Apuntes de Protohistoria
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Apuntes de Protohistoria
Tema1: Europa y el Mediterráneo durante el siglo I Milenio a.C.
1.1. Concepto, Fuentes y Métodos de la Protohistoria
Hay que comenzar diciendo que al margen de lo que se formulara en los años 60 por
algunos historiadores franceses que identificaban la protohistoria con periodos tan lejanos como
el neolítica o el calcolítico, hoy la definición más acertada es la que dan los investigadores de la
llamada escuela anglosajona según la cual se entiende como protohistoria como aquel periodo
de la historia de la humanidad referido a los pueblos de los cuales se posee una información
escrita, ya sea directa o indirecta. Esto son ideas que han tomado cuerpo en la investigación
desde hace algunos años. Dentro de esta definición de protohistoria cabe incluir tres posibles
opciones para caracterizar una cultura como protohistórica: por una parte algunos pueblos que
están en proceso de desarrollar la escritora por un contacto o intercambio cultural con otro
grupo que ya la ha desarrollado. Pero también hay que considerar a aquellos que de forma
incipiente generan la escritora sin contacto alguno con otro grupo para usarlo luego en sus
relaciones, y también aquellas culturas ágrafas pero que sí que están en contacto con otras
culturas que si que tienen escritura porque aunque no aceptan la escritura forman parte de esa
realidad porque aquellos que si tienen escrituras hacen referencia a esa cultura que no tiene
escritura. De hecho algunos investigadores pues hablaban de pueblos parahistoricos para aceptar
luego el termino de protohistoria.
Este concepto toma como referencia la propuesta de Gordon Child cuando pretendía
establecer los límites entre prehistoria y protohistoria porque este decía que el final de la
prehistoria podía venir determinado en el momento en que una cultura comenzaba a adoptar
determinadas novedades como la metalurgia, el urbanismo y por supuesto la escritora. Esto
surge a lo largo de determinadas etapas o tiempos difusos en los que estos cambios no están
consolidados y es lo que llamamos protohistoria. Todas estas trasformaciones surgen en el
Próximo Oriente hacia el III Milenio a.C. cuyas culturas empiezan a transformarse socio-
culturalmente. Cuando esto comienza a reconocerse en Europa y el Mediterráneo empiezan a
tambalearse los modelos explicativos porque en estos lugares van a consolidarse en el I Milenio
a.C. y es aquí donde efectivamente con ritmo diferente empiezan a reconocerse tanto en textos
como arqueológicamente los avances que mucho tiempo antes estaban en el próximo oriente, es
aquí donde se sitúan los tiempos protohistóricos en Europa y el mediterráneo que se acota al
principio en el final del bronce final, y el final con el mundo romano. Y en medio queda
experiencias culturales tremendamente complejas como las diversas culturas que se dan durante
el bronce final.
Tradicionalmente hay que decir que la investigación protohistórica ha girado en torno a
dos cuestiones fundamentales, hasta los años 60 del siglo XX; la investigación de este tiempo se
estructuraba en dos: uno es la cronología, y el otro es la validación arqueológica de los textos
grecolatinos que fueron durante mucho tiempo la fuente primordial para conocer las culturas de
este tiempo. Las que están más allá se valoraron con un marcado sentido mítico como Tartesos.
En torno a estas dos cuestiones giró la investigación de la protohistoria. Actualmente hay que
decir que la cuestión cronológica sí que se encuentra acotada gracias al estudio combinado de
las dataciones absolutas de carbono 14 y por supuesto las cada vez más afinadas tipologías de
materiales.
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Respecto a la validación arqueológica de los textos grecolatinos hay que decir sobre
esto que de forma progresiva los prehistoriadores han ido superando eso porque cada vez más se
están interesando por el estudio de los procesos de formación de las culturas y el estudio de la
sociedad. Básicamente son las siguientes las directrices que marcan el interés de los
prehistoriadores: poblamiento, jerarquización social y territorial, las interrelaciones comerciales
a larga distancia y las repercusiones aculturadoras, las bases demográficas y económicas
(relaciones de producción), el papel de la ideología y su proyección en los sistemas de gobierno
y por último la etnicidad e identidades. Estas líneas a partir de los años 70 surgen de forma
independiente. La protohistoria es un tiempo que en gran medida contribuye a renovar porque
estamos ante sociedades complejas en todos sus mecanismos que han exigido respuestas
investigadoras complejas a veces descoordinadas entre sí de forma independiente.
Estudio del Poblamiento
En cuanto al poblamiento se refiere los modelos metodológicos que se activan a partir
de los años 60 y 70 en Europa y el Mediterráneo están marcados por la llamada arqueológica
espacial. Desde los años 70 se ha hecho un recorrido que se inicia en la arqueología espacial
hasta la actual arqueología del paisaje, y esto ha cambiado la investigación arqueológica en
general y la protohistórica en particular. La arqueología espacial surge en los 70 en Cambridge;
entre los nombres más relevantes de esta primera generación de arqueólogos destacamos a
Hodder, Orton, y Clark. Cada uno de estos autores bien de forma combinada o individual
escriben sobre los planteamientos de la arqueología espacial que tiene mucho que ver con la
geografía locacional que tiene como objetivo era reconstruir los patrones de asentamiento y las
formas de distribución de la población y espacio y tiempo determinado y las relaciones entre
ellos que afectaban tanto a lo vertical como lo horizontal. Clark decía que había que salir del
yacimiento con orden y analizarlo en tres escalas fundamentales, analizarlo en lo que definió
como micro (unidades básicas del yacimiento y reconocerlas funcionalmente como por ejemplo
una tumba dentro de una necrópolis), meso (esas unidades básicas tenían unas relaciones dentro
del hábitat y eso es el mesoespacio por ejemplo la idea funeraria de una necrópolis) y macro
espacio (es el espacio más amplio como por ejemplo las condiciones que determinan la
localización de un asentamiento).
A finales de los 70 y principios de los 80 en Cambridge se empiezan a general críticas
sobre los primeros resultados de la arqueología espacial y los críticos decían que los resultados
no gustaban porque se usaban conceptos de la geografía locacional para tiempos muy alejados y
por tanto había que replantearlo y se abre una crisis en el seno de la investigación y se renuevan
planteamientos aprovechando lo bueno de los anterior pero dando un impulso al factor
ideológico, y esto es lo que cristaliza en los 90 en la arqueología del paisaje y se entiende el
paisaje como realidad compleja como producto de la acción humana. No se puede hablar de
paisaje sin contemplar la acción humana porque si no se contempla esto solo se puede hablar de
medio natural. En esta simbiosis de lo económico y social y ideología es donde se basa la
arqueología del paisaje con una estructura funcionalista pero también muy estructurada en torno
a un factor vital, que es el poblamiento. Y como plasmación más expresiva de la arqueología del
paisaje son los proyectos que se llevan a cabo de punta a punta del Mediterráneo desde
principios de los años 80.
En España en los 70 no se habla en ningún momento de arqueología espacial y en los
año 80 se habla de primera vez de arqueología espacial y se materializa sobre el primer coloquio
de arqueología espacial en 1984 en Teruel de mano de Francisco Burillo Mozota que comienza
a hacer una forma de análisis del territorio que venía de Cambridge y cabía la posibilidad de
aplicarla al ámbito español. La arqueología espacial irrumpe en España con diez años de retraso
y entra con planteamientos que ya se estaban revisando en su origen, en Cambridge. Y la
renovación de los planteamientos adquiere una deriva singular porque aquí empieza a
desdoblarse hacia la arqueología del territorio y hacia la arqueología del paisaje. Arturo Ruiz
que es el ideólogo quien realmente abre de renovación de esta línea de trabajo de arqueología de
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territorio sintetiza la arqueología espacial con planteamientos materialistas, el trata de imbricar
esas dos cuestiones; cosa que los ingleses no, porque se rigen por planteamientos evolucionistas.
Ruiz imprime una impronta particular a la arqueología del territorio que se realiza en Jaén pero
luego se hace en otros, y resitúa los niveles de análisis en dos niveles fundamentales, el
territorio local o paisaje o territorio político o regional.
A nivel espacial hay que sumar el concepto de tiempo corto y de tiempo largo, ellos
focalizan en un primer nivel el territorio local o paisaje, se integra el concepto de paisaje porque
ellos utilizan el termino desde su literalidad, pero esto significa el tiempo corto, la coyuntura, es
una realidad concreta de un lugar. Ellos hablan también del territorio político o regional que
identifican con un nivel de análisis que es el macro-espacio, el patrón de asentamiento de esa
realidad, y eso ya es el tiempo largo, es la realidad socio política donde se integra un lugar
concreto. Estos son concepto con carga social y política, y la que se sintetiza con los
planteamientos espaciales, y donde podemos verlo en yacimientos como el oppidum ibérico de
Puente Tablas (Jaén)
Oppidum Ibérico de Puente Tablas (Jaén)
En España la resolución de la crisis de la arqueología espacial de primera generación se
resuelve con la arqueología del paisaje, es donde se halla la escuela del CSIC de Santiago
liderado por Felipe Criado. También hay que decir que desde estos planteamientos están los
miembros del equipo del CSIC de Madrid. Esta forma de trabajar el territorio como alternativa
de la arqueología espacial a partir del 84 sigue más de cerca las directrices del mundo
anglosajón porque se fundamenta en parámetros más neo-evolucionistas y en un planteamiento
donde lo simbólico y la arqueología cognitiva se notan bastante, nos referimos a que no inciden
tanto en cuestiones sociales como en cuestiones simbólicas de ese paisaje y se incide más en
aspectos intangibles. Esta visión consiste en un análisis evolutivo de las relaciones hombre-
medio y hombre-hombre. Las relaciones hombre-hombre generan relaciones de organización
social, formulas organizativas, es lo que da la relación entre humanos, y la relación del hombre
con el medio da paisajes, la acción humana en el medio genera paisajes culturales.
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La evolución de estas relaciones tienden hacerse más complejas con el tiempo, y esto
genera tipología sociales y formas de poder, y desde el punto de vista neo-evolucionista de
Santiago utiliza el esquema de Service que afirma que esta estructura se sintetiza en cuatro
niveles: bandas, tribus y jefaturas y jefaturas y estados. Las bandas generan paisajes salvajes
porque no hay modificación de ese medio, las tribus y las jefaturas crean paisajes parcelados y
por último las jefaturas y los estados crean paisajes jerarquizados.
Estudio de las jerarquías socio territoriales
En estrecha relación con el poblamiento otro de los focos de interés de la investigación
es el estudio de las jerarquías socio territoriales y más concretamente el origen del Estado. Sobre
el estado se ha escrito mucho, porqué, cómo y cuando se produce ese salto; y hay múltiples
teorías generadas desde la antropología pero también procedentes de la arqueología, teorías
como: la hidráulica, diversidad ecológica, comercio, demografía, guerra y circunscripción
medioambiental, enfoques materialistas y convergencia.
Jerarquías socio-territoriales: El origen del Estado.
Para buscar la génesis de una organización social, desde el punto de vista arqueológica
puede rastrarse a través de una serie de indicadores como: la existencia de mecanismos de
control de la población como generar fronteras como un muro o muralla, también la existencia
de una magistratura con unas leyes o códigos y jueces, y que demuestra que esa estructura ha
desarrollado un mecanismo para resolver los conflictos internos y externos; pero también está la
coerción como el ejército o la policía que tiene como objetivo reprimir el conflicto interno, la
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ausencia de este es fundamental para definir los rasgos de una cultura al igual que la tributación
o fiscalización de los recursos, y todo esto tiene que estar legitimado por un aparato ideológico
reafirmando unos intereses de estatus, por eso es tan importante para la investigación
protohistórica determinar todos estos aspectos.
Los protohistoriadores durante los últimos años y a medida que avanza el tiempo han
estado obsesionados por buscar modelos jerarquizados para ver el estado de atrás, pero esa
búsqueda de los modelos piramidales, resultado de largos procesos de complejidad social, que
finalizan en el origen del estado, desde el ámbito de la arqueología desde los años 90 se está
relativizando, en el estudio de las estructuras sociales en el ámbito protohistórico pero también
en otros ámbitos comienzan a hallarse de estructuras sociales heterárquicas y no jerárquicas. La
evolución de estos planteamientos manda un análisis muy crítico a los planteamientos de
Service, lo cual no significa que en un poder heterárquico cada célula de poder no tenga su
propia jerarquía. Este concepto de heterarquía se aplicó en diferentes trabajos para estudiar el
comportamiento de sociedades tribales, pero también se aplico al estudio del mundo maya o al
mundo de la edad media en Irlanda y también se defendió la existencia de heterarquía en el
sudeste asiático en estructuras muy avanzadas. Hubo estudios heterárquicos que se acercaron
por ejemplo al mundo palacial minoico, y nosotros hemos llevado en algunos estudios de la
península ibérica este mundo de la heterarquía al mundo orientalizante donde esta realidad se
defendía como por ejemplo en el caso del yacimiento de Cancho Roano o el Yacimiento de La
Mata; por lo que se empiezan a contemplar cómo en la protohistoria peninsular puede haber más
soluciones heterárquicas que jerárquicas.
Yacimiento de Cancho Roano (La Serena, Badajoz)
Estudio de las interrelaciones comerciales a larga distancia
Otro factor importante es el de las interrelaciones comerciales a larga distancia y las
repercusiones que han tenido en la estructura de esas sociedades, y también desde un punto de
vista aculturador. Este contexto es un cásico en la investigación desde los trabajos de Renfew al
modelo centro-periférico, un modelo criticado porque se ha considerado como una versión
moderno del difusionismo del siglo XIX; hoy en día esa crítica se ha atenuado y también se ha
mejorado porque hay que reconocer que ese modelo está fuertemente inspirado en la teoría del
sistema mundo planteada en los años 70 por Wallerstein, que se concibió para analizar la
relaciones asimétricas entre los que se llama el primer mundo y el tercer mundo en un contexto
de economía capitalista. Sin embargo, desde hace años desde los 80 no pocos prehistoriadores y
antropólogos vieron la posibilidad de aplicar la teoría del sistema mundo a épocas pasadas y
antiguas, y de hecho algunos, desde muy pronto, defendieron la existencia de sistemas mundo
desde el neolítico acomodándolo conceptualmente y metodológicamente. Sin embargo, la mayor
parte de los arqueólogos que han usado el modelo del sistema mundo se han centrado en el
estudio de las culturas de las civilizaciones pre-estatales y por extensión a las culturas de la
protohistoria del I Milenio a.C. en Europa y del Mediterráneo.
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Por otro lado también debemos tener en cuenta los conceptos de centro y periferia. Para
Wallerstein el centro es un ámbito geográfico y político que emite y genera tecnología y
productos que generan también ideas que trasladan en un contexto de asimetría a la periferia con
una evolución inferior donde el centro extraerá materias primas, mano de obra y recursos
perecederos. Ello provocara trasformaciones en la periferia, en sus sistemas de producción y
reproducción socioeconómica e ideológica y la periferia tenderá entonces a ser una zona
aculturada llamada a ser integrada en la dinámica expansiva del sistema.
Esto se ha aplicado al mundo de la protohistoria con matices, y se han concebido
diferencias entre un estado tributario débil y un estado tributario fuerte porque son cosas que
generan procesos diferentes, y que Patterson en 1988 definió, y decía que cuando un estado
tributario es débil genera en sus periferias modelos sociales de tipo linaje y comunal a partir de
razias y acciones de conquista; y cuando es un estado fuerte genera en sus periferias modelos
sociales de tipo germánico y linajes a partir de comercio y razias-conquista.
Luego hay otro modelo que es el que incorpora el concepto de margen, es el modelo de
Sherratt donde se define el margen como la periferia de la periferia y se evalúa en consecuencias
de orden socio económico, y dice que el margen solo absorbe a través de la periferia
selectivamente productos técnicas e ideas pero no conlleva cambios estructurales en su modelo
organizativo e ideológico.
Estudio de la demografía y de la economía
Otro de los ejes de interés de la protohistoria es el estudio de la demografía y de la
economía, porque constituyen la esencia de las relaciones de producción. Hay tres aspectos que
articulan el estudio: son los cálculos de población, la producción económica y el volumen
arquitectónico. El cálculo demográfico se estima sobre dos escenarios arqueológicos que son los
poblados y las necrópolis, pero de entrada diremos que estos cálculos presentan limitaciones
importantes porque generalmente se desconocen en su totalidad los hábitats y las necrópolis, se
puede hacer una estimación pero no lo sabemos con exactitud; después están los procesos
postdeposicionales, es decir, todo aquello que se ha asentado en el lugar después de su
deposición y ha alterado su conservación, y finalmente están las singularidades rituales que
llevan a cabo algunas sociedades que no dejan huellas arqueológicas. Esto dificulta hacer una
estimación demográfica pero hay que ser consciente de ello.
A finales de los 70 un autor llamado Hassan enunció siete aspectos sobre los que
estimar la población: el número de casas o estructuras de habitación, la superficie total del
hábitat, las casa por hábitat, las habitaciones por casa, las personas por casa, el volumen de
restos o depósitos y por último los hogares por poblado. A partir de estas ideas de Hassan se
fueron generando diferentes métodos o formulaciones para estimar la población en un hábitat;
hoy se puede decir que se pueden clasificar en tres grupos: son los métodos de proporción, los
métodos de asignación y los métodos proporcionales entre unidades de habitación y ratio
estimada. Estos métodos tienen una base antropológica porque se basan en poblaciones vivas y
los resultados son simples aproximaciones, no hay que tomar la cifra de un modo radical. Según
el método que se elija, los resultados son diferentes; y se deben usar los tres para llegar a unos
valores orientativos que permitirán situarme en un contexto particular.
- Métodos de Proporción reúnen una serie de propuestas que tienen elementos comunes;
consideran el espacio necesario para que un individuo desarrolle su actividad social y
económica en un asentamiento determinado. Narrol dice que una persona necesita 10
metros cuadrados, Le Blanc considera que el valor de ese factor se debe poner en una
horquilla de entre 6,2 y 7,3 metros cuadrados, y finalmente Casselbery se sitúa en un
plano medio y considera que una persona solo necesita 6 metros cuadrados.
- Métodos de Asignación que se fundamenta en el ratio de un número de personas por
unidad de habitación (casas) a partir de referencias etnográficas. Hill afirmaba que se
podía estimar como media 6,1 de personas por casa.
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- Método proporcional que significa que hay que partir del numero de estructuras que
conforman un hábitat y ser consciente de que todo lo construido en un asentamiento no
son casas, y hay que establecer una proporcionalidad entre recintos no habitacionales y
recintos habitacionales; y a partir de ahí a los recintos habitacionales establecer una
ratio proporcional. A partir de los casos estudiados se viene proponiendo que los
yacimientos protohistóricos se puede aplicar un 60% de viviendas y 40% de áreas
comunales y a partir de esta ratio se puede establecer una referencia. Este es un método
más perfilado pero es exigente de cara a tener una buena documentación.
Yacimiento de la Mata (Campanario): lo que se hizo fue aplicar los tres métodos. Eran
un yacimiento que se prestaba a ello y estaba excavado completamente, y había mucha
información. Teniendo en cuenta que el edificio tenía dos plantes nos dan estimaciones de 55
personas a 134 personas. Al final se quedaron con una horquilla entre 15 y 30 personas. Por lo
que se piensa que es la residencia de una elite que a lo largo de la vida del asentamiento esa
familia fue aumentando y asentándose en las diferentes plantas.
Respecto al mundo funerario ha tenido su propia historia investigadora, hubo una línea a
partir de los 70 que es la arqueología de la muerte. Pero se está hablando de una forma de
investigar la muerte de una forma diferente a como se hacía tradicionalmente. La arqueología
de la muerte surgen a partir de los 70 y ha estado sometida a debate sobre lo que hay que buscar
e interpretar, y se ha dirimido en torno a dos valoraciones; es decir que si lo que el arqueólogo
se encuentra es reflejo de la estructura social de ese grupo humano, unos decían que sí porque
consideraban que estas culturas plasmaban sus estatus a través de la muerte, pero otros decían
que no porque afirmaban que lo que aparece no es un espejo de la realidad social de ese grupo
humano porque un mundo funerario se construye en función de un discurso de poder, de una
estructura que está generando una forma de construir la sociedad.
Una necrópolis ofrece información cuantitativa, y también información cualitativa.
Respecto a la cuantitativa nos proporciona el número de tumbas y de muertos, una serie de datos
de los que se extraen informaciones paleo-biológicas, demográficas, sociales y económicas.
Desde este punto de vista hay que ser conscientes de que se tienen que dar unas premisas: de
que estos cálculos sean fiables, que el cementerio sea de un solo grupo y que estén enterrados
todo ahí, que se halla excavado por completo y que se halla acotado el tiempo en que se ha
usado, que la población haya sido estable y determinar la esperanza de vida.
Todo ello son planteamientos muy genéricos, y a nivel cuantitativo hay muchas
formulas como las de Acsadi y Nemeskery (P=D.e/t+k)1. Pero también hay informaciones
cualitativas como son aquellas que se refieren al perfil paleo-biológico y demográfico como la
dieta, el ADN, patologías, el sexo, la edad y la talla. También tenemos que tener en cuenta los
datos simbólicos y sociales que ponen de manifiesto los ajuares y a los que la investigación ha
prestado atención tratando de establecer índices de riquezas, en este sentido también hay
diferentes propuestas como el de Wells sobre los enterramientos de Centroeuropa para hacer
una lectura social de esas poblaciones y dijo que los indicadores de riqueza se pueden obtener
contando el numero de objetos por tumba, hay una proporción entre el numero de objetos y su
estatus. También esta Renfew que estima ese nivel de riqueza en el tipo de objeto por tumba.
Kurochkin decía que se debía hacer una lectura de los lotes funerarios, por otro lado Randsborg
afirma que el índice de riqueza se estima en función del peso de los objetos de oro y de bronce.
1 p es la población, d es el número de muertos, e es la esperanza de visa, t cronología y k es el factor de
corrección
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Cálculos de población, producción económica y el volumen arquitectónico
Dentro de este mismo apartado es de especial interés estimaciones que se puedan
realizar sobre a la producción económica, con objetivos fundamentales, el valorar el carácter
excedentario o no de estas poblaciones, para valorar y sopesar desde planteamientos si su
modelo económico genera excedentes. Esto obviamente va a permitir proponer una estructura
del territorio a través de su potencial y capacidades demográficas y tecnológicas. Un tercer
objetivo de gran calado histórico es la interrelación en el sistema productivo, el componente
demográfico y la organización social. En lo que es la definición del sistema productivo hay que
plantear una serie de cuestiones que hay que tener muy en cuenta:
- Estimar la zona potencialmente explotable por ese grupo humano en función de su
demografía y de su capacidad tecnológica (SCA, Geoarqueología). Es una estimación
surgida en los años setenta en Cambridge en los estudios paleo-económicos que han
tenido unas fuertes implicaciones en la arqueología de primera generación. Dijeron, en
función esencialmente de casos antropológicos, que el rango de influencia de un grupo
de c-r se podría establecer en un radio de 10 km., mientras que los estudios de alguna
comunidad campesina de agricultura tradicional, de época medieval en Alemania, el
rango de influencia o de captación sedentaria podía acotarse en un radio de 5 km. Ese
planteamiento tan básico que generó derivas en su aplicación, a medida que han pasado
los años se ha ido perfeccionando y ponderando en la fotografía, las pendientes de la
fisiografía de la zona, se han introducido de forma mecánica matemática pero una de las
más fiables por su componente geográfico es hacer un trabajo de campo (estudio de las
isócronas). A partir de aquí hay que integrar estudios geo-arqueológicos: geológicos,
edafológicos, antracológicos, carpológicos, polínicos, faunísticos…
- Determinar el régimen de explotación de ese grupo humano, sobre todo agraria. Los
tipos de cultivo bienal –trigo/barbecho o leguminosas- o trienal –trigo/avena o
leguminosas/ barbecho o leguminosas-. Lo que se puede constatar que a través del
registro arqueológico la población está cultivando, por ejemplo, trigo y leguminosas. Se
puede pensar que se esté desarrollando un régimen, como poco, de tipo bienal. Si
hubiera luminosas también sería trienal, pero a nivel arqueológico es prácticamente
imposible constatarse. Es entendible que los principales tiempos de la agricultura en la
neo no se conocían estas prácticas agrarias, son signo de la madurez de las mismas, a la
vez que la población conoce la gestión de su territorio. Habría que complementar estos
datos con otros de orden carpológico como la vid, que es excedentario y comercial.
A partir de estos datos lógicamente se hace necesario establecer la fuerza productiva.
Lógicamente también hay que tirar de conceptos de índole antropológico, como el concepto de
familia nuclear. En economías de agricultor o agropecuarios pre-industrias la familia nuclear se
viene entendiendo por cinco miembros variables. En esos contextos, la estructura social se
entiende del siguiente modo: 35% improductiva, 15% productiva industrial, bélica o
representativa, 50% agraria.
Siguiendo con la definición de ese sistema productivo, después de todos los cálculos e
estimaciones con los factores anteriores, hay que ver cuál es la producción total. Lo cual se hace
a partir de los cereales, de los cuales se obtiene una buena referencia de su rendimiento de
cultivos. Lógicamente, a esa producción total hay que restarle el consumo total, lo que se hace a
través de los cálculos de la población (persona/año). Otra parte se dedica a la sementera. En un
régimen de economía agropecuaria tradicional se produce el doble de lo que se necesita para
garantizar la supervivencia, pero sobre todo para tener una reserva que haga falta para años de
crisis. Los resultados pueden dar tres respuestas necesarias, que sea autosuficiente, deficitario o
excedente: almacenaje, redistribución o intercambio. Son planteamiento de cierto riesgo que nos
permiten ir más allá de lo que es la contrastación o cruce de informaciones entre las fuentes
literarias y el registro arqueológico. Estas estimaciones también se están comenzando a hacer
con la fauna, para entender las interrelaciones entre los grupos humanos, de trashumancia, que
justificarían las relaciones con el mundo de Cogotas. Que tienen su reflejo en algunos mitos.
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Como último aspecto de este apartado habría que aproximarse al volumen
arquitectónico. Los asentamientos en función de los aspectos que pueden obtenerse y ver en qué
grado se pueden obtener cifras pueden ser los aspectos del sistema constructivo que se suelen
sustentar en el volumen de materiales para hacer una construcción, los tipos y procedencia de
materiales, la altura de los edificios, y las corveas. Hay que echar mano de la arqueología
experimental. A parte del valor didáctico tienen un valor de cara al tiempo que se emplea. Los
metidos de cálculo son dos:
- La llamada proporcional que se basa en hacer una proporción entre el ancho y el alto de
los muros.
- Formula de Rondelet:
o E=H/8 x L/raíz cuadrada de (L2+H2)
o H=8CE/raíz cuadrada (L2-64E2)
L=longitud del reciento
H=altura
Dentro de este repaso a los modelos teóricos metodológicos es necesario hacer alusión
al papel de la ideología y su proyección en los sistemas de gobierno. El mundo ideológico y su
influencia en sus modelos de gobierno se han vertebrado en la llamada arqueología simbólica.
La cual trata de poner orden, en las diferentes manifestaciones que afectan a este asunto, pero
sin perder de vista sus dimensiones, ya que el territorio se entiende como proyección del orden
social. Ya se habla de santuarios urbanos o rurales, no podemos hablar del concepto santuario
en un concepto amplio. Hay que tener en cuenta su función, su contexto… su relación con el
lugar, que tipo de divinidad se adora, que ritual, que exvotos, ofrendas… reciben uno u otro. Las
diferencias en su ubicación. También tener en cuenta otros elementos que se han valorado de
forma exclusiva o asilada como son las estelas, casi siempre se han estudiado en sí mismas, pero
no en su dimensión territorial; o las manifestaciones rupestres. Se han constatado estelas de
guerrero cerca de manifestaciones rupestres con las mismas representaciones. Como una
población ha reconstruido una manifestación de su territorio, le ha dado una identidad con
fuerza ideológica notable, que actúa como elemento de legitimación de ese orden social que
arbitra la elite que está radicada en el asentamiento principal de ese territorio. Lo que tiene su
razón de ser en sí misma, pero siempre en una realidad más amplia. Ese mundo simbólico nos
lleva a la etnicidad e identidad (pueblos prerromanos).
Etnicidad e identidad
Hay modelos teóricos, donde se intenta conciliar aspectos de lo que se puede llamar la
etnicidad antropológica que se basa en cuestiones de que un grupo humano se reconoce a uno
mismo, no como lo ve otro grupo de fuera. Hay una etnicidad que recoge las obras literarias,
que también tiene connotación geográfica… como elemento de identidad y como también hay
elementos rastreables desde el punto de vista arqueológico. Indicadores materiales a través de
los patrones de asentamiento, fronteras, la variedad estilística, los sitios de culto, la iconografía,
la delimitación espacial. La apropiación de un territorio a través de elementos coercitivos e
ideológicos.
La matriz circular permite ver desde un golpe de vista toda la propuesta. Lo que plantea
es establecer un esquema de análisis conforme a los parámetros anteriores. Quedan plasmadas
las diferentes parcelas de estudios. En la matriz hay tres capas, que hay que diferenciar y que se
deben de interaccionar, pero no mezclar: la primera es la arqueología, y etno-arqueología. Hay
que tener en cuenta las fuentes literarias.
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1.2. El Bronce final, una etapa de cambios
El bronce final se deba reconocer como una fase de cambio, pero también de
conflictividades, que se desarrolla entre el 1250 y el 750 a.C. una fase que se definía por unas
significativas transformaciones técnicas, socioeconómicas, político-militares e ideológicas.
En cuanto a los aspectos tecnológicos, suponen una superación de la fase previa pero
también una continuidad y no se puede hablar de una ruptura. En primer lugar encontramos la
metalurgia donde destaca el incremento de la producción metálica que experimenta una
coyuntura espectacular hasta el punto de que los niveles han llevado a los investigadores a
calificar esta fase como el primer mercado común europeo del metal. Ahondando de esa idea,
hay que concretar de forma específica en la generalización del bronce, de lo que se ha dado en
llamar también como la aleación reina; en estos términos que el bronce se impone de forma
definitiva pero antes se habían dado aleaciones espontáneas o intencionadas. También durante
esta fase se detecta un trabajo notable del oro, particularmente en determinadas zonas europeas
como Escandinavia e Irlanda que también van a revolucionar la industria precedente, y a partir
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del año 1000 a.C también se detectan los primeros elementos de hierro, e incluso ya se rebasa
esta fecha en cronologías calibradas. Este periodo es una fase de trasformaciones porque supone
un avance respecto a fase anterior pero es una plataforma para la edad del hierro.
