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  • ENTREVISTA A

    TOMS SEGOVIA

    Por Ana Franco Ortuo

    y Jos Manuel Pintado

    (Abril 2010/ nm. 28)

    () vemos una inversin de sentidos entre la ciudad y el paisaje, y el cuerpo femenino; en ellos lo sensible, en la mujer la patria, puede ser? Puede ser, s, bueno, lo del cuerpo

    femenino por supuesto. Veo

    el cuerpo femenino como la

    gua para comunicarse. Para

    m el cuerpo siempre ha sido

    un instrumento de

    comunicacin, y quito la

    palabra instrumento porque

    es sospechosa; un medio de

    comunicacin. Me parece

    que el cuerpo est totalmente

    impregnado de lenguaje.

    El cuerpo humano. Un poco

    el de los animales, el de los

    perros, por ejemplo, pero el

    cuerpo humano claramente

    est impregnado de lenguaje

    por todas partes. Eso significa

    que no hay que desencarnar

    en lenguaje; el lenguaje

    est encarnado y hay que

    verlo encarnado. No hay que

    ponerlo en un segundo nivel

    o condenarlo para salvar el

    espritu. El espritu hace carne;

    hechas esas aclaraciones, la

    relacin con la mujer, para m

    que soy heterosexual supongo

    que para un homosexual se

    puede trasla dar todo esto

    pero para m, la mujer

    es interlocutor, no en un

    sentido vago y general sino

    concretamente, confirma

    al ser en el amor.

    Que me digan que s quiere

    decir que s soy digno de

    existir humano, y eso es lo

    que veo a travs de la mujer

    encarnada en un cuerpo.

    Ya estoy filosofando

    En cuanto al mundo natural

    me parece que es un poco lo

    mismo, es el mundo con el que

    uno se comunica para descifrar

    la vida. Para un poeta todo

    el mundo natural es signo y

    entender cmo funciona es

    la tarea del hombre.

    MARA AUXILIADORA LVAREZ(CARACAS, 1956; VIVE EN MIAMI, OHIO)

    EL CIELO DE MS ARRIBA

    lo ms puntual de los rboles es su propsito de desordenar el cielo de abajo [para hacerlo parecer / huidizo y descuidado

    el llanto de la cabra camino al matadero es un alto relieve sin nicho [en el vaco:como la piedra puntiaguda de una enfermedad en la familia o de un hijo [que desgarra a una mujer joven (o no tan joven) Para nacer /sin poder Para volver de frica

    el cielo de ms arriba sin embargo brilla como ninguno: [vuelan las ovejas del hambre en el azul de cadmio de la estera Como viejos relmpagos arrastrando en peso [La bveda del firmamento

    JORGE AULICINO(BUENOS AIRES, ARGENTINA, 1949)

    Las cigarrasEl sol oculto tras los pinosy el grito desaforado de la cigarrascuando el auto se detiene.Ya no ests aqu, Escipin, y no tengo tu odo.He visto rodar muchas palabras.Brillaban, se oscurecan velozmente en el abismo.Poeta del bien, de los atardeceres de la Romania,Yo no tengo tu odo ni tu bien,pero no soy Calgula: mi soledad no est pobladade rechinar de dientes sino de golpes sordoscomo de cuerpos o cosas que caen en el piso de arriba.En todo caso, poblada, nunca transparente como la tuya.Y, sin embargo, ste es de algn modo mi bien.El sol debe ser un escndalo detrs de los pinos;las impdicas cigarras cortan el silenciocon un insaciable diamante de vidriero.Tal precisin me asombra; tal impunidad.No es ste el sonido de la cada dispersa de objetos,es un sonido casi industrial y continuo(no haba sierras elctricas en Roma, nuncahubieses podido asombrarte as).

    Me detuve en el campo. Encend un cigarrillo.Hago esto muchas veces cuando viajo. Imaginoel choque de este sonido en mi silenciocomo una colosal y aplastante epifana para vos.Otro modo de tomar contacto con un universode movimientos incomprensibles. No llamofascinacin a esto, no s cmo llamarasa aquello que sentas cuando al atardecerhaca tocar tierra los objetosen la verde luz cercana a Roma.Siento, al escuchar las cigarras,que alguien est golpeando una vidrieray veo el rostro de un amigo que gesticuladetrs del vidrio y no oigoel sonido de su voz. Dispongo nicamentedel sonido abrumador de las cigarraspara sonorizar esta pelcula muda en mi cabeza.S que es poco. Pero yo tambin estoy hablando de misterio.

    Voy a subir al auto. El ruido del motor llenar la cabina.No oir a las cigarras. En la primera curva, los pinosse corrern a la izquierda y el sol me dar en la cara.Encender la radio llena de ruidos parsitos.Podr recordar el timbre de la voz de mi amigo.En el auto habr intimidad creadapor el ronroneo del motor, la radio humana,el perfume del tabaco.

    Cine y PoesaPoetas de fin de siglo en dos pelculas mexicanasPor ngel Miquel. En una secuencia de la pelcula Sobre las olas, dirigida por Miguel Zacaras en 1932, se recrea una reunin de artistas bohemios. Se trata a grandes rasgos de una representacin del grupo que hizo la Revista Azul, fundada en 1894 y que tuvo como primer director a Manuel Gutirrez Njera. Pero como Zacaras pretendi evocar un ambiente ms que ser fiel a la realidad, tambin se incluyen en ese retrato a integrantes de la Revista Moderna (publicada entre 1898 y 1911) y a otros artistas del Mxico finise-cular. El escenario es la elegante residencia de Jess Valenzuela en la ciudad de Mxico, donde entre humos de tabaco y brindis a la luz de las velas con-versan el caricaturista Jos Mara Villasana, el pintor Julio Ruelas, el escul-tor Jess Contreras, los msicos Ricardo Castro, Ernesto Elorduy y

    Peridico de PoesaANUARIO 2009~2010 ~ NDICES MENSUALES Y POEMAS INDITOS

    UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

    DEFENSA DE LA POESAPor Pedro Serrano. La relacin de la poesa con la muerte ha sido vista desde los ms dismi-les ngulos. Es al mismo tiempo una obviedad y un abismo, presente e inalcanzable, asible y di-sipndose siempre. La teora, es decir el pensa-miento sobre la escritura en su ms fina expre-sin, la planta en el corazn de sus excursiones y la sita en central pulsin a las aventuras de quien escribe, almendra y huella, concentrado presente y marca dejada en posteridad. Quien escribe lo hace para seguir ah y para alcanzar lo que no est, lo dejado atrs, lo que viene. Y las estrategias de la escritura, el acomodo de las palabras para que tengan una carga de tiempo emocional, lo que se llama comnmente retri-ca, el escribir Canta oh Diosa la clera de Aqui-les el pelida, por ejemplo, pero tambin

    no hay que desencarnar en lenguaje; el lenguaje est encarnado y hay que verlo encarnado. No hay que ponerlo en un segundo nivel o condenarlo para salvar el espritu. TOMS SEGOVIA

    p2

    p28

    Por Jorge Fondebrider. De acuerdo con estadsticas recientes, Brasil tiene cerca de 193 millones de habitantes, entre los cuales se regis-tra un nivel de analfabetismo que alcanza al 10% de la poblacin. Por otra parte, de las personas aptas para votar, slo el 56% tiene cumplida la escolaridad primaria. Nada de esto impidi que, cuan-do Caetano Veloso edit su lbum Cinema trascendental, en 1979, muchas de esas personas escucharan por la radio Elegia, un bolero compuesto por el msico Pericles Cavalcanti, sobre la traduccin de un poema del metafsico ingls John Donne (1572-1631), realizada por el poeta concretista Augusto de Campos. Entonces, no hay otro remedio que comenzar sealando que la cultura de Brasil funciona as, mezclando lo alto con lo bajo, sin que a nadie salvo a la Madame de ese tema que hizo famoso Joo Gilberto se le caigan los anillos, y conformando un espacio para nada compatible con el concepto de cultura que existe en otras partes del mundo. Lo mejor del caso es que esa compatibilidad de opuestos no es una justificacin p5

    CAETANO VELOSO: HAGO SOLAMENTE LO QUE PUEDOMsica y Poesa

  • 2p2

    JORGE AGUILAR MORA | MARA PAULA ALZUGARAY

    Almacn

    Peridico de Poesa | ANUARIO EN VERSIN IMPRESA | SEPTIEMBRE 2009 ~ AGOSTO 2010

    la voluntad percusiva que en una pos-tal fechada en Tamuco el 30 de junio de 1915, un nio de once aos llamado Neftal Reyes escribi a mano: De un paisaje de ureas re-giones yo escog, para darle querida mam es-ta humilde postal, sirve para que eso llegue. Tanto Homero como Neruda buscaban con esas palabras en ese acomodo no slo contar sino alcanzar con su voz. Los poemas son una prolongacin de la presin del pie al caminar y de la capacidad pulmonar, del tacto y del grito, de la corporalidad pura y de la voluntad extre-ma de decir que se est ah. Pero tambin de la imposibilidad de la permanencia y al mismo tiempo, paradjicamente, de la capacidad para prolongar esa permanencia por otros medios. Esa es una de las herencias que nos da la es-pecie, para nuestra supervivencia colectiva. Y eso, para no hablar de aquello que se ve, en donde la mirada se acordona con lo visto y deja con la palabra noticia, caldo y cultivo. La re-lacin al mismo tiempo explosiva y asfixiante se manifiesta en la serie de sustituciones a las que recurrimos, y a las que llamamos, por faci-litar las cosas nada ms, figuras retricas. No otra cosa que un descanso de explicacin en un viaje abisal. Un poema es, desde ese senti-do, equivalente a una lpida. Representa la vo-luntad de quien escribe por lograr que quede en su lugar el aliento que se tiene. Es decir, est pero no es. Esto, en el sentido en el que la es-critura va en una proyeccin lineal, de su pro-duccin a su alcance. Porque, como el aliento, como la persona, como la piedra, tambin el lenguaje tiene una finitud, un punto termi-nal. Y como en las lpidas, la inscripcin pri-mero, y despus la propia lpida, termina por borrarse. Quizs esa es la parbola que los dos versos de la moneda Un poeta menor, de Jor-ge Luis Borges, quieren alcanzar cuando dice La meta es el olvido, yo he llegado antes. El momento inevitable en que una expresin deja de vibrar y percutir. Es decir el instante en que un poema, ya no el poeta, deja de significar y de ser presente, el punto en que alcanza a su autora, se dobla sobre s mismo, calla y des-aparece. Los fsicos hablan de eso, que es de lo que saben. Es tambin, en otros alcances, una suposicin, y una alegre paradoja borgiana, in-quietante y eficaz, que asimila a quien pergea

    unos versos, caducos en el mismo momento de su escritura, con Shakespeare o con la Biblia. Posiblemente as sea, y todas las palabras orga-nizadas, incluso las ms poderosas, alcanzarn su propia caducidad y dejarn de sonar unas con otras, para siempre, para todos. La duda es si eso suceder antes o despus de la desapari-cin. Pero el slo imaginarlo hace que el lengua-je d un coletazo, d la vuelta y regrese hacia nosotros con nueva intensidad. La perspectiva de la caducidad de eso que nos ha dado vida hace que eso mismo que as se llama vuelva a encandecer. Porque un poema es tambin, des-de el otro lado del aparente espejo, la manifes-tacin del ahora. Presenta a quien lo lee con una nueva temperatura, ms fra o ms caliente, distinta de quien la recibe. Es decir, es y no est. Por ahora, claro. Como la muerte misma, que est ah, rotunda, y en un instante desaparece, como la poesa, tambin. No las encontramos y se nos plantan de sopetn. Entonces, entonces sentimos la muerte como la ms profunda veni-da, entonces nos soltamos sin prisa en el botn del cuerpo, dice en un poema sin ttulo Craig Arnold, un poeta estadounidense que acaba de desaparecer, como Empdocles en su volcn, slo que l en uno de Japn, y a diferencia de Empdocles, parece que inadvertidamente. Un poema busca conservar unas mnimas seales que al agruparse, den vida y sentido a una cons-telacin de imgenes, ensoaciones y realida-des, a la vez precisas y vagamente ntimas, por eso su alcance, sea el silencioso vuelo de pjaros en el cielo, sea la risotada estentrea que nos re-mueva las tripas. Tu pelo de ceniza, Sulamita, tu cabello dorado Margarita, rene Paul Celan en Fuga de muerte. La relacin entre poema y muerte es continua y recurrente y, en ese senti-do, no hay poema que no se desdoble en ese aco-so. A veces lo hace desesperadamente y otras en forma por dems entonada. Llega en la crudeza de la descripcin de un cadver o en un rayo su-blime que materializa todo e inmediatamente lo hunde en la ms negra oscuridad. Quizs por eso, casi intuitivamente, se dice que un poema es un epitafio o una urna: una caja que guar-da huesecillos, a veces alguna piedra preciosa, pero tambin trapos rados, cuchillos contrahe-chos, manchas de sangre o jeringuillas, cenizas, para recomponernos.

