Apuntes Kirchneristas. Hipótesis sobre el kirchnerismo como movimiento político

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Apuntes Kirchneristas. Hipótesis sobre el kirchnerismo como movimiento político Diego Burd

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Ensayos sobre el kirchnerismo

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Apuntes Kirchneristas. Hipótesis sobre el kirchnerismo como movimiento político

Diego Burd

Introducción

Llegue tarde al kirchnerismo, pero tampoco tan tarde, es que formo parte de esa generación que

comenzó a militar en los '90, y las marcas de esa militancia nos ponía en una situación de duda,

frente al gobierno naciente en ese mayo del 2003, me gustaba ese flaco, que mando a bajar los

cuadros, que en medio de las Naciones Unidas decía soy hijo de las Madres, pero no se porque no

entre de entrada, tuve que esperar ver junta ese conjunto de grupos dominantes, rejuntado con

intenciones destituyente, para decir bueno hora de tomar partido, los enemigos de siempre la tenían

mas clara, ellos sabían que el kirchnerismo era irrelevancia, era el movimiento que representaba al

subsuelo sublevado de la patria, esos días fueron marca definitiva, luego vendrían otras luchas, pero

yo, por primera vez en mi vida, veía que el gobierno no era el enemigo, sino el aliado del pueblo,

vino la fiesta y el dolor, un octubre del 2010, por primera vez lloraba por alguien que no conocía,

pero no me sentía solo, eramos tantos los que lloramos ese día nefasto, mientras tanto los buitres,

festejaron la muerte, los mismos que luego festejaran el cáncer, y se enojaran por su no existencia.

Este momento de cambio de época en nuestro país, hizo que perdiera el miedo a la hoja en blanco,

porque tenia la obligación de escribir, de pensar colectivamente, y encontré compañeros de ruta, y

desde experiencias políticas y generaciones diferentes, encontramos un lenguaje en común, para

defender la alegría de este nuevo país, pudimos dar vuelta en las palabritas, y fueron mas que eso,

ellos son parte indispensable, de este pequeño libro que reúne ensayos sobre este fenómeno político,

de llamas ardientes, como diría el genial Galeano.

Son hipótesis, preguntas en busca de nuevas preguntas, el camino que construimos todos, desde

ese día que un tipo flaco, desconocido, llego a la Casa Rosada, y nos invito de nuevo a soñar, y la

verdad es lindo soñar y ver que puede ser realidad... así que estos ensayos parten de una simple

frase, gracias Nestor.

La anomalía en las grietas. Hipótesis políticas

La anomalía que irrumpió por las grietas de la historia en aquel mes de 2003, rompiendo los

esquemas interpretativos sobre los cuales los sujetos políticos intentaban aproximaciones relativas a

la sociedad, estos fueron en su conjunto puestos en tensión, buscando nuevos campos significantes

al vacío construido, no ya por la propia lógica de las palabras, sino por los sujetos que las

pronunciaban que rompieron la red de significantes que encadenaban los sentidos de la mismas, este

poder que des-construyó, vía una idea de a-politicisimo en nombre de la implementación de valores

políticos del capitalismo en su fase neoliberal.

Rinesi afirma que la noción de anomalía es el nombre:

“... de aquellos que no tenemos instrumentos para conceptualizar, de aquello que se hurta a nuestras

categorías y a nuestros esquemas de pensamiento y de comprensión del mundo, y que nos resulta, por lo tanto,

impensable. La anomalía como lo que no podemos pensar. Las anomalías no se piensan, en efecto: son por

definición, lo que no se piensa, lo que no se deja pensar, lo que no tenemos elementos teóricos para conceptualizar

y por eso, porque estamos convencidos de que nuestros instrumentos teóricos no pueden estar mal y de que lo

tanto el problema sólo puede ser del mundo, nombrados como “anomalía”. Quiero decir: que no hay anomalías

“en-si”. Que lo que llamamos anomalías son siempre desafíos intelectuales excesivos.” 1

Este desafió intelectual implica búsquedas, sumergirnos en el mar conceptual, anomalía que nos

pone en tensión con los paradigmas previos, los cuales nos permiten abrir el camino hacia nuevos

momentos de pensamiento político.

Ya Racine hablaba que los momentos políticos, son espacios de rupturas donde los consensos

previos son puestos en tensión por la construcción de nuevos, es decir, se produce una impugnación

del orden.

Cuando en la asunción del ex-primer presidente, afirma que no pensaba dejar las convicciones

en las puertas de la casa de gobierno, y se pronunciaba como heredero de la generación diezmada,

pero cuyo paradigmas centrales: justicia y solidaridad, se incorporaba en un trasvasamiento

generacional hacia arriba, es decir esos paradigmas nucleares de la generación de los '70, se

encarnaban en las Organizaciones de Derechos Humanos: Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Rompía con el consenso construido en que el poder político, las convicciones, se subordinaban al

poder de las corporaciones económicas, materialización del reclamo anti-institucional de diciembre

del 2001, donde detrás del “que se vayan todos”, había un cuestionamiento a la separación entre el

habla y el acto, una lectura, ya desde un presente que nos permite realizar una mirada critica, y no la

escéptica de aquel 2003, veremos que los núcleos nodulares del mismo: retorno del Estado, como

ente regulador, recuperador y reparador de los desastres des-igualitarios sociales del mercado des-

1 RINESI, Eduardo, “Notas para una caracterización del kirchnerismo” en Debates y Combates, Noviembre 2011, pp. 145-146. Los resaltados son del autor.

regulado, aquí recuperando el reclamo silencioso, pero con un acto-presente, del conjunto de las

clases subalternas colocaron en el centro de escena con los saqueos los días previos a la instauración

del estado de sitio por el presidente aliancista, considerado como actor secundario, fue en la

realidad, quien ese acto-presente impugno los núcleos duros del neoliberalismo como sistema,

productor de exclusión de bienes materiales y simbólicos.

En ese discurso, recupera la ética política, insubordinada a los poderes del poder reales del país,

retoma los valores éticos representados por los organizaciones de derechos humanos, solidaridad,

como subordinador de la acción individual a la responsabilidad social frente al “otro” excluido por

las fracciones hegemonícas de las clases dominantes nacionales, y justicia, como reparador de

injusticias previas, presentes y orientadas hacia el futuro.

La incorporación de nuevos significantes interpelaban a las palabras que configuraban nuestra

cosmovisión del mundo, ofreciendo nuevos campos de reconstrucción de consensos sociales, que

devienen, se producen conflictos de interpretaciones, es decir, al realizar ese acto de interpelación

vuelve a colocar la dimensión del conflicto en la acción de lo político, de apertura de la historia a

un nuevo campo de posibilidades, clausurados por la acción política institucionalizada,

principalmente durante la década del '90.

Esta recuperación de la dimensión conflictiva de la acción política, nos da la posibilidad de

intentar unas hipótesis sobre la caracterización del kirchnerismo, como un régimen político

populista, aunque la mayoría de las voces que utilizan este concepto no lo refieren a la categoría

política sino a un imaginario construido como demagogia, autoritarismo, personalismo presidencial,

por lo cual, en ciertas maneras, en cierta manera podríamos caracterizarlo, como contrapuesto a la

institucionalidad republicana, basada en un marco conceptual liberal clásico de desarrollo de una

separación de poderes, sin conflictos internos entre ellos, fuertemente sustentada en la base de una

democracia, centralizada en el ejercicio de derechos políticos y civiles, donde la esfera republicana

y democrática como regímenes políticos se entremezclan frente a una “impostura” de democracia

social de un régimen político, multi-interpelador, creador de múltiple cadenas de equivalencias,

destinado a intentar un vacío imposible de llenar, aunque quienes atacan el populismo no realizan el

mismo acto sobre los significantes y redes de equivalencias que constituyen la experiencia

republicana neoliberal, que configuraron un sentido común en amplios espacios académicos.

Rinesi, plantea la existencia de dos momentos constitutivos de la filosofía política moderna, el

“momento maquiaveliano”, el cual se asocia a la celebración del conflicto y a la apertura de la

historia, y el “momento hobbesiano”, el cual se asocia a la preferencia a la estabilidad y los modos

de encuadrar el desorden en las cosas, que la modernidad se desnuda en esa lucha por las

interpretaciones, es decir en la lucha política, lo cual le permite, pensar un tercer momento,

“momento shakespeareano”, donde se instala es un tipo de pensamiento en el seno de la

contradicción entre la relación del orden y su disolución, entre sistema y su elemento de disolución.2

Ese ultimo momento es esencial para pensar la política, ya que como afirma el autor:

“.... por la simple razón de que la política no encuentra su lugar sino en el interino, lleno de

tensiones, que se entiende entre estas dos figuras (Nota: el autor habla de las metáforas sobre

política de Emilio de Ipola, la del sistema y la de revolución). En efecto: no se consigue pensar la

política... un pensamiento sobre el orden social que no preste atención al conjunto de prácticas que

todo el tiempo lo inquietan o lo desestabilizan, pero tampoco consigue pensar la política un

pensamiento sobre la revolución que no considere la forma en la que funciona ese orden que se trata

de revolucionar”.3

La tensión trágica del hacer político se encuentra el constante conflicto entre orden y proceso de

impugnación, el kirchnerismo, como forma de constitución de un nuevo proyecto político, se

construye en el proceso de tensión movilizante, cada hecho constitutivo del kirchnerismo, donde el

orden de los conceptos, valga la redundancia, entre orden y proceso de impugnación, se modifican y

dan sentido al kirchnerismo, como practica de lo político, el resultado es generar un proceso de

consolidación, que como resultante de las tensiones propias de la razón política como interina, de

un instauración de un nuevo régimen político.

De esta manera, el populismo, por lo menos para los casos latinoamericanos, puede ser

considerado como espacio transicional entre regímenes políticos, nace de la impugnación del orden

previo, la posición de no neutralidad del Estado se va re-configurando hacia su interior, a diferencia

de pensarlo como un bonapartismo, que emerge en una situación de equilibrio catastrófico entre

clases, el populismo, tanto en su variante clásica, como en las variantes neo-populistas, impugna

desde el espacio publico la razón de ser del régimen político previo, si bien enmarcados en espacios

institucionales, pretende modificar una nueva institucionalidad, un régimen político, republicano de

ampliación de derechos sociales y económicos que favorecen a las clases subalternas de la sociedad.

Si bien, la impugnación se da desde el adentro, por los mecanismos institucionales, en su devenir

va re-configurando la totalidad del régimen previo, modificando las estructuras distributivas, los

perfiles macro-económicos, la hegemonía de clases, reconstruyendo un nuevo marco simbólico de

la sociedad, el populismo como forma transicional propone desde la relación dual entre Estado y

clases subalternas, llena de idas y vueltas, un cambio de época.

En esta fase transicional, lo que realiza el populismo, es poner sobre la mesa las tensiones

ocultadas en el régimen anterior, por lo cual, asume el momento trágico de lo político, para

configurarse como opción de la instalación de un nuevo régimen político, donde las tensiones

previas son canalizadas a nuevas formas institucionales, sabiendo que durante el devenir, los

conflictos con los antiguos sectores hegemonicos se presentaran como forma destituyente, en un

2 Ver RINESI, Eduardo, Política y tragedia. Hamlet, entre Maquiavelo y Hobbes, Buenos Aires, Colihue, 2011.3 RINESI, Eduardo, Política y tragedia..., p. 253

intento de impedir el momento constituyente del nuevo orden, tomemos como ejemplo, el lock out

patronal del campo, que ante una medida impositiva, logro conformar un núcleo socio-político

conservador anti-gubernamental en el 2008, pero lo interesante de este momento político, es que a

la par de constitución de este frente, el kirchnerismo, se transforma, se constituye como movimiento

político, el movimiento del otro destituyente conforma un nosotros constituyente, configura un

nosotros inclusivo, que supera la matriz central del peronismo, como corpus ideológico, para

incorporar nuevos sujetos sociales y generacionales, es el momento transversal por excelencia del

kirchnerismo. Es el 18 de junio del 2008, el momento del nacimiento del kirchnerismo, como

movimiento político.

Veamos algunos ejemplos de ese discurso para marcar los núcleos del populismo, como régimen

de transición:

“Cuando vine aquí el 1º de abril, a hablar con todos ustedes, yo creía que realmente estaba ante la batalla por la

redistribución del ingreso porque, tal vez, quienes tenían que resignar una pequeña parte de su renta extraordinaria

disputaban y discutían; creía - les juro sinceramente - que estaba ante esa batalla, la de la redistribución del

ingreso, la de la lucha de los intereses naturales en toda democracia donde hay conflicto social. Pero luego,

cuando comenzaron a pasar los días y yo veía que desde un sector de la sociedad, desde una corporación, cuatro

personas a las que nadie votó, a las que nadie eligió, se reunían, deliberaban, decidían y comunicaban al resto de

los argentinos quién podía andar por las rutas del país y quién no, me di cuenta que estaba ante otra situación muy

diferente “4

Vemos que la actual mandataria reconoce el conflicto social como constitutivo del proceso

democrático, ahora lo interesante de señalar, es que centra el cambio de legitimidades del

pronunciamiento de la palabra, como señalamos anteriormente, la puesta sobre la mesa del conflicto

pone también en juego los procesos de legitimación de donde se interpela a la democracia, frente a

la interpelación neoliberal de los sectores agropecuarios, la mandataria coloca la legitimación del

voto, que se plantea con esto,algo central: la subordinación de los actores sociales extra-

institucionales a las decisiones de lo político, como ordenador y regulador de la sociedad , en

este discurso rompe parte del marco de legitimaciones neoliberales, donde los actores extra-

institucionales que se desenvolvían en el mercado, es poner en tensión la lógica del mercado, y por

lo tanto, de sus agentes, como reguladores de la sociedad civil, en este movimiento, ademas coloca

que el mercado no aparece como sujeto des-politizado y des-politizador, sino los actores que se

desenvuelven en el, articulan intereses políticos y politizador sobre la sociedad.

Mas adelante en ese mismo discurso dice:

“Me di cuenta, entonces, que estaba ante otro escenario, ante otro cuestionamiento, ya no era retenciones sí o

retenciones no, ya no eran intereses, se estaba socavando, se estaba interfiriendo en la misma construcción

4 FERNANDEZ de KIRCHNER, Cristina, discurso pronunciado el día 18-06-2008, http://es.wikisource.org/wiki/Discurso_de_Cristina_Fern%C3%A1ndez_en_el_Acto_por_la_Democracia_en_Plaza_de_Mayo

democrática, esa que nos dice que son los representantes del pueblo, elegidos en elecciones libres, democráticas y

sin proscripciones, los que deciden, deliberan y ejecutan. Esa es la Argentina democrática, la de la Constitución,

la de las instituciones, la de los poderes del Estado, legal y constitucionalmente establecidos.”5

Vemos que la centralidad de la oposición es colocar la tensión entre democracia, ya superando el

solo momento político y civil, sino recuperando lo social y lo económico, ya que recordemos que la

125 es planteada como medida de distribución del ingreso, frente a las corporaciones no elegidas

por los ciudadanos, esta oposición es el conflicto de la relación entre democracia, no ya como solo

régimen político, sino también como horizonte de expectativa, y los sectores, no elegidos

democraticamente pero con poder de fuego e influencia sobre los poderes elegidos por los

ciudadanos, es el nacimiento de la pregunta de cuales son los limites que impone el sistema

capitalista en cualquiera de sus fases para el desarrollo de sociedades democráticas.

Así al realizar un recorrido histórico de las relaciones entre corporaciones y política, la mandataria

reconstruye por vía negativa, es decir sobre quienes son negados por la aplicación de determinadas

medidas políticas, quien se constituye como el sujeto político kirchnerista: “Yo empecé muy chica con esas mismas banderas que muchos de ustedes portan con orgullo. Pasaron muchas

cosas argentinos, nos dividieron, nos enfrentaron los unos con los otros, civiles y militares, el campo y la

industria, y solamente se beneficiaron de esos enfrentamientos muy poquitos.

Los que primero cayeron como siempre fueron los pobres, después fueron los trabajadores, después vinieron por

la clase media, por esa clase media que muchas veces a partir de prejuicios culturales termina actuando contra sus

propios intereses. Los intereses de la clase media son los de los trabajadores, son los de los empresarios

comerciantes, son los de los argentinos que tienen sus intereses atados aquí a la tierra, que no pueden girar dólares

al exterior, que tienen su casa aquí, sus hijos.”6

El sujeto político kirchnerista, múltiple, y cuya hegemonía debe ser constituida por los sectores

subalternos, veamos el orden de enunciación: pobres, trabajadores, clase media, empresarios y

comerciantes, tomando a la clase media, como sujeto ambivalente, con posibilidad de pasaje entre

los campos enfrentados.

El pueblo, como sujeto de constitución del discurso en el populismo, no es una categoría vacía,

tiene un núcleo central; pobres y trabajadores, son ellos quienes impondrán cadenas de significantes

y de equivalencias, sin clases subalternas no hay posibilidad del pueblo, ahora este pueblo se

constituye como ciudadano, es sostén de la República, como forma de gobierno, pero cuyos

contenidos de significación no son eternos, sino son marcos de luchas de interpretación sobre las

palabras, como vimos, con Rinesi, es un espacio de lucha política.

