Año 2015 nº 04

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1 4 - 2015 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA BOLETÍN INFORMATIVO ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA Compás de San Francisco, n˚ 15 - 14800 Priego de Córdoba Móvil 608 654 146 ¿TURISMO Y ACEITE? 2015 4 D.L. CO-32-1984 ISSN 1889-6014 Ejemplar gratuito L a Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) del Aceite de Oliva Virgen Extra (A.O.V.E.) de la comarca de Priego de Córdoba, para atraer la curiosidad de tirios y troyanos ha inventado un eslogan que une en maridaje (valga la redundancia) dos palabras seductoras: Turismo y Aceite. Y como si de una bandera de dos flecos se tratara el lema se ondea a los cuatros vientos para llamar la aten- ción con el propósito de estimular el crecimiento de potenciales viajeros que sugestionados han de elegir a nuestra ciudad como destino turístico. Ig- noramos quién haya sido el autor del eslogan cuya consecuencia ha sido el doble alumbramiento de dos vocablos o fonemas mellizos, por vía morganá- SUMARIO tica, y como tales desiguales, pues la relación que se presume es que quien haga turismo por la zona piense en los olivares que por doquier abundan conformando el característico paisaje subbético. El turista al que se le mete en los ojos la frase que consta en la valla publicitaria, si es que viene por carretera, comienza a reflexionar y preguntarse si lo que se va a encontrar a su llegada es el comienzo de una ruta oleícola, con desayuno molinero incluido y consabida cata en cualquiera de las diversas almazaras prieguenses, carcabulenses, to- jeñas u oscenses, o si, por el contrario, va a poder visitar un Museo o Centro de Interpretación del Aceite, si existiera, lo que valdría la pena tratándose de un territorio en el que la comercialización del producto vertebrador de la “Dieta Europea” ya dejó su huella hace más de dos mil años y después prosiguieron en su empeño los árabes asentados en el territorio, desde Zagrilla hasta Brácana. Hubiera sido, tal vez, más acertado acuñar la expresión Priego y su comarca, meca del Agroturismo, vinculando la visita a la ciudad con el turismo rural (uno de cuyos capítulos más codiciados es el senderis- mo), ahora que ya está muy introducida en el mercado regional la feria llamada Agropriego, financiada por la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través de los fondos FEDER, en este año de 2015 en su XXXV edición, con un amplio programa de actividades como acicate. La participación en el evento festivo, o con posterioridad por libre, conllevaría de entrada el trasiego por un pueblo rural, que es en lo que ha terminado siendo Priego, con una población mayoritariamente procedente de los cortijos y diseminados aledaños, desaparecido ya prácticamente el tejido industrial de tiempos pasados. Si no se conviniera en el cambio del eslogan, podría emplearse otro que tal vez alcanzaría mayor fortuna: Priego: Oleoturismo y Barroco, que es mucho más que Turismo y Aceite, a secas, aunque lo “oleícola” como componente gastronómico esencial sea lo primero, con cuya expresión los visitantes sabrían de antemano que se acercan a una ciudad olivarera, pero también monumental y culta para deleitarse después en el castillo de Carcabuey, en la villa romana de Almedinilla o viendo a los danzantes de Fuente Tójar. Eso sí, pero antes ofreciéndole al viajero una caminata por el barrio de la Villa cristiana y medieval, y a continuación deleitándose en el Castillo, el Adarve y el Huerto de las Infantas, para continuar por las Carnicerías (que por cierto no son reales, sino municipales) y terminar emborrachado de Barroco, en la Peña flamenca de la calle del Río, tomándose de matute un flamenquín y media botella de fino, y después salirse por pe- teneras hasta llegar a la Fuen- te del Rey, única en el Mundo, antes de emprender el viaje a las otras localidades colindan- tes para ver sus almazaras y molinos. La visita, entonces, valdrá la pena. MANUEL PELÁEZ DEL ROSAL [email protected] 1. Editorial: ¿Turismo y aceite? por M. Peláez del Rosal ........................................... 1 2. Las aldeas de Zagrilla: Sus orígenes medievales fronterizos entre el Islam y la Cruz, por M. Peláez del Rosal .................................... 2 - 4 Este volumen II (encuadernado) se vende con el volumen I (en CD) en Paseos Priego, C/ Carrera de Álvarez, nº 20, (teléfono 957 54 02 44) al precio de 15€ ambos ejemplares. La colección completa de los boletines hasta ahora publicados pueden descargarse de Internet desde la dirección siguiente: http://manuelpelaezdelrosal.blogspot.com.es/

