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El acolitado: ejercicio del ministerio Sevilla 15 de diciembre de 2018 Blog:https://piedrasvivas.wordpress.com @pacobenitezfer Francisco José Benítez Fernández
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El acolitado: ejercicio del ministerio
Sevilla 15 de diciembre de 2018
Blog:https://piedrasvivas.wordpress.com@pacobenitezfer
Francisco José Benítez Fernández
Moderador
Notas de la presentación
Que tu gracia Señor, los haga asiduos en el servicio del altar
para que distribuyendo con fidelidad el pan de vida a sus
hermanos
y creciendo siempre en la fe y en la caridad
contribuyan a la edificación de tu Iglesia
Elegidos para el ministerio de
acólito
2 F.J.B.F.
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Moderador
Notas de la presentación
Vamos a recordar la oración de bendición contenida en el Ritual para la institución de acólitos. Tras la proclamación del Evangelio, el Obispo se sienta en la sede, y un diácono o presbítero delegado para el caso, llama a los candidatos diciendo: Acérquense los que van a ser instituidos en el ministerio de acólitos. Los candidatos son llamados por su nombre. Cada uno responde: PRESENTE y delante del Obispo hacen reverencia. Terminada la homilía, el Obispo, ya sin mitra, exhorta a los fieles a que oren pidiendo la bendición para los elegidos y tras un espacio de silencio dice: Padre misericordioso, que por medio de tu Hijo único has dado a la Iglesia el pan de vida, bendice + a estos hermanos nuestros, elegidos para el ministerio de acólitos; que tu gracia, Señor, los haga asiduos en el servicio del altar, para que distribuyendo con fidelidad el pan de vida a sus hermanos, y creciendo siempre en la fe y en la caridad, contribuyan a la edificación de tu Iglesia. De esta misma fórmula obedece que tengamos que llevar nuestro ministerio con fidelidad y por ese motivo nunca está de más recordar los aspectos más relevantes del mismo dentro de la celebración litúrgica por excelencia como es la Eucaristía.
MISIÓN RECIBIDA
Recibe esta patena con el pan (O bien: este cáliz lleno de vino) para la celebración de la Eucaristía, y vive de tal forma que seas digno de servir la mesa del Señor y de la Iglesia.
( Del Ritual para institución de lectores y acólitos)
3 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Exigencias de vida cristiana en los acólitos, determinado por la CEE, incluido en el Ritual: Ofrecerse diariamente a Dios, siendo ejemplo de seriedad y devoción en el templo. Estar cercano al pueblo de Dios y ser caritativo especialmente con los necesitados y enfermos. Aprender a captar el sentido íntimo y espiritual de todo lo que pertenece al culto público.
ALGUNAS CONSIDERACIONES GENERALES
4 F.J.B.F.
Debemos desempeñar nuestro ministerio
con sincera piedad y orden
La actitud siempre ha de ser de servicio
siguiendo las indicaciones del Maestro de ceremonias
Todo para contribuir al decoro y noble sencillez
mediante ritos claros y nobles.
“En las celebraciones litúrgicas, cada cual, ministro o smple fiel, al desempeñar su oficio, hará todo y sólo aquello que le corresponde por la naturaleza de la acción y las normas litúrgicas.” SC 28
Moderador
Notas de la presentación
El n. 24 SC dice: “En las celebraciones litúrgicas, cada cual, ministro o simple fiel, al desempeñar su oficio, hará todo y sólo aquello que le corresponde por la naturaleza de la acción y las normas litúrgicas.” Continúa diciendo con respecto a los acólitos y otros ministros: “ Deben ejercer, por tanto, su oficio con la sincera piedad y el orden que convienen a tan gran ministerio y les exige con razón el Pueblo de Dios.” Estamos para ayudar a toda la asamblea litúrgica contribuyendo al buen desarrollo de la celebración. Actitud de servicio Atentos al Maestro de ceremonias n. 106 OGMR; n.34 CO: Conviene que en las catedrales y en las iglesias mayores haya al menos un ministro competente o maestro de ceremonias designado para la preparación adecuada de las acciones sagradas y para que los ministros sagrados y los fieles laicos las ejecuten con decoro, orden y piedad. Según la enseñanza del CVII hay que procurar que los ritos resplandezcan con una noble sencillez. n. 42 OGMR La Iglesia invita a los fieles a la participación activa en la liturgia. ¿Cómo hay que entender esa “participación activa”? No se debe nunca confundir con “hacer cosas”. El ejercicio de ministerios litúrgicos, y sólo por aquellos instituidos, es un signo de la participación de la asamblea de fieles que allí celebran. De un modo muy claro se dice en SC 48 “ … La Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio de fe como extraños y mudos espectadores, sino que comprendiendo bien a través de los ritos y oraciones, participen consciente, piadosa y activamente en la acción sagrada..”
