tias, el hombre se comunica a través de laexpresión. ¿Qué quería el hombre primitivocomunicar? Al igual que el hombre de hoy,sus emociones, alegrías, penas, temores, y suafán de superar la realidad circundante. Esteanhelo lo llevó a crear una serie de artilugios,de movimientos corporales, a través de loscuales pudiera canalizar sus energías. Así deesa eterna búsqueda del hombre, de su ne-cesidad primaria de expresarse e interpretarlo desconocido, la naturaleza y sus fuerzasinsondables, NACE LA DANZA.

Los ritos y danzas mágicas desarrolladaspor las primitivas tribus, son anteriores acualquier templo erigido por la humanidada sus dioses, y a los monumentos megalí-ticos, en el que el hombre primitivo revela sugenio de arquitecto.

CONOCER AL HOMBRE A TRAVÉS DE LADA N ZA .

Junto al hombre la danza va transformán-dose y al ser utilizada como medio de comu-nicación de casi todas las culturas, adquiereun valor más trascendente: El histórico.

A través de las diferentes danzas se nospermite conocer rasgos de nuestros antepa-sados, las particularidades de cada civiliza-ción y sus distintas formas de expresarse, ahí

reside el valor histórico de la danza. El hom-bre como ser psicofísico convirtió la danzaen rito, mito, símbolo y arte, trascendien-do en la danza esa dualidad a través delt i e m p o.

LA DANZA EN LA PREHISTORIALas pinturas realizadas por el hombre pa-

leolítico en las rocas, hace milenios, encon-tradas en lo que hoy es Francia y específi-camente en los yacimientos de pinturas ru-pestre en las cuevas de El Cogul, en Lérida,España, son de las pocas informaciones quese tienen sobre la historia de la danza en elperíodo paleolítico. En el Cogul, lugar de cul-to, aparece una escena donde mujeres pin-tadas en rojo y negro, bailan alrededor deuna figura masculina desnuda, aparente-mente expresión de un rito sexual. La infor-mación de que se dispone no es amplia, nose trata de una crónica, son apenas dibujosque permiten una interpretación definida.

SIMBOLISMO Y MITO EN LA DANZATodas las danzas y ritos prehistóricos

están revestidos de un alto valor simbó-lico. El símbolo como instrumento delpensamiento, tan evocador como el len-guaje, logra expresar con un solo gesto omovimiento, lo que las palabras tardaríanmás tiempo en comunicar, pero cuando sehabla de simbolismo en la danza, no selimita solo al gesto o el símbolo mímico, setrata de algo más, se refiere a la parte emo-cional sugerida con el movimiento corpo-ral; adicional a la parte descriptiva a travésde los artificios mímicos, la danza sueletener un substrato mítico evocador.

Revestido de fantasías el mito envuelve ala danza, y recrea en su abstracción la gé-nesis del mundo, del hombre y sus conflic-tos, amor, odio, o simplemente una figura-ción metafórica de la vida. Los mitos suelenser permanentes y universales. Según el mi-to griego, Prometeo robó el fuego y el co-nocimiento a los dioses y los entregó a loshombres, por lo que fue castigado y enca-denado; para los pueblos del África central,el fuego fue robado para los hombres por elperro Cawanba y castigado a ser mudo. En la

cultura de los Dogones, en Mali, el herreroroba la semilla del granero de los dioses paraentregarla a la humanidad. Los ejemplosmuestran como el mito es el mismo, con in-terpretaciones diferentes.

Infinidad de mitos han sido plasmadospor todos los pueblos en sus danzas, con suspeculiariades cada uno, ante la manera depercibir la realidad. La Danza del Fuego convariantes en cuanto al mito, aparece en to-das las culturas primitivas, pasando por to-das las Edades de la historia y llegando hastanuestros días, es un ejemplo de danza ritualque permite acercarnos al modo de ser decada pueblo a través de los tiempos. En cadamito no solo hay fantasía, hay siempre en elfondo algún hecho real.

LA DANZA COMO ARTE“Las danzas en la Edad de Piedra se con-

vierten en obras de arte; y a principio de laEdad del Metal, la leyenda se apodera de ladanza y la eleva a la dignidad dramática; lahistoria de la danza creativa se ubica en laprehistor ia” Curt Sachs.

Ninguna actividad pudo superar la im-portancia de la danza en la vida de los pue-blos primitivos y de las civilizaciones anti-guas. Ya en la prehistoria la danza se habíaconvertido en lo que es hoy, objeto de deleiteartístico y placer social; acompañada detambores, estas danzas provocan paroxis-mos colectivos donde se desafía la muerte. Elbailarín se convierte en un ser respetado, po-seído de poderes, así lo ve el espectador queobserva un objeto o fenómeno desconocidosin comprenderlo, el danzante o bailarín escapaz de dar respuesta a su curiosidad, me-diante sus artilugios de danza, cuyo elemen-to fundamental es la máscara, recurso queconvierte a la danza en drama.

El bailarín se convierte en una especie demédium que se apodera del espíritu de losseres y las cosas. El espectáculo va convirtién-dose en parte de la vida de aquellas comu-nidades primitivas; la magia la hechicería, lossacrificios, las religiones, cobran importanciavital en esa etapa de la evolución, en la que ladanza se convierte en arte esencial y natural,con valor universal y simbólico…

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Danza cueva del Cogul Danza del fuego

FUENTE EXTERNA

Danza arcaica

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4 Sábado 7 de m ayode 2 016H OY A RE Í TO

Estados de ánimo -Poema de Mario Benedetti

Unas veces me sientocomo pobre colinay otras como montañade cumbres repetidas.

Unas veces me sientocomo un acantiladoy en otras como un cieloazul pero lejano.

A veces uno esmanantial entre rocasy otras veces un árbolcon las últimas hojas.Pero hoy me siento apenascomo laguna insomnecon un embarcaderoya sin embarcacionesuna laguna verdeinmóvil y pacienteconforme con sus algassus musgos y sus peces,sereno en mi confianzaconfiando en que una tardete acerques y te mires,te mires al mirarme.