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BOLETÍN INFORMATIVOASOCIACIÓN DE AMIGOSDE PRIEGO DE CÓRDOBA

Compás de San Francisco, n˚ 15 - 14800 Priego de CórdobaMóvil 608 654 146

¿TURISMO Y ACEITE?

2015

4

D.L. CO-32-1984ISSN 1889-6014

Ejemplar gratuito

La Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) del Aceite de Oliva Virgen Extra (A.O.V.E.) de la comarca de Priego de Córdoba, para atraer

la curiosidad de tirios y troyanos ha inventado un eslogan que une en maridaje (valga la redundancia) dos palabras seductoras: Turismo y Aceite. Y como si de una bandera de dos flecos se tratara el lema se ondea a los cuatros vientos para llamar la aten-ción con el propósito de estimular el crecimiento de potenciales viajeros que sugestionados han de elegir a nuestra ciudad como destino turístico. Ig-noramos quién haya sido el autor del eslogan cuya consecuencia ha sido el doble alumbramiento de dos vocablos o fonemas mellizos, por vía morganá-

SUMARIO

tica, y como tales desiguales, pues la relación que se presume es que quien haga turismo por la zona piense en los olivares que por doquier abundan conformando el característico paisaje subbético. El turista al que se le mete en los ojos la frase que consta en la valla publicitaria, si es que viene por carretera, comienza a reflexionar y preguntarse si lo que se va a encontrar a su llegada es el comienzo de una ruta oleícola, con desayuno molinero incluido y consabida cata en cualquiera de las diversas almazaras prieguenses, carcabulenses, to-jeñas u oscenses, o si, por el contrario, va a poder visitar un Museo o Centro de Interpretación del Aceite, si existiera, lo que valdría la pena tratándose de un territorio en el que la comercialización del producto vertebrador de la “Dieta Europea” ya dejó su huella hace más de dos mil años y después prosiguieron en su empeño los árabes asentados en el territorio, desde Zagrilla hasta Brácana. Hubiera sido, tal vez, más acertado acuñar la expresión Priego y su comarca, meca del Agroturismo, vinculando la visita a la ciudad con el turismo rural (uno de cuyos capítulos más codiciados es el senderis-mo), ahora que ya está muy introducida en el mercado regional la feria llamada Agropriego, financiada por la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través de los fondos FEDER, en este año de 2015 en su XXXV edición, con un amplio programa de actividades como acicate. La participación en el evento festivo, o con posterioridad por libre, conllevaría de entrada el trasiego por un pueblo rural, que es en lo que ha terminado siendo Priego, con una población mayoritariamente procedente de los cortijos y diseminados aledaños, desaparecido ya prácticamente el tejido industrial de tiempos pasados. Si no se conviniera en el cambio del eslogan, podría emplearse otro que tal vez alcanzaría mayor fortuna: Priego: Oleoturismo y Barroco, que es mucho más que Turismo y Aceite, a secas, aunque lo “oleícola” como componente gastronómico esencial sea lo primero, con cuya expresión los visitantes sabrían de antemano que se acercan a una ciudad olivarera, pero también monumental y culta para deleitarse después en el castillo de Carcabuey, en la villa romana de Almedinilla o viendo a los danzantes de Fuente Tójar. Eso sí, pero antes ofreciéndole al viajero una caminata por el barrio de la Villa cristiana y medieval, y a continuación deleitándose en el Castillo, el Adarve y el Huerto de las Infantas, para continuar por las Carnicerías (que por cierto no son reales, sino municipales) y terminar emborrachado de Barroco, en la Peña flamenca de la calle del Río, tomándose de matute un flamenquín y media botella de fino, y después salirse por pe-teneras hasta llegar a la Fuen-te del Rey, única en el Mundo, antes de emprender el viaje a las otras localidades colindan-tes para ver sus almazaras y molinos. La visita, entonces, valdrá la pena.

