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deporte dígitos de colección actuación histórica de jugadores en series nacionales después del iii clásico 4-5 12-13 pág. pág. NÚMERO • NOVIEMBRE 2013 • • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • pág. pág. 2-3 7 EdItORIal ESTIMADOS LECTORES: Si nos leen atentamente, descubrirán que le hemos dedicado a Teresita Fernández –nuestra cantora mayor– una especie de mono- gráfico con fotografías incluidas, a partir de los recuerdos y afectos que su partida removió entre tanta gente que la quiso y que creció de mejor manera, gracias al influjo de sus canciones. También hemos querido dejar constancia del paso por los escenarios habaneros de la mexicana Lila Downs y la dominicana Maridalia Her- nández, cuyas obras revelan la extraor- dinaria riqueza que pervive en la cultura popular latinoamericana. Mantenemos nuestra propuesta poética mensual, los textos siempre sugerentes de Alba Rico y Jorge Wejebe, y las recomendaciones culinarias de Madelaine. Estamos con- vencidos de que no hay lecturas vanas, por lo que sabemos que sacarán el mejor provecho de nuestras propuestas. CM crónicas opinión teresita fernández antonio guerrero maridalia hernández lila downs una ronda para teresita fotorreportaje música © kaloian santos tributo a la cantora de los pobres y los niños la isla se llena de magia popular imaginar al joven héroe ¿quién organiza la fuga? 7 © archivo © archivo © rosana berjaga 14-15 pág.

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• ISSN: 1999-8090 • $1.00 •

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l estimados lectores: Si nos leen atentamente, descubrirán que le hemos dedicado a Teresita Fernández –nuestra cantora mayor– una especie de mono-gráfico con fotografías incluidas, a partir de los recuerdos y afectos que su partida removió entre tanta gente que la quiso y que creció de mejor manera, gracias al influjo de sus canciones. También hemos querido dejar constancia del paso por los escenarios habaneros de la mexicana Lila Downs y la dominicana Maridalia Her-nández, cuyas obras revelan la extraor-dinaria riqueza que pervive en la cultura popular latinoamericana. Mantenemos nuestra propuesta poética mensual, los textos siempre sugerentes de Alba Rico y Jorge Wejebe, y las recomendaciones culinarias de Madelaine. Estamos con-vencidos de que no hay lecturas vanas, por lo que sabemos que sacarán el mejor provecho de nuestras propuestas. CM

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La historia de Lo feo

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GIUSETTE LEÓN GArCÍA (Tomado de Cubasi)

Era una niña, qué sé yo, tal vez ya ha-bía cumplido los ocho, o no, fue mucho antes de que mi Matanzas natal se con-virtiera en una ciudad tricentenaria y acaba de cumplir 320 años, así que ha llovido bastante desde que hice el mejor negocio de mi vida.

La maestra que canta se presentaba aquel sábado en la biblioteca «Gener y Del Monte» y yo, que era pichón de poli-lla, fui invitada a darle la bienvenida en nombre de todos los pequeños lectores que asistirían al encuentro. Lo hice, cla-ro, con gusto, con orgullo, lo mejor que pude escogí las palabras que pronuncia-ría y el poema «de mi propia inspira-ción» que le dedicaría; quería agasajar a aquella mujer a la que nunca había visto en persona, pero a la cual conocía de memoria de tanto escucharla.

Pero eso no fue todo, en la tarde la autora de Vinagrito cantaría también en otro de los espacios que la chiquilla me-dio bohemia que fui no se perdía jamás: una peña llamada «Barquitos del San Juan»; allí se presentaba la revista del mismo nombre editada por Vigía para los niños y en la que, además, se publi-caba «la obra» de los que pertenecíamos a los talleres literarios de la entonces «Casa del escritor».

En el mismísimo casco histórico de Matanzas, en la Plaza de la Vigía, justamente en la casa que aún es sede de Ediciones Vigía, a orillas del San Juan, conseguí el canje más beneficio-so de mi vida: le cambié a Teresita Fer-nández un poemita mío que nadie re-cuerda por una inolvidable interpreta-ción de Lo feo.

La idea fue de ella. Atrevida, que lo era yo bastante, le pedí que me cantara mi canción preferida, «la palangana vie-ja». Maestra, que nunca dejaba de serlo, no me rectificó el título, simplemente propuso: «si me recitas uno de tus poe-mas». Y lo hice. Y ella también. Así se quedó «la palangana vieja» para siem-pre en mi vida, como un regalo invalua-ble con el que duermo a mis hijos, a cada uno, desde que nacieron.

Salí ganando en aquel negocio, ella me dejó ganar. A mi favor debo decir que no me traicionaron los nervios y no solo hablé, le estreché un abrazo más que como bienvenida formal a la Biblioteca, a Matanzas, como expre-sión de una franca y postergada bien-venida a mi cariño infantil, el cual cre-ció conmigo hasta que ayer, cuando supe que Teresita Fernández ya no es-taba sobre esta tierra, me devolvió a aquel sábado inolvidable y lloré como una niña. CM

ArACELYS AVILÉS(Tomado de Chelydoscopio)

ni siquiEra el Principito con su céle-bre «no se ve bien sino con los ojos del corazón», me mostró con tanta claridad la sencillez de las cosas como sí lo hicie-ron la vieja palangana de violetas y el cocuyo atrapado en la botella.

Ayer cuando llegué a casa, busqué el libro de Teresita Fernández, con sus ho-jas un poco magulladas por el roce me-dio torpe de mi beba, y releí la historia de cómo escribió Lo feo. Después Gio se quedó en la cama, hojeando el libro y cantando –ojalá entienda lo que canta y sienta la ternura del coralillo y el alita de cucaracha. Aquí los dejo con la historia, contada en las palabras de Teresita:

Tenía novio y era el Día de los Enamora-dos. Él estaba en La Habana y yo en Santa Clara, y en la terminal de ómnibus antes de tomar la guagua me preguntaba: ¿qué le re-galaré? Veo un cocuyo y se me ocurrió coger-lo, pero dije: ¿Cómo se lo llevo? Me encuentro una botella rota en el andén, metí el cocuyo dentro de la botella y eso fue lo que le regalé, y como era del campo y estaba viviendo en La Habana, él se emocionó muchísimo por-que los cocuyos están en el recuerdo de casi todos los niños campesinos. Fui todo el cami-no de la guagua tarareando la canción, por-que eran cosas que tenía en la mente.

Mi papá enamoró a mi madre con un ra-mo de violetas, desde entonces en mi casa hu-bo una palangana de violetas, y yo he tenido siempre una en recordación a mis padres. Otra cosa que he visto desde mi niñez es que en todas las cercas sin brillo, se enredan los aguinaldos y los coralillos. ¿Por qué? Porque el tiempo hace su obra, y en una cerca que constantemente la estén pintando no se enre-da nunca nada. Sin embargo, en las cercas más viejas y pobres de la carretera, el corali-llo y el aguinaldo se enredan y son las dos plantas melifluas más importantes, las ma-yores productoras de miel. Por eso siempre recuerdo a Martí: «ser cultos para ser libres». La gente no puede imaginar cómo el conoci-miento te da alas para volar. La gente se cree que eso es ser soñadora y muy idealista.

La belleza está en todas partes. Hay que tener espejuelos para ver la belleza que está hasta en lo feo, porque es muy fácil amar el poder, la gloria, el éxito, el dinero, la buena ropa, la buena comida…, pero para desentra-ñar la belleza que hay detrás de lo feo, hace falta más visión y diría que hasta un amor heroico. Con todas esas vivencias…, más un texto de Gabriela Mistral que dice: «En lo feo la belleza está llorando, fíjate cómo el esca-rabajo deja que se pose sobre su caparazón oscuro, una gota de rocío que le finja un pe-queño resplandor de dicha».

Con todo eso, hice la canción. CM

Con Teresita Fernández hice el mejor negocio de mi vida

PAQUITA ArMAS FONSECA(Tomado de Cubadebate)

rEcién mudada al edificio conocido como «Fama y Aplausos» –por la canti-dad de artistas que ahí vivían–, en el año 1999 escuché a toda voz la canción El Gatico Vinagrito. Pensé que alguien lo llevaba en una grabadora, pero de pronto una frase interrumpió la músi-ca. Salí a ver qué pasaba en la escalera –ese día los dos ascensores estaban ro-tos– y allí en el descanso, con esa suer-te de poncho largo que usaba, estaba Teresita Fernández encendiendo un ta-baco. La invité a pasar a mi casa –en el cuarto piso– pero denegó la oferta.

«¿Quién tú eres?», me preguntó, y le hablé de El Caimán Barbudo, a lo que no hizo ningún caso. Me reconoció por Radio Reloj y para mi asombro nom-bró algunos de mis comentarios, como uno que hice sobre Alberto Korda. Yo conocía a Tere (así le dije desde enton-ces) de cuando ella tenía su peña de los juglares, en el Parque Lenin, pero aquel día en la escalera nació una amistad de la que me honro, al final aceptó un po-co de café y me dijo con una carcajada «de cuatro en cuatro llego al piso doce, ahí está mi palomar».

Ese fue mi primer encuentro. Luego organizamos una peña en el patio del edificio a la que asistían los vecinos, más niños y niñas del barrio San Mar-tín. Como siempre que actuaba, luego venía lo que llamó «la procesión de los besos». Ningún pequeño se iba sin acercarse a la trovadora, que luego por inclinarse con ellos sufría dolor de es-palda y molestias en la cervical.

De las muchas veces que subí –lue-go mi claustrofobia lo impidió– nunca

Una mujer que salvaría ante todo el amor

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Teresita, vamos todos a cantar

Juglaresa de Dios, cantora de los pobres y los niños

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FIDEL DÍAZ(Tomado del blog El Diablo Ilustrado)

sE ha Escapado a sus ciElos Tere-sita, sin llevarse nada, porque nada tu-vo. Se ha escapado traviesa, casi desnu-da, con su guitarra al hombro, su sonri-sa limpia, cómplice, y el eterno mocho de tabaco entre sus labios cantores. No hace falta que la viera partir para saber que iba con paso martiano medular es-parciendo sueños para niños y adver-tencias para que no se enmohezcan los mayores (en las trampas materiales que el modo de vida consumista impo-ne a troche y moche). Tras ella irá segu-ramente una tropa de animales infini-ta, encabezada por el gatico Vinagrito (alma de todos), su cubanísimo Zun-zuncito, Vicaria la lechucita, la Tía Ju-tía, la Señora Manatí, la Lagartija ver-de, El conejito majadero, El grillito aca-tarrado, ¿con quiénes jugaremos los ni-ños ahora?