5 FERNANDEZ de KIRCHNER, Cristina, IDEM6 FERNANDEZ de KIRCHNER, Cristina, IDEM

Soy K ¿Nueva identidad político social?7

El kirchnerismo produce una toma de la palabra política, para generar nuevos espacios de re-

significación de los términos, el marco para interpretar al kirchnerismo, como nuevo espacio

ideológico nacional, hay que retomar esencialmente dos discursos de asunción, el de Nestor

Kirchner en mayo del 2003, donde se plantea todo un entramado de recuperación y re-

conceptualizaciones, poniendo en tensión el paradigma político ordenador de la realidad neoliberal,

el segundo punto es la incorporación del concepto democrático para formar parte una nueva triada:

nacional, popular y democrático, en el discurso de re-asunción de la actual mandataria Cristina

Fernandez de Kirchner (CFK).

La noción de Estado, en la ideología neoliberal, se centra sobre la idea de ausencias, estas

ausencias se marcan en el debilitamiento en su relación con la sociedad civil, siendo solo garante de

derechos civiles y políticos del ejercicio de la ciudadanía, convirtiendo a ese espacio en un lugar de

consensos, un espacio sin conflictos políticos, esta ultima idea se relaciona con la ausencia del

Estado en el espacio de regulación en lo económico, donde el mercado, presencia totalizadora,

regula las relaciones de los sujetos que actúan dentro de el, en esta idea se basa, en la idea de una

igualdad formal entre los sujetos participantes, donde ambas partes, donde la idea de contrato

prima, esta noción, plantea una idea de mercado como regulador de la sociedad civil, por lo cual se

mercantiliza las relaciones políticas de la sociedad civil.

La ausencia en del Estado, dejando que el mercado regule la totalidad de las relaciones entre los

sujetos en una sociedad, lleva a la conversión de ciudadano a la de consumidor, y esto es central,

algunos podrán tener los mecanismos para participar en el consumo, otros serán dejados en el

camino, de la utopía neoliberal, es decir, ya en su concepción central del Estado neoliberal, se

naturaliza la idea de desigualdad social, bajo la forma de desigualdad de consumidores, como en

toda relación entre desiguales, hay ganadores y perdedores, aunque los perdedores sean el 50% de

una población.

Sin una presencia del Estado como regulador del mercado, la sociedad se escinde en proceso

creciente de desigualdades: sociales, económicas, culturales... los derechos sociales se convierten en

bienes.

El núcleo central del kirchnerismo, como pensamiento político, es la recuperación del rol del

Estado, dentro de las dos esferas mencionadas, por un lado, la presencia del Estado, como garante

de los ciudadanía, como sujeto de derechos, y re-politizar a la sociedad, de esta manera se incorpora

la idea de lo político como espacio de conflicto, de esta manera romper con la idea de consenso,

central en la idea neoliberal de sociedad, pero a su vez, recupera la idea de una presencia fuerte del

7 Parte de este apartado aparece en el No 2 de la Revista Aktivate y en el articulo “El kirchnerismo como identidad social” en http://diegoburd.blogspot.com/2011/06/el-kirchnerismo-como-identidad-social.html

mismo, como regulador de la voracidad de los sujetos creadores del mercado, recuperando su papel

central, como distribuidor, participe necesario en la ocupación del mismo, no negando el papel

privado en el mismo, pero poniendo limites a la voracidad del lobo. Sin Estado presente, solo existe

el reino de la desigualdad social.

Kirchner en su discurso de asunción plantea:

“(...) Sabemos que el mercado organiza económicamente, pero no articula socialmente, debemos hacer que el

Estado ponga igualdad allí donde el mercado excluye y abandona.

Es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales (…) Es el Estado

el que debe viabilizar los derechos constitucionales protegiendo a los sectores mas vulnerables de la sociedad,

es decir, los trabajadores, los jubilados, los pensionarios, los usuarios y los consumidores.”8

Así también nos encontramos con otra idea central recuperada de la concepción kirchnerista del

Estado, la no neutralidad del mismo, frente a los conflictos de intereses dentro de la sociedad,

tomando partido, como se puede ver en la mención del discurso, o en cualquier discurso del ex-

presidente y la actual mandataria, por los sectores populares, frente a la no neutralidad del Estado

neoliberal, que si bien era un ausente presente, que defendía los intereses de los sectores

privilegiados.

Como afirmamos, en el apartado anterior, CFK, pone en tensión la disputas entre dos mecanismos

de legitimación, el del mercado y el del Estado, reconociendo que dentro de la arena democrática,

entendida como espacio de conflicto, los mecanismos de resolución a los mismos han de ser

canalizados hacia el marco institucional republicanos, los principales conflictos que encontramos en

los 8 años, han sido solucionados en los espacios del congreso, desde la el intento de la 125 hasta el

conflicto con el monopolio Clarín, tomo como ejemplos dos medidas, una que significo una derrota

de la gestión y otra, con gran apoyo popular, donde los sectores impugnados recurrieron al espacio

judicial, para detener, la aplicación de las ley sancionada, el caso de la nueva ley de radiodifusión,

como seguramente, lo harán con la sanción de la ley que declara de utilidad publica la producción

de papel para diarios.

Este rol institucional del Estado como espacio institucional de resolución del conflicto, ha sido

uno de los principales mecanismos para desarticular esa oposición corporativa no-institucional, pero

altamente condicionante del desempeño de la democracia post-dictadura, y sus intentos de generar

una corrida financiera, a días de la victoria electoral del Frente para la Victoria.

La toma de la palabra política, para generar espacios de adhesión, tiene que tener un correlato con

la acción política, es que la lucha por las interpretaciones debe tener un correlato en el acción de

modificación sobre la realidad.

Esto genera marcos para intentar poner en puesta los mecanismo de consternación en ciertos

8 KIRCHNER, Néstor, Discursos del Presidente Néstor Kirchner (primer parte), Ediciones Punto Crítico, Buenos Aires, 2011, p. 18. El resaltado es propio.

ámbitos, todavía no pueden configurar una explicación del peronismo, ahora deben iniciar un

debate sobre la novedad kirchnerista, el cual se mantiene entre un proceso de institucionalizarlo

pero en conflicto con los restos del espacio político y corporativo pre-kirchnerista, lo que si

podemos realizar una aproximación al decir que el el kirchnerismo es la nueva síntesis histórica de

los movimientos nacionales y populares, superadora histórica e integradora del peronismo, J.W.

Cooke decía que solo el peronismo solo podía ser superado didácticamente por una nueva síntesis,

el kirchnerismo es esta nueva síntesis, cuya matriz central es el peronismo como eje de atracción,

recuperando su pasado plebeyo, anti-oligárquico, de presencia estatal no neutral en el conflicto

social, pero incorporando nuevas tradiciones emancipadoras desarrolladas en el periodo 1970-2001,

socialismo democrático, la defensa de los derechos humanos, las tradiciones de lucha de los

movimientos sociales anti-neoliberales.

Al kirchnerismo creo que puede ser analizarlo desde dos puntos centrales: de la creación de una

nueva identidad social de los sectores populares nacionales, y, desde la construcción política de un

movimiento político en devenir.

El kirchnerismo representa para las mayorías populares, amplios sectores juveniles que se

incorporan a la política, una identidad social que unifica ideales, imágenes, representaciones,

proyectos de futuro de construcción de una nación liberada. Relecturas del pasado, interpelaciones

al presente y una proyección hacia el futuro de un proceso nacional y latinoamericano.

Un proceso que se construye desde arriba, pero que el pueblo en su conjunto se apropio, y lo

incorporo como propio, y en esta apropiación, en sus movilizaciones le pone el limite del nunca

menos a los sectores conservadores, que aun están presentes del proyecto, ya que si bien como

movimiento político es de carácter policlasista, sabemos que policlasismo no implica un rejunte de

intereses de clases, sino el conflicto entre sectores sociales por imponer una hegemonía política

sobre el resto, no es lo mismo un proyecto este en manos de la burguesía industrial, que por los

sectores populares, profundizar el modelo es darle la hegemonía del proceso a los sectores

populares, ya que ellos son los únicos que defenderán la totalidad de las conquistas del actual

modelo.

Para pensar al kirchnerismo como identidad social, conviene dar una vuelta sobre ciertos

conceptos expresados por Raymond Williams en Marxismo y Literatura9, el kirchnerismo esta en un

proceso de construcción de una nueva hegemonía alternativa, como un cuerpo de prácticas y

expectativas en relación con la totalidad de la vida, la construcción de un nuevo significados y

valores que son experimentados como prácticas.

“Una hegemonía dada es siempre un proceso. Y excepto desde una perspectiva analítica, no es un sistema o

una estructura. Es un complejo efectivo de experiencias, relaciones y actividades que tiene límites y presiones

9 Utilizaremos los conceptos expresados en WILLIAMS, Raymond, Marxismo y Literatura, Biblos, Barcelona, 1997, pp. 129-158

especificas y cambiantes. En la práctica, la hegemonía jamás puede ser individual. Sus estructuras internas son

sumamente complejas, como puede observarse fácilmente en cualquier análisis concreto. Por otra parte (y esto es

fundamental, ya que nos recuerda la necesaria confiabilidad del concepto) no se da de modo pasivo como una

forma de dominación. Debe ser continuamente renovada, recreada, defendida y modificada. Asimismo, es

continuamente resistida, limitada, alterada, desconfiada por presiones que de ningún modo le son propias. Por lo

tanto debemos agregar al concepto de hegemonía los conceptos de contrahegemonía y de hegemonía alternativa,

que son elementos reales y persistentes en la practica”. 10

Frente a la hegemonía del neoliberalismo, el kirchnerismo, se convierte en espacio de hegemonía

alternativa, al acentuar políticas que interpelan las centralidades de los núcleos de formación del

núcleo neoliberal, que intenta renovarse y recrearse en espacios de derecha, tomando como nueva

conformación discursiva el tema de la seguridad.

¿Sobre que se construye esta hegemonía alternativa kirchnerista? Por un lado realizando

recuperaciones de tradiciones, que a través de re-significaciones selectivas del pasado constitutivo,

toda acción de interpretación del pasado es selectiva, y de un presente pre-configurado, que va

operando como un proceso de definición e identificación cultural y social, dentro de este contexto

hay que pensar la nueva series de feriados, nuevas fechas de resignificación del día de la militancia,

y la polémica desatada por la creación del Instituto “Manuel Dorrego”, luchas simbólicas que

configuran luchas entre tradiciones, que adquieren carácter político, luchas que ponen en tensión las

conexiones con el pasado desde el presente, como afirma el teórico británico:

“Es que en los puntos vitales de conexión en que se utiliza una versión del pasado con el objeto de ratificar

el presente y de indicar las direcciones del futuro.” 11

Nuevas conexiones, que plantean nuevas sociabilidades en la sociedad argentina, por lo cual nos

encontramos con elementos culturales emergentes que van re-significando las practicas políticas,

por lo cual estas modificaciones y construcción de una hegemonía alternativa, construye una

estructura de sentir nueva, asumidas, como cambios de presencias, sin esperar mecanismos de

definición y racionalización previa, es una estructura de una experiencia que modifico las cadenas

de significantes respecto a practicas previas, es un proceso en definición y re-definición, acompaña

a formaciones emergentes donde las estructuras de sentir se relacionan como una solución.

Por lo tanto una estructura de sentimiento:

“... es una estructura especifica de eslabonamientos particulares, acentuamientos y supresiones particulares y,

en lo que son a menudo sus formas más reconocibles, profundos puntos de partida y conclusiones particulares.” 12

Como identidad socio-político el kirchnerismo ha logrado la construcción de una hegemonía

alternativa, que dio vida a una serie de tradiciones estancas, al poner en tensión los eslabonamientos

que constituían las conexiones previas entre pasado selectivo y un presente que pre-configura un

10 WILLIAMS, Raymond, Marxismo y Literatura, op, cit, p. 13411 WILLIAMS, Raymond, Marxismo y Literatura, op, cit, p. 139. Las itálicas son del autor. Las negritas son propias.12 WILLIAMS, Raymond, Marxismo y Literatura, op, cit, p, 157

horizonte de futuro nuevo, esta tensión es la que genera una estructura de sentir, en proceso de

consolidación política en las nuevas generaciones, que se apropian de la tradición, resignificando lo

que se entiende por peronismo, nacionalismo, popular, pero centralmente tomando como emergente

central del pensamiento político la idea de democracia.

Kirchnerismo, Intelectuales e Izquierda. Caminos de confluencias extraños13

Hoederer: ¿Lo ves? ¡Bien lo ves! Tú no quieres a los

hombres, Hugo. Tú sólo amas a los principios

Hugo: ¿A los hombres? ¿Y por qué había de

quererlos? ¿Acaso me quieren

Hoederer: Entonces, ¿por qué viniste con nosotros? El

que no quiere a los hombres, no puede luchar por ellos.

Hugo: Entré en el Partido porque su causa es justa y saldré cuando cese de

serlo. En cuanto a los hombres, lo que me interesa no es lo que son, sino lo que podrán llegar a ser.

Hoederer: Y yo los quiero por lo que son. Con todas sus porquerías y sus

vicios. Quiero sus voces y sus manos calientes que se agarran, y su piel, la más desnuda de todas las pieles, y a su

mirada inquieta y la lucha desesperada que cada uno libra contra la muerte y la angustia. Para mí, lo que importa es

que un hombre más o un hombre menos en el mundo. Es precioso. A ti te conozco bien, chico, eres un destructor.

Detestas a los hombres porque te detestas a ti mismo; tu pureza se parece a la muerte, y la Revolución con la que

sueñas no es la nuestra; no quieres cambiar al mundo, quieres hacerlo saltar.

Sartre, Las manos sucias

Intelectuales y Kirchnerismo. Entre Hugo y Hoederer

El surgimiento del kirchnerismo, como nuevo movimiento político social, nacional y popular, ha

puesto nuevamente en tensión la compleja relación entre las tradiciones nacionales y populares y las

culturas de izquierda (tanto las orgánicas como las otras tradiciones emancipadoras, que pueden

rondar el arco que va del marxismo clásico a las diferentes versiones de izquierdas liberales),

quienes desde, principalmente, 2008 han tratado de dar una respuesta teórica y/o política al

crecimiento y apoyo generado por las dos administraciones kirchneristas.

Esta compleja relación se consolido principalmente, por una compleja operación de parte de

académicos, intelectuales, artistas, de abandonar el espacio de autonomía pronunciamiento de la

palabra, la misma es ubicada en un espacio amplio, heterogéneo, que circula entre polos abiertos de

una binaridad constitutiva, de su posición respecto al momento kirchnerista en la grietas del

acontecimiento nacional.

En estas relaciones nuevas, no implica perdida de la critica constitutiva, sino que la palabra

enunciada se ubica en el espacio de la lucha de interpretaciones, de recuperaciones de tradiciones,

re-significaciones, estas luchas interpretativas se pusieron mas clara, cuando se produjo también la

ruptura del imaginario de los medios de comunicación, como espacios de independencia frente a los

poderes económicos, por lo cual, al ubicarse en un espacio que permite enunciar la palabra,

significa una no neutralidad discursiva frente al proceso de construcción de un mensaje legitimador

de enunciados políticos.

13 La base del presente capitulo es el ensayo “Kirchnerismo y Culturas de Izquierdas” en Los sueños retornan desde el sur. Ensayos sobre el kirchnerismo, en http://diegoburd.blogspot.com/2011/12/los-suenos-retornan-desde-el-sur.html y el articulo “Sobre el kirchnerismo. Una lectura desde Bobbio” en http://diegoburd.blogspot.com/2011/11/sobre-el-kirchnerismo-una-lectura-desde.html

De esta manera, tomando como juego de conceptos de Bourdieu, los campos, tienen un espacio

de autonomía imaginada si se lo toma sin relación con el campo regulador por excelencia, el Estado,

la autonomía discursiva anterior a la llegada del kirchnerismo, en el campo de las culturas de

izquierdas, estaba unificado bajo un discurso frente a las formas del neoliberalismo, aunque en

ciertos momentos, criticas al desarrollo del modelo económico, esta posición del campo intelectual,

para lograr alguna denominación, es resultado de la crisis del Alfonsinismo en 1987, y la política de

des-politización de la sociedad, y de los ámbitos académicos, durante el menemato, el kirchnerismo,

en este sentido, representa un conjunto de realidades que re-politiza los espacios de producción

discursiva, tanto académicos cono extra-académicos, al interpelar con un conjunto de practicas las

posiciones de los sujetos sobre la esfera de lo político.

