“Nos encontró en la calle de nuestros descuidos y nos tomó ... · humano y el ambiente natural...

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BAJAR A LA CALLE MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA | Nº 90, JUNIO DE 2016 “Nos encontró en la calle de nuestros descuidos y nos tomó para sentarnos a su Mesa”. NAZARIA IGNACIA

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“Nos encontró en la callede nuestros descuidos y nos tomó para sentarnos a su Mesa”.

nazaria ignacia

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Sumario

palabras del carisma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2editorial ........................................................................................................................ 3cuidar de la tierra, cuidar de los pobres .................................................... 3El carisma de nuestra congregación . . . . . . . . . . . . . . . . 4nuestra congregación en el mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6Noticias misioneras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

misioneras cruzadas de la iglesia nº 90, junio de 2016

EQUIPO DE REDaccIónÉlida cruz Flores.auxiliadora PérezPedro ciprián alejandra gonzálezmaría jesús de miguel.

aDmInIstRacIónconcepción Pérez, mci

cORREsPOnsalEssusana maría moreno (centro américa–cuba)Virginie Tchuindjang (África)lizbeth mercado (méxico-colombia).

EDItamisioneras cruzadas de la iglesiac/. madre nazaria, 3 - 28044-madridTel: 91 462 46 11 / 91-466-73-25e-mail: [email protected]

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PaLaBraS DEL CariSma

“SÉ MI CUERPO”

C elebrar la fiesta del Corpus Christi es hacer memo-ria de la entrega de Jesús en la última cena; ambas están íntimamente ligadas: Eucaristía, Acción de

Gracias, entrega total de Cristo al Padre y a toda la huma-nidad.

Bien entendió este misterio Nazaria Ignacia, pues el Se-ñor le hizo experimentar en cada Eucaristía, que esta es inseparable de la práctica diaria de entregarse a los demás, hasta dar la vida al estilo del Maestro.

En su primera comunión oyó que el Señor le decía: “Tú, Nazaria, sígueme” y ella contestó: “Te seguiré lo más cerca que pueda una humana criatura”. “Entendió”… que la iden-tificación con Cristo está vinculada a la praxis evangélica.

En el año 1937, en la fiesta del Corpus, el Señor le dijo “Sé mi Cuerpo” y Nazaria escribe: “Sentí grandes deseos de explicar este misterio de amor a los hombres. ¡Si pudiéra-mos nosotras llegar a ser Cuerpo de Cristo!...”.

Ya en su madurez, un día de Jueves Santo, siguiendo el impulso que había sentido al comulgar… Nazaria celebró su Eucaristía explicándonos cómo el Señor quería que vi-viésemos en unidad, que fuésemos una, como Él lo era con su Padre. Y tomando en sus manos pan y una copa de vino, pronunció: “Tomad y comed, es mi Cuerpor”… ordenando que esa copa la guardasen en señal de esta mística alianza: con Cristo, la Iglesia y entre nosotras.

Esta fiesta nos compromete a compartir nuestro pan y a trabajar porque a nadie le falte el Pan de la Eucaristía y el pan de cada día. †

H. maría auxiliadora PÉrezmci.

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EDitoriaL

¡Todavía resuenan toques de campanas, alegrías de aleluya!

N uestra opción por los pobres no difiere del cui-dado de nuestro planeta,

forman una unidad ya que cuidando nuestro hábitat contribuimos a me-jorar las condiciones de vida, para todos, especialmente para aquellos que más sufren las consecuencias de la crisis ecológica.

El papa Francisco, nos dice en la encíclica Laudato Si’: “el ambiente humano y el ambiente natural se de-gradan juntos, y no podremos afron-tar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”.

Es urgente replantearnos nues-tro estilo de vida, es necesaria una

c o n v e r s i ó n ecológica, en justicia al daño causado a la crea-ción. Así está expresado nues-tro compromiso en el manifiesto del día de la tierra:

Con la conciencia de habitar juntos la casa común que Dios nos ha prestado, nos comprometemos a cuidar el mundo para evitar que sean siempre ellos, los pobres, los que más sufran las consecuencias dramáticas de su degradación.

Somos conscientes de que en este mundo en el que todo está co-nectado, es nuestra forma de vida, con nuestro consumo desmedido, la que les ha empobrecido.