Debemos, a pesar de la ausencia, cantar con ella; pues no se llevó nada, porque nada tuvo, pero nos dejó mu-cho, porque mucho hizo en cuanto a ta-reas del alma. Nos toca cantarnos y cantar a los que vienen, con su corazón feliz, hacer su ronda de los pobres de la

tierra, darnos las manos y danzar, po-niéndoles amor a las cosas feas, como ella –maestra mágica– nos enseñó, con su obra y con su vida; nos toca esparcir la felicidad profunda de la sencillez y la poesía, que es la herencia que nos deja. Cantar y ser feliz, cantar para hacer fe-liz, es la mejor manera de decirle adiós a Teresita Fernández; feliz, feliz, feliz, porque sabemos que ha partido en in-finita procesión de la naturaleza, como alita de cucaracha llevada hacia el hor-miguero.

· muñeca de trapo ·

Muñeca de trapo soy,muñeca de trapo,juguete de mi corazónque yo puse en tus manos.

Juega, juega conmigoque soy de trapoy si lloro son lágrimasde aserrín.

Si te preguntan dique no has visto mi almaque todo te lo dipor un poco de nada. CM

JESÚS LOZADA GUEVArA

EstE rElato es una mentira que escon-de una verdad y la Verdad. Ya no tendre-mos la mirada, la sensibilidad y la histo-ria que podría armar el triángulo y con-firmar el círculo. Faltará –¿para siem-pre?– el ojo y la lengua de Teresita Fer-nández.

Una tarde en la Peña Literaria del Parque Lenin, cuando, con la adolescen-cia rota, llegué hasta aquellas piedras y yagrumas, reino que los pobres cons-truyeron, estaba ella. Mujer de fuego, pelo hirsuto, vestida de negro, que, po-niendo sobre sus rodillas uno de los to-mos de las Obras Completas de José Mar-tí, leía como un escolar. Ese sonido solo era comparable al de Miguel, Ramón o Filiberto, los venerables curas de mi ciu-dad, cuando musitaban los evangelios. El Apóstol recobraba la música que de-bió tener, la serena majestad de los zapa-tos agujereados y la pulcra aristocracia del traje a punto de estallar. La trovado-ra no se atrevía a comentarlo, lo procla-maba.

Entonces, puesta de pie, dijo: Yo, que creo, me atrevo a repetir con Li Po, el gran poeta chino, que «los hombres nos pasamos la vida luchando por esa fruta inútil que es la eternidad». Nunca me atreví a pregun-tarle a cuál de las eternidades se refería; pero al verla, enseguida supe que era a esa campana que suena, a ese címbalo que retumba, vacío de amor, y que pre-tende entrar apartándolo todo, arrasán-dolo todo, para ocupar el espacio de lo sagrado. La obra y la vida de mi amiga hay que mirarla desde el prisma de Je-sús de Nazaret, abandonado en la cruz, sufriente, que se vacía, se abaja. En el co-razón de ella se mezclaban el dolor de siglos de las mujeres que fabricaban ca-misas de lino en Valencia, de los trabaja-dores y aparceros de Asturias, de los im-potentes veracruzanos que veían cómo los interventores gringos refrescaban a sus bestias con hielo, mientras bajo la

canícula y el hambre dejaban a los luga-reños; hay que verla en los ojos de la ni-ña de siete años que en Santa Clara pes-caba guajacones en el río y aprendía a tocar tres acordes de guitarra que, sin embargo, le bastaron para horadar el tiempo y rasguñar la piedra.

Podría contar de nuestros viajes y actuaciones en México, Venezuela, Es-paña y Colombia. Podría decir que nos peleamos a muerte y nos reconciliamos, tantas veces, como esos viejos matrimo-nios que aman y odian con idéntica pa-sión; contar que generalmente admira-mos a las mismas personas, y que la úl-tima vez que nos vimos estaba Antonio González o que Sor Acela Fernández miraba desde lejos, severa y adusta, co-mo corresponde a una monja; y que aho-ra ellos tres deben estar enredados en una charla interminable o discuten. ¿Quién sabe qué sucede por esos luga-res que están más allá de la recóndita ar-monía o de la oscura raíz del grito? Podría evocar conversaciones para las que no había reloj. Podría, pero no quiero y no debo. Quizás alguno piense, y es cierto, que este texto es tan personal que bor-dea la impudicia. Podría ser, podría ser, pero no es. Teresa le pertenece a Cuba y al mundo. Ella, que no tuvo nada, hoy tiene más de lo que aspiró.

Entre Teresita del Carmen Fernán-dez y García y yo media el silencio, que «tiene palabras más claras», y que suena como el tambor de agua, las chirimías, el bajo pedal de los mozárabes y la recia polifonía de los sefarditas. Entre los dos está Dios, todo Dios, todo en Dios.

¡Espérame, juglaresa, cantora de los pobres! ¡Espérame, amiga mía, espéra-me junto a Li Po, Francisco de Asís y Te-resa de Ávila! Sigo roto. Ahora más. De-ja la ruta, el territorio, el mapa; déjalo co-mo las migajas de pan del cuento de Hansel y Gretel que tanto nos hacían llorar.

¡Espérame en Bethania! CM

un pilar entre los mejores autores pa-ra los más pequeños; en una artista que mereció el Premio Nacional de Música, el de Cultura Comunitaria, el Machete de Máximo Gómez y tantos reconocimientos más que no alcanza-ría una cuartilla para escribirlos uno tras otro.

Recordarán también que cantó con Bola de Nieve, quien reclamó la pre-sencia de la principiante en las noches del restaurante Monsigneur y luego ga-nó un lugar propio en el medio de La Rampa, en El Coctel, donde se reunía un público variopinto a escuchar la descarga de una mujer que llegó a com-poner cerca de quinientas canciones, una buena parte dedicada a los adultos, ubicadas según ella misma dijo «entre el feeling y la nueva trova».

Tere había llegado desde Santa Cla-ra, su ciudad natal, y tuvo la suerte de encontrarse con Las Hermanas Martí: «fueron ellas quienes invitaron a mi primer concierto al mismísimo Sindo Garay. También hicieron que Esther Borja escuchara mis primeras cancio-nes y que Luis Carbonell me diera el visto bueno. Por mediación de ellas, además, conocí a Bola de Nieve un día que me llevaron a Guanabacoa. Cuan-do me oyó cantar me dijo: «Usted es la única guajira que yo soporto con una guitarra en la mano».

Se arriesgó a musicalizar versos de José Martí y Gabriela Mistral, salió ai-rosa, tanto que es difícil que un niño de cinco años o uno de cincuenta –a todos Tere les cantó– cuando escuche «Dame la mano y…» no continúe la canción, quizás sin saber que su letra es de la re-conocida Premio Nobel de Chile.

Alguna vez me dijo: «¿ves esos pre-mios?, el que más me gusta es que un padre que cantó mi gatico o Tin tin lleve a su hijo a escuchar esas canciones y se las enseñe».

Doctora en Pedagogía y autotitulada «una maestra que canta», Tere confesó: «Visité Cuba de punta a cabo; muchos países de América, de Europa…, pero nunca dejé que los éxitos se me subieran para la cabeza. Es que no me propuse ser famosa. Quería cantar y ya; por eso soy feliz. Mi estilo es como la vida mis-ma. Me gusta contemplar a los gorrio-nes que vienen a mi ventana; me fijo en las flores silvestres, en las nubes…, dis-fruto el amanecer, el mar…, la naturale-za es superior a la vida que nosotros mismos nos imponemos y limitamos. Es preciosa y vivimos dentro de ella».

En una entrevista concedida hace algún tiempo, al preguntarle qué salva-ría del planeta, no vaciló en responder: «Sería el amor. Pero no el de la pareja; sino el amor como el aire que respiro, como la luz del sol, el que te hace po-nerte en el lugar del otro. El amor que no está ni siquiera en la flor, sino en su recuerdo».

Por eso ahora que conozco su muer-te, la escucho por la escalera cantándo-le al gatico más famoso, y a su lado va Tati, la hija negra que el destino le re-galó para que sus últimos días no fue-ran tan solos y tristes, sino llenos de la ternura y preocupación por el más leve malestar de mi amiga Tere, esa gran mujer que nos ha acompañado todos estos años y... seguirá haciéndolo con las canciones y los recuerdos. CM

olvido una tarde en la que me contó có-mo una botella de ron era su compañe-ra cuando le daban un premio impor-tante y llegaba a la casa solo poblada por sus perros y gatos. Ese día adiviné cierto parpadear acuoso en sus ojos. Se sentía sola a pesar de que nunca falta-ban amigas o amigos, más muchísimos jóvenes que la visitaban para conocerla o pedirle un consejo. Ya no bebía ni un tantito y me contaba que mientras lo hizo no fue en medio de un concierto para niños.

Tere tenía pánico de los rayos. De hecho, cuando se formaba una tormen-ta ingería uno o dos nitrazepán, y se acostaba con una almohada en la cabe-za para no escuchar los estruendos. En tiempo de ciclones bajaba para la pri-mera planta desde que anunciaban las posibilidades de que el huracán de tur-no pasara cerca de La Habana.

Le agradezco a Tere cómo trató a mi mamá que cuando la conoció tenía 86 años y cada vez que necesitaba tabaco, agarraba el elevador e iba a buscarlo a casa de «su nueva amiga». Claro, un platico de sopa, un pedazo de pan con queso o un poco de potaje la acompa-ñaban para «la pobre, está tan solita». Mima siempre le decía que se buscara un marido y Tere le respondía que lo hiciera ella que tenía «la pajarilla albo-rotada». A veces Tere bajaba a verla, a traerle un caramelo o un tabaco.