Acostumbrada a engalanar es-tos Encuentros con un poemaalusivo al tema que voy a tra-tar, tengo la suerte de quesiempre encuentro lo que bus-ca mi alma en la poesía del

gran Mario Benedetti, mi segundo poeta fa-vorito. Como saben, no cambio a Pablo, miPablo Neruda. Él seguirá siendo por siempreel número uno. ¡Soy fiel a Neruda desdesiempre y hasta siempre!

Me han preguntado por qué siempre en-galano el artículo, estos Encuentros muymíos con un poema. Amo la poesía. Ya lo hedicho, la poesía es la expresión sublime delos más profundos sentimientos del alma.

El Encuentro de hoy es un intento porplasmar en palabras los confusos sentimien-tos que agobian mi corazón y mi existencia.Confieso que siento resaca espiritual, a vecesla realidad me abruma, me somete, me robala energía, me drena la voluntad… A vecesquisiera no hacerle caso al lector, y escribirartículos en los que prime únicamente la ra-zón, la necesidad de leer y el deseo de apren-der. Es más fácil escribir sintetizando ideas yorganizando información. Es más difícil de-cir lo que se siente y piensa. A veces quisieratener escudos que protejan mi alma, mis es-peranzas y mis anhelos.

En lo personal y laboral, mi vida sigueigual. Vivo con el abrazo y la presencia deRafael, mi eterno compañero. Nuestras vidassiguen su ritmo acostumbrado. Trabajamosy mientras estamos en la vorágine de nuestracotidianidad, nos acompañamos.

Mi resaca actual es espiritual. No penséque en el año 2016, mi corazón se estreme-cería porque la realidad de nuestra amadaAmérica Latina está cruzando hacia la crisis,la inestabilidad económica y los problemaspolíticos. Hace más de veinte años, cuandocomenzábamos a hablar de la sociedad civil,de la participación política, de la urgente ne-cesidad de renovar los partidos políticos;cuando reclamábamos que los sin nombre ysin voz, que eran, y son todavía la gran ma-yoría, tuvieran sus espacios para expresarsus pensamientos y sentimientos; no, nopensaba, no imaginaba que estaríamos hoy,en mayo del año 2016, con tantos sueñosinconclusos, y que nuestras aspiraciones noestarían realizadas. ¡Oh Dios qué dura es lalarga duración! ¡Oh Dios, qué fácil es analizarlos procesos y qué difícil es vivirlos, ser tes-tigo de ellos!

América Latina tiene una recesión eco-nómica, después de varios años de esta-bilidad y crecimiento. Brasil, además decrisis política inicia una crisis económica.Venezuela, después del dominio directode Chávez, su sucesor, el inmaduro denombre Maduro, ha llevado al país herma-no a crisis insospechadas: escasez de pro-ductos básicos y ¡hasta de apagones! ¡Apa-gones en un país productor de petróleo!¡Escasez en un país rico! La algarabía ini-cial a favor de Maduro se desvanece. El en-

frentamiento de la oposición se ha ido per-diendo, porque el pueblo se está lanzandoa las calles para exigir su salida.

La prensa internacional se ha hecho ecode un informe del FMI en el que se afirmaque el continente tendrá la peor recesióneconómica desde 1983. Aseguran que Brasil,Venezuela, Argentina y Ecuador son los quemás sufrirán el golpe. ¿Y saben algo? A pesarde que existen razones económicas objeti-vas, el manejo político de los diferentes go-biernos tiene mucho que ver con esta re-cesión. La corrupción generalizada es la ma-dre de muchos, muchos males.

Pero no solo es el tema económico, sinotambién político. La democracia se tam-balea. Los responsables son, sin duda al-guna, los gobernantes. Si han asumido elpoder porque fueron elegidos por el pue-blo, debieron, deberían, deben actuar enconsecuencia. Sin embargo, algo pasacuando llegan, olvidan muchas cosas, ol-vidan todo… Y gobiernan para sí. El pue-blo sigue siendo el lejano referente para elpróximo torneo electoral.

Hoy siento resaca existencial y ligera es-peranza en mi corazón. Contenta con elavance de Hillary Clinton, una mujer quedesde siempre ha demostrado liderazgo ycapacidad. Si gana sería una pionera en lapolítica norteamericana. Sin embargo, por ellado republicano, el hecho de que Trump, elpayaso de la política de los Estados Unidos,tenga, en abril del año 2016, 950 delegadosde los 1,237 necesarios para ganar. ¿Cómo esposible que un ser que parecería la reencar-nación de Hitler sea prácticamente el seguroganador de las primarias del Partido Repu-blicano? El nuevo dirigente que está ubicadomás allá de la extrema derecha, plantea ma-no dura en la política exterior y una políticacasi militar en contra de los migrantes. ¿Pue-den ustedes imaginarse si este hombre al-canzara el poder en el país más poderoso delmundo? ¡Me aterro solo de pensarlo! ¡Unnuevo Hitler, un nuevo Mussolini, un nuevoTrujillo, un nuevo Franco se asoma en el ho-rizonte! ¡Horror!

Resaca existencial por España. Todo pa-rece indicar que se abocarán a nuevaselecciones en pocos días. No ha habidomanera de que las diferentes fuerzas po-líticas se pongan de acuerdo. Los nuevospartidos, Podemos y Ciudadanos, hanquerido pescar en río revuelto y ganar ma-yor espacio político. Lo peor es que ya exis-ten voces del pueblo español que afirmanque están mejor sin Gobierno, pues la eco-nomía ha mejorado.

Aquí en el país la cosa no es tampoco ha-lagüeña. He visto a los diferentes aspirantesa cargos públicos, por supuesto sin la par-ticipación de la gente del PLD, y me he de-cepcionado. ¡Gente sin discurso y sin pro-puestas! ¡Decepcionada!

Todo parece indicar, de acuerdo a las en-cuestas, que el PLD se va a reelegir. El PRMno pudo despertar el interés de los votantes,pues no ha podido sobrepasar el 29%. Pue-den argumentar que el control del Estado ytodos sus poderes es la razón por la cual noha podido ascender, ni siquiera sobrepasarel 30%. Los que dicen esto olvidan la historia.Los pueblos cuando quieren se levantan yderrocan por la fuerza o por el voto, comoocurrió en 1978 cuando Joaquín Balaguer sevio obligado a dejar el poder, a pesar de quetrataron de revertir la voluntad popular. Losgrupos pequeños, emergentes y no emer-gentes, no pudieron unirse. Cada uno queríadirigir su pequeño espacio de influencia ysentirse grandes, siendo tan pequeños.