Juntos nos adentraremos en el camino de la ecología integral, tra-bajando para combatir la pobreza, devolverles la dignidad a los empo-brecidos, y simultáneamente cuidar la naturaleza.

Nos unimos para proclamar jun-tos que el cuidado de la creación es compromiso de todos y que es ur-gente asumirlo como una opción prioritaria. †

C on la venida del Espíritu comienza un tiempo nue-vo para nosotros los creyentes. Hombres y mujeres que desde el año de la misericordia, hacen de lo

viejo, novedad; de lo antiguo, actualidad; del deseo, com-promiso.

Este tiempo nos llega con una eclosión de júbilo del

papa Francisco que nos invita a decir “Alabado seas mi Señor”. “Vivamos la alegría del evangelio”. “La alegría del amor”.

Pero el ahora de nuestro tiempo no parece un tiempo de alegría, es un ahora de contrastes, un ahora escabroso, injusto, en donde hemos hecho del mar un cementerio, de los horizontes murallas infranqueables. Donde las guerras, el terrorismo, los secuestros, la persecución de los cristia-

nos, los menores desaparecidos, las mujeres violadas… pa-rece que nos dejan hundidos, o indiferentes.

No podemos caer en estas dos tentaciones: indiferen-

cia y desolación. Desde la ciudad eterna nos llegan pala-bras nuevas, las letras siempre antiguas, tienen otra reso-nancia, se entrelazan con la armonía de la misericordia y la esperanza de que nuestra sociedad, la podemos recons-truir desde la alegría y el amor.

Vivamos con júbilo, en armonía con Dios y con nues-tros hermanos, con los de allá y con los de acá. Seamos re-conocidos por nuestra alegría, por nuestras manos abier-tas, por nuestro corazón universal. †

CUIdaR dE la TIERRa, CUIdaR dE lOS PObRES

Élida cruz Floresmci.

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EL CariSma DE nuEStra CongrEgaCión

aYER Y HOY dE UN CaRISMaBeata nazaria ignacia (1889 – 1943)

UN CArISMA qUEMANTE Y CrECIENTE

Todo carisma es don especial del Espíritu. No es “gracia barata”, sino preciosa y comprometida.

En el carisma hay un núcleo per-manente, pero se renueva y adapta a los signos de los tiempos.

El núcleo del carisma de Nazaria se enmarca en el dicho de Jesús: “He venido a traer fuego a la tierra, y cuán-to anhelo que esté ya ardiendo” (Lc 12, 49). En Nazaria hay pasión, hay anhe-lo e insatisfacción, hay muerte y resu-rrección. Pascua de fuego que arde y enamora.

Hay muchas referencias:Jeremías: “Un fuego abrasador,

que siento dentro de mis huesos, que no puedo contener y no puedo sofo-car” (Jr 20, 9).

Pablo: “¡Ay de mí si no evangeliza-ra!” (1 Co 9, 16).

Catalina de Siena, en quien se ins-pira. Ignacio de Loyola, que le da la fuerza y el vigor.

Un carisma está brotandoEn 1925, después de la imposición

de manos de tres obispos, ella escribe: “Sentí que el Espíritu Santo había des-cendido sobre mí, y que la obra estaba hecha. Una certeza, certísima, se apo-deró de mi alma. Me sentí con la fe y la confianza de un mártir.”

“¡qué ansias siento de trabajar por Cristo!, repetía. quiero lanzarme al mundo como una chispa del Corazón ardiente de Cristo. Sí, queremos que-dar abrasadas en la caridad, consumir-nos y consumir, quemarnos y quemar, abrasar el mundo con las llamas del corazón de Cristo”.

Un carisma en crecimiento (“Como un torrente en crecida”).

La persona se realiza, según E. Mounier creciendo hacia arriba –vo-cación–, hacia los lados –comunión– y hacia abajo –encarnación–, forman-do así una cruz viva

Nazaria, impulsada por el fuego del Espíritu, crece:

→ Hacia arriba, hasta alcanzar a Cristo, “Seguiré tus pisadas” (1914), hasta tocar a Dios, hasta quedar es-ponjada en la gracia del Espíritu San-to: Podía escribir: “Ya no vivo yo, sino Jesús en mí; me absorbe las potencias y sentidos” (1926).

“Si levantara unas cuartas más del suelo”; no importa la estatura cor-poral, lo que importa es el afán de crecer y superarse en su espíritu y su misión.