    JORGE AGUILAR MORA(CHIHUAHUA, 1946)

    La bella molinera(fragmento)

    Bella molinera! Bella molinera! Ya se fue el que cantabaY los pjaros celosos no te dejaron verme porque slo mirabasAh donde se agota su vuelo y se suspende;Y el arroyo caudaloso no dej que me escucharas porque slo oasLa cada de los ojos en otoo como esquirlas de un buque que nunca naufrag;Y en el bosque de sombras no supiste que ya me habas perdidoPorque slo encontraste sombras y tu cuerpo hecho pedazos;Y slo sentiste que el cielo se abra en el azul como el cuerpo que nunca conoc,Y sentiste que, sin nada que lo turbara, llova, llova a cntaros,Y en tus manos no caan gotas de lluvia,Caan pedazos de silencio, barro, tierra que se haba negadoA ser tierra de otras tumbas y otras bsquedas.

    MARA PAULA ALZUGARAY(ROSARIO, ARGENTINA, 1974)

    Gessler

    Penachos indomables, teros rompieron la siesta bhos rompiendo la nochetorpes cardos, vacas como hongos florecidosla brisa abejea entre las cunetas, toros jocundos rompiendo la maana rompiendo el olor rancio de la quesera pacifistas caballos cebados de tanto amarillode tanto tierno choclo.

    Fui a conquistar un paisaje zanjado, yodado a ver el abandono de la loca Marita y su familiaaprend a cascotazos a errores a sapos a abrojos,a berrear como tilingos de arpillera.

    Haciendas cercanas en las que nos revolcamos ojivas nuestros cuerposentre ronquidos y gallinas estercolerassobre los campos de soja lejos del oleaje petrificado de los adoquines,lejos del riqueroms cerca del escarmiento apestoso.

    Machona, aprend a tirar con la escopeta, a hacer la vertical,a amar en tiempos tranquilos, a hacer ramos de cardos embalsamadosa dar zarpazos capaces de abrillantar a los chicos lindos a hablar de la vida de lo dems en que chismorrebamos tole toles, a dar codazos y chiflidos, aprend otras consonantes palabras de yute.

    Cosas que debamos corregir all de jvenesque luego ya sera tarde.

    Toda esa quietud me rompe, su aburrimiento hinc el diente a las auroras, lo hinc en el casco de los atardeceres.

    De ah que prefiero estudiar con las manos. La no rebelda,vivir bajo el dosel de una gloria inmediatasin que nadie se responsabilice de mi salvajada.Gessler, hiciste de m lo rstica que soy.

    Motivos para festejar?

    Espacio Infantil:Ripios y adivinanzas del mar. fce.De Fernando del Paso

    Raros y Curiosos:Lumbres y deslumbres de fricaPor Miguel Prez Maldonado.

    Cine y Poesa

    Dos poemas a Mara FlixPor ngel Miquel

    Espacios

    V Festival Internacional Letras en San Luis PotosPor Claudia Snchez R.

    Msica y poesa

    Cantar en rock castellano.Por Jorge Fondebrider.

    Poesa digital

    MacdonaldsDe Julin Herbert

    Reseas

    HoroskopJos Carlos Irigoyen,El Billar de Lucrecia,Mxico, 2007.Por Emiliano lvarez

    Al sesgo de su vueloJos Mara Espinasa,Ediciones Sin Nombre,Mxico, 2009.Por Daniel Bencomo

    ShhhCristian Nez,Unas Letras Industria Ediciones,Mrida 2008.Por Ricardo Tatto

    Yo casi siempre duermoPatrizia Cavalli,Sel., trad, y prlogo de Fabio Morbito,unam, Mxico, 2008.Por Isaura Leonardo

    Tres Roberto Bolao,Acantilado, Barcelona, 2005.Por Yannick Bautista

    La poesa opacaFernando Koffman,Ediciones Recovecos,Buenos Aires, 2008.Por Ana Franco Ortuo.

    Poesa para nadade Ignacio Snchez PradoTierra adentroMxico, 2005.Por Pedro Serrano

    Revistero

    Acequias 48

    Blanco Mvil 111

    Literal 17

    Los Perros del Alba, Noviembre / Febrero 2009

    Los Perros del Alba, Mayo/Agosto 2009

    Traducciones

    Anick Roschi(Versiones de autor).

    Paul HooverPor Mara Baranda.

    Macdonals, de Julin Herbert, video poema. Sept 2009, Nm 22

  • 3EDGARDO DOBRY(ROSARIO, ARGENTINA, 1962; VIVE EN BARCELONA)

    Fire Day

    Por la ruta que va de Rabs a Garriguella una tarde en agosto sali Juana a caminar; se par a descansar a la sombra de un pinolas agujas le pellizcaban los muslos contra el suelo y un turista francs baj del auto, se acerc, le pregunt cunto cobraba. Fue el agosto aquel del gran incendio forestal, Juana azuzaba a los bomberos para que corrieran ms, pusieran ms empeo, y al final tuvimos que escapar a Francia por Port Bou y volver a entrar por La Jonquera (bamos en un Twingo prestado que tosa). Cuando por fin volvimos a Rabs el bosque todava estaba ardiendo, haba una especie de belleza en el serrucho de llamas rebanando el cielo gris. Juana sin embargo estaba desolada pero la gente del pueblo alzaba el hombro: Peor fue el del 86. Por qu ser que esta tarde me acuerdo de esas cosas si hay tantas otras que olvid ya para siempre quemadas en lentos das sin ceniza.

    Nmero 22 | septiembre 2009ODETTE ALONSO | EDGARDO DOBRY | MAURICIO LPEZ NORIEGA | JUAN IGNACIO ESPEL

    ODETTE ALONSO(SANTIAGO DE CUBA, 1964; VIVE EN LA CIUDAD DE MXICO)

    Noche

    La luna es una uita anaranjadaarriba ese lucero parpadea.Qu otra luna miramos desde una calle eternadonde no haba nadams que nosotras dos.El pueblo un escenariotu brazo floreciendo en mi cintura.Qu tiempo har de eso.Seis mesesveinte aoscuatro vidas?La luna guia su ojo de alcahuetaarriba parpadea ese lucero.

    MARA AUXILIADORA LVAREZ(CAR ACAS, 1956; VIVE EN MIAMI, OHIO)

    El hueso de la apuesta

    el regreso de la excavacin trae los cartlagos rotos [El hueso de la apuesta es una tela corta / colgando en tiras

    mas en la distancia se siguen contando los granos secos [de la harina que no alcanza

    el enfermo no atendido en el paisaje desierto [La sed que no aplaca pero ofrenda / Su sequedad

    El sol era mejor,era el primero.Recuerdas, hermano,cuando en las largas tardesel sol tea de vida el firmamento?Sin soltar los juegos,subamos, corriendo,a mirar el bostezo del ocasoa recibir la noche que brillaba.

    Hoy despiertasde tus noches terribles recubiertode sangre casi oscuracasi llenaa la luz de la luna,e interrogas con dureza tu pasado

    porque ah, solo, encuentras evidenciay el silencio es de pena obligatoria.El sigilo entremuros se resuelve:bajas los ojoste levantas vencido nuevamenteodiando,con ganas de burlar el universopara volvera la inocencia clida, perdida.El sol era el primero.Todo seguridadbajo su manto.

    MAURICIO LPEZ NORIEGA(CIUDAD DE MXICO, 1969)

    El hombre a la mitad

    Moneda romana del Ao 718 a. C., con La cara de Constantino El Grande, hijo del rey Len III. Moneda argentina de 1906 encontrada en el jardn de mi casa. Un ejemplar del extrao Cangrejo taza con la parte delantera rota y una cola muy puntiaguda.

    Moneda argentina de 10 centavos del ao 1899, el mismo ao en el que se invent la Coca cola. Moneda argentina de 1896, el mismo ao del asesinato de un matrimonio. Pedazo de eucaliptos es del ao 1876 y tiene 130 aos de antigedad este rbol lo plant Sarmiento con las semillas que trajo de Europa. Medalla de la guerra de Francia que paso el 14-7-1942. Moneda de Espaa del ao 1604 un ao antes de la aparicin Del Quijote escrito por Cervantes Saavedra.

    Extraa moneda de Blgica cuyo ao de emisin no est claro. Moneda china cuyo ao de emisin no est claro al igual que su valor. Moneda de Argentina del ao 1906 pero no la encontr en mi Jardn. Moneda de Argentina del ao 1896, al igual que la otra es de 20 centavos. Moneda de Inglaterra del ao 1986 con la figura de Elizabeth

    II. Moneda alemana de 5 marcos, del ao 1975 y tiene un guila envs de una cara. Moneda Argentina marcada por los montoneros en el ao 1954. Moneda irlandesa de bronce del ao 1966 y en vez de tener una cara tiene un arpa. Diente de caballo. Daga rabe de la primera mitad del siglo 20, y tiene imitaciones de piedras preciosas.

    Abre cartas de la provincia de Crdoba el ao est alrededor de 1950. Vrtebras de un cazn por su tamao. Enchufe estadounidense y es del da 17-6-1924. Moneda italiana es de 500 liras Tiene la cara que representa a la repblica y es del ao 1982. Moneda suiza es de 5 coronas Y su ao no muy antiguo es 2002 Moneda mexicana de $1000 Tiene la cara de una monja Y su ao es 1988. Moneda indgena tiene tres tigres es de dos rupias es del ao 2003. Moneda mexicana tiene un guila con una serpiente en en su boca y su ao es 1998. Moneda cubana de 5 centavos Tiene una V dentro de una estrella y es del ao 1968.

    JUAN IGNACIO ESPEL (BSAS, 1999)

    Numismtica

    Solos pero no ermitaos, porque no se necesita estar apartado del mundo para recono-cerlo como eje de su obra. Por muy aislado, palabra ad hoc, que sea el poeta, necesita de la informacin que le proporcionen los distintos medios de comunicacin a su alcance. El libro, la red electrnica, los diarios, la televisin, la radio. Todos ellos nutren la isla, porque precisamente se es su designio, avanzar. Si se quedase en un slo lugar, el poeta seria ermitao definitivamente. Y quin sabe. Si tiene un dispositivo mvil a su lado, ya est comunicado con el entorno. Ya est de/formado. Por naturaleza desconfo del poeta que se dice ermitao. Prefiero la insularidad del que he descrito al principio. Prefiero un poeta como Jeremas Marquines.