El kirchnerismo, desde su llegada al gobierno, intento establecer puentes con el campo

intelectual, un cruce que se movió en caminos dificultosos, tomando como impedimento central, la

construcción en el imaginario de quienes conforman el campo, el apoyo o el hacer lo político,

implica perdida de autonomía personal, entendida como capacidad de realizar una critica si produce

en participación política, un ejemplo de esta relación es la descripta por Jose Pablo Feinmann en su

libro El Flaco14 donde se plantea, según palabras del autor, una recreación del dialogo sartreano

entre Hugo y Hoederer en Las Manos Sucias15, en la búsqueda de la autonomía intelectual y la

practica de lo político, entre las éticas de la convicción y la ética de la responsabilidad planteada por

Weber, por eso el dialogo entre campo político y campo intelectual, estará marcada por esa tensión

constitutiva, o mejor dicho construida en periodo post-dictatorial, yo creo que la verdad del

compromiso sartreano del intelectual esta marcada ese dialogo de las Manos Sucias, no hay

posibilidad de compromiso político sin querer a los hombres por lo que son, la intervención no

implica necesariamente dejar de lados los principios rectores, sino reconocer que el campo de lo

político, es necesariamente un espacio de conflicto, donde las fuerzas intervinientes no son

necesariamente iguales, todos sabemos de la naturaleza de no-autonomía argumentativa del

intelectual, sino que es una construcción proveniente de esa ruptura significante que fue como

acontecimiento la dictadura cívico-militar, si bien hubo intentos en los inicios de la democracia de

grupos intelectuales de apoyar al gobierno de Alfonsín, lentamente el discurso fue refugiándose en

espacios académicos, o en espacios marginales, gran parte de este discurso lo encontramos en el

debate sobre el rol de la historia en la sociedad argentina, los académicos, refugiados en su rol,

intentan separar marcos teóricos de posición política, presentando la academia como espacio de

neutralidad frente al espacio de lo político. El hablar adquiere un lugar, ese lugar de enunciación

esta entrecruzado por lo político, lo que ocurre es que la idea de neutralidad argumentativa, tanto

del sujeto como de la institución, ha sido puesta en tela de juicio.

14 FEINMANN, José Pablo, El flaco. Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner, Buenos Aires, Planeta, 201115 SARTRE, Jean-Paul, Las manos sucias/Kean, Buenos Aires, Losada, 1997

El dialogo sartreano de las Manos Sucias, están enmarcado, sujetos que piensan lo político, es

un debate, no solo entre el intelectual y el político, ambos son políticos e intelectuales, no se plantea

en toda la obra la separación, sino el lugar hegemónico sobre el habla, es decir, intelectual-político o

político-intelectual, la política pensada no solo como un conjunto de principios que regulan nuestra

presencia en el mundo, sino la política, incorporando la dimensión de comprender el contexto de

acción, Hoederer no es lo pragmático, y Hugo, el autónomo intelectual, el esta para vigilar a

Hoederer, y llegado el caso asesinarlo, interesante metáfora a la que volveremos, sino una relación

entre acciones sobre lo real, ¿cual principio actuá como central? ¿cual corre el riesgo de

inmovilidad? Es lo que le reprocha Hoederer a Hugo, si el principio se convierte en dogma, y no se

toma la humanidad, como algo lo que es, y la convierte en sujeto habitante de un mundo ideal, lleva

a un doble movimiento: la inacción, o el riesgo, de la destrucción.

El dialogo III de la obra es la centralidad de la obra, Hugo le reprocha a Hoederer, que deja lado el

principio del partido, es decir, toma relaciones con los partidos enfrentados con la ocupación, al

hacer el pasaje del partido de revolución a partido de gobierno, el principio del partido

revolucionario es la toma del poder, no una alianza, en boca de Hugo, la compra, que como efecto

diadico, significa la venta del principio.

Luego Hoederer hace la pregunta central de la acción política ¿como se conserva? ¿con que

realidad se interpela?... Hugo se mueve solo en el espacio del principio, no le deja posibilidad de

intervención y de la construcción de lo político, la construcción de lo político es tomar los riesgos

de la acción como elección, hacer política es el intento de tener una visión sobre las posibilidades

derivadas del acontecimiento, es el riesgo, la elección de una de las posibilidades, es la

responsabilidad de la elección, porque como dice Hoederer, la política se hace para los vivos, es

sobre el sujeto real, viviente, que respira, ama y tiene contradicciones que el político hace política,

sin amor hacia el hombre real no hay posibilidad del ejercicio de la política como acto de

constitución de una alternativa al acontecimiento fundador.

Cuando se plantea el debate sobre los medios y los fines, es cuando Hoederer pronuncia:

“Exactamente. Hoy es el mejor medio. ¡Cómo te importa tu pureza, chico! ¡Qué miedo tienes de

ensuciarse las manos! ¡Bueno, sigue siendo puro! ¿A quién servirá y para qué vienes con nosotros? La pureza es

una idea de fakir y de monje. A vosotros los intelectuales, los anarquistas burgueses, os sirve de pretexto para no

hacer nada. No hacer nada, permanecer inmóviles, apretar los codos contra el cuerpo, usar guantes. Yo tengo las

manos sucias. Hasta los codos. La he metido en excremento y sangre. ¿Y qué? ¿Te imaginas que se puede

gobernar inocentemente?”16

La política contiene en si, la negación del acto de inocencia, mas cuando se gobierna sobre

sociedades de clase. Son las circunstancias las que determinan el accionar, las medidas a tomar,

pero volvemos a la idea, negar que la política no es inocente, no es decir que solo es pragmatismo

16 SARTRE, Jean-Paul, Las manos sucias/Kean, Buenos Aires, Losada, 1997, p. 84

actuante, sino que la acción es regulada, los hombres actúan no en las situaciones ideales sino en las

que las historia les construyo como presente, veamos Hoederer se mueve con principios humanistas,

el amor al hombre, situado en el contexto, es el que lo lleva a la acción, no un hombre de ideal sino

de carne y hueso, principios del humanismo, aun en el acto de que tenga usar la violencia, tiene la

idea de temor: “Prefiero la gente que teme la muerte de los demás: es prueba de que sabe vivir”.

Volvemos a la idea previa Hugo es enviado a vigilar a Hoederer, es interesante como metáfora, lo

intelectual, debe ser guía y guardián del político, ahora el problema es el de ubicación, ¿por afuera?

¿adentro?, la ubicación es punto de referencia, en ciertos momentos es desnudarse ante el otro,

decirle yo hablo, pronuncio la palabra desde este lugar, esta deja de estar en un lugar indeterminado,

ubicada, ubica al sujeto en una situación de vulnerabilidad, ¿hay posibilidad de escapar de la

situación de vulnerabilidad? Solo ocultando, moviendo el espacio del habla, pero la vulnerabilidad

se desnuda en la argumentación, por ejemplo, los académicos que escriben sus lineas en diarios que

son opositores al gobierno, juegan con la idea de autonomía, son sociólogos, historiadores, críticos

literarios, politólogos, con eso se oculta, y se presenta ante el lector, la idea de voz autorizada,

generadora de opinión publica, marcada por una autonomía discursiva frente al hecho político, es la

mirada neutral, pero el espacio del habla corre el velo de la neutralidad, y nos muestra, la palabra

intencionada, política que construye política, significantes para pensar, y actuar sobre la realidad, no

son monjes o fakires hablando sino humanos demasiados humanos, que la anomalía kirchnerista los

obliga a pronunciarse.

Kirchnerismo e Izquierdas

El momento kirchnerista, implico una serie de recuperaciones sobre lo conceptual utilizadas para

ver y participar en la realidad, recuperaciones sobre lo político, el significado de la izquierda, rol del

Estado, situación de clases... el kirchnerismo es el fenómeno que interpela las tradiciones solidas y

les da un carácter de tradiciones vivas, deviniendo en su conformación.

La crisis del 2001, cuestiono en sus vertientes económicas, fabrica de exclusión, y en su vertiente

institucional al capitalismo en su fase de acumulación neoliberal, aunque las formas de

cuestionamiento se tradujo en torno a un concepto unificante “crisis”, todo estaba atravesado por

ese concepto vertebrador, los partidos, la política, las instituciones, la democracia, la república.

Dentro de esta transición ciertos espacios de la izquierda, pensaron en que se encontraban ante un

acontecimiento de carácter constituyente de nuevas formas de alternativas institucionales, o sea, ver

en las asambleas nacientes en ciertas ciudades, un espacio que contenía una alternativa al régimen

republicano, como espacio de una democracia mas radicalizada, en sus voces institucionales, y de

ahí trasladarse al espacio del resto de la sociedad.

El kirchnerismo en su etapa constitutiva produce un doble movimiento hacia las tradiciones

emancipadoras,por un lado, incorporando las tradiciones de los movimientos sociales nacidos en la

democracia, y los nacidos al calor de las luchas contra las consecuencias sociales del

neoliberalismo, instituyendo una nueva relación de dialogo, colocando al Estado como interlocutor

y garante de los derechos humanos, reintegrando el significante social, político a la palabra

reparadoras Justicia e Igualdad, y por otro, un disputa y control, de la principal fuerza política a

nivel nacional, el partido justicialista bonarense, lo cual con el tiempo ira nutriéndose de nuevas

experiencias.

El momento fundacional del kirchnerismo como movimiento político se produjo en el contexto del

conflicto con las corporaciones agrarias en el 2008, momento donde se produce la aparición del

clivaje que marcara el desarrollo político nacional, entre kirchnerismo/anti-kirchnerismo, donde se

retorno el uso parte de ambas partes de la escisión de ciertos símbolos en términos del uso de los

lenguajes para interpelar uno hacia otro, el apoyo de sectores académicos e intelectuales al gobierno

con la fundación de Carta Abierta, propone una incorporación de amplios sectores de la izquierda al

movimiento político. Esto es central, un grupo de intelectuales rompen con la autonomía de

pronunciamiento del discurso, pero sin abandonar la tarea de critica.

El clivaje kirchnerismo/anti-kirchnerismo, viene a re-significar el clivaje anterior peronismo/anti-

peronismo, y se constituye como una de las dimensiones para intentar dar un marco interpretativo al

naciente movimiento político17, este nuevo clivaje de interpelación política, complejiza las marcas

de lecturas, ya sea el marco interpretativo clasista por las izquierdas partidarias, y las izquierdas

liberales, cuyo eje central de interpretación política del kirchnerismo se da en torno al par

republicanismo/populismo.

De esta manera el presente clivaje no solo atraviesa la interpelación hacia las categorías, al

ampliar los marcos referenciales de construcción de un nuevo proyecto ciudadano: la lucha por el

matrimonio igualitario, los derechos humanos y juicios contra los militares, la promulgación de la

nueva ley de medios de comunicación, ponen en tensión no solo los limites incorporación de

derechos civiles, sino que cuestiona a las corporaciones que están instaladas en la sociedad civil, la

Iglesia, el ejercito, ciertas empresas monopólicas, quienes vieron cuestionadas su poder de

construcción de grados de consenso a la sociedad, de esta manera el kirchnerismo constituye una

doble identidad hacia la clase y hacia las organizaciones sociales con reclamos específicos,

poniendo en tensión las relaciones de poder constituidas durante la hegemonía neoliberal (1976-

2002), como vimos con anterioridad.

En el presente capitulo se intenta un rastreo de ciertos núcleos de una estructura de pensamiento

de izquierda dentro del kirchnerismo, como así su relación con las demás tradiciones

emancipadoras.

La caída de los socialismos “realmente existentes” provoco un gran crisis en el espacio de las

17 Estas ideas sobre los clivajes de interpelación identitaria la tomo de ALTAMIRANO, Carlos, Peronismo y cultura de izquierda, Siglo XXI, Buenos Aires.

izquierdas, frente a ese derrumbe teórico-político, se impuso la visión triunfante del neoliberalismo,

tanto en el plano político, económico e ideológico, los supuestos teóricos sobre lo que se desarrollo

esta cosmovisión del mundo, se centro sobre dos elementos centrales: por un lado, la idea de final

de la historia, y por el otro, la imposibilidad del nacimiento de un modelo alternativo al capitalismo

en su fase financiera, esta ultima implicaba una doble imposibilidad, la primera, como nacimiento

de una alternativa post-capitalista, y la segunda, la imposibilidad de una alternativa interna dentro

del capitalismo, esta ultima era un avance sobre la idea de la existencia de un Estado de Bienestar.

El triunfo de lo inevitable del capitalismo financiero, la derrota de los socialismos en la Europa

del Este, llevo también a amplios sectores académicos, de formación de opinión publica, a la

caducidad de la idea de una existencia dicótomica entre izquierdas y derechas, ya que los sustentos

políticos que sustentaban esa idea, principalmente la bipolaridad a nivel mundial, habían caído con

los significantes de esas palabras que marcaron el ideario político desde la primer revolución

política burguesa, redefiniendose en el devenir en el tiempo, las muertes de sistemas políticos

implicaba en el imaginario de los sectores conservadores el fin de las ideas sustentadoras de una

izquierda y una derecha.

En la periferia, como en el centro, el triunfo ideológico de este paradigma llevo a la aceptación del

desembarco del neoliberalismo puro, pero apareció un discurso basado en un conjunto de ideas

laxos, el progresismo, que cuestionaban determinadas practicas de la implementación del

capitalismo financiero, de una índole cuasi moral, pensemos el progresismo de la Alianza en la

Argentina, que cuestionaba la corrupción, y no la centralidad de la lógica del funcionamiento del

neoliberalismo.

En 1995, el politólogo italiano, Norberto Bobbio, escribe un ensayo sobre la necesidad de

recuperar las nociones de izquierda y derechas, y propone para esto, repensar las mismas, en una

superación del solo marco ideológico sino en los valores que representan cada una, y tomando como

valor central, para analizar a las mismas, la posición que tienen respecto a la idea de igualdad, entre

una visión horizontal y una visión vertical de la sociedad, considerando el criterio de igualdad,

como un principio fundador que resiste el paso del tiempo.

Son las respuestas a la pregunta sobre el problema de la desigualdades sociales, es el criterio sobre

el que la izquierda y la derecha se definen:

“ (…) una distinta valoración entre la relación entre igualdad-desigualdad natural e igualdad-desigualdad

social. Lo igualitario parte de la convicción de que la mayor parte de las desigualdades que lo indignan, y querría

hacer desaparecer, son sociales y, como tales, eliminables; lo no igualitario, en cambio, parte de la convicción

opuesta, que son naturales y, como tales, ineliminables”. 18

Es importante pensar en esta distinción para pensar los cambios ocurridos con la irrupción del

18 BOBBIO, Norberto, Derecha e Izquierda, Taurus, Madrid, 1995, p.146

acontecimiento kirchnerista en la sociedad argentina, y para pensar que quienes se opusieron a las

medidas centrales del gobierno pueden ser definidos como derecha, ya que el kirchnerismo, como

acontecimiento vino a instaurar una reparación social sobre las consecuencias sociales de treinta

años de aplicación de políticas neoliberales en nuestro país.

Si bien en su discurso de asunción, el ex-presidente Nestor Kirchner, plantea la necesidad de

construir un capitalismo nacional, o en el ultimo discurso de la actual mandataria en el B-20, que

frente al anarco-capitalismo, es decir el capitalismo financiero, hay que volver al capitalismo en

serio, significo un ataque por parte de la izquierda teórica, acusando al ciclo kirchnerista como una

continuidad del modelo neoliberal, como un proceso de cooptación de los sectores populares, sin

pensar, que ambos gobiernos, ante la pregunta sobre la desigualdades sociales que medidas políticas

tomaron, y las mismas han de ser pensadas como medidas que toman a las desigualdades sociales,

no como naturales, ni forjadas por el desenvolvimiento de los individuos en una supuesta libertad de

mercado, sino como resultado de practicas sociales, que beneficiaron a fracciones de la clase

dominante nacional, como diría Kirchner en su discurso de asunción:

“En nuestro proyecto ubicamos en un lugar central la idea de reconstruir un capitalismo nacional que genere las

alternativas que permitan reinstalar la movilidad social ascendente.

(…) Para eso es preciso promover políticas activas que permitan el desarrollo y el crecimiento económico del

país, la generación de nuevos puestos de trabajo y la mejor y más justa distribución del ingreso. Como se comprenderá

el Estado cobra en eso un papel principal, en que la presencia o la ausencia del Estado constituye toda una actitud

política”. 19

Frente a las criticas de que el kirchnerismo clausura la posibilidad de pensar las posibilidades de

la real emancipación de las clases subalternas, se puede ver, que sin la presencia de un Estado que

reconstruya el tejido social destruido por la aplicación de medidas neoliberales, la recuperación de

los valores de solidaridad y justicia social, no se puede pensar en generación de alternativas al

modelo capitalista, el acontecimiento kirchnerista no solo implica una reparación histórica, sino

también la apertura nuevamente de debates políticos sociales sobre el horizonte de expectativas de

las clases subalternas.

El Estado, no solo actuá generando políticas desde un arriba, sino también con el involucramiento

de la sociedad en la toma de decisiones en las políticas publicas, pensemos en la alta participación

popular en los debates sobre la ley de medios, como la movilización de amplios sectores sociales

apoyando el matrimonio igualitario, actualmente el vicegobernador electo en la provincia Gabriel

Mariotto, realizo practicas semejantes respecto a la discusión de los ejes centrales de la política de

gobierno de la principal provincia nacional.

Las medidas que se tomaron en su conjunto por los gobiernos nacionales, tienden a pensar a la

19 KIRCHNER, Néstor, Discursos del Presidente Néstor Kirchner 2003-2007, Ediciones Punto Crítico, Buenos Aires, 2011, p. 18

sociedad como un espacio horizontal, tendiente a reducir las desigualdades sociales, la recuperación

del rol de los trabajadores como agente político, la movilización de los jóvenes en el espacio

político kirchnerista, quienes desde de las nuevas formas de militancia, que vinculan lo territorial

con lo cultural, lo virtual, dan muestra que la sociedad nacional ha avalado un gobierno, nacional

popular, que podríamos definir de centro-izquierda, por mas que desde los referentes centrales del

espacio no pronuncien la palabra “socialismo”, pero acaso no son partidos de origen socialistas

quienes en Europa han implementado las políticas de ajuste.

