Arcanos Mayores en La Vía Iniciatica

36
Lo que comenzó como un ejercicio con el Árbol y el Tarot nos ha llevado a escribir varios artículos acerca de lo que es nuestra comprensión de la Iniciación y del Trabajo Interior. En esta oportunidad ahondaremos en ese velo que nos encontramos en la Vía Directa o Vía del Medio y que aparece representado por el arcano La Torre. EL VELO DE LA VÍA DEL MEDIO Convendría comenzar por refrescar el simbolismo de Jano: Dios de las puertas que posee tres rostros de los cuales sólo dos son visibles y que se corresponden con el pasado y el futuro. El tercer rostro, imposible de plasmar por resultar inaprensible al hombre dormido, representa el eterno presente de quien despertó a la Verdad. Tres son sus rostros, tres son las puertas, tres son entonces las Vías de realización, pero solamente una de todas ellas permanece velada. Habíamos quedado en que la Vía del medio estaba representada por el arcano La Templanza, y que en este arcano encontramos (a su derecha e izquierda) elementos de lo que sería el método tanto de la Vía Húmeda como de la Vía Seca, respectivamente. Como ya se ha dicho, creemos que lo que se trata de dar a conocer con esto es que la Vía del Medio conlleva un estado de atención a todo lo que se hace, siente y piensa, ya que Uno mismo es su mantra o su objeto de contemplación. Es una observación constante de lo que ocurre en Uno y una consecuente indagación permanente de “quién soy”, “a quién le sucede”, “quién piensa”, “quién siente”. Como también se ha dicho, es una búsqueda incesante del Conocimiento de Uno mismo. Ahora bien, cuando en la Masonería hablamos de Conocimiento, de Gnosis, ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente? ¿Será posible poder hablar de lo que se trata? Creemos que sí se puede hablar de lo que se trata, si bien la experiencia y la vivencia de este Conocimiento son verdaderamente incomunicables, un Misterio en el sentido más iniciático y tradicional de esta palabra. Por otro lado, nos parece útil hablar al respecto para definir una postura y para tratar de despejar ciertos errores de criterio y de interpretación con los cuales nos hemos topado y nos seguimos topando y de los cuales conocemos bien sus orígenes. De resto, nos resulta verdaderamente infructífero hablar y hablar de la meta, citando los comentarios que de ella tengan quienes hayan podido o no llegar a alcanzarla pero sin nunca dar los propios pasos en nuestro camino. Nuevamente, “conócete a ti mismo y conocerás a tu Señor”. Abusando del lenguaje (ya que estamos poniendo en palabras lo que está muy por encima del alcance de estas), podríamos decir que todo lo que ES decantó desde la potencia aún no consumada en acto y existencia y que denominamos Caos Primordial. El Ser está dentro de este Caos

description

Arcanos Mayores en la vía iniciatica

Transcript of Arcanos Mayores en La Vía Iniciatica

Lo que comenzó como un ejercicio con el Árbol y el Tarot nos ha llevado a escribir varios artículos acerca de lo que es nuestra comprensión de la Iniciación y del Trabajo Interior. En esta oportunidad ahondaremos en ese velo que nos encontramos en la Vía Directa o Vía del Medio y que aparece representado por el arcano La Torre.

EL VELO DE LA VÍA DEL MEDIO

Convendría comenzar por refrescar el simbolismo de Jano: Dios de las puertas que posee tres rostros de los cuales sólo dos son visibles y que se corresponden con el pasado y el futuro. El tercer rostro, imposible de plasmar por resultar inaprensible al hombre dormido, representa el eterno presente de quien despertó a la Verdad. Tres son sus rostros, tres son las puertas, tres son entonces las Vías de realización, pero solamente una de todas ellas permanece velada.

Habíamos quedado en que la Vía del medio estaba representada por el arcano La Templanza, y que en este arcano encontramos (a su derecha e izquierda) elementos de lo que sería el método tanto de la Vía Húmeda como de la Vía Seca, respectivamente. Como ya se ha dicho, creemos que lo que se trata de dar a conocer con esto es que la Vía del Medio conlleva un estado de atención a todo lo que se hace, siente y piensa, ya que Uno mismo es su mantra o su objeto de contemplación. Es una observación constante de lo que ocurre en Uno y una consecuente indagación permanente de “quién soy”, “a quién le sucede”, “quién piensa”, “quién siente”. Como también se ha dicho, es una búsqueda incesante del Conocimiento de Uno mismo.