Vestiduras y funciones
En el n.98 OGMR se refieren los
ministerios peculiares del acólito y lector
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La vestidura de los ministros es el alba con su cíngulo y amito , a no ser que la forma del alba
no lo exija (119§3 y 336)
Las funciones del acólito se describen en los nn. 187-193 de la OGMR Puede darse el caso que concurran varias a la vez. Por lo tanto, es conveniente
que se distribuyan entre varios. Si sólo hay un acólito, éste debe hacer lo de mayor importancia y distribuir el resto entre otros ministros
F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Instrucción interdicasterial sobre algunas cuestiones acerca de la cooperación de los fieles laicos en el ministerio de los sacerdotes, Ecclesiae de mysterio, de 15 de agosto de 1997; A. A. S. 89 (1997) Habría que detenerse en “jerarquizar” las cuestiones según su importancia: Ministro extraordinario de la comunión para distribuirla a los demás fieles en caso necesario y que lo pida el sacerdote ( n. 191 OGMR) Preparar el altar ( n. 190 OGMR) Purificación de los vasos sagrados ( n. 192 OGMR) Portar la cruz en la procesión de entrada ( n. 188 OGMR) Servir el libro ( n. 189 OGMR) Turiferario ( n. 190 OGMR) p
LAS MANOS
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• Cuando se está sentado: las palmas vueltas hacia abajo, descansan sobre las piernas. (n.109 CO)
Todos los acólitos que no lleven algo en las manos, las tendrán bien colocadas: las dos palmas juntas y el pulgar derecho sobre el izquierdo . Si una mano queda libre, la otra, la apoyamos sobre el pecho. ( n.107 CO)
F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Poco más hay que comentar. Quizá sólo añadir que conviene no ser causa de distracción de los demás, con nuestros movimientos o distracciones. Debemos estar muy pendientes del desarrollo de la celebración
Gestos y silencio (42 a 45 y274-275 OGMR)
El gesto y la postura corporal, tanto del sacerdote, del diácono y de los ministros, como del pueblo, deben contribuir a que toda la celebración resplandezca por su decoro y noble sencillez, de manera que pueda percibirse el verdadero y pleno significado de sus diversas partes y se favorezca la participación de todos. (OGMR 42)
Entre los gestos se comprenden también algunas acciones y procesiones en las que el sacerdote con el diácono y los ministros se acerca al altar… Conviene que estas acciones y procesiones se realicen en forma decorosa, mientras se cantan los textos correspondientes, según las normas establecidas en cada caso. ( OGMR 44)
Es laudable que se guarde, ya antes de la misma celebración, silencio en la iglesia, en la sacristía y en los lugares más próximos, a fin de que todos puedan disponerse adecuada y devotamente a las acciones sagradas. ( OGMR 45)
7 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
La postura corporal que han de observan todos los que toman parte en la celebración, es un signo de la unidad de los miembros de la comunidad cristiana congregados para celebrar la sagrada Liturgia, ya que expresa y fomenta al mismo tiempo la unanimidad de todos los participantes (OGMR 42) La postura normal y básica de la celebración litúrgica es de pie. Para nosotros suele ser señal de respeto. Así recibimos y despedimos a los ministros sagrados, o escuchamos la proclamación del Evangelio. También estamos de pie durante las oraciones. Estar de rodillas está indicado como postura corporal durante la consagración (OGMR 43) El mismo número enumera las excepciones: “la enfermedad o la estrechez del lugar o la aglomeración de los participantes o cualquier otra causa razonable. Es también una postura penitencial. Es además actitud de oración individual . Estar sentados es postura propia del que escucha las enseñanzas de los maestros. De todas maneras, en la OGMR se da una normativa clara para adoptar estas posturas. Seguir comunitariamente estas posturas es también un signo de participación, como nos recuerda el CVII : “Para promover la participación activa, se fomentarán las aclamaciones del pueblo, las respuestas, la salmodia, las antífonas, los cantos y posturas corporales.” ( sc 30)