Cuento estas cosas porque sé que hoy en Cuba y toda América Latina se estará escribiendo sobre la composito-ra e intérprete de música infantil, que junto a la argentina María Elena Walsh y el mexicano Gabilondo Soler, es re-conocida en las últimas décadas como

Una mujer que salvaría ante todo el amor

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jE Una ronda para Teresitatexto y fotos: rOSANA bErJAGA Y ENrIQUE UbIETA GÓMEZ

dicEn quE la iniciativa surgió en las redes sociales, pero muchos lo su-pimos de boca de algún amigo, o me-diante un viejo instrumento de comu-nicación: el teléfono. Ya sabíamos por la prensa plana y televisiva que la grande Teresita se había ido. Pero fui-mos a la Plaza de San Francisco de Asís, como si nos esperara. Jóvenes y viejos, periodistas de los medios na-cionales y blogueros, niños y adultos, conocidos y desconocidos. Con todos ellos se armó una ronda, en la que no faltaron como era de esperar los acor-des de Vicaria la lechucita, Vinagrito y Lo feo. Quizá la ausencia más notoria en ese encuentro fue la de la propia Teresita, quien –según se dice– deci-dió convertirse en leyenda para inspi-rar a las próximas generaciones de cantores. CM

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¿Quién organiza la fuga?

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SANTIAGO ALbA rICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

una mirada supErficial podría inducir la ilusión de que vivimos en un mundo deshue-sado por las nuevas tecnologías en el que el lenguaje, reducido a harapos, ha dejado su lugar a un caleidoscopio de imágenes dispersas y fragmentos de sue-ños sin hilvanar. Pero quizás no es verdad. García Márquez, siempre tan atento a voces y so-nidos, escribía hace algunos años, en el umbral del nuevo si-glo: «la humanidad entrará en el tercer milenio bajo el impe-rio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazán-dolas ni que pueda extinguir-las. Al contrario, está poten-ciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tan-to alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventa-das, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y canta-das por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gor-da en las paredes de la calle o susurradas al oído en las pe-numbras del amor». Y concluía de manera contundente: «no: el gran derrotado es el silencio».

Es verdad. Ninguna época de la historia ha dicho tantas palabras; nunca la humanidad ha hablado tanto, y esto hasta el punto de que casi podría ima-ginarse nuestro mundo presi-dido por un cartel de contenido inverso al de los hospitales y las bibliotecas: prohibido callarse. Hay algo así como una fuga or-ganizada, colectiva, del silen-cio, en cuyos abismos tratamos de no caer por todos los me-dios. ¿Por qué? ¿Qué hay en ese abismo? ¿Qué pasa cuando ca-llamos? ¿Quién habla cuando callamos? ¿De qué está lleno el silencio? Porque esa es la para-doja: el silencio habla. El viejo moralismo diría que, cuando nos quedamos solos y callados, nos habla la conciencia, cuya voz hay que sofocar con toda clase de ruidos. Pero la cues-tión es más banal y más pro-funda. Cuando dejamos de ha-blar, es precisamente la lengua la que se apodera de nosotros; nos ponemos a pensar. Y nos ponemos a pensar en castella-no –los hispanohablantes–, pri-sioneros de pronto de la lengua propia, que es la materna, de la que no podemos liberarnos si-no saliendo de nuevo a la in-temperie para pronunciar sus palabras en voz alta. Todo in-somne lo sabe: de noche, en la oscuridad, en la soledad opresi-va de la vigilia forzada, sucum-bimos a la sobrepoblación lin-güística de nuestra cabeza, que no para de decirnos nombres y conjugarnos verbos. La verdad es que tenemos muchas más palabras cuando callamos que cuando hablamos. Y hablamos precisamente para compartir el peso e intentar descargar

una parte en el exterior. De na-da sirve nuestro esfuerzo, pues el lenguaje tiene esta caracte-rística diabólica: las palabras de las que nos liberamos se mantienen –siguen y siguen– en nuestro interior.

De todos los misterios del lenguaje, son estos dos quizás los más insondables: con quién hablamos cuando solo pensa-mos y quién nos ha metido to-das esas palabras en la cabeza. Cuando estamos solos, el len-guaje que habla en el silencio parece íntimo; pero como se trata del lenguaje en toda su pureza y en toda su particulari-dad materna, sin interferencias exteriores, es en realidad el len-guaje común: en el sentido de que es, al mismo tiempo, el más estrictamente verbal y el más

estrictamente histórico. Nos contamos nuestros secretos con el lenguaje más convencional, con el lenguaje de todos, me-diante la colectividad misma que reside en cada uno de no-sotros y que se revela tanto más colectiva cuando más íntima-mente nos asalta. El lenguaje es el «lugar común» en el que pe-netramos cuando nos queda-mos a solas. Por eso el poeta, tantas veces huraño y solitario, puede decir verdades que nos atañen a todos; y por eso el po-lítico, tan parlanchín, atenta tan a menudo contra el lengua-je mismo y su capacidad de co-municación.

La humanidad se define por dos rasgos: por el lenguaje y por la huida del lenguaje. La huida del lenguaje es lo que lla-

ción o, si se prefiere, al merca-do, que ha acabado por subsu-mir y agotar todos los intercam-bios sociales.

Pero el mercado ha dado un paso más. No se conforma ya con organizar la fuga que lla-mamos «lenguaje», como ha-cían los viejos gestores de los verbos. Ahora además explota económicamente la huida; la convierte en una fuente de ga-nancia y especulación. Este es el caso de Google y su motor de búsqueda, el más usado por los usuarios de internet. En un ar-tículo de título elocuente (Ha-cia el capitalismo lingüístico), el investigador francés Frédéric Kaplan explica en detalle cómo las empresas anunciantes a tra-vés de Google «pujan», como en una subasta, para apropiarse determinadas palabras «cla-ves» sobre las que los navegan-tes informáticos «pinchan» mi-llones de veces por segundo (por ejemplo «vacaciones»). Co-mo Google diversifica cada vez más sus servicios, este gran mercado lingüístico, que pro-porciona ganancias de hasta 40 000 millones de dólares al año, tiende a establecer una re-lación íntima y directa, espon-tánea y silenciosa, entre las pa-labras y los anunciantes y, por lo tanto, también una estanda-rización de la lengua misma. Es lo que Kaplan describe como «el paso de una economía de la atención a una economía de la expresión». Puesto que el valor de una palabra se deriva de su frecuencia estadística, tanto los errores ortográficos como las búsquedas más extravagantes son seleccionadas de manera ne-gativa a fin de que vayan desapa-reciendo y dejando su lugar a las expresiones más rentables. En realidad, cuando comenza-mos a escribir una palabra y Google nos propone diferentes variables «correctas», no nos está ayudando a nosotros sino a sí misma, encaminando nues-tra búsqueda hacia las palabras mejor pagadas por los anun-ciantes.

De momento las palabras valen ya dinero; y las empresas pagan a Google por ellas. No es de descartar que algún día no muy lejano compren el derecho a poseerlas en exclusiva y todos tengamos que pagar una pe-queña «tasa de uso» cada vez que pronunciemos la palabra «cielo» o «amor» o «patata». Tendremos entonces que recu-rrir a las faltas de ortografía («hamor» y «zielo») y a los sinó-nimos («firmamento» y «tubér-culo») para tratar de seguir hu-yendo gratis, al mismo tiempo, de la superpoblación del silen-cio y de los organizadores del verbo. O habrá que recuperar a ese gran derrotado, el silencio, y refugiarnos todos juntos un momento en él para sacar de su abismo las subordinaciones de la lengua materna antes de vol-ver a la fuga socialmente orga-nizada, gestionada ahora por los poetas, los tartamudos y los revolucionarios. CM

Tony, el condiscípulo

mamos «hablar» y es tan nece-saria como el lenguaje mismo. Esa fuga organizada la conoce-mos también con el nombre de «sociedad», el holgado recinto donde descansamos de noso-tros mismos y nuestra sobrepo-blación interior, pero donde es-te «nosotros mismos» adquiere su forma, su bagaje, sus recur-sos materiales. Por eso es tan importante saber quién organi-za la fuga: qué fuerzas, qué ins-tituciones, qué palabras. Diga-mos que, a lo largo de la histo-ria, la organización de esta fu-ga lingüística del lenguaje ínti-mo y común ha estado en manos de los propietarios de esclavos, de la Iglesia, de los hombres de la tribu. Hoy pue-de decirse que el control ha pa-sado a los medios de comunica-

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ENrIQUE UbIETA GÓMEZ

sE nos ha pEdido hablar del Tony que antecedió al Antonio Guerrero, al Tony héroe. La circunstancia de tan extraño pedido es que fuimos compañeros de curso en la Escuela Vocacional Lenin, es decir, en los años de preuniversitario, y en mi caso, lejanos compatriotas en Kíev, capital de la Ucrania soviética, donde ambos realizamos estudios universita-rios, él, como se sabe, en el Instituto de Ingenieros de la Aviación Civil, y yo en la Universidad. Pero la frontera resulta artificiosa, y hoy inevitablemente conta-minada. Las cualidades de un héroe son casi invisibles mientras no aparece el instante mágico de las definiciones, la prueba mayor que establece el antes y el después; todos los rasgos que hoy seña-lamos parten de la certeza de lo que es, no de lo que era (para nosotros, claro). Es decir, un héroe es ya un héroe en po-tencia antes de serlo, pero no lo sabemos hasta que se revela.

Tony fue un muchacho sano, com-partidor, que bailaba muy bien –asegu-ran las muchachas– con sentido del hu-mor y afición por los deportes, en espe-cial el fútbol. Era un compañero afable, noble, de un carácter fuerte. En todas esas cualidades pudo revelarse su con-dición posterior, o no. De hecho, las cua-lidades morales, el carácter, es el traba-joso resultado de una biografía, en la

que intervienen el hogar, la escuela, las tradiciones nacionales y muchas otras circunstancias, y entre ellas una que nos abarca y determina a todos, la época. Cuando Fidel decía que en el pueblo ha-bía muchos Camilo, no aludía solo al ca-rácter genuinamente popular del co-mandante guerrillero, se refería tam-bién a que las cualidades de un pueblo se revelan con mayor precisión, y se con-sagran, en sus héroes. Estos son como sus pueblos, lo representan.