Resaca existencial por un Ecuador quellora. Además de que su recesión económicase prevé por más de un 4%, tiene una si-tuación terrible después del devastador te-rremoto que dejó como saldo más de 500muertos. El presidente Correa tuvo que au-mentar los impuestos. Sangre, dolor, tristezae incertidumbre en ese país hermano que sesumerge en una nueva y terrible prueba.

Como bien dice mi segundo poeta favo-rito, hoy me siento abatida, resacada, triste,por esta sociedad nuestra que se resiste acambiar. Hubiese querido que Dios no mehubiese regalado esta sensibilidad que a ve-ces me lastima tan profundamente que haymomentos en que no puedo ver la belleza delo nimio. Nos vemos en la próxima.

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Los DelgadoS á n ch ez- Pri etoy La VegaMilcíades H. Núñez Núñez

E l 27 de mayo de 1825, en la ciudadde la Concepción de La Vega, elpresbítero Isidoro Jiminián De Pe-ña registró la enigmática muerte

del vecino de Santo Domingo “Ángel Del-gado, de quarenta (sic) y siete años deedad, marido lexítimo (sic) de Josefa Sán-c h ez”, quien no recibió los sacramentosdebido a que “la enfermedad y accidenterepentino no se lo permitió”. Lamentable-mente, no existe ningún otro documentoque nos permita conocer las causas querodearon la muerte de este capitaleño entierras cibaeñas.

Ángel Rosendo Delgado, quien nació en1778 de acuerdo a la edad registrada en sudefunción, aparece en Familias Dominica-nas, de Carlos Larrazábal Blanco, comotronco de la familia Delgado Sánchez-Prie-to, por haber casado con María Josefa Sán-chez-Prieto, viuda de Antonio Ruiz, y conquien procreó siete hijos. Aunque Larra-zábal no especifica la fecha exacta de lamuerte de Ángel Delgado, sí establece queya había fallecido para 1829.

Si bien existe amplia presencia del ape-llido Delgado en la provincia de La Vegaen especial en Constanza y Jarabacoa, nose ha encontrado relación familiar con laestirpe Delgado Sánchez-Prieto.

Sobre el origen de Ángel Rosendo Del-gado, el investigador Fabio RodríguezGautreau nos amplía que era natural deSanta Cruz de Tenerife, Islas Canarias, yque llegó a la isla con su madre a iniciosdel siglo XIX.

Dentro de los hijos procreados por estematrimonio estuvo Pedro Antonio Delga-do Sánchez-Prieto (1815-1894), médicodesde 1843, a quien, por su labor hipo-crática en Santo Domingo, se rindió ho-menaje con la designación de una callecon el nombre de Doctor Delgado. Casócon María Josefa Severa Tejera Tejeda(1817-1899) en 1843, hija de Vicente Te-jera De Castro (1774) y de Manuela TejedaJiménez (1790-1851) y hermana del trini-tario Juan Nepomuceno Tejera Tejeda(1809-1893). Este matrimonio procreóseis hijos, entre ellos Martina Delgado Te-jera, quien casó con Manuel de Jesús La-marche Roulet, tío paterno del padre Ar-mando Lamarche de Marchena, quienfue párroco de La Vega y primer presiden-te del Casino Central vegano.

Otro hijo fue Valentín Ramón DelgadoSánchez-Prieto (1811-1888), quien casócon María Inés Pommayrac Petitón (Mi-mí), hija de Francisco Santiago Pommary-rac, profesor de medicina y natural de Gi-vet, Flandes francés y María Luisa Petitón.Un nieto de Valentín, hijo de Ángel RamónDelgado Pommaryrac (1842-1965) y RosaBrea Núñez (n.1848), el odontólogo Ángel(Gelo) Delgado Brea (1881-1964), casó enLa Vega el 24 de junio de 1915 con IsabelCastro Brache (1898-1996), hija de PedroCastro Torres e Isabel Ramona Brache Ra-mírez. Esta unión, en el mismo terruñodonde había muerto su bisabuelo casi unsiglo atrás, dio origen a la rama de los Del-gado veganos.

Don Gelo nació en Santo Domingo y segraduó odontólogo en 1913 en la Univer-sidad de Santo Domingo. Fue primer te-niente odontólogo del Ejército Nacional.Cuando Desiderio Arias fue decapitadoen 1931 le correspondió unir su cabeza alcadáver por órdenes de Trujillo.

Dentro de su descendencia se encuen-tran las familias Delgado Malagón, Del-gado Rodríguez, Guzmán Delgado y PiñaDelgado. Entre su parentela descuellan lahistoriadora Blanca Delgado Malagón, elingeniero Pedro Delgado Malagón, elabogado y músico Ángel Rafael CésarElías (Tito) Delgado Malagón, ajedrecista,inmortal de deporte dominicano; MarioDelgado Malagón, destacado investiga-dor submarino y el cantautor RobertoEmilio Delgado Fernández, conocido co-mo Bobby Delgado, entre otros.

Instituto Dominicano de Genealogía

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A RE Í TO 5Sábado 7 de m ayode 2 016 H OY

Centro León Jimenes expone colección

Juan ManuelPortela BisonóE l Centro León sigue sus metas y ob-

jetivos artísticos y culturales con co-herencia, cohesión y responsabilidad,ofreciendo a la comunidad, al país y a

la ciudadanía, así como visitantes y público engeneral oportunidades únicas de actualiza-ción con las artes plásticas y visuales.

En la reciente colectiva tenemos la opor-tunidad exclusiva de acceder a la Colecciónde Juan Manuel Portela Bisonó, hecha a lamemoria de su madre doña Gachy Bisonóde Portela. Para este empresario dominica-no que lleva 30 años adquiriendo obras dearte de artistas dominicanos contemporá-neos es un gran orgullo mostrar un conjuntoselectivo de la colección, en la que nos pre-senta una variedad de propuestas que co-rresponden a la riqueza y diversidad de lapintura dominicana desde la primera mitaddel siglo XX.