Ahora bien, cuando en la Masonería hablamos de Conocimiento, de Gnosis, ¿a qué nos estamos refiriendo exactamente? ¿Será posible poder hablar de lo que se trata? Creemos que sí se puede hablar de lo que se trata, si bien la experiencia y la vivencia de este Conocimiento son verdaderamente incomunicables, un Misterio en el sentido más iniciático y tradicional de esta palabra. Por otro lado, nos parece útil hablar al respecto para definir una postura y para tratar de despejar ciertos errores de criterio y de interpretación con los cuales nos hemos topado y nos seguimos topando y de los cuales conocemos bien sus orígenes. De resto, nos resulta verdaderamente infructífero hablar y hablar de la meta, citando los comentarios que de ella tengan quienes hayan podido o no llegar a alcanzarla pero sin nunca dar los propios pasos en nuestro camino.

Nuevamente, “conócete a ti mismo y conocerás a tu Señor”.

Abusando del lenguaje (ya que estamos poniendo en palabras lo que está muy por encima del alcance de estas), podríamos decir que todo lo que ES decantó desde la potencia aún no consumada en acto y existencia y que denominamos Caos Primordial. El Ser está dentro de este Caos Primordial y es parte de Él, pero sólo ES lo que ES. Recordemos las palabras del evangelio de San Juan: “En el principio ya era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios. Él estaba al principio en Dios”. La mayor aspiración, el más sublime anhelo de un Corazón ferviente que busque la Verdad podría llegar a rebasar el mundo de lo mundano, el mundo de las formas e incluso el mundo de lo inteligible, pero jamás puede sobrepasar el mundo de lo que ES puesto que más allá no existe nada a qué aspirar. De allí que la más ferviente y verdadera aspiración “se aspira Siendo”. “Sea lo que Ud. es”, aconseja Ramana, “no le hace falta ganar nada para realizarse, sólo debe quitarse esa ignorancia que le sobra y que le impide ver que ya Ud. es”.

Entonces, el velo está conformado de ignorancia. A estas alturas parece pertinente preguntarse ¿dónde está esa ignorancia? ¿Qué la conforma?

Observemos el arcano La Torre.

En La Torre encontramos, precisamente, una torre que se eleva hacia el firmamento por encima de las nubes hasta una Gran Corona y que es destruida por un Rayo que viene de aún más arriba castigando a quienes la habitaban. Bien podría tratarse de la Torre de Babel.

Parafraseando el relato bíblico, todo el mundo era “un mismo lenguaje e idénticas palabras”, y el hombre se desplazó desde el oriente y se estableció en la vega (terreno bajo y fértil) de

Senaar; allí coció al fuego el primer ladrillo. La confección de este ladrillo conllevó la creación de otros, y consecuentemente la construcción de un muro; así una idea llevó a otra hasta que ya estaban construyendo la gran torre, deseosos de alcanzar el firmamento.

En el Sefer Yetzirah se establece que todo el árbol sefirótico corresponde a conjuntos de pares de opuestos, así, Hokmah es el principio y Binah el fin; Keter es el bien y Malkut el mal; Netsaj es arriba y Hod abajo; Gueburah es el norte y Hesed el sur y, finalmente, Tiferet es el este (oriente) y Iesod el oeste (occidente).

El relato de la Torre de Babel nos está narrando el proceso por el cual la Consciencia de Ser (“Yo Soy”) se decanta hacia un estadio más bajo, la mente, originando el primer pensamiento (“yo soy individuo”) cuya existencia es ilusoria y fragmentada, y por lo tanto engendra la infinidad de pensamientos incesantes y secundarios cuya existencia sólo tiene como objetivo reafirmar la individualidad. Aquí, en esta última categoría, entran todos aquellos pensamientos que roban información de la percepción para interpretar, juzgar, racionalizar, generar sentimientos y provocar reacciones, todo con el único fin, como ya mencionamos, de reafirmar la individualidad profundizando el abismo ilusorio que separa a esta del Ser Pleno. Este primer pensamiento viene a ser aquel primer ladrillo cocido al salir del oriente (Tiferet) hacia el occidente (Iesod).