    Bordes trashumantes, Jeremas Marquines. Por Vicente Gmez Montero

  • 4EDDA ARMAS | DORA MORO | GASTN ALEJANDRO MARTNEZ | TERESA DOMINGO CATAL

    Almacn

    Clsicos:Memoria del tigre.Por Francisco Meza Snchez.

    Espacio Infantil:NumismticaDe Juan Ignacio Espel.

    Criticn

    Patty Smith: la poesa del punk.Por Ana Paula Santana.

    Entrevistas

    Viplob Patrik.Por Miguel ngel Izquierdo.

    Espacios

    La Cartonera de Cuernavaca.Por Claudia Snchez R.

    Especiales

    Homenaje a Mario Rangel (In memoriam).Por Pedro Serrano.Homenaje a Mario Rangel - Cartapacios 1 Por Ana Franco Ortuo.

    Msica y poesa

    Poemas que no piden ser acompaados, sino completados o sostenidos por la msica. Por Jorge Fondebrider.

    Polmicas

    Fraude - Fallo - Premio Internacional de Poesa Jaime Sabines 2009

    Reseas

    Todo se quema aquJorge Dipr,Ed. Recovecos, Buenos Aires, 2009.Por Rodolfo lvarez

    Cartografa del fuegoNatalia Gonzlez Gottdiener,Ediciones Fsforo, 2009,Por Raquel Huerta Nava

    Poesa completaJos Watanabe,Editorial Pre-textos, Espaa, 2008,Por Vctor Hugo Pia Williams.

    En la TierraRobert Creeley (trad. De Tania Favela y Jahel Leal Merediz). Textofilia Ediciones, Mxico, 2008.Por Javier Vzquez

    El refugio de la nieblaBlanca MateosEdiciones En, Mxico, 2009.Por Marina Ruiz Rodrguez

    Caudal de Piedra: Veinte poetas peruanos (1955-1971)Seleccin y prlogo de Julio Trujillo,Difusin Cultural unam,Mxico, 2005.Por Isaura Leonardo.

    Revistero

    La Otra 3

    Literal 18

    Sibila 30

    Lenguaraz 18

    Lenguaraz 19

    Por Javier Vzquez Cervantes

    Traducciones

    Rae Armantrout.Por David Ojeda.

    Viplob Pratik.Por Miguel ngel Izquierdo

    EDDA ARMAS(CAR ACAS, 1955)

    Los das labrados en la hora de arena no se cuentan de la misma manera que los otros.

    Hay un desconcharse.Un descorcharlo.Un abrigar la ilusin de la mano tibia.Aguja que todo lo zurce.Vuelve el antifaz de la renuncia.Nombre has de darle a la gacela que pasa entre las nubes a la hora del adis.

    Ni lo temido te protege ahora. Suena el claxon:la hora lmite para que abordes el barco.

    Qu llevas y qu dejas?

    TERESA DOMINGO CATAL(TARR AGONA, 1967)

    Confiesa demiurgo, son tuyas las vrices de las rosas?, tuyo el tufo de los cuerpos?

    Es la muerte un eslabn que huyebuscando las cenizas?

    Es el mar un comienzo,y tu barca, infranqueable?

    El temblor de la nadaacus el movimiento de los ros, y de los ros nacieron los ocanosque reflejaron una luna inmvil, cegada por la luz.

    La nada quiere retornar a sus valles de silencio, quiere reducir la voz de lo viviente a su mismo ser.

    La nada es el mal que la construye.

    DORA MORO(GUADALAJAR A, JALISCO, 1969)

    18.la brjula es el miedonunca me explicaron que la ignorancia es seguraque en la orientacin est el miedono los colores de las cosas no me explicaron nono me dijeron cuntas aristas tiene un loboo de qu cuernos disponen las niitasms simple era que sonara una alarma para las cosas desconocidascuando el terror de las viudas negras era conocido esa punzada al verles las espaldas rojasno hay pierdeno hacer nada que no se pueda hacer bajo luzyo imaginaba dos cuerpos rodando sentir miedo excitamentir es una forma de excitarse otro gen obvioel placer presente en racimos de mentira como un lquido otra vezun lquido vinotinto amargovinagrillo derramndose por dentrocorriendo enajenjado por el hueco de la mdulafunciones tergiversadassistemas inconexamente intercambiablesel circulatorio funciona como endocrinoel respiratorio como el urinarioel digestivo como hormonalel linftico como ninfmanoel nervioso como lmbico logr mantenernos en el limbo el suficiente tiempo como para no ir al San Juan de Dios o al Penal o a un certero mdico que anunciara la verdad un temido exclsior que comunicara bi-po-la-ri-dad debido a los tatarabuelos que no conocimos esos que decretaban las sospechas ciertas y fundamentadas gen de la contraccin sentimental gen de la rabia fraternal espuma por la boca cabeza rotatoria contorsin y mano jalando ms duro gen del desacatoantes le llamaban descontrol prdida de la memoria ahora le llaman elegantemente Alzheimer hoy se acomoda todo en frascos diagnsticos a los ancestros los encerraron en un cuarto de acojinado psiquitrico eso era glamour yo lo hubiera preferido blanco y satinado pero no me dejaron escoger

    GASTN ALEJANDRO MARTNEZ(CIUDAD MADERO, 1956)

    Tu cancin Para VMLMira cmo se besan los linderos de la tierraLos linderos del aire, vientos con vientos se besanFuegos con fuegos agitan sus lenguasdesde lo ms hondo hasta lo ms altoMira los cmulos de sangre barriendo las flores y las espigasBorbotones negros y rojos que luego bajan tibiosy se agotan en crculos lejanos a cualquier centroMira cmo los ojos de agua anegan todos los linderosy hay canales y lodo y barros policromos aqu y allAtrs y adelante. La tierra se muevey as como nos hundimos emergemosMira cmo nada se hizo para nosotros y todo nos sonrecon dientes inocentes y aceradosLos rboles nos ignoran, las montaas muestran su traseroindiferente y son felices, felicesUna locomotora vegetal trae consigo una feria de insectosy una sinfona desatada y salvaje parece venir de todas partes

    Mas toda la msica de la luna y de los astrosToda el agua contra las piedras, todas las teclas de hojas verdesque el viento hace sonar, todos los pentagramas que el soldespliega sobre las tejas, sobre los muros y los rascacielosSobre los helechos y los campos secos y amarillosToda esa msica que est ah todo el tiempoy que si el mundo y el tiempo terminaranflorecera en otros mundos y otros tiemposToda esa cosa que apenas puedo nombrar o que no puedono es nada junto a la cancin que es slo tuya y nada sabe de lo infinito y eternoSlo la voz de un hombre susurrando apenas

    Escuchas todo eso tan enorme que de tan grandeno puede llamarse enorme?La meloda invicta de las cosas naturalesy por ello divinas?No es nada, amor mo, cuando suena tu cancin

    Escuchamos a Creeley en una dedicatoria For John Wieners: Do you hear voices all around you, a sort of whispering, / Echoing in silence as if someone had left a window open? [Escuchas voces a tu alrededor, una especie de susurro, / haciendo eco en el silencio como si alguien hubiera dejado la / ventana abierta?] Esta poderosa pregunta retrica puede ser extendida a la poesa del estadounidense, en la que las voces resuenan: una persona en la calle, un oficinista o un simple monlogo, como una idea que es puesta a prueba por la poesa.

    En la Tierra, Robert Creeley (Trad. Tania Favela y Jahel Leal). Por Javier Vzquez

    Pascual Borzelli

    Peridico de Poesa | ANUARIO EN VERSIN IMPRESA | SEPTIEMBRE 2009 ~ AGOSTO 2010

  • 5SAL IBARGOYEN | MERCEDES ROFF | SALOMN VALDERRAMA

    Nmero 23 | octubre 2009

    MERCEDES ROFF(BUENOS AIRES, 1954)

    Las linternas flotantes (fragmento)

    Crece el jazmn y se abreen su blanco bienoliente.Vida sutil el ngel se coronade blanco bienoliente y se abre: jazmn alado a un costado de tu hombro.Vida sutil.Susurro de aguas transparentes.

    Msica es aquello que bendice.Silencio bendecido y coronadode gotas bienolientes.

    Cristal del mundoCristal-aleph que encierra libretodo lo que deba haber sidotodo lo que, en algn lugar, (se) es.Lugar otro, devenir de lo exacto-destinado.La vida es el sueo de un ngelherido en su costado;en su ala perfecta y transparente.

    Un desvo fatal: interferenciasde un susurro-silencio transparente y perfectoun jazmn abierto y entregado.

    Las flores son infinitas. No en nmero.Cada una.Cada una un roce de lo otro en esta vida.De una orilla en la otra.Reminiscencia.Emanacin primera de la PrimeraEmanacin transparente y perfecta.

    Cada cual a su flor.Cada cual a su aliento.El ngel velaherido en su costado.

    No eran pedazos de ensuciado dolorperforando la totalidad del aire:tampoco espirales de bichos sangrientosni trazos de un dedo gigantemarcando de horror las camas y las calles.No era el metlico galopede las caballadas negras trizandohierbas y plumas perdidas:tampoco era una spera sombraolfateando un posible destinoen la carne ms fresca:no era aquel escudo adondeun sagrado animal impona su tenso vueloentre astros de fuego:no era el gesto voraz del seor de los ejrcitoscon su pequeo disfrazy su pequea espaday sus pequeos ojosporque en l alcanza su exacto tamaotodo lo mezquino.

    No no era la figura casi humanaque como un baln repleto de monedasva hundindose en el barrode su propia inmundicia.No era un templo vaciadode amor y sufrimientoni una bandera de colores inermessometida a impdicos jabonesy al grosero manoseo imperial.No era el hombre sin oficio fijoni la mujer duramente preadani el mesero desconocidoni el nio resucitadoni la muchacha que ya no estudiani respirani la suripanta que dej de fornicarni el juntador de basura cuyas quietas manosalguien lavni el soldado que asesinara su uniformeen aquella balaceradel da de ayer o de hoy.

    No era una ciudad sin olor a simple gente:ni la ciudad de las mscarasni el completo pas de los mascarones:no eran los rostros de pieles blancasni las caras de pieles azulencasni las mejillas y las bocasvalientes y abiertas.No eran los cuidados cadveresni los muertos sin apellidoni los examinados cuerpos en estuches diversosni las vacunas mgicasni los remedios tribalesni las perversas bendiciones en orejas indefensasni los discursos cocinadosen ollas de puro cristal.No no era esto todo lo que vimos:fue en el nuevo ao de la peste azul.