El kirchnerismo, ha movido el eje de la discusión política del centro al espacio de centro-

izquierda, y el famoso Nunca Menos, como lo dice Miriam Garcia Merlo, habla del deseo de futuro20, es decir una apertura de un horizonte de expectativas que la temporalidad neoliberal había

cerrado.

En eso llego Nestor. Izquierdas, derechos humanos y la vuelta del Estado.

El año 2003, es el año de la anomalía argentina, según el filosofo Roberto Foster21, esa

interpelación que nos tomo por sorpresa, que movió los estantes sobre los que asentábamos ciertas

un cúmulo de certezas, donde se produjeron retornos y re-significaciones de palabras que bailaban

para interpretar a lo político, esa construcción de un nuevo horizonte político.

El 23 de mayo de ese año, en su discurso de asunción señalaba que las convicciones no se dejaban

en la puertas de la Casa Rosada, retomaba a lo largo de su discurso la recuperación del rol del

Estado como recomponedor de las relaciones sociales rotas por el pasaje del neoliberalismo en

nuestra historia, recomponer significaba tomar partido, no por las corporaciones sino por los

millones de compatriotas desplazados a la marginalidad de un sistema que no los tenia en cuenta,

volvía el Estado a subordinar a la economía, para que las decisiones no se tomen en los otros

espacios de poder, internos y externos, de producir un cambio de paradigmas.

Marca la imposibilidad de la neutralidad estatal, ausente o presente, es una decisión política, que

tendrá beneficiarios y derrotados.

La izquierda liberal toma como eje de su discurso la calidad republicana, en un discurso que

aparece como la posibilidad de constitución de ciudadanía, sin preguntarse en el carácter que puede

tomar esa República, sin preguntarse si en el marco de sociedades desiguales, el desarrollo de una

República sin democracia social, que incorpore a los sectores mas desprotegidos, afecta a la calidad

de la misma, o quizás, encubiertos en el discurso de la República Real frente a la República Posible,

sienten las bases de la realidad de los poderes facticos, de la impostura promovida por los poderes

concentrados de un devenir de ciudadanía con derechos civiles y políticos pero sin derechos

sociales, donde artículos como 14 bis de nuestra constitución es solo un acto decorativo.

20 Ver, GARCIA MERLO, Miriam, http://sumateacristina.net/group/bibliotek-virtual-nacional-y-popular 21 Ver FOSTER, Roberto, La anomalía Argentina. Aventuras y desventuras del tiempo kirchnerista, Sudamericana,

Buenos Aires, 2010

Porque plantearse esas preguntas, es plantear ejes de respuestas a la política de derechos humanos,

otro de los puntos de ataque de esta izquierda liberal, hablan de la impostura del kirchnerismo frente

a la misma.

Somos hijos de las Madres, dijo en la ONU, bajo el cuadro de los criminales del Colegio Militar,

les dijo no les tengo miedo, convirtió a la ESMA en museo de la memoria, anulo las leyes de

impunidad, y volvieron los juicios.

Pero también volvieron los trabajadores a luchar por sus derechos, se bajo los niveles de pobreza y

de indigencia, hubo un aumento presupuestario en educación, se recupero la dignidad nacional,

volvieron los científicos, volvieron nuestros hermanos de esa Europa utópica, las zonas mas pobres

de nuestro país (NEA y NOA) fueron eje de políticas de reparación... eso es también luchar por los

derechos humanos.

Es recuperar el proyecto emancipador de la generación del 70, sobre el cual sobre la cual los

heraldos negros de la muerte intentaron mancillar, hoy en los jóvenes, nacidos en esta democracia,

recuperan memoria y presente, proyectándose hacia el futuro.

Dos Plazas. Un movimiento naciendo

Ese día de junio del 2008, me quedo marcado en mis recuerdos, las pantallas de los principales

canales de televisión mostraban las pantallas dividas en 2, por un lado, la movilización en Rosario,

convocada por las organizaciones agrarias, por el otro, la convocada por el Frente Para La Victoria

en la ciudad capital de nuestro país.

De repente, se me vino a la cabeza viendo a los sujetos sociales movilizados para defender la

política del gobierno, que había retornado a nuestro país ese subsuelo de la patria sublevado,

quienes, aun sin declararse las medidas sociales mas importantes Asignación Universal,

recuperación del sistema jubilatorio, se movían por las avenidas de la ciudad a defender la

estructura central de un modelo económico, que estaba realizando la recuperación económica e

inclusivo social, en esa plaza esta el sujeto central del peronismo.

En Rosario, las organizaciones agrarias habian convocado principalmente a sectores económicos,

sociales y políticos variopinto que iba desde los sectores mas conservadores de la sociedad

argentina hasta ciertos grupos de izquierda trotskista que hicieron flamear sus banderas rojas, en

medio de la señoras de clase media, que años antes verían esas banderas como el símbolo de anti-

argentinidad.

Un acto, que resumió no solo el devenir del conflicto nacido en marzo, por un tema especifico,

retenciones móviles a determinados productos agrícolas, sino que se proyecto sobre la totalidad de

la sociedad, y hacia el futuro, el conflicto con el mal llamado “campo” se convirtió en el momento

fundacional del kirchnerismo como movimiento político dentro de la sociedad. A partir de esa

imagen partida del televisor, era representación de la nueva manera de interpretar a la política

nacional: Kirchnerismo/Anti-kirchnerismo, de repente el lenguaje volvió, las palabras que

interpelaron, quisieron interpretar a ese movimiento nacional y popular llamado peronismo, estaban

de nuevo en circulación, y el movimiento nacional, recuperaba los simbólicos significados de las

palabras enterradas, por la acción del menemismo, y la supuesta muerte de las ideologías,

resinificadas, con las re-lecturas, sueños y utopías.

Frente al común de lo dicho por los sectores de la oposición al gobierno nacional, la división

dicótoma del sistema político argentino nace del accionar corporativo de un sector de la sociedad, a

partir de ese momento, se produjo la política indentificaria de la sociedad en pares que se

confrontaban en la arena política, los sectores subalternos, se reconstruyeron en la identificación

con el kirchnerismo, quien los interpelo para ser eje central de las políticas estatales desde el 2003.

El primer momento constitutivo es el reconocimiento del conflicto como parte de la democracia,

frente a la idea de consenso, señalada por los espacios liberales, republicanos y de la izquierda

liberal, pero a su vez marca el espacio de institucionalidad y de legitimidad sobre la toma de

decisiones, al colocar en tensión la subordinación de lo económico a lo político, señalando espacios

donde se construyen la tomas de decisiones.

Pero también, incorpora al pueblo, como sujeto legitimante de la institucionalidad democrática

frente a los sectores corporativos, este un primer cambio a nivel discursivo del kirchnerismo como

movimiento político, no solo el pueblo, es sujeto de derechos sociales sino soporte de la

democracia, tanto a nivel formal como real, frente a el, se encuentran los sectores corporativos,

quienes desde espacios extra-institucionales siempre imponían sus intereses a la sociedad nacional.

Desde la negatividad histórica de exclusión se conforma el arco de conformación del sujeto

pueblo, sobre la base de la exclusión de los conflictos sociales y políticos nacionales, ese sujeto que

luego es pasado por la positividad proyectual hacia el futuro: pobres, trabajadores y clases medias,

aunque las dos primeras son el núcleo central de la categoría pueblo, en el discurso kirchnerista se

interpela a la clase media como parte de esa categoría por compartir intereses de clase, pero a su

vez, como superador del mismo como identificación con la nación.

Frente a este grupo identitario se proyecta al otro, las corporaciones, sectores empresariales

financieros, que muestran solo su interés particular sin unificarlo al interés de la nación.

Ahora la base de resolución del conflicto, remarca la presidenta, debe darse en la arena de los

espacios legitimados por la institucionalidad democrática, pero en ese espacio, los sectores

corporativos dejarían de serlos, ya que tendrían que retomar una visión de conjunto. O bien,

intentarian transformar el interés corporativo en eje de subordinación del resto de la sociedad, es lo

que intentaron, y lograron, el día del no-positivo del Vicepresidente, en las elecciones legislativas

del 2009, lo extraordinario de ese hecho histórico, es que desde la derrota el kirchnerismo se fue

convirtiendo en la fuerza hegemónica, que a través de profundización de políticas sociales,

culturales y de ampliación ciudadana en los derechos civiles, logro aumentar la base de apoyo

político, al incorporar a amplios sectores de las clases medias, y principalmente, la movilización de

los sectores de la juventud.

A partir del conflicto agrario, se produce también un hecho central, el acercamiento de un grupo

de intelectuales, que construyeron Carta Abierta, quienes desde tradiciones políticas de izquierda y

nacionales-populares, configuran nuevos marcos de interpretación sobre el fenómeno kirchnerista,

retomando lineas previas, de lecturas de la realidad nacional, viendo en esta, que la nueva dicótomia

fundada en el 2008, era nueva, mientras que desde los sectores de la izquierda tradicional y liberal

volvieron a interpelar al kirchnerismo desde grupos de categorías que se usaban para interpretar el

peronismo, el debate entre republicanismo y populismo, ha de centrarse en esa tradición, y si bien

como dice Beatriz Sarlo, el kirchnerismo ha ganado la batalla cultural, no es por la política de

construcción de una opinión publica sino porque entendió el nuevo entramado constitucional de la

sociedad argentina, y ofreció nuevas herramientas de re-interpretación sobre los fenómenos

políticos nacidos en el 2003.

Nuevos Apuntes Para la Militancia

“La indigencia teórica arrastra a los desastres estratégicos”

Jhon William Cooke

Propósitos

En 2003 se inicia un proceso que iniciara un cambio de época en nuestro país, el país subordinado

a los intereses del sistema financiero, a los organismos internacionales, las relaciones carnales con

los Estados Unidos, la mirada a Europa, los desocupados, la des-industrialización, estalló, con mas

de 30 muertos, un verano del 2001, una sucesión de gobiernos, hasta la llegada de Eduardo

Duhalde, que con una devaluación asimétrica, que favoreció a los grupos monopólicos, que tenían

sus deudas en dolares, pero con ciertas políticas que sirvieron de base para la construcción del

nuevo modelo económico, ciertos elementos de continuidades, que podemos encontrarlo como

síntesis en el nombre del ex-ministro de economía Lavagna, pero también, rupturas, giros de timón,

nuevos sueños, relaciones de fuerza, retorno de lo político, quien subordinó a lo económico, eso

llegó a la Argentina el 25 de mayo del 2003, nacía un cambio de época. Llegaba a la presidencia

Nestor Kirchner, y en el conflicto contra las patronales agrarias del 2008, nacía el kirchnerismo,

como movimiento político, una fuerza, que ni en la derrota legislativa del 2009, quedo paralizado,

sino tomo la decisión política de profundizar, avanzar en un modelo social mas igualitario,

volvieron al Estado los fondos de los aportes jubilatorios, se creó la asignación universal por hijo,

luego extendidas a las embarazadas, es decir se extendió a las generaciones por venir, cambio

productivo, es uno de los pocos países que no re-primerizo su economía, ademas medidas como el

matrimonio igualitario, una de las medidas de derechos civiles, y por supuesto, la nueva ley de

medios de comunicación. 2010, bicentenario, una patria festeja sus 200 años, y en un octubre, con

lluvia, como si el cielo llorara por las muertes inesperadas, moría Nestor, y estaban los jóvenes ahí,

esa generación central para cualquier cambio político y social, estaba en la plaza, y a la actual

mandataria le daban fuerza, pero también estaban, aquellos que soñaron una patria diferente en las

décadas del olvido, aquellos que empezaron a soñar ahora, los trabajadores que recuperaron no solo

trabajo sino un proyecto a defender, estaban tantos, pero estaba el subsuelo sublevante de la patria,

quienes cansados de ser solo espectadores del dolor, decidieron ser protagonistas del cambio, y

Cristina gano, 54 % de los votos a un año de aquel acontecimiento que marco la patria, y en menos

de cuatro días después de la asunción, avanza la ley de tierras, un nuevo estatuto del peón, ley de

regulación de la producción de papel, cuatro días no mas, como afirmando en la ley, lo dicho en ese

discurso del sábado 10 de diciembre, no somos un gobierno de las corporaciones, y el

pronunciamiento de no neutralidad, de este gobierno.

Como todo gobierno no neutral, sus enemigos tampoco lo son, aquellos que hablaban del consenso

como mecanismo del devenir de lo político, consenso que se generaba con las corporaciones

económicas y culturales, pero siempre a espaldas del pueblo, la nueva etapa es la batalla de las

ideas, retomando al revolucionario cubano Martí, hoy son tiempos de trincheras de ideas.

Este trabajo, que retoma el nombre del escrito de William Cooke, pretende entrar en este espacio

de batalla de ideas, desde la no neutralidad, como decía el teórico peronista:

“(…) Para saber cuales son nuestras fallas y llegar a sus causas, hay que tener una visión global de la

Argentina, de las fuerzas que chocan en su seno, de las características que revisten esos conflictos. O dentro de ese

marco histórico, examinar el significado del peronismo, con qué tendencias sociales es irreductiblemente

antagónico, qué políticas lo condenarán a frustrarse, y cuáles sirven al objetivo de realizarnos como destino

nacional”.22

Épocas de cambio, necesitan que pensemos, ya no solo la Argentina, sino el sub-continente, con

una visión global, y el deber claro, de definir correctamente que es el kirchnerismo, no como mero

ejercicio teórico, sino como elemento que dan sentido a la movilización popular, al proyecto

político, definición que nos permitirán definir las fuerzas sociales que pueden incorporase al

movimiento nacional popular, ya que como la política, ya lo define Cooke, en sociedades

capitalistas periféricas, adquieren el carácter antagónico, ya que hay intereses, que superan lo

político, en juego, y esos intereses, representan visiones diferentes de lo que se quiere para el país.

Necesidad de que la teoría política encarne en las masas, que se apropien, y que ellas, la puedan

redefinir, como proyecto de construcción de poder político, teniendo como objetivo, una

Latinoamericana igualitaria y libre.

Vamos a partir de la definición de Cooke, sobre que entendemos por teoría política:

“(...) la teoría política no es una ciencia enigmática cuya jerarquía cabalística manejan unos pocos iniciados,

sino un instrumento de las masas para desatar la tremenda potencia contenida en ellas. No les llega como un

conjunto de mandamientos dictados desde las alturas, sino un proceso de su propia conciencia hacia la

comprensión del mundo que han de transformar.”23

Es la necesidad de encontrar respuestas a los desafíos contemporáneos, el equilibrio que

pretendieron mantener, en su famoso pliegue de condiciones del 2003, vía el diario La Nación, se ha

roto, el kirchnerismo, como movimiento político nacional y popular, ha venido a romperlo, a crear

un nuevo equilibrio, donde las clases subalternas comiencen a ser el eje central del proyecto, el

equilibrio de subordinación bajo la hegemonía de la fracción financiera de las clases dominantes,

nacido bajo la noche histórica del 1976, que golpeo con sus puños las caras de los trabajadores en el

menemato, hoy, 2011 nos encuentra, redifiniendo las reglas de juego a favor del pueblo, el

kirchnerismo como hecho maldito del país neoliberal, ha sido central, un proyecto político esta

destinado para romper los equilibrios pre-existentes, por lo cual, es necesario recuperar la

22 COOKE; John William, “Apuntes para la militancia” en KOROL, Claudia (compiladora), El socialismo latinoamericano. Un recorrido hasta nuestros tiempos, Asociación Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires, 2006, p.101

23 IDEM, p. 102

convicción política, que la entrada en el juego de las clases subalternas, ha venido a retocar el

régimen político, y como siempre, quien interpreto correctamente, el significado de la entrada del

momento político del kirchnerismo, fue la derecha.

Por lo cual, la incorporación de la teoría política, viene a dar armas para que la vocación de poder

popular sea una practica eficaz.

Hay que entender que dentro del kirchnerismo, vamos a encontrarnos con dos grandes tendencias

que representan, también parte de las contradicciones de la sociedad, un kirchnerismo rebelde, que

amenaza a los privilegios establecidos, que pretende profundizar el modelo económico político y

social, y un kirchnerismo que puede encontrarse cómodo con los logros alcanzados, mantener el

status quo.

Es necesario tener claro, estas tendencias, en cierto parte nacientes, para pensar el proceso interno

que sera la definición de gran parte del devenir del proyecto político a partir del 2011.

Una teoría política encarnada en las masas, esta destinada a modificar la realidad, es pensar que

solo se modifican, tomando las banderas de la Justicia Social, Independencia Económica, Justicia

Social, y como lo marco la actual mandataria, mayor Democracia. Por lo cual, si queremos, una

realidad mejor hay que tener los elementos necesarios para cuestionar el orden existente.