Efectivamente, aquellas disciplinas en las cuales quedan aun rastros de lo que una vez fue una verdadera práctica espiritual, por ejemplo las artes marciales, encontramos como factor común que la serenidad de mente es un principio básico del cual llega a depender la vida del practicante, entendiendo que una mente serena es capaz de percibir y actuar sin perder tiempo en interpretar y juzgar, sin entrar en contradicción entre lo que se desea y lo que se necesita, sin despertar sentimientos que enceguezcan al practicante y lo lleven a reaccionar desde la ignorancia.

En un cuento tradicional hindú, un león que habitaba en lo alto de la montaña decidió un día bajar a un lago que se encontraba al pie de la montaña para beber de sus aguas. Pero este león no conocía su propio rostro, por lo cual al tratar de beber creyó estar viendo en el reflejo a otro león que abría sus fauces. Lo primero que sucedió fue que el león se asustó y saltó hacia atrás; pero luego, decidido a no dejarse espantar más, se lanzó varias veces a atacar al otro. Pero, como entenderá el lector, nunca hubo otro león, por lo cual el protagonista de la historia nunca atrapó a su contrincante, así como tampoco nunca sació su sed. Permaneció la eternidad enfrascado en una lucha contra su propia imagen. Este cuento confirma, con sus propias imágenes, lo que veníamos exponiendo acerca de la existencia ilusoria del pensamiento original “yo soy individuo”, que no es más que un reflejo del Sí mismo y causa de todo el conflicto humano.

Entonces, si tenemos que ese millar de pensamientos e interpretaciones reafirmantes de la individualidad son los millares de ladrillos con los cuales se construía la torre, ¿qué vendrían a ser en nuestra cotidianidad? ¿Qué sería la Torre de Babel en nosotros, que además nos vela el ejercicio de la Vía del Medio?

En este orden de ideas, esos ladrillos serían todos esos minúsculos y casi imperceptibles momentos en los cuales, dormidos en la afirmación de la individualidad, actuamos desde lo que creemos que es “nuestra propia voluntad”, deseando lo que nos agrada porque nos reafirma como individuos y aborreciendo lo que nos disgusta porque no complace nuestros deseos. Y es que reflexionando al respecto, el hambre de reafirmación de la individualidad resulta insaciable debido a que la individualidad no posee una existencia real y propia, es una primera mentira que necesita de muchas más mentiras para perdurar en el tiempo. Es, propiamente, una ignorancia de nuestra verdadera naturaleza; como ignorancia, es entonces una especie de “existencia negativa”, una mera contradicción. De allí que sea ella el origen de la contradicción y el sufrimiento humanos. Por eso el castigo a los constructores de la Torre de Babel fue la diferenciación de sus lenguajes con lo cual se rompió la Unidad de aquel pueblo volviéndolos a unos contra otros.

La Torre de Babel, por su lado, vendría a ser ese disfraz detrás del cual ocultamos nuestra verdadera naturaleza, disfraz que pasamos toda la vida construyendo con cada apego, con cada oportunidad en la cual damos la espalda a la indagación de Uno mismo. Pero podría llevarse más allá: como iniciados, cada vez que damos la espalda a la RESPONSABILIDAD que adquirimos en nuestros juramentos, ante Dios y nuestros QQ:.HH:. de REALIZAR LA VERDAD estamos construyendo nuestra Torre; cuando nos ocultamos detrás de una falsa humildad de creernos aun no aptos para dar nuestros propios pasos, o cuando nos comparamos con grandes autores de ayer y de hoy en detrimento de nosotros mismos, o cuando nos refugiamos en el hecho de que apenas estamos en los primeros grados, estamos construyendo nuestra Torre; cuando nos preocupamos porque la Masonería está incompleta, o porque no hay un Maestro visible que la dirija desde su infinita sabiduría, o cuando nos preocupa que en algún momento chocaremos con un techo de vidrio debido a que la Masonería son “misterios menores” y caemos en la angustia de ver a qué otra forma tradicional nos afiliamos para “tener los misterios mayores”, estamos construyendo nuestra Torre. Cada vez que nos apegamos fanáticamente al consumo de las ideas de ciertos autores y desperdiciamos el tiempo que se nos ha otorgado en aprendernos de memoria los pasajes de sus libros y en defender sus argumentos de los supuestos “adversarios”, estamos construyendo nuestra Torre. Cada vez que declaramos tajantemente que la plena observancia de Uno mismo, la indagación serena de los propios límites, es “moralina” o “sentimentalidad” y desechamos esta práctica para enfocar nuestra atención en ejercicios pseudoritualísticos fraudulentos que usurpan el término OPERATIVIDAD, estamos construyendo nuestra Torre. Y es que salta a la vista que nada de lo anterior forma parte de ninguna forma tradicional y de ningún método iniciático. Tampoco forman parte de la conducta que cabría esperarse de quien recorre La Vía. Simplemente se nos da un mantra para hacer dikhr, o se nos da un símbolo para contemplar, o se nos da un OFICIO para EJERCER. Y si se espera algo de Uno es sinceridad, para con los HH:. para mantener el orden y asegurar la convivencia, y con Uno Mismo para poder Realizar La Verdad. Esas son las Vías y los métodos.

