AÑO de LA FE OCTUBRE 2013 - Sufrir El Martirio Con Cuentagotas

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Texto sobre el acta de martirio de Stefano Sando SDB

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Sufrir el martirio con cuentagotas

MRTIRES A CUENTAGOTASConfes y no negEn el NT hay un pasaje clsico, y muy conocido por su rotundidad. Hermanos, qu provecho saca uno cuando dice que tiene fe pero no la demuestra con su manera de actuar? Ser esa fe la que lo salvar? Si a un hermano o a una hermana les falta la ropa y el pan de cada da, y uno de ustedes les dice Que les vaya bien, abrguense y alimntense sin darles nada, de qu les sirve? Si la fe no se demuestra con obras, est completamente muerta. Y sera fcil rebatir a cualquiera: T tienes fe, y yo hago el bien, dnde est tu fe que no produce nada? Yo por mi parte te demostrar mi fe con mis acciones.Y cuando un cristiano es capaz de conservar su fe y mostrarla con obras en la persecucin y hasta bajo el suplicio y la muerte, ese es un mrtir... Por eso, el sbado 19 de octubre, ser un da de fiesta y recuerdo para la Familia Salesiana, en particular de Hungra, y para toda la Iglesia. El salesiano laico Esteban Sndor, cuyo martirio por la fe ya ha sido reconocido, ser declarado beato, en Budapest, por el Card. Angelo Amato sdb, Prefecto de la Congregacin para la Causa de los Santos.Breve semblanza de Esteban Sndor

Esteban (Stefan) Sndor naci en Szolnok, Hungra, el 26 de octubre de 1914, de Esteban (ferroviario) y de Mara Fekete (ama de casa), el primero de tres hermanos. Ambos transmitieron a sus hijos una profunda religiosidad. Esteban estudi en su ciudad y obtuvo el diploma de tcnico metalrgico. Recibi con fervor la Confirmacin, comprometindose a imitar a su santo protector y a San Pedro, y ayudaba cada da la santa Misa en los padres franciscanos.

Conoci a Don Bosco leyendo el Boletn Salesiano, y muy pronto se sinti atrado por su carisma. Aconsejado con su director espiritual, habl con sus padres que intentaron disuadirlo, pero Esteban lleg a convencerlos. En 1936 fue aceptado en el Clarisseum, donde hizo dos aos de aspirantado, preparndose como tcnico-impresor en la tipografa Don Bosco. Apenas comenz el noviciado, fue llamado a filas.Dado de baja en 1939, regres al noviciado e hizo su primera profesin como salesiano coadjutor, el 8 de septiembre de 1940. Destinado al Clarisseum, se comprometi activamente en la enseanza de cursos profesionales. Se le confi tambin la asistencia en el oratorio, que condujo con entusiasmo y competencia. Fue el promotor de la Juventud Obrera Catlica. En 1942 le volvieron a llamar al frente, y fue recompensado con una medalla de plata al valor militar. La trinchera era para l como un oratorio festivo, que animaba al estilo salesiano, estimulando a sus compaeros. Terminada la 2 guerra mundial se comprometi en la reconstruccin material y moral de la sociedad, dedicndose particularmente a los jvenes ms pobres reunindolos para ensearles un oficio. El 24 de julio de 1946 emiti los votos perpetuos como coadjutor salesiano. En 1948 consigui el ttulo de maestro impresor. Terminados sus estudios, los alumnos de Esteban fueron empleados en las mejores imprentas de la capital y del Estado.

Cuando en 1949, durante el gobierno de Mtys Rkosi, el Estado confisc los bienes eclesisticos y las escuelas catlicas fueron obligadas a cerrar las puertas, Esteban busc la manera de salvar lo salvable, al menos alguna mquina de imprenta y alguna otra cosa del mobiliario. De golpe, los religiosos se encontraron sin nada en absoluto: todo haba pasado al Estado. El stalinismo de Rkosi sigui con su ensaamiento: los religiosos fueron dispersados y muchos pasaron a la clandestinidad. Tambin Esteban se vio obligado a desaparecer, dejando atrs su imprenta, que se haba hecho famosa. Rehusndose a huir al extranjero para trabajar por la juventud hngara, en julio de 1952 fue capturado y nunca ms se supo de l. Un documento oficial certifica el proceso y su condena a muerte, ejecutada por ahorcamiento, en Budapest el 8 de junio de 1953.Otros mrtires, segn el Papa FranciscoEl pasado 23 de junio, domingo y vsperas de San Juan Bautista, quien confes y no neg, el papa Francisco dedic el Angelus a comentar las palabras de Jess El que quiera salvar su vida la perder; pero el que pierda su vida por mi causa la salvar.Hay aqu una sntesis del mensaje de Cristo, y est expresado con una paradoja muy eficaz, que nos permite conocer su modo de hablar, casi nos hace percibir su voz... Pero, qu significa perder la vida a causa de Jess? Esto puede realizarse de dos modos: explcitamente confesando la fe o implcitamente defendiendo la verdad. Los mrtires son el mximo ejemplo del perder la vida por Cristo. En dos mil aos son una multitud inmensa los hombres y las mujeres que sacrificaron la vida por permanecer fieles a Jesucristo y a su Evangelio. Y hoy, en muchas partes del mundo, hay muchos, muchos, muchos mrtires ms que en los primeros siglos, que dan la propia vida por Cristo y son conducidos a la muerte por no negar a Jesucristo. Esta es nuestra Iglesia. Hoy tenemos ms mrtires que en los primeros siglos.Pero est tambin el martirio cotidiano, que no comporta la muerte pero que tambin es un perder la vida por Cristo, realizando el propio deber con amor, segn la lgica de Jess, la lgica del don, del sacrificio. Pensemos: cuntos padres y madres, cada da, ponen en prctica su fe ofreciendo concretamente la propia vida por el bien de la familia. Pensemos en ellos. Cuntos sacerdotes, religiosos, religiosas desempean con generosidad su servicio por el Reino de Dios. Cuntos jvenes renuncian a los propios intereses para dedicarse a los nios, a los discapacitados, a los ancianos... Tambin ellos son mrtires. Mrtires cotidianos, mrtires de la cotidianidad.

Y luego existen muchas personas, cristianos y no cristianos, que pierden la propia vida por la verdad. Cristo dijo yo soy la verdad, por lo tanto quien sirve a la verdad sirve a Cristo. Cuntas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! Cuntos hombres rectos prefieren ir a contracorriente, con tal de no negar la voz de la conciencia, la voz de la verdad. Personas rectas, que no tienen miedo de ir a contracorriente. Y nosotros, no debemos tener miedo...

Entre ustedes hay muchos jvenes. A ustedes, jvenes, les digo: No tengan miedo de ir a contracorriente, cuando nos quieren robar la esperanza, cuando nos proponen valores que estn pervertidos, valores que, como el alimento en mal estado, nos hace mal. Esos valores nos hacen mal. Debemos ir a contracorriente! Y ustedes, jvenes, sean la vanguardia: Vayan a contracorriente y estn orgullos de ir a contracorriente. Adelante, sean valientes y avancen a contracorriente! Y estn orgullosos de hacerlo! Stg 2,14-18

Extractado de la Semblanza escrita por D. Pierluigi Cameroni sdb, Postulador General para las Causas de los Santos.

Jn 1,20