    SAL IBARGOYEN(MONTEVIDEO, 1939, VIVE EN LA CD. DE MXICO)

    La Peste Azul

    SALOMN VALDERRAMA(CHILIA, PER, 1979)

    Vrtigo invocado

    Vrtigo invocado sostena inercia Cerca las rosas destellos apura Profana esquiva Propicia enjambres Ribera asla claridad sacrifica Carne senda rezos forman ro

    Nubes adentro duro color pretenden Tintes de sombra quieren lunar sangre Sepulcros nutre Nuestra carencia Quieta habla extraa busca ansia Mejor grieta de locos cierran llanto

    Fiestas tiemblan de guerra aroman Broquel este invierno cenit y poder Distrado viaja Igual surge Yermas paraso que en laberinto expande Tarde acerca Qorikancha deuda

    para cualquier cosa cfr. Fito Pez berreando a do con la Mona Jimnez, los Calamaro haciendo como que cantan tango, los ex-grupos de ska trasladando un Caribe que no existe a donde no hay Caribe, sino una clara justifi-cacin de la hibridez entre especies distintas de una misma identidad. sa ha sido la arcilla primordial de los grandes ar-tistas brasileos pasados. Para quien lo dude, all estn Ma-rio y Oswald de Andrade, Manuel Bandeira, Anita Malfatti, Heitor Villalobos, Tarsila do Amaral, Guimares Rosa, Oscar Niemeyer, Joo Cabral de Mello Neto, Carlos Drummond de Andrade, Clarice Lispector, Glauber Rocha, Antnio Carlos Jobim, Joo Gilberto, Ferreira Gullar, los hermanos De Cam-pos, Chico Buarque, Gilberto Gil, y el mismsimo Caetano Veloso. Todos ellos nos permiten entender que, cuando las circunstancias lo permiten y se dejan de lado el populismo y la charlatanera, incluso lo ms complejo y refinado puede abrirse paso, ganar consenso y llegar a ser verdaderamente popular. Cmo? A pocos das de dar comienzo a la gira por Latinoamrica que lo llevar a Guadalajara y al D.F., Veloso responde: Brasil es un pas salvaje, territorialmente muy grande, densamente mezclado desde el punto de vista racial, lleno de desequilibrios sociales heredados de la poca de la esclavitud de hecho, la ltima en abolirse en Latinoam-rica y, para colmo, hablamos portugus en un continente donde se habla fundamentalmente en espaol. No nos queda otra: tenemos la oportunidad de ser originales. Es probable que sa sea tambin una responsabilidad. Tantas desventajas histricas y geogrficas slo pueden remontarse cuando se las interpreta como una bendicin. Y, para poder hacerlo, no hay otro remedio que la originalidad.

    En ese contexto, usted, que musicaliza a Oswald de Andrade, que hace hablar en una cancin a Lvi-Strauss y que es capaz de reunir a los Beatles con Michael Jackson, se considera intelectual?Alguna vez, dije que era uno de los cantantes populares bra-sileos con ms imagen intelectual, pero al hacerlo me es-taba tomando el pelo a m mismo. No significa esto que no tenga mis puntos de vista polticos o estticos como todo el mundo. De hecho, es de dominio pblico que los tengo. Pero slo los aplico a la hora de juzgar la creacin ajena. Son circunstancias ntimas que, de tanto en tanto, se hacen pblicas, pero que no estn presentes como juicios cons-cientes a la hora de componer o a la de considerar aquello que compongo y grabo, aunque s cuando estructuro lo que luego se transforma en un show.

    En qu sentido?Veo mis shows como pelculas llenas de ecos internos refe-ridos a imgenes e ideas. Yo s que un show se arma en base a canciones, pero tambin me gusta pensar que hay all algo ms. En cierto sentido, un show tambin se compone.

    Ya que hablamos de composicin, qu viene primero: letra o m-sica? A partir de qu empieza a componer una cancin?No hay un mtodo. Pero es frecuente que me venga una idea con pocas palabras y algo de msica. De ese fragmento, desarrollo una meloda que, a su vez, pide ms palabras. Me veo muy a menudo llenando de palabras una meloda larga que naci de una frase con palabras cantadas.

    Experimentos cantadosPrcticamente en todas partes ha habido msicos popu-lares dados a experimentar con lo que componan para encontrar cosas nuevas. Parte de la esencia del Tropicalis-mo, movimiento que Caetano Veloso anim con Gilberto Gil y otros msicos en la dcada de 1960, se nutra de esa mezcla de imgenes y ritmos locales, pero tambin del

    pop y del rock anglosajn, el tango y el bolero, as como otros folklores urbanos de Latinoamrica. De ms est de-cir que la onda expansiva alcanz a otros artistas. Baste, por ejemplo, con or a la Elis Regina o al Milton Nascimen-to de mediados de los aos setenta, quienes, cuando en la Argentina surga el rock nacional una msica fun-damentalmente calcada de lo que se haca en Gran Bre-taa proponan una variante brasilea, que, sin cargar las tintas sobre la condicin de rock, acusaba fuertemente recibo de lo que ocurra en el hemisferio norte, conservan-do la impronta brasilea. Algunos de los discos ms nota-bles de Caetano nacieron justamente en esos aos: Araa azul (1973), el extraordinario Qualquer Coisa (1975), Jia (1975), Bicho (1977), Muito (1978), Cinema Trascendental (1979). Y si bien Caetano ha vuelto a ese tipo de msica una y otra vez cfr. Vel (1984), hubo perodos en que se dedic a otras cosas. Por ejemplo, al cancionero latino-americano, alternando en Fina estampa (1994) canciones que forman parte del acervo comn con temas recientes. Diez aos despus, fue el turno de A Foreign Sound, una visita al cancionero estadounidense. All se mezclan los standards con Paul Anka, Bob Dylan, Stevie Wonder y Kurt Cobain. Acaso en el fallecido guitarrista de Nirvana y uno de los creadores del promocionado sonido grunge de Seattle, podra adivinarse el germen de C (2006) y de Zii e Zie (2009), los dos ltimos discos de Caetano, que plantean una vuelta de tuerca a la cuestin.

    Tuvo alguna vez noticia de lo que les haban parecido a los Beatles las versiones que usted hizo de sus temas? No. Imagino que no les hubiesen gustado. A m me gusta la grabacin que hicimos de Eleanor Rugby tambin las de Jokerman y Billie Jean, pero no creo que a Lennon y Mc-Cartney, Dylan o Jackson les interesaran esas rarezas.

    Cuando se revisa su discografa, uno ve que usted ha pasado por la mayora de los gneros musicales de Occidente. Sin em-bargo, llama la atencin la ausencia del jazz. A qu se debe?En muchos sitios catalogan mis discos bajo la palabra jazz. Lo que suena a bossa nova cae en ese nicho. Pero es verdad que no tengo talento para scat-singing, nunca me entre-gu a una improvisacin rica sobre una base armnica. Sin embargo, grab Sophisticated Lady en A Foreign Sound, y Smoke gets in your eyes con una orquesta compuesta slo de saxofones. Mis versiones de canciones de los Beatles y de Michael Jackson estn ms cerca del cool jazz que del rock. Empec oyendo a Thelonious Monk, a Miles Davis y, gracias a Joo Gilberto, a Chet Baker. Y la esttica cool es para m ms entraable que el rock. El rock no me interesaba para nada hasta mediados de los aos 60.

    Su msica es realmente omnvora. En este sentido, usted puede cantar un poema de John Donne, traducido al portugus, convir-tiendo la poesa metafsica inglesa en msica popular brasilea. Es un propsito deliberado?El caso del poema de Donne fue totalmente inesperado. Me encantaba la traduccin que hizo Augusto de Campos, pero nunca pens en ponerle msica. Mi amigo Pricles Caval-canti hizo con el poema as traducido un bolerito sencillo, que dejaba las palabras claras. El poema es genial. La can-cin parece totalmente carente de pretensiones y por la forma en que la grabamos casi vulgar. El resultado es sorprendente: no suena vulgar, aunque se parezca a otras canciones vulgares, exhibe toda la compleja belleza del texto y el alma de Pricles, el msico, surge como la de un ngel a la vez ingenuo e iluminado. Muchas cosas pasan as. Hago solamente lo que puedo y lo que llega hacia m.

    p5

  • 6SILVIA EUGENIA CASTILLERO | ROXANA LUCA FOLADORI | GUADALUPE NGELA | NEFTAL CORIA

    Almacn

    Espacio Infantil:ColumpiosDe Alberto Forcada.Ilustraciones de Juan Gedovius.

    Cine y Poesa

    Una pelcula perdida sobre el rey NezahualcyotlPor ngel Miquel

    Criticn

    Una luz como aire nevadoPor Aurelio Asiin

    Entrevista

    Santiago Espel. Por Augusto Munaro.

    Espacios

    Y Para qu ser poeta en estos tiempos de miseria?(Respuestas a partir del V Festival de Poesa Letras en San Luis Potos).Por Claudia Snchez Rodrguez.

    Encuentro de Poetas del Mundo Latino Morelia-Uruapan Por Pascual Borzelli.

    Especiales

    Rafael Cadenas: Las cifras del presente.Por Josu Landa.

    Entrevista Contra los humos de la propia estimacin.De Claudia Posadas.

    Msica y poesa

    1969: ao del milagro.Por Jorge Fondebrider.

    Poesa y ftbol

    Mario Benedetti y el ftbol.Por Sal Ibargoyen.

    Reseas

    ColumpiosAlberto Forcada,Ilustraciones de Juan Gedovius,fce, Mxico, 2005.Por Antonio Puente Mndez.

    Pilago. Poesa reunidaJos Mara EspinasaEditorial Aldus,Mxico, 2009.Por Francisco Segovia.

    Ms hondoHugo Mujica,Editorial Vaso Roto,Monterrey N.L., 2009.Por Jeannette Clariond.

    SILVIA EUGENIA CASTILLERO (CD. DE MXICO, 1963; VIVE EN GUADALAJAR A)

    En los caminos del ro Loira

    1.La montaa amanecadesperezndose la neblina,en ascenso por los hombros de Elosa.Horas convenidas en su irrealidadse tejan al sobresaltode la fuga.Verdores de hierba deslizaron el amanecer en los ojos de Abelardo.Elosa los sinti revelarse en sus labios,agrietar su piel joven,como atisbos de tragediapara quedarse, hondos,demorndose en su tacto.

    2.La simetra perfecta de la montaaenvuelve al recuerdo de sombras tajantes:all otra vez la longitud interminable de los besos,y del otro lado, en la lejana extendido sobre la montaa el tiempo cayendo rgidoen su propia acumulacin.

    NEF TAL CORIA(HUANIQUEO, MICHOACN, 1959)

    Fbula del conejo y el cuchillo

    El cuchillo reconoce al conejo contra un hermoso muro. A mitad del sacrificio, se oye el galope de la sangre. El conejo muere tantas veces como se lo pida el cuchillo apincelado. Corre hacia la sangre que va en el ventarrn del viento y el cuchillo.

    Muerto el conejo perdneme Monsieur Durero no se acaba la velocidad en la pradera.

    Matar al conejo no es quitar la vida, no seor Durero, no se pre-ocupe. Matarlo ha sido solamente dejarlo desprovisto del tiempo y sin la piel que iluminara la geometra del cielo.

    La inmolacin tambin otorga nombre al cuerpo y a la quietud de la sangre. Morir slo es esperar con los ojos cerrados, como guarda si-lencio la sangre. Y el conejo, Seor Rivera, solo cambia de nombre.

    La mancha y el sacrificioSacrificar la mancha de sangre, abrir una puerta en la piel para que entre y salga la palabra miedo.

    Djese usted Arturo de sueos, y vuelva a la pesadilla cruda don-de el silencio es un borbotn. Abra en canal a esa muchacha, corte transversal el amor que hemos perdido en su hermoso cuerpo, mnte-la en la puerca vida, mntela y pngale el nombre que merece, hgala su jineta, su loca mentira sobre este mundo.Es la mentira, nosotros: instrumentos.Es la mentira, nosotros: el dardo que acierta.

    ROXANA LUCA FOLADORI (MONTEVIDEO, 1974; VIVE EN MADRID)

    Mis otras (a las originarias de Fernn Nez)

    Con palabras de autoridadotras ordenan mi desastreel nombre comn nos renedesde y hasta hoy: un comps sin tiempo.

    De la misma tierra emergensin olvidar sus huellas se dispersanvaco transformado en contagio.

    Con las letras Que aprenden a dibujardesarman mi rompecabezasy se construyen pieza.

    Ellas hacen al intercambio de instantes escribir sobre lo eterno.

    La historia acude a la fertilidad de las otras cuando mi inquietud heredada se multiplica en ellas.

    GUADALUPE NGELA(OA X ACA, OA X ACA, 1969)

    Cartas a SantiagoPintaste el mural sobre los rostros, ciudad fronteriza, donde el puen-te, suelo colgante, oscila el agua que llevamos dentro.

