Apocalipsis

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Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO POR Roberto Jamieson A. R. Fausset David Brown

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2. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES [PAG. 757] EL APOCALIPSIS O REVELACION DE JUAN, EL TEOLOGOINTRODUCCION AUTENTICIDAD.El autor se llama a s mismo Juan (1:1, 4, 9; 22:8). Justino Mrtir (Dilogo p. 308; aos 139161) cita el Apocalipsis como obra del apstol Juan, la profeca del milenio de los santos, a ser seguido por la resurreccin general y el juicio. Este testimonio de Justino es referido tambin por Eusebio (Historia Eclesistica, 4:18). Justino, en la primera mitad del siglo dos, tuvo una controversia con Trifn, judo erudito, en Efeso, donde Juan haba vivido haca unos treinta o treinta y cinco aos; l dice que la revelacin haba sido dada a Juan, uno de los doce apstoles de Cristo. Melito, obispo de Sardis (alrededor del ao 171), una de las siete iglesias, y as sucesor de uno de los siete ngeles, escribi, dice Eusebio (Historia Eclesistica, 4:26), tratados sobre el Apocalipsis de Juan. El testimonio del obispo de Sardis es tanto ms imparcial cuanto dicha iglesia fu una de las ms severamente reprochadas (3:1). As tambin Tefilo de Antioqua (como ao 180), segn Eusebio (4:26), cit testimonios del Apocalipsis de Juan. Eusebio dice lo mismo de Apolonio, quien vivi en Asia Menor al fin del segundo siglo. Ireneo (como 180 despus de Cristo), oyente de Policarpo, el discpulo de Juan y el supuesto ngel de la Iglesia de Esmirna (segn el arzobispo Usher), cita repetidas veces el Apocalipsis lo ms decididamente como la obra del apstol Juan (Haereses 4., 20:11; 4., 21. 3; 4., 30, 4; 5., 36.1; 5., 30.3; 5., 35.2). En 5., 30.1, aludiendo al nmero mstico de la bestia (13:18), hallado en todas las copias antiguas, dice: No aventuramos una teora confidente tocante al nombre del Anticristo; porque si hubiese sido necesario que su nombre fuese proclamado abiertamente en la actualidad, hubiera sido declarado por aquel que vi la visin apocalptica; porque fu vista no hace tanto tiempo atrs, sino casi en nuestra generacin, hacia fines del reinado de Domiciano. En su obra contra herejas, publicada diez aos despus del martirio de Policarpo, cita el Apocalipsis veinte veces, y hace largos extractos de l como de Escritura inspirada. Estos testimonios de personas contemporneas con los sucesos inmediatos de Juan, y ms o menos vinculadas con la regin de las siete iglesias a las que se dirigi el Apocalipsis, son lo ms convincentes. Tertuliano, del norte de Africa (como el ao 220), Adversus Marcin 3. 14, cita la descripcin por Juan en el Apocalipsis de la espada que sala de la boca del Seor (19:15) y, 3. 24, la ciudad santa (cap. 20). Comp. De Resurrectione 27; De Anima 8, 9, etc.; De Praescriptione Haereticorum 33. El fragmento de Muratori del canon (como el ao 200), hace saber que Juan escribi a las siete iglesias. Hiplito, obispo de Ostia, cerca de Roma (como ao 240), De Antichristo, p. 67, cita el 17:118 como la escritura del apstol Juan. Entre las obras de Hiplito, est especificado en el catlogo sobre su estatua, un tratado sobre el Apocalipsis y el Evangelio segn Juan. Clemente de Alejandra (como ao 200), Stromata 6:13, alude a los veinticuatro tronos donde estn sentados los ancianos mencionados por Juan en el Apocalipsis (4:5); tambin en Quis Dives Salvus, sec. 42, menciona el retorno de Juan de Patmos a Efeso despus de la muerte del tirano romano. Orgenes (como 233), Comentario de Mateo, en Eusebio (Historia Eclesistica 6. 25), menciona a Juan como autor del Apocalipsis, sin expresar duda alguna acerca de su autenticidad; tambin en dicho Comentario, 16. 6, cita el 1:9, y dice: Parece que Juan ha visto el Apocalipsis en la isla de Patmos. Victorino, obispo de Petau de Panonia, quien sufri el martirio bajo Diocleciano en el ao 303, escribi el primer comentario actualmente en existencia sobre el Apocalipsis. Aunque la antigua versin siraca (Peschito) no contiene dicho libro, sin embargo Efrem Ciro (como 378) cita frecuentemente el Apocalipsis como cnnico, y lo atribuye a Juan. Su canonicidad e inspiracin (segn un escolio de Andreas de Capadocia) estn atestiguadas por Papias, oyente de Juan y compaero de Policarpo. Papias era obispo de Hierpolis, cerca de Laodicea, una de las siete iglesias. Conjetura Wordsworth que un sentimiento de vergenza, a causa de las reprensiones en el Apocalipsis para con Laodicea, puede haber obrado sobre el Concilio de Laodicea, de modo que omitiera el Apocalipsis de la lista de libros de lectura pblica. La Epstola de las iglesias de Lyons y Viena a las iglesias de Asia y Frigia (en Eusebio, Historia Eclesistica 5. 1 3), durante la persecucin bajo Marco Aurelio, ao 77, cita el 1:5; 3:14; 14:4, y 22:11, por Escritura. Cipriano (como 250) tambin cita el 2:5 como Escritura, as como el 3:21, como de la misma autoridad que el Evangelio. (Para otros ejemplos, vase Prolegmenos de Alford, de quien se deriv mayormente este resumen de evidencias.) Atanasio, en su Epstola Festival, [PAG. 758] enumera el Apocalipsis entre las Escrituras cannicas, a las que nadie debe agregar ni quitar. Jernimo (en Epstola ad Paulinum) incluye el Apocalipsis en el canon, y dice: Tiene tantos misterios como palabras. Faltan las palabras para alabar sus mritos. En cada una de sus palabras se disimulan muchos sentidos. De modo que una cadena ininterrumpida de testimonio desde el perodo apostlico confirma la canonicidad y la autenticidad del Apocalipsis de Juan.Los Alogi (Epifanio, Haereses, 51) y Cayo el presbtero romano (Ensebio 3. 18), hacia fines del siglo dos y principios del tercero, rechazaron el Apocalipsis de Juan por razones meramente capciosas. Cay, segn Jernimo, De Viris 3. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES Illustribus, como el ao 210, lo atribua a Cerinto, por la razn de que sostena el reinado milenial sobre la tierra. Dionisio de Alejandra menciona a muchos anteriores a su tiempo que lo rechazaban por su oscuridad, y porque pareca sostener el dogma de Cerinto de un reinado terrenal y carnal; por lo cual lo artibua a Cerinto. Este Dionisio, discpulo de Orgenes y obispo de Alejandra (247), admite la inspiracin del libro (en Eusebio, Historia Eclesistica 7. 10), pero lo atribuye a otro Juan distinto de Juan el apstol en base a la diferencia de estilo y carcter, en comparacin con el Evangelio y Epstola de Juan, como tambin porque el nombre de Juan se menciona varias veces en el Apocalipsis y siempre se calla en el Evangelio y la Epstola; adems ni hace alusin la Epstola al Apocalipsis, ni el Apocalipsis a la Epstola; y el estilo no es griego puro, sino que abunda en barbarismos y solecismos. Ensebio vacila en su opinin (Historia 24. 39) respecto de si debe o no debe ser clasificado entre las Escrituras de indubitable canonicidad. Su antipatia haca la doctrina milenaria le inclinara inconscientemente en su opinin del Apocalipsis. Cirilo de Jerusaln (ao 386), Catechesis 4. 35, 36, omite el Apocalipsis al enumerar las Escrituras del Nuevo Testamento a ser ledas as privada como pblicamente. Todo lo que no se lee en las iglesias, no lo leas t ni a solas; los apstoles y antiguos obispos de la Iglesa que nos las transmitieron eran mucho ms sabios que t. Vemos pues que en el da de Cirilo no se lea el Apocalipsis en las Iglesias. Sin embargo, en Catechesis 1. 4 l cita Apocalipsis 2:7, 17; y en Catecresis 1, 15. 13, saca del 17:11 la declaracin proftica de que el rey que ha de humillar a tres reyes (Daniel 7:8, 20) es el octavo rey. En caps. 15 y 27 asimismo cita Apocalipsis 12:3, 4. Alford conjetura que Cirilo en algn periodo cambi su opinin, y que estas referencias al Apocalipsis representan faltas de memoria por las que retena la fraseologa que perteneca a sus opiniones anteriores, no a las subsecuentes. El 60o canon (si es genuino) del Concilio de Laodicea de a mediados del siglo cuatro omite el Apocalipsis de los libros cannicos. La Iglesia Oriental en parte dudaba del Apocalipsis; la Occidental, despus del siglo cinco lo reconoca universalmente. Cirilo de Alejandra, De Adoratione 146, aunque admite el hecho de que algunos dudaban su genuinidad, lo acepta l mismo como indubitablemente obra de San Juan. Andreas de Cesrea, de Capadocia, lo reconoci por genuino y cannico, y escribi el primer comentario completo y conectado de dicho libro. Los orgenes de la duda parecen haber sido: (1) el antagonismo de muchos contra el milenismo, expuesto en l; (2) la oscuridad y el simbolismo que hicieron que no se leyese en las iglesias y que no se ensease a los nios. Pero la tradicin ms primitiva est inequvocamente en su favor. En una palabra, la evidencia objetiva lo apoya decididamente; los nicos argumentos en su contra parecen haber sido subjetivos. Las notas personales de Juan ocurren en el 1:1, 4, 9; 22:8. Adems, el que el autor se dirige a las iglesias del Asia Proconsular (2:1) concuerda con la tradicin corriente de que, suelto Juan de su destierro en Patmos, a la muerte de Domiciano, bajo Nerva residi por mucho tiempo en Efeso, donde muri al fin en el tiempo de Trajano (Eusebio, Historia 3. 20, 23). Si el Apocalipsis no fuese la obra inspirada de Juan, significando como significa que es un mensaje de su superior a las siete iglesias del Asia Proconsular, sin duda hubiera sido rechazado en aquella regin; mientras que los primeros testimonios en dichas iglesias estuvieron todos a su favor. Una sola persona tena el derecho de usar lenguaje de autoridad tal como aquel dirigido a los siete ngeles de las iglesiasa saber, Juan, como el ltimo apstol sobreviviente y superintendente de todas las iglesias. Tambin, concuerda con el modo de Juan de confirmar la certeza de su testimonio tanto al principio como al fin de su libro (vase el 1:2, 3, y 22:8, con Juan 1:14; 21:24; 1 Juan 1:1, 2). Otra vez, concuerda con la opinin de que el escritor era apstol inspirado que se dirige a los ngeles, o presidentes de las varias iglesias en el tono de un superior que se dirige a inferiores. Adems, l alaba a la Iglesia de Efeso por haber juzgado y condenado a los que se dicen apstoles y no lo son, por lo cual expresa su propia prerrogativa indudable de la inspiracin apostlica (2:2), declarando en las siete epstolas la voluntad de Cristo que le fu revelada. Cuanto a la diferencia de estilo, en comparacin con el Evangelio y la Epstola, la diferencia de tema en parte la explica; las visiones del vidente, transportado [PAG. 759] como estaba ms all de la regin de los sentidos, relatadas propiamente en forma abrupta de expresin, y libres de las reglas gramaticales que rigen en sus escritos de carcter ms calmoso y ms pensado. Adems, siendo como era hebreo galileo, Juan, escribiendo una Revelacin semejante a las profecas del Antiguo Testamento, naturalmente volvi al estilo hebraico de ellos. Alford observa, entre los rasgos de semejanza entre el estilo del Apocalipsis y el del Evangelio y la Epstola de Juan: (1) el nombre caracterstico dado a nuestro Seor, peculiar a Juan exclusivamente, el Verbo de Dios (19:13, con Juan 1:1; 1 Juan 1:1). (2) la frase el que vence (2:7, 11, 17; 3:5, 12, 21; 12:11; 15:2; 17:14; 21:7, con Juan 16:33; 1 Juan 2:13, 14; 4:4; 5:4, 5). (3) El trmino griego (alethinos) por verdadero, en contraposicin a lo que es oscuro e irreal (3:7, 14; 6:10; 15:3; 16:7; 19:2, 9, 11; 21:5; 22:6). Este trmino, usado una sola vez por Lucas (16:11), cuatro veces por Pablo (1 Tesalonicenses 1:9; Hebreos 8:2; 9:24; 10:22), se halla nueve veces en el Evangelio de Juan (1:9; 4:23, 37; 6:32; 7:28; 8:16; 15:1; 17:3; 19:35), cuatro veces en la Primera Epstola (1 Juan 2:8, 5:20), y diez veces en el Apocalipsis (3:7, 14; 6:10; 15:3; 16:7; 19:2, 9, 11; 21:5; 22:6). (4) El 4. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES diminutivo griego por Corderito (arnion) ocurre veintinueve veces en el Apocalipsis, y el nico otro lugar donde ocurre es en Juan 21:15. Slo en los escritos de Juan se le llama a Cristo directamente el Cordero (Juan 1:29, 36). En 1 Pedro 1:19, se le llama como un cordero sin mancha, aludiendo a Isaas 53:7. Asimismo el uso del vocablo testimonio (1:2, 9; 6:9; 11:7, etc.; comp. Juan 1:7, 8, 15, 19, 32; 1 Juan 1:2; 4:14; 5:611). Guardar la palabra, o mandamientos (3:8, 10; 12:17, etc., con Juan 8:51, 55; 14:15). La aseveracin de la misma cosa positiva y luego negativamente (2:2, 6, 8, 13; 3:8, 17, 18; con Juan 1:3, 6, 7, 20; 1 Juan 2:27, 28). Vase tambin 1 Juan 2:20, 27 con el 3:18, cuanto a la uncin espiritual. Los solecismos aparentes de estilo son atribubles a aquella elevacin Inspirada que est por encima de las meras reglas gramaticales, y estn destinados a captar la atencin del lector por la peculiaridad de la frase, de manera que se detenga y escudrie alguna verdad profunda que pueda haber. El fervor del escritor inspirado que trata un asunto que trasciende a todo otro, lo eleva por encima de toda adherencia servil a las reglas ordinarias, de modo que a veces pasa de una construccin gramatical a otra, conforme va exponiendo grficamente la cosa descrita ante los ojos del lector. Esto no se debe a la ignorancia de la gramtica, porque Juan ha desplegado un conocimiento de reglas gramaticales en otras construcciones mucho ms difciles. [Winer.] Se da ms atencin a la conexin del pensamiento que a la conexin meramente gramatical. Debe tomarse en cuenta otra consideracin, y es que por cuanto las dos quintas partes del todo es lenguaje de otros, l amolda su estilo conformemente. Vase Tregelles: Introduction to Revelation from Heathen Authorities. Tregelles bien dice (Evidencia Histrica Neotestamentaria), No hay libro del Nuevo Testamento del que tengamos testimonios tan claros, amplios, y numerosos como los que tenemos a favor del Apocalipsis. Cuanto ms intimamente se relacionaban los testigos a Juan (como en el caso de Ireneo), tanto ms explcito es su testimonio. Que prevaleciesen dudas en pocas posteriores deben haberse originado o en la ignorancia del testimonio primitivo, o si no, en alguna supuesta intuicin de lo que el apstol debiera haber escrito. Las objeciones basadas en el estilo interno no pueden tener peso en contra de la evidencia efectiva. Es en vano que se arguya, a priori, que Juan no pudo haber escrito este libro, cuando tenemos la evidencia de varios testigos competentes de que l lo escribi.LA RELACION DEL APOCALIPSIS AL RESTO DEL CANON.Gregorio Niceno, Tomo 3, pgina 601, llama Revelacin el ltimo libro de la gracia. Completa el volumen de la inspiracin, de modo que no hemos de esperar ninguna revelacin ms hasta que venga Crsto mismo. Apropiadamente el ltimo libro para cerrar el canon fu escrito por Juan, el ltimo apstol sobreviviente. El Nuevo Testamento se compone de los libros histricos, los Evangelios y los Hechos; las Epstolas doctrinarias; y un libro proftico, el Apocalipsis. El mismo apstol escribi el ltimo de los Evangelios, y probablemente la ltima de las Epstolas, y el nico libro proftico del Nuevo Testamento. Todos los libros del Nuevo Testamento haban sido escritos y eran ledos en las asambleas de las iglesias, unos aos antes de la muerte de Juan. Su vida fu prolongada providencialmente a fin de que diese la final atestacin a la Escritura. Cerca del ao cien, los obispos de Asia (los ngeles de las siete iglesias) vinieron a Juan en Efeso, trayendo ejemplares de los tres Evangelios, de Mateo, Marcos, y Lucas, y desearon de l una declaracin de su criterio apostlico acerca de los mismos; por lo que los pronunci autnticos, genuinos, e inspirados, y al pedido de ellos agreg su propio Evangelio para completar el aspecto cudruplo del Evangelio de Cristo (vase el Canon de Muratori; Ensebio 3. 24; Jernimo, Proaemium in Matthaeum; Victorino, Apocalipsis; Theodoret, Mopsuestia). Un clrigo griego, citado en Aliatio, llama el Apocalipsis el sello de toda la Biblia. El canon estara incompleto sin [PAG. 760] el Apocalipsis. La Escritura es un todo completo, sus libros componentes escritos durante un perodo de ms de 1.500 aos, estando mutuamente relacionados. La unidad de propsito y de espritu atraviesa el todo, de tal modo que el fin es la necesaria consecuencia del centro, y el centro del principio. El Gnesis presenta ante nosotros al hombre y a la novia en la inocencia y bienaventuranza, seguido por la cada del hombre debido a la sutileza de Satans, y la consiguiente miseria del hombre, su exclusin del Paraso y del rbol de la vida y de los ros deleitosos. La Revelacin presenta en orden inverso al hombre, antes expuesto al pecado y a la muerte, pero despus hecho vencedor por la sangre del Cordero; el primer Adn y Eva, representados por el segundo Adn, Cristo y la Iglesia, su esposa inmaculada, en el Paraso con libre acceso al rbol de la vida y al agua cristalina de la vida que surge del trono de Dios. Como el Gnesis predijo el aplastamiento de la cabeza de la serpiente por la simiente de la mujer, as el Apocalipsis declara el cumplimiento final de dicha prediccin (caps. 19, 20). LUGAR Y FECHA.Las ms reconocidas autoridades declaran que Juan fue desterrado bajo Domiciano (Ireneo, 5. 30; Clemente de Alejandra; Eusebio, Historia Eclesistica 3. 20). Victorino dijo que tuvo que trabajar en las minas de Patmos. A la muerte de Domiciano, ao 95, volvi a Efeso bajo el emperador Nerva. Es probable que fuese inmediatamente despus de su retorno cuando escribiese, bajo la inspiracin divina, el relato de las visiones que le fueron concedidas en Patmos (1:2, 9). Sin embargo, el 10:4 parece indicar que escribi las visiones inmediatamente 5. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES despus de haberlas visto. Patmos es una de las Esprades. Su circunferencia es de como cincuenta kilmetros. Era propio que cuando se le impeda ir ms all de lmites terrenales, se le permitiese penetrar en los secretos del cielo. [Beda, Apocalipsis.] Los siguientes argumentos favorecen una fecha anterior, es decir, bajo Nern: (1) Eusebio (en Demostraciones Evanglicas) junta en la misma proposicin el destierro de Juan con el apedreo de Jacobo y el degello de Pablo, ocurridos bajo Nern. (2) El relato de Clemente de Alejandra del ladrn restaurado por Juan, despus que hubo corrido tras de l y alcanzndolo con dificultad, concuerda mejor con el Juan de edad ms joven que la que tena bajo Domiciano, de cerca ya de 100 aos, Aretas, en el siglo seis, aplica el sexto sello a la destruccin de Jerusaln por Nern el Csar. Laodicea fu destruda por terremoto en el ao 60, pero fu inmediatamente reedificada, de modo que el ser ella rica y aumentada en bienes no es incompatible con el que el libro fuese escrito durante la persecucin neroniana (ao 64). Pero las posibles alusiones a ella en Hebreos hacen posible una fecha anterior a la destruccin de Laodicea, a saber: Hebreos 10:37, comprese Apocalipsis 1:4, 8; 4:8; 22:12; Hebreos 11:10, comp. el 21:14; Hebreos 12:22, 23, comp. el 14:1; Hebreos 8:1, 2, comp. el 11:19; 15:5; 21:3; Hebreos 4:12, comp. el 1:16; 2:12, 16; 19:13, 15; Hebreos 4:9, comp. cap. 20; 1 Pedro 1:7, 13; 4:13, comp. 1:1; 1 Pedro 2:9, con el 5:10; 2 Timoteo 4:8, con el 2:26, 27; 3:21; 11:18; Efesios 6:12. con el 12:712; Filipenses 4:3, con el 3:5; 13:8; 17:8; 20:12, 15; Colosenses 1:18, con el 1:5; 1 Corintios 15:52, con el 10:7; 11:1518. Se dice que Cerinto muri antes que Juan: como l tom del libro de Juan mucho material para su seudo apocalipsis, es probable que aqul fuese de una fecha anterior al reinado de Domiciano. Vase Tilloch, Introduccin al Apocalipsis. Pero la bendicin paulina del 1:4 indica que fu escrito despus de la muerte de Pablo bajo Nern.LOS DESTINATARIOS.La inscripcin afirma que fu dirigido a las siete iglesias de Asia, eso es, el Asia Proconsular. La razn de Juan para elegir el nmero siete (pues haba ms de siete iglesias en la regin indicada, por ejemplo, las de Magnesia y Tralles), fu sin duda porque siete es el nmero sagrado que expresa totalidad y universalidad: de modo que est implcito que Juan, por medio de las siete iglesias, se dirige en el Espritu, a la Iglesia de todos los lugares y edades. La iglesia en sus varios estados de vida o de muerte espiritual, de todas las edades y lugares, est representada por las siete iglesias, y de consiguiente son dirigidas a ella las palabras de consuelo y de amonestacin. Esmirna y Filadelfia solas son honradas con alabanza pura, como fieles en la tribulacin y ricas en buenas obras. Herejas de gnero distinto ya se haban levantado en las iglesias de Asia, y el amor de muchos se haba enfriado, mientras que otros haban progresado a mayor celo, y uno haba sellado su testimonio con su sangre.EL OBJETIVO.Principia con amonestaciones a las siete iglesias de parte del divino Hijo del hombre, a quien Juan vi en visin, despus de una breve introduccin que expone el tema principal del libro, a saber, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto (caps. 13). Del captulo 4 al fin es mayormente profeca, con exhortaciones y consolaciones prcticas, sin embargo, diseminadas, semejantes a las enviadas a las siete iglesias (representativas de la Iglesia universal de toda edad), que as relacionan el cuerpo del libro con su principio, que forma por tanto su debida introduccin. Existen tres escuelas de interpretacin: (1.) Los preteristas, que sostienen [PAG. 761] que casi todo ya se ha cumplido. (2.) Los intrpretes histricos, que sostienen que el libro comprende la historia de la Iglesia desde el tiempo de Juan hasta el fin del mundo, siendo los sellos cronolgicamente sucedidos por las trompetas, y stas por los vasos. (3.) Los futuristas, que consideran que casi todo es an futuro, y ha de ser cumplido inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo. La primera teora no fue aceptada por ninguno de los primeros padres, y ahora slo por los racionalistas, que limitan la visin de Juan a las cosas que estaban dentro de su propio horizonte, las persecuciones de los cristianos por la Roma pagana, y su anticipada destruccin en consecuencia. La escuela futurista est abierta a esta grande objecion: su teora dejara a la Iglesia de Cristo sin direccin proftica alguna ni fortaleza para sus pruebas ardientes durante los siglos de su existencia. Pues Dios ha dicho: Porque no har nada el Seor Jehov; sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Los judos tuvieron una sucesin de profetas que los guiaron con la luz de la profeca: lo que los profetas fueron para ellos, eso mismo han sido, y son, para nosotros las escrituras apocalpticas.Alford, siguiendo a Isaac Williams, llama la atencin a la relacin paralela entre el Apocalipsis y el discurso de Cristo en el Monte de las Olivas, de Mateo 24. Los sellos claramente nos llevan hasta la segunda venida de Cristo, como lo hacen tambin las trompetas (comp. 6:1217; 8:1, etc; 11:15), y asimismo tambin las copas (16:17): los tres temas corren paralelos, y terminan en el mismo punto. Ciertas palabras claves (reclamos, las llama Wordswodth) unen las tres series de smbolos. Estas no se suceden una a otra en orden histrico ni cronolgico, sino paralelamente, las series posteriores llenando en detalle el mismo cuadro que las precedentes haban dibujado en bosquejo. As Victorino (sobre 7:2), el primer comentador del Apocalipsis, dice, El orden de las cosas no ha de tomarse en cuenta, 6. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES puesto que a menudo el Espritu Santo, cuando ha corrido hasta el fin del ltimo tiempo, otra vez vuelve a los mismos tiempos, y suple lo que ha expresado menos explcitamente. Y Primasius (Ad Apocalypsin in fine), En las trompetas da una descripcin mediante una repeticin agradable, segn es su costumbre. Desde el principio Juan se apresura, por anticipacin (como era la tendencia de todos los profetas), a la gran consumacin: He aqu viene en las nubes (1:7); Yo soy el principio y el fin, el primero y el ltimo (8:17). As las siete epstolas exhiben la misma anticipacin de la terminacin: Al que venciere,< escribir sobre l el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la que desciende del cielo < (3:12); comp. 21:2. Tambin, Le dar la estrella de la maana (2:12); comp. Yo soy la estrella resplandeciente y de la maana (22:16). Otra vez, el terremoto que sucede al abrirse el sexto sello es una de las palabras claves: es decir, un eslabn que une cronolgicamente este sexto sello con la sexta trompeta (9:13; 11:13): comp. tambin la sptima copa (16:17, 18). Los concomitantes de la apertura del sexto sello, est claro, no se aplican en sentido pleno y amplio a evento alguno, sino a los terrores que tomarn a los impos en vsperas de la venida del Juez.Otra vez, la bestia del abismo, entre la sexta y sptima trompetas, conecta esta serie con la seccin de caps. 12, 13, 14, tocante a la Iglesia y sus adversarios. Otra vez, la selladura de los 144.000 bajo el sexto sello une este sello con la seccin de caps. 1214. Asimismo, la soltura de los cuatro vientos por los cuatro ngeles sobre los cuatro ngulos de la tierra, bajo el sexto sello, corresponde a la soltura de los cuatro ngeles en el Eufrates, bajo la sexta trompeta.Adems, ocurren eslabones en el Apocalipsis que lo relacionan con el Antiguo Testamento. Por ejemplo, la boca que habla grandezas, conecta la bestia que habla blasfemias contra Dios, y hace guerra contra los santos, con el cuerno pequeo, o el ltimo rey, que, surgiendo despus de los diez reyes, hablar contra el Altsimo y lidiar contra los santos; tambin comp. los cuarenta y dos meses (13:5), o los mil doscientos sesenta das (12:6), con los tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo de Daniel 7:25. Adems, los cuarenta y dos meses, (11:2), correspondientes a 12:6 y 13:5, unen el perodo bajo la sexta trompeta a la seccin, caps. 12, 13, 14. Auberlen observa, La historia de la salvacin est gobernada misteriosamente por nmeros santos. Son el andamio del edificio espiritual. No son meramente indicaciones exteriores de tiempo, sino indicaciones de naturaleza y esencia. No slo la naturaleza, sino tambin la historia, est basada en nmeros. La Escritura y la antigedad ponen nmeros por las formas fundamentales de las cosas, donde nosotros ponemos ideas. Como el nmero es el regulador de las relaciones y las proporciones del mundo natural, del mismo modo entra muy a menudo en las revelaciones del Apocalipsis, el que expone las armonas de lo sobrenatural, de lo divino inmediato. As la revelacin ms sobrenatural nos lleva lo [PAG. 762] ms lejos en la natural, como era de esperar, puesto que el Dios de la naturaleza y de la revelacin es uno. Siete es el nmero de la perfeccin (1:4; 4:5, los siete espritus delante del trono: 5:6, los siete cuernos y los siete ojos del Cordero). As las siete iglesias representan la Iglesia catlica en su totalidad. Los siete sellostrompetas copas, son particularmente una serie completa cada una en s, cumpliendo perfectamente el curso divino de los juicios. Tres y medio denota un nmero opuesto al divino (siete), pero roto en s, el cual, en el memento del mayor triunfo, queda derrotado por el juicio y la ruina absoluta. Cuatro es el nmero de la extensin mundial; siete es el nmero de la revelacin de Dios en el mundo. En las cuatro bestias de Daniel hay un reconocimiento de algn poder sobre ellos, al mismo tiempo que hay una pantomima de los cuatro querubines de Ezequiel, los smbolos celestiales de toda la creacin en su debida sujecin a Dios (4:68). As los cuatro ngulos de la tierra, los cuatro vientos, los cuatro ngeles desatados en el Eufrates, y Jerusaln que est puesta en cuadro, representan la extensin mundial. El sptuplo de espritus de parte de Dios corresponde a los cuatro querubines de parte de la creacin. Juan, viendo ms profundamente el carcter esencialmente antidivino del mundo, nos presenta, no las cuatro bestias de Daniel, sino las siete cabezas de la bestia, por lo que se arroga la bestia la perfeccin sptupla de los espritus de Dios; al mismo tiempo que, con caracterstica contradiccin de s misma, tiene diez cuernos, el nmero peculiar al poder mundial. Su usurpacin injusta del nmero sagrado siete est sealada por la adicin de una octava al nmero de siete cabezas, y tambin por el nmero de la bestia misma, 666, el cual en unidades, dcimas y centsimas, se acerca, pero carece de la perfeccin del siete. Los juicios sobre el mundo son completos en seis. Despus del sexto sello y la sptima trompeta, hay una pausa. Cuando llega el siete, sobreviene el reino de nuestro Seor y de su Cristo. Seis es el nmero del mundo entregado a juicio. Adems, seis es la mitad de doce, como tres y medio es la mitad de siete. Doce es el nmero de la Iglesia: comp. las doce tribus de Israel, las doce estrellas en la cabeza de la mujer (12:1), y doce las puertas de la nueva 7. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES Jerusaln. Seis as simboliza el mundo quebrado, y sin fundamento slido. Dos veces doce es el nmero de los ancianos celestiales; doce veces doce mil el nmero de los elegidos sellados; el rbol de la vida lleva doce gneros de frutos. Sin duda, adems de esta fuerza simblica, hay algn significado cronolgico especial en los nmeros; pero hasta ahora, aunque son tema de investigacin encomendada, no han recibido solucin alguna que podamos aceptar con seguridad como la verdadera. Su propsito es de estimular reverente investigacin, no para agradar la ociosa curiosidad especulativa; y cuando los eventos hayan tenido lugar, demostrarn la divina sabidura de Dios, quien orden todas las cosas en relaciones minuciosamente armoniosas, y no dej para la casualidad ni los tiempos ni los medios.Los argumentos para la teora de ao por da son los siguientes: Daniel 9:24, Setenta semanas estn determinadas < donde el hebreo puede significar setenta sietes; pero Mede observa, la palabra hebrea siempre significa siete de das, y nunca siete de aos (Levtico 12:5; Deuteronomio 16:9, 10, 16). Otra vez, el nmero de aos de peregrinacin de los israelitas resulta corresponder al nmero de das en que los espas escudriaron la tierra; a saber cuarenta: comp. cada da por un ao, Nmeros 14:33, 34. As en Ezequiel 4:5, 6, Yo te he dado los aos de tu maldad por nmero de los das (390) < da por ao < Juan en Apocalipsis mismo, usa das en un sentido que apenas puede ser literal. 2:10, Tendris tribulacin por diez das: los diez aos de persecucin relatados por Eusebio parecen corresponderles. En dicha teora hay an bastante obscuridad para ejercitar la paciencia y probar la fe, porque no podemos decir con precisin cundo empiezan los 1260 aos: de modo que esta teora es bastante compatible con las palabras de Cristo, De aquel da y hora nadie sabe < Con todo, una dificultad que hay con esta teora es que mil aos (20:6, 7) apenas puede significar 1.000 por 360 das, o sea 360.000 aos. La primera resurreccin all debe ser literal, as como 20:5 debe ser entendido como literal, el resto de los muertos no tornaron a vivir hasta que sean cumplidos los mil aos. Interpretar lo primero espiritualmente nos obligara a interpretar espiritualmente esto ltimo, lo que sera lo ms improbable; porque significara que los otros espiritualmente muertos no tornaron a vivir espiritualmente hasta el fin de los mil aos, y entonces s llegaron a vivir espiritualmente. 1 Corintios 15:23, Los que son de Cristo en su venida, confirma la interpretacin literal.CAPITULO 1 TITULO: ORIGEN Y PROPOSITO DE ESTA REVELACION: BENDICION SOBRE EL LECTOR Y GUARDADOR DE ELLA, POR ESTAR CERCANO EL TIEMPO: LAS SIETE IGLESIAS: SALUTACION APOSTOLICA: LA NOTA TONICA, HE AQUI VIENE (Comp. 22:20, Ciertamente vengo en breve): VISION PBELIMIAR DEL HIJO DEL HOMBRE EN LA GLORIA, ENTRE LOS SIETE CANDELEROS, CON LAS [PAG. 763] SIETE ESTRELLAS EN SU DIESTRA. 1. revelacinUn apocalipsis o descubrimiento de las cosas que haban estado veladas. Un manifiesto del reino de Cristo. El manual de viaje de la Iglesia para los tiempos de los cristianos gentiles. No una historia detallada del futuro, sino una representacin de las grandes pocas y principales poderes en el desarrollo del reino de Dios en relacin con el mundo. La teora eclesio histrica va contra el gran principio de que la Escritura se interpreta a s misma. La Revelacin ha de ensearnos a entender los tiempos, no los tiempos de interpretarnos el Apocalipsis, aunque est en la naturaleza del caso que una influencia reflexiva se ejerce aqu, y es entendida por los prudentes. [Auberlen.] El libro se compone de series de grupos paralelos, no en orden cronolgico. Con todo hay un desarrollo histrico orgnico del reino de Dios. En este libro todos los dems libros de la Biblia se encuentran y terminan: en l est la consumacin de toda profeca previa. Daniel predice al Cristo y la destruccin de Jerusaln, por los romanos, y al ltimo Anticristo. Pero la Revelacin de Juan llena el perodo intermedio, y describe el milenio y el estado final de ms all del Anticristo. Daniel, como piadoso estadista, contempla la historia del pueblo de Dios en relacin con los cuatro imperios mundiales. Juan, como apstol, contempla la historia desde el aspecto de la Iglesia Cristiana. El trmino apocalipsis no se aplica a ningn libro del Antiguo Testamento. Daniel se acerca a ello ms que ninguno; pero lo que se le dijo a Daniel que sellara y cerrara hasta el tiempo del fin, a Juan, ya que el tiempo est cercano (1:3), se le ordena que lo revele. de Jesucristoque viene de l. Jesucristo es el Autor del Apocalipsis, no Juan el escritor. Cristo ense muchas cosas antes de su partida; pero las que no convena anunciar en aquel entonces las reuni en el Apocalipsis, [Bengel.] Comp. su promesa, Juan 15:15, Todas las cosas que he odo de mi Padre, os las he hecho conocer; tambin, Juan 16:13, El Espritu de verdad os ensear cosas por venir. Los Evangelios y Hechos son los libros, respectivamente, de su primer advenimiento, en la carne y en el Espritu; las Epstolas son comentarios inspirados sobre los mismos. El Apocalipsis es el libro de su segundo advenimiento y de los eventos preliminares a l. que Dios le diEl Padre se revela a s y su voluntad, en su Hijo y por su Hijo. para manifestarla palabra vuelve a aparecer en 22:6; tan perfectamente las partes del Apocalipsis tienen referencia las unas a las otras. Es su excelencia particular el que comprende un perfecto compendio de cosas futuras, y stas que difieren extensamente: cosas cercanas, cosas lejanas, 8. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES cosas entre aqullas y stas; cosas grandes y pequeas; que destruyen y que salvan; repetidas de profecas antiguas y nuevas, y stas entretejidas unas con otras, contrarias y mutuamente concordantes; que se envuelven y se desenvuelven mutuamente; de modo que en ningn otro horo ms que en ste tendra la adicin o la substraccin de una sola palabra o frase (22:18, 19) el efecto de desfigurar el contexto y el cotejo de los pasajes. [Bengel.] a sus siervosno solamente a su siervo Juan, sino a todos sus siervos (22:3). en brevePresto, Griego, rpidamente; lit., con rapidez. Comp. el tiempo est cercano (1:3; 22:6); he aqu vengo presto (22:7). No que las cosas profetizadas estuviesen cercanas segn la computacin de los hombres; sino que esta palabra presto envuelve un correctivo de nuestra estimacin de los eventos y perodos del mundo. Aunque los mil aos (cap. 20) estn includos, se declara que el tiempo est cercano. Lucas 18:8, Presto. La Iglesia Israelita vehemente se apresur hasta su predicho fin, la cual ansia prematura, la profeca retarda (Daniel 9). La Iglesia Gentilica necesita que se le recuerde lo pasajero que es este mundo, que ella fcilmente puede creerlo su hogar permanente, y lo cercano que est el advenimiento de Cristo. Por una parte la Revelacin dice, el tiempo est cerca; por otra, la sucesin de los sellos, etc., manifiestan que muchos eventos deben intervenir primero. envindolael Seor Jess. por su ngelEl ngel no se presenta para significar las cosas a Juan sino hasta el 17:1; 19:9, 10. Antes de entonces Juan recibe la informacin de otros. Jesucristo principia la Revelacin (1:10, 11; 4:1; en 6:1 uno de los cuatro seres animados es su informante; en 7:13, uno de los ancianos; en 10:8, 9 el Seor y su ngel, que se pararon en el mar y en la tierra). Slo al fin (17:1) se pone a su lado un ngel (comp. Daniel 8:16; 9:21; Zacaras 1:19). 2. ha dado testimoniotestific la palabra de Dios en este libro. Nosotros diramos testifica; los antiguos en comunicaciones epistolares usaban el aoristo. La palabra de Dios constituye su testimonio; 1:3, las palabras de esta profeca. testimonio de Jesucristoes el espritu de la profeca (19:10). y de todas las cosasLos manuscritos ms antiguos omiten y, y leen cuantas cosas viste, en aposicin a la frase, la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 3. el que lee, y los que oyen eso es, el lector pblico en las asambleas de la iglesia y los que le escuchan. En primer lugar, aquel por el cual Juan envi el libro desde Patmos a las siete iglesias y los ley pblicamente: un uso muy escriturario y provechoso. Una bendicin especial acompaa al que lee y al que oye la profeca apocaliptica con el propsito de guardar las cosas de ella. No hay dos clases; la bendicin es para los que oyen la palabra y la guardan, Romanos 2:13; aunque no encuentren la clave para la interpretacin de ella, hallan un estmulo para su fe. su esperanza, y paciente espera de Cristo. Nota: el trmino profeca tiene relacn al medio humano, o sea el profeta inspirado (en este caso Juan); el trmino Revelacin, al Ser divino que revela su voluntad (aqu Jesucristo). Dios di la revelacin a Jess; l mediante su ngel la di a Juan, quien haba de manifestarla a la Iglesia. 4. Juanel apstol. Pues nadie sino l (descontado que el autor es honrado) se hubiera firmado as sin especificativo alguno. Como el solo sobreviviente y representante de los apstoles y testigos oculares del Seor, no necesitaba de otra designacin ms que su nombre, para ser reconocido por sus lectores. siete iglesiasno que no hubiese ms que siete en aquella regin. sino que siete se elige porque significa totalidad. Estas siete iglesias representan la Iglesia universal de todos los lugares y tiempos. Vase Trench (Epstolas a las Siete Iqlesias), nota interesante sobre el 1:20, el nmero siete. Es el nmero del pacto, la seal de la relacin del pacto de Dios con la humanidad, y especialmente con la Iglesia. Por ejemplo, el sptimo da, sbado (Gnesis 2:3; Ezequiel 20:12). La circuncisin, seal del pacto, despus de siete das (Gnesis 17:12). Los sacrificios (Nmeros 23:1, 14, 29; [PAG. 764] 2 Crnicas 29:21). Comp. tambin los actos de Dios tipicos de su pacto (Josu 6:4, 15, 16; 2 Reyes 5:10). Las fiestas ordenadas por perodos de siete. (Deuteronomio 15:1; 16:9, 13, 15). Es una combinacin de tres: el nmero divino (as la Trinidad, el tres veces santo, Isaas 6:3; la bendicin trina de Nmeros 6:2426), y de cuatro el nmero del mundo organizado en su extensin (as los cuatro elementos, las cuatro estaciones, los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales, los cuatro seres animados, emblemas de la vida redimida de la creacin, 4:6; Ezequiel 1:5, 6, con las cuatro caras, y cuatro alas cada uno; las cuatro bestias, y los cuatro metales, que representaban los cuatro imperios mundiales, Daniel 2:32, 33; 7:3; el evangelio cuadrilateral destinado para todas partes del mundo; el lenzo atado de los cuatro cabos, Hechos 10:11; los cuatro cuernos, la suma de las fuerzas del mundo contrarias a la Iglesia, Zacaras 1:18). En el Apocalipsis, donde el pacto de Dios con la Iglesia llega a su culminacin, en forma propia el nmero siete ocurre aun ms frecuentemente que en otras partes de la Escritura. AsiaProconsular, gobernada por un procnsul romano: que comprende a Frigia, Misia, Caria, y Lidia: el reino que Atalo III haba legado a Roma. gracia paz salutacin apostlica paulina. En sus epstolas pastorales agrega la palabra misericordia: 2 Juan 3. del que es era ha de venirUna perfrasis por el incomunicable nombre de Jehov, existente por s solo, inmutable. Por ser indeclinable la designacin en el griego aqu denota su inmutabilidad. Tal vez la razn por qu usa la frase el que ha de venir, y no el que vendr, es porque el gran tema del Apocalipsis es la venida del Seor (1:7). Con todo, es el Padre en distincin de Jesucristo (1:5) que aqu se significa. Pero tan uno son el Padre e Hijo, que la designacin que ha de venir, ms inmediatamente aplicable a Cristo, se usa aqu del Padre. los siete Espritus que estn delante de su tronolos manuscritos ms antiguos omiten estn. delanteen la presencia de. El Espritu Santo en su energa sptula (eso es, perfecta, completa, y universal). Corresponde as a las siete iglesias. Uno en su esencia, 9. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES mltiple en sus influencias benvolas. Los siete ojos contemplan la piedra puesta por Jehov (5:6). Cuatro es el nmero de los seres creados (comp. el querubn cudruple); siete es el nmero de la revelacin de Dios en el mundo. 5. el testigo fielde la verdad tocante a s mismo y a su misin de Profeta, Sacerdote, y Rey Salvador. El fue el testigo fiel, porque todo lo que ha odo del Padre fielmente lo ha hecho conocer a sus discpulos. Tambin, porque ense el camino de Dios en verdad, y no se cuid del hombre, ni tuvo acepcin de personas. Tambin, porque la verdad que ense con palabras la confirm con milagros. Tambin, porque el testimonio; de l mismo de parte del Padre no lo neg ni aun en la muerte. En fin, porque dar testimonio verdadero de las obras de buenos y de malos en el da del juicio. [Ricardo de San Vctor en Trench.] El caso nominativo del griego en aposicin al genitvo, Jesucristo, da realce a testigo fiel. el primognito de los muertos(Colosenses 1:19) Lzaro resucit para morir de nuevo. Cristo se levant para no morir ms. La figura no es como si la tumba fuese la matriz del nacimiento de resurreccin [Alford]: sino como Hechos 13:33 y Romanos 1:4 tratan la resurreccin de Cristo como la poca y el evento que cumplieron la Escritura, Salmo 2:7, Hoy (en la resurreccin) yo te he engendrado. Fu entonces cuando su filiacin divina como el Dioshombre fu manifestada y abiertamente atestiguada por el Padre. As nuestra resurreccin y nuestra filiacin, o generatin, manifestada, estn conectadas. Por tanto, regeneracin se usa para determinar el estado de resurreccin de la restitucin de todas las cosas (Mateo 19:28). prncipeo Gobernador. La dignidad real del mundo que el Tentador ofreci a Jess a condicin de que le rindiera homenaje y evitara as la cruz, la ha alcanzado con la cruz. Los reyes de la tierra conspiraron en contra del Ungido del Seor (Salmo 2:2): a stos los desmenuzar (Salmo 2:9). Los que a tiempo son sabios y besan al Hijo le traern su gloria en su manifestacin como Rey de reyes, cuando haya destrudo a sus enemigos. Al que nos amLos manuscritos ms antiguos leen, < nos ama. Es su crcter perdurable, nos ama. Su amor reposa para siempre sobre su pueblo. nos ha lavadoLos manuscritos ms antiguos leen, nos desat: as Andreas y Primasius. Un manuscrito muy antiguo, la Vulgata y Cptica, leen, acaso sacado de 7:14, Nos desat (libr) en (virtud de) su sangre, siendo la ms difcil leccin de entender, es menos probable que sea de los copistas. La referencia es al griego lutron, el rescate pagado por nuestra liberacin (Mateo 20:28). En favor de nuestra versin (ha lavado) est el uso de los sacerdotes que, antes de ponerse la vestidura sagrada para servir en el templo, se lavaban: as los creyentes espirituales, como sacerdotes a Dios, deben primero ser lavados en la sangre de Cristo de toda mancha, antes que puedan servir a Dios debidamente ahora y administrar despus como dispensadores de la bendicin a las naciones sojuzgadas en el reino milenial, o servir delante de Dios en el cielo. 6. Y nos ha hecho reyesLos manuscritos ms antiguos leen, un reino: uno de ellos, para nosotros. Ms preferible es, Nos hizo (ser) un reino < As Exodo 19:6, un reino de sacerdotes: 1 Pedro 2:9, un sacredocio real. Los santos constituirn un reino nico de Dios, y ellos mismos sern reyes (5:10). Compartirn de su trono regiosacerdotal en el reino milenial. El nfasis cae ms en reino que en sacerdotes: mientras que en nuestra versin se distribuye por igual en ambas palabras. Este libro hace notable hincapi en el reino de los santos. Son reyes porque son sacerdotes: el sacerdocio es la base continua y la legitimacin de su dignidad real; son reyes en relacin con los hombres, sacerdotes en relacin con Dios, sirvindole da y noche en su templo (7:15; 5:10). Los sacerdotes reyes gobernarn, no de una manera mecnica externa, sino simplemente en virtud de lo que son, por el poder de la atraccin y conviccin que subyugan al corazn. [Auberlen.] sacerdotesque tienen preeminentemente el privilegio de cercano acceso del rey. Los hijos de David eran sacerdotes (hebreo), 2 Samuel 8:18. La distincin de sacerdotes y pueblo, ms cercanos y ms lejanos de Dios, dejarn de existir; todos tendrn acceso inmediato a Dios. Todas las personas y cosas sern santas al Seor. para Dios y su PadreHay un solo articulo en el grisgo: tradzcase pues, Al que es a la vez el Dios y Padre suyo. gloria e imperioGriego, la [PAG. 765] gloria y el poder. La doxologa trina ocurre en el 4:9, 11; cudrupla en el 5:13; Judas 25; sptula en el 7:12; 1 Crnicas 29:11. La doxologa ocupa lugar de importancia en el cielo, como la oracin en la tierra. Si pensramos primero en la gloria de Dios (como en la oracin modelo), y disemos segunda importancia a nuestras necesidades, agradaramos ms a Dios y obtendramos nuestras peticiones mejor de lo que hacemos. para siempre jamsGriego, Hasta los siglos de los siglos. 