Tony fue el más consecuente, el más puro de los muchachos de mi genera-ción, el mejor discípulo de su época, que es la nuestra; por eso, cuando supimos lo que había sido capaz de hacer, lo que ha hecho cada día en estos quince años de encierro, todos sus condiscípulos y coetáneos nos sentimos consagrados. Tony nos hizo mejores seres humanos, porque mostró hasta dónde podían con-ducir las pequeñas cualidades que qui-zás, quienes nos formamos en Revolu-ción, alguna vez compartimos. Solo en un punto fue diferente a todos: su in-claudicable consecuencia. Pero eso lo supimos después, fue el resultado de su guerra personal frente a los retos de la vida.

Hablar de Tony adolescente proba-blemente no satisfaga al oyente que es-tá a la caza de anécdotas que prefigu-ren al héroe. Baste con saber que fue

uno de aquellos miles de muchachos de uniforme azul que arrastraban la maleta o la mochila cada sábado, de re-greso a casa; uno de aquellos adoles-centes que corría por los pasillos de la beca, cada mañana, frente a la cuenta regresiva del profesor, para no llegar tarde, ni un minuto, a la formación del matutino (so pena de recibir un repor-te); uno de aquellos novios inconteni-dos y enamoradizos que encontraba una esquina del edificio docente para intercambiar besos (también a riesgo de recibir un reporte) y sueños a hurta-dillas; uno de esos jóvenes que llega-ban en las tardes al albergue, llenos de fango la ropa y el cuerpo, pero limpia el alma, después de un partido de fút-bol. Quién sabe si un viejo de espíritu pronunció alguna vez, al ver pasar al grupo de amigos rientes en el que se-guramente estaba Tony, la frase de ri-gor: «esta juventud está perdida».

Podemos imaginarlo también en Kíev, la bella ciudad ucraniana, descu-briendo las estaciones del año, después del breve verano de llegada, arrastran-do los pies bajo la alfombra de hojas amarillas y doradas que en otoño cubre aceras y parques, o abriendo mucho los brazos para recibir en el rostro los pri-meros copos de nieve. O quizás, ense-ñando a bailar –para envidia nuestra–, a la condiscípula más bella.

Lo difícil, lo doloroso, es imaginarlo en la injusta celda de castigo, porque evitó la muerte de muchos coetáneos, porque no quiso traicionar para vivir en lo oscuro, amputada ya por quince años su vida –mientras la nuestra transcurría de forma rutinaria–, la vida que pudo te-ner de esposo, de padre, de ingeniero, de simple mortal. Porque los héroes no son dioses, ni semidioses, aunque a veces lo parezcan; son seres mortales como to-dos, para quienes cada minuto de vida cuenta.

Sé que entre ustedes aparecerá un héroe mañana. No se sorprendan. No lo encontrarán hoy, pero sin duda, está sentado aquí, o pasea ahora mismo por las calles del barrio. No se crean el cuen-to de que los tiempos son otros; pobre tiempo, pobre generación la que no pro-duce héroes. En el pueblo hay muchos Tony, muchos Gerardo, muchos Fernan-do, muchos Ramón, muchos René. Ellos no solo nos defendieron de la violencia contrarrevolucionaria, también eligie-ron entre la luz y las sombras, entre la estrella que ilumina y mata, y el yugo que prolonga y degrada la vida.

Gracias Tony, en nombre de tus com-pañeros de curso. Aquí está mi abrazo de condiscípulo agradecido, con la seguri-dad de que pronto podremos dártelo en esta ciudad, en esta tierra que se enorgu-llece de ti. CM

Tony, el condiscípulo©

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Saeed Sadeghi | irán

Diego Herrera | canadá

Messi, por Alireza Pakdel | irán

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EN EL MEDIO DE LA CALLE

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EN EL MEDIODE LA CALLE

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... A.A.G.

constantino cavafis, reconocido universal-mente como el mayor lírico griego contemporá-neo, nació en 1863 en Alejandría, Egipto, ciudad donde residió la mayor parte de su vida, y donde murió en 1933, en el seno de una numerosa y pu-jante colonia griega, inmersa en el mundo árabe. Sus composiciones juveniles aparecieron de for-ma esporádica en revistas de El Cairo, Alejan-dría, Atenas y Constantinopla. La mayoría de sus poemas los dio a conocer en hojas volantes y en pequeñas colecciones que obsequiaba a sus ami-gos, pero nunca llegó a publicar un libro como tal. El corpus de su obra de madurez lo constitu-yen apenas 154 poemas, casi todos breves, que fueron reunidos y publicados en forma de libro por primera vez en 1935, después de su muerte. Además de unos 33 poemas de juventud que Ca-vafis ni siquiera circuló en sus hojas volantes, se han conservado unos 60 poemas que dejó inédi-tos. La brevedad de su obra no ha impedido, sin embargo, que Cavafis sea el poeta neogriego más traducido y antologado fuera de su país, conside-rado uno de los mayores exponentes del renaci-miento de la lengua griega moderna y una de las figuras literarias más importantes del siglo xx. Las versiones al español de los textos que aquí presentamos fueron hechas por el poeta cubano Jesús Lozada Guevara.

Constantino Cavafis

INCLUYE POEMAS DE...

· ítaca ·

Cuando hacia Ítaca salgas, desea que el camino sea inmenso, que nunca te abandonenla aventura y el saber.No temas a lestrigonesni a cíclopes,tampoco al fiero Poseidón.A ellos no los encontrarás si tus pensamiento son altos, si tu cuerpo y tu espíritu son tocados por la fineza.No los encontrarás si no partes con ellos,si tu alma no los crea.

Desea que el camino sea inmenso, que sean muchas las mañanas del veranoen las que dichoso entres a puertos desconocidos:demórate en los mercados fenicios y adquiere las más bellas mercancías,marfiles y perlas, ébanos y ámbares, embriagadores perfumes, de ellos compra lo más que puedas.En Egipto aprende, aprende de sus sabios,conoce todas sus ciudades.

Recuerda a Ítaca,es tu meta,pero no apures el viaje.Mejor será que dure muchos añosy que ya anciano eches el ancla en tu casa, preñado de riquezas.No desees los bienes de Ítaca.

La isla te dio el motivo,sin ella no te hubieras echado a la mar.Otras cosas, Ítaca, ya no tiene para darte.

Aunque la encuentres pobre, no se ha burlado de ti, no te ha engañado.Sabio serásseguramenteal final de la rutaporque habrás comprendidoel significado de las Ítacas.

1911

· la ciudad ·

Dijiste: Iré a otra tierra, a otro mar. Seguro me espera una ciudad mejor que esta.Cada intento, cada esfuerzo mío, por encontrarlaes una condena escrita.Sepulto está mi corazóncomo el de un muerto.¿Hasta cuándo mi espíritu estará inmóvil?Adonde quiera que miroveo las ruinas de mi vida, y reconozco la oscuridad que atesoran mis años,los que destruí, los que perdí.

Las tierras nuevas, los mares intocados,no los hallarás.La ciudad te acompaña siempre. Rodarás por calles idénticas.Envejecerás en los mismos barrios, entre esas casas te brotarán las canas.Siempre llegarás hasta aquí.No coloques la esperanza en otro sitio.Los barcos y las rutas se han borrado.Al destruir tu vida en este rincón pequeñolo hiciste en toda la tierra.

1894-1910

· esperando a los bárbaros ·

¿Qué esperamos reunidos en el ágora?

Es que hoy llegan los bárbaros.

¿Por qué en el Senado nadie trabaja?¿Por qué los senadores descansan sin legislar?

Porque los bárbaros llegan,¿para qué legislar?Cuando lleguen los bárbaros que hagan ellos leyes nuevas.

¿Por qué el emperador se ha levantado al albay está sentado en su trono,solemne y coronado,a las puertas de la ciudad?

Porque llegan los bárbaros,y el emperador quiere recibir a su jefe con honores,

hasta hizo preparar un pergamino para entregárseloy mandó colocarle incontables títulos y nombres.

¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores han salidocon sus togas de púrpura, bordadas?¿Por qué se han puesto brazaletes adornados de amatistasy sortijas de esmeraldas, magníficas ellas, centellantes?¿Por qué usan hoy bastones de oro y platalabrados con tanta maestría?

Porque hoy llegan los bárbaros,y esas cosas los deslumbran a ellos.

¿Por qué nuestros egregios oradoresno acuden, como todos los días, a atiborrarnos de discursos?

Porque llegan los bárbaros y a ellos les aburren la retórica y las consignas.

¿Por qué de pronto esa inquietud y confusión?¡Qué gravedad la de esos rostros!¿Por qué las calles y las plazas tan rápidamente se han vaciadoy la gente regresa cabizbaja?

Porque ya es noche cerrada y aún no llegan los bárbaros, además, unos que merodeaban por las fronteras andan diciendo que los bárbaros no existen.

Y ahora sin bárbaros ¿qué haremos?Esa gente, al menos, era una solución.

1904

· el espejo del recibidor ·

La lujosa mansión tenía en la entradaun espejo,antiguo y enorme,hacía por lo menos ochenta añosla familia lo había comprado.

Un muchacho, mensajero de un sastre,(los domingos atleta aficionado),estaba delante de él con un paquete.Lo entregó a alguien de la casa, que fue a buscar el recibo.El mensajero se quedó solo,esperando.

Se acercó al espejo, se miró, Se acomodó la corbata.A los cinco minutos le devolvieron el recibo.Lo cogió y se marchó.

Pero el antiguo espejo,que había visto tantas cosas en su vida,objetos y caras por millares,el espejo antiquísimoahora estaba alegrey se sentía orgullosopor haber acogido en su cuerpoal menos por unos minutos la belleza.

1930. CM

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JOrGE WEJEbE CObO

El pEriodista norteamerica-no Gary Webb, premio Pulitzer en 1990, fue posiblemente el primero en usar internet para denunciar las operaciones de la CIA, pero no tuvo la suerte de Ed-ward Snowden y Julian Assange. Lo encontraron muerto el 17 de diciembre de 2004 con el rostro destrozado por dos disparos calibre 38, en su casa de Cali-fornia. Sin embargo, su caso fue considerado suicidio y la policía sostuvo la insólita teo-ría de que se autoinfligió las dos mortales heridas de forma sucesiva.

