Anonimo -La Materia Inerte

37
La Materia Inerte ¿Qué es la materia? El diccionario dice: - aquello que ocupa espacio; aquello que constituye la sustancia del universo físico... - Todo lo que el hombre ve, toca o siente, es materia. Y también de lo que él mismo está constituido. La palabra deriva del latín "mater", madre. Cada uno de sus estados (sólido, líquido y gaseoso) puede pasar a los otros a diferentes temperaturas. Cualquiera que sea su forma, está formada por lo mismo: átomos. Estos difieren entre sí por la cantidad y distribución de los electrones, protones y neutrones. Estas partículas elementales son "iguales entre sí" (!). Los astrónomos mediante telescopios y espectrógrafos, comprobaron que el universo físico está formado por los mismos elementos de la tabla de Mendeleyev. Cuando se aborda este tema, se suele hablar de la divisibilidad de la materia; se comienza, entonces, por dividirla hasta el límite de lo posible. Así se llega a la molécula, que es la menor porción de sustancia que conserva las propiedades de la misma, y luego a la de átomo que es la menor porción de materia (como tal). Podríamos seguir con las partículas elementales nucleares, pero esto no nos ayuda a comprender lo que es la materia; así como fragmentar a un ser humano en pedazos muy poco nos puede aportar sobre lo que es. Hasta no hace mucho tiempo se tenía la convicción de que la imagen científica final del mundo sería hermosa, ordenada y sencilla, pero a fuerza de seguir esa línea de investigación nos hemos ido gradualmente apartando de aquello. Actualmente se construyen "rompe-átomos" desperdiciando cientos de millones de dólares (como si no hicieran falta para fines más necesarios) que sólo sirven para encontrar cada vez más subpartículas pero menos conceptos bellos y claros. Esto sólo sería razón suficiente para reconocer humildemente la crisis actual por la que está pasando la ciencia. La Manifestación Habiendo comprendido que la naturaleza del cosmos es fluido sutil en permanente movimiento fluyente, surgen ahora las siguientes preguntas:

Transcript of Anonimo -La Materia Inerte

La Materia Inerte

¿Qué es la materia? El diccionario dice: - aquello que ocupa espacio; aquello que constituye la sustancia del universo físico... - Todo lo que el hombre ve, toca o siente, es materia. Y también de lo que él mismo está constituido. La palabra deriva del latín "mater", madre. Cada uno de sus estados (sólido, líquido y gaseoso) puede pasar a los otros a diferentes temperaturas. Cualquiera que sea su forma, está formada por lo mismo: átomos. Estos difieren entre sí por la cantidad y distribución de los electrones, protones y neutrones. Estas partículas elementales son "iguales entre sí" (!). Los astrónomos mediante telescopios y espectrógrafos, comprobaron que el universo físico está formado por los mismos elementos de la tabla de Mendeleyev.   Cuando se aborda este tema, se suele hablar de la divisibilidad de la materia; se comienza, entonces, por dividirla hasta el límite de lo posible. Así se llega a la molécula, que es la menor porción de sustancia que conserva las propiedades de la misma, y luego a la de átomo que es la menor porción de materia (como tal). Podríamos seguir con las partículas elementales nucleares, pero esto no nos ayuda a comprender lo que es la materia; así como fragmentar a un ser humano en pedazos muy poco nos puede aportar sobre lo que es.

Hasta no hace mucho tiempo se tenía la convicción de que la imagen científica final del mundo sería hermosa, ordenada y sencilla, pero a fuerza de seguir esa línea de investigación nos hemos ido gradualmente apartando de aquello. Actualmente se construyen "rompe-átomos" desperdiciando cientos de millones de dólares (como si no hicieran falta para fines más necesarios) que sólo sirven para encontrar cada vez más subpartículas pero menos conceptos bellos y claros. Esto sólo sería razón suficiente para reconocer humildemente la crisis actual por la que está pasando la ciencia.  

La Manifestación

Habiendo comprendido que la naturaleza del cosmos es fluido sutil en permanente movimiento fluyente, surgen ahora las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo surgen las propiedades de ese fluido?

2. ¿Cómo es el proceso de su precipitación en la materia (manifestación)?

1. Como ya vimos, el fluido cósmico en su fluencia configura diversas morfologías dinámicas, con pocos patrones básicos. Los esferoides-remolínicos son subesferoides de los esferoides-remolínicos abarcantes, e interfieren fluídicamente en su ámbito con aquellos. Es decir, en el volumen de influencia de un subesferoide se "entremezcla" cinéticamente su movimiento fluyente rotatorio con el movimiento fluyente del esferoide abarcante(1). Este, por ser mucho más grande, se puede considerar que tiene líneas de corriente casi rectas en comparación con las del subesferoide que rota con cierto radio de curvatura según la clase de vibración que posea.

Las energías que surgen de estas fluencias cósmicas producen propiedades. Como ya hemos visto, la propiedad depende de ciertos parámetros, entre ellos el sistema de coordenadas y la sensibilidad del observador. Nosotros consideramos como propiedad lo que impresiona nuestra sensibilidad humana en los distintos niveles: físico, emocional, mental...  

2. Denominamos manifestación (lo que se puede tocar con la mano) al proceso por el cual el sutil flujo cósmico se densifica, haciéndose tangible en la materia física. Esto se produce merced al arremolinamiento sucesivo en el esferoide planetario, y luego en el atómico. Todo esferoide remolínico sutil planetario es un complejo subarremolinamiento del flujo del gran esferoideremolínico Sistema Solar(2). Cuando un esferoide sutil planetario continúa subarremolinándose hasta configurar un tercer tipo de esferoide sutil (muchísimo más chico), entonces, está a punto de aparecer lo que se denomina átomo. Este aparece merced a subesferoides llamados electrones que crean su "cuerpo". O sea que el tercer tipo de esferoide en su subámbito físico denso, se manifiesta cuando aparece el cuarto tipo de esferoide, el electrón, que es subesferoide del tercero.

Todo planeta físico es un dinámico y complejo proceso de pliegue-despliegue o arremolinamiento como el de esta esquemática descripción que acabamos de hacer. Más adelante veremos que hay "planetas" no físicos.

La Física afirma que cuando desaparece un rayo gamma con suficiente energía cinética (el cual viene del cosmos) y en condiciones adecuadas, en su lugar aparece una pareja electrón-positrón cuya energía total es igual a la energía de la radiación perdida. Esto es compatible con la explicación remolínica anterior.

El concepto de manifestación está asociado al de fenómeno físico.

Nuestros sentidos son impresionados por la energía concentrada (o densificada) en tres tipos de estado: sólido, líquido y gaseoso; y por los procesos dinámicos (físicos y químicos) que producen fenómenos físicos (gravedad, electricidad, magnetismo, calor, luz, etc.). En la moderna física se habla de "campos" (gravitatorio, electromagnético, etc.).   A mediados del siglo XIX se conocían cuatro fenómenos que eran capaces de hacerse notar a través del "vacío". Eran la gravitación, la luz, la atracción y repulsión eléctricas, y la atracción y repulsión magnéticas. Se creía que estos fenómenos eran independientes entre sí, hasta que gracias a Faraday y a Maxwell, se descubrió que tres de ellos, la electricidad, el magnetismo y la luz, son partes de un mismo campo: el electromagnético. El campo gravitatorio siguió siendo independiente. Los físicos, sin embargo, comenzaron a suponer que tendría que haber un solo campo. La "teoría del campo unificado" pasó a ser una quimera...   Todo proceso de manifestación tiene que ver con la ley del inverso del cuadrado; o sea la aparición de d2 en el denominador de las fórmulas relativas a los campos gravitatorio, eléctrico, magnético, o de la propagación de la luz, el calor, el sonido, etc. Estos tipos de energía "surgen de"(3) una fuente que respectivamente es: una masa grande; una carga eléctrica; un imán; un objeto luminoso; algo caliente; o una fuente sonora.