LOS SIGNOS DE REVERENCIA
Inclinación de cabeza
Inclinación de cuerpo
Genuflexión
8 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Los nn. 274 y 275 de la OGMR se refieren a las genuflexiones e inclinaciones En particular, el n. 275 indica que por medio de la inclinación se expresa la reverencia y el honor que se tributa a las personas o a sus signos. Distingue inclinación de cabeza o de cuerpo El n. 274 explica cómo se hace la genuflexión y cuándo hay que hacerla
Inclinación de cabeza
Por medio de la inclinación se expresa la reverencia y el honor que se tributa a las
personas o a sus signos
La inclinación de cabeza se hace cuando se nombran las tres Personas Divinas a la vez, a los nombres de Jesús, de la bienaventurada Virgen María y del Santo en cuyo honor se
celebra la Misa 9 F.J.B.F.
Inclinación de cuerpo
Se hace: al altar , cuando en él no está
presente el Santísimo Sacramento
Al Obispo
En el Símbolo, a las palabras Y por obra del Espíritu Santo, o que fue concebido
Antes y después de la incensación
10
los que se acercan a él para servirlo, o terminado el servicio, se retiran, o
pasan delante de él
F.J.B.F.
Genuflexión
En la Misa sólo se hace genuflexión si el Sagrario está en el presbiterio al comienzo y al final
(Si se pasa en procesión delante del Sagrario, no se hace genuflexión)
La genuflexión, que se hace doblando la rodilla derecha hasta el suelo, es un signo de adoración.
Bien que el Santísimo Sacramento esté expuesto, bien que esté bien o reservado en el sagrario
También se hace genuflexión a la Santa Cruz desde la solemne adoración dentro de la Acción
litúrgica del Viernes Santo en la Pasión del Señor, hasta el principio de la Vigilia pascual
11 F.J.B.F.
LA INCENSACIÓN (I)
El incensario se presenta con la mano izquierda, colgando la argolla fija del dedo meñique y pasando el dedo pulgar por la argolla móvil, de manera que, abriendo la mano, se abre el incensario.
La mano derecha sostiene la naveta, con su parte cerrada mirando al
turiferario. Cuando se va a imponer incienso, una vez entregada la naveta al
diácono, con la mano derecha se toman las cadenas por su tercio inferior y se
levanta hasta la altura conveniente para que el celebrante ponga el incienso.
(NO SE CIERRA HASTA QUE LO BENDIGA EL PRESIDENTE DE LA CELEBRACIÓN)
12 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Otro signo de reverencia dentro de la celebración litúrgica es la incensación Aquí vemos, cómo tendríamos que hacer en caso de un sólo ministro para la imposición del incienso. Normalmente esto no ocurre, ya que normalmente en las Misas solemnes son en las que se emplea incienso ( aunque el celebrante puede usarlo libremente en cualquier forma de Misa, como dice el n.276 OGMR) Recordemos que el incienso se utilizaría : Procesión de entrada Al comienzo de la Misa, para incensar la cruz y el altar ( y potestativamente las imágenes) Para la procesión y proclamación del Evangelio Cuando ya están colocados sobre el altar el pan y el cáliz ( ofrendas, cruz, altar, sacerdote y pueblo) En la ostensión de la hostia y del cáliz después de la consagración
LA INCENSACIÓN (II)
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Celebrante y al Stmo.
Sacramento
3 ductus/ 2 ictus
2 ductus 2 ictus
Concelebrantes (de forma individual)
Pueblo
3 ductus/ 2 ictus
La incensación expresa la reverencia y la oración, como se significa en la Sagrada Escritura (cf. Sal 140, 2; Ap 8, 3).