    Paso los dedos por las cerdas de pelo de caballo, brochas que sobresalen de los tarros, Tambalean los andamios, un tintineo como el de las cucharas llama al apetito.

    La secoya, atrs se asoma, pulsa en su centro el corazn txico encarnizado. Yo estoy aqu, reconozco tus manos abiertas y aparto el vestido para entregarme a ti como un papalote.

    Yagul se encuentra a unos kilmetros de aqu, le dije. El autobs nos dej en la encrucijada. La carretera se alzaba frente a nosotros como una ola. Caminamos hasta la cima. Al lado, las flores se posaban como aves solitarias, soltaban el velo sobre los cactus. Nos perdimos en el laberinto, tocamos la humedad del ngel de piedras que titu-beaba a la orilla del precipicio.

    Alguien haba sembrado maz en la planicie, el viento soplaba. Imitamos a los troncos de formas corporales que se entregaron al sol que lanzaba su fuego a lengetazos, luego encarnizamos, fuimos plantas suculentas, enredaderas ocres que ramificaban fertilizando la tierra. Inventamos los frutos para la sed eterna, fuimos el lquido que por largos aos se reserva.

    Todo esto se dirManuel Romero,Fondo editorial de Baja California/ conaculta,Baja California, 2008.Por Manuel Eduardo Silva.

    MenguanteYolanda Aguirre, uanl,Nuevo Len, 2008.Por Adn Echeverra.

    ConfortablementeSebastin Gonzlez,Ediciones En Danza,Argentina, 2008.Claudia Elisabet Sastre.

    Traducciones

    Diane Rgimbald.Por Silvia Pratt.

    Odysseas Elytis.Por Francisco Torres Crdova

    Peridico de Poesa | ANUARIO EN VERSIN IMPRESA | SEPTIEMBRE 2009 ~ AGOSTO 2010

  • 7PABLO MORA | JOSU RAMREZ | YESDIT PABUENCE | RICARDO YEZ

    Nmero 24 | noviembre 2009

    PABLO MORA (CD. DE MXICO, 1958)

    Guardin de 5 pisoDid he who made the lamb make thee?

    William Blake

    Con esa seriedad sobre cubiertay tantos formalismos tras el vidrio,quin dira que ests ah acechando con la fiereza digna de tu estirpeal menor intruso que se aproximaal territorio en alto que resguardaspero tambin decoras vigilando.Es la fijeza con la que sostienesla gravedad del orbe en un vilano,el rigor atigrado de tu espectro que apacigua cualquier violento arribo,disimula la indiferencia en casa,usa para escalar los muebles carosy entona inexplicables corolarios,cuando no deambula con prestigiadoaplomo sobre sucias superficies.Quin dira que aunque el clima decaigainfundes luz y alcurnia a la planicie,conservas como pedestal la atmsferaante el mudo oropel de tus posturas.Qu pues con los ojuelos que cautivan,imantan abejorros o viajeros,enrocan servidumbre y nobiliarios,porque si no dominan nos seducenal tributo sesgado y democrticodel asombro y veneracin sonmbula.

    En el hotel hay dos cuadros sin firma, mas nada les resta crditopues que una composicin as seradigna del Museo de Arte Contemporneo; cual a modode curador mi instinto fuera, la razn suficiente para la hlice del tiempo propioa las costumbres de ahora, cuando deja sobre la mesa de noche el presidente,un fajo de papeles que de la medicina no provienen y forjan una patria espeluznante.

    Como si todo quedara reducido a una llamada telefnica,sin polvo de astros esparcido por el suelo,ni llamas de delirio en el horizonte, ni la trenza donde tiempo, historia y hombreson la urgencia que sobreviviera la noche bajo la luz de una lmparasedante.

    Mucho me inquieta y poco puede mi nimo en postura de grito de manifestante.Porque hay Csar Vallejo en progreso y flagelo con maysculas romntico,sin que por ello los excesos de lo inoportuno se deshojen para cambio de estacinni me sepa alfabeto alguno en clave y more yo menos en mails queen cartas.Pero, de puo y letra qu, despus de aos, al pie de la ventana el caballete y el lienzo en blanco.

    Recobrado a veces el aliento, al leer un soneto de lucidez contraria a lo imperante,me voy haciendo con latas vacas las sirenas que tampoco cantan para m.

    Llam a la recepcin mirando el techo y escuchabacmo arrastraban cadenas en la azotea, pero mis labiosde madrugada, entre la tensin y la lentitud con que crece la yerba,a una verdad negada diriga y, como tanto, en la tele vi lo de siempre.

    Despus el silencio, cuando el sueo dominaba el parpadeo.Era como una moneda de cobre cayendo en cmara lenta:

    vi las vetas de la duela, lo compacto de la alfombra, luces intermitentes;una gota oscura en la pared al pie de las persianas y escuch la msicaque llevaba muy alto el que su auto manej despacio. Pensme estoy durmiendo entre dos ventanas cuyo paisaje desconozco.

    Llamaron a la puerta. Y en qu momentoel mundo, la pgina siguiente, el espasmo de no saber serestaban en m mezclndolo todo, que no entend la pausa, la impaciencia, el odio absurdo y luego el golpe. En la ventana espeje la alberca.El rumor de diez dedos sobre el teclado, escuch a lo lejos.Sent el impulso de encender un cigarroy oprimir con el pulgar el botn rojo. Tac tac. Eso fue todo.

    RICARDO YEZ(GUADALAJAR A, JALISCO 1948)

    No s quin soy, si voy o vengo o llegoo parto o si me quedo aqu tranquilodeshilando noms hilo tras hiloun lenguaje que no es lenguaje, es juego. No s quin soy, por ms golpes de ciegoque me den o que d, cmo destilolo esencial de mi ser, pierdo el estilo,el tiempo, el pie, noms, noms la riego. Qu s yo del amor y de su estrellaen cuyo resplandor, ay, me perdacuando perderme an tan bien saba. Qu s yo del amor que todo sellasi quise ser amor, vana porfa,y an no s quin soy y an me gua.

    JOSU RAMREZ(CIUDAD DE MXICO, 1963)

    Otro detective salvaje

    Luego de la tala viene la quema y la roza: el grito que no sabe que grita, el ngel necesario de Wallace Stevens, lo expuesto por Bau-delaire: hay una poesa universal que se refleja en todas las cosas, una esttica por averiguar, fundamental, un orden del que poesa y pintura forman parte, pero igualmente la msica, la escultura u otra realizacin esttica en donde Hugo Mujica abre un canal para dejar transcurrir las aguas. La experiencia esttica de este autor es lo que reviste su palabra, desnuda pero plena, directa pero tan esencial que pareciera formar parte del lenguaje mismo. l es su habla, su morada.

    Ms Hondo, Hugo Mujica. Por Jeannette L. Clariond.

    YESDIT PABUENCE (LABATECA, COLOMBIA, 1980)

    Nudos de Rosario

    Mohosa la lenguadescubre el espacio vacodonde la muela cada segua ocupandosu dolor de aguja

    Rastro pestaoso en el agua

    Resignado al chirrido de la ruedaabre los ojos el borracho

    Una carretilla lo llevay quien conduceno sabe a dnde va

    Boga ausente a Candelario Obeso

    Qu extrao el remo se aleja dejando montoncitosen el mar

    Pese a lo criticable de la creacin estridentista, o incluso lo criticable de su dis-curso potico, el estridentismo como vanguardia, clam por tomar una posicin ante las circunstancias, originando un discurso basado en la situacin latente de su realidad. Chopin a la silla elctrica! grita Maples Arce en su manifiesto.

    Maples Arce, la potica de la modernidad. Por Claudia Morales.

  • 8RODOLFO DAGNINO | GRISSEL GMEZ ESTRADA | JORGE SANTIAGO PEREDNIK | EDUARDO ZAMBRANO | MANUEL CUAUTLE | URSUS SARTORIS

    Almacn

    Espacio Infantil:XenankDe Adn Echeverra.

    Raros y curiosos:Maples Arce, la potica de la modernidad.Por Claudia Morales.

    Entrevista

    Francisco Urondo, entrevistas 1971 y 1973.Por Marcelo Pichn Rivire.

    Graciela Salinas Esquivel.Por Ana Franco Ortuo

    Espacios

    El Alud Prpura, rondas de poesa en la UNAM.Por Ana Paula Santana.Revista Sncope.

    Especiales

    Francisco UrondoIntroduccin de Osvaldo Aguirre

    Msica y poesa

    A. L. Lloyd: una vida de pelcula.Por Jorge Fondebrider.

    Poesa digital

    Vestigios en la caverna.De Rodolfo Mata.

    Reseas

    Wide ScreenVctor CabreraBonobos, Mx, 2009.Por Francisco Segovia

    TransformacionesAnne Sexton.(Trad. Anglika Scherp)Fsforo/conarteMxico, 2009.Por Anglica Cardiel

    El Ella RealIgnacio UrangaHemisferio Derecho Ediciones,Baha Blanca, Argentina, 2009.Por Daniel Freidenberg(Estudio preliminar)

    Las cuentas de la Ilada y otras cuentasLuis Miguel AguilarUniversidad Autnoma Metropolitana, Mxico, 2009.Por Carlo Ricarte

    Poticas mexicanas del siglo XXCompilador Samuel GordonEON-UIA, Mxico, 2004.Por Mario Javier Bogarn Q.

    Pabelln patrioLuis PereiraEdiciones YaugurMontevideo, 2008.Por Esteban Moore

    XenankAdn EcheverraEdiciones Zur-pacmicMrida, Yucatn, 2005.Por Jos Juan Cervera

    Simetra del silencioMariana BernrdezEdiciones Poliedro/El Bho,Mxico, 2009.Maricarmen Pitol.

    Revistero

    Lenguaraz 20

    Lneas de Fuga 27

    Navegaciones Zur 54-55

    Por Javier Vzquez Cervantes

    Traducciones

    Denise Desautels.Por Silvia Pratt.

    Nikola Richter.Por Cecilia Pavn.

    Dwayne Betts.Versin de Federico Vite.

    RODOLFO DAGNINO (CD. DE MXICO, 1976; VIVE EN TEPIC)

    Postal de la llegadaCasi sencillo al principio, narctico,bast dejarme llevar por las calles,pjaro aturdido despus de ocanos de vuelo,sin mapas ni indicaciones:tu mano precisa,tu voz inagotable,tus ojos manantial marcando la ruta entre palomas y hojas secas.El metro, casi sencillo, narctico,casi familiar desde tu sonrisa,desde tu entusiasmo;el fro, Pars con mbitos de ceniza;asistir por primera vez al espectculo coral del Sena,monstruo de mil voces, casi sencillo, narctico.

    Casi sencillo llegar como un nio obediente a las puertas de Orsay,tu rostro afligido al despedirte como una madre en el primer da de clases,y yo tan torpe, extrao, confuso,perdindome en los salones de la luz.

    II

    Afuerahan cado los muros de tu presencia. Estoy expuesto.De golpe Pars es enorme y desolada.Los caminos se inauguran a mi alrededor.Las calles, los edificios, las buhardillas gritan,yo les correspondo con un abismo en el estmagoy doy el primer paso.

    GRISSEL GMEZ ESTRADA (CD. DE MXICO, 1970)

    III

    Quin eres t,animalillo que hace sangrar volcanes mientras repta?Esconde las zarpas.Mis alas te protegernhasta que crezcan las tuyas,y con tu aleteo me devorars, como a la viudasu delicada estirpe saborea.