Manuel Peláez del [email protected]

1. Editorial: ¿Turismo y aceite?por M. Peláez del Rosal ...........................................1

2. Las aldeas de Zagrilla: Sus orígenesmedievales fronterizos entre el Islam y la Cruz,por M. Peláez del Rosal .................................... 2 - 4

Este volumen II (encuadernado)se vende con el volumen I (en CD)

en Paseos Priego,C/ Carrera de Álvarez, nº 20,

(teléfono 957 54 02 44)al precio de 15€ ambos ejemplares.

La colección completa de los boletines hasta ahora publicados pueden descargarse de Internet desde la dirección siguiente: http://manuelpelaezdelrosal.blogspot.com.es/

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ISSN 1889-6014

Los significados de la palabra Zagrilla

Abordamos el significado que tiene el nombre de Zagri-lla1 y cuáles son los oríge-

nes de esta población en la historia andalusí y en la historia cristiana o castellana. La historia de Zagrilla se remonta a los tiempos anteriores a los árabes. Hay signos inequívocos de su pasado prehistórico, romano y visigodo. Pero a estos particu-lares me referiré en una próxima ocasión. Ahora interesa saber cuán-do surge el nombre romanceado de Zagrilla y si éste es de origen árabe. Y si es así qué significado tiene la palabra. De acuerdo con las cró-nicas musulmanas el térmi-no o vocablo Zagrilla es un diminutivo de Zagra, y así aparece ya denominado el lugar en el famoso Libro de la Montería que fue escrito después de la conquista de la comarca de Priego por el rey Alfonso XI en el año 1341. Textualmente la refe-rencia dice así: “En derredor de Priego hay estos montes: ... El monte del Val de Za-gra es bueno de oso et de puerco en todo tiempo”. Quiere decir el texto que comento que en este lugar, “en el monte” se podía cazar el oso y el puerco o jabalí. Y más que en el monte en el soto de Zagrilla a cuyo río bajarían en verano hembras con crías, pero sobre todo grandes machos, uno de los cuales mató dos monteros y dos acémilas, probablemente mulas según el testimonio de la crónica2. Junto al monte, pues, había un soto o valle, que no otra cosa quiere de-cir el vocablo “val”, y allí, en el valle, estaría ubicada la población civil de Zagra. Tal vez la población militar estuviera en el monte y en algún lugar hubiera una torre defensiva o 1 A esta aldea hemos dedicado un artículo con anterioridad. Cfr. Peláez del Rosal, M., “Los orígenes de las aldeas de Zagrilla: Pinceladas histórico-jurídicas”, en Boletín de la Asociación de Amigos de Priego, n.º 1, 2012, págs. 2-3. 2 Valverde, J. A., Anotaciones al Libro de la Mon-tería de Alfonso XI, Univ. de Salamanca y Junta de Castilla Leon, Salamanca, 2009, pág. 1372 y 1386. Yerra el autor al considerar que el Val de Zagra es la población granadina situada entre Loja y Montefrío, y entre otras razones porque aquélla no está en el “derredor de Priego”.