1.2.1. La Producción de Bronce
En cuanto a la producción del bronce hay que decir que durante este periodo se van a
mantener las explotaciones extensivas del cobre en determinados sectores del continente
europeo como los depósitos de cobre alpinos, de los Cárpatos, Balcánicos,… y que estaban ya
en funcionamiento en la fase precedente. Pero también se sabe muy poco acerca de las técnicas
relacionadas con la explotación del cobre, es decir acerca de la cadena operativa del cobre, no se
sabe mucho acerca de la técnica de extraer y de trasformar la materia prima; hay apenas datos
definitivos. Algo más se sabe de cómo se realizan y distribuyen de los lingotes de cobre porque
los lingotes que son producto de esa actividad minera tienen morfología concreta lisos por
arriba y cóncavos por abajo y reproducen la forma del crisol, y mucho más conocidos son los
lingotes de piel de buey que están relacionados con las minas del mediterráneo oriental. Son
piezas que parecen tener una distribución muy restringida y que su analíticas revelan esa
vinculación minera de esa zona, no obstante habitualmente resulta muy difícil rastrear el origen
del mineral a través de un lingote; hoy se hace a través de los estudios de isotopos pero tampoco
es un método muy seguro aunque existen más posibilidades.
Lingotes de piel de buey
El otro elemento esencias para hacer el bronce es la casiterita (compuesto del estaño)
pero este tiene un ámbito muy restringido y durante el bronce final acaba por convertirse en un
recurso estratégico. La mayor parte de los depósitos están en Europa en la fachada atlántica
luego hay otras concentraciones en el mediterráneo occidental y luego también el continente
asiático y en menor medida en el extremo oriente y en América. Es un recurso muy apreciado
pero escaso. A nivel europeo las zonas de máxima concentración es el centro de Francia, zonas
del mediterráneo occidental. Esa gran concentración de casiterita en la zona occidental del
contiene europea ha contribuido a crear el mito de las casitérides en la época de estrabon. Las
posibles zonas de abastecimiento se encuentran en Cornualles, Bretaña, Alemania, Chequia,
península ibérica e Italia, y también hay otras fuentes en Afganistán. La casiterita se puede dar
de dos formas: puede obtenerse en zonas aluvionales arenosas que son producto de
desintegración del granito y se hace mediante el bateo lavando la arena, pero hay otra forma que
es la casiterita filoriana que se da en afloramientos graníticos con filones de cuarzo y esto exige
un proceso extractivo más exigente y muy desconocido en los contextos de la Europa atlántica.
Por simple azar se ha propuesto en un trabajo de prehistoria sobre las excavaciones que
se llevo a cabo en Logrosán (Extremadura). A espaldas de esta población se alza el Cerro de San
Cristóbal donde aparecen concentrados los filones de cuarzo con incrustaciones de casiterita y
que se conoce desde el bronce final pero esa explotación antigua desgraciadamente se explotó
también en los años 50 por lo que quedo muy tocado, y por azar en el proyecto se pudo entre
1998 y 20023 llevar a cabo unos trabajos en las bocaminas y se detectaron zonas de explotación
antiguas, y en función de esa información se reprodujo la cadena operativa que consistía en
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picar los filones de cuarzo visibles en superficie y extraer el cuarzo, y una vez que abrían una
trinchera sacando el cuarzo, trituraban el cuarzo a fin de separar la casiterita; una vez que logran
tener un nivel de separación el cuarzo lo usan para tapar de nuevo la trinchera y la casiterita la
muelen con molinos barquiformes, y una vez que tienen la casiterita molida hacen un lavado de
la casiterita mediante bateo eliminando restos de cuarzo obteniendo una casiterita en polvo;
ahora bien, también se encontraron crisoles con residuos cuyo análisis reveló cobre y casiterita
pero esta no está fundida sino que se fundía el cobre, bien mineral o bien chatarra, y a eso se le
espolvorea la casiterita; esta práctica está documentada en Logrosan, en el Carambolo, en
Portugal, y por tanto no es única. Una vez que se hace esta combinación se hecha en moldes
para hacer productos metálicos, y no se descarta por tanto que esta cadena productiva finalizara
en productos acabados, pero por otro lado no se descarta que la mayor parte de la producción
de casiterita ya pulverizada saliera hacia la zona tartésica y que se implicara en circuitos
comerciales atlánticos.
Por otro lado se conocen técnicas que representan un avance respecto a la fase anterior
como la utilización de moldes multipiezas de arcilla de un solo uso que desplazan a los bivalvos
de piedra, otra técnica es la de la cera perdida y se impone el laminado-batido o chapeado. Esto
se constata en lugares como Irlanda, Inglaterra o Peña Negra (alicante). Otra técnica de gran
profusión que se usa para manipular el bronce es el de la cera perdida que se constata en objetos
como estatuillas de carácter simbólico como son las aparecidas en Cerdeña o también está la
técnica de laminado-batido para la fabricación de corazas como la de marmesse o piezas más
complejas como las trompas de Dinamarca.
Coraza de Marmesse y Trompas de Dinamarca
1.2.2. Producción de oro
El oro es un mineral muy apreciado a lo largo de la antigüedad y que tiene una
distribución desigual en todo el mundo; pero si es más abundante que la casiterita y se usa para
hacer piezas de prestigio porque es un elemento muy apreciado por su significado económico
pero también por su valor simbólico y porque no se altera, se conserva sin contaminación. Hay
que decir que a nivel europeo, las concentraciones de oro son importantes pero las zonas de
aprovisionamiento en el bronce final parecen estar concentrados en Irlanda, Cárpatos, Alemania,
Península Ibérica, solapándose un poco con los lugares para la casiterita. Y concretamente en la
península ibérica, el oro aparece más abundante en Galicia, norte de Portugal y Extremadura.
El oro se presenta en yacimientos de carácter primario o secundario. En los yacimientos
primarios el oro aparece sobre rocas intrusivas donde aparecen sulfuros de cobre o hierro, y
también en zonas sedimentarias pero intercalado entre las rocas; pero luego en yacimientos
secundarios que están motivados por la erosión de los depósitos primarios y su traslación, y
entre esos yacimientos secundarios son los más conocidos los placeres fluviales como el Tajo, o
los afluentes del Tajo donde la técnica preferente es el bateo a través de la cual se obtienen
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pepitas. Una vez que se extrae el oro o las pepitas pues se fundirá en pequeños crisoles de
cerámica y el resultado se almacena en pequeñas lingotes de oro como las que se constata en un
conjunto de orfebrería extremeño como el de Bohonal de la Sierra y ya a partir del batido o el
moldado se hacen piezas, pero también aparecen piezas mediante la técnica del laminado o el
chapeado.
1.2.3. Rango social de metalurgos-orfebres y contextos arqueológicos de bronces y
oros
Muy poco se sabe del perfil social de los orfebres y de los metalurgos de este tiempo, y
que no debieron ser muy numerosos. Esta gente no suelen ser gente muy representativa en la
sociedad de épocas anteriores pero sí que tienen un rango social reconocido porque controlan las
cadenas operativas de productos que satisfacen a las elites. Además existe un factor que les
individualiza y es su carácter itinerante y son los que están funcionando en mayor medida.
Esto se intuye por el contexto de las piezas encontradas, que son los depósitos
enterrados. La mayor parte de los hallazgos, tanto de oro como de bronce, de este momento
están fuera de contexto pero parecen proceder de ocultaciones, de depósitos o escondrijos de
fundadores transeúntes porque la composición de esos depósitos de oro o de bronce o de ambos
nos remiten casi siempre a piezas destinadas a ser refundidas y que esta gente recuperaría en
algún poblado con el fin de recuperarlos, fundirlo y devolverlos a la circulación. Son piezas
defectuosas o rotas, fragmentos de elementos muy heterogéneos destinados a la refundición; de
hecho hay depósitos donde se encuentran amasijos de elementos a medio fundir como es el caso
del tesoro de Bélmez, pero no todos los depósitos tienen este perfil sino que existen depósitos
que reúnen piezas completas y que pueden estar en tierra o sumergidos en agua y a los que se
concede un carácter de depósitos rituales en coyunturas muy particulares, y es el caso del
célebre tesoro de Villena (alicante).
Tesoro de Bélmez y Tesoro de Villena
1.2.4. La siderurgia
Otra faceta de la actividad metalúrgica es la siderurgia o la metalurgia del hierro. Las
mineralizaciones de hierro son más abundantes que las de otro mineral. El problema es que su
proceso es más costoso. Primero hay que fundirlo y para hacerlo hay que llevarlo a cabo en
unos pozos cerrados revestidos de arcilla y hornos cóncavos alimentados con carbón y fulles o
toberas, esta siderurgia debe ser llevado a cabo por gente que ya conocía estas técnicas como los
hititas que son los primeros en generar hierro. Las piezas que aparecen en los contextos
europeos son piezas pequeñas poco elaboradas, son almainas o trocitos de hierro con poca
dificultad técnica como sierras o escoplos que posiblemente hayan llegado por intercambio.
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1.2.5. El vidrio y el ámbar
En cuanto al vidrio es una novedad en este periodo pero tiene unos antecedentes en la
fayenza o vidrio primitivo, pero empiezan a detectarse elaboraciones en distintas zonas de
Europa como en Fratessina en el valle del Po donde se encontraron cuentas de collar asociados a
crisoles con vidrio adheridos. Y el ámbar era un producto no comercial.
1.2.6. Agricultura y ganadería
Agricultura
Durante esta etapa de la edad del bronce la subsistencia va a seguir girando en torno a lo
que fue tradicional en el neolítico que es la agricultura y ganadería aunque se van a detectar
trasformaciones, cambios que repercuten en los pilares básicos de la subsistencia. En cuanto a
los cultivos destaca la importancia de los distintos tipos de trigos, las cebadas o las leguminosas
como las lentejas o los guisantes, y también gramíneas donde destaca el mijo en la zona
occidental europea y las primeras evidencias del centeno en el noroeste de Europa y también
con el territorio actual de Inglaterra e islas británicas. Otra novedad significativa dentro de este
elenco de semillas es el uso de las plantas oleaginosas donde destaca la linaza, la adormidera o
la camelina. Dentro de este ámbito se encaminan una serie de elementos tecnológicos que son
las hoces metálicas o la utilización del arado tirado por yuntas tirado por bóvidos. Todo esto nos
permite defender la existencia de la diversificación de los recursos agrícolas a partir de 1300
a.C., aunque esta es una constatación no se sabe muy bien las razones que están condicionando
ese impulso, lo que sí se sabe es que se observa es un proceso de diversificación de la
agricultura.
Hoces Metálicas
Ganadería
En el ámbito de la ganadería también se aprecian cambios aunque parece ser que el
ritmo de esos cambios no es tan rápido o tan visible como se detecta a nivel agrícola. El
panorama actual que se tiene de la fauna del mediterráneo del bronce final es bastante desigual
pero también se intuyen estrategias de diversificación de las cabañas ganaderas en función de
los distintos nichos ecológicos en los que se incluyen. Dentro de este panorama merece la pena
subrayarse algo importante que supone un cambio social y es la presencia creciente del caballo,
porque el caballo deja de ser una fuente alimenticia, deja de ser un elemento usado en el
trasporte o como fuerza de tracción para empezar a usarse al servicio de una estructuración
social porque empiezan a detectarse arreos de bronce y de hierro en ajuares funerarios en
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algunas necrópolis de Europa oriental. Se define un grupo social que usa el caballo como
elemento de relevancia social que va evolucionando hasta consolidarse en la edad del hierro.
Otro recurso que dejan huella en el registro arqueológico y en el análisis de contenido
en recipientes permite observar el consumo de la miel y el queso, elementos que también nos
ponen ante una dieta cada vez más diversa en productos muy distintos.
Parcelaciones del territorio
Todo esto se proyecta en el espacio podemos hablar de la constatación de limitaciones
de campos que se han hecho visibles en algunos lugares de Europa donde las fotografías aéreas
han puesto de manifiesto parcelas que una vez excavadas les han sido asignadas a una
cronología y se inscriben dentro del bronce final. Se detecta en periodos desde el 1300 al 1000
a.C. pero sobre todo en periodos posteriores se observa que estas parcelaciones están asociadas
a caseríos comienza a detectarse fosos que han dado pie de una existencia de notables
propiedades que rebasan ya la forma de parcelar el campo de forma familiar. Esto puede ser una
línea más de trabajo pero no está perfilada, pero sí que se observa a que a partir de 1300 las
propiedades se hacen más extensas y además usando recursos que requieren un trabajo más duro
y necesario de mano de obra más extensa y esto se documenta en Croacia e Inglaterra.
1.2.7. Mundo funerario y simbólico
Ritos Funerarios
Otro vector importante dentro del bronce final que atañe a los grupos que coinciden en
estos años se refiere al mundo funerario y al mundo simbólico. En lo que los ritos funerarios se
refiere hay que decir que se constata durante esta etapa una generalización de la cremación de
los cadáveres que se traduce en la reducción del cadáver a fragmentos de huesos visibles en
función de ese proceso, de la intensidad de la aplicación del fuego; se está observando en
suroeste de España que existe un proceso de machacar los huesos, pero no en Europa y en
sectores de la península ibérica donde se dan las cremaciones y donde existe un volumen de
huesos considerable. Los restos se depositaban en vasos cerámicos en urnas que se concentran
en necrópolis que re conocen como “campos urnas” y a los grupos que desarrollan este rito se le
conoce como grupos de los campos de urnas como en Europa central. En el tiempo la cremación
se inscribe entre el 1300-700 a.C. este rito desplaza a las inhumaciones, a los grupos que
desarrollaban la cultura de los túmulos; aunque esto es una constatación no todo el mundo se
quema durante este periodo, es decir, que este rito cremador no es el único ni tampoco en el
periodo anterior la inhumación en túmulos era el único aunque ahora predominen las
cremaciones aunque se sigue practicando la inhumación pero en menos medida.
Vasos Funerarios Cultura de los Campos de Urnas
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También se van a dar otra serie de rituales que obedecen a singularidades étnicas y
sociales que no siempre se certifican y constatan arqueológicamente. En ese marco por ejemplo
están en la Europa nórdica la existencia de inhumaciones en tumbas nabiformes, es una tumba
donde se quemado a un individuo y luego se señalo el lugar en esta forma de barco; en Europa
central se dan conviviendo con las campos de urnas se dan cremaciones bajo grandes túmulos
sintetizando dos elementos distintos en apariencia pero que incorporan innovación y tradición.
En algunos lugares de Europa central como Eslovaquia hasta el 1300 a.C. se desarrollan por
Alemania o Dinamarca, uno de los ejemplos más representativos es el llamado como tumba real
de Seddin donde el rito comenzó con la construcción de una cámara cubierta con falsa tumba y
el conjunto funerario estaba cubierto por un gran túmulo. Otros ejemplos de estas características
es el de Lusehoj Voldtofte en Dinamarca. La mayor parte de los ajuares funerarios de estas
tumbas son muy ricos, están acorde con la grandiosidad del edificio y refuerza la figura social
de la persona que yace allí, y además el repartimiento por el territorio de estas grandes tumbas
nos hablan de grandes jefaturas.
También en la Europa atlántica en el bronce final hay que hablar de los ritos acuáticos
que conllevan a la cremación del cadáver en un medio que es agua como constata el Conjunto
de la ría de Huelva en el 1993. Esto es una constante que se da en toda la fachada europea desde
Huelva hasta el mundo escandinavo que participa de este signo de identidad cultural que son los
ritos acuáticos.
Mundo ideológico
También hay otras novedades desde un punto de vista ideológico que es la religión que
es un terreno difícil valorable desde la arqueología y salvo hallazgos excepcionales no podemos
hablar con propiedad sobre creencias de determinadas culturas. En el bronce final hay una
información fragmentaria y hay que ser consciente que la religiosidad tiene diversas caras que
responden a las distintas tradiciones. Los elementos que mejor pueden asociarse al mundo de las
creencias del bronce final son algunas estatuillas de barro o bronce que reproducen aves o
pájaros que son exvotos como una ofrenda votiva o bien esas estatuillas pueden estar insertas en
piezas mayores como carros o calderos como es el caso de serbia donde se ve un carro tirado
por aves. Luego también hay que reconocer los recintos culturales donde pudieron desarrollarse
ceremoniales de distinta naturaleza como los abiertos que se asocian a bosques o lagos, o los
recintos construidos que pueden considerarse como simbólicos que es el caso de Denthe en
Holanda donde se documentó una estructura de madera que formaba un templete en su origen y
donde aparecieron cuatro pilastras de madera y rodeado de circulo de piedra. También en St.
Moritz donde se encontró una estructura similar con construcción de madera con dos cilindros y
rodeado con una empalizada de madera y tejidos vegetales, construcciones de naturaleza vegetal
que gracias a la las condiciones del suelo donde están se pueden reconstruir.
Aquí también hay que incluir los grabados rupestres de figuras humanas y animales,
barcas y símbolos, son figuras de hombres con atributos militares o semi-militar, escenas de
lucha, también hay escenas de labranza; y también hay que referirse a las especies animales que
aparecen representadas como antropomorfos o cérvidos, o también barcos de poco calado con
muchos remos. Esto se encuentran en espacios abiertos rupestres, lugares que se perpetuán en el
tiempo. Hay que decir que en Escandinavia algunas de estas representaciones están cercanas de
espacios funerarios pero no se puede establecer una relación directa entre ambos salvo en puntos
muy puntales como en Kivik Suecia en los ortostratos de su corredor ser observó la
representación de gravados con personajes de distinta naturaleza y figuras antropomorfas y
cabeza de aves, embarcaciones, todo formando parte de ese mundo de símbolos trasmitiendo un
ritual que se desarrollaría en este espacio concreto. Algunos autores ven en este trasunto el
origen del arte geométrico griego.
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1.2.8. Comercio y el trasporte
Otro vector importante en el mundo del bronce final es el comercio y el trasporte. Pese a
que todavía no existe moneda, y todavía no hay puntos de comercio o puertos comerciales
institucionalizados porque aun las relaciones comerciales parecen estar supeditados a la
relaciones sociales, pues si que se puede ver la existencia de un comercio a larga distancia en
función de los diferentes argumentos arqueológicos. En primer lugar los pecios, los barcos
hundidos que nos hablan de forma clara de los circuiros del metal. Hay un comercio marítimo y
fluvial que conectan territorios cercanos y lejanos, hay una auténtica de moda de determinados
objetos con su propia singularidad respondiendo a distintos elementos que lo diferencian. Todo
está al servicio de una red de ese primer mercado común.
Hay pecios conocidos que se han instalado en la historiografía en los años 60 donde
destacan los pecios de Huelva, el de Cap d´Adge en Francia y luego los casos de Landong Bay y
Salcombe en Inglaterra. En el caso de la Ría de Huelva (Pecio de la Ría de Huelva): Huelva que
se halla en la desembocadura del Rio Tinto y el Odiel que forman la ría, en 1923 cuando se
draga la zona de la desembocadura del Odiel aparecieron cantidad de tales constituido por restos
de cascos, fíbulas, espadas, puntas de lanza,… de clara filiación atlántico, al principio se dijo
que podría ser un barco de chatarra pero luego se pensó que fuera la necrópolis de la Huelva del
bronce final donde se pudieron hacer determinadas incineraciones siguiendo los ritos acuáticos,
pero esto es imposible determinarlo por el perfil de los objetos encontrados.
Piezas de la Ría de Huelva
Otro de los elementos con los que se comercia es la sal que destaca dentro de los
intercambios donde destacamos las minas de Hallstatt. Hay que decir que esas minas están
asociadas a un espacio funerario donde se constató unos rituales y donde hay objetos que
proceden del norte y del sur de los Alpes y que nos dan del grado de riqueza de esta gente que
gestiono el comercio de la sal en el bronce final. Estas jefaturas se apropian de elementos que
están circulando por Europa y el Mediterráneo, y así se ven en esta necrópolis calderos que
acaban depositados como ajuar. Los mismo podemos decir del ámbar y el vidrio oriental que
forman parte de esos circuitos comerciales, hasta el 1300 a.C. y posterior el mercado del ámbar
estaba polarizado por el mundo griego y la Europa nórdica, Grecia acaparaba el ámbar y los
distribuía, y a partir de 1100 a.C. este circuito se resiente y el comercio se dirige hacia el
Mediterráneo central como Italia donde se hace una fíbulas decoradas con cuentas de ámbar.
En cuanto a estas relaciones hay que concretar los medios de trasportes, y en este
sentido hay que tirar de lo que existe como las representaciones rupestre en Escandinavia donde
nos encontramos con barcos de poco calado y de proa destacada y con muchos remos, y por lo
que estos barcos son o para trasportes fluviales o para corta distancia, y no poseen velamen.
También están los pecios que constatan esos desplazamientos, hay tráfico fluvial y marítimo
que se desarrolla a escalas distintas y hay que pensar no en desplazamientos largos sino
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intermedios que acabaran conectando un extremo y otro del atlántico. Y luego también está el
trasporte terrestre a través de diferentes caminos y rutas de las cuales algunos elementos nos han
llegado a nivel arqueológico en contextos pantanosos, en ese elenco de evidencias asociables al
trasportes terrestre están los caminos de troncos y de maderas que se han constatado en Holanda
o la islas británicas, o también están las representaciones de carros y maquetas rituales a nivel
de exvoto, y luego hay piezas encontradas macizas como la rueda de carro encontrada en
Buchau Alemania.
1.2.9. Relaciones sociales: guerra y conflicto
En cuanto a la guerra y el conflicto también son formas de relación social al igual que el
comercio. Las evidencias arqueológicas de que el bronce final es una epata conflictivas donde
hay luchas de poder y enfrentamientos entre grupos vecinos, en primer lugar por la gran
cantidad de armas ofensivas que aparecen en los depósitos de la mitad occidental de Europa,
estos depósitos reúnen cantidad de espadas, puñales, cascos, escudos, que nos hablan de
guerreros y que llevan un armamento. Pero muchas de estas armas no son efectivas en combates
sino que son simplemente son elementos de parada social aunque si que nos pone de manifiesto
que debieron existir armas que si que eran efectivas.
También están las estelas de guerreros o los poblados de esta etapa que son
fortificaciones que incluyen murallas de madera o de piedra con terraplenes que dotan de una
identidad simbólica y defensiva a las fortificaciones; la mayoría están en la mitad este de
Polonia y de Alemania donde hay un número importante de estos poblamientos e incluso hay
estudios donde se vio que estos asentamientos estaban alienados en los ríos y a una distancia
permanente de 10 y 15 kilómetros, hay una repartición del poblamiento, y además se observo
que esos yacimientos distribuidos por esta zona tienen una secuencia muy parecidas y sobre
todo se truncan o sufren destrucciones muy visibles. Entre los ejemplos más representativos esta
el caso de biskupin en Polonia, luego esta en las islas británicas la fortaleza de Moel y Gaer, o
en el Mediterráneo en Cerdeña Nuragha Barumini.
1.3. Las culturas del bronce final: Europa central y nórdica, el atlántico y el
mediterráneo
Las culturas del bronce final se van a concretar en cuatro grandes escenarios que son: la
Europa central y nórdica, el atlántico y el Mediterráneo. En la evolución de estas sociedades del
Bronce Final, se ha estructurado de forma distinta esas secuencias cronológicas y culturales.
Según criterios de investigadores y de la disponibilidad de los registros de cada escenario. En
Europa central, por ejemplo, la secuencia del Bronce Final se estructura en dos grandes
horizontes como son Bronce y Hallstatt, según investigadores como Reinecke, Kimming y
Müller-Karpe, Gimbutas. Por ejemplo, en la Europa nórdica sigue funcionando la teoría
secuencial de Montelius en seis grandes periodos. En Europa occidental destacan las propuestas
de McWhite, Coffyn, que se dividen en Bronce Final 1, 2, 3. En la Europa mediterránea se
siguen los estudios realizados por James.
Estas secuencia y periodización que se han ido perfilando no tienen nada que ver con la
que se da en la Europa occidental que articula el desarrollo del bronce final en cuatro grandes
periodos: un bronce tardío equivalente al final del bronce pleno a la que suceden tres periodos
que son el bronce final I el bronce final II y el bronce final III. Pero tampoco tiene que ver con
la Europa nórdica donde se usa la periodización básica estructurada en seis periodos: y el bronce
final corresponde al periodo III, IV y V. Sin duda alguna la cronología más asentada y definida
por métodos es la que se viene dando en la Europa mediterránea que es la que introduce la edad
oscura usando la cronología calibrada de Carbono 14.
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1.3.1. Bronce Final en la Europa Central y Nórdica
1.3.1.1. Europa Central (Cultura de los Campos de Urnas)
Europa central es considerada como el área nuclear de los Campos de Urnas, y ello
obedece a dos cuestiones: por un lado por la intensificación de la investigación, pero luego otro
factor es la calidad del registro arqueológico respecto a otras áreas vecinas. Esto ha contribuido
a admitir que el centro de Europa es la cuna de la cultura de los campos de urnas. Un problema
clásico desde el punto de vista arqueológico es el de la génesis de los campos de urnas, y este
problema este se dirime en una dialéctica en la que se barajan dos hipótesis:
- hipótesis tradicional Migracionista que consideraba la cultura de campos de urnas con
movimientos migratorios procedentes de Europa oriental, y esta tesis migratoria la
defendieron investigadores como Dechelte; una tesis migracionista que no ha
desaparecido porque aun hay investigadores que siguen considerando esa filiación de la
Europa oriental con los campos de urnas.
- Hipótesis autoctonista que se fundamenta en tres argumentos: que las cremaciones no
son exclusivas del bronce final porque este rito ya está presente en el bronce medio y
antiguo, un segundo argumento que es la implantación no violenta de ese nuevo ritual
basado en la creación de los cadáveres que surge al mismo tiempo en diferentes lugares
entre la cultura de los túmulos, y luego hay una tercera cuestión que es la continuidad y
la persistencia de un modelo económico arraigado en formulas precedentes pero hay
que admitir que en este momento se produce un proceso de eclosión poblacional que
produce la colonización de determinados lugares.
Poblamiento: Desde el punto de vista arqueológico en la Europa central el poblamiento
se estructura en dos categorías de asentamientos. Por un lado están los poblados fortificados que
pueden estar en altos o en zonas más discretas topográficamente, o incluso en llanos pero
siempre fortificados y que probablemente fueran las residencias de las oligarquías que controlan
las principales actividades económicas. Los elementos básicos que se usan son la piedra y la
madera entrelazadas para hacer las fortificaciones. En el interior de estos asentamientos
fortificados están las casas que casi todas tienen una planta rectangular no muy grandes y
tampoco tienen una organización interna complicada pero tienen una organización
aleatoriamente regular o irregular. Y luego también están los asentamientos en llano y que se
ubican en las proximidades de los ríos o arroyos o en zonas próximas a lagos en un pleno
proceso de ocupación del territorio ligado a la explotación agropecuaria y que no están
amurallados.
Mundo Funerario: En el mundo funerario destacan las cremaciones en urnas que pueden
ser también en hoyo, es un rito basado en la quema del muerto, la recogida de los huesos que se
introducen en una vasija y esta se introduce en un hoyo y se tapa sin señalar, o a veces no se usa
vasija pero si algún tipo de envoltorio perecedero, y en ningún caso los restos no se depositan
directamente sobre la tierra. Pero este no es el rito exclusivo porque las cremaciones a veces
también están conectadas o protegidas por una estructura externa como un túmulo o un círculo
de piedra o una cista; y además hay que decir que todavía perduran en estos contextos nucleares
de campos de urnas las inhumaciones. Esa diversidad ritual resulta complicada de entender y
valorar porque esa diversidad se da en diferentes zonas al mismo tiempo e incluso se da en una
misma necrópolis. Cuando se dan cremaciones y inhumaciones al mismo tiempo se habla de
necrópolis birituales y esto puede obedecer a consideraciones económicas o sociales; en un
principio la distribución de riqueza es más homogénea y respecto esto cabria interpretar que
habría más o menos una igualdad pero a lo largo del tiempo se va dando una desigualdad
creciente lo que nos hace imaginar que estamos ante una sociedad con una complejidad
creciente.
20
Horizontes del Bronce Final en la Europa Central
Bronce D: se fecha entre el 1300 y 1200 a.C., y este es una fase de cambio y
continuidad por lo que se conjuga tradición e innovación. Entre el 1250 y 1200 a.C. se constatan
las primeras sepulturas de incineración en el lago Riegesse en el sur de Alemania, y a partir del
1200 a.C. los túmulos que antes acogían inhumaciones empiezan a acoger cremaciones y
nuevos ajuares, empiezan aparecer las espadas de tipo Rixheim que son espadas de hoja de larga
y proporciones notables y tienen una lengüeta que permite engastar unas cachas de asta o de
hueso, también hay puntas de lanza de hoja flameada y también de tubo largo que son
característicos de este momento, también puñales que tiene un sistema de enmangue de
remaches que es un rasgo de permanencia desde el bronce pleno. Entre novedades destaca la
existencia de hachas de alerones mesiales en la zona media de la pieza, también aparecieron
alfileres de bronce con forma de cabeza vasiforme y las fíbulas de violín o de arco de violín,
escudos con decoración muy sobria en círculos concéntricos. En cuando a las necrópolis se
puede hablar de verdaderas necrópolis rituales donde se dan inhumaciones y cremaciones, en
este periodo se detectan contactos de media y larga distancia entre Europa central y el
Mediterráneo que se visualizan en la presencia en Italia y Grecia de hachas de alerones mesiales
propias de la Europa central.
Hallstatt A1: es una fase expansiva de los campos de urnas, y bastante intensa en
cuanto a su proyección territorial y a sus contactos territoriales hacia el Mediterráneo favorecido
por la caída de Micenas en torno al 1250 a.C. es una fase de proyección que permite hablar de
tres nuevos grupos que se añaden al grupo originario de Centroeuropa que son: el grupo de
Lausacia, el grupo de Danubio medio y el grupo de Tisza. Entre los materiales más novedosos
se incorporan espadas de pomo macizo y de hoja larga pero perduran las fíbulas de arco de
violín pero estas tienen el puente aplanado que confiere una rasgo tipológico nuevo, también
hay que considerar los brazaletes de nervaduras o las alfileres de cabeza esféricas pero siguen
apareciendo alfileres de cabeza vasiforme, pero también hay presencia de recipientes metálicos
que fijas las asas al cuerpo con remaches. También comienzan a proliferar armas y algunos
arreos de caballos en necrópolis centroeuropeas. Estos nuevos grupos se diferencian por su
localización geográfica: el grupo de Lausacia se desarrolla en el territorio fronterizo entre
Alemania y Polonia, el Danubio medio se sitúa en la baja Austria, norte de Yugoslavia,
Bohemia, y el grupo de tiza en Hungría, Eslovaquia y Transilvania; también se diferencian en
los ajuares.