•Ojo: El ductus de tres ictus no existe
DUCTUS: Movimiento por el que se levanta la mano derecha que sostiene la cubeta del incensario desde la cintura hasta la altura de los ojos para, desde allí, impulsarla hacia la persona o cosa que se inciensa, mediante dos ictus.
ICTUS: Impulso que se imprime a la cubeta del incensario cuando está en la parte alta del ductus, en dirección a la persona o cosa que se inciensa.
Moderador
Notas de la presentación
A los concelebrantes se les inciensa con 2 golpes dobles si se hace uno a uno.Lo normal es hacerlo a todos a la vez, y entonces sería 3 de 2.
LA INCENSACIÓN (III)
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Celebrante y al Stmo.
Sacramento
3 ductus/ 2 ictus
Pueblo
3 ductus/ 2 ictus
La incensación expresa la reverencia y la oración, como se significa en la Sagrada Escritura (cf. Sal 140, 2; Ap 8, 3).
Moderador
Notas de la presentación
A los concelebrantes se les inciensa con 2 golpes dobles si se hace uno a uno.Lo normal es hacerlo a todos a la vez, y entonces sería 3 de 2.
La Misa estacional Antes de comenzar La celebración eucarística Ritos iniciales Liturgia de la Palabra Liturgia Eucarística Rito de conclusión
F.J.B.F. 15
Antes de comenzar: Recepción del Sr. Oblispo
16
Se espera al Sr. Obispo en la puerta del templo con el acetre con agua bendita y se le acompaña hasta el Sagrario (nn.79, 110 y 126 CO)
F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Evidentemente, antes de comenzar, debemos comprobar que todo esté debidamente dispuesto: Credencia con todo lo necesario Libros litúrgicos debidamente registrados Megafonía y luces Encender las velas El acólito debe revestirse de alba. ( A veces su vestidura puede ser una sotana y sobrepelliz) A lo largo de la celebración pueden darse situaciones imprevisibles y hay que tener una gran disponibilidad para salir al paso, actuando sin nerviosismo. Estar pendientes del sacerdote o diácono ( estamos para ayudarles) o a las indicaciones del maestro de ceremonias en caso que lo haya. Hay que evitar andar de espaldas, ser un estorbo para otros, ponerse de acuerdo con los compañeros para estar coordinados en caso de ser varios acólitos, etc
LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
EUCARISTÍA
Ritos iniciales LITURGIA DE LA
PALABRA
LITURGIA EUCARÍSTICA
Rito de conclusión
17 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
La celebración de la Misa, como acción de Cristo y del pueblo de Dios ordenado jerárquicamente, es el centro de toda la vida cristiana para la Iglesia … ( OGMR 16) Es por tanto, de sumo interés que de tal modo se ordene la celebración de la Misa o Cena del Señor que ministros sagrados y fieles, participando cada uno según su condición, reciban de ella con más plenitud los frutos … (OGMR 17) Se podrá conseguir si, mirando a la naturaleza y demás circunstancias de cada asamblea litúrgica, toda la celebración se dispone de modo que favorezca la consciente, activa y plena participación de los fieles (OGMR 18)
• Cuando el Sr. Obispo está dispuesto, y todos preparados para iniciar la procesión de entrada, el turiferario (acompañado del ministro de la naveta, si lo hay) se aproximan al Obispo ( hacen reverencia n.76 CO).
• El turiferario presenta el incensario abierto y el diácono (si lo hay) ofrece la naveta abierta con la cucharilla dispuesta para que el Sr. Obispo pueda imponer el incienso.
No se cierra, ni se retiran hasta que lo haya bendecido haciendo la señal de la cruz.(127 CO)
Preparación de la procesión de entrada
18
Sacristía
F.J.B.F.
Ritos iniciales Procesión de entrada (I)
• Abre la procesión el turiferario (la costumbre romana de portar el incensario en la procesión, es llevando levantadas ambas manos por igual.
– La mano derecha sosteniendo el turíbulo
. – En la mano izquierda llevará la
naveta por el pie ( salvo que le acompañe un ministro para ello).