una construcción murada. Sin embargo, este comentario resulta insuficiente por cuanto no aclara qué quiere decir “Zagra”. Y aquí es en donde se necesita acu-dir a la etimología de la palabra árabe que se corresponde con la castellana, pero con carácter dual o ambivalente. Tradicionalmente se ha identificado el término o voca-blo Zagra con Sajra, uno de cuyos significados es “peña” o “lugar pe-dregoso”. De ser así, Zagra y su diminutivo Zagrilla, significaría esto: peñascal o lugar de peñascos o ro-

cas. Sin embargo esta equivalencia no nos convence. ¿Cómo puede ser un valle un lugar pedregoso? Más bien entendemos por valle un lugar asentado, una cierta planicie, en la que sea posible el estableci-miento de una colonia o población humana que pueda subsistir tanto por la proximidad a una fuente o río y en consecuencia a un terre-no en donde sea viable el cultivo para la subsistencia. Por tanto, no me parece congruente que Zagra y nuestra Zagrilla signifique lugar de piedras o terreno rocoso. La so-lución, por tanto hay que buscarla acudiendo a las crónicas musulma-nas siglos atrás, concretamente al siglo X, en plena época califal. Vayamos al grano. El arabismo romanceado “Zagrilla”, diminutivo de Zagra, es un topónimo o nom-bre de lugar, configurado adminis-trativamente como aldea, situada en la comarca de la Subbética, cuya capital es la ciudad de Prie-go de Córdoba. En la actualidad existen dos poblaciones con este

mismo nombre, denominadas Za-grilla la Alta y Zagrilla la Baja, por su ubicación topográfica. Otros di-minutivos de la propia comarca y también de origen musulmán son Almedinilla y Genilla, y de origen cristiano Lagunillas y Navasequilla. Zagrilla, debido a su escasa entidad (en sus inicios como una alquería), se ha perpetuado en el tiempo con esta denominación, primitivamen-te Val de Zagra como más arriba hemos indicado. La toponimia nos ofrece, por tanto, una explicación, no solo re-

lativa al origen del lugar, que para nuestra Zagrilla hemos fijado en el siglo X, aunque es muy posible que este enclave aparezca habi-tado por musulmanes ya en el siglo VIII, al posesionarse los invasores de las tierras seguramente ocupadas por los antecesores visigodos (una pieza interesantísima localizada en este término es un crismón trinitario o la necrópolis altomedie-val cristiana localizada en la calle Batán de Zagrilla la Baja). Hay testimonios de hallazgos y huellas de este período anterior a la con-

quista musulmana, pero lo que aho-ra nos interesa revelar es su signi-ficado, porque éste nos manifiesta igualmente signos de la cultura, la lengua y, lo que es más importante, la mentalidad de la colonia humana que arraigó allí hace ya bastantes siglos y aquí continúa asentada. El testimonio más antiguo de época musulmana sobre los casti-llos de la comarca prieguense3 nos lo proporcionan sendos relatos de conquista de los tiempos del emir Abderramán III en torno a los años 921-922, fecha en la que su ejército desalojó al clan de los Banu Muha-llab de su castillo de Esparragal (en 3 Véanse por todos, los estudios de Carmo-na, R., “Aproximación arqueológica al territorio del rebelde muladí Ibn Mastana (S. IX d. C.) en la comarca de Madinat Bagu (Priego de Córdoba)”, en Antiqvitas, nº 22 (2010), págs. 141-157; Cano Montoro, E., La ocupacion de cuevas naturales du-rante la edad media andalusi en el entorno de Madi-nat Baguh (Priego de Córdoba), Alhuia, Granada, 2008; y Martínez Enamorado, V., “Sobre Madinat Bagu. Aspectos historiográficos de una ciudad andalusí y su alfoz”, en Antiqvitas, nº 9 (1998) págs.. 129-149.