Y una vez se desarrolla el Hallstatt A1 le sigue una periodo que se acota entre el 1100 y
el 750 a.C. y que aglutina al Hallstatt A2, B1 y B2. Es una fase de estabilización, una fase
donde los contactos con el mediterráneo se atenúa no desaparecen y hay una interacción entre
los territorios interiores muy fuerte entre los grupos regionales que se definieron en la etapa
anterior y se potencian con el llamado grupo occidental que incluye Baviera, Centro de Francia,
y nordeste de la Península Ibérica.
- Dentro de este periodo hay una subfase que va se sitúa entre el 1100 al 850 a.C. y que
incluye a Hallstatt A2, B1 Este se caracteriza por materiales muy homogéneos: entre
ellos las espadas pistiliformes con empuñadura de lengüeta, puntas de flecha con arpón
en la base, cuchillos y hachas. Destacan también los brazaletes de hilos torsionados,
destaca también la presencia importante de vajillas metalicas decoradas con elementos
que reproducen caracteres geométricos que se elaboran mediante técnica del repujado a
lo que hay que sumar unos calderos decorados con pájaros, también están las espadas
con pomo macizo.
- El horizonte siguiente es el que incluye el Hallstatt B2 donde ya nos encontramos hacia
el tránsito a la edad de hierro, pero hay que habla de la existencia de una intensificación
de la apuntalacion social y en términos culturales de transición a la edad de hierro.,
desde un punto de vista regional y cultural, los grupos que se definían en el periodo
anterior se suma el grupo alpino que es una rea de tránsito entre Europa y el
Mediterráneo y es una rea que atesora potencial minero metalúrgico y además esa
21
singularización se pone de manifiesto en la ocupación del territorio mediante
asentamientos palafiticos que se dan en zonas lacustres y pantanosas. A nivel materiales
está fuertemente singularizado y que lo define es el barroquismo de las piezas decoradas
tanto en la cerámica como en las producciones metalicas: las espadas de lengua de carpa
y primeras de antenas, hachas de cubo, escudo y grebas, fíbulas de arpa, broches de
cinturón discoidales y alfileres con cabeza y aguja decoradas, vajillas metalicas muy
decoradas, alfarería con incrustaciones, pigmentos blancos,…etc.
Modelo Socio-Político en la Cultura de los Campos de Urnas
Este horizonte de los campos de urnas en estos grupos hay que hablar de una autentica
difusión o consolidación de los sistema organizativos de jefaturas que se hacen visibles en lo
que llamamos las tumbas de elite de campos de urnas con matices locales, pero con un claro aire
de familia y trasmite una ideología de estatus que se concreta en una panoplia guerrera
compuesta por elementos como espadas, corazas, lanzas, escudos,…etc. En cada uno de los
ámbitos aparecen los mismos elementos y signos de estatus pero con una forma distinta, con
matices que se aprecian en los cascos o en las decoraciones de los escudos y corazas pero son
siempre los mismos elementos. Estas elites desarrollaron sistemas de alianzas y pactos que tiene
trasfondo económico que se fundamental en la circulación de recursos susbsistenciales y
estratégicos y de objetos de prestigio.
1.3.1.2. La Europa Nórdica
Aquí se incluyen una serie de territorios articulados por los cursos del Rin y del Vístula,
es una zona próxima a los campos de urnas pero con su propia identidad. Es una zona definida
en las riveras del Báltico y Mar del Norte, es una zona vecina de los grupos de los campos de
urnas y su propia identidad y que se pone de manifiesto en sus recursos potenciales lo cual
imprime carácter al proceso histórico de ese territorio, es una zona de carece de cobre y
casiterita pero es un área de reserva de ámbar muy apreciado y comercializada a larga distancia
en esta fase porque las rutas del ámbar son imprescindibles para entender el proceso histórico
que se está imbricando en Europa incluido la península ibérica.
El bronce final se desarrolla entre el 1200 y 6000 a.C. y en lo que en la periodización se
ha llamado como el Periodo III, IV y V, y se singulariza en torno al 1200 a.C. con la
introducción de las primeras cremaciones en la zona, que llegan por influencia de los grupos de
Centroeuropa y se atisba en esta fase un progresivo incremento de los objetos de bronce y oro
que están ligados al intercambio de ambas, también se advierte un desarrollo de la navegación
de carga y de un proceso de jerarquización social y el uso del caballo como animal de tiro.
El poblamiento en esta zona de la Europa del norte se sitúa en zonas costeras, en tierras
bajas, las viviendas son simplemente cabañas que se hacen con madera, tierra o barro, no hay
construcciones de piedra. A nivel ritual también se observa una gran variedad de
manifestaciones y hay gran diversidad de restos materiales donde destaca las espadas de pomo
macizo como elemento de distinción social, lanzas de cubo, y calderos montados sobre
estructuras de ruedas muy característicos de estas zonas, navajas de afeitas decoradas y
elementos como cascos con cuernos o trompas de Dinamarca que aparecen reflejados en
algunos grabados rupestres, también hay presencia de carros con ruedas de cuatro radios o
barcos, formando parte de ese mundo ritual.
1.3.2. Bronce Final en la Europa Atlántica
Reúne los territorios de los Países Bajos, Francia, el Reino Unido y el occidente de la
Península Ibérica. Si bien es verdad que ese sector atlántico, durante el Bronce Pleno, ya
existían contactos entre diferentes geografías, hay que decir que durante el Bronce Final se
intensifican los contactos entre los diferentes territorios, lo que va a fomentar el impulso
22
comercial en base a unos factores de interconexión, como son sus relaciones con los campos de
urnas. Hay que destacar la expansión de la metalurgia del bronce y también que esta zona
atesora la mayor producción de estaño (Cornualles, Devlon y oeste de la Península Ibérica). Es
este último factor el que ha contribuido a ese dinamismo, que mas allá de su localización
concreta, tiene su constatación en el mito de las Casitérides y la realidad de los pecios
(Rochelongue: 1.700 piezas, chatarra, lingotes), hallazgos en ríos y los muchos depósitos
registrados. Por desgracia, existe escasa información directa del beneficio del bronce. Por ello S.
Rovira (2007) ha propuesto tres formas de obtención de la casiterita, todo con una base
arqueológica y teórica pero también experimental:
- Fundición en un crisol del cobre y el estaño en las proporciones convenientes.
- Cementando en un crisol granalla de cobre con casiterita.
- Por co-reducción en un horno metalúrgico de una mezcla de minerales de cobre y
estaño.
- Propuesta desarrollada por el departamento. La casiterita se vierte en el cobre ya
fundido de forma aleatoria.
Hay poca información de la forma de obtención el bronce, pero tampoco es mucha la
documentación que se tiene sobre la forma de extracción y de la procedencia de los minerales.
Sobre la extracción hay que comentar que, en algunas zonas de Francia, de las Islas Británicas,
se han documentado algunas canalizaciones de madera y algunos elementos arqueológicos que
documentan su explotación. En la región de Chartres-Francia, prospecciones arqueo-mineras
han revelado 600 sitios del Bronce Medio y Final (169 con indicios de actividad: escorias,
crisoles…). El tema de las refundiciones es muy importante, se han realizado estudios, como el
de Chartres. Se están llevando a cabo también en el nordeste de la Península Ibérica
prospecciones arqueo-mineras, pero son muy complicadas, ya que parten del estudio geológico
de la zona, de las potencialidades, de los mapas metoalegenéticos… muchas veces los
resultados encontrados se encuentran retocados por acciones posteriores. Es un trabajo a largo
plazo donde tienen que trabajar en consonancia multitud de disciplinas.
23
Las metalografías de la Europa atlántica aportan que, sobre todo hasta el año 1000 a.C.,
los bronces son bastante puros, ya que a partir de entonces son frecuentes las impurezas y las
aleaciones ternarias con cobre, estaño y plomo/plata por sustitución de la casiterita. Bronces que
son de peor calidad, con menor consistencia técnica y funcional. Algunos metalurgos, ante la
poca resistencia de estos bronces, opinan que más que una opción funcional de las herramientas,
tenían un significado simbólico, representativo, que no es en sí mismo la de su diseño. La
proliferación de bronces ternarios a partir del año mil parece estar estrechamente vinculada a la
máxima actividad de los talleres atlánticos y a la máxima intensificación de los enlaces
comerciales con la Europa continental y el Mediterráneo. Es lógico que haya mas demanda, que
haya más producción en elaboración y circulación, hay una cantidad de casiterita limitada por lo
que se propicia estas aleaciones. La existencia de ese comercio a larga distancia une espacios
amplios, aunque tampoco se desestima un comercio más a media distancia que estuviera
fundamentado en contactos articulado por escalas intermedias, no muy amplias desde el punto
de vista espacial. En ese contexto no se descarta ninguna de las opciones, teniendo en cuenta el
gran desconocimiento de los medios de transporte: pecios, rutas terrestres, depósitos… Se puede
generar un efecto dominó que complementaria las grandes rutas que circundan el Mediterráneo.
La poca información de los pecios, documentados en Francia, la Península Ibérica o los
hallazgos como el de Dover en Inglaterra, podrían estar augurando esos contactos a media
distancia. También tienen explicación las rutas terrestres como la de Somerset en Inglaterra c.
1200 a.C.; o los depósitos de fundidor, como el de Hénon en Bretaña.
El desarrollo del Bronce Final en la Europa atlántica tiene una larga historiografía, una
investigación prolongada donde hay que referirse a autores como Hawkes, Almagro, Briard,
Burgues, Evans, McWhite, Coffyn… en España ha sido Marisa Ruiz-Gálvez Priego (La Europa
Atlántica en la Edad del Bronce, un viaje a las raíces de la Europa occidental). En España no
hay una denominación específica de periodización, más que el horizonte de la ría de Huelva, no
como en Francia o Gran Bretaña.
Bronce final I (1250-1050 a.C.)
- Rosnoen-Francia: estoques de tipo Rosnoen, navajas de afeitar rectangulares, hachas,
lanzas flameadas y primeras pistiliformes.
- Penard I/II-Gran Bretaña: espadas “Rosnoen y los tipos propios Chelsea y ballintober”.
Se caracterizan por una producción metálica muy determinada, como las espadas de
lengüeta estrecha y con remaches, hachas de talón y anillas laterales, lanzas de enmangue largo,
alfileres incisos. En cuanto a la producción de oro-bronce sobresalen los brazaletes de extremos
abiertos y rematados con volutas.
Bronce final II (1050-900 a.C.):
- Saint Brieuc des Iffs-Francia: espadas pistiliformes de empuñadura tripartita y calado,
conteras, lanzas y regatones, hachas…
- Wilburton-Wallintong-Gran Bretaña: espadas pistiliformes, conteras vainas, lanzas de
hojas perforadas, regatones, palstaves de una anilla.
Desde el punto de vista metalúrgico hay que destacar sobre todo las espadas
pistiliformes, que es el fósil guía, que aparecen singularizadas a la altura de la empuñadura y
que tiene su versión tanto en Francia como en Gran Bretaña. También hachas rebordes
levantados, lanzas enmangue corto, hoces. En cuanto a la producción de oro-bronce sobresalen
las torques macizos decorados con dibujos incisos.
Bronce final III (900-750 a.C.):
Son características las espadas lengua carpa de Vénat (Francia); en Ewart Park-Dowris,
Gran Bretaña son características las espada de “Ewart Park” con dos escotaduras en el inicio de
la hoja, lanzas, hachas de cubo, hoces, etcétera; y en Dowris las trompas, calderos, hachas,
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etcétera. Este periodo es característico por las espadas de lengua de carpa (cuyo horizonte son
los depósitos de Prairie de Mauves, Vénat…) como fósil guía; más las hachas de cubo, palstaves
(hachas de talón. En la Península Ibérica se han considerado como formas de almacenamiento y
trasiego, como premonetal, tal y como consideran diferentes historiadores), hoces, martillos,
gubias, calderos, asadores. En cuanto a la producción de oro-bronce sobresalen los torques
macizos incisos, brazaletes trenzados, etcétera. El flujo de relaciones se intensifica en todos
estos territorios que bañan el atlántico, valoramos los calderos, que están asociados a Irlanda,
pero que también se han encontrado en la costa francesa y en la Península Ibérica. Son sobre
todo las espadas de lengua de carpa las que nos dan una imagen amplia, solapada con los
primeros contactos con los fenicios. Su distribución concierne a Gran Bretaña y Francia
(Venat), y los conjuntos de Baioes en Portugal, la zona de Huelva, y el gran depósito de la isla
de Cerdeña en Monte Sa Idda. Hablar del Bronce final III no deja de ser una simplificación de la
realidad arqueológica del Bronce Final porque cada región puede presentar sus propias
particularidades, como en las empuñaduras, donde cada taller de producción les imprime su
sello.
Poblamiento y mundo funerario
Hay un desconocimiento significativo de lo que son las formas de vida y el mundo
funerario en el Bronce Final en su conjunto. Hay excepciones, pero en general se puede hablar
de un desconocimiento bastante desigual. Aun así, en términos aun muy amplios, se puede
hablar según los territorios del poblamiento en altura y en llano, diversificado, en algunos casos
fortificados, con un tipo de viviendo bastante estilizada, circulares, sin compartimentación
interna, realizadas con postes de madera y entramados vegetales, y con menor frecuencia de
pieles. En ese panorama resulta importante los depósitos de fundidor que aparecen en las
limitaciones de algunos yacimientos que se han relacionado con metalurgos importantes que no
pudieron recuperar esos acopios, a veces sin terminar, para llevar a cabo su actividad. En el
mundo funerario el influjo de los campos de urnas se hace notar en Gran Bretaña y en el norte
de Francia, pero apenas se advierte en otras regiones. Es lo que ha llevado a comentar ritos
acuáticos que no dejan una huella convencional. Ritos en los que se contempla la cremación o
no del cuerpo, pero que consistiría en lanzar a las aguas el cuerpo y su ajuar (Ría de Huelva). Es
lo que es discutido en ocasiones, pero resulta bastante viable debido a los registros que están
siendo estudiados.
Las redes atlánticas, centro europeas y mediterráneas, están surgiendo de forma intensa,
y están relacionadas con lo que Kristiansen estudia para los campos de urnas, ligadas a las
jefaturas complejas cuya relación pudo basarse en pactos y alianzas matrimoniales (H. Baiöes-
Venat, H. Ría de Huelva, Joyería atlántica, relacionadas con las alianzas matrimoniales, como
mujeres de corta edad y sus ajuares).
1.3.3. Bronce Final en el Mediterráneo
El Bronce Final comienza con la caída de micenas hacia el 1250 a.C. Hubo un momento
crítico, no solo para el mundo del Egeo sino para gran parte del Próximo Oriente donde también
caen otras civilizaciones, como la Hititas. Hay que decir que quiebran las conexiones que habían
sido relativamente frecuentes entre el egeo y el Mediterráneo central. Sin embargo es
importante, ya que muy pronto se va a crear un nuevo marco de conexiones que va a estar
fundamentado en una serie de coyunturas que pueden reducirse en el impulso de la metalurgia
atlántica y su proyección mediterránea, que gestionaba el mundo micénico fundamentalmente.
Además la impulsión de la metalurgia chipriota, que tiene su punto de partida en los
lingotes de piel de buey, que repercutirá en Cerdeña, que se convertirá en el nexo con el
atlántico y el mundo oriental. La intensidad del comercio chipriota va a encadenarse con el
desarrollo metalúrgico de Cerdeña, donde a partir del siglo XIII a.C. se va a producir una
reactivación intensa de las fundiciones y extracciones de material (Monte Sa Idda).
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Estas redes comerciales se basan en la circulación masiva de productos metálicos y de
materias primas que van a propiciar el desarrollo en este sector del Mediterráneo de jefaturas
que van a encontrar su mejor expresión en las diferentes islas del Mediterráneo como Cerdeña,
Córcega, Sicilia, las islas Baleares y en las zonas ribereñas del Mediterráneo. Por tanto esta
circulación masiva de materias primas y productos metálicos también está favoreciendo la
complejidad social, el desarrollo de formas y estructuras sociales tipificadas, como jefaturas
complejas. Algunas de estas jefaturas tienen su tradición en el Bronce Pleno, pero es ahora
cuando adquieren plena carta de naturaleza de una forma más pormenorizada esas jefaturas que
se desarrollan, que van a generar una serie de manifestaciones arquitectónicas bastante
comunes, aunque singularizadas, entre las cuales están algunos complejos arquitectónicos de
carácter defensivo, algunas funerarias… las jefaturas isleñas van a manifestar una arquitectura y
una serie de manifestaciones que mantienen un aire de familia (arquitectura talayótica de las
islas baleares).
Sicilia
Es una isla que se encuentra en pleno centro mediterráneo y que ocupa una situación
geoestratégica muy importante en las conexiones entre Oriente y Occidente. Esa posición
estratégica en gran medida propicia la fusión de unas tradiciones metalúrgicas que están
circulando a lo largo del Mediterráneo. Se refleja en su producción metálica la fusión de
productos que proceden de ambas partes del Mediterráneo, como fíbulas de arco de violín y las
fíbulas de codo siciliana sobre todo, que son una fusión de las fíbulas chipriotas y las de Huelva.
Se desarrollan en el sur de la isla las culturas Pantálica y Cassibile. Entra en conexión con los
primeros contacto con el mundo fenicio la cultura de Cassibile. En términos generales se puede
decir que los hábitats conocidos de estas culturas son con frecuencia fortificaciones que están
levantadas con un aparejo megalítico y que dan un aire a las construcciones muy mediterráneas.
Las casas de estos asentamientos pueden ser de planta rectangular con algunas instancias
interiores, un hogar central y un pórtico que está sustentado con postes de madera. Hay casos
más singulares como seria el palacio de Pantálica. En cuanto a los enterramientos se
circunscriben en grutas artificiales de diversos tipos, como la necrópolis de Pantálica, donde se
desarrolla el rito de inhumación, ya que Sicilia se muestra ajena de los influjos de la cultura de
los campos de urnas.
Córcega
Se desarrolla la cultura torreana, arraigada con características del Bronce Pleno. A partir
de 1200 a.C. se caracteriza por una gran actividad constructiva de aspecto megalítico. Va a tener
que ver con la cierta inestabilidad política y por las jefaturas que van a controlarla, junto con el
desarrollo comercial marítimo. Son poblados fortificados en sitios dominantes, reforzando
torres levantadas en el periodo anterior (monumentos torreanos de balestra y tapa). Presentan un
aspecto muy macizo. Alrededor de esas construcciones, y formando parte de esos conjuntos
fortificados, se levantan también casas rectangulares con una cabecera absidial, que según
algunos autores tiene que ver con algunos prototipos arquitectónicos que se desarrollan en
algunos sitios de la zona septentrional italiana, mostrando conexiones con Liguria y el valle del
Adigio. El levantamiento de menhires con representaciones de hombres armadas o posibles
jefes que controlan los territorios y las redes de contacto que estructuran las comunicaciones y
el comercio. Es una tradición larga en la isla de Córcega, pero aparece personalizada, ya que
estos menhires son el soporte de estas estructuras armadas.
Cerdeña
Se desarrollara durante esta etapa una particular cultura, la nurágica, con fuertes raíces
locales. El concepto de nuraga responde a una torre aislada o integrada en un recinto
constructivo complejo. Se conocen más de siete mil en la isla, algunas del Bronce Pleno. Las
nuragas del Bronce Final son más extensas, suelen presentar plantas oblongas, con casas
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circulares y separadas entre sí (Barumini). Presenta núcleos rurales satélites legados a las
mejores tierras, tienen una función social, político y de control, pero su entorno también está
muy ocupado y volcado a la producción agropecuaria. Más o menos alejadas de las nuragas se
encuentran los recintos funerarios, denominados tumbas de gigantes o recintos culturales. Las
tumbas de gigantes, como el caso de Osono en Triei, presentan una cámara funeraria bastante
amplia, que puede oscilar según la mayoría de los casos entre 5-15 metros de largo y 1-2 metros
de alto. El frontal de la tumba a veces genera una forma semicircular que en ocasiones tiene otra
puerta de acceso a la tumba propiamente dicha. En otros casos también han aparecido otras
tumbas. Construcciones que debieron acoger numerosas inhumaciones, con posibles ritos de
descarnación, según constatan varios estudios, antes de su inhumación final. La tumba de
gigante de Ena ‘e Thomes, en Dorgali, se constata un desarrollo más complejo. Marisa Ruíz-
Gálvez, Territorio nurágico y paisaje antiguo.
Baleares
En las Islas Baleares se desarrolla la cultura talayótica de la que hay que empezar
diciendo que es un área en la que no predominan los recursos estratégicos como el estaño o el
cobre, no es una zona rica en elementos como materias primas o recursos que puedan aportar
alguna definición a lo que son los circuitos euro-mediterráneos pero por otro lado, las baleares
tienen un potencial estratégico entre el Mediterráneo central y la península ibérica porque es un
paso obligado, y es aquí donde hay que contextualizar el esplendor de la cultura talayótica que
tiene un aire de familia similar a la torreana o la nurágica porque de ella se conocen una serie de
construcciones de aspecto megalítico que tiene resonancia en algunos casos. Destacamos los
Talayot que son torres como las que se ven en Cerdeña o Córcega, las Taulas que son complejos
rituales o las Navetas que están asociadas a contextos funerarios. Estas construcciones
concuerdan con esa forma de entender y expresar el poder y legitimarlo a través de argumentos
funerarios o simbólicos. También hay que entender estas construcciones como las formas de
expresión de esas jefaturas que también se están dando aquí y están conectadas con otras
mediterráneas. Esta cultura talayótica está arraigada en la tradiciones del bronce pleno, pero si
hacemos un análisis comparativo con lo anterior veremos en efecto que hay concordancias hay
formas constructivas que se parecen muchísimo ente sí. Son culturas muy interactuantes y
vinculadas a las jefaturas que salpican el área euro-mediterránea.
Península itálica
En la Península Itálica, desde un punto de vista geográfico hay dos áreas principales: la
zona norte o zona continental que está formando parte de Europa, y el área peninsular que es la
zona meridional.
La zona norte es el marco de la Cultura de Terramaras que se sitúa en la zona
continental de la actual Italia y se caracteriza por asentamientos tipo palafiticos que en algunos
casos se han documentado de forma excepcional como es el caso del lago di Ledro. Esos
asentamientos palafiticos están vinculados a necrópolis donde se entierran los cadáveres por
influencia de los Campos de Urnas; de ahí no solamente viene el rito cremador como influencia
del campo de urnas sino también elementos de ajuar como fíbulas de arco de violín junto a
productos itálicos. Hay que decir que este grupo cultural de Terramaras parece tener estrecha
relación con el complejo de Val Camonica donde se documentan grabados de diferentes épocas
y dentro de ella del bronce final.
Respecto a las zona meridional se desarrollan dos culturas que son la subapeninica que
se inscribe entre el 1300 y el 1200 a.C y se caracteriza por la continuidad de las inhumaciones
hasta el año 1000 a.C. o incluso los primeros años del primer milenio antes de Cristo y también
mantiene contactos con el mundo griego y el mundo micénico como revela la cerámica pintada;
y esa realidad micénica antes del hundimiento está presente en el Mediterráneo central, y
obviamente estas evidencias pues están asociados a materiales que permiten observas algunas
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conexiones con el mundo septentrional cono revelan los bronces e incluso ámbar procedentes
del mundo de los campos de urnas. A esta cultura subapeninica sucede otra cultura que es la
protovilanoviana que se caracteriza por cremaciones y fortificaciones y ajuares con presencia
de fíbulas de arcos de violín y sigue abierto al mundo mediterráneo y llegan a este marco las
fíbulas de codo. Esta segunda cultura desembocara finalmente en la cultura etrusca como
consecuencia de los contactos con el mundo Mediterráneo.
1.4. Las colonizaciones orientales: fenicios y griegos
Las colonizaciones tendrán gran influencia en ese mundo indígena, y ese fenómeno no
se restringe a un área determinada sino que genera un efecto dómino y llega a zonas interiores
de la Europa occidental.
1.4.1. Colonización fenicia
La colonización fenicia se impulsa desde Tiro que es el núcleo principal que desarrollo
la colonización del Mediterráneo de punta a punta y llega a la península ibérica. Se ha discutido
mucho sobre el motivo de esta colonización, ha habido razones muy variopintas y a día de hoy
hay una idea calibrada de que la colonización fenicia se debe a una convergencia de
circunstancias que provocan ese proyecto colonizador:
- Razón política que es la fuerte presión tributaria de los asirios a la ciudad de Tiro
exigiéndoles grandes cantidades de plata para desarrollar, por parte de los asirios, sus
proyectos comerciales; por lo tanto de alguna forma asiria va a consentir a los fenicios
de forma interesada su expansión hacia el Mediterráneo para que se aprovisionen de
plata y engrosen las arcas asirias para satisfacer los proyectos bélicos en oriente
próximo.
- Razón histórica que es la crisis alimentaria que se traduce en un déficit de grano, de
cereal de las ciudades de la costa fenicia desde que perdieron sus dominios agrícolas
situados en el actual Israel; esos territorios los pierden en el 1200 a.C. en el marco de la
crisis de los llamados como pueblos del mar. Es en esta zona donde estaba el granero
que aseguraba la supervivencia, y tanto su pérdida como la desaparición de Canaán en
ese imaginario obliga a los gobernantes de Tiro a establecer pactos con el rey de Israel
para satisfacer la demanda de grano. Pero aparte de este déficit de grano hay que hablar
también de una superpoblación, y todo eso es un factor de conflicto interno que tienen
canalizar dando salida a esa población concentrada y necesitada de grano; y eso parece
que contribuye a la proyección de ciudadanos tirios hacia el mediterráneo pero es una
proyección tutelada por la Casa Real de Tiro en convivencia con los asirios y
protagonizada por la burguesía ligada a la monarquía tiria. Eso se pone en evidencia en
la arqueología fenicia en la península ibérica en las tumbas y asentamientos y ajuares
que denotan esta circunstancia.
Sobre la arqueología de Tiro se sabe poco por razones diversas pero también de razones
de inestabilidad política. Las únicas informaciones que se tienen hasta ahora de la Tiro fenicia
se deben a unos sondeos realizados en los años 70 que se realizaron en el entorno de la catedral
medieval de Tiro. Originariamente Tiro estaba en una isla pero a partir del siglo IV a.C. se
empiezan a acumular sedimentos hasta crear esa unión entre tierra firme y la isla original. Esos
sondeos permitieron tener una lectura secuencial de lo que fue Tiro pero también se excavo la
necrópolis en los años 90 en el actual barrio de Al-Bass, y esa necrópolis ubicada en las
inmediaciones del complejo arqueológico romano y muy cercana a un campo de refugiados
palestinos, se caracteriza por cremaciones en urnas, tumbas muy concentradas y con ajuares
característicos asociados con jarros de boca se seta.
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Cronología y Precolonizacion: Uno de los problemas históricos más debatidos es el de
la cronología, cuando salen de tiro los fenicios y se instalan en el Mediterráneo. Hay un debate,
hay un desajuste entre la información de los textos clásicos y el registro arqueológico porque los
primeros dan fechas de fundaciones muy tempranas hacia el 1100 a.C. y sin embargo las
excavaciones en Gadir o en otros sitios no remontan más que mediados del siglo IX a.C. Y ese
desajuste se ha tratado de solventar en algunos casos a través de la calibración de Carbono 14
pero también se ha intentado resolver introduciendo un concepto que es el de la precolonizacion
porque efectivamente las crónicas clásicas a veces aluden a viajes de tanteo o expediciones
exploratorias que preceden a una instalación estable como la fundación de la propia Cádiz. Todo
esto llevo a proponer hace unos años el concepto de precolonizacion, la existencia de tanteos
que reconocen zonas hasta finalmente pactar con las poblaciones indígenas y establecer una
instalación perpetua.
Primeras Fundaciones
Sea como fuere lo cierto es que las primeras fundaciones de tiro se dan en las isla de
Chipre y en el Mediterráneo occidental, concretamente Krition hacia 850 a.C. y luego Cartago
que tiene origen hacia el 814 a.C.
Krition tiene un interés económico y estratégico porque le va a proveer de cobre y
Chipre es una cabeza de puente para proyectar desde ella viajes hacia el Mediterráneo central y
occidental. Entre los hallazgos esta el templo de Astarté; pero el concepto de santuario en el
mundo fenicio no debe referirse al ámbito religioso sino que los santuarios tienen un marcado
sentido económico porque allí es donde se hacen los acuerdos comerciales protegidos por la
divinidad.
La otra fundación es Cartago que está en el Mediterráneo central en la actual Túnez y
parece ser que fue fundado por sectores de la descoyuntada monarquía tiria. Cartago significa
nueva ciudad y ocupa una posición de valor estratégico de cara a ser un punto esencial en el
tráfico en el occidente y oriente y a ello se une la proximidad a una zona rica desde el punto de
vista agrícola. Cartago representa una apuesta por controlar las llanuras que se expanden hacia
el sur y ello justifica que Cartago sea una ciudad muy poblada desde muy temprano por
principalmente nobleza tiria que se encarga de esta función. De hecho la extensión que alcanza
Cartago desde sus comienzos se compara con la propia de Tiro con su carácter urbano ya en el
siglo VIII y VII hasta que Tiro cae en el 513 a.C., ese gran desarrollo tiene que ver con una
efervescencia económica y una posición de primer orden en las escalas comerciales que unen un
extremo y otro del Mediterráneo.
De sus fase arcaica se conoce poco se conocen algunas cosas de Cartago; hay restos de
su acrópolis de la Byrssa también su necrópolis y el Tofet que estaba en la zona meridional de la
ciudad que es una marca de identidad del mundo fenicio arcaico y es un recinto funerario que
está situado afueras de la ciudad y donde se hacían sacrificios humanos y se enterraban a niños
y todo esto parece ser en honor de las divinidades titulares de Tiro que son Baal y Astarté. Esta
práctica funeraria que parecen desarrollar las elites y parece estar vinculado con el estatus de
ciudadano, tiene una conexión con la concesión de ciudadanía, no sabe bien el trasfondo de
estos ritos que implican la muerte del primogénito o la muerte de humana, pero tiene
antecedentes en el mundo semita y por tanto es algo que se traslada con ellos. Esta práctica fue
considerada como bárbara y cruel tanto por los griegos y por los romanos.
Sicilia
Aquí hay una yacimiento importante que es el de Motya que es la colonia principal en
Sicilia situada en un islote y que reproduce la misma idea de Tiro. Motya nunca se proyecto
hacia tierra firme porque no les interesaba, sino que le interesaba controla el canal entre Cartago
y Sicilia.