Ocho años antes, cuando tra-bajaba para el diario San José Mercury News en su formato digi-tal, evidenció en una saga de ar-tículos cómo la CIA en la década de 1980 había vendido toneladas de crack en los barrios pobres de Los Ángeles, principalmente en-tre la población negra, para su-fragar la guerra de la contra ni-caragüense que trataba entonces de derrotar al gobierno sandi-nista en Nicaragua.

En los materiales reveló por primera vez cómo la cocaína se trasladaba desde bases del ejér-cito salvadoreño, por aviones de ese país, hacia aeropuertos mi-litares estadounidenses, donde era desembarcada bajo protec-ción oficial para ser repartida a las organizaciones de trafican-tes controladas por los servicios de inteligencia locales.

Sus investigaciones perio-dísticas se basaron en docu-mentos desclasificados de la CIA y en testimonios de parti-cipantes en la operación, entre los cuales se encontraba Ricky Ross y «Chico Brown», trafi-cantes importantes de drogas de la costa oeste de Estados Unidos, quienes operaban bajo la sombrilla de la CIA y de «Ce-le Castillo», ex oficial de la Agencia Antidrogas (DEA), tes-tigo de la introducción de los estupefacientes y autor del li-bro El polvo arde, sobre esas ac-ciones encubiertas.

La serie documentó que je-fes de la contra nicaragüense organizaron una red de trafi-cantes en Los Ángeles y distri-buyeron toneladas de cocaína a dos pandillas denominadas los crips y los bloods, por medio del mencionado Ricky Ross. La co-caína era procesada y se le adi-cionaban sustancias químicas que incrementaban el volumen de venta y la nocividad al con-vertirse en crack. Mientras, la CIA y la DEA miraban al otro lado.

En los artículos, Webb des-cribía el papel de Luis Posada Carriles y sus cómplices como rectores del tráfico de cocaína, entre ellos, Félix Rodríguez Mendigutía, el agente de la CIA que ordenó el asesinato del Che, y los hermanos Ignacio y Guillermo Novo, entre otros te-rroristas de origen cubano pro-tegidos por las administracio-nes de Ronald Reagan y Geor-ge Bush. De ahí que el perio-dista se ganó peligrosos enemi-gos, además de la agresividad oficial de su gobierno.

La CIA respondió con una campaña total de descrédito contra Webb, la cual reprodu-cía la matriz de que sus investi-gaciones se basaban en pistas erróneas y teorías conspirati-vas sin objetividad. Los mayo-res órganos de prensa se suma-ron a la maniobra, principal-

mente el New York Times y el Miami Herald.

En una entrevista en 1997, le preguntaron a Webb sobre las motivaciones de su deci-sión que lo hacía correr riegos al publicitar las acciones encu-biertas de la CIA con el narco-tráfico y respondió: «Porque es la verdad. Eso es lo fundamen-tal. Uno se dedica a una carre-ra periodística precisamente por esa razón. Si estuviera errado, lo admitiría, pe-ro no lo estoy. La gente tiene que enterarse de estos hechos, no solo para entender lo que pasó, sino también por-que hay que pedir cuen-tas. Se han cometido crí-menes. Hay mucha gente presa por el tráfico de cocaína. Esta operación trajo miles y mi-les de kilos de cocaína a los Es-

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tados Unidos, a los guetos. Y hasta la fecha no se ha pedido cuentas a nadie, los únicos que han pagado el precio son los que viven en esos barrios».

Tuvo que abandonar San Jo-sé Mercury News en 1997 y no consiguió trabajo en ningún medio importante, pero en 1999 retomó el tema y publicó un libro titulado Dark Alliance:

The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion

(Alianza oscura: La CIA, los contras y la explosión de la cocaína crack) que renovó sus denuncias con impacto en la opi-nión pública mundial.

El tema motivó un informe del Inspector

General de la CIA acerca del tráfico de droga realizado en la que exoneraba a la Agencia, y la Cámara de Representantes es-

tudió el tema bajo la dirección de Porter Goss, jefe del Comité de Inteligencia, quien determi-nó en una corta audiencia que las alegaciones eran «falsas». Posteriormente, en 2005, Goss fue nombrado Director de la CIA por la administración Bush.

Poco antes de morir a los 49 años, Webb le comentó a un amigo que era vigilado, y una noche sorprendió a varios indi-viduos huyendo por las cañe-rías externas de su domicilio con gran rapidez sin que le ro-baran nada en el apartamento, por lo cual consideró que eran agentes oficiales con el fin de registrar su computadora. En el momento de su muerte, Webb se encontraba preparando una nueva investigación sobre la co-nexión narcotráfico-CIA. Eso selló su trágico destino. CM

La mala suerte de Gary Webb

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Maridalia Hernández Lila Downs

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La isla se llena de magia popular

IVÓN PEÑALVEr

quiso El azar que esta se-gunda edición del Encuentro de Voces Populares –nacido del ingenio de la intérprete Argelia Fragoso y auspiciado por el Ins-tituto Cubano de la Música, el Centro Nacional de la Música Popular y la Casa Discográfica Producciones Colibrí– estuvie-ra premiado por la impronta de la primera vez. Para la oca-sión dos excelentes voces de Latinoamérica estrenaron su talento y devoción por la bue-na música en la mayor de las Antillas. Lila Downs, mezcla irrefutable de fuerza indígena y esplendor hispano; y Mari-dalia Hernández, puro acento caribeño, donde la sensuali-dad africana selló su pacto con la fuerza de blanca estirpe. Dos maneras diferentes de asumir la esencia de lo nacio-nal, dos timbres notablemente distintos, pero un hilo conduc-tor similar que las unió más allá del escenario al quedarse impregnadas en los corazones: se trata de ese bregar por lo auténtico, por lo propio, más allá de las coordenadas de la comercialización o de la bana-lidad de las concesiones.

Tiempo antes de realizarse el evento, ya Cuba conocía de la aparición en el escenario nacio-nal de estas dos valiosas expo-nentes de la canción. Y es que, entre el 2 y el 9 de noviembre, la cálida Habana las abrazaría en sendos conciertos.

Precedidas por una gala cu-bana en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, signada por el buen gusto al transitarse por diversos géneros de la canción, ©

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Maridalia Hernández Lila Downs

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en la noche del 8 de noviembre se apoderaba majestuosa del escenario la ganadora de varios premios Grammy, Lila Downs, quien días antes en la conferen-cia de prensa realizada a su lle-gada había expresado: «La mú-sica me ha enseñado a ser hu-milde», y esa humildad la dis-tingue en medio de un colorido espectáculo en el que lo mismo se pasea por una ranchera, que se mueve exitosa en medio de un pasillo o entona un bolero, sin olvidar que la música brasi-leña siempre está muy cerca de donde todos solemos rondar.

Desde el mexica que apren-dió a adorar de sus antepasa-dos hasta el perfecto castella-no, invaden el mundo sonoro de esta intérprete que no dejó de caminar por la Quinta Ave-nida, para no perder su training de ejercicios; que degustó el fri-jol negro con el mismo placer con el que anduvo por las calles de la Vieja Habana y al entrar al Restaurante Floridita, ante la mitrada curiosa de los tran-seúntes y dependientes de la instalación, agradeció al busto de Hemingway por haberle permitido sentarse a su lado y presentárselo a su familia.

La tarde anterior del con-cierto, en el espacio televisivo Al Mediodía, Lila Downs agra-deció «a todos los televidentes cubanos por haberme permiti-do entrar en sus casas» y al in-vitarlos a su concierto refería: «me es un gusto y un honor ha-ber sido invitada a este país de música. Porque en mi aprendi-zaje Cuba siempre ha estado. De aprender lo que representa la canción aguerrida, por ejem-

plo Silvio Rodríguez y Pablo Milanés fueron una influencia muy fuerte en mi vida. Después Mercedes Sosa. En mi barrio, allá donde crecí, se escuchaba mucho la trova y entonces yo soy hija de esa música. Por tan-to es un gusto tener esta opor-tunidad. Venir a Cuba ha sido uno de mis sueños. Ya puedo morir en paz».

Y si de sueños cumplidos se trata, la dominicana Maridalia Hernández, desde su arribo al Aeropuerto Internacional José Martí –donde al igual que Lila Downs fue recibida por Orlan-do Vistel, presidente del Insti-tuto Cubano de la Música y por Argelia Fragoso, presidenta del Encuentro–, rememoró recuer-dos de su primera juventud, cuando justo la voz de la Frago-so le recordaba aquel Festival de la Juventud y los Estudian-tes, en el que fue seleccionada a participar «pero por ser tan chica mi padre no lo aprobó», el mismo que no obstante nun-ca le dejó de recomendar visi-tar La Habana. La canción En busca de una nueva flor fue en-tonces el vínculo que desde la añoranza la unió con la cantan-te cubana, con el malecón y con la música que desde antaño de-fine a los cubanos allende los mares.

Luego de más de una déca-da sin grabar, expresó la intér-prete: «ando en un momento importante de mi carrera, en un momento de madurez, en el que cuento con un grupo de ta-lentosísimos músicos con el que he asumido un repertorio nuevo y que ha sido recopilado en una producción discográfi-

ca que se llama Libre. Libre, tal y como me siento ahora, de po-der hacer lo que quiero con mi música».

En medio de la emoción que constituía presentarse ante el público cubano, la noche del 9 de noviembre se tornó mágica para quienes veían en Marida-lia la llegada a los medios cuba-nos en la década del 80 de la Or-questa 440, liderada por Juan Luis Guerra. Pero su presencia fue más allá, porque su potente y amorosa voz unió esa noche a varias generaciones de cubanos y de latinoamericanos que deci-dieron clausurar el Encuentro de Voces Populares a golpe de merengue, bachatas, sones, ba-ladas y clásicas canciones como «Drume Negrita» que, sin duda, al estilo de Maridalia adquie-ren nuevos matices.