LAS ALDEAS DE ZAGRILLA: SUS ORÍGENES MEDIEVALES FRONTERIZOS

ENTRE EL ISLAM Y LA CRUZPOR MANUEL PELáEZ DEL ROSAL(Cronista oficial de Priego de Córdoba)

Zagrilla la baja

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la crónica, Asbarragaira), en cuyo término estaba sin duda Zagri-lla. El otro relato afirma con más precisión que tanto el castillo del Esparragal como otro denominado “al Sujairat”, en su término o juris-dicción, fue rendido, es decir, con-quistado y destruido. Este último castillo y población se le ha querido identificar con Zuheros, en mi opi-nión, erróneamente, pues la distan-cia existente entre Esparragal y Zu-heros y entre Esparragal y Zagrilla es notable. Creemos por ello que “al-Sujairat” no es Zuheros. Hay que añadir que “al-sjairat” es un di-minutivo de al-sajr, de la que deriva la voz Zagra. El fonema “al-sujairat” o “al-sjairat” se castellanizaría o ro-mancearía más adelante transfor-mándose en la palabra Zagrilla (en su primer significado, como pequeño lugar pedregoso o rocoso). Con esta interpre-tación filológica, más que histórica, avanzamos en la significación o etimología del término. Pero no es conclusiva. No siendo pacífica la cuestión nos vemos obli-gados a abordar la tesis de su segundo significado. La palabra árabe “al-sajr” tiene también otro significado. El primero de ellos, como he-mos apuntado, es empleado de un modo muy genera-lista. Por estar situados los castillos, torres o atalayas que llevan este nombre en lugares escarpados, eleva-dos o rocosos, se identifican co-múnmente como lugares pedrego-sos. Pero las crónicas musulmanas van más allá de lo puramente des-criptivo, para ahondar o referirse con mayor exactitud a asuntos de mayor entidad, como los políticos o territoriales. Y en este sentido la voz árabe “sjairat” tiene otro significado y es el de lugar (casti-llo, torre o asentamiento) de fron-tera. Zagra y Zagrilla, como voces romanceadas, además de terrenos pedregosos o abruptos, significan lugar fronterizo. No sabemos el papel que desempeñara el río Za-grilla en este episodio, pero intui-mos que los ríos son por lo general logística de fronteras, y en cuanto tal, es decir como elemento natu-ral, potenciará el elemento urbano con su correspondiente estructu-ra defensiva. La frontera la marca primero el poderío califal frente a los muladíes disidentes y rebeldes musulmanes, que terminan siendo

neutralizados o exterminados. Za-grilla, por tanto, se sitúa en la fron-tera omeya cordobesa frente al po-derío hafsuni (de Umar Ibn Hafsun) entre los años 880 y 929. Cuando en este año Abderramán III se pro-clama califa, dando fin a la fitna o guerra civil, desaparece la fronte-ra, pero ésta nuevamente está viva cuando su sucesor al-Haken II en el año 974 recibe en audiencia al yund de Damasco compuesto por gente de la cora de Elvira y de sus distritos entre los cuales se incluye Priego (Medina Baguh). En resumidas cuentas, llegamos a la conclusión de que Zagrilla tie-ne éste y no el otro significado: lu-gar fronterizo muladí (integrado por población muy diversa: indígenas vi-sigodos, bereberes, y árabes sirios)

desde la invasión islámica hasta fi-nales del siglo IX. Posteriormente, lugar fronterizo omeya durante los años finiseculares del siglo IX y gran parte del siglo X, que pasa a finales del siglo X a depender de la cora de Elvira. Más adelante lugar fronterizo de la cora de Elvira y del reino nazari-ta hasta que en 1341 conquista este territorio Alfonso XI. A partir de este reinado y bajo dominio cristia-no será lugar fronterizo de la Corona de Castilla y afianzada permaneció con este carácter así durante dos siglos4. 4 Valverde, J. A. , op. cit., págs. 52-53, la llama “frontera caliente”, por la zozobra en la que vivió la zona durante siglo y medio hasta la conquis-ta de Granada en 1492. Su estructura militar se configuró con una serie de ciudades fortificadas en la que mantenía la caballería de intervención urgente. Coronaban las cumbres atalayas y casti-llos que se encargaban de detener a la caballería. El frente de Alcalá la Real y Priego, que describe el Libro de la Montería, ocupaba una extensión de 75-80 kms., unas 15 leguas castellanas, que en su sección oriental tenía 8 leguas de anchura y