Las obras de Celeste Woss y Gil, GeorgeHausdorf y Guillo Pérez permiten una mi-rada hacia los recursos formales de artistasconsiderados como maestros de la pinturadominicana del pasado siglo XX, que evo-lucionaron con factura y personalidad pro-pia en el color la forma y la luz en el ejerciciodel retrato, del paisaje, expresados a travésde la abstracción y la figuración. En el casode Guillo Pérez, observamos desde sus ini-cios la fuerza de la luz y del color en sus bús-quedas abstraccionistas que se mantendránpara siempre en toda su producción pictó-rica. Fue con la obra “A r roz a l” del maestroGuillo Pérez, que Juan Manuel Portela iniciósu colección, con un tema artístico que seune al negocio familiar de cosecha de arroz.Es interesante captar cómo nace una pul-sión y una pasión por el arte, y se convierteen colección. En este caso, el coleccionistatiene su duende artístico en el dibujo desdetemprana edad y esta primera adquisición,regalo de su madre doña Gachy Bisonó, de-termina hasta el día de hoy su vocación decoleccionista.

Durante treinta años supo adquirir obrasconducidas por su buen ojo, apasionamien-to y excelente gusto, hasta lograr una can-tidad de obras que hoy confirman su iden-tidad de coleccionista que es exhibido desdeel 1ro. de abril al 26 de junio próximo, graciasal trabajo generado y producido por el Cen-tro León, reuniendo un equipo de profesio-nales de las artes en el que participan SaraHermann y Joel Butler en la investigación yguión curatorial, con la asesoría curatorialde Danilo de los Santos y del propio colec-cionista y la museografía de Leticia Moron-ta, obviamente con una constante supervi-sión general de los señores Carlos Uribe, di-rector del Centro y de Luis Felipe Rodríguez,gerente de programas culturales, y muchosotros importantes especialistas de dichoc e n t ro.

El conjunto expuesto, de unas 200 obrasque se encuentra en los núcleos dedicados aDomingo Liz, en un espacio que derramauna intimidad y confidencialidad exquisita,luciendo obras sobre papel y pinturas quenos hacen viajar en el recuerdo de una de lasobras más contundentes de la pintura do-minicana del siglo XX. Nuestra mirada dis-frutó la composición precisa y concisa delespacio que Liz domina sin excesos ni aña-didos complacientes, en un delicado trazodibujístico y unas transparencias de colormatizado siempre por las luces del cielo flo-tando en el río Ozama de Santo Domingo.

La pintura y el dibujo en las obras de Lizson el mismo espejo de las formas, porque elfondo en el sentido literal y en el sentidoconceptual van de la mano en la obra de estemaestro. Esta cercanía también se observacon Paul Giudicelli, la que se pluraliza dentrode la misma colección, en una secuenciamuseográfica, así mismo llamada, porquerecoge cuerpos de obras que manifiestan unvalor, una apreciación especial para JuanManuel Portela Bisonó.

Cercanías de pasión, pero también de unaapuesta muy lograda del coleccionista porobras mayores que aportan al conocimientode la producción pictórica de la segunda mi-

tad del siglo XX. Con estos dos artistas aquípresentes, Portela demuestra una calidad devisión del arte y a su valor razonado.

Las obras de Giudicelli confirman la fuer-za de la propuesta en el dibujo, como en lainvestigación matérica del artista, cuya par-tida nos deja con un duelo artístico profun-do, pues llevaba su obra con un empeño y

unos aciertos donde la tierra hacía cuerpocon el dibujo aportándole a sus abstraccio-nes geométricas una sensualidad sin par.

La colección es inmensa en su fuerza diversay plural donde en el espacio “Co m p ro m i s o” sesiente una conciencia, un salto del desafío in-dividual hacia un propósito social e histórico. Laobra de Ada Balcácer se destaca en su maestríade las luces y de la composición con matices delcolor llevados en todos los momentos de losgiros de la luz del día.

Toda colección suscita un descubrimien-to para quien la mira con los ojos del ex-plorador. Nos asombramos de satisfacciónal encontrar el conjunto de los dibujos deEugenio Fernández-Granell, sobre todo, conla presencia del dibujo con fondo azul queprovocó una distinción del autor del Mani-fiesto del Surrealismo en 1948. La exposicióndel conjunto es una muestra en sí, que nosllama a pensar, a estudiar y disertar sobra larelación de Bretón con el Caribe y sobre elCaribe; en sus formas, luces imágenes y vi-siones que van más allá, y que está por en-cima de lo real en una alegoría permanentesobre la realidad.

Una vez más sentimos la necesidad deevidenciar la presencia del valor artístico ycultural del país en los enfoques éticos y es-téticos del Caribe, como concepto, idea ysueño en los procesos intelectuales y crea-tivos. La carta de Breton a Granell nos llama aestudiar más en torno a los lazos y los puen-tes con el pensamiento universal. La refle-xión de Bretón sobre la conciencia del Caribea través del azul de Granell es tan importantecomo la conciencia de Césaire con la Junglade Lam, y no menos importante que la con-ciencia Caribe de Lidia Cabrera cuando estase apasiona por la poesía de Césaire, espe-cíficamente con el poemario...Cuaderno deun retorno al país natal…

Tenemos en la colección de Juan ManuelPortela Bisonó dos apuestas fundamentalesque son retomar la obra de Domingo Liz yPaul Giudicelli en sus especificidades excep-cionales y enlazar la obra de Granell en eldiálogo con el surrealismo y el Caribe.

Nos gusta la idea de acoger al artista JorgePineda cuya obra integrada al espacio Di-sonancia responde a la dinámica del colec-cionista en su apertura hacia nuevas apues-tas post modernas y hasta cierto punto re-novadoras e insurgentes en la producciónartística actual.

La exposición en su totalidad nos ofrecemirar, pensar y evaluar la producción artís-tica dominicana. Tenemos en esta colecciónmuchas direcciones de reflexión y evalua-ción de la pintura dominicana moderna ycontemporánea, un regalo más del CentroLeón y de un coleccionista abierto y gene-roso con la ciudadanía.