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Motya es la más importante en Sicilia, este lugar estaba situado en extremo
noroccidental de Sicilia y ubicada en un islote frente a la localización actual de Marsala
controlando el canal existente entre la propia isla de Sicilia y Cartago. Motya no se expansiona
hacia tierra firma con lo cual sus intereses se buscan en el control del tráfico marítimo a través
de dicho canal. La colonia es potente en cuanto su extensión y sus construcciones, y llega a
alcanzar 40 hectáreas que es la propia superficie de la isla que se amuralla todo el perímetro de
la isla. Entre los restos mejor conocidos y más destacables en lo que supone la presencia fenicia
son la muralla y la necrópolis o los Tofet y también el Cothon que es área portuaria o puerto
que se sitúa en el sur de la isla. Respecto al Cothon es un espacio de planta rectangular que se
accede a través de un canal que constituye una de las puertas a la colonia. En la necrópolis
situada junto a la muralla en el norte de la isla con cremaciones en urna y que también nos
retrotraen hacia el siglo VIII y VII a.C. En el Tofet con las estelas características y las urnas que
contienen restos cremados junto a ajuares.
Cerdeña
En Cerdeña la presencia de los fenicios se hace visible en la zona sur y suroeste del
islote donde hay núcleos desigualmente conocidos donde destaca la Karalis, Nora, Bitha, Sulcis
y Tharros. Aquí la presencia de los fenicios obedece a un planteamiento diferente al del resto.
Aquí el despliegue de los fenicios responde a un interés estratégico, de una política de dominio
recursos agrícolas y de los recursos minero-metalúrgicos como el plomo y la plata. Esto parece
ser así porque ese despliegue de los fenicios en estos sectores hacia el interior genera conflictos
con poblaciones autóctonas, y los fenicios despliegan políticas de muy diferentes tipos siempre
al servicio de sus intereses comerciales. En el caso de Sulcis que se funda en un islote que
proyecta hacia el interior dos fortificaciones para controlar los recursos de plata y plomo las
cuales las mejor conocido son los recursos del monte Sirai. Estas políticas expansionistas
reciben respuestas por parte de las poblaciones autóctonas que son las culturas neurálgicas. En
el monte Sirai había una acrópolis potente dependiente de Sulcis y en Tharros observamos un
potente sistema de fortificación.
Península ibérica
En la Península Ibérica la colonización se focaliza en diversos sectores que la
investigación desde los años 70 ha intensificado en el caso de Cádiz y la red de factorías
mediterránea concentrada en la actual costa malagueña. Otros de los focos estudiados y dados a
conocer son las fundaciones fenicias en la costa atlántica que reafirman que los fenicia rebasan
las columnas de Hércules y recalan en puntos como Lisboa y cómo desde esas fundaciones
proyectan sus intereses hacia el interior remontando los cauces de los ríos que desembocan en el
atlántico. Y en la fachada atlántica africana destacamos Lixus o Mogador. A partir de la caída
de Tiro en el siglo VI a.C. las relaciones a larga distancia se reconducen porque a partir de ese
monto será Cartago la que tomara la alternativa a Tiro y se consolida como potencia y sus
intereses acaban chocando con los romanos.
1.4.2. Colonización griega
En los primeros siglos del I Milenio a.C., las aguas mediterráneas también son surcadas
por los griegos. En cuanto a la colonización se han escrito mucho. El proceso de colonización
que protagonizan los griegos no se entienden sin esbozar unos elementos que se dan tiempos
anterior: hay que considerar el aumento demográfico que se traduce en la aparición de los
primeros núcleos habitacionales concentrados, el nacimiento de las polis va a implicar la
quiebra del poder exclusivo de las aristocracias para extenderse a otros sectores de la población
y a partir de este momento va a tener muchísimo que ver la identificación del grupo con su
territorio, a un espacio habitacional y a un concepto de ciudadanía.
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Desde un punto de vista ritual surge la inhumación como rito preferente aunque no
exclusivo e incluso a veces dobles; y también en ese proceso de construcción del ciudadano de
esa nueva realidad ideológica para alcanzar un gran desarrollo de los santuarios urbanos y
rurales generando auténticas redes de dominio que resultan muy aclaradoras de ese componente
territorial de las polis. Ese aumento demográfico va a propiciar un proceso de intensificación
económica que se traduce en el uso de herramientas de hierro para la agricultura y que tendrá su
consecuencia final en la colonización. Esa colonización se define como un proceso de fundación
de enclaves griegos entre los siglos VIII y VII a.C. en el marco de construcción de polis.
Las colonizaciones se estructuran en dos oleadas: la primera se inscribe entre los siglo
VIII y VII a.C. desde Tesalia, Beocia, Ática y el Peloponeso, y se proyectan hacia las costas
occidentales de Asia menor fundando Focea, Mileto o Éfeso, o también hacia Siria y Egipto
donde se funda Naucratis. También se proyectan hacia el sur de Italia y Sicilia donde se fundan
ciudades como Pitecusa o Cuma. Y una segunda oleada entre los siglo VII y VI a.C. desde
Focea, Samos, Rodas, Mileto, Quíos y se proyectan hacia el norte de África, el Mar Negro y
occidente con Massalia o Emporito.
Sobre la colonización griega también se ha discutido acerca de sus orígenes, causas y
secuenciación, y sobre todo las razones que intervienen en un momento y en otro. Las fuentes
tardías como Herodoto o Tucídides han trasmitido detalles de cómo se fundaban colonias y
quienes componían las expediciones, es decir, las fuentes clásicas aunque tardías han permitido
reconocer algunos de los mecanismos a través de las cuales se proyectaron las polis griegas al
Mediterráneo. También la arqueología está aportando visiones, aunque no siempre las colonias
son localizadas. Sobre las cusas de las colonizaciones los argumentos que se han imprimido son
fundamentalmente el descontento social y la presión demográfica en el caso de la primera
oleada y los motivos comerciales en la segunda oleada. Sin embargo hay que decir que la
arqueología en algunos enclaves de Grecia como es el caso de Al-mina y Pitecusa pues
demuestran que también unos componentes comerciales en las primera oleadas y no todo se
debe al descontento social o al presión demográfico sino que el comercio parece jugar un papel
importante a la hora de proyectarse hacia el mediterráneo occidental. Las excavaciones
constatan la importancia la obtención de materias primas y la circulación de productos griegos y
al intermediación con otros territorios.
Al-mina (Siria) fue fundada en la desembocadura del rio Orontes por los eubeos a
finales del siglo IX a.C. en una zona donde parece competir con los intereses fenicios que
estaban más al sur. Se excavó por primera vez en 1936 por Woolley que la consideró como una
colonia comercial griega, sin embargo se ha especulado que no fuera una colonia griega dada la
proximidad con los fenicios y que fuera un núcleo indígena con una actividad intensa con los
griegos. Entre los restos más conocidos son los almacenes del puerto que han decantado la
balanza para volver a considerar Al-mina como fundación griega. Estos almacenes tienen forma
en U y serían una plataforma a través de la cual los griegos comerciarían con potencias de
próximo oriente.
Pitecusa y Cuma (Nápoles). Pitecusa fue fundada en el segundo cuarto del siglo VIII
a.C. por los Eubeos. Se está excavando desde los años 50 y donde se han extraído materiales
que revelan una red de contactos con diferentes territorios, es decir, eso viene a confirmar esa
idea de que las primeras fundaciones no solo son fundaciones destinadas a componentes
agrícolas sino que también tienen un componente comercial. Tanto en la acrópolis como en el
registro funerario los materiales ponen de manifiesto las relaciones de Pitecusa con el próximo
oriente a la península ibérica. En la necrópolis de incineración asociados a círculos de piedras y
en cuyo interior está la urna con los ajuares y tapado todo con los empedrados, y de ese espacio
funerario proceden una copa (Copa de Néstor) del siglo VIII a.C. que confirma la presencia de
eubeos en una fecha tan temprano. A partir del siglo VII a.C. Pitecusa empieza a declinar por
motivos políticos ligados al desarrollo de Cuma que fue fundada en el siglo VII a.C. por los
eubeos de Calcide y Etrerie. Cuma es un proyecto que está en marcha desde unos criterios de
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documentación avanzados y trabajos que se dirigen desde el departamento de la Antigüedad de
la Universidad de Nápoles para recomponer elementos fundamentales urbanos como red de
comunicaciones de su entorno.
Magna gracia y Sicilia.
Aparte de estos hay una colonización en la zona meridional de Italia en la Magna Grecia
y la isla de Sicilia. En la Magna Grecia entre el siglo VIII y VI a.C. se fundan muchos sitios
como Tarento, Metaponto, Sibaris, Crotona, Locri, Paestum,… en Sicilia hay una primera
generación de colonos que se sitúan al contrario de los fenicios y en este primera fase fundan
Naxos, Leontini, Catana, Zancle, Siracusa, Megara hiblea, Gela,…etc. En la segunda generación
de colonia se enmarcan Acrae, Casmeane, Camarina (fundación de Siracusa), Himera,
Selinunte, Akragas,…
Todas esta fundaciones siempre van a presentar el mismo esquema con un lugar central
están los santuarios, la zona habitacional regulada conforme a un plano hipodamico. En el caso
de Tarento se funda en 709 a.C. con un esquema hipodamico igual que Metaponto, y la Cora
tienen trazas lineales con parcelaciones del territorio con asentamientos. Los coras desde muy
temprano empiezan a poblarse pero no solo gente para sacar beneficio de ellos sino que se
delimitan con redes de santuarios que están legitimando un proyecto político. Ya en Sicilia hay
que referirse en el caso de Naxos, Leontini, Zancle, Megara hiblea.
Sur de Francia: Massalia
La fundación griega en el sur de Francia por excelencia es Massalia que se retrotrae al
600 a.C. y que está implicada en las fundaciones de la Península Ibérica. Sobre esta hay que
decir que resulta complicado conocerla porque su arqueología está muy afectada por la ciudad
actual. De la documentación de la Marsella arcaica las zonas arqueológicas más relevantes son
las plazas de la Bourse o la de Julio Verne pero también hay calles (Calle de la Catedral) o
espacios amplios con intervenciones de urgencia que nos dan una idea de la difícil
recomposición de la que fue la colonia Focea, pero los restos revelan la presencia intensa Focea,
el alcance de la intensidad del comercio foceo y su expansión occidental. En la zona de la
Bourse es una zona de expansión en el siglo VI a.C. se encontraron restos de la muralla, en la
plaza de Julio Verne destacan los pecios recuperados o en la plaza de Villeneuve se documento
un muelle y en la calle de la catedral superposiciones constructivas desde el 600 a finales del
siglo V a.C. El repertorio material es muy amplia que denota el comercio durante el momento
de máximo desarrollo comercial foceo como ánforas destinadas al vino.
Península ibérica
En lo que respecta a la Península Ibérica hay que distinguir las funciones relacionadas
con Massalia como Emporiton o Rhode y luego hay otras no contratadas que salpican la
vertiente mediterránea.
1.5. La edad del hierro: trasformaciones sociales y periodización
Con las colonizaciones se puede decir que se inaugura la Edad del Hierro pero el
contacto con los colonizadores (tanto fenicios como griegos) provocara en la estructura, tanto en
el Mediterráneo como en Europa occidental, una serie de cambios muy profundos:
- Trasformaciones tecno-culturales: el primer aspecto a destacar son las trasformaciones
urbanísticas y los modos de construir que van a implantarse en diferentes ámbitos
mediterráneos. Son cambios que afectan a la arquitectura defensiva de las ciudades y
obviamente estas también afectan a los edificios de prestigio y también a los ambientes
domésticos. Estas trasformaciones llegan a la estructura política, a los aspectos
macroscópicos de las sociedades, pero también al micro-espacio como es el caso de la
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vivienda. Las realidades sociales que se desencadenan a través de los contactos tienen
mil recorridos, tantos como culturas que se ven afectadas por esas trasformaciones.
También hay que considerar la introducción de la alfarería torneada como jarros de
boca de seta de origen fenicio que constituyen la tabla de la cerámica griega. También
se implanta la paulatina introducción del hierro como una tecnología que va
sustituyendo al bronce en las herramientas de uso cotidiano, también la talla de marfil
que va a alcanzar el extremo occidental de la mano de los fenicios, y también al
orfebrería, las técnicas orientales son las que van a ir desplazando a lo que hay en el
bronce final a la orfebrería de los torques y son remplazados por una orfebrería con
menor cantidad de oro y se generaliza el uso de la filigrana, y también la escritura como
novedad muy importante y son los griegos y fenicios los que extienden el registro
escrito por todo el Mediterráneo.
- Transformaciones económicas: En nivel económico hay que referirse a la
generalización de los llamados cultivos comerciales como la vid y el olivo; es verdad
que estos ya se conocían en sus especies silvestres, pero no es hasta partir de estos
momentos cuando se ponen en explotación generando unos recursos que primero están
acaparados por la aristocracia pero luego van a generalizarse y serán objeto de
comercio, y todo ello contribuye a la diversificación de los recursos económico respecto
a las económicas tradicionales. También la introducción la moneda como elementos
social y económico.
- Transformaciones Socio-políticas: A nivel socio político se va a generar nuevas formas
de organización y relación social que son muy a la oriental y se van a ir implantando
también formulas organizativas mas basadas en la jerarquización que en las relaciones
de parentesco y se va a introducir el concepto de ciudadanía, e incluso en la iconografía
se van a adoptar nuevos símbolos de poder.
- Transformaciones Ideológicas: también a nivel ideológico, a nivel ritual, la impronta del
mundo oriental se hace muy presente generando fenómenos de fusión de divinidades
orientales que ahora se concitan en el Mediterráneo, y en conexión con esto surgen
formas de identificación social, territorial que tienen como estimulo el mundo
mediterráneo.
Periodización: La periodización depende de cada región y ámbito cultural, y hemos de
destacar la enorme diversidad existente. La periodización es futro del trabajo de muchas
generaciones de investigadores entre los que destaca el caso de Otto Tischler (1875) que
estudian estas relaciones. Hoy en día se articula en dos fases que se conocen como: I Edad del
Hierro (750-450 a.C.) y II Edad del Hierro (450-18 a.C.).
Medio ambiental: La Edad del Hierro es una etapa en la que se producen cambios
medioambientales que tienen importancia en conductas humanas. Hacia 750 a.C. se sitúa el
periodo climático subatlántico que tiene manifestaciones distintas: en Europa central y en la
Europa mediterránea. En la Europa central o atlántica conlleva un descenso de las temperatura y
se habla de una caída de las temperatura de 2 grados y ascenso de la pluviosidad, y que tiene
repercusiones en el medio natural que implica en el avance de las superficies inundadas, de las
áreas boscosas; y todo repercute en la estructuración de la gente que vive en esta zona porque
van a distribuir las áreas cultivables y se produce un obligado abandono de las tierras altas y
esto repercute en patrones de poblamiento, en la definición de la delimitación de rutas y áreas
donde circulan transportes. Sin embargo, en Europa mediterránea las condiciones son similares
a las actuales y ello hace que se produzca un aumento de la acción del hombre en los bosques
reduciéndose especies pero avanzan otras como el olivo.
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1.6. Las culturas de la I y II Edad del hierro: el Mediterráneo
1.6.1. I Edad del Hierro en la Península Itálica
A nivel amplio, en la península Itálica, se puede decir que se va a advertir un proceso
notable de progresión urbanística, de diversificación de la producción y procesos sociales cada
vez más complejos, todo como consecuencia del contacto con fenicios y griegos. Este panorama
se sustancia en dos regiones dentro de la península itálica: la zona centro donde van
desarrollarse la culturas Lacial, Villanoviana y Etrusca, mientras en la zona más al norte o
continental van a sucederse las culturas de Golaseca y Este.
1.6.1.1. Cultura del lacio I-IV (1000-580 a.C.)
Se ubica en el sector de la actual Roma y está caracterizada por asentamientos todavía
de cabañas semi-acabadas con pilastras de piedra que dan cierta entidad a las viviendas.
También en esta cultura Lacial predominan las sepulturas de cremación de fosos, las urnas de
cremaciones están decoradas y pueden tener forma de cabaña. Todo ello junto a elementos de
ajuar donde destacan vasos rituales con forma animal, vasos votivos, diversos tipos de fíbulas.
1.6.1.2. Cultura Villanoviana (900-720 a.C.)
Se desarrolla de forma solapada con la anterior, conviven parcialmente, y a esta cultura
se la considera como predecesora de la cultura etrusca, y su expansión geográfica es distinta, se
extienden por la toscana, la marca, el sur de Campania y Lucania. En cuanto a su poblamiento
en este horizonte el poblamiento es diverso y expansivo por naturaleza y se constata que se
desarrolla en distintos ambientes: hay ocupaciones costeras, lacustres pero también hay
poblados en zonas de secano o regadío, es un poblamiento dinámico que en gran parte está
favorecido por las condiciones medioambientales. También comienzan a desarrollarse en este
contexto lo que se conocen como los primeros núcleos proto-urbanos que tienen contactos con
los colonizadores; las necrópolis basan el ritual en cremaciones y los restos se depositan en
urnas vistosas con decoraciones incisas de tipo geométrico y que están tapadas con un plato, y a
veces con un casco de bronce. En otros casos las urnas se asocian a maquetas de cabañas
también decoradas. Todo ello acompañado de ajuares que en función de la riqueza y
variabilidad de los elemento permiten hablar de una progresión de la jerarquización social, los
contactos con el mediterráneo introducen procesos de complejidad social.
1.6.1.3. Cultura Etrusca (720-480 a.C.)
La Cultura Etrusca es de la misma forma donde estaba el mundo Villanoviano pero
ahora con centros urbanos, autenticas ciudades donde están lugares tan nombrados como
Tarquinia, Veio, Cerveteri, Vetulonia,..etc. El origen de los etrusco es motivo de controversia
historiográfica, todas las grandes culturas del Mediterráneo tienen un debate acerca de su
génesis, en el caso de los etruscos este debate se entabla entre los que defienden la tesis de que
son poblaciones que viene de fuera procedentes de Asia menor y luego hay otras tesis que
entienden a los etruscos como un proceso evolutivo que tiene su origen en la cultura
Villanoviana y su eclosión es fruto de los contactos mediterráneos, pero también en este debate
se incluye otras culturas como el mundo de Tartesos. Este debate se ha resuelto y se ha
concluido que en efecto los etruscos son fruto de la evolución a partir de la cultura Villanoviana.
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El desarrollo de Etruria se estructura en cuatro fases:
Fase Orientalizante (720-575 a.C.):
Este es un fenómeno o fase que además tiene su resonancia y que se paraliza con lo que
ocurre al mismo tiempo en otras regiones del Mediterráneo, en Grecia y el suroeste de la
Península Ibérica, con lo cual esta fase orientalizante de los etruscos es contemporánea a
Tartesos y a la fase orientalizante del mundo griego. Este horizonte, tanto en la península
ibérica como en Grecia y Etruria está mediatizado por la influencia de Fenicia y Egipto y
Chipre. Etruria alcanza un gran esplendor durante esta fase por dos razones: su gran riqueza
minera de cobre y hierro, y la conversión o reestructuración de su potencial naviero que le
permite expandirse y mantener relaciones fluidas con otros sectores del mediterráneo; todo ello
es lo que parece justificar el surgimiento de las grandes ciudades que capitalizan la historia de
Etruria, y ello se traslada al mundo funerario donde la monumentalidad de las tumbas y la
riqueza de ajuares con objetos de importación ponen de manifiesto la presencia de una
aristocracia muy fuerte.
Desde el punto de vista poblacional hay que hablar de un poblamiento categorizado en
diferentes niveles:
- núcleos urbanos de primer orden que están fortificados y son controladores de amplios
territorios, son asentamientos que llegan a tener hasta 300 hectáreas, son enormes
ciudades como Tarquinia, pero su problema es que están superpuestas a las actuales
poblaciones y ello es un problema para su reconstrucción arqueológica; y siempre
rodeados de tierras fértiles; y en todos estos niveles de primer nivel se detectan las
trasformaciones arquitectónicas que definen ese rango político como las murallas,
también hay nuevos elementos como una nuevo tipo de casa rectangular con impluvium
en su centro que recoge las aguas y que ese concepto de casa rectangular se está
generalizando.;
- Núcleos urbanos de segundo nivel, son asentamientos urbanos con perfiles muy
mediterráneos pero con mucho más pequeños, de unas 100 hectáreas hasta las 2
hectáreas.
- Asentamientos rurales que son las granjas y caseríos que se concentran en el entorno de
los núcleos urbanos y que son una de las grandes aportaciones de la arqueología del
paisaje porque se está viendo que no todo es urbano.
- Arquitectura sacro-palacial que tiene en el mundo etrusco su máximo representante en
yacimiento de Murlo (Poggio) que es una edificación rural enclavado en el campo que
se fecha entre el 650 y 575 a.C., son dos edificios superpuestos de diferente extensión
pero de organización similar, es un complejo habitacional alrededor de un patio
cuadrado de 60 metros con columnata de madera en tres lados. Además, es muy
destacable que justamente en el frontal del lado norte aparecieron una serie de terracotas
que tiene escenas diferentes que tiene un fuerte contenido social y simbólico, de
representación política de quien en este lugar habitó, también hay presencia de
esculturas de terracota que coronan parte de los tejados del conjunto. Por tanto, no hubo
solo elites en las ciudades sino también hay elites que vivían en el campo. Su posición
geografía además ha llevado a varios investigadores a hacer una lectura distinta
manifestando la idea de que Murlo fuera un santuario en el que periódicamente tuvieran
encuentros ceremoniales y que estarían destinados a garantizar la estabilidad social y
política.
Necrópolis: como manifestación del poder aristocrático que se consolida en este periodo
orientalizante etrusco hay que hablar también de las tumbas, de las necrópolis tomando el
ejemplo de la Tumba de Regolini-Galassi. Es una tumba que se descubrió intacta en 1936, y que
por una parte esta labrado en el tufo y por otra construida en bloques tallados y cubierta por una
falsa bóveda de bloques progresivamente en voladizo; el conjunto es un monumento que señala
la entidad elitista de la aristocracia. La estructura interior está constituida por un largo pasillo
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descendente que parte de la entrada, y a lo largo del pasillo se detectan algunos elementos y
acaba en una cámara alargada, y a medio camino se abren dos nichos laterales de planta
ovalada. En esa zona aparecieron una inhumación de una mujer de rasgos principescos y una
incineración colocada en la celda derecha, y un tercer individuo colocado en la antecámara
reposado sobre una cama de bronce; el material que proporcionó este enterramiento fue un ajuar
de príncipes que incluye una carro, vasos de plata, elementos de bronce, joyas de oro, un caldero
de bronce decorado con esfinges de tan gusto oriental, y un lecho de bronce.
Periodo arcaico (575-480 a.C.)
Este es el momento en que Etruria entra en la esfera del mundo griego, y se podría
afirmar que lo que acontece en el periodo arcaico es un proceso de helenización del mundo
orientalizante. Ese fenómeno va a representar una fase de apogeo de las ciudades del mundo
etrusco, sin embargo destacamos el yacimiento de Marzabotto que refleja el impacto griego
respecto al diseño y a su integración en manzanas y al urbanismo responde a un planteamiento
griego, hipodamico, un esquema organizativo que se concreta en este lugar. Ese aire griego se
percibe desde la unidad básica que es la casa pasando por la manzana y por el diseño
hipodamico. Pero ese proceso de helenización también lo vemos en la arquitectura del poder
destacando el palacio de Acquarosa que es un asentamiento parecido al de Murgo pero
integrado en un núcleo urbano pero se observa cómo responde a un esquema que refleja la
continuidad en la fase precedentes pero con novedades iconográficos. Su plano general se
observa que es un conjunto articulado alrededor de un patio central tienen una serie de
habitaciones ante precedidos por un porche corrido.
Algo parecido vemos en los complejos funerarios asociados a los enclaves del momento
como la necrópolis de Banditaccia donde aparecen una gran amalgama de restos, son tumbas
subterráneas son hipogeos que están decoradas con una gran cantidad de pinturas murales y
esculturas y atesoran importaciones griegas o cerámica negra características del mundo etrusco
en este momento, es una cerámica de calidad que forma parte de los ajuares. La influencia del
mundo griego en el mundo funerario etrusco tiene su máxima representación en los sarcófagos
de los esposos (Tarquinia). En ese mundo funerario se pone de manifiesto en el mundo arcaico
y se ve la impronta del mundo griego en que reproduce las casas o algunas plantas de viviendas
que se han constatando en hábitats de núcleos urbanos. Las tumbas del mundo arcaico etrusco
reproducen algunos modelos de viviendas. El etrusco que se sitúa en determinadas capas de
poder trata de reproducir en su tumba el mismo esquema organizativo que la casa que disfrutó
en vida.
El impacto griego en Etruria también se pone de manifiesto en el mundo religioso y sin
duda el ejemplo representativo de esa helenización lo proporciona el santuario de Pyrgi que esta
unido por una calzada a la ciudad y el santuario que se sitúa en la costa, es un santuario de tintes
comerciales y es un núcleo que va a convertirse en punto de encuentro entre el mundo etrusco y
el mundo griego, y es un santuario cosmopolita por tanto. En esta zona de Pyrgi hay dos
templos que son griegos y que se constata por sus plantas con columnatas y por su estructura
tripartita o única, el frontón del templo está decorado por esculturas en altorrelieve que recrea
escenas de mitología griega, y en ese templo también hay elementos que ponen de manifiesto
ese sinecismo con el mundo indígena que son placas de oro que están escrito en etrusco y
fenicio. Esto son lugares donde tenían un marcado carácter comercial porque en él se afianzan
los tratos legitimados por un factor sacro. Pero aparte de los dos templos en el área sur de Pyrgi
hay una zona asociada a los templos pero no tiene que ver con ellos desde el punto de vista
arquitectónico y es una zona votiva donde aparecen un gran número de depósitos votivos con
una entidad importante desde el punto de vista arqueológico.
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Fase de Crisis y Renovación (480-350 a.C.)
En el siglo V a.C. los etruscos entran en crisis pero también lo hacen otras culturas
mediterráneas y la creciente influencia de los púnicos de Cartago una vez que ha caído Tiro con
una política diferente hace que haya una conflicto de intereses entre púnicos y etruscos, y ello
finalmente se concreta en una serie de alianzas y de batallas que convierten al Mediterráneo en
un tablero estratégicos y en 474 a.C. en un enfrentamiento con Siracusa los etruscos son
derrotados en Cuma.
Periodo Helenístico (siglos III-I a.C.)
1.6.1.4. Cultura de Golaseca y Cultura del Este
Tanto la cultura de Golaseca como la cultura del Este son intermediarias entre el mundo
etrusco y el transalpino desde el siglo VIII a.C.
- Cultura de Golaseca: en cuanto a las cultura de Golaseca presenta asentamientos proto-
urbanos y materiales muy característicos como cerámicas rojas pintadas en negro que
forman parte del los ajuares y también elementos de carros y arneses, espadas y puñales
procedentes de las necrópolis como Ca Morta y Sesto Celende.
- Cultura del Este: su centro principal es Este que es un punto de comercio entre Italia y
los Alpes orientales y donde están los puertos de Adrià y Spina que ponen de manifiesto
esos intercambios con los griegos y los etruscos y cuyo objeto característico de esta
cultura son las sítulas de bronce.
1.6.2. I Edad del Hierro en Europa (cultura de Hallstatt)
En Europa se va a desarrollar la cultura de Hallstatt en sus fases C y D. Es un complejo
cultural que incluye los territorios delimitados por los ríos Saona, Po y Danubio, y gracias a las
relaciones mediterráneos se van a producir importantes trasformaciones en los sistemas
organizativos socioeconómicos, políticos y mentales precedentes, pero no son elementos de
ruptura sino que hay elementos de continuidad y otros se trasforman. Dentro de este horizonte
amplio que marcan la I Edad del Hierro en Europa hay que diferenciar dos horizontes:
1.6.2.1. Hallstatt C (750-600 a.C.)
Hallstatt C es un periodo en el que surgen los grandes centros de producción y comercio
de Europa tanto que Wells habla de las primeras ciudades de Europa pero las diferencia porque
habla de que no son como las de oriente. En este periodo se van a desarrollar los núcleos y
enclaves especializados en determinados productos como la sal y el hierro y van generar
estructuras políticas que en algún caso se han comparado con los burgos medievales como el de
Salzburgo. En este horizonte destacan dos yacimientos:
- Hallstatt situado en pelos Alpes austríacos al suroeste de Salzburgo sobre un gran
depósito salino que tiene unos 3 kilómetros de longitud y se han constatado unos 3.750
kilómetros de galerías y se estima una extracción de 2000 metros cúbicos, lo que
constata el carácter industrial y comercio de la explotación. Dado el contexto salino en
el que se halla las excavaciones han permitido documentar elementos relacionados con
la actividad extractiva como las mochilas de cuero o la bandolera, o los gorros picudos
para los mineros. En cuanto a su necrópolis que está en la salida del valle donde se han
documentado unas 2000 tumbas descubiertas en 1830 y se está utilizando como espacio
funerario durante siglos anteriores porque las cronologías se mueven ente el 800 y el
400 a.C., aquí se documentan tanto inhumaciones como incineraciones con ajuares
diversos según el estatus y el sexo (espadas locales, sítulas, joyas, ámbar,…) y no se
documentan objetos de mineros y que ponen de manifiesto que se trata de individuos de
cierto rango dentro de la estructura de poder que gestionaba los beneficios de la sal, un
comercio de larga distancia que pone de manifiesto objetos de importaciones.
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- Yacimiento es el de Sticna (Eslovenia) que se encuentra al SE de Ljbliana es un
poblado fortificado no muy grande de una población de unas 500 personas que vivían
en viviendas de madera y lo más significativo son los túmulos que conforman su
necrópolis con más de 150 túmulos y que fueron excavados en 1905 y 1911 y también
entre 1946 y 1963 y cada túmulo acoge sepulturas en número importante de unos 183
en su mayoría inhumaciones y que posiblemente pudieron ser enterramientos de
posibles linajes que controlarían en comercio del hierro. Sticna tiene un gran desarrollo
en Hallstatt c porque es un núcleo volcado en la producción metalúrgica del hierro de
calidad pero también esclavos, ganado, pieles y otro y todo ello convierte este lugar en
un núcleo neurálgico que comercio con el norte de Italia.
Por todo ello Wells habla de un crecimiento económico y demográfico y es el periodo
donde empiezan a acrisolarse las ciudades debido al creciente intercambio con el mundo
Mediterráneo, es en este contexto cuando los griegos y etruscos a través de culturas intermedias
solicitan materias primas a cambio de bienes de prestigio a través de los pasos del norte de Italia
donde estaban las cultura de Golaseca y Este. Esto es lo que llamados la génesis de la relaciones
centro-periferia entra las culturas mediterráneas y centroeuropeas.