Aclaró Maridalia que sen-tía «cierto temor por ofrecer al público un repertorio que no era del todo conocido aquí, pe-ro ya era hora de mostrar mi nuevo trabajo. Ya era hora de estar, porque Cuba ha sido pa-ra mí un referente en estos 32 años de carrera artística. Esta isla es parte de la historia musi-cal, artística, no solamente de Dominicana, sino del mundo». Y la mayor sorpresa siguió sien-do para los habitantes de casa que muchos de los autores que la siguen acompañando son, entre otros, Evelyn García Már-quez –cuya composición fue arreglada por el maestro Gon-zalo Rubalcaba–, David To-rrens, Amaury Gutiérrez y Adalberto Álvarez.

«A Cuba me la llevo todita en mi corazón», refería en el

camerino pocos momentos después de concluir una pre-sentación memorable. «Es un público conocedor y al mismo tiempo especialmente sensi-ble; lo amo». Ante la interro-gante obligada en ese instante, sonrió y de inmediato dijo: «Claro que quiero volver, va-mos a ver qué me tiene depa-rada la vida, lo que sí quiero que sepan es que me voy muy gratificada».

Y así terminó, a su propio parecer, una de las noches más impresionantes de su vida, esa mañana aún estaba afectada de la voz, pero nadie lo hubiera imaginado de no haberla visto en los momentos de tomarse en la mañana del concierto un té de sábila con jengibre. El esce-nario lo curó todo.

El disco Milagros y pecados, ganador del Premio Grammy en 2012, fue traído a la escena cubana por Lila Downs con el brillo que solo los grandes sue-len ofrecer. La bondad, la ter-nura y el arraigo de una música urbana, perfectamente cuidada por la calidad de sus textos y arreglos, dejaron a los asisten-tes a la Sala Covarrubias con el deseo de montarse en el coche al que invitaba Maridalia para seguir acompañándola por las calles habaneras.

Y así se dijo hasta pronto al Encuentro de Voces Populares 2013, una cita que, al decir de su presidenta Argelia Fragoso, «apuesta por mostrar lo mejor y de mayor calidad, como úni-co modo de andar sabiendo quiénes somos y hacia dónde andamos con la magia de lo po-pular». CM

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No. NOMBRE E SN JJ OBP OPS PRD AVEP FP PA VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI DB BB SO BD CP CP x J

1 ALFREDO DESPAIGNE RODRÍGUEZ GRA 9 821 446 1 096 377 455 1,84 302 3 002 637 1 044 348 206 18 222 1 952 650 60 34 718 88 462 412 72 1 133 1,38

2 FREDERICH CEPEDA CRUZ SSP 16 1 438 474 1 039 357 432 1,70 233 4 920 1 046 1 634 332 309 52 247 2 782 565 32 36 960 73 1 293 717 128 1 759 1,22

3 YULIESKI GOURRIEL CASTILLO SSP 12 1 143 416 1 003 376 428 1,76 254 4 379 915 1 458 333 267 59 242 2 569 587 128 42 975 90 571 397 123 1 648 1,44

4 ALEXEI BELL QUINTERO SCU 12 925 417 971 396 422 1.72 232 2 889 642 929 322 179 33 142 1 600 554 120 46 645 82 410 462 41 1 145 1,24

5 YOSvANY PERAZA MARÍN PRI 16 1 207 390 909 281 373 1,74 221 4 070 561 1 216 299 164 6 241 2 115 520 6 7 825 107 523 591 178 1 145 0,95

6 YASMANI TOMÁS BACALLAO IND 3 223 346 874 291 363 1,82 239 667 107 193 289 36 6 37 352 528 9 9 124 7 58 135 17 194 0,87

7 ERIEL SÁNCHEZ LEÓN SSP 20 1 636 351 813 275 347 1,54 161 6 007 791 1 803 300 289 17 215 2 771 461 20 26 1 074 59 462 457 266 1 650 1,01

8 LUIS FELIPE RIVERA DESPAIGNE IJV 17 1 362 393 808 372 347 1,35 107 5 131 896 1 579 308 262 43 67 2 128 415 110 87 566 118 650 734 144 1 395 1,02

9 JOSÉ MIGUEL FERNÁNDEZ DÍAZ MTZ 7 536 391 807 264 347 1,31 99 2 306 282 634 317 90 6 32 832 416 8 7 278 50 202 108 74 528 0,98

10 RAÚL GONZÁLEZ ISIDORIA CAV 8 568 367 794 284 343 1,44 131 2 180 317 562 296 96 16 40 810 427 43 40 263 41 179 187 48 540 0,95

11 GUILLERMO HEREDIA MOLINA MTZ 4 338 382 817 291 351 1,47 139 1 281 217 321 296 52 15 23 472 435 16 23 121 29 127 136 22 315 0,93

12 ANDY IBÁÑEZ VELÁZQUEZ IJV 2 168 302 714 224 307 1,43 123 721 73 169 289 47 2 7 241 412 8 9 65 6 38 91 9 131 0,78

13 FRANK CAMILO MOREJÓN REYES IND 9 580 293 604 192 258 1,31 74 1 437 126 303 237 57 2 11 397 311 2 7 130 36 67 142 38 245 0,42

LA CALLEDEL MEDIONOVIEMbrE 2013

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E Dígitos de colección

H. rOMO SIGLEr

El pasado domingo 3 de no-viembre arrancó, para deleite de millones de aficionados, la 53 Serie Nacional de Béisbol. Des-de ese instante el público, de San Antonio a Maisí, da rienda suelta a su inapagable pasión

por las bolas y strikes. Con va-rias motivaciones a cuesta, en-tre ellas la posibilidad aún la-tente de ver a los «Leopardos Naranjas» de Villa Clara inmer-sos en la Serie del Caribe de Isla Margarita, en febrero próximo, 16 elencos salieron a la grama

NOMBRE e SN JL JI JR JG JP JS H AVE INN PCL SO SO x JC BB BB x JC SO/BB WHIP

FREdDY ASIEL ÁLVAREZ SÁEZ VCL 8 157 147 10 58 43 1 858 264 872, 2 3,07 594 6,13 292 3,01 2,03 1,32

VLADIMIR GARCÍA ESCALANTE CAV 8 241 90 151 70 47 66 777 231 931,0 2,70 660 6,38 337 3,26 1,96 1,2

YANDER GUEVARA MORALES CAV 6 143 122 21 60 38 6 801 269 782,0 3,82 326 3,75 240 2,76 1,36 1,33

ISMEL JIMÉNEZ SANTIAGO SSP 9 222 165 57 107 42 16 1 196 260 1 214,0 3.34 737 5,46 371 2,75 1,99 1,29

WILBER PÉREZ RODRÍGUEZ IJV 13 250 212 38 88 86 3 1 250 264 1 273,1 4,09 966 6,83 743 5,25 1,3 1,56

ALEXANDER RODRÍGUEZ MATOS GTM 13 281 98 183 72 61 43 986 278 924,2 4,34 632 6,15 431 4,2 1,47 1,53

DARIÉN NÚÑEZ ARIAS LTU 2 41 28 13 9 14 3 135 248 149,0 3,99 85 5,13 106 6,4 0,8 1,62

DANNY BETANCOURT CHACÓN SCU 13 241 204 37 104 66 7 1 290 255 1 352,0 3,78 917 6,1 593 3,95 1,55 1,39

LEANDRO MARTÍNEZ FIGUEREDO GRA 6 169 41 128 35 30 18 553 304 458,2 4,42 209 4,1 134 2,63 1,56 1,5

DIOSDANY CASTILLO VERGEL VCL 6 164 1 163 21 15 24 326 275 305,2 3,74 204 6,02 95 2,80 2,15 1,38

YADIER PEDROSO GONZÁLEZ (†) ART 9 166 158 8 76 47 3 929 243 1 015,2 3,23 877 7,77 348 3,08 2,52 1,26

LEYENDA EQUIPOS: GRA: GRANMA / SSP: SANCTI SPÍRITUS / SCU: SANTIAGO DE CUBA / PRI: PINAR DEL RÍO / IND: INDUSTRIALES / IJV: ISLA DE LA JUVENTUD / MTZ: MATANZAS / CAV: CIEGO DE ÁVILA / VCL: VILLA CLARA / GTM: GUANTÁNAMO / LTU: LAS TUNAS / ART: ARTEMISA

Page 15: antonio 7 teresita fernández 12-13 · mas». Y lo hice. Y ella también. Así se quedó «la palangana vieja» para siem-pre en mi vida, como un regalo invalua - ble con el que duermo

No. NOMBRE E SN JJ OBP OPS PRD AVEP FP PA VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI DB BB SO BD CP CP x J

1 ALFREDO DESPAIGNE RODRÍGUEZ GRA 9 821 446 1 096 377 455 1,84 302 3 002 637 1 044 348 206 18 222 1 952 650 60 34 718 88 462 412 72 1 133 1,38

2 FREDERICH CEPEDA CRUZ SSP 16 1 438 474 1 039 357 432 1,70 233 4 920 1 046 1 634 332 309 52 247 2 782 565 32 36 960 73 1 293 717 128 1 759 1,22

3 YULIESKI GOURRIEL CASTILLO SSP 12 1 143 416 1 003 376 428 1,76 254 4 379 915 1 458 333 267 59 242 2 569 587 128 42 975 90 571 397 123 1 648 1,44

4 ALEXEI BELL QUINTERO SCU 12 925 417 971 396 422 1.72 232 2 889 642 929 322 179 33 142 1 600 554 120 46 645 82 410 462 41 1 145 1,24

5 YOSvANY PERAZA MARÍN PRI 16 1 207 390 909 281 373 1,74 221 4 070 561 1 216 299 164 6 241 2 115 520 6 7 825 107 523 591 178 1 145 0,95

6 YASMANI TOMÁS BACALLAO IND 3 223 346 874 291 363 1,82 239 667 107 193 289 36 6 37 352 528 9 9 124 7 58 135 17 194 0,87

7 ERIEL SÁNCHEZ LEÓN SSP 20 1 636 351 813 275 347 1,54 161 6 007 791 1 803 300 289 17 215 2 771 461 20 26 1 074 59 462 457 266 1 650 1,01