En cuanto a sus pobladores tam-bién las crónicas nos proporcionan datos y nombres. Después de la conquista a finales del siglo IX de Priego, castillo y ciudad gobernada por los Banu Mastana y su allegado Umar ibn Hafsun, grupos bereberes y árabes ocuparon estos enclaves, y las crónicas citan a los Banu Said, Banu Muhallab y Banu Himsi, estos, por cierto, los señores del lugar de al-Sujairat, haciéndola depender de la cora (provincia de Elvira=Granada) desaparecido ya el predominio califal de la cora de Priego. Una necrópolis localizada en la propia aldea de Za-grilla la Alta confirma el asentamien-to califal y posteriormente granadino o nazarí y cristiano-medieval. (La ac-tual aldea de Zagrilla la Baja tiene su origen moderno en el siglo XIX).

Las Zagras hispánicas, sus homólogas, y la Za-grilla cordobesa y prie-guense Dejando aparte el gentili-cio y su aplicación volvemos a centrarnos de nuevo en el topónimo “Zagrilla” y su alcance, derivado de la voz Zagra más extendida y ge-neralizada. Quizás por lo an-daluza cabe citar en primer lugar a la villa granadina de Zagra, con este significado de frontera. Zagra se consti-tuye en un bastión de defen-sa del reino nazarí de Gra-nada, en el límite justo de la tierra castellana de Prie-go. Situada sobre una peña,

transmite muy bien el paisaje sub-bético de la frontera nazarí, donde se aprovechan enclaves rocosos. En el libro Crónicas de los reyes de Cas-tilla desde don Alfonso el sabio, hasta los católicos don Fernando y doña Isa-bel, publicado por Cayetano Rosell en 1878, se dice. “…e fuimos a otro logar muy fuerte que decían Sagra e ficimoslo combatir, e los nuestros entraron el logar todo por fuerza e quemaron la puerta del castillo, e los moros con el afincamiento en que se vieron, entregaronnoslo…” [...] “…Otrosi en el lugar de Sagra que el Rey entonces ganara dexó un escudero que decían Ferrand dominaba los terrenos de Priego y Locubín hasta la linde con Jaén (capítulos XXVI). En este frente aparece como elemento guerrero el almogávar, soldado que vivía en el campo y se empleaba en hacer entradas y salidas en la tierra de los ene-migos de las cresterías subbéticas en las que se asentaba la población musulmana de Montefrío y tierras limítrofes a Algarinejo, a 13 kilómetros de Priego. Precisamente en esta zona se ubica un paraje que lleva el nombre de Los Almogávares.

Veleta que simboliza ser y haber sido Zagrilla un lugarde cacería desde la Baja Edad Media

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P A T R O C I N A C O L A B O R A