• Le seguirá otro acólito con la cruz
con la imagen de Jesucristo puesta hacia delante (salvo que presida el Sr. Arzobispo con la cruz patriarcal) en medio de otros 2 acólitos que portan sendos candelabros (o ciriales). Detrás de estos pueden seguir otros acólitos ceroferarios ( hasta 6 ó 7 si preside el Obispo diocesano)
19 Si la procesión pasara por delante de la capilla del Santísimo, no se
hace genuflexión.
n. 120 OGMR
Moderador
Notas de la presentación
Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía. 46. Los ritos que preceden a la Liturgia de la Palabra, es decir, la entrada, el saludo, el acto penitencial, el Señor, ten piedad, el Gloria. y la colecta, tienen el carácter de exordio, de introducción y de preparación. La finalidad de ellos es hacer que los fieles reunidos en la unidad construyan la comunión y se dispongan debidamente a escuchar la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía. En algunas celebraciones, que se unen con la Misa, según la norma de los libros litúrgicos, se omiten los ritos iniciales o se realizan de modo especial. Se trata de un conjunto de ritos que se han ido formando a lo largo de los siglos y que ayudan al fiel a motivarse e ir entrando en el misterio que se va a celebrar, sobre todo, con conciencia de ser parte de una comunidad que celebra. Por medio de estos ritos aparece la Iglesia como comunidad que celebra la fe, y en medio de la cual, ya desde el primer momento, está Cristo presente: “Se trata nada menos que del pueblo de Dios, adquirido por la Sangre de Cristo, congregado por el Señor, que lo alimenta con su palabra; pueblo que ha recibido el llamamiento de presentar a Dios todas las peticiones de la familia humana; pueblo que, en Cristo, da gracias por el misterio de la salvación ofreciendo su sacrificio; pueblo finalmente que por la Comunión de su Cuerpo y Sangre se consolida en la unidad.” (OGMR 5) Por tanto, todos los elementos que llamamos “rito de entrada” tienen la finalidad de ayudar a preparar y madurar la propia conciencia de una comunidad que va a celebrar la eucaristía con su Señor. Un poco de historia. Al principio no había tal “rito de entrada”, sencillamente la comunidad se reunía y cuando llegaba el presidente se proclamaban las lecturas. En los siglos siguientes se fueron introduciendo elementos como: el papel del presidente como representante de Cristo, disponer a la comunidad para lo que va a celebrar… A partir del siglo IX se comenzaron a añadir otros elementos en relación al sacerdote, como eran las oraciones privadas. En la reforma de Pablo VI se han clarificado y recuperado algunos aspectos de los orígenes y que se habían perdido o quedado oscurecidos por el paso del tiempo.
Ritos iniciales Procesión de entrada (II)
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• El diácono, detrás de los acólitos que siguen tras la cruz, lleva con
reverencia el Evangeliario algo elevado (n.172 OGMR) • En ausencia del diácono, el lector instituido, con la debida vestidura,
puede llevar el Evangeliario (n. 194 OGMR) • El Evangeliario se coloca sobre el altar (n. 129 CO)
F.J.B.F.
Ritos iniciales Procesión de entrada (III)
• En la Misa estacional, presidida por el Sr. Obispo, detrás de los diáconos que le asistan, irán los ministros de mitra, báculo y libro (si lo hubiera). (n.128 CO)
21 F.J.B.F.
Ritos iniciales Llegada al Altar
• Al llegar al altar, no hacen ni genuflexión, ni inclinación profunda ninguno de los acólitos que lleve algo en las manos que se vaya a utilizar en la celebración (a diferencia del resto de ministros que harán genuflexión o inclinación profunda según corresponda).
• El crucífero dejará la cruz en el lugar idóneo ( que será próximo al altar si es la que se va a utilizar en la celebración o se retira a un lugar digno si ya hubiera una).
• Los ceroferarios, dejarán los candelabros según corresponda “sobre el altar o junto a él”. (n. 122§2 )
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Durante toda la celebración, es propio del acólito acercarse al sacerdote o al diácono, para servir el libro y ayudarles en todo lo necesario. Conviene que ocupe un lugar que facilite su ministerio ( OGMR n.189) F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Importancia de estar sentados adecuadamente para desempeñar de forma oportuna y discreta los ministerios correspondientes en el desarrollo de la celebración
Ritos iniciales Incensación (I)
• El turiferario ( junto con el ministro de naveta si lo hubiera) se coloca en el lado izquierdo del altar (mirando desde la nave), esperando el momento de la incensación.