Ramana afirma que las vías Seca y Húmeda son largas y requieren de gran esfuerzo, además de que presentan muchos traspiés al buscador, pero que la Vía del Medio va fortaleciendo la consciencia del Aquí y Ahora y suavemente va sembrándola en el Eterno Presente del Sí mismo, y que el despertar a esa ilusión se da en un instante… instante que contiene dentro de sí a toda la creación. En la Biblia, Mateo 24:26, leemos: “Así que si les dicen: <está en el desierto>, no salgan; <está en los aposentos>, no lo crean. Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.” Hijo del Hombre que, en sus propias palabras, declaró “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”… Nuevamente, se aspira siendo.

Un rayo es lo que logra destruir a La Torre y destronarla de esa autocoronación a la que llamamos individualidad o ignorancia. Y efectivamente dicho rayo baja de Tiferet, el Sí mismo, el oriente, hacia Iesod, la mente, la individualidad, el occidente. Un rayo que apenas dura un instante y contiene en sí mismo La Verdad de la Unidad del Ser.

En cuanto a toda otra forma de conocimiento, que nosotros llamamos exterior y que entendemos que autores tradicionalistas como Guénon llamaron “erudición” tratando de ser despectivos, creemos que ciertamente deben ser considerados despectivamente. Su utilidad es vana y más bien resultan contraproducentes en la Indagación de Sí mismo por transformarse en apegos e incluso, lo hemos visto, en dogmas. Y ciertamente que por más que le lleguemos a encontrar alguna utilidad más tarde o más temprano deben ser desechados cuando, en la intimidad de la indagación de Uno, la identificación con el Sí mismo revele nuestra verdadera naturaleza. En ese sentido, se trató simplemente de un equipaje innecesario que se llevó “por si hacía falta” pero que nunca la hizo. Más bien, aferrarse tan férreamente a estos conocimientos exteriores, eruditos, incluso profanos, representa un enquiste y un estancamiento aberrantes de la naturaleza cambiante del Ser. Por eso el ángel de La Templanza, que continuamente indaga en Sí mismo, está siempre balanceando y

equilibrando las copas que conforman su Ser. A este respecto, una vez Ramana explicó que, si queremos ganar espacio en nuestro hogar, basta con sacar los muebles que sobran y el espacio siempre estuvo ahí. Lo mismo sucede con el Conocimiento de Uno mismo, siempre ha estado ahí, basta con mantener la atención en el Sí mismo y descartar la concentración en lo que es exterior a Uno.

Ya para finalizar, y pidiendo disculpas por la extensión de este artículo, quisiéramos compartir una última reflexión acerca de por qué la Vía de la Indagación de Uno Mismo es tan poderosa con respecto a las vías de paso desviado. Como ya se ha repetido varias veces, las vías de paso desviado emplean como método la observancia de algún símbolo exterior al practicante, en cambio, la Vía del Medio tiene como símbolo al propio practicante, que en sí mismo es imagen en micro del Cosmos entero. La atención en Uno mismo es, entonces, meditar no en un símbolo sino en todos los símbolos al mismo tiempo. De eso va el V.I.T.R.I.O.L., pero será mejor dejarlo para otra entrega.

T:.A:.F:.