La propagación es, en todos los casos, esférica (desde la fuente), así que debemos considerar el área esférica de cada una de las infinitas esferas virtuales que rodean a la fuente. Al estudiar cómo varía el respectivo fenómeno a medida que nos alejamos de la fuente, es como si estuviéramos sobre un globo que se está inflando. Lo importante entonces, es ver qué ocurre, no en la fuente emisora, sino en el entorno espacial.

A medida que se infla ese hipotético globo esférico, las balanzas, potenciómetros, magnetómetros, termómetros, nuestra vista u oído, respectivamente, ubicados sobre la superficie de aquél, irán registrando una gradual disminución de intensidad de los respectivos fenómenos, que será proporcional a la inversa del cuadrado del creciente radio de ese globo. ¿A qué se debe esto? Por conservación de la energía, para cada superficie esférica la cantidad de energía debe ser la misma, por lo tanto, a mayor área, menor intensidad por unidad de área. Producida la

perturbación en un punto, que en realidad es una pequeña esfera, la misma afecta a todo el entorno. Pero sabemos que el entorno es fluido en permanente y vertiginoso movimiento fluyente. Al principio definimos "línea de flujo" como la trayectoria de una partícula en su seno fluídico. Dijimos que cada punto de un flujo estacionario está asociado con un vector velocidad. Por conservación de la cantidad de movimiento (que es una forma de energía), cuando la distancia entre las líneas de flujo aumenta, la rapidez del fluido disminuye. Por eso las líneas de flujo concentradas indican regiones de gran rapidez, y las líneas de flujo espaciadas regiones de baja rapidez.

Dadas dos esferas concéntricas (fig. 42), la externa con un radio doble que la interna, en esta última las líneas de flujo estarán cuatro veces más juntas que en la externa, ya que el área es cuatro veces menor. Entonces la velocidad en la superficie de la esfera interior será cuatro veces mayor; así que habrá una presión desde afuera hacia el centro (centrípeta).

Fig. 42

Esto significa que la sobreexcitación fluídica en un punto, crea un vórtice, lo que produce un arremolinamiento esferoidal en su entorno (o sobreexcita a su vez a los arremolinamientos vecinos). Recordemos que todo esferoide-remolínico tiene un vórtice de excitación en su centro. El "cuerpo" del arremolinamiento produce el vórtice, o, recíprocamente, el vórtice produce el arremolinamiento. Ambos procesos son sincrónicos. Esto ocurre así por la propia naturaleza fluyente del fluido cósmico.

La velocidad del fluido, entonces, aumentará espiraladamente hacia el centro (centrípetamente), y si hacemos un corte radial según un plano arbitrario que pase por el vórtice, veremos que en valores absolutos la componente radial de la velocidad va aumentando en función de 1/d hacia el vórtice central. En otras palabras, hay una aceleración radial centrípeta.

En el caso de considerar a un esferoide como la Tierra, cualquier otro pequeño esferoide en sus inmediaciones estará sometido a esa aceleración, que en este caso representará la de la gravedad. Considerando dos fajas infinitesimales adyacentes cualesquiera, la diferencia de velocidades (y por lo tanto de presiones) entre ellas es la misma a una determinada distancia d; pero disminuye al aumentar d en función inversa al cuadrado de d. En esta explicación fluídica cinética y geométrica de la gravedad y la arremolinada materia, reside la razón de la coincidencia entre la masa de inercia y la masa de gravitación; clave que había pasado inadvertida hasta que Einstein recuestionó su aparentemente accidental igualdad.

La misma explicación vale para el campo eléctrico, magnético, la propagación de la luz, el calor, el sonido, etc.

En definitiva cada uno de dichos fenómenos es un aspecto de la perturbación fluídica del centro a la periferia del virtual e indefinidamente amplio esferoide-remolínico. La base común de todos ellos es la modificación dinámica en el espacio fluídico que rodea a la respectiva "fuente" a partir de la perturbación fluídica en la misma.

La dinámica modificación de este espacio fluídico es lo que antes (capítulo1) vimos como

metamorfosis morfológica del cosmos. Así se produce la manifestación.

Repasemos, entonces, un poco.

Sabiendo que el fluido esencial del cosmos se mueve (fluye) permanentemente y por doquier, y que cuando aumenta su velocidad, en cualquier sector, disminuye su área transversal (sección), y a la inversa, podemos conocer cómo va cambiando de forma.

Comencemos considerando una superficie de fluido con bajísima viscosidad que fluye hacia abajo en el papel. En cierto sector de la misma la rapidez del flujo es algo mayor. Entonces se produce un remolino ya que esos "tubos de flujo" al acelerarse se estrechan con respecto a los del entorno, entonces estos se acercan cada vez más al centro de ese cilindro acelerado; y por razones de espacio el flujo central tiene que revirarse espiralándose.

Hasta ahora tenemos, entonces, un tubo de flujo acelerado cilíndrico que conforma, en su sección, un remolino. Toda la superficie de flujo se mueve hacia abajo pero en el vórtice del remolino la rapidez es suficientemente mayor. Y mientras esa zona de superficie se hunde conformando un pozo dinámico, el sector vortical adquiere tal rotación espiralante, que por razones de espacio, llega un momento en que se enrosca como una cinta de Möebius conformando un pequeño esferoide. Esto es coherente con ciertas observaciones que se han hecho en desagües (se destaca el trabajo de Sibulkin) viéndose que cuando el agua descendió un centímetro, la dirección del vórtice ¡se invierte misteriosamente! Podemos inferir que en un ámbito ingrávido se "invertiría" en todas direcciones conformando una esferita. Tras girar cierta cantidad de veces, la velocidad del flujo se va retardando, las secciones se vuelven a ensanchar y entonces sale del enrulamiento para seguir bajando retardadamente hasta que iguala la rapidez del entorno. Pero, en ese momento "rebota" elásticamente en esa velocidad mínima (como un resorte) y, al rato, o sea un trecho más abajo, vuelve a acelerarse comenzando de nuevo el mismo proceso morfológico anterior. De resultas de esto tenemos que, si miramos todo esto desde "afuera", vemos que en aquel cilindro indefinido original, cada tanto, hay vibrando fluyentemente una seguidilla de esferoides remolínicos, como una estela de vórtices. A propósito de esto último, destaquemos que hay varios ejemplos en la naturaleza de ese mecanismo fluídico regular. Ellos son:  

en un arroyo, detrás de una roca; o al remar yendo en una canoa, se originan pares de remolinos que giran en sentido opuesto.

en un río de curso rápido, detrás de un gran obstáculo (como el estribo de un puente), esos remolinos desaparecen rítmicamente fluyendo corriente abajo, alternativamente desde cada margen.

en un flujo de aire a cierta velocidad, se produce un modelo periódico denominado estela de vórtices. Los cables telefónicos, las ramas de los árboles, las flautas, los tubos de órganos, las teteras, etc. producen sonidos por vórtices desprendidos dentro de la gama de frecuencias audibles.

fueron vórtices regulares debido a un viento constante de no exagerada intensidad, los que derribaron el puente de Tacoma en 1940.

los peces en su natación generan sus propios remolinos sacando provecho de los mis mos por el efecto "cinta transportadora".

las aves vuelan en formaciones en V para sacar partido de los remolinos producidos por los distintos individuos de la escuadrilla.

etc.

  Hasta aquí describimos el proceso morfológico que ocurre en el cilindro originado por la aceleración del flujo en un sector de cierta superficie considerada. Cerca del pozo remolínico se produce una prominencia fluídica. En realidad se conforman muchos "pozos" y "montañas" alternadamente. Esto se observa, por ejemplo, cuando se hierven ciertos caldos o tucos, la superficie del líquido se mete y emerge alternativamente en distintos puntos.