→ Hacia los lados, hacia los her-manos, en comunión con la Iglesia, hasta vivir en la Iglesia y por la Igle-sia. No quiere ser protagonista, siem-pre en comunidad. Por eso nace el nuevo Instituto misionero: “Un solo Dios, una sola humanidad, creada por Dios. Dios es el Padre. Los hom-bres somos hermanos” (1930). “Por tu amor seré madre de almas”.

“El día del Corpus entendí cómo debíamos comer de un solo pan y de un solo cáliz; cómo en la unidad esta-ba la Trinidad. La unidad del espíritu significaba la diversidad de las obras que tiene el Instituto”. Y la unión con Dios pasa necesariamente por ese lu-gar teológico que son los pobres.

→ Hacia abajo, hacia los más pe-queños y los más pobres, hacia los más incultos, oprimidos y deshereda-dos de la tierra. Su gran lema: “Bajar a la calle”.

raFael PrieTosacerdote

de la diócesis de Plasencia

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EL AYEr DEL CArISMA qUEMANTE Y CrECIENTE

AnteayerPodríamos hablar de un anteayer

cuando, siendo niña, no se conforma con ser buena, quiere ser santa (1896), quiere superar sus propios límites, con la gracia de Dios. quiere “imitar lo más perfecto que he visto”. “Mi Jesús, te conocí, y desde entonces te amé”. Y en 1898, a los nueve años, el día de su Primera Comunión, responde a Jesús que le decía: “Nazaria, tú sígueme”; “Te seguiré, Señor, lo más cerca que pueda una humana criatura”.

AyerEn 1925 los signos de los tiempos

soplaban comprometidos, apostólicos y victoriosos. Nazaria se siente ungida por el Espíritu y enviada; misionera a trabajar por Cristo y por su Iglesia, con vocación de martirio.

Pero no solo ella, quiere “formar un regimiento de almas apostólicas que luchasen por la Santa Iglesia, al lado del Papa y de los Obispos”. Sueña la cruzada pontificia, para defender y extender el reino de Dios.

En este año 1925 se celebra el de-cimosexto aniversario del primer concilio ecuménico, el de Nicea. Pío XI proclama un Jubileo, Año Santo, que supuso un año de peregrinación a roma y de veneración al Papa. Publica una encíclica significativa. Se institu-ye “quas primas”, la fiesta litúrgica de Cristo rey, rey de los corazones y de las naciones, de los pueblos y de los Estados.

Nunca habrá paz entre los pueblos, “mientras los individuos y las naciones rehúsen reconocer y proclamar la so-beranía de nuestro Salvador” Cristo rey; y el Papa, su representante, con la triple corona, dotado del poder es-piritual y temporal. Es la Iglesia de cristiandad.

En este año de 1926, de este reino de Cristo, Nazaria quiere ser abande-rada. A esta Iglesia de Cristo Nazaria quiere ofrecer sus talentos y carismas. De la Iglesia y del Papa será una peque-ña “cruzada”: “dispuesta a dar mi vida,

mi sangre por izar la bandera pontificia y formar un regimiento de almas apos-tólicas, que luchasen por la Iglesia, al lado del Papa y de los Obispos”.

He aquí la Cruzada Pontificia, las Misioneras Cruzadas de la Iglesia. “Un nuevo sacerdocio, un nuevo apostola-do o diaconado femenino” (1926). Se comprometen a trabajar por extender el reinado social de Jesucristo, “deste-rrando la ignorancia de su doctrina, con la difusión del cristianismo, con la sólida instrucción religiosa en todas las clases sociales”.

EL HOY DEL CArISMA Habría que esperar al Vaticano

II (1962) para que de algún modo se institucionalizaran los nuevos signos de los tiempos, que soplaban en línea de una Iglesia, misterio de comunión, pueblo de Dios, enteramente pastoral, cercana a los hombres y en diálogo con el mundo.

Nazaria no llegó a conocer este concilio, murió veinte años antes (1943), ofreciéndose por la Iglesia. Pero, movida y encendida por el Espí-ritu, rompía límites y anticipaba tiem-pos. Más que principios, hay hechos y puntos programáticos.

Una palabra clave: ¡Bajar a la calle!quiere un Instituto en salida, pero

hacia las periferias del sufrimiento y de los desheredados de la tierra. Siem-pre más abajo. Es la opción por los

pobres. “Entendí bien que los pobres eran la herencia que Dios me daba”. “repartirse entre los pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos, en-señar a los hijos del pueblo, partir su pan con ellos” (1930).