7. con las nubeseso es, del cielo. Una nube le ocult de la vista de ellos en su ascensin (Hechos 1:9). Su ascensin corresponde a la manera de su retorno (Hechos 1:11). Las nubes son smbolos de ira para los pecadores. todo ojosu venida ser pues una aparicin personal, visible. le verEs porque no lo ven ahora qne no quieren creer. Comp. en contraste Juan 20:29. y los que stos en particular; cuales fuesen. En primer orden, en su venida premilenial, los judos, que mirarn a aquel a quien traspasaron y llorarn en arrepentimiento, y dirn bienaventurado el que viene en el nombre del Seor. En segundo trmino, y aqu principalmente, en el juicio general, todos los impos, no slo los que en efecto le traspasaron, sino tambin los que lo hicieron con sus pecados, le contemplarn temblando de temor. Juan es el nico de los evangelistas que recuerda el lanzazo en el costado del Seor. Esta alusin lo identifica por autor del Apocalipsis. La realidad de la humanidad de Cristo y de su muerte se comprueba por el hecho del costado abierto; y el agua y sangre de su costado eran el antitipo de las aguas levticas de purificacin y ofrendas sangrientas. todos los linajes lamentarntodos los inconversos en el juicio general, y en especial en su venida premilenial, la confederacin anticristiana (Zacaras 10. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES 12:36, 9; 14:14; Mateo 24:30). Linajes, Griego tribus. Sobre la limitacin de todos, vase 13:8. Aun los piadosos, regocijndose en el amor de Dios, con todo sentirn la tristeza penitencial por sus pecados, los que sern manifestados todos en el juicio general. As sea. AmnEl sello de Dios para su propia palabra; al que corresponde la oracin del creyente (22:20). El as sea es griego; el amn es hebreo. A los gentiles asi como a los judos sus promesas y sus amonestaciones son inalterables. 8. el Alpha y la Omegala primera y ltima letras del alfabeto. Dios en Cristo comprende todo lo que va en medio, as como tambin el principio y fin. principio y finOmitidas en los manuscritos ms antiguos, halladas en la Vulgata y Cptica. Los copistas las habrn insertado por la frase del 21:6. En Cristo, el Gnesis, el Alfa del Antiguo Testamento y el Apocalipsis, la Omega del Nuevo Testamento, se encuentran: el ltimo libro nos presenta al hombre y Dios reconciliados en el Paraso,, como el primer libro present al hombre en el principio inocente, gozando el favor de Dios en el Paraso. Dios termina al fin lo que principi. Siempre el mismo: delante del dragn, de la bestia, del falso profeta, de todos los enemigos. La consolacin anticipadora para los santos bajo las venideras tribulaciones de la Iglesia. el SeorLos manuscritos ms antiguos: el Seor Dios, o Jehov el Dios. TodopoderosoHebreo, Shaddai, y Jehov Sabaoth, eso es, de los ejrcitos: Comandante de las huestes o poderes en cielo y tierra, poderoso por tanto para vencer a todos los enemigos de la Iglesia. Cita de Isaas, repetida a menudo en el Apocalipsis, no hallada en otra parte del Nuevo Testamento salvo 2 Corintios 6:18. 9. Yo JuanAs Yo Daniel (Daniel 7:28; 9:2; 10:2). Uno de los muchos rasgos de semejanza entre los videntes apocalpticos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Ningn otro escritor de la Escritura usa la frase. vuestro hermanoas como tambin apstol. En su Evangelio y Epstolas no hace mencin de su nombre, aunque se describe como el discpulo a quien Jess am. Aqu, con igual humildad, se nombra, pero no hace mencin de su apostolado. partcipante Griego, copartcipe en la tribulacin. La tribulacin es el necesario precursor del reino, por tanto, va un solo artculo prefijado: la tribulacin, reino y paciencia. As los manuscritos ms antiguos. La tribulacin del reino debe llevarse con paciencia. Las tres cosas son inseparables. pacienciaTradzcase, el soportar, continuacin perseverante duradera (Hechos 14:22); la reina de las gracias (virtudes). [Crisstomo.] deLos manuscritos ms antiguos leen en Jess, o Jesucristo. Es en l en quien los creyentes tienen el derecho al reino, y la fuerza espiritual para poder soportar con pacienca en pro del reino. estabaGriego, fu hecho presente. en PatmosVase Introduccin tocante a esta isla, y el destierro de Juan bajo Domiciano, libertado luego bajo Nerva. Restringido a este punto de terreno, se le permiti penetrar en las amplias esferas y los secretes del cielo. As bebi Juan de la copa de Cristo, y fu bautizado en su bautismo (Mateo 20:22). por la palabraGriego, en bien de, o a causa de la palabra de Dios y < testimono. Dos de los manuscritos ms antiguos omiten el segundo por, as la palabra de Dios y el testimonio de Jess (Cristo, omitido en dos de los manuscritos ms antiguos) estn ms intimamente undos. El Apocalipsis siempre ha sido ms apreciado por la Iglesia en tiempos de adversidad. As la Iglesia Asitica lo apreci menos en los tiempos prsperos de Constantino. La Iglesia Africana estando ms expuesta a la cruz, lo aprovech mucho ms. 10. Yo fuGriego, Fu hecho, o result estar: en (el) Espritu, en un estado de xtasis; estando excludo el mundo exterior, y poseda la vida ntima y superior, o el espritu, por el Espritu de Dios, de modo que queda establecida inmediatamente la conexin con el mundo invisible. Mientras el Profeta habla en el Espiritu, el vidente apocalptico est en Espiritu con toda su persona. El espritu slo (lo que nos conecta con Dos y el mundo invisible) es activo, o ms bien recipiente en la condicin apocalptica. Con Cristo este estar en el Espritu no era la excepcin, sino su estado continuo. en el dia del SeorGriego, dominical (kuriake), del Seor. Forzosamente detenido de la comunin de la Iglesia con los hermanos en el santuario el da del Seor, la conmemoracin semanal de la resurreccin. Juan estaba en comunin espiritual con ellos. Esta es la mencin ms primitiva del trmino el da del Seor. Pero la consagracin del da al culto, a la limosna, a la cena del Sedor, est implcita en Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; comp. Juan 20:1926. El nombre (kuriake) corresponde a la cena del Seor (1 Corintios 11:20). Ignacio parece aludir al da del Seor (ad Magnes. 9). Justino Mrtir Apologa, 2.98, etc.: En domingo celebramos nuestra reunin conjunta: [PAG. 766] porque el primer da es aquel en que Dios, habiendo quitado las tinieblas y el caos, hizo el mundo, y Jesucristo nuestro Salvador resucit de los muertos. Al da del Seor Plinio sin duda se refiere (Exodo 97, B. 10), Los cristianos en un da fijo se renen antes del alba y cantan un himno a Cristo como a Dios < Tertuliano (De Coron. 3), En el da del Seor juzgamos mal el ayunar Melito, obispo de Sardis (siglo dos) escribi un libro sobre el da del Seor (Eusebio, 4:26). Tambin, Dionisio de Corinto en Eusebio, Historia Eclesistica 4:23, 8. La teora de que se signifque el dia de la segunda venida de Cristo es insostenible. El da del Seor es diferente en el griego del da dominical (del Seor), el cual da dominical en la Iglesia antigua siempre determina nuestro domingo, aunque no es imposible que los dos vayan a coincidir (al menos en algunas partes de la tierra), de donde una tradicin se menciona en Jernimo, sobre Mateo 25, de que la venida del Seor era esperada especialmente en el da dominical de la pascua. Las visiones del Apocalipsis, los sellos, las trompetas, las copas, etc., estn por grupos de siete, y naturalmente empiezan en el primer da de los siete, el cumpleaos de la Iglesia, cuyo porvenir revelan. una gran vozllamando solemne atencin. El orden griego: voz fuerte como (la) de trompeta. La trompeta convocaba las fiestas religiosas, y 11. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES acompaa la revelacin por Dios de s mismo. 11. Yo soy el alpha y Omega. el primero y el ltimoLa frase completa omitida de los manuscritos ms antiguos. Escribe en un libroA este libro, que tiene semejante origen, y a los otros libros de la Sagrada Escritura, quin hay que les d el peso que su importancia demanda, prefirindolos a los muchos libros del mundo? [Bengel.] siete iglesiasComo haba otras iglesias en el Asia Proconsular (Mileto, Magnesia, Tralles), adems de las siete especificadas, sin duda se elige a siete a causa de su significado mstico, en expresin de totalidad y universalidad. Las palabras que estn en Asia son rechazadas por los manuscrtos ms antiguos, A, B, C, Cipriano, Vulgata y Siraca; la Cptica sola de las autoridades antiguas sostiene la leccin. Estas siete son iglesias representativas; y, como un todo complejo, encarnan las principales caractersticas espirituales de la Iglesia, ya sea fiel, ya infiel, en todas las edades. Las iglesias elegidas no lo fueron de casualidad, pero tienen un complemento multilateral. Por una parte, tenemos a Esmirna, iglesia expuesta a persecuciones de muerte; por otra, la Sardis, que tiene un nombre de vida espiritual, estando muerta. Otra vez, Laodicea, rica y sin necesidad de nada en su propia opinin, con amplios talentos, pero tibia en la causa de Cristo: mientras que Filadelfia, con poquita fuerza, guardando empero la palabra de Cristo y teniendo delante una puerta de servicio provechoso abierta por Cristo mismo. Otra vez, Efeso, intolerante de la maldad y de los falsos apstoles. pero con su primer amor perdido; de la otra mano, Tiatira, que abunda en amor, servicio y fe, permitiendo con todo que la falsa profetisa seduzca a muchos. En otro aspecto. Efeso en conflicto con la falsa libertad. eso es, la concupiscencia carnal (los nicolatas): as tambin Prgamo en conflicto con los tentadores cual Balaam a la fornicacin y las comidas idlatras: por otra parte, Filadelfia. en conflicto con la sinagoga judaica, vale decir, con la servidumbre legalista. Finalmente, Sardis y Laodicea sin activa oposicion alguna que provoque sus energias espirituales; una posicin pelgrosa, si se considera la indolencia natural del hombre. En el plan de interpretacin histrica, que nos parece fantstica, Efeso (que significa amada o deseada [Stier], representa el periodo decadente de la edad apostlica. Esmirna (mirra), padecimiento amargo, pero perfume dulce y costoso, el periodo de martirio bajo Deciano y Diocleciano. Prgamo (Castillo o torre), la iglesia que posee poder terrenal pero tiene espiritualidad menguante del tiempo de Constantino hasta el siglo siete. Tiatira (incansable en sacrificios), la Iglesia Papal de la primer mitad de la Edad Media; como Jezabel, entusiasta respecto al as llamado sacrificio de la misa, y degollando a los profetas y testigos de Dios. Sardis, desde el fin del siglo doce hasta la Reforma. Filadelfia (amor fraternal), el primer siglo de la Reforma. Laodicea, la Iglesia Reformada despus que su primer celo se hubo enfriado. 