Podemos asociar cada pozo con un sumidero, y cada monte con una fuente, ya que fuente es de donde sale cierto volumen de flujo por unidad de tiempo, y sumidero es donde se mete (fig. 43).  Los sumideros de las represas son un ejemplo; allí se sume el agua cuando aumenta el nivel del lago artificial para mante nerlo acotado y evitar que desborde el dique. La fuente adyacente a cada sumidero es consecuencia de la conservación del movimiento fluyente. Si un sector se acelera hacia abajo, otro vecino tiene que hacerlo hacia arriba. Acá, teniendo en cuenta que toda la superficie considerada viaja hacia abajo, la aceleración "ascendente" es relativa.

Fig. 43

La fuente en la misma superficie que antes consideramos el sumidero, origina otro cilindro cuya morfología es simétrica a aquel.

El conjunto de cilindros simétricos constituye un global movimiento ondulante alternativo ascendente-descendente como si tuviéramos resortes verticales que se comprimen y descomprimen alternativamente. Simultáneamente todos ellos van descendiendo. La consecuencia de todo esto es una configuración como el de la fig. 44 (a).

Fig. 44

Podemos claramente visualizar, por ejemplo, la estructura del diamante si en cada ensanchamiento, donde se conforman esferoides, ubicamos un átomo de carbono. Y no sería cúbica, la estructura, porque la distribución más compacta es como se muestra en la fig.44(b).

Podemos comprender que considerando que el Cosmos es flujo fluyendo, según cómo fluya, conformará, en el seno planetario, esferoides atómicos según los cuatro estados de la materia que conocemos (incluyendo el estado de plasma), o simplemente, no constituirá materia (habrá sólo lo que se conoce como campos electromagnéticos). En el caso que conforme esferoides según cilindros como lo que vimos antes, estaremos frente al estado sólido.  

El Espacio-Tiempo

Esa modificación fluídica dinámica, según cómo se conforme (morfológicamente), determina un ámbito esferoidal, que constituye un específico espacio-tiempo. ¿Pero qué significa esto?

Este es un asunto cotidiano y aparentemente muy natural, pero ha tenido siempre intrigados y confusos a científicos y filósofos. Como dijo Charles Lamb: "Nada me produce tanto desconcierto como el tiempo y el espacio, y sin embargo nada me preocupa menos, ya que nunca pienso en ellos." Todos tenemos una noción empírica del pasado, presente y futuro, pero no existe ecuación ni teoría científica que dé una explicación satisfactoria del tiempo. Tenemos la sensación de que el tiempo "fluye", que se "mueve" desde el pasado hacia el futuro. Del tiempo han hablado no solo científicos sino también artistas y religiosos. Para San Agustín, "... es como un río de fuerte corriente formado por las cosas que ocurren; tan pronto surge algo, es arrastrado por las aguas ". Para Thoreau "el tiempo no es sino un arroyo donde voy de pesca ". Para Virgilio "el tiempo vuela, vuela para nunca más volver". Este último expresa además la irreversibilidad del mismo. Todos sabemos que no se puede revertir el pasado; en cambio el futuro está por-venir.

No se puede medir el "avance" del tiempo. Los relojes miden los intervalos de tiempo, pero ellos son movimientos de objetos en el espacio (las manecillas sobre el círculo numerado). Con una regla o metro puedo medir distancias (o sea intervalos de espacio); y con un velocímetro puedo medir el avance de un cuerpo a través del espacio. Pero ¿cómo podría medir el avance del tiempo si no sé a través de qué avanza?

Antes de la teoría de la relatividad, se suponía que el tiempo era absoluto; pero dicha teoría demostró que es relativo, de modo que el concepto de simultaneidad no tiene significación absoluta. Desde entonces la elasticidad del tiempo es un hecho comprobado. Junto a la relatividad del movimiento (que ya se conocía antes de Einstein), da como resultado que el espacio-tiempo es relativo.

Se habla de cuatro dimensiones como equivalente al espacio-tiempo; tres espaciales (largo, ancho y alto), y la dimensión temporal. Pero se tropieza con una dificultad insalvable si se quiere dibujar, siquiera imaginar, la representación esquemática de esa tetradimensión ya que no existen cuatro direcciones perpendiculares entre sí en el espacio. Esto se debe a que el concepto de dimensión está mal encarado, y además es un error homologar la "dimensión" tiempo con las otras tres. La palabra dimensión viene de un término latino que significa "medir completamente", y como vimos antes, no se puede, en rigor, medir el tiempo. Creemos más propio, como más adelante explicaremos, considerar a aquella "tetradimensión" más ciertos "campos" que son el principio activo de los cuerpos, como una sola dimensión: la física. Esto es lo que vimos cuando hablamos de ámbitos.

Los científicos dicen que el espaciotiempo puede ser doblado o curvado por un cuerpo con masa, y que también puede ser torcido o estirado como si fuera de goma. Algunos físicos creen incluso que si se tuerce o estira con demasiada violencia el espacio y el tiempo pueden separarse súbitamente (!). Se suele usar una "analogía" (que en rigor no es tal), por la cual el espacio, en lugar de ser tridimensional, se representa mediante una hoja bidimensional o superficie, como la de un globo esférico. La superficie del globo representa el Universo, en que las galaxias son puntos en su superficie. Ni el volumen interior del globo, ni la región externa a él, son parte del Universo; solo la propia membrana. Según este modelo el Universo no tiene centro ni borde; su espacio es finito pero ilimitado.

La teoría remolínica utiliza una analogía mejor; en realidad ni siquiera es una analogía, pues es la descripción real del proceso del espaciotiempo. Este es flujo que fluye arremolinándose de tal forma que conforma un esferoide-remolínico. Pero inevitablemente por consideraciones geométricas y por conservación del movimiento, se retuerce enroscándose como una cinta de Möebius que gira ecuatorialmente alrededor de un punto, y luego converge polarmente (o sea perpendicularmente al primitivo plano ecuatorial). Este movimiento se comprende mejor mirando la fig.54.

Si en vez de una trayectoria unidimensional consideramos una cinta bidimensional, vemos cómo se revira mientras avanza (constantemente todo evoluciona alabeándose helicoidal mente), de modo que un trazo continuo sobre esa cinta, nos conectaría con todos los sectores y con ambas caras.

Así fluye el espaciotiempo, sin dejar sector sin barrer (como es lógico), enrulándose alrededor de un vórtice. Pero ¡puede haber infinita variedad de esos esferoides espaciotemporales: el de una galaxia; el de un sistema planetario; el de un planeta, o el del átomo! De modo que según donde se fije el sistema de coordenadas, se estará en un espacio y en un tiempo distinto. Esto tiene relación con el siguiente cuadro en que se comparan los ritmos cardíacos y el batido de las alas de distintos animales.    

Latídos cardíacos Batido de las alas    

musaraña menuda 700/min mosca 1.046/seg    

gato doméstico 120/min mosquito 587/seg    

hombre 72/min abeja 230/seg    

elefante 35-40/min colibrí 100/seg    

ballena 15-20/min gorrión 15/seg    

    cigüeña 2-3/seg    

    cóndor 0/seg    

   

Según la Relatividad, el tiempo se "lentifica" (los relojes se atrasan) por cualquiera de los siguientes dos motivos: al viajar a una velocidad cercana a la de la luz (para un observador en reposo); al estar en un ámbito gravitatorio intenso (para un observador ajeno a él). Pero, ¿qué hay de común entre una altísima velocidad, y una intensa gravedad? Ambas implican gran inercia material (es decir, energía concentrada).

Pero, ¿cuál es la relación entre la inercia y el tiempo?, responderemos esta pregunta al contestar la anterior, ¿qué es el tiempo? Por lo que ya hemos visto del holomovimiento, sabemos que el cosmos es fluido fluyente que se arremolina (según un complejo proceso) en esferoides atómicos. Todo lo que tiene inercia material (o física)(4), tiene que ver con el contraste entre la intensidad arremolinante (por cantidad o por cualidad), y el flujo "puro" de fondo. A mayor arremolinamiento, mayor rapidez de flujo (con respecto al entorno) y por lo tanto menor presión. La presión del entorno por contraste implica la dificultad proporcional del cambio en el estado de movimiento del cuerpo, o sea la inercia física.

