Aprendiendo a conservar - … · -¿Escucharon a la maestra? Para la otra semana tendrán que venir...

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Textos: J. Adrián Figueroa Hernández Ilustración: Rafael Jeshua Rivera Gallegos San Luis Potosí, México 2012 Aprendiendo a conservar

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Textos: J. Adrián Figueroa HernándezIlustración: Rafael Jeshua Rivera Gallegos

San Luis Potosí, México 2012

Aprendiendo a conservar

¡ Bienvenidos a la Sierra !Conoce las aventuras de unos amigos que viajan a su casa y se encuentran con muchas sorpresas.

Prepárate para acompañarlos ...

-¿Escucharon a la maestra? Para la otra semana tendrán que venir nuestros papás porque ¡habrá una junta!-

-¡Oye Carpintero!, dime más. Yo andaba en el baño.-

-Ya ves Tejón, ¿quién te manda comer tanto maíz? Te perdiste la explicación que nos dio la maestra del por qué debemos comer bien y nutritivamente. Además, tenemos que hacer mucho ejercicio diario. De esas cosas van a platicar con nuestros papás.-

-Yo como bien- Dijo Tejón.

-Pero comer mucho no quiere decir que sea bueno-Contestó Carpintero.

-Nos dijo la maestra que deben combinar bien lo que nos preparan para comer, por eso necesita que vengan nuestros padres para que aprendan de una enfermera que nos visitará aquí en la escuela. Nos explicó por qué tenemos que hacer ejercicio, pero mucho ejercicio y dormir más de ocho horas.-

-Yo hago mucho ejercicio, camino todos los días de ida y vuelta a la escuela- Dijo Tejón.

-Se me hace que no - Con tono burlón respondió Carpintero.

-¡Vámonos!- Dijeron sus otros amigos, mientras se alejaban de la escuela viendo cómo discutían Tejón y Carpintero.

Se escuchó un grito que salió de Pintorrabo Cacomixtle:

-¡SILENCIO! dejen de discutir y caminen.- Ya quería llegar a su casa y jugar con su nueva pelota.

Más adelante los esperaba Zorrillo bajo la sombra de un árbol. Estaba descansando porque le había ayudado a su papá a trabajar en la milpa toda la semana.

-Vámonos, se hace tarde - Gritaban de nuevo, sin dejar de hablar sobre lo sucedido en la clase.

-¿Qué les parece si cortamos camino y nos vamos por el matorral hasta el peñón?- Dijo Zorrillo, mientras señalaba hacia la cañada con su puntiaguda nariz.

-¡Sí!- Dijeron Tejón y Pintorrabo, mientras Carpintero los seguía sin parar de hablar sobre lo que escuchó de su maestra.

El camino era largo antes de llegar a sus casas. Ya pasaba más de mediodía y sus tripas ya gruñían de hambre y sed. Se asomaron a los arroyos y no había agua, así que decidieron salirse de la ruta para buscar algo que beber por lo menos agua de un charco o un bordo pero fue inútil, no encontraron nada de agua.

El calor les quemaba sus cabezas, los labios estaban secos por el aire caliente, a cada paso que daban aumentaba su sed. Muy a lo lejos veían el manchón verde de árboles. Les faltaba mucho para llegar al bosque donde vivían.

A las cabezas de los amigos llegaban imágenes que la maestra les había mostrado en clase:

-Niños, tenemos que cuidar las plantas y animales, si los destruimos, especialmente los árboles, habrá cada vez menos lluvias, se pondrá todo seco. ¡Imagínense! muchos de ustedes formados en una gran �la para recibir un vaso de agua.- Decía la maestra.

Los amigos siguieron hasta que por �n llegaron al manantial. Al ver el agua corrieron para beberla, pero al acercarse se enojaron mucho por lo sucio que estaba. Tuvieron que limpiar el agua de las ramitas, hojas, bolsas y botellas de plástico.

Juntaron un montón de basura para que la recogieran los guardabosques y así no volviera a ensuciarse con plásticos de bolsas y botellas.

Con un poco de con�anza, bebieron el agua fresca.

Después de estar satisfechos con sus barrigas llenas de agua, se acostaron bajo la sombra que daba la gigante piedra de donde salía el agua del manantial. Cerraron sus ojos, al mismo tiempo que daban un suspiro para disfrutar ese momento.

¡ A A A h h h h h h h !

Escuchaban cómo el viento hacía distintos sonidos al meterse entre las ramas de los arbustos y pasar por las piedras del suelo.

Callados disfrutaban el estar ahí, descansados y sin sed.