Es lo que llamamos Iglesia sama-ritana. Es la mejor manera de evange-lizar: bajar a la calle para acercarse al hombre y gritarle al oído y al corazón la Buena Noticia del Amor del Padre, expresado en Jesucristo.

Diaconisa de la misericordia liberadoraLa mujer tiene mucho que hacer

en la Iglesia, no tanto al servicio de la jerarquía, sino de los más desfavoreci-dos. “Haceos como el Dios de las per-sonas necesitadas, de las infortunadas, imitando la bondad y la misericordia de Dios”.

Su amor era práctico y liberador. Ya en 1930 abre comedores, funda talleres para obreros, y para educar y dignificar a la mujer. Se hizo amor y presencia en los hospitales, seguridad y protección maternal de los niños huérfanos, creó hogares…

“Por tu amor seré madre de almas, solo por complacerte y calmar tu sed”.

Profeta esperanzada y crucificadaSoñaba con un mundo más de

acuerdo con el reino de Dios. Una palabra fuerte que repite es ¡Adelante!

Ella y sus obras pasaron por la Pa-sión: “Empiezo dispuestísima a beber gota a gota mi cáliz. El Señor me lleva. Lo siento sobre mí y sobre la obra tan suya. No somos nada. A Él, que le gus-ta hacer nuevas creaciones de la nada, está haciendo esta”. O sea, de la muer-te a la Pascua.

Fue perseguida, calumniada (1932). Diríamos que fue crucificada. Pero: “Hijas mías, seguid siempre adelante; no importa si en el combate os caéis heridas y manchadas; levantaos. Y seguid siempre adelante, por Cristo y por la Iglesia” (1942).

Estas palabras pueden conside-rarse como consigna y testamento. Entonces tendremos, no ya más Mi-sioneras Cruzadas, sino Misioneras Cristificadas. †

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nuEStra CongrEgaCión En EL munDo

UNa VIda, UNa VOCaCIÓN

dEdICaN UNa CallE dE la CIUdad dE PORCUNa a ROCÍO PUlIdO TORRES

REUNIÓN dE SaCERdOTES EN MONTEVIdEO

R ocío, para quien no la conocéis, es una gran misio-nera seglar de la Iglesia, así se lo ha reconocido el ilustre ayuntamiento de Porcuna (Jaén), en un acto

institucional el Día de Andalucía. Nació en la ciudad de Porcuna el 30 de noviembre de

1926; era un niña inquieta, que aun creciendo en un entor-no acomodado no era ajena a las condiciones de pobreza y necesidad que afligían a muchas familias de Porcuna.

Tenía 12 años cuando comienza a ser catequista, tarea que no ha dejado de prestar desde entonces, a lo largo de más de 75 años. Desde los 18 años pertenece a la Familia de Nazaria Ignacia, y llevó a efecto lo de “bajar a la calle”, es decir, salir para ayudar a los más necesitados.

Participó en muchas iniciativas sociales: alfabetización en escuelas nocturnas para adultos, recibía en su casa a los hijos de las madres trabajadoras en la recogida de aceitu-na, atendió a inmigrantes magrebíes consiguiéndoles pan y alojamiento.

rocío sigue bajando a la calle, con las puertas abiertas de su casa…

“Añadiría que ha sido un instrumento de la Virgen en muchas de las obras que ha hecho…y que generaciones venideras puedan mirarse en estos ejemplos y hacer de la antigua y perpetua Porcuna un lugar mejor”, expresó Jesús Morales quesada, sobrino suyo, en el acto de presentación el día del homenaje).

Gracias, rocío. †

aurelio carrasquilla. sacni

P arece un sueño, cuando empezamos las reuniones los primeros sacerdotes, hace ya 12 años. Este año quedamos en vernos en Montevideo del 23 al 25 de

febrero; organizaban el encuentro los compañeros de Uru-guay.

Comenzamos orando sobre la misericordia, y cada uno compartió su experiencia, fuimos descubriendo cómo Dios había actuado en nosotros y también en las personas que acompañamos. Se unió al grupo el cardenal de Montevideo Daniel Sturla, con él compartimos las realidades de cada país, y qué era el SACNI: Somos sacerdotes diocesanos, es nuestro deseo ser diocesanos, impregnados del carisma de amor a la Iglesia tan propio de Nazaria, sintiéndonos en-viados a la Misión.