A su vez un contraste análogo entre el flujo cósmico y el flujo arremolinado en lo material, produce la sensación del "flujo del tiempo". Es decir que el tiempo es el transcurrir del proceso de un estado remolínico con respecto al flujo-fondo (o flujo-medio). Como es obvio, este transcurrir es relativo al estado o vibración de los esferoides, o a la velocidad de los mismos respecto al flujo del entorno. Dicho de otro modo, teniendo en cuenta que el flujo-fondo es el flujo del esferoide abarcante (a los esferoides considerados, por ejemplo atómicos), el tiempo es el relativo intervalo de pliegues-despliegues de esos esferoides con el común abarcante.

Por otra parte hay otro tipo de tiempo, que es el que en un esferoide complejo o polifasético (es decir con vibraciones sutiles y densas), se refiere al pliegue-despliegue de su contraparte densa con respecto a su parte sutil. En el parágrafo estados de la materia se comprenderá que por ejemplo cada estado físico (sólido, líquido o gaseoso), es en realidad, desde el punto de vista del tiempo, la modificación de los respectivos estados esferoidales con respecto a sus flujos-fondo. Esto explica la gran "inestabilidad" de las partículas nucleares (como los mesones), que aparecen por apenas fracciones infinitesimales de segundo; contrariamente los planetas, por ejemplo, son estables durante millones de años(5).

La aparente estabilidad de los electrones, protones y neutrinos no es real, se debe a que ellos, justamente, son los responsables de la estructuración material propia de nuestro es paciotiempo humano. Esto se relaciona con el "principio antrópico" según el cual percibimos aquéllo de lo cual estamos constituidos. Lo estable de esos esferoides es el patrón morfológico del tipo de flujo de nuestro ámbito físico.

La relatividad del tiempo objetivo no solo depende del tamaño y vibración de cada tipo de esferoide, sino también de su organización dinámica biológica. Los organismos pequeños viven según una escala de tiempo más corta que los grandes; sus vidas parecen pasar con mayor rapidez.

Pero también hay un tiempo subjetivo. Cuando la pasamos bien, el tiempo parece acortarse; de lo contrario parece que no pasa nunca... En este caso el contraste se da entre lo físico y lo emocional del protagonista. Hay circunstancias que parecen "pesadas", y otras de  deliciosa "levedad".

En el caso de la sensación de "cámara lenta" que se percibe en el estado de "semidesprendimiento" (o sea en estados alterados de conciencia, o frente a un shock emocional), la razón de esto es que la conciencia sutil, relativamente separada de la conciencia densa, observa los acontecimientos físicos desde su nuevo estado vibratorio, que al ser menos "gravitatorio", equivale a la diferencia temporal entre la situación a ras de la Tierra y a gran altura.

En síntesis: el tiempo en sí es una abstracción; solo se pueden medir intervalos, y en este sentido creemos que lo relevante es comparar lo más denso con lo más sutil.

La sensación de "flujo" de tiempo surge de la forma en que fluye el fluido cósmico que conforma a los átomos.

El flujo del tiempo es el modo dextrógiro en que helicoidalmente se conforma el flujo del esferoide-remolínico atómico. Es la parte del fluido que gira en el sentido que consideramos cuando describimos el movimiento del toroide-helicoidal; la helicoide simétrica (levógira) implicaría un tiempo inverso. Esto ocurre con los esferoides antimateriales, los que no percibimos porque nuestros cuerpos (y nuestra conciencia) se organizan según el sentido dextrógiro. En el mundo antimaterial el tiempo fluye en sentido inverso (!), así como la carga (ver "antimateria").

En las ecuaciones del desarrollo cuántico del superespacio, se encuentra la posibilidad de reversión del tiempo; o sea que no se distingue el pasado del futuro. Los físicos cuánticos dicen que solo puede haber vida en los mundos donde hay dualidad pasado-futuro (aunque sea invertida).

Todo esto es coherente con la teoría remolínica.

En el espacio interplanetario fluyente donde no hay esferoides ni "antiesferoides", la noción del tiempo no tiene asidero ya que el flujo puro no se arremolina ni dextrógira ni levógiramente.

Con la noción de la elasticidad o flexibilidad del espaciotiempo, la teoría de la relatividad introdujo en la física la subjetividad. Ya que las propiedades de duración, longitud y otras dependen del observador.

La subjetividad prosiguió con la física cuántica al tomar conciencia sobre lo "ilusorio" de la realidad, ya que el observador la percibe según "el color de sus lentes", pero algunos físicos exageraron esta noción al afirmar que el universo solo alcanza existencia concreta como resultado de la observación.

Por todo esto, el observador pasa a ser protagónico en las propiedades de los fenómenos, aunque no en la naturaleza de los mismos. Y debido a esto, el hecho de que lo observado dependa del observador, no implica que la existencia de aquéllo dependa de éste. Ver la realidad distorsionadamente o parcialmente, no significa crearla al verla.

 

Estructuración en la Materia

Hagamos un tetraedro de alambre, como el de la siguiente figura, y sumerjámoslo en una solución jabonosa.

Tetraedro

Cuando se extrae de ésta, las películas se deslizan automáticamente desde los alambres hacia el centro de la estructura, donde se juntan en un único punto. Esto siempre ocurre así. Esta distribución de las películas alrededor de un punto central utiliza la menor cantidad posible de material para vincular los alambres. El ángulo que se forma en el centro, entre cualesquiera dos de las cuatro líneas que se juntan, es de 109º 28´ 16´´ (prácticamente 109,5º).

Si introducimos de nuevo la estructura tetraédrica de alambre con sus películas ya formadas, cuando la sacamos, aparece en el centro un tetraedro esférico. En este caso también donde se juntan cuatro líneas, los ángulos que se forman entre pares, son de 109,5º. Las  películas constituyen la mínima superficie que puede vincular los alambres y contener la burbuja central.   Si postulamos que el cosmos es flujo muy sutil perpétuamente fluyendo (primer postulado), y que los átomos y moléculas son arremolinamientos esferoidales de ese flujo, considerando que en cada vértice de aquél tetraedro hay un esferoide, podemos apreciar como el esferoide central se conforma sólo. Y que lo hace vinculándose con aquellos según un ángulo de 109,5º. Ahora bien, ¡en estructuras moleculares tetraédricas como las siguientes: CH4 ; SiH4 ; GeH4 ; Sn H4 , los ángulos de enlace, de cada átomo de hidrógeno con el central átomo del elemento respectivo, son de 109,5º!

Esto probaría que hay una sustancia sutil fluyente, análoga a la jabonosa, que conforma y ubica a los esferoides-remolínicos en los sectores que constituyen la situación más económica para esa sustancia. Dicho de otro modo, como es lógico, el fluido sutil en su fluencia, solo admite el arremolinamiento, según la variante de mayor ahorro de energía. Sabemos, tanto en física como en química, que hay un principio universal por el que la naturaleza siempre busca la situación de menor nivel de energía (cosa que el hombre muchas veces no hace).

Esto que vimos se refiere a la estructura espacial de los átomos en la molécula. La estructura de los electrones en el átomo es un proceso fluyente distinto ya que se refiere a la relación geométrica entre subesferoides-remolínicos y su esferoide-remolínico productor, en cambio lo anterior es la relación entre remolinos.  Esto lo veremos en otra parte, pero también aquí se sigue el principio de economía.  

La Cristalización

El flujo cósmico al precipitarse en la materia lo hace arremolinándose en estructuras de tipo "cuadrangular". ¿Qué significa esto? ¿Por qué en forma cuadrangular?