El Mundo: Es la primera carta en el camino de retorno. Representa al mundo profano del cual venimos y el cual debemos colocar en orden. Es el universo físico tal cual como lo entendemos según nuestros 5 sentidos. Este esta regido por las leyes cíclicas (nacer, crecer, reproducirse y morir), de aquí el simbolismo de la rueda del cual siempre estamos girando y no podemos escapar. También esta gobernando por las leyes de la causa y el efecto, en donde cada acción genera una reacción siempre dentro del circulo. Existe la polarización de los géneros (masculino y femenino) y los 4 estados de la materia (aire-ángel, agua-águila, fuego-león y tierra-toro).

Letra: 22 (ת) Tau Valor: 400 Significado: Marca / Cruz Correspondencia: Tierra / Saturno

El Juicio: Existe un llamado, solo quienes desarrollaron la conciencia del tener que morir para nacer de nuevo pueden escuchar este llamado. Por lo tanto, esta carta representa el deseo del profano para ser iniciado (es la exclamación en el desierto de Juan...), solo así es que se puede acudir al llamado del corazón. Este es el juicio que debemos desarrollar en nosotros, es el primer paso para enrumbarse en el sendero de la liberación. Es entender que dentro de la rueda nunca se podrá escapar del samsara o ciclos de la eterna encarnación, solo mediante la iniciación es como el individuo puede salir del círculo encaminándose hacia su centro, hacia el origen.

Letra: 21 (ש) Shin Valor: 300 Significado: Diente Correspondencia: Fuego

El Sol: Es la carta que representa la iniciación, es la transmisión de la influencia espiritual, es el segundo nacimiento o bautizo de fuego. El ser ahora ha recibido el fiat lux, por lo tanto el nuevo ser ha visto el orden en el cual han sido creadas todas las cosas, ahora vibra con la misma armonía en la cual fue hecha la manifestación. Ha entendido la verdadera fuente de la luz, ha vivenciado el verdadero conocimiento. El espíritu es su padre, su origen, su fuente, su guía, su norte y su oriente. Es la conexión que mas nunca ha de romperse, el camino que comunica de manera efectiva y permanente al creador con la criatura, ahora solo resta recorrer este sendero.

Letra: 20 (ר) Resh Valor: 200 Significado: Rostro Correspondencia: Sol

La Luna: Una vez ya iniciado el aprendiz debe escoger entre varios caminos, para ello primero debe dominar el fundamento, la ley, el orden, la regla. Entre los caminos existe un río, que se atraviesa y no nos deja cruzar la vía de manera directa, por lo que debemos bordearlo. Dependiendo de nuestros desarrollos podemos escoger el camino de la memoria o el de la imaginación, pero sea como fuese, ambos caminos son productos de la mente, y este cubre al espíritu, así como la luna eclipsa al sol. Este río separa al mundo de las formas (gobernado por la luna) del mundo de las ideas (gobernado por el sol), por lo tanto el aprendiz debe superar las formas así como a su mente.

Letra: 19 (ק) Qoph Valor: 100 Significado: Nuca Correspondencia: Piscis

La Estrella: Son 3 luces en el firmamento las que estudia el aprendiz, Sol-Luna-Estrella (VM-1º Vig-2º Vig). La estrella es flamígera, chispa divina que se encuentra en el corazón de cada ser, la semilla del espíritu que mora oculta dentro de cada uno de nosotros. Hemos descubierto que no somos la mente, y con ello hemos superado las formas, ahora podemos encontrarnos con esa esencia primordial que siempre fue la verdadera fuente de nuestra luz. Es el principio de la vida, que fluye así como el agua que deja caer la aguadora, de un lado cae al suelo, por el otro cae al río. Una parte retorna al principio creador, la otra se disuelve en lo que pudo ser.

Letra: 18 (צ) Tzadi Valor: 90 Significado: Anzuelo Correspondencia: Acuario

La Torre: Una vez que hemos visto la estrella flamígera en nosotros, tenemos una guía, un principio, debemos cultivar esa semilla para que crezca como un árbol fuerte. Para ello, también debemos arrancar la maleza, quitar los viejas cimientes construidas desde nuestra individualidad, tenemos que tumbar la columna (o torre) erigida por la multiplicidad. Hacer caer a las falsas autoridades que siempre gobernaron nuestro ser, los 2 aspectos de la mente que aun tenían morada en las partes más profundas de nuestra psique, a fin de arrancar de raíz todas las creencias que se habían arraigado a lo largo de nuestra vida profana.