8 LUIS FELIPE RIVERA DESPAIGNE IJV 17 1 362 393 808 372 347 1,35 107 5 131 896 1 579 308 262 43 67 2 128 415 110 87 566 118 650 734 144 1 395 1,02

9 JOSÉ MIGUEL FERNÁNDEZ DÍAZ MTZ 7 536 391 807 264 347 1,31 99 2 306 282 634 317 90 6 32 832 416 8 7 278 50 202 108 74 528 0,98

10 RAÚL GONZÁLEZ ISIDORIA CAV 8 568 367 794 284 343 1,44 131 2 180 317 562 296 96 16 40 810 427 43 40 263 41 179 187 48 540 0,95

11 GUILLERMO HEREDIA MOLINA MTZ 4 338 382 817 291 351 1,47 139 1 281 217 321 296 52 15 23 472 435 16 23 121 29 127 136 22 315 0,93

12 ANDY IBÁÑEZ VELÁZQUEZ IJV 2 168 302 714 224 307 1,43 123 721 73 169 289 47 2 7 241 412 8 9 65 6 38 91 9 131 0,78

13 FRANK CAMILO MOREJÓN REYES IND 9 580 293 604 192 258 1,31 74 1 437 126 303 237 57 2 11 397 311 2 7 130 36 67 142 38 245 0,42

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Leyenda lanzadores:SN: Series NacionalesJL: Juegos LanzadosJI: Juegos Iniciados JC: Juegos CompletosJR: Juegos RelevadosJG: Juegos GanadosJP: Juegos PerdidosJS: Juegos SalvadosH: Hits PermitidosAVE: Promedio para el que le batean INN: Entradas LanzadasPCL: Promedio de Carreras LimpiasSO: PonchesSO x JC: Ponches propinados

por Juego CompletoBB: BoletosBB x JC: Boletos otorgados

por Juego CompletoSO/BB: Ponches propinados por cada BoletoWHIP: Hits y Boletos permitidos

por cada Entrada Lanzada

en pos de conquistar la ansiada corona. LA CALLE DEL MEDIO, en esta edición, salda una deuda con numerosos seguidores que nos solicitaron la actuación his-tórica en nuestros predios de los jugadores que nos representa-ron en el III Clásico Mundial, y

que intervienen ahora en el principal espectáculo sociocul-tural del país. Homenaje espe-cial con estos guarismos colec-cionables a la memoria del tris-temente desaparecido serpenti-nero Yadier Pedroso. Les suge-rimos, por otro lado, prestar

atención al fabuloso desempeño de Yuliesky Gourriel con los del Yayabo. Le corresponderá al formidable antesalista demos-trar, a partir de ahora, que pue-de alcanzar dividendos simila-res con el emblemático unifor-me industrialista. CM

NOMBRE e SN JL JI JR JG JP JS H AVE INN PCL SO SO x JC BB BB x JC SO/BB WHIP

FREdDY ASIEL ÁLVAREZ SÁEZ VCL 8 157 147 10 58 43 1 858 264 872, 2 3,07 594 6,13 292 3,01 2,03 1,32

VLADIMIR GARCÍA ESCALANTE CAV 8 241 90 151 70 47 66 777 231 931,0 2,70 660 6,38 337 3,26 1,96 1,2

YANDER GUEVARA MORALES CAV 6 143 122 21 60 38 6 801 269 782,0 3,82 326 3,75 240 2,76 1,36 1,33

ISMEL JIMÉNEZ SANTIAGO SSP 9 222 165 57 107 42 16 1 196 260 1 214,0 3.34 737 5,46 371 2,75 1,99 1,29

WILBER PÉREZ RODRÍGUEZ IJV 13 250 212 38 88 86 3 1 250 264 1 273,1 4,09 966 6,83 743 5,25 1,3 1,56

ALEXANDER RODRÍGUEZ MATOS GTM 13 281 98 183 72 61 43 986 278 924,2 4,34 632 6,15 431 4,2 1,47 1,53

DARIÉN NÚÑEZ ARIAS LTU 2 41 28 13 9 14 3 135 248 149,0 3,99 85 5,13 106 6,4 0,8 1,62

DANNY BETANCOURT CHACÓN SCU 13 241 204 37 104 66 7 1 290 255 1 352,0 3,78 917 6,1 593 3,95 1,55 1,39

LEANDRO MARTÍNEZ FIGUEREDO GRA 6 169 41 128 35 30 18 553 304 458,2 4,42 209 4,1 134 2,63 1,56 1,5

DIOSDANY CASTILLO VERGEL VCL 6 164 1 163 21 15 24 326 275 305,2 3,74 204 6,02 95 2,80 2,15 1,38

YADIER PEDROSO GONZÁLEZ (†) ART 9 166 158 8 76 47 3 929 243 1 015,2 3,23 877 7,77 348 3,08 2,52 1,26

Leyenda bateadores: E: Equipo SN: Series Nacionales JJ: Juegos Jugados OBP: Por ciento

de embasado OPS: Por ciento

de embasado + slugging

PRD: Productividad AVEP: Average Plus FP: Factor Poder PA: Poder Aislado VB: Veces al Bate CA: Carreras

Anotadas H: Hits AVE: Average 2B: Dobles

3B: Triples HR: Jonrones TB: Total de Bases SLU: Slugging BR: Bases Robadas CR: Cogido Robando CI: Carreras

Impulsadas DB: Pelotazos BB: Base por Bolas SO: Ponches BD: Bateo

para Doble Play CP: Carreras

Producidas CP x J: Carreras

Producidas por Juego

LEYENDA EQUIPOS: GRA: GRANMA / SSP: SANCTI SPÍRITUS / SCU: SANTIAGO DE CUBA / PRI: PINAR DEL RÍO / IND: INDUSTRIALES / IJV: ISLA DE LA JUVENTUD / MTZ: MATANZAS / CAV: CIEGO DE ÁVILA / VCL: VILLA CLARA / GTM: GUANTÁNAMO / LTU: LAS TUNAS / ART: ARTEMISA

AHMED PÉrEZ MOrEJÓN

hacE tiEmpo, lo confieso, el de-porte de casa no me reporta, como invariablemente ocurrió en el pasa-do, esa sensación absoluta que solo la victoria en los más encumbrados escenarios foráneos produce.

Es cierto que comprendo –cómo podría enajenarme de los múltiples

factores que a ello tributan– las transformaciones operadas en el concierto internacional y sus inevitables repercusiones sobre un movimiento atlético bastante distante de las ideas primigenias con las que el Barón Pierre de Coubertain logró echar a andar las olimpiadas de la era moderna.

También lo es que he aprendido a justipreciar en toda su mag-nitud (consciente de que ya no son épocas de arrasar en cuanto convite participáramos) una medalla, aunque no sea dorada, y hasta la inclusión en finales en las citas de lujo.

Pero esa abstracción racional –me doy ánimo considerando que en dicho pesar está contenido mi gran amor por la actividad deporti-va– no es capaz de resarcirme la nostalgia por aquellas noches cuan-do, apegado a la radio o captando la señal de Tele Rebelde, frente al querido Krim 218, daba por seguro que los atletas cubanos se coro-narían, sin muchos contratiempos, en cuanta justa intervinieran.

En esas tribulaciones estuve inmerso durante las últimas jorna-das, en ocasión de la celebración en Almaty del XVII Campeonato Mundial de Boxeo. A la fiesta del pugilismo universal asistimos con un firme propósito: recuperar el máximo trofeo por equipos que nos es esquivo desde la edición de Mianyang, China, en el 2005.

Y aunque en el ámbito muscular casi siempre se afirma, al menos públicamente, que se alcanzarán actuaciones encumbra-das, no estaban esta vez blasfemando los estrategas del patio al plantearse seriamente la posibilidad de volver a convertirnos en el mandamás del pugilismo aficionado planetario.

Para consumar la aspiración los directivos tenían claridad en que se necesitaban entre 6 y 7 preseas, de ellas, cuando menos, 3 títulos. Y por poco dan en la diana, pues la foja resultó de 5 perga-minos, incluidas dos diademas.

Los responsables del máximo alegrón fueron, al igual que en la convocatoria de Bakú 2011, el pinareño Lázaro Álvarez y el ca-magüeyano Julio César La Cruz. En el caso del vueltabajero esta vez se impuso en los 60 Kg, mientras que el agramontino La Cruz volvió a ser el rey indiscutible de los 81 Kg.

Con la victoria de Álvarez Estrada en su nueva división (hace dos años maniató a todos los rivales en los 56 Kg), se coloca a un paso de repetir la hazaña conseguida por Adolfo Horta, bautizado con justi-cia por el desaparecido colega Rolando Crespo como el «hombre del boxeo total”, quien no tuvo oponentes en las citas de Belgrado 1978; Munich 1982 y Reno 1986, en los 54, 57 y 60 Kg, respectivamente.

Por cierto que al titularse en el estado norteamericano de Ne-vada, Horta se convirtió en el primer tricampeón mundial ama-teur de cualquier nación, proeza que pocas horas después obtu-vo, en la misma prueba estadounidense (que para él devino adiós de estas lides) el inigualable Teófilo Stevenson Lawrence.

Volviendo a los pormenores acaecidos en la capital de Kazajstán (que incluyó el abandono definitivo de la cabecera protectora y un nuevo sistema de votación por asaltos), encontramos los subtítulos de Yasnier Toledo (64 Kg) y Arisnoides Despaigne (69 Kg). En el caso del exponente de la tierra de los tinajones repitió su presea plateada anterior, si bien aquella la alcanzó en la actual categoría de Álvarez Estrada. Toledo, bronce en Londres 2012, se debe un galardón supre-mo en un evento grande.

Despaigne, por su parte, se erigió en la gran sorpresa para la comitiva antillana, debido a que pocos especialistas lo situaban dentro del cuarteto de vanguardia, entre otras razones por su re-pentina inclusión dentro de la escuadra, a partir de la sanción por indisciplina del monarca olímpico Roniel Iglesias. El otro medallista de casa fue el minimosca Yosbany Veitía.