Recordemos que si consideramos una superficie fluídica "original" en que su zona central fluye a mayor rapidez (supongámosla en sentido descendente), se forma un "tubo de flujo central" acelerado. Esto conforma un remolino que determina un sumidero. Por el efecto "copa de cognac" fig. 23 y 45 se conforma lo que en la fig. 46 (a)  se ve con rayado vertical (sólo se marcaron cuatro secciones); y entonces, a cierta distancia del eje del tubo de flujo central se envuelve el flujo formando un toro (esto lo estamos viendo desde un sistema de coordenadas solidario a la superficie fluyente original). Este toro tiene una sección circular muy angosta en comparación con su radio al eje central, de modo que podría considerarse la línea de una circunferencia (imaginemos el radio de la Tierra en comparación con el radio de la eclíptica). El toro, como sabemos, se conforma al diverger y retrotraerse el flujo desde el centro, espiralándose y formándose una zona circular estable a cierta distancia del eje. Este eje determina con aquella circunferencia, un cono. Ya sabemos que este cono, por otra parte, está inscripto en una semiesfera, cuya esfera está inscripta en un cilindro... y así "hacia arriba y hacia abajo"; pero lo que ahora nos ocupa es la metamorfosis de ese cono en una pirámide al precipitar el flujo en lo que conocemos como lo material.

Fig. 45

Fig. 46 (a)

Fig. 46 (b)

Recordemos que el concepto fundamental para tratar el flujo, es que a mayor rapidez menor presión, y a la inversa. El centro de la sección circular del toro es una zona de mayor rapidez, por razones espiralantes; o sea que allí se conforma otro remolino-sumidero mucho más chico que el de la circunferencia conformada por el toro, por eso se produce éste: por ser zona de menor presión atrapada por el entorno de mayor presión. Por ahora omitiremos el hecho de que el toro en rigor está "empaquetado", o sea, fragmentado en trozos tipo salchichas...

La sección circular del toro es análoga a la base del cono (o sea al remolino de la superficie original), de modo en una sección tórica arbitraria, se conforma una pequeña espiral que al cerrarse conforma una pequeña circunferencia que rota mientras avanza por el interior del toro. Consideremos entonces que tenemos dos svásticas: una grande, y una chica perpendiculares entre sí. Las cuatro flechas de cada svástica van rotando permanentemente, pero sólo en ciertos puntos son paralelas entre sí dos pares de flechas (o vectores) grandes y chicas. De esas cuatro flechas paralelas (2 grandes y 2 chicas) respectivamente una grande y una chica, y otra grande y otra chica, además de ser paralelas tienen el mismo sentido. ¿Cúales son esos puntos? ¡Sólo cada 90º se da ese paralelismo con dos pares paralelos en el mismo sentido! ¿Y qué ocurre al coincidir en dirección y sentido los vectores (flechas)? Ocurre que allí se acelera el flujo. Aunque los vectores más chicos sean mucho menores que los grandes, en el flujo cósmico que es tan elástico (y sin viscosidad) una pequeña diferencia produce efectos notables (esto ocurre también en otro tipo de situaciones...). Como al aumentar la rapidez, disminuyen las presiones, se conforman, entonces, cuatro esferoides (donde interfieren los cuatro pequeños cilindros teóricos) consecuencia de la interferencia ortogonal de las secciones tóricas circulares(6).

Por eso la base del cono metamorfoseado es cuadrada y no triangular, pentagonal, o hexagonal, etc.; sólo el cuadrado tiene sus cuatro ángulos internos de 90º.

El perímetro del cuadrado es igual al de la circunferencia ya que los cuatro esferoides tienen un tamaño despreciable en comparación con el largo de la circunferencia. Por lo tanto los esferoides pasan a ocupar posiciones un poco más centrales que aquellas donde se cortan los "cilindros". Esta es la famosa cuadratura del círculo.

Como se ve, el flujo al arremolinarse "busca" automáticamente los ángulos rectos, porque es la forma en que se economiza el movimiento y se mantiene en equilibrio. Esta es la explicación fundamental de la extraña asimetría del electromagnetismo. En el movimiento fluyente cósmico un vector produce una circunferencia que rota, y viceversa, un sector rotatorio circular produce una depresión vectorial; y siempre el plano del círculo rotando y el vector son perpendiculares (!).

¿Cuál es la relación, entonces, entre la pirámide y la estructuración de la materia?

El diseño básico de la materia es la estructura cristalina. Cuando hablamos de la materia nos referimos a los tres estados que captan nuestros sentidos: sólido, líquido y gaseoso. Pero lo gaseoso es muy parcialmente percibido, por ejemplo la vista suele no captarlo. Lo líquido está fundamentalmente representado por el agua; ésta es el líquido que más abunda en el mundo y la  única sustancia que corriente y simultáneamente existe en los tres estados. Pero lo que mejor perciben nuestros sentidos y lo que más controlamos en la vida cotidiana es lo sólido; tan es así que al hablar de materia lo primero que nos viene a la mente son los cuerpos sólidos. Hay dos tipos fundamentales de sólidos: isotrópicos y anisotrópicos. Los primeros son amorfos (vidrio, caucho, plásticos, etc.), y los segundos son cristalinos. La anisotropía de los cristales proporciona la noción de red atómica o molecular ordenada. El patrón geométrico (retícula) se repite por toda la sustancia (a veces la retícula es una ordenación de átomos, a veces de moléculas). El cristal es el peldaño más alto de la escala de la estructura de la materia. Casi todas las sustancias sólidas son cristalinas. El agua en estado sólido toma distintas formas cristalinas pasando de unas a otras (el octaedro, el tetraedro, y hasta el hexaedro) pero ¡la mayor parte del tiempo permanece en la forma piramidal de base cuadrada! (investigación de Linus Pauling).

Hay siete sistemas cristalinos con catorce redes, y de éstas todas son de base cuadrada menos una que es hexagonal aunque considerando la molécula central al hexágono, tenemos tres paralelogramos. En algunos de los otros trece sistemas también hay paralelogramos o rectángulos y no siempre el "arquetípico" cuadrado perfecto, pero siempre son cuadriláteros.

Todo  esto nos muestra que el holomovimiento sutil cósmico se materializa arremolinándose cuadrangularmente. Pero ¿cúal es la relación entre la espiral áurea y la pirámide que surge del cono? De nuevo la enigmática estructuración del agua (tantos científicos se  impresionaron por sus atípicas propiedades...). El ángulo que forman los enlaces H-O es de 104º que coincide (!) con el ángulo que forman las caras de la pirámide que surge del cono de 45º (cuadratura del círculo) con su base cuadrada.

En síntesis:  

CILINDRO   

(Mental)

ESFERA   

(Emocional)

CONO (generado por la espiral áurea)

(Físico sutil)

Pirámide        

          Esferas (moleculares) 

(Físico denso)

En el cono, y por lo tanto en la espiral áurea (ya que ésta lo genera), hay una situación dinámica entre lo sutil y lo denso. Por eso lo biológico tiene que ver con ello, ya que es lo que crece y se desarrolla en corto tiempo.

En cambio la pirámide tiene que ver con lo estático de la estructuración universal, que queda rigidizado sin crecimiento ni deterioro.

Los virus pueden estar en ambos estados, por razones que en el parágrafo correspondiente se explican.

¿Los planos rectos de los cristales, por qué se producen? Debido a la interferencia de los dos tipos de flujo que intervienen en su producción: el de la Tierra y el de la propia molécula (o atómico).  