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Delgadillo, e desó con él omes de pie, e Ballesteros de concejos: e los moros dende a pocos días llegaron e combatieron el logar de Sagra e hicieron portillos, en guisa que Fe-rrand Delgadillo, Alcayde, ovo de facer sus pleitesías desque vió que el logar se entraba, e pusieronle en salvo en Priego, que era de Cris-tianos, e él vino para el Rey a Al-cabdete, que aún esta ay, e el Rey luego le mandó matar…”5. El episodio es muy ilustrativo por cuanto la localidad se sitúa en el camino de Loja- entre esta ciudad y Algarinejo- lindante con Priego. Zagra era musulmana y Priego cristiana y lo es más por-que al ser un enclave militar le in-cumbe a un alcaide o escudero su defensa. Entre ambas guarniciones militares estaba la frontera, por tanto. Con esta misma funciona-lidad defensiva y fronteriza cabe cita la villa de Azagra en el reino de Navarra, que los etimologistas hacen derivar de a-sajra (La Peña) en la frontera del Ebro junto a San-Adrián, Andosilla, Carcar, Ca-lahorra, Alfaro y Tudela en ambas orillas del río de este nombre. Pero lo que nos llama la atención es la presencia en la Zagra gra-nadina de un escudero o alcaide, como lo tuvo Zagrilla, y del que se sabe ciertamente su nombre en el primer tercio del siglo XV. Además de la Zafra granadina, el término se corresponde con otras localidades de la geografía península. Así A. M. Cantó lo vincu-la con la Zafra de Badajoz, y otras pertenecientes a las provincias de Cuenca (Zafra del Záncara), Alican-te (La Zafra en Monóvar, el caserío La Zafra cerca de Villena) y Cádiz (Zaframagón). También el vocablo trasciende los límites geográficos castellanos y se adentra en Protu-gal, en donde se sitúa la Serra de Safra, próxima a Leiría. Hay asimis-mo otras concomitancias con luga-res de próxima etimología, como Zafara de Sayago en Zamora, Zaha- 5 Rosell, C., Crónicas de los Reyes de Castilla desde don Alfonso el sabio, hasta los católicos don Fernando y doña Isabel, Madrid 1878.

ra de la Sierra y Zahara de los Atu-nes, o Grazalema (aféresis de Za-grazalema). Siguiendo a J. M. Baeza, “Los nombres de lugar españoles de origen árabe, Madrid, Ed.Darez-Nyumba, 1990. pág. 54. dice: “todas

ellas de la raíz sajra, con el sentido de peña fortificada”, pero también con el de frontera militar entre rei-nos o poderes centralizados.

El gentilicio ¿zagrillero, zagri-lleño o zagrillense? María del Carmen Jiménez Montes ha identificado en su libro “La Granada islámica” 303 voces de origen musulmán, y entre ellas ha incluido la de Zagra con el signi-ficado de “frontera” y con su genti-licio “zagreño” para identificar a los naturales u oriundos de esta pobla-

ción, del poniente norte granadino a unos 60 kilómetros de la capital. Obviamente no ha incluido Zagrilla, porque administrativamente esta aldea pertenece a la provincia de Córdoba. Pero su estudio nos in-duce a poder denominar también a los naturales de Zagrilla como zagreños, o mejor “zagrilleños”, si bien la costumbre popular per-severa en llamar a los nacidos en este lugar con el nombre de “za-grilleros”. Así lo vemos aplicado a un plato de la gastronomía de la aldea, concretamente el denomi-nado “picadillo zagrillero”, que re-coge la cocina de TEDI: “El picadillo zagrillero, como su nombre indica, es típico de la aldea de Zagrilla, a 7 kilómetros de Prie-go de Córdoba. En mi familia es costumbre que lo hagan los hom-bres. Se forja en un dornillo, que es un cuenco de barro o madera, conocido también por maceta. Sus componentes son: tomates, pimientos, ajos, cebolla, aceite de oliva, sal gorda y guindilla”. Con mayor énfasis filológico también lo trae a colación Anto-nio Alcalá Venceslada que recoge el gentilicio con una frase o locu-ción: “Un zagrillero vino a Priego a dar la noticia”6. Nada obsta, sin embargo, a que también podría llamarse a los na-turales de la Zagrilla prieguense, además de con el nombre de za-grillero, o zagrilleño, con el gen-tilicio zagrillense y sus corres-

pondientes femeninos zagrillera y zagrilleña. Quede aquí esbozado este es-tudio del significado del nombre de Zagrilla, sus homólogos hispánicos y sus gentilicios. Sería de interés, apuntamos, poderse hermanar al menos la Zagrilla prieguense con la Zagra granadina. No en vano ambas po-blaciones durante siglos desem-peñaron una importante misión militar y fronteriza, la primera en territorio cristiano, y la segunda en el musulmán. 6 Alcalá Venceslada, A., Vocabulario andaluz, Andújar, 1933, pág. 402.

Lavadero

Zagrilla la Alta