• Los ministros de mitra y báculo deben estar atentos para recibirlos cuando el Obispo llega al altar. (n.131 CO) y estarán situados próximos a la cátedra del Obispo.
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El diácono recibe de la mano del acólito la naveta un poco abierta y la ofrece al Obispo. Luego el turiferario entregará el incensario al diácono para que éste lo ponga en manos del Obispo.
F.J.B.F.
Ritos iniciales Incensación (II)
• El ministro de naveta la recibe del diácono y se retira .
( En ausencia de diácono, el acólito podría asistir al sacerdote durante la incensación n.190 OGMR)
24 F.J.B.F.
Si tiene lugar rito de Aspersión en lugar del acto penitencia,un acólito presentará el acetre con agua para ser bendecida y en su momento el Obispo recibe el aspersorio del diácono. (n. 133 CO)
Moderador
Notas de la presentación
Si tiene lugar rito de Aspersión en lugar del acto penitencia,un acólito presentará el acetre con agua para ser bendecida y en su momento el Obispo recibe el aspersorio del diácono. (n. 133 CO)
LITURGIA DE LA PALABRA ( I ) Tras la oración colecta, el
ministro de mitra debe estar atento para entregarla.
• Al iniciarse el Aleluya, todos nos ponemos de pie, menos el Sr. Obispo.
• El turiferario se acerca al celebrante y el diácono sirve la naveta. El celebrante impone y bendice el incienso. (n,140 CO)
• Tras imponer el incienso y bendecir al diácono, el Obispo, se quita la mitra. (n.140 CO)
• El diácono llevando solemnemente el Evangeliario se dirige al ambón, precedido por el turiferario y 2 acólitos con cirios encendidos ( n. 140 CO)
25 F.J.B.F.
• El diácono, llevando
solemnemente el Evangeliario, se dirige al ambón, precedido por el turiferario y los acólitos con cirios. (n.140 CO) (n.175 OGMR)
• Todos los presentes se vuelven hacia el ambón, desde donde se va a proclamar la Palabra de Dios. (n.133 OGMR)
• El ministro de báculo (la vuelta siempre hacia dentro) debe estar atento para entregarlo, ya que el Obispo lo recibe después de signarse ( n.141 CO) 26
LITURGIA DE LA PALABRA ( II )
F.J.B.F.
LITURGIA DE LA PALABRA ( III )
• Todos permanecen en su lugar sin volver a su sitio hasta que el Evangeliario haya sido venerado por el Sr. Obispo. (n.141 CO)
• En la liturgia episcopal, si el Sr. Obispo lo ve oportuno, puede bendecir al pueblo con el Evangeliario (n. 175 OGMR)
27 F.J.B.F.
Todos permanecemos inclinados en nuestro sitio para recibir la bendición. ( n. 141 CO)
LITURGIA DE LA PALABRA ( IV ) • A continuación el Sr. Obispo
recibe la mitra para pronunciar la homilía. (n. 142 CO)
• Tras la homilía, el Sr.Obispo , sin mitra ni báculo, continuará la celebración con el Credo y la Oración de los fieles. ( A no ser que tenga lugar algún rito sacramental o consecratorio o de bendición).
• A las palabras “y por obra del Espíritu Santo se encarnó …” todos se inclinan ( en las solemnidades de la Anunciación y de la Navidad, todos se arrodillan).(n.143 CO)
28 F.J.B.F.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( I ) Ofrendas • Terminada la Liturgia de la
Palabra, el Sr. Obispo se sienta y recibe la mitra ( n. 145 CO)
• El diácono prepara el altar con la ayuda del acólito.( n.178 OGMR) Hay que tener presente que lo primero que debe llevarse al altar junto al pan y al vino es el corporal para poder extenderlo.
• Otro ministro se acerca con las vinajeras, ofreciendo el vino en primer lugar y luego el agua.