Conformación Topológica de la Materia

Desde el punto de vista holístico, es inadmisible suponer que la esfera de un planeta (o cualquier otro astro), es una superficie cerrada (se contradiría el primer postulado fundamental de la Teoría Remolínica). De hecho el átomo es algo "abierto". De modo que las esferas de los astros deben tener, por lo menos, una abertura. Topológicamente una superficie como la de la fig. 47 (que puede ser una sección de flujo cósmico), puede deformarse sin cambiar de topología hasta definir una esfera con un agujerito (podríamos imaginar que es el polo norte). Esto sería así si se trata de un material y un proceso estático, pero si consideramos el dinamismo propio de un fluido, se requiere que "entre" y "salga" de la esfera (a la cual conforma) para garantizar el movimiento fluyente. En este caso el proceso topológico sería como lo muestra la fig. 48. Es decir que en todo momento habría una hoquedad central, definiéndose una esfera con un tubo hueco polar, y por lo tanto, dos polos en vez de uno solo. Esta es la razón por la cual un campo magnético sobre una esfera posee forzosamente dos polos (este es uno de los teoremas topológicos).

Fig. 47

Fig. 48

Hay una propiedad topológica denominada "género" que se define por el número de cortes circulares que pueden hacerse en la superficie del objeto considerado sin romperla en dos partes.

Una esfera (con un agujero o sin ninguno), un cubo, una burbuja irregular, etc. son de género 0. Una rosquilla (o un toro), una taza de café, etc. son de género 1. De modo que parece que el holomovimiento que conforma la materia, debe ser de género 1 ya que el esferoide se produce alrededor de un tubo de flujo central que, en cierto modo, es como el fondo laminar de flujo.(7) Como lo muestra la fig. 49 el esferoide se conforma como el humo de una explosión que se enrosca alrededor de un tubo central que asciende (en este ejemplo) aceleradamente.

Fig. 49

Pero el esferoide así conformado sería como un toroide (en rigor un grupo de toroides concéntricos como las capas de una cebolla) comprimido; y si así fuera (o sea si la superficie toroidal fuera estable) el interior del mismo estaría incomunicado del exterior. Entonces, mientras gira, necesita revirarse para "meterse" en el interior y luego "salir". Esto solo se logra, topológicamente hablando, siguiendo el proceso morfológico de la denominada botella de Klein que se muestra en la fig. 50. Como se ve hay continuidad entre el interior y el exterior ya que se atraviesa a sí misma sin que haya ningún agujero. Esto es equivalente a la cinta de Möebius (fig. 51). De hecho Klein siguió las directrices de Möebius para idear su botella de una sola superficie. Esta, si se corta por la mitad se transforma en dos tiras de Möebius. A su vez, si intentamos cortar longitudinalmente en dos a ésta, como lo indica la fig. 52, nos encontramos con la sorpresa que en realidad, en vez de dos tiras, obtenemos una tira más larga de dos lados enroscada (!). Es más, si se intenta cortar en tres partes longitudinalmente (fig. 53), ocurre otra sorpresa mayor: las tijeras dan dos vueltas completas alrededor de la tira pero se produce solo un corte unitario continuo. Quedan dos tiras entrelazadas; una de ellas es similar a la original de Möebius aunque naturalmente más angosta, y la otra es como la que obteníamos al intentar cortarla en dos (!!).

Fig. 50

Fig. 51

Fig. 52

Fig. 53

Este procedimiento puede repetirse indefinidamente obteniendo varias tiras entrelazadas. Esas tiras están todas reviradas (cosa que no les resulta nada difícil ya que son fluídicas), enroscándose sobre sí mismas por lo tanto, cada tanto, como la botella de Klein(8). Ese  enroscamiento (o enrulamiento) es lo que produce los esferoides o subesferoides remolínicos. El "cada tanto" no es una relación de distancias arbitraria, y responde a números sencillos (enteros y pequeños) ya que esos son los intervalos espaciales precisos en que se puede subarremolinar el flujo; fuera de los mismos no se pueden producir los arremolinamientos (así como que dos remolinos vecinos no pueden vibrar sin deshacerse mútuamente a cualquier distancia entre sí). Esto es similar a las distancias nodales en las interferencias entre ondas.

Sobre esta esquemática base topológica fluyente, apoyándonos en el postulado de que el sutil fluido cósmico (holomovimiento) es el que conforma la estructuración molecular, podemos tener una idea geométrica (a la topología a veces se la denomina "geometría flexible") de la formación de la materia.

Nota: Una de las pocas leyes numéricas simples de la topología, dice que en todo poliedro la suma del número de vértices y de caras es igual a la de las aristas más dos...  

El Spin

El spín de una partícula es el momento angular, lo cual tiene relación con su rotación. Un cuerpo que parece el mismo luego de rotarlo una vuelta completa (p. ej. la Tierra), se dice que tiene spín 1. Lo insólito (y cuya razón se ignora) es que hay partículas que tienen que girar dos vueltas para parecer las mismas. Para colmo entre este tipo de partículas se encuentran los protones, neutrones y electrones, justo las más importantes en la constitución de la materia. En un cuerpo rígido es fácil visualizar la rotación, pero no en un esferoide fluídico. Estamos sugiriendo que la única explicación es que aquellas partículas elementales no son rígidas sino fluídicas. ¿Por qué se necesita dos vueltas para presentar el mismo aspecto? Es como la cinta de Möebius que cuando damos una vuelta aparecemos en la otra cara, pero a la segunda vuelta reaparecemos en la misma situación de la primer cara. Geométricamente esto se entendería si imaginamos un esferoide-remolínico-helicoidal similar al

que se conforma cuando en un día húmedo de verano vemos un conjunto de bichos voladores (p. ej. mosquitos) bailoteando en el aire. Es interesante seguir la trayectoria de cualquiera de ellos (también es curioso que todas las especies describen las mismas trayectorias).

Vamos a transcribir la observación del profesor James S. Coleman, de la John Hopkins University, que coincide sustancialmente con la nuestra, acerca del vuelo de los mosquitos:

"Un día, sentado al borde de un acantilado, observaba el vuelo de unos mosquitos que daban vueltas frente a mí. Espectáculo asombroso: cada mosquito volaba a toda velocidad y sin embargo el enjambre permanecía inmóvil. Cada insecto recorría una elipse(9) del diámetro del enjambre que, en su vuelo frenético, permanecía inmóvil. De súbito, como una flecha, todo el enjambre se marchó rápidamente para inmovilizarse de nuevo un poco más lejos. Después se infló y sus límites se hicieron difusos para contraerse de nuevo en un nudo cerrado, siempre compuesto de los mismos insectos volando en elipse (en helicoide). Luego volvió a partir y desapareció..."

Este fenómeno plantea enormes interrogantes: ¿Quién o qué guía el vuelo de cada mosquito cuando la dirección de su vuelo no tiene prácticamente ninguna relación con la dirección del enjambre? ¿Cómo mantiene indefinidamente ese vuelo helicoidal? ¿Y cómo cam bia cuando todo el enjambre se desplaza de repente? ¿Cuál es la estructura y cuáles son las señales por la cuales se transmite el control del vuelo?

La trayectoria de cada insecto es algo similar a lo que muestra la fig. 54.

Fig. 54

Como vemos la trayectoria describe una helicoide espiralada que se ensancha hasta un máximo en la sección ecuatorial y luego se va estrechando para converger polarmente produciendo una inflexión al volver en el sentido contrario cerca del eje polar (siempre espiraladamente). En esa inflexión inevitablemente se "retuerce" la hipotética cinta revirándose como la de Möebius; esta necesidad de revire se observa cuando, p. ej., hay que pegar una cinta en una pared y se debe cambiar 90º su dirección.

Ahora bien, el desarrollo matemático de esa curva es muy complicado, pero podemos observar que tiene dos puntos de inflexión: uno en correspondencia con cada polo. Pero por conservación de longitud, y porque hay determinada relación (única) entre el diámetro de la esfera y el del cilindro central, cuando rota una vuelta completa, el punto que está en el polo norte baja al polo

sur. De modo que en una segunda rotación vuelve al polo norte. Esto significa que por cada vuelta, el esferoide aparecerá invertido; y cada dos vueltas aparecerá igual.