Profundizamos sobre la misericordia desde la carta de Francisco, y desde los escritos de Nazaria; fue curioso des-cubrir cómo estaban en sintonía a pesar del tiempo trans-currido entre los dos, esa ternura hacia los hermanos, la delicadeza, la sanación, sin duda nace del evangelio. Nos hizo pensar cómo vivimos nosotros como portadores de la Misericordia de Dios.

En todo estos días, vivimos la fraternidad algo que es esencial y a lo que nos anima Nazaria, llegando a su ex-presión en las dos mesas: en la Eucaristía especialmente la celebrada en la casa donde vivió Nazaria, rodeados por la comunidad parroquial, la Feni, y las MCI. Y en la mesa compartiendo un asado como se hace en aquella tierra.

Siempre me parece un gran regalo, saborear cómo Na-zaria construye Iglesia a todos los que se acercan a ella, y cómo nos hace familia, siguiendo el camino que comenzó Jesús en Galilea. †

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CRISTO EN CaMERÚN, ROSTRO dE MUJER

H. alejandra gonzÁlez. mci

E n España, siendo yo no-vicia, en una clase de formación religiosa, un

jesuita aseveró que la verdade-ra mística es política. Le pedí que explicara esta afirmación y me respondió preguntándome a su vez: ¿quién es para ti Jesús de Nazareth? respondí de me-moria lo que una novicia debía responder. El negó mis diversos intentos de respuesta, provo-cando en mí respuestas cada vez más personales. Hasta que no tuve duda: yo había descubierto el rostro de Jesús en las mujeres y en los niños. Mística y política.

Los rostros de mujeres me han acompañado en Camerún a lo largo de mi camino mi-sionero. rostros de diferentes etnias, edades, situaciones. Historias concretas donde Dios actúa y donde yo soy tes-tigo privilegiada de este encuentro. Los rostros femeninos nos abren la puerta a nuestra misión de Misioneras Cruza-das de la Iglesia.

rOSTrOS DE MUJEr Djouka Grâce es la quinta esposa de un notable de Ba-

mendjou, un pueblo situado en las fértiles montañas del Oeste del país. Su belleza apacible se ilumina cuando son-ríe y, quizá, esto la hace ser la preferida de su marido. Su rostro perdió lozanía cuando, embarazo tras embarazo, perdió cuatro bebés. En el quinto embarazo le aconsejaron que se acercara al dispensario de las hermanas. El edificio pequeño está rodeado de plantas y su limpieza no deja in-diferente a los enfermos, muchos de los cuales recorren kilómetros para ser atendidos aquí. Djouka vislumbró en la limpieza y en la acogida un signo de esperanza. En la segunda visita médica la ecografía reveló que la evolución de su embarazo era normal, su corazón se debatía entre el temor y la esperanza. Cuando dio a luz a Deffo, su marido no cesaba de dar gracias a Dios.

El dispensario de Bamendjou está situado en las coli-nas del país Bamiliké, es un centro que da servicio a la po-blación rural del pueblo y barrios más alejados. Cuenta con dos consultas médicas, sala de curas y pequeñas cirugías, laboratorio y farmacia. Además de consultas prenatales y maternidad; un programa de nutrición infantil y forma-ción de salud a la población. “Nada hay para el hombre más divino que hacer el bien”. †

asamblea general de la uisgSe ha celebrado en roma la Asamblea general de UISG (Unión Internacional de Superioras Generales), en la que han participado superioras generales de todo el mundo, contando con la presencia de nuestra superiora general M. Daniela Pérez. En un dialogo abierto con el pontífice alguna religiosa le ha preguntado, por qué la Iglesia excluye a las mujeres del diaconado. Otra le ha sugerido la creación de una comisión que analice el tema. El Papa ha afrontado la cuestión y ha recogido el guante: «¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión? Creo que sí. Sería un bien para la Iglesia aclarar este punto. Estoy de acuerdo. Voy a hablar para hacer algo como esto. Acepto, me parece útil tener una comisión para aclarar». ¡¡Se cumplirá lo que Nazaria Ignacia decía!!: “formando un nuevo sacerdocio, un nuevo apostolado o diaconizado femenino”. †