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ñal a

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al

Ada Balcácer.- El amor a las flores. 1996.

Hombre cargando su ataúd. Pieza de PaulGiudicelli. 1964.

Domingo Liz - Mujer con espejo

FUENTE EXTERNA

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6 Sábado 7 de m ayode 2 016H OY A RE Í TO

Walt Whitmany el panteísmoL a primera edición de la poesía de Walt

Whitman que leí fue la antología Can-to a mí mismo, traducida por Borges.A partir de esa experiencia de lectura,

arribé a la conclusión de que se trata del ma-yor monumento de la creatividad poética yde la imaginación lírica de todos los tiempos.Whitman es un poeta esencial del espíritunorteamericano que persiguió alcanzar laautoconfianza del individuo. Poeta de laexaltación del optimismo: telúrico, hímnico,épico; cantor de la democracia y del ser ame-ricano, es la representación del ideal del poe-ta que quiere oírse a sí mismo. Dice HaroldBloom que Whitman “divide su ser en tres: elyo, el yo real y el alma”. De ahí que estamosante un poeta cuyo yo es una multitud, locual entraña una búsqueda cósmica y pan-teísta. Quiso ser un Dios omnímodo y ubi-cuo que pretendió estar en todas partes a lavez. Así, su homoerotismo actúa como más-cara de su ontología. Whitman es todo y esnadie: buscó ser todos los hombres del mun-do, y nombrar todas las cosas del universo.Por eso hay en su mundo poético una geo-grafía, una botánica, una orografía y una hi-drografía, al nombrar ríos, montañas, árbo-les, plantas, lagos, océanos, islas, lugares, etc.con la intención de que no le faltara nada, yde darle dignidad y dimensión poética a to-do lo que nombró. Ese afán por enumerartodas las cosas como un Dios es lo que mefascina de Whitman, y su monumental obraHojas de hierba. Creó una exuberancia ver-bal que semeja un bosque de signos, objetosy cosas, mediante la técnica de la enume-ración poética caótica, de la que tanto usohizo Borges, con espectacular eficacia esté-tica. La personalidad poética de Whitmantiene un tono panteísta, y ese panteísmo de-lata su sentido de ubicuidad, pues su yo re-fleja un inmanentismo que nos recuerda laegolatría de los poetas románticos. Whitmantenía conciencia de su personalidad interior,de su yo poético. Su alma lírica representa elalma americana, como podemos leer en suCanto a mí mismo. Desde su conciencia poé-tica le cantó a la naturaleza porque quiso re-conciliarse y consustanciarse con ella, y a suvez, le sirvió de impulso creativo. Ningún otropoeta ha cantado tanto desde su yo poético, ymucho menos, con tanta vehemencia y pa-sión. Esa fue su gran proeza: el hecho de es-cribir una obra monumental, inagotable yabierta, donde casi no falta na-da, en la que casi todo está di-cho, nombrado o enumerado. Através del canto y la palabra, tra-tó de estar en todas partes, yacaso lo logró. Su obra fue su vi-da. Ya lo dijo Octavio Paz sobrePessoa: “La mejor biografía delpoeta es su obra”. Querer ser to-do es también, amén de un pan-teísmo, una metafísica. De ahíque Whitman diga: “Quien tocaeste libro toca un hombre”. Poreso quiso hacer de su cuerpo yde su carne, materia de todos,pues la carne dura poco, y Whitman lo quetrató fue hacer de ella una eternidad, porquecomo dijo Mallarmé: “Toda carne es triste”.

Todo poeta debe leer a Whitman. Perotambién, todo amante de la lectura y de labuena literatura, porque su obra poética nosofrece perspectivas de lecturas y enigmasque nos conmueven, ya que como nos diceBloom: “Necesitamos leer a Whitman por laconmoción de perspectivas nuevas que nosproporciona, pero también porque sigueprofetizando los enigmas no resueltos de laconciencia estadounidense. Y un mundoque se vuelve cada vez más americano tam-bién necesita leerlo, no solo para compren-der a los Estados Unidos, sino para entendermejor en qué se está convirtiendo”.

Whitman es el patriarca de la poesía ame-ricana, y Hojas de hierba (1855), una obra

vital, valiente y vigorosa, insuflada por el de-senfado y la sinceridad. Nadie ha escritopoesía con tanta libertad expresiva, como lade este poeta de la abundancia, del detalle,de las observaciones y la exuberancia. Poesíade inventario, pero de una gran fuerza cós-mica es la de este bardo nacional americano

y universal, que imprimióvoluntad emocional a suobra y que renovó la lite-ratura norteamericana yamericana. Whitman sepropuso ser el poeta deEstados Unidos, pues sur-ge cuando su país teníaun anarquista desobe-diente como Thoreau, unfilósofo como Emerson,un humorista comoTwain, un novelista comoMelville, y solo le faltaba elpoeta, y ese poeta fue él,

este cosmos de Manhattan. Escribió una delas obras poéticas más personales y autén-ticas de la poesía universal. Y eso es lo queseduce: su osadía expresiva y su persona-lidad, negadora de la condición del hombreletrado. De ahí que fue un auténtico antiin-telectual. Fue más bien un poeta de la ex-hortación y del optimismo, de repeticiones ylargos poemas, que parecían extensos dis-cursos en versículos. Nos legó una poesíaque parece escrita para ser oída y celebrada,que, sin embargo, brota del yo más íntimo,en una retórica de la imaginación poética.