En mi opinión, las grandes deudas del elenco patrio recaye-ron en el as bajo los cinco aros Robeisy Ramírez y el crucero Erislandy Savón. El cienfueguero Ramírez fue desbancado por el kazajo Kairat Yeraliyev, mientras que el guantanamero de ilustre apellido sucumbió ante el azerí Teymur Mammadov. En ambos casos los entrenadores cubanos expresaron que los fallos arbi-trales no reflejaron lo ocurrido sobre el encerado.

No obstante a que nuevamente me quedé con las ganas de ver al conjunto de las cuatro letras en la cima –como ocurrió sin interrup-ciones desde el certamen fundacional de la AIBA en La Habana 1974 hasta el mencionado evento de Reno–, debo reconocer lo exigente del torneo. Dos apuntes confirman la calidad de estos exámenes: Ucrania, inalcanzable hace 24 meses, ahora únicamente alcanzó una medalla de bronce, al tiempo que Kazajstán, que ahora obnubi-ló a todos, dos años atrás apenas ancló en el séptimo escaño.

Esperemos que los puños dorados sin limitaciones sobreven-gan en las próximas semanas, a través de los Domadores de Cuba, en la atractiva IV Serie Mundial de Boxeo de la AIBA (WSB) orga-nizada con la presencia de los principales elencos del planeta. CM

PUños DoraDos… a La esPera De La reConQUisTa DeL Trono

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LA CALLEDEL MEDIONOVIEMbrE 2013

67NOVIEMBRE

2013

NÚMERO directorenrique ubieta gómez

jefa de redacciónsheyla valladares

diseño10kzardoyas

correcciónana r. gort wong

fotografías

colaboradoresa.a.g.santiago alba ricopaquita armas fonsecaaracelys avilésrosana berjagafidel díazgiusette león garcíajesús lozada guevara

ijorki moralesivón peñalverailer pérezahmed pérez morejónh. romo siglercarmen souto anidomadelaine vázquez gálvezjorge wejebe cobo

direccióncalle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400.

[email protected]

impresiónimprenta federico engels

Va

RIa

dO

s

SE SUFrE PErO SE GOZAintérprete: CHArANGA HAbANErAEGrEM, 2013

propuEstasmusicalEs

A cargo de AILEr PÉrEZ, IJOrkI MOrALESy CArMEN SOUTO

ELECTrO CONGA autor: FErNANDO L. OTErOintérprete: NANDO PrOCD Más allá del DembowCubamusic records, 2012

LA VErDAD QUE TE EXTrAÑOautor: rAÚL TOrrESintérprete: rAÚL TOrrESCD In ExtremisEGrEM, 2012

CArIbEÑAautor: ALEJANDrO FALCÓNintérprete: ALEJANDrO FALCÓNCD ClaroscuroProducciones Colibrí, 2012

TEXTUrESautor: POLO OrTIZintérprete: JAVIEr rODrÍGUEZCD Viaje de ida y vueltaJolongo Producciones, 2013

DEL rEVÉSautor: ATHANAI CASTrOintérprete: ATHANAICD Creando miliciaAthanai Music, 2012

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bAILANDOintérpretes: DESCEMEr bUENO ft. GENTE DE ZONADir.: ALEJANDrO PÉrEZ

VIdEO clIp

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EspacIO

COMEr EN CASA MADELAINE VÁZQUEZ GÁLVEZ

sE considEra el sabor dulce acaso el más preferido por la mayoría de las personas. Además de servir de base a muchos platos exquisitos, se presume que esta preferencia esté relacionada con los principios de la supervivencia humana. En tal sentido, numerosos in-vestigadores han observado que los ca-zadores-recolectores recogían abun-dantemente los enjambres y consu-mían grandes cantidades de miel. Al parecer se trata de una característica que pudo ser seleccionada en un me-dio en que los azúcares de rápida ab-sorción eran relativamente escasos, por lo que los alimentos de sabor dulce representaban una fuente ventajosa de calorías de pronta asimilación.

Por otra parte, el consumo excesivo de azúcares refinados parecer ser la causa de múltiples enfermedades ac-tuales de carácter no infeccioso, como obesidad, diabetes, caries dentales y agotamiento de las vitaminas del com-plejo B, entre otras. Estos azúcares, contenidos en los alimentos, por lo ge-neral aportan «calorías vacías» y ocu-pan espacios en la dieta, que preferi-blemente pudieran destinarse a otros alimentos con un valor nutricional más integral. Su asimilación requiere que el cuerpo aporte diversos nutrientes como cromo, magnesio, zinc y vitami-na B

1.

Afortunadamente, la naturaleza nos brinda alimentos dulces que pue-den semiprocesarse o consumirse en estado natural. La oportunidad consis-te en privilegiar otras alternativas dul-ces naturales que proporcionan ener-gía y micronutrientes valiosos.

Algunos de estos productos se muestran a continuación.

miel de abejasEs la mezcla de las secreciones de las glándulas de las abejas con el néctar de las flores. En su forma natural contie-ne decenas de sustancias beneficiosas: aminoácidos, minerales (potasio, hie-rro, fósforo), vitaminas del grupo B, enzimas, compuestos antibióticos y sustancias aromáticas. Su sabor dulce delicioso se debe a la presencia de es-tos elementos, con 85 % de glucosa y fructosa a partes iguales. Tres cuartos de cucharadita de miel de abejas equi-valen en poder endulzante a una cu-charadita entera de azúcar de mesa.

Desde la antigüedad fue reconoci-da como un alimento para los dioses. En Inglaterra, la miel fue el edulcoran-te común hasta la mitad del siglo xviii, mientras que el azúcar se reservaba para la nobleza y la alta burguesía.

panela La panela es también conocida como piloncillo, raspadura, rapadura, atado dulce, tapa de dulce, chancaca (del ná-huatl chiancaca), empanizao, papelón o panocha en diferentes latitudes del idioma español. Se obtiene a partir del jugo de la caña de azúcar que es secado

antes de pasar por el proceso de purifi-cación que lo convierte en azúcar mo-reno (o mascabado). Para producirla, el jugo de caña de azúcar es cocido a altas temperaturas hasta formar una mela-za bastante densa, luego se pasa a unos moldes de diferentes formas (princi-palmente prisma rectangular o cas-quete esférico), en donde se deja secar hasta que se solidifica o cuaja.

La panela se considera un alimen-to que a diferencia del azúcar, que es básicamente sacarosa, presenta ade-más significativos contenidos de glu-cosa, fructosa, proteínas, minerales (calcio, hierro, cobre y fósforo) y vita-minas como el ácido ascórbico y del complejo B. En Cuba es conocida co-mo raspadura, y se consume en algu-nas regiones del país.

melado Básicamente, el melado es un jarabe que se obtiene por evaporación del ju-go purificado de la caña antes de con-centrarlo al punto de cristalización en los tachos. También se elabora con la adición de un poco de cal, cuyas canti-dades son aproximadas, según la apre-ciación del maestro o elaborador.

En Cuba constituye la base de algu-nos postres y bebidas tradicionales co-mo malarrabia, sopita de miel, buñue-los y sambumbia, entre otros. Una par-te del melado suele envasarse en latas o botellas para su comercialización.

esteviaEs una planta que ha ido adquiriendo gran renombre por sus notables pro-piedades edulcorantes. Se trata de una planta arbustiva originaria de Para-guay, que todavía hoy es poco conoci-da en muchos países, incluida Cuba. De las más de 300 variedades de este-via que se encuentran en la selva para-guayo-brasileña destaca la Stevia Re-baudiana Bertoni, que se caracteriza por presentar unos principios activos en sus hojas que le confieren su sabor dulce característico. Investigadores la clasifican como un edulcorante natu-ral anticalórico y le confieren múltiples propiedades medicinales.

Otros edulcorantes reconocidos en el ámbito mundial son el azúcar integral y las melazas de la caña de azúcar, el jarabe de arce (Acer saccharum y Acer nigrum), la miel de agave, los siropes malteados de cebada, trigo, arroz o maíz, el polvo de algarroba (Ceratonia siliqua) y las frutas desecadas (pasas, higos, plátanos, piñas, mangos…). De manera universal se mantiene el con-sumo de frutas frescas como fuente de azúcares simples.

Conocer las opciones dulces que ofrecen ciertos alimentos conlleva a una valoración de la necesidad de aumentar su consumo y disminuir paulatinamente la ingesta excesiva de los omnipresentes productos re-finados. CM

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a c u a t r o r a c i o n e s

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a t r e s r a c i o n e s

frutabombaplatanito

albahaca frescaagua

hielo picadomiel de abejas

pepinojugo de piña

mentahielo picadito

1 tajada2 unidades medianas¼ taza1½ tazas1 taza2 cucharadas

1 unidad mediana2 tazas 1 ramita1 taza

SAbOrES DULCES NATUrALES

··

····

····

JUGO PrIMAVErA

JUGO DE PEPINO Y PIÑA A LA MENTA

· e l a b o r a c i ó n ·Pelar y picar la frutabomba en trozos ¶ Pe-lar y picar los platanitos ¶ Poner en la bati-dora las frutas, la albahaca, el agua y el hielo ¶ Batir hasta obtener una mezcla homogé-nea ¶ Servir inmediatamente, en vaso apro-piado, y endulzar con la miel.nota: Se puede sustituir la miel de abejas por

melado de caña.

· e l a b o r a c i ó n ·Cortar el pepino en trozos ¶ Poner en la ba-tidora el jugo de piña ¶ Comenzar a batir e ir agregando, poco a poco, los pepinos, la menta y el hielo ¶ Colar y servir adornado con una lonja de piña y una hojita de menta ¶ Endulzar, si se prefiere.nota: El jugo de piña se elabora mezclando me-

dia piña con agua helada y hielo, hasta obte-ner una mezcla homogénea. Se cuela, prefe-riblemente. La menta se puede sustituir por toronjil o hierbabuena. Este jugo se endulza preferiblemente con miel de abejas.

Espacio cultural «Entre nosotros», Argelia Fragoso e invitadosPrimeros miércoles de mes, 5:00 p.m. Museo de Artes Decorativas (Calle 17 esq. D, el Vedado)

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m.v.g.enrique ubietarosana berjaga

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