12. ver la vozes decir, para saber de dnde la voz vena; para ver de quin era la voz. QUEGriego, qu suerte de voz la que La voz es la de Dios el Padre, como en el bautismo y transfiguracin, as aqu para presentar a Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. siete candelerosEl mueble que sostena las lmparas. En Exodo 25:31, 32, los siete se unen en UNO; es decir, los seis brazos y una vara, o fuste, central; as Zacaras 4:2, 11. Aqu los siete son candeleros separados, y tipifican, como aqul, la Iglesia entera, pero ya no como la Igiesia Judaica (que se representaba por un solo candelero sptuplo) limitada a una unidad exterior y a un solo lugar; las siete iglesias son mutuamente independientes cuanto a ceremonias y gobierno externos (siempre que todas las cosas sean hechas para edificacin y se eviten los cismas y separaciones innecesarios), pero son una en la unidad del Espritu y en Cristo la Cabeza. El candelero no es la luz, sino que mantiene la luz, presentndola para que brille en derredor. La luz es del Seor, no de la Iglesia; de l la recibe ella. Ella ha de ser la portadora de la gloria de l. El candelero estaba puesto en el santuario, tipo de la Iglesia en la tierra, como el lugar santsimo era el tipo de la Iglesia en el cielo. La nica luz del lugar santo (santuario) se derivaba del candelero, estando excluda la luz del da; as el Seor Dios es la nica luz de la Iglesia; la de ella es la luz de la gracia, no de la naturaleza. De oro simboliza a la vez la mayor preciosura y santidad; del mismo modo, en el Zenda Vesta de oro es sinnimo de celestial o divino. [Trench.] 13. Su forma humana glorificada pudo ser reconocida por Juan, quien le haba visto en la transfiguracin. en medio deque denota la presencia continua y la actividad incesante de Cristo en medio de su pueblo en la tierra. En el cap. 4, cuando aparece en el cielo, su insignia sufre una correspondiente alteracin: con todo, aun all, el arco iris nos recuerda su pacto perpetuo con ellos. sieteomitido en dos de los manuscritos ms antiguos: aparece en uno. Hijo del hombreLa forma que Juan haba visto sufriendo la agona de Getseman y la ignominia y angustia del Calvario, ahora la ve glorificada Su gloria (como Hijo de hombre. no solamente como Hijo de Dios) es el resultado de su humillacin como Hijo de hombre. hasta los piesMarca de alto rango. Su vestimenta y cinta de oro parece que son emblemas de [PAG. 767] su sacerdocio. Vase Exodo 28:2, 4, 31, Version de los Setenta. El manto y cinturn de Aarn eran para gloria y hermosura, y combinaron la insignia de alteza real y de sacerdocio, las caractersticas del sacerdocio antitipico de Cristo, segn el orden de Melquisedec. Este sacerdocio lo est ejerciendo desde su ascensin; y por tanto, lleva sus emblemas aqu. El que est l en medio de los candeleros (vistos slo en el templo), demuestra que es como Rey sacerdote que est as vestido. Como Aarn llevaba estas insignias cuando sana del santuario para bendecir al pueblo (Levtico 16:4, 23, 24, el chetoneth, la tnica santa de lino), as cuando Cristo vuelva otra vez, aparecer en ropaje similar de hermosura y gloria (Isaas 4:2). Los ngeles se visten en parte como su Seor (15:6). El cinturn ordinario para uno ocupado activamente rodeaba los lomos; pero Josefo, Antigedades, 3., 7. 2, nos 12. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES dice expresamente que los sacerdotes levticos se cean ms arriba, por los pechos, propiamente para movimiento calmoso, majestuoso. El cinto, afirmando todo el armazn, simboliza las fuerzas reunidas. La justicia y la fidelidad son el cinto de Cristo. El cinto del sumo sacerdote era slo entretejido de oro; pero el de Cristo es todo de oro; ei antitipo sobrepuja al tipo. 14. como la lanaEl color es el punto de comparacin; significa la pureza, y la gloria. (As en Isaas 1:18.) ojos como llamatodo escudriadores y penetrantes como el fuego; al mismo tiempo, tambin, expresando la indignacin consumidora contra el pecado, especialmente en su venida, en llama de fuego, vengndose de todos los impos, lo que se confirma respecto del sentido aqu, por Apocalipsis 19:11, 12. 15. latn finoGriego, chalcolibanos, derivada segn algunos de dos palabras, bronce y mirra: segn Bochart, del Griego chalcos, bronce, y el hebreo libbeen, emblanquecer; entonces, bronce que en el horno se torna blanco por el calor. As corresponde a bronce muy bruido, de Ezequiel 1:7; y Apocalipsis 10:1, sus pies como columnas de fuego. Tradzcase incandescentes, hechos candentes en horno. Con los pies descalzos Servan los sacerdotes en el santuario. voz como muchas aguasEzequiel 43:2; en Daniel 10:6, es como la voz de una multitud. Como la voz del novio, as la de la novia, 14:2; 19:6; Ezequiel 1:24, los querubines, o la creacin redimida. Su voz, sin embargo, se considera aqu en su terror para sus enemigos. Vase en contraste Cantares 2:8; 5:2, con 3:20. 16. tenaGriego, teniendo < Juan resume la descripcin de tiempo en tiempo, irrespectivamente de la construccin gramatical, a plumadas separadas. [Alford.] en su diestra, etc.(1:20; 2:1; 3:1.) Las tiene con una corona de gloria adornada de estrellas. o diademas reales, en la diestra; as Isa. 62:3. El las posee y las sostiene. de su boca salaNo manejada, por la mano. Su palabra es omnipotente en ejecutar su voluntad en castigo de los pecadores. Es la espada del Espritu suyo. La reprensin y el castigo, ms bien que su poder de convertir y ganar, es el punto prominente aqu. Sin embargo, como anima a las iglesias tanto como las amonesta, aquella cualidad de la Palabra no se excluve. Sus dos filos (delantero y trasero) pueden aludir a su doble eficacia, de condenar a unos. de convertir a otros. Tertuliano. adv. Jud., los aplica al Antiguo y Nuevo Testamento. Ricardo de San Vctor, El Antiguo Testamento, que externamente corta nuestros pecados carnales, el Nuevo Testamento internamente, los espirituales. espadaGriego, Romphaia, la espada tracia ancha, larga y pesada: seis veces en el Apocalipsis, una sola otra vez en el Nuevo Testamento, a saber, Lucas 2:35. sol en su fuerzasol de medioda, sin nubes. As resplandecern los justos, reflejando la imagen del Sol de justicia. Trench observa que esta descripcin, sublime como un concepto puramente mental, sera intolerable si le disemos forma externa. Con los griegos, el gusto esttico era la primera consideracin, a la que todas las dems deban ceder. Con los hebreos, la verdad, y la plena representacin de la realidad religiosa eran la consderacin importante, siendo diseada dicha representacin no para ser encarnada externamente, sino para seguir siendo un concepto puramente mental. Este ensalzamiento de la esencia por encima de la forma seala la profunda sinceridad religiosa de ellos. 17. Tan cado est el hombre que la manifestacin por Dios de su gloriosa presencia lo abruma. puso su diestra sobre mLo mismo hizo ei Seor Jess en la transfiguracin a los tres discpulos postrados, de los que Juan era uno, diciendo, No tengis miedo. El toque de su mano, como de antiguo, imparti fuerza. dicindomeEl pronombre me omitido en los manuscritos ms antiguos. el primero y el ltimo(Isaas 41:4; 44:6; 48:12). Desde la eternidad, y durando hasta la eternidad: el Primero por la creacin, el Ultimo por la retribucin; el Primero, porque antes de m no hubo Dios formado: el Ultimo, porque despus de m no habr otro; el Primero, porque de m son todas las cosas; el Ultimo, porque a m todas las cosas volvern. [Ricardo de San Victor.] 18. Tradzcase el griego, Y el viviente: conectada sta con la frase anterior (1:17). he sidoGriego, y (con todo) se me di la muerte (morir) vivoGriego, estoy viviendo hasta los siglos de los siglos: no meramente yo vivo; sino tengo vida, y soy la fuente de la vida para mi pueblo. A l le pertenece el ser absoluto, en contraste con el ser relativo de la criatura; otros pueden participar de ella; l solo tiene la inmortalidad: siendo inmortal en esencia, no meramente por la participacin. [Teodoreto en Trench.] Un manuscrito de los ms antiguos dice con nuestra versin Amn. Otros dos y la mayora de las versiones antiguas la omiten. Habiendo pasado por la muerte como uno de nosotros, y viviendo ahora en la infinita plenitud de la vida, asegura a su pueblo, puesto que por l la muerte es la puerta de la resurreccin a la vida eterna. llaves del infiernoGriego, Hades: Hebreo, Sheol. Infierno en el sentido del lugar de tormento, es vocablo diferente en el griego, a saber. gehenna. Puedo librar del mundo invisible de espritus y de la MUERTE a los que quiero. Los manuscritos ms antiguos dicen por transposicin, muerte y hades. o infierno. Es la muerte (que entr por el pecado, despojando al hombre de su primogenitura de la inmortalidad, Romanos 5:12) quien puebla al Hades, y por tanto debe estar primero en orden. Llaves son emblemas de autoridad, las que abren y cierran a voluntad las puertas del Hades (Salmo 9:13, 14; Isaas 38:10; Mateo 16:18). 19. Los manuscritos ms antiguos dicen, Escribe pues (por cuanto yo, el Primero y el Ultimo. tengo las llaves de la muerte, y te concedo esta visin para el consuelo y amonestacin de la Iglesia). las cosas que sonLas cosas que has visto son aquellas relatadas en este [PAG. 768] captulo (1:11). Las que son denota el presente estado de cosas en las iglesias cuando Juan escriba, representadas en Caps. 2 y 3. Las cosas que han de ser despus de stas, las cosas simblicamente representadas tocante a la hstoria futura de Caps. 422. Alford traduce, Las cosas que significan; pero la anttess de la frase siguiente prohibe esto, las cosas que han de ser (no significar) 13. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES despus de stas; Griego, que estn por acontecer. El verbo en plural son, en vez de la construccin griega comun del singular de cosas, se debe a que las iglesias y personas estn comprendidas en las cosas que son. 20. en mi diestraGriego, sobre mi diestra. el misterio candelerosen aposicin y en explicacin de las cosas que has visto, construdas con escribe. Misterio sgnifica la verdad escondida, velada bajo este simbolismo, y ahora revelada; su correlativo es revelacin. Estrellas smbolizan el seoro (Nmeros 24:17; cf. Daniel 12:3, de los enseadores fieles; 8:10; 12:4; Judas 13). ngelesNo como Alford, sacado de Orgenes, homila 13 sobre Lucas, y 20 sobre Nmeros, los ngeles guardadores de las iglesas, as como los individuos los tienen. Pues cmo se podra reprochar a los ngeles celestiales las delincuencias de que aqu se acusa a estos ngeles? Entonces, si se significa ngel humano (como la analoga del Antiguo Testamento favorece, Hageo 1:13, el envado [Mensajero] < mandado de Jehov; Malaquas 2:7; 3:1), el obspo, o pastor superintendente, debe ser el ngel (mensajero). Pues mientras que haba muchos presbteros en cada una de las iglesias grandes (como Efeso, Esmirna, etc.), no haba sino un solo ngel, al cual, adems, el Pastor Principal y Obispo de las almas responsabiliza por el estado espiritual de la iglesia a su cargo. El trmno ngel, que indica un oficio, de conformidad con el simbolismo enigmtico de este libro, se transfiere de los ministros celestiales a los terrenales superiores de Jehov; lo que les debe recordar que ellos, como los ngeles del cielo arriba, deben cumplir la misin de Dios aqu abajo con celo, prontitud y eficiencia. Sea hecha tu voluntad como en el cielo, as tambin en la tierra.CAPITULO 2 LAS EPISTOLAS A EFESO, ESMIRNA, PERGAMO, TIATIRA. Cada una de las siete epstolas de los Caps. 2. y 3., comienza con, Yo s tus obras. Cada una contiene una promesa de Cristo, al que vence. Cada una termna con, El que tiene odos, oiga lo que el Espritu dice a las iglesias. El ttulo de nuestro Seor corresponde en cada caso a la naturaleza del mensaje, y se saca mayormente de la imagen, o simbolismo de la visin del captulo uno. Cada carta tiene una amenaza o una promesa, y las ms tienen ambas. Su orden parece ser eclesistico, civil, y geogrfico: Efeso la primera, por ser la metrpoli asitica (llamada la luz de Asia, y la primera cudad de Asia), la ms cercana a Patmos, donde Juan recibi la Epstola a las siete iglesias, y tambin por ser ella la iglesia ms intimamente ascciada con Juan; en segundo orden las iglesias de la costa occidental de Asia; luego las del interior. Esmrna y Filadelfia solas reciben pura alabanza Sardis y Laodicea reciben casi exclusivamente censura. En Efeso, Prgamo y Tiatra, hay cosas que alabar y cosas que condenar, preponderando este segundo elemento en un caso (Efeso), y el anterior en los otros dos (Prgamo y Tiatira). As las principales caractersticas de los diferentes estados de las diversas glesias, de todos los tiempos y lugares, estn exhibidas y conformemente alabadas o amonestadas. 1. Efesofamosa por el templo de Diana, una de las siete maravillas del mundo. Por tres aos trabaj Pablo all. Subsecuentemente orden a Timoteo sobrevedor u obispo en la misma; probablemente su cargo era de naturaleza temporaria. San Juan, hacia fines de su vida, la hizo el centro de sus actividades en la provincia. El que tieneGriego, tiene firmes, como en 2:25; 3:11; vase Juan 10:28, 29. El ttulo de Crsto aqu como el que tiene asidas las siete estrellas (de 1:16, donde reza tiene, en vez de tiene asidas), el cual anda en medio de los siete candeleros, concuerda con el principio de su carta a las siete iglesias en representacin de la Iglesia universal. Andar expresa su actividad incansable en la Iglesia, guardndola de males internos y externos, como el sumo sacerdote se mueve de ac para all en el santuario. 2. Yo s tus obras expresando su omniscencia. No meramente tus profesiones, deseos, bucnas resoluciones (14:13, fin). tu trabajo Dos de los manuscritos ms antiguos omten tu; el griego siginfica labor fatigosa. pacienciasoportar perseverantemente. sufrirLos hombres malos eran una carga que la Iglesia de Efeso juzgaba intolerable. Hemos de llevar (el mismo griego, Glatas 6:2) las cargas mutuas, en el caso de hermanos dbiles; pero no llevar a hermanos falsos. has probadopor la experiencia, no por el examen como en 1 Juan 4:1 (otro verbo en el griego). Las iglesias apostlicas tenan el don milagroso de discernir los espritus. Vase Hechos 20:2830, donde Pablo con presciencia advierte a los ancianos efesios la venida de falsos doctores, como tambin cuando escrbi a Timoteo cuando ste estaba en Efeso. Tertuliano, De Bapt., 17, y Jernimo, en Catal. Vir. Illus, in Lucca 7, dicen de Juan, que cuando un escrito que pretenda ser la historia cannica de los hechos de Pablo, haba sido compuesta por un presbtero de Efeso, Juan censur al autor y conden la obra. En una ocasin se neg a posar bajo el mismo techo con Cerinto el hereje. se dicen ser apstolesprobablemente judaizantes. Ignacio, Ad Ephesum 6, dice subsecuentemente, Onsimo alaba mucho vuestra buena disciplina, que no queda hereja entre vosotros; y 9, No permitisteis a los que tienen malas doctrinas sembrar sus semillas entre vosotros, sino que os tapasteis los odos. 3. sufrido pacienciaLos manuscrtos ms antiguos transponen las frases y leen, paciencia y < sufrido. Has sufrido (llevado) mi reproche, mas no puedes sufrir los malos (2:2). desfallecidoDos de los manuscritos ms antiguos omiten: y no has desfallecido. 4. contra tiCun caracterstico de nuestro Seor de gracia que dice primero tado lo que puede aprobar, y slo despus observa las imperfecciones! has dejado tu primer amortu amor a Cristo. Vase 1 Timoteo 14. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES 5:12, falseado la primera fe no guardaron la primera fe. Vase Efesios 1:15. vuestra fe < amor. Esta Epstola fu escrita en el reinado de Domiciano, treinta aos despus de la redaccin de la Epstola de Pablo a los Efesos. Su ferviente amor haba dado lugar a una ortodoxia estril Comp. la fe sin amor, 1 Corintios 13:2. 5. de dndede cun grande altura haz las primeras obraslas obras que manaban de tu primer [PAG. 769] amor. No meramente siente tus primeros sentimientos, sino haz las obras que surgen del mismo principio como antes, de la fe que obra en amor. prestoOmitida en dos manuscritos ms antiguos, Vulgata y Coptica; consta en un manuscrito antiguo, vendr Griego, vengo, en juicio especial contra ti. quitar lugarRemover la Iglesia desde Efeso, y la llevar a otra parte. Es la mudanza del candelero, no su extincion, con lo que se amonesta; juicio para algunos, pero dicho juicio es la ocasin de misericordia para otros. As ha sido. La sede de la Iglesia se ha cambiado, pero la Iglesia misma sobrevive. Lo que el Oriente ha perdido, el Occidente ha ganado. Uno que hace poco visit a Efeso, no encontr ms que tres cristianos all, y stos eran tan ignorantes que apenas hubieron odo jams los nombres de Pablo y Juan, [Trench.] 6. MasCon cunto amor, despus de la necesaria censura, vuelve a alabar para nuestro consuelo, y como ejemplo para nosotros, para que cuando reprochemos, tengamos ms placer en alabar que en censurar. aborreces los hechosDebemos aborrecer los hechos malos de los hombres, no a los hombres msmos. NicolatasIreneo, Haereses 1, 26. 3; y Tertuliano, Praescriptione Haereticorum 46, los tienen por los seguidores de Nicols, uno de los siete (mencionados honorablemente en Hechos 6:3, 5), Confundieron evidentemente (Clemente Alejandrino, Stromata 2. 20; 3.4; y Epifanio, Haereses 25) a los nicolatas gnsticos posteriores, o los seguidores de un tal Nicols, con los del Apocalipsis. Es probable el parecer de Michaelis: Nicolaos (vencedor de pueblo) es la versin griega de Balaam, del hebreo Belang Am, destructor del pueblo. El Apocalipsis abunda en tales nombres hebreos y griegos duplicados: como Apollyon y Abaddon; Diablo, Satans: S (Griego, Nai), Amn. Este nombre, como otros nombres, Egipto, Babilonia, Sodoma, es smblico, Vase vv. 14, 15, que dan el verdadero sentido de nicolatas: no son una secta, sino cristianos profesados que, como Balaam de antiguo, trataron de introducir en la Iglesia una falsa libertad, es decir, la licencia; sta fu una reaccin radical en sentido contrario del judasmo, el primer peligro que amenaz a la Iglesa, combatido que fue en el concilio de Jerusaln y por Pablo en la Epstola a los Glatas. Estos nicolatas, o seguidores de Balaam, abusaban de la doctrina paulina de la salvacin por la gracia de Dios, convirtindola en una invitacin a la lascivia (2 Pedro 2:15, 16 19; Judas 4, 11; los cuales dos describen la misma suerte de seductores como discpulos de Balaam). La dificultad, de que stos se tomaran un nombre estigmatizado en la Escritura con la infamia, la salva Trench, diciendo que los gnsticos antinominianos fueron tan contrarios a Juan como apstol judaizante que se asumieron por nombre del mayor honor uno que Juan estampara con la ignominia. 7. El que tiene odosEsta frase precede la promesa en las primeras tres cartas, y le sigue en las otras cuatro. De modo que las promesas estn cercadas por ambos lados por el precepto que urge la mayor atencin como a las verdades ms importantes. Todo hombre tiene odo natural, mas slo aquel puede or espiritualmente a quien Dios le ha dado odo para or, cuyo odo Dios ha destapado. Comp. La fe, los odos del alma. [Clemente de Alejandra.] el Espritu diceLo que Cristo dice, el Espritu dice: una pues son la Segunda y Tercera Personas. a las iglesiasno meramente a las particulares, sino tambin a la Universal. dar rbol de la vidaLa cosa prometida corresponde al carcter de la fidelidad manifestada. Los que se guardan de las indulgencias nicolatas (2:6) y de cosas sacrificadas a dolos (vv. 14, 15), comern comida infinitamente mejor, a saber, del fruto del rbol de la vida, y del man esconddo (2:17). venciereEn el Evangelio de Juan (16:33) y la Primera Epstola (2:13, 14; 5:4, 5) sigue al verbo un complemento, a saber, al mundo, al inicuo. Aqui, donde se trata del resultado final, el vencedor se especifica en sentido absoluto. Pablo usa una figura similar, 1 Corintios 9:24, 25; 2 Timoteo 2:5; pero no la misma como la frase de Juan, salvo en Romanos 12:21. daryo como Juez. El rbol de la vida, perdido por la cada del hombre, est restaurado por el Redentor. Alusiones a l ocurren en Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; 15:4, y profticamente, 22:2, 14; Ezequiel 47:12; con Juan 6:51. Es interesante notar cun ntimamente estas palabras iniciales estn ligadas con el cuerpo del libro. Por ejemplo, el rbol de la vida aqu con el 22:1; la liberacin de la segunda muerte (2:11), con el 20:14; 21:8; el nuevo nombre (2:17) con el 14:1; poder sobre las naciones con el 20:4, la estrella de la maana (2:28) con el 22:16; el ropaje blanco (3:5) con el 4:4; 16:15; el nombre en el libro de la vida (3:5) con el 13:8; 20:15; la nueva Jerusaln y su ciudadana (3:12) con el 21:10. en medio del parasoLos manuscritos ms antiguos omiten medio del. En Gnesis 2:9 estas palabras son pertinentes, porque haba otros rboles en el huerto, pero no en el medio de l. Aqu el rbol de la vida est sencillamente en el paraso, pues no se menciona otro rbol en l: en el 22:2 el rbol de la vida est en medio de la plaza de Jerusaln; lo que motiv la insercin de la frase. Paraso (vocablo prsico, o s no, semtico) originalmente se usaba para mentar cualquier jardn de deleite; luego en especial del Edn; despus de la morada temporaria de las almas separadas, ea la bienaventuranza; y por fin, del Paraso de Dios, el tercer cielo, la inmediata presencia de Dios. de Dios(Ezequiel 28:13.) Uno de los manuscritos ms antiguos, Vulgata, Siraca y Cptica leen mi Dios como en el 3:12. Cristo as llama a Dios mi Dios y vuestro Dios (Juan 20:17; con Efesios 1:17). Dios es nuestro Dios, en virtud de ser peculiarmente el Dios de Cristo. La dicha especial del Paraso consiste en que es el Paraso de Dios; Dios mismo morando all (21:3). 8. Smirnaen Jonia un poco al norte de Efeso. Policarpo, 15. Falconeris.blogspot.com - LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES martirizado en el ao 168, ochenta y cinco aos despus de su conversin, era obispo, y probablemente es el ngel de la Iglesia de Esmirna aqu nombrado. Las alusiones a persecuciones y a la fidelidad concuerdan con este parecer. Ignacio Martyrium Ignatiu 3), en viaje para su martirio en Roma, escribi a Policarpo entonces (ao 108) obispo de Esmirna: si su obispado comenzara dez o doce aos antes, las fechas armonizaran. Tertuliano, Praescriptione Haereticorum, 32, e Ireneo, quien haba conversado con Policarpo de joven, nos dicen que Policarpo fu consagrado obispo de Esmirna por Juan. El primero y viviLos atributos de Cristo que ms que otra cosa debieron consolar a la Iglesa de Esmirna en sus persecuciones; palabras resumidas del 1:17, 18. Como la muerte no fu para l sino la puerta a la vida eterna, as ha de ser para ellos [PAG. 770] (2:10, 11). 