Whitman edificó una obra poética que es, asu vez, un largo canto a sí mismo, pero esepoetizar, cuyo centro motriz fue él mismo, encambio, paradójicamente, lo hizo universal. Esraro, pero Whitman se hizo un poeta univer-sal, a pesar de que siempre se cantó a sí mis-

mo, y de que su poética se centró en sí mismo:de su yo al mundo. Ese constante canto de símismo, acaso fue una manera de descono-cerse, o de reconocerse en el otro, a la manerade Rimbaud, cuando dijo: “Yo soy otro”(Je suisautre). Designar todas las cosas es querer sertodas las cosas del universo. De ahí que la es-trategia poética de Whitman, de cantarse a símismo, funciona como mecanismo de des-doblamiento o desocultamiento, en la que suyo poético -no su yo biográfico-, actúa comomáscara de su personalidad: su yo se trans-forma en multitud. Desde su eros poético lo-gra el empleo de una mirada omnímoda, queausculta el espacio visible para darnos una ra-diografía total del mundo. Su ser se vuelve in-finito y se transfigura en totalidad de la re-presentación. Eso es, acaso, lo que busca consu empresa poética: hacer con la palabra poé-tica y con el lenguaje de los límites, la posi-bilidad voluntaria de crear un mundo a suimagen y su medida. Este poeta buscó la tras-cendencia de su ser en la mundanidad de suyo poético para hacer así del universo, unarealidad a su canto. Su obra depara en elegíade su yo; fue pues un poeta no celeste sinotelúrico. “En Whitman hay dos imágenes quese fusionan en una: la Noche, la Muerte, laMadre y el Mar”, ha dicho Bloom. A la poesíawhitmaniana la insufla una pasión vital.“Whitman era un materialista epicúreo”, sen-tencia Bloom. A pesar de que su maestro,Emerson, fue el fundador del trascendenta-lismo, su obra poética es antitrascendentalis-ta, pues no buscó la trascendencia del espíritu,sino hacer que su yo celebre la existencia delmundo en constante ubicuidad. “Whitman esel único gran poeta moderno que no pareceexperimentar inconformidad frente a sumundo. Y ni siquiera soledad; su monólogo esun inmenso coro”, dice Octavio Paz.

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FUENTE EXTERNA

Walt Whitman.

‘‘ Todo poeta debeleer a Whitman.

Pero también, todoamante de la lectura yde la buena literatura,porque su obra poéticanos ofrece perspectivasde lecturas y enigmasque nos conmueven...”

/i>Figli del divenire: antologia poetica 1993-2013 (Soveria Mannelli, Rubbettino, 2013); M. B. y M. F. Benvenuto (con trad. al italiano), Manuel Gahete. Miti urbani (SoveriaMannelli, Rubbettino, 2012); M. B. (con trad. al italiano), Vicente Núñez. Sofisma(Cosenza, Nuova Arintha, 2009); M. B. (con trad. al italiano), Vicente Núñez. Antologia poetica(Bari, Levante Editori, 2007).Finalmente, ha participado en distintos proyectos internacionales de investigación, entre los que cabe senalar el I+D “Poéticas del 50: proyecciones y diversificaciones”(Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia – Subprograma Estatal de Generación de Conocimiento, convocatoria 2013; ref.FFI2013-41321-P), Ministerio de Economía y Competitividad, años 2014-2016, coordinado por María Payeras Grau de la Universitat de les Illes Balears.

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A RE Í TO 7Sábado 7 de m ayode 2 016 H OY

Yuca, plátano y papa¿Somos lo que co m e m o s?

E l llamado encuentro de culturas enAmérica dio origen a un gran mes-tizaje culinario. En ello entraron encontradicción los gustos y las posi-

bilidades materiales. Si bien hoy día habla-mos de gastronomía como arte o estética,como gusto, no es menos cierto que ella esparte de la cultura material. Y América apor-tó rasgos fundamentales para la dieta uni-versal, como elementos de la culinaria eu-ropea se integraron a la nueva manera degustar o degustar las delicias de que encon-traron los conquistadores. Sabemos de lasquejas de los recién llegados antes de tenerque adaptarse a la nueva cultura. Y es verdadde Perogrullo que no todo el mundo podíacomer lo mismo. Por lo que la comida entraen el negocio de los bienes escasos.

La dieta está determinada por la clase so-cial, el origen racial y las culturas de los su-jetos. Habla doña María Ugarte de la dieta delos señores en el Santo Domingo del sigloXVI (“Estampas coloniales”, 255). Y su relatonos hace pensar que existió una elite quecomía otras cosas y que se sintió atada a sushábitos alimenticios peninsu-lares. Dice que, a pesar de la si-tuación económica, los espa-ñoles no dejaron de saborear fi-nos y exquisitos manjares. Yaen las naves venían esos artí-culos que era imperiosa com-pañía para los viajeros.

Analiza nuestra historiadoracolonial la dieta que se daba alos pacientes del licenciadoJuan Méndez Nieto. Nos lla-man la atención algunas deellas donde se prohibía la in-gesta de frutas y legumbres.Bien era, tal vez para enfermos,pero en la vida diaria las frutasde América eran de gran sabor,aunque los peninsulares tarda-ron en adaptar su paladar a estas delicias.Fray Tomás de Torres, compañero de las Ca-sas, relata en 1544 la repulsión que causabaen un peninsular comer guineo. Fruta queha pasado a ser una de las más sabrosas yadmiradas por el gusto dominicano. Una lis-ta de los comestibles que encontraron en lavilla de San Germán, en la isla de San JuanBautista de Puerto Rico, no dejaría mentir delo que era la cocina popular en los primerosaños de la conquista y colonización.

Las frutas que les trajeron a sus compa-ñeros y a él mismo era la piña, muy admi-rada, pero que los religiosos no se la pudie-ron meter en la boca; entraron el contactocon el plátano al que le dedicaron una pe-rífrasis para que los lectores de allá pudieran

imaginarse esa curiosidad, que nos ha dadoel mangú y el rico mofongo. Les trajeron a losviajeros que se morían de hambre o que yaestaban cerca de la inanición, guayabas ver-des, las que compararon con el durazno, ybatatas, “raíces que se crían debajo de la tie-r ra”. Aparece en el escenario la yuca, de caldoponzoñoso, del que se hace el casabe y com-paran la harina a “aserraduras de tablas”.Describe Torres Vargas el proceso de hacer elcasabe, que le parece el pan como una tabla;otros lo comparan al palo. (“Sa l a m a n c a …”89-90). Termina diciendo que el casabe, quese comía mojado con leche o con ají, era elmanjar excelente y con un pedazo comíanlos españoles que no tenían más que un du-c a d o.