Recuperamos la política, la economía, la patria, ahora es necesario recuperar lo cultural e

ideológico, pero como diría Cooke, sin caer en una visión estrecha, porque como dice el, la primera

lección que debemos tomar como central en nuestro devenir de construcción de una nueva realidad:

“(...) no hay que encerrarse en cuevas ideológicas, porque afuera estar sucediendo cosas importantes, y uno

enterarse demasiado tarde o no enterarse nunca”.24

¿Que es la política?

Se habla de un retorno de la política, lo que tendríamos que decir, es que estamos asistiendo a

una re-politización de la sociedad, nuevos sentidos de la palabras, de los proyectos que marcan el

devenir de lo político, han sido retomados por gran parte de la sociedad argentina.

Durante la década de los '90 la política era despolitizar la sociedad, para convertir al sujeto

político en un sujeto de consumo, que ejerciera una determinada cantidad de derechos,

principalmente políticos, en un encuadre de un régimen político de democracia centrada en las

formalidades, se los pensaba en un espacio de consumidores en ese mercado, donde los sujetos,

competían, aunque ahí la palabra competencia no incluía para la ideología dominante la idea de

conflicto, y/o establecían contratos, en teoría entre iguales, esta idea se traslada a la esfera de lo

político, con la idea de construcción de consensos en ese espacio, la política como espacio de

conflicto era dejado de lado, por un espacio contractual y de consensos entre sujetos de una

24 IDEM, p. 119

racionalidad mercantil.

La llegada al gobierno de Kirchner, y la construcción de un proyecto nacional y popular, volvió a

pensar la política como una esfera de conflicto de intereses, ahí los sujetos políticos, entran en la

arena política con intereses específicos, donde el estado, debe intervenir, desnudando la falsa idea

de no neutralidad impuesta durante el neoliberalismo, creando un nuevo momento político.

Como afirma el filosofo Ranciere:

“Un momento político ocurre cuando la temporalidad del consenso es interrumpida, cuando una fuerza es

capaz de actualizar la imaginación de la comunidad que está comprometida allí y de oponerle otra configuración

de la relación de cada uno con todos”.25

Es cuando se ponen en la balanza las situaciones, y comienzan a adquirir nuevos pesos, y los

sujetos se encuentran con la capacidad de comprender el impulso que mueve esa transformación o

desviación, se produce un desgarro del tejido común, una posibilidad del mundo se vuelve

perceptible, cuestionando la evidencia del mundo dado.

El kirchnerismo implica un nuevo momento político, que nace cuestionando la veracidad del

mundo creado por el neoliberalismo, es decir, nace impugnando el estado de cosas neoliberal.

Como dice el filosofo francés:

“Si la acción política de un colectivo desarma un monopolio de la palabra legitima, seguramente no es para

reconstruir otro que lo beneficie. Al contrario, es para abrir un espacio de investigación donde se permita hablar a

cualquiera, a condición que se someta su palabra a verificación y ponga a prueba su capacidad de hacer que

resuene el poder de una acción y que amplié el espacio de resonancia.”26

Por lo cual la política comporta el trabajo de ampliar el espacio del disenso, luchando contra las

maquinas interpretativas de las categorías impuestas por el conjunto de corporaciones dominantes.

Dentro de esto, la política es un espacio de conflicto, por un lado entre intereses confrontados, por

otro, como espacio de recuperación de la capacidad de disputarle el espacio de construcción de

opinión, generadoras de sentidos en una sociedad, es decir, la política desde los sectores populares

es una lucha por la hegemonía, en la creación de un nuevo consenso social.

Como afirma Mouffe, la política debe ser concebida en términos de lucha hegemónica entre

proyectos en conflictos. Esta hegemonía se construye mediante la construcción de puntos nodales

que fijan discursivamente el significado de las instituciones y las practicas sociales y que articulan

el “sentido común”.27

25 RANCIERE, Jacques, Momentos políticos, Capital Intelectual, Buenos Aires, 2010, p.11 26 IDEM, p,1227 Ver MOUFFE, Chantal, “La política democrática en la época de la post-política” en Debates y Combates, No1,

Noviembre del 2011, pp. 75-89, para una mayor profundización en el tema ver: LACLAU, Ernesto y MOUFFE, Chantal, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia, FCE, Buenos Aires, 1986, LACLAU; Ernesto, La razón populista, FCE, Buenos Aires, 2005 y MOUFFE, Chantal, En torno a lo político, FCE, Buenos Aires, 2007

¿Que es el kirchnerismo?

Como dijimos arriba, el kirchnerismo es un nuevo momento político, que vino romper con los

consensos establecidos durante el periodo neoliberal, que se esta convirtiendo en el eje vertebrador

de un nuevo corpus político emancipatorio, una anomalía, que escapa a las normas, y se sitúa en

una necesidad de ser pensado, que de repente, entra en la historia poniendo en tensión las categorías

con las que pensamos el mundo, poniendo entre las cuerdas nuestras categorías y esquemas que

utilizamos, es el que abre una brecha, es el acontecimiento, que al ser pensado desde múltiples

espacios, se convierte en un antes y después de la historia.28

El kirchnerismo, siguiendo ha Rinesi, ha traído la novedad de recuperación de una serie de

elementos olvidados, por un lado, la política, el segundo elemento, la idea de sujeto de derechos,

pero pensados como un conjunto de derechos efectivos y crecientes que se ejercen de manera

efectiva para ser ciudadanos, y en tercer lugar, el rol del estado como garantizador del ejercicio

pleno de estos derechos.

El kirchnerismo, se convierte en el eje de atracción de varias tradiciones políticas, tomando como

central, o núcleo central, el peronismo, de este toma la condición plebeya y como norte la

insubordinación, de cuestionar de manera directa el centro real del poder en nuestro país.

“El peronismo como flujo de nuevas intensidades y de nuevas demandas, pero también como una tradición que

le dio forma al autorreconocimiento de aquellos que habían permanecido olvidados e invisibilizados por el relato

dominante. Pero también como catalizador de nuevas y viejas formas del prejuicio y racismo emanados de las

clases dominantes e irradiado sobre amplios sectores medios capturados por esa gramática de exclusión que vieron

en la irrupción de las masas (el famoso “aluvión zoológico”) lo insoportable y lo inaceptable, aquello que venía a

cuestionar su poder y su visión del mundo.”29

Pero ademas de recuperar las otras tradiciones emancipadoras históricas y aquellas nacidas en las

luchas populares durante la década del '90, la tradición republicana, la tradición del liberalismo

político, y la idea de redención social propia del jacobinismo.30

Un movimiento policlasista, donde las clases subalternas deben empezar a convertirse en el eje

central y vertebrador, que impone las condiciones a las clases aliadas, que reconoce que la

resolución política de los problemas estructurales del país es reconocer la cuestión nacional y

latinoamericana, y las formas de enlazar las soberanías y autonomías de nuestro país y de

Latinoamericana como único camino para romper con el circulo de opresion por parte de los centros

de poder mundial y de los grupos oligárquicos internos, como central de cualquier acción política,

esto se logra con la unidad de acción con los sectores afectados por la acción del imperialismo sobre

28 La noción de anomalía la tomo de Eduardo Rinesi, en “Notas para una caracterización del kirchnerismo” en Debates y Combates, No1, Noviembre 2011.

29 FOSTER, Ricardo, “El hecho maldito del país burgués y la actualidad” en Veintitrés, 22/09/2011 30 Ver RINESI, Eduardo, “Notas para una caracterización del kirchnerismo” en Debates y Combates, No1, Noviembre

2011. pp. 153-158

nuestras patrias.

Como afirma Cooke:

“La lucha por la liberación parte, entonces, de la determinación del enemigo real: el imperialismo, que actuá

a través de la oligarquía nativa y de los engranajes políticos,económicos y culturales a su servicio.”31

Por lo cual, por la serie de medidas políticas económicas, políticas y culturales, tomadas desde el

periodo nacido en el 2003, y las medidas como des-endeudamiento, es decir, ruptura de la

dominación que ejercía el FMI y el BM sobre nuestro pais, fortalecimiento del MERCOSUR,

creación de la UNASUR, y creación de la CELAC, podemos caracterizar al kirchnerismo como un

movimiento de liberación nacional, que a través de las estructuras del estado inicia el camino hacia

la segunda independencia.

31 COOKE, William, “La lucha por la liberación nacional” en La lucha por la liberación nacional. Incluye El retorno de Peron y La revolución y el Peronismo, Editorial Quadratta, Buenos Aires, 2007, p. 13

Textos en Blog

Palabras militantes

Escribir, un habito que mezclamos con el placer de comunicar, intercambiar, poner en tensión los

limites de nuestras concepciones, pero existen escrituras con reglas, no por cuestión de estilos,

verbos y sustantivos, sino como construcción de un mecanismo de lograr impersonalidad, despojar

un yo sentado frente a una hoja en blanco, escrituras expresadas en la ocultación del lugar de habla,

donde quienes entrenados en las lecturas podemos arrancar posiciones y tesis, pero construyen un

imaginario donde el sujeto que escribe habla de la neutralidad que le asigna espacios de poder, de

instituciones legitimadas, que a determinados discursos le dan grado cientificismo, mezcla de citas

al pie o al fondo, de perpetradores de sentidos nuevos cerrados en el circulo vicioso de los espacios

de publicación, referatos, que engrosan las capacidades de ser al conjunto de papers presentados, un

marketing donde el sujeto vale como un conjunto de diplomas, acreditaciones, fotocopias de

primeras paginas.

Hay momentos en la historia, donde las tensiones de la sociedad obligan que la escritura retorne el

camino del yo presente, retirándose la mascara de neutralidades falsas, donde el verbo es

importante, como el lugar desde donde se pronuncia el mismo, donde lo publico invada lo que

parece un lugar cerrado para determinados sujetos con legitimidad.

El lugar de escritura potencial espacio que permite circulación de ideas, pero también posiciones

que asumimos, una columna en determinado espacio es un hablar donde por lo menos compartimos

ciertos conjuntos de ideas, ¿se podrá escribir con continuidad desde un espacio de derecha

declarado si uno se considera de izquierda?... ponerse en un no lugar de identificación es una

estrategia que muchos académicos para ocultar desde un discurso supuestamente progresista una

posición anti popular, cipayismo es la palabra, desde ahí elaboran el discurso progresista que

ocultan los intereses corporativos de las empresas que los contratan.

Legitimados legitiman la palabra que se convierte en herramienta de construcción de consensos,

que ubicándose como mediadores entre los intereses de las fracciones dominantes y la sociedad

civil, logran construir hegemonía, es decir “intelectuales orgánicos” del partido del capital.

Luego los deslegitimados, quienes desde otros espacios, se convierten en “intelectuales orgánicos”

de la contra-hegemonía, ridiculizados por los escribas del poder que piensan en la separación critica

como elemento constitutivo del intelectual, quienes sufren cegueras, por edad, uso de categorías, y

un largo etcétera, de ser voceros de las imposturas de un gobierno, o quizás simple cobradores de un

sueldo, pero carentes de convicciones, de poder militar la palabra para democratizarla, como si

fuéramos simples voceros de un libreto pre-establecido, como si no fuera actitud critica apoyar un

gobierno, y no ser un tábano que solo moleste al poder político, sin molestar los poderes reales.

Militar la palabra, militar los sueños, militar las contradicciones del hoy, de mañana, y también las

de pasado, militar nuestro pasado, militar en el conflicto… pero saber que militamos para el pueblo,

para la nación… ellos militan la palabra, pero la militan para el poder del status quo… si de

militancias hablamos, será hora que la hablemos con todas las palabras.

Dos Plazas... entre casi 10 años de diferencia y en el medio un mayo del 2003

I. Ayer32 centenares de miles de jóvenes, trabajadores, ciudadanos con sus familias,

movilizados por sin mas columnas que la del pueblo movilizándose, estaban también las

organizaciones kirchneristas, festejando en la Plaza de Mayo, bombos, cánticos, la

esperanza desplegandoze por los rincones de esa ciudad extraña, por las diferentes avenidas,

pasando los limites de la General Paz, tomando las rutas para cubrir la totalidad del país.

La presidenta, re-electa, con sus hijos, con el futuro vicepresidente, los hijos del entrañable

Nestor, se sumaron a la fiesta popular, como complemento de ese hermoso acto de cierre de

campaña, donde en el centro de la escena estaban las personas reales, quienes se recuperaron

del olvido, del exilio no deseado por falta de oportunidades en ese país antiguo, ellos que

desde la cotidianidad, donde los cambios se muestran con mayor fuerza, fueron centro de la

escena. Ayer, nuevamente, el pueblo, conjunción de clases subalternas con clases medias,

como actor central, recuperando en estos últimos el espacio publico, no como espacio de

protesta sino de festejo, continuidad de la fiesta del bicentenario, y del doloroso adiós de un

octubre, con un cielo llorando sobre las personas despidiendo a Nestor, nos sentimos

orgullosos de ser argentinos y latinoamericanos.

II. Cuando el 10 de diciembre, la presidenta diga comience su segundo mandato, estaremos a

días de recordar la plaza trágica de fines del 2001, la de un presidente, que huía en de la

Casa Rosada, llevándose con el 30 compatriotas muertos, esa plaza que pedía un cambio

institucional, detrás de esa consigna ambigua del que se vayan todos, de los políticos que no

podían mirar en el rostro al pueblo humillado, solo algunos podían moverse entre la

movilización cotidiana, presidentes que duraban horas, días... eran momentos donde la furia

y el dolor, sintiendo como un karma la agonía de la patria neoliberal, un nuevo golpe a la

historia del Argentina, una plaza donde las cacerolas, los piqueteros, ese subsuelo de la

patria neoliberal, venían a solicitar ser incluidos nuevamente, ya que la muerte, pobreza y

tristeza, era margen de la patria de pocos, y la política, lo político, como forma de

conjunción de consenso y conflicto, bien gracias.

III. Y llego casi pidiendo permiso, casi sin llegar, avisando que las convicciones no se dejan en

las puertas de casa de gobierno, que política es recuperar el Estado, sin neutralidades,

teniendo como base la inclusión de la mayoría nacional, era un 25 de mayo del 2003, fecha

de recuerdo, del otro gobierno popular, que ahora también es fecha de nuestro primer

gobierno popular desde la recuperación de la democracia, llego del sur, y lo mirábamos con

desconfianza, estábamos acostumbrados a que nos mintieran, pero de a poco, se bajaron los

32 Este articulo fue escrito el 23 de Octubre del 2011

cuadros, se saco de encima al FMI, fue a la ONU y dijo somos hijos de las Madres, es decir

somos hermanos de aquellos que la obscura noche de la historia robo del abrazo de una

madre, y de a poco, le comenzamos a tener cariño, no era solo el presidente, era el

compañero presidente, o solamente Nestor, se fue convirtiendo en ese que nos empezó a

acompañar en ese camino de la cacería de las utopías, sino habría que preguntarle a Bush

cuando se le dijo no al proyecto imperialista del ALCA... ese malabarista de la asunción, eso

de lo incorrecto frente a los poderes facticos, pero lo correcto frente a quienes comenzaban a

soñar despiertos, al abrir los brazos para cobijar a los que necesitan que el poder no los

olvide.

Diez años pasaron entre estas dos plazas, pasaron Nestor y Cristina, y volvió la política como

esperanza, como posibilidad de modificar la realidad, la felicidad, la inclusión, volvieron los sueños

aunque siempre ocultos están las pesadillas esperando el momento para retornar, pero volvió lo

central... el pueblo como soporte de un gobierno... quien se hubiera imaginado la plaza de ayer hace

10 años atrás... nadie, y eso es lo lindo de la historia, que de vez en cuando, casi sin avisarnos, casi

con una pisca de suerte, nos trae la posibilidad de ser felices nuevamente.

El Kirchnerismo posibles lecturas

Leer el Kirchnerismo. Posibles Lecturas.

Desde donde leer el kirchnerismo, que marcos usamos para dar una vuelta sobre ese fenómeno

naciente en el 2003, de repente las formas pre-existentes se encuentran en ese punto de tensión

donde las posibilidades de nuestras certezas puedan caer en el fondo de un estante alto de una

biblioteca, pero los fenómenos políticos deben ser interpretados, ya que sin lecturas correctas

pueden frenar los puntos de fuga hacia adelante, sino quedarnos con las categorías, que deben ser

fenómenos de re-interpretación, sino volveremos a tomar lo nuevo como una repetición de la

historia.

Muchos académicos, desde las paginas de diarios centrales, generadores de la agenda publica,

desde las horas intensivas de horarios centrales de antiguos dueños de interpretación de la realidad,

han intentado utilizar esos espacios, para pensar el kirchnerismo como una especie de temporalidad

cíclica, repetición, en clave de comedia, de hechos históricos previos, desde lecturas de un

peronismo fundador, un retorno de las juventudes políticas del '70, aunque a esta ultima, sin

ubicarla en la complejidad del contexto de época, por lo cual, este fenómeno fundante,

acontecimiento de ruptura, con las consabidas lineas de continuidad como cualquier proceso de

desarrollo histórico, puede ser pensado con las cosmovisiones de el anti-peronismo clásico, donde

lecturas republicanas, tanto de izquierda como de derecha, cuestionan la nueva institucionalidad

democrática, configurada lentamente desde 2008, principalmente, poniendo en tensión la compleja

categoría de ciudadanía, central para pensar, gran parte del movimiento histórico desde la fundación

del Estado Nación, ya que la misma implica la estrecha relación entre proyecto de país, y quienes

son incorporados dentro del mismo, por lo cual, por desarrollo lógico, quienes serán excluidos, ya

que como toda categoría identitaria se conforma con un “nosotros” y un “otro”, por lo cual, la

lógica del conflicto esta implícita en la conformación de la misma, lucha entre grupos sociales para

ampliación de la categoría, desde luchas por ampliación de derechos políticos y civiles, como los

derechos sociales, luchas con retrocesos y avances, definidas por las situaciones de relaciones de

fuerza entre los sectores sociales.