Letra: 17 (פ) Peh Valor: 80 Significado: Boca Correspondencia: Marte

El Diablo: Vista la verdadera fuente de nuestro ser (la estrella) y tumbada las falsas creencias de nuestro ego (la torre) aun estamos esclavizados por la ilusión. Y ello es simplemente porque aun seguimos “viendo hacia abajo”. En este sentido, debemos girar para volver a ver al cielo (como era en un principio), cielo del cual fueron desterrados Adam y Eva por la tentación del Diablo. Por lo tanto, tenemos que reparar el error de Adam, logrando que el hombre retorne la vista hacia el cielo. Para ello, es menester atravesar la puerta estrecha inclinando la individualidad y así y solo así quitarnos las cadenas que aun nos atan a la materia.

Letra: 16 (ע) Ayin Valor: 70 Significado: Ojo Correspondencia: Capricornio

La Templanza: Una vez engañado al diablo (el ego), hemos atravesado la puerta y hemos podido ver el cielo, encontrarnos cara a cara con los estados superiores del ser (el ángel). En la letanía se puede observar una corona radiante y un sendero que conduce a ella, el camino se ve despejado. A diferencia de la estrella que solo la “vemos”, ahora podemos identificarnos, somos como el ángel que “juega” con ambas copas, pasando el sagrado liquido de un lado a otro, midiendo, equilibrando los estados mas sutiles del alma humana. Con un pie en el agua y con el otro pie en la tierra, la templanza solo se adquiere en ese justo equilibrio, apoyado sobre el: ¿quien soy?.

Letra: 15 (ס) Sameh Valor: 60 Significado: Apoyo Correspondencia: Sagitario

La Muerte: El iniciado se ha preguntado quien soy? y ha conseguido una respuesta, es la justa porción de espíritu manifestado con materia espiritualizada. Sin embargo, aun quedan porciones de individualidad que no quieren dar paso al verdadero yo, estas deben morir para identificarnos con nuestra función sagrada. Esta porción se encuentra incrustada en la raíz de nuestra psique, es el ego, es nuestro nombre, con lo que nos hemos identificado hasta ahora. Ese nombre debe morir para entender lo que realmente somos, para reconocer nuestro titulo o sacro oficio, es un símbolo en sí, una pregunta, cuya respuesta solo el verdadero ser conoce.

Letra: 14 (נ) Nun Valor: 50 Significado: Pez Correspondencia: Escorpio

La Fuerza: Después de la muerte de la individualidad y de identificar la proyección vertical del centro de la rueda hacia arriba, solo nos queda levantarse o elevar nuestro espíritu. Es la gripa o garra de león exaltando al verdadero yo. El ángel le va a transmitir una palabra a la bestia, un influjo o verbo ordenador (vibración que garantiza la transmisión), “es el verbo quien hace la luz y es la luz quien hace la creación”, … y en la creación resplandece la vida. Solo así se entiende que donde hay dos (2) realmente siempre fue uno (1), el espíritu no nace, pues siempre ha sido y será, es la resurrección o exaltación del verdadero ser. Es la fuerza establecida sobre el si mismo.

Letra: 9 (ט) Teth Valor: 9 Significado: Serpiente Correspondencia: Leo

El Colgado: El iniciado ha enterrado el ego en un féretro, ha podido ir de la periferia de la rueda hacia su centro a través de las distintas capas humanas (cascaras), reordenando los estados múltiples. Esta vía la ha recorrido remontándose en la manifestación sutil, en un orden cronológico (o línea horizontal de la cruz). Ahora es menester trascender verticalmente (en la cruz). El compas apoya su pata fija en un punto del plano (invisible) y la otra pata la gira a su alrededor dibujando la circunferencia, pero quien controla ambas patas es el vértice superior del compas quien es fijo y también gira al mismo tiempo, su movimiento crea tanto lo visible como lo invisible.