En el siglo siguiente, la carta del Obispo deSan Juan, Damián López de Haro, se muestrael estado decadente de la colonia española yque, a pesar de las necesidades, se podía po-ner una mesa de obispo. No deja de men-cionar que la situación del siglo XVII: “pa -sado semanas después que yo estoy aquí, sinque se haya pesado vaca en la carnicería ni

tocino ni otro género decarne, en lugar de la cualse suelen pesar tortugasgrandes del mar que acállaman careyes… En estaisla siempre pasan trabajopor no estar cierta la car-ne en la carnicería (43) nodeja de figurar la dieta”. Laescasez de harina de trigo,la existencia de arroz, co-mo sustituto del pan, laabundancia del plátano,“que es el sustento diariode los negros” (46) y tam-bién de muchos blancospobres. Representa lasfrutas como muy abun-dantes: las piñas, naran-

jas, limones y limas. Habla de la carestía delos artículos tanto en Puerto Rico como enSanto Domingo.

La lista de artículos comestibles refleja loselementos fundamentales de la dieta de losespañoles de Puerto Rico: Pan de casabe,maíz, perdices, gallinas; el pescado: nadiequiere ir a pescar. La isla de San Juan habíasido ocupada en 1625 por el corsario holan-dés Boudewijn Hendricks (Balduino Énrico).Otro religioso en apuros gastronómicos erafray Fernando Carvajal y Rivera, ArzobispoMetropolitano de Santo Domingo quien, encarta de 1696, dice que no había pan, vino niharina para las hostias. Pero Domingo Fer-nando de Navarrete hace un recuento de lasabrosa cornucopia de frutas que había en

La Española: “Flores y frutos no faltan en es-ta tierra… cocos, dátiles, aunque no perfec-tos, tamarindo, guanábanas, caimitos, agua-cate, chicozapotes, guayabas, plátanos, ajes,chicomameyes, mamones, uvas, naranjas,limones…, naranjas…piñas, xicamas, san-días y melones.” Lo que lleva a Pedro Mir apostular que las frutas fueron nuestra sal-vación culinaria (Pedro Mir, “Historia delh a m b re”, 61-65).

Llama a la atención el asunto de las le-gumbres. Pues en el libro de Moreau deSaint-Mery aparece que los dominicanos deentonces no comían ensaladas. Posible-mente este aspecto ha venido cambiando enlos últimos años. Pero miremos algunosejemplos de la falta de adaptación y lo quepodríamos ver como la constante de este te-ma en algunos textos emblemáticos. Mu-chos de ellos de religiosos hambrientos.

Sobre la comida de los habitantes en lastierras abandonadas por España dijo Ale-xandre Olivier Exquemelin en Historia de losaventureros filibusteros y bucaneros deAmérica que estos sembraban legumbres,frijoles, papas y yuca, de la que fabrican ca-sabe, plátanos e higueras (56). Dice que con-cluida la cacería iban a cenar: sacaban la car-ne del caldero con un palito puntiagudo y lacolocaban en un recipiente que le servía deplato; recogían la grasa y la colocaban en unacalabaza, con jugo de limón y ajíes prepa-raban una pimentada para darle gusto. Enun recipiente colocan la carne asada y enotro la pimentada junto a las que se reunían,cuchillo en mano, con una estaquilla de ma-dera que les servía de tenedor y comían conbuen apetito (46).

Las tres comidas de los “engagés» o com-prometidos, suerte de esclavos blancos traí-dos a La Española en el siglo XVIII, consistíade un desayuno de papas con salsa picante;de almuerzo y cena se servía papas picadascon frijoles y carne. Uno de los trabajadoreshacía el papel de cocinero, actividad que sellevaba a cabo suspendiendo por un mo-mento la faena agrícola. Luego de comer, fu-maban el tabaco y en la noche, luego de ce-nar, tejían el andullo para hacer el cigarro(60). Según cuenta Exquemelin en su impor-tante historia de aventureros. ¿Somos losque comemos?: yuca, plátano, papa y carne.Veamos la llegada de la papa al Caribe, ¿llegódesde Europa luego de pasar el Atlántico yregresó al continente luego de su aventuraeuropea desde el siglo XVII en el que se uti-lizó para alimentar los animales? ¿Fueron losextranjeros al reino de España quienes tra-jeron al Caribe el cultivo de la hortaliza, queya había sido priorizada por la corte francesade los luises?

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‘‘ Las tres comidasde los “engag és»

o comprometidos,suerte de esclavosblancos traídos a LaEspañola en el sigloXVIII, consistía de undesayuno de papas consalsa picante; dealmuerzo y cena seservía papas picadascon frijoles y carne”.

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8 Sábado 7 de m ayode 2 016H OY A RE Í TO

En el Centro Cultural Perelló¡Tributo al maestroAlberto Ulloa!

D esde la noche del pasado jueves 14de abril, el Centro Cultural Perelló,mantiene abierta la exposición ti-tulada “Alberto Ulloa: Magia, Me-

moria y Color/Colección Mario MartínezFer nández”, demostrativa e impactantemuestra antológica, compuesta por 75 obras(pinturas, dibujos y esculturas) que nos per-miten disfrutar y confrontar la variedad es-tilística, la diversidad temática, la multipli-cidad de medios y la extraordinaria fuerzaexpresiva, como principales elementos dis-tintivos del universo visual de Alberto Ulloa(1949-2011), reconocido justamente en viday en plena actividad como uno de los másprolíficos y exitosos pintores dominicanosc o n t e m p o r á n e o s.

El acto inaugural de esta importante ex-posición, primer tributo dedicado por unainstitución cultural del país a la obra y tra-yectoria de este artista emblemático, luegode su repentino fallecimiento en Santo Do-mingo el 1ro. de octubre del 2011, fue en-cabezado por Kirshis D'Mondesert Perelló yMargarita D'Mondesert Perelló, Julia CastilloMejía, directora del Centro Cultural Perelló, ylos coleccionistas Mario Martínez Fernán-dez y Socorro Veloz de Martínez. Tambiénestuvo presente Remy Ulloa, hijo del granartista homenajeado y autor de un retratopictórico cuya calidad estética, además deconfirmar su presencia como nuevo tauma-turgo de la imaginación, evidencia la pro-funda admiración que siempre ha sentidopor su progenitor y único maestro.