9. tus obras yomitidas en dos manuscritos mas antiguos, Vulgata y Coptica. Apoyadas por un manuscrito antiguo. tribulaciondebida a la persecucion. pobreza debida al despojo de sus bienes. pero t eres ricoen la gracia. Comp. contraste de Laodicea, rica a los ojos propios y del mundo, pobre delante de Dios. Hay ricos pobres, y pobres ricos, delante de Dios. [Trench.] blasfemiala calumnia blasfema de ti de parte de los: que se dicen ser Judosjudos por descendencia nacional, pero no espiritualmente de la verdadera crcuncision. Los judos blasfemaban a Cristo, tildndole de el ahorcado. Como en otras partes, en Esmirna se opusieron acremente al cristianismo; y en el martirio de Policarpo se unieron con los paganos en el clamoreo para que fuese echado a los leones; y habiendo obstculo a ello, demandaron que fuese quemado vivo; y con sus propias manos llevaron lea para la hoguera. sinagoga de SatansLa nica vez que se emplea el trmino sinagoga en el Nuevo Testamento por la asamblea cristiana, y eso por el apstol que por ms tiempo mantena la unin de la Iglesia y la Sinagoga Judaica. Conforme los judos se oponan ms y ms al cristianismo, y ste se arraigaba ms y ms en el mundo gentil, el trmino sinagoga se dejaba del todo para aqullos, y los cristianos se apropiaron exclusivamente del honorable trmino de iglesia; contrstese un tiempo ms primitivo cuando la teocracia judaica es llamada la Iglesia en el desierto. Vase Nmeros 16:3; 20:4, congregacin del Seor. Aun en Santiago 2:2, es vuestra asamblea (sinagoga; no de Dios). Los judos, que podran haber sido la Iglesia de Dios, ya por su oposicin e incredulidad, haban llegado a ser la sinagoga de Satans. As el trono de Satans (2:13) representa la oposicin pagana al cristianismo; las profundidades de Satans (2:24), la oposicin de los herejes. 10. No tengas temorEl Capitn de nuestra salvacin no les guarda escondidas las cosas que sus fieles testigos pueden tener que sufrir por su nombre; nunca trata de ganar adherentes con la promesa de que haya de encontrar todo fcil y placentero all. *Trench.] el diabloel acusador. El obr, por medio de los acusadores judos, contra Cristo y contra su pueblo. El conflicto de estos no era con mera carne y sangre, sino con los prncipes de las tinieblas de este mundo. probadoscon la tentacin por el diablo. El mismo acontecimiento es tanto una tentacin de parte del diablo como una prueba de Dioszarandeando Dios al hombre para separar el tamo del trigo; el diablo, en la esperanza de no hallar en l nada ms que tamo [Trench]. diez dasNo las diez persecuciones desde Nern hasta Diocleciano. Lvra explica los diez aos con el principie de ao por dia. La brevedad de la persecucin es evidentemente la base del consuelo El plazo de la prueba ser corto. la duracin de vuestro gozo ser eterna. Vase el uso de diez das por un tiempo breve. Gnesis 24:55; Nmeros 11:19. Diez es el nmero de los poderes mundiales hostiles a la Iglesia: vase los diez cuernos de la bestia (13:1). corona de la vidaSantiago 1:12; 2 Timoteo 4:8, corona de justicia; 1 Pedro 5:4, corona de gloria. La corona es la quirnalda, emblema del vencedor, o de uno que se regocija, o de fiesta, pero diadema es la ensea de un rey. 11. no recibir daoEl griego es doblemente enftico: de ninguna manera es posible que reciba dao. la muerte segundael lago de fuego. La muerte en vida de los perdidos, como contrastada con la vida en muerte de los salvos. [Trench.] La frase la segunda muerte es peculiar del Apocalipsis. Que importa esta primera muerte, que tarde o temprano debe tocarnos a todos, si nos escapamos de la segunda muerte? Parece que los que mueren aquella muerte sufrirn dao, dolor, por ella; pero, si fuese la aniquilacin y as la terminacin de los tormentos, no seria dao alguno, sino ms bien beneficio para ellos. Pero los tormentos vivientes son la segunda muerte. [Pearson.] La vida de los condenados es muerte. [Agustn.] Esmirna (significa mirra) di su dulce perfume, magullada aun hasta la muerte. La mirra se usaba para embalsamar a los cadveres (Juan 19:39); era ingrediente del aceite santo de la uncin (Exodo 30:23); un perfume del novio celestial (Salmo 45:8), y de la esposa (Cantares 3:6). La tribulacin, como la mirra, es amarga para el presente, pero salutfera; preservando a los elegidos de la corrupcin, y sazonndolos para la inmortalidad, y da amplio campo para el ejercicio de las fragantes virtudes cristianas. [Vitringa.] Las palabras nobles de Policarpo dichas a sus jueces paganos que deseaban que abjurase, son bien conocidas: Ochenta y seis aos ha que sirvo al Seor, y nunca me ha hecho mal alguno; cmo pues puedo blasfemar a mi Rey y Salvador? La fidelidad de Esmirna fue recompensada con no haberle sido quitado su candelero de su lugar (2:5); el cristianismo no fu del todo desarraigado; por tanto es llamada por los turcos la incrdula Esmirna. 12. PrgamoPergamus (prefiere Trench a Pergamum), sobre el ro Caico. Fu capital del reino de Atalo Segundo, legado por l a los romanos en el ao 133 antes de Cristo. Famosa por su biblioteca, fundada por Eumeno II (197159), y destruda por el califa Omar. El pergamino (charta pergamena) fu descubierto all para hacer libros. Tambin, famosa por el magnfico templo de Esculapio, el dos de la salud. [Tcito, Anales, 3. 63.] el que tiene la 16. Falconeris.blogspot.com- LA GLORIA DEL DIOS 3 VECES SANTO: EPISTOLAS UNIVERSALES espada aguda de dos filosFrase apropiada al doble propsito de esta carta, un poder escudriador para redargir y convertir a algunos (2:13, 17), y para redargir y condenar a castigo a otros (2:1416; con nota, 1:16). 13. tus obras Dos manuscritos antiguos omiten estas palabras, uno las tiene. la silla de Satansms bien trono, como este vocablo griego se traduce en todo el Apocalipsis. Satans, en impa mmica del trono de Dios en el cielo, levanta su trono terrenal (4:2). Esculapio era adorado all bajo la forma de serpiente; y Satans, la antigua serpiente, como instigador (2:10) de los fantcos devotos de Esculapio y, por medio de ellos, del supremo magistrado de Prgamo, persigui a uno del pueblo de Dios (Antipas) aun a muerte. De modo que esta carta es un prefacio anticipante de 12:117; Ntese trono < dragn < guerra contra la simiente de la mujer. 12:5, 9, 17. aun en los dasDos manuscritos antiguos omiten aun, otros dos lo retienen, Antipas es otra forma de Antipater (o Antpatro). Simen Metafrases tiene una leyenda, ignorada por los primeros padres, de que Antipas, en el reino de Domiciano, fu encerrado dentro de un becerro de bronce candente. y termin su vida en hacimiento de gracias y oracin. Hengstenberg hace que el nombre, como otros nombres apocalpticos, tenga un sentido simblico [PAG. 771] de uno que se antepone a todo por amor de Cristo. 14. pocasencomparacion con las muchas seales de fidelidad. doctrina de Balaamlo que ense a Balac. Vase consejo de Balaam, Numeros 31:16. Bengel traduce, ense (a los moabitas) para (agradar a) Balac. Pero aunque en Nmeros no se dice expresamente que enseara a Balac, tampoco se dice nada all inconsecuente con haberlo l hecho; y Josefo, Antigedades, 4. 6, 6., dice que lo hizo. escndalolit., la parte de la trampa donde se pona el cebo y que, cuando se tocaba, hacia que la trampa encerrase a la presa; significando luego cualquier enredo para el pie. [Trench.] comer de cosas sacrificadas a los dolos;prctica comn de los israelitas de antiguo y de los nicolatas del tiempo de Juan; no dice que ellos sacrificasen a los dolos, lo que fu peculiar de los israelitas. La tentacin de comer carne ofrecda a dolos era especialmente fuerte para los convertidos gentiles. Porque el no hacerlo significaba casi abstencin de las comidas sociales con los paganos vecinos. Porque tales carnes, una parte ofrecida ya en sacrificio, era casi seguro que se hallaran en la mesa del anfitrin; tal era as que carnear en el griego (thuein) significaba en un principio sacrificar. De ah surgi el decreto del Concilio de Jerusaln que prohiba comer tales carnes; subsecuentemente algunos de Corinto comieron, a sabiendas e inescrupulosamente de dichas carnes, so pretexto de que el dolo no era nada; otros innecesariamente se torturaban por escrpulos, por temor de comer de ellas sin saberlo, cuando compraban carne del mercado y coman en casa del vecino. Pablo trata el asunto en 1 Corintios cap. 8 y 10:2533 fornicacina menudo relacionada con la idolatra. 15. tEnftico. Como Balac y los moabitas de antiguo tenan a Balaam y sus seguidores literales, as t tambin tienes a los que tienen la misma doctrina balaamita o nicolata espiritual o simblicamente. El comer literalmente de carne idoltrica y la fornicacin en Prgamo eran acompaados por la idolatra y fornicacin espirituales. As explica Trench. Pero yo prefiero esto, T tambin, as como Efeso (de la misma manera que Efeso; vase abajo la leccin ms antigua), tienes < nicolatas, con esta importante distincin; Efeso, como Iglesia, los aborrece, y los echa, pero t los tienes, eso es, en la iglesia. doctrina Enseanza (Nota, 2:6): a saber, tentando al pueblo de Dios a la idolatra. lo cual yo aborrezcoEs un pecado no aborrecer lo que Dios aborrece. La iglesia efesia (2:6) tena este punto de superioridad sobre Prgamo. Pero los tres manuscritos ms antiguos. y Vulgata y Siraca, dicen del mismo modo, en vez de, lo cual yo aborrezco. 16. ArrepinteteLos tres manuscritos ms antiguos agregan pues. No slo a los nicolatas, sino tambin a toda la Iglesia de Prgamo se la exhorta a arrepentirse de no haber aborrecido las enseanzas y prcticas nicolatas. Vase en contraste, Pablo. en Hechos 20:26. vendrvengo. pelearGriego, har guerra: con los nicolatas en primer orden; pero inclusive tambin toda la Iglesia de Prgamo: vase Vendr a t. con la espada de mi bocaResumido de 1:16, pero con la alusin a la espada desenvainada, con la cual el ngel del Seor se enfrent con Balaam, cuando iba para maldecir a Israel: presagio de la espada por la cual l y los israelitas seducidos al fin cayeron. Los balaamitas espirituales del da de Juan han de ser heridos por la espada espiritual del Seor, la palabra o la vara de su boca. 17. a comerOmitidas de los tres manuscritos ms antiguos. del mana escondidola comida celestial de Israel, en contraste con las carnes idoltricas (2:14). Una olla de man estaba puesta en el lugar santo del templo delante del testimonio. Tal es la alusin aqui: probablemente tambien al discurso del Seor (Juan 6:3135). Tradzcase, el man que est escondido. Como el man escondido en el santuario era por poder divino conservado de la corrupcin, as Cristo en su cuerpo incorruptible ha entrado en los cielos, y est escondido all hasta el tiempo de su aparicin. Cristo mismo es el man escondido del mundo, mas revelado al creyente, que as ya tiene el gusto anticipado de su preciosura. Co