    IV

    Lleg, me sacudi por todas partes, y se fue.Queda su sonrisa de rascacielos, queda su cuerpo: acueducto, coliseo,triunfador, arrasador, gandalla,tan absolutoque slo queda, de gozo,lamerse un poco la sangre,tan hermoso que a vecesno me atreva a tocarlo no vaya a romperse, hija, dijera la madre, no lo rompas,tan hermoso como para invitar a mis amigas el banquete,qu pena, porque al partirvolvi a ser choza, indigno de mis dedos.

    JORGE SANTIAGO PEREDNIK (BUENOS AIRES, 1952)

    La franquezaDe modo que las brechas son la franquezauno se enamora en sus moradasy rehye el dominioJoven destino vieja fortunael nombre es ese, lo que no se puede habitarBatallones de valientes que intentan revivir a Zeusdarle nima o aliento a ese cuerpo sin aostratar con todas las artes que el dios padre de los dioses sobrevivao al perecer no muerao mormorado resucitey el mundo aloje una postrera mediacin un techo

    el techo de los desposedosbajo cuyos tirantes muy pocos refugian su inicial:un presidenteun prncipeun pastor protestante

    en cul de las sbanas encontrar el cuerpo reducido del padreen la de arriba?en la que hay que lavar?en la que est en el segundo cajn, doblada?

    Las brechas se tapan, cerradas por la suciedad las aguas igualmente fluyeny de la f queda esto tres o cuatro sonidos, una palabra vaca

    La franqueza dice que tiene un qu o como su ser: un porqu fuera de s esta atmsfera de pocas gravideces esta visin franca:un filsofo recorriendo el caminoque antes as hablaba, como Z, y ahora guarda silenciopor unas brechas que nunca se cierran

    Para el que est viajando en trenla franqueza es cortar la distancia y ver el paisajelo que muestran u ocultan las ventanillaslo que rpidamente dejan atrs para el que viaja por aire la franqueza es caer del avin, zambullirse en el marmirar desde el asiento cmo el cuerpo se alejasospechar incluso que una corriente votiva y ciega o una oladevuelven el cuerpo a esta orilla

    Aqu sobre la arena el perro husmea y ladrapichicho, pichicho: la encontrastees ella. Es lel cuerpo o cuerpa del cadver algo no identificablequ: qu: qula palabra que quiere decirse y no puedeel dios padre muerto, Zeus, la franqueza

    MANUEL CUAUTLE (CD. DE MXICO, 1971)

    ngelesX

    Las ngelas transitan por las callesde la pasin humana

    le hacen el amor a las putasy a las amas de casa

    la sombra duea de las ngelashurta la pluma ms frgilque ha cado en el vueloroza con stala espalda de las ngelas

    roza el pechohasta el final del pubis

    los ojos se les dilatany se les hinchan los labios

    las ngelasson apetitosas a la carney al fluido de la ciudad

    la ciudad perversa ciudad

    01 de marzo de 2005 14:40 hrs. Mxico, D.F.

    URSUS SARTORIS (CD. DE MXICO, 1971)

    Anoche,cuando el cielo dio por fin de s, cuando dejaron de silbar las caasy se abrieron los lotos.

    Anoche,al desmontar la luna sus acantiladosera una fiesta de velacin lo que celebramosen la estera con cmbalos y campanas?

    Era el flamboyn los ojos del veranocon su antifaz de nube o los precipicios salvajes del gestolo que iba creciendo en el ro de las nimas?

    De quin era el aire que respirbamos?

    Y a eso quera ir, estimado lector, mi semejante, mi hermano: no estamos a salvo de nada, spalo. Eso ocurre en el mundo, en la vida. Pero cuando se meta en el libro de Uranga no slo no se va a distraer de eso, no slo no va a olvidarlo: va a sentirlo todava ms. No tenemos descanso ni sosiego, no hay certeza, nada es slido ni hay de qu agarrarse, salvo de la certidumbre de que todo es transitorio, limitado y relativo.

    El Ella Real, de Ignacio Uranga. Por Daniel Freidenberg.

    EDUARDO ZAMBRANO(MONTERREY, N.L., 1960)

    AfueraDemasiado ebrio para encontrar las llavesy entrar al poema.Me qued afuera, en este solo apunte a la intemperie.

    Peridico de Poesa | ANUARIO EN VERSIN IMPRESA | SEPTIEMBRE 2009 ~ AGOSTO 2010

  • 9HOMERO PUMAROL | MATILDE TERCERO | JOS EUGENIO SNCHEZ | JOS RAMN RIPOLL | EDUARDO ZAMBRANO

    Nmero 25 | diciembre 2009-enero 2010

    HOMERO PUMAROL (SANTO DOMINGO, 1971)

    Modern TimesBob Dylan sac un nuevo lbumQue se llama Modern TimesY t acabas de perder otro trabajo

    Aguantaste nueve meses esta vezY ni siquiera conseguiste liquidacinY dicen que Dylan dur ms de 3 aos componiendoLos nueve temas que contiene el lbumQue ya se vende como arroz en todas partes del mundo

    Indudablemente para ambos son tiempos modernosPero claro que es ms interesante escucharLo que tiene que decir Dylan al respectoA quin le interesa el despido de un empleadosin hijos, ni esposa, ni perro que alimentar

    Seguro bebas demasiado o usabas drogasLo que en Dylan es una virtudPiensa que ese junkie de ojos clarosya andaba por las carreteras con los BeatniksY que los Beatles ya le haban dedicado un tema en RevolverY que hace mucho es famoso en el mundo enteroy tiene ms de un disco de oro colgado en las paredes de su casay un lbum que te gusta mucho llamado Blonde on blondeY que ya haba tenido muchas rubias como ngeles en la cola de su motorAunque hace tiempo dej de andar en motor por un terrible accidenteal que sobreviviY que sigui cantando y componiendo y tocando en Europa y Estados Unidosy que ya haba pasado del folk al blues al jazz al rock al countrycuando t no eras ni siquiera una idea en una casa alquilada

    Y casi cuarenta aos despus pierdesEl ltimo empleo que has sido capaz de mantener nueve mesesEn un pas donde Dylan nunca fue ni ser popular

    Tal vez no lo creas,Pero Bob Dylan sac un nuevo lbumQue se llama Modern Times.

    JOS RAMN RIPOLL (CDIZ, 1952)

    (El escarabajo)

    Traza un sendero entre las dunas.No sabe adnde va o quizs seaese aparente no saber el motivo de su existencia bajo el sol, dibujandoun esquema de la vida que fluye,serpentea, sobre sus pasos vuelvee insiste otra vez ms en ir. Pacientemente escribe y su presenciaes escritura sobre arena que borra y borra el viento,el esbozo de un camino sin rumboo alrededor de ti, piedra enterrada,para significar sin revelarte.

    (Bajo la sombra)Bajo todas las sombras, esta sombra:la de mi cuerpo deambulante que oculta el mnimo vestigio de tu dbil presencia.Bajo todas la sombras, la sombra de tu causa:la de haber sido espejo de soledad,tiniebla antigua que propicia la oscuridad del corazn. Ests bajo mi sombra, bajo todas las sombras,como el sustrato mineral del silencioy la antigua conciencia de una voz apagada.Ests bajo la sombra, la sombra de la tierra,brotando el tallo de la nochede donde crecen las estrellas opacascomo las hojas de mi sueo.Bajo toda la sombra est tu sombra:la huella de mi carne entre tus lmites,la taciturna evocacin de un nombre,el dibujo invisible de tu vuelo.

    JOS EUGENIO SNCHEZ (GUADALAJAR A, JALISCO, 1965)

    27 de julio de 1967: (esas palabras ruborizaran a cualquier marinero) desde el lomo de la bestia de hierba donde el sol desparrama los primeros sntomas de su fiebre amarilla camionetas repletas de mariguana descienden la sierra rumbo a la frontera entre balaceras y mujeres que caminan despreocupadas (helicpteros puntas de flecha en el cielo transportan polvo que vale siete mil ovejas tres mil camellos quinientas yuntas de bueyes quinientas burras y ganados hormigueando sobre la tierra) cuando el mundo era una muestra de zacate sobre un gran arenal aqu ya haban llegado los extraterrestres cuando crean que el mundo era una torre de barro que se alzaba cerca de las nubeso una superficie plana sostenida por tres patas como una mesao un gran ruido girando en el gramfono del cosmos aqu los extraterrestres construan pirmides y jardines y cascadas y libros invisibles y molculas de wolframio y pelculas de terror (an censuradas)y varias playas nudistasy no descansabancuando se crea que el mundo era una especie en extincin o que no existamos o que un tipo musculoso lo cargaba o que un accidente magntico lo mantena dubitativo o que era una eclosin acufera fragmentada a distintas temperaturas o la lejana de un telescopio o un cdigo de barras aqu los extraterrestres tallaban piedras ollas tumbas e inventaban el chantaje ya haban sembrado codiciadas hierbas y afrodisacos y construido pistas de aterrizaje y documentos falsos y grandes sobornosy antes de irse o de que llegramos ya tenan empaquetado el resto del paisaje dejando esos vacos donde las camionetas (y helicpteros) entregan puntualmente su mercanca

    Empezaban declarando su don desde el nacimientoAlguno se atreva incluso a asegurar que era hereditarioPor parte de padre

    Manejaban un poder sorprendente capaz de conseguirLa vuelta inmediata del ser amado(o en un nmero de das no superior a siete) tout jamaisDesterrando el/la rival a un exilio lejano

    En problemas de trabajo eran infaliblesTanto si se trataba de la suerte de un exameno conseguir una mejora financieraAtraan la clientela a los negocios restndola si haca falta a la competencia

    Podan curar enfermedades crnicas desconocidasDe todas las partes del cuerpoTambin desembrujabanCon exorcismos expulsaban los djin u otros geniosAborrecas tabaco alcohol las cartas

    Para ellos no tenia secretos el Tiempo Mdium Videntes Autnticos

    De garanta perenneCapaces de vencer donde otros colegas fracasaron

    Si era imposible personarse podan desplazarse a domicilioReciban de siete de la maana a nueve de la nochePor correo rogaban adjuntar un sobre con un sello

    En cuanto al precio exceptuando uno que iba directamente al granoTodos proponan cobrar segn los resultadosO bien adaptar la tarifa a las posibilidades del consultanteLa publicidad era depositada en los buzones por repartidores con suelas de gomaA pesar de mi acecho nunca logre ver a ninguno dejando las pequeas fotocopias blancas o amarillasDecoradas con estrellas corazones inquisidores ojos sin prpado en la ms barroca trotaba una cabraTenan el tamao justo para entrar en la carteraNombre y telfono en grandes negritasAntes del patronmico se atribuan el ttulo de profesores y/o doctoresNo constaba Institucin o CentroEn situaciones de emergencia la mano en el fuego Quin hara esta pregunta?

    MATILDE TERCERO (MELILLA, 1955; VIVE EN MULHOUSE, FR.)

    Mdium Vidente

    EDUARDO ZAMBRANO(MONTERREY, N.L., 1960)

    Los mercaderes de cenizasLo esencial habr sido, para nosotros,

    en el paroxismo de la crisis, conservar la pregunta.

    edmond jabs

    Lee con asombro la desatinada obra de tus aospero no apures las pginas del libro.Conserva la pregunta.Ya vendrn luego por nosotroslos mercaderes de cenizas.

    Sigue por ahora viendo al sollas nubeslas palabras.

    El ltimo libro que leas ser tu vida.La ltima pgina nadie sabe. No te preocupes.Para ellos no existe el tiemponi el espacio.Deja para despus los argumentos.Slo debe tener un poquito de sentidolo que haces.Los mercaderes no van a repararen nuestras vanidades ni miserias.

  • 10

    ENRIQUE BUTTI | MAURO HERNNDEZ FUANTOS | VCTOR SOSA | JORGE CASTILLO FAN | JOS ANTONIO CAVALCANTI

    Almacn

    Clsicos:Trilce, potica desde el vaco.Por Alejandro Gaspar.