El cuerpo expositivo de la muestra se ar-ticula a partir de tres núcleos de obras. Elprimero está compuesto por una selecciónde 40 obras pictóricas de extraordinario co-lorido y poderosa fuerza expresiva. Se tratade obras que resultan axiales dentro del le-gado trascendental que significa la produc-ción global de Alberto Ulloa. En estos espa-cios pictóricos, el artista logra plasmar demanera única y esplendorosa sus búsquedasestéticas personales al mismo tiempo quematerializa con genialidad sus transfigura-ciones del sentido de la tierra, la magia, lamemoria colectiva, las transmutaciones cro-máticas y los densos juegos texturales.

El segundo núcleo está constituido poruna selección de 20 dibujos que exponen ladiversidad técnica (carbón, pluma, lápiz,pincel, tinta china, aguada, gouache, minade plomo, felpa de color), así como la asom-brosa capacidad creativa y la gracia inevi-table que caracterizan esta faceta esencial enla práctica creadora de Alberto Ulloa. El ter-cer núcleo está compuesto por 10 esculturasen bronce cuyos temas y motivos son recrea-ciones de su vital universo pictórico (aman-tes, arlequines, personajes literarios o popu-lares), las cuales testimonian la constantetransformación creativa que sostuvo Ulloa alo largo de sus cuatro décadas de productivay exitosa trayectoria creadora.

Entre las obras más impactantes y significa-tivas de la muestra, destacan las pinturas tituladas“Mujer Preñada de Corazones” (1986); “La Con-dolencia de Simona”(1988); “Los Amantes de Te-r uel” (1994-1995); “Reyna y Arlequín” (1995); “ElAmor Negro” (1998); “Animal de Ayer” (1999);

“Paisaje del Alma”(2002); “Car naval”(2004); “Mu -jer Preñada de Corazones” (2004); “El Militar”(2005); “Pancha La Negra” (2006); “V iolinista”(2006); “Toro de San Fermín” (2006); “La NegraCar idad” (2009); “El Gallo Azul” (2009); “Un ReyCu a l q u i e ra” (2009); “Después del Carnaval”(2009); “Nov i o s” (2011); “Los Pendencieros y Llo-ro n a” (2011) y “No s o t ro s” (2011).

En la obra de Alberto Ulloa, lo mágico, lotelúrico, lo femenino y la memoria identi-taria, adquieren una expresión energética yuna vitalidad existencial de gran impacto.Para Ulloa, la mujer es figura central en susíntimas visiones de la maternidad, la familiay la fraternidad, así como a la hora de re-flexionar en torno a la sexualidad, las aven-turas del amor romántico, la fantasía, el de-seo y la utopía de la libertad.

Sin ser para nada ilustrador de zoologías,los animales constituyen otro de sus motivospredilectos. Los gallos, las vacas, los toros, lascabras y los burros de Alberto Ulloa, puedenser deliciosamente alucinantes. La esponta-neidad y la vitalidad de su excitante gramáticaplástica nos remite momentáneamente a lagrafía infantil, recurso este muy practicadopor artistas como Paul Klee (1879-1940) y Pa-blo Picasso (1881-1973). Asimismo, Ulloa ten-dió siempre a saturar sus espacios pictóricos,utilizando múltiples recursos expresivos o en-riqueciendo la imagen principal con una in-sólita profusión de elementos visuales y uninquietante caudal de formas irracionalmen-te geometrizadas…

“Alberto Ulloa: Magia, Memoria y Co-lor/Colección Mario Martínez Fernández”,permanecerá abierta hasta finales del mesde junio en la Sala Principal del Centro Cul-tural Perelló, localizado en la Carretera Sán-chez, Km 2.5, Escondido, Baní, provincia Pe-ravia. La entrada es totalmente gratuita enhorarios de martes a sábado de 9:00 de lamañana a 6:00 de la tarde y los domingos de9:00 a.m. hasta la 1:30 p.m. Los grupos pue-den reservar sus visitas guiadas, escribiendoal correo electrónico: [email protected] o lla-mando al teléfono 809-380-3100.

En SíntesisAlberto Ulloa

Alberto Ulloa nace en Altamira, Puerto Plata, elprimero de enero de 1949 y fallece en SantoDomingo el primero de octubre del 2011. Egresadode la Escuela Nacional de Bellas Artes (1975), realizaestudios de postgrado en la Escuela de Bellas Artesde San Fernando, Madrid, España (1975-1982) almismo tiempo que asiste a la cátedra de Historia delas Ideas Estéticasen la UniversidadComplutense deMadrid. En 1975,obtiene el PrimerPremio de laBienalInternacional deArte de Marbellay el Segundo Premio de Pintura del ColegioHispanoamericano de Madrid.En 1976, Alberto Ulloa recibe el Premio Casa deEspaña en Santo Domingo y el Premio Adaja, Ávila,España. En 1977, expone individualmente en laGalería Durban de Madrid y Caracas. En 1979, consu obra “Monumento al Violinista”, obtiene elPrimer Premio de Pintura de la XIV Bienal Nacionalde Artes Plásticas. Sus obras pertenecen aimportantes colecciones públicas y privadas de losEstados Unidos, Europa, Asia y América Latina. Suobra y trayectoria han sido reseñadas en laEnciclopedia Británica; Diccionario del ArteUniversal; Enciclopedia de las Artes PlásticasDominicanas; Obras Maestras de la PinturaDominicana, por Cándido Gerón y Memoria de laPintura Dominicana, por Danilo de los Santos.AM

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“Es un honor acoger en las instalaciones del Centro Cultural Perelló,impulsado por un misticismo de transformación de almas y mentes,todo un universo creativo de un hombre y un artista netamentedominicano como Alberto Ulloa, quien deja como legado unpatrimonio de identidad colorida de la República Dominicana, lacual disfrutamos hoy en el Sur, gracias a Mario MartínezFe r n á n d ez ”… (Julia Castillo Mejía).

Los amantes de Teruel. Mixta sobre tela, 1994-95.

Novios. Acrilica sobre tela, 2011.

Toro de San Fermín. Acrilica sobre tela, 2006.

Modelo. Mixta sobre papel, sf

FUENTE EXTERNA