Académicos, con la practica de las escrituras institucionales, que permiten reconstruir lineas

argumentativas, de facilidad de llenar el espacio blanco, tales como Sarlo y Romero, piensan salvar

la República de un devenir totalitario, al pensar en los caminos de la construcción mitológica,

defendiendo los valores míticos de la República, ya que la Nación, como espacio de consensos

inter-clasista, pero con una construcción de clase, que transforma en un consenso general, las

representaciones particulares, la Nación se construye sobre un conjunto de relatos simbólicos, que

implicaban una selección no inocente de las lecturas del pasado, sobre los intereses particulares de

un presente, olvidando, que en determinados momentos históricos, esos consensos constituidos

como verdades y sentido común, pueden ser puestos en tensión, por la lógica de la movilización

popular, que implican nuevos valores, no necesariamente compatibles con los valores que quieren

ser un status quo que quiere eternizarse en el constructor de valores sociales.

Para intentar dar unas pequeñas aproximaciones sobre lecturas del kirchnerismo, quisiera partir de

dos interesantes reflexiones, como puntos para desarrollar ciertos argumentos.

Benjamín decía que la violencia es generadora y conservadora de derecho, la violencia como

situación de conflicto en la lógica sistemica.

El Estado, según Weber, tiene como característica central el monopolio de la violencia legitima, y

yo agregaría, tiene el monopolio de la definición del sujeto ciudadano, categoría no pre-existentes

sino constituida desde un arriba, desde lógicas desplegadas por las institucionalidad estatal.

La violencia, no es solo el accionar de la fuerza policial del estado sobre el cuerpo societal, sino

también el desarrollo de practicas políticas que generan violencias simbólicas, culturales, sociales,

económicas, nuestra nación como el resto del continente, sufrió el ejercicio de la totalidad de

violencias, durante el periodo que comenzó en la dictadura de 1976 hasta el estallido a la crisis del

2001-2002, por un lado, sobre la muerte de miles de ciudadanos, las clases dominantes nacionales,

construyeron un consenso basado en la despolitización de la sociedad, donde lo político se

comparaba con las practicas de determinados políticos, donde el lugar del Estado como integrador,

regulador de las relaciones de las desigualdades propias de una sociedad capitalista periférica, fue

convertido en un simple instrumento institucional, mientras la barbarie del mercado, arrasaba los

lazos sociales pre-existentes, la pobreza, indigencia y desocupación, se instalaron como proceso

natural del desarrollo de una sociedad de mercado, esa violencia constituyo una ciudadanía bipolar,

donde sujetos podían acceder al disfrute de los derechos, mientras la mayoría, pensemos que para el

2003 la pobreza en la Argentina era del 50 %, solo sobrevivían. Es decir, el Estado, en este periodo,

construyo una ciudadanía excluyente, donde se consolido la división entre República, como valor

institucional, con un desarrollo y consolidación de una democracia formal, y el desarrollo de una

democracia social y ciudadanía inclusiva.

Sobre los restos de la violencia fundadora y conservadora de la República Neoliberal, nació el

acontecimiento kirchnerista, interpelando las directrices sobre las que se montaban ese estado de

cuestión, ese sentido común que naturalizo las imposibilidades del ser, las rupturas de la existencia

del futuro en pos de un presente continuo, puso en tensión, en la construcción de una legitimidad, en

medio de victorias y derrotas, pero nunca negándose a avanzar, la totalidad de esos valores.

El kirchnerismo al colocar nuevamente el Estado en la centralidad, al subordinar la lógica del

mercado a los imperativos de lo político, como instrumento de una reconfiguración de la idea de

una nueva ciudadanía inclusiva, tanto horizontales, recuperación de los derechos sociales de los

sectores subalternos, destrucción de las redes clientelares al colocar en la política social estatal, a

través de la recuperación de sistema jubilatorio, la asignación universal, la incorporación de

millones de jubilados, entre otras medidas, y también medidas de ampliación de derechos civiles:

como es el caso del matrimonio igualitario, al colocar lo político en el centro va configurando un

repensar sobre lo ciudadano, su relación con el Estado, con lo publico.

El kirchnerismo, viene a poner en tensión las concepciones de ciudadanía, donde ese estado de

violencia previo funda un nuevo conjunto de derechos, incluyentes, dejando que la misma incluye el

conflicto como parte del debate sobre la ciudadanía.

Lecturas del Kirchnerismo II. Leer desde Cooke

Mientras en Europa y Estados Unidos se debate sobre problemáticas vinculadas a debates

vinculados sobre las consecuencias sociales de la aplicación del neoliberalismo, debate que nosotros

realizamos, padecimos en los '90, hoy en nuestro país se intenta repensar sobre futuros, desde una

base asentada por los gobiernos kirchneristas desde el 2003.

Igualmente en ámbitos diferentes se sigue preguntando sobre la naturaleza de este proceso

político, aunque generalmente se lo ubica desde una especie de no-lugar dentro del espectro

político, la teoría de la impostura, asumida por la izquierda, el centro y la derecha, es una metáfora

que permite despejarlo del espectro. Es impostura la política social, derechos humanos, ausencia de

programa económico, pragmatismo, ademas sumado a una especie de vacío ideológico, en virtud

del sistema de alianzas que el kirchnerismo ha establecido.

El kirchnerismo es un proceso nacionalista revolucionario democrático, poli-clasista, pero cuyo

eje articulador son los intereses de las clases subalternas, la no neutralidad pronunciada varias veces

por la actual mandataria, implica que entre el entramado de relaciones socio-políticas que se

establecen para la creación de correlación de fuerzas para llevar adelante el conjunto de medidas

políticas, sociales y económicas, el sujeto central son las clases trabajadoras, los sectores

incorporados luego de diez años de neoliberalismo. También es un movimiento poli-clasista vertical

en cuanto a la interpelación de reclamos, de incorporación de diferentes grupos generacionales,

movimiento de ampliación de derechos civiles, que significan medidas reparatorias hacia sectores

ciudadanos marginados, mas allá de su pertenencia de clases, por ejemplo la ley de matrimonio

igualitario, el proyecto de ley de identidad de genero.

Como movimiento político es un ampliador de ciudadanía, tanto a nivel social como civil, cuyo

objetivo es la destrucción de las desigualdades socio-económicas generadas por la aplicación de

años de neoliberalismo. Movimiento igualitario que considera la centralidad del Estado, no neutral

frente al conflicto social, como regulador del mercado, recuperador de un papel central, lento pero

seguro, de recursos estratégicos nacionales.

El kirchnerismo es un movimiento de liberación nacional, que toma como eje central la

autonomía nacional, y donde la misma es una construcción no solo ejercicio de un estado sino de la

totalidad del continente, ya hemos asistido como los presidentes sudamericanos han actuado hacia

dentro del subcontinente para dirimir los conflictos sin la intervención de los Estados Unidos, a

través de la UNASUR.

El kirchnerismo ha logrado concretar la idea de Cooke de que ningún proceso político que

busque la liberación ha de lograrse solo desde el peronismo, sino que que es tarea de un conjunto de

sectores políticos unificados en un programa apoyado por la movilización popular, esa gran

políticas de masas orientadas por un programa “inflexible en ciertos principios fundamentales y

suficientemente amplio como para superar los particularismos ideológicos que coinciden en el

propósito común”.33

Espacio político que toma como matriz central, la Revolución Peronista, que como plantea

Coscia, como Revolución en proceso de devenir, ya que como afirma:

“El peronismo es fruto de una revolución, nace como tal y sus tareas permanecen tan inconclusas como

poderosas las energías que reclaman su realización.” 34

Los objetivos de la misma son los que han movilizado a los sectores sociales contra el

gobierno, en ellos hemos encontrado a sectores desde el socialismo hasta los sectores de la derecha

reaccionaria, apoyados por las corporaciones mediáticas y económicas, y las voces de un conjunto

de intelectuales cipayos que dan voces a los intereses anti-nacionales.

Como decía Cooke:

“La oligarquía no solamente es dueña de las cosas, también es dueña de las palabras. “Libertad”,

“democracia” y “moral” figurarán cuantas veces sea necesario en un decreto que dé el zarpazo a las libertades

civiles argentinas. La democracia y la libertad se definen a partir de los valores liberales-burgueses; por lo tanto,

cualquier tentativa de sustituir la explotación económica por sistemas más justos de distribución de la renta

nacional está al margen de la convivencia. El Estado debe ser indefenso frente a los poderes del dinero y

despiadado en la represión de los rebeldes.” 35

Mas adelante dice:

“Ese orden de injusticia permanente impuesta a través del sistema, es propiciado por una serie de estratos que

lo defiende: desde la prensa comercial, los grupos profesorales, los intelectuales cipayos, la masonería, hasta los

partidos políticos “tradicionales”. Una parte de la pequeña burguesía siempre se alinea con la opresión, ya sea

porque cree ejercer una parte del poder social, ya sea por influencia de la propaganda que masivamente se

descarga sobre ella desde hace un siglo.

Las clases dirigentes y parte de la pequeña burguesía del país colonial adoptan los esquemas mentales

impuestos por el país dominante, y ello por varias razones: porque sus intereses están vinculados a los del

imperialismo; porque consideran parte integrante del mundo cultural al que esas ideas responden, mundo del cual

creen participar merced a su sedicente superioridad intelectual sobre el resto de la población; porque se encandilan

con el relumbrón del pensamiento europeo o norteamericano sin entrar a considerar que responden a contigenciaas

que son en muchos aspectos antitéticas de los intereses nacionales.”36

Este proceso revolucionario democrático nacido en el 2003, a través de la participación activa del

Estado, de sus instituciones, ha logrado fortalecer su papel frente a los intereses facticos de poder,

colocando la posibilidad de la construcción de un modelo alternativo que va sustituyendo la

33 COOKE; J.W, “La lucha por la liberación nacional” en COOKE; J,W; La lucha por la liberación nacional. Incluye: El Retorno de Perón y La Revolución y el peronismo, Editorial Quadratta, Buenos Aires, 2007, 9-10

34 COSCIA, Jorge, La esperanza sitiada. Debates políticos-culturales en tiempos del Bicentenario, Colihue, Buenos Aires, 2009, p, 9

35 COOKE, J.W, “La lucha por la liberación nacional” … p. 1436 Idem, p.15. Cualquier parecido con Clarín, La Nación, los “intelectuales” columnistas en esas revistas no es pura

coincidencia.

explotación económica financiera reinante desde la noche de 1976, pero los enemigos del proyecto

político nacional y popular, continua encontrado palos en las ruedas, por parte de la nueva

oligarquía sojera (2008), el ataque de los multimedios oligopólicos durante la lucha por la sanción

de la ley de medios, y la actual intento, por parte de estos medios, aliados con los sectores

financieros, para avanzar en una especie de corrida bancaria, y el ataque a la medida de quita de

subsidios hacia los sectores minoritarios y privilegiados de la sociedad.

Ahora como el peronismo es la matriz de nacimiento, la expresión de la situación de superación

dialéctica de su esencia al incorporar las tradiciones políticas emancipadoras nacionales y

latinoamericanas, que establecen un dialogo con los núcleos fundantes del peronismo, como corpus

teórico político: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política, las cuales también

conforman parte de las tradiciones, así como de las experiencias de sujetos políticos, así como de

quienes en sus cotidianidades sufrieron la falta de esos 3 principios rectores sobre los cuales un

sujeto se incorpora a la política para verlos realizados en la sociedad.

El kirchnerismo, representa, como metáfora la famosa frase de Cooke, el hecho maldito del país

neoliberal, ya que las políticas implementadas desde el 2003 hasta la actualidad, enmarcado en las

contradicciones propias de una sociedad compleja, sumado a la movilización de los sectores

populares, ha colocado en tensión el status quo nacido en 1976, proceso que continuara, ya que las

transformaciones deben romper definitivamente con los moldes que eran la base del antiguo orden,

creando las condiciones para la desaparición que le dieron origen.

Ahí la importancia del lema tomado del gran candombe popular “NUNCA MENOS”, desde las

bases construidas avanzaremos en los elementos faltantes, no son necesarias oposiciones que hablan

en nombre de poderes sectoriales decirnos lo que falta, ya nosotros lo sabemos, para que podamos

encontrarnos definitivamente liberados, en una patria mas justa... esa patria que comienza al sur del

Río Bravo.

Leer el Kirchnerismo. Lecturas desde Bobbio

La caída de los socialismos “realmente existentes” provoco un gran crisis en el espacio de las

izquierdas, frente a ese derrumbe teórico-político, se impuso la visión triunfante del neoliberalismo,

tanto en el plano político, económico e ideológico, los supuestos teóricos sobre lo que se desarrollo

esta cosmovisión del mundo, se centro sobre dos elementos centrales: por un lado, la idea de final

de la historia, y por el otro, la imposibilidad del nacimiento de un modelo alternativo al capitalismo

en su fase financiera, esta ultima implicaba una doble imposibilidad, la primera, como nacimiento

de una alternativa post-capitalista, y la segunda, la imposibilidad de una alternativa interna dentro

del capitalismo, esta ultima era un avance sobre la idea de la existencia de un Estado de Bienestar.

El triunfo de lo inevitable del capitalismo financiero, la derrota de los socialismos en la Europa

del Este, llevo también a amplios sectores académicos, de formación de opinión publica, a la

caducidad de la idea de una existencia dicótomica entre izquierdas y derechas, ya que los sustentos

políticos que sustentaban esa idea, principalmente la bipolaridad a nivel mundial, habían caído con

los significantes de esas palabras que marcaron el ideario político desde la primer revolución

política burguesa, redefiniendose en el devenir en el tiempo, las muertes de sistemas políticos

implicaba en el imaginario de los sectores conservadores el fin de las ideas sustentadoras de una

izquierda y una derecha.

En la periferia, como en el centro, el triunfo ideológico de este paradigma llevo a la aceptación del

desembarco del neoliberalismo puro, pero apareció un discurso basado en un conjunto de ideas

laxos, el progresismo, que cuestionaban determinadas practicas de la implementación del

capitalismo financiero, de una índole cuasi moral, pensemos el progresismo de la Alianza en la

Argentina, que cuestionaba la corrupción, y no la centralidad de la lógica del funcionamiento del

neoliberalismo.

En 1995, el politólogo italiano, Norberto Bobbio, escribe un ensayo sobre la necesidad de

recuperar las nociones de izquierda y derechas, y propone para esto, repensar las mismas, en una

superación del solo marco ideológico sino en los valores que representan cada una, y tomando como

valor central, para analizar a las mismas, la posición que tienen respecto a la idea de igualdad, entre

una visión horizontal y una visión vertical de la sociedad, considerando el criterio de igualdad,

como un principio fundador que resiste el paso del tiempo.

Son las respuestas a la pregunta sobre el problema de la desigualdades sociales, es el criterio sobre

el que la izquierda y la derecha se definen:

“ (…) una distinta valoración entre la relación entre igualdad-desigualdad natural e igualdad-desigualdad

social. Lo igualitario parte de la convicción de que la mayor parte de las desigualdades que lo indignan, y querría

hacer desaparecer, son sociales y, como tales, eliminables; lo no igualitario, en cambio, parte de la convicción

opuesta, que son naturales y, como tales, ineliminables”. 37

Es importante pensar en esta distinción para pensar los cambios ocurridos con la irrupción del

acontecimiento kirchnerista en la sociedad argentina, y para pensar que quienes se opusieron a las

medidas centrales del gobierno pueden ser definidos como derecha, ya que el kirchnerismo, como

acontecimiento vino a instaurar una reparación social sobre las consecuencias sociales de treinta

años de aplicación de políticas neoliberales en nuestro país.

Si bien en su discurso de asunción, el ex-presidente Nestor Kirchner, plantea la necesidad de

construir un capitalismo nacional, o en el ultimo discurso de la actual mandataria en el B-20, que

frente al anarco-capitalismo, es decir el capitalismo financiero, hay que volver al capitalismo en

serio, significo un ataque por parte de la izquierda teórica, acusando al ciclo kirchnerista como una

continuidad del modelo neoliberal, como un proceso de cooptación de los sectores populares, sin

pensar, que ambos gobiernos, ante la pregunta sobre la desigualdades sociales que medidas políticas

tomaron, y las mismas han de ser pensadas como medidas que toman a las desigualdades sociales,

no como naturales, ni forjadas por el desenvolvimiento de los individuos en una supuesta libertad de

mercado, sino como resultado de practicas sociales, que beneficiaron a fracciones de la clase

dominante nacional, como diría Kirchner en su discurso de asunción:

“En nuestro proyecto ubicamos en un lugar central la idea de reconstruir un capitalismo nacional que genere las

alternativas que permitan reinstalar la movilidad social ascendente.