Más allá de estos dos focos no se perciben grandes cambios o evidencias de aumento de
la producción pero sí que hay a nivel arqueológico indicios sobre la jerarquización de esas
sociedades interiores porque allí llegan objetos de prestigio como en bohemia donde se pone de
manifiesto en las tumbas con carros o el grupo de Lausacia con el núcleo de Biskupin que
adquiere elementos de prestigio o en los Alpes occidentales que tenemos indicadores de
prestigio que hablan de una jerarquización antes de la fundación de Massalia. Sin embargo en la
Europa nórdica y en gran Bretaña no hay signos de jerarquización sino que se da signos de
retracción.
1.6.2.2. Hallstatt D (600-450 a.C.)
Es un período marcado por los intercambios regulares entre Centroeuropa y el mundo
Mediterráneo. Tradicionalmente se pensaba en un modelo sociopolítico que se dé en
Centroeuropa parecido al modelo feudal medieval se proponía un modelo gestionado por la
aristocracia autóctona pero con inclinación comercial y que no forman parte de un sistema de
comercio regional. Sin embargo, ese planteamiento tradicionales a partir de los años 90 dio paso
a otra propuesta que hicieran Rowlands y Frankestein y que han valorado dichas relaciones
dentro de un modelo de centro-periferia entre las ciudades y colonias orientales y los núcleos
europeo.
Desde esas perspectiva se entiende la distribución que tiene los elementos etruscos y
griegos en centroeuropea y durante el Hallstatt D se van dar fundamentalmente desde Massalia
que alcanzarían Centroeuropa a cabio de hierro, sal, estaño, oro, ámbar, resina o esclavos. Todo
esto tiene unas repercusiones socioeconómicas importantes que se van s sostener en redes
clientelares, en estructuras de poder dominadas por aristocracia que a su vez domina la
distribución de los bienes de prestigio mediterráneos y que tendrán su ubicación en gran grandes
asentamientos de primer orden entre los que destacamos Heuneburg, Hohenaspager, Biskutin,
Vix,…etc.
En cuanto Heuneburg es un poblado en alto situado en el alto Danubio con amplio
dominio sobre un entorno muy fértil. Tiene una superficie de unas 3,2 hectáreas aunque con
evidencias de ocupación exterior. La excavación se ha llevado a cabo en el ángulo sureste junto
a la entrada, de casas rectangulares de madera (talleres). La fortificación de adobes sobre
basamento de piedra, de filiación mediterránea que sustituyo a una precedente de casetones de
madera y relleno de tierra y piedra y que se implante aquí este lugar por influencia. También
aparecido túmulos de diferentes tamaños pero a unos dos kilómetros se ha detectado el túmulo
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principesco y que pone de manifiesto el nivel de acaparación de bienes de prestigio que las
élites alcanzan en Hallstatt D.
Este túmulo príncipes está a dos kilómetros al oeste y es el más importante y el
segundo en tamaño de Europa. El enterramiento principal fue saqueado pero con cámara de
madera y los restos conservados constatan que había tenido un carro y es una tumba de prestigio
de primer orden. Si que se pudo constatar la tumba número 6 que refleja la entidad social y
política de este linaje que se entierra en el túmulo que también es una tumba con cámara de
madera que acogió un enterramiento doble (un hombre y una mujer), y donde apareció un carro,
un arco con un carcaj con flechas, arneses, vasos de bronce e incluso restos de tejido donde se
constataron que eran de seda y son los primeros testimonios de seda en Europa.
Estos enterramientos constata un dominio sobre el territorio porque sería el lugar de
residencia del soberano de todo el territorio, y es lo que se expresa en una jerarquía del poder en
cuatro categorías: el jefe o soberano, y luego el jefe vasallo, luego el subjefe y luego los jefe
menores y esto es una propuesta de Frankestein que se basa a en el estudio comparado de los
ajuares de la región donde siempre está presente el carro que es un elemento de poder y luego
hay diferentes niveles en función de la calidad y cantidad de los elementos.
Este un prototipo de centro comercial, dominador de un fértil territorio del que la elite
obtiene excedentes que invierte en un comercio de poder. Esto reportaría al jefe soberano en
Heuneburg bienes de prestigio que controla y redistribuye a su vez con los núcleos inferiores
porque los estudios hechos sobre ajuares en distintos tipos de tumbas parecen tener una relación
de materialidad en distintas escalas. Se distribuyen cerámicas griegas, ánforas vinarias, las
joyas, y también llegan personas especializadas en determinadas tareas como arquitectos o
artesanos del metal u orfebres que al final se instalan en estos asentamientos de primer orden y
elaboran productos que se redistribuyen al resto. Es un sistema piramidal basado en el tributo y
la subordinación.
Pero el caso de Heuneburg no es único sino que proliferan en Centroeuropa y en
territorios de la actual Francia. Otro caso Magdalennenberg que está cercano al anterior, y en
esta ocasión no se conoce el asentamiento pero si el túmulo descubierto en el siglo XX y fue
reexcavado en los años 70 del año XX. El túmulo funerario es el más grande de centro europeo
porque tiene 100 metros de base y 8 metros de altura y se han estimado el volumen de tierra
para su construcción es de 48.000 metros cúbicos. La cámara central del túmulo era de madera
de 4 por 8 metros realizada con vigas de roble y de encima y donde aparecen restos de ajuares
que van al Hallstatt C y D; sin embargo esa cámara central fue expoliada a los pocos años de su
sellamiento y que se ha recuperado pocas piezas de su ajuar. Alrededor hay 126 sepulturas
secundarias de inhumación en sarcófagos de madera colocados en fosa. Algunos investigadores
piensan que la posición de esas tumbas puede haber dibujado un mapa astrológico pero esto es
algo muy controvertido. Los estudios dendrologicos han determinado que el enterramiento
principal se produjo en 577 a.C. El saqueo se produce en torno al 530 a.C, las tumbas
secundarias 72 y 74 se realizaron en 562 a.C. y la tumba secundaria 6 se fecha en el 551 a.C. y
el segundo saqueo se produce en 390 a.C.
Otro caso es Hachford que se encuentra a diez kilómetros de un poblado que es el
Hohenasperg, y fue excavado en los años 70 y las proporciones son más discretas con 56 metros
de diámetro en su base y todo ello revestido en un túmulo de piedra y postes de madera que
forma un cinturón. La excavación es reciente permitió documentar cosas que en el siglo XX no
se constataron y se reconoció un enteramiento central que se sitúa en un gran hoyo con una
estructura de roble de aproximadamente siete metros de ancho y dos metros de altura; es una
estructura muy amplia, y una cámara de cuatro metros de largo metida en esa estructura de
roble. Una cámara que acogió una inhumación de un individuo masculino que estaba reposando
sobre diván metálico y su ajuar intacto esta a la altura del rango social de ese individuo con un
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carro, un caldero griego, vajilla, cuernos para la bebida, diván, tocado, puñal, fíbulas. Los carros
son de cuatro de ruedas que son prototípicos de esta época de Hallstatt.
Otro caso es el yacimiento de Vix que se asocia a Mont Lassois. La tumba de Vix es
una tumba está asociada a un asentamiento muy cerca que es de Mont Lassois y el enteramiento
también tiene aspecto tumular bastante grande. La tumba de Vix es de rango principesco por los
elementos que la conforman y es una tumba que tiene un carro, y que acoge a una mujer y
parece indicar que es femenino de alto rango; tiene un carro pero esta desmontado y todo los
elementos que forman el carro están en su entorno inmediato, hay piezas de significado
femenino como presencia de torques, diademas, broches, y sobre todo la gran cratera de Vix de
bronce que mide más de 1,60 que esta coronada por una figura de mujer, las asas son complejas
en su diseño y están recargadas con gorgonas y en la decoración está formada por una escena
hoplitica. La cratera fue montada in situ fue traída de donde fuera y fue montada en el lugar
donde se encontró que bien fue de Tarento o Esparta pero al fin y al cabo del mundo griego que
acaba recalando aquí y montándose en este lugar.
Sin embargo a finales de esta etapa de Hallstatt van a producirse una serie de
acontecimientos que marcan el fin de esta cultura y el inicio de la cultura de La Tene, van
desapareciendo la mayoría de los centros comerciales y empiezan a entrar en declive los
túmulos principescos, por tanto al estructura de Hallstatt D ofrece signos de recesión; y en ese
contexto se entiende la crisis de Heuneburg en relación con la pujanza del yacimiento de
Hohenasperg que a partir de este momento controla la producción del oro, del coral, del vidrio,
del ámbar y el bronce al norte de los Alpes y el comercio con Massalia por el alto Rhin. Esto es
una etapa corta que está condicionado por las trasformaciones del Mediterráneo porque de
inmediato se produce un aumento de la actividad comercial de los etruscos y de las colonas
griegas del Adriático y provoca que la ruta de Marsella sufra un declive significativo y ponga en
auge la ruta de los Alpes y norte de Italia. Los centros de poder van a vascular desde el centro
de Centroeuropa hasta el norte donde va a crisolarse el mundo de La Tene.
1.6.3. II Edad del Hierro en Centroeuropa
1.6.3.1. La Cultura de La Tene (450-500 a.C.)
El nombre de La Tene viene de un depósito votivo encontrado en dicha localidad suiza
y se usa para nombrar este horizonte y que de forma global se ha asimilado con la Europa de los
celtas. El origen de este mundo celta es muy controvertido, hay que bien vincula esta cultura
céltica con la llegada de los pueblos del este y otros relaciona el mundo de La Tene con el
mundo de Hallstatt como una evolución. La Tene no es solo es resultado de una evolución lineal
sino que también es resultado de su propia crisis porque debe recordarse que hacia el 500 a.C. el
centro de gravedad de Hallstatt se traslada a las tierra de Borgoña, del Rin medio donde
encuentra su espacio nuclear el mundo de La Tene. Ese trasvase es visible a nivel arqueológico
y rastreable a nivel material, pero hay otros factores como el incremento demográfico, o las
mejoras técnicas agropecuarias, y esto se conjura y provoca el desmoronamiento de Hallstatt. La
geografía en que se desarrolla el mundo la Tene va de desde el norte al alto Danubio y sus
elementos materiales más típicos son las espadas de hierro de antenas, las fíbulas de pie vuelto,
carros de dos ruedas y que se extienden al Danubio medio norte de Italia e islas británicas.
Desde un punto de vista secuencial La Tene ha sido objeto de muchas propuestas, pero son
Tischer, Reinecke o Violles quienes llevan a cabo una secuenciación más contratada, y desde un
punto de vista cronológico podemos diferenciar varios horizontes:
- La Tene A (450-375 a.C.)
- La Tene B (375-250 a.C.)
- La Tene C (255-100 a.C.)
- La Tene D (100 a.C.-50/0 )
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Jacoobsthatl propuso una evolución de estilo y habló de un La Tene temprano fechado entre el
480-400 a.C., un La Tene fantástico (400-350 a.C.), el céltico autónomo (350-250 a.C.), La
Tene plástico (250-120 a.C.) y el La Tene tardío (120-50 a.C.)
Poblamiento
La Tene A-B/C: es una fase de continuidad de los poblados fortificados pero se
introducen novedades como la introducción del sistema organizativo octogonal detectable en
algunos yacimientos inspirados en modelos griegos. Hay que decir que esta fase de declive pero
con novedades en sitios de Hallstatt aparecen complejos aristocráticos no asociados a grandes
yacimientos sino pequeños controlados por elites subordinadas como la Coudenau donde hay
indicios de estos habitas aristocráticos que gestionan entornos acotados y no se sabe la relación
con poblados con mayor entidad como Entremont. Pero entre los complejos aristocráticos de
esta etapa hay que quedarse con el de Paule (Francia) este yacimiento es un recinto bastante
amplio protegido por una serie de líneas de terraplenes y de fosos que acogen espacios
habitación no muy grandes pero tampoco pequeños, y que acogió construcciones de madera;
además se detectan tres líneas concéntricas de fosos y terraplenes, y delante hay un ante-patio
que sirve de espacio amplio de acceso previo de este fortín. Esto es una unidad política que
controla el entrono inmediato. Aparecieron unas esculturas que representan a los ancestros del
linaje que controló el sitio de Paule durante generaciones entre las que destaca una con un
torque como signo de poder y acogido a una lira con fuerte resonancias rituales simbólicas,
además se representan con ojos cerrados y asociados a elementos de carácter político y
simbólico. Muy cerca de Paule estaba el enterramiento asociado a la aristocracia, y todo situado
junto a un camino antiguo. En gran Bretaña comienzan a surgir los Hill forts pero también
pequeñas granjas que se han documentado como el de Danebury y que permite ver la tipología
de estos asentamientos y que son recintos de planta ovalada con dos entradas y delimitados por
grandes terraplenes y empalizados, y en su interior se sitúan las cabañas de planta circular, pero
también hay constancias de granjas que reproducen lo anterior pero sin fortificar solo con
empalizadas para contener el ganado
La Tene C-D: aquí se va a producir el surgimiento de los oppidum las grande
fortificaciones, este es un fenómeno que afecta también al mundo peninsular, y son ciudades
fortalezas muy grandes que se desarrollan en todo el ámbito nuclear y expansivo de La Tene. Su
surgimiento es controvertido porque unos piensan que responden a un proceso de maduración y
acumulación en todos los aspectos, y otros dicen que son una política que conjuran factores
internas pero también externos como la llegada de los romanos. En ese espacio se sitúan los
casos de los oppidum galos que tienen una gran extensión y la mayor parte de los sitios se
conocen muy sectorialmente y se conocen muy parcialmente. Destacamos Alesia, Gergovia o el
de Bibracte con dos o tres accesos y algunos barrios más o menos conocidos, zona artesanales,
barrios residuales otros de carácter comerciales y alguna construcción de carácter religioso. Sus
sistemas de fortificación lo forma el conocido muro galo que son sillares, un entramado de vigas
de madera unidas con clacos de hierro y tierra. Los influjos romanos a partir de este momento
no son raras sobre todo en el mundo doméstico, y el final de estos oppidum está relacionado con
la guerra de las Galia sobre todo en la campaña del 52 a.C, también destacamos Manching en
Alemania que es un oppidum germano vindelico de enorme extensión rodeado por una muralla
de más de siete metros de longitud, parece ser que no todo el perímetro estaba ocupado. Y en
gran Bretaña el ejemplo más expresivo es el Maiden Castle que es un asentamiento enorme
rodeado por una serie de terraplenes que delimitan y protegían el asentamiento. Pero no es el
único tipo de habitar porque también hay otras modalidades como se constatan los fuertes no
muy potentes como las torres llamados brochs o los crannogs que son islotes artificiales en
zonas lacustres.
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Mundo funerario
El mundo funerario es otro de los aspectos destacados dentro del mundo de La Tene y
conforme al mismo esquema que el poblamiento. No se puede reconocer un tipo de
enterramiento específico dentro del mundo céltico de la Europa continental, hay una enorme
diversidad según el marco en que nos situemos.
- En la fase más antigua en La Tene A-B/C se detecta la continuidad del rito cremador
pero también de las inhumaciones bajo túmulos pero mucho más pequeños que la fase
anterior, algunos son nuevos y estos son los más discretos, y otros fueron usado en
tiempo anterior. El elemento más característico de este periodo es la desaparición de los
carros funerarios de cuatro ruedas que estaban marcando el rango de los príncipes
hallstaticos, y estos carros son sustituidos por carros más discretos de dos ruedas, es una
trasformación importante entre las tumbas. En las zonas periféricas de La Tene va a
seguir predominando la cremación.
- En la fase siguiente La Tene C-D se aprecia la generalización paulatina de las
cremaciones, incluso en zonas donde las inhumaciones habían dominado en fechas
anteriores como Francia por la presión germana del norte y la incidencia romana por el
sur. Y ese auge de las cremaciones llevaran la regresión de la tradición funeraria
tumular y van a ir desapareciendo los enterramiento con carros, y al mismo tiempo se
van ir imponiendo las tumbas simples que no tiene señalización en el exterior y que van
recuperar el rito de la inhumación, son fosas donde le cadáver se sitúa en supino y
acompañados por elementos de ajuar que dejan claramente la diferencia entre sepulturas
masculinas y femeninas y la condición del cadáver; los hombres van acompañados por
espadas de lengüeta de hierro algunas de ellas envainadas o decoradas y que han dado
pie a clasificaciones estilística, y escudos que según la circunstancia de conservación
son de madera o de bronce con motivos circulares. Y las mujeres se reconocen
fácilmente porque aparecen ricamente ornamentadas con torques en el cuello, brazaletes
en los brazos, además con broches o fíbulas de la ropa, con toda una serie de abalorios
que revelan el sexo del cadáver. Los torques mas característicos de este periodo son con
los bordes anudados (a tampons).
Orfebrería y producciones metalicas
Jabcostal uso el estilismo para proponer una periodización de estilos basado en la
joyería y los metales para poner orden a la secuencia de La Tene y reconoció cinco horizontes:
- Temprano (480-400 a.C) y se detecta la persistencia de los influjos griegos que
marcaron el Hallstatt.
- Fantástica (400-350 a.C.) donde se reconocen influjos escitas con incrustaciones y
esmaltes.
- Autónomo (350-250 a.C.) a nivel material está representado por gran variedad de
elementos en gran parte decorados con rosetas y círculos concéntricos.
- Plástico (250-120 a.C.) y entre los elementos más representativos están los calderos con
protomos de animales y espadas muy decoradas.
- Tardío (120-50 a.C.) que alude al célebre caldero encontrado en Dinamarca, es un estilo
decadente y de estilo sencillo y arcaizante y donde le mundo romano parece tener una
influencia importante.
Escultura: Que se dan esencialmente en Francia y que tienen un recorrido desde el siglo
IV a.C. hasta el cambio de era, también se dan Janos bifrontes que están vinculado al mundo
romano, las cabezas cortadas y que se inscriben en el siglo III y II a.C., y luego está la estatuaria
humana de Entremont de los siglos II y I a.C. influida por la plástica romana. Todas estas
representaciones parecen estar aludiendo al culto a los antepasados, son recreaciones de los
fundadores de los linajes.
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Numismática: aparecen en los grande oppidum, y de ahí y que se las considere como
ciudades o núcleos urbanos y los ejemplos más representativos son estera de oro de Filipo II y
dracmas de plata de Massalia.
Declive y fin: La cultura romana marcara el principio del fin de La Tene, el empuje
romano se consolida en Europa y el mediterráneo tras el largo conflicto que mantuvieron con el
mundo púnico.
1.7. El valor patrimonial de las culturas protohistóricas euro-mediterráneas: proyectos
destacados (práctica. Seminarios laboratorios).
Tema 2: La Península Ibérica durante el Bronce Final y la Primera Edad del
Hierro
2.1. La Península Ibérica, encrucijada atlántico-mediterránea
La posición geográfica del territorio peninsular se puede valorar como un punto de
encuentro entre el mundo atlántico y mediterráneo. Las interacciones encuentran un escenario
privilegiado en la Península Ibérica. Esto es así porque obviamente nuestro territorio tiene una
cantidad de costa impresionante. Además, tiene una red hidrográfica muy variada y equilibrada,
que vierten sus aguas tanto al Atlántico como al Mediterráneo y, conectan ambos mundos. Las
conexiones internas y externas facilitan las relaciones entre los territorios costeros y los
internos. También hay que añadir la potencialidad del subsuelo, es decir, del cobre, estaño, oro
(centro-oeste), y la plata-plomo (nordeste y suroeste). Todo ello permite que, desde fechas muy
tempranas, nuestro territorio quede integrado de forma directa en esos circuitos inter y extra
peninsulares. Algo que expresa muy bien el mapa de la cartografía de las espadas de lengua de
carpa que constituyen el fósil guía del Bronce Final III. Esa integración de circuitos
interregionales y extrapeninsulares va a favorecer la intensificación económica y la complejidad
socioeconómica, fomentando el fin de los tiempos prehistóricos y el inicio de la protohistoria.
2.2. Las sociedades y culturas del Bronce Final: la fachada atlántica, la Meseta, el
Nordeste, la fachada mediterránea, el Sur y el Suroeste.
Estamos ante una etapa de cambios. Por ello, hay que tener en cuenta la proliferación de
las aleaciones de cobre-estaño, aunque ya durante la fase previa hubo algún intento, pero aun no
se podía hablar de una verdadera aleación. Lo que se va a materializar en el desarrollo de una
metalurgia claramente basada en sus tipos, diseños y composición. Pero, igualmente, la
orfebrería de signo atlántico se va a generalizar, pero también va a llegar algunas piezas a la
zona mediterránea de la Península Ibérica. También hay que tener en cuenta la incipiente
llegada del hierro. Comienza a introducirse en los momentos finales del Bronce Final. Se ha
tenido la ocasión de ver algunos registros arqueológicos en territorio portugués y en el tesoro de
Viena, pero como elemento exótico.
Todo esto va a reportar transformaciones muy significativas, que se consideran
decisivas, en otras facetas como son los patrones de asentamiento. Se van a crear nuevos tipos
de hábitat, aunque otros perduran, pero a nivel general se ve una desconexión entre los del
Bronce Final y el Pleno, y también en los propios elementos constructivos. Hay que reconocer
que, en ciertas regiones, como el sureste peninsular, la conexión entre el final del Bronce Pleno
y el inicio del Bronce Final está bien definida, pero a nivel general sí que hay una
reorganización de las estrategias poblacionales. Lo que arrastra las pautas de subsistencia con la
generalización de ciertos productos. Las estructuras sociales van a dar un paso más en su
complejidad con respecto al Bronce Final, se puede hablar de un grado de complejización de las
jefaturas. Ya estaban avanzadas en el Bronce Pleno, pero al estar integradas en esa red atlántica
su desarrollo es más favorable. Quizás uno de los ejemplos más representativos sean las estelas
de guerrero.
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En ese contexto de cambios y transformaciones hay que considerar los cambios rituales.
Las estelas permiten al mismo tiempo deslizarnos a ese mundo y valorar las nuevas formas
políticas porque se vinculan al mundo de la muerte y a los rituales que no dejan huella en los
restos arqueológicos. Pero si es verdad que en otras zonas, sobre todo influidas por la cultura de
los campos de urnas, se imponen los ritos basados en las cremaciones y la deposición en un
hoyo que se incluye en una necrópolis. Lo que contribuye a que se redibuje el mapa de las
culturas del Bronce Final. Podemos hablar de esas grandes áreas porque es el resultado de la
síntesis de las tradiciones del Bronce Pleno y de las culturas Euromediterráneas.
- Fachada atlántica: desde muy temprano esta muy conectada con el bronce final
atlántico. La cultura de urnas sirvió para justificar las incursiones celtas.
- El nordeste: va a expansionarse en su fase plena a las áreas limítrofes. Cogotas I.
- El mundo del sur y del sureste que se asocia a la cerámica de retícula bruñida, pero que
podemos hablar de la fase pre-colonial de Tartesos. Bien es verdad que constituye uno
de los elementos más singulares, aunque no es el único.
- La cultura talayótica.
2.2.1. Las sociedades y culturas del Bronce Final, la fachada atlántica
Tiene el área nuclear y las áreas de influencia. Se sitúa en los territorios que actualmente
corresponden a Galicia, Asturias y a Portugal. Como zonas de influencia o expansión, hasta
cierto punto, hay que hablar de la Extremadura española y buena parte del occidente de la
Península Ibérica. Cabría la posibilidad de hablar de la Andalucía occidental. El desarrollo de
este espacio parece ser que tiene mucho que ver con su potencialidad metalogenética. Se refiere
al cobre, al estaño y al oro. El cobre se concentra principalmente en el suroeste. Se trata de una
geografía muy localizada de la casiterita. Pero, es solo un argumento de peso para entender la
implicación temprana de las relaciones atlánticas de la fachada peninsular occidental. Conexión
temprana con los circuitos atlántico-mediterráneos que conllevará redefiniciones de las rutas y
los patrones territoriales, sociopolíticos e ideológicos. Hay que reconocer que, desde el punto de
vista arqueológico, se tiene un conocimiento muy desigual del poblamiento. Bien es cierto que,
desde los años setenta, se están aportando novedades desde Galicia, Extremadura y Portugal,
que nos dan las pautas del desenvolvimiento de estas entidades culturas. También se va a
progresar en el registro arqueológico, sobre todo gracias al variado panorama del mundo
funerario. La documentación de los depósitos, de diferente naturaleza, también se va
proliferando.
En lo que a la periodización se refiere, se han expuesto diferentes hipótesis que se deben
a autores nacionales y extranjeros, tales como Martínez Santa Olalla, Mac White, Coffyn,
Gómez Soto… que se organizan en los diferentes tipos de hallazgos. Hoy en día la
periodización se estructura en tres fases:
- Bronce Final I (1250-1100 a.C.): es una fase coetánea al Bronce Final francés de
Rosnöen y, Penard o Ballintober de Gran Bretaña. Está desigualmente representado,
pese a que hay hallazgos puntuales de espadas bretonas e irlandesas en la Península
Ibérica. También hay que incorporar palstaves de un solo asa. Es una metalurgia que
muestra fuertes resabios con el Bronce Pleno, tanto en su morfología como en su
composición, porque buena parte de ellos están solo realizados en bronce y arsénico.
Todavía, en esta fase, la aleación de cobre-estaño no está generalizada. El caso más
representativo, aunque no sea directamente en la fachada atlántica, pero sí en sus zonas
de influencia, es el depósito de Valdevinbre, en León, que refleja su tradición, como las
empuñaduras con remaches, y su innovación, como las puntas de lanza.
- Bronce Final II (1100-950 a.C.): su horizonte son las espadas pistiliformes. Tiene su
principal referencia en Francia en el depósito de Saint Brieuc des Iffs, en Willburton.
Podemos hablar de aleaciones de bronce-estaño, cuyos tipos ya pueden basarse en las
relaciones atlántico-mediterráneas. Presentan una variedad material basada en espadas,
hachas de dos anillas, apéndices laterales, lanzas, navajas, brazaletes macizos, etcétera.
Uno de los depósitos más importantes es el de S. Esteban Río Gil.
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- Bronce Final III (950-750 a.C.): es el apogeo de las redes atlántico-mediterráneas.
Tienen su horizonte en las espadas de lengua de carpa y en los hallazgos de Ewart Park
en Inglaterra. Los principales hallazgos hay que situarlos en Baioes y Huelva.
2.2.1.1. Galicia-Asturias
Desde el punto de vista poblacional, hay que decir que Galicia y Asturias, durante el
Bronce Final, van a comenzar a surgir los primeros asentamientos fortificados, los primeros
castros, que en una primera fase del Bronce Final coexisten con las aldeas “abiertas” situadas en
geografías de escasa altitud propias de la fase previa. Aunque en un principio coexistieran
ambas realidades poblacionales, posteriormente terminarán imponiéndose los castros. Se
prefigura un tipo de hábitat en alto, con buenas condiciones de defensa natural y control visual
del entorno.
Probablemente, el yacimiento que mejor puede representar la génesis de esa sociedad
castreña es el castro de Torroso, en Mos-Pontevedra. La planimetría muestra un perímetro
amurallado, con un desarrollo del hábitat con viviendas de planta circular, hechas con armazón
vegetal y barro, a veces con zócalo de piedras. Los trabajos de los años noventa han aportado
datos muy importantes, teniendo en cuenta que se trata de un modelo que se prolongará en la
Edad del Hierro. Pero, además, en Galicia y Asturias hay que hacer referencia a parte de esos
asentamientos nuevos, ya que rellenan los vacíos anteriores. También hay que resaltar los
depósitos, como los de bronce de Río Sil. El descubrimiento de estos hallazgos lo provocaron la
construcción de las presas, la minería… Mucho más variado es el depósito encontrado en
Pontevedra, en Hío, con espadas de lengua de carpa, hachas de cubo y hachas de una sola anilla,
de asadores e incluso restos de calderos hechos con láminas de bronce batido (caldero de
Cabárcenos-Cantabria, según entienden los investigados se podría tratar de depósitos rituales),
torques, etcétera. En Asturias hay que referirse a los descubrimientos de las hoces y los moldes
de Castropol. También hay que resaltar los hallazgos de oro, como el casco de Leiro en Rianxo,
la Coruña, encontrado por un pescador en la costa, de contexto desconocido. Se trata de un
objeto muy elaborado, realizado por la técnica del batido y con una decoración repujada
consistente en bandas paralelas, abolladuras, etcétera. Desde un punto de vista morfológico y
decorativo, tiene mucho que ver con otros hallazgos que están fuera de la geografía gallega y
asturiana, situados en la zona de influencia, como son los cascos de Axtroki en Guipúzcoa.
2.2.1.2. Portugal
En el territorio portugués, en el territorio comprendido ente el Río Miño y el Duero, se
va a dar el mismo tipo de asentamiento que en Galicia, los poblados fortificados situados en
zonas dominantes y donde se tiene control visual importante sobre valles fértiles o también hay
ocupaciones de llano aldeas que al parecer despeñaron actividades agropecuarias como es el
caso del castro de San Julián situado en la cuenca del Rio Cavado y que fue excavado en los
años 80 y 90, y donde se documentaron estructuras defensivas, una murallas antecedidas de
fosos y en la cara interna se sacaron a la luz estructuras de habitación, cabañas de planta ovalada
delimitadas con piedras hincadas a su alrededor. A medida que evoluciona el asentamiento las
cabañas se hacen más solidas y reproducen el esquema de las viviendas castreñas como en
Torroso. Y luego está el caso de la pequeña aldea en llanos como es el caso de Bouca do Frade
que es un núcleo de cabañas sobre una discreta elevación en un entorno agropecuario, próximo
al Duero.
Ya situados entre los ríos Duero y Tajo vamos a puntear el registro poblacional de este
territorio acotado en esas líneas hidrográficas, y es un espacio pobre en minerales pero es una
zona estratégica porque se sitúa entre dos espacios donde abundan los recursos mineralógicos
como son la zona de Galicia al norte y el sur rico en cobre. En este espacio destacamos el caso
de Senhora de Guía de Baios donde se reproduce el modo de habitación preferentemente en esta
etapa, y en este poblado se detectó una importante concentración de restos arqueológicos, y más
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de piezas metalúrgicas como productos acabados, moldes, desechos de metalúrgica, algunas
piezas de oro e incluso algún elemento de hierro, lo cual es una novedad importante porque se
intercalan estos elementos, piezas muy pequeñas, trocitos de cuchillo de manera anómala y que
dan una metalurgia dominada por el bronce. Esto ha hecho que se considere este poblado como
residencia de una jefatura o incluso se interprete como un santuario. Las piezas que están en el
depósito de Baios destacan las hachas de una anilla, removedor de fuego, algún asador y sobre
todo los toques de oro y tipo sagraja que constata la amplitud geográfica que tienen estos
elementos de prestigio. También hay un carrito votivo que pone de manifiesto el dominio de
determinadas técnicas metalúrgicas.