La "cinta" de la fig. 54 representa una porción de flujo arremolinado en un esferoide sutil elemental (electrón o cualquier otro), y el movimiento descripto es así y no de otra forma porque sino no se formaría el esferoide, o sea porque no queda otra posibilidad (esto es muy difícil de imaginar); cuando no ocurre esto no hay esferoide estable. Pero ¿por qué es válido asemejar la cinta de Möebius a una "tira" arbitraria del flujo en un esferoide? Porque el holomovimiento necesita (por razones holísticas) fluir por todas partes; y la cinta de Möebius es la única que tiene una sola cara, o sea que un trazo continuo sobre su superficie recorre ambos lados de la tira.

De modo que el flujo del entorno, que alimenta al esferoide, "penetra" al mismo (o mejor dicho lo conforma), y sale de él de modo alternante o pulsante. Este "bombeo" produce y mantiene su estabilidad y es lo que provoca la cuantificación del fluido cósmico. Si no fuera por este proceso, no existiría la materia, o sea la manifestación.

Por ley de analogía, todo esferoide físico (en el ámbito respectivo) obedece a esta morfología fluyente. Así que no solo las partículas atómicas tienen este comportamiento sino también el propio esferoide físico sutil planetario.

Recordemos que habíamos visto que todo esferoide del cosmos mientras rota, se traslada elípticamente alrededor de uno de sus focos según una combinación de velocidades tal que describen ciertas helicoides. La helicoide que describe la Tierra en su avance por la Galaxia es tal que su paso es el doble que su ancho (o "diámetro"). Ese paso sería una distancia doble que la altura del cilindro determinado por un círculo que se traslada por el toroide-helicoidal que es el ámbito "mental" del flujo del Sistema Solar (desde el punto de vista de la Tierra). Cilindro, decíamos, definido por dos posiciones de ese círculo coincidentes con los planos tangentes a la esfera producida por ese propio círculo en rotación. Que el paso sea el doble al diámetro de ese círculo (que a su vez define a la helicoide) implica que el gran esferoide sutil de la Tierra (molde fluyente del esferoide físico denso) necesita dos posiciones consecutivas para aparecer en la posición equivalente (o sea parecer el mismo). Esto se logra tras cada año solar. Claro que la parte física densa de la Tierra no gira su eje polar; pero algo así ocurre cada año con su eje "etérico".  

El Giróscopo Cósmico

Un avión, un torpedo, un buque, etc. mantienen la dirección de su rumbo durante su movimiento ¿a qué se debe? Se debe al mismo principio que rige al sencillo trompo (o peonza) que todos hemos observado alguna vez cuando éramos niños.

Por experiencia sabemos que el trompo al girar rápidamente alrededor de su eje, a su vez se mueve alrededor de un eje vertical virtual describiendo un cono. Aquí hay dos propiedades: 1) La llamada inercia giroscópica que obliga al eje de rotación a permanecer en la misma posición mientras no actúe en él una fuerza exterior. Si hacemos girar el trompo sobre una bandeja, y la levantamos o la movemos según distintos ángulos, el eje de rota ción de aquél continúa siendo vertical, independientemente del ángulo que ese eje forme con la bandeja. Un torpedo que durante su recorrido va girando alrededor de su eje longitudinal, se mantiene apuntando al blanco (cada punto de su "fuselaje" va describiendo una helicoide") debido a la inercia giroscópica. 2) La precesión , que es el giro del eje de rotación del trompo, con cierto ángulo desde el punto de apoyo, alrededor de la vertical que pasa por este punto, describiendo aquél eje un cono. Esto ocurre cuando el trompo empieza a dar tumbos hasta que se vuelca. Se

observa el movimiento de precesión cuando, por ejemplo, una moneda que está rodando comienza a tambalearse. Si se tratara, en vez de una moneda, de la tapa redonda de una alcantarilla, los efectos de inercia y precesión giroscópicas son mucho más evidentes debido al mayor momento cinético(10).

El principio de conservación del momento cinético dice: "el momento cinético de un objeto sometido a una rotación permanece invariable". Esta magnitud, momento cinético, es una entidad abstracta (?) para la Física. Se puede hablar del momento cinético de los planetas sobre sí mismos, o del momento cinético de su giro alrededor del Sol. Así como a nivel atómico se establece que los electrones, los protones, los mesones, los neutrones, etc., tienen un momento cinético asociado con su movimiento giratorio intrínseco, y también con su movimiento orbital en torno a un punto externo(11). Por otro lado tenemos casos más cotidianos, como el del patinador sobre hielo que gira sobre sí mismo plegando y desplegando sus brazos.

Cuando un sistema aislado de dos o más cuerpos unidos o no (!) gira alrededor de un mismo eje, estando cada cuerpo a distancia diferente de éste, se mantiene constante el momento cinético del conjunto. ¿Cómo puede ser que ocurra esto entre cuerpos separados?

Es notable que este principio, o ley de conservación, abarca todos los niveles: el cósmi co, el atómico y el macroscópico(12).

Volviendo al trompo: como decíamos, si mientras gira se inclina, comienza a precesionar, pero en seguida tiende a enderezarse por sí solo si su rotación no disminuye. ¿A qué se debe esto? Cuando el eje de rotación es vertical, el centro de gravedad está en la vertical de la punta (en que se apoya). De modo que el peso y la fuerza de reacción están en la misma vertical. Pero al inclinarse, su centro de gravedad se traslada, formándose un "par de fuerzas" o cupla entre el peso y la reacción. Esa cupla tiende a voltear al trompo, pero de hecho esto no ocurre si está girando con suficiente velocidad de rotación. Entonces debe haber otra fuerza que produce el momento de reacción giroscópica que tiende a enderezarlo. ¿De dónde sale esta fuerza ascendente? Esta pregunta, así como la de más arriba, no son respondidas por la Física (!?).

El giróscopo se diferencia del trompo en lo siguiente: en vez de girar apoyándose en una superficie, tiene un eje con un rotor, montado en el interior de su estructura. Pero hay otro modelo de mejor aplicación tecnológica: el de dos ejes, que equivale a un trompo montado dentro de un bastidor circular como para que pueda girar el eje de aquél alrededor de un eje virtual que une los dos puntos de contacto de ambos anillos cardánicos. Cuando el rotor (equivalente al trompo) está girando, el giróscopo parece comportarse como si fuese totalmente independiente de las fuerzas exteriores (!!). Por ejemplo si los hacemos rotar con el eje horizontal, éste permanece así, sin afectarle lo que haga el anillo exterior, manteniéndose constantemente en la misma dirección. Esta independencia de las fuerzas exteriores hace que el giróscopo sea tan útil para la estabilización de buques, aviones y cohetes.

La aguja giroscópica es una importante aplicación del giróscopo: si se mantiene en rotación continua a un giróscopo horizontal, parece que gira lentamente, dando una vuelta completa respecto a su estructura, cada veinticuatro horas. Su eje continúa apuntando en la misma dirección, pero como la Tierra rota alrededor de su eje una vez cada veinticuatro horas, el eje del giróscopo rota respecto de aquella en ese lapso.

En un barco, se fija a su estructura el anillo cardánico exterior y se apunta el eje del giróscopo al Norte. El rumbo del mismo es el ángulo que forma dicho eje con la línea de proa.

En los viajes espaciales, en que la nave se aleja de la Tierra, también es fundamental el uso del giróscopo; una aguja magnética no serviría en estos casos.   Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con nuestra investigación? Creemos que la teoría Remolínica puede responder a las dos preguntas que surgieron en este parágrafo, recordémoslas:  

1. ¿Cómo puede ser que en un sistema de varios cuerpos separados, que giran alrededor de un eje, a distintas distancias del mismo, se mantiene constante el momento cinético del conjunto?

2. ¿De dónde sale la fuerza ascendente que produce el momento de reacción giroscópica en el trompo?