• Se ofrece primero el vino con la mano derecha con el asa hacia el que va a servirlo. Se recibe con la mano izquierda, mientras se ofrece con la derecha el agua del mismo modo.
• El Obispo, sin mitra, presenta los dones eucarísticos, (n.146 CO)
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Moderador
Notas de la presentación
En ausencia del diácono, una vez acabada la oración universal, mientras el sacerdote permanece en la sede, el acólito pone sobre el altar el corporal, el purificador, el cáliz, la palia y el misal. Después, si es necesario, ayuda al sacerdote en la recepción de los dones del pueblo y oportunamente lleva el pan y el vino al altar y los entrega al sacerdote. Si se utiliza el incienso, presenta el incensario al sacerdote y le asiste en la incensación de las ofrendas, de la cruz y del altar. Luego inciensa al sacerdote y al pueblo. ( OGMR n. 190) Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( II ) Incensación
• Después se viene al extremo del altar, donde le aguarda el turiferario que le presenta el turíbulo abierto y el diácono le ofrece la naveta. (n.149 CO)
• Después de haber incensado las ofrendas, la cruz y el propio altar, el Sr. Obispo es incensado por el diácono
(n. 149 CO) ( 3 x 2 )
• A continuación se incensará a los concelebrantes (2x2) si se hace de uno en uno y al pueblo (3x2). Antes de incensar y al finalizar se hace inclinación profunda.
• Después de la incensación de las ofrendas y del celebrante, se coloca el Misal sobre el altar
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LITURGIA EUCARÍSTICA ( III ) Lavabo
• El Sr.Obispo después de la incensación
se lavará las manos, para lo que le servirán 2 acólitos ( el más próximo al altar llevará la jarra con el agua y el otro el manutergio o toalla). (n.150 CO)
• Al acercarse y al retirarse, se le hace reverencia al Sr. Obispo.
31 F.J.B.F.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( IV ) Plegaria eucarística
• Al comienzo de la P.E. un
acólito recibe el solideo del Obispo en una bandeja. (n.153 CO)
• Al iniciarse el Sanctus, los ceroferarios (si los hay) toman los ciriales y se dirigen al pie del presbiterio, ocupando un lugar en el centro el turiferario ( y ministro de naveta si lo hubiera).
.
32
Muy importante: no formar barrera que impida a los fieles la visión
F.J.B.F.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( V ) Consagración
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El turiferario incensará de rodillas
al Santísimo Sacramento mediante tres movimientos dobles en cada ostensión. ( 3x2)
Esperan hasta que el Sr. Obispo
termine de decir “ Este es el Sacramento de nuestra fe” y entonces se retiran
F.J.B.F.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( VI ) Consagración
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• En los lugares donde hay costumbre, se toca la campanilla durante la consagración
• Todos los demás acólitos permanecen arrodillados durante la consagración (obviamente excepto en caso de imposibilidad física, y sólo en este caso harán reverencia profunda en el momento en que el sacerdote haga genuflexión).
F.J.B.F.
LITURGIA EUCARÍSTICA ( VII ) Rito de Comunión
• Tras el Rito de la Paz, los acólitos preparan las bandejas de la comunión y ayudan a los sacerdotes o ministros que la distribuyan, presentándolas después para que se purifiquen.
• El orden para la comunión , es en primer lugar el Sr. Obispo da la comunión a los diáconos, luego a los acólitos instituidos y al resto de acólitos.
• El acólito instituido puede, si es requerido, ayudar a la distribución de la Sagrada Comunión como ministro extraordinario. (n. 191 OGMR)