-Shhh, shhh, ¿Escucharon algo?- Dijo Pintorrabo.-No -contestaron sus amigos.

-No respiren y escuchen... -

Atentos se levantaron moviendo la cabeza hacia todos lados, hasta que Zorrillo gritó- ¡Sí, alguien viene para acá!-.

Rápidamente se escondieron atrás de un matorral de orégano. Contuvieron la respiración, aunque se escuchaba el latido acelerado de sus corazones.

Era Cascabel acercándose a beber agua, todos la conocían porque estudiaba en otro salón de clases y ya le faltaba poco para salir de la primaria.

Mientras bebía Cascabel, salieron todos de su escondite y le gritaron:

¡Holaaaaaaa! Asustada de un brinco, llegó hasta arriba de la piedra.

-¿Por qué me hacen esto?, ¿No ven que es peligroso?, ¿Y si los hubiera mordido?-

Perdón... no lo volveremos hacer, lo prometemos.- Dijeron todos en coro

Holaaaaa!

!

-Nos vienes siguiendo, ¿verdad? -Le preguntó Carpintero.

-Claro que no, voy a mi casa. Pero no encontraba agua y me puse a buscar un poco.-

-¿Y tú dónde vives? - Siguió preguntando Carpintero.

-Donde está la nopalera que ahora tiene tunas de color rojo y amarillo.-

-Ya sé, mi papá me platicó que ahí hay muchas cuevas.- Dijo Tejón.

-Bebamos un poco más antes de seguir el camino. Como dijo mi tío

la víbora Alicante: “sin agua no hay nada, no hay vida”.-

-Mi maestra nos dijo que estamos hechos de mucha agua y que debíamos beberla para estar sanos y no nos duela la cabeza. Además si bebemos refrescos sólo nos hará gordos - Dijo Zorrillo.

-Yo no voy a beber gaseosas porque además hacemos mucha basura y luego se ensucia todo el campo - Comentó Tejón.

-Estoy de acuerdo con ustedes, por eso ahora le pido a mi mamá que me haga agua de frutas, la otra vez me la hizo de una rica pitaya. -A�rmó con la cabeza Cascabel.

-Piensan nada más en ustedes, replicó Pintorrabo. No hay que producir basura porque también es un peligro para otros amigos de nuestra comunidad. Mi abuelo me dijo que vio como el otro día se llevaban de urgencia al hospital a una vaca de Puerto de Belén. Se comió un nylon, una de esas bolsas que dan en las tiendas.-

-¡¿Qué le pasó?! - Preguntaron todos.

-No lo sé. Sólo me dijo mi abuelo que escuchó que no era la primera vez que sucedía algo parecido. En otra ocasión había sido el burro Filemón, seguro lo conocen, siempre anda por el camino con su dos amigos comiendo de todo.-

-Ahora que llegue a mi casa le voy a decir a mi mamá que lleve su bolsa de mandado para que no le den más bolsas nylon. Además le voy a decir a mi papá que se organicen para limpiar la basura que hay en los caminos.-

-Si, yo también le voy a decir a mi papá, él dice que si la quema-mos nos podemos enfermar - Comentó Pintorrabo.

-¡Eso sí que es peligroso! Les contaré a mis otros amigos lo que me dijeron - Dijo Tejón.

-¡Ah!, ya veo que les gusta cuidar a su comunidad. Vengan, vamos a caminar ya es tarde- Echando saltos invitó Cascabel a su amigos a seguir el camino.

-Síganme y les platico lo que me contó Doña Zorra.-

Dejaron todo acomodado y limpio el lugar donde estuvieron y se marcharon rumbo a sus casas.-¡Cuenta, cuenta! - Ansioso insistía Pintorrabo. -¿Qué te dijo Doña Zorra?-

-Ella, como ustedes saben, es la mejor investigadora de la región. Descubrió el por qué los que viven río abajo les estaba saliendo granitos en su piel.-

-¿Por qué? - Preguntaron todos.

-Encontró que el drenaje de la comunidad de arriba lo estaban echando al río, ¡toda el agua sucia!-

-¡Eso es injusto! - Gritó Carpintero.

-Lo sé, pero a veces sucede porque no saben que esa acción es mala. Doña Zorra les explicó que hay que limpiar el agua con �ltros antes de echarla al río y con eso se soluciona el problema.-

-Sí, pero eso no es lo que nos ibas a contar, ¿verdad? - Preguntó Tejón.

-Bueno, lo que pasa es que…-

-¡Cuenta, cuenta! - Insistió de nuevo Pintorrabo.