Letra: 13 (מ) Mem Valor: 40 Significado: Agua Correspondencia: Agua

La Rueda de la Fortuna: Es un símbolo del centro, es un mapa del alma que nos sugiere un método, los pasos a seguir para poder “detener” la rueda. En ella se encuentran los tres gunas: satwa (la esfinge azul), rajas (la serpiente amarilla) y tamas (el demonio rojo), así como cuatro de los tanmatras principales (esencias de los 4 elementos o los 4 apóstoles de los evangelios). El iniciado ya conoce el cielo, la causa que genera al mundo. Podemos recordar que en esa carta (el mundo) también vemos los 4 elementos en su aspecto físico así como los tres gunas: dos varas en las manos de la mujer o shiva (satwa y tamas) y una cinta morada a su alrededor (rajas).

Letra: 11 (כ) Kaph Valor: 20 Significado: Palma de la mano Correspondencia: Júpiter

El Ermitaño: El iniciado ya recorre libremente su transitar por los estadios sutiles del ser, ya posee “la llave del cielo”, y sabe como centrarse (las llaves de San Pedro). Su luz es su conciencia. El callado y la lámpara son los instrumentos que lo guían (equivalentes a la escuadra y la vela del 4º de la Mas:.), fíjese que el ermitaño tiene los ojos cerrados para no cegarse por las apariencias. Este es un recorrido solitario, íntimo, es el proceso de interiorización. En el Tao se tienen los 3 tesoros: El sello de las manos (la lámpara), El portal celestial (el callado) y El mantra sagrado (los ojos cerrados). Todas estas son herramientas para adentrarnos en nosotros mismos, verdadera fuente de la sabiduría.

Letra: 10 (י) Iod Valor: 10 Significado: Mano cerrada o Puño Correspondencia: Virgo

La Justicia: Ya conocemos el sendero al centro y podemos recorrer su travesía naturalmente, ahora nos corresponde establecer el orden en el caos. Para ello debemos “descender” al mundo otra vez, pero esta vez para elevar un monumento a lo mas sagrado, un altar a la conciencia, reconociendo el justo valor de este reino (Malkuth). Para quien esta en el mundo vera a este iniciado como un “gobernante” sabio (El Rey Salomón), siendo este un hombre justo y equilibrado. Para quien esta en el centro vera al hombre primordial ejerciendo su deber (La Espada). Para quien comprende la realidad sabrá que es la tradición misma haciendo uso de sus instrumentos y vehículos, expresándose libremente (La Balanza).

Letra: 12 (ל) Lamed Valor: 30 Significado:Cetro Correspondencia: Libra

El Carro: La justicia se establece como el polo del mundo (eje que conecta al cielo con la tierra conforme al orden). Ahora bien, históricamente esta unión se ha “roto” por distintos motivos y es menester del iniciado que ha llegado hasta este punto restablecerla. Para ello la tradición ha dejado un pacto, una alianza que se debe reactivar, el iniciado deberá realizar su obra en los tres aspectos del ser (Neuma – Psique – Soma). Esta carta representa al Neuma, en la figura vemos un Carro (elemento móvil) pero al mismo tiempo dos esfinges (elementos inmóviles), además se aprecian 3 seres animados: El Rey (Melquisedec), la esfinge blanca y la esfinge negra.

Letra: 8 (ח) Heth Valor: 8 Significado:Cerco Correspondencia: Cancer

Los Enamorados: Se había mencionado que el iniciado que ha llegado hasta este punto puede restablecer el pacto o la alianza entre el cielo y la tierra conectándose con el centro supremo (carta de El Carro). El siguiente paso es crear o restituir una determinada forma tradicional (o un centro secundario). Para ello, es necesario remontarse en los estadios originarios de la humanidad, buscar las raíces de la tradición, “viajar en el tiempo” para recuperar lo perdido, volver tan atrás como Adam y Eva en el paraíso (antes de comer de la manzana). La tradición posee dos orígenes, uno sedentario y otro nómada: Caín-Agricultor-Sedentario (Razón) y Abel-Pastor-Nómada (Intuición).

Letra: 7 (ז) Tzain Valor: 7 Significado: Espada Correspondencia: Geminis

El Sacerdote: Retomamos la carta de la Justicia para indicar el poder temporal establecido por la autoridad espiritual, a través de la conciencia. Así mismo, el iniciado que con fuerza vuelve a levantar las columnas del templo (destruido) debe culminar su trabajo de restitución colocando la piedra angular. Tenemos entonces que la alianza toma 3 aspectos: Neuma (El Carro), Psique (Los Enamorados) y Soma (El Sacerdote). Es este último quien debe garantizar que se coloque la piedra angular (“Ni es oblonga ni esta a escuadra”). Vemos los 3 seres animados reactivando con su verbo el pacto: dondequiera que tres se reúnan en mi Nombre, allí estaré Yo, en medio de ellos.