35 F.J.B.F.
Moderador
Notas de la presentación
Disposiciones prácticas de la Congregación. La Congregación para el Culto ofrece estas disposiciones para expresar mejor el contenido del signo de la paz y para moderar los excesos que suscitan confusión en la asamblea litúrgica, en un momento central de la Misa. Se trata de que los fieles comprendan y demuestren vivir en los gestos rituales, el significado correcto del rito de la paz, de lo contrario se debilita el concepto cristiano de la paz y se perjudica la misma participación eucarística. Para ello se sugieren las siguientes líneas orientativas: a) Ha de quedar claro que el rito de la paz adquiere su profundo significado con la oración y el ofrecimiento de la paz en la Eucaristía. El darse la paz correctamente entre los hermanos, en la Misa, enriquece su significado y confiere expresividad al rito. Es totalmente legítimo afirmar que no es necesario invitar "mecánicamente" a darse la paz. Es más, en ocasiones, se puede omitir, e incluso, debe ser omitido, cuando se prevé que tal gesto no se llevará a cabo adecuadamente por circunstancias concretas, o se considera conveniente pedagógicamente no realizarlo en determinadas ocasiones. Recuérdese que la rúbrica del Misal dice: "Luego, si se juzga oportuno, ("pro opportunitate") el diácono, o el sacerdote, añade: Daos fraternalmente la paz". b) Es necesario que en el momento de darse la paz se eviten estos abusos: La introducción de "un canto para la paz", inexistente en el Rito romano. Y esto es así, porque se prevé un tiempo brevísimo para dar la paz a los más cercanos. • Los desplazamientos de los fieles para intercambiarse la paz. • El que el sacerdote abandone el altar para dar la paz a algunos fieles. • Que en algunas circunstancias (como solemnidades, misas rituales, Órdenes y profesiones religiosas, etc.), el darse la paz se convierta en ocasión para felicitar o expresar condolencias. La OGMR nn 82 y 154 pide que cada uno exprese sobriamente la paz a los que tiene más cerca; el sacerdote debe permanecer siempre dentro del presbiterio, para no alterar la celebración. Debe hacerse del mismo modo si, por una causa razonable, desea dar la paz a algunos fieles (serán los fieles los que vayan junto al sacerdote en el presbiterio). c) Se invita a las Conferencias de Obispos a preparar catequesis litúrgicas sobre el significado del rito de la paz en la Liturgia romana y sobre su correcto desarrollo en la celebración de la Misa.
Purificaciones
Lavabo al celebrante, usando un purificador en lugar de toalla
Ofrecer también a concelebrantes
El acólito instituido ayuda al sacerdote o diácono. En ausencia del diácono, lleva a la credencia los vasos sagrados y allí, del modo acostumbrado ,los purifica, los seca y los recoge.
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Moderador
Notas de la presentación
Siempre que algún fragmento del pan consagrado quede adherido a los dedos, sobre todo después de la fracción o de la Comunión de los fieles, el sacerdote debe limpiar los dedos sobre la patena y, si es necesario, lavarlos. De modo semejante, si quedan fragmentos fuera de la patena, los recoge. (OGMR 278) Haz , Señor, que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos aproveche para la eterna. El acólito instituido, acabada la distribución de la Comunión, ayuda al sacerdote o al diácono en la purificación y arreglo de los vasos sagrados. En ausencia del diácono, el acólito instituido, lleva a la credencia los vasos sagrados y allí, del modo acostumbrado, los purifica, los seca y los recoge ( n. 192 OGMR) Los vasos sagrados los purifica el sacerdote, el diácono o el acólito instituido, después de la Comunión o después de la Misa, siempre que sea posible en la credencia. La purificación del cáliz se hace con agua o con agua y vino, que sumirá el mismo que purifica. La patena se limpia, de ordinario, con el purificador. (OGMR 163y279)
Ritos de conclusión
• Terminada la oración de poscomunión, los acólitos se disponen para iniciar la procesión de regreso a la sacristía una vez que el celebrante haya impartido la bendición y se haya despedido a la asamblea.
Si hay Salve, después de la bendición, el turiferario (junto con el ministro de la naveta) se acerca al Sr. Obispo que impondrá incienso con la ayuda del diácono que le ofrece la naveta abierta.
La procesión sigue el mismo orden. Todos vuelven a entrar
en la sacristía, y los ministros esperan al Sr. Obispo que saluda a la imagen de Jesucristo crucificado y así concluye la celebración.
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Y recordemos, siempre la formación y , sobre todo, la oración son indispensables para ayudar a cumplir bien con el
ministerio encomendado
38 Blog:https://piedrasvivas.wordpress.com/@pacobenitezfer
Francisco José Benítez Fdez. F.JB.F.