    Espacio Infantil:Nina ComplotPor Sara Robbins.

    Cine y Poesa

    La segunda primera matrizPor ngel Miquel

    Entrevista

    scar Hahn.Por Miguel ngel Zapata.

    Espacios

    Caf-Poesa en Mrida.Por Fernando de la Cruz.

    Libro al fuego: Festival Internacional de Poesa Zacatecas 2009.Por Claudia Snchez.

    Especiales

    Mario Rivero: Entre lo social y lo ntimo.Por Rodrigo Lomana Riao.

    Msica y poesa

    Caetano Veloso: Hago solamente lo que puedo.Por Jorge Fondebrider.

    Poesa digital

    Taller de la caballeriza.

    Reseas

    Las calles terminan en los baresde Jorge RivelliEd. PapelTinta, Buenos Aires, 2005.Por Esteban Moore

    Nombrar el ParasoSal CastroCultura San Luis Potos,Mxico, 2008.Por Jorge Lpez Lara

    Poesa porttilHctor Carretounam, Mxico, 2009.Por Virgilio Torres

    RelacinAndrs FischerMago editores.Santiago de Chile, 2008.Por Mara Paz Moreno

    Parques o el imn de la tierraAna Franco OrtuoH.Vera Editor,Mxico, 2009.Por Jorge Santiago Perednik

    ArraynVctor Ortiz Partida,Bonobos/ conaculta/ foncaMxico, 2009.Por Jocelyn Martnez.

    Revistero

    Conspiratio 1

    Ingrima 4

    Viento en vela 15

    Rerum annihilatio Hobbes

    Nunca nunca me resignarMadre Loboal Paraso Perdido de tu vientreabuelita y yoen tu seno generoso

    Madre Lobote entregaste aflores y mielespara alimentarnos

    la cofia y el camisn de abuelitaya no los usabas por astuciasino por felicidadde encinto

    tejas, te preparabas tisanas,te hamacabas mirando el atardecerte arrebujabasjunto al fuego.

    Oh, tirano, qudate un poco quietote ordenbamosabuelita y yoentre risitas.Abrazadashablbamos como siamesas.

    Madre Loboque empollabasla representacin de nuestro mundofantasma de la oscuridad,nuestra filosofa de la caverna.Tirano, no creas a tus ojossino al doble sesode tu estmago.

    Dbamos pataditas,te oamos gruirdulcemente.

    El lobo es la mujerde las mujeres,te complaca escucharnossentenciar.

    Tirano,lo despertbamos en medio de la noche.Tirano!,le tirbamos palabrasy l se adormeca al arrullode nuestro ronroneo.

    Despus, ya se sabe,vino el estpido leadormat a mam loboy nos dej otra veza la intemperie.

    La primera paladade tierraque echaron sobre la fosaentr en tu pechodespanzurradoLobo Pachamama.

    Abuelita ya no quiso vivir.

    Yo voy por el mundosola como un perroalejndome por los campospara aullar a la lunaLobo est?

    escarbando en tu tumbaque est en todas partes.

    JORGE CASTILLO FAN(PIUR A, PER, 1967)

    Danza de/ Lirio

    alma del fuego: el cantofuego del canto: el almacanto del alma: el fuegofuego del alma: el cantocanto del fuego: el almaalma del canto: el fuego.

    Este crepsculo es la vendimia de tu carne alucinadaen el amor inmarcesibleTras el castigohay una voz que te rescateen la mortal repeticin del espejismo?Hay un latido en que te sueescomo un jardn fulmneocomo un fulgor jardneoentre el desierto y la ceguera?Vestirs de incandescencia sobre el raptovioln de un solo llanto donde te reiniciasArde para m en este estriamientoEn el transcurso de mi nombreeres la sed y un aullido.

    MAURO HERNNDEZ F UANTOS(CD. DE MXICO, 1987)

    Llevo el silencio sobre los hombros mi silencio: copa de rbol podado.Vadeando el rumbo de mi pasos, lo sigo como higo al suelo hijo de rbol copa de higuera callada.Desde mis hombros pide favores tocndome la oreja.Yo lo veo con el rabillo del ojo:mrame silencio, hblame silencio, silencio: deja de ser silencio.Y l, antes callado:si del silencio hablas es porque no hay mucho que decir.Espera el silenciodespus de que exhale un suspiro habla por m.

    Traducciones

    Harry Clifton.Por Gerardo Gambolini.

    Kalu Tachisavi.Versiones en espaol del autor.

    Yorgos Seferis.Por Selma Ancira y Francisco Segovia.

    ENRIQUE BUTTI (SANTA FE, ARGENTINA, 1949)

    Caperucita Roja despide los despojos del Lobo Feroz

    VCTOR SOSA(URUGUAY, 1956; VIVE EN LA CD. DE MXICO DESDE 1983)

    Maintenant

    1 Leyendo su revista nos han entrado nuseas... por mi parte, siento vergenza y asco de ser la ma-dre de semejante granuja. Palabras atribuidas a la progenitora de Arthur Cravan.

    Muri por hipotlamo aunque antes, obturacin del tmpano, crustceos. El acrstico se lo pirograbaron a balazos entre las comisuras y la enca. Deca as: A quien por valiente aqu call. Asombra tal xito luego de ha-ber zarpado solo y en un velero por el Golfo. Golpiza le propinaron por perplejo, por Maintenant ahora, por Cravan1. Pero qu en el empeine que lo haca distinto? Un aroma frutal en la almorrana era, en ese pas, signo divino. Macaco ya sin mcula, acataba los vinos en africado lengetazo nhuatl. Mont una peletera sobre la plataforma continental. Coloca-tario del manat, miraba la eslora boreal tindose de pulpo y tintoreras. Crapuloso, baj el switch del subibaja con los bebs ndigos abordo y las abuelas (era en Plaza de Mayo) paralizadas. Se cuestiona (en yiddish) su sinrazn, pero no se seala, ni siquiera al calce, su gran sinceridad. Si abo-fete a la Reina2 fue por algo. Si puso TNT bajo el Pont Neuf y no explot por culpa del vicario. Si hasta Cocteau lo difam en TV. Je ne veux pas me civiliser lo dijo y dej constancia. Ah, qu porqueriza. Venda sartenes inoxidables a la salida de los liceos, pero, cmo agarr esa enfermedad (vulvitis) si hasta las sandalias cepillaba? Paracetamol para aguafiestas; yo, declamo y conect en el loft minimicrfonos, Gps en el perro, cal viva -para que no apestase en el cadver. Granuja! espet la madre mas la Border Patrol fue ms lejos y lo asesoraron con el lanzallamas. Del ano al asma no qued ni un pelo. Le incineraron hasta el delantalito de la nutria. Quelle belle confrence! exclam Duchamp mientras la liga antinarcticos olfateaba con osos hormigueros sus sobacos. Hoy alguien se acuerda de esas pastorelas? Lo homenajean en Maryland, es cierto, pero con el dedo en el butano, con los nios mirando desde el Hummer, contra toda esperanza de hallar sobrevivientes.

    Vestigios de la caverna, de Rodolfo Mata

    remos remos raros leves braos penas riscando traando marcas rotas nas guas com asas

    remos remos verdes duros ramos cortes flutuando desafiando portos mortos nas vagas com facas

    remos remos puros novos letras rumos inventando navegando mares mundos no futuro com procuras

    remos remos tristes largos ritmos risos talhando amanhecendo rugas cantos nas travessias com profecias

    JOS ANTONIO CAVALCANTI(RO DE JANEIRO)

    Gals

    2 La reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, de Velzquez. Museo del Prado, Madrid.

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    VANINA COLAGIOVANNI | KARENINA DAZ MENCHACA | LUIS FLORES ROMERO

    Nmero 26 | febrero 2010

    VANINA COLAGIOVANNI(BUENOS AIRES, 1976)

    Lado de bruma

    Un lugar para deshojar margaritasotro para los chanchos que corren entre ellas un lugar para oscuridades, otro para llegar bien al fondode una caja sin fondouno para enredarse, otro para desovillarseun lugar para el ceo fruncido, otro para amor floridouno para el amante insano, otro para el guante arrojado

    para la bruma detrs de la que se adivinaun pretendiente uno para el desquitepara el agite, para el infle y el reviente

    un lugar para el gusanito que se instala en el hueco de una idea largamente acariciada que se estira, encoje, se alarga la engulle y nada.

    un lugar para el tiempo sin medidauna pista de baile encerada para que se deslice una flota de ardillas en picada

    una revista que en cada hoja se desvista una carrera en el tiempo que se tarda en llegar a la mecha encendida en la cocina para el xido

    un lugar para el sueo, el descanso, el acurruque otro para el hamaque y el despierte.

    KARENINA DAZ MENCHACA(CD. DE MXICO, 1975)

    Tienes la sangre de un cubosin aliento ni olor a disuelto brebajeSuenas a toque de fresca maanaa mirador de luna seca y cntaroTienes el rabillo de puerta rumbo al sol mirada fugazEres el hombre de viento posandohacia el infinito de mirasolesTienes tierra en tus manoslabras lgrimas de hembra marchitaposada en tu cinturaVienes del infierno, y trabajandote conviertes en el cado murcilago de rosasBrotas de la espina y de las ancasTe violentas en veneno mas te muestras desvencijadoQu tulipn abierto dejas en mi cama!Eres la risa de un nio sin penacon el sobrio paso de una suela marchandoTe espero lo sabesNo importa la horaTe esperoComo el alba sin prisa,sin costilla sangrientaTe esperocon la dulzura en la boca y la maana.

    Cmo ser el amor de esa muchacha?Ser como una vspera de luz?Una geoda cerrada?O todo lo contrario?Su amor es la advertenciade una sombra o ceniza inevitable?

    Cmo ser su olor cuando ella ama?Cuntas flores o aceites medir?Cundo ama es ingrvidao mucho ms pesada?Es posible enumerar su amor por frutas?Acaso por caricias? Por veneno?

    Esa muchacha ama de repente?

    Juan Manuel Roca:Yo creo que sera Las hiptesis de Nadie, porque me parece que ese personaje fantasma que es Nadie, que a veces puede recordar al Ulises de la Odisea, ese per-sonaje de Nadie que ha sido una constante en toda la literatura, aparece en mi primer libro de poemas, publicado en 1973, Memorial del agua, en el que hay un poema que se llama Nadin, y es una reflexin so-bre esa fantasmalidad, o sea que esa obsesin que me ha rondado a lo largo de los aos, la veo mucho ms concreta en ese libro, que lleva una carga que a m me interesa mucho de la poesa, que tiene un cierto ras-go de humor que me parece fundamental en la poesa moderna y contempornea; es un libro al que le ten-go mucho aprecio. Pero tambin acabo de publicar un libro en Espaa que se llama Biblia de pobres, al que tambin le tengo mucho cario, ahora, si me tuviera que decidir por uno, entonces quemara la mitad de uno y la mitad del otro. Maricruz Patio:Sera muy difcil, a lo mejor ninguno, si ya me voy a ir para qu me llevo nada, si lo maravilloso de la poesa es haberla vivido. Debido la prctica del budismo no soy muy afecta a tener cosas, pero si me viera obligada, quiz el libro que rescatara sera el de Arati [Premio Efran Huerta 2009], que es mi ltimo libro, y el lti-mo siempre es ese nuevo intento, ese nuevo lanzar la red, porque ah estn siempre las sucesiones de uno. En la juventud se forja un ncleo de imgenes internas y todo lo dems es la necedad de seguirlas persiguien-do y modificando y experimentando de diversas ma-neras. Sin embargo, otro de mis libros que lleva mucho

    de m es La prosa de un viaje desesperado, se lleva de m la muerte de la personalidad, de la personae, para en-trar en otro nivel, para no estar tan centrada en mi yo y en mi desgracia; es un viaje a Estambul despus de mi primer divorcio que fue muy fuerte porque ah naci la nueva mujer, la que yo era realmente, la feminista que so cuando era hippie, despus la ama de casa feliz, con tres hijos maravillosos y un matrimonio con un poeta, trece aos que fueron muy buenos, una vida, y con la separacin muri una mujer. Luego fue un re-tomar la vida, retomar el camino, ya no ser la esposa de nadie sino yo, Maricruz, y buscar mi nombre, que es tambin uno de los temas de La casa del parque, mi nombre es lo que busco, me busco a m misma en el es-pejo del mundo, como parte de ese todo que se respira a s mismo, donde tambin est el encanto de la vida y de la muerte, que es el segundo apartado del libro.