Un poco más al sur se sitúan una serie de asentamientos que fueron estudiados a finales
de los 90 y destacamos Moreiriha, Alegrios, Castelejo, Monte do Frade, y donde vemos que el
panorama de Baioes no solo se restringe a un lugar concreto sino que forma parte de una red
poblacional que se prolonga hacia el interior como Extremadura y la provincia de Cáceres.
Estos poblados reproducen el patrón habitacional que se ha venido viendo desde Galicia. Sitios
en altos máximos que les confiere un carácter estratégico, y de una forma más precisa hay que
decir que dado la topografía abrupta de estos asentamientos no hay una ocupación que responda
a un esquema urbanístico concreto sino que se adaptan a la topografía. En Alegrios por ejemplo
se constataron estructuras muy diversas, y funcionalmente difícil de concretar, son cabañas
ovaladas, estructuras relacionadas con el fuego, estructuras metalúrgicas e incluso algunas
piezas metalúrgicas y defensivas. El registro que aparece asociado a estas estructuras es desigual
y se ha dicho que son desechos para ser refundidos destacando piezas de hierro en contextos
antiguos en el siglo IX a.C. en cronologías no calibradas, pero en cronologías calibradas se
pueden ir al siglo XII a.C. pero no se puede hablar de una siderurgia incipiente.
Desde el punto de vista funerario en este contexto hay que considerar hallazgos como
las estelas del guerrero, estelas a medio camino entre una tapadera de una cista y lo que es una
estela propiamente dicha con una parte liberada para ser hincada en el suelo, pero el repertorio
iconográfico es el mismo en cuyo objeto principal es el escudo y flaqueado por espadas con un
sistema de remaches y una lanza.
Y una zona de entrada de estos influjos es la península de la actual Lisboa esa zona que
se reconoce como la baja Extremadura portuguesa y que destaca por su situación estratégica
porque es una puerta de entrada de las influencias atlánticas hacia las tierras interiores a través
del Tajo y del Sado. Es una zona esta del estuario del tajo rica agrariamente y que es favorable
para ser aprovechada de forma intensiva y de forma diversificada. Lo cierto es que la
arqueología de esa región constata que a partir del II Milenio a.C. comienzan a detectarse
asentamientos rurales, numerosas granjas y poblados abiertos junto a la costa y que tiene
vocación agraria, y aquí no se consolida el castro probablemente por la fisiografía de la zona.
Pero entre todos los yacimientos destaca la Tapada de Ajuda junto a Lisboa donde se
documentaron viviendas que responden al mismo esquema con cabañas ovales y los recursos o
materiales que han permitido reconstruir r la economía de estos asentamientos nos hablan del
pastoreo y del cultivo de cereales. Hay que destacan aquí la cerámica tipo “Lapa do Fumo” es
una cerámica cuidada en lo que su conformación de sus arcillas y sobre todo a su tratamiento
superficial que es generalmente es fino alisado y con una superficie uniforme sobre la que se
ejecutan motivos geométricos con cantos de ríos, y esto nunca se hace por el interior. Esta
cerámica de retícula bruñida hacia el interior tendrá una fuerte presencia en esta zona e incluso
en zonas periféricas.
También hay que decir que en esta región hay bronces y oros, y entre los ejemplos están
la espada de lengua de carpa y entre los hallazgos áureos es el collar de santo amaro, este es un
elemento potente que pesa más de un kilo decorada con elementos geométricos a buril y que es
una evidencia clara de que hay gente que están desarrollando practicas de acumulación de
riqueza que algunos investigadores vincularon con alianzas o pactos o dotes matrimoniales.
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Por otro lado, hay que decir que el mundo funerario es un enigma en toda la fachada
atlántica porque no aparecen sepulturas, por lo que se ha barajado la posibilidad que se practican
ritos que no dejaran rastro de un especio funerario y de ahí que se hallan constatado ritos
acuáticos de arrojar las cenizas al agua. Pero aparte de esto también hay evidencias funerarias
como la reutilización de tholos, también hay cremaciones con cerámicas bruñidas y brazaletes
de bronce, y hay casos singulares como es el controvertido complejo de la Roca de Casal do
Meio que es un hallazgo que ha generado controversia en torno a la cronología y sigue siendo
un enigma dentro del panorama tan fragmentado de la muerte que se tiene en la fachada
atlántica.
Este complejo de la Roca de Casal do Meio se compone de una cámara cubierta por una
falsa cúpula que está enmarcada en un gran túmulo de piedra y además está recubierto por
adobes, y todo ese gran túmulo está contenido por un potente anillo de bloques de piedra,
además aquí se detecto un corredor orientado al este y que fue sellado con bloques de tierra.
Este modelo de tumba se aproxima a los tholos de época calcolitica, y de hecho se pensaba que
era un tholos reutilizado y luego se dijo que es una construcción nueva de este periodo del
bronce atlántico, y es por ello se ha hecho un modelo comprado con las tumbas de Chipre, el
Egeo, y Cerdeña. En la cámara funeraria se ha encontrado dos individuos en decúbito lateral y
dorsal sobre un banco de arcilla adosado a la pared de la tumba y acompañados por un ajuar. El
ajuar del primer individuo estaba formado por un peine de marfil, es decir, hecho en una materia
exótica y además con alguna decoración, una pinza de depilación, y el de la otra persona estaba
formado por una pinza de depilar, un boche de cinturón y una fíbula. Todo ello acompañado de
una serie de recipientes cerámicos que contenían ofrendas de comida, de cabra, y todo ello se
considera que pudiera formar parte de enterramientos de poblaciones procedentes de Cerdeña
que recalan en ese espacio hacia la península ibérica que es estuario del Tajo, mueren por
circunstancias desconocidas, y se les erige el monumento funerario.
2.2.1.3. Zona del Alentejo y el Algarve
Aquí nos vamos a encontrar con la conformación de ese modelo poblacional que hemos
observado en otras regiones porque va a definirse el patrón articulado de poblados en altos y
asentamientos en llano de diferente densidad. Estos fueron reconocidos en los años 70 del siglo
XX y en los últimos años se han relanzado por distintos investigadores portugueses y españoles
a raíz de proyectos muy diversos. Ejemplos de poblados en fortificación están Outeiro do Circo,
Ratinhos, Sao Gens y la Serra d´Ossa, y asentamientos en llano destacando el yacimiento de las
Neves II, y todo ello responde a una estrategia de ocupación diversa. Ratinhos se excavo con
motivo de la construcción de la presa de Alqueba, las prospecciones nos sitúan ante un
asentamiento en alto con una fortificación compleja situada en distintas cotas, en una zona
preeminente las excavaciones realizadas sacaron a la luz una secuencia constructiva interesante
porque en los niveles fundacionales se vieron cabañas ovaladas pero luego estas dieron paso a
una construcción rectangular que se interpretó como un santuario. En el caso de Neves II que es
un sentamiento en llano está constituido por un par de cabañas de planta ovalada con postes de
sustentación en la parte central.
En estas regiones hay materiales metálicos y de oro que constatan como estos elementos
forman parte de esos objetos de representación social de las jefaturas tanto masculino y
femenino. En el caso de los hombres destacamos las espadas pistiliformes, puntas de lanza y por
supuesto torques de tipo sagraja en el caso de las mujeres y que demuestran que esta zona estaba
densamente poblada.
2.2.1.4. Extremadura española
Una zona que desde un punto de vista fisiográfico es un espacio de confluencia entre el
oeste y el este y entre norte y sur, es un espacio de encrucijada y de frontera, y en este caso de
periferia del mundo atlántico que nos llega a través de las regiones vecinas, y todo ello con dos
47
grandes rutas naturales como son el tajo y el Guadiana. Dentro de ese concepto general sobre la
región extremeña articulada por esas cuencas hidrográficas hay que diferenciar dos ámbitos
distintos pero muy relacionados: uno el tajo y el otro el Guadiana medio.
- En el Tajo es la zona de pecuaria y de potencialidad minero-metalúrgica, es una región
con abundancia de filones de estaño, también casiterita, de oro, y de cobre, hay un
poblamiento denso y diversificado y articulado en sitios en altos en poblados
fortificados en altura pero también hay ocupaciones en llano.
- Respecto al Guadiana medio es una zona de población agraria, donde también hay
potencialidad minera pero no puesta en valor en este periodo, hay cobre en el sur,
también hay bastante hierro que no se explota y hay acumulaciones de plata y plomo
que se prolonga hacia el Guadalquivir medio, y también hay asentamientos en llano
como Sagraja y en alto destacamos Medellín o Alange que se alienan a lo largo del
curso del Guadiana.
Zona del Tajo:
Aliseda: el asentamiento se encarama en un alto, de los más significativos de la sierra de
San Pedro. Estamos ante una zona voluptuosa y de carácter estratégico. Los trabajos
desarrollados en dos taludes que vertebran parte del poblamiento en la parte norte presentan una
secuencia. Durante el Bronce Final ya se encuentra habitado. En una fase que se remonta al
siglo IX-VIII a.C. Se halló un conjunto cerámico de tres elementos: una olla, una cazuela
carenada y un vaso con asa que están hechos a mano. Los tipos y las formas apuntan al ámbito
portugués, de las Beiras, etcétera, aunque también hay elementos con decoración bruñida en su
interior que lo vinculan con el mundo tartésico.
El Risco, Sierra de Fuentes: excavado en los años ochenta debido a una excavación de
emergencia.
San Cristóbal, Logrosán: situado en el sureste de la provincia de Cáceres. Justamente
situado entre lo que se podría denominar la división entre las cuencas hidrográficas del
Guadiana y el Tajo. Es un hábitat especializado en la extracción a gran escala de la casiterita.
Fue valorado por determinados estudios en los años noventa. El sistema de extracción primitiva
se constata en las señales que siguen al filón de la casiterita. Se ha documentado un tipo de
hábitat, relacionado en este caso con la minería, de cabañas de planta oval. Hay que resaltar la
combinación de la cerámica a mano tosca con la cerámica a mano cuidada. Al igual que la
combinación de cerámicas con decoración bruñida en su parte externa, relacionada con el
mundo atlántico, junto con cerámica con decoración bruñida en su interior, relacionada con el
mundo mediterráneo de la Andalucía tartésica. También se han documentado martillos,
machacadores, fragmentos de molinos barquiformes, un crisol en el corte uno, un molde,
etcétera. La mayor parte de la casiterita saldría en exportación, de tal forma que utilizando la
cuenca del Guadiana se trasladaría hasta la zona de Huelva o la parte medianera de Portugal.
Todas estas grandes explotaciones sirven para explicar los yacimientos documentados
con anterioridad. En el entorno inmediato se constataron, como por ejemplo en Logrosán, dos
torques de oro y una pátera de bronce Berzocana, más una estela de guerrero de Solana de
Cabañas. Representando la filiación de confluencia entre ambos mundos. Estos datos muestran
la posible conexión entre Logrosán y Medellín y otras localizaciones como Sagrajas, Badajoz o
el tránsito entre este-oeste gracias a los diferentes medios fluviales.
Zona del Guadiana Medio
Se presenta como una zona potencialmente agraria (Vegas Bajas, Alto Guadiana o
Tierra de Barros). No cabe despreciar la potencialidad metalogenética, ya que hay constancia de
filones de cobre, de hierro, de plata y de plomo argentífero. No hay indicios de la explotación
sistematizada del hierro y faltan resultados para constatar los de plata. No hay la suficiente
48
información para valorar el beneficio a través de los metales, ya que los sistemas poblacionales
tienden a mostrar la progresiva expansión agropecuaria y el control de rutas que permiten la
interacción entre el Tajo y determinadas zonas del suroeste peninsular. Por ello, hoy en día, se
valora el facetado que se contempla de la zona. Los poblados en alto tienen ejemplos
fundamentados arqueológicamente en Badajoz, Medellín, Magacela, Alange… siempre en
lugares destacados y en contextos fluviales, como el Guadiana, muy significativos. A lo largo de
la rivera del río Guadiana se documentan cabezas/islas que fueron ocupadas ya desde el Bronce
Final en adelante. Porque son puntos de obligada concentración del tráfico humano, que siempre
han suscitado el interés de la gente que ha vivido a lo largo del tiempo, para controlar el tráfico
y el potencial geográfico, lo cual se ha constatado gracias a las muestras de los tipos de
estructuras para saltear el río.
Magacela: espectacular en cuanto a su geografía, ya que ejerce un control fundamental
de toda su zona. Los estudios constatan que, aunque no en toda su extensión, sí que en la
mayoría de ellas hay restos del Bronce Final, tanto hallazgos del mundo atlántico como del
mundo mediterráneo, constatando las relaciones entre ambos sectores. La estela de Magacela es
uno de los hallazgos más importantes del Bronce Final en la Extremadura española. Son
hallazgos que permiten advertir un sistema poblacional de control de estas zonas.
Alange: constituye un gran peñón. Grandes recursos agropecuarios. Su inclusión en los
patrones de asentamiento del Bronce Final está bien constatada. En las inmediaciones, parece
ser que de Mérida, se documentó una posible tumba infantil, una tobillera, dos torques, etcétera.
El tamaño de los hallazgos va a favorecer el debate.
Badajoz: ocupado desde la Edad del Cobre y recuperada en la Edad del Bronce, y sin
constatación de continuidad llega hasta la época romana. Responde al mismo patrón de
asentamiento, en alto, encastillado y de control de todo el panorama geográfico.
Sagrajas: es un asentamiento en llano en el cual se encontraron elementos materiales
que promovió la relación de la orfebrería Sagrajas-Berzocana. No dejan de ser atractivos los
asentamientos en llano por ser poco llamativos, con un estatus limitado y fundamentalmente
agropecuarios, pero aun así, la capacidad de atesoramiento o el poder económico de la
población de Sagrajas puede documentar una sociedad no totalmente jerarquizada. Por ello, da
paso a la posible comprensión del sistema establecido en la I Edad del Hierro ¿Qué significa la
ocultación de la cabaña? Es importante su resolución ya que el hallazgo es más razonable
relacionarlo con los asentamientos en alto.
Bodonal de la Sierra: se han hallado restos que se integran dentro de un panorama poblacional
bastante definido.
Se ha llegado a proponer redes de comunicación, más concretamente tres, entre la
cuenca del Tajo y del Guadiana. El intercambio interno, por ejemplo, de la casiterita, que
después se combinaría con la exportación a otros ámbitos geográficos.
Mundo funerario de la Extremadura española: estelas de guerrero
En cuanto al ámbito funerario son muy importantes las estelas de guerrero o estelas
extremeñas, aunque ésta segunda denominación es poco adecuada porque sus hallazgos superan
ampliamente la geografía de la comunidad que nos atañe. Su historiografía se remonta al año
1898, con documentación publicada por Mario Roso de Luna de la estela de Solana de Cabañas.
La documentación es bastante amplia, al igual que los autores que la han tratado y la filiación
con la que se han relacionado (con qué grupo humano se relacionó, que significan, que son,
etcétera): Leite de Vasconcellos, Breuil, Bosch Gimpera (celta), Cabré, Fernández-Oxea, Mac
White (atlántico: se pensó que era necesario relacionarla con poblaciones externas), Almagro
Basch (indoeuropea), Almagro Gorbea (ecléctica: en el año 77 considera que las estelas
responden a un fenómeno local, que son élites indígenas las que aparecen representadas pero
49
que presentan los contactos, en primera instancia, de la influencia atlántica, y en una segunda
instancia de la relación con el Mediterráneo), Bendala (mediterránea geométrica: en un giro
muy marcado relacionado con el contexto historiográfico en el que se desarrollan. A través de
los paralelos que establecían por la geografía atlántico-mediterráneo se decantó por el mundo
mediterráneo), Galán, Barceló, Celestino (tartésica), Harrison, Tejera Gaspar (tartésica),
Blázquez (mediterránea fenicia: se ha relacionado con la fase pre-colonial fenicia), etcétera.
Las estelas de guerrero siempre aparecen fuera de su contexto, del contexto que se
intenta relacionar con el mundo funerario, menos un hallazgo, precisamente el publicado por
Roso de Luna, que constató el hallazgo de restos de cenizas y restos óseos en los alrededores de
la estela de guerrero que se documentó. La tipología de las estelas es muy amplia dentro de su
concepto. En primera instancia, nos encontramos con las estelas alentejanas, son tapaderas de
enterramientos en cistas (Bronce Pleno del suroeste) que aparecen asociadas a espacios
funerarios que tienen como base la incineración en cistas, pero fueron expoliadas. Tienen de
particular que presentan grabadas lo que podemos considerar la panoplia de las armas de la
persona o guerrero que se hallaba en el enterramiento. Se ha contemplado que no habría un
ritual de amortización de las armas, en tanto en cuanto que no ha aparecido ninguna, dejando
aparte su expolio, sino que estarían evocadas en la tapadera. En un periodo entre el Bronce
Pleno y el Bronce Final (o tardío) estarían las estelas guijarros o antropomorfas de mujeres.
Muestran representaciones de mujeres con tocados (diademas, torques, que no aparecen en
contextos arqueológicos) muy detallados. Es importante que la morfología de la piedra se adapte
a las representaciones. Algunos autores las vinculan a una divinidad femenina de hondo arraigo
prehistórico que se retrasaría al Calcolítico o casi hasta el final del Neolítico.
Estela Alentejana. Estela de Guijarro.
Y nos quedaría por nombrar las estelas de guerrero del Bronce Final, que da pie a los
planteamientos de Gorbea con el contexto autoctonista. Hay que diferenciar dos subgrupos
fundamentales:
a. Femeninas o diademadas: se relacionan con las estelas de guijarros en la tipología de
sus representaciones, menos por el hecho que no se produce una adaptación de la piedra
como soporte a la representación. Son parecidas por los elementos decorativos que
adornan a la representación femenina.
b. Masculinas:
o Básicas (Sierra de Gata y Montánchez): parecen ser todavía tapaderas de cistas,
donde aparece una nueva panoplia de guerreros, o así lo interpretan algunos
autores. Representan las armas más básicas del guerrero, el escudo con
escotadura en “V” (siempre se representada por la parte interna, porque queda
reflejada la zona por la cual se portaría. Es el elemento principal), la espada
(algunas son muy arcaicas, porque representan el sistema de enmangue, que
conectan con el Bronce Pleno y con el ámbito tecnológico de las costumbres
50
metalúrgicas anteriores como las espadas tipo Rosnoen) y la lanza. Pese a ello,
se observa el mismo ritual de inhumación, y he aquí su conexión con el mundo
anterior.
o Guerrero (Tajo, Guadiana y Guadalquivir): a partir de ciertos momentos, sin
que el esquema básico de las estelas básicas cambie, el formato sí que cambia,
porque aparecen ejemplares donde se puede apreciar claramente que es una
estela, siendo un bloque de piedra que se puede hundir en el suelo, dejando por
encima las representaciones (ejemplar de Santa Ana, aparece un casco). Se van
incorporando representaciones menores. Pero ya no estamos ante una tapa que
cubre un enterramiento en cista. Los que defienden el cambio a favor de un
nuevo rito funerario. Estamos ante estelas que representarían la zona donde se
quemó o donde se enterró al difunto, pero que no se encuentra en el lugar,
aunque es una idea que marca cambios y continuidades (en cuanto a lo que es la
evocación socio-económica, pero la transformación de su contexto funerario o
no). Tiene lugar en diferentes zonas del Tajo, coincidente con las otras zonas
donde se desarrollan las estelas básicas. Sin salir del Tajo, a partir de cierto
momento, las estelas comienzan a incorporar más elementos e incluso a la
propia figura del guerrero.
c. Lugares de Hallazgo más importantes:
o Solana de Cabañas-Roso de Luna: se enriquecen desde el punto de vista
iconográfico. Pero sin que se rompa el esquema que se viene vislumbrando
desde las estelas básicas. El escudo sigue siendo el icono que domina la escena,
aunque comienza a compartirla con la imagen del guerrero, que es rodeado por
su panoplia guerrera (fíbula, espada, lanza, espejo en la parte superior; carro de
cuatro ruedas cuadrúpedo, que a la vez evoca rango social y mundo funerario
como tránsito). En el ámbito del Guadiana, en apariencia, nos encontramos ante
el mismo fenómeno, aunque resulta llamativo la principal diferencia, que es la
composición o el reparto de los elementos que aparecen en la estela y la
importancia que cada uno de ellos ocupan en la estela.
o Magacela: el guerrero lleva en el cinto la espada. El guerrero aparece en la parte
superior, mientras que el escudo se encuentra en la inferior. El casco de cuernos
sobre el individuo. Aparecen algunos hoyitos que son difícil de interpretar
(sistema de contabilidad). Mismo soporte pero representación diferente. No es
tan naturalista como las del Tajo. Dentro del esquematismo hay rasgos, como la
naturalidad. El esquematismo en este caso es mucho más acentuado. Según va
avanzando históricamente, se complejizan.
o Es el caso de la estela de Majadahonda, en Cabeza del Buey. En ella cobra
importancia el carro. Hay más elementos representados, hasta siete individuos,
donde el principal lleva el casco de cuernos. Se hace eco de una escena con un
contenido narrativo muy complejo. Tiene su máxima expresión en la estela de
Ategua, en Córdoba (Bendala), ya en el ámbito del Guadalquivir. Aquí sí que se
plantea una representación con un alto contenido narrativo. La parte superior la
ocupa el guerrero, que está identificado con su atributo sexual, que está cubierto
por un casco, lleva una coraza que le protege, lleva elementos con los brazos
como los torques, lleva la espada casi rozándole la mano y el escudo, que ya no
es con escotadura en “V”, un espejo por debajo de la espada… la exaltación del
hombre guerrero. En la parte inferior aparece una pira funeraria, un individuo
tumbado, la interpretación de diversas cabras, un carro de dos ruedas con dos
radios. Más abajo una escena de danza, prótesis de exaltación. Establece
relaciones pre-coloniales, y por lo tanto pre-fenicias, entre el suroeste de la
península Ibérica y el mundo griego geométrico. Esas conexiones, a su vez,
tendrían su reflejo en la cerámica de retícula bruñida, en su interior, y en la
51
cerámica de tipo Carambolo. En última instancia se podría relacionar con el
declive de algunas sociedades mediterráneas.
Solana de Cabaña. Magacela. Cabeza del Buey. Córdoba.
d. El Significado: Sobre el significado de las estelas, los investigadores coinciden en
relacionarlo al mundo funerario, como Almagro Gorbea, Bendala (impronta geométrica
o la preformación de Tartesos), Celestino (realidad tartésica), etcétera. Las estelas, a
parte de ese componente funerario mayoritariamente compartido por los investigadores,
las teorías de Galán y Ruiz-Gálvez, proponen hitos territoriales relacionados con la
ganadería. Plantean que las estelas ocuparían sitios visibles a modo de mojones,
señalizando las zonas de paso y pasto que transitarían los diferentes grupos. Señalan
rutas de “trashumancia”. Tiene muy poca base arqueológica. Más recientemente, las
estelas han sido consideradas como representaciones de dioses tartésico, por parte de
Tejera. Las representaciones funerarias como sociedades de guerreros donde la mujer
tendrá un papel muy significativo.
2.2.2. La Fachada Atlántica: Bronces y Oros
2.2.2.1. Los Bronces
Hay que comenzar a hablar teniendo en consideración su contexto arqueológico, su
tipología y sus técnicas, teniendo también en cuenta su significado y su cronología. Los
contextos esquivos permiten entrever dos tipos de contextualizaciones: los talleres y los
depósitos. Los talleres (Baioes, Moreiriha…), zonas donde se vislumbra el trabajo del metal,
que forma parte de una cadena operativa más o menos definida y sopesada en su momento. Hay
bronces en contextos poblacionales y vinculados a zonas metalúrgicas. En este sentido hay que
diferenciar esos materiales contextualizados en zonas de poblamiento, de los considerados como
depósitos. Así, diferenciamos entre los de fundido, de rituales en tierra, de rituales en vados y
Ría de Huelva:
- Fundido: ocultaciones de materiales que se efectúan en tierra, en zonas no habitadas o
escondrijos e piezas fragmentadas, de chatarra en general, destinada a la refundición.
Itinerantes que por ciertas razones no pudieron recuperar los materiales. Por ejemplo:
Cabezo de Araya, termino municipal de Navas del Madroño, donde aparecieron puntas
de lanza, algunas deformadas, rasgos diversos de metales o piezas de restos de
empuñaduras, puntas de flecha, decorativos… y reincorporarla al circuito del metal
- Rituales en tierra: que se componen fundamentalmente de materiales complejos y a
veces en cantidades sorprendentes. Se encuentran esencialmente en cruces de caminos,
puertos de montaña o minas, juicio que tiene gran valor simbólico, estratégico o
económico, valorando el caso de las minas. También hay muchos ejemplos, como el
depósito de Samieira en Vigo, con hachas de talón de doble anilla que conservan el
cono de fundición. El depósito de Estella en Vigo, donde podemos ver el cono de
fundición y la rebada. La mina del hallazgo del caldero de Cabarceno o caldero de Lois
en león (Miguel Ángel de Blas Cortina, lo relaciona con ofrendas a la tierra en
52
agradecimiento de los beneficios que les aporta, es decir, los recursos mineros), se
vinculan a hallazgos realmente sorprendentes que estaban en el fondo de enormes simas
que se asocian a trabas de mineros antiguos, es decir, algunos de ellos relacionados con
la obtención de ocre o pigmenta rojas, de óxidos que no sabemos que función debió
tener.
- Rituales no en tierra sino vinculados al agua, que proceden de zonas de vado o de
cauces o de estuarios: Hay multitud de ejemplos, sobre todo de espadas que han
aparecido en el fondo de los ríos, en zonas vadeadas de los mismos, etcétera. Es así el
caso de Sil, Ulla, Alconetar, Guadalete, Montijo… El caso más significativo es el de la
Ría de Huelva, en un principio, en 1923 se decía que podría comprender el hundimiento
de un barco chatarrero que entraba en el puerto. En los años noventa se sopesó la
posibilidad que se tratara de una necrópolis del Bronce Final, como dice Marisa Ruiz-
Galves ¿ofrendas a los dioses protectores de los cruces/caminos, ofrendas funerarias,
marcadores territoriales? Todo esto genera una serie de preguntas que no tienen una
respuesta cerrada, que lógicamente está vinculada al significado de los hallazgos. Una
posible respuesta sería que todo tuvo lugar al mismo tiempo.
Tipología:
Tipológicamente los materiales que aparecen en depósitos o los talleres del Bronce
Final, en cuanto a su geografía, son susceptibles de agruparse en cuatro categorías:
herramientas, objetos de adorno y acicalamiento, objetos rituales y elementos de representación.
- Herramientas: las hachas planas que tienen una larga tradición, que se remonta al
Calcolítico, perdura en la Edad del Bronce y continúan durante el Bronce Final, porque
se imponen otros tipos que son los que se difunden en la metalurgia atlántica, como las
hachas de talón, de una o dos anillas, que admite muchas sub-tipologías; las hachas de
cubo y las hachas de apéndices laterales, a las que se le asigna una tradición
mediterránea; incluyendo las hachas planas, desde el Bronce Final I-III. Otro elemento
que aparece frecuentemente dentro de este elenco de herramientas son las hoces
metálicas que también sustituyen progresivamente los elementos líticos, que sufren un
fuerte retroceso. Hay dos tipos, las de tipo de Rocanes y tipo de Castropol. Sin
olvidarnos de escoplos, cinceles, etc. Están realizados en bronce y también constituyen
un abanico muy notable. Los más conocidos son los brazaletes, que en sí son
reproducciones de los realizados en oro que tienen una morfología amorcillada, pierden
grosor desde la zona central a los extremos, algunos con decoraciones incisas, no se
debe olvidar que los broncitas son también orfebres; navajas de afeitar, que tienen una
doble tipología básica, hoja triangular con mango calado y una que se parece a una raya;
pinzas de depilar; fíbulas de codo de una tipología muy concreta, las que se difunden
mayoritariamente son las de tipo Huelva, mezcla sicilianas y chipriotas; botones aros,
alfileres…
- Objetos rituales: donde los calderos son vinculados a actos de oblación, piezas hechas
con láminas pulidas con remaches, son elementos que van vinculados a los ganchos de
carne, conjuntamente se asocian a procesos rituales, la carne se cuece pero no se asa,
todo el condimento de la comida se removería con los ganchos, comida ritual que se
asocia al gesto de oblación u ofrenda a la tierra, que en otros contextos habría que
interpretar en otras claves. Un tipo de comida ritual que no tiene que ver con los
asadores, que también son frecuentes, con una tipología variada, son los asadores
articulados, que se vinculan a ofrendas rituales, pero de asado. Asociados preferente al
mundo del hombre, ritos masculinos, como espadas, puntas de lanzas, regatones,
cascos, como el del depósito de Huelva, que evoca a aquellos que aparecen
representado en las estelas.
Técnicamente nos encontramos ante una metalurgia muy elaborada, y dan paso a la
generalización de los moldes bivalvos o múltiples, que permiten hacer muchas piezas a la vez,
de alto rendimiento, capacidad metalúrgicamente más sofisticada. También se pueden encontrar
53
los hitos que marcan la evolución en las aleaciones, algunas mantienen la combinación de CU-
AS, CU-SN y CU-SN-PB.
Significado
Una primera lectura sobre ello obliga a valorar tanto el valor económico como el
simbólico de sus producciones. Económicamente, está fuera de toda duda que es el metal de
preferencia, el que marca la personalidad tecno-cultural, aleación reina como la ha llamado la
investigación. Algunos han reconocido el periodo como el primer mercado común europeo. En
ese sentido, incluso, se ha llegado a decir que algunos de los depósitos que atesoran tantas
cantidades de material podrían haber sido ocultaciones intencionadas para que no hubiera un
exceso de metal en circulación, inflaciones del metal, y que el bronce siguiera manteniendo un
alto precio de mercado. En su conjunto se sintetiza porque revelan, más allá de su valor
simbólico, las relaciones entre territorios muy alejados entre sí, que conlleva una circulación
progresiva y fluida de ideas, de tecnologías, de materias primas y productos diversos. Quizá
también otros recursos no visibles al mundo arqueológicos. Todo esto, lógicamente, está
soportado en una estructura de poder y organización social que también sucedía en otras zonas,
como cúspides en esas jefaturas complejas que exigen y se caracterizan por su perfil guerrero, y
que son las que controlan las materias primas y las rutas, legitimadas con ritos ampliamente
difundidos, que implican la acumulación, la exhibición y amortización de elementos de
prestigio. Es el mundo del metal, que se asocia al mundo de elites masculinas de perfil guerrero
que controlan todo lo que está circulando y que sucede en un periodo que se ha articulado en
tres grandes fases: Bronce Final I, II y III.