-Doña Zorra tiene muchas investigaciones y he leído mucho de lo que ha descubierto.-

-Sí - Interrumpió una vez más Pintorrabo- ¡cuenta todo! Como dijo mi maestra; no sólo hay que leer, sino compartir para saber más y aprender todos juntos.-

-¿Cuál es la prisa? Mira lo lejos que estamos de llegar al otro camino que nos lleva a nuestras casas- Dijo Cascabel.

-Ella dice que los arroyos son como nuestras venas delgadas. Nuestro planeta tiene grandes ríos, arroyos, manantiales que llevan agua, como nuestras venas llevan sangre, que si los ensuciamos con basura, aceite sucio y pilas, se enfermará la Tierra, como nosotros nos podemos enfermar si comemos muchas frituras y refrescos.

Por eso no hay que hacer basura, mucho menos tirarla, y que lo mejor y más barato es comer frutas, verduras y cereales.-

-¡Ups!- Los acompañantes de Cascabel lanzaron una sonrisita, por lo que escucharon.

Continuó hablando -Una vez los padres de familia y maestros se juntaron para hacer cuentas y encontraron que con el gasto de refrescos y frituras podían comprar comida que nutre.-

Además, como ellos nos quieren, deben darnos de comer bien para crecer grandes, sanos e inteligentes.-

-Oigan esperen, seguro que Doña Zorra también investigó sobre el suelo cuando se pierde con la lluvia por cortar muchas plantas del monte.-

-No lo he leído Zorrillo, pero seguramente ya lo investigó.-

¡Cuando sea grande quiero ser como ella !

¡Yo también! ¡Yo también!

-Mi primo estuvo invitando a todos los tejones para que no quemaran su basura. Les contó que ese humo negro puede enfermarnos gravemente.-

-¡Guácala!, sí es cierto, yo también supe que hace mucho daño.- A�rmó Cascabel

-Sí, ¡guácala!, por eso mi familia ya no la quema, compra menos cosas que tienen muchas envolturas, nos organizamos con otras familias para comprar alimento sin tantos empaques y hay un comité en la comunidad que revisa que se separe la basura en las casas.-

-¿Qué hacen con los desperdicios de comida?-

-Hacemos un hoyo grande y la echamos, luego le ponemos tierra encima, esperamos que vuelva a juntarse más comida que no sirve y la echamos de nuevo hasta que se llena el hoyo y así lo dejamos unos cuatro meses. Luego se convierte en abono para las plantas.-

-Sí, claro. Se puede hacer todo eso porque ustedes están organizados, pero en donde vivo, nadie quiere cooperar .-

-No te preocupes, mi primo conoce a Paisano, un correcaminos que es muy bueno para convencer a cualquiera. Les cuenta cómo el humo les quitó el canto al jilguero y a la calandria y lo que tuvo que gastar Doña Zorra para comprar medicina y curarlos. Si quieres le digo a mi primo que invite a Paisano, tal vez hasta consiga unas cuantas plantas para que las pongan en su comunidad y así se animen a reforestar; hay unas biznagas preciosas y unos magueyes muy alegres.-

-¿Quieres que le diga? --Claro que sí amigo Tejón-

-¡Ya casi llegamos! - Gritaron todos.

¡Qué bonita se ve la sierra!

-Nos vemos mañana.- Se despidió de sus nuevos amigos.

-Sí Cascabel, que tengas buen camino.-

-No se olviden que las promesas se cumplen, así que espero oír noticias de ustedes.-

-¡Sí! - Dijeron los amigos mientras movían las manos despidiéndose de Cascabel.

A lo lejos se veían a los cuatro amigos casi llegando al bosque. De ahí les faltaría poco camino para llegar a sus casas. Estaban contentos de haber aprendido mucho ese día y llegar a compartirlo con sus hermanos y amigos de la comunidad.

¡Hasta la próxima aventura!

Dedicado a Sofía

Este material puede ser usado y reproducido siempre y cuando se cite la fuente.

Esta publicación fue auspiciada para su reproducción por Tampadhum A.C.

TejónZorrillo

PintorraboCacomixtle

Doña Z orra

Ca sca be l

Pa isa no

Carpintero

Zorra gris:Urocyon cinereoargenteus

Tejón de atajo o coati: Nasua narica

Zorrillo de cola larga: Mephitis macroura

Pintarrabo o cacomixtle: Bassariscus astutus

Cascabel: Crotalus aquilus

Carpintero bellotero: Melanerpes formicivorous

Correcaminos norteño: Geococcyx californianus

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