50 aÑOs

El complejo educativo católico de San José, de San Salvador, Nuevo Lourdes, está celebrando sus 50 años. Las misioneras llevamos once años gestionando y dando vida a este centro; nuestro trabajo es contribuir en los estudiantes a una educación integral, comenzando por cuidar nuestra escuela que es nuestra casa común, practicando los valores, potenciando la fe en cada persona, motivando la globalización de la solidaridad, estando atentas a la escucha de Dios donde la vida clama, dando respuestas a la evangelización, la realización de la Iglesia de los pobres y la llegada del reino. †

II Simposio Nacional de MisionologíaSe ha celebrado en Bolivia el II Simposio Nacional de Misionología, preparación al Congreso Americano Misionero. En su ponencia monseñor Centellas, presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, ha destacado que un profeta es aquel que habla de Dios y con Dios y un testigo, es aquel que proclama el evangelio con su vida. Por tanto, un misionero es aquel que vive un compromiso radical con Jesús y al estilo de Jesús; no son solo palabras sino también son acciones concretas especialmente con los más pobres. Mientras tanto la Cruz Misionera sigue recorriendo la tierra americana: Países, ciudades y pueblos. En ella se encuentra la reliquia de Nazaria Ignacia, llevando su impronta: ¡por Cristo, la Iglesia y los hombres. Adelante¡ †

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notiCiaS miSionEraS

MUJER, CRISTIaNa Y MISIONERa EN la INdIaredacciÓn.

S omos un grupo de jóvenes que pertenecemos a la Congregación de las Misioneras Cruzadas de la Igle-sia, y queremos compartir cómo vivimos nuestro ser

de mujeres, cristianas y misioneras, en la India.Los cristianos somos una minoría, tenemos problemas

y sufrimos de discriminación, a estos el gobierno no les ofrece trabajo, ni estudios; algunos son atacados y asesina-dos por terroristas o anticristianos.

Para los cristianos los rezos son importantes, partici-pan en las Eucaristías, su fe va creciendo día a día; sin em-bargo, algunos cristianos no son conscientes, y continúan adorando a los dioses hindús.

En esta sociedad las mujeres somos como una flor her-mosa, delicada e inocente, pero al mismo tiempo no tene-mos libertad, somos personas dominadas.

Las mujeres afrontan muchos problemas sociales como: dote, matrimonio de niñas, muerte de niñas en el nacimiento, sati, etc. Cuando las mujeres quedan viudas no pueden llevar adornos, pulseras ni saris de color y no pueden casarse de nuevo, son mal vistas en la sociedad. Ellas no frecuentan la escuela. El gobierno tendría que abolir algunas de estas costumbres.

Ahora la sociedad en algunos lugares de nuestra tierra está cambiando en cuanto al papel de la mujer, dando ma-yor importancia a la educación, algunas de ellas asisten a la escuela y a la universidad, participan en organizaciones sociales, trabajan en oficinas, son líderes en partidos polí-ticos, participan en las asambleas y parlamentos como re-presentantes del pueblo.

Nosotras nos decidimos a seguir a Jesús como religiosas, por el testimonio de vida de nuestras familias y nuestros pá-rrocos. Nuestros padres nos hablaron de la vida de Jesús y nos enseñaron a rezar. Todos los días ellos rezan por nosotras; ellos nos dicen: “Ustedes tienen que ser buenas religiosas”.

Por otra parte, vimos a sacerdotes y misioneras, que ayu-daban a la gente pobre, enseñaban la Palabra de Dios, esto nos motivó a seguir a Jesús. Dios nos llamó a una congregación misionera para continuar extendiendo el reino de Dios.

Como misioneras tenemos muchos sueños: desearía-mos que toda nuestra vida entregada al Señor fuera para ayudar a la gente pobre; que todos tuvieran escuela, acceso a medicinas y médicos y sobre todo que nadie se queda-se sin conocer a Jesucristo y a su Iglesia. Nosotras, como cristianas tenemos que reflexionar acerca de todo esto,

cambiar nuestras vidas y dar testimonio, ser mano tendida para los que nos ne-

cesiten, sacrificarnos por el Señor y los hermanos. Esto es la identidad cristiana.

queremos una mayor igualdad de derechos, libertad de expresión, y reconocimiento de todas las religiones

Pediremos a Dios que nos fortalezca y nos dé coraje para hacer realidad estos sueños. †