2.2.2.2. La Orfebrería: El Oro
La orfebrería está relacionada con el mundo de la mujer, e incluso con los niños, lo cual
que no quiere decir excluir los hombres. Hay que tomar como punto de partida un hecho que es
un gran problema, que en la Península Ibérica los elementos aparecen sin contexto arqueológico
definido, dada la ausencia de tumbas. Una cuestión opuesta a Europa, en el Bronce Final
Hallstatt a-b está la cultura de los Campos de Urnas. Existe una evidencia funeraria muy clara
que contrasta con el Bronce Final en la fachada occidental peninsular. La tipología de estos
hallazgos, los contextos que pueden deducirse de la composición, del número de piezas que
conforman estos hallazgos, se pueden definir varias categorías:
- Los depósitos de fundidor, como los de Bodonal de la Sierra en Badajoz o Bélmez
(Córdoba). Se trata de piezas acabadas, alambres retorcidos destinados a la reutilización
o fusión de piezas compuestas o piezas deformadas, elementos todos ellos que invitan a
considerar el acopio de objetos de oro como un depósito de fundidor. Nos permite
hablar de una categoría determinada de hallazgos.
- Escondrijos en tierra que no tienen una determinada asignación, como el de Olivar de
Melcón (Badajoz).
- Atesoramientos, es decir, ocultaciones con el sentido de recuperarlas y reutilizarlas,
pero dentro de un contexto de “capital”. Como es el caso de Sagrajas, no está
suficientemente documentado, y la excavación posterior ilustro o parece que registró un
fondo de cabañas con un silo interior en cuyo fondo apareció el conjunto de joyas, es un
ejemplo claro.
- Ofrendas rituales/tumbas femeninas y/o infantiles en puntos de cruce, sin evidencias
claras sobre su carácter funerario. Además se localizan en puntos de cruce, zonas de
paso, de montaña, de vados y que de algún modo complementarían esas ofrendas
rituales de carácter funerario o no, pero femeninas o infantiles, complementaria a las
espadas en las aguas que son ritos masculinos. La mayor parte de los investigadores lo
creen así, aunque no se pueda ser categórico.
54
Desde un punto de vista tipológico, sí que es más fácil hablar de los oros del Bronce
Final porque se trata solo de clasificar:
- Cascos que fueron llevados por individuos masculinos de cierto rango (cuenco de Leiro,
Rianxo, La Coruña)
- Torques, macizos y pesados, como el de Berzocana, Sagrajas o Bodonal.
- Brazaletes, como el de Estremoz
- Tobilleras, como el de Olivar de Melcón, Badajoz.
La producción aurea es muy diversificada, con un elenco muy notable. Desde el punto
de vista técnico, quienes lo han estudiado desde un punto de vista arqueo-métrico, Alicia Pereira
habla de la implantación del batido, del moldeado, del repujado y toda una serie de técnicas
decorativas que se hacen a través de incisiones a buril, calado a cincel, etc. Todo esto, al final,
ha servido para clasificarlo en función de una serie de categorías estilísticas y cronológicas:
- Bodonal, torques de sección hexagonal de filiación irlandesa (ss. XII/XI-X a.C.)
- Sagrajas-Berzocana, de procedencia atlántica y de forma más concreta con el mundo
Breton. Almagro Gorbea, sus antecedentes iban al mundo Breton con una cronología
inmediatamente anterior (ss. XI/X-VIII a.C.)
- Estremoz-Villena, brazaletes calados y púas de tradición local, (ss. XI/X-VIII a.C.)
- Sagrajas-Estremoz (Cantonha), tipos mixtos, se estima como tipo local (ss. IX-VIII
a.C.)
- Bélmez-Azuaga, torques de sección romboidal (ss. VIII-VII a.C.)
- Mérida-Olivar de Melcón, tobilleras de filiación europea o local. Almagro Borgea, en
Europa de bronce.
Su significado social y distributivo obliga a transcender de la materialidad y entra en
terrenos especulativos. Hay que tomar como punto de partida el valor “económico” del oro y el
valor simbólico. Económico como preciado y de carácter de almacenamiento; y simbólico
porque no se altera. Valores ambos muy imbricados. Teniendo en cuenta esos elementos
expresados, como son el caso del tamaño y el diámetro de los torques, su peso excesivo y su
agrupación en múltiples o divisores de su peso, se vinculan con dotes de mujeres jóvenes y,
quizá alianzas matrimoniales; es lo que esconde un tipo de acción o gestión del oro que es muy
parecido al que se trata en el bronce, implica atesoramiento, exhibición y amortización
intencionadas (Ruiz Gálvez). Es una idea que se refuerza con las representaciones femeninas en
las estelas (diademadas y de guerrero), las cuales subrayan el papel de la mujer. Pero además, en
ocasiones, aparece reforzado porque en algunas estelas no solo aparecen las mujeres, sino que se
muestran flanqueadas de la figura de un guerrero.
Aun así, no debemos olvidar a los niños y las joyas menores que aparecen en Mérida y
Olivar de Melcón. Se hizo una lectura que las relacionaba con los niños, y su posible posición
de herederos. O bien como la posible existencia de elites sociales. El poder dentro de una
sociedad compleja ya se hereda y se perpetúa, por ello, quien ejerce el poder trata de
perpetuarlo. Aquí ya encontraríamos el modelo social cerrado. Elites que se heredan, con rutas
de intercambio y comerciales, una sociedad que de alguna forma se plasma en el territorio a
través de la distribución de oros que se concentran en Galicia, la costa portuguesa, Extremadura
y occidente andaluz. Todo ello es necesario implicarlo con el poblamiento (mitad occidental,
con áreas de concentración en el norte de Portugal y suroeste).
2.2.3. Las sociedades y culturas del Bronce Final, la Meseta (Cultura de Cogotas I)
La historia sobre Cogotas I es realmente notable y significativa. Arranca en los años
treinta, cuando Cabré excava en el Castro de las Cogotas de Cadeñosa, Ávila. Es un autor que
diferencia los ámbitos de Cogotas I y Cogotas II, dos conceptos que hicieron fortuna en el
momento en el que se acuñaron, y que se han mantenido desde los parámetros en los que se
estableció. Desde 1930, en este horizonte antiguo de Cogotas I se han adaptado numerosos
autores. Desde entonces, numerosos estudios (Fernández Posse, Delibes, Fernández Manzano,
55
Blasco, Abarquero) han abordado aspectos diversos, como su proceso formativo, los hábitats, la
economía, la sociedad, los hitos, etcétera.
Geografía
Desde el punto de vista geográfico, se concentra en la meseta norte española, área
nuclear. Aunque atendiendo a los tipos cerámicos tiene una amplia difusión, hacia el norte, el
sur, el este y el oeste. El número de elementos hacia el oeste es comparativamente inferior si lo
relacionamos con cualquier otra geografía donde se detecte su expansión, apoyada en cuestiones
de tipo cronológico y material. Uno de los grandes problemas que ha tenido Cogotas es la
filiación cultural, que surge como producto de los contactos con ámbitos geográficos
extrapeninsulares o autoctonistas. Hoy en día, se entiende que es la consecuencia de la
evolución propia del Bronce Pleno meseteño, mal dibujado, porque son zonas donde el mundo
campaniforme se prolonga bastante. Cogotas I enraíza entre la época epi-campaniforme y el
segundo milenio.
Periodización
Se trata de una cultura que tiene un origen y proceso de difusión complicado, que la
investigación encara con una visión trifásica cronológicamente. Cogotas I se desarrolla
arqueológicamente o arqueo-gráficamente en tres grandes momentos:
- Protocogotas o formativa, 1500-1250 a.C.
- Fase Plena, 1250-1000 a.C.: crisis de las culturas del Bronce Pleno, lo que aprovecha
para expansionarse.
- Fase evolucionada, 1000-850 a.C.: momento clave para entender el desarrollo de una
etapa posterior.
Poblamiento
Desde un punto de vista poblacional, hay que decir que la cultura de Cogotas I, se está
manifestando como una cultura que despliega estrategias de poblamientos diversos, porque hay
poblamientos en alto, elevaciones de marcado carácter estratégico; y asentamientos en llano, en
zonas propicias para la agricultura, zonas de paso y/o fluviales. No se sabe muy bien cómo se
articula todo ello, pero está claro que en los diversos sectores donde está presente esa dualidad
está corroborándose. Ahí vamos a utilizar algunos de los más conocidos, que además han
permitido establecer conexiones con culturas precedentes. Entre los yacimiento en alto se
encuentra el de los Tolmos de Caracena y el Ecce Omo. Como ejemplo de asentamiento en
llano encontramos el de Perales del Río.
En primer lugar hay que hablar de los Tolmos de Caracena, que manifiesta que se trata
de una zona de admirable carácter estratégico, que se encuentra en un verdadero meandro.
Constataron las excavaciones la población en el Bronce Pleno y en el Bronce Final. Además, se
pudieron documentar algunos restos de viviendas. Poblados en alto de carácter estratégico, con
cabañas de madera y hábitat en llano, situados en las terrazas bajas del curso medio-final de los
ríos. Dominan los hoyos o fosos de diferentes forma y tamaño que a veces ocupan grandes
extensiones. El resto de las poblaciones se relacionan con el carácter estacional, relacionado con
la trashumancia. El Ecce Homo es una elevación espectacular con la cima totalmente
amesetada.
Se desconoce la conexión entre ambos tipos de hábitats, aunque se han relacionado con
movimientos estacionales. Almagro Gorbea pudo sacar en claro la ocupación de esa zona
relacionándola con este horizonte cultural y los agujeros de postes que lo relacionarían con el
yacimiento de los Tolmos de Caracena. Los asentamientos en llano presentan un tipo de
estructura que generalmente son fosos de muy diferente tamaño y forma, que a veces llegan a
ocupar enormes superficies. A veces se les ha llamado fondos de cabaña, basureros o silos,
56
etcétera. Casi siempre se acababan los trabajos afirmando que no se sabía cuál era su
significado, pero siempre con un matiz, bien como basureros o como enterramiento de animales
o personas.
Hay yacimientos que hoy en día se le considera como hoyos. Los hay que ocupan hasta
cinco hectáreas. Se detectaron más de quinientos hoyos, pero eso no quiere decir que todos
estuvieran al mismo tiempo activos. Parece ser que se prolongan desde la fase más antigua de
Cogotas hasta la más evolucionada. Pero se plantea la duda de que ante tan larga ocupación
haya épocas de despoblamiento. La no relación de ambos hábitat es lo que haya hecho que los
autores lo relacionen con movimientos poblacionales de carácter estacional, relacionándolo con
procesos de trashumancia. Es lo que ha llegado a sopesar la idea de que su traslación con otros
ámbitos geográficos es también su relación con los procesos trashumante. Es una teoría que ha
tenido mucho éxito en la historiografía, pero desde el punto de vista arqueológico no es siempre
fácil de constatar.
Materiales Arqueológicos
La Cerámica:
Los materiales considerados como fósiles directores son la cerámica de lujo o de mesa.
La producción cerámica cuidadas con decoraciones geométrica incisa, puntillada, impresa, de
punto de raya (toma su nombre del lugar donde fue hallado por primera vez cerámica con este
tipo de decoración, un yacimiento excavado en los años setenta. Es la cueva de Boquique. Es
una técnica que ya aparece en el Neolítico, y que resurge de forma importante durante el
periodo de Cogotas I) o Boquique y excisa. Las formas preferentes respondes a dos tipos, las
fuentes de carena alta o cuencos troncocónicos, con decoraciones en ziz-zags, triángulos,
ajedrezados, guirnaldas… a veces con incrustaciones de colorantes (ocre).
En cuanto a su morfología y al desarrollo de esas técnicas decorativas, resulta desigual a
lo largo de todo el desarrollo cultural de Cogotas. En su primera etapa, caracterizan las
cerámicas carenadas abiertas, cuencos hemisféricos y alguna decoración incisa, tienen una
forma muy determinada, reproduciendo esquemas que Posse y otros autores relacionan con los
campaniformes más tardíos de Cienpozuelos. Lo que permite establecer vínculos. En una fase
plena, ya estaban presentes las técnicas anteriores, pero añadiendo la del Boquique o la escisión,
por ejemplo. Ya están presentes las formas tronco cónicas. En la última fase, nos encontramos
con una decoración muy intensa, muy barroquizante, donde las formas ya no muestran en
muchos casos esas carenas tan vivas, sino que están ante formas bicónicas. Las bases son más
estrechas, incorporando nuevos tipos vinculados al mundo tartésico o pre-colonial.
Metalurgia
El tema referido a la metalurgia, globalmente se considera como heterogénea, tanto en
su composición como en su tipología. En relación con las composiciones de los metales hay que
decir que no hay uniformidad, en cuanto a metales se refiere, ya que se utilizan los cobres, como
signo de continuidad; también aleaciones de cobre-estaño. Se incorporan las nuevas modas que
van imponiéndose en diferentes geográficas peninsulares y euro-mediterráneas. Es un enorme
arcaísmo lo que representan las principales herramientas, como hachas planas, con filos más
amplios y curvados, pero el concepto es el mismo que nos retrotrae a formas metálicas y de
útiles que están muy enraizados en los comportamientos técnicos peninsulares y europeos.
Puñales que aún tienen un sistema de enmangue con remaches o puntas de flechas. Los
llamados punzones bi-apuntados son los más característicos de Cogotas I. Es una cultura que no
está ajena a la cultura atlántica, pero no es la habitual. Julio Fernández Manzano así lo constató,
pero algunas de estas piezas están acompañadas con metales de aire atlántico (hachas de talón
de doble anilla como producción peninsular, hachas de una sola anilla, brazales, hojas de
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afeitar), combinados con objetos que emulan las hojas pistiliformes pero con un enmangue
tradicional. Algunos autores lo explican con el intercambio cultural.
Economía
Desde el punto de vista económico hay que decir que el mundo de Cogotas I es
fundamentalmente agropecuario. Desarrolla una agricultura cerealista que no necesita grandes
necesidades de irrigación; y una actividad ganadera que ha sido considerada, por no pocos
autores, de carácter trasterminante y/o trashumante, que justificaría la movilidad de estos
grupos. Actualmente, hay autores que no comparten ese planteamiento, porque indican que el
modelo trashumante pertenece a un contexto muy particular, como es el de la mesta, y con una
determinada economía y política como es la monarquía. Sin embargo, otros piensan que la
ganadería trashumante es muy importante en la génesis y expansión de la cultura Cogotas I. Así
lo constatan estudios relacionados con la faunística de los yacimientos, pero aún son escasos
para afirmar las hipótesis. Ese modelo económico estaría complementado por otras actividades
de caza y recolección, como complemento de la dieta.
Mundo Funerario
Otro de los temas clásicos y problemas históricos es el mundo funerario. Es un aspecto
de la conducta de Cogotas I prácticamente desconocido hasta ahora. Hay que plantear la
posibilidad de que es una cultura donde no todo el mundo tuviera derecho a enterramiento. De
alguna forma, se conjugan lo tradicional y lo innovador, presentando hallazgos puntuales en
dólmenes o cuevas, y algunas inhumaciones individuales o dobles-triples, en las fosas de los
propios hábitats (San Román de la Hornija, Valladolid).
Uno de los hallazgos más replicados en la historiografía es el de San Román de la
Hornija. Es un enterramiento triple en un silo, rodeado de otras estructuras sin restos funerarios.
Se halló un anillo de bronce y un colgante, y también una fíbula de codo, relacionándolo con el
mundo mediterráneo. Por encima de los cuerpos apareció el esqueleto de un conejo,
posiblemente relacionado como una ofrenda. La complejidad del mundo ritual no solo se
aprecia en ésta sepultura, sino que también se detecta en otros tipo de enterramientos que
aparecen habitualmente en los asentamiento en llano, los más excavados en los últimos años. Se
han constatado enterramientos de animales, enterramientos parciales, enterramientos de
animales y de humanos. Estamos ante un mundo ritual y simbólico muy complejo, pero no
ausente como se pensó durante muchos años.
Expansión
Otro de los problemas claves es el de la expansión, ya que cómo una cultura
desarrollada en una zona central peninsular se expandiera por todo el contexto peninsular,
menos en Galicia y parte del contexto atlántico. Pero se sabe que hubo contextos, como lo
demuestra la obtención de cerámica de Boquique en el mundo atlántico. Aun así, debieron de
existir otros tipos de relaciones invisibles. La expansión de Cogotas I se puede resaltar en el
Cerro de la Encina de Monachin, donde se constató que, sobre una arqueología de bronce
argárico, se superpone una fase de Cogotas I muy reciente, de ahí que la teoría trashumante
tenga su parte de veracidad. Serían personas de perfil ganadero (vacuno, ovino y caprino) que
aprovecharía el desmoronamiento de la cultura argárica para asentarse.
F. Javier Abarquero rechaza este modelo de trashumancia y argumenta que se trata de
un espejismo. Así, plantea como modelo alternativo el que titula como “mecanismos múltiples
de contacto”. Justifica la expansión de Cogotas I por la combinación de muchos factores, es
decir, un planteamiento multi-causal. Es un modelo que conlleva, en la consideración de un área
nuclear de Cogotas I, situado en el tercio superior de la Península, en torno al valle del Duero.
Una segunda fase sería el denominado como zonas de contacto, rodeando al área nuclear, es
58
decir, como aculturación de éste área. Y finalmente las regiones exteriores como centros de
redifusión, lo cual no significa que no se desarrollaran los mecanismos de aculturación. Más
concretamente, F. Javier plantea cuatro posibilidades que tiene una gran importancia:
- La primera fórmula de contacto se recogería bajo el concepto de la “carreta del
mercader”, es decir, una metáfora que defiende el posible protagonismo de la cerámica
con intermediarios en el intercambio de bienes complementarios, que escasean en una
zona, el trasiego de productos agropecuarios de carácter secundario, de otros productos
derivados de la explotación de la cabaña ganadera, que formarían parte de las
interacciones, donde el individuo que mercadea en diferentes distancias también podría
traficar con esta serie de productos. También irían los productos metalúrgicos u otra
serie de recursos que no han dejado huella arqueológico, en ese contexto también
viajaría la alfarería de la cultura de Cogotas I.
- Un segundo mecanismo, es lo que se reconoce como el “ajuar de la novia alfarera”, a lo
que refiere directamente a una hipótesis relacionada con los oros. Él dice que la
cerámica no es un objeto de lujo, dado la escasa entidad de los contextos donde aparece,
más que es un elemento. Así, dado que la alfarería es una técnica relacionada con la
mujer, en los contactos entre grupos, aquellas que procedieran de la región de Cogotas
I, desarrollarían la suya, más bien un intercambio de experiencias materiales. Tomada
de la metáfora de Ruiz Gálvez de la novia vendida.
- Una tercera fórmula haría referencia con lo que denomina como “emulación de
conductas socioeconómicas, rituales o propiciatorias”. No es fácil aquilatarlo a un nivel
material. También en los intercambios humanos, a corta o larga distancia, lleva la
transmisión de comportamientos. Desde un punto de vista socio-económico, pone la
cultura del comer, como en determinadas zonas se utilizan ciertos menajes para el
consumo de determinados productos. En contextos rituales están apareciendo en zonas
cercanas y alejadas a distinta escala subestructuras donde se amortizan cerámicas tipo
Cogotas I. Si se admite esa lectura, también es una fórmula de expansión de esa
cerámica.
- Finalmente, como cuarto mecanismo está los que se reconocen como pequeños
presentes que se intercambian en acontecimientos de cualquier índole.
El esquema de Abarquero es amplio y posibilista, difícilmente contrastable
arqueológicamente, pero trata de salir de lo que él denomina el espejismo trashumante. Algunos
autores han considerado la relación de la población de Cogotas I como intermediarios entre las
poblaciones del sur peninsular y el norte de la península, como trasiego metalúrgico. En esa
cadena de relaciones él plantea que Cogotas I acaba implicándose en las redes atlánticas, que
dinamizan los intercambios entre los influjos atlánticos, continentales o mediterráneos. Así, se
puede constatar en la confluencia entre la metalurgia atlántica con la tradicional.
2.2.4. Las sociedades y culturas del Bronce Final: Nordeste Peninsular
Es una zona que se considera como un horizonte clásico del horizonte peninsular, es
decir, culturalmente como los Campos de Urnas, sería el territorio de la actual Cataluña,
incluyendo al río Ebro y el norte de la Comunidad Valenciana, si bien se detectan influjos en
Álava, la Meseta e incluso en Andalucía. La bibliografía, su historiografía, es muy amplia. A lo
largo de ella se han ido volcando diferentes tesis, desde los planteamiento iniciales que incidían
en cuestiones invasionistas (Bosch, Maluquer, Almagro, Vilaseca) muy de la época, que
contemplaban la expansión de grandes cantidades poblacionales, hasta posturas mucho más
complejas desde el punto de vista conceptual donde se reivindica las relaciones entre entidades
humanas y culturales diversas, teniendo en cuenta el valor indígena y de otras culturas donde se
adaptan determinados hábitos, elementos materiales u otras entidades. Son visiones recientes
más ligadas a un proceso cultural complejo, contactos y aportes poblacionales de la cultura de
los Campos de Urnas discontinuos, y la evolución de los grupos autóctonos (Ruiz Zapatero,
Almagro Gorbea, etcétera). Se asume la dinámica expansiva del fenómeno y su conexión
europea. Entre los planteamiento iniciales de corte invasionistas, Bosch Gimpera representa un
59
papel interesante desde sus inicios en los años veinte. Desde los planteamientos invasionistas,
pero más simplificados, están los trabajos de Almagro Basch: La invasión céltica en España.
Ruíz Zapatero desestima las tesis invasionistas, apostando por un planteamiento de interacción
culturas, que sin descartar la presencia de gente exógena, no valora esa presencia en términos de
invasión. Ruíz Zapatero liga los Campos de Urnas del nordeste con poblaciones del suroeste
francés (Languedoc), cuya organización se basa en tres esferas interrelacionadas:
- Agricultura cerealística (quizá de nuevas especies y técnicas-arado con tracción animal)
y una ganadería diversificada y bien adaptada a diferentes nichos ecológicos.
- Organización social de tipo gentilicio, reflejada en el rito incinerador y estandarización
de los ajuares.
- Desarrollo metalúrgico (bronce y hierro).
Es un modelo agrario, expansivo y adaptativo, asumido por las poblaciones indígenas,
donde prima la interacción, sin contemplar la invasión, con todas sus consecuencias. Ese
proceso en el tiempo, lo estructura en tres grandes etapas, en función a dos grandes argumentos,
la utilización sistemática del C14 y la expansión de la cerámica.
Campos de Urnas Antiguos (1150-950 a.C.)
Los Campos de Urnas antiguos, arqueológicamente, tendrían sus evidencias en el
Ampurdá, la más cercana al Languedoc francés, y Campo de Tarragona, y desde ahí se
trasladarían esos influjos y esos pequeños grupos que coexistirían con la población autóctona,
con penetraciones en el Segre y Bajo Aragón. Desde un punto de vista cultural, se caracterizan
por una perduración de los sistemas de vida tradicionales, gente autóctona arraigada a la cultura
del nordeste peninsular que aún habita en cuevas, que practican las inhumaciones y el
megalitismo. Los pequeños grupos traen novedades, lo que hacen es habitar pequeños
asentamientos al aire libre (Fenollera, Genó), practican ritos cremadores (Can Missert I y II) y
traen nuevas tecnologías alfareras (cerámicas acanaladas) y metálicas (Llacuna, Tarragona).
- La Fonollera, Gerona: poblados modestos de pequeños grupos, que van a tener un
efecto y unas consecuencias notables en las poblaciones autóctonas a medio y largo
plazo. Las viviendas no tienen compartimentación interna.
- Genó, Lleida: es un yacimiento muy pequeño, situado en un pequeño montículo cercano
a un curso de agua, al igual que el de la Fonollera. Se trata de casas adosadas entre sí,
dejando un espacio en su interior, que se denominan “calle central”, aunque en este caso
sería de “plaza central”. Es un tipo de viviendas de un solo ambiente. Tienen otra
particularidad, sus muros externos parecen formar una muralla, pero sin llegar a serlo.
La alfarería representada combina las tradiciones locales, pero también introduce los
nuevos elementos, fundamentalmente, que es la cerámica acanalada. Lamentablemente,
hay muy poca fauna, lo que no dio pie a hacer una buena investigación. Aunque en
Fonollera sí. Se integra en un esquema territorial interconectado entre sí, aprovechando
los principales valles, relacionándolo con las zonas montañosas. No son solo nuevos
hábitats, sino también nuevos ritos. Las nuevas formas de gestionar la muerte, con la
cremación de los cadáveres. Los nuevos metales de sabor europeo, como pequeños
puñales y espadas de la Llacuna.
Campos de Urnas Recientes (950-750 a.C.)
Es un periodo que se caracteriza por el aumento de los contactos con los grupos del sur
francés (Mailhaciense) y diversificación regional (grupos del Ampurdá, centro-sur de Cataluña,
Segre-Cinca y Bajo Aragón). Aumentan las poblaciones al aire libre y en alto, relacionadas con
un incremento demográfico y la absorción de los substratos precedentes. Los poblados ex novo:
La Pedrera en Vallfogona de Balaguer, el Molá en Tarragona, Roquizal del Rullo, etcétera. Se
mantiene el modelo poblacional de “calle central”. Los asentamientos en llano son menores. Las
necrópolis van a tener clara correspondencia con los hábitats, más grandes, extensos y
numerosos. Los no pocos contextos funerarios conocidos en esta zona, es necesario destacar el
60
de Agullana, en Gerona, con urnas bicónicas con decoración (acanalada geométrica) incisa, con
objetos de vestido y adorno (mujeres: alfileres, fíbulas, torques…) y armamento (hombres: hoja
de afeitar…). Las mismas tipologías de las urnas diferían de las anteriores (pies más
desarrollados). Durante esta etapa, y también durante la más avanzada, comienzan a aparecer
superestructuras tumulares, que presentan plantas rectangulares, circulares, o estructuras
escalonadas, en relieve, como en Segre y el Bajo Aragón. La cista siempre se encuentra en una
zona centralizada, mayoritariamente. El concepto de túmulo se expansiona (Ampurdá). Se
contabiliza un incremento en la actividad metalúrgicas en los poblados, en las necrópolis y en
los escondrijos (depósitos de Ripoll, Llavorsí: tremendamente heterogéneo en cuanto a su
conformación, con brazaletes, hachas, etcétera), vinculados al Pirineo y relacionados con la
metalurgia de los Alpes occidentales (gubias, puntas de lanza).
Campos de Urnas de la Edad del Hierro (750-600 a.C.)
Ruíz Zapatero lo reconoció como la Edad del Hierro. Fase que casi acaricia la génesis
del mundo Ibérico antiguo. A partir del siglo VIII a.C., el proceso de evolución interna de los
Campos de Urnas se intensifica y además, se asocia a un proceso de complejidad social, de
jerarquización interna notable. En las fases anteriores, el igualitarismo de la riqueza es una
norma, ahora la diferencia entre los ajuares es importante. Hay que hacer alusión a la
introducción del hierro y a las influencias del mundo hallstático, de inicios de la Edad del
Hierro; y visible presencia de filiación mediterránea. No hay que olvidar que ya comienzan a
estar circulando por la Península los fenicios y los griegos, próximos a la fundación de
Massalia. Todo ello se conjuga en ese periodo, que conforma, en general, el sustrato sobre el
cual va a gestarse el nacimiento del mundo Ibérico. Los materiales coloniales más importantes
son, por ejemplo, la lira estela de Valpalmas (rituales donde la música está presente, es decir, se
muestra la influencia mediterránea), la fíbula de pivotes y de doble resorte (las modas en el
vestido se renuevan, relacionados con la cultura orientalizante); y los materiales de índole
continental destacan las espadas de antena de hierro (en su parte superior; junto con más
elementos que constatan la existencia de élites), la cerámica estampada… El asentamiento que
mejor refleja este periodo es el de Cortes de Navarra, excavado por Maluquer y posteriormente
por Gracia Alonso. Se ha roto el esquema del asentamiento de “calle central”. Son casas con
mayor complejidad constructiva interior, con planta rectangular, y un alzado que asciende
progresivamente.
2.2.5. Las sociedades y culturas del Bronce Final: El Sureste Peninsular
2.2.5.1. Sur del País Valenciano
Durante el Bronce Tardío vamos a encontrar asentamientos en alto, encastillados, de
gran valor estratégico. Son poblados controladores de los recursos básicos y de los contactos
con la Meseta. El yacimiento más significativo es el de Cabezo Redondo (Villena, Alicante:
1300-1100 a.C., si bien hay fechas de C14 1600-1130 a.C.): es una verdadera protuberancia,
donde destacan las canteras de yeso que marcaron el devenir histórico del sitio. Es un
asentamiento en ladera, con una estructura de terrazas. El yacimiento tiene una extensión de dos
hectáreas. El asentamiento es importante en cuanto a su posición geográfica. Los restos
constructivos, materiales, dieron desde el inicio hasta hoy, una alta concentración de fauna,
concretamente de ganado vacuno, lo que ha llevado a pensar a los historiadores de este enclave,
que la ganadería de este tipo fuera el sustento de esta población. El estatus de este yacimiento
está valorado por dos hallazgos muy fortuitos y de gran riqueza.
Un primer tesoro, más modesto, fue encontrado en el propio poblado en abril de 1963,
durante las extracciones de yeso. Está formado por treinta y cinco piezas de oro con un peso
total de ciento cincuenta gramos. Es un acopio muy heterogéneo, que corresponde
esencialmente a algunas diademas, láminas, cintas, brazaletes, un buen número de colgantes
denominados de trompetilla, aretes, algún anillo, etcétera. En un principio se pensó que se
61
trataba de una ocultación del momento de abandono del yacimiento, porque tiene la misma
tipología que los ajuares encontrados en las tumbas que aparecieron en el mismo asentamiento.
En algunas tumbas de adultos y de niños del interior del poblado han aparecido piezas de este
tipo, relacionándolo con las elites y sus herederos.