    Antonio Deltoro:Lo que pasa es que en el caso de Vargas Llosa la decisin es difcil porque tiene muchsimas novelas, yo tengo muy pocos libros, as que no sabra contestarte, sera muy fcil sacarlos del fuego porque cabran en una edi-cin de 300 pginas. Quiz uno que se llama Los das descalzos, quiz. Porque son mis primeras poesas y son mi descubrimiento de que poda ser poeta, y tiene quiz los das ms felices de mi vida, no los ms sere-nos, pero s los ms felices, uno salvara casi siempre la juventud y no la madurez o la vejez. Y de los de Var-gas Llosa yo tambin salvara Conversacin en la catedral porque es un libro muy autobiogrfico, donde Vargas Llosa ya no trata slo la adolescencia, como en La ciu-dad y los perros, sino que ya es un libro de balances.

    Libro al fuegoPOR CLAUDIA SNCHEZ

    Durante el Festival Internacional de Poesa Zacatecas 2009, tuve la opor-tunidad de charlar con algunos de los escritores y, a propsito del prlo-go que Mario Vargas Llosa hace a su novela Conversacin en la catedral, en el que afirma Ninguna novela me ha dado tanto trabajo; por eso, si tuviera que salvar del fuego una sola de las que he escrito, salvara sta, plante la pregunta: Cul de sus libros rescatara usted del fuego?

    Ama sin zapatos? Con insomnio?O quiz tiene filo cuando ama?O ama cautelosacon instintos de venado?

    Cmo se debe amar a esa muchacha?Con una sola mano?Con todas las entraas de la tierra?Esa muchacha tiembla cuando ama?Se volver paloma cuando ama?O permanecer casi intocable?Como una flor de cactus?

    Esa muchacha ama?Cmo ser el amor si ella no ama?

    LUIS FLORES ROMERO(CD. DE MXICO, 1987)

    Ser? A Yael

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    VILLE HY TNEN | KAISA IJS | JOHANNA VENHO | KATI NEUVONEN | JANNE NUMMELA | RISTO OIKARINEN | VILLE-JUHANI SUTINEN

    JOHANNA VENHO(1971)

    Esta es Luz y ella pasea por el archipilago:en la costa que es parecida al encaje, bordes de panqueque cocidos.Esta es Luz, una nia transparente, hecha de orillas de andrajosemprende el viaje, una balsa soplada por el viento, unalancha que confa en el viento. Para nada est consciente. Sumergida en sus pensamientosprueba el alga verde sobre las piedras de la orilla,se lava los dientes con agua salada. Luz vadeacon el agua hasta las rodillas y las caas le tejen los muslosen el inicio del muelle comienza la avena fea y grumosa,hacia ella estira la mano, nia traslcida y de ventanas,ms fcil de interpretar que un espejo o una letra,va hacia adelante empujada por una fuerza mayor,por un flujo de aguas subterrneas, la brisa del mar? as no es como ella tropieza con el conocimiento, slo pens zambullirme, qu es lo que nos va a pasar?

    VILLE HYTNEN (PORVOO, 1982)

    rganos masticadores, Ucraniaes la escoria que la dilisis elimina, un crneoexaminado por el frenlogo, ellos cantan mientras conduceny hacen ruido con sus carretas de tubos

    plasma y chinches, amo este pas jovenfluorescentes, nios parientes destrozados,intoxicaciones y miserables bares de puerto

    svoboda! svoboda!* ellos gritandesde sus dientes con carieszvsvoboda!svoboda! ellos gritanpresionando sus eritemas nudososdolorosos y haciendo zumbar sus carretas de tubos

    cuando pasamos por debajo del puente, pienso en una aguja que se hunde en la carne hecha jirones,la pus que de ah brota,el sedimento del dnepr**

    Marzo 2010/ NM. 27

    KAISA IJS(HELSINKI, 1977)

    Piloto automticoImagnate un espacio areo sin paralelos, inviolado, de intervalos msticos. Imagnate a la juventud como el piloto automtico, que mancha la cabina de biologa. Imagnate la prdida de coordenadas, donde mujer y hombre corren en cmara lenta desde el cuarto trasero del lenguaje hacia la utopa: los esqueletos bailan riendo infernalmente y las carnes como las palabras se derrumban paso a paso moldeando letras y sombras mrficas.

    En el cuarto sobre el lado trasero del lenguaje penda el glaciar permanente, que ellos besaron mientras se derriti, vodka de vidriosus brazos fueron anudndose en forma de ochoy en un rincn un antiguo bardo lanz versos desafinados:quin sabe si a aquella guitarra le jodi que ellos estuvieran enamorados.

    * Svoboda: vocablo que en ruso y ucraniano significa libertad.** Ro de Ucrania.

    Panorama de Poesa Finlandesa ActualSeleccin y traduccin de textos de Johanna Suhonen, traductora y activista cultural; y Roxana Crislogo, escritora.

    Rita DahlLassi HyvrinenVille-Juhani SutinenRisto OikarinenJanne NummelaKati NeuvonenJohanna VenhoKaisa IjsVille Hytnen

    KATI NEUVONEN(HELSINKI, 1975)

    Una vez tuve un novio tan grande que cuando hacamos el amor l tena que echarse en una cancha de ftbol, yo tomaba la cuerda y el piolet y lo montaba. Despus lo ro-ciaba con el aspersor, verta sobre l jabn con un balde, as l se baaba. Su corazn era tan grande que ah caban todas las mujeres de la ciudad, las arterias y las venas necesitaban direccin de trfico. Hoy en da uso su impermeable como lona en un sitio de obras, me toma media hora abotonarlo.

    VILLE-JUHANI SUTINEN(TURKU, 1980)

    abr il 2010/ NM. 28

    Toki on aika (poema-spam) Pierda con pasin susurre frescamente acero estrujado sus manos estrechadas comisin de sonidos un repentino temblor camina a travs de cualquier esmirriado le deca: Las espigas del amor en el acto menea la cmoda huevo batido en leche se levant para dictaminar la obligacin ahgalo el perro huye de su dueo Lo trenzaron hasta la muerte? pregunt el coronel por debajo de su aliento llama al mdico descuidado arrodllate largamente deja caer el retorcijn chirriante quise ver tus llamas hirvindose para mi cerebro inyeccin para el visitante astuto vmonos de aqu tierra horripilante y fija con la aguja a toda esta gente la enfermedad cariosamente avinagr al escritor ese serrano ancho de hombros ataviado con vestido a la guerre comme hilly a la guerre l abri la puerta con gestos suaves para serles franco un trabajo fronterizo oscuro una corriente vigorosa robusta sangrienta Su mente es la representacin del yo

    RISTO OIKARINEN(HELSINKI, 1978)

    Vamos a levantar el mstil y desplegar la sbana, tensar las cuerdas, armar la carpa, carpa festival, construir la tribuna y desvestirnos, poner en marcha al baterista, contratar un ilusionista y ordear al tigre, llenar la pistola del payaso con leche. Maana, por la maana vamos a limpiar, ventilar la sbana y bajar el trapecio, cambiar el aire y el director del circo, arrollar la serpiente, cerrar la jaula y matar al ilusionista. Vamos a lavarnos las manos, vestirnos, peinarnos y construir un altar en la carpa.

    Imagen de la retrica Tcnica es retrica Edison fue retrico Ciencia es retrica Einstein fue cientfico Su mujer fue retrica Su primo portero La construccin de edificios es retrica Le Corbusier fue retrico Un pariente suyo fue el Mesas prometido Su gato desapareci una vez en el tiempo Msica es retrica Schnberg fue retrico Su amistad fue una vela sobre el Atlntico Su hermano fue Helios, el sol

    Su instrumento la batera Revolucin es retrica Robespierre fue retrico Su fama haba alcanzado Alemania Sus cabellos fueron ms que una nube de marcas de pincel Su coche un aparato de tres ruedas Anlisis es retrica Marx fue retrico Su billetera estaba casi vaca Su vecino desapareci, su mente Su compaera de cuarto fue su hermana Bernike Como compaero fue silencioso: los demonios Ellos le haban cortado la lengua Filosofa es retrica

    JANNE NUMMELA(HELSINKI, 1973)

    Scrates fue retrico Su maestro fue Platn simpatizante de las doctrinas de Galeno como discpulo haba postulado para el mismo cargo Su maestro fue el sensei Tasuo Kobayashi como discpulo haba dibujado una caricatura de Lutero La poesa es imagen de la retrica imagen que hasta con el zoom fue muy pequea imagen suave al atardecer imagen hasta demasiado atractiva imagen que fue diarrea sangrienta y fiebre imagen de una mujer boca abajo

    Peridico de Poesa | ANUARIO EN VERSIN IMPRESA | SEPTIEMBRE 2009 ~ AGOSTO 2010

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    la campana grave se toca solamente el Viernes Santo, en la noche cuando la nieve se hiela,oscilando ella suena...d o n g d o n g d o n g d o n ghay una roca detrs del bosque, segn creo el coro de la iglesia de Constantinopla no, nosotros slo tenemos tres solistas aqubien, tres monjes grandes en la roca detrs del bosque ramas de aliso hilos a travs de los cuales brilla el sol toma la pia en tu bocaun gorrito pesado en la cabeza vuelas por la cuesta sobre esqus la nieve sostiene peso nieve de soporte la nievecita azcar de piln de nieve de hielo resplandece como yema ach que la grulla puede decir lo mismo ach que la grulla puede ser una campana ach que un arco seco puede ser un coro ach que al chico que vuela sobre la nieve lo elevan al cielo los ngeles la mquina aplanadora ha peinado un camino por el cual avanza la procesin de la cruz incienso para carboneros en abril, para alisos para la basura de la nieve que nos da ganas de comer despus de haber vivido un tiempo en la ciudad, yo no pertenezco a esa iglesia la cristiandad oral, mi boca quiere todo dedo de bronce del santo cuando el resto de la estatua ya perdi su brillo igumeni nastupiste qu punto, es un andn procesin de la cruz en el andn los trenes pasan por toda velocidad olor de carbn alambre de pas crece alrededor se saca la campana grave y se la deja caer al asfalto la lengua de igumen se parte en dos, una parte al este, la otra al oeste P M M M la campana est kaputt, de la fbrica se saca a rastras una placa de acero pesada y se la cuelga al final del callejn, suena grandilocuente bing bing bing los chicos intentan con una moneda abril, luz penetra en el cabello y se corroe en el cuero cabelludo, otra vez el crneo se hace azcar el hombre es un heno veraniego quemado tembloroso en la nieve la nieve da un crujido y forma bultos son monjes, salen de por debajo de la tierra migajas de nieve en la barba, en la papada colgante un carbonero

    una roca detrs del bosque Mosc detrs de la roca Kiev, Constantinopla hrists voskrse voistinu voskrse

    el incensario est vaco igumeni tiene una mirada interrogadora: Schnittke, Alfred Engels 1934-