Letra: 6 (ו) Vav Valor: 6 Significado: Llave o Clavo Correspondencia: Tauro

El Emperador: El iniciado trasciende cada vez mas su “individualidad”, ya puede volver a levantar las columnas del templo sí fuesen otra vez destruidas. Ahora resta velar porque la situación que creo el “caos” no se vuelva a repetir. Para ello, es preciso estar siempre vigilantes, ser un sabio conocedor del espíritu humano, de su cultura, de su sociedad y de sus acciones. El iniciado es un hombre de mundo, un verdadero cosmopolita, su sola presencia garantiza la prevalencia de la tradición. Él es en si la ley, él es quien verdaderamente gobierna al mundo, un rey rígido, que con su sola mirada abarca la creación y con su sola palabra establece el orden en las criaturas.

Letra: 5 (ה) He Valor: 5 Significado: Ventana Correspondencia: Aries

La Emperatriz: A pesar que el caos llegó a “reinar” en la creación (destruyendo las columnas), no es menos cierto que el orden se pudo restablecer, gracias a la esencia de la tradición que se alberga en lo mas profundo del corazón del hombre. El iniciado de esta etapa es quien vela porque dicha esencia no se contamine ni se macule jamás. Siendo este un trabajo sutil, pero no por ello menos importante. La emperatriz es una gobernante flexible, no se preocupa por la forma de la ley pero si por su espíritu. Lleva en su traje granadas que al igual que los trigos son "abundantes", representando la “chispa” de divinidad que se encuentra en cada ser de la manifestación.

Letra: 4 (ד) Daleth Valor: 4 Significado: Puerta Correspondencia: Venus

La Sacerdotisa: La Suma Sacerdotisa reúne la forma y el espíritu de la ley en una sola gran verdad, y además vela porque ambos estén conforme al orden tradicional. El iniciado aquí es un verdadero Caballero (Emperador) Rosa (Emperatriz) Cruz (Sacerdotisa) y aquí volvemos a ver los tres aspectos del ser: Soma, Psique y Neuma integrados. Ahora el “ser” es el máximo representante de la tradición occidental en todas sus formas y potencias. Él es en si la tradición occidental, su sola presencia es garantía de la autoridad espiritual sobre los centros secundarios que este rige. Puede dar forma y espíritu a un nuevo centro espiritual dentro del centro supremo.

Letra: 3 (ג) Gimel Valor: 3 Significado: Camello Correspondencia: Luna

El Mago: Meta ultima de la vía iniciática, ya no podemos hablar de un iniciado sino mas bien del Hombre Primordial. Él es en si Adam en la tierra, pues este ser es quien reúne a toda la humanidad (Oriente y Occidente) en un único punto dentro de la manifestación. Todos los demás seres son periféricos a él, los ángeles le son atributos de su alma y la creación es su espacio para resplandecer. Por ello es el Mago, el hombre que ordena al mundo, él es el reflejo de dios en la tierra y cuya función es poner en orden el caos. Ya no existen las desviaciones de la humanidad en las sucesivas etapas cronológicas (a través de la línea horizontal), pues el vive en el eterno presente.

Letra: 2 (ב) Beth Valor: 2 Significado: Casa Correspondencia: Mercurio

El Loco: Cuando el hombre primordial pone en orden al caos, se define el Hombre Universal, esta la ultima carta representa el mas elevado estado del ser (posesión vertical), él es Adam en el cielo, él es el hijo que retorna al padre para sentarse a su diestra. Ya no puede haber más dicotomías, la manifestación (la cima de la montaña) o la no-manifestación (el abismo) son indiferentes para quien ha comprendido las verdades ontológicas mas profundas. Para los iniciados este ser representa la más noble verdad, nuestro maestro interior (Sacerdote o Gurú), para los ojos del hombre común este ser no es más que un “loco” que camina sin preocupación alguna por el borde de un risco.

Letra: 1 (א) Aleph Valor: 1 Significado: Buey o Enseñar Correspondencia: Aire