(…) Para eso es preciso promover políticas activas que permitan el desarrollo y el crecimiento económico del

país, la generación de nuevos puestos de trabajo y la mejor y más justa distribución del ingreso. Como se comprenderá

el Estado cobra en eso un papel principal, en que la presencia o la ausencia del Estado constituye toda una actitud

política”. 38

Frente a las criticas de que el kirchnerismo clausura la posibilidad de pensar las posibilidades de

la real emancipación de las clases subalternas, se puede ver, que sin la presencia de un Estado que

reconstruya el tejido social destruido por la aplicación de medidas neoliberales, la recuperación de

los valores de solidaridad y justicia social, no se puede pensar en generación de alternativas al

modelo capitalista, el acontecimiento kirchnerista no solo implica una reparación histórica, sino

también la apertura nuevamente de debates políticos sociales sobre el horizonte de expectativas de

las clases subalternas.

El Estado, no solo actuá generando políticas desde un arriba, sino también con el involucramiento

de la sociedad en la toma de decisiones en las políticas publicas, pensemos en la alta participación

popular en los debates sobre la ley de medios, como la movilización de amplios sectores sociales

apoyando el matrimonio igualitario, actualmente el vicegobernador electo en la provincia Gabriel

Mariotto, realizo practicas semejantes respecto a la discusión de los ejes centrales de la política de

37 BOBBIO, Norberto, Derecha e Izquierda, Taurus, Madrid, 1995, p.14638 KIRCHNER, Néstor, Discursos del Presidente Néstor Kirchner 2003-2007, Ediciones Punto Crítico, Buenos Aires,

2011, p. 18

gobierno de la principal provincia nacional.

Las medidas que se tomaron en su conjunto por los gobiernos nacionales, tienden a pensar a la

sociedad como un espacio horizontal, tendiente a reducir las desigualdades sociales, la recuperación

del rol de los trabajadores como agente político, la movilización de los jóvenes en el espacio

político kirchnerista, quienes desde de las nuevas formas de militancia, que vinculan lo territorial

con lo cultural, lo virtual, dan muestra que la sociedad nacional ha avalado un gobierno, nacional

popular, que podríamos definir de centro-izquierda, por mas que desde los referentes centrales del

espacio no pronuncien la palabra “socialismo”, pero acaso no son partidos de origen socialistas

quienes en Europa han implementado las políticas de ajuste.

El kirchnerismo, ha movido el eje de la discusión política del centro al espacio de centro-

izquierda, y el famoso Nunca Menos, como lo dice Miriam Garcia Merlo, habla del deseo de futuro39, es decir una apertura de un horizonte de expectativas que la temporalidad neoliberal había

cerrado.

39 Ver, GARCIA MERLO, Miriam, http://sumateacristina.net/group/bibliotek-virtual-nacional-y-popular

Del Saqueo a la Plaza. Notas sobre los acontecimientos de diciembre del 2001.

Hay acontecimientos que marcan quiebres en la historia, se pueden ver venir, sentir sus olores en

el aire, pero como en el acontecer del devenir de la vida, las probabilidades presentes nunca

sabemos si hay capacidad de presenciarlos y constituirse como hecho, la probabilidad es una

situación que puede devenir, contenida en los marcos del presente, como resultado de elecciones en

el pasado, el presente, como conjunción del pasado y como proyección de situaciones posibles en el

futuro, determinan, cuando ocurre el acontecimiento, el momento de quiebre, sus formas.

Marx en El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, afirma:

“Los hombres modelan su propia historia, pero no lo hacen libremente, influidos por condiciones que ellos

han elegido, sino bajo las circunstancias con que se tropiezan inexorablemente, que están ahí, trasmitidas por el

pasado”. 40

Los días 19 y 20 de diciembre del 2001, se proyectaron, como un espectro sobre la sociedad

argentina, durante todo el año, un gobierno des-legitimado en las urnas del 14 de octubre del mismo

año, donde el voto blanco y anulado ( cerca del 25 %) salieron en segundo lugar, las constantes

medidas económicas, que se llevaban puestos ministros de economía, la llegada de Cavallo, el

corralito, los altos indices de desocupación, extrema pobreza, hambre, subordinación a los dictados

del FMI y el BM, eran el incendio a ser apagado, las formas fueron arrojar gasolina, solo quizás,

porque pensaron que todas las llamas se detienen con algún liquido.

Quienes recuerdan estos días, toman como eje del relato, la plaza, pero esos días no son solo ese

espacio, de cacerolas, muertes... sino los saqueos previos, en las principales provincias, el hambre

fue el detonador, la desesperanza encarnada en la rabia colectiva, sin los saqueos, sin la

participación de los sectores populares, como actor social, la plaza no hubiera pasado, lo digo,

porque en ciertos momentos de la rememorativos, la plaza, como acto final, como creador del

momento asambleísta de un sector de las clases medias argentinas, in-visibiliza el movimiento

catalizador de los olvidados, de quienes les arrebataron las voces, de los hambrientos, quienes en su

acto de presencia en el histórico proceso, no es el ruido de una cacerola, ni un cántico anti-

institucional, fueron quienes realmente pusieron el verdadero fin del modelo neoliberal,

interpelando la matriz de exclusión generada por las políticas aplicadas por mas de diez años, la

plaza no fue el momento político que impugno el relato dominante, sino la presencia del verdadero

subalterno, el paria de cualquier modelo económico, quien solo sufrió, quien no pudo decir, durante

años, que algo bueno tuvo el menemismo, los que no participaron de la pesadilla de la

convertibilidad, sino solo sufrieron el hundimiento en la pobreza... ellos, los que nada tenían que

perder, quienes frente a los supermercados, destruyeron, con ese solo acto, al neoliberalismo, sin

voz, con dolor en el estomago, sujetos en condiciones que la historia los había colocado, rompiendo

40 MARX, Karl, El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, Editorial Need, Buenos Aires, 1998, p. 13

las condiciones propuestas por los dueños del poder, sin esa impugnación del silenciado,

interpelando los significantes de una democracia vacía.

Se intenta construir un relato sobre esas jornadas, centradas en la plaza, donde los saqueos, actúan

como espacio organizado, aunque en algunas zonas ocurrió, por la vieja política, la plaza, como el

retorno de lo político a esas clases medias urbanas, desafiantes del estado de sitio, la batalla, las

asambleas posteriores, marcadas por el “que se vayan todos que no quede uno solo”, sin respuestas

al que vendrá después, germen de soviets, de nuevos espacios republicanos, la plaza es centralidad

del relato, después en el escenario urbano llegaran de los limites, los excluidos, y sera el grito

“piquete y cacerola”, pero hubo un antes a la plaza, complejo, que fue sepulturero del

neoliberalismo, ese antes, que saqueo la base del neoliberalismo, como fase del capitalismo, que lo

hirió de muerte en su centro, en la figura de ese subsuelo sublevado, esto es central, cuando se

intenta, realizar una comparación con lo que sucede con europa, los indignados, son la plaza, las

voces y acciones de los subsuelos que impugarían el sistema no se escuchan, porque hablan otro

idioma, son los parias, los inmigrantes.

El kirchnerismo, si es resultado del 2001, en cierta parte de aquel de la plaza, pero principalmente

del 2001 del sujeto subalterno participe del saqueo.

Nestor Kirchner lo expone en su discurso de asunción:

“Se trata de tener lo necesario para nuestro desarrollo, en reingeniería que nos permita constar con un Estado

inteligente. Queremos recuperar los valores de solidaridad y la justicia social que nos permitan cambiar

nuestra realidad actual para avanzar hacia la construcción de una sociedad más equilibrada, más madura y

más justa. Sabemos que el mercado organiza económicamente, pero no articula socialmente, debemos hacer

que el Estado ponga igualdad allí donde el mercado excluye y abandona.

Es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo

permanente de inclusión y creando oportunidades a partir del fortalecimiento de la posibilidad de acceso a la

educación, la salud y la vivienda, promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno.”41

Heredero, de quienes con su sola presencia, mostraban la desigualdad del mercado tomado como

dios, porque, como dijimos con anterioridad, el sujeto social del saqueo, impugna la totalidad del

neoliberalismo, al mostrarlo descarnadamente en la presencia del excluido. Hubo plaza, si, pero

también antes, hubo el saqueo.

Heredero de las generaciones diezmadas, una por la Dictadura Cívica-Militar, la otra por las

políticas del Estado Neoliberal, heredero del saqueado por la muerte de la aplicación del hambre

como política para beneficio de las minorías oligárquicas.

41 KIRCHNER, Néstor, Discursos del Presidente Néstor Kirchner (primer parte), Ediciones Punto Crítico, Buenos Aires, 2011, p. 18. El resaltado es propio.

La lagrima del VerdugoLos verdugos también pueden llorar, no es cuestión de géneros, aunque no se si es cuestión de

construcción de un personaje teatral, porque igual después de las lagrimas derramadas el hacha

caerá sobre la cabeza del condenado, y luego de secar sus lagrimas, el verdugo continuara viviendo,

soñando, quizás también vuelva a sonreír, pero el condenado, no solo llorara, sino le robaran la

capacidad de sonreír.

Una ministra de trabajo podrá llorar, pero lloraran mas los millones de personas sobre los que se

aplicaran las medidas económicas, no tendrán a su lado un gélido gerente que continuara su

discurso, ahora sin lagrimas, quizás en el secreto de su habitación un gerente podrá llorar, pero no

sabremos los motivos.

La palabra sacrificio no pudo ser terminada de ser pronunciada, pero importara si esta presente o

ausente en un discurso, si igual en la pira del neoliberalismo los pobres serán inmolados como

sacrificio a los poderosos de la tierra.

Pero frente a las victimas del sacrificio, siempre habrá otras lagrimas, esas de impotencia, de las

que nos hacen sensibles ante el dolor de los demás, declaración del Che en su ultima carta, quizás

legado ético del viajante de sueños, sentir que no perdemos la humanidad mientras existan personas

por quien derramar lagrimas, ética a ser recuperada en estos momentos.

Necesitamos una reivindicación de la lagrima, de su uso, contra su abuso por parte de quienes

hacen mal de tan noble objeto, porque no queremos que las lagrimas se las roben los poderosos,

porque si esta al servicio del verdugo, que pensaremos de la lagrima derramada por el olvido del

amor, de la lagrima de la poesía, del dolor ante la ausencia, porque las lagrimas no tienen la culpa

de ser derramadas por los verdugos.

Retorno de lo Político. Destrucción de la temporalidad neoliberal

Cuando lo político retorna al ámbito publico, arrastrando sus venas sobre gran parte de la

sociedad, comienzan a producirse una serie de modificaciones en las sociedades, el retorno del

conflicto democrático, el des-enmascaramiento de los intereses, la transparencia de los lugares del

habla.

Lo político en una sociedad, es una apuesta a la capacidad de pensar las lineas disruptivas que

apuntan al futuro, es colocarse frente al pasado, buscando preguntas desde el presente que den

cuenta de su situación, es la ruptura de la temporalidad neoliberal que nos arraso durante mas de dos

décadas.

Temporalidad Neoliberal

Uno de puntales básicos del neoliberalismo, luego de la caída de los “socialismos reales” fue la

implementación del supuesto de no alternatividad al modelo económico financiero, era el triunfo del

liberalismo, el fin de la historia.

Pensar la no alternatividad, es pensar como afecta la misma a los sujetos sociales, es colocar al

presente en un continum casi eterno, donde paradojicamente, se anula una de las funciones del

presente como temporalidad, la de ser puente entre pasado y futuros a ser elegidos, el presente

eterno anula la posibilidad de incorporar el nudo de posibilidades que nacen del acontecimiento, a

su vez es la negación de la posibilidad de la pregunta sobre el pasado, como multiplicidad de voces.

La temporalidad neoliberal es resultado de la des-politización de la sociedad, o mejor dicho,

privatización de lo político, donde el resultado de crisis, perdidas de esperanza, lleva mover la

política a la esfera de lo mediático, esta esfera ya no condicionaba lo económico, sino también era

controlador de las voces que tenían la posibilidad de enunciar palabras frente a las pantallas de

televisión, era el nacimiento de muchos políticos que dejaron la calle por el sillón de canales.

El proceso de al no aternatividad, lleva una doble negación, por un lado, implica la idea de no

superación del capitalismo como forma histórica, negación de las formas emancipadoras del

socialismo, pero también, la negación de la existencia de formas alternativas dentro del capitalismo,

la única forma es la etapa financiera, no mas la posibilidad de un capitalismo basado en el modelo

keynesiano, estado de bienestar, negación externa e interna al sistema.

Las negaciones implican recortar a la comunidad la posibilidad de elección, el futuro es una

repetición continua del hoy, subordinación del tiempo a las lógicas del mercado, donde las

elecciones solo pueden darse en la esfera comercial, pero no en la esfera de lo político.

Y un día volvió lo político

Y volvió, de repente el futuro pudo enlazarse de otra manera, pudimos analizar el pasado desde la

esfera de la reparación, el presente se convirtió en momentos donde la comunidad, la sociedad elige

el futuro.

América Latina abrió el mundo la posibilidad de reencontrarnos con pluralidad de horizontes de

expectativas, lentamente la política retorno al espacio publico, nuevamente, con la idea de política

como participación del sujeto sobre la sociedad, opera la idea de alternatividad.

Al subordinar el Estado, ponerle limites al mercado, la sociedad recupera la posibilidad de

elección en la esfera de lo político, produciendo rupturas importantes en la cotidianidad de los

sujetos, la incorporación al mundo del trabajo, a la educación, abre al sujeto la capacidad de romper

el quietismo social, donde los individuos ocupan lugares casi por ubicación natural en un espacio

social, o sea en otras palabras, por naturaleza los pobres deberían seguir siendo pobres, esa era la

lógica del neoliberalismo, hoy ese modelo se rompe, horizontes de expectativas nuevas se abren en

el ámbito de las posibilidades de millones de argentinos, algunos dirán es la lógica de mi hijo el

doctor, pero ese espacio de expectativas es central en la movilización social igualitaria que movilizo

a los gobiernos peronistas, excluyendo el Therminodiano menemismo.

Hoy podemos pensar entre variables de capitalismos y variables de socialismos, el presente

importante se iguala con el futuro.

Desde lo político, el sujeto recupero la posibilidad de ser y de pro-yectarse, y de repente

descubrimos, que eso de banderas, de nestornautas, de canciones, son de alegrías, porque el día que

se recupero la política descubrimos que nos podemos indignar, pero no contra el gobierno, sino

contra quienes durante años nos robaron la esperanza... por eso en América latina no hay indignados

sino hay alegres personas manifestándose a favor de los gobiernos.

El rompecabezas del Kirchnerismo. Apuntes para la construcción de una teoría política e

ideológica de liberación

El kirchnerismo emerge en la sociedad nacional como una ruptura histórica, son momentos políticos que rompen con los paradigmas anteriores, e intentan reconstruir, dar sentido, a nuevos marcos de interpretación e interpelación societal. Los sucesos de fines del 2001 y principios del 2002, plantean una serie de cuestionamientos al orden neoliberal, el primero, el marco de inevitabilidad de exclusión social, desocupación, los saqueos en ciertas provincias, impugnan la matriz central del marco ideológico, que planteaba la distribución vía cascada de los sectores mas beneficiados sobre el resto de la sociedad, ese planteo vertebrador, contiene en si mismo una serie de actitudes a ser cuestionadas, por un lado, la no necesidad del Estado, como institución mediadora entre los intereses en pugna, distribuidor de riquezas, suplantado por la lógica falaz del mercado autorregulador de las relaciones sociales, los piquetes, como acción de visualización del proceso de desigualitario instalado, ponían en tela de juicio, la idea del mercado como respuesta a las ideas del contrato social, de conflicto por pujas distributivas, al quitarle la no neutralidad de una especie de sujeto autónomo de los sujetos sociales que intervienen en el, el mercado era la emergencia de la lógica descarnada del Amo y del esclavo.

En segundo lugar, las movilizaciones de los sectores medios urbanos, interpelaban la relación institucional de la democracia formal, la política subordinada a la lógica de la economía, el planteo neoliberal del ejercicio de determinados derechos políticos y civiles, frente al retroceso de los derechos sociales, es decir, no importaba el grado de exclusión que genera la aplicación de políticas neoliberales la institucionalidad republicana podía continuar en funcionamiento, la consigna que se vayan todos interpela en cierto sentido la lógica institucional del neoliberalismo, aunque, si bien se observaban practicas extra-institucionales como las asambleas, lo que se planteaba era una redefinición de republicanismo como forma, una modificación de contenido, se ponía en tela de cuestión la relación republicanismo-democracia-política-mercado.

Como podrán notar, en el texto coloque cuestionan, ya que la salida del proyecto neoliberal puede darse por una doble vía: por derecha, la salida duhaldista, o por izquierda, la salida kirchnerista, esta doble lógica de proyectos de país fueron las que emergieron en las elecciones del 2003. El kirchnerismo viene a resignificar las relaciones presentadas arriba, la ubicación central del rol del Estado como mediador no neutral entre clases dominantes, tanto de las fracciones nacionales vinculadas a sectores agrarios, industriales como el poder de las fracciones transnacionales, y las clases subalternas, integradas por un complejo y heterodoxo conjunto de sectores sociales: desde clases medias empobrecidas, desocupados, trabajadores. La ubicación del Estado en su grado de centralidad no neutral es el principal postulado sobre el que descansa la ideología kirchnerista, a partir de esta posición se reubica ideológicamente como recuperador, restaurador y amplificador de derechos políticos, económicos, sociales y civiles.