La fig. 55 muestra un giróscopo. Comparémosla con la fig. 36 del Sistema Solar. Podemos apreciar entre ambas la analogía representada esquemáticamente por la fig. 56.

Fig. 55

Fig. 56

¿Qué significa esto? Significa que el giróscopo, con sus distintas posibilidades de movimientos giratorios, es capaz de reproducir los movimientos rotatorios de un planeta en el Sistema Solar, del Sistema Solar en la Galaxia, y ésta en el Cosmos. Si bien al considerar cada uno de estos movimientos, debemos referirlos a determinado sistema de coordenadas(13), en el giróscopo se pueden dar todas las combinaciones posibles.

Según el primer postulado fundamental de la teoría Remolínica, el Cosmos es flujo sutil omniabarcante y eterno, de modo que nunca hay cuerpos totalmente separados; a nivel sutil son un mismo flujo que al arremolinarse esferoidalmente (y por lo tanto densificarse) emergen como unidades separadas. De modo que la primer pregunta es incorrecta(14) ya que los cuerpos no están

esencialmente separados. Tratándose, entonces, de un mismo flujo, la pregunta deja de tener sentido.

Con respecto al momento de reacción giroscópica, sobre la base del primer postulado, podemos comprender que la "fuerza" que produce a aquel momento, es la que naturalmente tiende a hacer que el flujo fluya adecuadamente. Es similar a la inercia o a la gravedad (ver parágrafos respectivos). En otras palabras: cuando el trompo gira, ese giro se pone en sintonía con una parte del movimiento del flujo cósmico (holomovimiento), entonces, aparece la tendencia a repetirse la totalidad del movimiento. El momento de reacción giroscópica completa la analogía cinética del holomovimiento, inevitablemente.   Esto nos mueve a preguntarnos lo siguiente: ¿sobre la misma base, no se podrá lograr un movimiento ascendente masivo (antigravitatorio) en cierto objeto?...  

Estados de la Materia

La manifestación es lo que puede impresionar nuestros sentidos. Estos son impresionados por la energía concentrada en tres tipos de estado: sólido, líquido y gaseoso. Ya hemos considerado, en el parágrafo "analogías y ámbitos", una noción más cósmica acerca de la noción de materia, pero ahora trataremos de explicar solamente el proceso de formación de los tres estados materiales cotidianos.

Como ya sabemos, todo es fluido y todo fluye en el cosmos. La diferencia entre un sector y otro depende de cómo interfieren las distintas corrientes del mismo fluido cósmico. Ya vimos que cuando un tubo de flujo fluye a mayor velocidad, conforma un esferoide-remolínico, lo cual a su vez determina la aparición de esferoides más pequeños en su seno (subesferoides). En rigor todo lo anteriormente descrito, y las figuras correspondientes, son un panorama simplista y esquemático de la complicadísima(15) realidad fluídica cósmica; pero nos puede servir para tener una innovadora idea del funcionamiento holístico del cosmos.

Para simplificar, diremos que en todo sector hay flujo y esferoides contenidos. Como la sucesión "hacia arriba y hacia abajo" de cantidades y dimensiones de esferoides es infinita, en cada intervalo de la realidad considerado (cuantitativa o cualitativa), relevaremos intelectualmente un tipo de esferoide, mientras que a los mucho más chicos y numerosos que rodean e interpretan a aquéllos, los consideraremos flujo "puro".

En la fig. 57 vemos flujo (rectas) y esferoides (circunferencias) en tres situaciones posibles. A la izquierda tenemos un flujo rápido (líneas de flujo concentradas) lo cual produce esferoides pequeños y rápidos (de gran velocidad angular). A la derecha, lo contrario, flujo lento y esferoides grandes y de baja velocidad de giro. En el medio, la situación intermedia. En todos los casos dibujamos sendos pares enantiomorfos, pero sabemos que en cualquier sustancia la cantidad de átomos y moléculas es enorme.

Fig. 57

Obviamente la fig. 57 se refiere a átomos en sustancias sólidas, líquidas y gaseosas respectivamente de izquierda a derecha. Estos tres estados físicos constituyen, como se comprende, casos muy excepcionales del aspecto físico del fluido cósmico. A esto se debe que se

considere a los átomos un caso particular del plasma cósmico.

Recordemos que los esferoides tienen distintos movimientos: rotación; traslación; pulsación; precesión, y vaivén, fundamentalmente. En la fig. 58 mostramos el movimiento de rotación sobre su propio eje, y el de traslación alrededor del foco sumidero. Se observa que de izquierda a derecha, o sea del sólido al gaseoso, ambos movimientos aumentan sus amplitudes y disminuyen sus velocidades angulares. ¿Qué significa esto con respecto a las propiedades?

Fig. 58

En lo sólido se ve que el flujo es más rápido; la separación entre átomos es menor (ya que la traslación es una órbita de menor amplitud)  o sea que las moléculas son de menor diámetro; y la rapidez de giro sobre sí mismos de los átomos es mayor. En lo gaseoso es todo lo contrario; y en lo líquido es intermedio.

Se define como átomo a la mínima porción de un elemento químico que puede entrar en combinación con otros para constituir moléculas.

Se define como molécula a la más pequeña porción de una sustancia que puede existir en estado libre conservando las propiedades de dicha sustancia.

Las propiedades de las sustancias (organizadas en moléculas) son:

Extensión - Impenetrabilidad- Divisibilidad - Porosidad - Cohesión - Fluidez - Afinidad - Adherencia - Expansibilidad - Compresibilidad - Elasticidad

Consideremos estas tres últimas propiedades en la siguiente tabla:  

Expansibilidad Comprensibilidad Elasticidad

Gases mucha mucha mucha

Líquidos no muy poca mucha

Sólidos* no no no

* Suponemos un sólido perfecto.   De modo que los gases se expanden; los líquidos no se expanden pero son elásticos y los sólidos están contrídos.

Volviendo a la fig. 58, vemos que la turbulencia fluídica en el caso del sólido es mínima, ya que por la velocidad alta de la corriente y la pequeñez de los esferoides (moléculas) que en consecuencia produce, hay menos interferencia de los esferoides en el flujo. La turbulencia es máxima en el caso del gas ya que la corriente, por tener baja rapidez, no conforma esferoides (moléculas) suficientemente estables o definidos.

En una misma sustancia, el flujo más rápido, por provocar menor turbulencia, produce la sensación de frío; y a la inversa, la mayor turbulencia produce calor.

¿Qué pasaría si a los tres estados se los "juntara" en el espacio cósmico (no gravitatorio)? Quedaría lo sólido en el centro, luego vendría lo líquido, y más afuera lo gaseoso. Esto ocurriría así por las diferentes rapideces de los flujos de los respectivos estados, ya que a mayor rapidez, menor presión(16). El comportamiento macroscópico es consecuencia del comportamiento del flujo sutil de la molécula. Lo que muestra la fig. 59 (a), ¿no es acaso lo que ocurre en los planetas que tienen los tres estados de materia, como el nuestro? En la fig. 59 (b) se muestran las distintas relaciones de presiones en los respectivos sectores.

Fig. 59

Queda claro que tanto la aparición (y concentración) de materia, como el fenómeno de la gravedad, son ambos efectos sincrónicos cuya causa es el arremolinamiento esferoidal de fluido sutil. De este modo se resuelve, por un lado la paradoja que plantearía la pregunta ¿la gravedad produce la concentración de materia, o la concentración de materia produce la gravedad? (esto parecía un círculo vicioso como el del huevo y la gallina); y por otro lado se comprende la coincidencia entre la masa de inercia y la masa de gravitación.

Cuando debido a la rapidez del fluido cósmico se produce el arremolinamiento fluídico en un sector del cosmos, aparecen simultáneamente sucesivos subarremolinamientos mucho más pequeños contenidos en el respectivo esferoide abarcante. A nivel