El segunda hallazgo es el Tesoro de Villena, situada en la “Rambla del Panadero”, a seis
kilómetros de Cabezo Redondo. Fue encontrado en 1963, es una zona de áridos. Se encontraron
un brazalete calado que tuvo gran trasiego hasta darse la voz de alarma. Es una probable
ocultación fechada c. 1100-1000 a.C., tras el abandono de Cabezo Redondo. Es un conjunto de
elementos compuestos por una vajilla formada por cuencos, botellas y objetos de adorno
(Villena-Entremoz). Tiene un peso de diez kilogramos e incluye piezas de plata, de hierro y de
ámbar. Presenta decoraciones que pueden relacionarse con el mundo de Cogotas. Cabezo
Redondo parece capitalizar el poblamiento del entorno, ya que el resto de poblaciones son de
entidad menor, con los que mantiene conexión visual, sirviendo de conector de las rutas entre el
interior y la costa. José María Soler fue el encargado de llevar a cabo la excavación y la
publicación del hallazgo. Las excavaciones siguen en la actualidad por el Catedrático Mauro
Hernández.
2.2.5.2. Bronce Final I (1000-850 a.C.) y II (850-700 a.C.)
Presenta un poblamiento que bascula hacia cursos bajos de los ríos y hacia la costa.
Muestran contactos atlánticos durante el Bronce Final I, y atlántico-mediterráneos durante el
Bronce Final II. Cabezo Redondo se abandona c. 1100 a.C., si bien otros poblados interiores
perduran. En ese contexto, surge Peña Negra, de Crevillente, donde se han documentado
sectores artesanales especializados en actividades metalúrgicas y textiles, por lo que este
poblado arranca en el Bronce Final y perdura hasta la primera Edad del Hierro o periodo
orientalizante.
En el caso concreto de la metalurgia, tiene especial interés la casa taller de un
metalurgo, publicada en 1992, donde se hallaron elementos estructurales y materiales
relacionados con la producción de piezas atlántico-mediterráneas (espadas de tipo Huelva y
Vénat-Monte Sa Idda. Alrededor de la casa se encontraron las escombreras con los restos de la
producción del taller, como moldes). La estructura de la vivienda presenta una planta con las
esquinas redondeadas. En este yacimiento también se han detectados sectores relacionadas con
la fabricación textil, que hay que ponerlo en relación con la fauna registrada, con índices
elevados de las ovejas laneras. Algunos autores, especulativamente o forzosamente, han querido
ver en algunos diseños decorativos de algún tipo cerámico reproducciones de este tipo de
tejidos. Lo que sí parece indicar que no solo producen para el consumo propio sino también para
comercializarlos en los circuitos externos. Aparte de los productos metálicos y textiles, estos
poblados también gestionaron otros recursos como la carne y la sal.
Socialmente, dichos hábitats estarían liderados por jefaturas complejas parejas a las de
otras zonas que garantizarían la fluidez de las redes comerciales, pero sin alcanzar niveles pre-
estatales ni mucho menos estatales. Una de las obras más significativas es la de Alfredo
González Prats, Nueva luz sobre la protohistoria del sudeste. Es un autor que evolucionó a un
yacimiento fenicio.
2.2.5.3. Andalucía Oriental
Durante el Bronce Tardío y el Bronce Final I-II, globalmente considerados, se tratan de
etapas a lo largo de las cuales se desarrollan procesos de complejidad creciente, como la zona
meridional del País Valenciano y también con Andalucía occidental. En ese cruce de realidades
culturales hay que entender su importancia. Un primer horizonte es el del Bronce Tardío,
coetáneo a Cabezo Redondo y Cogotas, marcado por la evolución declinante del Argar y la
adición de los elementos cogoteños: Cuesta del Negro de Purullena, Cerro de la Encina de
62
Monachil (Granada) y Fuente Álamo (Almería). Hay que añadir que precisamente del suroeste
peninsular fue donde, por primera vez, se valoró de forma importante la expansión de Cogotas,
lo que suscitó un debate interpretativo de porqué llegaba hasta zonas tan lejanas de su área
nuclear. Así, se plantearon dos modelos: uno de base comercial, que consideraba las relaciones
con el noroeste a través de Cogotas; y otro que considera los movimientos ganaderos de
Cogotas I hacia el sur aprovechando el declive argárico.
Durante el Bronce Final (1000-700 a.C.), como suele ocurrir, este momento supone la
disolución de las relaciones con Cogotas I en beneficio de otras conexiones que resultan más
rentables. Relaciones con el mundo meridional (cerámicas de retícula bruñida), es decir, el
suroeste o el brote del mundo tartéssico, o los crecientes contactos con el mundo mediterráneo
(fíbulas de codo y soportes de “carrete”). Entre los poblados más importantes se haya el del
Cerro de los Infantes de Pinos Puente y el del Cerro del Real de Galera en Granada. Han sido
constatados cabañas de gran tamaño, algunas de ellas con bancos corridos y decoraciones en los
revestimientos de barro. Desde un punto de vista económico, hay que incidir en su carácter
agropecuario. Al igual que la presencia de escondrijos de metales de filiación atlántica,
volviendo a pensar en las relaciones.
Los enterramientos durante este periodo están mal conocidos y registrados desde el
punto de vista arqueológico. Se han documentado algunas inhumaciones en Fonelas, Granada.
Es así, sigue siendo de difícil explicación aún, las primeras sepulturas de cremación de
Qurénima, Caldero de Mojácar o Barranco Hondo en Almería. Contenían cistas de piedra con
inhumaciones y cremaciones, con ajuares metálicos y líticos bastante inespecíficos. Fueron
excavados por los hermanos Siret y reestudiada por otros autores, recientemente por A. Lorrio.
Han generado algunos debates sobre su relación con la cultura de los Campos de Urnas o los
influjos mediterráneos. Lorrio ha ponderado dichos influjos con el sustrato que no está muy bien
conocido, dentro de un horizonte propio “tipo Qurénima”. No es una novedad planteada por
Alberto Lorrio, sino que también ha sido estudiada por otros autores. Son necrópolis muy
rituales que deben obedecer a la reinterpretación de influencias diversas, bajando el nivel de
intensidad de la polarización, es decir, bien Campos de Urnas o bien influjos mediterráneos.
2.2.5.4. Andalucía Occidental
La arqueología permite articular el tránsito entre el segundo y el primer milenio. La
historiografía andaluza ha puesto su punto de inflexión en una cronología dividida entre Bronce
Final Antiguo/Tardío y Bronce Final Reciente. Es una fase controvertida, porque afecta de lleno
a uno de los grandes mitos de la historiografía hispana, como es el origen de Tartessos. Es una
de las realidades geopolíticas más renombradas tanto por historiadores como arqueólogos, que
contiene una historiografía ya inabarcables. Una historiografía que tiene nombres tan destacados
como Schulten, Carriazo, Maluquer, Bendala, Ruis Mata, Aubet, etcétera. Uno de los trabajos
más reconocidos es la obra de Manuel Álvarez Martí-Aguilar, Tarteso. La construcción de un
mito en la historiografía española. El debate tartésico ha basculado en torno a si Tartessos es
algo autóctono o relacionable con la venida de gente del exterior. Se ha debatido entre posturas
continuistas, que entienden que Tartessos es el producto de una evolución local de las culturas
prehistóricas y de la progresiva interacción con elementos orientales; los planteamientos
rupturistas entienden que hay un punto de inflexión entre las culturas del Bronce Pleno y las del
Bronce Final-Hierro (población orientalizante y los Fenicios) que marcaría el inicio de
Tartessos. Es lo que realmente tiene apoyo y reflejo en los números textos.
2.2.5.4.1. Andalucía occidental durante el Bronce Final Antiguo/Tardío (1300-1000 a.C.)
Presenta poblados localizados en promontorios elevados de gran valor estratégico. En
ese marco hay que entender las ocupaciones de Setefilla (se encuentra en una zona donde se
controla los pasos que conducen a Extremadura, los inicios de Sierra Morena), Carmona,
Montemolín, Colina de los Quemados, Llanete de los Moros de Montoro (excavado por Martín
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de la Cruz)… algunos de estos yacimientos ya estuvieron ocupados en el Bronce Pleno, como el
yacimiento de Setefilla, donde se halló una inhumación del este periodo. Son lugares que se han
valorado a través de sondeos estratigráficos, con todo lo que ello significa, ya que son zonas
ocupadas durante grandes periodos. Es uno de los argumentos esgrimidos por historiadores
continuistas.
Son zonas que han arrojado un material bioarqueológico que denota una economía
eminentemente agropecuaria, con una cultura material que conjuga elementos tradicionales,
atlánticos, cogoteños e importaciones mediterráneas (cerámicas micénicas de c. 1300 a.C., de
Montoro). Ahí cobra sentido Peña Negra y el significado conector de Cerdeña. En otros
yacimientos también hay cerámica micénica y elementos de pasta vítrea, que muestran el
comercio con el mundo orientalizante, pero siempre a través de los intermediarios sartas. Hay
que tener en cuenta lo que recogen los textos antiguos.
2.2.5.4.2. Andalucía occidental durante el Bronce Final Reciente (1000-800 a.C.)
Se produce una reorganización del territorio muy importante, en torno al eje del
Guadalquivir, principal salida al mar, estructurado también a través de su tupida red
hidrográfica conectora con los territorios interiores del valle del Guadalquivir. Los poblados
precedentes continúan ocupados, pero ahora se multiplican los nuevos asentamientos en torno a
Huelva y el Guadalquivir. La pregunta reside en qué es lo que provoca ese brote poblacional.
Hay quienes consideran que es fruto de la evolución interna, consecuencia directa de las bases y
el desarrollo que ya se alcanzó en el periodo anterior, pero hay quien considera que ese
desarrollo no explica la cantidad de poblados que aparecen ahora. Las interpretaciones,
entonces, se basan, bien en procesos autóctonos estimulados por los contactos atlántico-
mediterráneos, como propone Aubet; o bien se trata de una precolonizacion geométrica (griego),
como plantea Bendala (porque cuando cae el mundo del Egeo, esa realidad geopolítica del
extremo oriental del Mediterráneo se produce los grandes desplazamientos poblacionales. Son
diásporas que están recogidas en los textos y que pueden estar recogidas en el marco
arqueológico), o sirio-palestino-chipriota, como argumenta Almagro Gorbea (piensa que lo que
se está produciendo es una pre-colonización Fenicia, si se basa en los textos); y aportaciones
indoeuropeas, como opina Escacena, Belén, etcétera, porque no entierran a sus muertos de
manera tradicional, es decir, la ausencia de enterramientos y también la ausencia de tumbas en
otras geografías atlánticas.
El Bronce Final Reciente se estructura en dos focos, Huelva y el Bajo Guadalquivir,
formando parte de una misma entidad que genera relaciones con las zonas periféricas. El área
onubense, que es una zona costera, gravita en torno a Huelva, en la desembocadura del río Tinto
y el Odiel. A partir del siglo IX a.C., incluso antes, Huelva se va a configurar como un punto
indígena y un puerto de comercio con el Atlántico (Ría de Huelva) y el Mediterráneo Oriental
(Solar de las Monjas). Va a ser el punto de destino de toda una serie de recursos mineros cuya
explotación se va a llevar a cabo desde fechas muy tempranas. En ese punto, la investigación ha
definido dos zonas mineras de gran interés, que capitalizan las explotaciones de plata de los
distritos mineros de Río Tinto (Cerro Salomón, Niebla) y Aznalcollar (San Bartolomé de
Almonte, Tejada la Vieja). El yacimiento de San Bartolomé de Almonte representa una
arqueología de estructuras de almacenaje, con fondos de hoyos interpretados como fosos de
cabañas, con una distribución muy extensa, con una cronología entre los siglos IX-VIII y los
siglos VII-VI.
Zona Onubense (Huelva)
En lo que se refiere a Hueva, la ciudad ha sufrido una serie de transformaciones debido
al proceso histórico de la misma. En la etapa del Bronce Final, el poblado se encontraba en la
desembocadura del río Tinto y del río Odiel. Más concretamente se desarrolla en el cabezo de
San Pedro. No obstante, en fechas muy tempranas se ha documentado la presencia de quizás un
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emporio comercial fenicio en las zonas llanas. La población indígena estaría situada en los
cabezos, como el de San Pedro, mientras que los puertos estarían en los llanos.
El célebre depósito de la ría de Huelva hay que interpretarlos como un lugar ritual de las
élites del poblado al no existir necrópolis documentadas en tierra firme. Una de las
interpretaciones de los rituales de legitimación, pasan por quemar a sus cadáveres y arrojar sus
armas a las aguas. Así, la temprana presencia de fenicios en Huelva es documentada por la
excavación del Solar de las Monjas, donde se hallaron elementos de gran diversidad de todas las
zonas del Mediterráneo. El comercio compartido entre el Atlántico y el Mediterráneo que
converge en Huelva, va a ser desarticulado por el Mediterráneo, por el mundo de los fenicios,
que necesitan y buscan grandes cantidades de plata para poder abastecer las demandas
tributarias que le son necesarias.
Zona del bajo Guadalquivir
Dentro de la geografía de la Andalucía Occidental encontramos también el Bajo
Guadalquivir, una zona interior más conservadora y apegada a las tradiciones del Bronce Pleno-
Tardío. Presenta un gran potencial agropecuario, cuyos excedentes debieron canalizarse hacia la
costa a través del Guadalquivir. Se reocupan los asentamiento antiguos (Setefilla, Carmona,
Montoro, Montemolín, Quemados…), pero se pueblan muchos nuevos (Cerro Macareno,
Ategua, Mesas de Asta…). En el fondo de algunas de las catas se han detestado restos de las
estructuras defensivas y de los tipos de viviendas, muy similares a las cabañas del yacimiento de
San Bartolomé de Almonte, es decir, cabañas de planta oval, que se encuentran mal conocidas
debido a al carácter estratigráfico de las excavaciones.
La cultura material más representativa son las cerámicas de retícula bruñida al interior,
cuyas principales formas son los cuencos y las cazuelas carenadas. Con decoración geométrica
al interior con diseños diferentes en Huelva y el Guadalquivir; y la cerámica pintada tipo
“Carambolo” o “Guadalquivir I”. Es una producción cuidada y decorada con motivos
geométricos con tintes rojos. Existe un debate sobre la filiación de unas y otras, entre su carácter
autóctono (Pellicer, Aubet…) o su carácter mediterráneo (Bendala, Abad… hablan de mundo
geométrico del Egeo. Conectan las estelas, el desplazamiento de población, etcétera, con la
génesis de Tartessos). En cuanto a la metalurgia y la orfebrería, apuntan al mundo atlántico y,
además del caso de Huelva, que es el más representativo, hay que nombrar el hallazgo de
espadas en diferentes ríos, como el Guadalete, que aumentaría las teorías vinculadas con las
relaciones atlánticas. Aunque no es cuestión de reivindicar únicamente el Atlántico, o el
Mediterráneo o el autoctonismo, sino la correlación de todas ellas para explicar el origen de
Tartessos.
El mundo funerario, aunque mal conocido, se refiere a los depósitos fluviales, por
ejemplo, del río Genil o Guadalete; y las estelas de guerrero, como las de El Viso, Ategua,
Setefilla, etcétera. Su significado aún es muy heterogéneo, pero se han planteado diferentes
planteamientos reflejados en conjuntos de publicaciones, como los de J.F. Murillo y otros en
2005, Nuevas estelas de guerrero procedentes de las provincias de Córdoba y Ciudad Real. En
el conjunto del Cortijo de la Reina, aparecieron en 1972, junto a tres vasos cerámicos, al hacer
una zanja de riego, mezcladas con tierra cenicienta. También un recipiente del Bronce Final pre-
colonial. Toda esta realidad conecta con el mundo fenicio que se instala de forma progresiva y,
además Tartessos debe ser entendido como una confluencia y síntesis de todos los horizontes
culturales que se desarrollaron.
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Tema 3: Los contactos mediterráneos y las transformaciones sociales: fenicios y
griegos
3.1. La Colonización Fenicia
Esta es una fase en la que se constata la implantación de contingentes poblacionales
venidas del otro extremo del mediterráneo. Se ha superado la fase previa donde los contactos
exteriores se infieren de piezas importadas a otra en la que se constata la implantación de
enclaves habitados por fenicios. Por otro lado hay que definir lo que es una colonia que es un
núcleo urbano dependiente de una metrópoli, pero no todas las fundaciones fenicias lo son
aunque estamos hablando de un proceso de colonización que es un concepto de implicaciones
avasalladoras no reales. Se acepta su aceptación limitada a la fundación de establecimientos
comerciales costeros.
Historiográficamente la historiografía de los fenicios arcaicos no de los púnicos, sino de
los fenicios antiguos en España casi se da por inaugurada en los años 60 con la obra
“Excavaciones en la necrópolis púnica “Laurita” del cerro de san Cristóbal” (Almuñécar,
Granada) de Manuel Pellicer. También están los cuadernos de prehistoria de la universidad de
Granada en 1975 como el yacimiento fenicio de la desembocadura del rio Guadalhorce. En los
años 80 se produce el descubrimiento de Gadir, se empieza a palpar la arqueología gaditana y su
entorno donde se encuadra la obra de Aubet “Los fenicios en la península ibérica”; también en
los años 80 se descubre la Ibiza fenicia y que da como resultados obras, y ya más avanzado hay
que nombrar las aportaciones de Ana Margarita con la que se descubren los fenicios en la costa
atlántica con la publicación de su obra de los fenicios en Portugal o se retoman los trabajos de
Lixus que se publican en la revista Saguntum. En 2009 Aubet relaciona los fenicios occidentales
con Tiro con la obra de Tiro y las colonias de occidente; también están las necrópolis de Cádiz
en 2010, luego están las exposiciones que tratan de dar equilibrio al conflicto entre Cádiz y
Huelva, y luego los congresos como el internacional de estudios fenicios y púnicos.
Hay una línea de investigación que en los últimos años tiene cuerpo que es la teoría
poscolonialistas, y que son formas de encarar el fenómeno de la colonización fenicia distinta y
que tiene en sus autores más destacados como A. Delgado, gente que están tratando de volcar
las tesis poscolonialistas al fenómeno de la colonización fenicia a partir de una obra que
“Orientalismo” de Edward W. Said que está orientada ver cómo está enfocado las relaciones
entre occidente y oriente y abogan por ver estos agentes exteriores no como potencia
avasalladora sino como una realidad distinta que en esas interacciones generan nuevas y
distintas, iguales en complejidad e identidad histórica. Todo esto se ha estructurado en estas
cinco zonas de análisis:
- Gadir y su hinterland.
- Las factorías de Andalucía oriental.
- Ibiza y la costa mediterránea
- La costa occidental peninsular
- La costa occidental africana
Gadir y su Hinterland
El problema histórico de Gadir se viene abordando desde dos tipos de fuentes: las
literarias y las arqueológicas. Sin embargo no podemos obviar la importancia de los relatos
históricos porque durante mucho tiempo fue el único método de aproximación a este problema.
Estos han consolidado el mito gaditano y nosotros vamos a destacar los testimonios de
Patérculo y Estrabon cuyos relatos se fundamentan en otros relatos más antiguos como Polibio
o Posidonio. Patérculo sitúa la fundación de Gadir entre el 1004 y 1003 a.C., 80 años después de
la guerra de Troya, al regreso de los heraclidas a Grecia y la caída de la monarquía en Atenas.
Estos relatos han constituido el único medio de aproximación al problema histórico de Gadir y
conviene sacar de la cita de Estrabon como conclusión que el origen de Gadir está vinculado a
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un objetivo político tirio vinculado al templo de Melkark, pero también hay un objetivo
económico que es obtener plata de Tartesos y recursos agropecuarios del Guadalquivir con el fin
de satisfacer la presión tributaria de los asirios a Tiro y afrontar la crisis alimentaria que padecía
el territorio fenicio tras perder los territorios de Canaán.
Respecto a las fuentes arqueológicas hay que decir que estas constatan que entre los
siglos VII y VIII a.C. salieron desde Cádiz hacia tiro grandes cantidades de metales preciosos y
toneladas de grano destinado a paliar la escasez de productos agrícolas en la zona de fenicia.
Pese a ello, Gadir tiene un papel crucial en el proyecto de colonización de Tiro y de su propia
supervivencia. Gadir debía ocupar una superficie muy pequeña que se compara con la
dimensión que pudo tener Motya o la propia Tiro, Gadir no es una gran metrópoli sino que está
dentro de la escala de algunas fundaciones y metrópolis fenicias. Desde el punto de vista de la
paleo-topografía, este es un tipo de investigación importante para aproximarse al problema
histórico de Gadir, y son estudios que se vienen desarrollando en todo el siglo XX. Es un tema
que preocupa a mucha gente; y en función de los estudios paleo topográficos y de las referencias
escritas, en la actual Cádiz había un archipiélago de tres islas fundamentales: Erytheia,
Kotinoussa y Antípolis. La concentración antigua fenicia parece detectarse en las dos primeras
islas en el norte y la de Kotinoussa que es la zona central del archipiélago.
Gadir estaba en la isla mas situada al norte, en la isla de Erytheia y no sabemos si estuvo
fortificada desde un principio como insinúan las fuentes o incluso su propio nombre. Algunos
estudios dicen que Gadir estuvo separada de Kotinoussa por el canal bahía-caleta, pero a través
de esos estudios paleo geográficos recientes proponen su conexión a través de una barra de
arena que generó dos fondeaderos al oeste (playa de la caleta) y al este (plaza de la catedral), y
así parecen demostrarlos los sondeos arqueológicos. Acerca de lo que conocemos de la Gadir
fenicia son testimonios arqueológicos muy dispersos, como una estatua que apareció y que
combina oro y cobre y que le dicen el sacerdote de Cádiz, luego se han ido sumando restos
arqueológicos a raíz de excavaciones de urgencias como la calle ancha y también en el teatro de
títeres donde ha aparecido una calle y restos de casas, y también son interesantes los restos
epigráficos.
Hay otro aspecto importante que son los santuarios que según las referencias a lo largo
de su historia tuvo tres: uno dedicado a Melkark, otro a Saturno o Baal y otro a Astarté que
hasta hace mucho años se pensaba que era de época púnica, pero últimamente se están
rescatando algunos restos que podrían certificar el funcionamiento del tempo de Astarté en
época fenicia. El santuario de Melkark es el más antiguo que se fundó en el extremo meridional
de Kotinoussa y se sitúa actualmente en el peñón de Sancti Petri que hoy un día es un islote. De
aquí parecen proceder una serie de figuras de bronce que tienen un tamaño medio que
representan al parecer al Reshef egipcio y que se fechan en el siglo VII a.C. pero en el fondo se
vinculan al Melkark fenicio. Todas estas figuras presentan una iconografía parecida con un
tocado cónico: dos de esas figuras están en actitud egipcia que se caracteriza por los brazos
hacia abajo y los puños cerrados, otras presenta actitud ceremonial sostiene un objeto ritual
contra su pecho y otras dos figuras presentan una actitud de ataque y luego hay otra figura sin
brazos que es singular que esta barbada, y todas estas figuras tienen una especie de espigas, es
decir, están hechas para ser sujetadas a algún otro soporte posiblemente de madera. Figuras
similares a estas se han encontrado en Huelva y en Extremadura.
Hay que decir que el profesor Corzo intenta hacer sondeos en el peñón de Sancti Petri
en los años 80, y hay indicios de cerámica del siglo VII a.C. y las prospecciones submarinas
detectan la existencia de restos de cierta monumentalidad sumergidos en las inmediaciones.
Según los textos este santuario debió ser muy simple, tan sencillo como un altar al aire libre
pero ya en época helenística debió ser monumental con tres altares que los griegos consagraron
como el Heraklion. El templo Melkark fenicio como sucede en oriente no es una institución
religiosa sino que en este templo tuvo funciones políticas, religiosas y económicas y se
considera que este debió ser una especie de sucursal del templo de tirio garantizando la
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protección y la gestión de los navegantes. En estos puntos empiezan la hibridación entre el
mundo indígena y el mundo oriental.
Otro santuario es el templo de Baal y se viene situando en la zona norte de la isla de
Kotinoussa en las inmediaciones del castillo de San Sebastián. Se sitúa aquí el templo de Baal
gaditano porque hace algún tiempo aparecieron un capitel protoeolico que se caracteriza por
unas volutas y que se asocia a una institución religiosa y porque capiteles de estas características
se vinculan a construcciones de marcado carácter simbólico en la zona sirio-palestina, y que se
data hacia el siglo VII a.C. Además, en un bajorrelieve asirio se ve la ciudad de tiro, edificios
superpuestos tras murallas y torres, el más elevado, el templo de Melqart, con cornisa y su
entrada flanqueada por dos columnas. Actualmente se considera que el templo de Baal no
estuviera en el castillo de san Sebastián sino que estuviera en las inmediaciones de la plaza de la
catedral en la actual casa del obispo, y se viene situando aquí porque se especula en función de
una cita de estrabon que dice que la ciudad yace en la parte occidental de la isla, y cerca de ella,
en la extremidad que avanza hacia el islote, se alza el Krition; además en la casa del obispo se
han hallado unos restos de una edificación de los siglos VIII y VI a.C., una serie de pozos y
cimentaciones de arcilla y piedra asociados a restos cerámicos destacando un quema-perfumes
con semillas, carbón y arenas.
Otro aspecto de la Gadir es la necrópolis, todos los hallazgos obtenidos apuntan a que la
necrópolis de los fenicios arcaicos debía estar en la sector norte de Kotinoussa, en la zona más
próxima a Erytheia. De aquí provienen algunos colgantes con representaciones fenicias y
pendientes de cesta y quizás un oinoche protoatico, parece que ese ámbito se localizaron los
primeros difuntos fenicios de la fase antigua de Gadir, lo que pasa es que esa zona fue usada con
posterioridad en época púnica; y se especula que también hubiera en esa zona edificios públicos
como pone de manifiesto una estatua de un guerrero que quizás represente al propio Melkark y
que apareció en el fondo de un pozo muy fragmentada.
Ya en la fase púnica entre el siglos VI y III a.C. hay que decir que durante esta fase
Cádiz conoce una fase de desarrollo porque el comercio se intensifica, y se eligen las zonas de
marruecos y hacia el Atlántico donde se fundan asentamientos. Pero Cádiz, aunque tiene a
Cartago en la mitad del mediterráneo consolidado política y militarmente mantiene relaciones
con Tiro que ya está en decadencia, no da la espalda a Cartago pero mantiene esa identidad tiria,
mantiene las esencias fenicias frente a la pujanza cartaginesa y ello se manifiesta en que los
materiales púnicos escasean en el solar gaditano, y el templo de Melkark se mantiene en plena
labor, no obstante a estos templos se suman otros hallazgos entre los cuales destaca el santuario
de Astarté que se sitúa enfrente del santuario de Baal. Del fondo del mar del entorno del templo
de Astarté procede un quema-perfume muy grande o una terracota de Baal o ánforas pequeñas
que contendrían elementos para la divinidad.
A partir del siglo VI a.C. se detecta una expansión de la necrópolis fenicia, comienza a
detectarse de muy diversa tipología pero se inscriben en el horizonte pos fenicio y donde
destaca la tumba de prestigio superpuesta a los restos anteriores y vinculados a un enterramiento
de la aristocracia , también están los hipogeos, y por supuesto los sarcófagos antropomorfos que
se fechan a mediados del siglo V a.C y que han sido objeto de estudios tipológicos: el sarcófago
masculino contenía una ajuar pobre con algunas piezas cerámicas y restos de sudario y caja de
madera, es una figura barbada con el brazo extendido portando una corona y con el brazo
izquierdo lleva una granada asociado a la muerte en el mundo oriental, es un ajuar pobre pero en
las inmediaciones se encontraron cistas con ajuares más relevantes con piezas de orfebrería, la
mujer porta en su mano un alabastron que es una pieza vinculada al mundo funerario, su ajuar
era un escarabeo de jaspe verde con iconografía de tipo griego; los hallazgos se vinculan con
Sidón o con algún taller griego. También vinculados con el horizonte mas avanzado de la Cádiz
púnica han parecido estelas funerarias del siglo IV a.C. con remate triangular y una dama
sedente y que lógicamente nos permite conectar le mundo fenicio con el germen de las damas
ibéricas.
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En cuanto al hinterland de Gadir en gran parte está monopolizada por el yacimiento del
castillo de doña blanca. Enfrente de Erytheia se sitúa el castillo de doña blanca embocado hacia
el rio Guadalete y se excava por Ruíz Mata en los años 70; y el yacimiento ha pasado por
distintas fases. El hecho de que la historia de Cádiz ha demostrado la necesidad de tener un
puerto o más en tierra firme como el puerto de santa María y el puerto real para garantizar el
atraque de las naves cuando las condiciones no eran favorables para atracar en el propio puerto
de Cádiz, entonces Mata plateo que ese fuera el pale, k jugo el castillo de doña blanca. Todas las
ciudades actuales alrededor de Cádiz han reflejado la propia historia de Cádiz porque en ese
concepto diverso de Cádiz esos puertos formaban parte de esa realidad de los periodos de auge
pero también de las crisis, y doña blanca fue el reflejo de lo que fue la Cádiz fenicia porque ahí
tendremos la radiografía de todos los avatares históricos que sufrió Cádiz. Sin embargo, ese
planteamiento inicial el propio Ruíz Mata le dio una vuelta de tuerca en los 90 e identifico doña
blanca con la propia Gadir al entenderlo como parte del poblamiento que conllevaría este
enclave colonial.
El castillo de doña blanca es un poblado que al parecer tiene un origen fenicio con
presencia indígena desde el principio, y de ahí que se apuesten por las interpretaciones híbridas.
Actualmente es un montículo de una seis hectáreas, pero este no fue el aspecto que tenía en
época fenicia sino que actualmente lo que se ve es una superposición de restos hasta el siglo V
a.C. Pero lo que aquí había era un núcleo portuario situado a nivel del mar que se situaría en la
actual llanura a los pies de este montículo. Hacia el siglo III a.C. las instalaciones portuarias de
doña blanca quedaron inservibles a causa de los aportes de sedimentos del Guadalete, causa que
propició su abandono. Es un yacimiento amurallado desde un principio con muralla de caernas y
un foso en forma de V. También vamos a encontrar cerámicas de carácter indígena pero también
hay una presencia de importaciones fenicias. El urbanismo muy regular, calles y casas de planta
rectangular, y por otro lado está el barrio fenicio situado en las inmediaciones del las
instalaciones portuarias y que muestra un urbanismo escalonado. A la espalda del yacimiento de
doña blanca está la necrópolis tumular con hipogeos, Ruíz Mata excavó en los años 80 una
tumba tumular que estaba intacta y que permitió conocer cómo vivían y que rituales tenían la
gente de doña blanca, se descubrió un círculo funerario con urnas cinerarias en torno a un
ustrinum central. Los ajuares son muy característicos alabastrines, los platos de barniz rojo, las
ampollas, pequeños elementos de hierro con cuchillos afalcatados, elementos que nos hablan de
como morían los primeros colonos pero también hibridados con la poblaciones autóctonas y es
lo que ha dado pie a ver esa concepción de pos colonialista.