La política, reconocida ya no como un espacio de consensos entre iguales, sino como espacio de conflicto antagónico, donde las luchas entre las clases se dirimen en la persecución de intereses contrarios, retomando la idea de la política como transformadora de la realidad, es un aporte significativo y central dentro del articulado mencionado en el rol del Estado, no hay solución a los conflictos sin política, por lo cual, el mercado, de la ideología neoliberal, aparece ya no solo como un regulador entre sujetos que emiten un contrato entre iguales, sino un espacio donde las clases dominantes ejercen dominación sobre el resto de las clases subalternas, el mercado, en cualquier lógica de interpretación ideológica es por si mismo un espacio de conflicto político, por lo cual, el rol del Estado es establecer marcos regulatorios sobre los efectos de desigualdad que el mismo ejerce sobre las otras esferas de la sociedad, si el Estado, durante el neoliberalismo, aparecía frente a la opinión publica como autónomo, en realidad era un actor no neutral, cuyo aparato institucional beneficiaba a las clases dominantes, el kirchnerismo, vino a dar vuelta la ecuación, ahora la intervención estatal esta vinculada a la defensa de las clases subalternas, frente a la voracidad animal del capital nacional y transnacional.

Para ejercer esta política de no neutralidad estatal, el Estado debe lograr espacios de autonomía frente a los intereses foráneos, de esta manera el proceso de desendeudamiento, logro que el FMI y el BM dejaran de ser participes necesarios de cualquier decisión política interna, y de esta manera se logra la autonomía para imponer las reglas sobre las actividades de las clases dominantes, es decir, al ganar autonomía en respecto a los organismos internacionales, se logra subordinar a la economía a la esfera de lo político. Desde el Estado se ejerce una recuperación de los derechos humanos, no solo en la esfera de la reparación hacia el pasado, sino también reparación en el presente y orientada hacia el futuro. La política de derechos humanos hacia el pasado tiene como eje central la recuperación del papel del Estado como espacio donde se resuelven las penalidades basadas en la violaciones sistemáticas de los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar, vía el enjuiciamiento de la totalidad de quienes fueron participes necesarios y quienes emergieron como espacios de complicidad civil, ya que esos actos del pasado se proyectan sobre el presente, el caso de apropiación de la empresa Papel Prensa, se convierte en paradigmático, ya que la misma construye un condicionamiento al desarrollo de la construcción democrática, tanto a nivel de régimen político como en practica de derechos políticos y civiles, concentración que impide la diversidad del pensamiento, construye agenda política.

La reparación hacia el pasado, es esencial para la construcción del futuro, recuperando las dimensiones temporales del pasado y futuro, el kirchnerismo rompe el esquema de temporalidad neoliberal, donde el presente, como un continum ad-eternus, se configura como el eje temporal central, sin relacionarse con el pasado, ni proyectarse hacia el futuro, el presente se convierte en legitimador del orden establecido, ya que niega posibilidades de proyectos de superación de la realidad, además actúa como una sutura impuesta sobre un pasado, desconectado del presente. El

re-inicio de los juicios, las condenas, son recuperaciones de un pasado, de proyectos políticos, reparación del pasado en el presente, también reparación del pasado reciente, la recuperación de los derechos sociales, recuperación del trabajo, son reparaciones que ejerce el Estado sobre quienes fueron excluidos del sistema por el neoliberalismo. El matrimonio igualitario, como el debate presente sobre el proyecto de ley de identidad de genero, son reparaciones hacia sectores marginados por el proyecto burgués de construcción de la ciudadanía. Así también, la ley de migración nacional, reparadora contra las desigualdades generadas, principalmente, hacia los hermanos latinoamericanos, igualdad entre participantes de la comunidad latinoamericana.

Así mismo, se produjo una democratización del uso de la palabra, frente a la palabra concentrada, construida sobre la condiciones del proceso militar, y los negociados del neoliberalismo, de esta manera los sujetos recuperan derechos establecidos en la constitución nacional. De la escritura al hecho. La política de derechos humanos tienen como eje la proyección de igualdad política, civil y social, configurándose como piso sobre el cual se movilizaran las futuras ampliaciones de derechos, es una política de reconstrucción de una idea de ciudadanía ampliada, donde sujeto de derechos es ejercicio de lo mismos por los ciudadanos, bajo las condiciones generadas por la participación del ciudadano. Visión ampliada de los derechos humanos significa recuperar la matriz democrática de las corrientes emancipatorias nacionales y latinoamericanas, ya que pone en tensión la pregunta si la democracia solo es un régimen político, basado en un conjunto de reglas institucionales, o la democracia es un ejercicio superador del mero espacio institucional, volviendo a colocar en simetría derechos humanos, entendidos en su complejidad, y democracia.

La institucionalización del proyecto político kirchnerista es una redefinición del régimen político nacional, a través de los canales de la democracia burguesa se reconfigura un nuevo parámetro de democracia popular, basada en que democracia se construye con las posibilidades de sujetos sociales incluidos, autonomía del Estado frente a los poderes facticos, unidad latinoamericana, construcción de una nueva hegemonía, donde se construye una serie nueva de consensos, que encarnar los valores de solidaridad, igualdad, fraternidad con los pueblos oprimidos.

El kirchnerismo como proyecto político en continuo devenir, se construye sobre un conjunto heterodoxo de clases sociales, el debate central es plantear si deviene como proyecto hegemonizado por las clases subalternas, o por los aliados circunstanciales de ciertas fracciones de la burguesía nacional, entre quienes la profundización política del kirchnerismo significa la construcción de un proyecto alternativo, o quienes, buscan mantener las conquistas, ya no como piso sino como techo.

La recuperación del debate político propiciado, y las series de tradiciones emancipatorias incorporadas al proyecto político, teniendo como eje central, la tradición plebeya del peronismo, que avanza desde los canales institucionales hacia el cambio de la lógica donde las clases subalternas sean la columna vertebral, no ya solo como sujeto de movilización sino como sujetos de

ejercicio de poder, la incorporación de diputados nacionales provenientes de las corrientes internas del kirchnerismo (La Campora, Movimiento Evita, Juventud Sindical) muestran que el debate sobre el proyecto a futuro se encuentra hacia dentro, y se trasladan hacia el afuera. Los ataques constantes de los sectores concentrados nacionales, los sectores patronales del campo, ciertos espacios monopólicos, fracción financiera de la burguesía, dan cuenta de lo que se juega en este espacio conflictivo que es la sociedad política nacional, el kirchnerismo como el hecho maldito del país neoliberal, que al entrar por las grietas abiertas en la historia, vino a poner en cuestión las correlaciones de fuerza entre las clases, poniendo en juego las formas de acumulación capitalista, un proyecto que deviene como interpelador del proyecto de dominación nacido bajo las zonas obscuras de la dictadura cívico-militar, y establecido como estructura bajo los gobiernos de Menem y de la Alianza.

El kirchnerismo es un proyecto de liberación nacional democrático, participe de un cambio de época continental, que plantea la Unidad Latinoamericana como eje para liberarse de la hegemonía de los países centrales y sus instituciones de subordinación de los pueblos del mundo. Como dijo la actual mandataria, en el discurso de apertura de hangares de la aerolínea de bandera, si el proyecto político del kirchnerismo no se mantiene en el tiempo, si es derrotado por la derecha cipaya, neoliberal, por quienes vendrán, como siempre lo han hecho, por los trabajadores y las clases subalternas. Profundizar el modelo significa generar los cimientos para que un proyecto político de las clases subalternas nacionales, no devenga en otra derrota frente a los proyectos entreguistas de las clases dominantes.

La palabra recuperada

Tener la posibilidad de la palabra, es quizás una de las manifestaciones del ser humano, a través de ella, conferimos sentidos a la realidad, nos permite comprender y comprometernos con otro, a través, de la misma la poesía nace, expresamos el dolor, la incomprensión, destruimos la soledad, y conformamos un comunidad con el otro. La posibilidad de la palabra es la posibilidad de la libertad, de proyectarnos sobre las posibilidades de una situación, poseer palabras es poseer posibilidades, sentidos y responsabilidades sobre las elecciones. La palabra nunca camino por senderos de rosas, sino espinosas sendas, peajes, caminos coartados por quienes detrás de la idea pequeña de una libertad económica la convirtieron en la Libertad de Expresarnos, y sola la palabra, que era parte un mensaje entre dos, donde circulaba, señores del capital la convirtieron en única, y nos solo nos robaron las palabras, sino los sentidos que ellas producen, robada la palabra solo un sentido sobre la realidad guiaba la acción de los hombres… lo que cierto señor, continuo devenir de la derecha expresiva denomino, capacidad de crear agenda. La palabra robada, entraba en un matrimonio extraño con el comerciante de sentidos, y ellos desde los espacios del mercado, legitimaban los discursos, nos indicaban el bien y el mal, condicionaban gobiernos, humores y alegrías, escritas ellas se volvían habla, y viajaban al camino de los monopolios. Gran parte de la idea de que frente al capitalismo neoliberal no había alternativas, fue resultado de expropiación de la palabra, de sus sentidos emitidos, de esas cadenas de significantes que llenaban el vació existencial de no ser lo que podríamos ser, de reducir la capacidad de comprender las posibilidades existentes en cada situación, ya quien emitía la palabra emitía la posibilidad de elección. Pero hubo, hay y habrá rebeldes de la palabra, quien desde los márgenes, cobijaron las palabritas olvidadas, y le daban la posibilidad de recuperarse del dolor, espacios para cuestionar ordenes, palabras que recuperaban la luminosidad de ese mundo, donde existieran, pero los dueños de la palabra, en secreto se reían de las palabras rebeldes, solo sabían si la palabra política retomaba su significante de posibilidad de cambio podrían comenzar a ver debilitada su capacidad de construir verdad, la capacidad de la palabra generadora de totalidad estaba en sus manos. Hay hombres que son fuegos, diría Galeano, y el fuego dio calor a la palabra convicción, que se encontró nuevamente con esa palabra hermosa que es política, y lentamente, un fueguito que nacía bajo las sombras de una metáfora de país, comenzaba a dar mas calor, crecía, y empezó a cuestionar el orden de la palabra monopolizada, le dio calor con la palabra democracia, ya no vaciada, sino llena de palabras: igualdad, libertad, entre sujetos de derechos, cuyo derecho era ejercerlos para que no sean usurpados, el fueguito se convirtió en llama, y las palabras rebeldes, comenzaron a sentirse cómodas con esas llamas, porque recuperaban la posibilidad de ser. Primero se recupero la palabra hablada, aunque los dueños del diccionario pusieron palabras encerradas como trabas en la Justicia, ya su palabra no era tan importante, sus palabras generaban dudas, no legitimaban totalidades sino una parcialidad que tenia nombre, ayer se recupero la posibilidad de la palabra circular en las hojas bellas de un papel, y ese

día, las palabras descubrieron que eran un poco mas libres, mas iguales, que los sujetos que emiten palabras también, y ese fuego convertido en pasión, de convicción no claudicadas al entrar en los espacios de poder, recupero para todos la relación entre palabra dicha y acción, nuevamente la palabra nos invito a soñar despiertos.

Ética Militante. Entre Don Atahualpa y el Che

¿Que nos convierte en militantes?... Esa palabra hermosa, que lleva a las personas a embarcarse en

proyectos de recuperación de las dignidades perdidas en las décadas neoliberales, ese accionar

basado en una postura ética frente al otro, aquel desprotegido, un otro, descartado por los

poderosos, que nos interpela, que se nos presenta como una imposibilidad del ser, basada en la

negación de quienes desde los espacios no políticos, ese otro, extranjero, pobre, desposeído, una

ética basada en un primer momento en la indignación ante una realidad que puede ser cambiada,

indignación que nos moviliza a la pregunta sobre la sociedad, sobre la naturaleza del hecho social,

sobre los conceptos, anteojos que tenemos puestos, para ver la realidad, sobre si la realidad

naturalizada, no debe ser des-construida, porque hay algo que no tiene sentido, indignarse, y el

pasaje a lo político, significa la des-naturalización del hecho social presentado como eterno.

Max Weber, planteaba que lo político entraban en juego una doble ética, la de la convicción y la

responsabilidad, ya que según el teórico alemán, la política necesita no solo de una ética sino

también de una pasión autentica, que no sea una simple excitación estéril, ya que la ética funciona

como legitimación del accionar político, ambas éticas nos colocan ante la responsabilidad ante las

consecuencias que tomamos, y, como en la política, muchas veces entramos en conflicto con

intereses “diabólicos”, la necesidad, convicción de que nuestro accionar no solo sea el fin, sino el

medio guiado por un fin.

Sabemos que vivimos en una sociedad capitalista, que por esencia, y su razón de ser, es la

desigualdad, que algunos han camuflado en una desigualdad “natural”, cuando empezamos a

despejar los anteojos, sabemos que esta desigualdad es de carácter social, que los sectores

dominantes, siguiendo a Cooke, se los debería caracterizar por su búsqueda continua del tener, que

terminaría definiendo su ser, y si no existe un control, alguien que coloque limites, en su continua

lógica de ser, es decir de aumentar su tener, no tienen intereses humanitarios, si han de sacrificar la

mitad de una población a la mas extrema pobreza lo harán sin el menor cargo de conciencia, y

dormirán tranquilos en sus camas, sin remordimientos, o mas tardar, con pastillas para no soñar.

Quienes militamos para que el fin de nuestro accionar sea la construcción de una sociedad

igualitaria, debemos tener por lo menos dos principios éticos centrales, el primero, nace de la carta

que el Che le escribe a sus hijos antes de partir a Bolivia, donde les dice que el ha sido un hombre

que actuá como piensa y fue leal a sus convicciones, y segundo, que ellos, deben ser capaces de

sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida en cualquier parte del mundo.

Ese principio ético, nos obliga a no separar la acción del pensamiento, o sea, no borrar con la

mano izquierda lo escrito con la mano derecha, de mantener una actitud critica frente a nosotros,

que la unidad entre pensamiento y acción debe ser guiada por una convicción que no debe ser

dejada de lado por ningún azar de la vida, pero el mas importante de todo, es no perder la capacidad

de sentir como propia la injusticia, es decir, no naturalizar las situaciones, de que nuestra alma

siempre debe estar preparada para sentir el dolor ajeno, ese dolor naciente como hecho social de la

desigualdad como propio, el día que uno pierde esa capacidad de no sentir injusticias como propias

se transforma en militante del orden establecido.

El segundo principio ético, cercano al descripto con anterioridad, lo dice Atahualpa Yupanqui, en

su canción “Preguntitas por Dios”, donde narra la búsqueda de la pregunta sobre la existencia de

dios, pero termina considerándola secundaria, cuando al final dice: “que nadie escupa sangre para

que otro viva mejor”, es decir, un militante de una causa nacional y popular, y como dijo hoy la

presidenta, democrático, debe plantearse como central ese objetivo, es aquí el significado de no

neutralidad ante el hecho social, no caben posiciones intermedias ante el hecho de que la mayoría

no es invitada a la fiesta del patrón.

La llegada del Kirchnerismo, en el 2003, con su hermosa frase de no dejar las convicciones en las

puertas de los espacios de poder, como afirma Rinesi, el kirchnerismo como movimiento político

genero la recuperación de 3 elementos que la política argentina, y la política en general, había

dejado de lado, en las décadas post-dictatorial: 1) la política, como instrumento de transformación,

2) que la ciudadanía es un sujeto de derechos, que ademas son puntos de partida para la ampliación

de los mismos, y que son esenciales, para garantizar el ejercicio en forma efectiva de los atributos

de la ciudadanía y 3) El rol del Estado, como garante de los mismos.

Con estas recuperaciones, o reparaciones, los militantes, podemos interpelar a los limites de lo

posible de lo político, de llevar y construir nuevos horizontes de expectativas, de nuevos caminos

de institucionalizar de formas nuevas de democracia, de esa que no solo sea un conjunto de reglas

formales que avalen regímenes políticos, sino la democracia como ampliación e incorporación de

sujetos colectivos, con capacidad de soñar, porque el valor ético del kirchnerismo, como nuevo

movimiento político, fue que nos dio a todos la capacidad de recuperar la capacidad de soñar con

otro mundo, para las generaciones presentes, y para las generaciones futuras, para la construcción

de un mundo donde no haya que sentir mas injusticias ni que nadie escupa sangre para que unos

pocos vivan mejor, si eso es poco, estamos hablando otro idioma.

Bibliografía:

Guevara, Ernesto, Carta del Che a sus hijos, http://www.nodo50.org/pretextos/che2.html

Rinesi, Eduardo, “Notas para una caracterización del kirchnerismo” en Debates y Combates, No 1,

noviembre 2011

Weber, Max, La ciencia como profesión/La política como profesión, Buenos Aires, Alfaguara, 2010